Cultura Latino Apuntes (a)

October 16, 2017 | Author: Matías Valderrama Barragán | Category: Man, Latin America, Miscegenation, Poverty, Poverty & Homelessness
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Apuntes de Formación y Desarrollo de la Cultura Latinoamericana Conformación histórica de América Latina. La Cultura esta determinada por su historicidad. Por lo tanto la referencia histórica (no historiográfica) es fundamental para entender su naturaleza. Las cosas son como nacen; las formas originales y fundantes, sus características peculiares determinan la personalidad cultural del continente. La cultura cambia menos de lo que creemos y las determinaciones culturales son de largo alcance, tiene un peso que la hace resistente a los cambios rápidos; por ello constituye una determinación de largo plazo que opera por cambio generacional, reproducción,... Es por esto que ciertas clases culturales permanecen en el tiempo de una manera más profunda de lo que se cree. Los sociólogos distinguimos entre cultura e instituciones, en estas últimas el cambio es más probable que en el plano cultural. A ese conjunto de hipótesis queremos llamarle historicidad y ver la cultura como un valor que se forma a partir de características originales que son permanente. No obstante, en la segunda parte se verá el problema del cambio cultural producto de la urbanización, globalización, cambios monetarios,... que introduce cambios en los patrones históricos. Además de la mirada histórica haremos una mirada comparada, figurando su naturaleza en relación a la norteamericana respecto de la cual tenemos una extrañeza cultural, por lo cual interesa hacer el contraste y también la comparación con la cultura europea. Aquí radica el interés de hacer sociología comparada. ¿Existe una cultura de América Latina o más bien es un conjunto de naciones diferentes en un mismo continente? Este será un foco de problema, ya que existe una personalidad común, una historia común que se observa en el conjunto del continente de una forma particular. Así se ve un perfil religioso, la formación de los Estados Nacionales de manera común, enfrentan de igual modo la modernidad, se urbaniza en la misma época. Si estudiamos su historia vemos una unidad fundamental al menos en el plano de la historicidad. Además, el peso de los Estados Nacionales jamás ha sido decisivo como para configurar trayectorias divergentes, en contraste con Europa, que es incomprensible al margen de sus Estados Nacionales. América Latina, en cambio, presenta Estados Nacionales débiles, hará que las divergencias no sean tan profundas como son en Europa. Así, sería ridículo hacer un curso de Cultura Europea, pero no de una Cultura Latinoamericana, porque hay una unidad fundamental, hay un fundamento cultural que permite hablar de América Latina con sentido. No obstante, es preciso mantener presente las diferencias. Desde la historicidad hay 3 claves de interpretación: 1.- América Latina se presenta como un continente vacío, poco habitado, por lo tanto en este rasgo se distingue de Europa, que se presenta como modelo del continente lleno. Será una clave para entender el continente Europa

Estados Unidos

América Latina

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40 personas/km2 2 personas/km2 1 personas/km2 2 2 58 personas/km 5.4 personas/km 2.5 personas/km2 2 2 83 personas/km 14 personas/km 6 personas/km2 106 personas/km2 26.7 personas/km2 21.8 personas/km2 Por lo que vemos, hay una escasa densidad en el continente. Presenta un interior vacío, las zonas costeras son las más habitadas: Mucho territorio, poca población. Esto define nuestro contraste específico con Europa, que será el continente lleno, con 2 consecuencias, pues este continente vacío desconoce 2 experiencias del Mundo Europeo, a saber: la hambruna y la guerra. 1800 1900 1950 1990

Nuestro continente es pobre pero sin hambre, situación que vivió Europa por largos períodos de tiempo, acompañado todo esto de la calamidad de las pestes. Además es un continente que no ha vivido tan grandes y devastadoras guerras como Europa, la que tiene un a experiencia original guerrera. En este continente vacío, la guerra, en todas sus formas, ya sea señorial o nacional, no se vive, hay sólo contadas excepciones de anarquía; en su conjunto la guerra es una experiencia extraña a nuestro continente, debido tal vez a la escasa densidad demográfica (hay terrenos muy extensos sin habitar). 2.- Mestizaje: es lo más peculiar de América Latina, realidad que adquiere una preeminencia que pasa a ser distintiva de nuestra cultura. Según datos de Humboldt para 1820: Hispanoaméri ca Brasil Caribe Estados Unidos

Blanco 20% 23% 5% 82%

Casta 32% (mestizos) 22% (mulatos) 7% (enclave) 1%

Indio 44%

Negro 4%

6% 28% 0% (inexacta)

49% 60% 17%

Las 2 grandes zonas de mestizaje son Brasil e Hispanoamérica, no así la Zona del Caribe, pues ésta se presenta como un enclave de negros en plantaciones (el foco principal estará en Haití, la que es fundamentalmente Afroamericana). Además, Estados Unidos también se presenta como una zona de enclave en el sur del país con las plantaciones de Algodón. Se da el mestizaje porque hay población indígena numerosa y hay radicación de población europea. Esto será nuestra diferencia especifica con Estados Unidos, donde no hay mestizaje, y que se constituye como una zona de colonización y población Europea de habla inglesa (ingleses, holandeses y luego italianos y polacos que traen el catolicismo). Todas las claves toman como referencia estos 2 datos: Zona Vacía y Mestiza. 9 de agosto Nos situamos dentro de una experiencia religiosa, porque probablemente el núcleo de toda la cultura tiene que ver con esta Cosmovisión. La religiosidad está asociada al Culto Mariano (devoción a María), que parece ser la clave esencial de nuestra experiencia religiosa. Éste tiene dos particularidades:

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1) Temprana aparición: aparece tempranamente en América Latina con la conquista: la aparición en TEPEYAC en 1550 de la Virgen de Guadalupe, comenzando muy rápido esa devoción mariana a lo largo de todo el continente, lo que constituye la columna vertebral del catolicismo.

2) No ha sido desafiado: persiste como señal de religiosidad en lo que podemos llamar nuestra experiencia religiosa, lo que no ha sido desafiado (hay excepciones); habrá una continuidad sin ruptura protestante (la que aparece muy tardíamente). La centralidad del culto permanece en nuestra forma de religiosidad. Conexión entre Marianismo y Mestizaje. El marianismo es una importación española (con la figura de la virgen española de la Guadalupe). Sin embargo, lo particular del marianismo es que está asociado al mestizaje, a la Virgen mestiza de Guadalupe, que aparece ante un Mestizo (Juan Diego) un indio semicristianizado. Por ello está asociado a la condición Mestiza, es una aparición enteramente americana, asociada a la virgen y al mestizo. Estamos ante la presencia de una virgen autóctona que se aparece ante un mestizo, culturalmente semi-cristianizado, que habla español, que proviene de etnias sometidas por el mundo azteca ¿qué íntima relación hay entre marianismo y mestizaje? Octavio Paz nos dice que el mestizo está asociado a un encuentro brutal entre el conquistador español y la mujer india. El mestizo es fruto de una violación, lo que implica una relación de fuerza y violencia que simboliza la conquista en su conjunto, pero que se expresa en este hecho común de que el hombre español se apodera de la mujer indígena. Así, la condición de mestiza es fruto de una violación. Los mexicanos la expresan con la imagen de la mujer chingada, violentada, rajada: la chingada es una madre violentada; también esta la figura de la malinche que es la mujer que se entrega al español (amante de Hernán Cortés). Así, la condición mestiza fluctúa entre los hijos de la chingada o de la malinche. El Mestizo es fruto de una violación originaria. Paz dice que la devoción mariana (culto a la virgen) es una inversión simbólica de este origen. Así, los hijos de la chingada se representan como hijos de una madre no tocada, jamás violentada; afirman en el símbolo mariano su condición histórica. El símbolo mariano tomado puro y sin manchas, como si éste fuese su foco de la condición virginal. Este símbolo es un refugio, un consuelo de una condición histórica que se quiere negar, olvidar. Este es el fundamento de la naturaleza del símbolo mariano. De esta forma, el mundo de símbolos y representaciones aparece como una inversión histórica del mexicano. Incapaz de hacer historia porque no ha sido capaz de hacerse a sí mismo, toma una imagen invertida, para hacerla. Su incapacidad de hacer historia está asociada a este trauma original. Esto también modela su carácter y su manera de ser, que queda definida por su carácter mexicano: gusto por la ceremonia, la máscara, la forma, protocolo, la distancia verbal, características que convergen en un hombre cerrado, hirsuto, no se sabe lo que piensa, ni lo que es. Según Paz, el mexicano es una gran máscara, es un hombre esencialmente cerrado, definido por la expresión “no te abras, nunca te muestres”: ‘NO TE RAJES’; son hombres clausurados que afirman su condición de hombre y macho en este acto de no abrirse. Así también hay un desprecio a la Mujer. La apertura es la fiesta, en ella saca la pistola. Toda fiesta termina a balazos, así la fiesta esta asociada a la violencia, a una incapacidad de abrirse a la diferencia.

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Su carácter cerrado se observa en el exceso de identidad, propia de la cultura mexicana. Todo tiene un sello muy profundo, es el país más identitario, donde se cultiva y preserva una sociedad mexicana en hábitos, comidas,... Este exceso cierra al mexicano de cualquier impacto con lo que es distinto y específicamente moderno. Así como su carácter es cerrado, su cultura también se clausura respecto de cualquier otra expresión. Entonces estamos ante una cultura cerrada a la diferencia y a la novedad, que se cierra a dos cosas: a) al otro en el sentido que es distinto; y b) al futuro, a la novedad, lo que no ha sido y está por venir. Tiene una incapacidad espacial (abrirse al que está lejos), y de abrirse temporalmente (al futuro), por oposición a la cultura estadounidense, que es capaz de establecer relaciones con todos y optimista por excelencia: todo lo que está por venir es mejor que lo que ha sido. Su temperamento es de desconfianza, receloso y desconfiado, que queda definido por algo que es más que mexicano, que es un pesimismo radical: el futuro es incertidumbre y riesgo, es mejor permanecer en lo que se tiene; en ello consiste la Clausura Mexicana. El mexicano se afirma en el origen, su condición siempre refiere a un origen simbólico invertido, su problema apunta al cómo nació. Así, su autocomprensión tiene que ver con su origen manchado pero simbólicamente representado como inmaculado; de este modo se afirma en una experiencia original. En cambio, el estadounidense repudia su origen. Coloniza América del Norte buscando la tierra prometida, olvidando su origen, escapando de él, buscando un mundo nuevo en el cual desarrollar su proyecto. Así vemos un contraste entre una cultura que busca y reflexiona sobre su origen (mira a su pasado), versus otra que lo repudia y busca algo nuevo (mira al futuro). Esto es una clave hermenéutica para explicarlo. El mexicano está perdido en el laberinto de su propia soledad, perdido en sí mismo, perdido en su clausura, deambula en su propia soledad. La soledad es una característica de nuestra cultura, de ese hombre incapaz de salir de sí mismo. “Cien años de soledad” también tiene este tópico: personas que deambulan en sí mismas. Hay otra línea: la propia condición mestiza es la ausencia del padre: el mestizo es un hijo natural, un guacho, es un hombre sin padre. Éste tiende a hiperbolizar a su padre pues es lo único que tiene. El retrato de la Virgen con el niño (representación iconográfica básica en nuestra cultura) representara nuestra condición real de lo que el mestizo es: un hombre sin padre y que, por lo mismo, exagera el amor a la madre, que será una constante reconocida por muchos: exageración al amor maternal, que no tiene parangón en otra cultura. Se afirma en María no solo su carácter inmaculado, sino que su condición maternal: Pureza y Maternidad. El marianismo tiene su centralidad en la representación del símbolo materno exagerado, en el marco de una sociedad y mundo que carece de padre. El ausentismo paterno es la tradición del español blanco que jamás fue padre del hijo que engendró, no se hace cargo; llega como un hombre solo a América Latina (en contraste con Estados Unidos y Norteamérica en la que llegan hombres con su familia, son ‘familias’ las que colonizan ese continente), se adueña de la mujer india, pero no forma una familia con ella. Esto también sucede en la minería: la mina es centro de trabajo masculino, y toda la tradición minera, hondamente mariana, ha sido la tradición de un hombre ausente (padre ausente), que luego baja a ‘puerto’ y hace lo que quiere. Esta tradición del padre ausente sigue en el campo con el peón (afuerino) que deambula por los campos llevando la tradición picaresca.

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La tradición campesina también lleva este ausentismo, apenas erradicado por la hacienda, que los asienta, pero tardíamente; allí hay presencia paternal, pero en su contorno hay una figura de hombre trashumante que no se radica. También se da en las zonas esclavas (esclavitud negra), que tienen hasta hoy las más altas tasas de ilegitimidad. Esta figura también se dará en zonas suburbanas. El ausentismo paterno también será parte de la cultura señorial (patrón de hacienda): disemina hijos por los campos sin hacerse cargo de ellos; en ese plano hay responsabilidades, pero igual tendrá hijos ilegítimos. Nuestro continente tendrá esta figura del ausentismo paterno, simbólicamente asociado a la condición mestiza. Porque el padre fue ausente, su definición sigue siendo la del ‘macho’, decir esto significa que no es un padre, es decir, que sigue asociado a 2 estructuras básicas de la condición animal: agresión y seducción, sus dos cualidades “bueno pa’ los combos y picaflor”. Así, queda situado en su estructura más elemental: el macho cabrío, queda reducido a dos atributos propios del mundo natural. El hombre esta simbolizado al nivel de la naturaleza y la mujer al nivel de la cultura, llenándola y dominándola. Esto choca con la imagen natural de una sociedad patriarcal, que la hace diferente. Mientras el hombre se defina como macho se lo sitúa solo como naturaleza, en cambio la mujer adquiere la centralidad cultural. El hombre no es padre, por lo que nuestra cultura no es Patriarcal, sino que es machista. El hombre que se constituye como padre no puede ser macho, se constituye en su caso, deja de ser agresor y seductor. De ahí que los 2 términos se contrapongan. Ser padre en una cultura tradicional originalmente es: a) transmitir su patrimonio al hijo (usualmente su oficio); y b) manejar la alianza, o sea dar casa a sus hijas. Esto hará el padre en la cultura patriarcal (hombre y mujer trabajan). Cuando se hace esto se forman linajes, algo que se transmite por herencia y alianza. En una cultura como la nuestra no hay formación de linaje en el sentido europeo, no hay familia en el sentido propio, la familia en nuestro continente es débil, especialmente la conyugabilidad, de modo que la familia queda reducida a la relación filial, a la poderosa relación entre la madre y los hijos, que será lo que realmente existe en América Latina, no la familia en general El hombre ingresa a la cultura como algo más que animal, no solo como padre, sino que como guerrero, es recibido bien si hace la guerra. El problema es que este hombre no fue siempre a la guerra (porque en América Latina prácticamente no hubo guerras), y en ella el hombre logra constituirse, como un tipo social, por encima de la naturaleza; simbolizado como macho, no determina los contornos de una cultura guerrera patriarcal, solo marista; el hombre es hijo de su madre y macho cabrío1. En relación con esto sobresale la mujer y su vínculo maternal. Fortaleza de la condición maternal, centralidad de esa condición de la mujer tiene que ver con su posición en la cultura. Desde aquí se comprende la fortaleza de un símbolo maternal como el que ofrece María. Observamos que el marianismo no fue punta de lanza de la evangelización, y de hecho la aparición de TEPEYAC fue rechazada por los misioneros, ya que éste era un monte sagrado Azteca. La primera evangelización se hizo al modo de la catequesis (palabra) más que a través de imágenes. Así, el marianismo avanza a contrapelo de esto, será como una fuerza que emana y coloca a la virgen en un sitial eminente. Los jesuitas (segunda oleada 1

Ranchero, que es un bandido q sucumbe cuando e a su madre envejecida.

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evangelizadora) no fueron marianos, se centran básicamente en Cristo, cuyo punto era la festividad de Cristo-Rey. El marianismo se desarrolla por debajo de la institucionalidad eclesiástica. Tendrá poca connotación política, y poca relación con cualquier forma de gobierno; tendrá cierta importancia en la formación de la conciencia nacional mexicana, pues esta aparición será netamente mexicana. Así, el símbolo de los independentistas mexicanos será propio de eso. Por otro lado el Estado más anticlerical de América Latina es México y este es Guadalupano. Este culto se desarrolló al margen de las instituciones políticas y estructuras de dominación. El culto mariano tiene una realidad no institucional, permanece al orden propio de la cultura y tiene capacidad simbólica que hay que conectar al pueblo con situaciones históricas más profundas. 11 de agosto Es preciso fijar las coordenadas básicas del culto mariano: son las que están contenidas en el símbolo materno: PRESENCIA y DON. La Virgen se valida porque aparece, su momento constitutivo es su aparición; la historia del Marianismo será la historia de las apariciones, de modo que está constituido en la presencia. La Virgen no habla, sólo parece, por ende toda experiencia mariana se valida en una relación de co-presencialidad, se da sentido porque es permanente a través de la iconografía y de la geografía de los santuarios marianos. Más allá de su aparición, su presencia perdura y es representada continuamente a través de una iconografía rica y de una presencia institucionalizada a través de los grandes santuarios marianos. La devoción corresponde al presentarse: peregrinaciones y fiestas marianas, en las que el creyente se presenta públicamente y es dado a conocer por su presencia. Así el culto mariano queda situado en esta coordenada de la PRESENCIA, toda su devoción es co-presencialidad. La devoción mariana queda fuera del contexto de la palabra, ya que Cristo es conocido fidedignamente al margen de lo que dijo, su palabra, no se constituye en la presencia, sino que en la palabra. Así se dice que nuestra religiosidad tiene déficit cristológico, tienen una connotación mas bien mariana. La devoción cristológica principal fue el CORPUS CHRISTI: la gran festividad del Cuerpo de Cristo, es la festividad de su presencia. Determina más allá de la creencia religiosa, muestra el gusto por nuestra cultura por la co-presencialidad, más allá de lo que diga. Las relaciones se validan cuando están situadas en un marco de co-presencialidad, por encima de la capacidad discursiva; realce de la presencia, de lo que aparece; atributos que se asocian a cualquier símbolo materno, la madre también se valida por aparecer, esta ahí. Todo lo que está en el modo de la presencia está en el modo del DON: la gracia será el segundo fundamento Mariano: “Llena eres de gracia”. Ella será el símbolo de la sobreabundancia, de la gracia: da sin mirar el mérito de quien recibe el don, así en la representación popular ella es el refugio de los pecadores: da incluso al que no se lo merece. También da sin pedir nada a cambio, y sin exigir retribución. Así el símbolo mariano será el símbolo de la sobreabundancia de la gracia que es también el signo característico maternal. Esto hunde sus raíces más allá de la religión y va a determinar un talante relativamente gracioso de nuestras relaciones sociales, una facilidad con que se disculpa en nuestra cultura. La experiencia religiosa mariana es poco penitencial, la figura del pecado aparece desvanecida ante esta incapacidad de dar gracia incluso al que no se la merece. No conocemos (en América Latina) experiencias rigoristas puritanas. Nuestra religiosidad es poco penitencial, preocupada poco de la salvación y del destino. La angustia por la salvación no

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parece en ningún sentido, todos estamos salvados y sin mucho esfuerzo tendremos la vida eterna, porque esta imagen de la sobreabundancia da incluso a los que no han hecho mérito. Este contexto de exceso de gracia será característico de nuestro temperamento religioso. Tendremos acá dos contradicciones: entre el Marianismo y el Sol Azteca: la cultura mexica era guerrera y sacerdotal, y la institución principal es la guerra florida, que es básicamente una forma cúltica de hacer la guerra: no tienen fines económicos (capturar riquezas), sino que tiene sentido religioso. Su sentido es tomar prisioneros para la pirámide del sacrificio azteca: vive en guerra que básicamente se nutre de lo necesario para realizar el sacrificio, será una guerra motivada religiosamente. Surge la pregunta por la naturaleza del culto sacrificial, que no tiene igual fuerza en la cultura maya o inca, sino que hay algo particular en la Pirámide Sacrificial Azteca. La tesis es que el mundo azteca es un mundo referido al culto solar. El Sol es el símbolo de la vida por excelencia (es luz y calor, dos condiciones necesarias para vivir), por ende el Sol pasa a ser la referencia fundamental para la religión azteca. El problema (problema que suele ocurrir con los símbolos naturales) es que el sol es una presencia, cuya gracia está en aparecer y procurar al hombre lo necesario para vivir. Así, la relación se valida en la presencia del mismo modo en que María aparece: es una PRESENCIA BIENHECHORA: basta que aparezca para que haya vida y renazca y se llene de luz y del calor necesario para vivir. A diferencia de María, el sol desaparece: así como aparece también se va cada día, se ausenta y hunde a la humanidad en la oscuridad y el frío de la muerte, por ende el símbolo solar no es solo presencia, sino que el ciclo de lo que aparece y desaparece. Esa ambivalencia provoca una angustia religiosa particular en el mundo mexica, que no conoce las leyes de la física e interpreta religiosamente todo lo que está a su alrededor. Debe hacer algo para que aparezca el Sol, pues sino hace lo que es necesario puede hacer que no aparezca, así hunde a la humanidad en la oscuridad de la muerte. La Pirámide será un esfuerzo de alimentar al sol con la energía necesaria para volver a aparecer; la técnica será el sacrificio del prisionero de guerra. En la punta de la pirámide el sacerdote saca el corazón del prisionero y lo presenta al sol como su alimento necesario para dotarlo de la energía necesaria para volver a aparecer. Al parecer la palabra energía tiene una connotación religiosa: los aztecas creen que el hombre tiene cierta cantidad de energía, así si muere de viejo consume tosa esa energía en vivir, por ello su destino era subterráneo, telúrico, terrestre; pero un hombre joven que muere joven tiene un excedente de energía no gastada, y es esa energía la que interesa religiosamente, porque esa puede alimentar más al sol. Así el destino de un joven guerrero es un destino celeste, aéreo, solar, que es la promesa reservada al hombre que muere en combate. También las mujeres que mueren en el parto tienen significación religiosa, es la forma que tiene la mujer de morir joven. Esta sociedad tiene un sentido cúltico de la guerra, construido en torno a la institución sacrificial. El Sol Azteca es un Dios mezquino y no sobreabundante porque ese es un Dios que exige ofrenda, la provisión necesaria para ejercer su poder divino, en este caso de victimas sacrificiales, este Dios da en la medida que recibe. Así el Sol Azteca esta situado en una coordenada opuesta a María, en ambos aspectos: es presencia y también ausencia: María es la que no se ausenta y el sol sí; el Sol da en la medida que recibe, así será el Dios de la escasez más que de la abundancia. María se sitúa en la posición de quien da aunque no reciba

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nada a cambio. Las divinidades femeninas del mundo mexica, cuyo más parecido es Tonantzin2, pero ocupan un lugar secundario, porque una sociedad cúltica guerrera no se hace representar por una imagen femenina. Poco probable que una mujer ocupe un papel importante en estas culturas (que se caracterizan por ser Estados centralizados, guerreros, como el Inca y el Azteca). La asociación corriente que se hace entre deidades femeninas individuales y la Virgen son imprecisas. En realidad las religiones prehispánicas ya tienen el desarrollo característico de una sociedad solar (sol, no de la tierra), guerrera no doméstica. Tienen ese nivel de desarrollo, y en ese sentido el culto mariano representa algo distinto, una ruptura del orden con posibilidades y sincretismos débiles. Hay algo distinto entre estas realidades solares y la institución al culto mariano. Por ello el Marianismo se relaciona con el mestizaje, María corresponde al Mestizaje, no al sincretismo, su condición Mestiza también es un fenómeno nuevo respecto a lo que hay (en América Latina) y lo que se trae (desde Europa). Las estructuras se desplazan casi sin dejar rastro y cualquier reavivación, no quedan rastros. Esto porque los pueblos sometidos Aztecas querían acabar con la Pirámide Sacrificial. Hay algo en el culto Mariano que no tiene elementos existentes, sino que es específicamente Americano, relacionado con un hombre distinto que nace de la conquista de América y que es mestizo. Así como hay cierta diferencia con el mundo Amerindio, la cultura mariana se distingue de las formas más características de la religiosidad Europea (por lo menos en las coordenadas básicas). Pensemos en la Evangelización Europea Occidental, esta es una obra monástica, fueron monjes los que fundaron monasterios por toda Europa, y la vida monacal está caracterizada por la preocupación santífica, cierta rigurosidad penitencial, tendencias ascéticas, renuncia al mundo, centralidad de la palabra y la cultura escrita, que será el talante La Virgen de Guadalupe es símbolo de la religiosidad mexicana, en ella se funden dos tradiciones que forman parte de la idiosincrasia de México. Su imagen evoca el sincretismo entre la deidad de los antiguos mexicanos, Tonantzin, y María, la virgen madre de El Redentor, de la religión católica. En la cosmovisión precolombina, Quetzalcóatl-Cihuacóatl representan el origen de la vida y de todas las cosas. En el pasado, Quetzalcóatl y Cihuacóatl son inseparables, aparecen ligados como las dos caras del principio dual, hembra y macho, creador universal. Tonantzin representa la parte femenina, la madre. Ella es Cihuacóatl (mujer de la culebra) del mismo modo que la Virgen de Guadalupe representa a la Virgen María del Cristianismo. Los nativos de esta tierra venían a rendirle culto en el cerro del Tepeyac a la diosa Cihuacóatl, llamada también Tonantzin que, según Fray Bernardino de Sahagún, significa nuestra madre. Los testimonios de los misioneros del siglo XVIII dan fe de esto. Después de la aparición de la Virgen a Juan Diego, la casa de Tonantzin se convirtió en la casa de la Guadalupana, lo que con el tiempo hizo que también se convirtiera en “nuestra madre”. Y poco a poco Tonantzin y Guadalupe se fundieron en una sola. Durante el proceso de adoctrinamiento, los evangelizadores construyeron templos católicos sobre los que ellos consideraban paganos, utilizaron las mismas costumbres paganas con fines de devoción cristiana. Así, los lugares de peregrinación se conservaron y solamente sustituyeron la imagen pagana por una cristiana haciendo que los iconos fundamentales se adaptaran a la nueva visión del mundo. Un ejemplo de ello es el color verde-azul del manto de la Virgen de Guadalupe, idéntico al azul jade de Quetzalcóatl y color fundamental de la religión mexicana. La imagen de la Virgen María de Guadalupe, se convirtió en objeto de devoción oficial y popular en la Nueva España. El hecho de que se le hubiera aparecido a un indio, representa la dignificación e incorporación de esa raza, excluida por los recién llegados a la Nueva España. Así, criollos, mestizos e indios se unen y la devoción común ayuda a limar las diferencias de casta mientras los une el mismo fervor religioso y nacional frente a los agentes de la dominación peninsular. La Virgen de Guadalupe se convirtió en la representación colectiva del pueblo mexicano y también en símbolo de independencia sobre España y sus representaciones sagradas. 2

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del cristianismo modelado culturalmente por la vida monástica. Además está la figura del Papado. Por lo tanto, hay dos figuras: el monje y el Papa. En cambio nuestro continente no conoce vida monástica, el Rey español no dejo entrar a América a los monjes y prohibió fundamentalmente los Monasterios por temor a la enfeudación de América, ya que los Monasterios tienden a apropiarse del territorio. Eso será su preocupación evitando que en estas tierras lejanas del poder real se reeditara el feudalismo, apropiándose patrimonialmente del territorio. Sus dos medidas fueron: Desarmar a los conquistadores, con lo cual ningún conquistador pudo formar linaje, los reduce a la impotencia, porque la probabilidad de la apropiación es muy evidente; y Evitar formar Monasterios de tal modo que las dos formas de dominación (a saber, Señorial y Eclesiástica) harán que el poder quede centralizado en la Corona, así será su naturaleza estatal. El culto mariano será una forma específica de religiosidad cristiana que se distingue del temperamento Europeo Occidental. Al menos por estas 3 características: 1) Poca importancia de la palabra en el contexto de la experiencia religiosa. 2) Escasa angustia salvífica, escasa responsabilidad moral, ya que hay poco que hacer para alcanzar la salvación. 3) Escaso puritanismo, nuestra cultura religiosa no ha sido puritana. Lo que será propio de la devoción mariana será su carácter festivo. 16 de agosto La fiesta será el escenario del culto mariano, la devoción mariana se produce en el marco de la fiesta religiosa que en general apunta a un contexto particular de interacción que es muy frecuente en nuestra cultura ¿Qué es la fiesta? ¿Cuál es su naturaleza, y su novedad en la interacción social? En la Fiesta concurren 3 fenómenos:

1) Suspensión de la Función Discursiva: la fiesta no es un espacio discursivo, sino que es ese espacio en el que la función discursiva se suspende radicalmente. Por ello es un acontecimiento que ocurre en el plano de la presencia y no en la palabra, se trata de realzar las relaciones sociales ancladas en la cooperación, por ello se suspende cualquier función discursiva (en la fiesta genuina). El aguafiestas es el que se pone a hablar, la fiesta se desanima si sobresale la función discursiva. En la fiesta se ocupan técnicas para suspender la función discursiva: técnicas de desreflexibilidad de la conciencia, que están situadas como herramientas para disminuir la capacidad discursiva de la conciencia, en particular: uso de alcohol y otros alucinógenos, o cualquier otra forma que altere el estado normal de la conciencia; además la música estridente (que no deja hablar), con mucha percusión: la danza frenética (en el sentido ritual que es agotadora). Todos estos elementos se ocupan no como finalidad sino que como técnica para des-reflexibilizar la capacidad discursiva de la conciencia. La función es situar al hombre en un espacio no discursivo. En un sentido más original se llama MÍMESIS: imitación de modelos sagrados, de la naturaleza. Su sentido original era situarse como parte de la naturaleza, participar, al punto de copiar o imitar gestos de animales sagrados, de manera que se funde con la naturaleza que se constituye como tal. Todo ritual mimético usa elementos básicos de la naturaleza, busca suspender la función

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del lenguaje, que separa al hombre del mundo (naturaleza), es una distinción entre la cosa dicha y la cosa tal cual es, ya que el lenguaje establece una distinción entre hombre y mundo que se quiere acortar o neutralizar en el espacio festivo (es imprescindible suprimir el lenguaje, sobretodo en su forma discursiva), así la fiesta es el espacio de la representación por excelencia. Se realza y exagera la capacidad de presentarse y situarse en el modo de la presencia, y el soporte pasa a ser la corporalidad, la fiesta es la hipérbole del Cuerpo, lo principal es la representación corporal de cada cual (“vestirse de fiesta”). Se realza la capacidad de situarse ante otros en una situación de co-presencialidad. Ningún espacio social tiene esta función deliberada de suspender la función discursiva. Así, en la fiesta hay un esfuerzo por instalar una relación de co-presencialidad al margen de la palabra: exuberancia corporal representativas, técnicas de des-reflexibilidad, que apuntan a generar un escenario de co-presenciabilidad de manera deliberada y radical.

2) Suspensión de la Función Normativa: así como el lenguaje crea diferencias, la norma

también las crea, fija una diferencia entre el sí y el no, entre lo uno y lo otro. El escenario festivo busca constituir entre paréntesis el orden normativo. Así, se reconoce la fiesta como un reblandecimiento de toda norma propia de la vida cotidiana, un estado de cierta indiferenciación social. Participación al margen de la norma. Originalmente la fiesta es el momento en que se levantan los tabúes, los que rigen la vida cotidiana de pronto son levantados; entre ellos el tabú es una prohibición de contacto, al suspenderse se permite el contacto. El principal tabú es respecto al contacto con los dioses, que fuera del estado festivo permanecen como inalcanzables; así en la fiesta se puede comer con ellos. La fiesta3 requiere una cierta suspensión del orden normativo diario. En el orden estamental, la fiesta es el lugar en que se levantan las jerarquías, pasa a ser el momento en que la comunidad se observa al margen de cualquier diferencia estamental. Mucho de esta suspensión tiene carácter ritual en lo que conocemos como carnaval. El Carnaval se caracterizara por ser una inversión ritual del orden social 4, será propio en este tipo de fiestas el travestismo (Ejemplo: Carnaval de Río), así la diferencia sexual se invierte ritualmente. De este modo se desarman las diferencias que prevalecen, así si hay estos mecanismos se llamara carnaval; de esta manera hacen de la Fiesta un espacio que no esta mediado por normas. Esto lo diferenciara de la ceremonia y otros espacios cuasifestivos, en los que las reglas de etiqueta y autoridad están restringidas. La actitud festiva depende de donde las normas están suavizadas5. Está a un paso de la anomia, pero no es anomia. Se asocia la fiesta que termina mal a problemas internos. Esto sucede cuando se suspende la norma. La idea es recuperar una comunidad al margen de las normas que rigen la vida social. Si una comunidad está mal, al levantarse las normas la fiesta terminara en violencia. Pero en otro contexto, se levanta la norma y se restablece la comunidad en su estado original, participan, hay reconocimiento mutuo al margen de cualquier diferencia. Este será el sentido de la fiesta: recuperar su estado original, ser capaz de representarse como unidad. Colocarse al margen de la norma no es licencia para hacer cualquier cosa, al aguafiestas es aquel que se sitúa al margen de la fiesta (observa) y no puede integrase, y además aquel que se desenfrena y arma problemas.

El principio de cualquier Fiesta es la exigencia interna de que todos participen, que nadie sea observador; el colmo del aguafiestas es aquel que mira sin participar; por ello es un espacio de participación colectiva, esto es lo que la diferencia del Espectáculo, que esta hecho para ser visto, el cual se arruina si nadie lo ve, en su naturaleza esta el ser visto y observado por otros. Nunca una Fiesta será espectáculo, ni viceversa. La Fiesta tendrá este impulso de no ser observada, de otro modo se transformara en espectáculo, y para el talante festivo, la comunión perfecta es la de participación. 4 Ejemplo de esto es el Carnaval de los Locos, en la que se corona como Rey a un Loco. 5 Octavio Paz habla de que terminan a balazos, se desata la violencia. 3

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3) Suspensión de la Productividad: la fiesta será el espacio del consumo, no del trabajo, que se suspende, en el sentido de que es el escenario del GASTO, en el sentido original, no del consumo (no es sólo eso) es más que eso, es el lugar en que se gasta, dilapida, derrocha (“tirar la casa por la ventana”); es un lugar de exceso, de gasto, no consumir, así la función productiva se suspende en el sentido que se derrocha, el lugar del lujo, se dan lujos que no se dan en la vida ordinaria. La sociedad es festiva en el sentido que trabaja no sólo para proveerse lo necesario para vivir y lo que sobra lo gasta, sino que en una cultura festiva se trabaja para hacer la fiesta, se trabaja para consumir y derrochar lo producido, y lo que sobra es para las necesidades; una cultura festiva no trabaja para la necesidad (esto lo hace la sociedad moderna), una cultura festiva trabaja para la fiesta. Esto será el principio del gasto festivo, se trabaja para gastar, que es la finalidad propia del trabajo, el objetivo fundamental de la sociedad. No se trata de suspender la función productiva, sino que constituirse en el gasto festivo. Se trabaja para la fiesta. Para una mentalidad racional o moderna esto parece absurdo y escandaloso. La Fiesta pasa a ser el momento en que se consume de una manera desenfrenada. ¿Cómo ciertas culturas pobres son capaces de tanta exuberancia (catedrales medievales, pirámides,…)? Porque no son economías de subsistencia, su objetivo no es sobrevivir, sino que se trabaja para producir la ofrenda religiosa (estas construcciones exuberantes u otras), se trabaja para hacer la fiesta, que es un momento de esplendor, de exuberante belleza, es un momento de exuberancia. De este modo, una sociedad pequeña y pobre es capaz de esa exuberancia. Por el contrario la sociedad que acumula riqueza es incapaz de construir exuberancias. Éste será el principio festivo: en su sentido más propio se trabaja para la fiesta. Lo que se derrocha no son sólo bienes, sino también el tiempo: lo propio de la fiesta será el situarse o constituirse como un espacio en que sobran no sólo las cosas, sino que también el tiempo, pues no puede haber escasez, todo debe sobrar, debe existir espacio de sobreabundancia. En ese sentido se sabe cuándo comienza pero no cuándo acaba; no se puede constituir la fiesta con limites. También se debe dilapidar tiempo, se constituye en la duración, que termina con todos arruinados. La Fiesta es un gran acontecimiento. Este escenario presenta sobreabundancia de bienes y tiempo. El tiempo sobra, característica que será desafiada por la modernidad, donde escasea el tiempo. En sociedades tradicionales no hay nada y sobra el tiempo, así viven en la concepción de que el tiempo jamás es escaso. La Fiesta está preparada para que dure como espacio de sobreabundancia. Sociedades muy pobres se autocomprenden como ricas al tener estos factores para la fiesta. El concepto de escasez es moderno. Aptitud Festiva (situado en un contexto de reciprocidad): capacidad de hacer la fiesta, significa la capacidad para suspender el discurso, para situarse por debajo de la ley y por constituirse en el principio del gasto; una capacidad cultural, cuyo contraste es con las culturas modernas que se constituyen en la palabra, les cuesta apreciar relaciones que no estén mediadas por la comunicación. Además se constituyen en la norma y el trabajo, en la incapacidad de apreciar el gasto. Se debe distinguir consumo de gasto festivo. Las culturas modernas le dan valor a una cultura constituida en la palabra-norma-trabajo, una persona incapaz de comunicarse lingüísticamente es mal vista; alguien que no trabaja arduamente genera prejuicios contra el gasto y cualquier forma de derroche, la cultura constituida en la norma en el sentido positivo, el hombre que cumple su deber, respeta la ley y mira con prejuicio el que se sale de la ley. Nuestra tiene actitud festiva particular, no sólo porque se constituye al margen de estas 3 cosas, sino también porque la existencia es más satisfactoria al margen de la palabra, el trabajo y norma

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18 de agosto Lo que no es el marianismo será el milenarismo y una corriente particular: el pentecostalismo, donde hay cosas que no están situadas en coordenadas marianas. La fiesta es la capacidad para afirmar la existencia del hombre en el mundo, éste puede ser malo, pero hay un lugar en el que se puede afirmar la alegría de existir, se afirma positivamente en el mundo. Sin embargo, ciertas condiciones en el mundo pueden devenir de modo tan catastrófico que el hombre pierde esa capacidad de afirmarse en el mundo (“maldigo el día en que nací”), de tal forma el hombre vive en una situación de crisis, y se vuelve incapaz de sostener positivamente su posición en el mundo, condiciones que abren lo que se llama “crisis del milenarismo”: la experiencia de vivir en el mundo debe ser mala, habitualmente una experiencia que afecta el ser en el mundo de ese individuo o grupo, y hay ciertas situaciones que pueden alterar ese arraigo fundamental: ejemplo de esto es la opresión, la presión física sobre el cuerpo de alguien de modo lacerante, captura su cuerpo (a diferencia de la dominación, que captura su libertad). De este modo surge la crisis. Bajo ciertas condiciones, el hombre pierde la capacidad de afirmarse en el mundo, la capacidad de hacer la fiesta. La crisis Milenaria tiene 3 dimensiones: 1.- Dimensión Real: El mundo carece de realidad, todo lo que veo no es verdadero, el Ser esta en otra parte. Primera experiencia de crisis, des-ontologización del mundo, no es q el Ser no exista (eso sería nihilismo), sino que el Ser no está aquí donde yo estoy, está en otra parte. Así, la respuesta es la huida del mundo, búsqueda de una realidad distinta, desvalorización de la presencia que carece de verdad y realidad, movilidad que busca la tierra sin mal, búsqueda de la tierra prometida, más allá de donde se habita. He aquí la primera dimensión: desvalorización de la presencia, lo que se hace presente no tiene verdad. 2. Dimensión Temporal: Incapacidad radical de retornar al origen, al tiempo primordial, a la originalidad, de modo tal que se busca el ser en un tiempo futuro, lo que está por venir tiene más realidad que lo que ya ha venido, lo que ya ha sido. La característica de una crisis Milenaria será que lo que viene no tarda en llegar, en cualquier momento el mundo será radicalmente distinto a como es; así, lo característico será la referencia a un tiempo escatológico, un nuevo tiempo, nueva era, inminente, inmediato. 3. Dimensión Social: Se experimenta como crisis de sociabilidad, de las estructuras de reciprocidad que animan a una determinada comunidad; los otros son adversarios, enemigos, extraños, incapaces de situarse en el modo de la presencia; así, se experimenta desarraigado socialmente respecto a los vínculos con sus cercanos. De este modo se recluye en el grupo de los creyentes, los iluminados y rompe sus lazos con el conjunto de su comunidad natural, o bien sale de ella, situándose al margen. Desviación de situación social en la cual vive. Desviación del otro, de la capacidad de intercambiar presentes, dones y afirmase positivamente, tendencia a sectorizarse en una comunidad a salvo. Siempre en contradicción con el Marianismo, que es la afirmación festiva del hombre en el mundo, origen que se conmemora y existencia en el seno de la comunidad.

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Hay pocas expresiones del milenarismo en América Latina. Entre los pueblos sometidos hay pocos rasgos (sólo tenemos el ejemplo del Tupi guaraní), algunos rasgos milenarios en la meseta andina, parcialmente en el levantamiento a fines del siglo XVIII de Tupac Amaru: mito del retorno del Inca que perneará alguna parte de la cultura andina. El episodio milenarista por excelencia es el de los campesinos pobres de Brasil, siglo XIX, levantamiento de campesinos blancos en el secano interior del norte de Brasil. Son pocos los ejemplos en comparación con América del Norte, que vive grandes movimientos milenaristas. También ha habido poco milenarismo ilustrado. Se ve estilizado en lo que fue la colonización de América del Norte, el hombre que huye de Europa y busca la tierra prometida. América Latina no ha sido continente en que haya producción Milenarista. Caso particular es el pentecostalismo, que conocemos como evangélicos. Muestra nuestra heterodoxia religiosa (si se sitúa el marianismo como central, es la forma en que aparece el protestantismo en América Latina). Es particular por ser tardío (auge en la segunda mitad del siglo XX) y además por ser un protestantismo popular, autóctono, pero popular. Por ello todo el auge evangélico pentecostal estará en las capas pobres de la sociedad. Surge de una experiencia de crisis: crisis de la urbanización de las clases populares en América Latina, ese paso súbito y multitudinario del campo a la ciudad, en condiciones de pobreza o miseria urbana, migraciones internas que son descontroladas en el lapso de casi una generación, donde la pobreza es muy extrema: problemas de salubridad, vivienda, alimentación, empleo, integración, educación, etc. En este contexto, de crisis social, desarraigo campesino e integración precaria, surge lo que se llama pentecostalismo. * Si se notan los focos de transformación nos encontramos que están en zonas de migración y de extrema pobreza. En Chile (que es el más antiguo foco de pentecostalismo con más de 100 años, mientras en el resto de América Latina solo cuenta con 50 años), que tiene la tasa más alta de pentecostalismo, con un 15% mientras el resto de América Latina solo tiene un 8% (aunque Brasil esta un poco más alto). Las zonas de auge están situadas en zonas de migración recientes: en el sur Lota, Curinalahue y Coronel, y en general en los cinturones periféricos de las grandes ciudades, por ejemplo en Santiago el sur de la capital tiene un gran foco, pues es una zona de migración desde el sur. La distribución del pentecostalismo sigue zonas de migración y de extrema pobreza. Aparejado con la situación económica: mientras más pobre, más pentecostalismo. Sectores E tienen un 25% de Pentecostalismo, mientras que esta cifra disminuye en sectores más altos. * Su foco de conversión esta situado en experiencias personales de crisis, a ratos muy profundas, como la alcoholización: las zonas más pobres están azotadas por este flagelo, el pentecostalismo ‘sana’ a miles de personas del alcohol, como hoy lo hace de la droga. Estas son situaciones que impiden al hombre situarse en el mundo: enfermedades catastróficas, pobreza, vicios, etc., es decir, experiencias de crisis que reclaman la conversión pentecostal. En su origen hay algo similar al milenarismo. El milenarismo responde a la crisis de 2 modos:

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I.

Rechaza el mundo, la concepción característica del mundo como fuente de corrupción; la persona es alejada del mundo y situada en el marco de una comunidad excluyente, que asume la forma de la secta: abstención de la fiesta en todas sus formas, abstención institucional que es característica del mundo evangélico, dejan de participar en el sindicato, en la junta de vecinos, partidos, clubes, etc. Rechazo del mundo, situación nueva: sitúa al hombre en el marco de una comunidad apartada del mundo, con un compromiso religioso.

II.

Horizonte escatológico: Cristo viene y este mundo será distinto: conversión inmediata  sal del mundo porque Cristo viene ya y te sorprenderá en esa situación indeseable: tiene talante milenarista temperado, pero que es característico del movimiento que se funda en una situación de crisis: rechazo vehemente y potente del mundo. Se deben mencionar también dos atributos adicionales:

III.

Religiosidad que desvaloriza la palabra. A diferencia del protestantismo burgués, que constituye en la palabra, no es religiosidad de la palabra. Si bien es cierto que lee la Biblia (más que el católico) y está referido a ella, la predicación esta basada en su capacidad de leer y además hay cooperación en la alfabetización, lo que permite un acceso propio a la Biblia, el meollo está en la presencia: la presencia del Espíritu, es una comunidad tocada por las lenguas de fuego que inundan de gracia al creyente: pentecostés. No vive en total abandono de Dios, al que se espera como alguien que viene, sino que está presente bajo la forma del espíritu que inunda a los hombres de gracia (de ahí su nombre) Evangelio Pentecostal  evangélico porque recurre al evangelio, la Biblia; pero Pentecostal por esta dimensión religiosa que prevalece sobre la primera; el marco en que se produce es aquel donde se produce un éxtasis, calor de espíritu que penetra al hombre; entran colectivamente en éxtasis con el canto, la alabanza, movimientos corporales, hablan en formas de éxtasis. En suma, es una comunidad calentada por el espíritu. Desvaloriza la palabra, y la usan de un modo no discursivo, leen a gritos. La palabra tiene más bien una función específica en la elaboración de esta comunidad escática; esto atempera su carácter milenarista, no está totalmente abandonada. Dios no es sólo promesa, sino también una realidad viva que se hace presente, ya no sólo una presencia mariana, pues ambas son formas de una religiosidad presencial. Hay distinciones: el pentecostalismo rechaza las imágenes, el culto a María, pero recupera una expresión religiosa en este nuevo contexto del Espíritu.

IV.

(Diferencia con el Protestantismo Burgués) No produce ascesis, no produce una conducta metódica y sistemática, no es puritana, así sería contradictoria al Marianismo; tampoco es variante del puritanismo. Se tiende a comportar de un modo más correcto (el evangélico daba la confianza de ser contratado: llega el lunes, no toma, no forma sindicatos,etc.) También se sabe que el evangélico constituye mejor familia, controlado por el nivel socioeconómico, constituye mayor paternidad, tiene mayor responsabilidad paterna, y en temperar así el tono machista, pero no mucho más que eso. Responsabilidad moral razonable, no exige más que eso, no produce ascesis, trabaja bien, pero no ama el trabajo. Se puede decir que no es variante al puritanismo. En la diferencia de moralidad media entre católicos y trabajo hay una afinidad que hace que esta forma de religiosidad no sea tan extraña al molde principal. Tasas de movilidad social del mundo evangélico no son mucho mejores a las del mundo católico, por ello el pentecostal no esta asociado al éxito y a la movilidad social propio de la cultura puritana.

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Se tiene como contorno un punto con raíz milenarista, surge de la crisis, elabora muchas de sus convicciones de forma milenarista, pero está atrapado por estas dos características seculares. Su origen es el metodismo, variante estadounidense del protestantismo ascético: referido a la palabra y a la ascesis. Será una variante particular, que tiene características particulares. 23 de agosto La ausencia de la Guerra en América Latina será la clave institucional para a entender América Latina . Para compararla con lo sucedido en Europa se utilizarán los siguientes índices: Índice de SOROKIN (intensidad de la guerra en Europa) s. XV s. XVI s. XVII s. XVIII s. XIX 100 180 500 370 120 863 3454 4635 1021

s. XX 3000 25000

Las guerras llevadas a cabo en los siglos XV y XVI son de carácter señorial, a pesar de que era endémica, tenia baja intensidad. En el siglo XVII y XVIII estamos en presencia de las guerras religiosas y la formación de los estados absolutos. En el siglo XIX se sitúa la llamada Pax Británica, la que contaba con la hegemonía económica y militar, por lo que se dedica a una expansión colonizadora; la guerra se libra fuera del continente en busca de la conquista. Y en el siglo XX observamos la gran catástrofe de las guerras mundiales, catástrofes sin parangón. Índice Wright: numero de guerras, conflictos con mas En Europa Fuera de Europeos Europa con en América participació Latina n de europeos s. XVI 41 2 2 s. XVII 35 3 0 s. XVIII 23 5 0 Índice Small y Singer s. XIX 20 s. XX 12

26 15

2+1 0

de 1000 muertos En América Otros Latina frentes

0 0 0

0 3 0

8 1

5 25

En el siglo XVII se observa la Pax Hispánica, o sea luego de la conquista Español, en América Latina, no se observan nuevos escenarios de guerra Actualmente el sector más belicoso es el Medio Oriente y el sudeste asiático. América Latina se muestra como un continente sin guerras. El período de dominación española fue un periodo de la denominada Pax Hispánica; además en América Latina no hubo guerra señorial (no hubo feudos, ni señores armados), y casi no hay guerras civiles. Con la formación de los Estados Nacionales en el siglo XIX, hay guerras civiles, pero de baja intensidad.

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Entre los conflictos protagonizados por europeos en tierras latinoamericanas, están las guerras de independencia: El de los dos grandes virreinatos (a saber, México y Lima). Caen sin guerras relevantes, en relación con la manera en que caen los imperios inca y azteca; de este modo se independiza de manera incruenta. En la década del ‘20 se independiza México. Los criollos, a través de un golpe de mano se independizan. Su antecedente esa en el levantamiento campesino apagado por la participación de criollos. De este modo se independiza sin guerra prolongada. Perú también contó con una independencia sin combate. Esto porque San Martín, que organizó tropas chilenas y argentinas en la tarea de la independencia de Lima, sitia la ciudad, pues quiere negociar con los monárquicos la traída a América Latina de una rama borbona, pues quiere una monarquía para América Latina. Para ello negocia y no ataca, se enreda con esta negociación infructuosa, y finalmente Lima cae por su propio peso. En definitiva, el proyecto de San Martín no es republicano. Fue más cruenta la independencia en Chile y Venezuela, que serán los dos grandes centros de actividad militar español, pues son zonas de acceso al continente. Argentina (Buenos Aires) también cae rápidamente, en esa zona hay poca actividad militar. El ejército argentino trata de independizar la meseta andina (Bolivia) y San Martín trata también de independizar Chile. Ésta cuenta con la batalla de Maipú, una de las mas relevantes, aunque cuenta con 5.000 hombres por lado, en momentos en que Napoleón mueve 300 mil hombres. El belicismo asociado a la Independencia de Chile es particular (pues otras son menos cruentas). Venezuela tiene a Bolívar, y también cuenta con una independencia muy cruenta, al igual que Chile es reconquistado, Caracas fue liberada a sangre y fuego. Colombia también cuenta con episodios militares importantes, al igual que Ecuador. La razón es que los españoles se vuelven fuertes en Venezuela porque es la vía de acceso a América Latina, por lo que es una zona reforzada. Paradójicamente en las capitales de los virreinatos no será fuerte la resistencia, pero en los países de cono sur sí. Por otro lado está la independencia de Cuba, la que fue muy cruenta. El enclave español en América Latina fue Cuba y su liberación costó también sangre y fuego, pues fue de alta intensidad, más que en cualquier otro lugar. La independencia de Brasil es más tarde, la casa real Portuguesa se asienta en Brasil luego de la invasión napoleónica, pero su desplazamiento también fue incruento. México es recolonizado por el francés Maximiliano (1860), en busca de la restauración monárquica. Los conservadores mexicanos traen a un príncipe menor de la casa de los Habsburgo para esta restauración. Aquí nace la figura de Benito Juárez. Guerras Nacionales: siglo XIX; no se producen muchas. Estados Unidos v/s México (1850). México controlaba gran parte del oeste americano, zona que fue de colonización española. Estados Unidos sitia la ciudad de México y firma el tratado de Chapultepec con el que pierde la mitad de su territorio. Así, entre otras, California pasa a ser de Estados Unidos.

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Río de la Plata en su conjunto ha sido una zona de conflicto de cierta intensidad entre Argentina y Brasil, situación que termina con la independencia de Uruguay. Paraguay tiene la gracia de haber protagonizado las dos grandes guerras nacionales del continente: Guerra de López o Guerra de la Triple alianza (1870). Resiste 3 años, sólo termina con la entrada a Asunción y la muerte de Solano López, quien muere en campo de batalla. Además se caracterizará por ser ella quien declara la guerra, no sólo la sufre; moviliza a la nación en su conjunto tras un objetivo estatalmente diseñado. Esto revela su belicosidad, desde siempre ha sido un estado nacional militar, dirigido por caudillos, movilizado por la guerra, y revela por otro lado el estado manso de Brasil. Esto le significa 130.000 muertos, entre el 5 y 8 % de la población total y alrededor del 20 % de la población masculina. Guerra del Chaco, en la cual trata de apoderarse del petróleo Boliviano, o sea no es más que una expansión económica (1930), termina en un conflicto de proporciones entre Bolivia y Paraguay (100 mil muertos), única guerra considerable de la zona. Esto muestra el arrojo de la población guaraní, única población que aún conserva su idioma nativo. Guerra del Pacifico, que cuenta con 14.000 muertos; Chile es un país con temperamento guerrero. También es él quien declara la guerra, movilizando al conjunto de la población, motivado totalmente, se transfiere a una empresa estatal. Fenómeno sociológico de gran importancia. De algún modo de aquí se desprende su eficacia. La guerra se lleva a cabo en fronteras, las que están poco pobladas. En los limites de los estados hay poca población (excepto Río de la Plata) por ello la probabilidad que haya conflictos en zonas donde no hay nadie es baja. En contraste con Europa que tiene sus zonas limítrofes muy pobladas. Si bien apreciamos poca guerra nacional en el continente, sí notamos la presencia de guerras civiles, en términos generales. Los estados nacionales fuertes, usualmente controlan eficazmente la violencia interior, por lo tanto en el marco de la formación de estados nacionales, Europa no tiene grandes guerras civiles, pues la violencia disminuye (en todos sus tipos, delincuencia, homicidios,...), en este caso Europa resulta ser belicosa hacia fuera. Estados nacionales débiles no presentan problemas hacia fuera, y pero sí en controlar la violencia interior. Por ello, en relación con Europa, produce más violencia interior y poca violencia exterior. Las dos grandes guerras civiles son: Mexica, con 250.00 muertes, la Revolución Mexicana (1910-1920) Es propiamente una guerra civil, compromete al total de la población, la nación completa esta comprometida. La tradición latina de guerra civil es de baja intensidad que no compromete al total de la población. Serán mas bien fracturas en la elite política (liberales v/s conservadores), muy débiles; ejemplo de esto la revolución del 91 en Chile que solo cuenta con 4.00 muertos. Por ello la revolución mexicana es una excepción dentro de América Latina.

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Colombia, tiene una violencia interior endémica. En el marco de un estado nacional débil, que ni siquiera logra controlar todo su territorio. Estado endémico de guerra civil, de baja intensidad, grupos de guerrilleros asolan el país, establecidos en grandes proporciones del territorio; a fines del siglo XIX tendremos una lucha entre liberales y conservadores. El segundo estallido es en los 50’: el bogotazo con el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán, lo que desata la guerra entre liberales y conservadores, todo esto terminara con un pacto que les permite turnarse en el poder. En este caso no llega a la formación de un estado nacional fuerte como en México (en donde ésta será la consecuencia de la revolución), sino que queda débil y vive un carácter violento débil, será el país de la guerra interior. América Latina en su conjunto tiene un Estado de violencia interior relativamente mayor. Hay casos hoy como Sendero Luminoso en Perú y en Centro América: la guerrilla salvadoreña. Hay violencia interior, incluso más que en Europa, pero violencia exterior hay muy poca y de baja intensidad 25 de agosto Vimos el problema de la guerra. La ausencia de guerra, aparentemente tiene q ver con 2 hechos fundamentales: 1.- Ausencia de señorío guerrero 2.- Debilidad del estado

Dos grandes fuentes de producción de guerra

La colonización de América fue la empresa de un Estado centralizado, patrimonial, y América era parte del dominio de la corona, pero centralizada que opera como un estado, empresa estatal. Su preocupación central esta en evitar la infeudación de América. Lo primero que hizo fue transformar al conquistador en funcionario, de modo tal que será la forma propia de control de un estado centralizado. América es originalmente una empresa estatal, además de una fundación urbana. Las ciudades fueron fundadas con el plano de cuadricula española: cada vez que llegan a un territorio lo dividen el partes iguales; así fundan la ciudad, según ordenamiento real: partes iguales y cuadradas, dejando un espacio central abierto, lo que será la Plaza de Armas, en donde estarán los principales edificios públicos, se concentrará allí todo el poder real, el patronato regio (la Iglesia, situada en el marco de la jurisdicción real, es parte del aparato del gobierno). Alrededor de ella estarán los solares. Los cargos públicos son con derecho a residencia en estos solares adyacentes a la plaza de armas. Compartiendo una proporción similar entre sí, su rango no estará por lo tanto determinado por el tamaño del solar, sino que por la proximidad a la plaza de armas, o sea, mientras más cerca mayor es el cargo que tendrá. Toda ciudad (excepto las zonas mineras y los puertos) llevan esta forma urbanística que esconde una forma de dominación política y social particular, un poder social ubicado en el centro y rodeado por funcionarios prebendarios de la Corona (se paga con especies). Así se monopoliza el tributo indígena. La encomienda concede al conquistador ese tributo del indígena, pero éste se elimina para abolir este poder, de manera tal que los funcionarios prebendarios serán pagados por la corona y se situarán en la ciudad. Acá hay una paradoja: es la naturaleza más propia lo que nos hace diferentes con Norte América, que es fundada desde el campo, colonizada por hombres que se instalan en la tierra,

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como agricultores independientes, y en contraste con Europa, es emancipada del control señorial. Así, lo primero que aparece es la ciudad y el Estado centralizado como primera figura, con funcionarios, regios, prebendados y sin armas. Más allá de la cuadrícula urbana está la población indígena, concebida como tierra de misiones. La periferia de la ciudad era la tierra de la misión eclesiástica, y el mundo indígena será organizado por las órdenes religiosas misioneras casi enteramente, dejándolo en manos de la orden religiosa (no de la Iglesia como institución, diócesis o algo por el estilo), que realizan el esfuerzo de evangelizar y normalizar a la población indígena: fuera de la ciudad hay órdenes religiosas y no la iglesia. Estas órdenes se vuelven grandes propietarias de tierras, porque el campo es dejado en manos de curas misioneros que reorganizan el mundo indígena, lo cual hace que el ejército ocupe un lugar menor; es la misión la que pacifica y organiza al mundo indígena sometido. Hay una ausencia de señorío guerrero (por expreso control de la corona), que transforma al conquistador en funcionario, y los somete a una empresa precisa, con estadías breves de los virreyes (no más de diez años), los que son reemplazados para que no se arraiguen en la zona. Además, ellos deben llegar solos, no pueden llevar a sus mujeres, las que quedan en la corte con la imposibilidad de salir desde allí. Todo esto con el fin de evitar la infeudación; además eran sometidos al juicios de residencia, todo esto con el fin de controlar a los funcionarios prebendados. El segundo momento de la colonización será el de la formación de la hacienda, con lo que se identifica más a América, que será esa forma específica en que se comienza a usar la tierra. Se erradica la población fuera de la ciudad. Allí concurren varios factores, ya que es tardía, pues América Latina permanece ‘urbana’ hasta el siglo XVIII, por lo que hay grandes territorios despoblados, sin organización, salvo la que procuraban las ordenes religiosas. 1. Nace allí el criollo, el americano, que no es sólo condición evidente, sino que fue formado al calor de las políticas absolutistas, las que tendieron a pensar a América como una colonia en único beneficio del país colonizador (España). Su nacimiento tiene que ver con las medidas de exclusión que la corona impone sobre América Latina: a) Prohíbe la actividad comercial, así toda actividad mercantil queda monopolizada para el peninsular; b) Excluye de posición dentro del funcionamiento de la corona (pasa a ser funcionario); c) Excluye del ejército y cualquier cargo público oficial; Así se crea un estamento de blancos fuera de la cuadrícula española, así se expandirá hacia afuera: colonización y doblamiento de la tierra, así la paradoja que ayuda a eso fue la expulsión de los jesuitas (grandes propietarios de tierras), ya que sus tierras caerán en manos de los criollos. Los peninsulares viven del comercio y los cargos públicos. El criollo sale (a regañadientes, porque es subordinado), ya que le niegan el acceso a la plaza de armas y de la expulsión jesuita que le deja las tierras disponibles. Estos personajes serán los protagonistas de la independencia. 2. El Mestizo libre sale a escena, pues en el campo sigue ejerciendo control tributario de los indígenas, que alimenta ala ciudad y al imperio, por lo tanto la colonización de la tierra necesita un trabajador de otro tipo (que no le tribute al Rey). El mestizo es un hombre libre: no tributa a la corona (pues ésta jamás lo considero), y considera que este no esta sujeto a derechos de conquista; además es un hombre que puede moverse libremente, no tiene restricción. De este modo crece la población trashumante, itinerante y pobre de mestizos libres.

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Por un lado se forma una clase de señorío criollo y por otro de mestizos libres, los dos estamentos que serán los protagonistas de la historia. Así constituyen una unidad especial, sui generis, al margen de la vieja estructura de funcionarios no propietarios de tierras y al margen de la tributación. El criollo lleva la impronta española del señorío, quiere ser señor, o sea no quiere trabajar la tierra (esto entra en contraste con el estadounidense, que son burgueses que trabajan la tierra con sus manos). De hecho, quiere que otros trabajen para él. Precisamente eso marca su encuentro con el mestizo libre. Pero ¿cómo hacer que este mestizo libre trabaje para él, si sobre él no tiene derecho de armas? Tampoco le puede ofrecer protección, de hecho se invierte la figura pues será este mestizo el que defenderá el territorio de su patrón. De todos modos, ellos no viven en un mundo de gran violencia interior. Lo único que le puede ofrecer el criollo es la radicación, ofrecerle una parte de tierra; se asienta usualmente a cambio de contraprestaciones en trabajo, se radica en la casa del señor, en la propia tierra, se establece de este modo un sistema de prestaciones y contraprestaciones, dones y contradones, entre este señor que ni siquiera vive en la tierra y este mestizo libre que queda dependiente en esta marca de prestaciones. Se crea una forma de señorío doméstico: Patronato, que es un sistema señorial; la expresión puede ser benigna y por ello tiene carácter doméstico, pero a veces oculta esa relación señorial. Pero, al mismo tiempo, está contenida la idea de que no hay señorío guerrero, el señor es como padre, está desarmado, su dominio no opera por coacción, sino que opera por favores y contrafavores, servicios y contraservicios, a través de los cuales se funda una relación de servidumbre doméstica: patrón e inquilino viven en el mismo lugar, se conocen, se tratan como familia, por lo tanto es un señorío en que hay gran co-presenciabilidad, y mientras más cerca se encuentre del señor mejor, ya que aspira siempre a servir al señor en su casa, mientras más cerca mejor. La relación patronal exige co-presenciabilidad, trato familiar, de donde viene el padrinazgo. Por otro lado está el intercambio mutuo de favores, así construyen una relación de lealtad, obediencia y dominio. No es contractual, sino que se hace mutuamente, por medio de favores y servicios. Esa forma particular será de la Hacienda, manera específica de ejercer el dominio, fundada lo que llamamos paternalismo, que será la figura más clásica de ejecución y legitimación de la autoridad, y que aún se reconoce en el populismo. Ya no será solo en relación con el señor, también será en relación con el Estado. Señorío Doméstico  América Latina Señorío Guerrero  Europa Estados Unidos no tendrá esta relación Señor/Siervo, excepto el sur esclavista. A diferencia de Estados Unidos, en América Latina hubo señoríos (domésticos); y, a diferencia de Europa, este señorío será doméstico y no guerrero. 3. Esta clase hacendal del terrateniente será la protagonista de la independencia del criollismo latinoamericano, serán los que hacen la independencia, no siempre directamente, pero eliminando la dominación colonial queda en pie una organización hacendal de la población campesina. Así el poder político del naciente Estado latinoamericano queda en manos de la clase terrateniente, que se constituye como poder oligárquico. Cuando adquiere la tarea central de un país, lo que se forma luego de la independencia es la transformación de la clase patronal en Oligarquía.

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Lo que es decisivo en la independencia latinoamericana, es que no elimina el principio señorial (a diferencias de las revoluciones burguesas) y el mundo sigue siendo organizado por señores. Las revoluciones burguesas por su parte eliminan las relaciones señor/siervo porque la oligarquía será la representante del principio señorial en América Latina: Este principio señorial se elimina por 2 maneras, dos formas que no están presentes en América Latina:

a) Modelo Liberal Americano  se constituye en el trabajo y la propiedad desde el comercio, no hay señores y siervos, sino que es gente que trabaja independientemente, que se constituye como una clase propietaria. No es dependiente ni tiene dependientes de él. Esto elimina relación señorial; desde el comienzo en Estados Unidos no se ve una relación señorial. Por ello su revolución es enteramente política: sólo pide autogobernarse, por ello es la más netamente política, ya que no hay principio señorial por detrás, su problema sólo es cómo constituir un Estado y no como Francia que tiene por tarea eliminar la organización señorial de la sociedad y además producir un Estado democrático. Por ello la revolución Francesa tiene un rol social más que político. El factor decisivo de la Revolución Francesa no será burguesía propietaria, sino el Estado  este modelo será el del trabajo. b) Lo que se destruye en el principio señorial es el Estado Nacional: éste opera como un agente de desarticulación señorial, que era la tarea específica (fracasa). Se formarán ciudadanos de 2 modos: -

A través de la constitución de un ejercito nacional (y la burocracia militar a largo alcance). Así se transfiere las lealtades desde el Señor al Estado. Se saca al peón de su residencia, se mete al ejército y así se transforma en ciudadano; cuando vuelve del ejército no vuelve a servir a su señor, sino que queda sirviendo a su nación, se constituye en las armas (símbolo de esto son las guerras napoleónicos). El ejército nacional cumple la principal función en la emancipación servil; así es como napoleón emancipa a los siervos a través de este medio. Así un Estado se hace fuerte. Elimina el señorío porque todos deben servir, incluso la elite. Se transfiere totalmente la lealtad a la Nación.

-

Otro modo será la educación pública (principalmente el Liceo público, figura emblemática): la educación tiene el efecto emancipador de cualquier condición servil, el que es educado no quiere servir, abandona mentalmente cualquier manera de condición servil. Disuelve señoríos porque éste deberá educarse (desarticulación servil). Este es un mecanismo sociológico. Al ser público, se va al lugar que le corresponde, y todo es público ( en Francia no hay educación privada).

Nada de esto se produce en América Latina. La formación de un ejército nacional es tardío y con serías vacilaciones, que no ha tenido guerras nacionales y que sirve más como instrumento de orden interior que exterior (que en una mentalidad republicana es imposible, para eso está la policía). Por otro lado la educación se desarrolla muy tardíamente, signo inequívoco de que prevalece un orden señorial. Así, las dos grandes maneras por las cuales se desplaza el orden señorial no operan. Por ello la independencia no es ninguna revolución, porque no produce un desplazamiento del orden señorial, lo produce y mantiene. Resumen: - Ausencia de señorío guerrero - Ausencia de Estado Nacional, o muy débil - Persiste orden oligárquico.

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30 de agosto Populismo Latinoamericano: Tras el declive de la dominación oligárquica, aparece a mediados del siglo XX la formación de un Estado propiamente nacional, y aparece bajo esta forma particular llamada populismo, que es puramente latinoamericano. Es una forma específica y particular de construcción del Estado nacional. Argentina  país populista por excelencia  Perón-Evita, 46-’55/ Perón-Martínez, 73-74/ Menem. Brasil  Getulio, 45-55 /Goulalt, 60-64/ Brizolla 60-64/ Collor de Melo, etc. * En ambos países gobiernos derrocados por un gobierno militar. México  Lázaro Cárdenas, 34-40 /PRI  es el único país que logra realmente configurar una organización populista del Estado. Colombia  Jorge Eliecer Gaitán (asesinado el 49  Colombia no logra consolidar su gobierno populista). Chile  Ibáñez, 52-58  semi-populismo / Frei, Allende  Chile en general ha sido un país menos populista que el resto del continente. Perú  Haya de la Torre (APRA)/ Alan García, fines de los 80. En todos los países latinoamericanos hay una tradición de populismo asociada a la formación del Estado nacional y, en particular, a la urbanización del continente (populismo y urbanización van de l mano)  momento en que declina el orden hacendal, donde el grueso de la población se traslada masivamente a la ciudad, rompiendo el carácter rural del continente. ¿Qué es el populismo? En él concurren dos cosas fundamentales:

1. Afirmación de un liderazgo personal: no es una doctrina ni una ideología, sino una persona que atrae hacia sí misma una legitimidad de gran envergadura. Es una palabra técnica que designa movimientos asociados a una persona. Aparecen liderazgos personales que concentran una legitimidad electoral enorme. Éstos se validan no como liderazgo carismático, pues el carisma presupone una cualidad extraordinaria en estas personas. No son carismáticas en el sentido clásico: no han hecho algo fuera de lo común (Weber). Lo que tienen de particular es la capacidad de situarse en el modo de lo que aparece: presencia. Se hacen notar  cualidad más propia del líder populista, asociado a la extroversión y simpatía. No se trata sólo de un atributo personal, sino de una técnica de legitimación política. 2. Lo que se sitúa en el modo de la presencia está también situado en el modo del don, del que da: demagogia populista, promete más de la cuenta. Es esencial a todo liderazgo populista el ofrecer un don y colocarse entonces de modo permanente en esta modalidad del que da algo. Cuando un liderazgo populista se institucionaliza, lo hará expreso en la modalidad del don: gasto público. No se dedica sólo a hacer promesas vanas, sino que un verdadero líder populista efectivamente cumple lo que promete.

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Gobiernos inflacionarios: típico de la macroeconomía populista. La inflación demuestra que detrás hay gasto. No es una economía keynesiana. Ofrecen garantías al desarrollo industrial interno. Éstas requerían de la expansión de la demanda interna, redistribución había abajo para crear un mercado razonable para la industrial nacional. Hasta aquí es keynesianismo. Pero lo característico del populismo es que esas políticas van siempre más allá de la capacidad de la oferta y, por ende, el gasto público continúa aumentando a pesar de que provoque inflación. Inflación: gasto en el sentido festivo del término. La razón es que el líder populista se legitima a sí mismo a través del don. No puede dejar de dar. Rasgos esenciales del populismo:

a) Su carácter profundamente urbano: las clases urbanas son el soporte fundamental del

populismo. Tiene un efecto de reforzar el atraso económico en el campo y estimular la migración a la ciudad. No es sólo un fenómeno que presupone la urbanización de las clases populares, sino que también la promueve. Todo está en la ciudad (riqueza, trabajo, etc.). b) El populismo es un fenómeno esencialmente redistributivo: redistribución del ingreso hacia abajo. Opera con políticas de redistribución a corto plazo (aumento de salarios, expansión del empleo público, control de precios, etc.  políticas de redistibución muy efectivas pero cortoplacistas). Por ello el populismo no invierte en educación ni en salud. El populismo no forma un Estado del bienestar, pues éste está basado en políticas redistributivas a largo plazo. c) Sistema político con un centro hegemónico: se coloca usualmente en la posición de la nación. Es un mecanismo de integración nacional (PRI). Por ello la alternancia se aseguró fuera del ámbito político, en los gobiernos militares, pues representaban la alternancia al populismo. Democracia Representativa

Chile

Populismo

El Estado populista es pacífico: es una gran política de integración nacional-popular. Mira hacia adentro, jamás hacia fuera. La nación no se constituye en la guerra. El financiamiento para este suntuoso gasto público lo obtenían de:

1) Exportación: gran motor del peronismo. 23

2) Nacionalización de los bienes de las grandes empresas extractivas extranjeras  antiimperialismo populista. No intervienen en el ejército y son esencialmente pacíficos. 1 de septiembre Nuestra diferencia específica con la sociedad estadounidense son los distintos grados de confianza social, que es muy pronunciado y será un dato base para el análisis. La confianza social es la capacidad de la gente de confiar en otros. Culturalmente los estadounidenses están modelados para confiar, mientras nosotros estamos modelados para no confiar. Las encuestas lo muestran, con diferencias muy significativas: Mientras un 40% de los europeos y estadounidenses aseguran que pueden confiar razonablemente en los otros, los chilenos solo presentan un 15%. Este dato muestra que los umbrales de confianza difieren. En nuestra sociedad hay una peculiar falencia en la confianza, a diferencia de Norteamérica y los países escandinavos, que revelan una disposición a confiar. Cuando esta disparidad es muy alta hay que analizarlo. La confianza tiene que ver con la relación con un extraño, respecto de lo que no se conoce, no se ve; respecto de lo que se ve no es necesaria la confianza, basta con la experiencia. La confianza es fe, y por lo tanto es creer en lo que no se ve, en aquellos que son extraños. El déficit de confianza está asociado a una dificultad especifica de relacionarse y establecer relaciones satisfactorias con extraños. Nuestra cultura tiene esta particularidad: le cuesta relacionarse con el otro, el extraño. Vemos diferencias interesantes entre nuestra sociedad y la estadounidense, como:

1.

Relaciones de Amistad: el amigo es el menos extraño de los extraños, pero es extra doméstico, es un atributo cívico, no doméstico, es acceso al espacio público, es una esfera pública, fuera del hogar, así expresa una capacidad de relacionarse con extraños. Los chilenos confiesan tener 3.3 amigos en promedio (esto varía según la edad  en los jueves es 6.6, también por género  en las mujeres, las que tienen menos amigos, esto muestra que la amistad es un dispositivo de amistad pública, una gran cantidad dice no tener amigos). En cambio, los estadounidenses declaran tener 6.6 amigos en promedio. Así, se presentan como más amistosos (solo el 5% dice no tener amigos). El hecho es que, aparentemente, en nuestra sociedad las relaciones de amistad tienen cierto resentimiento. En cambio se dice que somos hospitalarios (actitud cultural de meter amigos, extraños a nuestro hogar), pero se debe distinguir amistad y hospitalidad: lo que es característico es que valoramos una relación cuando se valida dentro de la casa (hospedaje), pero no cuando está fuera de la casa (amistad). Una cosa es ser amistoso y otra es ser hospitalario. Nosotros somos menos amistosos que los estadounidenses, pero más hospitalarios. Algunas culturas se resisten a meter gente en su casa, así no hay contacto entre el extraño y la casa; no se mete a la casa lo público. En la sociedad tradicional, no se es amigo, sino compadre; cuando hay una relación de familiaridad, la amistad es compadrazgo, lo propio del amigo es que tiene una relación de familiaridad, conoce la casa  hospitalidad. Por ello cuando se pregunta por un amigo cercano tenemos una exigencia extra, así contabilizamos a los amigos que visitan continuamente nuestra casa como amigos cercanos, aquellos que conocen nuestra familia, y es por eso que el número de amigos desciende. La sociedad estadounidense es amistosa, más que la nuestra, al menos en la superficie. No es pesado como el francés.

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Hay algo poco amistoso en nuestra cultura y hay una dificultad para mantener la amistad fiera de la casa; aquel que no es conocido por la familia es el amigote, hay una tendencia es a disolverlo (‘‘tráelo para la casa’’); así, se logra el primer contacto público con el extraño que debe establecerse fuera de las relaciones familiares. 2. Una segunda relación con extraños próximos es con el vecino. Se nota algo similar, nuestra relación es muy leve, hay un poderoso contraste en las relaciones que se tiene con el vecino con respecto a los estadounidenses. Encontramos una inversión. Si se pregunta por los vecinos, el promedio en Chile es de 11 (con diferencias según el nivel socioeconómico), mientras que el gringo reconoce a 15. Esto indica que la sociabilidad vecina es relativamente baja en sociedades como la nuestra, además esta cruzado por la desconfianza y el conflicto (ejemplo: Chavo del 8  modelo del vecindario latinoamericano). La vecindad es una fuente de baja cooperación y de relación. La probabilidad que los amigos vengan del barrio es muy baja en relación con USA. También hay poca visita al vecino, mientras en Estados Unidos esto es una institución, casi es una obligación visitar al vecino nuevo. La relación vecinal también aparece resentida, mientras menos se ven mejor (rejas, panderetas,…). La vecina se valida como comadre, o sea cuando se constituye como parte del hogar. Así nuestra tradición se valida en el comadreo. En el sentido cívico hay poca cooperación, se constituye muy escasamente (no-doméstico). Así vemos que hay una dificultad especial de relación con el extraño. 3. Otro punto a considerar serán las tasas de asociatividad, o sea la capacidad participar en asociaciones, que es ya un nivel de relación en el que hay más extrañeza. El promedio de asociatividad por chileno es 0.7 (no alcanza para 1). Entre nosotros solo un 50% declara participar en una asociación. En cambio el 75% de los estadounidenses dice participar, y su promedio es 1.7. Su fundamento no es la gran asociación (iglesia, gremio, sindicato) sino que la pequeña asociación, en la que se juntan porque tienen un gusto en común (Toqueville dice que tiene una actitud asociativa, existe un gusto por asociarse; no como el europeos que es inducido por el Estado o la Iglesia), se puede decir que nace de la sociedad civil. Nuestra asociatividad y capacidad asociativa esta muy debilitada. El modelo de asociatividad en la sociedad americana esta en Los Picapiedras: Pedro y Pablo y la Sociedad de los Búfalos Mojados. Nosotros tendemos a validar domésticamente nuestra asociatividad (Primario), que no es para hacer algo en común, sino que para hacerse conocido desarrollando relaciones. Así, se realizan un par de fiestas para conocerse mejor, y será primario porque se aspirará a este tipo de objetivos. La idea es vencer la extrañeza, pues en la extrañeza no se puede establecer relación; se reúnen, por ejemplo, para resolver un problema en particular. Si hay asociación, ésta se valida, cuando es capaz de situarse en una relación conocida. Nuestra tendencia regular es a permanecer entre conocidos, puesto que el arte de una persona sociable es esa capacidad de hacer conocido lo desconocido. No siempre estamos entre los próximos, salimos del estado domestico, salimos para hacer conocido lo desconocido; para deshacer la extrañeza, es necesario vencer aquella extrañeza. La técnica es ese arte de volver conocido lo que no se conoce, en el momento en que se hace conocido cobra valor. La relación se valida buscando algo común con el otro, mientras haya algo conocido, no opera la relación, eso define la sociabilidad, gusto por conocer lo que se conoce, y hacer conocido lo que no se conoce (hospitalidad, hacer familiar lo que es extraño, al llevarlo a la casa se disuelve su potencial amenaza).

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La característica de nuestra cultura y sociedad es una ineptitud cívica: La vida es puro contacto con extraños, hay civilidad cuando hay cooperación; así, en este sentido, nuestra cultura es poco cívica; nos relacionamos más bien con el cercano, la familia, pero hay gran dificultad para mantener relaciones con personas que permanecen extrañas (estadounidenses  ineptitud doméstica). Explicaciones Posibles i) Importancia del comercio: los estadounidenses siempre han sido comerciantes, lo cual requiere establecer relaciones satisfactorias con extraños. La sociedad comercial debe desarticular el esquema amigo/enemigo (nuestro, coordenada típica de una sociedad tradicional). El comercio requiere situarse en la relación con el extraño: no se puede negociar con el amigo, es un fiasco, siempre hay que hacer favores, por ello se exige disolver la relación amistosa; menos se puede negociar con el enemigo, del que siempre se espera que haga una trampa. Por ello se relaciona con el extraño, no es amigo ni enemigo, no se le conoce. Una cultura comercial requiere relaciones positivas con extraños, necesita confiar en personas que no se conocen. ii) La sociedad estadounidense es una sociedad de extraños (migrantes), por lo que hay importancia en las relaciones vecinas. Se establecen solos en una parte nueva (con distinta religión, costumbres, etnias, etc.), por ello necesitan una manera para no estar solos. Esto será típico de sociedades en las que hay mucha movilidad. iii) Importancia del cuño protestante, pues la relación de protestante con su Dios es una relación con un extraño. Por ende es una relación de confianza. Sola fides: solo puedo confiar, aunque no sepa cómo es, sólo me queda confiar. El mundo católico es el mundo de la presencia, y la Virgen aparece, no es lejana, esta ahí bajo la forma de lo que aparece, por ende la relación no es de confianza, es más bien una relación que se basa en la certeza del don recibido por ésta, pues ella da, y eso me consta: pedí y ella me dio  base de la relación familiar, lo hace seguro, se basa en una certidumbre. El mundo católico refuerza esta relación de cercanía: el Dios protestante exige fe, porque no se ve. ** La sociedad estadounidense es individualista, lo que es distinto a la falta de relaciones sociales. En esta sociedad, en la que se exalta el individuo, éste requiere relacionarse, por lo que lo que tiene valor son las relaciones libremente elegidas: se validan porque se escogen (liberalismo). La amistad y la asociatividad son formas de compromiso voluntarios; hay relaciones sociales, pero lo que importa son las relaciones libremente escogidas (no las familiares, porque éstas son obligatorias y azarosas). De este modo, entre Estados Unidos y América Latina vemos modos de sociabilidad distintos (en distintas esferas). 6 de septiembre Nuestra diferencia especifica con Europa Hemos analizado las diferencias específicas en términos culturales con Estados Unidos. Ahora es el turno de compararnos con Europa. Ya vimos que la guerra y la experiencia del hambre son rasgos que no encontramos en América Latina, pero sí abundan en Europa. Pero existirá otro rasgo: identificamos a Europa con una Cultura Literaria, el desarrollo histórico del texto escrito como soporte de la cultura y principio de civilización. Europa es

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civilización y barbarie: ya resaltamos la guerra carcomiendo Europa, pero además, el viejo continente será el santuario de la civilización, tiene un principio civilizatorio que no tiene América Latina, y esto está asociado a la cultura escrita. América Latina, y también América del Norte, ha sido un continente al que no le ha faltado cultura escrita: el conquistador (a pesar de todo) sabía escribir, no era iletrado; las órdenes misioneras se hacen con personal letrado; toda la administración del Estado colonial y la República la hace una elite que sabe leer y escribir; la independencia y formación de la República fue realizada por una elite alfabetizada. Así, América no ha sido un continente carente de esta habilidad. Sin embargo, no ha elaborado una cultura escrita. Lo que nos falta son los grandes acontecimientos literarios que marcan la historia europea, pues no se trata sólo de tener la habilidad de escribir (más o menos generalizada), sino que lo que es necesario es formar una valoraron singular de lo escrito (un ethos). En Europa se ve estos acontecimientos que marcan su talante escrito:



Vida Monástica (El Monasterio).

La vida monástica se constituye como el fundamento de la evangelización en Europa, realizado por monjes, con los que se estabiliza la regla (San Benito) en la Lexio Divina, que pasa a ser la columna vertebral; se trata de la lectura de libros sagrados, lo que será el oficio del monje (manejo de textos escritos). De este modo asociamos la vida monacal a la Biblioteca (traducción – trascripción – estudio), un modo de vida en la cultura literaria; se observa que el monasterio en la vieja Europa se construye como oasis civilizatorio en medio de un mundo bárbaro; los monasterios se fundan en montes y montañas, y operan en un principio civilizatorio, asociado a paz y bienestar. Fuera de él, encontramos guerra, hambruna, peste, la barbarie europea: ser monje significa situarse en un espacio único, en el que se encuentre al abrigo de la guerra y del hambre, donde se puede tener relaciones pacíficas. El monasterio es un principio civilizador asociado a la cultura escrita, al hombre letrado (monje letrado = hombre pacifico, piadoso, benevolente, bondadoso), no se trata sólo de una elite eclesiástica que sabe leer y escribir. Así, el texto está asociado a un modo de vida civilizado (fuera de la guerra y la barbarie). A nosotros nos faltó vida monástica, no sólo como depósito de la cultura escrita, sino como mundo que encarna un modo de vida fuera de la barbarie. 

La Corte, El Renacimiento Europeo (la vida cortesana).

El Renacimiento es un acontecimiento literario basado en el descubrimiento de los clásicos y de toda la tradición literaria del mundo antiguo. Renacer literario, recuperación del mundo antiguo a través de su letra clásica. El ideal cortesano será el del hombre versado en letras clásicas (lee a Virgilio y es capaz de recitarlo de memoria). Esa cultura literaria, ya no religioso sino que secular (se recupera el mundo pagano), está asociada a la vida cortesana, el hombre que ya no hace la guerra, ya no es un guerrero, desarmado, que es capaz de instalarse, ya no en una fortaleza militar, sino que en un palacio, ya que el renacimiento esta contenido en el gesto arquitectónico en el que se abren ventanas6, que antes no tiene porque son mecanismos de defensa. De este modo se nos revela un mundo pacificado. El hombre cultivado es letrado y pacifico (ergo, civilizado). 6

La gran ventana será el símbolo de la realidad cortesana

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En el caso de la corte llega al extremo del refinamiento, y será la base del ideal cortesano el control del cuerpo. El cuerpo tiene dos pulsiones: seducción y agresión. La corte será el control de ellas: control del cuerpo (maneras de usar el cuerpo). Esas dos pulsiones asociadas a la barbarie se controlan a través del control y del uso adecuado del cuerpo (reglas de etiqueta). Este será el ideal del renacimiento: un hombre refinado, cultivado en las letras y la historia. De este modo la cultura literaria es un orden civilizatorio. No es sólo acceso a la cultura de una capa secular de la nobleza europea, sino que esconde un principio de civilización en oposición a la barbarie: puesto que Europa ha sido bárbara, por ello mismo es civilizada y ambos principios han debido luchar entre sí. En ninguna parte ese principio civilizador ha estado tan unido a la cultura letrada7. Nosotros no tenemos vida cortesana. Un poco se puede ver en el siglo XVII, con intentos de cortes virreinales en México y Perú - y será justamente acá donde encontraremos los gérmenes literarios como Sor Juana Inés de la Cruz, ya que la corte es un acontecimiento literario. Nuestro mundo no tiene nobleza ni cultura cortesana, así como tampoco tiene señorío guerrero. En nuestra tradición la cultura escrita el siglo de oro español marca el inicio. Así, no hay referencia a la cultura clásica, a nuestro mundo le falta un renacimiento. 

Reforma Protestante

El avance fundamental de la reforma es la traducción luterana de la Biblia al alemán, donde está contenida una expansión de la escritura a la naciente burguesía. Ya no es sólo la elite la que está literariamente constituida, ahora lo es la burguesía (el pueblo de la época), el hombre común, que accede masivamente al texto escrito por esta forma particular al tener acceso directo a la Biblia. La burguesía nace asociada a un acontecimiento literario; no sólo es el hombre que sabe leer y escribir, sino también es un hombre que construye su modo de vida asociado a la literatura. En la reforma hay una privatización de la cultura literaria: aparece el texto escrito en relación privada e íntima del hombre con Dios, mediada por un libro y no por una institución (la iglesia), sin necesidad de sustento o apoyo exterior. Lo típicamente burgués no es la referencia a las letras clásicas (consideradas como basura), sino que a la literatura epistolar: la tradición de escribirse cartas, razón por la cual el correo sí funciona, y siempre. Ésta será la segunda manifestación de una cultura escrita privatizada que define la relación del hombre con Dios y relación entre individuos bajo la forma de intercambio personal mediado por la cultura escrita, eso será el rasgo más sobresaliente de la cultura burguesa. La escritura estará asociado no solo a una forma especifica de leer y escribir, sino que a la forma expresa de santificar la propia vida, que será el principio civilizatorio protestante: ya no es sólo controlar el cuerpo, sino que conducir la vida de modo ordenado, asociado a la austeridad y laboriosidad. Este hombre constituido en la literatura doméstica es también el santo, en este sentido nuevo de un hombres esencialmente pacifico y benigno, bajo la forma de un burgués que trabaja. Otro gran acontecimiento literario asociado a un principio civilizatorio es que en América Latina no hay reforma. los ingleses son los modelos de esto : se dedican sus Universidades a formar gentleman, hombres formados en la historia clásica y con refinados modales 7

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Ilustración (Francia - Alemania)



Un gran acontecimiento literario, hasta el punto que un hombre constituido en la cultura escrita es llamado ilustrado. Pero es tardío y asociado ya no a los clásicos, historia, ni ligado a la literatura epistolar, sino que se constituye con relación a la filosofía. En este minuto adquiere un talante filosófico: un hombre culto será preparado en la filosofía, especulación metafísica, discurso racional, a la abstracción, filosofía que tiene el propósito público; con la ilustración, la cultura escrita aspira a organizar más que la vida privada, la vida pública y al Estado. Es una filosofía con un propósito práctico y político. Pero esto con distintas variables:

• •

Francia  ideología en la enciclopedia Alemania  recluida en la Universidad, con menos impacto público, asociado a la filosofía analítica

La ilustración es un momento particular, no es todo su momento privilegiado, es una forma, asociada al control de la voluntad; ya no sólo el cuerpo (maneras y modales), sino de la voluntad, o sea, fines que el hombre se propone: la ilustración es el intento de que las ideas determinen la experiencia, prevalezca por la experiencia, se puedan constituir como un principio de construcción de la vida social, principio de orden y organización que la conciencia opone a la experiencia, asociado a un estado ideal de pacificación: paz Universal de Kant o Estado absoluto de Hegel. Esta será una sociedad que vence por completo la barbarie; así también es un principio civilizatorio. Por otro lado, la Ilustración esta asociada a las universidades, y en nuestro continente éstas son tardías (s. XX, Brasil en 1930) y construidas según el modelo francés, o sea, se comienza a preparar a profesionales más bien técnicos. Estos son los 4 grandes acontecimientos literarios que modelan Europa, y que no aparecen en América Latina (ni en América del Norte), o aparecen imperfectamente:  No es que nos falte capacidad de leer y escribir, sino que nos faltan estos acontecimientos que moldearon a Europa.  Nos falta la asociación entre texto escrito y civilización: el valor que tiene la cultura escrita en Europa, es que siempre estuvo asociado a un principio de civilización. La cultura escrita tendrá un ethos civilizador.  Este ethos se da en un mundo bárbaro, sólo los Europeos tendrán esta asociación entre civilización y cultura escrita; civilizado será el hombre que lee y escribe y bárbaro será el hombre que no está constituido en lo literario (civilización/barbarie será un principio de diferenciación, donde hay barbarie habrá civilización)  En nosotros jamás la cultura escrita ha tenido esta misión civilizatoria, y ha permanecido asociada a la locura: el hombre que sabe leer se le seca el seso (de tanto leer). Figura del Quijote como el excéntrico, constituido en la cultura escrita. Nuestra valoración está en la oralidad, por lo que valoramos la figura de Sancho Panza. El hombre que está en la oralidad, que no sabe mucho, se mantiene en la esfera de lo amable, sensato, benigno, civilizado. Somos una cultura que no deposita en lo escrito valor civilizatorio por excelencia, más bien es lo contrario. Así, produce insensatez, por ende es un principio culturalmente ineficaz para producir civilización. A Estados Unidos le falta todo esto, menos lo referente a la Reforma.

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9 de septiembre Cuando se describe una cultura, no por relación con otra, sino q identificando sus elementos fundamentales, hay que basarse en aquellos principios que dan los valores de verdad y de belleza. Así surgen las preguntas ¿Qué es la verdad?, ¿Cómo se concibe lo bueno y lo malo? ¿Cómo se opera en la cultura? Bajo la hipótesis de que todo desarrollo de un estilo determinara su cultura. El primer comentario versa sobre el problema de la verdad, e intenta describir una suerte de estilo epistemológico, una suerte de validar lo real, que debe ser particular, y culturalmente determinado, que tiene un sustrato especifico en nuestra cultura. La forma de conocer de nuestra cultura se puede decir que es Barroca: no entendido como estilo artístico, sino como una epistemología particular. La cultura latina es Barroca, estilo muy preciso de manifestación del arte que por alguna razón se instala en América y permanece en ella, a tal punto que se puede decir que hay arte barroco y un estilo cultural marcado por el barroquismo. De ahí hay que explicar el Barroco. Está asociado al arte de la imagen y de la representación. Lo fundamental en esto es:  El barroco es esencialmente urbano, y como dicen los especialistas, es propio de las personas cultas: Florece en la ciudad, en el marco de un modo de vida urbano y es signo de la distinción de la elite culta. La razón es sencilla, por que el barroco es una manifestación porque el barroco es una manifestación que rehuye de la vida natural, este es su sentido, hay un desprecio de lo que es sencillo, rústico, quiere salir del cuerpo, todo lo agrario, hombre de campo, específicamente en Europa con las clases más humildes. Es un esfuerzo por distinguirse socialmente y por hacer la diferencia paralela campo/ciudad. Así se afirma una elite culta, formada en la ciudad y que determina el campo y el modo de vida agrario.  Sin embargo, éste es un estilo de masas –lo hace a contrapelo–. En la ciudad viven clases sociales distintas, por lo que envuelve una audiencia de masas, en contraste con la cultura escrita que diferencia entre elite y pueblo: por ser su vehículo la imagen, no establece una separación entre elite y pueblo. El pueblo – analfabeto – puede reconocerse y expresarse en la imagen barroca, en ese sentido es una cultura de masas, que no establece mucha diferencia entre las clases cultas y las populares. Convoca más allá de le elite, a capas sociales más bajas. Lo que es propiamente barroco es la exageración: allí donde hay exageración esta todo hiperbolizado, reconocemos el barroco por este exceso. Exceso de forma, saturación, no solo en la pintura –o arquitectura– sino que hasta en la manera de ordenar la casa: es típicamente barroco el exceso de ornamentación, falta de sobriedad, querer acabar con esto que es típico de la vida sencilla –de campo–. También vemos un gusto por el artificio, lo exuberante, la opulencia, todo muy sobrecargado… todo lo que apunta a exagerar las representaciones es barroco  falta de simetría, falta de orden de los objetos, mezclan cosas que provienen de lugares distintos. Lo que no tiene orden, no tiene regla que distribuya las cosas con ciertos criterios. Lo que se ve en el barroco es una especialidad por exaltar los sentidos, apela a la vista, lo que quiere ser visto; será barroca la fantasía, el gusto por la fantasía, por lo maravilloso, lo inusual… Asociamos la imagen barroca a todo este conjunto de cosas. El barroco es también una forma de usar el lenguaje y escribir: no es sólo imagen, también hay una expresión verbal que tiene iguales características, es un lenguaje exagerado, lleno de hipérboles. Se exagera, se usan muchos adjetivos, se llena el mundo de más atributos de los que tiene; esto es típicamente barroco, exceso de afectos, se introduce la afección, la adulación, expresión exagerada del sentimiento.

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También lo hermético, lo que no tiene mucha claridad, lo que es rebuscado: hay tanta importancia por la forma que se pierde el contenido (La poesía de Sor Juana Inés de la Cruz es incompresible por este sentido). Vemos así un exceso de metáforas y analogías. Es típicamente barroco una descripción insaciable de las cosas, mezclas de cosas heterogéneas en un lenguaje opulento, opulencia al expresarse y al hablar, además de poca claridad. Así se describe por el uso de la imagen y la palabra. Con este tipo de atributo identificamos el barroquismo. Chile es poco barroco en su expresión, a diferencia de México o Colombia. Así ,vemos un sentido de la expresión como forma de conocer al mundo. Apuntan al propósito de expandir la experiencia, lo propio de este estilo epistemológico Barroco es el exagerar las cosas, o sea ser capaces de trascender a lo que simplemente aparece, lo que es es visto como más de lo que es. Epistemologicamente significa: Permanecer en la experiencia, pero al mismo tiempo se amplía la experiencia. Aparece como algo que es mucho más que una mesa, más de lo que realmente es, se hace visible lo invisible, las cosas tienen asociaciones, una realidad, que es preciso hacer aparecer, sin abandonar que es visible. Se muestra más de lo que hay. Su tendencia es sobrecargar la experiencia de representaciones (cosas que se ven), y que son objeto de admiración y exaltación. Así las cosas adquieren una nueva realidad, más allá de lo que son; si este es el sentido –operación de la conciencia– difiere de dos grandes estilos epistemológicos modernos, que son el racionalismo y el empirismo: la cultura europea y angloamericana, que tienen un estilo marcado8. Racionalismo: su esfuerzo epistemológico es trascender la experiencia. Es un movimiento contrario al barroco, descarga la conciencia de toda representación, constituye la conciencia como anterior a toda representación, antes de cualquier cosa que esté situada en el mundo. Cuando se descarga la conciencia de toda representación, se objetiviza, quedando en pie las reglas formales del entendimiento, un principio de orden enteramente formal, porque no es referido a nada particular. La razón permite organizar la experiencia, posición de lo que llamamos conciencia reflexiva: se vacía de toda objetividad y particularismo. Y se puede ver como principio formal de organización y lo que queda es el tiempo, el espacio y la cantidad; y lo que queda son las matemáticas y el discurso filosófico (en el sentido alemán del término, que está constituido en las reglas formales del lenguaje). Las cosas adquieren verdad sólo cuando la razón apuesta orden en ello, pero el estilo asimétrico y la falta del principio de orden son cosas que no tienen cabida, no hay nada más extraño que el barroco para la conciencia racionalista, ya que es lo opuesto: no sobrecargar la conciencia de representaciones y poner en el mundo más de lo que éste puede ver, más bien el racionalismo descarga la conciencia de modo de contener a priori (Kant), antes de que el mundo esté en ella (antes de la experiencia). Un discurso que carece de método, de claridad, de formalidad, es un discurso vacío. El barroco es antinacionalista en la expresión y el conocimiento de las cosas. Empirismo: desde el punto de vista epistemológico, consiste en un esfuerzo contrario al racionalismo, no trasciende la experiencia, permanece en ella. Lo propio es un esfuerzo por mantenerse en lo que aparece, vale decir, en la realidad positivista, tal cual como ella aparece en la conciencia, tal cual ésta se nos da, por ende verá en el objeto precisamente lo que hay y nada más. Éste se describe como aparece: permanece en la experiencia. 8

Un estadounidense nace empirista.

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Por ello, la actitud empirista se realiza en la descripción desnuda de lo que aparece, en su descomposición de las distintas partes, ya q tiene lo que tiene y eso se puede descomponer y analizar. Esto será contrario al barroco q quiere ver mucho más de lo que hay; y la paciencia de clasificar y ordenar (positivista), no existe en la cultura barroca. Lo que hay es esa y esa otra, las cosas no existen para una conciencia que permanece en la experiencia, no existe la cosa, existe esa cosa. El positivismo es particularismo, lo que tiene realidad es esta cosa, no las cosas. Por lo tanto, cualquier generalización procede de la suma de las partes. Así, el positivismo describe muchas cosas y la se puede organizar, pero siempre su propósito es permanecer en la experiencia, cualquier cosa que no remita a lo que aparece carece de realidad. La realidad aparece en su particularismo. Permanece en lo que aparece. El barroco detesta la realidad en su forma primitiva, su esfuerzo estará en sobrecargarla, adjetivarla, de al modo que las cosas aparecen mucho más de lo que son: exagerar las cosas. En este sentido el Barroquismo es un estilo epistemológico anti-empirista (positivista). Nuestro modo de conocer y validar la realidad. De hacerlo verdadero, escapa de estas dos grandes epistemologías del mundo moderno. Es contrario al racionalismo, porque no hay esfuerzo por trascender la experiencia, en ese sentido somos poco racionalistas. (Anti-matemáticos - Analfabetos). Culturalmente, no reconoce magnitudes (ni grandes ni pequeñas). El caso esta en la poca –o nula- habilidad matemática y filosófica. Por otro lado es contrario al positivismo, porque, a diferencia del empirismo, nos inclinamos a sobrecargar las cosas, y por otro lado tenemos una enorme dificultad para hacer ciencia, en el sentido de la ciencia positiva. Dificultad pata atenerse a los datos y a la evidencia que se tiene –o se puede tener– de las cosas. Así, el Barroco tiene actitudes para el arte y la literatura, pero nuestro estilo de conocer el mundo difiere de la epistemología moderna y define nuestra mentalidad no-moderna 12 de septiembre Estilo Moral y Jurídico de Nuestra Sociedad: Estilo Moral: •

El Mal:

Habitualmente el mal se presenta de tres maneras:

1. El mal como mancha, como algo que viene de afuera, que es exterior al hombre y que penetra por contagio o infección: esta es la concepción del mal como enfermedad, como algo objetivo (en el que no hay falta), lo que implica que se ve de la misma manera como uno se enferma, objetivamente. Es algo exterior que mancha al hombre: el mal es mancha, el hombre como lo manchado, que contiene esta objetividad y exterioridad del mal.

2. El mal como pecado: se ve al mal como una falta que no procede desde afuera, sino que surge a partir de la pregunta ¿qué falta he cometido para que exista el mal? La pregunta por la falta que cada cual ha cometido es la que origina una ética de la responsabilidad. Implica que cada uno de nosotros está comprometido con el mal que

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hay en el mundo y que nos hacemos partícipes de ello: pecado, que aparece cuando nos hacemos la pregunta por la falta. Esto está relacionado con la concepción que aparece en el Génesis: el mal entra al mundo por el hombre, hace responsable al hombre del mal que existe, lo cual remite a la responsabilidad que cada grupo tiene sobre el pecado que existe. Pero esta responsabilidad no es absoluta  figura de la serpiente que tienta al hombre, mancha que lo tienta a cometer un acto pecaminoso. Con esta figura lo que se quiere afirmar es que la responsabilidad que tiene el hombre no es absoluta, que no es enteramente responsable, y que por ende puede acceder al perdón.

3. El mal como culpa, donde la responsabilidad de cada cual es absoluta. La culpa procede enteramente de mí mismo, por ende no hay redención posible. En este régimen se establece la supremacía completa de una ética de la responsabilidad, el mal se ha subjetivado enteramente, por ende se pierde la posibilidad del perdón. Ante estas tres visiones sobre el mal surge la pregunta sobre cuál es la que caracteriza a los pueblos latinoamericanos. La respuesta es que no alcanza a ser visto el mal como mancha, pero tampoco como culpa, lo cual quiere decir que nuestra ética de la responsabilidad es vaga. Tendemos a hacernos poco responsables y de hacer culpable al otro del mal. La nuestra, en cambio, es una cultura de la indulgencia, una exculpación permanente de sí mismo. Hay que hacer la diferencia entre exculpar y disculpar. El primer término refiere a liberar completamente de culpa al otro; el segundo alude a la dispensa del perdón relativamente fácil. Esto nos recuerda a la figura de la madre sobre el hijo, que tiende a disculpar con facilidad la falta que comete. No obstante, no es que no haya una ética de la responsabilidad, sino que aparece débilmente. El régimen de la concepción religiosa –en términos institucionales– opera bajo la hipótesis de que no siempre el hombre es responsable de lo que pasa. En cambio, en el régimen judicial el juez no perdona, aplica el principio de que cada cual es responsable de lo que hace, o sea opera enteramente bajo el régimen de la culpa, por ello en nuestra sociedad esta institución es débil. En este sentido, vivimos en un ambiente moralmente benevolente, en contraste con los puritanos, quienes aplican más la responsabilidad moral individual de cada cual y sobre el mal cometido. Los orígenes históricos de esto pueden situarse dentro de la evangelización llevada a cabo por los jesuitas, que nunca aportó un rigorismo religioso. Este laxismo se paga con un nivel de inseguridad muy alto. Toleramos mucha irresponsabilidad (debido a nuestra débil ética de la responsabilidad). •

El Bien:

Puede ser representado de dos maneras:

1. Situando la bondad en la naturaleza: lo bueno del hombre es su naturaleza, su ser natural. Lo que es malo es su libertad, lo que él hace por sí mismo, que es frágil y se enreda con facilidad. 2. Lo que es malo es la naturaleza, pues está llena de pecaminosidad. En cambio, este hombre puede conducir buenamente su vida, su voluntad le permite llevar su vida por un camino recto: esto descansa en el uso correcto de la libertad que cada uno posee. Entonces, ¿cuál es la visión que prevalece en Latinoamérica? Claramente prevalece la primera, ya que creemos que nuestra naturaleza es buena. En cualquier cultura que santifica el origen (con una concepción filial como la nuestra), el haber nacido simplemente es lo bueno, el resto es materia azarosa , pero nuestro origen es

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esencialmente bueno; la tierra siempre es buena y representa nuestra naturaleza como llena de riquezas. En el trasfondo de la cultura puritana, en cambio, encontramos que lo natural es lo malo, se condena la sexualidad. Lo natural es lo malo, pero hay posibilidad de redimir esto y conducir la vida correctamente mediante el rigor. La ética de la convicción sostiene la libertad del hombre en torno a un fin, que se persigue por convicción; las personas organizan su vida en torno a un fin último. Lo que a nosotros nos falta es eso mismo: rigurosidad en la forma de conducir la vida, nos falta ascesis (aquí reside la crítica del protestantismo al cristianismo). La ética de la convicción y la ética de la responsabilidad son éticas de la libertad. No es que éstas no aparezcan en nuestra cultura, sino que se dan muy débilmente. Nuestra manera de percibir el bien conduce poco a una ética de la libertad, pues deposita el símbolo del bien en lo que está dado, no en lo que uno hace. Por ello, nuestra cultura es poco rigurosa en la concepción del bien y del mal. Nos caracterizamos por una benevolencia moral, típica de una cultura de cuño católico como la nuestra, más laxa que las culturas protestantes. Estilo Jurídico: Nuestra tradición jurídica tiene un sello hispánico. • Derecho: La vieja tradición jurídica hispánica se conoce como regalismo; el derecho es una concesión del rey, lo que implica que entendemos los derechos como una merced, regalo o favor del soberano. Al hablar de una tradición regalista, queremos decir que todos los derechos pertenecen al rey, y sólo él puede concederle derecho a otro por medio del favor. Prevalece el principio clásico de que todo está prohibido, y si algo se permite es mediante un acta del soberano. Todo está prohibido. El principio moderno es lo contrario: todo está permitido. Nuestra tradición regalista implica que los derechos concedidos no son patrimoniales, retornan al Estado; cualquier regalía puede ser recuperada por el rey. Cuando hay apropiación patrimonial, como en Europa, el derecho pasa a ser parte de un linaje o ciudad particular. Si hubiese habido esto en Latinoamérica, tal vez se habría podido formar conciencia de que esos derechos pertenecen a las personas. Aquí no hubo feudalismo, sino centralidad. Nunca hubo apropiación privada del derecho. Por ende, la concepción del orden constitucional moderna (los derechos de las personas son anteriores al estado) no fructifica. Nuestra concepción es que los derechos son del poder soberano y operan bajo concesión: debilidad crónica del principio constitucional, cuyo fundamento es que los derechos no son concesión del Estado, sino que pertenecen por derecho propio a las personas. La posición del Estado como titular de derecho no es propia de la coacción, es más bien regalista. •

Ley:

Fundamento de nuestra tradición jurídica: se acata pero no se cumple. Nuestra concepción de la ley sigue este principio, al contrario del derecho; el principio básico de nuestra relación con la ley es que se acata. Nadie discute su legitimidad, pero de ahí a cumplirla efectivamente es otra cosa. La ley es letra muerta: no se discute su legitimidad pero tampoco se cumple. La ley aparece como algo que tiene mucha legitimidad pero poca efectividad. ¿Cómo se logra que una ley se acate y se cumpla, es decir, que se haga efectiva como tal? Dos formas:

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1) Coacción: a la ley es preciso darle la fuerza necesaria para que se cumpla, porque si no nadie lo hace. Característica nuestra: incapacidad de dotar a la ley de fuerza para que se cumpla. El virrey llevaba la orden pero no tenía el poder para hacerla efectiva, tenía cero autoridad para hacer que se cumpliese (no portaba armas). Al no tener capacidad de hacer efectiva la ley, se desemboca en una corrupción policial endémica. Lo anterior equivale a decir que en América nunca hubo absolutismo sino centralismo. 2) Originada desde abajo: también se acata la ley cuando viene desde abajo, fruto del consentimiento real de una comunidad que se dota a sí misma de determinadas formas: democracia. También esto era un problema para el virrey: la ley venía desde arriba, estaba hecha por otros, por ende el compromiso que la comunidad podía sentir era muy bajo; por ello tiene legitimidad pero no se cumple, lo cual conduce a una honda ilegitimidad del parlamento y la justicia y a una gran legitimidad del presidente (rey). En suma, lo que caracteriza a Latinoamérica es una debilidad en la ley positiva. Esto lleva a que nuestra vida transcurra, si es que no hay márgenes, por debajo de la ley.

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