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March 26, 2017 | Author: G. Estrada | Category: N/A
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Presentación de la asignatura

A lo largo de toda su vida, el hombre se ha visto obligado a realizar necesariamente una serie de trabajos determinados para poder sobrevivir, relacionarse y satisfacer sus necesidades profesionales. A menudo, dichos trabajos han estado sujetos a una serie de riesgos para su seguridad y salud. Aunque en un principio se asumía tanto por parte de los trabajadores como por la sociedad en general la existencia de dichos riesgos, y por lo tanto de sus posibles consecuencias, la evolución de la sociedad ha supuesto que se demandaran unas mejores condiciones de seguridad y salud en el trabajo, y por lo tanto, no se viera de la misma manera la existencia de estos riesgos. Paralelamente, los conceptos de trabajo, riesgo, protección y salud, entre otros, han evolucionado ostensiblemente hasta considerarse actualmente como indicadores de un estado de bienestar físico, social y mental. Esto ha hecho que se deba ver la prevención de riesgos laborales desde un enfoque fundamentalmente activo, en lugar de la actuación reactiva tradicional; por tanto, si la empresa se plantea el objetivo de eliminar o reducir los daños a la salud y reducir los costes de los accidentes, incidentes y enfermedades, va a necesitar apoyarse en un sistema de gestión. Recogiendo esta idea, la asignatura de Prevención de Riesgos Laborales: OHSAS 18001 se ha organizado en ocho capítulos: - El primer capítulo describe los cambios y evoluciones que ha experimentado el mundo del trabajo a lo largo de los años, incorporando términos como trabajo y salud, sus interrelaciones, y los objetivos que se pretenden satisfacer con la realización de un determinado tipo de trabajo. Asimismo, se hace hincapié en las condiciones de trabajo y cuáles son los principales parámetros que forman parte integral de éstas. Por último, se hace un esbozo de las técnicas de seguridad más empleadas (activas, reactivas y complementarias) utilizadas para la mejora de las condiciones de trabajo. - El segundo capítulo se dedica a identificar el concepto de accidente e incidente de trabajo en su aspecto legal y técnico-preventivo, valorando la necesidad de su investigación y de implantar sistemas de gestión que permitan el cumplimiento estructurado y sistemático de la legislación vigente. Asimismo, se valora la importancia de los costes de los accidentes y las enfermedades profesionales para el trabajador, la empresa y la sociedad.

- El tercer capítulo expone la forma de actuación en materia preventiva basada en métodos activos o anteriores al accidente, en particular, la evaluación de riesgos como técnica activa, alternativas de evaluaciones de riesgos, metodología de una evaluación general de riesgos y las medidas a tomar tras la evaluación de riesgos. - El cuarto capítulo se dedica a las técnicas de seguridad activa, es decir, aquellas que se utilizan antes de que se produzcan los accidentes y cuyo objetivo es prevenir las situaciones de riesgo para que nunca lleguen a materializarse en accidentes. La importancia radica en el efecto globalizador, pues aquí tienen cabida todas las demás disciplinas de la prevención. - El quinto capítulo estudia las técnicas de seguridad reactivas, es decir, aquellas que se utilizan una vez se ha producido el accidente para determinar sus causas. En la investigación de accidentes se van a determinar una serie de hechos que han conducido a que se produzca, y al eliminar estos hechos, no solamente se evitara el mismo accidente, sino aquellos otros en los que podría intervenir cada uno de ellos. - En el sexto capítulo se dan a conocer una serie de métodos estadísticos aplicados a datos de siniestralidad de la empresa, es decir, dentro de las técnicas reactivas de prevención, con el fin de permitir el desarrollo de hacer un seguimiento de la evolución de la actuación preventiva y si ha aparecido alguna circunstancia que incida sobre la misma. - En el séptimo capítulo se proporciona la definición de lo que se entiende por sistema de gestión, y una descripción de los enfoques reactivo y activo, así como los modelos propios o establecidos en normas más empleados, especialmente el de OHSAS 18001. - En el octavo capítulo se hace una introducción a la norma OHSAS 18001, describiendo sus diferencias con las normas ISO de calidad y medio ambiente y detallando su estructura, objetivos y requisitos, dentro del ciclo de mejora continua. En la tabla siguiente se especifican los objetivos de la asignatura: CAPÍTUL O Capítulo 1

OBJETIVO PARTICULAR Adquirir los conceptos fundamentales y básicos por lo que respecta a las condiciones de trabajo, así como determinar sus posibles repercusiones sobre la seguridad y salud de

RESUMEN DEL CAPÍTULO Definición de conceptos.

APORTACIÓN Y RESULTADO CONSEGUIDO Conocimiento de los conceptos de trabajo, salud, condiciones de trabajo, riesgo laboral, prevención y protección

los trabajadores y las técnicas preventivas que es preciso aplicar para su evaluación y mejora.

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Técnicas de seguridad.

y sus interrelaciones. Conocimiento de las técnicas preventivas que se han de utilizar para la mejora de las condiciones de trabajo.

Diferencias entre accidente e incidente.

Identificación del concepto de incidente, y accidente de trabajo en su aspecto legal y técnico-preventivo. Diferenciación de los tipos de accidentes de trabajo y sus posibles consecuencias. Necesidad de investigar tanto los incidentes como los accidentes.

Enfermedad profesional.

Identificación del concepto de enfermedad profesional. Diferenciación de las enfermedades profesionales de las enfermedades del trabajo.

Costes.

Conocimiento los diferentes costes de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. Valoración de la importancia de los costes de los accidentes para el trabajador, la empresa y la sociedad. Conocimiento de los costes de prevención

Conocer la forma de actuación en materia preventiva basándose en la evaluación de riesgos.

Análisis, alternativas y métodos de evaluación del riesgo.

Conocimiento de la evaluación de riesgos como una técnica activa y estudio de una metodología general.

Conocer la importancia que tienen las inspecciones de seguridad en la actividad preventiva y su efecto

El trabajo de oficina y de campo en la isnpección de seguridad técnica.

Conocimiento de lo que es una inspección de seguridad y los pasos que hay que dar para

Conocer los daños derivados del trabajo y valorar la necesidad de crear políticas eficaces en materia de seguridad y salud, preocupándose no sólo de la prevención de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, sino también de implantar modelos que se anticipen a los problemas.

globalizador.

llevarla a cabo con eficacia.

Capítulo 5

Dar a conocer la actuación preventiva basándose en la investigación y metodología de investigación de accidentes.

Metodología de investigación de accidentes: el árbol de causas.

Evaluación de la actuación preventiva basada en la investigación de accidentes. Conocimiento del método del árbol de causas y medidas a tomar tras la investigación.

Capítulo 6

Dar a conocer una serie de métodos estadísticos aplicados a datos de siniestralidad de la empresa.

Índices estadísticos de siniestralidad y medidas de control.

Indicadores y métodos de control empleados para el seguimiento de la siniestralidad de la empresa.

El papel de la prevención de riesgos laborales en la gestión de la empresa.

Conocimiento de los sistemas activos y reactivos de actuación y modelos utilizados en la gestión de la prevención de riesgos laborales.

Responsabilidades de la Dirección.

Descripción de las funciones directivas en referencia a las responsabilidades en materia de seguridad y salud.

La família de normas OHSAS 18000.

Conocimiento de las principales características y antevcedentes de la família de normas OHSAS 18001.

El estándar OHSAS 18001.

Estructura, objetivos y principales requisitos de la norma OHSAS 18001.

Peligro, riesgo e incidente.

Principales diferencias entre los conceptos de peligro, riesgo e incidente utilizados en prevención.

Capítulo 7

Capítulo 8

Dar a conocer el nuevo enfoque en la gestión de la prevención de riesgos laborales y su integración en la gestión global de la empresa.

Sentar las bases para la implantación de la OHSAS 18001 en cualquier tipo de empresa.

Capítulo 1 .- Conceptos generales

OBJETIVO - Adquirir los conceptos fundamentales y básicos por lo que respecta a las condiciones de trabajo, así como determinar sus posibles repercusiones sobre la seguridad y salud de los trabajadores y las técnicas preventivas que es preciso aplicar para su evaluación y mejora.

1.1 Introducción Hasta hace relativamente poco las actividades realizadas por el hombre llevaban implícito que necesariamente se asumiera la existencia de unos determinados peligros o riesgos para la seguridad física o la salud de las propias personas, inherentes al puesto de trabajo. Afortunadamente, la sociedad ha evolucionado hasta un punto tal que, en la actualidad, no se presuponen de la misma forma que antes la presencia de estos riesgos asociados al trabajo, sino que se demandan unas mejoras sustanciales de las condiciones en las cuales éste se realiza. Estas mejoras han sido y siguen siendo de tal magnitud, que han hecho posible la eliminación de un número muy importante de los riesgos asociados al ámbito laboral. Prueba de ello es que a medida que nuestra sociedad evoluciona en muchos y diferentes aspectos, va adquiriendo unas mayores cotas de seguridad y salud en los lugares y puestos de trabajo, llegando los trabajadores a considerar como un derecho fundamental, tanto el mantenimiento de la salud en los términos señalados por la Organización Mundial de la Salud (O.M.S), como el de unas condiciones de trabajo adecuadas. Sin embargo, basta con analizar año tras año las estadísticas sobre siniestralidad laboral para observar que la realidad cotidiana nos muestra que en muchas ocasiones no se han logrado alcanzar las cotas perseguidas en este campo. A partir de este punto habría que tener en cuenta que dado que la salud va a estar íntimamente relacionada con el trabajo, y más concretamente con la forma en que éste se lleva a cabo, sería conveniente estudiar en detalle cuáles son las condiciones relacionadas con éste y que van a incidir directamente sobre la salud de los trabajadores. En primer lugar, después de concebir la salud como un concepto que es preciso considerar desde una perspectiva integral, no parece lo más acertado estudiar las condiciones de trabajo y sus repercusiones sobre la salud, únicamente a través

del estudio de una serie de disciplinas sobre la prevención de los riesgos derivados del trabajo, separadas entre si y encaminadas principalmente a luchar contra los accidentes de trabajo o las enfermedades profesionales, respectivamente, sino que parece más obvio estudiarlas desde una óptica global. Esta óptica global es la que hoy en día se la suele conocer como condiciones de trabajo, concepto al que nos referiremos más adelante. En este contexto, a la hora de realizar los estudios encaminados a una mejora de las condiciones de trabajo, se deberán tener en cuenta no sólo aquellas condiciones que van dirigidas a evitar los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, sino también aquellas otras condiciones dirigidas a que el trabajo se realice en unas condiciones tales que no supongan un perjuicio de tipo físico, mental o social, al mismo tiempo que las distintas exigencias de las tareas realizadas estén en perfecta consonancia con las propias capacidades de las personas que las realizan. Ahora bien, convencionalmente se han venido utilizando una serie de disciplinas preventivas dirigidas básicamente a identificar, prevenir y controlar aquellos riesgos que podrían llegar a provocar los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales: - Seguridad Laboral o en el Trabajo: se considera como aquella disciplina preventiva que estudia todos los riesgos y condiciones materiales relacionadas con el trabajo, que podrían llegar a afectar directa o indirectamente, a la integridad física de los trabajadores. Su objetivo es mejorar las condiciones de trabajo, hasta conseguir hacer imposible o, como mínimo, muy difícil, que se produzca un accidente. - Higiene Industrial1: se considera como aquella disciplina preventiva cuyo objeto fundamental es identificar, evaluar y controlar 2, las concentraciones de los diferentes contaminantes, ya sean de carácter físico, químico o biológico, presentes en los puestos de trabajo y que pueden llegar a producir determinadas alteraciones de la salud de los trabajadores. - Medicina del Trabajo: de considera como aquella disciplina que, partiendo del conocimiento del funcionamiento del cuerpo humano y del medio en que éste desarrolla su actividad, en este caso el laboral, tiene como objetivos la promoción de la salud (o prevención de la pérdida de salud), la curación de las enfermedades y la rehabilitación. Con el único concurso de estas disciplinas, ya sea de forma independiente o conjunta, no es posible hacer frente a las condiciones de trabajo que pudieran afectar a la salud de los trabajadores, considerando como salud el equilibrio de los aspectos físicos, psíquicos y sociales. Por ello, se consideró necesario ampliar estas disciplinas preventivas a otras como la Ergonomía. Ésta se define como aquella disciplina que trata de adecuar las

diferentes exigencias o demandas de las tareas, ya sea a nivel físico, mental o social, a las correspondientes capacidades de los trabajadores. Esta definición puede ser ampliada al considerar que es una disciplina cuyo objeto no se circunscribe a unas determinadas materias preventivas, sino que engloba a todo el conjunto de ellas.

La ergonomía va dirigida a la prevención de las posibles consecuencias que pueden ocasionar la carga física y mental.

Posteriormente, las nuevas exigencias de las tareas condujeron a que la ergonomía tuviera que considerar dentro de su campo de aplicación aspectos muy diferentes; por ejemplo, los relacionados con el tiempo de trabajo (horario, pausas, ritmos...), así como con los temas asociados a la propia organización del trabajo, que a su vez podían influir sobre el propio comportamiento humano (Psicosociología del Trabajo). Aunque cada una de estas técnicas preventivas tiene unos objetivos perfectamente definidos y un campo de actuación totalmente delimitado, en la práctica se plantea el gran problema de no poder considerar unas fronteras precisas entre cada una de ellas y tener que ampliar los citados límites para poder hacer frente a la problemática existente en cada situación. A partir de estas nuevas necesidades se plantea la incorporación al estudio de las condiciones de trabajo de otras ciencias o disciplinas convencionales como la ingeniería, la arquitectura, la física, la química, la biología, la sociología y la psicología, entre otras, que van a permitir abordar estos estudios desde la visión integral que requiere el propio concepto de salud con su sentido multidisciplinar, así como el poder desarrollar unos nuevos modelos de métodos de trabajo que permitan avanzar de una forma adecuada en el desarrollo integral de los trabajadores. Ahora bien, a todos estos elementos de trabajo les falta otro fundamental que no es otro que el propio trabajador visto como un elemento activo dentro de estos modelos, por lo que para que pueda integrarse en la participación en una mejora de las condiciones de trabajo, se hace necesario a su vez que se puedan articular todas aquellas acciones encaminadas a la creación de una cultura en este campo, que le permita avanzar continuamente en la idea de una mejora contínua de las condiciones de trabajo.

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La Higiene Industrial se ha considerado hasta hace relativamente poco tiempo como aquella ciencia técnica no médica que se encargaba de prevenir las enfermedades profesionales. Esta definición, que afortunadamente ya no se utiliza, va en contra del concepto de multidisciplinariedad, indicado como fundamental para poder abordar la prevención de los riesgos en toda su extensión. 2 Se entiende como control la reducción del grado de contaminación de los distintos agentes o contaminantes a los menores niveles posibles o hasta unos baremos que se pueden considerar como aceptables.

1.2 Concepto de trabajo

Aún siendo un término complicado de explicar, se ha llegado a definir el trabajo como aquella actividad social convenientemente organizada, que a través de la combinación de una serie de recursos de materias diferentes, como pueden ser principalmente, los propios trabajadores, los materiales, productos, equipos, máquinas, energía, tecnologías y organización, permite al ser humano alcanzar unos objetivos prefijados y satisfacer unas necesidades. La realización del trabajo por parte del hombre ha supuesto y va seguir suponiendo, con los consiguientes aspectos tanto positivos como negativos que ello comporta, una importante modificación o transformación de la propia naturaleza, mediante el concurso de dos elementos fundamentales en este ámbito: la tecnificación y la organización del trabajo. Por tecnificación se entiende aquel proceso mediante el cual, el hombre elabora y fabrica todas aquellas herramientas, máquinas y equipos materiales, dirigidas a la realización de una actividad específica, lo que debe permitirle posteriormente realizar el trabajo de una forma mucho más cómoda y rentable. Por otra parte, se entiende como organización del trabajo, aquel proceso mediante el cual el hombre, como animal social que es, planifica y distribuye las diferentes actividades a desarrollar, buscando generalmente obtener los mayores beneficios económicos. La conjunción perfecta de estos dos elementos, unidos al progreso tecnológico y social, debería comportar una importante mejora de la calidad de vida laboral, y por ende, de las condiciones en que se realiza el trabajo, eliminando o reduciendo muchos de los problemas o riesgos que pudieran poner en peligro la salud de los trabajadores. Sin embargo, la realidad es que todavía en los puestos de trabajo se siguen presentando muchos de estos riesgos y, por tanto, es estrictamente necesario identificarlos, evaluarlos y controlarlos.

Tal y como se puede observar, los términos de trabajo y salud están íntimamente relacionados, con independencia de que ambos conceptos estén condicionados a un número importante de factores, como pueden ser los relacionados con determinados aspectos de tipo social, económico o cultural, entre otros. 1.3 Concepto de salud

A fin de comprender con suficiente claridad el concepto de trabajo y sus consiguientes implicaciones sobre la salud, resulta necesario ahora explicar el sentido y contenido del concepto general de salud. Aunque el término salud parece que tenga en principio una acepción sencilla, es decir, fácil de comprender, en realidad no es así, pues hay que matizar previamente a su definición los diferentes puntos de vista desde los que se puede abordar el concepto. De esta manera, si se quiere considerar la salud desde un punto de vista médico, dicho concepto se podría interpretar como "la ausencia de enfermedad, o el preservar, mantener o recuperar la salud colectiva". Asimismo, desde un punto de vista social, la salud podría considerarse como "un derecho de las personas, como un logro social o como un mero resultado económico". Ahora bien, si se quisiera ver desde una concepción mucho más idealista, habría que tener en cuenta la definición que para el término de salud estableció la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) en el año 1948, y que sigue estando vigente hoy día, dado que va mucho más allá de un logro social o del concepto único de ausencia de enfermedad: "la salud es un estado de bienestar físico, mental y social completo y no meramente la ausencia de daño y enfermedad". Dentro del sentido que tiene esta definición habría que resaltar algunos aspectos que a nuestro juicio parecen fundamentales: - la orientación positiva que la O.M.S confiere a la salud, al considerarla como la ausencia de todo síntoma de enfermedad; y, - la concepción de la salud de una manera integral y multidisciplinar, al incorporar dentro de ella, no sólo los meros aspectos relacionados con la salud física, sino

que también contempla simultáneamente otros factores psíquicos y sociales, que desgraciadamente cada día se presentan con una mayor frecuencia.

1.4 Condiciones de trabajo Profundizando un poco más en este concepto, se podría decir de una forma muy esquemática que las condiciones de trabajo van a englobar a todo aquel conjunto de variables que definen la realización de una tarea concreta y el entorno en que ésta se realiza, de tal manera que van a ser estas variables las que van a permitir determinar la salud del trabajador desde la triple dimensión señalada por la O.M.S. Tampoco conviene olvidar que la revolución industrial del siglo XIX produjo a su vez una serie muy importante de modificaciones en la ejecución del trabajo, motivada en gran medida por la mecanización y parcelación del trabajo, lo que condujo a que en muchas empresas se creara la necesidad de tomar medidas encaminadas a la reducción y control de los accidentes laborales originados por las nuevas máquinas y la organización del trabajo. Incluso en muchas empresas se consideró oportuno el establecimiento de unos servicios médicos encaminados principalmente a la atención de aquellos trabajadores que hubieran resultado accidentados. La experiencia en la puesta en práctica de las medidas citadas en el párrafo anterior, permitió obtener una primera conclusión sobre estos aspectos, en el sentido de decir, que eran totalmente insuficientes para el mantenimiento y protección de la salud, como consecuencia de la incorporación de nuevas fuentes de energía, sustancias, procesos, etc, que originaban una serie de riesgos mucho más complejos y, por lo tanto, más difíciles de evaluar y controlar, que aquellos que convencionalmente se venían presentando en las empresas. Todo ello llevó a la necesidad de tener que afrontar el estudio de los problemas relacionados con la prevención de los riesgos derivados del trabajo, a través de unos planteamientos mucho más severos y amplios, que el simple y mero hecho del estudio por separado de las causas técnicas y humanas que habían producido los accidentes. Al mismo tiempo, se empezaron a presentar una serie de nuevos riesgos o, por lo menos, desconocidos hasta ese momento; por ejemplo, los ocasionados por el trabajo a turnos, los ritmos de trabajo, la organización científica del trabajo, entre otros, que no sólo influían en un incremento y potenciación de los accidentes de trabajo convencionales, sino que también podían afectar a la falta de equilibrio psicofisiológico, al influir sobre aspectos como la atención y vigilancia, las capacidades de percepción, etc, aspectos mucho más amplios y complejos sobre

el trabajo, sus riesgos y la salud, que los que hasta entonces se estudiaban de manera convencional. Por otra parte, la rápida evolución del mundo empresarial a consecuencia de un entorno eminentemente cambiante y competitivo, supone que las empresas necesiten introducir continuos cambios en sus procesos para poder sobrevivir y, en consecuencia, también en las condiciones de trabajo, lo que implica no sólo que se mejoren ostensiblemente dichas condiciones, sino que en determinadas ocasiones se puedan presentar nuevos riesgos a prevenir o controlar. En consecuencia, actualmente se puede decir que las condiciones de trabajo abarcan todos aquellos elementos y circunstancias que rodean la actividad laboral, y que entre otros factores son: - Las condiciones materiales correspondientes a la propia realización del trabajo: - el esfuerzo; - la fatiga; - la temperatura; y, - la ventilación, entre otros. - Las condiciones de seguridad. - La presencia de contaminantes en el lugar de trabajo, que a su vez pueden ser: - Contaminantes de tipo físico. - Contaminantes de tipo químico. - Contaminantes de tipo biológico. - Las características de la tarea, destacando su contenido psicológico y profesional, debido entre otros aspectos a su carácter repetitivo, a la monotonía, tensión y carga mental que ello puede comportar, posibilidades de comunicación, etc. - Las características de la jornada de trabajo, entre cuyos aspectos se podrían considerar: - Duración de la jornada. - Distribución de horarios.

- Grado de flexibilidad, etc. Con independencia de todo ello habría que tener en cuenta que el estudio de las condiciones de trabajo y sus actuaciones encaminadas a su mejora va a depender en gran medida del entorno social en que se mueve, lo que condiciona a su vez que el propio Estado promueva una serie de legislaciones o actuaciones encaminadas a su estudio y mejora.

Estas obligaciones o recomendaciones parten de considerar la salud de los trabajadores en el trabajo como un bien que es preciso proteger y mantener.

1.4.1 Evaluación de las condiciones de trabajo A la hora de abordar el problema de las condiciones de trabajo y sus repercusiones sobre la salud, se hace necesario evaluar los distintos elementos o situaciones que pueden influir en la forma en que se realiza el trabajo y que pueden afectar a la salud, desde una óptica conjunta, es decir, estudiando el puesto de trabajo y los trabajadores. Para una mayor claridad a la hora de abordar dicho estudio, se pueden clasificar las condiciones de trabajo en cinco grupos de diferente índole, y que en un número muy importante de ocasiones pueden afectar de una manera simultánea a los trabajadores: - Condiciones de Seguridad. Dentro de este grupo se pueden considerar todas aquellas condiciones materiales que van a tener una relación directa con la posible producción de accidentes de tipo laboral. En éstas habría que incluir los elementos móviles, cortantes, sometidos a tensión, combustibles, etc. Para poder controlar todos estos elementos sería necesario estudiar desde éste punto de vista a las máquinas y herramientas, equipos de transporte, instalaciones eléctricas, sistemas contra incendios, etc. - Ambiente físico de trabajo. Dentro de este grupo se contempla el ambiente de trabajo relacionado fundamentalmente con las condiciones físicas: acústica, vibraciones, iluminación, radiaciones ionizantes y no ionizantes, condiciones

termohigrométricas, entre otras, con el objeto de establecer no sólo unos niveles de exposición a estos agentes por debajo de aquellos que se pueden considerar como perjudiciales para la salud de los trabajadores, sino que también permitan desarrollar las tareas de una forma eficiente sin afectar a su rendimiento. - Contaminantes químicos y biológicos. Dentro de este grupo se incluyen aquellos contaminantes de carácter químico o biológico, que pueden estar presentes en el ambiente de trabajo, produciendo no sólo efectos negativos para la salud, sino también molestias y alteraciones en el desarrollo de las tareas, motivos por lo que resulta necesario identificarlos, evaluarlos y controlarlos. - Carga de trabajo. Dentro de este grupo se incluyen todos aquellos aspectos relacionados con las exigencias tanto de tipo físico como mental, que precisa la realización de una determinada tarea, como pueden ser los esfuerzos y fuerzas aplicadas, posturas de trabajo, movimientos (repetitivos), manipulación manual de cargas, niveles de atención, niveles de responsabilidad, etc, y que pueden llegar a provocar una determinada carga de trabajo a la persona, bien sea física o mental. - La organización del trabajo. En este grupo se estudian todos aquellos factores pertenecientes a la organización, como pueden ser los relacionados con la distribución de tareas, reparto de funciones y responsabilidades, distribución horaria, velocidad de ejecución, relaciones interpersonales, etc, que pueden llegar a producir unas consecuencias negativas sobre la salud del trabajador, no sólo a nivel físico, sino también a nivel social y mental. En la figura 1.1 se ilustran gráficamente las condiciones de trabajo y su identificación con las técnicas de seguridad laboral, higiene industrial y ergonomía y psicosociología aplicada.

Figura 1.1: Condiciones de trabajo.

Ahora bien, los aspectos contemplados en estos grupos pueden no influir de una manera independiente sobre las condiciones de trabajo, es decir, lo más habitual en la práctica es que se deban considerar simultáneamente factores contenidos en dos o más grupos, e incluso, la posibilidad de que un determinado elemento pueda ser considerado como perteneciente a varios de los grupos indicados y, por lo tanto, que afecte desde cada uno de ellos a las condiciones de trabajo.

Así, por ejemplo, unos niveles de iluminación inadecuados, no sólo afectaran al desarrollo de la tarea, provocando una fatiga visual como consecuencia de tener que forzar excesivamente el órgano de la visión, sino que, en muchas circunstancias, pueden llegar a incrementar el riesgo de accidente, siendo un parámetro muy importante a considerar necesariamente a la hora de evaluar los riesgos, así como también puede influir negativamente en la aparición de una fatiga física, como consecuencia de tener que adoptar posturas inadecuadas para evitar los posibles reflejos o deslumbramientos. Igualmente, se deben tener en cuenta otros factores tales como el tiempo de exposición a determinados agentes químicos tóxicos, que redundarán en una mayor o menor repercusión sobre la seguridad y salud de los trabajadores, aunque por desgracia no se tienen conocimientos suficientes para conocer, por ejemplo, como afecta el ritmo de trabajo a las posibilidades de comunicación. En resumen, las consecuencias de unas deficientes condiciones de trabajo sobre la salud de los trabajadores, se pueden resumir en: - Accidentes de trabajo.

- Enfermedades profesionales y derivadas del trabajo. - Fatiga física o muscular. - Fatiga mental. - Trastornos debidos a los trabajos a turnos o nocturnos. - Falta de autonomía temporal. - Falta de autonomía decisional. - Dificultades de comunicación. - Falta de interés. - Relaciones conflictivas. - Incertidumbre frente al futuro. A partir de todos los conceptos considerados hasta el momento, a la hora de plantearse el mantenimiento y mejora de las condiciones de trabajo con el objeto de proteger la salud de los trabajadores, se puede considerar suficientemente justificado el que sea estrictamente necesario que se deban incorporar todas las disciplinas preventivas globales como la seguridad en el trabajo, la higiene industrial, la medicina del trabajo y la ergonomía, que a su vez deben trabajar conjuntamente buscando objetivos y metas comunes. Análogamente, se considera como un elemento indispensable para la mejora de las condiciones de trabajo, la participación de los trabajadores, que son los que están sometidos día a día a estas condiciones y, en consecuencia, pueden aportar unas soluciones basadas en la experiencia cotidiana. Por último, considerar que la mejora de las condiciones de trabajo, aunque precisan de la aportación conjunta de las disciplinas preventivas básicas mencionadas con anterioridad, y al ser una actuación que se debe desarrollar en la propia empresa con el objetivo de mejorar no sólo la seguridad y salud del trabajador, sino también la productividad y competitividad de la propia empresa, necesita de la aportación de otras técnicas preventivas específicas diferentes a las preventivas básicas y que son utilizadas habitualmente en la organización para el desarrollo de otras actividades empresariales: ingeniería, arquitectura, física, química, biología, anatomía, fisiología, psicología, derecho, economía, entre otras.

Con ello se refuerza la idea de considerar el estudio y mejora de las condiciones de trabajo como un actuación multidisciplinar a desarrollar en el seno de la empresa, a través de la actuación conjunta y coordinada de una serie de técnicas preventivas de distinta índole. 1.5 Concepto de riesgo laboral

Si se tiene en cuenta que uno de los principales objetivos que normalmente pretende conseguir la legislación es el de poder controlar los riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores en el trabajo a partir de una evaluación inicial de éstos, resulta necesario tener claro qué es lo que se entiende por riesgo laboral. En la práctica se plantea un problema derivado del sentido y significado que tiene el término riesgo en los países de habla hispana, y el que tiene el mismo término en su acepción inglesa. El primer y principal problema se plantea a la hora de intentar traducir y comprender el significado que en la terminología anglosajona presentan dos conceptos tan diferentes como son los de hazard y risk, para los cuales en nuestro idioma no se ha planteado una traducción diferente, por lo que es habitual traducirlos erróneamente por el mismo término (riesgo) y usarlos indistintamente, aunque en la lengua inglesa tengan un significado y sentido técnico totalmente diferente. El término hazard, que a la hora de traducirlo a nuestro idioma no debe hacerse mediante el término riesgo, sino por el de peligro, representa: "Aquella fuente o situación con capacidad de producir daño en términos de lesiones, daños a la propiedad, daños al medio ambiente o a una combinación de ellos". En tanto que el término risk, que debe ser traducido a nuestro idioma mediante el término riesgo1, tiene como significado: "La combinación de la frecuencia y la probabilidad y de las consecuencias que podrían derivarse de la materialización de un peligro".

Así pues, el concepto de riesgo siempre lleva asociado dos elementos: la frecuencia con la que se materializa un peligro y las consecuencias que de ello puedan derivarse. De lo expuesto anteriormente se puede decir sin temor a equivocarse, que el término de riesgo siempre lleva asociado una posibilidad o probabilidad de que se pueda materializar un peligro, provocando unas consecuencias negativas para la seguridad y salud de los trabajadores. Sin embargo, hay que destacar que el concepto de probabilidad, que necesariamente lleva asociado el concepto de riesgo, no es una probabilidad eminentemente matemática, sino que está considerada en su sentido más amplio como el de una posibilidad de que pudiera llegar a producirse un determinado daño para la seguridad o salud de las personas. El concepto de riesgo implica siempre una eventualidad de que se pueda producir un hecho futuro no deseado, de carácter negativo, lo que viene a significar que siempre es una realidad posible. A partir de estas explicaciones se puede deducir de una manera muy sencilla que el riesgo cero o nulo, no existe, dado que la probabilidad cero o nula, en la realidad es prácticamente imposible de conseguir, con lo que se puede decir que siempre existe para cada situación de trabajo, un riesgo, por pequeño que éste sea. Ahora bien, con independencia de que cada situación de trabajo lleve incorporado un riesgo, éste se puede considerar como aceptable o como situación sobre la que no es preciso realizar ninguna actuación de control de riesgos, cuando la probabilidad existente es considerada como aceptable o sumamente pequeña por una determinada sociedad. Así, por ejemplo, si se tuviera una exposición diaria personal de un trabajador al ruido de 72 dBA durante el trabajo, dicha exposición se puede considerar como una situación de trabajo aceptable en lo que se refiere al riesgo de pérdida de audición. No obstante, esto no quiere decir que no exista un riesgo o una probabilidad determinada de que ese trabajador pueda ver disminuida su capacidad auditiva como consecuencia de dicha exposición, sino que lo que se quiere decir es que se asume como aceptable o tolerable el pequeño riesgo o probabilidad de que el trabajador pueda ver disminuida dicha capacidad auditiva, como consecuencia de la mencionada exposición.

El aclarar el significado de los conceptos de peligro y riesgo va ser de gran ayuda e importancia a la hora de realizar la evaluación de los riesgos y la planificación de la actividad preventiva en el seno de las empresas. Para una mayor comprensión de estos conceptos se podría poner como ejemplo de ello la situación de un trabajador que está realizando una determinada actividad a tres metros de altura. El peligro a que está expuesto dicho trabajador es el de caída a distinto nivel o caída de altura, en tanto que el riesgo de caída a distinto nivel podrá ser, por ejemplo, bajo, medio o alto dependiendo de muchos factores como son el estar trabajando o no con elementos de protección colectiva y/o individual, tener o no una formación e información adecuada sobre sus riesgos y medidas preventivas adoptar, etc.

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En esta misma línea, la Ley española 31/95 de Prevención de Riesgos Laborales se refiere al riesgo en su artículo 4, punto 2: "Se entenderá como riesgo laboral la posibilidad de que un trabajador sufra un determinado daño derivado del trabajo. Para calificar un riesgo desde el punto de vista de su gravedad, se valorarán conjuntamente la probabilidad de que se produzca el daño y la severidad del mismo".

1.6 Concepto de prevención Se puede plantear el problema de conocer qué es lo que se entiende como medidas preventivas y cuales son éstas. Tradicionalmente, las medidas tendentes a eliminar las consecuencias negativas que podrían tener los riesgos sobre la seguridad y salud de los trabajadores, se han implantado de dos maneras diferentes: - Mediante la utilización de Técnicas de Prevención. - Mediante la utilización de Técnicas de Protección. Tal y como se ilustra en la figura 1.2, las técnicas de prevención (o la prevención) son aquellas encaminadas a actuar directamente sobre los riesgos antes de que se puedan llegar a materializar y, por tanto, de que se puedan llegar a producir las posibles consecuencias negativas para la seguridad y salud de los trabajadores.

Figura 1.2: Aplicación de una técnica preventiva.

Las técnicas preventivas (o prevención) tienen una naturaleza activa en relación a la actuación en el campo de la seguridad y salud.

El concepto de prevención1 implica que se actúe necesariamente sobre el riesgo, ya sea actuando sobre la probabilidad (lo más habitual) o bien, en algunas ocasiones, sobre las consecuencias o sobre ambos conceptos simultáneamente. La realización de la prevención en la empresa conlleva que ésta se deba desarrollar siguiendo un modelo que cumpla con las siguientes características: - Prevención Científica e Interdisciplinar. Es un modo de entender la prevención a consecuencia de que los distintos riesgos que se pueden presentar en la empresa son de muy diversa índole. En ocasiones, tanto debido a ello, como a la complejidad de los riesgos, se requiere el concurso conjunto de varios especialistas en las distintas disciplinas científicas de la seguridad y salud. - Prevención Integral. Supone que se deban hacer frente a todos los posibles riesgos que pudieran existir en la empresa, con independencia de la dificultad en poder abordarlos y de su grado de importancia. - Prevención Integrada. El conjunto de actividades preventivas realizadas en la empresa debe constituir una actuación más de entre todas las que se realizan, al mismo tiempo que representa una actuación coherente e interconexionada con el resto de las actividades de la empresa. - Prevención Participativa. Permite ejercitar a los trabajadores el derecho que la normativa laboral les concede en materia de información y formación sobre los

riesgos existentes y las medidas preventivas adoptadas o por adoptar, así como los de participación a través de los cauces establecidos legalmente (Delegados de Prevención y Comités de Seguridad y Salud) y el derecho a ser consultados en la forma igualmente establecida legalmente.

1

La Ley española 31/95 define prevención en su art. 4, punto 1, como el "conjunto de actividades o medidas adoptadas o previstas en todas las fases de actividad de la empresa con el fin de evitar o disminuir los riesgos derivados del trabajo". Se trata pues de una Ley con carácter activo que persigue actuar sobre los riesgos laborales antes de que se materialicen.

1.6.1 Acciones y actuaciones preventivas El primer y más importante principio de acción que debe aplicarse en la empresa a la hora de realizar las actuaciones preventivas, no debe ir encaminado a la realización de una evaluación inicial de los riesgos, sino a evitar los riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores. De aquí se deduce que en muchas ocasiones sea aconsejable el tomar medidas encaminadas al control de los riesgos, sin necesidad de realizar una evaluación formal de los riesgos. El segundo de los principios de acción preventiva consiste en proceder a evaluar los riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores y que no hayan podido ser evitados. Esto debe permitir al empresario priorizar y temporizar todas aquellas actividades preventivas que tenga que realizar. Finalmente, el tercer principio de acción preventiva consiste en combatir los riesgos en su origen. Este principio, al igual que el anterior, vuelve a incidir de una forma muy clara en el concepto de prevención, es decir, tomar las medidas adecuadas para que se pueda actuar sobre los propios riesgos, sobre los distintos elementos que intervienen a la hora de calificar los riesgos, o lo que es lo mismo, sobre la probabilidad, las consecuencias o sobre ambas simultáneamente. Esta forma de actuación se considera que debe ser realizada a través de una acción planificada y organizada, anteponiendo siempre la protección colectiva a la individual, al mismo tiempo que se deberán definir e implantar sistemas de gestión de la prevención que incluyan, como un elemento muy importante, la formación de los trabajadores sobre los riesgos a que están sometidos y las medidas preventivas a adoptar. Las actuaciones preventivas en la empresa, (considerando únicamente las medidas de prevención y no las de protección) pueden ser de muy distinta

naturaleza, dependiendo del tipo y la prioridad en su adopción, de los resultados y de la información que se ha obtenido durante el proceso de evaluación de los riesgos. Desde un punto de vista particular, estas actuaciones pueden ser: - De tipo material. Consisten, fundamentalmente, en la adopción de una o varias medidas de tipo técnico o material, encaminadas principalmente a evitar o disminuir el riesgo, actuando sobre la probabilidad de que se produzca el daño. - De formación e información de los trabajadores. Se trata también de una medida de tipo técnico, aunque no siempre se ha considerado de esta naturaleza. Consiste en que los trabajadores puedan tener conocimiento de la existencia e importancia de unos determinados riesgos susceptibles de presentarse en sus puestos y centros de trabajo y de las medidas a tomar para combatirlos o eliminarlos. Con independencia de esta clasificación y modos de actuación preventiva, en la práctica hay que tener presente que las medidas preventivas tomadas de un modo aislado no suelen ser muy eficaces, por lo que hay que recurrir a tomar una serie de medidas que sean complementarias unas de otras. En estas condiciones las empresas podrán estar en una disposición apropiada de mantener los niveles de riesgo dentro de unos límites considerados como aceptables. En ocasiones se hace necesario complementar las actuaciones preventivas con una serie de actuaciones cotidianas en las empresas, y que por razones de distinta índole no se llevan a cabo con la frecuencia necesaria: actuaciones de mantenimiento preventivo de máquinas, equipos, instalaciones, centros y lugares de trabajo, entre otros, sin cuyo concurso sería muy difícil poder realizar una prevención eficaz de los riesgos en la mayoría de las empresas. Conviene destacar algunas actuaciones preventivas de gran interés: - La evaluación de los riesgos, que va a permitir obtener toda aquella información que se considere necesaria para que una empresa u organización esté en condiciones de tomar una decisión apropiada sobre la necesidad o no de tomar medidas preventivas, y en su caso, del tipo de medidas preventivas que es necesario adoptar. - Las inspecciones o rondas de prevención de riesgos, que básicamente consisten en la realización de un análisis que se realiza observando, directamente y de

forma ordenada, las instalaciones y procesos, máquinas, equipos, etc., para evaluar los riesgos que pueden afectar a la seguridad y salud de los trabajadores. Sin embargo, tal y como se ha mencionado al inicio del capítulo, la mayoría de las actuaciones de este tipo se llevan a cabo y se estructuran en varias técnicas preventivas (seguridad en el trabajo, higiene industrial, medicina del trabajo, ergonomía y psicosociología aplicada a la prevención), y que son aquellas disciplinas dirigidas a prevenir los posibles daños para la seguridad y salud de los trabajadores, derivados de las distintas condiciones de trabajo que se pueden presentar en cada uno de los puestos de trabajo.

1.7 Concepto de protección A pesar de que las actuaciones en materia de seguridad y salud en el trabajo deberían ser realizadas siempre que fuera posible por medio de técnicas preventivas, es decir, con carácter previo a que se materializaran los riesgos laborales, en ocasiones, dichas actuaciones no son posibles de realizar o son insuficientes, por lo que debe recurrirse a la aplicación de las denominadas técnicas de protección. Las técnicas de protección son aquellas actuaciones que, aunque también consideradas como técnicas activas, dado que se realizan con un carácter previo a que se materialice el riesgo, tienen como objetivo fundamental actuar únicamente sobre las posibles consecuencias, ya sea reduciéndolas o incluso eliminándolas, aunque siempre con la particularidad de que no realizan ningún tipo de actuación sobre la probabilidad de que se produzca el riesgo. Así, por ejemplo, un trabajador que estuviera sometido a unos niveles de ruido considerados como inaceptables, estará expuesto a un riesgo más o menos importante de disminución de su capacidad auditiva. Si se le proporciona y utiliza únicamente un protector auditivo que atenúe el nivel de ruido que puede llegar al órgano de la audición del trabajador, hasta unos niveles que se pueden considerar como aceptables, habrá disminuido ostensiblemente el riesgo de disminución de la capacidad auditiva de ese trabajador debido al ruido, aunque el nivel que existe en el ambiente o puesto de trabajo siga siendo el mismo que existía inicialmente (figura 1.3).

Figura 1.3: Aplicación de una técnica de protección.

Es decir, el procedimiento de actuación seguido no ha modificado la probabilidad del riesgo, habiendo modificado sin embargo sus consecuencias, con lo que la calificación del riesgo se ha visto reducida. Tal y como se puede deducir fácilmente del propio concepto de protección, esta técnica de actuación se debería llevar a cabo después de haber realizado las técnicas de prevención que van encaminadas a la eliminación o disminución del riesgo o como técnica complementaria a ésta. Dentro de las técnicas de protección, las más aplicadas normalmente son las colectivas y las individuales. - Las técnicas de protección colectivas son aquellas que protegen a los trabajadores de una forma general, es decir, eliminan o reducen las consecuencias de un riesgo que afecta a un número determinado de trabajadores. Un ejemplo que puede servir para clarificar este concepto son las redes de protección utilizadas en construcción, las cuales no eliminan o disminuyen el riesgo, sino que lo hacen sobre sus consecuencias, de tal manera que no protegen a solamente un trabajador sino a un número indeterminado de ellos. Otro ejemplo pueden ser las cabinas acústicas en centrales térmicas que, sin eliminar el nivel sonoro, evitan que los operarios de control de una zona deban trabajar en un ambiente ruidoso toda la jornada, a excepción de los momentos en los que tengan que salir a realizar labores de control propiamente dichas. - Las técnicas de protección individual son aquellas que sirven para proteger a un trabajador de forma individua o particular, es decir, eliminan o reducen las consecuencias para un trabajador de un determinado riesgo. Estos equipos suelen ser específicos para la protección frente a unos determinados tipos de riesgos. Algunos ejemplos de estos equipos de protección individual pueden ser los cascos, guantes, botas, cascos auriculares, entre otros.

1.8 Técnicas de seguridad Las técnicas de seguridad se pueden clasificar atendiendo a diferentes aspectos, pero si se toma como punto de referencia el momento en que se produce el accidente, se pueden establecer tres grupos: técnicas activas, técnicas reactivas y técnicas complementarias (figura 1.4).

Figura 1.4: Clasificación de las técnicas de seguridad.

1.8.1 Técnicas activas Son aquellas que planifican la prevención antes de que se produzca el accidente. Para ello, se identifican, en principio, los peligros existentes en los puestos de trabajo y, posteriormente, se evalúan los riesgos e intentan controlarse mediante ajustes técnicos y organizativos. Entre estas técnicas se pueden encontrar, por ejemplo, la evaluación de riesgos y las inspecciones de seguridad, entre otras. - La evaluación de riesgos es un proceso mediante el cual se obtiene la información necesaria para que la organización esté en condiciones de tomar una decisión apropiada sobre la oportunidad de adoptar acciones preventivas y, en tal caso, sobre el tipo de acciones que deben adoptarse. Esta evaluación se realizará llevando a cabo, en primer lugar, un análisis cualitativo de riesgos dirigido a identificar y descubrir los riesgos existentes en un determinado trabajo y, posteriormente, un análisis cuantitativo cuyo objetivo final es asignar un valor a la peligrosidad de estos riesgos de forma que se puedan comparar y ordenar entre sí por su importancia.

- La inspección de seguridad es básicamente un análisis que se realiza observando directamente, y de forma ordenada, las instalaciones y procesos productivos para evaluar los riesgos de accidente presentes.

1.8.2 Técnicas reactivas Son aquellas técnicas que actúan una vez que se ha producido el accidente e intentarán determinar las causas de éste para, posteriormente, proponiendo e implantando unas medidas de control, evitar que se pueda volver a producir. Entre ellas destacan la investigación de accidentes y el control estadístico de la accidentalidad. - La investigación de accidentes tiene como punto de arranque el propio accidente, y se puede definir como la técnica utilizada para el análisis en profundidad de un accidente laboral acaecido, a fin de conocer el desarrollo de los acontecimientos y determinar por qué ha sucedido. Se deben investigar todos los accidentes mortales, graves y leves, e incluso deberían investigarse los accidentes blancos que se repitan frecuentemente, que tengan un riesgo potencial de originar daños a las personas o aquellos que presenten causas desconocidas. - Por otro lado, por lo que respecta al control estadístico de la accidentalidad, la recopilación detallada de los accidentes es una valiosa fuente de información que es conveniente aprovechar al máximo, para lo cual es importante que una serie de datos referentes a ellos mismos y a su entorno queden registrados para su posterior análisis estadístico, que servirá para conocer la accidentalidad y sus circunstancias de manera comparativa entre secciones, empresas o sectores productivos.

1.8.3 Técnicas complementarias Las técnicas complementarias están constituidas por las normas y la señalización (óptica, acústica y comunicación verbal). 1.8.3.1 Normalización

Bajo un concepto de "seguridad integrada" es preciso normalizar los procedimientos de trabajo, integrando los aspectos de seguridad a todas aquellas

situaciones en las que las desviaciones de lo previsto pueden generar errores, averías o incidentes que potencialmente pudieran causar daños. Con la normalización de los procedimientos de trabajo se trata de regular y estandarizar todas sus fases operativas en las que determinadas alteraciones pudieran ocasionar pérdidas o daños, que es necesario evitar. El concepto de norma de seguridad atiende a diferentes definiciones: a) Recomendaciones preventivas recogidas formalmente en documentos internos que indican maneras obligatorias de actuar y recogidas en el "convenio". b) Directrices, ordenes, instrucciones y consignas que instruyen al personal que trabaja en la empresa sobre los riesgos que pueden presentarse en el desarrollo de su actividad y la forma de prevenirlos. c) Regla que resulta necesario promulgar y difundir con la anticipación adecuada y que debe seguirse para evitar los daños que puedan derivarse como consecuencia de la ejecución de un trabajo.

La norma de seguridad no debe sustituir a otras medidas preventivas prioritarias para eliminar riesgos en las instalaciones, debiendo tener en tal sentido un carácter complementario.

Desde el punto de vista de su campo de aplicación se clasifican en:

a) Normas generales: van dirigidas a todo el centro de trabajo o a amplias zonas del mismo, marcando directrices de forma genérica. b) Normas específicas: van dirigidas a actuaciones concretas, señalando la manera segura de realizar operaciones determinadas Contenido Para que una norma sea eficaz debe contener: a) Objetivo: descripción breve de la norma.

b) Redacción: desarrollo en capítulos de los diferentes apartados. c) Campo de aplicación: especificación del lugar, zona y trabajo. d) Grado de exigencia: especificación sobre su obligatoriedad o mera recomendación, indicando en su caso la gravedad de la falta. e) Refuerzo: normas legales o particulares que amplíen mediante su cita el contenido de la norma y a las que hay que supeditarse. Principios básicos La norma debe ser: a) Pedagógica b) Disciplinar c) Complementaria a la actuación profesional d) Justa e) Necesaria f) Posible g) Clara, breve, y concreta h) Aceptada y exigible i) Actual Fases de implantación Desde la concepción, hasta la implantación de la norma, se pasarán por las siguientes fases: a) Creación: intervendrán todas las partes interesadas. b) Redacción, supervisión y corrección por parte de la Dirección de la Empresa y del Comité de Seguridad. c) Difusión o divulgación: la difusión se efectuará mediante la entrega de textos conteniendo las normas, además de con reuniones informativas. Asimismo, fijando anuncios, avisos o carteles.

d) Vigilancia de su cumplimiento, analizando en caso contrario las causas, para tomar las medidas correctoras oportunas. e) Actualización de la norma por cambio de la legislación o métodos de trabajo. 1.8.3.2 Señalización

Se entiende por señalización el conjunto de estímulos que condicionan la actuación de aquel que los recibe frente a la circunstancia que se pretende resaltar. Más concretamente, la señalización de seguridad, es aquella que suministra una indicación relativa a la seguridad de personas y/o bienes. Todos somos conscientes de la importancia que en nuestros días ha alcanzado la señalización en la vida urbana y la circulación de todo tipo, terrestre, marítima y aérea, de tal forma que sin ella, en muchas ocasiones, se produciría el caos y el accidente. Asimismo, en el mundo laboral se dan situaciones de peligro en las que es conveniente que el trabajador reciba una determinada información relativa a la seguridad y que denominaremos señalización de seguridad1. La señalización de seguridad y salud en el trabajo deberá utilizarse siempre que el análisis de los riesgos existentes, de las situaciones de emergencia previsibles y de las medidas preventivas adoptadas, ponga de manifiesto la necesidad de: a) Llamar la atención de los trabajadores sobre la existencia de determinados riesgos, prohibiciones u obligaciones. b) Alertar a los trabajadores cuando se produzca una determinada situación de emergencia que requiera medidas urgentes de protección o evacuación. c) Facilitar a los trabajadores la localización e identificación de determinados medios o instalaciones de protección, evacuación, emergencia o primeros auxilios. d) Orientar o guiar a los trabajadores que realicen determinadas maniobras peligrosas. La señalización no deberá considerarse una medida sustitutoria de las medidas técnicas y organizativas de protección colectiva y deberá utilizarse cuando mediante estas últimas no haya sido posible eliminar los riesgos o reducirlos suficientemente. Tampoco deberá considerarse una medida sustitutoria de la

formación e información de los trabajadores en materia de seguridad y salud en el trabajo. La señalización de seguridad es una técnica de seguridad complementaria, que no elimina el riesgo por sí mismo y que su puesta en práctica no dispensa, en ningún caso, de la adopción de las medidas de prevención y control que correspondan. 1

En el campus virtual, en la carpeta correspondiente al capítulo de Seguridad Laboral, se encuentra un documento titulado "Disposiciones mínimas de señalización" con más información y referenciado en algunos aspectos al RD 485/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas en materia de señalización de seguridad y salud en el trabajo.

Capítulo 2 .- Daños derivados del trabajo

OBJETIVO - Conocer los daños derivados del trabajo y valorar la necesidad de crear políticas eficaces en materia de seguridad y salud, preocupándose no sólo de la prevención de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, sino también de implantar modelos que se anticipen a los problemas.

2.1 Introducción

El trabajo puede afectar de forma positiva o negativa sobre la salud de las personas. Cuando los trabajadores están expuestos a peligros (exposición a contaminantes químicos, caídas, tareas repetitivas...) puede verse afectada su salud física y mental. En ausencia de peligros, cuando los trabajadores están interesados o involucrados en su trabajo, aumenta la satisfacción y puede dar como resultado una mejora de su salud o bienestar. De acuerdo con las estadísticas de la Oficina Internacional del Trabajo, se producen cada año 120 millones de accidentes laborales en los lugares de trabajo de todo el mundo. A pesar del precio tan elevado que los accidentes suponen para las personas, los países y las empresas, su difusión pública es más bien limitada.

Las organizaciones con políticas eficaces en Seguridad y Salud se preocupan no sólo de la prevención de accidentes de trabajo y enfermedades laborales, sino también de la promoción de la salud, que es la expresión práctica de la idea de que los trabajadores son un recurso clave. A pesar de que la empresa dote a los puestos de trabajo de mayor remuneración y de tareas más satisfactorias, los trabajadores no se convencerán de que la dirección está preocupada por su bienestar, si como consecuencia de su actividad continúan padeciendo accidentes y enfermedades laborales.

2.2 Accidente e incidente de trabajo Algunas legislaciones definen accidente como: "todo suceso imprevisto y no deseado que interrumpe el desarrollo normal de una actividad y origina una o más de las siguientes consecuencias: - Lesiones personales. - Daños materiales o pérdidas económicas". En otras palabras, no se puede hablar de accidente si no ha habido lesiones o daños materiales1. Asimismo, se define como incidente todo "suceso imprevisto y no deseado que interrumpe o interfiere en el desarrollo normal de una actividad sin consecuencias adicionales". Sucede por las mismas causas que se presentan en los accidentes, sin embargo, únicamente por cuestiones de azar no desencadenan en lesiones o daños2. En la figura 2.1 se ilustra la diferencia entre accidente e incidente.

Figura 2.1: Diferencia entre accidente e incidente.

Tal y como se verá, a diferencia de las enfermedades profesionales o el malestar por el trabajo, que resultan de una agresión continuada que se puede detectar y corregir con el tiempo, el accidente es repentino y en muchos casos inesperado: invertir dinero en algo que puede o no ocurrir es causa de que en muchas ocasiones se tiente a la suerte, por considerar que no va a pasar nada. En otros casos, se desconoce la existencia de un peligro por quienes están expuestos al mismo. Los incidentes se originan por unas causas determinadas que pueden ser previsibles si se analiza la génesis y la secuencia de cómo éstos suceden. Una vez que hayan ocurrido y las consecuencias sean irremediables, es preciso aprovechar la lección para evitar su repetición tomando las medidas necesarias. La recopilación detallada de los incidentes es una valiosa fuente de información que es conveniente aprovechar al máximo, para lo cual es importante que una serie de datos referentes a ellos mismos y a su entorno, queden registrados para su posterior análisis estadístico, que servirá para conocer la incidentalidad y sus circunstancias comparando entre secciones, empresas o sectores productivos. En este sentido, la medida del nivel de incidentalidad se realiza mediante unos índices calculados según los mismos criterios para que sean comparables. En la figura 2.2 se ilustra el diagrama de flujo de un incidente.

Figura 2.2: Diagrama de flujo de un incidente. Fuente: http://www.acmat.org/campanya/08investiga.htm [Leído a 6 de marzo de 2009, GMT+1].

Para diferenciar los accidentes de trabajo de las otras agresiones a la salud y bienestar de los trabajadores como consecuencia de su trabajo, nos fijaremos en la "dureza" del agresivo y en la velocidad de la producción del daño. Así, se tienen agresiones que causan malestar, insatisfacción u otros daños inespecíficos y que, aún prolongándose en el tiempo, no generan lesiones físicas o psíquicas claramente demostrables. Otras formas de agresión, cuando se repiten a lo largo de un determinado período, acaban produciendo enfermedades perfectamente diagnosticables (enfermedades profesionales: silicosis, saturnismo, sordera profesional...). Por último, hay agresiones que actuando sólo una vez producen lesiones perfectamente diagnosticables de carácter leve, grave o mortal. Los accidentes de trabajo son los indicadores inmediatos y más evidentes de unas inadecuadas condiciones de trabajo y, dada su gravedad, la lucha contra ellos es el primer paso en toda actividad preventiva. Algunas razones fundamentales acerca de por qué suceden los accidentes de trabajo son las siguientes: - Por desconocimiento de los riesgos y su prevención. - Por confianza en que los riesgos no van a generar precisamente hoy el accidente. - Por desconocimiento de la verdadera magnitud de las consecuencias.

- Por una carga cultural negativa hacia el trabajo, que acepta como normal la existencia de accidentes (falta de cultura preventiva). - Por la ausencia de un sistema de gestión de la prevención que permita un cumplimiento estructurado y sistemático de la legislación. Los accidentes de trabajo no tienen una sola causa, sino que son una secuencia de una serie finita de fenómenos, conocidos como fenómenos causales, y que se pueden agrupar en fuentes de accidentes (ajenos al hombre que trabaja), y conductas de accidentes (propias del hombre que trabaja). Cuando esta serie de fenómenos coincide en un momento de tiempo (t) dado, en un lugar (l) físico determinado y se presentan conforme a un orden (o) definido, aparece el fenómeno del accidente de trabajo, tal como se recoge esquemáticamente en la figura 2.3.

Figura 2.3: Relación de factores que intervienen en un accidente de trabajo.

Un ejemplo de accidente sería el siguiente: estando un operario accionando una taladradora eléctrica, se rompió la broca y, al salir proyectada, le alcanzó. El orden y secuencia de los hechos seria la siguiente: - causa 1: útil en movimiento. - causa 2: rotura del útil. - causa 3: proximidad del trabajador. Esquemáticamente, se representaría de la forma que se ilustra en la figura 2.4.

Figura 2.4: Representación esquemática del ejemplo propuesto.

1

OSHAS 18001:2007 considera que los "daños materiales" no están directamente relacionados con la gestión de la salud y seguridad en el trabajo y, por tanto, sólo puede hablarse de lesiones o enfermedad profesional. En lugar de esto, el riesgo de que dichos "daños" tengan un efecto sobre la salud y seguridad en el trabajo debería identificarse por medio del proceso de evaluación de riesgo de la organización y controlarse mediante la aplicación de controles de riesgo apropiados. 2 En el estándar OSHAS 18001:2007, el término "incidente de trabajo" pasó a incluir el concepto de accidente, con lo que se eliminó la definición de este último término.

2.2.1 Tipos de accidentes Un accidente de trabajo sin baja es aquel que no reviste gran importancia, pero que es preciso cuidar. Se produce por pinchazos, cortes, golpes, entre otros. Respecto a este punto, es aconsejable hacerse las curas en el servicio médico (si existe) o en el botiquín de la empresa y registrarlo de algún modo. Así, si evoluciona la lesión, existe constancia de los hechos. Por el contrario, los accidentes de trabajo con baja o recaídas conllevan la ausencia del accidentado del lugar de trabajo en almenos un día -salvedad hecha del día en que ocurrió el accidente previa baja médica-. A su vez, éstos se clasifican en leves, graves y mortales, dependiendo de la lesión sufrida. Aunque la empresa disponga y utilice un buen Sistema de Prevención, no se puede garantizar la seguridad absoluta. Por tanto, existe la posibilidad de que los incidentes y accidentes aparezcan, y por ello se debe investigar y analizar lo ocurrido a través de una metodología1, para tomar las medidas correctoras que eviten su repetición o la aparición de consecuencias más graves. El propósito de una investigación no es buscar culpables, sino descubrir las causas reales que han producido el accidente para corregirlas, ya que de otra forma el resultado será que los accidentes y, por supuesto, muchos de los incidentes, se oculten en lugar de ser investigados.

1

Ver capítulo referido a Investigación de Accidentes.

2.2.2 Estudios estadísticos Numerosos estudios han puesto de manifiesto la relación existente entre accidente e incidente, es decir la proporción con que éstos tienden a aparecer. Heinrich, en 1950, teniendo en cuenta los datos que poseía sobre la frecuencia de los accidentes con potencialidad de daño, estimó que en un grupo de accidentes de la misma clase e involucrando a la misma persona, produciría por cada accidente grave o pérdida de tiempo por lesión, un total de 29 lesiones leves y 300 accidentes sin lesiones.

Para tener una idea de la importancia de los siniestros laborales hay que conocer su número y gravedad: por ello, hay que recurrir a las estadísticas.

Uno de los más conocidos fue realizado a finales de los años setenta por Frank E. Bird y su equipo, realizando un análisis de 1.753.498 accidentes notificados por 297 organizaciones en EE.UU, y que totalizaron más de tres millones de horas/hombre trabajadas durante el período de exposición analizado. Una parte del estudio incluyó 4.000 horas de entrevistas confidenciales a los trabajadores sobre incidentes ocurridos. El estudio reveló las siguientes proporciones (figura 2.5): - Por cada lesión grave informada (que dio como resultado muerte, incapacidad, pérdida de tiempo o tratamiento médico), se produjeron 9,8 lesiones menores (que sólo requirieron primeros auxilios). - El análisis final indicó que se informaron 30,2 accidentes con daño a la propiedad por cada lesión grave. - Se notificaron 600 accidentes sin daño ni pérdida visible (incidentes).

Figura 2.5: Regla de Bird.

Existen otros estudios (Tye y Pearson, 1974/1975) que también establecen la relación entre accidentes graves, leves y otros sucesos peligrosos. De esta manera, en base a un estudio de casi un millón de accidentes en la industria británica, se obtuvo la siguiente relación: - 1 accidente fatal o con lesión grave. - 3 accidentes leves, con ausencia del trabajo de al menos 3 días. - 50 lesiones que requirieron primeros auxilios. - 80 accidentes con daños a la propiedad. - 400 incidentes sin daños ni lesiones. En la figura 2.6 se ilustra la relación.

Figura 2.6: Relación basada en el estudio de Tye y Pearson entre la proporción del tipo de accidentes.

Con estos estudios se indica que existen muchos más "incidentes" que los que causan daños o pérdidas a la propiedad; es decir, ponen de manifiesto que antes que se produzca un accidente se presentarán numerosos incidentes, los cuales deberán ser analizados, y con ello, suministrar conocimientos valiosos sobre deficiencias en el control de riesgos y sobre las acciones a realizar para prevenir futuros daños o pérdidas.

Se comete un error al orientar todo el esfuerzo sobre el pequeño número de sucesos que producen daños graves, dejando a un lado todas las oportunidades de poder aplicar un control sobre cualquier suceso no deseado.

Por ejemplo, si un trabajador resbala en una mancha de aceite puede: - Resultar ileso. - Dañar la ropa o el equipo. - Romperse un brazo. - Fracturarse el cráneo y morir. Un control eficaz debe centrar su atención en la causa del accidente y no en los resultados. Las consecuencias de los accidentes son debidas frecuentemente al azar y sobre ellas se puede tener poco control. Así pues, se debe poner un énfasis especial para lograr un control eficaz en la investigación, tanto de los accidentes

como de los incidentes. Esto implica aprender de la propia empresa (incluyendo todas las dependencias) y también de otras organizaciones.

2.3 Enfermedad profesional De la misma manera que la definición de accidente resulta muy conocida en general, el concepto de enfermedad profesional no lo es tanto para los que no son médicos. La enfermedad profesional se define como: "la ocasionada por la exposición repetitiva a determinados agentes ambientales que se presentan en los puntos de trabajo, como consecuencia del desarrollo de procesos y tareas en el transcurso del trabajo por cuenta ajena". Para que se produzca una enfermedad profesional debe producirse un contacto entre la persona y el agente contaminante causa de la misma. Ésta es la semejanza absoluta y total entre el accidente y la enfermedad profesional: el contacto, el nexo causal. La diferencia entre ambos (accidente y enfermedad) es la duración del contacto. En un accidente, la duración es corta (instantánea, casi), mientras que en la enfermedad profesional la duración debe ser prolongada (bien en cortos períodos repetitivos, bien en exposiciones prolongadas). Así, el organismo humano ve minadas sus defensas día tras día, hasta llegar a sobrepasar el límite de tolerancia y comienza a desarrollar síntomas de la enfermedad. Tal y como se mencionaba al respecto de los accidentes, y aquí con más motivo, no se puede esperar a que aparezcan los síntomas de la enfermedad para empezar a actuar, ya que, generalmente, los efectos de estas enfermedades son irreversibles. No debe confundirse la enfermedad profesional con el caso de una intoxicación aguda por una sobreexposición a un agente ambiental: esto último es un accidente. Se observa, pues, como frente a la complejidad y flexibilidad de la noción de accidente de trabajo, el de enfermedad profesional implica un mayor grado de fijeza, ya que la relación de causalidad es más estricta (se suprime la referencia a la ocasionalidad); por otra parte, la relación causal se formaliza en el sentido de que sólo es enfermedad profesional la que se produce como consecuencia del desarrollo de la actividad o actividades expresamente delimitadas como productoras del tipo o tipos de enfermedades (figura 2.7).

Figura 2.7: Diferencias entre accidente y enfermedad profesional.

Las normas reglamentarias establecen el procedimiento que haya de observarse para la inclusión de unas enfermedades profesionales.

Sin embargo, la concepción legal de enfermedad profesional no se corresponde con la realidad porque hay enfermedades profesionales que afectan a la salud física del trabajador y que no se contemplan como tales 1.

1

A modo de ejemplo, respecto a este tema, el RD 1299/2006, regulado por la orden TAS 1/2007, recoge un nuevo listado de enfermedades profesionales que hasta entonces no estaban declaradas como tales. Sobre este tema se puede consultar la lectura "Otros daños para la salud", disponible en el campus virtual.

2.3.1 Factores que determinan una enfermedad profesional

Frecuentemente, el origen de estas enfermedades es difícil de probar debido a que los efectos se pueden producir al cabo de los años. Por ello, antes de catalogar una posible patología, hay que realizar un estudio que tenga en cuenta los siguientes factores: - La concentración del agente contaminante en el ambiente de trabajo. Existen "valores máximos tolerados" establecidos para muchos de los riesgos físicos y químicos que suelen estar presentes habitualmente en el ambiente de trabajo, por debajo de los cuales es previsible que en condiciones normales no produzcan un daño al trabajador expuesto. - El tiempo de exposición. Estos límites de exposición suelen referirse normalmente a tiempos de exposición determinados, relacionados con una jornada laboral normal y con un período medio de vida laboral activa. - Las características personales de cada individuo. La concentración y el tiempo de exposición se establecen para una "población normal" por lo que habrá que considerar en cada caso las condiciones de vida y las constantes personales de cada individuo. - La relatividad de la salud. El trabajo es un fenómeno en constante evolución. Los métodos de trabajo y los productos utilizados son cada día más diversos y cambiantes, y también son los conceptos de salud y enfermedad, por lo que limitarse a lo establecido oficialmente, aunque sea muy reciente, no es garantía de enfocar el problema de las enfermedades profesionales en su dimensión real. - La presencia de varios agentes contaminantes al mismo tiempo. No es difícil suponer que las agresiones causadas por un elemento adverso disminuyen la capacidad de defensa de un individuo, por lo que los valores límite aceptables se han de poner en cuestión cuando existen varias condiciones agresivas en un puesto de trabajo.

2.4 Costes de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales El balance humano y económico de los accidentes laborales y de las enfermedades profesionales es considerable. Por ejemplo, de los más de 200 millones de personas que constituyen la población activa de los 27 Estados miembros, se estima que cada año mueren 150.000 personas a consecuencia de accidentes (8.900) y enfermedades relacionadas con el trabajo (142.000). 1

En Europa se pierden cada año aproximadamente 550 millones de jornadas de trabajo por problemas de salud y accidentes. 1

1

Fuente: Takala (2007).

Aunque los costes de los accidentes comportan dos aspectos muy diferentes entre sí, los humanos2 y los económicos, se podría decir desde un punto de vista ético y moral que el coste humano, con los consiguientes sufrimientos para los propios accidentados y sus familias, sería razón más que suficiente para poner todos los medios económicos y humanos precisos para evitar que éstos ocurrieran. Es muy importante conocer los costes reales de los accidentes. Tradicionalmente sólo se identificaban los costes de los accidentes con los costes de tratamiento médico y de compensación al trabajador, normalmente cubiertos con las cuotas pagadas a las mutuas, olvidando las pérdidas ocasionadas por deterioros o paradas en el proceso productivo, por falta de calidad, por daños en las instalaciones o por pérdidas de recursos humanos. A fin de poder poner a disposición de las empresas y profesionales con responsabilidades en esta materia unas herramientas que permitan conocer los costes-beneficios de la prevención, se van a exponer unos criterios que pueden ayudar a realizar dichas actividades. Para ello, se van a considerar las diferentes pérdidas que pueden conllevar los accidentes de trabajo, aunque conviene hacer la matización de que no siempre necesariamente se tienen que producir estas pérdidas en todos y cada uno de ellos. Así, las pérdidas producidas por los accidentes de trabajo se pueden clasificar en: - Pérdidas por daños humanos, entre las que a su vez habría que considerar las relacionadas con: - Gastos ocasionados por pago de indemnizaciones a los trabajadores lesionados. - Gastos ocasionados por el pago de indemnizaciones a terceros como consecuencia de los daños que se les hubiere ocasionado. - Gastos ocasionados por los diferentes costes sociales y legales como pueden ser:

- Pago de cuotas a la Seguridad Social. - Pago de cuotas a otras entidades aseguradoras o de previsión social contratadas por la empresa. - Complementos salariales o realizados de una manera voluntaria. - Pago de impuestos o de pérdidas de beneficios que puede tener asignado un trabajador accidentado. - Pago del importe de la parte proporcional de pagas extraordinarias y vacaciones. - Otras prestaciones o pluses no indicados anteriormente y que tuviera establecida la empresa. - Recargo de prestaciones por falta de medidas o condiciones de seguridad y salud. - Pago de las sanciones motivadas por las infracciones cometidas en materia de Prevención de Riesgos Laborales. - Pago del importe de las acciones de solidaridad, si es el caso, (paro, huelgas, etc.). - Pago de actuaciones concretas y específicas de abogados, asesores, gestores, etc. - Pérdidas en equipamientos como pueden ser: - Costes de los daños ocasionados a máquinas, equipos, herramientas que fuera preciso reparar o reponer. - Costes de los daños y averías ocasionados en instalaciones como son las eléctricas, sanitarias, agua, aire acondicionado, etc. - Gastos derivados de las pérdidas materiales, principalmente: - Costes de reparación o reposición de materias primas, productos elaborados o semielaborados, como consecuencia de los daños sufridos. - Pérdidas energéticas originadas. - Pérdidas en ó de los diferentes fluidos u otros productos empleados. - Pérdidas como consecuencia de los daños sufridos en los edificios o locales.

- Pérdidas productivas, originadas por el bajo rendimiento que se produce inmediatamente después de haberse producido los accidentes y que a su vez se pueden clasificar en: a) Pérdidas relacionadas con el aspecto técnico: por ejemplo como consecuencia de las averías producidas en los medios técnicos de producción. b) Pérdidas relacionadas con el aspecto humano: - En la sustitución del accidentado. - A causa de la baja condición moral, física y psíquica de los accidentados, tras su incorporación al trabajo, o de los propios compañeros. - Pérdidas relacionadas con el tiempo de horario laboral. a) Por parte del accidentado o accidentados. - Como puede ser el abono al accidentado de la jornada completa del día en que se produjo el accidente. b) Por parte de los compañeros del accidentado, como pueden ser, entre otras muchas causas: - Tiempo empleado en ayudar al accidentado o a los accidentados. - Tiempo empleado en vencer la curiosidad de lo ocurrido e informarse sobre el accidente. - Tiempo empleado en prestar asistencia sanitaria. c) Por parte de los mandos o directivos. - Tiempo empleado en ayudar y socorrer a los afectados. - Tiempo empleado en establecer la normalidad o el orden. - Tiempo empleado en seleccionar y adiestrar al sustituto o sustitutos. - Tiempo empleado en investigar el accidente. - Tiempo empleado en la elaboración de los informes relacionados con diferentes aspectos de los accidentes. - Tiempo empleado en asistir a requerimientos oficiales o judiciales.

- Tiempo empleado en atender al accidentado o a sus familiares. - Pérdidas de mercado, que aunque son difíciles de valorar a corto plazo, o a medio y largo plazo pueden tener repercusiones importantes. Así los accidentes pueden tener una relación, aunque a veces sólo sea de forma esporádica, en la calidad de los productos y servicios, así como en el retraso del suministro a los clientes, lo que a su vez puede implicar: - Rechazo y devoluciones del producto. - Indemnizaciones o penalizaciones por incumplimiento de compromisos. - Pérdidas de clientes. - Pérdidas por gastos sanitarios entre los que cabe señalar: - Gastos en material sanitario empleado en las curas y pagado por la empresa. - Gastos de transporte de los lesionados o personal sanitario. - Gastos de personal médico que atiende a los afectados. El cálculo de los accidentes de trabajo a nivel de empresa es una labor compleja, aunque no imposible, razón por la cual en muchas ocasiones no se considera llevar a cabo dicha valoración como consecuencia del gran número de factores y parámetros que hay que considerar, así como su falta de sistematización. En otras palabras, no se consideran estos costes como una aspecto más de la gestión empresarial. Para poder simplificar la relación indicada de pérdidas o costes de los accidentes, en muchas ocasiones se clasifican los accidentes de trabajo en: - Costes fijos - Costes variables Se consideran como costes fijos aquellos que va a tener siempre constantemente la empresa y con la misma cuantía en independencia o no de que se produzcan los accidentes de trabajo, como pueden ser los pagos a la Seguridad Social, primas de seguro, Servicios de Prevención, Auditorías de Prevención, etc. En tanto que los costes variables serían aquellos específicos y particulares que se derivan de la ocurrencia de los accidentes y que normalmente aumentarían con el número e importancia de los accidentes, como pueden ser pago de sanciones, investigación de accidentes, asistencia sanitaria, pérdidas de producción, etc.

A partir de esta clasificación los costes totales de los accidentes se calculan como la suma aritmética de los costes fijos y de los costes variables. En la figura 2.8 se indica la relación existente entre el coste de los accidentes y el número de accidentes.

Figura 2.8: Relación entre el coste de los accidentes y el número de accidentes.

En el gráfico se puede apreciar fácilmente que los costes variables y, por lo tanto, también los costes totales de los accidentes aumentan de una forma exponencial con el aumento del número de accidentes. Otra forma de agrupar los costes de los accidentes de acuerdo con su forma administrativamente contable sería clasificarlos en: - Costes directos. - Costes indirectos. Así, dentro de los costes directos se incluyen todos aquellos costes o gastos que por cuestiones de aseguramiento o por otras circunstancias sean asignadas total o parcialmente a la Seguridad y Salud en el Trabajo. Así dentro de estas se podrían incluir:

- Los gastos de pólizas de seguro de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. - Las indemnizaciones por concepto de accidentes de trabajo o enfermedad profesional. - Los gastos de índole sanitaria como: personal médico, material sanitario, hospitalizaciones, transporte. - El importe de sanciones o recargos por falta de medidas de seguridad y salud. - El importe de abogados, asesorías jurídicas o similares. Además de éstos también se pueden considerar como costes directos: - Pérdidas materiales durante el aprendizaje de las personas que sustituyen a los accidentados. - Pérdidas por el importe proporcional de los gastos generales de la empresa (luz, alquileres, amortizaciones, impuestos, etc.). - Dificultades de contratación y sustitución de los accidentados. - Malas relaciones entre mandos y trabajadores (con su incidencia productiva y comercial). - Mala imagen de la empresa. Como norma de carácter general, se deberían considerar como costes directos, todos aquellos gastos que quedan reflejados de forma clara, directa o fácilmente atribuible a este concepto, en la contabilidad de la empresa. Los costes indirectos son aquellos que no quedan reflejados en la contabilidad empresarial como achacables a los accidentes, pero que inciden negativamente en ella. Estos tipos de costes son en la mayoría de las ocasiones muy difícil de evaluar, aunque tienen una enorme importancia en el cálculo del coste total de los accidentes dado que suelen ser bastante superiores a los costes directos, por lo que se debe realizar un esfuerzo muy importante sino en su valoración, si en su estimación. Dentro de estos costes podemos indicar entre otros los siguientes: - Pérdidas productivas.

- Pérdidas de tiempo. - Pérdidas de mercado. - Pérdidas de equipamiento. - Pérdidas de materiales. - Otros costes.

Los costes totales de los accidentes lógicamente sería la suma de los costes directos e indirectos.

Aunque estos costes indirectos en la mayoría de las ocasiones son muy difíciles de evaluar, tienen una importancia enorme en el cálculo del coste total de los accidentes, dado que suelen ser bastante superiores a los directos por lo que se debe realizar un esfuerzo importante, si no en su valoración sí en su estimación 3.

1

TAKALA, Jukka. Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo: más de una década promoviendo la prevención. Med. segur. trab. [online]. 2007, vol. 53, no. 209 [citado 2009-01-22], pp. 05-08. ISSN 0465-546X. Enlace web: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0465546X2007000400003&lng=es&nrm=iso [Leído a 1 de abril de 2009, GMT+1]. 2 Aunque siempre se deben tener presentes, no se va a entrar a detallar los costes humanos, sino únicamente los económicos. 3 Existen métodos de cálculo para la valoración de los costes de accidentes. A este respecto, en el campus virtual se puede encontrar una lectura titulada "Valoración de costes de accidentes de trabajo" que analiza las metodologías de Heinrich y de Simonds.

2.5 Costes de la prevención Hasta ahora se han visto cuáles son los costes de los accidentes y a qué partida contable se pueden asignar, quedando por estudiar los costes y beneficios económicos de la prevención.

Al igual antes conviene tener presente que no sólo existen motivos económicos para invertir en prevención, sino que también hay razones éticas y legales. Sin embargo, por aquí solo nos centraremos en los aspectos económicos: De esta manera, en la figura 2.9 se indica cuál es la relación existente entre los costes de prevención y el número de accidentes.

Figura 2.9: Relación costes prevención-nº de accidentes.

Se puede apreciar de una forma muy clara que a medida que el número de accidentes de trabajo es mayor, menor serán los costes de prevención para eliminar o reducirlos. Al mismo tiempo, se puede también observar en el mismo gráfico que los costes de prevención para reducir un número muy pequeño de accidentes es, en principio, muy alto. La cuestión que se plantea es conocer a partir de cuando las inversiones en seguridad, o mejor dicho los costes de prevención, son rentables en la empresa. La respuesta se puede encontrar en el análisis del gráfico de la figura 2.10 que indica la relación entre el número de accidentes y costes por prevención y siniestralidad.

Figura 2.10: Relación entre el número de accidentes y costes por prevención y siniestralidad.

El punto óptimo de rentabilidad desde la perspectiva económica se producirá en el punto de corte entre las curvas de costes de los accidentes y de los costes de prevención, de tal manera que a la derecha del punto óptimo cualquier inversión que se haga en prevención es rentable bajo la óptica económica, dado que los costes de las medidas preventivas son menores que los costes que generarían los accidentes producidos. De la misma manera, y desde la perspectiva económica, a la izquierda del punto óptimo cualquier inversión que se haga en prevención no es rentable, dado que los costes de las medidas preventivas son muy superiores a las de los costes de los accidentes. Por tanto, a la hora de decidir la rentabilidad de las medidas preventivas, éstas no se podrían plantear desde un mero punto de vista económico, sino que necesariamente se deberán considerar otros aspectos como son los humanos y legales.

2.6 Fallos en el control de accidentes, enfermedades e incidentes

La mayoría de los accidentes e incidentes no son causados por "trabajadores descuidados" sino por fallos en el control (bien de la organización o del trabajo en particular), que son responsabilidad de la dirección. Los accidentes, enfermedades profesionales e incidentes son raras veces sucesos aleatorios e imprevisibles. Generalmente, derivan de fallos en el control y a menudo tienen múltiples causas. A pesar de que la causa inmediata de un suceso pueda ser un fallo técnico o humano, tales sucesos normalmente proceden de fallos organizativos que son también responsabilidad de la dirección. Las políticas con éxito en seguridad y salud ponen mayor énfasis en conseguir un control efectivo, tanto sobre los trabajadores como sobre la tecnología. Su fin es aprovechar las capacidades de los trabajadores a la vez que se minimizan las influencias de la fiabilidad y limitaciones humanas, mediante la forma en la que se estructura la organización, se diseñan las tareas y se establecen los sistemas de trabajo. La figura 2.11 ilustra la relación existente entre los factores que influyen en el comportamiento en el seno de las organizaciones:

Figura 2.11: Relación de factores que influyen en el comportamiento de los individuos.

2.6.1 Factores organizativos Los factores organizativos son los que más influyen en el comportamiento de los individuos y del grupo, sin embargo, es común olvidarlos en la investigación de accidentes e incidentes. Las organizaciones han de crear su propia cultura de seguridad y establecer un clima que promueva la implicación del trabajador y el compromiso a todos los niveles, poniendo énfasis en que es inaceptable una desviación sobre las normas de seguridad establecidas.

2.6.2 Tarea Los factores asociados a la tarea influyen directamente en la actuación individual y en el control de los riesgos. Las tareas deberían ser diseñadas de acuerdo con principios ergonómicos que consideren las limitaciones humanas. Los desajustes entre las exigencias de la tarea y las capacidades del individuo incrementan el potencial de error humano. Adaptando la tarea al individuo, se asegura que los trabajadores no estén sobrecargados, lo que contribuye a una actividad adecuada. Un ajuste físico incluye cómo se han de diseñar el lugar y el ambiente de trabajo. Un ajuste mental implica tener en cuenta las exigencias de la tarea en cuanto a información a tratar, decisiones a tomar, así como la percepción de las tareas por el individuo.

Los desajustes entre las exigencias del trabajo y las capacidades de los individuos incrementan el potencial de error humano.

2.6.3 Factores personales Los factores personales (los atributos que los trabajadores traen a sus trabajos) pueden ser reforzados o debilitados en relación con las demandas de una tarea en particular. Incluyen tanto los atributos físicos (tales como la fuerza y las limitaciones que se derivan de incapacidades o enfermedad) como los atributos mentales (tales como hábitos, actitudes, habilidades y personalidad, que influyen en el comportamiento de forma compleja). Los efectos negativos en el desarrollo de una tarea no siempre pueden ser corregidos con soluciones de diseño de trabajo. Algunas características, tales como las habilidades y actitudes, se tratan mediante la modificación o mejora a través de formación o experiencia; otras, tales como la personalidad, son relativamente permanentes y difícilmente modificables dentro del contexto laboral.

Los trabajadores deberán ser asignados a sus puestos de trabajo mediante técnicas de selección adecuadas.

Capítulo 3 .- Evaluación del riesgo

OBJETIVO - Conocer la forma de actuación en materia preventiva basándose en la evaluación de riesgos.

3.1 Introducción El objetivo de la evaluación del riesgo en materia de seguridad y salud, es identificar los peligros que pueden generar un accidente que cause un daño a la salud, evaluar sus riesgos, medir la efectividad de las medidas preventivas implantadas para evitar su ocurrencia o minimizar sus consecuencias y proponer mejoras para la reducción de los riesgos evaluados (figura 3.1).

La evaluación de riesgos es un proceso mediante el cual se obtiene la información necesaria para estar en condiciones de tomar decisiones sobre la necesidad o no de adoptar acciones preventivas, y en caso afirmativo, el tipo de acciones que deben adoptarse.

Figura 3.1: Secuencia de etapas en la evaluación del riesgo.

Se trata de un proceso continuo, que para mayor facilidad de su gestión, puede clasificarse de varias maneras1: - Con respecto al tiempo: - Evaluación inicial: es aquélla que se lleva a cabo por primera vez en una empresa o centro de trabajo, ya sea con motivo de la declaración de apertura o por la iniciación de un programa de acción en materia de seguridad y salud, y que constituirá la base para evaluaciones posteriores y para la elaboración del plan de actuación preventiva. - Evaluación (propiamente dicha): es aquélla que se realiza con ocasión de la elección de equipos de trabajo, de sustancias o preparados químicos y del acondicionamiento de los lugares de trabajo. - Evaluación actualizada: se realiza por causa de la modificación de las condiciones de trabajo. - Evaluación incidental: se realiza cuando hayan acaecido accidentes o daños para la salud.

Cuando el resultado de la evaluación así lo aconsejara, el empresario realizará controles periódicos de las condiciones de trabajo para detectar situaciones potencialmente peligrosas.

- Con respecto al campo de aplicación: - Evaluación general: es aquélla que abarca los aspectos más generales de los locales y puestos de trabajo, sin entrar en riesgos que requieren de procedimientos de evaluación más complejos. Por ejemplo, forman parte de la evaluación general la evaluación de riesgos derivados de las superficies de trabajo. - Evaluación específica: es aquélla que abarca aspectos más complejos que la general, y que habitualmente requieren sistemas de evaluación propios. Por ejemplo, la evaluación de riesgos derivados de la exposición a agentes químicos o la evaluación de riesgos producidos por las máquinas. Para llevar a cabo una evaluación de riesgos, es preciso conocer los requisitos legales relacionados con el tema y el desarrollo del proceso de evaluación 2. En este contexto, es fundamental conocer los textos legales que la determinan, a fin de poder aplicar correctamente los métodos de evaluación existentes y comprender cómo ha de ser ejecutado dicho proceso. En la evaluación del riesgo se aplican diferentes métodos de análisis según se tengan riesgos causa de incidente laboral, enfermedad profesional, fatiga, etc, pues no todos son evaluables de la misma forma. Sin embargo, aunque las metodologías presentadas a continuación se puedan aplicar a cualquier situación de análisis o evaluación de riesgos (secciones, áreas, puestos de trabajo, etc.), en realidad están enfocadas a lo que es la evaluación inicial del riesgo.

1

En España, de acuerdo con el artículo 16 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. 2 En España, los preceptos de la normativa legal que guardan una relación más evidente en este apartado son los artículos 3 y 4.2 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (31/1995, de 8 de noviembre, y sus modificaciones posteriores, principalmente por la Ley 54/2003) y el capítulo II. Evaluación de los riesgos y planificación de la actividad preventiva (arts. 3 a 9) del Reglamento de los Servicios de Prevención (RD 39/1997, de 17 de enero).

3.2 Análisis y valoración del riesgo

La evaluación de riesgos comporta la existencia de dos partes diferenciadas: - El análisis de riesgos. - La valoración de riesgos.

3.2.1 El análisis de riesgos El análisis de riesgos supone las siguientes fases: a) identificar el peligro, entendiendo como tal toda fuente o situación con capacidad de daño en términos de lesiones, daños a la propiedad, daños al medio ambiente, o bien una combinación de ambos1; y, b) estimar el riesgo, entendiendo como tal la combinación de la frecuencia o probabilidad y de las consecuencias que pueden derivarse de la materialización de un peligro. La estimación del riesgo supone el tener que valorar la probabilidad y las consecuencias de que se materialice el riesgo.

1

OSHAS 18001:2007 suprime la extensión a "daños a la propiedad" y "daños en el ambiente de trabajo".

3.2.2 La valoración del riesgo Tras efectuar el análisis de riesgos, y con el orden de magnitud obtenido para el riesgo, hay que valorarlo, es decir, emitir un juicio sobre la tolerabilidad o no del mismo, hablando de riesgo controlado en caso afirmativo y finalizando con ello el proceso de evaluación del riesgo. No termina con ello la actuación, sino que debe mantenerse al día, lo que implica que cualquier cambio significativo en un proceso o actividad de trabajo, debe de conducir a una revisión de la evaluación1. Si en la evaluación del riesgo resulta que éste no es aceptable, hay que controlarlo, requiriéndose para ello:

- Reducir el riesgo por modificaciones en el proceso, producto o máquina, y/o la implantación de medidas adecuadas; y, - La verificación periódica de las medidas de control tomadas. Al proceso conjunto de evaluación del riesgo y control del riesgo se le denomina gestión del riesgo, y se recoge de forma esquemática en la siguiente figura 3.2.

Figura 3.2: Gestión del riesgo.

1

Así queda establecido en la Ley española 31/95 de Prevención de Riesgos Laborales, al establecer como obligación del empresario, la actualización de las evaluaciones cuando cambien las condiciones de trabajo.

3.3 Alternativas para la evaluación del riesgo

A la hora de efectuar una evaluación de riesgos nos podemos encontrar con alguna de las siguientes alternativas: a) Riesgos para los que existe una legislación específica. b) Riesgos para los que no existiendo una legislación específica, sí existen normas internacionales, europeas, nacionales o de organismos oficiales u otras entidades de reconocido prestigio.

c) Riesgos que precisan métodos de evaluación especiales. d) Riesgos de carácter general.

3.3.1 Evaluación del riesgo para la que existe una legislación específica Muchos de los peligros que se pueden presentar en un puesto de trabajo derivan de las propias instalaciones y equipos; por ejemplo, el peligro de explosión de aparatos a presión, el derivado de las instalaciones eléctricas, entre otros. Para muchos de ellos se ha desarrollado una legislación específica, bien nacional, autonómica o local, que regula las características que se deben cumplir, siendo éste el caso del Reglamento de Aparatos a Presión o el Reglamento Electrotécnico, por citar alguno de ellos. Los citados Reglamentos regulan una serie de características de obligado cumplimiento, tales como la autorización para la puesta en servicio, las revisiones periódicas, las inspecciones, así como las características que han de reunir los instaladores autorizados. El cumplimiento de dichas legislaciones supone que los riesgos derivados de dichas instalaciones o equipos están controlados, por lo que no se considera necesario realizar una evaluación, sino que se debe asegurar que se cumplen estrictamente todos los requisitos que recoge la legislación.

3.3.2 Evaluación del riesgo para la que existen normas y guías, entre otros En muchas ocasiones nos encontramos que para la evaluación de riesgos existen normas o guías técnicas, que establecen el procedimiento de evaluación e incluso, en algunos casos, los niveles máximos de exposición recomendados. Como ejemplo se puede citar la Norma ENV 50166, sobre la exposición a campos electromagnéticos entre 0 y 10 kHz, y entre 10 kHz y 300 Ghz, que facilita: - El procedimiento de medida de campos electromagnéticos. - Los niveles de exposición recomendados.

- Los métodos de control de exposición. A partir de la publicación de la Directiva 89/391/CE 1, en la que se definían las directrices a seguir para llevar a cabo la evaluación de riesgos, han aparecido diferentes metodologías para la evaluación inicial de riesgos, aunque todas ellas basadas en el documento "Directrices para la evaluación de riesgos en el lugar de trabajo", publicado por la Comisión Europea. Dichas metodologías pretenden cumplir con un doble objetivo: - evaluar el riesgo; y, - priorizar las necesidades de actuación en la mejora de las condiciones de trabajo. Y se pueden clasificar en función de las entidades creadoras como: - Oficiales: - Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT). - Método de la Generalitat de Catalunya. - Manual de auditoría interna de la Generalitat de Catalunya. - Particulares: - Asociación para la prevención de accidentes. - Mutua. - Otras. No obstante, todas ellas siguen unas directrices comunes que se podrían resumir en los siguientes apartados: 1. Finalidad: garantizar la seguridad y salud de los trabajadores. 2. Etapas: - Identificación del peligro.

- Identificación de los trabajadores (u otras personas) expuestas a los riesgos que entrañan dichos elementos peligrosos. - Estimación del riesgo. - Evaluación, cualitativa o cuantitativa, del riesgo existente. - Analizar si el riesgo puede ser eliminado, y en caso de que no pueda serlo, decidir si es necesario adoptar nuevas medidas para prevenir o reducir el riesgo. 3. Lugar: todos los puestos de trabajo. 4. Metodología: - La evaluación debe estar estructurada de manera que se estudien todos los elementos peligrosos y riesgos importantes. - Cuando exista riesgo, la evaluación deberá examinar, antes de nada, si el riesgo debe eliminarse. 5. Bases: - Requisitos legales. - Normas y orientaciones publicadas. - Principios jerárquicos en materia de seguridad y salud 2: - Evitar los riesgos. - Sustituir elementos peligrosos por otros que entrañen menos peligro. - Combatir los riesgos en su origen. - Anteponer medidas colectivas a las protecciones individuales. - Tener en cuenta el progreso técnico. - Búsqueda de la mejora del nivel de producción.

La evaluación de riesgos es uno de los pilares fundamentales en materia de seguridad y salud, tal y como se entiende en la legislación relativa en materia de seguridad y salud.

1

En España dio lugar a la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (31/1995, de 8 de noviembre). Extraídos del artículo 15 de la Ley española 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. 2

3.3.3 Evaluación de riesgos que requieren métodos de evaluación especiales Existen actividades que pueden ser origen de grandes y graves accidentes debido a explosiones, incendios, escapes, entre otros. En la memoria está el accidente de Seveso o el de Chernobyl. Esto ha motivado el desarrollo de métodos específicos de análisis, fundamentalmente en la industria química, y que son recogidos como exigencia en determinadas legislaciones. Estos métodos se basan en análisis probabilísticos de riesgos y se utilizan también para el análisis de los sistemas de seguridad en máquinas y distintos procesos industriales. Algunos ejemplos específicos son el método HAZOP y el árbol de fallos y errores, entre otros.

3.3.4 Evaluación de riesgos de carácter general En apartados anteriores se han visto una serie de alternativas para efectuar una evaluación de riesgos, los cuales tenían como característica el disponer de legislación, una norma, método o guía para efectuarlo. Ahora bien, existen peligros, generalmente muy corrientes y dispares en la vida ordinaria, a los que no son aplicables dichas metodologías, y que por otra parte requieren el disponer de un método general que pueda ser aplicado en este tipo de situaciones. Existen varios métodos de aplicación general a la hora de evaluación de riesgos, por ejemplo, el W.T. Fine, el Sistema Simplificado de Evaluación, entre otros; sin embargo, el método que se expone a continuación, Evaluación General de

Riesgos, creemos que cumple la versatilidad requerida a la vez que una gran sencillez de aplicación. 3.4 Método de evaluación general de riesgos

El método de evaluación general de riesgos parte de una clasificación de las actividades del trabajo, requiriendo posteriormente toda la información que sea necesaria en cada actividad. Establecidas estas premisas, se procede al análisis de riesgos, identificando peligros, estimando riesgos y, finalmente, procediendo a valorarlos para determinar si son o no son aceptables.

3.4.1 Clasificación de las actividades de trabajo Es el paso preliminar a la evaluación de riesgos y consiste en preparar una lista de actividades de trabajo agrupadas de forma racional y manejable. A título de ejemplo, las actividades se pueden clasificar en: - Areas externas a las instalaciones de la empresa. - Etapas en el proceso de producción o en el suministro de un servicio. - Trabajos planificados y de mantenimiento. - Tareas definidas. Seguidamente, se deberá obtener para cada una de las actividades el máximo de información posible, por ejemplo1: - Tareas a realizar, su duración y frecuencia. - Lugares donde se realiza el trabajo. - Quien realiza el trabajo, tanto permanente como ocasional. - Otras personas que pueden ser afectadas por las actividades del trabajo, por ejemplo, visitas, subcontratas, etc. - Formación de los trabajadores sobre la ejecución de las tareas.

- Procedimientos escritos de trabajo, y/o permisos de trabajo. - Instalaciones, maquinaria y equipos que se utilizan. - Herramientas manuales movidas a motor. - Instrucciones de fabricantes y suministradores para el funcionamiento y mantenimiento, tanto de la planta como de maquinaria y equipos. - Tamaño, forma, carácter, peso, etc., de materiales a utilizar. - Distancia y altura a las que han de moverse de forma manual materiales, productos, etc. - Energías que se utilizan. - Sustancias y productos utilizados y generados. - Estado físico de las sustancias utilizadas, como gases, vapores, líquido, polvo, etc. - Contenido y recomendaciones de los etiquetados. - Requisitos de la legislación vigente sobre la forma de hacer el trabajo, instalaciones, maquinaria y sustancias empleadas. - Medidas de control existentes. - Datos recopilados sobre accidentes, incidentes, enfermedades profesionales derivadas de la actividad que se desarrolla, de los equipos y de las sustancias utilizadas. - La recopilación de datos tanto dentro como fuera de la organización. - Datos sobre evaluaciones de riesgos que se han efectuado anteriormente. - Organización del trabajo.

1

Esta lista no pretende ser exhaustiva, y en cada caso, requerirá ser ampliada o modificada.

3.4.2 Identificación de peligros La fase más difícil de la evaluación de riesgos es la identificación de peligros. En efecto, no existe ningún método que garantice la identificación del 100% de los peligros existentes en una actividad; por tanto, los técnicos se ayudan de instrumentos de identificación, como las listas de chequeo, y de instrumentos de gestión, como las visitas periódicas, inspecciones planeadas, análisis de accidentes, observación del trabajo, comunicación de riesgos, etc. Los peligros de una organización están relacionados tanto con las actividades, procesos y sustancias utilizadas en ella como con las características del entorno en la que se desarrollen dichas actividades. Para llevar a cabo la identificación de peligros habrá que preguntarse: - ¿Existe una fuente de daño?. - ¿Quién puede ser dañado?. - ¿Cómo puede ocurrir el daño?. De esta manera, se deben analizar: - Las posibles fuentes de peligro (diagnosis de fuentes). - Los elementos del entorno humano susceptibles de ser afectados. En primer lugar, con objeto de ayudarse en el proceso de identificación de peligros, es útil categorizarlos de distintas formas, por ejemplo, por temas: - lugar de trabajo: desniveles, rampas, puertas, escaleras, iluminación, entre otros; - electricidad; - obras de construcción; - agentes tóxicos y muy tóxicos, en particular, agentes cancerígenos, mutagénicos o tóxicos para la reproducción; - productos químicos de alto riesgo;

- agentes biológicos; - explosivos; - ámbito de las condiciones de trabajo (carga física, carga mental, estrés, mobbing, etc.); - patologías de origen laboral; y, - otros aspectos tales como ruido, vibraciones, radiaciones ionizantes, radiofrecuencias y microondas. Y, en segundo lugar, debe tenerse en cuenta la identificación de los trabajadores (u otras personas) expuestos a los riesgos que entrañan estos peligros. Complementariamente, se puede efectuar una lista de preguntas tales como: durante las actividades de trabajo, ¿existen los siguientes peligros? - Golpes y cortes. - Caídas de personas al mismo nivel. - Caídas de personas a distinto nivel. - Caídas de herramientas, materiales, etc. - Espacio inadecuado. - Peligros asociados al manejo manual de cargas. - Peligros asociados al montaje, operación, mantenimiento, reparación, etc., de instalaciones y maquinaria. - Peligros de vehículos. - Incendios y explosiones. - Sustancias que puedan inhalarse. - Sustancias o agentes que pueden dañar los ojos. - Sustancias que pueden causar daño por contacto con la piel.

- Sustancias que pueden causar daños al ser ingeridas. - Energías peligrosas. - Trastornos musculares derivados de movimientos repetitivos. - Ambiente térmico inadecuado. - Iluminación inadecuada. - Barandillas inadecuadas. - etc. La anterior lista deberá ser aumentada o modificada en función de las características específicas de la actividad de trabajo que se considere.

3.4.3 Estimación del riesgo Con el fin de establecer prioridades para la eliminación y control de los riesgos, es necesario disponer de metodologías para su evaluación. El riesgo se define como el conjunto de daños esperados por unidad de tiempo, es decir, es el producto de: - la probabilidad de que determinados factores de riesgo se materialicen en daños; y, - la magnitud o severidad de los daños (consecuencias). Ambas magnitudes deben ser cuantificadas para valorar de una manera objetiva el riesgo. La probabilidad es la medida de la facilidad o dificultad con que puede materializarse el riesgo, en función de las circunstancias y las medidas de prevención existentes. Ésta se puede graduar desde baja a alta según el siguiente criterio: a) Probabilidad alta: el daño ocurrirá siempre o casi siempre. b) Probabilidad media: el daño ocurrirá en algunas ocasiones.

c) Probabilidad baja: el daño ocurrirá raras veces. A la hora de establecer la probabilidad del daño, se deberá considerar si las medidas de control ya implantadas son adecuadas, revisar los requisitos legales, etc. Además, se deberá tener en cuenta lo siguiente: - Trabajadores especialmente sensibles a determinados riesgos. - Frecuencia de la exposición al peligro. - Fallos en los componentes de las instalaciones y de las máquinas, así como en los dispositivos de protección. - Exposición a elementos. - Protección de EPI´s y tiempo de utilización de los mismos. - Actos inseguros de las personas, tanto errores involuntarios como violaciones intencionadas. La magnitud o severidad del daño se entiende como las consecuencias que pueden sobrevenir al trabajador en caso de que el accidente se materialice. Como es lógico, las posibles consecuencias de un accidente no son únicas, sino que el mismo accidente, en función de las circunstancias que lo rodeen, puede comportar lesiones muy graves o, incluso, ninguna pérdida. Así, por ejemplo, ante una caída al mismo nivel al circular por un pasillo resbaladizo, las consecuencias normalmente esperables son leves (magulladuras, contusiones, etc.), pero, con una probabilidad menor, también pueden ser graves o incluso mortales. Para determinar la magnitud del daño, deberá considerarse lo siguiente: - Partes del cuerpo que se verían afectadas. - Naturaleza del daño, graduándolo desde ligeramente dañino a extremadamente dañino. Como ejemplos de la magnitud del daño se tiene:

a) Ligeramente dañino: daños superficiales, cortes y pequeñas magulladuras, irritación de ojos por polvo, molestias, dolor de cabeza, entre otros. b) Dañino: laceraciones, quemaduras, conmociones, torceduras importantes, fracturas menores, sordera, dermatitis, asma, trastornos músculo-esqueléticos y enfermedades que conducen a una incapacidad menor. c) Extremadamente dañino: amputaciones, fracturas mayores, intoxicaciones, lesiones múltiples, lesiones fatales, cáncer y otras enfermedades. En consecuencia, el riesgo (promedio) de accidente viene determinado por la expresión:

Por tanto, éste se puede representar gráficamente, según se ilustra en la figura 3.3.

Figura 3.3: Representación gráfica del riesgo.

Ante un posible accidente es necesario plantearse cuáles son las consecuencias previsibles, las normalmente esperables o las que pueden acontecer con una probabilidad remota.

En la valoración de los riesgos convencionales se consideran las consecuencias normalmente esperables pero, en cambio, en instalaciones muy peligrosas por la gravedad de las consecuencias (nucleares, químicas, etc.), es imprescindible considerar las consecuencias más críticas aunque su probabilidad sea baja, y por ello es necesario ser, en tales circunstancias, más rigurosos en el análisis probabilístico de seguridad.

Cuanto mayor sea la gravedad de las consecuencias previsibles, mayor deberá ser el rigor en la determinación de la probabilidad.

Las metodologías empleadas permiten la cuantificación de la magnitud de los riesgos existentes y, en consecuencia, la jerarquización racional de su prioridad de corrección1. La tabla 3.1 permite estimar los niveles de riesgo de acuerdo con su probabilidad estimada y sus consecuencias esperadas.

CONSECUENCIAS

Probabilidad

Ligeramente dañino

Dañino

Extremadamente dañino

Baja

Riesgo trivial

Riesgo tolerable

Riesgo moderado

Media

Riesgo tolerable

Riesgo moderado

Riesgo importante

Alta

Riesgo moderado

Riesgo importante

Riesgo intolerable

Tabla 3.1. Niveles de riesgo.

1

En el campus virtual se puede encontrar el documento titulado "Método del INHST", en el que se detalla la metodología seguida por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), para la cuantificación de la magnitud de los riesgos existentes.

3.4.4 Valoración del riesgo La tabla de niveles de riesgo constituye la base para decidir si se requieren mejorar los controles existentes o implantar unos nuevos, así como determinar en el tiempo las actuaciones. Para hacer una valoración del riesgo y poder tomar una decisión, se deberá contar con un criterio (tabla 3.2).

RIESGO Trivial

Tolerable

ACCÓN Y TEMPORIZACIÓN No se requiere acción no se necesita guardar documentación. No se necesita mejorar la acción preventiva, sin embargo se deben considerar soluciones más rentables o mejores que no supongan una carga económica. Se requieren comprobaciones para asegurar que se mantienen las medidas de control. Se deben hacer esfuerzos para reducir el riesgo, pero debe de determinarse y limitarse cuidadosamente las inversiones precisas. Las medidas para reducir el riesgo deben de implantarse en un período de tiempo determinado.

Moderado

Cuando el riesgo moderado este asociado con consecuencias extremadamente dañinas, se precisara acción posterior para establecer, con la precisión la probabilidad del daño como base para determinar la necesidad de mejorar las medidas de control.

Important e

No debe de comenzarse el trabajo hasta que se reduzca el riesgo, puede que se necesiten recursos considerables para reducir el riesgo. Cuando el riesgo implique trabajo en proceso, debe remediarse el problema en un tiempo inferior que para los riesgos moderados.

Intolerabl e

No se debe de comenzar ni continuar el trabajo hasta que se reduzca el riesgo si no es posible, debe de prohibirse el trabajo. Tabla 3.2. Criterios para la toma de decisiones.

3.4.5 Plan de control de riesgos

Si como resultado de una evaluación de riesgos resulta necesario aplicar o mejorar los controles de riesgos, será necesario contar con un buen procedimiento para planificar la implantación de las medidas de control que sean precisas. El método de control que se tome deberá tener en cuenta los siguientes principios: - Combatir los riesgos en origen. - Adaptar el trabajo a la persona, en particular por lo que respecta a la concepción de los puestos de trabajo, así como la elección de los equipos y métodos de trabajo y producción, con vistas, en particular, a atenuar el trabajo monótono y repetitivo y reducir los efectos sobre la salud. - Tener en cuenta la evolución de la técnica. - Sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún peligro. - Adoptar las medidas que antepongan la protección colectiva a la individual. - Dar instrucciones a los trabajadores.

3.4.6 Revisión del plan El plan de actuación deberá ser revisado, teniendo en cuenta: - Si los nuevos sistemas de control de riesgos conducirán a niveles de riesgo aceptables. - Si los nuevos sistemas de control de riesgos han generado nuevos peligros. - La opinión de los trabajadores sobre la necesidad y operatividad de las nuevas medidas de control. Finalmente, hay que indicar que la evaluación de riesgos debe ser un proceso continuo, por lo que la adecuación de los medios de control debe estar sujeta a revisión continua y modificarse si es preciso. Análogamente, si cambian las condiciones de trabajo y con ello varían los peligros, habrá de revisarse la evaluación de riesgos. En las tablas 3.3 a 3.5 se muestran distintos formatos para la recogida de la información.

EVALUACIÓN DE RIESGOS Actividad: Puesto de trabajo:

N º

PELIGRO IDENTIFICADO

Evaluación Nº: Fecha:

PROBABILIDA D B

M

A

CONSECUENCIA S LD

D

ED

ESTIMACIÓN DEL RIESGO T

TO

M

I

IN

Tabla 3.3. Plantilla para la identificación de peligros.

MEDIDAS A TOMAR

N º

Medida de control

Procedimiento de trabajo

Informació n

Formació n

Riesgo controlado? Si

No

Tabla 3.4. Plantilla para las medidas de control.

PLAN DE ACCIÓN Nº

Acción requerida

Responsable

Fecha Finalización

Comprobac. eficacia

Tabla 3.5. Plantilla para el plan de acción.

3.5 Caso práctico de evaluación de riesgos Al objeto de familiarizar al alumno con la metodología de la evaluación de riesgos, se indica seguidamente la evaluación parcial de un puesto de trabajo, teniendo en cuenta las limitaciones que la realización del mismo supone. - Actividad: fabricación de muebles de madera. - Lugar de trabajo: taller. - Puesto evaluado: operador de sierra de cinta. La tarea realizada por el operario consiste en tomar tableros, de 1 x 1 m y 5 kg de peso, de un apilamiento próximo, ponerlos en la sierra, cortarlos, y disponerlos en otro apilamiento, al otro lado de la máquina (figura 3.4).

Figura 3.4: Ilustración de la actividad realizada por el operario.

Para tal operación emplea una sierra circular, de accionamiento eléctrico, que posee el marcado CE. Dicha sierra cuenta con un sistema de extracción de polvo. La jornada realizada por el operario es de 8 horas al día y 5 días a la semana. La visita efectuada al puesto de trabajo permitió ver lo siguiente: - La conducción de captación de polvo, esta parcialmente rota, dejando escapar el mismo en la proximidades del puesto de trabajo. - El enchufe donde se conecta la sierra circular esta parcialmente roto. Se indica que fue golpeado por una carretilla, hace algún tiempo, sin que se haya sustituido. Las condiciones que presenta el enchufe no aseguran una correcta toma a tierra de la máquina. - El extintor existente en las proximidades de la máquina no ha sido sometido a la revisión correspondiente. - El suelo presenta desgaste. En las tablas 3.6 a 3.8 se muestran algunos de los peligros identificados, la forma de evaluar su riesgo, el resultado de ello, y la actuación a efectuar de los riesgos no aceptables.

PELIGRO

PELIGRO

LEGISLACIÓN APLICABLE

EVALUACIÓN SEGÚN



IDENTIFICADO

1

Manejo de cargas

R.D. 487/97 manejo manual de cargas

R.D. 4879/, guía I.N.S.H.T.

2

Ruido de sierra

R.D. 1381/89, ruido

R.D. 1381/89, verificación nivel sonoro

3

Polvo de madera

TLV's ACGIH

4

Proyección partícula

Método general

5

Cantos vivos de tableros

Método general

6

Iluminación puesto

R.D. 486/97, lugares de trabajo

R.D. 486/97, guía I.N.S.H.T.

7

Condiciones térmicas

R.D. 486/97, lugares de trabajo

R.D. 486/97, guía I.N.S.H.T.

8

Suelo desgastado

R.D. 486/97, lugares de trabajo

Método general

9

Extintor sin revisión

R.D. 1942/93, sistemas de extinción

Cumplimiento R.D. 1942/93

10

Toma de tierra sierra

R.D. 2413/73, reglamento electrotécnico

Cumplimiento R.D. 2413/73

Tabla 3.6. Plantilla para la identificación de peligros cumplimentada.

Actividad: Puesto de trabajo: Operador de sierra circular Evaluación Nº: Inicial Fecha: EVALUACIÓN DE RIESGOS POR EL MÉTODO GENERAL DE EVALUACIÓN Probabilidad Consecuencias Estimación del riesgo

N º

Peligro identificado

4

Proyección partículas de madera

5

Cantos vivos de tablero

X

6

Suelo desgastado

X

B

M

A

X

LD

D

ED

T

X

TO X

X

X X

X

CUMPLIMIENTO DE REGLAMENTACIÓN ESPECÍFICA N

Peligro identificado

M

Resultado

I

IN

º 2

Ruido de sierra

Dentro de límites (tolerable)*

9

Extintor

No cumple (intolerable)*

1 0

Toma de tierra sierra

No cumple (intolerable)* EVALUACIÓN POR NORMAS O GUÍAS

N º

Peligro identificado

Resultado

1

Manejo de cargas

Tolerable*

3

Polvo de madera

Intolerable*

6

Iluminación puesto

Tolerable*

7

Condiciones térmicas

Tolerable*

Tabla 3.7. Resultados de la evaluación. (*)La calificación de tolerable o intolerable viene determinada por el cumplimiento o incumplimiento de la legislación específica, o bien, tras la aplicación de una norma o guía de evaluación.

MEDIDAS A TOMAR N º

Medida de control

Procedimiento de trabajo

Informació n

Formació n

Riesgo controlado? Si

1 2 3

Arreglo conducción/plan de mantenimiento

Trabajador

X

Uso de protecciones

Trabajador

X

4 5 6 7 8

Arreglo suel, plan mantenimiento

X

No

9

Establecer plan de revisión

X

1 0

Sustitución/plan mantenimiento

X

Tabla 3.8. Plantilla para la adopción de las medidas de control cumplimentada.

A la vista de los anteriores resultados, se establecerá un plan de acción que quedará recogido en un formato como el que se indica en la tabla 3.5.

Capítulo 4 .- Inspección de seguridad técnica

OBJETIVO - Conocer la importancia que tienen las inspecciones de seguridad en la actividad preventiva y su efecto globalizador.

4.1 Introducción

Dentro de las denominadas técnicas analíticas de seguridad se encuentran las inspecciones de seguridad técnica activas, efectuadas antes de que se produzca el accidente, y las inspecciones de seguridad técnica reactivas, llevadas a cabo después de producirse el mismo, por ejemplo, el caso de la investigación de accidentes. Su finalidad es prevenir las situaciones de riesgo para que nunca lleguen a materializarse en accidentes. Evidentemente son un medio para obtener un fin y no un fin en sí mismas, al igual que la evaluación de riesgos, ya que el objetivo es eliminar o reducir los riesgos a límites tolerables, es decir, mantenerlos controlados dentro de límites admisibles; y esto se consigue mediante las técnicas operativas que se basan en los resultados obtenidos por las técnicas analíticas.

La inspección es una técnica analítica de seguridad que consiste en el análisis realizado mediante la observación directa de las instalaciones, equipos y procesos productivos, para identificar los peligros existentes y evaluar los riesgos en los puestos de trabajo. Cuando se habla de instalaciones, equipos, máquinas y procesos productivos nos referimos no sólo a sus condiciones y características técnicas, sino también a metodologías de trabajo, actitudes y comportamiento humano, aptitud de los trabajadores para el puesto de trabajo que desempeñan y sistema organizativo. La inspección de seguridad tiene dos partes bien diferenciadas: - el trabajo de oficina o de despacho; y, - el trabajo de campo. 4.2 El trabajo de oficina

El trabajo de oficina, previo a la visita, tiene dos fases: - El análisis documental: consiste en la búsqueda y estudio de la información contenida en libros, documentos, revistas y estudios específicos sobre la actividad en cuestión. - El análisis estadístico: consiste en la búsqueda, recopilación y estudio de información contenida en estudios estadísticos nacionales sobre el sector en el que se encuadra la actividad que es objeto de la visita, peligros presentes más significativos en la actividad, origen de los peligros y estudios sobre accidentes e incidentes en el ámbito de la empresa a visitar. Para llevar a cabo eficazmente el trabajo de oficina, hay que seguir unos principios y sistemática de actuación, y que se pueden resumir en los puntos siguientes: a) Elección de la persona o personas que han de llevar acabo la inspección. Es importante este aspecto porque las personas designadas deben tener los conocimientos y experiencia necesarios para que la inspección sea eficaz. b) Es preciso recoger y estudiar la información previa, tanto en los aspectos humanos de aptitud, actitud, comportamiento y organización, como en los relativos a las características técnicas de las instalaciones, equipos, procesos y demás

circunstancias relativas a las condiciones de trabajo que influyen en la seguridad de los trabajadores del centro. c) Recoger y estudiar toda la información previa que podamos obtener sobre los posibles riesgos: a través del análisis estadístico y documental, y de las normas y reglamentos aplicables. d) Confeccionar un inventario o lista de comprobación (check-list)1 que sirva de recordatorio de los puntos que deben ser inspeccionados en función de los conocimientos que se poseen sobre las características y riesgos de las instalaciones, equipos, máquinas, procesos, etc. e) Decidir si la inspección se realizará sin previo aviso o con conocimiento previo de los responsables de las áreas a inspeccionar. La ventaja de la inspección sin aviso previo es que nos puede dar una idea bastante clara, en la mayoría de los casos, de cuál es la situación habitual de la empresa con respecto a la prevención de los riesgos laborales, o más concretamente, con respecto a las actuaciones en materia de seguridad. Sin embargo, tiene como desventaja que podemos encontrarnos con que no esté presente ningún responsable de las áreas a visitar, lo que puede dificultar la eficacia de la visita, ya que es conveniente la presencia de estos responsables que conocen perfectamente las peculiaridades y características de las instalaciones y procesos. Si la inspección se realiza con aviso previo, se corre el riesgo de que preparen la visita ocultando o escamoteando los riesgos presentes, realizando un lavado de cara a las instalaciones con el único objeto de pasar la inspección sin sanciones si es oficial o sin crear problemas a los responsables directos si se trata de una inspección ordenada por la dirección de la empresa, servicios de prevención, etc. Por otro lado, el trabajo de oficina, posterior a la visita, tiene la siguiente fase: - Explotación de resultados. Éste es un trabajo de despacho en el que deben realizarse los siguientes pasos: 1.- Ordenar y completar los datos recogidos durante la inspección lo más pronto posible, ya que durante la visita gran cantidad de datos habrán sido recogidos de forma telegráfica dada la necesidad de reducir el tiempo de paralización de los trabajos, y por lo tanto, cuanto más tiempo pase tanto mayor será la dificultad para recordar los detalles. Si transcribimos rápidamente los datos, los apuntes

telegráficos nos serán de gran ayuda y permitirán reconstruir toda la inspección, sirviendo como reglas memotécnicas. 2.- Diseñar, lo antes posible, las medidas preventivas para los riesgos detectados. 3.- Siempre que sea posible, proporcionar un tratamiento informático y estadístico a los datos recogidos, para, después, poder extraer conclusiones de interés, no sólo para la empresa visitada, sino para todas las empresas con problemas similares en el sector, a las que puede ser de enorme utilidad la información recogida. De este modo, se logra multiplicar los efectos positivos de una inspección.

1

En el campus virtual se facilita un ejemplo de check list para la planificación de la inspección técnica de seguridad.

4.2.1 Ejemplo Como ejemplo de trabajo de oficina vamos a suponer los procesos y tareas que se siguen en una fábrica de muebles, según se ilustra en la tabla 4.1. Esta tabla sirve para seguir secuencialmente el proceso productivo en el mismo orden en que se produce, tanto en lo que se refiere al proceso en sí mismo como a las tareas en que se subdivide cada proceso.

DENOMINACIÓN

Recepción y almacenaje

Corte

CÓDIG O

0

0

0

0

DENOMINACIÓN

CÓDIG O

Transp. y apilado madera (troncos)

0

0

1

Transp. y apilado madera (tablones)

0

0

2

Acondicionamiento maderas

0

0

3

2 Corte mat. con empuje manual

0

0

1

1

Chapeado

Rectificado superficies

Barrenado

Moldurado y torneado

Tallado

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

Corte mat. con empuje med. carro

0

0

2

Corte automático

0

0

3

Corte y cosido de chapas

0

0

1

Chapeado caras (encolado y prens.)

0

0

2

Perfilado y chapeado de cantos

0

0

3

Chapeado de molduras

0

0

4

Cepillado manual

0

0

1

Cepillado automático

0

0

2

Lijado manual

0

0

3

Lijado automático

0

0

4

Barrenado manual

0

0

1

Barrenado múlt. y cajeado en mesa

0

0

2

Barrenado automático

0

0

3

Moldurado manual

0

0

1

Moldurado automático

0

0

2

8 Torneado

0

0

3

Quemado

0

0

4

Empastado

0

0

5

9 Tallado manual

0

0

1

5

6

7

Entintado

Barnizado, lacado y pintado

Secado

0

0

0

1

1

1

Tallado mecánico (automático)

0

0

2

Entintado manual

0

0

1

Entintado por pulverización

0

0

2

Entintado por inmersión

0

0

3

Entintado por rodillos

0

0

4

Barnizado manual

0

0

1

Barnizado por pulverización

0

0

2

Barnizado por rodillos

0

0

3

1 Barnizado por cortina

0

0

4

Barnizado automático

0

0

5

Barnizado por inmersión

0

0

6

Lijado de barniz (cromado)

0

0

7

En ambiente de fabricación

0

0

1

2 Secado en cámara independiente

0

0

2

Túnel con arrastre automático

0

0

3

Montaje manual y en banco

0

0

1

Tapizado

0

0

2

0

Montaje y ensamble (incluido encolado)

0

Embalado

0

1

4 Embalado

0

0

1

Almacenamiento y expedición

0

1

5 Almacenaje exp. prod. acabados

0

0

1

Mantenimiento

0

1

6 Manten. herram. máquinas,

0

0

1

1

3

instalac. Proceso administrativo

0

1

7 Tareas administrativas

0

0

1

Otros procesos

0

1

8 Otras tareas

0

0

1

Tabla 4.1. Proceso que se sigue en la fabricación de muebles.

En la tabla 4.2 se muestra la denominación de los riesgos con expresión de la forma en que se producen los accidentes, el agente material causante, el número de riesgos detectados y su porcentaje respecto del total, los trabajadores expuestos y las tareas con riesgos en tanto por ciento.

DETERMINACIÓN DEL RIESGO

Forma Cortes por objetos o herramientas

RIESGOS DETECTADOS

Agente material



%

Herramienta manual

1998

4,43

Productos madera

1636

3,72

Moldurera o tupi

654

1,45

Sierra circular

660

1,53

Transp. Rod. Gravedad

560

1,39

Cepilladora

542

1,70

Pistola a presión

436

0,95

Taladro

429

0,93

TRABAJADORES EXPUESTOS



%

TAREAS CON RIESGO Nº

%

Herramienta de percusión

363

0,80

Herramienta de corte

344

0,36

3062

6,39

10,684

23,65%

Productos madera

4250

9,42

Otras máquinas

1981

4,39

Transp. de rodillos

561

1,24

Otros agentes

482

1,25

Total choques contra objetos inmóviles

7,274

16.3

Caída de personas al mismo nivel

Productos madera

2566

5,69

Sup. transito pasillo

2499

5,54

167

0,37

Total caída de personas al mismo nivel

5232

11,6

Caída de objetos en manipulación

4182

9,27

200

0,44

4382

9,71

562

1,25

Otros agentes Total cortes por objeto o herramientas Choques contra objetos inmóviles

Otros agentes

Productos madera

Otros agentes Total caída de objetos en manipulación Atrapamientos

Barrenadora

Lijadora de banda

530

1,18

Sierra de cinta

368

0,82

Moldurera o tupi

302

0,65

Chapeadora

254

0,56

Sierra circular

193

0,38

92

0,38

1238

3,06

3739

8,28

Moldurera o tupi

395

1,27

Sierra de cinta

450

0,38

Sierra circular

335

0,74

Cepilladora

333

0,74

2163

4,8

Total Proyecc. fragmentos o partículas

3676

7,93

Sobreesfuerzos

3182

7,06

434

0,74

Total sobreesfuerzos

3616

7,80

Caída de objetos por Productos madera

1708

3,79

Canteadora Otros agentes TOTAL ATRAPAMIENTOS Proyecc. de fragmentos o partículas

Otros agentes

Productos madera Otros agentes

desplome Otros agentes

80

0,17

1788

3,96

486

1,10

Productos madera

245

0,54

Silos y tolvas

149

0,33

Zona carga y descargue

133

0,27

Otros agentes

164

0,36

1177

2,6

Atmósfera deflagrante

467

1,04

Instalación eléctrica

443

0,98

63

0,14

973

2,16

543

1,2

78

0,17

621

1,37

456

1,01

Total caída de objetos por desplome Caída de personas a Camión distinto nivel

Total caída de personas a distinto nivel

Explosiones

Otros agentes Total explosiones Choques contra objetos móviles

Lijadora de banda

Otros agentes Total choques contra objetos móviles

Incendios

Instalación eléctrica

Estufas

151

0,33

2

0

609

1,34

Carretillas elevadoras

315

0,70

Camión

201

0,45

35

0,08

Total atropellos o golpes con vehículos

551

1,23

Exposición a sustancias nocivas

338

0,86

7

0,02

345

0,88

Otros agentes Total incendios Atropellos o golpes con vehículos

Otros agentes

Corrosivo/cáustico

Otros agentes Total exposición a sustancias nocivas

Tabla 4.2. Análisis estadístico.

De esta forma, podemos saber de antemano, previamente a la realización de la visita, cuáles son los aspectos más importantes a tener en cuenta y el orden de prioridades en la actuación preventiva, tanto desde el punto de vista de la inspección (lo que hay que ver) como de las propuestas de adopción de medidas preventivas.

Así, según se ilustra en la figura 4.1, se puede decir que el riesgo más importante es el de cortes por objetos o herramientas en cuanto a la forma de producirse (23,69%) y, dentro de ésta, el agente productor en el que más riesgos se han detectado han sido las herramientas manuales (4,43%).

Figura 4.1: Forma del riesgo.

El diagrama evidencia que hay riesgos que tienen un peso específico poco importante en cuanto a su frecuencia o probabilidad; sin embargo, hay que tener en cuenta las consecuencias posibles de la materialización de estos riesgos, es decir, si las consecuencias esperadas son importantes, muy graves o mortales. También habrá que hacer especial hincapié en ellos y proponer las medidas preventivas apropiadas, como si se tratase de riesgos con alta probabilidad de materializarse en accidentes. 4.3 El trabajo de campo

El trabajo de campo tiene una sola fase: el análisis directo. Es el que se realiza sobre el terreno, en la visita al centro de trabajo, y constituye la inspección propiamente dicha. En la ejecución de la visita hay que observar los siguientes aspectos: a) Instalaciones generales: estado de los locales, suelos, escaleras, pasillos, puertas y salidas, aberturas en paredes y huecos en suelos, separación entre máquinas, orden y limpieza, iluminación natural y artificial, condiciones climáticas (temperatura, humedad, corrientes de aire, etc), ventilación, aire acondicionado y otras instalaciones.

b) Condiciones ambientales: contaminantes químicos, físicos y biológicos, tiempo de exposición a contaminantes, niveles de exposición o concentración de contaminantes. c) Instalaciones de servicio: instalaciones eléctricas (estado, tensión máxima, protecciones), instalaciones de aire comprimido (estado, presión máxima, protecciones), instalaciones de gas (natural, propano, etc.), estado de las conducciones, presión máxima, protecciones, detección de fugas, instalaciones de aire acondicionado (estado de las conducciones, calidad y velocidad del aire distribuido, mantenimiento, etc.), instalaciones de frío (potencia de la instalación, protecciones, mantenimiento), instalaciones de calefacción (potencia de la instalación, estado, protecciones, mantenimiento, etc.), instalación de agua (estado, presión, proximidad a las líneas eléctricas, etc.). d) Instalaciones de seguridad: extintores, bocas de incendio equipadas (BIE'S), sistemas automáticos de extinción, sistemas de detección, columnas secas, salidas de emergencia, vías de evacuación. De todo ello, habrá que ver el número, tipo, estado, mantenimiento, y si se hacen las revisiones que exigen los Reglamentos. También habrá que contrastar si hay programas de ensayo, planes de emergencia y autoprotección, así como personal idóneo para el servicio. e) Manutención: Manual (transporte de cargas: forma y carga máxima, levantamiento de cargas: frecuencia y forma, almacenamiento: sistema y ubicación); Mecánica (carretillas elevadoras, dumpers, grúas, ascensores, montacargas, cabrestantes, polipastos, plataformas elevadoras de trabajo, etc.). f) Maquinaria: características técnicas, fecha de adquisición, marcado CE, modificaciones y limitaciones, estado de las protecciones, sistemas de seguridad, métodos de trabajo, accesibilidad al punto de operación, frecuencia de operación, número de operarios afectados, mantenimiento y utilización adecuada. g) Herramientas portátiles: Manuales (estado, calidad, utilización, mantenimiento y almacenaje); Eléctricas (estado, tensión de alimentación, protecciones, mantenimiento, utilización adecuada y adecuación al trabajo realizado). h) Recipientes a presión: estado de conservación, instalación, mantenimiento y utilización adecuada. i) Trabajos con riesgos especiales: trabajos en altura, soldadura, manejo de sustancias corrosivas o tóxicas, espacios confinados y atmósferas inflamables.

j) Equipos de protección individual (EPI's): marcado CE, categoría, existencias, utilización, estado y calidad, caducidad y adecuación al riesgo. Otras recomendaciones son las siguientes: 1.- Se deben inspeccionar todas las instalaciones, equipos y procesos en su funcionamiento normal y en todas sus posibles variaciones, incluidas las situaciones anómalas que en determinadas circunstancias pueden producirse, siempre que su probabilidad no sea muy remota. 2.- La inspección debe ser exhaustiva, es decir, no desechando lugares recónditos, de difícil acceso o instalaciones repetitivas o similares a las ya inspeccionadas. 3.- Tal y como se ha mencionado con anterioridad, salvando el libre albedrío de los inspectores, en función de las circunstancias que concurran en cada caso, es muy conveniente realizar la visita acompañado de los responsables de las distintas áreas, o al menos, de una persona relacionada con el trabajo en las mismas. 4.- La inspección se realizará, si es factible, siguiendo los propios pasos de los procesos desde su inicio hasta su fin. 5.- Se tendrán en cuenta, no sólo los aspectos materiales y técnicos de las instalaciones, equipos, etc., sino también los relativos al comportamiento humano, organización, metodología de trabajo, aptitud física y actitud de los trabajadores, etc. 6.- Se sugerirán medidas preventivas para los defectos de seguridad o fallos en la prevención de riesgos más graves y acuciantes observados, sin perjuicio del posterior informe más preciso y detallado.

4.4 Ejemplo de aplicación práctica1 1

A lo largo del ejercicio se hacen referencias a la legislación española en materia de prevención de riesgos. No obstante, se ha considerado incluirlo aquí por su interés, dado que el procedimiento seguido es muy semejante para cualquier otro tipo de legislación

4.4.1 Descripción

En un taller de fabricación de muebles, situado en una nave de 50x20 metros dentro de un polígono industrial próximo a una gran ciudad, se fabrican distintos tipos de muebles para el hogar en pequeña serie. El taller dispone de las siguientes instalaciones, máquinas y equipos: - Instalación eléctrica Un cuadro general para el alumbrado y otro para la fuerza con sus correspondientes interruptores diferenciales de 30 mA para el alumbrado y 300 mA para la fuerza. Asimismo, también dispone de una toma de tierra general conectada a toda la instalación. Cada una de las máquinas y equipos eléctricos tiene su cuadro independiente. - Instalación de aire comprimido - Compresor. - Calderín incorporado. - Circuito de distribución del aire comprimido. - Instalaciones de protección contra el fuego - Diez extintores de 5 kg de polvo seco de eficacia 21A 113B. - Un extintor de carro de 10 kg de polvo seco de eficacia 21A 113B. - Una BIE con manómetro que marca 2 kg/cm de presión, colocada en un lateral en el centro de la nave. - No existen sistemas de detección y alarma. - No existen sistemas fijos de extinción. - No existe sectorización de zonas peligrosas. - Equipos de elevación y manutención de materiales - Montacargas con acceso libre a la plataforma de elevación sin recinto protegido. - Dos carretillas elevadoras con motor de combustión interna.

- Conductor de carretillas sin formación específica. - Máquinas - Sierra de cinta. - 2 Sierras circulares de mesa con carro desplazable. - 2 Tupís. - 3 Tronzadoras de disco o ingletadoras. - 2 Cepilladoras. - Ensambladora. - Regruesadora. - Lijadoras neumáticas. - Taladradora. - Amoladora. - Canteadora. - Equipo de soldadura eléctrica. Es de reciente adquisición y dispone de toma de tierra. - Instalaciones Generales - Estado de los locales - En la zona de acceso existe una rampa del 12% para salvar una distancia de 4 metros, por la que han de circular carretillas elevadoras. - En la parte alta de la nave existe un falso techo de polexpan (poliuretano expandido) que ocupa toda la zona de oficinas y parte de la zona de almacén. - Las escaleras, puertas y pasillos son de dimensiones adecuadas, pero una escalera para acceder a la planta superior que salva 2,5 metros de altura carece de barandilla y rodapié.

- Condiciones de evacuación - Aparte del portón de entrada, de descenso vertical similar a la de un garaje, y con una puerta para el paso de personas en el centro, existe otra salida en el otro extremo de la nave que está cerrada con candado. - Existe otra salida de emergencia en un lateral, que se encuentra obstruida por almacenamiento de materiales. - Al ser la nave prácticamente diáfana, no existe el problema de dimensionamiento de las vías de evacuación, aunque las zonas de paso están parcialmente obstruidas por objetos y materiales. - Aberturas en el suelo - Existe un hueco en el suelo con escalera descendente al sótano que se encuentra sin proteger. - La separación entre máquinas es en todos los casos superior a los 80 cm. - El orden y la limpieza son descuidados, encontrándose objetos, tablones, bidones y algunos cables tirados por el suelo. - Iluminación - Se dispone de iluminación natural a través de ventanas en los laterales de la nave; una de las ventanas está prácticamente cegada por tablones apilados. - También disponen de iluminación artificial, aunque escasa para realizar trabajos después de la puesta del sol. - No se dispone de iluminación de emergencia. - No existe señalización de seguridad de ningún tipo. - Condiciones climáticas La ventilación es adecuada a través de las ventanas de la nave y las temperaturas están dentro de márgenes aceptables entre 16º y 25º C, aunque en verano es necesario abrir puertas y ventanas para mantenerse dentro de estos márgenes. Durante el invierno se calientan mediante una caldera de leña.

- Instalación de calefacción Consiste en una caldera de hierro fundido, situada más o menos en el centro de la nave, pero relativamente próxima a la zona de barnizado, con la puerta de acceso al hogar permanentemente abierta, y que se alimenta con leña de los recortes y desechos de la fabricación de muebles, virutas, serrín y desperdicios de tablones, tableros, etc. Tiene una salida de humos que conduce al exterior de la nave. - Instalación de barnizado Existe una cabina de barnizado cuya puerta permanece abierta casi todo el tiempo. Dispone en su interior de pantalla con cortina de agua e instalación eléctrica antideflagrante, pero una luminaria tiene rota la protección. Uno de los operarios estaba fumando en su interior. La campana extractora de los vapores orgánicos desprendidos en el barnizado tiene una salida de gases que termina en la parte alta de la nave, sin perforar el tejado y salir al exterior. No existe un almacén propiamente dicho de productos de barnizado y se encuentran amontonados en una zona próxima a la cabina de barnizado, además de los que se encuentran en el interior de la cabina. Se utilizan tintes del tipo nogalina, esmalte de poliuretano y otros disolventes orgánicos. Los operarios utilizan mascarillas de polvo inerte de fieltro sintético. - Zona de secado Se encuentra próxima a la zona de barnizado y no está independizada, además utilizan estufas de resistencias incandescentes para acelerar el proceso de secado de las piezas. Los vapores orgánicos sólo se evacuan por ventilación natural. - Equipos de protección personal - Se dispone de 3 cascos antirruido con un 7% de atenuación del nivel sonoro continuo equivalente para la banda de frecuencias entre las que oscilan las máquinas de la madera. - Pantalla de soldador con visor oscurecido. - Mandil de cuero para proyecciones de soldadura.

- Gafas de protección contra proyecciones de partículas de la piedra esmeril y la amoladora de media energía. - Mascarillas de fieltro para polvo inerte. - Ninguno de los operarios ha recibido cursos de formación en prevención de riesgos laborales. - Se solicita planificar la inspección de seguridad, identificar los peligros y proponer medidas correctoras para controlar los riesgos identificados. En la figura 4.2 se ilustra el plano de la nave donde se ubica la fábrica de muebles.

Figura 4.2: Esquema o plano de la nave de fabricación.

4.4.2 Solución Previamente a la visita al centro se han confeccionado unas tablas similares a las que aparecen en las tablas 4.1 y 4.2, que contienen una lista de los procesos, tareas y datos estadísticos relativos a la presencia de riesgos en la actividad de fabricación de muebles. También se ha elaborado un checklist o lista de comprobación, que servirá de guía en el proceso de inspección (tabla 4.3).

Fecha visita: Empresa: Segunda visita: Domicilio:

Componentes equipo:

Actividad:

Plantilla:

Solicitud de visita: Dirección:

C.C. COT. SS.:

Servicio de prevención:

C.I.F.:

Organismo oficial: Observaciones: 1. Seguridad estructural Tipo de producción:

Pequeña serie

Encargo

Gran serie

Zonas Peligrosas de incendios:

S i

N o

Clase I

S i

N o

Tipo de edificio:

Uso industrial

Otros usos

Clase II

S i

N o

Situación del edificio:

Aislado

Junto a edificio

Clase III

S i

N o

Protección estructural y sectorización:

Adecuada

Inadecuada

Sectorización zonas peligrosas:

S i

N o

Parámetros divisorios zonas peligrosas

S i

N o

Sistema de alarma y detección:

BIE'S:

S i

N o

Automático

Pres. manguera (2
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