Descripción Geográfico-Moral de la Diócesis de Goathemala Tomo I
August 21, 2020 | Author: Anonymous | Category: N/A
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BIBLIOTECA ''GOATHEMALA" S
LA SOCIEDAD^ DE GEOGRAFÍA
E
HISTORIA DE GUATEMALA
VOLUMEN XX
;
GEOGRÁFICO MORAL
DESCRIPCIÓN
OE LA DIÓCESIS OE GOATHEMALA HECHA POR SU ARZOBISPO,
EL
ILLMO
SOR.
DON
PEDRO CORTES Y LARRAZ DEL CONSEJO DE S.M.
EN EL TIEMPO QUE LA VISITO Y FUE
Desde
el
dio 3 de Noviembre de 1768 hasta
el
dio
el
día 6 de Junio de 1770 hasta
22 de Noviembre de 1769 hasta
el el
día día
l
9
de Julio de 1769
9 de Febrero de 1770
y Desde
el
día
29 de Agosto
PROLOGO DEL LICENCIADO
DON ADRIÁN RECINOS
TO>XO
GUATEMALA,
C.
I
A.— JUNIO
DE 1958
del dho.
1770
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Universidad Francisco Marroquín
http://www.archive.org/details/descripciongeog20pedrguat
DESCRIPCIÓN GEOGRÁFICO- MORAL DE LA DIÓCESIS DE
GOATHEMALA
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BIBLIOTECA "GOATHEMALA" DE LA SOCIEDAD DE GEOGRAFÍA
E
HISTORIA DE GUATEMALA
VOLUMEN XX
DE LA DIÓCESIS DE GOATHEMALA HECHA POR SU ARZOBISPO,
EL
ILLMO
DON
SOR.
PEDRO CORTES Y LARRAZ DEL CONSEJO DE S.M.
EN EL TIEMPO QUE LA VISITO Y FUE
Noviembre de 1768 hasta
Desde
el
día 3 de
Desde
el
día
22 de Noviembre de 1769 hasta
Desde
el
día
6 de Junio de 1770 hasta
el el
día
I
9
de Julio de 1769
día 9 de Febrero de 1770
y el
día
29 de Agosto
PROLOGO DEL LICENCIADO
DON ADRIÁN RECINOS
TO>JCO
GUATEMALA,
C.
I
A— JUNIO
DE 1958
del dho.
1770
045746
S.
2520
2M6
53
IMPRESO NUMERO 3639
introducción Larras nac
Zaragoza,
agoza y
el 6 d>
recibió el titulo de Doctor
gia en aq Ordenado taccrdote tk párroco de Ejulbt. Ráfolet r 'mi de Zaragota donde ganó por oposición el cargo de Canóniyy de España, conocedor de tus mérito», lo propuso el 2 do junio de 1766 para el arwobitpado
dt
las iglesias
témala, que te hallaba vacante por haber muerto Francisco Jote dt Figuered.>
ti
año anterior
el
Arzobispo
l>r.
1).
'enUlat tus bula*, te encaminó a tu destino y fue con-
tagrado Fabián
ti
ti dt agotto
!a
Angeles por I>. Francisco a y luego emprendió el 21 de febrero de 1768. Tomó
ciudad de Puebla de
-monedó algún
.
largo viaje a
lot
ala a donde entró el inmediatamente potesio a el extenso territorio de loe a -mala y El Salvador y tenía por sufragáneas las igletiae de Ckiapae, Sicaragua y Comayagua.
Terminada tu inttalaeión en Guatemala,
el
Arzobispo Cortés y Larraz dispuso
atoe de tu extenta diócetit^ fatigota labor que realizó con corto acompañamiento, caballero en una muía, del 3 de noviembre de 1768 al 29 de agosto con sólo dot descansos de julio a noviembre de 1769 y de febrero a junio de
mente había dirigido una pastoral a todos lot curas de su jurisdicción anunciaba tu visita y let ordenaba que tuviesen preparadas las respuestas a un cuestionario que comprendía diez asuntos de carácter administrativo, geográfico y estadístico, moral y religioto, tobre lot cuales el prelado deseaba tener información. en la que
le»
El Padre Domingo Juarros, en su Historia de la Ciudad de Guatemala, relata Arzobispo Cortés y Larraz en los siguientes términos: "El año de 70 abrió la visita de su Iglesia Catedral e hizo los estatutos para su mejor régimen. El 17 de octubre de 73 consagró al Señor Doctor Don Francisco José de Patencia, Obispo de Comayagua. En la ruina que padeció la ciudad de Guatemala el 29 de julio de 73 fue este venerable prelado el asilo y consuelo de todo el vecindario; pero quienes más experimentaron su beneficencia fueron las religiosas de su filiación. Construyó a su costa, para los cuatro monasterios, en una chacra inmediata a la ciuventos, aunque de paja, pero bastante cómodos. Solicitó por cuantos modos pudo la reedificación de la Antigua Guatemala; mas no le fué posible contrarrestar el partido de los que promovían la traslación. No quisiera este amante Pastor dejar su rebaño en tan lamentables circuyistancias, pero habiéndole librado la Real Audiencia carta de extrañamiento por ciertas desavenencias que ocurrieron entre este Tribunal y su Ilustrísima, antes que se le intimase la expresada carta salió de Guatemala el
lot laboree subsiguientes del
•
30 de septiembre de (1)
Juarros.
79'
Compendio de
la
Historia de la ciudad de Guatemala. 2* ed.
V
1857, T.
I,
p.
292.
No
había pasado mucho tiempo desde el regreso del Arzobispo a la sede de la cuando se produjo el espantoso terremoto del 29 de julio de 1773, conocido con el nombre de terremoto de Santa Marta. La opulenta ciudad de Guatemala queda destruida totalmente; sus magníficos edificios públicos, las iglesias y monasterios y las residencias particulares yacían en tierra o estaban gravemente dañados. Consternada, la población se refugió en las plazas y sitios descampados para librarse de los temblores que continuaron todo el resto de aquel año fatal. diócesis
Las autoridades atendieron a la seguridad de las personas y de sus bienes, y Arzobispo y el Cabildo Eclesiástico acudieron a las necesidades espirituales de los habitantes y al rescate de los bienes de las iglesias y conventos. La piedad del Arzobispo Cortés y Larraz se ejerció ampliamente auxiliando a los habitantes desvalidos con su persona y sus propios fondos y con ayuda también del personal de su mando. el
Motivo de especial preocupación para el prelado era la suerte de las monjas que quedaron sin refugio a consecuencia de la ruina de los monasterios. Para remediar su necesidad, el Arzobispo hizo construir en la finca "La Chacra", propiedad de los frailes dominicos cercana a la ciudad, cuatro ranchos para habitación provisional de las religiosas, otro rancho destinado a oratorio y otro más para su propia vivienda. Los familiares de las monjas fueron también a establecerse a "La Chacra", donde, de esta manera, se formó un poblado bajo la autoridad del Arzobispo.
El Capitán General don Martín de Mayorga, obrando con energía, se propuso abandono de la ciudad destruida y el traslado de la población a un sitio menos expuesto a la furia de los elementos naturales que habían causado tantas ruinas suceel
sivas durante más de doscientos años. Con ese objeto convocó a una junta de notables que se reunió durante los días U y 5 de agosto siguientes y aprobó la traslación provisional de la ciudad al Valle de la Ermita mientras el Rey de España aprobaba en definitiva el sitio que se escogiera como el más seguro y conveniente. Un mes más tarde, el 6 de septiembre, el Capitán General, los oidores de la Real Audiencia, los tribunales de justicia, los Oficiales Reales y el personal administrativo se trasladaron al pueblo de La Ermita.
Una nueva
junta, a la que asistieron los
miembros
del Gobierno, el Arzobispo y
otros dignatarios civiles y eclesiásticos, tuvo lugar en el establecimiento provisional de La Ermita el 10 de enero de 177U, y en ella se confirmó por mayoría de votos la
fundación de la ciudad en aquel sitio, que era conocido también con el nombre de Llanos de la Virgen y Valle de las Vacas y que vino a ser con el tiempo el asiento definitivo de la ciudad de Guatemala. Una minoría de los asistentes, poseídos de sincero amor por el solar de sus mayores, optaba por la reedificación de la antigua capital. El Arzobispo Cortés y Larraz estaba con ellos de corazón, pero votó con la mayoría. Sin embargo, insistió en permanecer en la ciudad arruinada junto con el Cabildo Eclesiástico
y
los
miembros de
las
congregaciones religiosas.
El Rey de España, enterado de todos estos sucesos, aprobó, con fecha 16 de junio de 177b, las providencias tomadas por el gobierno civil, y previno al diocesano que debían acatar, él y sus ministros, las órdenes dictadas para la mudanza de la ciudad. El Capitán General y los miembros de la Audiencia habíayí elaborado un extenso el cual proponían al soberano las bases de la reconstrucción de la metrópoli en el lugar que se estimare más adecuado, y se enumeraban las obras públicas más necesarias que debían emprenderse, sugiriendo a la vez los arbitrios para costearlas. En el curso del informe se hacía notar que sería temeraria la permanencia de informe, en
el suelo de la infortunada ciudad e imposible su reedificación, y se conducta del Arzobispo que, oponiéndose a la traslación, alentaba con su ejemplo a sus parciales y secuaces en su desobediencia a las disposiciones de la
la
población en
señalaba
la
autoridad.
En
cédula emitida el 21 de septiembre de 1775 el Rey dio respuesta favorable puntos que le fueron consultados en el informe, y mandó que se obedecieran las resoluciones que daba a cada una de las materias sometidas a su conocimiento.
a
los
VI
Al mismo tiempo decía que ya sajo. Justicia * Regimiento de
te la
comunicaba
lo
retuelto a los Oficiales Reales, al
('>/-
ciudad y "al nominado Arzobispo y al Cabildo Ecle-
$iáet>
La oposición de loe habitantes a arruinada, porque dio margen a que
tuvo efectos funestos para la ciudad Capitán General prohibiera toda reconstrucción
la traslación el
•>«
públicos, tratara de int]>edir el
comercio en el lugar y hasta ¡a entrada de provisiones de boca para el sostenimiento < tetones propendían a obligar a los vecide ¡a población. Todas esta* nos a abandonar sus hogar*» destruidos y trasladarse al nuevo establecimiento. Igualoondujo mente funesta fue la oposición del Arzobispo para su propia perso> reino y su traslado a una nueva diócesis y le causó muchas contrariedades y amarguras.
General dio cuenta al Rey de la resistencia del Arzobispo a la traslahitante haber sido ésta aproprovisional de la ciudad ai pueblo de La B bada pot loa vecinos principales y consentida por el propio prelado, quien, />
los rumbos a punto, por haber ignorado los nombres ncias de vientos y no haber ido prevenido de esto, y como unte, poniente, norte y sur, he tratado de éstos
nununtando en sus casos declinaciones, según la
las
advertía en
aguja.
—El que en
t*
las distancias de
un pueblo a otro, de una montaña a
éstos o a la mar, puede haber algunos y aun muchos yerros; porque en tino no están medidas las leguas, ni sabe ninguno cuántas se nume-
raba, me sucedía siempre que el uno me decía que otros alargaban a seis y a ocho, y no faltó me dijo no me cansara en preguntar sobre la materia, porque cada cual contaba las leguas según la prisa con que se andan; con todo, las procuraba acomodar con reloj, bien que con el engaño que puede producir el ser bueno o malo el camino, el andar más a prisa o más despacio.
que eran cuatro leguas,
39
—El de
las
mayor consideración
es
que puede haber en
el
número de
familias y personas de cada parroquia y pueblo; porque los curas no tenían nee de la feligresía y hubieron de tomarlos de los indios, que es verosímil, y
aun
de ser para
cierto,
que estarán diminutos; porque haciéndolos con el temor como experimenté en algún pueblo, ni aun darlos
el tributo,
querían.
De
las
personas que viven en
valles, haciendas, pajuides, trapiches,
aun a su arbitrio en el monte, se ocultan muchos, ni es fácil saber su número; porque de éstos hay muchos vagos, que nadie los conoce, ni se sabe de dónde son, ni a qué parroquia pertenecen, ni aun permanecen en parte alguna; pues quince días se están en este trapiche, después un salinas, y
I aquella hacienda, luego mudan de provincia. He hecho varias diligencias para su averiguación, pero con poco efecto. No obstante, según conjeturas bien fundadas y también según noticias ciertas, trataré de éstos > la oportunidad que presenten las parroquias.
Sobre todo debo decir, que éste es un escrito hecho con sobrada precipitación y entre varios negocios; por cuya causa tal vez se suprimen muchas cosas, que convendría saberse, por no estar bien premeditadas; y se manifestarán tal vez algunas, que, aunque verdaderas, dificultosamente se
purgarán de toda nota de inverosímiles, sin embargo de tener en mi poder documentos convincentes. Estos conocimientos debieran retraerme de empeñarme en este escrito; la necesidad que concibo de él para el arreglo de esta Diócesis, hace que mi obligación a procurar sus felicidades, venza todo género de dificultades e inconvenientes. No es el menor que puede llegar a un Rey de tanta penetración y por mano de un concejo tan instruido; pero esto mismo me alienta más a no desistir del empeño, porque la misma real penetración y la instrucción en los ministros de su concejo, ya en unos por las dependencias que llegan a su mano, ya en otros por las experiencias que pero
13
han tenido en
estos Reinos,
han de ver necesariamente que varias de
cosas que digo son verdades, por
más que a
las
otras personas sin experiencia
parecieran ficciones.
Con
estas advertencias, y de
dor, de que sin
ilo
ser
más
duda habrá muchas cosas que
este escrito, que
un borra-
quitar, y que ciertamente
habrá muchas cosas que añadir, me atrevo a presentarlo con la obligación de aumentarlo y disminuirlo en lo que se juzgare conveniente; pero no sin la condición de poderlo ejecutar con más reflexión y quietud que la que permiten las circunstancias presentes; sin que por esto se entienda que hay en él falta de verdad y sinceridad, en cuanto se han podido adquirir a costa de afanes y diligencias, sino porque en la manifestación de la verdad puede haber narrativas superfluas y diminutas.
14
K\/oN PARA PONER AQUÍ LA CARTA PASTORAL QUE ESCRIBIÓ \R/()B1SP(> A LOS CURAS PREVINIÉNDOLOS PARA LA VISITA
H
En
Carta Pastoral, que despaché a las curas para prevenirlos de más breve expedición) varios puntos, a que por escrito, y con firma de los curas habían de tener éstos sus respuestas para cuando llegara a las parroquias; y como tratando de éstas se ve en cada una —dice el cura en sus respuestas &a. me ha parecido conveniente para la mejor inteligencia, poner aquí a la frente de todas ellas mis preguntas a que responden. la
:a,
ingerí (para la
—
No por esto pongo las respuestas a todos los puntos, sino las que tienen alguna ^conducencia con mi intento; ni tampoco las pongo con la extensión que las dijeron, sino compendiadas, y en suma bien que porque no quede en la extracción de ellas vulnerada la sinceridad que deseo, en circunstancias, que oprimido de negocios, no sabría significar la precipitación con que escribo, he puesto por separado, y por testimonio las cartas de los curas en los mismos términos que están originales en los autos de visita de cada parroquia, en donde se pueden ver con mayor extensión. ;
Carta del Arzobispo
Muy señor mío: En cumplimiento de la estrecha obligación, que la Divina Providencia ha puesto a mi cargo sobre visitar esta Diócesis todos los años, o al menos de dos en dos; he determinado salir al cumplimiento de dicha obligación inmediatamente, que cese el tiempo regular de las lluvias, que será a mitad de Octubre. Para ser lo menos gravoso, que me sea posible, en cada una de las parroquias procuraré no demorar en ellas, sino el tiempo preciso, para tomar conocimiento de lo que conduzca al bien espiritual, y temporal de las parroquias a que contribuirá ciertísimamente el celo, que Vmd debe tener; y espero lo satisfará para conmigo, teniendo a mi arribo puestas por escrito, y firmadas de su mano las respuestas a los puntos siguientes con la verdad, claridad y sencillez que me prometo. 1? ¿
En qué
consiste la renta del curato
y a cuánto asciende con
inclu-
sión de todos los derechos de bautismos, casamientos, entierros, y cofradías, y de cuantas obras pías perciba cualquier emolumento? .
15
2 9 ¿Qué idioma se habla generalmente en no ordenado a este título, y en dónde reside?
la
parroquia, y
si
está algu-
3 9 ¿Cuántos pueblos tienen anexos, cuánto dista uno de otro, cuáncomprende el distrito de la parroquia, cuántas haciendas, ingenios, trapiches y pajuides hay en él, y a qué distancias; de modo que
tas leguas
pueda formar juicio claro 49
del terreno y
¿Cuántas familias hay en
cosmographia de
la
parroquia?
cabecera, cuántas en cada uno de los pueblos, y cuántas en las referidas haciendas, y entre todas ellas cuántas personas componen con distinción de hombres, mujeres, adultos y párvulos? la
5 9 ¿Qué escándalos y abusos ha notado en su parroquia en cualquiera manera que sea qué remedios ha aplicado, qué efectos han producido éstos, cuáles son los vicios más dominantes? ;
6 9 ¿ Si todos sus parroquianos han cumplido los preceptos de confesar, y comulgar cuando manda la Iglesia, si asisten puntualmente a la explicación de la doctrina cristiana, y misa, si hay algunos separados de sus consortes, o que hayan contraído con impedimento, sin haber sido antes dispensado? 7 9 ¿Si hay escuela de niños, si el maestro es de buenas costumbres, y a propósito, qué se les enseña, y cuántos niños concurren regularmente? 8 9 ¿Si ha notado algunas idolatrías, o supersticiones, que den indicio de no hallarse bien fundados en la santa Ley de Jesucristo; y qué aprecio se hace de los santos sacramentos, lo que se conjeturará de si los reciben con indiferencia o repugnancia, o para evitar el castigo, y nota, o por no ser puntuales en llamar en peligro de muerte? 99
¿Qué
libros usa
para explicar
la
doctrina cristiana,
y.
resolver los
casos de conciencia y a cuál de ellos se inclina más, y también, qué libro tiene para las sagradas rúbricas ? 10 9 ¿Si los indios son demasiadamente castigados, y porqué, o si son molestados con algunas vejaciones violentas por cualquier persona que sea? 1
En orden
a mi alojamiento, y de mi familia nada se estimará sino la y limpieza, en cuya inteligencia, no se pondrán en él alhajas preciosas, ni buscadas fuera del pueblo, con pretexto alguno; y la comida será con la frugalidad, que manda la Iglesia, y se reduce a dos, o tres viandas, que no sean exquisitas. sencillez, pobreza,
Mi recibimiento no ha de ser con músicas, bailes, fuegos, ni otras semejantes demostraciones, que se resienten de las vanidades del mundo, sino con silencio, recato, modestia, y compostura; ni se han de sacar del pueblo estandartes, imágenes, ni cruces, porque éstas deberán estar a la puerta de la Iglesia, en donde debo venerarlas, y adorarlas. Desearé ser lo menos molesto que pueda; y así excusaré el que se prevengan muchas muías, ni me acompañen muchas personas, por lo que dejo a la prudencia, y consideración de Vm, el que me libre de la molestia, que tendría infaliblemente en ver que causo más fatiga de la que es necesaria.
16
— Persuadirá Vmd a todos los no confirmados, que se dispongan con tiempo a recibir dignamente el Santo Sacramento de la Confirmación y a este efecto los preparará según la instrucción que remito; y espero del celo, que debe Vmd tener para las felicidades de sus feligreses, que no omitirá trabajo, ni diligencia alguna, que conduzca a su santificación en esta visita. ;
Tomará Vmd copia de esta carta, e instrucción; pondrá su recibo, y remitirá original al cura inmediato, para que así pasando de uno a otro cordilleramente, pueda recogerla en el último pueblo de visita a cuyo efecto se hallan en la margen las cabeceras de parroquias por su orden. Nuestro Señor guarde a Vmd muchos años. Goathemala, 23 de Septiembre de 1768. Pedro, Arzobispo de Goathemala. la
;
—
DIVISIÓN
GENERAL DEL ARZOBISPADO DE GOATHEMALA
Si como trato de sólo la Diócesis de Goathemala, tratara de todo este Reino, sería preciso extenderme a las Provincias de los Obispados de Nicaragua, Comayagua, y Ciudad Real, que le pertenecen; pero ciñéndose el asunto a la Diócesis de Goathemala, que por el oriente confina con la de
Nicaragua, y formando un semicírculo hasta el poniente por la banda del norte confina con las de Comayagua y Ciudad Real, diré solamente las Provincias comprendidas en la Diócesis de Goathemala. 1* La primera es el Valle de esta Ciudad, y se compone de dos Alcaldías mayores, a saber: la una de Chimalthenango, cuyo gobierno se halla
en el día enteramente a cargo de los Alcaldes ordinarios del Ayuntamiento de la Ciudad, y comprende once curatos, que son los siguientes: l 9 Jocotenango. 2 9 San Sevastián del Texar. 3 9 Chimalthenango. 4 9 Yzapan. 5 9 6 9 Patzum. 7 9 Sumpango. 8 9 Comalapam. 9 9 Tecpán Goathema-
Pazizía. la.
10 San Martín Xilotepeques.
11 Santo
Domingo Xenacó, con los resmemoria en cada
tantes pueblos anexos a estas parroquias, de que se hará
una de
ellas.
La
otra Alcaldía
mayor
se halla al presente dividida en esta
forma:
pueblos que se hallan en el distrito de cinco leguas de Goathemala, están a cargo también de los dos referidos Alcaldes Ordinarios de su Ayuntamiento; y los que distan más, al de un Alcalde mayor, que lo es al pre-
Todos
los
el cual solamente tiene el curato de la Hermita con algunos pueblos anexos de otros curatos y esta Alcaldía, que se dice de los Amatitanes, comprende diez curatos con sus anexos. 1 Q Ciudad Vieja. 2 9 Alotenango. 3*? Xejapam. 49 Santa María de Jesús. 5 9 Amati7"? San Juan Zacatepéquez. 8 9 Mixco. tán. 6 9 Santiago Zacatepéquez. 9
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