De Poco Sociable a Seductor en Dos Meses

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360

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Índice: Introducción a. La historia que me inspira b. Lobos c. Mis referencias y objetivos Capítulo 1. Todo tiene un principio: los paradigmas de nuestra vida Capítulo 2. Pueden porque creen que pueden a. Cómo usar este libro Capítulo 3. La sociedad de las hormigas Capítulo 4. Ejercicios para seducir Capítulo 5. ¿Por donde empiezo? a. Cómo superar el temor al rechazo Capítulo 6. Moldear nuestra alma Capítulo 7. Desensibilizarnos del “qué dirán” a. De las transformaciones -Ejercicio nº 1: Perder el miedo al ridículo Descripción del ejercicio Capítulo 8. Aprender a aceptarnos como hombres o como mujeres -Ejercicio nº 2: Recuperar nuestra esencia de hombres o mujeres

a. Recuperar nuestra esencia masculina b. Recuperar nuestra esencia femenina Capítulo 9. Desde el “meneo del cuerpo” a la expresión corporal a. Mostrar seguridad con la postura de nuestro cuerpo -Ejercicio nº 3: Aprender a movernos Capítulo 10. El estilo de nuestra vida -Ejercicio nº 4: Aprender a vivir a) Estilos de vestir para hombres b) Estilos de vestir para mujeres (si eres hombre… te interesará igual) Capítulo 11. El trato con los demás -Ejercicio nº 5: Las posiciones del alma a. Los momentos vulgares -Ejercicio nº 6: Las reglas de Dale Carnegie Capítulo 12. El arte de conversar -Ejercicio nº 7: Aprender a hablar con todo el mundo -Ejercicio nº 8: Aprender a conversar -Ejercicio nº 9: Aprender a hablar con el cuerpo -Ejercicio nº 10: Aprender a crear mundos Capítulo 13. El método Mistery a. El método Mistery explicado brevemente b. Fases del método Mistery -Ejercicio nº 11: Sargear en la calle

-Ejercicio nº 12: Salir de fiesta solos -Ejercicio nº 13: Sargear con mujeres Capítulo 14. Los hombres que amaban a las mujeres a. Llevar nuestra personalidad a su máxima expresión mediante el arte b. Las relaciones entre los hombres y las mujeres -Ejercicio nº 14: Pensar nuestros nombres -Ejercicio nº 15: Hablar con otros c. Reflexiones sobre la vida -Ejercicio nº 16: Tomar las riendas de nuestra vida -Ejercicio nº 17: Entender a los hombres y a las mujeres -Ejercicio nº 18: Aprender a pensar de dos formas Reglas para sacar nuestro yo masculino Reglas para sacar nuestro yo femenino d. La técnica del espejeo -Ejercicio nº 19: Aprender la técnica del rapport o espejeo -Ejercicio nº 20: Jugar con nuestro estatus -Ejercicio nº 21: Espejeo con amigos -Ejercicio nº 22: Espejeo con mujeres e. Los perros de Pavlov -Ejercicio nº 23: Aprender a condicionar -Ejercicio nº 24: Aprender a condicionar mujeres -Ejercicio nº 25: Aprender a seducir con nuestro recuerdo Capítulo 15. Las mujeres que amaban a los hombres

1. Qué buscamos las mujeres en un hombre 2. Qué tiene que hacer un hombre para poder “ligar” con nosotras 3. ¿Les gusta el sexo a las mujeres? 4. ¿Las mujeres preferimos los hombres “buenos” o los hombres un poco “malotes”? 5. ¿A las mujeres nos gustan los hombres sociales o los hombres un poco solitarios? 6. ¿Cómo nos gustan los hombres físicamente? 7. ¿Cómo mostramos las mujeres nuestro interés por los hombres? 8. ¿Nos gustan a las chicas los hombres que nos lanzan piropos, o los que parecen pasar abiertamente de nuestros encantos…? 9. ¿Cómo nos gusta a las mujeres el sexo? 10. ¿En qué mundo viven las mujeres?

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Introducción Recuerdo aún el rechazo que sufrí a manos de una chica hace ya año y medio. Era entonces mi época de friki insociable y agresivo… Y a pesar de todo, yo no fui capaz de entender por qué aquella chica me había rechazado. Y se puede decir que los rechazos hacia mí se multiplicaban por aquella época: me rechazaban en los trabajos, los amigos, hasta los familiares… Pero el rechazo de aquella chica me hizo plantearme una serie de interrogantes. Sobre todo, me abrió los ojos.

a. La historia que me inspira Cuenta la historia que Buda, estando bañándose en un río, tuvo una especie de iluminación. En ese mismo momento fue poseído por las fuerzas cósmicas que le dieron la respuesta a la pregunta que tanto tiempo se había echo: ¿por qué todo esto, por qué la vida, porqué no podemos ser felices…? Y de repente, Buda vio claras las respuestas que tanto tiempo había estado buscando. Y Buda de esto modo despertó. Hasta entonces había estado dormido, había confundido el mundo falso con la verdadera realidad… Entonces Buda creyó descubrir en las cuatro “Nobles Verdades” el secreto del verdadero sentido del Universo detrás de la falsa apariencia de la realidad cotidiana: la vida es sólo dolor, y querer ser feliz, causa más dolor. Para acabar con el dolor, nada mejor que renunciar al exaltado ego y así alcanzar el Nirvana. Buda creía que se podía ser feliz, pero sólo a costa de renunciar al egoísmo extremo. Esto sigue siendo muy aplicable hoy en día. De echo, está demostrado que las personas más felices son generosas, saben compartir con los demás, saben ponerse en el lugar de los demás, y sólo son capaces de ser feliz después de haber renunciado al egoísmo, a la usura, al individualismo absurdo con el que nos atenazan en el mundo moderno… Pero lo que más me interesa de la historia de Buda, es el paralelismo con mi propia historia… Yo también desperté. Cuando aquella chica hace ya año y medio me dijo que “no”, entonces desperté, abandoné el mundo de las sombras y comencé mi camino hacia el mundo de la luz. Año y medio ha pasado desde entonces. En este año y medio, he leído todo lo escrito sobre géneros del estilo de la autoayuda, psicología, formas de vida, teorías sobre el éxito, sociabilidad,… Y he pensado todo lo que puede llegar a pensar un hombre antes de caer completamente desfallecido… Este trabajo es un resumen de todo el trabajo mental que he llevado a cabo durante este año y medio, desde el rechazo de aquella chica… Y es que, quería saber qué pasó, porqué me rechazó, a mí, que intentaba ser perfecto… No podía dejar pasar aquél incidente como si nada… Tenía que ir a la raíz de las cosas, tenía que investigar a fondo la mente de las mujeres, la mente de los hombres, las claves que nos hacen triunfar en la vida, las claves que nos hacen ser popular, las claves del éxito en el ámbito social, y en general, todo eso que nos hace ser apreciado a los ojos de los demás, sean posibles candidatos a amigos, a pareja, a jefes,…

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 Este ha sido un año y medio largo, en donde mi tiempo ha sido llenado entre terminar mis estudios de filosofía, por un lado; y por otro, investigar sobre las claves de la seducción en todos los ámbitos. Como no podría ser de otra manera, mis estudios de filosofía y mis investigaciones en el ámbito de la sociabilidad y la psicología de las relaciones sociales humanas, se han terminado cruzando… El resultado no ha sido un cortocircuito… Pero ha sido explosivo. El resultado quedará resumido en este libro, fruto en realidad no sólo del trabajo de las investigaciones de más de un año, sino de toda una vida. En este libro resumo lo que me ha costado toda una vida aprender. Me ha costado años enteros aprender lo que sólo puedo resumir en este tratado sobre la sociabilidad humana. Aunque es cierto que ha sido sobre todo en el último año y medio, cuando he abandonando un poco la teoría, y me he ido introduciendo poco a poco en la práctica. Pues tanto los escritores que son muy teóricos, como los que son exclusivamente prácticos, tienen muy gordas lagunas en sus escritos: a unos les falta salir al “campo”, a la calle a entender bien las relaciones humanas; y a los otros les falta unos cuantos añitos de estudios académicos para compensar su falta de conocimiento de las teorías que son fundamentales para entender la sociabilidad humana. Por supuesto, que yo puedo considerarme en parte un deudor de Jack the Ripper, o Domenec Benaiges Fusté, hasta ahora el más exitoso divulgador de temas relacionados con la sociabilidad y la seducción en España. Y realmente todo mi proyecto, aún en ciernes de nacer, empezó motivado por mi intento de colaboración en el blog de Jack the Ripper, Verdadera Seducción. Al ser rechazado por este, de forma un tanto humillante, decidí empezar mi propio proyecto. Lo cierto es que desde el primer momento, encardiné mis iniciados estudios en el ámbito de la sociabilidad humana, con mis inquietudes artísticas, filosóficas y científicas anteriores. Con lo que el resultado no podría más que ser muy interesante y novedoso… Con todo, me he desmarcado considerablemente del trabajo de Jack the Ripper, que fue muy interesante al principio, en su época de friki que salía a las discotecas a intentar llevarse por delante a todas las mujeres… Y es que ese fue el secreto del que fue uno de mis ídolos: la temática de un chico que es el más friki de su pueblo, que intenta de la noche a la mañana pasar de ser un friki a todo un seductor con las mujeres, con los amigos… a base de practicar, de salir de fiesta, de entrar a hablar con mujeres a cientos para intentar ligar con ellas… es una temática muy provocadora… No es extraño el éxito que tuvo. Pero ha día de hoy a Jack the Ripper lo frena de forma muy fuerte su absoluta falta de preparación académica, con lo que siempre escribe sobre sus mismos repetitivos temas: encontrar pareja, ser buen líder,… De cualquier forma, me reconozco deudor de Jack the Ripper. Pero también creo que no es la persona generosa e inteligente que yo creí que era al principio… Por eso mismo, he intentado hacer de mi lo que yo creía que era Jack the Ripper: una persona que ha estudiado la sociabilidad humana, tomando como referencia el conocimiento actual académico en todo lo referente a la mente humana; como directamente en el campo, en la calle, interactuando con gente, con mujeres, con chicos, con todos, en la discoteca, en los bares,…

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 Yo no he sido menos friki que lo que era Jack the Ripper al principio. Y tampoco he tenido menos problemas de todo tipo que los que ha tenido Jack the Ripper… Entre estos problemas, destacan sobre todo, aparte de mi fobia social de 14 años… una depresión generada por la fobia social de cerca de 10 años. Ha día de hoy, estoy fuera totalmente de la fobia social. En este manual no trataré demasiado el tema de la depresión específicamente, pues el objetivo de este manual es tener una guía práctica para pasar de perdedor a seductor en un plazo aproximado de dos meses… Pero eso sí, creo que este manual también puede venirle muy bien a las personas que están pasando por una depresión. Y es que, no hay mejor antidepresivo en el mundo que ser una persona socialmente seductora, que tener unas relaciones sociales adecuadas, brillantes, productivas,…

b. Lobos Esta sociedad en la que estamos no destaca especialmente porque compitamos todos contra todos, como si de los lobos de Hobbes se tratara… Yo soy una persona competente a casi todos los niveles… pero no puedo demostrarlo, porque no soy capaz de sacar apenas entrevistas de trabajo, y cuando lo hago, es de comercial… Por eso, he decidido empezar mi propio negocio. Ya quería ser escritor desde hace cerca de 10 años… pero entonces me tiraba más la ficción, la novela. Y justo el día de hoy, he decidido empezar a escribir mi primer libro de no-ficción. Pero por supuesto, no he olvidado mis proyectos de ficción. Este libro se comercializará desde el proyecto que a su vez lo ha inspirado, mi blog “seduccionyautoayuda.com”. Este blog ha nacido bajo un denominador común: la superación humana, y más concretamente, rescatar el viejo arte de intentar hacer de la vida humana una obra de arte. Y esto es lo que me diferencia de mis competidores, de esa gente semianalfabeta que presume de ser experta en PNL y demás… Mi método para superarse no bebe demasiado del PNL y otros extraños saberes. Mi método tiene por encima de todo dos grandes referencias: el arte y la filosofía. Y es que creo que el arte y la filosofía son los dos productos salidos del ingenio humano más seductores que existen. Y por eso, todo este libro está en buena parte dedicado a hacer del lector todo un esteta y un filósofo de la vida... Y digo “filósofo de la vida”, porque las enseñanzas que se

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 muestran en este manual, pretenden ser eminentemente prácticas. Y es que no puedo por menos que sorprenderme cuando repaso la vida de los grandes hombres: Newton; Kant; Rousseau; Nietzsche, Einstein,… todos ellos tenían en su cabeza casi la totalidad del conocimiento de su época… Pero todos ellos eran auténticas catástrofes en su trato con los demás. Y es que, el conocimiento teórico tiene muchas limitaciones si lo que queremos es aprender a interactuar con los demás, aprender a vivir, ha hacer un arte de nuestra vida… Por eso, creo que se puede llegar a transformar a una persona, desde una persona poco sociable a un seductor, en un plazo aproximado de dos meses… Pero claro, no se debe de usar este libro como si fuese una píldora mágica, que con sólo leerlo ya seremos de repente todo unos seductores… Hay que ponerlo en práctica. Hay que leerlo al principio, y luego, en sucesivas actuaciones sociales, ir poniendo en práctica todo lo aprendido… Con el tiempo, habremos asimilado las enseñanzas de este libro, y en parte, mi saber adquirido durante años, se habrá transmitido al lector. Entonces entenderemos por qué Einstein y compañía no pudieron ser seductores en su vida, a pesar de la cantidad de libros que habían leído y memorizado: las cosas no se aprenden por leerlas y memorizarlas, sino por entenderlas y practicarlas.

c. Mis referencias y objetivos Tengo cientos de referencias de los que he aprendido. Ya he destacado al polémico Domenec Benaiges Fusté. Pero, cómo no, tiene un lugar especial aquí también Dale Carnegie. Su libro “cómo hacer amigos e influir en las personas”, sigue siendo el mejor libro para aprender a sociabilizar nunca escrito… Aunque la obra de Carnegie ya ha quedado anticuada… Es hora de escribir una teoría para aprender la sociabilidad humana en el siglo XXI. Este libro está destinado a un amplio abanico de público: hombres de todas las edades que quieren aprender a tratar con mujeres, y a ligar; hombres de negocios que quieren mejorar su trato con los demás para progresar en su trabajo; mujeres y hombres de todas las edades que aspiren a mejorar su trato con los demás; mujeres y hombres con interés por la psicología humana, por la psicología sexual, por los instintos humanos… y que busquen un tratado conciso a la vez que complejo, para poder entender los instintos y las pasiones de los hombres. Y por encima de todo, este manual va dirigido a todos aquellos que quieran aprender el viejo oficio de hacer un arte de la propia vida. Y es que, lo seductor es por esencia aquello que es parecido al arte… No hace falta componer como Beethoven para conseguir ser seductores… De hecho, grandes artistas fueron muy torpes en sus relaciones sociales… Porque la vida humana, hacer del hombre y de la mujer una criatura seductora… es un arte por sí mismo, aunque por supuesto, toma elementos de las denominadas bellas artes (pintura, escultura, literatura, arquitectura, expresión corporal, y música). Pero ninguna de estas bellas artes nos proporcionará una ventaja en nuestras interacciones cotidianas con los demás, como aprender el arte de socializar, y de ser nosotros verdaderamente seductores. Esa es la clave del éxito. Ser sociable nos abre innumerables puertas, en el amor, en el trabajo, con los amigos… Por lo demás, sólo agradecer al lector su confianza al adquirir este manual. Es sólo un resumen de todo lo que he aprendido sobre la mente humana y las interacciones sociales entre humanos a lo largo de mucho tiempo… me ha costado años formarme para poder escribir este tratado. Pero para poder poner lo escrito en este manual en práctica, no es necesario más que los dos meses indicados en el título. Por eso, deseo a los lectores, que los dos próximos meses sean los más productivos que hayan tenido nunca… Ahora ya si, empezamos a convertirnos en toda una máquina de la seducción y maestro en el trato con los demás.

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Capítulo 1. Todo tiene un principio: los paradigmas de nuestra vida Las técnicas PNL y demás productos de la psicología moderna intentan un poco cumplir la misma misión que yo me propongo en este manual: ayudar a los hombres y mujeres a mejorar su dominio de sí mismos, y facilitar de paso sus relaciones con los demás. Pero siempre le he reprochado a estas técnicas un error muy profundo: carecen de unidad. Y es que, está muy bien seguir una serie de recomendaciones que nos ayudarán a tener mejor control sobre nosotros, y mejor trato con los demás… Pero en el fondo, uno se pierde entre la maraña de secuencias PNL que tenemos que poner en práctica para conseguir que la técnica funcione… Al PNL le falta ese algo de estético, de artístico, esa unificación por medio de una teoría que lo englobe todo… Debido a esta carencia de las técnicas PNL yo he desarrollado mi propia técnica al respecto. Y la técnica, no es tampoco muy distinto al PNL, exceptuando que intento solucionar ese gran fallo que tiene las técnicas PNL. Intento que todas las técnicas propuestas para hacer de nosotros personas sociales y seductoras tengan ese algo de unidad que tiene el arte. Intentaremos a lo largo de todo este libro hacer de nosotros un poco un producto artístico y estético. Imaginemos lo que hace un arquitecto cuando intenta construir una catedral. Primero traza en su imaginación la idea básica del tipo de catedral que va a construir. Y luego, traza en profundidad los planos de la catedral sobre papel. Y nosotros, en este primer capítulo, tenemos que trazar la idea del tipo de persona en el que queremos convertirnos. Por supuesto que todos nosotros, hombres y mujeres, tenemos una serie de diferencias motivadas por nuestra propia biología. También hay diferencias culturales. De hecho, la clave para llevar nuestra biología a su máxima expresión es precisamente, la cultura. La cultura nos moldea, hace que nosotros tengamos unos valores u otros… No somos iguales los españoles que los japoneses. Y esto no es debido a diferencias biológicas, si no a que hemos crecido en culturas distintas. Y las distintas culturas también tienen un comienzo. Este comienzo tiene su principal expresión en una serie de ideas, en una serie de valores, que terminan por configurar una serie de religiones o de filosofías. Por ejemplo, en España la cultura ha estado dominada por el catolicismo romano de estirpe patriarcal: Dios arriba, luego sometido a Dios, el hombre, y debajo del hombre, sometidos al hombre, su mujer y sus hijos. Con todo, no nos debe de extrañar la terrible violencia que ha caracterizado a la historia de España, con una cultura en donde unos seres se someten a otros como el esclavo se somete a su dueño. Pero hay un montón de cosmovisiones distintas, que se reflejan en la sociedad por medio de unos valores. Esos valores a su vez van moldeándonos. Por ejemplo, en el norte de Europa, se sustituyó el catolicismo por el luteranismo. Y es que, el luteranismo era una cosmovisión más adecuada para fortalecer el espíritu industrial y comercial que auguraban los nuevos tiempos (desde el siglo XVI), porque el luteranismo desechaba la idea de comunidad unida, además de desterrar para siempre la creencia en magias… Y es que, el propio Lutero llegó a ver cómo los agricultores alemanes guardaban trozos de hostias sagradas para echarlos sobre sus cultivos, en un intento de acabar con plagas que asolaban a regiones enteras. Y el propio Lutero, creyó que la creencia en la magia que impulsaba el catolicismo, era contraproducente para el desarrollo de la humanidad. Por eso, Lutero modificó la cosmovisión del catolicismo. Por lo demás, el luteranismo dejó al individuo aislado, nada de comunidad de creyentes unida entorno a unos valores solidarios. Y resulta que este individuo aislado, que trabaja, que consume, que tiene pocos amigos, que es egoísta y autosuficiente… es ni más ni menos que el ancestro del hombre autónomo e insociable moderno…

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 Y es que la fábrica te aísla del resto, las condiciones de vida que facilitaron la industrialización, pusieron una fuerte traba a las relaciones humanas… Por eso es tan importante empezar por el principio. Y lo primero de todo que tenemos que hacer para empezar a ser hombres y mujeres seductores, es encontrar nuestra propia cosmovisión. No hablaré mucho más de esto, simplemente decir que el tipo de hombre que yo propongo en este manual, se basa muy fuertemente en el ideal humano salido de la cabeza de los pensadores estetas del siglo XIX. Todos conocemos bien a este ideal humano del XIX. Es el hombre del romanticismo. El hombre romántico cree que el verdadero sentido del universo está en que nuestra propia vida sea seductora, elegante, hermosa… Rechaza un tanto la idea del progreso del luteranismo. El hombre romántico no cree que la humanidad haya nacido para “avanzar”, sino para ser hermosa… Y por supuesto, el principal ámbito de belleza de la vida de los hombres tiene mucho que ver con sus relaciones sociales. Con todo, el hombre romántico aspira a ser un hombre elegante, refinado, con un trato exquisito con los demás. Y por supuesto, esto afecta a todos los ámbitos: las mujeres hermosas caen irremediablemente a los píes de los hombres románticos que quieren transformarse a sí mismos en arte; con los amigos pasa algo parecido… Todo el mundo se queda impresionado ante alguien que se ha puesto como principal sentido de la vida el ser lo más seductor posible, lo más elegante en sus relaciones con los demás, lo más pasional posible en su trato con mujeres… Una vez analizado el tipo de hombre propuesto en este libro, es hora de ponernos manos a la obra, y empezar con las teorías que, una vez puestas en práctica, nos convertirá a nosotros mismos en seres con una gran facilidad para entablar relaciones sociales, con una gran facilidad para seducir a los demás, a las mujeres, a la vida,…

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Capítulo 2. Pueden porque creen que pueden La frase que da nombre al capítulo la pronunció el poeta latino Virgilio, autor de La Eneida, y acompañante al infierno del poeta Florentino Dante Alighieri en su viaje literario narrado en La Divina Comedia. Se habla mucho de “pensamientos limitantes”. Y es algo que se ha puesto muy de moda desde la aparición del libro “El Secreto”. El libro sigue siendo muy polémico, con acusaciones de intentar ser una especie de ideología para reconstruir el neoliberalismo de por medio. Lo cierto es que no vale con creer que se puede para poder. Pero si tenemos los recursos adecuados para hacer algo y no lo hacemos, entonces sí, sería suficiente con creer… Ya dijo el filósofo alemán Nietzsche, que todos los grandes dictadores de la historia mostraban una especie de seguridad en sus palabras y en sus acciones, que era lo que terminaba por convencer a los demás que, esos personajes un tanto siniestros, eran en verdad elegidos por los dioses para liderar a la humanidad. Es bastante terrible que varias décadas después, Adolf Hitler consiguiera con su seguridad en sí mismo, convencer a una de las naciones más cultas de la tierra de que le siguieran como líder, y que aceptasen sus alucinadas teorías. Y en el fondo, tenemos en el caso de Adolf Hitler una buena muestra de cómo sólo el echo de estar convencido de que podemos hacer algo, puede darnos una enorme capacidad de acción y reacción… Pero el caso de Hitler no es muy adecuado: Hitler creía que podía, pero nunca pudo. Por eso, para poder de verdad y no sólo en nuestras alucinaciones, no hay nada mejor que tener verdaderamente un potencial dentro de nosotros, dentro de nuestro cuerpo, dentro de nuestro entorno. Una vez que, en verdad, disponemos de este potencial, entonces sí, se trata de ser consciente con nuestro pensamiento de que podemos realizar algo importante con ese potencial. Para entender bien esto no hay más que explicar la teoría del dualismo moderno. Descartes dividió el mundo en dos sustancias: el espíritu y el cuerpo. Antes, en la Edad Media, el espíritu era considerado como lo principal, siendo el cuerpo algo falso y por tanto, maligno. Pero la modernidad dio lugar a la aparición de la tecnología, y esto hizo que los pensadores de los nuevos tiempos tuvieran que replantearse la composición del hombre. Y resulta, que Descartes nos mostró una imagen del ser humano, que ha aguantado hasta el día de hoy, por no decir que parece una imagen del hombre completamente definitiva y que durará per secula seculorum. Por tanto, Descartes creía que el hombre era un compuesto de materia y espíritu. Y esto quiere decir, entre otras cosas, que no vale con poder para realmente poder. Para poder de verdad, nuestras capacidades mentales se deben de ajustar a nuestras capacidades físicas. Por tanto, la doctrina del libro “el Secreto” sería completamente errónea por el motivo expuesto: no vale con

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 centrarse exclusivamente en el pensamiento. Pero el terrible caso de Hitler nos muestra lo importante que es el mundo del espíritu, el pensamiento humano. Y por tanto, la metodología propuesta para transformarnos hasta llegar a ser más sociables y unos maestros de nuestras relaciones sociales, tiene que ser eminentemente dualista, cartesiana. No nos vale el “piensa bien” de El Secreto, ni el “porque yo lo valgo” de Adolf Hitler. Nosotros tenemos que adoptar un sistema dualista. Y este capítulo, tras el largo preámbulo que nos pone en situación, trata de ello. Explicaremos cómo hay que leer este libro, y sobre todo, cómo hay que ponerlo en práctica.

a. Cómo usar este libro Los hombres estamos condicionados por dos grandes factores: nuestra biología, los genes, por un lado; y por otro, el ambiente en donde hemos crecido. Resulta que no podemos modificar los genes. Somos como somos porque nuestros genes nos han hecho de una determinada manera. Pero sí podemos modificar nuestro ambiente. Haciendo pequeñas modificaciones en nuestro ambiente, podemos llegar a moldear nuestro espíritu hasta conseguir hacer de él la forma más elevada a la que podamos aspirar. Y esto segundo no es fácil de hacer. Sólo tenemos que fijarnos a nuestro alrededor. La gente anda de una determinada manera, viste de una determinada manera, habla de una determinada manera… Y todo eso lo hacen de esa determinada manera porque es la forma normal de hacer las cosas en la cultura en donde hemos nacido. Pero si hubiésemos nacido en otra cultura, haríamos todas esas cosas de forma distinta. Las mujeres brasileñas se caracterizan por tener cuerpos muy delgados y delicados, un tanto cuerpos de niñas. En cambio, las mujeres centroeuropeas y americanas tienen cuerpos más grandes, más vigorosos y desarrollados, con abundantes caderas y pechos… ¿Por qué es así esto, hay diferencias genéticas? Nada de eso, más si tenemos en cuenta que las mujeres brasileñas muchas veces, tienen una composición de clanes provenientes de centroeuropa. La diferencia está en la cultura: en la cultura brasileña se consideran hermosas las mujeres flacas, con cuerpos aniñados y rasgos muy finos; en cambio, en Europa y USA, se llevan más las mujeres con curvas. Por eso son distintos los cuerpos de las mujeres de las brasileñas en comparación con las mujeres occidentales: la cultura les ha hecho de forma distinta, pero los genes no han tenido que ver. Y ese es el verdadero secreto para llevar nuestra personalidad a sus cotas más seductoras: cambiar de cultura, cambiar de forma de hacer las cosas, aprender a hablar otra vez, aprender a andar otra vez, aprender a tratar con los demás otra vez… Y digo otra vez, porque nosotros ya aprendimos todo eso en el momento en que nacimos. Se trata de, un poco, volver a nacer, y hacernos en nuestra nueva vida, y en nuestra nueva cultura de la seducción, hombres y mujeres más delicados, más sutiles, con mejor trato con los demás. Y el método usado para conseguir esto, no pude ser más que, como hemos dicho, un método dualista: leeremos los ejercicios propuestos; los entenderemos bien; y luego saldremos al campo, a la calle, a ponerlos en práctica. Y para ello, debemos de adoptar previamente una estrategia, que será la que nos permita que pasemos de nuestro estado actual de personas con poco éxito social, a personas populares y seductoras. La estrategia consiste en visualizar nuestras acciones. Si nos damos cuenta, cuando vamos por la calle caminando, no somos conscientes del movimiento de nuestro cuerpo. Nosotros sólo caminamos sin más. Por ejemplo, si queremos modificar la postura de nuestro cuerpo al caminar, y cambiar nuestros andares poco elegantes por otros más adecuados, debemos de ser conscientes de nuestro movimiento, del movimiento de nuestro cuerpo al andar, del movimiento de nuestras manos, que se balancean junto con los brazos a cada nuevo paso que damos, de la posición de

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 nuestro cuerpo respecto de lo que podemos llamar el eje de coordenadas (o sea, el cuerpo puede ir inclinado, demasiado tieso, medio ladeado para un lado…) Ya hablaremos del cuerpo más adelante. De momento sólo decir que la consciencia sobre nuestro cuerpo, nuestras palabras y nuestro yo, es fundamental a la hora de poder mejorar nuestra sociabilidad. Pues de hecho, el método que se debe usar para poner en práctica este libro es ni más ni menos que el descrito: tomar consciencia de nuestros movimientos, de nuestras palabras,… Y después, visualizar primero cómo hacemos todo eso, luego ser conscientes de qué hacemos mal, para por último, poner en práctica la forma adecuada de hacer todas esas cosas que antes hacíamos mal. La consciencia del propio cuerpo y del propio yo es fundamental. Las personas más populares tienen una concepción del propio cuerpo muy fuerte, y esto quiere decir que tienen un alto aprecio de su cuerpo y de sus movimientos. Ellos se aman a sí mismos, a su cuerpo y a sus movimientos. Y esto es una de las primeras cosas que tenemos que aprender. Es muy importante ser conscientes de nuestro propio cuerpo, y quererlo, amarlo. Hablaremos más adelante de esto, pero es tan importante, que prefiero ir adelantando uno de los mandamientos fundamentales para aprender a ser seductores: ama tu cuerpo, y se consciente de tus movimientos. Por tanto, el pensamiento es fundamental a la hora de poder obrar cualquier cambio en nuestro yo. Pero no es suficiente con el pensamiento. La práctica hace al maestro. Una mezcla de estos dos factores, pensamiento y práctica, será la clave para conseguir transformarnos hasta llegar a ser hombres y mujeres seductores y con éxito. Y por eso mismo debemos de tener claros nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestro mundo interior… A lo largo de la historia se han usado religiones, con sus libros sagrados, como una forma de inculcar en el interior de la mente de las personas, ciertas ideas, ciertos pensamientos transformadores. Sin ir más lejos, la idea de redención tras la muerte de los que murieron como mártires, se mostró como un pensamiento muy poderoso. El pensamiento puede ser usado como el arma más poderosa que existe. Este libro no pretende ser como un texto que sustituya a los viejos textos sagrados de las distintas religiones… Pero en el fondo es tentador usar este texto como manual provisional con el que guiar nuestra voluntad, nuestros pensamientos… Con todo, el pensamiento transformador que proponemos desde este texto, es el ya dicho: ser seductores, ser encantadores, ser hombres y mujeres con un máximo objetivo en la vida: hacer de nosotros el ideal humano más elevado al que podamos aspirar. Y este es un pensamiento muy poderoso.

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Capítulo 3. La sociedad de las hormigas Ya hemos dicho que estamos en una sociedad contundentemente insociable. Es muy lamentable que los ciudadanos occidentales hayan terminado por tener unas habilidades de socializar similares a las de los arenques. Por eso mismo, creo que es necesaria una obra como esta. Aprender a socializar, a tratar con mujeres y hombres, a recuperar nuestra esencia masculina, es el paso más importante que podemos dar en nuestra vida hacia el éxito. Y es que, los modos de vida modernos son contundentemente antinaturales. No quiero ayudar a hacer crecer ese mito de que el hombre sería un animal caído, y sólo volvería a ser feliz a costa de recuperar su esencia “natural”. El hombre es efectivamente, una animal caído. Nos lo cuentan en el Génesis de la Biblia. El hombre comió la manzana, que es el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Y ya no podemos escupir el néctar de la manzana que se coló a nuestro estómago. Somos un animal caído. Y eso quiere decir que ya no podemos dejar de ser hombres, que ya no podemos volver a ser animales salvajes… Y ser hombres es ser cultura, y ser cultura significa, que un holandés es culturalmente distinto de un bosquimano. No hay apenas diferencias biológicas, salvo las evidentes del color de piel y de la altura. Es la cultura la que hace a un holandés distinto de un bosquimano. En los animales, esto no pasa: las ardillas de Europa son sustancialmente parecidas a las de Norteamérica. Pero entre los hombres, es la cultura lo que nos hace distintos. Con todo, podemos llegar a transformarnos a nosotros mismos como hombres a través de la cultura. A través de este artefacto que se ha dado por llamar “autoayuda”, podemos sacar el máximo partido a nuestro temperamento biológico, y hacer de nosotros mismos el tipo de hombre más elevado al que podamos aspirar. Con todo, no se trata de imitar a nadie, se trata de hacer de nosotros la mejor versión que podamos. Y esta labor no es fácil. Ya he dicho que no vale con leer este libro. Hay que ponerlo en práctica. Hay que visualizar las técnicas que vamos a proponer, aprenderlas bien, y luego, salir a la calle a practicar. No nos saldrá a la primera. Pero ya insisto: la verdadera clave del éxito es la constancia, si no sale una vez, volver a intentar; si no sale mil veces, volver a intentarlo la vez mil una. Y digo además que esta labor no es fácil, porque estamos en una cultura eminentemente inestética. Si queremos convertirnos a nosotros mismos en hombre seductores, corteses, elegantes, populares,… nos vamos a tener que enfrentar a una cultura que fomenta la falta de estilo y la existencia de hombres insociables. La vida moderna, como hemos dicho, configurada en una mezcla entre moral luterana y católica (para el caso de España), nos pone unos condicionantes muy fuertes: decide con 14 o poco más años la profesión a la que te vas a dedicar, y a partir de ahí, dedícale varios años de tu vida a formarte para ejercer es profesión, y luego, dedica

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 casi la totalidad de tu vida a ejercer esa profesión… si tienes la suerte de tener trabajo. Si no tienes trabajo, es posible que el paro haga de ti un ser medio zombie medio hombre que va por ahí sin demasiada consciencia de qué es eso que antes se llamaba “vida”… Por eso, ya digo, que si queremos pasar de nuestro actual estado de persona poco sociable, a un nuevo estado como persona dotada de gran impacto social, de muchos amigos, de muchos amantes... tenemos que luchar un poco contra los clichés sociales que nos intentan imponer desde la cultura de la “tolerancia cero”. Por eso, otra vez tenemos que volver a recordar el tipo de hombre que queremos construir con este manual… En el fondo, este libro se puede comparar a una especie de “manual para aprender a moldear arcilla”… Pero en este caso, la arcilla es nuestra alma. La cultura occidental ya moldeó la arcilla de nuestra alma cuando éramos pequeños. Pero nos moldeó mal. Es cuestión de coger la masa sobre la rueda de alfarero, volver a amasarla, volver a ponerla en la rueda, y volver a darle forma. Ahora una forma que dejará de ser la de una persona insociable, y empezará a tomar ciertos paralelismos con una verdadera obra de arte. Haremos de nuestras relaciones sociales una obra de arte. Y para ello, nada mejor que inspirarnos en los hombres estetas del siglo XIX. Kierkegaard es un perfecto ejemplo. Hay otros, como mi amado Nietzsche. Pero Nietzsche nunca consiguió salir de la teoría en cuanto a la seducción se refiere… Fue un pensador de los que ha habido pocos en toda la historia. Pero en su vida cotidiana, no consiguió convertir sus extraordinarias teorías de “cómo seducir” en algo práctico, en algo que verdaderamente le hiciese a él una persona seductora… Kierkegaard en cambio, sí que lo consiguió. Kierkegaard jugaba un tanto con los enamoradizos corazones de las bellas doncellas con las que se encontraba… Las hacía estremecer con su romanticismo, con su elegancia, con su estilo… Le gustaban más los coqueteos con mujeres que hacer el amor con ellas… Disfrutaba de la anticipación del placer más que del propio placer mismo… Y esta es una de las primeras lecciones que tenemos que aprender: las mujeres viven el placer futuro en el momento presente. Si somos capaces de entender esto, entenderemos el profundo espíritu de las mujeres. Con todo lo dicho, Kierkegaard es un excelente modelo de lo que yo entiendo por “hombres estetas del siglo XIX”. Un hombre elegante, que vestía con traje y sombrero de copa, andaba con elegancia apoyado en un oscuro bastón, y recorría las ciudades en cuyas calles estaba comenzando la revolución industrial en centroeuropa. Calles repleta de vida, de hombres y mujeres atareados en traer el progreso al mundo, en dar lugar a una nueva época. Esta época, la segunda mitad del siglo XIX sobre todo, los hombres y mujeres tenían la consideración que estaban empezando una nueva civilización. Podemos llamar a este espíritu el espíritu del positivismo. Y es que, estos eran hombres y mujeres positivos, confiados en el futuro, trabajadores… y también, hombres y mujeres elegantes. La elegancia se valoraba porque era una especie de flor que adornaba aún más esa humanidad en la que empezaban a confiar… Por eso, los estetas del siglo XIX andaban por la calle, con su traje, su bastón y su sombrero de copa, con una gran fe en el futuro de la humanidad, convencidos en que habían dejado atrás la barbarie de otros tiempos, convencidos de que una nueva humanidad, estética, refinada, eficiente… se estaba levantando. Luego llegó el siglo XX, con los acontecimientos más terrible que han visto nunca los ojos de los hombres. Pero creo que una vez pasado el siglo XX, debemos de volver la mira al XIX, a su positivismo, a su esperanza en el futuro, y cómo no, a su elegancia. Aunque por supuesto, ya no se llevan que los hombres lleven sombrero de copa y bastón… Somos hombres modernos, y por supuesto, unos vaqueros bien llevados pertenecen a eso que yo entiendo por “elegante”… El siglo XX también ha sido un siglo eminentemente estético. Muchos estilos se han dado forma en el siglo XX. Los medios audiovisuales y luego, Internet, han hecho circular rápido la información. El siglo XX es deudor en parte del XIX. De hecho, a mí me gusta mezclar la cultura

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 pop del siglo XX, con esa cultura de la elegancia y de la confianza en el futuro del XIX… Ese es mi modelo de hombre, esa especie de mezcla entre el siglo XX y el XIX. Como en el grupo de metal finlandés Nightwish, me gusta mezclar lo mejor del siglo XIX y lo mejor del siglo XX, en el caso del grupo mencionado, la mezcla se produce entre el rock y la ópera. Y con todo, los hombres estetas del siglo XIX querían transformar la humanidad en una obra de arte. Destaca sobe todos el caso de Schiller, que quería hacer de la política todo un arte, y del hombre un ser con unos instintos moldeados para que fuesen lo más hermosos posibles. Y es que, en el siglo XIX se pretendía, sí, transformar el mundo mediante la máquina; pero también se pretendía transformar el propio corazón de los hombres, para poder llegar a sacar de los instintos humanos todo su potencial latente. Un poco, podemos recordar el título de una famosa obra de Flaubert: la educación sentimental. Y de esto va este libro, de aprender a educar nuestros sentimientos, nuestros instintos… Nos hemos liado mucho antes de empezar con ello… Pero creo que es importante. Ya he dicho que el PNL y demás, carecen de esa unidad que tiene el arte. Pero por lo demás, las técnicas propuestas para convertirnos en obras de arte andantes no son muy distintas al propio PNL.

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Capítulo 4. Ejercicios para seducir Llevo unos 3 meses con el proyecto de mi blog Seducción y Autoayuda. He tenido ya decenas de miles de visitantes. Cuando hice mi perfil para el blog… no quise poner mi nombre real. Elegí como pseudónimo el nombre de Erik360. En buena parte, los pseudónimos son una forma que tenemos los hombres de escondernos… No es en este caso el miedo lo que me hace querer esconderme. Más bien, creo que tiene más que ver con que yo soy una persona tímida y tengo una gran necesidad de esconder a los demás mis secretos… Pero mucho me temo, que aunque no me guste hablar de mí, aunque no me guste contar a los demás cosas de mi vida… no me queda otro remedio si quiero dedicarme a poder continuar con el blog mencionado arriba, y si quiero continuar con este libro… Porque en el fondo, las estrategias para pasar de persona poco sociable a seductor que vamos a analizar en este libro, son estrategias que me han ayudado a transformarme a mí mismo. Y es que, sí, leo mucho el trabajo de otros. Pero por encima de todo, soy una persona muy original... Yo mismo he probado todos los ejercicios para moldear nuestra alma que propondremos en este libro. De hecho, han conseguido transformarme en poco tiempo… Yo he tardado unos 6 meses en tener una transformación evidente. Pero sólo salía a practicar unas 4 horas por semana… y además sin demasiadas ganas, por motivos que no explicaré… Con todo, es evidente que me toca hablar de mí… Intentaré hablar lo menos posible. Pero tengo por lo menos mi escudo de mi pseudónimo… Con lo que si alguna vez alguien me echa en cara algo de lo que pueda escribir en este manual, podré decirle eso de “yo no soy Erik360” Por lo demás, el lector a pagado 8,95 euros que vale este manual (nunca se regalará, aunque no llegue a un nivel adecuado de descargas… y es que, yo ya regalo mis artículos… que los escribí sin ánimo de lucro… pero también tengo derecho a ganarme la vida…) por conocer mis secretos… y tengo la obligación de desvelarlos. Y como digo… me toca hablar de mí. Mi vida ha sido muy dura… es en estos momentos cuando desearía que mi libro no se vendiese mucho… porque parece que me toca desnudar mi espíritu… Ya desde pequeño una serie de circunstancias se unieron para hacerme la vida muy dura... He pasado unos 10 años sufriendo una depresión mayor… Mi época de instituto se podría dividir en dos fases: de los 14 a los 15, la ESO, en donde yo era la persona más friki imaginable… No hablaba con nadie, andaba agachado por los pasillos, si una mujer me preguntaba algo, no era capaz de responder más que con un sí o un no… De los 16 a los 18 años, la cosa mejoró un poco. Y no tiene poco que ver con el hecho de unos mejores y más inteligentes compañeros de Instituto… En esta época de mi vida, ya empecé a vislumbrar las grandes posibilidades que tenía en aquél entonces. Por que es que, yo antes me creía una mierda… un ser que no podía ni ser popular, ni gustar a las mujeres, ni ser sociable… Y no tenía ninguna esperanza de que eso pudiese cambiar… Pero con 16 años, me di

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 cuenta de que tenía un gran potencial dentro de mí… que podría llegar a dejar de ser un friki y convertirme en una persona más popular. Por eso, ya con mis 16 años empecé a pensar en las técnicas adecuadas que me permitiesen sacar de mí todo mi potencial. Y los dos años correspondientes a mi estancia en el bachillerato, fueron aceptablemente mejores que los dos años anteriores: coqueteaba con mujeres; tenía amigos; era a ratos popular… Y poco a poco, me di cuenta de que mi yo de friki no era definitivo… Podemos cambiar en la medida de nuestras posibilidades… Pero mucho me temo, que mis 16-18 años fueron un simple espejismo. Con 18 años terminé el insti para empezar en la Universidad… Quería ser Ingeniero, y para ello, empecé estudios en la facultad de matemáticas… Antes tuve que trasladarme desde mi pueblo hasta Salamanca capital… El cambio ya de por sí se me hizo muy duro. En esa época no sabía hacer nada: no sabía pedir un café en un bar; no sabía hacer la compra; nos sabía sacar dinero del cajero; no sabía cómo tener una amena conversación con alguien de mi edad… Con todo, mi paso fugaz por la universidad fue un desastre: no me integré, durante los 5 meses que estuve hiendo a clase... caí hasta ser lo más friki que puede ser un hombre. Sólo una imagen: durante los cambios de clase en la facultad, los estudiantes se iban todos a hablar entre ellos a los pasillos. Todos menos uno, que se quedaba como atontado sentado en su pupitre, esperando que los cinco minutos de descanso pasaran rápido para así que terminase lo antes posible el calvario de las miradas acusadoras de los demás hacia mí. Nos podemos imaginar el espectáculo que montaba: todos fuera de clase en los pasillos hablando... sobre todo hablando de mí; y yo, el único de los 50 alumnos que estaba sentado en su pupitre, sin atreverme siquiera a levantarme para estirar las piernas... Y claro, volví de lleno a ser friki… Me acusaban de ser autista, de ser idiota… Pero nada de eso. Lo único que me pasaba, a mí, a un alma sensible… era que no había aprendido a socializar... Sobre 10 años después de esto, las cosas han cambiado considerablemente: El otro día en la discoteca, estaba con mi grupo de amigos. De repente, vi a una chica que me parecía mona... Estaba en un grupo de unas 8 chicas. La miré un poco, y vi que me devolvía la mirada… La dejé de mirar durante un par de minutos. Y al cabo de ese par de minutos, sin previo aviso y totalmente decidido, abandoné sin mediar palabra a mi grupo de unos 7 amigos, y me dirige al grupo de 7 u 8 chicas en donde estaba es belleza que me había cautivado… Llegué hasta ellas, y llamé la atención de todo el grupo con una pregunta genérica: “perdonar, ¿tenéis un cigarro?”. Todas me miraron, y la más extrovertida de todas me dijo que no fumaban. A partir de ahí, las dije eso de “joder, ahora no fuma nadie…” Y a partir de ahí, empecé a hacerlas preguntas sobre si venían mucho por ese local. Yo las decía que yo había salido poco por Salamanca, y que casi no conocía nada… Y a partir de ahí, me contestaron, unas preguntas llevaron a otras, y en unos minutos, ya estaba teniendo una conversación con las 8 chicas… Era una imagen que no tenía desperdicio: yo, un tío de 1’82 de altura, en medio de un círculo formado por mí y otras 8 chicas… Toda la discoteca miraba la escena… y es que, le estaba echando un morro considerable… Yo me autopresenté, yo las empecé a bombardear con preguntas de su vida; yo me metí en su corro de amigas como si fuese uno más, y yo empecé a sacarlas información delicada sobe sus vidas… Y con todo, había entre ellas cierto murmullo, ciertas risas, por el morro que estaba teniendo, por haber cogido, haberme autopresentado, y haberme dado a mí mismo el derecho de poder permanecer entre ellas durante más de una hora… Y todos los tíos de la discoteca mirando de reojo la extravagante escena… pero yo tenía una gran seguridad en mi mismo… y ni por asomo pensaba abandonar… Ya hemos dicho lo tremendamente importante que es tener seguridad en uno mismo… Al final, saqué el contacto de una de las chicas… y quedemos en que nos volveríamos a ver. En menos de una hora había echo 8 amigas… todas guapas y de menos de 25 años. Por supuesto, dieron unas cuantas indicaciones de interés por mí. Entre otras cosas, me preguntaron que si tenía otros

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 siete amigos para todas ellas… Por lo que podemos inferir que, si una mujer no tiene novio, si una mujer está sola, no es porque quiera: más bien es porque hay tanto capullo en nuestra sociedad socialmente analfabeta, que una persona sociable, seductora, con conversación,… será una persona que nunca tendrá ningún tipo de problemas en encontrar novia, ni en encontrar amigos,… incluso en encontrar trabajo. Ser seductores, dejar de ser frikis y pasar a ser seductores, es lo más productivo que podemos hacer en nuestra vida. No tenemos más que comparar la imagen de mi antiguo yo, que se quedaba sólo en clase mientras los demás se iban a los pasillos a hablar, a mi nueva imagen de persona sociable, con éxito social y ligón…(muchas chicas me acusan de ser ligón…, lo que tiene un significado muy positivo: ellas me ven atractivo y descarado…) No se si esto lo leerán mis nuevos amigos… pero creo que corroborarían mi autoimagen de persona con éxito social, con éxito entre las mujeres… y en general, de persona muy interesante, y todo un príncipe azul para las afortunadas mujeres que tengan la suerte de entrar en mi vida… Entre estas dos imágenes han pasado unos 10 años… Pero que nadie se preocupe. En el fondo, mi transformación se ha obrado en menos tiempo. De hecho, creo que el tiempo que le he dedicado, no superaría en el fondo los dos meses dedicándole a la labor transformadora unas 4 horas al día. Y es que, no vale con leerse este manual para pasar de poco sociable a seductor… hay que salir a la calle a interactuar con los demás y poner en práctica lo que vamos a aprender. Con todo, desde la terrible y fatídica experiencia relatada cuando empecé en la universidad… hasta hoy, han pasado unos 10 años. Estos 10 años básicamente los he pasado encerrado en la casa de mis padres, en un pueblo casi sin gente en mitad del campo… sin interacciones sociales, sin amigos, sin novias… He dedicado estos 10 años a pensar y a estudiar. Con todo, no he desaprovechado el tiempo… pero no he vivido mi vida social, no he vivido la amistad, no he vivido el amor… Y claro, yo ya era un chico que había estudiado mucho (a distancia), y que sabía mucho… pero no había vivido, con 28 años, no había vivido nada… más allá de los libros, de la naturaleza, de los videojuegos… Por eso, hace algo más de un año, empecé a recordar mi aparente transformación de friki en persona popular que me aconteció cuando empecé el bachillerato… esa transformación brutalmente frenada por mi catastrófico ingreso en la universidad… Y entonces, corriendo el mes de septiembre del año que acabamos de dejar atrás… decidí recuperar completamente mi proyecto de intentar transformarme a mí mismo en aquella persona popular que ya había asomado cuando estuve cursando estudios en el bachillerato… A día de hoy, algo más de medio año desde entonces, he completado prácticamente del todo mi transición. En este momento de mi vida yo sigo intentando mejorar como persona, intentando ser cada día más seductor… Pero ya casi no puedo avanzar en esto. Es un poco como cuando empezamos a correr: al principio, batimos nuestras

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 marcas muy rápido; pero con el tiempo, cuesta mucho ganar una sola centésima. La mejora se obtiene sobre todo al principio de nuestro entrenamiento del carácter. Con el tiempo, podemos ganar esas milésimas, pero ya no son ni importantes ni significativas. Esto es una idea clara de la importancia que tiene ponernos como objetivo mejorar como personas, ponernos como objetivo aprender a socializar, ponernos como objetivo aprender a seducir… Con todo, una vez que ha terminado mi formación académica, y que he terminado mi formación en el mundo de la sociabilidad, sólo hay una fuerte espina que me hace daño a día de hoy: la falta de trabajo. Pero con todo, llevó sólo 15 días buscando trabajo en Madrid… y es que, buscar trabajo en Salamanca es posible… pero es completamente imposible encontrarlo… Por eso mismo, he decidido dedicar mi tiempo a escribir este manual, que de hecho, es uno de los dos libros que me traigo entre manos… Ambos serán un intento de poder ganarme la vida por mi cuenta… Pero este es muy distinto al otro: este es un libro de autoayuda, un manual para aprender a socializar y a seducir… en donde no me queda más remedio que hablar de mí mismo, a diferencia de lo que pasará en mi novela, que también hablaré de mi mismo… pero no se notará… Y es que, una persona que se proponga escribir un manual de estas características, tiene que haber vivido lo que yo he vivido, tiene que haber sentido el estigma del desprecio ajeno, que haber pasado por esa frustración que te produce ser un tío completamente insociable, por ese profundo dolor de alma que te produce que te rechace una mujer por ser un friki insociable… Y además de eso, una persona que se proponga escribir un libro como este, tiene que tener una formación académica adecuada. Comúnmente encuentro libros de autoayuda escritos por gente sin formación; o por el contrario, escritos por psicólogos con muy buena formación, pero sin experiencia personal en el ámbito en donde nos pretenden ayudar… Es muy lamentable que personas que no hayan pasado por una depresión, o por problema de sociabilidad, se dediquen a dar consejos a los demás sobre cómo superar estos problemas… Por mucho master que tengan… Y con todo, ahora sí, vamos a exponer completamente cual ha sido mi estrategia que me ha permitido pasar en seis meses (como he dicho, reducibles a dos) de ser el más friki de la provincia de Salamanca, a ser una persona incluso conocida por su sociabilidad y por su popularidad. Las técnicas están probadas completamente por mí. Yo soy la prueba viva de que funcionan… Y ya sin más preámbulos, vamos a exponer los ejercicios que lograrán nuestra transformación. Pero tenemos que tener bien claro que todo lo escrito es importante, que tenemos que asimilar todo lo escrito... Hay toneladas de información condensadas en estas líneas... el resultado de una investigación de años… Por eso, debemos empezar por asimilar, por visualizar, el nuevo tipo de persona que queremos ser, de la que ya hemos hablado: nos remitiremos siempre a nuestro ideal humano, ese esteta del siglo XIX pero adaptado al siglo XX, que rezuma elegancia en sus movimientos, en sus tratos con los demás, en sus devaneos con mujeres…

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Capítulo 5. ¿Por donde empiezo? Ya hemos hablado suficiente sobre las causas de la insociabilidad de buena parte de la población de occidente entera. La vida moderna nos ha hecho terminar adoptando unos hábitos sociales escasamente gratificantes y eficientes, con sus rutinas tremendas, con su impersonalidad en las relaciones entre los vecinos, con su miedo excesivo al ridículo… Y es que, este último es un factor fundamental: nos han inculcado un miedo al ridículo exagerado… Y precisamente, tememos sobre todo el quedar en ridículo cuando otros nos rechazan, sea un candidato a amigo, un candidato a pareja,… Hemos perdido en occidente esa inocencia en nuestras relaciones sociales que caracteriza a la infancia. Cuando somos pequeños, nadie tendría ningún reparo en ir hasta ese otro niño que tenemos al otro lado del parque, y preguntarle si nos podemos quedar con él para jugar… Pero la sociedad occidental no le parece bien esto… en el fondo, no le parece bien porque se supone que ya cada uno debe de ser autosuficiente, independiente, solitarios, aislados unos de otros en el desempeño de nuestras labores cotidianas… Aún recuerdo un caso de una familia yankee, que en su empeño de que ellos eran completamente autosuficientes, se negaban completamente a pagar impuestos… Se habían comprado hasta un helicóptero para no tener que usar las carreteras… Esta es una buena actitud típica del liberalismo político conservador. Es evidente la estupidez de los razonamientos de esta familia facha a la americana: ellos no pueden por menos de respirar aire; no pueden por menos de beber agua, de comer alimentos cultivados muy lejos de ellos; no pueden por menos de interactuar constantemente con un exterior del que dependen para vivir. Nadie es autosuficiente. Y sobre todo, no pueden por menos de haber aprovechado unas estructuras políticas y económicas a la hora de prosperar con su negocio, que es el resultado de la colaboración y del esfuerzo de todos los ciudadanos. Y lo primero de todo, lo primero que tenemos que hacer para ser seductores, es acabar un poco con ese individualismo excesivo que nos han inculcado desde pequeños… El que escribe no reconocía que necesitaba a los demás hasta hace muy poco. Lo primero que hice yo antes de salir por primera vez de cada en 10 años, es reconocer que necesitaba a las personas, que necesitaba a los hombres para que fuesen mis amigos, aliados, colegas,… Y que necesitaba a las mujeres para que fuesen mis amigas, y quizás mis amantes… De hecho, tenemos que volver un poco a ser niños, tenemos que volver un poco a la inocencia de las relaciones sociales de nuestra infancia. Yo mismo, cuando me pierdo de mis compañeros de juerga… voy al primer grupo de personas que creo que son compatibles conmigo, y no dudo en preguntarles lo que le preguntaba cuando era pequeño a ese niño con el que quería jugar: “¿puedo irme con vosotros…?” Casi siempre responden que sí… incluso aunque sean mujeres. Y es que, es

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 muy de hombres reconocer que necesitamos a otros, renunciar al individualismo extremo, echarle valor y aceptar la posibilidad de un rechazo lapidario. Hace 6 meses, ni se me hubiese ocurrido ir al primer grupo de gente compatible conmigo que pudiese ver y pedirles que si me pudría ir con ellos de fiesta… la reacción que tienen siempre es un poco de alucine… No se creen que alguien haya llegado a ser tan social, y en el fondo, que alguien pueda llegar a echarle tanto morro… A partir de ahora, nos toca echarle mucho morro al asunto. Y desde luego, nos toca perder todas esas vergüenzas que nos han inculcado desde que nos regañaban desde pequeños simplemente por el hecho de que queríamos hacer amigos nuevos. Esta labor de desensibilización de lo que piensen los demás de nosotros en nuestras interacciones sociales es fundamental. Nadie puede llegar a ser verdaderamente social y verdaderamente seductor si no se desensibiliza del “qué dirán”… Y lo primero que hice yo mismo hace seis meses exactos, en septiembre del año pasado, fue eso: intentar desensibilizarme del qué dirán. Estamos profundamente condicionados por las costumbres de los demás: si en nuestra cultura está mal visto, por ejemplo, pedir a alguien que nos acabamos de encontrar que si nos podemos ir con ellos de fiesta, pues nosotros vamos a tender muy fuertemente a aceptar esta opinión. Por eso es tan importante este apartado, por eso es tan importante al fin abstraernos un poco de los clichés sociales. Pero nunca nos podemos abstraer completamente: aunque sepamos que la visión de un cuerpo desnudo de hombre o mujer no es perjudicial para los niños ni para nadie, no nos atreveríamos a salir desnudos a la calle por el mero hecho de que está mal visto. Entre los antiguos griegos no estaba mal visto que un hombre fuese completamente desnudo por la calle. En cambio, se consideraba como de muy mal gusto que el poder fuese usado para favorecer a una élite… Entre nosotros pasa un poco al revés. Aunque no nos podemos abstraer completamente de nuestra cultura, tampoco lo necesitamos. De echo, el ideal antropológico que hemos propuesto en este libro, se basa como ya dijimos en cierto tipo de hombre que existe en la cultura europea, delicado, elegante, sociable,… Por tanto, aunque no podamos ni queramos abstraernos completamente de los clichés que nos impone nuestra cultura occidental, sí tenemos que hacer un esfuerzo para abstraernos de los valores de la cultura occidental que nos impiden mejorar como interadores sociales. Y el método para hacer esto es peliagudo... l. Yo he armado unas de escándalo en mi intento que no me importe lo que piensen los demás de mí… He llegado a pedir a varias mujeres que no conocía de nada que se acuesten conmigo… simplemente por que sé que: 1. no las ofendo para nada… de echo, se descojonaron vivas… 2. Se que, siendo una pregunta que no es ofensiva… no está aceptada por los clichés sociales… Por tanto, tenemos que modificar un tanto los clichés que nos han enseñado nuestra sociedad al enculturalizarnos en las escuelas, mediante las regañinas de nuestros padres… y hacer unos nuevos clichés más sociales, más enfocados hacia los demás, y sí, un poco más sinvergüenzas y descarados… No puedo por menos de reproducir aquí el texto que escribí en mi blog sobre “perder el miedo al rechazo”. La experiencia mencionada antes de las chicas… lo inspiró, aunque es una exageración… que se podría haber llevado a cabo perfectamente… Sigue siendo uno de los artículos de mi blog que más me gustan, sobre todo porque tiene un efecto hipnótico muy fuerte… Con el tiempo, parar a una mujer que me gusta y preguntarle si querría acostarse conmigo… se ha terminado por convertir en el interior de mi cabeza en un cliché social aceptado... Y curiosamente, a la mayoría de las mujeres les parece que la pregunta es aceptable... aunque ellas mismas dicen que las posibilidades de que contesten que “sí”, es una entre cientos… Pero, aun así, ellas creen que es legítimo que las preguntemos si quieren acostarse con nosotros… sean desconocidas, amigas, vecinas,… Esto es un evidente indicador de que los clichés sociales están cambiando. Y por supuesto, para mejor, para ser hombres y mujeres más sociables, más comunicativos, con un trato más seductor con los demás. Por supuesto, los primeros hombres

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 y mujeres que cambien su mentalidad respecto a lo consentido y no consentido en las relaciones sociales, tendrán una evidente ventaja sobre los demás. De eso trata toda esta obra. Ahora sí, mi exitoso texto:

a. Cómo superar el temor al rechazo He aquí la barrera más estúpida que le pusieron los dioses a los hombres a la hora de encontrar la felicidad: el miedo al rechazo. Empecemos: vemos que ciertos hombres parecen carecer de ningún tipo de pudor, pueden por ejemplo, entrar a cientos de tías en la disco, ser rechazadas por todas o casi todas, y seguir tan confiados como siempre. Pero por otro lado, hay otro tipo de personas que la más mínima presencia de esto que llamamos rechazo le causa espanto, tanto es así que antes de ser rechazados prefieren evitar hacer proposiciones, decentes o indecentes. Este texto es para estos segundos. Pensemos en la peor forma de rechazo inimaginable: yo ahora mismo cojo, salgo a las calles de salamanca y me pongo a preguntar a todas las mujeres que me encuentro por la calle si quieren acostarse conmigo. Dicho así tan directo, prácticamente todas me dirán que no. Si alguna por casualidad va acompañada de su novio, es casi seguro que tendré que darle a la pata y salir corriendo… Hago esto, y al día siguiente toda Salamanca sabe lo que he hecho: “ese chico ha tenido la desfachatez de salir a la calle y preguntar a todas las mujeres de Salamanca si quieren acostarse con él”. Bien, esto es todo lo malo que ha pasado, y me han rechazado veinte mil mujeres… A partir de ahí, resulta que la gente cuando me ve pasar, me señala… “ese es el chico que le preguntó a veinte mil mujeres si querían acostarse con él”. He cogido fama, y eso que yo ya no he vuelto a preguntar a una mujer ni la hora… Pero no tengo más que entrar a una cervecería a tomarme una Heineken, y todos al entrar me miran, y me señalan diciendo: “ahí está el chico que le pidió a veinte mil mujeres que se acostaran con él, y todas le rechazaron”. Yo no busco tener fama, hago lo que siempre, voy a mi bola, salgo de casa, voy a comprar el periódico, voy a desayunar a un café, luego voy al trabajo, y luego voy a comer a un Macdonald… y todo el mundo me señala diciendo: “ese es el hombre que pidió a veinte mil mujeres que se acostaran con él y todas le rechazaron…” Yo intento olvidar ese lamentable día de mi vida en el que las anfetaminas me habían poseído, pero no lo consigo, no me quito de encima la sombra de las veinte mil mujeres que me han rechazado. Pasa el tiempo, yo no hago caso a los comentarios… las mujeres cuando me ven tranquilamente leyendo un libro en el parque, se dicen las unas a las otras: “qué terrible, le pidió a veinte mil mujeres que se acostasen con él, le rechazaron todas, y mira, ahí está, como si

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 nada, como si no fuera con él la cosa”. Todos le conocen por el título de “el hombre al que rechazaron veinte mil mujeres”… qué terrible, un hombre que después de ser tan rechazado, sigue como si no le importase… Más tiempo pasa, y me ven en un bar, charlando tranquilamente con unos amigos, y piensan: “mira el hombre al que rechazaron veinte mil mujeres. Siempre hablamos y cuchicheamos de él a sus espaldas… parece algo horrible que te rechacen todas las mujeres de Salamanca… A mí me lo pidió también… La verdad es que es mono, y le echó valor, pero yo no me acuesto con un hombre así como así… supongo que las veinte mil pensamos lo mismo… Parece tener una gran seguridad en sí mismo, no le importa lo que piensen de él…” Y sigue pasando el tiempo, me ven en un supermercado tranquilamente, haciendo la compra con mi carrito y piensan: “mira, el hombre que no le importa que le rechazasen veinte mil mujeres. La verdad es que entonces yo no me fijé, pues entró tan de repente, pero es guapo, si me lo volviese a pedir… un hombre con ese carácter… quizás le diría que esa no es la forma de pedir algo así… no le volvería a decir eso de que “ni harta vino”… no es lo que pensaba... a las mujeres nos pasa mucho eso, rechazamos aunque nos guste alguien... creo que buena parte de esas veinte mil mujeres le gustaba... pero es que dicho así de retente…” Y resulta que llegan las fiestas de la ciudad… y se entregan los premios honoríficos. Hay uno para el hombre que más vergüenza ha pasado en su vida: por supuesto, otorgado al hombre al que han rechazado veinte mil mujeres en un solo día. Subo a coger el premio, claro, nadie se ríe, parece que ha subido el papa, todo el mundo celebra un invitado tan carismático y con tanto carácter… y claro, doy mi discurso de agradecimiento del premio al “hombre que más vergüenza a pasado en Salamanca”: “Gracias a todos por este premio. Resulta que un día de mi vida, vi que por mi maldita timidez iba a dejar pasar un montón de oportunidades en mi vida, entre otras, un montón de oportunidades con mujeres. Así que un día decidí salir de casa, y si veía alguna mujer que me apetecía acostarme con ella, me prometí no dudar en pedírselo. Ahora me doy cuenta de que no lo hice de la forma adecuada, por eso todas me rechazaron. Si lo hubiese hecho de la forma adecuada, una de cada diez hubiese dicho que sí. Pero conseguí lo que quería, no acostarme con mujeres, que no lo conseguí, sino conseguir superar el miedo al rechazo. Desde entonces, he sido señalado por todos vosotros, pero resulta que ya no me importaba… y tanto es así, que antes siempre estaba preocupado de si los demás me rechazaban, de si hacía el ridículo, etc. En este largo año que ha pasado desde aquélla fatídica tarde que me dio por preguntar a veinte mil mujeres si querrían acostarse conmigo, siendo rechazado por todas, me he acostumbrado tanto al rechazo y a la vergüenza, que curiosamente la vergüenza del rechazo se ha ido. Irónicamente, desde entonces, he empezado a ser rechazado por mucha menos gente de lo que lo hacía antes de esa tarde fatídica en apariencia, porque desde entonces tengo una gran seguridad en mí mismo. Gracias a todos por este premio, y gracias a las cincuenta mujeres que, a lo largo de este año que he aprendido a pedir las cosas, han dicho sí a mi proposición de acostarse conmigo. A las otras trescientas setenta y tres que me han dicho no, gracias también, por haberme ayudado a acabar con mi miedo al rechazo.”

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Capítulo 6. Moldear nuestra alma Es posible que repita una y otra vez alguna idea que yo considero fundamental para pasar de persona porco sociable a seductor… Y una de esas ideas es precisamente es la idea de que tenemos que perder para siempre la timidez, la vergüenza, el miedo al ridículo. En buena parte, cuando yo era friki, todo un gran friki…, una de las causas de mi frikismo extremo era precisamente el excesivo miedo al “qué dirán” que tenía. De echo, cuando empecé a intentar inventar una terapia para dejar de ser friki y pasar a ser todo un elegante caballero casi de otra época… hace seis meses, como digo y diré más veces… mi primer gran impedimento para empezar con mi transmutación, fue el terrible miedo al ridículo que tenía. Cualquier cosa podía causarme vergüenza. Ni siquiera era capaz de asomarme a la puerta de la calle por el miedo a que alguien pensase: “si no tiene nada que hacer… ¿por qué sale a la calle…?” Se suele decir que la vergüenza se pasa con el tiempo. No tenemos más que ver la diferencia de actitud con las mujeres por parte de chavales de 18 años en una fiesta con chicas… y luego ir a una verbena de la tercera edad… para que veamos que estos segundos son considerablemente más desinhibidos… Bailan con movimientos más fuertes, tienen nulo miedo a tirarle los cejos a una mujer y que les rechacen; no les importa ni remotamente si se tropiezan y se caen, y alguien se ríe de ellos… Y esta es una de las lecciones más importantes de este manual: si no haces los siguientes ejercicios para perder el miedo al ridículo, el miedo al ridículo se pasará igualmente… pero tardará años… años de oportunidades perdidas, con mujeres, con amigos,… Yo me arrepiento muchísimo de no haber empezado en este mundo de la seducción y de la autoayuda unos años antes… Pero más vale tarde que nunca. Por tanto, nos ponemos en situación: yo hace seis meses, en septiembre del año pasado… Estoy en casa sin atreverme a salir a la calle… Pero he terminado mis estudios y ahora sí tengo tiempo libre para ir por ahí a tomar algo mientras doy una vuelta, a conocer gente, a conocer chicas, a disfrutar del placer de las interaccione sociales… Y recuerdo aún las angustiosas preguntas que me venían a la cabeza en esos momentos hace hoy aproximadamente seis meses… sobre todo una pregunta: “yo quiero tener amigos, yo quiero tener muchas novias, yo quiero ser muy popular y muy aceptado por los demás… Pero no me atrevo ni a salir a la puerta de la calle por pura vergüenza… ¿qué hago…?”. Agraciadamente he sido un chico con una inteligencia inversamente proporcional a mi timidez… Ya llevaba por aquél entonces un año entero leyendo temática de autoayuda, de seducción… Además, llevaba 10 años leyendo filosofía, arte,… Y me decidí a inventar mi propia técnica, que combinaría lo mejor del arte, de la filosofía, de la seducción y de la autoayuda… Buscaba soluciones prácticas, como las de la seducción y la de la autoayuda; pero a su vez profundas y fascinantes, como las soluciones prometidas por el arte y la filosofía… Y puse entonces mis

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 neuronas a máxima potencia… Y empecé a desarrollar mi propia técnica, que me tendría que transformar desde mi situación de entonces de una persona friki y completamente insociable; en una persona popular, sociable, seductora, con éxito entre los demás… Con todo, cogí todo lo que tenía en mis manos en aquél momento… y me decidí a inventar una terapia, que sería probada por mí mismo, y que me tendría que pegar un cambio en mi forma de tratar con los demás completo. La terapia consistió en una serie de ejercicios realizados en el campo (por supuesto, con lo de campo me refiero a la calle, la ciudad, el supermercado, un bar con los amigos…) Lo cierto es que la terapia aún no ha concluido… prefiero considerar mi trabajo como un trabajo en progreso, que dicen los americanos… Pero los resultados son evidentes. Intento seguir mejorando día a día, pero a día de hoy no me puedo creer las preguntas y los miedos que me atemorizaban en mi pasada insociabilidad… como por ejemplo, esa pregunta de “no tengo un solo amigo ¿qué hago…?” Después de realizar estos ejercicios, no nos creeremos que al principio nos costase tanto llevarlos a cabo… porque con el tiempo salen solos. Es como nadar, que al principio nos parece algo imposible, pero con el tiempo lo haces de forma muy fácil e inconscientemente. Pero eso sí, ya hemos dicho que al principio de la realización de los ejercicios, tenemos que hacer un gran esfuerzo por no hacer las cosas “naturales”, por ejemplo, para modificar nuestra mala postura al andar, tenemos que tomar consciencia de nuestros movimientos… Esta es la única forma de que podamos modificar una poco adecuada y poco seductora postura al andar. Con el tiempo, ya nos podremos olvidar de tener consciencia sobre nuestro cuerpo, porque simplemente ya nos saldrán los nuevos y elegantes movimientos de nuestro cuerpo al moverse de forma completamente automática. Con todo esto, podemos terminar haciendo de nosotros, de nuestras interacciones sociales, de nuestros movimientos… toda una obra de arte. Esta es otra de las ideas centrales del libro. Pero insisto, debemos de dejar de actuar con naturalidad. Es como el escultor que le quiera dar forma a la arcilla: tiene que tomar consciencia clara sobre lo que está haciendo. Tiene que ser consciente de que, una vez le haya dado forma a la vasija y se seque, se quedará así para siempre… Pero hasta entonces, tenemos que hacer un esfuerzo para conseguir fabricar esa bonita vasija… Y ese esfuerzo se materializará en una serie de… no sé como llamarlos, pero llamémoslos ejercicios, aunque es algo más complejo, porque con estos mal llamados ejercicios, llegamos incluso a modificar las estructuras prefundas de nuestro cerebro. No dejamos de ser quienes somos, no es cuestión de convertirnos en actores e ir por ahí imitando a James Bond… Simplemente es cuestión de dar a nuestra personalidad la forma más seductora que podamos… Y resulta, que independientemente de nuestra personalidad, hay una serie de rasgos que son considerados por los demás como rasgos de personas seductoras y carismáticas. Se trata de incrustar estos rasgos de personas carismáticas dentro de nuestro propio ser… Y para ello, nos toca hacer de alfareros de nuestro propio ser.

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Capítulo 7. Desensibilizarnos del “qué dirán” Con todo, hablábamos de mí en mi situación de que no me atrevía a salir a la calle hace seis meses, en septiembre del año pasado. Y hablábamos de mi intento de construir una terapia que me transformase desde una persona sosa y friki hasta ser una persona popular y seductora. Este libro trata precisamente de exponer mi terapia, es una recopilación de todo lo que me ha ayudado a ser un hombre nuevo… Mis ideas entonces no estaban ordenadas… y fue un poco caótico realizar todos aquellos retos que yo me propuse para superar mi insociabilidad… A día de hoy mis ideas al respecto están mucho mejor ordenadas… Por eso, que nadie piense que yo tenía tan claro lo que tenía que hacer para pasar de friki a seductor como puede parece en este libro… Yo iba a ciegas. Pero ahora, puedo ver completamente el camino recorrido… Y desde mi actual posición privilegiada, puedo ver mis grandes errores y mis grandes aciertos… e intentar guiar a las personas que se hayan puesto como objetivo mejorar su trato con los demás, ligar mejor, tratar mejor con la familia,… Pero aún así, cada uno tiene que recorrer su propio camino. Con esta advertencia, con la advertencia de que todos nosotros somos distintos, de que cada uno debemos de ajustar un poco el contenido de los ejercicios a nuestras necesidades, con esa advertencia, empezamos con nuestras primeras transformaciones.

a. De las transformaciones Con todo, estaba yo en mi situación de friki total... sin atreverme a salir de casa… Entonces no tenía ni puñetera idea de qué hacer... Pero aún así, no empecé mal… A día de hoy, ser que lo primero que tuve que haber echo es perder completamente el miedo al ridículo. Por eso, los primeros ejercicios para mejorar en nuestras interacciones sociales, tienen que ir encaminados a perder completamente el miedo al ridículo… Si nos damos cuentas, algunos hombres casi nunca caen en esa sensación de ridículo. Les puede pasar todo tipo de situaciones comprometidas, como que se les salga el bañador en las piscinas al ir a coger impulso contra la pared de la piscina… y no les importa. Curiosamente, estas personas tan extrovertidas y con tan poca vergüenza, suelen ser personas muy populares… Una de las características principales de las personas populares, es que no le tienen ningún miedo al qué dirán… Por eso, a nosotros nos toca mejorar en este aspecto… Aunque no seamos excesivamente tímidos… no nos viene mal mejorar un poco más en nuestro desdén por lo que piensen los demás de nosotros…

Ejercicio nº 1: Perder el miedo al ridículo Nosotros las personas poco sociables, le echamos valor y conseguimos al final salir a la calle de nuestro pueblo o de nuestra ciudad. Si vivimos en un entorno cerrado, es recomendable cambiar de aires para poder dejar nuestro viejo yo insociable y-o friki atrás… De hecho, esa fue una de las causas del éxito de mi terapia: cambien los aires de mi pueblo por los de una ciudad… Si estás mal con tu vida, lo primero que tienes que hacer es romper con tu pasado. De otra forma, tu pasado te perseguirá; si todo el mundo cree de ti que eres un friki y un insociable… lo serás siempre, sólo por el mero motivo de que tendemos a creer que somos lo que los demás creen que somos. Por tanto, una vez en un nuevo ambiente alejado de nuestro pasado, empezamos los polémicos ejercicios para perder completamente el miedo al ridículo… Una vez que hemos dejado nuestro pasado atrás, es hora de desensibilizarnos completamente del qué dirán. Y para ello, ya en la calle, empezaremos a interactuar con distintas personas que pululan por las abarrotadas urbes de nuestra ciudad… http://seduccionyautoayuda.com

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 El objetivo de estos ejercicios consistentes en interacciones en mitad de la calle, es doble: por un lado, perder completamente la vergüenza; pero si nuestro problema no es precisamente que seamos muy vergonzosos, sino que simplemente somos torpes en nuestras interaccione sociales (yo tenía ambos problemas…), las interacciones con gente de la calle nos van a aportar igual una gran ventaja: harán de nosotros personas más juguetonas en el ámbito social, un tanto traviesas… Y esta es otra de las características de las personas populares. En nuestras interacciones con los demás, debemos de seguir una serie de normas básicas. Las relatamos en una breve lista: 1.

Tenemos derecho intentar interactuar con personas desconocidas: Pero no tenemos ningún derecho a faltarlas al respeto… incluso aunque ellos nos lo falten a nosotros… Por ejemplo, podemos preguntar a alguien algo en la calle, y luego ponernos como objetivo intentar mantener a esa persona en una conversación el mayor tiempo posible… Esto es difícil de hacer, entre otras cosas, porque nosotros mismos nos incomodamos reteniendo a una persona que iba a algún lado… pero es todo un reto que nos ayudará a formarnos como personas verdaderamente sociables. Y en el transcurso de estas conversaciones callejeras con desconocidos… es posible que el desconocido se enfade con nuestra insistencia en empezar una conversación… y nos mande a la mierda. En este caso, tenemos que adoptar una actitud completamente educada y comprensiva… y afrontar el rechazo siempre con una mezcla de elegancia y de sentido del humor… 2. Las conversaciones con desconocidos se realizarán tanto cono hombres, como con mujeres, tanto con personas individuales, como con grupos. 3. El objetivo de estas interacciones callejeras es mejorar nuestras habilidades sociales, pero sobre todo, empezamos con un objetivo fundamental: perder la vergüenza; además de acostumbrarnos a ser más juguetones, un poco más niños en nuestras interacciones con los demás. Con todo lo dicho, acostumbrarnos a hablar con todo el mundo, sea conocido o no, nos traerá un gran cambio en nuestra vida social. Por supuesto, que todo esto tiene un gran precio: en el fondo, las interacción sociales nos causan estrés. El estrés es un tipo de dolor… y claro, a nadie le gusta sufrir… Por eso, es normal que al principio de empezar con estos ejercicios se sufra… pero con el tiempo, ese sufrimiento va desapareciendo. Sólo piensa la labor cotidiana que realizan los comerciales a puerta fría. Van de puerta en puerta, intentando vender una aspiradora a todo el mundo durante

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 ocho horas al día… Y los mandan a la mierda cada tres por cuatro… Con el tiempo, su alma se acostumbra… y curiosamente, ellos mismos son capaces de detectar un aumento de sus habilidades sociales después de haber sufrido tantos rechazos, y después de haber sufrido el estrés de tener que interactuar con personas completamente desconocidas… No hay muchos secretos para superar este dolor que nos causa las interacciones con desconocidos más que echarle valor y aguantar el dolor… Con el tiempo este estrés desaparecerá… Para colmo, después de haber sufrido el estrés de un abordaje para hablar con desconocidos, nuestra alma puede desencadenar otro tipo de dolor, denominado ansiedad. La ansiedad es esa sensación de mal rollo que tenemos después de haber pasado un momento de vergüenza social. Por ejemplo, imaginémonos que vamos andando por una calle de nuestro pueblo… está vacía, o eso creemos… Vamos andando al lado del parque… y nos entran ganas de expulsar gases… Como creemos que no hay nadie, lo hacemos… pero resulta, que en el parque había gente en los bancos… concretamente 8 chavales que nos han oído nuestros gases… Cogemos y nos vamos de ahí avergonzados… La sensación que tendremos los segundos incluso minutos después de nuestro desagradable incidente, eso es la ansiedad. Cuando interactuamos con desconocidos y nos sale mal esas interacciones, es normal que tengamos dosis brutales de ansiedad... Pero con el tiempo, el alma humana se acostumbra… Precisamente una de las características fundamentales de las personas populares y muy sociables, es que toleran muy bien las situaciones comprometidas, no tienen apenas ansiedad después de un mal rollo social. Por eso, si este no es tu caso, te conviene centrarte en este primer ejercicio propuesto. Tanto es así, que en las encuestas realizadas por psicólogos a grupos de estudio, se ha llegado a constatar que el sentimiento negativo más temido entre los ciudadanos de los distintos países, es el sentimiento de vergüenza… por encima incluso del miedo a perder un ser querido. De echo, es precisamente el que aún seguimos siendo seres muy vergonzosos uno de los principales limitadores de nuestro avance en el mundo de la sociabilidad… Pero después de realizar este primer ejercicio, poco a poco nos iremos desensibilizando de lo que piensen los demás de nosotros, hasta el punto, de que ya nos dará igual incluso que alguien nos halla oído tirarnos un pedo enfrente del parque… Descripción del ejercicio Ni que decir tiene, que yo he pasado por esta parte de mi peculiar terapia… No fue lo primero que hice. De hecho, lo primero que hice no fue lo primero que debería de haber echo… Mi primera medida en mi terapia para transmutarme de persona friki a persona seductora, fue de echo irme sólo de fiesta a las discotecas… Pero debería haber echo antes estos ejercicios. Con todo, más adelante sí hice este primer ejercicio… a) Lo primero de todo, haremos un ejercicio que nos permitirá perder casi completamente el miedo al qué dirán: Salimos a la calle, y empezamos a decirle hola a todos los transeúntes con los que nos encontremos... El objetivo de este ejercicio es que los transeúntes piensen de nosotros algo así como “qué chico más tonto. Me saluda a pesar de que no me conoce de nada”… El Hola tiene que ser claro, pero sin pasarse. Da igual que te contesten o no. El objetivo es desensibilizare completamente de nuestro mayor lastre a la hora de tratar con los demás: el miedo al ridículo. Al final del libro hay una plantilla con un plan propuesto para poder medir nuestros avances, además es conveniente exigirnos un horario que nos obligará a realizar todo el proceso de transformación. Es conveniente cumplir el horario que nos hagamos a rajatabla. b) Una vez que ya dominamos completamente el ejercicio anterior, seguiremos intentando perder completamente el miedo a los demás con otras interacciones… No quiero convertir

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 esto en una lista interminable de ejercicios, por eso, voy a poner alguna de las cosas que he hecho yo: -- Intentar meter mi currículum en un puesto de castañas -- Preguntarle al dependiente de un bar si puedo beberme lo que ha sobrado del fondo de las copas -- Meterme en una tienda de moda de mujeres y probarme un sujetador -- Parar a gente por la calle para preguntar donde está tal edificio de la ciudad, preguntaba sobre todo por la Torre Eifel, la Estatua de la Libertad; el Coliseo,… Estos primeros ejercicios no están exentos de un fino sentido del humor… que no está reñido con tener un absoluto respeto a la gente que son nuestras “víctimas”… -- Preguntar donde está la calle “Krasty el Payaso”. Esto fue lo que más me gustó. Por supuesto, todo este primer ejercicio lo tenemos que hacer con una cara que parezca que nos tragamos a pies puntillas nuestra mamarrachada… Recuero aún cuando pregunté por primera vez por la calle “Krasty el Payaso” a una señora de mediana edad… Se me descojonó en la cara… pero yo aguanté como si me lo siguiese creyendo… Con todo, la señora decía que no la conocía, que si era broma… Y yo seguí creyéndomelo, hasta que terminé por convencer a la señora que la calle Krasty el Payaso existía… Casi nos ponemos a buscarla juntos… Esto sólo es una muestra del sentido del humor que le podemos echar a la hora de lograr nuestra primera transformación. En el fondo, es muy importante desarrollar una buena dosis de sentido del humor en nuestras interacciones sociales. Por supuesto, insisto, esto no está reñido con tener un trato esquisto y completamente respetuoso con las personas desconocidas con las que interactuemos. Las personas más populares saben usar muy bien el sentido del humor en esos momentos en donde la situación lo requiere. Pero también saben ser serios en esos momentos en donde la situación lo requiere. Es cuestión de saber cuando conviene hacer una coña; o cuando conviene ser serios y no tomarse las cosas de cachondeo. Por supuesto, en la primera parte de nuestra terapia transformadora, el sentido del humor tiene una importante presencia.

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Capítulo 8. Aprender a aceptarnos como hombres o como mujeres Uno de los grandes problemas que tuvimos las personas que éramos insociables y poco carismáticas, es que no sabíamos aceptar nuestros roles como hombres o mujeres. Por eso, en este capítulo vamos a aprender a aceptarnos como hombres o como mujeres. Este problema sobre todo afecta a los hombres… pero también las mujeres cada vez más se les están olvidando el oficio a tiempo completo de ser mujer… Por eso, vamos a empezar por recordar que los hombres, como es evidente, son distintos de las mujeres. No sólo en cuanto a sus evidentes disimilitudes físicas. También hay ciertas diferencias psicológicas. Lo primero de todo: hay hombres y hay mujeres. Y esto es así por dos grandes motivos: 1. La evolución ideó un mecanismo de dividir a las especies por sexo para de este modo desarrollar una estrategia de selección natural, en donde los machos más fuertes serían los que se reproducen. A las hembras, sin embargo, les afectaría menos la selección sexual, reproduciéndose por tanto casi todas; 2. que haya dos formas distintas de pertenecer al género humano (masculino y femenino) es una extraordinaria forma de adaptación al medio. La especie humana sería un buen exponente de las ventajas que tiene que las especies se dividan por género, esto nos da una gran versatilidad funcional: Las mujeres estarían especializadas en funciones relacionadas con la cría de los hijos y el cuidado del hogar; y los hombres estarían especializados en funciones de aprovisionamiento y de defensa del clan. Con todo, el mundo moderno no deja de intentar convencernos de que los hombres y las mujeres somos “iguales”, que tenemos que acostumbrarnos a realizar ambos los mismos tipos de trabajo, que tenemos que acostumbrarnos a que las relaciones entre hombres y mujeres sean simétricas e igualitarias,… y otras mamarrachadas varias. Y precisamente este es uno de los principales problemas de las personas poco sociables; no saben muy bien qué rol les corresponde como hombres o como mujeres. Por eso, en este capítulo, vamos a aprender a aceptarnos como hombres o como mujeres, desentendiéndonos un poco de la visión igualitaria entre hombres y mujeres con la que nos machacan desde los medios de comunicación. Y lo anterior debe de entenderse bien: la igualdad entre hombres y mujeres fue un hecho hasta hace 10.000 años. Sólo entonces, al surgir las primeras civilizaciones, los hombres intentaron someter a las mujeres, intentaron hacer de las mujeres sus esposas exclusivas, sus amantes exclusivas, sus cuidadoras exclusivas,… en definitiva, sus esclavas… Pero antes de esas primeras civilizaciones, hace como decimos unos 10.000 años, las mujeres y los hombres efectivamente, http://seduccionyautoayuda.com

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 eran iguales, pero sólo en propiedades, en derechos, en estatus con respecto a los demás… Las antiguas tribus hacían profusión de una igualdad entre hombres y mujeres muy acertada… pero los roles de los hombres y las mujeres, sus puestos sociales, sus funciones, sus labores,… eran distintos. Yo apuesto por una igualdad en derechos entre hombres y mujeres, pero manteniendo las específicas diferencias psicológicas y físicas entre hombres y mujeres. A nadie le gustan los hombres afeminados ni las mujeres marimachos… Por eso nada mejor que redescubrir nuestra esencia como hombres y como mujeres haciendo una lista de las grandes diferencias entre nosotros. Con todo, ya podemos advertir, que los hombres han terminado por desarrollar por medio del mecanismo de la evolución algunas de las habilidades funcionales típicas de las mujeres…

Ejercicio nº 2: Recuperar nuestra esencia de hombres o mujeres Recuerdo que hace unos días estuve ojeando unos comentarios de un foro en donde se discutía sobre si la página de ligue a través de Internet Badoo merecía o no la pena… Uno de los chavales del foro se quejaba amargamente que en 6 años no había logrado una sola cita con una chica de Internet… Y se preguntaba, por qué en la página mencionada Badoo, se mostraban los supuestos intereses de las chicas por él… Resulta, que la página de ligue Badoo, tiene un apartado en donde puedes añadir a las chicas que te gustan a una lista que dice algo así como “quiero quedar con élella”… Pero claro, a los chicos que están apuntados a esa página también les llegan supuestos guiños de chicas que supuestamente quieren conocerlos… Pero Badoo tiene una buena dosis de estafa… y esos supuestos intereses de chicas por chicos son producidos automáticamente por el sistema… Las chicas no tienen nada que ver… Con todo, el chico del que estoy hablando… esperaba y esperaba para que las chicas mostrasen interés por él, para que las chicas cayesen locamente enamoradas a los pies de su perfil… Este es un buen ejemplo de la degeneración en la que han podido llegar a caer los hombres en la cultura occidental: ahora ya ni sabemos que somos nosotros como hombres los que debemos de dar el primer paso con las chicas… Y ni sabemos que, por muchos pasos que demos, por muchos cortejos que realicemos sobre distintas mujeres… lo normal es que, como hombres que somos, aunque seamos guapos, aunque seamos interesantes, lo normal es que las hembras nos rechacen... Es ley de vida: los hombres cortejan, y las mujeres, por lo general, rechazan… Pero claro, si nos quedamos detrás de la pantalla de un ordenador esperando que la chica de tus sueños te “pinche” en el cuadrito de tu perfil que pone “quiero conocerte”… lo llevamos claro… Somos nosotros los que debemos de tomar la iniciativa con las mujeres; y somos nosotros, los hombres, los que seremos muy probablemente rechazados por las mujeres… Con todo, exponemos a continuación una serie de ejercicios prácticos que nos deben de ayudar a recuperar nuestra esencia como hombres o como mujeres. a) Recuperar nuestra esencia masculina 1. Sal a la calle a dar un paseo por un lugar concurrido. Cuando te cruces de frente con una mujer de buen ver, mírala fijamente a los ojos, con una mirada directa pero no obscena… aunque sí con cierto toque obsceno… Mira después su cuerpo, de arriba abajo… muy suavemente, con movimientos de ojos muy lentos y delicados… Sólo míralas por adelante… es de muy mala educación mirar a una chica por la zona de atrás… Sostén las miradas a los ojos cuando las mujeres te la devuelvan… Si la chica aguanta los ojos durante más de un segundo… entramos en la zona del coqueteo…

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 2. Seguiremos jugando con la mirada… pero ahora con chicas que ya conocemos. Cuando entables alguna conversación con una amiga que te diga algo como mujer, tienes que siempre tener cuidado con no caer en la zona de amigo… Y esto independientemente de si ves a esa chica como posible pareja o no. Los hombres más populares y con más éxito entre las mujeres, siempre se muestran seductores y varoniles en sus relaciones con las damas. Por ello, debemos de ser un tanto descarados con la mirada cuando hablemos con alguna de nuestras amigas que nos atraiga sexualmente. Debemos de mirarla de arriba abajo, a los ojos, luego a su boca, luego vamos bajando la mirada a través de su cuerpo, llegamos a su cuello, y nos vamos empapando de las inmensas sensaciones que nos generan la contemplación de la fina piel femenina. Y seguimos hacia abajo, hacia las formas de su pecho, paramos un poco en sus pezones la mirada, antes de seguir, muy lentamente, bajando nuestra mirada, hasta llegar a la zona de su vientre. En su vientre, detenemos los ojos… para a continuación bajar hasta la zona de su entrepierna… detenemos un segundo los ojos ahí, y luego, seguimos por sus muslos… Aquí termina nuestro recorrido turístico por la zona de adelante del cuerpo vestido de una mujer… Luego cogemos y volvemos a mirarla a sus ojos, después de un breve lapsus, en donde hemos dirigido nuestros ojos durante unos segundos a algún lugar perdido en el horizonte… como si estuviésemos pensando, para a continuación, volver sin previo aviso a mirar a los hermosos y sensuales ojos de la mujer… pero ahora ya nuestros ojos han cambiado: han visto la luz… Y eso se nota algo, pues nuestros ojos ahora miran de forma un poco más groseramente… un poco más pícaramente. Aprende a mirar a una mujer, y aprenderás a que muchas mujeres te amen. 3. Los tratos de los hombres seductores con las mujeres son una extraña mezcla entre descaro y sinvergüencería, por un lado, y una exquisita educación, por otro. Por eso, tienes que jugar un poco al juego de la ambivalencia con las mujeres: por ejemplo, cuando ella te pida que le cedas tu sitio, niégaselo dulcemente… Pero más tarde, cuando veas que hace frío y que ella no tiene chaqueta, coge la tuya y pónsela sobre sus hombros. Los hombres más ambivalentes con las mujeres hermosas son los más apreciados por estas… 4. Aprende a escuchar a las mujeres, aprende que una mujer es una caja inmensa de recuerdos, de pasiones, de sentimientos delicados… y tú eres un entrañable receptor de todo ese rico mundo sentimental del cerebro de una mujer. Tienes que animar en las conversaciones con mujeres que te atraigan a que se habrán de corazón a ti, tienes que aprender a escucharlas, a comprenderlas, a no intentar razonar, simplemente a apoyarlas y a hacer ver que tú te sientes completamente identificado con los finos sentimientos de una mujer. En el fondo, conversar con mujeres es muy distinto que conversar con otros hombres: cuando hablamos con nuestros amigos, usamos sobre todo la argumentación lógica, con argumentos, apelaciones,… un poco al modo de un juicio; pero las conversaciones de las mujeres con hombres seductores, son muy distintas: básicamente ella habla, y el hombre comprende, añadiendo aquí y allí alguna frase acertada y que hace sentirse a la mujer arropada. 5. Aprende que en el cerebro de una mujer no hay por lo general sentimientos de ira, de desprecio profundo, de envidia profunda (salvo hacia otras mujeres, pues normalmente se comparan mucho entre ellas, se desprecian, pelean psicológicamente por el puesto de mujer más valiosa, más encantadora, más atractiva del grupo…),… Una mujer es un ser delicado, pasional, lo más negativo que debería admitir una mujer, es un nega, o sea, cuando la negamos alguna cosa que nos ha pedido, como en el ejemplo de la chica que nos pide que le cedamos la silla de arriba. Me gusta mucho la comparación que hace Mistery entre una mujer y una gata: ninguna de las dos admite

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 órdenes. A una mujer o a una gata no se la puede dominar con amenazas, con órdenes, con violencia dialéctica. Esta mala costumbre que tenemos los hombres de intentar dominar con violencia (aunque sea violencia en palabras) no funciona con una mujer… y cada vez funciona menos entre los hombres. Dominar a una mujer es hacer que sienta que nosotros somos muy varoniles, que somos dominantes, protectores, delicados, pero a su vez con carácter, que no cedemos a los chantajes, y que no nos arrastramos por una mujer… Por eso, cuando quieras convencer a una mujer de algo… actúa un poco como si esa mujer fuese una gata, mimosa, caprichosa, que si intentas forzarla te enseña los dientes… A una gata o a una mujer no se le pueden dominar más que con sentimientos, con amor, con aprecio… No sirve ni los argumentos lógicos, ni la violencia. Con todo, quedan explicados los 5 puntos fundamentales que nos deben de guiar en nuestro trato con mujeres… Pero dentro de nuestro trato con mujeres, no es lo mismo tratar con una amiga que nos gusta porque está de buen ver… que con esa bibliotecaria de 76 años que siempre nos trata de forma encantadora cuando vamos a devolver un libro... Por eso, tenemos que intentar aplicar los 5 puntos esenciales en nuestras interacciones con mujeres… salvo, evidentemente, que la situación no requiera aplicar alguno de ellos, por ejemplo, con la bibliotecaria de 76 años no es conveniente jugar con la mirada, ni mirarla de arriba abajo. Tampoco es conveniente con una chica que nos va a hacer una entrevista de trabajo… Es una cuestión de inteligencia. Eso sí, como norma general, en nuestro trato con mujeres, intentaremos aplicar los 5 puntos básicos mencionados. Y aunque la mujer con la que tratemos no nos atraiga sexualmente, debemos de hacerlas sentir toda una mujer… incluso a nuestra bibliotecaria de 76 años. Las mujeres agradecen que los hombres las hagan sentir mujeres hasta el día de su muerte. Tenemos una interesante anécdota de mujeres que las gustan los hombres que aplican nuestros cinco puntos maestros para tratar con mujeres. Cuenta José Luis Sampedro, que en un ingreso hospitalario en los Estados Unidos en donde se le sometió a una operación de vida o muerte, se encargó de cuidarlo, ya pasado lo peor, una enfermera negra. Y resulta, que con el trato elegante de Sampedro, con su trato esquisto con las mujeres, su delicadeza para el género femenino, su gran comprensión y su gran sensibilidad… llegó un momento en donde la enfermera negra no pudo más, y casi llorando, le confesó a Sampedro que nunca nadie la había echo sentir así como mujer… Ella, doblemente discriminada durante toda su vida, por ser negra y por ser mujer, por primera vez alguien la había echo sentir como una verdadera mujer… Y esta anécdota se explica por un factor fundamental que distingue a la cultura de Europa de la cultura de USA. Como ya he dicho en alguno de mis artículos, Estados Unidos es un país prefabricado, en donde el estilazo característico de Europa no ha llegado… De hecho, las mujeres jóvenes yankees, que vienen a estudiar a Europa, se quedan profundamente

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 conmocionadas por la forma de mirar descarada que tienen los hombres europeos… Las miran de arriba abajo, las miran los ojos, el pecho, las hablan con dulzura, aunque se llevan algún nega de vez en cuando... y todo eso, las hace sentir muy mujer… La forma que tenemos aún los europeos de mirar de arriba abajo a las mujeres, no se da de igual forma en USA... Tanto es así, que estas estudiantes yankees jóvenes, cuando regresan a USA, se quejan de que allí los hombres no las saben mirar… Por eso, y en eso consiste este segundo ejercicio, es muy importante aprender a tratar con mujeres, y es muy importante saber que no debemos de tratar de igual forma a un hombre que a una mujer. Por tanto, el ejercicio consiste en aplicar todo este largo recorrido teórico en nuestras interacciones con mujeres. Como hemos dicho, tenemos que visualizar cómo lo vamos a hacer. Luego salimos al campo (insisto, con lo de “campo” me refiero a nuestro ámbito social, sea el bar, la discoteca, la calle,…), y teniendo más o menos un mapa en la cabeza de lo que tenemos que hacer, empezamos a interactuar con esa mujer con la que hemos quedado, pero en nuestra interacción, nos visualizaremos, un poco como si tuviésemos un monitor alojado en nuestro cerebro, y en ese monitor se proyectase la imagen de nosotros interactuando con la chica, que quizás está siendo grabada desde una cámara sostenida por un hada invisible… Esta es la técnica fundamental para poder realmente cambiar nuestros hábitos: visualizar, probar en el campo, rectificar los errores, y volver al campo a intentar que ahora sí nos salga… Y con todo, no vale con leerse esto para avanzar en nuestra nueva personalidad de persona seductora... hay que salir a practicar estas cosas. Es ideal para practicar apuntarse a las quedadas de Internet de los Singles. Hay muchas páginas y en todas las provincias Españolas (supongo que también en Iberoamérica habrá páginas similares…) Pero no olvidemos, cuando vallamos a una de estas quedadas, es fundamental saber que vamos con una intención clara: poner en práctica lo aprendido. Vamos a divertirnos, divertirnos mejorando como hombres seductores. Por tanto, creo que queda bien claro en qué consiste este segundo ejercicio. Todo el libro es muy importante, pero los pilares de nuestra transformación de personas poco sociables en seductores, son los ejercicios, y por supuesto, hay que practicarlos hasta que nos salgan… Una vez que nos han salido, ya podemos olvidarnos de visualizar nuestra actuación, pues nos saldrá lo aprendido de forma inconsciente. Pero hasta entonces, tenemos que visualizar nuestras interaccione sociales, otra vez lo repito, con el método de la autoconsciencia, consistente en ver nuestra actuación en el campo en directo: nosotros somos los que estamos hablando con unos chicos en la calle; y a su vez, nosotros vemos nuestra interacción con esos chicos a través del monitor alojado en nuestro cerebro que nos transmite una señal grabada por una cámara portada por un hada invisible… Por supuesto, al principio no nos saldrá bien… Pero avanzaremos cada día, hasta el punto de que no recoceremos a nuestro viejo yo en unos meses de práctica (dos intensivos) b) Recuperar nuestra esencia femenina 1. Siéntete mujer, siente tus curvas, siente tu fina piel, siente tu sensual cuerpo, tu sensual carácter, tu sensual voz, tu sensual aliento… Eres la fruta prohibida y apetecida de más de 3.000 millones de seres en la tierra… Y eso debe de seguir siendo así durante toda tu vida. No creas que con la edad llegará un momento en donde dejarás de ser mujer… Siempre serás mujer, delicada, seductora, pretendida por cientos de hombres,… 2. Deja que los hombres te cortejen, pero a su vez, se tú también un poco descarada… Que el inicio del cortejo sea sobre todo cosa de hombres, no significa que tú misma no tengas que hacer alguna maniobra para que ese hombre que te gusta y que tú crees que le gustas a él lo tenga más

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 fácil... pero no le recorras todo el camino. En el fondo, que se atreva a dar el primer paso, que demuestre lo que vale, que demuestra su hombría, que le eche cojones y sea él el que corra con el mayor peso del cortejo… es una prueba fundamental que tienen que pasar los hombres para ser aceptados por las mujeres. Por eso, vosotras, casi nunca dais el primer paso: porque vosotras ya valéis mucho… son ellos, nosotros, los hombres, los que debemos poner a prueba si os merecemos… Pues como digo, puedes ayudar un poco a ese chico que te gusta. Recuerdo la anécdota que me sucedió hace 3 semanas en los locales de marcha de Salamanca. Coincidí en uno de ellos con un grupo de chicas muy monas… Yo me fijé en una de ellas, pero luego la perdí de vista… Y había otra chica que también era mona, pero me gustaba menos... aun así, decidí mirarla… Ella al principio no me hacía caso… pero luego ya cayó en mi juego de miradas, y nos pillemos mirándonos varias veces… Yo me largué del local, y fuimos yo y mis amigos a otro… y dio tal casualidad, que el grupo de amigos de la chica y la chica misma, hizo lo propio… y resulta que volvimos a encontrarnos, ahora en un local nuevo… Nos topemos casi de frente, con una pícara media sonrisa entre ambos… El grupo de la chica y el mío estaban en el mismo lugar casi… pero el grupo de la chica, tras pedir sus consumiciones en la barra, cambió de lugar. La chica... iba un tanto rezagada, tanto que, al pasar justo donde estaba yo, se paró, y estuvo 10 segundos enteros, parada, casi al lado de mí, mientras su grupo iba hacia adelante. Evidentemente me estaba ayudando... yo no la entré, supongo que porque no la veía como posible novia... creo que no hubiésemos encajado… Pero me ayudó, me puso las cosas fáciles, pero no dio el paso. Si quieres tener todo un supernovio… más te vale ayudarlo un poco. Los tíos podemos ser muy lanzados, pero no somos suicidas… De echo, las mujeres también tenéis que colaborar en el cortejo, de esta forma, vosotras también, con vuestra delicadeza, y con vuestra discreción, demostrareis que valéis mucho como mujeres… 3. Cuida tu cuerpo y tu mente, si tienes un cuerpo y una mente echados a perder… ya eres mucho menos mujer… Por eso, y esto vale para chicos y chicas, tenemos que cuidar nuestro cuerpo, tenemos que tener un cuerpo que se pueda decir que estamos buenos… Y para ello, nada mejor que algo de ejercicio diario, combinado con una dieta que no nos deje ni demasiado gordos ni demasiado flacos… Lo ideal, tanto en hombres como en mujeres, es tener un cuerpo de tíos y tías que están buenos, con carnes, con grasa… Nada de esqueletos, ni de michelines exagerados… Aunque algún michelín sí puede ser curiosamente muy sexy… porque redondea aún más las vertiginosas curvas de las mujeres, incluso de los hombres… 4. Se siempre delicada en el carácter, no agresiva, comprensiva… Por supuesto, te puedes enfadar en eso momentos en donde te han humillado… Es ahí los momentos ideales para soltar una dosis de ira mezclada con otra dosis de lágrimas… Las mujeres tienen que cultivar su femineidad, en nuestra sociedad, se están convirtiendo en marimachos agresivos… 5. Se siempre un poco maternal, preocúpate por las personas que tienes alrededor… por ejemplo, por ese amigo que parece que tarda... esta es una característica de las mujeres muy seductora, el preocuparse por todos, el preocuparse por cuidar a los demás… Podemos decir de los ejercicios para recuperar la esencia femenina exactamente lo mismo que de los ejercicios para practicar la esencia masculina: hay que visualizar cómo vamos a moldear nuestro carácter de mujer, hasta llegar a adaptarnos a los 5 puntos básicos que hemos descrito, y luego salir al campo, a la calle a practicar hasta que nos salga.

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 Con todo, hemos dicho antes que los hombres han terminado emulando a las mujeres en un rol típica de estas… Y es que, a los hombres parece que les corresponde el cazar, el proveer,… y a las mujeres el cuidar, el abrazar,… Pero los hombres han terminado por evolucionar a través de los designios impuestos por la selección natural, y han dado lugar a una serie de habilidades emocionales muy parecidas a las mujeres. Ahora los hombres también pueden ser tiernos, pueden ser amables, pueden ser seductores… Los sentimientos y la sociabilidad no es ahora territorio exclusivo de las mujeres. De hecho, los hombres con más inteligencia emocional tienen un gran éxito entre las mujeres… Un hombre verdaderamente seductor, con un buen manejo de las emociones, será puesto como candidato a posible pareja por el 90% de las mujeres con las que se cruce a lo largo de su vida… De ahí lo importante que es para los hombres el desarrollo de la inteligencia emocional, y el desarrollo de unas habilidades adecuadas en el trato con mujeres. De hecho, me apostaría que este libro lo comprarán más hombres que mujeres… y es que somos precisamente los hombes, los que más problemas de sociabilidad tenemos, precisamente porque a las mujeres, el ser sociales, de normal ya les viene de serie… Nosotros tenemos normalmente más dificultades, y tenemos normalmente que aprender a ser sociales… Las mujeres, salvo raras excepciones, no necesitarán aprender a socializar. Pero con los hombres es al revés, y salvo raras excepciones, todos necesitamos aprender a socializar, todos necesitamos aprender a tratar con mujeres con los jefes, con los amigos, con la familia… Por eso la importancia de esta labor, que en homenaje a Flaubert, podemos llamar “la educación sentimental”. De cualquier forma, este libro está escrito también para mujeres que tengan problemas de sociabilidad, aunque se que lo leerán más hombres que mujeres… porque hay más hombres que mujeres con problemas de sociabilidad…

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Capítulo 9. Desde el “meneo del cuerpo” a la expresión corporal En mi blog he escrito ya una gran cantidad de artículos… Por supuesto, este texto sólo estará al alcance del quien lo haya comprado… pero no puedo por menos de recordar aquí el artículo en el que se me ocurrió escribir este libro… Y es que, esos artículos especiales, merecen ser destacados, entre otras cosas, porque ellos me han sugerido escribir este tratado. Y este, como digo, es especialmente especial, porque él me sugirió escribir este libro. Y por supuesto, trataba del lenguaje corporal:

a. Mostrar seguridad con la postura de nuestro cuerpo El arte de la seducción afecta a todos los campos: el laboral, el amoroso, con los amigos, con la familia… Ser seductores y ser carismáticos, nos abrirá un montón de puertas. A veces oímos de los demás eso de “hay que ser uno mismo”, o “hay que ser natural”. Olvídate de esto, como ya he dicho, tenemos que ser la mejor versión de nosotros mismos que podamos. La especie humana es maleable, como la plastilina. Es cierto que dentro de unos límites puestos por la biología. Por tanto, debemos de dejar de “ser naturales”, y empezar a moldear nuestro carácter, nuestro trato con los demás, y también, nuestro lenguaje corporal. El cuidado del lenguaje corporal y de nuestros movimientos es un principio ideal para empezar a hacer de nosotros mismos la mejor versión que podamos. En este artículo, mostramos las claves para aprender a seducir con la postura de nuestro cuerpo. La forma de andar en las distintas culturas Los japoneses del mundo rural tienen un andar característico: andan un poco con las piernas separadas, con andares lentos y cargados, un tanto al modo que vemos andar a esos “cowboys” de las películas americanas. ¿Por qué andan así? ¿Porque andan de forma “natural”? No existe una forma de andar natural, el hecho de tener genes de raza japonesa no te hace andar así más que si tenemos genes de raza europea. Los japoneses han aprendido a andar así. Japón es un país muy montañoso, y los campesinos de las zonas tradicionales han terminado por andar con ese extraño lento paso y con piernas muy separadas, debido a que si, nosotros queremos cargar con 20 kilos de alfalfa sobre nuestras espaldas montaña arriba, veremos que la forma más eficiente para subir esa montaña http://seduccionyautoayuda.com

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 cargados así es separar las piernas y dar pasos cortos… Los japoneses han terminado por andar todo el rato como si cargasen con 20 kilos de alfalfa sobre sus espaldas montaña arriba… Esto demuestra que la forma de andar, nuestros movimientos, nuestro lenguaje corporal, es moldeable. Imprimir sensación de fuerza con nuestros movimientos Una importante lección de la seducción es aprender a movernos. Nuestros movimientos transmiten a los demás un montón de información sobre nuestra personalidad. Los machos más dominantes se mueven de forma distinta a aquellos hombres más sumisos. La serotonina es una sustancia que genera el cerebro. Resulta, que en el mundo animal esta sustancia se usa como una forma de regular las relaciones de un determinado grupo social. Los machos más dominantes se comportan de forma un tanto más segura debido a que sus cerebros generan más serotonina: en cambio, los machos más sumisos tienen un cerebro que genera menos serotonina, y esto se termina por reflejar en los andares: los machos más dominantes andan con esa sensación de seguridad; los machos más sumisos andan con movimientos más erráticos, más encorvados, agachando la cabeza, con movimientos que pueden cambiar entre ser demasiado rápidos, o demasiado lentos, un tanto descoordinado todo. Y aunque pueda parecer increíble, en la especie humana la cultura nos puede hacer modificar las tasas de nuestro cerebro de generación de serotonina. En el fondo, llevo experimentando conmigo mismo cerca de 10 años… De echo, voy a narrar mi experiencia en un libro, que espero publicar en unos meses... Se podría llamar como el libro de Jack the Ripper, “de perdedor a seductor”… pero eso sí, con mucha más calidad y con los conocimientos de un experto. Pero podemos ir aquí adelantando algunos datos de este espectacular estudio. Yo he pasado de ser sumiso a ser dominante, aunque tengo que decir, que es un proceso aún no concluido, entre otras cosas, porque por el medio se metió una larga y dolorosa depresión… Espero que en cuatro meses termine ya mi “estudio”… y me habré transmutado completamente desde sumiso a dominante… Las claves para mostrar seguridad con nuestro cuerpo Por supuesto, este camino puede ser seguido por cualquiera. Tenemos que tener en cuenta que la generación de serotonina de nuestro cerebro puede variar: si nos empezamos a comportar como machos dominantes, el cerebro empieza a generar más serotonina. Y si lo hacemos durante un tiempo, entonces este nivel extra de generación de serotonina por nuestro cerebro se convierte en permanente, subiendo escalas en la jerarquía de la dominancia humana. Y una de las mejores formas de obtener este supercerebro que genera serotonina suficiente para llegar a ser un macho dominante, es empezar a cambiar nuestros movimientos. Imaginémonos por ejemplo como camina por la calle una persona tímida y sumisa: con las manos en los bolsos, un tanto encorvado, como el jorobado de Notre Dame; con pasos errantes, un tanto torpes; con la mirada en el suelo; con la cabeza agachada; sin mirar a nadie a los ojos; y cuando se para por el motivo que sea, es aún peor: se encorva más, se mete las manos en los bolsos más profundamente, sigue sin mirar a nadie, tiene miedo cuando algún transeúnte va a pasar cerca de él… se encoge y hace movimientos nerviosos. Puede parecer increíble, pero si empezamos a combatir estas actitudes, si empezamos a andar con estilo, con seguridad, por ejemplo, esto tiene una repercusión inmediata en nuestro cerebro: empieza a generar serotonina y empezamos a ser más dominantes… Por tanto, tenemos que empezar por combatir esta forma errante y sumisa de movernos. Por ejemplo, yo ahora soy capaz de ir mirando a la cara absolutamente todos los transeúntes con los que me encuentro, e incluso puedo mantenerle la mirada en caso de que él me mire también, y no quitarla incluso durante un minuto (lo que es una señal de agresividad… le estoy diciendo: “yo soy el macho

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 aquí, debes de tener cuidado…”; y si le mantengo la mirada a una mujer, es señal de interés sexual por la misma). Pero es que, durante este proceso, yo siento cómo en mi cerebro empieza a fluir unas dosis extras de serotonina… sientes que te hierven las entrañas… Es un buen ejemplo de cómo nuestros movimientos pueden cambiar nuestra personalidad. Las claves para cultivar un lenguaje corporal poderoso 1. Caminar derecho, esto cuesta, porque cuando eres tímido, sientes que tienes que ir agachado… 2. Mirar hacia a delante, y mirar a la cara de la gente cuando te cruces con ella. Mantén las miradas. 3. Se puede andar rápido o lento, pero no cambies el ritmo así como así, como en una buena melodía, hay que cuidar que el ritmo sea siempre el mismo. 4. Los movimientos lentos y delicados son típicos de personas dominantes, los movimientos bruscos y rápidos son típicos de personas sumisas. En la comedia española podemos ver que las personas nobles se mueven con movimientos relajados y suaves; y sus sirvientes, con movimientos rápidos y agitados. Los movimientos suaves son símbolo de nobleza. Aunque esto no está reñido con algunos movimientos que transmitan fuerza en algunas ocasiones, por ejemplo, cuando nos encaramos a otro hombre con el que tenemos problemas, o simplemente, cuando tenemos prisa. En este último caso, nuestros movimientos serán rápidos, pero tienen que estar cuidados igual, un poco, podemos imitar la marcha militar de los solados alemanes. De echo, la forma de andar de los países de centro y norte de Europa, está muy influida por las marchas militares (recordemos que ha sido una zona terriblemente azotada por guerras hasta hace poco). Y esto transmite una gran sensación de fuerza. No tenemos más que ver la gran imagen que tenemos de los alemanes, con su andar seguro y un tanto paramilitar. 5. Cuando te pares para hablar con alguien, estate tranquilo y relajado. Debes de perder para siempre todos los tics, como parpadear en exceso, o tocarse las mangas de la chaqueta. Mira a los ojos ¾ partes del tiempo que hables. Unos 10 segundos miramos a los ojos, apartamos la mirada, y volvemos tras 3 segundos, a mirar a los ojos. Estate muy tranquilo, juega con las miradas, frunce el ceño en ocasiones de forma un tanto juguetona, juega con el volumen de tu voz, pon el tono de voz más grave que puedas y habla fuerte, eso es señal de dominancia… (a mi, me ha ocurrido en la discoteca que me han llegado a oír frases enteras desde la otra punta de la misma…con la música a todo volumen) 6. Cuando estamos parados, nos mostramos muy firmes, muy tranquilos, como si no tuviésemos prisa. Nada de transmitir nervios. Movemos mucho las manos, pero con movimientos delicados. Mostramos la palma de las manos (es señal de liderazgo, hay tenemos a todos los líderes de secta, de pies frente a sus víctimas, con los brazos extendidos y las palmas de las manos abiertas hacia adelante…) en nuestras gesticulaciones. Juega con la posición del cuerpo, no estés todo el rato tieso, apóyate sobre tus caderas, y balancéalas un tanto… es una fuerte señal de dominancia, y cuando lo hagas, sentirás que tu cerebro empieza a hervir con tanta serotonina… 7. Las manos, nunca en los bolsos, o bien gesticulando con ellas, con movimientos delicados, o bien apoyadas suavemente en la zona de nuestros muslos o de nuestras caderas. Por supuesto, si estamos andando, las manos harán de contrapeso. A mi me costó horrores aprender a andar con las dos manos fuera de los bolsillos… porque nuestro cerebro nos dice: “eres sumiso, métete las manos en los bolsillos…” Tenemos que luchar contra esa tiranía, y empezar a movernos transmitiendo sensación de fuerza, de seguridad, en definitiva, de dominancia.

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 Con todo, el secreto para volver a moldear nuestros movimientos es visualizarlos, observar como lo hacemos, e intentar pulir nuestros fallos, hasta que nos empecemos a gustar a nosotros mismos.

El artículo es casi perfecto, con tan poco espacio como ocupa, doy las recetas exactas que nos ayudarían a modificar completamente la postura de nuestro cuerpo. Porque es que, como cuento en el artículo, la forma de caminar nos identifica como hombres dominantes o como hombres sumisos. Las mujeres no tienen este problema. Pero por un hecho fundamental: las mujeres tienen todas un estatus en la sociedad por el mero hecho de nacer. Todas ellas pueden parir, y por tanto, todas ellas valen. No todos los hombres pueden engendrar. De hecho, se calcula que sólo la tercera parte de los hombres que han existido y que han llegado a la edad adulta, han tenido el privilegio de engendrar hijos, o sea, de copular con mujeres. O lo que es lo mismo, a lo largo de la historia de la humanidad, sólo 1 de cada 3 hombres era “seleccionado” por la evolución para dejar sus genes. En cambio, 2 de cada 3 eran excluidos por las hembras como candidato a su alcoba… Por eso es tan importante en los hombres aprender a seducir… Aunque los tiempos hayan cambiado, nuestros instintos no lo han hecho tanto. Y por supuesto, los ejercicios que vamos a proponer también ayudan a las mujeres con problemas se sociabilidad, o simplemente, mejorarán como seres sociales. Y lo dicho en el artículo: en las especies animales la serotonina es la sustancia fundamental que nos marca como seres dominantes o como seres sumisos, especialmente en los machos. Y resulta, que la forma de andar puede darnos una idea clara de si ese macho en cuestión es dominante o es sumiso. Una persona que anda agachada,… es evidentemente un macho sumiso: y una persona que anda con seguridad, mirando a todo el mundo a los ojos, es evidentemente un macho dominante. Pero las sorpresas no terminan aquí. Modificando la postura de nuestro cuerpo, podemos modificar las tasas de generación de serotonina de nuestro cerebro. Por ejemplo, si hacemos el esfuerzo de ir por la calle como muy machos, con movimientos bruscos, mirando a la gente a los ojos… notaremos cómo algo en nuestro cerebro cambia… Nos volvemos más salvajes, más machos, más dominantes… Las mujeres también pueden notar con estos ejercicios cómo aumenta su autoestima, y cómo sienten que aumentan en la escala jerárquica del grupo de las féminas. Aun así, educar el lenguaje de nuestro cuerpo no es sólo una cuestión de dominancia, sino sobre todo, una cuestión de elegancia. El título de este capítulo es de por sí muy descriptivo… vamos a pasar de “menearnos” a expresarnos con el cuerpo. Si no me equivoco, la expresión corporal (bueno, es la danza, pero creo que lo de “expresión corporal” abarca más territorio…) es uno de las denominadas “bellas artes”, junto con la pintura, la escultura, la arquitectura, la música y la literatura. Por tanto, vamos a convertir nuestros movimientos en toda una obra de arte. El movimiento del cuerpo es una de las más importantes lecciones en el arte de pasar de personas poco sociales a seductores. De hecho, toda la filosofía moderna se ha terminado revelando contra la antigua preeminencia del espíritu sobre el cuerpo… Ahora, lo importante en este valle de lágrimas, es el cuerpo. Mejor dicho, el espíritu es importante, pero para construir nuestro nuevo yo, empezaremos desde abajo, empezaremos desde el cuerpo. Por eso, vamos a proponer nuestro ejercicio que nos ayudará de pasar de “menearnos” a expresarnos corporalmente. Como ya dijimos antes, la forma adecuada de realizar estos ejercicios es con el sistema de la autoconsciencia: salir a la calle con el objetivo único de practicar estos ejercicios, y monitorizar nuestra actuación a través de la pantalla que tenemos alojada en nuestro

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 cerebro, en donde se emite la grabación que hace de nosotros mismos un hada invisible que porta una cámara también invisible... Por tanto, visualizamos qué vamos a hacer; salimos a la calle y lo hacemos; y luego, repasamos lo que ha quedado bien, lo que ha quedado mal (y el repaso se lleva a cabo un poco dándole al replay de nuestro monitor alojado en nuestro cerebro…), y volver otra vez a la calle a hacer los ejercicios ahora ya de forma más perfecta que antes.

Ejercicio nº 3: Aprender a movernos Y lo primero de todo lo que tenemos que hacer para modificar nuestros andares, es aprender a amar nuestro cuerpo, aprender a amar nuestro físico, nuestra cara, nuestras piernas, nuestros brazos… Y con todo, quizás no nos venga mal empezar a hacer algo de ejercicio diario… Es una de las mejores maneras de moldear nuestro cuerpo, y un camino que nos dará un buen recorrido hasta llegar a ese hombre seductor que anhelamos… Por eso, nos haremos a nosotros mismos la promesa de que vamos a cuidarnos, vamos a llevar nuestro cuerpo a unas formas orgánicas seductoras… Y para ello, vale con dedicarle una hora al día 4 días a la semana. Haremos dos tipos de ejercicios: 1. Cintura para arriba (como abdominales, mancuerna, flexiones de barra o tumbados,…); 2. Cintura para abajo (por ejemplo, correr y bicicleta… pero en este último caso no vale un plácido paseo por el campo… tenemos que exigirnos, tenemos que sufrir un poquito…) Todos estos ejercicios para cuidar nuestro cuerpo nos ayudarán a su vez a ir tomando una consciencia más profunda de nuestro propio entorno orgánico. De hecho, uno de los tipos de inteligencia que estudia actualmente la psicología moderna, es la percepción sobre el propio cuerpo: las personas de más inteligencia emocional tienen una percepción del propio cuerpo más desarrollada, saben de memoria cómo son sus curvas, sus músculos, sus venas,… Y las personas de inteligencia emocional menos desarrollada, no le prestan especial interés a su cuerpo… Quizás digan eso de “lo importante es lo dentro”. Craso error, y es que, lo que tenemos por fuera ya indica lo que tenemos por dentro. Por ejemplo, una persona que se cuide, que haga esas 4 horas de deporte todas las semanas, que lleve su cuerpo a su máxima expresión de belleza… eso ya nos está indicando que detrás de ese cuerpo tan atractivo y cuidado hay todo un gran cuidador… ¿De quién pensaríamos que tiene mejor carácter, de un persona que tiene un jardín descuidado en donde han empezado a brotar hasta plantas carnívoras…, o de esa persona que cuida su jardín, que corta las malas hierbas, que tiene un jardín que parece el de Versalles…? Con el cuerpo es igual; un cuerpo cuidado quiere decir que detrás de él hay un gran alma cuidador… Por eso, la primera parte de este ejercicio, es coger esa vendita costumbre de dedicarle 4 horas a la semana (seas hombre o mujer) a cuidar nuestro cuerpo con ejercicio.

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 Y repito otra vez: cuidar el cuerpo no sólo nos sirve para estar monos, sino también nos sirve para aumentar nuestra percepción y nuestra consciencia sobre nuestro hermoso cuerpo. Cuidarnos por fuera es un poco cuidarnos por dentro. Con el ejercicio físico ponemos un poco en sintonía nuestro cuerpo con nuestro alma. Pues en la primera parte del ejercicio queda claro (también queda claro que mis “ejercicios” son complejos… porque es la única forma de poder meter tanta información en unas 70.000 palabras que debe tener este libro…) que la percepción sobre nuestro propio hermoso y formado cuerpo es fundamental para aprender a mover luego ese ente biológico que es nuestro cuerpo. Es un poco como en el caso de dos personas distintas que tienen coches distintos: una persona que tiene un Renault 11 medio desvencijado (pero duro como las piedras... e irrompible…) no pondrá demasiado cuidado en su coche: no lo limpiará, no lo lavará, no lo conducirá con elegancia… (conozco gente que no sale a conducir su coche si no se ha duchado previamente…); en cambio, una persona que tenga un Audi 4, lo tratará muy bien, lo limpiará, lo conducirá con elegancia… Queda claro lo importante que es la percepción de nuestro propio cuerpo a la hora de luego “conducirlo”… Y después de que tenemos un cuerpo en condiciones (no exageremos, no hace falta ser como Conan el Bárbaro… con un cuerpo “en condiciones” me refiero a un cuerpo normal pero cuidado…) empezaremos nuestros ejercicios que nos permitirán tomar una consciencia más profunda de nuestro propio cuerpo. Por ejemplo, salimos a la calle… pero antes, por supuesto, ya sabemos que queremos a nuestro cuerpo… por eso, ante de salir a la calle, nos duchamos, nos vestimos con nuestro estilo característico (roquero, hippi, metalero, de sport, friki,…), nos pondremos nuestros complementos, como relojes, cogeremos nuestra cartera… Todas esas pequeñas cosas nos identifican mucho y son una de las marcas más evidentes de las personas verdaderamente seductoras: hacen siempre las mismas cosas de una misma y especial manera. Por ejemplo, podemos recordar a ese seductor hombre que todas las semana a las 5 de la tarde de los jueves, va al mismo bar, vestido de la misma forma, se sienta en el mismo sitio completamente solo, pide siempre lo mismo, y está una media hora saboreando su consumición, sentado siempre en el mismo taburete, y un poco mostrándose como ensimismado… ¿qué pensaríamos nosotros si conociésemos a este hombre…? Es evidente que le pondríamos una imagen de persona seductora, misteriosa, fascinante… Ya en la calle, pues nos ponemos a caminar como un transeúnte más. A mi me encanta andar por las calles por andar, es la mejor forma de poner nuestras ideas en orden: se piensa mejor andando que sentado… No es mala idea coger la costumbre de salir en esos malos momentos a andar por la calle para poner nuestra alma en paz consigo misma… Además, este es un momento ideal para practicar este tercer ejercicio. Nos ponemos a caminar. Como hemos leído en el artículo, nuestra forma de caminar no es “natural”. La cultura ha hecho que, por ejemplo, los españoles caminemos de forma distinta a los japoneses. Por tanto nuestra forma de andar, nuestros movimientos, nuestra forma de estar parados… es algo cultural. Y se trataría en este tercer ejercicio de moldear un poco nuestro movimiento seguramente un tanto descuidado y caótico. La forma de hacerlo, vuelve a ser con el ya repetido hasta la saciedad método de la autoconsciencia: al principio de salir a andar a la calle, no nos hemos dado cuenta de que íbamos caminando, de que movíamos nuestros brazos al caminar, de que estábamos más o menos encorvados con nuestro cuerpo… Pero ahora, cogemos y le prestamos atención a esos movimientos que hacíamos al andar de forma completamente inconsciente. Y por supuesto, esto lo hacemos con el método ya dicho mil veces de imaginarnos que tenemos un monitor alojado en nuestra consciencia, en donde nos vamos viéndonos a nosotros mismos a través de una imaginada cámara que es sostenida por un hada invisible que nos sigue… Y con todo, vamos a modificar la postura que antes adoptábamos al andar, una postura poco elegante y errática… y la vamos a sustituir por una forma más adecuada de movernos, más elegante y que indique a los demás un mayor estatus social. Y es que, los hombres y mujeres no indicamos

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 nuestro estatus por el dinero que tenemos en el banco… Más bien los demás nos adscribirán un estatus por nuestros movimientos, por nuestra conversación, por nuestro carisma, por nuestra forma de vestir, por los grandes o pequeños cuidados que tenemos sobre nuestro cuerpo y sobre nuestra alma… Los tiempos en donde a una persona se le adscribía un estatus por el mero hecho de haber nacido en una familia rica o pobre están desapareciendo. Ahora somos nosotros, con nuestra elegancia, con nuestro saber estar, los que podemos darnos un estatus social sin necesidad de tener que haber nacido en una familia rica… Una vez que ya estamos andando, y una vez que hemos tomado ya consciencia sobre nuestros movimientos con el método descrito justo arriba, entonces empezamos a sentir nuestros movimientos, empezamos a sentir el balanceo de nuestro cuerpo al andar, empezamos a darnos cuenta que nuestros movimientos son seguramente torpes y poco adecuados… Y esto lo vamos a ir trasformando en el trascurso de nuestros paseos por la calle… Con todo, hay dos grandes formas elegantes de ir andando por la calle: 1. Cuando no tenemos prisa. En un paseo en donde sólo hemos salido a contemplar el día, a poner en orden nuestros pensamientos, iremos con pasos cortos, con movimientos lentos, pero nunca erráticos, firmes, no tenemos que ir agachados, como digo en el artículo, no tenemos que parecernos al Jorobado de Notre Dame… Movimientos delicados y lentos, nunca cambies el ritmo, salvo que por ejemplo, tengas que darte prisa para quitarte de encima de un coche que a estado a punto de atropellarte… Tenemos que sentir nuestro cuerpo, tenemos que sentir cómo el propio movimiento de nuestro cuerpo se ajusta a la perfección a las necesidades de esa simple objetivo que nos hemos puesto al salir a la calle: relajarnos, sentirnos a gusto con nosotros mismos, sentir el propio movimiento lento de nuestro cuerpo, que hace que fluyan mejor nuestros pensamientos, que hace que nuestro cuerpo y nuestro alma entren en una sintonía casi perfecta. Con todo, vamos modificando con la consciencia sobre nuestros movimientos los antes movimientos erráticos de nuestro cuerpo, y los vamos sustituyendo por movimientos delicados. Según vamos andando, adaptamos nuestra curvatura del cuerpo, no hay que ir ni demasiado rígido, ni demasiado jorobado. Adaptamos el movimiento de nuestros brazos, nunca en los bolsillos, ambos brazos acompañan con su leve balanceo a nuestro cuerpo. La cara siempre al frente, mirando a la gente a la cara, como si tuviésemos curiosidad, y aguantando las miradas de los transeúntes que nos la devuelvan. Así lograrás poco a poco ir convirtiéndote en una persona más valiente, porque al modificar nuestra posición al andar, al modificar nuestros hábitos a la hora de mirar a los demás a la cara, empezamos sorprendentemente a modificar las estructuras de nuestro cerebro, y estas terminan por aumentar la producción de serotonina en el mismo, lo que hace de nosotros un ser más dominante y con más estatus. Seguimos con nuestro paseo, miramos con curiosidad los escaparates, siempre con movimientos suaves, delicados. Nos paramos con toda naturalidad, sin alterar demasiado nuestro semblante, ante ese escaparate que nos ha llamado la atención. No nos metemos las manos en los bolsillos al estar parado, simplemente las sostribamos en nuestras caderas o en nuestros muslos. A veces hacemos con nuestras manos ese gesto de acariciarnos una con la otra, Y luego, podemos por ejemplo estirar un poco los brazos, haciendo como que los desperezamos. Siente tus brazos al estirarse, levántalos incluso hacia arriba, haciendo ese gesto que hace Stallone en la película Rocky, siente cómo fluyen por ti y por tus levantados brazos las sensaciones de libertad, para volver luego otra vez las manos a las caderas. Después, seguimos con nuestro paseo… empezamos otra vez a andar suavemente, con un movimiento de piernas elegante y delicado, por supuesto, todo el cuerpo acompaña ese movimiento delicado. La cara siempre al frente, y nunca haremos movimientos bruscos a la hora de girar nuestra cabeza. Todo nuestro cuerpo tiene que tener ese algo unitario de un ente total que se mueve con naturalidad, pero

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 lenta y elegantemente, una actitud ideal para dar ese paseo lento y reflexivo que nos hemos propuesto dar. 2. Cuando tenemos prisa. Pues creo que muchos aquí quizás hallan echo la mili… Ese ritmo militar, con pasos largos, con el cuerpo firme, con la mirada al frente un tanto imperturbable… es una forma muy elegante de andar con prisa… Por eso, ese será nuestro modelo… pero OJO, no es adecuado para las señoritas… El modelo de las mujeres andando deprisa, debe de ser parecido, pero debe de seguir manteniendo ese semblante femenino. Una mujer no puede renunciar a su delicadeza aunque ande con prisa… De hecho, un hombre puede también mantener ese semblante delicado a la hora de andar con prisa… Por tanto, el ejercicio consiste en coger y empezar a andar como si tuviésemos prisa, como si hubiésemos quedado con alguien para tomar un café, y llegásemos tarde, como el conejo de Alicia en el País de las Maravillas… Los pasos en este ejercicio para moldear nuestra postura al andar, deben de ser largos, simétricos unos de otros. Los brazos se deben de mover al ritmo de los pasos, pero con un recorrido mayor que cuando no teníamos prisa. Sobre todo, la mirada al frente, a veces la bajamos y miramos abajo… y es que, no somos militares, no debe de parecer que estamos desfilando en el ejército… Simplemente debe de parecer que tenemos prisa, y que tenemos un gran control sobre nuestro propio cuerpo en momentos en donde le debemos de exigir lo máximo. Hemos descrito la forma adecuada de andar si queremos ser elegantes… Pero cada uno debe de adaptar un poco estos ejercicios a sus necesidades y a sus gustos estéticos. Sólo es cuestión de pensar un poco, y luego practicar lo pensado. Además, hay otros momentos en donde se nos exigirán determinadas posiciones, determinados lenguajes corporales, según la situación. Por eso, terminamos este tercer ejercicio, continuando nuestra ya empezada lista de ejercicios para mejorar la postura de nuestro cuerpo y hacer nuestros movimientos más seductores. 3. Movimientos de nuestro cuerpo en casa o en el trabajo. Pues debemos de modificar la postura de nuestro cuerpo, hasta conseguir que nuestros movimientos, cuando estamos por ejemplo en la oficina hiendo de aquí para allá con un montón de papeles… se muestran ágiles y vivos. Y esto tanto para hombres como para mujeres. En estos momentos solemos andar con bastante prisa, y debemos de terminar por adoptar una actitud corporal que demuestra agilidad, soltura, sin renunciar a cierto toque elegante. Nunca hay que poner cara de que estamos demasiado cansados… Y a veces es difícil cuando estamos cansados… por eso, compensaremos esa cara en donde ya se nos nota el agotamiento, con una sonrisa cómplice lanzada hacia alguien que nos halla pillado nuestro semblante que refleja agotamiento… Por lo demás, debemos de adoptar un andar muy vivo, con los brazos por supuesto acompañando el movimientos de nuestro cuerpo, con una gran viveza de movimientos, en este entorno somos un poco seres no sociales… simplemente trabajadores que deben de rendir… por eso, debemos de demostrar una gran movilidad, una gran agilidad… Y mostrar un poco que tenemos pilas para rato, un poco debemos de dar esa sensación de que parece que no nos vamos a cansar nunca. 4. Movimientos de nuestro cuerpo en bares o locales de fiesta. En esas noches de los sábados en donde salimos con nuestros amigos a tomar algo por ahí, es especialmente importante la postura de nuestro cuerpo. Debemos de dejar de andar y de movernos con movimientos erráticos. En esas noches de fiesta, los movimientos que reflejen autoestima, que reflejen positivismo y confianza en el futuro, son los ideales. Y para conseguir reflejar esto, nada mejor que andar con un ritmo ni muy lento ni muy rápido, un poco a medio camino entre los andares del punto 1 y del punto 2, con un movimiento muy delicado, demostrando una gran chulería, con esos movimientos finos y

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 un poco femeninos… También tenemos que demostrar un tanto de descaro con nuestros movimientos… esos movimientos delicados y un tanto chulos son ideales para conseguir esto. Estamos de fiesta, estamos celebrando que estamos vivos,… eso se tiene que reflejar en nuestros movimientos. Una buena forma de conseguir moldear el movimiento de nuestro cuerpo para alcanzar su máxima expresión en nuestras salidas de fiesta, es poner todo el centro del equilibrio de nuestro cuerpo en nuestras caderas. Tú piensa que lo primero que mueves son las caderas, y el resto del cuerpo se tiene que ajustar un tanto a ese ritmo marcado por nuestras caderas. Y esto tanto en hombres como en mujeres… A la hora de bailar, igual, baila desde las caderas, pero OJO, no confundas mover el culo con bailar desde las caderas… Las mujeres pueden mover un poco más el culo a la hora de bailar, pero en el caso de los hombres, debemos de mover también nuestro cuerpo desde el centro de gravedad de nuestras caderas… pero el resto del cuerpo tiene que acompasarse a esa guía que pone las caderas, de forma un tanto más rígida que si fuésemos mujeres, en donde las caderas pueden ir más a su bola, e independiente del resto del cuerpo… 5. Movimientos de nuestro cuerpo cuando vamos con nuestros amigos al cine. Por supuesto, no es lo mismo salir por la noche de fiesta, que salir por el día con nuestros amigos para ir al cine… Por eso, movimientos delicados, suaves, pero no tanto como si estuviésemos de fiesta. Si las noches de los sábados cuando salimos de fiesta, adoptamos una actitud con nuestro cuerpo eminentemente chulesca; las tardes de los domingos, en donde hemos quedado para ir al cine, nuestros movimientos se caracterizarán por la gracilidad, seremos un poco más juguetones. Los sábados por la noches son para seducir; los domingos por la tarde son para jugar… Para conseguir esto, nada mejor que andar con unos andares que rezuman tranquilidad, pero a su vez, de vez en cuando, cuando nos paremos por ejemplo a comentar algo con nuestros amigos camino del cine… podemos cambiar esa tranquilidad de nuestro cuerpo por unos movimientos más juguetones, con algún que otro balanceo sobre nuestras caderas, mientras dirigimos a nuestro interlocutor una sonrisa cómplice… y le tocamos con nuestra mano en un hombro, como muestra de que entendemos muy bien el chiste que nos acaba de contar… 6. Movimientos de nuestro cuerpo al estar parados. Muchas situaciones requieren estar parado delante de otro. El tránsito entre el estar andando, y el pararse, por ejemplo, delante de un amigo con el que acabamos de encontrarnos, debe de ser lento, progresivo y dando una gran sensación de seguridad en nuestros movimientos. Una vez que ya estamos parados ante ese amigo con el que nos acabamos de encontrar, nos ponemos brevemente las manos apoyadas en las caderas, luego, las bajamos, pero no las metemos en los bolsillos. Pero por supuesto, también debemos de gesticular con ellas, con movimientos suaves e intuitivos, pero no todo el rato, o nos

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 pareceremos a esa mujer que traduce los telediarios al idioma de los sordomudos… Las palmas de la mano siempre abiertas, salvo que hagamos ese gesto de fuerza de cerrar los puños mientras fruncimos el ceño. Mostrar las palmas de las manos nos hace persona carismáticas, pues nos muestra como personas con una gran autoestima. Debemos de mirar a los ojos de nuestro interlocutor unas ¾ partes del tiempo. La cuarta parte de lo que sobra, repasaremos con nuestra mirada el panorama circundante, si nuestro interlocutor no es una mujer de buen ver; y su cuerpo, si nuestro interlocutor es una mujer de buen ver… (auque esta última estrategia es arriesgada… sólo para expertos...) La separación que tenemos que guardar entre nosotros y nuestro interlocutor varía: si es un hombre y nosotros somos hombres, mayor; si es una mujer y nosotros somos hombres, menor. Si somos mujeres, con otras mujeres la separación será muy pequeña, y con otros hombres… depende de la confianza que tengamos con ese hombre. 7. Movimientos de nuestro cuerpo estando sentados. El tránsito entre el estar de pies y el estar sentado no debe de ser ni muy lento ni muy rápido. No diré que “natural”, pues alguien que haya llegado hasta aquí leyendo, ya no cree que haya una forma “natural” de ser hombre… Pero sí debe de dar esa sensación de agilidad. Una vez que nos hemos sentado, los hombres debemos de adoptar una posición elegante en la silla, sentándonos lo más atrás de la misma que podamos. A las mujeres se las permite ser un poco más juguetonas… en el siglo XIX, era norma de cortesía que las mujeres también estuviesen muy quietas, muy sentadas hacia atrás, y muy tiesas sobre la silla… Pero incluso entonces, era normal que las mujeres adoptasen posiciones en la silla más juguetonas y más traviesas que los hombres. Pues creo que queda claro: mujeres y niños: movimientos más juguetones e infantiles; hombres: movimientos más elegantes, tranquilos,… pero esto no está reñido con ser juguetón con el carácter… pero sentado en una mesa, un hombre verdaderamente seductor, no jugará con su cuerpo, no intentará buscarle las cosquillas al que tiene la lado, no intentará pinchar con el tenedor la mano del de frente… Bueno, le podemos permitir intentar pinchar con el tenedor la mano del de frente… pero OJO, lo hacemos desde una posición original de elegancia. Vamos, que los hombre podemos ser juguetones en la mesa también… pero que antes de hacer la gamberrada que tenemos planeada sobre la incauta mano del de frente… parezca que somos elegantes, seductores... una vez llevada a cabo nuestra maniobra sobre la mano del de frente, o sobre las cosquillas del de al lado… volveremos a retomar nuestra elegante compostura original… y volver a poner cara de no haber roto un plato en nuestra vida… En fin, estoy agotado… ha sido un esfuerzo muy grande reconstruir los movimientos completos de nuestro cuerpo en cualquier ámbito de nuestra vida…Con todo, es muy importante entender lo principal de este ejercicio: nuestro cuerpo es plastilina; y con nuestra consciencia sobre los movimientos de nuestro cuerpo, le damos forma hasta el punto de que nuestros movimientos con nuestro cuerpo pasarán desde una especie de “remeneo” hasta llegar a ese bella arte que es la expresión corporal.

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Capítulo 10. El estilo de nuestra vida La palabra “estilo” procede del latín stylus, que es el instrumento que usaban los romanos para escribir, el bolígrafo de la época… Con todo, ya podemos adivinar algunas de las denotaciones del término “estilo”. El estilo es una forma característica de ser, o bien de ser texto, o bien de ser hombre. De hecho, lo que estamos intentando en este manual es modificar al hombre desde el texto. La palabra nos puede transformar, siempre y cuando las pongamos en práctica. Leer nos ayuda a ser más sabios… pero no nos ayuda a tener más estilo si no salimos al campo a practicar unas cuantas cosas. Con todo, es muy importante tener un estilo trabajado si queremos llegar a ser hombres seductores. En los demás manuales de “seducción”, los “escritores” nos narran una serie de técnicas infalibles para llevarnos a una mujer a la cama… Pero en el fondo, esto no nos hace ser mejores seductores, simplemente nos hace ser quizás mejores mentirosos. Este libro también trata muchísimo del amor, de cómo ligar, de cómo enamorar… pero empezando por convertirnos a nosotros mismos en alguien que merece la pena amar, que es capaz de ligar, que es capaz de enamorar… Y para ello, nada mejor que trabajar un poco el estilo de nuestra persona, de nuestro vestuario, y sobre todo, el estilo de nuestra vida. Somos hombres y mujeres modernos, no es cuestión de intentar imitar en nuestra vida esa rígida forma de ser de los burgueses del siglo XIX… pero ya he dicho, que este siglo, con su rigor en la educación del carácter, es uno de los más productivos siglos a la hora de elevar al hombre a algo más que un mono recién bajado del árbol. Con todo, en el siglo XIX cayeron de lleno en un gran error: confundieron saber mucho con ser personas interesantes. Mucha gente muy sabia fue durante toda su vida absolutos cretinos en sus relaciones sociales. Y eso es porque no pasaron del texto, vivieron su vida en la mera teoría, y la teoría por sí misma, se nos antoja demasiada alejada de la vida humana. Y con todo, no es cuestión de intentar resucitar los ideales de hombres educados y estrictos característicos de la educación de los hijos de la burguesía europea del siglo XIX… Pero dentro de estos ideales, hay uno que nos viene muy bien para llegar a ser todos unos gentleman seductores y con estilo… Todo el mundo conoce a estas alturas a la escritora del secreto, Rhonda Byrne. Pero todo el mundo conoce también a la más famosa de las educadoras estrictas del siglo XIX: la Señorita Rotenmeyer, personaje de la serie de dibujos animados manga Heidi. En uno de los artículos de mi blog llegué a decir eso de “yo odio a Rhonda Byrne, pero amo a la señorita Rotenmeyer…” Y la amo, porque es una de las personas que más me han inspirado a la hora de encontrar eso que todavía podemos llamar “el arte de la vida”… La estricta forma de educación de la señorita Rotenmeyer, aún con su excesivo rigorismo y su falta de educación sentimental, es un extraordinario ejemplo de lo contrario de lo que se lleva en el mundo moderno: haz lo que te de la gana, hazlo a cualquier hora, no seas organizado, no lleves unos horarios estrictos, no te esfuerces, se perezoso y poco comprometido… Pero las personas con más estilo y más seductoras, tienen una serie de hábitos, que son relativamente estrictos, sin renunciar a la espontaneidad, y esos hábitos son fundamentales para esas personas, sin ellos no sabrían cómo son como personas, cómo vivir, qué hacer cuando se levantan... Y resulta que estos hábitos, como ya dijimos antes, terminan por caracterizar muchísimo a una persona… Arriba ya pusimos un ejemplo, que me permito volver a reproducir aquí para entenderlo mejor: Por ejemplo, podemos recordar a ese seductor hombre que todas las semana a las 5 de la tarde de los jueves, va al mismo bar, vestido de la misma forma, se sienta en el mismo sitio completamente

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 solo, pide siempre lo mismo, y está una media hora saboreando su consumición, sentado siempre en el mismo taburete, y un poco mostrándose como ensimismado… ¿Qué pensaríamos nosotros si conociésemos a este hombree…? Es evidente que le pondríamos una imagen de persona seductora, misteriosa, fascinante… Hacer las cosas de una determinada manera nos caracteriza como pocas cosas, y nos caracteriza con esos aires de persona elegante y popular… A las mujeres, de echo, les encantan esos tipos de hombes, ordenados, pero no sosos; con estilo siempre definido, pero no repetitivos… Por supuesto, las mujeres también deben de tener su estilo peculiar como mujeres... Pero resulta, que ellas, de normal, ya saben que es muy importante tener un estilo propio, por eso, comprenderán como pocos este capítulo… Aun así, siempre se puede mejorar. Vamos a dar unas reglas básicas para conformar ese seductor estilo que tiene que tener nuestra vida. Es importante tener una identidad, eso es muy típico de personas populares y seductoras: tienden claros su forma de vestir, su forma de ver el mundo, unos horarios no rígidos, pero sí establecidos claramente,…

Ejercicio nº 4: Aprender a vivir En este ejercicio número 4 voy prácticamente a contar un caso real: el mío. Yo estaba hace seis meses en el paro… y claro, fijémonos cómo es la vida del parado: levantándose a las tantas, comiendo a continuación lo primero que le queda a mano; echándose posteriormente en el sofá con los ojos enfocados a la tele, y con una lata de cerveza en la mano: pasando así la mayor parte del día; hasta que ya de noche, nos empieza a entrar hambre, y en cualquier momento nos levantamos del sofá y vamos al frigorífico a comer lo primero que tenemos a mano. Luego, llega el sábado, y salimos de fiesta. Nos ponemos la primer ropa que tenemos al alcance de la mano. Ni nos afeitamos, total, qué mas da… Este tipo de vida completamente desordenada es muy típica en las sociedades occidentales. El sistema económico, que hace trabajar a algunos hasta caer en la extenuación; o que hace aburrir a los que están en el paro hasta que ya no se tienen de pies de puro aburrimiento, fomenta estas vidas desordenadas… pero nada menos seductor ante los ojos de los demás que este tipo de personas, que no viven acorde con un plan no estricto trazado anteriormente… Con todo, yo vivía más o menos como en el personaje parado descrito arriba… Pero hace seis meses, vi que a los demás no les gustaba mi forma desordenada de ser, no les parecía estético que me levantase a las dos de la tarde, no les parecía estético que fuese de fiesta sin afeitarme,… Aunque por supuesto, a veces la vida misma nos pide esos momentos en donde queremos perder el control… Perder el control sí puede ser algo muy estético y seductor… pero siempre y cuando lo recuperemos luego después y lo hayamos tenido antes. Por eso, tras haber perdido el control durante mucho tiempo, es ahora el momento de recuperarlo. Y para ello, nada mejor que aplicarnos los siguientes ejercicios, que nos deben de ayudar a definir nuestra forma de ser, nuestra forma de ser hombres, que es en definitiva, la forma que tienen los demás de vernos, y por supuesto, tienen a grandes rasgos dos formas de vernos: como personas con un estilo definido; o como personas sin estilo, por tanto, poco interesantes y seductoras. 1. Ponte unos horarios estrictos. Si estás en el paro…es especialmente importante que tengas unos horarios estrictos. De hecho, eso te ayudará muchísimo a encontrar trabajo. Si tienes trabajo… mucho me temo que el trabajo de por sí ya te haga tener unos horarios estrictos… Aun así, aunque tengas trabajo, tienes que planificar muy bien tú tiempo. Hazte unos horarios diarios, y cúmplelos. Así te dará tiempo a hacer todas esas cosas que siempre quisiste hacer, como aprender a programar, o empezar en el gimnasio,… Por supuesto, estos horarios cambian, en función de si es un día de la semana normal, o si es un fin de semana; además de cambiar según las circunstancias de nuestra

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 vida, o según la estación y la época del año. Con todo, es importante que estos horarios no nos apaguen la llama de la improvisación: tanto si eres muy estricto en tus horarios, como si eres muy desordenado... estás perdido. En el término medio está la marca de la elegancia y de la seducción. 2. Con lo dicho arriba, tienes que dar la sensación de que eres una persona viva y normal… no des la sensación que daba yo antes con mis compañeros de piso, de ser una especie de vampiro, que comía a deshoras, que se pasaba el día encerrado en su misteriosa y siniestra habitación, que no tenía una capacidad mínima de ajustar mis ritmos vitales a las circunstancias de cada día, y que era una persona desagradable de convivir conmigo, debido a mi vida desordenada y excéntrica… 3. Por supuesto, también es importante encontrar nuestro estilo a la hora de vestir… Tienes que ponerte a la tarea de encontrar ese estilo de vestir que valla con tu carácter. Pero ojo, no se trata de encontrar un estilo que te guste, por ejemplo, en plan gótico o en plan sport… y usar siempre el mismo estilo. Nuestro estilo de vestir debe de cambiar un poco con la situación. Por ejemplo, propongo a continuación unos cuantos estilos de vestir para hombres y mujeres, adoptados a distintas situaciones. a. Estilos de vestir para hombres -- Estilo de calle. Es ideal para esas tardes de domingo en donde hemos quedado con nuestros amigos para tomar algo en plan tranquilo. Si tenemos gafas, es ideal usarlas. Debemos de jugar con las gafas y las lentillas: si quedamos en plan tranquilo, usamos gafas; pero para momentos especiales, usaremos lentillas… Así nuestro cambio entre usar gafas y lentillas, impactará a los demás. Por lo demás, el estilo de calle se caracteriza por usar una ropa no muy salida de las normas dominantes: vaqueros, unas botas marrones; un jersey no muy oscuro;… -- Estilo Sport. pues es evidente de que va este estilo… ideal para salir a correr a la calle -- Estilo de noche. Ideal para momentos especiales, como esas noches de los sábados en donde quedamos con nuestros amigos para tomar algo. Este debe de ser nuestro segundo traje más elegante. El primero lo relataremos a continuación. Y este se caracteriza por llevar esas ropas que tenemos especial aprecio por ser un poco más caras, como esos pantalones de carísima tela oscura; y ese jersey gris con letras blancas, que hacen adivinar que ese no es un jersey más: es un jersey de marca, caro,… Los estilos en plan gótico y demás, quedan incluidos en este estilo de noche. Por supuesto, el límite a la hora de encontrar nuestro propio estilo no lo pone este capítulo, lo pone nuestra imaginación. -- Estilo de gala. Traje y corbata, u otro traje típico de bodas y celebraciones. Tenemos que acostumbrarnos a usar este traje un poco más que para esas obligadas bodas. Por ejemplo, cuando quedemos con una chica, en una de esas primeras citas, imagínate lo que será si nosotros vamos con nuestro elegante traje, y ella hace lo mismo, y aparece con un deslumbrante vestido rojo… Aunque por supuesto, es fundamental elegir bien nuestro traje… Cuando lo compres, ponte enfrente del espejo, y si no te gustas… prueba a cambiar un tanto el color, por ejemplo, un gris por un negro.

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 b. Estilos de vestir para mujeres (si eres hombre… te interesará igual) --Estilo de calle. No muy distinto que en los hombres… Un baquero, un jersey femenino… unas botas de calle. Con este estilo tenemos que dar un poco la sensación de ser mujeres activas e integradas de lleno en el espacio urbano que nos rodea. Las mujeres de aspecto urbanita son mucho más atractivas que las que parecen que acaban de llegar de un pueblo perdido en las montañas… Aunque por supuesto, no está reñido a veces tener esa imagen de chica de campo… En España, una chica de campo es algo parecido a “Pipi Calzaslargas”, un ser bruto y zafio que se viste con un saco y te sacude una pedrada entre los ojos a poco que te descuides… Pero en Europa del este, tienen una apasionante diferencia aún entre las chicas jóvenes de campo y las chicas jóvenes de ciudad. Las chicas de campo, se visten un poco con ese conocido traje típico de Europa del este, con sus trenzas rubias, con sus traje típico blanco, con sus cintas en el pelo y en el vestido… dan una sensación de armonía perfecta con la naturaleza, con sus rubias melenas al viento, caminando entre los bosques y las praderas… Y luego, esta misma chica, cuando va un día a la ciudad, puede transmutare completamente, ahora en una chica de aspecto siniestro, gótica, con su pelo teñido de negro y sus labios también de negro; con su traje elegante y oscuro, sus botas oscuras, y su semblante un tanto misterioso… Tenemos que cuidar esa diferencia en el vestir… No son fascinantes esas personas que siempre visten de la misma manera; sino esas que saben cambiar su estilo acorde con las circunstancias, siguiendo eso sí, únicos patrones comunes. --Estilo Sport. Las mujeres vestidas de esta peculiar manera, tiene que intentar no caer en el error de usar la misma ropa deportiva que los varones. Si usa un chándal debe de ser un chándal específico para mujeres, que se vea claro que es un chándal de mujeres. Lo mismo con las deportivas. En caso de ir en camiseta y pantalones cortos… aunque me puedan acusar de machismo, es mucho más elegante usar camiseta ajustada y pantalones ajustados. En el caso de los hombres, esto no es recomendable… aunque hay alguno que lo hace. Por lo general, las mujeres usarán siempre ropa más ajustada que los varones. En todas las culturas las mujeres que están aún calient… estoooo, en edad de reproducción, tienen un fuerte deseo de exhibir sus encantos hasta que lleguen a su edad no receptiva sexualmente. --Estilo de noche. Muchas mujeres usan un vestido de gala para esas noches de marcha de los sábados. Pero aún así, es recomendable desarrollar un estilo de vestir para las mujeres y para los hombres, intermedio entre el estilo de calle y el estilo de gala. Y para esto, en el caso de las mujeres hay una gran cantidad de opciones. Por ejemplo, pueden usar un pantalón de imitación de cuero ajustado negro, y encima, una blusa, o mejor, una camiseta de esas ajustadas y sin mangas… Eso romperá corazones. Se puede optar por colores vivos o por colores apagados… Yo amo a las mujeres que salen de noche vestidas con colores vivos, por ejemplo, con un pantalón amarillo fluorescente ajustado, y encima una camiseta

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 ajustada a rayas blanca y naranjas… En los hombres, también se puede optar por este tipo de vestuario... Es un poco el estilo makinero… como el Neng, pero menos hortera… Aunque si queremos ir más discretas… podemos usar colores apagados… Pero a los hombres nos gustan las mujeres que son atrevidas… Y a las mujeres les gustan los hombres que son atrevidos... así que el estilo makinero es un estilo perfectamente aceptable para los hombres también. --Estilo de gala. Nuestra sociedad ha llegado a tales niveles de degeneración del sentido del gusto estético, que si veo alguna vez a un chico o a una chica vistiendo con un estilo de gala adecuado, es de pura casualidad… Lo primero de todo: tenemos que comprar un vestido de verdad, y no un saco reconvertido al cuerpo femenino… Un vestido de verdad debe dar la sensación de ser todo de una sola pieza. Además, ahora se llevan vestidos sencillos en apariencia, nada de encajes complejos ni cosas por el estilo. Por lo demás, se puede ser un poco atrevida con el escote… y también mostrando las piernas. A los hombres les encantan las mujeres atrevidas… Y a ellas les encantan los hombres atrevidos... pero aun así, no es conveniente que los hombes vallan por ahí enseñando las piernas…, salvo cuando estén en plan sport o para provocar… Por lo demás, hemos visto mil veces a preciosas mujeres por la tele vistiendo preciosos vestidos… ¿Tan difícil es encontrar un vestido así, donde los venden…? Creo que el problema es que elegimos demasiado rápido. Vemos una cosa que nos guste, y ya nos quedamos con eso… Tenemos que tomarnos nuestro tiempo al hacer las compras, visitar si es necesario las tiendas enteras de nuestra ciudad… Hasta que demos con ese vestido azul, que parece que al llevarlo puesto, somos un ángel recién caídos del paraíso… Las mujeres rompen corazones cuando causan esas sensaciones a medio camino entre el pecado y la inocencia extrema… Con todo, este ejercicio número 4 consiste en replantearnos nuestro gusto al vestir, categorizar las distintas situaciones que requieren distintos atuendos, y elegir un poco nuestro estilo adecuado para cada situación. Por supuesto, que el límite sólo lo pone nuestra imaginación y nuestra capacidad como artistas de la moda. Por lo demás, la idea central de este apartado de “estilos de vestir”, es que no podemos ir por ahí creyéndonos muy seductores si no somos capaces de sorprender a los demás con nuestra apariencia… Y no hace falta tener para ello la cara de Brad Pitt o de Julia Roberts. La elegancia y la seducción van mucho más allá que el hecho de tener o no una cara perfecta. En el fondo, es muy importante cuidar nuestro atuendo, porque en él, ya se refleja el tipo de personas que somos. He puesto mil veces el ejemplo de la chica, que por la noche cuando sale de fiesta los sábados con sus amigos, va vestida con unos rompedores vaqueros ajustados y con una blusa a juego; y por la tarde, cuando a quedado con ese chico con el que está empezando una relación, aparece para su velada al atardecer con un vestido azul elegante que le hace parecer que casi ha salido de otro planeta. Esta chica rompe corazones, y rompe corazones sin abrir la boca, sin pronunciar una sola palabra… La palabra, aprender a hablar, aprender a convencer a las chicas de que somos interesantes mediante la conversación, debe de ser sólo la última parte de la seducción… A mi me han enamorado decenas de mujeres que casi no sabían ni hablar... Por eso, porque eran elegantes, porque tenían estilo, porque eran fascinantes en su aspecto... Por supuesto, nosotros somos hombres y mujeres modernos, no debemos de entender lo de “ser elegante” por ir por ahí con un bombín y una levita… No, somos hombres del siglo XXI, y debemos de vestir, si no a la moda (pues el concepto de moda actual de la sociedad, no pasa de vestir como unos verduleros con unos trozos de manta mal cosidos…), sí con estilo, sí con ese componente artístico en nuestra forma de adornarnos, de peinarnos, de vestirnos, de usar complementos... Y solo con esto, ya se enamora, ya se seduce.

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 Por supuesto, que no vale con leer esto... el ejercicio número 4 consiste en pensar, en pensar en cómo puede ser nuestro estilo, en pensar en cómo haremos para seducir con nuestro estilo, siguiendo las indicaciones que hemos dado... Y sólo después de haber pensado la forma que tenemos de mejorar nuestra actual forma de vestirnos, de peinarnos, de adornarnos, entonces podemos empezar a cambiar nuestro look. No hay que ser cobarde, si algo no funciona, si por ejemplo, te peinas con una cresta que resulta que no te favorece… eso nos ha pasado a todos, y el método del ensayo y el error, es el único que nos dará los resultados deseados de ser personas más seductoras. Por lo demás, no quiero gastar más espacio con este capítulo. La idea que trasmito yo creo que está suficientemente clara. Y la resumo para terminar: no podemos ser seductores si no tenemos estilo, sin no tenemos una forma peculiar de vestirnos, si no encontramos ese o esos peinados que nos favorecen, si no logramos conseguir ese efecto de sorpresa en los demás debido a nuestros espectaculares cambios de look según la situación… Y para conseguir reestructurar nuestras ideas sobre nuestro estilo, sólo hay un método: pensar, y luego ponernos a prueba. La mayoría de la gente no hace esto, no piensa sobre su estilo de ser hombre… por no decir que en general, no piensa. Y pensar, aprender a pensar, es precisamente la parte más importante para llegar a ser hombres y mujeres seductores… Pero no pensar el Universo, las matemáticas, la física cuántica, … sino pensar en nosotros, pensar en nuestra vida, pensar lo que significa nuestra vida, pensar el mundo y lo que es para nosotros… Y por supuesto, también pensar nuestro estilo, pensar cómo deberíamos de ser para los demás, moldear nuestra forma de ser hombres por medio del pensamiento. Con todo, el ejercicio consiste en eso: piensa cómo eres, piensa cómo puedes mejorar tu aspecto. Y luego, dale un significado a tu aspecto, al modo como hacen las personas que se visten de góticas, que quieren transmitir con eso la falta de esperanza en un mundo controlado por poderes que no tienen escrúpulos.

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Capítulo 11. El trato con los demás La verdad es que en este libro podría haberme ahorrado el largo recorrido ya hecho, en donde aprendemos a vestirnos, aprendemos a peinarnos, aprendemos a movernos… y podría haber empezado directamente con lo que entiende la mayor parte de la gente por “seducción”. Pero entonces este manual se hubiese convertido en una especie de manual de artimañas para llevarse a mujeres a la cama… Un poco en eso consiste el manual más famoso de seducción, el método Mistery. Pero sinceramente, no he querido caer todavía en esa perspectiva de la seducción unisex… Intento escribir un manual para seducir para todos, para hombres y para mujeres; y tanto para persona que tienen intereses en el ámbito de la seducción puramente sexuales; como para persona que creen que la seducción es un ámbito que debe de abarcar la vida humana al completo. Yo creo esto último, aunque por supuesto, en este manual también se enseña a tratar con mujeres… De hecho, no son muy distintas las estrategias de seducción que nos deben de permitir tener un buen trato con mujeres, a las estrategias de seducción que nos podrían por ejemplo, conseguir mejorar en nuestro ámbito laboral. Pero si alguien quiere encontrar una serie de artimañas mágicas para llevarse a una mujer a la cama… lo lleva claro. Sobre todo, tenemos que entender que los hombres y mujeres más seductores, son seductores en todos los ámbitos de la vida… Y eso resulta, que sin buscarlo, les reporta una gran ventaja a la hora de atraer el sexo contrario… Pero insisto: ellos sólo buscaron ser seductores… y sin querer, se encontraron que también seducían al sexo contrario… Con todo, más nos vale si queremos ser verdaderamente seductores, que lo que entendemos nosotros por “seducción”, no se base únicamente en entrar a las tías en la discoteca para intentar ligar con ellas… ¿Y luego, qué pasara al día siguiente, cuando esa chica con la que has conseguido quedar vea que en el fondo, no tenemos en nuestra cabeza nada más que ganas de sexo…? Nos quedaremos sin sexo, sin novia, y sin ser seductores… La seducción es un ámbito que afecta a todos los momentos de nuestra vida… Y si no entendemos así la seducción, nunca podremos lograr seducir a una mujer… como mucho la conseguiremos engañar, a una mujer no muy lista, y no por mucho tiempo… Con todo, a partir de aquí, una vez que ya sabemos movernos, una vez que ya sabemos vestirnos… (por supuesto, es un decir, se que la mayoría de los lectores aún están leyendo por primera vez este manual… luego les queda pendiente empezar con los ejercicios propuestos…) ahora viene lo que de normal el resto de la gente suele entender por “seducir”: la conversación, las interacciones con mujeres… pero también con amigos, con jefes… Y es que todo está relacionado: si somos lo suficientemente seductores para convencer a ese empresario de que nosotros somos un excelente fichaje para su empresa… seremos lo suficientemente seductores para convencer a esa mujer de que nosotros somos un extraordinario candidato a novio… A pesar de todo, esta segunda y definitiva parte del manual, está muy enlazada con la primera. Podemos comparar la seducción, siguiendo a Mistery, a un deporte. Mistery la compara a las artes marciales: hay distintos niveles, distintos grados, cinturón negro, etc.). Y nosotros vamos avanzando. Al principio de empezar con estos ejercicios, tendremos simplemente uno de esos cinturones para sujetarse el kimono… sin ningún tipo de graduación. Pero cuanto más practiquemos esta interesante afición que es la seducción, iremos subiendo niveles. Por supuesto, la práctica hace al maestro, aunque en dos meses de práctica intensiva, conseguiremos unos resultados muy interesantes. En esta segunda parte del manual, van a tomar un lugar destacado las relaciones ente los hombres. Por supuesto, serán fundamentales las relaciones entre los hombres y las mujeres. Pero

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 toda la vida social humana no se basa en eso… por eso, vamos a empezar con este capítulo general, en donde vamos a describir las principales clases de interacciones sociales, dando unas claves para ser personas populares en todos los ámbitos de nuestra vida: en el trabajo, con la familia, con las mujeres,… A grandes rasgos, nuestras interacciones sociales se dividen en cuatro tipos: cuando estamos con los amigos; cuando estemos en el trabajo; cuando estamos con la familia; y cuando estamos en relaciones amorosas. Por supuesto, nuestra actitud debe de ajustarse a estos cuatro grandes tipos de interacciones sociales. Ya hemos hablado de ello cuando expusimos el capítulo sobre la expresión corporal, y por supuesto, una forma de moverse, una forma de expresarnos con nuestro cuerpo, está conectado de forma directa con nuestro comportamiento… por eso ya no hablaré aquí más sobe ese asunto. Simplemente, debemos de recalcar que no es lo mismo la situación social de estar en una reunión con nuestro jefe; que estar por ahí de fiesta con nuestros amigos. Debemos de adaptar nuestra actitud a las distintas situaciones sociales.

Ejercicio nº 5: Las posiciones del alma A grandes rasgos, nuestro alma puede estar en tres “posiciones” distintas: cuando estamos alegres; cuando estamos tristes; y cuando estamos normales. Estos tres momentos han quedado eternamente plasmados en otros tres grandes momentos, tres momentos que han creado el género teatral: lo trágico, lo cómico, y lo tragicómico o dramático. El género teatral trágico nos muestra a personajes sufrientes, tristes, con profundos vacíos existenciales; el género teatral cómico, nos muestra las peripecias de personas que se toman la vida de puro cachondeo, como por ejemplo en esas series de la tele tipo “Aquí no hay quien viva” o “La que se avecina”; y el género teatral dramático o tragicómico, nos presenta una situación a medio camino de las anteriores. Este último es el género teatral más realistas. En un drama, normalmente se nos presenta una vida de personas que son muy realistas, a diferencia de las tragedias y las comedias: y es que, nadie se tira la vida riendo o llorando… Este ejercicio número cinco, consiste en recordar viejos momentos. Recordemos un momento de nuestra vida en donde la situación se parecía a esas situaciones trágicas que son representadas en el género teatral de la tragedia. Después, recordaremos una situación que se adaptase al género cómico. Y por último, recordaríamos una situación que se pueda encardinar dentro de una representación de un drama. Yo he tenido demasiados momentos trágicos en mi vida… Por ejemplo, yo hice este ejercicio recordando mis largas noches pasadas con una gran pesadez por el incierto futuro. En cuanto a los momentos cómicos, yo pensé en alguna que otra ocurrencia de la gente de mi pueblo, como cuando tuvieron que llevar a uno de los borrachos del pueblo en un carretillo a casa porque no era capaz de ir por su propio pie, y nadie estaba en condiciones de poder conducir un coche… Y en cuanto al momento dramático, pues yo puedo pensar, por ejemplo, en mi situación actual, escribiendo un libro de autoayuda para la gente que tiene problemas de sociabilidad. Si nos damos cuenta, la mayoría de la vida transcurre en un “escenario” dramático. La mayor parte del tiempo de nuestra vida, la pasamos sin reír y sin llorar, simplemente, haciendo esas tareas cotidianas del día a día. Y este es un error que suelen cometer muchos: lloran o ríen demasiado… Más del 95% de nuestro tiempo, lo debemos de pasar un poco en ese estado en donde el mundo ni es demasiado divertido ni es demasiado doloroso… Las personas que se pasan el día o riendo o llorando, se terminan haciendo desagradables de vivir con ellos… Una vez que hemos pensado en nuestros tres momentos, se trata de saber que todas nuestras vivencias diarios, se encardinarán en uno de estos espacios… Y con todo, nosotros mismos tenemos

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 tres formas distintas de ser: nuestro yo alegre; nuestro yo triste; y nuestro yo normal. A partir del conocimiento de esto, es cuestión de saber cómo somos cuando estamos tristes, cómo reaccionamos, cómo nos ven los demás; como somos cuando estamos alegres, si somos divertidos, si somos pesados; y cómo somos ese gran espacio de tiempo que somos normales, en donde ni lloramos ni reímos… Con todo, tenemos que pensar durante una hora, cómo podríamos mejorar nuestro yo trágico; durante otra hora pensaremos cómo podríamos mejorar nuestro yo cómico; y durante otra hora, pensaríamos lo más importante: cómo podríamos mejorar nuestro yo cotidiano, nuestra manera estándar de ser, en donde ni reímos ni lloramos. De esta forma, pensando sobre nosotros mismos, pensando sobre nuestra personalidad, conseguiremos llevar nuestro yo a su máxima potencia… Por supuesto, una vez pensado cómo somos, debemos de salir al campo, a calibrar nuestro nuevo yo, a practicar estas enseñanzas

a. Los momentos vulgares De cualquier forma, lo más importante es precisamente cómo somos cuando estamos en esos momentos cotidianos del día a día. Las personas más carismáticas son especialistas en el trato del día a día, son personas muy agradables de convivir con ellas. Podemos pensar por un momento en esa persona que tiene un problema muy grave. Y esta persona con un problema tan grave, tiene dos amigos, el amigo A y el amigo B. Esta persona decide contar sus problemas al amigo A, pues aunque sabe que el B tiene más carácter y encontrar en él un mayor apoyo, ahora mismo el B se encuentra ausente de la ciudad… Por eso, no le queda a esta persona con un tan gran problema más remedio que intentar pedir ayuda o consejo al amigo A. Cuando se encuentra con el amigo A, la persona con problemas le cuenta sobre sus pesares y sobre sus inquietudes. Pero el amigo A reacciona diciendo las siguientes palabras: “jo tío, y a mi que me cuentas, cada uno tiene sus problemas. Hay que seguir adelante y tirar con lo que sea, y no quejarse tanto…” La persona con problemas, decepcionada con el trato recibido por su amigo A, al fin tiene la oportunidad de hablarle de sus problemas a la persona con carácter, la B, y esta le responde “Bien, tranquilo, por muchos problemas que tengamos el mundo no se va a acabar. Vamos al bar a tomar un café, y analizaremos tu situación. Luego veremos cómo podemos sacarte de esos problemas. Tranquilo, yo soy tu amigo y te ayudaré a salir del bache…” No tenemos que ver la tan distintas sensación que nos causa la reacción de la persona A con respecto a la reacción de la persona B… Y es que, la persona A es una persona sin carácter, sin inteligencia, sin sensibilidad, sin carisma, … Y la persona B es una persona con mucho carácter, con inteligencia, con una gran sensibilidad para el sufrimiento ajeno, y todo esto, le proporciona un poderoso carisma. Y eso vamos a analizar a continuación: cómo ser carismáticos. Esta es una de las principales lecciones del arte de la sociabilidad: no hay duda de que las personas más

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 carismáticas lo tiene mucho más fácil en el terreno social: consiguen mejores parejas; consiguen mejores trabajos; tienen mejores amigos, mejor vida, una vida social mucho más plena… Recuerdo aún cuando me encontré el libro de Dale Carnegie “cómo hacer amigos e influir en las personas”. Yo me decepcioné un poco con el contenido, porque yo creía que el libro iba a ser una especie de guía que me diría paso a paso a donde tenía que ir para encontrar amigos… pero en lugar de eso, la idea del libro era muy distinta… y mucho mejor: una persona agradable, carismática, encantadora,… siempre estará rodeado de mucha gente que lo aprecia, siempre tendrá una gran ventaja en el trato con los demás; siempre tendrá una gran influencia sobre los demás, convirtiéndose así en un líder… Con todo, los siguientes ejercicios tendrán como objetivo hacer de nosotros persona agradables y carismáticas en el trato con los demás. Por supuesto, igual que advierte Carnegie en su libro, no vale con leerlo, tenemos que aplicarnos las lecciones aprendidas a la vida diaria. Y para ello, una vez que hemos leído el ejercicio, visualizamos durante un rato cómo nos tenemos que comportar a partir de ahora para ser personas carismáticas; y luego, salimos a la calle, a nuestras interacciones diarias, poniendo en practica lo aprendido, mediante el ya propuesto método de la autoconsciencia (recordemos, lo del ángel con la cámara de vídeo y el monitor alojado en nuestro cerebro…) El resultado de estos ejercicios es inmediato… pero no vale con leerlos, hay que practicarlos…

Ejercicio nº 6: Las reglas de Dale Carnegie El libro mencionado de Carnegie “Cómo hacer amigos e influir sobre las personas” sigue siendo el mejor libro para aprender a socializar que se ha escrito nunca. En este largísimo ejercicio, resumiremos las reglas básicas que Carnegie propone para hace de nosotros personas agradables y con éxito en el trato con los demás. Por lo tanto, el ejercicio consiste a su vez, en una serie de mini ejercicios que tienen como objetivo cambiar hábitos desagradables de nosotros a la hora de tratar con los demás. Para ello, seguiremos literalmente las reglas de fundamentos para ser sociables de Carnegie, resumiendo su contenido y dando pistas sobre su aplicación práctica. 1. No critique, no condene ni se queje. A la gente no le gusta que la critiquen, aunque nosotros creamos que hay buenas intenciones por nuestra parte. Debemos de perder para siempre la costumbre de criticar a esas personas que tenemos a nuestro lado. En cambio, lo que tenemos que hacer es comprenderlas, apoyarlas, y no juzgarlas. 2. Demuestre aprecio honrado y sincero. Y esta regla quiere decir, que la mejor forma de ganarse el corazón de la gente es tocando directamente su ego, su lado emocional. Si no podemos ganarnos la simpatía de una persona por medio de reprimendas, podemos probar intentando descubrir una virtud de esa persona cuyas simpatías queremos ganar. Y luego, podemos decirla algo así como “¿sabe? Tiene usted una forma de escribir muy original y profunda. Sus textos me están ayudando mucho, creo que pueden cambiar vidas enteras.” Ya nos habremos ganado su corazón de por vida. Las personas más carismáticas, no tienen problemas en lanzar unos cuantos cumplidos, eso sí, de corazón, sobre otras personas. Y esto contrasta con las personas vulgares, que en vez de reconocer la valía de los demás, se limitan a criticarlos. 3. Despierte en los demás un deseo vehemente. Por ejemplo, yo quiero que este manual de pago que vale 8,95 euros no sea pirateado. Y es curioso, que ese tal Mistery, en su libro se remite a pedir a los demás que tienen que ponerse en su situación que tienen que tener en cuenta que ÉL quiere ganar dinero con su libro, y por tanto ÉL quiere que no compartamos el libro con gente que

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 no haya pagado por él. Pero la gente no piensa de normal en los demás, y por supuesto, esa estratega de Mistery es completamente equivocada… Si queremos que la gente haga algo por nosotros, debemos pensar que la única manera de conseguir esto es ponernos en la situación de los demás, y haciéndolos saber a los demás, que cuando hagan eso que nosotros queremos que hagan por nosotros, ellos ganarán algo también. Por ejemplo, yo podría decir para intentar convencer a la gente que no piratee este libro, que si lo hacen, mucha más gente sabrá los secretos fundamentales de las personas más populares y seductoras, y que de este modo, estas técnicas con el tiempo dejarían de tener utilidad, debido a que, cuando todos compitamos en una carrera montados sobre bólidos, ya habremos perdido esa ventaja inicial que teníamos, cuando nosotros teníamos un bólido y los demás una bicicleta… 4. Interésese sinceramente por los demás. El ejemplo que pone Carnegie en su libro es insuperable de por sí. Imaginémonos quien es el ser que más nos aprecia. Cuando nos ve aparecer, se pone como loco de felicidad, se pone a brincar de pura alegría, demuestra un aprecio por nosotros como nadie… Imaginémonos que llegamos a una reunión social y una persona de esa reunión tiene la descrita sensación de alegría al vernos. ¿Qué pensaríamos de esa persona? Evidentemente, nos sentiríamos adulados, importantes, sentiríamos que esa persona es todo un verdadero amigo, y sentiríamos a esa persona rodeada de una fuerte aura carismática… Lástima que no sea una persona: es nuestro perro… Pero si nosotros imitamos en esto a nuestro perro, tendremos el corazón de los demás en la palma de nuestra mano. 5. Sonría. Las personas con una hermosa sonrisa en su rostro, no sólo causan más simpatía a los demás. Sino que además, esa sonrisa suele ser una manifestación de que la persona está a gusto en su piel, de que la persona tiene la vida que quiere y que es feliz. Cuando conocemos a una persona, no es lo mismo que sea un tío borde, que nos cuenta lo desgraciada que es su vida, que nos cuenta que lleva años en el paro y que no aguanta más; que sea una persona optimista, con una sonrisa de vez en cuando en su rostro, con una sonrisa que denote que la vida le parece hermosa, que denote una absoluta confianza en el futuro… Dicen que todo se pega; por eso nos encantan las personas que nos pegan su optimismo. 6. Recuerde que para toda persona, su nombre es el sonido más dulce que existe. En un capítulo de los Simpson, Homer termina por derrumbar de un puñetazo al Señor Burns… Y es que, lo sacó de quicio, que después de haber estado varios años trabajando para el señor Burns... este aún no se acordase de su nombre. Imaginémonos lo que es que un jefe se dirija a nosotros como “eh tu...”; o se dirija a nosotros como “estimado Erik360…” o el nombre que tengamos… Por eso, es muy importante aprendernos bien el nombre de las personas con las que interactuamos, y usarlo y repetirlo en todos los momentos en los que queramos llamar la atención de nuestro interlocutor... Al oír su nombre, al oír que nos acordamos de su nombre, algo dentro de él se moverá, algo que nos hará parecer personas carismáticas y seductoras ante los ojos del propietario del nombre. 7. Sea un buen oyente. Anime a los demás a que hablen de sí mismos. El enunciado de esta regla ya es perfecto. Más adelante le dedicaremos un capítulo completo a cómo conversar. Pero ya hemos adelantado la regla fundamental: a las personas les gusta más hablar de ellas mismas, y les gusta más hablar ellas, que hablar de los asuntos de los demás; y que dejar hablar a los demás. Normalmente huimos de esas personas que no dejan de hablar… y que sólo hablan de sus propios asuntos. Para ganarnos el corazón de los demás, nada mejor que sacrificar el hablar nosotros, y

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 sacrificar el hablar de asuntos que nos interesan a nosotros, y a cambio dejar hablar a nuestro interlocutor, y escuchar con gran interés, aunque no nos interesen demasiado los geranios de interior… Merece la pena sacrificarse por los demás, pues siempre nos lo pagarán. 8. Hable siempre de lo que interesa a los demás. Ya lo hemos adelantado en la regla anterior. Si nos damos cuenta, nos apasiona sobre todo las conversaciones sobre temas que dominamos y que nos gustan… Por eso yo sufro tanto en mi pueblo: a mi no me interesan la remolacha, y el trigo, ni las gallinas ponedoras… Pero la gente que viven de la agricultura, les encanta hablar de esos temas, porque nos encanta hablar de los temas que están en nuestras vidas. Por eso, debemos para parecer populares a los ojos de los demás, hablar de los temas que les gustan a los demás. Si no dominamos esos temas, en la era de Internet es muy fácil documentarse un poco de esos temas. Por ejemplo, voy a conocer a una chica y se que la encanta la decoración de interiores… yo cojo y me compro unas revistas de decoración de interiores, o entro y leo unos blogs al respecto. Cuando esa chica vea que puede hablar con nosotros de eso que tanto la apasiona… caerá rendida a nuestros píes. 9. Haga que la otra persona se sienta importante, y hágalo sinceramente. Es casi imposible ganar una conversación a un intelectual sobre ningún asunto: ni sobre política, ni sobre ciencia, ni sobre arte… Una persona normal que se le ocurra entrar en una discusión con un intelectual, saldrá ridiculizado y con el rabo entre las piernas… Pero si esta persona, en vez de discutir con el intelectual, le dice algo así como “joder, tiene usted unos conocimientos sorprendentes; he conocido pocas personas tan inteligentes como usted…” el ego del intelectual conseguirá lo que no hemos conseguido con argumentos: lo dominará, agachará la cabeza y asentirá un poco avergonzado con tanto halago… Y es que, a las personas se las domina mejor con halagos, con reconocimientos sobre su valía, que con amenazas, con argumentos, con críticas,… Por supuesto, no hace falta que una persona sea un intelectual para poder hacerla sentir importante: todo el mundo tiene cosas buenas. Encuéntralas y luego destácalas, y te ganarás el corazón de esa persona. 10. La única forma de salir ganando de una discusión es evitándola. ¿Cuál es mejor equipo de fútbol, el Madrid o el Barca…? Si tuviésemos aquí dos forofos de sendos equipos, e hiciéramos esta pregunta, casi seguro que ambos empezarían a defender que su equipo es clarísimamente el mejor, el más elegante, el que más estilo tiene… Pero curiosamente, ambos contertulios demostrarían muy poco estilo y muy poca clase… Nos enseñan de pequeños a que defendamos de forma fanática lo nuestro: nuestro país, nuestra nación, nuestro equipo de fútbol… Y si alguien se le ocurre dudar de que lo nuestro es lo mejor, tenemos que prácticamente hacer un amago de sacarle los ojos… Esto es muy poco elegante. Se puede discutir, si se me permite corregir un poco a Carnegie, pero hay que ser justos, tenemos que analizar bien los argumentos del otro, tenemos que sopesar las opiniones y tenemos que sopesar los prejuicios que seguramente tenemos nosotros sobre los demás… Y es que ¿no es más elegante que un forofo del Madrid o del Barca, simplemente se limite a decir que ambos son muy buenos equipos, y que son equipos tan grandes como estos dos los que han hecho grande el espectáculo del fútbol…? 11. Demuestre respeto por las opiniones ajenas. Jamás diga a una persona que está equivocada. No tenemos más que recordar el lamentable espectáculo que transmiten de vez en cuando nuestros políticos al salir por la tele. Se insultan, diciendo algo así como “tú estás loco por creer una mamarrachada así. Las cosas son como digo yo, y tu debes de ser por lo menos homosexual para tener una opinión así al respecto…” constantemente se insultan, se desprecian,

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 tratan de humillar a su rival porque tienen una opinión distinta que él sobre un asunto determinado. Pero a los únicos que se humillan verdaderamente con esta estúpida y poco elegante actitud, es a ellos mimos. Mostrar respeto y comprensión por las opiniones de los demás, es algo de gente profundamente seductora e interesante. En cambio, la gente menos popular y menos sociable, suele tender a zanjar aquellos asuntos con los que no está de acuerdo a base de insultos, amenazas,… 12. Si usted está equivocado, admítalo rápida y enfáticamente. Recuerdo una anécdota que me ocurrió con la Guardia Civil hace un año. Iba yo con mi coche, le había pasado la revisión técnica obligatoria hace dos meses… Pero aún no había puesto la pegatina que confirma que mi coche ha pasado la obligatoria revisión… Y resulta, que me paró la Guardia Civil… Ellos se dieron cuenta enseguida que la pegatina que llevaba mi coche estaba caducada… Me pidieron los papeles, y confirmaron que, a pesar de tener la pegatina caducada, mi coche había pasado correctamente la ITV (inspección técnica de vehículos, obligatoria en España)… Con todo, la pegatina que aún no había puesto también estaba por allí… Y la Guardia Civil me dijo “¿pero por qué no has puesto la pegatina? Es obligatorio, y tiene sanción de 200 euros no llevarla puesta…” Yo agaché las orejas, y dije que tenían razón, pero que con tanto ajetreo por aquí y por allá, se me había olvidado… todo esto con cara de bueno. Si tenemos un error y lo reconocemos cuanto antes, es seguro que los demás serán comprensivos con nuestro error… Hasta la guardia Civil, que me perdonó la multa… Por supuesto, es de personas elegantes y carismáticas reconocer sus errores. Los grandes hombres se hacen grandes hasta con sus errores, por que saben reconocerlos, porque saben encajar su error con elegancia… 13. Empiece en forma amigable. Hay dos formas de conseguir que la gente haga algo que nosotros queramos: por las buenas y por las malas… Imaginémonos que en un local de copas, alguien desconocido ha derramado por imprudencia su bebida sobre nuestra novia… Y nosotros exigimos que se haga cargo de lo que su imprudencia ha generado: que pague la tintorería del traje de nuestra novia; y que a continuación, se disculpe. Vamos a intentar conseguir esto por las malas: “oye, tu, ya estás ahora mismo pagando la tintorería del traje de mi novia, y a continuación, disculpándote por no haber tenido más cuidado.” Y todo esto lo decimos con cara de muy malas pulgas… ¿Qué conseguiremos? De este modo, conseguiremos que esta persona ponga mucha más resistencia a cumplir estas dos acciones reparatorias… Casi seguro que se negará en rotundo a hacer nada de estas dos cosas… Pero si hubiésemos procedido por las buenas “joder, el traje de mi novia y mi novia misma han quedado para la tintorería… Es que en estos espacios casi no hay sitio, y un error lo tiene cualquiera” Es posible que con esta actitud, “por las buenas”, la persona responsable de la catástrofe, se ofrezca a pedirla perdón a nuestra novia, y a pagarle la tintorería del traje, sin ni siquiera tener que pedírselo por nuestra parte. 14. Consiga que la otra persona diga “si, si” inmediatamente. Carnegie relaciona esta regla ni más ni menos que con el método socrático. La estrategia de Sócrates era ir convenciendo a la gente de su postura poquito a poco, a través de pequeños nudos, que todos juntos, terminaban por conducir al interlocutor de Sócrates a donde Sócrates quería llevarlo. Por ejemplo, un caso real. Alguien discute con otra persona sobre la necesidad o no de financiar el teatro. La persona que se opone a financiar el teatro con fondos públicos, alega que no se debe de financiar con dinero del estado las aficiones de gente de vida bohemia… Pero la persona que está a favor de que se financie el teatro con fondos públicos, procede a convencer a este segundo de la siguiente manera:

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 -Por tanto, cada uno se debe de hacer cargo de su propia vida, y si alguien quiere por ejemplo, vivir por medio de representaciones teatrales, pues está en su derecho. -sí, así es - Pero a su vez, el estado no debe de subvencionar actividades que son escasamente productivas, quien quiera ir a teatro, pues que pague completamente la entrada de su bolsillo. -exacto, me has robado las palabras de mi boca -Pues cada uno es dueño de sí mismo y de sus aficiones. El estado tiene que permanecer imparcial ante esto. -Si, eso es -Pero el estado tiene que velar por educar a la ciudadanía, esta es una de sus principales funciones. No debemos de consentir criar a una ciudadanía pasota, apolítica, y poco comprometida. -Si, en eso estoy de acuerdo. Una de las funciones fundamentales del estado es educar y velar por una educación y una formación como ciudadanos adecuada. Si no, el pasotismo se adueñaría de la sociedad. -Y precisamente, el teatro puede ser usado como una de las grandes armas que tenemos para educar al pueblo. Pues en las obras de teatro, se representan conflictos muy reales: intereses ocultos, amores imposibles, conspiraciones para hacerse con el poder. ¿No es acaso importante que la ciudadanía se empape de todo el potencial transformador y educador que está presente en el teatro? ¿No podría por tanto, ser considerado el teatro como una forma de educación de la ciudadanía, como una forma de crear a ciudadanos comprometidos, activos, y con un fuerte sentimiento de unidad entre ellos? ¿No recordamos acaso nosotros, que cuando éramos pequeños nos gustaban ir al teatro, porque allí nos juntábamos con nuestros amigos, porque aprendíamos sobre las pasiones humanas, porque aprendíamos a tratar con los demás y a sentirnos sentimentalmente unidos a una comunidad? ¿No recordamos acaso ese sentimiento de comunidad, cuando estábamos todo el pueblo enfrente del escenario esperando que empiece la función, no es por tanto el teatro una bella forma de educarnos en unos valores comunes, de hacer de los individuos aislados comunidad? -Pues, cierto, el teatro puede ser considerado como todo, eso, como una forma de educación del carácter… -Por tanto, si el teatro es una forma de educación, sirve para educar al pueblo, es evidente que debe de ser apoyado por el estado, en caso de que la iniciativa privada no sea suficiente para mantenerlo

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 -Cierto, ahora lo veo claro. Visto desde esa perspectiva, el teatro debería ser subvencionado. 15. Permita que la otra persona sea quien hable más. Un vendedor de aspiradoras va de puerta en puerta intentando encasquetarle a alguien la “power turbo 5500”. Llama a una puerta, y sale una mujer con cara de tener sueño. A partir de ahí, el vendedor de aspiradoras, empieza a hablar de todas las grandes ventajas que tiene la aspiradora, de lo bien que limpia, de lo poco que consume, y de lo feliz que sería una mujer como ella si se hiciese con un producto tan bueno como aquél… Total, que habla sólo el todo el rato, y de lo que a él le interesa… Con todo, la mujer, sin haber dicho siquiera una sola palabra, le cierra la puerta al comercial casi en las narices… El comercial reflexiona un poco antes de llamar a la siguiente puerta. Ahora va a cambiar de estrategia. Llama a la puerta, y abre otra mujer parecida a la anterior. Lo primero de todo, se presenta y le da los buenos días. A continuación, le habla de que vende aspiradoras, y que va ha hacerle una demostración con su producto. Empieza a hacerle preguntas a la mujer, sobre si la gusta limpiar, sobre si preferiría tener otro trabajo fuera de casa antes que ser ama de casa… A partir de ahí, la mujer se sincera, y le confiesa a nuestro vendedor de aspiradoras que odia ser ama de casa, que no la gusta servir a su marido, y que a veces piensa en escapar, en salir corriendo de esa vida odiosa… Pero que hasta ese día, nadie se había interesado por lo que quiere ella, nadie la había comprendido en sus sentimientos frustrados… Y habla, de ella, de sus viejos sueños, de sus inquietudes… Con todo, se pasan 10 minutos y sigue hablando… momento en que la mujer se da cuenta de que está haciendo perder el tiempo a ese hombre que escucha a pesar de todo con gran interés... Con todo, la mujer, sólo por el mero hecho de que el hombre la ha comprendido, la ha dejado hablar a ella, ha sido capaz de dejar apoyar sobre su hombro las lágrimas y las frustraciones de ella… le compra el aspirador. 16. Permita que la otra persona sienta que la idea es de ella. A veces, cuando estoy de fiesta por ahí… me entran ganas de ir a un local que se que no le gusta al amigo que me acompaña… Con todo, me las ingenio de la siguiente manera para conseguir que terminemos en ese local. -yo. ¿sabes? Me gusta mucho las letras de los grupos de Rock Urbano. Son muy críticas y comprometidas. Además, tienen un ideal de comunidad unida entorno a unas causas comunes, que me encanta… -el. Bueno, sí, a mi me caen bien esa gente que es comprometida, que no ignora los problemas… -yo. Si, de hecho en esos sitios que ponen rock urbano, en esos bares oscuros, uno puede sentir un poco esa sensación de comunidad, esa sensación de que todos somos uno, y que estamos unidos por unas causas comunes… ¨-él. Bueno, si, es cierto… -yo. Mira has tenido una buena idea… ¿Por qué no vamos a Rockalia... que a estas horas ya habrá abierto, y seguro que ya están poniendo rock urbano…? Con todo, es importante saber escuchar a las personas, y darles lo que quieren, y no lo que nosotros nos empeñamos en que deben de querer. Los amigos que verdaderamente apreciamos, son los que se limitan a apoyarnos en esos malos momentos… y no esos que se creen que con sus consejos nos van a ayudar… Y es que, la gente de normal ya sabe lo que quiere. Y de hecho, a la gente le fastidia mucho que los demás les digan lo qué tienen que querer… Por eso, a partir de ahora debemos de escuchar más, y no decirle a los demás lo que deberían de desear… Aunque como en el ejemplo, esto no está reñido con cierto efecto manipulador por parte de nosotros sobre los deseos ajenos… 17. Trate honradamente de ver las cosas desde el punto de vista de la otra persona. Hasta los peores genocidas de la historia creían estar totalmente convencidos de que ellos tienen absoluta

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 razón. Nadie cree estar equivocado… El filósofo Spinoza nos animaba a no condenar, no criticar, no burlarse de las acciones de la gente, sino a entenderlas. Y esta es una magnífica forma de aumentar nuestra popularidad con respecto a los demás: no los critiques, compréndelos. Por ejemplo, puede molestarnos la actitud ruidosa de los vecinos que tenemos justo en el piso de encima... Podríamos llegar a su puerta, dando porrazos a las 5 de la mañana... porque nos han despertado y fastidiado el sueño. Cuando nos abren, ellos nos miran con cara de asombro: ¿Qué han hecho ellos para merecerse que su vecino de abajo esté tan alterado con ellos, y los insulte, los amenace, y los llame de todo, cuando ellos sólo se estaban divirtiendo un poco escuchando “reggaeton” a todo volumen a las 5 de la mañana…? En cambio, si en vez de ir a recriminar a nuestros vecinos armando un escándalo, vamos tranquilamente, llamamos a la puerta con buenos modales, y les decimos a nuestros ruidosos vecinos algo así como “Perdonen, es que me cuesta un poco dormir con música de fondo… si pueden bajar un poco el volumen, quizás pueda dormir al menos unos minutos… Sé que a ustedes les gusta escuchar música a altas horas de la madrugada a todo volumen, pero yo trabajo, y por favor, si pueden al menos quitar la música a ratos… por lo menos podré dormir en esos ratos... Gracias, muy amable por ayudarme a dormir aunque sólo sea algunos trozos de la noche…” 18. Muestre simpatía por las ideas y deseos de la otra persona. Recuerdo cuando de pequeño colábamos el balón en el patio de una anciana del barrio con muy mal carácter... Cuando íbamos a intentar casi suicidamente recuperar el balón… la anciana nos recibía totalmente encolerizada “estos niños de hoy, ya no respetan nada… No sabéis la vida tan dura que me ha tocado, ojalá os hubiese tocado a vosotros vivir como yo viví…” Pero yo siempre sabía como conseguir que nos devolviese el balón. “Es cierto, señora, usted tuvo una vida muy dura. Si yo hubiese tenido una vida tan dura como usted, no tengo dudas de que estaría tan enfadado con todo como usted… Tiene todo el derecho a enfadarse con nosotros por haberla perturbado tirando un balón a su patio. Puede quedárselo si quiere, así aprenderemos a tener más cuidado…” Y en un minuto, ya teníamos otra vez el balón de vuelta con nosotros… 19. Apele a los motivos más nobles. Por peculiaridades biológicas, resulta que he sido dotado de un temperamento y una personalidad un tanto peleona, con un fuerte sentido de la justicia… En alguna de mis luchas contra lo que yo considero que son injusticias, han estado a punto de detenerme varias veces. De hecho, acorde con el protocolo, me deberían de haber detenido… Por ejemplo, cuando protesté por la política urbanística de mi ciudad, completamente alocada y que no respetaba el entorno natural de la ciudad… En aquel acto de protesta, inflingí varias veces la ley… le hice cortes de manga a la policía, tiré varias piedras contra las lunas de la maquinaría que estaba dispuesta para empezar a construir... y rompí varias lunas. Con todo, me trincaron… y me estaban diciendo ya eso de “tiene derecho a un abogado”… Entonces yo empecé a demostrar mi carácter de pantera “Esto es lo que ustedes entiende por justicia, defender al alcalde de la ciudad, que es un vendido, que no aporta nada más que ladrillo a la economía de la ciudad, que no tiene ni unas mínimas nociones de economía, simplemente aplica la máxima de “pan para hoy y hambre para mañana”… Y yo, siempre luchando por el bien común, siempre poniéndome del lado del débil. Yo soy la víctima y ustedes me detienen. Pueden hacer lo que quieren conmigo, como si quieren fusilarme, eso no va a hacer que deje de tiene razón…” Había mucha gente delante… la sensación de los agentes de la policía de no saber que hacer, mirándose los unos a los otros… nunca la podré olvidar. Al final, cuando ya me estaban poniendo las esposas… cogieron, cesaron de su intento de esposarme, se dieron la vuelta y se largaron sin mirar atrás…

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 20. Dramatice sus ideas. Recuerdo una propuesta que surgió en unas conferencias en contra de las minas antipersonas. Uno de los conferenciantes, propuso hacer una comisión que iría informando a las personas de la calle de los terribles estragos que tenían las minas antipersonas sobre pueblos enteros. Mutilados por doquier, viudas, huérfanos… Pero yo, en mi línea radical, propuse algo más gráfico: vamos a hace una representación con un actor en plena calle llena de gente, en donde, por medio del maquillaje, de sangre de mentira, y de mutilaciones de mentira… vamos a representar en plena calle los efectos que tiene sobre una persona que una mina le estalle al pisarla… La idea fue prohibida por el ayuntamiento… pero si queremos impactar de verdad a los demás con nuestras ideas, debemos de dramatizarlas, no argumentar sosamente… 21. Lance con tacto un reto amable. Esta regla es ideal para motivar a los trabajadores de una empresa. La gente no se motiva con argumentos o con amenazas. Se motiva mucho más con retos. Un empresario que ponga a su plantilla de trabajadores a parir, que los amenaza con despedirlos si no rinden más, que los insulte, que los humille… conseguirá poco más que ganarse las antipatías de los trabajadores… Pero sin embargo, si convierte la producción en un juego, por ejemplo, les muestra los gráficos de producción de lavadoras de la semana anterior, y luego, les pone como reto intentar superar la marca de producción de dicha semana, con palabras como “sé que podemos, es difícil, pues la semana anterior ya producimos muchas lavadoras... pero creo que podemos superarnos a nosotros mismos… Además, ya casi hemos aumentado nuestro nivel de productividad histórico…” Con todo, este buen jefe, va semana tras semana convirtiendo las antiguas amenazas sobre los trabajadores si no rendían más, en un juego: al principio de cada semana, reúne a todos los trabajadores, y les pone delante las gráficas de producción. Y con todo, al final de la semana, todos los trabajadores estarán expectantes para ver si han conseguido superar las marcas propuestas en la reunión con el jefe al principio de la semana. Se trata un poco de convertir la vida en un juego… Por supuesto, esto lo podemos aplicar a todos los ámbitos de la vida, como por ejemplo, al ámbito de aumentar nuestra sociabilidad: ¿qué avances en sociabilidad hemos hecho en esta semana? ¿Superan o no los avances de la semana anterior? 22. Si tiene que criticar a alguien por algo, empiece con un elogio y aprecio sincero. Recuerdo la anécdota que contaba mi profesor de autoescuela… Una de la chicas a la que daba clase, había estampado el coche contra una farola. En vez de ponerse a gritar como loco por tal torpeza al volante de la chica, el profesor de la autoescuela, la dijo: “bien, querida María, pon el punto muerto. Estamos empotrados contra una farola. Lo cierto es que has mejorado mucho desde la última vez, pero tienes que aprender a controlar un poco más tus nervios. Por supuesto, que has avanzado en ello, pero no lo suficiente. Tienes que esforzarte un poco más. Mientras llegan los bomberos a sacarnos de aquí, repasemos mentalmente tus errores…” 23. Llame la atención sobre los errores de los demás indirectamente. Recuerdo cuando trabajaba en el campo de golf… Uno de los golfistas del campo tenía la mala costumbre de tirar incluso si un de los operarios estaba casi encima de la bola… Un día, tiró la bola haciéndola pasar por encima de mí, estando yo a poco más de dos metros de la bola… Casi me da. Al día siguiente, me encontré en las afueras del campo de golf con este individuo… me preguntó que si ya había terminado mi jornada laboral. Y yo respondí que sí, y que ahora iba a aprovechar para ir al cuartel de militares y pedir unos consejos sobre cómo defenderme en caso de un ataque con proyectiles lanzados en paralela…

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 24. Hable de sus propios errores antes de criticar a los demás. En un capítulo de Los Simpson, Homer ingresa en la Universidad… y se hace amigo de tres chicos frikis. Con todo, los tres frikis resultan expulsados de la universidad por culpa de Homer… Pero este, traza un plan para impresionar al decano y que los vuelva a admitir. El plan consiste en que los frikis salven la vida del decano dándole un empujón justo antes de que Homer lo atropelle con el coche… Pero los frikis se lían a discutir sobre si tienen que tener en cuenta la presión atmosférica para darle el citado empujón. Con todo, Homer atropella al decano con el coche... Ya en el hospital, los tres frikis y Homer confiesan que todo ha sido por culpa de su fallido plan. El decano, lejos de ponerse echo una furia, y a pesar de que le van a tener que poner otra cadera nueva, dice que bueno, que él mismo tiene errores de vez en cuando, y que todo el mundo se confunde… 25. Haz preguntas en vez de dar órdenes. Dos empleados de una fábrica, y resulta que uno (joder, parece que estoy empezando a contar un chiste…) tiene la mala costumbre de dar órdenes al otro: “tráeme la lima del cinco; lleva la camioneta al sector 8…” Y claro, un día, el empleado al que van dirigidas las órdenes, se cansa, y dice eso de “tu no mandas, si quieres, hazlo tú”. Si en vez de dar órdenes, el empleado mandón hubiese optado por hacer preguntas “¿Puedes traerme la lima del cinco?”, las órdenes hubiesen sido mucho más fáciles de cumplir. 26. Permita que la otra persona salve su propio prestigio. Comúnmente en mis discusiones en los foros de Internet… algunos que no están de acuerdo conmigo, entran muy fuerte con argumentos en mi contra… Pero en no muchas respuestas… la persona en cuestión queda un tanto confusa con respecto a mí: yo no era tan cabrón como él creía que era… Y empieza poco a poco a reconocer que mi perspectiva es madura, y muy profunda… yo, en vez de entrar diciendo algo así como “¿no ves, quién tenía razón?”, permito siempre salvar el prestigio de la persona en cuestión, con algún que otro mensaje que dice algo así como “bueno, hemos acercado posturas, es importante entendernos bien para acercar posiciones. Creo que en el fondo podemos llegar a entendernos” 27. Elogie el más pequeño progreso y, además, cada progreso. Sea “caluroso en su aprobación y generoso en sus elogios”. Recuerdo que yo era un patán con las matemáticas cuando era pequeño… No las entendía porque no me gustaban… Pero un día el profesor de matemáticas, al mirar mis ejercicios, vio que por primera vez me había esforzado… y que los había echo bien. Me llenó de elogios, dijo con cierto aire de burla, que quizás yo algún día pueda llegar a ser como Gauss… Y eso me llenó mucho… El tiempo descubrió que, tras aquél aparente kaos, yo tenía un gran talento para las matemáticas… Y con 18 años, empecé a estudiar en la facultad de matemáticas… 28. Atribuya a la otra persona una buena reputación para que se interese en mantenerla. Conocí a una persona muy terca y avara… Nunca invitaba a nadie en el bar, pero él siempre esperaba que los demás le invitasen a él… Un día, conseguimos que al fin pagase una ronda de consumiciones en el bar para el grupo… A partir de ese día, todos los miembros del grupo nos confabulemos para ponerle fama de generoso, de buena persona, de interesarse más por los demás que por él mismo... Y con todo, a partir de ahí, no le quedó más remedio que hacerse más generoso con los demás, pues había probado la satisfacción que se siente cuando los demás tienen una buena opinión sobre ti mismo. 29. Aliente a la otra persona. Haga que los errores parezcan fáciles de corregir. Tengo innumerables ejemplos personales de esta regla. Es una de las más importantes y una de las que más

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 seductores nos harán. Por ejemplo, siguiendo en la facultad de matemáticas, recuerdo que era amigo de algún chico que no estaba seguro de valer para las matemáticas, y estaba disgustado, porque iba a perder el año. Y yo, con mi fuerte positivismo, intenté animarlo ofreciéndole mi ayuda con sus problemas. Le decía que yo le ayudaría con las matemáticas… y que aun así, si efectivamente no vale para ello, que no pasa nada, que de todo se aprende, y le recordé que yo tuve un profesor que estuvo 3 años estudiando química antes de abandonar y estudiar filología inglesa… Y que el profesor decía no arrepentirse… 30. Procure que la otra persona se sienta satisfecha por hacer lo que usted quiere. Otra regla fundamental para los jefes. Un empleado dependiente de una gasolinera, tiene una absoluta falta de eficiencia a la hora de mantener la tienda de la gasolinera limpia y ordenada… El jefe, le recrimina constantemente que tiene que poner más atención a su labor… Por no consigue nada. Con el tiempo, llega otra jefe nuevo. Este jefe se da cuenta del problema, e intenta solucionarlo. Llama al empleado patoso, y dice que tiene que transmitirle un importante mensaje. Él ha sido ascendido a un cargo de mayor responsabilidad: a partir de ahora será coordinador de higiene y seguridad en la gasolinera. La función principal de este nuevo cargo, será responsabilizarse de la correcta higiene y correcto orden de las dependencias de la gasolinera. Es un cargo de responsabilidad, porque a partir de ahora será el encargado de mantener en orden a la gasolinera. Con todo, el empleado, al sentir que se le había delegado una importante responsabilidad, empezó a partir de aquél día a realizar todas esas funciones que se había negado a realizar antes… Pues ahora ya no era una mera marioneta del jefe: ahora era el encargado, con voluntad y responsabilidad propia.

Con la regla número 30 terminamos el repaso a las reglas fundamentales para “ser amigos e influir sobre las personas” que inmortalizó hace décadas el genial Dale Carnegie. Estas reglas son completamente intemporales. Pero lo mejor de ellas, es que si nos las aplicamos a nuestra realidad social, en poco tiempo veremos un cambio muy fuerte de los demás sobre nuestras personas. En el fondo, son reglas para ayudarnos a convertirnos en personas encantadoras y carismáticas. Pero no vale con leer la lista, el ejercicio consiste, por supuesto, en leer la lista… pero es aconsejable memorizar después los 30 enunciados. Y a partir de ahí, cuando estemos en una interacción social, sea con amigos, con la familia, con los jefes, con la novia… recordar la lista de estas 30 reglas de oro, y por supuesto, hacer el esfuerzo de aplicarlas a partir de ahora siempre en nuestras relaciones sociales. Cuesta un poco cambiar, al quien algo quiere algo le cuesta… Pero el resultado es espectacular en poco tiempo. Lo mejor de estas reglas, es que nos facilitan desde ser compañeros de trabajo agradables y con una gran estima hacia nosotros por parte de los demás; hasta poder encontrar más fácilmente ese chico o chica especial... y es que, las personas que

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 aplican esta lista de las 30 reglas de Carnegie, son las persona más encantadoras que existen, más seductoras, más populares… Por lo demás, aceptando la lista de Carnegie, le hacemos caso a Jesús de Nazaret, a Buda, a Zaratustra, a Krishna… y es que todos ellos creían que la humanidad se podía mejor entender con buenas maneras, con buenos hábitos, fomentando el amor entre los hombres en vez de fomentar el odio… Entonces… ¿les valdrían a los hombres que combatieron en la Primera y en la Segunda Guerra Mundial el haber aplicado estas reglas para haberse ahorrado cerca de 70 millones de muertos…? El psiquiatra austriaco Sigmund Freud nos dejó dicho que la humanidad tiene dos formas distintas de proceder en su relaciones sociales: mediante el amor; y mediante el odio. Ya hemos dicho que la lista de Carnegie pretende sacar lo mejor del corazón humano… dominar, sí, pero mediante la pasión, mediante la elegancia, mediante el carisma y mediante el trato agradable… Pero también hay otra forma de dominar, que por supuesto, horrorizaba a Carnegie: mediante la amenaza, mediante el deprecio, mediante la tiranía… Un marido maltratador puede conseguir que la desgraciada de su mujer termine por hacer todo lo que él quiere… y haciendo justo lo contrario que lo que nos aconseja la lista de Carnegie. Entonces, parece evidente que también podemos influir sobre los demás mediante el odio, mediante el desprecio, mediante la humillación. ¿Por qué entonces elegir el camino del bien, del amor, al camino del odio, si parece que el camino del odio puede ser también muy efectivo? Recordemos que para poder influir sobre los demás mediante la estrategia del odio, hacen falta ejércitos, dinero, poder, influencias… y poca gente tiene esto. Las personas que lo tienen, por lo general no hacen mucho caso a Carnegie... Un poco les sobra la lista de Carnegie. Podemos de hecho ver la situación actual del mundo, en donde los privilegiados intentan mantener a las masas calladas con una mezcla de amenaza y retórica conservadora… ¿No podrían estas gentes, a pesar de tener poder, usar las reglas de Carnegie para dominar, no les saldría más barato dominar con el amor que dominar mediante tanques? Ya hemos dicho que hay dos caminos para relacionarse con los demás: el amor y el odio. Por supuesto, que estas personas que actualmente tiene buenas posiciones en el mundo, podrían usar también la estrategia del amor para intentar dominar a los demás… pero no les interesa. Y es que, las reglas de Carnegie de por sí exigen que seamos buenos tíos, que seamos justos, que seamos generosos, que nos preocupemos por los demás, que tengamos inteligencia emocional, que seamos tíos y tías agradables de convivir con nosotros, que seamos comprensivos, que seamos carismáticos… Y estos requisitos no los cumplen esa gente que domina mediante el terror, mediante las armas, mediante el odio, mediante el miedo… Por eso, si queremos ser verdaderamente seductores, no nos queda otra elección que elegir el camino del amor, del carisma, de la comprensión… Las personas que dominan con odio, nunca serán verdaderamente carismáticas y seductoras, por mucho que el dinero les pueda proporciona eso que su carácter no les puede proporcionar. Y por supuesto, podemos elegir el camino del amor sin necesidad de tener siempre una estúpida sonrisa dibujada en nuestro rostro… Podemos sacar el carácter de nosotros de vez en cuando, podemos ser irónicos a veces, peleones a veces, podemos incluso liarnos a mamporros con alguien con quien tenemos un problema a veces… Pero con todo, las personas verdaderamente carismáticas, aplican las reglas de Carnegie el 90% del tiempo de sus relaciones sociales… Y ese es el gran problema de las reglas de Carnegie: si las aplicáramos el 100% del tiempo, no podríamos ser irónicos, no podríamos ser un poco peleones… Eso también nos hace carismáticos… Por tanto, aplicaremos las reglas del Carnegie el 90% del tiempo en nuestras

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 interacciones sociales. El 10% restante, se corresponderán a esos momentos en donde nos toca sacar el carácter, nos toca ser irónicos, nos toca burlarnos de alguien que es una persona sumamente desagradable y malvada… Con todo, esto se debe de hacer con el mayor disimulo. No hay mejor forma de humillar a una persona que soltarle una fina ironía sobre su condición de rata de dos patas que con una sutil y elegante broma… Ni que decir tiene que esta última parte de este largo ejercicio, debemos de tomarlo con cautela: es preferible aplicar el 100% del tiempo las reglas de Carnegie, que cagarla y faltarle al respeto a alguno de nuestros amigos que no se merecía nuestro gesto de odio. Con un poco de práctica, terminaremos calibrando bien nuestra interacción social, y sólo entonces entenderemos bien todos estos ejercicios. La mejora está completamente garantizada, pero le tenemos que dedicar tiempo a cambiar, tenemos que salir a interactuar con gente con el objetivo en mente de practicar alguno de estos ejercicios. Al principio no suele salir. Yo me quejaba mucho al principio de mis interacciones sociales de que “no consigo ser como quiero”… Pero con el tiempo, aunque aún sigo practicando todas estas cosas, he logrado tener la personalidad carismática y seductora que siempre había querido tener.

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Capítulo 12. El arte de conversar Hemos llegado a uno de los momentos claves del arte de la seducción. Aprender a conversar sigue siendo la gran asignatura pendiente de muchas personas con problemas de sociabilidad. Pero hasta las personas que no tienen este tipo de problemas, pueden ganar mucho en sus relaciones sociales si aprenden a desarrollar una conversación más fluida e interesante. Yo aún recuerdo el espantoso conversador que fui: contestaba sólo con monosílabos; no regulaba correctamente el volumen de voz; ponía un tono de voz demasiado agudo (lo que es señal de cobardía, de que tenía miedo, y la forma que tienen los machos humanos de demostrar su sumisión, es poner un tono de voz agudo en vez de grave, siendo la serotonina y otras sustancias las que regulan estas reacciones involuntarias); no era capaz de aportar nada a la conversación; estaba más pendiente de lo que pensarán de mí los demás, que de la conversación en sí mismo… Pero lo positivo de todo esto es, como ya hemos dicho, que podemos cambiar, podemos aprender el arte de seducir con la palabra… Y no sólo seducir a mujeres, que también, sino a todos los interlocutores con los que charlemos, sean amigos, jefes,… Por ahí hay alguna espantosa técnica de conversación salidas de libros de aprender a sargear, tipo el Secreto, de Mistery… de las que ya hemos hablado. Dirigirnos a una chica y querer conquistar su corazón con preguntas tipo “cómo es la manera adecuada de planchar un pijama”… no es precisamente una forma de mejorar como conversadores… Todo tipo de rutinas enlatadas y fórmulas mágicas para aprender a conversar deben de ser desechas. Lo que no está reñido con aprender ciertas técnicas que nos ayudarán con un poco de práctica a mejorar nuestra habilidad como conversadores.

Ejercicio nº 7: Aprender a hablar con todo el mundo Para mejorar nuestras habilidades como conversadores, nada mejor que practicar el siguiente ejercicio. Por supuesto, cuando digo práctica, quiere decir, visualizar primero el ejercicio, y después ponerlo en práctica ya en el campo, usando el método de la autoconsciencia del que ya tanto he hablado. Por ejemplo, podemos practicar en una conversación con otras ocho personas que acabamos de conocer. Estamos en un bar, tomando un café en una mesa. En total, somos 9 personas. No es difícil a día de hoy encontrar situaciones como la descrita. Si queremos encontrar fácilmente a grupos de gente en donde no conozcamos a ninguno de sus miembros para poder practicar estos ejercicios, no tenemos más que apuntarnos a través de Internet a alguna actividad de las que se organizan en las páginas de Singles, o sea, personas jóvenes y solteras que organizan grupos y actividades para pasar el rato mientras siguen buscando el amor de su vida… Pero por supuesto, los grandes maestros de la sociabilidad no deberían necesitar para nada recurrir a Internet para encontrar gente… Simplemente, la vida nos debería de poner en situaciones ideales a los efectos de encontrar nueva gente. Y es que, una persona verdaderamente sociable nunca tiene ningún tipo de escrúpulo en, por ejemplo, irse sólo a un bar, y empezar a hablar con el primer grupo de gente que se encuentra a su lado en la barra. Tenemos que acostumbrarnos a actuar un poco como esas personas verdaderamente populares y verdaderamente sociables, que hablan con cualquiera en cualquier circunstancia… Y es que, si nos damos cuenta, las personas más tímidas o menos sociables, creen que lo único que hace que merezca la pena empezar una interacción social con una persona desconocida, es el poder sacar un premio, por ejemplo, ligar. Pero debemos de acostumbrarnos a empezar interacciones con desconocidos por el mero hecho de que así

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 mejoramos nuestras habilidades sociales, o mejor, porque simplemente nos divertimos, aunque no saquemos nada más de esa interacción. Yo aún recuerdo una anécdota que me sucedió con mi sociable madre… Estábamos ambos en la caja del supermercado recogiendo los productos comprados, metiéndolos en bolsas, y pagando… yo me quedé un poco detrás, justo al frente de la cola de la caja. Y me dio por mirar un momento los típicos productos que suelen tener justo en la estantería que está al lado de la caja del supermercado, pilas, chicles, linternas,… En ese momento, veo que mi madre va a pagar lo comprado… para mi sorpresa, saca la tarjeta de descuento del supermercado… Y yo, no dejaba de preguntarme por qué mi madre tenía una tarjeta de descuento del supermercado… si nosotros nunca habíamos comprado antes en un supermercado de esa cadena… ¿De donde narices se había sacado mi madre esa tarjeta de un supermercado al que no habíamos entrado nunca…? Una vez que la cajera pasó por el lector la tarjeta, y una vez que mi madre recogió la tarjeta a la vez que pagaba la compra, pude deducir de donde narices mi madre había sacado aquella tarjeta. Se la había dejado una señora a la que acababa de conocer en la caja… Se me hizo evidente en el momento en que, entre alguna palabra entre risas, mi madre le devolvió la tarjeta a la señora que, también entre risas, cogía la tarjeta y se la volvía a meter en su bolso… A mi madre le había dado tiempo a hacerse amiga de esa mujer que acababa también de pagar su compra, en el tiempo que la cajera pasaba por el lector los productos y en el tiempo que yo miraba unos segundos los productos que tienen justo al lado de las cajas... Y es que, las personas más sociables hablan con un montón de gente, sólo por el placer de hablar, y de tener interacciones sociales… No les preocupa no sacar nada de esas interacciones, simplemente hablan con todo el mundo por diversión… No nos debe de extrañar el éxito entre las mujeres que tienen esos chicos tan sociables y extrovertidos… pues su temperamento les empuja a hablar con todo el mundo, por el mero hecho de que les divierte… Y claro, entre ese “todo el mundo” hay un montón de chicas… Pues el ejercicio consiste un poco en imitar a mi madre: salimos a la calle. No vamos a ningún sitio en particular, simplemente salimos a la calle porque nos apetece dar una vuela por la ciudad, nos apetece interactuar con gente por el mero placer de interactuar. Vamos por la calle con un ritmo de paseo, nos pararemos a mirar escaparates… Y visualizamos ya en la calle misma a posibles candidatos para tener con ellos una amena charla… Por ejemplo, vemos a una chica mirar un escaparate, y nos paramos nosotros también delante del escaparate… A partir de ahí, sólo es lanzarle

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 una observación sobre el escaparate a la chica: “está todo muy caro, ¿verdad?” Y con esto, ya hemos hecho lo más difícil… A partir de ahí, intentaremos llegar con la chica a lo máximo que podamos. Y para ello, después de haber oído lo que nos contesta la chica a nuestra observación, volveremos a hacer otra observación, por ejemplo, ella nos puede decir “si, bueno, pero tampoco me gustan estos zapatos...” Y nosotros la volvemos a decir “pues a mi me parecen bonitos, pero me parece que aquí no hay zapados de hombres”. Y ella nos diría algo así como “jaja, sí, creo que aquí pocos zapatos de hombre vas a encontrar”. Y nosotros seguiríamos tirando del hilo de la conversación. Si la logras retener dos minutos con una conversación tan sencilla como esta (nada de hablarle de cómo se plancha un pijama, los mejores temas de conversación salen de nuestro ámbito más inmediato… de echo, la bobada esa de “planchar un pijama”, parodia un poco el fenómenos de que los mejores temas de conversación surgen de nuestra realidad cotidiana…), habrás logrado pasar un poco ese deseo natural que tienen las mujeres de huir cuando las “entra” un hombre que puede estar buscando en ella algo más que alguien con quien intercambiar una breve conversación… Si sale corriendo, no pasa nada, mejor, así perdemos completamente el miedo al ridículo. Es una reacción normal que las mujeres atractivas huyan de los hombres, y curiosamente, pueden huir más de los hombres que a su vez les parecen atractivos a ella… como no queriéndose hacer ilusiones… A partir de ahí, estaremos en plena calle con una chica (también puede ser un tío, eso da igual, lo importante es mejorar nuestras habilidades sociales, y para ello, tenemos que entrar tanto a tíos como a tías, independientemente de nuestra edad y de si somos hombres o mujeres…) enfrascados en una conversación. El objetivo de este sencillo ejercicio es doble: 1. Acostumbrarnos a hablar con todo el mundo por el mero placer de halar; 2. Aprender los fundamentos más básicos del arte de conversar. En este capítulo nos centramos sobe todo en el punto 2, aprender a conversar. Y este ejercicio es ideal para ver lo sencillo que es tener una buena conversación con otro. Simplemente, una vez empecemos la conversación, que es con mucho lo más difícil, tenemos que ver lo fácil que surge de forma casi natural una amena charla… Con todo, hemos empezado hablando de zapatos, pero seguro que el tema de conversación irá cambiando a partir de ahí. Hay que saber llevar un poco la conversación hacia donde nos interesa. Por ejemplo, en nuestro ejemplo, estábamos hablando de zapatos, pero yo quiero llevar esa conversación hacia algo más interesante, por ejemplo, tengo ganas de salir esa tarde para tomar un café, y como no conozco aún la ciudad porque soy nuevo en ella (miente siempre lo justo, o te pillarán...) pues… -ella- ¿Te interesan los zapatos de mujer…? Jaja -nosotros- Pues no mucho… me interesan más los espacios mágicos… -ella- ¿Espacios mágicos…? -nosotros- Si, verás, esos espacios públicos, desde una estación de autobuses, hasta una biblioteca, pasando por un café… Me gustan las distintas sensaciones que me causan… -ella- Si, ahora te comprendo… -nosotros- Y hablando de espacios mágicos. Soy nuevo en la ciudad. ¿Me podrías recomendar un café del centro que tenga ese ambiente tranquilo y especial que tanto me impresiona de esos lugares con encanto…? Bien, en nuestra conversación del ejemplo, se puede ver lo sencillo que son los fundamentos de una conversación entre dos personas. Es algo más complicado y distinto cuando hay más de dos personas (como dice el refrán “tres es multitud”). Además, podemos ver también lo fácil que es manipular la conversación hacia el lugar a donde la queremos guiar. Aunque hay que decir que en el ejemplo, si queremos ligar con la chica… vamos demasiado rápido… Pero de eso ya hablaremos en

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 el capítulo del Método Mistery… De cualquier forma, recordemos que en este ejercicio simplemente hemos salido a interactuar con unas cuantas personas... Por tanto, nos despediríamos de la chica, e iríamos a por otro candidato para que charle con nosotros un poco, por ejemplo, podemos preguntarle algo al señor de los helados… y a continuación, iniciar una breve conversación con él. Cuando hallamos echo esto con 10 personas, termina el ejercicio.

Ejercicio nº 8: Aprender a conversar Ahora sí, después de poner un ejemplo del tipo de conversación más sencilla y eficaz que existe, vamos a ver cómo nos iría en nuestra tertulia en un bar con otras ocho personas, hombres y mujeres, que acabamos de conocer de la forma que sea. Una vez en el bar, una vez que ya hemos pedido algo y una vez que nos hemos sentado con nuestro café los nueve en una mesa, empezamos con nuestra tertulia… Recordemos la situación, estamos sentados en una mesa con ocho completos desconocidos. Hay una fuertísima inercia a permanecer en silencio cuando interactuamos con personas desconocidas… Agraciadamente, es una inercia fácil de vencer. Pero a pesar de todo, este es un factor fundamental en las relaciones sociales: lo que nos impiden por ejemplo empezar con una amena conversación con esas personas con las que esperamos el autobús, es precisamente esta inercia. Los grandes maestros de la sociabilidad, son especialistas en romper esta inercia, son especialistas en empezar a hablar con los demás en cualquier circunstancia y en cualquier momento. No se trata de parecer una cotorra… se trata de hablar de vez en cuando con gente que es desconocida, pero pueden parecer interesantes para tener una conversación con ellos. Pues estábamos en nuestra mesa tomando un café con otros ocho completos desconocidos… Y decíamos que al principio, cuesta mucho que un grupo de desconocidos empiece a hablar… Pero nosotros vamos a hacer de maestros de ceremonia, vamos a ser nosotros los que guíen la unión de este grupo de 9 desconocidos mediante una buena conversación. Para ello, empezamos con dirigirle al grupo entero una pregunta u observación. Por ejemplo, yo podría decir “bueno, nueve hombres y mujeres… ¿estáis todos tan desencantados del amor, como yo…?” A partir de ahí, la gente nos mirará, porque hemos sido atrevidos, porque hemos hecho una observación interesante… Y a partir de ahí, alguien contestará a la pregunta, y luego otros… Pero por lo general, la inercia del grupo volverá a caer, por lo que seremos nosotros los que tengamos que volver a darle cuerda… Y para ello, nada mejor que, al principio, hablar nosotros por los demás y por nosotros… Al principio hablaremos nosotros con preguntas y observaciones que dirigimos a todo el grupo. Pero poco a poco, como el grupo ve que nosotros hemos animado la cosa, los demás ya se empiezan a animar, y empiezan a hablar más. En estas conversaciones masivas, es normal que la conversación se fragmente, quedando por ejemplo nosotros hablando con otras dos personas que tenemos al lado. Los demás harán lo propio. De vez en cuando es la conversación del grupo la que vuelve a tomar la iniciativa, en los momentos en que, alguien especialmente espabilado, dirigía una pregunta o una observación al grupo entero. Por ejemplo, “bueno, hoy al menos va ha ser un día interesante, en donde hemos conocido a mucha gente nueva…” Y después de nuestra observación, es normal que la conversación se mantenga un poco en el grupo entero, hasta que en algún minuto, la conversación se vuelve a dividir en pequeños grupos… Con lo que estaremos nosotros hablando con dos personas que tenemos al lado. Igual que el grupo entero tiene una fuerte inercia a quedarse callado por el hecho de ser un grupo de desconocidos, nuestros dos interlocutores, un chico y una chica, también tienen esa fuerte inercia a quedarse callados… Pero eso no significa que no quieran hablar con nosotros. Significa que simplemente, tendemos a no abrirnos con conversaciones ante gente que casi no conocemos. Pero cuando nosotros los desconocidos para ellos, vamos demostrando con nuestra conversación que somos simpáticos, que somos sociables,… ellos poco a poco se irán abriendo, y hablarán más.

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 Para ello, con nuestros dos interlocutores, hablaremos nosotros al principio, sobre todo los dos primeros minutos, un 80% del tiempo total. Y a partir de ahí, dejaremos en los siguientes minutos que sean nuestros dos interlocutores los que hablen más. Iremos reduciendo nuestra participación en la conversación con estos dos chicos, desde un 80% del tiempo total, hasta un 20%, pero de forma progresiva: ellos cada vez hablarán más; y nosotros pasaremos de hablante a oyente. Al final, ellos serán los que más hablen, y nosotros escucharemos atentamente, mientras que hacemos las oportunas observaciones a lo que nos cuentan. El gran secreto para tener una conversación verdaderamente potente con alguien, es llevar la conversación hasta un punto de interés común. Y para ello, y este es mi secreto de por qué soy un gran conversador, debemos de explorar un poco todo el mundo conceptual de los dos chicos con los que tenemos esta amena conversación. Para entender bien esto, vamos a poner un ejemplo. Yo exploro a mis dos contertulios hasta encontrar un punto en común entre nosotros tres, y luego, hablar larga y tendidamente sobe ese lugar común que nos apasiona a los tres. -yo- Bueno, ¿Cuáles son vuestras aficiones? ¿Os gusta el deporte? -chico- A mí me gusta jugar al fútbol, pero no verlo por la tele -chica- Bueno, a mi no mucho -yo- Si, a mi antes me gustaba el fútbol, pero ahora soy más de ir al cine… -chica- Mira, a mí el cine sí me gusta, sobre todo la ciencia ficción y el terror -chico- ¿De verdad? A mi me encanta también el género de terror… En fin, está, en medio minuto de conversación, hemos llevado la conversación hasta un lugar común entre nosotros tres… Y es que, los grandes temas de conversación están en aquellos lugares comunes, y en aquellos lugares que pertenecen a nuestra realidad cotidiana. A nadie le fascinan las conversaciones sobre física cuántica, sobre política, sobre escultura abstracta… salvo raros casos. En cambio, temas como el amor, el sexo, la amistad, la vida cotidiana, las traiciones, las pasiones, las aficiones,… son los temas en donde surgen las conversaciones más profundas y creativas. Las mujeres, de echo, tienden a enamorarse de esos hombres que, aunque hablen de temas superficiales, son agradables de escuchar, transmiten esa amenidad característica del día a día, transmiten la idea de que sería agradable pasar mucho tiempo junto a alguien así, sencillo pero fascinante. Pero sobre todo, las mujeres se enamoran del quien sabe escuchar…

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 Y es que, como ya dijimos en las reglas de la sociabilidad de Carnegie, a la gente le gusta más hablar, y hablar sobre sí misma, que escuchar… Por eso, para ser hombres y mujeres verdaderamente seductores y verdaderamente carismáticos, nada mejor que sacrificarnos por los demás… y dejar que sean estos los que más hablen, y los que hablen de los asuntos que a ellos les gustan, convirtiéndonos nosotros en receptores de sus inquietudes y de sus gustos. Pero no hay que escuchar de forma pasiva, tenemos que asentir, hacer gestos como que entendemos bien a nuestro interlocutor, hacer observaciones al respecto… intentando guiar nosotros la conversación, pero guiarla sobre el terreno en donde nuestro conversador está a gusto. Y es que, alguien que le guste por ejemplo, el cine de terror, estará encantado de hablar durante horas de las sensaciones que les transmiten las películas de Hitchcock; del pánico que pasó de pequeño cuando vio por primera vez la película “La cosa”,… y de lo que le gustan esas veladas en donde queda con sus amigos para ver en casa con las luces apagadas una película de terror… La gente ama a esas personas que saben escuchar, ama a esas personas que parece que son receptores directos de las sensaciones de nuestra alma… Y sobre todo las mujeres… Por lo demás, es importante cuidar también la mirada cuando conversamos con nuestros contertulios. El 85% del tiempo, mantendremos la mirada fija en nuestros conversadores; y el 15% restante, desviaremos la mirada, y daremos un repaso con nuestra vista por nuestro entorno circundante, parándonos algún segundo a mirar algún detalle del local en donde estamos, para retornar a continuación con nuestra mirada a los ojos de nuestro interlocutor. Una técnica muy poderosa con la mirada cuando estamos hablando con nuestros dos interlocutores, es mirar al interlocutor con el que no estamos hablando directamente a los ojos. Esto transmite cierta sensación de importancia al interlocutor que miramos. Y deja un poco perplejo al que estaba hablando, pues pensará “¿?por qué le mira a él, si el que hablo soy yo?” Con esta técnica aumentamos nuestro estatus frente a los demás, pues el gesto de mirar a los ojos del que no habla, es un gesto de dominancia… Es importante practicar esta última técnica para sentir lo que se siente al jugar con la mirada, y al jugar un poco con nuestros interlocutores, en este caso, recordemos, el chico y la chica a cuyo lado nos hemos sentado para practicar este ejercicio de conversar con varias personas a la vez y desconocidas…

Ejercicio nº 9: Aprender a hablar con el cuerpo No hace falta abrir la boca para dar una enorme información a nuestros “interlocutores”. El lenguaje corporal da mucha más información que nuestras palabras. Por eso, es tan importante como aprender a conversar con palabras, aprender a conversar con el lenguaje de nuestro cuerpo. Y para aprender esto, nada mejor que practicar un poco. El arte es una de las mejores formas de trasmitir información que existen. No entendimos el sufrimiento que pasaron los hombres y mujeres desarraigados por la Revolución Industrial hasta que leímos “Tiempos difíciles” de Charles Dickens. Por eso, este ejercicio consiste en entender bien el ejemplo artístico que ponemos, y luego imitarlo cuando tengamos la oportunidad para ello… Estamos en una biblioteca pública. Hay una única chica en ella. Pero de repente, se abre la puerta y entra un chico. Cuando está entrando el chico, la chica mira para ver quien ha entrado. La chica se queda un tanto sorprendida con la llegada del chico. Y es que es un chico atractivo, con unos poderosos ojos. Ella se queda con la boca un tanto abierta, y con los ojos clavados casi sin remedio durante unos segundos en los ojos del chico. El chico se da cuenta de esto, pero no cambia su semblante que transmite algo así como “yo ya se que soy atractivo… No me sorprendo porque me mire una chica…” Con todo, el chico entra en la biblioteca muy seguro de sí mismo, pero muy tranquilo a la vez. El chico se mueve con movimientos lentos, pues los movimientos lentos son

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 típicos de personas dominantes, a diferenta de los movimientos rápidos y nerviosos, que son típicos de personas de bajo estatus. El chico, se quita la chaqueta tranquilamente, sin nervios, como si no hubiese nadie en la biblioteca. La chica le lanza alguna mirada al chico, miradas discretas y que transmiten sensación de que lo desea… el chico se percata, pero actúa como si no se hubiese percatado. Una vez que el chico se ha quitado la chaqueta y ha puesto sus libros en la mesa de la biblioteca, se sienta, suavemente. Ya sentado, tranquilamente antes de abrir su libro, levanta su poderosa mirada, y da un repaso visual por la biblioteca. Sólo están él y la chica en la biblioteca. Cuando ya ha pasado unos segundos mirando fijamente algunos elementos que le gustaban de la biblioteca, por ejemplo, algún estante lejano que tenía una madera muy bonita y brillante… el chico decide que es hora de echarle un vistazo a la chica, que hasta entonces ni había mirado… Y con un movimiento muy lento de la mirada, enfoca los ojos hasta la posición de la chica. La chica se percata de que la están mirando, cuando creía que el chico la iba a ignorar durante toda sus estancia… Y se queda como paralizada, como si la hubiese paralizado los ojos del chico… El chico nota que la chica empieza a temblar en su silla como si la hubiesen atado con una cuerda invisible… y se percata que la chica se empieza a poner colorada… La chica hace ese gesto, sin mover los ojos de los libros de “uff... qué calor”. El chico, a pesar de todo, sigue con la insolente mirada sobre los ojos de la chica… con lo que esta se pone más colorada aún. Al fin, el chico decide bajar la vista hasta la posición de sus libros, sobre una mesa alejada de la mesa en donde está sentada la chica. Y el chico al fin se decide a abrir sus libros y a estudiar un poco, mientras pasa por su cara ese semblante que nos transmite algo así como “bueno, vamos a repasar…”. La posición de las piernas del chico sobre la silla, es juntas a la vez que fuertemente asentadas en el suelo. Puede a veces estirarlas pero muy delicadamente, por ejemplo, estira las piernas a la vez que pone un pie sobre otro, y el chico queda en esa posición un tanto más relajada que la rígida posición inicial, con las piernas firmemente asentadas en el suelo, que adoptó al principio. El chico sigue un rato estudiando en su mesa. Adopta en todo esto un semblante de tranquilidad y de elegancia, pero una elegancia moderna, que transmite una sensación de fuerza y seguridad; a su vez de viveza y de posible espontaneidad. La chica, que al principio estaba tranquila, relajada, con una actitud muy viva… ahora está más engarrotada y nerviosa… Se decepciona al ver que el aparenten interés que mostró el chico sobre ella al principio, parece que se ha desvanecido… Cuando mira al chico, con una mirada discreta, fugaz y un poco pícara, el chico parece enormemente concentrado en su lectura. Con todo esto, el semblante del chico apenas ha mutado. Sólo una vez: desde ese semblante del rostro chulesco y decidido que tenía cuando entró a la biblioteca; hasta ese semblante como diciendo “vamos a estudiar”, que adoptó justo cuando abrió los libros… Y luego, otra vez de vuelta al semblante serio pero seguro y vivo con el que entró en la biblioteca.

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 La chica, mientras tanto, está más agitada que antes. Está nerviosa, y su anterior actitud viva y segura, demostrando una fuerte feminidad, se ha convertido en movimientos erráticos y forzados… mientras resopla de vez en cuando quejándose del calor que hace. El semblante del chico vuelve a cambiar un poco, justo antes de abandonar su asiento y levantarse. Justo después de levantarse, el chico se queda un rato levantado sobre la silla, mientras cierra ya de levantado el libro tras un último vistazo. Luego, echa su vista al frente, hacia la ventana. Justo a la derecha está la chica. Pero no la mira. Luego, con movimientos que trasmiten seguridad y tranquilidad, pero a su vez viveza y espontaneidad, sale muy tranquilamente al pasillo de la biblioteca. Cuando llega allí, se estira discretamente y pone el cuerpo firme… mientras adopta ese semblante como diciendo “bueno, es momento de descansar un poco”. A partir de ahí, se pone a pasear muy despacio a lo largo del pasillo, con los brazos pegados a sus caderas (pues los brazos sólo deben de balancease delicadamente, cuando andamos más rápido). Y da un paseo por el pasillo, muy lentamente hasta llegar a la ventana. Ya en la ventana, mira el hermoso paisaje de montañas nevadas del fondo. Mira por la ventana como si estuviese ensimismado, mientras apoya sus manos en el alfeizar de la ventana. Tras un minuto mirando, minuto de gran turbación para la chica, aunque también de reposo de tener al chico justo enfrente, el chico se da la vuelta tranquilamente, con movimientos delicados, mientras que estira los brazos y muestra las palmas de sus manos. Luego, se dirige tranquilamente hacia los libros que hay expuestos en una estantería. Al llegar a ellos, ve uno que le llama la atención. Entonces sube su mano hasta el libro, y toca la fina piel de la cubierta del libro, empleando todas las yemas de sus dedos. La chica se percata de esto, y le da la sensación de que el chico disfruta palpando texturas interesantes y sensuales con sus manos. El chico, después de hacer esto, coge el libro y lo echa un vistazo. Tras un par de minutos ojeándolo, lo vuelve a dejar con suma delicadeza en su lugar original. Después el chico, vuelve a andar lentamente a través del pasillo, con una postura de cuerpo firme pero sin forzar, lentamente anda hasta la mitad de pasillo. Allí, al fin, mientras levanta la cabeza hacia el techo para echarle un vistazo a las escayolas que lo adornan, suelta unas cuantas palabras “esta es una biblioteca muy interesante, llena de pequeños detalles que la hacen fascinante…” La chica casi no sabe que contestar, se amona un poco en su situación… y ya al fin dice “si, bueno, no me había fijado…” A partir de ahí, el chico y la chica, empiezan ahora sí, una conversación. El chico se dirige muy lentamente hasta estar casi delante de la mesa de la chica (para empezar una conversación con una chica, hay que estar obligatoriamente delante, nunca al lado, pues las mujeres aguantan bien a los hombres que se ponen delante suyo, pero no soportan a un hombre puesto a su lado, y menos si casi la roza). La mira a los ojos, pero ella sigue sentada, y siente que se incomoda por su posición superior sobre ella… así que coge una silla que hay en una mesa de al lado, y suavemente, se sienta casi al lado de la mesa de la chica. Una vez se ha sentado, vuelve los ojos hacia los de la chica. Durante la conversación que empiezan, la mira el 85% del tiempo a los ojos, y el tiempo restante, dirige sus ojos a mirar esos detalles tan interesante que tiene la biblioteca… A partir de ahí, la hace alguna pregunta, sobre su vida, pero no pregunta temas delicados. La pregunta por ejemplo si es de la ciudad, qué estudia… y él no se limita a ser una especie de detective que no deja de hacer preguntas indiscretas… él apoya con sus comentarios las respuestas de la chica a la pregunta. Con el tiempo, la chica empezará a hablar de sí misma sin que le pregunte el chico nada. Hemos entrado en el terreno del coqueteo, caracterizado por una gran finura de modales, por ausencia total de negas (alguna bordería dirigida hacia la chica para mostrar nosotros nuestro valor… en el coqueteo, a diferencia de en el sargeo, esto no procede) y agresividad. El coqueteo es una situación con un ambiente tierno pero firme a la vez. La chica se abre de corazón al chico, con una mirada trémula, mientras que el chico escucha con una mueca de gran interés las dulces

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 palabras de la chica. Él se estremece junto con ella, un poco empieza a dejarse guiar por la conversación de la chica. Y esto es muy interesante. En una conversación, igual que en una relación social en general, podemos adoptar dos grandes posiciones con respecto a nuestros compañeros de interactuación social: o bien de guía; o bien de acompasamiento. Somos guías cuando somos nosotros los que llevamos la carga de la conversación o de otro tipo de interacción social. Y hacemos el acompasamiento cuando son otros los que llevan la carga de la conversación o de la interacción social en general. Una persona no debe de ser siempre guía o acompasador, sino que debe cambiar su posición en la interacción social: a ratos seremos guía, y a ratos acompasadores. Esto es todo un arte, y para dominarlo, simplemente es cuestión de practicar. Saber acompasar es fundamental. Si la persona que guía la interacción social, en este caso, la chica de la biblioteca, siente que somos buenos acompasadores, habremos ganado su aprecio. Y para ser buenos acompasadores, nada mejor que hacer un poco de “rapport”, que significa “entendimiento”. Y el rapport es simplemente, emular un poco los movimientos de, en esta caso, la chica con la que interactuamos. Imitar un poco su postura en la silla, su forma de mover la manos, sus gestos (pero ojo, cuidado con no parecer que la haces burla… es cuestión de practicar) y por supuesto, también su forma de hablar. Por ejemplo, si ella dice que “es guay esta biblioteca” con un tono de voz como susurrante y trémulo… nosotros diremos “son guays los sitios con encanto”, también imitando su tono de voz susurrante y trémulo… El rapport se trata un poco de imitar… pero sin que se note. Esto nos muestra como sujetos dotados de gran empatía, y es una técnica adecuada tanto para chicas como para chicos, aunque las chicas suelen tener más facilidad para que le salga de forma innata e instintiva. Los chicos tenemos que practicar más. Por lo demás, el lenguaje corporal sigue acompañándonos a lo largo de la conversación que hemos iniciado con la chica. Y para mejorar nuestra expresión corporal, volvamos a recordar el método de la autoconsciencia (lo del monitor de vídeo alojado en nuestra consciencia, que nos trasmiten la señal de nosotros mismos gravada por una cámara de vídeo sostenida por un hada invisible…) Con todo, también tenemos que tener una buena percepción de nuestro cuerpo, sentir nuestro cuerpo, que no sea inconsciente sus sensaciones… Con el tiempo, ya podremos olvidarnos de tener que prestarle atención a nuestro cuerpo, pero hasta que moldeemos nuestro lenguaje corporal, tenemos que prestar atención a nuestros movimientos, a nuestra fina piel, hasta a las corrientes de sangre que se mueven por nuestras venas…

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 Insisto, esto es solo hasta que modelemos nuestro lenguaje corporal. Luego, ya no hace falta prestar atención a nuestros procesos biológicos internos. De echo, es perjudicial, nuestra consciencia, sólo se debe dirigir hacia nuestro pensamiento y hacia nuestro mundo exterior. Con todo, practicaremos nuestras conversaciones, a su vez, debemos de ser perfectamente conscientes de que nos expresamos más con el lenguaje de nuestro cuerpo que con nuestras palabras… Hay que “acompasar” también el lenguaje de nuestro cuerpo a nuestras palabras. Igual que tenemos que practicar un tipo de conversación ágil, viva, y en la cual trasmitamos seguridad y confianza en nosotros mismos, tenemos que intentar que nuestro cuerpo transmita eso mismo. Ya dijimos al principio que somos una mezcla de cuerpo y alma, y es fundamental una adecuada conjugación de estos dos elementos. En el caso de la conversación, los elementos son el lenguaje de nuestro cuerpo y el lenguaje de nuestras palabras. Estábamos empezando una coqueta conversión con la chica… ella nos contaba cosas y nosotros escuchábamos, acompasábamos a la chica que ahora llevaba la batuta de la conversación. Con el tiempo, nosotros llevaremos esa conversación a lugares comunes. Y cuando estemos en esos lugares comunes, nosotros podemos tomar las riendas de la conversión, podemos pasar de acompasar a guiar… Hay que saber hacer las dos cosas. También hay que saber mirar. No sólo miras a la chica a los ojos, también la puedes mirar a los labios si te interesa sexualmente… incluso al escote… pero esto es arriesgado y puede sentirse incómoda… Por tanto, mejor mirar a los ojos casi todo el tiempo, y un poquito del tiempo que miramos a la chica, la miramos a los labios, a los brazos, a las manos… Una conversación mantenida con una mujer, es muy distinta que una conversación entre dos hombres, y a su vez, esta es distinta que una conversación entre dos mujeres. Las conversaciones entre dos hombres suelen ser más brutas, con menos intercambios de sentimientos y más intercambios de información. La diferencia entre una conversación entre un hombre seductor y una mujer; y una conversación entre dos mujeres, es que en el primer caso, el hombre deja clara su posición de hombre, adoptando una actitud varonil, pero delicada… nunca confundir esto con una actitud blanda y un tanto femenina… A las mujeres no les atraen esos hombres que se confunden con mujeres… Y esto es todo un arte: ser varonil; pero a su vez ser sensible. Uno de los primeros capítulos del libro nos enseñaba a recuperar nuestra esencia de hombre o nuestra esencia de mujer… Y esa es una lección que debemos de practicar constantemente: si eres mujer, tienes que aprender a ser delicada, cariñosa, elegante, pero a su vez un poco niña, un poco traviesa, siempre inocente, aunque nos podamos enfadar de vez en cuado; y si eres hombre, tenemos que aprender a ser varoniles a su vez que delicados; elegantes a su vez que algo cabrones… Sentimentales y pragmáticos a la vez. O sea, que debemos demostrar pericia, tanto en el dominio de los sentimientos; como a la hora de encontrar sitio para aparcar el coche en una ciudad que parece intransitable… A las mujeres les apasionan los hombres que son sensibles y pragmáticos a la vez. Y a los hombres también nos apasionan las mujeres que, siendo sensibles, encuentran ese lugar para el pragmatismo del día a día, son mujeres sentimentales, pero no tienen ningún escrúpulo en los momentos cotidianos del día a día, de olvidarse del sentimentalismo, y comportarse simplemente como una mujer cosmopolita, que se tira el día trabajando en un ámbito más masculino que femenino. Y es que, la diversidad funcional es muy atractiva, ser hombres y mujeres lo más complejos posible, adaptarnos muy bien a un gran número de situaciones posibles,… es algo muy seductor, muy atractivo para el sexo contrario. Por eso, es interesante practicar nuestras interacciones sociales en todos los ámbitos posibles en donde podamos: desde la relación que tenemos con los compañeros de trabajo; hasta las relaciones con mujeres en citas románticas.

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 Y seguíamos con nuestra interacción con la chica… La parte preferida del cuerpo de un hombre por una mujer, es la boca y los ojos. Por eso es muy importante cuidar las miradas, firmes y tiernas; y cuidar las sonrisas… sinceras pero elegantes. A una mujer se la gana con hermosas sonrisas y unos hermosos ojos que saben mirar. Los ojos y las sonrisas de la mujer también transmiten mucho a los hombres. Con eso sólo ya adivinamos su carácter, su inteligencia, su estatus… por eso, es muy importante cuidar nuestros ojos y nuestra sonrisa. Al final, suena el reloj de la biblioteca que indica que cierra por ese día. El chico y la chica se levantan de sus asientos, cogen sus cosas sin prisa pero sin pausa, y se dirigen a la puerta. El chico espera a la chica a la puerta, y la deja salir primero. Él sale y luego cierra la puerta. La acompaña hasta la salida del edificio en donde estaba la biblioteca. Antes hemos dicho que no nos debemos de poner al lado de una chica… pero cuando andamos, no nos queda otro remedio. La distancia entre la chica y nosotros cuando andemos por los pasillos del edificio, es fundamental: más distancia, menos interés sexual en la chica; menos distancia, hasta casi rozarnos, más interés sexual en la chica. Con todo, si al acercarnos a ella, ella reacciona bien, es que la interesamos. Al fin, llegamos al final del pasillo, y nos encontramos con la puerta. Somos elegantes, abrimos la puerta, y la dejamos pasar a ella primero. Seguimos hablando en todo este rato, pero poco, algún comentario aquí y allá. Hay que saber jugar con los silencios, los silencios muchas veces son más expresivos que las palabras. De echo, la gente más seductora, está lejos de tener la lengua a escape libre… son personas que están lejos de hablar sin parar: las personas más seductoras, sobre todo hombres (no es así en el caso de las mujeres... ellas siempre son agradables cuando hablan y dicen cosas interesantes…) prefieren escuchar antes que hablar, y por supuesto, también saben hablar cuando tienen algo verdaderamente interesante que aportar. Al final, llegamos hasta el final de la calle, en donde los caminos de la chica y el nuestro se separan. Nos paramos muy firmemente para despedirla. La cogemos de la espalda y la damos dos besos. Si queremos volver a verla… la podemos decir “bueno, un placer haber pasado esta amena charla contigo… ¿tienes algo que hacer pasado mañana…?” Y en fin, diga si o diga no, ya sabemos cómo tener una seductora conversación con una mujer.

Ejercicio nº 10: Aprender a crear mundos Ser un buen conversador es un poco como ser un buen artista. Por eso, debemos de aprender a “pintar situaciones” por medio de las palabras. Un poco, cuando nos encontremos por ejemplo, con esa vieja amiga que hace tiempo que no vemos (y es que, a la hora de tratar con otros hombres… se debe de ser un poco menos delicado que al tratar con mujeres, aunque no nos interesen sexualmente… Por lo demás, esta técnica “pictórica”, también la pueden usar las mujeres para mejora sus conversaciones) y nos paremos en mitad de la calle para tener una interesante conversación, debemos de ver el espacio circundante como un lienzo que aunque casi está en blanco, se pueden ver las formas de los edificios, los transeúntes, el cielo azul… Y nosotros, vamos a transformar un poco ese espacio por medio de nuestra conversación. Y es que la palabra sirve para crear mundos. No tenemos más que mirar el tremendo poder evocador de la mitología. Por ejemplo, en la mitología germánica el mundo está controlado por dos grandes tipos de fuerzas, que son a su vez dos grandes tipos de dioses: los Ases y los Vanes. Los Ases son dioses de la civilización, representan a lo más refinado que ha dado la humanidad; pero los Vanes son dioses salvajes, del deseo, representan las fuerzas salvajes e inconscientes de la naturaleza. Con esta mitología se representa el drama del mundo: los Ases deben de civilizar a los Vanes; y los Vanes deben de prestar su pasión a los Ases… Con todo, unos se identifican con el espíritu lógico y civilizatorio de los hombres; y los Vanes se identifican con la delicadeza, la pasión,

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 y el menor instinto de razonar sobre todo de las mujeres (visión injusta de las mujeres, pero interesante igual…) Con todo, la mitología germánica le termina por dar un determinado sentido al mundo: en este caso, una lucha de fuerzas un poco entre lo salvaje y lo civilizado. En el equilibrio está la realidad más hermosa, tenemos que construir con dos elementos aparentemente antagónicos, un hermoso y delicado equilibrio del mundo… Pues la mitología germánica nos enseña lo importante que es la palabra: con ella construimos mundos. Con nuestras conversaciones, también podemos construir mundos. Es un arte que vamos a practicar en este ejercicio. Estábamos con nuestra vieja amiga con la que nos acabábamos de encontrar y comenzar una conversación en plena calle. Y habíamos dicho que el panorama circundante, a base de edificios, calles,… no era más que un lienzo en blanco donde se reflejaba brevemente las silueta de los edificios y demás elementos del paisaje urbano. A partir de ahí, vamos a empezar a darle colores a nuestro lienzo por medio de la palabra. Como ya hemos dicho, con la palabra creamos mundos, pintamos de una manera distinta la realidad sin colorear que nos rodea. Y por supuesto, nosotros debemos de ser grandes artistas de la palabra, que coloreen el mundo a nuestro alrededor con colores adecuados para la ocasión. Las personas dotadas de una personalidad verdaderamente seductora, son personas que son capaces de crear mundos mediante su única presencia, y mediante su magnífica conversación. Y una vez que hemos empezado a hablar con nuestra vieja amiga, empezamos a colorear el mundo con nuestras palabras. Por ejemplo, empezaríamos saludando a nuestra amiga, diciéndola que hace mucho tiempo que no nos vemos... Y que en ese tiempo han cambiado muchas cosas, ha cambiado mucho el mundo… Luego podemos haber observaciones que nos servirán para darle color al mundo que pretendemos crear mediante la conversación con nuestra amiga. Podríamos decir “bueno, estamos aquí tu y yo, en mitad de esta fría y oscura calle de una gran ciudad, donde la niebla de la noche y el humo de las fábricas que se van a dormir, crea esta mágica y fría atmósfera que nos acoge…” Y a partir de ahí, ya habremos dado las primeras pinceladas al mundo que vamos a crear mediante la conversación con nuestra amiga. Con todo, nuestra amiga se empieza a introducir en nuestro mundo, y esta es una habilidad que nos hace parecer fascinantes a los ojos de los demás. A partir de ahí, el mundo a nuestro alrededor, empieza efectivamente a ser como lo describimos… Y por supuesto, empezamos también en estos momentos a intercambiar experiencias mediante la palabra con nuestra amiga: “bueno, cuéntame, ¿qué ha sido de tu vida?” Y ella podría contestar: “bien, he pasado unos años muy malos. Mi marido enfermó y murió de cáncer… pero me empiezo a recuperar de tanto sufrimiento”. Esta triste conversación, con tristes noticias, requiere que nosotros como artistas de la palabra, como creadores de mundos con la palabra, pintemos un mundo, que es triste y oscuro, pero en donde empiezan a aparecer los primeros rayos de sol después de la tormenta: “la vida es dura, querida

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 Elena, pero debemos de mantener la esperanza incluso en medio del naufragio… Lo importante ahora es el futuro, después de la tormenta llega la calma, y mañana amanecerá después de esta fría y larga noche…” Con todo, no nos debemos de pasar de poetas… el elemento poético en la conversación es muy hermoso y elegante, pero no nos debemos de pasar... Unas leves pinceladas poéticas, en donde pongamos el telón de fondo de nuestra conversación, será suficiente para llenar nuestro lienzo con un hermoso decorado, en este caso, con colores oscuros en donde se intuyen algunos rayos de luz… A partir de ahí, debemos de empezar una conversación normal. Se trata de intentar ser lo más sinestésicos con nuestras palabras y con nuestras conversaciones (la sinestesia es cuando se funden un poco todos los sentidos en uno: vemos las palabras, olemos las palabras, oímos las palabras, palpamos las palabras… y hasta saboreamos las palabras) Aunque de normal, la gente suele tener un tipo de forma de visualizar las conversaciones, habiendo por tanto personas que sobre todo oyen las palabras; otras las ven; otras las sienten en su piel… El primer tipo de personas, suelen ser muy racionales, y todo lo llevan a un ámbito puramente lógico; el segundo tipo de personas, suelen ser visuales, imaginan las cosas mientras alguien las cuenta; y el tercer tipo de personas suelen ser personas muy sensuales, escuchan las conversaciones casi a través del tacto… Este último tipo de personas son las más sensuales… pero no suelen ser racionales y actúan más por meros arrebatos de pura pasión. Por lo demás, debemos de adaptar un poco nuestra conversación al tipo de oyente que tenemos: con los auditivos, seremos más racionales; con los visuales, seremos más descriptivos; y con los que sienten con su piel, seremos más sensuales. Pero como lo de antes es difícil de hacer... lo mejor es ser las tres cosas a la vez, y crear mundos con nuestras palabras que satisfagan todos los sentidos. Por lo demás, en nuestra conversación con nuestra vieja amiga que nos hemos encontrado en la calle, no nos vendrá mal seguir una serie de consejos para tener una conversación excitante, divertida y muy viva. 1. Debemos de anclar constantemente el tema de la conversación en su mundo, a través de unas coordenadas de espacio y de tiempo. Los grandes novelistas son expertos en hacer esto, nos trasladan a otros mundos. Si por ejemplo, nosotros hablamos con nuestra amiga, de que estuvimos trabajando en una fábrica de trenes, debemos de dar detalles de la época en donde pasó y lo distinta que era esa época de esta; y debemos de dar detalles del lugar en donde estábamos nosotros, con gráficas descripciones de la zona… un poco, debemos de trasladar a nuestro interlocutor a aquellas coordenadas espaciales y temporales pasadas… Las mujeres son especialmente sensibles a esta forma de conversar, con detalles abundantes. Y los hombres… menos, pero también pueden agradecer un discurso lleno de detalles y poético, al fin y al cabo, a los hombres también les gusta el cine… 2. Conecta constantemente el tema de conversación con el presente… Por ejemplo, cuando le hablemos a nuestra amiga de que estuvimos trabajando en una fábrica de trenes, di algo así como “bueno, esos tiempos ya pasaron, y ahora estamos aquí tu y yo hablando… con mil penas y alegrías pasadas…” 3. Cambia de vez en cuando tu papel en la conversación entre guiar y acompasar. A ratos guías tu el juego, introdúcete tu en su mundo mediante el rapport (recuerda, imitar un poco el tono de voz del otro, el estilo de hablar, los movimientos, los gestos,…); y haz que ella se introduzca en tu mundo mediante los elementos que estamos describiendo en este ejercicio.

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 4. Usa metáforas. Por ejemplo en nuestro caso de la conversación con la vieja amiga, cuando nos contemos mutuamente la gran cantidad de desgracias que nos han ocurrido en nuestra vida, podemos usar una metáfora que refleje bien nuestra situación de guerreros curtidos en el dolor: “bueno, hay que seguir luchando, después de una batalla viene otra, y otra… pero siempre queda la oportunidad de que termine al fin la guerra… Y entonces, seremos guerreros que dejen las armas, y que ya sólo tengan como objetivo disfrutar de la vida… Aunque siempre recordaremos los que dejemos atrás, en la lucha…” 5. En la creación de nuestro mundo mediante las palabras, debemos de tener en cuenta, que, si creamos un mundo en donde nuestro conversador, en este caso, nuestra vieja amiga, no se encuentra gusto… pues estará deseando de despedirnos… Por eso, debemos de crear un mundo a la medida de nuestro conversador, un mundo lleno de las aficiones que tiene nuestro conversador, lleno de sus recuerdos, lleno de las personas que admira y de las series de la televisión que le gustan, lleno de planes para el futuro que hacen aparecer en nuestro conversador esa especial luz de los ojos… 6. El hombre psicológicamente se podría describir como una mezcla de su parte consciente y su parte inconsciente. La poesía, cuando la usamos en nuestras conversaciones para crear estos decorados de los que ya hemos hablado, va sobre todo a la parte inconsciente. Nuestro lenguaje corporal, también es captado sobre todo por la parte inconsciente de nuestro interlocutor… Ya hemos dicho que, nosotros como aprendices de seductores, tenemos que hacer consciente lo inconsciente, por ejemplo debemos de darnos cuenta del significado de nuestro lenguaje corporal, y del de nuestro interlocutor… Y la clave para que nuestras conversaciones sean interesantes y seductoras, es dirigirnos tanto a la parte consciente de nuestro interlocutor, como a su parte inconsciente. Para persuadir a su parte consciente, nada mejor que una buen conversación, lógica, equilibrada,… Y para persuadir a su parte inconsciente, nada mejor que ser todo unos poetas, que hablan con hermosas metáfora poéticas, y que se mueven y hacen gestos con la cara, con las manos… de forma elegante y muy artística. 7. Para ser lo más visuales en nuestra conversación con nuestra vieja amiga, nada mejor que animar a nuestra amiga a casi ver nuestras palabras. Por ejemplo, cuando la describamos la fábrica de trenes en donde trabajemos, debemos de usar palabras como “imagina” o “visualiza”… Lo mismo podemos hacer para ser lo más sensuales posibles “siente el frío que tenemos a estas horas en la calle” y lo más auditivos posibles “Estamos aquí en la calle; estamos hablando amenamente; y cuando terminemos, los dos nos iremos a cenar… que ya es hora… ¿qué sueles hacer tu después de cenar…?” 8. Es fundamental adaptar nuestra conversación a las características de nuestro interlocutor. En la conversación con nuestra amiga no nos debemos de comportar de la misma manera que si nos hubiésemos encontrado con nuestro jefe. De echo, no somos el mismo tipo de hombre en distintas situaciones: con nuestra amiga seremos un hombre que ella aprecia, un viejo amigo que compartió muchos viejos momentos de pasado; pero si nos hubiésemos encontrado con nuestro jefe... seríamos algo distinto; un empleado eficientes, que le tiene incluso respeto al jefe cuando nos lo encontramos en plena calle y nos toca hablar con él unos segundos aunque sólo sea para saludarlo. Es muy importante saber adaptar nuestro comportamiento a las distintas situaciones sociales.

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 9. Dicho lo anterior, debemos de transmitir sensaciones distintas en nuestra conversación, tanto a nivel consciente como a nivel inconsciente, según las personas con las que hablemos: si hablamos con una amiga, como en este caso, nosotros nos debemos de mostrar como hombres seguros, confiados,… con una vida interesante y un poco misteriosa. A la gente le encanta la otra gente que parece que su vida es interesante. Pero si fuese el caso de que nos hemos encontrado con nuestro jefe, aunque también podríamos transmitir cierto aire de misterio, lo normal es que trasmitamos la impresión de nosotros mismos de que somos personas organizadas, con unos planes que cumplimos... trabajadores, incluso fuera de la aficiona. 10. Por tanto, en las conversaciones con amigos, con amigas, con novias… debemos de ser más emocionales, más pasionales, más alocados incluso… pero en las conversaciones con jefes, con familiares incluso… debemos de ser un poco más racionales, más lógicos, debemos de transmitir una mayor sensación de organización y menor sensación de kaos. 11. Es interesante darle matices a nuestra voz mediante la regulación del tono y del volumen. No es lo mismo el tono que el volumen: el volumen es simplemente la fuerza del sonido de nuestra voz, como cuando decimos “no levantes la voz”; y el tono es un pequeño cambio del timbre de nuestra voz, por ejemplo, podemos hablar con voz más de “pito”, o voz más fuerte, de hombre… Por lo general, debemos de usar un tono de voz y un volumen de voz estable, pero en ciertos momentos podemos modular un tanto nuestro tono y nuestro volumen, por ejemplo, cuando decimos en la conversación con nuestra amiga “bien, querida Elena, espero que a partir de ahora volvamos a ser amigos... y no volvamos a perder el contacto nunca”, podemos decirlo un poco como lo dice Escarlata en Lo que el viento se llevó eso de “ahora nunca volveré a pasar hambre”. Practica un poco tus tonos y tu volumen, por ejemplo, leyendo una obra de teatro en voz alta, y poniendo las voces que tendría que poner el actor que representase esa obra de teatro sobre un escenario. 12. El ritmo de la voz también es fundamental. Por lo general, hay que evitar el querer hablar muy rápido… salvo en algunos momentos que queremos transmitir que vamos con prisas, o que en general, queramos transmitir una sensación de movimiento mediante nuestra conversación. Hay que hablar con una velocidad normal, salvo como hemos dicho, algunas excepciones. Además, es fundamental saber dominar los silencios, saber escuchar con cara de interés, saber jugar con nuestra sonrisa, con nuestros ojos… pero sin pasarse. La mayor parte del tiempo mostraremos un semblante normal y serio, pero relajado a su vez. 13. Transmite energía en la conversación. Esto no quiere decir que hablemos por los codos… pero nuestro semblante y nuestro aspecto, deben dar la impresión de que siempre estamos llenos de energía…No hay nada más desagradable que esas personas que parece que siempre están cansadas. Somos animales empáticos, y una persona que transmita energía, confianza en el futuro… es una persona muy agradable a los ojos de los demás, porque los demás se empapan de todo eso, de su optimismo, de su energía,…

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14. Siempre ten una actitud de paciencia, debemos de transmitir calma, pero no sensación de aburrimiento. Nada mejor que imaginarnos que hablamos con un tartamudo… Esa paciencia que tendríamos que tener con él, es la que tenemos que tener con todo el mundo para ser grandes seductores con la conversación. La gente que por ejemplo, no tiene paciencia, y quiere sacarte las palabras que no te salen… son personas muy desagradables. Las personas más carismáticas tienen una gran paciencia, aunque por supuesto, eso no quiere decir que no puedan perder en algún momento los nervios, por ejemplo, si nos han dicho algo ofensivo. Pero por lo general, debemos ser muy pacientes en nuestras charlas con los demás. 15. Y por supuesto, hay que cuidar el lenguaje corporal en nuestra conversación con nuestra amiga, con una posición del cuerpo adecuada, con unos movimientos de manos, que sin ser exagerados, dibujan un poco en el aire el significado de nuestras palabras. Además, al empezar y terminar nuestra conversación, sea con nuestro jefe o sea con nuestra vieja amiga, hay que respetar las reglas de cortesía: dar dos besos a nuestra amiga al principio y al final; y lo mismo, con nuestro jefe… pero en vez de dos besos, le damos la mano… Por lo demás, como se suele decir, la práctica hace al maestro. Con esta técnica para conversar complementamos lo ya dicho antes al respecto: una técnica más corriente, de hablar comúnmente; y esa última, en donde introducimos un importante y seductor toque artístico en nuestras conversaciones. Ni que decir tiene, que hay que practicar los ejercicios para que nos salgan bien. Con el tiempo, usando los métodos ya descritos de la visualización y la autoconsciencia, llegaremos a ser grandes expertos en el arte de conversar. Pero por supuesto, esto no suele salir al principio… pero con el tiempo, terminamos calibrando nuestras actuaciones, y terminamos por mejorar drásticamente nuestras antes escasas habilidades sociales.

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Capítulo 13.El método Mistery El manual más famoso de seducción entendiendo este concepto en su sentido unisex, o sea, hombres que intentan ser atractivos para las mujeres, o mejor dicho, hombres que intentan ligar con mujeres con una táctica casi infalible… es el libro “El Secreto” de Mistery. En este capítulo vamos a exponer ampliamente las bases del ligoteo de discoteca puro, también llamado sargeo. Y es que, parece que la iniciativa en las relaciones de seducción entre hombres y mujeres, por mucho que “avancen los tiempos”, siguen correspondiendo a los hombres… Y la primera lección que tenemos que aprender: las mujeres suelen rechazar de normal al 95% de los hombres que les proponen algún tipo de relación, o bien amorosa o bien sexual. Vamos, que el echo de que nos rechace una mujer, no significa nada… No significa que no valgamos como hombres, simplemente, está en el ADN de las hembras de todas las especies, rechazar sistemáticamente a cuantos machos se la acercan para cortejarla… A mí, cuando me rechazó la chica de la que he hablado al principio del libro… después de haber estado 10 años encerrado en una celda… me vino a la cabeza las típicas ideas de “no valgo” o “no soy atractivo como hombre…” Tanto es así, que incluso en aquellos momentos llegué a pensar en el suicidio… Pero el tiempo se encargó de demostrarme, de que eso de que “no valgo como hombre” es un enunciado completamente falso… y he comprobado que resulto atractivo a los ojos de muchas chicas, tanto por carácter, como por físico… Entonces. ¿por qué me rechazó aquella chica…? Pues porque es normal que las chicas te rechacen aunque seas guapo, aunque tengas un carácter interesante… Los hombres solemos buscar en nuestros ligoteos eso de “follar y lo que surja…” Pero la mente de una mujer es distinta. Ella quiere únicamente encontrar una pareja masculina para hacerse novio de él. Es raro las chicas que aceptan sexo por el sexo... Aunque en nuestros tiempos sí se da el caso de mujeres que buscan un compañero sexual mientras encuentran el amor de su vida… Pero por lo general, las mujeres sólo quieren tener un tipo de relación con un hombre: una relación sentimental, por supuesto, en donde se incluyen las relaciones sexuales. Y es que, para una mujer es un riesgo muy fuerte tener relaciones sexuales fuera de una pareja estable. Los hombres, dejamos por ahí nuestros espermatozoides y salimos corriendo… pero en el caso de las mujeres, son ellas las que pueden ver su vida hipotecada con un hijo que al final era de un hombre que no valía... Por eso las mujeres rechazan tanto. Eso sí, hay una serie de estrategias

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 que nos permitirán disminuir al mínimo esos rechazos. Aun así, una de las claves del método de Mistery, es precisamente comprender bien que las mujeres, de normal, te rechazarán… Y la forma de asegurar el éxito de ese tal Mistery a la hora de ligar, es simplemente, intentándolo con muchas chicas… Así, intentando ligar con un montón de tías… aunque sólo una de cada 100 nos acepte, eso será suficiente para conseguir nuestro objetivo de seducir mujeres… Por tanto, el propio Mistery ya nos da las claves del secreto del éxito de esos grandes ligones como Casanova: inténtalo todo el rato, inténtalo en bares, inténtalo por la calle, inténtalo en discotecas, inténtalo con tus amigas… Un poco esa es la estrategia de un comercial para vender su aspirador: llama a cien puertas, 99 le mandan a la mierda, pero una de cada 100 personas, le compra el aspirador… Con todo, ya nos queda claro una de los primeros objetivos de este capítulo, fundamental para construir hombre seductores: pierde la vergüenza y el miedo al rechazo completamente. El método de Mistery de hecho, sirve más para perder la vergüenza a interactuar con desconocidos, y para perder completamente el miedo al rechazo, que para ligar… Por supuesto, también se liga, pero sólo un 1% del tiempo que nos tiremos intentando ligar, será verdaderamente tiempo en el que habremos conseguido nuestro objetivo de seducir a una hermosa mujer… Aun así, arriba hemos dicho algo que no es cierto: Casanova no ligaba por el hecho de intentarlo mucho. Ligaba porque era un hombre con una sensibilidad para las mujeres exquisita, y con un trato con los demás profundamente seductor… Con todo, vamos a enseñar en este capítulo, las claves para interactuar con mujeres, pero no con mujeres que conociéramos con anterioridad, sino con mujeres que son completas desconocidas. De cualquier forma, este arte del sargeo, también se puede aplicar en otros ámbitos de la sociabilidad humana. Por ejemplo, lo podemos usar para encontrar amigos, para encontrar trabajo, para mejorar nuestras relaciones con los vecinos… de echo, yo mismo me di cuenta de que, después de haber practicado el sargeo durante unos cuantos días, había logrado incluso tener un trato más elegante, seductor, y encantador con las personas que tenía a mi lado en el día a día. Con todo, la idea de este libro sigue siendo la misma: tenemos que moldear nuestro carácter hasta llegar a ser las persona más seductoras que podamos. Una vez que ya hemos perdido completamente el miedo al rechazo de las mujeres o incluso de otros hombres que pretendíamos hacer nuestros amigos, una vez que ya sabemos que tenemos derecho a intentar hablar con todas las personas que queramos, aunque sean desconocidas, vamos a analizar las claves del arte de interactuar con desconocidos. El método de Mistery ha sido todo una revolución en el arte de seducir mujeres. Y esa revolución viene marcada por una característica fundamental del método de “Mistery” Si nos damos cuenta, la gente normal cuando nos gusta una chica en la discoteca, simplemente esperamos el momento ideal para poder acercarnos a esa chica, e intentar hablar con ella sola, desentendiéndonos de sus amigas. Lo cierto es que este sistema sigue siendo completamente válido. Y este es un buen ejercicio para realizar, pero antes terminamos con la novedad del método Mistery… Mistery introduce una novedad fundamental en este sistema de ligoteo en discotecas: en vez de entrar sólo a esa chica que nos gusta, Mistery propone echarle morro, y autopresentarnos al grupo de amigos completo en donde se encuentra la chica que nos gusta. Con esto se consiguen dos cosas: 1. la chica que nos gusta se queda impresionada por nuestro gran valor; 2. evitamos parecer un poco un ave de rapiña, intentado sacar de forma un tanto forzada a la chica que nos gusta de su grupo de amigas. Lo cierto es que otro famoso seductor del mundo del sargeo, Juggler, opina que el método de Mistery es demasiado radical… Es muy costoso intentar meternos por el morro en un grupo de amigos (set en el lenguaje de Mistery) que no conocemos… Nos pueden rechazar, nos pueden humillar, pueden reírse de nosotros… Mistery opina que

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 debemos como hombres de aceptar estas humillaciones y estos rechazos, al fin y al cabo, es normal siendo hombres que nos rechacen, más cuando es evidente a qué vamos. Para Mistery de hecho, lo importante no es ligar o no en nuestras interacciones con set: sino practicar, conseguir “calibrar” nuestro trato social y así, con un poco de práctica, tendremos algo mejor que una novia: tendremos una gran habilidad social, y lograremos ser influyentes en nuestro entorno social con estas recién adquiridas habilidades sociales. Pero a Juggler no le convence mucho esto, y él sigue prefiriendo el método tradicional: seducir a una chica que nos haya gustado de forma natural, interactuando sólo con ella. Ambas estrategias son perfectamente válidas. Pero creo que el sargeo en sentido de Mistery, es una de las pruebas más deliciosas que podemos tener la oportunidad de pasar los hombres… Más adelante hablaremos de la seducción a mujeres un poco menos forzada, en plan “natural”, un poco al gusto de Juggler. Pero en este capítulo, vamos a enseñar a los lectores el arte del sargeo según Mistery.

a. El método Mistery explicado brevemente Mistery propone que salgamos a la calle a ligar… Nada de Internet. Es muy patético los testimonios de hombres que llevan años intentando ligar por Internet y aún no han sacado ni una sola cita. Por tanto, la primera regla del método Mistery es esa: sal a la calle a ligar. Y por tanto, salimos a la calle… ¿y ahora qué hago…? Pues puedes ir sólo, o puedes ir acompañado de algunos amigos. Estos amigos pueden acompañarnos en nuestra afición de sargear, o simplemente, ser un grupo de amigos tanto hombres como mujeres, con los que salimos a tomar algo… En caso de que salgamos con amigos específicos para sargear, actuaremos de la siguiente manera: vamos a un bar en donde se pueda hablar, llegamos los, por ejemplo, 4 amigos que se disponen sargear, y cada uno de los amigos, después de haber pedido algo en la barra, se va dirigiendo, como que no quiere la cosa, hacia un grupo de desconocidos con los que interactuará. Así, cada amigo podrá abrir por sí mismo un set distinto. Es muy importante no ir nunca de dos en dos… como si fuésemos testigos de Jehová… Siempre abriremos nosotros solos un grupo. Con el tiempo, si algún amigo pasa por ahí, podemos cogerle del brazo, y presentarlo a los miembros del grupo que hemos abierto, todo esto, por supuesto, debe dar la sensación de una naturalidad absoluta… Salir con un grupo específico para sargear es una extraordinaria manera de atrevernos a abrir sets de personas (los set ya hemos dicho, que son esos grupos de gente que se forman en los bares o locales públicos, por supuesto, no tienen que ser sólo sets donde hayan mujeres… Mistery recomiendo que este ejercido de abrir set, se debe de hacer por el mero placer de perfeccionarnos como hombres sociales, independientemente de si ligamos o no…) Por ejemplo, podemos darle a uno de nuestros amigo de sargear 100 euros. Y él nos devolverá 10 euros por cada vez que entremos a un grupo… Con todo, estas interacciones no tienen que llevarnos mucho tiempo. Pero el reto es poder estar el mayor tiempo posible en un set. Mistery recomiendo estar unos 20 minutos por set, salvo que salga mal nuestra entrada, caso en donde nos iremos del sitio con el mayor disimulo posible… Además, recomienda practicar unas 4 horas cada vez que salgamos a sargear (con lo que habremos interactuado con 12 grupos distintos en un solo día) Pero yo recomiendo aguantar el máximo posible de tiempo… Los miembros del set que hemos abierto, pensarán que tenemos un morro de campeonato… Pero esa es una de las principales características de las personas populares: le echan mucho morro en sus relaciones sociales, de hecho, ellos no tienen un trato muy distinto con personas que no conocen al que tienen con personas que conocen… En caso de que no tengamos un grupo específico para sargear, no pasa nada: El propio Mistery recomienda salir sólo si tienes ganas. Los grandes sargeadores salen solos a seducir por discoteca y bares… Y por supuesto, también podemos salir con los amigos de toda la vida… auque en este caso,

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 ellos serán meros espectadores de nuestra nueva adicción de sargear… con el consiguiente riesgo de que se reirán de los rechazos que suframos… Pero las personas más populares son especialistas en sacar algo positivo de los rechazos. Y es que, todos tenemos en la memoria a ese popular amigo que tenemos, que lo mandan las mujeres a la mierda cada tres por cuatro… pero lejos venirse abajo por tantos rechazos… estas personas populares tienen una sorprendente habilidad para hacerse fuerte en el rechazo. Y es que, que te rechacen y que parezca a los ojos de los demás que ni te ha afectado, es una excelente señal de seguridad en nosotros mismos… total, tías hay a montones: pero nosotros nos amamos a nosotros mismos… y eso es lo más importante.

b. Fases del método Mistery Con todo, el sistema de Mistery para abrir primero grupos de gente donde halla chicas candidatas a nuestro corazón y a nuestra alcoba, en primer lugar, y luego, interactuar con ellas para ver qué podemos sacar de ahí… en segundo lugar, se divide en tres grandes fases. 1ª fase: Apertura y atracción. Esta es la fase más difícil. Ya suponemos en qué consiste: echarle valor, y dirigirnos hacia un set o conjunto de personas. Una vez llegamos al set, tenemos que “abrirlo”, o sea, introducirnos en el set como si fuésemos uno más. Y para ello, Mistery propone los “abridores de opinión”. O sea, llegamos al set, y una vez allí, delante de ellos, decimos algo así como “perdonar chicas, pero, es que tengo un duda que no me puedo quitar de la cabeza… ¿alguna de ustedes me podría decir sobre si mienten más los hombres o las mujeres…?” Esta es la entrada arquetípica que propone Mistery… A partir de ahí, se supone que surgiría una larga y acalorada discusión entre todos los miembros del grupo… y claro, ahora nosotros ya hemos conseguido nuestro objetivo de introducirnos en el grupo… A partir de ahí, unas discusiones llevan a otras, y con todo eso hemos conseguido conocer en sólo 20 minutos a quizás 7 u 8 chicas distintas… Por lo demás, con lo de “atracción”, Mistery se refiere a cierto tira y afloja entre nosotros y la chica que nos gusta... un poco se trataría de hacernos los interesantes, lanzando algunos negas a la chica con lo que se supone que la demostraríamos que somos un macho dominante… Pero lo cierto es que tenemos que ser nosotros mismos, mostrarnos interesantes, desde luego, pero no ir por ahí imitando a James Bond… Por tanto, lo primero de todo, abrir, seguido del “crear atracción”. Y es muy importante visualizar que para Mistery, lo de crear atracción es distinto de la fase dos: crear confort. Al crear atracción, tenemos una actitud más chulesca con la chica, como si fuésemos machos alfa; pero al crear confort, adoptamos una actitud más relajada, un poco sacamos nuestro yo del día a día, nuestra forma de ser corriente. De cualquier forma, a mi no me gustan los abridores de opinión de Mistery… nunca he usado este sistema, por eso, a su vez que analiza el método de Mistery, con el que estoy de acuerdo en su

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 estructura fundamental, propongo mis ideas propias al respecto. Mejor que abrir con la pregunta de sobre quien miente más… creo que eso da una sensación de que estamos forzados… Simplemente, yo abro los grupos con una pregunta general dirigida al grupo entero… pero una pregunta más vulgar, por ejemplo, les pregunto si saben a qué hora cierran el local, pues he quedado allí con un amigo; o si tienen un cigarro; o si han visto a mi amiga rubia… que la acabo de perder de vista… Y a partir de ahí, una vez que me han contestado… les pegunto ya algo más profundo… pero sin caer en las frikadas de Mistery. Más bien pregunto algo así como si son de la ciudad, y si son estudiantes… Cosas de ellos. A la gente le gusta que otros se interesen por ellos… Y a partir de ahí, simplemente surge una conversación, normalmente con los miembros más activos del grupo. Un tanto, consigo formar de un grupo grande de 7 u 8 persona, varios grupos, porque una vez me he enfrascado en una emocionante conversación con alguien del grupo (normalmente dos o tres personas, a veces una); los demás miembros del grupo, hacen subgrupos y se ponen a hablar entre ellos… En 20 minutos, casi será como si ya fuese yo también del grupo… A veces hasta obvio que yo no pertenecía al grupo original... lo que es un tanto cómico, yo con mi 1,82 de altura y mi pelo del color de la paja, destacando por encima de un grupo de 8 chicas… Pero funciona… Seguimos con el método Mistery. 2ª fase: crear confort. Esta fase empieza una vez que hemos echo lo más difícil, una vez que hemos abierto el set y le hemos resultado interesantes al grupo. Esta fase en Mistery, está dividida por los llamados “saltos temporales”. Si nos damos cuenta, tenemos que estar según Mistery unos 20 minutos hablando con el grupo… luego nos iremos, porque supongo que Mistery debe de pensar algo así como que “seremos cargantes y pesados…” Por tanto, al final de estos 20 minutos de conversación con el grupo, intentaremos sacar el número de teléfono a una chica… o un candidato a amigo también, ya hemos dicho, que este sistema vale también para hacer amigos… Y para hacer esto, debemos de aislar un tanto a la chica que nos interesa del resto del grupo, para que el “factor fulana” (que tiene que ver con los rechazos de la chica hacia hombres que incluso les gustan, por el mero echo de que sus amigos pueden pensar de ella que es una chica “fácil”…) no nos la juegue. Y para ello se inventó el concepto de “ala”, que es un amigo sargeador que introducimos nosotros en el grupo para que entretenga a los demás miembros mientras nosotros le sacamos el ansiado contacto, o simplemente ligamos con esa chica que nos gusta, sin interferencias por parte del resto del grupo… Una vez tenemos ya el número de teléfono de la chica, nos despedimos, y abandonamos el set. Y hasta aquí llega la parte el método Mistery que se desarrolla en discotecas, en bares, en sitios públicos… A partir de ahí, si lo que queremos es ligar con esa chica con cuyo teléfono nos hemos quedado… tendremos que abandonar un tanto el ámbito de bares y discos… y nos vemos metidos de lleno en un nuevo ámbito: el de nuestra vida cotidiana. Una vez con el número de la chica, la llamaremos, esperando un día o dos, para no dar la sensación de estar desesperado… Mucho me temo que muchas veces no contestarán… Pero para Mistery esto no es un problema: simplemente, tenemos que volver a intentarlo con otros set… y como lo que queremos es más practicar y calibrar nuestras interacciones sociales que el propio echo de ligar o no… pues conseguimos lo que queremos. Total, una vez que ya seamos grandes seductores… solo es cuestión de intentarlo hasta que alguna caiga… Pues lo dicho, la segunda fase, de “crear confort”, se divide en una parte, que transcurre justo después de la apertura y después de crear atracción, y en otra conectada a la primera a través de un “salto temporal”… Si conseguimos que la chica conteste a nuestras llamadas, y si conseguimos una cita para volver a ver a esa chica, seguiremos con el juego de la seducción siguiendo el método de Mistery. Y este juego, como todos, tiene un límite de tiempo. Mistery calcula que el juego concluye entre unas 4 y 11 horas después de empezarlo (7 de media), con éxito

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 o sin él, … Eso sí, dividido quizás en varios encuentros… pues si damos la sensación a la chica que estamos desesperados… perderemos el juego, y el tiempo ya dejará de contar. Con todo, a partir de ahí, a partir de que tenemos un segundo encuentro con la chica, facilitado por su respuesta a nuestra llamada y por su aceptación de volver a vernos, llevaremos a la chica al cine, de paseo, de compras… Y el objetivo es que la chica nos vea como un posible candidato a novio… Y es que, una mujer no se va a acostar con nosotros si no le parecemos un hombre con un trato muy agradable en el día a día… Por tanto, Mistery intentaría parecer un hombre seductor, encantador, un auténtico sueño echo realidad para las mujeres… y para ello, intenta causar a las mujeres esas sensaciones que terminarán haciendo pensar a la dama en cuestión algo así como “sería una pasada pasar toda la vida al lado de un hombre como este… es hogareño, delicado, pero también divertido e interesante…”. Ahora viene mi apunte personal… Estoy completamente de acuerdo con la segunda parte de esta parte de “crear confort” O sea, creo que, una vez que quedamos en esa primera cita con la chica, si queremos ganarnos su corazón, tenemos que hacer todo lo posible para que la chica en cuestión piense algo así como que su vida sería maravillosa junto a la nuestra… Lo que discrepo terriblemente es en la primera parte... Y es que, aunque seas guapo, aunque seas interesante… es posible que la chica no te conteste al teléfono que ella misma te dio… Y ese es uno de los principales problemas del método de Mistery: Mistery se comporta de forma muy mojigata… ¿Por qué sólo 20 minutos interactuando con el set…? Cuando yo he gustado algo a una mujer en la disco, y ella me ha gustado a mí… no he tenido ningún problema para poder pasar toda la velada de fiesta con ella… Me he ido incluso con sus amigas de fiesta por ahí… yo con 1,82 de altura, alrededor de 8 mujeres que no dejaban de alucinar con el tío jeta que se habían encontrado… Y es que, hay que echarle un poco más de morro a la vida… Tenemos que ser un poco más directos que Mistery… De echo, hay muchas más posibilidades que la chica en cuestión te conteste al teléfono, si hemos pasado por ahí varias horas de fiesta con ellas… De echo, en esas horas de fiesta ya tenemos tiempo para cumplir las tres fases del método de Mistery, incluso para seducirla, incluso para besarla… incluso para acostarnos con ella… (aunque esto último, no lo recomiendo si la chica te gusta de verdad… es mejor ir poco a poco. Además, si se lo propones, la chica te puede rechazar, porque puede pensar que eres un desesperado…) 3ª fase. Seducción. En una escala temporal, las fases de Mistery se dividirían de la siguiente manera: 1. a)Apertura; (30 segundos); b) Atracción (empieza después de la apertura, pero podemos crear atracción en distintas fases del proceso, entremezclándose por tanto, con la fase de “crear confort”); 2. Crear confort (6 horas); 3. seducción (menos de una hora). La tercera fase de seducción cosiste en terminar al fin con esa relación de atracción fría que hemos estado generando a lo largo de más de seis horas… (aproximadamente), un poco acabar con esa relación a lo Mulder y Scully… en donde se ve que nos gustamos… pero nadie de los dos da un solo paso para “declararse”… Y en esta tercera fase, romperemos es relación aparentemente de amigos que ha surgido ente la chica y nosotros, e intentaremos seducirla, o sea, hacer ver que nos gusta, y “pedirla” que empiece una relación cono nosotros. Por supuesto, la fase 2ª es fundamental. Y es que, para poder seducir en la última hora del proceso a la mujer... más nos vale habernos mostrado como un chico interesante en las seis horas anteriores… Esa es la única manera de que podamos empezar la fase de seducción con ciertas expectativas de éxito… Y esta fase consiste básicamente en empezar a mostrar nuestro interés en la chica como posible pareja. Hay varios formas de hacer saber a una chica que nos gusta… creo que Mistery no aporta nada interesante al respecto. De echo, para Mistery, la seducción es poco más que lanzarnos a los morros de la chica que nos gusta, y engañarla haciéndola creer que nos interesa como novia, para así poder follársela, y al día siguiente,

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 decirla eso de que “era sólo un polvo de amigos”… Sólo las más tontas caerán en la estrategia de Mistery… En cierto modo, ese tal Mistery empezaba hablando de Casanova, y de que este era su modelo a la hora de ligar… Pero sinceramente, creo que Mistery tiene muy poco que ver con Casanova. Casanova era una persona que no iba por ahí preguntándole a las chica eso de “¿ustedes saldrían con alguien que sigue siendo amiga de su ex…?”. Casanova era alguien verdaderamente atractivo para las chicas, alguien con una conversación magistral, alguien con una gran inteligencia emocional, con la que se ganaba el corazón y la alcoba de las mujeres… El método de Mistery que de verdad me interesa, es ese echarle morro, es ese perder la vergüenza completa en nuestras interacciones con las chicas y con los demás. Como seductor en sentido estricto, Mistery deja mucho que desear… Pero aun así, es fundamental entender y dominar bien la estrategia de interactuar con gente y con chicas propuesta por Mistery. No sólo nos servirá a la hora de

encontrar pareja, sino que también podemos aplicarla a la hora de mejorar nuestras relaciones sociales en general… Pero insisto, como seductor en sentido clásico del término, Mistery no nos puede ayudar mucho… Para llevar nuestra personalidad a nuestra máxima y más seductora expresión, debemos de irnos hasta la Europa de la primera mitad del siglo. XIX… En ese lugar en ese tiempo, vivió un hombre llamado Soren Kierkegaard… Pero antes de dar este salto espacial y temporal, vamos a proponer unos ejercicios que nos ayudarán a realizar correctamente la táctica de conocer gente propuesta por Mistery.

Ejercicio nº 11. Sargear en la calle Pues nos toca salir a “sargear”… Y esto no se debe de entender como salir a ligar. En el fondo, el sargeo es una arte de tratar con los demás que se basa en la teoría de Mistery, pero creo que no debemos de coger de Mistery más que la estructura fundamental… A partir de ahí, podemos darle a este sistema un dinamismo del que carece la extravagante rigidez de la teoría de Mistery. Con todo, podemos aplicar este sistema a todos los órdenes de la vida, podemos simplemente usar este sistema como una forma de ir por ahí conociendo gente interesante, gente que le guste tratar con los demás por el mero placer de conversar; gente con nuestros mismos gustos por la sociabilidad humana, con la misma pasión que nosotros por mejorar como personas y como ciudadanos.

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 Con todo, en este primer día que vamos a practicar el “sargeo”, no vamos a interactuar con mujeres en principio… Es más fácil las interacciones sólo con grupos de hombres. De hecho, las mujeres a veces rehuyen a los hombres que parece que van inocentemente a preguntarles la hora… A mi me han negado hasta darme fuego para el cigarro… A cambio, me echaron en cara que yo no quería fuego, que era yo el que estaba ardiendo… y que quería ligar con ellas… Por eso, en este primer día de sargeo, vamos a hacer algo más fácil. El ejercicio comienza en el momento en que salimos a la calle… y es que el sargeo también se puede practicar en la calle, en el supermercado, en el cine, en el museo, en clase con nuestras compañeras,… De hecho, el sargeo en discotecas con mujeres, es el arte de socializar más difícil de llevar a cabo… por eso, empezamos con este suave ejercicio de sargeo en la calle. Ya en la calle, andamos un poco. Cuando veamos a un grupo de dos o tres chicos más o menos de nuestra edad, los paramos, y los preguntamos que si saben algún local que esté bien para conocer gente por el día… pues somos nuevos en la ciudad, y no conocemos a nadie... Supongamos que este abordamiento, en plena calle, lo hemos realizado sobre tres chicos. A partir de tu pregunta, justo después de haberlos parado, los chicos empezarán a darte algún consejo sobre locales de la ciudad… Notarás que se ponen nerviosos… y que quieren “despacharte” lo más rápido posible. Esto es normal, son los nervios debido a interactuar con alguien que no conocemos… Tu objetivo es retenerlos lo más posible. Si tienen prisa y te lo hacen notar, desiste, y busca otro grupo. Pero si no, tienes que ser capaz de conseguir que te acompañen todos ellos hasta ese local que te han recomendado… Para ello, una vez que te hallan respondido a tu pregunta sobre un buen local para conocer a gente a esas horas de la tarde, tienes que darlos bola, tienes que hablar mucho al principio, y con los minutos, ir dejando hablar a ellos, sobre sus gustos, sobre sus anécdotas en los bares de la ciudad… Y con todo, en esa conversación en la que pasas de hablar casi sólo tu, el primer minuto, a dejar hablar a ellos, en los minutos posteriores cuando ya han cogido confianza contigo, debes de llegar a lugares comunes: aficiones comunes, intereses comunes… Desde ser aficionaos del Real Madrid, a tener un gran gusto por los juegos de rol… Eso es lo que te hará ganar el corazón de esos posibles amigos… hasta el punto de que acepten ir contigo a tomar algo a ese bar que te han recomendado… Así termina el ejercicio, una vez hemos conseguido hacer esto con un grupo de chicos (nunca uno, pues queda un poco raro, si entras a un tío, y te lo quieres llevar a un bar a tomar algo… tú solo te estás poniendo la etiqueta de bujarra… vamos, gay. Aun así, esto tampoco nos viene mal… porque así pensarán mal de nosotros, y eso nos ayudará a desensibilizarnos…)

Ejercicio nº 12: Salir de fiesta solos Este fue el primer ejercicio que hice en mi terapia para aprender a socializar… Cogí y me fui de fiesta sólo. Y en eso consiste este ejercicio. Vamos a salir solos de fiesta en la noche de un viernes o un sábado. Ya en la calle, vamos a un local que nos guste. Para mi fue un sock salir de fiesta sólo en una ciudad en donde no conocía ni un solo local de marcha… Y para encontrar esos locales de marcha, nada mejor que ir allí donde halla gente desfasando... Y claro, vamos a preguntar a la gente por los mejores locales para ir solos de fiesta en nuestra ciudad… Ellos te mirarán raro, y te dirán “pero chaval, ¿cómo vas a ir sólo de fiesta…? Eso es de frikis…” Cuando los chavales entiendan nuestra motivación, alucinarán con nosotros… A toda la gente que yo he abordado para practicar el sargeo por la calle, y que les he confesado que estoy simplemente saliendo a hablar con gente porque me gusta, y porque yo antes era un insociable, y porque quiero ser sociable y practicar mis habilidades sociales… han alucinado, todos me miraban con ojos de que yo era todo un tío duro, un tío que le echaba muchos cojones a la vida… Y en esto nos tenemos que convertir… en

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 alguien a quien la opinión de los demás sobre nosotros no nos importa… Un poco como cuando éramos niños y no nos importaba una mierda lo que los demás pensasen de nosotros… Y para conseguir que la opinión de los demás sobre nosotros no nos afecte (lo que es uno de los rasgos característicos de las personas más populares), nada mejor que seguir con nuestra salida de fiesta solos… Una vez que hemos preguntado a los chavales de arriba por los sitios de marcha de la ciudad, como hice yo en su día, vamos a uno de esos sitios que nos han recomendado… Normalmente la mirada del gorila de la discoteca al entrar nosotros solos se nos clava mucho… Pero ya he dicho, tenemos que aprender a que no nos importe lo que los demás piensen de nosotros… En Salamanca capital hay un hombre de unos 50 años... un hombre al que no le importa lo que los demás piensen de él, y siempre sale sólo de fiesta… Con su peculiar aspecto, no pasa desapercibido, más entre tanta gente más joven… pero a él le da igual lo que piensen los demás de él… A él le gusta simplemente salir de fiesta, y salir a bailar el sólo… Una vez en la discoteca o local de marcha, vamos a abrir un set, pero sólo de tíos. Nos dirigimos allí, y le podemos abrir con cualquier excusa… Esto es mucho más fácil que abrir a un set con mujeres de por medio… Por ejemplo, les preguntamos por el precio de las consumiciones en ese local… y a partir de ahí, lo que surja… Cuando nos pregunten que si estamos solos, le contestamos que nos gusta salir de fiesta solos… así podemos conocer a gente. A alguien que no haya echo este ejercicio nunca, ni se imagina la buena recepción que tendremos… Con tanta gente estúpida e insociable por ahí, alguien con tan pocos complejos como nosotros, casi siempre es bienvenido en un grupo de chicos… los alegramos la noche con nuestra espontaneidad… Y es que, es muy importante cultivar nuestra espontaneidad… ¿no éramos acaso capaces cuando éramos pequeños de ver a otro niño, y simplemente preguntarle si nos podemos ir con él a jugar…? Tenemos que recuperar esa inocencia y esa espontaneidad de la infancia. Esa es el verdadero secreto de las personas seductoras. Después, a la media hora, nos podemos despedir de ellos, e ir a hacer lo mismo a otro local… Con el tiempo, te dará igual salir de fiesta sólo o acompañado… Ya será un poco como si conocieses a todos, y ese es un rasgo muy importante de las personas populares: no tienen mucha diferencia de trato entre las personas que conocen y las personas que no conocen… Simplemente la gente popular y seductora, hace lo que le pide el cuerpo, sin importarle el “qué dirán”

Ejercicio nº 13: Sargear con mujeres Ahora viene lo más difícil. Abrir nuestro primer set de mujeres (o set mixto) en una discoteca o bar. Una vez estamos ya en la disco o bar, visualizamos el objetivo. Insistamos, lo importante no es ligar, sino participar… Vemos un grupo, por ejemplo, un grupo compuesto de 4 chicas, y nos dirigimos hacia ellas. Al llegar encima de ellas, hacemos una pregunta genérica de las ya mencionadas, por ejemplo, que si tienen fuego… Es posible que no te hagan ni caso, porque ellas ya saben a lo que vas… Pero de normal te contestarán. Si no ten contestan, lárgate de allí de la forma más digna posible… y échale sentido del humor al asunto… Si te rechazan, ni lo pienses y, sin pensarlo, intenta abrir otro set de chicas… Una vez que ya hemos conseguido que nos hagan caso, y teniendo la estrategia de Mistery en la cabeza, empezamos a hablar con ellas… (es normal que, una vez ellas te han contestado que “no tenemos un cigarro”, y ven que tú no tienes ninguna intención de moverte de ahí… ciertas risitas en las chicas, como diciendo “pero valla morro…, ya no se va…”). A partir de ahí, se trata de aguantar en el grupo de chicas o mixto lo más que podamos… No caigas en la tentación del novato de preguntarlas “¿os molesto…?”, pues te dirán que si. Pero si no preguntas, te puedes quedar con ellas hasta que te digan eso de “chaval, piérdete…” que es algo que puede pasar… aunque a mí todavía no me ha pasado, es un riesgo

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 necesario… Por lo demás, estaremos hablando con ellas un rato. Es normal tener la necesidad de huir de allí… pero debemos resistir, hasta si podemos, aguantar una hora o más… Con todo, si ves que no vas a sacar mucho de ese set… puedes despedirlas cortésmente, con unos besos, y largarte muy elegantemente… Y si ves algo interesante en el set (y ya digo, que lo más interesante es la práctica que vamos a conseguir interactuando con el mencionado set), entonces intenta conseguirlo… con el método de tres fases ya descrito arriba… En fin, tres ejercicios muy importantes… Por supuesto, yo los he hecho, aún tengo que seguir practicando… Lo peor son los rechazos… pero también lo mejor, porque cuando nos acostumbremos al rechazo, ya nada nos parará, como le pasó al hombre que le rechazaron 20.000 mujeres, cuya historia he cortado y pegado hace unos capítulos… Con todo, aquí terminamos uno de los pocos capítulos de este manual de seducir que es parecido a lo que escriben esos “gurús” de la seducción unisex, como Mistery, Mario Luna y compañía… Y es que, ya hemos advertido que esta visión de la seducción, aunque interesante, es completamente insuficiente… Para ello, nada mejor que seguir profundizando en lo que yo entiendo por ser una persona seductora. Y por supuesto, una persona seductora es alguien que empieza por seducirse a sí mismo; y luego seduce a los demás. Si no, nunca podremos seducir a una mujer; lo más que podremos hacer es engañarla con artimañas... Y desde luego, son artimañas que nos funcionarán muy de vez en cuando, y por lo general, con mujeres que no son nada del otro mundo…

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Capítulo 14 Los hombres que amaban a las mujeres Suele considerarse el encuentro de dos enamorados como lo más hermoso que existe. Yo recuerdo aún, como si fuera ayer, la primera vez que corrí al sitio fijado, con el corazón muy seguro, e ignorante, a pesar de todo, del gozo que me esperaba; la primera vez que batí palmas y se abrió una ventana; la primera vez que la invisible mano de una amada me abrió la minúscula puerta de un jardín; la primera vez que, bajo mi capa, oculté a una muchacha en una noche de verano... Soren Kierkegaard. Diario de un seductor Este capítulo del manual se lo dedicaremos a las relaciones entre los hombres y las mujeres, desde una perspectiva compleja que toma en cuenta las diferencias orgánicas entre los cerebros de los hombres y de las mujeres. Por tanto, el objetivo fundamental de este capítulo, está en entender las similitudes y disimilitudes entre los hombres y las mujeres. Ya hemos dicho que en casi todas las especies, son los machos los encargados de cortejar a la hembra: y son las hembras, las que aceptan (rara vez) o rechazan al macho que corteja… En el hombres esto no es muy distinto, y son a ellos a los que les toca tomar la iniciativa a la hora de proponer algo a una mujer. Con todo, intentaremos en este capítulo mostrar unas enseñanzas generales que harán de nuestra vida amorosa y sexual, algo mucho más seductor que lo que ha sido hasta ahora. Pero reflexionemos un momento: nosotros podemos aplicar el método Mistery, y con ello conseguimos terminar de la mano de una preciosa chica… Y con todo, salimos un tiempo con esa chica, pero siempre vamos a bares, discotecas y otros sitios de marcha, similares al sitio en donde conocimos a la chica… Y claro, la chica siempre nos ha conocido de fiesta, alegres, con unas cuantas copas de más… pero ¿Cómo somos cuando no estamos de fiesta, como somos en ese día a día, como somos en los días que no son de celebración, cómo somos en la convivencia, en el día a día, en los momentos ordinarios de la vida…? Recordemos que una de las fases del método Mistery, consistía precisamente en llevar a la chica a un entorno ordinario del día a día, por ejemplo, de compras a un supermercado… El objetivo de esto, era que el cerebro de la chica pensase algo así como “sería una pasada vivir toda la vida con un hombre así…” Es evidente que esto no lo puede pensar de un chico que sólo ha conocido en la discoteca… porque, si nos damos cuenta, cuando estamos de fiesta todos los hombres somos muy parecidos: alegres, simpáticos… pero ¿cómo somos en el día a día, como somos en nuestra relación de pareja en el día a día…? El arte de la seducción se nos antojaría profundamente incompleto e ineficaz, si solo se basase en intentar ligarnos a una tía en la discoteca con unas cuantas fórmulas casi mágicas. Por eso, para mí el arte de la seducción debe de abarcar todos los ámbitos de nuestra vida. Se trataría simplemente de intentar hacer una obra de arte de nuestra vida. Esta idea la reflejé de manera perfecta en uno de los textos de mi blog, que es el tercer texto que corto y pego aquí.

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a. Llevar nuestra personalidad a su máxima expresión mediante el arte El 95% de los hombres que creen imprescindible tener un buen físico, o al menos, tener una buena cartilla para conquistar fácilmente mujeres, y que niegan rotundamente que lo más importante en el arte de la seducción sea el carácter, resulta que tienen un carácter insoportable. Y curiosamente, muchos de ellos no son feos. Por lo que termino por inferir que le echo de creer que lo importante en el arte de la seducción es el físico (con su terrible relativismo) o la pasta es una mera racionalización: como soy un cretino y no ligo por eso, pues mi inconsciente quiere convencerme que no soy tan cretino, y que en el fondo no ligo porque no tengo dinero ni la cara de Brad Pitt… Por eso, nada mejor para ser verdaderamente seductores que cultivar nuestra personalidad. Y en este artículo, vamos a proponer un método que ha sido usado muy eficientemente por mí. Y lo primero de todo: no hay que interpretar a nadie, no somos actores; pero a su vez, podemos cambiar partes de nuestra personalidad con entrenamiento. En este artículo, mostramos cómo llevar nuestra personalidad a su máxima expresión mediante el arte. Los genes, el ADN y la dinámica cerebral Y es que, una cosa son los genes que tenemos, y otra cosa el desarrollo de esos genes en un entorno determinado. Los genes no son todo. Por ejemplo, si me pongo a hacer pesas, pues resulta que dejo de ser un birria, y me empiezo a parecer a Conan el Bárbaro. O lo que es lo mismo, es imprescindible el ambiente, la genética deja muchas puertas abiertas, y nosotros elegimos aquellas por las que queremos pasar. Nuestro cerebro, por supuesto, también es tremendamente maleable. Tanto es así, que el hecho de nacer en una cultura o en otra, nos puede cambiar completamente. Por eso es imprescindible intentar llevar nuestras posibilidades genéticas a nuestra máxima expresión. Y resulta que la forma ideal para conseguir esto, no es la ciencia, el PNL,… ni leches por el estilo: es el arte. El arte nos sirve para cambiar… Si ahora cogemos y nos ponemos como propósito imitar a James Bond durante una semana… y al cabo de esa semana dejamos de imitarlo, veremos cómo parte de ese personaje de James Bond parece que se ha clavado en nosotros… Sin quererlo, nos hemos convertido un poco en James Bond: quizás andemos con esos andares de seguridad característicos de Mister 007; quizás seamos más pícaros con las chicas, como Bond. Pero ese algo que al principio imitábamos, ha terminado por modificar nuestras estructuras cerebrales, hasta el punto de que hemos cambiado un poco como personas.

Nuestros nombres Por eso, debemos de ser conscientes de cuales son nuestros nombres… Yo ahora soy Erik360. Erik360 no es un personaje que yo imite. Soy yo. Pero antes, hace algunos años, todavía era José Andrés (no es mi nombre real, pero se le parece mucho), un friki insociable que siempre andaba por la calle con las manos metidas en los bolsos, sin levantar la mirada, y con la autoestima por los suelos… José Andrés Me peinaba con ese típico peinado entre friki y emo, no hablaba con nadie, no miraba a las mujeres… no reconocía mi sexualidad, no me saltaba los controles policiales y no buscaba bronca con otros tíos que tenían cara de querer que se las partan… Era profundamente fóbico social, y cuando alguien me preguntaba algo, sólo respondía con monosílabos y una media sonrisa de idiota… Incluso en el instituto, me pasaba los recreos casi sólo, medio agachado al lado de una pared… Todo el mundo decía “qué pena, qué chico mas friki…” Curiosamente, las mujeres se interesaban por mí, intentaban hablar conmigo, pero luego huían horrorizadas al ver

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 que casi parecía que no tenía nada en la cabeza más allá que timidez… Pero con el tiempo algo empezó a cambiar. Sobre todo a partir de mis 17, empecé a ver que algo no iba bien… Y poco a poco, mi carácter fue cambiando: pasé de ser el típico soso que se arrastra por los pasillos, al típico matón solitario que tampoco habla con nadie, pero que tiene unas tremendas malas pulgas y puede pelearse con alguien sólo por que lo ha mirado mal… Este proceso fue largo… Y culminó en mis 24. Con 24 años Cadenas ya pensaba en llegar a cometer delitos… Me había convertido en un matón solitario. Cadenas Podrían haberme llamado en esta fase de mi vida Cadenas, en honor a su arma de asalto favorita… Era un matón, un día en uno de mis trabajos, salí corriendo detrás de mi jefe para intentar trabajarle las costillas… Me tenían tanto miedo, que no se atrevían a despedirme. Yo mismo me fui, a cambio de un sustancial premio… Era el típico matón solitario, que siempre está de mala hostia, que no perdona una, e incluso que busca bronca sólo por el hecho de que los demás me caen mal. Tengo que decir que me alegro mucho de que Cadenas volviese a estudiar en aquella época de su vida… si no, ha día de hoy estaría en la cárcel. Erik360 Pero a partir de los 26 años, me sucedió algo… Vi a una mujer... tanto tiempo casi sin salir de casa… que la visión de aquella mujer me trastocó completamente… Cadenas no era un matón más, Cadenas quiera armar una muy gorda... Pero cuando Cadenas vio a aquella mujer, aquél precioso rostro, aquellos finos modales, aquella sociabilidad radiante… todo su mundo se vino abajo… Y Cadenas empezó a cambiar: se empezó a comportar con modales; ya no andaba con aquella marcha paramilitar y con cara de pocos amigos; ya no se paraba enfrente de los ayuntamientos para gritar lo de “vivan los reyes muertos y los cretinos emparedados”. Cadenas se dio cuenta de que de este modo, la gente se alejaba de él. Entre esta gente que se alejaba de él por ser un cabronazo, estaba la chica que tanto le gustó a Cadenas… Con lo que, Cadenas abandonó todas sus antiguas ideas, todos sus antiguos modales de matón de barrio, todo su antiguo yo guerrero e insociable… Y decidió intentar entender por qué a aquella chica que tanto le había gustado, no le gustaba la forma de ser de Cadenas… E investigó una forma de ser verdaderamente seductora, verdaderamente atractiva, y sobre todo, verdaderamente sociable: y así empezó a nacer Erik360. Erik360 es un tío muy sociable, que habla con todo el mundo, aunque también tiene tiempo para ratos pensativos y solitarios, pero siempre con buena cara, nada de poner cara de tener

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 malas pulgas… Se enorgullece profundamente de sus instintos amorosos y sexuales. Por ejemplo, hace gala del calentón que se tiene diciendo delante de 20 personas eso de “estoy más cachondo que un mandril de Gibraltar…” Erik360 se enorgullece de sus instintos Y por supuesto, habla también con mujeres. Mujeres totalmente desconocidas, simplemente se pone a hablar con ellas allí donde las ve. Entra a grupos incluso de decenas de mujeres, y se pone a hablar con todas. Al terminar la conversación, besa a todas una por una, y las dice algo así como “si no fuese por las mujeres, me tendrían que castrar…” Es delicado a la vez que un tanto travieso. Puede decir la cosa más burda del mundo, o las palabras más tiernas que existen. Tiene muchos amigos, y se enorgullece de tener amigos. Es sociable y siempre tiene tiempo para una buena conversación con un amigo. Evaristo García Pero todos seguimos evolucionando hasta que nos morimos… Por eso, desde hace 4 meses… el personaje de Evaristo García ha empezado a entrar en escena… Evaristo es un ser que todavía no ha llegado… y a decir verdad, no se si quiero que llegue. En buena parte, es una síntesis entre el seductor Erik360, el solitario Cadenas y el friki de José Andrés… Toma elementos de la sensibilidad el último, la dominancia de Cadenas, y la seducción de Erik360. Con todo, es un personaje muy elevado, tiene un fuerte magnetismo, dotes destacadas de liderazgo, una fuerte necesidad de cambiar al mundo mediante la iniciativa política, a la vez que mantiene un fuerte interés por el arte y la cultura. Por supuesto, también es sociable y un gran amante. En el fondo creo que muchos de nosotros tenemos muchos nombres. Nos ponen uno al nacer, pero somos nosotros mismos los que debemos de crear un poco nuestro destino… Decide qué personaje eres en el momento actual; y luego, decide qué quieres cambiar, cómo lo vas a hacer, y sobre todo, en qué te vas a convertir. No se trata de actuar, sino de hacer de nosotros la mejor versión que podamos. Y para ello, visualizamos cómo somos, y qué podemos hacer para mejorar, para gustarnos más a nosotros mismos. Los hombres más grandes y con más éxito que han existido, han tenido muchos nombres. Nosotros ya conocemos algunos de nuestros nombres.

c. Las relaciones entre los hombres y las mujeres A las mujeres les da igual que un tío sea una persona muy alegre y muy bailona en la discoteca… Ellas no buscan a alguien que sea divertido cuando está de fiesta, sino alguien que sea un candidato perfecto para pasar una parte sustancial de su vida junto a él. Por eso, es tan normal que las mujeres rechacen. Y es que, ellas buscan a un hombre para vivir con él, para llevarlo a reuniones sociales, y presumir de hombre delante de sus amigas, para presentárselo a sus padres, para ser su marido y padre de sus hijos… Los hombres, también buscamos todas esas cosas, pero sobre todo, nos ajustamos a esa máxima que dice “busco chica, para foll y lo que surja…”

Ejercicio nº 14: Pensar nuestros nombres Piensa un poco el ejercicio propuesto en el artículo. Piensa cómo has sido en el pasado, piensa cómo has evolucionado, y piensa en tus personajes, piensa cómo puedes hacer de ti la mejor versión posible. Para ello, no dudes de buscar un nombre adecuado, como he hecho yo para mí en el

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 artículo, a tus yoes pasados, a tu yo presente, y a tu yo futuro. Todos cambiamos, todos evolucionamos. Y la forma que tenemos de llegar a superarnos como hombres o como mujeres, es intentar fomentar aquello que se nos da bien, intentado a su vez disimular un poco nuestros lados negativos. Con todo, el ejercicio consiste en pensar, pensar sobre nosotros, pensar sobre nuestra vida, pensar cómo podemos mejorar, darle un nombre a nuestros yoes… y ponernos a intentar llevar nuestra personalidad a su límite, por supuesto, sin imitar a nadie, se trata de ser nosotros mismos… De cualquier forma, seamos como seamos, hay una serie de rasgos de personalidad de los hombres, que encandilan completamente a las mujeres… Por eso, debemos de intentar incorporar estos rasgos a nuestra personalidad.

Ejercicio nº 15: Hablar con otros Por ejemplo, estamos en un hipermercado en la sección de las salchichas… y vemos a una chica o mujer de nuestra edad más o menos que está sola… Vamos a dirigiros a ella, y la abrimos con una pregunta. Esta pregunta no puede tener que ver ni con nosotros ni con ella. Tiene que ser una pregunta sobre algo que nos afecta a nosotros y a ella a la vez… Por ejemplo, la preguntamos si sabe donde está la sección de las sandías… En el acercamiento a ella, tenemos que ir directos a por ella, nada de pensárnoslo durante un buen rato, tenemos que ir decididos… Una vez que nos contesta que “la sandías estarán evidentemente en la frutería…”, empezamos una conversación con ella… El objetivo de esta conversación es simplemente profundizar en la consciencia sobre las diferencias psicológicas que tenemos los hombres y las mujeres. Los hombres y las mujeres nos atraemos mutuamente, nos gustamos físicamente, incluso aunque no seamos muy agraciados físicamente, la atracción se produce igual. A las mujeres les gustan esos cuerpos de hombres, con algo de músculo, bien formados, con hombros fuertes, con mayor altura que ellas, con ese característico pelo corto, con esa característica cara varonil, en donde suele asomar algo de barba… Y a los hombres nos gustan los cuerpos de mujer, sus vertiginosas caderas, sus piernas largas, sus muslos redondos, sus pechos, no muy grandes, pero sí muy empinados… Y sus preciosas caras, caras un tanto de eternas niñas… Pero a las atracciones físicas, se unen las atracciones psicológicas. Y esto es lo más importante. A los hombres les atraen las mujeres de dos formas distintas: como almas afines; y como objetos de lujuria. Por supuesto, no hace falta explicar lo segundo. Pero sí lo primero. Y es que, los hombres y las mujeres estamos recíprocamente hechos para que a nosotros nos guste el carácter de ellas; y a ellas le guste el carácter de nosotros... Con todo, en nuestra conversación con la chica no podremos por menos de sentir un profundo placer por hablar con una mujer… Si estuviésemos hablando con un chico, seguro que la conversación ya habría terminado… Este ejercicio se trata de mantener una conversación con una chica desconocida durante unos minutos. Si la retenemos dos minutos, habremos conseguido lo más difícil. A partir de ahí, se trata de practicar con ella el arte de conversar que ya analicemos en anteriores capítulos. Por lo demás, si somos mujeres, el ejercicio es igual, simplemente, elige un hombre o una mujer, éntralo, y mantén una conversación con él de al menos dos minutos. Con el tiempo, estos dos minutos que al principio nos costaban tanto, se convertirán sin ningún problema en horas incluso… Por ejemplo, en el caso que hemos puesto del chico, le vamos a poner nombre… Arthur, y la chica, también la vamos a poner nombre, Lucía, se trataría de entrarla, y mantenerla hablando con nosotros en una conversación a lo largo de al menos dos minutos. Tenemos que decir, que es una reacción normal de las mujeres intentar salir casi corriendo cuando las ha entrado un chico que podría

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 estar interesada en ellas… Si nos pasa esto, mejor, así nos desensibilizamos más al miedo al rechazo. Simplemente, elegimos otro objetivo… hasta que demos con nuestra Lucía particular. Y en estos varios minutos de conversación de nuestro ejercicio, se trata de empezar a sentir lo distintos que somos los hombres y las mujeres: ellas se enamoran de ellos porque son prácticos, decididos, valientes, con un montón de proyectos siempre entre manos: y ellos se enamoran de ellas porque son dulces, delicadas, vivas, simpáticas, y por supuesto, porque tienen algo en la cabeza también. Y es que, siempre digo que la inteligencia puede ser muy seductora… siempre que la hayamos curtido en el terreno de la sociabilidad. Y es que, muchas personas muy inteligentes fueron a lo largo de toda su vida unos absolutos cretinos en sus relaciones sociales, debido a que nadie les enseñó a tratar con los demás, debido a que sus épocas fomentaban el aislamiento de los individuos, debido a que ellos mismos no se preocuparon de hacer el esfuerzo que requiere convertirse en todo un artista de las relaciones sociales. Pues el ejercicio termina cuando hayamos conseguido mantener una conversación con una chica durante al menos dos minutos. Y se trata de eso, ver lo diferentes que somos los hombres a la mujeres. Por lo general, ellas son más pasivas, y ellos más activos… Pero a los hombres también les gustan las mujeres que saben en ciertos momentos tomar la iniciativa… así que si eres mujer el que lee esto, pues nos toca practicar un poco nuestro espíritu de mujer valiente, de mujer que puede ser decidida… a su vez que sabe esperar cuando la situación lo requiere.

Mi nombre es Arthur116, y mi vida ha sido muy dura. Siempre he tenido problemas de sociabilidad… bueno, no siempre, recuerdo que de pequeño yo era un niño alegre y sociable… pero a partir de los 12, 13 años, algo empezó a cambiar: no lograba conectar con los demás, no lograba quitarme de encima esa sensación de sentirme inferior cuando estaba con los demás… Y con todo, fui creciendo durante todo ese tiempo… me propuse como gran objetivo en mi vida, aprender a socializar: si hasta ahora había sido un absoluto patán en mis relaciones con los demás, a partir de aquél ya muy atrás día, me propuse que iba a mejorar el trato con los demás, que iba a pasar de ser una persona con un nivel de sociabilidad medio-bajo, a ser una persona lo más sociable posible, a ser una persona lo más popular posible, en definitiva, a ser una persona seductora. Durante varios años me he preguntado qué narices me pasaba, porqué tenía problemas de trato con los demás, porqué prefería quedarme sólo antes que los demás pudiesen pensar que soy tonto, o que soy feo, o que soy muy callado… Pero curiosamente, no era ninguna de esas tres cosas.. Aunque bueno, soy un hombre callado, pero eso no es necesariamente malo: las personas suelen seducir más con sus silencios que con su conversación. Con todo, un día me propuse que iba a ser lo más social posible: iba a investigar la sociabilidad humana, iba a investigar la psicología de los hombres, y por supuesto, iba a investigar la psicología de las mujeres… Porque fueron precisamente las mujeres las que me “animaron” a superar mis problemas de sociabilidad: yo podía pasar sin tener amigos, y podía pasar por el calvario de unas relaciones sociales lamentables… Pero no podía pasar sin amor. Al final, fueron las mujeres, fue mi desesperado intento de que las mujeres me amaran para yo poder amar a ellas, lo que hizo que me tomase muy en serio mi proyecto de mejorar mi sociabilidad. Y es que, las mujeres detestan los hombres poco sociales… Sí, esos hombres un poco solitarios, un poco misteriosos, y a veces un poco callados en los encuentros sociales, pueden ser hombres atractivos a los ojos de las mujeres… Pero si nos pasamos de “misteriosos”, las mujeres enseguida huyen de nosotros… Esos elementos están bien en su justa medida… pero en exceso, son elementos muy pocos seductores. Con todo, estuve varios años intentando convertirme a mí

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 mismo en un ser social, en un ser con un trato elegante con las mujeres, pero sin renunciar a la modernidad de mi espíritu de hombre joven. Pero mi problema fue que, durante mucho tiempo, mis investigaciones no superaron nunca el ámbito de la teoría: estuve años enteros leyendo libros, investigando, pensando… la forma de poder ser atractivo a los ojos de los demás, no sólo antes las mujeres, sino incluso ante los hombres, que son posibles aliados y posibles amigos.. incluso posibles enemigos. Supongo que las personas seductoras también tienen enemigos que los hacen aún más seductores... pero esa gente que es una especie de Conde Drácula, que no sale de casa, que tiene unas relaciones con los demás lamentables… ni siquiera tienen enemigos. Parece que necesitamos tener una buena cantidad de relaciones sociales con otros hombres, sea para amarlos o para odiarlos… Y con todo, estuve varios años estudiando la sociabilidad humana… hasta que llegó el gran día de llevar la teoría a la práctica… Y para ello, decidí apuntarme a una página de ligue por Internet... No es lo adecuado a la hora de aumentar nuestra sociabilidad, pero es un principio de todas formas… Y tras unas breves conversaciones por el Chat de dicha página, quedé con esa chica para conocernos… Pero antes, tuvimos una pequeña charla por teléfono… Cuando me llamó, casi me quedo sin palabras… no sabía que decir… Me desilusioné mucho, tantos años pensando sobre la sociabilidad humana, para que al final, parece que aún no había avanzado nada… Pero esto sólo fue una ilusión. Es normal que al principio de volver a darle una oportunidad a la gente, después de años casi solos, no tengamos unas buenas habilidades sociales… Cuando quedé con esa chica, en aquél viernes lluvioso, en donde la ciudad se mostraba magistral y reluciente… cuando llegué a aquel bar oscuro, romántico, alumbrado sólo con velas… pedí un coñac, y esperé a que llegase la que iba a ser la primera chica con la que me había citado a solas en mi vida… aquellos momentos, serían de verdad la prueba por la que tendría que pasar para ver si de verdad mis años de investigación en el terreno del alma humana y de la psicología humana, habían servido para algo… Al fin, llegó la chica, pedimos unas cervezas, y nos sentemos en una romántica mesa separados por una vela… Al despedirme de esa chica, supe que nunca la volvería a ver en mi vida… pues no encajábamos en carácter… Pero yo estaba contento, porque había demostrado unas habilidades conversativas interesantes, porque había demostrado un lenguaje corporal elegante y seductor, porque había echo gala de mi cortesía y mi saber manejar una relación con una mujer durante la escasa hora y algo que duró mi cita… Con todo, cometí errores, y fueron necesarios bastantes más interacciones sociales para ir puliendo esos héroes. Por ejemplo, entre los errores que cometí, estaba el hablar demasiado… Ahora se que en una conversación con una chica que nos queremos ligar, debemos de ser más oyentes que hablantes…

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 A partir de esta primera experiencia, decidí empezar a probar mis habilidades de socializar con distintas personas con las que había quedado para salir a comer, de fiesta, al cine… A esta gente la conocía por Internet, pero con el tiempo, no me hacía falta Internet para encontrar a gente con la que quedar. Simplemente, había desarrollado la habilidad de poder hacer amigos casi en cualquier parte… Pero esta primera gente con la que quedé a través de Internet para mejorar mis habilidades sociales, fue fundamental, pues en unos meses, reducible a dos intensivos, fui capaz de calibrar mis habilidades sociales, lo que tenía que hablar, como me tenía que mover, cómo me tenía que comportar en distintas situaciones… Con todo, me tomé todo esto como si se tratase de un juego de rol: yo salía a practicar por el mero placer de mejorar mis habilidades, sin esperar ganar amigos, o echarme novia en el intento… Y al cabo de varios meses practicando mis habilidades sociales, ya había logrado mi objetivo: era considerado por los demás como una persona interesante, popular, sociable, seductora… yo, que a veces me había quedado delante de una chica sin saber qué contestar cuando me hacía cualquier pregunta… Ahora era yo el que dejaba a las chicas casi sin saber que decir cuando las entraba en la discoteca delante de todas sus amigas, casi pavoneándome, con una tremenda sensación de seguridad en mí mismo… Todo esto sólo se pudo conseguir con práctica y un poco de paciencia. Como hemos dicho, esto se trata un poco de un juego de rol... en donde practicamos los ejercicios que nos hemos autoimpuesto, y cada vez nos van saliendo mejor. Si al principio, yo tenía una habilidad de 1 sobe 10 en las habilidades que se practicaban en los ejercicios, con el tiempo fui subiendo, y llegue incluso a la nota máxima… Pero fue fundamental el autoimponerme un tiempo de entrenamiento todas las semanas para ir mejorando mis habilidades sociales, y para ir curtiendo mi carácter seductor poco a poco. Con todo, una vez que yo ya he cumplido mi objetivo de ser una persona sociable y verdaderamente seductora… he aceptado el ofrecimiento que me ha hecho Erik360 de poner el casi punto final a este manual para mejorar nuestro trato con los demás. Y tengo que decir, que la estructura de los ejercicios es muy adecuada, creo que una estructura tan sencilla es ideal para que la gente los comprenda bien. Mi terapia fue muy parecida a la descrita en este manual, pero yo no tuve la suerte de que alguien me dijese lo que tenía que hacer… Tuve que improvisar, por eso, tardé más tiempo que los dos meses propuestos en este manual para mejorar nuestro poder de seducción… Por tanto, el lector de este manual debe de entender bien todo el libro, y después debe de centrarse en practicar los ejercicios, y en ir mejorando en la ejecución de los mismos día a día. Yo más o menos ya soy un maestro en todos loe ejercicios propuestos… pero aún sigo practicando, aún practico, por ejemplo, el andar con una postura corporal que transmita a los demás seguridad y elegancia… Un poco, creo que todos nosotros debemos de intentar forjarnos como nos gustaría de verdad ser... Y resulta, que la moderna psicología científica, ha aceptado de una vez por todas de que podemos cambiar, de que una persona que fue insociable, se puede convertir en una persona sociable, popular y seductora… Aun así, quiero incorporar a este manual unas últimas notas, y unos últimos ejercicios. Porque creo que si no este manual está incompleto… Si, trata de todos los temas de sociabilidad fundamentales. Postura del cuerpo, conversación, trato con mujeres… Pero le falta unos capítulos, quizás dos, en donde nos meteremos un poco de forma más holística y completa en qué consiste en ser un hombre seductor…

c. Reflexiones sobre la vida Y es que, hay algunos hombres que por “ser seductor”, sólo entienden en ser un gran especialista en llevarse a mujeres a la cama… Y ¿qué pasará entonces a la mañana siguiente, cuando vuelvan a ser los cretinos que son de normal…? ¿No tendrá mucho que ver el ser verdaderamente seductor con

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 ser seductores en todos los ámbitos de la vida, y no sólo en esas especiales noches que nos duchamos en un Jacuzzi con una preciosa mujer? ¿Qué pasará cuando explote la última burbuja del Jacuzzi, qué pasara a la mañana siguiente, cuando suene el despertador y nos toque ir, ya como hombres viviendo nuestro día a día, a trabajar…? De echo, las mujeres tienen una especie de radar que detectan a los hombres que se han especializado en aparentar ser corteses, aparentare ser varoniles, aparentar tener carácter... pero con el fin de conseguir simplemente sexo o amor con ellas… A ellas no les interesa demasiado cómo es un hombre con ellas en una noche de sábado… Lo que les interesa es cómo es un hombre en el día a día, como sería pasar su vida entera junto a un determinado hombre… Por eso, las personas verdaderamente seductoras se desinteresan incluso en sus habilidades sociales con las mujeres… Las personas más seductoras quieren que su vida, su día a día, se atractivo de por sí, sin necesidad de que haya una mujer delante para quererla impresionar con nuestros supuestos méritos…

Ejercicio nº 16: Tomar las riendas de nuestra vida Y para asegurarnos de que nuestra vida es interesante de por sí, de que nosotros resultaremos atractivos por nuestro propio mérito, desinteresándonos de que los demás nos tenga que juzgar como personas populares y atractivas, nada mejor que hacer un repaso mental de nuestra vida. En nuestra vida, debería de haber una serie de características que la harían con la sola presencia de estas características una vida interesante a los ojos propios, y de paso, a los ojos de los demás. Pondré la lista de estas características, y el ejercicio consiste en repasar mentalmente nuestra vida, y ver hasta qué punto están incorporadas estas características a nuestra vida, y qué podríamos hace para que estuviesen incorporadas del todo. Con todo, es un ejercicio muy importante, pues estas características definen en buena parte a una persona interesante y carismática. 1. Tener una profesión o una afición que es nuestra vida, a la que hemos dedicado o vamos a dedicar una parte fundamental de nuestra vida. Entre estas profesiones o aficiones, están ser un profesional de éxito en algún sector, tener una banda de Rock, ser novelitas aficionados, ser programador aficionado… Con una vale, pero debemos de ser todo un experto en ella… 2. Tener un estilo definido, unos gustos definidos, una ideología definida, una estética definida, unas aficiones interesantes y definidas… 3. Ser muy social, tener una gran habilidad de manejar situaciones sociales distintas, un poco de esto va todo este manual… 4. Sentirnos orgullosos de nuestros orígenes, sean los que sean, sentirnos orgullosos de nuestra familia, sentirnos orgullosos de nuestro hermoso pueblo en donde vamos a pasar las vacaciones… Aun así, no conviene presumir mucho de estas cosas… que se note que estamos orgullosos de quienes somos, y de donde venimos… pero sólo que se note lo justo. 5. Ser hombres y mujeres comprometidos con nuestros tiempos, mediante una ideología de corte humanista y cívica. Si miramos antes por nuestros propios intereses que por los intereses de la comunidad… es que aún nos queda un largo camino en el arte de seducir a los demás. Y es que, la gente más seductora, sería incluso capaz de sacrificare a sí mismo en el nombre de las causas en las que cree… Con todo, esas causas no deben de ser causas nacionalistas, racistas… u otras por el estilo. A la humanidad hay que unirla, y tanto las ideologías nacionalistas, que reclaman soberanía

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 incluso para el esófago…(pues todo lo que quiera ser nación es nación…); como las ideologías conservadoras, que pretenden acabar con la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos, tienden a enfrentar a la humanidad. 6. Ser hombres y mujeres con un trato agradable en el día a día… ¿No recordamos acaso lo desagradables que son esos hombres que, nada más llegar del trabajo, se tiran en el sofá delante de la tele con una lata de cerveza, y se tragan todo lo que echen, ante las constantes quejas de su mujer de que “ya no era como antes”…? Este es un punto fundamental, pues las personas más carismáticas, tienen en el día a día una constante fuente de retos, de aventuras,… tienen una gran habilidad en convertir esos momentos cotidianos del día a día en grandes placeres y en grandes momentos. 7. Tener un trato respetuoso y exquisito con todas esas personas con las que nos encontramos en nuestra rutina diaria… Y es que, a veces podemos llegar a cansarnos de los compañeros de trabajo… pero precisamente, la categoría de las personas no se demuestra cuando estamos por ahí de fiesta y con unas cuantas copas de más. La categoría de las personas se muestra en esos pequeños momentos repetitivos de la rutina del día a día. Los hombres y mujeres que tienen un día a día interesante, lleno de retos, lleno de pequeños grandes momentos… son los absolutos señores de la seducción y del carisma. En resumen, los 7 puntos de este ejercicio se resumen en uno: ten una vida interesante, no sólo en los momentos especiales, sino sobre todo, en el día a día… Cuando consigas que alguien llegue a pensar algo así como “qué interesante debe de ser la vida de ese hombre…” ya habrás llegado al nivel máximo como seductor… De hecho, las personas interesantes tienen una característica que es común a todos: son un poco artista de la creación de su propia vida. La vida de las personas más interesantes es un poco como una buena novela, especialmente cuando muestran esa vida de cara a los demás. Y por supuesto, entre esos además están, cómo no, nuestras amadas mujeres… Es por ellas por lo que los hombres que nos hundimos en el abismo de la insociabilidad decidimos empezar a buscar la salida del laberinto de la desesperación que es la soledad. Y por supuesto, con ellas hay que ser especialmente seductores… Aunque un hombre que sólo use sus habilidades de socializar sólo cuando hay mujeres interesantes de por medio… es un hombre que no es en absoluto ningún seductor: simplemente es un estafador, se vende como un seductor, pero cuando pase un tiempo su verdadero ser saldrá a la luz… Incluso de delante de esa mujer que logró camelarse con sus buenos modos… ¿Qué pasó cuando ese hombre ya llevaba un año entero conviviendo con esa desgraciada mujer…? Pues pasó que el verdadero ser de ese impostor salió a la luz… La mujer, por su mala cabeza, tendrá que aguantar durante interminables años de matrimonio a un hombre zafio, quejica, débil de carácter, insolidario y egoísta, agresivo, y por supuesto, poco interesante y menos seductor. Por eso, mis queridas mujeres… es muy importante que vosotras también seáis muy sociables y seductoras, quizás por eso de que el fuego detecta al fuego, el aire al aire,... y en general, cuando poseemos un elemento, tenemos una gran capacidad para detectar ese elemento allí donde se dé. Y lo más fascinante de poder ser un hombre sociable y seductor, es que se le abren un montón de oportunidades con mujeres… Ya sabemos que ellas son de Venus, y ellos son de Marte. O lo que es lo mismo, hay unas cuantas diferencias entre los hombres y las mujeres… Pero también hay un gran punto en común entre ambos. Ese punto en común es fundamental. Es muy importante conocer estas diferencias para que los hombres y las mujeres nos seduzcamos mutuamente casi hasta

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 el punto de poder llegar a desmayarnos de puro placer. Por eso, el siguiente ejercicio consiste en aprender, repasar, y asimilar las grandes diferencias psicológicas ente los hombres y las mujeres. La información es poder, y alguien que sepa bien nuestra lista de diferencias ente los hombres y las mujeres… tendrá mucho poder… Una vez que hemos aprendido y entendido bien las principales diferencias entre los hombres y las mujeres, se trata de salir al campo, o sea, un lugar en donde podamos interactuar con mujeres… y mediante conversaciones con ellas, comprender aún más profundamente nuestros puntos en común y nuestras diferencias… Y es que, tanto los hombres como las mujeres amamos a aquellas mujeres y a aquellos hombres que tiene claro su feminidad y su masculinidad… además de tener claro su diferencia, sus puntos en común y sus convergencias con el sexo contrario.

Ejercicio nº 17: Entender a los hombres y a las mujeres 1. Los hombres tienden a usar más la lógica en sus interacciones sociales; pero las mujeres, suelen tender a ser más sentimentales. Todos recordamos los “argumentos” que esgrimieron los Nazis durante el genocidio de los judíos… Eran argumentos salidos de la cabeza de los hombres: que si los judíos son más feos, que si son menos inteligente, que si se han confabulado con los comunistas y pretenden hundir a Alemania… Todos eso fueron los motivos para aniquilar a los judíos… y fueron razones supuestamente lógicas, que resultaron ser falsas. En cambio, el genocidio nunca podría haber salido de la cabeza de una mujer: ellas no hubiesen razonado tanto, simplemente hubiesen sentido dentro de su ser, dentro de sus entrañas, que aquél era un acto deleznable... Los hombres razonamos demasiado, y sobre todo, razonamos demasiado mal… 2. Los hombres somos especialistas en cazar mamuts, en irnos por ahí de aventuras a investigar nuevos mundos, en traer la cena a casa, en defender el territorio de un ataque de tigres dientes de sable…; y las mujeres son especialistas en cuidar a las crías, dándoles todo tipo de mimos y de cuidados, en cuidar a los demás hombre, dándoles todo tipo de mimos y de cuidados… El entorno más hogareño en donde evolutivamente evolucionó la mujer, hizo de estas auténticas especialistas en el trato con los demás, en el dominio de “chismes” sobre otras mujeres, en el arte de dar ternura, de amar, pero también de odiar... Y es que, el entorno familiar en donde evolucionaron las mujeres, convirtieron a estas en auténticas psicólogas naturales: siempre atentas a todos los matices de las conversaciones, al lenguaje corporal, a las indirectas, a los odios y amores escondidos… 3. Los hombres somos activos durante el cortejo a las mujeres: y ellas suelen ser más pasivas, aunque también participen. Y esto quiere decir, que es muy normal que las mujeres rechacen a los hombres en sus proposiciones

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 amorosas o sexuales. Al fin y al cabo, nosotros los hombres no tenemos más que dejar nuestro semen desparramado por ahí… Pero las que se tienen que encargar luego de cambiar pañales, de buscar alimento a la cría, de estar nueve meses preñada requiriendo unos cuidados extremos… y de tener que cargar durante muchos años con el hijo de un cabrón que desapareció llevándose consigo todas las palabras de amor… son las mujeres. 4. Los hombres desarrollan unos sentimientos de ira y de rencor superiores a los de las mujeres. Ellos siempre solucionan los conflictos a base de bombas... En cambio, ellas son mejores conversadoras, dominan mucho mejor las situaciones sociales, intenta buscar solución a los posibles conflictos encontrando un punto común desde las divergencias… 5. Los hombres son más descuidados en general, con su higiene, con su alimentación, y con todo… En cambio, ellas siempre tienen un cuidado máximo de su higiene, de lo que comen, de sus amistades, de su hogar… Ellas se preocupan más que ellos por todo; en cambio, ellos simplemente actúan, y que pase lo que tenga que pasar… 6. Los hombres hablan de media la mitad que las mujeres. Está un poco en ese espíritu varonil el hablar menos… Por eso, a las mujeres les encantan los hombres que saben escuchar, y que al volver a casa de su trabajo, está dispuesto a escuchar durante horas los dulces secretos del corazón de una mujer. Por eso, las mujeres deben de aprender a abrirse de corazón ante esos hombres que saben escuchar: y nosotros los hombres debemos de aprender a ser un poco más misteriosos, un poco menos habladores… y sobre todo, aprender mucho el delicado alma de las mujeres, lleno de deseo, de esperanza, de pasiones… 7. Los hombres le prestan menor atención a los pequeños detalles que las mujeres… Y este último punto es muy importante. Constantemente oigo quejas de hombres que no entienden por qué su mujer se pilló un cabreo tan grande por haberse olvidado del día de su aniversario… No entienden por qué lo que para ellos es algo que no tiene importancia, ellas lo han convertido en todo un drama… Y este es el punto común hacia donde convergen los hombres y las muges: ellas adoran los hombres que saben cuidar el detalle. Antes, era distinto, antes había que trabajar, que cazar mamuts, que echarle valor en la batalla… pero las necesidades de vida moderna, han hecho que las mujeres termine por preferir hombres más delicados, un poco más sensibles, incluso un poco más femeninos, que son por supuesto, hombres que prestan una elevada importancia a los detalles… Con todo, las necesidades de la vida moderna han hecho que ahora lo importante sea el detalle. Antes los hombres tenían que explorar territorios enormes para, por ejemplo, poder encontrar una presa para cazar. Pero ahora las cosas son distintas: comúnmente tenemos un mundo entero al alcance de nuestros ojos fijados en una pantalla y de nuestros dedos que teclean los botones de un teclado. Ahora, en un pequeño objeto podemos tener un mundo enorme: antes necesitábamos explorar un mundo enorme para encontrar una pequeña pieza de caza.. Por esto mismo, ahora las mujeres suelen preferir a hombres más detallistas, más delicados, incluso un poco más femeninos… Pero eso no quita para que, alguna de las antiguas virtudes de los hombres más atávicos, como por ejemplo, su fuerza física, su valor, su productividad en el trabajo,… sigan siendo apreciadas por las mujeres… Vamos, que si queremos seducir por todo lo alto a las féminas... tenemos que conservar un poco las viejas virtudes y las viejas características de los hombres que se enfrentaban con valor a los tigres dientes de sable para salvar a su familia de la

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 garra de la Bestia… a su vez que incorporamos a nuestra personalidad algunos rasgos de carácter un poco más femeninos: ser más delicados, más pasionales, más femeninos… En el fondo, muchos hombres han terminado por desarrolla un cerebro de doble núcleo, un núcleo masculino y otro femenino. Según la situación, el hombre tiende a usar más su mente masculina o su mente femenina. Por ejemplo, para encontrar aparcamiento para el coche, nada mejor que dar rienda suelta a nuestro productivo y agresivo carácter de hombre; pero para entender los delicados sentimientos de una mujer, nada mejor que sacar nuestra parte femenina, y así poder entender de una vez, por qué es tan importante las fechas de los aniversarios. Y esta característica de los hombres de tener un cerebro de doble núcleo, masculino y femenino a la vez, es la principal marca de los hombres seductores... El problema, ¿como podemos cultivar un poco nuestro cerebro de doble núcleo, masculino y femenino a la vez...? Los hombres más seductores suelen ser un poco ambiguos en sus relaciones con mujeres: tan pronto se comportan como unos absolutos gentleman, llegando hasta quitarse el abrigo en esas noches de frío y poniéndoselo a una mujer por encima; que se comportan como unos absolutos macarras y seres demasiado varoniles, demasiado machos… llegando incluso a negarle a una chica la silla que esta la había pedido que le cediera, mientras que dice algo así como “lo siento nena, pero no puedo con los huevos…” Y el único método que tenemos para cultivar nuestro cerebro de doble núcleo, es el ya expuesto: pensar como somos, pensar nuestros sentimientos, nuestros anhelos, nuestras esperanzas, hasta pensar nuestros propios pensamientos, y luego, analizar nuestra mente hasta poder llegar a encontrar nuestra parte masculina y nuestra parte femenina… Comúnmente estas dos partes están mezcladas, con lo que es difícil distinguirlas. Y para aprender a distinguir nuestro yo masculino de nuestro yo femenino, nada mejor que realizar el siguiente ejercicio. Con el tiempo nos volveremos unos seres con un cerebro completamente híbrido, un cerebro de hombre y de mujer a la vez… Y esto tiene grandísimas ventajas: los hombres con un cerebro de doble núcleo, son hombres con un gran éxito social, en el trato con los demás, con las mujeres… En cambio, las mujeres son de por sí perfectas siendo muy femeninas, muy mujeres. Aunque también pueden imitar un poco ese espíritu productivo y pragmático de los hombres, siendo entonces aún más irresistibles… Dejaremos la exposición de las características del alma de las mujeres que las hacen seductoras a mí amada Lucía Noche y Día... Aun así, algo adelantaré sobre el funcionamiento del cerebro de las mujeres en este ejercicio.

Ejercicio nº 18: Aprender a pensar de dos formas En este ejercicio vamos a aprender a identificar y separar la parte de nuestra alma más puramente masculina de la parte de nuestra alma más puramente femenina. Desde luego, que en nuestro actuar cotidiano, estas dos partes están mezcladas. Pero aprender a identificarlas y a separarlas nos reportará grandes ventajas. Y es que el pensamiento humano opera de forma parecida a la química moderna: por análisis y por síntesis. En el análisis, separamos las partes de nuestro pensamiento en sus componentes más pequeños, creando categorías, como las catearías de masculino y de femenino: y en la síntesis, mezclamos las categorías elementales que hemos hallado en el análisis, surgiendo así categorías complejas y refinadas. Por ejemplo, mezclando las categorías elementales de lo masculino y de lo femenino, podemos, con la combinación adecuada de ambas, llegar a crear la categoría compleja y purificada de hombre seductor. Y para aprender a hacer esto, vamos a hacer un par de intromisiones en el campo, o sea, vamos a buscar dos oportunidades distintas de practicar nuestras relaciones sociales con amigos. Y en sendas interacciones sociales llevadas a cabo en días distintos… o incluso en el mismo, vamos a comportarnos, en una de ellas, sacando todo nuestro lado masculino de nosotros; y en otra de

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 ellas, vamos a explorar nuestra vena femenina y más sensible. Este ejercicio hay que practicarlo hasta que hayamos identificado completamente nuestro yo masculino y nuestro yo femenino. Además, después de la interacción social, el ejercicio continúa ya en casa, pensando nuestra actuación, pensando si hemos identificado de verdad nuestro yo masculino y nuestro yo femenino en esas actuaciones, y pensando bien la diferencia que hay entre nuestro yo masculino y nuestro yo femenino. Por tanto, debemos de exponernos a dos interacciones sociales, en una de ellas nos ajustaremos a las “reglas para sacar nuestro yo masculino”; y en la siguiente, nos ajustaremos a las “reglas para sacar nuestro yo femenino”. Y para ello, memorizamos el nombre de las reglas (lo que está en negrita) y una vez en el campo, realizamos nuestra interacción social teniendo en nuestra mente presente estas siete grandes reglas. A partir de ahí, se trata de ajustar nuestra actuación a estas reglas. Al principio no suele salir bien… pero al que algo quiere algo le cuesta… Reglas para sacar nuestro yo masculino 1. Habla poco, mantén en tu interacción una actitud un tanto ruda, con una mirada muy potente y penetrante, aunque no amenazadora. 2. Los movimientos de nuestro cuerpo deben de expresar varonilidad, con movimientos seguros y muy masculinos. 3. Préstale especial atención a los elementos lógicos de la conversación, no te dejes llevar por los posibles sentimientos que puedan interactuar en la misma. Mira el mundo desde una perspectiva puramente lógica y desapasionada. 4. Se pragmático en tu interacción, lo importante del mundo es tener éxito, tener una buena vida, tener una buena novia,… Nada de dejarse llevar por grandes ideales. 5. Se muy delicado con las mujeres, trátalas como si fueran de porcelana, cédelas tu asiento, ofrécelas ayuda constante, trátalas como si fuesen los seres más delicados y maravillosos del universo… 6. Se un poco borde con los demás tíos, no dejes que de ninguna manera te dominen (aunque hay que tener cuidado con este punto… no se trata de hacer enemigos, o de quedarnos sin los amigos que ya teníamos…) 7. No le prestes atención a los detalles, por ejemplo, no tengas en cuenta tu postura adecuada en la silla, ni las reglas de cortesía, ni te muestres comprensivo con las circunstancias de los demás…

Reglas para sacar nuestro yo femenino 1. Habla bastante, mantén en tu conversación una actitud un tanto chulesca… 2. Los movimientos de nuestro cuerpo se deben de caracterizar por una actitud también chulesca, con movimientos que transmiten esa innata chulería natural…

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 3. Préstale atención a los sentimientos que se desprenden durante la conversación : no te fijes demasiado en los argumentos. Más bien, fíjate en las sensaciones y en las emociones que pasan por el alma de las distintas personas durante la conversación. 4. En la conversación actúa como si lo importante en el mundo fuesen los grandes ideales, como el sentido de la justicia, alcanzar la paz mundial. Desprecia un tanto los bienes materiales en beneficio de los bienes de tipo espiritual, sobre todo ese gran bien espiritual que es la sensibilidad. 5. Se un poco pasota ante las mujeres. Que se crean que no te interesan sexualmente. 6. Mantén una actitud negociadora con los demás tíos, intenta siempre solucionar los posibles conflictos con ellos mediante el diálogo y la negociación. 7. Lo importante son los detalles: cuidar nuestro vestuario para ir a la cita con nuestro ejercicio; cuidar la postura de nuestro cuerpo; cuidar bien las palabras que usamos; cuidar bien el protocolo;… En fin, los siete puntos de las reglas para sacar nuestro yo masculino coinciden uno a uno con los siete puntos para sacar nuestro yo femenino. Se trata de confrontarlos, y de entendernos a nosotros mismos como hombres complejos, con un doble núcleo en el alma: nuestro alma está compuesto por un procesador masculino; y un procesador femenino. A partir de ahí, se trata de combinar estos dos elementos, para hacer una versión de nosotros mismos más purificada y sobre todo, más seductora.

d. La técnica del espejeo Seguimos con nuestros ejercicios. Recordemos que en este capítulo estamos llenando un gran vacío que nos ha quedado después de hacer un recorrido completo por todos los ámbitos de la sociabilidad humana. Por tanto, en este capítulo tratamos de una serie de técnicas para socializar que afectan a la vida humana como un todo… aunque son sobre todo importantes en nuestras relaciones con las mujeres, ya que es precisamente en este tipo de relaciones, donde se nos exige llevar nuestra sensibilidad y nuestra valía como hombres a su máxima expresión.

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Ejercicio nº 19: Aprender la técnica del rapport o espejeo El rapport o espejeo significa lo que ya se adivina por su nombre: imitar un poco a esa persona con la que estamos teniendo una conversación, por ejemplo, puede que tengamos una cita con una chica que nos gustaba. Y precisamente, el rapport suele surgir de forma espontánea e instintiva cuando empezamos una interacción social con un ser del sexo contrario al que nosotros pertenecemos. Es más raro que este fenómeno se de entre hombres, pero sí es común que surja en una conversación entre dos mujeres también. Aun así, este fenómeno también se de entre hombres, vamos a dedicar este ejercicio a aprender la importancia del rapport y se realización correcta, más allá de que ha veces nos pueda salir de forma inconsciente… Y es que, también nos puede salir de forma inconsciente el dar un salto, pero si lo practicamos, daremos saltos como no podemos darlo cuando saltamos de forma inconsciente. El rapport es una técnica muy potente, ya que es una manera que tuvo la naturaleza para que podamos demostrar si somos hombres empatitos. Cuando en una consulta del médico estamos un montón de gente en la sala de espera, y una persona empieza a bostezar, está demostrado que en no mucho tiempo, la sala de espera se puede convertir en un concierto de bostezos varios de personas que, hasta que no vieron inconscientemente a una persona bostezar, no tenían ni sueño, ni ninguna intención de abrir la boca… Se ha demostrado, que las personas con más tendencia a bostezar después de haber visto inconscientemente a otro bostezar, son personas más empáticas, más sensibles, con más inteligencia emocional. Por eso es tan importante dominar la técnica del rapport, seamos hombres o seamos mujeres. Con un dominio de esta técnica, demostraremos a los demás la gran inteligencia emocional que tenemos, lo que se puede convertir en un importante indicador de estatus.

Ejercicio nº 20: Jugar con nuestro estatus En la naturaleza no existe la democracia, nadie es igual a nadie. Un grupo de amigos es la forma más primigenia y natural de relacionarnos como hombres. Todos recordamos aquellas pandillas de la infancia: había pandillas con más o menos estatus; en donde estaban los miembros más guais; o en donde estaban los niños menos guais; había pandillas de niños, de niñas, y de niños y niñas. Todas estas pandillas tenían su estatus propio, y su red de relaciones, de odios y de amores con otras pandillas. Y dentro de estas pandillas, había una estructura que distaba de ser democrática: había un líder, que tenía a su lado a sus lugartenientes. Con esta estructura, el líder tenía el control completo de la pandilla. Podían surgir discrepancias en el seno de la pandilla, y esto quería decir que alguien que no era líder, podría terminar por convertirse en un líder. Quizás uno de los lugartenientes eche su candidatura a líder del grupo. O quizás, otro mini-grupo destacado dentro del propio grupo, planee sustituir al líder y a sus lugartenientes. Además, la dominación en el grupo se producía por dos grandes tipos de mecanismos: por la violencia; o por la inteligencia. Los tiempos modernos están poco a poco echando fuera la forma de dominación por la violencia. Y poco a poco, solo se empieza a aceptar como legítimo la forma de dominación mediante la inteligencia. De echo, la situación mundial de crítica permanente contra un sistema injusto, se inserta dentro de esta dinámica: el viejo liderazgo a base de violencia parece mostrarse muy ineficaz; y a cambio, la gente empieza a reclamar a los gobiernos que no deben de dominar los políticos que sólo son capaces de dominar por y para la violencia, sea esta del tipo que sea; sino que deben de dominar las personas con mejores capacidades intelectuales para gobernar y ser eficientes, lo que sería un cambio histórico sin precedentes: en la historia de la humanidad casi siempre gobernó el tirano; y ahora, pretendemos que esto cambie, y que empiecen a dominar las personas inteligentes…

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 Con todo, nos toca entender bien todo esto mediante este ejercicio. Y para ello, quedamos con un grupo de gente, sea conocida o sin conocer… y cuando estemos con ellos, cuando estemos llegando al lugar de nuestra quedada, cuando nos estemos saludando, cuando estemos ya todos juntos eligiendo el sitio en donde vamos a empezar las actividades de nuestra quedada; cuando lleguemos a es sitio y nos adjudiquemos unas posiciones, unos con respecto a otros, por ejemplo, para ir al cine; cuando salgamos del cine, y decidamos a donde vamos a ir a partir de ahora,… En todos esos momentos, vamos a intentar comprender la dinámica de este grupo de amigos, vamos a intentar comprender que en estos grupos suele haber dos líderes: un líder que tiene una gran valentía, que siempre quiere mandar, y que es muy “echado para adelante”; y otro líder, en este caso más intelectual, que no intenta imponer su voluntad sobre los demás, más bien, se gana el aprecio de los demás debido a que es una persona delicada, seductora, comprensiva… En ambos casos, estos líderes suelen ser hombres. Pero en caso de grupos de sólo mujeres, es común también que se de este liderazgo dual: una mujer más agresiva que domina con su sensación de fuerza; y otra mujer más encantadora que domina a base de encanto, de sensibilidad para respetar a todo el mundo. El ejercicio, como decimos, consiste en entender bien la dinámica de un grupo de amigos y nuestro lugar en ella. Y para ello, cuando estemos en nuestra interactuación social, nos toca pensar un poco la dinámica de nuestro grupo, nuestro lugar en ella,… siguiendo el modelo de la dinámica de grupos básica que hemos descrito en el párrafo de arriba. Cuando entendamos bien la dinámica de los grupos, los distintos papeles que hay en él (líder violento, lugarteniente, líder intelectual, mujer dominante, mujer dominada,…), entonces habremos adquirido una técnica fundamental a la hora de mejorar nuestras relaciones sociales. Las personas con más éxito social son especialistas en entender estas dinámicas de los grupos de personas. Y este es precisamente el secreto del éxito en la vida: entiende las motivaciones de los demás, entiende las motivaciones de los grupos de gente; entiende nuestro lugar dentro de estos grupos sociales diversos. Una vez hemos terminado nuestro ejercicio, no nos viene mal un repaso mental cuando lleguemos a casa de todo lo que hemos aprendido. En el fondo, tenía razón ese tipo que decía eso de “Piense y hágase rico”… Pero no tenemos que pensar en hacernos rico para hacernos rico… Tenemos que pensar en nuestra vida social, en nosotros como sujeto inserto en un mundo social determinado, y por supuesto, en la forma en que podemos mejorar nuestro estatus como personaje social con respecto a los demás. Y esta forma de mejorar, es saber usar nuestra inteligencia emocional para entender y mejorar nuestras relaciones con los demás. Antes de proponer el anterior ejercicio, estábamos hablando del rapport como técnica para seducir con ella a los demás. El rapport también se puede emplear entre hombres… aunque aquí funciona de forma distinta de cómo funciona con las mujeres.

Ejercicio nº 21: Espejeo con amigos Ya hemos explicado que el rapport consiste un poco en “imitar” ciertos comportamientos, ciertos tonos de voz, ciertas maneras de hablar ciertas maneras de mover las manos, ciertos gestos con la cara,… En las relaciones de amistad entre dos hombres también se da este fenómeno, pero como decimos, es un poco distinto al rapport entre un hombre y una mujer. Para ello, vamos a proponer este ejercicio, que se materializará en un ejemplo. Vamos a poner el ejemplo de dos amigos que salen por ahí de marcha juntos… Por ejemplo, supongamos que estos amigos salen de fiesta para practicar el arte del sargeo, expuesto en el capítulo del Método Mistery. De hecho, esa sensación de “rapport” entre dos hombres es una sensación muy estética. Cuando vamos por ahí con un amigo, y existe esa conexión, ese espejeo, esa imitación entre el estilo de ambos, con ello conseguimos producir una sensación muy estética. En el fondo, es la misma sensación que nos

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 causa cuando vemos a esos chavales que usan todos un mismo estilo, por ejemplo de roqueros, que hacen todo unos movimientos parecidos, por ejemplo unos andares un tanto paramilitares, que tienen unos peinados parecidos, que usan botas parecidas y tienen una jerga al hablar parecida… El ejercicio consiste en entender bien el ejemplo, para posteriormente empezar una reflexión propia en donde pensemos como podemos usar el fenómeno del rapport para mejorar nuestras relaciones sociales con otros hombres, sean amigos, hermanos, compañeros de trabajo… Pues como decíamos, vamos a poner el ejemplo del funcionamiento del rapport en un grupo de dos amigos (nosotros mismos y otro) que salen por ahí de marcha para practicar el arte del sargeo. De hecho, esta es una buena manera de mentalizarnos para poder hacer eso que es difícil de hacer: en este caso es difícil salir a la calle para empezar a entrar a tías a diestra y siniestra e intentar ligar con ellas… El rapport nos proporciona una especie de escudo simbólico que nos protege del estrés, de la ansiedad, del miedo al ridículo. No tenemos más que ver el proceder de las organizaciones paramilitares: se uniforman, tienen un discurso único, tienen un corte de pelo único, … Por supuesto, nosotros no caeremos en el absolutismo de estos grupos... pero sí nos quedaremos con ese elemento imitativo, que nos ayudará a mejorar nuestra relaciones sociales en general. Ya hablemos antes de lo importante que es tener nuestro propio estilo: nuestra propia forma de vestir, nuestra propia forma de pensar… Pero no hablemos, que también es muy importante que nuestro estilo esté de alguna manera conectado con el de los demás. No se trata de ir a la moda, se trata más bien de elegir un poco un estilo que usen a su vez ciertos grupos sociales de la sociedad: por ejemplo, están los pijos, los metaleros, los frikis, los roqueros, los poperos… La gente con su estilo quiere realmente trasmitir alguna que otra ideología particular. No es muy distinto el funcionamiento de la estética de nuestro vestuario que el proceder habitual del mundo animal: hay un tipo de ave, por ejemplo, en donde sus miembros tienen dos tonalidades distintas de color de plumas: unos tienen una tonalidad marrón clara; y otros, marrón oscura. Y esto tiene como objetivo el transmitir información de la psicología de esas aves: las aves con plumas de tonalidades marrón claras, son aves más sumisas y con menos carácter; y las aves con plumas de tonalidades marrón oscuras, son aves más dominantes y agresivas. Lo mismo pasa en el ser humano: si nos encontramos a unos tipos con cadenas como cinturones, botas paramilitares, y un bonito rapado en la cabeza…sabremos que nos tenemos que andar con cuidado con ellos; en cambio, si nos encontramos a un grupo de gente con camisetas de Lacoste, con peinados de ralla, con un lenguaje muy cursi y repipi..…sabemos que seguramente son personas tranquilas y conformistas. Con todo, hemos quedado con nuestro amigo para salir a sargear por ahí. Solo somos dos, pero el hecho de conocer la técnica del rapport para coordinarnos, para parecer que de dos hacemos una unidad, nos da una tremenda sensación de fuerza. Cuando nos encontramos donde habíamos quedado con nuestro amigo en plena calle, ambos tenemos una atuendo similar: llevamos pantalones piratas oscuros y botas negras; un jersey gris oscuro con letras, que en ingles

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 nos transmite ideas como “el metal dura para siempre”… Un peinado también un tanto a juego, en este caso, ambos nos peinamos con el pelo de punta, pero nuestro amigo usa más bien una cresta, nosotros tenemos un pelo de punta peinado de forma igualada a lo largo de toda la parte central de la cabeza. Nos encontramos con nuestro amigo, lo saludamos con nuestra forma habitual, chocado la mano con una gran seguridad en nosotros mismos. Y a partir de ahí, nos ponemos a andar… El rapport, como vemos, ya resulta evidente en la “imitación” de un estilo común, de una ideología común, en este caso, ligada a cierta estética metalera (el metal es sinónimo de Rock duro). Esta imitación que es el rapport se da incluso a la hora de andar, y ambos andamos con un estilo similar y peculiar, un estilo que transmite fuerza, un tanto paramilitar, pero algo más relajado. No tenemos más que visualizar esta descripción, para darnos cuenta de la tremenda sensación de fuerza que transmiten estos dos individuos. Y su secreto para crear esta gran impresión de fuerza, es precisamente el rapport, la imitación. Esta imitación afecta hasta el carácter, ambos amigos se comportan un poco como si compartiesen un carácter común, que es por supuesto el carácter del metal: firme pero delicado a su vez; con fuerza, pero con una gran sensibilidad para tratar los temas delicados. Los amigos llegan a la discoteca, y entran ambos como si se tratasen de dos soldados de un ejército: parece que uno sigue hasta los pasos del otro. Ambos tienen el mismo semblante, hablan lo mismo, usan una misma jerga al hablar… Por supuesto, que ambos individuos siguen manteniendo su personalidad distinta, pero el rapport que se produce entre ellos, sirve un poco para hacer una unidad de dos elementos distintos, y con esta unidad, se logra sumar un poco las fuerzas individuales de estos dos individuos. Con todo, los individuos parecen exhibir una coordinación perfecta. Pero nada de aparentar ser soldados firmes y de movimientos casi mecánicos: el rapport entre amigos normalmente se da de forma automática, surgen esos movimientos que son coordinados, pero no mecánicos. Y en fin, habían llegado estos dos amigos a la discoteca para practicar el sargeo… Con la tremenda sensación de fuerza que exhiben estos dos amigos, tienen ya mucho camino ganado a la hora de impresionar a las mujeres en la disco… En el fondo, el fenómeno de rapport entre amigos es un fenómeno natural: en los grupos de amigos es normal que terminemos adoptando unas vestimentas comunes, unas ideas comunes, una forma de movernos comunes. Pero aunque esto surge de forma automática de normal, ser consciente de este fenómeno es la mejor manera de poder exprimirlo al máximo para conseguir con ello aumentar nuestra sociabilidad. Y además, es un fenómeno que afecta a todos los ámbitos de nuestra vida social: en el trabajo, con los amigos… Y por supuesto, en el amor. Y a eso vamos ahora, a proponer un nuevo ejercicio, pero en esta caso, vamos a usar el rapport para impresionar a ese hombre o esa mujer que nos gusta…

Ejercicio nº 22: Espejeo con mujeres El ejercicio consiste en entender el siguiente ejemplo, y practicarlo cuando tengamos la oportunidad de interactuar con una chica. Hemos quedado con una chica que nos gusta para tener nuestra primera cita. Hemos quedado en la calle, después pensaremos a qué café o bar vamos para empezar nuestra velada juntos. Cuando al fin llega la chica y nos saludamos, nos dirigimos caminando hasta ese acogedor café en donde hemos decidido pasar la primera parte de la noche. Y ya en este paseo hasta el bar, podemos empezar con el rapport: caminaremos con unos pasos similares a los de la chica, que ella sienta que somos empáticos y que nos adaptamos perfectamente a su ritmo. Además, se trata también de imitar su lenguaje, su forma de hablar, e incluso, de imitar esas expresiones que son particulares de la chica. Por ejemplo, si ella, al llegar al sitio dice “este sitio es guay”, nosotros, en una oportunidad posterior, diremos “es guay el ambiente de este local”…

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 Cuando nos sentemos en una mesa con la chica para empezar nuestra amena charla, se trataría de seguir practicando el espejeo, de seguir “imitando” un tanto los movimientos con la manos de la chica, la forma de sentarse, la postura en la silla ya de sentados, los gestos con la cara, los movimientos de cabeza, los movimientos con las manos, las miradas… y lo más importante, el discurso… En el fondo, podemos resumir toda la técnica del espejeo como una mezcla entre imitar el estilo de hablar de nuestro interlocutor, a la vez que imitamos sus movimientos corporales y sus gestos… Dominar este ejercicio es fundamental. Las mujeres y los hombres tendemos a enamorarnos inconscientemente de las personas empáticas, que se ajustan un poco a nuestra forma de movernos y a nuestro estilo de hablar. De hecho, el rapport es un mecanismo de la evolución para favorecer a las personas dotadas de mayor empatía y de mayor inteligencia emocional. Por eso, esta es una de las técnicas más importantes que debemos de dominar si queremos ser socialmente exitosos y socialmente seductores… Y el ámbito del uso de esta técnica es ilimitado: no sólo sirve con amigos, con mujeres, con hombres,… Si no que también se puede usar muy eficientemente en el mundo de los negocios y de las ventas: si le hacemos el espejeo a esa señora a la que pretendemos venderla un aspirador… podemos ir dando ese aspirador ya casi por vendido…

e. Los perros de Pavlov Con este último apartado termino mi participación en este libro. En el describiré uno de los fenómenos más importantes que sirven a la gente para ser lo más seductora posible, y le cederé la pluma a Lucía Noche y Día, que cerrará el volumen con un capítulo en donde nos resumirá el mundo desde el punto de vista de una mujer… Pues como digo, Arthur116 se despide hasta siempre, no si antes escribir este capítulo fundamental. Pavlov fue un biólogo ruso que descubrió el llamado “condicionamiento operante” Pavlov trabajaba en su laboratorio con perros. Estos eran alimentados todos los días, pero antes de ponerles a la vista su alimento, se tocaba una campana. Los perros tienen como reacción natural el salivar cuando tienen hambre y ven comida, exactamente igual que nos pasa a los hombres. Pero lo interesante del experimento, es que los perros terminaron por asociar el sonido de la campana que sonaba antes de que se les pusiese a la vista la comida, con la propia comida. Vamos, que Pavlov tocaba su campana a los perros, como diciendo “¡todos a comer!” y los perros, en este mismo momento, ya empezaban a salivar, incluso aunque a continuación no se les presentase la comida y se quedasen ese día sin comer… En la Segunda Guerra Mundial este descubrimiento psicológico de Pavlov fue usado por los soviéticos para combatir a los Panzer alemanes: todos los días se les daba de comer a los perros, pero no de una forma normal. En vez de eso, se les ponía la comida de los perros en unos tanques de combate arrancados y en movimiento… Los perros terminaron por aprender que, cuando aparecían los tanques arrancados, con ese ruido infernal y en movimiento, eso significaba que debajo de ellos estaba la comida… Los perros iban como locos a meterse corriendo debajo de los tanques que veían, pues sabían que debajo de ellos siempre había comida… Estos perros entrenados con el condicionamiento operante fueron llevados al campo de batalla, donde había tanques Panzer alemanes. Cuando los perros vieron los tanques de los alemanes, se pusieron locos de contentos… eso significaba que al fin, iban a comer (los habían tenido sin comer unos días). Y claro, los perros salieron corriendo para meterse debajo de los Panzers alemanes y buscar allí su comida… pero en esta ocasión, los perros llevaban acoplados a su lomo varios quilos de explosivos, con un detonador en forma de antena, que hacía detonar la cargas explosivas cuando el detonador entraba en contacto con los bajos de los tanques en donde lo perros se metían para buscar su comida.

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Este terrible ejemplo nos muestra lo importante que es el fenómeno del condicionamiento operante. Y por supuesto, con tanto perro no nos queda más remedio que advertir que en los hombres el condicionamiento operante funciona de forma muy parecida a como funciona en los perros… De hecho, los hombres y mujeres verdaderamente seductores usan mucho casi sin darse cuenta el condicionamiento operante. En el caso expuesto del perro que se lanza enpicado hasta el Panzer alemán porque cree que debajo está su comida, ya podemos vislumbrar que desde luego, a pesar de su cruel destino, el perro amaba a ese tanque, para un perro, lo más bonito que había en el mundo antes de reventar, era la visión de un tanque… ¿Qué tenemos que hacer nosotros para que la gente se lance directos hacia nosotros nada más vernos, como se lanzaba el perro en dirección a ese tanque que tanto amaba…? Ya podemos empezar a advertir que el condicionamiento operante no sólo funciona a la hora de que un hombre se ligue a una mujer: nos afecta en todos los ámbitos de nuestra día social. Por ejemplo, si somos compañeros de trabajo eficientes, educados, divertidos, carismáticos… cuando aparezcamos todos los días por la puerta por donde se entra a la oficina, nuestros compañeros sentirán una gran sensación de alegría, porque eso significa que llega una persona que les da placer, que es agradable, que es eficiente… Ya expusimos antes las 30 reglas del carisma de Carnegie. No está de mal reemitirnos aquí a ellas, pues esas reglas harán que los demás nos aprecien tanto como apreciaba nuestro malogrado perro a los Panzers alemanes… Pero las mujeres son especialmente sensibles al condicionamiento operante. Cuando una mujer ve a un hombre que le transmite sensaciones positivas, que es divertido, educado, bien vestido, carismático, apasionado… no dudará casi en lanzarse corriendo hasta sus brazos... casi de forma inconsciente, y abrazarlo de forma apasionada, mientras en el rostro de esa mujer aparece ese apoteósico semblante de mujer feliz, de mujer gozando, un rostro de mujer que parece que paralice el tiempo, parece que el mundo se detiene para que la mujer pueda gozar del placer que le supone poder abrazar a un hombre que le “condiciona” tanto… Todo lo aprendido en este libro se puede usar para hacer de nosotros seres seductores y activar de este modo el condicionamiento operante. Por ejemplo, las técnicas de conversación que hemos expuesto se pueden usar para lograr con ellas que seamos hombres con quienes es fascinante mantener una conversación. Y es que… Aún recuerdo cómo me ligué a mi primera novia. Yo tenía 8 años y ella 5. A día de hoy, esa chica sigue siendo vecina mía, pero espero que no lea esto… Nos reuníamos todos los días en una piedra enorme que había cerca de nuestras casas... y allí, entre el misterio del lugar, la cercanía de los seres queridos, la tremenda compenetración que se estableció entre nuestros almas y nuestros cuerpos, y las increíbles historias que ya desde que tenía 9 años era capaz de articular… cayó enamorada a mis pies... Lástima de la edad... La pequeña historia se rompió, porque nos separaron... un domingo que vino ella arreglada, con su elegante bolso y todo... a casa a buscarme para salir a "dar una vuelta"... Nos separaron, y nos dijeron, que podríamos estar juntos dentro de unos años... yo ese día maldecí no ser todavía adulto... quien me iba a decir, que yo, que empezaba tan precoz... iba a coger tanto retraso con esto de las tías... Y es que, las mujeres suelen tender a “condicionarse” por los hombres que: o bien saben contar unas historias que las llegan al alma, un poco, como si nuestra vida fuese la de un buen novelista…; o bien saben escuchar, son sensibles y saben apoyar a una mujer en sus inquietudes, en sus deseos, en el sostenimiento de sus finos sentimientos…

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Ejercicio nº 23: Aprender a condicionar Aprende a usar todos los anteriores ejercicios propuestos en este libro para “condicionar” a la gente, que tus sola presencia ya haga aparecer en los demás ese semblante que nos transmite que se alegran mucho de volver a vernos… En el fondo, no es muy difícil saber si una persona es popular o no: cuando una persona popular llega a un grupo de gente que ya lo conocía de antes, hay cierta celebración por la presencia de este ser tan popular de nuevo al grupo…; pero cuando es una persona sosa y poco popular la que llega al grupo, podemos ver en los miembros del grupo cierta sensación de desagrado, y de frustración.

Ejercicio nº 24: Aprender a condicionar mujeres Practica las dos grandes formas que existen para “condicionar” a una mujer: 1. aprender a contar historias interesantes y fascinantes; 2. aprender a escuchar a una mujer, sostener sus finos anhelos, comprender sus finos modales, ser el receptor de los finos sentimientos de una mujer.

Ejercicio nº 25: Aprender a seducir con nuestro recuerdo Exactamente igual que los perros de Pavlov se excitaban más aún por el sonido de la propia campana que por la propia comida, nosotros debemos de aprender el arte de seducir a los demás, más por medio de nuestro propio recuerdo que por medio de nuestra propia presencia. Y esto quiere decir, que los demás se deben de fascinar un poco del misterio que parece envolver nuestra vida más que por nuestra vida misiva. Y para conseguir esto, nada mejor que hacer un poco de novelistas de nuestra propia vida, en donde nuestra vida es la trama de una novela que se va desvelando poco a poco… y que no llega a desvelarse nunca del todo De hecho, a las mujeres parecen fascinarles esos hombres que siempre parecen esconder algún secreto, pero que saben sincerarse de vez en cuando y abrirse de corazón a una mujer. Y es que, la seducción entendiendo este término en su sentido clásico, es una tarea contradictoria. -Por un lado, seducir es ser empático, ser sociable, ser agradable, saber ser serios pero divertidos sin tomarse las cosas de coña, ser sincero, contar nuestros anhelos más profundos a hermosas mujeres… -Pero a su vez, seducir es ser misteriosos, ser callados, ser un tanto inaccesibles, ser serios, ocultar nuestros secretos ante los ojos de las mujeres y de los demás… Y con todo, este ejercicio consiste en entender cómo es posible que los dos puntos descritos arriba, a pesar de decir aparentemente cosas contradictorias, pueden unirse y juntarse para lograr ser los dos elementos fundamentales que actúan en un alma verdaderamente seductora. En el fondo, las personas que estén acostumbradas a leer novela, entenderán muy fácilmente la aparente contradicción que surge en el corazón mismo del arte de seducir. Pero las personas que no http://seduccionyautoayuda.com

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 sepan casi lo que es el arte, y las personas que no hayan reflexionado sobre el arte, sobre los sentimientos humanos, sobre las mujeres… tendrán una elevada dificultad en entenderme… Con todo, estos últimos están a tiempo de aficionarse a leer novela… y a reflexionar sobre lo que leen. En el fondo, esta es una apuesta de futuro: las mujeres aman a esos hombres aparentemente contradictorios, aparentemente muy hombres aparentemente muy mujeres, aparentemente sinceros, y aparentemente reservados…

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Capítulo 15. Las mujeres que amaban a los hombres Soy Lucía Noche y Día, y Erik360 me ha pedido que escriba el que será el último capítulo de este libro sobre sociabilidad y seducción. Las mujeres somos seres muy complejos. Somos tan complejos, que algunas de nosotras ni siquiera nos entendemos a nosotros mismas... ¡Y esperan que ustedes, los varones, nos puedan comprender…! Por lo general, las personas que suelen tener problemas de sociabilidad suelen ser varones, como muy bien se ha dicho en una parte anterior de este libro, esto es debido a que nosotras estamos dotadas genéticamente de una mayor inteligencia emocional. Pero de cualquier forma, la terapia a seguir por las mujeres con problemas de sociabilidad, es doble: por un lado, 1. una terapia de exposición, en donde nostras las mujeres tímidas practicaremos los mismos ejercicios que han sido propuestos para los hombres… incluso el “sargeo” en discotecas… Y es que, la exposición es la mejor terapia para tratar los problemas de sociabilidad; y 2. una terapia que nos sirva para ayudarnos a conocernos y a aceptarnos a nosotras mismas como mujeres. Y es que, ya he dicho que las mujeres somos tan complejas que ha veces no nos entendemos ni a nosotras mismas… Y para esto segundo sirve también este capítulo, el último de este manual para mejorar nuestra sociabilidad y nuestro poder de seducción a la hora de encontrar pareja. Creo que la mejor manera de llevar a cabo la misión de este último capítulo del libro, es mediante una lista, en donde iremos detallando la visión de las distintas partes de la realidad que tiene el cerebro de una mujer. Este capítulo entero es un ejercicio por sí mismo. Y el ejercicio consiste en entender a las mujeres, en entender su fina psicología, sus anhelos, sus sentimientos… Y esto nos vendrá muy bien independientemente de si somos hombres o mujeres: los hombres mejorarán sustancialmente en el trato con las mujeres (recordemos que, los hombres más seductores tienen una parte de mujer dentro de su propio ser…); y a las mujeres les servirá para recordar su esencia femenina, cómo es su espíritu de mujer… Y es que, igual que hay pájaros encerrados en jaulas, que cuando son soltado al aire libre sus cuidadores deben de hacer el esfuerzo de ayudarles a “recordar” cómo se volaba; no viene mal que nosotras las mujeres repasemos de vez en cuando cómo somos, cual es nuestra esencia como seres delicados y detallistas. En fin, empezamos, el mundo según el punto de vista de una mujer. 1. Qué buscamos las mujeres en un hombre Por lo general, a las mujeres nos gusta el sexo… pero no el sexo con desconocidos ni con extraños… Sí, muchas de nosotras tenemos dentro de nuestro propio ser esa famosa fantasía en donde nos terminamos acotando con un casi desconocido… pero no confundamos las fantasías con

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 la realidad. Además, este desconocidos pasó delante de nuestros ojos a ser conocidos… conocimos a este hombre como un hombre atractivo y seductor. El 85% de nosotras no queremos rollos de una noche… Hay un 15% de nosotras que sí les gusta tener sexo con casi descocidos de vez en cuando. Y es que, los hombres tienen una evolución de su deseo sexual más lineal: se vuelven casi locos de lo calientes que supone con 15 años… y a partir de ahí, el deseo sexual va decayendo al ritmo de un 1% al año, pero en las mujeres esto no es así… Sí, nos gusta el sexo también desde muy jóvenes… pero a partir de los 35… es posible que sintamos unas tremendas ganas de tener sexo con casi cualquier hombre… Y esto es debido a que la naturaleza nos está dando un último empujón para que nos reproduzcamos antes de que acabe nuestra etapa de fertilidad… Por eso, el mito de cuarentaañeras que buscan hombres jóvenes para acostarse con ellas… es en parte cierto. ¿Y qué pasa con las mujeres de 20 o 30…? También les gusta el sexo, pero por lo general, buscamos sobre todo un hombre para hacerlo nuestro novio… Y sí, también buscamos sexo con este hombre, pero no menos, buscamos un hombre de un alto estatus social, un hombre del que nos sintamos orgullosas cuando nos presentamos con él a esas interacciones sociales especiales. Por ejemplo, nos volvemos casi locas cuando nos presentamos con un hombre guapo y educado ante nuestros padres en esa cena de nochevieja… Con todo, las mujeres que no tenemos pareja no hemos elegido no tener pareja… Lo que pasa es que simplemente, seguimos esperando a nuestro príncipe azul. Por eso rechazamos a hombres a decenas: ellos buscan sobe todo sexo y lo que surgía… pero nostras buscamos, primero “lo que surja”, y luego sexo. Hay que decir que, aunque nosotras no siempre somos guapas o listas… podemos rechazar incluso a Brad Pitt, si sentimos que no es el hombre de nuestra vida… Y es que, un hombre nos tiene que llegar muy adentro para que lo aceptemos. Y sobre todo, tiene que demostrar que es un hombre, que es seductor, que es sociable, que sabe comportarse… 2. Qué tiene que hacer un hombre para poder “ligar” con nosotras Pues básicamente, intentarlo… Yo misma he rechazado a cientos de hombres a lo largo de este último año. Y a mi no me parece mal que lo intenten… pero casi seguro que no lo van a conseguir. ¿El motivo? Pues que aunque haya muchos hombres que nos resultan físicamente atractivos, muy pocos de ellos nos resultan psicológicamente atractivos: son muy infantiles, egoístas, no tienen carácter, no son seductores, no son sociables, no saben comportarse, son un tanto idiotas… La cultura gregaria dominante impulsa la mediocridad entre sus miembros… y los hombres, precisamente, aprenden la lección de la mediocridad con mucha mayor facilidad que nosotras las mujeres. Nosotras queremos un hombre normal a nivel físico, que nos guste un poco físicamente, y a partir de ahí, será su carácter lo que decidirá que lo aceptemos como posible pareja o no. Con todo lo dicho, a las mujeres nos gustan que traten de ligar con nosotras… Los hombres que le echan valor en la discoteca y nos “entran”, nos parecen muy valientes y sexys… Incluso aunque nos riamos de ellos, incluso aunque les digamos “lárgate de aquí, pirado”… le han echado valor… pero nosotras estamos programadas genéticamente para rechazar a casi todos los hombres que nos cortejan. Así que si eres hombre, ya puedes darnos la satisfacción de intentar ligar con nostras… aunque ya te digo, que casi seguro que no lo conseguirás… hasta que no hagas decenas de intentos… y te encuentres con una chica con la que encajes de verdad, y que tú llenes de verdad el corazón de esa chica…

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 3. ¿Les gusta el sexo a las mujeres? Si, sí, sí y sí. A las mujeres nos encanta el sexo… De hecho, es un secreto… pero nosotras nos empezamos a masturbar de media con 9 añitos… mucho antes que los hombres, que empiezan con 12 o 13 años. Y la razón de esto, es que nostras nos desarrollamos sexualmente antes que los hombres. Pero nos vale con la masturbación para mantenernos satisfechas sexualmente… al menos hasta llegar a los 19 o 20 años. A partir de esta edad, la masturbación ya no nos llena como antes… y nos ponemos a esperar a ese hombre que nos haga vibrar nuestra sexualidad… Las mujeres ocultamos un poco ante los ojos de los demás que nos gusta el sexo… porque somos un poco eternamente niñas… Y si no, ¿no recordáis vosotros los hombres cuando os empezasteis a masturbar con 12 años, no recordáis que para vosotros eso, aunque era divertido, también era pecado…? Pues para nostras la sexualidad es eternamente un pecado… pero un pecado placentero. Por lo demás, nos encanta el sexo, nos encanta que un hombre nos haga sentir mujeres, nos encanta que un hombre se apropie un poco de nuestro cuerpo en las relaciones sexuales... Pero a su vez, nos encantan los hombres delicados, sensibles, que nos comprenden… Supongo que somos complejas. Siempre vamos por ahí diciendo que no nos gustan que los hombres nos traten como objetos… pero luego, decimos que los hombree que casi llegan al nivel de poseer nuestro cuerpo durante las relaciones sexuales, nos parecen mucho más atractivos… Pero esto ya se ha explicado en este manual con anterioridad: a las mujeres nos gustan esos hombres que pueden ser tanto sensibles, cuando la situación lo requiere; como muy hombres y muy echados para adelante, cuando otra situación distinta lo requiere. 4. ¿Las mujeres preferimos los hombres “buenos” o los hombres un poco “malotes”? Esta es una pregunta muy difícil de responde. No nos gustan los tontos, los hombres poco dominantes y con poco carácter. Pero tampoco nos tienen por que gustar los hombres agresivos y dominantes… De hecho, cada mujer tiene una serie de necesidades distintas que hacen que se decidan por aquél tipo de hombre que necesitan. Por eso la clave para que ustedes los hombres liguen con nosotras las mujeres, está en simplemente intentarlo, intentarlo todo el rato, intentarlo en la peluquería, en la discoteca, en el trabajo, en la Universidad… ¿Y por qué este método funciona…? Pues como digo, porque cada una de nosotras necesitamos un hombre distinto… y la única manera que aparezca ese hombre en el horizonte, es entablar relaciones sociales con una gran cantidad de ellos.. Así, entre esta enorme criba de rechazos, un día, nos entrará un hombre que era exactamente lo que estábamos buscando Por lo demás, nos gustan que los hombres sean delicados y duros a la vez. Un hombre que sólo es delicado, pero tiene un carácter muy débil, no nos gusta, porque nos aburre, porque no nos hace excitante la vida; pero un hombre “macarra”, que es un tío muy duro, pero que carece por completo de sensibilidad… tampoco nos gusta, porque no nos va a tratar bien, porque aunque es muy decidido, puede ser muy desagradable convivir en el día a día con una persona tan bruta y agresiva... Por tanto, no nos gustan ni los “hombres buenos” ni los hombres un poco “malotes”. Físicamente tanto los hombres buenos como los que son un poco malotes nos puede gustar lo mismo… sea poco o mucho. Pero mentalmente no nos gustan nada. Nos gustan los hombres un poco a medio camino entre ser delicados y ser decididos. Por eso, los hombres tiene que demostrar con nostras que tienen carácter, a la vez que demuestran sensibilidad. Por ejemplo, un hombre que siempre esté halagándonos, que siempre esté con flores detrás nuestro,... está demostrando mucha sensibilidad, pero nada de carácter. En cambio, un hombre que nos trata como un objetó, que no tiene nunca ningún detalle con nosotras, está

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 demostrando mucho “carácter”, pero nada de sensibilidad… Por eso, nos gustan los hombres a medio camino entre los “sosos” y los “macarras”. Y este es el motivo por el que las mujeres somos tan ambiguas en nuestros gustos sexuales con respecto a los hombres: nos han terminado por gustar los hombres ambiguos, que tan pronto nos dicen lo hermosas que estamos; para posteriormente lanzarnos un “nega” (o sea, una observación negativa), como por ejemplo, nos echa en cara que parece que no nos hemos lavado el pelo… Y es que, ya hemos dicho, que los hombres más seductores son ambiguos también, un poco como las mujeres. 5. ¿A las mujeres nos gustan los hombres sociales o los hombres un poco solitarios? Nos gustan los hombres sociales, pero no nos gustan esos hombres que dependen completamente del tener amigos, del estar siempre con gente a todas horas… Y es que sí, nos gustan los hombres sociales, pero también nos gustan esos hombres que saben estar solos de vez en cuando. Y se trata de practicar un poco… ¿Cómo sois los hombres cuando estáis en grupo? ¿Cómo sois cuando estáis solos? ¿Sabéis estar solos, o siempre necesitáis de la presencia de gente para no aburriros? Por tanto, nos gustan los hombres que son buenos en el trato con los demás; pero también nos gustan que estos mismos hombres sepan disfrutar del tiempo en solitario. Y es que, esos hombres que necesitan un poco de tiempo al día para organizar sus ideas cuando están solos… son hombres tan misteriosos y fascinantes… Ya he dicho que a las mujeres les vuelven locos los hombres un poco ambiguos, ambiguos entre los distintos valores que puede adoptar nuestra personalidad: por ejemplo, entre los valores introversión-extroversión; valores dominancia-sumisión; valores masculino-femenino, valores pragmático-romántico… nos gustan los hombres complejos… como Erik360, que tan pronto se tira varios días encerrado en su habitación sin hablar con nadie; como que sale a la discoteca, y empieza a entrar a decenas de set, preguntándolos a todos algo así como “¿Habéis visto a mi amiga Alexa? Es una chica con el pelo del color del acero…” Y con esa pregunta ha sido capaz Erik360 de hablar con prácticamente todos los grupos de personas de una discoteca… Llegó un momento en donde la gente se dio cuenta de lo que estaba haciendo… y lo empezaron a mirar… En un par de horas, Erik360 había conseguido unificar los distintos grupos de una discoteca… era como si en esa discoteca sólo hubiese un enorme grupo… 6. ¿Cómo nos gustan los hombres físicamente? Nos gustan que los hombres se cuiden, nada de cuerpos fofos… Pero no hace falta llegar a tener un cuerpo como Conan el Bárbaro… no nos gustan los hombres tan musculosos. Más o menos, a la mitad de nosotras nos gustan los hombres con un cuerpo que nos transmita sensación de fuerza; y a la otra mitad nos gustan los hombres más normales, de cuerpos un poco más asténicos. Por lo demás, es fundamental que los hombres se cuiden para poder gustarnos, porque eso refleja además cualidades psicológicas de los hombres, como responsabilidad, autoestima, inteligencia emocional, … 7. ¿Cómo mostramos las mujeres nuestro interés por los hombres? Lo cierto es que nosotras disimulamos mucho con los hombres que nos gustan… Pero nos gustan los hombres, nos atrae su cuerpo, su olor, su carácter, sus rostros varoniles… Aunque el que a una chica nos guste un chico, no significa que nos vallamos a “liar” con él… Simplemente que, si ese chico quiere algo con nosotras, debe de demostrar su valía… Y nosotras mismas, damos una serie de indicadores de interés por el chico… Tenéis que estar muy atentos los chicos a estos

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 indicadores... porque de leerlos bien depende el éxito que tengáis con nosotras… Pongo a continuación la lista de estos indicadores de interés. -Sonreímos mucho, le reímos al chico las gracias, nos humedecemos los labios, echamos nuestra cabeza hacia delante y jugamos mucho con nuestros propios labios, mordiéndolos, o metiéndonos un dedo en la boca. -Miramos muy fijamente al chico, y nos tendemos a ruborizar un poco… Levantamos las cejas a la vez que sonreímos, nos mostramos muy nerviosas con la mirada, normalmente parpadeamos en exceso. -Jugamos con nuestro cabello. Hacemos ese gesto de echar el pelo para atrás de un cabezazo, y nos tocamos el pelo con la mano. -Nuestra postura del cuerpo con respecto al chico que nos gusta, está completamente dirigida hacia él. Enfocamos nuestros pies hacia el chico que nos gusta, nuestra mirada, nuestro pecho… en general, somos como una flecha que está toda dirigida hacia el chico que nos gusta… -Movemos mucho nuestras piernas, nos formaos un muslo contra otro, cruzamos las piernas de forma erótica, o las abrimos quedando en una pose muy poco delicada, pero muy sexy… -Mostramos en nuestra conversación con el chico que nos gusta las palmas de las manos. Nos frotamos las muñecas, nos tocamos todo el cuerpo con nuestras manos, jugamos con algún objeto que tengamos entre las manos, como un llavero. -Hacemos inconscientemente rapport con el chico: imitamos su voz, su tono, sus palabras, sus movimientos, sus gestos, su lenguaje,… -Tocamos al chico como que no quiere la cosa. -Nos ponemos coloradas, y se nos notan los nervios por doquier… En fin, si ustedes los chicos, ven estos indicadores en nosotras… es que pueden seguir adelante, sin prisa pero sin pausa… Simplemente, estos indicadores se suelen manifestar en el proceso del coqueteo. El coqueteo es sencillo. Básicamente consiste en hablar con una chica que hemos conocido… con tono que transmita suavidad a la vez que fortaleza. En ese proceso del coqueteo, nosotras puede que empecemos a dar los indicadores

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 de interés expuestos arriba. Y eso quiere decir que pueden seguir avanzando… Con el tiempo, ustedes también nos puede tocar a nosotras como el que no quiere la cosa… Este proceso se llama en la jerga del sargeo el “kino”, que significa, ir tocando progresivamente a la chica: al principio, la tocamos en un hombro… Para al final, terminar por cogerla por su espalda y poder incluso besarla. Pero OJO, los chicos babosos no nos gustan… no se debe de abusar del kino, porque entonces demostrareis que en vez de ser delicados, y apasionados, simplemente sois unos babososo… 8. ¿Nos gustan a las chicas los hombres que nos lanzan piropos, o los que parecen pasar abiertamente de nuestros encantos…? Nos gustan los halagos... pero nos aburren los hombres que halagan todo el rato. En esto, las mujeres siguen siendo tan ambivalentes como en todo… En las danzas de fecundidad de casi todas las civilizaciones de la historia, los bailes de las mujeres que realizan con los hombres (o con sus representantes simbólicos) son completamente ambivalentes: las mujeres en estas danzas rituales, transmiten a los hombres que danzan con ellas el ambiguo mensaje de “te quiero, ámame…” y justo al segundo siguiente transmiten el mensaje de “no me gustas, no eres hombre, no puedes montarme porque eres un hombre que no me sirve…” Las mujeres somos ambiguas por naturaleza. Por eso, también nos gustan los hombres ambiguos… Y por eso, se ideó la estratega de sargeo de lanzar “negas”. O lo que es lo mismo, observaciones negativas con respecto a algún rasgo de una monísima chica. Y es que, un hombre que está constantemente halagándonos, invitándonos a copas, diciéndonos lo monas que somos… es un hombres sin carácter. En cambio, un hombre que no hace nada de esto en ningún momento, no nos halaga, no se trasluce interés por nosotras… es un hombre sin sensibilidad. Como ya dijimos antes, nos gustan un poco los hombres que tienen la capacidad de halagarnos y de interesare sexualmente por nosotras…; pero también tienen a veces esos momentos en donde sacan el carácter, y nos lanzan un nega, indicándonos por ejemplo cuando los pedimos que nos invite a una copa algo sí como “lo siento nena, pero sólo uso mi dinero para emborracharme a mí mismo… que me hace falta…”. Nos gustan los hombres que demuestran tener carácter a la vez que demuestran tener sensibilidad, como ya dijimos. Y es que, las mujeres somos aposta ambivalentes. Como en la novela de Bram Stoker, Drácula, en donde las tres vampiresas han capturado al prota de la novela… Las vampiresas exhiben una actitud ambigua con respecto al hombre que tienen a sus pies: lo desean, pero a su vez se ríen de él. Y es que, nosotras os ponemos a prueba… nos podemos incluso reír de un hombre que nos gusta… porque es la forma que tenemos de poner a prueba la valía y el carácter de los hombres. Somos ambiguas porque la ambigüedad es mucho más difícil de manejar que la sencillez… Y los hombres más valiosos son los que mejor manejarán la ambigüedad. Los hombres mediocres siempre quieren tenerlo todo claro, todo bien organizado. Pero a las mujeres nos fascina cierto elemento de Kaos, por supuesto, introducido en un Cosmos previo. Amamos a esos hombres organizados que tienen una gran facilidad para perder el control de su vida… y para posteriormente retornar al orden original. 9. ¿Cómo nos gusta a las mujeres el sexo? Nos gusta el sexo, nos encanta… Pensamos la mitad el tiempo al día en sexo que los varones, pero esto sólo significa que para nosotras el sexo es algo más espiritual, que para poder disfrutarlo, nos tenemos que meter en situación… Y para ello, nada mejor que un hombre que nos comprenda de verdad, y que nos llegue muy hondo… Muchos hombres se preguntan qué tienen que hacer para poder tener sexo con nosotras… Todo este manual entero es un buen método que ayudará a los hombres a conseguir sexo con

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 hermosas mujeres… Pero si nos damos cuenta, en este manual no hay fórmulas mágicas: la única “fórmula mágica” que existe para que nosotras nos interesemos por ustedes… es que ustedes sean de por sí interesantes. Y en todo este manual se indica la estrategia para que podamos llegar a ser la mejor versión de nosotros mismos, los hombres y mujeres más seductores posibles. Cuando hemos conseguido esto, es muy fácil poder ligar con nosotras: simplemente inténtenlo… y aunque les seguiremos rechazando, lo haremos menos que antes… y una de nosotras, al final aceptarán irse con ustedes… Y para que aceptemos irnos con ustedes… pues deben de dejarnos bien claro que los interesamos, porque nosotras ya lo sabemos, que los interesamos… pero les corresponde a ustedes por naturaleza tomar la iniciativa… porque es una prueba que le pone la naturaleza a los machos para que demuestren su valor. Y a partir de ahí, se trata de hacer saber a la chica que queremos algo con ella… por lo general, una relación amorosa acompañada de una relación sexual. Porque ya hemos dicho, que a las mujeres no nos gusta demasiado el sexo sin amor… Por eso, no hay “putos” que “usemos” las mujeres durante una hora y luego los paguemos… Las mujeres queremos sexo, pero con amor. Y por los demás, las mujeres siempre estamos observando la cantidad de decenas de hombres que se interesan por nosotras… Y es que, hay hombres que se quejan de que no ligan, de que es imposible estar con una mujer… ¿y con cuantas mujeres han intentado estos hombres poder “estar”? Generalmente, los hombres que no ligan, son simplemente hombres que no lo intentan, porque tienen miedo al rechazo… Pero saber aceptar el rechazo, y encajarlo bien, nos parece muy sexy a nosotras las mujeres… A partir de ahí, nosotras queremos amor y sexo… Son ustedes los que tiene que intentar buscarnos para poder encontrarnos. A veces, simplemente se trata de preguntarnos “Oye, me gustas mucho... me gustaría que pasara algo entre nosotros…” Pero otras veces, hay que ser mas delicados y menos directos: “oye, ¿tienes algo que hacer mañana por la noche...? ¿Irías al cine conmigo?” Pero aún así, yo creo que tanto nosotras como ustedes, ya sabemos qué hombre o mujer nos gusta de verdad… se trata de buscar oportunidades para que aparezcan mujeres que encajen con ustedes a nivel psicológico… y a partir de ahí, les toca empezar a coquetear, y a buscar los indicadores de interés de los que ya hemos hablado… Cuando los encuentren... el beso está cerca. Y el beso es la primear parte del sexo.

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De poco sociable a seductor en dos meses por Erik360 Por lo demás, hay dos grandes factores que a las mujeres nos encanta del sexo con hombres: la dominancia; y la sutileza. Por supuesto, vuelven a ser factores ambiguos, como todo en nosotras… Nos gustan los hombres sutiles, que saben que el sexo es algo más psicológico que biológico. Nos gustan los hombres que saben jugar con el tiempo en el sexo: que van poco a poco, que nos desnudan poco a poco, en un torbellino de placer creciente; que nos besan con suavidad, que nos acarician durante interminables minutos; que se desnudan ellos mismos poco a poco, y como si se tratase de nosotras las mujeres, también se ruborizan a su vez que llegan hasta ese momento de casi estallar de excitación… Pero también nos gustan que los hombres sean dominantes, que no nos pidan las cosas, que nos tomen a nosotras como si fuéramos sus objetos sexuales, que nos besen, que nos chupen sin ni siquiera pedir permiso, que nos traten un poco como su Geisha, que se apoderen del remolino de placer que son nuestros cuerpos… Aprende como hombre a dominar estos dos factores de la sexualidad, la sutileza y la dominancia, y harás gozar a muchas mujeres, que a su vez te harán gozar a ti… 10. ¿En qué mundo viven las mujeres? Las mujeres vivimos en tres tiempos distintos: presente, pasado y futuro. Por lo general, cuando tomamos decisiones, las hacemos desde la perspectiva de estos tres mundos. Por ejemplo, podemos rechazar una noche de divertido sexo por el mero hecho de que sabemos que nos podemos quedar sin futuro. Por el contrario, podemos tener rencor hacia una persona por el mero hecho de que sabemos que nos hizo daño en el pasado. Y por supuesto, también está el presente… pero a las mujeres nos pesa mucho la existencia de un pasado en donde nos ocurrieron cosas que nos marcaron, y la existencia de un futuro incierto a su vez que prometedor… Y por supuesto, amamos a los hombres que comprenden los mundos en los que nosotras vivimos, amamos a los hombres que nos entienden cuando nos tiramos horas enteras pensando en viejos recuerdos ya desgastados, amamos a los hombres que entiendan que rechazamos placeres actuales porque nosotras pensamos que nos podrán pasar factura en el futuro; amamos a los hombres que saben que las mujeres no son, a diferencia de la mayoría de ustedes los varones, habitantes únicas del presente. Nosotras habitamos tres mundos a la vez: el presente, el pasado y el futuro. Las mujeres somos ambiguas, pero es una ambigüedad que se puede manejar. Los hombres más seductores son hombres ambiguos por naturaleza, exactamente igual que las mujeres más seductoras... Todo este manual, que acaba aquí ya, está destinado a intentar dominar la ambigüedad de las relaciones sociales, sean con amigos, con mujeres, en el ámbito laboral… Y esa es precisamente la idea que ha intentado desarrollar este manual: no es muy distinto “seducir “ nuestros posibles clientes cuando los intentamos vender un aspirador; que seducir a una hermosa mujer que pretendemos que sea algo más que nuestra amiga… Por eso, este manual pretende ser una guía de práctica de nuestra sociabilidad. Por supuesto, que no vale con leerlo, hay que practicar los ejercicios. Y para empezar, nada mejor que aplicar la guía prometida hace tiempo en este mismo libro, que nos ayudará a ponernos unos objetivos a la hora de practicar los ejercicios de este manual, y así comenzaremos a hacer el intento de que nuestra vida social llegue a sus cotas más elevadas y seductoras.

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Nivel original al empezar (1 al 10)

Horas de práctica totales

Nivel de compren sión del ejercicio (1 al 10)

Nivel de ejecució n del ejercicio (1 al 10)

Intentos sin éxito totales

Ejercicio nº 1: Perder el miedo al ridículo Ejercicio nº 2: Recuperar nuestra esencia de hombres o mujeres Ejercicio nº 3: Aprender a movernos Ejercicio nº 4: Aprender a vivir Ejercicio nº 5: Las posiciones del alma Ejercicio nº 6: Las reglas de Dale Carnegie Ejercicio nº 7: Aprender a hablar con todo el mundo Ejercicio nº 8: Aprender a conversar Ejercicio nº 9: Aprender a hablar con el cuerpo Ejercicio nº 10: Aprender a crear mundos Ejercicio nº 11: Sargear en la calle Ejercicio nº 12: Salir de fiesta solos

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Intentos con éxito totales

Grado de coordina ción físicomental en el ejercicio (1 al 10)

Nivel alcanzad o (1 al 10)

Ejercicio nº 13: Sargear con mujeres Ejercicio nº 14: Pensar nuestros nombres Ejercicio nº 15: Hablar con otros Ejercicio nº 16: Tomar las riendas de nuestra vida Ejercicio nº 17: Entender a los hombres y a las mujeres Ejercicio nº 18: Aprender a pensar de dos formas Ejercicio nº 19: Aprender la técnica del rapport o espejeo Ejercicio nº 20: Jugar con nuestro estatus Ejercicio nº 21: Espejeo con amigos Ejercicio nº 22: Espejeo con mujeres Ejercicio nº 23: Aprender a condicionar Ejercicio nº 24: Aprender a condicionar mujeres Ejercicio nº 25: Aprender a seducir con nuestro recuerdo

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