Del Resentimiento Al Perdón: Francisco Ugarte Corcuera

DEL RESENTIMIENT RESENTIMIENTO O AL PERDÓN

Francisco Ugarte Corcuera

INDICE

1. EL VENEN VENENO O DEL RESEN RESENTIM TIMIEN IENTO TO

1.1 Los est!u"os #e" resenti!iento 1.$ La res%uesta %ersona" 1.& E" au'i"io #e "a inte"igencia 1.( La inter)enci*n #e "a )o"unta# 1.+ Sentirse, "a!entarse o resentirse 1.- Un )eneno a e)itar

$. EL RE  SENT SENTID IDO O

$.1 Estar o ser resenti#o $.$ E" egocentris!o / e" o")i#o #e s $.& E" senti!enta"is!o $.( La i!aginaci*n $.+ Un crcu"o )icioso $.- La inseguri#a# $.0 Su%eraci*n #e "a inseguri#a# $. La gratitu#

&. PERD PERDON ONAR AR.. .... 234 234

 &.1 Discu"%ar / %er#onar

&.$ Misericor#ia / %er#*n &.& 5u6 es %er#onar &.( Mo#i7icar "os senti!ientos negati)os &.+ Per#*n / %ru#encia &.- Per#onar / o")i#ar

(. EL MISTERI MISTERIO O DEL PERDÓN PERDÓN

(.1 Por 8u6 %er#onar (.$ 9asta #*n#e %er#onar (.& C*!o %er#onar (.( E7ectos #e" %er#*n

CONCLUSIONES

INTRODUCCIÓN

Todos experimentamos una inclinación natural hacia la felicidad. Entre los obstáculos que dificultan la realización de este deseo, para la mayoría de las personas el resentimiento resentimiento suele ser el principal, Incluso quien aparentemente reúne muchas condiciones para ser feliz, puede no serlo por estar lleno de resentimientos que le amaran la !ida. "esraciadamente no es difícil constatar a diario lo extendido de este padecimiento# en el tono crítico de las con!ersaciones, con!ersaciones, en los eno$os, en las que$as y lamentaciones, lamentaciones, en las $ustificaciones, en los pensamientos pensamientos neati!os, en las frustraciones, en los distanciamientos de aluien hacia los demás, en las di!isiones familiares, en los fracasos matrimoniales, en el afán de rei!indicación o de !enanza, en los conflictos laborales, en los problemas sociales y aun en las punas entre las naciones. %ale %ale la pena afrontar este problema, profundizarlo profundizar lo y tratar de descubrir los cauces que ofrezcan una solución. Es llamati!o que tratándose de alo tan extendido y de importancia tan !ital, exista poca literatura sobre el resentimiento. Tampoco se escucha hablar del tema con profundidad, ni se ofrecen, a tra!&s de la palabra, luces que clarifiquen los moti!os de tantos conflictos personales y colecti!os que se deri!an de este mal. Tal !ez se deba a una resistencia inconsciente para afrontar un problema doloroso en el que todos estamos de aluna u otra manera implicados y, al no tener una respuesta a mano, preferimos preferimos silenciarlo. 'omper esta resistencia y lanzarse a escribir sobre el resentimiento supone un atre!imiento . (in embaro, debo ser honesto y reconocer que en esta tarea han inter!enido otras personas, sin las cuales no hubiera podido lle!arla a cabo . )e refiero, especialmente, especialmente, a los di!ersos rupos que han participado en las clases, conferencias y seminarios que he impartido sobre el tema y cuyas inter!enciones inter!enciones han sido decisi!as para rectificar alunos planteamientos, planteamientos, enriquecer otros y a*adir nue!as idea. Estudiar el resentimiento resentimiento exiirá clarificar su naturaleza, porque el primer paso para resol!er cualquier problema consiste en comprenderlo . Tambi&n será preciso analizar sus manifestaciones y efectos neati!os  Pero, sobre todo, hará falta ofrecer soluciones concretas, con un enfoque eminentemente eminentemente positi!o, que ayuden a e!itar futuros resentimientos y a eliminar los que ya se padezcan . Tales soluciones, como se !erá, son muy !ariadas y se apoyan en los recursos humanos y sobrenaturales con que cualquier persona puede contar# la orientación de la propia inteliencia, la fuerza de la !oluntad y del carácter, el adecuado cauce de los sentimientos, las disposiciones interiores, los !alores y las !irtudes, y, finalmente, la ayuda de "ios. +ero hay que destacar que el medio más importante para resol!er el problema del resentimiento es el perdón, que re!iste tambi&n muchas comple$idades . +ara alunas personas perdonar es sino de debilidad otras lo consideran un contrasentido porque lo suponen un atentado contra la $usticia hay quien piensa que el perdón debe condicionarse al a$uste de cuentas o, en el me$or de los casos, a la rectificación del aresor. Tambi&n es

frecuente que aluien aseure que perdona cuando en el fondo no está dispuesto a ol!idar o que le parezca razonable perdonar hasta un cierto límite, porque lo contrario resultaría intolerable o que incluso se considere incapaz de perdonar determinada ofensa, aunque quisiera hacerlo. -as respuestas a toda esta problemática intentan ofrecerse en las próximas páinas. o se puede ocultar que el estudio del perdón es asunto difícil, pero más difícil aún es !i!irlo en la práctica. (imultáneamente hay que reconocer que es uno de los recursos más importantes para alcanzar la felicidad, porque puede resol!er, de fondo, el principal obstáculo que, como queda dicho y se !erá con mayor claridad en los dos primeros apartados, es el resentimiento. El tratamiento del perdón rebasa, a mi $uicio, las posibilidades de la razón humana para explicarlo desde una perspecti!a exclusi!amente antropolóica (ólo recurriendo al ámbito sobrenatural, con la ayuda de la teoloía, se pueden resol!er ciertos enimas de un tema que tiene parte de misterio. "el mismo modo que, en el orden práctico de la !ida, hay situaciones que sólo pueden perdonarse con la ayuda di!ina porque las fuerzas humanas resultan insuficientes. -a intención de los apartados dedicados al perdón es ofrecer arumentos que faciliten lle!arlo a la práctica, porque ayuden a comprender los randes beneficios que deri!an de este acto, así como la perspecti!a de felicidad que se abre cuando se está, de !erdad, dispuesto a perdonar. (ólo quisiera hacer una suerencia al lector, para el me$or apro!echamiento de la lectura que se dispone a lle!ar a cabo# que procure ser sincero consio mismo, especialmente en aquellos puntos en los que de aluna manera pueda !erse refle$ada su situación personal .

1. EL VENENO DEL RESENTIMIENTO

+ara saber cómo debo e!itar alo que me hace da*o, debo conocer qu& es, de dónde !iene y cómo actúa. Explicaremos lo qu& es el resentimiento, sus estímulos y la respuesta que personalmente podemos dar ante ellos. El resentimiento suele aparecer como una reacción a un estímulo neati!o que nos hiere. /rdinariamente se presenta en forma de ofensa o aresión. o toda ofensa produce un resentimiento, pero todo resentimiento !a siempre precedido de una ofensa. 1.1 Los est!u"os #e" resenti!iento

-as ofensas que causan resentimiento pueden presentarse de di!ersas formas#

0. Acci*n, de aluien contra mí# cuando me areden físicamente, me insultan o me calumnian. 1. O!isi*n, cuando no recibo lo que esperaba como una in!itación, un aradecimiento por el ser!icio prestado o el reconocimiento por el esfuerzo realizado. 2. Circunstancias# se puede estar 3resentido3 por la situación socioeconómica personal, por alún defecto físico, o por las enfermedades que se padecen y no se aceptan. En cualquiera de los casos anteriores, el estímulo que pro!oca la reacción del resentimiento puede ser real y ser $uzado por el la persona ofendida con objetividad. +uede tener fundamento real pero estar exagerado por el su$eto, como aqu&l que considera que recibió un olpe de ra!es consecuencias cuando apenas lo tocaron, o el que piensa que nunca le aradecen sus ser!icios, porque en una ocasión concreta no le dieron las racias, o el que se siente in!adido de cáncer cuando sólo tiene un tumor incipiente. -a reacción del resentimiento tambi&n puede responder a un estímulo imaginario, como el que interpreta una frase desaradable como intento de difamación o el que no recibe el saludo de aluien 4que tal !ez ni siquiera lo !io4 y lo traduce como un desprecio, o el que se considera socialmente marinado por culpa de los demás. Estas formas muestran, por tanto, en qu& medida el resentimiento depende del modo como se mire una misma realidad. / más concretamente, de cómo se $uzuen las ofensas recibidas 5con ob$eti!idad, exaeración o de manera imainaria6, esto explica el que muchos resentimientos que almacenamos sean completamente ratuitos, porque dependen de la propia sub$eti!idad que aparta de la realidad, exaerando o imainando situaciones o hechos que no se han producido o no están en la intención de nadie. 1.$ La res%uesta %ersona"

El resentimiento es una reacción ante la aresión que cuando no inter!iene la razón humana encauzando o rectificando la reacción, esta se con!ierte en alo neati!o. +or esto lo determinante en un resentimiento no está en la 3ofensa3 recibida, sino en la respuesta personal. 7 esta respuesta depende de cada quien, porque nuestra libertad nos confiere el poder de orientar de aluna manera nuestras reacciones. 8o!ey ad!ierte en 3-os 9 :ábitos de la ;ente Eficaz3 que 3no es lo que los otros hacen ni nuestros propios errores lo que más nos da*a, es nuestra respuesta. (i perseuimos a la !íbora !enenosa que nos ha mordido, lo único que

conseuiremos será pro!ocar que el !eneno se extienda por todo nuestro cuerpo. Es mucho me$or tomar medidas inmediatas para extraer el !eneno3. Esta alternati!a se presenta ante cada aresión# o nos concentramos en quien nos ofendió con su ara!io y entonces surirá el !eneno del resentimiento, o lo eliminamos mediante una respuesta adecuada, no permitiendo que permanezca dentro de nosotros. Esto explica que una misma 3ofensa3 sufrida por !arias personas a la !ez con la misma intensidad, puede causar en unos sólo un sentimiento fuaz de dolor, mientras los otros pueden quedar resentidos para toda la !ida. uien está resentido 3se siente herido u ofendido3 por aluien o por alo que influye contra su persona. 7 el mane$o de los sentimientos no es sencillo. ?nas !eces no somos conscientes de ellos y pueden estar actuando dentro de nosotros sin que nos demos cuenta. :ay quienes experimentan una especial dificultad para amar a los demás, porque no recibieron afecto de sus padres en la infancia, pero no pueden resol!er el problema por desconocer la causa. /tras !eces ocurre que el resentimiento queda reforzado por razones que lo $ustifican, cuando la persona no sólo se siente herida, sino que se considera ofendida. 8uando sucede esto, el resentimiento se arraia más, pero siue siendo emocional, una !i!encia sensible. (i un marido es insultado por su esposa, siente el ara!io y nace en &l el resentimiento si además de sentirlo, piensa que ella lo odia, este pensamiento reforzará el sentimiento que está experimentando.

E" au'i"io #e "a Inte"igencia / "a Vo"unta#. :ablamos de alunas dificultades que encontramos para confiurar la respuesta con!eniente ante una ofensa. "i$imos que el resentimiento se sitúa en el ni!el emocional de la persona, que la persona resentida 3se siente3 herida, se 3considera3 ofendida. Estos sentimientos se arraian cuando los estimulamos constantemente. 1.& E" au'i"io #e "a inte"igencia

(in embaro, estas dificultades no son insuperables si hacemos buen uso de nuestra capacidad de pensar. -a inteliencia se forma cuando aprendemos a pensar, cuando descubre por sí misma, cuando lee el interior de las realidades. El conocimiento propio, mediante la reflexión periódica sobre nosotros mismos, nos permite ir conectando las manifestaciones de nuestros resentimientos con las causas que lo oriinan, y en esta medida, nos !amos encontrando en condiciones de entender lo que nos pasa, lo cual fa!orecerá a encontrar la solución.

(i al analizar las ofensas que hemos recibido hacemos un esfuerzo por comprender por qu& el ofensor actuó de esa manera y por comprender la razón de su modo de proceder en esa determinada circunstancia, nuestra reacción neati!a se !erá reforzada por estos pensamientos más ob$eti!os y en muchos casos desaparecerá el resentimiento experimentado por debilitamiento del estímulo, por falta de refuerzo que aiante el sentimiento. 8uando un hi$o recibe una reprensión de su padre porque se portó mal, si es capaz de entender la intención del padre que sólo busca ayudarle mediante esta llamada de atención, podrá incluso quedar aradecido. Esto refle$a en qu& medida nuestra inteliencia puede influir, descubriendo moti!os o proporcionando razones, para e!itar o eliminar los resentimientos. (e trata de una influencia directa 4@ristóteles hablaba de un dominio político y no despótico de lo racional sobre lo sensible4, que modifica las disposiciones afecti!as y fa!orece la desaparición del !eneno. Esto es principalmente claro en los casos en los que la supuesta ofensa se interpretó inicialmente de manera exagerada o imaginaria . 1.( La inter)enci*n #e "a )o"unta#

/tro recurso con que contamos para echar fuera de nosotros el ara!io, sin tenerlo, incluso en el caso de las ofensas reales, es nuestra !oluntad, por su capacidad de auto determinarse, pues como acertadamente ad!ierte 8arlos -lano, 3la causa eficiente4 efecti!a, física, psíquica, real4 de la !oluntad es la !oluntad misma3. En efecto cuando recibimos una aresión que nos duele, podemos decidir no retenerla para que no se con!ierta en un resentimiento. Eleanor 'oose!elt solía decir# 3adie puede herirte sin tu consentimiento3, lo cual sinifica que depende de nosotros que la ofensa produzca una herida. ;andhi afirmaba ante las aresiones y maltrato de los enemios# 3Ellos no pueden quitarnos nuestro auto respeto, si nosotros no se lo damos3. 8iertamente este no es un asunto fácil, porque dependerá de la fortaleza del carácter de cada persona para orientar sus reacciones en esta dirección. )ara*ón ad!ertía que 3el hombre fuerte reacciona con directa enería ante la aresión y automáticamente expulsa, como un cuerpo extra*o, el ara!io de su conciencia3. Esta elasticidad sal!adora no existe en el resentido3. Es interesante que la !oluntad fuerte en este terreno se caracterice por ser elástica, más que dura o insensible, en cuanto que su función consiste en echar fuera el ara!io que realmente se ha sufrido, en no permitir que se con!ierta en una herida que contamine todo el oranismo interior. En quien carece de esta capacidad de diriir su respuesta por falta de carácter, porque no ha sabido fortalecer su !oluntad, la ofensa, además de pro!ocar una emoción neati!a, se repite y el sentimiento permanece dentro del su$eto, se !uel!e a experimentar una y otra !ez, aunque el tiempo transcurra. En esto precisamente consiste el resentimiento# 3Es un !ol!er a !i!ir la emoción misma, un !ol!er a sentir, un re4sentir3. @lo muy distinto del recuerdo o de la consideración intelectual de la ofensa o de las causas que lo produ$eron. )ás aún, una ofensa puede ser recordada al maren del resentimiento, por la sencilla razón que no se tradu$o en una reacción sentimental neati!a y, en consecuencia, no se retu!o

emocionalmente. En cambio, el resentimiento es un re4sentir, un !ol!er a sentir la herida porque permanece dentro, como un !eneno que altera la salud interior# 3la aresión queda presa en el fondo de la conciencia, acaso inad!ertida allí dentro incuba y fermenta su acritud se infiltra en todo nuestro ser y acaba siendo la rectora de nuestra conducta y de nuestras menores reacciones. Este sentimiento, que no se ha alimentado, sino que se ha retenido e incorporado a nuestra alma, es el resentimiento. Es sinificati!o que alunas personas que están resentidas refieran las ofensas de que han sido !íctimas con tal cantidad de detalles que uno pensaría que acaban de ocurrir cuando se les preunta cuándo tu!ieron luar esos terribles hechos, su respuesta puede remontarse a decenas de a*os. -a razón por la cual son capaces de describir lo sucedido con lu$o de detalle es porque se han pasado la !ida concentrada en tales ara!ios, dándole !ueltas, pro!ocando que la herida permanezca abierta. 3+or tanto, podemos concluir que# resentimiento= sentirse dolido y no olvidar 3. -a !oluntad d&bil es tambi&n orien de resentimientos por otra razón, más sutil, pero ciertamente real. @l no alcanzar lo que desearía o al no lorar lo que se propone, la !oluntad influye sobre el entendimiento para que &ste deforme la realidad y quite !alor a aquello que no ha podido conseuir. En otras palabras 3el resentimiento consiste en una falsa actitud respecto de los !alores. Es una falta de ob$eti!idad en el $uicio y de apreciación, que tiene su raíz en la flaqueza de la !oluntad. En efecto, para alcanzar o realizar un !alor más ele!ado hemos de poner un mayor esfuerzo de !oluntad. +or lo cual, para librarme sub$eti!amente de la obliación de poner ese esfuerzo , para con!encerme de la inexistencia de ese !alor, el hombre disminuye su importancia, le niea el respeto a la que la !irtud tiene derecho en realidad, llea a !er en ella un mal a pesar de que la ob$eti!idad oblia a !er en ella un bien. +arece pues que el resentimiento posee los mismos rasos característicos que el pecado capital de la pereza. (eún santo Tomás, la pereza es 3esa tristeza que pro!iene de la dificultad del bien3.

1.+ Sentirse, "a!entarse o resentirse

-a forma de reaccionar ante las ofensas suele estar muy relacionada con los rasos temperamentales. +or e$emplo la persona que es muy emoti!a  siente más una aresión que el que no es tan emoti!o la persona que !i!e más las cosas en el interior 5secundaria6, suele retener más la reacción neati!a ante una ofensa que la persona que ol!ida con facilidad lo que siente cuando !i!e las situaciones 5primaria6 y la persona que es acti!a cuanta con más recursos para dar salida al sentimiento neati!o que pro!oca la ofensa que el que es menos acti!o. 9a/ un !o#o #e reaccionar ante "a o7ensa 8ue se caracteri:a ante to#o %or su %asi)i#a#; consiste en #istanciarse #e 8uien a"es, 8ue son co!o un #esai"i#a# 8ue se retiene inc"u/e e" a7=n #e )engan:a, #e #es8uite, entonces se trata %ro%ia!ente #e  un resentimiento,  en e" senti#o c"=sico #e" t6r!ino. El resentido no sólo siente la ofensa que le hicieron, sino que la conser!a unida a un sentimiento de rencor, de hostilidad, hacia las personas causantes del da*o, que le impulsa a la re!ancha. En estos casos el sentimiento de rencor se !a asociando poco a poco con sentimientos de !enanza, de a$uste de cuentas, no de$ando las cosas tal y como han quedado. El razonamiento se formula así me has hecho mucho da*o con tu manera de actuar y lo paarás antes o despu&s, sea como seaH. En estos casos, la persona resentida incluye la intención de realizar una acción seme$ante a la recibida.

En ocasiones e" resenti#o no %ue#e actuar contra a8u6" 8ue consi#era "e er si so/ una %ersona resenti#a4 7a hemos hablado de lo que es el resentimiento y su forma de manifestarse en el sentimiento y en la actitud de las personas. @hora necesitamos de una fuerte dosis de sinceridad para obser!arnos a nosotros mismos y !er hasta dónde podemos caer en este $ueo del resentimiento y como consecuencia en!enenarnos con el rencor.

:ay personas que tienen una especial inclinación al resentimiento, se Sienten con mucha facilidad, reaccionan desproporcionadamente ante situaciones difíciles, dolorosas o simplemente que no son de su arado, acumulando rencores infundados. 'ecordemos situaciones en las que podemos sentir el resentimiento# 4 "eterminadas acciones# un comentario crítico, una llamada de atención una mirada de indiferencia o desprecio, un determinado tono de !oz, una ironía, etc. 4 /misiones de los demás# el que se siente herido porque no le felicitaron el día de su cumplea*os, porque aluien no lo saludó, no le dio las racias o no lo in!itó a su fiesta o tal

!ez porque siente que no !aloran lo que hace, no lo toman en cuanta, no le piden su opinión o no le hacen caso. (i ante estas situaciones sientes que el mundo se te !iene encima, te sientes sumamente aredido o entristecido y lleno de amarura, lo más probable es que seas una persona 'E(ETI"@. 25u6 %ue#o ?R +E'"/@'= "esde un punto de !ista humano, cuando perdonamos nos liberamos del resentimiento, recobramos la paz y la felicidad que habíamos perdido por los sentimientos neati!os. %uel!e a nuestras manos el control de nuestra !ida. +odemos !ol!er a mirar la !ida +/(ITI%@)ETE y orientarla hacia ideales altos que !alen la pena. 8on el perdón, se recobra el amor, la paz y la amistad. "esde un punto de !ista espiritual, "ios nos ha hecho libres y por lo tanto capaces de amarle o de ofenderle con el pecado. Rl nos perdona si no arrepentimos, pero nos puso una