Dialogos
May 31, 2023 | Author: Anonymous | Category: N/A
Short Description
Download Dialogos...
Description
las respuestas del terapeuta que derivan de su contra-posicin en el encuentro con el cliente. Dentro de un marco de referencia emptica, los clientes se sienten a menudo profundamente comprendidos por los terapeutas que toman la posicin de el Otro en sus interacciones, convirtiendo de este modo en dilogo a partes de la terapia. Con una investigacin fenomenolgica del proceso dialctico de estar-con y estar-contra el cliente, brindamos un examen de las diferentes formas de resonar ante la comunicacin del cliente. En esta publicacin y la siguiente exploramos ms la presencia, resonancia, confrontacin y dilogo desde la perspectiva centrada en la persona, TERAPIA CENTRADA EN LA PERSONA UNA TERAPIA DE RELACIN CO-CREADA Un breve resumen del estado del arte de la antropologa, fenomenologa, epistemologa, teora y prctica centrados en la persona, nos muestra que la terapia centrada en la persona hoy en da no slo es fiel a su fundador, sino que tambin refleja una imagen del ser humano que tiene su fundamento profundo en las tradiciones filosficas occidentales. Esta concepcin del ser humano como persona - de ah el nombre del enfoque - se basa en la conviccin de que podemos ser independientes, viviendo de nuestros propios recursos, e interdependientes, inevitablemente conectados a los otros, a la vez. El particular desafo de esta visin es no reducirla a una sola de las dimensiones y mantener el equilibrio de ambas. La persona, en el enfoque centrado en la persona, se refiere tanto a la persona del cliente como a la del terapeuta. El enfoque ve a la persona como autnoma y relacional a la vez, y espera que la terapia respete y se comprometa con ambos aspectos a la vez (Schmid, 1996, 1998b), y que la autonoma del cliente sea respetada al no tomar poder sobre el cliente y tambin al ofrecerle una potente relacin. En una relacin de encuentro la otra persona no es vista como un alter ego, sino verdaderamente como un Otro. Esto significa que no puedo simplemente inferir por m y mi experiencia al ser y la experiencia de la otra persona. Por el contrario, la actitud y la tarea es abrirse y genuinamente aceptar 2 yy tratar de entender empticamente lo que la otra persona en la relacin est experienciando revelando. Esa relacin que realmente puede ser llamada una relacin T-Yo (Schmid, 1994, 2003) es el centro de un proceso de personalizacin inter.-subjetivo y co-creativo a travs del encuentro “a profundidad relacional” (Mearns, 1996). En co-respondencia a la relacin cliente y terapeuta se encuentran ellos mismos, en el mismsimo momento de estar juntos, co-creando la relacin desde el encuentro mutuo. La contribucin del cliente a este proceso fundamentalmente dialgico consiste en hacer uso activamente de su capacidad de reconocer y empatizar con el trabajo del terapeuta (Bohart, 2004; Bohart y Tallman, 1999). La contribucin de parte del terapeuta es estar presente. Presencia - literalmente su raz latina es “prae-esse” que significa “estar plenamente ah” es el fundamento existencial y significado ms profundo de las conocidas, y sin embargo demasiado a menudo slo entendidas superficialmente, condiciones claves: autenticidad,
aceptacin o reconocimiento y comprensin, para usar los trminos de Martin Buber (1962/63) (Schmid, 2001a b, c). La tarea del terapeuta es lograrlas en forma continua y en cualquier situacin que se de dentro de la terapia. Esto ofrece un clima de seguridad, confianza y respeto por el cliente que les posibilita enfrentar y desarrollar ellos mismos su self en toda su pluralidad (Mearns, 1999; Mearns y Thorne, 2005). Trabajando en forma independiente, en grupos de diferentes idiomas y contextos y que provienen de ambientes diferentes, ambos autores llegan a resultados sorprendentemente similares, al continuar desarrollando la terapia centrada en la persona durante las ltimas dcadas. Hemos estado desarrollando un modelo de psicoterapia bi o multipolar verdaderamente centrado en la persona, donde ambas (o todas las) personas involucradas estn co-creando el proceso teraputico. Este refinamiento de la genuina terapia centrada en la persona has sido liderado por nosotros mismos y por otros tericos y practicantes como muestra la siguiente visin de los principales contribuyentes al desarrollo de esta mirada y su foco de inters. Peter F. Schmid ha estado desarrollando una interpretacin de “la terapia como el arte de no saber” y “el arte del encuentro” (German: 1991, 1994, 2002d; en ingls los elementos centrales se pueden encontrar en los siguientes artculos: 1998a, b, 2001a, b, c, 2002a, b, c, 2003, 2005b). Dave Mearns pone el nfasis en “trabajar a profundidad relacional” (1996, 1997, 1999, 2002A 2002b, 2003; Mearns y Thorne, 2000; Mearns y Cooper, 2005). El pionero alemn (es interesante notar que es un psiquiatra) Wolfgang Pfeiffer (1989, 1991, 1993, 1995a, 1995b) describi “la relacin como el factor efectivo central en la terapia centrada en la persona”. Uno de los focos de Brian Thorne (1991, 2002; Mearns y Thorne, 2000) estaba puesto en la “intimidad” y la “ternura”. Len Holdstock (1993, 1996a, 1996b) enfatiz la “naturaleza interdependiente y no individuo-cntrica del self”. Ute Binder (1993, 1998) llam nuestra atencin hacia la diferencia entre “empata (esencialmente pro-social)” y una “toma de perspectiva cognitivo social”. Garry Prouty (1994; Krietemeyer y Prouty, 2003) explor “el experienciar pre-simblico y el contacto” en el marco de su concepcin de la “pre-terapia”. El “contacto” y en particular la comprensin de “procesos frgiles y disociados” tambin fueron algunas de las contribuciones Margaret Wagner (2000,Art 2002). Michael (2003) ha estado1999) al trabajando con de la “resonancia interactiva”. Bohart (2004;Berh Bohart y Tallman, 3 describir al cliente como un “activo auto-sanador” puso nfasis en el esfuerzo (el peso, la tarea) del cliente en la relacin. “La primaca de la relacin” llev a Godfrey BarretLennard (1998, 2003, 2005) a hablar acerca de la “psicoterapia relacional centrada en el cliente” y Mick Cooper (2004a, b; Mearns y Cooper, 2005), que proviene de la tradicin existencial, describe lo que l llama “un enfoque de la terapia orientado a la relacin”. Es interesante notar que otras orientaciones psicoteraputicas han estado desarrollando paralelamente su comprensin del self, p. ej. La Psicologa Ps icologa del Self (Stolorow et al., 1987; Bartosch, 2003) y el Psicoanlisis Inter-subjetivo, Terapias Humansticas (p. ej. Terapia Gestltica: Hycner y Jacobs, 1995) y Terapias Existenciales (Spinelli, 1997/2006, 2005:
“selves en relacin”) y an la Terapia Cognitiva Conductista (Parfy, 1999). Han surgido nuevas terapias dialgicas, p. ej. psicoterapia dialgica o terapia relacional (para ms referencias ver Cooper, 2004a, pag. 452-453) y hay cada vez ms sustento emprico de la centralidad de la relacin (Cooper, 2004b). Resumiendo, la psicoterapia finalmente ha reconocido que la relacin es esencial para el ser humano y por lo tanto para la psicoterapia. El concepto de encuentro ha ganado aceptacin y ha quedado establecido como el arte de la verdadera terapia centrada en la persona (ver Bohart y Wilkins, 2001; Haugh y Merry, 2001; Wyatt, 2001; Wyatt y Sanders 2002; Tudor y Worrall, 2006). Esto marca un cambio de paradigma, no slo dentro del enfoque centrado en la persona sino tambin dentro del campo de la psicoterapia y el counseling como tales. MS QUE UNA ALIANZA DE TRABAJO Es importante resaltar que la importancia de la relacin teraputica que estamos describiendo es cualitativamente diferente de la as llamada alianza en psicoterapia. La investigacin s apoya la creacin de una alianza de trabajo para que puedan seguir su curso los esfuerzos teraputicos (Elkin et al., 1989; Krupnick etal., 1996; Keijers et al., 1999; Lambert, 1992; Asay y Lambert, 1999). A menudo se piensa que esto es todo lo que Carl Rogers estaba diciendo - que la relacin, hasta cierto punto, es importante en todas las terapias. De hecho lo que normalmente aceptamos como alianza teraputica generalmente representa un nivel muy superficial de relacin. Sin embargo es suficiente para comprometerse al menos con el nivel de presentacin del self del cliente y comenzar un proceso que puede ser posteriormente intensificado por las tcnicas del terapeuta de cualquier tradicin. Sin embargo, en una terapia orientada a la relacin como el ECP, estamos buscando relacionarnos con el cliente a un nivel existencial ms fundamental. Queremos que nuestro cliente se sienta encontrado en los niveles ms profundos en los que se experiencia a s mismo. Entonces estamos buscando un sentido de encuentro ms profundo que el de una simple alianza de trabajo (o teraputica). A menudo la diferencia entre el nivel de presentacin de la experiencia del self del cliente y su ms fundamental experiencia existencial self es personificada en la forma de diferentes partes 5), del elself. Entonces, por ejemplo, endel el caso publicado por Mearns y Cooper (2005, captulo cliente alcohlico, Dominic, parece comprometerse significativamente con la terapia desde las primeras sesiones, pero ms adelante resulta evidente que el trabajo slo puede 4 avanzar en una forma relativamente superficial si se limita a la parte de l que llama “Dominic sobrio”. Si bien Dominic sobrio alberga la mayor parte de lo que Dominic representa para el mundo exterior, deja afuera gran parte de la ms profunda y existencial auto-experiencia del self de Dominic que est albergada en lo que Dominic llama “Dominic el borracho”. El desafo para el terapeuta, por lo tanto, es encontrarse y trabajar tanto con Dominic el borracho como con Dominic sobrio. El captulo en el libro muestra el proceso mediante el cual el terapeuta se gana el derecho de encontrarse con Dominic el borracho y describe las demandas relacionales que esto supone para el terapeuta.
Por lo tanto lo que estamos diciendo acerca del trabajo teraputico es un desafo para el practicante ya que se espera que llegue a ser capaz de ofrecer un encuentro a profundidad relacional con todas las diferentes partes del cliente y con todos los clientes que vayan a su consultorio. Este es el desafo esencial para el desarrollo del terapeuta centrado en la persona, el mismo ser descrito ms detalladamente en un segundo artculo (Mearns y Schmid, prxima publicacin). Este ofrecimiento de profundidad de relacin es particularmente importante en el trabajo con clientes con los cuales es difcil hacer contacto. Estamos hablando de clientes a los cuales cada vez ms se los est privando de una intervencin psicoteraputica sostenida. Aquellos clientes que estn particularmente conflictuados, quizs con partes de su self que se muestran alienadas o desconfiadas como primera respuesta al tener que relacionarse, y por ello son definidos como no “apropiados” “apropiados ” para psicoterapia tal como esta es cada vez ms definida por los servicios de salud. Este es un aspecto de las polticas de psicoterapia. Desde una perspectiva centrada en la persona vemos que muchos de esos clientes considerados difciles de abordar y establecer conexin con ellos han sido muy daados en la relacin. Esto hace que sea an ms importante ofrecerles una relacin sanante en forma sostenida. Demasiado a menudo la eleccin poltica es “confabularse” con las dificultades actuales del cliente para relacionarse al ofrecerles un tratamiento esterilizado al que se le ha “extirpado” la relacin. Por supuesto que parte de esta poltica tiene que ver con el hecho de que estos clientes son particularmente demandantes para el practicante en lo que respecta a la relacin, es ms fcil definir al cliente como “no apropiado” para psicoterapia que tratar de ofrecerles unas relacin que pueda resultar demasiado demandante para el terapeuta. En nuestro trabajo luchamos por resistir esa tendencia y tratamos de encontrar formas de ofrecer un compromiso a profundidad relacional especialmente a esos clientes a los que resulta difcil llegar. El desafo esencial para el terapeuta centrado en la persona es ser capaz de ofrecer ese tipo de compromiso a cada cliente que golpee a su puerta y an a aquellos que estn demasiado asustados para golpear. El trabajo con un cliente difcil de alcanzar es revisado en Mearns y Thorne (2000) y Mearns y Cooper (2005). Sintticamente, Bobby era un hombre de negocios exitoso con un pasado criminal. De nio haba sido sistemticamente tratado brutalmente por su padre pa dre quin haba matado a su madre. su niez juventud ldehaba enfrentado a suy mundoadems transformndose en alguien ms En violento queycualquiera los que lo rodeaban tambin asegurndose de estar siempre en control en sus relaciones con los otros. Lo que ms asustaba a Bobby era que la gente se relacionara con l y se le acercara emocionalmente. l directamente no permita que sucediera esto. Por ejemplo si bien l se aseguraba de que a su familia no le faltara nada econmicamente, su esposa lo describa como “un hombre que no puede amar”. Bobby presentaba un grado bastante 5 profundo de proceso egosintnico ego sintnico (Mearns, 2006) - en el lenguaje convenc convencional ional de psicopatologa l presentaba un profundo desorden de personalidad. Bobby comenz terapia para, en sus propias palabras, “liberarme de mis sentimientos”. Su sistema de auto-proteccin estaba empezando a resquebrajarse y l estaba experimentando
una gama de emociones que amenazaban su control. Aunque su necesidad era muy grande, toda una vida alienado de las relaciones implicaba que Bobby presentaba un gran desafo para el terapeuta que fuera a relacionarse con l. Desde el comienzo un importante desafo en el trabajo con Bobby fue no dejarse desanimar por su muy bien desarrollado mecanismo de d e proteccin contra las relaciones, como su desconfianza, cinismo y sarcasmo crnicos. Ir al encuentro y superar los mecanismos antirelacin de Bobby fue un elemento clave en el intento y probablemente represento una experiencia de relacin nica para l. La mayora de las personas que Bobby trataba terminaban siendo controladas por l que de esta manera poda “esterilizar” el ofrecimiento de relacin. Pero los seres humanos rara vez tiene una sola dimensin, y si bien Bobby se protega a s mismo de las relaciones, exista tambin una parte suya que q ue secretamente las anhelaba. Uno de los mecanismos especficos anti-relacin de Bobby era provocar temor en los otros. Nada es ms confiable para desalentar la posibilidad de relacin que el temor - el desafo relacional para el terapeuta es no estar asustado. En los primeros momentos del encuentro hubo un momento en que Bobby se comport amenazadoramente con el terapeuta. Pero el terapeuta no estaba asustado, ms an, en las palabras del terapeuta: En ese momento yo pude ver ms all de su enojo y amenaza. Lo mir a los ojos y vi una persona que estaba bastante perdida perd ida y terriblemente asustada. Fue un poderoso momento de profundidad relacional porque Bobby supo que haba sido visto, quizs por primera vez desde que era un nio. Este fue un momento clave de profundidad relacional en uno de los primeros encuentros. Bobby no slo haba fallado en desalentar al terapeuta mediante el temor, sino que haba sido encontrado en su propio temor que yaca debajo de su necesidad de autoproteccin. El terapeuta haba hallado un lugar en su self para sentir el temor de Bobby. Este tipo de momento ayuda a lograr una relacin continua en profundidad en la cual el cliente se sienta suficientemente seguro para permitir que sus diferentes partes sean vistas. Para Bobby esto signific mostrar su self asustado debajo de su self de presentacin que normalmente lo esconda. A suEstas vez detrs de partes su selfde asustado un self que estaba existencialmente desesperado. eran dos Bobby haba que nunca haban sido vistas en una relacin con otro ser humano hasta la psicoterapia. Cuanto ms exploramos la profundidad relacional en psicoterapia, ms vemos que los clientes que son difciles de alcanzar pueden ser contactados a travs de una relacin genuina ms efectivamente que por medio de cualquier forma de tcnica teraputica. A menudo, como en el caso de Bobby, los aspectos difciles de alcanzar son una muy comprensible forma de autoproteccin, detrs de la cual hay una persona que es potencialmente alcanzable. En Mearns y Cooper (2005) (20 05) adems de clientes a los cuales es difcil llegar/con los cuales es difcil conectarse como Bobby y Dominic, tambin encontramos un captulo acerca de un cliente con traumatismo de guerra, Rick, cuya 6
proteccin para no ser conectado tom la forma de permanecer en silencio duran durante te las primeras 26 sesiones de terapia. COMPAA Y CONFRONTACIN Muchas formas tradicionales de terapia consideran al terapeuta como a una persona que se mantiene aparte del cliente, en cierta forma representando la posicin opuesta: segn esto su tarea es corregir al cliente, ayudarlo a salir, guiarlo, interpretar, ensearles las habilidades necesarias para manejar situaciones difciles, aconsejarlo, etc. Por el contrario, en la terapia centrada en la persona el terapeuta no se pone en una posicin aparte del cliente sino en relacin con el cliente. En esa relacin la posicin del terapeuta es tanto con el cliente (en el sentido de buscar comprender y valorar al cliente) como contra el cliente (en trminos de ofrecerle un respuesta humana diferente y separada). En- contrar a alguien implica ser tocado por la esencia de lo opuesto (Guardini, 1955; Schmid, 1994, 1998b). Mientras que la terapia como una manera de estar-con el cliente fue examinada y descripta en la terapia centrada en la persona, la importancia de estar-contra el cliente en su sentido exacto todava queda por ser clarificado. Profundidad de relacin no significa solamente seguir a alguien a la par, mirando en la misma direccin, tambin significa mirar hacia alguien enfrentndolo, parados cara a cara. Encontrar no slo significa ser tocado, tambin implica tocar. Verdaderamente encontrar a alguien no slo significa estar con esa persona, tambin significa estar contra ella. La terapia centrada en la persona no slo es comprensiva, tambin es no-comprensiva. La terapia centrada en la persona no slo es acuerdo, es tambin desacuerdo. La terapia centrada en la persona no es slo asentir con la cabeza, tambin es sacudirla negando. La terapia centrada en la persona no es solo apoyar y facilitar, es tambin demandar y desafiar. En una palabra: la confrontacin es una parte esencial de la terapia centrada en la persona. Las relaciones de cualquier tipo siempre consisten en estar-con y estar-contra. Esto es particularmente importante en el vnculo, la alianza teraputica. La terapia no tendra sentido si no fuera nada ms que un duplicado, una copia, o un espejo del cliente. El la terapia centrada en la persona el terapeuta no slo es un alter ego, el terapeuta es realmente diferente, otra persona. EL TERAPEUTA COMO EL OTRO DEL CLIENTE Desde sus principios la terapia centrada en la persona se basa en la idea de que el cliente es el otro para el terapeuta, lo que significa que el terapeuta no debe dar por sentado que ya conoce a la otra persona. La consecuencia de esta mirada es que el terapeuta est siempre preparado para ser sorprendido s orprendido y aprender algo nuevo nue vo - acerca del cliente y acerca de ellos mismos (Schmid, 1994, 2001a, b, c, 2002a, b. d). Es importante darse cuenta de que esto es as tambin a la inversa: ya que as como el cliente es el Otro para el terapeuta, el terapeuta es el Otro de y para el cliente, lo que significa que el cliente aprende acerca de s mismo al encontrarse con el terapeuta. 7
En consecuencia la tarea del terapeuta es ser la persona que es. Esta es la demanda central de la autenticidad (congruencia): no ser el que el cliente desea que uno sea o “hace que uno sea” al dirigir la escenificacin de la relacin, sino ser realmente la persona que uno es (en este mismo momento, con este mismsimo cliente). El desafo es no ceder, no evitarle al cliente la confrontacin, no convertirse en el objeto del diseo de la relacin hecho por el cliente, no ser usado por el cliente para evitar el encuentro con el Otro. Por el contrario, la tarea es pararse firme como persona y enfrentar al cliente como persona. Por supuesto que no toda confrontacin ayuda (como tampoco lo hace toda manifestacin de amor y compasin). Entonces la pregunta clave es: Cul es la naturaleza de la confrontacin teraputica desde un punto de vista centrado en la persona? En otras palabras: Qu significa encuentro en el en-cuentro en-cuen tro teraputico? Y por ltimo, Qu significa hablar de dilogo en terapia? Para contestar estas preguntas necesitamos examinar ms de cerca la naturaleza de los procesos acerca de los cuales cua les estamos hablando. La siguiente investigacin fenomenolgica de ese tipo de relacin en profundidad apunta a arrojar luz sobre los procesos personales y teraputicos involucrados cuando hablamos de dilogo y confrontacin en la terapia centrada en la persona. Por lo tanto exploraremos ms de cerca lo que sucede dentro del terapeuta y entre el cliente y el terapeuta. Esto nos aportar tambin una mirada ms fresca y una comprensin ms profunda de la presencia y el dilogo. RESONANCIA: REVERBERACIN DEL TERAPEUTA EN RELACIN CON EL CLIENTE CLI ENTE Por medio de la auto-conciencia en la terapia el terapeuta toma conciencia de su experiencing, el flujo de experiencias inmediatas que se dan en ese momento. Lo que ellos experiencian es resonancia del mundo del cliente y/o de su propio mundo. Resonancia (del latn “resonare”, resonar) significa el eco que dispara en el terapeuta la relacin con el cliente. Barrett-Lennard present la idea de “resonacin” en una serie de relatos publicados acerca del procesosobre emptico 1993, 1997, 1998,comprensin 2003, pag. 34-50). Otros estudiosos construido esto o(1981, relacionado su propia de este pensamiento o han desarrollado sus propios conceptos. Vanaerschot (1997), por ejemplo, investig la resonancia emptica como una fuente de intervenciones que intensifican la experiencia. La auto-empata y la mutualidad fueron eficazmente discutidas por Jordan (1997). Behr (2003) desarroll el concepto de resonancia interactiva en el trabajo con nios. Wiltschko (2003) describi la resonancia en el marco de la terapia orientada al focusing. Las personas resuenan en formas diferentes con ellos mismos, los otros seres humanos y su medio ambiente. Tales resonancias son siempre una experiencia mezclada, eco de lo que viene de afuera y tambin de lo que viene desde adentro. Para el terapeuta es esencial distinguir entre las diferentes fuentes con las cuales se relaciona la reverberacin. Aunque todo tipo de resonancia puede ser mezclada y muy rara vez aparecen separadamente y aunque en cualquier resonancia emptica se da un proceso
8 interno de reconocimiento y comparacin, es preciso discriminar entre las diferentes formas de resonancia. Lo que resuena en el terapeuta puede venir de su propio mundo: auto-resonancia tiene que ver con las experiencias propias. La resonancia emptica, por el contrario, tiene que ver con las experiencias del cliente. Surge de estar dentro del marco de referencia del cliente. Puede ser concordante o complementaria. Por ltimo la resonancia personal o dialgica surge de ambos, y, como un proceso de resonancia basado en el cliente y el terapeuta, marca una categora distinta (ver figura 1). AUTO-CONCIENCIA EXPERIENCING AUTO-RESONANCIA RESONANCIA EMPTICA RESONANCIA PERSONAL CONCORDANTE COMPLEMENTARIA PONER ENTRE PARNTESIS SIMBOLIZAR CONFRONTAR DIALOGAR USAR PARA CONSTRUIR PUENTES
Figura 1: simbolizacin del terapeuta, confrontacin y dilogo que surgen de la presencia y de diferentes formas de resonancia. AUTO-RESONANCIA Auto-resonancia es la reverberacin de los sentimientos, pensamientos, temores, deseos, o lo que surja, pero propio (cf. Barrett-Lennard, 1997, elucidacin de la auto-empata). Si el terapeuta no es conciente de esto, la auto-resonancia lleva a un proceso en el cual el terapeuta en realidad habla de s mismo “usando” al cliente, habla aparentemente del experiencing del cliente, pero en realidad est hablando acerca de su propia experiencia. Un ejemplo de una breve interaccin puede ilustrar esto: Cl: Debera odiarlo o amarlo? No se, estoy confundida. Te: (pensando acerca de su propia pareja): Buena pregunta! Nunca se sabe. Los terapeutas necesitan estar concientes de la auto-resonancia (lo cual es un tema de entrenamiento y supervisin). Auto-resonancia significa que el terapeuta resuena a sus propias experiencias. En consecuencia consecue ncia el terapeuta debera poner entre par parntesis ntesis lo que
9 surge en el momento, hacerlo a un lado lo mejor que pueda y quizs volver a ello en su supervisin, o tomarlo como una fuente que le permita construir un puente hacia el experienciar del cliente - un puente que pone al terapeuta en un mejor marco existencial para encontrarse con el cliente (ver Mearns y Schmid, de prxima publicacin). RESONANCIA EMPTICA CONCORDANTE
La resonancia emptica puede ser concordante. Esto es lo que tradicionalmente entendemos por empata: cuidadosamente simbolizar el experiencing del cliente facilitando de ese modo que el cliente llegue a su propia simbolizacin. Cl: Debera odiarlo o amarlo? No se, estoy confundida. Te: (sintiendo primero la confusin del cliente): Hay sentimientos mezclados en vos. Sents afecto, sents disgusto, y ambos estn en vos al mismo tiempo. Esta es la empata clsica. El terapeuta trata de seguir el proceso de la experiencia del cliente lo ms fielmente que le sea posible. La empata, como es bien sabido, no slo simboliza lo que es obvio y est disponible a la conciencia. Trata de captar lo que el cliente revela al borde de su conciencia. En la resonancia emptica profunda y relacional a menudo se da un proceso emptico intenso y profundo en el cual el terapeuta habla “por” “po r” el cliente al verbalizar lo que el cliente muestra. En otras palabras: el terapeuta habla como si fuera el cliente. Rogers (1984) se refiri a esto cuando dijo: “la conexin es tan profunda que una persona puede hablar por la otra” (pag. 22) y agreg: “yo realmente siento que esos sson on los momentos ms intensos y gratificantes de la ter
View more...
Comments