Cristina Peri Rossi - Las Musas Inquietantes
March 21, 2023 | Author: Anonymous | Category: N/A
Short Description
Download Cristina Peri Rossi - Las Musas Inquietantes...
Description
CRISTINA PEI OI. OI. L MUA NQIE
.
Prólogo de e Ginerrer
POESIA
LAS MUSAS INQUIETANTES
Cristina Peri Rossi Rossi
Prólgo de Pere Pere Gim/errer
EDITORL LUMEN
Diseño gráco: Joaquín Monclús
Publicado por Editorial Lumen, S.A, Ramon Miuel Miuel i Plan Planas, as, 10 - 08034 Ba Barcelon rcelona. a. Reseados los derechos de edición en lengua castelana para todo el mundo
Primera edición: 1999
© Cristia Peri Rossi, 1999 © del prólogo, Pere Gimfrrer, 1999 © Salvador Dalí, Fundació alaSalvador Dalí, VEGAP, Barcelona, 1999 © The Munch Museum/The MunchElingsen Group, Barcelona, 1999 Claude Monet, © George G Grosz, rosz,VEGA, Max Ernst, René Magritte, Monet, J Sorolla, Giorgio de Chirico, Antonio López, Balthus, Francis Bacon, Leonor Fini, VEGAP VEGAP,, Barcelona, 1999
ISBN: 8426428134 Depósito Legal B. 37846-1999 Printed in Spain
La mirada es la ereccón del ojo. JACQUES LACAN
PRÓLOGO
En estos poemasa sabiendas ocurren cosas. No son, quierodeldeci poemas estáticos: rehuyen la figura me dallón, a la que -desde Heredia Heredia hasta Manuel Machado y desde Cava/is hasta D'Annunzio con frecuenca se adscriben los textos poéticos sobre obras plásticas. No mera contempla contemplación, ción, pues: son actividad , por lo tanto, crítica de lo visible. Existe, burcado del anterio otro linaje (y aun otros linajes) de poemas sobre pintur, des de Rafael lberti hasta Octavio Paz, desde Paul Éluard hasa J. V Foix. En tales casos, nada hay de estático: los poemas relatan una peripeca. Ocurre así en Las musas inquietantes, no porque Cristina Peri Peri Rossi sea una des tacadísima narradora (con serlo), sino porque, en cuan to poeta, ha elegido esa opcin, se ha adscrito a este li naje, más moderno que el que eieron los autores que adoptan el modelo del medaln Concebida as la poe sía sobre pintura es una narración en movimiento; la pintura arte la organizacón organizacón del el espacio, pero tambinesunun arte arte de de la percepcn sucesiva s ucesiva enómeno visible, y reproucir en la página (arte espacal e la ti 9
pogra/ía sobre el blan blanco, co, arte de los estratos del tiempo de la lectura) el proceso de captacón del cuadro equiva e quiva le a una operacón cognosctiva s el poema conquis
ta lo que le es más especco se convierte en conoci miento, y escribir el poema es conocer (el propio poema, en cuanto objeto verbal, pero también la realidad) de una frma que sin él no conoceríamos La beleza beleza de los textos textos es aqu pues, turbadora ante todo Tenemos, s la sensación de halarnos ante al guien que relata vívidamente historias, como un narra dor andariego o un juglar (por no decir como Schereza de); pero estas historias, aunque contengan beleza e irona, no se proponen meramente resultar resultar gratas o pla centeras a veces an más al: exploran y ahondan ahondan (como, por otro lao, la pintura misma) en regiones con las que habitualmente evitamos encararnos Suyo es el territorio deacoso, las pulsiones deseo, desnuestra eo, la posesión, el riesgo, el el centroúltimas: esencalelde so soledad ledad Nos enrentan a nuestra propia imagen; nos turban, en la medida en que nos obligan a saber qué o quiénes so mos También en la medida, muy particularmente pro pia del poema, en que impugnan impugnan la experienca experienca común Toda poesía es, en princo, lo contrario de una poesía de la experienca, ya que toda experienca (bien lo su pieron Gabriel Ferrater o Jaime Gil de Biedma, y antes que ellos uden o Baudelaire) en el acto de convertirse 10
en poema se transforma en otra cosa: no poesía de la ex perienca, pues, poe poesía. sía.estos Algo hay en casteano a losino queexperiencia sí se parecendea la trechos belos poemas de Cristina Peri Rossi: las enigmáticas y lacónicas miniaturas de José María Eguren. Pero el de Eguren, tan admirable como obsesivo, es un mundo de casa de muñecass amueb muñeca amueblado lado sólo or los diosecios o demonios del poeta; poeta; aqu en cambi cambio, o, Cristina Peri Rossi convo convo, , para convertirlas convertirlas en propias, de sí misma y de qui quienes enes la leen, las fantasmagorías, las concsas charadas enigmáticas, con las que los pintores han hecho explita, en
cuanto orma sobre el lienzo, e implita y alusiva, en cuanto signo icónico, la ambigüedad esencal de esa borrosa imagen que de cada cual tiene la propia concepcin, como en un espejo empañado que sólo queda diá fano, con caridad bruñida, cuando el poema opera su ceremonial de transfiguracones. transfiguracones. Abrir este libro es entrar en nuestras galerías interiores interiores la mirada mir ada que ahí vemos, de esfinge o de gorgona, es . nuestra mirada. Eso distingue a la verdadera literatura literatura. PERE GIMFERRER
CLAROSCURO (La encajera, Jan Vermeer de Delft)
La aplicación de las manos de los dedos la concentrada inclinación de la cabeza el sometimiento una tarea tan minuciosa como obsesiva El aprendizaje de la sumisión y del silencio Madre y o no quiero hacer encaje yo no quiero los bolillos no quiero la pesarosa saga No quiero ser mujer.
13
GIOCONDA (La Gioconda Leonardo da Vinci)
La joven oretina esposa de Giocondo vista por Leonardo a la salida de la iglesia a quien el pintor pintor -mientras posabahizo entretener con música y co cantos Ella guarda en sus ojos la leve tristeza orentina la opulencia de las damas bien criadas Y al ndo -entre vagarosos lagosse diluye la melancolía de Occidente.
15
LA PNCESA DE EST ESTE E (La Princesa de Este, Pisanello)
Severa, la ignota Princesa de Este se pasea, digna, entre las mariposas de un jardín de Ferrara; las ores en las ramas oscuras son peces suspendidos en el aire de Ginebra ymás unaque pequeña rama enebro, en el hombro, un desliz dede frágil dulzura es el signo de su nobleza, el símbolo de Este. Hay ores de alas abiertas y mariposas que otan como algas Nadie supo nunca el nombre de esa Princesa de Este
17
CA'DORO (El muele las góndolas y la iglesia de d e la Salud,
Fracesco Guardi) E el muelle, del lado de la iglesia de la Salud, ocupado por las tiedas pequeños mercaderes ls que cubriero de orode laslos paredes de Veezia y costruyero techos copiados por Carpaccio; las gódolas quietas, arribado, posadas e u agua plata y perpleja, especular. Y el leto deterioro de u cielo de cobre, al atardecer atardecer,, cuado se escucha repicar los pasos de los mercaderes e los muelles.
19
VISTA DEL GRAN CANAL (Vista de Gran Cana, Francesco Guardi)
Ese cielo Guardi anuncia una guerra no sólo una tormenta. Ocre que ga por encima de los techos por encima del arco del Gran Caal (a la hora de los mercaderes no de los mantes) Ese cielo Guardi pintado desde la góndola
que quiebra la cúpula de la iglesia se diluye en las márgenes de la edad pero en sus aguas otan las ambiciones de los príncipes las derrotas de los pobres Guardi por ese cielo veneciano los mercaderes no te amaron y los Papas no te bendieron En su fría claridad había un estremecimiento demasiado humano. 21
■
EL RINOCERONTE (El rinoerone
Pietro onghi)
Majestuosamente quieto -humilde humilladocon la mansedumbre de las enormes bestias Inocente ante el heno ante la mirada asombrada de las damas tocadas de negro (se cubren el rostro para no sentir tu olor descomunal) Inocente ante la conrontación de frmas (hombres que parecen niños en la carpa del circo) Inofensivo com un mutante no muy seguro de sí mismo condenado a andar en cuatro patas y sin embargo con una dignidad y una compostura que escandaliza a hombres y mujeres.
23
LA DAMA DE ELCHE (La Dama de Elche, Anónimo)
Venida de lo antiguo de un pasado íbero que cuelga en rma de pesados collares
y hojas de acanto Solemne en sus vestiduras plácida y digna guardiana del uego del hogar Soberbia bajos los arcaicos símbolos de su estirpe Todo en ella es pausado, noble, como corresponde a su condición Si no era que esos ojos fríos solemnes como el resto pero apenas dilatados 25
esa mirada como desprendida del contexto y que el pasado, el servicio familiar y la tradición no pueden controlar por completo anuncian tu modernidad son el presagio de una sonrisa llena de ironía que ninguna estirpe puede ocultar.
26
LA SEDUCCIÓN
(San Jorge y el dragón Paolo Uccello)
Cuánta sólida armadura San Jorge cuánto brioso caballo -blanco encabritado cuán larga la lanza (símbolo viril) cuánta furia cuánto odio al temible dragón para enfrentar de fauces chorreantes que una gentil doncella con mano suave saca a pasear dócilmente como si se tratara de un perrillo faldero. Aquello que los hombres matan ccon on violencia las mujeres domestican con dulzura.
27
EL NUEVO MUNDO
(Paaje con la aída de Íro Brueghel el Viejo)
En la calma impasible de un mar innito inabarcable grande como todo el mundo conocido la nave ha anclado óvalo blanco de un huevo en reposo Hacia el horizonte vagos túmulos islas blancas irreales a la disa luz de un sol que se pone sin estremecer las aguas Estancada la nave no sabe que boga hacia un mundo misterioso remoto innito de peces voladores árboles que abrazan y devoran lenguas dulces de gemidos y de quejas
29
EL VIAJERO SOBRE EL MR DE NUBES (El viajero sobre el mar de nubes, Caspar D. riedrich)
Ha ascendido hasta la solitaria cima del mundo escarpada cima en medio de las nubes Ha ascendido hasta la misteriosa cima del del n del mundo donde el cielo se funde con el mar nubes y(incestuosas no sabe dónde est.incestuosas olas) Se yergue de espaldas -solitario mstil en la densidad de la nieblay contempla la vasta inmensidad como quien contempla a Dios Inaudita y silenciosa visión revelación un paso ms all de la cima
un pasotoda mscontemplación all de la muerte donde es contemplación de la contemplación. Cima sin rereso altura segada 31
que al ascender encuentra en la inabarcable inmensidad el espejo de la propia pequeñez.
32
EL CÉAN GLACIAL El océano oc éano glacal o El naufra naufragio gio de la Esperanza Esperanza Caspar D. Friedrich)
El hielo rompe sus paredes sus espejos sus cristales castillos derruidos maderos náuragos el hielo se licúa como se precipitan las catástros La quilla de un iceberg asoma (falo que apunta hacia las nubes) y el casco del bajel se inclina agoniza entre hielo (La casilla del lápidas rey estáde vacía en el tablero congelado) La Esperanza ha nauragado en el estrépito de espejos.
33
ELJARDIN DE LAS DELICIAS (detalle) (El jardín de la deas, Jerónimo Bosch)
Sobre un cilindro de luz transparente el pájaro descansa como si aún estuviera volando Rostros perversos, malignos se reejan en esras de humo y de cristal evanescentes
(rmas del aire y de la la luz) Huellas de árboles turos se estampan como a veces,endelosunvidrios sueño, sólo nos queda una señal en el cuello
35
LA PASIÓ PASIÓN N
Tormenta Tormenta de niev nieve e J. M W Turner)
El mar gira redondo como un vértigo de espuma Hay cabezas de peces degollados nudos perversos manos crispadas El agua gira en remolinos concéntricos: el retorno de toda obsesión Crujen los maderos (huesos quebrados) escupen las sentinas luces raras rompen el horizonte En el círculo de las aguas absorbentes Uno es todo y todo es lo mismo erza que enciende y quema 37
EL NAUFRAGIO Naufragio] Na ufragio] M W Turner)
En el centro del torbellino girando en la avalancha de aguas descolgadas
indenso solo acosado por dos catástros: la catástro del cielo ensoberbecido que lanza luces crueles y la catástro del mar erizado de olas espumosas como caballos locos perdido y zozobrando con la ingenua sorpresa de los débiles débi les que se preguntan el motivo del castigo el esqui sola umanidad en a tormenta perde pos inclina el másil 39
vra s querer sumergido en la indomable dialéctica de las aguas como un hombre en la existencia.
40
LA MAÑAA DESPUÉS DEL DILUVIO
(La mañana después después del Diluvi Diluvio o J M W Turner)
En el círculo enloquecido de las aguas pluviales en el torbellino vertiginoso de las aguas marinas marinas lentamente comienza a amanecer amanecer -a amainar- Comienza a amanecer en el centro líquido de la tormenta embrión rojizo óvuo fcundado célula primigenia en cuyo interior ota el bajel sobreviviente que eleva su mástil su falo mientras las aguas súbitamente amansadas dejan de rotar caer
41
MEGAÓPOIS Metrópolis George Grosz)
La Gran Ciudad es roja como una granada Roja como el círculo de todos los círculos de Dante Roja como la ambición el dolor la violencia el odio el desprecio a Gran Ciudad es el teatro de todos los deseos el escaparate de una guerraincandescente interminable de todos contra todos
43
1
EURPA DESPUÉS DE LA LLUVIA (Europa (Euro pa des despu pués és de la uv uvia ia Max Ernst)
Ha llovido magma hirviente licuando todas las frmas (el hombrepájaro que pende solidicado rehúsa mirarnos último reproche) Solitarios monolitos se elevan sobre el cielo luminoso como inverosímiles dioses (después (después de la tormenta). Europa es una masa indenible de desechos. La lava ha corroído la supercie de las piedras perfrado los metales mineralizado los árboles y las plantas. Licuó las montañas
obstruyó los ríos. En medio de la descomposición sopla la inmutabilidad de la muerte. Cuelgan fósiles miembros desplazados tótems rotos cuerpos devorados por el magma. La luz apocalíptica ilumina restos retorcidos. 45
Pero quedamente por deajo de as rmas siizadas y a conusión de restos se sospecha a vida arvaria que comienza a atir con un espasmo de horror Círcuo inrna de eterno retorno
46
EL SUEÑO DE LAS COSAS El sueño de las cosas Marcel Duchamp)
Del sueño de las cosas surge el lenguaje de lo inanimado: muebles que crujen en el silencio oscuro de la noche el murmullo del agua encerrada en los cristales cristale s el aleteo de las hojas ntimas de los árboles árbole s de los libros Sutiles acoplamientos de goznes entre s imperceptibles reajustes de los dientes del reloj: Todo sueña y al soñar habla
4
EL IMPERIO IMPERIO DE D E LAS LUCES El imperio de las luces René Magritte)
La casa apenas encendida (sediciosas sombras del bosque) el árbol que asciende hacia la luz del cielo (ausente todo palomo todo temblor) las ventanas cerradas
los quebrados reejos del farol la lluvia que estuvo y ya se fue la transición del paisaje en el instante mismo en que sobre el cielo se rompe la última claridad y gana la noche su húmeda participación con el frío Imperio de la luz balcánica oscuridad 49
EL ACIMIENTO ACIMIENT O DEL DEL ÍDOLO El nacimiento del ídolo René Magritte)
En su constitución se reconocen elementos direntes (pero nadie reconocerá la impostura) un brazo postizo que perteneció sin duda a dama elegante y ahora pende de un agujero e inicia el movimiento seductor hacia adelante. Se apoya sobre el estrado que conduce indectiblemente hacia la escalera cuyos peldaños trepará cuando nadie lo vea porque no es conveniente treparr ante testigos trepa test igos de innidad de espejos yEstá aunrodeado las puertas que ni abren ni cierran son en realidad reejos 51
de la irresistible ascensión El mar en torbellino brama a los costados, pero no engaña a nadie: es otro espejo donde el ídolo se mira en tanto las crestas de las olas se miran en él
52
EL PEEDOR (Vaiación sobe El nacimiento del ídolo René Magitte) Se eleva
inmensamente so inmensamente solo lo en medio de un ma efevescente de olas encespadas y madeos tubios. Se eleva -majestuosamente bajo un cielo de pieda amenazado y oscuo cuyas claidades son elécticas. Despecia los espejos que eejan las olas que eejan el viento que tiene ecos. Sabe que la escalea no conduce a ninguna pate. 53
Solitario y terco permanece perman ece en la explanada vacía como un ro en la tormenta.
54
EL TIEMPO AMENAZADOR El tiempo amenazador René Magritte)
No es verdad que el busto de mujer el trombón y la silla blanca otan en el espacio de una playa mansa europea. No es cierto que uno de los tubos horada la cintura de la mujer ni que la silla levita sobre una montaña rocosa. No es verdad que salíamos de una guerra y otra peor estaba por comenzar. comenzar. No es cierto que sólo eso podíamos esperar.
55
LA FUEA DE LAS COSAS
(La fuerza de las cosas René Magritte)
El pan y el vaso otan en el aire irreal de Nueva York dormida como satélites de una galaxia neutra y por lo demás incomprensible.
57
LA MEMORIA (La memoria, René Magritte)
Herida en la frente la bella mujer ha dejado caer una hoja El tiempo transcurre a sus espaldas ella no lo ve Tiene los ojos cerrados recogidos Ha perdido la voz su dignidad es empero humilde descubre sólo a medias el paisaje Permanece en agonía.
59
LA GRAN GUE (La gran guerra, René Magritte)
¿Quién ese ramo de violetas como unarrojó insulto a la cara de la dama bien vestida con parasol blanco y su manguito? (Al ndo ese liso Mediterráneo que no qiso ser nunca más que una ola y se confunde con el cielo.) ¿Quién borró las líneas de su rostro con el estallido de una granada, or y arma? (Al ndo, un cementerio)
61
LA INFANCIA DE ÍCAR La infanca infanca de Ícaro René Magritte)
Montado sobre veloz caballo rumbo al sol en la sala amplia y desnuda -atrás un cielo gris que ya es pasado pasado
Ícaro inicia la carrera. La arcada se abre sobre el bosque No deja huellas en el suelo encerado. Alguien ha cerrado todas las puertas.
63
A CADA CUAL SU ISLA
(L isl del tesoo, René Magritte)
o está sumergi sumergida da en un océano de agua sino en la eternidad del tiempo ya s eras del tiempo que se niega a ser o a dejar de ser el tiempo sólo idéntico a sí mismo Perdida en el mar no descubierto todavía: el mar selene i desierta ni habitada habitada i populosa ni solitaria solitaria Tiene palomas como plantas cuyas raíces no pueden volar
65
Se eleva en el Imaginario como un Dios temido y deseado
66
TIEMPO GRIS a Cated Catedral ral de Rouen, el porta tiempo gr Claude Monet)
En las reverberaciones de la humedad una tarde de otoño de mil ochocientos noventa y cuatro un triángulo alucinado es una catedral la piedra es agua que vibra en el lago concéntrico y Dios es una aguja a punto de llorar o de quebrarse Entonces descubrimos que la luz el ojo y Dios eran movimiento
67
LOS JUGADO JUGADOSS DE PELOTA Henri ri Rousseau) (Los jugadores de pelota Hen
Abuelos que hubiéramos querido tener empujan el balón en la tarde luminosa llena de armonía Los arces están rojos El aire impulsa las nubes imperceptiblemente Bosques simétricos Hubiéramos querido tener abuelos recién llegados a la infancia saltando entre los árboles con pasos de ballet.
69
HOMENA HOM ENAJE JE A ANTONIO ANT ONIO MACHADO
(En el lindero del bosque bosque Henri Rousseau)
En el lindero del bosque los árboles dibujan el perl de una mujer Las ramas dibujan el torso de una mujer Las aguas susurran el nombre de una mujer El cielo en lo alto está sereno El hombre persigue una rma que huye entre las lianas No sabe empero que contra el amo no prueba nada que la amada amad a no haya existido jamás.
71
EL EST ESTUDIO UDIO DE DEL L PINT PINTOR OR
(El estudio del pintor Joaquín Soroa)
Esas mujeres mujeres en as payas de argos vestidos bancos y sombreros con cintas en as manos ese aire chejoviano a anguidez de as guras reíamos pasear por Leningrado a uz irrea de atardecer e aire saino
No sabíamos que a guerra había empezado
73
EL OGEN O GEN DEL MUNDO
(El origen del mundo Gustave Courbet)
Un sexo de descuberto (soltaro ojomujer de Dos que todo lo contempla sn nmutar nmutarse) se) percto en su redondez completo compl eto en su esrcdad mpenetrable en la msmdad de su orco mposeíble en la espesura de su pubs ntocable en la turgenca mórbda de sus senos ncomparable en su cultad de procr procrear ear sometdo desde sempre (por mposeíble mposeíble por naccesble) a todas las metáras a todos los deseos a todos los tormentos genera partenogenétcamente al mundo que sólo necesta su temblor
75
LAS MUSAS INQUIETANTES I (Las musas inquietantes, de Giorgio de Chirico)
En el suelo rojo de madera que conduce de la actualidad al pasado se eleva
monumental una musa sin braos braos (A lo lejos una estatua romana una fábrica un templ temploo ) Hay másc máscara arass en e n eell suel suelo o cubos de colores un bastón y un pedestal Otra espera sentada sin cabea como una madre cansada cansa da de viajar
77
os invoco: Haced de la angustia un colo
78
LAS MUSAS INQUIETANTE INQUIETANTES S 11
Giorgio de Chirico) (Las musas inquietantes, inquietantes, de Giorgio
Descabezadas, incompletas, incompletas, destal ridículo solemnes solem nes en pe pedestal o sentadas sentadas al borde de la calle calle,, como quien espera un auto o un cliente las musas domésticas engordan pierden un brazo los cabellos se quedan calvas Ya sin ofcio verdadero en un mundo mundo ca cada da vez más agitado, en una ciudad ciudad cada vez cada vez más populosa, mecánica.
79
BABE (La gran torre de Giorgio de Chirico)
Silenciosa enigmática la Gran Torre se eleva al innito Única construcción en la ciudad desierta inanimada Babel silenciosa uego de la bomb bomba a
81
LA SOLITARIA
(La solitaria Edvard Munch)
Contemplando la innitud celeste de una mar parejo vasto e inabarcable pareo vasto inabarcable la mujer sola rente al mar Irresistible le da la espalda Entonces contempla la arena azul la innitud de la arena parea vasta inabarcable
Mar y mar
83
AUTOTRO
(Autorretrato Edvard Munch)
La soledad alucinada se reeja a sí misma
85
EL GTO (El
gro Edvard Munch)
El nño que mos grta solo en el puente despavordo aúlla un paso atrás de la concenca de los celos rojos namados de grtar
87
EL NAUFRAGIO (El naufragio Jules
Garnier)
Inmensamente sola ente a un mar en calma que ya ha deglutido todo bajel todo navío Y después de devorarlos se ha echado a descansar con la mansa ingenua nocencia de las bestias La náuraga desnuda -única sobrevviente sobrevviente de la la tragedia ya acaecida ya olvidada por las aguasyace después de la violación del mar Su roja cabellera de medusa desplegada despeinada sn tento sin rienda Su rostro contraído por el dolor desamparada 89
Inmensamente sola los labios entreabiertos
en muda súplica el dorado cuerpo de caderas opulentas entregado a la voracidad del agua El mar la penetrará penetrará cuando cuan do quiera quier a Amo Absoluto
90
MADRID MAD RID O OTT OÑ OÑO O EN LOS JAINES (Mdrid, Antonio López)
Ha llovido hojas secas sobre el suelo Los bancos de piedra están vacíos La escalinata sube entre murmullos de hojarasca
El peso inclina las ramas las arrastra -alas en celo- Una mujer vestida de negro mira por los prismáticos la lucha de un frágil pájaro contra el viento (velero) Caminamos en sueños por un Prado así El viento iba y venía por Madrid Como las balas
91
EL PABELL PABELLÓN ÓN (El pabe pab en n del de l mue muee, e, Michael Andrews)
Sobre una larga patarma de de arena blanca larga como la mano de una divinidad benéca el límbico Pabellón se eleva con sus minaretes sus torres torres y su bóveda bóved a lejano algo inaccesible lejano sueño de belleza o Paraíso que adivinarse la niebla entrepuede la reacción de entre de una luz tan blanca tan hipnótica como la imagen de una Promesa a la distancia justa entre la realidad y el deseo distancia de ensoñación de esperanza y de dolor.
93
LUCES (Luces I: The Sp a, Michael Andrews)
Procesión de luces en el celeste atardecer del puente de San (crisálid crisálida a volad voladora) ora):Francisco : una prolongada cadena de luces -las teas de los amores encendidos bordea la costa la periferia y los cos amarillos amarillos de los autos -nocturnas noctilucasse estiran sobre la carretera como las siluetas de los amantes que tuvo la ciudad amantes que murieron durante la Gran Peste
95
ASÍ NACE EL FASCISMO (La leión de guitaa Balthus)
En el campo de concentración de la sala de música o ergástul la ía, impasible Profsora de guitarra (Ama rígida y altiva) tensa en su falda el instrumento: mesa los cabellos alza la flda dirige la quinta de su mano hacia el sexo insonoro y núbil de la Alumna descubierta como la tapa de un piano Ejecuta la antigua partitura sin pasión sin piedad
conlos la roles fía precisión de patriarcales. patriarcales. Así sueñan los hombres a las mujeres. Así nace el fascismo.
97
T S E EST STUDIOS UDIOS DE HOM HOMB B Bacon)) (Tres estudios de hombre Francis Bacon
I Ese hombre sentado en su jaua de vidrio transparente mira a máquina de afeitar con atención como si ea guardara e enigma que e rostro enjabonado en e espejo es incapaz de descubrir 11
Mientras ssuu sombra azu ssee icúa Mientras más aá de a sia escapada escapa da de a jaua Única transgresión transgresión 111
Acabada Acaba da a meditación ssee aita 99
PERSISTENCIA PERSISTENCI A DE L LA A MEMORIA
(Pst (P stnca nca d la mmoia mmoia Salvador Dalí)
Al ndo un lago en calma sutil no desarrollado Ocres montículos de arena rígidos como pirámides Los relojes blancos languidcen inútiles descompuestos en el tiempo vasto como un desierto
que nada guarda si no es el reejo de un un dolor en una canción
101
CUARTO DE HOTEL
(Habitacn de hotel Edward Hopper)
La soledad de la viaera al borde de la cama en el cuarto de hotel las maletas sin abrir los zapatos altos desbocados caídos en el suelo como rutos maduros Ellaprograma lee un menú un un horario de ferrocarriles tan sola en la habitación como cualquier viaera recién llegada llegada a un mundo hostil a una ciudad sin nombre.
103
OFICINA OFIC INA E EN N NUEV N UEV YO ( Oficina cina en en Nue Nueva va Yo rk, rk , Edward Hopper)
La soledad de una mecanógrafa en un bar de la calle Cuarenta y dos
View more...
Comments