Desnudando a Miguel Gomez

Fotografía de Ana Sánchez

En Portada

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Miguel Gómez

Fotografía izquierda: Miguel con Herb Zarrow. Fotografía derecha: Ricky Jay (izq) Miguel (centro) y Juan Tamariz (derecha).

Desnudando a Miguel Gómez por Pepe Monfort

M

inutos después de ponerme a escribir este artículo acerca de la trayectoria mágica de Miguel Gómez, he tirado la toalla. Traté de hacerlo enumerando algunos de los galardones obtenidos por el artista, como por ejemplo, el Premio Ascanio al Mejor Mago del Año en 1987, y recibirlo por segunda vez diez años después pero, francamente, aunque el dato sea importante no creo que los premios sean esenciales para explicar la trayectoria de un mago. Un premio es, más bien, un adorno que se recoge en el camino, nada más.

Después me ha venido a la cabeza aportar como dato su participación en las exclusivas reuniones cartomágicas que se celebran en el mundo, como el FFFF de Búfalo, las de Nueva York, el Escorial, La Barranca. He pensado también que podría ser interesante hablar de sus apariciones en los programas de televisión más populares como Magia Potagia, Chan-Ta-Ta-Chan, o Nada X Aquí pero, pensándolo mejor, ¿acaso todo esto puede explicarnos la excelencia que ha alcanzado Miguel Gómez en el Arte de la Magia? No lo creo en absoluto puesto que, todas estas cosas, son consecuencia lógica de ser el mago que es, no nos dice nada respecto a la trayectoria seguida para serlo. La responsabilidad es grande y, por si fuera poco, existe una persona que es

capaz de contarlo mucho mejor que yo. Así que, perdón por el descaro, pero yo me salgo por peteneras. Al toque, Pepe el Habichuela, canta Carmen Linares. Aquella tarde en Vallecas, la cantaora, entre un tema y otro, hablaba con pasión de sus maestros, de la grandeza de compartir con ellos una vida entregada a expresar los sentimientos a través del flamenco. Miguel Gómez la escuchaba absorto sentado junto a Gabriel Moreno, el mago que lo había enredado para estar allí. Gracias a Carmen Linares, a sus relatos de personajes, grandes artistas que para él eran unos desconocidos, Miguel Gómez aprendió a valorar y a disfrutar del flamenco. Aunque ese día ocurrió algo más. La emociones vividas aquella tarde, se convirtieron en fuente de inspiración para la creación de su espectáculo “Antología de la Cartomagia Española”. En él, igual que hiciera Carmen Linares, nos transmite la emoción y el orgullo de ser mago. A la vez que nos deleita con sus milagros, se desnuda contándonos, con todo lujo de detalles, su vida mágica. No encuentro mejor manera de conocer a Miguel Gómez y su trayectoria mágica que disfrutar de la contemplación de esta magnífica obra de arte, su autorretrato. Que sea él quien nos lo cuente. 743

Señoras y señores, comienza el espectáculo. Casi cerrada la década de los sesenta, mientras el pequeño Miguel miraba con los ojos abiertos como aros chinos Las Manos Mágicas, un programa con el que TVE rellenaba los frecuentes cortes en sus emisiones, magos de todo el mundo trabajaban incansables depurando técnicas y construyendo preciosas rutinas con cartas. Entre todos consiguieron crear unos cimientos de inestimable valor para los cartómagos de futuras generaciones. Sobre ellos arranca la magia de Miguel Gómez y empieza también este espectáculo de la “Antología de la Cartomagia Española”. Comenzamos con La Carta General, su versión del juego de las tres cartas de Pablo Domenech. Con este efecto, puro y bello, se siente unido a ese punto de partida, toda esa tradición de magos clásicos a los que tanto ha estudiado y a los que tanto debe el Arte de la Magia. Tras La Carta General, la influencia de la cartomagia española se hace patente, comienza el Sueño de 7 Años, su versión particular del Rito de Iniciación de Luis García. En este espectacular efecto se reflejan con claridad algunas de las características de la cartomagia española de la que Miguel Gómez es uno de los más claros exponentes. Construcciones cuidadas hasta el más mínimo de los detalles, utilización de nuevas visiones sin renunciar a la esencia de lo clásico, la concepción simbólica..., toda esta lluvia de ideas y conceptos marcó en él un camino claro por el que evolucionar.

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Miguel comienza el efecto del Sueño de 7 Años como quien inicia un ritual: desprecinta el estuche, dentro se esconde su inseparable 505 de Fournier, la del Pavo Real, todo un símbolo para él. Saca la baraja nueva de la que desconoce su estado, humedad, rigidez..., y la estudia, igual que un matador cuando el toro aparece por la puerta de los toriles. Ello supone un riesgo, que no sólo asume, sino que redobla, optando por mezclas Riffle perfectas, nada de Faros automáticas. No se trata de un riesgo inútil, lo necesita para provocar una ligera dilatación de sus pupilas, un cambio en su respiración, lo justo para que los espectadores capten un subidón de adrenalina real que contribuirá a darle más emoción al espectáculo. Con estas sensaciones, consigue revivir el sabor de largas horas sentado con otros magos como Pepe Carroll, Juan

Ta m a r i z , Gabriel Moreno, Arturo de Ascanio, y otros colegas, en las que se desafiaban a los retos téc-

Miguel con R

oger Klause

nicos más audaces. Aquellos encuentros, caldeados por un hervor mágico incontrolable, dejaron una huella imborrable en la magia de Miguel Gómez En su magia se aprecia con claridad la impronta maestra de la escuela que creó uno de los magos que animaba aquellas reuniones, Arturo de Ascanio. Como dice Miguel, una magia que entra por los ojos y la cabeza para llegar a nuestro corazón. Miguel nunca se cansa de decir que “la belleza exterior de la magia solo existe cuando hay una gran belleza interior” y, en la magia de Arturo de Ascanio, esto se cumple al máximo. Arturo de Ascanio influyó mucho en la magia de los magos de su generación, ordenó ideas y conceptos, llevó el manejo a otra dimensión, y a Miguel Gómez le hizo ver que la magia era un arte profundo y maravilloso. Arturo aparece en el espectáculo de la Antología justo al terminar el Sueño de 7 Años con el efecto de el Empalme Invisible, su versión del Open Traveller de Larry Jennings. Miguel está seguro de que este juego, por su construcción, belleza y manejo, hubiera hecho las delicias de Arturo. Lo hace con la agradable sensación de que si Arturo de Ascanio lo viera le encantaría. A principios de la década de los noventa, animado por Juan Tamariz, viaja a EEUU. Haciendo magia en los pasillos de un congreso, Miguel advierte que los magos se le acercan para observar cada uno de sus movimientos con especial atención. Percibe, con sorpresa y satisfacción, que todo aquello que los magos españoles están trabajando con tanta pasión, ha trascendido. Nuestros colegas de otros países entienden que un mago español, con una baraja en las manos, es garantía de que van presenciar algo exquisito. Se siente orgulloso al darse cuenta, de una forma tan directa, que la cartomagia española ha alcanzado prestigio internacional.

Miguel con Scoty Swartman

De izq a drcha: Jua Tam ariz, Consuelo Lorgia, Jacobo Lauda, Miguel, Manu Vera y Ala n Marchese.

Poco después, Bill Kalush organiza unas jornadas en el hotel Babizon de Nueva York. Su objetivo es reunir a una selecta representación de los magos más destacados de la cartomagia mundial. Desde España, Miguel Gómez viajará con Juan Tamariz. En esta reunión presenta el efecto de Viaje a Nueva York, su versión de Cards Across. En el espectáculo de la Antología de la Cartomagia Española, lo realizará tras el Empalme Invisible. En él expone la aplicación práctica de conceptos como la naturalidad de la técnica y de cómo lograr un gran efecto con apariencia externa sencilla gracias a una compleja vida interior. Miguel Gómez se siente afortunado de pertenecer a un mundo en el que, con la sola ayuda de una baraja, se provocan tantos momentos inolvidables. Este sentimiento está detrás del efecto que

viene a continMiguel en su show “Antología de la cartomagia Española” uación, Los Reyes Cazadores, un juego que le juego credencial de Pepe Carroll, enseñó su hermano en magia, Ar- es un juego “de Pepe”. Miguel mando Gómez, con quien tantos siente un gran respeto por la de estos momentos ha compar- magia de los colegas de su gentido. Los Reyes Cazadores le eración y quiso hacer una versión evoca el ambiente de asocia- diferente así que, basado en el ciones mágicas, la ilusión de que original de Ricky Jay e, inspirado llegue la hora de desconectar de por las motivaciones de Pepe Cartodo, juntarse con los aficionados roll, construyó Aparición del Palo, para hablar sólo de magia com- una maravillosa cadena de golpes partiendo lo que se ha aprendido mágicos. desde la última reunión. Tras Aparición del Palo, Miguel Gómez se prepara para Tras Los Reyes Cazadores, atenmostrarnos uno de los efectos ción, Miguel toma la baraja y se dispone a hacer su versión de Suit más imposibles de la cartomagia, Aparition, Aparición del Palo. Con Carta al Número, de Al Baker. Con ella rendirá homenaje a la magia él rinde homenaje a otro de sus de quien, según sus propias pal- grandes maestros, Juan Tamariz. abras es el “creador de las más Para Miguel Gómez, los magos hermosas composiciones mági- estaremos siempre en deuda con cas del último tercio del siglo XX”, Juan, “la personalidad de Juan Pepe Carroll. Miguel tuvo que Tamariz y su buen hacer le condedicar mucho esfuerzo a con- vierten en el “culpable” de que struir este efecto pues era un haya crecido enormemente la afi745

Izq: Rafael Bernatar, Perci Diáconis y Miguel Gómez. Dcha: Miguel con Tommy Wonder, antes de salir a escena.

ción y ha contribuido como nadie al reconocimiento social y a la dignificación de este arte”. Ha escogido Carta al Número porque, para él, Juan Tamariz nos ha enseñado a todos los magos, entre otras muchas cosas, a creernos que los milagros más imposibles están a nuestro alcance y, Carta al Número, es buen un ejemplo de ello.

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Desde la Carta al Palo, tal vez transportados por la mágica conexión de Juan Tamariz con el sur, la alegría, la pasión y el embrujo, salen a escena. La influencia de los magos andaluces en la magia de Miguel Gómez se refleja en su magistral versión de la baraja cobra, la OUJA. Este efecto, además, constituye un ejemplo de la aplicación de su teoría de Acciones de Magia Real. El aire fresco de la OUJA es también un guiño directo al flamenco que inspira este show.

alizar la que es, en mi opinión, una de las joyas más bellas de la cartomagia, Momentos Especiales. Como espectador, es una delicia gozar los grandes efectos que en ella suceden, todos muy visuales, fáciles de seguir y, sobre todo, enormemente mágicos. Como mago, Momentos Especiales es una referencia, un modelo a estudiar por su esmerada construcción interna, la naturalidad técnica, por la sutil presentación con la que lo envuelve todo favoreciendo la fuerza de los efectos mágicos. En definitiva, Momentos Especiales es toda una lección magistral de cómo hacer una obra de arte cartomágica.

Para Miguel Gómez, el buen hacer que ha dado prestigio a la cartomagia española sigue vivo ofreciendo a los magos nuevos caminos para que la cartomagia siga evolucionando. Un claro ejemplo de ello es Gabi Pareras con la Magia Ficcional. Estos nuevos e interesantes conceptos se muestran en los dos efectos que siguen a la OUJA, La Máquina del Tiempo de Roy Walton, y su versión de la Concordancia Numérica, de Hofzinser, inspirada en Gabi.

Desde la intimidad de Momentos Especiales, llegamos a la despedida, para la que nos tiene reservado un castillo de fuegos artificiales con los más variados y espectaculares artificios mágicos: predicciones, transformaciones, apariciones, reuniones, cartas vivas, pintajes, penetraciones, jugadas de póker..., una rutina multiorgásmica en la que Miguel se entrega a fondo, la “Rutina de San Sebastián”. Aquí termina el show.

Hasta este punto, prenda a prenda, Miguel se ha ido desnudando a lo largo de su Antología de la Cartomagia Española. Vivencias, maestros, colegas, sentimientos..., bajo cada prenda que se ha quitado, ha dejado a la vista una parte de su intimidad hasta quedar completamente desnudo ante el público. No puede haber nada mejor que esta atmósfera de desnudez para re-

Estimado público, esto ha sido todo, muchas gracias por venir. Tras el show de Antología de la Cartomagia Española el espectador sale a la calle con el placer de haber disfrutado de un gran espectáculo de magia. Eso era de esperar. A mí me gustaría señalar, dado su interés, otro objetivo añadido

Arriba: Karim, Nacho Diago, Helder, Kiko Pastur. abajo: Miki, Miguel Puga, Gabi, Miguel, Armando Gómez, Miguel Ajo y Ana.

que se alcanza con este espectáculo. Para que se entienda bien, lo expondré desde dos perspectivas distintas: punto de vista del mago y punto de vista del espectador. Un mago que asiste al espectáculo de la “Antología de la Cartomagia Española” sale a la calle comprendiendo que -parafraseando a su propio autor- , un artista capaz de realizar externamente una magia tan bella, sólo es posible cuando, internamente, se esconde una vida llena de amigos, maestros y experi-

encias, tan bellas como las que ha tenido y tiene Miguel Gómez. Un espectador que asiste al espectáculo de la “Antología de la Cartomagia Española”, sale a la calle igual que salió Miguel Gómez cuando escuchó a Carmen Linares en Vallecas, cautivado por un nuevo mundo lleno de personajes interesantes, entregados a expresar sus sentimientos a través de un arte, el Arte de la Magia.

Miguel Gómez: Intemporal

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a verdad es que no sé por dónde empezar Siempre es un dilema escribir sobre alguien de quien has aprendido tanto. Parece que los recuerdos que tienes se funden en una persona y crean una personalidad intemporal. Simplemente existe. Así es Miguel, intemporal, como su magia. Creo que hay pocas personas que he visto o estudiado en la magia, de los que puedo estar seguro que en cien años, sus creaciones aún serán actuales. Y no tengo duda alguna de que Miguel estará en ese grupo selecto de personas. Recuerdo la primera vez que conocí a Miguel. Fue en Sintra. Estaba preparado para participar en ese Encuentro Mágico. No recuerdo mi edad entonces, así como el año que fue, pero jamás olvidaré la primera vez que le vi coger una baraja (Fournier 505 roja) y el primer efecto que le vi hacer: Optical Shuffle, de Ralph Hull. Mientras lo hacía, comentaba:

por Helder Guimarães “Fred Kaps la usaba mucho.” Sin duda, ahí comencé a aprender sobre la simplicidad en la magia. Y aunque su técnica es de un calibre ultra superior, Miguel tiene esa simplicidad. Recuerdo un video extraído de la televisión, donde aparecía un joven Miguel Gómez con una baraja (Fournier 505 roja) y tres copas. No se qué edad tenía, ni de qué año se trataba. Solo recuerdo cómo me impactó el juego y su construcción. Ese Comodín estaba en todas partes… REALMENTE, ¡en TODAS partes! Y de esa inspiración salió parte de un numero de competición antiguo. ¡Qué belleza de magia! He aprendido a comunicar un efecto de magia tan complejo, de una forma tan simple. Los pequeños detalles importan, y Miguel lo sabe Recuerdo una 747