Desercion Estudiantil en El Salvador
February 17, 2024 | Author: Anonymous | Category: N/A
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4.1 DEFINICIÓN DE DESERCIÓN ESTUDIANTIL:
La deserción estudiantil se puede definir como el proceso de abandono, voluntario o forzoso, del programa académico en el que se matriculo un estudiante. Este fenómeno obedece a causas, internas y externas, que involucran factores personales, familiares, socioeconómicos, culturales e institucionales. Se relaciona también con aspectos como el ausentismo, el retiro forzoso y la repitencia, la cual cuando es constante, conduce al abandono definitivo de los estudios.
La deserción se refiere al abandono prematuro de un programa de estudios antes de alcanzar el título o grado, y considera un tiempo suficientemente largo como para descartar la posibilidad de que el estudiante se reincorpore.
La deserción estudiantil tienen serias consecuencias: sentimientos de frustración en los estudiantes, baja eficiencia del sistema de educación superior y dificultades en el cumplimiento de la función social de la educación, particularmente como herramienta de equidad social y pérdida de recursos estatales, institucionales y familiares. Cuando la necesidad de encontrar un empleo a más temprana edad y ayudar al sostenimiento de su familia, así como las escasa oportunidades para obtener una beca estudiantil, no solo están provocando que se cree un “círculo de pobreza” entre los jóvenes universitarios de Latinoamericano y el Caribe, sino que también nazca una “capa social de frustrados profesionales” con sentimientos de “fracasados”, “desertores” y “empleados de baja remuneraciones” La deserción escolar constituye por su magnitud un problema importante del sistema nacional de educación formal. Las altas tasas de abandono de los estudios producen en todos los niveles educativos tienen incidencia negativa sobre los procesos políticos, económicos, sociales y culturales del desarrollo nacional. Por tal motivo, se propone que “deben combatirse las causas que inciden desfavorablemente en la reprobación y deserción escolares, que se traducen en baja eficiencia de los diferentes niveles educativos y en desperdicio de los recursos que la sociedad destina a la educación.
4.2. DESERCIÓN ESTUDIANTIL
La deserción es un problema de envergadura, tanto para los que desertan y sus familias como para las instituciones, e involucra además la perdida de cuantiosos recursos. La deserción se refiere al abandono prematuro de un programa de estudios antes de alcanzar el título o grado, y considera un tiempo suficientemente largo como para descartar la posibilidad de que el estudiante se reincorpore. Respecto a la deserción, es necesario distinguir, además, entre la deserción voluntaria y la deserción involuntarias. La deserción voluntaria puede adoptar la forma de renuncia a la carrera por parte del estudiante o del abandono no informado a la institución de educación superior. La deserción involuntaria, en cambio, se produce como consecuencia de una decisión institucional, fundada en sus reglamentos vigentes, que obliga al alumno a retirarse de los estudios. En este último caso, la deserción puede estar fundamentada en su desempeño académico insuficiente o responder a razones disciplinarias de diversa índole. A otro programa en la misma institución Transferencia
A otro programa en una institución diferente
Voluntaria
Deserción
Transferencia a otra institución Abandono institucional Involuntaria
Abandono definitivo
Cualquiera que sea el tipo de deserción, ésta puede ser estimada en relación con un programa de estudios iniciado por el estudiante, o bien, respecto de la institución misma, por lo que se puede distinguir entre la deserción de la carrera y la deserción
de la
institución. La primera, no necesariamente implica a la segunda, ya que un estudiante puede abandonar una carrera e ingresar a una diferente posteriormente, sea por transferencia a otro programa o por reingreso a través del proceso de admisión ordinaria. A la vez, el abandono de una institución puede significar la transferencia a un programa en otra institución o el abandono definitivo de la educación superior.
4.3. ÁMBITO DE LA DESERCIÓN UNIVERSITARIA. Las causas o factores que tienen "mayor peso" para que los jóvenes de abandonen sus estudios universitarios se perciben en cuatro ámbitos: socioeconómicas, del propio sistema universitario, de orden académico y personales. Para que un estudiante abandone una carrera universitaria se combinan aspectos como el lugar en donde reside, el nivel de ingresos, el nivel educativo de los padres de familia, la necesidad de trabajar para mantenerse o contribuir a los ingresos familiares y el propio ambiente familiar, incluso de violencia en el que se vive. "Esta situación es la que afecta con mayor fuerza a los jóvenes de menores ingresos, por lo que el tema financiero y la eficiencia en el gasto se hace más crítico La "deficiente preparación previa (en el bachillerato)" es otra de las causas del abandono escolar universitario; la carencia de mecanismos de financiamiento o becas estudiantiles; la prevalencia de políticas de "ingreso irrestricto, selectivo sin cupo fijo o selectivo con cupo"; el desconocimiento de lo que es la profesión, el ambiente escolar y la carencia de lazos afectivos con la universidad, también impactan en los jóvenes para que dejen la escuela o universidad. "La diferencia entre los desertores y no desertores son la preferencia en la elección de carrera, las calificaciones de la enseñanza media superior y el puntaje en las pruebas de selección". Entre las causas personales se encuentran las "aspiraciones y motivaciones personales, su insuficiente madurez emocional, el grado de satisfacción con la carrera elegida, las expectativas de egreso en relación con el mercado laboral, las dificultades de adaptación al entorno universitario, falta de aptitudes, habilidades o interés por la carrera escogida”. Desertar significa el fracaso para completar un determinado curso de acción o alcanzar una meta deseada, en pos de la cual el sujeto ingresó a una particular institución de educación superior. Por consiguiente, la deserción no sólo depende de las intenciones individuales sino también de los procesos sociales e intelectuales a través de los cuales las personas
elaboran metas deseadas en una cierta universidad. Aunque una gran variedad de fuerzas operan sobre dichos procesos, es también verdad que los individuos son mayormente responsables de alcanzar las previstas metas institucionales”. la deserción de la educación superior es extremadamente compleja, pues implica no sólo una variedad de perspectivas sino también una gama de diferentes tipos de abandono, por lo que probablemente ninguna definición puede captar en su totalidad la complejidad de este fenómeno universitario". La necesidad de trabajar. El trabajo es necesario como medio para obtener ingresos económicos y porque nos hace sentir útiles y nos permite tener una vida más llena y enriquecedora. Las personas que buscan empleo y no lo consiguen, suelen tener sentimientos de frustración y de inadaptación social.
4.4.ALGUNAS TEORÍAS UNIVERSITARIA.
DE
LA
DESERCIÓN
ESTUDIANTIL
Teorías psicológicas: El ajuste de las metas personales y las historias de vida de los estudiantes, así como sus reacciones para adaptarse social e intelectualmente a la institución, origina hostilidad en el individuo para continuar con sus estudios. Teorías Ambientales: Marcan el papel que tienen las fuerzas externas (estatus social, raza, prestigio institucional) para la persistencia estudiantil. Teorías económicas: Subrayan las finanzas individuales y la ayuda financiera con respecto a la retención estudiantil.
Teorías organizacionales: Considera la deserción estudiantil como el reflejo del impacto que tiene la organización y satisfacción del estudiante. Teorías interacciónales: La deserción depende de la manera en que cada estudiante interpreta las experiencias vividas en la universidad, así como el grado de interacción que se da entre la institución y los individuos.
4.5.ENFOQUES
PARA
EL
ANÁLISIS
DE
LA
DESERCIÓN
Y
RETENCIÓN.
Los análisis de la deserción y retención pueden ser agrupados en cinco grandes categorías, dependiendo del énfasis que otorgan a las variables explicativa, ya sea individuales, instituciones o del medio familiar. De esta manera es posible reconocer los siguientes enfoques:
Psicológicos
Económicos
Sociológicos
Organizacionales
De interacciones
A estas categorías de modelos se han incorporado en los últimos años un enfoque integrado. En todos los enfoques se pueden encontrar modelos que han recibido diferentes grados de sustentación empírica por parte de un gran número de investigaciones, ya sea en las
efectuadas por los propios autores o por otros, que los han empleado como marco de referencia. Los enfoques psicológicos de la retención estudiantil se centran en rasgos de personalidad que diferencian a los alumnos que completan sus estudios de aquellos que no lo logran. Uno de los primeros modelos que aparece en la literatura es el de Fishbein y Ajzen (1975). Estos autores sugieren que las intenciones de una persona son el resultado de sus creencias, las que influyen sobre sus actitudes y la llevan a manifestar un comportamiento. La intención conductual de un individuo, por lo tanto, es una función de su actitud hacia la conducta y de las normas subjetivas de que dispone acerca de ella. Fishbein y Ajzen señalan que la decisión de desertar o persistir en un programa de estudios se ve influida por las conductas previas, las actitudes acerca de la deserción o persistencia y pos las normas subjetivas acerca de estas acciones, llevando a los conformación de una intención conductual, la que finalmente se traduce en un comportamiento propiamente tal. Este ultimo contribuye a una modificación de las creencias acerca de las consecuencias de su actuar y, también, de sus creencias normativas subjetivas. La deserción, sin una mayor distinción de sus características, es concebida como el resultado de un debilitamiento de las intenciones iníciales y, la persistencia, como un fortalecimiento de las mismas. Esta concepción puede explicar tanto la deserción voluntaria. El modelo analizado fue posteriormente expandido por Attinasi (1986), quien incorporo la idea de que la persistencia o la desercion se ven influidas por las percepciones y el analisis que hacen los estudiantes de su vida universitaria despues de su ingreso. De esta manera, efectuan una evaluacion de la significacion que tiene dicho analisis para su posterir abandono. Por otra parte, Ethington (1990) construyo un modelo mas completo, basandose en los anteriores e incorporando una teoria mas general sobre las “conductas de logro” de Eccles (1983). Estas ultimas comprenden atributos tales como la perserverancia, la eleccion y el desempeño. Una de las premisas centrales de Eccles es que el rendimiento academico previo influencia el desempeño futuro, al actuar sobre el autoconcepto del alumno, su percepcion de las dificultades de los estudios, sus metas, sus valores y expectativas de éxito.
El apoyo y el estimulo que recibe de su familia, a su vez inciden sobre el autoconcepto academico y el nivel de aspiraciones. Ethington (Diagrama N° 3) encontro empiricamente que el nivel de aspiraciones tenia un efecto directo sobre los valores. Además, pudo observar que las expectativas de éxito estaban explicadas por el autoconcepto academico y la percepcion de las dificultades de los estudios. Tanto los valores como las expectativas de éxito influyen a su vez sobre la persistencia en la Universidad. En general, los modelos psicologicos incorporan principalmente variables individuales, esto es, carateristicas y atributos del estudiante, que pueden dar cuenta, con diferente grado de ajuste, de la desercion o persistencia. En forma bastante paralela a los anteriores, surgen los modelos sociologicos, que enfatizan la influencia de los factores externos al individua en la retencion, adicionales a los psicologicos mencionados. Entre estos modelos, el de Spady (1970) es uno de los mas citados en la investigacion sobre la desercion universitaria. Spady se basa en la teoria del suicidio de Durkheim (1897/1951), quien plantea que el suicidio es el resultado de la ruptura del individuo con el sistema social por su imposibilidad de integrarse a la sociedad. La posibilidad de suicidio aumenta cuando existe una baja conciencia moral (congruencia normativa baja) y afiliacion social insuficiente (bajo apoyo de las relaciones sociales). Spady sostiene que estos mismos tipos de integracion afectan directamente a la retencion de los alumnos en la Universidad. Sugiere que la deserción es el resultado de la falta de integracion de los estudiantes en el entorno de la educacion superior. Este autor también aduce que el medio familiar es una de las muchas fuentes que expone a los estudiantes a influencias, expectativas y demandas, las que a su vez afectan su nivel de integracion social en la Universidad. La integracion plena al ambiente universitario requiere de respuestas efectivas a las diversas demandas de los sistemas acadimicos y sociales de la educacion superior. En el diagrama N°4 se comprueba que, según Spady, el ambiente familiar influye sobre el potencial academico y la congruencia normativa. El primero, tambien incide sobre el rendimiento académico. Además, la congruencia normativa actúa directamente sobre el rendimiento academico, el desarrollo intelectual, el
apoyo de pares la integracion social. El apoyo de pares tiene a su vez un efecto sobre la integracion social. Esta ultima influye sobre la satisfaccion del estudiante con su insercion en la Universidad y contribuye a reafirmar su conpromiso institucional. Si las influencias señaladas no se producen en la dirección positiva, lo que entre otras cosas implica un rendimiento académico insatisfactorio, un bajo nivel de integración social, y por ende, de satisfacción y compromiso institucional, entonces existe una alta probabilidad de que el estudiante decida abandonar sus estudios. Por el contrario, si los efectos se encuentran en la dirección positiva y son congruentes con la situación inicial, el estudiante logra un desarrollo académico y social acode con sus expectativas propias y con las institucionales, entonces permanece con el programa y en la institución hasta lograr su titulo o grado. Otra línea de construcción teórica acerca de los factores explicativos de la deserción es la económica, que adopta un enfoque de costo beneficio. De esta manera, postula que cuando los beneficios sociales y económicos asociados a los estudios en la educación superior son percibidos como mayores que los derivados de actividades alternas, como por ejemplo, un trabajo, el estudiante opta por permanecer en la universidad. Un componente critico de esta perspectiva es la percepción del estudiante de su capacidad o incapacidad de solventar los costos asociados a los estudios universitarios. En esta misma línea se encuentran los enfoques que examinan los subsidios focalizados a los estudiantes. Estos señalan que dichos subsidios constituyen una forma de influir sobre la deserción, cuando se dirigen hacia los grupos que presentan limitaciones reales para costear sus estudios. Así los programas de rebajas de matriculas, las becas y los créditos a bajo interés, procuran equipar a los estudiantes en su capacidad de pago e incrementar la apreciación de los beneficios derivados de la educación universitaria. Los modelos organizacionales enfocan la deserción desde las características de la institución de educación superior, en cuanto a los servicios que esta ofrece a los estudiantes que ingresan a ella. En este enfoque cobra especial relevancia la calidad de la docencia y de las experiencias de los estudiantes en el aula. En otros casos se han incorporado los beneficios estudiantiles en forma más comprehensiva, esto es, beneficios de salud,
actividades complementarias, tales como deportes, actividades culturales y apoyos académicos proporcionados por la organización. Desde una perspectiva amplia, el alejamiento de un alumno de una institución de educación superior puede ser interpretado como el resultado de un proceso longitudinal de interacciones con los sistemas académico y social de la universidad. El modelo considera que, a medida que el alumno transita a través de la educación superior, diversas variables contribuyen a reforzar su adaptación a la institución que seleccionó, ya que ingresa a ella con un conjunto de características que influyen sobre su experiencia en la educación post-secundaria. Estas características comprenden antecedentes familiares, tales como los valores que esta sustenta, a la vez que atributos personales y de la experiencia académica preuniversitaria. Dichos rasgos distintivos se combinan para influir sobre el compromiso inicial con la institución, así como para la consecución de su meta que es la graduación o titulación. También se considera que la reevaluación del compromiso con la meta de graduarse se encuentra más fuertemente determinada por la integración académica. Igualmente, el compromiso institucional se ve altamente influido por la integración social. En suma, mientras más se consolide el compromiso del estudiante con la obtención de su grado o titulo y con la institución, al mismo tiempo que mientras mejor sea su rendimiento académico e integración social, menos probable es que el estudiante deserte. En el estudio aproximación al estudio de la deserción, reemplaza las variables relacionadas con el ambiente laboral por las que son más adecuadas al entorno de la educación superior. Señala que la deserción universitaria es análoga a la productividad y destaca la importancia de las intenciones conductuales (de permanecer o abandonar), como predictorias de la persistencia. En este contexto, el modelo presupone que las intenciones conductuales son configuradas por un proceso mediante el cual las creencias moldean las actitudes y estas a su vez influyen sobre las intenciones conductuales. Postula así mismo que las creencias son afectadas por los diferentes componentes de la institución universitaria, esto es, la calidad de los cursos y programas, los docentes y los pares.
El autor sostiene que la satisfacción con los estudios es similar a la satisfacción con el trabajo y en su investigación encuentra que la satisfacción de los alumnos con su proceso formativo es una variable que influye directamente en las intenciones de abandonar los estudios. En los estudios más recientes (Bean y Vesper, 1990) observó que los factores cognitivos, tales como las características personales (actitudes, aspiraciones, motivaciones, intereses), ambientales y organizacionales también un peso significativo en la deserción en particular en la deserción voluntaria. Algunos de los enfoques expuestos analizan el problema de la deserción exclusivamente desde la perspectiva económica, en cambio en la mayor parte de los demás se deja dicha dimensión al margen del análisis. De esta manera, en los últimos años han surgido los modelos que tratan de integrar los factores económicos con varias de las líneas expuestas previamente. Entre esto cabe mencionar el modelo de NORA (1990) quien efectúa una aproximación al problema que articula las habilidades académicas de los estudiantes al ingresar a la universidad, sus necesidades de apoyo financiero, los beneficios estudiantiles que les brinda la institución y el desempeño académico de los alumnos en la institución, como factores determinantes de la deserción. En una línea aun es más comprehensivas (St. John, e. p., cabrera, Nora y Asker, s/f.), se postula que la persistencia de los alumnos en la educación superior se modela mediante u proceso que abarca tres fases; en la primera etapa la habilidad académica previa y los factores socioeconómicos afectan la disposición del estudiante para proseguir estudio universitario, así como las percepciones sobre sus posibilidades de efectuarlos. Durante la segunda fase, el alumno lleva a cabo una estimación de los beneficios y costos asociados con la realización de los estudios en alguna institución particular, lo que lo induce a desarrollar un compromiso inicial con dicha institución, ingresando a ella y, una vez iniciados los estudios, dicho compromiso afecta a su decisión de permanecer en la misma; en este ámbito, el apoyo financiero accesible no solamente influiría solamente influiría sobre las intenciones del alumno de ingresar a la educación superior, si no que lo induciría a ingresar a una institución especifica. En la tercer etapa después del ingreso a un programa, comienzan a influir otros factores que modifican o refuerzan las aspiraciones
iníciales; entre estos se cuentan las experiencias académicas y sociales a que se ve expuestos el estudiante en la institución su desempeño académico y las características organizacionales de las mismas. Con relación a esta ultima puede producirse una diferencia en cuanto a la retención según la modalidad de educación superior ( Universidad, instituto profesional o centro de formación técnica) y, eventualmente, el tipo de institución ( tradicional, derivada, particular, de reciente fundación, etc.); de este modo, las experiencias sociales y académicas positivas y un desempeño académico adecuado se forzarían las percepciones acerca de los beneficios económicos y de otra naturaleza, que derivan con consecuencia de la culminación de los estudios; por otra parte, los apoyos financieros y una adecuada integración académica influiría positivamente en la decisión de permanecer en la institución, al mantenerse de este modo el equilibrio entre el costo de cursar una carrera pos secundaria y el beneficio de obtener un título o grado académico; en cambio las experiencias negativas, tales como las alza en los valores de la matricula o experiencias académicas insatisfactorias producen un desequilibrio entre el costo y el beneficio, incrementando la probabilidad de la deserción estudiantil St. John, e. p., cabrera, Nora y Asker, s/f.), los modelos que enfocan la retención y deserción desde la perspectiva de las interacciones entre los proceso de evaluación previa de las opciones de educación superior, de integración social y académica en las instituciones y las variables económicas son de particular interés en instituciones con altos porcentajes de estudiantes provenientes de sectores de bajo ingreso y alumnos más adultos, pues estos grupos son mas sensibles a los costos involucrados a los estudios y a los beneficios derivados de llevarlos a cabo. 4.6.DIVERSAS CIENCIAS ENFOCA LA DESERCIÓN ESTUDIANTIL DESDE DISTINTAS PERSPECTIVAS.
La psicología: recurren a la inteligencia de sujeto, a su motivación, etc.
La sociología: se fija en los factores sociales, la presión de la sociedad sobre los resultados académicos del alumno.
La pedagogía: se fija en la organización escolar, evaluación, interacción didáctica.
Todos
estos factores junto con el desempleo o el empleo sin oportunidades o
disponibilidad de tiempo para seguir los estudios y la falta de motivación conllevan a que se vea el estudio como algo de oscuro porvenir y de dudosa utilidad. La verdadera y profunda causa del fracaso escolar seria la existencia de una escuela que tiene como finalidad de mantener la situación privilegiada de la clase dominante. La función específica de la escuela (enseñar y aprender), se encuentra muy borrosa. El discurso que circula en las instituciones privilegia los aprendizajes socio-afectivos (el control, en su carácter de disciplinador) por sobre los cognitivos resaltando la importancia de la función educadora en la preservación de los jóvenes del riesgo social. La situación de repetir, hoy, significa acceder a la misma oferta educativa, a los mismos profesores, los mismos programas y contenidos, la misma evaluación; pero también trae aparejado el alejamiento de grupo de compañeros y el ingreso a un nuevo grupo en el cual probablemente el adolescente será mirado desde el comienzo como el “repitente”. El impacto de la repitencia en la familia es una situación compleja que se asume, se niega, se oculta, se minimiza, de acuerdo a múltiples variables culturales, en la educación de sus hijos, las posibilidades económicas de hacer frente al mismo año “nuevamente” la conciencia sobre el derecho a reclamar una educación de mayor calidad para sus hijos.
4.7.CAUSAS DE LA DESERCIÓN.
Se manifiestan varias causas por las cuales abandonan el estudio, dentro de las cuales se encuentran: motivos económicos, personales, institucionales, sociales, etc. Las razones económicas son notorias a pesar de las facilidades que ofrecen las instituciones, los estudiantes manifiestan miedo al endeudamiento por parte de ellos o
de sus padres o michos dicen no tener dinero incluso ni para transportarse hasta su universidad. La parte académica también influye al momento de tomar la decisión, porque en ocasiones, entran a estudiar si conocer bien el plan estudio y ante la desilusión l abaldonan.
4.7.1. CATEGORIZACIÓN
DE
LAS
CAUSAS
DE
LA
DESERCIÓN.
A. FALTA DE INTERÉS: Bajo esta se agrupan todas aquellas personas desmotivadas ya sea por los padres, familiares, amigos, maestros o la falta de una orientación adecuada.
B. SALUD: En esta categoría se reúnen todos aquellos casos de personas que abortaron el sistema educativo por haber sufrido cualquier tipo de enfermedad o accidente, que los privo de continuar asistiendo a su centro educativo.
C. SEPARACIÓN DE SUS PADRES: En esta categoría se agrupan los casos de las personas que se vieron obligados a abandonar el sistema educativo nacional por la causa de haberse separado sus padres, por diversos motivos voluntarios o incluso por la muerte de algunos de ellos.
D. ABANDONO DE SUS PADRES: En esta categoría se agrupan a las personas que de niños o adolescentes fueron abandonados tanto por su madre como su padre, habiendo quedado al cuidado de sus abuelos, parientes o personas particulares que no mostraron mayor interés por su educación. E. CAMBIO DE ESTADO CIVIL: En esta categoría se ubican a las personas que desertaron definitivamente del sistema educativo por haberse acompañado contraído matrimonio.
F. EMBARAZO: En esta categoría se agrupan las mujeres que manifiestan que el embarazo y el posterior nacimiento de sus hijo influyo en su decisión de abandonar definitivamente el sistema educativo y así, dedicarse al cuidado de su hijo.
G. DEDICARSE A TRABAJAR: Esta categoría se agrupan a toda aquellas personas que tuvieron que abandonar el sistema educativo
por razones económicas
familiares tales como: subsistencia personal y/o de su grupo familiar; para realizar con sus padres o por su propia cuenta tareas laborales en general.
H. OTROS:
4.8.DESERCIÓN UNIVERSITARIA EN EL SALVADOR.
Este es un problema educativo que afecta al desarrollo de la sociedad en su conjunto, y refleja principalmente en las personas que residen en zonas rurales con un porcentaje del 53% mientras que en las urbanas con un 71%, estos se ven obligados a dejar sus estudios por falta de recursos económicos y/o por desintegración familiar. Es un fenómeno social ocasionado por diversas causas ya sean políticas, económicas, familiares, etc. La actitud de abandono de un ciclo escolar, es motivado por varios factores tanto internos como externos, Entre los externos tenemos presiones económicas.
4.8.1. CAUSAS DE LA DESERCIÓN UNIVERSITARIA EN EL SALVADOR
Según una investigación sobre la deserción universitaria, en nuestro país podemos mencionar tres causas como las principales:
Problemas vocacionales, situación económica de sus familias y rendimiento académico son las 3 causas más recurrentes en la deserción de estudiantes universitarios.
Causas
Porcentaje
Factor económico
66.6%
Perdida de auxilio económico
16.7%
Dificultad para financiar estudios
28.3%
Según una investigación realizada por, el Ministerio de Educación (MINED) que inició la recopilación de los datos de 2007 sobre el abandono del alumnado de los centros de enseñanza superior. En 2005, la deserción en la educación Superior fue de 12.56%, correspondiente a 16 mil 405 estudiantes de un total de130 mil 580 a nivel nacional. El último dato, según el MINED, disminuyó un 9.88% en 2006 que equivale a 12 mil 987 estudiantes de un total de 131 mil 449. A pesar del incremento de estudiantes activos y la reducción en más de tres puntos porcentuales, de 2007 aún no se conocen datos. Las autoridades de educación se escudan en la complejidad del muestreo como excusa para no tener los resultados del año pasado.
4.8.2. ALGUNOS
DATOS
SOBRE
LA
ESTUDIANTIL EN EL SALVADOR.
DESERCIÓN
La comparación de 2006 con finales de la década pasada, refleja una notable disminución en el abandono académico. Las 37 mil 250 deserciones ocurridas en 1999, según los datos del Ministerio de Educación (MINED), bajaron en un 34.86%.
El MINED realiza inspecciones en las universidades para verificar que cumplan la Ley de la Educación Superior.
4.8.3. ACCESO Y COBERTURA DE LA EDUCACION SUPERIOR EN EL SALVADOR.
El acceso a la educación en El Salvador esta condicionado en términos generales, a la ubicación geográfica de las instituciones de educación superior, en el país existen tres puntos referenciales mportantes:1)Zona Metropolitana de San Salvador, en donde se concentran el 72.8% de población estudiantil; 2)La Zona Occidental con un 12.55% de las demanda estudiantil para los departamentos y 3) La zona Oriental con un 11.64% e donde la población se concentra en los departamentos de San Miguel y Usulután.
Esta situación semi – centralizada, a pesar que nuestro país es pequeño, presencia ciertos obstáculos para los jóvenes que se gradúan de la educación media en los departamentos más aislados como la Unión, entre otros.
4.8.4. UNIVERSIDADES A NIVEL NACIONAL.
SAN SALADOR
Universidad de El Salvador (UES)
Univ. Cristiana de Las Asambleas de Dios (UCAD)
Universidad Don Bosco (UDB)
Universidad Dr. Andrés Bello (UNAB)
Universidad Evangélica de El Salvador (UEES)
Universidad Panamericana (UPAN)
Universidad Pedagógica de El Salvador (UPED)
Universidad Politécnica de El Salvador (UPES)
Facultad Latinoamericana de Cs. Soc. FLACSO
Universidad Salvadoreña Alberto Masferrer (USAM)
Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC)
Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN)
Inst. Superior de Economía y Administración de Empresas (ISEADE)
Instituto Técnico de educación Superior de profesionales de la Salud de El Salvador (IEPROES)
Universidad Francisco Gavidia (UFG)
Universidad Luterana Salvadoreña (ULS)
Universidad Modular Abierta (UMA)
Universidad Nueva San Salvador (UNSSA)
AHUACHAPAN
Universidad Panamericana (UPAN).
CHALATENANGO.
Instituto Tecnológico Centroamericano (ITCA)
Universidad Monseñor Oscar Arnulfo Romero (UMOAR).
LA LIBERTAD.
Universidad Albert Einstein (UAE)
Univ. Centroamericana José Simeón Cañas (UCA)
Universidad Dr. José Matías Delgado (UJMD)
Universidad Técnica Latinoamericana (UTLA)
Escuela de Comunicación Mónica Herrera
Instituto Tecnológico Centroamericano (ITCA)
Esc. Nac. de Agricultura Roberto Quiñonez (ENA)
Inst. Esp. de Educación Sup. El Espíritu Santo
Escuela Militar Capitán General Gerardo Barrios
SAN MIGUEL
Univ. Capitán General Gerardo Barrios (UCGB) Universidad de El Salvador (UES) Universidad Dr. Andrés Bello (UNAB)
Instituto Tecnológico Centroamericano (ITCA) Universidad de Oriente (UNIVO)
SAN VICENTE.
Universidad de El Salvador (UES)
Universidad Panamericana (UPAN)
SANTA ANA.
Universidad Autónoma de Santa Ana (UNASA)
Universidad Francisco Gavidia (UFG)
Universidad de El Salvador (UES)
Instituto Tecnológico Centroamericano (ITCA)
Universidad Católica de El Salvador (UNICAES)
SONSONATE
Universidad de Sonsonate (USO)
Universidad Dr. Andrés Bello (UNAB)
Instituto Tecnológico de Sonsonate (ITSO).
USULUTÁN.
Universidad Capitán General Gerardo Barrios (UCGB)
Instituto Tecnológico de Usulután (ITU)
4.8.5. FACTORES DE DESARROLLO EDUCATIVO EN EL SALVADOR.
El sistema educativo presenta, en El Salvador, así como todos los países del mundo presentan una situación paralela con la estructura económica prevaleciente. Históricamente observamos que al triunfar el capitalismo e imponerse como fuerza ideológica y política en los países más avanzados, se impone la extensión de la escolaridad a amplio sectores de la población, surgen las escuelas técnicas, se transforma la enseñanza humanística dándole un contenido científico. Los cambios que operan en las estructuras educativas responden a la necesidad que tiene el nuevo sistema de producción de contar con nuevos recursos humanos calificados.
La situación social y educativa a través de los años en vez de mejorar ha empeorado, pues si hasta y durante la década de los 70’ la educación universitaria era fundamentalmente gratuita, a partir de 1980 y al proliferar las universidades privadas el servicio educativo se encarece, volviendo más sectorial ese subsistema. Dicha situación se agrava con los recortes que sufriera el presupuesto de la universidad Nacional de El Salvador. En lo que corresponde a la educación básica y media esa refleja una situación similar. A pesar de que el insumo educando ha crecido cuantitativamente en los últimos años los presupuestos dedicados a la educación han disminuido en números absolutos y relativos. A raíz de una reforma educativa que plantea como una de sus grandes estrategias cubrir las necesidades de recursos humanos que requerirían la industria y el comercio, han adoptado por la diversificación de bachillerato.
4.9. LA ECONOMÍA EN EL SALVADOR.
Durante más de una década la economía salvadoreña ha estado sumergida en un proceso de recesión que se hace evidente en la progresiva reducción de las tasas de variación del Producto Interno Bruto (PIB). En el último sexenio el ritmo de crecimiento promedio de la actividad económica se sitúa en torno al 2.4%, niveles muy por debajo de los niveles necesarios para reducir la situación de subempleo y empobrecimiento de la población.
Las explicaciones gubernamentales a este mal desempeño de la economía salvadoreña durante la última los últimos diez años, y en particular los últimos seis años, no se incluyen los determinantes estructurales y sistémicos que son la base del fenómeno. En ningún momento se reconoce públicamente la situación de recesión en que se encuentra la economía salvadoreña, mucho menos que esta etapa sea producto del mismo agotamiento del modelo neoliberal. Los discursos oficiales y empresariales, a lo mucho reconocen una situación de “desaceleración” en el ritmo de la actividad económica, según ellos generada por factores exógenos, que están al margen de su control.
Las hipótesis oficiales explican el comportamiento de la economía salvadoreña en eventos repentinos como las pérdidas ocasionadas por los desastres naturales, que reflejan la vulnerabilidad en la que se encentra nuestra sociedad. La afectación de las exportaciones por la caída en los precios internacionales del café; el incremento en el precio del petróleo y sus derivados; además de las tardías aprobaciones del Presupuesto General de la Nación que afectan los proyectos de inversión pública; y la “inseguridad” generada en los inversionistas privados. En la misma línea argumentativa, parecería ser que de no haber acontecido estos eventos, la economía salvadoreña experimentaría altos niveles de crecimiento, tendríamos un escenario expansivo totalmente opuesto a la tendencia recesiva que se observa. Vale preguntarse entonces si son estos “elementos casuales” los que explican la actual situación del sector real de la economía, o más bien la problemática económica nacional está determinada por elementos históricos de carácter estructural, que se han agudizado con las mismas políticas económicas implementadas. Es evidente que a la base del proceso recesivo de la economía salvadoreña se encuentran un conjunto de políticas públicas implementadas sistemática y progresivamente por los sucesivos gobiernos de ARENA, inspiradas en un patrón “neoliberal”, que lejos de resolver los históricos problemas estructurales que abaten la economía y sociedad salvadoreña, buscan la consolidación de un nuevo patrón de acumulación del capital, coherente con la dinámica y naturaleza misma del sistema capitalista. Así mismo Las reformas “neoliberales”, implementadas a través de los Programas de Ajuste Estructural (PAE) y los Programas de Estabilización Económica (PEE), transformaron radicalmente la economía salvadoreña en poco más de quince años. La puesta en práctica de políticas fiscales regresivas, el fomento a las exportaciones, el mantenimiento de un tipo de cambio fijo, y posterior dolarización de la economía, y la política financiera, privilegiaron los productos no tradicionales de exportación, incluyendo maquila, en detrimento de la producción agropecuaria. Así, se configuró una economía de “terciarizada” cuya principal fuente de divisas no descansa en sus exportaciones, sino en el flujo de remesas familiares. Las actividades
agropecuarias e industriales han cedido su importancia a los servicios, principalmente el comercio.
El actual patrón de acumulación de la economía salvadoreña se fundamenta en dos ejes: por un lado en la producción primaria exportadora y la industria manufacturera de bajo nivel de valor agregado (maquila textil y de confección); y por el otro, en la atracción de inversión extranjera directa (principalmente maquila y corporaciones transnacionales que se han beneficiado de la privatización de las empresas públicas). A juzgar por las cifras oficiales y los discursos gubernamentales, en El Salvador existiría un panorama macroecómico de estabilidad y crecimiento; que contrasta con la preocupante situación económica de miles de pequeñas, medianas y microempresas; pero especialmente la realidad de la mayoría de los hogares salvadoreños, que durante 2006 han visto deteriorarse aceleradamente sus condiciones de vida y de esta manera afecta su salud y educación. La precarización de las condiciones laborales, la incapacidad de la economía salvadoreña de generar empleos dignos y bien remunerados que motiven al empleado a lograr sus objetivos ya sean educacionales o personales, la profundización de la desigualdad y la exclusión, así como la creciente dependencia de las remesas familiares, son solo algunos elementos de pan de cada día que viven los salvadoreños. Dichas políticas deberían estimular las ramas estratégicas de la economía, las actividades de Investigación y Desarrollo (I+D), la generación de condiciones factoriales que estimulen la competitividad nacional, el impulso de una profunda reforma fiscal de carácter progresiva, en función de la cual sea posible elevar considerablemente la inversión pública en áreas que estimulen la competitividad nacional y reduzca las enormes brechas de desigualdad social. La obtención de altas tasas de crecimiento económico requiere de la voluntad política del Gobierno a efecto que asuma acciones y medidas encaminadas para ese propósito, lo cual supone transformar el actual patrón de asignación de los ingresos, en el cual casi el 70% del PIB se destina hacia consumo público y privado, aunque éste se reparte muy
asimétricamente entre las hogares salvadoreños; mientras que sólo el 19% de la producción se exporta, y lo más restrictivo para el crecimiento, es el hecho que sólo el 11.6% se destina a la inversión.
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