Desarrollo Sexual en El Adulto Temprano
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Descripción: Monografía de Desarrollo Sexual del Adulto Temprano para el curso de Psicología del Desarrollo Humano II....
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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO FACULTAD DE MEDICINA HUMANA ESCUELA DE PSICOLOGÍA
Psicología del Desarrollo Humano II IV
Desarrollo Sexual del Adulto Temprano
DOCENTE:
Dra. Sandra Olano Bracamonte
AUTORES:
Ludwig O. Julca Patricia A. Mendoza Laura T. Sevillano
Trujillo, Julio del 2012 I
DESARROLLO SEXUAL EN EL ADULTO TEMPRANO
II
Dedicatoria A nuestros padres, por todo el apoyo que nos brindaron para la elaboración de la presente monografía. A Dios, por brindarnos la dicha de la salud y bienestar físico y espiritual
Los Autores
III
Agradecimiento A la profesora Sandra Bracamonte por que siempre nos brindo su sabiduría y también por su apoyo constante en cualquier problema que se nos presentara.
Los autores
IV
Tabla De Contenidos
Dedicatoria ............................................................................................................. III Agradecimiento ..................................................................................................... IV Tabla De Contenidos ............................................................................................. V Introducción .......................................................................................................... VII CAPÍTULO I.
Generalidades ............................................................................. 1
1.1.
Definición Del Adulto Temprano ...................................................................... 1
1.2.
Coordenadas Del Adulto Temprano En El Tiempo ....................................... 4
1.3.
Definición De Desarrollo Sexual ...................................................................... 6
1.4.
Comentarios ........................................................................................................ 7
CAPÍTULO II. El Desarrollo Sexual Desde Perspectivas Teóricas ............. 8 2.1.
Teoría Psicosexual De Freud ........................................................................... 8
2.2.
Teoría Del Desarrollo Psicosocial De Erikson ............................................... 8
2.3.
Modelo LIFE De Wilder ...................................................................................... 9
2.4.
Comentarios ........................................................................................................ 9
CAPÍTULO III. Desarrollo Sexual En El Adulto Temprano .......................... 10 3.1.
Antecedentes .................................................................................................... 10
3.2.
Objetivos De La Adultez Temprana ............................................................... 14
3.3.
Búsqueda de Identidad Sexual en los Adultos Jóvenes............................ 15
3.4.
La Búsqueda De Pareja En El Adulto Joven ................................................ 22
3.5.
Soltería, Cohabitación Y Matrimonio ............................................................ 25
3.6.
Paternidad Y Maternidad En El Adulto Joven .............................................. 36
3.7.
Conclusiones .................................................................................................... 38
CAPÍTULO IV. Diferencias Hombre-Mujer ..................................................... 39 4.1.
Masturbación. ................................................................................................... 39
4.2.
Pornografía ........................................................................................................ 40
4.3.
Sexualidad Femenina ...................................................................................... 41
4.4.
Conclusiones .................................................................................................... 44
CAPÍTULO V. Problemas Del Desarrollo Sexual En El Adulto Temprano 46 5.1.
Confusión Sobre La Identidad Sexual En El Adulto ................................... 46 V
5.2.
Desorden De Identidad De Género ................................................................ 46
5.3.
Infertilidad ......................................................................................................... 48
5.4.
Conclusiones .................................................................................................... 49
CAPÍTULO VI. Intervención Terapéutica ........................................................ 50 6.1.
Confusión De La Identidad Sexual ................................................................ 50
6.2.
Reproducción Asistida .................................................................................... 50
6.3.
Conclusiones .................................................................................................... 55
CAPÍTULO VII. Conclusiones Y Recomendaciones ..................................... 56 7.1.
Conclusiones .................................................................................................... 56
7.2.
Recomendaciones ............................................................................................ 58
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .................................................................... 59 ANEXOS .................................................................................................................... i ENCUESTA DE OPINIÓN SOBRE SEXUALIDAD...................................................... ix
VI
Introducción
En el presente trabajo monográfico, se abordará el Desarrollo Sexual en la Adultez Temprana, con el propósito de revisar sus principales problemáticas y las estrategias de intervención terapéutica. Para esto, se mencionan conceptos básicos de los diferentes aspectos de la sexualidad humana, a fin de dar una visión general sobre el tema. Estos conceptos son enlazados por distintas teorías sobre el desarrollo humano y son complementados por investigaciones recientes que aportan nuevas perspectivas al desarrollo sexual de los adultos jóvenes o adultos tempranos. Finalmente se confeccionará una integración de toda la información expuesta, para llegar a conclusiones sobre el estado actual en el conocimiento e interpretación del desarrollo sexual del adulto temprano, así como también de los conflictos y trastornos que pudieran presentarse, haciendo un juicio crítico sobre la psicología del desarrollo sexual del adulto temprano. En el Capítulo I: Generalidades, se presentan los conceptos fundamentales que permiten definir el alcance de la presente monografía. Se discute qué es la adultez temprana, en qué consiste el desarrollo sexual y los factores que cada autor ha tomado para definir dichos conceptos. En el Capítulo II: El desarrollo sexual desde perspectivas teóricas, se presentan un conjunto de teorías que explican el comportamiento sexual del adulto temprano, así como las características y factores que llevan al comportamiento sexual del adulto temprano según cada perspectiva. En el Capítulo III: El desarrollo sexual en el adulto temprano, se presentan antecedentes históricos y un número de eventos clave que caracterizan a esta etapa, incluyendo la afirmación de la identidad sexual y la definición del estado de soltería, cohabitación o matrimonio, así como también la transición a la paternidad y maternidad. VII
En el Capítulo IV: Diferencias hombre-mujer, se subrayan las características particulares a cada sexo y las diferencias que promueven en el comportamiento sexual de cada uno de los dos sexos. En el Capítulo V: Problemas en el desarrollo sexual del adulto, se revisan algunos conflictos y disfunciones, incluyendo la confusión sobre la identidad sexual, el desorden de identidad de género y la infertilidad. En el Capítulo VI: Intervención terapéutica, se revisan algunas de las estrategias psicológicas para asistir en la resolución de los problemas del desarrollo sexual del adulto temprano. Se revisan también las principales estrategias y técnicas de reproducción asistida. En el Capítulo VII: Conclusiones y Recomendaciones, se hace un breve análisis del contenido de los capítulos anteriores, y se sugieren recomendaciones para fomentar el adecuado desarrollo sexual de los adultos tempranos.
VIII
CAPÍTULO I. Generalidades
1.1.
Definición Del Adulto Temprano Después de los grandes cambios producidos durante la adolescencia, el
individuo humano llega a la adultez. El enfoque que las autoras han adoptado reconoce tres grandes fases dentro del desarrollo del adulto, cada una marcada por desafíos y oportunidades específicos: (a) Adultez temprana: caracterizada por la búsqueda continua de la identidad sexual, establecimiento de significados sexuales y clarificación del yo-mismo sexual. (b) Adultez intermedia: caracterizada por la asunción de responsabilidades en el centro de trabajo y en la familia, así como la preparación de la siguiente generación para vidas productivas, ajuste al envejecimiento físico y sensación reducida de atracción sexual, enlentecimiento de la respuesta sexual. (c) Adultez tardía: caracterizada por el ajuste al retiro, preocupaciones por la salud, y satisfacción por la vida que iguala la de los adultos jóvenes. Segùn Àvila, la adultez temprana es la etapa comprendida aproximadamente de los 20 a los 40 años. Es la etapa en la que el individuo se encuentra más tranquilo con respecto a lo que fue su adolescencia. Aquí, el adulto temprano es capaz de orientar su vida y de lograr una progresiva integración de todos los aspectos de su personalidad. En el campo del conocimiento. El adulto temprano es más reflexivo y más analítico. Es la mejor época para el aprendizaje intelectual, porque el pensamiento ha logrado frenar cada vez más los excesos de la fantasía y es capaz de dirigirse más objetivamente a la realidad. Tiene ideas e iniciativas propias, pero no deja de ser un idealista; sus ideales comienzan a clarificarse. De ahí nace el deseo de comprometerse con los objetivos que se plantee ya sea a corto o largo plazo. En el aspecto moral. Los valores empiezan a tener jerarquía en la que predomina la justicia y es capaz de distinguir lo prioritario y lo urgente. Rechaza la 1
imposición, no con agresividad sino con una sana rebeldía. Asume una conciencia propia de sus actos y les da el valor moral que les corresponde. Se reafirma el concepto de bien y de mal. El desarrollo del adulto temprano en este aspecto puede desembocar en la autonomía y entonces sabrá integrar a sus convicciones personales los valores presentados por la sociedad, la religión, el grupo y el ambiente de trabajo o de estudio. Pero también puede desembocar en la dependencia, entonces será arrastrado por lo que los otros esperan que él haga o diga; será como un barco sin anclas en el que las olas le harán bailar hasta que la primera tempestad le haga naufragar. En el ámbito vocacional. Es el momento en el que el adulto temprano se orienta hacia una profesión, hacia el mundo del trabajo, todo se concretiza en el proyecto de la existencia. Este proyecto es el conjunto de valores en el que el adulto temprano crece y le da una orientación más dinámica a la propia vida con respecto al futuro. El adulto temprano puede desviarse escogiendo un proyecto consumístico, egocéntrico; sin embargo, un proyecto válido ha de tener en cuenta el hecho fundamental de la existencia, las convicciones religiosas, el compromiso, entre otros. Todo esto supone una opción inteligente y libre. En esta medida será una opción que responda al hecho fundamental de la existencia, una opción de amor: "ser para el otro". En la vida afectiva y sexual. Mirando hacia atrás, un joven se ríe de sus fracasos sentimentales, porque empieza a descubrir lo que es realmente el amor. El joven varón, luego de sentirse atraído por el físico de las chicas con determinadas cualidades, ahora necesita amar a una sola persona con quien proyectar posteriormente una comunidad de vida. La joven deja de soñar con su príncipe azul, para aceptar a un muchacho tal como es, inicia un diálogo que le permite un conocimiento y acercamiento mayor para posteriormente iniciar una relación basada en amor auténtico. 2
El amor ya no es para él o para ella un simple pasatiempo, una necesidad social, un escape, una compensación, sino un compromiso serio y respetuoso con la persona a quien ama. Todo esto implica que el adulto temprano es ya dueño de sí, controla sus impulsos y así se desempeña oportunamente en una relación de pareja. Su
socialización.
Frente
a
los
demás,
el
adulto
temprano
actúa
responsablemente; es decir, haciendo uso de su libertad es capaz de responder de cada uno de sus actos, de tener conciencia de lo que dice y hace en orden a la realización del proyecto de vida. Esto significa que el adulto temprano: (a) Asume la vida como tarea (b) Es consciente de su solidaridad con los demás (c) Está abierto a nuevas responsabilidades (d) Está convencido que su vida es para los demás El adulto temprano va concluyendo la emancipación de la familia mientras que se abre cada vez más a múltiples relaciones sociales. Descubre las ideologías y se orienta por un ideario político, pero también entra en conflicto ante diversas pretensiones totalizantes que lo llevan a relativizar todo (para él vale tanto Julio César, como Mao, Jesucristo o Mahoma). Otro peligro es caer en la politiquería. Desarrollo religioso: En el adulto temprano se verifican profundas transformaciones en el pensamiento religioso. Así, el adulto temprano fundamenta críticamente la religión con mayor base motivacional, pero también puede acentuar su crítica sobre determinadas formas institucionales que se oponen al ideal de un pueblo de Dios en marcha. Para algunos jóvenes la visión religiosa del hombre y del mundo puede servir de soporte a la autonomía moral. A las antiguas motivaciones de origen parental (es malo porque está prohibido por los padres) o de rigen social (es malo porque está prohibido por el grupo o la sociedad) se sustituye la mueva motivación racional y
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religiosa (es malo porque está contra el orden establecido por Dios para la realización del hombre). En esta época se presentan las dudas religiosas. Aquí hemos de distinguir entre una duda positiva y otra negativa. La duda positiva es de la persona que busca una más grande verdad, desarrollando una función de ulterior maduración. La duda negativa, en cambio, es síntoma de una personalidad religiosa en crisis fruto de un pasado religioso harto de dificultades. El joven al ingresar a la universidad o a un centro de estudios superiores, se encuentra con una serie de ideologías que pretenden dar una explicación exhaustiva del hombre y del mundo. Frente a este fenómeno el peligro es el de querer relativizar todo. 1.2.
Coordenadas Del Adulto Temprano En El Tiempo La etapa de la adultez temprana no puede ser definida con exactitud, debido a
que existe una variedad de índicadores — legales, de madurez biológica, ocupacionales, sexuales, emocionales — que producen resultados diferentes y cuya mezcla produce también índices diferentes. Levinson (1994) considera que se puede tomar una perspectiva del desarrollo o una perspectiva de la socialización para definir el período que caracteriza a la adultez temprana. R. y R. Rapoport (1980) agregan además que existen “subfases en la tabla de tiempo de los patrones de crecimiento psicosocial” y que estos “no son rígidos, y que deben tomarse en cuenta tanto cambios sociales como variaciones individuales”. Sheehy (1996) considera además que, debido a que las personas viven más tiempo y alcanzan la pubertad más temprano, “las normas de edad para los principales eventos de la vida se han vuelto altamente elásticos” en el siglo veintiuno. Para Zastrow y Kirst-Ashman (2009), la transición hacia la adultez no está definida por una línea claramente cortante. Levinson (1994) menciona distintas consideraciones al respecto, como que algunos autores sugieren una Pre-adultez (20 años en adelante), otros autores consideran una Transición a la Adultez Temprana (17 4
a 22 años), e inclusive otros autores mencionan una Adultez Provisional (18 a 30 años). En lo que los autores concuerdan es que esencialmente los 20 y 30 años constituyen la Adultez temprana, lo que para Levinson (Birch, 1997) constituye la etapa del Sueño — una visión de sus objetivos en la vida que le proveen la motivación y entusiasmo para el futuro. Según Zastrow y Kirst-Ashman (2009), la adultez temprana puede ser considerada como el período más saludable de la vida. Los adultos jóvenes generalmente tienen buena salud, que no está afectada ni por enfermedades ni por la senescencia. Las funciones biológicas y el rendimiento físico llegan a su pico entre los 20 y 35 años, empezando a debilitarse a partir de los 35. La fuerza llega a su valor más alto alrededor de los 25 años, entra en una meseta durante los 35 a 40 años, y luego declina. La flexibilidad también disminuye con la edad a través de la adultez. Sin embargo, Shepherd (1998) hace énfasis en que existen grandes diferencias individuales, y un individuo atlético de 40 años puede sobrepasar a otro sedentario de 20 años. Respecto a la fertilidad en las mujeres, la organización Medline Plus (2011) señala que “su pico llega a principios de los 20 años”. En su estudio, Dunson, Colombo y Baird (2001) concluyen que la probabilidad del embarazo declina en la mujer al acercarse a los 30 años, con probabilidades de embarazo tan altas como el doble para las mujeres entre los 19 y 26 años, comparadas con las mujeres entre 35 y 39 años. En un artículo publicado en el portal web h2g2: Life Expectancy Profiles (2005), en los países desarrollados, la tasa de mortalidad para el grupo de edades de 18 a 40 años típicamente es muy baja. Los hombres son más propensos a morir a esta edad que las mujeres, particularmente en el grupo de 18 a 25 años; los motivos incluyen accidentes de coche y suicidios. Las estadísticas de mortalidad de hombres y mujeres se igualan durante fines de los 20 años y principios de los 30, “debido en parte a la buena salud y tendencia a tomar menos riesgos”. 5
Según Cancer Research UK (2011), respecto a las enfermedades que afectan al adulto temprano, el cáncer es mucho menos común en adultos jóvenes que en adultos intermedios o tardíos. Las excepciones incluyen cáncer testicular, cáncer cervical y linfoma de Hodgkin. El estudio de Ngom y Clark (2003) revela que en el África Sub-Sahariana, el VIH/SIDA ha golpeado a la población de adultos jóvenes particularmente fuerte. El SIDA ha aumentado significativamente la mortalidad del grupo etario de 20 a 55 años para los varones africanos, y de 20 a 45 años para las mujeres africanas, reduciendo la expectativa de vida en Sudáfrica en 18 años, y en Botswana en 34 años. 1.3.
Definición De Desarrollo Sexual De acuerdo con DeLamater y Friedrich (2008), los seres humanos son
entidades sexuales a través de toda su vida. En ciertos puntos en la vida, la sexualidad se manifiesta en formas diferentes. Cada etapa de la vida trae consigo presiones por puntos clave en los cambios y desarrollo sexual que deben ser logrados si es que se busca conseguir o mantener la salud sexual. Las etapas del desarrollo sexual son un proceso del desarrollo humano que involucran componentes biológicos y de comportamiento. El desarrollo sexual es un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de toda su vida. Se manifiesta a través de un conjunto de condiciones anatómicas, fisiológicas y psicológico-afectivas, y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, roles, papeles y relaciones interpersonales. El desarrollo sexual puede incluir todas estas dimensiones; no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre, y nunca de la misma forma. Es así que todo ese conjunto de fenómenos físicos, emocionales y de conducta que se vivencian, marcarán de manera decisiva al individuo, incluso en los demás aspectos de su desarrollo. El desarrollo sexual está influenciado por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, 6
religiosos y espirituales. Comprende: el sexo, la sexualidad, las identidades sexuales, los papeles de género, la orientación sexual, el establecimiento de relaciones de pareja -ya sean estables o inestables- el amor, el compromiso, la pasión, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción, así como problemas, conflictos, disfunciones e infecciones de transmisión sexual. 1.4.
Comentarios Aunque no hay un consenso sobre qué período define exactamente a la
adultez temprana, sí está claro que este es un período en el que hay pocos cambios a nivel orgánico, pero en el que a nivel psicológico hay mucha actividad, definiéndose muchos aspectos relativos a su socialización y especialmente su sexualidad.
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CAPÍTULO II. El Desarrollo Sexual Desde Perspectivas Teóricas
Varios investigadores han tratado de describir y explicar las características y el desarrollo sexual del adulto desde varias perspectivas. Así, se tienen las siguientes: 2.1.
Teoría Psicosexual De Freud En el marco de la Teoría Psicosexual de Sigmund Freud, el planteamiento
central es que las características del comportamiento del adulto dependen de la ansiedad experimentada por el niño. Un desarrollo inadecuado de los apetitos sexuales durante cualquiera de las etapas libidinales o psicosexuales del desarrollo puede conducir a que persista una ansiedad en la adultez que eventualmente podría convertirse en un desorden funcional mental de tipo neurótico. (Bullock) Durante el proceso de perseguir y satisfacer su libido (impulso sexual) el niño podría experimentar fracaso (desaprobación parental o de la sociedad) y luego podría asociar esta ansiedad con una zona erógena dada. Para evitar la ansiedad, el niño se queda fijado, preocupado con los temas psicológicos relacionados a la zona erógena en cuestión, lo que persiste en la adultez y delinea la personalidad y psicopatología del hombre o la mujer, como una neurosis, desórdenes de histeria, etc. 2.2.
Teoría Del Desarrollo Psicosocial De Erikson La Teoría del Desarrollo Psicosocial de Erikson establece varias etapas por las
que atraviesa el ser humano desde su nacimiento, hasta su muerte. En cada una de estas etapas se encuentra con dilemas centrales qué resolver. Para Erikson (1975), el adulto joven emerge de la búsqueda e insistencia en la identidad, es vehemente y desea fusionar su identidad con la de los otros. Los adultos jóvenes están listos para la intimidad, es decir, para la capacidad de llevar a cabo, concretizar, afiliaciones y relaciones de compañeros. El hacer esto significa tener la habilidad de “enfrentar el miedo a perder el ego en situaciones que demandan autoabandono: en la solidaridad de las afiliaciones cercanas, en los orgasmos y uniones sexuales, en las amistades cercanas y en el combate físico”. El evitar estas 8
experiencias, debido al miedo a la pérdida del ego “puede conducir a un profundo sentimiento de aislamiento y consecuente autoabsorción”. Erikson agrega que, cuando se evita el aislamiento, el adulto joven puede encontrar que “las relaciones sexuales satisfactorias… de alguna forma eliminan las hostilidades y furia potencial causada por la oposición de lo masculino y femenino, del hecho y la fantasía, del amor y el odio”, y puede crecer en habilidad para intercambiar intimidad, amor y compasión. Esta etapa, conocida actualmente como de Intimidad versus Aislamiento (por ejemplo, Waters, 2006) abarca aproximadamente desde los 20 a 24 años. Waters especifica que se explora en relaciones que conducen a compromisos de larga duración con otros individuos fuera de los miembros de la familia. Menciona también que el sentimiento de aislamiento puede llevar a la depresión. 2.3.
Modelo LIFE De Wilder Wilder (2003), en un enfoque apoyado por las escrituras cristianas, hace una
comparación entre el desarrollo psicosocial y el desarrollo del cerebro. En esta comparación, combina dos etapas de la Teoría de Erikson en una sola, uniendo las de Adolescente de Erikson y Adulto Joven de Erikson en una Etapa de Adulto, en la que resalta que la resolución del conflicto Identidad vs Difusión está asociada al desarrollo del hemisferio cerebral derecho, mientras que la resolución del conflicto Intimidad vs Aislamiento está asociado al desarrollo del hemisferio cerebral izquierdo. 2.4.
Comentarios Las teorías presentadas muestran distintos enfoques que permiten entender
distintos aspectos del desarrollo sexual del adulto temprano, tanto desde puntos de vista sexuales –como es el caso de la teoría psicoanalítica- como de puntos de vista sociales –como es el caso de la teoría de Erikson- y desde un punto de vista neurológico –como en la teoría de Wilder-. Entre todas ellas se puede lograr una visión global del desarrollo del adulto temprano, y particularmente también de su desarrollo sexual. 9
CAPÍTULO III. Desarrollo Sexual En El Adulto Temprano
3.1.
Antecedentes
3.1.1. Concepción del sexo femenino Según Ticho (1976), antes de la II Guerra Mundial, era extremadamente raro que una mujer joven deje la casa de los padres para vivir por su cuenta. Una mujer dejaba el hogar solo cuando se casaba o, en las clases socioeconómicas más bajas, si iba a trabajar, lo que generalmente significaba entrar en servidumbre. En cualquier caso, cuando una mujer salía de casa se mudaba de una estructura autoritaria y protectivista: la familia, a otra: matrimonio o empleo en un contexto paternalista. La situación cambió lentamente entre las dos guerras mundiales y se volvió la regla en vez de la excepción solo desde el final de la II Guerra Mundial. Todo lo anterior influye en que la mujer no logre un pleno disfrute de sus encuentros sexuales, y a la larga puedan aparecer disfunciones sexuales femeninas; por ejemplo, deseo sexual inhibido, vaginismo, anorgasmias primarias o secundarias, etcétera. Según I. González, R. Miyar y E. González (2002), hace más de 500 años, la mujer era considerada como pertenencia personal destinada a propiciar placer sexual y a funciones de reproducción, mientras que los hombres tenían derecho a practicar relaciones sexuales con varias mujeres y el sexo para ellos era considerado como una realidad más de la vida cotidiana. Con la aparición del judaísmo (en el antiguo testamento, fuente originaria de la ley judía) se prohíbe el adulterio, la homosexualidad, etc. Aunque en la antigua Grecia había tolerancia a ciertas formas de homosexualidad, pero las mujeres seguían siendo consideradas ciudadanas de segunda categoría. En Atenas, por ejemplo, estas carecían de derechos legales y políticos en la misma medida que los esclavos: eran consideradas las portadoras de hijos. Con el surgimiento del cristianismo la Iglesia manifiesta también sus negativas posiciones en torno al sexo. 10
En algunas culturas orientales (China e India) se toma una posición más positiva en torno a la sexualidad, pues el sexo no era un hecho que inspiraba terror, ni se conceptualizaba de pecaminoso, se estimaba como un acto culto y de veneración. Con estas raíces como influencia se van formando los géneros (construcción social que conceptualizaba lo masculino y lo femenino), y a punto de partida de ello se le asignan roles a cada sexo, que es lo que se espera socialmente que cada sexo haga. De igual manera empiezan a surgir los estereotipos sexuales (mandatos de obligatorio cumplimiento en torno a la sexualidad). De igual forma, y desde lo social con raíces en el pasado, se empiezan a formar mitos, fábulas, ficción alegórica a un tema y tabúes - algo que no se puede hacer o lograr- en torno a la sexualidad y al desempeño sexual de cada sexo, los cuales llegan aún hoy a nuestros días y mediatizan de forma negativa el disfrute de la sexualidad y marcan definitivamente el comportamiento sexual humano. Analicemos por separado a hombres y mujeres, pues hay diferencias en los mitos y tabúes encontrados según el sexo y consideramos que aún antes del nacimiento ya se empiezan a gestar. A la mujer desde que está en el vientre de su madre se le coloca en el famoso mundo rosado, los colores de asignación femeninos son los suaves y tonos pasteles; de ella se espera sea dulce, cariñosa, afable, suave, pasiva y todo ello marca hasta sus juegos infantiles y profesiones futuras. Por definición se constituyen los mitos femeninos: (a) Mujer es igual a madre (primera y suprema aspiración femenina). (b) El amor femenino debe ser romántico. (c) Debe tener una pasividad erótica (no debe tomar nunca ella la iniciativa, parte activa en los lances amorosos). Todo esto marca desfavorablemente la expresión de su sexualidad, pues se le expropia de espacios vitales femeninos, se le oculta y marca la sexualidad desde la cuna (del sexo no se habla, el sexo es sucio, no se le acarician ni se le celebran los
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genitales como al varón), y todo esto marca desfavorablemente la sexualidad femenina desde muy temprano en la vida. A las mujeres se le lastra el autoestima y el autoerotismo, pues no le es permitido manifestar sus deseos, pasiones y necesidades sexuales. Se niegan para ella los espacios públicos porque es de la casa. Se le prepara desde niña para la maternidad (su función principal como sexo), y se le enseña que debe ser buena madre, esposa fiel monogámica, cariñosa, dulce, comprensiva, no se le estimula el disfrute de la sexualidad, se limita la expresión de su conducta sexual, en fin, se le prepara para satisfacer y atender necesidades de otros. Por todo lo anterior, se han ido creando mitos y tabúes en la sexualidad femenina, entre los que tenemos los siguientes: (a) Miedo a la desfloración por la posible brusquedad del primer coito. (b) Poca utilización de caricias, ya que por la educación recibida se imposibilita manifestar sus deseos y necesidades sexuales, y se les acostumbra a jugar un papel pasivo dentro de ellas. (c) Fingir el goce sexual, porque se reitera el temor a expresar sus necesidades y a que su pareja las rechace. En gran número de ocasiones la mujer no lograr el placer sexual por tener un compañero sexual inepto en técnicas coitales. Las mujeres también tienen un gran desconocimiento de su fisiología sexual, y están marcadas desde la niñez para reprimir la expresión de su sexualidad. 3.1.2. Concepción Respecto Al Sexo Masculino. De acuerdo con González et al. (2002), a los hombres, desde que están en el vientre materno, se les coloca en un mundo azul. Los colores de asignación masculina son fuertes y agresivos, y de ellos se espera independencia, agresividad, fortaleza física, que sean buenos trabajadores, y en sus juegos infantiles se les marcan sus futuras profesiones. Al varón se le prepara para el espacio público, se le exige un mayor comportamiento sexual y con mayor disfrute de ello, se le refuerza el entrenamiento en el sexo y así favorecen también la aparición de mitos masculinos. 12
El amor masculino es sinónimo de sexo y de placer porque se le inculca el disfrute con la sexualidad ante todo. Debe tener una agresividad erótica, pues tiene que ser él quien tome la iniciativa, la proposición y haga todo en las relaciones sexuales. Después de todo lo anterior, el hombre debe ser padre (esto en un último lugar, lo cual lo diferencia del sexo femenino); no obstante, también al varón desde el punto de vista social se le expropian espacios vitales masculinos, tales como: (a) No se le permite expresar sentimientos pues los hombres no lloran y no se quejan, lo que repercute en su salud y su sexualidad de forma negativa. (b) Se le expropia de su propia sexualidad, por el supuesto papel de hombre (pene de oro). El pene está a disposición de cualquier mujer, independientemente de sus propios deseos, su sexualidad a disposición de la mujer, no a la de él según sus deseos, lo que lo puede poner en situaciones de conflicto en torno al desempeño de su sexualidad. Desde niño se sobredimensiona el papel del pene, se le acaricia cuando es niño a la hora del baño, se hacen alusiones de para qué servirá cuando sea grande, y se alaba según su tamaño. El hombre debe ser viril erotizado, con posibilidad de ser infiel a su compañera y con papel de proveedor, y en último lugar entonces ser padre. Entre los mitos y tabúes en la sexualidad masculina tenemos los siguientes: (a) El tamaño del pene puede ensombrecer el desempeño sexual masculino, pues cuando no se considera con grandes dimensiones lastra la autoestima y disminuye el rendimiento sexual, a pesar de conocerse científicamente que el tamaño no determina la capacidad del disfrute de la pareja humana, pero desde lo ancestral nuestra cultura es fálica y se sobredimensiona el tamaño del pene. (b) Hacer el amor es solo con penetración todo lo cual demuestra escaso conocimiento y poca fantasía erótica, pues hay múltiples formas de hacer el amor, y no todas llevan implícita la penetración del pene. (c) Tener siempre varios coitos en una noche porque desde lo masculino es el cumplimiento del estereotipo sexual impuesto, y se considera como síntoma de 13
fortaleza, pero cuando no se logra disminuye la autoestima masculina; sin embargo, esto demuestra el desconocimiento de la fisiología sexual pues no siempre es posible lograrlo. (d) El hombre tiene que tener siempre el papel activo en las relaciones sexuales, lo que demuestra aún hoy cómo se limita la expresión de la sexualidad femenina. (e) El orgasmo debe ser simultáneo para lograr el pleno disfrute sexual, y de no ser así se demuestra desconocimiento de la fisiología sexual humana. Considerar como sucio el sexo oral viene dado por los estereotipos sexuales sexistas, pues desde la antigüedad en Grecia este tipo de intercambio sexual era considerado como sucio, lascivo y bajo; aún hoy en nuestros días este tipo de contacto sexual tiene detractores, aunque hace ya años Kinsey demostró que era una práctica normal en la expresión de la sexualidad humana y un alto número de personas en Estados Unidos la practicaban. No obstante, por legislación hoy en día en ese país en varios estados está prohibida aun en parejas heterosexuales. La presencia de estos mitos y tabúes pueden favorecer la aparición de disfunciones sexuales en el hombre como el deseo sexual inhibido, las disfunciones eréctiles, la eyaculación precoz, etc. Esto hace que disminuya el placer en las relaciones sexuales, y como estos mitos están influidos por la sociedad, los hombres cuentan con grandes exigencias a las expectativas del rendimiento sexual de su género, y padecen de un desconocimiento de la fisiología sexual de forma general. 3.2.
Objetivos De La Adultez Temprana El desarrollo sexual del adulto temprano está orientado a definir su estilo de
vida sexual, bajo algunos de los siguientes criterios: (a) Tipo de relación sexual. (b) Forma de expresión de su sexualidad. (c) Elección de soltería, matrimonio o cohabitación. (d) Tener o no hijos. (e) Mantener o no relaciones extramatrimoniales. 14
Por lo que en el aspecto sexual, los adultos tempranos tienen las siguientes características: (a) Existe en él mayor capacidad de intimidad. (b) Conocen su cuerpo y como sienten (c) Hablan de relaciones sexuales sin conflictos, hacen acuerdos. (d) Comprenden la diferencia entre fantasías y realidad (e) Son responsables del cuidado de su cuerpo (f) Frecuencia de relaciones es muy fuerte en los primeros años de lo que jamás van a tener. (20 – 22 años) (g) Se goza más que antes por información, y se rompe el tabú, y se pasa a la seguridad de los métodos. (h) Se da y debe darse un crecimiento personal en el momento sexual. (i) La actividad sexual extramatrimonial se da porque se acaba la novedad, y lo excitante, y tratan de recuperar las relaciones más vitales 3.3.
Búsqueda de Identidad Sexual en los Adultos Jóvenes La búsqueda de la identidad sexual es parte de la búsqueda por la identidad
personal. Aunque la búsqueda de la identidad personal surge ya desde la adolescencia –como respuesta a los rápidos cambios físicos y emocionales de dicha etapa- se extiende por la necesidad de satisfacer expectativas sociales que emergen al inicio de la etapa de la edad adulta. El joven adulto, para lograr y establecer un nuevo nivel en su identidad individual, debe integrar todos esos cambios en su identidad formada en su adolescencia e ir explorando alternativas y adquiriendo compromisos con su vocación profesional, religión, política, actitudes sobre los roles de género y las relaciones sexuales. El acceso y la elección de un trabajo y tener una pareja constituyen dos de los aspectos más importantes que establecen la identidad personal en esta etapa.
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En ese sentido, la búsqueda de la identidad sexual: su autoimagen, el rol de género, su definición en soltería o convivencia –incluyendo matrimonio y cohabitación simple- constituye un aspecto clave en el desarrollo sexual del adulto temprano. 3.3.1. La Autoimagen Sexual. La autoimagen se refiere a la percepción que tiene el individuo sobre sí mismo. Se puede plantear la analogía de que la autoimagen es como una fotografía para sí mismo de la persona. Esta percepción de sí mismo puede estar distorsionada, influyendo negativamente en la autoestima. La autoimagen en la sexualidad, o autoimagen sexual, constituye la percepción sobre la sexualidad del mismo individuo. Puesto que la autoimagen sexual influye en la autoestima sexual, y esta sobre el comportamiento, es de interés en la descripción de la sexualidad del adulto temprano. Así, Berman (2003) estudió la autoimagen genital -componente de la autoimagen sexual- encontrando que una autoimagen genital positiva se correlaciona negativamente con la cantidad de incomodidad sexual y depresión, pero que la autoimagen genital no está correlacionada con el estado marital, el estrés percibido o la función sexual global. Una autoimagen genital positiva está asociada con un mayor deseo sexual, pero no con la excitación, lubricación, orgasmo, satisfacción o ausencia de dolor en el Índice de Función Sexual Femenino (FSFI; Rosen et al., 2000). Aunque no está correlacionada directamente con la función sexual, parece ser que la autoimagen sexual está asociada con parámetros de la experiencia sexual global. 3.3.2. Identidad De Género. De acuerdo con la Enciclopedia Británica (2012), la identidad de género es la autoconcepción del individuo como ser masculino o femenino, diferente del sexo biológico real. En la mayoría de personas, la identidad de género y las características biológicas son las mismas. Sin embargo, hay circunstancias en las que un individuo experimenta poca o ninguna conexión entre el sexo y el género. Por ejemplo, en el transexualismo, las características biológicas sexuales son distintivas y sin 16
ambigüedades, pero la persona afectada cree que es -o debería ser- del sexo opuesto. La identidad de género no se fija en el nacimiento, sino que hay factores fisiológicos y sociales que contribuyen al establecimiento de una identidad esencial, la que es modificada y expandida por factores sociales conforme el niño madura. Generalmente, la identidad de género -el concepto de “soy un niño” o “soy una niña”- queda establecido cuando el niño alcanza los tres años de edad, y es extremadamente difícil de modificar posteriormente. Cuando el sexo biológico es ambiguo en el nacimiento y se ha cometido errores al definir el sexo, ha sido casi imposible reestablecer la identidad propia posteriormente en la niñez o adolescencia. Más aún, puede desarrollarse una identidad de género secundaria por encima de la identidad fundamental, y pueden desarrollarse comportamientos sexuales asociados posteriormente en la vida, como en la adultez temprana, llegando a desarrollarse orientaciones heterosexuales u homosexuales. Del mismo modo que el concepto del individuo de su rol de género, la identidad de género se desarrolla por medio del ejemplo de los padres, reforzamiento social y el lenguaje. Los padres enseñan comportamientos sexualmente apropiados a sus niños desde una edad temprana, y este comportamiento se refuerza conforme el niño se hace mayor y entra en un mundo social mucho más amplio. Al adquirir el lenguaje, el niño también aprende tempranamente la diferencia entre “él” y “ella”, y entiende que pertenece a uno u otro género. 3.3.3. Rol De Género. Según la Organización Mundial de la Salud (2012), por género se entiende a los roles socialmente construidos, así como también a los comportamientos, actividades y atributos que una sociedad particular considera apropiados para hombres y mujeres. Moya agrega que la mayoría de las personas nos sentimos identificados con uno de los dos sexos, es decir, nos autoconsideramos como hombres o mujeres. Esta identificación genérica (“gender identity”), que suele estar sólidamente establecida en 17
la pubertad, es un fenómeno complejo, pues está en relación con una amplia gama de variables, como las características del individuo, grupos sociales en los que este se desenvuelve, pautas educacionales, etc. Por otra parte, la identificación como hombre o mujer tiene un aspecto dinámico (“gender roles”) que nos lleva a comportarnos como nosotros creemos que debe de comportarse un hombre o una mujer en las múltiples situaciones que senos presentan en la vida. Como dicen Money y Ehrhardt, el dimorfismo de respuestas en base a la forma delos genitales externos es uno de los aspectos más universales de interacción social humana; En nuestra sociedad, al igual que en otras muchas, ocurre un fenómeno que viene
a
aumentar
considerablemente
la
importancia
de
la
categorización
hombre/mujer. Este fenómeno consiste en que los niños y niñas no sólo aprenden una serie de definiciones culturales de la masculinidad y la feminidad, que comprenden un amplio y diverso conjunto de asociaciones ligadas al sexo (como anatomía, función reproductora, división del trabajo y atributos de personalidad), sino que también aprenden, asociándolos con el sexo, rasgos que están metafóricamente o remotamente ligados a él, como pueden ser la angulosidad o redondez de un modelo abstracto. No parece, pues, que haya otra dicotomía en la experiencia humana que aparezca con más entidades asociadas que la distinción varón/hembra Esta importancia de los roles sexuales queda patente en la importancia que ellos tienen tanto para la propia personalidad del individuo como para las relaciones grupales y sociales del mismo. El autoconcepto, la autoestima (a nivel individual), las relaciones de pareja, la familia, los grupos de amigos (a nivel grupal) y las relaciones sociales, políticas y económicas están en gran medida influidas por los roles sexuales. Se han desarrollado teorías concernientes al proceso de adquisición del rol sexual. Estas diferentes interpretaciones del proceso por el cual los niños y niñas van organizando su desarrollo psíquico de acuerdo con las características masculinas y femeninas que se presuponen específicas de cada sexo, difieren entre sí en la consideración de cuáles son las causas determinantes de tal diferenciación. El 18
enfoque biologicista tiende a subrayar los posibles efectos de la estructura anatómica y fisiológica, biológicamente determinada, en la aparición y desarrollo de diferencias en la conducta humana. La teoría psicoanalítica enfatiza la importancia que ejerce en el niño la identificación con la figura parental del mismo sexo. La teoría del aprendizaje social destaca el papel que premios y castigos, así como la observación y el modelamiento, desempeñan en la adquisición de conductas adecuadas para cada sexo. A su vez, la teoría cognitiva insiste en los caminos a través de los cuales los niños se socializan, tras haber quedado firmemente categorizados como varón o hembra. Durante muchos años se consideró la masculinidad y la feminidad como una única dimensión, con dos polos, que hacía posible clasificar a los individuos en un determinado punto de ese continuo. Es decir, estos podían ser en mayor o menor grado masculinos o femeninos, pero nunca las dos cosas a la vez. Asimismo, los roles sexuales estaban rígidamente ligados al género, de manera que el ser masculino o femenino dependía básicamente de ser hombre o mujer. En la década de los setenta, ha surgido una nueva concepción que considera la masculinidad y feminidad como dos dimensiones independientes, de tal forma que todos los individuos poseen en mayor o menor grado esos dos rasgos. Así, ha nacido el concepto de androginia psicológica, para designar a aquellos individuos que presentan en igual medida rasgos masculinos y femeninos, y se han desarrollado una serie de cuestionarios y escalas específicas para medir la masculinidad, feminidad y androginia. En este nuevo enfoque de los roles sexuales, la masculinidad y feminidad representan
dos
conjuntos
de
habilidades
conductuales
y
competencias
interpersonales que los individuos, independientemente de su sexo, usan para interactuar con su medio. Esta perspectiva ha posibilitado el desarrollo de numerosas investigaciones, al disminuir considerablemente la inevitabilidad y el determinismo ligado a los rasgos masculino y femenino.
19
Se han construido varios inventarios para medir tanto el grado de aceptación de los estereotipos del rol sexual como la categoría sexotípica de los individuos. Algunos de estos inventarios se han empleado en multitud de investigaciones, adquiriendo así fiabilidad y validez. 3.3.4. Significados Sexuales. El reporte de Diamond (1998) revela que, en el caso de mujeres no estrictamente heterosexuales, la orientación sexual no es estable como sugerían algunos estudios anteriores, sino que puede variar. En un conjunto de entrevistas realizadas a mujeres adultas jóvenes de este grupo, la mayoría de mujeres no reportaron haber tenido al menos una de las siguientes condiciones: en su niñez, indicadores de su orientación sexual; estabilidad en la atracción hacia el mismo sexo; consciencia de las atracciones hacia el mismo sexo previo a su proceso consciente de cuestionamiento sexual. Las mujeres lesbianas reportan más frecuentemente dichas condiciones que las mujeres bisexuales, así como mayores atracciones por su mismo sexo. Además, pocas mujeres adultas jóvenes reportaron atracción por el mismo sexo de tipo excluyente. Homofobia. Respecto a la homofobia, los significados evolucionan conforme los varones se hacen mayores. Por ejemplo, en el estudio de Plummer (2000), se indica que términos como “gay” o “marica”1 a la edad de 18 años no tienen un significado estrictamente referido a homosexualidad, sino más bien a una apariencia. El mismo estudio señala que las connotaciones sexuales se asocian con palabras homofóbicas posteriormente. Los términos usados tempranamente como “gay” y “mariquita”, antes de tener significado sexual, tienen significados no sexuales asociados, los cuales van en la siguiente escala de significados homofóbicos: (a) Comportarse como un bebé. (b) Ser suave, débil y tímido. (c) Ser lento para la madurez física. 1
Los términos han sido adaptados a la realidad peruana por las autoras.
20
(d) Actuar como una mujer. (e) Ser académico y estudioso. (f) Ser especial. (g) Ser artístico. (h) Lucir diferente. (i) No integrarse con la cultura de sus pares, ser un bizarro o ser un solitario. (j) No satisfacer las expectativas de los pares. (k) No participar en equipos deportivos de prestigio. (l) Satisfacer las expectativas de los adultos, a expensas de la lealtad al grupo de pares. (m) Orientación sexual. Así, no ser rudo y ser “poco masculino” se asocian con homofobia. En este sentido, la sexualidad es una consideración secundaria. Publicidad sexy. El estudio de Reichert (2011) encuentra que la publicidad con imágenes fuertemente sexuales está orientada a adultos jóvenes. Así, al preguntárseles a los adultos jóvenes qué publicidad recuerdan, evocan a la de las firmas Calvin Klein, Victoria’s Secret, Herbal Essences de Clairol, Levi’s y Candie’s. En el estudio, la publicidad más recordada es la de Candie’s, una fragancia masculina en cuyo comercial aparece Alyssa Milano en lencería en una cama, esperando a su compañero, quien se encuentra en la misma habitación, buscando la fragancia masculina Candie’s. Aunque este comercial está orientado a adultos jóvenes, otros comerciales sexys no están orientados exclusivamente a adultos jóvenes, y pueden estar incluidos en horarios de protección al menor y son absorbidos por una audiencia diversa, incluyendo los mismos adultos jóvenes, pero también adolescentes y niños. Heterosexualidad en hombres que tienen sexo con otros hombres. Según Reback y Larkins (2008), existe un grupo poco estudiado de hombres que se identifican como heterosexuales pero que tienen sexo con otros hombres. Este grupo de hombres considera que sus actividades con el mismo sexo no son incongruentes 21
con su identidad heterosexual, puesto que consideran que estas actividades son “poco frecuentes”, “recreativas”, “accidentales”, o una “necesidad económica”. Evitan la intimidad mediante la despersonalización de su compañero masculino, limitando los gestos (besos, abrazos, contacto visual, conversación) y distanciándose de los que se identifican como gays. Este grupo transfiere la responsabilidad de sus actividades con el mismo sexo a factores externos, como una pelea con su esposa, o abuso de sustancias, lo que les lleva a los encuentros sexuales. A pesar de su habilidad de compartimentalizar estos encuentros sexuales, muchos hombres de este grupo expresan culpa y vergüenza cuando discuten sus experiencias con individuos del mismo sexo. 3.4.
La Búsqueda De Pareja En El Adulto Joven Para muchos adultos jóvenes tener amigos íntimos satisface la necesidad
propia de afiliación; sin embargo, para la mayoría de los adultos la fuente de intimidad más profunda es la vinculación sexual con un compañero, que frecuentemente implica el matrimonio o la vida en pareja, el vivir juntos. La elección de pareja en los adultos jóvenes está determinada por el marco de relaciones sociales (trabajo, ocio, compañeros de estudios). Hoy en día la red social se ha ido ampliando debido a la movilidad de los jóvenes para estudiar, viajar y trabajar en otros países, que fomenta las parejas de países y etnias diferentes. En el proceso de selección de la pareja, Triadó (2003) distingue cuatro fases: (a) Fase 1. Los compañeros se seleccionan entre los que están en el mismo marco de relaciones sociales; la apariencia física y la manera de ser son un elemento clave en la atracción inicial. (b) Fase 2. Las parejas comparten gran parte de su tiempo, van conociéndose mejor e interactúan de forma más profunda en la relación; si se descubre algo que no agrada o no se respeta, se puede romper la relación. (c) Fase 3. La compatibilidad de los roles y el sentimiento de empatía afianzan la relación. Proporcionan a la pareja la sensación de buen funcionamiento. 22
(d) Fase 4. La relación se consolida. Los miembros de la pareja se sienten más seguros de sus sentimientos y optan por casarse o cohabitar. Las razones que dan los jóvenes para casarse, bien sea civilmente o con ceremonia religiosa, son muy variadas e incluyen estar enamorado, legitimar las relaciones sexuales, satisfacer la necesidad de compañía, comunicación y seguridad, proporcionar derechos legales a los hijos y cubrir las expectativas sociales. El número de parejas que deciden vivir juntas sin casarse ha ido aumentando notablemente en la actualidad; suelen ser jóvenes, tanto heterosexuales como homosexuales, con un nivel socioeconómico medio o alto. Durante la constitución de una relación de pareja, hay tres etapas por la que pasa un Adulto Temprano: (a) Enamoramiento. Se da cuenta de quien es su pareja y la ve en forma más real. (b) Negociación: Si cuenta con recursos personales y afectivos aparece el amor real de adulto (La idealización pasa a conocimiento real) (c) Casarse: El amor real requiere de una decisión racional. Ziff y Alison (2000) llevaron a cabo un estudio en 40 mujeres adultas jóvenes universitarias, explorando la relación entre los estilos de unión y autoimagen, autoimagen sexual, y características preferidas para que tenga un hombre ideal. Se verificó que los estilos de vinculación guardaban una relación con la autoimagen y la autoimagen sexual. Las mujeres con tendencias desdeñosas o de evitación preferían características más masculinas, contrario a los otros grupos que preferían características más femeninas.. Existen dos criterios en los que se puede basar la elección de la pareja: Teoría de relación objetal: (complejo de Edipo). Se tiende a buscar una pareja que se relacione de alguna manera con el padre del sexo opuesto, ya sea por similitud, oposición, intereses de los padres, etc. (a) Elección de pareja basada en la imagen (objeto) parental: se busca alguien muy parecido o muy distinto al padre del mismo sexo. 23
(b) Elección basada en lo que el padre del mismo sexo quisiera que el otro padre hubiera sido. (c) Elección basada en lo que mis papás hubiesen querido que yo fuera (muy distinto o muy igual). La utilización de cada uno de estos sub-criterios depende de cómo se resolvió, se resuelve o no se resuelve el Edipo. Se espera construir una relación semejante u opuesta a la de los padres. Elección basada en el ideal de objeto: generalmente se buscan características complementarias, que pueden ser positivas (acepto que la otra persona tiene atributos que yo no tengo) o negativas (surge la envidia al no poder aceptar eso, se tiende a anular al otro, a fomentar la dependencia; se da la relación dominio-sumisión). En las positivas también se aceptan los defectos del otro. Esto, más lo anterior, tiende a la potencialización de la pareja. 3.4.1. El homosexual. El homosexual actualmente enfrenta los siguientes obstáculos en su búsqueda de una pareja y relación estable: (a) Juicios sociales negativos (b) Hostilidad (c) El temor a ser descubiertos los obliga a estar ocultos. (d) No hay matrimonio o contrato legal. (e) Soporte muy pobre: familia, iglesia, trabajo. (f) No hay “beneficios familiares”. (g) Negación de derechos de paternidad –biológicos- adopción, reproducción asistida. El estudio de Diamond y Savin-Williams (2000) en un conjunto de mujeres de minoría sexual encontró que, contrario a la creencia convencional, la edad a la que una mujer tiene atracción por su mismo sexo no está relacionada sistemáticamente a características subsecuentes del desarrollo de la identidad sexual. En cambio, son más importantes la calidad y el contexto de las primeras atracciones de una mujer, por 24
lo que sugieren que la variabilidad en el desarrollo de una mujer de minoría sexual y heterosexual se explicaría mejor por interacciones entre las características personales y los contextos ambientales. 3.5.
Soltería, Cohabitación Y Matrimonio Los adultos tienen varias opciones respecto a su estilo de vida sexual. Algunos
planean permanecer solteros. Pueden permanecer célibes, participar en una relación monógama de larga duración, o involucrarse en monogamia serial -una serie de dos o más relaciones que involucran fidelidad al compañero durante la duración de cada relación. En otros casos, optan por relaciones de cohabitación o por el matrimonio. 3.5.1. La Soltería. Existen alternativas al matrimonio, como por ejemplo, la soltería. Los solteros forman un grupo heterogéneo, ya que pueden haber elegido esta opción por diferentes razones: (a) Profesionales: subliman la frustración de no encontrar pareja sumiéndose en el trabajo, búsqueda de estabilidad, de posición social, entre otras. (b) Sociales: prefieren permanecer solteros para disfrutar de la libertad y la individualidad. Establecer relaciones en diferentes ámbitos sociales, en búsqueda de reconocimiento, estatus, identificación con grupos. (c) Individualistas: centradas en el autodesarrollo, autoidentidad, entre otros, por lo que su tiempo libre es dedicado a eso y al aprendizaje. (d) Activistas: personas muy activas, gastan todo su tiempo en una causa específica y no en su vida personal. (e) Pasivas: pasan la mayor parte del tiempo solos, no tienen iniciativa para compartir. (f) Asistenciales: religiosos, opción por los pobres, entre otros; donde el propósito de la vida es servir y ayudar a otros. Sexualidad de los solteros. Para DeLamater y Friedrich (2008), el proceso de lograr la madurez sexual continúa en la adultez. Una de las tareas en esta etapa de la vida es aprender a comunicarse efectivamente con compañeros en relaciones íntimas; 25
esto es difícil para muchas personas, en parte porque hay pocos modelos de rol en nuestra sociedad que muestren cómo involucrarse en una comunicación directa y honesta en tales relaciones. Una segunda tarea es desarrollar la habilidad para hacer decisiones informadas sobre reproducción y prevención de infecciones de transmisión sexual, incluyendo la infección por VIH. Según Laumann, Gagnon, Michael y Michaels (1994), entre las personas solteras, el 26% de los hombres y el 22% de las mujeres reportan tener encuentros sexuales dos o más veces por semanas; el 22% de hombres y el 30% de mujeres reporta no haber tenido sexo en el último año. Stein (1981), plantea cuatro tipologías de solteros: voluntarios temporales o estables e involuntarios temporales o estables. Ventajas de la soltería. Incluyen: mayores oportunidades de autodesarrollo, satisfacción y desarrollo personal; conocer gente distinta; independencia y autosuficiencia económica; mayor experiencia sexual; libertad y control sobre la propia vida; expansión y cambio de carácter. Desventajas de la soltería. Incluyen: soledad y falta de compañía; penurias económicas; incomodidad en ciertas situaciones sociales; frustración sexual; presión por prejuicios, entre otros. Profesional, social, individualista, activista, pasivo o de apoyo, son algunos de los estilos de vida que un soltero podría adoptar. Según reporta Cuéllar, el porcentaje de hombre y mujeres jóvenes que no se han casado todavía se ha incrementado durante las últimas décadas. Muchos adultos jóvenes pueden posponer o evitar el matrimonio debido a la probabilidad de que terminará en divorcio. Tal precaución pude ser sensata, pues, como hemos visto, cuanto más joven se case la gente, menores son las probabilidades de éxito. Algunos desean la libertad de probar nuevas experiencias y no desean restringir esta libertad asumiendo las obligaciones emocionales y financieras del matrimonio. Puesto que las personas solteras no necesitan considerar cómo afectarán sus acciones a los esposos 26
y a los hijos, son más libres para correr riesgos sociales, económicos y físicos. Pueden decidir más fácilmente andar por el país o por el mundo, correr riesgos en nuevas clases de trabajo, adelantar su educación o participar en actividades creativas. En relación a la actividad sexual en solteros, podemos destacar:
Cambio de actitud en torno al tema de las relaciones prematrimoniales; permisividad.
No existe temor para hablar del tema.
Las mujeres jóvenes que sostienen relaciones prematrimoniales, entablan relaciones afectivas y sin promiscuidad. Citas. Morgan y Zurbrigen (2007) realizaron un análisis cualitativo de las
descripciones de los mensajes sexuales y relacionales que los adultos jóvenes recibían de su primera pareja significativa de citas. Tanto para hombres como para mujeres, el tema más frecuente estaba referido a la negociación de la primera intimidad sexual con el compañero, los demás temas diferían por el género. Las mujeres reportaron haber recibido mensajes de sus compañeros masculinos que indicaban un alto interés en actividad sexual, así como presión para llevar a cabo actividad sexual. Los hombres reportaron recibir mensajes de sus compañeras mujeres en relación con establecer límites sexuales, ellos respondieron a estos mensajes tanto con aceptación como con frustración. El recuento de las primeras relaciones significativas de citas incluyó discusiones sobre qué se aprendió de estas relaciones, sugiriendo que las experiencias con los primeros compañeros significativos de citas pueden tener influencias sexuales y relacionales duraderas. Sus resultados sugieren la presencia de mensajes que contribuyen a la reproducción de la heterosexualidad compulsoria, desbalances en el poder de los géneros y coerción sexual. Establecer relaciones íntimas. Surge a partir de un fuerte impulso para compartir la vida personal con alguien para establecer una relación estrecha y mutuamente satisfactoria. En este contexto, la intimidad se entiende como la 27
capacidad para comprometerse en una relación concreta y para desarrollar la fuerza ética para cumplir tales compromisos, aunque impliquen sacrificios (dar algo de sí mismo a los demás) y renuncias personales (Erikson, 1963). La intimidad no tiene que ser física o sexual únicamente, sino que puede existir en cualquier relación que implique un compromiso emocional entre dos adultos, ya sean miembros de la familia, amigos o pareja. Cada relación íntima implica una progresión, desde la atracción inicial hasta una relación estrecha que continúa con un compromiso. Pero ello exige un sacrificio personal, dar algo de uno mismo a los demás. Supone la unión de dos identidades, pero permite a cada persona la libertad de seguir viviendo como individuo. Si las personas no adquieren el compromiso, tendrán dificultades para satisfacer esta necesidad y correrán el riesgo de aislarse. En esta etapa las formas principales de intimidad que preocupan a muchos adultos jóvenes son la relación íntima de amistad y la relación sexual. Durante la relación amorosa entre la pareja, hombres y mujeres contemplan la posibilidad de establecer relaciones basadas principalmente en proyectos de futuro y de intimidad sexual. Es un proceso dinámico que irá cambiando según el crecimiento y los cambios de los miembros. 3.5.2. Cohabitación. Según Borg (2003), la cohabitación suele darse entre adultos liberales, educados, andróginos y erotofílicos, pero es una opción elegida por un número cada vez mayor de parejas. La justicia peruana reconoce este estado legal en el momento de la disolución. La cohabitación es un paso importante en el desarrollo, no solo porque representa compromiso, sino porque es una declaración pública de una relación sexual. Para algunas parejas, la convivencia o cohabitación es una alternativa al matrimonio. Según el U.S. Bureau of the Census (2000), en 1999, el 7% de todas las mujeres de los Estados Unidos estaban en situación de cohabitación. El estudio de Booth y Crouter (2002) indica que hay un incremento en el número de parejas que optan por cohabitar fuera del matrimonio, y que este 28
incremento es marcado en las últimas décadas. Según dicho estudio, en los Estados Unidos, el 41% de las mujeres entre los 15 y 44 años han convivido, y el 7% de mujeres en este rango de edades está conviviendo actualmente. Para algunas, la convivencia es un preludio del matrimonio. Otras parejas optan por vivir juntas después de disolver un matrimonio previo y pueden hacer esto por meses o incluso años. Para un número creciente de hombres y mujeres, la convivencia no está vinculada con el matrimonio en ninguna forma, sino que es un sustituto de larga duración. Según Lara et al. (2001), algunos estudios indican que durante el estado de cohabitación, se presenta mayor agresión física que en el matrimonio. No existe evidencia de que la cohabitación prematrimonial, discrimine en relación a la compatibilidad necesaria para el matrimonio. La desilusión posmatrimonial, se presenta antes en parejas que han cohabitado. En el estudio de Stewart, Manning y Smock (2003), se investigó la relación que existía entre la paternidad del hombre y la entrada del hombre en uniones matrimoniales o de convivencia. El análisis llevó a concluir que los hijos residentes o no residentes no tienen efecto en la probabilidad de que los hombres entren en un nuevo matrimonio, pero los hijos no residentes tienen un efecto positivo en la entrada de un hombre a la convivencia. Particularmente, la asociación entre hijos no residentes y que los hombres formen uniones no es uniforme, sino que está más relacionada conque el hombre esté involucrado en visitas a sus hijos. Mientras que las obligaciones de una mujer con hijos de anteriores uniones representa una fuente de drenado de recursos que disminuye la probabilidad de formación de uniones, el análisis de este estudio indica que los padres no residentes más probablemente ingresarán en uniones que los otros hombres. El Matrimonio de facto. Matrimonio de prueba, en vez del matrimonio. El estudio de Manning y Smock (2005) realizado en mujeres y hombres adultos jóvenes de Estados Unidos con experiencia reciente en cohabitación encontró que los métodos de medición actuales 29
de medición poblacional subestiman la cohabitación, por lo que se requieren nuevos instrumentos de medición. Por otra parte, encuentran también que la cohabitación no es un matrimonio y que frecuentemente no es una decisión deliberada. Las parejas no deciden entre cohabitación y matrimonio, sino que la decisión se centra entre seguir solteros o cohabitar. Usualmente llegan a casarse, pero no incrementa el éxito del matrimonio. La evidencia reciente indica que cada vez hay menos matrimonio (Manning y Smock, 2002). La cohabitación ha contribuido en esta tendencia, pues cada vez más uniones de cohabtación no resultan en un matrimonio. Manning y Smock estudiaron qué factores en una pareja conviviente influyen sobre las expectativas de matrimonio, encontrando que para todas las razas y grupos étnicos, la probabilidad de esperar un matimonio depende de la posición socioeconómica del hombre. Otro estudio también de Manning y Smock (1995) subraya la importancia de los factores económicos en la transición al matrimonio entre convivientes negros y blancos. Para los negros, pero no para los blancos, una posición socioeconómica desventajosa durante la niñez reduce las probabilidades de matrimonio. La presencia de niños en las uniones de cohabitación tiende a incrementar la probabilidad de casarse con un compañero conviviente tanto para blancos como para negros. Los estudios pasados de la transición al matrimonio se han basado en información de solo un individuo o han intentado medir características de los potenciales esposos indirectamente. Al extraer información de dos olas de la Encuesta Nacional de Familias y Viviendas (NSFH) de los Estados Unidos, Smock y Manning (1997) examinaron los efectos de las circunstancias económicas de ambos miembros de la relación en uniones de cohabitación en la transición al matrimonio. Al enfocarse en ambos compañeros en una relación proporciona una prueba más directa de la importancia relativa de las circunstancias económicas del hombre y de la mujer. Según dicho estudio, la transición al matrimonio está afectada solamente por los recursos económicos del varón, conque situaciones económicas positivas aceleran el 30
matrimonio y desalientan la separación. Esto sugiere que, a pesar de las tendencias hacia actitudes de rol de género más igualitarias y un aumento en la provisión entre las mujeres, las circunstancias económicas de los hombres convivientes tienen mucho más peso que las circunstancias económicas de las mujeres en la formación del matrimonio. A partir de información de dos olas de la Encuesta Nacional de Familias y Viviendas de los Estados Unidos, Brown (2004) evaluó si el matrimonio está asociado con una mejora en la calidad de vida de parejas convivientes. Los convivientes que se casan reportan niveles más altos de felicidad en la relación, así como menores niveles de inestabilidad en relación, disconformidad y resolución violenta de conflictos que en las parejas que permanecen conviviendo. Sin embargo, al volver a encuestárseles, un tercio de los convivientes que reportan planes de casarse en la reportan niveles de disfrute de la relación que no difieren significativamente de los convivientes que se casan. En consecuencia, esto les lleva a concluir que el matrimonio por sí mismo no incrementa la calidad de la relación. Mayor tasa de divorcio. Scott, Rhoades y Markman (2008) señalan que la convivencia premarital está asociada con un riesgo mayor de divorcio y tensión matrimonial en los Estados Unidos. Asimismo sugieren que la convivencia lleva a que algunas parejas que normalmente no se casarían lo hagan debido principalmente a la inercia de la misma convivencia. Esta transición está caracterizada entonces simplemente por dejarse llevar en vez de decidir, especialmente cuando la convivencia misma incrementa la inercia a permanecer en una relación sin importar la calidad o idoneidad de la misma. En otro estudio, de Teachman (2003), realizado a partir de la Encuesta Nacional de Crecimiento Familiar de 1995 en los Estados Unidos, se encontró que el sexo premarital o convivencia premarital que está limitada al esposo de una mujer no están asociados con un riesgo elevado de disrupción del matrimonio. En cambio, las mujeres que tienen más de una relación íntima premarital tienen un riesgo 31
incrementado de disolución marital. Para Teachman, entonces, ni el sexo premarital ni la convivencia premarital por sí mismas indican características preexistentes o ambientes de relación subsecuentes que debiliten a los matrimonios, sino que los resultados de esta investigación son consistentes con la noción de que el sexo premarital y la convivencia limitados al futuro esposo de uno se han vuelto parte del proceso normal de cortejo para el matrimonio. 3.5.3. Matrimonio Según Lara et al. (2001), la calidad de la vida matrimonial tiene fuerte incidencia en la felicidad y satisfacción de los individuos. El ciclo familiar se divide en etapas que reflejan los cambios ocurridos. Entre las tareas de ajuste matrimonial se presentan los siguientes planos: satisfacción y apoyo emocional; ajustes sexuales; hábitos personales; roles sexuales; intereses materiales; trabajo, empleo y logros; vida social; familia; decisiones; conflictos y resolución de problemas; moral, valores e ideologías. Con respecto de la actividad sexual en el matrimonio:
Existe poca información al respecto.
Frecuencia de relaciones es mayor durante el primer año de casados.
La actividad sexual de este primer período permite hacer una proyección hacia la actividad futura. La mayor parte de hombres y mujeres, encuentran que hay placer en sus
relaciones sexuales dentro del matrimonio, a diferencia del pasado. Esto es producto de la disminución de la actitud que lo consideraba como algo maligno o tabú. Ahora, es concebida como normal, saludable y placentera. Otro factor que ha contribuido a vivir la experiencia sexual satisfactoriamente dentro del matrimonio, es la mayor información de que se dispone, la seguridad de los métodos anticonceptivos y las disposiciones legales en torno al aborto. Todo esto libera a la pareja del temor al embarazo (no deseado).
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Guibovich del Carpio indica que Principalmente se da la tarea de la intimidad (donde puedo abrirme con el otro sin confundirme). La gran mayoría, tanto hombres como mujeres, se casa en este período (25-34 años). Implica, además, la posibilidad de ser padres, el complementarse y completarse, diferentes tareas y necesidades psicológicas, interdependencia, necesidad de amor. Lo que se construye entre ambos es un espacio psicológico común (con proyectos de pareja). Establecer una pareja exige el establecimiento de un compromiso con el otro (se renuncia a otras alternativas de pareja, también se renuncia a otras relaciones que compitan con la relación de pareja); de no pasar por alto la individualidad; para hacer el proyecto hay que negociar; hay construcción de la identidad de pareja que pasa por el proyecto común, su realización; hay una fusión de identidades (no sólo para satisfacer al otro, sino para lograr una identidad común). Una relación madura debe tener: (a) Capacidad de sentir culpa, preocupación y el deseo de reparar las actitudes agresivas. Significa que predominan los sentimientos amorosos por sobre los agresivos. La pareja se hace cargo de sus propios conflictos y no los ventila con los demás. (b) Capacidad de entablar relaciones duraderas, donde hay una apreciación de la pareja y no hay una tendencia explotadora (dominado-dominador), sino cooperación. (c) Tener una escala de valores, asumiendo la responsabilidad ética del compromiso que se establece con el otro. (d) Integración de la genitalidad al vínculo amoroso, se reconoce y respeta al otro conjuntamente y se busca la felicidad en la sexualidad. Sexo extramarital. La actividad sexual extramarital se destaca por lo siguiente: (a) Ocurre normalmente después de los primeros años de casados, al acabarse la novedad y lo excitante de la relación conyugal, entrando en: aburrimiento; enojo
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con el otro; deseo de recuperar la alegría perdida; búsqueda de una relación más vital y deseo de liberación sexual. (b) La medición objetiva de esta realidad resulta compleja y poco fiable, dado que no se puede evaluar la franqueza con que hablan las personas de sus prácticas sexuales (c) Aumento en relación al pasado, del número de personas que efectúan estas prácticas, y se presenta también una disminución en la edad de comienzo de éstas. Lara et al. señalan que algunas personas casadas se involucran en el sexo extramarital - especialmente después de los primeros cinco o siete años de un matrimonio, cuando la emoción y novedad del sexo con la esposa desaparece o surgen problemas en su relación -. Un compañero o el otro, o los dos, pueden buscar a compañeros sexuales externos, por aburrimiento o ira con el cónyuge, para recobrar un regocijo recordado o para buscar una relación más vital, o por un deseo de emancipación sexual que el cónyuge puede compartir o no. Mujer e Infidelidad La mujer occidental moderna tiene una tendencia casi tan igual a ser infiel a su compañero como lo es un hombre, según una encuesta llevada a cabo por una revista de mujeres alemana. En una encuesta en línea de 1427 hombres y mujeres entre 25 y 35 por el instituto alemán GEWIS para la investigación social para la revista “Woman”, el 53 por ciento de las mujeres han dicho que han sido infieles a sus compañeros, comparado con el 59 por ciento de hombres. La encuesta reveló que el motivo primario entre las mujeres para la infidelidad fue deseos no sexuales, tales como la necesidad de seguridad y comprensión. Habermehl dijo que existen factores demográficos que están detrás del cambio en
las
actitudes
hacia
más
liberalidad,
como
mayor
conocimiento
de
la
34
contraconcepción, y más libertad para las mujeres les ha ocasiona que tener affaires sea menos tabú que nunca antes. 3.5.4. El divorciado y el viudo Lara et al. indican que la disolución del matrimonio es mayormente un fenómeno de la edad adulta temprana. La “comezón de los cinco o siete años” es más que folklore; ésta es una época cumbre para el divorcio. El divorcio es más común hoy en día debido a los cambios socio culturales. Ahora las mujeres son menos dependientes financieramente de sus maridos y, de este modo, es menos probable que permanezcan en malos matrimonios., pocas personas consideran vergonzoso tratar de obtener divorcio. Asociada a la vejez, aunque no es exclusiva de ella. Afecta más a las mujeres que a los hombres. Supone un cambio drástico que implica una gran capacidad de adaptación, en que la persona desaparece del contexto social. Tienen que asumir el papel que ejercía el otro miembro, muchas veces significa redefinirse a sí mismo, con lo que se produce una crisis de identidad, porque no se imagina sin la pareja. En el caso de adultos tempranos pueden perderse relaciones sociales. H. Lopata señala respecto al duelo de la viudez que en este duelo se presentan las siguientes manifestaciones: (a) En las fases iniciales caen en una falta de motivación: la vida no tiene sentido, falta de apetito. (b) El viudo tiene sentimientos de culpa (muchas veces sin base objetiva). (c) Muchos tienen la sensación de que su pareja no se ha ido del todo, es como si les observara la pareja (especialmente personas religiosas). (d) Pasan por una fase parecida a un flash back: los recuerdos se viven intensamente, cree vivir el pasado. Se relaciona con los últimos meses de la relación y la muerte. (e) Estas sensaciones remiten y se atenúan con el tiempo, aunque si la relación había sido buena no se olvida del todo.
35
Para esta autora, la superación del duelo se da cuando la persona se vuelve a implicar en 4 actividades diferentes: (a) Aceptar que la pareja no va a volver: ya no lo vive como una pesadilla. (b) Implica pasar por un periodo de tristeza que al final también se supera. Un duelo no superado se da cuando la persona no pasa por el periodo de tristeza. (c) Implica reconstruir una nueva vida estable. Implicarse de nuevo en actividades (nuevas o no) y comprometerse a ellas, lo que implica nuevas rutinas satisfactorias (comienza a recuperar sentido la vida). (d) Implica ser capaz de amar de nuevo, aunque no sea con otra pareja, sólo implicarse afectivamente con las personas que nos rodean y los acontecimientos. Cuando se dan estas 4 condiciones podemos decir que se ha superado el duelo. Suele durar entre 1 y 3 años. Se descubrió que hay un pequeño grupo que nunca llega a superarlo. Estas personas tienen un perfil característico: (a) Las que habían tenido tras la pérdida exagerados sentimientos de culpabilidad: porque no puedes hacer nada para remediarlo. (b) Las que pierden a la pareja a una edad muy temprana. Cuando se produce a una edad avanzada las causas suelen ser otras, y has vivido la viudedad de personas cercanas. En los jóvenes se vive como una injusticia y desestructura mucho más. (c) Relación muy satisfactoria con el fallecido; la recuperación es más dura. (d) El apoyo de los demás es muy importante, las personas que se sienten solas tienen mucha más dificultad. (e) Influye mucho la propia personalidad y recursos personales. Si la persona es depresiva lo tendrá mucho más difícil. 3.6.
Paternidad Y Maternidad En El Adulto Joven La necesidad de alcanzar logros en los adultos jóvenes encuentra su expresión
más fuerte en el hecho de tener hijos. Hoy en día el patrón de paternidad y maternidad en los países occidentales ha cambiado mucho respecto a épocas anteriores. La tasa de natalidad en España ha disminuido considerablemente, las parejas deciden cada 36
vez más tener el primer hijo alrededor de los 30 o más años, después de consolidar su profesión y tener una situación laboral estable. No obstante, es en esta etapa de desarrollo cuando la mayoría de personas deciden convertirse en padres para dar significado a su vida y desarrollar el sentimiento de realización personal. La experiencia de ser padre/madre cambia la vida de las personas tanto en los aspectos externos como en los internos. La experiencia provoca cambios en la organización del hogar y de las relaciones sociales. En el plano personal el cambio es consecuencia del aumento de la responsabilidad de traer un hijo al mundo, criarlo y educarlo. Estos cambios son muy satisfactorios por una parte pero por otra conllevan renuncias, gastos económicos, reducción de la actividad social y otras situaciones estresantes que necesitan cierta capacidad de adaptación por parte de los padres para ir afrontándolas. A pesar de todo, las personas deciden tener hijos biológicos o adoptivos. Parejas que no pueden ser padres a causa de problemas de esterilidad optan por la inseminación artificial e incluso, como ocurre en EEUU, por las madres de alquiler. La inseminación artificial es un método utilizado cada vez más por parejas homosexuales y por mujeres solteras que desean tener un hijo. El valor de tener hijos se ha estudiado en muchos trabajos y la mayoría de ellos coinciden en que los padres, tanto jóvenes como mayores, consideran a los hijos como una fuente de amor, compañía y vínculos familiares, y creen que los hijos son estimulantes y divertidos, que les proporcionan ayuda y seguridad en la vejez y que son una razón para ser buenas personas. También añaden que hay que trabajar duro para ellos, lo cual hace que la persona se sienta bien consigo misma (Heaton y Jacobson, 1999; Hoffman; McManus y Brackbill, 1987). Entre los padres más jóvenes la desventaja más común es la restricción de libertad y el gasto económico. La necesidad de amar y ser amado en las personas puede satisfacerse con la paternidad y la maternidad. Los hijos ofrecen la oportunidad de abrazar, besar y tocar a otra persona en un mundo que cada vez coloca más barreras en la comunicación afectiva.
37
3.7.
Conclusiones Todos estos acontecimientos (el final de la escolarización, el trabajo y la
independencia económica, la independización de la familia, la vida en pareja y la maternidad o paternidad) implican que la persona debe asumir nuevos roles sociales (trabajador, padre/madre, cónyuge, votante, etc.) y nuevas responsabilidades, factores todos ellos relevantes para la edad adulta. El tiempo y el orden en que estos acontecimientos suceden varía considerablemente entre las personas, ya que están condicionados por varios factores: la maduración biológica, los cambios en las expectativas sociales y culturales, y los acontecimientos históricos y políticos de cada lugar. De estos acontecimientos que caracterizan el paso a la edad adulta, se considera que probablemente son las aspiraciones y las expectativas que tienen los jóvenes sobre su nivel educativo lo que más condiciona el momento y la secuencia en que los demás acontecimientos suceden. Los jóvenes que aspiran a tener un nivel educativo más alto suelen acceder al trabajo, la vida en pareja o tener hijos a una edad más tardía. En el caso de las mujeres, el retraso en tener hijos por las aspiraciones educativas es un fenómeno de gran impacto en el mundo occidental: el retraso en la maternidad beneficia a las mujeres jóvenes porque tienen más tiempo para formarse y competir en el mercado laboral. La otra cara de la moneda es que disminuye la tasa de natalidad. Los adultos jóvenes, para asumir estos roles sociales, deben desarrollar y establecer psicológicamente su propia identidad, su intimidad y determinar su relación con la comunidad.
38
CAPÍTULO IV.
Diferencias Hombre-Mujer
En un estudio con 17637 mujeres de 55 naciones de todo el mundo (Schmitt et al., 2008), se confirmaron las sugerencias previas de que las diferencias sexuales en los rasgos de personalidad son más grandes en culturas prósperas, saludables e igualitarias, en donde las mujeres tienen más oportunidades iguales que los hombres. Naciones donde las diferencias de personalidad entre ambos sexos son más altas tienen valores más altos en el Índice de Desarrollo Humano –incluyendo vida más larga y saludable, acceso igualitario al conocimiento y la educación, y riqueza económica–. 4.1.
Masturbación. A pesar de los esfuerzos para identificar a la masturbación como una estrategia
para mejorar la salud sexual, promover la intimidad relacional y reducir los embarazos no deseados, ITS y transmisión del VIH, la masturbación como un contexto para el desarrollo de una sexualidad saludable ha sido tratada con silencio o trepidación, en comunidades científicas y educacionales. Relegada al ámbito de los medios comerciales, en vez de la discusión racional en familias, escuelas y el público general, los jóvenes reciben mensajes mixtos sobre este comportamiento sexual no reproductivo. Con el fin de explorar cómo los adultos jóvenes han aprendido acerca de la masturbación y actualmente perciben a la masturbación, condujeron un estudio de teoría a 72 estudiantes universitarios (56 mujeres y 16 varones) enrolados en una escuela de sexualidad humana. Los hallazgos revelaron que las percepciones de un adulto joven y sus sentimientos hacia la masturbación fueron el resultado de un proceso de desarrollo que incluyó:(1) aprender sobre el acto de masturbación y cómo hacerlo, (2) aprender e internalizar la contradicción social del estigma y tabú que rodea a este acto placentero, y (3) llegar a buen término en esta tensión entre el estigma y el placer. Aunque casi todos los participantes aprendieron sobre la masturbación a través de los medios de comunicación y sus pares (ni los padres, ni los profesores), el género 39
fue importante en la resolución con de la contradicción del estigma y el placer. La mayoría de las mujeres reportaron continuar luchando con la contradicción o aceptación de que es normal. La mayoría de los hombres reconocieron los aspectos benéficos para el desarrollo sexual saludable que resulta de la masturbación. Tanto los participantes hombres y mujeres identificaron patrones sexuales diferenciales como contribuyentes al estándar doble. (Kaestle CE, Allen KR., 2011) Leitenberg, Detzer y Srebnik (1993) llevaron a cabo una investigación comparativa de las prácticas de masturbación masculina y femenina para determinar si el hallazgo de que los adultos jóvenes se masturban más que las adultas jóvenes. Los resultados indicaron que las mujeres continúan masturbándose mucho menos que los hombres. El doble de hombres que mujeres se ha masturbado alguna vez y los hombres que se masturbaron lo hicieron tres veces más frecuentemente durante su adolescencia y adultez temprana que las mujeres que se masturbaron durante este mismo período. Asimismo encontraron que no hay relación entre la experiencia de masturbación en la pre-adolescencia o adolescencia y la experiencia de pareja, satisfacción sexual, excitación sexual o dificultades sexuales en relaciones durante la adultez temprana, por lo que la experiencia de masturbación temprana no es benéfica ni perjudicial al ajuste sexual en la adultez temprana. 4.2.
Pornografía Una encuesta nacional llevada a cabo por Hald (2006) aplicada a una muestra
representativa de adultos jóvenes daneses encontró diferencias grandes en la prevalencia de tasas de consumo de pornografía y patrones de consumo. Comparados con las mujeres, los hombres estaban expuestos a la pornografía a una edad más temprana, consumían más pornografía medida en tiempo y en frecuencia, y usaban pornografía más frecuentemente durante su propia actividad sexual. Las diferencias de género en el contexto interpersonal de uso también fueron evidentes, con las mujeres usando pornografía más frecuentemente con un compañero sexual regular que los hombres. A su vez, se encontró que los hombres usaban pornografía más 40
frecuentemente por su cuenta o con amigos (compañeros no sexuales) que las mujeres. Tanto para hombres y mujeres, el lugar usual fue el hogar y no se encontró diferencias de género significativas en este aspecto. Se encontró que los hombres y las mujeres variaban en sus preferencias en materiales pornográficos, con los hombres prefiriendo un rango más amplio de pornografía dura y menos pornografía suave que las mujeres. Las diferencias de género en los factores de comportamiento sexual
estaban
limitadas
a
patrones
de
masturbación,
con
los
hombres
masturbándose más que las mujeres. Se encontró que el género masculino, la frecuencia más alta de masturbnación, la menor edad de la primera exposición y la menor edad explicaban el 48,8% de la varianza total en el consumo de pornografía. Hald argumenta que las diferencias de género en la aceptabilidad social, adherencia a estereotipos de género, tradiciones de sexualidad de género, normas de género y estrategias de cortejo son factores claves en entender las diferencias de género en el consumo de pornografía. 4.3.
Sexualidad Femenina La investigación de Rickert, Sanghvi y Wiemann (2002) en una población de
Estados Unidos encuentra que casi el 20% de mujeres creen que nunca tienen el derecho de hacer sus propias decisiones respecto a contraconcepción, sin importar los deseos de sus padres; de decirle a su compañero que no desean tener intimidad sexual sin control de natalidad, que desean hacer el amor de una forma diferente o que su compañero es muy rudo, y detener el juego previo en cualquier momento, incluyendo durante la misma intimidad sexual. Algunos factores asociados con la falta de asertividad sexual son notas bajas en la escuela, inexperiencia sexual, uso inconsistente de anticonceptivos y el ser de una minoría étnica, factores que no están relacionados entre sí. 4.3.1. Síndrome Pre-Menstrual Es un trastorno que produce incomodidad física y tensión emocional en el lapso de 1 a 2 semanas antes del período menstrual. El SPM tiene una sintomatología 41
amplia, que puede incluir: fatiga, antojos de ciertos alimentos, dolor de cabeza, retención de líquidos, sensibilidad en los senos, inflamación de manos, pies y sobre todo abdomen, náuseas, constipación, aumento de peso, ansiedad, depresión, irritabilidad, cambios en el estado de ánimo, llanto y dificultad para concentrarse o para recordar. Se recomienda
entonces realizar
ejercicios, llevar una dieta saludable
evitando, sodio, grasas, cafeína y el alcohol. Desorden Disfórico Premenstrual. Cuando el Síndrome Premenstrual es especialmente fuerte, afecta a la mujer de tal modo que le impide llevar una vida normal. El DPD afecta a menos del 10 % de las mujeres. 4.3.2. Miedo de embarazo / ITS Según el estudio de Gardner, Frank y Amankwaa (1998), para las adultas jóvenes estadounidenses, la posibilidad de contraer una infección de transmisión sexual es un problema de salud muy serio. Encontraron que el tener ITS influye fuertemente en el comportamiento sexual de las mujeres, de tal forma que las mujeres con ITS negativo tenían autoestima más alta –medida según el Test de Autoestima de Rosenberg– y practicaban sexo seguro más frecuentemente. Del mismo modo, mujeres que nivel de educación alto e ingresos superiores a USD 10000 anuales y con nivel de autoestima alto tendían a tener un puntaje más alto en el Cuestionario de Conducta de Sexo Seguro, indicando la práctica de sexo seguro. La edad no estaba relacionada con la autoestima o con la práctica de sexo seguro. A continuación se listan un conjunto de Infecciones de Transmisión Sexual frecuentes, que son de interés por su alta prevalencia: Virus del Papiloma Humano (VPH) y Cáncer Cervical. La infección transmitida sexualmente (ITS) más común de origen viral es el Virus del Papiloma Humano (HPV). Existen más de 30 tipos de HPV que infectan el área anogenital. Las cepas de HPV de bajo riesgo (por ejemplo: HPV-6 y HPV-11) ocasionan verrugas genitales, mientras que las variantes de alto riesgo (por ejemplo: HPV-16 y HPV-18) 42
están muy relacionados con el cáncer anogenital y, muy especialmente, con el cáncer cervical, el cual es la segunda forma más común de cáncer en mujeres a nivel mundial. (Hagensee, 2000). De acuerdo con el CDC (Current Epidemiology of Selected STDs, 2003), el 75% de adultos sexualmente activos se infectan alguna vez con VPH. El VPH afecta a adolescentes y adultos jóvenes al poco tiempo del inicio de su actividad sexual. Algunas variantes de HPV ocasionan cáncer cervical en mujeres décadas después de la infección, mientras que otros tipos ocasionan verrugas genitales tanto en hombres como en mujeres dentro del año después de la infección. En un grupo de estudio, el conocimiento sobre el HPV fue limitado, pero todos los participantes -adolescentes y adultos jóvenes- desearon recibir vacunas que previnieran el cáncer y las verrugas genitales. (Hoover, Carfioli y Moench, 2000) Gonorrea y sífilis. En mujeres jóvenes, la infección por gonorrea es importante, pero no tanto como lo es en la adolescencia. Sin embargo, las mujeres adultas jóvenes presentan la tasa más alta de sífilis primaria y secundaria. En cambio, entre los hombres, la infección por gonorrea es la más alta en el adulto temprano, pero las formas primaria y secundaria de la sífilis ocupan solo el tercer lugar. Las tasas de infección por gonorrea en adultos jóvenes entre 20 y 24 años se mostraron mucho menores en 1998 y 1997, comparada con 1994, con un descenso del 22%; sin embargo, hubo un pequeño aumento del 7% de 1997 a 1998. Entre las mujeres adultas jóvenes, la tasa de infección por gonorrea disminuyó en 14% de 1994 a 1997, pero aumentó en 13% de 1997 a 1998, con una muy ligera disminución neta entre 1994 y 1998. (STDs in Adolescents and Young Adults Special Focus Profiles STD Surveillance, 1998) En los Estados Unidos, la gonorrea muestra una muy alta preferencia de infección por la raza negra, las razas hispánica, blanca, asiática y amerindia muestran por el contrario una incidencia mucho menor. (Current Epidemiology of Selected STDs, 2003) 43
Chlamydia. La infección por Chlamydia es una de las principales ITS en países desarrollados. En Estados Unidos, por ejemplo, se reportan aproximadamente 4 millones de casos anualmente, con una tasa 4 veces mayor de infecciones en mujeres que en hombres. En el reporte estadounidense, la infección por Chlamydia afecta principalmente, en hombres, a los adultos tempranos entre 20 y 24 años, mientras que en mujeres afecta un poco más a adolescentes (15-19 años) que a adultos tempranos entre 20 y 24 años. (Current Epidemiology of Selected STDs, 2003) Trichomonas vaginalis. Según el CDC, la tricomoniasis es considerada la ITS curable más común en los Estados Unidos. En ese país, aproximadamente 3,7 millones de personas están infectadas, pero solo el 30% desarrolla algún síntoma de tricomoniasis. La infección es más común en mujeres que en hombres, y las mujeres mayores son más propensas que las mujeres jóvenes a infectarse. Herpes tipo 2. Según el CDC (Current Epidemiology of Selected STDs, 2003), cada año se reportan aproximadamente un millón de casos nuevos de herpes genital causada por HSV-2. La seroprevalencia de infección por HSV-2 aumenta con el nivel de actividad sexual. La seropositividad del HSV-2 es mayor en personas de nivel socioeconómico bajo. VIH/SIDA. El desarrollo de terapias antirretrovirales altamente activas ha llevado a una disminución en el número de muertes de estadounidenses infectados por HIV. (Current Epidemiology of Selected STDs, 2003) 4.4.
Conclusiones El desarrollo sexual del adulto temprano muestra diferencias en el
comportamiento de hombres y mujeres. Aunque algunos comportamientos pueden deberse a las características biológicas de cada sexo, la mayor parte de ellos indudablemente tienen su origen en condicionamientos culturales que definen los roles de género. Si bien es cierto existen estas diferencias, los problemas a los que se
44
enfrentan hombres y mujeres en el desarrollo de su sexualidad son similares, pero los resuelven mediante mecanismos diferentes. En los adultos tempranos, los principales problemas o desafíos a los que se enfrentan hombres y mujeres incluyen las infecciones de transmisión sexual –motivo de principal preocupación en las mujeres- y la paternidad. En el caso exclusivo de las mujeres está también el síndrome pre-menstrual.
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CAPÍTULO V. Problemas Del Desarrollo Sexual En El Adulto Temprano
5.1.
Confusión Sobre La Identidad Sexual En El Adulto En la adultez es posible que se dé una confusión sexual. Jongsma (2003)
sugiere la concurrencia de las siguientes condiciones para considerar que existe confusión en la identidad sexual en el adulto: (a) Incertidumbre acerca de la orientación sexual básica. (b) Dificultad en disfrutar de las actividades sexuales con compañeros del sexo opuesto debido a baja excitación. (c) Fantasías y deseo sexual con compañeros del mismo sexo, lo que causa angustia. (d) Actividades sexuales con personas del mismo sexo, lo que ha causado confusión, culpa y ansiedad. (e) Humor decaído, disminución de interés en actividades. (f) Conflictos maritales causados por incertidumbre sobre la orientación sexual. (g) Sentimientos de culpa, vergüenza y/o ineptitud. (h) Ocultar la identidad sexual de otras personas significativas (amigos, familia, esposo o esposa). 5.2.
Desorden De Identidad De Género El “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales IV Texto
Revisado” (DSM-IV-TR, 2000) incluye la patología “Desorden de Identidad de Género” en dos modalidades, tanto en niños, como en adolescentes y adultos. En adolescentes y adultos, el diagnóstico del Desorden de Identidad de Género requiere las siguientes alteraciones: (a) Una identificación fuerte y persistente por el otro género (no solo un deseo por alguna ventaja cultural percibida al ser del otro sexo). Esta alteración se manifiesta por síntomas como un deseo manifiesto por ser del otro sexo, hacerse pasar frecuentemente como del otro sexo, desear vivir o ser tratado como del otro sexo,
46
o la convicción de que él o ella tiene los sentimientos y reacciones típicas del otro sexo. (b) Incomodidad persistente con su sexo, o sentido de inadecuación en el rol de género de su sexo. Esta alteración se manifiesta por síntomas como una preocupación por deshacerse de caracteres sexuales primarias y secundarias (por ejemplo, requerir hormonas, cirugía, u otros procedimientos para alterar físicamente las características sexuales para simular ser del otro sexo) o la creencia de que nació con el sexo equivocado. (c) La alteración no es concurrente con una condición física intersexual. (d) La alteración provoca malestar clínicamente significativo o deterioro importante en áreas sociales, ocupacionales o de otro tipo de funcionamiento. Coehen-Kettenis y Pfäfflin (2009) llevaron a cabo un estudio orientado hacia el DSM-V en el que sugieren el uso del nombre “Disforia de Género” para el Desorden de Identidad de Género y desórdenes relacionados. El estudio ha sido acogido preliminarmente por la American Psychiatric Association (2010) y se encuentra en su fase de revisión final previa a su publicación en el DSM-V como Disforia de Género, con el siguiente criterio diagnóstico (APA, 2011): (a) Una incongruencia marcada entre el género experimentado o expresado por uno y el género asignado, de al menos 6 meses de duración, manifestado por 2 o más de los siguientes indicadores: (i) Una incongruencia marcada entre el género experimentado o expresado y las características sexuales primarias y/o secundarias. (ii) Un deseo fuerte de deshacerse de las características sexuales primarias y/o secundarias debido a una marcada incongruencia con el género experimentado/expresado por uno. (iii) Un deseo fuerte por las características sexuales primarias y/o secundarias del otro género.
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(iv) Un deseo fuerte de ser del otro género (o algún género alternativo diferente del género asignado a uno). (v) Un deseo fuerte de ser tratado como del otro género (o algún género alternativo diferente del género asignado a uno). (vi) Una convicción fuerte de que uno tiene los sentimientos y reacciones típicas del otro género (o algún género alternativo diferente del género asignado a uno). (b) La condición está asociada con malestar clínicamente significativo o deterioro importante en áreas sociales, ocupacionales o de otro tipo de funcionamiento, o con un riesgo significativamente aumentado de sufrir, tal como un malestar o discapacidad. La versión preliminar del DSM-V consigna también dos subtipos: con desorden en el desarrollo del sexo, y sin desorden en el desarrollo del sexo. La publicación de la versión final del DSM-V está planificada para el 2013. 5.3.
Infertilidad Es la incapacidad para concebir después de intentarlo durante 12 meses. La
fertilidad de las mujeres empieza a disminuir al final de los 20 años. La fertilidad de los hombres es menos afectada por la edad, pero disminuye de manera significativa a finales de los 30. La infertilidad afecta emocionalmente al matrimonio. Es posible que los cónyuges se sientan frustrados y enojados consigo mismos y entre sí. Incluso pueden sentirse vacíos, sin valor y deprimidos. No obstante, dichas parejas pueden beneficiarse de la orientación profesional o el apoyo de otras parejas infértiles. La orientación profesional puede incluir el uso de una o más técnicas de reproducción asistida.
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5.4.
Conclusiones El desarrollo sexual del adulto temprano puede tener problemas importantes.
Entre ellos están la crisis de identidad de género, que puede devenir en una Disforia de Género, así como también la infertilidad. Ambos problemas requieren asistencia profesional en el campo correspondiente, para llevar a una resolución adecuada del problema que no merme el bienestar del adulto temprano.
49
CAPÍTULO VI.
6.1.
Intervención Terapéutica
Confusión De La Identidad Sexual Jongsma (2003) sugiere en su “The Complete Adult Psychotherapy Treatment
Planner (PracticePlanners)” que el tratamiento psicoterapéutico del adulto con confusión en su identidad sexual debe incluir os siguientes objetivos de largo plazo, y objetivos de corto plazo vinculados con estrategias de intervención terapéutica: 6.1.1. Objetivos de largo plazo (a) Identificar la identidad sexual e involucrarse en un amplio rango de relaciones que soporten dicha identidad. (b) Reducir la frecuencia general y la intensidad de la ansiedad asociada con la identidad sexual, de tal forma que no se afecte el desempeño en las actividades diarias. (c) Mostrar la orientación sexual a otras personas significativas. (d) Regresar al nivel previo de funcionamiento emocional, psicológico y social. (e) Eliminar los sentimientos de depresión (humor decaído, culpa, ineptitud). 6.2.
Reproducción Asistida Reproducción asistida o fecundación artificial es la técnica de tratamiento de la
esterilidad o infertilidad que conlleva una manipulación de los gametos. 6.2.1. Métodos La reproducción asistida puede ser llevada a cabo empleado diferentes técnicas y la más adecuada a emplear en cada caso, dependerá de las circunstancias y problemas particulares de cada pareja. Sin embargo la secuencia de técnicas a emplear, de menos a más compleja e invasiva, es la siguiente: coitos programados, inseminación artificial y fecundación in vitro/transferencia de embriones. Coitos programados Está indicado en parejas muy jóvenes (menores de 35 años), que lleven poco tiempo intentando quedar embarazada (menos de 6 meses), presenten poca ansiedad 50
y la causa de la esterilidad sea de origen desconocido ya que todas las pruebas básicas a las que han sido sometidos han dado resultados normales. Al paciente se le puede mantener su ciclo natural (no es sometido a estimulación) o ser inducida la ovulación de forma controlada. Ciclo natural Está indicado en parejas con alergia a medicamentos o convicciones éticas o religiosas que les llevan a rechazar cualquier otra técnica de reproducción asistida que no sea natural. En esta técnica la paciente no recibe ningún tipo de medicación, sino que simplemente se controla el crecimiento del folículo dominante. El momento de las relaciones sexuales viene determinado por el pico de LH (hormona luteinizante), que ocurre 24 horas antes de la ovulación espontánea. Debe ser monitoreada desde el noveno día después de la regla, para ello existe un kit de orina muy sencillo y cómodo de usar para la paciente. Inducción de la ovulación Para evitar el seguimiento del peak endógeno de LH necesario en la técnica anterior, los médicos se adelantan con la administración intravenosa de 5000 UI de hCG (gonadotropina coriónica humana) en el momento en que se constata mediante ecografía la existencia de un folículo maduro ovulatorio. Tras la administración de 5000 y 10000 UI hCG, el folículo ovulará entre 37 y 38 horas más tarde. La hCG y la LH son hormonas muy similares ya que provocan y mantienen la luteinización. La hCG se elimina más lentamente y su actividad biológica es mayor (se requiere menos unidades). La LH produce menos complicaciones (síndrome de hiperestimulación, SHO) pero la presentación comercial impide usar miles de UI (15 y 30000 UI). Esta técnica permite un mayor control sobre el momento de la ovulación, lo que permite programar el coito (0 y 48 horas), la inseminación (24 y 48 horas) o la
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aspiración folicular (por las mañanas 36 horas después). De esta forma se facilita la planificación de la clínica y sobre todo del laboratorio FIV. Inseminación artificial Introducción médica del semen o esperma en la vagina de la mujer con la finalidad de conseguir una gestación. Esta vía recibe el nombre de 'inseminación artificial'. Normalmente, con esta técnica, de cada 100 ciclos de inseminación 13 resultan en gestación, y de cada 100 parejas que completan 4 ciclos, 60 consiguen gestación. De todos los embarazos conseguidos, un 15-20% son gemelares y otro 15% se malogran. Para poder someterse a un ciclo de inseminación artificial se han de cumplir una serie de requisitos: las trompas de Falopio han de ser permeables, el semen ha de ser de buena calidad, y se han de considerar otros factores como la edad de la mujer, el tiempo de esterilidad y los ciclos de inseminaciones anteriores para decidir si es conveniente realizar un nuevo ciclo de inseminación artificial o por el contrario sería más recomendable someterse a otra técnica más compleja como la fecundación in vitro y transferencia de embriones, la cual ofrecería más garantías de éxito. Se distinguen dos situaciones según el origen del semen: (a) Inseminación artificial homóloga o conyugal (IAH): el semen procede de la pareja. Se lleva a cabo la inseminación de manera artificial cuando hay alguna dificultad para que se deposite el esperma en la vagina de la mujer de manera natural (el coito), por ejemplo debido a problemas de eyaculación precoz, vaginismo, impotencia o eyaculación retrógrada. También puede recurrirse al IAH cuando la mujer presente malformaciones uterinas, un moco cervical demasiado espeso, disfunciones ovulatorias, etc., o simplemente cuando la causa de esterilidad en la pareja sea desconocida (15% de los casos). (b) Inseminación artificial con donante (IAD): el semen proviene de un donante anónimo. Se recurre a un banco de semen cuando el integrante masculino de la pareja presenta azoospermia, una enfermedad genética hereditaria o una 52
enfermedad de transmisión sexual, cuando la paciente es una mujer sin pareja... y cuando ya ha fallado la técnica ICSI, ya sea por fallo de fecundación o por mala calidad de los embriones (genética o morfológica) La inseminación artificial consta de tres fases: (a) estimulación hormonal del ovario, para aumentar el número de ovocitos maduros. (b) preparación del semen, seleccionando y concentrando los espermatozoides móviles. (c) inseminación de la mujer, que se realiza en una consulta. Fecundación in vitro (FIV). Extracción del ovocito femenino para fecundarlo fuera del organismo de la mujer con espermatozoides obtenidos previamente del hombre. Tras la fecundación, el embrión es implantado en el cuerpo de la mujer. Esta vía recibe el nombre de fecundación in vitro (FIV). La FIV consta de seis fases: (a) Estimulación del ovario con hormonas. (b) Extracción de ovocitos; en el caso de infertilidad femenina, se puede recurrir a la donación de ovocitos. (c) Inseminación de los mismos, que puede producirse: (i) de forma clásica, poniendo juntos los ovocitos y los espermatozoides previamente seleccionados y tratados; (ii) mediante inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) en el caso de que los gametos masculinos presenten problemas de movilidad. (d) Cultivo in vitro del embrión; durante el periodo de cultivo el embrión pasa por diferentes estados de desarrollo. Habitualmente los embriones permanecen en cultivo un total de tres días. En algunas ocasiones, es conveniente prolongar el cultivo de los embriones en el laboratorio hasta el estadio llamado de blastocisto (~6 días). (e) Transferencia embrionaria; se puede realizar bien en el útero o en las trompas y tiene lugar por vía transcervical, sin anestesia. Las tasas de embarazo con FIV e
53
ICSI están alrededor del 50%, siendo superiores al 60% en el caso de donación de ovocitos. (f) Congelación y descongelación de embriones en su caso; una vez que se ha transferido el número de embriones adecuado para cada caso, los embriones viables sobrantes se someten a un proceso de congelación, lo que permite conservarlos durante un tiempo. De esta forma, estos embriones están disponibles en el momento en que sean requeridos por la pareja. Las tasas de éxito con transferencia de embriones congelados son similares al resto de los tratamientos, superando el 40%, sin aumento del riesgo de aborto o malformaciones. En la actualidad la reproducción asistida (in útero o in vitro) es una práctica muy común, aunque dependiendo de los centros, los resultados pueden cambiar. 6.2.2. Problemas de la reproducción asistida Los principales problemas asociados a la fecundación in vitro pueden estar derivados de la estimulación ovárica o del embarazo. También se presentan consideraciones bioéticas o malformaciones. Síndrome de hiperestimulación ovárico. Se da durante la fase lútea del ciclo menstrual y consiste en una respuesta anormalmente alta de los ovarios ante la estimulación hormonal, y que además es persistente en el tiempo. Se trata de una complicación derivada de los tratamientos hormonales de estimulación ovárica en reproducción asistida, principalmente relacionados con la administración de hCG. Los síntomas más destacados de este síndrome son la ascitis, el crecimiento ovárico y el dolor abdominal. La probabilidad de que ocurra una respuesta exagerada (hiperestimulación) con riesgo para una paciente es inferior al 1%, siendo la complicación más grave la torsión de ovarios, que puede desembocar en hemorragias internas. Embarazos múltiples: En ciclos donde se transfieren dos embriones la probabilidad de tener un embarazo gemelar es del 6%. En ciclos donde se transfieren tres embriones la probabilidad de tener un embarazo gemelar es del 12% y de tener 54
un embarazo triple es del 3%. Es importante llevar a cabo controles ecográficos y medir los niveles de estradiol para cancelar el ciclo de reproducción asistida en el caso de que se detecten más de dos o tres folículos ovulatorios. Un embarazo múltiple tiene importantes riesgos de salud tanto para la madre como para los fetos, y normalmente desemboca en un parto prematuro. 6.3.
Conclusiones Mediante el tratamiento oportuno de los distintos problemas en el desarrollo
sexual del adulto temprano puede mejorarse su calidad de vida. En particular, el problema de la infertilidad tiene como contraparte un gran número de técnicas y métodos de reproducción asistida que permiten mejorar las probabilidades de paternidad.
55
CAPÍTULO VII.
7.1.
Conclusiones Y Recomendaciones
Conclusiones
El adulto temprano saludable en diferentes planos muestra varias características. 7.1.1. Comportamiento sexual (a) Tiene conocimientos y habilidades que contribuyen al disfrute y la salud sexual. (b) Disfruta y expresa su sexualidad a lo largo de su vida. (c) Expresa su sexualidad de manera congruente con sus valores. (d) Discrimina entre los comportamientos sexuales que realzan su vida y aquellos que son dañinos para sí mismo y/o para otros. (e) Expresa su sexualidad mientras respeta los derechos de los demás. (f) Busca nueva información para mejorar su sexualidad. (g) Establece relaciones sexuales que se caracterizan por su honestad, equidad y responsabilidad. 7.1.2. Salud sexual (a) Usa anticonceptivos de manera efectiva para evitar embarazos no deseados. (b) Previene el abuso sexual. (c) Actúa de manera consistente con sus propios valores si se tiene que enfrentar con un embarazo no deseado. (d) Busca cuidado pre-natal al principio del embarazo. (e) Evita contraer y transmitir enfermedades sexuales, incluyendo el VIH. (f) Practica comportamientos de promoción de la salud como exámenes médicos regulares, auto-exámenes de los senos y testículos, e identificación temprana de posibles problemas.
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7.1.3. Sociedad y cultura (a) Demuestra respeto por las personas con diferentes valores sexuales y estilos de vida. (b) Reconoce los conflictos de valor intergeneracionales entre los miembros de la familia. (c) Evalúa el impacto de la familia, cultura, religión, medios de comunicación y mensajes sociales, sobre sus propios pensamientos, sentimientos, valores y conductas relacionadas con la sexualidad. (d) Promueve el derecho a recibir información precisa y científica sobre la sexualidad. (e) Evita conductas que exhiban prejuicio e intolerancia. (f) Rechaza estereotipos sobre la expresión sexual de diversos grupos culturales. 7.1.4. Desarrollo humano (a) Aprecia su propio cuerpo. (b) Busca información sobre reproducción en la medida que lo necesite. (c) Considera que el desarrollo humano incluye la sexualidad, que puede o no incluir la reproducción o la experiencia sexual genital. (d) Se relaciona con ambos sexos de manera respetuosa y apropiada. (e) Afirma su orientación sexual y respetará la orientación sexual de otros. 7.1.5. Relaciones humanas (a) Busca en la familia una fuente de apoyo. (b) Expresa amor e intimidad de manera apropiada. (c) Desarrolla y mantiene relaciones significativas. (d) Evita las relaciones de explotación y de manipulación. (e) Toma decisiones informadas sobre opciones de familia y estilos de vida. (f) Desarrolla habilidades que realcen las relaciones personales. (g) Comprende cómo la herencia cultural afecta las ideas sobre la familia, las relaciones interpersonales, la sexualidad, la moral.
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7.1.6. Habilidades personales (a) Se identifica y vive de acuerdo a sus valores. (b) Se hace responsable de su propio comportamiento. (c) Practica toma de decisiones efectivas. (d) Se comunica de manera efectiva con la familia, sus padres y parejas. 7.2.
Recomendaciones El adulto temprano enfrenta varios retos y desafíos en su desarrollo sexual.
Aunque muchos conflictos han sido resueltos en la adolescencia, otros pueden aún permanecer ocultos, como en el caso de la crisis de identidad de género, pero existen estrategias para su solución oportuna. Un desafío propio de esta etapa es la elección del estilo de vida sexual, incluyendo las alternativas de soltería, cohabitación y matrimonio; estas dos últimas llevan al problema de la elección de la pareja. En el caso es la elección de cohabitación o matrimonio, se enfrentan desafíos particulares, como son la paternidad, en la elección de cuántos hijos tener, que puede estar obstaculizada por la infertilidad de uno o ambos miembros de la pareja. Empero, las técnicas de reproducción asistida permiten una salida a esta dificultad.
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ANEXOS
i
Etapas del Desarrollo Psicosexual según Sigmund Freud y sus Efectos en la Conducta del Adulto Etapa
Rango de edad
Zona erógena
Consecuencias de la fijación psicológica
Oralmente agresivo: masticar goma y los extremos de los lápices, etc.
Oral
Nacimiento–1 Boca year
Oralmente pasivo: fumar, comer, besar, prácticas sexuales orales. La fijación en la etapa oral puede resultar en una personalidad pasiva, culposa, inmadura, manipulativa.
Anal
1–3 años
Evacuación de intestinos y vejiga
Anal retentivo: obsesivamente organizado o excesivamente limpio. Anal expulsivo: temerario, descuidado, desafiante, desorganizado, coprofílico Complejo de Edipo (en niños y niñas); de acuerdo con Sigmund Freud.
Fálica
3–6 años
Genitales Complejo de Electra (en niñas); según Carl Jung
Latencia 6–pubertad
Genital
Pubertad– muerte
Sensación de estar sexualmente Sentimientos incompleto si se queda fijado en esta sexuales dormidos etapa Interés sexual maduro
Frigidez, impotencia, relaciones insatisfactorias
Tabla 1. Etapas del desarrollo psicosexual según Sigmund Freud y sus efectos en la conducta del adulto.
ii
Curva Acumulativa de Incidencia de la Masturbación
Gráfico 1. Curva acumulativa de edad e incidencia de la masturbación en hombres y mujeres (Hyde/DeLamater, Understanding Human Sexuality, 6ª ed. 1997, McGraw-Hill Companies Inc.).
iii
Frecuencia de Relaciones Coitales en Parejas Casadas
Gráfico 2. Curva comparativa de frecuencia semanal de relaciones coitales en parejas casadas (Hyde/DeLamater, Understanding Human Sexuality, 6ª ed. 1997, McGraw-Hill Companies Inc.)
iv
Estrategias de Intervención Terapéutica en la Confusión de Identidad Sexual del Adulto.
Objetivos de corto plazo
Intervenciones terapéuticas
Describir el miedo, ansiedad y angustia sobre la confusión respecto a la identidad sexual.
Construir activamente la confianza con el cliente y animarle a su expresión del miedo, ansiedad y angustia respecto a su confusión de la identidad sexual.
Identificar las experiencias sexuales que han sido una fuente de excitación, satisfacción y gratificación emocional.
Evaluar el funcionamiento actual del cliente preguntándole sobre su historia sexual previa, fantasías y pensamientos. Ayudar al cliente a identificar las experiencias sexuales que han sido una fuente de excitación, satisfacción y gratificación emocional. Ayudar al cliente en incrementar su conciencia de las atracciones y conflictos sexuales, asignándole que escriba un diario describiendo sus pensamientos, fantasías y conflictos sexuales que suceden durante la semana. Llevar a que el cliente califique su atracción sexual tanto a hombres como mujeres en una escala del 1 al 10 (con 10 siendo extremadamente atraído y 1 siendo no atraído en absoluto).
Verbalizar y entender cómo los factores de identidad cultural, racial y/o étnico contribuyen a la confusión respecto a la identidad sexual.
Explorar con el cliente cómo los factores culturales, raciales y/o étnicos contribuyen a la confusión sobre el comportamiento y/o identidad homosexual.
Escribir una biografía “futura” detallando la vida como un heterosexual u homosexual para ayudarle a identificar su orientación primaria.
Asignar al cliente la tarea de escribir una biografía “futura” describiendo su vida 20 años en el futuro, una vez como heterosexual, y otra como homosexual; leer y procesar en la sesión (preguntarle cuál vida le es más satisfactoria, cuál le causa más remordimiento).
v
Verbalizar y entender el rango de posibles identidades sexuales.
Educar al cliente sobre el rango de posibles identidades sexuales (heterosexual, homosexual, bisexual). Hacer que el cliente lea “La Invención de la Heterosexualidad” (Katz); procesar los pensamientos y sentimientos del cliente respecto a su contenido.
Identificar las emociones negativas experimentadas por ocultar la sexualidad.
Explorar las emociones negativas del cliente (vergüenza, culpa, ansiedad, soledad) relacionadas con ocultar o negar su sexualidad. Explorar las convicciones religiosas del cliente y cómo estas pueden hacer conflicto con identificarle como homosexual y causarle sentimientos de vergüenza o culpa.
Verbalizar y entender las prácticas de sexo seguro.
Enseñarle al cliente los detalles de los lineamientos de sexo seguro, y motivarle a que los incluya en su actividad sexual futura.
Verbalizar un entendimiento mayor de la homosexualidad.
Educar al cliente sobre el rango de posibles identidades sexuales (heterosexual, homosexual, bisexual). Asignarle al cliente la tarea de identificar 10 mitos sobre los homosexuales y ayudarle en reemplazarlos con creencias más positivas y realistas. Asignar al cliente a leer libros que proporcionen mensajes precisos y positivos sobre la homosexualidad: (¿Es una Elección?, de Marcus; “Mostrándote Afuera”, de Signorile; “Saliendo: Un Acto de Amor”, de Eichberg).
Enumerar las ventajas y desventajas de manifestar la orientación sexual a las personas significativas en la vida.
Asignar al cliente enumerar las ventajas y desventajas de manifestar la orientación sexual a las personas significativas; procesar el contenido de la lista.
vi
Observar películas/vídeos que muestren a mujeres lesbianas/hombres gays en formas positivas.
Pedirle al cliente que vea películas/vídeos que muestren a las lesbianas y hombres gays como saludables y felices (“Media hora más contigo”, “In & Out”, “Jeffrey”, “Cuando Cae La Noche”); procesar sus reacciones a las películas.
Asistir a un grupo de apoyo para aquellos que quieren mostrarse como homosexuales.
Referir al cliente a un grupo de apoyo para los que quieren mostrarse como homosexuales.
Identificar personas gays/lesbianas para socializar u obtener apoyo.
Asignar al cliente a que lea revistas y periódicos lésbicos o gays. Animar al cliente a que recopile información y apoyo de Internet (foros para “salir del closet”, sitios web de organizaciones lésbicas/gays) Animar al cliente a que identifique hombres gays o mujeres lesbianas para interactuar, revisando personas con las que se ha encontrado en los grupos de apoyo, trabajo, etc., y animarle a que inicie actividades sociales.
Desarrollar un plan detallando cuándo, dónde, cómo y a quién se le confesará la orientación sexual.
Hacer que el cliente haga un juego de rol de confesar su orientación sexual a otros significativos (familia, amigos, compañeros de trabajo). Asignar al cliente la tarea de escribir un plan detallado para que confiese su orientación sexual, incluyendo a quién la confesará, dónde, cuándo y posibles preguntas y reacciones que los receptores puedan tener.
Identificar a un amigo que es probable que tenga una reacción positiva a su confesión de homosexualidad.
Animar al cliente a identificar un amigo que tienda a aceptarlo en su homosexualidad. Sugerir al cliente que tenga conversaciones casuales con un amigo sobre los derechos de las lesbianas y gays, o algún aspecto en las noticias relacionado a lesbianas o gays para “tantear el terreno” antes de confesar la orientación sexual a
vii
dicho amigo. Revelar la orientación sexual a los otros significativos de acuerdo al plan escrito.
Animar al cliente a confesar su orientación sexual a amigos/familia de acuerdo al plan escrito. Sondear al cliente respecto a las reacciones de los otros significativos a la confesión de homosexualidad (aceptación, rechazo, shock); proporcionarle aliente y retroalimentación positiva.
Tabla 2. Estrategias de Intervención Terapéutica en la Confusión de Identidad Sexual del Adulto, extraidas de: Jongsma, A. (2003). The Complete Adult Psychotherapy Treatment Planner (PracticePlanners).
viii
ENCUESTA DE OPINIÓN SOBRE SEXUALIDAD 1. Respecto al Tabú del Sexo, Usted considera que en el Perú su incidencia es: a. Alta c. Baja b. Media d. Ninguna 2. Respecto a la Identidad Sexual, considera Usted que la conducta Homosexual es: a. Innata c. Mezcla de ambos b. Aprendida d. NS/NO 3. Respecto a la Identidad Sexual, considera Usted que la conducta Bisexual es: a. Innata c. Mezcla de ambos b. Aprendida d. NS/NO 4. Respecto a la Soltería como opción de vida, Usted está: a. A favor c. NS/NO b. En contra 5. Respecto al Tabú de la Masturbación, Usted considera que en el Perú su incidencia es: a. Alta d. Ninguna b. Media e. NS/NO c. Baja 6. Respecto a las opciones de convivencia, Usted está a favor de: a. Matrimonio d. Ambas b. Cohabitación e. NS/NO c. Indiferente 7. Respecto a la infidelidad: ¿quién considera que es más infiel? a. El hombre c. Ambos por igual b. La mujer d. NS/NO 8. Respecto a la unión homosexual, Usted considera que en el Perú debiera permitirse: a. Matrimonio con derechos c. Ninguna plenos d. NS/NO b. Unión civil 9. Respecto al Anticonceptivo Oral de Emergencia, también llamado “Píldora del Día Siguiente”, usted considera que es un: a. Anticonceptivo c. Ambas b. Abortivo d. NS/NO 10. Respecto a la Fertilidad, ¿qué métodos de Reproducción Asistida conoce? a. Medicación para fertilidad b. Fertilización in vitro c. Cirugía reproductiva d. Vientre de alquiler e. Inseminación artificial (AI) o Inseminación Intrauterina (IUI) f. Transferencia intrafalopiana de gametos (GIFT) 11. Suponiendo que dentro de su familia Usted o su pareja presentaran dificultades reproductivas, Usted: ¿optaría por un método de Reproducción Asistida? a. Sí c. NS/NO b. No
ix
En el contexto de una convivencia: ¿en cuáles de las siguientes actividades está usted a favor y en cuáles está usted en contra? 12. Experimentación de técnicas sexuales a. Sí b. No c. NS/NO 13. Negociación del sexo a. Sí b. No c. NS/NO 14. Masturbación en pareja o solitario a. Sí b. No c. NS/NO
i
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