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COMENTARIO
BIBLICO HISPANOAMERICANO
MARCOS por Guillermo Cook y Ricardo Foulkes
COMENTARIO
BIBLICO HISPANOAMERICANO CONSEJO EOITORIAL
Editores: Justo L GonzáJez C. René Padilla Guillermo Cook Marcos Antonio Ramos
Coordinador general: Eugenio OreJlana Presidente de Editorial Caribe: Juan Rojas
ediloriol coribe
Presentación general © 1990 Editorial Caribe 3934 S.W. 8th Streel, Suite 303 Miami, F10rida 33134, U.S.A
EX LIBRIS ELTROPICAL Oficinas ediloriales: Apartado 1307·1000 San José, Costa Rica caseros 1275, F10rida 1602 Buenos Aires, Argentina Primera edición: 1990
ISBN, Q-89922-377-X Reservados todos los derechos. Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra sin 18 autorización escrita de los edilores. La Colección «Comentario Biblico Hispanoamericano},
es publicada por Editorial Caribe con la cooperación de la Fraternidad Teológica Latinoamericana.
Impresión: Editorial Presencia Ltda. Calle 23 N° 24-20 Bogotá, Colombia, S. A
Impreso en Colombia Printed in Colombia
«Lámpara es a mis pies tu Palabra y lumbrera a mi camino», canlaba el poeta de antaño. Aquella lámpara que hace siglos iluminó los pasos del poeta hebreo sigue hasta el día de hoy alumbrando el camino de quienes se acogen a su luz. Sin ella, los caminos de nueslro siglo son lan oscuros como los de las peores épocas de la humanidad. Nos ha tocado caminar en medio de guerras y rumores de guerras, entre pestilencias que matan de noche e injusticias que malan de día. La noche es oscura; el c¡¡mino, incierto. Hay luces que nos deslumbran y nos hacen perder el camino. Empero, hoy como antaño, la Palabra de Dios sigue siendo lámpara a nuestros pies y lumbrera a nuestro camino. La importancia y autoridad de las Escrituras fueron principios fundamentales de la Reforma Protestante del Siglo XVI. Empero tal énfasis sobre la Biblia no es característica exclusiva de la Reforma Protestante. Tanto es así, que bien podría decirse que la historia de la iglesia no es sino un largo comentario que el pueblo creyente ha ido escribiendo, no solo con sus palabras, sino también con sus actividades. Buen comentarista fue el cristiano que entregó su vida por su fe. Buen comentarista fue el que supo amar al prójimo, hacer justicia, anunciar perdón. Mal comcntarista fue el que persiguió a quienes no concordaban con él, o el que usó pe su re par¡1 escapar de su responsabilidad frente al prójimo. Y, si bien es cierto que en la Reforma del siglo XVI la Biblia jugó un papel de suma importancia, también es cierto que en nuestros días, a tines del siglo XX, otra gran reforma comienza a despuntar; y en ella, como en la del siglo XVI, el redescubrimiento de las Escrituras ha de jugar un papel ccntral. La lámpara que alumbra el camino es útil en tanto y en cuanto su luz se dirige hacia el camino por donde andamos. Hayque cuidar de la lámpara; hay que asegurarse de que sus lentes estén limpios; pero altin de cuentas lo más importante es ver el camino mismo a la luz de la lámpara. Es por eso que un comentario como el presente ha de tmlar, no solamente del texto en la situación original en que fue escrito, sino también del texlo dentro del contexto en que nos ha tocado vivir. l Hay comentarios En los comentarios. Fondo de color.
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escritos en otros licmpos y aIras latitudes quc nos son todavía dc gran provecho. Pero no nos basta con talcs recursos. Ya nos va haciend~ falta un comentario que arroje la luz de la Palabra sobre los ásperos caml~os ~or los que transita cl pucblo de habla hispana en todo esle vasto hemisferio; ya nos va haciendo falta un co",lentario escrito ~r quienes acompañan a nuestro pueblo en esc duro cammo¡ ya nos va haCiendo ralla, como nuestro propio tftulo 10 llama, un «Comentario Bíblico Hispanoamericano». Es nuestro deseo y nuestra esperanza que el Comenlario Bíblico Hispanoamericano sea a la vez un llamado y una contribución a ese redescubrimiento de las Escrituras. EL CONSEJO EOITORJAL
Bibliografia Thxto Yversiones Biblia de Jemsalén, EdilOrial Desclée de Brouwer, Bilbao, 1967. Biblia Latinoaméricn, Ediciones Paulinas, Madrid, 1972. Nueva Biblia Española, Ediciones Cristiandad, Madrid y Editorial Verbo Divino, EsteHa (Navarra), 1982. Septuaginta o Versión de los Setenta. Traducción al griego del Antiguo '!estamento que usó la iglesia primitiva. Versión Reina Valera RevisalÚl, Revisión de 1960, Sociedades Bíblicas Unidas, Miami. ~rsión Popular: Dios Habla Hoy, Sociedades Bíblicas Unidas, Miami, 1983.
Léxicos y diccionarios An Analysis af the Greek New Testament, Max Zerwick and Mary Grosvenor, Universidad Pontificia Gregoriana, Roma, 1981. Concordancia analltica greco·española del Nuevo 'Testamento greco-español, de J. Stegenga y Alfred Thggy, CLlE, Barcelona, 1985. Diccionan'o /lusrrado de la Biblia, Editorial caribe, Miami, 1974. Diccionario del Nuevo Testamento, X León-Dufour (ed.), Ediciones Cristiandad, Madrid, 1977. Diccionario Teológiw del Nuevo Testamento, Ediciones Sfgueme, Salamanca, 1980. A Greek·English Lexicoll ofrlle New Thstamenr and Otller Early Christian Literature, Universily of Chicago Press, 1957 (traducido y editado por W. F. Arndt y F. W. Ginrich del Léxico alemán por W Bauer, 1942-52). Historia del pueblo jl/dío en tiempos de Jesús: 175 a.C. - 135 de, vols. i, ii, Emil Schürer, 18&)·1909. Edición inglesa, 1964, dirigida y revisada por Geza Yermes, Fergus Millar y Matthew Black. Ediciones Cristiandad, Madrid, 1985. A Textual Commentary of the Greek New Testament, Bruce M. Metzger (ed.) United Bible Societies, New York, 1971. Theological Dicrionary 01 the Greek New Testament, vals. i-x, Gerhard Kittel & Gerhard Friedrich, Eerdmans. Grand Rapids, 1962·1976.
Comentarios y otros libros Bravo Gallardo, carlos,Jesús, hombre en conflkw: El "-JalO €k Marcos en Ambica [Atina, Serie Presencia teológica, No. xxx, Editorial Sal lec· rae, Sanlander, 1986. Estudio socio-literario, 310 pp. Cárdenas Payares, José, Un pobre llamado Jesús: ReJectura dd Evangelio th Marcos, Casa Unida de Publicaciones, 1982, 175 pp. De la Calle, Francisco, Situaci6n al serviáo del kerigma (cuadros geogrdficos del Evangelio de Marcos). Instituto Superior de Pastoral, Sala-
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CAGENT. Concordancia analllíca greco-espafíola del Nuevo Testamento greco-español OlB Diccionario lIuslrado de la Biblia DNT. Diccionario del Nuevo Testamento DTNT. Diccionario Teológico del Nuevo Testamento GELNT. A Greek-English Lexicon of Lhe New Testament and Olher Early Chrislian Literature HIC Historia Ilustrada del Cristianismo HPJTJ. Hisloria del pueblo judfo en tiempos de Jesús TCGNT. A Textual Commentary orthe Greck New Testament TDGNT. Theological Diclionary of the Greek New Testament
esludio en pequeños grupos. 117 pp. González, Justo L. Historia ilusrrada thl Cristimlismo, veis. i-x. Editorial Caribe, Miami, 1978-1988. Lane. William L., The Gospel o[ MaTk. de la serie New lntmuUlOnal OJmmenrtuy on the New T~/ament. William B. Eerdmans, Grand Rapids (M]), 1974. Estudio exegético aplicado, 652 pp. Martin, Ralph, Mark: Evangelirt and Theologian, Zondervan Publishing House, Grand Rapids (MI), 1972. Estudio analítico, 240 pp. Matees, José, Los -doce- y otros seguidores de Jestú en el Evangelio de Marcos, Ediciones Cristiandad, Madrid, 1982. Thxtoespecializado,304
pp. Myers, Ched, Binding rhe Srrong Man: A Polirical R.e~ding?[ !r!ark'~ Story o[ Jesus, Orbis Books, Maryknoll, 1988, AnálISIS soclo-!Iterano del texto, 500 pp. Pronzato, Alessandro, Un crisriano comienza a leer el Evangeliode Marcos, veis. i-¡¡j, Ediciones Sfgueme, Salamanca, 1982. Estudio exegético-aplicado, 945 pp. en total. Schnackenburg, Rudo1r, El Evangelio stgl1n San Marcos, 2 veis., serie El Nuevo Tesramento y su mensaje, Editorial Herder, Barcelona, 1980. Estudjo exegético devocional, lotal 570 pp. Schmid, Josef, El Evangelio según San Marcos, Biblioteca Herder, Barcelona, 1981. Estudio exegético aplicado, 452 pp. Thylor, Vincent, EwmgeJio según San Marcos, Ediciones Cristiandad, Madrid, 1979. Exégesis analltica del texto griego, 835 pp.
Abreviaturas de Textos más usados AGNT ·AnAnalysis o[rhe Gruk New Tesramenr, Max Zerwick and Mary Grosvenor, Universidad Pontificia Gregoriana, Roma, 1981. BJ -BibliadeJerusaJén, Edilorial Descléede Brouwer, Bilbao, 1967. BLA - Biblia Larinollmdrica, Ediciones Paulinas, Madrid, 1972. CAG ENT • Concordancia Analftica Greco-Española del Nuevo Testamento Greco-Español, de J. Stegenga y Alfred Thggy, eLlE, Barcelona, 1985. DIB - Diccionario lJustrado de la Biblia. Edilorial Caribe Miami • • 1974. DNT • Diccionario del Nuevo Testamento, X. León-Dufour (ed.), Ediciones Crisliandad, Madrid, 1977. DTNT -Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, Edic. Sfgucme, Salamanca, 1980.
Th.bla de Abreviaturas BJ.
BLA NBE. RVR. VP. AGNT.
Biblia de Jerusalén Biblia Latinoamérica Nueva Biblia Espafiola Versión Reina Valera Revisada Versión Popular An Analysis oC the Greek New Testament
GELNT - A Greck-Englisll Lexicon. o[the New Testllment and Otller Ellrly CJmstian Literature, University oC Chicago Prcss, 1957 (tra. ducido y edilado por \Y.F. Arndt y F.\v. Ginrich del Léxico alemán por \v. Bauer, 1949-52). HIC· Historia ilustrada del cristianismo, Justo L Gonz.ález, veis. ¡-x, Editorial Caribt; Miami, 1978-1988.
HPJTJ - Historia del Pueblo Jud(o en tiempos de Jesús: 175 a.C.-135 d.C., vals. i & ii, Emil Schilrer, 1886-1909. Edición inglesa, 1964, dirigid3 y revisada por Geza Yermes, Fergus Millar y Mathew Blaek. Ediciones Cristiandad, Madrid,1985. NBE • Nueva Biblia Española, Ediciones Cristiandad, Madrid y Editorial Yerbo Divino, EsteHa (Navarra), 1982. RV - Versión Reina Va/era, Revisión de 1960, Sociedades Bíblicas Unidas, Miami. TCGNT -A TextualCommemmyo/rheGreekNew 'Testament, Bruce M. Metzger (ed.), United Bible Societies, New York, 1971. TDG NT - Theological Diccionmy o[the Greek New Testament, vals. i-x, Gerhard Kittel & Gcrhard Fricdrich, Eerdmans, Grand Rapids, 1962·1976. VP - Versión Popular: Dios Habla Hoy, Sociedades Bíblicas Unidas, Miami, 1983.
Introducción general La Biblia es la Palabra de Dios. Pero no en abstracto. Habla a cada ser humano a través de la historia en medio de situaciones y contextos particulares. Nuestro propio conteleto es ese mundo de lengua castellana a lo ancho y largo de nuestro hemisferio y que se llama Hispanoamérica. Nuestro contexto también es aquella cultura mile~aria que se ha denominado Indoamérica y nuestros pueblos afrocaribeños. Es en el conteleto especifico de esta gran variedad sociocultural que qucremos que Dios nos hable hoya través de uno de los libros más fascinantes del Nuevo Testamento, el Evangelio según Marcos. La autoridad de las Escrituras-y de Marcos- consiste precisamente en su capacidad de acercarse a nuestras realidades con el fin de librarnos del pecado y transformar nuestras personas, comunidades y contextos sociales. Por esto sabemos que la Biblia es la revelación de Dios en nuestra historia. Pcro esto no es todo. La acción de Dios se percibe también a través del proceso de transmisión de las Escriluras. Al comunicar su Palabra, Dios respetó la personalidad, la experiencia y la creatividad de los autores bíblicos. Cada evangelista trabajó con las historias que recibió acerca de Jesucristo organizándolas de manera coherente y creativa, en respuesta a los desalTos de su p~rticular contexto social y eclesial. Por esta razón, los cuatro evangelios tienen semejanzas y también diferencias entresf, a veces significativas. Pero, precisamente la particularidad del mensaje de cada evangelista nos confirma la inspiración divina de esa Palabra. Por fe aceptamos que la interacción dinámica del Espíritu Santo con la creatividad de Marcos generó un mensaje para una situación panicular del siglo primero que, por la acción continua del Espíritu, tiene relevancia para todos los seres humanos en todas las edades y rincones de la tierra. El propósito de este comentario será demostrar que el Evangelio de Marcos tiene un mensaje poderoso y pertinente para nosolTos en América Hispana.
Las coordenadas de este comentario Afirmamos la corllinuidad del proceso hermenéutico: Jesús interpretó el Antiguo 'Thstamc;nto y ejemplificó la corricnte profética; la tradición
COMENTARJO mULleo HISPANOAMERlCANO
INTRODUCCION GENERAL
oral de la iglesia primitiva interprel61a vida yet mensaje d~Jesús; la cual,
responderán en otro volumen de esta serie. Cabe decir solamente que desde el principio, la iglesia ha reconocido que solo hay un evangelio, aunque visto desde cuatro ángulos diferentes: el Evangelio según (y nade) Marcos, y según cada uno de los otros evangelistas. Cada cual relata e interpreta el evento Jesucristo desde ópticas diferentes, respondiendo a las necesidades particulares de iglesias en la cuenca del Mediterráneo durante el siglo primero. Los tres primeros evangelios -Mateo, Marcos y Lucas- se denominan tcSinópticos., porque tienen un punto de vista y mucho material compartido. Según el consenso, el punto de referencia común es Marcos 1 aunque Mateo y Lucas seguramente acudieron a otras fuentes escritas y orales para completar sus documentos (Le. 1.1,2). El Evangelio de Marcos ocupa en nuestros dfas un lugar privilegiado entre los cuatro. No fue siempre asf. Salvo las excepciones que notaremos en su debido momento, Marcos casi no es mencionado durante los primeros dos siglos después de Jesucristo. Se le consideraba apenas un sintetizador de Mateo. De hecho, en el primer listado «oficial. de libros del Nuevo Thslamento que rigió en las iglesias de Occidente, Marcos aparece como el último Evangelio, después de Mateo, Juan (los dos evangelios 4C3postólicos,.) y Lucas. La posición que hoy tienen en nuestras Biblias se impuso más tarde, siguiendo el orden en que se suponfa que fueron escritos. ni vez como seMI de la poca estima en que se tenfa a Marcos, únicamente tres comenlarios sobre este Evangelio han quedado de los primeros trece siglos de nuestra era.2 Posterionnente, y hasta el siglo pasado, se lo consideraba un tosco y enigmático resumen del Evangelio privilegiado, Mateo. Gracias a la seriedad de los estudios textuales en décadas pasadas, todo esto ha cambiado.
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a su vez, fue interpretado por Marcos y sus colegas evangel~taS. Yen cada periodo de la historia, la iglesia ha interpretado los evangelios. A nosotros nos corresponde hacer lo mismo, tomando en cuenta todo este proceso. Precisamente para ayudarnos en ello recomendamos el estudio esmerado de la presente Introducción general. Nos pondrá en contacto con el tt.verdadero Marcos•. Junto con los otros tres evangelistas, él es nuestra única vía de acceso al personaje histórico Jesús y a la predicación de la
iglesia primitiva sobre él, sus enseñanzas y acciones.
Las Escrituras: el marco teológico del Evangelio Si la Biblia es la Palabra de Dios, es importante situar nuestro Evan-
gelio en el contexto del Antiguo Thstamcnto y la fe que profesaban los judfos. Para el evangelisla Marcos Jesús no surgió de la nada, sino de un pueblo adorante que Dios habla preparado en alguna medida mediante los libros sagrados. Por lanto, hallamos referencias conslantes a la revela· ción ya consignada a dicho pueblo. A veces Marcos cila el Antiguo Thslamento por medio de la fórmula «Como está escrito en...• A veces solo alude indirectamente a ideas y frases de la esperanza mesiánica, para luego interpretarlas de forma inesperada. En todo caso, el Evangelio está perrneado de la convicción dequeel Dios de Abraham yde David ha hecho en Jesús su obra culminante. Es más, Marcos escoge como punto de entrada de la historia de Jesús, no su nacimiento (como en Mateoy Lucas) ni su pre-existencia con el Padre (como en Juan), sino su inserción en un movimiento profético en torno a Juan Bautisla. Dicho movimiento es visto por Marcos como una renovación que cumple las antiguas Escrituras. Y cuando Jesús inicia su propio ministerio, su prédica está saturada de frases del Antiguo Thstamento. Para Marcos, Dios previó esta venida al mundo de su propio Hijo ydejó constancia de ello en los libros de la Biblia hebrea. 10> es
también la primera palabra del Génesis en la Septuaginta. 1 ¿Estaria Marcos identificando, para sus lectores, a Jesucristo con el Dios Creador?
«PrinCipio del evangelio •..» Rompiendo con las convenciones de su tiempo, Marcos introduce su obra con un thulo atrevido. TIln acostumbrados estamos al sentido religioso de «evangelio» que fácilmente podemos incomprender su significado para los primeros lectores de Marcos y perder de vista sus implicaciones para nasal ros hoy. En el mundo helénico, evaggélion (buen anuncio) significaba cualquier noticia buena, pero en particular las proclamas imperiales. «Evangelios» eran las noticias de las victorias militares de los soberanos, del nacimienlO de sus herederos, asf como del ascenso de un nuevo monarca al trono del imperio. El «evangelio imperial» era,
t$epluaginta,.: la primera traducción del Anliguo 1btamento,al griego,que la lradición atribuye a 70ancianos que lrabajaron en Egipto. Poresoseabrevia con el n!lmero romano LXX. Esla versión, y algunas paráfrasis de pasajes seleclos del Antiguo 1blamento, eran las Escrituras de las primeras comunidades crislianas en el mundo helénico.
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COMENTARIO nrBLICO l:JISPANOAMERICANO
por tanlO, propagand.fslico. Promovfa la imagen del emperador como un «hombre divino,., un «Salvador. y un padre benévolo que velaba por el
bienestar de sus sl'ibditos. Es decir, el término «evangelio,., antes de que lo apropiase la iglesia, tenfa en el mundo helenista un contenido altamente ideo16gico.2
Con mucha osadfa y creatividad, la iglesia en el siglo n se aduelió de una palabra cotidiana, oon pronunciadas c:onnotaciones polhicas, para denominar breves relatos aislados acerca de la vida de Jesucristo que circulaban de boca en boca y de iglesia en iglesia. Muy temprano, el término llegó a abarcar lambién la proclamación (el kérygma) deJa iglesia primitiva (8.4, 12,25, 35, 40) Y la interpretación apostólica de Pablo en parlkular del «evento JesucristoJ+ (Ro. 2.16; 1 Co. 15.1; Gá. 1.6-9, 11; Ef. 6.19). A Marcos, sin embargo, le cabe la distinción de ser el primero en aplicar el término «evangelio» a este proceso de reflexión de la iglesia que él plasmó en un nuevo género literario.
J.
~PRJNCWIO
DE LA BUENA NUEVA,. (l.l-3)
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centurión, un gentil, confiesa: .Verdaderamente esle hombre era Hijo de Dios» (15.39). Entre estas dos confesiones encontramos tres alusiones mesiánicas indirectas (12.35; 14.61-62; 15.32). En 1.1 la fTase «Hijo-de Dios» falta en dos códices griegos antiguos. En cambio, ha sido atestiguada por varios manuscritos de gran aUloridad. 4 A diferencia de los otros evangelios, Marros no enseña direclamente la divinidad de Jesós. Solo menciona una ocasión cuando Jesós se autodefine como Hijo de Dios, y en un contexto apocaUptico (13.32; cp. 12.6 en una parábola). Más bien, Marcos invita a sus lectores a descubrir quién es Jesós a lo largo de un proceso de seguimiento. El evangelisla mantiene muy tirante la tensión entre la divinidad y la humanidad de Jesús (p. ej. 6.3), incluso, en la 111tima confesión de fe en el Evangelio (15.39). En el Antiguo 1Cstamento, «evangelio» corresponde a un término hebreo con el que se expresaban todas las memorias del éxodo y las esperanzas mesiánicas surgidas en y después del exilio. 5 Marcos identifica estas esperanzas con el evangelio de Jesucristo.
«El evangelio de Jesucristo» Unicamente aqul, y en los w. 14-15, el autor identifica el «evangelio.. explfcitamente con la persona y autoridad de Jesucristo. Con esla decla· ración escrita, Marcos desafia el aparato ideológico del imperio romano. Apropiándose de las imágenes legitimadoras del imperio y de la tradición judfa,3 Marcos anuncia el advenimiento de un lfder «ungido,. que ha sido confirmado por la Divinidad y quien proclama un deino,. (vv. 14·15). Imaginémonos lo que ocurriria hoy en la Unión Soviética y los Estados Unidos si alguien intentara hacer lo mismo. En todo el Evangelio, solo aqui Marcos usa el nombre personalleesoil Jristot1. El thulo «Cristo,. no se impone. Debe ser descubierto y reconocido por sus seguidores. Por tanto, no se volverá a usaren la primera parte del Evangelio sino hasta la confesión de Pedro (8.29). Y después encontraremos solo otra confesión cristológica (15.35).
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