Crianza de Cocatiles.
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JAULAS
Aun cuando su tamaño no es muy grande, un cocatil necesita contar con mucho espacio en su jaula. Las de madera no son recomendables debido a la necesidad que tiene este pájaro de roer. Tampoco lo son las redondas a menos que el diámetro sea superior a los 60cm.
Hoy en día las jaulas se construyen dotadas de comederos y bebedores accesibles desde el exterior. Esta es una disposición muy conveniente ya que hace posible evitar el alboroto que inevitablemente provoca el cambio de la comida y del agua.
Los cocatiles deben ser objetos de vigilancia en todo momento cuando se encuentran fuera de su jaula. No debe olvidarse que son criaturas que sienten gran curiosidad y pueden a verse envueltos en algún problema sin no nos encontramos cerca para evitarlo.
Los ejemplares que han de instalarse carentes de compañía y además no han sido domesticados, han de disponerse de juguetes o de comida colgante en su jaula para mantenerlos ocupados.
Si nuestro cocatil ha de permanecer fuera de su jaula durante un rato, conviene que tengamos a su disposición algo de comida y de agua fresca.
Un cocatil necesita un espacio en el que pueda volar y ejercitarse. Las jaulas cuadradas o rectangulares son las mejores ya que le permiten aletear durante sus ejercicios sin que por ello corra el riesgo de golpear los laterales.
Hoy en día las jaulas se encuentran disponibles en muchos tamaños y estilos diferentes. Los fabricantes hacen, en este punto, que a las personas les resulte fácil satisfacer sus exigencias de decoración así como las necesidades de sus pájaros.
Dos cocatiles instalados juntos necesitan más del doble de espacio que uno de ellos alojados individualmente. Aseguremos que la jaula sea lo suficientemente grande como para que ambos pájaros puedan ejercitarse así como para escapar uno de otro en el caso de que se produzca una disputa.
PAJARERAS
Una pajarera proporciona amplio espacio para la ejercitación. Generalmente, un cocatil tratará de trepar hasta el punto más alto posible dentro del recinto y, por tal motivo, conviene que éste cuente con un resguardo donde poder dormir, así como servir de protección contra las inclemencias del tiempo y además proporcionar un adicional sentido de seguridad.
Los cocatiles crían muy bien en una pajarera. Cabe señalar, sin embargo, que pueden producirse disputas territoriales cuando dos o más parejas se encuentran instaladas juntas. A tal fin, el número de cajas de nidificación dentro del recinto deberá ser superior al de parejas pues con ello se reducirán las disputas a un mínimo.
Dentro de la pajarera deberá haber perchas, ya sea bajo forma de ramas naturales o de listones torneados, para facilitar el descanso de los cocatiles. Deberemos asegurarnos que estén libres de insecticidas y pesticidas que resultaran muy tóxicos para nuestros pájaros.
Algunas ciudades cuentan con ordenanzas que no permiten la construcción de pajareras en determinadas zonas. Verifiquemos este punto antes de iniciar la instalación de una de ellas. También resulta aconsejable informar a nuestros vecinos acerca de nuestras intenciones al objeto de que no formule quejas respecto a la presencia de esta nueva estructura.
El cocatil es uno de los pocos pájaros que se desenvuelve bien tanto en una jaula como en una pajarera. Son pocas las condiciones que se deben tener en cuenta en la construcción de una pajarera para nuestro cocatil. En primer término conviene que esté en un lugar apropiado, y parcialmente a cubierto de los vientos fuertes que podrían desarrollarse en esa zona, también para evitar la caída directa de los rayos del sol. En segundo término, el suelo debe estar constituido por una placa de cemento con el objeto de impedir que los roedores se abran camino y penetren en el interior. Por último tenemos que lo más importante es probablemente la dimensión. Por supuesto cuanto mas grande mejor, pero deber tener un mínimo igual al de un gallinero. Señalemos, por último, que deberá contar con una protección apropiada para los meses de invierno y para ello convendrá fijar al armazón una gruesa lámina de plástico para que sirva de resguardo contra el frío.
Las necesidades nutritivas de los ejemplares instalados en una pajarera son las mismas de los que se mantienen en una jaula. Conviene proporcionarles raciones diarias de semillas y agua así como, con carácter complementario verduras para completar sus exigencias vitamínicas.
Una pajarera bien diseñada puede constituir un toque decorativo adicional al entorno de nuestra vivienda y, además, nuestros pájaros se beneficiarán de ello.
CUIDADOS VARIOS
En el suelo de la jaula debemos colocar una porción de arena gruesa en un recipiente especial, esta será ingerida para ayudar a la digestión. También existe un producto en tiendas de mascotas llamadas grit.
Siempre debe haber comida fresca y agua disponibles para nuestro pájaro. Asegurémonos de que lo que se encuentra a la vista son autenticas semillas y no cáscaras pues los pájaros, tras el descascarillado, dejan caer éstas sobre aquéllas y no escarban para apartar las cáscaras y llegar hasta las semillas que se encuentran debajo.
Los ejemplares en época de cría requieren una alimentación adicional. Los huevos rayados y la quinua sancochada no sólo contribuyen a aumentar el peso de nuestros pájaros, sino que son suficientes para que alimenten a sus crías.
El alisado del plumaje constituye un acto natural que un cocatil llevará a cabo todos los días. Los que sienten aversión hacia el baño acostumbran a alisarse el plumaje con mayor frecuencia.
A un cocatil mimado le gusta comer de la mano de su dueño. Si se acostumbra a ello puede que al final se convierta en un hábito.
Una dieta apropiada y un grado suficiente de ejercicio físico mantendrá a nuestro pájaro en excelentes condiciones. La mejor manera de asegurarnos que la dieta que recibe es buena, es hacerla tan variada como nos sea posible.
Para conocer que un ejemplar está bien alimentado, se notara que el plumaje de su abdomen pone de manifiesto un color rosado inmediata después de su quilla, debido a la capa de grasa que recubre su pecho. Un ejemplar cuya alimentación es deficiente o falto de peso presenta una quilla protuberante.
Al llegar a casa con nuestro cocatil recién adquirido es importante que la dieta que ha venido recibiendo hasta entonces sea mantenida. Los cocatiles no aceptan con rapidez cambios en su comida y es posible que se pasen algunos días sin probar alimento si su dieta ha sido modificada.
El cocatil come en el suelo y desciende hasta el fondo de la pajarera o jaula. Debe proporcionársele una buena mezcla de semillas valiéndonos de recipientes abiertos y relativamente grandes. En cuanto al agua, es mejor que sea lo mas fresca posible y utilizar un recipiente de menor dimensión que los de la comida. Asimismo se procederá colocarlo a mayor altura para que se mantenga limpio.
MANTENIMIENTO
Los cocatiles exigen un mantenimiento mínimo, aparte la labor que supone proporcionarles comida y agua todos los días y conservar la jaula limpia. Ocasionalmente necesita un recorte de pico o de uñas debido a que se le han desarrollado en exceso. Debe tenerse en cuenta a este respecto que un pico
sobredimensionado puede convertirse en un problema grave sin no se le presta la debida atención. Cuando crece en demasía, al pájaro no le resulta posible descascarillar las semillas para después comérselas. También las uñas excesivamente largas pueden plantear problemas. Uno de ellos es que da lugar a que el pájaro quede aprisionado en los barrotes de la jaula o atrapado en una alfombra o cortina y que de ello se derive la fractura de una pata. Algunas veces las uñas de un cocatil tienen un aspecto parecido a la punta de una aguja pero con una longitud insuficiente para proceder a su recorte. En tal caso puede hacerse uso de una lima de manicura para redondearlas.
Recortar un pico no resulta labor muy corriente. Si el de nuestro pájaro nos parece que ha crecido en demasía, llevémoslo a un experto para que lo compruebe. No intentemos hacerlo nosotros mismos ya que el pico es frágil y si el recorte no se lleva a cabo de un modo correcto puede fragmentarse.
Los picos crecidos en exceso pueden alcanzar una longitud tal que nuestro pájaro se vea imposibilitado de comer normalmente. En el caso de que esto ocurra y no podamos llevarlos con prontitud a que le efectúen un recorte, démosle de comer alimentos blandos, tales como huevo duro rayado con una papilla de quinua.
Tanto si se trata de un simple limado como de un recorte del pico o de las uñas, a los cocatiles no les gusta esta medida y algunas veces ponen de manifiesto cierto resentimiento contra la persona que ha llevado a cabo dicha labor.
Algunas veces las uñas no requieren un recorte. Un simple limado con un poco de papel de lija es suficiente para eliminar los extremos.
Si quiere tener a su cocatil suelto en cada, el ala requiere un recorte después de cada muda. Algunas veces ocurre que un pájaro puede volar cuando sólo le han vuelto a crecer una o dos plumas.
Es importante conocer el modo adecuado de sujetar a nuestro cocatil durante estas labores. Con ello, la experiencia de recortar las uñas, el pico o las alas resulta mucho más agradable tanto para el pájaro como para su dueño.
Algunas veces el desgaste de los picos y de las uñas se producen a través de lo que el pájaro come y de la forma en que trepa.
Si tenemos suerte, nuestro pájaro nos permitirá contarle las uñas mientras permanece posado en nuestra mano. Esta labor puede llevarse a cabo con un cortaúñas que nos será posible adquirir en algún establecimiento de venta de mascotas.
Antes de proceder al apareamiento de nuestros pájaros, limémosles las uñas para que no se produzca una rotura accidental de los huevos en el nido. Esto debe efectuarse mucho antes de que comience la época de cría.
DIETA
Una buena mezcla de semillas es condición necesaria para proporcionar a nuestro cocatil los nutrientes básicos y las vitaminas requeridas para
mantenerlo en condiciones óptimas. Las mezclas preparadas por un criador privado o un establecimiento de venta de mascotas son las mejores y consisten en una variedad de pequeñas semillas, tales como mijo, alpiste y avena vitaminada con cáscara. También puede añadirse a la dieta de nuestro pájaro las semillas de girasol. Además del suministro regular de semillas, las verduras proporcionan un suplemento vitamínico importante que contribuye a su bienestar
Los cocatiles en estado silvestre descienden hasta el suelo para comer. Dentro de la jaula, los alimentos y el agua pueden colocarse en recipientes situados a cierta altura pero, de hecho, los pájaros los prefieren en el fondo.
Los bloques de semillas compactadas y otros agasajos, constituyen clases especiales de alimentos que pueden ser proporcionados a nuestros pájaros como adición a su dieta normal. De todos modos, nunca deberán ser la única fuente de comida disponible para ellos.
Si nuestro pájaro permanece fuera de su jaula la mayor parte del día. Coloquémosle algo de comida en algún punto externo para que pueda tomarla ocasionalmente.
Una variedad de verduras proporcionan vitaminas y nutrientes adicionales a nuestro pájaro. Las verduras de tonalidad más oscura, como por ejemplo la espinaca y la alfalfa, cuentan con un valor nutritivo superior a la lechuga. Asegurémonos de que nuestro pájaro coma en abundancia su semilla habitual ya que los cocatiles necesitan consumir la mezcla de semillas debido a las proteínas que contienen.
Un exceso de verduras puede dar lugar a que las deposiciones de nuestro pájaro adquieran un aspecto licuado. Si tenemos la certeza que ha ingerido una cantidad de verduras superior a la habitual, la diarrea resultante no ha de ser causa de alarma.
A los cocatiles jóvenes no se les debe proporcionar un exceso de verduras. Lo que necesitan es una mayor cantidad de semillas para proporcionarles las calorías de que precisan para su desarrollo y mantener un peso sano.
Las semillas germinadas gozan de gran aprecio y proporcionan salud para nuestro pájaro. Conviene que hayan sido tratadas adecuadamente para evitar la presencia de moho.
RECORTE DE LAS ALAS
Son muchos los accidentes que han ocurrido por no haber recortado el ala de un cocatil. Hacerlo supone tener la certeza de que no chocará en su vuelo contra espejos o cristales de ventana o saldrá al exterior a través de una puerta abierta.
El recorte de las alas requiere un seguimiento pues si no se lleva a cabo después de cada muda, el pájaro estará en condiciones de volar de nuevo.
Un pájaro con sus alas intactas resulta difícil de adiestrar. Procediendo al recorte de un ala, es mayor el tiempo que transcurre para mantener contacto físico con él durante las sesiones de adiestramiento.
Solamente deber recortarse un ala pues con ello se provoca un desequilibrio. Si el recorte se efectúa en ambas, el pájaro todavía podrá volar.
El ala de nuestro pájaro siempre debe permanecer recortada, incluso después de su domesticación. Esto lo mantiene en una situación de dependencia respecto a nosotros para determinadas cosa, lo cual, lo convierte en un mejor animal de compañía.
Para llevarlo a cabo sujetemos firmemente el pájaro con sólo una de las alas extendida para el recorte. Unas tijeras domesticas corrientes valdrán para ello. El recorte se aplica a las plumas remeras y partiendo de la séptima a contar desde atrás. Procediendo de este modo permitimos al pájaro que atenúe su caída cuando intente volar, pero no que gane altura.
Un pájaro con sus alas intactas nunca debe ser sacado al exterior de la casa. Incluso el más domesticado de ellos pude huir volando como consecuencia de la excitación y del miedo y es así como muchos buenos ejemplares se ha perdido definitivamente.
Si no estamos muy seguros de cómo debemos proceder para el recorte del ala de nuestro pájaro, llevémoslo a un criador privado, un establecimiento de venta de mascotas o un veterinario para que nos muestre la forma adecuada para sujetarlo y llevar a cabo la labor. Nos costará algo pero contribuirá a mejorar la experiencia futura cuando de recortar el ala se trate.
El recorte de un ala es indoloro. La primera vez que se deje salir a un pájaro de su jaula después de haberle recortado un ala, mantengámoslo cerca del suelo. De hecho, no sabe que no puede volar y puede lastimarse tratando de hacerlo.
El cocatil actúa como si todo fuese una experiencia traumática. Hablémoslo suavemente durante y después del recorte, esta es una medida tranquilizante y muestra de que todo está en orden.
DOMESTICACIÓN
La época más estresante para un cocatil son los primeros días en su nuevo hogar. Por eso es importante tranquilizar al ave rápidamente para que se convenza de que no va a sufrir ningún daño. Después de instalar al cocatil en su nueva jaula, debe dejar que se las arregle por si solo durante el resto de ese día y la noche.
Después de eso, sin embargo, no deje al cocatil demasiado tiempo en paz y quietud. Para que la domesticación sea un éxito, cuanto antes empiece, mejor. Ponga su mano en la jaula y manténgala ahí. El ave pronto aceptara su mano como parte del mobiliario de la jaula, especialmente si mueve la mano arriba y abajo. Más de una vez se ha conseguido que un cocatil joven se siente en el dedo a los quince minutos del inicio de esta primera sesión de adiestramiento.
Es importante que el ave se vaya conociendo íntimamente. Así pues, cada vez que traiga comida o agua, que limpie la jaula o que este ocupado de cualquier otro modo con la ninfa, llámela por su nombre claramente. Un nombre corto, fácil de repetir, como Niko, Nina, Luna o Perla.
Cuando el ave se de cuenta de que su mano no representa un peligro, la aceptara como cualquier otro accesorio de la jaula. Unas aves tardaran más que otras en hacerlo; es cuestión de personalidad. Bajo ningún motivo debe perder la paciencia y hacer movimientos bruscos; podría sacrificar así cualquier progreso que hubiera hecho hasta entonces.
Una vez que el cocatil deje de tener miedo de su mano, puede extender el dedo índice y acariciar suavemente su pecho y vientre, acercándose gradualmente a las patas al presionar con cuidado el vientre, justo por encima de las patas, el cocatil debería subirse a su dedo, usándolo como percha. Si esto no tiene éxito al principio, vuelva a la primera parte del ejercicio y de al ave más tiempo para acostumbrarse a su mano. Inténtelo otra vez después de que su mano sea una vez más aceptada sin miedo. No saque la mano de la jaula aunque la ninfa empiece a revolotear violentamente. Manténgala dentro sin moverla hasta que se pose. De ningún modo debe quitar la mano ya que el ave podría creer que se ha "apuntado un tanto" y así seria más probable que se repitiera su actitud la vez siguiente. No retire su mano de la jaula hasta que haya hecho algún progreso, por pequeño que sea.
Asegurémonos de que coma bien antes de establecer contacto físico con él. Al sacarlo por primera vez de su jaula no debemos agarrarlo con las manos sino dejar que salga por decisión propia o también dejarle caer una toalla encima para llevarlo fuera. Trabajemos cerca del suelo y en un rincón con el
objeto de que no pueda escapar. Debemos cogerlo suavemente con las manos sin ejercer presión alguna. Probemos a rascarle suavemente la parte superior de la cabeza y el cuello.
Algunas veces el adiestramiento resulta más fácil si nos valemos de una varilla para obligar al pájaro a que se suba en ella. Deslicemos gradualmente la mano sobre dicha varilla para acercarnos cada vez más al pájaro hasta que eventualmente consigamos que se pose sobre la misma.
Cuando un pájaro lo rodeamos con la mano sin ejercer presión sobre él, no nos morderá. De hecho, esto le hace sentirse más seguro.
Mientras el pájaro se encuentra posado en nuestra mano probemos a relajarlo rascándole la cabeza, el cuello y el lomo. A la mayoría de cocatiles esto les gusta. Conviene que comencemos a rascarle en torno a la barbilla para pasar progresivamente hacia la parte posterior del cuello. De este modo, el cocatil puede ver nuestra mano y saber exactamente lo que estamos haciendo. Si establecemos contacto de manera directa con su nuca, esto asustara al pájaro.
Después de rascarle la cabeza, intentemos que se pose en la palma de nuestra mano sin intentar saltar de ella. Después de haberlo conseguirlo probemos a incitarla para que se nos suba a un dedo. Si tenemos éxito estaremos en camino de conseguir un cocatil domesticado.
Es muy importante que el dueño del pájaro gane su confianza, cuanto más tiempo se le dedica y más contacto físico se establece, más rápidamente se muestra confiado.
Cuando comencemos las sesiones de adiestramiento situemos al pájaro cerca del suelo de manera que si sale volando de nuestra mano no se lastime en su caída.
Los cocatiles jóvenes son las más fáciles de domesticar. Si el contacto físico se establece cuando todavía se encuentran en el nido, se acostumbra a la presencia de las personas y es escasa la domesticación requerida.
Tan pronto como un cocatil haya sido domesticado, cuantas más personas establezcan contacto físico con el, será mejor. Sin embargo, lo más conveniente es que inicialmente sólo sea una persona la que se ocupe del adiestramiento.
JUGUETES
Los juguetes proporcionan actividad a nuestro pájaro. Si no estamos en casa durante la mayor parte del día, constituye una buena idea introducir en la jaula alguno de los que en gran variedad hay en el mercado. Elijamos para tal fin los que han sido especialmente diseñados para loros de reducido tamaño. Prevengamos, no obstante, contra cualquier objeto que presente aristas agudas o que posibilite el que pueda quedar atrapado en él.
Antes de introducir un juguete en la jaula, asegurémonos de que carece de rebordes afiliados o de algo que suponga un riesgo de quedar aprisionado. Los clips para la sujeción de papeles y determinados tipos de pinza pueden ser un peligro.
Los juguetes puede encontrarlos en una amplia variedad de colores y tamaños. Al igual que ocurre con las personas, los cocatiles sienten también inclinación por determinados colores. Ahora bien, establecer cuál es el que atrae a nuestro pájaro sólo puede hacerse fijándose en los juguetes con los que mayor tiempo se entretiene.
Las escaleras proporcionan mucha diversión a los cocatiles pero no siempre saben cómo trepar por ellas. Un buen método de enseñanza es el de sostener por encima de su cabeza un pequeño trozo de comida que goce de su preferencia, de modo que deba subir los peldaños para llegar hasta él. Después que lo haya hecho démosle el trozo de comida como recompensa.
Resulta normal el que no preste atención a un juguete cuando éste es introducido por primera vez en la jaula. Los cocatiles se muestran un poco recelosas ante la presencia de nuevos objetos pero una vez se han acostumbrado a ellos, rápidamente los convierten en motivo de su preferencia.
Los cocatiles permanecen, algunas veces, entretenidos durante horas distrayéndose con un mismo juguete. Si uno de sus “preferidos” se rompe y queda tan raído que es preciso tirarlo, el pájaro “llorará” emitiendo pequeños chillidos al ver que ya no se encuentra junto a él.
Hay momentos en que un simple mondadientes mantendrá a nuestro pájaro entretenido durante horas. Si todavía no está domesticado o estamos intentando enseñarle a hablar, no resulta aconsejable proporcionarle juguetes pues distraen su atención y no nos la presta a nosotros. Debe
tenerse en cuenta que los juguetes persiguen como fin eliminar el aburrimiento y ocupar el tiempo del pájaro mientras nos encontramos ausentes, y que un ejemplar domesticado preferirá jugar con su dueño antes que con los diversos objetos que se encuentran en su jaula.
Algunos juguetes no son apropiados para los cocatiles. Los de madera, por ejemplo, han de ser los suficientemente blandos como para que pueda roerlos. Uno que no sea, sólo es un estorbo dentro de la jaula.
Los objetos más corrientes pueden divertir a nuestro pájaro durante horas. Entre algunos de los que gozan de su preferencia cabe citar las hojas secas, los mondadientes, las plumas, los bolígrafos y trozos de papel.
Los juguetes de colores vivos parece que atraen más la atención de los cocatiles que los de tonalidad apagada.
Algunos juguetes pueden ser muy caros. Por ello resulta aconsejable que lo pensamos dos veces antes de gastar demasiado dinero si creemos que nuestro pájaro destruirá algo en cuestión de minutos.
EJERCICIOS
Como ejercicio, un cocatil se aferrará a un lateral de la jaula y agitará sus alas unos minutos cada día. Si no dispone de espacio dentro de la jaula deberemos permitirle que salga, al objeto de que pueda distenderse. Hay veces que al salir el pájaro sólo querrá estar posado en la parte de la jaula. No deja de ser una forma de ejercicio.
Dos cocatiles instalados en una jaula pequeña precisan salir para realizar el ejercicio necesario. A veces sólo se posan en la parte superior de la jaula, pero aun así supone un ejercicio.
Un cocatil domesticado desarrolla un alto grado de ejercicio si lo sacamos de la jaula para jugar con el. Puede ser una buena idea dejar que merodee un poco, siempre bajo nuestra supervisión, con el objeto de que investigue el entorno.
Los cocatiles pueden tener problemas si se les deja libres sin vigilancia. Cuando salgan de su jaula, asegurémonos de que no hay plantas a su alcance, ya que la mayoría son tóxicas.
Cada vez que observamos nuestra pajarera puede parecernos que los cocatiles están continuamente en una percha, pero debemos tener en cuenta que el volar por el recinto una o dos veces es suficiente ejercicio.
Un pájaro al que se le permite que se ejercite gozará de buena salud. En cambio, el que se ve confinado a su jaula es muy probable que gane peso, lo cual puede plantear problemas de salud en el futuro.
Cuando a un cocatil se le deja salir de la jaula, puede ser que no aproveche en forma plena del local en que se encuentra sino que muestre preferencia hacia determinados puntos para caminar y posarse.
Antes de permitir a nuestro pájaro que vuele libremente por la casa, debemos asegurarnos que se halla familiarizado con las puertas de vidrio y las ventanas al objeto de que no se lastime chocando contra ellas.
Un poco de imaginación por parte de su dueño puede convertir el tiempo que un pájaro permanece fueras de su jaula en algo divertido e interesante. Unas perchas o unos multijuegos de diseño especial constituyen medios excelentes para conseguir este propósito. APRENDIENDO A HABLAR
Los cocatiles no se distinguen por ser grandes habladores pero podemos enseñarles unas pocas palabras así como frases breves. La capacidad para ello la tienen tanto el macho como la hembra y la clave para conseguirlo es una repetición constante de la palabra o frase que tratamos de enseñarle. Como es natural, la primera palabra es la más difícil de aprender. Aparte de ello, conviene recordar que sólo debe enseñarse una sola cada vez con objeto de que el pájaro no se sienta confundido
El cocatil no es prolífico por lo que a hablar respecta, pero resulta posible enseñarle a que repita un cierto número de palabras y frases breves. Enseñar a hablar a nuestro pájaro requiere mucha paciencia y exige bastante tiempo.
Adiestrar nuestro cocatil para que hable supone dedicar a ello un espacio de tiempo muy considerable. No existe límite en este punto, pues algunas aprenden con mayor rapidez que otras.
Los espejos y los juguetes deben ser retirados de la jaula cuando intentemos que aprenda a hablar. Toda la atención del pájaro resulta necesaria si pretendemos que imite lo que estamos diciendo.
Enseñar a un cocatil a hablar se consigue mejor en un entorno libre de distracciones. El habla y la imitación a menudo tienen lugar cuando el pájaro está descansando y se encuentra relajado. Éste es, por tanto, el momento idóneo para enseñarle a hablar.
Se precisa toda la atención de nuestro cocatil para que aprenda a hablar. Si nosotros hablamos mientras está examinado algún objeto o escuchando otro sonido, estamos perdiendo el tiempo. Resulta muy afectivo para enseñarle a hablar a los cocatiles, colocarlas en una habitación oscura o en penumbra. Los cocatiles son hábiles por lo que a silbar respecta y pueden aprender largas melodías pero produce subrayar que cuanto más silban menos hablan. Silbar le resulta mucho más fácil de aprender y se muestran complacidas si perciben nuestra aprobación, por lo que seguirán silbando y no hablarán bien.
No importa a qué edad comencemos a enseñar a nuestro pájaro a hablar. Se sabe de algunos que empezaron a hablar en época tan temprana como a las 14 semanas.
La variedad de color de nuestro cocatil no ejerce efecto alguno sobre su capacidad habladora pues todos cuentan con la misma aptitud.
Los cocatiles se hallan muy capacitados para silbar melodías. Resulta mucho más fácil para ellos aprender una melodía que imitar una frase. Si es nuestro
deseo enseñar a hablar a nuestro pájaro, no le permitamos que aprenda a silbar. Aprenden fácilmente melodías de marchas militares.
PLUMAJE
Unas plumas sanas y plenamente desarrolladas son esencial para el bienestar de nuestro cocatil y, de ellas, las que constituyen el contorno son las más numerosas entre los diversos tipos de las mismas y las que dan forma al pájaro. Las de vuelo, por su parte, tienen carácter especializado y cabe encontrarlas en las alas y la cola.
Las plumas del contorno o periféricas son las más numerosas y las más llamativas entre los diversos tipos de ellas. Constituyen la cubierta exterior y prestan al cocatil su forma característica.
Un cocatil recién nacido presente su lomo recubierto por un plumón amarillo, mientras que en el caso de un adulto, es generalmente blanco.
Otro importante tipo de plumaje en los loros y otros pájaros es el plumón en forma de pelusa que recubre la piel y se extiende por debajo del plumaje externo. Éste es especialmente importante para el aislamiento térmico y así tenemos que durante el tiempo frío y también en el curso de enfermedades, los pájaros lo “ahuecan” para retener el calor corporal dentro de la capa formada por el plumón, lo que se conoce en terminología ornitológica como pájaro envolado.
La muda es el proceso a través del cual se desprenden todas las plumas y éstas son subsiguientemente sustituidas por otras nuevas. En el cocatil este proceso es muy gradual y se extiende a lo largo de un período que puede durar varios meses.
EL BAÑO
En estado silvestre, los cocatiles generalmente se bañan cuando llueve. Esto puede ser objeto de imitación en el hogar rociándolas, debe tenerse en cuenta, no obstante, que los cocatiles no necesitan bañarse pues son capaces de mantenerse limpios a través de sus hábitos de alisado del plumaje, de hecho, dedican buena parte del día a cuidar de sus plumas, las cuales deslizan a través del pico para así eliminar cualquier suciedad.
Cuando un cocatil toma un baño generalmente extiende sus alas y chilla de placer mientras moja profusamente cada una de las partes de su cuerpo.
El polvillo natural que su cuerpo emite se utiliza para limpiar todas y cada una de las plumas. Si encontramos a nuestro cocatil intentando bañarse en un pequeño recipiente, podemos instalar dentro de su jaula un recipiente pesado y de escasa profundidad para tal fin. Durante la época de cría, la hembra tomará baños con mayor frecuencia con objeto de mantener elevado el nivel de humedad en la caja de nidificación.
Salvo en época de nidificación, los cocatiles raramente se bañan en agua estancada, pero en cambio les complace particularmente el mojarse ya sea por rociado o por acción de la lluvia.
Los cocatiles son originarios de las regiones secas de Australia donde, como es lógico, no era mucho el acceso que disponían de agua para bañarse, el polvillo natural que su cuerpo segrega contribuye a mantener sus plumas limpias durante el alisado.
LA MUDA
La muda es un proceso natural que tiene lugar aproximadamente dos veces al año, a través de él, las plumas de un pájaro se desprenden y son sustituidas por otras, debe señalarse que no todas caen a un mismo tiempo sino que se trata de un proceso gradual que habitualmente exige dos o tres meses para completarse.
Las plumas viejas y deterioradas se verán sustituidas por otras nuevas y sanas, durante la muda, para facilitar el proceso, cualquier pluma en malas condiciones puede ser arrancada por completo, cuidando mucho de no hacer sangrar al cocatil, tras lo cual otra nueva aparecerá en su lugar en un plazo de seis semanas.
Los cocatiles sufren su primera muda a la edad de 6-8 meses, después de la cual el nuevo plumaje presentará la coloración propia de los ejemplares adultos.
Los cocatiles experimentan la muda de un modo lento pero a partir del instante en que disponen de las nuevas plumas no pierden ninguna salvo que se produzca algún accidente o sufran alguna enfermedad.
La muda provoca un elevado grado de estrés al pájaro; su resistencia es menor durante este periodo y resulta más susceptible a los resfriados y a otras dolencias, unos ojos llorosos o una nariz con abundantes mucosidades constituyen un indicio de enfermedad y debe ser objeto de tratamiento tan pronto como se perciba. La mejor manera de facilitar una muda es mantener a nuestro cocatil sometido a una temperatura lo más fresca posible, pero de ningún modo a una corriente de aire, y ofrecerle una dieta que sea rica en grasas, la cual la encontramos en la semilla del girasol, y alguna vitamina para la muda de venta en tiendas de productos veterinarios.
Un cocatil experimentará normalmente la muda a principios de verano pero esto es algo que pude variar de un pájaro a otro, dependiendo de su metabolismo y de las condiciones en que se halla instalado.
Un cocatil en proceso de muda no se mostrará tan activo como es habitualmente, debido al desarrollo de un nuevo plumaje que está teniendo lugar, permanecerá apático y más calmado que lo normal.
ENFERMEDADES Y DOLENCIAS
Un pájaro enfermo pone de manifiesto unos síntomas específicos que nos dan a conocer que no se encuentra bien, si permanece posado con sus alas ahuecadas para retener calor corporal, si sus deposiciones son semilíquidas y si manifiestan un declive general de su actividad, cabe decir que todo ello constituye un indicio y es consecuencia de una enfermedad. Si esto lo que ocurre, lo mejor es trasladar al pájaro a una jaula hospital con el objeto de
mantener dicha enfermedad bajo control y consultar a un veterinario en su establecimiento especializado.
Cuando la hembra del cocatil se ve imposibilitada de expulsar de un modo natural un huevo, se dice que se ha producido una oclusión ovárica, solo el calor relajará los músculos afectados, por eso una hornilla eléctrica debajo de una jaula hospital o el sostener al pájaro sobre una nube de vapor, puede contribuir a que salga dicho huevo, otra buena solución es colocar en un recipiente un litro de agua y poner en ebullición una hojas de eucalipto; coger el pájaro con la mano y colocarlo encima del recipiente para que el vapor dilate el oviducto y pueda salir el huevo.
Las alas rotas deben ser curadas por un veterinario, ya que pueden quedar algo caídas si no se fijan correctamente o son objeto de cierta torsión, durante el proceso de curación no debe permitirse al pájaro que haga ejercicios.
Una jaula “hospital” es de menor tamaño que la habitual y mantiene al pájaro en situación restringida por lo que al movimiento respecta, debe contar con una temperatura comprendida entre 30º y 32ºC durante el tratamiento de la enfermedad, los medicamentos para el tratamiento de enfermedades corrientes podremos encontrarlos en las tiendas que venden mascotas. Si se presentan casos más graves, deberemos ponernos en contacto con un veterinario o un criador experimentado.
Cuando una enfermedad contagiosa afecta a un pájaro que comparte el alojamiento con otro u otros, deberemos separarlo para evitar la propagación.
La conjuntivitis hincha los párpados hasta el punto de provocar una ceguera temporal, requiere ser tratada con una pomada recetada por el veterinario. Esta enfermedad generalmente comienzan con un lagrimeo seguido de un cierto grado de humedad en las plumas en torno a los ojos.
Arrancarse las plumas puede deberse a una dieta inadecuada, falta de espacio o aburrimiento. Puede quedar como un hábito de difícil solución.
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