Denise Levertov - Poemas - Traducción Diana Bellessi
May 14, 2024 | Author: Anonymous | Category: N/A
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DEN/SE LEVERTOV
POEMAS o", •
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Poemas
Denise Levertov /
POEMAS
Selección y traducci6n / Diana Bellessi I
o
FUNDARTE
NO TENER
No tener sino ser. El corazón negro de la amapola, ah yacer allí como semilla. Transformarse en la amada. Mientras el mundo termina, entrar en la última nota de su música.
6/
DESEANDO LA LUNA (11)
No la luna. Ser una cabeza de bronce habitada por un dios. Un torso de granito dejado a la intemperie diez mil años. adorado por nubes pasajeras. Con pinceladas de azul polvoso sus sombras lo cu[bren. Entregándose a él en lluvia infinita. Ser una nube. Saciada de vagar, asir la alegría del cambio interior, la disolución. la lluvia. Yacer en los sueños de un hombre joven cuyo cabello es de color caoba.
7/
UN MANTO Porque hay más aventura caminando desnudo. y caminé desnuda desde el principio
W. B. Yeats
aspirando mi vida, exhalando
poemas, arrogante en inocencia.
De las nubes de poesía que fonnó mi aliento en el aire frío ha crecido un blanco manto y aquí y allá algunas palabras se congelaron, reluciendo con el peso de una piedra. Una máscara que no he querido vestir, como de escarcha cubre mi cara. Ojos que señalan un silencio vehemente en el centro de la canción.
8/
UN FRACASO
Quise entregar mi orguJJo, como quien dona un pozo de petróleo sabiendo que posee un delta entero. Pero no entregué nada: no había quién 10 recibiese. Las torres están inactivas. Remar a través de los bajíos, haciendo a un lado lirios carnosos, mi sombra. en tu bote oscuro.
9/
ANHELO
Torcer el cuello del cisne. buscando un pequeño lenguaje de gotas de sangre. Cómo podemos hablar de sangre. el cielo está empapado con ella. Un pequeño lenguaje de rocío. entonces.
Se seca. Un lenguaje de hojas bajo los pies. Las hojas sobre el árbol, hablan temblando. Los álamos tiemblan y hablan si te acercas a ellos.
10/
CISNE QUE CANTA Y
Cisne que canta y no muere. A ]a deriva, el largo cuello extendido, la nota se sostuvo, la muerte se detuvo. Alas crujiendo en potente vuelo, sin ceder cansado del esfuerzo
la música termina sin final
11 /
POLVO DE TIERRA
Muero tan lentamente que no te darías cuenta. Dicen que el nacimiento lo inicia. Durante tres décadas. cuatro. las valvas del cielo se mantienen abiertas, o se cierran para volverse a abrir. una perla verde se revela. Lenta, lentamente giro hacia el sol.
12/
ESPERA
Espero. En los bancos, en las esquinas de las salas de espera de la tierra, al lado de árboles cuya savia se eleva, se eleva para escapar en hojas grises y perderse en el aire último. Espero por quien viene al fin, tarde, perdido, por siempre añorado,canrlnando no mi camino sino crozando la esquina donde yo espero.
13/
EL GOLFO (11) (Fines de diciembre, 1968) 'Mi alma es un muchacho negro con un largo camino [que recorrer, un largo camino para saber si lo negro es hennoso.' "¿Pero no vuela tu alma, no sabes quién eres?' 'Vuela, ha volado. sí, poemas y alabanzas lo atestiguan -pero como un gastado barrilete, la [seda vieja remendada con papel, resiste al viento, tropieza. se ladea, está cayendo.' '¿V hablaste de ella como de un muchacho?' 'Aquel muchacho con largos, fríos tallos de gladiolos robados doliendo en sus brazos: sin lugar adonde ir.'
14/
JULIO 1968
Altas hojas de un roble joven, un joven arce, son rojas. un rojo delicado casi carmesí. No soy joven y aún no soy vieja. Lo bastante joven para [no ser capaz de imaginar mi propia vejez. Algo en mí saca hojas nuevas que son rojas también, delicadas, fantásticas, en junio, inicio del verano, primavera tardía en el [norte. Vivimos un tiempo sombrío. Se pensaría que no hay verano. No hay hojas rojas. Se pensaría que no hay un alzar de celosías en la mañana a un prado despierto con flores. Sin embargo con mi penacho de hojas nue[vas despierto en ese prado, una mujer loca de deseo.
15/
INVOCACION
Silenciosa, una casa a punto de ser abandonada. La madera cruje, intenta suspirar, impaciente. Chasquido de los dientes de la ardilla en el desván. Lechos desnudos, divanes desmantelados. La nieve profunda bloquea todas las entradas y oprime el techo y oscurece Oh Lares, las ventanas. no se vayan. La casa bosteza como un oso. Guarda sus suefios profundos para nosotros' que regrese a nosotros cuando regresemos.
16/
LAS HUELLAS
Alguien cruzó este campo anoche: el día revela una perspectiva de cuevas color lavanda a través de la nieve. Alguien entró al bosque sombrío.
17 /
LA VIDA ALREDEDOR DE NOSOTROS para David Mitchel y David Hass
Alamo y roble despiertos toda la noche. Y a través de todos los climas de los días del año. Hay una conciencia indefinida. El crepúsclo de ayer en los finales de agosto. perduró cambiando lentamente hasta el alba. Los sonidos humanos se acallaron tras las cortinas. Ningún ser humano vio la noche en este jardín. deslizándose azul en la mañana. Sólo los árboles ciegos. sin cerebro, lo vivieron y conocieron por completo.
18/
CANCION PARA ISTAR
La luna es una cerda y gruñe en mi garganta Su brillo brilla a través de mí y el barro de mi hoyo fulgura y se quiebra en burbujas plateadas Ella es una cerda y yo un puerco y un poeta Cuando ella abre sus blancos labios para devoranne la muerdo y la luna se hamaca a carcajadas En lo negro del deseo nos hamacamos y gruñimos, gruñimos y brillamos
19/
EL POEMA NO ESCRITO
Por semanas el poema de tu cuerpo, de mis manos sobre tu cuerpo que acarician, recorren. en el rito de adoración, descendiendo su camino de maravilla desde el latido de la garganta al vello del pecho al sereno vientre al pene; por semanas aquel poema, aquella oración no escrita. El poema no escrito, el acto abandonado en la mente, sin hacer. Los años un bosque de piedras gigantes, de troncos fósiles, bloqueando el altar.
20/
PARA ANTONIO MACHADO Brunnenburg, 1971
AquÍ, en el bosque de la montaña una pequeña fuente furiosa se canaliza a través de jóvenes árboles huecos hacia un gran tanque de madera biselado con musgo, y desde aHí se desborda a una cisterna de cemento y desde ]a cisterna, apaciblemente en modestos arroyuelos a ]a pradera donde pastan las vacas y encrespados claveles salvajes, blancos y dulces crecen al borde de] sendero. Machado, viejo hombre, hombre muerto, quisiera que estuvieses aquí, vivo para beber de la fría, fiel primavera con sabor a tierra, recibir las numerosas voces de este arroyo, ver sus danzas de furia y ternura, y escribir el austero poema que hubieras visto en él.
21/
SALMO REFERIDO AL CASTILLO
Déjame estar en el lugar del castillo. Deja estar al castillo dentro de mí. Déjalo alzarse cuadrangular desde el anillo del foso. Deja a las aguas del foso reflejar el verde plumaje de los patos, deja a los carapachos de las tortugas nadadoras quebrar la superficie o ser vistas a través de las profundidades que hondean en [círculos. Deja a los jinetes apostarse a orillas de este lugar, y [un perro siempre alerta al borde del sueño. Deja que sea sombrío el espacio bajo el primer piso, deja al agua lamer los postes de piedra, y al vívido cieno verde [rielar sobre ellos; deja un bote guardado allí. Deja que las cariátides del segundo piso sean osos [sostenidos por vigas que son dragones. Sobre el parapeto del cuarto central deja que haya cuatro arqueros mirando hacia los cuatro horizontes. Dentro, deja al [príncipe permanecer en el hogar, déjalo sentado en profunda [meditación, en paz, todas las ventanas abiertas a la galería. Deja a la joven reina sentada más arriba, en aire fres[co, su niño en los brazos, déjala mirar con alegría hacia el gran círculo, las sombras peregrinas, la labor del sol y el juego del viento. Déjala ir y venir. Deja a las columnas
22/
sostener el techo, deja a los pisos sostener las co[lumnas, deja bajo el piso más bajo un espacio sombrío, deja
[a) castillo elevarse cuadrangular fuera del foso. deja [al foso ser un anillo y al agua profunda, deja a los guardianes [guardarlo, deja extensas tierras rodeándolo, deja que ese país [donde se haUa el castillo esté dentro de mí, déjame estar donde [él está.
23/
DOS VARIACIONES
1 / ndagaci6n Tú que saliste con el plan de matar, ¿sabes que hay ojos observándote, ojos cuyos párpados quemaste, que te ven comer tu bistec y comprar una muchacha y vender la mercadería que te otorgan con descuento y dormir? Ella no es vieja. eHa, cuyos ojos te conocen. Te sobrevivirá. Vio a sus cinco niños retorcerse y morir; en aquella hora empezó a observarte. ella, cuyos ojos están abiertos para siempre.
n
La Visión
Con las manos sobre mis ojos veo sangre y pequeños huesos; o cuando una manta cubre las cuencas veo la trama; de noche el resplandor se suaviza pero tengo poder ahora para ver que sólo hay gris sobre gris, los que duermen, el altar. Veo al vivo y al muerto; los muertos están tan vivos, la boca de
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mi hijo más pequeño tira de mi seno, pero no hay leche, él es un fantasma; a través de su carne veo la muerte de aquéllos que dicen estar vivos, comen arroz y me hablan pero veo opaca muerte en ellos y mientras hablan me veo a mí misma sobre mi estera, cuerpo y ojos, ojos que ven una mano en el cielo despejado, una mano humana que arroja el fuego líquido, la lluvia que dio a mis ojos su desvelo.
25/
¿COMO ERAN ELLOS?
1) ¿Usaba la gente de Vietnam faroles de piedra? 2) ¿Celebraban ceremonias de reverencia al abrirse los pimpollos? 3) ¿Tendían a reír apaciblemente? 4) ¿Usaban hueso y marfil. jade y plata como adornos? 5) ¿Tenían un poema épico? 6) ¿Hacían distinción entre el discurso y el canto? 1) Señor. sus leves corazones se tomaron piedra. No se recuerda si en los jardines los faroles de piedra iluminaban placenteros ca[minos. 2) Quizás se reunieron alguna vez para deleitarse con las floraciones pero después que mataron a los niños no hubo más pimpollos. 3) Señor, la risa es amarga para la boca quemada. 4) Un sueño hace tiempo, quizás. Los adornos son [para la alegría. Todos los huesos fueron calcinados. 5) No hay memoria. Recuerde. la mayoría eran campesinos; sus vidas eran de arroz y bambú.
26/
Cuando nubes pacíficas se reflejaban en los arro[zales
y los búfalos caminaban seguros a lo largo de las [terrazas, quizás los padres contaban a sus hijos viejas his[torias. Cuando las bombas destruyeron aquellos espejos sólo hubo tiempo para gritar. 6) Aún hay eco de sus palabras que eran como una canción. Decían que su cantar se asemejaba al vuelo de mariposas nocturnas en la luz de la [luna. ¿Quién puede decirlo? Hay silencio ahora.
27/
PROLOGO: UN INTERIM
(Fragmento del largo poemaStaying Alive)
1I Los niños en la lavandería esperan mientras sus madres doblan las sábanas. Un chico de cinco años se dirige a una niña de cuatro. 'Cuando yo diga, ¿quieres 1111 chicle? dime sí.' 'Sí .' 'iEspera!- Ahora: ¿Quieres un chicle?' '¡Sí!' 'Sí, significa no, así que no te doy nada.' Masca. Revienta ante ella una gran burbuja delicada. Oh lenguaje, virtud del hombre, piedra de toque desgastada por lIna fricción tan torpe ..•
y '''Se volvió necesario destnlir al pueblo para salvarlo," dijo hoy un mayor de los Estados Unidos. Hablaba de la decisión tomada por los comandantes aliados de bombardear y minar el pueblo sin considerar las víctimas civiles, para exterminar a los guerrilleros del Vietcong.' Oh lenguaje, madre del pensamiento, ¿nos estás rechazando como nosotros te rechazamos? Lenguaje, isla de coral acrecentado por la comprensión humana los sueños humanos, estás erosionado como nos erosiona ]a guerra.
28/
POEMAS PARA OLGA
(OIga Levertov, 1914/1964) I
Desvistiéndose, arrodillada a la lumbre del gas, abrasándose lujuriosamente. rasgando porfiada insistencia, líneas sus uñas sobre flancos de oliva, una marca de elástico anillándola. (Yen la cama la hermanita sus ojos como perlas; ¿o me sumía la somnolencia? Mi cabeza una cámara.) Dieciséis. Senos redondos, redondos y pezones oscuros. Ahora yace, dos meses ya huesos e hilachas carnales en la tierra. 11
Alto tono de porfiada insistencia, líneas que se tensan en las cejas arqueadas. Acosada, acosada; la piel alrededor de las uñas roídas hasta el límite. Querías gritarle al mundo que retomase a su sentido ¿verdad?; empujando a los pobres hacia la república socialista del júbilo.
29/
Qué furor y vergüenza humana te arrasó cuando tenías nueve años y viste las casas de la calle Ley, aferrándote a la visión de la pobreza. Mientras a esa edad yo te burlaba, admirando la integridad arquitectónica, próxima al mil ochocientos cincuenta, y encontraba dignidad en las escalinatas blanquedas. Ovejita negra, ovejita negra, había una llama blanca en tu corazón.
111 1
Todo fluye
ella entró munnurando a mi mnez, caminando sobre la hierba pisoteada donde títeres [humanos ensayaban destinos aquel verano, empujados a extrañas apariencias por el latigazo de [su deseo; todo fluye; miré desde mi sillita de caña de Osito más Pequeño"
y supe que las palabras venían de un libro y las sentí ajenas a mí pero enlazadas a palabras del libro de himnos que amábamos: el Tiempo como un río que corre siempre / conduce a sus hijos lejos.
30/
2 Ahora. como si humo o dulzura me hubiera alcanzado aspiro un sentido de su vida en aquel instante. sintiendo. soñando. esperando. con tedio y fervor [como cualquier otra; una joven muchacha en el jardín. el mismo cuadrado [alquímico donde crecí, que a veces nos parecía demasiado pequeño para nuestros grandes destinos. Pero el terror estaba en ella, un golpe de la sangre, contra el osci[lante y oscuro río que avanzaba alzó bastiones, poniéndose a cernir cenizas después de la misa temprana de todo un inlviemo, rotulando el resorden nonnal de su escritorio. basando sus versos en el Año Cristiano de Keble, discutiendo interminableme.nte. impulsando vidas al desastre ... ¡Cambiar, cambiar el curso del río! Qué furor para ordenar desordenó su peregrinaje; tanto que por largo tiempo se recluyera entre extraños. esperando reordenar todos los misterios en una nueva luz. Ovejita negra. íncubo; apareció cabalgando angustia como los tártaros cabalgan
[yeguas** sobre el rastrojo de los años malos. En uno de esos años cuando yo no sabía si ella estaba viva o muerta la vi en sueños
31/
ojerosa y rojizamente iluminada por el reflejo de un puesto callejero de mariscos, en una calle del [bajo; ¿fue un sueño? Había perdido todo sentido, casi, de quién era ella, de cómo -bajo su piel, bajo su negro cabello que murió rubiose sentiría bajo el paso del tiempo, en una y otra faz [de la luna, en la vida que sin fluir para mí se desdobla, los años [peregrinos. IV
Yacías en tu lecho de hospital enamorada, los odios que te habían seguido, una cola de cometa, consumida donde viviríamos sin padre ni madre y sin añorar el mundo de arriba. Los pájaros cantaban dulcemente, Oh canción, en medio del día, y entrábamos silenciosas a las iglesias de Esse't en tar-
[des calurosas y comulgábamos con las efigies de caballeros y sus
[damas
y los perros esbeltos donnidos a sus pies, la piedra muy fría. En la juventud está el placer. en la juventud está el placer.
32/
2 Bajo nubes de otoño, bajo la blanca amplitud de cielos invernales caminaste el año en que estabas más sola regresando a los viejos caminos, viendo otra vez los postes indicadores que señalan a Theydon Gamon o a Stapleford Abbots o a Greensted. cruzando las tierras aradas (cuyo color llamé mú,[mura,
una sombra entre marrón y malva que amábamos cuando yo era niña y tú no mucho más que una niña) encontrando nuevos [senderos cerca de White Roding o Abbess Roding; o perdidas [en las nuevas calles de Rornford que eran caminitos por entonces; ceñuda mientras afinabas tus pensamientos, respiran[do hondo el aire quieto y húmedo, absorbiendo mentalmente la escarcha sin alterarte. como tus desastres surjidos del amor se consumieron, mientras dolor y drogas reñían como hermanas en ti; yacías flotando sobre un mar de amor y dolor -cuánto amaste aquella cadencia, 'Abajo están los brazos etemos'-; toda la historia consumida hasta el límite del hueso enfermo. salvo aquella llama piadosa
33/
v 1
En un verde jardín donde yada; ajustaste las palabras a un tono tan penoso que pu\::;ó su cam\t\() a ua..,b de mi 'lida c~m() a \t'c\.(ff!!r al! atr dm,trl1t~. A través de un bosque, sombra y luz en medio de los abedules, deslizándose por momentos en traslúcidos claros, [ocultos tras matorrales de agrifolio. En San Valentín tu vida se enrosca en mí. una raíz sobresale en el prado varias yardas de su [árbol podríamos levantarla como la manija de una tram[pa, dijiste. y descender largos escalones a otro país
Qué frío se sentía en tu saquito liviano, tus zapatos [de tacos gastados; Niobe sin lágrimas, tus niños estaban perdidos para ti y las luces del escenario se habían apagado. incluso [el teatro vacío te estaba negado, cueva de mutaciones donde casi todo había sido posible. Cuántos libros leiste en el silencio de tu cuarto alquilado aquel in[viemo. mientras afuera ]os chorlitos atravesaban tu soledad [con sus gritos extraños. hacia ellos tendí mis brazos abiertos con anhelo. a tu lado. una vez, tambaleando sobre ]os surcos.
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Ah con tus medias desgarradas t el cabello lacio andabas penosamente detrás de tu angustia sobre Jos campos desnudos t sobriamente, sobriamente. Tus ojos eran el oro marr6n de los cantos rodados [bajo el a~a.
Nunca crucé el puente sobre el Roding que di~rk!(¡¡ t
los misterios del campo abierto del presente, fantasmas y alteraciones del tiempo que el Wanstead Park tenía suspendidos, sin recordar tus ojos, aun cuando estuvimos separadas y mis propios ojos ardían con dolor y cólera al pene [sar en ti. y por otros ríos en otros países; en cualquier lugar [donde la luz se extiende a través de los bajíos hacia la grava dorada. [Los ojos marrones de Oiga. Un verano Uuvioso, en New Forest, cuando apenas podíamos respirar por el tedio y la [pesadez del cielo, te diste vuelta ferozmente hacia el piano y empezaste (a tocar sin interrupción todas las sonatas de Beethoven, día [tras día que me parecieron semanas. Daba vuelta las páginas [algunas veces, salía en mi bicicleta, regresaba; aún te sostenías en (las cascadas y rápidos de la música, corrían los arpegios temblaba la rectoría, nuestros padres parecían haberse esfu· [fumado. Pienso en los ojos de aquella foto tuya, seis años antes [que yo naciera,
35/
el miedo en eUos. ¿Qué hiciste más tarde con tu mie[do? A través de los años de humillación, de paranoia y chantaje y casi muerta de hambre, [perdiendo el amor de los que amabas, uno tras otro, padres, amantes, niños, amigos idolatrados, ¿que fue [Jo que mantuvo la llama de la compasión encendida en ti, y te iluminó [diáfanamente bacia otro capítulo (pero del mismo libro) 'un claro en la selva oscura, una casa cuya puerta se abre de par en par, y donde una mano da la bienvenida'? ••• Cruzo muchos arroyos en el mundo, hay tanta luz danzando sobre tantas piedras, tantas preguntas que [mis ojos arden por preguntarle a tus ojos, dorados ojos ma[rrones, las pestañas cortas pero las cejas arqueadas como labradas en madera de olivo, ojos [con alguna visión de festiva bondad detrás de su dura. o velada, o ra[diante, mirada inescrutable ...
Mayo-Agosto, 1964
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UNA NOTA PARA OLGA (1966)
1
De plomo y esmeralda el relicario que golpea mi esternón. cuelga de mi garganta rozando la vértebra del cuello con áspero cordel invisible. Aunque yo te olvide una brasa roja de tu fuego arde en aquella caja. JI
Sobre la acera de Times Square arrastrábamos nuestros pies con carteles colgados de la garganta: -Paren la Guerra-. Cómicos los policías apurándose hombro a hombro. Tu voz de soprano canta justo detrás de mí. Sin embargo -me doy vuelta, tú no estás allí lo sé muy bien.
y tu voz. dicen. enronqueció de tanto gritar a las multitudes ...
37/
aún venceremos ronca suena entonces desde algún lugar en el frente, el auto patrullero acecha boquiabierto. Parece que eres tú ~bil
Y vehemente la que alzan desde la oscura nieve y empujan dentro, llevándosela.
•
Llteralmalte: SiJ/tm de Goldylocb Qfld 11..
CD/fQ del Osito Pllqu~llo:
thr~1I B~QJ'I
pora el mundo de babIa inglesa.
alusión al cumlo (Los Tres Osm): muy común
••
y ahora tenemos la palabra mú sabia y amb1aua, es el nombre inaJá de la pesadilla: Tite nJ,lttlfUlrll, que signilicada para ROlIotros "la yegua de la Rocbe". ShaJteas~re la entendió ni. Hoy versos de él q~ dia:n: ") met the nlgbt mare" (me encontré con la yeaua de la noche). (Jorae Luis Borges)
•••
Las Unen entre comillas: clearing/in lbe selva ~ra .••" ('un claro/en la .elva oscura ••. '), son adaptaci6n de al¡unos versos de Selva OSC'U1Q, de Louis Mac Ni~ un poema muy amado por mi hermana OIga. (Nota de la Autora)
38/
u.
HABLANDO AL DOLOR
Ah dolor, no debo tratarte como a un perro sin hogar que llega a la puerta de atrás por un hueso pelado, una costra de pan. Debo confiar en ti. Debo llevarte con paciencia hasta la casa y darte tu propio rincón, un felpudo gastado para que te acuestes, tu propio plato de agua. Tú piensas que no sé que has estado viviendo bajo mi portal. Anhelas que tu lugar verdadero esté preparado antes de que llegue el invierno. Necesitas tu nombre, tu collar y tu medalla. Necesitas el derecho de alejar a los intrusos, de considerar mi casa la tuya y tuya mi persona y a ti mismo mi propio perro.
39/
NOVEDADES
1 América la Dadivosa Después que el welfare* hotel se derrumbó repentinamente (luego de reiterados [avisos) sobre ]a calle.
Jos Adventistas del Séptimo Día trajeron ropa a los sobrevivientes. .. 'Mira esto', exclamó Loretta RoIJock, 48 años, mientras sostenía un vestido verde y ropa interior. 'Nunca tuve cosas tan lindas. Me siento como cuando era pequeña y mi mamita me traía algo'. Entonces empezó a llorar." JI
En los escombros
Para algunos el colapso del hotel significó que la vida tendría que empezar de nuevo. el sexagenario Charles, en welfare * como tantos otros, quien dijo, 'Somos In gente sin raíces', y 'No tengo hogar, ni lugar en el que pueda decir que realmente vivo'. y 'Me había acostumbrado a esto', también dijo:
•
W~'fQr~: asistencia social que adquiere la forma de limosna pública, olor(lad:l por el Estado I 101 necesitados. {N. del T.l.
40/
Perdí todo 10 que tenía en los escombros. Perdí mi ropa. perdí la foto de mis padres y perdí mi televisión:
41/
LA LIBERACION DEL POLVO
Desenvuelve al polvo de sus vendajes de momia. Deja a Ariel aprender una bendición para Calibán y a Calibán beber el rocío de los lotos abiertos sobre las aguas. Amarga el agua lenta del río: el rocío mojará de luz sus labios. Deja al polvo flotar, también las envolturas son polvo. Desplácense con el movimiento del aire, del río oscuro: cenizas de lo que ha vivido, o semillas de viejo sésamo, o anónimamente puro polvo que es todo
en todo.
Bendice,
Espíritu ingrávido. Bebe, Calibán, empuja tu lengua pesadamente en el cáliz.
42/
MAGIA a Ion
La copa de cobre o bronce, frotada suavemente en [tomo a su borde, empieza a zumbar, lentamente el zumbido susurra más fuerte, y con rapidez ahora se transforma en el estruendo de ]a campana del hondo mundo, fmne, sonando en crescendo fuera de su ancha boca una nota, continua, gong del universo, sin comienzo ni fin, pero escuchando sólo en aquellos momentos en que tomamos la copa y acariciamos el borde, diminuendo, sólo parece cesar cuando cesamos de escuchar...
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INDICE
Deseando la luna (1) / 5 No tener I 6 Deseando la luna (11) I 7 Un Manto / 8 Un Fracaso I 9 Anhelo I 10 Cisne que canta y I 11 Polvo de tierra / 12 Espera / 13 El Golfo (11) I 14 Julio 1968 / 15 [nvocación I 16 Las huellas / 17 La vida alrededor de nosotros / 18 Canción para Istar I 19 El poema no escrito I 20 Para Antonio Machado I 21 Salmo referido al castillo I 22, 23 Dos variaciones / 24 ¿Cómo eran ellos? / 26, 27 Prólogo: un interin I 28 Poemas para OIga / 29, 36 Una nota para OIga (1966) I 37 Hablando al dolor / 39 Novedades I 40, 41 La liberación del polvo I 42 Magia I 43
45/
ESTE LIBRO SE TERMINO CE IMPRIMIR EN LOS TALLERES DE CROMOTIP, EN CARACAS, EL OlA 15 DE FEBRERO DE 1980
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Di~lrico Fe~
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