Cuatro Disciplinas en La Biblia

September 7, 2017 | Author: kerint | Category: Saint, Love, Christian Church, Jesus, Disciplines
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Descripción: Disciplinas que debemos de seguir diariamente...

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Cuatro disciplinas en la Biblia Hablemos de cuatro clases de disciplina de las cuales la Biblia nos instruye. Según el diccionario, disciplina es la “instrucción, observancia de leyes y reglamentos, enseñar”. No hay país, empresa o institución que no tenga reglas que observar. La iglesia no podía ser la excepción. Además recordemos que una iglesia sin disciplina no crece espiritualmente ni tendrá buen testimonio.

LA DISCIPLINA DEL SEÑOR (HEBREOS 12:5-13) El Señor tiene un motivo para la disciplina en nuestra vida: su amor hacia nosotros hace que necesitemos ser entrenados por él en la vida cristiana (Heb. 12:9). La Biblia también nos hace ver la actitud que debemos tener hacia la disciplina del Señor. En el v. 5 de Hebreos 12, se nos dice que la disciplina del Señor: 1.

No debe ser menospreciada; en otras palabras, no tomarla en poco, no restarle importancia.

2.

No debemos desanimarnos o flaquear cuando somos reprendidos por el Señor, “ni desmayes cuando eres reprendido por él”.

3.

En el v. 7 del mismo pasaje, la Escritura nos exhorta a sufrir con perseverancia, con éxito, con paciencia.

4.

Y finalmente, en el v. 9, El Señor nos indica a obedecer siguiendo las indicaciones del Señor.

Todo lo que hace el Señor trae buenos resultados y los resultados de la disciplina del Señor no son la excepción. 1.

La Escritura nos dice que la disciplina del Señor probará que somos hijos de Dios (v. 7), pues, DIOS NO DISCIPLINA A LOS QUE NO SON SUS HIJOS, “si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos”.

2.

La Biblia afirma que “viviremos” (v. 9), es decir disfrutaremos la vida cristiana espiritual, porque la disciplina del Señor no tiene resultados negativos.

3.

El Señor afirma que recibiremos provecho (v. 10), ya que la disciplina del Señor es “para lo que nos es provechoso”.

4.

En el v. 10 del mismo pasaje, el Señor expone otro resultado de la disciplina del Señor, afirmando que la disciplina ayuda “para que participemos de su santidad”; esto es pureza moral, y más consagración a su causa.

5.

Además, la disciplina del Señor produce fruto apacible de justicia (v. 11), rectitud y corrección de conducta moral y espiritual.

LA DISCIPLINA DE LA IGLESIA En el libro de Mateo, nuestro Señor mencionó dos asuntos importantes sobre la Iglesia: Primero, el fundamento de la iglesia (Mat. 16). Segundo, un aspecto de la disciplina de la iglesia (Mat. 18:15-20), que es las ofensas personales. El Señor sabe que las ofensas son muy perjudiciales a la iglesia, y que la persona que no tenga espíritu de perdón, debe ser tenido como alguien que no es cristiano. La Escritura declara: “Perdonandoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” (Efesios 4:32b). El apóstol Pablo le da instrucciones a la iglesia en Corinto, sobre un problema de inmoralidad de conocimiento público (I Corintios 5:4-13). Pablo establece que la medida es excomunión, o sea no tener compañerismo con alguien así. El Señor también tiene algo que decir con respecto a aquel que cause divisiones entre los hermanos. En Tito 3:1011 se nos dice que tal persona debe ser desechada, pero no sin antes hacer dos amonestaciones previas tratando de persuadirlo de su error. Todos estos aspectos de la disciplina de la iglesia redundan en varios beneficios: 1.

La disciplina evita el peligro del relajamiento moral de la iglesia (I Cor. 5:7).

2.

Es un beneficio para el disciplinado (I Cor. 5:5).

3.

La falta de disciplina trae reproche a la iglesia del Señor (I Cor. 5:1), “ni aun se nombra entre los gentiles” lo que no se nombre entre los no cristianos, es una vergüenza para la iglesia.

4.

La disciplina de la iglesia permite mantener la pureza de doctrina y la pureza de la iglesia misma.

5.

La disciplina también anima a los hermanos débiles a resistir la tentación, pues saben que hay disciplina en la iglesia.

6.

También anima a los que de por sí ya creen que en la iglesia debe haber disciplina.

LA DISCIPLINA PERSONAL El Señor se dirige específicamente al siervo del Señor: (I Cor. 3:10b) “cada uno mire cómo sobreedifica” tenga cuidado de lo que hace para la edificación de la iglesia. Más adelante, el Señor agrega en II Timoteo 2:15, “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de que avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”. No sólo hay disciplina para aquel que enseña doctrina equivocada, sino también para aquel que no enseña toda la verdad. El apóstol Pablo también afirma en I Cor. 9:27 – “golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre”, ser muy vigilante de su conducta personal ante Dios y ante los hombres. En el Antiguo Testamento sabemos de un joven llamado Daniel (Daniel 1:8), “Daniel propuso en su corazón no contaminarse”. Otro ejemplo es José, léalo en Génesis 39:8-9. Dios quiere que asumamos responsabilidad en nuestro ministerio y en nuestra vida personal como creyentes en Cristo.

LA DISCIPLINA EN LA FAMILIA CRISTIANA En primer lugar, en I Cor. 11:3 Dios nos da el orden establecido de la disciplina en la familia en cuanto a los esposos se refiere – “Cristo la cabeza de todo varón, Dios la cabeza de Cristo, y el varón es la cabeza de la mujer”. El Señor agrega en Efesios 5:22, 25 “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella”. “Las casadas estén sujetas a sus maridos, como al Señor”. También debe existir un orden en cuanto al deber de los hijos con sus padres. En Efesios 6:1-2, la Escritura declara que los hijos deben “Obedecer y honrar a su padre y a su madre”. Para que los hijos obedezcan, es necesario que los padres tomen la determinación firme de enseñarles, porque los niños, aunque saben que deben obedecer, no tienen por naturaleza la actitud de cumplir este mandato de Dios. A propósito, los padres deben enseñar a sus hijos que Dios manda que los hijos obedezcan a sus padres. Así mismo, se enfatiza el deber de los padres para con los hijos. Las referencias de Deuteronomio 4:9-10: 6:79; Efesios 6:4 y otras más, en cuanto a la disciplina a los hijos, se podrían resumir de la siguiente manera: 1. Siendo ejemplo para ellos, en todo lo posible. 2. Enseñándoles las instrucciones de Dios, haciendo énfasis en la repetición de la enseñanza (Deut. 6:7-9). 3. Castigando cuando no se puede conseguir la obediencia de otro modo. EnProv. 23:13-14 la Escritura declara que “No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara no morirá. Lo castigarás con vara, y librarás su alma del Seol”. 4. La importancia de la disciplina en el hogar: a. “Si lo castigas con vara, no morirá”. b. “Librarás su alma del Seol”. c. “El muchacho consentido avergonzará a su madre” Prov. 29:15.

PERFECCIONANDO LA SANTIDAD EN EL TEMOR DE DIOS 2 Corintios 7:1 1) SANTIDAD Seguid la paz con todos y la santidad sin la cual nadie verá al Señor. Hebreos 12:14 Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad. Salmo 29:2 La santidad es el estado más alto en la experiencia humana. Es una condición anhelable, es hermosa la santidad Es la libertad gloriosa de los hijos de Dios que toda la humanidad está aguardando que los hijos de Dios manifiesten. Romanos 8:21 Es la libertad donde todos los anhelos que tenemos en nuestro espíritu los vivimos y los manifestamos sin ingerencia de nuestra carnalidad. Separarnos del mundo y del pecado Puesto que todas estas cosas (la tierra y las obras en ella) han de ser desechas. ¡Cómo no deberán andar en santa y piadosa manera de vivir! 2 Pedro 3:11 Para que sean irreprochables y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecerán como lumbreras en el Filipenses 2:15 Santidad es separación, es ser apartados y consagrados para Dios. Esta separación siempre tendrá un grado de violencia. Esta santidad que procura es una santidad en el Espíritu, es una santidad que atrae. Hay una santidad que atrae y una santidad que espanta. La santidad en el Espíritu, es hermosa, es una libertad deseable. La santidad en la carne, condena produce soberbia. Limpiarnos de toda contaminación Puestos que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. 2 Corintios 7:1 Si alguna se limpia de estas cosas, será instrumento para honra y santificado, útil al Señor y dispuesto para toda buena obra. 2 Timoteo 2:21 La santidad es una responsabilidad nustra. Tiene que ser perfeccionada.

Somos nosotros los que nos limpiamos para ser instrumento de honra. DISCIPLINADOS PARA ENCONTRAR LA GRACIA DE DIOS Mensajes predicados por Juan Manuel Montané Publicado en el blog “Soltar la Palabra” 2) INTEGRIDAD Viene del latín “integritas” = integral Dios busca hombres integros. Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad, pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará? Camina en integridad el justo y sus hijos son dichosos después de él Proverbios 20:6-7. ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, el que habla verdad en su corazón. El limpio de manos y puros de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni ha jurado con engaño. Salmo 15:2, 24:4 Jack Hayford Es un corazón completo, no está fragmentado con dobleces de ánimo. No está erosionado por el engaño personal o por la deshonestidad Es alguien que mantiene su corazón, sensible y listo para responder al Señor. Billy Graham Es una persona que es la misma en su interior como lo es en su exterior. No tiene discrepancias entre lo que dice y lo que hace. Es coherente entre su hablar y su caminar. Es confiable a solas y a miles de km. como lo es en la iglesia o en su casa. Ser un hombre de principios es mucho mas que tener principios. Es defender nuestros principios a costo de nuestro beneficio. Hay un sacrificio, una pérdida personal que deberá asumir quien desea ser un hombre integro un hombre de principios. Es fácil decir una mentira pero es muy difícil decir solo una. La falta de sinceridad se convierte fácilmente en un hábito

DISCIPLINADOS PARA ENCONTRAR LA GRACIA DE DIOS Mensajes predicados por Juan Manuel Montané

Publicado en el blog “Soltar la Palabra” 3) DOMINIO PROPIO Es el fruto del Espíritu Santo. Se suele confundir dominio propio con un esfuerzo carnal, y es una operación espiritual. Poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 2 Pedro 1:5-7 La Escritura dice que el culto voluntario no trata con la carne. Al resistir carnalmente le concedemos mas poder al pecado, no produce transformación. Colosenses 2:20-23 Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso? Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne. La Escritura dice que el legalismo es doctrina de demonios. 1 Timoteo 4:1-3 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios… prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. Es ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu. Efesios 3:16 Hay una continua operación de nuestra carnalidad para sacarnos de nuestra llenura del Espíritu Santo Si tenemos un ser interior débil andamos al compás de nuestros pensamientos y sentimientos Tenemos que estar continuamente velando, lo carnal no lo podemos evitar la clave es velar e identificar cuando estamos a la carne para volver rápido a la comunión con el Espíritu La madurez no es el anular la carne sino el debilitarla para volver cada vez más rápido. Romanos 8:13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Al volver a la comunión con el Espíritu se alinean mis pensamientos, mis sentimientos y mi voluntad se fortalece por su poder actuando en mí. DISCIPLINADOS PARA ENCONTRAR LA GRACIA DE DIOS

Mensajes predicados por Juan Manuel Montané Publicado en el blog “Soltar la Palabra” 4) VIDA DISCIPLINADA Ejercítate para la piedad = disciplínate para la santidad 1 Timoteo 4:7 Ejercítate: gimmos (gimnasia) = desnudo, atletas corrían desnudos sin peso adicional. Las virtudes espirituales tienen un comportamiento muscular. Como lo muscular tomo volumen cuando se ejercita y el ejercicio facilita seguir entrenando. Cuando dejamos de entrenar los músculos se debilitan y retomar cada vez cuesta más. En cuanto a las virtudes espirituales ocurre lo mismo. Cuando más oramos tenemos más ganas de orar y en cuanto dejamos de orar cada vez tenemos menos ganas de orar y cuesta retomar. Despojémonos de todo peso y de todo pecado que nos asedia y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio y se sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:1-2 ¿No saben que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno sólo lleva el premio? Corran de tal manera de poder obtenerlo. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos para recibir una corona corruptible pero nosotros una incorruptible. Así que yo de esta manera corro, no como a la ventura, de esta manera peleo no como quien pelea contra el aire sino que golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros yo mismo venga a ser eliminado. 1 Corintios 24-27 No es la disciplina la que produce la transformación interior. La disciplina nos coloca en el lugar adecuado por donde fluye la gracia. Al recibir el don de Dios ocurren los cambios. Disciplinarnos entonces es colocarnos donde la gracia de Dios está fluyendo. DISCIPLINADOS PARA ENCONTRAR LA GRACIA DE DIOS

Estudios Bíblicos – UNA VIDA DISCIPLINADA 1 Predicaciones – Una Vida Disciplinada 1

El Propósito de la Disciplina. Que seamos consecuentes en revelar a Jesucristo. Jesús mismo disciplinó cada acto y cada palabra para revelar al Padre (Juan 12:49-50). También disciplinamos nuestra vida por causa de los que está alrededor nuestro ” (Stg.1:8). Si somos niños fluctuantes afectaremos con nuestra inconsecuencia la fe de nuestros hermanos. Tampoco Dios está dispuesto a respaldar la obra de los indisciplinados. Nos disciplinamos para proteger nuestra salvación (1ºCo.9:24-27).

Una Definición. La palabra disciplina tiene la idea de instruir; que lo aprendido se incorpore a nuestra vida sin deteriorarse ni que se pierda; que constituya la plataforma para recibir mayor aprendizaje. De esta manera llega a ser la cultura y el estilo de vida del que se disciplina. Por lo tanto los que no se disciplinan, ni crecen ni se desarrollan.

¿Cómo Disciplinamos Nuestras Vidas? 1. Primero, Dios como Padre tiene derecho a hacerlo (Hb.12:5), Él nos ama, nos corrige y nos instruye. Una gran parte de las Escrituras está dedicada a las crónicas del trato de Dios con su pueblo, con otras naciones, con familias o individuos. El continúa tratando con nosotros soberanamente, no nos consulta que trato preferimos, ni cuándo comenzarán, ni cuando concluirán. Solo nos deja saber el propósito de esas disciplinar: es conformarnos a

la imagen de Jesús y sin duda cuando tenemos claro el propósito del porqué fuimos creados, entonces todas las cosas ayudan a bien. 2. En segundo lugar los que nos discipulan. Un discípulo es una persona que está bajo disciplina de otro, voluntariamente nos ponemos bajo su autoridad para ser instruidos en tres aspectos: en el conocimiento de Dios, en la información de su voluntad y en la formación del carácter del hijo de Dios. 3. En tercer lugar, nosotros mismos también tenemos que disciplinarnos. El valor que le damos a las cosas, se ve por como tratamos con ellas, como las cuidamos y como las desarrollamos. Para los cristianos que consideran que hallar a Cristo fue el hallazgo mayor de sus vidas, luego el ser como Cristo era la vocación suprema. Desearan que todo su ser, íntegramente exprese a Cristo. Así que la totalidad de la persona será sometida a una recia disciplina al principio, para luego disfrutar del hábito más placentero experimentado por el hombre: la relación con Dios y el crecimiento en su gracia y en su propósito. Todo esto redundara en: salud emocional, física y espiritual. Los que nos rodean serán beneficiados y notaran que la nube de gloria queda sobre nosotros: habrá un testimonio coherente y permanente.

La Utilidad de la Disciplina Dios nos ha dado instintos naturales para ayudarnos a vivir y sostenernos pero si se salen de su lugar pueden estrangularnos. El sexo disciplinado sostiene, la alimentación disciplinada sostiene, el yo consagrado y disciplinado sostiene, pero si se salen de su lugar estrangulan. La disciplina es útil para no presentar el testimonio cristiano sin atractivo, sin forma agradable, que ni a nosotros mismo atrae, menos a los que nos rodean. Al disciplinarnos guardamos lo que Dios nos ha dado y ayudamos a otros a hacerlo (discipular) (Mt.26:20). Porque es posible que ocurra los de Cantares 1:6 “me pusieron a guardar las viñas y la viña que era mía no guardé”. Nos disciplinamos porque esta práctica producirá espontaneidad. En 1º Timoteo 1:5, Pablo nos dice: “el propósito de este mandamiento (disciplina), es el amor que fluye…” la disciplina produce un amor que fluye o amor espontáneo.

Un maratonista puede correr con libertad una gran distancia si antes se disciplinado con dedicación y no podría lograr mucho si comienza a entrenar un rato antes de la carrera. Por lo demás el amor que nace de una buena conciencia, de una fe no fingida, es un amor que nace de una vida disciplinada. No es verdadera libertad aquella que deja un corazón impuro, una mala conciencia y una falsa fe. Nos vuelve sencillo porque quita lo superfluo y nos reduce a la esencia, lo superfluo son los agujeros por donde perdemos la gracia de Dios; alguien dijo a un hombre: “Cuida mucho su reputación y poco su carácter”. Trataba de disciplinar una reputación dejando intacto un carácter indisciplinado, en relación al carácter, lo superfluo en este caso es la reputación.

El Poder Para la Vida Disciplinada “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio (disciplina)” (2º Timoteo 2:7). Tenemos amplia capacidad para la “vida disciplinada que nos librará de la cobardía abriendo las puertas al amor y al poder. Una parte del fruto del Espíritu es la templanza (disciplina) (Gal.5:22-23). Esta parte le da permanencia al amor, gozo, paz, paciencia, bondad, benignidad, fe y mansedumbre.

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