De Lo Publico A Lo Privado

July 14, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
Share Embed Donate


Short Description

Download De Lo Publico A Lo Privado...

Description

 

 u t o b i o g r af ía c o m o  ut autofiguración Estrategias discursivas del Yo y cuestiones de género

 o s é

 BE  B EATRIZ

m íc o l a

VITERBO

EDITORA

 

INI

 

Amícol Amíc ola, a, Jo José sé Autobiografía como autofiguración : estrategias discursivas del yo y cuestiones de género - la ed. - Ro Rosa sari rio o: Beatriz Viterbo Editora: Centro Interdisciplinario de Investigaciones de Género. Facultad de Humanidades y Ciencia de la Educación. Universidad Nacional de La Plata, 2007 2007.. 320 p. ; 20x14 cm. ISBN ISB N 978 978-95 -950-8 0-84545-204 204-7 -7 1. Autobiografía Autobiografía.. 2. Psicología. 1. Título CDD 920: 150

Biblioteca: Tesis / Ensayo Biblioteca: Ilustración de tapa: Daniel García

Primera edición: agosto 2007 © José Amícola © Beatriz Viterbo Editora www ww w.beatrizviterbo.com.ar [email protected] info@beatrizviterbo Esta obra fue distinguida con el Segundo Premio Ensayo, del Concurso Nacional Régimen de Fomento a la Producción Literaria Nacional y Estímulo a la Industria Editorial Argentina , del Fondo Nacional de las Artes, año 2006, género ensayo, por un jurado integrado por Sylvia Saítta, Cristina Piña y Jorge Monteleone. Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright , bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el tratamiento informático.

IMPRESO EN Queda hecho

ARGENTINA el depósito

/ PRINTED que previene

ARGENTINA la ley 11.723

IN

 

Primera Parte

De lo público a lo privado (Celllini, Rousseau, Goethe, Sarmiento) (Ce

 

  El sistema del mecenazgo   la auto tofi fig gura raci ció ón au auto tob bio iog grá ráfi fica ca

Benvenuto Cellini en el Renacimiento italiano

  De la confesión religiosa a la aspiración de la gloria terrena

Según Bajtín jtín,, el período que se pr prese esenta nta al final de la Edad Media se cara caraccteriza por un movimiento de oscilación entre el aspeecto propiament asp ntee co conf nfes esio iona nall (r (rep epre ressentado en San Agustín) con aquel otro en qu quee se pone de reli lieeve un módulo biográfi ficco casi ególaatra egól tra.. Este se seg gundo momento podría verse ejemplif jemplifiicado con autores autor es como Abélard (s (siiglo Xl l), Dant Dantee (s (siiglo XIII XIII)) o Petr traarca (si sig glo XIV). En Petrarca, por ejemplo mplo,, la tensión entr ntree lo loss do doss polo poloss de  má confes conf   biografí biografía olvie ndo, o, al dejaernt cos adadevelaz más s desión e ión  lad oveerlspursim ero paraa ise ncoirrípaorraersolvi losend acont onte ecimi cimie ntos vida que el autor va desgranando según una valoración subj ubjeetiva tiva.. El caso de Petrarca trarca,, que enseguida retornaremos mos,, nos servirá como co mo pa parad radig igm ma para mostrar una larga lucha entre do doss principios extremos xtremos,, siempre en pugna el uno contra el otro. Est Estee conflicto de polo poloss dentro de un género literario en proceso de formación habría de finalizar cuando se eclipse el component ntee confesional para dar lugar a las A modernas (Bajt Bajtíín 19 197 79: 157 157)). El giro que va a cumplirse durante esta etapa de la prehistori toriaa del género tiene que ver con el pasaje de la confes esiión a la confid onfideencia según Nora Catelli (Catelli 1991: 75 75), ), aunque todavía siga us usáán-

51  

dose -como valid dose lidaación ción-- el primero de los dos términos en muchos de los título títuloss de las A po post ster erio iorres es.. Y, según lo percibió Bajtín, tambié ién n se sería ría el cambio que va de las preguntas implícit citas as de dessde el  ¿ Qu Quéé he hecho cho??  a   ¿Qui Quiéén soy? soy?   (C (Caatelli 1991: 85). Según Se gún el críti íticco soviét étic ico o -con quien coincide también Bourdieu, por ot otrros motivos (1994 994))-, no ha hab bría dif difeeren rencia cia de fondo entre la A y la bio biog grafía rafía,, pues en la his istori toriaa de esta amalgama qruáefic lueg lu ego oqu se bifur se bría n epr pre sefer nta nt es svd alo lores biog ficos os que e sbifurca ervi rvirrcaría íaría n pa par ra hraebrí coanoc noce r edi dife raedo ntess trtipo nte tipos e res escritura, a sa saber: ber: 1) el dese eseo o de ser héroe   de imponer la importanci ortanciaa de una person rsonaalidad co con n res espe pect cto o a los otro otross: 2) el deseo de se serr qu queerido ido;;   3) el des eseeo de vivir el acontecimi acontecimient ento o noveles escco con la div diveersid idaad de la vid idaa inteeri int rio or   exterior que esa vid idaa susci cita ta.. (Bajtín 1979: 162)

Parrecer Pa eríía se serr, enton ntoncces, que la   as aspi pirac raciión a la gloria ia   qu quee encubree el primer valor podría arr encubr rraanca carr ver verdad dadeerament ntee de dell amorr por la fama qu amo quee cund cundió ió a partir del inicio del Renaci cim miento y de un amor del qu quee Petrar Petrarcca sería un buen represent presentaant nte, e, mi mieentras qu quee el terce cerr elem lemen entto es esttaría tambi mbiéén ingeni niosa osam ment ntee enca carn rnaado por la conex exiión con la aventu ntura ra,, narrad rradaa por un individu iduo o del Rena enacimi cimieento tar tardí dío o como Benve envenu nuto to Cell lliini ni.. El seg segund undo o de los valores apunt untaados por Bajtín ajtín,, en cam cambio bio,, ofrece la par partticul ulaaridad de presenta tarr un po polo de atrac accció ión n por el placer de la placer lass re rellaci cio ones es.. Aqu Aquíí el tempo es diferent ntee y, en lu luga garr de pon po nerse el acent nto o so sob bre la acc acciión, el relato se detend ndrrá en las de desscripcion ipciones es (Bajt jtíín 1979: 165-16 -167). 7). Lo co coti tidi dian ano o se serrá lo imp mpo ortante. Por lo tant nto, o, la relaci relació ón corr orriiente con cosas y persona nass que aport portaan su estim stimaa y su contenido al conjunto será la dim dimeensión dominante nte,, como como,, tal vez, podrí podríaa encont ncontra rarrse en lo loss tex exto toss firmadoss por mujeres. do Ahora bien, el período final de la Edad Media conoció un procedimi mieento de propul propulssión de lo loss pro proye yecctos culturale culturaless que es estaba taba centrado en encar cargo goss salid alidos os de difer difereent ntes es grupo ruposs de poder (la Igles esiia, la Nobleza, la Corona, las Corpor Corporaacion ciones) es).. Esto toss grupo ruposs repr eprese esent ntaati tiv vos es establecí tablecíaan sus paut pautaas y el el tr traabajo artístico-cul-

5  

tural que se producía normalmente tenía un tinte de coto cerrado. En el Renacimiento, iniciado en algunas ciudades italianas más ilustradas (de modo no articulado con el resto de las regiones), se forja un modo de apoyo a las iniciativas que hace salir a mandatarios y productores artísticos del anonimato, mediante la fuerza creciente del mecenas individual, que generalmente pertenece a un clan familiar de prestigio y en pugna por el poder (los Medici, los Sforza, etc Medici, etc..), pero siendo deudor, al mismo tiempo, de varias de las estructuras sociales poderosas que rigen feudalmente la lass ciu iud dadess-E Est staados. Los mandatos de los poderosos (los papas, lo loss prí rínc nciipes es,, etc.) llevan,, a partir del siglo XIV, la impronta de una fuerte personallevan lidad y encu ncueentran su re reaali lizzació ión n en personajes del campo artístico o intelectual también fuertemente perfilados e influyentes dentro de su medio. El dispositivo doble de mandato y mecenazgo sólo va a caducar, verdaderamente car, verdaderamente,, en la segunda mitad del siglo XVII IIII, cuando la Revolución Industrial (primerament primeramentee de desspertada en Inglaterra) introduzca una nueva magnitud que va a reinar triunfalmente de allí en adelante. En efecto, será el Mercado, como entidad da d om omni nipo pottente nte,, la instancia que va a regir los destino destinoss de la creación y producción producción,, gracias a las leyes de oferta y demanda a nivel de un público cada vez más democratizado. Ese público va a encontrar,, luego encontrar luego,, en la Revolución Francesa su verdadero portaestandarte. Por ello, pued puedee decirse que entre las figuras de un Leonardo da Vinci (1500 1500)) y un Ludwig van Bee eethoven thoven (1800 1800)) se tiende el arco de maduración de las grandes individualidades y de la concepción de que la civilización es propulsada por los grandes genios. Sin embargo, entre Leonardo y Beethoven lo que ha sucedido es también un cambio de paradigma paradigmass que vino a poner en crisis la estructura todavía feudal del tipo humano de gran mecenas que, caprichosamente caprichosamente,, favorecía o castigaba a quienes empleaba. Beethoven es, así, una figura emblemática del cambio, pues ya no aceptará los vaivenes de fortuna a los que se vieron expues-

tos sus inmediatos antecesores en manos de la arbitrariedad del 5  

mecenazgo (como Mozart, por ejemplo). Beethoven, como poco antes Rousseau, saldrá a pelear por su programa absolutamente solo y despreciará a los que se rindan ante la servidumbre que representaban los encargos de la nobleza (como todavía se repetirá -a mi juicio, anacrónicamente- en la figura de Goethe). De este modo, puede decirse que el individuo moderno ha requerido una larga marcha de muchos siglos para llegar al estado en que lo encontramos hoy (Mendel1996: 161 161)).1P 1Po or ello, en su estudio sobre la A, el crítico John Sturrock empieza su análisis en los tiempos medievales para exponer mejor el proceso de esa maduración genérica. Así, Pierre Abélard en pleno siglo XII escribe un texto singular que se presenta como una sucesión de cartas intercambiadas con su amada Heloise, pero, en rigor, se dirige a un amigo a quien quiere consolar, siguiendo el género de las consolaciones lat latinas (que servían de contención ante la pérdida de un ser querido). Este texto peculiar de Abélard aparece, sin embargo, bajo el título de Historia calamitatum mearum (que embargo, podría traducirse como Historia de mis desgracias , pero de lo que se trata aquí, en principio, es de algo que comparte con la futura A -más que con las consolaciones a las que parece aludir-, como un tipo de escrito que es consciente de sí mismo y de su intento de invitación a un acercamiento a la intimidad por caminos indirectos (Sturrock 1993: 52). El otro autor que podría ser mencionado en el momento del despegue de la Edad Media al Renacimiento, es Dante Alighieri. Cuando Dante Alighieri escribe su (1292-1294), en una mezcla de versos y prosa, no se dedica a hacer una historia concreta de su vida, sino que en modo aleg al egór óric ico o na narr rraa  Su pasi sió ón por Beatrice  . El caso de Petrarca, quien conoce a Laura  en Avignon en 1327, es similar a los casos de Abélard y Dante, pues también Petrarca tiene que justificar su amor-pasión y para ello escribe un text te xto o -d -den enom omin inad ado o Secretum=, quince años después de la visión de su amada, que se expresa en una estructura dialogada, forma que conserva todo su prestigio desde sus orígenes escolásticos (neoplatónicos), Es importante señalar aquí, sin embargo, que Petrarca se inspira en la tradición confesional agustiniana (aunVita nuova

que, paradójicamente, sea un alto representante

del amor cortés),

54  

con el intento de invocar una conversión religiosa (que finalmente no adviene). No es un dato menor que Petrarca haya llevado consigo en su ascenso ritual al Mont Ventoux las Confesiones de San Agustín y tampoco es de desdeñar el hecho de que se acostumbrara a abrir esa obra en cualquier página para percibir una inspiración que d a ipeonrtoel iatazlaira.nE ent  iclásico do, en  laagustiniano época que deabiínaicsieor aclonRveoncaacdim o,n eelstteexsto clásico  había de tener el poder divino que los protestantes habrían de acordarle a la Biblia Biblia   a partir de la Contra-Reforma. Sin embargo,, a diferencia de lo realizado por San Agustín, Petrarca dirigirá go su escrito no a Dios, sino a los hombres. Por otra parte, Petrarca sentía que sus experiencias amargas le habían permitido el sagrado derecho a la infelicidad y este punto parecería ser el paso hacia la conformación de la A como género moderno, pues pues:: Autobiograph Autobiog phy y is written in times of re respit spitee from an immed ediiat atee exp xpeeri rieenc ncee of the world, th thee autobiographer having found a provi provissional asylum from the gro ross ss inttrusions of his consciousness of both history and humankind. (Sturrock 1993: in 65) 5).. [L [Laa autobio utobiog grafía se escribe en momentos de dist disteensión, después de vivir una experieencia concreta en el contacto con el mundo, cuando el autobiógrafo ya ha experi encontrado un refugio provisorio que se halla al reparo de las enormes intrornisioness en su conci sione oncieenci nciaa por parte tanto de la historia, como del conjunto de lo loss otrros seres hum ot humaano noss.]

En todo este largo período de lenta conformación de la vida urb ur bana y de intercambio entre clases y naciones que favorece el momento fundacional de las universidades a partir del 1100-1200 (la Edad Media tardía), pasando por el Renacimiento italiano (primero en Florencia y otras ciudades septentrionales, haci haciaa 1300 300)) ha hassta el 1600 (comienzos de la Modernidad), lo loss autores que se van perfilando como personalidades relevantes hacen gala de lo que los franceses han denominado de modo perspicaz como  essprit d  escalier  e escalier   . En este sentido, mucho de lo que se escribe por

aquellos siglos nace como una respuesta demorada que uno piensa al abandonar el salón donde se nos hizo la pregunta (  esprit d escalier ), es decir: una respuesta postergada a situaciones de discusión que se hallan en el aire y sobre la que los autores quie55  

ren intervenir, aunque sea a po post ster erio iori ri y, quizás, por ello, inoportunamente . 2 Ben env ven enu uto Cel elli lin ni

oraa qtueeneerl pcaosnosesn reandteusraceisótnudidoesl gcérnítei-cos sP oabrreeceel taehm igsuoieennteloesndliafem ro ha sido el caso de la autofiguración de Benvenuto Cellini (1500-1571). Lo cierto es que Cellini representa la ansiedad de vivir hasta el fondo su propia vida, es decir, lo que una vida intensamente vivida brindaba de sensacional, corporeizando, al mismo tiempo, la nueva ética de una sociedad que ponía el acento en el código del individualismo, muy bien perfilado en la figura del aventurero que puede evadirse de una fortaleza carcelaria (y que Casanova llevaría a su epítome en el siglo XVIII). Así, este tipo de vida pasará de un extremo a otro, moviéndose de modo pendular de la alegría a la desdicha, de la verdad a la mentira, del bien al mal..2 mal Comprobación de la importancia del artista italiano en la cadena de cambios del género sería el testimonio de Stendhal, quien a comienzos del siglo XIX se sintió atraído por la personalidad de Cellini, dado que la Vita del artista italiano (escrita entre 1558 y 1567) había logrado finalmente ser publicada (1728) y el novelista francés había podido leerla en medio del auge del modelo romántico del individuo capaz de todo, según se quería percibir en ese momento en la figura modélica de Napole Napoleó ón. n.ss Para Henri Beyle (1783-1842), apodado Stendhal, entonces, su propia suerte de escritor romántico había sido la de una vida acaecida fuera de tiempo. Stendhal habría preferido no haber nacido en Grenoble en ese momento opaco de de la historia europea (bajo el caos revolucionario francés), sino haber vivido en la

Italia del Renacimiento, que supuestamente

le ofrecía un clima

de interioridad y égotisme . Es este clima de época lo que también Stendhal lee en la trayectoria redactada por Cellini y que consideraba ideal para la creación artística. Evidentemente, lo que atraía a Stendhal en la vita travagliata ( vida penosa ) de 56  

Cellini tenía que ver con la capacid capacidaad para la ave ventur ntura, a, pero también para el descubrimiento de un individualismo como punta de lanzaa sostenid lanz tenidaa en contra de la moral social de su siglo iglo.. Según John Sturrock, sin embargo mbargo,, la vida   au auttofi ofig gur uraada da   de Cellini nos deja en la duda de si esa ela labo bora raci ción ón ti tien enee que ver con una ve verrdad divina o conl conlaa fabul bulac aciión del au auto tobi bióg ógrrafo fo,, si se tr trata ata de la coronación a la empres mpresaa de un homb hombrre qu quee ha al alccan anzzado logros supreemo supr moss o si ese relato es es,, en ca camb mbiio, la tardía maquinar quinaria ia com com-pens nsaato torria de un recorrido plaga agad do de frustrac traciion onees que no pueden encontrar ningún otro tipo de recup cupeerac raciión (Stur Sturrrock 1993: 50). Lo cierto es qu quee la A de Ce Celllin inii fu fuee pas asaada por alto en la historia crítica del género, pues se consi conside derró por mucho tiempo que el texto era mediocr diocree y, por lo tan tantto, no merec receedor de ningun unaa ateenc at nció ión n te teó óric rica, a, en base a la idea de qu quee Ce Celllini había sid ido o un homb hom bre de acción cción,, un aventur ntureero y un orfebr bree y no un es escri crittor or.. Sin emb mbar arg go, hay en sus escrito ritoss una teoría del art rtee de su época que es in inssup upeerabl ble, e, reda redacctad tadaa co con n un dominio asombro mbrosso de la exp xpre re-sivida si vidad d co cottidi idiaana, sin que falte en el conjunto una verda verdad dera capaacid cap cidaad de análi lissis pers erson onaal y teleoló ológ gico de las mejor jorees A cl c lásicas pos osterior teriores. es. Com omo o ejemplo de esta duc ducti tilid lidaad lingüís ísttica se pu pueede traer a colació colaci ón el epis isod odiio en el qu quee el narrador se refi fier eree a un uno o de los mayor ayord domo moss que le envía vían n los podero rossos para imp impo oner erlle sus método todoss de tra rab bajo ajo.. Allí Ce Cellini llini--autobióg obiógrrafo defin finee la apar pariició ción n del envi nviaado ducal con estas col olo orid ridas as palabr bras: as: Questo omi omicciat attol tolo o co con n ce cerrte sue mani nine ne di rag ragni niaatello e co con n una voc ocio iollina di zanzara, zanzar a, presto come una lum umac acu uzza zza,, pure in malore mi fe fe c  c ondur ondurrre a cas asaa sa sasssi, rena e ca callcin inaa tanta ta,, ch chee arebb rebbee se serrvito per fa farre un chiusino da colornb nbii malv lvoolenti ntieri eri.. (Ce (Cellini llini 1728 1728:: 524 524)). [E [Esste homúncu únculo lo de manitos de ar aráácn cnid ido o   de voce voceccita de mosqui uito to,, tan rápido como un es esmirri mirriaado caracol acol,, hizo ll lleeva varr a mi casa, pa parra mi des esgracia gracia,, pie pied dras, arena   cal qu quee ap apeenas habrían bast staado para hacer un

cobertizo de palo lomas. mas.ll

En su Vita Vita,, Cellini hace, en efecto, exhib hibic iciión de su tale talento nto como co mo ar arti tist sta, a, al mi missmo tiempo que ofrece un invent ntaari rio o de lo producido,, no sin instalar en la tr ducido traadi dicción del nuevo gé gén nero una pers ers-picacia para juzgar los hechos del entorno que marcará huellas huellas.. 57  

Lo más impo importa rtant ntee para nu nuestr estro o enfoqu nfoquee radic dica, a, con todo, en el hec ech ho de qu quee Ce Celli llin ni exprese su descon esconttento con el tr traatamie amiennto recib cibiido de parte de su mecenas, el Duca Co Cossim imo o de  Medici dici,, aunqu unquee es evidente qu quee sigue neces ecesit itaando de su ap apoyo. oyo. Por ot otrro lado do,, es int inteeresa esan nte acot acotar ar qu quee el método de escritur crituraa de es estte texto no coincid oincidee con la idea de Stur Sturrrock de que toda A es necesariam sa riameent ntee pu pues estta po porr escrito en un mom momeento de di disstensi nsió ón, da dado do quee Cellini dictó el suyo a un apr qu preendiz de su taller (Mich Micheele di Gorro Vestri), pero, lejos de hacer Go acerllo en un perío eríodo do tranquil uilo o de su vida vi da,, lo hiz izo o pr preeci cisa sam ment ntee cuand ndo o se se sentí ntíaa ultra ultrajjad ado o porqu rquee no recib cibía ía más enc ncargos argos (Felic ici/Ro i/Ross ssii 19 198 85: 19 198) 8).. Lo que sí es ci cieerto y extr ex treemadamente coherente con el momento de pa pasa sajje al papel de esta vida vi vivid vidaa en el medio del siglo XVI (e (en n pleno auge de la dissipaci di ipación ón cort cortesa esan na y ec ecles esiiás ásti tica ca prev eviia a la Contr ontraa-R Refor forma ma)) es quee Ce qu Celli llin ni sint sintiió en carn rnee pr prop opiia la vanid idaad en la que eaía al hacerr partíc hace artícip ipee a los demás de sus ex exp per eriiencias perso son nales (St Stuurrock rro ck 1993: 71). La activ activiidad del dictado le servía, por lo tanto, para llenar un hueco creativo y, además ás,, para dar ca cau uce a su males esttar a niv niveel profesion sionaal, pu pues es creía sentir ntirsse incompr mpreendid ndido o y des espr preeci ciaado a pesa esarr de sus enorm normes es mérito ritos. s. Y lo que es aún más int nteeresa esan nte a ni nive vell de act cto o pe perf rfo orm rmat atiivo es qu quee el contar/dict r/dictaar su vid idaa le pro rodu dujo jo al auto biógrafo deseo eseoss más inte nten nsos de pro rose seg gui uirr con co n su pro proy yecto creador como orfebr bree. L ncepc cepci d Coeles linideereax,trpañ orarcieqrt rto, a dlec el tores   Artispo tastcer oim Héro roe e a yc,opo por r loió tannt nto oe, n aña uo, e llos ect pos eri o-o res en el momento de su po possterga ergad da public publicaación ción,, engloband lobando o el tex exto to celliniano en la tr traadi dici ció ón diecioch cioches escca del gé gén ner ero o de la A, hay ayan an pensa sad do qu quee esa Vita era ex exaacta ctam ment ntee un unaa fabul bulaaci ción ón y, por lo ta tan nto, qu quee ell llaa servía sólo como ejem emp plo de la A  i mpur mpuraa  (e s deci ecirr, nove novellesca esca).s ).s

3 La La au auto tobio biog gra raffía

de artista

Lo cier erto to es que Benven venu uto Cell lliini se afanó en su A para cre re-arse un unaa autofi utofig gur uraación com omo o artista (que to tod dav avíía no te tení níaa parangones en la escritura ra).« ).« Ap Aprovec rovech hando su co con ndici ició ón de amante de 58  

las ave ventur nturas as,, Cellini pudo traspas asar ar al rela latto el mi mism smo o en entu tusias sias-mo que lo habí bíaa animado en las peripeci ciaas asombr ombro osas de su vida enac aciimi mieento. nto.ss (Sturrock 1993: 71-73), com como o un Marco Polo del Ren Des esd de su public ublicac ación ión,, la Vita de Cellini deslumbr slumbró ó a cr críític ticos os y lectores comun munes es por lo directo de su lengua uaje, je, por la es esp pont ntaay fres n eidad escu cur rren a ndaedola qex expre ónía ycopm oro sun u m arc rca ndible vidualis duali smo fr dese esenf nfre uepres sesive veí ant nte ecaeddeent nteu e n niota otabl e del individu duaali lissmo al uso en 1700. En el caso de es estta A, se pued puedee estaar pl est pleenament ntee de ac acue uerrdo con la car aract acter eriización del gé gén nero hecha por Antonio Gramsci para qui quieen es esee tipo de tex exto toss se af afir ir-maría como acto de or org gullo que int inteent ntaa ex exaaltar la prop opiia origin inaali li-dad,, hac dad hacié iénd ndo ola resalt altaar sobr obree la vid idaa de lo loss ot otrros seres humanos (cit citad ado o po porr Ga Gatto tto 2001 001:: 4), al alg go qu quee tambi mbiéén Ba Bajt jtín ín reg regiistra rab ba por los mismo moss año ñoss en qu quee Gramsci esc escribí ribíaa des esd de la cárcel sus re reffle le--

xiones literarias xiones ias.. Paraa nu Par nuest estrros prop propós ósito itoss se serí ríaa impo imporrtant ntee ac acot otaar, por ahora margina nalm lmeente te,, qu quee la do dossis de sob ober erbi biaa qu quee impli implicca escribi ibirr una A habría de te ten ner todav avíía un signifi nifica cado do más compl mpleejo en el caso de qu quee qui quien en la es escribi cribiera era fu fueera una mujer, dad ado o qu quee la po possición de subor subordina dinad da en la  cultur ulturaa les ha ve ven nido impid idien iend do, hasta hace mu muy y po pocco ti tiem empo po,, a las autor utoras as afirm firmaarse en el se sen no de un unaa socieedad determin soci rminaada del modo en qu quee lo ha podido hacer el varón como derecho propi opio. o. Ahoraa bi Ahor bien, en, la prim primeera int inteención de Cellini al ponerse a escribirr ese text bi exto o (s (sin ing gul ulaar en el conjunto de lo loss tex exto toss renace acenti ntistas stas quee se atr qu atreeven a impon mponeer autofigur utofiguraacion ciones) es) habrí habríaa sido la de pre re-senta ntarrse en to todo do el br briillo de su ar arte, te, pero tamb ambié ién n pr pro ofesa esarr su admiiraci adm ració ón a lo loss mod odeelo loss que ofr ofreecía cían n Leon onaardo y Mich Micheelange gello,

como paladin como dines es de la afi firrmación del art rtis istta en la It Itaalia del 1500 00.. Sin emb mbaargo, entre lo loss efecto ctoss secund undaario rioss del text exto o de Ce Celli llin ni se halla el do doccum umeenta tarr la caída en des esg gra raccia qu quee el autor debe suf ufrir rir bajo meece ecen s, eelesDtauqA uetaC ósimo imo. est ease sent ntiid-o,e o,el maunu nua del bu bue ensu orf rfe bre n(aqu que mbié mbi én .eEn s) ses e ttr tra nsforma nsform a len n aml ade ni-l fies fi esto to de la confi onfiaanza en la sup upeeriorid rioridaad del método de Ce Cell llin inii para la fundi dicción de meta etalles y en en un unaa teorí oríaa sob obre re la au auto tono nom mía (re ren nacentista) del arte. Es por ello que el autor termi rmin na por pro ro-ducirr un duci unaa ex exp pansión del género género,, al hace acerla rla des desbo borrdar el ambiente 59  

familiar de es escr criitura reserv rvaada para lo loss ín ínti tim mos, com como o habí bíaa sido el caso de lo loss textos auto biográ gráfico ficoss del histor toriiador Fra ranc nces esco co Guicc icciardini iardini (1483 483-1540 -1540)), qui quieen lo habí bíaa pr preecedid dido o en la empr mpresa esa (Gatto 2001: 6-9). Naci Na cida da al calor de moti motivacio vacion nes polém émica icass y aut auto olaud udaato torrias, la Vita terminó po porr torn ornaarse un texto peli lig groso e insolente destinado, en el cas caso o de publi publica carrse, a atraer la cond ndeena de los poderosos. Cellini se hab abrría dado cuenta ju justa stam mente de qu quee no podr dría ía con co nseg segu uir la ve venia nia de Cósimo para pub publi liccar su texto y por lo tan ta nto to,, lo habr bría ía dej ejad ado o incon nconccluso uso,, aunq unqu ue para uno de sus com co ment ntaadores ores,, Et Etttore Camesasca, no estaría realm lmeente cl claro aro por qué el orfebr bree hab abrría in inter terrum rumpi pid do la escritur uraa de su A ni por qué no habría conseguid uido o arri rrib bar a una publ blic icaación (Camesasca en Cell Ce llini ini 1728: 6). En este sent sentid ido o, la Vita de Cellin llinii revela indi indirec recttamente las difi ficcultades del arti rtissta para lograr una auto ton nomí míaa qu quee só sóllo parecía cumplir mplirse se a medi dias as,, grac aciias al sist steema del tra trab bajo por encargo (Gatt tto o 2001: 10). No obsta stan nte, uno de lo loss tramp mpo olin lines es para la ansiada ind indeepend ndeencia del mec eceenazgo emp mpeza ezab ba a se ser la con onsa sa-graci gra ció ón ll llega egad da des esd de el ex extr traanj njeero -qu quee se manifi nifieesta cl clara aram mente en las experie ienci ncias as de Leon onar ard do y Mich Micheelan lange gelloo-,,7 cuando los tra rab bajos de es esttas grand ndes es perso rson nali lida dad des del art rtee se sean an so soli liccita tad dos des esd de otras cort rtees eur uro opeas as.. Este int inteerés des esd de más all lláá de los lími mittes de dell ducado flor florent entiino o mil milaanés lib libeerará, por cierto erto,, a los artistas de las in inttri rigas gas y mezq ezqui uin ndade adess pa pallac aciieg egaas ce cerrca can nas as,, pero ro,, sin embargo, no será capaz de obrar como fuerza lib libeeradora absolutaa en to lut tod dos los casos. A lo sumo mo,, la fama europea de algun uno os

artistas cont arti ntrribuir ibuiráá a dota otarr a las obra obrass so sollic iciita tad das de un tono más univ niveersa rsall don ond de se podr dríía echar de menos justa justam ment ntee lo es esttri rictactamentee local ment ocal   . En el caso del Ce Celllini maduro, su depe depend ndeencia de la extravagancia de la fa gan famili miliaa más poderosa de It Itaali liaa se vería pu pues estta en exh ex hibic ibiciión por la arbi rbittrari rarieedad que de debi bió ó sufr frir ir a manos del Du Duca ca Cosim Cos imo o de  Medi dicci, pero ta tambi mbiéén esa falt ltaa de auton utono omía se había dado en un unaa época tempran mpranaa de su vid idaa corp orpo ori riza zad da por los caprichoss del papa Clement cho ntee VII (G (Giiulio de  Med edici ici,, 147 1478 8-1 -153 534 4), perte te-neci cieent ntee a la misma famili miliaa y qu quee co con nce cen ntraba el máx áxiimo de 6  

poder. Es, po poder. porr ello llo,, que só sóllo su inu nussual talento de orfebr bree pudo perrmitirl pe tirlee a Cellini escapar, relativ relativaamente mente,, a este cerco familiar miliar,, cuaando se hizo acreedor a que el Emper cu erad ado or Carlos V lo llamara a su presen senccia y que el rey de Franc Franciia Francisco 1 ta tamb mbiién solicitsint araiesruas eservicios servicios. tid ido omprens que elliniicsa-e sinti leva le vado do d.eEn su ecsotendsiecnió ión n op,oreselcompr prestiensib gioiblqleuequ lee cC omuni omun ban los grandes del mundo y pensa sarra, inclusi inclusiv ve, recurrir en la últi últi-ma etapa de su vida a la protección de Catal aliina de Mé Méd dicis (Caterina de  Medici Medici), ), sucesor sucesoraa de Fr Fraancisco 1 en el tro rono no de Fran anccia. No es difíc difíciil, entonc ntonces, es, coin coinccid idiir con Anton oniio Gra ram msci cuan ando do el pensa sad dor italiano afirmaba en sus obs bseervaci vacio ones titul tituladas adas   Giu Giusstifi tifica cazion zionee dell autob utobiiografi rafiaa que: L'autob tobiiog ogrrafi fiaa pu puó ó es esse serre concepit itaa  pol políítica cam mente ente   . Si sa che la propr pria ia vita simile a quell llaa di mille alt ltrre vite, ma che per un  caso es essa ha avuto un uno o sb sbo occo che le altre mil illle non potevano avere o non ebbero di fatto tto.. Raccont ccontaando si crea quest qu estaa po poss ssiibil biliitá, si suggerisce il proc processo esso,, si indica lo sbocco. L'autob tobiiogra ograffia so sosstittui ti uisc scee qu quiindi il  saggio politi liticco e fil filos osó ófico fico   : si descr descriive in att tto o cio che altrim imccnti si deduce logicamente mente.. / Ora, solo attr ttrave averrso l'a 'au utobio obiogra grafi fiaa si vede il mec eccani canissmo in atto atto,, nella sua fun funzzione effettuale che molto spe pess sso o non corri orrissponde per null llaa all llaa legge scr criitta: quand ndo o po poii na nasscono fatt ttii nuov nuovii che rovesc ovesciiano la situazione ne,, si pongon ngono o delle domand ndee van vanee, e per lo meno manca il do doccum umeento del com omee si   pr preeparat ato o il mut mutaamento  molecolarm ecolarmeent ntee  fin fincché e esp splloso nel muta tamento mento.. (Gra Grarrnsci nsci,, Passat assato o e pres preseente  citado por Gatto 2001: 23). ILa auto tob biog ogra rafi fiaa pu pueede ser conce 

bid idaa polí políti ticcamente mente  . Sa Sab bemos que la pr pro opi piaa vi vid da es simil imilar ar a otr otraas miles, pero pero,, por un ca casso fortu tuito ito,, el ellla ha arribado a un un res esu ultado que las otras no podían tener o, de hec ech ho  no han teni nid do. Narr rraando se crea es estta posi sibili bilida dad d, se sugiere el proceso so,, se in ind dica el punto de arribo. La autobi obiog ogrrafía sus usttitu ituye ye así al   ensa say yo po político lítico y

filosófico  : se describe en la pr filosófico prác ácttica lo que de otro modo se de ded duciría lógicamente.. / Ah te Aho ora bi bieen, sólo a tr través avés de la aut uto obi biogr ograafí fíaa se ve ve el el meca cani nissmo en acc cciión ón,, en su función efectiv ctivaa que muy a menudo no se corre corresspond ndee de nin ning gun unaa mane nera ra con nin ni nguna ley escr criita. Así Así,, si luego surgen hecho choss nuev evo os qu quee ca cambi mbiaan la situ tuac ación ión anter teriior o si se fo forrmul mulaan pregunt reguntas as vanas nas,, de todos modo modoss, fa falltará el docum ocumeento que reg egiist strre có cóm mo se ha venido preparand ndo o el cambio a nive vell  mo moJec JecuJ uJaar  ha hassta quee éste haya explotado en el cambio may qu ayor or..]

Gramsci pone de reli Gra lieeve, en efe efeccto, en este pasa asajje el aspecto políticco de las A, así como su capacidad contes políti estatari tatariaa, fren ente te a otross tipos de discursos otro os,, ilum ilumiinando el itinerario de un cambio que el género ayu ayuda da a pl plas asmar mar en la narraci rració ón de un unaa vid idaa, aunque ese recorr recorriido es estté jalonad jalonado o po porr ex exp per eriien encias cias sin ingula gulare res, s,

61  

muchas de las cuales pueden parecer insignificantes para el conjunto total. En ese sentido, la Vita de Cellini muestra la lucha de los artistas durante el Renacimiento tardío para que sus méritos fueran reconocidos por encima de la labor de artesanos a sueldo a los qPuoer lo halacdoon,sstirelñaid ostro Aodlea Cseolcliiendi ahda dseidsou déepsoccaali.ficada durante mucho tiempo para integrar las A consideradas clásicas , ello se ha debido a la carga de fantasía que ha evidenciado el texto. El devenir ficción de la Vita es, en rigor, uno de los efectos buscados mediante una retórica que busca convencer mejor al lector acerca de la lucha por autonomía del artista y, por lo tanto, la carga imaginativa sería un recurso retórico para lograr el mismo objetivo general que obsesionaba a su autor. Por ello llo,, el desvío ficcional de la Vita sería tanto un aspecto de su forma como de su contenido, dando como resultado un discurso autobiográfico sui generis . Así más que la afirmación de un nuevo tipo de relaciones con el poder -que es, de todos modos, evidente-, la A de Cellini testimonia más bien sobre el crecimiento de un interés general durante el siglo XVI de parte de artistas y escritores; secundado por los pensadores así llamados humanistas, para que el arte obtenga una mayor jerarquía (Gatto 2001: 26-27 26-27)). Según el sociólogode odell arte Arnold Hauser, el intento de independencia en el Renacimiento tardío era evidente entre los artistas a través de pequeñas estratagemas, como, por ejemplo, la de no realizar inmediatamente la obra que había nacido de un encar-

go proveniente de una alta personalidad o institución. La ar arti tim maña consistía en dejar de lado el trabajo comisionado durante un tiempo para dedicarse a llevar a cabo otra tarea no encargada y, por lo tanto, absolutamente más creativa. Éste es el operativo que monta,, por ejemplo, el pintor Filippo Lippi (Hauser 1953: 345). En monta este sentido la figura paradigrnática es, sin embargo, Leonardo Leonardo.. Pero también manifiestan ser ejemplos notables los casos de Rafael y Tiziano, quienes podían pagarse ya un modo lujoso de vida como las personalidades más nobles de Europa, en tanto gozaban de dinero y mansiones propias. N o es de extrañar, por lo tanto, que se haya difundido una anécdota de la época en la que se muestra a Carlos V, de visita en el taller de Tiziano, inclinán62  

dose a levantar del suelo un pincel que se le había caído a su art rtis ista ta pre refe ferrid ido o (Hauser 1953: 347). Arnold Hauser, por su parte, concluye sus reflexiones al respecto,, preguntándose qué es lo que había permitido que al filo del pecto 1500 se estuviera dando semejante viraje en el prestigio del artista.. La respuesta del sociólogo austro-húngaro concierne a la apata rición del concepto de Genio. Es decir, a partir de ese momento se empieza a considerar que la obra de arte es producto de una personalidad relevante que no tiene parangón entre el resto de los mortales.. De ese modo mortales modo,, la toma de conciencia de la propia individualidad va unida a este nuevo concepto, que condensa la creencia en el poder de la personalidad, en la energía espiritual y espontaneeidad del individuo. Ésta sería la mayor experiencia y espontan contribución del Rena contribució naccim imie ien nto (Hau Hausser 1953: 349); y no es de extrañar que éste sea también el legado de la cultura renacenti renacentissta al Siglo de las Luces, cuando la doctrina del individualismo vive su más franca ec eclosión losión.. La autonomía del arte que se va produciendo entre la época de fines del Renacimiento y comienzos de la Modernidad está lejos de articularse de forma plena, sin embargo, como se dio en el siglo XX. En el siglo XVI lo que import importaa es la lucha de los arti rtisstas por lograr una independencia de la Iglesia y de sus dog ogm mas, así como de las tesis metafísicas que ella sostenía nía.. Con todo, este tema no se transforma en una encrucijada visible de discusión y,

en este sentido entido,, pod podeemos aceptar las ideas de Gramsc scii, qui quieen afirmaba que hallamos en el ses esgo go pe pers rson onal al y político político   de las A elementoss polémicos que a veces es difícil de encontrar en otros di mento disscursoss sociale curso sociales. s. Resultaa cl Result claaro en nuestros días qu quee lo loss text xtos os au auto tobi biog ogrráfico ficoss de Cellini,, Cardano y Montai Cellini Montaig gnejalonan el si sig gloXVI loXVI,, ahondand ahondando o en un conocimieento psicológico inusual en perío conocimi íod dos ante terrio iorres, de modo que podamos admitir que este tipo de percepción humana gana con ellos una impronta tanto práctica, como atraves travesaada por una refl fleexión para una Filosofía de la Vida ( Leben Lebenssphilosophie philosophie )  ) y una enseñanza de la que saca partido el propio escritor (Hauser 1953: 488 488)) y que,, luego que luego,, será el legado de Rousseau, quien para la crítica francesa aparece como pionero de la observación psicol icoló ógica gica.s .s 63  

Es cierto, además, que los teóricos del arte en el Renacimiento italiano, con Alberti y Leonardo a la cabeza, sostienen el importante papel que juega el intelecto en las obras de arte. Así Michelangelo, por ejemplo, afirma que trabaja col cervello y no colla mano  (Hauser 1953: 347). mano  Es por ello importante que en la A de Cellini retornen Leitmotive que muestran a un artista en el momento de captar un proceso en movimiento, al mismo tiempo que se revelan las líneas de fuerza que guían ese proceso (Gatto 2001: 30) 30),, haciendo así evidente la capacidad de este autor para formular un pensamiento racional en torno a la creación artística, considerada antes como com o in inefa efable ble..

4 El El efecto de oralidad

Otro aspecto singular de esta Vita es la marca de su oralidad, . algo que la conecta con la Vida de Santa Teresa. Ambos autores, el it itaali liaano y la esp spañ añol olaa, escribían según hablaban, en una época en la que justamente empieza a abrirse un abismo entre las formas cultas de la cultura y las expresiones consideradas no literarias.. Y, en el caso de Cellini, ello se ve llevado a su extremo por el rias

método de dictado utilizado. Lb que es necesario agregar, es que precisamente a mediados del siglo XVI se da la divisoria de aguas que surge a partir de una maquinaria represiva montada especialmente por la Iglesia Católica para preservar la cultura oficial   seria seria   de la contaminación de la risa carnavalesca que había invadido todos los estratos sociales en una mixtura considerada peligrosa para la preservación de la fe (P. Burke 1978: 207-243) 207-243).. La lucha contra las formas profanas de cultura se manifiesta, por ello, en todas las expresiones culturales en la Europa de la época de la Contra-Reforma, imponiendo desde el Concilio de Trento una censura a todo lo que oliera a manifestaciones populares. Las expresiones orales sobreviven solamente en algunos textos que han escapado al control y es, por ello, que la misma Santa Teresa también se torna una figura inasimilable. Si bien el objeto libro no estaba todavía vinculado al mercado, por lo 6  

menos, como lo es men esttaría en los l os siglo loss posterior riores, es, se podría pens pensaar que este oper peraativ ivo o controlador por parte de la Igles esiia produjo un fren fr eno o in incl clu usive con el género de la A y que es esta ta form ormaa libr ibreesca sólo pudo pu do re reto tom mar el camino interrumpido y expandirse justamente en el siglo XVIII con la decadenci nciaa del poder del cler lero o y el redes escu cu-brimie brim ien nto de las forma rmass más íntima ntimass que las aut auto orid ridaades ecles esiiásticas tic as habí habían an tenido bajo es estrict trictaa vigil gilaanci nciaa por tres siglo loss. Lo definitivo niti vo,, sin embar mbarg go, fue que haci haciaa el siglo XVI VIII II,, fin finaalm lmeent ntee, la lass A pudieeron entr pudi ntrar ar libre rem ment ntee en la ci cirrcul culaaci ció ón del libro impres eso o en tanto merca ercanc ncía ía y así enco contr ntraar su ca camin mino o hac aciia lo loss lect cto ores es.. Aun si est staa int inteerpretaci rpretació ón no fuera del todo cierta rta,, es imposibl iblee no acepta ptarr qu quee Ce Celli llin ni exp exprresa en su   co cossi io mi son ono o mes esso so a di dire re   (  así me he pu pues esto to a ha hablar blar ) el sentimi sentimieento de algui uieen qu quee se halla del lado popul populaar del lenguaje aje,, aun aunq que, al mismo tiempo mpo,, bussque la acept bu ptaaci ció ón de los grand ndes es.. Con es estta simpl impliicid cidaad tambiéén en su Tr bi Tra attat ttato o de dell ll  Or Oreefi fice ceri ria a Celli ellin ni articul rticulaa su malesta tarr frente fren te a qui uieenes son los du dueeños de su trabajo y frente a lo que lo había hab ía ll lleva evado do a es escri cribi birr so sobr bree su propi ropiaa vid ida, a, en un pasa pasajje que nos sirvee pa sirv para ra ind indag agar ar en su veta auto bio iogr grááfica ica:: ...io viddi turbato al mio signore, san sanza za mai ave verrglien enee dato causa ness essuna una;; e se se benee io gli ho dom ben omaand ndaato molte vo vollte licen icenzzia, eg eglli nun me l ha data, né manco

serrviré né lui né alt m ha co com mandato nulla: per la qual co cossa io non ho potuto se ltrri, né manco man co ha sa saput puto o mai la causa di qu questo esto mi mio o gran maleo Se non che che,, sta stan ndom domii cosi dispeera disp rato to,, ha reput putaato ch chee questo mi mio o gran male venissi da gli influs influsssi celes estti che ci predomin dominaano no;; pero io mi mess essii a sc scri riv ver eree tutta la vit itaa mi miaa, e l origin originee mi mio o, e tutt ttee le co cose se ch chee io ave vev vo fatto al mondo mondo:: e cosi scri riss ssii tutti gli anni che io avev avevo o serrvi se vitto que sto mio glorioso signor oree duc ucaa Co Cossimo. imo.... So Sollo per giovar iovaree al mondo mondo,, e per esseree lasci esser asciaato da quell llo o sc sciop iopeerato to,, ve veduto duto che m e imp impeedid dido o il fare, essendo desidero eroso so di render grazie a Dio in qua quallche mod modo o delless e  ss er eree io nato uomo mo,, da po poii che m e imp mpeedi dito to il fa re, ca cassi mi sono mess sso o a dir diree. (citad citado o por Gatto 2001: 34 34)). L.. ..yo yo vi a mi se señ ñor molesto lesto,, sin haberl rlee nunca dado causa alguna; y, aunqu unquee yo le he pedi di-do mu mucchas veces permi misso para alejarme, nunc nuncaa me lo ha conc conceedido y ni siquiera me ha ord ordeenado nada: por tal moti tiv vo yo no he pod podiido servir ni a él ni a otro otros, s, ni siqu si quiera iera he ll llega egad do a saber por qué he caído en des esg gracia racia.. Salvo que, hall lláánd ndo ome tan ta n des esespe esperrado do,, he cons consid ideerado que este mal debí bíaa prov roveeni nirr de las influ luenc enciias cellestes que nos dominan; sin embargo, me puse a escr ce criibi birr to tod da mi vi vid da, y mi miss orígen enes es,, y tod odas as las cosas que habí bíaa realiza zad do en el el mundo undo:: y así escribí so sob bre todos los año ñoss en qu quee había se serrvido a es estte mi glorio riosso se señ ñor el Duqu uquee Cósimo .. .... So Sollamente para ser úti till al mund undo o, y por haber sido deja jad do sin tareas por mi señor señor,,

65  

visto que se me ha impedido trabajar, deseo eosso de dar gracias a Dios de algún modo por haber hecho de mí un ser humano no,, y dado que se me ha impedido trabajar, así me he pues esto to a habl blaar.]

En el momen entto de la pues estta por escri ritto de su Vita, Ce Cellin llinii ha terminado de forjar su obra maes aesttra escultórica rica,, el Perseo, que fuee lue fu lueg go ex expu pues esto to en la Piazz azzaa della Signoria en Florenci nciaa. Aunque orgullo ullosso de su tr traabajo, se siente tan ce cerrcado de intri intrig gas que la escritu turra le sir irve ve com omo o desa esah hogo a la par qu quee co com mo intento de ir al encuentr tro o del desap desapeego que advierte en el Du Duq que Cósimo hac aciia su obra. El momento en que dicta su A (1558558-1 1567 567)) no solamente es el perío eríod do de mayor reacc eacción ión ec eclles esiiást ástiica contra la modeerni mod rnizac zación ión (lo qu quee impli implica ca tambi mbiéén contra la aut uto onomía de los intelectu inte ctuaales), simboli imboliza zad do por las reunion iones es del Co Con nci cillio de Trento (1545545-1 1563 563), ), sin ino o ta tambi mbiéén cuand ndo o el er erudi uditto Varchi escribe su obra titulada Ercolano (1560 560--1565 565), ), don dond de in inssiste en la co corr rrec ecci ció ón ling ngü üística en el uso de la lengua ita tali liaana. Celli lin ni se halla, por lo tanto, cercado desde todos los fl flaancos. Sin emb mbaargo, su capacida acidad d del manejo de la lengua oral lo ll llena ena de satisfacc sfacciión ón,, porqu rquee siente qu quee pu pueede ex exp presa resarrse de manera fl flui uid da para ser ente tendid ndido o po porr todo to do el mundo y, al mismo tiemp mpo, o, este orgull ullo o se ve reforza orzad do por-

que ha teni nid do el pr priivil ilegio egio (no menor para un pleb ebeeyo) de haber sido recibid ido o por Carlos V y Francisco 1, grac graciias a su talento. Y, lo que es má más, s, con una fo forrmula laci ció ón que lu lueego será típica en la época de la Revoluc uciión Franc nceesa, hará gala de haber llevado su nombre (humil humilde de)) a las más altas cumbres. Celllini -con una tí Ce típ pic icaa argum umeenta tación ción que lu luego ego será la burguesa- sosti tieene que haber lleva vad do a la fama su nombre plebeyo es siem emp pre preferib eriblle que si la situación hubiera sido la inve verrsa, es decir, si hubiera nacido de alto linaje y hubiera mancillado su alcu currnia (Ga Gattto 2001: 52). Por ello Celli lini ni se opon oponee diam diameetralmente al pr prin inci cipi pio o ar ariistocrát stocrático ico -que, en tér térmi min nos sociológicos ógicos,, sab sa bemo moss ahor horaa qu quee era necesa ecesarrio derrot rrotaar- al exp exprresar qu quee las manoss deben deci mano cirr qui quiéén es uno (Ce (Celllini 1728: 109 109)).

66  

 

El

artist sta a y sus mec ecen enas as

La lucha de Cellini se di dirrige, ento entonc ncees, a pon oneer fr freeno al ca cap pri ri-cho de los pod podeerosos para los qu quee debe trab trabaajar, pro procclamánd ndo ose se,, entonces, entonce s, en clar laraa re reb beldí ldíaa con conttra el des espo pottismo de sus mand ndaata ta-rios, como cuand cuando o oponi poniééndo dose se al Pap apaa Clement lementee re regi gisstr traa el siguientee diá siguient iálogo: logo: Alle qu All quaale co cosse io diss ssii che qu ques estto no non n lo pr prom omeette tev va [perrn rrnett ettev eva] a] la giustizia, né un papa non lo poteva fa fare re:: perché e  non era un papa di quella so sorrte che sono certi sign igno orett ttii ti tirrane anellli. che fann nno o a  1 1  po pop poli il pegg eggio io che po posssono, no non n osse sserrvand van do né legg eggee né giu iust stiizia zia:: pero un vica icario rio di Cri rissto non puo far nessun unaa di qu queeste cose. (Cellini 1728: 234). [A ta talles propó propóssitos, yo respond ondíí que eso no lo permit rmitía ía la ju jussti ticcia, ni un pap apáá podía hacerlo, por orqu quee él no era un papa de esa clase como cieerto ci rtoss señorito eñoritoss tir tiraanu nueelos qu quee hacen a sus súb súbdi dittos lo peor qu quee les venga a las mient ientes, es, no observand ando o ni ley ni just stiicia ia;; un vica carrio de Cri rissto to,, en cambi mbio o, no puede hace cerr nin ning gun unaa de es esttas cosas.]

En la obr braa escrita de Celli lin ni vemo vemoss na nacer cer,, ent enton once ces, s, otra categoría gor ía de in inte tellectual qu quee es ese sen ncia cialm lmeente una creac reaciión de la época moderna na.. No es de ex exttra rañ ñar, entonc ntoncees, que el prestig prestigiio se haya ido cons nsolid olidaando en su en ento torrno y qu quee al alg gui uieen como el er erud udii-

to Bembo haya acepta tado do la propu puesta esta del esc escult ulto or, dejándo ndosse crecer la bar arb ba para que Ce Celli llin ni lo retratara con el aspecto de lo que, según se gún el ca can non estético de la estatuaria de ese mom momeento, era el máx áxim imo o de pre pressta tan ncia: un unaa barba ensortij ijaada qu quee daba señorío y enm nmaarca cab ba el rostro de la estat tatu ua (Gatt Gatto o 2001: 57 57)). Lo que empieza a darse, por lo ta tanto nto,, en el tran ransc scu urso del siglo XVI es una relación más ju justa sta dent ntro ro del ca campo mpo art rtís ísti ticco qu quee va dejan and do atrás el equilibri quilibrio o preca recari rio o qu quee tiempo ant ntes es domin minaaba en las relac aciion ones es de amo y se serv rvid ido or. El Renac aciimiento va dand ndo o lu lug gar ar,, poco a poco (y no sin resistencia tenciass) a la Modern rnid idad ad.. Ahora bie ien n, pue ued de decirse que Cellini distaba mu mucho cho de po pose se-er una pers erso ona nallidad equilibr quilibraada da.. Era, por cierto, pende den nciero ero,, vengati ve ngativ vo y disolu disolutto. La aut uto ofigur figuraación que Cellini se cr creea, lo mueestra, sin emb mu mbaargo, como virtu virtuo oso y de suma inge genuid nuidaad. Al missmo tiem mi emp po, el auto tobió bióg grafo se defi fine ne,, sin dud dudaar, co com mo un hombre sabi bio o, di disc scrreto y prud pruden entte, además de heroico (Ferrer errero o 195 959 9: 3). Lo que ll llaama podero rosa sam mente la atención en esta   renace acen ntis-

67  

ta es, sin embargo, justamente la profesión de sinceridad que hace el texto y también su   amor sui (expresión que hoy traduciríamos como de alta autoestima  ). En este sentido, el texto empalma graciosamente con las   confesiones rousseaunianas. rousseaunianas. Para el crítico Giuseppe Guido Ferrero, por otra parte, la cualidad profesional de orfebre de la época manierista que caracterizó a Cellini no puede dejarse de lado a la hora de considerar sus escritos, que surgen como una tarea presuntamente ajena a su campo (Ferrero 1959: 19). Es, por ello, que el uso profuso de la hipérbole y de los superlativos en el texto de su Vita aparecen como símbolos cabales de una maniera ( amaneramiento ) que podría muy bien ser indicio del manierismo que se anuncia en la segunda mitad del siglo XVI en el arte italiano. Esto no es obstáculo, con todo, a la capacidad celliniana (como la de Santa Teresa) para expresarse en un estilo colorido que reproduce a las mil maravillas el habla florentina del momento y que ha sido potenciado por el hecho de que el autor dictara sus pensamientos en lugar de escribirlos directamente. René Girard, por su parte, sostiene que bastante más tarde,

más precisamente en la segunda mitad del siglo XVIII, el prestigio de los intelectuales hizo que las ideas salidas de esos círculos se tornaran más importantes entre sus pares y que se superpusieran a la opinión de los benefactores o mecenas aristocráticos de esoss int eso intele electu ctuale aless; es decir que, por ejemplo, Voltaire prestaría más finos oídos a lo que de él podía decir Diderot que a lo que decía Catalina de Rusia. Sería aquí donde se insertan los escritos de alguien como Rousseau (Girard 1978: 79), que luego trataremos. No es casual, entonces entonces,, que la Vita de Cellini no tuviera posibilidades de ser editada en el momento en que fue escrita y que, sin embargo, consiguiera editor dos siglos después. De este modo cuando Goethe la traduce al alemán (en 1803) está haciendo evidente el arco que va del mecenazgo renacentista de la corte florentina en que vivía Cellini con sus limitaciones al mecenazgo al que el mismo Goethe se había atado en la corte de Weimar. Seguramente Goethe podía identificarse con la rebeldía de un Cellini, porque sentía en carne propia las dificultades de expresión a las que se había sometido voluntariamente y de las que se hablará en el capítulo siguiente. 68  

Para Ettore Camesasca, por otra parte, entre 1550 y 1565 (justo en el lapso en que Cellini dicta su historia de vida) se da en la cultura italiana un explosión de textos biográficos que implican la conciencia del propio valor de los artistas que los narran. Esta explosión no es ajena, sin embargo, al hecho material que produjo el abaratamiento del precio del papel y de la tipografía (Carnesasca en Cellini 1728: 5). Hay que aclarar aquí que los artistas de ese período basan su arte en concepciones difundidas por las élites italianas que aprecian antes que nada los ideales de nobleza, ca capa paci cida dad d em emb ble lem mát átiiea,, jerarquía, dignidad, consenso y decoro, según se expresan las ea p eroscoand aleidlaadeCsonctrean-tRraelfeosrmpaaraenelloasrtneom deblredsucdaedoBronzino florentin, oBandien la ép Bronzino, nello y Vassari. Cellini, por su parte, no parece haber comprendido que su caída en desgracia ante Cósimo 1 hubiera tenido que ver con cuestiones estilísticas. Su Vita lo muestra, en cambio, siempre preocupado por el sistema de rivalidades que la vida cor-

tesana despierta (Carnesasca en Cellini 1728: 16 16). ). Es cierto, por lo tanto, que esta cuestión canónica no parece haber llamado la atención a los investigadores, dado que el manierismo de Cellini ha sido plenamente aceptado entre los críticos como respuesta al gusto imperante al que también respondían los otros artistas citados.. Es citados Es,, por ello, que la vida celliniana sigue presentando el enigma de un ge geni nio o in inco comp mpre rend ndid ido o, como luego lo evidenciará la historia de vida de Mozart, al filo de 1789. Así como si hubiera habido demasiada vida y talento en ellos , sólo después de la Revolución Francesa aparecerá el público deseoso de saber más sobre esos individuos despreciados por su época. Es evidente, entonces, que Cellini al escribir como lo hace quiere demostrar cuál era su temple, como respuesta ante el desprecio del Duque. En este sentido, Cósimo 1 sería el primer interlocutor de su texto autobiográfico.. Sin embargo, al mismo tiempo, la Vita de Cellini autobiográfico muestra algunas expresiones que se sitúan fuera del tono para una lectura ducal, como si en el calor de la producción de su historia de vida su autor hubiera ido olvidando a quien tenía como lector avizorado. En un pasaje sumamente interesante, sin embargo, Cellini parece frenarse a sí mismo con estas palabras: 69  

lo non voglio di dire re altro supra di questo esto,, perché tr trop oppo po si of offfendereb ebb be ch chii ha la supre prema ma potes estta del gov goveerno rno.. (Celli lini ni 172 728: 8: 639). [Yono quiero dec ecir ir nada más sobr bree estto porq es porqu ue se ofend ndeerí ríaa demas emasiiado qui quieen tiene el po pod der supr upreemo del gobi obier ern no.]

En rigor igor,, las repetida tidass refer fereencias de capt ptaación de un lector com co mún indican qu quee es estta A es esttaba pensada para se serr entr ntreegada a la impreenta (Ferr impr rreero 1959: 8). Cellini insiste, ad adeemá más, s, en la neces esiidad de una narración elabo laborrad adaa subj ubjeetivam tivameent ntee, cuando ac aclar laraa quee le es necesar qu esariio, por ej ejemplo emplo,, ir para atrás en lo loss suc uces eso os de su vid idaa ( Me  di necessita torn ornar aree un pass sso o indietr etro o  , Cellini 1728: 399). Del mis ism mo modo, dur duraante su perm rmaanencia en Francia tiene tbr enta ntac ónnceses de d,edicar su onasrr rra acreiónhecho a hsabl bla ar sobr obre e udseosre yleva costum ostumbres es cfira ran ceses, así com omo obre ob chos históricos históric os rel evancia ncia,,per ero o, por otr otraa parte, advi vieerte al lec ecttor qu quee no le in inte terresaba ha hace cerr lo que hacen la lass cr cróni óniccas y que, en ca camb mbiio, su comet etiido radicab dicabaa en res restr triingirse a un unaa selección de acont ntec ecim imie ien ntos elegido gidoss en

relac aciión co con n su prop opia ia perso son na (Ce Celllini 1728: 501 01)). En cuant nto o a la es estru trucctura de la Vita Vita,, pu pueede dec eciirse que ell llaa se articul rticulaa de una mane anerra razonada qu quee es esttá le lejo joss de la es esp pont ntaaneid ne idaad qu quee pa parrecería po posee seerr si se con consside derra sólo el flui luirr oral  de las ideas eas.. Así lo loss mece ecen nas a lo loss que Ce Celllini debe sus vic icis isit itu udes se jalonan jalon an des esd de el Papa Clemente, el Emperador Ca Carl rlos os V, el Rey Franci Fra ncisco sco 1 de Franci Francia, a, has astta el Duqu uquee Cósimo 1 de d e Fl Flore oren ncia. En cuanto al pl plaane neaado mecenazgo de la Rein inaa Ca Cattali lina na de Médici diciss en París fin inaalm lmeent ntee és éstte no tuvo lu lugar, gar, porqu rquee el orfebr bree no pudo sup su perar el fervor que su ri riva vall, el ma mani nieeri rist staa Primaticcio cio,, había cau ca usado en la cort cortee fr fraancesa. Esa mi missma suce ucesi sión ón de nombr nombres es de alccurni al urniaa reve evella la infinit nitaa depend ndeencia art rtís ístic ticaa de un escul culto torr renacentista y su su sumi umisi sión ón ante lo loss capr priicho choss de lo loss poderoso rosos. s. Ahora bien, el Libro Primero de este text exto o sin ing gul ulaar cont ontie ien ne el clímax del el eleemen mentto ave ventur ntureero con la fug fugaa de la prisión del Casttel Sant Angelo Cas Angelo,, dond dondee lo había confinado el papa y esta part rtee se ci cierr erraa co con n un poema en verso qu quee par paraafr frasea asea la misma hi hisstoriaa ya contada en prosa. El Libro Segundo ri gundo,, lu luego ego,, signifi nifica ca un cambio de paisaje con el traslado de Cellini a Fr Fraanci ncia, a, adond dondee viaj iajaa no sin cumplir un periplo igualment mentee aventur ntureero y algún asesin ase sinaato. Este tr traanscurso se compl compleeta con el re regr gres eso o a Italia, iguaalm igu lmeent ntee salpicad salpicado o de per ercanc cances es qu quee podrí podríaan parecer lu lueego 70  

típicos de las novelas de aventuras dieciochescas. El relato se interrumpe, sin embargo, abruptamente en el momento de caída interrumpe, en desgracia ante el duque flor floreentino ntino,, mientras el autor reflexiona sobre la conveniencia de un posible retorno a la cort cortee francesa, ahora regida por una reina de la misma familia, los Medici, que en Florencia tan poco caso hace del arte de Cellini. La fuga de la prisión (qu quee tendrá sucesores en las memorias de Ca Casa sano nova va)) termina por ser un pieza de bravura narrati rrativ va que parece anunciar, ad adeemás de la novela de aventuras del siglo XVIII, como ya se dijo dijo,, tO tOS S modos afines de la así llamada literatura gótica (con escenarios obligatorios de castillos inexpugnabl nablees en estilos arquitectónico ctónicoss consid consideera rado doss inc nciivi villiza zad dos y bárbaros como la prepotencia tiránica que esas construccion construccionees también

simbolizan l.? Esta fuga, al mismo tiempo, revela la fuerza de su lucha burguesa contra lo loss caprichos papales. No es, por cierto rto,, extraño que su relato encantara a las ment ntes es di dieeciochesc ciochescas as qu quee debían pensar en término rminoss de opo posi sicció ión n co con ntr traa el poder ari risstócrata. Esta lucha hace, pues, sistema con el intento del orfebre de hallar refugi fugio o en la cort cortee fr fraanc ncesa esa y, por ello llo,, Cellini pone particular :emDpaeñpooiensi m reg iAddio o que, rmon ecibeadmei Fr Fra anacliscgoran1, quien quien: paarrctia, r eelmtiradtoisse: Addio, : qu qua parola a un re non si usa ( Po Poco co de desp spué uéss se despidi spidió ó y me dijo dijo::   dió s, mon ami , un término que es inusual de part partee de un rey ; Cellini 1728: 507). Para Ettore Camesasca, Cellini se sería ría,, en definiti finitiva, va, un   héro roee tecnoló tecnol ógico gico   , pu pues es su capacidad   tecnológica cnológica   ( incompr incompreendida ndida)) sería el hilo conductor de su A (Cam Camesa esasca sca en Ce Celllini 1728: 23 23). ). En este sentido, Cellini ha reve vellado ser un cortesa esano no to torp rpee qu quee basaba toda su vida en base a un juego de contr contraario rioss (Virtud y Destino), Destino ), y como un manierista sólo pudo pensar en términos de fueertes contrastes. Co fu Como mo au auto tobi bióg ógrrafo, ha dejado un monumento que hoy en día ya podemos considerar una piedra de toqu oquee del género, así Comouna pieza literaria.

71  

Notas No es de extrañar que el mobiliario y lo loss espacios se ha haya yan n ido transformando paulatin atinaamente de un uso comunitario (largos bancos, grandes mesas comuness, dormitorios improvisados en cualquier parte; P. Burke 1978 comune 978:: xxiv xxiv)) hacia la intimid intimidaad y el uso recog ecogiido de los recinto cintoss según se registra gistra,, po porr ej ejeemp mplo lo,, en la pintura holand ndesa esa a partir del 1600, reco ecord rdaand ndo, o, por lo mismo, que Holanda es unaa pun un punta ta de lanza en el cambio para la formac aciión de un unaa clas asee burguesa. Leyendo es esttos signos de la cultura, puede comprend ndeerse por qu quéé se ha dado tambi mbiéén un unaa lent ntaa madur durac aciión del gé gén nero A hasta la ec ecllosión del siglo XVIII II.. 2 Véas éasee la pintura de esta person onaalid idaad se seg gún la captó Manuel Mujica Lá Láiinez en su novela hi hisstórica Bom omar arzo zo (Mujic Mujicaa Láin inez ez 1962 1962:: 69 69-7 -77 7). 3 Otr Otro o ejemplo de dem emor oraa sim imil ilar ar lo re repr prese esen nta la public publicació ación n de  if if    de Lord Herb rbeert of Ch Cherbu rbury ry,, obr obraa escrit ritaa hac aciia 16 164 40 y publ publica icad da só sólo lo en 1764, lo qu quee demu muestr estraa el interés dominan minante te del siglo XVIII por ese género qu quee la época hace suyo mi mimá mán ndo dollo y co cobij bijáándol ndolo o para qu quee ga gan ne ex exp pans ansiión. Su con onttribuc bució ión n clave es  

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF