Curanderismo

May 14, 2018 | Author: Ronald Miranda | Category: Psyche (Psychology), Medicine, Unconscious Mind, Shamanism, Holism
Share Embed Donate


Short Description

Download Curanderismo...

Description

Curanderismo: la otra cara de la medicina

Aunque estas prácticas tengan una condena social, es la misma presión de la gente la que permite que continúen. A pesar de ser una decisión individual, el recurrir a prácticas de curanderismo tiene una incidencia colectiva. Autor: Jaquelin Dunaiewsky

Perfil del curandero

Según los especialistas, el curandero escucha los problemas del enfermo, y el éxito de sus tareas se basa en que considera el aspecto psicológico y da soluciones concretas a situaciones de la vida cotidiana. De acuerdo con una serie de investigaciones realizadas en la provincia de Salta, podemos afirmar lo siguiente: * El 66 por ciento de los curanderos son mujeres. * El 63 por ciento del total - hombres y mujeres - son mayores de 50 años. * Casi todos pertenecen a un nivel socioeconómico bajo. * Aproximadamente el 50 por ciento ha cumplido su instrucción primaria, mientras que los demás son analfabetos. Pero el rasgo más significativo de los curanderos, es la práctica de la oración y la fuerte fe en Dios, creen que los malos espíritus quieren apoderarse de las personas si tienen la sangre débil, y por eso hay que vencerlos. La pregunta es: ¿surge como una alternativa frente a la "deshumanización" de la medicina ortodoxa,, o simplemente es un negocio que especula con la sensibilidad de la gente?. ortodoxa Para el hombre primitivo, la enfermedad era un castigo divino, la señal de la cólera de las diferentes deidades, desempeñando los primeros sacerdotes que oficiaban también como

médicos, brujos y adivinadores, el papel de intermediarios entre los hombres y esa deidad que invocaban como cura. El curanderismo se apoyaba en un fuerte sustrato de índole mágico y mítico. Actualmente sucede lo mismo: cuando un curandero trabaja, reza, le reza a Dios, a la Virgen, los Santos Benditos, San Miguel y San Roque, San Antonio y San Francisco Solano, a todos. La esencia mágica del curanderismo es indiscutible, entendida como el sometimiento de la divinidad a un trato coercitivo en el intento por querer influir en el curso de los acontecimientos. Una constante en esta actividad es la lucha entre el curandero y los espíritus malignos que se apoderan del alma del enfermo y para quitarlo, rezan.

2. ¿Quiénes son los curanderos? Antes de ver las estrategias que buscan los curanderos indígenas, tenemos que especificar quiénes son los curanderos médicos, es decir con qué particularidad o facultades son considerados como curanderos. Por lo menos debemos t ener claro a quiénes nos referimos al hablar de los curanderos médicos indígenas. En este trabajo estamos hablando de los curanderos indígenas en el contexto socio-histórico donde se aplican las políticas de la Atención Primaria de Salud. Tenemos que recordar lo que hizo el sector salud para llevar a cabo tales políticas. Primero se hizo una búsqueda de curanderos indígenas además de hacer investigación sobre la medicina indígena. Después se les dio “capacitación” o consejos técnicos para que pudiesen atender al pueblo en maneras  justificables con las las normas del sistema nacional nacional de salud, y al mismo tiempo tiempo formar nuevos curanderos indígenas. Tomando en consideración el hecho de que hay curanderos que no se integran al sistema nacional de salud, de aquí en adelante llamaremos médicos indígenas a los curanderos que trabajan con el sector salud. Estas actividades del sector salud han sido un proceso para dar validación social a los curanderos indígenas y sus prácticas médicas. P ero esta certificación del sector salud es propuesta principalmente a los curanderos que decidan colaborar con éste. Lo importante aquí no es la simple exclusión de curanderos que se niegan a incorporarse al sistema nacional de salud, sino los modos de excluirlos y también de reclutar a los curanderos conformes. Los curanderos indígenas lo son no simplemente porque ejerzan prácticas médicas, sino más bien por el hecho de que ejercen prácticas médicas ratificadas por el sector salud. Pero aquí surge un problema muy grave y contradictorio. El sistema nacional de salud no cuenta con reglas adecuadas para aprobar los conocimientos y las técnicas que usan los médicos indígenas. La medicina tradicional en general es una categoría de prácticas médicas que carecen de los criterios biológicos que fundamentan la medicina moderna. La ideología de la Atención Primaria de Salud ha sido rescatar o aprovechar una parte de la realidad médica en la

que se apaciguan los problemas de salud en las comunidades indígenas. Pero no ha llegado a tener mucho éxito en convalidar la eficiencia de las prácticas 72

Médicos indígenas tradicionales médicas de los médicos indígenas, 1 sino sólo en seguir guardándose su utilidad médica de alta expectación y amplia especulación. Foto 1. Credencial de “Médico Tradicional”

Por ejemplo, el IMSS les ha otorgado a los médicos indígenas una credencial ratificando su actividad como terapeutas. Pero esta credencial sólo se expide para facilitar tanto el libre paso a las instalaciones del IMSS como el contacto con los médicos y enfermeros de esta institución. No es para certificar sus conocimientos ni técnicas como terapeutas, aunque hay médicos indígenas que la usan con tal objetivo demostrándola en su local de trabajo. Los requisitos para obtener esta credencial no incluyen el demostrar conocimiento de la medicina moderna ni de la herbolaria tradicional, sino el contar con el reconocimiento social en su trabajo como curandero, yerbatero, huesero, partera, etc., además de expresar el deseo de trabajar con el IMSS. Es decir, la credencial se les expide para validar su actividad como terapeutas tradiciolanes, siempre y cuando el IMSS pueda confirmar que ejercen prácticas médicas en la comunidad, cualquiera sea su forma de atender a los pacientes. Para el IMSS, por ahora es suficiente reconfirmar el hecho de que trabajan como terapeutas, pues el aval final lo otorga la comunidad. La foto 2 es el acta de formación de un grupo de médicos indígenas que trabajan junto con el IMSS- Solidaridad. El acta dice: “Al término de la Asamblea se dio lectura al Acta y firmaron los asistentes, tomándose la protesta a los miembros del comité quienes aceptan el nombramiento y to man posesión del cargo, firmando de conformidad.” En la asamblea se reunieron el presidente municipal y el presidente ejidal, además de los encargados del IMSS y los médicos indígenas que integran el comité. Todas estas personas presentes firmaron el acta y la acreditaron con sellos oficiales. De esta manera, los médicos indígenas consiguieron que sus prácticas fueran refrendadas por las autoridades comunales. Al mismo tiempo que adoptar la Atención Primaria de Salud como eje prin1 La

mayoría de los curanderos indígenas atribuyen su poder curativo mucho más al don sobrenatural dotado por el Dios que al conocimiento herbal. De tal manera que es p rácticamente imposible acreditar sus práctica médicas desde el punto d e vista de la medicina científica e institucional.

73

Creación y consumo de imágenes étnicas de los mayas Foto 2. Acta de formación de un grupo de médicos indígenas 74 Médicos indígenas tradicionales cipal en la democratización de la medicina institucional, el sistema nacional de salud ha intentado controlar la calidad de la medicina tradicional en función

de la medicina moderna. A pesar de estos intentos, no ha logrado mucho. Más bien, ha tenido que ceder amplio espacio a los médicos indígenas en la toma de decisiones al definir quiénes son y qué es la medicina tradicional. Parece que esto se debe a dos razones. La primera es la definición misma de la medicina tradicional. La medicina tradicional definida como carente de los elementos modernos que caracterizan la medicina alópata, conduce inevitablemente a la incapacidad de definir qué es la medicina tradicional en su esencia. Y la segunda es la aparición de la ideología neo-indigenista en los 70s. En este contexto neo-indigenista, lo indígena no es una cosa que debamos definir, sino admirar y respetar. Si un indígena se presenta como curandero, y dice que tal hierba sirve para tal enfermedad, ¿quién va a contradecirlo? Así son las cosas de la “medicina tradicional”. Todos estamos obligados a ver un patrimonio cultural en ella y buscar una panacea que pueda curar las enfermedades irremediables. Así que los médicos indígenas pueden utilisar este discurso para justificar sus actividades (Véase, por ejemplo, Nigh 2002.). Lo que debemos recalcar aquí no es la “falsa” presentación que hacen de los médicos indígenas. 2 Más bien, la fantasía que se tiene a priori sobre la medicina tradicional, es lo que requiere un análisis cuidadoso. Pues esta imaginación no deja de influir en los modos en que se ejerce la medicina tradicional. Lo podemos constatar, por ejemplo, en las descripciones que hizo Ayora Díaz en el caso de Chiapas. Ayora Díaz habla de la globalización de la medicina local en donde ésta improvisa tácticas para presentarse como la imaginada desde afuera. Es un proceso de interacción intercultural que se desenvuelve entre los agentes de la medicina cosmopolita y los curanderos indígenas. Los dos desarrollan sus propias ideas sobre la medicina tradicional y negocian para conseguir su objetivo de ejercerla o hacer uso de ella. Así que, a continuación, vamos a ver el caso del Estado de Yucatán desde el punto de vista de la producción y el consumo de imágenes en cuanto a la medicina tradicional. 2 Si

no sabemos cuál es la medicina tradicional auténtica, no hay manera de distinguir la falsa representación de la verdadera. Y n o contamos con ningún criterio para identificar la medicina tradicional verdadera. Lo cierto es que hay varios médicos indígenas o sus apoyadores que consideran algunas prácticas médicas más auténticas y dan de falsas a otras. Alguna de estas autorepresentaciones podría calificarse de falsa, en el sentido de que oprime otras prácticas medicas tradicionales descalificándolas de falsas.

75

Creación y consumo de imágenes étnicas de los mayas 3. Curanderos en la Atención Primaria de Salud 3.1 Contexto socio-histórico Al hablar de la imagen que se tiene sobre la medicina tradicional, debemos recordar la situación en que se encontraban los curanderos en México antes de la aparición de las políticas de la Atención Primaria de Salud. El estado nacional se había empeñado en establecer el sistema de salud con modelos basados en la medicina moderna de tipo occidental. Se esperaba a su vez que el pueblo indígena abandonara “malas” costumbres y creencias en cuanto a las prácticas médicas, ésas que se calificaban de “barreras para la ejecución del servicio médico institucional”. De este modo, los curanderos quedaban marginados del sistema nacional de salud, y hasta convertidos en practicantes ilícitos de la medicina. Realizaban sus prácticas médicas semi-escondidos, bajo la mirada del desprecio social, justificándose con el argumento de que hay enfermedades como los malos aires que no pueden curar los médicos de bata. Por esta misma razón, la gente no ha dejado de acudir a los curanderos, aunque se acostumbra llamarlos “brujos” con desprecio fingido.

Esta situación ha venido cambiando poco a poco con las nuevas políticas de la Atención Primaria de Salud. Actualmente los curanderos indígenas gozan de mayor libertad para ejercer sus prácticas médicas. Inclusive son buscados públicamente para trabajar como agentes médicos en el servicio de salud de sus comunidades. El pueblo en general quizás no haya notado todavía este cambio en el papel de los curanderos. Pero para éstos este cambio ha sido terminante en el sentido de que siendo curanderos ahora tienen la posibilidad de convertirse en agentes médicos del sistema nacional de salud cuando antes habían sido rechazados por éste mismo.

La ceremonia en que un curandero utiliza su poder y conocimiento para aliviar los males de los que acuden a él, es conocida como "mesa" o "mesada". El maestro, con ayuda de varas, perfumes, imáge flores, la fuerza de santos y espíritus, busca restablecer el bienestar y salud de sus pacientes.

Mesada de curandero Anterior

.

. .

Subir

Siguiente

Inicio

. ENLACES A PAGINAS DE SECCIONES

. De entre las docenas de comunidades mayas que rodean las playas del Lago Atitlán en los altos noroccidentales de Guatemala, el poblado de San Pedro la Laguna probablemente es el más emprendedor y progresista. Hace algunas décadas los pedranos, por su propia iniciativa y con su propio trabajo, construyeron una carretera a lo largo de las inclinadas pendientes de un enorme volcán, y ahora son dueños de dos camiones grandes y de una docena de camionetas, cada una de las cuales representa una inversión de más de $10,000.00. Los pedranos también operan estos vehículos que sirven a San Pedro y a la región circundante, al proveer de transporte eficiente hacia la boca costa y a la capital del país. Por razones históricas y ecológicas, cada poblado del área ha desarrollado especialidades características (Tax 1937), y se puede decir que en años recientes dar servicio de transporte moderno se ha vuelto una de las especialidades de San Pedro. Otra especialidad local, mucho más

antigua y de orden enteramente distinto, es el arte tradicional de los curanderos de huesos. En 1941, al principio de nuestro trabajo de campo, un curandero llamado Ventura dio tratamiento, con éxito, a una severa torcedura de tobillo que incapacitó a mi esposa a partir de que se luxó en un camino pedregoso de San Pedro. Entonces Ventura tenía 77 años y, desde fines del siglo anterior, había empezado a curar huesos no sólo a los pedranos, sino también a víctimas de accidentes de muchas otras partes de la república, e incluso de gente del otro lado de las fronteras, en El Salvador y en México. Una década más tarde Ventura murió y algunos años después, su hija, Rosario, asumió la carga de reparar daños a los huesos. Debido a su eficacia y gran reputación, el pueblo de San Pedró siguió atrayendo a personas lastimadas que venían de lugares distantes. Rosario aún practica, pero ya es grande y carece de la fuerza física necesaria para arreglar algunas de las fracturas más severas. Sin embargo, ahora Rosario no es sino una de cinco o seis curanderos de huesos que practican en San Pedro. Se trata de todo un cambio respecto a la época en que el viejo Ventura era el experto solitario en un poblado de 2000 habitantes. Hoy la población de San Pedro se acerca a los 5000 habitantes, pero la cantidad de curanderos de huesos ha aumentado de manera desproporcionada. Desde el punto de vista del observador, el curandero vuelve a colocar los huesos en su lugar mediante la manipulación diestra de los mismos, seguida de un masaje al área afectada usando médula de huesos de res, de la colocación de hojas de tabaco calientes contra la piel desnuda del paciente, y de la aplicación de un vendaje apretado. Se puede utilizar un

entablillado de cartón o de madera para inmovilizar el área lastimada. Sin embargo, los curanderos de huesos y sus pacientes ven el proceso de otra manera. Desde su punto de vista, el trabajo no lo lleva a cabo el practicante humano, sino un huesito especial oculto en la mano del curandero, que localiza el punto preciso de la fractura al pasar el hueso de ida y de regreso sobre el área afectada. Cuando el huesito viajero encuentra el punto crítico, se detiene y permanece sujeto ahí  hasta que la fractura o dislocación se corrige. Al describir el comportamiento del hueso explorador, los informantes dicen que genera una fuerza como de corriente eléctrica que sube de intensidad repentinamente cuando llega a la herida, donde se pega "como un imán". Cualquier ciudadano de San Pedro puede decidir volverse carpintero o aspirar a ser dueño de un camión, pero nadie puede simplemente escoger volverse zajorín (chamán), curandero de huesos o comadrona (Paul y Paul, 1975). Para ser parte de alguna de estas profesiones sagradas, la persona debe recibir un llamado sobrenatural. Actuar por iniciativa personal sería tanto ineficaz como inseguro; el insolente individuo caería presa de la muerte o el infortunio. Lo mismo le pasaría a quien recibiera el llamamiento y se negara a cumplir el mandato. Los canales para comunicar la voluntad divina son múltiples y maravillosos. En su vejez, Ventura recordó como fue incitado a volverse curandero de huesos. Su historia ilustra el complejo proceso de convencimiento por el que pasan estas personas. .

. Poco después de casarse, a la edad de veinte años, Ventura tuvo un sueño raro. Un hueso estaba brincando por ahí. En la mañana se levantó preocupado y salió temprano, como de costumbre, a trabajar en su milpa, que estaba lejos. Conforme se acercaba a la milpa, vió un curioso objeto a la distancia que, de cerca, resultó ser un hueso muy brillante. El brillante objeto brincó hacia él. Ventura se alejó asustado, pero el hueso volvió a brincar en su dirección una y otra vez. Asustado y por haber encontrado el camino bloqueado, Ventura regresó a casa y ocultó la causa de su desconcertante regreso al fingir que estaba enfermo y meterse a la cama. Durante la noche tuvo otro sueño extraño. Esta ocasión el visitante fue un duende que le preguntó a Ventura, "¿ qué no me recogiste? Si te sigues negando, te vas a morir". En la mañana se levantó decidido a tomar el hueso. En su camino al trabajo, el hueso volvió a aparecer. Una vez más, brincó. Esta vez Ventura no tuvo miedo. Recogió el objeto, que tenía una pulgada de diámetro, lo

envolvió en su pañuelo y se lo metió en la faja. De regreso sintió cómo se movía y, una vez en casa, lo metió a un morral que colgó en una esquina. No sabía para que servía dicho objeto, pero se lo indicaron los sueños sucesivos. El mismo hombrecito le dijo a Ventura que estaba destinado a ayudar a la humanidad haciéndose cargo de los que padecían, "porque son nuestros hijos". El duende le enseñó una canción secreta y Ventura la cantaba por las noches. Una noche, durante un sueño, el duende apareció con un esqueleto. Le dio un látigo a Ventura y le dijo que golpeara al esqueleto. Ventura obedeció y el esqueleto se desplomó quedando sólo un montón de huesos. Entonces el duende le ordenó que volviera a armar el esqueleto, amenazándolo con darle de latigazos si no lo hacía bien. Ventura protestó, "Señor, no puedo hacerlo". Entonces el duende dijo, "¿dónde está el hueso que te dí?" Ventura trajo el hueso que había encontrado en el camino. Con su ayuda empezó a reconocer las partes del esqueleto y a reconstruirlo, empezando por los huesitos de los dedos de los pies, y siguiendo con los más grandes. Cuando Ventura había reconstruido todo el esqueleto bajo la dirección de su hueso mágico, el duende dijo, "Con este hueso vas a curar a nuestros niños". Ventura aún no sabía exactamente qué iba a hacer, pero las instrucciones no cesaban. Ventura trataba a su hueso con respeto; lo colocaba en su caja. Cuando cerraba la caja, se arrodillaba y escuchaba que el objeto hacía ruidos como de gente que hablaba ahí adentro. Lo sacaba, lo envolvía en una tela de seda, le soplaba repetidamente y lo volvía a colocar en su caja con cuidado. Le dijeron que jamás

dejara que otra persona tocara el hueso o él o sus hijos morirían. El hueso le pidió que lo custodiara bien porque "tengo mucho que hacer". El hueso avisó que la joven esposa de Ventura daría a luz un niño que moriría. En efecto, nació un niño que vivió muy poco tiempo. Ventura pasó por otras desgracias. Comenzó a reñir con su esposa quien tenía miedo de que, debido a su "fortuna", todos sus bebés morirían. El respondía que su llamado no provenía de otra fuente sino de dios, que su verdadero propósito era dar vida, que ellos vivirían mejor y durante más tiempo sobre la tierra. Pero no utilizó el hueso durante un año. Entre tanto, se enfermó; le empezaron a doler cabeza y corazón, y estuvo a punto de morir. Sólo recuperó la salud al volverse curandero. Un niño que Ventura conocía se había roto una pierna. En un sueño, el duende le dio instrucciones para que usara el hueso. Cumplió; la fractura se curó, y en tres días el niño pudo caminar otra vez. Ventura no le dijo a nadie lo que había hecho, pero se corrió la voz y su práctica aumentó. Nunca cobró por sus servicios, dejando que sus pacientes le dieran lo que fuera su voluntad, o nada. Algunos de los detalles de la experiencia de Ventura son únicos, pero la comparación de su historia con las de los otros curanderos de huesos de San Pedro, revela un patrón común. El candidato encuentra un objeto pequeño parecido a un hueso, que se mueve, y en sueños se le indica que lo recoja. Lo guarda y durante algún tiempo, que puede ser corto o durar varios años, no reacciona ante los enigmáticos mensajes que recibe. Normalmente sufre por ello de alguna

manera hasta que empieza a poner en práctica su llamamiento. No le enseña nadie, sólo en sueños se le indica cómo curar, y en todo caso es el hueso secreto el que hace el trabajo. Ya que curar huesos es un deber consagrado, el practicante no debe cobrar por sus servicios. .

. El ingreso de los curanderos de huesos por concepto de su especialidad curativa es pequeño en esta comunidad metalizada. A veces se les llama a atender a la víctima de algún accidente en otro poblado y se quedan con su paciente durante varios días o semanas en Chimaltenango o en Antigua, o donde quiera que sea. Se les da comida y costos de transportación y quizá "unos centavitos", pero resulta difícil ver qué ganan por su tiempo y trabajo, más allá de la satisfacción de saber que están llevando a cabo los designios humanitarios de dios y quizá haciéndose de cierta inmunidad ellos mismos. Un curandero de huesos, que también encabeza una banda de marimba que viaja a muchos poblados, señaló, significativamente, que había estado en cuatro accidentes en la carretera sin haber

sufrido daños jamás. Otra curandera de huesos, que también es una de las comadronas más importantes de San Pedro, acababa de verse incapacitada, con los dos tobillos lastimados, cuando le avisaron que una de sus pacientes estaba a punto de dar a luz. Pese a las quejas de su esposo insistió en salir, y pudo caminar después de que se curó sola los tobillos, a toda velocidad, con ayuda de un hueso curativo que había encontrado hacía mucho tiempo y que había almacenado sin darse cuenta de su importancia. El éxito de esta acción de emergencia la lanzó a la práctica de la curandería de huesos y le cambió la suerte. Antes era propensa a resbalarse y a torcerse los tobillos, y ahora caminaba ligera y con paso seguro. Aunque todos los curanderos afirman haber adquirido sus conocimientos especiales en sueños, sus sueños difieren en contenido y grado de especificidad. Ventura reconstruyó el esqueleto de los pies hacia arriba; uno de los curanderos de huesos más recientes recuerda haber empezado por el cráneo y terminado en las piernas y los pies. Otros no mencionan dicho sueño que los pone a prueba. El hombre que aparecía en los sueños de Ventura era un duende. En otro caso se trataba de un ladino muy alto, con barba, vestido de blanco de pies a cabeza. En el poblado aledaño de San Juan, que es casi un suburbio de San Pedro, un hombre destinado a ser curandero de huesos recibió la visita de alguien cuya descripción era "un duende vestido de blanco, como doctor, y con un maletín" (Rodríguez Rouanet, 1969:68). Un curandero de huesos pedrano describió al visitante como un niño con ropas de

ladino. Otro más recibió su mensaje de uno de los dos ángeles que cuidan a Jesucristo. Este mismo informante dijo que cuando arregla huesos pide perdón del mismo modo que Jesús lo hizo cuando se tropezaba bajo el peso de la cruz que cargaba. La frase Tz'utuhil que describe a alguien que cura gracias a tener vínculos sobrenaturales, es k'o rxin, que quiere decir que él o ella tiene el don, y éste se refiere tanto a la calidad carismática del curandero, como al objeto que personifica su poder. En español hay varias maneras de referirse al objeto de poder, el hueso en el caso del curandero de huesos: suerte, fortuna o virtud. Los curanderos de huesos a veces se refieren a dicho objeto como a su instrumento (aparato, material), aunque en su concepción, el místico hueso es el curandero y, quien lo posee, su instrumento. El hueso puede poner sobre aviso a su propietario cuando hay una fractura seria mediante movimiento o al hacer un ruido. Sin ayuda, puede salir de su caja y brincar dentro del morral del curandero o bien a los pliegues de su faja, cuando éste sale de la casa para hacer un viaje o para trabajar en el campo. Si mientras cura una fractura se le cae el hueso a su dueño, el paciente podría morir. El hueso se puede hacer invisible; algún extraño podría estar viéndolo directamente y, con todo, no verlo. Puede tomar la apariencia de un hombre. Puede desaparecer tal como lo hizo el hueso de Ventura a la muerte del célebre curandero. Cuando los curanderos sagrados chamanes, comadronas, curanderos de huesos- mueren, es costumbre que sus

objetos especiales los acompañen en sus ataúdes. Pero, según Rosario, Ventura tuvo una visión antes de morir; esta visión indicaba que Rosario algún día se convertiría en curandera de huesos y que el hueso debía quedarse en su caja de siempre. Sin embargo, de alguna manera llegó a manos de un hombre de San Juan, quien lo usó para curar la extremidad fracturada de su hijo, y proclamó que había encontrado su hueso mágico. Se hizo entonces de pacientes a quienes cobraba cuotas muy altas. Esto disgustó al hueso y en pocas semanas regresó a Rosario, en un sueño. El hueso le dijo que había regresado porque estaba disgustado por el comportamiento sin escrúpulos del juanero, y que ahora permanecería con Rosario mientras ella viviera. Le indicó que ella se volvería curandera de huesos como lo había sido su padre, y que jamás cobraría por sus servicios. En la mitad de la noche Rosario escuchó algo y pensó que alguien estaba abriendo la caja que había pertenecido a su padre. Cuando la revisó, encontró al hueso en su lugar de costumbre. Quemó incienso y prendió dos velas. Tuvo algunos sueños y al fin, pese a la tardanza y renuencia, se volvió curandera de huesos, pero sólo después de haber pasado por una serie de enfermedades cada vez más severas. El hueso de un curandero de huesos es un objeto sagrado, rodeado de tabúes y al que se adjudican capacidades milagrosas. Es recipiente de poderes sobrenaturales, un símbolo cultural poderoso que une a paciente y practicante en un vínculo de fe y seguridad. Participa de la misma mística que atrae peregrinos al sitio de alguna reliquia venerada. Como señal de acreditación del curandero de huesos, es

el equivalente al diploma del doctor. Igual que el médico secular, el curandero de huesos pedrano utiliza sus manos para corregir fracturas, sin importar cómo interprete la fuente de su destreza y juicio clínico. En este aspecto difiere de su contraparte en Zinacantan, donde los curanderos de huesos con mayor reconocimiento son quienes "usan rezos y otros métodos espirituales exclusivamente", mientras que "un curandero de huesos que en realidad coloca huesos en su lugar se considera muy inferior" (Fabrega y Silver 1973:4142). Desde el punto de vista local, la medicina de los curanderos de huesos funciona porque su hueso mágico es conductor de fuerzas sobrenaturales. Para los pedranos, el mensaje manifiesto del hueso mágico es que la religión da poder a la medicina. Pero el mensaje latente es el contrario: la medicina da poder a la religión. Cada vez que se cura a alguien en el mundo material, se refuerza la fe en la existencia del mundo espiritual. Los pedranos admiran el progreso material. Cansados de viajar a pie y cargar con sus cosas a cuestas, valoran la eficiencia de camionetas y camiones, de los que han comprado cada vez más. Pero la mayor eficiencia mecánica trae consigo mayores riesgos para las personas. Con más camionetas hay más accidentes y mayor necesidad de curanderos de huesos. El motivo de que colocar huesos otra vez en su sitio se considere un oficio sagrado en el poblado progresista de San Pedro la Laguna, puede deberse a la naturaleza misma del oficio -hacer que partes rotas se vuelvan una- que gráficamente simboliza y satisface un profundo deseo humano de transformar el desorden en

orden, de convertir el caos en cosmos. .

Curanderos en la antigüedad Las prácticas llevadas a cabo por un curandero, solían ser muy practicadas en la época antigua tanto por los griegos como los romanos, los cuales tenían la convicción de que el Dios de la medicina Ascelpio, aparecía en los sueños que tení an las personas muy enfermas que en esa época solían dormir en los templos consagrado a su culto, indicándoles cual sería el mejor tratamiento para la enfermedad o bien, para directamente curarlos. Por el lado contrario, en el antiguo testamento podemos encontrar pequeñas referencias hacia el curandero, y las más concreta es aquellas que cuanta cuando Eliseo curo a Naaman de lepra con un baño ritual que le realizo en el río Jordán. Por otra parte, muchas personas consideran los milagros de Jesús con los enfermos como una suerte de curanderia, aunque para la iglesia esta idea resulta ser una blasfemia aproximadamente en el siglo III d. C.

La creencia en el poder de los curanderos comenzó a extenderse y generalizarse, especialmente aquella creencia en el poder curativo. En al antigüedad los poderes que poseía un curandero eran considerados mágicos en algunas culturas, mientras que en muchas otras se trataba de un don divino; independientemente de cual era el origen de este poder, en aquella época, el curandero de cualquier pueblo o aldea solía ser muy visitado tanto para arreglar los problemas de la vida de las personas, como para expulsar demonios de su cuerpo y hasta para ejercer algún ritual que cure alguna enfermedad padecida por el paciente. El curandero sostiene la idea que el origen de todo mal y de cada enfermedad, tiene mucho que ver y reside en la ignorancia que tiene la mente acerca de la autentica realidad que nos rodea. De igual manera, mucha gente considera a la salud como una compleja vinculación de los factores físicos, los emocionales y  los espirituales que suelen tener un carácter determinante, además de creer en que el remedio más eficaz para conseguir la curación total de una enfermedad, simplemente consiste en utilizar al mismo tiempo todos aquellos medios que estén disponibles, incluyendo a la oración.

MÉDICOS, CHAMANES Y CURANDEROS de ayer y de hoy Escrito por Sura Lillo Miércoles, 05 de Enero de 2011 11:45

Artículo publicado en la Revista UNIVERSO HOLÍSTICO nº 34  mes de enero de 2011 "La salud es principalmente una medida de la capacidad de  cada persona de hacer o convertirse en lo que quiere  ser."...René Dubos  El nuevo paradigma de la medicina moderna futura será comprender la relación psicosomática que existe entre la mente y el cuerpo, así al entender las leyes que operan en nuestra mente podemos dar con las claves para comprender que mente y cuerpo son una misma cosa. Para llegar a ese profundo entendimiento hemos de hacer conocido lo desconocido dentro de nosotros, en nuestra Psique o subconsciente están grabadas las memorias que nos conforman tanto a nivel celular, como de nuestra herencia genética: “los hijos encarnan lo mejor y lo peor de nosotros mismos”.

Las memorias de los traumas intrauterinos, del nacimiento, así como los recuerdos olvidados de nuestra infancia y/o adolescencia, nos han dejado una impronta, donde la relación con nuestros padres, parientes, instituciones religiosas, la escuela, han sido determinantes en la formación de nuestra sombra o Yo Subconsciente. El hemisferio derecho de nuestro cerebro, nuestra parte Yin, alberga todos los contenidos abstractos, memorias ocultas, que de no ser llevadas a la luz de la consciencia, pueden hacer que reiteremos de forma inconsciente patrones de pensamiento o comportamiento que hacen que nuestro cuerpo enferme o incluso pueden llevarnos a la muerte. Aunque la sombra sea todo lo que negamos, o todo lo que no queremos ser, en ella residen también nuestros potenciales ocultos y talentos. Carl Jung, famoso psicólogo de principios de siglo, discípulo de S. Freud, abrió una puerta al entendimiento de la mente subconsciente describiendo a la sombra como aquellas partes de nosotros que negamos. La forma en la que se muestra nuestro inconsciente es a través de la proyección en nuestras relaciones externas, los sueños y a través de nuestro cuerpo, siendo la enfermedad la manera más contundente que tiene el inconsciente de comunicarse con nosotros.  Así autores como Debbi Shapiro, con su obra “Cuerpo Mente” o Thorwald Dethlefsen & Rüdiger Dahlke en su libro “La Enfermedad Como Camino” sostienen que el origen de la enfermedad está en nuestra

consciencia pues es desde nuestro cerebro donde se emiten las ordenes que hacen que funcione nuestro organismo. “Aquello que en nuestro cuerpo se manifiesta como síntoma es la expresión visible de un proceso invisible

y con su señal pretende interrumpir nuestro proceder habitual, avisarnos de una anomalía y obligarnos a hacer una indagación” Dethlefsen & Rüdiger.

LOS ORIGENES DE LA MEDICINA. Ya en los orígenes de la medicina, los primeros médicos tenían una concepción sobrenatural de la enfermedad, donde a veces ésta era considerada como castigo divino, y aunque para nosotros en la actualidad pueda resultarnos esta visión un tanto irracional, no lo es tanto si analizamos los mecanismos

ocultos a través de los cuales opera nuestro inconsciente. Los primeros médicos eran curanderos, chamanes que entendían como operaban las leyes del universo y aunque no contaban con los avances tecnológicos con los que hoy contamos, su visión de la curación partía entonces, de una visión holística. En las diferentes culturas ancestrales la sanación tenía lugar a través de uso de las plantas, minerales… etc. además de una conexión con lo divino, así como una visión

holística del equilibrio entre cuerpo-mente- espíritu. Este último aspecto dotaba a los chamanes, que heredaban por herencia genética estas cualidades, de un don sobrenatural que los capacitaba para ejercer la curación, ellos tenían las condiciones necesarias para llevar a cabo la sanación, y muy al contrario de lo que sucede hoy día, estos curanderos eran aceptados y respetados por su comunidad. La enfermedad venía a manifestarse como un mensaje de los Dioses, donde la persona debía tomar consciencia de aquello que le había llevado a enfermar. Estas curaciones podrían considerarse como exorcismos, pues la enfermedad o desequilibrio se consideraba provenía de la influencia de algún tipo de” demonio”.  Aunque esto pueda resultarnos una “tontería” desde la visión de la física cuántica que, gracias a los

estudios realizados de los campos sutiles, por el científico cuántico Raúl Torres, donde en su libro “Universo Cuántico” Ed. Indigo, define, como puede comprobarse mediante la bioelectrografía, la

interrelación de los campos de energía mantiene sincronizada todas las funciones del cuerpo, cuando esta estructura se desequilibra energéticamente, esa alteración se manifiesta a través de una enfermedad. A través del análisis de millares de bioelectrofotografias se ha podido constatar la existencia de “campos

interferentes-entes” que pueden afectar la salud de las personas. Estos “campos interferentes -entes”, que como formas de vida coexisten con nosotros en forma de parásitos energéticos, afectan nuestros campos energéticos sutiles pudiendo llevarnos a la enfermedad. Si bien este nuevo descubrimiento científico no dista mucho de las primeras prácticas médicas donde se asociaba la enfermedad a demonios o seres de baja frecuencia vibratoria. Según afirma en su libro el Dr. Torres “existen otras formas de vida que su origen y conformación podría responder a lineamientos que desconocemos por completo”.

La medicina moderna basa su conocimiento en la observación de cuerpos muertos y por tanto nunca obtuvo una visión holística del cuerpo humano, solo de partes... o sea anatomía... que viene del griego y significa: separar, cortar. La medicina actual con su visión mecanicista y partidista, es decir, carente de una visión holística, no alcanza a vislumbrar estos aspectos sutiles, pero no por ello menos importantes, como origen y causa de muchas enfermedades. En base a esto habrá que preguntarse cuando se dejo de ver el cuerpo, y la mente como un todo conectado con la naturaleza y el universo y se pasó a una concepción separatista del cuerpo humano. LOS MÉDICOS DE AYER Si repasamos la historia de la medicina, nuestros primeros médicos estaban en muchas ocasiones más cerca de la curación de enfermedades de lo que se está hoy día. Culturas milenarias como en el antiguo Egipto, la enfermedad era la demostración física de una posesión del cuerpo del paciente por agentes sobrenaturales: enemigos que tienen acceso a un poder mágico, un dios enojado, algún difunto descontento, etc. Es por ello que médicos y encantadores trabajaban de forma paralela: primero era el

encantador y luego el médico. El antiguo Egipto era considerado según Heródoto el pueblo de los “sanísimos”, esta r ica cultura ya

contaba con especialistas médicos, ya que poseían un médico para cada enfermedad, siendo esta la primera referencia a las especialidades médicas de la historia. En la India, Hacia el siglo IV D.C se escribió el Súshruta Samhitá, que contiene referencias al texto Áiur veda („la verdad acerca de la longevidad‟), que se considera el texto más antiguo sobre medicina en la

India. Éste ve la salud como la armonía entre cuerpo, mente y espíritu. La medicina tradicional china surgió como una forma fundamentalmente taoísta de entender la medicina y el cuerpo humano. El TAO es el origen del Universo, que se sostiene en un equilibrio inestable fruto de dos fuerzas primordiales: el yin (la tierra, el frío, lo femenino) y el yang (el cielo, el calor, lo masculino), capaces de modificar a los cinco elementos de que está hecho el universo: agua, tierra, fuego, madera y metal. Esta concepción cosmológica determina un modelo de enfermedad basado en la ruptura del equilibrio, y del tratamiento de la misma en una recuperación de ese equilibrio fundamental. Hoy día sigue siendo incuestionable los beneficios de este sistema de curación milenario. En Mesoamérica en el ámbito de la medicina tenían dos escuelas: una de tradición chamánica; entendiendo por chamán a un sacerdote curandero que se ocupaba de ciertas enfermedades, la más frecuente de ellas era la pérdida del alma. El chamán recurría para la recuperación de sus pacientes al uso de plantas con efectos psicotrópicos y a las manipulaciones mágicas (encantamientos y ofrendas). La otra medicina consistía de un saber pragmático. En Mesoamérica había curanderos que sabían tratar las fracturas, curar y vendar heridas; e incluso se practicaban ciertas intervenciones obstétricas. Además, también curaban con plantas y minerales como por ejemplo la obsidiana, el jade...etc. EL USO MEDICINAL DE LA OBSIDIANA EN MESOAMERICA Para los habitantes del México p rehispánico, la obsidiana tuvo notables aplicaciones medicinales. Su utilización medicinal se debió, en gran medida, a la carga de sus atributos rituales y a sus propiedades físicas particulares, tal y como sucedió con la piedra verde ochalchihuitl, llamada comúnmente jade. Así como aludimos en la parte superior de este artículo, la obsidiana era una herramienta que además de utilizarse como medicina en tiempos de la cultura Olmeca, también se realizaban armas y servía como moneda de cambio, fue a la llegada de los Españoles a México, con Hernán Cortés en 1521, que su uso fue vetado y prohibido ya que era considerada una piedra del “diablo”, entre las gentes comunes era muy temida, pues estaba asociada al Jaguar, el temor a esta piedra sagrada no estaba sustentado en lo que representaba sino por lo que mostraba “la sombra”. Este temor perdura hasta nuestros días.

TERAPIA HOLÍSTICA CON GEOMETRÍAS DE OBSIDIANA. Desde hace 15 años este uso medicinal de la Obsidiana ha sido rescatado y traído hasta nuestros días por la investigadora mexicana Ana Silvia Serrano, gracias a su profunda y exhaustiva investigación ha desarrollado un sistema de sanación basado en el uso de esta piedra milenaria, la piedra de fuego. La Terapia con Geometrías de Obsidiana nos brinda un camino de aprendizaje y sanación donde no solo podemos recuperar en el equilibrio en nuestro cuerpo físico, en caso de padecer alguna enfermedad o desequilibrio, sino que también podemos recuperar nuestra salud, emocional y mental. La obsidiana debido a sus múltiples cualidades como: su alto contenido ferro magnético, su capacidad de

absorción, su frecuencia bipolar y corte concoide, al contacto con el cuerpo humano, que tiene propiedades paramagnéticas ayuda a que el sistema inmune se refuerce, se incremente la conductividad a través de los tejidos, como por ejemplo, el sistema nervioso y gracias a la susceptibilidad y al magnetismo de la hemoglobina de la sangre, ayuda a incrementar la bioenergía interna. Sus cualidades la convierten en una piedra psíquica. El origen de la enfermedad o desequilibrio tiene su origen en nuestra mente, ella nos facilita conectarnos con nuestros mecanismos de pensamiento y comportamiento inconscientes. Muchos de nuestros comportamientos obedecen a un sistema de creencias impuesto, como lo es el sistema de creencias patriarcal, ceñirnos a sus condicionamientos nos crea un desequilibrio, pues tanto hombres y mujeres vivimos reprimiendo nuestra naturaleza íntima. Como hombres y mujeres en la tierra cargamos muchas memorias arquetípicas que tienen su origen es este sistema de creencias patriarcal, basado en el “miedo al amor” y que operan en el in consciente colectivo. Las geometrías de Obsidiana, gracias a su diseño y profundo simbolismo, se presentan como llaves que nos ayudan a detectar conductas o patrones de pensamiento limitantes, ya que es una piedra psíquica, así constela todo el contenido de nuestro inconsciente en el exterior, a través de nuestras relaciones, nuestros sueños, de nuestros desequilibrios o enfermedades. Sanar nuestro pasado implica revivirlo, pero ya no desde el victimismo, sino desde la VOLUNTAD de cambio y evolución. La obsidiana nos brinda la fuerza de la conexión con la Madre Tierra a la vez que nos abre a percibir nuestra voz interior, nuestro yo superior. En el tratamiento terapéutico con estas herramientas, nuestro cuerpo es el receptáculo a través del cual se va a dar la alquimia, las geometrías de Obsidiana nos van ayudar a que en nuestro cuerpo físico, emocional y mental se produzca una purificación energética. Este sistema de curación holístico con pone a nuestro alcance un camino seguro para transitar por los vericuetos de nuestro inconsciente, pero para adentrarnos de forma correcta y segura por nuestra psique debemos hacerlo de la mano de un Terapeuta debidamente cualificado, ya que toda ciencia necesita de un estudio, conocimiento de los campos sutiles y experimentación previa. El uso en desconocimiento de las geometrías de obsidiana no se ha de tomar a la ligera, pues puede llevarnos a la confusión más que ayudarnos a obtener los resultados deseados. Curar no es tapar un síntoma, curar es hacer conocido lo desconocido, es poner luz en nuestra sombra, entendiendo esta última como aquello que niego y por tanto reprimo. Las geometrías de obsidiana emergen como portadoras de un mensaje ancestral, ayudándonos abrir las puertas de nuestro inconsciente, de esa forma el matrimonio cuerpo-mente deja de ser una leyenda para convertirse en una realidad de curación del pasado, presente y del futuro.

Como definir un curandero?

Según mi propria definición, un curandero es alguien quien cura gente con métodos de la medicina popular. El / ella da consultas en una habitación que tiene especialmente para eso y

3 los creyentes de su comunidad le /la respetan. Aunque no cobra para sus consultas, vive mayormente de curar gente, ya sea porque la gente le da dinero voluntariamente, o porque cobra para ciertos trabajos. A veces su familia entera se aprovecha de su trabajo, porque cada familiar le asiste de una u otra manera y así se gana la vida. En este caso el curandero es jefe de la familia y es tratado por los demás con sumo respecto. Ademas de estos llamados curanderos hay mucha gente que tiene una sabiduría enorme sobre remedios caseros, especialmente madres que criaban varios niños, a veces pueden nombrar una cantidad de plantas medicinales. También existen especialistas del ensalmo, pero ni ellos, ni las madres que saben de los remedios caseros, son curanderos, sino gente que tienen conocimientos curativos. Quien entonces es curandero y quien brujo? Dentro del curanderismo existe una gran confusión acerca de la palabra “brujo”.

Por eso voy a hacer el intento de discutir las diferentes denominaciónes que actualmente existen para

nombrar los representantes de la medicina popular. La palabra “brujo” en el

lenguaje popular tiene diferentes significados. Por una parte puede significar lo mismo que “curandero”, y

entre los mismos curanderos es una denominación frecuente usada especialmente al campo de San Juan de la Maguana. Yo, por ejemplo, apenas escuchaba que ellos mismos se designaron como “curanderos”. Pero al otro lado, existe la creencia de la “bruja” que vuela

en una escoba

y chupa los niños (Ubiñas Renville 2000, p. 33), que pone la palabra “brujo” en

un contexto delicado. En mi experiencia, al conocer a un curandero, el / ella mismo/a se describió

discretamente como “creyente” o “caballo de misterios”, para que yo no tuviese

miedo. Pero después de tener una relación de más confianza conmigo, empezó a hablar de sí mismo como “brujo/a”. En la ciudad de San Cristóbal, a veces, tenía la impresión de que llamarse “brujo”

implica una protesta social de incógnito. Gran parte de la sociedad urbana rechaza la brujería

o tiene miedo de ella y los curanderos llamandose ellos mismos “brujos” se

burlan entonces un poco de eso.

Kallawaya. Curanderos de los Andes. Practicas medicinales y magicas

Product Information

"Kallawaya. Curanderos itinerantes de los Andes. Investigacion sobre practicas medicinales y magicas" de Louis Girault (670 p., 1987) Tabla de materias: Los kallawaya. La cultura kallawaya. Practicas medicinales y magicas. Plantas. Presentacion de la clasificacion indigena. Caracteristicas de la clasificacion indigena. Generos de la clasificacion indigena. Plantas no clasificadas segun el sistema vernacular. Numero de plantas inventariadas presentadas por familias botanicas. Numero de plantas clasificadas segun el sistema indigena, con relacion al numero de especies inventariadas en cada familia botanica. Otros elementos naturales. Productos animales. Productos humanos. Minerales. Amuletos. Inventario de amuletos. Caracteristicas principales de los amuletos. Particularidades de los amuletos. Reparacion de los amuletos. Glosario. Indice. Plantas. Animales. Productos humanos. Minerales. Amuletos. Indice terapeutico. Bibliografia. Planchas - fotos. Tabla de materias. Los curanderos itinerantes Kallawaya son oriundos de los valles de Charazani en los Andes Orientales, a menudo camino del lago Titicaca y de la Amazonia, en el territorio de un antiguo señorio pre-inca. Durante el periodo colonial y hasta hoy han difundido en los Andes primero, desde Quito hasta Chile, despues en todo el continente, desde Panama hasta Buenos Aires, su saber medico nacido del encuentro de varias tradiciones (Pukina, Arawak, Aymara, Quechua) y transmitido por iniciacion. Esta obra constituye un instrumento de trabajo imprescindible para los hombres de ciencia y de investigacion. Botanicos, medicos, etnologos, arqueologos e historiadores que necesitan tales inventarios sistematicos con el fin de profundizar la comprension de las culturas americanas y en particular de las que se encuentran en la interseccion de los Andes y de la Amazonia.

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF