Déjame Oír Tu Voz

April 6, 2023 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Propuestas de moniciones a los cantos del Camino Neocatecumenal

 Arturo García Zamora

 

Título: DÉJAME OÍR TU VOZ : Propuestas de moniciones a los cantos del Camino Neocatecumenal Autor: ©Juan Arturo García Zamora Impreso por Daktylius. EIRL Jr. Amalia Puga 712 Lima 25 Impreso en Perú – Printed in Perú Primera edición, enero 2021

Tiraje: 2,000 ejemplares Corrector de estilos: María Jiménez Rivas Diagramación: Noemí  Noemí García Lazo Ilustraciones: Francisco  Francisco García Lazo Tipeo: Lilian Palomares de Yataco Hecho el depósito Legal En la Biblioteca Nacional del Perú: 202010192 Este libro no podrá ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del editor.

DistribuciónGratuita.

 

ÍNDICE 08

24

Nota del autor

26 28 30 32 34 36 38 40 42 44 46 48

09 Prólogo

10 Moniciones 10 12 14 16 18 20 22

Abraham Aclamad al Señor Alabad al Señor en el Cielo Aleluya, alabad al Señor Alzaos puertas Babilonia criminal Balaam

50 52 54 56 58 60

Bendeciré al Señor en todo tiempo Bendito eres Señor Cantad al Señor Cántico de los tres jóvenes Cómo es maravilloso Como la cierva Consolad a mi pueblo Cuando dormía Cuando el Señor Decidle a los de corazón cansado Delante de los ángeles Dice el Señor a mi Señor Dichoso el hombre El necio piensa que Dios no existe El pueblo que caminaba en las tinieblas Eres hermoso Este es el día en que actuó el Señor Gracias a Yahvéh Gritad jubilosos

62 64 66 68 70 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 92 94 96 98

Siéntate solitario y silencioso Te estoy llamando, Señor Te he manifestado mi pecado Un retoño Yahvéh tú eres mi Dios

Hasta cuándo Huye amado mío La marcha es dura Levanto mis ojos a los montes Llegue hasta tu presencia mi clamor Magnícat María, casa de bendición Me enseñarás el camino de la vida Mirad qué estupendo Mucho me han perseguido No hay en Él parecer Noli me tangere

100 102 104 106 108

Oh Dios, por tu nombre sálvame Oh Señor, nuestro Dios Pentecostés Qué amables son tus moradas Si el Señor no construye la casa Si hoy escucháis su voz Si me he refugiado en el Señor

Bibliografía consultada

110 Glosario

114

116 Índice de citas bíblicas

 

NOTA DEL AUTOR Doy gracias a Dios porque un 23 de diciembre de 1979 me llamó a iniciar el Camino y, sin opción a elegir, se me indicó aquel día ser el salmista de mi naciente comunidad. En ese momento fue para mí una llamada inesperada debido a mi evidente ausencia de dotes musicales. A pesar de ello, poco a poco, empecé a sentirme como seducido por los salmos, los cuales han estado presentes en los momentos más importantes de mi vida, en las alegrías, en las tristezas, en las angustias, en las incertidumbres, y todos los estados emocionales propias de la vida. En los primeros años del Camino, recuerdo que solíamos reunirnos un pequeño grupo de chiquillos (Marco y Juan Sarria, Martín Párraga, Oscar Vargas, entre otros) que con tanta ilusión, llenos de energía y mucha curiosidad, escrutábamos horas y horas los salmos siguiendo con inocencia  juvenil al pie de la letra lo que nuestros catequistas (José Luis del Palacio, en aquel entonces  joven laico y hoy obispo, obispo, el p. Jesús Gutiérrez, Gutiérrez, el p. Antonio Garciandía, más tarde, Julita Cid y Jesús Peña) predicaban con tanta gratuidad y fuerza. Estábamos impresionados de lo que por transmisión oral, recibíamos de ellos, enseñándonos que la Palabra de Dios es «viva y ecaz» y que tiene el poder de iluminar y guiar nuestras vidas. A través de celebraciones de la Palabra con mi comunidad he ido descubriendo, además, que para acercarse a ella no hace falta manipularla ni pretender hacer

PRÓLOGO interpretaciones personales, porque siempre es actual, actuante y profética, como dice el Salmo 119: «Para mis pies antorcha es tu palabra, luz para mi sendero».

«Una sola voz, con un solo corazón y con una sola alma» (Cf. Hch 4,32), es la expresión que sintetiza, en palabras de Kiko Argüello, la misión del cantor en la comunidad, en sus celebraciones, con su servicio humilde y esencial.

En agradecimiento a la Iglesia «quiero dar gratis lo que he recibido gratis» y pensando en ustedes,  jóveness Salmistas, les dedico este pequeño libro  jóvene con cincuenta propuestas de moniciones a los cantos del Camino Neocatecumenal, con la intención de que puedan servirse de ellas para

Esta misión de «ayudar a crear la comunidad litúrgica o, mejor dicho, de recrearla» va de la mano con la educación en la fe que todo cristiano recibe de la iglesia adulta mediante la tradición oral y escrita, que aanza y garantiza — en palabras

acercarse a las Escrituras y amar más este bello carisma al cual hemos sido llamados.

de San Pablo — la transmisión de lo que a su vez hemos recibido (Cf. 1Co 15,3).

Agradezco a quienes de manera anónima han hecho posible esta Edición.

En este sentido, este libro remite — a través de las moniciones propuestas — a la riqueza de las fuentes de la revelación contenidas en la Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia, encausadas en la predicación catequética que los hermanos de las comunidades neocatecumenales reciben de sus catequistas, fundamentalmente mediante la trasmisión oral.

Agradezco, además, a los jóvenes salmistas que conforman el grupo de músicos: “San Francisco Javier”, quienes participaron con sus voces en la narración del Audiolibro, que acompaña a esta edición.

 Arturo García García Za Zamora mora

Esta tradición, contenida en moniciones y catequesis apropiadas nos ayudan a «comprender mejor el sentido de cada canto», a n de dispo nernos a ofrecer a Dios, en forma creciente, un culto en espíritu y en verdad, que brota de la experiencia auténtica del amor que Dios nos tiene a nosotros pecadores, y del que la liturgia se constituye un lugar privilegiado.

La profundidad y alcance del ministerio del Cantor no está en contradicción con la sencillez con que el autor ha buscado presentar las moniciones contenidas en este libro, procurando, de este modo, ayudar a sintonizar con aquella sencillez de corazón en el temor del Señor, con la que Dios desea que hagamos todo para su agrado (Cf. Col 3,22-23). Las moniciones que acompañan a cada canto, están enriquecidas con referencias a la hermenéutica del Pueblo Hebreo, contenidas en sus comentarios a los salmos y cánticos, cuya esencia, como las raíces de un árbol, forman parte de la síntesis teológico-catequética tan familiar en la predicación, en el Camino Neocatecumenal. Compartimos con el autor el deseo que este primer libro de moniciones a los salmos y cánticos, con las “pistas” dadas, página tras página, contribuya a que el cantor quede aún con hambre  y sienta todavía sed (Cf. Sir 24,21) de la Fuente de la Vida que es la Santísima Trinidad, a quienes se Canta para edicación de la comunidad cristiana, como cuerpo del Resucitado en el mundo.

Rp. Dr. Homero Cruz Aguayo 08 de diciembre de 2020 Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María

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   )    é   r    5      b   1  ,   m    1   a   8    M  n   e   G    d   (   a    í   n   a    f   o   e    T

   M    A    H    A    R    B    A

MONICIÓN

 Así, Abraham creyó en Dios  y le fue reputado como  justicia. Entonces, tengan presente que los hijos de  Abraham son los que creen. La Escritura, previendo que Dios justicaría a los gentiles por la fe, anunció con antelación a Abraham esta buena nueva: En ti  serán bendecidas todas las naciones. Así pues, los que creen son bendecidos con  Abraham el creyente (Ga  3, 6-9).

CANTO Hacía calor aquel día cuando Abraham estaba sentado delante de su tienda. Hacía calor aquel día cuando Abraham estaba sentado cerca del encinar de Mambré. Alzando los ojos, miró, y tres hombres de pie estaban delante. En cuanto los vio se inclinó hasta el suelo y dijo: «Oh Señor mío, no pases te ruego sin detenerte».

SIN DETENERTE NO PASES TE RUEGO, SIN DETENERTE, SIN DETENERTE». «Os traeré un poco de agua, os lavaré los pies y reposaréis a la sombra, os traeré un bocado, os reconfortaréis y luego seguiréis adelante. No por casualidad habéis pasado hoy delante de mí».

«OH SEÑOR MÍO, NO PASES TE RUEGO SIN DETENERTE, SIN DETENERTE. SIN DETENERTE, NO PASES TE RUEGO, SIN DETENERTE, SIN DETENERTE» 12

Este canto muestra la visita de Dios a la casa de Abraham y Sara en la persona de tres ángeles que les transmiten una promesa, que se cumplirá gratuitamente cambiándoles radicalmente la vida. Abraham es un hombre nómada que a su avanzada edad, no tenía descendencia por la esterilidad de su mujer, también de edad avanzada. Estos dos ancianos verán que la promesa se hará realidad con el nacimiento de Isaac, cuyo nombre en hebreo signica «risa». Abraham acoge a los tres enviados con gestos de hospitalidad que era la costumbre propia de la época. Abraham es elegido para ser padre de un pueblo numeroso como las estrellas del cielo (Cf. Gn 15  , 5) 5),,  y con esta promesa, promesa, abandonando abandonando su patria, emprende un camino racionalmente absurdo, aferrado a una esperanza que lo lleva a conar en la

 3,  29). Como dice San Pablo:  «Tengan

pues entendido que los que viven de la fe, esos son los hijos de Abraham. La Escritura, previendo que Dios justicaría a los gentiles por la fe, anunció con antelación a Abraham esta buena nueva: En ti serán bendecidas todas las naciones. Así  pues, los los que viven d de e la fe son ben bendecido decidoss con  Abraham el creyente creyente»» ( Ga Ga 3, 7-9). Acojamos al Señor y cantemos este canto que evoca también la visita de Dios a nuestras vidas, llamándonos a emprender el camino de la fe en medio del calor agobiante de nuestros problemas y suf rimientos, rimientos, trayéndonos este anuncio que entraña una promesa que se está realizando en nosotros, cambiando nuestra incertidumbre en «risa», nuestra esterilidad en fecundidad. Y digamos con Abraham: «Oh Señor mío, no pases te ruego sin detenerte. No por casualidad pasas hoy delante de mí». 

Hb 11

certeza de peregrinación la promesa divina (Cf. sus , aquezas, 17 -19). -19). En esta gran conocerá sus pecados, sus dudas y, sobre todo, la delidad de este Dios que cumple sus promesas y que es más fuerte que todos los dioses e ídolos en los que él se ha apoyado toda su vida, como gran politeísta. De este germen nacerá Jesús, llamado hijo de Abraham (Cf. Mt 1 , 1). 1) . También nosotros, los hijos de la fe, somos hijos de Abraham (Cf. Rm 4 , 1-3;  Ga Ga

 ACOJAMO  ACO JAMOS S “ AL SEÑOR Y SEÑOR

CANTEMOS ESTE CANTO QUE EVOCA TAMBIÉN LA VISITA DE DIOS A NUESTRAS  VIDAS...”  VID AS...” 13

 

 ACLAMAD  AL SEÑOR Salmo 100 (99) Este salmo constituye una gozosa invitación a alabar al Señor, Pastor de su Pueblo. El salmo se desarrolla en una especie de hilo conductor de alabanza que no se rompe nunca, expresándose en una continua profesión de fe y de amor. Una alabanza que desde la tierra se eleva hacia Dios, pero que al mismo tiempo alimenta el espíritu del creyente (Juan Pablo II, catequesis sobre el  salmo 99).

CANTO ¡ACLAMAD AL SEÑOR, TODA LA TIERRA, SERVID AL SEÑOR CON ALEGRÍA! ¡Acercaos a él con gritos de júbilo!

¡ACLAMAD AL SEÑOR, TODA LA TIERRA, SERVID AL SEÑOR CON ALEGRÍA! Porque el Señor es nuestro Dios,  y nosotros su pueblo.

¡ACLAMAD AL SEÑOR, TODA LA TIERRA, SERVID AL SEÑOR CON ALEGRÍA! ¡Entrad por sus puertas con hi mnos de alegría!

¡ACLAMAD AL SEÑOR, TODA LA TIERRA, SERVID AL SEÑOR CON ALEGRÍA! ¡Bendecid su nombre, dándole gracias!

¡ACLAMAD AL SEÑOR, TODA LA TIERRA, SERVID AL SEÑOR CON ALEGRÍA! Porque es bueno el Señor, es eterno su amor con nosotros.

¡ACLAMAD AL SEÑOR, TODA LA TIERRA, SERVID AL SEÑOR CON ALEGRÍA!

MONICIÓN El Papa Juan Pablo II dice: «Los hebreos llaman a este salmo “Salmo para la Todáh”, es decir, para la acción de gracias en el canto litúrgico, por lo cual se adapta muy bien para ser entonado en las Laudes de la mañana»  mañana»  (Cf. Juan Pablo II, Audiencia del Miércoles 7 de noviembre 2001).

Este salmo contiene tres elementos importantes: Llama a la oración en un marco litúrgico, convoca a toda la tierra a aclamar al Señor y hace profesión de fe: «Porque el Señor es nuestro Dios [...]  porque es bueno el Señor, es eterno su amor con nosotros». (Cf. Mi  7, 20; Dt 7, 9). Confesemos, hermanos, nuestra fe entonando este himno, como demanda el principio del Decálogo: «Yo soy Yahvéh, tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, del lugar de esclavitud. No tendrás otros dioses delante de mí»  mí» (Cf. Ex 20, 2-3; Dt 6, 4). Exaltemos su bondad, su amor y su delidad per petua, lazo que nunca se rompe ni se romperá, a pesar de nuestra naturaleza débil y de pecado (Cf. Rm 3, 3).

“  SUEXALTEMOS BONDAD,

SU AMOR Y SU FIDELIDAD PERPETUA, LAZO QUE NUNCA SE ROMPE NI SE ROMPERÁ...”

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   R    O    L    O    E     Ñ    E   I    C    S   L    L   E    A    N    D    E    A    B    A    L    A

Salmo 148 «Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado Jesucristo» (Jn 17 3). «Y toda creatura, del cielo, de la tierra, de debajo de la tierra y del mar, y todo lo que hay en ellos, oí que

respondían: “Altrono que está  sentado en el y al Cordero, alabanza, honor  y gloria y potencia por los  siglos de los siglos”» siglos”» (Ap 5, 13).

CANTO ¡Alabad al Señor en el Cielo, ¡ALABADLO! Alabad al Señor en lo alto, ¡ALABADLO! Alabadlo, todos sus ángeles, ¡ALABADLO! Alabadlo, todos sus ejércitos! ¡ALABADLO! Alabadlo, sol y luna, ¡ALABADLO! Alabadlo, estrellas lucientes. ¡ALABADLO! Alabadlo, espacios celestes ¡ALABADLO!  y aguas que cuelgan en el cielo. ¡ALABADLO! Alaben el nombre del Señor, ¡ALABADLO! porque Él lo mandó, y existieron. ¡ALABADLO! Les dio consistencia perpetua ¡ALABADLO!  y una ley que no pasará. ¡ALABADLO! Alabad al Señor en la tierra, ¡ALABADLO! cetáceos y abismos del mar. ¡ALABADLO! Rayos, granizo, nieve y bruma, ¡ALABADLO! Viento huracanado que cumple sus órdenes. ¡ALABADLO! Montes y todas las sierras, ¡ALABADLO! árboles frutales y cedros. ¡ALABADLO! Fieras y animales domésticos, ¡ALABADLO! reptiles y pájaros que vuelan. ¡ALABADLO! Reyes y pueblos del orbe, ¡ALABADLO! príncipes y jefes del mundo. ¡ALABADLO! Los jóvenes y también las doncellas, ¡ALABADLO!  los viejos a una con los niños. ¡ALABADLO! Alaben el nombre del Señor, ¡ALABADLO! el único nombre sublime. ¡ALABADLO!

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MONICIÓN Este salmo es un himno de invitación a la alabanza, que pudo ser un preludio perfecto al salmo 150, si no se interpusiese el 149 (Salmo de los Fieles) que interrumpe la continuidad rítmica y de sentido. El autor enumera y sintetiza de manera genial, como en cuatro movimientos, a todos los miembros invitados de la Asamblea Universal, conformada por la «hueste sideral», «la tierra», «el reino animal» y «el hombre». La Teología medieval arma que en el universo existe un «empíreo», como el lugar más alto del rmamento donde habita físicamente Dios y residen los ángeles y las almas escogidas. Aquí podemos ver cómo se repite este mismo orden alegórico «en las montañas que se elevan sobre la tierra, los cedros que descuellan sobre los árboles, los reyes que dominan en los pueblos».

Así, a Israel dio un puesto un ocio privielprivilegiado por se suleproximidad con yDios. Por eso salmo concluye diciendo: «Israel, su pueblo escogido», que da la voz en la alabanza a todas las creaturas y pueblos de la tierra, representándolas como solista en el coro universal. En este salmo, el hombre, volviendo a nombrar a los seres: «…Sol y luna, estrellas lucientes. Montes y todas las sierras, árboles frutales y cedros, etc.», emulando a Adán en el Paraíso,

vuelve a tomar posesión de ellos y, nombrándolos, les devuelve su esplendor primitivo. El Señor nos invita hoy a participar de esta Liturgia Cósmica cantando esta alabanza y pronunciando, al unísono, como comunidad, los nombres en un acto de posesión compartida, no de propiedad personal, porque este himno está inspirado para ser pronunciado, no por el más poderoso, ni por el más rico sino por el más hombre: Cristo Nuestro Señor, muerto y gloricado, como dice San Pablo en la Carta a los Filipenses: «Por eso Dios lo exaltó y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre. Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos y toda lengua conese que Cristo Jesús es el SEÑOR para gloria de Dios Padre» (Cf. Flp 2, 9-11).

Cantemos este salmo unidos a Cristo Señor del cosmos.



  ESTE SALMO ES UN HIMNO DE INVITACIÓN INVITA CIÓN A LA  ALABANZA...”  ALABA NZA...” 17

 

 ALELUYA, ALABAD  ALELUYA,  AL SEÑOR,  ALELUYA   ALELUY A 

MONICIÓN Este salmo cierra la colección del Salterio, es un Himno orquestal, a modo de coda, coda, que invita a todo ser que alienta a alabar la grandeza y el poder de Dios ( S Sal al 8, 4-5).

Salmo 150 «David y toda la casa de Israel bailaban delante de Yahvéh con todas sus fuerzas, cantando con cítaras, arpas, adufes, sistros  y cimbalillos» (2S 6,5).

CANTO ¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA! ¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA! Alabad al Señor en su templo, alabadlo en su fuerte rmamento, alabadlo por sus obras estupendas, alabadlo por su inmensa grandeza.

¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA! ¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA! Alabadlo al son de trompetas, alabadlo con arpas y guitarras, alabadlo con tambores y con danzas, alabadlo con trompas y autas.

¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA! ¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA! Alabadlo con platillos sonoros, alabadlo con platillos vibrantes. ¡TODO SER ALABE AL SEÑOR, ALABE, ALABE AL SEÑOR!

¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA! ¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA!

La música es capaz de estilizar sonidos creando una variedad de tonalidades que se convierten en melodías armónicas, y la danza hace lo suyo, con movimientos corporales mediante pantomimas y gestos, organizándolos en ritmos estilizados que siguen el perfecto orden de un patrón musical. Esto nos permite, ahorrándonos palabras, expresar los sentimientos más profundos de nuestro ser.

viva de Dios, va cambiando nuestra fealdad, desorden y oscuridad, producto del pecado, en una obra bella y armónica que se expresa en el Ágape el Ágape de la comunidad cristiana, de cuyo corazón brota la bendición y la alabanza, como expresión espontánea de agradecimiento a la gratuidad de Dios, convirtiéndose así en el alma de la Liturgia. Cantemos ese Himno a Yahvéh, tañendo y tocando palmas en comunión con la naturaleza, dándole gracias porque ha resucitado a Cristo, constituyéndolo Señor de todo el Universo ( C Col ol 1, 19-20).

El salmista, cual director de orquesta, dirige la percusión, los vientos y las cuerdas, creando una bella obra y convirtiéndola en un hermoso espectáculo puesto en escena en honor a nuestro Dios. La perfección de Dios se muestra en toda la naturaleza, con sus formas, colores, en la diversidad de elementos que se contrastan y se dan valor el uno al otro creando una armonía de belleza única, sin necesidad de intervención de mano humana. La Nueva Estética, que surge como don gratuito en medio de la pequeña comunidad, viene a ser consecuencia secundaria que deriva de la renovación del Pueblo de Dios que, luego de muchos años de camino, experimentando la presencia



  EL SALMISTA, CUAL DIRECTOR DE ORQUESTA, DIRIGE LA PERCUSIÓN, LOS VIENTOS Y LAS CUERDAS, CREANDO UNA BELLA OBRA...”

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   S    A    T    R    E    U    P    S    O    A    Z    L    A

   )    3    2    (    4    2   o   m    l   a    S

«Ábranme las puertas del triunfo y entraré para dar gracias al Señor. Esta es la puerta del Señor, los vencedores (los justos) entrarán por ella» (Sal 118, 19-20).

CANTO ¡ALZAOS PUERTAS, ALZAOS LOS DINTELES, PUERTAS ETERNAS, DEBE ENTRAR EL REY DE LA GLORIA, DE LA GLORIA! ¿Quién es ese Rey de la Gloria? ¿QUIÉN ES ESE REY DE LA GLORIA? El Señor, el fuerte, el valiente. EL SEÑOR, EL FUERTE, EL VALIENTE El Señor valiente en la batalla  VALIENTE EN LA BATALLA BATALLA El Señor de los ejércitos EL SEÑOR DE LOS EJÉRCITOS Él es el Rey de la gloria EL REY DE LA GLORIA

¡ALZAOS PUERTAS... ¿Quién subirá al monte del Señor? ¿QUIÉN SUBIRÁ AL MONTE DEL SEÑOR? El de manos inocentes y puro corazón EL DE MANOS INOCENTES Y PURO CORAZÓN El que no conduce su vida por vanidad POR VANIDAD. Y nosotros somos su iglesia  Y NOSOTROS SOMOS SOMOS SU IGLESIA. Que hoy viene a tu presencia QUE HOY VIENE A TU PRESENCIA Que busca tu rostro, ¡oh Dios de Jacob! ¡OH DIOS DE JACOB!

¡ALZAOS PUERTAS... 20

MONICIÓN En el desierto, el Pueblo hebreo cantaba este salmo al introducir el Arca de Yahvéh en el Santuario. Nosotros, por la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, somos ahora Santuario de Dios, y podemos abrir las puertas de nuestro corazón para que entre Cristo, el Rey de la Gloria, que viene como un guerrero a vencer a nuestros enemigos (Cf. 1Co 3, 16-17). Buscar el rostro de Dios, que al principio era «ir a consultar a Yahvéh en el Santuario», tomó luego, un sentido más general. Tratar de conocerle, vivir en su presencia, «buscar tu rostro», «a Yahvéh» es servirle elmente.

entró en gura de hombre, y todas las cuevas de la Furia quedaron iluminadas. Y rompió los lazos, que hasta entonces no habían sido quebrantados, y el socorro de una virtud invencible nos visitó, a nosotros, que estábamos sentados en las profundidades de las tinieblas de nuestras faltas y en la sombra de la muerte de nuestros pecados» (Evangelio e Nicodemo XXII, 1-9). Cantemos al Señor que ha dado gratuitamente la libertad a los que yacíamos atrapados por la muerte.

Según los apócrifos, este salmo fue cantado por la legión que acompañó a Jesús en el momento de su descenso a los inernos:

«Ábranse, puertas eternas, que el Rey de la Gloria quiere entrar. la Furia, oyendo la él. voz, dijo a Satanás: Anda,Y sal, y pelea contra Y Satanás salió. Entonces la Furia dijo a sus de monios: Cierren las grandes puertas de bronce, cierren los grandes cerrojos de hierro, cierren con llave las grandes cerraduras, y pónganse todos de centinela, porque, si este hombre entra, estamos todos perdidos. Y, en el acto, las grandes puertas de bronce volaron en mil  pedazos,, y los que la muerte había tenido en pedazos cadenados se levantaron. Y el Rey de la Gloria

  CANTEMOS  AL SEÑOR QUE HA DADO GRATUITAMENTE LA LIBERTAD  A LOS LOS Q QUE UE  YACÍAMO  YA CÍAMOS S  ATRAPA  ATR APADOS DOS POR LA MUERTE.”



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   L    A    I   A    N    N    I    O    L    I   M    I    B    R    A    C    B    )    6    3    1    (    7    3    1   o   m    l   a    S

«Después de esto vi bajar del cielo a otro ángel, que tenía poder, y la tierra quedó iluminada con  su resplandor. Gritó con potente voz diciendo: “¡Cayó la gran Babilonia! Se ha convertido en morada de demonios, […] Porque del vino de sus prostituciones han bebido todas las naciones y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido con su lujo desenfrenado […] Salgan de ella, pueblo mío, no sea que se hagan cómplices de sus pecados  y los alcancen sus plagas”» (Ap 18, 1-4).

CANTO  JUNTO A LOS CANALES DE BABILONIA, BABILONIA,  ACORDÁNDONOS DE TI NOS SENTAMOS A LLORAR; DE LOS SAUCES COLGABAN LAS GUITARRAS; ACORDÁNDONOS ACORDÁNDONOS DE TI NOS SENTAMOS A LLORAR. «¡CANTADNOS», NOS DECÍAN NUESTROS ENEMIGOS. «¡CANTADNOS», NOS DECÍAN NUESTROS OPRESORES. ELLOS QUERÍAN QUE NOSOTROS LES DIVIRTIÉRAMOS ¿Cómo cantar un cántico del Señor en tierra extraña? ¡Si de ti me olvidare, que se me seque la mano derecha! ¡Que se me pegue la lengua al paladar si de ti yo me olvidare Jerusalén, en la cumbre de mi alegría!

SEÑOR, TOMA CUENTAS DE NUESTROS ENEMIGOS. SEÑOR, TOMA CUENTAS DE NUESTROS OPRESORES. CUANDO ELLOS SE DECÍAN: ¡ARRASADLA HASTA EL CIMIENTO! ¡Capital de Babilonia criminal, quién pudiera pagarte los males que nos has hecho! ¡quién pudiera estrellar tus hijos contra la piedra!

 JUNTO A LOS CANALES DE BABILONIA, BABILONIA,  ACORDÁNDONOS DE TI NOS SENTAMOS A LLORAR; DE LOS SAUCES COLGABAN LAS GUITARRAS; ACORDÁNDONOS ACORDÁNDONOS DE TI NOS SENTAMOS A LLORAR. «¡CANTADNOS», NOS DECÍAN NUESTROS...

MONICIÓN Este salmo expresa, con un lenguaje poético, la angustia del pueblo de Israel exiliado en una tierra extraña (Cf. Lm 3, 48) y  48) y graca muy bien nuestra realidad cuando estamos desesperados, en crisis, sufriendo por alguna dicultad, una enfermedad, un problema que nos provoca amargura, sintiéndonos lejos de Dios.

En el Nuevo Testamento Roma es llamada Babilonia, la Gran Ciudad, la Prostituta, enemiga de Dios y de sus elegidos, llena de desenfreno, lujo, violencia, soberbia, injusticia, que persigue a muerte a los cristianos. Babilonia ha sido ya  juzgada. Y aunque aunque nos sigue atrapa atrapando, ndo, estamos estamos aquí liberados por la acción de Dios (Cf. Ap 18, 21).

Israel lo había perdido todo. Había tenido jueces, reyes, sacerdotes, etc., y ahora no tiene templo, ni sacricios. Dios había jurado en el Sinaí darles en

Babilonia y Jerusalén erguidas una frente a la otra, dos ciudades que se reparten los hombres. Mas Jerusalén, que es la Iglesia, no teme a Babi-

posesión la Tierra Prometida. Por ello, se reunían a la orilla del agua para intentar rememorar la Palabra, buscando consuelo en las Escrituras,  ya que el recordar las obras de Dios mantenían viva la esperanza de ser liberados y comenzar un Nuevo Éxodo (Cf. Ab 11,  15). 15).

lonia, que será vencida denitivamente cuando el Rey de los Reyes y Señor de los que dominan venga a pisotear el vino de la ardiente Cólera de Dios, asegurando así la victoria denitiva de Dios (Cf. Ap 18, 1ss).

Todos los cristianos tenemos que pasar por la puricación del sentimiento, la noche oscura del sentimiento, para llegar a la adultez de la fe (Cf. 1Co 3, 13-15).

ESTE SALMO “EXPRESA, CON

En esta situación extrema es puricado y espiriespiritualizado el culto de este pequeño resto, y aparece lo que podría ser el arquetipo de lo que hoy es para nosotros la Celebración de la Palabra de Dios, lugar privilegiado, donde experimentamos su eecacia y su poder, que da sentido a nuestra vida (Cf. Hb 1, 3; 4, 12; St 1, 21).

UN LENGUAJE POÉTICO, LA  ANGUSTIA  ANGUS TIA DEL PUEBLO DE ISRAEL EXILIADO EN UNA TIERRA EXTRAÑA...”

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BALAAM Números 23, 7-24

CANTO De Aram me ha hecho venir Balaq, el rey de Moab, desde los montes de Oriente: «Ven y maldice a Jacob; ven y profetiza contra Israel»

Pueblo mío, recuerda, por favor, qué maquinó Balaq, […] Se te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno, lo que Yahvéh reclama de ti: tan solo que practiques la  justicia, ames la piedad y camines humildemente con tu Dios (Mi 6, 5-8).

¿Cómo maldeciré, si Dios no quiere? ¿Cómo profetizaré, si Dios no me deja? De lo alto de esta cima yo diviso, desde lo alto de esta roca yo contemplo: este es un pueblo distinto a todas las naciones.

¡QUÉ BELLAS SON TUS TIENDAS, QUÉ BELLAS SON, ISRAEL! ¡QUÉ BELLAS SON TUS TIENDAS,

¿Quién contará, contará tu multitud?  JACOB, JACOB, JACOB, JACOB. Sea, sea mi muerte como la muerte de tu Justo. Vaya mi vida donde él, VAY  VAYA A MI VIDA VIDA DONDE ÉL ÉL

«Escucha, hijo de Sippor, pon el oído, rey Balaq. Que Dios no es un hombre que dice y se arrepiente. Una estrella surge de Jacob, se oyen aclamaciones por su Rey. Dios es su Padre. Se acuesta como león, se hecha como leona, nadie lo hará levantar.»

¡QUÉ BELLAS SON TUS TIENDAS, QUÉ BELLAS SON, ISRAEL! ¡QUÉ BELLAS SON TUS TIENDAS, QUÉ BELLAS SON, ISRAEL!

¡QUÉ BELLAS SON TUS TIENDAS, QUÉ BELLAS SON, ISRAEL! ¡QUÉ BELLAS SON TUS TIENDAS, QUÉ BELLAS SON, ISRAEL!

QUÉ BELLAS SON, ISRAEL!

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«¿Pero qué es lo que estás haciendo? ¡Tú lo estás bendiciendo! Ven, quizá desde otra parte Dios lo quiera maldecir»

MONICIÓN Dios ha venido a buscarse un Pueblo y ha hecho una elección con él por medio de milagros. Los motivos de esta elección son el amor y la dede lidad a las promesas gratuitamente hechas a los padres:

cadas por nuestros enemigos externos e internos: el mundo, el demonio y la carne. Bendigamos al Señor que nos está conduciendo, poco a poco, al cristianismo, a la tierra prometida.

«No porque sean el más numeroso de todos los pueblos se ha prendado Yahvéh de ustedes y los ha elegido, pues son el menos numeroso, sino por el amor que les tiene y por guardar el juramento hecho a sus padres…» (Cf. Dt 7, 7-8). Este canto nos muestra con claridad la fuerza que habita en el Pueblo de Israel, pueblo escogido por Dios quien no se retracta o arrepiente y que mantiene sus promesas. Y esta fuerza que les viene de Dios es la garantía frente a sus enemigos, enemigos, frente a lo cual Balaam, hombre inicuo, adivino y estratega militar, contratado por Balaq (rey de los moabitas) para maldecir a Israel, es obligado por la omnipotencia de Yahvéh a cambiar su maldición en bendición y exclama: «¡Este es un pueblo distinto a todas las naciones! ¡Qué bellas son tus tiendas, qué bellas son, Israel!»   (Cf. Dt 23,  5; Jos 24 , 9-10; Ne 13, 2). Nosotros hemos sido llamados a ser miembros de su Pueblo, miembros de la Iglesia, donde se nos está enseñando a vivir apoyados en su fuerza, como garantía frente a las adversidades provo-

ESTE CANTO “ NOS MUESTRA

CON CLARIDAD LA FUERZA QUE HABITA EN EL

PUEBLO DE ISRAEL, PUEBLO ESCOGIDO POR DIOS QUIEN NO SE RETRACTA O  ARREPIEN  ARRE PIENTE TE Y QUE MANTIENE SUS PROMESAS.” 25

 

BENDECIRÉ  AL SEÑOR EN TODO TIEMPO Salmo 34 (33) «Estas palabras Bendeciré al Señor en todo tiempo han de ser consideradas a la luz de lo que dice la Escritura: Todo lo ha hecho hermoso en su tiempo (Qo 3,11). Y David dijo al Santo, bendito sea Él: “Maestro del universo ¿qué benecio hay para el mundo con la locura? Cuando un hombre va al mercado y desgarra su vestido, y los niños corren tras él y se burlan, ¿es esto bello a tus ojos?” El Santo, bendito sea Él, contestó: “¿Elevas tú un grito contra la locura? Por tu vida, un día has de necesitar de ella”. Un día, David comenzó a implorar a Dios y suplicarle diciendo: “¡Maestro del universo, en esta hora de necesidad respóndeme!” El Santo, bendito sea Él, preguntó: “¿Qué necesitas?” David dijo: “Dame un poco de esa locura que tú has creado.” El Santo, bendito sea Él, replicó: “¿No te dije: Quien desprecie una cosa será echado por ella? ¡Y ahora pides locura!” Por eso se dice [un Salmo] de David; cuando cambió su comportamiento ante Abimélec. En ese instante David se regocijó que la locura había venido en su ayuda, y en su regocijo compuso este Salmo acróstico, diciendo al Santo, bendito sea Él: ¡Qué buena es la locura! Bendeciré al Señor en todo tiempo; su alabanza estará continuamente en mi boca (Sal 34,1) tanto en tiempo de razón como en tiempo de locura» (Midrash del  salmo 34).

MONICIÓN

CANTO BENDECIRÉ AL SEÑOR EN TODO TIEMPO, EN MI BOCA SIEMPRE SU ALABANZA; YO ME GLORÍO EN EL SEÑOR, ¡LO ESCUCHEN LOS HUMILDES Y SE ALEGREN! conmigo Señor, cantemos juntosle a suCantad Nombre. Porque al este pobre grita, el Señor escucha, y le libra de todas sus angustias.

BENDECIRÉ AL SEÑOR... Porque el ángel del Señor acampa en torno a aquellos que le temen y les salva. Gritan ellos,  y el Señor les escucha y los libra de todas sus angustias.

GUSTAD Y VED QUÉ BUENO ES EL SEÑOR, DICHOSO EL HOMBRE QUE SE REFUGIA EN ÉL. Porque muchas son las pruebas que le esperan al Justo, mas de todas le libra el Señor. Grit an ellos, y el Señor les escucha y los libra de todas sus angustias.

BENDECIRÉ AL SEÑOR...

Salmo de David, cuando ngiéndose demente ante Abimélec, fue despachado por él y se marchó. La biblia de Jerusalén señala como texto de tradición independiente el fragmento sobre la fuga de David, que resalta su habilidad con un rasgo humorístico.

de ‘angosto’) por el miedo o pánico a una enfermedad, a un peligro físico inminente, etc.

David, huyendo de Saúl, se refugió donde Aquis (Abimélec), rey de Gat. «Los servidores del rey listeo le decían: “¿No es ese David, el rey del país?” […] Al sopesar David estas palabras, le entró

Cantemos al Señor, que no es indiferente a nuestros sufrimientos, es sensible a nuestra angustia, y los salmos son como una especie de n exo profundo con nuestro hombre interior, porque expresan

miedo del rey, […] y les hizo creer que estaba loco […] tamborileaba sobre el batiente de la puerta y dejaba caer saliva sobre su barba. Dijo el rey a sus  servidores,, este hombre está loco.  servidores loco. ¿Para qué me lo han traído? […] Partió David y se refugió en la casa de Adulán» (Cf. 1S 21, 11-16; Jn 10, 10, 20).

situaciones existenciales, descritas de manera muy sencilla como cuando dicen: «Celebraré su nombre porque es bueno, de la angustia él me ha liberado» (Cf. Sal 54); «Muchas son las pruebas que le esperan al justo, mas de todas lo libra el Señor»; «Porque el ángel del Señor acampa en torno a aquellos que le temen y les salva».

Dice este Salmo: «Cantad conmigo al Señor, cantemos juntos a su nombre, porque este  pobre grita, el Señor lo escucha y lo libra de todas sus angustias». La angustia viene estimulada por una especie de asalto de emociones negativas y adversas que provocan un importante malestar psíquico,  y que lleva a la persona a un sufrimiento profundo y serio, produciéndole una sensación de ahogo u opresión en el pecho (derivado del latín: angustus, ‘estrecho’, de la familia etimológica

Jesucristo ha conocido la angustia al extremo. En el Getsemaní sudó sangre de la angustia que sentía (Cf. Mt 26, 36-46).



  SALMO DE DAVID, CUANDO FINGIÉNDOSE DEMENTE ANTE  ABIMÉLEC,  ABIMÉ LEC, FUE DESPACHADO POR ÉL Y SE MARCHÓ.”

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   S   R    E   O    R    E     Ñ    E    S    O    T    I    D    N    E    B

MONICIÓN

Daniel 3, 52-57 

“Bendito eres en la bóveda del cielo: a ti honor y alabanza por los siglos” (Daniel 3, 56). Al cantar este himno en la mañana del domingo, el cristiano se  siente agradecido no sólo por el don de la creación,  sino también por el hecho de ser destinatario del cuidado paterno de Dios, que en Cristo le ha elevado a la dignidad de hijo. (S.  Juan Pablo II)

CANTO Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres.  A TI GLORIA Y ALABANZA, ALABANZA, A TI GLORIA POR LOS SIGLOS. Bendito sea tu Nombre, tu Nombre santo y glorioso. A TI GLORIA Y ALABANZA... ALABANZA... Bendito eres en el templo, en el templo de tu santa Gloria. A TI GLORIA Y ALABANZA... ALABANZA... Bendito eres en el trono, en el trono de tu Reino.

Dice S. Pedro: «pero ustedes son linaje elegido,  sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido,  sacerdocio adquirido, para anunciar las alabanzas de Aquel que los ha llamado de las tinieblas a su admirable Luz. Ustedes, que en un tiempo no eran pueblo y que ahora son el Pueblo de Dios, de los que antes no se tuvo compasión, y ahora son compadecidos» (Cf. 1P 2, 9-10). «No devuelvan mal por mal, ni insulto por insulto; por el contrario, bendigan, pues han

 A TI GLORIA Y ALABANZA... ALABANZA...

 sido llamados llamados a here heredar dar la bendició bendición» n» (Cf. (Cf. 1P 3, 9).

Bendito entre querubines, tú, que sondeas los abismos. A TI GLORIA Y ALABANZA... ALABANZA...

San Pedro arma que hemos heredado de Israel (nuestros hermanos mayores) la bendición como Pueblo Sacerdotal. Por eso la iniciación cristiana nos está conduciendo, poco a poco, a la oración constante, a la bendición («bendeciré al Señor en todo tiempo», Sal 34), porque 34),  porque el alma, el ser de la liturgia cristiana, es la bendición, la exultación, la acción de gracias, la berajá; berajá; bendición  bendición que brota naturalmente solo de un corazón agradecido.

Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo. A TI GLORIA Y ALABANZA... Criaturas todas del Señor. BENDECID AL SEÑOR. Ensalzadlo con himnos por los siglos. ENSALZADLO CON HIMNOS POR LOS SIGLOS. 28

La liturgia de las Horas en laudes coloca el Cántico de los tres hóvenes los cuatro domingos del mes (ver Cántico de los tres jóvenes). Los Domingos II y IV, encontramos siete bendiciones, dirigidas directamente a Dios, que dan inicio al cántico: «bendito Dios de nuestros padres»; «bendito su Nombre»; «bendito en el templo de su Gloria»; «bendito en el trono de su Reino»; «bendito entre querubines»; «bendito en la bóveda del Cielo»; «Criaturas todas, bendecid al Señor»…

La intervención constante de Dios en medio de su pueblo provoca siempre en el creyente una respuesta: «¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Levantaré la Copa de salvación e invocaré el nombre del Señor» (Cf. Sal 116,  13+). Rito de acción de gracias conservado en las liturgias judía y cristiana que hace referencia directa a nuestraEucaristía (Cf. 1Co 10, 16+) Pidamos al Señor nos conceda una visión teológica de la historia, el discernimiento, que nos permita interpretar desde la fe nuestra vida, porque solo así podemos reconocer a Dios como causa primera de todas las cosas, porque todo concurre para nuestro bien (Cf. Rm 8, 28) aunque  28) aunque algunas veces los hechos se nos presenten contrarios e incómodos a nuestra razón, como la enfermedad, los conictos familiares, los problemas laborales, la precariedad económica, etc. La cruz que el Señor permite en nuestra vida, cual puerta estrecha, nos lleva a Él,cobrando y con susentido gracia nuestra vida se redimensiona, y ordenándose a la voluntad de Dios nuestro Padre. Por eso, al caer la tarde del sábado, la Eucaristía nos introduce en el domingo, nos mete en el reposo mesiánico, día del Señor, día donde descansamos de toda actividad laboral y lo enmarcamos en la liturgia doméstica como agradecimiento al Señor, que es bueno con nosotros.

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CANTAD AL SEÑOR Salmo 117 (116)  A pesar de su carácter breve y esencial, el Salmo 116 penetra en el corazón de la oración, que consiste en el encuentro y en el diálogo vivo y personal con Dios. En este acontecimiento, el misterio de la divinidad se revela como delidad y amor en un mundo tecnológico minado por un eclipse de lo sagrado, en una sociedad que se complace en una cierta autosuciencia, el testimonio de quien ora es como un rayo de luz en la oscuridad (S. Juan Pablo II, catequesis sobre el salmo 117).

MONICIÓN Este breve salmo es una pieza lírica de alabanza, similar a una doxología, que suele pronunciarse al inicio o al nal de un acto litúrgico (Cf. Sal 41, 14). San Pablo lo cita cuando habla del reino universal de Dios (Cf. Rm 15, 11). Aquí 11). Aquí el salmista lo hace invitando a todas las naciones de la tierra a unirse a las alabanzas a Yahvéh, que ha mostrado la rmeza de su Amor y la perpetua delidad hacia Israel, su pueblo escogido, como primicia de su obra en el plan de salvación que traerá el Mesías para todos los pueblos, haciendo realidad las perspectivas universalistas que esbozan algunos salmos (Cf. Sal 86, 9; 67, 13;  22, 28)   28)   y el segundo Isaías (Cf. Is 60, 2-4).

CANTO

Piedad  y fdelidad,  dos pilares sobre los que se fundamenta la salvación de Israel y la de todos los pueblos (Cf. Ex 34, 6; Za  Za 8, 8; Rm 3, 3).

¡CANTAD AL SEÑOR, PUEBLOS TODOS DE LA TIERRA, NACIONES, DADLE GLORIA!

El salmista parece aspirar a formar un gigantesco orfeón (coro) con todos los pueblos, que entone la alabanza al Dios único (Cf. Sal 47, 2-3; 100, 1-3).

Porque grande es su Amor hacia nosotros, es eterna su misericordia. Naciones, dadle Gloria.

Porque rme es su Amor hacia nosotros, su delidad dura por si empre. Naciones, dadle Gloria

¡CANTAD AL SEÑOR, PUEBLOS TODOS DE LA TIERRA, NACIONES, DADLE GLORIA!

¡CANTAD AL SEÑOR, PUEBLOS TODOS DE LA TIERRA, NACIONES, DADLE GLORIA!

Cantemos juntos al Señor, que se muestra siempre misericordioso y el hacia nosotros.

CANTEMOS “   JUNT  JUNTOS OS AL

SEÑOR, QUE SE MUESTRA SIEMPRE MISERICORDIOSO  Y FIEL FIEL HACIA NOSOTROS.”

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CÁNTICO DE LOS TRES JÓVENES Daniel 3, 57-88

CANTO Criaturas todas del Señor. BENDECID AL SEÑOR. Ensalzadlo. CON HIMNOS POR LOS SIGLOS. Ángeles del Señor. BENDECID AL SEÑOR. Cielos. BENDECID AL SEÑOR. Aguas del espacio. BENDECID AL SEÑOR. Ejércitos del Señor. BENDECID AL SEÑOR. Sol y Luna. BENDECID AL SEÑOR. Astros del cielo. BENDECID AL SEÑOR. Lluvia y rocío. BENDECID AL SEÑOR. Vientos todos. BENDECID AL SEÑOR. Fuego y calor. BENDECID AL SEÑOR. Fríos y heladas. BENDECID AL SEÑOR. Rocíos y nevadas. BENDECID AL SEÑOR. Témpanos y hielos. BENDECID AL SEÑOR. Escarchas y nieves. BENDECID AL SEÑOR. Noche y día. BENDECID AL SEÑOR. Luz y tinieblas. BENDECID AL SEÑOR. Rayos y nubes. BENDECID AL SEÑOR. Bendiga la tierra al Señor. LO ENSALCE CON HIMNOS POR LOS SIGLOS. Montes y cumbres. BENDECID AL SEÑOR. Cuanto germina en la tierra. BENDIGA AL SEÑOR. 32

La respuesta que los jóvenes dieron al rey es muy  signicativa: no rezaron para salvarse del horno, horno,  sino solo para abrazar la voluntad de Dios. A causa de su fe, creen que pueden escapar de la muerte, pero dicen que si no fuera así, el Señor los librará de su mano de modo que el rey sepa que también pueden morir en los brazos del Dios al que aman (San Cipriano).

Manantiales. BENDECID AL SEÑOR. Mares y ríos. BENDECID AL SEÑOR. Cetáceos y peces. BENDECID AL SEÑOR. Aves del cielo. BENDECID AL SEÑOR. Fieras y ganados. BENDECID AL SEÑOR. Ensalzadlo. CON HIMNOS POR LOS SIGLOS. Hijos de los hombres. BENDECID AL SEÑOR. Bendiga Israel al Señor. BENDIGA AL SEÑOR. Sacerdotes del Señor. BENDECID AL SEÑOR. Siervos del Señor. BENDECID AL SEÑOR. Almas y espíritus justos. BENDECID AL SEÑOR. Santos y humildes de corazón. BENDECID AL SEÑOR. Ananías, Azarías y Misael. BENDECID AL SEÑOR.

MONICIÓN La Liturgia de las Horas, en el Salterio, coloca este cántico los Domingos I y III,  que graca una especie de «desle cósmico», perfectamente oror denado «cual sinfonía en tres movimientos que abarcan a toda la creación», empezando por los ángeles y cuerpos celestes, el sol, la luna las estrellas; los fenómenos naturales como el viento, la lluvia, la nieve, el granizo etc.; el tiempo, noche y día; luego, une a su invitación de alabanza a las creaturas que germinan sobre la tierra y el vasto reino animal terrestre, marino y animales que vuelan; y en un tercer movimiento invita al hombre, al pueblo elegido, los consagrados, santos y las almaslos de los justos a unirse a la alabanza, que compone este gran Himno. Cantemos bendiciendo al Señor que está destruyendo en nosotros al hombre de pecado, al hombre viejo, para que surja el hombre nuevo, joven y fuerte lleno de

Espíritu, como aquellos tres: Ananías, Azarías y Misael, que, tras ser arrojados al horno, son protegidos por una brisa que no permitía que fueran abrasados por las llamas, y desde allí elevan al Señor este himno maravilloso de bendición en nombre de toda la creación. Este horno es imagen de la muerte que nos circunda cada día y el fuego es producto de nuestros pecados, que nos rodean y queman. La Escritura profetiza con esto la Misión de la Iglesia que, en medio del mundo, cual horno gigante que constantemente amenaza destruirla, permanece en pie liberada de la muerte y en bendición continua. La presencia de Cristo resucitado en medio de nosotros es una brisa fresca que enjuga y sana nuestras heridas, haciéndonos caminar como Iglesia en el mundo sin ser del mundo (Cf. Jn 17, 17, 14ss).

Ensalzadlo. CON HIMNOS POR LOS SIGLOS. 33

 

   S   S    O    S   O    O    L    O    N    L   N    A    L    I   O    M    V    C    R    A    E    R    R    H    A    A    T    S    M    S   E    E    O    M     Ó    C Salmo 133 (132)

“Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común. Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu (…) y alababan a Dios” (Hch 2, 44-47).

CANTO ¡Cómo es maravilloso estar con los hermanos! ¡CÓMO ES MARAVILLOSO ESTAR CON LOS HERMANOS! Maravilloso estar con los hermanos. MARAVILLOSO ESTAR CON LOS HERMANOS Es como aceite que baja por la barba de Aarón. ES COMO ACEITE QUE BAJA POR LA BARBA DE AARÓN. Como aceite por la barba de Aarón. COMO ACEITE POR LA BARBA DE AARÓN. Como rocío del Hermón que baja sobre Sion. COMO ROCÍO DEL HERMÓN QUE BAJA SOBRE SION. Como rocío que baja sobre Sion. COMO ROCÍO QUE BAJA SOBRE SION. Allí Yahvéh nos ha dado toda su bendición.  ALLÍ YAHVÉH NOS HA DADO DADO TODA SU BENDICIÓN. Nos ha dado toda su bendición. NOS HA DADO TODA SU BENDICIÓN. Allí Yahvéh nos ha dado la vida para siempre.  ALLÍ YAHVÉH NOS HA DADO DADO LA VIDA PA PARA RA SIEMPRE. Nos ha dado la vida para siempre. NOS HA DADO LA VIDA PARA SIEMPRE.

¡CÓMO ES MARAVILLOSO ESTAR CON LOS HERMANOS!

MONICIÓN Dice el salmo: «Cómo es maravilloso estar con los hermanos».  Por el Antiguo Testamento sabemos que desde el Génesis (Cf. Gn 4) hasta el Deuteronomio se extiende el término «hermano» a todo miembro de la comunidad, dejando de ser solo de exclusividad consanguínea. Para gracar el gozo maravilloso que produce este «estar con los hermanos»,  hermanos»,  el autor hace dos comparaciones paralelas usando dos imágenes: «Como aceite perfumado» y «como rocío  9). Comparaciones  Comparaciones que tienen copioso» (Cf. Pr 27, 9). cualidades similares: aroma y frescura (sensibles al olfato y al tacto). Si entramos, por ejemplo, a un jardín de ores aromáticas, percibiremos un olor que penetra y envuelve produciendo en nosotros una indescriptible sensación placentera; lo mismo sucede si en un día caluroso y agobiante de pronto sopla suavemente una brisa muy fresca sobre nuestro rostro, provocando un deleite que se extiende a nuestro cuerpo brindándonos una sensación de bienestar, también indescriptible. El aceite que usaba el Sumo Sacerdote era aromático (Cf. Ex 30, 22s),  22s), hecho  hecho con mirra, acacia y otras especias, que se usaba para consagrar la tienda del Arca, el Altar y el Candelabro, etc., y el autor dice: “…es como ungüento que baja por la barba de Aarón”,  o sea, desde la cabeza del Sumo Sa-

cerdote mediador hasta el pueblo, haciendo referencia AL CULTO, CULTO, A LA LITURGIA. LITURGIA. Luego: «…como rocío del Hermón hasta el monte Sion», el salmista sugiere un rocío que desciende desde los 2 700 metros que tiene el Hermón hasta la explanada del Templo, discurriendo frescor y fecundidad hasta el lugar donde se reúnen los israelitas, la comunidad de hermanos, recibiendo así la bendición que perdura por siempre. El Amor, fruto de la comunión perfecta que genera la presencia del Espíritu Santo en medio de la comunidad cristiana, es sobrenatural, y este  AMOR y esta UNIDAD  producen en quien lo ve desde fuera una sensación indescriptible que atrae y hace exclamar como en la Iglesia Primitiva: «Mirad cómo se aman»  (Cf. 1P 1, 22; Jn 13, 34-35). Por lo cual, dirá San Pablo: «Por nuestro medio Cristo difunde la fragancia de su conocimiento,  porque somos aroma de de Cristo Cristo o ofrecido frecido a Dios» (   2Co 2, 2, 14-15). Hermanos, cantemos al Señor por el gozo que produce su presencia en medio de nosotros, celebrando su Amor y Misericordia. (Véase también la monición al canto «Mirad qué estupendo…».)

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COMO LA CIERVA  Salmo 42-43 (41-42) «El que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el a gua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna» (Jn 4, 14).

CANTO Como la cierva anhela las corrientes de agua, así mi alma te anhela a ti, Dios mío. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿cuándo podré ver el rostro de Dios? Mis lágrimas son mi pan, noche y día, mientras mis enemigos me dicen todo el día: ¿Dónde está tu Dios? ¿Dónde está tu Dios? ¿Dónde está tu Dios? Y cuando yo recuerdo, el alma se me llena de tristeza, cómo marchaba en medio de un pueblo en esta. ¿Por qué te abates, alma mía, por qué tú gimes dentro de mí? ESPERA EN DIOS, ESPERA EN DIOS: QUE VOLVERÁS A ALABARLO.  ¡Porque él, él es tu salvación, él es tu Dios, él es tu Dios! ESPERA EN DIOS, ESPERA EN DIOS, ESPERA EN DIOS, ESPERA EN DIOS: QUE VOLVER VOLVERÁS ÁS A  ALABARLO. Cuántas veces le he dicho a mi roca: ¿Por qué me has abandonado? ¿Por qué camino tris te oprimido por mis enemigos? Se me rompen los huesos de escuchar todo el día: ¿Dónde está tu Dios? ¿Dónde está ese Dios? Señor, envíame tu luz y tu verdad, que ellas me guíen hasta tu monte santo. Entonces podré cantar un canto de alegría con mi guitarra. ¿Por qué te abates, alma mía...

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MONICIÓN Este salmo nos muestra a un hombre en situación de crisis que gime: «Mis lágrimas son mi pan, noche y día mientras mis enemigos me dicen: ¿Dónde está tu Dios?» Cuando atravesamos situaciones concretas y difíciles que alteran nuestro estado anímico, que nos hunden en la angustia, cuando experimentamos que los hechos presionan y condicionan nuestra razón, haciéndonos ver todo feo, malo y absurdo, entramos en un conicto y, según el cúmulo de experiencias de nuestra vida, responderemos a los hechos con una «impronta peculiar», juzjuzgando todo con esa interpretación particular que hacemos con nuestra razón. Allí es donde aparece el «adversario», aprovechándose de este conicto para lanzarnos esta pregunta: ¿Dónde está tu Dios? (Cf. Sal 10, 4; Mt 27, 39-44; Mi 7, 10). El demonio utiliza los hechos de nuestra historia para confundirnos, para impedirnos ver el amor de Dios. Cantemos, hermanos, y digamos a nuestra alma: ánimo, «espera en Dios, que volverás a alabarlo, porque él es tu salvación, él es tu Dios». Solo el don de la fe puede darnos una luz nueva, que permita abandonarnos a la voluntad de Dios, que nos ama y lleva la historia.



  ESTE SALMO NOS MUESTRA A UN HOMBRE EN SITUACIÓN DE CRISIS QUE GIME: «MIS LÁGRIMAS SON MI PAN, NOCHE Y DÍA MIENTRAS MIS ENEMIGOS ME DICEN: ¿DÓNDE ESTÁ TU DIOS?»” 37

 

   I    O    M    L    B    A    E    D    U    A    P    L    O    1    1      1  ,    0    4   s   a    í   a   s    I

MONICIÓN

¡Bendito sea Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación! Él nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos consolar a los que se sienten atribulados, ofreciéndoles el consuelo que nosotros mismos recibimos de Dios. (2Co 1, 3-4)

   S    N    O    C

CANTO CONSOLAD A MI PUEBLO,  Y HABLAD AL CORAZÓN DE JERUSALÉN JERUSALÉN  Y DECIDLE QUE SE ACABA SU ESCLAVITUD ¡Ohey! Una voz en el desierto grita: “preparad el camino, la senda al Señor”

PORQUE EL SEÑOR VIENE CON POTENCIA, TRAE CONSIGO EL PREMIO. COMO EL PASTOR REÚNE SU REBAÑO; LLEVA AL CORDERILLO EN SUS BRAZOS. Como el pastor conduce con cuidado las ovejas que van a ser madres; como el pastor que lleva a sus hombros la oveja perdida.

CONSOLAD A MI PUEBLO,  Y HABLAD AL CORAZON DE JERUSALÉN JERUSALÉN  Y DECIDLE QUE SE ACABA SU ESCLAVITUD

Este canto da inicio a la segunda parte del Libro de Isaías (40 — 55).  Se le atribuye a un poeta anónimo que vivió hacia nes del exilio, consiconsiderado por muchos como el mayor profeta y el mejor poeta de Israel, llamado también «Deuteroisaías» (Segundo Isaías). Es llamado el libro de la «consolación» porque diere del primer libro (1  — 39) que narra una época de la historia de Judá bastante conictiva, que generalmente contiene amenazas y alusiones a dos grandes potencias, Asiria y Egipto, que se pelean por adquirir la hege-

la esperanza, pero aún mantiene la fe en el Santo de Israel. Los ídolos a los que se les ha apegado el corazón infunden dudas de si seguir a la «voz que clama en el desierto» o quedarse en Babilonia. Por eso, Dios los invita a hacer memoria de la historia que han cantado desde pequeños en los salmos, y de la fe transmitida de generación en generación (Cf. Dt 6, 7-9),  7-9), donde  donde encontrarán un apoyo que les haga recuperar la esperanza (Cf. Sal 137, 1.5-6)

monía del Oriente Medio.

garnos ni exigirnos nada, nos pone sobre sus hombros y, respetando siempre nuestra libertad, nos conduce con ternura y paciencia por este camino maravilloso hacia el nuevo Éxodo (la Pascua). Y, rompiendo constantemente las dudas y esclavitudes propias de nuestra fragilidad humana, hace presente en medio de nosotros la Jerusalén Celeste.

Este canto anuncia que la esclavitud del pueblo ha terminado, que la ruina de Jerusalén ya pasó. Israel en el exilio ha pagado el doble de su culpa a manos de un mercenario (Cf. Ex 22, 1-3ss)  1-3ss) y  y que el tiempo de la restauración denitiva está cerca. Esta «Voz» (anónima) que grita en el desierto, obeobedeciendo al mandato del versículo 2 «Hablen al corazón de Jerusalén, y díganle que se acaba  su esclavitud», esclavitud»,  ha sido aplicado por los evangelistas (Cf. Mt 3, 3;  Jn 1,  23) a Juan Bautista, quien anuncia la venida del Mesías. Este «camino o senda del Señor» es la vía por la que Yahvéh concon ducirá a su pueblo, a través del desierto, a un nuevo Éxodo (Cf.  I ss 10, 25-27).  25-27). Momentos difíciles para el pueblo que, habiendo pasado tres generaciones en el exilio, ha perdido ya

Acojamos a Cristo, nuestro Pastor, que, sin juz-

ESTE CANTO “  ANUNC  ANUNCIA IA Q QUE UE

LA ESCLAVITUD ESCLAVITUD DEL PUEBLO HA TERMINADO, QUE LA RUINA DE  JERUSALÉN  JERU SALÉN YA PASÓ.”

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CUANDO DORMÍA  Cantar de los Cantares 5, 2ss «Mira que estoy a la puerta  y llamo; si alguno oye mi voz  y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo» (Ap 3,20).

CANTO Cuando dormía, mi corazón velaba. ¡La voz de mi amado oí!: «¡Abre, hermana mía, ábreme, paloma! Que mi cabeza está cubierta de rocío  y mis cabellos del relente de la noche». ¡Metió la mano por el agujero de la cerradura;  y toda entera me estremecí! Me levanté corriendo, y mis manos destilaron mirra, mirra uida mis dedos, por el pestillo de la puerta.

OS CONJURO, HIJAS DE JERUSALÉN, SI ENCONTRÁIS A MI AMADO, DECIDLE QUE MUERO DE AMOR. Abrí, abrí a mi amado, pero no estaba, ya había pasado, y el alma se me escapó en su huida. Lo busqué y no lo hallé, l o llamé, lo llamé y no me respondió. Me encontraron los guardias, que hacen la ronda, me golpearon, me desnudaron los guardias de las murallas.

OS CONJURO, HIJAS DE JERUSALÉN, SI ENCONTRÁIS A MI AMADO... ¡Ay, si tú fueras mi hermano! Te podría besar al encontrarte en la puerta.

OS CONJURO, HIJAS DE JERUSALÉN, SI ENCONTRÁIS A MI AMADO...

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MONICIÓN El hombre no descansa en la búsqueda constante de felicidad; está dormido en su alienación  y, aunque lo tenga «todo», aunque haya alcan alcan-zado una meta, adquirido muchos bienes, etc., su corazón está siempre en vela, porque no es verdaderamente feliz. «Cuando dormía y mi corazón velaba». En esta situación nos ha encontrado el Señor, y nos ha llamado, nos ha dejado escuchar su voz, como un enamorado llama a su amada intentando seducirla, y le pide abrir la puerta: «Abre, hermana mía, ábreme, paloma». Luego ha inteninten tado, con delicadeza, abrir la cerradura, dejando un perfume a mirra. Ya desde las primeras catequesis el Señor te ha hecho sentir cosas bonitas hablando a tu espíritu, te ha hecho despertar del sueño, te ha conmovido a tal punto que te has apresurado a abrir (Cf Ef 5, 14).

Pero paradójico: abres Él ya no está. Y, en sucedió vez de algo decrecer el amor, fue yen aumento,  y has salido a buscarlo diciendo: “Hijas de Jeru salén, os conjuro, conjuro, si encontráis encontráis a mi amado decidle que muero de amor”.  Buscando al amado, vino la persecución, te desnudaron, te golpearon, y ahora que conoces este amor puedes decir al amado: «Si tú fueras mi hermano, te  podría besar al al enc encontrarte ontrarte en la puerta” puerta”..

Jesús se ha hecho nuestro hermano. Por eso en la comunidad podemos darnos la paz, podemos perdonarnos, amarnos, porque el otro es Cristo (Cf Mc 3, 35; Hb 2, 11-13). Cantemos a Dios que rompe los muros que nos separan del otro y nos hace pasar gratuitamente del egoísmo al Amor.



  CANTEMOS A DIOS QUE ROMPE LOS MUROS QUE NOS SEPARAN DEL OTRO Y NOS HACE PASAR GRATUITAMENTE DEL EGOÍSMO AL  AMOR.”  AMOR .”

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CUANDO EL SEÑOR

MONICIÓN La Biblia de Jerusalén titula este Salmo como «Canto del regreso». Es el momento de la reparepa triación desde Babilonia, de retorno del destierro.

Salmo 126 (125)

Luego de tantos años en el exilio, muchos, ya desanimados y agobiados, no acaban de creer que sea cierto este cambio de fortuna, y es tan grande el gozo para ellos, que les parece un sueño; invadidos, quizás, por una visión pesimista de la realidad que les hace pensar que la adversidad, los infortunios, las desgracias son normales y la dicha,

“Porque ha rescatado Yahvéh a Jacob,  y lo ha redimido de la mano de otro más fuerte. Vendrán cantando y acudirán para gozar de los regalos de Yahvéh […] entonces la muchacha bailará de alegría, jóvenes y viejos  serán felices, cambiaré su tristeza tristeza en alegría, los consolaré, los haré reír después de sus penas” (Jer 31,12-13).

CANTO Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sion, nos parecía soñar; la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares.

PORQUE AL IR, SE VA LLORANDO, LLEVANDO LA SEMILLA; MAS AL VOLVER, SE VIENE CANTANDO TRAYENDO LAS GAVILLAS. ¡Grandes cosas ha hecho, maravillas ha hecho el Señor con nosotros! ¡Por eso estamos alegres!

PORQUE AL IR, SE VA LLORANDO, LLEVANDO LA SEMILLA; MAS AL VOLVER, SE VIENE CANTANDO TRAYENDO LAS GAVILLAS.

Cuando ha llegado a nosotros el anuncio del Kerigma, la Buena Nueva de Cristo resucitado, quizás muchos no lo esperábamos, y su aparición nos ha sorprendido, provocándonos una mezcla de miedo con gran alegría, como el de quien no termina de creer (Cf. creer (Cf. Hch 8, 6-8). El Señor nos ha encontrado, en medio de nuestro destierro, con una vida sin sentido, como acostumbrados a ser esclavos, y con su Poder y lleno de ternura nos ha puesto en camino hacia la Tierra

la fortuna, la alegría son solo sueños, exclaman: Prometida. Esto nos pareció increíble, nos parecía «Nos parecía soñar, la boca se nos llenaba de soñar soñar (Cf.  (Cf. Ef 2, 11-13). risa, la lengua de cantares»,  como una explosión de gozo frente a la evidencia de que ha su- Cantemos con alegría por todas las maravillas que cedido lo increíble (Cf increíble (Cf Jb 8, 20-22; Is 25, 8-9; Ez 36,  el Señor ha hecho y está haciendo en nuestra vida  36; Lc 1, 49).  y digamos juntos: ¡El  ¡El Señor ha hecho con con nosotros grandes cosas!; ¡Por eso estamos alegres!   El salmista exalta el gozo de la cosecha frente a la penosa fatiga de la siembra cuando dice: «Porque al ir se va llorando, llevando la semilla; más al volver se viene cantando trayendo las  gavillas».  gavillas ». En el episodio del sepulcro vacío del Evangelio de Mateo dice: «Ellas partieron a toda prisa del  sepulcro, con miedo y gran gozo…». gozo…». Por  Por su parte, Lucas habla del susto de las mujeres y de la incredulidad de los apóstoles (Cf. Lc 24,  11).  11).  Porque la Resurrección de Cristo, aunque ya estaba anunciada, no se esperaba.



EL SALMISTA EXALTA EL GOZO DE LA COSECHA FRENTE A LA PENOSA FATIGA DE LA SIEMBRA...”

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DECIDLE A LOS DE CORAZÓN CANSADO CANTO Decidle a los de corazón cansado, decídselo, decídselo a los pobres ¡Ánimo no temáis, que vuestro Dios viene a salvaros!

Isaías 35, 4ss

Al juicio contra Edom y el anuncio del restablecimiento de Jerusalén en toda su gloria, le sigue este capítulo titulado: “El triunfo de Jerusalén”, que contiene bendiciones que hacen referencia al ‘Libro de la Consolación’, que empieza en el capítulo 40 (Cf. Is 40 — 55 ))..

“Aquel día los sordos oirán las palabras de un libro, y desde la tiniebla y desde la oscuridad los ojos de los ciegos las verán. Otra vez la gente humilde volverá a alegrarse en Yahvéh, y los hombres más pobres se regocijarán en el Santo de Israel.” (Is 29, 18-19)

El poeta muestra el camino por el que Yahvéh conducirá a su pueblo a través del desierto en un nuevo Éxodo; y complacido anuncia la liberación a los rescatados, que aún marchan por el desierto camino a Sion: Decidle a los de corazón cansado, decídselo a los pobres: ¡Ánimo, no temáis, que vuestro Dios viene a salvaros!  La patente presencia del Señor actuante con signos claros, despierta en ellos una segura esperanza: «Ya se abren los ojos de los ciegos, se abren los oídos de los sordos. El cojo salta como u ciervo, grita de júbilo la lengua del mudo.»

Ya se abren los ojos de los ciegos, se abren los oídos de los sordos, el cojo salta como un ciervo, grita de júbilo la lengua del mudo.

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MONICIÓN

PORQUE SE ABRIRÁ UN CAMINO, UN CAMINO DE SALVACIÓN; UNA SENDA, UNA VÍA PARA LOS POBRES.

TODOS LOS POBRES, CIEGOS Y COJOS, LOS  ALEJADOS DEL SEÑOR.

Y por ella retornarán los rescatados del Señor.

¡Los pecadores!

 Y POR ELLA RETORNARÁN RETORNARÁN LOS RESCAT RESCATADOS ADOS DEL SEÑOR.

 Y CANTARÁN FELICIDAD, FELICIDAD, Y CANTARÁN FELICIDAD.

Todos los pobres, ciegos y cojos, los alejados del Señor.

 ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, ALELUY ALELUYA, A,  ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, ALELUY ALELUYA. A.

La Iglesia llegó a nosotros con el anuncio de Kerigma   y poco a poco está abriendo nuestros Kerigma ojos cuya ceguera nos impedía ver el amor de Dios en nuestra vida; abriendo nuestros oídos tapados por nuestras propias voces y proyectos egoístas, nos concede ahora entablar una relación con Él a través de su Palabra; estábamos paralizados con nuestra cojera y sin horizonte alguno, girando y girando sobre nuestro propio egoísmo, como sentados mendigando afecto, y Jesús nos

ha hecho saltar de júbilo, como Pedro al paralítico en la puerta del Templo llamada Hermosa (Cf. Hch 3, 1-10). En el Evangelio de Mateo vemos, los mismos milagros, cuando Jesús aludiendo a estos oráculos del profeta Isaías responde a los discípulos de Juan Bautista que, con estas obras se inaugura la ‘era mesiánica’: ¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro? Jesús les respondió Vayan y cuenten a Juan lo que oyen y ven: los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia la Buena Nueva…»  (Cf. Mt 11, 5+) Luego dice el canto: «Porque se abrirá un camino de Salvación; una senda, una vía para los pobres.» La fe es un camino, que Cristo no lo impone desde fuera, sino que camina junto a nosotros acompañándonos paso en este tecumenado, guiándonospasos haciaa el Reino que caha preparado para nosotros.

  LA FE ES UN “CAMINO, QUE

CRISTO NO LO IMPONE DESDE FUERA...” 45

 

DELANTE DE LOS ÁNGELES Salmo 138 (137) David bendijo al Señor en presencia de toda la asamblea diciendo: ¡Bendito  seas, Señor, Dios de Israel, nuestro Padre, desde siempre y para siempre (1Cro 23, 10).

MONICIÓN Este salmo es una resonancia de los sentimientos de agradecimientos del pueblo liberado de la terrible opresión babilónica. El salmista lo narra intercalando el singular y el plural (quizá producto de un error gramatical propio del hebreo que en esa época empezaba a decaer), exaltando con su canto la grandeza de Yahvéh que cumple sus promesas, que conoce el corazón del hombre, que no se desentiende del humilde y abatido, y que mira de lejos al soberbio

CANTO

respetando su postura.

DELANTE DE LOS ÁNGELES PARA TI YO CANTARÉ, SEÑOR. DELANTE DE LOS ÁNGELES PARA TI SALMODIARÉ. DARÉ GRACIAS A TU NOMBRE, PARA TI SALMODIARÉ.

Lo hace delante de los supuestos «dioses» de las naciones que lo circundan; que la Biblia de Jerusalén traduce «ángeles», siguiendo el griego y el latín de la Vulgata (ver Sal 29, 1; Sal 45, 7+; Tb 5, 4+) (Cf. Sal 8, 6 y Sal 58, 2).   2). 

Te doy gracias, Señor, de todo corazón porque tus promesas han superado tu fama. Cuando te invoqué, tú me escuchaste, diste fuerza y vigor a mi alma.

¡Sublime es el Señor, que mira hacia el humilde, conoce al soberbio, le mira desde l ejos! Más cuando yo camino en medio de la angustia, extiende su mano y su diestra me salva.

DELANTE DE LOS ÁNGELES... DELANTE DE LOS ÁNGELES... Te darán gracias, Señor, los reyes de la tierra, al escuchar las palabras de tu boca;  y cantarán en el camino del Señor. Dirán: «”¡qué grande es tu amor!»”

El Señor terminará en mí lo comenzado. ¡Porque es eterno su amor! ¡No abandona la obra de sus manos! ¡Señor, no nos abandones!

DELANTE DE LOS ÁNGELES...

DELANTE DE LOS ÁNGELES...

buena obra, la irá consumando hasta el Día de Cristo Jesús» ( F Flp lp 1, 6). El pasado redimido se va incorporando a nuestra vida congurándonos en la esperanza de un futuro pleno y denitivo en Cristo, que da sentido a nuestra existencia y que hace brotar de nuestro corazón un agradecimiento al Señor (Cf. Sal 6, 2). Por eso, demos gracias a Dios, delante de los ángeles, por este maravilloso Camino que estamos recorriendo en comunidad, y que está enmarcado entre Cristo que vino a nosotros (por el anuncio del Kerigma Kerigma)) y Cristo que retornará.

SALMO “ ESESTE UNA RESO-

Lo más notable de este breve y sencillo Salmo es el versículo nal: «El Señor terminará en mí lo comenzado. ¡Porque es eterno su amor! ¡No abandona la obra de sus manos! ¡Señor, no nos abandones!», que lo coloca entre una salvación concedida y la salvación que está a punto de culminar.

NANCIA DE LOS SENTIMIENTOS DE AGRADECIMIENTOS DEL PUEBLO LIBERADO DE LA TERRIBLE OPRESIÓN BABILÓNICA.”

Pidamos al Señor que continúe cumpliendo sus promesas en nosotros; y, seguros del auxilio divino, digamos como San Pablo: … «rmemente convencido de que, quien inició en vosotros la

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   R    R    O    O     Ñ    E     Ñ    E    S   S    L   I    E   M    E   A    C    I    D

Salmo 110 (109)

Él, por el contrario, tras haber ofrecido por los pecados un solo sacricio,  se sentó a la diestra de Dios para siempre, esperando desde entonces que sus enemigos sean puestos como escabel de sus pies (Hb 10, 12-14).

MONICIÓN Salmo predilecto del Nuevo Testamento. La Biblia de Jerusalén lo titula «El sacerdocio del Mesías». Oráculo de los privilegios del Mesías, como rey universal, su actividad militar y sacerdotal.

CANTO DICE EL SEÑOR A MI SEÑOR, SIÉNTATE A MI DERECHA, HASTA QUE PONGA A TUS ENEMIGOS COMO ESCABEL DE TUS PIES; DEBAJO DE TUS PIES, DEBAJO DE TUS PIES. El cetro de tu poder extiende el Señor desde Sion: ¡domina en medio de tus enemigos, domina en medio de tus enemigos! Desde el seno de la aurora como rocío yo te he engendrado; desde antes de la aurora como rocío yo te he engendrado.

DICE EL SEÑOR A MI SEÑOR... El Señor ha jurado y no se arrepiente: «Tú eres sacerdote para siempre, a semejanza de Melquisedec, a semejanza de Melquisedec». Porque el Señor está a tu derecha, destruirá a tus enemigos, tú juzgarás a los pueblos, sentenciarás a las naciones. En el camino bebe del torrente, y levanta la cabeza, levanta la cabeza, levanta la cabeza.

DICE EL SEÑOR A MI SEÑOR... 48

«Dice el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha». La derecha es el puesto privilegiado de Honor o de Autoridad (Cf. 1R 2, 19+, y sobre Salmos reales Cf. Sal  20.21.4 45 5 y72).

«Hasta que ponga a tus enemigos como escabel de tus pies». Esta expresión nos deja entrever que el escabel que acompaña al trono donde el rey descansa los pies puede llevar, pintadas o talladas, las guras de los enemigos vencidos, como se muestra en el trono del Faraón Tutankhamon y otros, que se conservan en el Museo egipcio de El Cairo.

Cristo, Rey y Sacerdote eterno, viene a darnos gratuitamente con su gracia la posibilidad de ser congucongurados en Él, que ha cargado con el mal del mundo  y lo ha ha estrellad estrellado o en la cruz. cruz. Y co con n su muerte muerte y resuresurrección ha vencido la muerte que tiene atenazado a todo hombre sometiéndolo al mal, a la esclavitud, a la infelicidad (Cf. Hch 2, 34-35). La Victoria de Cristo sobre la muerte provoca en nosotros la posibilidad de donarnos como hostias vivas, amando a los otros. Y, aun siendo nosotros pecadores, reproducimos este sacerdocio santo para que el otro reciba la vida, esto como un don gratuito.

El sentido de «poner el pie sobre el vencido corresponde a un rito de victoria» (Cf. Jos 10, 10, 24); ( 1Re 1Re 5, 1;

Deseemos seriamente, hermanos, que Cristo sea verdaderamente Kyrios Kyrios de  de nuestra vida, que reine en nuestro corazón, reine sobre nuestra soberbia, sobre nuestras concupiscencias, sobre nuestra realidad de pecado, porque Él ha puesto en nosotros una semilla que no muere nunca, que es eterna (Cf.

Sal 18, 39).

1Co 15, 25).

«El Señor ha jurado y no se arrepiente: “Tú eres  sac  sacerd erdote ote p para ara ssiem iempre pre,, a semejan semejanza za de Melqu Melquii sedec”  sedec”». ». La Carta a los hebreos dedica todo el capítulo 7 aplicándolo al sacerdocio de Cristo, como sacerdocio «exclusivo» en el sentido de «inmutable» e «intransferible» (que no se transmite de uno a otro), que no es de estirpe levítica, sino de la línea de Melquisedec y de existencia perpetua, nombrado y proclamado en juramento por el mismo Dios (Cf. Hb 7, 24+).

El mundo no soporta esta imagen, porque la presencia del justo incomoda, su sola presencia los denuncia. Que el Señor nos conceda ser «reactivos» en donde estemos, en el trabajo, en el barrio, en la universidad, etc. Si no somos reactivos, si no provocamos reacción, es porque quizás no somos más que meros ciudadanos burgueses, egoístas, amigos del mundo y no tenemos el espíritu de Cristo, que no se resiste al mal y que ha vencido la muerte. 49

 

DICHOSO EL HOMBRE Salmo 1 «Bendito sea aquel que confía en Yahvéh, pues no defraudará Yahvéh su conanza. Es como árbol plantado a las orillas del agua, que a la orilla de la corriente echa sus raíces. No temerá cuando viene el calor, y estará su follaje frondoso; en año de sequía no se inquieta ni deja de dar fruto (Jr 17, 7-8).

CANTO DICHOSO EL HOMBRE QUE NO SIGUE EL CONSEJO DE LOS IMPÍOS, NI EN LA SENDA DE LOS PECADORES SE DETIENE NI EN EL BANCO DE LOS BURLONES SE SIENTA. Mas se complace en la palabra del Señor, sus salmos susurra día y noche.

MONICIÓN Este primer Salmo de la colección (junto con el segundo) es como el prólogo del Salterio, cuya doctrina moral e ideas mesiánicas resumen. Contrapone los «dos caminos» y ensalza la Ley (la Torah) dada a los hombres para su felicidad (Cf. Dt  30, 15-20); (Cf. Mt 7, 13-14).

Será como árbol plantado junto a corrientes de agua. SERÁ COMO ÁRBOL PLANTADO JUNTO  A CORRIENTES DE AGUA,

«Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos» (que no tienen o no sienten compasión o piedad), que no sigue el «qué dirán», que no se acomoda al consenso de los paganos, etc.

que da fruto a su tiempo, nunca se marchitarán sus hojas; todo lo que emprende le sale bien, todo lo que emprende le sale bien.

«Ni en el banco de los burlones se sienta».  Es decir, se aleja de los soberbios (Cf. Si 3, 18.20).

¡No así los impíos, no así! Que son como la paja que se lleva el viento. ¡NO ASÍ LOS IMPIOS, NO  ASÍ! QUE SON COMO LA LA PAJA QUE SE LLEV LLEVA A EL VIENTO. No resistirán en el juicio los impíos, ni los pecadores en la comunidad de los santos. Porque el Señor cuida el camino de sus eles, mas el camino de los impíos acaba mal, acaba mal, acaba mal.

DICHOSO EL HOMBRE QUE NO SIGUE EL CONSEJO DE LOS IMPÍOS... Mas se complace en la palabra del Señor, sus salmos susurra día y noche.

Kiko, cuando explica este salmo, se reere a la palabra «consejo» como el «qué dirán». El hombre es un animal mimético, imita, y por ser gregario tiende a dejarse llevar. Las naciones son conducidas con parámetros sociológicos que arrastran a ciegas a millones de personas gregariamente, imponiéndoles ideologías y falsos conceptos «morales», porque les falta el discernimiento.

«Mas se complace en la Palabra del Señor»  (en la Ley, la Torah).  Torah).  La susurra día y noche, porque noche,  porque de allí, de escrutar la Palabra, de celebrarla, nos viene la verdadera graticación, la dicha, y no de las cosas externas, como dice el Salmo 119: «Tu  palabra es antorcha antorcha para mis pasos, luz para mi sendero».

Pidamos al Señor con humildad que nos dé el santo temor, de donde mana el discernimiento; porque nos enfrentamos a una sociedad cuyas ideas son impías, fundamentadas en conceptos meramente humanos, que llevan al alejamiento de la verdad.

ESTE PRIMER “  SALMO DE LA

COLECCIÓN (JUNTO CON EL SEGUNDO) ES COMO EL PRÓLOGO DEL SALTERIO, CUYA DOCTRINA MORAL E IDEAS MESIÁNICAS RESUMEN.”

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EL NECIO PIENSA QUE DIOS NO EXISTE

MONICIÓN Este salmo confronta dos rasgos humanos: El necio y el sensato, condiciones que vienen a ser la base de determinadas actitudes y conductas del hombre en todas las generaciones.

Salmo 14 (13) Todos los hombres están implicados en el pecado de  Adán. San Pablo lo arma: “Por la desobediencia de un  solo hombre, todos fueron constituidos pecadores” (Rm 5,19); “Como por un  solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron…” (Rm 5, 12). A la universalidad del pecado  y de la muerte, el apóstol opone la universalidad de la  salvación en Cristo: “Como “Como el delito de uno solo atrajo  sobre todos los hombres la condenación, así también la obra de justicia de uno  solo (la de Cristo) procura a todos una justicación que da la vida” (Rm 5, 18) (CEC 402).

CANTO

El necio: Se pervierte, se corrompe, obstina, se extravía, devora, dice: No hay Dios. El sensato: Es honrado, obra bien, es justo, es leal, busca a Dios.

EL NECIO PIENSA QUE DIOS NO EXISTE. SE HAN CORROMPIDO, Y HACEN COSAS  ABOMINABLES. NO HAY QUIEN QUIEN OBRE EL BIEN, NO HAY QUIEN OBRE EL BIEN.

De la insensatez teológica brotan la perversión y la explotación del prójimo indefenso y de la sensatez teológica brotan el bien obrar y el refugiarse en el Señor (Cf. Luis Alonso Schökel - “Traducción,

El señor desde el cielo se inclina hacia los hombres, para ver si hay alguno que sea justo, un hombre que busque a Dios, un hombre que busque a Dios. Todos se han desviado, están pervertidos. Nadie que haga el bien, ni siquiera uno.

EL NECIO PIENSA QUE DIOS NO EXISTE... No entienden nada los malvados que devoran a mi pueblo como pan. No invocan nunca al Señor, más temblarán de espanto. Porque Dios está con el justo: El Señor es su refugio. Porque Dios está con el justo: El Señor es su refugio. PORQUE DIOS ESTÁ CON EL JUSTO: EL SEÑOR ES SU REFUGIO.

EL NECIO PIENSA QUE DIOS NO EXISTE... 52

introducciones y comentario a los Salmos” Pág. 266 - EDITORIAL VERBO DIVINO - España 1993).

Al leer el salmo rápidamente podría parecer que propone dos cosas: «Una visión universal y pesimista de la corrupción humana», con el riesgo de despertar en el lector un deseo de justicia social o una relación entre ateísmo y perversión, con el peligro a generalizar una calicación del ateo como malo y pervertido. El Libro de la Sabiduría no señala al ateísmo como el origen de las perversiones, sino a la idolatría: «La invención de los ídolos fue el comienzo de la indelidad y su descubrimiento la corrupción de vida […] Como confían en ídolos sin vida, no temen que el jurar en falso les pueda perjudicar. Pero un doble castigo les aguarda: Por

hacerse una idea falsa de Dios, al entregarse a los ídolos…» ( Sab Sab 14, 12.29s). San Pablo, en la carta a los Romanos, explicando que todos los hombres, sin excepción, están bajo la ira de Dios, cita este salmo armando que no es él quien declara pecador a todo hombre sino la palabra por excelencia, la de Dios (Cf. Rm 2 , 18-24; 18-24;  2, 2,  1-3.20). Dice el Salmo: «El Señor desde el cielo se inclina hacia los hombres para ver si hay alguno que  sea justo justo […] Todos Todos se han desv desviado iado,, están perpervertidos. Nadie que haga el bien ni siquiera uno […] no invocan nunca al Señor, más temblarán de espanto». Estamos en medio de una sociedad que vive de espaldas a Dios y se descarría en la idolatría por un ateísmo radical, que niega abiertamente a Dios, y un ateísmo que en no los niega la existencia de Dios sino supráctico, intervención asuntos humanos, como principio de insensatez. Lo cual se reeja con las siguientes frases: «no pide cuentas» (Cf. Sal 10, 4.13); «no se entera»  (Cf. Sal 94 ,7); «su cólera no castiga ni se ja en los delitos» (Cf. Jb 35,  15); 15); «las nubes lo tapan y no se dejan ver» (Cf.  Jb Jb 2 22, 2, 14). Pidamos al Señor que rompa nuestra necedad y nos haga pasar a la sensatez de manera que podamos vivir la vida cristiana con coherencia y sinceridad. 53

 

EL PUEBLO QUE CAMINABA EN LAS TINIEBLAS Isaías 9, 1-5 

CANTO

«Por las entrañas de misericordia de nuestro Dios que harán que nos visite una Luz de lo alto, a n de iluminar a los que habitan en tinieblas y sombras de muerte y guiar nuestros pasos por el camino de la paz» (Lc, 1, 78s).

El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz. Sobre los que vivían en tierras tenebrosas, una gran luz ha brillado Has acrecentado el gozo, hiciste grande la alegría. Como se alegran durante la siega como se alegran al reparto del botín, como se alegran al reparto del botín.

EL DOMINIO ESTARÁ SOBRE SUS HOMBROS,  Y SU NOMBRE SERÁ, Y SU NOMBRE NOMBRE SERÁ: «CONSEJERO MARAVILLOSO» «DIOS FUERTE», «PADRE ETERNO», «PRÍNCIPE DE PAZ», «PRÍNCIPE DE PAZ» Porque el yugo que pesaba sobre el pueblo, el yugo que oprimía sus espaldas, la vara del opresor, tú la has quebrado, como en Madián.

MONICIÓN Judá fue dominada durante cuarenta años por la amenaza creciente de Asiria en tiempos del rey Ajaz, quien no actuaba recto a los ojos de Dios. La corrupción moral, que la prosperidad había traído a Judá, era la principal preocupación del profeta Isaías, cuya misión fue la de anunciar su ruina.

Este canto describe al pueblo que, sumido en las tinieblas, símbolo del caos e imagen de la muerte, «tierra de sombras», ve una grande Luz que aparece repentina como una «Nueva Creación» (Cf Is 42,  9.16).  9.16).  El nacimiento de un niño como don de Dios, el Emmanuel Emmanuel =  = Dios con nosotros (Cf Is 7, 14).

El rey de Damasco, Rasón, y el rey de Israel, Pécaj, quisieron arrastrar al joven Ajaz a una coalición contra el rey de Asiria, pero este se negó y fue

La opresión enemiga viene subrayada por el triple sinónimo: VARA, YUGO y BASTÓN.

atacado por ellos. Ajaz, en contra de los consejos de Isaías, recurrió a Teglatfalasar, rey de Asiria, declarándose su vasallo; pero al comprar de esta manera la protección del rey extranjero prepara la ruina de su reino. Por ello lo sucederá en el trono su hijo Ezequías (Cf. 2  1-19).  2 Re 16, 1-19).

«Se acabó la opresión porque ha nacido un niño», que lleva en el hombro la insignia de príncipe, niño que recibe un nombre cuádruple: «CONSEJERO», «GENERAL», «PADRE» y «PRÍNCIPE», cada uno con una determinación que lo eleva a la categoría divina: «MILAGRO», «DIOS», «ETERNO» y «PACÍFICO».

Porque nos ha nacido un niño, porque un hijo se nos ha dado.

La intención de estos aliados era derrocar la dinastía davídica yendo en contra de la promesa de Dios, hecha a David por el profeta Natán, y establecer una dinastía en Judá, quizá para enfrentar  juntos a Asiria. Frente a esta argucia política y meramente humana Dios intervendrá.

EL DOMINIO ESTARÁ SOBRE SUS HOMBROS,  Y SU NOMBRE SERÁ, Y SU NOMBRE NOMBRE SERÁ: «CONSEJERO MARAVILLOSO» «DIOS FUERTE», «PADRE ETERNO», «PRÍNCIPE DE PAZ», «PRÍNCIPE DE PAZ».

Es en este contexto donde surge esta «profecía mesiánica» que describe la promesa hecha a David (Cf. 2S 7, 8-16),  8-16), juramento  juramento referido a la continuidad y estabilidad del linaje davídico sobre el trono de Israel.

Y todo el que pisa con dominio, todo manto manchado de sangre será para la quema, pasto del fuego.

Algunos exégetas, considerando excesivos estos nombres o títulos, aplicaron los tres primeros a Dios como sujeto y solo el cuarto al Mesías (rabino, David Kimchi). Mientras que los antiguos escritores cristianos, como S. Bernardo, lo aplican a Cristo y explican estos nombres como una cosa natural y admirable por su nacimiento: «Conse jero en la predicación; Fuerte en la pasión; Padre Padre de la era futura en la resurrección y Príncipe de Paz, en la felicidad Eterna».

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55

 

   )    4    4    (    5    4   o   m    l   a    S

   O    S

Los hijos de Israel dijeron al Santo Bendito sea: «Maestro del universo, ¿cuándo nos redimirás?» y Él contestó: «Cuando hayas bajado hasta el fondo de la fosa,

   O    M    R    E    H    S    E    R    E

en esa hora, los redimiré, como está dicho: «los hijos de Judá y los hijos de Israel  serán congregados… y  surgirán de la tierra» (Os 2,  2); (Midrash del Salmo 45,1).

CANTO ERES HERMOSO, EL MÁS HERMOSO DE LOS HIJOS DE ADÁN, DE LOS HIJOS DE  ADÁN, LA GRACIA ESTÁ EN TUS LABIOS. ERES BENDITO, EL BENDITO PARA SIEMPRE. Ciñe la espada a tu an co, oh valiente, y marcha lleno de gloria y esplendor, cabalga por la verdad, la mansedumbre, la justicia. ¡Tensa tu arco, que hace temible tu derecha! Agudas son tus echas, te han sido entregados los pueblos. TE HAN SIDO ENTREGADOS LOS PUEBLOS.

ERES HERMOSO... Desde los palacios de marl las cítaras cantan para ti. Hijas de reyes son tus favoritas; a tu derecha está la reina, en oro de Or.  A TU DERECHA ESTÁ LA REINA, EN ORO DE OFIR.

ERES HERMOSO... Escucha, hija, y mira, inclina el oído, olvida tu pueblo y la casa de tu padre, y el rey se prendará de tu belleza. Y EL REY SE PRENDARÁ DE TU TU BELLEZA. Él es tu Señor, ¡entrégate a él! Y en lugar de padres tendrás hijos, que serán príncipes sobre la tierra.

ERES HERMOSO... 56

MONICIÓN

El término: «ciñe la espada» puede ser un gesto previo e inmediato para salir a combate o para un desle de «gala».

«Desde los palacios de marl las cítaras cantan  para ti, hijas hijas de reyes son tus favoritas» favoritas»..  En los conventos de clausura viven las monjas desposadas con Cristo, que con su entrega y oración sostienen la Iglesia. Con su ser son gura escatológica que abren el cielo y, llenas de amor a Cristo, nos muestran a lo que estamos llamados los cristianos, a enamorarnos profundamente de Jesús y amarlo por encima de todas las cosas, con todo el corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas. (Cf. Dt 6, 5)   5)  Como dice la tradición de la Iglesia y los padres del desierto: El amar a Jesús y su recuerdo constante es la felicidad en esta tierra, el resto es vanidad.

«Cabalga por la verdad, la mansedumbre, la justicia». Hoy no se ve la mansedumbre por ninguna parte, porque es considerada una «debilidad». La  justicia es solo humanista, humanista, la verdad verdad está despladesplazada por el relativismo. Sin embargo, estos tres atributos delinean la hermosura de Cristo.

Este salmo contiene una promesa cuando dice: «Olvida tu pueblo y la casa de tu padre, y el rey  se prendará prendará de tu belleza». belleza». «Él es tu Señor, Señor, entrégate a Él, y en lugar de padres tendrás hijos que serán príncipes sobre la tierra»  (Cf. Gn 16, 15; Gn 35, 9-12). Porque  9-12). Porque desposándote con Él, dejando

San Agustín, comentando este Salmo, dice, entre otras cosas: …Verbo …Verbo junto a Dios, bello en el seno virginal donde sin perder la divinidad asumió la humanidad. Bello el Verbo […] Bello en el cielo, bello en la tierra, bello en las manos de sus padres, bello en los milagros, bello en los azotes […] Bello entregando la vida, bello recuperándola, bello en el leño, bello en la tumba, bello en el cielo. «La verdadera  suma belleza belleza es la justicia, justicia, si en todo es justo, todo es bello».

padres, dejándolo todo queescla es duro  ya tus difícil fícil dejar dejar a lo loss padres) padres) tus(sabemos hijos jos no serán serán esclavos vos sino príncipes, porque no serán dominados, ni por el dinero, ni por la droga, ni por el sexo, ni por nada de todo falso que presenta como «verdadero y bueno» esta sociedad neopagana, que niega a Dios.

Este Salmo de género lírico es una pieza poética dedicada a un rey en la celebración de su boda (Epitalamio Real), que enmarca un ambiente festivo con música, salones lujosos, vestidos ostentosos, princesas, etc. Comienza describiendo las diversas cualidades y funciones del rey: bello, guapo, elocuente, victorioso de batallas y gobernante justo (Cf. Ct 5, 10-16).

Cantemos con alegría este salmo a nuestro esposo Cristo que nos está llevando paso a paso, en este maravilloso camino, a vivir gratuitamente esta misma espiritualidad como cristianos. 57

 

ÉSTE ES EL DÍA EN QUE ACTUÓ EL SEÑOR Salmo 118 (117)

CANTO No he de morir, QUE VIVIRÉ; no he de morir,  para cantar QUE VIVIRÉ, LAS HAZAÑAS DEL SEÑOR.  Me castigó, ME CASTIGÓ,  me castigó, ME CASTIGÓ, pero no me dejó en la muerte. Dad gracias al Señor porque es bueno, POR QUE ES ETERNA SU MISERICORDIA. Que lo diga la casa de Israel: ES ETERNA SU MISERICORDIA. Que lo diga la casa de Aarón: ES ETERNA... Que lo digan los eles del Señor: ES ETERNA... Mejor es conar en el Señor, QUE FIARSE DE LOS HOMBRES, mejor es apoyarse en el Señor, QUE CONFIAR EN LOS INTELIGENTES. Me rodeaban, ME RODEABAN, me rodeaban, ME RODEABAN, en el nombre del Señor LOS RECHACÉ. Me empujaban, ME EMPUJABAN,  me empujaban, ME EMPUJABAN, pero el Señor me ayudó. Escuchad: hay cantos de victoria EN LAS TIENDAS DE LOS JUSTOS:

«…y cual la soberana grandeza de su poder para con nosotros, los creyentes, conforme a la ecacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándole y  sentándolo a su diestra en los cielos, por encima de todo principado, potestad, virtud, dominación y de todo cuanto tiene nombre no solo en el mundo sino también en el venidero. Sometió todo bajo sus pies y lo constituyó cabeza  suprema de la Iglesia, que es su cuerpo, la plenitud del que lo llena todo en todo” (Ef 1, 19 -23).

“La diestra del Señor es poderosa, ES EXCELSA LA DIESTRA DEL SEÑOR.” No he de morir, QUE VIVIRÉ... Abridme las puertas del triunfo. Y ENTRARÉ PARA DAR GRACIAS AL SEÑOR. Esta es la puerta del Señor: LOS VENCEDORES ENTRARÁN POR ELLA. La piedra que desecharon los arquitectos ES  AHORA LA PIEDRA ANGULAR. ANGULAR. Es el Señor quien lo ha hecho, HA SIDO UN MILAGRO PATENTE. Este es el día en que actuó el Señor: SEA NUESTRA ALEGRÍA Y NUESTRO GOZO. No he de morir, QUE VIVIRÉ...

MONICIÓN Dicho en términos musicales, este salmo se acerca más a una «cantata» que a un «oratorio», donde un solista (principal) narra el haber superado un peligro grave con la ayuda de Dios y la asamblea o comunidad, reconoce este acto coreando algunas cualidades del Señor y ponderando el valor de la conanza, a modo de acción de gracias ceremoceremonial de aspecto litúrgico.

cado asciende y entra como vencedor en el santuario celestial (Cf. Hb 9).

Este es el último de los salmos del Hallel Hallel que  que los  judíos recitaban en las grandes estas, espeespe-

El verso que dice: «La piedra que desecharon los arquitectos en piedra angular se ha convertido…» Lucas, lo cita al nal de la Parábola de los viñadores homicidas, ( Lc Lc 20,  9-19)  9-19)  mientras que Mateo y Marcos, en la misma parábola, le añaden el verso siguiente: «Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente»  ( Mt Mt 21,  42; Mc 12, 10s);  10s); y, en el Libro de los Hechos de los

cialmente al terminar la cena pascual (Cf. Sal 113  —118+). +).   Una alusión al uso de estos salmos en el Nuevo Testamento la vemos en el Evangelio cuando Jesús celebra la Pascua con sus discípulos siguiendo el ritual judío, luego de la Institución de la Eucaristía: «Y cantados los himnos salieron hacia el monte de los Olivos» (Cf. Mt 26, 30).

Apóstoles, Pedro, explicando en qué consiste ser la «piedra angular»  aplica este salmo a Jesús: Él es la piedra que ustedes los constructores han despreciado y que se ha convertido en piedra angular. Porque angular.  Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a os hombres por el que nosotros debamos salvarnos ( Hch Hch 4, 11-12); (Cf. Is 28, 6; 1Pe 2, 6-7).

El verso que dice: «Me castigó, pero no me dejó en la muerte»; «Me rodeaban, me empujaban,  pero Él me ayudó» ayudó»,,  se ha cumplido en Jesús cuando, sometido a la pasión, los enemigos lo rodeaban como avispas, lo empujaban, lo golpeaban, pero él, antes de apoyarse en algún poder humano, se mantenía rme conando solo en su Padre, (Cf.  Jn 16, 32)  32) quien  quien quiso probarlo con la tribulación hasta una muerte de cruz, pero no lo entregó al poder total de la muerte, sino que lo resucitó. Por eso él puede decir: «no moriré para  9).   Y gloriglori siempre,, sino que viviré»  (Cf. Rm 6, 9).  siempre

Cristo, Nuestra Pascua, ha sido inmolado y, venciendo la muerte, es el Primogénito de una Nueva Creación, el Nuevo Adán. Es el Gran día de la Resurrección (Cf. Hch 2, 33; Mt 21,  9+; Rm 6, 9).  9).   Por eso podemos decir con Él: «Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro  gozo»; «No «No he de mori morir, r, que viviré, viviré, para canta cantarr las Hazañas del Señor». Cantemos con alegría este Salmo Pascual al Señor que, entrando en el Santuario del Cielo (Cf. Hb 9), nos abre las Puertas del Triunfo (Cf. Sal 24, 7-10).  7-10). Es el día Domingo, día del Señor, sea Él Nuestra Alegría y Nuestro Gozo.

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   H    A     É    S    V    H    A    I    C    A    A    Y    R    G

Salmo 136 (135)

«Den gracias a Yahvéh, aclamen su Nombre, divulguen entre los pueblos  sus hazañas, repitan que  su nombre es Sublime. Canten a Yahvéh porque ha hecho proezas, algo digno de saberse en toda la tierra. Griten de gozo y de júbilo, moradores de Sion: grande es en medio de ti el Santo de Israel» (Is 12, 4-6).

CANTO GRACIAS A YAHVÉH, ALELUYA. GRACIAS  A YAHVÉH, ALELUYA. ALELUYA. GRACIAS A YAHVÉH,  ALELUYA. GRACIAS A YAHVÉH, YAHVÉH, ALELUYA.

La Biblia de Jerusalén titula a este Salmo como «Letanía de Acción de Gracias», que proclama ac ciones de Dios más que sus obras.

Demos gracias al Dios de los dioses, PORQUE ETERNA ES SU MISERICORDIA, demos gracias al Señor de los Señores. GRACIAS A YAHVÉH, ALELUYA...

Los judíos hacen suyo este canto llamándolo «El Gran Hallel Hallel»» que enlaza la liberación del pueblo de Israel en tres tiempos: SALIDA DE EGIPTO / CAMINO POR EL DESIERTO / ENTRADA A LA TIERRA PROMETIDA, recitándolo por Pascua después del pequeño Hallel. Hallel.  (Cf. Sal 113 — 118).

Él ha abierto en dos partes el Mar Rojo, PORQUE ETERNA ES SU MISERICORDIA, hizo pasar por en medio a su pueblo. GRACIAS A YAHVÉH, ALELUYA... Él ha abierto un camino en el desierto, PORQUE ETERNA ES SU MISERICORDIA, e hizo con el pueblo una alianza para siempre. GRACIAS A YAHVÉH, ALELUYA... Él los condujo a la tierra prometida, PORQUE ETERNA ES SU MISERICORDIA, una tierra que mana leche y miel. GRACIAS A YAHVÉH, ALELUYA... En la angustia no nos abandona, PORQUE ETERNA ES SU MISERICORDIA, él nos libra de nuestros enemigos. GRACIAS A YAHVÉH, ALELUYA...

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MONICIÓN

Su estructura a modo de letanía (forma única que lo caracteriza entre los demás salmos) pone una respuesta idéntica a cada invocación: …Demos gracias al Dios de los dioses «Porque eterna es  su misericor misericordia» dia» […] Él ha abierto en dos partes el Mar Rojo «Porque eterna es su misericordia…». Parece haber servido de modelo a nuestras liturgias, que también repiten una antífona con ritmo litánico. El nombre de Yahvéh se pronuncia una sola vez en todo el salmo, como si quisiera memorar la armaarma ción de monoteísmo: «Escucha, Israel, el Señor es el único Señor» (Cf. Dt 6, 4+; Mc 12, 29-32), con la que comenzará la oración del Shemá, Shemá, que  que sigue siendo una de las preferidas de la piedad judía ; y, en lugar de usar el título tradicional de nuestro Dios, el autor emplea «Dios de los dioses» y «Señor de los Señores», títulos equivalentes de corte superlativo que lo proclaman como Dios insuperable.

«Él ha abierto en dos partes el mar rojo»; «Él ha abierto un camino por el desierto»; «Él nos condujo a la tierra prometida…». Armación de que todos los milagros los hace él solo y solo él, sin ayuda de nadie (Cf. Is 2, 11.17; 44, 24). Cantemos la bondad de Dios con nosotros, cuyas acciones y obras revelan su misericordia perpetua, como una cualidad presente que lo trasciende todo, y convierte este canto en la Nueva Pascua de Cristo resucitado que viene a librarnos y a hacernos pasar a la Fiesta.



  LA BIBLIA DE JERUSALÉN TITULA A ESTE SALMO COMO «LETANÍA DE  ACCIÓN  ACCIÓ N DE DE GRACIAS»...” 61

 

GRITAD  JUBILOSOS

MONICIÓN

Isaías 12 Den gracias al Señor, invoquen su nombre, proclamen entre los pueblos  sus proezas, cántenle, toquen en su honor, proclamen sus maravillas, gloríense de su nombre Santo, que se alegren los que buscan al señor (Sal 105, 1-3).

CANTO GRITAD JUBILOSOS: «QUÉ GRANDE ES EN MEDIO DE TI, EL SANTO DE ISRAEL». El Señor es mi Dios y mi Salvador: conaré y no temeré, porque mi fuerza y mi canto es el Señor, él es mi salvación.

GRITAD JUBILOSOS... Sacaréis aguas con gozo, de las fuentes de la salvación. Dad gracias al Señor, invocad su nombre, proclamad entre los pueblos sus hazañas.

GRITAD JUBILOSOS... Cantad al Señor, que hizo proezas, anunciadlas por toda la tierra; gritad jubilosos, exultad habitantes de Sion.

GRITAD JUBILOSOS...

Este himno nos muestra a un hombre que ha sido socorrido por Dios y rescatado de la tribulación, quien divide su narración en dos partes. La primera nos deja ver cómo la experiencia propia del consuelo interior por la liberación vivida le queda como un memorial que da paso a l a conanza; e inspirado en el estribillo del «Cántico del Éxodo» (Ex 15, 2), hace  2),  hace una triple armación de la salvación diciendo: «El Señor es mi Dios y mi  salvación» […] mi fuerza y mi canto es el Señor, él es mi salvación» […] sacarás aguas con con gozo

a semana, en la celebración de la Palabra, esta agua que sacia y se convierte dentro de nosotros en «fuente de agua que brota para la vida eterna» (Cf. Jn 4, 14; 7, 37-38).

de las fuentes de la salvación»   (Cf. vv 2-3; Sal 105, 1-3). En la segunda parte del himno con un tono lírico, lleno de entusiasmo e inspiración, invita al coro a honrar el «nombre» revelado para la invocación y el «renombre» ganado por sus proezas, e impele a su pueblo escogido a difundirlo por todo el orbe.

«Gritad jubilosos: Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel».  Cantemos, hermanos, la Gloria de Yahvéh, porque él se ha mostrado grande con nosotros desde el momento en que recibimos el anuncio del Kerigma Kerigma,, y nos acoge en su Iglesia a través de este Camino de redescubrimiento de la fe; camino que, paso a paso, nos está haciendo conocer los pozos de agua viva que jalonan toda la historia de la salvación cuyo culmen es Cristo, dándonos a beber, semana

CANTEMOS, “ HERMANOS,

LA GLORIA DE  YAHVÉH, PORQ  YAHVÉH, PORQUE UE ÉL SE HA MOSTRADO GRANDE CON NOSOTROS...”

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HASTA CUÁNDO Salmo 13 (12) «Despierta tú que duermes,  y levántate de entre los muertos, y te iluminará Cristo» (Ef 5, 14).

CANTO ¿Hasta cuándo, por n, te acordarás, Yahvéh, de mí, y tu rostro a mí lo volverás?

CANTARÉ A YAHVÉH, CANTARÉ AL QUE ES MI REDENTOR. ¡Mírame, respóndeme, Yahvéh, amor de mí! ¡Alumbra mis ojos, no me duerma yo en la muerte!

CANTARÉ A YAHVÉH, CANTARÉ AL QUE ES MI REDENTOR. ¡Que no puedan decir mis enemigos: «¡Le vencí!», mis enemigos se alegrarán si yo cayera!

CANTARÉ A YAHVÉH, CANTARÉ AL QUE ES MI REDENTOR.

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MONICIÓN Las situaciones de peligro siempre nos llenan de pavor. Por ejemplo, el riesgo inminente de una enfermedad, que amenaza nuestra vida, nos hace conscientes de nuestra precariedad y la presencia de la muerte marca en nosotros un sentimiento que nos apremia a salir de esa situación. El tiempo de Dios es eterno, mientras que el nuestro es breve y nito. En esto podemos con cluir que los tiempos de Dios y los nuestros no encajan (Cf. encajan  (Cf. 2P 3, 8-9).

Dice el salmo: poran, darás, Yahvéh,«¿Hasta de mí, cuándo, y tu rostro míteloacor  vol-verás? CANTARÉ A YAHVÉH, CANTARÉ AL QUE ES MI REDENTOR» (Cf. Is 41, 14).

Pero yo espero en tu piedad; y mi corazón se alegrará en tu salvación.

Es un clamor lleno de conanza que pasa de un peligro presente a la expresión de conanza de una alabanza.

CANTARÉ A YAHVÉH, CANTARÉ AL QUE ES MI REDENTOR.

La fe nos lleva, paso a paso, a la experiencia de que, cuando todo es adverso a nuestra razón, a nues-

tros proyectos y planes, surge (ella) como una impronta (Cf. Rm 8, 16) y  16) y prepondera la esperanza en una celebración de alegría en honor al Señor, el único capaz de detener el curso de la muerte. Cantemos este canto unidos a Cristo en quien se ha cumplido perfectamente el Siervo sufriente que entona esta súplica al Padre invocando que manieste su poder librándolo de la muerte (Cf. Mc 14, 36).

CANTEMOS, “  ESTE CANTO

UNIDOS A CRISTO EN QUIEN SE HA CUMPLIDO PERFECTAMENTE EL SIERVO SUFRIENTE...” 65

 

HUYE  AMADO MÍO

MONICIÓN

Cantar de los Cantares 8, 10-14 Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebata de mi mano. (Jn 10,  27-28)

CANTO ¡Tú, que vives en los jardines, donde tus compañeros te están escuchando: Hazme oír tu voz, hazme oír tu voz!

¡HUYE AMADO MÍO, COMO UNA GACELA, COMO UN CERVATILLO, HASTA EL MONTE DE LAS BALSAMERAS! Yo soy para mi amado como aquella que encontró la paz. Mi viña está aquí, está ante mí, mi viña está aquí, está ante mí.

¡HUYE AMADO MÍO, COMO UNA GACELA, COMO UN CERVATILLO, HASTA EL MONTE DE LAS BALSAMERAS!

Este bello canto está tomado de los últimos versos que cierran la colección de una serie de poemas al amor mutuo de una pareja de amantes, que se  juntan y se pierden, se buscan y se encuentran. Que es considerado por el Talmud y los comentaristas judíos desde el S. II de nuestra era, como un diálogo alegórico entre Dios e Israel; y los autores cristianos, sobre todo Orígenes, siguieron la misma línea de la exégesis judía, pero la alegoría se convierte en ellos en la de las bodas de Cristo con la Iglesia. (Cf. Introducción al cantar de los

¡Hasta el monte de las balsameras! monte perfumado, donde crecen los arbustos de los que se extrae una resina o bálsamo que es una sustancia muy aromática (Cf.  2S 2S 5, 23-24; 1Cr 14, 14).

cantares, Biblia de Jerusalén)

El verdadero amor no es rutina, siempre es nuevo; a pesar del tiempo, la amada guarda en su memoria aquella primera imagen de la que se enamoró de su amado: una gacela, un cervatillo por los montes perfumados. Día a día le seguirá esperando anhelando que él la llame y la sorprenda. (Libro: “Cantar de los Cantares” – Resonancias Bíblicas, E. JIMÉNEZ. Pág. 310 -313, GRAFITE EDICIONES S.L - BILBAO 2002).

Dice:  ¡Tú, que vives en los jardines, donde tus compañeros te están escuchando: hazme oír tu voz!  Pareciera que el contexto está gracado por alguna temporal separación o ausencia del amado, quizá por alguna labor o diligencia que debía ser atendida lejos del hogar. La amada, está segura en el huerto o jardín entre compañeros, escucha al amado que susurrando le dice: «hazme oír tu voz»  ¡déjame oír tu canto! (Cf. Ct 2, 14). Ella inmediatamente y con premura contesta:  ¡huye amado mío,  (apresúrate) como una  gacela, como un cervatillo, cervatillo, hasta el monte de las balsameras!  (Cf. Ct 2, 9).  9). La  La gacela, es un bello antílope, de gracia corporal que corre muy ágil, por las praderas africanas.

¡Mi viña está aquí, está ante mí! Qué largo camino ha recorrido la amada. Ella comenzó confesando: mi propia viña no la he guardado (Cf. Ct 1,  6), ocupada en viñas ajenas, ahora está bien atenta a su propia viña.

Cantemos este canto que hace ligera nuestra peregrinación, deseando el encuentro nal con el amado, porque han llegado ya las Bodas del Cordero, y su Esposa se ha engalanado. (Cf. Ap 19, 7;  22, 22, 17.20).

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LA MARCHA ES DURA 

MONICIÓN Rotas las cadenas de la esclavitud que ponen n a la infame vida de cruel humillación, una vez cruzado el mar, el pueblo elegido emprende un camino, iniciando una etapa nueva en el desierto que los mantendrá en movimiento constante. Y, lejos de la instalación o aislamiento, avanzará en caravana descubriendo no solo la nueva realidad externa de una tierra árida y de mucho calor sino, sobre todo, conocerá lo que hay en su corazón, que los llevará poco a poco a reconocer a Yahvéh como único y verdadero Dios, para luego tomar posesión de la tierra que mana leche y miel (Cf. Dt 8, 2-3).  2-3). Este  Este es el misterio del desierto.

Himno inspirado en el canto espiritual negro: «Go down, Moses, let my People go» «Así pues, tenemos dos cosas seguras en las que Dios no puede mentirnos: promesa y juramento. Es bastante para darnos ánimo a los que acudimos a Él. Hemos de aferrarnos a la esperanza que se nos ofrece; ella es como un ancla espiritual, segura y rme, que penetra más allá de la cortina del Templo en el santuario mismo, adonde entró por nosotros como precursor Jesús…» (Hb 6, 18-20).

CANTO La marcha es dura, recio el sol, lento el caminar. Moisés caudillo de Israel lo va a l iberar.

¡OYE, PADRE, EL GRITO DE TU PUEBLO! ¡OYE, PADRE, MANDA AL SALVADOR! El pueblo anhela vida y paz, quiere resurgir. Moisés caudillo de Israel va a librarlo al n.

¡OYE, PADRE, EL GRITO DE TU PUEBLO! ¡OYE, PADRE, MANDA AL SALVADOR! 68

Hermanos, con alegría nos ponemos en marcha saliendo de nuestro Egipto hacia una tierra de vida y paz que es el Reino de Dios en nosotros. Caminamos juntos en caravana como pueblo,  y tenemos por Caudillo a Cristo, nuevo Moisés que nos abre el Camino, habiendo ya Él entrado en esta tierra como Vencedor de todas nuestras muertes («Cantos para las Comunidades Neocatecumenales» p. 27 - Santo Domingo 1975).

Los judíos cada año conmemoran la marcha por el desierto celebrando el Sukot Sukot   o Fiesta de las Tiendas (Cf. Lv 23,  33-35)  33-35)  mudándose durante una semana para vivir en una especie de carpa precaria, que instalan en el campo, en el balcón o jardín de sus casas, para revivir y hacer presente la precariedad para ellos (Cf. Lvdel 23,desierto  42-43). y lo que esto signica

“ CAMINAMOS  JUNTOS  JUNTO SE EN N

CARAVANA COMO PUEBLO,  Y TENEM TENEMOS OS POR POR CAUDILLO A CRISTO, NUEVO MOISÉS...”

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LEVANTO MIS OJOS A LOS MONTES

MONICIÓN El salmista, con esta expresión de conanza, anima a los peregrinos que emprenden la subida hacia Jerusalén por caminos difíciles, exhortándolos a conar en Dios protector y guardián de Israel ( IIss 27, 3; 1P 2, 25).

Salmo 121 (120)

CANTO

«No hay nada como la soberbia para hacer que el pie resbale; no hay como la soberbia para hacer que el pie tropiece. Mas es la caridad la que guía en el camino nuestros pasos, mientras que el orgullo lleva a la ruina ¿Qué piensa el salmista? Los hijos de Adán a la sombra de tus alas se cobijan (Sal 35, 8). Si eligen la sombra de las alas, son humildes. ¡El Señor vigilará tus entradas y tus salidas, ahora y por  siempre! Quien protege es el Señor. Él es el que vigila, no duerme ni reposa. Se durmió por nosotros una vez: se ha despertado y no volverá a dormir nunca más» (San Agustín, comentario al Salmo 120).

LEVANTO MIS OJOS A LOS MONTES: ¿DE DÓNDE ME VENDRÁ EL AUXILIO AUXILIO? ? EL METIERRA. VIENE DEL SEÑOR, QUE HIZO EL AUXILIO CIELO Y LA EL AUXILIO ME VIENE DEL SEÑOR, QUE HIZO EL CIELO Y LA TIERRA. ¡No permitirá que resbale tu pie! ¡Tu guardián no duerme! No duerme ni reposa, el guardián de Israel.

LEVANTO MIS OJOS A LOS MONTES... El Señor te guarda a su s ombra, él está a tu derecha. De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche.

LEVANTO MIS OJOS A LOS MONTES... El Señor te guarda de todo mal, él guarda tu alma; vigila tus entradas y salidas, ahora y por siempre.

LEVANTO MIS OJOS A LOS MONTES...

con su muerte y resurrección lleva a plenitud este Salmo. Él está protegiéndonos y velando siempre  y en todo momento nuestras entradas y salidas, de manera que podemos decir como San Agustín: «Se durmió una vez por todos, y resucitado ya no tiene que dormir de nuevo».

Así, para Israel le es más ligero emprender la marcha hacia la Ciudad Santa animándose unos a otros y levantando los ojos esperando divisar pronto los montes sobre los que descansa el Santuario de Dios. Los términos: sol y luna / día y noche / entradas y salidas / ahora y por siempre, son como contraposiciones que dibujan el “vaivén” del hombre que en el discurrir de sus días está expuesto precariamente a la salud y a la enfermedad / al gozo y a la tristeza / al ánimo y al desánimo / a la vida y la muerte. Esta interacción, entre los gritos, súplicas y exposición de todo tipo de situaciones anímicas del hombre y las respuestas bondadosas de Dios, nos va sellando en el corazón memoriales que poco a poco nos darán la certeza de la conanza absoabso luta en el Dios guardián de Israel que trasciende montes y cielos, y trasciende también la vigilia del sueño, porque no descansa, y lo da a sus hijos mientras duermen ( Sal Sal 127, 1ss; Jr 1, 12). En nuestro caminar hacia la Jerusalén celestial conemos en Nuestro Señor Jesucristo, quien



  EN NUESTRO CAMINAR HACIA  JERUSALÉN  JERU SALÉN CELESTIAL CONFIEMOS EN NUESTRO SEÑOR  JESUCRIST  JESUC RISTO... O...””

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LLEGUE HASTA  TU PRESENCIA MI CLAMOR

MONICIÓN

Salmo 119 (118)

Este canto, que es un clamor, una súplica, está tomado de la estrofa nal del Salmo (vers. 169-176).

Los pobres comerán, hartos quedarán, los que buscan a Yahvéh lo alabarán: «¡Viva por siempre vuestro corazón!» (Sal 22, 27).

CANTO ¡Señor, Señor, Jesús! Llegue hasta tu presencia mi clamor, brota de mis labios tu canción, canta mi lengua tus palabras, alma mía, Jesús. Sea conmigo tu mano para ayudarme, de ti anhelo la salvación, viva mi alma para alabarte, mírame, ando errante.

 VEN, EN BUSCA DE TU SIERVO, SIERVO, VEN, SEÑO SEÑOR R  JESÚS, VEN, QUE YO SIN TI ME PIERDO,  VEN, SEÑOR JESÚS. Llegue hasta tu presencia mi clamor, brota de mis labios tu canción, canta mi lengua tus palabras, alma mía, Jesús.

 VEN, EN BUSCA DE TU SIERVO... SIERVO... 72

Hemos sido llamados y puestos en camino hacia el Padre, pero este sendero, que es nuestra propia vida, nuestra propia realidad histórica, implica pasar por zonas oscuras y desiertos áridos que no conocemos y nos asustan, como imagen de las tinieblas exteriores que dominan el mundo. La trasposición cristiana nos permite dirigir a Jesús este clamor, porque muchos títulos y privilegios que se atribuyen en el judaísmo a la Torá, como agua, luz, camino, etc., en el Nuevo Testamento son atribuidos a Jesucristo. En los momentos de crisis, de extravío, de oscuridad, cuando no vemos clara la voluntad de Dios, porque los acontecimientos son adversos o porque vemos nuestra propia bajeza y debilidad, podemos gritar: «Ven en busca de tu siervo, ven, Señor Jesús; Ven que yo sin ti me pierdo, ven, Señor Jesús» para que Él nos ayude a pasar la voluntad del Padre, que es nuestra felicidad (Cf. Sal 20). 141, 1; Ap 22,  20).

CANTO, “  ESTE QUE ES UN

CLAMOR, UNA SÚPLICA, ESTÁ TOMADO DE LA ESTROFA FINAL DEL SALMO.”

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   T    A    C    I    F    I    N    G    A

   5    5      6    4  ,    1   s   a   c   u    L

“Hija de Sion, alégrate. Oh Israel, lanza gritos de  júbilo. Alégrate y alaba a Dios de todo corazón, Hija de Jerusalén… Yahvéh, tu Dios, está en tu seno, y es Poderoso salvador” (Sof 3, 14-17)

   M

CANTO PROCLAMA MI ALMA LA GRANDEZA DEL SEÑOR, SE ALEGRA MI ESPÍRITU EN DIOS MI SALVADOR. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, DESDE AHORA ME FELICITARÁN TODAS LAS GENERACIONES.

MONICIÓN ‘Magnicat anima mea Dominum’, frase latina con la que empieza este bello cántico con el que María celebra la grandeza y omnipotencia de Dios, mostradas en la realización de las promesas anunciadas por el ángel, que superan largamente las expectativas y esperanzas del pueblo de la alianza.

Porque el Poderoso ha hecho grandes cosas en mí: su nombre es santo, PORQUE EL PODEROSO HA HECHO GRANDES COSAS EN MÍ: SU NOMBRE ES SANTO.

Una frase semejante se encuentra en el Antiguo Testamento, cuando Ana, madre de Samuel, señala la “humillación” y la “miseria” de una mujer

Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, ÉL HACE PROEZAS CON SU BRAZO: DISPERSA A LOS SOBERBIOS DE CORAZÓN.

estéril que encomienda su pena al Señor (Cf. 1S 1, 11).  11).  Mientras que María presenta su situación de pobreza y la conciencia de su pequeñez ante Dios que, con decisión gratuita, puso su mirada en ella (una joven humilde de Nazareth) llamándola a convertirse en madre del Mesías (Cf. Juan Pablo II /

Derriba a los poderosos y ensalza a los humildes,  A LOS HAMBRIENTOS HAMBRIENTOS COLMA DE BIENES Y A LOS RICOS DESPIDE VACÍOS. Auxilia a Israel, su si ervo, acordándose de la misericordia, AUXILIA A ISRAEL ISRAEL SU SIERVO SIERVO,,  ACORDÁNDOSE DE LA MISERICORDIA. MISERICORDIA. Como lo había prometido en favor de Abraham, COMO LO HABÍA PROMETIDO EN FAVOR DE  ABRAHAM.

PROCLAMA MI ALMA LA GRANDEZA DEL SEÑOR, SE ALEGRA MI ESPÍRITU...

 Audiencia General / 06 de noviembre noviembre de 1996). 1996).

María expresa así su profunda alegría tras saber, por el anuncio del ángel, que el mismo autor de la salvación nacería en su carne convirtiéndose convirtiéndose en su Hijo y Señor.

“Porque el poderoso ha hecho grandes obras en mí”.  Ella, con toda humildad, no se atribuye méritos. Más bien, proclama la libre donación del poderoso que ha mostrado en la historia esta dinámica de levantar a sus eles de su pequeñez  y debilidad haciéndolos grandes y fuertes. Con mucha certeza arma luego “su nombre es

 santo”   como una verdadera profesión de su fe que quiere hacer saber a todos quienes la oigan, que este Nombre también puede procurarles una participación a la santidad y a la verdadera salvación, como dice la Escritura: “Todo el que invoque al Señor se salvará”  (Cf. Rm 10, 9-11.13). Quizás por esa razón la Iglesia en su sabiduría coloca el Magnicat en el rezo diario de las Vís peras del Ocio de las Horas, justo en el momento que cae la tarde, y concluye nuestra jornada de trabajo diario que nos deja fatigados y tensos, de manera que se nos ofrece encontrar en este hermoso cántico la paz del espíritu. Unámonos con nuestro canto al gozo de María y démosle gracias al Señor por las obras que él está haciendo en nosotros, destruyendo poco a poco nuestro orgullo y arrogancia para que podamos pasar por la puerta estrecha (Cf. Lc 13,  24)  24)  por donde solo pasan los humildes como María.



  PORQUE EL PODEROSO HA HECHO GRANDES OBRAS EN MÍ.”

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MARÍA, CASA DE BENDICIÓN

MONICIÓN

Las Bodas de Caná  Juan 2, 1-11 ¡Que me bese con besos de su boca! Mejores son que el vino tus amores; mejores al olfato tus perfumes; ungüento derramado es tu nombre, por eso te aman las doncellas. Llévame en pos de ti ¡Corramos! Méteme, rey mío en tu alcoba, disfrutemos juntos y gocemos, alabemos tus amores más que el vino. ¡Con razón eres amado! (Ct 1, 2-4).

CANTO MARÍA, CASA DE BENDICIÓN, SALUD DE NUESTRO SIGLO, MORADA TERRESTRE DEL HUMILDE. Tú, como en Caná de Galilea, has vi sto que nos faltaba el vino; que nuestra esta no era esta, que nuestra vida no era vida porque la muerte reinaba en nosotros.

MARÍA, CASA DE BENDICIÓN... Tú nos has llevado hasta tu hijo y nos has enseñado a obedecerle y a h acer todo lo que nos diga Él, para que transforme nuestra agua en vino nuevo.

¡VICTORIA! ¡VICTORIA! ¡VIDA ETERNA EN CRISTO RESUCITADO! Aleluya, alelú, aleluya.  ALELUYA, ALELÚ, AALELUYA. AALELUYA.

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En este diálogo vemos que María se ha percatado de que se acabó el vino de la esta; ella, siempre solícita a los problemas problemas del hombre, aprovecha la ocasión para lanzarle una «indirecta» a Jesús: No tienen vino…; a lo cual él responde:  ¡Qué tengo  yo contigo, Mujer! , semitismo muy usado en el Antiguo Testamento (Cf. Jc 11 , 12;  2S 16, 10; 19, 23; 1R 17, 18).

El vino guardado «hasta ahora» en las bodas en Caná es el signo del gozo que realiza la venida del Mesías. Cantemos este canto con alegría y digamos como la Iglesia ortodoxa rusa: ¡Victoria, Victoria!,  que ha llegado la hora de pasar nuestra naturaleza esclava del pecado a ser vino nuevo.

Pero él, inmediatamente, identica la expresión de María, con «su hora…»; asume que ella se está reriendo a la humanidad que no tiene «vino» = esta, alegría, felicidad, gozo… –El hombre está muerto– (Cf Ap 3, 1). María lo ayuda, «lo empuja»; ¡Ánimo, hijo!, le habla con una libertad única, que no le da alternativa… y dice a los sirvientes: ¡HAGAN LO QUE ÉL LES DIGA! María, imagen de la Iglesia, es la que enseña a obedecer a su Hijo, porque sin obediencia a Cristo no hay salvación. Jesús accede y, con este primer milagro que maniesta su gloria, dará inicio a su misión redenreden tora, y este «vino nuevo»,  que rompe los odres viejos, será el símbolo de los tiempos mesiánicos, la nueva alianza que luego instituirá en su persona y que evoca el festín escatológico reservado a sus eles (Cf. León Dufour - “El simbolismo del vino”).

“  EL VINO GUARDADO «HASTA AHORA» EN LAS BODAS EN CANÁ ES EL SIGNO DEL GOZO QUE REALIZA LA VENIDA DEL MESÍAS.” 77

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