De La Villa, Jesus - El ataque Trompowsky.pdf

April 1, 2017 | Author: Paula Gimenez Torres | Category: N/A
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apeutuua tuompowsky

Jesús De la Villa

COLECCCIÓN TEORÍA

® EVlJ€()R€Z Libnorla. O....nluclón • EnHIIUlza

la edición: Junio

2.001

Edita: Evajedrez, S.L. C/ Humanista Honorato Juan, 18 - 2 46007 Valencia Teléfono: 963820051 Fax: 963847475

© Jesús De la Villa © Evajedrez, S.L. Reservados todos los derechos. Colección Teoría

ISBN: 84-931734-5-2 Depósito Legal: M-3075J-2001 Impresión: GEROGRAFIC Diseño portada: Diseño Gráfico Imagine Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, conocido o por conocer, comprendidas la repografía, el tratamiento informático, y la dis­ tribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público.

INTRODUCCIÓN La publicación de un libro sobre la Apertura Trompows/g; era uno de mis más "viejos}}y quen'dos proyectos que por fin se ha hecho realidad. En un artículo publicado �n el número 7 de la revista Teoría) Alfonso Romero desvela algunas de las histon'asy anécdo­ tas que el persistente empleo de esta apertura por algunos jugado­ res españoles fue produciendo) sobre todo en los ((lejanos)} años 80. Sin embargo muchas cosas quedaron en el tintero. Lo cierto es que mi interés por ((PJ Trompo)} surgió viendo las

partidas de un viejo amigo) ahora retirado del ajedreZJ Roberto García Lafuente) no muy amante de la teoría) que cuando no sabía que jugar con blancas decía: "Pues hoy juego "La China}}"y comenzaba su partida con l.d4 �f6 2.�g5. ¿Por qué le llamaba la china? es algo que todavía no he descubierto) pero lo cierto es que lograba posiciones muy interesantesy eso me motivo a estudiar las escasas partidas que aparecían en elInformator (por aquel entonces algo así como la Biblia de la Teoría)) casi todas ellas del talentoso jugador Armenio Rafael Vaganian) e incluso a llegar a emplearla en alguna partida)' aunque no demasiado seriamente. Luego vino la época que relataAlfonso) cuando enseñé esta aperturta a lose Luis García lArrouy) sólo para darme cuenta de que conse­ guía mejores posiciones que yo con mi elaborado I.P4 R "pespués) los años de la locura) cuando el propio Romero) IlIescas) Gil GonzáleZJ Ochoayyo mismo jugabamos la Trompowsky casi cons­ tantemente. Durante el torneo de Barcelona de 1985) el maestro Inglés Robert Bellin) autor de un libro sobre esta apertura que solo los viejos aficionados guardan en sus bibliotecas) pronunció la famosa frase (Es cun'oso llegar a una ciudad y que allí todo el mundo juegue la Trompows/g/'. y también en el año 1985) en el mes de Junio) tuvo lugar en 5

Alicante un pequeño torneo que seria crucial para el desarrollo de esta histon'a. Por parte del equipo de la Trompowsky) jugabamos el torneo un joven Miguel ¡lIescas (su elo estarla por 2330) y el autor de este libro. Por parte del equipo contran'o) 3 jóvenes juga­ dores ingleses hoy grandes maestros Hebden) Gallaghery ....Julian Hodgson. Se cruzaron varias Trompows�sy como cuenta Hodgson en la introducción de su libro (�ecrets of the TrompowskyJ� los ingleses se lo tomaron mt[Y en sen'o) tan en sen'o que a partir de aquel torneo Julian se convertirla en el mayor defensory el mayor experto de la Trompwsky de todos los tiempos. Con algún ocasio­ nal apoyo de su amigo Adams) (hoy uno de los mejores y más ong/nales jugadores del mundo) logró que todo el mundo tomara en sen'o una jugada diferente a 2.c4 o 2.fJj3 como respuesta a las defensas indias. Tampoco cuenta Alfonso por qué do/amos de jugarla) y para mu­ chos lectores que hayan llegado en los últimos años al mundo del ajedre:v los anteriores párrafos deben resultar como mínimo un poco chocantes, puesto que buscando en las bases de datos van a encontrar mt[Y pocas partidas nuestras. A partir de un momento, el importante efecto sorpresa había desaparecido y pareció buena idea dejar dormir nuestro arma (�ecreta)} hasta que hubiera pa­ sado algún tiempoy pudiera volver a serlo. Sin embargo los eifuerzos de Hodgsony la apan'ción de las bases de datos como sistema de preparación, fueron retrasando la nueva puesta en escena. En los últimos años todos nosotros la hemos utilizado esporádicamente, generalmente para esquivar la prepa­ ración de algún rival molesto, y hay que admitir que casi siempre con buenos resultados. Lo mismo han hecho algunos jugadores armenios, pero en todo este tiempo el verdadero caballero de la Trompows� ha sido Julian Hodgson. y toda esta pequena historia, que simplemente mereda ser conta­ da, ya sugiere los aspectos prácticos por los cuales vale la pena 6

aprender y jugar ((El Trompo}J. A pesar de que los sistemas de prepración han cambiado mucho) y el aspecto de la sorpresa} que sigue siendo una de las principales virtudes} puede quedar mitigado por la ráPida preparación me­ diante una base de partidas} hqy muchas situaciones en que su empleo resulta ideal y muchos jugadores que pueden sacar prove­ cho añadiendola a su repertorio: Por supuesto ((Ej Trompo}J es la apertura ideal para los jugado­ res que desean escapar cuanto antes de la teoría. En la jtf.;ada 2 y con un movimiento de desarrollo muy lógico las negras son aparta­ das de las líneas más estudiadas. Las partidas de torneos activos o por equipo� donde el rival no ha podido prepararse específicamente son ocasiones muy jugosas para aprovecharnos de nuestro mqyor conocimiento de la posición. Tan importante como los anteriores) el Trompo puede ser f!1UY útil como repertorio alternativo} para evitar o posponer una discusión teórica} incluso y sobre todo para los jugadores de peón de rey} que de este modo tienen una opción económica (en esfuerzo de prepara­ ción) para jugar otro tipo de posiciones. Por último también es ideal para los amantes de buscar ideas propias pues aquí tienen un enorme campo inexplorado y muy natura� además de disfrutar de posibilidades óptimas de poner sus descubn'mientos en práctica. y ahora} antes de comenzar con el estudio técnico} quiero agrade­

cer su colaboración al gran maestro Alfonso Romero} a mi viejo amigo y fiel defensor de la Trompows� Enrique Martíne;V y a Antonio Torrecillas (El Antonio)} que me han facilitado todas las partidas y análisis que les he solicitado} en el caso de Torrecillas con el mérito especial de haber recoPilado todas las partidas de ese gran defensor de la Trompowsky pero desastre de organización llamado Jose Manuel Gil. 7

ESTRflTEGlfI " TfÍCTICfI INTRODUCCIÓN En este capítulo, ya habitual en nuestra colección de libros de aperturas, va­ mos a tratar de exponer las más interesantes ideas estratégicas de esta apertura y también algunas situaciones tácticas que se producen a menudo. Naturalmente muchos jugadores tendrán la tentación de saltárselo y llegar di­ rectamente a la teoría. Sin embargo, hacer esto sería un mal consejo, excepto para aque­ llps que ya sean expertos en la apertura. El tiempo empleado en analizar las partidas que se presentan a continuación hará mucho más provechoso el posterior estudio teórico y proveerá al lector con unas buenas referen­ cias que le permitirán comprender y recordar mejor las variantes concretas. Además, hay algunas variantes de esta apertura (sobre todo 2...d5 3.�f6) en las cuales tener una idea de como desarrollar las piezas y que hacer, pue­ de ser más importante que conocer la teoría. Esta claro que esto no sucede en otras (como 2...c5 o 2...�e4) en las cuales es más impor­ tante el análisis concreto de las posiciones críticas. El ataque Trompowsky es una aper­ tura que queda planteada después de la se­ gunda jugada de las blancas. Por lo tanto es lógico que no cuente con una estructura de juego muy definida, planes standard para aplicar en todas las posiciones, ni recetas generales. Lo contrario es más cierto; des­ pués de la jugada 2.�g5 se abren ante las ne­ gras una gran cantidad de caminos, y cada uno de ellos lleva a posiciones que pueden ser muy diferentes y como tal deben tratarse. Esta amplia elección que está en manos de 8

las negras en la segunda jugada puede pare­ cer un inconveniente para las blancas y en cierto sentido lo es. Pero en cualquier caso las opciones de las negras son menos nume­ rosas o están teoricamente menos desarro­ lladas que las que se producen después de 2.c4 o 2.�f3 y además jugar diferentes tipos de posiciones tiene algunas ventajas a largo plazo: menor tendencia a la rutina y más amplia formación ajedrecistica. A pesar de todo lo expuesto en el párrafo anterior, en las principales variantes llegan a repetirse una serie de ideas y de es­ tructuras de peones que merece la pena co­ nocer si se desea jugar esta apertura no sólo con conocimiento teórico sino tambien con buen sentido estratégico. Una de ellas des­ taca sobre todas las demás y es lógico si con­ sideramos las dos únicas piezas desarrolla­ das: muy a menudo las blancas ceden la pa­ reja de alfiles (casi siempre �l alfil de casi­ llas negras) a cambio de algún tipo de com­ pensación. Este tipo de compensación es diferente en cada variante. En las próximas secciones vamos a profundizar en los dife­ rentes tipos de compensaciones que se pro­ ducen pero antes vamos a formular una idea común a todas ellas que es una aproxima­ ción al espíritu de la Trompowsky, si es que esta apertura tiene algún espíritu: en casi todas las variantes de la Trompowsky las blancas buscan una estructura rígida que disminuya la eficacia de los alfiles, mientras las negras se esfuerzan por lograr una es­ tructura abierta o al menos flexible que les permita demostrar su potencial. Esta lucha constante entre flexibilidad y rigidez es el tema básico de muchas partidas como va­ mos a ver a continuación.

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LA ESTRUCTURA CON ef6

Estrategia y táctica

f5. La posibilidad de hacer juego por las casillas negras está latente pero de momento la cadena de peones blancos es muy sólida. Resumiendo, la ruptura c4 es esencial para las blancas, pero sobre 10 que hay mucha discusión es sobre el desarrollo de las piezas menores. De ello vamos a hablar en las próximas partidas. Shereshevski,M - llinsky,V Moscú, 1979



1 .d4 �f6 2.�g 5 d5 3.�xf6 exf6 4.e3 �e7 5.g3

La estructura de peones que puede verse en el diagrama es una de las estructuras básicas de la Trompowsky. La posición ne­ gra es muy sana y las blancas deben hacer algo, porque si no las negras jugarán su ca­ ballo a e4 y apoyadas en él se lanzarán al ataque. El consenso sobre la necesidad de un oportuno c4 es muy amplio, tanto que esa ruptura se hace en todos los desarrollos po­ sibles de las piezas blancas. Existen otros planes basados en g4, casi siempre con O-O­ O, pero resultan poco eficaces si las negras juegan cuidadosamente. Si comparamos la estructura con la de la variante del cambio de la apertura española, se puede pensar en un plan similar basado en la jugada e4 y el cambio de este peón por el d5 negro seguido del aprovechamiento de la mayoría, pero esto no es fácil de realizar en la práctica, ocupa un lugar muy secundario en la estrategia blanca, y solo se llega a aplicar en casos excepcionales. Los motivos (compa­ rando Con la variante del cambio citada) son dos: las negras no han perdido un tiempo (en la Española hacen a6) y la casilla e4 está menos apoyada por las piezas blancas. Por su parte las negras tienen su mejor idea en el traslado del caballo a la casilla e4 apoyado también por el peón de

Las blancas llevan a cabo un desarrollo en­ focado a jugar c4 en algún momento y alar­ gar así la diagonal del alfil. La otra opción es jugar c4 y retomar con el alfil que también se ha empleado con frecuencia, pero en el sistema de desarrollo empleado en esta par­ tida el alfil apunta al flanco de dama, 10 que, parece más adecuado a la posición. 5. 6. 7.

�g 2 �d2

o-o c6

Natur�lmente el caballo apoya c4 y no obs­ truye el peón. 7. 8. 9. 1 0.

�e2 o-o b3!

�e6 �d7 HeS

Se prepara el "imprescindible" c4. 1 0. 1 1. 1 2.

c4 a3

f5 �f6 dxc4

Un momento muy importante. Dada la actual distribución de piezas la captura con el peón es lo más apropiado y crea problemas a las negras. 9

Estrategia y táctica

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20.

Habl±

A estas alturas ya es evidente que la posi­ ción de las negras es muy delicada. De he­ cho no pueden evitar la perdida de material. 20...�g5 21.�xd5 exd5 22.f)d6 b5 23.f)xe8 Hxe8 24.®b3 �d7 25.a4 h5 26.axb5 axb5 27.f4 �f6 28.wf2 �e6 29.f)gl g5 30.f)f3 gxf4 3 1 .gxf4 ®e7 32.®d3 wh8 33.He2 ®d7 34.f)e5 �xe5 35.fxe5 f6 36.exf6 He4 37.wgl ®e6 38.Hg2 Hxe3 39.f7 Hel + 40.Hxel ®xel + 41 .®f1 1-0

13.

bxe4!

13.fuc4 �d5!= 13.�f4?! cxb3 14.fue6 fxe6 15.®xb3 Con alguna compensación. 13. 14. 15.

®e2 Hfbl

®a5 Had8 �e8

Con esta jugada las negras preparan c5 que les daría una estructura más sostenible.

16. 17.

eS!;;!;; � e4

®e7

Si las blancas quieren desarrollar el alfil por g2 tienen que estar preparadas para contra­ rrestar el clásico avance h5 -h4 como vere­ mos en la próxima partida. Otro tema secun­ dario, pero que se debe tener en cuenta des­ pués del cambio en f6 es un posible medio juego con alfiles de diferente color que nor­ malmente favorecerá a las blancas si man­ tienen su estructura de peones más compac­ ta.

� Nataf,I - Alexandre

Rigo,J París Open, 1995 _



l .d4 f)f6 2.�g5 d5 3.�xf6 exf6 4.e3 �d6 5.g3 h5

17.®b2!? 17.

g6? !

17...�e6!? 18.�f4 �xc4 19.®xc4 f)e4 1 8.

®a4!

Provoca otra pequeña debilidad en b6. 1 8. 1 9.

a6 Hb2

19.®a5!? 1 9. 10

f)d5

Tal vez esto sea un poco impaciente, pero en

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su lugar las negras pueden jugar un poco al despiste retrasando el enroque para lanzar esta jugada en un momento más oportuno. Ej. 5... c6 6.fld2 f5 7.�g2 fld7 8.fle2 flf6 9.0O Tal vez las 2 últimas jugadas blancas no sean las más exactas. 9. h5! Ahora las negras amenazan con una peligrosa iniciativa en el lado de rey. ..

6.

14. 1 5. 16. 1 7.

®e2 O-O e4!

dxe4 bS f5

Todo sucede por las casillas blancas

fld2

17 ... f4 1 8.eS �e7 19.®e4 �d8 20.flf3± wf7?! 21 .gxf4 ®b6 22.whl �dS 23.�gl ®d8 24.fS �h6 2S.fxg6+ wg8 26.®fS ®e8 27.�g3 eS 28.dxeS �xeS 29.�bgl �xf2 30.®f7+ ®xf7 3 1 .gxf7+ wxf7 32.!!xg7+ we8 33.�n �eS 34.�el �g6 3S.�b7 �b6 36.flgS �d4 37.fle4 wd8 38.!!n �g8 39.fld6 1-0

e6

Preparándose para poder contestar a tMIb6 sin tener que debilitar las casillas negras con b3. 7. 8.

Con la existencia de alfiles diferentes la de­ bilidad de las casillas blancas es un elemen­ to decisivo.

h4

Por supuesto 6. 7.

Estrategia y táctica

!!bl

Si se abre la columna "h", las negras tienen más posibilidades de un sacrificio exitoso sobre la cadena de peones blanca, en e3 o f2.

�h3

Hodgson,J - Nilsson,N Copenhagen PC (1), 1996

Evita c4. 9.

Todo gira alrededor del golpe c4 9. 10. 1 1.

flel flf4 ! ?

�g6 ®a6

Se prepara u n cambio que debilitará mucho las casilla blancas en el campo de las negras. 11.

Después del cambio del otro alfil e l peón g blanco adquiere un nuevo protagonismo.Ej. 11...�xf4 12.gxf4 ®xa2?! 13.f5± 12. 13.

a3 flxg6!

flf8? ! fxg6

13...flxg6?! 14.�fl! tMIb6 15.�e2± 14.

e4!



I.d4 flf6 2.�gS g6 3.�xf6 exf6 4.e3 �g7 S.h4?!

Esta no es la estrategia más adecuada. La apertura de la columna h favorece más a las negras. 5. 6. 7. 8. 9. 10.

hS e4 fle3 �ge2 ®a4

b6 �b7 d6 �d7 f5 O-O!

Para desclavar el caballo. Con el alfil en g7 las negras no tienen nada que temer de la apertura de la columna, mientras que las blancas han "ablandado" su propia estruc­ tura. 1 1.

hxg6

hxg6 11

Estrategia y táctica

1 2. 13. 1 4. IS.

'fJf4 eS exd6 tWb3

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'fJf6 e6 tWxd6

En esta partida Hodgson parece muy inclinado a llevar a cabo pequeñas amenazas tácticas. IS.

'fJg4!

No solo defiende g6 sino que impide el 0-0-0 y comienza a especular con el golpe en e3. 1 6. 1 7.

�e2 frdl

frfe8

23 .frdl frae8 24.frd7 fr8e7 2S.frd8 fre8 26.frd4 bS 27.�fl aS 28.a3 eS 29.frd7 b4 3 0 . axb4 exb4 3 1 .'fJbS !!8e7 3 2 .frd2 gS 33.'fJh3 f6 34.'fJd6 fr3eS 3S.'fJf2 �e4 36.g4 a4 37.'fJfxe4 fxe4 38.�fS+ frxfS 39.gxfS e3 40.fre2 a3 41.bxa3 bxa3 42.fra2 freS 43.�d3 ei 44.�xe2 frxfS 4S.frxa3 frf4 46.wg2 wfi 47.fra6 we7 48.wg3 wd7 49.�g4+ we7 SO.fre6 wd8 S 1 .fre6 we7 S2.fra6 wd8 S3.fra7 we8 S4.�e6 wf8 SS.�fi wg7 S6.�hS+ wf8 S7.!!fi+ wg8 S8.�g6 wh8 S9.�h7 frh4 60.�fS frh6 61 .�e6 frh4 62.�fS frhl 63.frxf6 wg7 64.fra6 frh6 6S.fraS frh4 66.�g4 wf6 67.frfS+ wg6 68.freS wf6 69.fre6+ wfi 70.fre6 wg7 71 .wf3 wfi 72.frd6 wg7 73 .fre6 wfi 74.fre4 frhl 7S.freS frfl+ 76.we3 wf6 77.fre6+ wg7 78.fra6 frf6 79.�e6 frf4 80.�dS frh4 8 1 .�e4 frh6 82.fraS wf6 83.wd4 frh8 84.fra6+ wfi 8S.weS frh4 86.fra7+ wf8 87.�g6 frf4 88.fre7 frfl 89.�fS g4 90.wf6 frel 91.frh7 wg8 92.frh4 frfl 93.frh2 1-0

Dado que uno de los mayores triunfos de las blancas es la solidez de su estructura de peones no es extraño que las entregas de calidad por un peón y un grupo de casillas sea relativamente frecuente. IlIeeas,M - Liberzon Holon (5), 1986

17.�xg4 tWxf4! 18.�e2 tWg5 19.93 c5+ 1 7.

'fJxe3 !

17... frad8!? 1 8. 1 9. 20.

fxe3 O�O frxd4

frxe3 �xd4

Las blancas buscan la salvación en un final. 20.whl tWf6 21.frf3 frae8-+ 20 . . . tWxd4 2 1 .tWe4 tWxe4 2 2 .�xe4 wg7+ 12



l .d4 'fJf6 2.�gS g6 3.�xf6 exf6 4.e4 d6 S.'fJe3 �g7 6.g3 0-0 7.�g2 fS 8.e3 'fJd7 9.'fJge2 'fJf6

Un sacrificio similar al de esta partida se pro­ dujo en la variante 9... �b6 10.b3 a5 11.0-0 c6 12.!!bl fre8 13.tWd3 'fJd7 14.a3 'fJf6 15.b4 (15.frb2 tWe7) 15...axb4 16.axb4'fJe4! Las negras ocupan la casilla e4 apoyándose en un tema táctico. 17.'fJxe4! Pero las blancas pueden ignorarlo 17 ...fxe4 18.�xe4 d5 19.cxd5 cxd5 2 0.�f3 �f5 21.tWb3 �xbl 22.frxbl� Las negras han ganado la calidad pero sus piezas se estrellan en la rocosa estructura blanca y están a punto de perder un segundo peón. Sin la columna "a" su

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poslclOn sería muy delicada. 2 2 ... lWf6 23.�xd5 �a7! 24.b5 �ea8 25.�c1 lWe7 26.wg2 �a3 27.lWc4 lWd7 28.�e4 �a2 29.�f3 �b2 3 0.h4 �xb5 YZ-YZ Hodgson,J-Martin,A/ British Ch 1993. 10.

O-O

Veamos otro sacrificio de calidad 10.b4 c6 11.0-0 d5?! No suele ser recomendable quedarse con el peón aislado en d5 pero las negras piensan compensarlo con la instalación de un caballo en e4. 12.cxd5 cxd5 13.lWb3 �e6 (13 ... fJe4? 1 4.lWxd5) 14.fJf4 fJe4 15.fJcxd5! ? (15.�fclt) 15...fJd2 16.lWd3 fJxf1 17.fJxe6 fxe6 18.fJf4 lWd7? (Las negras se confonnan con demasiada facilidad. La única duda de este sacrificio está en 18...fue3! 19.fue6 lWd6 y ahora tanto 20.lWxe3 (como 20.fuj8? fug2) 20.. J!ae8 son insuficientes) 19.!!xf1 Hfe8 20.1Wb3 El peón de más y la tremenda diferencia entre los alfiles compensan la calidad. 20...wh8 21.d5 exd5 22.�xd5� 1-0 Fernandez Siles,L­ Hejberg,C/Politiken Cup 1996. 1 0. 11. 1 2. 1 3. 1 4. 1 5. 1 6.

b4 a4 lWd3 !!ab l b5 exb5!

He8 a6 e6 �d7 Y»e7 axb5

Estrategia y táctica

Las blancas tienen una fuerte presión sobre el flanco de dama y las negras deciden "ganar" la calidad. 16.axb5 f4 17.fJxf4 �f5 18.lWd2 �xb1 19.�xb1 sería muy similar a Hodgson - Martin. Ver comentario a la jugada 9. 16. 17. 18. 19. 20.

bxe6 fJxf4 lWe 4 !!xbl

f4 bxe6 �f5 �xbl

La compacta cadena blanca desde h2 a d4 es la principal garantía de compensación. Las negras por el contrario tienen varios puntos débiles que atender. 2 0 . . . g5 2 1 .fJd3 !!ab8 22 .Hxb8 Hxb8 2 3 . �xe6± He8 24 .fJb4 �f8 2 5 .lWb5 d5 26.fJexd5 fJxd5 27.fJxd5 tWe6 28.�d7 Hc1+ 29.wg2 Y»e4+ 30.wh3 tWo 31 .fJb6 �e5 32.�g4 Y»xf2 33.dxe5 �hI 34.Y»e8+ wg7 35.Y»e5+ wh6 36.Y»d6+ wg7 37.Y»d4+ wh6 38.Y»d6+ Yz-Yz

Después de capturar en f6 con el peón e, para las negras puede ser muy incómodo pennitir un cambio de peones en d5 que les deje con un peón aislado y fijo.

13

Estrategia y táctica

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Fernandes,A - Short,P EuroCopa Clichy, 1993



I.d4 �f6 2.�gS dS 3.�xf6 exf6 4.e4 e6 S.e3 �e6 6.exdS exdS?

En mi opinión esta jugada merece una interrogación aunque quede mucha partida por delante. Notar que el jugador de negras no es el famoso Nigel Short. 7. 8. 9. 1 0.

�e3 �ge2 g3 �g2

�e7 O-O �e6

Las piezas blancas se desarrollan cómodamente con el objetivo del peón d5. La posición negra no tiene flexibilidad. 1 0.

�b4

Sirve para eliminar a uno de los posibles atacantes del peón d5, pero lleva a las negras a una situación puramente pasiva.

pero las piezas negras ocupan posiciones pasivas y las blancas pueden desarrollar su estrategia, que ahora consiste en crear pro­ blemas nuevos a su rival. 14.!!fel !!ae8 1 S.�f1 !!fd8 16.�a4 b6 17.�a6 !!xel+ 1 8.a:xc1 �h3 19.1MIdl �g6 20.�e3IM1e6 2 1 .�e2 �e7 22.�f3 IMId7 23.a4! g6 24.lMIb3 wg7 2S.!!al hS 26.aS �g4 27.�g2 h4 28.axb6 axb6 29.lMIxb6 hxg3 30.hxg3 �8 3 1 .lMIaS �e6 32.lMIbSlMld6 33.a:a6IM1e7 34.lMIaSlMld7 3S.�a4 �g4 36.�eS lMIe7 37.a:e6 a:h8 38Jle7 lMIe8 39.�xdS �d6 40.�b7 �xb7 4 1 .!!xb7 �e6 42.�f3 �e4 43.b3 �e2 44.�g2 �g4 4S.lMIe7 a:hS 46.dS 1-0

El cambio del único caballo negro suele favorecer a las blancas que ya no tienen que preocuparse de su instalación en e4 y pueden concentrar sus esfuerzos en bloquear la posición negra con por ejemplo la jugada f4. Hodgson,J - Upton,T

Moscú, 1994 11. 12. 13.

O-O IMIb3 �xe3

�e7 �xe3 IMId7



l .d4 dS 2.�gS �f6 3.�xf6 exf6 4.e3 �e7 S.g3 � 6.�g2 e6 7.�d2 �e6 8.�e2 �d7 9.� fS 1 0.e4 �f6

El caballo negro se dirige con decisión a e4. Si 1O...dxc4 11.�f4! y las blancas recuperan el peón eliminando el alfil de blancas. 11. 1 2. 13 .

�f4 a:el �d3

IMId7 gS

13.�e6 fxe6 14.�f3i

El peón de d5 no se va a perder a corto plazo, 14

13. 1 4. IS.

�eS f3

�e4 I¡!!,Jd6

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Estrategia y táctica

estudiada en la sección anterior (ef6), pero las diferencias son mucho más importantes.

1 5.

flxd2 ? !

15 .flf6 deja abierta la posibilidad de rom­ per en f4 porque si las blancas lo evitan ra­ dicalmente con 16.f4 el caballo negro puede regresar a la casilla clave. 16...fle4 ..

1 6. 1 7.

lWxd2 f4!±

�f6

Se ha llegado a una posición muy rígida don­ de los alfiles no pueden desmostrar su po­ tencial. 17 ... g4 1 8.exdS �xdS I9.�xdS lWxdS 20J;¡:eS lWe6 2 1.h3 {j)e7 22.He2 f6 23.�d3 hS 24.�el frfe8 2S.�2 (j)f8 26.hxg4 hxg4 27.lWd3 frad8 28.lWb3 lWxb3 29.axb3 frdS 3 0.wf2 fred8 3 1 .frdl HbS 32.fre3 frddS 33.we2 aS 34.wd3 frb6 3S.we2 frdbS 36.Hal �b4 37.frd3 frdS 38.frhl �f8 39.HhS frdbS 40.�h4 a4 41 .flxfS axb3+ 42.wbl fra6 43.e4 b6 44.eS eS 4S.e6 fra7 46.dxeS bxeS 47.Hd8 frbaS 48.frxf8+ wxf8 49.frh8# 1-0

LA ESTRUCTURA CON gf6 La estructura con gf6 se presenta de dos formas principales, las representadas en los diagramas que vemos a continuación. Ambas tienen puntos en común, con la

Las negras tienen una superioridad de peones en el centro además de su pareja de alfiles, por lo tanto pueden esperar una ventaja apreciable en el largo plazo. Las blancas se ven obligadas a actuar pronto, aprovechando algunas de las ventajas de su posición, para conseguir uno de estos dos objetivos: 1) Una estructura estable y lo bastante rígida como para estorbar a los alfiles 2) La apertura del juego antes de que el rey negro haya encontrado un lugar tranquilo. En general la captura con el peón "g" lleva a partidas más desequilibradas y la gran batalla entre la rigidez y la flexibilidad 15

Estrategia y táctica

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es más clara que en ninguna otra variante de la Trompowsky. La diferencia entre las estructuras de los dos diagramas también son importantes. En el primero las negras ya tienen una buena in­ fluencia en el centro y las blancas para no ser aplastadas casi siempre tienen que recurrir a la ruptura temática c4, además la casilla h5 juega un papel muy importante para las pie­ zas blancas (sobre todo la dama) y no es raro que las negras la ocupen con su peón.

1 0. 11.

�d2 O-O

O-O e6

la batalla comienza. Las negras intentan obli­ gar a las blancas a cambiar peones lo que abriría el juego para los .alfiles, pero con el desarrollo elegido por las blancas la presión en d5 es fácil de soportar. 12.

�f4!

En el segundo el peón de d5 restringe mu­ cho el juego negro y las blancas deben ocu­ parse de mantenerlo; la ventaja para las ne­ gras está en la mayor influencia de su alfil de casillas negras, por lo cual las blancas tratan de limitar su acción colocando sus peones en c3, e3 y g3. Adams,M - Lautier,J

París, 1995



1 .d4 �f6 2.�g5 e5 3.�xf6 gxf6 4.d5

El avance de este peón impide a las negras formar un verdadero centro (con d5) pero abre la gran diagonal de casillas negras. La res­ puesta definitiva sobre qué es lo más impor­ tante, aún no existe. 4. 5. 6. 7.

\MIel e3. g3

\MIb6 f5 �g7

El desarrollo del alfil a g2 refuerza el punto d5 y además el control de la casilla f4 dificulta la liberación de los dos alfiles negros. 7. 8. 9. 16

�g2 �h3

d6 �d7 �f6

Las blancas apuestan por mantener el peón de d5 apoyado y esperan que sean las negras las que eliminen la tensión, manteniendo la posición cerrada. 1 2. 13.

e3!

�h6 �d7

Las negras pueden ganar un peón con 13...�xf4!? 14.exf4 pero las blancas tienen compensación en las dos variantes posibles: A) 14...�xd5 15.�c4 (l 5. "f1.dl I?) 15 ... \MIa6 16.�xd5 exd5 17.�e3� B) 14...exd5 15JMl "f1.e8 16.�f1 �e6� 1 4.

"f1.d1

e5? !

Las negras ceden demasiado pronto. A partir de aquí su posición quedará demasiado rí­ gida y no podrán emprender ningún tipo de

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juego l 4 tWc7l5.fJc4 (15. dxe6fxe6 16.fJc4 d5) l 5...�b5! .

...

1 5. 1 6. 1 7. 1 8. 1 9. 20.

fJe2 tWe2 fJe4 a4 frel frad l

f5 6.g3 �g7 7.e3 d6 8.�h3

Tal vez la función más eficaz del alfil sea sostener bien el punto d5.

frae8 tWd8 tWe7 b6 wh8

e6 fJd7

8. 9.

Buscando fJf6 para obligar al cambio de peones.

Las piezas blancas sencillamente van ocu­ pando las mejores posiciones 20. 21.

Estrategia y táctica

1 0.

dxe6 ! ? fxe6

frgS fJel ! ?

finalmente preparan el juego activo en el flanco de dama que es el lugar menos aten­ dido por las piezas negras. y

21. 22. 23. 24. 25. 26. 27.

fJd3 b4! bxe5 frbl tWdl fJa5

frg6 fregS fJh5 bxe5 �eS frg4 f4?

Las blancas intentan un plan muy diferente: abrir el juego antes de que el rey negro esté seguro, pero al hacerlo así liberan el potencial del centro negro de peones y de la pareja de alfiles.

Todavía no 'se podía hacer 28.

exf4

28.h3! ? 2S ...fJxf4 29.fJxf4 �xf4 30.fJc6 tWf6 31 .frbS+­ �f5 32JbgS+ frxgS 33.�xa7 tWg6 34.�e6 tWg5 35.a5 h5 3 6.h4 tWf6 37.tWxh5+ �h6 3S.�e7 1-0

Esta partida con la misma variante represen­ ta el punto de vista opuesto a la anterior.



Hodgson,J - Fedorowiez,J Cannes, 1992

.. '

1 1. 1 2. 13. 1 4. 1 5. 1 6. 17.

g4 �xg4 !Igl �h3 �bd2 fJe4 ®f4

fxg4 �f6 frgS �d7 0-0-0 tWa6

Las blancas amenazan cosas, pero la posición negra despliega todo su potencial ahora.

l.d4 �f6 2.�g5 eS 3.�f6 gxf6 4.d5 tWb6 5.tWc1 17

Estrategia y táctica

17. 18.

1 8. 1 9.

-------

Wfi

wb8 �xe3

Georgiev,K - Marinkovie,I Cacak, 1996



l.d4 �f6 2.�g5 e5 3.�f6 gxf6 4.d5 Wb6 5.Wct f5 6.g3 �g7 7.e3 d6 8.�g2 �d7 9.�h3

Tal vez esta partida sea la que convenció a Sargissian y otros de jugar primero 9.�d2!? h5

La idea de situar este peón en h4 y enrocar largo es muy lógica, la batalla por la elasticidad del centro de peones vendrá más tarde.

18

11.

�f3?!

h4

Fuerza el cambio inmediato del peón pero el caballo se aparta de su circuito natural por c4.o11.Wc2

20.bxe3? �xe3+-+ 2 1.wf1 �xg1+ 22.wxgl �xa1 23.We7 �f6 24.Wxf6 !:!:g8+ 0-1

9.

�d2

'fXI5!+ ilid6+

19...�xc3+!?

\t>

1 0.

11. 12. 13. 14.

hxg3 �h4 We2

hxg3 �f6 �d7 �e4 ! ?

Con las líneas abiertas para los alfiles e incluso las torres, la eventual perdida del peón de e4 no parece grave. 1 5.�f4 0-0-0 16.�xe4 fxe4 1 7.0-0-0 Wa6+ 1 8.wb 1 Wa4 1 9.Wd2 �f6 20.�hg2 !:!:dg8 21 .�e3 b5 22.!:!:e1 wb8 23.!:!:edl a6 24.We1 b4 25.b3 Wb5 26.e4 Wa5 27.!:!:xh8 !:!:xh8 28.!:!:h l Wd8 29.Wgl Wg8 30.Wg2 !:!:xh 1 + 3 1 .Wxh1 �h8 32.Wh6 �f6 33.Whl �h8 34.Wh6 �f6 35.Whl Yz-Yz Hodgson,J - Costigan

Filadelfia Open, 1990



I.d4 �f6 2.�g5 e6 3.�d2 d5 4.e3 �f5 5.�xf6 gxf6

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Estrategia y táctica

2 1 .frad1 \!!I x b2 22.®h8 !:!e6 23.f)f5 ®xa2 24.f)g7+ we7 25.f)xe6 fxe6 26.\!!I h7+ wf6 27.!:!d7 1--O

LA P ARE.JA DE ALFILES Y LAS CASILLAS NEGRAS SIN PEONES DOBLADOS

Con el alfil en f5 las blancas ganan algunos tiempos atacándolo. Con el alfil por dentro los problemas son diferentes. 6.

f)e2

e5?

La pareja de alfiles no justifica esta precipi­ tada apertura del juego. Las blancas están mejor desarrolladas y pueden aprovecharse.

La circunstancia a la que hace referencia el título de esta sección se produce sobre todo en la variante 2...e6, aunque también puede suceder en otras. Sin peones doblados los alfiles tienen muchas más posibilidades de llegar a dominar el juego y por lo tanto las blancas tienen que lograr algún otro tipo de compensaciones y generalmente jugar de forma mucho más aguda. Algunos de los di­ ferentes problemas que se plantean los vere­ mos en las siguientes partidas. Hodgson,J - Rogers,I Wijk aan Zee 11, 1989



l .d4 f)f6 2.�g5 e6 3.e4 h6 4.�xf6 \!!Ixf6 7.

f)g3

�e6

7...�g6 8.h4 (8f41?) 8.

\!!I h 5

La casilla h5 juega un papel importante en esta estructura. 8. 9. 10. 11.

�e2 O-O e4!?±

\!!I e7 Hg8 f)d7

Las blancas completan la apertura del juego y logran una gran ventaja. También era in­ teresante II.f4!? 11... exd4 12.exd5 �xd5 13.exd4 \!!If4 14.f)e4 frg5 15.\!!Ix h7 Hg6 16.f)e3 �e6 17.�e4 �xe4 18.f)xc4 \!!I x d4 19.Hfe1+ f)e5 20.f)xe5 fxe5

En esta variante las negras consiguen la pa­ reja de alfiles sin que su estructura de peones quede dañada. Las circunstancias compensadoras para las blancas también existen pero son de una naturaleza menos permanente, desarrollo y superioridad en el centro. 5. 6. 7.

d6 f)d7

Una idea similar a la de la partida se produce en la variante: 7.�d3?! c6! 8.\!!Ie2 e5 9.d5 �e7 10.0-0-0 �d8!+ Y las negras ya están un poco mejor. 7.

c6!

El inmediato 7...e5 se encuentra con 8.f)d5 19

Estrategia y táctica

------

\Wd8 9.\Wa5± 8.

0-0-0

e5

Cuando las negras logran realizar esta jugada sin problemas se puede decir que al menos han igualado. 9.

h4? !

g4 -g5-7 es importante recordar que a 9.dxe5 hay que contestar 9.. :f)xe5 (9 dxe5? lO.tfJb5!±)



d �b6 Xd4 El alfil de casillas negras co­ mienza a convertirse en el protagonista de la historia, su aparición en la diagonal a7-g1 donde no tiene rival ni barreras amenaza des­ equilibrar la lucha.

13.

�xe6

Una decisión muy drástica para eliminar una pieza que presiona las casillas negras y equi­ librar un poco la pelea en ese aspecto.

...

9. 10.

\We3

13. 14.

�xe6 dxe5

14.d5 �d7+ 1 4. 1 5.

dxe5

tfJ a4

Se impide de momento �b6. 1 5. 16.

o-o

g2 !!a3 27.�c4 �d7 28.�e4 !!a2 29.�f3 !!b2 30.h4?! (30.�c3 !!c8) 30 ... !!xb5+ Y2- Y2 Hodgson,J-Martin,AlBritish Ch 1993. 1 0. 11.

o-o a3

e6

Si esta jugada quedara invalidada por 11...�b6 las blancas podrían echar mano de la flexible 11.�d3 1 1.

Aprovechando el hueco dejado en b6 para especular con la entrada de nuevas piezas. Las negras están reducidas a la pasividad y sus debilidades en c6 y a5 no presagian nada bueno. 1 9. 20. 21. 22.

�xb3 dxe5 �ee3

!!xb3 e5 dxe5

Los caballos blancos son netamente más ac­ tivos que las piezas menores negras. 22. 23. 24.

�b5 �a6

�e6 �d7

�f6

Es interesante 11...�b6 12.b3! (12.�d3 a4!?) 12... a4!? 13.c5 dxc5 14.dxc5 lJJJxd1 (14...�d7 15.b4 �e5 16.�d4;t) 15.!!axd1 axb3 16.cxb6 �e6 Con cierta compensación por la pieza. 1 2. 13.

b4 �d3

!!e8

Las blancas no se preocupan por el posible cambio de torres en la columna "a" y conti­ núan tranquilamente su ofensiva en el flan­ co de dama. 13.

h5? !

13...axb4 14.axb4 !!xa1 15.!!xa1 sería la úni­ ca forma de justificar a5. Ahora las negras tienen una debilidad más en b6. 14. 1 5. 1 6. 1 7. 1 8. 1 9. 46

b5!± !!ab 1 !!b3 !!fb1 bxe6 �a4!

�d7 �e7 !!ab8 !!ee8 bxe6

Es muy atractivo observar la penetración progresiva de las piezas blancas en el flanco de dama negro. 24.

�b8

24...!!b8 25.!!b5! 25.

�b7

�d7

25...�xb7 26.�xb7 !!d8 27.�d5± 25... �xc4?? 26.lJJJxc7+ 26.

�d5

IJJJ d 8??

-------

Al final el agobio posicional lleva a estos errores. 27.\Wxe8 1-0

rO..... W

PARTIDA 11 Speelman,J - Poldauf,D Slough, 1997

•. �

l.d4 fJf6 2.d8 �g5 �e7 a5 �h4

22 . . . �g8 ! ? 23 . �xf6 f)xf6 24 .�xf6 �xg7 25.d6 ! �xd6 26.�xd6+ 4>e8 27.�f6 �e7CXJ 23. 24. 25. 26.

Hemos llegado a una posición de un tipo 72

�a6 f)f5 �bd1 �d6 �g8 �f.3 �df1 %-%

La partida se tenninó cuando aún quedaba lo mejor.

------

PARTIDA 23 Chepukaitis,G-Yemelin,V S.Petersburgo, 1 996



l.d4 fJf6 2.(jig5 eS 3.d5 Wb6 4.fJe3 Wxb2 5.(jid2 \Wb6 6.e4 d6 7.f4 e6

l.d4 fJf6 2.(jig5 e5 3.fJe3 Wb6

Esto parece lo más fuerte . [ 1 1 .e5 dxe5 (11 . . . ru5?! 12. Wh5+ g6 13. Wg4 fJe6 14. fJe4 dxe5 1 5.fxe5 We 7 1 6. e4 Wxe5 1 7. fJj3 Wf5 1 8. exd5 exd5 1 9. Wxf5 �xf5 20. fJf6+ wf7 21.fJxd5 �bl 22. 0-0 �f5 23.g4 a:d8 24.gxf5 fud5 25. �e4 fJe 7 2 6.f6! b5 2 7. fJg5+ we8 28.�b5++- Hodgson,JM-Glavina,P/ESP­ chTI 1 9 9 31) 1 2 . fxe5 fJd5 1 3 . Wg4 fJxc3 1 4.Wxe6+ We7 1 5 .�xd7+ fJxd7 1 6.Wxe7+ �xe7 1 7.�xc3 fJb6:¡: Kolev,At-Dochev,DI Bulgaria 1 994. fJe6? !

11.

Confiando en l a defensa indirecta del peón, pero falla. Hay que preguntarse entonces por las jugadas que lo defienden directamente. 1 1 . .. �e6 ! ? 1 2.�xe6 fJxe4 1 3 .fJxe4 We7 !oo; 11 ...�e8 1 2.e5 dxe5 1 3 .fxe5 fJd5 14.�d3°o

La j ugada reco mendada por el propio Vaganian en sus históricas partidas y, hemos de suponer, el motivo de su abandono del gambito. Muchos combates se han cruzado desde entonces y el bando blanco ha salido airoso también de esta prueba. 8.

a:b1

W d8

8 ... Wc7 Es una jugada interesante que no se ha practicado. Tan sólo un pequeño comen­ tario del viejo amigo Lembit 011, que ya nun­ ca nos podrá contar qué quería decir. 9.dxe6 �xe6 1 0.f5ex> 9.

La mayoría de los jugadores prefieren inter­ calar este j aque. El cambio directo se anali­ za en la próxima partida. 9. 1 0. 11.

dxe6 �e4!

(jid7 fxe6

12. 13.

a:xb7! a:xd7

fJa5 Wxd7

1 3 . . . Wxd7 14.�b5+ �c6 1 5 .e5 Con una gran compensación. 1 3 . . . fud7 14.�xe6± 14.

�b5

fJe6

La clavada en la diagonal a4- e8 es dema­ siado para las negras. 15.

eS

dxe5? !

1 6.

ffi±

0-0-0

1 5 . . . fJd5

1 6 . . .fJg4 1 7.h3 1 7.

We2

1 7.fJxe5 ! ? Wxd2+ 1 8 .Wxd2 a:xd2 1 9.wxd2 fJxe5 20.fxe5 fJd7± 1 7 ... We7 1 8.0-0 fJd5 19.a:b1 fJb6 20.�xe6 73

Capítulo 4

------

Wxe6 21 .flxe5 We7 22.flb5 Wb7 23/��a5 e4 24.flxe4± 1-0



PARTIDA 24 Golubenko,V - Sepp,O

Eesti, 1 996

1 7.�b7 (1 7.�a5!) 1 7 .. J;rb8 1 8 .�c6+ flxc6 1 9.!!xb8 fub8 20.Wb5++11.



l.d4 flf6 2.�g5 e5 3.d5 Wb6 4.fle3 Wxb2 5.�d2 Wb6 6.e4 d6 7.f4 e6 8J:fbl Wd8 9.dxe6

�d3

flxe3

1 1 . . .g6 1 2.h4 �e7 1 3 .Wg4 dxe5 1 4.fxe5 flc6 1 5 .flf3 flcb4 1 6 .�e4 �d7 1 7 .flxd5 exd5 1 8.�xg6+ 1-0 Middendorf,F-Wallinger,M/ Correspondencia 88 89. 12. 13. 1 4.

�xe3 Wh5+ f5

d5 wd7 we7

1 4 . . . We8 1 5 . fxe6+ wd8 1 6 . !!xb7 ! ! �xb7 (1 6 . . . Wxh 5 1 7. �a 5+ we8 1 8. �b5+ fld7 1 9. exd7+ �d7 20. �d7+ wj7 21. �g4++-) 1 7 . � a 5 + we7 1 8 . Wh4+ wxe6 1 9 . flf3 ± Golubenko 1 5. 1 6.

Los análisis de Golubenko defienden esta jugada, pero, como siempre, quedan rinco­ nes oscuros. 9. 1 0.

e5!

fxe6 fld5

10 ...flfd7?! Parece llevar a una masacre 1 1 .�d3 wf7? (1 1 . . . g6 12. Wg4 flb6 13. flj3�) 1 2 .flf3 �e7 1 3 . 0-0 (1 3 . exd6! �xd6 14.flg5++-) 1 3 . . . d5 1 4.f5 wg8 1 5 .fxe6 flf8 1 6 . flg 5 c4 1 7 . Wf3 �xe6 1 8 . flxe6 W e 8 1 9.Wxd5 1-0 Klinger,J-Wildi,M/Zurich op 1 992. 1 0 ... dxe5 ! ? por el contrario, es una de las ju­ gadas críticas 1 1 . fxe5 fld5 1 2 .�d3 flxc3 1 3 .�xc3 Wg5 ( 13 . . . g6 14.flf3 �e7 1 5 .h4 o-o 1 6.h5 g5 1 7.We2 con compensación según análisis de Golubenko) 1 4.We2 flc6 1 5 .flf3 Wh5 1 6.�e4! fld8? ¿Por qué? ¿Tan terrible es que te doblen un peón? (1 6. . . �e7 es critica.) 74

flo fxe6? !

fle6

1 6. f6 ! c 4 (J 6 . . . d4 1 7. �d2 gxf6 1 8. exf6± !J.Wxf6 19. 0-0) 1 7.�xh7± Golubenko �e7

1 6.

1 6 . . . �xe6 1 7.flg5± 17.

�xh7

1 7.Wg4 g5 1 8.0-0 h5 1 9.Wa4 We8 20.flxg5 �xg5 2 1 .!!f7+ fle7 22.�b5 Wg8 23 .�c6 !+­ Efimov,I-David,P/Hradec Kralove 1 988 ( l ­ O en 74) 17 ... �xe6 18.Wg6 Wd7 1 9.0-0 d4 20.�d2 !!af8 21 .Wxg7 �xa2 ± PARTIDA 25 Fink,S-Formanek,E Filadelfia 2000



l.d4 flf6 2.�g5 e5 3.d5 Wb6 4.fle3 Wxb2 5.�d2 Wb6 6.e4 d6 7.f4 Wd8

----

1.d4 �f6 2.
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