Culto y Liturgia
March 3, 2024 | Author: Anonymous | Category: N/A
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NUEVA LITURGIA PRESENTACIÓN Desde tiempos antiguos encontramos en la Palabra de Dios y particularmente en el libro de los Salmos, recursos litúrgicos que servían como fuente de inspiración y modelo al pueblo escogido por Dios en la adoración y celebración cúltica a su Creador. Es así que podemos diferenciar entre una oración que expresa confesión, arrepentimiento, dolor y súplica pidiendo la misericordia de nuestro buen Dios, de aquella que expresa alabanza, gratitud y reconocimiento de sus prodigiosos hechos. Oraciones que buscan la bendición de Dios para su pueblo; pero también oraciones imprecatorias, incluyendo aquellos que expresan dolor. Sin embargo, también encontramos hermosísimos Salmos que exaltan la majestad y gloria de nuestro buen Dios y que nos hacen postrarnos de rodillas en reconocimiento, gratitud y alabanza por sus grandes maravillas. En fin, el libro de los Salmos es conocido como “El Salterio Hebreo” (compendio o colección de salmos, composiciones líricas musicales sagradas, que pueden hacer referencia a distintas colecciones de himnos musicales de ese género) Expuesto lo anterior, me complace altamente presentar, en representación de la Respetable Asamblea General de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México A. R., el presente LIBRO DE CULTO Y LITURGIA, a todos aquellos Ministros de la Palabra y de los Sacramentos, Ancianos de la Iglesia y candidatos al Ministerio pastoral; al pueblo presbiteriano y cristianos en general, incluyendo Iglesias Presbiterianas hermanas de otros países de habla hispana, para que sea un recurso útil y una guía para ofrecer el culto a nuestro Dios Trino y Uno. Es un material que ha sido enriquecido y actualizado particularmente con ayudas litúrgicas elementales para la adoración y celebración de las diferentes ceremonias, sacramentos y actos de recepción y ordenación. Preocupados por mantener el culto reformado en nuestras Iglesias Presbiterianas y sobre todo ante la proliferación de diversas formas o modelos neo-carismáticos, que se han ido involucrando y que distorsionan la liturgia de nuestra Iglesia, ponemos a sus disposición este LIBRO DE CULTO Y LITRUGIA, que representa los esfuerzos sumados de los diferentes Cuerpos de Gobierno Eclesiástico,, del Ministerio de Educación, la Directiva y la Casa de Publicaciones El Faro, S.A. de C. V., de nuestra Iglesia Nacional Presbiteriana de México. Esperando, como es nuestro deseo, que este material sea de gran bendición a la Iglesia y preserve siempre el verdadero culto cristiano y nuestras raíces reformadas. A DIOS SEA LA GLORIA. Fraternalmente Pbro. Amador López Hernández Presidente de la R. Asamblea General de la INPM. Periodo 2014-2018 Cd. México julio del año 2018.
Introducción General. “Los santos, por profesión, están obligados a mantener una comunión y un compañerismo santos en la adoración a Dios y a realizar los otros servicios espirituales que promueven su edificación mutua”. (Confesión de fe de Westminster, Cap. 26, Inc. IIa) “Cantad a Jehová, vosotros sus santos, Y celebrad la memoria d su santidad” (Salmo 30:4). Esta es una de las muchas invitaciones que Dios dirige a su pueblo en su Palabra para invitarlo a que le adore. Desde tiempos del Antiguo Pacto, los creyentes y servidores del Dios vivo y único han buscado la dirección del Santo Espíritu para organizar y guiar de la mejor manera posible los actos públicos de adoración. En ellos se han incluido conscientemente oraciones, cánticos, rituales (tales como los sacrificios), ofrendas voluntarias al Señor y la enseñanza de su Ley. La historia bíblica destaca la importancia de ordenar de la mejor forma posible los actos de culto (ver 2 Cr. 8:12-15), para que todo el pueblo participara gozosamente y se cumplieran los fines últimos de estos encuentros: que Dios fuera en honrado y glorificado, lo cual es nuestro fin principal (Catecismos de Westminster, pregunta 1), y que también fuera dado a conocer su Nombre entre las naciones (Salmo 105 1-2). La Iglesia Nacional Presbiteriana de México se ha mantenido fiel a esta tradición bíblica, buscando ofrecer al Dios Trino un culto digno a su Nombre. Esta herencia bíblica fue recuperada y acrisolada gracias al movimiento de la Reforma Protestante del siglo XVI, que acaba de cumplir sus primeros 500 años de haber comenzado, y del cual debemos considerarnos sus fieles herederos. Juan Calvino al hablar de la correcta celebración del día de reposo expresa respecto al culto cristiano: “que cada uno de nosotros se aplique en su espíritu, en cuanto le sea posible, a considerar con diligencia las obras de Dios para glorificarlo en ellas; y asimismo, que cada uno guarde el orden legítimo de la Iglesia, señalado para oír la Palabra de Dios, para la administración de los sacramentos, y para la oración pública” (IRC, II, vii, 34) Para ayudar a la Iglesia a “guardar el orden legítimo” de sus celebraciones litúrgicas, desde hace años se han usado con provecho los llamados “Libros de fórmulas”. Según se recapitula en la edición anterior de este Libro de Culto y Liturgia, a finales de la década de los 1940’s fue publicado el libro de Orden de Culto y Liturgia de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, el cual vio numerosas reediciones, hasta finales del siglo pasado. Es entonces, ya en la década de los 1990’s, que se toma la iniciativa por parte el entonces Departamento de Vida Espiritual de la R. Asamblea General de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, de hacer una completa revisión y actualización de esa obra, la cual vio la luz en el año 2000, luego de un trabajo de seis años, y que llevó por nombre: Libro de Culto y Liturgia, Para la administración de Sacramentos, Matrimonios y otras celebraciones solemnes de Culto. Estos recursos han contribuido significativamente no solo a la organización del culto y a la dirección de diversas ceremonias solemnes, sino también han ayudado a dar un sentido de identidad a toda la Iglesia, al tener maneras en común de realizar actos litúrgicos en todo el campo nacional.
En la II Reunión Ejecutiva de la R. Asamblea General, celebrada del 2 al 4 de septiembre de 2015, en Ixtapan de la Sal, Estado de México, este Ministerio de Educación de la R. Asamblea General presentó la iniciativa de actualizar nuevamente el Libro de Culto y Liturgia, lo cual fue aprobado y se encargó la realización de esta importante tarea al recién formado Consejo Editorial de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, bajo la dirección del Ministerio de Educación de la misma. Se estableció que no se elaboraría un nuevo libro, sino que se seguiría el mismo esquema del Libro de Culto y Liturgia, revisando sus contenidos. Los contenidos en cada sección no solo fueron actualizados sino que enriquecidos considerablemente, para homologarlos con los libros de gobierno de la INPM y para cubrir estas áreas que no estaban consideradas antes. Luego de dos años de trabajo, fue presentado el borrador del libro en la III Reunión Ejecutiva de la R. Asamblea General realizada en Mérida Yucatán, los días 6 al 8 de septiembre de 2017, acordándose que se publicara una vez recibidos los comentarios y reacciones de los cuerpos eclesiásticos de la Iglesia. Una vez hecho esto se dio por completada la revisión y ahora sale a la luz, para la gloria del Señor, y se pone en manos de los Ministros de la Palabra, Ancianos, Diáconos, cuerpos eclesiásticos y organizaciones de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, esta nueva edición del Libro de Culto y Liturgia. Confiamos que resulte ser una herramienta provechosa para la organización de los cultos, para la celebración de todas las ceremonias solemnes de nuestras Iglesias, e incluso para la preparación de los directores de culto. Recordamos además que se tiene en las manos una obra perfectible, cuyos contenidos pueden y deben adaptarse conforme a las circunstancias y realidades propias de las diferentes regiones y de las iglesias de nuestro campo nacional. Pero esperamos y confiamos que siempre, como lo hemos aprendido del apóstol Pablo, “hágase todo decentemente y con orden” (1ª. Co. 14:40), para que el nombre de nuestro Dios sea honrado y proclamado dignamente por su pueblo escogido.
Ministerio de Educación de la R. Asamblea General Iglesia Nacional Presbiteriana de México, AR. Periodo 2014-2018 Pbro. Felipe de Jesús Camacho Martínez Ministro Pbro. Iván Efraín Adame Adame Secretario Ejecutivo A.I. Arturo Garza Cruz Secretario. Agradecimiento Se reconoce y agradece a los siguientes miembros del Consejo Editorial de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México que tomaron parte en este trabajo de revisión: A.I. Francisco Domínguez Bautista (R. Sínodo del Golfo) Pbro. Roger Martin Luna (R. Sínodo de la Península de Yucatán) Pbro. Leonid Miqueas Hernández (R. Sínodo Sureste de Chiapas)
Pbro. Gamaliel Hernández Hndz. (R. Sínodo Lluvias de Gracia) Pbro. Eric Hernández Lara (R. Sínodo del Distrito Federal) Pbro. Huascar de la Cruz Angulo (R. Sínodo de Tabasco) Pbro. Rodolfo Espinoza Ceballos (R. Sínodo Mexiquense) Pbro. Pablo Feliciano Cruz (R. Sínodo Tzeltal de Chiapas) Pbro. Rodolfo Ramos Pineda (R. Sínodo de Chiapas) Pbro. Iván Efraín Adame (R. Sínodo de Guerrero) Pbro. Caleb Díaz López (R. Primer Sínodo) A.I. Enoc Jacob de la Cruz y Pbro. Jorge Octavio Castillo R. Sínodo del Centro) Pbro. Josué R. Cervantes Carrillo (R. Sínodo Israel, que, como Ministro de Educación en la primera parte de esta gestión, inició los trabajos de revisión).
Sección I Fundamentos bíblicos y teológicos del culto reformado I.
Introducción.
“La Iglesia Nacional Presbiteriana de México, reconoce que el culto cristiano es la expresión suprema de adoración y entrega a Dios como nuestro Creador, Soberano y Redentor en Cristo Jesús y debe expresar de una manera contextual, espontánea, sincera, comunitaria, decente y en orden (Ro. 12:1-2; 1ª. Co. 14:40) y, sobre todo, con amor profundo y una fe viva” (art. 28 de la Constitución de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México). “El culto consiste en nuestras palabras y acciones. Es la expresión externa de nuestro homenaje y adoración, cuando estamos reunidos en la presencia de Dios” (Maxwell, 1963, p. 16) En este sentido y apego a nuestra Constitución, declaramos que: “El culto cristiano ocupa un lugar preponderante en la vida de la iglesia, ya que, en la congregación de los santos, donde el pueblo de Dios rinde culto al Dios Trino y Uno, se le rinde adoración y alabanza por lo que Él es y ha hecho en favor de su pueblo y del mundo, aunque éste último no lo reconozca. Por ello cada vez que la iglesia se reúne en la celebración gozosa del culto, da testimonio de la gracia divina y de su infinita misericordia, que Dios tiene para con los suyos.” Von Allmen (1968, p. 32-35), menciona que a través de un culto se recapitula la historia de la salvación, en donde se resume la obra redentora de Cristo. Se considera un memorial, por que se recuerda lo que hizo por la humanidad, pero al mismo tiempo se hace presente en la actualidad. Dicho esto, un culto proclama la muerte y resurrección de Cristo haciéndolo una realidad de nuestro presente para una proyección al futuro. De manera sencilla, todo lo que se realiza en el culto y su organización, es denominado Liturgia, lo cual se conforma por un conjunto de ritos. En nuestro caso, la liturgia está integrada por todos los elementos del culto y la manera cómo los organizamos, de acuerdo a la visión bíblica. El Ritual es la forma como vamos a desarrollar cada elemento del culto, ya sea ponerse de pie, arrodillarse, el orden que se desarrolla para efectuar la Santa Cena o el Bautismo, etc. Dios ha establecido en la Escritura, qué elementos debe tener el culto, Él nos dice cómo quiere ser adorado, cómo debe ser celebrado. Pero no nos indica cómo debe ser desarrollado cada uno de los elementos del mismo, dándonos sólo algunas normas generales. Juan Calvino, en su Institución de la Religión Cristiana (libro IV, cap. X, 28, 29, Tomo II, 1994, p. 951-952) establece que en toda asociación de hombres debe haber “cierto orden para mantener la paz común y la concordancia de todos” y retoma el texto del apóstol Pablo de 1 Corintios 14:40, en donde señala “que todo se haga decentemente y en orden”, texto que precede a sus recomendaciones sobre el uso del don de lenguas. Esto sólo se puede lograr si se mantiene el orden y la honestidad, a través del seguimiento de normas de la Escritura. Calvino indica que se entiende por honestidad “aquello que de tal manera es propio para reverencia de los misterios sagrados, que a la vez es apto para el ejercicio de la piedad o al menos que sirva de ornato conveniente para la acción y que no sea estéril, sino que avise a los fieles de cuanta es la modestia, la religiosidad y reverencia con que han de tratar los misterios divinos;… las ceremonias… es necesario que nos lleven a Cristo.
Por otro lado, reconocemos como Presbiterianos Reformados que el modelo de culto que nosotros practicamos sigue: “…Los principios, normas y orden de culto de nuestra herencia Reformada y Calvinista” (art. 29 de nuestra Constitución), y si a esto aunamos el principio reformado de “Solo la Escritura”, hemos de afirmar entonces que nuestro culto tiene su base en la Biblia, y en la tradición reformada, sujetándose siempre esta última a la bendita Palabra de Dios, por ello, si queremos entender el culto reformado, hemos de comprender los fundamentos bíblicos y teológicos en que está basado dicho culto.
1.
Fundamentos históricos del culto.
No podemos pasar por alto que nuestro culto reformado hunde sus raíces en los elementos cúlticos de la fe en Israel, y en los de la iglesia del primer siglo. Así vemos el desarrollo histórico, primero del culto del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento y después en la iglesia primitiva en el Nuevo Testamento. El Culto tiene sus inicios en la relación que tenía el hombre en su estado original con su Creador. En el Edén, Dios hablaba personalmente con el ser humano y él le respondía directamente. El primer mandato dado al hombre (Gn. 1:28) da evidencia del cuidado divino y la obediencia que debía dar el ser humano. Después de la caída, se hace manifiesto que el ser humano conserva su disposición de relacionarse con su Dios por medio de actos de adoración, como lo muestran las acciones de Abel y Caín (Gn. 4:3-4). Más adelante, de una manera general, se reconoce nuevamente el anhelo humano de buscar la dirección de Dios por medio de invocaciones (Gn. 4:26). El culto formal tiene su prehistoria en la vida de los patriarcas con la edificación de altares, en donde Dios se les aparecía, por ejemplo: en Siquem a Abraham (Gn. 12:6-7) en Berseba a Isaac (Gn. 26:24-25); en Bethel a Jacob (Gn. 28:10), etc. Ya en el libro del Éxodo notamos un silencio de cuatrocientos años, en donde no sabemos si estando Israel en la esclavitud, pudieron tener algunos elementos de culto. Por consiguiente, es en el desierto, después de la liberación dada por Dios, en que, por orden divina, Moisés construye el tabernáculo (Éx. 26 y 27), y es ahí donde la Shekina (la mismísima presencia de Yhwh Dios), se manifiesta permanentemente como el compañero fiel y protector durante la travesía de Israel por el desierto, hacia la Tierra Prometida. Al llegar a Tierra Santa vuelven a construirse altares de sacrificio; por ejemplo: en Mizpa (Jue. 20:1-3). En todos estos lugares el modelo de sacrificio es el mismo: “Se coloca un montón de piedras a modo de altar, se pone fuego abajo y se ofrece el sacrificio demandado por Dios” Para profundizar sobre los sacrificios y ofrendas en el tabernáculo estúdiese Ex. 29:38-46; Lv.1-7. En un salto de muchos años, vemos que es en la época del rey Salomón cuando se construye el Templo en Jerusalén, obra fastuosa y magnifica, que refleja muy bien la concepción de un pueblo que sabe quién es su Dios; y cómo hay que adorarle; aun en la distribución que se hace del trabajo, forma parte del plan perfecto de Dios; veamos pues como estaba distribuido: 1) El atrio de los gentiles era el lugar en donde los mercaderes y banqueros hacían sus negocios; asimismo era el lugar en donde los Doctores de la ley instruían a la gente.
2) El atrio de las mujeres, era el espacio para que las mujeres se reunieran a adorar a Dios, ahí estaba una escalinata que conducía al atrio de los varones y además ahí se encontraba un platillo para recibir las ofrendas de las mujeres, así mismo era en las escalinatas donde los creyentes judíos entonaban hermosos cánticos graduales (Sal. 120-134). 3) El atrio de los varones, lugar en donde se reunían los hombres en completo silencio, mientras se quemaban los sacrificios en el interior y se celebraban los cultos del santuario. 4) El atrio de los Sacerdotes era el lugar donde se realizaban los sacrificios, de los cuales se da una lista en 2 Crónicas 4. Dentro del Atrio había el altar de bronce para la consumación de los sacrificios, así mismo estaba la fuente de metal en la que los sacerdotes “hacían abluciones”, “Y las diez vasijas para lavar los animales de sacrificio” Los judíos podían entrar al atrio de los sacerdotes por tres razones: A) Para poner las manos sobre las víctimas que ofrecían, B) Para sacrificar, o C) Para separar una parte de ellas. 5) El pórtico junto con el lugar santo y el Santísimo, era lo que se denomina propiamente el templo; este pórtico servía de entrada al lugar santo. 6) Lugar santo, era el lugar para los sacrificios cotidianos (es decir los no cruentos). Ahí se encontraba el candelero, la mesa y los panes de la proposición. 7) Lugar santísimo, este estaba separado por un velo y en tiempos del Rey Salomón se encontraban el arca del pacto en la que estaba una urna que contenía el maná, la vara de Aarón y las tablas del pacto o de la ley. También es de notar que el lugar santísimo se encontraba siempre en completa oscuridad y era la morada del Dios Altísimo. Mucho se ha discutido si en el templo existía propiamente un culto, los diferentes biblistas no se han puesto de acuerdo, algunos afirman que si existía, otros lo rechazan. Lo que si podemos tener en claro, es que sí había algunos elementos del culto; por ejemplo el canto (recordemos los cantos graduales 120-134), las oraciones en silencio, los sacrificios, las ofrendas de la mujeres en las escalinatas que conducían al atrio de los varones; sin embargo, no se encuentra una base bíblica para afirmar que se daba todo un culto formal, como es el caso de la Sinagoga, más bien, eran elementos separados que giraban en torno a los sacrificios. Un lugar importante dentro de la Liturgia Hebrea, es la Sinagoga, surgida en la época del cautiverio babilónico, que sirvió de punto de reunión para que el pueblo pudiera leer la Palabra y recordar la fidelidad de Dios a sus promesas. Por lo regular la Sinagoga estaba diseñada de una manera sencilla y contaba de dos partes, la primera del lado occidental, contenía el arca en donde en su interior estaba el libro de la ley y el de los profetas, así como la vestidura de los sacerdotes; la otra parte era un recinto regular o redondo, el cual debía ser visible a todos, se ponía una especie de atril que servía para la lectura de la Palabra de Dios. Detrás de las columnas o en la parte superior se colocaban las mujeres que muy poco participaban en el culto. Por fuera de la sinagoga se tenía generalmente algún elemento sagrado, tallado en los dinteles, como por ejemplo el candelero de los siete brazos, o quizás el recipiente en donde se encontraba el maná.
Sobre el modelo de culto podemos decir que era el siguiente: a) empezaba con dos bendiciones a Dios, b) Se leía enseguida el sistema legal compuesto de tres pasajes: Deuteronomio 6:4-9, 11:13-21; Números 15:37-41. c) Enseguida venía una bendición, si era en la mañana y dos si era en la tarde, d) Luego las oraciones que eran ofrecidas desde el atril y que también estaban en forma de bendición. Es de notar que mientras el lector las mencionaba o las iba leyendo, la congregación respondía con un amén, e) Después se pasaba a un momento de cantos o bien éstos eran intercalados durante las lecturas, o bien después seguía la lectura de las Sagradas Escrituras que se iniciaban y se terminaban con bendiciones; el orden era el siguiente: primero se sacaba el rollo y lo ponían en el atril, los martes y los jueves se leía solamente la Torah (o ley), y el día de reposo (viernes por la tarde), se leía la Torah y los Profetas. Inmediatamente el encargado daba un mensaje, a modo de homilía, en la que se hacía una apelación a la tradición y a la autoridad de los grandes maestros o rabíes. El culto terminaba con la bendición sacerdotal que debería ser dada por un descendiente de Aarón (Nm. 6:23-24), y esto lo hacía con las manos levantadas hasta los hombros. Al entrar al Libro de los Hechos, lo primero que nos damos cuenta es que la iglesia continúa reuniéndose dentro del templo, no para continuar en la práctica judaica, sino más bien para celebrar al Cristo resucitado; sin embargo, más adelante, al iniciarse la persecución, los cristianos comienzan a tener cultos en el hogar de algún hermano o en las catacumbas, cuando la persecución se vuelve constante. Un modelo de orden que pudieron haber seguido los cristianos en su culto, es el siguiente: a) Lecciones de las Escrituras. (1 Ti 4:13), b) Salmos e Himnos (1 Co. 14:26), c) Oraciones en común (Hch. 2:24), d) Amenes de la congregación (1 Co. 14:26), e) Confesión de fe, f) Ofrendas, g) Celebración de la Santa Cena (durante esta parte había saludos y ósculo santo), h) Oración final. (Maxwell, 1964) Uno de los aspectos más importantes que hay que tomar en cuenta en la celebración cúltica, tanto del Antiguo, como del Nuevo Testamento, es que nos ayuda a entender la separación que hay en lo que llamamos el culto de la Palabra (culto sinagogal también llamado culto galileo); y el culto del aposento alto, en donde su énfasis principal era la celebración de la Santa Cena (a este modelo se le llama culto del templo o culto jerosolimitano). Para mostrar esto con claridad veamos un modelo del culto del siglo II: Culto de la Palabra: a) Lecciones de los profetas, de las epístolas y del evangelio (también llamado memoria de los apóstoles), b) Instrucción y exhortación basada en las lecciones, c) Oraciones en común en forma de letanía, d) Salmos e himnos. Culto del Aposento Alto: a) Ósculo de paz; b) Ofertorio: Colecta, (oración) por los dones (aquí se introducen los elementos de la Santa Cena); c) Oración de consagración que lleva acción de gracias por la creación, por la providencia y por la redención; d) Invocación del Verbo y del Espíritu Santo para que bendiga el pan y el vino; e) intercesiones; f) Amenes de la congregación; g) Fracción del pan (el pan se parte), h) Dación (se da el pan y el vino), i) Despedida. Sobre el día del culto: la iglesia hereda de la tradición judía el destinar un día especial para el culto comunitario, que antes era el séptimo día, el de reposo (el shabat, el sábado) y
después de la resurrección se asumió el primer día de la semana (en nuestro lenguaje, el domingo, el “día del Señor”) conmemorando la resurrección de Jesucristo. Aunque hay evidencia bíblica e histórica que muestra la importancia de este día de reunión para la iglesia. (Hch. 2:1; 20:7; 1 Co. 16:2; Ap. 1:10), también se valora el hecho que los creyentes originalmente se reunían en varios días en la semana o en todos ellos (Lc.24:53; Hch. 2:46, 5:42). Esto confirma que cualquier día de la semana puede reunirse el pueblo de Diosa adorarle, haciendo evidente que toda nuestra vida son del Señor y para Él.
2. Fundamentos teológicos reformados del culto. Sin lugar a duda, uno de los soportes más sólidos del culto reformado es su teología; tanto en sus elementos como en el orden y en el culto mismo. Es decir que tanto el culto en general, como cada uno de sus elementos, en lo particular, están fundamentados en la teología reformada, que a su vez tiene su base en la palabra divinamente inspirada que es la Biblia. Por ello, como diría el teólogo reformado Karl Barth: “…El culto cristiano es lo mas importante, urgente y grandioso que puede darse en la tierra”.
Fundamento Bíblico del Culto Deseando seguir con la secuencia que nos marca nuestros símbolos doctrinales, de poner en el primer capítulo a la Biblia, nosotros también podemos afirmar que nuestro culto reformado es bíblico, de ahí la centralidad de la Escritura. Como se expresa en uno de los principios de la reforma: Sola Scriptura, a lo que como presbiterianos agregamos “Toda la Escritura”, es decir que, así como declaramos que la Biblia es la única regla infalible de fe y práctica, así también no lo es solamente el Nuevo Testamento, sino toda la Biblia; por ello, en el culto están presentes ambos testamentos; en la lectura dominical, leemos el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento; nuestros mensajes están sustentados por la Palabra de Dios, nuestros himnos tienen base bíblica, el saludos, el llamamientos a la adoración, la declaración del perdón, las palabras de la institución de la cena del Señor y la bendición, han sido sacadas de la misma Palabra de Dios. En cualquier momento del culto, hemos de ver siempre la centralidad de la Biblia, porque en última instancia, es Dios hablando a la iglesia a través de su Palabra Bendita.
Fundamento Teológico del culto Por fundamento teológico del culto entendemos cómo Dios Trino y Uno, actúa, participa y motiva a los creyentes a una genuina adoración; porque debe quedar algo claro en la mente de los creyentes, que el culto no busca, en primera instancia, la satisfacción de ellos mismos, sino más bien, la Gloria de Dios; por ello nuestro culto es doxológico, que busca siempre que Dios Trino y Uno sea glorificado por sobre todas las cosas. Esta actitud de adoración debe ser permanente en la vida del creyente, y no circunscribirse a los actos eclesiásticos de adoración, porque en todo momento de nuestra existencia vivimos para que Dios sea conocido y glorificado.
Fundamento Cristológico del Culto
Sin negar en ningún momento el carácter trinitario del culto, ya que se ofrece al Padre en el nombre de Cristo, en el poder del Espíritu Santo; no podemos negar que el culto reformado es eminentemente cristocéntrico y cristológico, pues al celebrarlo, referimos la historia de la redención en Cristo Jesús y recordamos los actos salvíficos por los cuales Dios nos ha hecho salvos, por su muerte en la cruz del Calvario.
Fundamento Pnuematológico del culto Sin dudarlo ni por un momento, tenemos que afirmar, lo que declara el Credo Apostólico; “Creo en el Espíritu Santo” ya que, al ofrecer un culto trinitario, no podemos pensar siquiera en dejar a un lado a la persona del Espíritu Santo; sabemos que Él nos guía, fortalece y consuela pues eleva nuestra oración al Padre y también intercede por nosotros. Es menester mostrar cómo en el culto reformado se mueve libremente el Espíritu, pues es el Señor y dador de vida que procede el Padre y del Hijo, y con el Padre y el Hijo recibe la misma adoración y gloria. Asimismo, es el Espíritu Santo quien aplica la Palabra y la hace eficaz a los que escuchan la voz de Dios y es Él quien nos conduce a Cristo y hace eficaces los sacramentos del Bautismo y la Santa Cena; por ello nuestro culto es pneumatológico para actuar en la vida de los creyentes y solo así podemos adorar en espíritu y en verdad (Jn. 4:24)
Fundamento Eclesiológico Creyendo firmemente que la iglesia se reúne para adorar y se esparce para servir, es que podemos entender que el culto no es una actividad individualista, sino y por sobre todas las cosas, una actividad comunitaria, en donde el yo se une al tú para formar un nosotros, de ahí que podamos repetir con el salmista. “Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos” (Sal. 122:1). En una sociedad fundamentalmente individualista, la iglesia de Jesucristo, como una comunidad de fe, puede mostrar al mundo el amor que nos une y la fe que nos sostiene. Y cómo en ese amor y en esa fe podemos adorar al Dios Trino y Uno, Vivo y Verdadero.
Fundamento Soteriológico Es en el culto en donde se puede mostrar con claridad que somos una comunidad de redimidos, pues nos reunimos en el culto, no porque seamos pecadores, sino que a pesar de que somos pecadores Dios en Cristo nos ha redimido; por ello, la iglesia en el culto es la comunidad de los redimidos que alaba y glorifica al Dios Trino y Uno por sus actos de misericordia y de salvación. Considerando todos estos elementos en el culto en el culto se establece un íntimo vínculo entre Dios y el hombre, en donde el Señor nos llama a adorarle y a establecer una comunión entre los congregantes y Él. Esta relación se desarrolla través de un diálogo, que se manifiesta en el culto alternando la voz de Dios y la respuesta de su pueblo. En todo culto bíblico, reformado, es Dios quien llama a adorar, no el hombre, por ello iniciamos con el llamamiento a la adoración y no con una invocación. Después se ofrece el culto al Señor que nos ha llamado a adorarle. Es vital entender que, en este acercamiento a Dios, somos indignos por el pecado que hay en nuestra vida, y que establece una barrera entre Dios y nosotros, por ello la Confesión de pecados se incluye en el inicio del culto, para que todo aspecto que impida una adecuada comunión con el Señor sea quitado (Is. 59:1-2; 2 Cr.
7:14). A partir de ello la alabanza, las oraciones, las ofrendas, son aceptadas por Dios y Él se dispone a hablarnos a través de su Palabra, estableciéndose un vínculo estrecho de comunión. En los elementos del culto encontramos este diálogo al que hacemos referencia. Dios habla: El hombre responde y clama Llamamiento a la adoración Confesión de pecados Lectura Bíblica Oraciones Sermón Cantos Los Sacramentos Ofrendas Bendición
II. Reflexiones sobre el culto contemporáneo 1. De los directores de culto Dios ha llamado a personas especiales entre su pueblo para guiarle en la Adoración. Después de cruzar el mar rojo, María tomó el pandero y otras mujeres la siguieron en una alabanza memorable a Dios. Moisés pronunció su cántico que hasta el día de hoy entonamos y a Aarón le establecieron requisitos para presidir las ofrendas. El día de hoy nuestros directores de culto necesitan entender y practicar solemnidad del acto litúrgico. Los músicos y los grupos de alabanza deben cubrir ciertos requisitos para guiarnos en la adoración. Nuestros diáconos, ancianos, pastores y todo aquel que tiene la responsabilidad y privilegios de pasar al frente necesita poseer requisitos internos y externos. Bajo el área de los requisitos internos: la sinceridad, humildad, y entusiasmo serán de agrado a nuestro Dios (Jn. 4:23-24). Bajo el área de los requisitos externos, dependiendo de la región y cultura en la cual se desenvuelva la adoración se requiere: *Preparación anticipada. El que lee debe darle sentido correcto a la frase, es recomendable haberla practicado, ya que algunas versiones poseen un lenguaje difícil de pronunciar. El que canta debe entender que está dirigiendo a la iglesia en adoración por lo cual, debe entonarse para que la melodía y el canto no sean discordantes. Durante el ofertorio es importante que se ocupe la iglesia en cantar para ocupar el tiempo de adoración. El que ora debe estar consiente que es una oración comunitaria, no personal. El que predica debe hacerlo comunicando el evangelio de forma relevante para su audiencia. Todos los que participan de alguna manera en la dirección del culto deben poner ejemplo de participación en el culto estando presentes de principio a fin, *Recursos y herramientas a la mano. Cada director del culto debe asegurarse de tener el orden de culto y familiarizarse con él para cuidar de guiar a la iglesia de la mejor manera posible. Evitando la improvisación que puede desorientar a los creyentes. Deben tener su propia Biblia, himnario y demás materiales preparados con anticipación.
*Los instrumentos y el sonido. Aunque son secundarios, sin embargo, colaboran o perjudican nuestra alabanza (Sal. 150). Por ello deben estar listos de antemano, asegurando que funcionan y están afinados si es el caso. Es recomendable que quienes guían el canto y la música hayan ensayado debidamente y anticipen el momento en el culto que participarán para estar listos. *La vestimenta. Si a todos los cristianos, especialmente a las mujeres, se les pide vestirse con decoro y modestia, cuánto más aquellos que nos presiden en la adoración deben cuidar su manera de vestir. Es deshonroso al Señor que el vestido del sacerdote transparente sus partes íntimas (Éx. 20:26; 28:2,41-42). En resumen, debido a la solemnidad y dignidad del culto, los que ministramos debemos presentarlo adecuadamente a través de nuestras actitudes, nuestra preparación, nuestros actos y nuestra vestimenta. (Lv. 16:4) El siervo debe dirigir con una actitud de servicio, con prontitud, entusiasmo, con fervor del Espíritu (Ro. 12:8), guiando al pueblo a una adoración plena de Dios.
2. Cultura y adoración. Hoy en día existen muchas controversias sobre cómo debe desarrollarse el culto en nuestras iglesias reformadas. Algunas desarrollan cultos muy “conservadores” y otras muy “modernos”, con fuerte influencia de otras tradiciones evangélicas contemporáneas, como los movimientos pentecostales. ¿Cuál debe ser la referencia? La mayoría de nuestras iglesias mantienen los elementos del culto, como lo establecen las Escrituras y siguen una línea teológica reformada; sin embargo, la diferencia radica en el ritual. Hay un aspecto que es muy importante considerar, para comprender las diferencias; la cultura. Hay una estrecha relación entre la cultura y el ritual, ya que forman parte de la identidad de un pueblo. Todo culto está encarnado, incorporado a un pueblo, y se manifiesta a través de él. Jesús actúa en un medio judío y con su vida transmite costumbres judías. Los primeros cristianos, una vez que superaron la fase judía, se vieron obligados a adoptar costumbres del medio grecorromano, con ellos, sin embargo, no estaban adulterando su herencia judía, sino encarnando el mensaje nuevo de Jesucristo en un medio cultural que ya no era judío (Rodríguez 2005, p. 29) En nuestro contexto, se reciben muchas influencias o modas, que muchas veces se quieren introducir en nuestros cultos sin reflexionar sobre si tienen como propósito adorar a Dios o simplemente recrear nuestros sentidos o agradar a la audiencia. El liderazgo de la iglesia debe tener discernimiento espiritual adecuado, que le permita equilibrar correctamente los principios bíblicos, la herencia de la tradición reformada y las cuestiones culturales, a fin de celebrar un culto que sea a la vez pertinente para los celebrantes como también verdaderamente digno de Aquel que es adorado.
3. De los elementos del culto
3.1. La predicación La predicación de la Palabra de Dios, es el centro del culto reformado, por ello debe estar basada en la Escritura, usando adecuadamente los principios hermenéuticos, cuidando que no se use el texto bíblico solo como pretexto para argumentar lo que al expositor le interesa transmitir a la congregación. La predicación actual puede aprovechar los recursos impresos y digitales con que se dispone actualmente (usándolos siempre como medio y no como fines) para que el mensaje de Dios sea comunicado de la mejor manera posible a la iglesia u quede bien sembrada la Palabra en los corazones.
3.2. La música Este es quizás el elemento de culto que genera más dificultades al interior de las iglesias, sobre todo porque no se ha comprendido su utilidad e importancia. A través de la música se expresan los sentimientos mas profundos del ser humano; es eficiente para alabar, agradecer y orar a Dios; es útil para enseñar exhortar y proclamar la Palabra de Dios (Hustad, 1998, p.41) Como dice la Escritura: “cantando con gracia en vuestros corazones al Señor, con salmos e himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones” (Ef. 5:19) Con esta base bíblica, podemos identificar la música que se utiliza en la iglesia; los himnos, son aquellos que enseñan las verdades del evangelio de Jesucristo, es medio para enseñar la doctrina exhortar y proclamar. Los salmos, son aquellos cantos cuyas letras surgen de la Escritura y en particular del libro de los Salmos. Los cánticos espirituales, se entienden como trozos de alabanza espontánea impulsada por el Espíritu Santo, que generalmente se manifestaba como una vocalización o posiblemente, en una palabra, como un “aleluya” (Hustad, 1998, p.161-162). Algunas recomendaciones: * Al momento de elegir la música para nuestros cultos debemos considerar que, en un canto, lo más importante es la letra, la música reviste el mensaje, pero no debe estar por encima de éste. * Lo himnos han tenido un lugar privilegiado en los cultos de nuestras iglesias, lo cual puede complementarse y enriquecerse con los diferentes tipos de cánticos cuya letra y música reflejen una sana enseñanza bíblica y nuestra herencia reforma. * El uso de instrumentos musicales es importante, pero no deben opacar el mensaje. * En el caso de los grupos de alabanza o coros, estos deben ser los líderes en el canto congregacional y transmitir un mensaje claro en sus interpretaciones. Recordar que el centro del culto es la adoración a Dios y no el lucimiento de los intérpretes. * La música, debe contribuir a un ambiente de adoración y no debe distraer del propósito del culto.
3.3. Los Sacramentos. Uno de los signos de la verdadera iglesia, según Calvino, es la impartición correcta, de acuerdo a la Escritura, de los Sacramentos. A saber: el Bautismo y la Santa Cena.
Bautismo
Es importante resaltar que, en el caso de los niños, sea administrado exclusivamente a los hijos de los miembros en plena comunión de la Iglesia, ya que se ha ido extendiendo la idea entre algunos pastores, de que, si se bautiza al hijo de alguien que no es miembro la congregación, éste puede ser un medio par que comiencen a asistir al templo. Este es un error y atenta contra los principios de la Teología del Pacto, que es en la que se sustenta el Bautismo de infantes.
Santa Cena Es importante que ésta se imparta frecuentemente a la iglesia, ya que es la Palabra de Dios presentada de forma perceptible, y nos recuerda el propósito del nacimiento, ministerio, muerte y resurrección de Jesucristo, como centro de nuestro culto. Calvino recomendaba que se hiciera una vez a la semana, sin embargo, muchas comunidades la imparten una o dos veces por mes. No caigamos en el error, de sacralizar tanto este acto, que sólo se imparta en fechas especiales a lo largo del año (dos o tres veces por año), pues esto reduce la importancia que este sacramento reviste para la iglesia. (Juan Calvino, IRC, Libro IV, Cap. XVII, 43, Tomo II, 1994, p. 1117).
3.4. Las ofrendas. De acuerdo a las Escrituras, podemos identificar dos tipos de ofrenda específica que presentamos delante de Dios. 1) Las ofrendas voluntarias, las cuales son una respuesta al reconocimiento de la bondad a Dios y le entregamos como muestra de gratitud de forma voluntaria (1 Co. 16:1-2; 2 Co. 9:6-15). Hoy en día estas ofrendas, presentan distintas connotaciones, ofrendas ordinarias, ofrendas de gratitud, ofrendas de amor, ofrenda para necesitados, ofrenda pro-construcción, etc. 2) El diezmo, el cual no es voluntario, es una obligación que Dios establece y nace del reconocimiento total y real de la Soberanía de Dios sobre nosotros y su propiedad de todas las cosas (Lv. 27:30; Dt. 14:22)
4. El Calendario litúrgico. Nuestra adoración debe siempre afirmar que Dios se revela y obra para redimir a su pueblo en medio de la historia. El uso de un calendario cristiano es una de las formas mediante la cual celebramos la manifestación de Dios a través de la historia y especialmente por medio de Jesucristo. El calendario cristiano tiene como punto de partida el día del Señor, el domingo, el primer día de la semana. De la misma manera que Dios separó la luz de las tinieblas el primer día de la creación, así Dios separó las tinieblas de este mundo por medio de la luz de Cristo en su resurrección. El domingo toma precedencia sobre cualquier otra celebración cristiana. El domingo es el recordatorio semanal de la resurrección del Señor. El año cristiano incluye dos ciclos principales: El ciclo de la Navidad y el ciclo de la Resurrección. Cada ciclo incluye un periodo de preparación: el adviento o época previa a la navidad y la semana de la conmemoración de la pasión de Cristo; previo al tiempo de celebración o pascua de resurrección. Existe también un tiempo común de crecimiento que se desarrolla en los períodos inmediatos posteriores a la epifanía o y al día de pentecostés. Aunque actualmente las denominaciones no tienen reglamento alguno que establezca un color obligatorio para cada estación del año cristiano, la práctica mas común entre ellas es usar el color púrpura para los períodos de preparación, el blanco para los días de celebración, el verde
para los periodos de crecimiento y el rojo o el blanco para los días especiales en que uno u otro resulte apropiado. El año cristiano inicia con las temporadas de adviento y navidad/epifanía. Durante estas temporadas recordamos que, en el tiempo oportuno, Dios se encarnó en la persona de Jesucristo, para la salvación de la humanidad. En el mundo hispano ha sido tradicionalmente muy importante la celebración del “día de los magos” en el día de la epifanía. La epifanía, la pascual y pentecostés, fueron las tres celebraciones principales de la iglesia cristiana primitiva. Después de las temporadas de adviento y navidad/epifanía, sigue la primera de dos temporadas de tiempo ordinario. El Bautismo del Señor inicia en este tiempo. Lo clausura la transfiguración de nuestro Señor. El calendario del año cristiano continúa con las temporadas de preparación y pascua/pentecostés. La preparación: durante este ciclo, tenemos la oportunidad de recordar el misterio de la vida, sacrificio, muerte, resurrección y ascensión de Jesucristo, en esta forma simbólica participamos de la muerte y resurrección de Cristo que culmina con la recepción del Espíritu Santo. Este es un periodo de reflexión sobre nuestra mortalidad, de reconocer y confesar los pecados del pasado. Celebrar nuestra unión con Jesucristo en su muerte y en su resurrección y de crecer en la gracia de Dios por medio del Espíritu. El acontecimiento central de la preparación es la Semana Santa. La pascua judía recuerda la redención del pueblo judío de la esclavitud de Egipto. El Cordero Pascual era sacrificado como símbolo central de la redención efectuada por Dios. En el Nuevo Testamento, en particular en el Evangelio de San Juan, el misterio de la obra redentora de Cristo se relaciona con el Cordero Pascual. El domingo de Pascua celebra la resurrección de nuestro Señor, extendiéndose esta celebración los siguientes domingos hasta el día de pentecostés. En el domingo de pentecostés conmemoramos la ocasión cuando el Espíritu Santo descendió a los creyentes, dando inicio a la proclamación expansiva del evangelio de Cristo por parte de su iglesia. La temporada después de pentecostés se ha llamado tiempo ordinario o temporada del reino. Esta temporada comienza con el domingo de la Trinidad y termina con el domingo del reinado de Cristo. En el domingo de la Trinidad, celebramos el misterio del Dios Trino, este es un domingo ideal para la adoración de Dios en sí mismo y no solo por sus obras en favor de la humanidad. Los domingos que siguen exaltan la obra del Espíritu Santo. Cada temporada incluye colores y símbolos particulares que llaman la atención sobre su significado litúrgico. El siguiente esquema sintetiza el calendario cristiano y señala los colores principales para cada temporada. Otros colores se podrán añadir o combinar recordando el mensaje de cada estación.
CALEN DARIO LITÚRGICO. CICLO DE NAVIDAD ESTACIÓN Adviento
DURACION 4 domingos
COLOR Púrpura/azul
BASE BÍBLICA La segunda venida de Cristo
Navidad
1-2 domingos, Concluye Epifanía
Periodo ordinario
4-9 domingos después de Epifanía
Blanco/dorado
Verde
Historias del nacimiento de Cristo, visita de los magos Bautismo, vida, ministerio y transfiguración del Señor
CICLO DE RESURRECCION ESTACION
DURACIÓN
COLOR
Preparación
6 domingos
Púrpura
Pascua de resurrección
7 domingos, concluye en Pentecostés
Blanco Dorado Rojo
Periodo ordinario. El reino
23-27 domingos. Siguientes de Pentecostés
Verde
BASE BÍBLICA 40 días en el desierto, viaje a Jerusalén y semana de pasión. Resurrección. Pentecostés, ascensión, nacimiento de la Iglesia Crecimiento de la Iglesia, Enseñanza del reino
Bibliografía
Calvino, Juan. Institución de la Religión Cristiana. Tomo 2. Barcelona: FELiRé, 1994. Hustad, Donald P. ¡Regocijaos! La música cristiana en la adoración. Miami: Casa Bautista de Publicaciones, 1998. Iglesia Nacional Presbiteriana de México Libro de Culto y Liturgia. México: El Faro, 2000. Maxwell, William D. El Culto Cristiano. Su evolución y sus formas. Buenos Aires: Methopress, 1963. Rodríguez, Isaías A. Introducción al Culto. La Liturgia como Obra del Pueblo. Nashville: Abingdon press, 2005 Turnbull, Rodolfo G. (Ed.) Culto. Diccionario de la Teología Práctica. Grand Rapids: Libros Desafío, 1997. Von Allmen, Jean Jacques, El Culto Cristiano. Su esencia y celebración. Salamanca: Sígueme, 1968.
Sección II: Órdenes de Culto Progresión lógica del culto Reformado 1. Dios convoca a su pueblo para congregarse
2. El creyente reconoce a Dios con alabanza, adoración, reverencia, maravilla y asombro
3. Dios recuerda a su pueblo la condición humana 4. El creyente reconoce su pecado confesándolo a Dios 5. Dios limpia a su pueblo de sus pecados por la gracia salvadora de Jesucristo.
6. El creyente ha sido hecho libre y ahora puede dejar otras cargas al Señor (a través de la oración de petición y de la intercesión
7. Dios escucha el clamor de su pueblo y le libra de sus temores y afanes
11. Dios está complacido y sella las disposiciones pueblo amado 9. Dios habla ade susu pueblo renovado mediante su Espíritu, que leyvivifica revelándole su voluntad sus ydeseos le guía
8. El creyente responde agradecido 12. El creyente ha alabando sido renovado, a Dios y le honra su alentado y comisionado en nombrerespondeeste 10. El creyente encuentroacon Dios y con sometiéndose la voluntad desus Dios y hermanos y sale a cumplir su misión ofreciéndose para todo cuanto Dios dando testimonio al mundo de su fe desee.
I. CULTOS ORDINARIOS 1. Culto contemporáneo modelo 1 El Pueblo se reúne Preludio Llamamiento a la adoración Oración de ofrecimiento Himno de Alabanza Lectura bíblica del Antiguo Testamento Bienvenidas y saludos. El pueblo de Dios se renueva Oración de confesión de pecados Declaración del perdón (con un texto bíblico o un himno) El pueblo de Dios escucha la Palabra de Dios Lectura bíblica del Nuevo Testamento Oración de intercesión Himno de preparación Predicación de la Palabra de Dios El pueblo de Dios responde a la palabra de Dios
Himno de confirmación Ofertorio y Alabanza
El Pueblo de Dios es enviado Oración final Bendición Apostólica Doxología Postludio.
2. Culto contemporáneo modelo II Apertura de Culto Preludio Llamamiento a la Adoración Oración de ofrecimiento Himno de Alabanza Confesión de pecados Momento de fraternidad Alabanza: el pueblo habla a Dios Alabanza (estribillos) Testimonio (s) Oración de gratitud Participación especial. Edificación (enseñanza): Dios habla a su pueblo Lectura bíblica del Antiguo Testamento Oración pastoral (intercesión) Lectura bíblica del Nuevo Testamento Himno de preparación Predicación de la Palabra de Dios. Respuesta Himno (canto) de confirmación Ofertorio Himno (canto) de servicio Oración final Bendición apostólica
Palabras de despedida
Culto contemporáneo III
Preludio musical
Entremos a la presencia de Dios Llamamiento a la adoración Himno (canto) de alabanza Himno (canto de adoración Tiempo de confesión de pecados Invitación bíblica a la confesión Oración en silencio (de rodillas) Oración en voz al Confirmación del perdón (absolución) Momento de fraternidad Bienvenida y saludos Testimonio(s) (opcional) Oración de gratitud Escuchemos la voz de Dios Lectura del Antiguo Testamento Participación especial Oración pastoral Texto del mes (opcional) Lectura del Catecismo y/o Confesión de fe Himno (canto) de preparación Lectura del Nuevo Testamento Predicación de la Palabra de Dios Respondamos con gratitud Himno (canto) de respuesta Ofertorio Invitación bíblica Oración de preparación (opcional) Entrega de diezmos y ofrendas (colecta Consagración (con canto y/u oración) Sacramento de la Cena del Señor (opcional) Himno (cantos) de consagración y gratitud Salgamos a servir Intereses de la iglesia Oración final
Bendición apostólica Himno (canto) de despedida Palabras de despedida.
4. Culto histórico modelo I Liturgia de la Palabra
Oración en silencio Introito coral Llamamiento a la adoración Oración de ofrecimiento Himno congregacional Saludos Momento de alabanza Oración de intercesión Lecturas bíblicas Antiguo Testamento Nuevo Testamento Doxología Predicación de la Palabra de Dios.
Aposento alto
Palabras de la institución Amonestación a los profanos Invitación a la confesión de pecados Oración en silencio Declaración del perdón Himno por el gozo del perdón Declaración de fe (credos apostólico, niceno y/o atanasiano) Oración por la bendición de los elementos Fracción y distribución Participación del pan y del fruto de la vid Canto congregacional Ofertorio (ordinaria y para los pobres) Bendición apostólica Himno de despedida.
5. Culto histórico modelo II
Llamamiento a la adoración Oración: puede ser de…
Invocación Agradecimiento Confesión Por la paz Súplicas Declaración bíblica de seguridad Ej. Salmo 121:1-2 Líder: Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro Pueblo: Mi socorro viene de Jehová Que hizo los cielos y la tierra Lectura del Antiguo Testamento Himno acerca de la Palabra de Dios (SDG 9-21) Lectura del Nuevo Testamento Credo Oración: puede ser… Gratitud Por iluminación Padre nuestro Himno de iluminación Predicación de la Palabra de Dios Oración de intercesión Himno de confirmación Ofertorio Himno de despedida Bendición apostólica
6. Culto histórico modelo III (Culto calvinista)
Confesión de pecados Remisión (absolución) Salmo cantado Oración de iluminación Lectura bíblica Predicación de la Palabra de Dios Oración de intercesión Declaración de nuestra fe: Credo de los apóstoles Celebración de la Santa cena - Institución de la Santa Cena - Palabras de exhortación - Amonestación
- Participación -Ofertorio Bendición apostólica
II CULTOS ESPECIALES 1. Culto de Santa Cena modelo I
Preludio musical Bienvenida Llamamiento a la Adoración Oración de Invocación Himno congregacional Lectura bíblicas A. T. y N. T. Exposición de la Palabra de Dios Himno de afirmación de la Palabra Celebración de la Sana Cena Palabras de institución Credo Apostólico Oración de consagración del pan y vino Distribución de los elementos Exhortación Oración Ofrenda para los pobres Himno de compromiso Información de la iglesia Bendición apostólica
2. Culto de Santa Cena modelo II
Preludio y/u oración personal Oración de ofrecimiento del culto Llamamiento a la adoración Himnos de adoración y alabanza Confesión de pecados y gratitud por el perdón Lecturas de la Palabra Himnos de preparación Exposición de la Palabra de Dios Oración pastoral Celebremos la Santa comunión Ofertorio Doxología Oración final Bendición Apostólica
3. Culto de Santa Cena Modelo III Música de llegada ADORACIÓN
Cantemos al Señor (Himno a elección) Ofreciendo culto al Dios
CONFESIÓN
Lectura selecta Lectura bíblica Cantemos al Señor
PROCLAMACIÓN
Cantemos al Señor Lectura bíblica Proclamación de la Palabra de Dios Intercesión comunitaria
AFIRMACIÓN DE LA VIDA Y LA ESPERANZA
Cantemos al Señor Ofertorio Celebración de la Santa Cena Bendición apostólica
Saludo de la paz
4. Culto evangelístico modelo I
Cantos alusivos Oración de invocación u ofrecimiento Lectura bíblica Alabanza coral Bienvenida Cantos de testimonio e invitación Lectura bíblica Mensaje Cantos de testimonio e invitación Ofertorio (optativo) Información Oración y bendición
5. Culto evangelístico modelo II
Bienvenida a los visitantes Oración de ofrecimiento Momentos de alabanzas Testimonios de conversión Alabanza coral o de grupo musical Lectura bíblica Mensaje con llamamiento Fraternidad con los nuevos convertidos Alabanza coral o congregacional Bendición apostólica Despedida
6. Culto para recepción de miembros Introducción Preludio musical Llamamiento a la adoración Oración de ofrecimiento del culto a Dios Himno congregacional Nuestra fraternidad como comunidad de fe Himno de introducción
Bienvenida Confesión de pecados Oración Promesas de perdón Himno de gratitud
Liturgia de la Palabra de Dios Lectura del Antiguo Testamento Lectura del Nuevo Testamento Proclamación de la Palabra de Dios Recepción de miembros Respuesta Himno Ofertorio Despedida Oración Bendición apostólica Postludio
7. Culto fúnebre modelo I
Invocación Lectura bíblica Himnos Predicación Oraciones de consolación y esperanza Testimonio de la familia y amigos/as Himnos Despedida
8. Culto fúnebre modelo II
Lectura bíblica en Juan 14:1-2 Oración Himno Lecturas de la Palabra Participación especial (lectura, cantos o testimonios) Himno Lectura bíblica base del sermón Título del sermón
Exposición a/c de: Himno Oración Bendición apostólica
9. Culto fúnebre modelo III
Lectura Salmo 90 (u otros pasajes alusivos) Oración Himnos Mensaje de E Esperanza o Consolación Himnos Bendición: Salmo 67 (Ver sección de Fórmulas litúrgicas y de Ayudas complementarias para lecturas bíblicas sugeridas)
10. Ordenación o instalación de oficiales modelo I
Preludio Llamamiento a la adoración Ofrecimiento del culto a Dios Himno de alabanza Bienvenida Oración intercesora Lecturas bíblicas: A. T. y N. T. Himno Mensaje (sermón) alusivo Ofertorio Acto de ordenación o instalación (ver fórmulas correspondientes) Voto de compromiso Oración por los ordenados Himno de compromiso Información a la iglesia Bendición Apostólica Recesional.
11. Ordenación o instalación de oficiales modelo II
Preludio Llamamiento a la adoración
Oración de invocación y/u ofrecimiento Himno Lecturas bíblicas: (Base del sermón) Exposición de la Palabra de Dios: Título del sermón Expositor Himno congregacional o de grupo coral Ordenación y/o instalación (ver fórmulas correspondientes) Himno congregacional Diezmos y ofrendas Información a la iglesia Bendición Apostólica Doxología Recesional
12. Ordenación o instalación de oficiales modelo III
(licencia para predicar) Preludio Llamamiento a la adoración Oración de ofrecimiento del culto Himno de alabanza Bienvenida y saludos Himno preparatorio a la intercesión Oración de intercesión Lectura bíblica Himno Título del sermón: Expositor Ofertorio Acto de licenciamiento (ver fórmula correspondiente) Himno de compromiso Información a la iglesia Bendición Apostólica Doxología o postludio
III. CULTOS DE ACCION DE GRACIAS 1. XV Años modelo I
Procesional Llamamiento a la adoración Oración de invocación y/u ofrecimiento Explicar motivos del culto * Bienvenida (El ministro invita a la señorita a estar de frente a la congregación) y dice: En este día la señorita_________, su padres y hermanos/as, dan la mas cordial bienvenida a cada uno de ustedes y agradecen por acompañarlos en ocasión tan especial en la cual expresan su gratitud a Dios por sus quince años. Breve lectura selecta Himno o alabanza coral Lectura bíblica Exposición de la Palabra de Dios Título del sermón Expositor: Ofertorio Acto de gratitud y dedicación de la quinceañera (ver fórmula correspondiente) Alabanza coral o congregacional Información a los Congregantes Bendición Recesional
2. XV Años modelo II
Explicación de los motivos del culto Declaración del culto Llamamiento a la adoración Oración de ofrecimiento del culto a Dios Procesional Momentos de alabanza Lectura bíblica Alabanza coral Exposición de la Palabra de Dios: Título del sermón: Expositor: Ofertorio (opcional, en atención a los visitantes suele omitirse) Himno Acto de gratitud y dedicación de la quinceañera (ver fórmula correspondiente) Bendición Apostólica Información a los congregantes Resecional.
3. Bodas y aniversarios matrimoniales modelo I
Preludio Procesional Llamamiento a la adoración Oración de ofrecimiento del culto a Dios Himno congregacional: Palabras de bienvenida Participación coral Alabanza congregacional Oración de gratitud Lecturas Bíblicas Antiguo Testamento Nuevo Testamento Participación coral o musical Exposición de la Palabra de Dios Título del sermón Expositor Himno congregacional Ofertorio
Ceremonia nupcial (ver fórmula correspondiente Bendición Aarónica Recesional
4. Bodas y aniversario matrimoniales modelo II (Bodas de Plata u Oro)
Procesional Llamamiento a la adoración Explicación de los motivos del culto Himno o alabanza coral Lectura bíblica Antiguo Testamento Nuevo Testamento Alabanza coral Exposición de la Palabra de Dios Título del Sermón: Expositor: Ofrenda Ceremonia o renovación de votos (ver fórmula correspondiente) Plegaria nupcial Oración Información a la congregación Bendición Apostólica Recesional
5. Acción de gracias por motivos diversos (Cosechas, salud, familia, etc.) Adoremos Llamamiento a la adoración Himno Lectura devocional Oración de ofrecimiento Reconocimientos Bienvenida y saludos Explicación del motivo del culto Testimonio Himno de alabanza especial de gratitudj
Oración de gratitud
Proclamación Lectura bíblica del Antiguo Testamento Lectura bíblica del Nuevo Testamento Proclamación de la Palabra de Dios Título del Sermón Expositor Consagración Himno Ofrenda Envío Bendición Doxología
6. Acción de gracias por graduarse o egreso
Procesional Explicación de los motivos del culto Llamamiento a la adoración Oración de invocación Himno o alabanza congregacional Lectura bíblica Testimonio (s) Himno Proclamación de la Palabra de Dios Título del sermón: Expositor: Ofrenda de gratitud Participación de los graduandos Oración de gratitud Bendición Recesional
7. Colocación de la primera piedra
Llamamiento a la adoración Oración de ofrecimiento Himno “Roca de la eternidad” (no. 642) Lectura bíblica
Reseña histórica Lectura bíblica Mensaje Ofertorio Acto de colocación de la primera piedra (ver fórmula correspondiente) Oración final Bendición Apostólica
8. Culto para dedicación de un templo
Llamamiento de a la adoración Himno “Abrid las puertas del templo” (n. 477) Procesional Oración de gratitud Lectura devocional Forma litúrgica Alabanza coral o himno congregacional Lectura bíblica Exposición de la Palabra de Dios Título del sermón: Expositor: Himno Saludos a las visitar Ofertorio Información a la congregación Sacramento de la Santa Cena Oración final Bendición apostólica Doxología Nota: Cada uno de los órdenes de culto se pueden fraccionar conforme a los pasajes bíblicos a utilizar, por ejemplo: CULTO DE GRATITUD A DIOS POR EL DÍA DE LAS MADRES BOOZ TOMÓ A RUT, Y ELLA FUE SU MUJER Iniciemos nuestro culto escuchando el PRELUDIO MINISTRO: ¡Alabemos a nuestro Dios! Ustedes, los que obedecen a Dios, ¡Alábenlo! ¡Sea siempre bendito nuestro Dios! Salmos 113:1 Tomemos unos minutos para confesar nuestros pecados a Dios. Himno Oración de dedicación del Culto a Dios. MINISTRO: Dios reina en las alturas, y desde allí contempla los cielos y la tierra.
CONGREGACION: Dios gobierna con poder sobre todas las naciones. ¿No hay nada que se compare con nuestro Dios! UNIDOS: A la gente pobre y humilde la sacia de la miseria. A la mujer que no tiene hijos, le concedes dos alegrías: ¡Llegar a ser madre, y tener un hogar! (Salmo 113:1 TLA) Himno Fraternidad y saludos Y JEHOVÁ LE DIO QUE CONCIBIESE Y DIESE A LUZ UN HIJO LITURGIA DE LA PALABRA: Antiguo Testamento Nuevo Testamento Himno de preparación para oír la Palabra de Dios TITULO DEL SERMÓN: EXPOSITOR: Participación coral o Grupo de Alabanza Oración de gratitud por las mamás de la iglesia Texto o himno de introducción a ofrendar Anuncios de la congregación Bendición Apostólica
Sección III: Fórmulas litúrgicas 1. Formas litúrgicas para la Santa Cena, Santa Comunión o Eucaristía. Disposiciones generales: * Los elementos deben prepararse con la antelación necesaria de modo que la mesa esté lita antes de iniciar el culto de comunión * Con el fin de evitar desorganización en el momento de la comunión, es recomendable que los ancianos junto con el pastor practiquen o se pongan de acuerdo con anticipación sobre la manera en que se impartirá la Santa Cena. * En cuanto a los elementos debe procurarse sean lo más relacionados con los originales: - El pan: de ser posible sin levadura, si no, pan blanco o de caja común es suficiente. - El vino: jugo de uva, sin fermentar, a fin de permitir la participación de niños cuando sea el caso y de todos los miembros, sin causar incomodidades. * La comunión puede darse en una variedad de maneras: - Formando un círculo alrededor de la mesa con todos los participantes, cuando el número así lo permita. - Ofreciendo una hogaza de pan para que cada persona rompa un pedazo. - Colocando a los ancianos al frente de la mesa y pidiendo a la congregación pase en fila a recibir los elementos tomando cada quien en el acto. - Ofreciendo el pan a los comulgantes, quienes a su vez lo mojarán en la copa de vino, y lo comerán.
- Si se practica otra forma en que no todos comen y beben a la vez, de cualquier manera se puede aclarar que la unidad se mantiene, porque solo hay una mesa, un pan y una copa del Señor. * Los modelos indicaran entre corchetes palabras para la administración de la cena a los niños, para usarse en las iglesias en donde se realice esta participación (para más información, ver el capítulo correspondiente en el Manual de procedimientos de la INPM) 1.1 Santa Cena Modelo I
Invitación Nuestro Señor Jesús nos dice: “Si alguno tiene ser, venga a mí y beba. Del interior del que cree en mí, correrán ríos de agua viva, como dice la Escritura” (Juan 7:37-38 RVC). Hoy hemos sido convidados a participar de la comunión con el cuerpo y la sangre del Señor Jesús, los cuales son el instrumento de su obra de salvación hecha en nuestro favor. La Palabra predicada, junto con estos símbolos visibles, nos alimentan íntegramente como hijos e hijas que somos del pacto de la gracia de Dios.
Palabras de institución Recordemos las palabras de nuestro Señor Jesucristo, registradas por el Evangelio según San Mateo en el capítulo 26:26-29 (RVC): “Mientras comían, Jesús tomó el pan y lo bendijo: luego lo partió y se lo dio a sus discípulos, y les dijo: Tomen, coman; esto es mi cuerpo. Después tomó la copa, y luego de dar gracias, la entregó a sus discípulos y les dijo: Beban de ella todos, porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos, para perdón de los pecados. Yo les digo que, desde ahora, no volveré a beber de este fruto de la vid, hasta el día en que beba con ustedes el vino nuevo en el reino de mi Padre”
Confesión de pecados y declaración del perdón (Si se ha tenido antes en el culto un momento de confesión de pecados puede omitirse este punto, diciendo solamente: Dentro del culto tuvimos un tiempo para pedir perdón y nuestro Dios nos ha perdonado. Le damos gracias al Señor que a través de su sangre preciosa nos limpia de toda impureza y ahora sentimos el gozo de su comunión con nosotros) Oremos personalmente reconociendo nuestro pecado, confiando que por la sangre de Jesús somos salvados y limpiados. (Después de unos minutos de oración en silencio se puede seguir la siguiente guía de oración basada en Salmo 51:7-9 RVC) Amado Dios de amor, de misericordia y de verdad, te pedimos con humildad que nos purifiques con hisopo, y seremos limpios; lávanos, y estaremos más blancos que la nieve. ¡Llénanos de gozo y alegría, y revivirán estos huesos que has abatido! No te fijes ya en nuestros pecados; más bien, borra todas nuestras maldades, por tu gracia y por tu hijo Jesucristo. Amén.
Declaración del perdón Hermanos, quiero que sepan que les estamos anunciando el perdón de sus pecados por medio de Jesús (Hechos 13:38) Amén.
Exhortaciones En el nombre del Señor Jesús, invitamos a tomar parte en esta mesa a los miembros en plena comunión, (opcional: así como a sus hijos pequeños que han sido bautizados e instruidos debidamente). Así también, invitamos a los creyentes de otras iglesias evangélicas que sean miembros plenos en ellas, porque “son muchos los miembros, pero el cuerpo es solo uno” (1 Corintios 12:20 RVC) También es mi deber indicar que aquellos que no comprenden aún el significado de la obra de Jesucristo en sus vidas o se han obstinado en vivir en desobediencia a los preceptos del Señor, y no se han arrepentido, a que no tomen parte de esta mesa, porque: “el que come y bebe de manera indigna, y sin discernir el cuerpo del Señor, come y bebe para su propio castigo” (1 Corintios 11:29). Dicho esto, los convidados a la mesa, “escuchen bien, y coman lo que es bueno; deléitense con la mejor comida… Yo haré con ustedes un pacto eterno, que es el de mi invariable misericordia por David” dice nuestro Dios (Isaías 55:2-3)
Confesión de fe Como testimonio de la verdad de la obra salvadora y de la gracia de Dios en nosotros, los que vamos a participar del sacramento declaremos nuestra fe por medio de las palabras de nuestro Credo:1 Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra; y en Jesucristo, su único Hijo, y Señor nuestro; que fue concebido del Espíritu Santo, nació de la virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucito de entre los muertos; subió al cielo, y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; y desde allí vendrá a al fin del mundo a juzgar a los vivos y a el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida perdurable. Amén.
Oremos, consagrando los elementos Amado Padre, en el nombre de Jesús oramos por estos elementos para apartarlos de su uso común al uso sacramental, Hoy nuestro cuerpo se nutre al recibir el pan y el jugo de la vid, nuestra fe se fortalece, nuestra alma siente la presencia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Cobra fuerza de su poder santificador y renovamos nuestro pacto contigo y te decimos hoy, que somos tuyos íntegramente. Te damos gracias Dios en el nombre precioso de tu Hijo Amado. Jesús. Amén.
Distribución de los elementos
La noche que Jesús fue entregado, tomo el pan y lo bendijo, como ya hemos hecho, y lo partió (toma un pan, lo eleva a la vista de la congregación y lo parte en dos) y lo dio a sus discípulos. Ministrando en su nombre, lo doy a cada uno de ustedes (entrega los platos de pan a los ancianos, que pueden estar dos ancianos o más ancianos por cada lado de la mesa de comunión y reparten el pan para comerlo juntos o comen el pan y toman el jugo de uva de manera conjunta) (Mientras se distribuyen los elementos puede tocarse un himno o leerse alguna de las siguientes porciones bíblicas: 1 Pedro 2:4-10; 1 Pedro 3:8-18; 2 Pedro 1:3-11; 1 Juan 1:5- 2:6; 1 Juan 2:7-17; 1 Juan 3:13-18; 1 Juan 4:7-18) El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? Comamos de él todos (todos comen). De igual forma, el Señor Jesús tomó la copa después de cenar (eleva la copa a la vista de todos), y la dio a sus discípulos. Ministrando en su nombre, la doy a ustedes (entrega las charolas a los ancianos y pueden repartir después de haber dado el pan o de forma simultánea los ancianos van de dos en dos o como lo requiera la iglesia, llevando uno el pan y el otro el vino, para distribuirlos a los creyentes en Cristo que participaran). La copa de bendición por lo cual damos gracias, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? (todos beben).
Oración de gratitud Señor, Dios todopoderoso, con acción de gracias hemos participado de esta mesa comunión. Mantennos como ahora: unidos en tu amor a nuestro Señor Jesucristo tu Hijo y fortalece nuestra unión como tu pueblo amado y escogido. Ayúdanos a ser fieles a ti, a ser como Jesús cada día, a servirte y a amarte sin reservas y sin temores. Que seamos luz en la oscuridad y sal de la tierra, porque para esto nos has apartado y nos has llamado por tu gracia salvadora. Para gloria de tu nombre, lo pedimos y agradecemos en Jesucristo, nuestro Salvador. Amén.
Palabras finales A los que no han participado en esta ocasión, le exhortamos en el nombre del Señor que según sea el caso, a formalizar su membresía en esta iglesia, o ponerse a cuentas con el Señor y a dar frutos dignos de arrepentimiento, para que en una próxima ocasión puedan participar de esta mesa de comunión, “porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él” (Juan 3:17)
Ofrenda de misericordia2 Bendición apostólica 1. Aparece el Credo apostólico, pero puede usarse otro de los credos de los símbolos doctrinales de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México. Ver la sección IV: Ayudas complementaria.
2. Al término de la comunión, podemos recoger esta ofrenda para recodar nuestro compromiso en favor de los enfermos y necesitados de nuestra iglesia
1.2. Santa Cena Modelo II Oración de confesión de pecados (Daniel 9:4-5 9 y 19) Señor, Dios grande y digno de ser temido, que cumples tu pacto y tu misericordia con los que te aman y cumplen tus mandamientos: Hemos pecado, hemos hecho lo malo, hemos sido impíos y rebeldes; ¡nos hemos apartado de tus leyes y mandamientos! Pero tú, Señor y Dios y Dios nuestro, eres un Dios misericordioso, que sabes perdonar, a pesar de que nos hemos rebelado contra ti. ¡Señor, Señor, óyenos y perdónanos! ¡Préstanos atención, Señor, y actúa! Por amor a ti mismo, Dios mío, ¡no tardes! Por tu hijo Jesucristo. Amén.
Palabras iniciales Según las palabras de Juan Calvino, el propósito de este sacramento es: “asegurarnos que recibimos ahora el cuerpo del Señor, que fue una vez sacrificado por nosotros; al recibirlo, experimentamos en nosotros la eficacia de la ofrenda única que de él se hizo; asimismo, su sangre se derramó de una vez, de tal manera que es para nosotros bebida… Se nos manda, pues , a tomar y comer el cuerpo que fue ofrecido para nuestra salvación, de modo que, viendo que somos hechos participantes, estemos seguros de que el poder de ese sacrificio se manifestará en nosotros” (IRC, IV, xviii, 1)
Palabras de la institución Yo recibí del Señor lo mismo que les he enseñado a ustedes: Que la noche que fue entregado, el Señor Jesús tomó el pan, y que luego de dar gracias, lo partió y dijo: “Tomen y coman. Esto es mi cuerpo, que por ustedes es partido; hagan esto en mi memoria.” Asimismo, después de cenar tomó la copa y dijo: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre;
hagan esto, cada vez que la beban en mi memoria.” Por lo tanto, siempre que coman este pan, y beban esta copa, proclaman la muerte del Señor, hasta que él venga. Así que cualquiera que coma este pan o beba esta copa del Señor de manera indigna, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, cada uno de ustedes debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y de beber de la copa. Porque el que come y bebe de manera indigna, y sin discernir el cuerpo del Señor, come y bebe para su propio castigo (1 Corintios 11:23-29 RVC).
Palabras de amonestación Es mi deber amonestar a los profanos en las cosas del Señor, a los que no entienden el plan de salvación, y a todo aquel que practica, aunque sea en secreto algún pecado, que no se acerquen a participar en esta ocasión de la santa mesa.
Palabras de invitación Es mi alto privilegio invitar en el nombre del Señor Jesucristo, a la participación de la santa comunión, a todos aquellos que sintiendo dolor por su pecado, confían en la expiación efectuada por el Salvador con su sangre. A los que instruidos en la doctrina del evangelio han decido poner su vida al servicio del Señor haciendo profesión pública de su fe en Cristo. (Opcional: Del mismo modo siendo este un instrumento de gracia se invita también a participar a los hijos pequeños bautizados de los creyentes porque son hijos del pacto y han sido preparados debidamente por sus padres.)
Confesión de fe3 Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra; y en Jesucristo, su único Hijo, y Señor nuestro; que fue concebido del Espíritu Santo, nació de la virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucito de entre los muertos; subió al cielo, y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; y desde allí vendrá a al fin del mundo a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Universal, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida perdurable. Amén.
Oración de Consagración de los elementos Dios Trino y uno, consagra este pan y esta copa que son emblemas del cuerpo y de la sangre de Cristo; te damos gracias Dios por tu divina providencia porque en este pan y en esta copa nos muestras la memoria que tienes de tu creación y la sustentas permitiendo que la tierra siga dando su fruto. Gracias te damos por enviar a tu Hijo nuestro Redentor. Recuérdanos todo lo que Él sufrió por rescatarnos del pecado y darnos la vida eterna. Que al participar de estos elementos renovemos nuestra fe en Cristo. Que este pan que rompemos sea la comunión del cuerpo de Cristo. Que esta copa de bendición que tomamos sea la comunión de la sangre de Cristo que purifique todo nuestro ser. Fortalécenos para toda buena obra con Cristo, el pan de vida. Damos gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, por toda la eternidad, en el nombre de Jesucristo. Amen.
Distribución de los elementos (Lucas 22:19-20 RVC) La noche que fue entregado, nuestro Señor Jesús “tomó el pan, lo partió, dio gracias y les dio, al tiempo que decía “Esto es mi cuerpo, que por ustedes es entregado; hagan esto en memoria de mi” (Se distribuye el pan) (Mientras se distribuyen los elementos puede tocarse un himno o leerse alguna de las siguientes porciones bíblicas: 1 Pedro 2:4-10: 1 Pedro 3:8-18; 2 Pedro 1:3-11; 1 Juan 3:13-18; 1 Juan 4:7-18) De igual manera, después de haber cenado tomó la copa y les dijo: “esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por ustedes es derramada” (Se distribuye la copa).
Oración de gratitud y dedicación (Salmos 75:1; 30:2-3,10-12 RVC) Gracias te damos, Dios mío, gracias te damos, porque tu nombre está cerca de nosotros. ¡Todos hablan de tus hechos portentosos! Mi Señor y Dios, te pedimos ayuda, y tú nos sanaste; tú, Señor, nos devolviste la vida. ¡Nunca dejes, Señor de ayudarnos! Tu cambias nuestras lágrimas en danza; nos quitas la tristeza y nos rodeas de alegría, para que cantemos salmos a tu gloria. Señor, nuestro Dios: ¡no podemos quedarnos callados! ¡Siempre te daremos gracias! Amén.
Palabras de exhortación A los que no han participado de este sacramento, les invitamos a ponerse a cuentas con Dios o, si es el caso, a formalizar su membresía con esta iglesia a la brevedad, de modo que les sea posible participar sin impedimento en una próxima vez. A los que hoy han participado de este sacramento, les animamos a ser fieles a Jesucristo en todo, a apartarse cada vez mas del mal y perfeccionar su servicio al Señor en la iglesia, en sus familias y en la sociedad, “y el Dios de paz estará con ustedes” (Filipenses 4:9)
Ofrenda por los necesitados4 Bendición apostólica 3. Se registra el credo apostólico, pero puede usarse otro de los símbolos doctrinales de nuestra Iglesia Nacional Presbiteriana. Ver sección IV: Ayudas complementarias. 4. Al término de la comunión, podemos recoger esta ofrenda especial para recordar nuestro compromiso en favor de los enfermos y necesitados de nuestra iglesia
2. Formas litúrgicas para recepción de miembros en plena comunión Disposiciones generales: * La Iglesia Nacional Presbiteriana de México acepta cuatro formas para la recepción de
miembros en plena comunión, que son (1) Por profesión de fe, (2) por profesión de fe y bautismo, (3) Por carta de traslado, y (4) por testimonio5. * Para realizar cualquiera de los procedimientos para la recepción de un miembro requiere la previa examinación y autorización del Consistorio, conforme a los lineamientos establecidos en el Manual de procedimientos de la INPM. * Todos los miembros en plena comunión deben aparecer enlistados en el registro de membresía de la iglesia, así como indicar claramente la fecha de recepción, baja, traslado, defunción o disciplina, según corresponda. * El acto de recepción se realiza dentro del culto dominical ordinario, por lo que no se requiere de un programa especial.
2.1. Recepción de miembros por profesión de fe6 1. Palabras a la iglesia: Amada Iglesia (o Congregación) Nacional Presbiteriana ____________________, tenemos delante a los hermanos/as: __________________________, quienes ya han tomado parte en el bautismo cristiano, que han confesado su fe en Jesucristo como Salvador, han manifestado su interés en ser miembros de esta comunidad de fe y han presentado satisfactoriamente su
examen ante el H. Consistorio al término de su periodo de preparación previa, como lo marcan nuestros lineamientos eclesiales. Ahora vienen ante Dios y ante su pueblo escogido para hacer la Profesión pública de su fe para formalizar su membresía en esta Iglesia (o Congregación) a partir de este día.
2. Palabras a los candidatos: Amados hermanos/as, ustedes fueron bautizados en su infancia (opcional: antes) siendo hechos herederos de los beneficios del pacto de gracia. Ahora, como es su aspiración conforme al llamamiento de Dios, vienen ante esta iglesia para expresar su determinación voluntaria de seguir creciendo en la fe y sirviendo al Señor en esta comunidad como miembros en plena comunión. Para esto es necesaria la profesión pública de su fe. Estamos seguros que, aunque sus responsabilidades serán mayores así también lo serán sus privilegios, porque nuestro Señor Jesucristo ha prometido a sus seguidores y servidores fieles que serán dignos de honra 7
3. Preguntas: Por ello, es necesario que con plena convicción y sinceridad contesten afirmativamente las siguientes preguntas: (1) ¿Están convencidos que las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento son la infalible Palabra de Dios inspirada, y la única regla de fe y la conducta cristiana a la que deben estar atentos y obedecer? (2) ¿Creen firmemente que hay un solo Dios, revelado en las Escrituras como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo? (3) ¿Confiesan que son pecadores por naturaleza, que por sus propios medios no pueden alcanzar la justicia de Dios y que están arrepentidos de su maldad y pecado? (4) ¿Confiesan que su fe para ser salvados se basa solamente en Jesucristo, en su obra redentora y en el pacto de gracia que Dios nos ha revelado en su Palabra santa? (5) ¿Pueden completar su confesión de re recitando en voz alta el Credo de los Apóstoles? (los candidatos lo recitarán en este momento) (6) ¿Están convencidos que el Espíritu Santo le ha llamado a participar de la Iglesia de Jesucristo como miembros de su cuerpo glorioso, para ser parta vital de la comunión con sus hermanos, par ser perfeccionados en su vida por la instrucción de la Palabra de Dios y para servir con sus dones y recursos a la edificación de esta iglesia? (7) ¿Pactan con la Iglesia Nacional Presbiteriana _______________, que se conducirán según las reglas, que se someterán gustosos a su gobierno, que acatarán su disciplina, que procurarán su paz y prosperidad tratando a los demás miembros con amor y fidelidad como corresponde a los verdaderos hijos de Dios? (Si, pactamos).
4. Declaraciones: (1) Amados hermanos y amada Iglesia _____________________, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, declaramos solemnemente que estos discípulos de Jesucristo son recibidos en este día como miembros en plena comunión de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, adquiriendo todos los derechos y responsabilidades que les corresponden para la edificación del cuerpo de Cristo y para gloria de nuestro Señor y Dios todopoderoso. Amén. (2) Opcional, para ser leída por uno de los ancianos de la iglesia: Amados hermanos/as que han hecho su profesión de fe, como pueblo de Dios les damos la más cordial bienvenida como nuestros nuevos miembros. Prometemos amarles en el amor de Jesucristo, orar por ustedes y cuidarles con diligencia para que “la palabra de Cristo more en abundancia en ustedes;”8 que sean objetos de las bendiciones del Señor e instrumentos suyos para nuestra mutua edificación. Amén
5. Oración 6. Felicitación Por parte de oficiales y entrega de certificados de membresía. 5. Para más información, ver la sección correspondiente en el Manual de procedimiento de INPM. 6. si habrá candidatos que se reciban mediante Profesión y Bautismo se sugiere seguir la fórmula del siguiente apartado. 7. Ver Juan 12:25. 8. Colosenses 3:16
2.2. Recepción de miembros por profesión de fe y bautismo 1. Palabras a la iglesia: Amadas Iglesia (o Congregación) Nacional Presbiteriana ________________, tenemos delante a los hermanos/as: __________________________, que han confesado su fe en Jesucristo como Salvador, han manifestado su interés en ser miembros de esta comunidad de fe y han presentado satisfactoriamente su examen ante el H. Consistorio al término de su periodo de preparación previa, como lo marcan nuestros lineamientos eclesiales. Ahora vienen ante Dios y ante su pueblo escogido para hacer Profesión pública de su fe, ser bautizados y formalizar así su membresía en esta Iglesia (o Congregación) a partir de este día. (Opcional, si hay creyentes que ya han sido bautizados: Asimismo y con este fin serán recepcionados los hermanos/as _________________ que ya han recibido antes el sacramento del bautismo).
2. Oración preparatoria: Padre celestial, en obediencia al mandato de nuestro Señor Jesucristo de hacer discípulos en todas las naciones bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, hoy intercedemos como tu pueblo por estos hijos tuyos que recibirán las aguas del bautismo y
serán recibidos como miembros en plena comunión de esta iglesia. Rogamos que confirmes en el cielo lo que hacemos aquí en la tierra: que esta agua, que por sí sola no tiene ninguna eficacia regeneradora, represente externa y visiblemente la gracia del Espíritu Santo que les otorgas internamente para generarles y hacerlos parte de tu iglesia visible. En el nombre de Jesucristo, que es sobre todo nombre, te lo pedimos. Amén.
3. Palabras a los candidatos: Amados hermanos/as, ustedes han sido llamados de las tinieblas a la luz admirable de Dios por la obra salvadora de Jesucristo. Y el Señor ha designado para ustedes esta iglesia local para que participando en ella sean edificados en su fe, sean perfeccionados en su amor mediante la comunión espiritual y sean afirmados en la esperanza segura que tenemos mediante el Espíritu Santo. También les provee el Señor de esta congregación de sus hijos para que ustedes ejerzan su servicio con los dones y recursos que les ha dado y les dará. Para reconocer su incorporación en esta iglesia con plenos derechos, responsabilidades y privilegios es necesario que sean bautizados y hagan una profesión pública de su fe.
3. Preguntas iniciales: Con esto en mente, les solicito a todos ustedes que con plena convicción y sinceridad contesten afirmativamente las siguientes preguntas: (1) ¿Están convencidos que las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento son la infalible Palabra de Dios inspirada, y la única regla de fe y la conducta cristiana a la que deben estar atentos y obedecer? (2) ¿Creen firmemente que hay un solo Dios revelado en las Escrituras como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo? (3) ¿Confiesan que son pecadores por naturaleza, y que por sus propios medios no pueden alcanzar la justicia de Dios y que están arrepentidos de su maldad y pecado? (4) ¿Confiesan que su fe para ser salvados se basa solamente en Jesucristo, en su obra redentora y en el pacto de gracia que Dios nos ha revelado en su Palabra santa? (5) ¿Pueden completar su confesión de fe recitando en voz alta el Credo de los Apóstoles? (los candidatos lo recitarán en esto momento)
4. Bautismo: (Si hay creyentes que sólo hacen profesión de fe se quedarán de pie, mientras que los que serán bautizados se pondrán de rodillas. El ministro asentará tres veces su mano al derramar el agua sobre la cabeza de la persona, al mencionar cada una de las personas de la Trinidad pronunciando la siguiente fórmula:)
(Nombre de la persona), creyente en Jesucristo, ministrando en su nombre, te bautizo en el nombre del Padre, en el nombre del Hijo y en el nombre del Espíritu Santo. Amén. (Concluido el acto se levantan los bautizados y se continúan con las preguntas finales para todos)
5. Preguntas finales: (6) ¿Están convencidos que el Espíritu Santo le ha llamado a participar de la iglesia de Jesucristo como miembros de su cuerpo glorioso, para ser parte vital de la comunión con sus hermanos, para ser perfeccionados en su vida por la instrucción de la Palabra de Dios u para servir con sus dones y recursos a la edificación de esta iglesia? (7) ¿Pactan con la Iglesia Nacional Presbiteriana _______________, que se conducirán según las reglas, que se someterán gustosos a su gobierno, que acatarán su disciplina, que procurarán su paz y prosperidad tratando a los demás miembros con amor y fidelidad como corresponde a los verdaderos hijos de Dios? (Si, pactamos).
6. Declaraciones: (1) Amados hermanos y amada Iglesia _____________________, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, declaramos solemnemente que estos discípulos de Jesucristo son recibidos en este día como miembros en plena comunión de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, adquiriendo todos los derechos y responsabilidades que les corresponden para la edificación del cuerpo de Cristo y para gloria de nuestro Señor y Dios todopoderoso. Amén. (2) Opcional, para ser leída por uno de los ancianos de la iglesia: Amados hermanos/as que han hecho su profesión de fe, como pueblo de Dios les damos la más cordial bienvenida como nuestros nuevos miembros. Prometemos amarles en el amor de Jesucristo, orar por ustedes y cuidarles con diligencia para que “la palabra de Cristo more en abundancia en ustedes;”9 que sean objetos de las bendiciones del Señor e instrumentos suyos para nuestra mutua edificación. Amén
7. Oración. 8. Felicitación Por parte de oficiales y entrega de certificados de bautismo y membresía 9. Colosenses 3:16
2.3. Recepción de miembros por carta de traslado o por testimonio 1. Palabras a la iglesia:
Amada Iglesia (o Congregación) Nacional Presbiteriana ________________, nuestro hermano(a): __________________, ha solicitado formalizar su membresía con nosotros por (carta de traslado/testimonio). Esta solicitud ha sido debidamente considerada por el H. Consistorio. Luego de haber corroborado la información presentada y de haberle examinado, el Consistorio ha acordado recibirlo como miembro en plena comunión de esta iglesia a partir de esta fecha.
2. Palabras al nuevo miembro: Hermano (a): _______________________, agradecemos al Señor que le ha traído a esta comunidad de fe conforme a su plan perfecto para usted y para nosotros. Estamos seguros que su incorporación como miembro en plena comunión representará una mutua bendición, para que el nombre del Señor sea glorificado.
3. Declaraciones: (1) Amado(a) hermano(a) y amada Iglesia _____________________, en el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo, declaramos solemnemente su recepción como miembro en plena comunión a partir de esta día por (carta de traslado/testimonio), asumiendo todos los derechos responsabilidades que le corresponden para la edificación del cuerpo de Cristo y para gloria de nuestro Señor y Dios todopoderoso. Amén. (2) Opcional, para ser leída por uno de los ancianos de la iglesia: Amado(a) hermano (a) como pueblo de Dios le damos la mas cordial bienvenida como miembro en plena comunión. Prometemos amarle en el amor de Jesucristo, orar por usted y cuidarle con diligencia para que la “palabra de Cristo more en abundancia en usted;”10 que las bendiciones del Señor sean derramadas en su vida y que sea instrumento para nuestra mutua edificación. Amen.
4. Oración 5. Bienvenida Por parte de los oficiales de la iglesia y entrega de certificados de membresía. 10. Colosenses 3:16
3. Formas litúrgicas para el bautismo de infantes. Disposiciones generales: * Con el fin de tener una adecuada preparación para este sacramento, ver los artículos del Manual de procedimientos de la INPM que corresponden, y considerar especialmente lo siguiente: - Solamente los miembros en plena comunión de la iglesia tienen solamente derecho a solicitar el bautismo para sus hijos (as) o para los pequeños que estén bajo su patria potestad. - Para administrar el bautismo infantil es necesario orientar a los padres sobre el significado bíblico de este sacramento así como su importancia para la familia y la iglesia. - Con el fin de cumplir con las leyes de la nación, debe pedirse a los padres, que presenten antes del bautismo, la boleta del registro civil (acta de nacimiento o, en su caso, documento oficial que indica la patria potestad o derecho de guarda y custodia). - Los niños bautizados deberán ser inscritos en el registro de la iglesia, con los datos que se consideren necesarios. - Este sacramento se llevará a cabo durante la hora de los servicios o cultos regulares, por ello no hay necesidad de un programa especial. - Tampoco se requiere vestimenta especial ni para los pequeños ni para los padres, a no ser recomendarles que se vistan de blanco si les es posible. - Como el compromiso es adquirido directamente por los padres, la Iglesia Presbiteriana no requiere ni admite la figura de los “padrinos” en este sacramento.
3.1. Bautismo de infantes Modelo I (Extendido) 1. Palabras de instrucción: El bautismo cristiano significa que nosotros y nuestros hijos hemos heredado una naturaleza pecaminosa y que para entrar al reino de Dios, debemos nacer de “agua y del Espíritu Santo.”11 simboliza el lavamiento espiritual de la vida y su renovación por el Espíritu Santo. Es el sello externo del pacto de gracia que Dios hace en nosotros, en el nombre de Cristo, por cuyos términos nos obligamos a obedecer, a servir y amar a Dios con toda el alma. Por instrucciones divinas, el pueblo de Israel incluía a sus hijos en los términos del pacto con Dios, a través de la circuncisión. Sabiendo nosotros que el bautismo ha sustituido la circuncisión como el sello del pacto de gracia, bautizamos a nuestros hijos, considerándolos como coherederos de los beneficios de este pacto. Aunque nuestros hijos no pueden entender el significado de este pacto en su tierna edad, sin embargo, es necesario bautizarlos, porque de la misma manera que sin saberlo son partícipes de la condenación de Adán, así también son recibidos bajo la protección del pacto de la gracia hecho por Cristo, como dice la Palabra de Dios: “Porque la promesa es para ustedes y para sus hijos, para todos los que están lejos, y para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios llame (Hch. 2:39 RVC).
2. Preguntas a los padres:12 Amados hermanos, (Nombre del padre) y (nombre de la madre), padres de: (nombre del (la) hijo (a), favor de responder afirmativamente las siguientes preguntas: (1) ¿Creen ustedes que participan plenamente del pacto de la gracia de Dios y que éste incluye a su hijo (a)? (2) ¿Creen ustedes que son pecadores y que su hijo(a) ha heredado la naturaleza pecaminosa desde que fue engendrado? (3) ¿Creen que el Espíritu Santo, mediante la obra salvadora de Jesucristo, es el único que puede regenerar y santificar el alma? (4) ¿Prometen que, con la ayuda de Dios, le darán a su hijo(a) la mejor instrucción posible en las Sagradas Escrituras y que serán ejemplo ante él (ella) de la verdad y autoridad del evangelio de Jesucristo? (5) ¿Prometen que cuando (nombre del (la) hijo(a) tenga edad e inteligencia suficientes, le harán saber que es privilegio y deber suyo aceptar los términos de este pacto que ustedes hacen hoy en su nombre por medio de una profesión pública de fe en Cristo? Tengan en cuenta que el agua no tiene en sí misma ninguna eficacia regeneradora, sino que es el símbolo externo de la obra del Espíritu Santo, quien en verdad regenera a la persona escogida otorgándole la salvación y vida plena. Administramos este sacramento a ____ (nombre de(la) niño(a)________ confiando que nuestro Dios le ha apartado para sí y que a su debido tiempo habrá de profesar su fe en Jesucristo.
3. Administración del sacramento (El niño debe estar en brazo del padre o de la madre. El ministro pronunciará claramente el nombre del niño(a) y asentará la mano en su cabeza tres veces, al mencionar cada persona de la Trinidad) (Nombre del(la) niño(a), hijo(a) del pacto de gracia, ministrando en el nombre de Jesucristo, te bautizo en el nombre del Padre, en el nombre del Hijo y en el nombre del Espíritu Santo. Amén.
4. Oración. Amado Padre, te agradecemos porque hemos celebrado este sacramento en esta iglesia y con esta familia. Gracias por haber apartado a (Nombre del(la) niño(a) y hacerlo parte de tu pueblo escogido. Confiamos que a su tiempo le permitas conocerte y seguirte como tu hijo(a), asido de tu Palabra de vida. En tanto, ayuda a sus padres, para que le instruyan en tu camino ahora que es niño, para que cuando crezca no se aparte. Llénalos de tu sabiduría y de tu amor par que vean tus bendiciones en su simiente. Ayúdanos también como iglesia as ser ejemplo para esta familia. Te lo rogamos en el nombre de Jesucristo, amén.
5. Preguntas a la iglesia (opcional) (El ministro toma al infante en brazos y lo presenta ante la iglesia, dirigiéndoles las siguientes preguntas:) Amada iglesia ______________________, por favor respondan afirmativamente lo siguiente: 1. ¿Prometen ustedes orar por esta familia, y por el niño(a) que hoy ha sido bautizado? 2. ¿Prometen ustedes apoyar a la familia para que puedan cumplir los votos que hoy han hecho al Señor? 3. ¿Prometen ustedes dar un buen ejemplo a este niño, de modo que conforme crezca, aprenda lo que es ser discípulo de Jesús?
6. Himno y entrega de certificado de bautismo.
3.2. Bautismo de infantes Modelo II (Sintético) 1. Palabras de instrucción: El Señor Jesucristo instituyó el lavamiento exterior del agua, llamado bautismo, el cual representa la purificación de los pecados que solo es posible mediante la sangre de Jesucristo y la obra regeneradora del Espíritu Santo. Este es el primero de los dos sacramentos, los cuales son señales externas y visibles que los creyentes viven bajo pacto de gracia y son parte del pueblo escogido de Dios.
Los hijos de los creyentes en Jesucristo también están comprendidos en el pacto de gracia y pertenecen a la Iglesia de Dios. De modo que, como se hacía en el antiguo pacto con Israel por medio de la circuncisión, ahora es en el nuevo pacto con la iglesia por medio del bautismo. Como señal de este pacto, estos pequeños son incorporados por el bautismo a la iglesia. En sí, el agua no tiene ningún poder regenerador, solamente es el símbolo externo del don interno que imparte el Espíritu Santo al alma. Confiamos en el Señor, quien sabrá proteger y conducir en sus caminos a este pequeño, para que a su tiempo también le profese como un hijo de Dios.
2. Preguntas a los padres13 Amados hermanos, (Nombre del padre) y (nombre de la madre), padres de: (nombre del (la) hijo (a), favor de responder afirmativamente las siguientes preguntas: (1) ¿Creen ustedes que participan plenamente del pacto de la gracia de Dios y que éste incluye también a su hijo(a)? (2) ¿Creen que su hijo(a) ha heredado, como ustedes, la naturaleza pecaminosa, y que el Espíritu Santo es el único que puede regenerar el alma por la obra de Jesucristo? (3) ¿Prometen que, con la ayuda y dirección del Espíritu Santo le darán a su hijo(a) un buen ejemplo como hijos de Dios, y que lo (a) instruirán en las doctrinas de las Sagradas Escrituras? (4) ¿Prometen que cuando su hijo(a) tenga la edad e inteligencia suficientes, le harán saber de este pacto que ustedes hacen hoy sen su nombre por medio de una profesión pública de fe en Cristo?
3. Administración del sacramento (El niño debe estar en brazos del padre o de la madre. El ministro pronunciará claramente el nombre del niño(a) y asentará la mano en su cabeza tres veces, al mencionar cada persona de la Trinidad) (Nombre del Niño(a), hijo del pacto de gracia, ministrando en el nombre Jesucristo, te bautizo en el nombre del Padre, en el nombre del Hijo y en el nombre del Espíritu Santo. Amén.
4. Oración Amado Padre, te agradecemos porque hemos celebrado este sacramento en esta iglesia y con esta familia. Gracias por haber apartado a (Nombre del niño) y hacerlo parte de tu pueblo escogido. Confiamos que a su tiempo le permitas conocerte y seguirte como tu hijo(a), asido de tu Palabra de vida. En tanto, ayuda a sus padres, para le instruyen en tu camino ahora que es niño, para que cuando crezca no se aparte. Llénalos de tu sabiduría y de tu amor para que vean tus bendiciones en su simiente. En el nombre de Jesús oramos, amén.
5. Himno y entrega de certificado de bautismo.
11. Juan 3:5 12. 13. Si solo uno de los padres es miembros de la iglesia, deberá ser el quien responda las preguntas
4. Forma litúrgica para celebración de Quince Años. Disposiciones generales * La celebración es una Acción de gracias que celebra el cuidado del Señor sobre la señorita al iniciar su juventud. *Es necesaria la presencia de los padres o tutores en esta acción de gracias. *Debe realizarse con la reverencia que corresponde al culto a Dios, instruyendo previamente a todos los participantes para que guarden la debida compostura.
1. Bienvenida y explicación: En este día la Señorita__________________ y sus papás (y hermanos, si aplica) dan la mas cordial bienvenida a cada uno de ustedes que han tenido a bien acompañarla en ocasión tan especial, en la cual expresan su gratitud a Dios por sus Quince años. (Nombre de la quinceañera), Dios en su gracia te ha concedido llegar a esta edad tan hermosa, en la cual comienzas a dejar atrás la infancia y despiertas a la juventud. Por lo tanto es necesario que escuches el consejo divino en la Palabra de Dios, y enseguida expreses tu gratitud y consagración:
2. Consejos de las Escrituras:14
(Pueden ser leídos por un familiar o por un anciano de la iglesia) (1) “Acuérdate de tu Creador ahora que eres joven. No esperes a que vengan los días malos, y a que lleguen los años en que digas: “Vivir tanto no es motivo de regocijo” (Eclesiastés 12:1) (2) “¿Como puede el joven limpiar su camino? ¡Obedeciendo la palabra! (Salmo 119:9) (3) “Encomienda al Señor tus acciones, y tus pensamientos serán afirmados” (Proverbios 16:3) (4) “Alégrate, joven; aprovecha tu juventud. Bríndale placer a tu corazón mientras dure tu adolescencia. Déjate llevar por donde tu corazón y tus ojos quieran llevarte. Pero debes saber que de todo esto Dios te pedirá cuentas. Echa fuera de tu corazón el enojo. Aparta de tu ser la maldad. Porque la adolescencia y la juventud también son vanidad” (Eclesiastés 11:9-10) (5) “Apártate del mal, y practica el bien; así vivirás para siempre” (Salmo 37:27) (6) “Hija mía, óyeme y acepta mis razones, y los años de tu vida se alargarán” (Proverbios 4:10) (7) “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta amor, espíritu, fe y pureza” (1 Timoteo 4:12)
3. Palabras de la quinceañera: La quinceañera leerá o recitará de memoria lo siguiente) “¡Bendice, alma mía, al Señor! ¡Bendiga todo mi ser su santo nombre! ¡Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguna de sus bendiciones! El Señor perdona todas mis maldades, y sana todas mis dolencias. El Señor me rescata de la muerte, y me colma de favores y de su misericordia. El Señor me sacia con los mejores alimentos para que renueve mis fuerzas, como el águila” (Salmo 103:1-5 RVC) Mi alma se llena de gozo y gratitud a mi Señor por su fidelidad para conmigo. Con alegría y esperanza dedico mi vida al servicio del Señor para hacer su voluntad en las decisiones que debo tomar oportunamente. Le ruego que me sostenga con su Espíritu Santo y me inspire a través de su Palabra. Es mi anhelo mostrar siempre que Jesucristo es mi único Señor y Salvador, y que vive en mí. Con la ayuda de mi poderoso Dios, empeño mi palabra y mi fe. Amén.
4. Entrega de la Biblia: (Opcional, uno de los padres leerá lo siguiente:) La Palabra de Dios es viva y eficaz, hija mía. Que ella sea tu guía y tu consejo siempre. Que al leerla cada día te alimentes como con leche espiritual que te renueve y fortalezca. Recuerda siempre que la Biblia da testimonio del amor de Jesucristo por ti y para que él sea tu Señor y Salvador. Escucha y atiende siempre la voz de Dios y tendrás una vida dichosa y abundante.
5. Oración: (Estando de rodillas la quinceañera)
Eterno Dios en este día nos unimos a la gratitud de (nombre de la quinceañera), de sus padres, (y hermanos), en virtud que le has concedido llegar a cumplir Quince años de vida, y a la vez la encomendamos en tus manos para que guíes su vida, por medio de tu Palabra y de tu Espíritu Santo, por los caminos justos y verdaderos. Así también le libres de tentaciones del mundo que acechan cada día a los creyentes. Porque habrá momentos difíciles y complicados. De tal manera que en todo tiempo ella de testimonio de ti. Da sabiduría a sus padres para que sepan dirigirla y aconsejarla en todo tiempo, cuidando así de esta preciosa herencia que le has dado, en el nombre de Jesucristo, nuestro Señor y Salvador. Amén
6. Himno y/o bendición final: "Que el Dios de paz, que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, los capacite para toda buena obra, para que hagan su voluntad, y haga en ustedes lo que a él le agrada, por medio de Jesucristo. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén."15 14. Versión sugerida: Reina-Valera Contemporánea 15. Hebreos 13:20-21 RVC.
5. Formas litúrgicas para la ceremonia nupcial Disposiciones generales: • El novio se sentará a la derecha de la novia. También podrán sentarse el uno frente al otro.
• Se deben disponer las condiciones para que los novios puedan estar de pie, sentarse y arrodillarse sin dificultad cuando se indique. • Cuidar que los novios tengan el orden de culto impreso, Biblia e himnario, si es el caso. • Orientar con anticipación a la familia en cuanto a los obsequios que se entregarán en la ceremonia (arras, lazo, velas, etc.), para cuidar que no incluyan símbolos propios de otras tradiciones. • Se les puede entregar a los novios y demás participantes con anticipación tarjetas con los textos que deben decir. • Es recomendable que los novios y demás participantes ensayen la ceremonia por lo menos una vez para familiarizarse con los diversos actos. • Orientar a las personas que toman fotos o video para que no oculten la ceremonia de los congregantes.
5.1 Ceremonia nupcial Modelo I (Extendido y Contemporáneo) Palabras Introductorias Estamos ante la presencia de Dios y de su pueblo escogido matrimonial entre (Nombre del novio) y (Nombre de la novia)
16
para celebrar el enlace
El matrimonio es una institución que Dios estableció desde el Edén para el bienestar humano, como dice el Señor en Génesis 2: 18, "No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él."17 Y con este propósito, Dios dispuso cómo debía constituirse el matrimonio: "Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán un solo ser. 18 Esta disposición es confirmada por el Señor Jesucristo primero 19 y por los apóstoles después20 en el Nuevo Testamento. Es un pacto de amor que un hombre y una mujer hacen ante Dios comprometiéndose a compartir con fidelidad sus intereses y sus alegrías, sus retos y sus esperanzas. Exige por parte de los contrayentes amor mutuo, abnegación y confianza que pueden superar toda prueba. Les exhorto que al entrar en esta santa relación, busquen juntos el favor de nuestro Dios y su bendición. Escuchen lo que dice la Biblia acerca de los deberes que corresponden a los esposos: "Ustedes, las casadas, honren a sus propios esposos, como honran al Señor; porque el esposo es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así como la iglesia honra a Cristo, así también las casadas deben honrar a sus esposos en todo. Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla... Así también los esposos deben amar a sus esposas como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa, se ama a sí mismo… Por lo demás, cada uno de ustedes ame también a su esposa como a sí mismo; y ustedes, las esposas, honren a sus esposos.21 "Ustedes las esposas, respeten a sus esposos, como conviene en I Señor. Ustedes los esposos, amen a sus esposas, y no las traten con dureza.”22 Estimados (Nombre del novio) y (Nombre de la novia) busquen siempre cumplir con todo lo que nuestro Dios indica por medio de su Palabra escrita, y tendrán asegurada su dicha conyugal, y honrarán a Dios, a sí mismos y el uno al otro.
Preguntas iniciales Ministro: ¿Quién entrega a esta mujer para que se case con este varón?23 Padre de la novia: Su madre y yo la entregamos: "El Señor añadirá sus bendiciones sobre ustedes y sobre sus hijos. ¡Benditos sean ustedes por el Señor, creador del cielo y de la tierra!24
Ministro (al novio): (Nombre del novio), ¿quieres recibir a (Nombre de la novia) como tu legítima esposa, y vivir con ella en santo estado del matrimonio conforme a lo ordenado por Dios? Novio: Sí quiero. Ministro: ¿La honrarás y amarás con amor verdadero? Novio: Sí. Ministro: ¿La consolarás y cuidarás de ella en tiempo de enfermedad y de salud? Novio: Sí. Ministro: ¿Estás dispuesto a compartir con ella tanto los tiempos de dicha como de dificultad y te conservarás solamente para ella mientras los dos vivan? Novio: Así lo haré. Ministro (a la novia): (Nombre de la novia), ¿quieres recibir a (Nombre del novio) como tu marido y esposo, y vivir con él en el santo estado del matrimonio conforme a lo ordenado por Dios? Novia: Sí quiero. Ministro: ¿Lo honrarás y lo amarás con amor verdadero? Novia: Sí. Ministro: ¿Lo respetarás y cuidarás de él en tiempo de enfermedad y de salud? Novia: Sí. Ministro: ¿Estás dispuesta a compartir con él tanto los tiempos de dicha como de dificultad y te conservarás solamente para él mientras los dos vivan? Novia: Así lo haré.
Pronunciamiento de votos Ministro: Si así están dispuestos a hacerlo, pronuncien por favor sus votos. 25 Novio: Yo, (Nombre del novio), te recibo a ti, (Nombre de la novia), con gratitud, para que seas mi esposa en esta vida. "Te grabaré como un sello sobre mi corazón, te llevaré como una marca sobre mi brazo... Como llama divina es el fuego de mi amor por ti. Ni las muchas aguas pueden apagarlo, ni los ríos pueden extinguirlo."26 Con la ayuda de Dios, prometo amarte y honrarte, sean días de alegría o de dolor, haya prosperidad o escasez, seas sana o enferma, te acompañaré y protegeré; te ayudaré y me gozaré contigo, hasta que la muerte nos separe. De hacerlo así, te empeño mi palabra, mi amor y mi fe.
Novia: Yo, (Nombre de la novia), te recibo a ti, (Nombre del novio), con gratitud, para que seas mi esposo en esta vida. "No me pidas que te deje y me aparte de ti. A dondequiera que tú vayas, iré yo; dondequiera que tú vivas, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios."27 Con la ayuda del Señor, prometo amarte y honrarte, sean días de alegría o de dolor, haya prosperidad o escasez, seas sano o enfermo. Te acompañaré y cuidaré; te ayudaré y me gozaré contigo, hasta que la muerte nos separe. De hacerlo así, te empeño mi palabra, mi amor y mi fe. 28 Ministro: Estos votos son un gran compromiso, un pacto de amor. Se han comprometido a vivir el uno para el otro y compartir sus vidas, y por toda la vida. Lo han pactado en presencia de Dios y en presencia de su familia, hermanos y amigos como testigos.
Entrega de Anillos Ministro: ¿Qué prenda dan ustedes de que cumplirán fielmente con sus votos? (Las personas que dan los anillos se acercan a entregarlos al Ministro, pudiendo pronunciar las siguientes palabras: (Nombre del novio) (Nombre de la novia) estos anillos se ofrecen como prenda de su compromiso. El oro simboliza la pureza y durabilidad que les deseamos en su matrimonio. El círculo en su dedo anular les recordará que su amor mutuo debe ser interminable, y así será con la ayuda y el favor de Dios.) Novio (Recibe el anillo del Ministro y al colocarlo en el dedo anular izquierdo de la novia dirá): Con este anillo te desposo, uniendo contigo mi corazón y mi vida, como prenda de mi fe constante y de mi amor duradero. Novia (Recibe el anillo del Ministro y al colocarlo en el dedo anular izquierdo del novio dirá): Con este anillo te desposo, uniendo contigo mi corazón y mi vida, como prenda de mi fe constante y de mi amor duradero.
Entrega de Arras Ministro: ¿Qué prenda dan ustedes que sostendrán dignamente su matrimonio y hogar? (Las personas que dan las arras se acercan a entregarlas al Ministro, pudiendo pronunciar las siguientes palabras: (Nombre del novio) (Nombre de la novia), estas arras representan el sostenimiento económico en su matrimonio. Que Dios les dé sabiduría para hacer crecer sus bendiciones materiales y que sean buenos mayordomos de la provisión diaria. - El Ministro da las arras al esposo el cual las derramará sobre las manos de la esposa). Ministro: Proverbios 3:9 dice: "Honra al Señor con tus bienes y con las primicias de tus cosechas "29 Recuerden que: "La bendición del Señor es un tesoro; nunca viene acompañada de tristeza.”30
Entrega del Ramo Ministro: Ahora, reciban un obsequio especial que les recuerde que Dios debe alimentar su amor para que crezca. (La persona que entrega el ramo se acerca para entregarlo a la novia, pudiendo pronunciar las siguientes palabras: (Nombre del novio) (Nombre de la novia), estas flores representan la vitalidad y la belleza que deseamos ver en su amor. Que su amor siempre reverdezca ante los tiempos difíciles y florezca alimentado por su paciencia y cuidados con la ayuda de Dios.) Ministro: "Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro.31
Entrega de la Biblia Ministro: Reciban ahora un obsequio muy importante, que les recordará que Dios les amó primero y les llama a obedecerle para tener dicha verdadera. (La persona que entrega el ramo se acerca para entregarla a los novios, pudiendo pronunciar las siguientes palabras: (Nombre del novio), (Nombre de la novia), la Biblia es la Palabra poderosa de Dios que iluminará su camino. Léanla cada día, mediten en ella siempre, pues en ella encuentran el camino de la vida eterna y el consejo oportuno que Dios tiene para ustedes.) Ministro: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto.”32
Oración y lazo Ministro: Oremos para que el nuestro Dios y Señor bendiga y consolide este matrimonio.
(Los novios se ponen de rodillas, se acercan las personas que entregan el lazo y al colocarlo pueden pronunciar estas palabras: (Nombre del novio) (Nombre de la novia), que la fuerza del amor de Dios una estrechamente su matrimonio. Como ahora los une este lazo, que así se mantengan unidos siempre, perdonándose, reconciliándose y comunicándose de la mejor manera siempre.) Ministro: Dios eterno, Creador y conservador del género humano, dador de toda gracia espiritual, envía tu bendición sobre este hombre y esta mujer a fin de que: como Isaac y Rebeca vivieron lealmente el uno para el otro, así ellos también cumplan con toda fidelidad y amor los votos que acaban de hacerse. Concédeles, si es tu voluntad, una vida de bienaventuranza sobre la tierra; que aprendan en su vida lo que significa: “La bendición de Señor es la que enriquece y no añade tristeza con ella”33, que sus días tristes sean pasajeros y sean consolados con la fortaleza del Espíritu Santo. Que sus días alegres sean santificados con la presencia de Cristo. Que su pan espiritual sea tu Palabra Santa. Así te lo pedimos en el nombre de Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro. Amén.
Declaración final y bendición Ministro: (uniendo las manos de los contrayentes) “Lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”34 - Por cuanto (Nombre del novio) y (Nombre de la novia) , consienten en su santo matrimonio, y lo han testificado delante de Dios y de esta familia, hermanos y amigos, y para este fin han empeñado su palabra y fe, y lo han declarado también así por la unión de las manos y por la donación y recepción de anillos, yo los declaro esposo y esposa, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Bendición Aarónica: Ahora, mis amados hermanos, “Que Jehová les bendiga y les guarde, Jehová haga resplandecer su rostro sobre ustedes y tenga misericordia de ustedes. Jehová alce sobre ustedes su rostro y ponga en ustedes paz. Amén”35 Ministro: (opcional) Estimados hermanos, les presento a la familia (apellido del esposo) (apellido de la esposa) 26. Adaptado de Cantares 8:6-7 NVI / 27. Rut 1:16 RVC 28. Opcional: Si cada una ha encendido vela, con ambos fuegos encenderán una tercera vela que representa la unión de sus vidas, y apagarán las velas individuales; en ese momento pueden ir cada uno con sus padres y les entregaran las velas apagadas. Todo esto puede realizarse mientras se escucha una participación musical. /29. RVC. /30. Proverbios 10:27 RVC. / 31. Isaías 35:23 / 32. 2 Timoteo 3:16 NTV 33. Proverbios 3:22 /34. Marcos 10:9 /35. Números 6:24-26
5.2. Ceremonia nupcial Modelo ll (Sintético y Tradicional) Palabras Introductorias Hermanos y amigos, nos hemos reunido en este lugar, ante la presencia de nuestro Dios todopoderoso, para darle gracias e implorar su bendición en la unión matrimonial de (Nombre del novio) y (Nombre de la novia). Ellos entran en esta santa institución establecida por Dios para la ayuda mutua, para la multiplicación del género humano, para el crecimiento de la iglesia y para prevención de la impureza.36 La Biblia dice que: “El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová.”37 Por ello, les decimos en el nombre del Señor que al encontrarse el uno al otro para compartir su amor, han encontrado un camino de bendición por el que caminarán juntos de aquí en adelante.
Acto de entrega de la novia38 Ministro: ¿Quién entrega a esta mujer para que se case con este varón? Padre de la novia: Su madre y yo la entregamos.
Exhortación bíblica (Nombre del novio) y (Nombre de la novia), ustedes vienen ante Dios y ante estos testigos para confirmar su unión con los lazos indisolubles del matrimonio cristiano. El Señor Jesucristo ha establecido lo siguiente sobre este enlace trascendental: “Por esto dejará el
hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.”39 Escuchen con atención las siguientes instrucciones de la Palabra de Dios para guiar su matrimonio: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.” 40 “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor.”41 “Los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.”42 “Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.”43 “Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas." 44 “Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.”45 Amén.
Votos nupciales Ministro: (Nombre del novio), te pregunto delante de Dios y estos testigos, ¿quieres tomar a (Nombre de la novia) para vivir con ella en el santo estado del matrimonio? Novio: Sí quiero. Ministro: ¿Prometes amarla, cuidarla, honrarla y conservarte solamente para ella mientras los dos vivan? Novio: Sí prometo. Ministro: (Nombre de la novia) te pregunto delante de Dios y estos testigos, ¿quieres tomar a (Nombre del novio) para vivir con él en el santo estado del matrimonio? Ministro: ¿Prometes amarlo, cuidarlo, honrarlo y conservarte solamente para él mientras los dos vivan? Novia: Sí prometo. Ministro: Pronuncien por favor sus votos. Novio: Yo, (Nombre del novio) te recibo a ti, (Nombre de la novia), para ser mi esposa en esta vida. Prometo amarte y cuidarte desde ahora en adelante, así mejore o empeore tu situación, seas más rica o más pobre, sana o enferma, hasta que la muerte nos separe, según lo establecido por Dios. Con su ayuda, te empeño mi palabra y mi fe que así lo haré. Novia: Yo, (Nombre de la novia), te recibo a ti, (Nombre del novio), para ser mi esposo en esta vida. Prometo amarte y honrarte desde ahora en adelante, así mejore o empeore tu
situación, seas más rico o más pobre, sano o enfermo, hasta que la muerte nos separe, según lo establecido por Dios. Con su ayuda, te empeño mi palabra y mi fe que así lo haré.
Entrega de anillos Ministro: ¿Qué prenda entregan como testimonio que cumplirán con fidelidad sus votos? (La persona designada o el novio entrega al ministro los anillos). Novio: (Coloca el anillo en el dedo anular izquierdo de la novia y dice:) Con este anillo te desposo, uniendo contigo mi corazón y mi vida. Amén. Novia: (Coloca el anillo en el dedo anular izquierdo del novio y dice:) Con este anillo queda unido mi corazón y mi vida a ti. Amén. Ministro: Los anillos representan el compromiso permanente de su amor, que con la ayuda de Dios cada día se pondrá a prueba y crecerá.
Entrega de arras Ministro: (Nombre del novio), ¿prometes proveer y sostener dignamente a tu esposa todos los días? Novio: Sí, lo prometo. Ministro: ¿Qué prenda das que cumplirás esta promesa? (La persona designada o el novio entrega al ministro las arras). Ministro: (Mientras el novio derrama las arras en las manos de la novia dice:) “Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera. Su descendencia será poderosa en la tierra; La generación de los rectos será bendita. Bienes y riquezas hay en su casa, Y su justicia permanece para siempre.”46
Entrega de la Biblia Ministro: (Recibe la Biblia de la persona designada y se dirige a los novios:) Estimados contrayentes, el obsequio más importante para ustedes hoy es un ejemplar especial de la Biblia, que es la Palabra de Dios. Por medio de ella aprenderán sobre el verdadero y único amor que Dios no ha dado en Jesucristo, serán llenos de la sabiduría del Señor y serán fortalecidos en su vida y en su unión. Léanla, mediten en ella cada día, y obedézcanla; y así será su luz y su alimento en todo tiempo. (Entrega la Biblia a los novios).
Consagración (Los contrayentes se ponen de rodillas, mientras las personas designadas les colocan el lazo el ministro dice:) “Dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.”47
Oración: Dios nuestro, dador de toda gracia, creador y sustentador de todo lo que existe: Imploramos ahora tu bendición sobre el matrimonio de (Nombre del novio) y (Nombre de la novia). Que el hogar que el día de hoy se está conformando sea objeto de tus ricas y abundantes bendiciones, y que también sean corregidos y dirigidos por tu amorosa Palabra. Que tu Espíritu cada día les ayude y les llene de sabiduría para que su determinación diaria sea el cumplir con estas promesas que hoy se han hecho. A tu gracia los encomendamos y en tu nombre oramos. Amén.
Declaración y bendición (Puestos de pie los contrayentes y uniendo sus manos el ministro dirá:) Por cuanto (Nombre del novio) y (Nombre de la novia) han consentido unirse en santo matrimonio y han empeñado su palabra y fe ante Dios y ante estos testigos, yo, como ministro de Jesucristo los declaro: esposo y esposa, con todos los deberes y privilegios que la Palabra de Dios otorga. En el nombre de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.
Bendición Aarónica: Ahora, mis amados hermanos, "Que Jehová les bendiga y les guarde, Jehová haga resplandecer su rostro sobre ustedes y tenga misericordia de ustedes. Jehová alce sobre ustedes su rostro y ponga en ustedes paz. Amén"48 Ministro: (opcional) Estimados hermanos, les presento a la familia (apellido del esposo) (apellido de la esposa) 36. Confesión de fe de Westminster, Cap. XXIV, Inc. B /37. Proverbios 18:22 38. Este acto se omite en caso de ausencia del padre, o cuando por alguna razón no pueda expresarse entrega 39. Marcos 10:7-9 / 40. Efesios 5:25 / 41. Efesios 5:28 / 43. Colosenses 3:18 / 45. Efesios 5:33. / 46. Salmo 112:1-3 / 47. Marcos 10_7-9 48. Números 6:24-26
6. Forma litúrgica para renovación de votos por las bodas de plata (o de oro) Palabras iniciales Estimados hermanos y amigos, nos hemos reunido en esta ocasión especial para agradecer a nuestro Dios todopoderoso por los 25 (o 50) años que cumple el matrimonio de (Nombre del esposo) y (Nombre de la esposa), y para ser testigos de la renovación de sus votos nupciales. Ellos son un testimonio vivo que, como dice la Palabra de Dios: “Las muchas aguas no podrán pagar el amor, Ni lo ahogarán los ríos.”49 En estos 25 (0 50) años de matrimonio, ellos pueden contar sus momentos de alegría como sus momentos de tristeza; han tenido sin duda horas de luz como también de sombras; han tenido abundancia como también carencias. Y aun con estos altibajos y vaivenes en sus vidas, Dios les ha mantenido firmes en su unión, les ha iluminado con su Palabra y han sido perfeccionados en su carácter. También han experimentado las profundidades del amor divino
(opcional lo siguiente: que se ha plasmado en especial en la ida de su(s) hijo(s), (Nombre de los hijos) Todo esto nos demuestra que la permanencia del amor conyugal es posible y sigue vigente, de acuerdo con la bendición del Señor su ayuda. Renovación de votos (Nombre del esposo) y (Nombre de la esposa) hace 25 0 50) años hicieron un pacto de amor que se mantiene. Ahora, ellos vienen delante del Señor y de todos nosotros como testigos para renovar sus votos que se hicieron en aquel tiempo. Por ello, es mi deber como ministro de Jesucristo preguntarles lo siguiente: ¿Quieren ustedes reafirmar sus votos nupciales, renovando así ese pacto de amor que les ha mantenido unidos ante Dios? Esposos: Sí queremos. Ministro: Si es así, por favor exprésenlo con sus propias palabras. Esposo: Amada (Nombre de la esposa), hace 25 (0 50 años) me comprometí contigo ante Dios. Y ahora es mi deseo seguir compartiendo contigo las dichas, las pruebas y las bendiciones de nuestro matrimonio. Por eso, te prometo nuevamente que te amaré, te cuidaré, te ayudaré y me gozaré contigo hasta que la muerte nos separe. Con la ayuda de Dios, te empeño mi palabra y mi fe. Esposa: Amado (Nombre del esposo), yo también te confirmo que es mi deseo seguir a tu lado, compartiendo las alegrías, las pruebas y las bendiciones de nuestro matrimonio. Te prometo nuevamente que te amaré, te cuidaré, te honraré y me gozaré contigo hasta que la muerte nos separe. Con la ayuda de Dios, te empeño mi palabra y mi fe.
Entrega de anillos50 Ministro: Aunque estas palabras son prueba suficiente de su amor comprometido, ellos se entregarán y recibirán los anillos especiales, como un signo visible y permanente de la renovación de sus votos. (La persona designada o el novio entrega al ministro los anillos). Esposo: (Coloca el anillo en el dedo anular izquierdo de la esposa y dice:) Amada esposa, con este anillo hoy reafirmo y extiendo mi promesa de ser tuyo solamente por los años venideros, manteniendo unido a ti mi corazón y mi vida. Amén. Esposa: (Coloca el anillo en el dedo anular izquierdo del esposo y dice:) Amado esposo, con este anillo hoy reafirmo y extiendo mi promesa de ser tuya solamente por los años venideros, manteniendo unido a ti mi corazón y mi vida. Amén.
Consagración y bendición
Ministro: El amor “Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser.”51 Roguemos a Dios su cuidado protector y sus bendiciones en este matrimonio y en esta familia. (Si es posible, los esposos se ponen de rodillas; si hay hijos pueden acercarse también). Dios de amor y paz perfectos, estamos agradecidos por ver esta prueba de tu bendición en la vida de (Nombre del esposo) y (Nombre de la esposa) [y de su(s) hijo(s)]. Gracias porque al cumplir 25 (o 50) años en su matrimonio, les has llenado de tu amor y de tu gracia para renovar sus votos conyugales. Ayúdales y guíales en los años que aún dispones para ellos. Que las riquezas de tu gracia les sean derramadas cada día y que tu Palabra sea en su hogar la lumbrera que alumbre permanentemente. Oramos en tu nombre que es sobre todo nombre, Amén. (Si es posible, se incluye aquí una participación especial o la entrega de un obsequio a los esposos)
Bendición Aarónica: Ahora, mis amados hermanos, “Que Jehová les bendiga y les guarde, Jehová haga resplandecer su rostro sobre ustedes y tenga misericordia de ustedes. Jehová alce sobre ustedes su rostro y ponga en ustedes paz. Amén.”52 49. Cantares 8:7ª / 50. Acto opcional. Si o hay anillos puede haber un himno o la entrega de otro obsequio en este espacio. / 51. 1 Corintios 13:7-8ª / 52. Números 6:24-26
7. Forma litúrgica para cultos fúnebres Disposiciones generales: •
Se recomienda organizar un culto breve, que sea significativo a los familiares y visitantes, con los cantos y lecturas bíblicas impresas. • El ministro o anciano debe estar informado de la condición espiritual de la persona fallecida a fin de dirigirse con propiedad, enfocándose al consuelo y evangelización de la familia y acompañantes. • Si se considera oportuno, puede darse un espacio para testimonios breves sobre la vida del hermano/a fallecido/a. • Las siguientes son palabras que pueden leerse antes de ser retirado el féretro del lugar o bien en el cementerio.
Lecturas bíblicas: “Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; Mas la palabra del Señor permanece para siempre.” (l P. 1:24-25b) “De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo.” (Jn. 5:25-26) “Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.” (Job 19:25-27) “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?... Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.” (l Co. 15:5155, 57) “Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.” (Ap. 21:3-6)
Oración con los familiares (De ser posible, reunir a la familia cercana alrededor o cerca del féretro, para dirigirles una palabra especial de consuelo y exhortación de acuerdo a las condiciones. Puede seguirse la siguiente guía:) Estimada familia, Dios ha dispuesto llamar a su presencia a este ser amado. Ha cumplido sus propósitos con él/ella en esta vida. Por lo tanto les encomendamos buscar el consuelo y la fortaleza en su ayuda mutua, en sus hermanos en la fe y en el amor de nuestro Dios. Debemos despedirnos de él/ella ahora, atesorar nuestros recuerdos y dejar que el Señor conforte nuestro corazón. Si ustedes tienen asuntos pendientes por resolver en cuanto a bienes materiales, les exhorto a hacerlo con buena comunicación, fraternidad y respeto mutuo, honrando así la memoria de su ser amado. Oremos buscando el consuelo y fortaleza del Señor.
Dios de la vida, de paz y de amor, honramos tu nombre con gratitud, porque has llamado a tu presencia a nuestro hermano/a ______________, y lo has librado de las angustias y sufrimientos de este mundo. Rogamos ahora por el consuelo y fortaleza de esta familia, para que llenes de paz su corazón. Que recuerden siempre que eres: "Padre de huérfanos y defensor de viudas. que haces habitar en familia a los desamparados" (Salmo 68:5-6). Guíales con la luz de tu Espíritu y levántales con tu poder. Amén.
Palabras finales y oración “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos” (2 Co. 5:1) (Se es posible, el ministro echa un puñado de tierra sobre el ataúd diciendo alguna de las siguientes fórmulas:) Opción l: Por cuanto le plació al Dios todopoderoso en su sabia providencia separar de este mundo esta alma, nosotros encomendamos su cuerpo a la tierra; tierra a la tierra, ceniza a la ceniza, polvo al polvo, con la esperanza segura y cierta de la resurrección a la vida eterna de todos los que ahora duermen. Opción 2: Soberano Dios, en tu grande misericordia has llamado a tu hijo(a) para morar contigo. Hoy entregamos su cuerpo dando tierra a la tierra, polvo al polvo; esperando la resurrección general para la vida eterna con nuestro Señor Jesucristo, el que cambiará este cuerpo corruptible en uno incorruptible, para la alabanza de su gloria. Amén Oración: Señor nuestro: "Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría" (Sal. 90:12). Te agradecemos por la vida de este hijo/a tuyo/a que has querido llamar a tu presencia. Entregamos este cuerpo a la tierra para que en el día de la resurrección lo levantes, como dice tu Palabra, conforme a tu voluntad para vivir eternamente en tu Santo reino. Amén. Concluir el acto con un himno y con el Salmo 23.
8. Forma litúrgica para ordenación e instalación de ancianos Seguir el orden indicado en el artículo correspondiente del Manual de procedimientos de la INPM.
Acto de ordenación 1. Si lo hay, el secretario del Consistorio, si no, el ministro de relaciones o de recursos del Presbiterio leerá los antecedentes de la elección de los ancianos, informando también la conclusión satisfactoria del proceso de preparación establecido por el Consistorio o el Presbiterio. 2. Lectura del acuerdo consistorial o presbiterial para proceder a la ordenación.
3. Leer algunos de los artículos del Manual de procedimientos que describen las funciones de los Ancianos. 4. Preguntas a los ancianos electos: Amado(s) hermano(s), considerando esta alta responsabilidad para la cual el Señor le(s) ha llamado como representante(s) de la INP ________________, por favor conteste(n) afirmativamente las siguientes preguntas: (l) ¿Creen que las Escrituras del A.T. y N. T. son la palabra de Dios y la única regla infalible de fe y práctica? (2) ¿Reciben y adoptan sinceramente los símbolos doctrinales de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México como el sistema de doctrinas enseñado en las Sagradas Escrituras? (3) ¿Prometen obedecer el gobierno, la disciplina, y la liturgia de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, representada en esta iglesia de la que son miembros en plena comunión? (4) ¿Prometen estudiar la Palabra de Dios y aplicarla en su vida para conservar la paz, la unidad y la pureza de la iglesia así como para servir cada día mejor a Jesucristo y a su pueblo escogido? (5) ¿Aceptan el ministerio de anciano de la iglesia y protestan cumplir fielmente con todos los deberes del mismo? 5. Oración de ordenación (Los ancianos electos se pondrán de rodillas, el ministro y los ancianos presentes procederán a la ordenación e imposición de manos). Señor todopoderoso, dueño de la iglesia, que has apartado en tu soberanía a estos tus siervos para representar, guiar y cuidar a tu pueblo: Te rogamos que los habilites y los guíes por medio de tu Espíritu Santo, que sean llenos de tu poder y de tu gracia para ser idóneos en el cumplimiento de sus deberes. Concédeles gozar del favor de tu pueblo y que tengan influencia de bendición sobre él. Que tengan sabiduría para decidir, para aconsejar y para gobernar. Infunde en todos ellos una idea adecuada de las responsabilidades y oportunidades que corresponden a su sagrado puesto, y hazlos fieles hasta la muerte y cuando fuere manifestado al fin el gran Pastor del reba¨ño, les sea concedida la corona incorruptible de gloria. Amén. 6. Felicitaciones y entrega de los certificados de ordenación.
Acto de instalación
(En este acto participan, además de los ancianos recién ordenados, aquellos que han sido reelectos para un nuevo periodo de tres años en funciones, según lo establecido en los artículos correspondientes del Manual de procedimientos; en el caso de la organización de una nueva iglesia, se recomienda leer después de la oración de ordenación solamente la declaración y los encargos, para que tanto oficiales como miembros tomen parte en el acto de organización) 1. Si corresponde, el secretario del Consistorio leerá el acuerdo tomado en la reunión congregacional donde fue reelecto el o los ancianos. 2. Preguntas a los ancianos ordenados: Estimados hermanos, favor de contestar afirmativamente las siguientes preguntas: (1) ¿Están dispuestos fungir por un periodo de tres años como Ancianos en funciones de la Iglesia Nacional Presbiteriana ______________a partir de esta fecha? (2) ¿Prometen, con la ayuda de Dios, vivir en integridad, conforme a la Palabra de Dios, para guiar siempre con su ejemplo y la autoridad de la Palabra para edificación de la iglesia y en todo lugar donde se encuentren? (3) ¿Prometen estudiar la jurisprudencia de la iglesia y los principios bíblicos sobre el liderazgo cristiano, promoverlos y poner ejemplo de ellos a la Iglesia Nacional Presbiteriana___________? 3. Preguntas a la iglesia local: Amada Iglesia Nacional Presbiteriana de México favor de responder afirmativamente a las siguientes preguntas: (1) ¿Prometen reconocer y respaldar a estos hermanos en su oficio como Ancianos de esta iglesia? (2) ¿Prometen honrarlos y prestarles respeto en el Señor en virtud de su oficio conforme a la Palabra de Dios y a la Constitución de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México? 4. Declaración: Por la autoridad del Señor Jesucristo y según las normas constitucionales de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, declaramos que, habiendo sido ordenados debidamente el(los) hermano(s) ___________________ al ministerio de anciano de la iglesia, ahora los instalamos formalmente para servir por un periodo de tres años en esta Iglesia. 5. Encargos: Estimados hermanos y consiervos, les encomendamos que guarden fielmente los votos de su ordenación y que desempeñen con sabiduría y devoción los deberes de su ministerio. “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo
señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria” (1 P. 5:2-4). Amén. 6. Oración.
9. Forma litúrgica para ordenación e instalación de diáconos Seguir el orden indicado en el Manual de procedimientos de la Iglesia nacional presbiteriana de México.
Acto de ordenación l. Si lo hay, el secretario del Consistorio, si no, el ministro de relaciones o de recursos del Presbiterio leerá los antecedentes de la elección de los diáconos, informando también la
conclusión satisfactoria del proceso de preparación establecido por el Consistorio o el Presbiterio. 2. Lectura del acuerdo consistorial o presbiterial para proceder a la ordenación. 3. Leer algunos de los artículos del Manual de procedimientos que describen las funciones de los Diáconos. 4. Preguntas a los diáconos electos: Amado(s) hermano(s), considerando esta responsabilidad para la cual el Señor le(s) ha llamado como diácono(s) de la INP _______________ por favor conteste(n) afirmativamente las siguientes preguntas: (l) ¿Creen que las Escrituras del A.T. y N. T. son la palabra de Dios y la única regla infalible de fe y práctica? (2) ¿Reciben y adoptan sinceramente los símbolos doctrinales de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México como el sistema de doctrinas enseñado en las Sagradas Escrituras?
(3) ¿Prometen obedecer el gobierno, la disciplina, y la liturgia de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, representada en esta iglesia de la que son miembros en plena comunión? (4) ¿Prometen estudiar la Palabra de Dios y aplicarla en su vida para conservar la paz, la unidad y la pureza de la iglesia así como para servir cada día mejor a Jesucristo y a su pueblo escogido? (5) ¿Aceptan el ministerio de diácono de la iglesia y protestan cumplir fielmente con todos los deberes del mismo? 5. Oración de ordenación (Los diáconos electos se pondrán de rodillas, el pastor y los ancianos presentes procederán a la ordenación e imposición de manos). Señor Todopoderoso, dueño de la iglesia, que has apartado a estos siervos para este ministerio, te rogamos que los tomes en tus manos, que tu Espíritu Santo los inspire y los llene de tu poder y de tu gracia. Que los dones que les has dado sean eficaces no para su propia gloria, sino para glorificar tu nombre y engrandecer tu Reino. Concédeles que gocen del favor de tu pueblo y que su influencia sea de bendición para la Iglesia Nacional Presbiteriana _________________, siendo testimonio de tu amor, administrando fielmente los recursos que se les encomiendan, cumpliendo con responsabilidad todo lo que les venga a la mano por hacer. Los ponemos en tus manos en el nombre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, Amén.
6. Felicitaciones y entrega de los certificados de ordenación.
Acto de instalación (En este acto participan además de los diáconos recién ordenados, aquellos que han sido reelectos para un nuevo periodo tres años en funciones, según lo establecido en los artículos respondientes del Manual de procedimientos; en el caso de la organización de una nueva iglesia, se recomienda leer después de oración de ordenación solamente la declaración y los encargos, para que tanto oficiales como miembros tomen parte en el acto de organización) 1. Si corresponde, el secretario del Consistorio leerá el acuerdo tomado en la reunión congregacional donde fue reelecto el o los diáconos. 2. Preguntas a los diáconos ordenados: Estimados hermanos, favor de contestar afirmativamente las siguientes preguntas: (l) ¿Están dispuestos a tomar parte por un periodo de tres años como Diáconos de la Iglesia Nacional Presbiteriana ________________ a partir de esta fecha? (2) ¿Prometen, con la ayuda de Dios, vivir en integridad, conforme a la Palabra de Dios, para ser siempre instrumentos para edificación de esta iglesia y en todo lugar donde se encuentren? (3) ¿Prometen someterse gustosamente al gobierno de esta iglesia y representarla con fidelidad para administrar sus interese materiales? (4) ¿Prometen estudiar los principios bíblicos sobre la mayordomía cristiana, promoverlos y poner ejemplo de ellos a la Iglesia Nacional Presbiteriana_________________? 3. Preguntas a la iglesia local: Amada Iglesia Nacional Presbiteriana de México _______________ favor de responder afirmativamente a las siguientes preguntas: (l) ¿Prometen reconocer y ayudar a estos hermanos en su oficio como diáconos de esta iglesia? (2) ¿Prometen honrarlos y prestarles respeto en el Señor en virtud de su oficio conforme a la Palabra de Dios y a la Constitución de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México? 4. Declaración: Por la autoridad del Señor Jesucristo y según las normas constitucionales de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, declaramos que, habiendo sido ordenados debidamente el(los) hermano(s) ______________________ al ministerio de diácono(s) de la iglesia, ahora lo(s) instalamos formalmente para servir por un periodo de tres años en esta Iglesia. 5. Encargos:
Estimados hermanos, les encomendamos que guarden fielmente los votos de su ordenación y que desempeñen con sabiduría y devoción los deberes de su ministerio como diáconos. El Señor Jesús promete: "Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará" (Jn. 12:26); "Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel" (l Co. 4:2); "Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís" (Col. 3:23-24). Amén. 6. Oración.
10. Forma litúrgica para la recepción de un Candidato al ministerio pastoral Seguir los lineamientos indicados en el Manual de procedimientos de la INPM.
Acto de recepción Una vez leído el dictamen correspondiente, el Presbiterio recibirá bajo su cuidado al Candidato a ministerio pastoral y le dirigirá las siguientes preguntas: (1) ¿Prometes, confiando en la gracia de Dios conservar tu carácter cristiano y ser diligente y fiel al Señor y a su Iglesia mientras realizas tu preparación completa para el ministerio pastoral? R. Sí, prometo con la ayuda de Dios. (2) Con la ayuda del Señor, ¿prometes esforzarte al máximo para ser un buen estudiante, serio y responsable en la realización de tus estudios en el Seminario? R. Sí, prometo con la ayuda de Dios. (3) ¿Prometes someterte a la vigilancia, orientación y consejo del Presbiterio en todo lo que se relaciona con tu preparación académica para el ministerio? R. Sí, prometo. (4) ¿Prometes cuidar tu relación personal con Dios, mediante la lectura de la Biblia y la práctica constante de la oración? R. Sí, prometo. (5) ¿Prometes ser fiel a la Iglesia Nacional Presbiteriana de México A.R., y al Presbiterio ________________? R. Sí, prometo. (6) ¿Prometes cultivar buenas relaciones con tus compañeros y estrecharlas de la mejor manera posible en el tiempo de tu preparación académica? R. Sí, prometo. Declaración: Por la autoridad del Señor Jesucristo, Jefe y Cabeza de la Iglesia, y con la representación del Presbiterio ________________ declaramos que este día del mes de ________del año de gracia _____________ el hermano _______________ queda recibido como Candidato al ministerio pastoral de este Presbiterio y bajo su cuidado espiritual. Amén. (El secretario del Presbiterio pasará lista al Candidato recibido, concluyendo el acto con una oración y con palabras de bienvenida).
11. Forma litúrgica para otorgar la Licencia para predicar Seguir los lineamientos indicados en el Manual de procedimientos de la INPM.
Una vez leído el acuerdo tomado por el Presbiterio, el presidente hará la declaración correspondiente en los términos siguientes: Declaración: Estimado hermano __________________, en representación del H. Presbiterio _______________________ hemos quedado satisfechos del examen de licenciamiento que usted sustentó ante este cuerpo por conducto del Ministerio de Educación. Por ello mismo, y en nombre de este cuerpo presbiterial, declaramos que usted queda debidamente autorizado y respaldado para predicar el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, confiando en que él mismo le fortalecerá a través de su Espíritu para el logro de ese fin, otorgándole el nombramiento de: LICENCIADO PREDICADOR Recomendando a las Iglesias del Presbiterio para que usen su ministerio de la mejor manera posible, gratificándole en todo lo que sea necesario, y que todo sea para la gloria de Dios y la edificación de la Iglesia y la extensión del reino de Dios. Amén. (El Licenciado predicador recibirá el certificado correspondiente y se le pasará lista por el secretario del Presbiterio. Se concluirá el acto con una oración de consagración).
12. Forma litúrgica para la ordenación de un pastor Seguir los lineamientos indicados en el Manual de procedimientos de la INPM.
1. Palabras introductorias: Amados hermanos, nuestro hermano (nombre del candidato) ha cumplido satisfactoriamente los requisitos establecidos en nuestros lineamientos eclesiales para desempeñar su cargo como Ministro de la Palabra y de los Sacramentos de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, a lo cual ha sido llamado por nuestro Dios. Por ello, a nombre del H. Presbiterio (nombre del presbiterio) realizaremos el acto solemne de ordenación.
2. Preguntas al candidato: Estimado hermano (nombre del candidato), favor de contestar a las siguientes preguntas: (1) ¿Está usted plenamente convencido de que ha sido llamado por el Señor a consagrarse al ministerio pastoral por amor a Dios y el deseo sincero de promover su gloria por el evangelio de su Hijo? (Contestará con voz clara y audible: “Sí lo estoy”). (2) ¿Cree usted que las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento son la Palabra de Dios escrita y la única regla infalible de fe y práctica? (Contestará con voz clara y audible: “Así creo”). (3) ¿Acepta y adopta usted con toda sinceridad los símbolos doctrinales de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México A.R. como el sistema de verdad enseñado en las Sagradas Escrituras? (Contestará con voz clara y audible: “Sí los acepto y sí los adopto”). (4) ¿Acepta y adopta usted el gobierno y disciplina de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México A.R. y promete solemnemente someterse a ellos? (Contestará con voz clara y audible: “Sí los acepto y sí los adopto”). (5) ¿Protesta ser celoso y fiel en enseñar las verdades del evangelio y mantener la pureza y paz de la iglesia, cualquiera que sea la persecución y oposición que por este motivo se levante en contra suya? (Contestará con voz clara y audible: “Sí protesto”). (6) ¿Pacta usted ser fiel y diligente en el cumplimiento de sus deberes, así personales como públicos, relativos a su ministerio? (Contestará con voz clara y audible: “Así pacto”). (7) ¿Está usted dispuesto a testificar mediante su juramento ministerial? (Contestará con voz clara y audible: “Sí estoy dispuesto”). Si así lo hiciere, que el Señor Dios todopoderoso le sostenga y le dirija haciéndole un instrumento para bendición de su Reino; y si no lo hiciera así, que el Señor se lo demande.
3. Imposición de manos
(El candidato a la ordenación se pondrá de rodillas, los ministros y ancianos presentes le impondrán las manos mientras se realiza la oración. La siguiente se propone como modelo:) Dios nuestro, Padre de las luces, en quien no hay mudanza ni sombra de variación, te alabamos por tu poder, tu grandeza y tu gracia mostrada en Jesucristo, tu Hijo y nuestro Señor
y Salvador. Te agradecemos por haber apartado a tu hijo desde la eternidad para servirte en el santo ministerio. Hoy reafirmamos una vez más que irrevocables son tus dones y llamamiento, así también es grande tu fidelidad para con tu pueblo escogido, pues en estos tiempos difíciles para la fe cristiana, tú sigues levantando para tu iglesia varones que digan con valentía: “Heme aquí, envíame a mí. Estoy dispuesto a servirte” Encomendamos en tus manos a este hijo tuyo y el ministerio que desempeñará. Quita de él toda sombra de duda, toda debilidad en la carne, todo interés egoísta, para que su ministerio no sea estorbado ni afectado por las asechanzas del enemigo de nuestras almas. Que tu Santo Espíritu le llene de sabiduría, le infunda alientos y le dé un espíritu humilde para el servicio a tu obra. Perfecciona en él los dones que le has otorgado para que todo lo que haga y todo lo que diga sea para edificación de tu iglesia. Que su voz sea tu voz y que su actuar sea tu actuar para instruir, para consolar, para amonestar y para perfeccionar a tu pueblo escogido. Sobre todo, que aprenda siempre a depender de ti y de tu gracia inefable. Que tu poder se perfeccione en su debilidad. Que él, así como su familia, sean guardados de todo mal y que aprenda a vivir confiado en tu provisión, como has prometido darla a todos los que se entregan a tu servicio y son íntegros. Que se mantenga fiel a ti, y que al final de sus días pueda escuchar tu voz diciéndole: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.” Te rogamos todo esto, oh Dios, en el nombre que es sobre todo nombre: el de Jesucristo, quien es jefe y cabeza de la iglesia, bendito por los siglos. A ti sea la gloria y honra por siempre. Amén.
4. Juramento ministerial (Puesto en pie, el nuevo presbítero leerá el juramento ministerial:) Juro solemnemente ante Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, quien por su amor y gracia me redimió para su Reino. Y juro también ante la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad, después de ser ordenado por imposición de las manos por este H. Presbiterio ___________________ que como Ministro de Dios y con su ayuda: Seré fiel hasta la muerte y digno de la vocación con que he sido llamado a predicar y enseñar el Evangelio de la gracia de Dios. Me esforzaré con todo mi ser para cumplir los objetivos y responsabilidades del Santo Ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar buen testimonio de la gracia de Dios. Seré humilde, diligente y dedicado en el ejercicio de mi vocación. Agradeceré y respetaré siempre a mis pastores quienes me apoyaron y me guiaron en mi vida como cristiano. Asimismo amaré y respetaré a mis consiervos en el ministerio tratándolos como amigos entrañables, procuraré estar siempre en paz con ellos y trabajar hombro con hombro en el servicio a Dios para que su nombre sea glorificado. Trataré a mis hermanos en la fe, tanto niños como jóvenes, varones y mujeres, oficiales o miembros de la iglesia por igual, como parte del Cuerpo de Cristo, con todo amor cristiano,
afabilidad, respeto y comprensión, aceptándolos como la grey del Señor, cuidando de ella, no por fuerza sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a mi cuidado, sino siendo ejemplo de la grey. Me esforzaré por cumplir con mi ministerio fielmente, administraré los sacramentos conforme a la regla de Cristo, predicaré la Palabra, aconsejaré a tiempo y fuera de tiempo, corregiré, exhortaré y animaré con toda paciencia y doctrina. Todo lo que haga, sea de Palabra o, de hecho, lo haré en el nombre del Señor Jesús dando gracias a Dios Padre por medio de Él, con la convicción que lo hago como para el Señor y no para los hombres. A nadie haré daño con mis palabras o acciones, y trataré de ser siempre instrumento del bien, reflejando la bondad que proviene de Dios. También respetaré a mi nación y a sus autoridades como servidores de Dios para mi bien. Si no cumplo este juramento y me vuelvo perjuro, que Dios, la iglesia y la sociedad me lo demanden. Y si, con la ayuda de Dios cumplo mi Ministerio, sea a Él solo la gloria y la honra, y que sea Él quien me recompense y me reciba diciendo: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor." (Mt. 25:23)
5. Cargos ministeriales (Serán hechos por alguno de los pastores de mayor edad en el Presbiterio partiendo de este u otro pasaje bíblico que se elija) “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio” (2Tm. 4:1-2, 5)
6. Declaratoria oficial: (Por el presidente del Presbiterio o algún otro de los directivos) Por la autoridad del Señor Jesucristo, Jefe y Cabeza de la Iglesia, y con la representación del Presbiterio, y en conformidad con las normas de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, A.R., declaro que hoy día del mes _____ del año de gracia ______, el Licenciado Predicador, hermano __________ ha sido solemnemente ordenado como Ministro de la Palabra y de los Sacramentos de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, A.R. (Dirigiéndose al nuevo Ministro, se le dirá:) Presbítero ________________, a partir de hoy usted ha sido ordenado para ejercer como Ministro de la Palabra y de los Sacramentos, con todos los deberes y privilegios que le corresponden, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. (El nuevo presbítero recibirá su certificado de ordenación)
7. Pase de lista:
El secretario del presbiterio pasa lista al nuevo ministro, diciendo: Presbítero _______________ El ministro contestará: “Heme aquí, envíame a mí.”
8. Bienvenida oficial: (Por el presidente o alguno de los otros directivos) Le damos la bienvenida y la diestra de fraternal aprecio al venir a tomar parte con nosotros en este sagrado oficio.
9. Bendición apostólica (Impartida por el nuevo ministro al finalizar el culto)
13. Forma litúrgica para la instalación de un pastor 1. Palabras iniciales: Amados hermanos,
Opción 1: Conforme a la voluntad de Dios expresada en nuestro H. Presbiterio ___________, el pbro. ________________, siervo de Dios, ha sido comisionado a esta iglesia por un periodo de años. Opción 2: Conforme a la voluntad de Dios expresada por la decisión de ustedes en la reunión congregacional correspondiente, y respaldada por nuestro H. Presbiterio, el pbro. ________________, siervo de Dios, ha recibido un llamamiento pastoral en esta iglesia por un periodo de _______ años. Conforme a esto, en este día damos cumplimiento al acuerdo del H. Presbiterio ________________ donde se ha dispuesto la instalación del Pbro. _____________________ en esta Iglesia Nacional Presbiteriana _______________________ en esta fecha (Leer el acuerdo, si se tiene, y/o los antecedentes del proceso).
2. Preguntas a/ pastor a instalar: Pbro. _____________________, a nombre del H. Presbiterio y delante de esta iglesia en la que servirá como pastor, le hago las siguientes preguntas: (l) ¿Está usted dispuesto a hacerse cargo de esta iglesia como su pastor conforme a lo acordado ante el H. Presbiterio _____________________ quienes hemos considerado que su participación habrá de ser de bendición en este lugar? (2) ¿Declara sinceramente que el Señor Jesucristo le ha llamado por medio de su Espíritu a tomar la responsabilidad de pastorear esta iglesia por un periodo de _______ años conforme a (según corresponda: la comisión del presbiterio / el llamamiento de esta iglesia)? (3) ¿Reconoce que su motivación principal al aceptar este pastorado es un anhelo profundo y sincero de promover la gloria de Dios y el bien de su iglesia en este lugar? (4) Con la ayuda de Dios y de su gracia, ¿promete solemnemente que se esforzará en cumplir fielmente con todos los deberes de pastor de esta iglesia, sirviéndole con sus dones, y que será cuidadoso en observar una conducta digna de un ministro del evangelio de Cristo y ejemplo de la grey?
3. Preguntas a la iglesia: Amados hermanos, miembros de esta Iglesia Nacional Presbiteriana _______________ por favor contesten sinceramente las siguientes preguntas: (1) ¿Están dispuestos a recibir al Pbro. ______________________ a partir de esta fecha como su pastor, por un periodo de ______ años, conforme a (según corresponda: la comisión del presbiterio / el llamamiento de esta iglesia)? (2) ¿Prometen aceptar de sus labios la proclamación de la Palabra divina y reconocerle su autoridad espiritual conforme al debido ejercicio de su ministerio?
(3) ¿Prometen ustedes apoyar y secundar todo esfuerzo y trabajo que este ministro de Jesucristo realice en favor de la instrucción de ustedes, su edificación espiritual y promoción del extendimiento del evangelio? (4) Mientras este siervo de Dios sea su pastor, ¿prometen ustedes proporcionarle el sostenimiento adecuado y digno en todo lo que sea necesario para el bienestar de él y de su familia sabiendo que esto honra el evangelio de Jesucristo?
4. Encargos pastorales y congregacionales. 5. Oración por el inicio del pastorado.
14. Forma litúrgica para la organización de una congregación (Ver los lineamientos correspondientes en el Manual de procedimientos de la INPM)
1. Palabras iniciales: “¡Qué bueno es, y qué agradable, que los hermanos convivan en armonía! Es como el buen perfume que resbala por la cabeza de Aarón, y llega hasta su barba y hasta el borde de sus vestiduras. Es como el rocío del monte Hermón, que cae sobre los montes de Sion. Allí el Señor ha decretado para su pueblo bendición y vida para siempre” (Salmo 133 RVC) Amados hermanos: En nombre de nuestro Señor Jesucristo, el Gran Pastor de las ovejas por la sangre del pacto eterno, y por expresa voluntad de ustedes, el H. Consistorio de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México ________________________ (o, si fuera el caso, el H. Presbiterio ___________________) viene ante ustedes para organizarlos como congregación presbiteriana.
2. Pase de lista de los miembros en plena comunión. 3. Preguntas a los miembros en plena comunión. (Estando de pie) Amados hermanos, favor de contestar sinceramente las siguientes preguntas: (1) ¿Es voluntad de ustedes ser organizados el día de hoy como congregación presbiteriana (2) ¿Prometen reconocer el gobierno de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, A.R., representada en este H. Consistorio (o H. Presbiterio) y mantenerse sujetos a él? (3) ¿Se comprometen a dar un fiel comunidad en la que viven?
testimonio del evangelio en medio de la
(4) Confiando en que Dios les fortalecerá, ¿prometen y pactan solemnemente que permanecerán unánimes juntos, según los principios de fe y orden de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, A.R., y que harán cuanto esté de su parte para promover y conservar la pureza y armonía de todo este grupo que va a ser constituido en Congregación en este día? (Los congregantes responderán: “Sí, prometemos y pactamos en el nombre y para la gloria de nuestro Dios”
4. Nombramiento de la mesa directiva y toma de protesta. 5. Oración de gratitud y consagración. 6. Declaración: Habiendo contestado afirmativamente las preguntas que se han hecho y teniendo una mesa directiva debidamente constituida de acuerdo con nuestros lineamientos eclesiales, declaramos solemnemente que desde este momento son reconocidos como la Congregación
Presbiteriana (nombre designado para la congregación), jurisdiccionada al (según corresponda: H. Consistorio de la INP________________ H. Presbiterio) ____________________, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y para su gloria. Amén.
15. Forma litúrgica para la organización de una iglesia local (Ver los lineamientos correspondientes en el Manual de procedimientos de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México. Esta fórmula sigue después del acto de ordenación de los ancianos y diáconos)
1. Palabras iniciales: Amados hermanos: En nombre de nuestro Señor Jesucristo, el Gran Pastor de las ovejas por la sangre del pacto eterno, el H. Presbiterio _________________ procederá a organizarlos como Iglesia habiendo cumplido satisfactoriamente los requisitos establecidos en nuestros lineamientos eclesiales.
2. Pase de lista de los miembros en plena comunión. 3. Preguntas a los miembros en plena comunión. (Estando de pie) Amados hermanos, favor de contestar afirmativamente las siguientes preguntas: (1) ¿Declaran públicamente que desean ser organizados como una iglesia local para la gloria de Dios, en bien espiritual de ustedes, de sus hijos y de sus semejantes? (2) ¿Aceptan y adoptan los libros de gobierno y los lineamientos de organización de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, A. R.? (3) ¿Reconocen como su sistema de creencias los símbolos doctrinales de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, A.R.? (4) ¿Prometen someterse gustosamente en el Señor al gobierno y dirección del Consistorio de esta iglesia, reconociendo su autoridad espiritual? (5) ¿Prometen que buscarán siempre la unidad, la paz, la pureza y la prosperidad de esta su iglesia local y de toda la Iglesia Nacional Presbiteriana de México? (6) ¿Desean a partir de esta fecha ser designados y conocidos como la Iglesia Nacional Presbiteriana _____________________?
4. Declaración Puesto que han expresado su deseo de organizarse en iglesia local conforme al sistema doctrinal, a la forma de gobierno y disciplina de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, A.R., es nuestro privilegio declararlos solemnemente constituidos, a partir de este día, en Iglesia Nacional Presbiteriana ___________________ de acuerdo con la Palabra de Dios, la fe y el orden de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, A.R., en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
5. Oración de gratitud e intercesión en favor de la nueva iglesia.
16. Forma litúrgica para la colocación de la primera piedra de un templo (Este acto se realiza al término de un culto especial, donde se ha reseñado la historia de la adquisición del terreno y los planes a futuro)
El ministro puesto en pie, cerca del lugar donde se colocará la piedra, expondrá: Nos hemos reunido para colocar, la primera piedra de este templo, cuya construcción se inicia hoy y que deseamos consagrar, desde sus cimientos, al culto del Dios único y verdadero. Él quiso desde el principio, en la vida del pueblo de Israel, que hubiese un lugar de adoración para sí. Mandó construir el Tabernáculo; después el Templo donde también manifestó su divina presencia. Hoy, su Iglesia, cumpliendo su voluntad, se dispone a edificar un templo a su Bendito Nombre. La obra que hoy comenzamos debe animar nuestra fe y ser para nosotros ocasión de expresar nuestra gratitud. Nos resultan bien conocidas aquellas palabras del salmo 127: “Si el Señor no edifica la casa, de nada sirve que los edificadores se esfuercen.” (RVC). Somos, en cierto modo, cooperadores de Dios siempre que con nuestro trabajo atendemos y servimos a los hermanos, a la comunidad. Con esta gozosa celebración de bendición y colocación de la primera piedra, imploremos pues, hermanos, la ayuda de Dios, para que la construcción de este templo llegue felizmente al término deseado, y para que proteja a las personas que en ella trabajarán y los guarde de todo mal. (En este momento el ministro o la persona(s) indicada(s) se disponen a colocar la piedra. El ministro pronunciará las siguientes palabras:) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, colocamos esta primera piedra del templo. Es el inicio de la construcción de este recinto, que será testimonio para muchos, “casa de Dios, puerta del cielo”, lugar de adoración a Dios y para la honra del Salvador, nuestro Señor Jesucristo, ahora y siempre. Amén. Oremos en gratitud a Dios por realizar este acto. (Al término del acto, un arquitecto, da una presentación y explicación de la construcción, si ya se tiene la planificación correspondiente)
17. Forma litúrgica para la dedicación de un templo Disposiciones generales: * Se sugiere preparar a la iglesia debidamente para que participen con gran regocijo y acción de gracias en el culto especial de dedicación.
* Este culto se preparará de manera cuidadosa, incluyendo, entre otros, el himno "Abrid las puertas del templo" (Solo a Dios la gloria, no. 477). La iglesia comenzará el culto desde afuera del templo e ingresará al recinto cantando este himno. * Después del devocional inicial, se procederá con el acto de dedicación, luego se continuará con el culto, en el que se recomienda incluir el sacramento de la santa cena.
1. Lectura bíblica de preparación: Entonces Salomón dijo: Señor, tú has dicho que habitas en la oscuridad de una nube. Pero yo te he edificado un templo, una mansión donde habites para siempre. Luego se volvió hacia toda la congregación de Israel, que estaba allí de pie, y la bendijo... Señor, Dios de Israel, no hay en el cielo ni en la tierra un Dios que se compare a ti, que cumples el pacto y eres misericordioso con tus siervos que de todo corazón caminan delante de ti. Pero ¿acaso es verdad que tú, mi Dios, puedes vivir en la tierra con el hombre? Si ni siquiera los cielos, ni los cielos de los cielos, te pueden contener, ¡mucho menos podría contenerte esta casa que he edificado! Pero, Señor Dios mío, dígnate atender a la oración y a los ruegos de tu siervo, y escucha el clamor y la oración que este siervo tuyo eleva a ti. Mantén abiertos tus ojos, de día y de noche, sobre esta casa, sobre el lugar del cual has dicho: “Mi nombre estará allí”, y atiende a la oración que tu siervo eleva en este lugar. Atiende también al ruego de este siervo tuyo, y de tu pueblo Israel; óyelo desde los cielos, desde el lugar donde vives, y cuando en este lugar se haga oración, ¡escúchanos, y perdónanos!... Dios mío, yo te ruego ahora que mantengas abiertos tus ojos, y atentos tus oídos, a la oración en este lugar. ¡Levántate ahora, Señor y Dios, y ven a reposar aquí, tú y el arca de tu poder! ¡Oh, Señor y Dios, que tus sacerdotes se revistan de tu salvación! ¡Que tus santos se regocijen en tu bondad!... Cuando Salomón terminó de orar, de los cielos descendió fuego y consumió el holocausto y las víctimas, y la gloria del Señor llenó el templo. Los sacerdotes no podían entrar en el templo del Señor, porque su gloria había llenado el templo. Y cuando todos los israelitas vieron descender sobre el templo el fuego y la gloria del Señor, se postraron rostro a tierra en el suelo, y adoraron y alabaron al Señor. Decían: “¡Ciertamente, el Señor es bueno, y su misericordia es eterna!” (2 Crónicas 6:1-3, 14, 18-21, 40-42; 7:1-3 RVC)
Preguntas a la iglesia: Amados hermanos, (1) ¿Es su deseo dedicar esta casa al culto y servicio del único Dios, Trino y Uno, vivo y verdadero? (2) ¿Prometen que este edificio será dedicado siempre y exclusivamente al servicio de Dios y que jamás se usará para usos profanos y mundanales? (3) ¿Entregan ustedes esta casa a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, como casa de oración, templo de alabanzas y de adoración y prometen proveer lo necesario para sostener de una manera digna y decente los servicios del culto a Dios, según las formas de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México?
3. Declaración:
Amados hermanos, miembros de esta Iglesia y visitantes aquí presentes, nos hemos reunido en esta Casa de Oración, cuya construcción se inició (fecha) y el día de hoy dedicamos para el culto al Señor y para testificar ante el mundo nuestra fe en Cristo y nuestra comunión con su Santo Espíritu. Recordamos que Dios ordenó el tabernáculo en el desierto y aceptó el templo de Jerusalén; y los llenó de su gloria y esplendor. Deseamos hoy, que su Espíritu, llene esta casa santificándola para el uso exclusivo de su servicio. Amén.
4. Oración Dios Santo y Eterno, padre de las luces, en el que no hay mudanza ni sombra de variación, creemos que tú eres el mismo ayer, hoy y por los siglos; creemos que tu pusiste los fundamentos de la tierra y que los cielos son las obras de tus manos, que has puesto tu excelso trono en los cielos en medio de la gloria inmarcesible y la luz inefable y que ante ti, los serafines, cubriendo su rostro cantan: SANTO, SANTO, SANTO, JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS, toda la tierra está llena de tu gloria. Hoy consagramos esta casa dedicada a tu servicio, como Casa de oración y de alabanzas, donde podamos leer y estudiar tu Palabra y donde administraremos dignamente los sacramentos que nos ordenaste. Inclina tu oído, oh Señor, y desciende a esta casa, para habitar en ella perpetuamente, llénala con la gloria de tu presencia. Que la palabra tuya, predicada en este recinto, arrase, con poder divino, las fortalezas del mal y destruya todas las imaginaciones soberbias del alma y todo pensamiento exaltado, que se opone al conocimiento del Dios vivo y verdadero. Abre nuestros ojos y miraremos las maravillas de tu ley. Ordena nuestros pasos según tu Palabra. Escríbela en nuestros corazones. A tus siervos, que ministrarán en este lugar, dótalos de potencia y santidad de lo alto; que anuncien a todos las buenas nuevas de la vida eterna, que sean poderosos en la Escritura, perfectamente instruidos para toda buena obra. Todo te lo pedimos con sumiSión a tu santa voluntad, en el nombre precioso de Jesucristo nuestro Señor y Salvador que nos enseñó a decirte: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra. Danos hoy nuestro pan cotidiano y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal: porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén.”
5. Lectura antifonal (Puede realizarse después de cantar alabanzas) Ministro: Bendición, gloria, sabiduría, acción de gracias, honra, potencia y fortaleza, sean a nuestro Dios para siempre jamás. Pueblo: Amén. Ministro: He aquí el tabernáculo de Dios entre los hombres y morará con ellos.
Pueblo: Y ellos serán su pueblo y Él será su Dios. Ministro: Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo y quien residirá en el monte de tu santidad? Pueblo: El que anda en integridad y obra justicia. El que habla verdad en su corazón. Ministro: ¿Quién subirá al monte de Jehová? Pueblo: El limpio de manos y puro de corazón. El que no ha elevado su alma a la vanidad ni jurado con engaño. Ministro: El recibirá bendición de Jehová. Pueblo: Y Justicia del Dios de Salud. Ministro: Tal es la generación de los que le buscan. Pueblo: De los que buscan tu rostro, ¡Oh Dios de Jacob! Ministro: Alzad oh, puertas vuestras cabezas y alzaos vosotras puertas eternas. Pueblo: Y entrará el Rey de Gloria. Ministro: ¿quién es este Rey de Gloria? Pueblo: Jehová de los ejércitos, él es el Rey de la Gloria. Ministro: Empero, ¿es verdad que Dios haya de morar sobre la tierra? He aquí los cielos de los cielos no te pueden contener, ¿cuánto menos esta casa que te hemos edificado? Pueblo: Con todo, tú atenderás a la oración que tus siervos hagan desde hoy en este lugar; y te rogamos, estén abiertos tus ojos, de noche y de día, sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Ml NOMBRE ESTARÁ ALLÍ. Ministro: Y sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros. TODOS: Y ordena en nosotros la obra de nuestras manos, sí, la obra de nuestras manos confirma.
Sección IV: Ayudas complementarias l. CREDOS 1. Credo de los apóstoles
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra; y en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro, quien fue concebido por el Espíritu Santo, nació de la virgen María; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; ascendió al cielo y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso, de donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Universal, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección del cuerpo y la vida perdurable. Amén.
2. Credo Niceno Creemos en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creemos en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado no creado, de la misma naturaleza que el Padre, por quien todo fue hecho, que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la virgen y se hizo hombre. Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato: padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre. Y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creemos en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creemos en la Iglesia, que es Una, Santa, Universal y Apostólica. Reconocemos un solo bautismo para el perdón de los pecados. Esperamos la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén
3. Credo de Calcedonia Nosotros, entonces, siguiendo a los santos padres, todos de común consentimiento, enseñamos a los hombres a confesar a Uno y el mismo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, el mismo perfecto en Deidad y también perfecto en humanidad; verdadero Dios y verdadero hombre, de cuerpo y alma racional; consubstancial (coesencial) con el Padre de acuerdo a la Deidad, y consubstancial con nosotros de acuerdo a la humanidad; en todas las cosas como nosotros, sin pecado; engendrado del Padre antes de todas las edades, de acuerdo a la Deidad; y en estos postreros días, para nosotros, y por nuestra salvación, nacido de la virgen María, de acuerdo a la humanidad; uno y el mismo, Cristo, Hijo, Señor, Unigénito, para ser reconocido en dos naturalezas, inconfundibles, inmutables, indivisibles, inseparables; por ningún medio de distinción de naturalezas desaparece por la unión, más bien es preservada la propiedad de cada naturaleza y concurrentes en una persona y una sustancia, no partida ni dividida en dos personas, sino uno y el mismo Hijo, y Unigénito, Dios, la Palabra, el Señor Jesucristo; como los profetas desde el principio lo han declarado con respecto a Él, y como el Señor Jesucristo mismo nos lo ha enseñado, y el credo de los santos padres que nos ha sido dado. Amén.
4. Credo de Atanasio
Todo el que quiera salvarse, debe ante todo mantener la Fe universal. El que no guardare esta Fe íntegra y pura, sin duda perecerá eternamente. Y la Fe Universal es ésta: Que adoramos a un solo Dios en Trinidad, y Trinidad en Unidad, sin confundir las Personas, ni dividir la sustancia. Porque es una la persona del Padre, otra la del Hijo y otra la del Espíritu Santo; mas la Divinidad del Padre, del Hijo y del Espíritu es toda una, igual la gloria, coeterna la majestad. Así como es el Padre, así el Hijo, así el Espíritu Santo. Increado es el Padre, increado el Hijo, increado el Espíritu Santo. Incomprensible es el Padre, incomprensible el Hijo, incomprensible el Espíritu Santo. Eterno es el Padre, eterno el Hijo, eterno el Espíritu Santo. Y, sin embargo, no son tres eternos, sino un solo Eterno; como también no son tres incomprensibles, ni tres increados, sino un solo increado y un solo incomprensible. Asimismo, el Padre es Dios, el Hijo es Dios, el Espíritu Santo es Dios. Y sin embargo, no son tres Dioses, sino un solo Dios. Así también, Señor es el Padre, Señor es el Hijo, Señor es el Espíritu Santo. Y sin embargo, no son tres Señores, sino un solo Señor. Porque así como la verdad cristiana nos obliga a reconocer que cada una de las Personas de por sí es Dios y Señor, así la religión cristiana nos prohíbe decir que hay tres Dioses o tres Señores. El Padre por nadie es hecho, ni creado, ni engendrado. El Hijo es sólo del Padre, no hecho, ni creado, sino engendrado. El Espíritu Santo es del Padre y del Hijo, no hecho, ni creado, ni engendrado, sino procedente. Hay, pues, un Padre, no tres Padres; un Hijo, no tres Hijos; un Espíritu Santo, no tres Espíritus Santos. Y en esta Trinidad nadie es primero ni postrero, ni nadie mayor ni menor; sino que todas las tres Personas son coeternas juntamente y coiguales. De manera que en todo, como queda dicho, se ha de adorar la Unidad en Trinidad, y la Trinidad en Unidad. Por tanto, el que quiera salvarse debe pensar así de la Trinidad. Además, es necesario para la salvación eterna que también crea correctamente en la encarnación de nuestro Señor Jesucristo. Porque la Fe verdadera, que creemos y confesamos, es que nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, es Dios y Hombre; Dios, de la substancia del Padre, engendrado antes de todos los siglos; y Hombre, de la substancia de su madre, nacido en el mundo; perfecto Dios y perfecto Hombre, subsistente de alma racional y de carne humana; igual al Padre, según su Divinidad; inferior al Padre, según su Humanidad. Quien, aunque sea Dios y Hombre, sin embargo, no es dos, sino un solo Cristo; uno, no por conversión de la Divinidad en carne, sino por la asunción de la Humanidad en Dios; uno totalmente, no por confusión de Substancia, sino por unidad de Persona. Pues como el alma racional y la carne es un solo hombre, así Dios y Hombre es un solo Cristo. El que padeció por nuestra salvación, descendió a los infiernos, resucitó al tercer día de entre los muertos. Subió a los cielos, está sentado a la diestra del Padre, Dios Todopoderoso, de donde ha de venir a juzgar a vivos y muertos. A cuya venida todos los hombres resucitarán con sus cuerpos y darán cuenta de sus propias obras. Y los que hubieren obrado bien irán a la vida eterna; y los que hubieren obrado mal, al fuego eterno. Esta es la Fe universal, y quien no lo crea fielmente no puede salvarse. Amén.
ll. LECTURAS RECOMENDADAS
1. Los Diez Mandamientos (Éxodo 20: 2-17) Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. 1. No tendrás dioses ajenos delante de mí. 2. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. 3. No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano. 4. Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó. 5. Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. 6. No matarás. 7. No cometerás adulterio. 8. No hurtarás. 9. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. 10. No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
Las Bienaventuranzas (Mateo 5:3-12) Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
La Oración del Padre Nuestro (Mateo 6:9-13)
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
4. El Gran Mandamiento (Marcos 12:29-31) Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Éste es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
III. ORACIONES 1. De confesión de pecados (Para ser impresos en el orden de culto y ser leídas al unísono). Modelo l: Padre de todo poder y de toda misericordia, te hemos fallado, y como ovejas extraviadas, nos apartamos de tus caminos. Hemos seguido demasiado los propósitos y los deseos de nuestro propio corazón. Y no respetamos tus santas leyes. Hemos dejado aquello que debimos hacer e hicimos lo que no te agrada. Pero Tú, oh Señor, lleno de misericordia y bondad hacia nosotros los pecadores, libra a aquellos que te confiesan sus faltas. Restáuranos conforme a tus promesas en Cristo Jesús. Y concede, por amor de Cristo, que podamos vivir una vida sobria, de piedad y de justicia, para tu gloria de tu santo nombre. Por Cristo Jesús. Amén. Modelo 2: Dios Todopoderoso, Tú que eres rico en misericordia para con todos los que te invocan, escúchanos, pues venimos con humildad para confesar nuestros pecados e implorar tu misericordia y tu perdón. Hemos quebrantado tus santas leyes con palabras y con hechos, además de los deseos pecaminosos de nuestro corazón. Te confesamos nuestra falta de obediencia y gratitud, nuestro orgullo y altivez, en fin, todas nuestras faltas e imperfecciones para contigo y con nuestro prójimo Ten misericordia de nosotros; y por tu gran bondad concédenos que podamos vivir y agradarte en novedad de vida. Por los méritos y la mediación de Jesucristo Nuestro Señor. Amén. Modelo 3: Dios Eterno, reconocemos y confesamos delante de tu santísima majestad, que somos pecadores, prontos para hacer el mal, por causa de nuestra depravación transgredimos sin fin tus mandamientos. Por ello, somos merecedores, por tu justo juicio, de la condenación y de la muerte. Más ¡Oh Señor! Con toda tristeza de corazón nos arrepentimos y lamentamos nuestras ofensas. Con verdadero dolor te imploramos nos asistas con tu gracia, para aliviar nuestra angustia. Compadécete de nosotros, oh Dios de toda bondad, por amor a tu amado Hijo Jesucristo; remueve de nosotros toda culpa y corrupción. Concédenos diariamente de la gracia de tu Santo Espíritu; a fin de que reconozcamos en lo más profundo de nuestro corazón nuestra falta de justicia y seamos movidos a un arrepentimiento verdadero. Que tu Espíritu haga morir todo pecado dentro de nosotros y produzca los frutos de santidad y justicia que son agradables a tus ojos. Todo esto te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Modelo 4: ¡Oh Dios! Venimos ante ti para reconocer y confesar que hemos pecado en pensamientos, palabras y acciones; no te hemos amado con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente ni con toda nuestra fuerza; tampoco hemos amado a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Por lo cual te pedimos que profundices en nuestro ser el pesar por el mal que hemos cometido, o por el bien que no hemos obrado. Perdónanos, clemente y piadoso Señor, tardo para la ira y grande en misericordia. Devuélvenos el gozo de nuestra salvación, consuela nuestro corazón quebrantado, ilumina nuestra mente, afirma nuestra voluntad y trae reposo a nuestra alma. Danos la Palabra que necesitamos, y que quede en nosotros hasta que haya producido tu buena y santa voluntad. Por Cristo Jesús, amén. Modelo 5: Jehová Todopoderoso, hemos pecado en contra de Ti y de nuestros semejantes, en pensamiento, palabra y hechos, haciendo lo que es malo, y dejando de hacer lo que es bueno, por nuestra ignorancia, nuestra debilidad, o bien por culpa premeditada. Sentimos verdadera pena, y nos arrepentimos. Por amor de tu Hijo Jesucristo, quien murió en la Cruz del Calvario, perdona todo lo que hemos hecho, y concédenos a servirte para la gloria de tu bendito nombre. Amén.
2. Para la celebración de la Santa Cena Oh Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en tu grande misericordia nos llamas a participar de la santa comunión, míranos con benevolencia, al tomar de este sacramento. Concede que este acto nos haga más sensibles a la obra del Espíritu Santo, que podamos recibir el santo sacramento para fortalecernos como cristianos, te lo suplicamos por medio de tu Hijo Jesucristo nuestro Salvador. Amén.
3. Para el tiempo de la enfermedad Poderosísimo Dios que en tu grande misericordia olvidas y perdonas nuestras faltas por medio de tu Santo Hijo Jesucristo, quien también da salud al enfermo y escucha el ruego del pueblo, sana toda dolencia con el poder de tu mano, da paz al que está en angustia, consuelo al afligido por la enfermedad, visita y manifiesta tu gracia con el que sufre, en el nombre de Jesucristo te lo suplicamos. Amén.
4. Para inicio del año Eterno Dios, para quien un día es como mil años y mil años como un día, concédenos iniciar este año, alabando tu nombre, agradeciendo tus bondades que nos diste en el año que termina. Haz nuevas misericordias cada mañana y que sea un año nuevo lleno de gracia y de salvación. Permítenos reflexionar en nuestra naturaleza pecaminosa, que nos arrastra a las vanidades de esta vida, para no seguir ofendiéndote. Que no olvidemos que en Jesucristo hay vida, y que sólo confiando en Él, estaremos preparados para enfrentar lo que se presente en el año que comienza, sean alegrías, pruebas, tentaciones, sea la experiencia de perdonar o ser perdonados, sean tiempos de abundancia o
escasez, sean tiempos de salud o de enfermedad, sea un nuevo miembro de la familia o el deceso de alguno, o cualquier otra cosa. Cúbrenos con tu abrigo protector, y haz que confiemos que tú has sido y serás nuestro refugio de generación en generación, en el nombre de Jesucristo te lo suplicamos. Amén.
5. Para las sesiones de cuerpos eclesiásticos u organizaciones Omnipotente Dios que por el Espíritu Santo presidiste la primera asamblea de los apóstoles y ancianos en Jerusalén y derramaste abundante bendición para el crecimiento de la iglesia, toma hoy a los miembros de este(a) (Directiva, Ministerio, Sociedad, Unión, Consistorio, Presbiterio, Sínodo, Asamblea General), conviértenos en tus siervos, y danos la visión celestial, favorécenos con tu santa gracia, y que través de la sabiduría de palabra e inflamados por el resplandor de tu gloria, seamos guiados al orden, a la unidad, a la paz, a la verdad y a lo recto. Fortalécenos para que con esfuerzo todos nosotros como miembros u oficiales dediquemos el evangelio con poder y tu reino se extienda cada día, y sean añadidos los que han de ser salvos. Concede que los acuerdos de esta reunión sean para el crecimiento del cuerpo, cuya cabeza es Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
6. Por unidad Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, danos de tu gracia y poder cuando la unidad peligra, y haya disensiones, entre tu pueblo. Tómanos y ríndenos a ti, para que no resalten nuestros juicios y sólo se manifieste tu Espíritu unificador, danos unidad y fraternidad, haz que seamos un solo cuerpo cuya Cabeza es Jesucristo, por Él te lo rogamos. Amén.
7.
Por
iluminación
(antes del sermón)
¡Oh Dios! Que tu Palabra nos ilumine poderosamente a través del Espíritu Santo y que recibamos tu verdad en nuestros corazones, en fe y amor, y comprendamos tu voluntad, para que crezcamos a la estatura del varón perfecto, y vivamos para honrarte por medio de Jesucristo. Amén.
IV. DECLARACIONES SOLEMNES Las declaraciones solemnes aparecen dentro de las formas litúrgicas correspondientes. Estas se agregan para otros actos que no consignan formas litúrgicas en este Libro.
1. Conclusión de un periodo pastoral Por la autoridad del Señor Jesucristo, y en representación de H. Presbiterio _____________, como ministro de (Relaciones / Recursos) del mismo, declaramos que a partir de este día ______ de ________del año________ queda concluido el periodo de (llamamiento/comisión) del pbro. _________________ en esta Iglesia Nacional Presbiteriana _____________. Confiando en que el Señor ha de guardar y guiar a este siervo y a su familia; Y confiando que también ha de guardar y guiar a toda esta iglesia, para que en el tiempo que Dios ha dispuesto, llegue con ustedes el ministro que Dios ha designado para continuar con
los trabajos pastorales en este lugar. Todo para edificación de su pueblo escogido y para honra y gloria de su nombre. Amén.
2. Jubilación de un Pastor o Anciano de Iglesia Por la autoridad del Señor Jesucristo, Jefe y Cabeza de su Iglesia, y en conformidad con las leyes y normas de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México A.R., declaramos al presbítero (o Anciano de Iglesia): _________________ a partir del día de hoy: ______ de________ del año _________, jubilado del oficio de (Pastor/Anciano) de esta comunidad de fe, cesándolo de sus funciones y deberes activos (del H. Presbiterio _____________ INP). Por lo que a partir de ahora se le denominará (Pastor / Anciano) jubilado, pudiendo colaborar de manera voluntaria en lo que el Señor le permita en Su obra, en aquellas funciones inherentes a su oficio, el cual es vitalicio. Que el Dios omnipotente le permita seguir perseverando como fiel cristiano y siervo de Jesucristo hasta su venida en gloria. Amén.
3. Toma de protesta a directivas, ministerios y consejeros Amados hermanos: Tengo el alto honor de tomarles la protesta para que ocupen el cargo de ____________, para el cual el Señor Jesucristo los ha llamado, en (la iglesia/presbiterio/Sínodo/Asamblea General/organización) ________________ a partir de esta fecha ________________. Contesten afirmativamente por favor a las siguientes preguntas: 1. ¿Prometen cumplir fielmente el cargo como de _____________ este(a) (iglesia/organización/cuerpo eclesiástico)? 2. ¿Prometen cumplir y hacer cumplir las normas de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, A.R., así como los lineamientos y acuerdos establecidos por este/a (iglesia/organización/cuerpo eclesiástico) para su buen orden y mutua edificación? 3. ¿Protestan ser fieles a la Santa Palabra de Dios, cumplir y hacer cumplir sus preceptos, así como también las normas establecidas en los libros de gobierno de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, A.R., velando por su buen funcionamiento, unidad y testimonio cristiano? Levantando el brazo derecho, contesten: 1. PROMETO solemnemente en el nombre de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, cumplir fielmente con el nombramiento que el Señor me ha conferido a través de (la iglesia/la organización/el cuerpo eclesiástico). 2. PROMETO ser fiel a la Iglesia Nacional Presbiteriana de México A.R., cumplir y hacer cumplir sus normas y acuerdos, dando buen testimonio con mi vida como siervo del Señor, honrando así a mi Salvador. 3. PROTESTO que seré fiel a la Santa Palabra de Dios y a (la Iglesia/la organización/el cuerpo eclesiástico) que el Señor ganó con su sangre en el/la cual me ha llamado a servirle, para su buen funcionamiento, unidad y testimonio cristiano.
Si así lo hicieren que el Señor os recompense, como sabe recompensar a sus siervos fieles; de otra manera Él y su Iglesia os lo demanden. Os doy posesión solemnemente en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.
V. BENDICIONES Sugerimos las siguientes citas bíblicas: 1) Bendición aarónica: Números 6:24-26 2) Bendición apostólica: 2 Corintios 13:14 3) Bendiciones comunitarias: 1. Salmos 67:1-2 2. Lucas 2:29-32 3. Hechos 20:32 4. Romanos 15:5-6 5. Romanos 15:13 6. Efesios 6:23-24 7. Filipenses 4:7 8. 1 Tesalonicenses 5:23 9. 2 Tesalonicenses 2:16-17 10. 2 Tesalonicenses 3:16 11. 2 Timoteo 4:22 12. Hebreos 13:20-21 13. 1 Pedro 5:10-11 14. 1 Pedro 5:14 15. 2 Pedro 16. 2 Juan 1:3
VI. TEXTOS BÍBLlCOS DE APOYO PARA USO LITÚRGICO 1. Llamamiento a la adoración 1) Salmo 5:4-11 2) Salmo 18:2-3ª 3)Salmo 29:1-2
4) Salmo 30:4 5) Salmo 32:11 6) Salmo 33:1-5
7) Salmo 34:1-3 8) Salmo 43:3-4 9) Salmo 47:6-7 10) Salmo 46:10 11) Salmo 64:9-10 12) Salmo 67:3-5 13) Salmo 68:4-6a 14) Salmo 68:32-35 15) Salmo 86:8-12 16) Salmo 89:5-8 17) Salmo 92:1-4 18) Salmo 95:1-3 19) Salmo 95:6-7 20) Salmo 96:1-6 21) Salmo 96:7-9 22) Salmo 97:10-12 23) Salmo 98:1-3 24) Salmo 99:1-2 25) Salmo 100 26) Salmo 103:1-5 27) Salmo 104:1 28) Salmo 105:1-4 29) Salmo 107:1-3 30) Salmo 111:1-4 31) Salmo 111:110 32) Salmo 113:1-4; 33) Salmo 115:1-2, 16, 18
34) Salmo 117 35) Salmo 118:1-4 36) Salmo 125: 1-2 37) Salmo 134 38) Salmo 135:1-3 39) Salmo 138:1-2 40) Salmo 145:1-4 41) Salmo 145:21 42) Salmo 146:1-2, 5-6 43) Salmo 147:1, 4-5 44) Salmo 148:12, 13, 14b 45) Salmo 149:1-2 46) Salmo 150:1-2, 6 47) Juan 4:23-24 48) Isaías 12:4 49) Isaías 63:7 50) Isaías 55:6-7 51) Habacuc 2:20 52) Mateo 11:28-30 53) Hebreos 10:19-22 54) Hebreos 10:24-25 55) Salmo 65:2-4a 56) Salmo 85:8-9 57) Salmo 130:5,7-8 58) Apocalipsis 1:5-6
2. Para la comunión 1) Éxodo 12:14-20 2) Mateo 26:17-29 3) 1a Corintios 5:7-8 4) 1a Corintios 11:27-32.
3. Para la confesión de pecados 1) Salmo 11:4, 5, 7 2) Salmo 15:1-3 3) Salmo 19:12-13 4) Salmo 139:1-4, 23-24 5) Salmo 32:5b
6) Salmo 51:15-17 7) Salmo 24: 3-5 8) Jeremías 2:9, 13 9) Isaías 55:7 10 Joel 2:12-13
11) 1Juan 12) Isaías 1:18
13) Levítico 16:21-22
4. Para la confesión de pecados II (Tomadas de la Biblia: léase al unísono, o alternadamente, el ministro una frase, la congregación la siguiente). Para el efecto, imprímase en el boletín como oración de confesión. 1) Salmo 25:6, 7, 11, 16-18 2) Salmo 38:1-4, 9, 18, 21-22 3) Salmo 40:11-13 4) Salmo 51:1-4 5) Salmo 51:7, 9-12, 17 6) Daniel 9:4-10, 15, 18,19
5. La seguridad del perdón 1) Salmo 130:3-4 2) Salmo 34:17-18 3) Salmo 34:21-22 4) Salmo 103:1-3 5) Salmo 103:8-12 6) Salmo 130:7-8 7) Isaías 53:4-6 8) Isaías 53:10-11 9) 1 Pedro 2:24 10) 1 Timoteo 1:15
6. Transición para la ofrenda 1) 2 Corintios 9:6-7 2) 2 Corintios 8:9-10 3) Proverbios 3:9 4) Hebreos 13:16 5) Gálatas 6:10 6) Proverbios 22:9 7) 1 Crónicas 16:29 8) 1 Crónicas 29:14
9) Éxodo 25:2 10) Éxodo 35:4-5 11) Deuteronomio 14:22-23 12) Deuteronomio 16:17 13) Salmo 116:12, 14 14) Malaquías 3:10 15) Salmo 96:7-8
7. Transición para el momento de alabanza l) Salmo 7:17 2) Salmo 9:1-2 3) Salmo 30:4
5) Salmo 52:9 6) Salmo 57:5-11 7) Salmo 59:16-17
4) Salmo 35:27-28
8) Salmo 63:3-5
9) Salmo 71:14-16 10) Salmo 89:1-2 11) 1 Corintios 14:15
12) Colosenses 3:16 13) Apocalipsis 5:11-13 14) Apocalipsis 7:9-10
8. Transiciones para la oración de intercesión l) Salmo 4:3 2) Salmo 5:1-3 3) Salmo 9:10 4) Salmo 34:15-18 5) Salmo 55:1, 2, 17, 22 6) Salmo 61:1-3 7) Salmo 62:8 8) Salmo 143:1-2
9) Salmo 145:17-19 10) Proverbios 15:29 l l) Jeremías 29:12-13 12) Jeremías 33:3 13) Mateo 7:7-8 14) Filipenses 4:6 15) Hebreos 4:15-16
9. Transiciones para lectura bíblica 1) Salmo 1:1-2 2) Salmo 18:30 3) Salmo 19:7-11 4) Salmo 86:11 5) Salmo 119:2 6) Salmo 119:7-8
9) Salmo 119:105 10) Josué 1:8
7) Salmo 119:12, 14, 16
15) Isaías 40:8
11) Hebreos 4:12 12) 2 Timoteo 3:16-17 13) Santiago 1:22 14) Mateo 4:4
8) Salmo 119:34-37
10. Textos para la bienvenida 1) Salmo 133:1-3 2) Salmo 121:8 3) Salmo 122:1 4) Salmo 84:10 5) 3 Juan 3 6) 1 Pedro 5:14
11. Textos para culto fúnebres (tanto usados para la predicación o para bendiciones) l) Génesis 5:22-24 2) Deuteronomio 30:19-20 3) Deuteronomio 34:5-8 4) 1 Samuel 2:6-8
5) 1 Samuel 20:1-4 6) 2 Samuel 12:15-23 7) 1 Reyes 19:4-8 8) Job 1:19-22
9) Job 5:26 10) Job 14:10-15 11) Job 19:25-27 12) Salmo 1 13) Salmo 116:15 14) Salmo 3 15) Salmo 13 16) Salmo 16:8-11 17) Salmo 23 18) Salmo 27:1-3 19) Salmo 30:1-5 20) Salmo 31:9-17 21) Salmo 33:13-22 22) Salmo 41:1-3 23) Salmo 42:6-11 24) Salmo 46:1-7 25) Salmo 49 26) Salmo 72:11-15 27) Salmo 89:46-52 28) Salmo 90:1-12 29) Salmo 91 30) Salmo 103:1-7 31) Proverbios 4:18 32) Eclesiastés 3:1-8 33) Eclesiastés 12:1-8
34) Mateo 11:27-30 35) Marcos 10:13-16 36) Juan 5:24-26 37) Juan 10:7-11 38) Juan 11:17-44 39) Juan 13:1-7 40) Juan 14:1-7 41) Juan 16:20-23, 31-33 42) Juan 17:24 43) Romanos 6:23 44) Romanos 8:28-39 45) 1 Corintios 2:9-10 46) 1 Corintios 15:51-58 47) 2 Corintios 4:7-18 48) 2 Corintios 5:1-10 49) Filipenses 1:19-26 50) 1 Tesalonicenses 4:13-18 51) 2 Timoteo 4:6-8 52) Hebreos 2:14-15 53) Hebreos 9:27 54) Santiago 4:14-17 55) Apocalipsis 14:13 58) Apocalipsis 21:1-7 59) Apocalipsis 22:1-5
12. Textos del Calendario cristiano 1. Adviento: Is. 7:14; Is. 40:6; Mt. 1:23; Is. 59:20; Sof 1:7; Hag. 2:7.
2. Epifanía: Sal. 3:14; Lc. 2:33: Lc. 2:11; Is. 49:13; Lc. 2:8.
3. Preparación (Cuaresma): Mc. 15:42; Mt. 27:62; Lc. 23:54; Jn. 19:42; Jn.19:114,31.
4. Semana Santa: a. Domingo de Ramos: Mc. 11:1-11; Lc.19:28-44; Heb. 12:2; Mt. 11:28-30; 21:1-11;
b. Lunes de autoridad: Mt. 21:12-22; Lc. 19:45; Lv.26:2; Gn. 28:17; Hab. 2:20; Sal. 42:1-2; 63:1; Mc. 11:12-19. c. Martes de controversia: Mt. 7:24-29; Mt. 22:15-22; 23-33: 41- 46; Mt. 23:1-39; Jn. 6:40; Lc. 16:19-31. Ro.13:3-7. d. Miércoles de retiro: Mc. 14:3-11; Jn. 12:2-8; Mt. 26:6-13; Lc.22:1-6; Sal. 90. e. Jueves de intimidad: Mc. 14:12-21; Jn.13:1-20; 14:1-31; Mt. 26:17-29; Lc.22:7-34. f. Pascua: Ex. 12:11; Lv. 23:1-2, 4-8; Nm. 9:12; Dt. 6:20-23; Dt. 16:1-8; Jn. 2:23; Mt. 26:19; Lc. 22:7-34. g. Viernes de expiación: Mt. 26:30-75; Mt. 27:1-61; Lc. 23:1-56, Fil. 2:1-11; 1 P. 1:17-21. h. Domingo de resurrección: Mt. 28:1-15; Jn. 20:1-18; Mc.16:1-13; Lc. 24:1-35; Jn. 21:118.
5. Ascensión: Lc. 24:6, 51; Mc.16:19; Hch.1:9-11.
Pentecostés: Hch. 2:1; 1 Co. 16:8; Lv. 23:15-21; Dt. 16:9-11.
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