March 19, 2017 | Author: Pedro Garrido | Category: N/A
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DANZA TU PALABRA La danza de los concheros
DANZA TU PALABRA La danza de los concheros
Yolotl González Torres
CONACULTA
Primera edición: 2005
© Sociedad Mexicana para el Estudio de las Religiones, A.C. © Instituto Nacional de Antropología e Historia © Plaza yValdés,S.A. de C.V. Derechos exclusivos de edición reservados para Plaza y Valdés, S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin autorización escrita de los editores. Plaza y Valdés, S.A. de C.V. Manuel María Contreras, 73. Colonia San Rafael México, D. F, 06470. Teléfono: 5097 20 70
[email protected] Francesc Carbonell, 21-23 Entlo. 08034 Barcelona, España Teléfono: 9320 63750 Fax: 9328 04934
[email protected] ISBN: 970-722-379-0 Impreso en México / Printed in Mexico
A Gabriel Moedano In memoriam
Índice Prólogo
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Introducción
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Los concheros
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Historia de los concheros
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La danza como espectáculo folclórico
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Los danzantes y la mexicanidad
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La chitontequiza y otras danzas mexicanistas
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Conclusiones
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Bibliografía
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Prólogo Mi primer contacto visual con los concheros fue en la Villa de Guadalupe algún 12 de diciembre, aún niña, cuando mi hermano y yo éramos llevados al santuario de la Virgen por mis abuelos maternos, devotos guadalupanos. Después los veíamos en distintas fiestas, danzando en los atrios de las iglesias, pero fuera de sus coloridas vestimentas e interesantes danzas significaban para mí como para la mayoría un espectáculo más y un detalle aunado a la venta de pan de pueblo y de gorditas de maíz envueltas en colorido papel de china. Recuerdo que mucho tiempo después en 1985, durante la XIX mesa redonda de la Sociedad Mexicana de Antropología que se llevó a cabo en Querétaro, los organizadores presentaron como parte de los festejos una danza de concheros, explicando al mismo tiempo una versión de su origen que me llamó la atención y en cierto sentido me "chocó", ya que daban las gracias por haber sido convertidos, después de una intensa lucha, a la religión católica. Después de eso, acudí a dos velaciones a casa de unos amigos, una de ellas fue en la casa de Toña Guerrero, actual capitana de una mesa, y la otra fue el espectacular "levantamiento de sombra" cuando murió Emilio el Indio Fernández, famoso actor y director de cine. Posteriormente, debido a mis relaciones con algunos miembros del movimiento de la mexicanidad, a través de las clases de náhuatl que habíamos organizado los del "Comité de solidaridad con grupos étnicos marginados", me percaté de que un grupo importante de concheros estaba participando en este movimiento reivindicando su pasado prehispánico, y no sólo eso, sino que otro grupo aún más radical negaba cualquier vínculo con la religión católica. De ahí comencé a interesarme y a investigar sobre el movimiento de la mexicanidad, planteando en 1995 y 2000, como ya lo ha hecho De la Peña, que este movimiento tenía tres vertientes, la mexikayotl (que yo llamé en un principio mexica tiahui), la 11
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nueva mexicanidad o los reginos, y los concheros o danzantes de la tradición. Al empezar a profundizar en las tres vertientes me di cuenta de la complejidad e importancia de los danzantes, observando que a pesar de que se había escrito bastante sobre ellos no había ninguna obra sólida sobre sus diferentes aspectos. Incluso algunos investigadores de la danza mexicana los consideraban un producto muy reciente o se referían despectivamente a ellos: "Los guerreros 'aztecas', semidesnudos y pintarrajeados, con sus mantas de colores chillones, tienen tanto que ver con la danza prehispánica como sus colegas de los llamados ballets aztecas. Ambos son productos comerciales de los organizadores de espectáculos escolares y turísticos". (Martí: 158) Por lo que me pareció que era indispensable llevar acabo un estudio más profundo, aclarando si fuera posible su relación con la danza prehispánica de Tenochtitlán entre otras incógnitas, y posteriormente el momento en que empezaron a formar parte del movimiento de la mexicanidad. Eso es lo que he tratado de llevar a cabo en este libro, para lo cual he revisado lo que han escrito sobre ellos folcloristas, antropólogos e historiadores entre los que se destacan trabajos de Gabriel Moedano, además de una serie de entrevistas con los concheros mismos. Este libro, por lo tanto, intenta ser una reconstrucción histórica de los llamados concheros, como una variante de la religiosidad popular centrada en un ritual que incluye la danza y las velaciones, con un complejo simbolismo, una vasta y compleja organización que implica un fenómeno identitario, surgido quizá como plantea Moedano de un culto de crisis. Independientemente de sus orígenes míticos y de su posible vínculo con las danzas y cultos prehispánicos, hay evidencias de mediados del siglo xix que nos hablan de su existencia en esa época y que nos permiten hacer un seguimiento más apegado a los registros posteriores de historia oral de los concheros para reconstruir su trayectoria. Insisto en que el enfoque principal de este estudio es histórico, porque estoy consciente de las múltiples posibilidades de un análisis más profundo de algunos de los aspectos que abordo superficialmente, por ejemplo la danza misma como elemento simbólico y artístico y como una forma de religiosidad popular, ya que a mi manera de ver las prácticas rituales concheras constituyen incluso una forma de culto paralelo al católico en el que están involucrados muchos aspectos de la religión prehispánica, como podremos ver en el curso de este trabajo. Por otra parte, estos aspectos rituales pueden ser analizados a través de enfoques de la antropología simbólica como los de Ralph Turner, que por el momento no utilizaremos. También tiene una importancia fundamental el aspecto de identidad, de corporativismo y del complejo sistema de intercambio de obligaciones, frente a un mundo globalizado y lleno de carencias.
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Prólogo
Por otra parte, he creído necesario incluir un capítulo sobre la danza en la época prehispánica y durante la Colonia en México, primero como un antecedente de la gran importancia que tuvo la práctica dancística en el ritual y en general en la vida de los pueblos indígenas, específicamente de los mexica, y la suerte que corrió esta expresión religiosa en la Colonia; y en segundo lugar, para mostrar algunos de los aspectos que pudieron haber sido conservados en la danza de los concheros. Después de estos antecedentes históricos, hay un capítulo que trata sobre la práctica ritual de los concheros: la organización, las peregrinaciones, la velación, el levantamiento de sombra y la danza misma. Le sigue una historia de los concheros, desde su origen mítico hasta lo que se sabe de ellos por documentos y por la historia oral, continuando con un capítulo sobre la danza como espectáculo folclórico y la forma como fue manipulada y comercializada por el Estado, y al mismo tiempo cómo surgió de ella un sentimiento nacionalista que condujo al movimiento de la mexicanidad. Llama la atención que seguramente debido a la misma importancia de la danza en la época prehispánica, casi todos los cronistas la describen con bastante prolijidad y admiración, esas descripciones continúan pocos años después de la Conquista, hasta que conforme va desapareciendo de las grandes festividades y de las actividades de los poderosos pasa a ser una actividad relegada a las clases subalternas, indígenas básicamente. Las referencias van disminuyendo hasta casi desaparecer, siendo hasta después que empiezan a surgir en textos de investigadores folcloristas y antropólogos, quienes escriben acerca de las danzas indígenas y mestizas. Hay varios estudios acerca de la historia de la danza en general que incluyen la danza prehispánica; Samuel Martí escribió un libro muy documentado sobre la danza y la música prehispánica;1 posteriormente junto con Gertrud Kurath, escribió Dances of Anahuac, en el que entre otras cosas hace un análisis de la notación dancística de varias danzas prehispánicas llamada lobanotación, a través de las descripciones que de ellas hacen los cronistas. Garibay en su Historia de la literatura náhuatl tiene varias páginas dedicadas a la música y a la danza en las que incluye información y comentarios muy importantes. Arroniz escribió una historia del teatro2 en la que incluye a la danza como parte de algunos espectáculos. Luis y Miguel Covarrubias escribieron también sobre las danzas prehispánicas3 y Sten escribió en 1990 el libro Ponte a bailar, tú que reinas: Antropología de la danza prehispánica, en el cual hace un análisis de
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Samuel Martí, Canto, danza y música precortesianos. Teatro de evangelización en Nueva España. 3 Luis Covarrubias, Danzas regionales de México. Miguel Covarrubias, "La danza prehispánica" en La danza en México. 2
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Danza tu palabra
diversos aspectos de la danza mexica, como el espacio y tiempo, la cosmovisión, la edad, el simbolismo de los trajes, los adornos y el poder mismo de la danza. Hilda Rodríguez publicó en 1989 una bibliografía comentada con 532 entradas en la que se registran las obras escritas en varias partes del mundo sobre las danzas de México. Amparo Sevilla en su libro Danza, cultura y clases sociales hace la reconstrucción del aspecto formal de las expresiones coreográficas relacionadas con el sistema social y su cosmovisión, e incluye una revisión del material bibliográfico dedicando una parte considerable y muy útil por cierto a la danza prehispánica, incluyendo un apéndice con referencias de los diferentes cronistas de la danza en el cual señala el nombre, los diseños en el espacio, los diseños corporales, el número y las características de los participantes (por ejemplo: señores y principales), la organización, el sistema de aprendizaje, fechas, lugares y horas de realización. Más adelante aborda la danza en la Colonia y el surgimiento de las danzas mestizas como los jarabes, algunas de las cuales evolucionaron como danzas folclóricas. Específicamente con relación a las danzas que puedan considerarse antecedentes de las concheras, existen menciones de una crónica del siglo xvi acerca de una importante batalla que hubo en Querétaro entre los indios chichimecas conversos y los paganos, episodio que se convirtió en el inicio mítico de la danza de los concheros. De ahí en adelante encontramos algunas descripciones de indios "salvajes" que bailaban con flechas y plumas en la cabeza en la región del Bajío, aunque también hay una referencia del tocotín de Sigüenza y Góngora en 1680, junto con estas danzas. Son de especial importancia las descripciones sobre los concheros hechas a mediados del siglo pasado, por lo que citaremos con frecuencia a estos autores. En 1931 Francisco Domínguez es comisionado por la Secretaría de Educación Pública para visitar Chalma, lo cual hace en dos ocasiones, una en marzo y otra en mayo. En esta última visita hace una descripción de la danza que él llama de los apaches. Posteriormente, para finales de esa misma década se llevan acabo dos estudios más profundos y prácticamente contemporáneos: el de Justino Fernández y Vicente T. Mendoza con ilustraciones de Rodríguez Lozano,4 y otro más de Armando Solórzano y Raúl Guerrero en el Distrito Federal.5 Al mismo tiempo, Frances Toor incluye en su libro A Treasury of Mexican Folkways (publicado en 1947 pero con datos desde 1925) un capítulo sobre los concheros. También en 1940 Vázquez Santa Ana publica su libro Fiestas y costumbres mexicanas en el
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La danza de los concheros en San Miguel de Allende. "Ensayo para un estudio de la danza de los concheros de la Gran Tenochtitlan" en Boletín Latinoamericano de Música. 5
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Prólogo
cual aporta una gran cantidad de información acerca de diversos grupos de danzantes, misma que dice haber recogido durante sus viajes como sacerdote, desgraciadamente sus datos resultan caóticos pues mezcla acciones y lugares.6 En estos libros se refieren al origen de los danzantes de Querétaro, remontando la danza hasta la Conquista de los chichimecas y otomíes que habitaban ahí por los indios cristianizados procedentes de Xilotepec. Vázquez Santa Ana trascribe un documento del cacique Ignacio Teodoro Sánchez quien dirige la hermandad de la danza y cuyos datos coinciden con un manuscrito que posteriormente le fue mostrado a Gabriel Moedano. Por su parte Martha Stone, después de convivir, entrevistar y observar a los concheros durante 21 años, trabó una fuerte relación con ellos de tal suerte que la nombran capitana de comunidades. Acerca de todo esto publica un libro, At the Sign of Midnight: The Concheros Dance Cult of Mexico, en el que relata sus experiencias, particularmente con el capitán Manuel Luna. Fue a través de ella que la especialista de danza Gertrud Kurath escribió un artículo en 1946 sobre los concheros.7 En 1958 Arturo Warman escribió un libro acerca de las danzas de Conquista,8 en el que hace una historia de las viscisitudes que pasaron las danzas en la Colonia, y narra cómo les fueron impuestas las danzas de Conquista a los indígenas, haciendo una breve mención de los concheros, que incluye dentro de ellas. En el mismo año, Gabriel Moedano escribe su primer artículo sobre los Hermanos de la Santa Cuenta; desde entonces se ha dedicado a estudiarlos, ha escrito artículos fundamentales y presentado varias ponencias acerca de ellos. Hay desde luego algunos otros investigadores que
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Por ejemplo, las danzas de Guanajuato, a las que llama de apaches (1:97-99), las considera como un "grotesco baile" cuya indumentaria es de gamuza bordada: "lanzan alaridos, diciendo frases inteligibles y dando brincos" aunque dancen al compás de "conchas". Por otra parte, a los que llama "de la Conquista" cuya danza representa precisamente la Conquista, indios contra españoles, los primeros con "túnica corta unas veces o de la nagüilla, ricamente adornadas con los símbolos que vemos en los códices". También habla de los danzantes "flechadores del cielo" cuyo traje "es el que llevaban los caballeros aztecas principalmente los de la nobleza", cuya "fiesta se verifica a la salida del sol". Al hablar de La Quemada (1:40-4) menciona a los "diableros", y en la historia del barrio hay un subtítulo sobre "la velación", que inferimos se refiere a Zacatecas de la cual dice que "varias veces al año y en vísperas de las grandes solemnidades se agrupan los miembros de la danza desde el lugar que ellos llaman la mesa". Ahí, no especifica de cuáles danzantes se trata, sólo dice que después de ser recibidos y orar, danzan y se quitan las "coronas" colocándolas junto al altar. Después de la medianoche comienzan a vestir al Santo Xuchil, que es una custodia de un metro y medio de alto, que cubren con cempasúchil o Conchitas, flor blanca y de maguey. El capitán dice un discurso y después sucede una serie de cantos-alabanzas, que no se sabe si corresponden a los concheros, qué por cierto no son llamados con este nombre por Vázquez Santa Ana. 7 "The concheros" en Journal of America Folclore. 8 La danza de moros y cristianos. 15
Danza tu palabra
han escrito sobre los concheros, entre ellos María Elena Cisneros Velásquez9 y Anáhuac González, quien tiene un importante artículo incluido en el libro sobre las danzas de la Conquista,10 coordinado por Bonfiglioli y por Jáuregui. Otro texto importante ha sido Tradición mexica en Iztapalapa de Fernando Flores Moncada, que nos presenta una visión distinta dentro de la danza misma. Se han consultado algunas hojas sueltas, distribuidas internamente por algunas de las mesas o publicadas en Internet por el grupo Águila Blanca,11 así como algunos alabanceros, y desde luego la información proporcionada por distintas personas, que han estudiado la danza o son parte de ella, pero sobre todo algunos jefes. Entre las personas que me han proporcionado importante información están el arqueólogo y conchero Carlos Jiménez, a quien conocí en una "boda prehispánica" en Iztapalapa dirigida por Fernando Flores Moncada, a la cual me invitó el doctor Jorge León, director del Museo del Fuego Nuevo, quien posteriormente me regaló el ensayo escrito por el mismo Flores Moneada, a quien desgraciadamente no pude entrevistar pues murió en 1998. Carlos tiene un impresionante acerbo de documentales sobre los concheros, además de gran cantidad de información sobre ellos que amablemente ha compartido conmigo. Otro tipo de información me proporcionó la antropóloga y también conchera Anáhuac González cuyo padre, don Roberto González, originario de Xochimilco, fue fundador junto con otros del Movimiento Confederado Restaurador del Anáhuac, antecedente del movimiento de la mexicanidad y fundador de la mesa conchera Corporación de Anáhuac a la que ella pertenece y que dirige su madre. Anáhuac contribuyó con el artículo que he mencionado sobre los concheros en el libro de las danzas de Conquista y acaba de terminar su tesis de licenciatura sobre el mismo tema. Toña Guerrrero, bailarina, actriz y conchera, me concertó una entrevista con Soledad Ruiz, directora de teatro y capitana de concheros quien me ha proporcionado valiosa información. Araceli Zúñiga, a quien conocí a través de la inolvidable Irene Vázquez y quien en esos momentos trabajaba en la fonoteca del INAH haciendo una investigación musical sobre los concheros, con gran generosidad me proporcionó material bibliográfico que ella había recopilado para su propia investigación. Hilda
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"La danzas de Querétaro" en Investigación. Revista informativa de los institutos de investigación de la Universidad Autónoma de Querétaro, año VII, núms. 25-26, julio-diciembre de 1988, Época primera. 10 "Los concheros. La reconquista de México" en Las danzas de la Conquista. También hay una tesis de la Universidad de California y el libro Hacia un estudio estructural de la danza de los concheros que no he podido encontrar. " http://www.aguila-blanca.com 16
Prólogo Rodríguez, quien como especialista en danza y funcionaría de cultura organizó eventos con la participación de concheros, me facilitó su archivo hemerográfíco y los nombres de los grupos participantes en dichos eventos. Fabián Frías, joven perteneciente a una antigua familia de Iztapalapa, arquitecto por la UNAM y alguna vez segundo capitán de Fernando Flores Moncada, incansable investigador de la danza de la tradición, me ha proporcionado información en gran parte transmitida personalmente por Flores Moncada, así como documentos, copias de notas de Flores Moneada, su alabancero, un alabancero chicano y un manuscrito de levantamiento de mesa. Por otra parte el general León, de la mesa Insignias aztecas, me concedió varias entrevistas y me proporcionó el Alabancero de la Mesa Conchera y Danza De la Cruz Espiral del Señor Santiago de Hispania, invitándome especialmente al homenaje que le hicieron al general Aranda en Chalma y a la celebración del primer aniversario de la canonización de Juan Diego, en la cual los concheros tuvieron una importante participación. Asimismo tuve oportunidad de platicar con el capitán Godínez y con el general Aranda. También Cuauhcoatl Mendoza me ha proporcionado información sobre el surgimiento de la chitontequiza y de cómo él logró reunir a un número importante de grupos de danzantes en el Zócalo, después de lo cual surgió entre algunos ese sentimiento nacionalista que me llamó le atención tras mi experiencia en la mesa redonda de Querétaro. Muchas de estas personas han leído mi documento y me han hecho sugerencias. Me hubiera gustado hacer otras entrevistas a algunos de los herederos de las mesas más importantes, pero todo trabajo debe tener un límite, por lo tanto espero que éste cubra por lo pronto en términos generales los aspectos más importantes de estos grupos de danza religiosa. Quiero agradecer también a Ana María Velasco, quien siempre me ha apoyado buscando citas en las fuentes; a Susana Torres, Isabel Rosales y Felipe Cobos, quienes han colaborado en revisar dichas citas y en pasar en limpio las diferentes versiones, y a Elisa Lipkau y Marco Escareño por filmar algunas ceremonias concheras. Y por último a la Dirección de Etnología y Antropología Social del Instituto Nacional de Antropología e Historia bajo cuyo patrocinio llevé a cabo este trabajo. Yolotl González Torres
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Introducción
Códice Borgia. Lámina 43
La danza prehispánica EnMéxico hay una tradición de danza ritual muy antigua, cuyos orígenes pueden localizarse en la época prehispánica. Esto puede advertirse sobre todo en los innumerables grupos de danzantes indígenas y mestizos que acuden a los diferentes santuarios y templos católicos distribuidos por todo el territorio nacional; es particularmente notable la festividad de la Virgen de Guadalupe, cuya fiesta (el 12 de 19
Danza tu palabra
diciembre) se ve profusamente concurrida por peregrinos y danzantes. Entre estos últimos, se distinguen por su llamativo atuendo los denominados concheros o danzantes de la tradición. Es acerca de este grupo de amplia difusión no sólo en la República, sino también en Estados Unidos y en algunos países de Europa, que intentaré construir una historia y un análisis de sus rituales, simbolismo, organización e importancia social y religiosa. Como antecedente, empezaré inevitablemente con un panorama de la danza entre los mexicas1 antes de la Conquista. Al margen de que la danza de los concheros sea una derivación de ésta o no, es importante tener una visión de lo que fue la danza entre los pueblos prehispánicos. Después analizaré el proceso de transformación de la danza indígena en la Colonia, así como el origen y la historia de la danza de los concheros, para seguir después con una descripción de su forma de organización, prácticas religiosas, evolución e inclusión en el movimiento de la mexicanidad. Hablaré de la danza entre los grupos del Altiplano y el Bajío, en particular de los mexicas, en primer lugar porque la mayoría de los datos que tenemos se relacionan con este grupo, y en segundo porque sus particularidades son notorias y existen diferencias entre las descripciones de las danzas que se llevaban a cabo en la urbe de Tenochtitlan y las de otros pueblos, incluidos los mayas, para quienes la danza tenía igual importancia pero no parece haber alcanzado la misma complejidad. Todo esto se reflejó en la historia misma de la danza después de la Conquista y su posterior evolución a las danzas indígenas y folclóricas de la actualidad. Es indudable que esas danzas convocadas por el gobernante para las grandes ocasiones cívicas y religiosas, en las que participaban miles de ejecutantes en las grandes ciudades, prevalecieron poco tiempo después de la Colonia, para luego desaparecer totalmente, aunque algunas sobrevivieron en mayordomías o hermandades hasta bastante después de establecido el régimen virreinal español. Muchos grupos de danzantes organizados en mayordomías sufrieron fuertes influencias españolas, como sucedió con las danzas llamadas "de la conquista" en las que se representa la lucha entre moros y cristianos y que sobrevivieron con un simbolismo y organización socio-religiosos sincréticos. En regiones más alejadas con menos influencia española se conservaron algunas danzas más auténticamente indígenas, como las del venado de los indios seris y tepehuanos. Para pocos pueblos en el mundo la danza tuvo una importancia tan grande en todos los aspectos de su vida como para los mexicas, y era tanto "para regocijo y solaz 1
Nos referiremos a los mexica de manera específica porque el fenómeno dancístico que tratamos se desarrolló en el Altiplano y en la zona del Bajío, además de que la mayor cantidad de datos que tenemos sobre la danza prehispánica procede de este grupo. 20
Introducción
propio" (Motolinía:382), como expresión ritual. Por ello dividían a la danza en dos categorías: el netotiliztli o "danza de diversión" y el maceualiztli "danza de devoción o merecimiento" (Ibid.:386). La complejidad de la danza en el reino o señorío mexica correspondía a su organización de liderazgo político, militar y religioso, así como a su composición social que incluía diversas clases o estamentos sociales, grupos étnicos, pueblos sometidos e incluso su historia, su carácter urbano y el papel del gobernante como sacerdote y tlahtoani. La importancia social y religiosa de la danza era tal, que formaba parte de prácticamente toda la vida de los mexicas como actividad cotidiana, ya sea en las bodas, los funerales, cuando un señor asumía determinado cargo y en las grandes ocasiones cívico-religiosas. Esta importancia se refleja también en el manejo y manipulación por la clase dominante, especialmente por el tlahtoani. Según relata Durán (1:187-196) había en cada barrio unos ancianos llamados teanque, que quiere decir "los hombres que andan a traer mozos", y unas ancianas conocidas como cihuatepixque, que quiere decir "guarda mujeres", que eran designados en particular para cuidar a los jóvenes de 12 a 14 años, a los que recogían una hora antes de la puesta del sol en sus respectivas escuelas o telpochcalli para llevarlos al cuicacalli o "casa de canto". Sahagún (11:311) especifica que... tenían por costumbre de ir desnudos a la dicha casa de cuicacalli, para cantar y bailar; solamente llevaba cada uno una manta hecha a manera de red, y en la cabeza ataban unos penachos de plumas con unos cordones hechos de hilo de algodón colorado, porque se llamaba tochacatl, con que ataban los cabellos; y en los agujeros de la orejas ponían unas turquesas, y en los agujeros de la barba traían unos barbotes de caracoles mariscos blancos. En el cuicacalli permanecían en diferentes salas, de acuerdo con su sexo, hasta que empezaba la danza que tenía lugar en el patio. El cuicacalli se hallaba en una esquina de la cerca o muro que rodeaba al conjunto de templos en el mismo lugar donde se encontraba el portal de mercaderes y que actualmente correspondería a los edificios erigidos al occidente del Zócalo. Los maestros, que al parecer eran también los músicos, se colocaban en el centro y con gran cuidado les enseñaban los diferentes pasos a los jóvenes, quienes ensayaban y bailaban durante buena parte de la noche;2 terminada la danza, eran llevados de regreso por sus cuidadores hasta sus respectivos dormitorios (Sahagún, II:311).
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Sahagún dice que hasta las once de la noche.
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Danza tu palabra
Además del cuicacalli, que Sahagún (II:313) describe como una sala del palacio, habla de otra que denomina mixcoacalli: "En este lugar se juntaban todos los cantores de México y Tlatilulco, aguardando a lo que les mandase el señor, si quisiese bailar, o probar u oír algunos cantares [...] con sus instrumentos para tañer el atambor y unas sonajas [...] con todos los maestros tañadores y cantores y bailadores, y los atavíos del areito para cualquier cantar". Durante el día, antes de que entraran los jóvenes al patio a danzar, bailaban también para su esparcimiento los guerreros reconocidos por su valor y lucían sus galas. Ahí establecían ligas con las auianime o prostitutas que abundaban en ese recinto y bailaban con la que escogían hasta que llegaban los jóvenes por la noche. Las danzas de esparcimiento eran muy variadas. D u r á n (1:192) describe que los cantos de placer eran llamados "bailes de mancebos" y, según asegura, se preciaban de cantar y bailar bien y dirigir la danza. Sahagún, Códice Florentino. Libro II, foja 62 Precíabanse de llevar los pies a ' son y de acudir a su tiempo con el cuerpo a los meneos que ellos usan, y con la voz de a su tiempo. Porque el baile de éstos no solamente se rige por el son, empero también por los altos y bajos, que el canto hace cantando y bailando juntamente. Para los cuales cantares había entre ellos poetas que los componían, dando a cada canto y baile diferente sonada, como nosotros lo usamos con nuestros cantos, dando al soneto y a la octava rima y al terceto sus diferentes sonadas para cantarlos, y así de los demás. Estos cantos eran de amores y requiebros; en los bailes como el cuecuechcuicatl "cosquilloso o de comezón" bailaban hombres y mujeres para divertirse. Había un baile de "viejitos", otro en el que hombres y mujeres simulaban estar borrachos y uno de "truanes" en el que se incluía el malabarismo jugando un palo con los pies. Duran 22
Introducción
incluye entre los bailes de mancebos el del "volador", en el que los cuatro hombres que descienden en las cuerdas iban disfrazados de pájaros o monos, con el objeto, según afirma, de divertir a los espectadores. Hay muchas descripciones acerca de esta danza, que además sobrevive hasta nuestros días. Francisco Hernández (:94, 95) recopiló en el siglo xvi nombres de diferentes tipos de danzas, insistiendo en el gran número de participantes que llegaban en ocasiones hasta tres mil o cuatro mil: Nenahuayzcuicatl, o sea canto de los abrazos; se llamaba así el baile que solía hacerse en la tarde que precedía a la fiesta de alguno de aquellos que aquella gente perdida adoraba y veneraba como dioses; la danza empezaba al principio de la noche y duraba hasta la mañana, al esplendor y luz de las teas y de las flamas y de los carbones ardientes y de leños encendidos. Tenía lugar al derredor de la plaza del templo mayor y cada varón abrazaba a una mujer poniéndole el brazo derecho al derredor del cuello. Pero el Tlacuiloltepecayotl, o sea el canto de la pintura, se honraba con la presencia de los reyes que bailaban y danzaban y tenía también lugar junto a la plaza del templo mayor, como casi todos los otros bailes, en cada una de las cuatro fiestas del año, de las cuales las principales eran el Tlacaxipeoaliztli o fiesta de la desolladura de hombres, Panquetzaliztli o fiesta de la estatua. ¿Qué diré del Cuextecayotl en el cual imitaban el modo de bailar, el ornato y la apariencia de la gente huasteca, y representaban la guerra en que los vencieron, con sonido vario y tumulto marcial muy bien acomodado? El Chichimecayotl en el cual recordaban los principios y origen de aquella gente. El Xaponcuicatl, o canto de los festines, en el cual se cantaban las alabanzas del héroe que convidaba cenar. El Cococutcatl, o sea canto de la tórtola, se cantaba en las nupcias y en él se alababa a los que contraían matrimonio. El Tlacahualizcuícatl, o sea canto de los viajeros, en el que se referían las labores de los que traían a los reyes los impuestos anuales acostumbrados. El Ixcuecuechchuícatl, o sea canto en el cual eran celebrados promiscuamente varios héroes. El Huexocincayotl, o sea canto de los de Huexocingo, en el que celebraban la victoria que habían alcanzado sobre ellos; se cantaba principalmente en el tiempo en que eran arrastrados para ser inmolados a los dioses. Además el Otoncuícatl, Cuitlatecayotl, Michoacayotl, Tlaxcaltecayotl, Coyxcayotl, Tlacahoilizcuícatl, Cempoaltecayotl, Temazcalcuícatl, Anahoacayotl, Cozcatecayotl y Durán. Cap. XXI
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Danza tu palabra Oztomecayotl, y otros donde se hacía mención honorífica de los trofeos y de las artes de esa gente, tal como lo indican los propios nombres. El canto era en su mayor parte grave y tardo y lo que se cantaba estaba en prosa. En una gran cantidad de danzas, los participantes se disfrazaban de animales: de monos, águilas, tigres, ardillas, murciélagos, lobos, etc. Algunas de estas escenas están ilustradas en el Códice Borbónico y son descritas por Del Paso y Troncoso (:151155). Además de que toda la población participaba en ciertas danzas, en determinadas ocasiones en que bailaban los o las jóvenes, o las matronas, o los guerreros y las prostitutas, o las médicas, había bailarines y sobre todo músicos profesionales. Estos últimos llamados cuicapicque, "componedores de cantos", eran ocupados por los señores, los gobernantes y los encargados de los templos, para ellos componían canciones en las que alababan a sus antepasados y sus dioses; por esto recibían una retribución. En las casas de los señores, había grandes patios en donde se reunían músicos y danzantes. Ahí ensayaban y algunas veces también bailaban, pero en las ocasiones de las fiestas se vestían en ese lugar y de allí salían bailando (Motolinía:382-383). A todos los participantes les daban de comer. Conscientes de la importancia religiosa, del entretenimiento y de las posibilidades de manipulación de la danza, entre las muchas cosas que recomendaban a sus hijos,
Danza de Xolotl y Quetzalcóatl. Códice Borbónico. Lámina 26
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Introducción
los señores cuidaban la ejecución del canto, de los instrumentos musicales y de la danza, poniendo énfasis en lo importante que era para el placer de los dioses y diversión de "la gente popular". Ellos ordenaban... el cantar que se había de decir, y mandaba a los cantores que le pusiesen en el tono que quería [...] mandaba los meneos que había de haber en la danza, y los atavíos y divisas con que se habían de componer los que danzaban; también señalaba los que había de tañer el atambor y teponaztli, y los que habían de guiar la danza o baile, y señalaba el día del baile, para alguna fiesta señalada de los dioses. (Sahagún, 11:318) Los instrumentos musicales que utilizaban habitualmente para sus danzas eran el tambor vertical o huehuetl y el xilófono de madera o teponaztle, flautas de diversos materiales, raspadores de hueso o de guaje, sonajas de diversos tamaños y caracoles; Danza de Xocotl con los tequihuaque guiando. además varias fuentes señalan la imCódice Borbónico. Lámina 28 portancia del canto en las danzas. Los músicos se colocaban en medio del patio, sobre unos petates o esteras, también sobre un momoztli o plataforma. Alrededor de ellos, se formaban primero los círculos en donde estaban los señores, después dos grandes círculos de jóvenes expertos danzantes, que a su vez eran guiados por los mejores de ellos. Los del círculo exterior llevaban el compás. Los que quedaban en el centro movían el cuerpo más lentamente y con mayor gravedad (Motolinía:383, 384). Clavijero incluye en su obra una ilustración de la composición de los danzantes y otra de los instrumentos. 25
Danza tu palabra
Clavijero, Cap. XLIV, p. 301
Clavijero (11:302-305) menciona dos tipos de danzas: las mayores y las menores. Asegura que las primeras eran las que se efectuaban en las grandes ceremonias religiosas en las que participaba gran número de personas; y en las menores los grupos de danzantes eran más pequeños; y se llevaban a cabo. en los palacios para recreación de los señores, o en los templos por devoción particular, o en sus casas en ocasión de algunas bodas u otro regocijo doméstico, se componían de pocos danzantes, formados por lo común en dos líneas rectas y paralelas que a ratos danzaban con las caras vueltas hacia una extremidad de su línea, a ratos mirando cada uno al correspondiente de la otra línea, o entreverándose los de una línea con los de la otra y permutando de lugar; a ratos desprendiéndose uno de una línea y otro de la otra, danzaban solos en el espacio interpuesto entre ambas líneas, cesando entre tanto los demás. Las danzas se efectuaban en todo tipo de ocasiones (festivas, luctuosas, de conmemoraciones públicas y particulares), pero sin duda las que mostraban mayor esplendor eran las celebradas en honor de los dioses o en festividades especiales como la dedicación de los templos o la unción de un tlahtoani. En este último caso se invitaba a señores de lejanas tierras a quienes les obsequiaban valiosos regalos y los bailes duraban hasta cuatro días con sus noches. Estas ceremonias a las que Clavijero llama mayores eran manejadas por el Estado y en muchas de ellas existía la obligación in26
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eludible de participar. Por ejemplo, hay referencias a que en algunas veces la participación de jóvenes en las danzas era un especie de tributo que tenían que aportar los pueblos cercanos sujetos a Tenochtitlan. En muchos de los rituales, las futuras víctimas del sacrificio eran obligadas a danzar varios días o momentos antes de ser sacrificadas. Existe una fiesta que se puede considerar entre las de entretenimiento sin perder al mismo tiempo su carácter religioso festivo, ya que se celebraba en el día 1 Flor, en honor de la diosa Xochiquetzal según unas fuentes, y de Cinteotl y Xochipilli según otras. Durán (1:193) menciona que el baile que más disfrutaban era el que ha hacían en honor de la diosa Xochiquetzal y en él participaban personas vestidas de las imágenes de todos los dioses y también de todo tipo de pájaros y animales volátiles. Esta misma fiesta se describe con más amplitud en el Manuscrito Palatino (f.201), traducido por Garibay, y nos da una idea de la estimación en que se tenía a los artistas: era también entonces, al presentarse el día 1-Flor, cuando totalmente daba principio y se establecía fijo estar siempre bailando, danzando. Así lo usaba Motecuzoma por su espontáneo querer: nadie le marcaba cuanto tiempo había de durar la danza: quizá hasta por veinte días duraba el danzar. Y la señal de que había de mandar él a la gente que bailara era poner enhiestos dos palos enflorados: se colocaban en el palacio, en la casa real. Con ellos se daba a conocer que era fiesta de flores, de alegrarse con flores, de gozar de flores. Entonces a su placer determinaba, a su gusto total elegía el canto que había de cantarse [...] También entonces eran premiados, adquirían dones, se daban regalos a todos los cantores, cantores de la danza, disponedores de cantos, inventores de cantos; lo mismos que los tañedores: los que tañen el tambor, los que tienen atabal y lo tañen; los que dicen las palabras del cantar, los que inventan el canto, los que lo arreglan y proponen, y también los que silban con la manos, los que dirigen a los otros, los que bailan en representación de algo, los que bailan cuadrillas, los que entrecruzan partiendo el baile, los que dicen cantares traviesos, los que cantan endechas fúnebres, los que bailan haciendo giros (citado por Martí:175). Cuando danzaba Moctezuma en honor de sus dioses, lucía su mejores galas y para ello los amantecas o trabajadores de pluma le preparaban prendas majestuosas. Todavía en vida de Sahagún, los amantecas continuaban confeccionando vestiduras para las danzas: Atavíos dorsales, penachos de plumas de quetzal, flecos para los brazos con piedras; plumas, abanicos y moscadores de garza, turpial, flamenco, lorillo de quetzal, así como de banderolas para llevarlas en las manos hechas de plumas de quetzal y plumas de zacuan, alternando en columnas unas con otras de garza y oro, con su remate a la punta a manera de penacho (Sahagún, 11:61).
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La descripción de estas prendas hechas por los amantecas da una idea aproximada del esplendor de las danzas. Además, se aclara que el uso de estas plumas apareció hasta la época de Ahuitzol, pues antes para bailar solamente usaban plumas blancas y negras de gallinas, de garzotas y ánades. También se pintaban especialmente para cada baile específico y para ello "el día por la mañana que había baile, luego venían pintores o pintoras al tianguez o mercado con muchos colores y pinceles, pintaban los rostros y piernas y brazos a los que habían de bailar en la fiesta [...] y ansí dibujados y pintados, íbanse a vestir diversas divisas..." (Motolinía:74). Las danzas religiosas se llevaban a cabo en honor de los diferentes dioses y su sentido era hacer penitencia y sacrificio, llegar a través de los movimientos del cuerpo a establecer una relación con lo sobrenatural que en muchas ocasiones se convertía en estados alterados de conciencia sobre todo con la ingestión de hongos alucinógenos. Estas danzas recibían el nombre de maceualiztli o maceualon, "penitencia", y se llevaban a cabo como parte de los rituales en honor de los diferentes dioses del panteón mexica durante el año; Motolinía afirma que los mexicas tenían al baile por obra meritoria, ansí como decimos merecer uno en las obras de caridad, de penitencia y en las otras virtudes hechas por buen fin. [...] En éstas no sólo llamaban e honraban e alababan a sus dioses con cantares de la boca, más también con el corazón y con los sentidos del cuerpo, para lo cual bien hacer, tenían e usaban de muchas memorativas, ansí en los meneos de la cabeza, de los brazos y de los pies como con todo el cuerpo trabajaban de llamar y servir a los dioses, por lo cual aquel trabajoso cuidado de levantar sus corazones y sentidos a sus demonios, y de servirles con todos los talantes del cuerpo, y aquel trabajo de perseverar un día y gran parte de la noche llamábanle maceualiztli, penitencia y merecimiento (:306). Sahagún (11:123), por su parte, menciona lo que decían los señores a sus hijos acerca de la música: Quiéraos decir lo que habéis de hacer; oídlo y notadlo: tened cuidado del areito, y del atabal, y de las sonajas, y de cantar; con esto despertaréis a la gente popular y daréis placer a nuestro Señor dios, que está en todo lugar; con esto le solicitaréis para que os haga mercedes, y con esto meteréis vuestra mano en el seno de sus riquezas, porque el ejercicio de tañer y cantar solicita a nuestro señor para que haga mercedes. Entre las descripciones que dejaron los cronistas de los rituales prehispánicos, resaltan y abundan las danzas por su magnificencia, variedad y complejidad. Las danzas estaban estrictamente reglamentadas por el Estado, de tal manera que cualquier equivocación implicaba un fuerte castigo que incluía en ocasiones la muerte: "y andando 28
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en el baile, si alguno de los cantores hacía falta en el canto, o si los que tañían el teponaztli y atambor faltaban en el tañer, o si los que guían erraban en los meneos y contenencias del baile, luego el señor les mandaba prender y otro día los mandaba matar"(Ibid.:II:319). Los rituales se efectuaban en honor de los diferentes dioses del panteón mexica durante todo el año. Cada uno de estos incluía una danza en la que participaban diferentes grupos de personas de acuerdo con la deidad que era objeto de celebración. Por ejemplo, cuando se honraba a la diosa Tocí, las que bailaban eran las mujeres médicas; en el caso de la fiesta de Huitzilopochtli y Tezcatlipoca en tóxcatl, en el mes de mayo, eran las y los jóvenes ataviados de determinada manera; y en el caso de huey tecuilhuitl, los guerreros, los nobles y las auianime o las cortesanas ya mencionadas con anterioridad. La música, los pasos y el atavío variaban al igual que los participantes. Cada danza se acompañaba de cantos alusivos a las deidades a las que se estaba celebrando y en ocasiones por silbidos y palmadas (Duran, 1:195). Había también cantos especiales, así como gestos, pasos y movimientos del cuerpo que variaban en complicación desde los que apenas pueden considerarse bailes, pues los pies casi no se movían y las manos solamente subían y bajaban, hasta los muy complicados, que causaron la admiración de "los buenos bailarines de España". Motolinía admirado, relata cómo aquella multitud traen los pies tan concertados como unos muy diestros danzadores de España; y lo que más es, que todo el cuerpo, ansí la cabeza como los brazos y manos van tan concertados, medido y ordenado, que no discrepa ni sale uno de otro medio compás, [...] cuando uno abaja el brazo izquierdo y levanta el derecho, lo mesmo y al mesmo tiempo hacen todos, de manera que los atabales y el canto y los bailadores todos llevan su compás concertado: todos son conformes, que no discrepa uno de otro una jota (:384). En estas danzas permanecían en el centro el Señor, los principales y los ancianos junto con los músicos. Sahagún (1:63) también describe la forma en que se ejecutaba la danza: Juntábanse muchos de dos en dos, o de tres en tres, en un gran corro según la cantidad de los que eran, llevando flores en las manos, y ataviados con plumajes; hacían todos a una un mismo meneo con el cuerpo y con los pies y con las manos, cosa bien de ver y bien artificiosa; todos los meneos iban según el son que tañían los tañedores del atambor y del teponaztli. Con esto iban cantando con gran concierto todos y con voces muy sonoras los loores de aquel dios a quien festejaban, y lo mismo usan ahora, aunque enderezado de otra manera: enderezan los meneos con tenencias y atavíos conforme a lo que cantan, porque usan 29
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divertidísimos meneos y divertidísimos tonos en el cantar, pero todo muy agraciado, y aun muy místico. Es el bosque de la idolatría que no está talado.
La danza llamó tanto la atención de los cronistas, que casi todos la describen. Por ejemplo Acosta, Torquemada, Cervantes de Salazar, y los mencionados Clavijero, Durán, Motolinía, Sahagún y Francisco Hernández. Como ejemplo transcribiré la descripción que hacen los informantes de Sahagún (1:176-181) de la danza realizada en julio, en la fiesta de Huey Tecuilhuitl o de los señores, en la que se festejaba también a la diosa del maíz. 3 Se puede advertir según las descripciones, cómo en una danza bailaban hombres y mujeres juntos, cómo estas últimas llevaban la cara limpia y sin afeites, al día siguiente hombres y mujeres bailaban en grupos separados, las mujeres tenían la cara pintada de amarillo y las piernas y los brazos adornados con plumas rojas. La primera danza se llevaba a cabo en la noche y en ella participaban los señores y los guerreros que se habían distinguido por sus hazañas bélicas, todos lucían sus mejores galas. El lugar estaba iluminado por las antorchas que se encontraban en lo alto de los templos y por las que llevaban los jóvenes guerreros que iban dirigiendo la danza. Para comenzar el areito salían los cantores de las casas que eran sus aposentos, salían ordenados y cantando y bailando de dos en dos hombres, y en medio de cada dos hombres una mujer [...] Iban las mujeres muy ataviadas, con ricos huipiles y naguas [...] Bailaban estas mujeres en cabello, [...] ninguna cosa llevaban en la cara puesta, todas llevaban las caras exentas y limpias. Los hombres andaban también muy ataviados [...] El señor algunas veces salía a este areito, otras veces no, como se le antojaba [...] Los que danzaban unos iban asidos de las manos, otros echaban los brazos a su compañero, abrazándole por la cintura; todos llevaban un compás en el alzar del pie y en el echar del paso adelante, y en el volver atrás y en el hacer de las vueltas; danzaban por entre los candeleras o fogones, haciendo contrapaso entre ellos, danzaban hasta bien noche y cesaban a la hora de las nueve de la noche. La noche siguiente la pasaban en vela, bailando y cantando muchas mujeres junto con la que representaba a la diosa del maíz, Xilonen, que iba a ser sacrificada al día siguiente. Y en ese día desde la mañana se iniciaba toda una serie de danzas en las que el maíz jugaba un papel importante. 3
Amparo Sevilla incluye en su libro una relación completa de todas las danzas que se efectuaban en las fiestas del año y que describen Sahagún, Motolinia y Durán. En las listas incluye el nombre de la fiesta, el nombre que se le daba a la danza, en honor de qué dios se hacía, la coreografía, el número de participantes y la indumentaria. 30
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Venida la mañana, comenzaban a bailar todos los hombres de cuenta; llevaban todos en las manos unas cañas de maíz, [...] También bailaban las mujeres juntamente con la que había de morir, y traían emplumadas las piernas y en los brazos con pluma colorada; la cara llevaban teñida con color amarillo desde la barba hasta la nariz, y todas las quijadas y la frente con color colorado. Llevaban todas guirnaldas de flores amarillas, que se llamaban cempoalxóchitl, y sartales de lo mismo las que iban delante guiando, las cuales se llamaban cihuatlamacazqui, que eran las que servían en los cúes que también vivían en sus monasterios. Los hombres que iban danzando no iban entre las mujeres, porque las mujeres iban todas juntas rodeando a Xilonen, que era la que había de morir, iban cantando y bailando; a las mujeres íbanlas tañendo con un teponaztli [...] Los gentiles hombres que iban bailando delante y no llevaban aquel compás de los areitos, sino el compás de las danzas de Castilla la Vieja, que van unos trabados de otros y culebreando. También los ministros de los ídolos iban bailando y danzando al son del mismo teponaztli [...] También en esta fiesta hacían areito las mujeres, mozas, viejas y muchachas; no bailaban con ellas hombres ningunos; todas iban ataviadas de fiesta, emplumadas las piernas y los brazos con pluma colorada de papagayos, afeitadas las caras con color amarillo y margagita (Sahagún 1:176-181).
La d a n z a en la C o l o n i a Los conquistadores tuvieron la oportunidad de presenciar estas danzas y no sólo se maravillaron al verlas, sino que fue en una de ellas, en la celebración de tóxcatl, cuando estando reunido lo más granado de los guerreros mexicas a punto de iniciar su danza fueron masacrados a traición. Durante la lucha y el sitio de Tenochtitlan vieron a algunos de sus compañeros que desprovistos de sus ropas eran obligados a danzar antes de ser sacrificados. Causa ternura cómo, según relata De las Casas (:39), ya estando Moctezuma encarcelado "los indios y gente y señores de toda la ciudad y corte de Motenzuma no se ocupaban en otra cosa sino de dar placer a su señor preso. Y entre otras fiestas que le hacían era en las tardes hacer por todos los barrios y plazas de la ciudad los bailes y danzas que acostumbraban y que llaman ellos mitotes". Caída Tenochtitlan, los indios aliados continuaron seguramente con sus danzas, tanto de esparcimiento como las religiosas, porque en los primeros años de la Conquista continuaron con su prácticas idolátricas. Los nobles mexicas estaban más que diezmados y la población, según la versión de los vencidos, había sido esclavizada, razón por la cual poca oportunidad tendrían de danzar. Sin embargo, entre los seño-
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res de Tlaxcala al parecer la danza continuó siendo parte de las expresiones festivas, según Muñoz Camargo: En estos bailes y cantares sacan las divisas, insignias y libreas que quieren, con mucha plumería, y ropa muy rica de muy extraños atavíos y composturas, joyas de oro y piedras preciosas puestas en los cuellos y muñecas de los brazos, y brazaletes de oro fino en los brazos, los cuales vi, y conocí a muchos caciques que los usaron con ellos se ataviaban y componían, ansí en los brazos como en las pantorrillas, y cascabeles de oro en las gargantillas de las piernas. Ansimismo salían las mujeres en estas danzas, maravillosamente ataviadas que no había en el mundo más que ver, lo cual todo se ha vedado por la honestidad de nuestra religión (:135). Además de destruir a sus ídolos, muy pronto les fue impuesto un tipo de indumentaria más acorde con los cánones morales de los españoles, si bien los señores conservaron el uso de sus insignias, sobre todo en las grandes festividades como las danzas. Quitándoles ansimismo que trajeran orejeras los hombres ni las mujeres, ni bezotes, y otros abominables usos y costumbres que tenían, y que los hombres tuviesen más de una mujer, y las mujeres más de un hombre por marido, y esto había de ser por orden de Nuestra Santa Madre Iglesia y con licencia de los Ministros de Dios, y que se quitasen los bragueros que traían y se pusiesen zaragüelles y se vistiesen camisas, que era traje más honesto, y que no anduviesen en carnes y desnudos como de antes andaban (Ibid.:242). A través de las diversas crónicas se puede ver cómo la danza siguió siendo parte importante de las expresiones festivas. En 1526 se llevaron a cabo con gran boato las primeras bodas católicas de caciques indígenas, en las que Don Hernando Ixtlixóchitl, hermano del cacique de Texcoco, y siete compañeros suyos celebran sus esponsales con la presencia de eminentes conquistadores y sus esposas efectuándose un gran netotiliztli o baile después del banquete (Motolinía 1:146,47, Mendieta:297). Los frailes tuvieron diferentes actitudes frente a la danza, cuyo aspecto ritual e importancia habían visto, por un lado como parte de un rito idolátrico que intentaban suprimir, pero por el otro muchos de ellos las promovieron como formas de expresión devocional de los indígenas: Los bailes ejecutados por los indígenas en la Ciudad de México en los siglos xvi y xvii, con ocasión de festividades cívicas y religiosas, tuvieron de hecho un doble carácter: producto sincrético de la intervención de las autoridades civiles y sobre todo eclesiásticas en sus danzas prehispánicas éstas se volvieron a su vez un factor sincrético tanto para los mismos indígenas como para quienes solían presenciarlas (Alberro: 119, 120). 32
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Esto se observó sobre todo en las mayordomías en honor de los santos; en muchas de ellas, precisamente, tuvo gran importancia la danza. Cada pueblo tenía su santo patrón católico, que los frailes procuraban que sus atributos no se confundiesen con alguna deidad antigua prehispánica. Los sacerdotes otorgaban sus mayordomías a los distintos grupos (ocupacionales, étnicos, etc.) de cada pueblo o aldea, dándoles una imagen y permiso para elaborar su respectivo estandarte. Se organizaban así las mayordomías de cada santo, acerca de las cuales comenta Flores Moncada: Otorgando imágenes y generando ceremonias restringidas a un solo "Santo Patrón". Una vez que se recibían tales distinciones, ya se podía formar una "Meza" -adoratorio- para la concentración de las actividades. Estos mayordomos se tenían que presentar en' la Iglesia con la imagen venerada, estandarte y comunidad antes de empezar cualquier movimiento (1996:28). Los primeros frailes franciscanos, fray Juan Tecto, fray Juan de Ayora y fray Pedro de Gante, que llegaron en 1523 después de la Conquista, reconocieron la importancia que tenía la música y la danza en la religión de los indígenas y decidieron aprovecharlas para la evangelización. Fray Pedro de Gante explica cómo se empezó a hacer comprender y de esta manera a evangelizar a los indios: Empecelos a conocer y entender sus condiciones y quilates, y cómo me había de haber con ellos, y es que toda su adoración dellos a sus dioses era cantar y bailar delante dellos, porque cuando habían de sacrificar algunos por alguna cosa, así como para alcanzar victoria de sus enemigos o por temporales necesidades, antes que los matasen habían de cantar delante del ídolo; y como yo vi esto y que todos sus cantares eran dedicados a sus dioses, compuse metros muy solemnes sobre la Ley de Dios y sobre la fe, y como Dios Se hizo hombre por salvar el linaje humano, y como nació de la virgen María quedando ella pura e sin mácula; y esto dos meses poco más o menos antes de la natividad de Cristo, y también les diles libreas para pintar en sus mantas para bailar con ellas, porque ansí se usaba entre ellos, conforme a los bailes y a los cantares que ellos cantaban así se vestían de alegría o de luto o de vitoria (Carta de Fray Pedro de Gante al Rey Felipe, en García Icazbalceta, 11:59). Por esta razón, en las principales celebraciones cristianas, que eran Pascua y Navidad, en honor de Jesús y la Virgen María entonaban en su lengua cantos alusivos que habían traducido los frailes y "los metros solemnes son cantados y bailados frente al pesebre donde acababa de nacer el Niño Dios" (Ibid.:33). El mismo Pedro de Gante relata cómo se llevaba a cabo la celebración de Pascua en la que los indios, señores y principales venían ya
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Danza tu palabra ataviados con sus camisas limpias y mantas blancas y labradas, con plumajes y piñas de rosas en las manos, bailan y dicen cantares en su lengua de las historias de las fiestas que celebran, que las han traducido los frailes en su lenguaje, y los maestros de sus cantares las han puesto a su modo en metro, que cuadre y se cante al son de sus cantares antiguos; y éstos en muchas partes comienzan a media noche en la vigilia, o cuando se acaban los maitines de la fiesta, tienen muchas lumbres en sus patios, que en esta tierra los patios son muy grandes y muy gentiles... (Motolinia:91). Una de las celebraciones más importantes tenía lugar en Corpus Christi y cuando se instalaba en las iglesias el Santísimo Sacramento, el cual estaba dentro de una custodia de plata adornada con oro y plumas, rodeada de flores y ocupando un lugar prominente en todas las procesiones (Mendieta:308). El primer lugar en donde se colocó el Santísimo Sacramento fue en la iglesia de San Francisco y el segundo en Texcoco (Motolinía:88). La capilla de San José, que se hallaba en el convento de San Francisco, era famosa por su tamaño y tenía siete naves (y conforme a ellas siete altares), todas en dirección al oriente. La mayor tenía una escalera en el centro y varias a los lados. Allí se habían llevado a cabo ceremonias de gran espectacularidad en 1525 con motivo de la instalación del Santísimo Sacramento en la capilla de San José (Arroniz:41): "se buscaron todas las maneras posibles de fiesta, así en ayuntamiento de gentes, sacerdotes, españoles, seglares e indios principales de toda la tierra comarcana, como de atavíos, ornamentos, músicas, invenciones, arcos triunfales y danzas, que fue de grande edificación a los naturales de la tierra..." (Mendieta:223). En las procesiones de Corpus Christi se incluían danzas indígenas. En 1529, en el acta del Cabildo Eclesiástico se indica delante de la procesión "los oficios juegos de los indios", enseguida el gremio español de hortelanos... (Henríquez: 99) y en 1538, en la procesión encabezada por el Santísimo Sacramento, "hubo muchas maneras de danza que regocijaban a la procesión", también "niños cantores, cantan do y bailando delante del Santísimo Sacramento" (Motolinía:99,100). Un año después en la misma Tlaxcala se celebró la paz entre el emperador y el rey de Francia con una gran fiesta en la cual se representó la conquista de Jerusalén y una gran diversidad de danzas: El ejército de la Nueva España repartido en diez capitanías, cada una vestida según el traje que ellos usan en la guerra; [...] Sacaron sobre sí lo mejor que todos tenían de plumajes ricos, divisas y rodelas, porque todos cuantos en este auto entraron, todos eran señores y principales, que entre ellos se nombran tecutlis ypiles. Iba en la vanguardia Tlaxcala (y) México: estos iban muy lucidos y fueron muy mirados; llevaban el estandarte de las armas reales y el de su capitán general, que era don Antonio de Mendoza, Visorrey de la
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Danzas en honor a Moctezuma. Atlas de Durán Nueva España. En la batalla iban los huaxtecas, zempoaltecas, mixtecas, culiuaques... (Ibid:107). De acuerdo con la forma en que Motolinía describe las danzas, da la impresión de que él las alcanzó a ver, sobre todo los movimientos y la forma de organizarse alrededor de los instrumentos musicales y enfatizando el hecho de la gran cantidad de participantes (dos o tres mil), aunque señala que no eran ni la mitad de los danzantes de antes de la Conquista (Ibid.:383). También Durán (vol.I:195), quien escribió su historia entre 1570 y 1589, dice haber visto las danzas al referirse a unos cantos en honor de Moctezuma y Nezahualcóyotl: "Los cuales cantares he oído yo muchas veces cantar en bailes públicos, que aunque era conmemoración de sus señores, me dio mucho contento de oír tantas alabanzas y grandezas". Quizá eran los mismos que vio Juan de la Cueva 50 años después de la Conquista, acerca de las cuales relata que: En sus cantos endechan el destino De Moctezuma la prisión y muerte Maldiciendo a Malinche y su camino. Al gran Marqués del Valle llaman fuerte Que los venció, llorando desto, cuentan Toda la guerra y su contraria suerte (Arroniz:9). 35
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En 1541 el virrey Antonio de Mendoza emprende una campaña bélica para la conquista y pacificación de los indios chichimecas de Xochipila, llevándose contingentes de guerreros amigos o recién conquistados, entre ellos Don Francisco Sandoval Acacitli, cacique y señor natural de Tlalmanalco, provincia de Chalco. Durante su viaje, al llegar a un lugar llamado Tlachco, celebraron la Navidad, para lo cual tuvieron su danza los de Amaquemecan; y al tercer día de Pascua, que fue martes, día de S. Juan, danzó el Sr. D. Francisco, y se cantó en él canto chichimeca, hubo flores y pebetes, comida y bebida de cacao; y todos [tlaxcaltecas, huexotzincas, quauh-quechultecas, xilotepecas, acalhuas, michoacas, mextitlan, chalcas] bailaron, sin que de parte ninguna quedase por bailar (Relación de la jornada que hizo Don Francisco de Sandoval Acazitli, en García Icazbalceta 11:31).4 En esta época el cacique Don Francisco y el virrey todavía necesitaban interprete para entenderse. Es de notarse que por lo menos los caciques ya usaban zarihueyes en lugar de taparrabos y zapatos, pero continuaban llevando sus penachos e insignias. Hay otras festividades cívico-religiosas en las que se mencionan la participación de los indígenas con música, canto y danzas, por ejemplo, la que se llevó a cabo en 1557 en honor a Felipe II, en la cual el cabildo de la Ciudad de México ordena que los indios "hagan su regocijo y mitote en la plaza pública" (Alberro:126). Dichas festividades son ilustradas en el Códice de Tlatelolco (Valle:41-43) en el que están representados los señores de Tlatelolco, Tenochtitlan, Tlacopan y Tetzcoco con sus respectivos glifos, y tres danzantes con ropas sincréticas coloniales y prehispánicas, ya que bajo los atuendos de guerreros de águila y jaguar, visten jubón de mangas largas y zarigüeyes. En las manos llevan unos "aventadores" y unas flores (véase p. 35). Existe un lienzo pintado en 1653, del cual Rita Valero (:63) hizo un estudio de la peregrinación, que posiblemente se efectuó en 1531 y que iba de Tlatelolco al Tepeyac para venerar a la Virgen de Guadalupe (hay que notar que esta calzada ya era utilizada desde tiempos prehispánicos), a la que asistieron gran cantidad de indígenas y no cabe duda que hubo danzas (véase p. 36). En España hay una pintura del siglo xviii, de Manuel de Arellano Tarasca que ilustra el traslado de la Virgen al nuevo Santuario, en la que pueden apreciarse algunos danzantes (véase p. 37). En 1566 los indígenas ejecutaron danzas tradicionales durante la fiesta en el Tepeyac por la entrega de una estatua de plata que representaba a la Virgen por don Alonso de Villaseca (Alberro:126). En 1568 Pedro de Gante festejó el día de San Francisco, para 4
Escribió Gabriel de Castañeda en náhuatl, traducido por Pedro Vázquez en 1641. 36
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lo cual los alumnos de Santiago Tlatelolco cantaron el pipilcuicatl y los bailarines recibieron "un casco, un escudo, un tocado de plumas de garza", además se describen algunas de las danzas que se llevaron a cabo: Y cuando se vio el Xilanécatl, "baile del estómago inflado por el viento", se supo que pertenecía de los cordeleros. Y cuando se vio el baile del Tepozpanitl, "el baile de la bandera de cobre", trajeron con él las insignias del Cihuateocaltitlán, del lugar del templo de las mujeres", y un tocado con plumas de pájaros y dos dalmáticas: una amarilla y una roja. (Anales de Juan Bautista, citado por León Portilla:59) En 1584, fray Alonso Ponce llega a la Nueva España como Comisario General de la orden de San Francisco. Su secretario Antonio de Ciudad Real (1:13,14) lo acompaña en sus viajes, durante los cuales son recibidos con música y danzas por los indígenas en varias poblaciones, por ejemplo en Tlaxcala... "salieron doce cuadrillas de indios que cada una traía su diferencia de baile a su modo antiguo, vestidos todos según lo solían hacer en días de grande alegría en tiempo de su gentilidad". Y después ya en la región de occidente (Antonio de Ciudad Real 11:69,114), destacan las "danzas de chichimecas contrahechos" en los pueblos de Tarécuato, Acámbaro, Convento de Charapan, Tecomatitlan, San Juan Omitían, San Pedro Tanahuepa. En
Tomado de Valle Perla, "La sección VIII del Códice de Tlatelolco. Una nueva propuestas de lectura", p. 44. 37
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Anónimo, "Traslado de la imagen de la Virgen a la primera ermita y primer milagro". Periodo colonial, Museo de la Basílica de Guadalupe, México (tomado de la Guía del Museo de la Basílica de Guadalupe, pp. 12-13).
este último lugar algunos de estos danzantes, en trajes de chichimecas, llevaban en las manos adargas y macahuiles, "uno de ellos solo danzando al son de una guitarrilla que otro le iba tañendo y el que iba danzando en lugar de sonaja de pretal de cascabeles con que hacia maravillas" {Ibid.ll:ll5). Llama la atención la mención de esta "guitarrilla", ya que, como es bien sabido, los indígenas no tenían instrumentos de cuerda, lo que nos podría indicar que ya desde entonces este grupo particular de danzantes había adoptado este instrumento. Se sabe que para 1585 ya había 200 fraternidades indígenas solamente en la Ciudad de México. Los gremios adquirieron gran importancia y aparecen como principales colaboradores en los festejos de la ciudad; podemos conjeturar que en estos gremios había indígenas y danzantes indígenas y que además patrocinaban a los danzantes. En 1595 para dar la bienvenida a Don Gaspar Zúñiga y de Acevedo se organizaron unos festejos en los que participaron contingentes indígenas y un simulacro naval en la laguna en el que participaron indios de San Juan, Tlatelolco, Iztapalapa y Xochimilco, en canoas enramadas y "enpavesadas" y después un mitote con "palos voladores y plumería" (Rangel citado por Warman 1972:97). 38
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Manuel de Arellano Tarasca, El traslado de la Virgen. Periodo colonial, Colección particular, Madrid. Destacan los danzantes en el atrio de la Basílica (ver recuadro)
Los jesuítas promovieron y continuaron enseñando a sus pupilos, las antiguas expresiones religiosas de los indios aplicadas a la religión católica, lo que se puede ver en las palabras de Acosta: Y así desde niños se enseñaban a este género de danzas. Aunque muchas de estas danzas se hacían en honra de sus ídolos, pero no era eso de su institución, sino como está dicho, un género de recreación y regocijo para el pueblo, y así no es bien quitárselas a los indios, sino procurar que no se mezcle superstición alguna. En Tepotzotlán, que es un pueblo siete leguas de México, vi hacer el baile o mitote que he dicho, en el patio de la iglesia, y me pareció bien ocupar y entretener los indios, días de fiestas, pues tienen necesidad de alguna recreación, y en aquella que es pública y sin perjuicio de nadie, hay menos inconvenientes que en otras que podían hacer a sus solas, si les quitasen estas (Acosta:318). Cuando el Papa envió a la recién instalada orden jesuíta una serie de reliquias, su llegada, recepción y distribución fueron celebradas con grandes fiestas en la capital y "entre los actos diversos que marcaron el evento, los alumnos de los padres represen39
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taron comedias en náhuatl y los indígenas bailaron sus acostumbrados mitotes y 'tocotines'" (Alberro:127). Andrés Pérez de Rivas, en su Historia de los triunfos de la fe, escrita en 1645 (citado por Arroniz:140-142), proporciona una amplia descripción del mitote del emperador Moctezuma, que era representado por los estudiantes nobles indígenas del Colegio de San Gregorio de los jesuítas y que aparentemente alcanzó a ver; por esta razón, a pesar de la extensión del texto, y puesto que nos parece muy ilustrativo, lo transcribiremos en su totalidad: Y por ser de muy particular gusto a la vista, y nuevo para España y aun a otras Naciones el sarao Mitote, que llaman del Emperador Motecuma, el que en sus fiestas celebravan los Seminaristas de San Gregorio; y lo principal por estar esse sarao, que antes estaba dedicado a la Gentilidad, ya dedicado en honra del que es Rey de Reyes Iesu Christo nuestro Señor, y fiesta ya Christiana, la escriviré aquí, aunque haga una breve digresion. Lo primero que aquí ay singular, quando esta fiesta se celebra plenamente, es el trage y adorno, con que salen los que dancan juntos, que es a lo antiguo de los Principes Mexicanos. Las mantas o mantos son doblados de dos telas, la una transparente, y que descubre las labores, y flores hermosas del interior; y estos llevan pendientes de los ombros, al modo de los Emperadores Romanos, enlazadas las puntas al ombro derecho, donde hazen una rosa vistosa. Las cabecas ciñen unas diademas, que se levantan sobre la frente con proporción, a modo de pirámide, que causa hermosura, y esta adornada de las mas ricas piedras, y oro que alcancaban. Y esta era la forma de las coronas de los Emperadores Mexicanos. En el juego del braco izquierdo un rico bracelete, sobre que carga un penacho levantado de la plumería mas vistosa de plumas verdes, que ellos usavan y oy mucho aprecian. Y en esta mano otro penacho, que juegan, y tremolan al compás de la danca. En la mano derecha llevan un instrumento, que llaman Ayacaztli, de unas sonagitas, que usan de calabacitas doradas, con su cabo, con unas chinitas dentro, que meneadas también a son y compás, lo hazen gracioso. Lo demás de adorno del cuerpo son jubones, y camisas muy labradas, y calcon largo y doblado, de dos telas, como el manto, y en los pies sandalias, en que tambien echavan su riqueza y galantería. El estrado que se preparava para esta fiesta se sembrava de flores; y a la cabecera del se ponia el asiento del Emperador Motezuma. Este era a modo de un taburete baxo dorado. A un lado del teatro se pone una mesa, y sobre ella un tamborcito, llamado Teponaztli, que guia toda la musica y danca, muy diferente de los que usan en Europa. Es de madera preciosa, o otra colorada, y con dos tablitas divididas una enfrente de otra, que lo cierra, dexando lo hueco, que golpeadas de los que las tocan, con unas bolitas de la goma de ule, en puntas de baritas; guian con su son la danca, y esse son acompaña a compás el de las sonagitas, que llevan los dancantes en las manos. Los españoles han añadido a esse el de sus instrumentos, harpa, corneta, y baxón. Alrededor del tambor era el lugar de los ancianos, y principalmente Mexicanos, que eran los que entonavan el canto, que siempre acompaño al baile Mexicano, y essos a grave passo, y sin mucho movimiento, en esse lugar bailavan. Los de la danca, 40
Introducción o sarao, ordinariamente eran catorze fuera del Emperador que venia al fin: este sale con notable demostración de Magestad, y con el trage de los demas Principales, aunque mas rico en el ornato y vestido. Detrás del sale un niño con un grande mosqueador de rica plumería, que dancando al son de los demás, va haziendo sombra, y sirve como de dosel al Emperador. Otros dos niños ricamente vestidos, van a sus dos lados, y un passo delante, barriendo con sus penachos de pluma el passo al Emperador, y a trechos esparciendo flores a sus pies. Al tiempo de salir el sarao del Palacio interior, lo llama la musica y canto, que al modo Español, y ya Christiano suena así: Salid Mexicanos, bailad Tocontin, que al Rey de la gloria tenemos aquí. Estas tres sylabas de la palabra, Tocontin, son como puntos, que guarda el son del tamborcito, y por esto llaman algunos con esse nombre a este baile. Salen los del dancando en dos hileras, al modo de la hacha Española. El movimiento es sosegado y grave, que se haze a compas, no solo con los pies, sino con acción de bracos y manos. Menean las sonajas, y ondean y cimbran los penachos de pluma, que son muy largas y angostas, y color dorado, o a vezes en su lugar un ramo de arbol oloroso, y van tomando sus puestos, hasta que sale el Emperador, que viene atrás con passo de mucha Majestad. Toma su asiento en la cabecera, y al punto, antes de avivar el baile (que con movimiento sosegado nunca para) bueltos a su Principe le hazen todos a una un tal acatamiento, con penachos, sonajas, y el cuerpo, que parece se le quieren poner debaxo de los pies. Hecha esta reverencia, avivan sus mudancas delante del Emperador. (Aora se ha convertido, y haze toda esta reverencia al Santísimo Sacramento del Altar). Aviendo breve rato dancado los del sarao, se levanta para hazerlo a solas el Emperador, con los tres niños que dixe le acompañan, barriéndole con los plumajes el suelo, y esparciéndole flores a los pies: y el del tirasol, haziendole dosel y sombra. Y en las mudancas de los pies tan a punto todos con su Principe, que parece las haze un mismo movimiento. El tiempo que esse danca todos los demás están parados en sus puestos humillados a la tierra. Y al pasar por medio de las dos hileras, quando empareja con cada uno, esse le aplica a los pies los instrumentos que lleva en las manos, en señal de humillación, haziendole son, que nunca para, de todos los Ayacaztles. Y en aviendo dado su buelta el Emperador, toma otra vez su assiento, y buelven los dos coros a proseguir su baile con nuevas mudancas; y aunque no muy diferentes las unas de otras, todas son muy agradables, y no cansan. La musica de vozes, que no para, corresponde a la que toca el teponaztle, con otra capilla, que le corresponde, y esta encubierta detrás de cortina, o celosía, como si fuesse a dos coros. Y finalmente toda la danca, con su novedad, adorno, acciones, y canto, es tan agradable, que ha sido de gran gusto, entretenimiento, y fiesta a personas muy graves, señores y Arcobispos, que han ido de España. Alberro (:127-129) refiere celebraciones indígenas que se efectuaron en el siglo XVII. Por ejemplo, citando a Carrillo y Pérez, describe la procesión de 1616 en la que se trajo por tercera vez a la capital de México a la Virgen de los Remedios para pedirle su intercesión por una sequía. A pesar de que este autor escribe en 1808 su descripción es muy detallada y da nombres en náhuatl de los trajes y adornos que usaban los 41
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danzantes a los que dice que ahora se les llama de la pluma y los diferencia de danzas de los "bárbaros chichimecas": Los indios de los inmediatos pueblos que salían al paso a obsequiar a la Señora con sus danzas en los trages Indianos que usaban los Señores mexicanos en su gentilidad y que son dignos de verse por la grandeza con que se vestían. El Xihuitzolli que era la divisa del Señorío, adornaba sus cabezas, siendo cada una de ellas depósito de quarenta preciosísimas piedras: el Quezalpinoli, que era la trenzadera, y los vistosos plumeros en que todos en la preciosidad de sus plumas y singular disposición admirable se primorizaba su gala en el Malaquetzalli, Tlanquecholtec y Aztatzontli. El Ioxitecuacuextli, Icxepepetlachtli y Matzopetztli lucían en pies y manos. Empero el completo de este adorno son las extraordinarias costosísimas mantas, que solo servían a la Magestad en el trono, que llaman Xiuhtlalpiltilmatli y Netlaquechilloni. Estas danzas que usaban los señores mexicanos y que ahora solo llaman de pluma, se han llevado la primacía y la atención entre otras diferentes que usaban, quales eran las que representaban las de los bárbaros chichimecas que en su desaliño y casi desnudez, o vestidos de pieles de animales feroces, con su envige y confusos horrísonos alaridos, causaban más espanto que diversión... En 1680 hubo una procesión (no religiosa) en Querétaro que describe Carlos de Siguenza y Góngora en su libro Glorias de Querétaro (:50): A las tres de la tarde comenzó a manifestarse por la publicidad de las calles divididas en cuatro trozos, de los cuales el primero, no tuvo cosa especial que mereciese alabanza, por haber sido una desordenada confusión de montareces chichimecos, que sin otra ropa que la que permitió la decencia, y sin más adorno que los colores con los que se embijan los cuerpos, afeadas las desgreñadas cabezas [...] Pero nada de esto me confundió como el ver, que sin más prácticas que el cuidado en que tal vez atendieron las españolas marchas o en conductas de gente, o en regocigos, y fiestas dispusieron lo suyo con orden tan admirable, que ni en el compás de los movimientos ni en la igualdad de las filas, ni en la gala del disparar, ni en la presteza de las cargas, ni en el momento de escuadronarse y salir, les hicieron muy conocidas ventajas los veteranos. En ésta había primero una danza de chichimecas y después una procesión en la que iban emperadores indios, Carlos V y al final se bailaba un tocotín y se hacían paradas en los conventos donde se cantaban loas. Alberro (:128) continúa aportando una serie de referencias a danzas que se llevaron a cabo en el siglo xvii: La entrada del virrey marqués de Villena en México fue marcada por fiestas y regocijos particularmente vistosos en Tlaxcala, Cholula, Huejotzingo y México desde luego. En la 42
Introducción capital "los mitotes [fueron] bailados por 400 indios con tilmas y plumas de gala..." [Gutiérrez de Medina citado por Alberro]. No sólo las entradas de los virreyes, las fiestas religiosas y cívicas son el pretexto para los mitotes y tocotines, sino también los que se organizan para celebrar la beatificación y canonización de Felipe de Jesús, Francisco Xavier, Ignacio de Loyola y Rosa de Lima. Estas danzas llamaron la atención de muchos pintores que las plasmaron sobre todo en biombos de los siglos xvii y xviii5 en los que podemos ver diferentes tipos de indumentaria, desde los indios con taparrabo, seguramente reconstrucciones de lo que el pintor se imaginaba habían sido las danzas en épocas prehispánicas, hasta unas más realistas con los trajes que se usaban en esa época. El tocotín es un baile que perduró por mucho tiempo y de hecho persiste hasta la actualidad en algunos pueblos de México, aunque posiblemente deformado. Lockhart (:567) hace la aclaración de que es un nombre derivado de la notación de toque de tambor de las canciones del siglo xvi (y se supone que aun antes) y que podía tener palabras, aclarando que algunas de las que se conservan en español no difieren en nada de los versos españoles Anónimo, biombo El Volador. Periodo colonial, contemporáneos. Precisamente, Museo de América, Madrid en la descripción que hace Pérez de Rivas del baile del emperador Moctezuma que hemos citado se explica la razón del nombre tocotin: Al tiempo de salir el sarao del palacio interior, lo llama la música y el canto que al modo español, y ya christiano suena así: Salid mexicanos bailad tocontin, que al rey de la Gloria tenemos aquí. Estas tres sílabas de la palabra Tocontin, son como puntos que guarda el son del tamborcito, y por esto llaman algunos con esse nombre a este baile.
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Las ilustraciones de estos biombos me fueron proporcionadas por el doctor Antonio Rubial. 43
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Anónimo, biombo Escenas de la Plaza Mayor de México, la Alameda Central y del pueblo de Iztacalco. Periodo colonial, México
Siguenza y Góngora menciona a los tocotines que se bailaban en la procesión de Querétaro y en la dedicación del templo de Guadalupe sabemos que Juana de Asbaje compuso unos tocotines, seguramente para que fueran bailados; finalmente, el padre Clavijero (11:305) menciona para finales del siglo xviii: "se conserva también hasta hoy entre los mexicanos una danza antigua que llaman vulgarmente el tocotín, la cual es bellísima y tan honesta y grave, que se permite a los indios el hacerla aún en los templos". A pesar del uso que muchos de los primeros frailes hicieron de los cantos y las danzas indígenas como expresión religiosa para el nuevo culto católico (como hemos visto en páginas anteriores), esto no fue bien visto por algunos sectores de la Iglesia que en varias ocasiones intentaron prohibirlas o imponerles distinto tipos de restricciones. El mismo Zumárraga (1525) tuvo una actitud negativa hacia ellas: Cosa de gran desacato y desvergüenza parece que ante el Santísimo Sacramento vayan los hombres con máscaras y en hábitos de mujeres danzando y saltando con meneos deshonestos y lascivos, haciendo estruendo; estorbando los cantos de la Iglesia... (apéndice del Tratado de Dionisio Cartujano sobre las procesiones, 1545, citado por Henríquez Ureña:123 nota 5). 44
Introducción
Después de la muerte de Zumárraga en 1548, con la autorización del cabildo eclesiástico se restauran los bailes y representaciones en el Corpus. En 1555 el concilio provincial prescribía que como los indios son muy inclinados a danzas, areitos y otras ceremonias, no se les debe permitir, que mientras dancen, lleven banderas y máscaras antiguas, o que canten cantos de sus historias y ritos antiguos, a menos de que estos fueren examinados primero por religiosos o por personas que entendieran bien las lenguas indígenas [...]. No debería permitirse a los indios que danzaran antes del amanecer, o antes de la misa y cuando la campana llamara para vísperas, deberían de dejar la danza y atenderla (Stone:196,197). Y también estipulaba que "no se hagan velas en las Iglesias, ni coman, ni hagan danzas, ni otras cosas inhonestas" (Lorenzana 1981:82, 83, citado por Alberro:129). En 1585 el Tercer Concilio Mexicano reguló estas prácticas y prohibió que se efectuaran dentro de las iglesias, "danzas, bailes, representaciones y cantos profanos, como se hacían en Noche Buena, en Corpus y en otras fiestas" (Henríquez:123, nota cinco citando a García Icazbalceta. "Introducción" a los Coloquios de González de Eslava: 27, 28). Pero todavía en 1766 y 1802 los inquisidores emiten dos edictos en los que prohiben ciertos bailes a los que juzgan por su comportamiento "supersticioso" bajo pena de excomunión (Quezada:91-93). Desafortunadamente, en cierto momento hay muy pocas o ninguna descripción de las danzas de origen prehispánico, lo cual desde luego no quiere decir que éstas dejaran de practicarse: más bien estaban bajo un proceso de transformación de acuerdo con el diferente tipo de influencia de los frailes y en general de la cultura hispana y africana. Así surgieron, entre otras, las danzas de Conquista que han sido estudiadas por Warman, Jáuregui y Bonfiglioli, entre otros, 6 además de danzas que permanecieron en los pueblos con raigambre más indígena, las que todavía se podían ver en tiempos de Clavijero y muchas otras que desaparecieron.
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A pesar del mismo nombre que dan algunos de los danzantes a sus danzas, yo no las clasificaría como de Conquista. Bonfiglioli y Jáuregui dicen que en la danza de Conquista ésta se representa mediante una lucha, sea entre moros y cristianos o indios contra españoles, o aun entre cultura contra naturaleza. 45
Los concheros Los danzantes de la tradición conocidos popularmente como concheros toman su nombre del instrumento musical que usan: una caja acústica hecha de una "concha" de armadillo o un guaje en forma de mandolina, el cual mide aproximadamente 80 centímetros de largo y con él acompañan sus rituales. Los concheros están organizados en hermandades, cofradías o mayordomías. Tienen su propia interpretación del catolicismo popular,1 con un especial énfasis en el
Concheros. Foto: Felipe Cobos
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Abramo (1999) incluso los ha calificado como una secta católica.
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culto a los antepasados, en el que están mezclados elementos prehispánicos, rituales públicos y diurnos que se centran en la danza y en "velaciones" nocturnas y privadas en honor de las ánimas de muertos importantes para ellos. Hasta hace poco se llevaban a cabo en honor de los santos, de las "ánimas conquistadoras", que podían ser las ánimas de los capitanes muertos o de personas que hubieran muerto en forma violenta, recientemente también en honor de deidades y personajes prehispánicos. El capitán Luna decía: "somos cristianos [...] somos buenos católicos. Estas ceremonias honran a nuestros ancestros que usted ha observado en los oratorios" (Stone:211). Aproximadamente en la misma época le preguntaban a otro capitán: ¿Qué le interesa más, la religión o la danza?, a lo que respondió en forma categórica y determinante: ¡La danza! (Solórzano y Guerrero:474). Flores Moncada (manuscrito) afirmaba que "muy sigilosamente siempre impulsaron su Santa Legal Cuenta, sus cimientos, sus secretos y hasta algo así como un culto a un padre viejo y una madre vieja o un abuelo y abuela original de la que todos los indios son hijos y que nada tenía que ver con la doctrina de Cristo". No obstante, para mayor facilidad en nuestra exposición, denominaremos cancheros a los danzantes que, según se verá más adelante, tienen ciertas diferencias en el vestido, los instrumentos musicales y aun en los pasos, pero comparten una serie de características comunes que iremos observando a través de este trabajo; los concheros forman una especie de red de danza, con relaciones muy complejas entre sí y han sido conocidos también con los nombres de hermanos de la Santa Cuenta, hermanos de Arco y Flecha, apaches, danza de conquista, danza azteca y danza chichimeca, pero todos "conforman una sola y gran hermandad sellada por lazos de compadrazgo ritual, que obliga a sus miembros a una relación de recíproco respeto y solidaridad, independientemente del rango jerárquico del danzante" (Ángela González:61). El nombre de hermanos de la Santa Cuenta se debe a los rituales nocturnos que llevan a cabo en honor de los muertos; el de hermandad del Arco y Flecha es mencionado para los danzantes del Bajío desde el siglo xix; el de apaches2 era un término despectivo con el que se les identificaba por las plumas que llevaban en la cabeza; danzantes de Conquista, por la conquista que hacían para el cristianismo (como veremos más adelante) y por las conquistas de otros grupos de danza, danza chichimeca y danza azteca por el supuesto origen de las danzas.
2 Domínguez, en 1931, llama "apaches" a la Corporación de Concheros Sociedades Unidas que encontró en Chalma. Barabás y Bartolomé en 1981, en Tetelcingo, Morelos dicen además que uno de estos grupos había sido fundado en 1930.
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Flores Moncada aseguraba que cuando era niño había quien los llamaba "guamaros" en San Miguel Allende, "guachichiles" en Comonfort e incluso apaches. 3
Conquista El término conquista entre los concheros es polisémico, como veremos a continuación y en el curso del libro; en primer lugar se consideran guerreros que luchan por la difusión de la religión cristiana y contra las fuerzas oscuras y negativas: Cada danzante tiene que batallar contra las tendencias propias de su naturaleza humana que le impiden llegar a la actitud interior adecuada para realizar correctamente el ritual y, de ese modo, llegar al estado de éxtasis, necesario para alcanzar a la divinidad o que la divinidad los alcance. Esas riesgosas tentaciones son la envidia, soberbia, ira, vergüenza, vanidad, etcétera. En este sentido sería una lucha por la purificación y el perfeccionamiento individual, una lucha por obtener armonía. Por otro lado, la lucha como unidad grupal se entabla contra las fuerzas cósmicas negativas que pueden intentar impedir la realización del ritual. Estas fuerzas negativas y oscuras son el "enemigo", y los danzantes conforman un batallón que pretende derrotarlas para alcanzar la luz y hacerla propia. Cada danza es un intento por lograrlo, pero para acceder a la divinidad el conchero primero tiene que ponerse a su servicio y ofrecerse él mismo a través de su sacrificio y su lucha, convirtiéndose en mediador de la fuerza suprema (Ángela González:62). La cita anterior se refiere a conquistar las fuerzas negativas, pero también tiene una connotación más terrenal: un capitán poderoso conquista estas mesas estableciendo a través de un código supremacía sobre éstas. Pero la conquista también implica obtener fuerza derivada de la misma, que se refiere a "conquistar mesas" bajo la jefatura de un capitán, lo que implicaba luchas entre distintos jefes por quitarse integrantes, que habitualmente suponía un proceso referido por Stone (:216) en el cual primero hay una junta, después se establece el tratado cuyos términos sólo los jefes conocen y el resto de los danzantes no, como resultado el jefe de la mesa triunfante establece su mayor jerarquía. A veces se utilizaban métodos mágicos a través de "tender la cuenta" (Flores Moneada: manuscrito) llevando a cabo el ritual de prendido de las velas, como se relata más adelante.
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Sería importante hacer un estudio posterior en relación con los nombres y las diferencias entre los distintos grupos, asi como sus relaciones, pues en ocasiones los llamados "apaches" tienen características especiales, igual que los chichimecas o mecos. También están muy vinculados con los rayados, los broncos y los contradanzas, que se caracterizan por no tener que ver con la Iglesia.
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El jefe Luna explicó a Stone (:208) que la conquista tenía como objetivo, en primer
lugar, honrar al príncipe, anunciar batallas y representar la conversión de los antiguos sacerdotes por los frailes. Y durante la Conquista —es decir antes de la Revolución— la frontera de la danza era observada estrictamente. Un capitán de danza del Bajío no podía cruzar a Tenochtitlan y un capitán de aquí no podía ir al Bajío sin un permiso especial. Cuando un capitán extraño llegaba a alguna sección el jefe decía "El es Dios, señor, permítame examinar sus documentos". Jesús Gutiérrez rompió la regla de las fronteras cuando vino de San Miguel Allende a conquistar al Distrito Federal. Asimismo, en un folleto titulado An Overview of the History of the Mexi'cayotl Indio Cultural Center4 escribe Andrés Segura: "Es por esto que la llamamos Nuestra Danza de Conquista, porque levantamos distintos grupos en distintos lugares para que se siga conservando la tradición bajo esta forma católica (por ello cada pueblito tiene su pequeño grupo de danzantes)". En la actualidad, se utiliza el término conquista para referirse al reclutamiento de adeptos sin importar cuál sea su filiación ideológica.5 La conquista es ilustrada por la siguiente estrofa de una alabanza: Saludo a los cuatro vientos Y a todos en general Para poder conquistar Santa Cruz de Sangremal. En relación con lo que se ha llamado o interpretado como lucha espiritual de los hermanos de la Santa Cuenta, Flores Moncada (manuscrito) opinaba que se trataba de una lucha real: "cuando era niño nadie hablaba de eso, sólo ahora... no es que no tuvieran ninguna orientación mística, ni que no la fomentaran, lo que pasa es que no sólo se dedicaron a eso... esos señores chichimecas y otomis eran originalmente generales y capitanes de armas en serio, que iban a la guerra, y de allí algunos se beneficiaron. Cantaban varias coplas".
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http://aguila-blanca.com/MICC-History.html Información de Fabián Frías. 50
Los concheros
¡Que viva Señor San Miguel! ¡Que viva su Santo Estandarte! ¡Que vivan sus generales! ¡Que fueron a la guerra!
Ya resuenan los clarines En el cuartel general Soldados armas al hombro Oigan el clarín sonar. Ya me dan el primer toque Para llamar a reunión Soldados, tomen las armas Vamos, vamos con valor. Oigan el clarín sonar Que nos anuncia la guerra Soldados armas al hombro Sigamos ya la bandera. El espíritu belicoso de los chichimecas debió perdurar en el apoyo a la lucha de la Independencia y seguramente después en la lucha cristera. En fecha reciente, algunos grupos le han dado una connotación diferente a la idea de la conquista, como también veremos más adelante. Aunque hoy en día quizá la mayor parte de las organizaciones de concheros se encuentra en zonas urbanas, muchas otras residen en pueblos pequeños del campo. Casi todos sus integrantes son mestizos, pero también indígenas, sobre todo nahuas y otomíes. Fabián Frías hace notar que antiguamente, especialmente en la zona del Bajío, los danzantes eran gente del campo que vivían en rancherías ubicadas cerca de los grandes poblados y sólo en las mesas más importantes de Querétaro había danzantes que desde los primeros años de la presencia europea residían en barrios céntricos. Algunos de estos danzantes eran caciques y junto con sus hijos y allegados habían obtenido ciertos privilegios por su participación en campañas de pacificación en la llamada guerra chichimeca. Entre los años de 1930 y 1950 estaban conformados por individuos de clase humilde, si bien esto ha ido cambiando últimamente, como veremos después. Para 1940 había unas 40 mesas de danzantes, con alrededor de cuatro mil concheros en el D.F., 51
Danza tu palabra
según Solórzano y Guerrero (:454). Este último autor halló entre 1941 y 1946 varios grupos con pequeñas variantes en distintos lugares de la Ciudad de México,6 menciona a cinco capitanes generales de congregaciones del D.F., Tlaxcala, Guanajuato, Querétaro e Hidalgo. Sin embargo, Stone no encontró rastros de cónchelos en Tlaxcala. Aunque hace unos años sólo se veían en los santuarios de Jalisco, Guanajuato, Querétaro, Tlaxcala, Hidalgo, Estado de México y D.F., ahora la mayoría de los concheros son mestizos y se encuentran prácticamente en toda la República y aun en Estados Unidos, España y Alemania. Cramaunssel y Alvarez (:188-190) encontraron danzantes "azteca" en 1994 en el Santuario del Señor de los Guerreros en el Tizonazo, Durango, que venían de Parral, Delicias, Chihuahua, Jiménez, Torreón, Gómez Palacio, Monclova y Denver, Colorado. El grupo de Parral existía desde 1944, por otra parte Barabás y Bartolomé encontraron grupos de concheros en Tetelcingo, Morelos, algunos de los cuales se habían fundado desde 1930. Orvañanos y Bárcenas (:124), aseguran que en Querétaro hay aproximadamente 40 mesas y en el D.F. yo pienso que en realidad son incontables. Es importante destacar el tipo de población al que pertenecían los concheros hasta principios del siglo xx antes del fenómeno de la década de 1960, como lo describe Stone cuando los empezó a observar: "pequeños, de tez morena, con sólo una salpicada de los mestizos más claros", obreros en su mayoría seguramente porque son los que vivían en las ciudades. Cuando ocurrió la tragedia del choque de trenes en el sitio llamado Cazaderos, en el que murió gran número de danzantes que viajaban como peregrinos a San Juan de los Lagos; los deudos eran analfabetos, no tenían posibilidades de enterarse de las noticias sino por los periódicos, no sabían leer y tampoco tenían los medios económicos para poseer un radio (razón por la cual, tenían que acudir al único lugar donde existiera uno). Solórzano y Guerrero (:459) comentan que pocos de ellos habían concluido el segundo grado de primaria. Hacía 1971,Warman (:79) señalaba que "varios miles de obreros, campesinos, artesanos, y hasta empleados ingresan a estos grupos", ya que "la conformación de estos
6 Estos grupos estaban en las colonias Morelos (antes La Bolsa); al noroeste de la ciudad, en la colonia Vallejo, Gustavo A. Madero (antes Villa de Guadalupe); al este, en la colonia Zoquipa y en la Magdalena Mixuca; y al sur en los pueblos de Santa María Astahuacan, San Lorenzo, delegación Iztapalapa; en Chimalistac, delegación Alvaro Obregón (antes San Ángel), y cerca, de Chalma, Estado de México. Por su parte Kurath (:387) encontró grupos de danzantes en Tenancingo (indios Matlalzincas, Tecalpulco, Taxco (Guerrero), San Miguel de Allende (Guanajuato), Acolpilco, Los Remedios, Sacromonte y Chalma (Estado de México), San Juan de los Lagos (Jalisco), Huejotzingo (Puebla) y el Tepeyac (D.F.).
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Los concheros
Jefes Manuel Luna y Ernesto Ortiz
grupos, sirven de refugio a la gran masa marginal y el proletariado del D.F. y en general de nuestra sociedad".
La palabra general La frase: "Él es Dios", según Ángela González (:60), se llama "La Palabra General": Esta expresión designa tanto a la tradición seguida por todos los grupos de la danza, como a lo que se habla durante la ceremonia. Las conversaciones grupales que se realizan durante el ritual adquieren carácter sagrado, cada palabra es dicha ante testigos divinos, ya sea de53
Danza tu palabra lante de una imagen, de un altar, o en un atrio. Para ello no es necesaria la presencia material de una imagen, ya que la divinidad ha sido invocada al comienzo de la ceremonia y está allí. La usan para saludarse, como afirmación, para comenzar todas sus prácticas rituales y hacer cambios coreográficos en la danza. Existen dos versiones acerca del origen de esta frase. Una de ellas refiere que una cruz brillante se les apareció durante la batalla de San Gremal, en Querétaro, de la que hablaremos más adelante, la otra versión, apoyada por Flores Moneada (:30) y citada por Stone (:163) es la siguiente: En los primeros días de la conquista [...] uno de los frailes [...] iba a través de México convirtiendo a los indios. Cargaba un Cristo en sus manos y cuando llegaba con los indios que estaban adorando ídolos les señalaba a nuestro Señor en la Cruz y les decía "Él es Dios". Él conquistó a muchos de nuestros ancestros, los jefes y sacerdotes, de la misma manera que los soldados de Cortés conquistaron a los soldados de los mexicanos.
Organización La organización de los danzantes es muy compleja y al mismo tiempo muy laxa, antiguamente implicaba mucha disciplina, la disposición correcta, los atributos y determinaciones de un cargo. Están organizados de manera jerárquica, de acuerdo con los rangos del antiguo ejército español: generales, capitanes, alférez y soldados. En la actualidad hay una especie de consejo supremo, formado por los jefes o capitanes de conquista, una "federación bajo una palabra" y una cadena de capitanes, bajo los cuales están varias "mesas" dirigidas a su vez por capitanes, subordinados a un capitán general después de haber aceptado su soberanía en un acto formal. También existe un grupo de generales cuyos cargos son una especie de títulos honoríficos otorgados a ciertos jefes con mucha antigüedad y méritos dentro de la danza. Por ejemplo, en 1993-1994 el jefe Manuel Luna y en 1995 el jefe Ernesto Ortiz fueron nombrados generales de conquista mediante una ceremonia de velación en Santiago Tlatelolco. Hay dos tipos de dirigentes que pueden llegar a ser generales: los de sangre y los de conquista. Aparentemente, la distinción radica en que los primeros son herederos biológicos de otros capitanes y los demás fueron "conquistados" o ganaron su puesto a través de ascensos dentro de la mesa. Zúñiga (:7) dice que el nombramiento de un capitán general es producto de un acuerdo entre generales y herederos, el cual se otorga "durante el desarrollo de alguna 54
Los concheros
obligación importante, por sus méritos, diligencia y antigüedad en la danza, así como por las Mesas conquistadas a las cuales rige". Los cargos de capitanes y de capitanes de conquista se heredan, los herederos son escogidos por los mismos jefes, generalmente entre algún descendiente o entre una persona muy allegada a la que se nombra como heredero en una velación especial. Los capitanes generales establecen la "palabra" que es conocida como "el cuartel general". La "palabra" de un capitán es un compromiso u obligación de por vida con la danza. Para finales de los años cuarenta, Guerrero menciona a cinco capitanes generales: congregaciones del D.F., Tlaxcala, Guanajuato, Querétaro e Hidalgo con sus respectivos segundos capitanes que desempeñan la función de comisario general que suple al capitán general durante su ausencia. Los grupos más pequeños llamados "mesas", y designados por Anáhuac González (1996:214) "linajes dancísticos", son dirigidos por un capitán y están representados por un estandarte que tiene carácter sagrado, se considera una reliquia y juega un papel importante en todas las ceremonias.7 Estos estandartes, también conocidos como "árboles", originalmente fueron otorgados por los misioneros en la Colonia. Después, cada mesa nueva "levantaba" su propio estandarte en el que se especificaba el santo al que estaba dedicada, el nombre del capitán y la fecha de su fundación. Estos "árboles" eran colocados en las cuatro esquinas y el centro, durante las danzas, representando los "cimientos de la obligación". Los estandartes son de tela y miden aproximadamente 125 x 90 centímetros de alto. En los cuatro estandartes de las esquinas están pintadas o bordadas las imágenes de los cuatro santos correspondientes a los cuatro vientos y el santo al que está dedicada la mesa. Cada vez que se levantaba una mesa, el capitán otorgante entregaba un papel que lo documentaba y en él se comprometía a una serie de obligaciones, entre ellas las marchas o peregrinaciones a los santuarios que se le indicaban, que implicaban velaciones y danzas, por ejemplo:8
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La organización formal a la que se ha hecho referencia ya no es tan estricta y hay muchos grupos semiindependientes, que sin embargo mantienen una relación entre ellos y llevan a cabo todas sus obligaciones. 8 Trascripción de un documento manuscrito sobre papel rayado que me fue proporcionado por Fabián Frías. 55
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Mesa de conquista de Altos y Bajíos. El que suscribe General Real de Marcha. El Señor de la Conquista Jesús Morales y su corporación. Hace constar que se le concede licencia a la Sra. Capitana Carlota Briseño para que levante su santo estandarte y de cumplimiento a sus obligaciones como es decir Ia. Marcha será el primero de Enero para venerar al Sr. San Salvador de los Afligidos del Llanito cuyo patrón será de su Mesa 2a. Marcha será el primer viernes de Marzo la Milagrosa Imagen del Sr. De la Conquista 3 a . Marcha será el tres de Mayo de la Santísima Cruz del Puerto de Calderón 4a. Marcha será el 29 de Septiembre el Príncipe de San Miguel Arcángel, además deberá dar cumplimiento a las obligaciones que se ofrezcan y los Compromisos que contraiga con otros Capitanes cumplimiento que tiene que dar mientras Dios le de Vida. El presente reconocimiento se le hace para que obre con plena libertad y amplias facultades en sus devociones como Capitana. San Miguel el Grande 29 de Septiembre de 1901. Se hace este documento en presencia de todos los capitanes de Altos y Bajíos cuyos nombres y firmas aparecen.
El oratorio En la casa del capitán existe un altar en el que está el oratorio o mesa. Está formado por una mesa o plataforma grande de varios pisos, cubierta con manteles bordados o papel de china y una serie de imágenes del santo bajo cuya protección está la mesa, así como de Santiago y los cuatro vientos y retratos de antiguos jefes, "ánimas conquistadoras". Se halla también la custodia de madera que utilizan para la ceremonia de velación. A un lado se reconoce la imagen del ánima sola y una campana. También hay flores y otros adornos. En varios de los altares en verdad tradicionales hay un objeto muy interesante, el nahualiyolo, que Martha Stone llamó "la cosa", aparentemente un bulto sagrado, un tlaquimilolli, y que no está a la vista. Cisneros (1988:39, 40) describe un altar de Querétaro que visitó en 1954, en el que estaban, además de algunos de los objetos descritos, la calavera de un antepasado y el pergamino heredado también de los antepasados del dueño del adoratorio. Asimismo Don Florencio Gutiérrez, cuando fue con su padre a visitar a Don Gregorio Trejo, capitán de danza con la fama de brujo, éste tenía un cráneo en su oratorio, al igual que Fidel Morales (Galovic:560). 56
Los concheros
Oratorio o altar. Foto: Araceli Zúñiga y Norberto Rodríguez (Fonoteca INAH)
Al parecer conservar los huesos —o algunos de ellos— de los dirigentes difuntos de las mesas y colocarlos en el oratorio para hacerles los rituales adecuados era uno de los elementos indispensables para los nuevos jefes de las mesas.9 Estos huesos tienen además propiedades curativas, en caso de enfermedades muy graves son raspados y mezclados con algún líquido que se ingiere.10 Según testimonio de Flores Moneada (manuscrito):
'Vázquez de Santana (:126) describe un altar otomí cuyos elementos describimos aquí, ya que como veremos un poco más adelante se ha atribuido el origen de los concheros a este grupo étnico, donde hay imágenes del "Señor de Chalma, de Nuestra Señora de San Juan, La Virgen de Guadalupe, el Señor del Llanito, Santo Santiago, San Ramón y de San Pedro [además de] la Piedra Imán, la palma bendita, diversos cordones y medidas de santos, esculturas de ánimas, campanas consagradas, copal bendito, piedras de hormiguero, espinas de maguey, aceite y velas". 10 Información proporcionada por Silvia Ortiz.
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Danza tu palabra ...el Nagualiyolo le decían, pero procuraban no hablar al respecto, le decían la 'fuerza', de la 'palabra', de la 'mesa'. A la pequeña loza de piedra donde se colocaban los cirios le decían 'yolo' y uno y otro eran lo más importante de un altar. Cuando un general moría, después de mucha ceremonia le enterraban procurando no hacerlo a mucha profundidad, dejaban pasar cuatro años, muy en secreto desenterraban los huesos y los envolvían en un trapo especial. Solo gente muy cercana al capitán General debía saber esto.... Y, según otro testimonio de un capitán del Bajío, recogido por Fabián Frías, "el nagualiyolo que dices solo tenía unos cuantos huesos, generalmente la cabeza (sic el cráneo), y una que otra reliquia, a hoy (sic) ya no se acostumbra, lo sospechan a uno de brujería". A los lados del oratorio se colocan los estandartes y las banderas (casi siempre de México), que también suelen llevar leyendas de identificación (grupo, fecha, capitanes, etc.), instrumentos musicales, bastones de mando y trajes para la danza. Los bastones de mando "son hechos de una tira de madera torneada o labrada de unos 40 a 50 cm. de longitud por un espesor máximo de 2 cm" (Guerrero:268). Frente al oratorio se lleva a cabo la mayor parte de las velaciones y se reúnen todos los miembros de la mesa casi todas las veces que se dirigen a alguna de sus "obligaciones" de marchar y danzar en los diferentes santuarios. En las casas de los capitanes había un gran patio o un corral —que no podemos dejar de relacionar con los grandes patios de las casas de los principales que nos describen los cronistas— en donde se efectuaban los ensayos de las danzas, sobre todo el ensayo real que tenía lugar antes de alguna ceremonia y en el que tenían que participar los danzantes con su "uniforme" el cual era revisado y aprobado por el capitán. Había ensayos reales también fuera del adoratorio, como el que se lleva a cabo para subir al cerro de Culiacán. El capitán coordina la organización de las peregrinaciones y de todo lo relacionado con las actividades rituales, es el poseedor del conocimiento tradicional y esotérico, de la música, de los pasos de la danza y casi siempre es curandero y tiene gran poder mental para llamar a las almas de los muertos durante los "trabajos en la Santa Cuenta". Los chícanos los llaman también con su nombre náhuatl de tlatoani. En la literatura publicada por ellos en inglés, hay una lista de obligaciones que debe cumplir un jefe conchero:" Un verdadero jefe debe ser capaz de: 1. Saber cuando ofrecer el copal a los huéspedes invitados, especialmente a los otros jefes, cuando son recibidos en el Oratorio. 11
Traducida del inglés, del sitio http://www.aguila-blanca.com/MICC-History.htnnl 58
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2. Saber cómo llevar a cabo una velación, hacer una LIMPIA y encender las VELAS DE CEBO al principio de la velación. 3. Conocer los calendarios rituales de la danza. Estos incluyen el antiguo TONALPOHUALLI, el SANTO RIO católico del almanaque de los santos, el calendario solar y los otros nombres de los santos. 4. Saber cómo guardar a todos sus soldados en Conformidad y unidos dentro del grupo. El o ella debe enseñar a los danzantes la manera correcta de conducir cuando la Palabra viaje a la ceremonia de otro jefe. 5. Un verdadero jefe o jefa debe saber cómo gobernar a su tribu sin ser déspota y arbitrario. El o ella debe saber cómo defender a sus soldados y cuando disciplinarlos. El jefe debe ser justo e imparcial en su trato con toda la gente, no solamente con los danzantes. Porque un jefe o jefa debe ser un padre-madre o abuelo-abuela de sus danzantes. 6. Saber qué ANIMAS han sido colocadas en el altar sagrado y cuales animas han escogido vivir en su oratorio. 7. Saber la importancia y el simbolismo del sagrado ESTANDARTE y del SANTO XOCHITL. El jefe debe saber los singnificados interiores de las alabanzas y cuáles son las adecuadas para las velaciones individuales. 8. El jefe verdadero debe poner a su GENTE primero. Un jefe debe servir a sus danzantes y no pedirles que los sirvan a él o a ella. Debe ser siempre el último de comer ofrecerse siempre y darse a: Io su familia 2o a su trabajo 3o a su círculo de danza ¡Primero la obligación y luego la devoción. Primero las obligaciones familiares, después la devoción familiar. El Señor y la Señora de la creación saben que está en nuestros corazones, no necesitan ceremonias y sacrificio para que el universo siga caminando. Lo que quieren de nosotros es guardar nuestra unidad, conformidad y conquista espiritual de nuestra gente primero y más que nada en nuestras mentes! ¡EL ES DIOS! Hay también un puesto de capitán segundo, llamado por los chícanos yaotechcauh, que actúa como secretario y ayuda al capitán en todas sus obligaciones y como suplente cuando éste se ausenta. Debajo de los capitanes se encuentran los demás puestos, que son los siguientes: Los alféreces ocupan el puesto más bajo en la jerarquía de los danzantes, son los encargados de cuidar y llevar los pesados estandartes que les dificulta llevar a cabo los pasos más complicados y los brincos, de tal manera que tienen que ejecutar la danza humildemente. También cargan o cargaban los implementos médicos: pomadas, vendas, listones, seguros y estampas. Asimismo organizan el primer "mérito" de los nuevos danzantes, que tienen que danzar con el estandarte por un tiempo. 59
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El sargento es el encargado de cuidar que se guarde el orden durante las actividades del grupo, sobre todo a la hora de la danza; también suministra agua (y medicamentos) e indica los momentos de descanso de la danza, es el verdugo, el que aplica la disciplina. Puede tener especialidades: sargentos de marcha, que siguen de cerca el cumplimiento de las órdenes del capitán; los sargentos de clarines, que constatan que los instrumentos musicales estén entonados y en buena condición y que todos los danzantes estén presentes en la obligación. Hasta donde hemos podido averiguar hay tres linajes muy antiguos en Querétaro, los descendientes de Conin o Fernando de Tapia, los de su contemporáneo Avelino Sánchez y los de Atilano Aguilar. Además existen por lo menos dos linajes antiguos en el D.E, el de los Luna y el de los Aranda. La malinche: las mujeres, en la mayoría de los grupos, tienen una condición de igualdad, aunque las consideraban impuras cuando menstruaban, por lo que en ese periodo no podían tocar los instrumentos, ni podían bailar.12 Solórzano y Guerrero (:455) hablan de los distintos cargos que podían ocupar las mujeres: la "capitana de pasión", que era la responsable del orden y de cuidar el santo estandarte, la "capitana de somador", responsable del sahumerio y del cuidado de la mesa y la "capitana de bastón" que vigilaba el arreglo de la vestimenta. Guerrero (:266) posteriormente dice que las mujeres concheras que ocupan puestos semejantes a los de los sargentos se llaman malinches, que son de varias clases: abanderadas, de campo y de somador. Según Stone todas las mujeres danzantes se llaman malinches. El personaje de la malinche en casi todas las danzas del Bajío, no sólo en las de los concheros, es muy importante y generalizado, y posiblemente por algún tiempo y en algunas danzas fue representado por un hombre. Hoy en día existen diversos tipos de malinches entre los concheros. La de somador se encarga del pebetero con copal con el que llevan a cabo el sahumerio y que juega un papel fundamental en todos los rituales. Las malinches de campo y de mesa cuidan que el oratorio y el altar estén arreglados y contengan todo lo necesario para la velación.13 La malinche de campana, tañe este instrumento al inicio y al final de la alabanza en las velaciones. La malinche de bastón, que también recibía el nombre de capitana de marcha, tiene como misión recibir a los miembros del grupo y revisar que la indumentaria de los danzantes esté en orden.
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Información proporcionada por Fabián Frías. Solórzano y Guerrero (:458) mencionan, además de las malinches abanderada y de somador, a las capitanas primera y segunda que tienen a cargo a las mujeres. 13
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Los concheros Solórzano y Guerrero (:459), para México en 1941, y Cisneros (:35), para Querétaro en 1988, dicen que las mujeres sólo podían ocupar el puesto de capitanas y nunca podían ser capitán general, aunque Cisneros asegura que podían asumir por un tiempo el puesto de regente mientras el heredero fuera
niño.
Capitana Margarita Ramírez. Foto: Felipe Cobos
Las mujeres tienen cargo de Concheros pudiendo ascender a malinches de bandera o sahumador, o de campo, o de bastón, que es el cargo más alto que se les da, se llama capitana, y si es pariente o heredera del capitán de conquista lo puede suplir a veces si la mesa lo permite, que generalmente no se acostumbraUna mujer no podrá ser capitana general a excepción de que lo sea a manera provisional con el cargo de regente, si el heredero es menor de edad hasta que llegue a la mayoría de edad
En el presente hay grupos donde la mujer ayuda a dirigir y se dice llamar generala, aunque no está reconocida por ninguna de las matrices (Cisneros:36). Flores Moncada (:31) enfatiza la importancia del papel de la malinche, sobre todo la de bastón, y aporta una explicación para este papel, de acuerdo con la cual la malinche (desde luego basado en la Malinche histórica) es la consorte, la contraparte femenina 61
Danza tu palabra del capitán o dirigente de las mesas, la parte indispensable para llevar a cabo los rituales, lo cual explica que más adelante este nombre se le diera a las mujeres que realizaban tareas específicas. "La Reina Malinche", resultado de condiciones físicas de belleza y juventud. Su función era la de recibir junto con la "Capitana de Somador" a los nuevos integrantes con cantos de alabanza. [También] se fijaba que todo estuviera en perfecto orden y que cada integrante del grupo tuviera todas sus 'armas listas'. La 'Somadora' era llamada 'Capitana de Somador' y era generalmente de mayor edad que la Malinche, además la Malinche era como su 'reina' del primer capitán... a veces también su amante. Algunos capitanes buscaban muchachas muy jóvenes a propósito (Flores Moneada: manuscrito). Esta opinión de Flores Moncada es apoyada por una estrofa de la alabanza Estrella de Oriente. Cuauhtémoc viene adelante Y Carlos Quinto con él Presentando el estandarte De la Malinche Isabel. En ella se ve claramente que la reina Isabel de Portugal, esposa de Carlos V, es esa malinche. Es importante señalar, como ya lo había hecho Guerrero, que ésta es la única danza en la que participaban mujeres desde hace tiempo, a diferencia del resto de las otras en las que los papeles de las mujeres eran actuados por hombres disfrazados. De esta manera encontramos algunas danzas en que las malinches eran actuadas por hombres y en otras las malinches son siempre niñas. Se mencionan también otros cargos como: la primera palabra o columna derecha, la segunda palabra o columna izquierda y la tercera palabra o regidor. Tradicionalmente todos estos cargos debían saber tocar la concha o mandolina y bailar con ella. Después vienen los primeros concheros, segundos concheros y por último los soldados, los flecheros, indios jareros, primer y segundo concheros de la "izquierda" y "derecha", los "zahories" (el viejo y la vieja), el caudillo real o correo, etc. Hay otro personaje que en la mayoría de los grupos se ha perdido, pero que existía hasta hace poco: se trata de flaxique (Stone: 61), un bufón que a veces toma el papel de un diablo, en ocasiones llevaba una ardilla seca en las manos y también tuvo como cargo impedir que se tomaran fotografías a los danzantes. Algunas veces este papel lo llevaba el sargento de marcha, que podía vestirse también de gorila o de otro monstruo y llevaba 62
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un pequeño látigo en la mano. En algunas danzas aparecen además otros personajes marginales: el viejo y la vieja o la maringuilla, que es un hombre vestido de mujer. El regidor es un capitán designado por varios grupos para la ejecución de ciertas disciplinas o de la correspondencia. Felipe Aranda Aguilar fue regidor de 1905 a 1930 y el último regidor fue Atilano Alfaro. La relación entre todos los miembros, dentro de sus respectivas mesas y entre las diferentes mesas es muy formal, unos a otros se llaman "compadritos". El texto chicano agrega a estas jerarquías la de los concheros que llevan por lo menos cuatro años en la danza y deben saber tocar la concha o la mandolina; los soldados o yaotequitqui, es decir los danzantes de más de cuatro años que no han obtenido cargos; los principiantes o yancuic tochtli que tienen menos de cuatro años en la danza y deben probarse trabajando en el camino de la cruz y los ancianos o huehuenches, viejos danzantes que no han obtenido rango pero son respetados por la comunidad.
Ingreso a la hermandad de los danzantes Puede haber varias razones para entrar a una mesa: por tradición familiar, por una promesa a un santo o simplemente por gusto. Para hacerlo se plantea al capitán de la mesa el interés y éste informa de todas las obligaciones que adquirirá y de los sacrificios que tendrá que hacer. En la iniciación que tiene lugar frente al oratorio están presentes todos los miembros. El solicitante trae flores, velas y jura obediencia a los estandartes, prometiendo ser un soldado fiel. Después se hinca y es cubierto por los estandartes, así permanece durante hora y media sosteniendo un ramo de flores y velas encendidas en sus manos. Mientras, el capitán le hace una limpia con un ramo de flores, de piru y romero. Después, todos lo sahuman y lo felicitan abrazándolo. El nuevo conchero se pone de pie y promete cumplir con todas sus obligaciones (Toor:325-326, Stone:138). A esto, Flores Moncada (1996:42-43) agrega que el aspirante: es asesorado para seguir y respetar las doctrinas de la Iglesia. [...] Después se acatará a las disposiciones del Capitán al mando. Una vez que se hacen estos convenios se le da una cita donde deberá presentarse con ciertos objetos que el "cacique" o Mayordomo le indicó. Se presenta ante toda la comunidad. Acto seguido, hacen su presentación los indicados para esa recepción ante el santo patrono y las imágenes que la acompañen. El Capitán en jefe, el Segundo Capitán, El Alférez portando el estandarte... En seguida el Sargento portando la DISCIPLINA (Una especie de soga encadenada con nudos) que representa la intensidad de 63
Danza tu palabra la entrega al ritual más la Capitana portando el somador con copal y carbón. Luego aparece la "Malinche" portando el Bastón de Mando y en seguida los concheros, el de la derecha y el de la izquierda con sus respectivos acompañantes: se coloca al o los aspirantes de pie en el centro de un circulo con las imágenes y el Capitán mayor toma una vela de cera encendida con la que los persigna, consagra a los cuatro vientos. En ese momento el primer conchero entona un canto de recepción llamado "Alma recibe" que en versión original se llamó "Mano Poderosa". Todos los integrantes responden en coro. ALMA RECIBE
MANO PODEROSA
Mi alma recibe Con grande alegría cuando comienza el Ave María.
Mano Poderosa De mi Dios amado Bendice a este pueblo Y a todo lo creado.
Salida de un miembro o retiramiento En ocasiones un danzante desea o necesita salirse del grupo, lo que implica un paso trascendental. Stone (p. 17) describe una ceremonia en la que una persona va a abandonar la hermandad, durante la cual son rasgadas las cuerdas de la "concha" de una manera discordante. Flores Moncada afirma que antes era casi impensable salirse de la hermandad, pues la ceremonia de retiramiento incluía actos tan terribles para un conchero como escupir o pisar el estandarte, lo que casi nadie se atrevía a hacer.
El ritual Al referirnos al ritual, seguiremos la definición de Suezze14 (XII:405) de acuerdo con la cual: [Son acciones corporales] conscientes y voluntarias, repetitivas y estilizadas, simbólicas que se centran en una estructura cósmica y/o en presencias sagradas (se incluyen dentro de la categoría de acciones corporales la conducta verbal, tales como cantos y canciones). 14
En su artículo sobre el ritual en la Encyclopedia of Religion, este autor concentra todo lo que se había escrito hasta 1985 sobre el tema, incluyendo a autores como Durkehim, Leach, etcétera. 64
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Agrega además que: Ritual es un compromiso corporal intencional con formas y relaciones paradigmáticas de la realidad. Que brindan al cuerpo y al cuerpo social y cultural identidad, a un encuentro con el ámbito trascendental. Su conformación con modelos o paradigmas referidos al pasado primordial permite que puedan ser compartidos por mucha gente, [...] y que cada individuo trascienda el yo individual permitiendo que se puedan hacer perdurables verdaderas formas de comunidad (Ibid:406). Los concheros tienen una serie de rituales a lo largo del año que llaman obligaciones y que consisten en ceremonias nocturnas llamadas velaciones y que son-complementadas con las ceremonias diurnas que son las danzas en los diferentes templos o santuarios. La velación precede a la danza y ambas se llevan a cabo por lo menos cinco veces al año en los cinco santuarios ubicados en los cuatro rumbos del universo, en relación con un centro que en México es Tlatelolco. Además hay unas velaciones especiales llamadas "levantamiento de sombra" o "levantamiento de mesa" que se celebran cuando muere un danzante o una persona allegada a ellos. Las ceremonias incluyen aspectos diurnos-nocturnos de danzas y velaciones que cubren el recorrido del sol. Además de los cinco lugares correspondientes a los cuatro vientos y el centro, a donde tienen obligación de ir a danzar todos los concheros de la Ciudad de México, van a las celebraciones de los santos de distintos pueblos o barrios a donde son invitados por los mayordomos de las fiestas o por otros capitanes quienes les tienen preparado un lugar donde dormir y les ofrecen comida, de este modo se establece un calendario muy apretado de intercambio de celebraciones, de "obligaciones" como dicen ellos. Antes de las fiestas principales tenía lugar el denominado ensayo real al que los danzantes se presentaban con su traje o uniforme, la vestimenta era revisada por el capitán y la malinche, quienes tenían que estar de acuerdo con su apariencia. Esto ha cambiado mucho, ya que ahora se presentan en las fiestas con los trajes que se les ocurre o aun sin traje ritual. La víspera de cada fiesta religiosa a la que deben acudir para danzar llevan a cabo una velación en la casa del capitán que se describe más adelante. En el ritual de la danza se manejan una serie de fórmulas que funcionan desde que se inicia: cuando llegan al lugar a donde han sido invitados a danzar en honor de algún santo y se han instalado en la casa del mayordomo de la fiesta se visten con sus trajes rituales a los que se les da el nombre de uniformes.
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La danza El aspecto público más llamativo e impactante de los concheros es la danza que llevan a cabo con sus espectaculares atuendos en los diferentes santuarios. Se trata, como dice Kurath (:399) de "danza pura, vigorosa y llamativa", sin pantomima, como otras danzas indígenas. Judith Lynne Hanna (:48), la gran especialista en antropología de la danza, se refiere a la danza como una forma de expresión no verbal. La danza es definida como una conducta humana compuesta, desde la perspectiva del danzante, con secuencias no verbales de movimientos corporales culturalmente diseñadas, intencionalmente rítmicas y culturales, con un compromiso diferente de los movimientos motores ordinarios y con valores estéticos inherentes. Por otra parte, la danza ritual tiene una capacidad multisensorial, emocional y simbólica para comunicar. Puede tener referencias cognitivas, parecidas al lenguaje, más allá de la danza misma. El significado puede ser dado a través de una metáfora, o de la metonimia. La danza de los concheros se realiza en los atrios de las iglesias, en honor de los santos en las fiestas religiosas, aunque ahora algunos grupos influidos por la mexicanidad también danzan en sitios arqueológicos en honor de deidades prehispánicas o de fuerzas de la naturaleza. El capitán nombra a la persona encargada de dirigir las ceremonias de ese día y al que le va a ayudar, que reciben el nombre de Primera y Segunda Palabras. La Tercera Palabra es la encargada de "dar los bailes", esto es, señalar el momento cuando cada danzante guiará la danza. La Cuarta y Quinta Palabras son los permisos otorgados para salir al baño. Antiguamente estos permisos los concedía el "jefe de campo". Del lugar donde se vistieron inician una "marcha" o "paseo" llamado "paso de camino", o "culebreando" como decían los viejos, lo que parece ser común para todas las danzas indígenas o de origen indígena, incluidas las de origen prehispánico. Se dirigen a continuación hacia el atrio de la iglesia, donde van a danzar. Forman dos columnas paralelas, llevando al frente sus correspondientes estandartes y banderas mexicanas y a las malinches o sahumadoras.15 El centro lo ocupan los capitanes, el huehuetl, o tambor vertical (cuando los hay) y los niños y los ancianos que van prote-
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Flores Moneada (:31) dice que en la columna de la derecha va el "Capitán primero" seguido por el "Conchero de la derecha" y apoyado por el "Tercer Conchero", en el lado izquierdo va el "Capitán Segundo", "Conchero de la izquierda" y en secuencia, en ambas filas los demás personajes antes mencionados hasta llegar a los "soldados".
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gidos por las columnas. Los sargentos dirigen al grupo, entran a la iglesia y dentro piden permiso al santo para ejecutar la danza (esta etapa del ritual en otras danzas se llama "del perdón" o "del permiso"), cantan unas alabanzas y después salen caminando hacia atrás para no dar la espalda al altar.16 Vázquez Santa Ana (1:77) señala que "antes de entrar a la iglesia, el capitán les dirige una arenga y cantan una alabanza": Tropas de María Sigan la bandera, No desmaye nadie, Vamos a la guerra, Vamos a la guerra. Nuestro capitán Allá nos espera, Rezando el rosario Vamos a la guerra, Vamos a la guerra. Cuando llegan al sitio de la danza, las dos columnas se unen, forman el círculo y colocan en el centro, sobre una tela o un petate, una imagen, los instrumentos musicales, los bastones de mando, los estandartes, la campana y la disciplina y, si no están danzando, también los penachos y las sonajas. Todo esto, según Don Manuel Luna, significa el altar del sacrificio (Stone: 196). Reproduzco las respuestas que le dio Don Manuel Luna a Martha Stone (: 176,177), cuando ella le preguntó por el significado de las dos campanas, los dos pebeteros y la concha colocados en el centro del círculo de danzantes: Esas son las armas de Conquista y la mera base de la danza [...] Refieren a la antigua ejecución y a la actual Disciplina. El antiguo sacerdote ejecutó un rito en un cuadrado enfrente del altar de la pirámide. Lo hacía antes de que otros cuatro sacerdotes llegaran hasta ahí a ayudarlo a tomar el corazón del sacrificado. El pañuelo es usado no por ser un pañuelo, sino porque es cuadrado.
16 Muchas de estas etapas son comunes en diversas danzas indígenas. Hay que notar que también eran formas usadas por los pueblos prehispánicos cuando se presentaban ante sus dioses.
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[Preguntó también] "¿Quiere decir que la disciplina se relaciona con sacar el corazón en el antiguo sacrificio?": Es una substitución [...] Ahora las cosas en el centro han cambiado y son cristianas, porque la ejecución ha cambiado. La macana, el cuchillo con el que antes sacaban el corazón ha sido reemplazado por la concha, y el antiguo pebetero-sahumador por el de ahora. El gran pañuelo es un cuadrado, las campanas los sahumadores y la concha todos se refieren a la disciplina, es decir, a la ejecución actual. Flores Moneada (:32) tiene su propia explicación de este momento tan importante del inicio de la danza, cuando se crea el espacio sagrado en el momento culminante del ritual colectivo: Al ubicar todos los objetos en el centro del círculo ritual cuando ya se han establecido uno o varios grupos en el lugar elegido, frente deben de estar los estandartes o banderas que los identifican e identifican asimismo a la deidad del legado o de "meza". Al hacer esto, todos 68
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Descanso de la Palabra. Foto: Yólotl González
los presentes deben despojarse de su ser y convertirse en elementos sagrados, comunicándose espiritualmente para depositar la fuerza y el poder dentro del recientemente abierto "Círculo de energía". El somador, despidiendo el humo sagrado que es el aroma de los dioses, va en primer lugar, después le siguen los bastones de mando y desde instrumentos musicales: campanas, sonajas y cascabeles o prendas en orden consecuente. Se piensa que, al hacer esto, se va a descansar de la retención de estos. Hay que recordar que este es el principal punto donde se encontrará el Magnetismo que poseen los dioses alimentando el sitio y, al ir colocando uno a uno los objetos que desposee cada integrante de La Comunidad, se alimentan con ello la estancia espiritual. Este es un momento muy importante: entre el humo del Copalli sagrado se distinguen, si bien hecho está el ritual, las siluetas de las ánimas que los dioses mandan en representación.
Antes de iniciar la danza, todos los danzantes marcan con su pie la cruz: arriba, abajo, adelante, atrás, a un lado y al otro, e inician un canto: 69
Danza tu palabra A la batalla mi capitán Usted que lleva su santa luz Que se comparta cuatro mitades Para que formen muy bien la cruz. Ya resuenan los clarines17 En el cuartel general Soldados armas al hombro Oigan el clarín sonar. Según Carlos Jiménez, se trata de una metáfora del momento en que se reciben las santas imágenes, hablan de la guerra florida: "Ahora vienen a combatir lo que no es nuestro". Solórzano y Guerrero (:464) describen el inicio de la danza: forman una rueda en la que los estandartes quedan colocados marcando los cuatro vientos; [...] en ese instante, una vez colocados en sus puestos, el capitán da las instrucciones necesarias para iniciar el "Baile General" o sea la ceremonia con la que empiezan la danza. Este baile general se hace dividiendo la rueda en cuatro secciones, a cuyas cabeceras se colocan los estandartes, y esas secciones, en sus evoluciones y marchas, formarán una cruz, saludando a los cuatro vientos, comenzando por el norte, luego por el este, después por el sur y al último por el oeste, repitiéndose en forma inversa estas evoluciones, hasta volver a quedar en el punto de partida. Cuando han vuelto a sus puestos se forman cuatro hileras, apuntando cada una hacia los vientos mencionados y entonces marchan de fuera hacia dentro, hasta encontrarse los estandartes, cuyos portadores, que son alféreces, se arrodillan y se saludan e inmediatamente después de enderezarse, retroceden sin perder el compás. Este ceremonial lo repiten varias veces y la última ocasión, hacen una conversión uniforme para volver a formar la rueda. La persona designada con "la palabra" que es la autoridad, comienza con la danza de permiso o firma. La firma es "la formación de la cruz con pasos de danza que terminan en dos golpes vigorosos. Después de la firma, el danzante toca su concha hasta que los otros lo pueden seguir. Después toca más fuerte y grita 'Él es' o 'Él es
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El clarin en realidad era una chirimiya (sic), se utilizaba para realizar la formación de las "columnas" de los soldados en la disposición y preparación para la batalla y como señal de inicio... luego se acabó, cuando ya no hubo batalla de a de veras se acabó, pero quedó la referencia. F. Flores Moneada (cancionero): Clarín de mesa/ las señas da/ clarín de marcha/ y el resonar/ formen sus tropas/ para marchar/ porque ya es hora de caminar. 70
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Dios' y empieza su paso de danza" (Stone: 16). Varios danzantes tienen oportunidad de dirigir las danzas. El capitán les da la palabra y ellos ponen su danza. Flores Moncada (:33,34) anota como recopilación familiar una interesante y controvertida explicación en relación con este momento de la danza, de acuerdo con la cual fueron los primeros misioneros los que la enseñaron a los indígenas: Una vez terminado este acto, otro de los misioneros comenzaba a ubicar a uno por uno de los "nuevos reverentes" asignando espacios y lugares respetando como centro principal el sitio donde se encuentra el gran "Cristo" formaba una gran Cruz por los cuatro puntos cardinales de norte a sur y de oriente a poniente iniciando un solemne movimiento. Guiados en los cuatro frentes por cuatro de los misioneros que comienzan a avanzar con pasos muy ceremoniosos de norte hacia el sur ocupando un lugar en donde antes se encontraban en el oriente ocupaban el lugar de los que estaban en el poniente. Muchos llevaban en su diestra los emblemas de todas las "Jerarquías" utilizadas en la guerra, guerra espiritual... Los
Foto: Araceli Zúñiga y Norberto Rodríguez (Fonoteca INAH)
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Danza tu palabra frailes cargaban las insignias de las iglesias... Estos mensajes daban a entender mensajes de veneración que debían "entender" los nuevos conquistados. Para la nueva religión, en todos estos señalamientos el "nativo" captó el mismo mensaje de adoración porque a su antiguo dios también se le festejaba a los cuatro puntos cardinales. Danzan alrededor de cuatro horas, después tienen un descanso. No les es permitido abandonar el círculo de danzantes salvo con permiso especial, si lo hacen pueden ser castigados muy severamente con "la disciplina" en un juicio en el que participan todos. Al terminar de danzar, vuelven a la iglesia con el "paso de camino", ahí llevan a cabo el "despedimento", cantan una alabanza en la que dan las gracias por la autorización de danzar y salen otra vez sin dar la espalda al altar.
Foto de Araceli Zúñiga y Norberto Rodríguez (Fonoteca INAH) 72
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Alabanza para dar gracias18 Ave María purísima Y del refugio En gracia de Dios concebida Él es Dios padre, Él es Dios hijo, Él es Un solo Dios Del Espíritu Santo. Santísima Trinidad Es Dios padre, Es Dios hijo, Él es Un solo Dios del Espíritu Santo, santo y santo. Gracias te doy Gran Señor Y alabo tu gran poder Pues con el alma en el cuerpo Me has dejado anochecer. Así te pido Dios mío Me dejes amanecer En gracia y servicio tuyo Sin llegarte a ofender. Alabando a la corona Y a los tres clavos también Y a los dulcísimos nombres De Jesús, María y José Que nos han dado licencia De estar en su compañía Y a Dios daremos gracias A todas horas del día. Madre mía de los Dolores, Madre de consolación Padre mío señor de Chalma, Padre sin comparación Alabanza proporcionada por Fabián Frías. 73
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Yo te pido con el alma Me des tu salvación. Santa María madre de Dios Ruega por nosotros a nuestro señor Ahora y en la hora de nuestra Muerte a mi padre Jesús. Ahora y en la hora de nuestra Muerte Amén Jesús. Ahora y en la hora de nuestra Muerte al arcángel San Miguel. Y alabémosle Y ensalcémosle Glorifiquémosle Su santo nombre, amén. La danza, además de los instrumentos musicales y la indumentaria (de la cual hablaremos más tarde), varía de acuerdo con el tipo de grupo: la de los concheros propiamente o de nagüilla,19 la de la danza azteca y la de la danza chichimeca. Según Anáhuac González (1996:223), la danza de los primeros es más pausada y solamente se acompañan con las conchas y las sonajas. Los instrumentos de la danza azteca son el teponaxtle y el huehuetl, sonajas metálicas o de guaje y un ayotl o tamborcito de caparazón de tortuga y el caracol marino, así como los "huesos de fraile" o ayoyotes, que son las semillas del árbol Theretia peruviana o Theretia octava, en los tobillos. En esta danza los pasos se ejecutan con mayor rapidez y vigor y"se alternan pasos volados, cruzados, saltos y giros a gran velocidad" Un tercer grupo de danzas es el de los chichimecas, en el cual se mezclan los instrumentos mencionados antes: '"Los pasos dancísticos' se ejecutan de manera zapateada, marcando fuertemente el ritmo con los pies, alejándose del suelo (como en el salto) y cayendo sobre él con fuerza hacia abajo (como en el deslizado) (Ibid.:223). En relación con esta clasificación, Fabián Frías opina que no se puede hacer una distinción drástica entre una danza y otra según la indumentaria y el desenvolvimiento coreográfico, ya que en muchas de ellas se observan las tres vestimentas distintas ya descritas. Por ejemplo, en la mesa de Ernesto Ortiz, él y algunos viejos vestían
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Nagüilla es la falda larga que usan tanto hombres como mujeres, como parte de su uniforme para danzar. Anáhuac González los llama también "danza de conquista". 74
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de enagüilla, y otros de aztecas, usan sonajas, conchas y tambor al mismo tiempo, también varían la intensidad de la danza de acuerdo con la "palabra". Aunque la mayor parte de los jefes entrevistados por Galovic insisten en que la danza original era más pausada y que ahora hay muchos brincoteos y exhibicionismo. La danza y la música también han sufrido cambios y transformaciones, aunque al parecer hay pasos "clásicos" y seguramente de gran antigüedad, hay muchas innovaciones. Los más grandes danzantes llevan sus innovaciones a los círculos de la danza, las muestran y enseñan y muchas veces son adoptadas por unos o varios de los grupos. Muchos de los pasos son "soñados" como en el caso del capitán de Querétaro Don Manuel Rodríguez Campos, quien tenía un pergamino heredado de sus antepasados y que conservaba durante el día en el altar, pero en la noche lo ponía bajo su almohada mientras dormía:
Danzantes de nagüilla. Fotografía de Araceli Zúñiga y Norberto Rodríguez (Fonoteca INAH)
...los espíritus de sus antepasados le decían en el transcurso del sueño cuál es el son que debían bailar y las evoluciones que debían ejecutar, pues al día siguiente consultaría con su pergamino en el cual aparecían en las líneas lo que iba a interpretar con evoluciones y pasos. Lo que más me llamó la atención fue que mi informante ejecutaba los pasos y luego les ponía el son; y normalmente nosotros los que nos dedicamos a la danza, oímos el son con sus compases y conforme a éstos ejecutamos los pasos. Ya en la danza, mi informante fungía como capitán, y, así se colocaba en el centro, tocando unos acordes con su concha de armadillo para llamar la atención, utilizando algunos pasos a manera de introducción, todos los danzantes debían secundarlo pues a través de él, se manifestaba el espíritu de sus antepasados, el cual la noche anterior lo había iluminado durante su sueño (Cisneros:40). 75
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Otra instancia de pasos aprendidos a través de medios sobrenaturales es el caso de Nanita, a quien a través de trances de "canalizaciones" los espíritus le enseñaban pasos nuevos. En la siguiente página se incluye un cuadro elaborado por Fabián Frias con los nombres de algunas danzas; en la primera columna incluye la denominación antigua-tradicional en idioma nahuatl, en la segunda la denominación antigua en español y en la tercera los nuevos nombres. Como se puede observar, entre estos nuevos nombres hay muchos en lengua náhuatl con la influencia de la corriente mexicanista. Por otra parte, muchos de los antiguos nombres e incluso las danzas mismas han desaparecido.
La velación La otra parte fundamental de la actividad ritual de los concheros es la velación, que se lleva a cabo en la noche en espacios privados o en "puertos" a los que asisten solamente los miembros de la mesa u otros danzantes invitados. Tiene lugar en los oratorios, frente a un altar, en una iglesia o en los "puertos", que son lugares cargados de sacralidad y que pueden estar en cerros especiales como el de Culiacán, en nacimientos de agua, cuevas o cementerios. Algunos lugares se podían y se pueden convertir en puertos a través de ciertos rituales que incluyen sacrificios de diversos tipos. , Fernando Flores Moncada decía que los altares llamados "puertos" eran públicos y los denominados "corazón" eran privados. Estos "puertos", "corazones" y "calvarios",20 además de las "cruces" eran casi en su totalidad la representación de la tierra. La velación es una ceremonia en honor de los santos y las "ánimas fundadoras, guardianas y conquistadoras de los cuatro vientos", principalmente las almas de los capitanes y generales muertos y otras ánimas poderosas a las que mediante el ritual se logra atraer para que den su fuerza y protección al grupo que los está invocando. A Stone (:203) le explicaron que: "Un ánima es la que ha pecado cuando estaba viva y se volvió santa después de muerta por un milagro". Señala que existen cerca de 20 ánimas, pero no pudo nombrarlas a todas; entre éstas destaca María Graciana, el Jefe Viejo y el ánima sola, además de capitanes de la danza importantes como Macedonio, Juan Minero, Benito López, Felipe Aranda y
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Los calvarios generalmente tienen una cruz y están en lo alto en algún cerro. 76
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unos sacerdotes católicos como el Padre Pro, recientemente canonizado. El ánima de María Graciana, quien fue una esposa infiel asesinada por su marido ocupa un lugar especial (Ibid:203): "la llamamos y ella llama a las demás para que cooperen". Vázquez Santa Ana (II:126) apunta que en las capillas de los otomíes tenían esculturas de madera que representaban ánimas de seres que "en vida llevaban costumbres apartadas, en lo absoluto de lo que constituye el bien". Por otra parte, Flores Moncada hace notar la conmoción que causó la muerte en la hoguera en 1536 del cacique tetzcocano don Carlos Ometochtzin, acusado de hereje, e insinúa que puede ser el origen del culto al ánima sola, cuya imagen se representa en llamas en el purgatorio. Esto podría vincularse con lo que le relata a Bonfiglioli (:95), su informante el "nahual", los danzantes rayados de San Miguel de Allende van a la cárcel y rezan al "divino preso" en la celebración de agosto por los indígenas que murieron perseguidos por la inquisición. Como es sabido, antes del decreto que prohibió a la inquisición juzgar a los indígenas, varios fueron ejecutados acusados de herejía. El caso de don Carlos Ometochtzin, sin duda dejó profunda huella en los indígenas, de tal manera que la memoria de su martirio quedó indeleblemente grabada en la conciencia indígena. Zúñiga (:8), afirma que entre las almas invocadas actualmente están los dioses y gobernantes prehispánicos. Las velaciones, además de los antepasados y los santos, abierta o veladamente, se hacían en honor de lo que llaman los "cimientos": sol, luna, estrellas, el alba y la estrella del alba, las cruces o calvarios, los altares llamados puertos y los altares llamados corazón, la "presencia" del fuego manifiesta en la Santa Cuenta, ciertos sitios, altos y bajos, montañas, valles, manantiales y cuevas, algunos elementos y fenómenos de la naturaleza, las diversas insignias y las reliquias, estandartes o "árboles" y envoltorios, la misma "hermandad de la Santa Cuenta". (Fabián Frías y un capitán que revisó el manuscrito y que no quiso que se mencionara su nombre). Las velaciones, según el General Aranda, tienen como objeto la protección y el bienestar del grupo, a través de augurios en los sueños y comunicación con los espíritus. Las velaciones pueden coincidir con otras actividades como el recibimiento de un nuevo miembro, el levantamiento de un nuevo grupo, la bendición de alguna imagen. Las principales velaciones tienen lugar antes de cada "marcha" o danza (aunque esto se ha relajado), se llevan a cabo antes de las cuatro obligaciones y el día del Santo Patrón. Según Stone (:157) y Zuñiga (:8) en el D.F. hay dos grandes velaciones que se llevan a cabo para Pascua y el 2 de noviembre.
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Además de éstas dos grandes velaciones hay otras que se efectúan a cabo en vísperas de las grandes celebraciones que pueden ser en una iglesia, cementerio, puerto, cerro, cueva, en la casa de un capitán, y a las que pueden acudir otros grupos de danzantes. Cuando un capitán convoca a una velación, los concheros acuden a ésta llevando flores y velas. Cada vez que llegan se canta la alabanza Buenas noches Señor Capitán y saludan hacia los cuatro vientos, al tiempo que la sahumadora los sahúma. A veces también son recibidos por los estandartes, sobre todo cuando se trata de la visita de otra mesa. La velación se inicia con "la llegada", cuando arriban los asistentes al lugar donde tendrá lugar técnicamente a la puesta del sol. En las grandes ocasiones se realiza una recepción formal del grupo anfitrión frente al altar. El capitán, el sargento y el regidor salen a recibir al grupo que llega y ante el saludo "Él es Dios, hermanos y compañeros", que contestan todos los presentes. Hay un discurso de bienvenida: Compadritos y compañeros, tenemos el gusto de recibirlos para que vengan a ayudarnos a la honra de esta santa mesa de nuestro santo padrecito de Chalma, de nuestra Santa madrecita la virgen de Guadalupe; de nuestro santo padrecito el Niño de Atocha; de nuestra santa madrecita la virgen de los Remedios [...]. En hora buena vengan sus mercedes a ayudarnos a cumplir con esta santa obligación para dar honor y gloria al que todo lo puede... (Vázquez Santa Ana II:47,48). Se saluda a los cuatro vientos. Si proceden de otra mesa, el estandarte de la casa recibe y saluda a los de las mesas recién llegadas. La sahumadora los sahuma y se lleva a cabo la presentación formal de los recién llegados, quienes se dirigen al Santo o al ánima en cuyo honor se celebra la velación. Después, se realiza un saludo formal ante el altar y se entona otra alabanza. Buenas noches señor General De esta conformidad. Con el Ave María Y el Ave María. El Ave María Hemos de llegar. Buenas noches señora Malinche De esta conformidad. 79
Danza tu palabra Con el Ave María Y el Ave María El Ave María Hemos de llegar. Según Ángela González (:62), la ceremonia consta de tres etapas: La pasión, la conquista y la limpia. Estas tres etapas rituales corresponden por un lado, a la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y por otro, tienen el sentido de acompañar y compartir con el sol y las divinidades su paso por la oscuridad y su lucha en vigilia para llegar a la luz. Cuando el sol vence y sale de esta posición de peligro, en la que se definirá si nacerá otra vez o no, alrededor de las tres de la mañana comienza su conquista que culmina con la llegada del día. Finalmente el sol ha salido, Cristo ha resucitado y los danzantes, después de haber transitado con ellos por la oscuridad, realizan su purificación con una limpia. La ceremonia consiste en "el tendido de la flor o de la santa forma", vistiendo el santo Xuchil y prendiendo las "cuentas" en honor de las ánimas conquistadoras. Primero el capitán "levanta la palabra" los alféreces presentan las banderas a los cuatro vientos. El capitán anuncia el nombre de Dios. Pide permiso, menciona los lugares de poder como santuarios, puertos, etc., así como nombres de ánimas conquistadoras y concluye con la Santa Cruz del cerro de Sangremal. A continuación se consagran las flores y hay una petición de permiso para la velación. Asimismo, se interpreta el toque de pasión, que es instrumental. Si no hay mandolina, se realiza un solo toque especial con la concha o bien se canta el permiso. Posteriormente se consagran las velas, las flores y las frutas para la ofrenda y hay otra intervención de palabras y sigue la petición de permiso en la cual se mencionan el nombre de Dios, a los cuatro vientos, dependiendo del lugar, los lugares de energía y las almas conquistadoras y se finaliza con la Santa Cruz del cerro de Sangremal, con sus respectivas alabanzas. Después se oye el toque de la pasión con la mandolina o la concha para llamar a las ánimas.
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Los concheros Alabanza tradicional de petición de permiso21 Avemaria Purísima Y del Refugio Gracias a Dios Concebida.
Santísima Trinidad Que es Dios Padre Que es Dios Hijo.
Con Licencia de Dios Padre, Con Licencia de Dios Hijo Con Licencia de Dios Y El Espíritu Santo.
Y Él es un solo Dios Y El Espíritu Santo, Santo y Santo.
Y Él es Dios Padre Y Él es Dios Hijo Y Él es un solo Dios Y El Espíritu Santo.
Válgame Dios Pues qué haré yo Sin el Santísimo Sacramento Ante el Altar.
Viva Jesús, viva María Vivan las Ánimas Conquistadoras de los Cuatro Vientos. 2a parte Ánimas Conquistadoras Sabe Dios en donde estarán Todos roguemos por Ellas En Gloria y descansen en paz. Que viva, Que viva El Señor Santiago Porque Él es el Correo De los Cuatro Vientos.
Que viva, Que viva El Señor del Buen Despacho Que está en la Catedral De México.
Que viva, Que viva María Graciana
Que viva, Que viva El Ánima Sola
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Tomada del Alabancero Mesa Conchera y Danza de la Cruz Espiral del Señor Santiago de Hispania (:43,46).
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Danza tu palabra
Que está en la Catedral De México.
Que fue Conquistadora De los Cuatro Vientos.
Que vivan, Que vivan Todas las ánimas Que fueron conquistadoras De los Cuatro Vientos. Gloria al Señor que nos creó Gloria al Espíritu Santo. La ceremonia de encendido de las velas se conoce como encender la planta o la cuenta, "plantar la cuenta" o "sentar la cuenta". Se encienden las velas, que originalmente debían ser de cera de abejas y que al principio fabricaban ellos mismos; se les considera los cimientos o los fundamentos. Las velas o cirios se colocan sobre una piedra especial rectangular de nombre "yolo", en cuyo extremo hay tres perforaciones, la del centro más grande. En estas perforaciones, se colocan tres cirios: el del centro representa la luz de los antepasados,22 el de la derecha el aspecto masculino y el de la izquierda el femenino (que Flores Moncada relaciona con el abuelo y la abuela). En la actualidad, la piedra ha sido'sustituida por un ladrillo. Frente a los tres cirios se añaden otros cinco más pequeños en forma de cruz y significan el sol, la luna, las estrellas y los antepasados, es decir, los cimientos. Para algunos grupos estas velas también representan los símbolos de la pasión, como los clavos y además se colocan yerbas como hinojo, albahaca y la flor de la Conchita, que es la flor blanca del maguey y se agrega una vela central que simboliza el actual ofrecimiento y el altar.23 Se le habla a las velas con ciertas fórmulas rituales que versan sobre aspectos "delicados" o "secretos" del ritual. Después se pueden hacer ofrendas de "cera", de acuerdo con ciertos pedimentos específicos y usos ceremoniales. Según la forma como ardan las velas, se sabe si las almas invocadas se presentan "si truenan las velas todo saldrá bien, pero cuando se mantienen estáticas, sin moverse para ningún lado, es que habrá problemas. Cuando las velas 'lloran' hay algo negativo o presencia nociva" (Galovic:543).
22 23
Es decir la esencia, el rito, el vínculo con lo antiguo. Información de Fabián Frías. 82
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Foto: Araceli Zúñiga y Norberto Rodríguez (Fonoteca INAH)
Es interesante constatar que esta forma de "adivinar" a través de las llamas de las velas la utilizan también para diagnosticar enfermedades en la Sierra de Puebla "si no tienes nada es paradita. Si juega es mala enfermedad (brujería), Si prende, pero triste, es susto... Ahora que si empieza a tronar así a hacer... (dobla varias veces el índice hacia abajo), es perro; y si prende y se apaga es el agua" (Lupo :128). Cisneros (1988:42) menciona los diferentes usos que se pueden hacer de la "santa cuenta", la blanca, la roja y la negra. Esta última no quería ser trabajada por algunos capitanes porque se utilizaba para perjudicar a sus semejantes: La cuenta blanca se solicitaba a manera de consulta y para resolver peticiones favorables, como curar enfermedades, beneficios de dinero o de trabajo, se efectuaba así: el capitán se dirige a las ánimas de los cuatro vientos, previamente cuatro de las velas están colocadas en 83
Danza tu palabra cada ángulo de la tabla, coloca esta en medio de otras velas una a la derecha y otra a la izquierda, despega la vela de en medio y con esta enciende las dos velas, según cruces de las llamas es la respuesta a las peticiones, en la cuenta roja se cambian las velas de cuatro en cuatro y se sigue el procedimiento parecido al anterior pero antes se les pasa incienso y flores, esta cuenta es para conseguir amores, cuando se juntan 48 y 64 velas es para hacer peticiones que abarcan las dos cuentas, la blancas y la vela roja. El capitán da la palabra designa a las personas que llevarán a cabo el ritual del "tendido de la flor", que es una forma de custodia de madera 24 de 12 rayos y el ritual consiste en cubrirlo de distintas flores, que en el D.F. pueden ser claveles blancos o rojos, hinojo, etc., en el Bajío "cucharita" (Dasylirion Glucophyllun) y otras. El ritual comienza a media noche. Por lo general unas malinches cortan al principio los tallos de las flores al tamaño que se les indique: dos o tres dedos y las pasan por el sahumerio, para después colocarlas y formar una custodia sobre un mantel blanco y de ahí se procede al "levantamiento de la flor o del santo xuchil", acción muy laboriosa en la cual los encargados van cogiendo de una en una las flores, pasándolas otra vez por el sahumerio, recreando después la figura de la custodia, mientras los danzantes cantan alabanzas. Recibe las flores25 Recibe estas flores Con gusto y anhelo Que son escalones Que llevan al cielo. Recibe estas flores Con gusto infinito Van representando La pasión de Cristo. Recibe estas flores Con gusto honorario
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Una de las celebraciones más importantes del inicio de la Colonia era la presentación del Santísimo Sacramento. 25 Alabanza proporcionada por Fabián Frías. 84
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Que la Santa Cruz Tenga en su santuario. Te ofrecemos Esta santa velación Santa Cruz de los Milagros Échanos tu bendición. Te ofrecemos Estas flores y el copal Santa Cruz de los Milagros Al pie de tu altar. Santísima Cruz Santísima Cruz Del Cerro de Sangre Mal Del Cerro de Sangre Mal. Donde corrió la sangre Donde corrió la sangre Llegó hasta el arenal en medio del arenal. Santísima Cruz Santísima Cruz Del Cerro de Culiacán Del Cerro de Culiacán. Donde corrio la sangre Donde corrio la sangre Llegó hasta el arenal En medio del arenal... Cuando se termina de vestir el santo xuchil, también se visten los bastones y se canta la alabanza de la Santa Rosita.
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Danza tu palabra Alabanza de la Santa Rosita26 Santa Rosita Es mi remedio Vamos cantando ¡Él es! Vamos cantando, Vamos rezando, Vamos diciendo ¡Él es Dios! Flor de Amapola Es mi remedio Vamos cantando ¡Él es! Vamos cantando, Vamos rezando, Vamos diciendo ¡Él es Dios! Flor de Gardenia Es mi remedio Vamos cantando ¡Él es! Vamos cantando, Vamos rezando, Vamos diciendo ¡Él es Dios! Flor de Conchita Flor de Margarita Es mi remedio ¡Él es! Vamos cantando, Vamos rezando, Vamos diciendo ¡Él es Dios! 26
Alabanza proporcionada por Fabián Frías. 86
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Hoja de Tabaco Del cigarrillo Es mi remedio ¡Él es! Vamos cantando, Vamos rezando, Vamos diciendo ¡Él es Dios! Santa Rosita Los bastoncitos Son mi remedio ¡Él es! Vamos cantando, Vamos rezando Vamos diciendo ¡Él es Dios! Santa Juanita Mariguanita Es mi remedio ¡Él es! Vamos cantando, Vamos rezando, Vamos diciendo ¡Él es Dios! Tu la probaste No la gustaste Vamos cantando ¡Él es! Vamos cantando, Vamos rezando Vamos diciendo ¡Él es Dios! Los capitanes De la conquista 87
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Fuman Juanita ¡Él es! Vamos cantando, Vamos rezando, Vamos diciendo ¡Él es Dios! Santa Rosita Santo Romero Son mi remedio ¡Él es! Vamos cantando, Vamos rezando, Vamos diciendo ¡Él es Dios! En relación con esta alabanza, Flores Moncada (manuscrito) comenta: "los franciscanos procuraron controlar e intervenir con mucho celo en el contenido de las alabanzas y cánticos pero siempre 'se les volaban las palomas de los brazos', los danzantes siempre encontraron el modo de incluir referencias a sus ritos y costumbres antiguas". En muchos grupos, sobre todo del Bajío, se pasaba entre los presentes una charola de mariguana, al tiempo que se cantaba la alabanza de la Santa Rosita. En el primer nivel había tabaco puro, eran hojas envueltas a la manera de un puro pequeño, este tabaco lo podía tomar cualquier elemento del grupo, mujeres y hombres, pero no niños, los niños no tomábamos nada. En el segundo nivel había mariguana envuelta de manera muy rústica para formar cigarrillos, todos los danzantes podían tomar estos cigarrillos, pero con cierta reserva. En el tercer nivel había gajos de peyote, éste lo podían tomar solo los jefes principales, estos también solían fumar la mariguana (Fernando Flores Moncada:manuscrito).27 Moedano 28 describe una versión de esta charola que fue pasada durante una velación reciente a la que asistió. Es interesante hacer notar que hace sesenta o setenta años en un pueblo de Sta. Cruz de Galeana, Gto., habitado por otomíes, cada año iba un grupo especial de hombres que tenían que hacer penitencia por ocho días, incluyendo abstinencia sexual y no tocando la comida, otros les dan de comer, sueñan el camino 27 28
Según Flores Moncada, dos sargentos eran los encargados de la recolección del peyote. Conferencia impartida en el ciclo de conferencias El Hombre y lo Sagrado. 88
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y van sólo con una bolsa de pinole y una cantimplora a recoger el peyote y cuando regresaban todo el pueblo se "empeyotaba" y había una confesión general.29 Después de adornado el xuchil, el capitán general lo ofrece a los cuatro vientos. Dice Cisneros (:40), refiriéndose a los danzantes de Querétaro que: El capitán toma la Rosa o Custodia y pide permiso a las ánimas dirigiéndose a los cuatro vientos (cuatro puntos cardinales que son: el sol, el aire, el fuego, la tierra y el agua). A los cuatro cimientos que son: el sol, la luna, las estrellas, los difuntos o ánimas y los cuatro calvarios, este concepto varía según la mesa. Para uno de los grupos de los Aguilar los calvarios o cruces son: la Santa Cruz de los Milagros, la Santa Cruz del Centro del Cimatario, la Santa Cruz de la Peña de Bernal y la Santa Cruz del Puerto de Calderón. Al amanecer se cantan otras alabanzas y se realiza una "limpia de ánimas" a los integrantes. Las malinches arrojan a los presentes pétalos de las flores que sobraron. Se regresa el sahumerio al altar y se dan las gracias, acompañando cada paso con sus respectivas alabanzas.
Despedida de malinches. Fotografía de Norberto Rodríguez (Fonoteca INAH) 29
Información relatada por el Dr. José Luis González Ch., originario de una hacienda cercana a ese pueblo.
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Danza tu palabra Alabanza para la limpia30 Salgan, salgan, salgan Ánimas de penas Que el Rosario Santo Rompa sus cadenas. Miren, consideren Que también vendrán Y desde la tierra Nos convocaran. Cuando con nosotros Padre mío tu estás Brota de tu sangre Un corazón más. Alabanza para entregar el somador Santo Dios y Santo fuerte Santo inmortal Líbranos Señor ¡Ay! de todo mal. Y hágase Señor Tu santa voluntad. Perdónanos Señor A todos en reunión. Échanos Señor Tu santa bendición. Stone (1975:161) preguntó a un capitán cuál era el significado de los doce rayos del Xuchil y recibió la siguiente respuesta: "Los doce rayos son los doce rayos del sol o los 30
Alabanzas proporcionadas por Fabián Frías.
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doce apóstoles. [ Y el espejo en el centro] los poderes que todo lo ven de Tezcat, un dios de nuestros antepasados, o los poderes que todo lo ven de las animas benditas". También Don Florencio Gutiérrez explica este ritual como la réplica de la ofrenda de una doncella que se hacía en tiempos de los mexicas (Galovic:553). El levantamiento de sombra 31 Además de estas velaciones, existen las ceremonias de "levantamiento de sombra" a los nueve días del fallecimiento de una persona. Estas ceremonias son muy difundidas, no sólo entre los concheros, sino en todo el medio rural mexicano32 y consisten básicamente en colocar una cruz de cal33 en el suelo, del tamaño del cuerpo del difunto (incluso se coloca, por un tiempo, el cuerpo frente al oratorio donde se pondrá la cruz). En la ceremonia del levantamiento de la cruz se forma una con flores, exactamente del mismo tamaño de la de cal. Los deudos eligen a los que levantarán "el espíritu" como testigos de la entrega espiritual, que puede ser un matrimonio a quien se entregan los objetos que se usan en el levantamiento: flores, agua y una escobetilla. Al iniciar el levantamiento se entonan alabanzas que mencionan el nombre del difunto, los padrinos sahúman la cruz con copal y desfilan los deudos del finado, a los que se les da una flor mojada con agua bendita. Al recibirla se postran y santifican la cruz asperjándola con la flor. A continuación, con otras alabanzas, se lleva a cabo el levantamiento del espíritu y se recogen con sumo cuidado las flores y la cal que forman la cruz que se encuentra en el suelo, empezando por la parte superior de aquélla, después por el brazo derecho, el izquierdo y la parte inferior; se coloca todo en un recipiente junto con una botellita de agua bendita, el papel, la escobeta y el algodón con que se recogió. Todo esto se deposita al día siguiente en la tumba del finado (Stone: 125, 126). Flores Moncada (1996:47) tiene una interesante descripción de la forma en que se colocan las velas o luces en hileras por pares hasta llegar a una, que es el ánima celebrada esa noche, además, compuso una alabanza en la que se describen los diferentes pasos del ritual (s/a:35).
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Antiguamente se decía "levantamiento de mesa", por el hecho de hacerse el trabajo de flor bajo una mesa que era retirada en cierto momento, o bien "levantamiento de la cruz". 32 Ver, por ejemplo, el artículo de Manuel Alvarado "'Levantar la Cruz' en el Distrito Federal", en Boletín Oficial del INAH y el capítulo "Raising the Cross" del libro de Stone, pp. 128-141. 33 Que puede ser también de ceniza, arena o sal.
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Levantaremos la cruz "Levantaremos la Cruz" De un alma que en esta vida Tuvo gran fe en mi Jesús Y ahora se encuentra tendida. Los padrinos, que postrados Con gran respeto, y fervor Por los dolientes nombrados, Han deshojado la flor.
Si su camino fue triste, Dando tropiezos tal vez, Pecador, si ya te fuiste, Tienes que entregar tus pies.
Han acudido a la cita, En nombre de mi Jesús, Rociando el agua bendita A la Santísima Cruz.
La "cama" en que murió, Nuestro Señor Jesucristo, La cruz, que en tumba sirvió Llevando su cuerpecito.
¡Ya! se bendijo la Cruz, Se puso el agua bendita Por el que nos dio la luz Que entregue, su cabecita.
La "sabana" recibió, Todos sus restos sagrados Y en ella se sepultó Quitándonos el pecado.
Con la diestra me persigno Y pongo el signo en mi pecho Ya terminó su camino, Que entregue el brazo derecho.
Los padrinos levantaron Esta Santísima Cruz Con el luto lo entregaron Ante nuestro Gran Jesús
En su calvario tan grande Nos deja, amor y recuerdo Que mi Dios se lo demande Y entregue su brazo izquierdo.
Su cuerpo se levantó Ante todos los presentes, Su espíritu descansó, Resignación, los dolientes.
Y después ofrece una hermosa explicación acerca de las ceremonias del levantamiento de la cruz y el tendido de la forma o Teoxochitl, que son dos concepciones básicas de origen mexica o quizá incluso mesoamericanas: ... en el Levantamiento de la Cruz, el ánima que nos acompañó durante vida es elevada a la divinidad junto con la figura de la cruz cristiana y la cruz de los cuatro vientos, el hombre 92
Los concheros
que fue Dios durante las ceremonias pasa ahora a ser parte de una ascensión espiritual superior. No muere. Canto y abandono. En el tendido de la Forma, se invierte el proceso, las ánimas o divinidades residentes en el cielo —o distintos niveles— son traídos con respeto a participar en los movimientos con todos los seres de invocación inferior, con el danzante humilde y desprendido sagrado por única vez en contacto con Dios descendente. Dios partícipe y hermoso, de flores su cuerpo comparte la tragedia y la maravilla de lo terreno. Es esto un conjunto, una evolución del pensamiento antiguo y una manifestación superior de conciencia de la dualidad: disolución a unidad (Flores Moncada:47).
Los castigos: la disciplina Las reglas que regían las mesas eran muy estrictas e implicaban total fidelidad, desvelos y un gran esfuerzo físico. Si se rompían dichas reglas los castigos o "ejecuciones" eran muy severos e incluían azotes, infligidos por el sargento con la "disciplina" que era una especie de látigo hecho de ixtle de maguey y almas de plomo y recibían el nombre de arroba y que es exclusivamente para hombres y la media arroba, para las mujeres, consistiendo, respectivamente, en veinticuatro y doce azotes respectivamente, que se aplicarán con la cuarta de puntas de cuero, encargándose de esto un verdugo quien tiene la obligación de azotarlos fuertemente, y si no lo hiciere así, le serán dados a él los azotes que no estuvieren bien aplicados. Aparte de este castigo corporal tienen la "penitencia", consistiendo en salir de rodillas el que ha ofrecido "la manda" con los ojos vendados, a recorrer en esta forma el atrio de la iglesia del lugar a donde van a danzar (Solórzano y Guerrero:454). Stone (:176-178) tuvo oportunidad de presenciar en dos ocasiones una disciplina o ejecución, de las cuales hace una detallada descripción en su libro: La disciplina estaba hecha de lazos de ixtle de maguey y almas de plomo. A Don Florencio le tocó recibir una media arroba, seis chicotazos con la disciplina. Cuando estaba en plena ejecución, se le ocurrió salir del círculo sin avisar al sargento y además salió con el penacho puesto, en vez de haberlo entregado al sargento de campo. Su padre le preguntó si no sabía la magnitud de la falta que había cometido y le pidió se hincara. Su padre tomó la disciplina del sargento y él mismo le azotó. Después de esto, nunca más se olvidó de avisar y dejar el penacho antes de salir del círculo. Durante el castigo, los otros danzantes cantaron "Jesucristo aplaca tu ira" (Galovic:561).
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Danza tu palabra
Existe una alabanza que se canta cuando se propinan las arrobas:3 Perdón señor, Perdón te pido. Por la herida de tu frente Esto he merecido. Perdón señor, Perdón te pido. Por la herida de tus manos Esto he merecido. Perdón señor, Perdón te pido. Por la llaga del costado Esto he merecido.
Los concheros y la magia La mayor parte de los jefes tenía conocimientos esotéricos; casi todos ellos eran curanderos y manejaban a las fuerzas sobrenaturales, sobre todo a través de su relación con las ánimas. Se dice que muchos jefes y otros concheros viejos pueden manejar los sahumerios y las "conchas" y las "cuentas" o velas como armas mágicas o simplemente su propio poder. Al respecto dice Flores Moncada (1996:10): Tuve la oportunidad hace cincuenta años de convivir con los que en ese tiempo poseían la jerarquía de "Herencia de Sangre" con la documentación que los acreditaba como descendientes directos de la Comunidad de Arco y Flecha que tenían la virtud de lograr lo que ellos deseaban por su poder mental, que realizaban trabajos con la "Santa Cuenta" consistente en colocar pequeñas velitas en un cuadro preparado ex profeso, con lo que lograban su protección y sinceramente ya habernos muy pocas de esas personas. A lo que agrega (Ibid.:A3) que, cuando ingresaba un nuevo miembro, se invocaba a las ánimas protectoras y a las almas de su clan familiar "que en algunas ocasiones 34
Proporcionada por Fabián Frías
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Los concheros
buena falta les harán por que se verán sometidos posteriormente, a un sistema muy amañado para que permanezcan: se les obligará a estar en la comunidad por varios años, sino muchas cosas les pueden pasar". Posiblemente se refiere a la fama que tenían algunos jefes, tanto de brujos como de curanderos, como Fidel Morales, de quién se decía que si alguien se retiraba tomaba represalias (Galovic:507). Fidel Morales vivía de curar. Lo que enseñó a Miguel Alvarado y éste a su vez a Andrés Segura (Ibid: 576). Por su parte, ya hemos visto cómo Cisneros (:43) nos relata que en Querétaro las velas, de acuerdo con su color: blancas, rojas o negras son para hacer el bien o el mal. Aranda nos explica que efectivamente existía este aspecto de la ciencia negra, que la practicaban los llamados "veleros", que hacían una ceremonia similar al tendido de la cuenta, pero en privado. Hay muchos relatos de cómo a través del manejo de ciertas notas de la concha se podía "tirar" o hacer perder el conocimiento a una persona, y cómo por el poder mágico de un jefe se podía desnudar a los miembros de un grupo de danzantes, les bajaban el vestido cuando bailaban o rompían las cuerdas de los instrumentos (Galovic: 515-517), y cómo el poder de un jefe en determinado momento podía hacer desaparecer a un grupo completo de danzantes, como sucedió por ejemplo en una ocasión al entrar a danzar un grupo de concheros a Chichen Itza u otro grupo en la Basílica de Guadalupe. Cisneros (:37) dice que también hacían muñequitos que pinchaban con púas de maguey u obsequiaban tamales con yerbas venenosas, empleando lo que llaman la cuenta negra. Hay muchas narraciones acerca de estas prácticas de magia y hechicería, sobre todo de algunos jefes importantes que utilizaban estas fuerzas. Famoso entre los jefes, con grandes poderes sobrenaturales, tanto para bien como para mal, era don Fidel Morales (Galovic:507), quien los utilizaba especialmente contra rivales de otras mesas,35 también nos han relatado que una de las razones para organizar la Corporación de Concheros fue para evitar el uso de estas prácticas. Relacionado con la magia estaba también el curanderismo: muchos jefes concheros curaban a través de yervas, limpias y métodos sobrenaturales, como en las prácticas que se han mencionado, pero también a través del esplritualismo trinitario mariano.
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"Pero casi todo son chismes, lo más sorprendente es otra cosa. Broncas, siempre ha habido entre los danzantes, se pelean como perros y se huelen la cola como perros., luego dicen que usan las 'cuentas' para esto o lo otro, pero es puro chisme. Te repito, la cuenta no es para esas barbaridades" (Flores Moneada a Fabián Frías).
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Danza tu palabra
Los santuarios Una de las principales ceremonias de los danzantes se lleva a cabo el 24 de julio en la iglesia de Santiago de Tlatelolco, en la Ciudad de México. Normalmente ahí se hace el nombramiento de los generales. Santiago,36 es por una parte el santo que, como veremos, se les apareció cuando luchaban contra los indígenas paganos, pero además es considerado como el "mensajero de los cuatro vientos": el centro cósmico de una cruz o quincunce que marca las cuatro direcciones en donde están ubicadas las cuatro iglesias a las que todo conchero de la Ciudad de México tiene obligación de ir a danzar: el santuario de Guadalupe al norte, el de la Virgen de los Remedios al oeste, el de Chalma al sur y el de Sacromonte de Amecameca al oriente. Asimismo, el segundo domingo de noviembre llevan a cabo una impresionante peregrinación que se inició a principios de la década de 1940 de Santiago Tlatelolco a la Villa de Guadalupe, llevando las "reliquias" o estandartes.
Nombramiento como Capitán General de Conquista de Don Ernesto Ortiz en Tlatelolco. Foto: Araceli Zúñiga y Norberto Rodríguez (Fonoteca INAH)
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Santiago fue el santo que ayudó a los españoles a reconquistar España, es el santo conquistador por excelencia. 96
Los concheros
Como registran Zúñiga y Rodríguez Carrasco (1997:6), cada santuario corresponde a un evangelista que menciona una alabanza correspondiente a la Estrella de Oriente: Este es el primer viento que debemos conquistar, el ánima de San Lucas que en el Evangelio está.
Este es el tercer viento que debemos conquistar, el ánima de San Marcos que en el Evangelio está.
Este es el segundo viento que debemos conquistar, el ánima de San Mateo que en el Evangelio está.
Este es el cuarto viento que debemos conquistar, el ánima de San Juan que en el Evangelio está.
En una versión completa de la alabanza de la Estrella de Oriente se mencionan los vientos y los santuarios, así como el carácter guerrero de los indios flecheros y jareros. Estrella del Oriente37 (Ésta es una versión ya adaptada) Estrella del Oriente Que nos dio su Santa luz Ya es hora que sigamos El Camino de la Cruz El Camino de la Cruz. El rey Cuauhtémoctzin De todo corazón Tomó su disciplina Para dar ejecución.
Ahí vienen los tres Caudillos A ver a su General A levantar Conquistas Para la humanidad.
Las conchas de armadillo Que declaren bien su son A viento van las jaras Peleando la Tradición.
Cuauhtémoc viene adelante Y Carlos Quinto con él Presentando el estandarte De la malinche Isabel.
37
Tomada del Alabancero Mesa Conchera y Danza de la Cruz Espiral del Señor Santiago de Hispania (:190).
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Danza tu palabra
Tratémonos Compadre Nos dijo el General Besémonos las manos Ordenó el Caudillo Real.
Capitán a tu deber No olvides tu bastón Tome su disciplina Para dar ejecución.
Ahí vienen los infieles Contra la Cristiandad Adentro indios concheros Les gritaban con lealtad.
Malinche abanderada De todo corazón Y los indios concheros A la obligación.
Las piedras y las ondas Todas en prevención Al Viento van las jaras Que viva la Tradición.
Pueblito de Tlaxcala No te puedo olvidar Porque Allí está fundada La palabra General.
Los cuatro santuarios a donde se dirigen las marchas o peregrinaciones anuales tienen como característica común que son importantes sitios sagrados desde la época prehispánica, todos están en un cerro, se relacionan con el agua y son lugares muy importantes de peregrinación, a los cuales no solamente acuden los concheros, sino muchos otros devotos de México.
Los cuatro vientos. Diagrama tomado de Zúñiga y Rodríguez 98
Los concheros
Tlatelolco. Foto: Felipe Cobos
A continuación haremos una breve relación de estos cuatro santuarios y de las imágenes que ahí se veneran, empezando por la primera del año.
Amecameca
Iglesia de Amecameca y Señor del Sacromonte (los concheros danzan anualmente junto al Santuario del Sacromonte). Foto: Sonia de la Roxiere. Tomada de Moyssén, Xavier, México: angustia de sus Cristos 99
Danza tu palabra La peregrinación a Amecameca que se encuentra al oriente de la Ciudad de México se lleva a cabo el miércoles de ceniza. En este lugar está el santuario de Sacromonte, en donde fue sepultado en 1535 Fray Martín de Valencia, uno de los primeros franciscanos que vinieron a la Nueva España a evangelizar. Posteriormente los dominicos colocaron en la cueva donde se encontraban los restos de Fray Martín, un Cristo yacente que se dice se apareció de forma milagrosa. Antes de la llegada de los españoles en esa misma cueva se rendía culto a Tlaloc. Unos indígenas quisieron quitar y destruir al Cristo pero no pudieron moverlo. Desde entonces sólo lo pueden mover durante la cuaresma, cuando vienen en procesión para llevarlo a la parroquia de Amecameca. Antes de depositarlo de nueva cuenta en la gruta lo suben a la cima del monte donde lo crucifican (Moyssen, 1967:114). En el camino que va de la gruta a la capilla de Guadalupe hay un árbol en el que se cuelgan bolsitas de tela con el cordón umbilical de los recién nacidos. Alabanza al Sr. Del Sacromonte38 Alabadas sean las Horas Alabadas sean las Horas Las que Cristo padeció Por librarnos del Pecado Bendita sea su Pasión. * ¡Ay! Jesús, Sólo Jesús Quiso morir en la Cruz Su Dolorosa Pasión, ¡Sí Señor! Contempla y llora el jilguero. Jueves Santo a media noche Madrugó la Virgen Santa En busca de Jesucristo Porque ya el dolor no aguanta.
Por aquí pasó, Señora Antes que el gallo cantara Cinco mil azotes lleva En sus sagradas espaldas.
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Tomada del Alabancero Mesa Conchera y Danza de la Cruz Espiral del Señor Santiago de Hispania (:38,39).
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Los cancheros
El Viernes en la mañana Sacaron a mi Jesús A padecer por las calles Con una pesada Cruz.
Y una soga en la garganta La que dos judíos tiraban, Y a cada tirón que daban Mi Jesús se arrodillaba.
Y caminando al Calvario Con gran dolor preguntaba Quien había visto pasar Al Hijo de sus entrañas.
Una los pies enjugaba Otra el rostro limpiaba Otra recogía la sangre La que Cristo derramaba.
Para su mayor afrenta Lo llevan para el calvario Con una ronca trompeta Y un clarín muy destemplado.
Bendita la que del pecho Por último resto sale A fundar los Sacramentos Para que todos se salven.
Una corona de espinas Que sus sienes traspasaba Lloraban las Tres Marías De ver el paso que daban.
Alabemos y ensalcemos Al Santo Árbol de la Cruz Donde fue crucificado Nuestro Cordero Jesús.
Una era la Magdalena Y Santa María su hermana La otra la Virgen Pura La que más dolor llevaba.
Sí, mi culpa fue la causa De que mi Dios y Señor Pasara tantos martirios Hasta que en la Cruz murió.
Por tus Méritos Sagrados De tu Sagrada Pasión Que me cubran y me tapen Las cortinas de tu Amor.
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Danza tu palabra
Chalma
Santuario de Chalma. Foto: Felipe Cobos y Señor de Chalma, estampa popular
El Santuario de Chalma se encuentra a unos 30 kilómetros al sur de la Ciudad de México, en la boca de una ancha cañada en el municipio de Tenancingo. En la época prehispánica se veneraba en una cueva al Oztoteotl, que para algunos es una forma de Tlaloc, mientras que para otros es una forma de Tezcatlipoca o aun de Huitzilopochtli.39 En 1539, dos frailes agustinos colocaron la imagen de un Cristo en la cueva y se dice que en forma milagrosa se rompió el ídolo de Oztoteotl. En 1683 se construyó un santuario ex profeso a donde se trasladó la imagen de Cristo y junto se construyó el convento. En 1639 Fray Bartolomé de Jesús María —a quien se intentó beatificar a su muerte— empezó a construir un lugar donde pudieran descansar los peregrinos. Dichas construcciones están adosadas a las paredes de la barranca y consisten en tres cuerpos superpuestos que pueden albergar hasta un millar de personas. La construcción actual se debe a Fray Joaquín de Sardo, quien escribió una obra sobre el santuario en 1810. Son muchísimos los peregrinos y grupos de diferentes danzantes que acuden a este santuario de todos los lugares de México. Hay un ciclo de visitas de los diferentes
39
Hobgood (cit. Turner and Turner:54) dice que era la imagen de Huitzilopochtli, el dios de la guerra de los aztecas. 102
Los concheros
pueblos con fechas asignadas, por ejemplo a los de Xochimilco le corresponde el 28 de agosto, día de San Agustín, mientras que los concheros de la Ciudad de México vienen la semana correspondiente a la Pascua de Pentecostés, del 12 al 19 de mayo (Domínguez:39, Shadow:138-158).40 En mayo de 1931, Francisco Domínguez (:39)41 vio varios grupos de danza de las cofradías de apaches de la Ciudad de México de la corporación de concheros (Sociedades Unidas de México), especificando que eran de los barrios de Tacubaya, Jamaica, Santa Julia, Tepito, etcetera. Según nos relató el padre David Ibarra, superior hasta 2002 del Monasterio de Chalma y quien estudió ahí hace 50 años, los danzantes que venían entonces eran muy pocos, así como las cruces que rodeaban al convento, tanto peregrinos como cruces han aumentado de manera considerable. Además, el tipo de personas que acuden a Chalma ya no son nada más los devotos peregrinos sino que vienen muchos turistas y jóvenes medio hippies. La peregrinación a Chalma implica un gran trabajo y organización, sobre todo para los capitanes. Un mes antes de iniciar la peregrinación se reúnen los miembros de una mesa en una de las casas para arreglar todos los asuntos relacionados con la peregrinación. Una noche antes de salir hay una velación, en la cual, cada vez que llega un grupo, es recibido solemnemente con un sahumador. Se les proporciona alojamiento a todos; pueden llegar hasta cien o más personas, es por eso que el capitán o el jefe necesita tener una casa grande en donde pueda recibir a toda esta gente; cantan durante toda la noche y se les ofrece comida. Determinadas personas son nombradas "mayordomos" de algún aspecto de la peregrinación, como la comida (de la que se tienen que encargar por una vez o para siempre), para eso lleva cazuelas, anafres, etc. A veces el capitán ayuda para los pasajes y otros gastos. Los peregrinos danzantes se reúnen en la avenida División del Norte para iniciar el camino. Antes se iban a pie o a caballo (aunque algunos todavía lo hacen), ahora la mayor parte se va en camiones. Van por la carretera en donde también hay hospederías, pernoctan en caballerizas, en tiendas de campaña, en galerones de madera para los peregrinos o en lo que pueden. Van rezando y cantando alabanzas por el camino,
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María Rodríguez Shadow y Robert Shadow han escrito un libro sobre Chalma (ver bibliografía). En esta época el acceso a Chalma era muy difícil, pues no había carretera. Aunque la cantidad de peregrinos era grande, no se compara con los que van en la actualidad, ya que incluso se ha convertido en peregrinaje turístico. Los padres agustinos actualmente han tenido que cerrar por seguridad parte del atrio a donde pernoctaban también peregrinos y tienen un proyecto litúrgico especial para los danzantes. 41
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Danza tu palabra
bajo la guía de un "capitán de las procesiones", que lleva el estandarte y atrás van las sahumadoras y los caracoles. Cerca de Chalma hay un viejo ahuehuete (Taxodium mucronatum), debajo del cual nace el principal manantial que forma el río de Chalma, con cuya agua se bañan o se untan el cuerpo las mujeres que desean tener hijos. Cuando los peregrinos, que van por primera vez a Chalma, llegan frente al árbol, sus "padrinos" les colocan en la cabeza una corona de flores y después bailan. Algunos peregrinos que han guardado el cordón umbilical de su o sus hijos, lo dejan colgados en el árbol al igual que otros objetos como cabello y exvotos.42 Domínguez (:40) dice que los peregrinos llegaban a lavarse los pies en la fuente, diciendo que con esto se les quitaba el cansancio. En este lugar se reúnen los distintos grupos para bajar al santuario, juntos en procesión, llevando sus estandartes, sus sahumerios y elevando cantos de alabanzas. De ahí siguen el curso del río hasta llegar a las "Tres Cruces" que está junto a un cementerio, en donde se encuentra la "Cruz de la Penitencia" y es el punto de partida tradicional de los penitentes. Como la peregrinación a Chalma implica quedarse varios días, si son grupos con mucha tradición pueden conseguir un lugar en las hospederías, si no se acomodan en donde pueden: en los portales de la iglesia, en las calles o en casas de campaña (antes llevaban sus petates para dormir, ahora llevan sleeping bags). Hay varios capitanes que han comprado terrenos junto al santuario, para que puedan pernoctar los miembros de sus mesas. Antes los peregrinos se bañaban en el río de Chalma, pero ahora muchos no lo hacen por la contaminación tan grande que sufre. En Chalmita, que era el lugar a donde llegaban los caminos de Morelos y Guerrero, los capitanes se turnan para hacer guardia y recibir toda la semana a los "portadores de nichos", llevados en andas por los diferentes grupos de peregrinos. Los nichos van cubiertos o protegidos por un sarape de lana, con el cual el conchero cubre la cabeza del cargador del nicho y le canta una o dos alabanzas, por ejemplo alabanzas de poder como el de Guerra Florida. Después continúan el camino. En el lugar mencionado como las Tres Cruces acompañan a los penitentes que son los que han hecho la promesa de bajar de rodillas desde la Cruz de la Penitencia hasta el altar mayor del santuario:
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Actualmente, las autoridades del lugar quitan todos estos objetos del árbol, al que han rodeado de una cerca, para que los peregrinos no se lleven pedazos de su corteza que se considera medicinal. 104
Los concheros
El capitán de la Danza pregunta en voz alta quienes son los "penitentes" que van a bajar. Estos en silencio se acercan a la cruz y se arrodillan para no levantarse hasta llegar al Santuario. El capitán de la Danza venda a los "penitentes" con pañuelos que proporcionan los mismos danzantes. Antes de atar los pañuelos se los da a besar a cada uno. Una vez vendados son coronados de espinas con las ramas de abrojos cortadas para tal objeto. Desde ese momento el rostro de los "penitentes"palidece y su expresión es dolorosa. Después el capitán invita en voz alta a los asistentes para que apadrinen a los "penitentes" en su recorrido. Comienza el rasgueo lento, grave y trágico de las jaranas de armadillo y los "penitentes" inician su sacrificio dejando en las piedra del camino la sangre de sus rodillas desgarradas, mientras los danzantes van cantando, para animarlos, esta Alabanza: Vamos siguiendo los pasos En esta larga estación; Recíbenos en tus brazos, Señor de la expiación" (Domínguez p.42). Otra alabanza Penitencia, penitencia ¡Oh tú mi señor! Señor de Chalma De rodillas Voy bajando Dame tu licencia (Fabián Frías). Cuando los danzantes llegan a las escalinatas de la iglesia, en donde los recibe un sacerdote, colocan los estandartes frente a éste y los que traen las coronas las ensartan en un palo especial colocado en la puerta. El viernes en la noche hay reunión de jefes para distribuirse el trabajo, para ver cómo se van a organizar para subir las cruces al cerro y decidir quién va a entrar con las reliquias de los que ya fallecieron, llevan "los lutos" que son sábanas en donde está escrito el nombre del fallecido y todo acerca de él, los llevan por el camino de las penitencias. Es el último viaje del fallecido. El sábado hay otra reunión de dirigentes en la que se distribuyen el trabajo y los lugares de danza, ya que cada mesa tiene asignada sus espacios en el atrio de la iglesia que no es muy grande. Por ejemplo, se decide que los danzantes de "nagüilla", es decir los concheros, bailen en la mañana y los de tambores en la tarde. Las mesas más antiguas tienen prioridad. Cada grupo tiene asignada su cruz, alrededor de la cual danzan. Hay muchos grupos que incluso danzan fuera del atrio. 105
Danza tu palabra
Las reuniones en Chalma son muy importantes porque ahí se deciden muchos asuntos de las diferentes mesas, en relación con su organización, indumentaria, instrumentos musicales, etcétera. El domingo a las siete de la mañana en lo alto del cerro desarman las cruces y luego las bajan.43 La más importante es la cruz de los milagros, la que desarman alrededor de 120 hombres. Hacen una ceremonia de la quema de los avisperos que han anidado en los cendales, los quitan y los hacen pedacitos que son guardados como amuletos, ya que se considera que tienen propiedades mágicas; también bajan una imagen de la cabeza al nicho. Como a las 9 o 10 de la mañana, llegan al atrio de la iglesia de Chalma; en medio colocan a la cruz de los milagros, alrededor pintan las cruces, les colocan nuevos cendales y se hace la distribución de los danzantes. Hay muchos padrinos de cruz: de la pintura, del cendal, de la comida, etc. El jueves llevan en procesión la cruz de regreso al cerro, acompañándose de cohetes y cantando alabanzas. Al mediodía bajan y dan las gracias por las ceremonias que han efectuado, lo que significa que ya se pueden ir.44 Hasta hace poco la relación entre los concheros y los frailes agustinos 45 del convento era casi nula; los concheros llegaban y danzaban, tenían sus reuniones independientemente de los frailes, pero en 1996 el padre Ibarra, superior del Monasterio, decidió quitar las cruces del atrio, lo que causó gran revuelo entre los danzantes. Después de muchas discusiones hubo una reunión con cinco jefes en la que se llegó a varios acuerdos: la rotación de las cruces en el atrio, cuándo tocar el huehuetl (por el fuerte sonido) y dejar un paso entre las cruces para que pudieran pasar los peregrinos que venían al Santuario. A continuación transcribo un documento que me proporcionó el jefe León, relacionado con el acuerdo al que llegaron las autoridades eclesiásticas de Chalma y una comisión de jefes concheros: EDO. DE MÉXICO. SIENDO LOS 22 DIAS DEL MES DE MAYO DE 1996, A LAS 12:00 P.M., NOS REUNIMOS EL P. FR. MIGUEL CHAVEZ GARCILAZO, O.S.A., JUNTAMENTE CON LOS SEÑORES: GUADALUPE HERNÁNDEZ ZARCO, MIGUEL LUNA BECERRA, JESÚS LEÓN SALGADO, MARGARITA RODRÍGUEZ VDA. DE HERNÁNDEZ Y ARMANDO RODRÍGUEZ CERRITOS; PARA LLEGAR A UN ACUERDO EN LOS SIGUIENTES PUNTOS:
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No todas las cruces son ofrecidas por los concheros. Acerca de estas cruces véase Shadow. Datos proporcionados por el maestro Carlos Jiménez. 45 Agradecemos el amable recibimiento que nos dio el padre Ibarra, superior del convento hasta 1992. 44
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Los concheros
1.- CAMBIO DE LAS CRUCES AL ATRIO DEL SANTUARIO. 2.- CEREMONIA, LITURGIA DE LA PALABRA. CAMBIO DE CRUCES: TENIENDO COMO ANTECEDENTES LAS REUNIONES LLEVADAS A CABO EL LUNES 20, CON EL P. FR. DAVID IBARRA CARRILLO Y MARTES 21, CON EL P. FR. DAVID IBARRA Y FR. MIGUEL CHAVEZ; ATENDIENDO A LAS SUGERENCIAS QUE SE PRESENTARON EL MARTES EN LA NOCHE, UNA DE ELLAS FUE DE SUBIR LAS 8 CRUCES A SU ANTIGUO LUGAR DEL ATRIO, SE OPINO QUE FUERAN LAS MAS ANTIGUAS QUE SON LAS SIGUIENTES. 1.- SANTA CRUZ DE LAS MISERICORDIAS. 2.- SANTA CRUZ DE LOS RAYOS. 3.- SANTA CRUZ DEL CERRO DE CATEDRAL. 4.- SANTA CRUZ DEL RESPLANDOR. 5.- SANTA CRUZ DE LA ILUMINACIÓN. 6.- SANTA CRUZ DE LOS SACRIFICIOS. 7.- SANTA CRUZ DEL RAYO. 8.- SANTA CRUZ DEL PERDÓN. QUEDANDO COMO RESPONSABLES DE ESTE CAMBIO DE CRUCES LOS SEÑORES ANTES MENCIONADOS. CEREMONIA LITURGIA: SE ACORDÓ POR UNANIMIDAD, QUE LA LITURGIA FUERA DE ACUERDO A LA ANTIGÜEDAD DE LAS CRUCES Y QUE ESTAS SIRVIERAN PARA ESTRECHAR LA UNIDAD ENTRE —LOS SACERDOTES, DANZANTES Y DUEÑOS DE CRUCES. TAMBIÉN SE LLEGO AL ACUERDO QUE LA CRUZ QUE LE TOCA PRESIDIR, AL AÑO SIGUIENTE BAJA A LA PLAZA NUEVA DE LOS DANZANTES ASIMISMO PUEDA SUBIR LA CRUZ MAS ANTIGUA AL ATRIO DEL SANTUARIO. SE ACORDARON TAMBIÉN LOS SIGUIENTES PUNTOS: 1.- QUE SE USE UN SOLO HUEHUETL (TAMBOR), POR GRUPO Y EMPEZARA A TOCARSE DE LAS 6 DE LA TARDE EN ADELANTE. 2.- QUE LAS DANZAS QUE LLEGUEN PRIMERO AL ATRIO, OCUPARAN EL LUGAR Y LAS DEMÁS SE IRÁN A LA PLAZA DE LOS DANZANTES. 3.- SE TENDRÁ CUIDADO EN DEJAR UN ESPACIO AMPLIO A LA ENTRADA DEL ATRIO, HASTA LA PUERTA DEL TEMPLO. EN COMÚN ACUERDO SE FIRMA LA PRESENTE ACTA EL PADRE FR. MIGUEL CHAVEZ G., Y DICHOS SEÑORES DE LA REUNION. Últimamente también los frailes han intentado llevar una agenda de los grupos de danzantes, uno de ellos está preparando un directorio de los dirigentes de las diferentes mesas y está organizando, junto con ellos, una liturgia especial en la que tengan un papel importante aspectos mexicanistas. En la peregrinación del 2003 a Chalma se llevó a cabo un homenaje al general Aranda en el que después de la misa se le entregó en el atrio un reconocimiento de otros jefes por los setenta años que lleva como danzante. 107
Danza tu palabra A los ocho días del regreso a Chalma se efuctúan otras ceremonias en el santuario de la "cuevita" de Iztapalapa, al que acuden gran cantidad de danzantes.
Los Remedios La Virgen de los Remedios, cuyo santuario se encuentra al occidente, se celebra el 10 de septiembre. Se dice que la imagen de esta Virgen —una estatuilla de madera estofada— fue la más antigua traída por los conquistadores españoles quienes la abandonaron en la famosa "Noche Triste" junto a un maguey, en donde se la encontró un indio al que le pidió que le construyera una iglesia en ese lugar. El Santuario de la Virgen de los Remedios se encuentra en el cerro de San Juan Totoltepec, Naucalpan, al occidente de la capital, ahora ya formando parte de la mancha urbana. Solange Alberro identifica el Totoltepec con el Otomcalpulco, "el cerro de los otomíes", pero Francisco Rivas Castro quien ha excavado en la región especifica que el Otomcalpulco es el cerro de Moctezuma, que está al noreste de este lugar, separado por el río de los Remedios y que en este cerro, a 70 m. del santuario, ha encontrado las ruinas de un sitio arqueológico prehispánico en el cual hay una estructura piramidal (un basamento y una plaza) y cerca de ésta un abrigo con una roca esculpida y grabada con una estrella de cinco picos, la que en su opinión representa un suceso astronómico cronográfico que parece consignar dos fuegos nuevos (Rivas Castro 1999:181,182).
Santuario Los Remedios. Foto: Felipe Cobos; y Virgen de los Remedios (tomada de Fausto ZerónMedina, Felicidad de México, centenario de la coronación de María Señora de Guadalupe, p. 70) 108
Los concheros
El Otomcalpulco y el vecino santuario de Los Remedios conforman junto con el cerro del Tepetzinco un importante eje oriente-occidente (González Aparicio:45-47) en relación a Tenochtitlan. También en Los Remedios se erigen cruces que están a cargo de determinado padrino o madrina.
Villa de Guadalupe Al norte de la Ciudad de México se encuentra la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, el santuario mariano más famoso, no solamente en México sino en América y tal vez en todo el mundo. Todos los años llega un promedio de alrededor de un millón de peregrinos a la moderna basílica.46 Se dice que antiguamente en ese lugar había un santuario dedicado a la diosa Tonantzin o Cihuacoatl. El día 12 de diciembre, cuando se festeja la aparición de la Virgen de Guadalupe, que desde 1666 se guarda como día de precepto con misa y oficios adecuados, es impresionante la cantidad de grupos de concheros que acuden a mostrar su adoración a la Virgen a través de sus danzas, compartiendo el espacio con otros grupos de
Villa de Guadalupe. Foto: Araceli Zúñiga y Norberto Rodríguez; y Virgen de Guadalupe
46 Giuriati y Masferrer (:53) dicen que "fuentes oficiales del santuario hablan de 8 millones. Otras testifican sobre los 10-12. Hay quien llega al5 e incluso a 18-20 millones".
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danzas diferentes que vienen de diversas partes de México. Pero cada grupo tiene su lugar en el atrio, los más antiguos se colocan cerca de la iglesia antigua. A la Villa se va un solo día, pero hay una adoración toda la noche anterior y a veces llegan a dar las mañanitas. Acompañan a muchas procesiones de Peralvillo a la Villa. El juramento general de los concheros se lleva a cabo aquí y es donde se levantan muchos nuevos grupos. Además hay una gran peregrinación de los concheros el segundo domingo de noviembre conmemorando el primer milagro que hizo la Virgen cuando resucitó a un danzante. Esta peregrinación fue iniciada por Guadalupe Hernández. En 2001 después de una gran ceremonia presidida por el Papa Juan Pablo II, fue canonizado Juan Diego, el indio a quien se le apareció la Virgen de Guadalupe. En la ceremonia de canonización estuvieron al lado del Papa dos sahumaduras que llevaron flores, aunque los que danzaron frente al Papa eran danzantes profesionales del ballet de Amalia Hernández. En el primer aniversario de la canonización de San Juan Diego, se llevó a cabo una misa solemne donde la participación de los concheros fue más importante, pues un representante de ellos habló durante la misa y además danzaron por primera vez en el altar. El general León de la mesa Insignias aztecas comenta: "Es una oportunidad para que cuando los obispos regresen a sus estados reconozcan las tradiciones indígenas y que no es religión popular pues tiene su esencia espiritual que capta las formas antiguas".
Otros santuarios y obligaciones Además de estos cinco santuarios importantes, cada mesa va a otros durante el curso del año, ya sea en peregrinación o a lugares donde tienen invitación. Por ejemplo, la mesa Insignias aztecas va en septiembre a San Juan (Nuevo) de las Cuevas en Michoacán, en donde se venera al Cristo de los Milagros. El 1o. de septiembre se hace la velación y después para el 12 y 15 de septiembre van al santuario hasta tres camiones de peregrinos del Insignias. Las invitaciones a otras festividades también son muy abundantes, por ejemplo para el 18 y 19 de agosto Insignias tiene tres invitaciones: una del jefe Aurelio en Tlalmanalco, otra con el jefe Vargas en Santa Rosa Xochiac y el 19 con el jefe Mariano en Cuauhtitlan Izcalli, entre otras. Es importante señalar que las descripciones que hemos hecho de los principales santuarios de los concheros se refieren a los de la Ciudad de México. Los danzantes de Querétaro, de San Miguel Allende y de San Juan de los Lagos tienen sus propios san110
Los concheros
tuarios de peregrinación en los cuatro rumbos del universo, a los que tienen obligación de ir, por ejemplo los de Querétaro según Orvañanos y Bárcenas(:125) son: al oriente el actual ex convento de la Santa Cruz de los Milagros, en el cerro de Sangremal, con la principal actividad en septiembre; al norte el cerro del Zamorano, donde se ubica la cruz del mismo nombre en mayo; al sur el cerro del Cimaterio, al oeste la Cruz del Puerto de Calderón en el estado de Guanajuato en mayo. También al oeste la Virgen del Pueblito que según la tradición era el sitio donde se daba inicio a las "cuatro visitas".
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Historia de los concheros Origen de la danza de los concheros 1 a hemos visto cómo la danza prehispánica no desapareció, sino que fue adoptada y transformada por los frailes españoles para sus propios ritos, y que la danza de los concheros específicamente, conservó muchos elementos de la religión prehispánica, algunos más disimulados que otros. Ahora trataremos de rastrear hasta donde nos sea posible sus orígenes y su evolución. Nuevamente insistimos que es indiscutible la importancia que tenía la danza entre todos los pueblos mesoamericanos y los de su frontera, por lo que aun en los casos en que la devoción a la Santa Cruz y a Santiago hubiera surgido con la batalla de Sangremal, o si se danzara en honor a la Virgen de Guadalupe, la danza existía desde antes entre todos estos grupos. Hay tres interpretaciones sobre cuándo y dónde surgió la danza en su versión de concheros: una de ellas, la más difundida, es la que ubica su origen en Sangremal, Querétaro, en honor de la Santa Cruz y de Santiago; otra lo ubica en la Ciudad de México, en honor de la Virgen de Guadalupe; y la tercera en Tlaxcala. La versión del Cerro de Sangremal se ha acentuado desde que Fernández y Mendoza (:15-16) publicaron su libro Danzas de los Concheros en San Miguel de Allende donde, de acuerdo con la relación de Don Nicolás de San Luis Montañés,1 cacique descendiente de los gobernantes indios de Tula y Xilotepec, Tlaxcala, éste fue enviado por el virrey de
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Que aparece en la Relación de Michoacán de Beaumont y Frías (tomo III, capítulo XVIII). Por otra parte, Moedano en 1984 publicó el artículo La danza de los Concheros de Querétaro, que trata precisamente del origen de la danza de los concheros, empezando con la crónica de Beaumont, citando a otros autores y documentos de la danza.
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Danza tu palabra
Mendoza a pacificar a los indios chichimecas2 al mando de otro grupo de caciques indios entre los que se encontraba Don Fernando de Tapia, conocido también como Conin. Montañés emprendió la lucha de apaciguamiento y cristianización de los indígenas de la Gran chichimeca, los cuales tenían como cacique a Don Juan Bautista Criado y su mujer Juana Chichimeca Criado, aparentemente también cacica. Vencidos los chichimecas idolatras, el 25 de julio de 1531, después de una última batalla, en la cual ambos bandos dejaron los arcos y las flechas para pelear sólo "a puñetes, patadas y mordidas" (Ibid.:l5), fue cuando se paró el sol y apareció milagrosamente la imagen de Santiago, San Francisco y la "Virgen Santísima", inclinándose la batalla a favor de los cristianos. Para conmemorar este hecho se construyó, también milagrosamente, una cruz de piedra de tres varas de alto, a la que después de erigida, los chichimecas le "hicieron el mitote, rodeando la Santísima cruz, y después bailaron y la estuvieron besando durante ocho días" (Ibid.:41). A Don Juan Bautista Criado y a su mujer les enseñaron a persignarse y a repetir las principales oraciones, después los bautizaron y posteriormente Don Nicolás de San Luis Montañés, al fondo los casaron bajo el rito católico, siendo episodio de la batalla de San Gremal. apadrinados por los principales caci- Tomada de Gran Historia de México Ilustrada, p. 368 ques vencedores (Ibid.Al). 2 Xicalchichalchilimil (sic), descendiente de Nezahualcóyotl, nació en 1517 y murió en 1572, fue bautizado como Valerio de la Cruz y fue procurador de México. Bernardo de Santa Clara le dio el título de Alférez de la Guardia Leal de Lanza y Daga. Así, al frente de ochenta arcabuceros españoles y cuatrocientos indios flecheros, salió a conquistar Xilotepec; conquistó Tula, Tepetlán y San Felipe. Fue nombrado por Don Antonio de Mendoza, capitán general de los chichimecas. Lo cual nos sugiere que "al realizar las conquistas dejó la herencia conchera" conservada hasta nuestros días (Flores Moncada, 1996:38).
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Historia de los concheros
Mural de la aparición del apóstol Santiago y la Santa Cruz en San Gremal, Convento de la Santa Cruz, Querétaro. Foto: Norberto Rodríguez Carrasco (Fonoteca INAH)
En las Relaciones geográficas del siglo xvi (Solís:88-89) se dice que Conin, indígena otomí originario de Nopala en Xilotepec, era puchtécatl o mercader que llevaba sus mercaderías a tierra de chichimecas. Cuando cayó Tenochtitlan bajo los españoles, se fue a refugiar a Querétaro con su familia y seguidores; después de tiempo regresó a Xilotepec, donde se convirtió al cristianismo y fue bautizado con el nombre de Hernando de Tapia, para posteriormente participar en la conquista de los chichimecas paganos.' Vázquez Santa Ana (II:237)4 dice que en Tlaxcala fue donde se bautizó y que, junto con Nicolás de San Luis Montañés, con quien estaba emparentado, ayudó a combatir a los chichimecas y oto míes de Querétaro, y habiéndolos vencido fue cuando se erigió la cruz de piedra ante la cual, los primeros que bailaron fueron la pareja, recién bautizada y casada, de Juan Bautista Criado y Juana Chichimeca Criado (Ibid.:247). Junto a ellos había otro indio al que nombraron Ignacio Teodoro Sán-
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José Antonio Cruz Rangel tiene una extensa velación tomada de archivos acerca de Conin. Ver bibliografía. 4 Basándose en el relato de "algún cronista que asegura lo vio pasar por ahí".
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Danza tu palabra
chez, quien después "hizo cabeza de la danza" que heredó a sus descendientes, siendo nombrada "de los Sánchez" y que, como veremos más adelante, éstos y los de Conin continúan hasta la actualidad. Moedano (1984:5-6) menciona dos referencias posteriores de danzantes: una de Fray Alonso de la Rea del año 1640, en las festividades en honor de la Cruz en la provincia de Michoacán y otra más de 1680 de Sigüenza y Góngora en Querétaro, en honor a la Virgen de Guadalupe, donde se habla de danzas de indios con penachos. Curiosamente hay un mito semejante al que acabamos de relatar, relacionado con la Cruz del Puerto de Calderón: la lucha entre indígenas cristianizados contra los paganos y la milagrosa aparición en el culto de la Cruz, todo lo cual también ocurrió en 1531, pero lo ubican el 14 de septiembre. La Cruz de piedra erigida en este lugar goza de elevada jerarquía entre muchas otras cruces de alrededor y es un sitio de poder al que acuden muchos grupos incluyendo algunos concheros. Las dos principales celebraciones de esta Cruz son en mayo y septiembre coincidiendo con el ciclo agrícola. En el artículo de Correa (:69-88), hay más descripciones de las ceremonias efectuadas en honor de la Cruz que se asocian directamente con las de los concheros. Vázquez Santa Ana (11:252-253) transcribe un documento de 1840,5 seguramente del mismo Ignacio Teodoro Sánchez (mencionado anteriormente), en el que proclama su apoyo a la independencia de la América septentrional de los Estados Unidos Mexicanos de España, declarando su absoluta vocación católica y enunciando algunas de las reglas que deben cumplir sus seguidores: ¡Viva la independencia! vivan para siempre nuestras tropas chichimecas, a la dirección del caudillo general, al mando y voz de don Ignacio Teodoro Sánchez, primer promotor en el año catorce. Sédle todos sumisos y obedientes y estad siempre alerta con vuestro carcaj, arco y flecha, vigilando y sosteniendo la santa independencia. Ignacio de Jesús. Dos Carcax y una flecha. El mismo autor Vázquez Santana (II:255-259) transcribe otra versión del mismo documento fechado en 1840, parte del cual presentamos: Y yo, Ignacio Teodoro Sánchez, haberme presentado en el año catorce, con el General Mayor, representándole mis derechos y mis títulos de Conquistador como consta por algunos 5
No menciona de dónde procede ni dónde lo consiguió. Por otra parte, el mismo documento hace
referencia al "mismo salón donde se juró nuestra legal constitución". Lo cual sugiere pudiera provenir del mencionado lugar, en la fecha que de igual forma nos marca: "Marzo 10 de 1840".
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Historia de los concheros
documentos que están archivados para que en todo tiempo que se ofrezca presentarlos como nuestros y legales que son y serán mientras "aiga" hermanos que sigan nuestras antiguas costumbres y buenas disposiciones, como así mismo quedan otros títulos en nuestra matriz o antigua Xilotepec, y de consiguiente deben observarse todas las reglas establecidas y los artículos siguientes: A saber: I.- La Religión de la América Septentrional es y será la Católica, Apostólica y Romana sin mezcla de ninguna otra, a costa de nuestras vidas hasta derramar la última gota de nuestra sangre cuando haya otra nación que quiera destruirla. II.- Todos los Chichimecas que aquí están enlistados o quieran enlistarse bajo el honor y título de cuadrillas de arco y flecha, bandera y bastón, con la insignia principal del collar, de plumas en la cabeza y que estos se sepa de realidad que son legítimamente cristianos. III.- Todas las funciones que aquí están subcitadas deberán cumplirse al pie de la letra, so pena de veinticinco azotes por primera vez; por segunda un peso ($1,00) para gastos de dichas causas, y, por tercera excluid de nuestra Santa Legal Cuenta. Las funciones son las siguientes: 1 .-Día de Año Nuevo. 2.-Todos los jueves del año. 3.-La fiesta de los Santos Reyes. 4.-Nuestra Señora de la Candelaria. 5.-La Encarnación. 6.-E1 3 de mayo, Invención de la Santa Cruz. 7.-La Ascención. 8.-Corpus Cristi. 9.-San Juan bautista. 10.-San Pedro y San Pablo. 11.-Santiago Apóstol. 12.-La Asunción de María. 13.-La Natividad de Nuestra Señora. 14.La Exaltación de la Santa Cruz. 15.-Festividad de Todos Santos. 16.-Día de San Andrés. 17.La Purísima Concepción. 18.-Día de Noche Buena. IV.- Todos los chichimecas que se presentaren a dicha danza ebrios y no obedezcan las órdenes de su caudillo general se les impondrá la pena que mejor convenga. V.- Todos los documentos deberán renovarse dejando los viejos para acreditar la verdad y dar testimonio con ellos, y los nuevos para que se entiendan y siempre permanezcan. VI.- Se debe de autentizar en la Sala de Juntas un retrato del autor de estas cuadrillas populares para que cuando fallezca sea conocido por los chiquitos que quieran alistarse en la bandera de chichimecas y sea conocido por fundador de ella. VIL- La Junta debe de componerse de siete individuos que deberán ser: el Presidente que es el caudillo, cuatro escrutadores y el Vice-caudillo y el secretario, para que cuando el caudillo se llegue a enfermar supla la falta del Vice-caudillo y cuando falte uno de los escrutadores se pueda nombrar otro por la Junta y si se enferma el secretario se pueda poner uno de los escrutadores sin excusas ni perdidas de tiempo. VIII.- Se debe hacer un cuaderno donde consten los nombres de los antecesores para que todos los actuales y venideros queden entendidos y sepan el origen de la conquista y circunstancias de ella. IX.- Cada año la Junta y la tropa deben de ir al lugar nombrado a Cuesta China, en uno de los lados a la derecha, allí donde se aparecieron las piedras, donde se formó sólita la Santa Cruz de los Milagros, a dicho lugar deben de ir el día de Santiago, en la tarde, toda la Junta 117
Danza tu palabra y tropa de arco y flecha, a adorar allí a la Santísima Cruz en su mismo lugar; se debe de colocar una cruz de madera o de piedra y si por alguna causa no quiera la hacienda; se pone a la dirección de ese lugar en la orilla de la cerca se puede colocar; pero el caso es que ese día suban cantando el mismo Alabado que hay en la novena de la Santísima Cruz y luego se rezarán cinco Padres Nuestros en honor de las cinco llagas de nuestro Redentor y después de concluido este acto religioso sigue la danza. Después que hayan ejecutado algún acto de baile, se hacen unas evoluciones como si fuera guerra en significación de la lucha que hubo. Ese día el señor caudillo deberá portar corona, cetro y bastón y una de las que le acompañan llevará un collar de suchiles en el cuello, y arco en la espalda, corona y cetro figurando la Malinche. X.- Toda clase de persona de las que componen la junta debe cumplir con la Iglesia principalmente en la Santa Cuaresma, por Precepto divino bajo de pecado mortal o cuando la conciencia se lo dicte, en la necesidad en que se halle o en la enfermedad que le asista como cristiano que es. XI.- Todos los hermanos de esta junta y danza deben amarse con aquel amor que exige el carácter de cristiano, obedeciendo a los superiores y cuando uno de éstos cayere en cama, deben los compañeros visitarlo, socorriéndolo con tlaco, cuartilla, medio o un real o dos o como puedan, es caso es que viva la hermandad y se tengan caridad unos con otros. XII.- Debe el señor caudillo, como he dicho, que cuando caiga alguno de éstos en cama, se confiese, se administre y estar a su cuidado todos para que muera con las disposiciones de cristiano, tanto de remedios espirituales como temporales, para que no le quede ningún pecado. Lo mismo el caudillo cuando llegue a enfermarse; debe la junta tener cuidado que se disponga por un precepto que exige la hermandad. XIII.- Todos los de junta y soldados tendrán entendido cuantos son los pueblos de nuestra reunión, dándoles el lugar de primeros a Coroneo, San Miguelito, Mazcaltepec, Tequisquiapan, Pueblo Nuevo, San Andrés, San Bartolomé, Izmiquilpan, el Pueblito, Cadereita, Acambay, La Soledad, San Pablo, San Pedro, Tolimán, Colón, Soriano, Tierra Blanca, San Luis de la Paz, Pueblo de los Remedios, San Juan de la Vega, San Miguel de Otopan, San Juan de Apaseo, Pueblo de Carrillo, Santa María, Magdalena, Pueblo del Rincón, San Bartolo. XIV.- Cada vez que muera un hermano ha de juntarse entre todos para una misa al otro día de su entierro. XV- El señor caudillo general tendrá cuidado que todos los compañeros de armas, de arco y flecha no vivan en mal estado ni abandonen a su familia, pues resulta a la junta gran daño. Vázquez Santa Ana agrega "que el indígena que ahora manda la danza se llama Avelino Alfaro" (Ibid. II:259), quien se titula el monarca y la tiene a su cargo desde 1920. Moedano (1984:7) transcribe un documento del 12 de diciembre de 1930 que tuvo oportunidad de consultar y que es otra versión del linaje de los Sánchez, en el 118
Historia de los cancheros
que se remontan nuevamente hasta 1531 cuando Montañés dirigió a los indígenas cristianos contra los chichimecas paganos, más adelante vuelve a mencionar a Juan Ortega. Desde la fecha de 1531, comenzamos a pelear, que se simentó la Religión Católica, Apostólica Romana/ que decidió el Sñ. Rell Montañez y que dirigió el Sñ. Juan Ortega y pidió mull encarecidamente/ que no se les interrumpiera a ninguna persona de altos y bajíos con su arco y flecha, sigue Dn Juan / de la Cruz Cadena acompañado de la Santísima Cruz de vreñales de San Grimal con /14 mil flecheros y 14 mil bareros y luego siguen los Señores que sostubieron la palabra es que el Sñ Ignacio Sánchez Manuel Sánchez y Hilario Sánchez/ y la Señora Petra Rivera y el Sñ. Delegado Diego Rañirez ellos son los que dirijen la/ Cuenta y son los que dan fe en todo tiempo y son alos que no se les inpide de ninguna/ manera y pide al Sñ. de la conquista de los cuatro vientos de los cuatro Calvarios/ y de los cuatro simientos hahora loque pide el Sñ Rey Monarca y la Reyna Malinche/ y consta a Nuestra Madre Purísima Conscepción de Tlaxcala a donde est ala Camara... Estos documentos contienen información muy importante. 6 En primer lugar, recordemos que el mismo Vázquez Santa Ana mencionó que en 1531 un contemporáneo de los caciques Criado de nombre Ignacio Teodoro Sánchez había iniciado uno de los linajes de la danza. Sin embargo, el que escribe el documento de 1836 parece tener el mismo nombre y hereda la jefatura de la danza, primero a su hijo Cástulo y después a su nieto Florencio, quien se casa con Petra Rivera y no tienen hijos. Después de 25 años de viuda, Petra se vuelve a casar y según entendemos, en 1940 ella y su esposo quedan a cargo de la danza junto con Manuel Sánchez, un hijo de Florencio que tuvo con otra mujer.7 Entendemos que este Ignacio Teodoro Sánchez, al que se refiere el documento de 1840, se presentó en 1814 con "el General mayor", posiblemente Juan de Ortega, al que menciona junto con "otros primitivos héroes y beneméritos de la patria", y que seguramente fue algún dirigente del movimiento de independencia, al que apoyó como caudillo general de "Cuadrillas de Arco y Flecha, Bandera y Bastón" quienes lucharon por la Independencia de la América septentrional y por la religión católica, apostólica y romana, jurando defenderlas "hasta derramar la última gota de nuestra sangre cuando haya otra nación que quiera destruirla". 6
Aunque sería útil conocer dónde se encuentra el documento original que puede ser el mismo al que se refiere superficialmente Cisneros (:37): "según un documento del 12 de diciembre de 1930, en donde se aluden fechas del siglo xvi". 7 Cisneros (:37) menciona como sus descendientes a "Ignacio, Manuel, Hilario Sánchez, la Sra. Petra Rivera Balvina Sánchez Gómez, de Tequisquiapan Sánchez Hernández, Cruz Hernández".
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Danza tu palabra Después de obtenida la Independencia e incluso muerto el emperador Iturbide, se organizan en una junta dirigida por siete personas: el presidente o caudillo, el vicecaudillo, un secretario y cuatro escrutadores, bajo el mando de Ignacio de Jesús, que posiblemente es el mismo. Después, el mismo documento describe todas las obligaciones de tipo religioso que deben cumplir, además de la ayuda moral, social y económica que deben prestar los asociados y, enumera los pueblos que participaron en su reunión o los pueblos a donde pertenecen los hermanos de la junta. En el documento citado por Moedano se presenta nuevamente el salto cronológico del tiempo mítico de la conversión en 1531 a un momento, posiblemente durante la lucha por la Independencia, cuando reaparece el nombre de Juan Ortega, con quien participan con un batallón de indios de arco, flecha y jareros. Después se menciona la relación de los dirigentes de la mesa general hacia 1940, que son los mismos hermanos Sánchez y la madrastra Petra Rivera. En estos documentos se mencionan otra vez los lugares de origen: Tlaxcala y Xilotepec. Éstas son las referencias más antiguas de las "hermandades de Arco y Flecha" asociadas con la danza y con supuestos descendientes de los participantes en la batalla de Sangremal. Dichos documentos demuestran lo que ya mencionó Flores Moncada: el carácter bélico de la hermandad, pues no se trataba solo de grupos de danza sino de batallones de guerreros chichimecas que lucharon, con arcos, flechas y jaras por la Independencia. Aparentemente, en esa época aún había muchos grupos de indios que peleaban con ese tipo de armas, como fue el caso de la rebelión que hubo después del mismo movimiento de la Independencia de un grupo de indios que lucharon en contra del monopolio del tabaco. En la novela de Inclán Astucia y los hermanos de la hoja, que cubre los años que sucedieron a la Independencia, hay una breve mención a un grupo de "huehuenches y de la danza" (:187). Otra referencia que nos hace relacionar a los danzantes con la lucha de independencia, es lo que le dice a Stone (:207) uno de sus informantes, que el Cerro de las Cruces es un puerto (un sitio de poder), porque ahí murieron muchos combatientes en la lucha de Independencia y entre ellos había muchos danzantes. Los calificativos de hermandad del Arco y Flecha, de danza chichimeca y de la conquista, nos lleva a relacionarlos con aguerridos grupos desde tiempos inmemoriales que después lucharon por la Independencia de México y por la religión católica del mismo modo que lo hicieron los curas Hidalgo y Morelos y sus seguidores. No se sabe, fuera de la carta de Ignacio Teodoro Sánchez, qué pasó con las otras cuadrillas de guerreros de Arco y Flecha. Posiblemente permanecieron como hermandades aisladas, solo "conquistándose" entre ellos mismos y apegados a la danza y a la defensa de "su religión", lo que en la época de la Revolución y de la Cristiada se
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convirtió en fanatismo, causando que fueran reprimidos, destruidas sus "armas" y se les prohibiera danzar. Es importante recalcar aquí el significado ambivalente del termino chichimeca, que no significa un grupo étnico específico, sino un calificativo de "salvaje" y a la vez de valiente y aguerrido, sin olvidar que como grupo étnico habían penetrado el Valle de México desde el siglo xiii (Stresser Pean:466) como parte de los chichimecas de Xolotl y posteriormente de los otomíes; y que los reyes de Tetzcoco descendían de chichimecas, así como también en parte, los señores de Tenochtitlan. En realidad la conquista de Querétaro fue una lucha entre chichimecas, debido a que los vencedores, dirigidos por el cacique de Xilotepec y por Conin, también eran otomíes-chichimecas. Xilotepec, que formaba parte de la provincia norte de la triple alianza, a los que tributaba, colindaba con el límite sur de la Chichimeca. (Solís:89). Por lo cual es posible que la "danza chichimeca" pudiera provenir de todos estos lugares y de todos estos grupos que ya "civilizados", seguían bailando su danza guerrera chichimeca, como hemos visto que lo hizo el cacique de Chalco en la contienda del Mixton. Cisneros dice: Después de la consumación de la Independencia, la danza se agrupa en un organismo popular que rige todos los aspectos de la vida de los que participan voluntariamente en ella; esta organización queda consolidada para 1840 y comprende todos los estados del centro de la República, es en esta época cuando Atilano Aguilar, legendario indígena queretano, agrupa a otros de su sangre para cantar y danzar acompañados de guitarrillas de armadillo en los arrabales como en las funciones religiosas en los atrios de los templos y en los cementerios (:35).
Y que Guillermo Prieto (citado por Moedano, 1984:7) menciona a grupos de indios vestidos con penachos y tocando guitarras formadas por conchas de armadillos, que aparecían en las fiestas titulares de los pueblos en sus viajes a San Miguel de Allende y a Chalma, de la creación y de la organización que llama "una especie de masonería". También Moedano (Ibid.:6) describe unas pinturas en una capilla de Ixtla en las que aparecen danzantes y que posiblemente databan de 1795. Hemos visto que Vázquez Santa Ana dice que desde 1920, el que estaba a la cabeza de la danza era Avelino Alfaro, mientras que Cisneros (:37,38) describe para 1988 tres mesas principales de concheros en Querétaro, la que hemos mencionando de los Sánchez, la de los Aguilar y la de los Rodríguez Campos. Estos últimos suponen ser descendientes de Conin, o más bien de un sobrino nieto de éste que se llamaba Coni, quien tomó el nombre de Julián del Campo (Moedano 1984:9). 121
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Uno de sus descendientes, el capitán Manuel, le enseñó a Cisneros un pergamino que conserva a través de la familia hace 85 años y en el que firman más de 50 capitanes o jefes de danza de grupos repartidos por toda la República mexicana, en el cual leemos que el 17 de agosto de 1538 el aborigen Julián Campos construyó la Cruz de las danzas indígenas de Chichimequillas, Qro. [...] su antepasado Julián Campos antes de morir, cedió su puesto de capitán a su hijo Mariano Campos, este a su hijo Benito Campos quien a su vez transmitió a Crescencio Campos que fue nombrado primer general. Crescencio tuvo cuatro hijos llamados Jesús, Ignacio, Leandro y Sebastiana. Ninguno de los hijos varones quería continuar la tradición, solamente Sebastiana lo deseaba, pero por ser mujer le estaba negado este derecho. Julián se puso de acuerdo con generales y capitanes de danza para heredar la tradición a su nieto don Manuel, hijo de Sebastiana y en una junta de jefes y capitanes de danza que se efectuó en el año de 1934 consiguió la aprobación de generales y en 1942 obtuvo licencia para levantar su actual mesa con el apoyo del general Don Natividad Reyna de San Francisco del Rincón, Guanajuato y en 1949 solicitó su legitimidad de mando en la presidencia municipal de Tlaxcala ya que se reconocía esta ciudad como matriz de los danzantes de donde venía su actual organización. Don Manuel es reconocido en toda la República mexicana por su arte y en algunos lugares del extranjero como los Angeles Calif., Estados Unidos, España, en Querétaro no solo por bailar sino por "curandero" (Cisneros:37). Moedano (1984:8) también tuvo oportunidad de ver los documentos de Don Manuel Rodríguez Campos. Llama la atención uno fechado el 17 de Agosto de 1558, en el que se describe el dibujo de un individuo con una especie de túnica sentado en un trono con una glosa que dice "Gran sacerdote Julián Campos", quien es Coni el fundador de la mesa. Por otra parte son ocho las mesas dirigidas por herederos, tanto hombres como mujeres, de Atilano Aguilar, a quien se ha hecho referencia anteriormente y quien es reconocido como cacique general de danza en 1872. La diferencia entre las fechas que menciona Cisneros se puede deber a que en esta última fecha fue reconocido como cacique general y fue en 1840 cuando, al igual que la de los Sánchez, queda consolidada "como organismo popular que rige todos los aspectos de la vida de los que participan voluntariamente en ella" (Cisneros:35). Gabriel Moedano, gran conocedor de los concheros, es de la opinión que sus danzas se originan entre los grupos otomíes del Bajío ante las condiciones precarias en que se encontraba los diferentes grupos indígenas: otomíes, chichimecas y aun tlaxcaltecas:
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como consecuencia de un esfuerzo consciente y organizado para perpetuar y defender aspectos selectos de la cultura indígena de la zona en que surgió, particularmente aquellos que poseían un valor simbólico más grande, los más celosamente guardados, es decir, los religiosos. Este esfuerzo, pensamos, tenía como finalidad mantener su identidad cultural y encontrar nuevas formas de integración social, ya que las antiguas se vieron desequilibradas como consecuencia de los diferentes tipos de carencias que trajo consigo el momento crítico de la conquista (Moedano 1972:600). Hemos visto que tanto este autor (1984:9), como Cisneros (:37), citan al Capitán Don Manuel Rodríguez Campos de Querétaro, quien va a Tlaxcala en 1949 para solicitar... una constancia de su legitimidad de mando en la Presidencia Municipal de Tlaxcala, a la manera de las antiguas prácticas, ya que como el propio documento dice. "Como según versión que corre de generación en generación de esta tribu, es la entidad de Tlaxcala la que reconocen como matriz de las tribus danzantes, la Presidencia municipal a mi cargo no tiene inconveniente en reconocer su jerarquía, para el solo efecto de la práctica de las danzas autóctonas". Moedano (1984:4) también menciona a Tlaxcala como un lugar de origen refiriéndose a que "al decir de viejos danzantes, antaño se llevaban los estandartes a bendecir a Tlaxcala, se incluían su nombre o sus santos patronales en los mismos, asistían a las festividades de la Virgen de Ocotlán y aun buscaban la autorización o cuando menos las cartas de recomendación de las autoridades municipales y estatales". Además, el verso de la Alabanza Cuando la América dice Pueblito de Tlaxcala, no te puedo olvidar, porque ahí fue levantada La palabra "general". Stone, interesada en el origen de los concheros, buscó algunos vestigios de la danza en Tlaxcala pero sin éxito. Refugio Pineda danzante originario de Querétaro,8
Quien parece ser el mismo mencionado en el documento trascrito por Moedano.
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le hizo un comentario a Stone (:197), referente a esta relación con Tlaxcala, ya que los caciques vencedores de la batalla de Sangremal tenían fuertes vínculos con Tlaxcala, en primer lugar porque Don Nicolás de San Luis era descendiente de los gobernantes de Xilotepec, que como sabemos pertenecía a Tlaxcala y Don Fernando de Tapia, Conin había pasado un tiempo en ese lugar. Como hemos visto, los tlaxcaltecas fueron los primeros indígenas en ser convertidos y en danzar en honor de los santos. Además, entre este pueblo había una admiración por la Malinche, quien no era considerada una traidora, como entre los mexicas, sino como una diosa según relata Muñoz Camargo (:177-178), entre las novedades y las noticias que llegaron a los caciques tlaxcaltecas recién desembarcados los españoles en las costas de Veracruz. Llevaron una espada y una ballesta y otra nueva más extraña, y era que traían consigo una mujer que era hermosa como diosa, porque hablaba la lengua mexicana y la de los dioses, que por ella se entendía lo que querían y que se llamaba Malintzin [...] pero admirábanse mucho de que no trajesen mujeres sino aquella Marina,9 que aquello no poseía ser sino que fuera por arte y orden de los dioses ¿qué como sabía su lenguaje? Y que era imposible saberlo (Ibid.:173-174). Podemos anotar también en favor de este origen o influencia tlaxcalteca que aunque en toda mesoamérica había la costumbre de deificar a los antepasados, Muñoz Camargo hace énfasis especial en que sus dioses habían sido antepasados, y muestra de ello es todo lo relacionado con Camaxtle. Existe además la versión, ya relatada, de Fernando Flores Moncada (1996:25), de acuerdo con la cual Fernando de Alva Ixtlilxóchitl repartió jerarquías a los danzantes en Tlaxcala. Sin embargo, lo que es indudable es que la danza era una actividad ritual y festiva de gran importancia para los indígenas, que no era exclusiva de ninguna etnia y que todos los eventos importantes se festejaban danzando. Recordemos entre otros, el episodio del cacique de Tlalmanalco en la guerra contra los chichimecas en 1541, en la cual, en plena campaña bélica todos los diferentes grupos indígenas se pusieron a bailar una danza chichimeca. En relación a un posible origen de los concheros en la Ciudad de México, Warman (1971:743) y Vázquez nos aporta la siguiente versión: ...ante la milagrosa imagen de la Guadalupana reconocieron los aztecas su error e idolatría. "Conquistados por ella adoptaron con veracidad la nueva fe y, cuando la imagen fue trasla9
En realidad habían recibido veinte mujeres en Tabasco y venían ocho españolas con ellos.
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dada a su santuario, los antiguos guerreros danzaron por toda una semana a su alrededor, agradeciendo su conversión y prometiendo luchar contra aquellos que aun no aceptaban su poder. La danza se perpetúo y sus intérpretes fueron soldados de conquista espiritual". Esta versión que aparentemente es de tradición oral, la cual manejan algunos jefes concheros, se refuerza por lo que dice Florencia (cita Warman 1972:86) "el día de la colocación de la imagen de la Virgen de Guadalupe en su iglesia en el cerro del Tepeyac, hubo '...un festejo militar que hicieron los indios al uso de su nación, entre mexicanos y chichimecas"' (Festejo que seguramente incluía danzas). Es posible que esté relacionado con lo mencionado por Martínez Baracs (:309310), que una de las primeras imágenes de la Virgen traída por Suazo fue colocada, primero en el gran templo de Tlatelolco y después trasladada al santuario del Tepeyac, donde los indios adoraban a Tonantzin. Ahí como en otros lugares sagrados, los franciscanos fundaron una ermita hacia 1531. Todo esto nos sugiere que el traslado de la imagen pudo haberse hecho en una procesión por la calzada del Tepeyac que comunicaba a Tlatelolco con el Cerro del Tepeyacac. A esto agregamos el enorme lienzo en el museo de la Basílica de Guadalupe con una pintura realizada en 1653 estudiada por Ana Rita Valero (:65) en la que se ilustra el traslado de la imagen de la Virgen de Guadalupe a la primera ermita que, dice la autora, quizá fue la primera peregrinación organizada en México-Tenochtitlan durante el siglo xvi para festejar el primer milagro que efectuó la Virgen al revivir a un peregrino que había sido herido por una flecha. En ella puede verse una enorme multitud que seguramente venía por la calzada del Tepeyac y en la que aparecen además de los españoles una gran cantidad de indígenas, incluyendo a guerreros con sus ornamentos y sus armas, como han sido descritos en otras festividades organizadas por los frailes. Seguramente, observamos en este cuadro a algunos de los danzantes que todavía conservaban sus antiguos atuendos que posteriormente fueron modificando por la influencia de los curas católicos. O bien podría ser sólo una imagen idealizada, ya que los taparrabos y los torsos desnudos desaparecieron en épocas muy tempranas. Seguramente es este episodio el que se intenta reproducir en la procesión de los concheros de Tlatelolco a la Villa de Guadalupe que se lleva a cabo el segundo domingo de noviembre a menos de un mes de la gran fiesta de la Virgen del 12 de diciembre llevando con ellos la "Gran Reliquia" que es el estandarte más antiguo, además de los otros estandartes de las diferentes mesas, a pesar de que esta celebración fue iniciada recientemente por Don Felix Hernández quien levantó su estandarte en 1932. Por los años cuarenta el general Ignacio Gutiérrez concedió el permiso para dicha peregrinación (Galovic:51), ya que él era reconocido por la mayor parte de los grupos como el general que manda, pues conservaba la reliquia. 125
Danza tu palabra
Otro elemento que debemos tomar en cuenta es que entre las alabanzas tradicionales hay varias que hacen referencia a cristos o santos, como el Cristo del Buen despacho que se encuentra en la catedral metropolitana y la imagen del Ánima sola, lo cual nos indica la importancia que tiene la Ciudad de México en la tradición conchera.10 Aunque se plantea que la danza de conquista fue introducida desde el Bajío a la Ciudad de México en 1876, sugiero que pudo haber varios lugares de donde provino esta danza, o más bien, donde ha habido danzantes desde tiempos muy antiguos. De hecho, Toor (:323) en 1947 y Solórzano y Guerrero (:454) en 1941 dicen que los concheros cuentan con "tres grandes congregaciones en la República [...]: la del Distrito Federal, llamada de la Gran Tenochtitlan, la del Bajío que comprende parte de los estados de Guanajuato, Querétaro e Hidalgo; y la de Tlaxcala, probablemente la más antigua". Flores Moneada (1996:16) aporta algunos datos sobre la historia de la danza que dice son de origen oral, y que ubican como "heredero informante" a Don Fernando de Alba Ixtlixóchitl (1578-1650) de quien dice (1996:25) que entre 1578-90 en Tlaxcala tuvo el mando principal para otorgar jerarquías de disposición de comandos y acciones de ceremonia a los supervivientes que conservaban conocimientos de danzas, indígenas cultos que se sobrepusieron al aplastamiento armado. Se repartieron jerarquías en disposición ritual: hacia los cuatro puntos cardinales. Don Fernando creó para conmemorar este hecho un canto festivo denominado "La Estrella de Oriente". Después de este hecho narrado oralmente —todo quedó en absoluto silencio hasta el año de 1888 en que a las comunidades de danza se les pudo denominar oficialmente "mayordomías"; nombre que han conservado hasta ahora. Posiblemente se trate de una mitificación de Fernando Alva Ixtlixóchitl, por ser descendiente de los caciques de Tetzcoco, cuando en realidad era mestizo, hijo y nieto de españoles, aunque su madre y su abuela eran cacicas nobles indígenas, emparentadas por el lado materno con la casa de Tetzcoco. Ixtlixóchitl se dio a la tarea de recabar los manuscritos y los relatos orales de los indígenas. En 1608 hubo una reunión de gobernadores, alcaldes y letrados indígenas en Otumba, de "todos los que la región contaban entre principales y letrados indígenas" (Bernard y Gruzinsky:158) los cuales
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Frías argumenta a favor de un origen del Bajío, pues el Señor del Buen despacho es una imagen que veneraba el gremio de plateros y que fue traída del Bajío. Agrega que abundan más alabanzas antiguas que hacen referencia a imágenes, montañas y sucesos del Bajío, como la del Señor de la Expiación, del Señor del Hospital, de la Cruz de Culiacán, de la Cruz de San Gremal, del Ánima de María Graciana, entre otras.
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Historia de los concheros
felicitaron a Don Fernando por la labor que estaba llevando a cabo y seguramente avalaron lo que relataba en su manuscrito, sin embargo, no hay ninguna mención de su autoridad o aun de su conocimiento de la danza. Igualmente no es claro lo que paso después de que, según Flores Moncada (manuscrito) Ixtlixóchitl repartió jerarquías "pues quedó todo en silencio por un largo lapso de tiempo hasta 1888". Tampoco nos aclara por qué se les llamó mayordomías a las comunidades de danza y qué sucedió con éstas después. Desgraciadamente, no podemos saber si estos datos son efectivamente de la tradición oral o si Flores Moncada los tomó de sus lecturas históricas pues él estuvo trabajando por muchos años como encargado de una biblioteca del Club Rotario en Itztapalapa. Por otra parte, no menciona el estandarte que según Felipe Aranda levantó su familia en 1731. Sabemos que las mayordomías de danza de la Ciudad de México, herederas de una tradición prehispánica, tuvieron gran importancia en la Colonia. Al parecer para finales del siglo xvi había muchas fraternidades de danza indígenas, que debido a los cambios sociales y religiosos debieron haber continuado por mucho tiempo en constante transformación, que seguramente incluyeron préstamos y relaciones con otros grupos de danza, entre los que debieron estar los del Bajío. También para apoyar el posible origen en la Ciudad de México se deben tomar en cuenta los cinco santuarios que ya hemos descrito donde tienen la obligación de ir a danzar los concheros de la ciudad y que no tienen nada que ver con Sangremal pero sí con sitios muy importantes de la geografía sagrada del Valle de México. Para reforzar lo mencionado en relación con la importancia de los cuatro vientos y la geografía sagrada del Valle de México, se puede observar que el santo correspondiente al centro es Santiago, patrono de la iglesia de Tlatelolco, uno de los centros ceremoniales prehispánicos más importantes dedicados al dios Huitzilopochtli. Santiago jugó un papel clave en la conversión al cristianismo de los antepasados míticos no sólo de los concheros en Sangremal sino en varios episodios de la Conquista. Santiago es festejado el 25 de julio, día que coincide con el paso del sol por el cenit de México. Como hemos dicho alrededor de esta fecha y de estos sitios claves se organizan los otros santuarios de peregrinación, cuyas fiestas se celebran coincidentes también con momentos importantes en el camino del sol durante el año, conjugándose así tiempo y espacio, de tal manera que este sitio se vuelve el centro de la cruz de donde salen los cuatro vientos. Santiago es además el santo de la Conquista, real y espiritual, el mismo que ayudó a los españoles a expulsar a los musulmanes de la península y es el santo patrono del gran santuario de peregrinaciones en Compostela. Por tanto, es el símbolo por excelencia del guerrero y de la Conquista, montado en un caballo, luchando con su espada contra el demonio representado por las idolatrías indígenas, Santiago conquistó esta 127
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tierra para que el culto de Cristo y de la Virgen María se extendiera por los cuatro rumbos del universo11 significados en los cuatro santuarios, los cuales tenían una fuerte carga simbólica de la antigua cosmovisión indígena que se conservó a través de los sitios mismos y de los rituales dancísticos. Tlatelolco era el centro ceremonial de la ciudad melliza de Tenochtitlan. Ahí se encontraba un templo a Huitzilopochtli, aparentemente más alto, aunque no más grande que el de Tenochtitlan. Huitzilopochtli, dios de las conquistas mexicas, era la contraparte de Santiago el patrón de la conquista espiritual.12 Los edificios del convento y colegio que edificaron los franciscanos fueron construidos con las piedras de su templo al poco tiempo de la Conquista, a principios de la década de 1530 (Martínez Baracs:309). En este lugar los arqueólogos han encontrado lo que han llamado un "templo calendárico", con un mural de los dioses Cipactonal y Oxomoco, que según Guillaume Arroyo (:46-53) "...crearon el tiempo. Es posible que el calendario debe haber sido un monumento cosmográfico en donde los especialistas trataban con la adoración a través de la abstracción del flujo del tiempo [...] pudieran saber acerca del destino del hombre". En una carta escrita por Suazo desde las Antillas dice que "algunos españoles andaban diciendo que las almas de Cortés, Doña Marina y Gonzalo de Sandoval, se aparecían 'cerca de Tlatelolco... donde solía estar el ídolo mayor, que se decía Huchilobos'" (cit. Martínez Baracs:309). Según éste de ahí partía, desde tiempos prehispánicos, una calzada hasta el Tepeyac, por donde pudo haber sido trasladada la Virgen que entregó el mismo Suazo a los tlamatinime. Además, Tlatelolco fue el último baluarte de la defensa mexica contra los españoles: Cuauhtémoc había sido nombrado tecuhtli de este lugar cuatro años antes de su llegada, y fue ahí donde se rindió y se dice emitió su famosa "consigna". Tlatelolco siguió siendo un importante centro indígena, ya absorbido por la Ciudad de México pero fuera de la traza española, en donde funcionaba el Colegio de Santa Cruz, y recién ganada la Independencia continuaron luchando por las tierras indígenas de la Hacienda de los Morales que pertenecía a los tlatelolcas. No es necesario enfatizar la importancia que en la época prehispánica debieron haber tenido los otros cuatro santuarios, situados en los cuatro rumbos del universo. 11 Tras la caída del último reducto musulmán en Granada en 1492, el culto a Santiago perdió arraigo en España (Warman:72), mientras que en el nuevo continente vivía plenamente y su festejo era de los más importantes. Desde 1541 fue instituido como fiesta titular de la Ciudad de México. 12 Aunque los concheros identifican a Santiago con Quetzalcoatl, por ser el mensajero de los vientos, y a Huitzilopochtli con San Miguel.
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Ya hemos mencionado que están situados en cerros, con dos Vírgenes al norte y occidente, hacia los rumbos "fríos y oscuros del universo", correspondientes a la parte femenina y oscura de la naturaleza. Acorde con esto sus fiestas se celebran en septiembre y en diciembre, las que además de coincidir con las celebraciones de diosas prehispánicas relacionadas con la cosecha y la muerte de la vegetación se asocian al equinoccio de otoño y al solsticio de invierno, cuando los días disminuyen y las noches se vuelven más largas. Por otra parte al este y al sur se adoraban dos cristos-sol muertos, uno en la cruz y otro sedente. En ambos lugares había cuevas donde originalmente se encontraban las imágenes de Tláloc y de Tezcatlipoca. Los cristos se festejan cuando el sol toma fuerza y la vegetación crece, corresponden a la parte masculina y positiva de la naturaleza, a la primavera y al verano, que coincidía también con los festejos mexicas de deidades masculinas (Yolotl González 1998:61). En ambos lugares hay un árbol donde se colocan los ombligos de los recién nacidos, indudablemente relacionados con la fertilidad de esto sitios. Recordemos que en el manantial que surge de las raíces del ahuehuete de Chalma las mujeres se lavan para ser fértiles. Ambos sitios están asociados con frailes considerados como santos por los pobladores de los alrededores. Además Chalma es un lugar muy cercano a Malinalco, donde vivía la hermana de Huitzilopochtli, por lo tanto es un sitio estrechamente vinculado con los mexicas. Para apoyar la importancia de Amecameca como centro sagrado, al ser observado desde ahí el volcán Popocatepetl, delimita una relación calendárica para los solsticios, equinoccios y pasos cenitales (Montero García:302) en relación con Tenochtitlan. Además muy cerca hay unas piedras grabadas que describe Sejournée (:367-388), cuyas figuras sólo aparecen en los solsticios y en los equinoccios. Otro elemento que nos puede indicar el origen mexica o cuando menos del centro de México de los danzantes son algunas de sus alabanzas como la de Nuestra América que transcribe y estudia Moedano (1985:67-68). Cuando nuestra América Fuera conquistada, De todos los habitantes Ninguno vido nada. (Se repite una vez) Allá en la Gran, En la Gran Tenochtitlan. (Se repite una vez)
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Danza tu palabra Eres Santiago, Santiago de Querétaro. (Se repite una vez) Cuando en el deluvio No quedó nada. Cuando el deluvio No quedó nada. Cuando el Cuauhtémoc Baja por el plan, Le mandó a Hernán Cortés Que dejara la Conquista. Allá en ese río, Río de los dolores, 'Onde corrió la sangre De los españoles. La reina Malinche Por primera vez, Salió a darliel l'incuentro Saludarli a Hernán Cortés. En ese baulito Baulito de oro, Entregan a Hernán Cortés, Entregan el tesoro. La reina Malinche Por primera vez, Salió a darliel l'incuentro Al rey Cuauhtémoc. La reina Malinche Que some los cuatro vientos Que some los cuatro vientos, Con este somador. 130
Historia de los cancheros
Fue de la gracia De nuestro señor, Que tomó la Conquista Lo ha dispuesto el señor. Pueblito de Tlaxcala No te puedo olvidar, Porque aquí fue fundada La palabra "general". Hay muchas otras versiones de esta alabanza, una de ellas es la que consignan Solórzano y Guerrero (:475).13 Cuando nuestra América fue conquistada Cuando nuestra América Fue conquistada, De todos los habitantes Ninguno "vido" nada. Cuando Hernán Cortés Entró por el Peñón, Fundó la conquista De la religión. Cuando Hernán Cortés Salió por el Peñón, Fue a darle el encuentro A Cristóbal Colón. Cuando Cuauhtémoc Como fiel guerrero, Le gana la acción Y lo hace prisionero.
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Otra se encuentra en Vázquez Santa Ana (11:260-261).
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Danza tu palabra Cuando nuestra América Fue conquistada, La reina Malinche Fue bautizada. Cuando la Malinche Fue bautizada, De todos los habitantes Nadie "vido" nada. Cuando nuestro reino Fue conquistado, Los indios chichimecas Fueron bautizados. En ese Santiago, Santiago de Querétaro, El año de mil Quinientos treinta y tres. En ese cerrillo, Cerillo de San Gremal, Donde corrió la sangre Hasta el Arenal. Y como estribillo entre las estrofas, cantan lo siguiente: "Allá en la Gran, en la Gran Tenochtitlán" "Allá en la Gran, en la Gran Tenochtitlán" Esta alabanza contiene elementos muy interesantes, algunos de los cuales ya señaló en su artículo el mismo Moedano (1985:68,69), quien dice puede remontarse hasta el siglo xvi... en vista de los acontecimientos que refiere y partiendo de la hipótesis de que la poesía de carácter histórico por regla general se escribe en forma contemporánea a los acontecimientos que reseña.
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[Y concluye que...] Podemos pensar en un texto original muy antiguo, reelaborado en el siglo XIX, época en la cual se registra un renacimiento entre estos grupos de culto, como asientan diversos documentos. Sufriendo nuevas modificaciones en el primer cuarto de este siglo en el contexto urbano de la Ciudad de México, bajo el influjo nacionalista y como consecuencia de la vinculación temporal de las asociaciones de danzantes con ceremonias oficiales dedicadas a honrar a Cuauhtémoc y a conmemorar los acontecimientos de la llamada "Noche Triste, en el ahuehuete de Popotla, Tacuba, al amparo del cual, legendariamente, se dice que Hernán Cortés lloró su derrota. Atestiguan estos hechos informes recogidos entre los danzantes de la Ciudad de México, así como programas en los que figura como parte destacada la ejecución del canto " Nuestra América". [...] ¿porqué, [...] los indios o aquellos que se identifican con una tradición cultural indígena experimentan la necesidad, cuatro siglos después, de revivir su desastre? En primer término, especial atención despierta la planta, que nos sugiere varias posibilidades: que fue de tal naturaleza el trauma que es como si nadie se hubiese dado cuenta u olvidado de lo que pasó: que todo mundo se hizo como si no hubiese visto nada, que es como si no hubiese pasado nada. Esta misma actitud se repite en una de las versiones, al mencionar que cuando la Malinche fue bautizada, tampoco nadie vio nada. Nos parece curiosa la referencia de esta alabanza a América en lugar de México, Tenochtitlan o Anáhuac, que como otras se supone que es de inspiración popular. Podemos notar que los personajes Santiago, Cortés y la Malinche son mencionados con frecuencia en alabanzas y pendones; no tanto así Cuauhtémoc, cuya figura aparece más tarde. Ya vimos que había una leyenda en la que se hacía referencia a las almas de estos personajes que se aparecían en Tlatelolco, sin embargo en la alabanza de Nuestra América, Cortés y Cuauhtémoc aparecen en el mismo plano al igual que la Malinche. Ya mencionamos que según varias versiones, la danza de la conquista fue introducida a la Ciudad de México desde el Bajío. Moedano (1972:607) dice al respecto: De acuerdo con los informes proporcionados por Don Ignacio Gutiérrez, General de la Danza Chichimeca de la Gran Tenochtitlán, ya fallecido, la "Hermandad de la Santa Cuenta" fue introducida en la Ciudad de México el año de 1876, por su padre, Don Jesús Gutiérrez, originario de San Miguel Allende, con un estandarte otorgado por Don Jesús Morales, en aquél entonces General de la citada población. Aún existen restos de dicho estandarte y se le conoce entre los grupos de la Ciudad de México como el de la "reliquia general". Se dice que originalmente todos reconocían como jefe al heredero de "la reliquia" pero poco a poco, conforme fue aumentando el número de miembros, el faccionalismo (que ya existía en el Bajío) hizo su aparición en la ciudad de México.
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Danza tu palabra Florencio Gutiérrez, nieto del general Ignacio Gutiérrez, relata (Galovic:547) que en 1876 su abuelo era el gran alférez de las marchas de Nuestra Señora de Guanajuato. "Anteriormente Jesús Gutiérrez, se traslado de Guanajuato a México para conquistar, pero no porque aquí no hubiera danzas, sino porque existía una gran división y él los unió y renovó todos los métodos. Quince años permaneció en México y después regresó al santuario del Llanito" (Ibid.:550), su lugar de origen, que se encuentra cerca de la ciudad de Dolores Hidalgo. Ahí, en 1891 "colocó la luz de aceite que iba a arder eternamente para todos los grupos de danza" (Ibid.:550). En dicho santuario del Señor del Llanito hay una placa que conmemora este hecho. Félix Hernández ratifica que fue Jesús Gutiérrez "quien logró la concordia en las danzas de la conquista" (Ibid.:5l2) y que después de su muerte hubo mucha división, discordia, egoísmo y falta de conformidad. Aunque la mayoría de los jefes, sobre todo los tradicionales consideran que la "reliquia general" es la de los Gutiérrez, puede apreciarse que no todos piensan así. Ya hemos mencionado la opinión del general Luna, aunque también el general Luis Solís de la mesa guadalupana de la Gran Tenochtitlan, heredero del general Rafael Sánchez dice que "La famosa reliquia general que se fundó en San Miguel de Allende en 1876 no es la más antigua ni la más importante" (Ibid. :519) y el Capitán Ignacio Cortés, de la mexicanidad dice que... ...había tres [reliquias:] una de Felipe Aranda, otra de Manuel Pineda y la general, de los chichimecas, con la cual pretendían someter a los de México. A cada grupo lo protege su bandera y su estandarte, porque se ha luchado por él y la reliquia no puede proteger a todos, sino sólo al grupo al que pertenece. Veneración y respeto son inherentes a cada estandarte por parte de su grupo, pero no existe ninguna reliquia ni estandarte con influencia sobre otros (Ibid.:543). Por su parte el general Manuel Luna dice que su estandarte fue levantado en 1883, en la calle de Mina en la Ciudad de México por Maximino Téllez, abuelo de su esposa, quien lo heredó a su padre, pero como no hubo hijos varones cuando murió, le heredó a él la capitanía. (Stone:208). De acuerdo con el mismo Manuel Luna la introducción a México del estandarte del jefe Jesús Gutiérrez, quien no aparece en los linajes de Querétaro, creó un problema entre los grupos del Bajío que él comandaba y algunos de los de México debido a que, según el mismo jefe Luna, el jefe Jesús Gutiérrez rompió las reglas de las fronteras de los danzantes al venir de San Miguel de Allende a "conquistar" el Distrito Federal sin permiso previo, lo cual ha ocasionado que ya no se pida permiso para llevar a cabo las conquistas (Ibid.:208-209). 134
Historia de los concheros
Por otra parte, Felipe Aranda dice que su estandarte —del cual solamente quedan hilachos y que está guardado en una caja de vidrio en su antiguo oratorio en Itztapalapa bajo la imagen de la Virgen de la Soledad, también heredada de sus antepasados— fue levantado en 1731 en la Colonia Morelos de la Ciudad de México y agrega que existen los documentos que lo comprueban. Según el mismo general Aranda, Manuel Luna fue danzante de su padre Felipe Aranda Aguilar, quien en 1905 era regidor general de las danzas de México, puesto que ocupó hasta 1930 cuando murió. No queda del todo claro si se trata del mismo Felipe Aranda, el que según le contaron a Stone, era un magnífico danzante de Guanajuato que se convirtió en ánima conquistadora. Se dice también que el actual General Aranda de México quedó huérfano a los seis años y fue criado, al igual que Flores Moncada por Manuel Pineda. Por otra parte José Celis, jefe de una mesa de Tacubaya, probablemente Unión y Conformidad en la Conquista de la Gran Tenochtitlan, dice que al jefe que más admiraba fue su general Felipe Aranda, "tan grande como Lima Dulce de San Miguel o Cecilio Morales de Guanajuato" (Stone: 19), el cual era originario de Guanajuato y quien, según el mismo Celis, no tuvo herederos. El jefe Luna dice que la Revolución casi terminó con la danza, pues durante esa época se destruyeron oratorios y santuarios, las "armas" fueron robadas o quemadas. Lo peor fue que muchos de los viejos jefes perecieron. Así, la danza desapareció durante la Revolución y cuando resurgió, gente ignorante llenó las altas posiciones (Stone:209). La represión de la danza durante la Revolución y la guerra Cristera resulta bastante lógica, debido a que los danzantes se asumían como guerreros que luchaban por Cristo. Seguramente ellos mismos o bien azuzados por algunos sacerdotes tomaron las armas contra el gobierno. Jean Meyer me relató de un conchero de Querétaro llamado Justo Ávila, de Ajuchitán centro, que bailaba en varios templos y en el santuario del pueblito en Querétaro y que solitario tomaba su rifle y se iba a "venadear" federales. Además una de las ánimas que adoran en sus oratorios es la del padre Pro, personaje importante en la Cristiada que fue ejecutado por el gobierno, acusado de participar en el asesinato de Obregón y que recientemente ha sido canonizado. Según el jefe Luna (Stone:209), en 1922-1923 Vicente Márquez llamó a todos los capitanes anteriores a la Revolución y con ellos fundó en Chalma la Corporación de Concheros Sociedades Unidas. Dicha corporación (Carlos Jiménez) fue organizada conjuntamente por el jefe Hernández y por 13 grupos de concheros14 que se rebelaron contra las jerarquías de los generales, prohibiendo una serie de prácticas rituales
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Entre ellos estaban Juan Hernández, Aniceto Chombo, Antonio Ruvalcaba y Aniceto Aguilar. 135
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basadas en conocimientos secretos, como el manejo de las "cuentas" o velas, de las conchas y de los sahumerios, además de una conducta poco adecuada, pero continuando con la tradición. De acuerdo con la versión de Felipe Aranda, la Corporación de Concheros se separó de la danza de conquista, pero después, "como suelen hacerlo todos los jefes se pelearon entre ellos". En 1931, el señor Felipe Hernández se separó de la corporación para trabajar en forma independiente y en 1936 los hermanos Carlos y Manuel Barrera se separan formando la Corporación de Concheros de México, la cual estaba integrada aproximadamente por 120 miembros. Después de la guerra Cristera, el primer templo que se devolvió al clero católico fue el de Tlatelolco. El sacerdote de dicho santuario Domingo Díaz15 mandó llamar a los capitanes generales de la danza Manuel Luna, Guadalupe Alvarez y Fidel Morales para que formaran la Asociación de Concheros de Danzantes Religiosos, pertenecientes a la iglesia de Tlatelolco (Stone:152). Los tres generales compartieron en igualdad la autoridad y orgullosamente hacen alarde de que los tres están conformes con todo lo que se hace en nombre de la asociación. Además aceptaron el ofrecimiento del padre de utilizar la iglesia como cuartel general de la capitanía, que consistía en tres capitanes generales y los capitanes que estaban bajo sus órdenes. La capitanía generalmente trabajaba en cooperación con el sacerdote en las fiestas. La iglesia de Tlatelolco frecuentemente recibía invitaciones de danzantes de otras iglesias que enviaban a la capitanía, la cual actúa como cernidor en estas ocasiones (Stone: 153). Alrededor de esta fecha, el jefe Ignacio Gutiérrez le otorgó el reconocimiento al jefe Ortiz, como capitán de conquista de la mesa de San Juan de los Lagos. En 1920 don Toribio Jiménez Olivares, padre de la famosa Nanita, fundó el grupo de Insignias Aztecas, y para 1922 levantó su estandarte en el santuario del Cristo de Chalma, bajo el padrinazgo de los jefes Manuel Luna, Vicente Márquez e Ignacio Gutiérrez, y en 1935 hicieron alianza con la Corporación de Concheros de los hermanos Barrera, con los que duraron hasta el año de 1987. El jefe Hernández dice que entre el periodo de 1933-1935, el gobierno persiguió a los danzantes, repudiando las banderas y los estandartes, pretendiendo acabar con la antigua religión y que "el capitán Felipe Velázquez hizo valer una carta de Porfirio Díaz en la cual permitía oficialmente la práctica de la danza y tuvo efectos positivos, pues desde entonces el gobierno no se mete con los danzantes" (Galovic:512). En 1935 ocurrió una lamentable división, cuando un político con tendencias positivistas y socialistas invitó a los danzantes a que formaran parte de los Danzantes nacionales del gobierno, proponiéndoles que reemplazaran a los santos y a las bande15
Información proporcionada por el maestro Iñigo Aguilar. 136
Historia de los concheros
Don Toribio y su esposa, padres de Nanita
ras en honor de quienes danzaban, por héroes nacionales. Además les propuso que fueran a bailar al Árbol de la Noche Triste en honor del presidente de la República. Todo esto causó gran división entre los que aceptaron la propuesta del político y los que no, argumentando los últimos que su danza era religiosa y no tenían nada que ver con el gobierno. Agregan que ha "habido mucho odio entre los que profanan la danza danzando en las fiestas nacionales donde no hay altar, y nosotros" (Stone:55). 137
Danza tu palabra
Muchos danzantes persistieron con esta idea de danzar solamente para los santos, mientras que otros de alguna u otra manera comenzaron a mostrar sus danzas como parte del folclor mexicano, ya fuera en eventos organizados por el gobierno o dando clases en algunas escuelas incluyendo las de danza o presentándose en la radio, o actuando en el cine y en la televisión sin dejar de practicar la danza en forma ritual, junto con las otras ceremonias nocturnas, como veremos más adelante. Por los años cuarenta Don Félix Hernández, quien levantó su estandarte en 1932, organizó la peregrinación de Tlatelolco que es "la matriz de la antigua Tenochtitlan", a la Basílica de Guadalupe, y el general Ignacio Gutiérrez, concedió el permiso para dicha peregrinación. Ésa fue reconocida posteriormente por el general Luna y los jefes Florencio Gutiérrez, Ignacio Gutiérrez y Francisco Díaz. El capitán Félix Hernández es el fundador y jefe de esa peregrinación. En el año de 1948, don Ignacio Gutiérrez acompañó a Don Félix a ver como resultaba la peregrinación y como todo salió bien escucharon la misa. En el año de 1957, el general Luna se unió a la peregrinación. Don Félix dice que eso es su legado a las danzas porque cuando muera esa peregrinación continuará" (Galovic:512).
"El uniforme". El traje conchero y su transformación Hasta 1940 todas las descripciones que encontramos de la indumentaria de los concheros describen la nagüilla —incluso diferente de la actual de la corporación de concheros— con un penacho de chilillo, plumas de gallo o de avestruz, y a todos los concheros tocando la concha o la mandolina. Aún no hacían su aparición ninguno de los instrumentos prehispánicos, como el huéhuetl, el teponaxtle o el caracol. Igualmente, aún no se les ha ocurrido a los danzantes ir a danzar en honor de Cuauhtémoc u otro personaje prehispánico, o bien a algún sitio arqueológico. La descripción que hacen de la indumentaria de los concheros o de los apaches la mayoría de los que escribieron antes de los años cuarenta es muy semejante'6 pero muy diferente de la antigua indumentaria, sobre todo del maxtlatl o taparrabo, que tuvieron que cambiar al principio de la Colonia ante el pudor de los sacerdotes, aunque conservando varios elementos prehispánicos como veremos posteriormente. "Se decía que 'había desacato y falta de respeto' por parte de los 'indios' hacia Dios..." dice Flores Moncada (1996:22), quien agrega que para permitirles entrar a bailar en la iglesia, tenían que ponerse una túnica color café, sin capucha y con la 16
Stone sugiere que la palabra "apache" proviene del náhuatl pachtli: heno, una yerba que utilizaban los indígenas en muchas de sus ceremonias. 138
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añadidura de una falda amplia, además de una corona sencilla con la forma de una paloma con las alas extendidas hecha de pluma y cuentas de vidrio, llamada de igual modo "penacho". Y agrega que después se paso a una enagüilla que debía tener alguna deidad cristiana, cubriendo el espacio restante con motivos mexicanistas como cactus o flores y los colores de la bandera. El complemento que es la tilma —peto— cubría el frente hasta la cintura y la caída posterior llegaba a la cadera, en donde se podía bordar la figura de la Virgen de Guadalupe o algún Santo Patrono, también se podía incluir la figura del escudo nacional siempre y cuando estuviese bajo la supervisión de algún sacerdote católico (Ibid.:22). El mismo Flores Moncada (1996:23) menciona que a principios del siglo pasado había un tipo de indumentaria llamada "patío", copiada de un continDibujo de Carlos Mérida, en Toor, p. 324 gente de Jalisco. Posiblemente también fue copiada la ropa de tipo español, dando como resultado algo semejante a los trajes que para 1947 nos describe Toor para los hombres: "alegres faldas de bailarines de ballet bordeadas con cuentas, camisas de algodón, medias largas de colores, pesadas sandalias de cuero, en una bolsita adornada con caracoles colgada en la cintura" (:327). 139
Danza tu palabra
Para 1947 cuando Toor escribió, hombres y mujeres llevaban vestidos iguales, con penachos de plumas de colores adornados con espejitos e hileras de cuentas que colgaban sobre la cara. Los vestidos de las mujeres eran de colores más brillantes, y los hombres llevaban pelucas de pelo largo, porque los chichimecas usaban el pelo largo. Por último agrega que en tiempos recientes están cambiando a trajes de piel de gamuza adornados con cuentas y orillas de piel con sus acostumbrados penachos de plumas.
Jefe conchero Joaquín Mora, 1900. Foto: Romualdo García (Revista Ciencas:66)
Por otra parte, aunque trate de danzantes de la Ciudad de México y no de Querétaro, el estudio de Solorzano y Guerrero —que es anterior en dos años al de Fernández y Mendoza— describe tres tipos de indumentaria. 1 °.-El compuesto por una enagüilla de gamuza o de género brillante y fino, bordado con lenteCapitán de una mesa de Guanajuato, años cuarenta. Foto: Vicente T. Mendoza (Fonoteca INAH) 140
Historia de los concheros juela y chaquira; una capa del mismo material y con los mismos adornos que representan [...] a modo de tobillera; huaraches entretejidos, algunas veces pintados con polvo de oro o plata; el tronco cubierto con una camiseta blanca o de color, y en las mangas, hasta llegar al antebrazo, unos manguillos de piel de coyote. Sobre la cabeza, "como Cuauhtémoc", que es el personaje a quien ellos quieren imitar, llevan el clásico turbante o corona que también llaman penacho. 2o. El que está hecho de una cotona y pantalón de gamuza, con dibujos y grecas pirograbados o pintados con colores de aceite, representando flores, el calendario azteca, o bien una cabeza de danzante con su correspondiente penacho. Con este traje también llevan el turbante y los huaraches pintados y tejidos. 3 o . Un traje que es regional del Bajío y está compuesto de camisa y calzón blancos, con bordados simulando grecas y flores [...] resaltando principalmente las iniciales de su dueño; lo portan en la cadera, anudado a la cintura con las esquinas dobladas. Spencer, en su libro citado, pag. 121, nos dice: "Cubren sus partes pudendas, así por delante como por detrás, con una especie de pañuelos grandes y muy vistosos". Con todos estos trajes usan una bufanda de seda, de color rojo o amarillo, la que también lleva sus flores bordadas y las iniciales del dueño. El turbante es hecho de lona, sobre la que bordan con chaquira grecas y dibujos (caras, flores o cualquiera otra figura), con colores vivos, fuertemente contrastados, llevando a los lados, unos pendientes del mismo material que hacen juego con el penacho. Termina por la parte superior en un plumero o penacho propiamente con plumas de cisne, pavo real o avestruz, teñidas de diferentes colores, resaltando a primera vista el verde, el blanco y el rojo" (Solórzano y Guerrero:461). Todos estos trajes son profusamente ilustrados con fotogra-
Ilustración de Antonio Rodríguez Luna, en Fernández y Mendoza (:52)
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fías de los autores. Fernández y Mendoza (:11,12), describen una indumentaria semejante, que es ilustrada con dibujos de Antonio Rodríguez Luna. Los hombres visten un traje compuesto de unas enagüillas de telas de color chillante, algunas bordadas con lentejuelas y oro, las camisas de distintos colores, son también bordadas o adornadas con encaje o calados de alguna especie; llevan medias de colores y además otras sobrepuestas y enrolladas hasta el tobillo, para darle mayor consistencia al pie, que calzan con guaraches de cuero trenzado y a menudo con cascabeles: los "Capitanes" y "Alféreces" llevan capas ya sean largas o cortas, siempre ricamente bordadas con dibujos y figuras... en la cabeza llevan enormes adornos de plumas, generalmente de gallina, y en ocasiones de avestruz, pegadas a un alma flexible y teñidas de colores; estos plumero se ponen alrededor de un cinto o corona ricamente bordado con cuentas policromas, espejos e imágenes de Cristo, la Virgen o los santos [...] hay que agregar a esto los hilos de cuentas que cuelgan sobre la cara, en grandes hondas, al frente y a los lados, de manera que casi les oculta el rostro. Martha Stone (:46) transcribe una lista de los artículos del "uniforme" de los danzantes del Bajío: La corona - penacho de plumas. La listonera - listones en la parte trasera. La capa. Los puños anchos. El collar circular. El cetro - portado por el jefe. El arco y las flecha - portadas por los guerreros. El carcaj - para las flechas. El corbati - escudito que cuelga sobre las rodillas. El talpan -"lo que cuelga enfrente" [taparrabo]. Las sandalias - "de insignia azteca" o huaraches. El tanico - bolsita que cuelga del cinturón "en el que los antiguos chichimecas cargaban puntas de obsidiana para sus flechas y piedras para sus ondas". Flores Moncada (1996:24) menciona para la antigua indumentaria, la túnica, el penacho y la "listonera", listones de diferentes colores en los que predominaba el amarillo, que iba de oreja a oreja como una especie de cortina, además llevaban medias y aretes.
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Historia de los concheros
La aparición del traje azteca Hacía 1940 durante una de las velaciones en Tlatelolco, Don Manuel Luna se quejó amargamente porque el segundo de Manuel Pineda se atrevió a danzar sin camiseta argumentándole que los antepasados bailaban con el pecho descubierto, ante lo cual Don Manuel responde indignado: "Ciertamente... pero nuestros antepasados eran salvajes y nosotros somos gente civilizada" (Stone:173). Coincidiendo con esto también Flores Moncada (1996:23, 24), cuenta que en una conversación con el general Aranda hacia 1939-1940, Manuel Pineda Escalona, segundo capitán del Estado de México y J. Natividad Reina, Capitán de Altos y Bajíos, en una de las reuniones en Chalma introdujeron una interpretación del antiguo traje azteca, enfrentándose a la oposición del resto de los danzantes. Aranda relata que fue muy valiente de parte de Pineda empezar a utilizar el traje azteca, que incluso hubo un intento de violencia y que su grupo (el de Aranda) estaba dispuesto a defender a Pineda con armas punzocortantes que llevan bajo los uniformes. Pero afortunadamente se evito tal gresca y poco a poco el traje azteca se fue popularizando, a pesar de la resistencia de muchos otros danzantes quienes impedían la participación de "los encuerados" en los atrios de las iglesias. Además en el estandarte de Pineda apareció también la innovadora leyenda "Danza Azteca del Príncipe San Miguel". Fue entonces, de acuerdo con el mismo autor, cuando se introdujeron también los instrumentos prehispánicos como el huéhuetl, el teponaxtle y los caracoles, cuando renació el orgullo por sus antecedentes prehispánicos y ante todo cuando nació la danza azteca que después siguieron sus hijos Miguel Ángel Pineda y Mario Andrés Pineda, así como Felipe Aranda, Fernando Flores Moncada y la mayor parte de los grupos de danza tradicional y no tradicional. La evolución del traje de los danzantes de la tradición es de suma importancia, pues en la actualidad la mayoría de las mesas han adoptado una versión del traje azteca. Así, una versión de la antigua indumentaria sólo es utilizada por algunas mesas. Aunque debemos de aclarar que en realidad la actual indumentaria de "nagüilla", es también muy diferente a la nagüilla que nos describieron varios autores de finales de los años treinta, ya que la falda es más larga y se puede decir, más elegante.
La i n d u m e n t a r i a actual Actualmente, se pueden distinguir dos tipos principales de indumentaria: la de danzante de "nagüilla" o de los concheros propiamente y las del resto de los danzantes 143
Danza tu palabra
Ejemplos de traje azteca y de nagüilla. Capitán Domingo (derecha). Foto: Mario Zamora
que han adoptado la indumentaria azteca. Los primeros, tanto hombres como mujeres llevan una túnica larga, generalmente de color guinda, verde o azul adornado con grecas, un penacho de avestruz; como se ha dicho su único instrumento musical es la concha y sonajas los que no tocan la concha. Por su parte los de la danza azteca visten una impresionante indumentaria, copiada en su mayor parte de códices y en la que vuelcan toda su imaginación, dando como resultado trajes verdaderamente hermosos y llamativos, sobre todo los que llevan penacho de plumas de faisán. Los hombres usan taparrabos, una pechera, rodilleras y una manta anudada en el hombro; y las mujeres una túnica más o menos larga —en ocasiones incluso llegan a llevar un taparrabo o una falda y blusa—. Ambos usan los penachos y los ayoyotes en los tobillos. Los danzantes aztecas utilizan como instrumentos musicales para acompañar su danza, el huéhuetl, el teponaxtle y el caracol, así como los ayoyotes y las sonajas. En algunas mesas, sobre todo entre los hombres, se ha introducido la moda de la pintura, tanto facial como corporal, aunque desde antes había unos danzantes conocidos como "los rayados" que pintaban su cara con una raya horizontal. Aparentemente, los instrumentos musicales también han sufrido cambios. Vázquez Santa Ana (II:247-248) describe a los antiguos danzantes otomíes de Sangremal usando 144
Historia de los concheros
Ejemplo de indumentarias actuales. Capitán Fabián Frías (derecha) y Capitán Andrés Jiménez Foto proporcionada por Fabián Frías
Danzante "azteca". Foto: Felipe Cobos
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teponaxtle, huéhuetl y flautilla,17 instrumentos que no aparecen entre los concheros tradicionales del siglo xx, mientras que por otra parte no menciona las conchas. También dice que antes llevaban arcos, flechas y unas sonajas en las manos, y además realizaban actividades complementarias a la danza, entre las que destacan carreras y el juego de pelota. La mayoría de los investigadores los mencionan danzando con las conchas y a veces con un pequeño tambor. Godínez afirma que las mujeres comenzaron a usar las sonajas porque no sabían tocar las conchas, tampoco usaban los "cascabeles" en las piernas.18 Es interesante la importancia que tienen las plumas entre los concheros, de tal suerte que se han convertido en un objeto de intercambio comercial que deja mucho dinero a quienes lo manejan. La mayor parte de las plumas, sobre todo de faisán pero también de otras aves, son importadas de Estados Unidos; poseerlas y lucirlas en los penachos es un símbolo de prestigio entre los danzantes.
Historia reciente de los concheros He decidido abordar este periodo de la historia de los concheros partiendo desde la década de los treinta por tres razones principales. La primera obedece a que fue durante esta década cuando se consolidó un sentimiento nacionalista mexicano basado principalmente en lo indígena y lo prehispánico. Este sentimiento comenzó a gestarse después de la Revolución y tuvo distintas expresiones que culminaron en los años ochenta en lo que se ha llamado el movimiento de la mexicanidad. El otro factor corresponde a que desde entonces encontramos datos más específicos sobre los concheros, pues fue cuando antropólogos e historiadores19 comenzaron a escribir sobre ellos en San Miguel Allende, Querétaro y el Distrito Federal. Por último es en 1940 cuando aparece el traje azteca, que a nuestro juicio marca un momento fundamental en la historia de estos danzantes, lo cual junto con otros acontecimientos que relataremos a continuación, acarrearon un gran cambio dentro de sus agrupaciones. Para esta época casi todos los concheros del Bajío y del Distrito Federal formaban y forman parte de una gran red cuyos diferentes grupos "entran en conformidad" o se pelean entre sí. Independientemente de su origen, e incluso independientemente de los nombres con los que son conocidos: "de la tradición", "chichimecas", "mexicas" o
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Dice que fueron sustituidos por la concha. Al parecer, lo anterior fue también una innovación de Natividad Reyna. 19 Solórzano y Guerrero, Fernández y Mendoza, Toor, Vázquez de Santana y Stone, entre otros. 18
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"concheros". Unos grupos del D.F. estaban organizados de una forma un tanto laxa dentro de la Corporación de Concheros, que como se dijo fue fundada en 1922. La Asociación de Danzantes Religiosos de Tlatelolco también fue fundada por ese tiempo y otros que no pertenecen a ninguna de estas dos organizaciones mantienen vínculos con ellas y con algunas otras mesas, incluyendo las del Bajío. También se dice que en 1940 Ignacio Gutiérrez, descendiente del otro Ignacio Gutiérrez era el "general que manda", cuando menos a un grupo, aunque él no aparezca entre el grupo de los que formaron la Corporación de Concheros. Flores Moncada (s/a:18) escribió una alabanza en honor del Señor de Chalma en la cual menciona a los jefes más importantes de ese momento, todos ellos herederos de alcurnia, algunos de los cuales ya hemos mencionado: Manuel Luna, Manuel y Carlos Barrera, Manuel Pineda, Félix Hernández de la Gran Tenochtitlan, Felipe Aranda, Florencio Gutiérrez, Lupe y Felipe Hernández. Alabanza en honor al Señor de Chalma por las danzas que lo visitan Padre mi señor de Chalma Vine aquí por que te quiero Y si me prestas la vida Para el año venidero: Cuántas veces he venido, Cuántas veces te he admirado cuan, dolor que lo he vencido para estar aquí a tu lado.
Danza de Félix Hernández De la "Gran Tenochtitlan" De conquistadores grandes ¡Que danzas recordarán!
Oh, Señor crucificado Que en la cruz, cuánta agonía Si me quitas el pecado Llévame a tu compañía.
Danza de Felipe Aranda Nuestro humilde General Viene aquí a pagar su manda Cúbrelo con tu sendal.
De toditas las regiones Te cantan tus alabanzas, Gran cantar de corazones Que ofrecen todas tus danzas.
"Al cantar de una alabanza, Y al mandar de un "Él es Dios", Que es la voz de la ordenanza y en columna forman Dos.
¡Ya se oyen fuertes los pasos Con cordura y con gran tino
Dos filas vienen formando ¡Ya! se oyen fuertes los pasos 147
Danza tu palabra
Ya están formando los trazos, Con el "paso de camino".
la Danza que viene al mando de don Florencio Gutiérrez.
Danza de "Unión y Conquista" De la herencia Capital Viene aquí a pasar su lista Manuel Luna "el Capitán".
Danza de gran trascendencia Por reliquia General, cumple con su penitencia las gracias te viene a dar
Señor, cuida de la vida De mis grandes compañeros De la danza más unida "Corporación de Concheros".
Danza fuerte es la "Tolteca" del Distrito Federal que gran ritmo la meneja Lupe Hernández, Capitán.
Con sus grandes dirigentes Que han dado su vida entera Responsables, y conscientes Manuel, y Carlos Barrera.
"Danza azteca, danza olmeca, Danza de Xochiquetzal" que año por año no deja, de venirte a saludar.
De la Danza, mas azteca, Fiel, de una, que aún queda ¡Danza noble y chichimeca Danza de Manuel Pineda.
Los danzantes son tus hijos dispuestos a lo que mandes que en plegarias te recuerdan como hace Felipe Hernández. Con recuerdos sollozantes los que viven afligidos, Piden ¡Salve a los danzantes; que en tu loor han fallecido!
¡EN FIN, PADRE SACROSANTO CANTAMOS TUS ALABANZAS RECOGE EN TU SANTO MANTO LAS PLEGARIAS DE TUS DANZAS! Además compuso algunas alabanzas en honor de varios capitanes ya fallecidos, como Díaz y Osorio, entre otros. Las descripciones de los autores que escribieron en las décadas de los años cuarenta y cincuenta sobre los trajes de concheros del Bajío y Distrito Federal coinciden de manera general, incluso en el hecho de que no se menciona el traje aizteca. 148
Historia de los concheros
De 1940 en adelante comenzó una transformación en algunos de los grupos, propiciada por la misma evolución histórica del país: mayor apertura, alfabetización, posibilidades de trabajo, además del interés del gobierno por los aspectos folclóricos y por su difusión dentro y fuera del país. El sentimiento nacionalista al que estamos haciendo referencia se refleja en varias esferas, pero sobre todo en la intelectual y en la artística, pues se escriben ensayos sobre el mexicano y su personalidad, se da gran impulso a la pintura y a la danza. Las hermanas Campobello, fundadoras de la Escuela Nacional de Danza, se lanzaron en búsqueda de las danzas indígenas y se interesaron por las de los concheros. Es en la década de los cincuenta cuando la recién introducida danza moderna mexicana alcanza su época dorada. Dirigida por Miguel Covarrubias imprime un fuerte contenido nacionalista mexicano, en ella participan bailarines y coreógrafos como Guillermo Arriaga, Rocío Sagaon, Elena Noriega y muchos más. Se crean ballets inolvidables como Zapata y Tonantzintla. Al mismo tiempo, en 1952 se funda el Ballet Moderno dirigido por Amalia Hernández, que cambia de nombre en 1959 a Ballet Folklórico de México, que llega a tener gran éxito en México y en el extranjero. En este ambiente de florecimiento de lo autóctono, y sobre todo de la danza, son descubiertos los concheros como una expresión más del folclor mexicano, tanto por el gobierno como por empresarios artísticos particulares. Es muy probable que una de las razones por las que tuvieron tanto éxito fue precisamente por el nuevo traje azteca, que simbolizaba más a ese pueblo y los hacía atractivos al público que las antiguas medias y nagüillas. Moedano (1984:5) ya había resaltado el papel que jugó la ideología nacionalista "con la exaltación de lo azteca como suma de las virtudes indígenas y símbolo de la mexicanidad", lo que dio como resultado el "descubrimiento" de las danzas indígenas, se les invita a que las enseñen en las escuelas de danza profesionales y en otras como la normal para maestros. Algunos concheros como Andrés Segura y Leopoldo Rojas fueron danzantes profesionales. Posteriormente, la Dirección de Culturas Populares, las secciones culturales de los gobiernos de los estados y de las delegaciones del Distrito Federal organizaron grupos de danza. Al mismo tiempo un grupo de chícanos adopta la danza de los concheros como una forma de la mexicanidad. Después de la "toma del Zócalo" por los danzantes, el gobierno se apropió de las danzas junto con sus espectáculos cívicos.
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La danza como espectáculo folclórico Podemos observar que desde la mitad de la década de los años treinta, el gobierno ha intentado negociar con algunos danzantes así como con los grupos folclóricos, organizando concursos e invitándolos a participar en eventos cívico-culturales. Como se dijo, fueron muchos los concheros además de los danzantes nacionales, que a pesar de la opinión del capitán Luna fueron llamados en diferentes épocas por distintas instituciones del Estado para que ejecutaran sus danzas en algunas fiestas nacionales. Como comenta Amparo Sevilla (1990:114) todas las danzas tradicionales en general sufrieron cambios desde los primeros años de la Revolución, a través de su manipulación por una política e ideología de carácter nacionalista que promovía el Estado mexicano y que concretamente se expresó a través de varias instituciones gubernamentales que tuvieron la finalidad de estudiar, fomentar y difundir estas expresiones. Por lo general, el "rescate" se llevó a cabo por medio de concursos, de fiestas patrias, o de la educación. Los danzantes originales enseñaron sus danzas a los maestros normalistas y de danza académica, los cuales transformaron esas mismas danzas con sus propias coreografías, la más famosa de las cuales fue la del Ballet Folklórico de México dirigido por Amalia Hernández. Parece entonces que la división de la que se queja el capitán Luna no tuvo mayores consecuencias. Si hacemos una relación de los danzantes que han incursionado de alguna u otra manera en la danza como espectáculo, salvo contadas excepciones, todos los jefes importantes han participado. Hasta el capitán Manuel Rodríguez Campos, de Querétaro, descendiente del mismo Conin, fue premiado en 1951 por la prensa nacional como el mejor danzante de la República, incluso llegó a actuar en la película Rondalla. "El presidente Ávila Camacho le regaló una mandolina y lo abanderó con el pabellón tricolor cuando viajó como representante de las danzas autóctonas aztecas" (Cisneros:37) y participó en los grupos de la coreógrafa Amalia Hernández.
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Danza tu palabra
Se dice que fue Moisés González Barrios el primero que viajo a Europa vestido como danzante a un festival cultural. Varios jefes fueron contratados en la industria del cine o en otros espectáculos, como Natividad Reyna, quien participó en la Cruz del Sur con Libertad Lamarque y Ameyaltin, o como Manuel Pineda y la "Niña Lupe", quienes también incursionaron en el cine (Stone:67), o bien como el Jefe Ortiz, que apareció en las películas El Rincón de las Vírgenes; Flor y Canto; Reed, México Insurgente; Barroco; Cuando Cortés, Pizarro y Orellana eran amigos; El Peñón de las Ánimas y en Retorno a Aztlán. Sin embargo, todos estos concheros separaban el aspecto religioso de la danza del espectáculo. No sólo las escuelas y los grupos de danza profesional convocaron y aprovecharon a los danzantes autóctonos —imagino que a todos y no sólo a los concheros— sino también diversas instituciones gubernamentales. En el aniversario de la Revolución mexicana1 la Dirección de Culturas Populares logró que participaran en el desfile varias mesas de concheros además de otros grupos de danza no religiosa, un total de mil danzantes fueron transportados en 32 autobuses. También los gobiernos de los estados y de las delegaciones del D.E comenzaron a utilizar a los danzantes en sus eventos cívicos, por ejemplo del 22 al 28 de febrero de 1989 la delegación Cuauhtémoc organizó la octava semana conmemorativa del natalicio y la muerte de Huey Tlatoani Cuauhtémoctzin, con la participación de los grupos de danza Insignias Aztecas y Xinachtli. En la ceremonia de inauguración el delegado político hizo el recibimiento, después los jefes de la tradición entregaron las antorchas, continuaron con el encendido simbólico del Fuego Nuevo por el delegado y por los jefes de la tradición. Acto seguido se hizo un reconocimiento al sol y una invocación al fuego por el capitán Andrés Segura, así como la lectura de la consigna de Anáhuac por el delegado que terminó con loas a Cuauhtémoc por los asistentes. Paralelamente a estos eventos hubo una serie de conferencias en las que participaron Segura, Nanita, Emilio Fiel, Portas y Velasco Piña, entre otros personajes que como veremos estarán de aquí en adelante muy relacionados con aspectos de la nueva mexicanidad. Por otra parte, Florencio Illescas2 primero y Andrés Segura después, llevaron la danza a las comunidades mexicanas en los Estados Unidos. Florencio Illescas se fue de brasero, acomodándose en los círculos de la cultura y del espectáculo. Aparente-
1
Según datos proporcionados por Hilda Rodríguez, quien también me proporcionó una lista de nombres de capitanes de danza, que a su vez le fue proporcionada por el capitán Solís Acosta. La mayoría de ellos del Distrito Federal, y otros de Guadalajara, San Francisco del Rincón, Delicias, Ciudad Juárez y Torreón. 2 A veces se escribe Illescas y a veces Llescas. 152
La danza como espectáculo folclórico
mente a través de René Poblano, conocido de César Chávez, quien lo invitó a "recobrar el espectáculo de la mexicanidad que se había perdido entre los mexicanos de Estados Unidos". Mario Aguilar, uno de los danzantes de Illescas en Los Ángeles, California, posteriormente levantó una mesa en la Basílica de Guadalupe. Illescas junto con Moisés González Flores difundió la danza y sus símbolos en los Estados Unidos, después de un tiempo llegó Segura. Moisés González Flores, alumno de Florencio Illescas, era coreógrafo, elaboraba trajes de conchero y comerciaba con plumas para los penachos —que traía de Estados Unidos—. Fue el primero que empezó a dar clases de danza conchera en la delegación Itztapalapa, donde montaba bailables y organizaba concursos de danza, llegando a ser director de danza de la delegación, y fue él mismo quien inició la celebración del Fuego Nuevo de forma institucional, con motivo de los primeros Juegos Centroamericanos y del Caribe. Dejó una gran colección de trajes y de manuscritos relacionados con la danza.3 El que más destacó como promotor artístico y de la danza como folclor es posiblemente Fernando Flores Moncada, El Príncipe Azteca (1928-1998), a quien hemos citado continuamente a través de su ensayo Tradición mexica en Iztapalapa y sus raíces. Fernando Flores nació en una familia humilde de la colonia Morelos, aunque decía que descendía de Netzahualcóyotl y que su madre perteneció a la comunidad de "Arco y Flecha". Su padre de crianza fue Manuel Pineda, el introductor del traje azteca, con quien sostuvo una estrecha relación, así como con sus hijos y con el general Aranda, su suegro por un tiempo. Todos ellos participaron juntos en muchos eventos artísticos y estuvieron estrechamente ligados con Itztapalapa a donde también vivieron otros personajes de la danza como Moisés González capitán primero del Grupo Chimalli. Aranda dice que antes de que la ceremonia del Fuego Nuevo se volviera un acto institucional él y Manuel Pineda iban a danzar al Cerro de la Estrella para celebrarlo. Fernando Flores Moncada desempeñó diferentes actividades profesionales: carpintero, boxeador, chofer de taxi y mecánico; aunque la más significativa fue la de músico, pues además de tocar la concha y la flauta, tocaba muchos otros instrumentos, compuso alabanzas y otros tipos de música, llegando a grabar tres discos: Música prehispánica y mestiza de México, Cantos y danzas del Príncipe Azteca y Priscila Serra y El Príncipe Azteca.4 Como solista o como parte del Trío Azteca, en sus portadas apare-
3
Información proporcionada por Fabián Frías. Entre ellos, El príncipe Azteca I y II con algunos cantos tradicionales y otros compuestos por él. Participan los hermanos Pineda: Miguel Ángel, Mario Andrés, Fernando Flores Moneada, Juan Valente G. y Concepción Aranda. 4
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Danza tu palabra
Fernando Flores Mocada
ce con su atuendo de danzante azteca. Participó en varios espectáculos y en el cine como danzante promovido por la artista Stella Inda, quien lo introdujo al ambiente artístico. Su primera actuación profesional la realizó en 1945 con la compañía de María Teresa Montejo y actuó en la obra El ave de Margarita Xirgu, también actuó como sacerdote en las películas La momia azteca y El robot humano, y en un documental sobre danzas de Iztapalapa titulado La piedra del sol. Tanto él como Aranda dieron clases de danza en la Escuela Normal para maestros y él a su vez en el Taller coreográfico de la UNAM. Flores Moncada se interesó por el rescate de las tradiciones prehispánicas, sobre todo las mexica, por lo cual entre otras cosas organizó clases de náhuatl con un maestro hablante de esta lengua originario de Santiago Tlacotenco, llegando a dominar bastante bien esta lengua. Además participó en la organización y la difusión de varios eventos con tendencia a rescatar algunos aspectos mexicanistas, como la misma danza y la celebración del ritual del Fuego Nuevo, haciendo uso de la danza como folclor, y en muy cercana colaboración con algunas instituciones del gobierno, sobre todo con la delegación Iztapalapa, donde vivió y trabajó como bibliotecario muchos años. Ahí, en su calidad de Huey Temastiani del Ceremonial del Rito Azteca formó el grupo de danzas rituales Tonalcihuatl, los miembros del cual se han convertido en promo154
La danza como espectáculo folclórico
Portada del disco Cantos y danzas del Príncipe Azteca, RCA
tores de la comunidad mexica Iztapalapa, dirigidos actualmente por Mauricio, su hijo y heredero. Fernando Flores llegó a organizar otro tipo de ceremonias, como bodas prehispánicas, a las que confirió validez vinculándolas con las ceremonias civil y católica. A pesar de sus inquietudes por la búsqueda de sus raíces mexicas y del intento de equiparar los santos con las deidades mexicas, que incluso lo llevaron a enfrentamientos con varios grupos de concheros, aparentemente Flores Moncada no se involucró con el movimiento de la mexicanidad, llevando a cabo su trabajo de rescate de una forma paralela a éste, en ciertos momentos en colaboración y en otros en crítica abierta a los grupos de danza chitontequiza, a quienes dirige las siguientes palabras: Los mensajes que estoy dirigiendo, van encaminados hacia la orientación de los que integran o forman grupos de Danza que por muchas circunstancias desconocen sus orígenes y contenidos, dejando claro que esto no lo ha plasmado escritor o historiador, porque pien155
Danza tu palabra
san que carece de importancia pensando que no son grupos autóctonos, que nos hemos formado de la nada, que se actúa sin bases. También se habla de un fanatismo y falta de preparación. Y por todos estos destructivos mensajes, responderé y lanzo un reto a todos aquellos "personajes mexicas", que están creando movimientos apoyándose en todos estos grupos para hacerse notorios y poder colocarse en algún sitio y seguir juntando seguidores a costa de los verdaderos herederos de la tradición (Flores Moncada: 12). Por último, además de sus actividades artísticas, estrechamente ligadas con la música y la danza "autóctona" en su versión "conchera", y a la promoción que hizo de ésta en varios niveles, Flores Moncada continuó de forma muy estricta con sus obligaciones de danzante conchero o de conquista. Otro personaje que también vive en la delegación Itztapalapa y que estuvo muy relacionado con Flores Moneada es Felipe Aranda, uno de los generales de más estirpe en la danza, quien dice ser descendiente de Cuauhtémoc, lo que prueba mediante una mancha que le aparece en el pecho, igual que a su hijo y heredero y a su nieto Mauricio. Es heredero, como hemos mencionado, de una mesa cuyo estandarte dicen fue levantado en la Ciudad de México en el año de 1731. Dice que su padre murió cuando él tenía sólo ocho o seis años, quedando como heredero natural de la capitanía, la que heredó a la edad de 18 años. Dice llevar 70 años danzando, aunque ahora sólo dirige, pues está en silla de ruedas. 5 Para sobrevivir se ha dedicado a diversos oficios y negocios. Es mecánico, dueño de varios coches de alquiler, además de fabricar "conchas" y otras artesanías relacionadas con la danza. A su vez trabajó como danzante profesional en una compañía dirigida por Enrique García, quien lo llevó de gira a Estados Unidos, Canadá y Europa. Mantuvo una relación muy estrecha con Flores Moneada, a quien estimó mucho: fue su empleado y después su yerno y padre de varios de sus nietos, pues lo casó con una de sus hijas. Juntos llegaron a grabar dos discos. También fue compadre de Pineda. Felipe Aranda participó en espectáculos de luz y sonido en distintos lugares, como en Teotihuacán; eran invitados también a los espectáculos que organizaban las delegaciones políticas del D.F., la mayor parte de las ocasiones no recibían ninguna retribución económica Por casarse por segunda vez Aranda dejó su oratorio de Itztapalapa donde se encuentra el estandarte-reliquia, mudándose a su actual casa en la colonia Netzahualcóyotl, donde está su nuevo oratorio. Ahí lleva a cabo velaciones en las cuales participan
5
Felipe Aranda murió recientemente. 156
La danza como espectáculo folclórico
hasta 200 personas, para quienes su esposa que también es conchera, al igual que todos los hijos de su segundo matrimonio, prepara comida. Uno de sus hijos ya ha sido nombrado su heredero. Aranda dice haber tenido una gran devoción por Cuauhtémoc desde niño, a cuya estatua le iba a danzar cuando tenía siete años. También dice haber ido a danzar a Ichcateopan, cuando fueron descubiertos los huesos de Cuauhtémoc, y junto con Pineda al Cerro de la Estrella, cuando los contrataban. Según cuenta arriba había una piedra de Columpio donde se sentaban Cuauhtémoc y Cuitláhuac. En su oratorio está la Virgen de la Soledad, no la original porque esa se encuentra en el oratorio que dejó en Itztapalapa, aunque dice que en realidad a quien él dirige sus plegarias es al sol. Aranda tuvo una relación muy cercana con el Zemanahuac, por cuyos dirigentes fue contactado y en donde dio clases durante tres años. Xoconochtétl, un activista de la mexicanidad que tiene un grupo de danza en Viena, y que lucha desde hace muchos años por la devolución del penacho de Moctezuma, fue su danzante al igual que Nopalli, su hermano. Ambos lo continúan visitando. Aranda ha levantado muchísimas mesas y otorgado muchos generalatos, él fue quien le dio el suyo a Nanita. Además levantó una mesa en Tenosique donde dice que "había un descendiente de los que ayudaron a'degollar' a Cuauhtémoc". Recientemente, las distintas corporaciones le organizaron un homenaje en Chalma celebrando sus setenta años como danzante. Otro jefe que tuvo que ver mucho con el espectáculo, pero no sólo como conchero sino como bailarín fue Andrés Segura, quien formó parte del grupo de danza de Elena Noriega, y participó posteriormente como la figura masculina principal en numerosos bailes masivos organizados por la Secretaría de Educación Pública. Posteriormente se involucró más con el movimiento de la mexicanidad, pero conservando sus raíces prehispánicas-católicas. Otros jefes de concheros dieron clases o actuaron con sus grupos como espectáculo; por ejemplo, los grupos de Nanita actuaron en el Zócalo varias veces, quizá con una intención más mexicanista. Es importante señalar que a pesar de que el grupo de danzantes de Flores Moncada intentó difundir la tradición de la danza y del fuego nuevo desde la misma época en que surgió el Movimiento Confederado Restaurador del Anáhuac (MCRA) no se vincularon con éstos. Fue hasta después que el general Aranda se relacionó con el Zemanahuac y de su grupo surgieron muchos de los danzantes de la mexicanidad, que a su vez renegaron de los aspectos de la religión católica en la danza. Pero como se ha dicho, muchos otros grupos continúan con la tradición católica, a la que han agregado una ideología restauradora, tal es el caso de los grupos de Nanita, de Fernando Ortiz, y el de Segura y sus descendientes. 157
Danza tu palabra
Es importante tener en cuenta que aunque gran parte de los grupos han participado danzando como espectáculos no religiosos. Algunos otros, como la Corporación de concheros de los hermanos Barrera, nunca han aceptado participar en danzas que no sean religiosas, pues solo han danzado por devoción. Muchos otros, incluyendo a grupos pueblerinos, son contratados por paga para ir a danzar a determinadas fiestas religiosas, lo cual hacen independientemente de sus obligaciones. El uso de la danza de los concheros como expresión folclórica y como espectáculo empleado por diversas instituciones gubernamentales, propició en varios de los grupos un sentimiento nacionalista que se vio exacerbado por la influencia del movimiento de la mexicanidad en su dos versiones: la de la mexikayotl, derivada del MCRA y la de la nueva mexicanidad o seguidores de Regina, de los cuales hablaremos a continuación.
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Los danzantes y la mexicanidad Como acabamos de mencionar la difusión de la danza como espectáculo folclórico ayudó a que en ciertos grupos de danzantes empezara a surgir el germen del nacionalismo, lo que se aunó a una transformación en varios —no en todos— grupos de danzantes. También tuvo que ver con los acontecimientos ocurridos en México y en el extranjero en la década de los sesenta que llevaron a que un grupo importante de ellos introdujera nuevos elementos dentro de su visión del mundo y de sus prácticas rituales, pero sobre todo se debió a su integración dentro del movimiento de la mexicanidad en su dos vertientes, las cuales he denominado mexica tiahui o mexicayotl y la nueva mexicanidad; ambas también con fuertes tendencias restauradoras, pero con orígenes y objetivos diferentes: la primera más nacionalista y política, la segunda más espiritual y planetaria. Probablemente, lo que funcionó como agente detonador para el cambio más aparente que se produjo en los grupos de danza conchera fue la difusión en 1965 de un documental acerca de ellos. Este documental se llama Él es Dios y fue elaborado por los antropólogos Guillermo Bonfil, Arturo Warman, Víctor Antón y Alfonso Muñoz. En dicho documental se preguntan repetidamente quiénes son estos hombres, y muestran sus rituales, su devoción y su religiosidad que comparan con misas negras;1 a través de dicho documental se difundió entre cierto público un aspecto desconocido de ellos, ya que aunque se estaba habituado a verlos danzar en los atrios de las iglesias en ciertas festividades, se ignoraba todo el trasfondo religioso de su devoción. Tal descubrimiento tuvo gran impacto, despertó y atrajo la curiosidad de muchas personas de un sector de la sociedad completamente diferente al que estaban acostumbrados; por otra parte, hizo que los concheros mismos tomaran conciencia de su
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Texto mencionado en el video Él es Dios.
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Danza tu palabra
importancia como portadores de una antigua tradición cultural y religiosa. Los tres capitanes protagonistas del documental, Andrés Segura, Ernesto Ortiz y Faustino Rodríguez, junto con otros jefes, se convertirían en personajes importantes dentro de la mexicanidad; cabe aclarar que en ese documental todavía estaban inmersos en sus prácticas católico-paganas, y no había aparecido el culto en los sitios arqueológicos ni en los solsticios y equinoccios. Este hecho es de notarse, porque los jefes protagonistas del documental posteriormente juegan un papel importante en este tipo de rituales. El sector de la sociedad al que he hecho referencia (artistas e intelectuales de clase media), habían sido influenciados por lo que ocurría en el mundo, sobre todo en Estados Unidos, donde después de una crisis social de desconcierto y frustración habían surgido movimientos que proponían nuevos valores sociales, rechazando los de la cultura occidental que llevaron a la formación de movimientos como los feminista, gays, lesbianas, del poder negro, del poder chicano y el new age que planteaba una preocupación ecológica mezclada con misticismo de la naturaleza, filosofía antitecnológica, un acercamiento a las doctrinas orientales y un romanticismo hacia los pueblos "primordiales" (Geerz:307-309). De ahí que se pusieran de moda las religiones de los indios de Norteamérica, los que por otra parte, desde el siglo xix, habían empezado los movimientos de liberación-autonomía muy vinculados con movimientos nativistas religiosos (Lanternari), así como la medicina tradicional y alternativa; se difundieron además términos como energía, karma, yoga, canalizaciones y palabras como chamán y sincretismo, más bien usadas por los antropólogos. La difusión de la "sabiduría" de los indios de Norteamérica contribuyó mucho en los libros de Carlos Castaneda, quien también tuvo una cercana relación con algunos concheros. Los acontecimientos de Estados Unidos, junto con la propia crisis social en México sobre todo el movimiento estudiantil y la consecuente represión de 1968 y la guerra sucia de los años setenta, llevaron a que muchos jóvenes buscaran soluciones alternativas a su vida a través de movimientos contestatarios con una visión diferente del mundo, en grupos que respondieran a sus necesidades de identidad y búsqueda espiritual. Quizá una de las razones por las que la religión conchera no había sido antes atractiva a los que buscaron en ella el aspecto nacionalista del folclor, fue la orientación positivista y atea de estos últimos, que calificaban a las manifestaciones católico-paganas como meras supersticiones. Pero para finales de los años sesenta las condiciones habían cambiado y estos mismos intelectuales empezaron a manifestar inquietudes espirituales, mientras que por otra parte los concheros a pesar de tener como uno de
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Los danzantes y la mexicanidad
sus objetivos "la conquista" de nuevos miembros y de nuevos grupos, hasta ese momento se habían conservado bastante herméticos con los extraños. A pesar de que ya había artistas como Soledad Ruiz y Andrés Segura dentro de las organizaciones de concheros, desde el exterior esas danzas se veían como una expresión folclórica más en las fiestas religiosas, y en algunos otros espectáculos como el de los ballets folclóricos de México había poco conocimiento acerca de sus creencias y de las prácticas que los acompañaban. La exhibición del documental fue una revelación para mucha gente que estaba en búsqueda de una respuesta espiritual a sus inquietudes y que habían creído encontrarla en alguna doctrina oriental (hindú, budista o sufí) y de pronto descubrieron algo autóctono que llenaba sus inquietudes nacionalistas y espirituales, que además podían combinar con las doctrinas new age siguiendo lo que ahora se ha llamado "religión a la carta". Esta gente empezó a solicitar su ingreso en algunas de las mesas y al mismo tiempo las estrictas reglas de admisión e incluso la disciplina interna se fueron relajando, por lo que su composición también fue cambiando, incluyendo gente de una extracción social completamente diferente, ya que por una parte entraban personas de clase media y por otra algunos de los antiguos integrantes iban elevándose en la escala social al estudiar y convertirse en maestros y profesionistas, pero continuando con la tradición de la danza. Por otra parte los protagonistas del documental Él es Dios y algunos otros capitanes entraron en comunicación con los movimientos de la mexicanidad. Moedano ya hacía notar en 1984 el papel que jugaba la ideo-
Esperanza Martínez y Fray Manuel Villalobos en Tlatelolco
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Danza tu palabra logia nacionalista en relación con la danza "con la exaltación de lo azteca como suma de las virtudes indígenas y símbolo de la Mexicanidad" (Moedano 1984:5), refiriéndose a las opiniones de María Anzures y Segura quienes remontan el origen de la danza a los guerreros azteca y dicen que "mistificaron su danza cósmica con ideas del fanatismo religioso español" (Citado por Moedano, Ibid.:4). Asimismo, en 1993 Odena y Rostas en dos artículos diferentes habían señalado los cambios que estaban sufriendo los concheros. Odena (1993:120-121), refiriéndose específicamente a los grupos protagonistas del documental Él es Dios, dice que "persiguen la misma finalidad restauradora del movimiento de la Mexicanidad", de quienes los dirigentes han tomado discursos, lemas y mitos y que entre otras cosas esperan el advenimiento del tlatoani Cuauhtémoc pero que también están ligados a la nueva mexicanidad con sus posiciones new age. Rostas (:223) escribe acerca de un grupo que parece poco usual dentro de los concheros, asevera que aunque había gente humilde incluido el jefe, la mayoría era gente de clase media con algún tipo de participación en las artes: actores, pintores, ceramistas, escultores, danzantes profesionales, individuos que trabajaban como empleados en tiendas, secretarias y maestros sin trabajo. Su artículo "The Mexica's Reformulation of the Conchero's Dance; the Popular use of Autochtonous Religion in Mexico City" señala el cambio que en ese momento ya habían sufrido algunos grupos de concheros: recently several groups of concheros have made a conscious move to reformulate certain aspects of their religious practices and have began to call themeselves Mexica. In particular they reject everything that could be conceived as gachupi [sic]. The concha, which has always been central to the tradition, has been abandoned because its strings indicate that its origins must be European. For their ritual language, they use Nahuatl rather than Spanish and rather than invoking dios, invoke teotl: Ometeotl was the supreme divinity in the Aztec pantheon [...] although still part of the Association of Concheros, their position constitutes a redefinition of religiosity within an established popular religion (Rostas, 1993: 212). Por su parte, refiriéndose al grupo que llama mexica con el que ella bailó, dice que su leit motiv es el retorno al Anáhuac; rehúsan el nombre de concheros, los diseños de sus trajes son más apegados a los códices de los azteca y "han adoptado como los 'ecologistas' una estética más estricta", han rechazado los zapatos para danzar, la danza es más rápida, competitiva e individualista, hablan de la mexicanidad y tienen una visión romántica del pasado azteca (Ibid.:221); que los mexica, a diferencia de los concheros, son quizá mejor descritos como desadaptados (misfits), y que para los concheros urbanos más educados:
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Los danzantes y la mexicanidad
the dance is a part of a conscious search for personal identity by means of an autochtonous path. [Y añade que] in a symbolic sense the position of the Mexica has a political side to it. They are on the forefront of change in trying to recreate the preHispanic context of the dance in an attempt to find Mexico's true place in the spiritual order (Ibid.:223).
Esta última observación coincidiría con la afirmación de Anáhuac González: los concheros se consideran a sí mismos como un frente de resistencia a la occidentalización, que, a través de varios sectores de la sociedad nacional, se está extendiendo en el país. Aunque no estén presentes en el escenario ritual, para los concheros la danza es una especie de "combate" contra sus supuestos enemigos culturales. En el contexto urbano de la Ciudad de México, los grupos actúan en defensa de los valores indígenas; véanse, por ejemplo, las marchas, los festivales y las ceremonias que se realizan en honor a Cuauhtémoc, o las que se ejecutan para recordar a los guerreros aztecas muertos en el sitio de Tenochtitlán en 1521, unos y otras como manifestaciones de protesta por la penetración cultural extranjera, y como reafirmación de los valores de los mexicanos (:224). Sin embargo, aunque en términos generales Güemez, Rostas y Anáhuac González están en lo cierto para los grupos más conocidos a los que Rostas llama mexica y de la Peña neoconcheros, no se puede generalizar, ya que como hemos visto hay muchas variantes y más bien se podría afirmar que las características que ellas señalan aparecen sólo en unas mesas; las demás, quizá la mayoría, se concretan a sus rituales católico paganos con sus consiguientes intercambios de obligaciones.
Los movimientos de la mexicanidad A continuación haré una breve historia y caracterización del movimiento de la mexicanidad, ya que muchos de los grupos concheros se han identificado con él en diversos grados. El antecedente es el Movimiento Confederado Restaurador del Anáhuac, que fue fundado en 1959 por un grupo de personas (mestizos en su mayoría) dirigidos por el licenciado Rodolfo Nieva. Esta organización buscaba la restauración de una cultura mexica idealizada y ha sido estudiada por Iwaniska (1977) y por Odena (1984). La primera los llama "intelectuales nativos utópicos de México", en contraposición a los "intelectuales nativos realistas", organizados estos últimos en la AMPII (Asociación Mexicana de Profesionales e Intelectuales Indios) y en la Confederación de
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Danza tu palabra Jóvenes y Comunidades Indias; y Odena (1984)2 los define como un movimiento social etnicista y restaurador. Dentro del proyecto de Nieva, quien incluso llegó a formar un partido político de la mexicanidad en 1967, jugaba un importante papel la restauración del náhuatl como lengua nacional y una forma de gobierno basada en la institución del calpulli. Tenían una interpretación de diferentes aspectos de la cultura indígena prehispánica idealizada; por ejemplo, de la religión mexica argumentaban que no habían tenido dioses y que no habían practicado el sacrificio humano; acerca del gobierno decían que habían tenido un gobierno totalmente democrático, sin reyes y organizado a través de consejos y del calpulli. Incluso llegaron a plantear que los mexicas habían logrado una civilización tan elevada que habían logrado cruzar los mares y llegado a Egipto, en donde enseñaron a los egipcios a construir pirámides, y que Platón había basado sus ideas en los principios mexicas. Todo esto se reafirmaba ante el relato del encuentro de 1943, con un mítico consejo de ancianos que reunió a un grupo de jóvenes a los que se comunicó que había llegado el tiempo de difundir la antigua cultura mexica. A esto se aunó la difusión de la "consigna de Cuauhtémoc", que se dice fue dictada por el último tlatoani mexica en Tlatelolco antes de capitular ante los españoles, lo que dio lugar a un verdadero culto a Cuauhtémoc, que se vio reforzado a raíz del polémico "descubrimiento" en 1949 de los documentos que revelaban "la existencia" de la tumba de Cuauhtémoc y el posterior "descubrimiento" de sus restos por la doctora Eulalia Guzmán y apoyado por una política nacionalista del gobierno. El MCRA,3 que fue el origen del movimiento de la mexicanidad, tuvo bastante éxito debido sobre todo a la actividad y las relaciones de Nieva, pero cuando éste murió en 1968 se vino abajo y se crearon grupos aislados, muchos de ellos iniciados por antiguos miembros. Curiosamente, a Nieva no se le ocurrió incorporar dentro de su formato de recuperación del pasado mexica la danza de los concheros, mientras que su hermana organizaba y creaba ceremonias "mexicas" en las que ella, que era maestra de primaria, incluía coreografías de danzas "mexicas" de su invención, interpretadas por jovencitas, alumnas o las hijas de sus conocidos (Friedlander: 220-221, Iwanska:21. Nota 4); aclara que algunos miembros del MCRA aseguraban que no tenían nada que ver con los "danzantes nahuas", que algunas veces venían a danzar a la ciudad. Todo esto ocurrió a pesar de que José González Rodríguez, uno de los miembros fundadores del MCRA, el 2
Todos los datos del origen del Movimiento de la Mexicanidad han sido tomados de la obra de Lina Odena Güemez. 5 Después de la muerte de Nieva, la mayoría de los miembros del MCRA formaron el Movimiento Confederado Restaurador de la Cultura del Anáhuac (MCRCA).
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Los danzantes y la mexicanidad
único que era hablante nativo de náhuatl y quien tenía una alta jerarquía en su pueblo de San Andrés Acapixtla en Xochimilco, y que aparentemente fue quien descubrió la "consigna" de Cuauhtémoc, había incursionado en la danza desde los seis años y dio sus primeros pasos en ésta con don José "El Apachero" y don Francisco González de los barrios de Tepetitla y Tepanko respectivamente. Sin embargo sólo en 1979, 10 años después de la muerte de Nieva, fue cuando formó con su familia el grupo de danza azteca "Corporación de Anahuac".4 A fines de los años setenta y principios de los ochenta, hay un renacimiento del movimiento de la mexicanidad, en el que juega un destacado papel el Zemanahuac Tlamachtiloyan, fundado en 1977 por Miguel Ángel Mendoza, periodista, hijo de Vicente T. Mendoza, el famoso etnomusicólogo, quien junto con Justino Fernández escribió el libro La danza de los concheros en San Miguel Allende. Miguel Ángel Mendoza reunió algunos de los antiguos miembros del MCRCA y a personas que él consideraba grandes conocedores de las antiguas culturas, pero que no eran reconocidos por la Academia. Entre ellos estaba Romerovargas Iturbide, quien había escrito un libro sobre el calpulli y la organización política de los pueblos de Anáhuac y otro sobre Moctezuma, que se convirtieron en volúmenes de cabecera para el movimiento de la mexicanidad. Miguel Ángel Mendoza cambió su nombre por el de Cuahcoatl, mediante una ceremonia de "siembra de nombre", aprendió náhuatl, se dedico a estudiar la cultura de los "antepasados", dicta conferencias y ha difundido su interpretación de la cultura mexica.5 Entre los afiliados al Zemanahuac estaba Leopoldo Rojas Álvarez, "Polo", bailarín profesional y danzante conchero, alumno de Illescas, que había ido a danzar a Estados Unidos y Europa llegando hasta Rusia; ganó incluso un premio internacional en el Festival de Cáceres. Tenía un ballet de danzas folclóricas en el que incluía "danzas prehispánicas" y daba conferencias sobre la danza. Él fue quien empezó a darles clase de danza, de tal manera que cuando vinieron en 1978 representantes de varias naciones indias del noroeste de Estados Unidos buscando sus raíces y encabezados por Angelina Medina, para participar en el I Congreso Continental del Quinto Sol, organizado por el Zemanahuac, fueron recibidos en Teotihuacán con una "ceremonia cósmica y una danza conchera o basada en ésta, a la que desde ese momento le dieron el nombre de chitontequiza.6 4 5
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Datos proporcionados por Anáhuac González. Datos proporcionados por Cuauhcoatl Mendoza.
Información proporcionada por Cuahcoatl Mendoza. Aunque aparentemente hay varias personas
de la mexicanidad como Bernardina Green, que se atribuyen la aztequización de la danza conchera (De la Peña, 2002:156). 165
Danza tu palabra Con motivo de dicho congreso, "Polo" Rojas hace unas declaraciones para el periódico Excélsior, "el concepto que sobre la danza tenían en el mundo occidental los europeos y que trajeron a nuestro continente, deformó y degeneró como a las ciencias, artes y otras actividades, humanas, el alto nivel cósmico de América".7 Todavía en 1978, María Anzures, una de las principales ideólogas del movimiento de la mexicanidad, aceptaba que la danza de los concheros era producto de un sincretismo, como lo comenta en una entrevista con motivo de la presentación del grupo de danza Chimalli: "es un auténtico representante de la tradición mexicana de los concheros, que son depositarios del arte de la danza náhuatl aunque la danza de ahora es a base de un sincretismo religioso, mezcla de un catolicismo y de antiguos ritos prehispánicos". Probablemente influido por estos acontecimientos, Don José González que tiene fuertes vínculos con el Zemanahuac, decide formar su grupo de danza "Corporación de Anáhuac" con los miembros de su familia, incorporando muchos de los elementos de la mexicanidad pero sin renegar de su fondo católico. Ya con ese carácter forma parte de muchas de las actividades de la mexicanidad y cuando él fallece, continúan su labor su esposa e hija. El 13 de agosto de 1982, el Zemanahuac organizó una ceremonia para conmemorar la defensa de Tenochtitlan en 1521, a la cual invitaron a participar al general Felipe Aranda como heredero de la reliquia más antigua de los concheros. Dicha ceremonia, de acuerdo con el programa,8 fue convocada por "la tradición mexica"; el evento que fue coordinado por Bernardina Green consistió en una Marcha inicial y saludo a los cuatro vientos; Presentación de las flores y el pebetero del fuego simbólico de la mexikayotl; Cantos "Estrella del Oriente" y "Ya resuenan los clarines"; Encendido del fuego simbólico de la mexicanidad por el General de la Danza de la tradición mexica Felipe Aranda Hernández; Invocación al Sol (Tonatiuh) en honor al Fuego, Lectura de la Consigna de Anáhuac, Ritual de ofrecimiento de las flores a los cuatro vientos en honor del Fuego simbólico de la mexicanidad, Cantos "Preciosas flores abren su corola"; Danza general de la tradición mexica; Himno Nacional Mexicano; Ritual de retiro del Fuego simbólico de la mexicanidad y Despedida de los cuatro vientos. Posteriormente, en 1985 el general Aranda ayudó a Mendoza y al profesor Tenahuatzin Valladares a convocar a las diferentes mesas a una reunión masiva de
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Excélsior. Documento del archivo de Hilda Rodríguez. 166
Los danzantes y la mexicanidad
concheros a la que llamaron "la toma del Zócalo", en la cual aparentemente se hicieron de más adeptos.9 Según relatan a pesar de haber pedido el permiso correspondiente a las autoridades del Departamento del Distrito Federal, éstas oyeron que los danzantes iban a llevar sus armas, sin percatarse de que las armas eran sus "conchas", por lo que llegaron los granaderos para impedir su presentación. A Ernesto Ortiz se le ocurrió que se refugiaran dentro de la Catedral mientras se aclaraba la situación, que afortunadamente tuvo un final satisfactorio. De aquí en adelante el Zemanahuac estableció una buena relación con Aranda y sus mesas afiliadas, a las que coptaron con sus planteamientos nacionalistas y restauradores, es decir se conjuntaron dos corrientes restauradoras que por un tiempo habían funcionado paralelamente: la de un grupo de concheros y la de la Mexicanidad. Ya había mencionado el deseo de Aranda de volver a usar el maxtle, su apoyo a Pineda para la transformación del traje azteca y la adopción de éste, su veneración al sol y a Cuauhtémoc, de quien dice ser descendiente y a quien también (cuenta) le iba a danzar junto con Illescas frente a su estatua que se encuentra en el Paseo de la Reforma. También hemos visto sus fuertes vínculos con Flores Moncada, quien como mencionamos no sólo no llegó a tener relaciones con los de la mexicanidad, sino que los criticaba duramente, como hemos visto. Flores Moncada, por su parte, hacía su propia labor de restauración, pero al encontrarse Aranda con un grupo de personas que estaban planteando más o menos lo mismo que él pero con una visión más estructurada y más ambiciosa, se debió sentir identificado y atraído por ellos a pesar de que después hubo un alejamiento. Aranda conservó su posición mexicanista, de tal manera que a pesar de tener en su adoratorio la imagen de la Virgen de la Soledad "porque es de herencia", en realidad a quien adora es al sol. El grupo de Aranda va a danzar a todos los lugares de obligación, pero cuando acuden a danzar a las iglesias no entran, danzan afuera y por ejemplo en la Villa de Guadalupe danzan en una calle. El hecho es que a mediados de los años ochenta, dentro de los concheros se formaron tres corrientes principales con límites poco precisos y con sus propias subcorrientes. La primera continúa con sus prácticas y creencias con muy pocos cambios, a pesar de que algunos adoptan el traje azteca. La segunda, que De la Peña denominó neoconcheros y que puede a su vez dividirse en los seguidores de la mexicayotl y en los
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Este evento se lo adjudican varios miembros de la mexicanidad; por ejemplo (Peña, 2000:156) Bernardina Green dice que gracias a que fue funcionaría del Gobierno se llevó a cabo exitosamente el evento. 167
Danza tu palabra de la nueva mexicanidad, debido en parte a la influencia del documental Él es Dios, ya mencionado, y la del Zemanahuac. Además de sus creencias y sus obligaciones hacia los santos católicos, adoptaron la ideología de la mexicanidad y empezaron a manejar palabras náhuatl y del lenguaje antropológico y ecológico, como sincretismo, new age, energía y cosmos, pero siguieron bailando a los santos, aunque identificando a muchos de ellos con antiguas deidades prehispánicas, como Guadalupe con Tonantzin, Huitzilopochtli con San Miguel, el Cristo de Chalma con Tezcatlipoca, etcétera, agregando la adoración a las fuerzas de la naturaleza. Asimismo, empezaron a danzar en los sitios arqueológicos en los solsticios y en los equinoccios, en honor de la tierra y los héroes mexicas en sus diferentes aniversarios. Es con estas influencias que Everardo Lara González publica en 1992 su libro Las matemáticas y la danza, con la ayuda del ingeniero David Esparza y del capitán Hernández Ibarra, de la mesa del Santo Niño de Atocha, quien dice que los capitanes Osorio y Morales de la zona de Guanajuato le revelaron cómo se asociaban los pasos de la danza a la actividad agrícola y cósmica, y explica cómo "se puede observar que en los ritmos de todas ellas (las danzas concheras) se encuentran los números básicos de la matemática prehispánica" (1998:68), enfatiza una vocación matemática del ritmo de la danza e intenta mostrar cómo en varias danzas que describe se van combinando las redes computacionales, por ejemplo en la danza Tonantzin (madre tierra): Ritmos: Pasos base: 9+9+9+9=36 Pasos cambio: 9+9+9+9=36 Al analizar el paso base cinco veces: 5x36= 180 Al analizar el paso cambio cinco veces: 5x36=180 180+180=360. Como se observa se repite el periodo de traslación de la tierra alrededor del sol bajo el año solar. Incluye una serie de ilustraciones de pasos dancísticos a través de la información del capitán Cruz Hernández: paso de permiso, llamado a la tierra, toque de los 4 puntos de la tierra, elevación a los cuatro puntos del universo, pasos agrícolas, acaricia la tierra, abre surco, coloca semillas y las acomoda la tierra, envía energía de la semilla al cosmos, pasos de atracción de energía solar a la tierra, la serpiente como representación terrestre o símbolo de lo material; también incluye algunos dibujos de pasos dancísticos precortesianos tomados del libro de Samuel Martí. No obstante, un grupo más radical y más apegado a la mexicanidad surgido de los danzantes tradicionales, aunque influido por las enseñanzas del Zemanahuac, comienza a plantear que la danza conchera era originalmente una danza mexica que fue adulte168
Los danzantes y la mexicanidad
rada por la influencia católica española, por lo que era necesario despojarla de esos elementos y volver a la danza original, a la que denominaron chitontequiza, que traducen como "salir de la oscuridad" o "salir del silencio". Adoptaron toda la forma y algunos de los conceptos que ellos consideran mexica, rechazaron todas las influencias españolas católicas como danzar en las iglesias para los santos, desecharon desde luego las conchas y mandolinas por ser instrumentos hispanos, adoptando el huehuetl, el teponaxtle y el caracol y eliminando las alabanzas. En lugar de decir "Él es Dios", dicen "In Teotl Orne Teotl", y en el tendido del suchil, en lugar de hacer la custodia de flores, hacen la figura del nahui ollin o "cuatro movimiento" mexica. La chitontequiza se convierte entonces en una de las prácticas "rituales" más importantes de los miembros del movimiento de la mexicanidad, ofreciendo clases de danza chitontequiza como parte de sus actividades e incluso escribiendo artículos acerca de la importancia de ésta. Muchos de estos danzantes están organizados en kalpultin, que llevan desde luego nombres mexicas y varios de estos grupos se han apropiado de áreas del Zócalo en donde no sólo danzan, sino que venden artesanías y hacen proselitismo sobre todo en relación con los valores mexicas y la distorsión que ellos aseguran se ha hecho de la historia "precuauhtémica", como llaman ellos a la historia anterior a la llegada de los españoles, primero por los curas católicos que escribieron las fuentes y después por la mayor parte de los investigadores que han escrito la historia siguiendo esas mentiras. Es a estos grupos a quien Flores Moncada dirigió las palabras que hemos trascrito anteriormente, ya que además se erigen como los verdaderos danzantes, menospreciando a los que continúan adorando a los santos. Se ha escrito un par de tesis sobre estos grupos que danzan en el Zócalo.10 El primer grupo de concheros ha sido poco afectado por la mexicayotl. Algunos de ellos incluso conservan la nagüilla o una versión de ella y otros, aunque adoptaron el traje azteca, continúan danzando solamente a los santos. Como ya se esbozó, es una apreciación falsa afirmar que artistas e intelectuales forman parte de las mesas concheras, ya que en realidad son unas cuantas de ellas las que han cambiado su composición social, lo que desde luego no sucede con la chitontequiza, como se puede observar en los estudios que se han hecho de estos grupos. Tampoco es cierto que todos los concheros acudan en la actualidad a danzar a los monumentos arqueológicos en fechas de importancia solar o en honor de los héroes prehispánicos, ya que la mayoría sólo participa en sus actividades religiosas de intercambio de obligaciones.
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Lauro Eduardo Ayala Serrano, Tiempo indígena: la construcción de imaginarios prehispánicos y José de Jesús Vázquez Hernández, Nacionalismo y racismo en México: el caso de la mexicanidad (mexicayotl).
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Danza tu palabra
El segundo grupo, el más notorio, es el que ha adoptado la ideología de la mexicanidad, acerca del cual hablaré con mayor extensión más adelante. Entre éstos podríamos incluir a los concheros chícanos, cuya historia se remonta a Florencio Illescas quien en 1974 llevó la danza, enseñando a un pequeño grupo de jóvenes las ceremonias, primero en San Diego y después en el resto de Estados Unidos. Mario Aguilera, uno de estos jóvenes chícanos alumno de Illescas, regresó en 1980 a México para ser reconocido por los grandes jefes de la danza como el primer Capitán chicano de la Danza Azteca, lo que ocurrió el 12 de diciembre de 1980 en la Villa de Guadalupe. Desde entonces los miembros de la danza mexicayotl, que actualmente está formada por 25 miembros, hombres y mujeres de 2 a 55 años, se han dedicado a enseñar los aspectos políticos, artísticos y lingüísticos de la danza azteca y la cultura mexicana y chicana." Después de este grupo de San Diego, la danza se ha extendido a muchos estados de la Unión Americana. En 1987 se incorporó la mexicayotl al Indio Cultural Center, participando activamente en una serie de actividades culturales relacionadas con la preservación de la cultura mexicana. Entre otras cosas, publicaron un libro de alabanzas tradicionales de los concheros, mezcladas con alabanzas que hablan de los chícanos. Además han editado cuatro discos y publicado a través del internet una excelente guía de los rituales tradicionales concheros, en la que mencionan las principales jerarquías, algunos objetos dentro de la danza, con sus nombres en español y en náhuatl, como por ejemplo: capitán tlatoani, segundo capitán yaotachcauh, sargentos de marcha tlayecoani, etcétera. Un grupo de la mexicayotl o neoconcheros con muchos vínculos con el Zemanahuac, pero que al mismo tiempo siguen siendo católicos, cumpliendo con ambas obligaciones, es Corporación de Anáhuac, fundado por Don José González y actualmente dirigido por su esposa, quien junto con su hija ha seguido su labor de difusión mexicanista. Aquí se llevan a cabo muchos rituales de la mexicanidad, como por ejemplo el de Huitzilopochtli, en el que entre otras cosas se dieron siembras de nombre. También Anáhuac, la antropóloga y danzante hija de Don José, efectúa una gran celebración para el día de muertos, aparentemente apoyada por los boy scouts, a la que acuden muchos concheros. Anáhuac además continúa la labor de recuperación de la cultura autóctona de su padre y tiene relación con los grupos indígenas. Cuando la delegación del Ejército Zapatista pasó por Xochimilco en marzo de 2001, Anáhuac fue la elegida para dirigirle unas palabras al subcomandante Marcos.
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Los danzantes y la mexicanidad
Los concheros y la nueva mexicanidad El movimiento de la Nueva Mexicanidad o seguidores de Regina, representa una vertiente diferente de la mexica tiahui o mexicayotl, aunque surgió más o menos en la misma época y en última instancia teniendo ambos como objetivo una búsqueda de identidad a través de sus raíces indígenas prehispánicas, pero para ellos el aspecto más atractivo de los concheros fue su profunda religiosidad, su devoción hacia los santos y sus rituales que los ubicaban como poseedores de un conocimiento milenario: los herederos de una antigua tradición de la que había que aprender para renovar la energía cósmica que pasó de Tibet a México como veremos a continuación. La Nueva Mexicanidad está basada en los libros de Antonio Velasco Piña, sobre todo Regina, 68 no se olvida, publicado en 1987. En esta obra se relata la odisea de Regina, una dakini12 de elevada fuerza espiritual y reencarnación de Cuauhtémoc, que nació en las faldas de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl el día del cambio de la era de piscis a la de acuario. Sus padres la llevaron al Tibet, siendo asesinados por los chinos cuando estos invadieron el Tibet, pero ella es salvada por un lama tibetano quien la educa espiritualmente en un valle escondido, hasta que los chinos los descubren y asesinan al monje y la joven es llevada prisionera a China, en donde permanece por unos años, durante los cuales recibe otras instrucciones espirituales de un maestro chino. Después es liberada y regresa a México en 1968 con la tarea de despertar al país de su letargo espiritual. A su llegada a México reúne a un grupo de "guardianes depositarios de la sabiduría: olmeca, nahua, zapoteca y maya" quienes la acompañan en su misión de llevar a cabo una serie de rituales para despertar la energía de los volcanes que se encuentran dormidos. Sin embargo, uno de los rituales falla y para que tenga éxito su tarea, debe sacrificarse ella junto con otras 400 personas, inmolación que realiza en Tlatelolco, cuando ocurre la matanza de estudiantes. Después de esto y según lo había anunciado vienen unos monjes tibetanos, incluido el propio Dalai Lama, a terminar los rituales que habían quedado inconclusos, mediante lo cual se abre la energía de los volcanes con lo que según Velasco Piña: "la mujer dormida ha dado a luz". Uno de los rituales más socorridos entre los grupos de la mexicanidad, que se ha difundido incluso a un público masivo, es el de acudir en los solsticios y equinoccios a "tomar energía" en los sitios arqueológicos más importantes, pero sobre todo en la pirámide del Sol de Teotihuacán. Esto se puso de moda y coincidió con el "descubri-
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Una dakini de acuerdo con los tibetanos es una mujer celestial.
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miento" de un fenómeno que ocurre en Chichen Itzá, en el cual parece descender una serpiente de luz por las alfardas de la escalera, además, más o menos en la misma época, la nueva disciplina de la arqueoastronomía empezó a tener auge y aparecieron gran número de publicaciones que muestran la importancia astronómica de los sitios arqueológicos. Velasco Piña asegura que grupos pequeños de seguidores de Regina empezaron a acudir a Teotihuacán antes de que se abrieran las corrientes de energía, después empezó a ir mucha gente. La relación con los concheros surge porque, de acuerdo con este mismo autor (1987:32), Don Faustino, el conchero de Tepetlixpa que aparece en el documental Él es Dios, era el secreto guardián de los volcanes, quien se encargaría por órdenes de Regina de abrir el conocimiento espiritual de los nahuas. En su libro Herencia olmeca Velasco Piña (1997:47) relata que Faustino Rodríguez Ávila13 nació en 1890 en Tepetlixpa, Estado de México. Su abuela paterna, Doña Martina, era vidente, danzante conchera, granicera14 y ejercía el cargo de Secreta Guardiana de los Volcanes. Aunque su deseo era que Faustino fuese granicero y conchero, él ferviente católico heredero de la obligación que su padre Tata Félix contrajo en la danza, se interesó vivamente por ella, pero no en ser granicero. A los 30 años, ante su abuela, hizo un voto de castidad. Fue capitán de la mesa del Santo Nombre de Jesús y además fue nombrado guardián del Viento del Este, encargado de velar el estricto cumplimiento de las diferentes ceremonias que anualmente debían realizar los grupos de concheros ante la imagen del Señor de Sacromonte de Amecameca (Ibid.:1997:50). Faustino sucedió y heredó de su abuela la capacidad de ser el guardián de los volcanes, y se hizo explícito que estos lo habían escogido para perpetuar el linaje que ha custodiado desde épocas ancestrales a la que Velasco Piña llama la más famosa pareja de mexicanos. Su abuela había pronosticado el año en que tendría lugar el retorno de Cuauhtémoc (1968), así como la índole de la tarea que debía llevar a cabo el Emperador que era lograr que el Popocatépetl y el Itztaccíhuatl interrumpiesen su prolongando silencio y diesen inicio a la labor que culminaría con el total despertar de México.
Faustino conoció a Regina el 24 de marzo de 1968, en ella vio una reencarnación de Cuauhtémoc y en ese momento "fue muy claro que se encontraba ante la máxima representación humana de lo sagrado femenino".
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Hay una larga entrevista de Galovich con Don Faustino. Los graniceros son chamanes, especialistas en el control del tiempo. 172
Los danzantes y la mexicanidad
Por otra parte, "Regina mencionó en más de una ocasión que, al igual que a las demás personas, a ella le había sido dado tener dos abuelitos. Uno había sido Tagdre Rimpoche, el ex regente del Tibet, su instructor durante varios años en una caverna de los Himalayas. El otro era Don Faustino Rodríguez Ávila, el Secreto Guardián de los Volcanes" {Ibid.:52, 53). Regina fue la que ordenó que se abrieran las mesas para que pudieran entrar a ellas toda clase de personas y que él fuera "quien iniciase la apertura de la hasta entonces herméticas tradiciones sagradas de México" {Ibid.: 54). Don Faustino aceptó "que se cumpliese la voluntad de la Reina de México y se abriesen las puertas de la Tradición Náhuatl a cualquiera persona de buena voluntad" (Ibid.: 1997: 59). A Don Faustino le correspondería la infausta tarea de disponer los funerales de Regina "después de su sacrificio" llevándola a enterrar a una cueva en las faldas del Iztaccíhuatl. Vemos aquí cómo explica Velasco Piña la razón por la cual las hermandades de los concheros se abren y empiezan por una parte a exponer las "herméticas tradiciones de México" y por otra a admitir a gente de un estrato social diferente al que las conformaba. La relación de los seguidores de Regina y de Don Faustino continuó hasta la muerte de éste en 1989. En 1987 después de un sueño que tuvo Don Faustino y gracias al apoyo de José López Portillo, presidente de México en esa época, fue junto con los capitanes Ernesto Ortiz y Teresa Mejía, a un primer peregrinaje a Santiago de Compostela, siguiendo la ruta jacobea desde Francia y visitando 52 ciudades del Sur de Francia y del Norte de España (Velasco Piña 1988: 57-60). En marzo de 1988 se llevó a cabo una velación en el pueblo de los Reyes, el supuesto lugar de nacimiento de Regina, en la que ofició Don Faustino.15 En octubre de ese mismo año Velasco Pina organizó un ritual en Tlatelolco para conmemorar la muerte de Regina, en el que los concheros jugaron un papel importante. Soledad Ruiz, otra capitana de concheros considerada "guardiana de la tradición nahua", fue la chamana que dirigió el ritual en el que un grupo de mujeres de la Nueva Mexicanidad construyeron con flores la imagen articulada de Coyolxauhqui16 en el altar donde supuesta-
15 A esta velación asistió Esperanza, perteneciente a la burguesía, descendiente de terratenientes del estado de Puebla, católicos ortodoxos, quien después de haber incursionado en varios grupos de tradición oriental y de haber sufrido la dolorosa pérdida de un ser querido, encontró en los concheros la respuesta a sus inquietudes espirituales y desde entonces se convirtió en una fiel danzante. 16 Coyolxauhqui es la mítica hermana de Huitzilopochtli, el que en una lucha por el poder la mata y despedaza. Su imagen desmenbrada se encontró a los pies del Templo Mayor de Tenochtitlán.
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mente Regina se sacrificó con sus 400 seguidores. Don Faustino, en silla de ruedas, dirigió la procesión de silencio que fue de Tlatelolco al Zócalo. Soledad es maestra de teatro en la UNAM y curandera, no es danzante de herencia. Proviene de una familia campesina del rancho de San José del Paso en Guanajuato, desde niña conoció a Natividad Reyna, quien venía a la casa de sus padres los que aunque no eran danzantes sí eran devotos. Dice que Reyna, quien era un maravilloso danzante,17 curandero y chamán, permitía a los niños que se incorporaran al círculo de la danza, de ahí sus primeras experiencias en ésta. En el D. F. participó en una mesa dentro del grupo de la jefa Ortiz en donde conoció a Andrés Segura. Soledad estudió teatro con Seki Sano en México y después ganó una beca para estudiar dirección de teatro en Checoslovaquia, en donde permaneció siete años; a su regreso se volvió a integrar al mismo grupo de danza donde estaba Segura. En este tiempo Carlos Castaneda, interesado en los concheros, los buscó a ambos. Desde entonces surgió una entrañable amistad entre ellos, encontrándose cada vez que él venía a México. Según nos cuenta Soledad, ella llegó incluso a conocer, pero a través de su maestra de curación, al Don Juan de Castaneda. Después Soledad se cambió a una mesa que dirigía el capitán Luna, quien era muy estricto en cuanto a la tradición y con cuyos herederos ha continuado hasta la fecha, en donde desde hace unos años ocupa un puesto de capitana, aunque dice que en realidad es "medio" capitana, porque como vive en un departamento no puede tener un oratorio como se debe, como es la obligación de todo capitán. En 1989 cuando vino el Dalai Lama a México y se celebró una ceremonia ecuménica en la Catedral, un grupo de concheros dirigidos por el general Manuel Luna, le hizo valla y participaron además cantando un "alabado" en el programa de cantos de las diferentes religiones, junto con otros guías espirituales y como representantes de los guardianes de las tradiciones mexicanas (Velasco Pina, 1990:144,149). Poco a poco el universo de ciertos danzantes se fue ampliando, tanto en México como en Estados Unidos. Aunque Florencio Illescas fue el primero que llevó la danza a Estados Unidos y Aguilera el primer chicano al que se nombró capitán, también el jefe Ortiz y sobre todo el jefe Segura tuvieron una fuerte relación con los chícanos. Las relaciones con Estados Unidos no se concretaron a los chícanos y se empezaron a establecer vínculos con los indígenas norteamericanos, por una parte a través del Zemanahuac y por otra a través de las organizaciones new age como los guerreros
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Martha Stone menciona varias veces a Reyna como un danzante de gran personalidad, que se distinguía de los demás. En una ocasión ganó un concurso de danza en San Miguel de Allende. 174
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del Arco Iris. Por ejemplo, en 1976 los jefes Ortiz y Segura fueron invitados a la reservación indígena Mohawk de Akeswasne del estado de Nueva York, después de lo cual realizaron dos viajes por 40 ciudades de Estados Unidos, incluyendo reservaciones indígenas y comunidades chicanas y centros culturales. En 1990 Joseph Thomas, hijo del famoso líder espiritual hopi Tomas Banancya, pidió a Carlos Jiménez que lo pusiera en contacto con los guardianes de la tradición, con los que tuvo un "encuentro espiritual" en unas jornadas por la paz entre los "hermanos" del norte y los representantes de la tradición. Los dos jefes encargados de recibirlo fueron Nanita y Ernesto Ortiz. En realidad, los motivos para entrar a danzar con los concheros de los seguidores de la mexicayotl y de la nueva mexicanidad fueron diferentes, aunque en ciertos puntos y en ciertos momentos coincidieron. Para los primeros era más bien el aspecto nacionalista restaurador que tocaba las fibras de identidad y para los segundos el encuentro de una forma autóctona de espiritualidad. La mayor parte de los "nuevos danzantes" de la nueva mexicanidad habían pertenecido a grupos de meditación de religiones hindues, budistas o sufies, de tal manera que se estableció una especie de red ecuménica con estos grupos de meditación. Posiblemente, en las mesas de los tres jefes entrevistados en el mencionado documental Él es Dios, así como la de la generala Guadalupe Jiménez Zanabria, Nanita, fue en donde se conjugaron las dos corrientes de la mexicayotl y de la nueva mexicanidad, a donde entraron mayor número de artistas, intelectuales y extranjeros atraídos por la religiosidad conchera y por la personalidad de los jefes. He presentado una breve biografía del jefe Faustino, quien estuvo siempre más ligado a la nueva mexicanidad, mientras que el jefe Ortiz estaba relacionado con ambas. Ernesto Ortiz nació en 1902 en la Ciudad de México, de padres danzantes de la tradición. En 1913 en compañía de su madre se unió a la capitana de conquista Natalia Hidalgo, aprendió a tocar la concha y tuvo el cargo de alférez durante cuatro años. Desempeñó varios trabajos: cargador, albañil, obrero en la Consolidada y Fabriles La Cove —lugar donde perdió el dedo índice— y panadero. El 2 de febrero de 1922 el general de Altos y Bajíos Ignacio Gutiérrez en conformidad con los jefes de la danzas de conquista de la Gran Tenochtitlán, lo reconocen como capitán de conquista fundando la mesa de la Virgen de San Juan de los Lagos hasta 1942, cuando un incendio destruyó su oratorio. En 1948 decide unirse como capitán adjunto a la mesa del Santo Niño de Atocha encabezada por el coronel Gabriel Osorio quien era esposo de su hermana Dolores, la
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Danza tu palabra
que al quedar viuda heredó el estandarte en donde estuvieron Andrés Segura y Soledad Ruiz.18 Los miembros de su mesa fueron los primeros que danzaron en el Zócalo como espectáculo en donde pedían cooperación económica, como está registrado en el documental Él es Dios. Después de participar en este documental grabó un disco titulado Águila Blanca. En 1978 como se mencionó, junto con los capitanes Faustino y Teresa Mejía (hija y heredera de su hermana Dolores) llevó a cabo la primera peregrinación al Santuario de Santiago de Compostela. En 1980 en conformidad con distintos grupos de la tradición participa en las ceremonias que se realizan en la explanada del Templo Mayor y en el Zócalo de la capital para honrar a Cuauhtémoc y Cuitláhuac, posteriormente en varios eventos cívicoculturales organizados por distintas instituciones del Estado y particulares toma parte activa con grupos ecologistas, de derechos humanos y de la mexicanidad. En 1980 vuelve a levantar su estandarte de la Virgen de San Juan de los Lagos y el del Santo Niño de Atocha en recuerdo de su hermana. Realizó la ceremonia de "levantamiento de sombra y cetros" de varios intelectuales y artistas muertos, como el cineasta Emilio el Indio Fernández en 1986, Raúl Kamfer en 1987, José Raúl Helmer, Guillermo Bonfil y Ernesto García Cabral en 1991, y Cristina Payan, entre otros.. En 1988 el grupo sufí Nuredin Jarrahi, a través de Margarita Montalvo, los invitó a danzar en la catedral de San Patricio en Nueva York, con lo cual inicia una relación entre este grupo sufí y varios miembros de la mesa del Santo Niño de Atocha, intercambiando actividades y participando indistintamente en varios de sus rituales. Según De la Peña (2002:74), los jefes Ortiz y Rodríguez "tomaron las manos", o sea que realizaron el rito de iniciación sufí. El jefe Ortiz murió en 1998. Estrella del alba19 Dios te salve Ernesto Ortiz, El Señor te ha mandado llamar, Padrino de nuestras tropas Que vienen hoy a cantar Que vienen hoy a cantar. 18
Documento de la Mesa del Santo Niño de Atocha. Tomada del Alabancero Mesa Canchera y Danza de la Cruz Espiral del Señor Santiago de Hispania (:187-188). 19
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Los danzantes y la mexicanidad
Dios te salve Ernesto Ortiz General de gran armonía Sentadito en tu sillita Nos transmitiste la vida.
Dios te salve Ernesto Ortiz Te entregamos unas flores Dáselas a nuestro Padre Con ellas nuestros amores.
Dios te salve Ernesto Ortiz Viejecito cariñoso Sentadito en tu sillita Iluminándolo todo.
Dios te salve Ernesto Ortiz Padrino de nuestro Estandarte San Miguel canta conmigo Nunca dejes de cuidarle.
Dios te salve Ernesto Ortiz Abuelito y amoroso Tu presencia se asemeja A la de un árbol frondoso.
Dios te salve Ernesto Ortiz De pie ante el Señor de Chalma Nuestro Estandarte en tus manos Parecía tener alas.
Dios te salve Ernesto Ortiz Tu mandolina en las manos Tu manera de enseñar Armonía a tus hermanos.
Dios te salve Ernesto Ortiz Con tu traje azul de danza Eras como una estrellita De las que alumbran el Alba.
Dios te salve Ernesto Ortiz Nuestro querido abuelito A la hora de cantar Tu estabas el primerito.
Dios te salve Ernesto Ortiz Tu sonrisa compasiva Le hace a uno concebir Como se vive la Vida.
Dios te salve Ernesto Ortiz Reclinado en tu camastro Platicando, platicando Con tu corazón anciano.
Dios te salve Ernesto Ortiz Hoy te damos un abrazo Que allí seas muy feliz Tu Mandolina tocando.
General nos despedimos, Ya el Padre le está llamando Cuando platique con Él Diga que estamos rezando.
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Danza tu palabra
Alabanza dedicada a la muerte del General Ernesto Ortiz. Al general Ernesto Ortiz20 Con tu bella mandolina Fuiste cantando al Amor Por las tierras mexicanas Con la Palabra ¡Él es Dios!
Estamos todos felices Con tu recuerdo en el alma Padrino de San Miguel Estandarte de Navarra.
Llevaste por los Caminos La Cruz de nuestra misión Revestida de claveles Cumpliendo la Obligación.
Y la Virgen San Juanita Sonríe en tu Estandarte Tata Ernesto, todos juntos Hoy queremos saludarte.
Junto a la Jefa Nanita Te mandaron comandar En la Tierra y en el Cielo Un ejército de paz.
Dejaste tan grande huella Que hoy podemos recordar Siempre tus bellas Palabras De tan profunda humildad.
También se alegra Santiago Por un conquistador más Y la Virgen del Rocío Que quisiste apadrinar.
Tata Ernesto yo te pido. Cuando escuches mi oración Que nos eches desde el Cielo Tu sagrada Bendición.
El jefe Segura nació el 10 de noviembre de 1931 en la colonia obrera de la Ciudad de México, estudió hasta el tercer año de la carrera de medicina, al mismo tiempo participaba como bailarín en el taller de danza moderna de la coreógrafa Elena Noriega. Su primer contacto con los concheros lo tuvo a los cinco años cuando iba a la Villa a escuchar misa con sus padres, en donde los vio danzar. Bailó por primera vez el 12 de diciembre de 1951 con la capitana Dolores Ortiz, después siguió con su "abuelo espiritual" Miguel Alvarado. Aproximadamente a los dos años de haber entrado a danzar fue nombrado capitán en una ceremonia de velación en honor de la Virgen de los Dolores y del Señor Santiago. Su rápido ascenso le trajo algunos problemas con algunos capitanes mayores.
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Tomada del Alabancero Mesa Conchera y Danza de la Cruz Espiral del Señor Santiago de Hispania
031). 178
Los danzantes y la mexicanidad
General Ernesto Ortiz. Foto: Araceli Zúñiga y Norberto Rodríguez (Fonoteca INAH)
Tuvo muchas relaciones con los grupos chicanos de Estados Unidos, a donde iba a dar conferencias y enseñar la danza, además profundizó mucho en el aspecto mágico ritual de ésta. Estuvo muy vinculado con los jefes Faustino, Ortiz, Nanita y Bernardina Green, una de las dirigentes de la mexicanidad con la que realizó la peregrinación de Estados Unidos a Teotihuacán en 1992 y con Mariano Leyva (fundador de la Universidad Náhuatl) con quien organizó muchas obras de inspiración prehispánica. Con todos ellos participó en muchos eventos que promovían la mexicanidad. Guadalupe Jiménez Zanabria Nanita, a quien he hecho referencia, aparece en algunas escenas del documental Él es Dios, aunque no como protagonista. Estuvo muy relacionada con los otros tres capitanes y fue una de las personalidades con mayor carisma dentro de los concheros. Nanita nació el 19 de septiembre de 1904 en el D.F. De niña fue muy enfermiza, sufría convulsiones, por lo que su padre la llevó a un centro espiritualista trinitario 179
Danza tu palabra
Capitán Andrés Segura (derecha) y Capitán Ernesto Ortiz. Foto proporcionada por la Fonoteca del INAH
mariano, en donde le indicaron que para curarse debía prepararse y desarrollarse para recibir un espíritu y erigir su oratorio y que ella también podía curar. Cuando lo hizo, vino un espíritu de nombre Esteban Puebla que hablaba un idioma viejo, que sólo entendía Don Toribio, que es el que lo traducía. Puebla fue quien le enseñó la danza, porque en 1922 cuando fueron a Chalma al levantar el estandarte, ya la sabía. En ese año levantaron el estandarte, teniendo como padrinos a Juana Vidal, Manuel Pineda, Manuel Luna, el papá de Felipe Aranda y otros más. Su primera danza fue en Chalma cuando tenía 15 años y alrededor de 1930 le dieron el nombramiento de capitana. En 1935 hubo una alianza con la Corporación de concheros de los hermanos Carlos y Manuel Barrera, alianza que se mantuvo hasta 1987. Por un tiempo dejó de aparecer Esteban Puebla, hasta 1987 cuando vino otra vez a enseñar la danza y los trajes. Ese mismo año "revoleó" un estandarte nuevo, porque el primero ya se había destruido. Nanita tenía la capacidad de curar espiritualmente 180
Los danzantes y la mexicanidad
mediante "canalizaciones", a través de una doctora. Incluso su padre puso un peq u e ñ o hospital para los enfermos. Cuando murió Don Toribio, a los 126 años de edad, su espíritu actuaba de traductor del Señor Puebla, hasta que lo enseñó "allá" a que hablara en español. 21 Nanita tuvo una parte muy activa en muchos de los eventos cívicos culturales organizados por varias instancias del gobierno, a veces en conformidad con otras mesas, sobre todo con las de los jefes Segura y Ortiz. Fue invitada por el gobierno del estado de Nayarit para oficiar en la primera Feria de la Mexicanidad en Nanita. Foto proporcionada por su heredero el Capitán León Mezcaltitlán, en donde se ha ubicado Aztlán, es decir, el lugar de origen de los mexicas. En 1988 en una velación ante varios jefes nombró como su heredero al entonces capitán Jesús León Salgado, actual dirigente de Insignias Aztecas. Nanita murió en 1993. "La última danza de 'Nanita' fue el 1 de diciembre de 1993; una danza, la del sol, Tonatiuh, hecha por una anciana que apenas podía mantenerse en pie; suave, despacito, con armonía, con amor, con humildad. Ella sabía que era su útima danza" (Jesús León).
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Datos tomados de un documento de la mesa Insignias Aztecas y de una entrevista con el General Jesús León. 181
Danza tu palabra Generala Nanita, cantamos a tu presencia22 Mi Generala Nanita, Con cariño y alegría Cantamos a Tu Presencia, De Paz y Luz y Armonía De Paz y Luz y Armonía. Nuestra Flor y nuestro Canto Las Conchitas y el copal Te ayuden allá en el Cielo Nuestra Madre sin igual.
Ya marchaste de este mundo Eres alma liberada Mi Generala Nanita Ya no te retiene nada.
Mi Generala Nanita Venimos a darte Luz Para que desde la Gloria También nos ayudes Tú.
Hoy sentimos el orgullo De ser danzantes concheros Y cantando a Tu Presencia Alcanzas un Mundo Nuevo.
Mi Generala Nanita Danzante de tradición Tu sigues entre nosotros Te llevo en el Corazón.
Es triste decirte adiós Pero nos llena la euforia Porque sabemos que Dios Te aceptó allá en la Gloria.
Hoy le rezamos a Dios A que te acepte en los Cielos Te lo pedimos con fe Todos danzantes concheros.
Cantamos con alegría Para darte Fuerza y Luz Seguiremos caminando El Camino de La Cruz.
Los danzantes de los Cielos Ahora ya estarán contentos Pues les llega de la Tierra Una Jefa con talento.
Desde tu oratorio al Cielo El camino es un instante Y lo vas a recorrer Con la fe de tus danzantes.
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Tomada del Alabancero Mesa Canchera y Danza de la Cruz Espiral del Señor Santiago de Hispania (:195-196). 182
Los danzantes y la mexicanidad
El sonido de las conchas Abre el camino del Cielo Mi Nanita, desde Allí Mándanos todo lo bueno.
Capitanes y danzantes Con las conchas y el copal Venimos a despedirte Nuestra Jefa sin igual.
Mi Generala Nanita Estamos todos reunidos En conformidad y unión Ahora que tú ya te has ido.
La celebración del 5 o Centenario de la llegada de Colón a América Un momento muy importante para los concheros y en general para todos los grupos de la mexicanidad o simpatizantes de ésta, fue la celebración en 1992 del 5o Centenario de la llegada de Colón a América. Oficialmente, sobre todo las autoridades españolas, habían planeado llevar a cabo un gran festejo que resultó frustrado ante las protestas de diversos grupos indígenas, ecologistas y de derechos humanos. Así, esta fecha se convirtió en un gran repudio por la Conquista de los pueblos americanos. La mayor parte de los concheros influidos por la mexicanidad, participaron activamente como la expresión ritual en muchos de los eventos. Como parte de estas celebraciones Andrés Segura, jefe del grupo Xinachtli, "semilla que germina" junto con Bernardina Green, dirigieron desde el 8 de junio, "la segunda peregrinación azteca", en continuación simbólica de la trayectoria que siguieron los mexicas desde 1111 aproximadamente, culminando con la fundación de México Tenochtitlan en 1325, junto con mexicanos y chícanos que salieron divididos en dos columnas, una oriente desde Casa Grande, Arizona y otra poniente desde Ciudad Azteca, Nuevo México. Esta peregrinación llegó a la Ciudad de México y Teotihuacán para la conmemoración en octubre. La noche del 11 de octubre hubo una velación en conformidad con múltiples mesas en la explanada de Santiago Tlatelolco organizada por el jefe Segura, en la que participó entre otros el jefe Ortiz. Al día siguiente, 12 de octubre, se emprendió una caminata de Tlatelolco al Zócalo. De acuerdo con la revista Ce Acatl (1992:13), desde el 5 de octubre el gobierno instaló un cercado metálico alrededor del Zócalo capitalino, montando en su interior una escenografía visible desde el aire, que representaba un fragmento del códice 183
Danza tu palabra Fejervary Meyer, con Tezcatlipoca y los cuatro rumbos cósmicos, realizado en piedrecillas pintadas de colores. Una guardia permanente de grupos de concheros organizados con el gobierno capitalino impedía que entrara cualquier persona que fuera ajena a la organización de danzas y ceremoniales, lo cual causó mucho descontento, de tal manera que el gobierno tuvo que negociar el retiro de las vallas. Al día siguiente relata la misma revista que los grupos de danza azteca chichimeca agruparon cientos de danzantes en torno al general de danza Felipe Alvarado (Miguel y/o Emilio) en la plaza ubicada a un costado del Templo Mayor, quienes estuvieron danzando desde temprano hasta bien iniciado el aguacero de la tarde. A un costado de ellos se encontraba las carpas del grupo de Insignias Aztecas de la Nanita (Ibid.: 10-13). Entretanto, en el monumento a Cuauhtémoc los grupos de chitontequiza del Zemanahuac Tlamachtiloyan y del calpulli Anahuacayotl realizaban ceremonias (Ibid.:11). También participó el grupo yankuikanahuac, organización que respalda la labor de Xoconochtétl por conseguir la devolución del penacho de Moctezuma que se encuentra en el Museo de Viena. Por su parte, el general Aranda organizó una "danza de la amistad" en la que podían participar todos los espectadores. Desde luego, además de los concheros, acudieron al Zócalo pacifistas, universalistas, padres de familia, etc. De este modo el 5o Centenario se convirtió en una oleada de protestas y rituales entre mítines políticos y demandas diversas. Se celebraron rituales espiritualistas "de fusión universal" y cantos armónicos, de personajes vestidos totalmente de blanco con cinta roja o totalmente vestidos de negro. Muchos grupos se desplazaron después a Teotihuacán, en donde volvieron a efectuar un ritual. Varios grupos de concheros y neoconcheros han ido a Roma y a otros santuarios católicos importantes. Hemos visto que en 1978 se llevó a cabo una primera peregrinación a Santiago de Compostela, por tres jefes de la danza. Posteriormente, se dice que Nanita a los 85 años recibió una orden del espíritu de Don Toribio, su padre, el que le indicó: Que debía tenderse un puente espiritual entre México y España, para que la energía de la Nueva Edad pudiera fluir. Su deber era, desde un lado del puente tender firmes las bases del perdón y del amor y con su gran poder realizar un ritual poderoso en el corazón mágico de España, ayudado por seres que habían de despertar en el otro lado y asentar el puente allá (Carrillo de Albornoz: 131).
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Los danzantes y la mexicanidad
Así se organizó un nuevo viaje a España, fueron Nanita y Ernesto Ortiz acompañados de otros danzantes, incluido el heredero de ésta, el actual general Jesús León. Los capitanes concheros ya habían sido contactados por Emilio Fiel Miyo. Emilio Fiel es un dirigente de movimientos new age en España, quien después de conocer en Wirikuta en la Sierra huichola a Alberto Ruz, dirigente del movimiento new age en México, acordó realizar otra reunión que se celebró en 1988 para que ante el inminente aniversario de la llegada de Colón a América organizaran una reunión en la Universidad Menéndez Pelayo en España con dirigentes de la Nueva Mexicanidad, entre ellos a algunos capitanes de la danza. La reunión se llevó a cabo con la participación de Alberto Ruiz, Soledad Ruz, Velasco Piña y Carlos Jiménez, mientras en Santiago de Compostela el 25 de julio de 1992 día del señor Santiago, tenían lugar las danzas de los concheros. Emilio Fiel había tenido el mismo sueño de Nanita para que se tendiera un puente entre las culturas mexicanas e hispanas, por lo que se aprovechó esta fecha para levantar una mesa española de la Espiral de Santiago. Los futuros concheros españoles fueron a recibirlos al aeropuerto de Barajas, en donde se dio una muestra de la fuerza de Nanita al caer de pronto una intensa lluvia, lo que ella explicó diciendo que era mujer de agua. Al día siguiente de su llegada se dirigieron a Santiago en donde danzaron en la plaza del Obradoiro, lo que describe Carrillo de Albornoz: Los tambores comenzaron a sonar, las caracolas llamaron a los vientos en el saludo, mientras nubes de copal se elevaban llenando el aire de aroma santo. Se realizó el ritual como en las más solemnes ceremonias. Primero saludando a los cuatro vientos, luego al cielo y a la tierra y al lugar del centro. Colocaron el altar en el centro y las ofrendas y piedras. Luego llego el tiempo y la magia verdadera. "Nanita", Emilio (Fiel) y Jesús (el segundo capitán) comandaban al ejército allí presente. Luego mandó a Voluvilis (el autor del libro) acercarse. Le dijo que debía ocupar su lugar con ellos en el ritual. Los cuatro debían de estar juntos para realizar la invocación. "Nanita", Emilio, Jesús y Volúbilis sostuvieron el bastón de mando a la vez, mientras se pronunciaron palabras poderosas. -Santiago, Señor de los Cuatro Vientos, despierta el corazón de Hispania- así se dirigieron a las cuatro direcciones, al cielo, a la tierra y al lugar central donde todo confluye. Los estandartes de ahí y de aquí ondeaban al viento, mientras los últimos rayos del sol caían sobre las trece coronas de la Casa de Moctezuma.23
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Se supone que Carrillo de Albornoz, con el nombre de Volubilis en su libro, es descendiente en 18 grado de Moctezuma. 185
Danza tu palabra La plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela estaba llena de danzantes con sus bandas rojas, sus penachos de plumas y su peregrinaje cumplido, que venían a ofrendar su carga de energía para la ceremonia, una ceremonia hermosa y nueva que nunca se había visto en tierras del continente europeo (:137). La danza duró hasta medianoche y al día siguiente fueron primero al interior de la iglesia a presentar su respeto al señor Santiago y después danzaron, otra vez, en una plaza lateral. Posteriormente ella y el jefe Ernesto Ortiz levantaron al grupo de danza "Espiral de Santiago" dirigido por Emilio Fiel Miyo. Actualmente hay 23 grupos de danza en España y uno en Francia, de los cuales seis tienen estandarte, la mesa central es la de la Cruz Espiral del Señor Santiago de Hispania, cuyo capitán es Emilio Fiel, las otras son: Blanca Paloma de Sevilla, Virgen Negra de Barcelona, Señor San Miguel de Navarra, Santo Niño de Atocha de Madrid y de la Virgen de Covadonga de Asturias. Los demás grupos de danza se encuentran distribuidos por toda España, además de uno que reside en París. Realizan seis velaciones al año y tienen a Santiago de Compostela como el centro de los vientos, que son Sevilla al sur, Barcelona al este, Pamplona al norte y Covadonga al oeste. También incluyen a los vientos de Guadalupe, Madrid y Lérida. Tienen también sus propias alabanzas y han publicado un libro con alabanzas tradicionales mexicanas y alabanzas españolas en el cual viene indicado con una simbología especial cuáles alabanzas son para cada evento: peregrinaciones, entrada a las iglesias, levantamiento de la cruz, recibimiento, etcétera. Algunas de estas alabanzas están dedicadas a Hispania y a México, otras solamente a los santuarios españoles, tienen por ejemplo una dedicada a la Virgen de Guadalupe de Extremadura, en la que se evoca la historia de su aparición y la devoción que Colón y Cortés le tuvieron. Hay otras dedicadas a "El señor Santiago nuestro patrón".24 El señor Santiago Es nuestro patrón Le ruego al Apóstol Dé su bendición. Venimos contentos A la obligación
Llegamos volando Por tierra y por mar
24 Tomada del Alabancero Mesa Condiera y Danza de la Cruz Espiral del Señor Santiago de Hisp (:159-160).
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Danzando y rezando Con gran devoción.
Nos guía Nanita Nuestro Capitán.
Señor Capitán Vine a obedecer Lo que su persona Sirva disponer.
Con los cuatro vientos Y el centro aquí están Ánimas benditas Acompañarán.
El Sol y la Tierra El viento y el mar Son el escenario Señor Capitán.
Somos los danzantes Somos peregrinos El Señor Santiago Nos muestre el Camino.
Humildes danzantes Venimos aquí Las conchas, las plumas Nos unen a ti.
Estás en el centro De la Santa Cruz Preciso tu fuerza Tu amor y tu luz.
Pórtico de Gloria En Santiago hallamos El Suelo y el Cielo Nosotros juntamos.
Compadres, Comadres Ahora es el tiempo Con vientre, cabeza Pecho y sentimiento.
De Asturias, Sevilla Navarra y Madrid De los cuatro vientos Venimos a ti.
Eres el correo De los Cuatro Vientos Venimos contentos Venimos dispuestos.
Cataluña, Galicia Levante, Aragón Te pedimos, Padre Des tu bendición.
Y con gran respeto Humildad y fe A tus plantas, Padre Me vengo a poner. Paloma, Paloma Te vengo a decir Que vueles muy alto Y vuelvas a mí. 187
Danza tu palabra
Los concheros españoles vienen con frecuencia a Chalma, en donde han adquirido un predio y también participan en las decisiones para elegir generales. Por ejemplo, en 1989, junto con Insignias Aztecas, le otorgaron el generalato al jefe Ernesto Ortiz, grado que después fue confirmado por el resto de los jefes. Tuve oportunidad de entrevistar a algunos de los danzantes españoles que vinieron de España y que se quedaron en la casa-oratorio de Insignias Aztecas. Provienen de varias regiones de este país y se dedican a diversas ocupaciones, uno de ellos es chofer de autobús urbano en Barcelona y es prácticamente el dirigente del grupo de su ciudad, aunque no es capitán. Lleva tres años practicando la danza, la que dice le ha quitado una serie de malestares físicos y ya no tiene que tomar pastillas (calmantes). Acerca de su experiencia en Chalma dice que "estuvo muy bonito. Fue un ejercicio de entrega. La experiencia fue muy armoniosa. Estoy tomando un poco más de responsabilidades, haciendo un poco el papel de sargento". A pesar de que no se ha iniciado, dice que "se da el paso a nivel interno". En las visitas del Papa Juan Pablo II para la canonización de los tres indígenas de Oaxaca y de Juan Diego, el indio a quien se le apareció la Virgen de Guadalupe, también han tomado parte activa los concheros, quienes le hicieron valla y danzaron en la Villa en su honor. En realidad muchos de ellos han adoptado a este nuevo santo como un símbolo de la indianidad y casi lo consideran su santo patrono, aunque todavía no hay ninguna mesa que lleve su nombre. En el primer aniversario de la canonización de San Juan Diego, los danzantes por primera vez danzaron en el altar. En la Basílica de Guadalupe los domingos hay una misa matutina en náhuatl, especial para los concheros. En la reunión en Chalma el 3 de junio de 2003, el General León organizó un homenaje en honor del General Aranda por sus 75 años como danzante. En el mes de abril, el mismo Jesús León junto con otras personas organizó la ceremonia en honor de la Tierra, que inicialmente fue promovida por la UNESCO. En dicha ceremonia se llevó a cabo un ritual frente a la Coatlicue en el Museo de Antropología, seguido de una procesión hasta el lugar donde están las esculturas que conmemoran la fundación de México-Tenochtitlan. Después organizaron toda una semana cultural con talleres de artes tradicionales y conferencias relacionadas con temas prehispánicos o indígenas en distintos lugares como la Preparatoria Nacional y el Museo del Templo Mayor. De tal manera que, sobre todo a través de estos grupos de neodanzantes, se está llevando a cabo un renacimiento de un tipo de identidad mexicana en la que florece un nativismo sincrético retomando lo prehispánico mexica pero admitiendo la muy enraizada religión católica a diferencia de los otros grupos de la mexicanidad, incluyendo los que practican la chitontequiza, que niegan toda relación con lo español y el catolicismo. 188
La chitontequiza y otras danzas mexicanistas Hay otros grupos de danzantes que pertenecen totalmente al movimiento de la mexicanidad y que aún siguiendo casi todos los pasos, la coreografía e incluso parte de los rituales de los danzantes de la tradición han desechado los elementos que consideran derivados de la religión católica y de la cultura hispana, como son desde luego la adoración a los santos y el uso de las conchas y mandolinas que han sustituido por percusiones prehispánicas como el huehuetl y el teponaxtle, además del caracol. También han modificado una serie de símbolos del ritual, como sustituir la frase "Él es Dios" por Tloque Nahuaque u Ometeotl y en vez de realizar el signo del suchil como un cáliz hacen la figura prehispánica de Nahui Ollín o "Cuatro Movimiento". Algunos grupos de neoconcheros utilizan ambos en las velaciones. Los primeros integrantes provenían de los grupos de la tradición donde aprendieron la danza. Sólo los recién llegados han estado en contacto únicamente con los grupos de la mexicayotl. Estos grupos están agrupados en kalpultin o "centros culturales" donde se enseña la chitontequiza. Generalmente, además de danzar, realizan un activo proselitismo relacionado con los valores de la mexicanidad. Además de pedir colaboración económica, muchos de ellos viven de las artesanías que fabrican y venden paralelamente con la danza. Los grupos de la tradición los critican por esto y los llaman "chimaleros".1 Flores Moncada (1996:11) dice respecto a algunos de ellos: "como el caso de las personas que ingieren droga sin sentido y sin disciplina para danzar y el caso de la gente que 'baila' —que no danza— en el zócalo del D.F. para chimalear, pedir limosna lastimosamente".
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La palabra "chimalear" proviene de chimalli, que es el escudo mexica que utilizan los danzantes de la mexicanidad para pedir la contribución del público.
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Los grupos de la mexicayotl han designado a la danza como "Danza solar aztecachichimeca", chitontequiza, que, como se dijo, significa "salir de la oscuridad" o "salir del silencio",2 la cual anuncian como parte de las actividades de muchos kalpultin. Según Velásquez Romo y Estrada García (:16) del Centro cultural Tepetlixcayotl y Ollín Mexicayotl Tlahuizcalpan, la danza tiene cuatro niveles, el primero es el Mitotiliztli o areito, fiesta, gozo, algarabía y alegría humana. En este nivel se manifiesta la danza y el danzante como una relación humana entre él y sus compañeros y todos quienes contemplan y admiran los movimientos y gozan con ellos. Esta comunicación a través del movimiento del cuerpo logra una interrelación humana en donde el Tlakachitontequi y su dualidad, la Cihuachitontequi son el centro y motivo principal de la danza. Un segundo nivel es el Macehualiztli. En esta etapa el danzante se desprende de esa imagen de areito y algarabía para pasar a la de autosacrificio por medio de la abstinencia y el desprendimiento de lo externo. Aquí ya no será lo más importante la imagen a través del gozo, sino se reemplazará por un ofrecimiento consciente del danzante a través del cansancio, el sudor y, en algunas ocasiones, de la sangre que emana de los pies de los danzantes. Es un merecimiento ante las fuerzas que dan vida de por medio del cuerpo en movimiento, en beneficio de todos. El tercer nivel es el de la Chitontequiza, acto de girar y desprenderse al cosmos a través del movimiento de la danza. Es por medio de estos movimientos cósmicos que realiza el danzante de manera consciente, que logra su integración a las fuerzas de la naturaleza y el cosmos. El cuerpo en movimiento pasa a formar parte de un todo armonioso. El cuarto nivel es el de TeoChitontequiza, movimiento cósmico de energía creadora. El ejecutante de la danza solar logra su mayor expresión cósmica en una íntima y colectiva interrelación del ser con la fuerza suprema o gran espíritu generador de vida llamado por los antiguos anahuacas Ometeotl (esencia dual de Omecihuatl y Ometecuhtli). Los movimientos dancísticos logran una comunicación espiritual con las fuerzas generadoras de vida y el danzante se convierte en su vínculo entre Teotl, la energía Creadora y la humanidad. La TeoChitontequiza es la expresión más elaborada de lo que un danzante puede lograr con su dedicación, esmero, disciplina y autosacrificio Tlacatzin Stivalet, uno de los actuales ideólogos de la mexicanidad, practica la chitontequiza con los miembros de su kalpulli, a la que llama la "Danza cósmica
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Chitontiquiza, según el diccionario de Molina, quiere decir "saltar con apresuramiento para hacer algo, o para hechar a huir". 190
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anahuaca", distinguiéndose de otros grupos de danzantes por llevar en la cabeza el ixcualmecatl de color verde-azul. De acuerdo con un manuscrito de Tlakatzin Stivalet: La danza cósmica anahuaca, nos permite vivir nuestra realidad dual de manera plena, viendo nuestras raíces. Mientras danzamos todos somos Ometeotl, unidos por nuestras raíces comunes: nuestra madre tierra, la lluvia, el aire y el sol. Cuando nos asumimos como parte del cosmos, como una manifestación consciente de estos cuatro elementos cósmicos, nuestro Ser esencial entra en armonía total. Podría decirse que, nuestra responsabilidad social es justamente ésta, vivir en permanente armonía total. Cuando fallamos en este compromiso fundamental, es cuando se manifiesta Tezcatlipoca dentro de nuestra conciencia, para recordarnos que no estamos cumpliendo cabalmente con nuestro deber. El universo, es decir Ometeotzintli, se manifiesta en cada uno de nosotros como Tezcatlipoca: como lo que se siente en nuestro propio corazón.... quienes practican la danza cósmica anahuaca de manera diaria o regular, se mantienen siempre en armonía total. Al danzar, se mantiene uno consciente de su integración con la totalidad. Una vez en armonía interior, nuestro cuerpo se encarga de sanar, cuando padecemos alguna enfermedad, o nuestra mente se encarga de descubrir la solución a nuestro problema vital. Esta es la trascendencia de la danza cósmica anahuaca: mantenernos en permanente armonía cósmica... La danza cósmica anahuaca es una danza sagrada, ya que representa un camino para buscar la armonía con la tierra y con el cosmos, con sus tipos de movimiento o de expresión, de ahí que en nuestra danza haya pasos que representan o simbolizan la tierra (cuando se avanza como aplanando), el agua (zigzaguenado), el viento (girando o dando vueltas completas) y el fuego (brincando en un mismo sitio o avanzando y retrocediendo con brincos; por ejemplo cuando se hace el "saludo" o "permiso"). Otro tipo de pasos de armonía con el cosmos, son los que imitan los movimientos de rotación y traslación de los planetasLa danza cósmica anahuaca, es también un medio de armonizar nuestro metabolismo. Al danzar cósmicamente armonizamos nuestro cuerpo por el espacio en el cual llevamos nuestra danza. Esto ocurre porque al danzar creamos un campo magnético que genera dentro de nosotros un componente bioquímico que se ha llamado endorfina, una hormona secretada por el hipotálamo que tiene las mismas propiedades mitigantes del dolor que tiene la morfina. La endorfina nos bioenergiza, nos potencia y a la vez nos cura y nos mantiene saludables. La danza cósmica anahuaca, también es un medio para la generación de placer, de energía; cada danzante según sus estados de ánimo, según la particularidad y espiritualidad que tengan el momento que la practique, la abordará de acuerdo a los múltiples rostros de la danza cósmica anahuaca: para regocijo, para veneración, para energetización, para meditación en movimiento, para elevar la conciencia, etcétera.
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Aunque esta danza practicada por los grupos de la mexicanidad se ha extendido a toda la república y más allá de sus fronteras, donde se hacen más notorios es en el Zócalo de la Ciudad de México. La mayoría de la gente que ha visto estos grupos danzar en el Zócalo piensa que son los mismos que acuden a la Villa el 12 de diciembre y que siempre han estado danzando en ese lugar. Sin embargo, la ejecución de las danzas en el Centro Histórico de la Ciudad de México es un fenómeno reciente, que se remonta a la "toma del Zócalo", dirigida por algunos líderes de la mexicanidad, y en la que colaboró Felipe Aranda.
Los danzantes del Zócalo de la Ciudad de México Dentro de los danzantes que practican en el Zócalo o en sus alrededores se encuentran tanto representantes de la chitontequiza como de los neoconcheros. Ya hemos visto que el primer grupo que danzó en la plaza de Santo Domingo para obtener algo de dinero fue el del Jefe Ortiz, posiblemente esto sucedió antes de ser reconocido y por tanto, de tener otras posibilidades de ingresos.3 Después Polo Rojas y el grupo Tacuba de Illescas, así como el Tloque Nahuaque de Xoconochtétl —quien originalmente era guía de turistas—, empezaron a danzar en el Zócalo o frente al Templo Mayor, con la intención de recuperar espacios simbólicos. Xoconochtétl, quien estaba muy ligado a Aranda, comenzó a "chimalear" para juntar dinero para ir a Viena a luchar por la recuperación del penacho de Moctezuma. Después fundó el grupo Yancuic Nahuatl y según varias versiones se dedicó, más bien como empresario, a llevar grupos de danza —no sólo concheros— a Europa, en donde pasa la mayor parte del tiempo. Los danzantes del Zócalo han sido estudiados por Lauro Eduardo Ayala Serrano y por José de Jesús Vázquez Hernández. Ayala los contabilizó desde 1994 hasta 1998, encontrando que su población se mantuvo estable, más o menos 100 personas reunidas en ocho grupos, que ha clasificado como de la mexicanidad o de los kalpultin, de ensayo y de la tradición, sin embargo pensamos que últimamente debe haber bastantes modificaciones entre composición, ya que por ejemplo, hasta hace aproximadamente diez años, junto al asta bandera del Zócalo había otro pequeño grupo llamado Iztacíhuatl, en el que participaba entre otras, la señora Juanita que tenía 90 años y que era artesana bordadora. Este grupo, que aparentemente no tenía vínculo alguno con
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Aunque algunos otros informantes dicen que más bien fue el jefe Osorio. 192
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otros, desapareció hace unos años, estaba dirigido por "Fernando", quien también enseñaba náhuatl y cultura mexicana, pero sin las tendencias de la mexicanidad.4 De acuerdo con los datos de Ayala (:73), frente a la maqueta del Templo Mayor danza el grupo de la tradición Ollín Ayacaxtli, el cual dicen fue fundado en 1983 y pertenece a la mesa de la Virgen de la Soledad dirigida por Aranda. En 1989 su dirigente era Antonio Cruz (Vázquez:68). Este grupo, que está integrado por 30 individuos aproximadamente, danza los lunes, martes y viernes por la tarde, y surgió del grupo Tacuba, que a su vez se desprendió del grupo TloqueNahuaque, de Xoconoxtetl, y que pertenecía a un grupo mayor dirigido por Aranda, el cual se desintegró en 1988 (Ayala:45, González y Acevedo:31) Los del Ollin Ayacaxtli dicen haberse separado del grupo Tacuba porque tiene una ideología muy radical (Vazquez:38). Contamos con la información de que el grupo Tacuba fue fundado por Illescas, básicamente con gente del barrio de Tacuba, y que tenían también una relación muy cercana con Moisés González, quien se quedaba a cargo del grupo durante los frecuentes viajes de Illescas a Estados Unidos y que el grupo Ollin Ayacaxtli surgió más bien de gente tanto del grupo Tacuba como del Tloque Nahuaque. "Nosotros los Ollin Ayacaxtli... aceptamos los sincretismos; en el Santo Niño de Atocha adoramos al sol naciente, en la Virgen de Guadalupe a Tonantzin y Coatlicue, en el Señor de Chalma a Tezcatlipoca negro" (Vázquez:38). Además dicen ser "un puente entre mexicanistas y concheros" (Ayala:73).5 Otro grupo, el Mexica Zentlayolhuayatl, "Mexicanos unidos por un mismo corazón", también pertenece a la mesa de la Virgen de la Soledad. Se ubica al norte de la Plaza de la Constitución y dicen estar ahí desde 1985. Danzan de lunes a sábados desde las siete a las nueve de la noche. Los grupos de ensayo están constituidos por aprendices de danzantes que aún no están listos para participar en las danzas más importantes y que pertenecen tanto a los de la tradición, como a los de la mexicayotl. Son alrededor de 40 individuos que se reúnen los sábados a partir de las cinco de la tarde a un costado de la Catedral. Los del grupo Ixnextli Tezcatlipoca A.C., también llamados los tlacuilos, visten de blanco con el izcoamécatl en la cabeza y un cinturón rojo, pertenecen a una organización mayor llamada el Centro Cultural de los Pueblos del Sol, que integra a muchos
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Esta información me fue proporcionada por Nalleli González, actual capitana somadora del grupo de danza de Chimalistac, quien desde muy niña danzó en el Zócalo con este grupo. 5 Vemos una contradicción en los datos, pues en esta aseveración se dicen pertenecer a la mesa del Santo Niño de Atocha y no a la Virgen de la Soledad. La primer mesa es del Jefe Ortiz y la segunda de Aranda.
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Danza tu palabra grupos de danza. Son dirigidos por Salvador Contreras y se dice que empezaron como un grupo rebelde que se juntó con el de Felipe Aranda. Un capitán les levantó un estandarte y ahora se llaman de la tradición. Hay otros dos grupos de ensayo, uno frente al Templo Mayor y, a la izquierda de éste, el grupo Tonatiuh, además de otro que no tiene nombre. Hay un grupo de ensayo frente a la Plaza Tolsá, al que acuden como 40 o 60 danzantes, y aunque los dirige Mazatl, no pertenecen a ningún kalpulli. Parte de estos grupos, y otros que se han agregado, danzan o ensayan todos los días, o ciertos días de la semana, en el Zócalo de la Ciudad de México. De acuerdo a los datos de Ayala Serrano, el kalpulli Mazatl, dirigido por Sergio Ramírez Ocotzi, Ocelocoatl, pertenece al Zemanahuak, donde se formó en 1977. Sus primeras prácticas dancísticas en el Zócalo las efectuó en 1978, aunque dice que fueron reprimidos por el gobierno. A principios de la década dé los ochenta empezaron a danzar en las afueras del Museo de Antropología, hasta que el consejo del Zemanahuac decidió tomar eí Zócalo. Ocelocoatl dice que fue idea suya, debido al carácter sagrado del lugar. Hacía 1988-1989, se establecieron con mayor frecuencia en la esquina suroeste de la Catedral, después se trasladaron al lugar que ahora ocupan, al noroeste de la Plaza de la Constitución, donde danzan sábados y domingos, desde las once o doce de la mañana hasta las siete u ocho de la noche. Los que danzan habitualmente en este lugar son aproximadamente diez personas, hombres y mujeres entre ío's 14 y 60 años, que además de danzar se dedican a estudiar o a fabricar artesanías. Del grupo Mazatl han surgido otros, como el Ollin Mazatl y el Mazacoatl. El primero tiene relaciones con grupos de danza de Puebla y el del Nahualcoyotl de Coyoacán.6 Este último está dirigido por Xolotl, quien tiene un kalpulli y es además "danzante del sol". Los grupos Mazatl, Ollin Mazatl y Mazacoatl danzan sábados y domingos en la Plaza de la Constitución y el grupo Ollin Kuauhtémoctzin, formado por 14 miembros con igual número de hombres y de mujeres y dirigido por Raúl Izcoatzin-Tezcatlipoca, danzan todos los días de tiempo completo frente al Museo del Templo Mayor. Ayala encuentra que generalmente hay un "fundador" quien dirige y coordina, y es el que habla en público exhortándolo a que se encuentre la mexicanidad y promocionando las artesanías y los folletos que venden. Abajo del coordinador están los yaoyopa o "danzantes guerreros", después los ensayistas y los ayudantes.
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En Coyoacán, aparte del grupo Nahualkoyotl, existen otros dos, el Huitzilopochtli dirigido por Horacio y el de los Concheros de la Conchita, dirigido por "Sonora". 194
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Estos grupos tienen un ritual semejante al de los concheros: antes de empezar, dibujan un círculo para marcar el espacio de la danza. Después una sahumadora o malinche, con el popochcomitl en la mano, pide permiso a la tierra, inclinándose hacia la ofrenda que ha armado en el suelo y sahumando hacia el cielo. Después comienzan a tocar los tambores y a danzar, como media hora después uno de ellos pronuncia un discurso proselitista, mientras los demás descansan. Esta actividad de danzar por media hora y descansar otra, mientras alguien da un discurso, dura desde el inicio de sus actividades alrededor de las doce del día hasta las siete de la tarde. Ayala (:31-32) entrevistó a varios de los danzantes del Zócalo, pertenecientes en su mayoría a la mexicanidad, de algunos de los cuales a continuación presentamos una semblanza: Sergio Ramírez Ocotzi, Ocelocoatl, originario de un pueblo de Tlaxcala, terminó la carrera de diseño gráfico en la UAM e ingresó al Zemanahuac Tlamachtiloyan, a principio de los años setenta, donde ahora da clases de chitontequiza y es director de danza, a su vez coordina el kalpulli Mazatl desde principio de los años ochenta y dedica todo su tiempo a actividades de la mexicanidad. En algunos eventos organizados por el Zemanahuac, donde también da conferencias sobre el calendario, es presentado como arquitecto. Iztacuauhtli, originario de un pueblo ubicado entre el estado de Puebla y de Veracruz, es ingeniero electrónico y su esposa Citlalli, a quien conoció en el Zócalo danzando, es dentista y trabaja en el ISSSTE. La danza la aprendió por tradición, con sus padres, desde que tenía 12 años. Lleva poco menos de 28 años en la mexicanidad. Es el fundador del grupo Ollin Mazatl y ha ido a danzar a muchos lugares de la República y del mundo. Citlalli, quien tiene 35 años, llego de provincia, de un lugar de Coahuila. Cuando era adolescente se interesó por los danzantes al verlos en el Zócalo, preguntó acerca de ellos y se integró al grupo: Después pasó el tiempo y platicando con algunos compañeros de la situación de la danza, dijimos "no, pues la danza no es en las iglesias, ¿Cómo es posible?" y nos pusimos a danzar en los parques y en las plazas públicas, pero todos éramos concheros: los compañeros con los que yo aprendí a danzar eran también concheros. Con ellos yo aprendí, y luego me pasé a grupos independientes, a grupos de mexicanidad" (ibid.:228). Ricardo Alvarado, "el Maíz", tiene como 53 años y es profesor de primaria y secundaria. Lleva 16 años danzando y uno y medio de haberse incorporado al grupo Ollin Kuauhtémoktzin o "Movimiento de Cuauhtémoc". Ha estado en muchos grupos y dice que se reencontró con la mexicanidad cuando apareció la Coyolxauhqui. Su in195
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dumentaria es muy especial, pues su penacho esta hecho con partes de la planta del maíz.7 Huitzilihuitl tiene 50 años, pertenece desde hace 12 años al grupo Ollin Kuauhtémoktzin. Ha hecho estudios de diseño gráfico y se dedica a la manufactura de artesanías, de las que vive: Yo nací en 1972 en el grupo de Tradición Tlatoani Kuauhtemoktzin de Xoconostle [sic]. Allí obtuve el grado de capitán después de algún tiempo, y por medio de ese grupo conocí muchos países como Dinamarca, Suecia, Austria, Italia y en 1997 estuve en España, en Santiago de Compostela un mes, visitando a una persona que tiene unas colecciones particulares de artículos prehispánicos. En ese entonces nosotros fuimos representantes de la cultura viva que existe todavía en México, porque esos grupos es lo que llamamos grupos de difusión cultural, que son pequeños grupos donde se recorre la República Mexicana y se sigue recorriendo otros países con el fin de mostrar nuestra cultura a la demás gente. En este grupo, el Ollin Kuauhtémoktzin, tengo danzando 12 años.'La razón por la que dejé la Tradición, es porque cuando encontré la Mexicanidad, encontré que me llenaba mucho porque es parte de nuestro pasado y es un pasado que está lleno de gloria y del cual debemos de estar orgullosos (Ayala:235-237). A través de estas entrevistas, podemos darnos cuenta, entre otras cosas, que la mayor parte de los danzantes entrevistados formaron parte en un principio de grupos de la tradición para después pasarse a los de la mexicanidad; que muchos de ellos han he"El Maíz". Foto: Yólotl González
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Desafortunadamente no tuve tiempo de entrevistarlo. 196
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"El Maíz" y su grupo. Foto: Yolotl González
cho de la danza y de la venta de artesanías un modus vivendi,8 y que a través de la danza y de la mexicanidad, han podido viajar a muchos países, lo que de otra forma no hubieran podido hacer. Uno de los jóvenes entrevistados terminó la carrera de Ciencias Políticas, nos dice que se interesó por la mexicanidad a través de un maestro del CCH9 Oriente. Él a su vez atrajo a dos de sus compañeros universitarios, que ya forman parte de la danza. A ellos les interesa dar a conocer una visión distinta de la que ellos recibieron de la historia oficial. Y recalcan su origen social: su padre es albañil y su madre analfabeta, sin embargo, a través de la mexicanidad han tenido oportunidad de viajar a varias partes del mundo.
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Además de ser su medio de vida, comparten una nueva forma de verla, más acorde y en armonía con sus semejantes y con la naturaleza. Dicen que "tenemos que seguir unidos como mexicanos para poder reencontrarnos con nuestra cultura y con la naturaleza" (Ayala:240). 9 Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM.
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Otras expresiones dancísticas de la mexicanidad Como ya esbozamos, hemos encontrado que cuando surgió el MCRA, aún no se habían incorporado los danzantes de la tradición, aunque es posible que entre algunos de ellos comenzaran a surgir de forma independiente ideas revivalistas, sobre todo entre los grupos de los jefes Aranda y Segura, y que según las descripciones de Friedlander, de Iwanska y aun de Güemez, las danzas que se llevaban a cabo en las ceremonias que organizaba Nieva y que continuaron después de su muerte, eran coreografías de danza diseñadas por su hermana María del Carmen. Fue, como también vimos, hasta que a uno de los fundadores del Zemanahuac, junto con Cuauhcoatl y posiblemente Bernardina Green, se les ocurrió plantear que los danzantes conocidos como concheros eran los depositarios de las antiguas danzas prehispánicas unidos al grupo de Aranda —quien tenía sus propias ideas revivalistas—, que surgió la chitontequiza. Pero, por otra parte, otros dirigentes de la mexicanidad crearon y han creado sus propias danzas o bien las han tomado de otros grupos indígenas; tal es el caso de Tlakaelel, uno de los fundadores del MCRA y uno de los "seleccionados" por el consejo de ancianos. Tlakaelel, a la muerte de Nieva, fundó su propio kalpulli, Koakalko y posteriormente creo la religión In Kaltonal que, como veremos más adelante, incluye la Danza del Sol como uno de sus principales rituales. Aparentemente Tlakaelel nunca estuvo de acuerdo en que la Danza Conchera fuese la expresión de la antigua danza mexica, pese a que él mismo dice haber sido conchero por algún tiempo; González y Acevedo (:67-68) nos dicen al respecto: ...en cierta ocasión Tlakaelel viajó por Estados Unidos con Andrés Segura y Ernesto Ortiz [jefes de la tradición conchera], estos declararon que la Danza de Concheros era la máxima representación de la tradición mexicana, de ahí que Tlakaelel ideó la Danza Nahuatl para demostrar que "los concheros no eran la única expresión tradicional en México". Algunos de los alumnos nahuas que entonces vivían con Tlakaelel aportaron varias ideas para elaborar esta danza.
Tal vez la primera diferencia que se nota entre danza náhuatl y la Danza de Concheros es el atuendo que usaban los del kalpulli Koakalko, el cual se componía de un maztla (taparrabo), un tilmatli (capa) y un izcoamekatl (cinta para la cabeza) todo de color blanco, pues para ellos el blanco es el color de los estudiantes y dan la idea así de ser principiantes y de hacer una danza espiritual. No podían portar ningún adorno, ni plumas, pues señalan que para poder usar cualquier color, cualquier adorno o cualquier pluma, era necesario que se lo ganaran. Este atuendo es igual al que viera
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Tlakaelel en una visión. De la misma manera que la danza azteca chichimeca, la danza náhuatl del kalpulli Koakalco era acompañada de un huehuetl. ...la forma coreográfica de la Danza Nahuatl, señalan que era muy lenta, sin tratar de hacer movimientos acrobáticos, ni de competencia y en la cual podían participar personas de cualquier edad, la distribución de los participantes era en círculo y decían que los movimientos de la danza representaban el movimiento de las estrellas, "seriaciones de movimientos que se repiten en el universo, los cuales tienen sus propias pautas y ritmos", encontrar ese ritmo era el objetivo de la Danza Nahuatl. Mencionan también que las danzas más importantes eran: la de Xipe-Totec, Tochtli (conejo), Iztakuauhtli (Águila blanca) y Tonal (día). Esta actividad llegó a ser de suma importancia por lo que practicaban diariamente. También danzaban en las celebraciones del kalpulli y daban exhibiciones en los viajes en que participaban. Aunque todavía militan en el kalpulli miembros que conocen bien la ejecución de la danza náhuatl, ésta actividad ya no se realiza en el kalpulli Koakalko, no obstante en otros kalpultin que fueron formados por viejos alumnos del kalpulli Koakalko está presente, tiene vigencia y es una de sus principales actividades. A pesar de haber creado esa danza, Tlakaelel la abandonó y adoptó la danza del Sol de los indios lakota de Norteamérica en la que fue iniciado durante uno de sus viajes a Estados Unidos por Leonard Crow de la reservación de Rosebud en Dakota del Sur. Ésta es una danza que tiene una amplia distribución entre muchos pueblos indígenas de Estados Unidos con peculiaridades en cada uno de ellos. Durante un tiempo fue prohibida por el gobierno de Estados Unidos, pero renació hacia 1900 y posteriormente le dieron ímpetu los activistas del American Indian Movement. Es hacia 1980 cuando adquiere más fuerza y se convierte en un movimiento político y religioso que pide a través de la danza la unión de todas las tribus de Estados Unidos, buscando a través de visiones que les otorgue un poder espiritual a los danzantes. La razón para que Tlakaelel adoptara esta danza desde 1982 como el principal ritual de su religión In Kaltonal, que incluso registró como Asociación Religiosa en la Secretaria de Gobernación y de la cual él es el máximo dirigente es porque hay una serie de elementos y símbolos de la danza del Sol muy parecidos a los que usaron sus ancestros mexicas y además porque pretende lograr con ésta la misión que se le encomendó: conseguir la unidad de los indígenas de América. Los rituales de la danza del Sol de In kaltonal empiezan desde que se corta el árbol que se encuentra en el centro del espacio de la danza. Dicho árbol se coloca en un agujero, en el que se depositan ofrendas que incluyen un guajolote blanco sacrifica-
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do. Previo a la danza se realiza una limpia ritual en un temascal, así como el ritual de la pipa sagrada. La danza se inicia alrededor del árbol, con los danzantes dirigidos por la jerarquía de In Kaltonal. La danza incluye al Uey teopixque o "Gran sacerdote", los ayudantes y el encargado de la danza por esa ocasión. Los danzantes usan trajes especiales: los hombres un máxtlatl o "taparrabo" al estilo prehispánico, aunque a veces usan faldas. El momento culminante de la danza es cuando Tlakaélel y el Uey Teopixque cortan con un bisturí, con mucho cuidado para evitar una infección, un pedazo de la piel del pecho de los danzantes donde colocan una pequeña estaca de madera como de siete centímetros de largo por uno de diámetro {Ibid. :169-170), posteriormente esta estaca es jalada de tres formas distintas, desprendiéndose la piel del danzante que se le ofrenda a Ometeotl. Como puede apreciarse, esta danza adoptada por Tlakaélel de los indios lakotas difiere mucho de todas las danzas practicadas en México, pero Tlakaélel ve en ella muchos símbolos y elementos similares a los de los mexicas, como el ayuno, la autotortura, las ofrendas de sangre y el baño de purificación o temascal al estilo Iakota, un poco distinto al mexicano, además de algunos símbolos solares comunes a las dos culturas, lo que le hace suponer que su origen fue el mexica. Actualmente muchos miembros de la mexicayotl, neoconcheros y de la nueva mexicanidad han experimentado con la danza del Sol. La danza como forma ritual parece concebirse como una forma importante de expresión corporal religiosa para muchos miembros de la mexicanidad, por lo que no solamente se buscó en los concheros sino también en otras formas. Por ejemplo, sabemos que Arturo Meza, quien es uno de los intelectuales de la mexicanidad, tiene su propia versión de danza y que un grupo de la nueva mexicanidad creó el Citlalamina, que es una mezcla de danza tibetana y conchera.
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Conclusiones Mientras más profundizamos en el estudio de los concheros, surgen más preguntas acerca de su origen, transformación, difusión y relación con otras danzas, así como nuevas pistas para su estudio. En primer lugar, debemos destacar la importancia que tuvo la danza en la sociedad prehispánica, especialmente como parte del ritual; importancia que perduró al principio de la Colonia pese a las prohibiciones de los distintos concilios católicos. Sin embargo, llegó un momento en que la danza, de haber sido parte de la religión del Estado mexica y una expresión de la clase dominante, fue marginada pasando a ser sólo una expresión de la clase subalterna, convirtiéndose en parte de la religiosidad popular, al tiempo que disminuyeron las referencias acerca de ella. Después de finales del siglo xvii nos encontramos con un vacío de información sobre la tradición dancística derivada directamente de la prehispánica; solamente quedó la danza "de los voladores" y algunas otras practicadas en "regiones de refugio" (Aguirre Beltrán), como la danza del venado, y aunque existen referencias al tocotín, éste también sufrió transforma-
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Xochipilli, dios mexica de la danza
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ciones desde lo descrito por Clavijero y Sigüenza a lo que nos ha quedado en la actualidad. De acuerdo con los diversos trabajos sobre la danza, especialmente los relacionados con las llamadas danzas de conquista que introdujeron los frailes españoles desde principios de la Colonia, como las danzas de moros y cristianos, las cuales fueron impuestas y adoptadas por los distintos grupos indígenas, que las transformaron hasta convertirlas en luchas entre indígenas contra paganos, paganos contra españoles, cristianos contra judíos e incluso chichimecas contra franceses,1 entre otras, todas estas danzas contaban con un argumento y muchas veces con un parlamento, y representaban batallas en las que un grupo "bueno", el cristiano, luchaba contra los representantes de los paganos o herejes, que variaban conforme a la visión del grupo indígena en cuestión. Aunque existan antecedentes de luchas rituales prehispánicas —que no eran danzas—, las danzas de conquista tienen como antecedente indudable la de los moros y cristianos española, cuya variedad en la misma España es bastante grande (Jáuregui y Bonfiglioli). La danza de los concheros ha sido incluida por algunos autores entre las danzas de conquista (Warman, Anáhuac González). Incluso Bonfiglioli (:114) ha extendido el concepto de conquista, siguiendo a Anáhuac González, entre "la fe y lo 'mexicano' de los neoconcheros que triunfan sobre la 'occidentalización'". Es posible que la danza de los concheros en determinado momento haya sido parte de una representación, con un guión, pero hasta donde sabemos se trataba de una danza "pura" sin coloquio. Relacionado con esto, Moedano (1972:604) opina que se mezclaban "a veces con las de 'la conquista' (derivada de la de moros y cristianos), pero sólo en tales ocasiones y momentáneamente", y cita a De la Rea, quien dice que "antiguamente mezclaban con la milicia unos mitotes o bailes gentiles, con tan hermosas plumas que admiraba la vanidad y pasando de doscientos a trescientos y aún más los que bailaban". Es indudable que la danza de concheros es denominada por ellos mismos de "conquista", como hemos visto en todas las connotaciones que ha tenido y que tiene en la actualidad este término, desde recordar y celebrar el haber sido conquistados por la "verdadera religión", como plantean Fernández y Mendoza (:9): Todas [las danzas] tienen origen en la idea de la conquista material y espiritual de los aborígenes por los españoles, y su razón de ser no es otra que la alegría de haber sido conquis-
1 Este último avatar de la danza de conquista debe ser producto del impacto de la invasión francesa a España, erigiéndose los chichimecas como defensores de la corona española.
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tados, los indios, para el reino de Jesucristo. De esta manera se ha hecho una transmutación del hecho material y se le ha dado su verdadero sentido a la conquista espiritual por medio de una metáfora que constituye, digamos, el argumento de las danzas, en el cual se nos revela su íntimo secreto de religiosa finalidad. De los propios labios de un viejo danzante, "Capitán General" de un grupo, escuchamos las siguiente palabras: "...voy a decirte algo de lo que nosotros entendemos con estas danzas que la gente llama por 'divirsión', no son divirsión, bailamos porque el corazón se alegra porque fuimos conquistados por Dios Nuestro Señor". Hasta la apreciación de Anáhuac González (:224), en la que se basa la interpretación de Bonfiglioli, quien dice que los concheros se consideran a sí mismos como un frente de resistencia a la occidentalización, que, a través de varios sectores de la sociedad nacional, se está extendiendo al país. Aunque no esten presentes en el escenario ritual, para los concheros la danza es una especie de "combate" contra sus supuestos enemigos culturales. En el contexto urbano de la ciudad de México, los grupos actúan en defensa de los valores indígenas, véase, por ejemplo, las marchas, los festivales y las ceremonias que se realizan en honor de Cuauhtémoc, o las que se ejecutan para recordar a los guerreros aztecas muertos en el sitio de Tenochtitlan en 1521, unas y otras como manifestaciones de protesta por la penetración cultural extranjera, y como reafirmación de los valores de lo mexicano. Así, pasando por los múltiples significados que hemos mencionado, conquista significa desde la conquista del sol en su lucha contra las tinieblas, representada en sus rituales diurnos y nocturnos, hasta la lucha entablada entre los dirigentes de las distintas mesas, que muestran su poder por medio de la conquista de otras mesas, para la cual se tenía un código establecido, que según el capitán Luna fue roto por el jefe Gutiérrez, cuando vino a conquistar sin previo acuerdo a México. Este código, de alguna manera continuaba en vigor cuando el mismo capitán Luna fue a conquistar San Miguel de Allende. Independientemente de que, como hemos visto, el concepto de conquista es polisémico y continúa en transformación, no creo que pueda aplicarse a la danza de los concheros en el sentido que posee para otras danzas a las que hicimos mención. Hay diversas opiniones acerca de la relación entre la danza de los concheros y las danzas prehispánicas, desde las que niegan todo vínculo con éstas, incluyendo a algunos miembros de la mexicanidad,2 los que plantean que su creación es tan reciente
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Tlacaélel y Meza. 203
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como el surgimiento del nacionalismo, es decir, a principios del siglo pasado, hasta los que pensamos que sí conservan muchos elementos prehispánicos. Entre los que niegan los elementos prehispánicos se encuentra Fernández y Mendoza: ...con frecuencia esa interpretación se exagera [...] en las danzas de los Concheros, en San Miguel de Allende, no hemos sorprendido sino una auténtica intención de expresar la alegría cristiana en forma simple en su fondo, por medio de un ritual simbólico y un tono deliberadamente artístico, que los religiosos apostólicos le supieron infundir, aprovechando inteligentemente las cualidades y calidades de los indígenas y permitiéndoles cierta libertad de expresión, siempre y no se opusiera o distrajera del verdadero motivo para el que fueron creadas, o si se quiere, recreadas (:9). Y como ejemplo transcriben la frase del capitán indígena que hemos citado anteriormente. Bonfiglioli propone que las danzas de los rayados, que él estudió y que tienen muchos vínculos con los concheros, pudieron haber sido introducidas por Fray Juan de San Miguel, fundador de San Miguel de Allende. Como dije, por otra parte hay un gran número de investigadores que han intentado encontrar antecedentes prehispánicos en los concheros, aún reconociendo el uso de la concha-mandolina de influencia española,3 pero adaptada a la danza de una forma particularmente indígena, y del traje azteca, indudablemente de reciente introducción. Solórzano y Guerrero (:453-457) fueron los primeros en plantearlo. Haciendo referencia a varios cronistas, desde Bernal Díaz en su descripción de los altares caseros. A ambos, lo que más les llamó la atención fue el culto al número cuatro, refiriéndolo al Nahui Ollin, además del culto a las ánimas de los capitanes, en vez del ánima sola, del vestido de gamuza y el pelo largo, que asocian a las pieles y al pelo largo que usaban los chichimecas y de la celebración de las vísperas antes de una fiesta. También encuentran analogías en el gobierno interno y en el papel que tienen las mujeres entre los concheros y el gobierno con los cargos religiosos de estos, que compara al de los antiguos mexicanos, entre otros. Concluyendo (Ibid.A59) precisamente al contrario de Fernández: "nos parece ver un fondo de idolatría en lo que ellos nos muestran como ceremonias del culto católico, siendo más bien agregado con el que cubren el antiguo culto a los ídolos".
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Que incluso no apareció tan temprano en la Colonia. 204
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Después agregan unas palabras que pudieron haber sido ciertas para la época en que fueron escritas, pero no para épocas posteriores. Creemos fundadamente que esta es una agrupación indigenista en la acepción más pura que se pueda dar al vocablo, pues en ella afortunadamente no encontramos ideas políticas que puedan después dar orientación distinta a la que actualmente tienen y sí es el único conjunto de individuos que tienen una idea clara de su origen y descendencia, que no pretenden mezclarse en objetos ajenos a sus fines, ni sufren otras influencias {Ibid.A76). Unos años más tarde, Guerrero (:271) insiste en su apreciación: "por todo esto me inclino a creer que la danza de los concheros es la que más aspectos prehispánicos puede contener y se necesitaría un estudio consciente y profundo para investigar todas las relaciones arqueológicas que parece tener con las danzas precortesianas".4 Martha Stone, quien estuvo muy interesada desde un principio en el origen prehispánico de los danzantes, en un capítulo completo de su libro se refiere a lo que identifica como rasgos prehispánicos, aunque confiesa (:211) no estar segura de qué "parte de la Iglesia [católica] está en el culto de la danza y qué parte del culto de la danza está en la Iglesia". Entre los rasgos prehispánicos que ella detecta están el xuchil o "custodia", el culto a los antepasados, el símbolo del sacrificio humano que equipara con el living sacrifice —un término que dice es frecuentemente aplicado a Cristo en la cruz—, el símbolo de la media noche —que aparece en los códices y que interpreta como una marca de las ceremonias efectuadas a la media noche durante la época prehispánica—, ritos que se practican en determinados intervalos de tiempo, la práctica de la disciplina y del silencio,5 el bastón de mando, los elementos del uniforme que se usaban, al momento que ella acompañó a los danzantes y que encuentra similares a lo que se ilustra en los códices, el uso del copal y la formación en el círculo de la danza. Aunque está consciente de que la música prehispánica no sobrevivió, encuentra que la función de esta música y de los cantos sí es la misma que describen los cronistas, pues cantan en el altar para pedir permiso antes de hacer el ofrecimiento de la danza, ensayan muchos días antes de la fiesta, cantan a la grandeza de Dios, de la Virgen, de los Cristos y de los antepasados. También tienen cantos de alabanzas, cantos para la mañana, cantos de despedida, cantos-marchas para las procesiones, así como una infinidad de tonadas para las danzas. Además de componer baladas para los sucesos novedosos,
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Esto desde luego ha cambiado en la actualidad, como hemos visto en el curso de este trabajo. No encuentro muy claro "el silencio" entre las características de los concheros. 205
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como fue la tragedia de cazadero, la cual se refiere a un choque de trenes en los cuales viajaban muchos danzantes que iban en peregrinación a San Juan de los Lagos. Por último identifica una canción especial para cada secuencia de la velación entre otras cosas menos relevantes. Por su parte, Kurath (:397) que, hasta donde sé es la única especialista en danza que en 1946 estudió a los concheros desde este aspecto, llevando a cabo incluso un script coreográfico, señala muchos elementos que encuentra semejantes a las danzas de los indios norteamericanos y concluye en su análisis que el estilo es totalmente indio en la posición del torso inclinado hacia delante y medio doblado y en la cualidad especial de énfasis, este último tipificado porque prevalece de la patada. The style is utterly Indian in the forward tilted, bowed torso, and in the special quality of emphasis. The latter is typified by the prevalence of the stamp, which is absent by a heel brush or knee bend. Several steps are highly characteristic of Sioux and Pueblo Indian dances alike -the skip with the back pull, the limping slide, the grapevine, the touching. In the last —a jump hop, tap hop— there is one distinction. The northern Indians touch simultaneously, with the hop, in even beat; the Concheros alternate hop and tap in iambic metre. Examples are: the Sioux War Dances; the Hoop Dance of Standing Rock, North Dakota and of Taos, New Mexico; the Horse Tail and the Eagle Dances of Tesuque; the Zuñi Harvest Dance. Además encuentra algunos pasos de la danza conchera poco usuales entre los indios norteamericanos, preguntándose si los otros pasos son de carácter indio original, o si señalan influencias que van más allá de la frontera y agrega que los rasgos aparentemente no indios son vestigios de ceremonias antiguas importadas de Europa. También encuentra ciertos pasos semejantes a los de algunas danzas folclóricas, pero concluye que fuera de estos, no hay rasgos mestizos en los concheros, pues no hay valses, zapateados ni floreados o floraciones. Respecto a la indumentaria, se pregunta Kurath sobre la que usaban los danzantes por ahí de 1940, encontrando muchos rasgos más bien indígenas que españoles. No puede dejar de mencionar la concha, ya que como se sabe, no hay rastro de instrumentos de cuerda en el México prehispánico, pero se enfatiza el hecho de que en ninguna danza europea los danzantes se acompañan con ésta de la misma forma que los concheros lo hacen. Pero piensa que la danza conchera pudo conjuntar una serie de influencias, incluyendo un intercambio con los indios de nortearnérica y desde luego algunos elementos europeos y concluye que "es danza pura, vigorosa e impresionante, un ejemplo de influencias extranjeras, completamente absorbidas y expresadas en estilo nativo mexicano" (Ibid.:399). 206
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El mismo Moedano les otorga un indudable origen indígena, esencialmente otomí, de quienes dice que a través de la danza y del culto de crisis han conseguido mantener su fisonomía a pesar de incontables influencias. Él enfatiza la idea de que era un culto de crisis que si bien es cierto tuvo su origen en Querétaro, fue extendiéndose con la idea de conquistar nuevos adeptos. En su origen este culto de crisis estaba circunscrito a Querétaro, pero pronto deben haberse empezado a desarrollar actividades de proselitismo (tendencia básica del grupo), atrayendo nuevos miembros, "conquistándolos" (como aun se dice) para fortalecerlo (y al que entrarían después de una ceremonia de iniciación, como hasta ahora es usual), instituyéndolos en la antiguas creencias y prácticas; dándoles a conocer los medios para entrar en contacto con las ánimas de los antepasados y de este modo mantener el linaje cultural, la forma de pedir ayuda o intercesión para curar o para deshacerse de sus enemigos. Y quizá hasta alentándolos y aconsejándolos para que rechazasen la nueva doctrina y continuaran con la antigua, prometiéndoles -como en otras partes- que los españoles habrían de irse; a la vez que preparándolos para posibles enfrentamientos armados, mediante el ejercicio de la danza, de carácter básicamente guerrero, en la que el arco y la flecha eran las simbólicas armas tradicionales (1972:604).
Y asocia a "Otontecuhtli con Santiago, la cruz, los chímales, etc." (Ibid. :603) y menciona también las ceremonias en lugares apartados y exclusivos para ellos como las capillas de indios o "calvarios de conquista" y "rataches", participando de día en las ceremonias cristianas y de noche en las propias. Nosotros a través de este trabajo hemos encontrado un gran número de elementos que consideramos indudablemente prehispánicos, y no solamente otomíes —sin olvidarnos que nahuas, otomíes y chichimecas comparten muchos rasgos— que sufrieron una transformación provocada en primer lugar por las prohibiciones e imposiciones de los frailes. Además de que en esta primera etapa de la conquista, los indios fueron impresionados por algunos de los símbolos religiosos que trajeron los frailes, así como por los acontecimientos de ese tiempo, que adoptados en su cosmovisión, obtuvieron propia interpretación y significación, como fue el caso del santísimo sacramento representado en la custodia como un símbolo solar, además de ser muy parecido al espejo que llevaban algunas de las imágenes de Tezcatlipoca en la mano. La custodia estaba hecha de metales preciosos, oro y plata, así como rodeada de plumas y flores, la cual además de la cruz era el símbolo católico más importante de los frailes, es por ello que la llevaban al frente de las procesiones y la colocaban con tanto boato en los altares de las iglesias. Seguramente fue éste el antecedente de la custodia o xuchil que se adora en las velaciones revistiéndola de flores, precisamente como la adoraban en los primeros días de la Colonia. Otra idea fundamental que se fundió 207
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con sus creencias ancestrales fue la de los santos, intermediarios con Dios Teotl, lo sagrado. Todos los santos católicos eran difuntos y habían sido mártires, muertos de manera violenta, de la misma forma que lo fue Cristo y también varios de los primeros frailes que conocieron como Juan de Ayora muerto por los chichimecas, o como Juan de Tecto muerto en las Hibueras según una leyenda por órdenes de Cortés. Otra ánima importante es el ahora santo padre Pro, además de sus difuntos más cercanos, también muertos de forma violenta como María Graciana, "ánima conquistadora" y sus propios antepasados jefes de mesa. En este sentido la devoción a las reliquias cristianas y al tlaquimilolli se conjuntan. Considero que uno de los sucesos que al principio de la Colonia debió haber impactado trascendentalmente en el sentimiento indígena fue la ejecución por medio del fuego del cacique de Tezcoco Don Fernando Ometochtzin, acusado por hereje. Y que bien pudo ser como insinúa Flores Moncada, el personaje que esconde la imagen del "ánima sola" o la del "gran jefe" y ¿por qué no? el mismo Cuauhtémoc. Todas estas ánimas eran y son llamadas a través de las "cuentas" en el principal rito conchero, para que compartan con los devotos en las velaciones a través de la lectura de las llamas se leen sus mensajes. Aparentemente este tipo de ritual que no solamente se encuentra entre los concheros sino también entre varios grupos indígenas, sirve no sólo para llamar a las ánimas sino para leer sus mensajes, y antes de que hubiera velas, se hacia a través del encendido del fuego que demostraba la presencia y los deseos de los espíritus de los antepasados. No puede dudarse de que todo el ritual nocturno de la velación previo al ritual dancístico como la adoración del xuchil, el llamado de las ánimas a través de las velas, el uso del copal, de la mariguana y del peyote, así como muchos de los objetos que se encuentran en el oratorio, tienen un origen prehispánico. Entre estos destaca la presencia del nagualiyolo o tlaquimilloli, la "cosa" que menciona Stone y de la que el jefe viejo le dice que "es la mera matriz de la danza" (Stone:214) y que ella insinúa está representada en la lámina 19 del Códice Borbónico, donde se encuentra ilustrada la diosa Xochiquetzal que, junto con Xochipilli eran los dioses de la danza, a quien los mexicas celebraban danzando en el día 1 Xochitl. Aunque también puede referirse a una calavera que se encuentra en la esquina izquierda de la lámina y que puede hacer alusión precisamente a los huesos de los antepasados, sobre todo a los grandes capitanes, como los que hemos visto que había en algunos oratorios. Es bien conocida la importancia que tenían en la época prehispánica el tlaquimilloli o "bulto sagrado", donde se guardaban los restos de los jefes deificados como Huitzilopochtli o Camaxtle. Inclusive sabemos que un tlaquimilloli de Huitzilopochtli fue conservado hasta después de la Conquista cuando se perdió de vista.
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Otro elemento prehispánico es el concepto de danza como sacrificio, así como otros que perviven dentro de la misma danza, como el salir vestidos de la casa del jefe con sus "uniformes", el patio que usualmente tenía el jefe en el que se reunían los danzantes a la marcha de inicio para dirigirse al templo-iglesia, la petición de permiso ante la deidad para efectuar esta danza, y la forma de retirarse de la imagen sin dar la espalda, la coreografía en círculo con los instrumentos musicales en el centro y el carácter sagrado de estos instrumentos, junto con los otros objetos que se dejaban en el altar cuadrado del centro. No deja de llamar la atención la interpretación del jefe Luna, de que representen el antiguo altar prehispánico con los objetos para llevar a cabo el sacrificio —y nada menos que el sacrificio humano. Es también prehispánica la ubicación de los jefes y de los ancianos en el centro, la danza más lenta que realizan éstos que contrasta con la danza más rápida y exhibicionista de los jóvenes que se encuentran en la periferia de los círculos. Desde luego destaca el simbolismo de las cuatro direcciones que impregna todos sus rituales y jerarquías, que aun siendo nombres del ejército español podrían muy bien equipararse a las jerarquías de los ejércitos prehispánicos, como bien lo han ahora traducido o equiparado los chícanos y los grupos de la mexicanidad. El papel del sargento encargado de guardar el orden y de que no se duerman los participantes en las velaciones. Las mismas velaciones previas a un sacrificio. Destaca la importancia de los estandartes, también llamados árboles, que eran usados, tanto por los indígenas como por los frailes en las cofradías, sin olvidarnos de los actuales sitios de peregrinación, que están asociados a símbolos, si no es que a deidades prehispánicas: cerros, grutas, lugares donde brota el agua, pasos en las montañas, árboles "sagrados" en los que se cuelgan "milagros" y ombligos de los niños. La retórica de los concheros que es usada para dirigirse a los miembros de otros grupos, el "dar la palabra" o "la palabrita" sobre todo en las distintas reuniones, nos recuerda el tono de los huhuetlatolli y las referencias que hacen algunos cronistas de la forma respetuosa en que se dirigían unos a otros. Seguramente existen algunos otros elementos que se me han escapado, independientemente de los mencionados, más los que pudiéramos señalar como españoles como el uso de la concha, la danza en sí es una elaboración totalmente mexicana y desde hace algunos años está atravesando por una renovación y una increíble expansión producto de un movimiento de identidad nacional y al mismo tiempo global. Quizá, como se ha dicho, las clases indígenas que conservaron el poder tras la conquista fueron perdiendo el interés en ese tipo de expresiones religiosas, sociales y artísticas, trasladándolas posiblemente a las procesiones, expresiones rituales católicas que llenaban más su nueva forma de vida con una menor carga prehispánica y permanecieron las hermandades de danza como expresiones de las clases populares, 209
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convirtiéndose la parte nocturna en una ceremonia cada vez más secreta y desconocida por la mayor parte de la población. Hay tres hipótesis acerca del origen de los concheros. La más aceptada, y posiblemente también la más certera, es la que refiere que como grupo, iniciaron sus rituales dancísticos en Querétaro o en el Bajío, migrando a México a finales del siglo xix. La segunda, que se complementa con las otras dos, dice que continuaron con una tradición que había permanecido también en la Ciudad de México y que se remonta a la época colonial, junto con las danzas que efectuaron en honor de la Virgen de Guadalupe, después de que ésta obró el primer milagro al revivir a un indio danzante que había sido herido por una flecha; según esta hipótesis, con el tiempo esta danza se mezcló con las danzas del Bajío. Por último, la tercera que se complementa con la primera, sugiere que parte de los caciques indios (chichimecas) cristianizados, que conquistaron a los chichimecas paganos de Querétaro, provenían o recibían una influencia directa de Tlaxcala. Cuando los tlaxcaltecas fueron conquistados por Cortés éstos le pidieron permiso para efectuar sus danzas en honor de los santos; lo que parece explicar que se atribuya la "palabra general" a Tlaxcala, lo que también explicaría la importancia de la Malinche como reina compañera del cacique y no como traidora (Llorona). No cabe duda que los rituales concheros son los que los caracterizan, los que han sido el elemento aglutinador: las velaciones, las danzas y las peregrinaciones. Todos ellos caben dentro de lo que Turner (1987:VII:256) entiende como ritual: aquellos aspectos de conducta formal prescrita que no tiene consecuencias tecnológicas y que tiene referencias de seres o poderes míticos... Los componentes prescritos son ordinariamente aportados por la tradición cultural. Las acciones rituales son simbólicas, ya que no reafirman algo en el estado de cosas y que no tienen necesariamente un propósito. Es decir, el ejecutante del ritual no busca necesariamente alterar el estado de cosas. El símbolo según el mismo autor es la unidad más pequeña del ritual que todavía conserva las propiedades específicas de la conducta ritual, esta última unidad de la estructura específica en el contexto ritual. Vemos que dentro de esta definición se encuentran las acciones corporales de danza, canto, música, del movimiento de los sahumadores, las conchas, estandartes, todo lo que crea un sentido de identidad y de conciencia entre ellos. Hasta hace poco, los rituales efectuados por las mesas eran muy semejantes a lo descrito por varios investigadores y escritores que se han ocupado del tema, mismos a los que hemos hecho referencia en este trabajo. Los rituales de velación y danza conformaban un todo, un ciclo diurno que va de puesta a puesta de sol y que se complementa con el anual relacionado con los equi210
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noccios, los solsticios y los pasos del sol por el cenit. Todo esto está a su vez asociado con los ciclos de la naturaleza, de la siembra y de la cosecha, asociación que fue perdiéndose en las ciudades más no en el campo. Muchos pueblos otomíes y del Bajío continúan haciendo ofrendas de alimentos en las distintas fiestas, además de que la mayor parte de las fiestas cristianas también coinciden con los ciclos solares. Como en la época prehispánica, la velación es el antecedente y la preparación nocturna para el sacrificio. Dicha velación inicia a la puesta del sol, los participantes son recibidos en un espacio sagrado nocturno, cerrado, frente al oratorio. La ceremonia principal empieza a las doce en punto, la media noche, cuando el xuchil-custodia, Nahui Ollin-sol-Jesucristo, Tezcatlipoca-sol nocturno, y los bastones que simbolizan el poder de los jefes de la congregación, son revestidos con flores por los oficiantes señalados por el capitán-sacerdote ritualista, siempre acompañados por alabanzas, por el "llamado de ánimas" de la concha y del sahumerio para que se hagan presentes las ánimas a través del encendido de las velas y den fuerza y seguridad. Terminado el vestido de la "forma" la ceremonia es consagrada por el capitán, quien la termina con la limpia ritual de todos los presentes, procediendo a la salida de ese espacio sagrado nocturno y cerrado que permite el paso siguiente: el inicio de la parte diurna del ritual preparados para entrar al espacio abierto para efectuar la danza sacrifical. Esto también se empieza con una introducción, al presentarse a la casa-oratorio del capitán o el lugar que lo represente. Transformados los danzantes en oficiantes, con sus atuendos-uniformes, inician el "paso de camino" que los lleva en dos hileras al santuario-iglesia, donde piden permiso a la deidad para llevar a cabo su danza, ya sea en el atrio o en la plaza frente al templo. Esta danza se inicia colocando en el centro del espacio un altar cuadrado en el que se colocan los objetos sagrados. Alrededor de estos se efectúa la danza de acuerdo a cánones y reglas establecidas en las que el sahumerio, los estandartes y el número cuatro juegan un importante papel. La danza es el punto culminante del ritual, el sacrificio ofrecido al sol-Cristo y a las almas conquistadoras "Él es Dios". Es el momento en que a través del cuerpo se entra en comunicación con lo sobrenatural, muchas veces alcanzando estados alterados de conciencia. El ritual termina de la misma forma, dirigiéndose a la deidad en el interior de la iglesia para agradecerle y despedirse. Saliendo de esta manera del espacio y del tiempo sagrado, termina el ciclo al mismo tiempo que empezó: al atardecer. Hemos hecho una revisión de la organización jerárquica de los concheros, de los principales santuarios a los que tienen obligación de ir a danzar durante el año y de las características generales de cada uno de estos, relacionados a su vez con el culto a los rumbos del universo y a las estaciones.
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En una parte del trabajo se intentó reconstruir la historia de los concheros y sobre todo la transformación, como el cambio de la indumentaria, que han sufrido después de la Revolución, de la política nacionalista del Estado y de su uso como espectáculo, sobre todo por instituciones gubernamentales basándonos en los estudios de otros investigadores como Moedano. Y de ahí, a través de un proceso histórico mexicano y globalizador que se expresa a partir del surgimiento de un sentimiento nacionalista y de la búsqueda de una identidad basada en sus supuestas raíces espirituales, llegando a erigirse por una parte como los "guardianes del conocimiento espiritual de los antiguos pueblos mexicanos" dentro del movimiento new age de la nueva mexicanidad, o como la verdadera herencia de la danza prehispánica mexica, a la que se ha despojado de sus elementos españoles intrusos, para convertirla en la más importante expresión ritual del movimiento mexicayotl. La difusión de las distintas tendencias de danza derivadas de los concheros sigue extendiéndose de una forma impresionante, tanto en las grandes ciudades como en las pequeñas, como concheros tradicionales con sus pequeñas transformaciones o bien como neoconcheros o como chitontequiza. Por una parte, las reglas y las organizaciones se relajan, por otra, algunos se adhieren a la mexicayotl y reniegan del catolicismo, en cambio otros sincretizan, siguen siendo católicos y adoptando premisas de las mexicanidades. Otros aún continúan con las antiguas costumbres concheras, pues no van a los sitios arqueológicos y respetan las viejas jerarquías, pero otros que siguen con las viejas tradiciones concheras todavía actúan de forma independiente aunque ya no siguen tan estrictamente costumbres como las velaciones que son muy frecuentes, pero no duran toda la noche, además no cumplen las cuatro marchas o los cuatro vientos, dejando fuera Amecameca. Para los concheros tradicionales y para los neoconcheros estas obligaciones recíprocas siguen siendo muy importantes, porque los vinculan y los lleva a seguir formando una importante red que con todas sus diferencias y luchas por el poder mantienen un fuerte sentido de identidad de ser concheros y de ser danzantes, incluso con toda la rivalidad existente entre los distintos jefes, y aun con las diferencias existentes entre los de la chitontequiza y los danzantes tradicionales, hay algo que aún los une: la danza, y en última instancia, la antigua tradición en la que está cimentada. La "danza", con su indudable asociación de identidad étnica y espiritual, con sus diferentes variantes desde las que podríamos llamar más ortodoxas, de origen más antiguo, o las influenciadas de las mexicanidades, se está expandiendo día con día en todas direcciones.
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Danza tu palabra. La danza de los concheros se terminó de imprimir en diciembre de 2005. Tiraje: mil ejemplares.