Control de Medios, Control Del Hombre

March 26, 2023 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Ciencias Políticas y Sociales Psicología y Comunicación Bonilla García, Areli Jazmín Control de lectura #1 Control de medios, control del hombre “El sistema de la cultura de masas es un sistema articulado, ramificado, que comienza por lo

económico y eventualmente conduce a lo psicológico (o psicoafectivo); sus diversas etapas económica son producción/consumo/creación, y proyección/identificación/tr ansferencia”. ansferencia”. Edgar Morín

Los estudios sobre los Medios Masivos de Difusión son múltiples y cada vez más numerosos. Posiblemente resulte extraño y provoque sospechas que este libro las aborde de una manera psicológica psicoanalítica. De qué manera los Medios Masivos de Difusión aportan al proceso de construcción del sujeto necesario para una formación social determinada. En los autores mencionados, tomados sólo como muestra bastante representativa de los estudios sobre efectos de los Medios, son notorias ciertas constantes que configuran el abordaje de la problemática: -La idea de la realidad social y política consensual, es decir, sin contradicciones mayores y por tanto con conflictos generalmente no antagónicos. -El papel de los Medios congruente con tal análisis social, donde las diferencias entre ellos tampoco son antagónicas, respondiendo a variantes menores de una realidad que no es conflictiva. -Un análisis de los efectos que por tanto se dirige casi exclusivamente a aspectos puntuales sin entender como prioritarias incidencias mucho más profundas, entre ellas, los efectos a largo plazo de los contenidos ideológicos de mensajes reiterativos y congruentes en distintos grados entre sí, y la vinculación de éstos con las necesidades de cada sociedad de construir el sujeto social adecuado al mantenimiento y reproducción de la misma. Tenemos, entonces, que en una estructura ideológica de estudio de los Medios no hay mayor lugar para el análisis de su papel en la formación psicosocial y que en una posición inversa a la anterior, el énfasis en los contenidos ideológicos ha sido priorizado por marcos conceptuales que se reivindican como marxistas: parten de las estructuras de propiedad de los Medios y de su papel

 

ideológico-político, considerando con mayor nivel de sutileza y complejidad en los análisis que realizan que sus contenidos actúan como superestructura de los intereses que representan. En este caso, los medios son entendidos como instrumentos de “control social”, “manipulación” mantener “dominados” a los sectores a los que llegan.

y

“enajenación”

para

Si antes otro se hizo unapuede crítica a las tendencias psicologistas del estudio de loso Medios, tanto hacerse a los planteos sociologistas que niegan desconocen un nivel imprescindible. El “psicologismo” es una explicación que encierra todo en la dinámica

individual, o cuanto más familiar o medioambientalista; en sus exageraciones llega incluso a entender fenómenos sociales desde tal nivel. El psicoanálisis, según Igor Caruso, es la crítica de las motivaciones individuales de un proceso general, pues el proceso histórico es vivido y representado individualmente, lo que indica la necesidad de estudio de las significaciones psicológicas pero como producto de la internalización de aspectos históricos. En El Yo y el Ello, Sigmund Freud afirma que la psicología individual se concreta, ciertamente, al hombre aislado e investiga los caminos por los que el mismo intenta alcanzar la satisfacción de sus impulsos, pero sólo muy pocas veces y bajo determinadas condiciones excepcionales les es dado prescindir de las relaciones del individuo con sus semejantes. En la vida anímica individual aparece integrado siempre, efectivamente, “el otro”, como modelo, objeto, auxiliar o adversario, y de este modo, la psicología individual es al mismo tiempo y desde un principio psicología social, en un sentido amplio, pero plenamente justificado. Toda sociedad necesita construir y construye un determinado tipo de sujeto social, el adecuado para el mantenimiento y reproducción del sistema estructural que lo forma, utilizando para ello diferentes instituciones que confluyen hacia el objetivo buscado, una de las cuales adquiere el carácter hegemónico en cada uno de los distintos momentos del proceso histórico. Se parte de comprender al hombre concreto como ser social y por tanto ubicado en el contexto del marco social que lo forma y estructura, donde su psiquismo será un producto acorde con el tipo de hombre que el orden dominante necesita construir. Esto significa que estudiar un fenómeno psicológico implica ubicarlo en el marco englobante de la realidad social que lo explica, evitando hacerlo encerrado en sí mismo.

 

La importancia de los medios en el proceso de socialización En nuestra sociedad se nos enseña que hay ciertas cosas que podemos hacer y otras que no podemos hacer; de este modo se nos introduce a los valores y las normas. El proceso de socialización, que es continuo y se ubica en las personas y las instituciones, y puede no sólo ser deliberado sino además inadvertido, consiste en trate. la internalización de múltiples señalamientos propios deson la sociedad en departe que se Ni el contenido ni los métodos de socialización inmunes a la influencia de los medios de comunicación de masas; la manipulación y el cambio pueden tener lugar y de hecho lo tienen. Los medios de masas, se puede admitir, constituyen sólo un aspecto del proceso, pero sería muy sorprendente en verdad si no desempeñaran un cierto papel en la modelación de nuestras actitudes respecto de la vida, de nosotros mismos y de los demás.  Además, los medios de masas, particularmente aquellos en los que prevalece el elemento comercial, pueden promover una especia de conformismo social, una lealtad irreflexiva a nuestra estructura social. El grado en que los medios de comunicación de masas tienen influencia en su audiencia depende no sólo de lo que se dice, sino, aún más significativamente, de lo que no se dice. Por lo tanto, como que conducen al conformismo y procuran escasa base para una apreciación crítica de la sociedad, los medios de masas apadrinados comercialmente restringen indirecta pero eficazmente el desarrollo convincente de una perspectiva genuinamente crítica. Klapper: Examinar críticamente e integrar los descubrimientos de algunas investigaciones ya publicadas y ciertas estimulantes conjeturas relativas a determinados efectos psicológicos y sociales de las comunicaciones de masas. Los medios favorecen el statu quo, aunque tiene reservas al respecto ya que “el panorama parece haber cambiado considerablemente. Varios programas de la radio y la televisión buscan y permiten deliberadamente que se expongan temas susceptibles de controversia o puntos de vista divergentes de los socialmente aceptados”. Los efectos psicológicos se limitan a los alcances persuasivos de los Medios: “La lógica y el sentido común indi can que las „direcciones de los efectos‟ posibles son

limitados. En referencia a cualquier tema dado, una comunicación persuasiva puede: a) crear opiniones o actitudes entre personas que previamente no tenían

 

ninguna sobre el tema en cuestión; b) reforzar (es decir, intensificar o afianzar) actitudes ya existentes; c) disminuir la intensidad de las ya existentes, sin llevar realmente a cabo una conversión; d) convertir personas a un punto de vista opuesto al que mantenían; e) (al menos de manera teórica) no tener ningún efecto”.  Para Klapper el proceso de Al socialización es neutral se convierte en el formador del consenso social. contrario, para Irving y Janis la personalidad como factor de susceptibilidad a la persuasión que en general los resultados corroboran el trabajo de muchos psicólogos sociales y de sociólogos, ya que muestran que el efecto neto de las comunicaciones en medios de masas propende a ser muy limitado; únicamente consiste, con frecuencia, en reforzar creencias y actitudes preexistentes. Gerhard Maletzke considera que la Comunicación Social, cuando se convierte en objeto de la investigación psicológica, debe definirse de la siguiente manera: “Por

la

dinámica

funcional,

esto

es,

por

los

antecedentes,

procesos,

dependencias e interdependencias, debesocial, clasificarse a obviamente, la comunicación social, sin duda alguna, dentro de la psicología ya que, se trata de estos procesos de interacciones entre individuos, de relaciones entre dos partes o polos en el campo social” . También habla acerca del papel que desempeña la comunicación social en el proceso socializador de niños y adolescentes, o sea del ingreso gradual de los jóvenes a la sociedad, en la adquisición de las normas y valores prevalecientes en la sociedad y en el desarrollo de modos de conducta social. La ausencia de la noción de “clase social” hace que los vínculos los vea como

relaciones y no como contradicciones, lo que a su vez determinará el papel social de los Medios, también considerados de manera ideal; es así que no vacila en señalar que “las normas directrices no son determinadas por doctrinas políticas o ideológicas, sino por otro factor poderoso: los deseos del cliente”.  Conclusiones: Un sistema social que no tenga a sus habitantes integrados psicológicamente a su estructura, o sea, que cumpla conscientemente o no con sus normas, resulta ser infuncional y por tanto perecedero. Psicoanálisis y marxismo son las principales vertientes que permitirán estudiar los aspectos señalados. El primero con referencia a su objeto específico de estudio (el inconsciente, el proceso de paso de lo biológico a lo social, es decir, el proceso de conversión en

 

sujeto). El marxismo dando puntos centrales de referencia comprensibles para el entendimiento de los medios masivos de difusión como transmisores de contenidos sociales y sus sentidos. Los medios en general (y la televisión en particular por su influencia en los niños) se han convertido así en una primera y preponderante escuela, tanto para la creación y legitimación de formas de conducta, la visión que el hombre tenga de sí mismo, la sociedad y sus relaciones como del modelo de personalidad adecuado a ello. La importancia hoy asignada a los medios es tal que cada vez se incrementa la tendencia a asignarles el papel de institución hegemónica en el proceso de ideologización. Según Althusser, “Creemos pues tener fuertes razones para pensar que detrás

de los juegos de su Aparato Ideológico de Estado político, que ocupa la parte delantera de la escena, o que la burguesía ha puesto a funcionar como su aparato ideológico de Estado y por lo tanto dominante, es el aparato escolar que de hecho ha reemplazado en sus funciones al antiguo aparato ideológico de Estado dominante, a saber la Iglesia. Se puede incluso agregar: la pareja Escuela-Familia ha reemplazado a la pareja Iglesia-Familia. Los medios llegan hasta los más recónditos lugares del mundo, la escuela no toca a sectores sociales que alcanzan magnitudes a veces superiores a las de quienes gozan del acceso a la educación formal. Estos sectores marginados de la “cultura” igualmente se integran a las características y formas de vida de la

población, adecuándose e integrándose de manera constante a lo que la misma exige, así como asimilándose a sus cambios. Javier Esteinou, considera que si bien la función que ha desempeñado la escuela ha sido fundamental para la reproducción del modo de producción capitalista en sus etapas anteriores, en la actual fase de desarrollo por la que atraviesa el capital, sin dejar de ser necesario, el aparato escolar ha dejado de ocupar el papel dominante para ser sustituido por los aparatos ideológicos escolares, sino los medios dominantes de difusión masiva, y muy en especial, los medios electrónicos de difusión colectiva. La función de vanguardia cultural de la escuela quedó rebasada y sustituida por la nueva operación ideológica que introducen los aparatos de difusión colectiva al interior de la sociedad civil del capitalismo coetáneo.

 

Rafael Roncagliolo puntualiza que “como aparato ideológico del Estado, la

importancia de la Iglesia se ha visto parcialmente desplazada, primero por el desarrollo del aparato de educación formal; y más recientemente, por la expansión de los medios de comunicación colectiva. En la fase trasnacional los medios de comunicación tienden a convertirse en “aparato ideológico” y “agencia de socialización” predominante, desplazando en

parte a la familia, la Iglesia y el aparato escolar.

M. Zires dice que el niño no sólo asimila elementos de la televisión, sino de todos los ámbitos que lo rodean, pero mientras no todos ellos son compartibles por sus compañeros en tanto representan experiencias personales, “la televisión constituye un mundo generalizable”, es decir, que llega por igual a

todos, permitiendo así identificaciones colectivas, héroes similares, etc. Nicos Poulantzas considera que se está produciendo una reorganización del contenido del discurso dominante que tiene a escapar de los partidos políticos a beneficio de la administración. “Esta evolución corresponde al movimiento  que traspasa a los medios de comunicación de masa la función ideológica principal de la escuela y de la universidad, desplazamiento fundado en que el redespliegue de los medios de comunicación de masa va a la par con su control creciente por la administración del Estado”.  Félix Guattari abre territorios de estudio nuevo para el análisis de la importancia de los Medios, al considerarlos participantes en el complejo proceso de estructuración del psiquismo a niveles inconscientes profundos que van más allá de la visión freudiana del mismo: “sería preciso forjar un concepto que

englobara el conjunto de equipamientos colectivos tal y como existen, y el conjunto de medios masivos y de sistemas de transporte. Los medios masivos no son sólo instrumentos de comunicación, sino también de modelización de los individuos. Hoy es imposible negar la gran importancia de los Medios en un proceso de socialización en el que actúan no con exclusión sino en distintos grados de combinación y coexistencia con los otros, en una situación de reforzamiento constante en tanto los objetivos son similares. Los primeros contactos del niño con el mundo los establece mediante la familia, vínculo con la historia y la cultura, institución primaria impregnada ya de relaciones e influencias con las instituciones dominantes. La misma religión es también transmitida en principio por la familia, antes que el propio niño tome contacto directo con su iglesia. Algo similar ocurre con la influencia de los Medios, que alcanzan al niño de dos maneras: una directa y cada vez más

 

temprana, y otra indirecta a través de un medio familiar que está impregnado de ellos y los revierte sobre sus descendientes. La familia actúa como vehículo que facilita la llegada de los mensajes, hecho explotado por éstos conociendo cómo facilita el cumplimiento de sus objetivos el apelar a los sentimientos afectivos familiares. Se busca establecer una especie de alianza Mediofamilia como instrumento adecuado tanto para el proceso de socialización como para instancias de reforzamiento de los valores establecidos, de manera que como institución controlen y eviten toda ruptura, aunque sólo sea potencial, con el orden vigente. Alianza Medios-familia porque, por separado, ninguna de ambas instituciones garantiza el alto grado de eficiencia necesaria en el proceso socializador de un mundo cada vez más crítico y tecnificado. Esteinou: “De esta manera, coincido por las demandas que le impone la

evolución material de la sociedad, el aparato escolar entra en una etapa de refundacionalización histórica. Adopta la dirección que le impone la esfera económica del capitalismo industrial emergente, y responde estructuralmente a éste con su particular discurso pedagógico, que contribuye a construir la nueva articulación histórica que se requiere establecer entre los instrumentos de trabajo y la cualificación de la fuerza de trabajo. Una vez más, el aparato institucional, desde su posición superestructural, colabora a cerrar el bloque histórico en su dimensión económica, para propiciar el funcionamiento armónico de la sociedad en una de sus facetas fundamentales: la reproducción del proceso económico. Un hecho incuestionable es que los medios no sólo preceden a la escuela formal sino que también gozan de mayor entusiasmo en la audiencia infantil, lo que podría extenderse a la adolescente y adulta. La información visual desencadena al punto no conductas de respuesta, sino comportamientos de empatía. La escuela formal de cualquier manera es una muy importante sistematizadora, ampliadora y coheretizadora en sumo grado, y transmisora de la ideología de la población y de sus cuadros dirigentes; pero actuando sobre un terreno donde los Medios inyectaron ya su contenido. Juan Somavía: “El rol de los medios, específicamente dentro del sistema

trasnacional, es equivalente al que desempeñan los faros de un automóvil; iluminar la vía, ubicar los signos de peligro y cambios en la ruta, informar a los conductores del sistema sobre aquello que se relacione con sus intereses, encandilar a los peligrosos, ayudar a escoger el buen camino”. 

 

Son los directores de radio, de televisión, de revistar y diarios, y en el fondo tienen además responsabilidad los anunciantes, los que transmiten influjos culturales, a veces buenos, a veces malos, que influyen decididamente en el futuro del país y en la formación individual de sus hijos. Cada marco social construye el hombre necesario para su mantenimiento y reproducción. Para ello todos sus aparatos ideológicos se encuentran abocados a tal construcción desde la más temprana infancia y lo continúan a lo largo de toda la vida de los hombres, no casualmente designados sujetos. La religión, aparato ideológico, actuó como factor básico en la conformación del “hombre necesario” para la acumulación capitalista , internalizando en los sujetos las necesidades sociales y económicas, aunque sin que aquellos tuvieran conciencia de éstas.  Al “hombre necesario” se lo forma para un consumo constante, apasionado y voraz, en forma tal que permita la salida a una producción que no puede ser detenida sin profundas crisis estructurales. Tal construcción del sujeto necesario es conocida con nombres diferentes que responden a concepciones también diferentes. Si bien hablar de socialización responde a algo muy preciso, el término generalmente es utilizado por las corrientes del funcionalismo, donde es notoria la ausencia de los análisis de fuerzas participantes, es decir que olvidan la lucha conflictiva de clases y consideran que en tal proceso existe un consenso de toda la sociedad. Los Medios contribuyen en el presente momento histórico de manera fundamental a tal proceso de socialización /reproducción, participando en la modelación del “hombre necesario” y evitando que rompa con el sistema de

dominación. Si desde el plano socio-psicológico se acepta la existencia de un modelo de personalidad compartido en lo general por la mayoría de los miembros de una sociedad, la función de los Medios es ayudar a crear y mantener ese modelo, delimitando a su vez las posibilidades de variación aceptada de cada uno de sus miembros en torno al mismo. Tal modelamiento del psiquismo humano se basa en la posibilidad de canalizar las pulsiones y de cambiar incluso el sentido original de los mismos. El individuo no se halla tan sólo bajo la influencia de su medio civilizado presente, sino que está sometido también a la influencia de la historia cultural de sus antepasados.

 

La formación del “hombre necesario” se vincula con el sobradamente conocido

control que tales Medios tienen los sectores transnacionales a las potencias imperialistas: las naciones bajo su dominio o influencia reciben permanentemente el torrente de emisiones emanadas de sus centros de transmisión e impregnadas de su ideología. La penetración económica internacional es siempre simultánea con la penetración cultural, es decir, la inversión de capital y la extracción de plusvalía requieren de niveles de conciencia solidarios con tales propósitos imperiales o colonizadores.  Amadou Mahtar M‟Bow expresa que los Medios de comunicación inculcan

sistemas de valores ajenos a los países de una región determinada y amenazan a la larga con hacer desaparecer o anular los valores propios de dicha región.  A través de los Medios como portavoces de un sistema de dominación, se van aminorando las profundas diferencias entre las características de vida de diferentes pueblos, que si bien mantienen sus particularidades y tradiciones, asumen también costumbres, usos y modos de vida compartidos. El papel de los Medios es de gran importancia para la formación del modelo de hombre adecuado a las necesidades del sistema de dominación. Gerhart Wiebe señala acerca del papel de los Medios en el proceso de socialización que dicho proceso incluye tres pares que entiende como zonas de un todo, por un lado, los mensajes directivos, que provienen de figuras de autoridad y ordenan, exhortan, instruyen, persuaden, instan en la dirección del aprendizaje; por otro, los protectivos, donde se incluyen los mensajes cotidianos enviados y recibidos en la tarea habitual de vivir; por último, los restaurativos mediante los cuales el individuo se alivia del esfuerzo de adaptarse, de la fatiga de conformarse, proporcionando un respiro para la reafirmación del impulso. Lo principal del rol de los Medios es que son formadores de objetivos de vida y modelos de personalidad. La teoría del Aparato Psíquico es un punto medular y síntesis de la teoría psicoanalítica. Señala que el niño nace puro Ello, es decir puro impulso biológico, instancia a partir de la cual surgirán el Yo y el Superyo, consecuencia del proceso de socialización. El Yo surge tanto como una instancia de adaptación en virtud del contacto con la realidad, como mediante identificaciones con figuras con las que entre en contacto. El superyó, aparece como conciencia moral, juez, censor, etcétera, producto del Complejo de Edipo; según Freud.

 

Para una comprensión más acabada de este Aparato Psíquico, es preciso incorporar algunas aportaciones que provienen del campo teórico del marxismo y que radican básicamente en una más completa y profunda comprensión de lo que debe entenderse por realidad, así como en el sentido del proceso de socialización para la incorporación del nuevo sujeto en formación al marco histórico en el que ha nacido y donde se desarrollará. Aun conservando sus funciones generales, existe un Yo y un Superyo específico, según los distintos tipos de sociedades. Los Medios participan y contribuyen a la formación y estructuración de la personalidad. La base de tal estructuración radica en la familia, siendo el núcleo fundamental las identificaciones con sus miembros, cuya culminación se da en el Complejo de Edipo. Con base en la obra de Freud, El Yo y el Ello, puede iniciarse el estudio del papel de los Medios en el proceso de constitución psíquica. La diferenciación de los psíquico en consiente e inconsciente es la premisa fundamental del psicoanálisis, quelono ve en laque conciencia la esencia de loopsíquico, tan sólo una cualidad de psíquico, puede sumarse a otras faltar ensino absoluto. Lo que interesa no es sólo la significación manifiesta de las comunicaciones de los Medios sino su significación ideológica. La función de los Medios señalada se apoya precisamente en la calidad no consiente de los mensajes, al menos en aquellos que tengan significaciones más allá de los explícitos. La verdadera diferencia, señala Freud, entre una idea inconsciente y una idea preconsciente consiste en que el material de la primera permanece oculto, mientras que la segunda se muestra enlazada con representaciones verbales. Las sensaciones y los sentimientos tienen que llegar al sistema perceptivo para hacerse conscientes, y cuando encuentran cerrado el camino de dicho sistema, no logran emerger como tales sensaciones o sentimientos. En relación con los mensaj es de los Medios puede hablarse de “contenidos inconscientes” de los mensajes. Una de las características del sistema inconsciente es que sus contenidos son representantes de las pulsiones, y regidos por mecanismos específicos del proceso primario, especialmente, por la condenación y el desplazamiento. Los Medios producirán con su lógica propia, un conjunto de representaciones que servirán de normas colectivas, en beneficio del sistema a quien sirven tales

 

normas. El torrente de los Medios llega desde muy temprano a los niños y continúa durante toda la vida. El impacto de los mensajes transmitidos por los Medios puede verse fácilmente en los efectos que producen algunas series televisivas o revistas sensacionalistas, efectos congruentes con sus objetivos y con la ideología del sistema imperante. Los Medios inculcan su ideología de una manera siempre premeditada y elaborada, tal elaboración es manifiesta en técnicas publicitarias tendientes a la ocultación de las verdaderas significaciones como mecanismo de penetración a niveles inconscientes. La mayor parte de las emisiones pasan por encima de los niveles de conciencia para penetrar inconscientemente. Los mensajes son propulsores de una toma de posición o una actividad que se busca sean compatibles con los intereses de la estructura y súper-estructura dominantes. Un individuo un Ello psíquico desconocido e inconsciente, en cuya superficie aparece el Yo,es que se ha desarrollado partiendo del sistema perceptivo, su nódulo. La percepción es para el Yo lo que para el Ello es el instinto. La importancia de los Medios en la formación del Yo: Contribuyen a dar una visión del mundo exterior, un sentido de la realidad, sustitutivo del principio del placer irrestricto, a la vez que brindan una alternativa aceptada del “placer” al que debe aspirar el hombre. La llegada de estos Medios es por vía doble. Por un lado llega al adulto con su Aparato Psíquico ya estructurado, pero que es insistentemente reforzado en sus sentidos por la reiterativa y estereotipada emisión de contenidos, variantes en formas más que sentidos; esto hace que este adulto proyecte a su entorno la ideología que recibe. Klapper: La influencia de las comunicaciones de masas sobre las opiniones y las actitudes existentes está en correlación inversa con el grado de cambio que se considere. Esto significa que no se produzcan cambios importantes y conversiones, ni que bajo determinadas condiciones no pudieran proliferar. En comparación, son muy infrecuentes y las comunicaciones de masa de tipo persuasivo, normalmente, tienden a favorecer con mayor intensidad el refuerzo y los cambios menores. Los medios son básicamente conservadores, reforzadores de lo existente, así como la postura psicoanalítica de que la estructura psíquica se forma en los

 

cinco primeros años de vida. De tal manera puede decirse que los Medios son, efectivamente “reforzadores” pero también ayudan a promover los cambios

indispensables para el mantenimiento y reproducción del sistema de dominación. Los Medios llegan directamente a los niños en su más temprana infancia penetrando de manera no racional pero sí profunda a los que introyectan inconscientemente de manera similar a como lo hacen con el lenguaje que aprenden o los gestos que imitan. Cuando un niño juega a su héroe favorito introyecta del mismo no ´solo su apariencia sino la significación. Las profusas programaciones destinadas a niños buscan dos objetivos simultáneos y coherentes que van más allá de una simple inversión: por un lado ser parte del proceso de “modelamiento” del hombre necesario y por el otro hacer que ese proceso continúe fuera del tiempo televisivo por medio de juegos promovidos en tales programas, y que, paralelamente, son una importante fuente de ingresos para las fábricas de juguetes. El espacio lúdico se caracteriza por ser de ocio, el ocio organizado por juguetes industriales hace de juego una relación productiva-reproductiva que no tiene sus límites en el juego mismo sino en los parámetros de la producción y reproducción de las ideologías. Se produce una marcada integración entre Medios y juegos, de manera que éstos prolongan y refuerzan los contenidos transmitidos en las programaciones. Se busca la creación de un determinado tipo de Yo, donde la realidad no parezca sustituir el principio del placer sino parecer que se da el placer, conformando así al individuo. El individuo que entra a formar parte de la multitud se sitúa en condiciones que le permiten suprimir las represiones de sus tendencias inconscientes . “Este predominio de la vida imaginativa y de la ilusión sustentada por el deseo insatisfecho ha sido ya señalado por nosotros como fenómeno característico de la psicología de las neurosis. La sociedad occidental capitalista se apoya ideológicamente en la defensa absoluta de lo que entiende por individualidad, base de su idea de “libertad”. El

triunfo implica una alta valoración para los demás y para uno mismo que puede ser logrado de múltiples maneras pero al que también apelan tanto los publicitarios como los héroes-modelo de historietas, cuentos y series televisivas. Esta sociedad presenta permanentemente a un Yo triunfante, obtenible si se

 

compra, usa y muestra el producto promocionado, punto de partida y llegada del status: -Se logran seguridad emocional, afirmación del propio valer; -Satisfacción del propio Yo; -Sensación de poder; -Sensación de arraigo; -Objetos de amor; -Es lograda una cierta inmortalidad. El acercamiento al logro de un Yo beneficioso y útil así como el status que muestra “real” categoría de cada hombre son obtenibles gracias al consumo de

productos. De tal manera, no importa lo que se es sino lo que se muestra constantemente. El círculo un vicio perfecto, según los intereses del sistema: la publicidad utiliza las es lesiones que el capital produce en la esfera individual y le trae después de una serie de mediaciones lo que está esperando: consumidores avasallados a su ideología, listos para aumentar sus provechos. La publicidad busca fomentar el deseo, generalmente obtenible por una mercancía, mientras en otros discursos superpuestos se ataca al primero o se lo considera indigno o válido para personas de poca o nula moral. La realidad es el medio físico y social de adaptación. El principio de realidad designa la adaptación al tiempo y a las necesidades de la vida en sociedad; y así la realidad se convierte en el correlato de la conciencia, y luego del yo. Con la instauración del principio de la realidad quedó disociada una cierta actividad mental que permanecía libre de toda confrontación con la realidad sometida exclusivamente al principio del placer. Esta actividad es el fantasear. Este proceso continuo de cambio de un principio a otro dura toda la infancia. La importancia crucial de los Medios como factor educativo: no se reduce a la etapa formativa infantil sino que continuará en toda la vida adulta. “Los medios de comunicación de masas, en especial la televisión, tienen por función reexpresar, reinterpretar los símbolos comunes, suscitar otros nuevos, diseminándolos y tornándolos asimilables para masas de individuos cuyos rasgos intelectuales y afectivos son muy variados. La televisión es, en nuestra sociedad tecnificada, el instrumento más poderoso para hacer participar a la

 

masa en sistemas de símbolos cuya difusión común es necesaria para la cohesión social”.  La vertiente transmitida por los Medios construye una red simbólica que presenta versiones de la realidad, sea en virtud de la información que presenta o silencia, el espacio que les concede, los titulares o el lugar de colocación. Doelker: “La construcción de nuestra imagen del mundo se realiza cada vez

más a través de los medios, que a su vez proporcionan una imagen del mundo. Nuestro concepto de realidad nace asimismo de experiencias mediatas y no tan sólo de experiencias inmediatas”. La naturaleza, es generalmente captable por los Medios, siempre interpuestos entre el individuo y la realidad. La mayoría de los Medios brindan poca información, y dedican la mayor parte de sus espacios a diferentes comentarios atinentes a las formas de vida, costumbres, anuncios publicitarios, crítica de espectáculos y publicaciones, además de comentarios sobre la información que ofrecen. Es mínimo lo directamente verificable para poder confrontarlo con la versión de los Medios. Todo el material brindado estará entonces indefectiblemente inficionado de la ideología de los propulsores del medio, al margen de las intenciones conscientes y de que la finalidad sea ofrecerlo como información o diversión neutra e imparcial: será su margen de realidad, buscando que el público destinatario coincida con la misma. La conducta de los hombres, lo mismo que su ideología fundante, estará basada en su idea de realidad: de allí la necesidad de dar un sentido de la misma o enmascarar el acercamiento a o que no se quiere que se conozca. Un Yo desconocedor del real sentido de la realidad actuará de manera poco eficiente para modificar lo que pretende que sea estático; de allí que un determinado criterio de realidad tenga dos funciones prácticas: aceptación de lo existente como lo normal, como lo verdaderamente real; y, como consecuencia, en segundo lugar, dificultar la búsqueda de cambios ante el desconocimiento de su posibilidad. Juzgar como únicamente válida y “objetiva” la información proporcionada por las agencias favorables (o Medios en general), desvalorizando lo no propio bajo la acusación de “parcial” y por tanto “subjetivo”. Juan Somavía: “En la práctica las agencias determinan qué es lo que se debe considerar como noticia. Se les ha reconocido el derecho a „seleccionar‟ de entre

los múltiples eventos nacionales e internacionales, aquello que debe

 

transmitirse para que sea conocido por el mundo entero. Las agencias se han transformado así en jueces de la realidad”.   Además de dar a la población la visión de la realidad desde la perspectiva de los intereses que controlan la información y los medios de transmisión, se da igualmente al dominado una visión desinformada de la misma (disfrazada de información). Se trata de informar lo conveniente para el mantenimiento de la estructura de dominación en cuestión, desinformando o distorsionando lo que signifique un atentado a la misma y eliminando así la posibilidad de una toma de conciencia de la realidad. Los receptores terminan por creer en una realidad en la que no viven, debido a la fuerza comunicativa de los Medios, usados como transmisores de poderes internacionales y mundiales, impidiendo “la real comprensión entre los pueblos porque la información es utilizada como otro instrumento de dominación”.

En múltiples una información relativamente enfoca a un solooportunidades aspecto de la realidad, haciendo creer al receptor abundante que es toda se la realidad e impidiendo así el conocimiento más o menos objetivo de la totalidad. Es evidente la total fragmentación de las informaciones, dadas como totalmente separadas entre sí y sin una vinculación o eje estructurante, aunque tal eje se encuentra presente de manera implícita pero jamás explícitamente y resulta ser lógicamente una visión del mundo, una ideología subyacente. La neutralización se da igualmente al presentar los l os materiales como separados, buscándose impedir ver la realidad como totalidad donde las cosas se integran. Lo peligroso para el sistema de dominación es precisamente el hallazgo de la vinculación, es decir la ruptura de la independencia. El tipo de “realidad” que presentan los Medios, su fragmentación y

contextualización abren camino para algunas conclusiones o hipótesis en relación con la estructuración del psiquismo de sus receptores. La fragmentación existente en general transmitida por los Medios produce un psiquismo que lleva a tal fragmentación como parte integrante de los miembros de una sociedad. La gran abundancia de violencia en los medios de comunicación de masas, aunque no es determinante fundamental del crimen o delincuencia, aumenta la probabilidad de que gran parte de la audiencia se comporte agresivamente en

 

una situación posterior. Tales programas buscan canalizar la agresividad de la tensión vital hacia hechos que poco o nada tienen que ver con esa tensión, mediante identificación con las conductas de los héroes. El proceso de formación del Yo, según el psicoanálisis está determinado por identificaciones, “proceso psicológico mediante  el cual un sujeto asimila un aspecto, una propiedad, un atributo de otro y se transforma, total o parcialmente, sobre el modelo de éste. La personalidad se constituye y se diferencia mediante una serie de identificaciones. Los efectos de las primeras identificaciones, realizadas en la más temprana edad, son siempre generales y duraderos. Greenson señala que las identificaciones desempeñan un papel importante y complicado en la formación de objeto; identificaciones tempranas preceden a las relaciones de objeto y hay identificaciones que reemplazan a las relaciones con los objetos. Parece haber diferentes géneros de identificación. En el análisis de los contenidos de los Medios el concepto de identificación es primordial: la motivación central de las programaciones es producir la identificación del público con quienes aparecen como figuras estelares. Maletzke considera que dos son las funciones que deben adscribirse a la identificación: la de aprendizaje y la de satisfacción sustitutiva. No todo individuo encuentra en su ambiente social personalidades ricas y potentes, partícipes en el amor o en la sociabilidad, artistas y criminales, santos y neuróticos. La comunicación social ofrece una plenitud de tales figuras, por medio de la comunicación social, se amplía considerablemente el círculo de objetos potenciales de identificación; más allá de eso, el hombre, como ente dotado de fantasía, independientemente del espacio y del tiempo, aspira al encuentro con figuras de identificación que en realidad no existen; busca seres de leyenda y fábula, ángeles y diablos, al héroe, al superhombre, a la imagen ideal. Cuando un niño se disfraza o juega como su héroe de historieta o de TV, se encuentra introyectando un modelo con todas sus significaciones intentando ser o llegar a ser como él. Uno de los intentos de los Medios es superar la identificación singular con uno o varios protagonistas para lograr que se realice con el Medio como su totalidad. La identificación, internalización o introyección de modelos, lógicamente es útil en tanto los mismos representen figuras con contenidos deseados y admirados para el sistema o Medio que lo utilice.

 

Esther Corona: Los medios masivos, también al servicio de la ideología predominante, contribuyen a la formación de estereotipos sexuales. Basta observar críticamente los roles que transmiten nuestro cine, la televisión, los medios impresos. La mujer buena y abnegada, la madre, la novia pura, es una. La otra es el objeto sexual. Las historietas para hombres tienen como fin que el hombre enfoque su agresión contra la mujer y no contra la sociedad. Las segundas se proponen enseñar a la mujer modelos de conducta que la ayuden a aceptar su papel sumiso e inferior dentro de la sociedad. Freud y la escuela analítica señalan permanentemente cómo la adopción de los roles sexuales, masculino y femenino, se genera con el proceso de identificaciones que culmina con el complejo de Edipo. Es común destacar que en las relaciones de pareja se busca una especie de reencuentro con la figura parental fantaseada, pero distinta, por tanto posible, la vinculación con figuras parentales se da igualmente en otras figuras, que tengan de por sí características paternales. Este proceso identificatorio implica un mecanismo psicológico relacionado y vinculado con aquello que desde Marx se conoce como alienación o enajenación. Según ella, la introyección de figuras admiradas o de roles modelo coloca la propia identidad en aquellas figuras, pero, es decir, internalizándolas, haciéndolas propias. El proceso alienante vía identificación se da de múltiples formas a través de los Medios, incluso promocionado por éstos. Lo que fomenta también esta alienación es la publicidad, en este caso promoviendo objetos de consumo. En la sociedad contemporánea hay dos ámbitos centrales íntimamente vinculados que generan alienación: los deportes y los Medios. Freud considera que el Aparato Psíquico es producto de las identificaciones que culminan el proceso edípico. Su aparición es cronológicamente anterior, en su génesis participan otros factores. Los sentimientos sociales reposan en identificaciones con otros individuos basados en el mismo ideal del Yo. La coincidencia del Yo produce siempre una sensación de triunfo. El sentimiento de culpabilidad puede ser considerado como la expresión de un estado de tensión entre el Yo y el ideal. Las sociedades para mantenerse y perpetuarse necesitan hombres con un determinado tipo de  Yo, que también necesitan hombres con determinado Superyo, ambos como parte de determinado tipo de personalidad.

 

El objeto de una intersección conceptual entre el psicoanálisis y el materialismo histórico es estudiar como todo individuo, en tanto sujeto, se inserta inconscientemente la ideología del momento histórico concreto de una sociedad concreta. El término sujeto implica precisamente eso, una ligazón, una sujetación. No puede olvidarse que el hombre se constituye como producto de sus relaciones sociales, lo que significa que tiene que renunciar a satisfacer sus gustos sin entran en contradicción con los de sus semejantes. Un Superyo en condición intrínseca del llamado Homo Sapiens, guardián de la convivencia y de un marco común de relaciones sociales. El Superyo es para nosotros la representación de todas las restricciones morales, el abogado de toda aspiración a un perfeccionamiento; en suma: aquello que de lo que llamamos más elevado en la vida del hombre se nos ha hecho ya psicológicamente aprehensible. De este modo, el Superyo del niño no es construido, en realidad, conforme al modelo de los padres mismos, sino al del Superyo parental; recibe el mismo contenido, pasando a ser el sustrato de la tradición de todas las valoraciones permanentes que por tal camino se han transmitido a través de las generaciones. El Superyo actúa como un representante de valores consagrados, de lo tradicional. Schneider: Así, pues, el superyo se convierte en garante psicológico de todas las representaciones tradicionales de valor moral que se oponen al progreso social. El superyo ideal de la sociedad burguesa se clases arriba en que cada cual funcione como su propio policía, como su propio policía secreto, no sólo contra sí mismo, sino, sobre todo, contra los demás. Los personajes de los Medios que deben ser imitados son modelos por sus perfecciones como porque salieron de lo “bueno” y “correcto” pero supieron volver al redil mediante su arrepentimiento o guiados por eficientes guardianes de las normas estatuidas. Resulta imposible el análisis de la salud mental de una población sin comprender la incidencia sobre ella de los Medios, si se los considera instrumento ideológico hegemónico. Un criterio estadístico-adaptativo revela que “sana” es toda persona que responda a las características que reúne la mayoría. Por el contrario, será “anormal” o “loco” aque l que escape de las normas consagradas. Reconoce la no existencia de una norma absoluta de “salud” mental como formas de control social, maneras de etiquetamiento

desvalorizante de todo aquel, o aquello que se adapta.

 

Nunca una estructura social busca con intencionalidad y perfidia crear un hombre “loco” o “neurótico”, sino que éste es producto de las características del

sistema de que se trate el cual requiere de ciertas condiciones del Sujeto para la reproducción del mismo. Un hombre absolutamente normal es el hombre necesario y útil para el modelo social en construcción.  Alienación: Hace referencia a la pérdida de algo propio del hombre, que se deposita en otras instancias convertidas en poseedoras de lo sustituido a aquél. El elemento humano es transformado en objeto material extraño al hombre. Fuerbach consideraba que esta alienación se daba en el plano de lo religioso. El origen mismo del término y su utilización mercantil y jurídica son indicativos de su sentido: “alienare” y “enajenare”  expresan que la propiedad de una persona deja de ser de él. La psicología tradicional utiliza para referirse a alguien que está fuera de sí, que perdió la razón. El sentido sociológico del término, al menos en los marcos teóricos marxistas, va más allá de estas icaciones y se refiere al hombre “normal” cotidiano, que no vende una signif icaciones propiedad mueble o inmueble sino que entrega otro elementos de su ser psíquico y social y que por tanto dejan de ser su propiedad. Se convierte en poseído por las mercancías que posee; vale no por sí sino por la marca de automóvil que posee. Los Medios como alienantes y enajenantes no son más que transmisores de contenidos producidos en un marco social que requiere de tal enajenación y alienación. Los Medios están siempre presentes como difusores y productores de contenidos alienantes, como transmisores de una alienación socialmente determinada. Producen todo tipo de programaciones buscando crear ídolos/modelos donde los hombres depositen sus deseos, se identifiquen y se alejen de la realidad concreta para huir a mundos de ficción. Las mercancías alcanzan su apogeo precisamente a través de la relación Medios/Publicidad, convirtiéndose en el centro de la mayor parte de las programaciones comerciales. Dejan de ser objetos para convertirse en fetiches, capaces de todo lo que la ideología indica que el hombre debe ser. Ernest Dichter lo reconoce abiertamente al afirmar que “los objetos son motivaciones de nuestra vida, quizás en la misma medida que el complejo de Edipo o las experiencias de la infancia. Los objetos, pues, dentro de la esfera en que vivimos, ejercen una gran influencia sobre nosotros, en tanto que, al mismo tiempo, al comprar, al adquirir tales posesiones nos damos expresión personal.

 

La publicidad fomenta entonces una situación donde el hombre se siente dominado por los objetos, convertidos en un universo omnipresente y omnipotente. La mercancía, el producto, aparece entonces como depositario de las cualidades y potencialidades de quien lo tiene. Es el propio universo de las cosas personificadas, de las mercancías, el que se convierte en sucedáneo de las energías eróticas. Una diferencia fundamental entre neurosis y psicosis es que en esta última se produce una pérdida importante de realidad y su reemplazo por una propia, mientras que en la neurosis esa pérdida se presenta sólo en el área conflictiva. La participación de los Medios en el proceso de “psicotización” y “neurotización”  del hombre contemporáneo, presenta diariamente constantes visiones deformadas o falsas de una realidad, que es considerada por el sujeto tal como le es presentada. La publicidad busca internalizar en los individuos las necesidades del sistema productivo para poder continuar las necesidades del sistema productivo para poder continuar con el ciclo del mismo. Educación que comienza desde la más temprana infancia. La criticada manipulación de que se acusa a la publicidad se convierte en un mecanismo imprescindible que favorece la reproducción y aumento de la circulación de mercancías dentro del marco económico capitalista. Finalmente, el autor señala que la manipulación de las personas para promoción del consumo, no en función de necesidades reales, sino por la imposición de modas, status, modelos de personalidad que el producto brinda. Bibliografía: 1.- Guinsberg, Enrique. Control de medios, control del hombre. Plaza y Valdés, 3ª edición, México, 2005.

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