Cuaderno de Investigacion de Psicologia Social 2010
December 5, 2016 | Author: aguado1993 | Category: N/A
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CUddeIllO e/e Investigación en !\¡cO/OF/,l Social _ _ _ _ _ _ . _____________ _
Esperamos que la pequeña muestra recogida en este Cuaderno sirva arlector para adentrarse con en~ tusiasmo en el estudio de los fenómenos psicosociales, y para comprender mejor lo que hay detrás de las citas y referencias bibliográficas del manual. Si conseguimos, al menos, que esas citas y referencias se valoren como algo más que meros paréntesis que hay que ((saltarse» al estudiar un tema, nos daremos por satisfechos.
CULTURA, TVOli\Je]ÓI\J y DIFEWENClA5 lENTRIE
HOMiB;'{ESY MUjElU::5 los autores Madrid, agosto de 2010
Elena Gaviria Stewart
LA POLÉMICA ENTRE BIOLOGfA y CULTURA EN EL ORIGEN DE LAS DIFERENCIAS SEXUALES DIFERENCIAS SEXUALES EN LA ELECCiÓN DE PAREJA
El estudio de Buss Crítica y réplica de Eagly y Wood ACTIVIDADES RECOMENDADAS REFERENCIAS
C(laderno de Investigación en Psicología Social ~ ____ .. _
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La cultura nos hace más fácil sobrevivir y reproducirnos; la evolución nos ha dotado con un cerebro que, más que cualquier otro, hace posible la cultura.
(Roy Baumeister, rhe Cultural Anima/) No es raro que el estudiante que se acerca por primera vez a la Psicología Social se sienta desorientado, no sólo por la complejidad que se esconde tras su apariencia de «saber cotidiano», sino también por la diversidad de enfoques que existen sobre cualquiera de Jos fenómenos que aborda. Sin duda sería mucho más tranquilizador saber cuál de todos esos puntos de vista es el correcto, y mucho más fácil estudiar sólo ése e ignorar los demás. Sin embargo, no estaríamos transmitiendo una imagen fiel de esta disciplina si sólo expusiéramos una perspectiva como válida y definitiva. Por eso, presentamos las diversas posturas en lugar de dar sólo una conclusión fina!. Es importante subrayar que estos debates deben ir acompañados de apoyo empírico, es decir de mucha investigación. No son debates de corte ideológico, porque, aunque la Psicología no es exacta, sí es ciencia. En este primer capítulo nos proponemos plantear algunas cuestiones que han generado bastante controversia, aún no resuelta, dentro de la Psicología Social, y poner de manifiesto cómo es posible abordarlas desde una perspectiva empírica, y no sólo ideológica. Además, el tema elegido nos permite tratar, de forma transversal, contenidos de varios capítulos del texto básico, correspondientes al programa de Psicología Social (Capítulos 1, 2, 7 Y 10).
LA POLÉMICA ENTRE BIOLOGíA Y CULTURA EN H. ORIGFN DE LAS DIFERENCIAS SEXUALES Según el enfoque evolucionista, las diferencias de sexo en la conducta son adaptaciones que hemos leredado de nuestros ancestros, y se deben, en última instancia, a las distintas fuerzas selectivas que los lliembros de cada sexo han debido afrontar a lo largo de nuestra historia como especie, es decir, a la ;elección sexual (Buss, 1995). De esto se deduce que: No habrá diferencias entre hombres y mujeres en aquellos ámbitos en que ambos sexos han tenido que hacer frente a problemas adaptativos similares (por ejemplo, preferencias por determinados sabores asociados a alimentos nutritivos, reacciones fisiológicas ante el calor o el frío, reacciones emocionales ante [a amenaza de un peligro, ete.). La mayor parte de las diferencias de sexo presentes en la conducta de los seres humanos se relacionan con la reproducción (elección de pareja, estrategias de cortejo, apareamiento, conservación de la pareja ... ), dado el conflicto de intereses y el distinto modo de invertir en la descendencia característicos de cada sexo, según postula la teoría de la inversión parental de Trivers (véase el Cuadro 1.1).
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Cuadro 1.1. Teoría de la inversión parental (Trivers, 1972). La teoría de la inversión parental tiene como objetivo completar la concepción que Darwin tenía de la selección sexual como explicación de las diferencias físicas, mentales y conductuales entre sexos. la teoría de la selección sexual fue una ampliación que Darwin (1871) desarrolló de su teoría de la selección natural para poder explicar fenómenos que se escapaban a esta última. Recordemos que, según la teoría darwinista de la evolución por selección natural, aquellos rasgos físicos, mentales o conductuales que contribuyan a la supervivencia y reproducción del organismo (es decir, que sean adaptativos) se propagarán y los que no lo sean serán eliminados. Ahora bien, gracias a sus múltiples observaciones, Darwin se había dado cuenta de que muchas especies poseen rasgos que aparentemente dificultan más que favorecen la supervivencia de los individuos (ejemplos típicos son la cola del pavo real, la cornamenta de los venados o los colores llamativos en los pájaros, entre otros), y de que esos rasgos no estaba presentes en todos los miembros de la especie, sino sólo en uno de los sexos. ¿Cómo podían haber evolucionado rasgos que no favorecen la supervivencia y, además, en uno solo de los sexos si ambos se enfrentaban a las mismas presiones ambientales? la explicación que propuso era muy coherente. Esos rasgos han sido seleccionados porque contribuyen al éxito en el apareamiento. Y ¿cómo lo hacen? Por dos vías: mediante la selección que uno de los sexos hace entre 105 miembros del otro al elegir pareja (selección intersexual): si existe un consenso dentro del sexo que elige sobre qué rasgos son deseables en el otro sexo, aquellos individuos que los posean serán elegidos preferentemente y tendrán más probabilidades de reproducirse; la segunda vía tiene lugar mediante la competición entre los miembros de uno de los sexos por el acceso a una pareja del otro sexo (selección o competición intrasexual): cualquier rasgo que, dentro del sexo que compite, unos posean y otros no y que favorezca el éxito en la competición y, por tanto, el acceso a la reproducción, se verá favorecido por la selección sexual. Aunque ambas estrategias pueden coexistir en una misma especie, 10 normal es que en unas especies predomine la competición intrasexual y en otras la selección intersexuaL Lo que Trivers añadió a esta argumentación fue el factor que determina cuál de los sexos va a elegir y cuál va a competir. En principio, el éxito reproductivo es un objetivo igual de importante para ambos sexos. Entonces, ¿por qué cada uno emplea estrategias diferentes para lograrlo? Según la teoría de la inversión parental, el sexo que más invierte en su descendencia, por ser el que más tiene que perder, será el que elija para asegurarse de que no malgasta su inversión (evitando así a un compañero que no contribuya a sacar adelante a la prole, o que sea incapaz de protegerla contra posibles peligros, por ejemplo), mientras que el otro sexo sería el que compite para tener acceso al mayor número posible de oportunidades de apareamiento. Hay que aclarar que Trivers utlliza el término «inversión» en sentido biológico, no económico. La inversión sería la conducta que el progenitor realiza para asegurar la supervivencia y reproducción de sus descendientes a costa de su propia reproducción. Por ejemplo, en el caso de los mamíferos, las hembras invierten mucho más que los machos porque la fabricación de óvulos es mucho más escasa que la de espermatozoides y, además, una vez fecundadas, deben esperar un periodo relativamente largo hasta volver a ser fértiles, algo que no les ocurre a los machos. Eso implica, según la teoría, que serán las hembras las que elegirán y 105 machos los que competirán entre sí por sus favores, de manera que, a la larga, se seleccionarán los rasgos que resulten más atractivos para las hembras y los que favorezcan el éxito en la competición entre los machos. Ahora bien, hay especies (como la humana) en las que el macho también invierte en el cuidado y manutención de las crías, y no sólo en engendrarlas. Otro de los postulados de la teoría es que, en especies en las que los machos no pueden estar seguros de su paternidad, la inversión de tiempo y esfuerzo para sacar adelante a las crías supone un riesgo para su propia eficacia biológica, a menos que exista una confianza razonable en que esas crías no son de otro, es decir, en que comparten sus propios genes.
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Por su parte, las teorías de corte más socio-cultural atribuyen las diferencias de sexo a factores como la socialización o la distribución de roles y de poder dentro de la sociedad. Por ejemplo, la teoría de los roles sociales de Eagly y Wood (Eagly, 1987; Wood e Eagly, 2002) propone que son las expectativas y las habilidades asociadas a los distintos roles desempeñados por hombres y mujeres las que explican sus diferencias en la conducta social. la asignación diferencial de roles no es arbitraria, sino que responde a una división del trabajo, motivada por la necesidad de cooperación entre los miembros del grupo para la supervivencia. La Figura 1.1 recoge una representación esquemática de este modelo.
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Expectativas de rol de género
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DIFERENCIAS SEXUALES EN LA ELECCIÓN DE l'AREjA
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