Desde La Religion Al Humanismo
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Jua
Riva
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DESDE
LA RtrLIGION HU]VIANIST,IC)
-
O Juan Riv¡no, hrscripción r\'a
Talle¡cs dc
1965
30 006
1a
trditori"l Uniiersiraria, San Francisco 454 Santiago - Chile
?royectó la cdición r\{auricio Amsrcr
S. A.
Desde la Religión
al Humanismo Por'
@W
Juan Rivano PRoFEsoR DE FILosoFÍA DE L,{ UNIVERSIDAD DE CII¡LE
Santiago, 1965
FACULTAD DE FILOSOFIA Y EDUCACION U¡¡rv¡nsro¡o or
Cgllr
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BLIO1 ECA NACION*AL SECCro¡r ctitLtN.{
COh*TEN-IDO
I Y S]iCURIDAD
RELICIO;\ r
La religión como següfi{lncl en el átnbiro natural
o
L¡
l3 l6
rcl;gión, la cicncia Y la técnicr
22
!'I
la tligión Especificacioncs sobre ta seguricl¿cl como esencia de
If
L:r religión y la filosotia
24
Aproxinación al enfoque dialéctico de h religión Dialéctic¿ de 1a 'lógictr Pura y clial¿cticx del decurso histórico
3l
t
Dialéctic¡r
40
unidad existente
La ciencia, la reli8ión y
1a
43
tilosofia
La cicncia ante la cr.restión de la segurid¡d La cienci¿ colno conocimiento Puro )' Ia rcligión Téc¡ica v
lx
60
Nuelo enfr€ntanierrto dc la religión y la iilosofift
x xrr xn, xv xr
lI
\l)l
48
62
seguridacl
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36
TII'OS^fI.\
BUSQUI]f}'\
DE
¡'O
DIVINO
Parlnénicles Y Heráclito
69
Platór
1S
,Aristótel€s
Aristóteles (continnación)
El
argumefito ontológico de Anselno
El
argumento existencial ¿l€ Descarte5
84 88
93
El argu cnto existencixl de Dcscartes (coDtinuación)
100
Locke y Berkcle)
105
El cscepticismo de Hulne
111
trl formalismo dc
Iian t
Ir4
La culminación.le t¡ filosofla en la corexiói de la seguridad Heg€l y
BracUeY
120
EN
xx¡¡I
xxlv
LA
CR¡SIS
TRANSICTONAL
El estado y el de¡echo como substitutos de la religión Esbozo de la transición desde la religión al hu¡¡anismo Co¡rte y Kierkeg¿ard
xxvrr
El empirismo tóBico y Ia antimetafisica cle Atf¡€d Ayer Russell y el const¡uccio¡lalismo nihilista
xxlx
La analirica fe¡romenológica de Heidegger
Russell
y el consrn¡ccionalisEro nihilista (continuació¡)
Conclusiones
Indice analítico
l5l 139
146 150
r60
l7I r?6 185
l9l
PREFACIO
págínas qtte sigtten co.ntíenen -casi co¡tto lue leíclo- u.n cutso d,ictad,o et1 1964 en Ia Cátedrc de Int¡odLLcción a la [ilosofía de Las
nuestra Fúcultad.
EI texto salió de r¡ti
cabeza
a la carreln) potque
mc, hacía ilusiones de alcanzar ntLcho ¡nás aLI¿í de
lo
rltLe cs aquí
bun!a I;ttnl. S;n rmbargo, trald dot. clr ttn nrgtrtnettto tott1pl"lo, ¡ne Porct ¡ó qup sr prcrliba como ínlrodttn ¿ón n ln Iilo"o[;a. Lo ná¡
rccttirír a rlna frecuente en td.Ies tateQs -por todo lo qrLe sé- cs exposicíón de temas, d'octrínas o proltlem'as I/alia La pena ctLsayat' la manera más vítta y tantbíén ntás fotmal tlc elaborar ut argrr tnento; coTr lal proce(ler, los alu¡nnos tendf iol 10. oportrmidad cle asístir a la presantación y d,et'ensa de u,na tesis; obscruaría¡t eL ctes' arl'ollo de las cottsitleracíones a lo latgo de la ttatlícíón, se l¡abittLa' rían a referír el pensamíento a un conlexto cottcreta' a enfocar y uniJicar un mtLndo que ordín(tt¡anente se exhibe an tlíspersíón, a enfrcn.Iat los 'objetos sagrados' con algtLna metlida de auclacia 1', sobre todo, a tanar conciencia de las dificultadcs y riesgos da la especnlación.
En cuanta a mí Propósíto inicíal, cottsistía en bosquejar, por lcttónctto hlnrano. Qterío, mostrI,Í a mis alu,mnos Lrts co¡ttliciones de nltestrd en Particular, pensamíento sabre ln rclaciól queria mi comunícarles situación; en que estamos con 'O ccidellle' , Io positiao de esa telación y tan' bíén lo negatiuo; sobre todo, qnería lmcer lo necesario por qrLe clecirlo así,las coordenad,as actuales dcl
úeran la condiciótt de abandono, desprecio e intlifercncia que
nt
ge en esa relacíón y la medida y natLtralezo, de w.a posible y mzo' naLtle actitttd núesfia. Pafti taL fit|, y acastumbratlo nal o bien por
mí acadétnica forrnación, comcncé Po1' abrirme cantlto; era necesQrio tot. juícío sobre la'gestión occidental'. Lo qlle en tal dísposíción surgia intne d,iatamente era el fracaso d.e dicha gestión en su, íntento (sí metece este nombre) po,r co¡tsolítlar ¡¿r¡ 'cleslino' tlel lto'¡nbre; d¿sd.e los tiempos modernos) corrían de u.n laclo a atro Io,, Pe nsadol es
en brLsca de'una nLrcua sintesis', En térn¡.í¡¿os de este cf is;s y eñLpleando como tabla de salaación el htLntanismo marxista, cstttt-it cn condicio¡tes cle ¡ealiza¡ ante mis alxunnas aqtLcl propósittt. 9
t
10
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¿¿ nni¿¿d, DEDD
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R.Lrc¡ó*-
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rtlv^Nrsyo
Pero ant.es de enh'ar en cstas agu(ts tleb kt. clesc¡ibi la nalutalcza y med¡cLa cIeI descalabro; debía etpecíficat sob¡c el tlesuLlab¡o si querí(r l¿acarne entendcÍ cuando lwblara de insegtr.tid.ad, dett¡no; tlebia cs.pecificat, as¡n¡sDlo' paftt estal' ctt cotrclíciol1es cl¿ canlLú1ícal'
cI'rcfleja' del ahttlído descaktbro en ¡ttLesIat;t dcs; debia espccil;car, fillalnentc, si eta ¡tí p)oPósíto decir lnlabras inmediatas a la accíón )iolient@ o t¡tis auclitorcs sob¡.e lna ta1'ea qüe sutja dcsdc nasctl'os y cottLo cxpresirin adu,lttt, de nt¿estro tulenta y nucslras posíbiLidadcs. tr!o cabe duda, ne lutbírL ?nís obseruac;ones sobrc
¿ras
p1'opuesta clc¡nasiad,o para lús
t\einto o cuú|cltta lcccic,tr:s t¡ue
be¡t cn tt¡'¡. ctrso; a tlu,ras penas pude r¿aliztn
-co¡t
ca-
bua¡ta medída
de utilatcralidad'especulativa'- la pritncra parte dc m; pt.opósíta. Para su, publicacíón, esper¿ la. opinión dc alguttos colcgas que 1e1,e16, tcxto. ILleton b¿ne alentcs )¡ no qtLísicror¡ i¡t¡istir en sus "¿ abui.os defectos. Picnso tlue d,ebo excusarnv deI ttottlüúet¿to c¡7 exceso esqrrcfiática de nun¡ero-ras cloctf il:'r"s t'ilosóficas; y, ts¡n¡st¡1o, d,e la carrc¡a a granclcs zanctLdas y o Íatos erbitral ia po1.una tradíción al fin de cuc¡ttd.t lcspctab¡.c. Sin enbargo, s¡emp1e sLLjeto 0 la medída de nuesLlo nted,io, opíno qu,c vale Ia l)ena arriesgarsc. Etz al pequciLo nmzd,o dc mis alone s l:rly ciclopcs eüol mt:s y tc, rrílJles; pero, Puesto qtle no eml)tcl1den cosa. altttna tligna tle ciclopcs, tzo estar(L de nxds u¡l pob)e diublo clue ltaga lo c¡uc pttctlo. No rluiero perd.er h opoÍtunid.ucl c\e t).atat, caDro pasn do, d,e ItL ctitíca qLte ntereció u¡t líbro que lsubliqué en 1962 bújo .l titLLIo
Intre lJegel y r\'Iarx. llgirnos críticos cogiuott el taro pot
las
qslús, t1-atá¡Ldome co¡t1o lo tenía tncrcciclo pot lrunonista, optímísti y etlaina¡-údo tlc las cottsu,nLaciolles. Pronrcto fí|nrcncnte ttunca nttis pecat. Peto hubo algtmo en cI extranjcro quc lcyci, al parccr:r,
Jakr¡ncnte las r¿ot¿Ls d,e nti líbro y quc al elogio sitt contt:ttítlo olleg) reprochcs sttperficíalcs o injustos. Sólo c¡t. u¡z puttto logró cstc cri
tico inducirme a ret'lcxión: que rec
11'¡cra
yo -cat¡ú tlijo, a
Iu
cl¡úb(canerit p.Lta expaner ¡nis ideas. Strpongo qüc c.rte nonLbÍa de chabacaneria tiene el d,e;ígnio cl¿ ca¡-actcrizat ni cstil.o. L¡ st¡la defertsa qtrc se n'Lc ocur'¡c consisl,c en decla¡at al¡ie¡tantctrtc que lo crí.pLíco (Le la filosolía rcprcsenta su rLnica d,it'ícu,ltacl, lu cual halcca, al fit¿ de cuentas, LLna difi,cr:ltld bastante tot¿ta; ello explica la nnnera jocosa y lktrm quc me aparece alli. do¡tcle Io'sublínte' pugna
por irrralrpír. Por Lr¡ de¡nás -ltay que allegarse dclotsa tlo¡tdc sea- vean los lectores chilcnos el trato quc [es da¡t cn el cxlttatjcro; pat qr!.¿ en rn,i ticrra n¡,e tíldar¡, clc dificíL y afuera tle cltabacat¡.c¡.
R¡LICION
Y SEGUR:IDAD
I COMO SECURIDAD RELICION LA EN EL AMBITO NATURAL
Cualquiera sea el origen de esla cii'cr¡nstancia
y cualquiera
sea el
sigrrificaclo que ella implique para la conprensión del lenór¡eno humano clebemos reconocer qlle en lrn pr'lnto relativamente lelrolo de su histo¡ia el homb¡e existía en gmpos. Asimismo, cualquiera
sea la intima relación clel grupo humano con el conjunto cle la natur-alezar quiere clecir, cualquiera sea el engarce telúr'ico del gruDo.on 5u imbito, p;rlere tambión inclistrttible que 1e en éPocls i".o,o. el hon¡L¡re sinrió rle rercl¡,1 l¿ virl¡ como Prrgrl¡, como en{¡entamiento de la uirtutaleza, como lucha descarnacla e insensible
por sobrevivir en un nedio a veces euemigo, a leces extraño
o
inclife¡e¡rte. F.stas dos concliciones ¡entoLas cle la vida del homb¡e no es necesario que se corrstituyeran abiLi'aclamente como condiciones cle
su situación. Qrtiere esto clecir: no er necesario que firmaran los homb¡es r¡n pacto Para vivir en grttpos, o que se hicieran siquiera la iclea cle un pacto para couvivit-; si ei glupo es naturalmente
posterior
al inclivicluo, o a la fanilia,
es más probable que haya
resultatlo cle un impulso o cle un ins¡inLo, no de una representacicin y mlrcho menos de un juicio. I¡r cuanLo ¡1 enfi'entamiento de la naturaleza, nuest¡o ¡echazo clel ca¡ácrel abstracto de esta conclició¡t significa que advino la separación no porque el hombre haya oPtxclo de pronto por' ,clisoli,er un comptomison, no Polque haya saliclo cle una ¡elación que asumía conscienLemente; la separación de la naturaleza ha sido ante toclo y origilariamente url senlimieDto
dent¡o del cual el hombre se hir enconlrado allá en un punto clel pasacloJ un punto doncle también se encontraba inmeclia¡a e instintivamente clentro del gt'upo. Una base en que podemos apoya¡nos para clefencler la iclea de una separación ya instituida en los tiempos prirnitivos entre el grupo humano y la natualeza es el lenómeno, también Primitivo, de la religión. No importa que el grupo humano haya exPerimentado o no clistintamente un sentimiento de esta¡ enfrentados el honbrc y Ia naturaleza; no importa qr.re el gmpo se haya cornportaclo o no directamente en términos cle aquel enfrentamiento; 1o t3
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/r¿, ni!¿,¿,
DESDE
Lr li¡rLrc,óN
^¡.
r{urr,\rrs\ro
que ir¡porta es que el enfr.ent¡r¡iento estaba allí, encarnaclo en ei alma dei grupo. La teligión es una l)rueba (le esta encar-nación. Sin entla¡ en especificaciones, pocleuros clecir en geue¡al que Ia religión, sienclo clebicla a la iniciarila .lel grupo hrrmrno, trae
envuel¡a clentro de elh r¡ua ¡ctitr¡d clel hor¡bre hacia la naruraleza; por implícita e instintiva que sea esta actitu.l debemos reco¡locer
que tales son sus tét'üriDos: el grupo humano cle rrna parte, la natu_ raleza cle la otra. Cor¡o iniciativa inraecliata, ¡ro clisir.ir¡inacla, clel
grupo humano, la religión cornporla un trabajo que se ira elabo ¡aclo con tales tér.minos: el grupo humano y li naiuraleza,
.
Nosotlos podemos especular- sobr-e Lrn estadio rodavía más pr.imi_
tivo en que la ¡elación clel hoorbr.e con la ¡raLr¡¡aleza era inmÉdia¿u, quier-e clecir, qlre no se habían clesa¡r.ollaclo clentro cle la vicla hu_ mana los lérminos hombre y naturaleza sino que la activi(lacl er.a una, sin disoluciól efectiva cle sus,mom€nios'. tl-osotros podemos suponer, hacienclo analogías, qne a la nlaner.a como el niño llega a una etapa cle su vicl:r cloncle sur.ge la escisión eDtre Lr1)a ¡raarorrn y r¡n entolno, clel mismo moclo eD la vida cle la especie se ni.o.." ,,,, prnto en que apar.ecen separaclos cle una parte el gmpo hurnano, de la oLra la na¡u¡aleza. Sin embar.go, no es necesaria ásta consicle_ lación de una vicla i¡rmetliata cle la cspecie humana; basra la consi-
cle¡ación -cor¡o he¡nos clicho- clel hecho cle la r.eligión como trn lrlollento prirnitit,o en la vicla de los pueblos para estar. seguros de la acción mutua efectiva de los té¡minos que ilesignamos el"gr-upo hum:rno y la natrlr.aleza. Ahor'a, nos cotr.esponcle Dtost¡al. qLle en elecLo el hecho de la religiól nos autor.iza a rept.esetrta¡nos aquella circunstalcia primi, tiva cle un enf¡entamie¡rto del hornbre y l¿r naturaleza. par:i ello, I¡astarh con el ernpleo cosa( írllima. una atavío ,Lon,le ,'t.r¡no. ¡¡rte l:r ,ros;r ' irltirrr;r: Pot!'rc ,i.t t rc.rlli rclieión .irnl,Lici,lrrl Io{lo" e.lo- il)1,c, roi .rlror.r cli'lerrl, s. inorr¡r srr ,,,"j-r¡ "n de nuestr¡ r'idl y iruesito urr¡nclo; de tlesveleciclo, han se c.alclo r¡anera qLrc hatr clejaclo cle existi¡ ]as concliciones ell qtte era ¿lDhelacla la segrrriclacl. -¿\hor-a, )'!l llo solllos oLra cosa qtie una veleicl()sa n€r-a algon¡ segu¡iclad,
oscilación, un acljerilo Ll-anseílnLc, de esn >cosa( /rilima. Ahoia, só1o exisLe esa ecuación dilere¡rciai o ese sileucio tnetalísico; y tales eacelencias, sinrirle, eLer¡ra y autosrtficientemenleJ .trl¿; no Lietren senticlo allí la ansiedacl cle segut'iclacl o el cleslino clel homb¡e. Si lilm¡mos a este ¡esultado c¡r que DtlesLra birsqneda cle seguritl:lcl conclLlye etr nt¡estla clisc¡ltrció¡r, nihilismo, ] si ¡ros ¡tL¡evernos a
pelriLir rl l,run.tt¡i'mo , rtrt¡,Jl'o cn loq:rt¡vío;,le lr reliei,itl, ¡trrLJn(c., rcll(lrctn,)' lr¡r.r l,rrrrrrrll ¡tt:ic IIlel¡c l,.rr.r \cl"ll rr Il rcliqi,,lr respecLo (le l¡ Iilosolía 1'la ciencia. Poclcmos cleci¡ que meclia ent¡e ellas la fisrrra qtre sel.rara al htrmauisr¡o tie] nihiiismo. ! ^PROXINI
,\CION" DN
.\L
]jNrrOQU¡
LA
R¡LIGION
Di,\i-ECt
ICO
Sonos co¡rscicntes (le
lo equi\oca clLre puecle parecel IIxsLir lqLlj nuestla exposición. Llnn cxcusa pothia clarsc alegando el ec¡uiloco cn el objcLivo nis[ro. Después cle to(lo, arguircnt¡l- io conlril¡io ecluivale a supon€r- que los homl¡r-es nacier-o¡r con un trata(io (le lógica en la rnalo y qr¡e la historil es un juego cle ajeclrez; y es r:laro qne tales ocu¡¡enci:rs srilo son permiticlls ¿r lo¡ niños. Sin em-
bargo, excusa.
el equir,oco €n el objetivo nlisrno no plre(le se¡- nLresLril A u¡r homb¡-e qtle se i)r'opore clecir_ algo a oLl-os lc estli
prohibiclo queciar-se en el eqnivoco; (licho de ot¡a ilaneLa,:il hom' bre
, antes cle elltrar el1 el nun(lo (esLo es tógica pu¡-¿r) en Lrnir rllalil accióu o, rn:is .¡rrol>iamertte acaso, en r¡¡)a rllalil tlisposición; ¡lot ello se las castig¡ba. De [trrter'¿ qrie el mai elllraba eI el cielo; llli tctlia slr !elcll.ler-o o¡igen e1 nirl. In eslo, I'iatórr llellba Lrs cosas mrL cho urás allá c¡te 1o hacia tr{oisés. Só1o la rel¡eiión cle los :iltgele' puecle pelrnitil la compar-acióu con Ia trtitologia leiigiosa hebtco clistirn¡. Ll clilerencia reside e¡r clue los :ilgcles mirlos ltleloll con(lellallos ¿ cxclena Per-pcLrLit no ¿ Inel-o exilio. Velros, pues, citrc PlaLtil rccul¡e nuevarnellte a Llll criPe(licnLe caractcr-ístico cle la religiórr ¡rara erplicar el t¡iillsito (le las ¡rlnIiLs pol el unalo. CorDr¡ cd el caso clel Derliurgo y el ill]ra, se lllrta aquí también cle unr (le hs iclerts mir alt¡s cte l¡ r'eligiórt: el mitcr de la caicla. Pa¡a s¡li¡ de esle ¡Ittndo clel¡enros cancclal rtlllr cletl_ da; micntlas no le¡liccr¡os esLir t¡re¡r acltrí ebrjo, conrPlelatrrentc y bien, clebenros pctlllanccer etr cl tlLlll(lo. Si utla vicll llo b¡stl l'¡l.r r.fe lr.rLiljo, llC\' l.lll,,i,1,s. lr'(\. liltll¡\ aorn,r ser ll€iCs lin Surge así la cloctrina, taurbién religiosa, de h transmig¡ación (le las ah¡as. Jiinalrrrente, ) l)illll tlo abtll(lal collsi(lel-i¡nclo tatnl¡ién l¡¡s concliciones cle1 aL¡¡ eu su 1i(l¡ tcll'crla clen¡r'o de l¿ chrcel clel cuerpo, la.la irr¡ricle tlue el alna cltte c¡yó u¡¡ 1icz, caiga otr-ll y muchas !'eces n¿is. Jrs obvio qrie par-tiel'¡clo cle aquí se llttecle cllt' lugar a otr-o rlrlilo Icligioso: el clel eler-no IetolIro En Piatón hay, entollces, una conscienle y tambiél itlteligenLc
Aristóiclcs
i9)
(l( lo, e\l,e,li(lrr,c ¡,irre Ic,rrllc l.r léliqiúrr' I'or lo,lo ^.-,,rr,ióu 'll'1, \ ieI r :, la leligiúrr te'rtltr ltrtrrl.'n¡crrr.,l' ".,'lt" .r l¡ vi.,;r, srr trrrrt"lo sen'iLrlc"lc l¡ vi'l'r cotr'li'r¡ ,;",;1,;,;. ;, r¡lot t órr 'lel r lr ex¡,cri, ¡¡r ir 'oti'li rr'ri lrcru r'rrir¡gT lr i.',"",i,f,¡ -.,,,' ,oti,li¡ '¡ ,,,, l,l.r\ilr¡r ¡e cllr llell ¡¡ la t'r¡'crr"lor''ti"rr qll' l ' ¡r ,.,,, ,,"-]" r"rrn 1 srr obieto, lo inreJigible Si lo ilteligible lenía Pucsto sacar it l)l-tle' ,.¡¡c, lo nlris alto, io clivino, hnbía tlos cnnrir)os Pitr¡ el l)ro filosóIiclmeute ¡naueL¡ esta de süPeral b¡ su crisLerlcia ) ia r¡zóu a l¡ tlc dileclamente O se plsalll religión: la ¡i"rt" ,ta clesco olo hacia P¡¡mÚllicles' co¡11o inteligible, lo ¿a .anl;¿"¿ abs .i"n,to tu exislentcr y tlotan'lo dc esLa üranel-x en la pltra las irLerrs (lescle de allí lo setlsible sacan(lo 1 trr,,.ió,t; u se Pa¡tíx es' rclr,lo ,Lü,,1, r 'l ' ¡ Lo 'livirru l'e¡o l 'r i'lc rs to¡r ' l'lo'l'r' to .1,'rjr.llncnr. u prrrir ,lc l.t existencia ¡esülL¡b'L11 irtcteíLlcs Para It^L,in 1y dcscle lrtego, tio srilo prr-a ól) ; ta[rbién rcstl]t¡ba inctei blc l¡ i¡lc¡licl¡cl ¡rbsoluLa de 1a existcucia; con tai cotllbill¡ciótl, la srrirct ltciEslo qucúran o >;\qui hal fucgoo) . Irr uua pllnbra, I)escarLes no encotrt]-aLra proposición elguna tlrte se oh_ecicrir coco¡rocirniento
mo neccs:rria¡ncD¡c ve¡d¡dera; Vcan ustetles cómc se pmeba la solide¿ clc ll ciencia: se rechaza roclo lo que sca susceptible cle Lhrda y de esta nanera se llega a los pr-incipios cle Ia cienciir, aquc, llo cle lo que no cs Posible cluclar 1'soble lo cr¡al clebc irsenLulsc cuarlto sex digr-ro clel nonb¡e clc cie¡rcia. La clucle r'ro es niis quc
un métoclo parl clcscubrir' lot vc¡cllcle¡os principios.. Descartcs, entonces hacía 1, proceclie collo si las cosas no exisLieran; pcro él r¡islDo no tcní¡ duch ninguDn sobr-e sn erislencia. Pot eslo, clecimos nosoL¡os qLle DesctlLes era u|rl ltcr.soDa seria; no ejtab¿ clispucsLo ¿r ch¡ci¡r¡ clel conocirliclLo sino, al contrario, a coltsolitlirrlo p¿ra sicmpre. Sin ernbargo, rlcbenos ¡cconocer, pot otros hcchos (lLle ent¡amos ¡ consicle¡ar aqr¡i, qLle no es Lan segLt¡o qLle Descartes haya sido una perso¡ra seria. In pr-iner luga¡, nuestro Iilósofo aplicanclo el métoclo cle ia tlrda, jugaba colt luego e¡l el senLiclo ¡nás fuerLe qr¡e pueclu tener esta frase. Cuirnclo se cleja toclo cl ¡rullcio cle la exisrencia y el co ¡locimiento pendientc cle una opelación siml>ie, pcrsonal, tlificilísima, como ést¡ cle arina¡ con Lrs pasos qLre ha cle scguir. Ia tlucln ¿qué clucla cabe clel riesgo? Iiasra r¡n ligero elr.or de petcepci(in, ric juicio o prevención para ql¡e toLlo el eclilicio se !enga al sl¡clo. este pensaclol
Ei arqu¡rJn1o cxirlcn.irl d. Dcsc¡.tcs
911
segunclo ltrgal, ciranclo se hl llegeclo clc ¿illlemirno y ¡lor-. Ia vía hay cle h:lcer e1 camino r;¡cli¡rarie al Irunto final, ¿qLlé neccsicllcl alambicaclo aprrnLaL y menos Pat-ecc lllalle¡iL? oL1¿l l>r'e[clible dc eü su li.la teóriha hecbo el esPiritr¡ al i¡ro clue ca r-erl:rltenlc cle
El
tlll cani¡lr) clilc¡cntc clel qtlc e[ectiv¿rnellLe sc hizo pala lleg¡r a l1 segttriclacl suPone clesconocer ia capaciclacl cle lerda'l rre rirllc cL e.¡'írir,r alli rlón,.c no\ulru). ¡,or clc.iIIo ¡'i n. l", 'n.i)D.rrüus instintil rLrn¡:llLe xl corl(-'ciinie nLo. In terccl lugar, esta arqtintéclico acLiLLrcl car¡esiaua cle frLnclar conlo sobre un PLllllo simPii un enloque im¡rlicaLe clel conocirriellio eclilicio roclo ei clc lisr.a csla cir'se pelclía la expetielrciir, y absLleclo cle Ii.¡.lo c:r; brscar
clürst:ln.i.r
t¿1r-t
si¡rPle de qrte el jtricio y el conocil¡ielllo han llega'
clo a se¡ sob¡e ci lllncl¡nerlLo filo y sltslilllcia cle trn lo¡do tic e:r_ Der'icncia qr¡e en este caso se descoDocí¡ 11a colno si el ho¡lbre es rL,vic¡a clor¡clo clc muchas [acltltatles ¡l rnoclo cóüo h mliqrtina cle cllculal puecle c(ectl¡al clivel-sils oPcr¿rcioiles ln el honlb¡e hal)i¡ i¡ facultad cle percibit c}te sc potlia e1l collti'¿lsle con otL.Ls collto iDilgiual, concebir, jttzger o quele]-. [tlLIc eslas frtcultacles, una había que por-sí y sitr r-eluciLin ii las ot¡as sur¡inisl¡aba la llase so blc 1l curl seria e(lifica.la ia ciencil. \' esto, claro cstli, t-cs'-ilLa tlemasiado gt¡tr.riLo y en exceso simplilicaclo Había esLas cilcttnstanci:rs y muchas otr-as qtle collLliblLycl_on ¡ ulr leslllLaclo truy cli lelente del c¡ue probablemctrte soñiua Dcscarles en su ingenuiclaci cle rlater¡ático. I'olquc Descarles soñal)a qLle stls lV¿r¿¿ilr¿ciot¿a.t cr_an rlg-o al estilo l:rno la cloctr-ina kan_ tian¡ cle la ciencia, tninrnclo (ie esta üt¡rler-it toalo el sistclux cl ¡r b¡se misma. Sin erubarqo, nosotlos lroclcitos ¡lcscindir clc cirrL fn¡stración qLte no nfecta al clesa¡¡ol]o que Lcnelnos c¡ 1ista. El planteamielto cle I(anL eriigía (lLrc elttre las dos c¡legotius clt_, juicios que estal¡lecía l¿r clistinción clc Hune hubiera u¡a tc¡ccr.¡ categoría: la cle aqucllos ¡rrinci¡rios cle l¡r ciencia corno l¡ conceLirL I(e¡rt. [s ci¡¡o clue los jrricios quc erPre5ab¡lt estos ptinciPios clc bírn ser sintéticos, pelo lto a paslcríat¡ sí]lro a lníori. \' i(ant sc rlio a la tarea cle nostral que los ¡rrinciltios cle la ciencia lisice y los cle la matemática püllr etan jticios sitrLéticos n pr.ioil. Sob¡e la base cle esta constatación, KaDt se octrpa a conLinuación cle investigal cómo son posibles los jLricios sintóticos a l:riori, cont
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