Di Napoli Ioannes - Estetica

April 5, 2017 | Author: barbaraoettinger | Category: N/A
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IONNES DI NAPOLI ESTÉTICA

IOANNES DI NAPOLI

ESTÉTICA

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IONNES DI NAPOLI ESTÉTICA

ÍNDICE I. Introducción teorética.............................................................................. II. Introducción histórica III. Noción de Estética............................................................................. IV. Importancia y división de la Estética.............................................................. Bibliografía............................................................................................ CAPÍTULO I. De la belleza.......................................................................... Artículo I. De la esencia de la belleza................................................ Artículo II. De la objetividad de la belleza................................ Escolio De la división de la belleza.................................... Artículo III. De la aprensión y la delectación de la belleza...................... CAPÍTULO II. Del arte............................................................................... Artículo I. De la esencia del arte...................................................... Artículo II. Del fin del arte................................................................ Artículo III. Del juicio acerca del arte.................................. Bibliografía

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INTRODUCCIÓN A LA ESTÉTICA I. II. III. IV.

Introducción teorética Introducción histórica Noción de Estética. Importancia y división de la Estética.

I. INTRODUCCIÓN TEORÉTICA. Todos los hombres hablan de personas, cosas u obras bellas, distinguen entre la belleza natural y la belleza artificial, discuten entre sí de la belleza de estas o aquellas personas, cosas u obras; A veces niegan que alguna actividad este en el arte (por ejemplo el arte cinematográfico), juzgan del carácter artístico de esta o aquella obra bella, de esta o aquella parte de la misma obra (La comedia de Dante) etc. Cada uno considera conocer bien la naturaleza de la belleza y el arte, y con frecuencia se irrita contra aquellos que no admiten sus juicios, reprueban estos la carencia de gusto estético, distinguen entre la poesía y no-poesía. Por otra parte, si vemos las sentencias de los artistas, gran disensión se ostenta; algunos artistas sacan la obra artística y proponen la doctrina estética; otros en nada valoran la teoría estética y sostienen al artista excluyendo las derechas o las izquierdas de las posturas doctrinales, otros no atienden ni a las “creaciones propias”, otros siguen el clasicismo, otros el romanticismo, otros prefieren el realismo o verisimilismo, otros el idealismo o simbolismo etc. Se tiene algo en común entre los artistas y no artistas, es decir una persuasión general de que la belleza sea algo que existe en las cosas o en la naturaleza o en el arte, aunque, con frecuencia difieren los juicios apreciativos. Luego la postura espontánea (parafilosófica) sostiene que la belleza es algo objetivo y expresada por el arte, de esta persuasión especial, y supuesto el consenso universal acerca de los caracteres artísticos de cualquier obra, se tiene un gran desacuerdo, es así como fluyen con frecuencia larguísimas discusiones. Surge luego la pregunta: ¿Qué es la belleza? ¿Qué es el arte? Este problema se pone implícitamente a todos, los que producen la obra artística, o los que con pasión juzgan acerca de esta o de aquella obra; cada uno debe tener al menos una idea o sentencia espontánea o irreflexiva de la 3 DE 48 03/02/2011 PAMD

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belleza y del el arte. Por otra parte el filósofo es reflexivo e investiga a profundidad acerca de la naturaleza de la belleza y el arte, para obtener alguna unidad en los juicios llevados. El conjunto de cuestiones que los filósofos deben poner para resolver el problema acerca de la belleza y el arte, constituye el problema de la estética. II. INTRODUCCIÓN HISTÓRICA. La verdadera consideración reflexiva de la belleza y el arte se tiene primero entre los griegos, en quienes de modo especial se encuentra el sentido estético, junto a ella también la bondad, como algún orden de la persona se identifica con la belleza, así es como algo se considera simultáneamente bello y bueno: (καλός: bueno; όμορφος: bello; αρκετά: bello; ascetismo ético, ética estética) Entre los griegos sobresalen Platón y Aristóteles. Platón en sus diálogos (Ion, Hipias mayor, Gorgias, Fedón, Fedro, El banquete, La república), mucho tienen de bello y de arte; En lo capital esta es su doctrina: 1) Mas allá de la belleza empírica se tiene fuera del mundo sensible lo que es bello en sí (la misma belleza) por cuya participación todo en el mundo es bello. 2) La belleza implica alguna medida y proporción (μέτρηση: medida; σχέση proporción) como sea algo lucidísimo y amabilísimo produce en el hombre una complacencia pura. 3) El arte como expresa la belleza sensible, no es ni la imitación de la naturaleza, sino como la naturaleza (la cosa sensible) sea la misma imitación del mundo inteligible, el arte es la imitación de la imitación o sombra de la sombra. 4) Como sea sombra de la sombra, el arte ni se sujeta al mundo sensible ni se desvía al mundo inteligible en el cual de modo singular se establece la verdad, por lo que el arte es excluido de la sociedad o república (el rigorismo platónico contra el arte) Aristóteles en contra, como niega el mundo inteligible de Platón, tiene por debajo la cosa sensible y eleva la belleza natural y el arte; igualmente para Aristóteles los grandes caracteres de la belleza son: el orden, la simetría y el ornato (la perfección); el arte también es la imitación de la naturaleza, no en el sentido platónico; el arte imita a la naturaleza, no en cuanto reproduce la naturaleza como es, sino en cuanto imita a la naturaleza en su modo activo: Como la naturaleza es una concreción de la idea (la admisión de la idea o forma sensible en la materia sensible, la particularización del concepto universal en las cosas 4 DE 48 03/02/2011 PAMD

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empíricas) así el arte lleva como el concepto o la idea que se realiza en las personas, las cosas o los hechos sensibles; por lo tanto para el arte se requiere esencialmente la fábula, que no repite las cosas como son. El arte Aristóteles lo trata en la Poética, aunque sus tratados se limitan a la epopeya y a la tragedia, sobre todo a la tragedia; dos cosas son notadas en la doctrina aristotélica: 1) En la medida del fin, el mismo dice que la tragedia representa las pasiones vehementes de los hombres, y de algún modo estos se purifican. 2) En la medida de su estructura, se tiene que la tragedia debe de tener una absoluta unicidad en la acción (los hechos) en el tiempo (unos días), y en el lugar (el mismo lugar) así Aristóteles puede probar como leyes las propiedades que se encuentran en los autores griegos (Eschylus, Sófocles, Eurípedes) Los neoplatónicos (Plotino, Iamblico) exaltan en grado sumo lo bueno como la máxima belleza y remontan a las cosas sensibles; el arte sirve como medio preliminar para apropiarnos de aquel sumo bien bello (esteticismo ético-místico) Entre los romanos el problema de la belleza se trata poco; no obstante mucho se tiene de las reglas del arte (Cicerón, Del orador, Horacio; del arte poético, Quintiliano: Las instituciones oratorias etc.) San Agustín habla mucho de la belleza y del arte en: De la verdadera religión; escribió la obra De la bello y lo construido que también fue perdida; llega hasta nosotros el tratado: De la música y De la Gramática. La doctrina agustiniana se acerca a la neo platónica. S. Tomás escribió óptimamente sobre la belleza, sin embargo escribió menos del arte, su postura es similar a la doctrina agustiniana. En el siglo XV-XVI el problema de la estética es considerado mas bien una técnica las reglas o preceptos por las que se especula que sea el concepto de la belleza y del arte; sin embargo se tienen algunos conceptos del arte, en cuanto el arte (sobre todo la poesía) se considera como la artificiosa y deleitable exposición de algunas verdades (“il vero conditione in molli versi”, Torcuato Tasso) En el siglo XVIII el italiano I. B. Vico (1668-1774) distingue triplemente la edad en la vida individual y social: la edad del sentido (en la que prevalece el sentido), la edad de la fantasía, la edad de la razón; en la edad de la fantasía se tiene el concepto fantástico que cubre (sin consideración especulativa) algún ardor afectivo (una conmoción) en la expresión; luego se tienen algunas poesías de varias disciplinas ( lógica poética, metafísica poética, ética poética etc.) Además puede faltar el concepto según Vico: El arte es la expresión fantástica que 5 DE 48 03/02/2011 PAMD

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ordena algún concepto, como es patente en la doctrina viquiana el arte no necesariamente se une con la belleza. La ciencia autónoma de la belleza y el arte tiene padres germanos Baumgarten (1714-1762), el cual era adicto a la filosofía wolfiana al mismo le dedicó su obra titulada “Estética” en la cual disputaba de la belleza conocida por los sentidos. Después de Baumgarten, el estudio de la Estética floreció mucho en Europa. En el romanticismo germánico (contra el racionalismo galo que proliferaba en Descartes y se expresa en la obra Boileau, Del arte poético) el arte se concibe como la expresión suprema de la vida humana y se exaltaba el sentimiento como la facultad cognoscitiva y productiva del arte (Shiler, Novalis etc.): contra la tradición, la mitología, la serenidad, el orden racional de la escuela clásica romántica exaltaba la vida subjetiva y la historia patria, la verdad y la sinceridad, el esfuerzo y el ímpetu (Sturm und Drang) etc. Ya Kant en la obra Crítica de la facultad del juicio enseña que la belleza es algo subjetivo, así el juicio estético es como algo que fluye de los elementos a priori Después de Kant y el romanticismo germánico, que tuvo influencia en la literatura europea, los idealistas en general niegan la existencia objetiva de la belleza y exaltan las funciones del arte en la actividad humana (en la vida espiritual), así Scheling, dice que el arte es el medio de penetración o de intuición absoluta; Hegel dice que el arte es el modo intuitivo (intuición) Sería largo mencionar las innumerables doctrinas modernas acerca del arte; pocas son suficientes: 1) Algunos siguen la doctrina idealista negando la objetividad de la belleza y exaltando el arte como la forma de la creatividad humana; así en Italia F. De Sanctis (mas bien literato que crítico) y especialmente B. Croce. 2) La doctrina crociana (En la que el autor declara estimar la doctrina de Vio, Hegel y De Sanctis), a estos puntos se reduce: a) No se da la belleza como algo que existe fuera del sujeto que conoce, por lo tanto la belleza es el mero efecto del arte como la actividad humana (criatura del espíritu) b) El arte pertenece a la actividad parabólica del hombre, o sea, a la intuición (el orden sensitivo fantástico) requiere la totalidad o la perfecta unidad de las diversas partes en la obra artística, es así como se tiene la expresión compacta de alguna cosa. c) Sobre todo la intuición – expresión debe unir el sentimiento como un coprincipio necesario (de la esencia lírica del arte); Por tanto el arte es la intuición - expresión - lírica. 6 DE 48 03/02/2011 PAMD

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d) Y de esta manera donde se tiene la intuición – expresión lírica, allí se tiene el arte, en el hombre rústico que compone pocas líneas para alguna figura, en el niño que empieza a componer palabras o líneas; en el artista de gran valor etc. e) Por tanto especialmente, en la poesía, los géneros literarios (la tragedia, la comedia, la poesía dialéctica etc.) son algo extrínsecos al arte; del mismo modo en que algo extrínseco es la división del arte, una mera técnica en las obras realizadas de los artistas. f) Además el arte no corresponde ni al concepto ni a la verdad ni a la honestidad, es una mera producción alógica y amoral, en la que el hombre celebra su creatividad y mundanidad (su vida sensible en este mundo excepto lo que no se le da) La doctrina crociana del arte tiene una gran difusión: muchos seguidores, pero también muchos adversarios, sobre todo los críticos literarios (crítica estética) ejerce un notable influjo. 3) Otros atienden mas bien al artista que al concepto en su carácter o en los hechos externos o internos, que ocasiona la entrega de la obra artística; así los positivistas y otros (Taine...), que pintan los estudios psicológicos y filológicos oponiendo la crítica estética de los idealistas a la propia crítica sociológica – histórica. 4) Otros se contentan en poner la síntesis entre las exigencias del relativismo y los caracteres intuitivos productivos del arte (muchos autores de Francia e Italia); En nuestros tiempos algunos escolásticos (Valenssise, Lepore, De Wulf, Maritain, De Munnynk etc.) tratan bien el problema de la belleza, junto a los principios tomistas, otros (por ejemplo Fornari) prefieren resumir el principio platónico agustiniano probando el arte para la realización de lo divino. (Tendencia mística en la estética) Por lo dicho el problema de la estética en estas preguntas se divide: I. De la belleza: 1. ¿Cuál es la esencia de la belleza? 2. ¿La belleza es algo objetivo, o sea, algo que realmente existe en las cosas fuera del alma? 3. ¿De qué modo se conoce la belleza? II. Del arte: 1. ¿Cuál es la esencia del arte? 2. ¿Cuál es el fin del arte? 7 DE 48 03/02/2011 PAMD

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3. ¿De qué modo es juzgado él arte? III. NOCIÓN DE ESTÉTICA. La solución al problema de la estética se tiene por una disciplina especial, que se llama estética, la cual se define: Ciencia filosófica de la belleza y el arte. Análisis de la definición: 1) Ciencia, para indicar el carácter teórico o especulativo, de la estética, la cual considera el mismo concepto de la belleza y el arte. La estética, al menos la que nuestro estudio presenta, no se concibe como un mero conjunto de reglas (técnicas), como las hechas en las academias del arte y de belleza, sino como un verdadero estudio especulativo hecho, por principios y raciocinios. 2) De la belleza y del arte para indicar el objeto material de la Estética, o sea, acerca de lo que versa la estética. 3) Filosófica, para indicar que la Estética considera los principios supremos o las esencias, el fin y el conocimiento de la belleza y del arte. 4) Así la Estética es la parte de la filosofía que se distingue de otras partes, por el objeto material y el objeto formal “ad quo” (fin) a) Por el objeto material, porqué ninguna otra parte de la filosofía toma en conjunto la belleza y el arte. La belleza puede considerarse en metafísica, aunque la mayor parte fue hecha por autores los escolásticos; además la consideración del arte no pertenece a la metafísica. b) Por el objeto formal “ad quo”, porque el fin de la estética no es la mera contemplación de las cosas, sino que tiende a regular la actividad artística, de donde la Estética es en parte especulativa (en cuanto se conduce de la belleza) y en parte práctica o mejor dicho práctica – especulativa (en cuánto se conduce del arte); Por lo tanto, como la Lógica y la Ética, pertenecen a la filosofía práctica (arte ciencia, ciencia del arte, ciencia de las reglas por normativa) Por el objeto formal “quod” (con respecto a la consideración) La estética se distingue de otras disciplinas, que de cualquier otro modo se conducen del arte: a) Se distingue de la historia del arte (historia, literatura, de las artes plásticas, de la arquitectura, de la música) porque la historia considera la producción de la obra de los artistas en una sucesión de tiempos según las circunstancias individuales y sociales del artista, comparando, mostrando varios influjos etc. 8 DE 48 03/02/2011 PAMD

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b) Se distingue de la sicología del arte, porque la sicología puede considerar las condiciones artísticas en su estructura sicóloga y los caracteres del gusto artístico en ella, porque contempla la obra de los artistas. c) Se distingue del mero conjunto de reglas, cuyo propósito se tiene de la duración del ejercicio del arte más bien que de la consideración filosófica reflexiva. Por el objeto formal “quo” (el medio o la luz de la consideración) la estética se distingue de cada una de las disciplinas (la Teología, la misma crítica de la estética etc.), en que no se tiene una consideración racional y reflexiva de la belleza y el arte: en la Estética el instrumento especulativo es el juicio y la luz natural de la razón como en cualesquier otra parte de la filosofía. Esta Estética se dice correctamente Filosofía del arte, que por cierto mas bien que Estética en verso se dice poética, porque el artista produce, sin embargo como el término “poesía” o “poeta” se restringe a la obra literaria se puede retener el nombre “Estética” para indicar la disciplina universal del arte. IV. IMPORTANCIA Y DIVISIÓN DE LA ESTÉTICA A la importancia de la Estética nadie escapa, porque la obra artística tiene gran parte en la vida y en la historia del hombre, el conocimiento de la belleza y del arte es el medio óptimo para la perfección del hombre y un grado para ascender a Dios. Aunque muchos estudios acerca del arte por parte de los idealistas se explican por los caracteres sensibles (y con frecuencia mundanos) del arte, así como la filosofía del arte prefiere la filosofía del ente y de Dios (Cf. Croce), sin embargo negar no quita el mérito de los idealistas; Nosotros consideramos, en efecto el problema metafísico como el problema central de la filosofía, por esto se explica el carácter con frecuencia anticristiano de la literatura y las burlas para nuestra filosofía de parte de los adversarios, aunque los mismos sean incapaces de construir alguna teoría del arte. Realmente los escolásticos trataron poco del problema estético, es así como los maestros y alumnos de los seminarios no fueron preparados para juzgar las doctrinas de la estética, gustando bien de las obras artísticas. La estética puede dividirse según la doble clase de problemas: de la belleza y del arte. De donde dos capítulos: Capitulo I. De la belleza. Capítulo II. Del arte. 9 DE 48 03/02/2011 PAMD

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De la esencia de la belleza De la belleza De la objetividad de la belleza De la aprensión y la delectación de la belleza De la esencia del arte Del arte

Del fin del arte Del juicio acerca del arte.

BIBLIOGRAFÍA Especialmente la obra de los antiguos en el texto antes citado, entre los modernos acerca de las cuestiones tratadas: VALLET L´idée du dans la philosophie de S. Thomas, París 1888 E. DE BRUYNE Esquisse d´une philosofhie de lárt. D. MERCIERE la estética de los idealistas: N. PETRUZELLIS, L´estetica dell´idealismo, Padova 1942. La doctrina estética crociana se encuentra especialmente en la obra Estética como scienza dell´espressione e lingüística generale, Bari 1941 (7 edición). Acerca de la doctrina estética de S, Tomás, especialmente lo citan. VALLET y la obra de MUNNYNK y DE WULF, mucho tiene OLIGATI en las Secuencias de las disertaciones editada en la Revista di filosofia neoscolastica: 1) S. Tommase e l´autonomia dell´arte, 1933, fasc. IV y V. 2) La “simple apprehensio” y l´intuizione artistica, 1933 fasc. VI. 3) S. Tommase e l´arte 1934, II. 4) L´arte e la tecnica nella filosofia di S. Tommaso, 1934 II. 5) L´arte, l´universale e il guidizio, 1935, II Acerca de la evolución y el valor de la estética tomista: A. DRYROFF, Ueber die Entwiklung und dem Wert der Aesthetik des Thomas von Aquin, en el archivo für systematische Philosophie und Soziologie, 33 1929.

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CAPITULO I. DE LA BELLEZA Así como lo verdadero y lo bueno, también en la belleza importa la relación trascendental entre el sujeto y el objeto: por lo cual debe considerarse al mismo tiempo la misma relación, el sujeto y el objeto; de donde serán tres artículos: Artículo I. De la esencia de la belleza (la relación) Artículo II. De la objetividad de la belleza (el objeto), Artículo III. De la aprensión y delectación de la belleza (el sujeto) Artículo I. De la esencia de la belleza. Todos los hombres dicen bello a esta o aquella cosa, a esta o aquella persona, a estas o aquellas acciones, juzgan de la belleza con respecto a las bellezas naturales o artificiales, sin embargo no todos concuerdan en estimar la belleza de su objeto, algunos afirman, mientras que por que por otra parte, otros niegan que determinado objeto u obra sea bello; luego se tiene una gran discrepancia en el juicio de la belleza concreta o de los predicados relativos a determinado objeto. Acerca del mismo concepto de la belleza no todos convienen, pero dejando este problema acerca de la objetividad de la belleza nos referiremos a las doctrinas que hablan acerca de la misma naturaleza de la belleza. Estas doctrinas las podemos clasificar triplemente: 1) La doctrina subjetivista; esta doctrina dice que la belleza es algo relativo al sujeto; Así la doctrina sentimentalista sostiene que la belleza es algo que se mide por el instinto, o algún sentimiento estético (Hutcheson, Burke); la escuela positivista enseña que la belleza es algo que produce sensaciones gratas (Taine); Kant dice que la belleza es la capacidad, que tiene algún sujeto de producir de manera libre de la imaginación entre los límites de las leyes del intelecto. 2) La doctrina objetivista reduce o quita la parte subjetiva en la esencia de la belleza a) La belleza es la expresión de la forma (Hegel) 11 DE 48 03/02/2011 PAMD

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b) La belleza es la expresión de la idea por la materia (Jouffroy) c) La belleza es la mera unidad en la variedad (S. Agustín, Coussin) 3) Nuestra doctrina que es casi la vía media sostiene: La belleza es lo que posee multiplicidad de partes integrales, proporcionadas y claras, así como lo que produce delectación en cuanto se aprende. Para exponer clara nuestra doctrina estas cosas son señaladas: a) La multiplicidad de partes se entiende en el orden, o material (partes cuantitativas), o espiritual (el número de atributos o cantidad) Porque como las cosas simples (Dios, el alma) la belleza exige multiplicidad de perfecciones al menos como se conoce. b) La integridad se entiende como la presencia de todo componente; en las cosas espirituales, la integridad se refiere a todas las perfecciones; en las cosas materiales se refiere a las partes materiales y a la forma, o sea al principio de unidad y especificación; como la integridad difiere de la misma cosa, con frecuencia la suple la imaginación para obtener esta. c) La proporción indica la disposición de partes, así es como se tiene consonancia (orden armonía simetría) según varios aspectos: o la proporción de partes del todo, o la proporción de partes entre sí, o la proporción total para la circunstancia de lugar, tiempo, modo etc. o la proporción realmente facilita la aprensión; por esto se tiene variedad en la unidad. d) Clara y resplandeciente, o sea, la misma evidencia de la cosa; Esta no se toma de la evidencia del enunciado (de la proposición), sino de la evidencia del objeto concreto existente o imaginario en cuanto que fácil e inmediatamente aquello puede contemplarse o intuirse. e) La delectación (el gozo, el placer) es el efecto del objeto bello en el efecto que contempla, el placer contemplativo de la belleza es el mero placer contemplativo (desinteresado) de donde el amor que ama lo bello no es el amor de la concupiscencia sino que tiende al gozo del objeto, o amor de benevolencia, en cuanto se ama lo bello, por esta causa se produce la quietud en la misma contemplación. En otras palabras: la belleza indica la relación trascendente entre el objeto y la facultad aprensiva, en esto consiste su precisa naturaleza, o sea, su formalidad; porque la belleza triplemente se puede definir bajo tres aspectos: 1) Formalmente: (en sí) el objeto ordenado que resplandece, que arrastra hacia la complacencia en cuanto se aprende. 12 DE 48 03/02/2011 PAMD

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2) Fundamentalmente (en la medida en que el mismo objeto) el objeto se ordena, resplandeciente; bello (abstracto): esplendor, orden. 3) Efectivamente (para el efecto en el sujeto contemplativo): lo que en la aprensión produce su complacencia (aprobación, admiración, encanto) 4) Hablando estrictamente, la multiplicidad es la condición indispensable de la belleza; y la fuerza de la misma integridad es la condición, así como el elemento esencial de la belleza en su contemplación sin propósito y claridad, aunque para la mayor evidencia de las cosas ponemos también la integridad. TESIS I. La esencia de la belleza es la proporción clara en la constitución del objeto como consecuencia de la complacencia en el sujeto contemplador. Prueba de la tesis: La prueba no puede hacerse a priori, casi por un principio lógico u ontológico, sino a posteriori, o sea por la inducción a la cosa y las acciones, que comúnmente se dicen de la belleza: ciertamente, la variedad en el juicio acerca de la belleza de las cosas singulares y de las acciones, además el criterio general es mas bien común a todos, así como la variedad fluye de diverso modo aplicando el criterio. Nosotros hablamos de las cosas bellas, el mar, las montañas, la campiña, las plantas, el animal; de las personas bellas; de las obras bellas: de los vestidos, de las casas, de las estatuas, de la pintura, de la poesía, de la música; de las acciones bellas: de la acción del carácter, del heroísmo etc. La variedad de los objetos bellos mas bien indica la materia; los elementos bellos, es la forma que luce en la materia; aunque la forma está en un elemento objetivo triple: 1) La integridad, porque la cosa, la persona o la obra truncada no produce complacencia estética: la estatua, por ejemplo, sin manos o sin pies se dice bella de doble modo: o en cuanto se considera trunco como trunco o por la imaginación, se integra lo trunco y se considera íntegra la estatua según la belleza de las partes residuales. Un hombre con un ojo no se dice bello, o, si se dice bello, se sobreentiende que sería verdaderamente bello si tuviera los dos ojos; si además se imagina al hombre con un ojo y en la obra artística se produce (polifemus), la obra se dice bella en cuanto se realiza bien la idea concebida. 2) La proporción porque se exige en la complacencia estética; esta proporción es cuádruple: 13 DE 48 03/02/2011 PAMD

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a) En relación de las partes hacia el todo: no se dice bello el hombre que tiene, brazos extremadamente cortos, o piernas extremadamente largas, o cabeza extremadamente grande, así en el drama o en una película cinematográfica se niega la belleza cuando la persona o las partes del diálogo no se conectan con el todo; si el doctor habla como campesino, si el joven habla como viejo, si el cantante no se adecua a la estructura general de la obra musical. b) Con relación a las partes entre sí: El edificio no se dice bello, si las columnas o las puertas son extremadamente grandes; la música no se dice bella si sus partes no tienen simetría; la pintura no se dice bella si antes de la figura central otra figura no se mide por esta. c) En circunstancias de lugar, modo y tiempo: No se dice bella la pintura si, representando la campiña pone en ella una altísima casa (rascacielos); no se dice bella la música, si el dolor se expresa con el canto veloz y además con gozo, y por el contrario si el gozo se expresa con indiferencia; no se dice bello el drama, si el cambio efectuado es hecho extremadamente rápido o alguna escena perdura tarde; d) con relación a lo aprendido: No se dice bella la música poco perceptible o a los estruendos desordenados; no se dice bella la pintura si los colores ofenden a la vista (por ejemplo el uso exagerado del rojo) 3) La claridad se exige para que la cosa o la obra se midan inmediatamente en la aprensión del sujeto; lo que no se aprende inmediatamente no se dice bello; por lo tanto el lucimiento o está en la cosa, o bien en la obra concreta existente, o en la idea que convierte la imaginación, así como claramente y al instante arrastra al sujeto que aprende; en alguna pintura obscura, aunque se tenga integridad y proporción no se encuentra la complacencia, por lo tanto, la misma no se dice bella, la noche como noche, o sea, en cuanto totalmente se encuentra en las tinieblas, no se dice bella, se dice bella en cuanto que de algún modo se tiene la claridad de la luna y los destellos, lo cual alguna clara proporción llevan, o en el cielo o en la manifestación de las cosas terrestres. Cuando se tienen tres elementos, el sujeto que contempla la cosa o la obra y en esta contemplación goza, en el gozo coloca y casi se olvida de sí. La belleza entonces es lo (la cosa u obra) que goza la integridad proporcionada y espléndida, así como produce o puede producir complacencia. Corolario. I. Como la belleza se determina por las propiedades de los predicados de la cosa y no por los componentes de la misma cosa (materia), de derecho se infiere que la belleza se obtiene de la parte formal o el principio que presenta la especificación o proporción en las partes; Entonces la belleza es el resplandor de la forma en 14 DE 48 03/02/2011 PAMD

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cualquier parte de la materia. ; y podemos decir que la belleza pertenece a la causa formal. Sin embargo la causa formal es: o intrínseca o extrínseca: La causa formal intrínseca es la misma forma en este momento unida a la materia; la causa formal extrínseca es la causa del ejemplo o ejemplar con la cual se mide la cosa u obra. II. La forma extrínseca o ejemplar es la idea reluciente en la mente del agente que contempla; por consiguiente como la belleza se refiere a la forma y lo ejemplar, podemos decir que la belleza es la realización de alguna idea, sin embargo la idea, considerada como ejemplar relativa a la belleza se dice “ideal”. Así pues las cosas y la obra se dicen bellas en cuanto de la clara proporción de la integridad producen complacencia, y producen complacencia en cuanto el que contempla tiene en la mente lo “ideal” y nota bien en la contemplación estar en el mismo realismo en la cosa o en la obra. De esto se sigue que las partes del sujeto en la aprehensión de lo bello sean de gran importancia; la integridad, la claridad y la proporción responden a lo “ideal”, que el sujeto que aprehende tiene, además se explica la relatividad que con frecuencia se encuentra en la estimación de lo bello, entonces el criterio formal en la tesis puesta por todos se admitirá con aproximación. Artículo II. De la objetividad de la belleza. Por la misma prueba de la tesis acerca de la esencia de la belleza fácilmente puede inferirse la objetividad de la belleza o su valor ontológico, fuera del sujeto que contempla y que goza. Por ello se prueba la objetividad de nuestros conceptos en Gnoseología, entre los que se puede poner el concepto de la belleza. Sin embargo fuera de las frecuentes negaciones vulgares y filosóficas o de la importancia de las cuestiones, es útil y además necesario probar la objetividad de la belleza. La negación vulgar es aquella objetividad que se funda en la frecuente variedad de juicios de la estética, así es como se llega a la subjetividad individual de la belleza. La negación filosófica es aquella objetividad que se une con las doctrinas fenomenistas o idealistas, según Kant la belleza en sí como fuera del sujeto no se da a nosotros, porque el objeto de nuestro conocimiento es la mera realidad fenomenista, el juicio estético acerca de lo mismo es luego una subjetividad plena y responde a alguna tendencia indefinida y subjetiva de lo conocido: 15 DE 48 03/02/2011 PAMD

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la belleza es lo que envuelve alguna tendencia (fenomenista, trascendental) Para los positivistas la belleza no es algo absoluto en sí sino un modo subjetivo de la cosa sensible; Así pues los positivistas (especialmente Taine) mas bien que considerar la cosa como bella, consideran el proceso subjetivo o las reacciones subjetivas relativas a lo que se dice de la belleza (psicologismo, asociacionismo, fenomenismo empírico) Para los idealistas, (especialmente Croce) no se da la belleza de la naturaleza o la belleza como algo que existe en la cosa antecedente e independientemente del sujeto cognoscente y productor de la obra artística; la razón es que en la doctrina idealista “la naturaleza” (la realidad fuera de lo humano), no existe en sí, la única realidad es “El espíritu”, o sea, la actividad humana que intuye y que expresa sus propios objetos. Nuestra doctrina sostiene en general la objetividad de la belleza, además concede alguna relatividad en la misma belleza y en consecuencia a los juicios acerca de la belleza. En efecto en la belleza, importa la relación trascendental entre el sujeto y el objeto; así como por otra parte fuera del término depende: fundamentalmente la belleza está en la cosa, pero formalmente está en la misma relación. Además para nosotros la belleza es mas bien una propiedad trascendental del ente participante de la triple propiedad trascendental, unidad, verdad y bondad. Acerca de la trascendentabilidad de la belleza no todos lo escolásticos concuerdan, Maritain y otros admiten la belleza como un ser trascendental o convenir a todo ente, nosotros como tenemos aquella trascendentabilidad, además como S. Tomás, decimos que el ser de la belleza es un trascendental derivado, es decir, se tiene por la síntesis de los tres trascendentales derivados: La unidad, la verdad y la bondad. Sea entonces: TESIS II. 1. 2.

La belleza es algo objetivo en los entes. Y es una propiedad trascendental derivada.

Prueba de la tesis: 16 DE 48 03/02/2011 PAMD

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Parte I. (La belleza es algo objetivo en la cosa) Argumento I. La negación fenomenista e idealista de la objetividad de la belleza se funda en los presupuestos Gnoseológicos de aquellas doctrinas. Además como se probó en Gnoseología el conocimiento tiene valor trascendente (contra los idealistas) y objetivo, o en la percepción, o en el concepto (contra los fenomenistas) Argumento II. Todos sostienen, con frecuencia obstinada y exageradamente, sus propios juicios estéticos en vez de preferir el juicio de otros, absolutamente aseveran: “Así es, sin duda alguna”. Además la índole absoluta que se atribuye al juicio estético no puede explicarse sin la existencia de la belleza objetiva trascendente del arbitrio de los singulares. Luego la belleza es algo objetivo fuera del sujeto. Nota: Los mismos idealistas o hablan especulativamente o expresan los juicios acerca de la obra artística, conforme a los valores absolutos de sus conceptos y juicios, por otra parte lo que tiene índole absoluta puede conocerse y juzgarse como tal por los hombres, además debe trascender al hombre en singular. En cierto modo se dice que los juicios estéticos son objetivos en cuanto trascienden al hombre en singular, pero no trascienden al hombre como tal (el espíritu), se responde: lo que trasciende al singular en su valor debe también trascender en suma al hombre como hombre, porque el “hombre” por el valor cualitativo o esencial nada admite de los hombres; el hombre o es puro concepto, o se distingue de la mera cantidad de los demás hombres. Esta respuesta es similar a la que da el trascendentalismo kantiano: la objetividad (necesidad y universalidad) no se salva ni por el “ego” en singular, ni por la conciencia general (“Yo pienso”, ich denke), esta conciencia en tanto prueba la objetividad en cuanto tiene a la vista y contra sí el ob-jeto, que es “ente” (y el último “Ente”: Dios) Y así la objetividad lógica, (conceptual) de la belleza se funda en la objetividad ontológica de la belleza. Argumento III.

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La actividad del hombre se conjuga estrictamente con las cosas naturales (conocimientos, tendencias, emociones etc.), así como el sentimiento de lo bello esencialmente se refiere a la belleza natural: se admira el cielo, las estrellas, las montañas, cubiertas de nieve, las acciones heroicas etc. Además, si las bellezas naturales no se dan, el inteligible hace la relación del hombre hacia las cosas juzgadas y amadas como bellas. Luego la belleza es algo objetivo. Argumento IV. Las obras artísticas, entonces serían frutos nobilísimos del espíritu, también después de la producción (o como dicen, la creación) del artista colocadas como entes en sí absolutos y compuestos de líneas, palabras o sonidos. Además si no existiera la belleza objetiva fuera del sujeto, aquella obra no sería algo en sí existente. Luego la belleza es algo objetivo. En efecto nadie niega a las estatuas de la escultura, o a los iconos de la pintura, o a los edificios de la arquitectura etc. ser en sí entes transubjetivos de la existencia; ciertamente cuando se dice bello se requiere un sujeto, por el cual es aprehendido y juzgado; además, antes que, se tenga la aprehensión y el juicio se requiere sus “datitas” y consecuentemente, como sean entes bellos, no requieren del sujeto. En este lugar se dice lo mismo que se responde al idealismo de Berkeley: como la cosa sea percibida se requiere el que percibe y que dependa del que percibe; además, como sea, la cosa percibida no depende del que percibe. ¿Quién dice que el Partenón (la obra de Fidia), el juicio universal en la capilla sixtina (Miguel Ángel), La transfiguración de Cristo (Rafael), La divina comedia (Dante), Fausto (Goethe), El rey Lear (Shakespeare), la pasión de Cristo (Bach) etc. sea algo meramente intrasubjetivo y nada ser fuera del espíritu? El espíritu, en verdad por allí produce, así como no existirían las obras, si no existiera el espíritu (mejor: muchos espíritus), además no debe confundirse hacer las obras de los artistas con aquello “hecho ser”; la obra, de los artistas depende del espíritu como confía y conoce, no como serán. Parte II. (La belleza es una propiedad trascendental derivada). Se habla en la tesis de la belleza ontológica, o natural (preartística). 18 DE 48 03/02/2011 PAMD

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Argumento I. Todo ente como sea creado por Dios según sus propias ideas ejemplares, debe responder en su estructura a aquella idea, así como tiene una perfección (unidad en la variedad), clara y capaz de producir delectación. Además el ente que tiene perfección clara y capacidad de producir delectación es bello. Luego todo ente es bello, por consiguiente la belleza es trascendental. Argumento II. Todo ente es uno, verdadero y bueno, así como lo prueba la proporción aprehensible y la capacidad de delectación. Además el ente que tiene capacidad aprehensible y capacidad de delectación es bello. Luego la belleza es trascendental. Decimos en la tesis “trascendental derivada”, en cuanto la belleza es la propiedad que se funda en las otras propiedades trascendentales. En efecto la unidad es la propiedad trascendental absoluta en cuanto responde al ente en sí como en sí indiviso (compacto); la verdad y la bondad son propiedades relativas en cuanto indican la relación del ente hacia el conocimiento y el apetito: el ente-verdadero, es el ente en cuanto cognoscible, el ente-bueno es el ente en cuanto apetecible. La belleza no es la unidad porque indica la relación con el sujeto cognoscente y apetente, además participa del uno, porque indica unidad en la variedad (proporción). La belleza no es la verdad porque mientras la verdad indica la relación de la adecuación entre el ente y el conocimiento, la belleza implica complacencia o delectación; además participa de la verdad porque en la belleza se requiere el conocimiento o la intuición (la aprehensión inmediata), para que se siga la delectación: la belleza es algo que deleita en cuanto se aprehende (contemplar). Del mismo modo no es lo bueno porque en la bondad se considera solo la conveniencia de la cosa hacia el apetito, y consecuentemente la posesión (el uso y el gozo) por parte del sujeto; la belleza considera la perfecta complacencia en cuanto se tiene la cosa que se aprehende y no se tiene posesión de la misma, porque la relación estética se establece en la misma intuición deleitada; además la belleza participa de lo bueno y en lo bello, se tiene la tendencia hacia, o el apetito que tiende hacia la quietud, la quietud meramente contemplativa en la belleza, la quietud posesiva en la bondad. 19 DE 48 03/02/2011 PAMD

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Así pues, fundamentalmente la belleza participa de la unidad; formalmente participa de la bondad en cuanto en la belleza se tiene la quietud del apetito, además participa formalmente de la verdad en cuanto la quietud se tiene de la contemplación, o sea, la intuición, no en la posesión. Luego “Todos son bellos” y podemos decir: el ente y la belleza se convierten. En contra el transcendentalismo de la belleza, puede hacer esta objeción: están las cosas repugnantes en la naturaleza (deforme, informe etc.), luego no todos son bellos. R. D. A. Que la repugnancia siempre esté presente niego, que en cada uno de nosotros concedo. Explico: Cuando decimos todo ente es bello, esto queremos decir: todo ente tiene a su modo una proporción clara, capaz de deleitar (puede gustar), no decimos que todo ente de hecho y siempre plazca y debe placer a nosotros. La complacencia estética de muchos puede depender de muchos modos, así como el sujeto no siempre esté bien dispuesto a intuir las cosas como bellas, Luego está alguna relatividad en la aprehensión de la belleza, por el contrario esta relatividad está también en la verdad y en la bondad, porque lo verdadero es lo mismo que lo cognoscible, además no se sigue que de hecho sea siempre cognoscible y para todos conocido, porque debe tener una proporción entre el ente y el cognoscente ejemplo: la cosa espiritual no es verdadera (cognoscible) para el animal, la misma bondad es lo mismo que apetecible (la capacidad de traer el apetito), es apetecible en cuanto es conveniente y perceptiva, por otra parte conveniente es algo para los entes singulares y para las circunstancias singulares (la bondad es lo que conviene al apetito por el contrario cada cosa más propia) Así pues lo bueno no es lo que de hecho a todos los hombres apetece, sino lo que es apetecible. En efecto la belleza no es lo que de hecho siempre y a todos place, sino lo que puede placer, El placer actual depende de la circunstancia del sujeto, ejemplo el color negro en el pelo humano puede no gustar al europeo, pero para el negro tiene la misma preferencia por la belleza que el color blanco de los europeos. Sin embargo, concedemos que esta relatividad de la belleza sea mayor que la relatividad de la verdad y la bondad, porque en la belleza las partes mayores las tiene el sujeto individual en la intuición deleitante; en la belleza no se considera el ente en cuanto ente, sino ente en cuanto realista “ideal”, según la variedad de “ideas” que cada uno tiene, se tienen varias apreciaciones. 20 DE 48 03/02/2011 PAMD

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Sin embargo, negar no quita la convergencia del hombre en determinados caracteres de la belleza y en la proclamación universal de las bellezas de las cosas. ESCOLIO De la división de la belleza. En la división de la belleza puede considerarse: a) las especies de belleza y b) los grados de la belleza. I. Las especies de la belleza. 1) La razón de orden (ideal y real) se tiene la belleza ideal y la belleza real. a) La belleza ideal es la belleza como existente solamente en el cognoscente (tipo, ejemplar, forma pura) b) La belleza real es la propiedad actualmente existente en las cosas. 2) La razón de perfección. La belleza real puede ser increada (Dios) o creada. Dios se dice bello en cuanto se considera según nuestro modo de concebir, como consta de muchos atributos, los cuales por la clara proporción en nosotros producen complacencia y admiración. 3) Razón de espiritualidad. La belleza creada puede ser espiritual (incorpórea) o sensible (corpórea), así se dice de almas bellas, de acciones bellas, de virtudes bellas; por otra parte como el objeto propio del intelecto humano sea el inteligible en el sensible y por el sensible, con frecuencia, y de hecho atendemos a la belleza sensible. 4) Razón sobrenatural. La belleza es natural (si es según la exigencia de la naturaleza) o sobrenatural (si supera a aquella exigencia). Cristo es sobrenaturalmente bello (la forma brillante para los hijos de los hombres), el alma que tiene gracia es también sobrenaturalmente bella, el cielo las estrellas, los montes cubiertos de deslumbrante nieve, el campo florido que ríe, la playa marítima variada y deslumbrante etc. constituyen las bellezas naturales. 5) Razón de origen (de donde proviene). Se tiene la belleza física, intelectual, moral, artística: 21 DE 48 03/02/2011 PAMD

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a) La belleza física (natural) es la belleza en cuanto fluye de Dios como autor de la naturaleza o por las criaturas en cuanto generan (ejemplo: las planta bella, el animal bello, el niño bello); b) La belleza intelectual es la belleza que obra en cuanto proviene del intelecto: el raciocinio bello, la geometría bella, la ciencia. c) La belleza moral (con frecuencia decimos: Belleza moral) es la belleza que proviene por la voluntad moral del agente: La virtud, los actos de heroísmo etc. En efecto la repugnancia se opone al bien moral y a lo bello; entre los griegos lo bueno y lo bello coincidían, por el contrario mas bien natural que espiritualmente. d) La belleza artística es la belleza como obra (la poesía, el edificio, el canto, el sonido, la pintura, la escultura) que provienen del arte; la belleza artística es esencialmente sensible (sin embargo siempre el inteligible en el sensible, como vimos) II. Los grados de la belleza. La belleza tiene grados así como la verdad y la bondad; se distinguen solamente tres grados: El encanto, la belleza (simplemente), y lo sublime. 1) El encanto (venustum) es la belleza en las cosas pequeñas o apropiada a las mujeres (por Venus); tiene muchos sinónimos: bello aspecto, indica la belleza externa, se dice de los hombres, de los animales (simio de bello aspecto), de las estatuas de las puertas etc.; hermoso indica la proporción de las partes, se dice de las personas; ameno indica la complacencia, se dice de los campos, de las palabras de los libros (lectura amena); Gracioso indica el aspecto bello mas bien en las cosas pequeñas: se dice de la cara del niño de aquel modo agente, de las flores del campo, de los ríos, del campo pequeño, de la casa pequeña; el decoro indica el modo agente en el hombre etc. 2) Bello o abundante se dice de las cosas medias; sus sinónimos son: espléndido, solemne, noble, grandioso, majestuoso, etc. Se dice de las cosas naturales, artísticas, morales, etc. 3) Sublime se dice de las cosas grandes, cuando la belleza nos excede y casi nos oprime, así cuando no se tiene la simple complacencia o delectación, sino más bien una gran admiración que desemboca en estupor, se dice del cielo estrellado, en la gran dimensión del mar plácido o tempestuoso, de las espléndidas erupciones de los volcanes, de las grandes obras artísticas (las pirámides de Egipto, el coliseo, La basílica de San Pedro, algunas sinfonías de Beethoven, algunas 22 DE 48 03/02/2011 PAMD

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tragedias de Shakespeare, algunas situaciones de la Ilíada, La divina comedia etc.) En contra de la belleza se tiene lo ridículo, lo repugnante, lo deforme, lo informe, contra lo sublime se tiene lo horrible, que con frecuencia se dice bello (“hórrida belleza”) Kant que gran distinción hace de lo bello y lo sublime, distingue lo sublime matemático y lo sublime dinámico; el primero se conoce como la forma a priori del espacio y del tiempo (las formas para construir la matemática), posteriormente se conjuga con la potencia, o natural o intelectual o moral. Sin embargo también en la doctrina kantiana lo sublime tiene un valor meramente subjetivo. Artículo III. De la aprensión y delectación de la belleza. I. De la aprehensión de la belleza. Baumgarten llamó filosofía de la belleza a la estética, la misma belleza que aprendemos por los sentidos o la sensibilidad, por el contrario ante esto mismo algunos filósofos ingleses hablan del sentido estético, así como del sentido común y del sentido moral; así Hutcheson, Burke y otros. Como se ve esta determinación especial de la facultad estética es meramente empírica y superficial, porque atiende mas bien al acto, o sea al fenómeno estético que a la facultad del hombre; en efecto la ciencia psicológica de los ingleses fue ante todo empírica, que se coloca en la multiplicidad de las operaciones. Igualmente el orden de la facultad que nuestra sicología encuentra y pone en el hombre, no puede admitir una facultad sensitiva especial, cuyo objeto sea la belleza; tres razones especiales se tienen para negar esta facultad sensitiva especial: 1) Insuficiente para la belleza en general. La belleza como belleza no se percibe como bella por los animales; ciertamente los animales, como perciben la cosa, perciben de hecho lo que es la belleza sensible, en efecto no perciben la belleza como belleza porque esta aprehensión exige “las ideas”, por cuya medida se nota en las cosas la proporción clara que suscita la admiración; en los animales la belleza es mas bien el bien que arrastra a lo que es necesario para la conservación y la reproducción. 2) Insuficiente para la belleza en la especie. Aunque se tiene la belleza sensible se tiene también la belleza intelectual y espiritual; por lo tanto la 23 DE 48 03/02/2011 PAMD

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facultad sensitiva como facultad de la belleza en general no es suficiente para todas las especies de belleza. 3) Inútil, porque la facultad humana es suficiente para la aprensión de la belleza. II. Por lo tanto aquello que se dice “sentimiento” y se considera como facultad especial estética, nada admite. La aprensión de la belleza se tiene en el hombre formalmente (principalmente), por el intelecto, ministerialmente (instrumentalmente) por los sentidos: 1) Formalmente por el intelecto; porque la aprensión de la belleza como belleza y toda clase de belleza implican la aprensión (el concepto) “las ideas”, “la unidad”, “la proporción”, “la claridad”; todo esto (explícita o implícitamente, directa o reflexivamente, espontánea o deliberadamente) exigen a la facultad la capacidad de los conceptos y los juicios. La intelectualidad es esencialmente el carácter del hombre, cuya expresión debe tenerse en sus operaciones; y así como el objeto adecuado del intelecto humano es el ente en toda su extensión, así el objeto de la aprensión estética es la belleza en toda su extensión. 2) Ministerialmente por los sentidos; porque el objeto propio del intelecto humano es el inteligible en el sensible y por el sensible (la idea realizada en la materia), así como, en el sentido ordinario, la belleza aprendida por el hombre sea la belleza sensible o al menos sensible anexa (la belleza del alma se expresa por los actos y por las palabras) Por lo tanto, aunque la facultad principal estética sea el intelecto, también se requiere el sentido, porque el objeto es un cuerpo en singular (concreto) o existente, percibido o imaginario. La belleza como belleza (tomada abstractamente) es el objeto concepto (el intelecto); la belleza concreta o esta belleza es el objeto de la percepción conjunta (no la simple sensación, en la que colabora el sentido y el intelecto en la unidad de la vida y la psicología). Por que el sentido externo se considera estético, la visión y el oído de los cuales se apropia el acto cognoscitivo; el olfato, el gusto, el tacto tienen mas bien un valor psicológico para la utilidad, que estrictamente físico para el conocimiento de las cosas. Las cosas sensibles tienen una clara proporción o en los colores (visión) o en los sonidos (oído); el movimiento comúnmente es sensible o al oído o a la vista; con el movimiento se une el reposo, el número, la magnitud (la sensibilidad común); 24 DE 48 03/02/2011 PAMD

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además la verdadera índole concreta de la percepción no es la propia sensibilidad por sí (o propia o común), sino la sensibilidad por accidente entre lo que son las cosas, de las personas, de las comunicaciones en el lugar, en el tiempo, de la acción y la pasión, de la cantidad y la cualidad (Cf., Gnoseología: de la objetividad de la percepción). Por otra parte la percepción del objeto sensible por accidente pertenece de modo unitario al sentido y al intelecto; se nota este momento cognoscitivo o de la razón particular, cuyo objeto es la sustancia como concreta existente bajo las propiedades. Porque los sentidos internos pertenecen al conocimiento de la belleza, la conciencia sensible, la memoria sensitiva, la cognoscitiva (estimativa) y especialmente la fantasía (la imaginación o la imaginativa). La fantasía en efecto unifica el objeto de los sentidos externos y por este modo uno percibe; especialmente reproduce el objeto sensible ausente, lo integra y del objeto reproducido realiza una nueva síntesis, así el nuevo objeto producido (la imaginación productiva) La importancia de la fantasía (y los conjuntos del conocimiento) en las cuestiones de la estética se fundan en la casi mediata ilusión de la facultad entre el sentido externo y el intelecto; Si en psicología se habla de la fantasía es una facultad sensitiva; por el contrario en su operación, a causa de la unidad en la reproducción del objeto, participa del sentido y del intelecto; del sentido, en el conocimiento de la propiedad sensible; del intelecto, en cuanto (al mismo tiempo que conocida) prueba la idea, no en su pureza conceptual, sino en su concreación sensible; de donde la absoluta singularidad del sentido y la absoluta universalidad del intelecto convenían en la síntesis de la fantasía, en que lo universal es virtual y hecho actual por la acción del intelecto agente y posible. Por esto se explica la gran aptitud estética del que goza la fantasía vivida (Cf. Los temperamentos sanguíneos) Sin embargo por lo dicho no puede inferirse que la fantasía sea la principal facultad estética; ciertamente la fantasía se encuentra también en los animales, en los cuales no se admite la verdadera aprehensión de la belleza. La razón es: aunque la fantasía sea de gran importancia para la aprehensión humana de la belleza, también puede esta en cuanto se une con el intelecto: la idea especialmente (la forma ejemplar, “ideal”) se encuentra en las cosas y en las imágenes, por el contrario no relampaguea ni delante al intelecto, cuyo propio es quitar lo universal (el concepto, la idea, el tipo, la forma, la idea ejemplar, “ideal”) al concepto fantástico. Para la aprehensión humana de la belleza, ni el intelecto, sin la imagen, ni la imagen sin el intelecto exterior e inmediatamente (aparentemente, 25 DE 48 03/02/2011 PAMD

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superficialmente) se puede notar la fantasía, la cual en los hombres se mueve más a la sensibilidad; además a lo verdadero y radical el intelecto es quien confiere la fantasía del valor artístico. Entonces la facultad estética radicalmente tomada es el intelecto, la adecuación tomada es el conjunto intelecto de la fantasía. La vista y el oído; entonces se apropia con frecuencia de la fantasía porque esta es la media entre el intelecto y los sentidos externos. El acto del conocimiento de lo bello es inmediato o mediato; el conocimiento inmediato es la intuición, a la que pertenece el sentido externo, la fantasía y el intelecto (la simple aprehensión); menos inmediata o casi mediata, se tiene por los juicios estéticos acerca de la naturaleza o existencia del objeto bello; el conocimiento mediato se tiene cuando el juicio es reflexivo o científico (el juicio de los críticos, o el juicio crítico), entonces hecho, implícita o explícitamente, el raciocinio en cuanto primero se pone el elemento concepto de la belleza (la premisa mayor), o bien se afirma que el elemento concepto se encuentra en la cosa o en la obra (la premisa menor), en conclusión el predicado “belleza” se dice de la cosa o de la obra. III. De la delectación de la belleza. A la aprehensión de la belleza se sigue connaturalmente la delectación (la admiración, la complacencia, el encanto, el amor, la conmoción) por la clara proporción fluyente. La delectación estética (el placer estético) produce quietud en la tendencia del hombre; por lo tanto es algún encanto. Sin embargo, evitando esta equivocación entre el encanto general y el encanto estético. El encanto en general puede ser espiritual o sensible: el encanto espiritual es el sentimiento que pertenece a la voluntad y responde al objeto incorpóreo (Dios, la virtud, la ciencia, la educación, la política etc.); el encanto sensible pertenece al apetito sensitivo y responde a la cosa sensible, pertenece al apetito sensitivo (la comida, la bebida, el vestido...) El encanto sensible o espiritual, puede ser desordenado; el encanto sensible desordenado (destruye los principios espirituales en el hombre) se dice encanto sensual (voluptuosidad) El encanto estético difiere esencialmente del encanto sensible, aunque de hecho con frecuencia los hombres, culpable o inocentemente confunden el encanto estético con el encanto sensual; por esto se explica la difusión y la celebración de los libros obscenos (la literatura pornográfica) en estas lecciones el encanto se encuentra sensual y no siempre (tal vez nunca) el encanto estético; así en la diversión cinematográfica etc. La delectación estética es mas bien noble, libre y completa. 26 DE 48 03/02/2011 PAMD

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1) Noble porque responde al carácter esencial del ente natural o la obra artística, y se refiere especialmente a la facultad espiritual del intelecto y la voluntad. 2) Libre (desinteresada) porque coloca la belleza especialmente en la misma intuición contemplativa. 3) Completa porque invade a todo el hombre en sus facultades cognoscitivas y apetitivas. Luego la delectación estética es la que eleva al hombre y la que mejor lo dirige hacia lo alto, por último hacia Dios fuente inmensurable y fin de todas las bellezas. Especialmente si decidimos determinar la razón radical ontológica de la complacencia estética (es decir ¿Por qué el hombre estético se deleita con las cosas claramente proporcionadas?), esto debe ponerse: porque el hombre tiende hacia la unidad; en la multiplicidad de las cosas busca la unidad como la integridad y la unidad como la simetría, la claridad se requiere para que el hombre, puede el mismo fácilmente mover la integridad proporcionada. Y de esta manera tendiente hacia el gozo de la unidad (integridad y proporción) el hombre tiende profundamente hacia el uno por sí, en el que se tiene la quietud definitiva (Esto se tiene de noble verdad en la doctrina de Plotino): la belleza no tiende hacia el olvido y casi a la aniquilación del sujeto (contra Shopenhauer) sino hacia su perfección: la verdad, la bondad y la belleza son propiedades del ente-uno, y el hombre según su dicha total está como en estado incompleto aquel ente –uno, que en el hombre se resuelve como verdaderobueno-bello. La dicha en la doctrina escolástica consiste especialmente en la contemplación de Dios, al cual se une el amor y la admiración, como patente, el eudemonismo nuestro y el esteticismo purísimo, ciertamente no tanto en la vacua doctrina inmanentista, que coloca al hombre en la belleza de la participación (en la mundanidad; el materialismo, el idealismo) sino más bien en la profundidad de la doctrina Metafísica (Platón, Plotino, San Agustín, San Bernardo, San Buenaventura, S. Tomás, San Juan de la Cruz, Santa Teresa, San francisco de Sales...) porque Dios tiene firmemente la verdad, la bondad y la belleza.

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Como corolario de lo tratado verdaderamente: Las diversas doctrinas estéticas dependen de las diversas doctrinas metafísicas; la diversidad en los conceptos de la realidad, implican los conceptos de la belleza y consecuentemente del arte. CAPÍTULO II. DEL ARTE Según el capítulo la Estética puede ser de índole práctica, responde a la producción y al juicio del arte; por esto serán tres artículos: Artículo I. De la esencia del arte. Artículo II. Del fin del arte. Artículo III. Del juicio acerca del arte. Artículo I. De la esencia del arte. I. Noción y división. Arte en general es el conjunto de reglas para alguna confección; se dice solamente la razón correcta de lo factible. Con relación al mundo Dios puede decirse y se dice artífice, en cuanto libremente creó el mundo, Sin embargo, cuando se habla ordinariamente, el arte se distingue por la naturaleza a la que se opone, porque el arte indica la producción de la forma accidental, en tanto que la naturaleza prueba la forma o la sustancialidad, o la accidentabilidad (por la mutación en la cualidad, cantidad y lugar) Lo que está en la naturaleza como determinado se dice natural; en contra, lo que no es determinado se dice artificial (artefacto, artístico); artificial es lo que es hacia fuera de la naturaleza y no contra su tendencia. Las artes se dividen según prevalezca la facultad y según los fines, en artes mecánicas y artes liberales: 1) Las artes mecánicas (manuales) también se llaman serviles, porque entre los romanos y los griegos se exacerbaba a los siervos; son las artes en las cuales prevalece la labor manual y el movimiento de los miembros, los cuales se ayudan o con frecuencia se substituyen por las máquinas; así en la 28 DE 48 03/02/2011 PAMD

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industria, la agricultura etc. el efecto del arte se dice generalmente producto, en la industria se dice manufactura, las artes mecánicas tienden hacia la producción de las cosas extrínsecas del hombre, que también sirven para la utilidad material o comodidad (confort) 2) Las artes liberales son las artes en las cuales prevalece el intelecto y la voluntad, por lo tanto consiguientemente convienen más a los hombres libres. Las artes liberales pueden ser varias según el objeto formal “quod”: • • • • • •

la lógica considera las operaciones del intelecto dirigidas hacia la verdad, la ética considera las operaciones de la voluntad dirigidas hacia la bondad, la gramática considera las palabras o la escritura hacia lo correctamente hablado o escrito, la medicina considera el organismo hacia la salud, la política considera la salud del estado hacia la prosperidad, la pedagogía considera a los hombres hacia su educación, etc.

Estas artes como sus reglas se infieren de principios por demostraciones, son también ciencias. En las artes liberales propiamente dichas, se tiene la belleza, cuyo objeto es la belleza expresada en sus obras. Las bellas artes de los tiempos modernos se dicen en una palabra “el arte”, que generalmente se dice la expresión de lo bello, o el conjunto de reglas por las cuales se expresa la belleza; por otra parte la belleza que se refiere al arte es una belleza sensible, o la obra que pertenece a la belleza sensible, cuya obra confeccionada por el hombre pertenece al orden sensible (o al orden de las sensibilidades anexas), Por otra parte el arte no se concibe como algo que transita, sino como algún hábito, o el conjunto de aptitudes para confeccionar una obra bella, de donde este hábito que en el hombre opera producirá la belleza. El hábito de la belleza es la parte natural, la parte exquisita: por naturaleza especialmente se tiene por la fantasía vivida y la capacidad de gusto de la belleza; además el hábito natural se perfecciona por la disciplina y por la repetición de los actos. El arte como arte no es ciencia, como el arte de sanar, de educar, de regir etc. no es ciencia, además como las otras artes liberales son con frecuencia también ciencias en cuanto las reglas son conclusiones obtenidas por demostraciones de principios, así también acerca del arte (simplemente se dice) se da la ciencia, que es la Estética. 29 DE 48 03/02/2011 PAMD

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El conocimiento científico del arte ayuda al ejercicio del arte, así como la ciencia ayuda a los médicos, políticos, educadores, gramáticos etc.; por lo tanto el artista ejerce el arte fuertemente mejor si tiene la ciencia de la belleza; sin embargo con frecuencia se tienen excelentes artistas que poseen bien el hábito de producir belleza, que no tienen ciencia. II. Pregunta. Acerca de lo que dijimos se tiene suficiente consenso por todos, sin embargo algunos filósofos hostiles rechazan a mordiscos las consideraciones estéticas del arte y retóricamente hablan del arte como una actividad extrarracional, irracional, instintiva, de absoluta creatividad, de oposición radical entre la lógica y el arte, de la absoluta autonomía de la creación artística. Así pues nosotros insistimos en el análisis acerca del arte así como profundizar en lo que conocemos. Se pregunta: ¿Cuál es la esencia del arte? La solución a esta cuestión debe atender a cuatro significados que con frecuencia se asumen del arte; el arte también se asume: 1) Como un hábito o la posesión de las aptitudes para confeccionar la belleza. 2) Como el mismo acto, o sea la actividad, que produce la belleza; en este sentido se asume el arte cuando se dice que el arte es la imitación de la naturaleza; 3) Como el modo propio de la actividad que produce la belleza; así se dice del arte de este o aquel poeta o escritor o pintor etc. (el arte de Rafael de Miguel Ángel etc.); 4) Como el efecto de la actividad y el modo propio; entonces el arte se dice la misma obra artística; así la historia del arte es la historia de las obras artísticas, en la que se distingue la historia de las doctrinas estéticas. En el problema de la esencia del arte, el arte se asume en dos sentidos: • •

como actividad que se conecta al arte o modo de actividad; además en otro sentido de algún modo se conecta al mismo.

En el decurso de los siglos se tienen muchas doctrinas acerca de la esencia del arte: 30 DE 48 03/02/2011 PAMD

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a)

La mera imitación o reproducción de la naturaleza (Platón)

b) La imitación de la naturaleza en su modo agente, hasta donde la naturaleza individualice la forma (Aristóteles) c) XVII)

La conversión agradable de alguna doctrina moral (Siglo XVI y

d)

La libre creación (el romanticismo germánico)

e)

La producción fantástica como conmoción. (Vico)

f)

La intuición absoluta (Shelling)

g)

La representación de la idea (Hegel)

h) La intuición – expresión lírica (la fantasía y el sentimiento que pertenecen a la esfera paraintelectual (Croce) i) Otros hablan del arte revelación, del arte creación etc., poseen la retórica, así como la teoría. III. Nuestra doctrina. Nuestro arte es mas bien la imitación () de la naturaleza en el sentido aristotélico. Para comprender nuestra doctrina, esto es señalado: 1) En la naturaleza sensible cada una de las cosas no es meramente individual, sino la individuación o concreación de alguna forma (idea): la forma en el estado mental el mero concepto, en estado existencial es el principio especificativo o la unidad en la variedad de los elementos y conocimientos (inteligibles), o sea la claridad; la materia como dijimos no es inteligible por sí sino por la forma, la materia como materia está en la esfera de lo parainteligible o fuera de lo inteligible; por la forma la materia adquiere la unidad y la claridad, y la cosa existente es el símbolo de la materia y la forma. 2) En este sentido las cosas se realizan por cierto modo “ideal” que brilla en la mente de Dios (son la obra de Dios), el concepto a partir del intelecto divino enseguida es impreso en la materia, así como la materia y la forma concreada sean por el modo una; la materia indeterminada no tiene ser ni hace por sí, sino la razón de la forma a la que acepta la determinación en la información de la cosa concreta.

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3) Similarmente el artista: concibe “el ideal” como expresado en la multiplicidad de sus obras; todas bajo el aspecto del arte, son la materia en cuanto coprincipio estético indeterminado, que se determina por la forma, o la idea, o el “ideal”; en la producción artística de tal manera que no se tiene por una parte la materia y por la otra la forma como algo separado existente y enseguida unido; como en el conocimiento del objeto y del sujeto son la idea en acto (el intelecto en acto está en el intelecto en acto) así en la concepción artística se tiene la íntima unidad de la materia y la forma, así como la forma sea algo extrínseco que viene. 4) Bajo el aspecto metafísico – cosmológico la forma estética no es la forma substancial; en cambio bajo el aspecto artístico la forma es algo extrínseco del concepto y coproducido con la materia. La forma pura como pura idea (universal, actual o formal) solo está en el intelecto, pero la forma concretizada en la materia (universal concreto) está en la fantasía, en que la idea se hace particular (la imagen) 5) La individuación o concreación de la idea universal en la materia está en un proceso perfectamente similar en la naturaleza y en el arte: Como la naturaleza prueba el synolum (el compuesto) de la forma y la materia; y como la parte principal en la naturaleza es la forma, así en el arte la parte principal es la forma, porque depende de la proporción y la claridad; y del mismo modo como la forma en la naturaleza se individualiza por la materia, también en el arte la forma se individualiza (este hecho) por la materia. 6) Por esto el arte procede como la naturaleza: La prueba universal (idea, forma, tipo) como concreto; en la naturaleza universal concreta está la cosa, que es la obra de Dios; en el arte universal concreto está la imagen como concepto (la palabra interior, la especie impresa sensible, la expresión interior) y es la obra externa como expresión exterior (casi palabra exterior), la idea es el conjunto de ideas en cuanto prueban los meros juicios y raciocinios, son el mero conocimiento mas o menos científico; la mero imagen, no prueba la idea, es algo infrahumano y por lo tanto infrartístico, los hechos artísticos se tienen con la idea que “se encarna” en la imagen de modo proporcionado y claro. Por consiguiente el arte imita a la naturaleza, es la imitación de la naturaleza, no en cuanto simplemente reproduce a la naturaleza como es, sino en cuanto obra como obra la naturaleza. 7) Dios ciertamente está gozoso de la obra de la creación; antes y después de la creación Dios es el propio guía de la obra de su amor (según nuestro modo de concebir) podemos hablar de gozo y de conmoción divina con la obra propia.

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Así el artista antes y después de la concepción – expresión del amor y la concepción sigue la propia obra- así como en la producción del objeto bello se manifiesta y se comunica su amor – conmoción, admiración-, que se conecta con la expresión del objeto que tiene proporción y claridad. Entonces el arte (la expresión de la belleza) es la concepción – expresión del objeto que tiene proporción y claridad y al mismo tiempo amor y conmoción (pathos)- y el objeto de la expresión del artista casi actúa como la madre, que goza intensamente del hijo concebido y parido. Sea entonces la: TESIS III. El arte es la expresión ardiente (amor y conmoción) de la obra que tiene proporción y claridad. (Conmoción: f. Agitación o inquietud del ánimo). Prueba de la tesis: La tesis no puede probarse a priori, porque se toma del hecho humano explicado en su esencia; de todas las disciplinas, que se encuentran en la historia humana, no pueden explicarse, ni por la fenomenología (del conjunto de fenómenos a los cuales se atribuye determinada cantidad); así la esencia de la filosofía, de la medicina, de la política etc. se explica por el conjunto de hechos, a quienes se atribuye la cualidad filosófica medicinal, política etc., la prueba entonces será por la inducción y procede de diversas artes o actividades, que se dicen artísticas. Instituiremos el análisis de la poesía, la pintura, escultura, arquitectura, música. 1) Poesía: todos los pueblos retienen como artística alguna obra, que como pertenece al patrimonio de todos, se dice clásica. ¿Qué es aquello que a todos apremia para conocer la presencia del arte? La Ilíada, La Eneida, las tragedias griegas y las modernas, La Divina Comedia etc., nosotros gozamos de la belleza (por la complacencia y la admiración), cuando encontramos situaciones, personas, sentimientos, acciones etc., que se expresan proporcional, clara y ardientemente. Y contra, como la imagen la encontramos oscura o cuando tenemos meros raciocinios, ninguna conmoción sentimos, entonces admitimos con frecuencia la verdad teorética, Por ejemplo en La Divina Comedia, la poesía se encuentra mas en el primer canto (el infierno) que en el tercero (el paraíso), la cual por excederse de las cosas espirituales, es difícil de formar el fantasma proporcionado, claro y conmover doradamente expresado.

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Esto no proviene por un defecto del paraíso o del cristianismo, sino por la naturaleza del hombre y del arte, al que pertenece la belleza sensible. La matemática es la parte óptima para el conocimiento humano, por el contrario ningún tropiezo toma, si la matemática es todo el cielo fuera de la poesía, podemos metafóricamente hablar de poesía matemática por lo que allí cultiva; por el contrario ninguna poesía estrictamente se encuentra en la abstractísima consideración de la cantidad. Lo mismo en la tragedia, ninguna poesía encontramos si la persona no se conduce proporcionada y claramente. Si todos los actos no se componen simétricamente etc. El análisis puede hacerse largamente para los poemas, los dramas de la literatura universal. 2) La pintura. Especialmente en el icono (o la representación de “la naturaleza muerta” o la imagen del hombre, o la descripción de alguna escena etc.) la belleza la encontramos y admiramos, si en las líneas y los colores notamos proporción y claridad: La unidad no debe oponerse a la variedad (el claroscuro), e inversamente; la imagen del hombre (el retrato) debe expresar la idea tipo en la variedad y la claridad de las partes; así en la descripción de la naturaleza, (la pugna, el convento, el rito etc.) se busca la unidad en la variedad, es así como la pintura casi “habla”. 3) La escultura. También en la escultura admiramos la obra que prueba la proporción clara; esta proporción clara se refiere al “ideal” que el escultor entendió al expresar; las grandes obras de la escultura (las estatuas de Phidiae y Polycleti, el Moisés, el David, la Piedad de Miguel Ángel, la escultura de A. Canova etc.) se admiran por causa de esta conmensuración de las partes hacia el ideal del escultor. 4) La arquitectura. En la arquitectura, la cual participa de la geometría y expresa la sociabilidad humana, nos complacemos de la vívida simetría en la que al fin del concepto, o al centro de todo armoniza: la proporción requiere que las rocas, que sirven al edificio, al lugar, a la distribución de las partes (esto resulta de cada estilo arquitectónico: clásico, romántico, gótico etc.) 5) Música. En la música, que participa de la aritmética, ritmo, como simetría o distribución de los sonidos; (Cf. El amor de la matemática y la música entre los pitagóricos), admiramos la proporción de los sentimientos, de las situaciones, de las personas, de las partes en la música sinfónica y operística, nosotros no probamos el canto débil para la milicia, el canto alegre en el dolor, el canto mucho más pasional en los ritos religiosos etc. Por lo que dijimos podemos proseguir casi hasta el infinito en tantas y tantas obras de música religiosa y civil (la profana: y esta gran variedad se tiene según el ingenio del artista) 34 DE 48 03/02/2011 PAMD

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Corolario. I. En la producción artística la imagen se concibe de modo unitario, como que prueba al mismo tiempo la materia y la forma; la índole artística está esencialmente en la forma, por la que fluye la proporción clara; entonces solamente se dice que “el arte es la forma”. Esta “forma” entonces no debe entenderse como un vestido extrínseco, en la cual viene la fantasía y el concepto, sino como el significado intrínseco, el valor intrínseco o la obra artística intrínseca. Por lo cual, la distinción que se hace solamente entre descubrimientos y expresiones, es mas bien una distinción metódica en el juicio acerca del arte, en cuanto a nosotros, dos momentos ideales distinguimos en la obra artística: el momento en que el artista tiene la idea y el momento en que la expresa. Lo que de algún modo es extrínseco es como la palabra exterior es la mera manifestación externa de la palabra interior o de la imaginación interior; entonces no se tiene la pura imagen sino la palabra, pero la imagen-palabra que expresa la idea la cual se puede manifestar al exterior escrito u oral. Por esto se explica el valor poético de la lengua por su misma variedad en la expresión de los cambios de la realidad humana une la expresión poética, así como la versión de una lengua no prueba ni puede probar fielmente la expresión de un artista; por ejemplo: los solemnes versos que aterran del italiano Dante: Lasciate ogni speranza voi ch´entrate. No se ve bien alguna fuerza poética en el verso francés: Vous, qui entrez laissez l’espérence. II. Por el carácter de la creación casi fantástica proviene connatural la presencia mítica (la fábula, la representación fantástica de alguna idea) en la producción artística. Aristóteles habla de lo mítico en su poética, por el contrario Vico quita la mítica como la representación fantástica del concepto (lógica poética, metafísica poética, ética poética). La mítica no debe entenderse en sentido diminuto como un conjunto de mitos que se encuentran entre los antiguos (griegos, romanos, germanos), sí como arte (especialmente la poesía) debe asumir la mitología por la inspiración; además en un sentido generalísimo como una creación fantástica que lleva en el corazón como “ideal”. 35 DE 48 03/02/2011 PAMD

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III. Lo que decimos genio en la búsqueda artística (lo que se opone al talento en la ejecución) justifica mínimamente la capacidad casi instintiva de crear la nueva obra artística; el “genio” es el grado superior del hombre fuerte en cada modo de la obra; artística, científica, política etc. IV. En lo que importa a la tragedia de ningún modo se justifica todo lo que dice Aristóteles y que casi oprime a los escritores de las tragedias, es decir, la triple unidad: la acción, el lugar y el tiempo. Aristóteles, en efecto no considera la obra de los artistas en sí, sino a las tragedias griegas en el corazón de su tiempo, en las cuales se encuentra aquella triple unidad. En tanto la unidad de acción requerida se ve en cuanto a la condición necesaria para la proporción (unidad en la variedad) tenida. V. Por lo dicho se demuestra vana la pugna entre las diversas doctrinas, métodos o estilos considerados en la producción artística: el idealismo o el realismo. (que con frecuencia es verismo), el clasismo o el romanticismo, el impresionismo o el expresionismo etc. Todas estas doctrinas tienen su parte de verdad, pero exclusivamente se muestran los errores tomados, en cuanto en los mismos elementos unilateralmente evaden el constitutivo general del arte. Ciertamente el arte debe fluir siempre entre el ámbito de la realidad posible, o sea entre los límites del ente: y en esto está el verdadero realismo; si el realismo se entiende como la acogida de la materia artística a la vida real traspasada (historia de cada uno de los pueblos) o de la presencia, entonces no se conduce del arte simplemente tomado, sino tomado del objeto material, y esto pertenece a la libertad del mismo artista; en este sentido la realidad cristiana (la persona, la maravilla, la predicación, las instituciones de Cristo) óptima materia pueden probar de la inspiración artística. Con frecuencia el realismo (naturalismo en toda forma de arte, neorrealismo en cinematografía, verismo en literatura y música) se entiende como la asunción de la vida miserable y moralmente mala en cada parte del pueblo; entonces es negada la legitimidad universal de aquel realismo por doble razón: a) La realidad no se reduce al aspecto miserable del pueblo, porque otros aspectos se encuentran en él, nótese de los santos o al menos la bondad normal de otros. b) Con frecuencia el realismo aquel no dice verdaderamente la realidad como es, sino como la ve el artista (así hace en las obras confeccionadas bajo el influjo del freudismo y el existencialismo radical J. P. Sastre, S. De Beauvoir...) 36 DE 48 03/02/2011 PAMD

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Se agrega que produciendo el tipo del arte verídico o naturalista casi asume la función doctrinal en cuanto intenta enseñar así ese realismo entonces evade implícitamente la normatividad, además por lo tanto mas falsa y rechazada. Por consiguiente en el arte, fuera de su misma creatividad se tiene la tipificación, la idealización, la transfiguración de la realidad; y en esto está el verdadero idealismo en cambio fuera del arte tomado como se presenta el monstruo inimaginable o se pone exageradamente en la mitología antigua. El clasismo es óptimo en la simetría y el orden de la expresión, no en cuanto sigue la imitación – repetición de los antiguos; algo incidiremos en el formulismo, en la ausencia de la verdadera inspiración y sinceridad, en el frigidísimo estilístico etc. El romanticismo hace bien en rechazar la representación servil mitológica, en proclamar potencialmente la poética de la vida individual y nacional, en exaltar la sinceridad y conmoción personal etc.; además el peligro del romanticismo está en el arbitrio expresivo radical, en que nada mas se encuentra la proporción clara y deleitante (futurismo, cubismo etc.). El impresionismo y el expresionismo se concilian bien en aquello que cada uno de los artistas puede experimentar; la senda de cada modo está en el límite del mismo artista, al que se requiere alguna totalidad o expresión completa. Del mismo modo el simbolismo puede estar entre el ámbito del artista, pero evitando la exageración; así el crepuscularismo, el hermetismo el parnasianismo etc. en los cuales con frecuencia los defectos están por carencia o por exceso. VI. Entonces el arte dice que sea la realidad, es su modo de concebir el mundo, sobre todo la poesía; La universalidad es la esencia en la poesía y en la filosofía, además en la intuición espontánea, (casi), concreta, vívida, ardiente, la conmoción plena; en la filosofía también se tiene la concepción reflexiva, abstracta, plenamente teórica. El arte es arte en su creatividad, entonces un tiene valor teorético en la realidad representada; la filosofía es estructuralmente teórica, entonces como la filosofía pone los patho en sus tratados, gusta el modo de la imaginación escribiendo. La poesía y la filosofía ambas son las expresiones nobilísimas de la espiritualidad humana, además ni la poesía debe evadir el estudio de las doctrinas por versos, ni la filosofía debe evadir la obra de la imaginación y del sentimiento. Muchas obras filosóficas modernas son obras artísticas (fruto de la imaginación) tan estrictamente teóricas; por ejemplo la obra de Nitzsche no puede clasificarse estrictamente, en su carácter artístico o filosófico, muchas obras de los existencialistas, que indiferentemente expresan sus propios conceptos en las 37 DE 48 03/02/2011 PAMD

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obras teóricas o dramáticas; Por otra parte muchas obras poéticas son disertaciones teoréticas en los versos confeccionados. Por consiguiente la contaminación de cada una de las expresiones es evitada, por otra parte no se tiene ni poesía pura ni filosofía; la contaminación se tiene en el arte oratorio, en que la composición se encuentra el concepto y la imaginación (la delectación y la retórica); además el orador no se prueba ni como poeta, ni como filósofo. VII. Muchas artes se admiten normalmente como poesía, la pintura, la escultura, la música, especialmente las artes menores, afines o cooperadoras etc. con renuencia se enumeran siete, porque la poesía se subdivide en tres partes; en los últimos tiempos se adjudicó el octavo arte, o sea el arte cinematográfico. ¿Qué decimos? La distinción del arte no es estrictamente esencial, o sea bajo el aspecto formal, porque en todas las artes se busca y debe encontrarse el arte como la expresión de la belleza; la distinción es o bajo el aspecto material o por la diversidad del fantasma que se refiere a las diversas facultades principalmente apropiadas. Quizá la división óptima se tiene de dos sentidos externos; es decir de la vista y del oído: las artes visuales, las artes auditivas y las artes mixtas. 1) Las artes visuales son: la pintura, la escultura en las cuales prevalece el fantasma de la visión. 2) Las artes auditivas se reducen a la música, ya sea música pura o sinfónica (el fantasma sonoro) 3) Las artes compuestas son: la poesía, especialmente el arte dramático al que responde la música operística; el máximo arte compuesto es la reciente cinematografía, en la que se tiene la plena composición, la visión y la audición (cinema sonoro) para la mayor amplitud de la expresión obtenida, quizás la cinematografía por su maravillosa síntesis, es el arte óptimo; sin embargo entiéndase: cuando es arte, no cuando es una simple fotografía dramática, o la exposición de los cuerpos desnudos, o la representación de los escenarios cinematográficos o la mera descripción hecha de la guerra o de la ciudad etc. como la cinematografía sea y se debe considerar arte, debe poseer todos aquellos caracteres del arte, que entran en su estructura compuesta, por este principio se infiere que muy pocas películas se pueden decir estrictamente artísticas. La jerarquía que se pone entre las artes, depende de las condiciones subjetivas del artista o de los críticos o de los espectadores; ciertamente mayor universalidad se tiene en la música, como mayor expresión se tiene en la 38 DE 48 03/02/2011 PAMD

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cinematografía sonora, en que muchos elementos concurren para afianzar la situación real – personal en el conjunto de eventos.

Artículo II Del fin del arte. Tomamos esto de las cuestiones acerca de la relación entre el arte y la ética. La cuestión no es entre la estética y la ética, porque ambas son disciplinas o doctrinas adecuadas distintas y autónomas; la estética no se subordina a la ética, así como a la ética se subordina la ciencia del derecho, la pedagogía, la política etc. sin embargo la estética en cuanto teóricamente considera la belleza, participa de la metafísica; en cuanto considera el arte, es ciencia práctica. La cuestión es entonces entre el mismo arte (la actividad productiva de la belleza) y la ética (la doctrina que dirige los actos humanos hacia la honestidad) La cuestión es doble: 1. ¿Hacia donde tiende el arte?, o sea, ¿Cuál es el fin del arte? (El problema del fin del arte) 2. ¿Hacia donde tiende el artista? o sea, ¿Cuál es el fin del artista? (El problema del fin del artista) El fin del arte es el fin de la operación (la actividad estética), o el fin de la obra (la obra del artista); el fin del artista es el fin de las obras. Los fines de las obras pueden ser varios para cada uno: el artista puede individualmente tender hacia la gloria de Dios y la salvación del alma, para enseñar, para complacer a los ricos y a los poderosos, para adquirir dinero etc. por lo tanto el fin de las obras está fuera de la consideración estética. Permanece entonces el fin de las operaciones, que se sigue del fin de la obra. El fin del arte puede considerarse genérico (remoto, indirecto, mediato, último) o específico (próximo, directo, inmediato): 1) El fin genérico es el fin de cada una de las actividades humanas o sea la perfección completa del hombre en cuanto hombre: el crecimiento progresivo de la espiritualidad humana. 2) El fin específico es el fin a lo que, próximamente, por sí, directamente, inmediatamente tiende el arte. 39 DE 48 03/02/2011 PAMD

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Por otra parte nosotros hablamos del fin cuando el tratado finalísimo de la estética sea completo. Sin embargo en esta cuestión el vicio se tiene por defecto o por exceso. Algunos en realidad se jactan “del arte por causa del arte”, así es como conciben el mismo arte como la suprema e incondicional actividad de los hombres; el arte no tiende si no a si mismo, por si mismo sería la ley, casi sería una deidad a la que todos servirán y se subordinarán, como se ve esta exaltación es más bien retórica y parte teorética; pero cuando es teorética (como en la doctrina del romanticismo germánico y en la doctrina crociana) fluye del inmanentismo idealista, que consiste en la mundanidad de todo, y también ninguna conmoción sentimos del arte. Algunos dicen que esencialmente el arte Entre los dos extremos se encuentra nuestra doctrina que pone un fin doble en el arte: 1) El fin específico del arte es la expresión de la belleza, es decir es el mismo arte. 2) El fin genérico del arte es la participación, o sea, la cooperación hacia la perfección del hombre en cuanto es ente prevalentemente espiritual, en su estructura y consecuentemente en sus operaciones. Como fin, sea específico o genérico es esencial o intrínseco al arte, así como la animalidad y la racionalidad son intrínsecos al hombre; la animalidad como género, la racionalidad como diferencia específica, la totalidad (=la especie) hombre se tiene por cada elemento, asía para el arte la totalidad se tiene por cada fin. Sea entonces TESIS IV. 1. El fin específico del arte es la misma expresión de la belleza (es el mismo arte). 2. Su fin genérico es la participación para la perfección total del hombre. Prueba de la tesis: Parte I (El fin específico del arte es la misma expresión de la belleza). 40 DE 48 03/02/2011 PAMD

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El arte es la expresión específica, que se distingue adecuadamente de ciertas actividades del hombre; así como se tiene una actividad económica, educativa, política etc., así se tiene una actividad artística, la cual como sea, algo en sí consistente, debe de tener índole propia, tendencia propia, fin propio. Toda actividad económica tiende hacia el crecimiento de las adquisiciones de las cosas útiles, o sea las acciones económicas, por lo tanto el crecimiento económico es el fin de la misma actividad económica; la actividad política tiende hacia la prosperidad política, o sea pública y común; la actividad educativa tiende hacia la educación, o sea hacia la formación del hombre. En otras palabras: El fin de la operación económica, política educativa es la misma obra económica, política educativa (la operación tiende hacia la obra). Del mismo modo la operación artística tiende hacia la obra artística, es decir, la expresión de la belleza en fieri tiende hacia la expresión de lo bello en ser acto: la expresión de la belleza como operación tiende hacia la expresión de la belleza como obra o sea como belleza expresada (operada) Luego el arte-obra tiende por sí y próximamente hacia el arte obra, o sea hacia el arte-operado, es decir el fin específico del arte (lo que especifica la operación artística) es la expresión de lo bello; consta de un principio general: Las operaciones se especifican por el objeto. Parte II (El fin genérico del arte es la participación para la perfección del hombre) Así como la actividad humana es considerada por el fin del hombre y como ordinariamente esencial, en que se encuentra el hombre; así la actividad artística es considerada por su fin y por el orden esencial de sus acciones. Como la actividad económica aunque específicamente se distinga de otras, es puesta en el sistema general de la actividad humana, así como otras actividades. La actividad del hombre en cuanto es considerada relativamente hacia el fin del hombre y hacia el orden esencial de sus operaciones, tiende hacia su perfección total, la cual verdadera y profundamente se dice moral. Luego el fin del arte en el sistema de las actividades humanas es la perfección total del hombre, o sea su bien moral, el cual es su bien moral y espiritual, por lo tanto el arte como actividad, en sí absolutamente considerado tiene esencialmente valores éticos, así como la éticidad sea esencialmente intrínseca del arte; ciertamente el arte es la concepción-representación de la realidad y de la vida, igualmente espontánea y concreta; de donde debe tender hacia la realidad como es y hacia la vida como debe ser. Corolario. 41 DE 48 03/02/2011 PAMD

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I. Entonces la estéticidad puede encontrarse también en las operaciones éticas malas; aunque; la estéticidad no es completa para una actividad noblemente humana. Así como puede tenerse una economía contra la ética, así puede tenerse una estéticidad contra la ética, así como una economía antitética no es una actividad noblemente humana, así la estética antitética no es estéticidad completa y noblemente humana. El fin del arte como arte pude y debe decirse también como la nobleza de la espiritualidad humana, la purificación, la liberación, la catarais. De la catarsis trágica hablaba Aristóteles en cuanto a los espectadores, contemplando las acciones dramáticas, liberando las pasiones que se representaban en el drama. Esta catarsis no es entendida en sentido estricto, la casi mera purificación moral que puede obtenerse por otra medida distinta del arte (puede pertenecer a la estética liberar al hombre de pocas pasiones); se puede entender el sentido genérico espiritual, en cuanto el valor esencialmente humano del arte sirve a la dignidad espiritual del hombre. Sirve al artista, sirve al espectador (lector, oyente), se perfecciona con el arte en su dignidad espiritual; el artista que contempla y que experimenta la belleza, coloca en la proporción clara y vívida su fantasía y goza de su operación, así como la madre goza de la generación de su prole, porque trasciende su individualidad y se eleva hacia la divinidad participando casi de la creatividad divina; incluso el espectador que contempla y coextrae (con el artista) la belleza, goza y gozando en la contemplación se libera de todas las cosas infrarracionales o sea infraespirituales. Abreviado: en la expresión y en la contemplación del arte, el hombre celebra su racionalidad y se lanza hacia la armonía de la belleza universal, para entender la racionalidad universal, casi (Platón) congenerando las cosas para el crecimiento de todas las bellezas las cuales son para uno bellas y hacia uno bellas. Platón en su república (libro X) no recita el arte como arte (pero en ciertos libros exalta la educación estética de la juventud), sino aquel arte especial que coloca en la descripción de la sensibilidad inferior al hombre y especialmente en describir el encanto y la vida de los dioses y del hombre. Además ya el platonismo, ya el neoplatonismo el arte se exalta como la libertad del hombre. También Shopenhauer exalta el arte (especialmente la música) como la libertad del hombre, además la liberación shopenhauariana se da por el pesimismo teórico filosófico, se entiende como la cooperación para la aniquilación del hombre. 42 DE 48 03/02/2011 PAMD

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En este mismo tiempo la misma vida, a la que algunos conciben como arte (EL ESPÍRITU, La vida como arte), pero entonces el arte se concibe como un juego indefinido, porque el mismo es el fin; esta doctrina directamente fluye de la estética del romanticismo germánico (arte = juego) y es posteriormente la estética inmanentista del idealismo (el arte = subjetiva, lírica, incondicionada creativa, fuera y sobre cada una de las leyes, que establece en la radical incongruencia que exalta la instintiva intuición del hombre. Esta doctrina como niega, la prueba teorética (ya que la doctrina problematicista es la negación de la teoría) destruye la teorética del mismo arte. Por esto se infiere que la exaltación crociana del arte (que al mismo tiempo que la economía celebra la creatividad y la mundanidad del hombre; Cf. El apéndice anexo la obra: Breviario de la estética) si un examen profundo se pone por debajo, de dice por la incomprensibilidad teórica del arte, por lo tanto para la destrucción de aquellos valores espirituales. II. Excepto en el fin del mismo arte la éticidad se tiene en la actividad artística; en otras palabras: no solo el arte responde de sí, debe de responder a la ética, pero el artista mismo debe conformar la actividad propia artística hacia las reglas de la costumbre. Esto se concede en la ética crocitan; Corche también niega la éticidad en el arte, pero la admite en el artista, en cuanto es el hombre, que produce la obra artística; de donde el mismo no es reprendido el arte moralmente malo en su índole artística, pero puede reprenderse el artista como hombree, por cierto condenable y condenados según las leyes penales. La distinción crociana puede admitir inclusive, no exclusive, es decir Croce hace bien en determinar la moralidad hombre-artista, pero eminentemente con nosotros la verdad es reconocer el valor ético del mismo artista, que como actividad humana debe adecuarse a la realidad y a la dignidad espiritual del hombre. La restante distinción crociana prácticamente nada es, porque el artista nombra el arte permitiendo el capricho en su estimación; siempre se reprobará cualquier sentencia de juicio contra los artistas moralmente malos y a aquellos que exaltan la absoluta autonomía de la creación artística. Cuantos profanan en nombre de la libertad artística. Art. III Del juicio acerca del arte El juicio acerca de las cosas de obra artística puede ser popular o crítico. 43 DE 48 03/02/2011 PAMD

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El juicio popular se da por todos los hombres que por su naturaleza tienen más o menos el sentido de la belleza y del arte. El juicio crítico se da por aquellos, que por su ciencia y experiencia tienen peculiares aptitudes para discernir la belleza artística. Al conjunto de aptitudes para juzgar el arte en cuanto expresiones se dice gusto (estético) aunque el gusto del arte indica un sentido especial externo, sin embargo por analogía se aplica también la aptitud del juzgador de la obra artística, y ciertamente el derecho, porque en efecto delante de las obras artísticas se tiene algún gusto, así como por el gusto fluye teóricamente “la sabiduría” y por la estética el “gusto”. Decimos por otra parte que nuestro discurso común brota abundantemente de las heces del vino y de las palabras transporta el significado por la afinidad o el ligamen. Con frecuencia el gusto indica el mismo juicio acerca del arte, así la historia de los juicios simplemente se llama historia del gusto. El gusto salvo el elemento mas o menos común, varía según la edad, el sexo, el temperamento, la cultura y la índole nacional; por ejemplo el pueblo germano prefiere la música sinfónica y el canto coral, el italiano prefiere la música operística y el canto individual. La presencia del juicio correcto acerca de la belleza se dice solamente buen gusto y tiene muchas graduaciones; la ausencia del juicio correcto se dice mal gusto; cuando por muchas causas algunas no juzgan correctamente en determinados períodos históricos, se habla de corrupción de gusto. Aunque los juicios se efectúan por todos, así como cada uno si bien puede ser perito, los juicios críticos necesitan preparación y larga costumbre, como la obra del artista. El gusto de la obra artística implica la casi reproducción ideal o la recreación del fantasma, que el artista concibe, así como se tiene la comunión íntima y las cosas idénticas del artista y del espectador (lector, oyente etc.). El siglo de las luces por la difusión del positivismo (el fenomenismo atomista y psicológico), nace esta crítica psicológica histórica acerca de la obra estética, debería de investigar las circunstancias local y temporal (en las cuales nace la obra), la situación familiar hereditaria, los caracteres del artista, eventos prácticos de su vida, sus enfermedades, sus fuentes, sus años de composición etc. Contra la crítica histórica surge limpiamente la crítica estética a la cuál desprecia, y se ocupa limpiamente de la gustación recreación de la obra artística. 44 DE 48 03/02/2011 PAMD

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Ningún método crítico está completo. 1. El método histórico es útil, óptimo, necesario pero tanto la presuposición o predisposición hacia el gusto y la casi vivencia de la cosa bella; el mismo si se trata exclusivamente, considera las partes y fragmentos pero no el todo (así como en psicología el psicologismo asociacionista considera las sensaciones asociadas y no las percepciones totales), la materia viva multiplicada y no la forma que unifica, atiende al cuerpo pero no al alma además en sus manos la obra artística permanece cadáver anatómicamente divisa, no algo viviente y vivificante. 2. El modelo artístico puede considerar formalmente la obra artística, aunque si exclusivamente se suma y se adhiere no vale para penetrar bien la obra bella si esto no es algo suspendido en el aire, sino la unión íntima del artista y como sus situaciones singulares natas. Así como en la historia de la filosofía lo vital son los silogismos exagerados y los sistemas exagerados (que consideran la historia de la filosofía como la historia de los conceptos y no lo concebido) así en la crítica del arte se requiere la misma inteligencia de los presupuestos y el mismo momento gozoso en que el artista concibe expresando y expresa concibiendo. La crítica de la obra de los poetas (en verso o n o confeccionada) se dice crítica literaria, la historia de estas obras se llama historia de la literatura a la cuál pertenece la investigación histórica estética de las obras de la literatura; la historia de las obras musicales se dice: historia de la música, la crítica de la obra simplemente se dice crítica musical, la crítica de la pintura, arquitectura, estrictamente se dice crítica del arte, la historia se dice historia del arte el mismo término “bellas artes” se atribuyen a estas tres artes. Se tiene también la historia de la crítica literaria, literatura artística (=disciplina que considera lo escrito acerca del arte, especialmente acerca de las predichas bellas artes); además se tiene la historia del gusto, o sea la historia de los juicios acerca del arte. De modo especial es considerado el arte (todas las artes) con relación a la religión y la cultura; en razón del objeto material el arte religioso se distingue de otros en cuanto el objeto considerado por el artista pertenece a la religión, como en la poesía, la pintura etc. También el “arte sacro” o arte litúrgico es bien distinto del mismo arte religioso en general, ni siquiera como especie y este es limitado en cuanto que el arte sacro debe servir al culto, como el edificio para el ejercicio del culto (la iglesia), como la pintura y la escultura sirven de ornato al edificio y de instrucción a los fieles (así como las instrucciones y las edificaciones de los fieles servían de instrucciones en la iglesia antigua de esta se tiene los límites de las obras en el arte) bien puede 45 DE 48 03/02/2011 PAMD

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decirse que las imágenes y las estatuas de índole sacra cuando están fuera de la iglesia se encuentran fuera de su lugar; en el edificio la simetría se encuentra digna, como el centro del edificio es el altar en cuyo centro está el santísimo sacramento. La poesía y la música litúrgica deben expresar clara y dignamente los sentimientos de los fieles hacia Dios; especialmente la música debe serenarnos y la comunión de las almas experimentan en el amor de Dios; por lo cual el canto gregoriano y la polifonía son más aptos para la música litúrgica, aunque puesto que se tiene solo para la variedad y la individualidad expresada. El arte empieza con la humanidad como la expresión de sus múltiples formas de vitalidad. Además como en su inicio fue alabar a Dios, así siempre de manera notable evade con su objeto principal el cual será el ente, que es todo lo bello de lo bello; Dios. Apéndice Nos adherimos a los tratados de los agustinianos y tomistas que hablan acerca de las cuestiones estéticas. (Locución: Combinación estable de dos o más palabras, que funciona como oración o como elemento oracional, y cuyo sentido unitario no siempre es la suma del significado normal de los componentes). I. Locuciones agustinianas; muchos son, nosotros estos elegimos: 1) “¿Qué es el cuerpo de la belleza?” la congruencia de las partes con algunos colores suaves (De gen. contra los maniqueos I, 21) 2) “Si antes se busca en una y otra parte que sean las bellezas, por que deleitan, por esto que son bellas, esto sin duda se responde, por eso deleitan, porque son bellas” (De vera relgione, 32) 3) “En todas las artes place la conveniencia porque la salud y la belleza están en todo: la misma verdadera conveniencia de igualdad o de unidad, intenta al mismo tiempo las partes pares o la graduación de las dispares” (De vera religione 30) II. Locuciones tomistas. 1) “La belleza se dice lo que causa placer” (S. T., I, 5, 4 a 1). 2) “Para la belleza se requieren tres cosas. Primero alguna integridad o perfección, ninguna conmoción sentimos. En efecto lo que está disminuido, por eso mismo es feo. Y la proporción debida o consonancia. 46 DE 48 03/02/2011 PAMD

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Y por otra parte la claridad. De donde lo que tiene colores nítidos se dice ser belleza” (S. T. I, 39, 8). 3) “De donde la belleza del cuerpo consiste en esto que el hombre tiene miembros bien proporcionados con alguna debida claridad de colores. Simultáneamente la belleza espiritual consiste en esto que la conversación del hombre o su acción sea bien proporcionada según la claridad de espiritualidad de la claridad de la razón” (S. T., II-II, 145, 2). 4) “Decimos que la belleza consiste en alguna debida claridad y en la debida proporción. Cada una de las partes se encuentra radicalmente en la razón a la cual pertenece y la luz que manifiesta la proporción debida se ordena en otras” (S. T., II-II, 180, 2). 5) “Cada una tiene unidad por su forma” (Quodl. VI, I). 6) “La perfección es la forma total que surge por la integridad de partes” (S. T. I, 73, 1). 7) “La belleza no tiene razón apetecible sino en cuanto induce la razón del bien” (I Sen., 31, 2, 1). 8) “La belleza pertenece propiamente a la razón de la causa formal” (S. T., I, 5, 4, a la 1). 9) “La belleza es el mismo bien, la sola razón diferente... la belleza suma sobre el bien algún orden hacia la fuerza cognoscitiva, así lo bueno se dice simplemente lo que complace el apetito; de la belleza también se dice aquello que complace a la misma aprensión” (S. T., I-II, 27, 1 a 3) 10)“A la razón de la belleza pertenece lo que en su aspecto o conocimiento quiere el apetito. La belleza también se dice la mima aprensión que place” ( S. T., I-II, 27, 1 a 3). 11)“Aquel sentido que inicia responde la belleza, que máximamente conoce; es decir, la vista y el oído de separadas de la razón” (S. T., II-II, 27, 1 a la 3). Del bien de la contemplación Cf. S. T. II-II, 180 para todo. De la cogitativa e imaginativa confróntese las palabras citadas en sicología, en el capítulo I; certera toda la cuestión 85, parte I S. T., fuertemente expresa el valor de la sensibilidad en el conocimiento humano; toda la doctrina gnoseológica tomista se funda óptimamente en la teoría estética.

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