Contra órdenes médicas - Radclyffe.pdf

October 1, 2017 | Author: La Haker Kandj | Category: Coffee, Egg As Food, Hospital, Airport, Novels
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CONTRA ÓRDENES MÉDICAS (Against Doctor´s Orders) RADCLYFFE Traducción libre by TEAM LGM Febrero 2015

SINOPSIS Durante seis generaciones, siempre ha habido un Rivers al frente del Hospital Comunitario Argyle y Harper Rivers estaba preparada para tomar el lugar de su padre una vez que éste decidiera abrir su propia consulta. Por desgracia, la junta directiva tenía otras ideas… aceptaron una oferta de compra de un conglomerado de atención médica que tenía planes de cerrar las puertas del hospital a la comunidad que dependía de él. Y Presley Worth, una enérgica financiera de empresas, llega a la ciudad para supervisar el cierre. Lo curioso fue que nadie le preguntó a Harper y ella no tenía intenciones de seguir las órdenes de nadie, sino las propias… sin importar cuán hermosa, inteligente, o autoritaria pudiese ser la nueva jefa.

AGRADECIMIENTOS No muy lejos de aquí está el Hospital Mary McClellan, un hospital comunitario rural que se encuentra en lo alto de una colina por encima de la pequeña ciudad de Cambridge, Nueva York. El hospital era financiado en su totalidad por un solo individuo, ya que no era inusual hace varios siglos, y abrió sus puertas en 1919. Se cerró en 2003 y ahora se encuentra vacío, un testimonio silencioso de una época pasada. He encontrado algunas imágenes en Internet que muestran el interior como está ahora, con gran parte del equipo todavía en las habitaciones -camas viejas de hospital, aparatos doblados de Intravenosa, monitores con rostros inexpresivos. Los pasillos parecen extrañamente vacíos, más allá de desiertos, abandonados y olvidados. Durante ocho años de mi vida fui residente de cirugía, y durante la mayor parte de ese tiempo, pasé cada tercera noche de guardia en el hospital. Caminé por los pasillos oscuros, escuchando los murmullos de los pacientes y el personal, y me pregunté cómo estaba el mundo más allá del vidrio por el que podía ver las luces brillantes de la ciudad. Recuerdo que me sentaba con mis compañeros residentes en el salón quirúrgico cuando el amanecer se acercaba, después de haber pasado la noche en vela cuidando de pacientes internos, respondiendo a las llamadas de emergencia, y terminando el trabajo del día que nunca parecía tener un final, en silencio felicitándonos entre nosotros por haber sobrevivido un día más. Mucho ha cambiado en la medicina en las últimas décadas, mucho para mejorar, pero creo que la pérdida de nuestros hospitales comunitarios no es uno de los beneficios del progreso. Ahora tenemos que conducir lejos de casa, a lugares con los que no estamos familiarizados, para ser atendidos por extraños, a menudo en un entorno donde nos perdemos entre muchos de los otros. Este libro no comenzó como un homenaje a los hospitales perdidos ni a los momentos perdidos en el tiempo, pero cuando lo escribí, sentí la pérdida y me pregunté si no hemos hecho un flaco favor al despersonalizar lo que debe, después de todo, ser una de las experiencias más humanas y humanitarias. Este no es un libro acerca de hospitales o de medicina, sino una historia de amor como lo son todas mis novelas, que tienen lugar en una comunidad singular con el hospital cerca del corazón. Al final, el corazón de una novela romántica siempre reside dentro de los personajes. Espero que disfruten de estos. Gracias a la Editora Jefe Sandy Lowe, que diariamente hace que mi trabajo sea más fácil y me da más tiempo para escribir; a la editora Ruth Sternglantz por entender mi trabajo y saber a dónde voy, a veces antes que yo misma; a Stacia Seaman por una cuidadosa lectura y correcciones esenciales; y a mis primeras lectoras Connie, Eva, y Paula por el estímulo constante. Sheri encontró justo las imágenes que yo quería para este libro, y llegó con una memorable portada -como siempre. Y gracias a Lee, que quería colarse por la noche hasta el hospital con una linterna para tener una idea del pasado. Amo te.

Para Lee, que siempre anda diciendo "¿por qué no?"

Capítulo Uno Harper Rivers corrió a lo largo de la orilla del estrecho camino, bordeando el camino rural, con la salida del sol a su espalda y el amplio Río Hudson fluyendo perezosamente a su izquierda a una media milla de la llanura recién arada. La fresca brisa de comienzos de verano enfrió el sudor en la parte posterior de su cuello, y el aroma a floreciente tierra labrada con la vida jugueteó con sus sentidos. Su piel se estremeció con el pulso de la sangre a través de sus venas, y el aire fresco que llenaba sus pulmones ahuyentó el agotamiento persistente de una noche de insomnio. El rítmico thump- thump- thump de sus Sauconys (zapatillas para correr) sobre el asfalto agrietado acompañaba el ritmo palpitante de su corazón y su mente lentamente se vació de todo, excepto la inevitable alegría que venía con el resurgimiento de la primavera. Disminuyó el paso cuando escuchó el ruido de una camioneta detrás de ella y saludó cuando el conductor hizo sonar su bocina antes que ella entrara a un camino relleno de grava triturada, lo suficientemente amplio como para que dos tractores de buen tamaño pudiesen pasar, bordeado a ambos lados por manzanos y perales, sus hojas de un verde vibrante y la primera vista de brillantes flores en las ramas enredadas. Media milla por delante, una casa de campo blanca señorial que remembraba una casa de las plantaciones sureñas, con un porche de dos columnas, se asentaba en una colina sobre el río. El humo encrespado salía de una de las cuatro chimeneas de piedra, llevando el dulce aroma a levadura de pan horneado de la chimenea de la cocina. Rodeó alejándose del camino de losa que conducía hacia la entrada principal, siguiendo el áspero y sinuoso camino de piedra al lado del pórtico en la parte trasera de la casa y subió los amplios escalones de madera del porche trasero con amplios tablones. Justo al llegar a la puerta mosquitera, una voz desde el interior le saludó. "No entres aquí con esos zapatos llenos de lodo, Harper Lee Rivers" "Sí, mamá" dijo Harper, como siempre lo hacía en respuesta a la orden familiar. Se quitó los zapatos para correr, los dejó junto a la puerta y entró en calcetines al dominio de su madre. La cocina, el lugar de reunión informal para toda la familia y para la mayoría de los visitantes, se extendía casi por toda la longitud de la parte trasera de la casa, dominada por una mesa de madera de cinco metros de largo que había sido tallada de los árboles de nogal que una vez dominaron las accidentadas colinas de las tierras altas de Nueva York. La madera toscamente labrada estaba desgastada por las décadas de deslizar ollas y platos a través de su superficie y la vigorosa acción de sacer brillo de generaciones de mujeres e hijos Rivers. Los enseres domésticos se habían modernizado, pero todo lo demás en la cocina lucía como si hubiese permanecido igual desde que la casa fue construida 250 años atrás. Los gabinetes eran del mismo nogal marrón rojizo oscuro como la mesa, las largas y finas vetas eran interrumpidas aquí y allá por nudos y espirales más oscuros. Las vigas cortadas a mano que contenían las formas cuadradas de la sierra del hachero, sostenían el techo y unas piedras de laja gris-verdoso formaban la entrada junto al suelo de roble. Una chimenea abierta, de un metro cuadrado de profundidad, proporcionaba el fuego desde tempranas horas de la mañana para ahuyentar el frío.

Su madre sacó una bandeja de galletas del horno doble y la deslizó con eficiente práctica sobre un salvamanteles de piedra sobre el mostrador de madera. Harper hizo un movimiento rápido para agarrar una y con la misma rapidez retiró la mano, cuando su madre le dió un manotazo con una cuchara de madera. "Sabes que sabrán mejor cuando se hayan enfriado un poco. Siéntate y bebe tu café” Harper sacó una silla de madera con respaldo recto y asiento de cuero, la cual ofreció comodidad a sus ocupantes  por décadas, se sentó a la mesa en su lugar habitual y estiró sus piernas hacia la chimenea. "Te levantaste temprano…" dijo su madre, deslizando una taza de café frente a ella. Estudió a Harper con ésa mirada directa que garantizaba que Harper se retorcería si estaba ocultando algún secreto, aunque no había tenido secretos en mucho tiempo. Al menos ninguno que su madre necesitase saber. Trató de no inquietarse y buscó en su memoria por un cumpleaños olvidado o una reunión familiar perdida. Ida Rivers era una fanática en el cumplimiento de las obligaciones familiares. "… o…" su madre continuó "… ¿Aún no has ido a la cama?" Relajada ahora que se daba cuenta que no había cometido ningún pecado familiar, Harper tomó un sorbo del fuerte café negro y emitió un suspiro de satisfacción. El ruido y los olores familiares de la cocina de su madre drenaron los persistentes giros de tensión de las últimas horas "Mary Campbell decidió dar a luz más temprano. Su labor de parto se llevó la mayor parte de la noche” "La primera vez suele ser así ¿Todos se portaron bien?" su madre sonaba interesada aunque había escuchado la misma historia, de innumerables maneras, del padre de Harper en los últimos treinta años. Tal vez el verdadero interés ayudaba a compensar todas las veces que el padre de Harper no había estado cuando a su madre le hubiese gustado que estuviese. "Todo se portaron bien, incluyendo a Tim. Por un momento pensé que tendríamos que conseguirle una cama junto a Mary" Ida se rió "Padres primerizos. Mucho peor que las madres" "En eso tienes razón" Harper sonrió, se inclinó y agarró una galleta sin ser recriminada ésta vez "Vi que la camioneta de papá no estaba. Pensaba que ya no iba a tomar las guardias nocturnas" Ida resopló "Sí y tampoco estaremos sembrando en el vado nuevamente" Harper asintió mientras untaba mantequilla sobre la galleta de hojaldre. Tampoco era como si no hubiese sucedido en su vida. Su padre era médico rural de hacía mucho tiempo, justo como ella y si recibía una llamada, era contrario a decirle al paciente que acudiera a la sala de emergencia. No cuando todo lo que necesitaba era levantarse de la cama, colocarse un par de vaqueros y una camisa de franela, calzarse las botas y conducir a través de la noche tranquila con la compañía de los ciervos, zarigüeyas y mapaches, que se vislumbraban a través de los faros, luciendo por un momento como si se cuestionaran el por qué estabas molestando en sus dominio y saltaban entre la

maleza con un chasquido desdeñoso de su cola. Esos momentos eran los más pacíficos que había conocido ¿Por qué perderse de estas cosas negando a sus pacientes el cuidado de un médico que les conocía y quienes a su vez le tenían confianza? "Le dije que tomaría sus llamadas. Conozco a todos sus pacientes" "Deberías… estás saliendo con él desde que tenías diez años" "Entonces debes convencerlo… él merece una noche completa de sueño" Ida le fulminó con la mirada "¿Crees que estarías lista para dejar a tus pacientes en manos de otra persona en 25 años?" "Está bien, tal vez no" Harper no pensaba en la medicina como un trabajo, sino como una responsabilidad, una que había deseado desde la primera vez que se había montado junto a su padre en el asiento delantero de una camioneta Ford, con su maltratado maletín negro entre ellos, haciendo visitas a domicilio. Le agradaba ser recibida en la puerta por un amigo o vecino que le abría su casa y ponía su vida en sus manos ya que confiaban en ella. Lo que le importaba, en lo más íntimo de su corazón, era que no creía que alguien más podría hacerlo tan bien. Excepto su padre "Tal vez pueda lograr que haga turnos conmigo de vez en cuando. Al menos él logrará un par de noches libres de esa manera” "Tú sugiérelo y yo le convenzo" Ida limpiaba el mostrador con un paño de cocina húmedo y preguntó casualmente "¿Cómo están las cosas en el hospital?" Harper se puso en alerta. Su madre no decía nada casualmente. No era una gran conversadora, a diferencia de su padre, que podía mantener una conversación con cualquiera, incluyendo extranjeros en el mercado, sobre cualquier tema por interminables períodos de tiempo. Su madre era directa, perceptiva y el poder a tomar en cuenta en casa. "Bien, por lo que sé" dijo Harper "¿Hay algo que no sepa y que debería saber?" Ida se volteó y apoyó sus esbeltas caderas contra el mostrador frente al fregadero de hierro fundido de dos metros y medio de largo. Ella y Harper tenían la misma constitución física, alta y desgarbada, caderas delgadas y piernas largas. Incluso su color de cabello era el mismo, de un marrón tan oscuro que parecía negro en condiciones de poca luz. Las manos de Harper también eran como las suyas, sus dedos largos, fuertes y delgados. En ese momento los dedos de Harper estaban apretados alrededor de la humeante taza de porcelana blanca. Los ojos azules de su madre, casi añil como los de Harper, brillaron con... ¿preocupación? Los hombros de Harper se tensaron. Su madre nunca se equivocaba cuando algo andaba mal. Su madre supo cuando Kate, la hermana de Harper, estuvo enferma incluso cuando nadie, incluyendo el padre de Harper y todos sus colegas, podían precisar por qué de repente ella no comía y estaba perdiendo peso. Y cuando la leucemia finalmente surgió, no había habido manera de detenerla. Harper sacudió el recuerdo cuando se despidió de Kate en la habitación contigua a la suya "¿Qué?"

"Tu padre" Su estómago cayó en caída libre, Harper empujó la silla hacia atrás y se enderezó. "Qué… ¿está enfermo? No me ha dicho nada" Ida hizo un gesto con la mano "él está sano como un caballo. Pero algo lo está preocupando. Ha estado dando vueltas en la noche, no duerme incluso cuando tiene la oportunidad y ha tenido un par de llamadas telefónicas que claramente le han trastornado, pero no dice nada" "¿Es por dinero?" "No, a menos que de pronto le haya dado por apostar” Harper resopló. Su padre tenía dos intereses en la vida… la medicina y su familia. No tenía tiempo para nada más y nunca había mostrado ningún interés de cambiar eso. Lo admiraba por su dedicación a ambas cosas y esperaba que algún día ella hiciera lo mismo, tanto dirigiendo el hospital, después que su padre se jubilara como jefe de personal y con una familia, cuando conociera a la mujer adecuada para establecerse. "Las cosas han estado un poco ocupadas" dijo Harper "El tráfico en la sala de emergencia ha aumentado ahora que el clima ha cambiado y estamos recibiendo más turistas en la zona. Aparte de eso, no sé de nada en el hospital que pudiese estar molestándolo” "Pues entonces…" dijo su madre mientras unos neumáticos crujieron afuera sobre la grava "… sea lo que sea, sospecho que pronto lo sabremos" Harper escuchó el sonido familiar de los pasos de su padre al regresar a casa, sintió una inquietud en su interior. Su madre nunca se equivocaba cuando algo andaba mal. *** Presley agarró su maleta rodante de la cinta transportadora y se abrió paso a través del disperso grupo de compañeros de viaje hacia la salida del aeropuerto. Tres hombres en trajes hechos a la medida, camisas blancas y corbatas oscuras sostenían pancartas de cartón frente a ellos. Uno de ellos, con cabello rubio rojizo, de unos 40 años, sostenía uno con su nombre garabateado con marcador negro. Se acercó a él y él le saludó con una amplia sonrisa. "¿Sra Worth?” "Sí" apenas logró no gruñir. No había habido cabina de primera clase y el avión era pequeño, estrecho y el servicio inexistente. Había conseguido una taza de café que sabía a instantáneo y además estaba tibio y una bolsa de nueces para el desayuno "¿Qué tan lejos está?"

"Aproximadamente 45 minutos" él agarró el mango de su maleta y se dirigió a la salida "No hay mucho tráfico, así que lograremos hacer buen tiempo" "Bien" ella siguió a su lado hacia la mañana soleada. El aire era fresco y había unos agradables veinte grados, más frío de lo que estaba acostumbrada a estas horas de la mañana. Eso era una ventaja, o algo parecido y lo único positivo que hubiese notado hasta ahora. El aeropuerto era ridículamente pequeño, lo que explicaba por qué había tenido que tomar dos vuelos para llegar aquí. Realmente ¿Podía estar más lejos de la civilización? Él le guió hacia un coche negro. Mientras él se encargaba de su maleta, ella se metió en la parte posterior e inmediatamente revisó su teléfono. Con suerte, él no sería de los que charlaban una vez que notase que ella estaba ocupada. Avanzó a través de varias direcciones de correo electrónico de la empresa y luego su correo personal, enviando instrucciones a su administrador sobre algunos problemas que habían surgido desde la última vez que los había revisado. Gracias a Dios Carrie llegaría al día siguiente. Entre las dos, deberían ser capaces de terminar con esto rápidamente. Mientras más pronto establecieran las bases para que un equipo de transición asumiera el control, más rápido podría hacer lo que había que hacer y salir de aquí. La rabia familiar contra su hermano y sus maniobras emergieron a través de ella y la apaciguó. Algunas batallas no valían la pena lucharlas y dado que él contaba con el apoyo de la junta, ella no había tenido municiones con las que luchar. Así que allí estaba ella, excluida por el momento. Cuanto antes terminara la adquisición, mejor. Sin embargo, Preston estaba equivocado si esperaba que ella permitiría que él hiciera campaña por el puesto de Director ejecutivo, mientras ella estaba exiliada en el fin del mundo. Miró por la ventana hacia la ciudad, o lo que quedaba de ella y descubrió que había desaparecido. Las colinas y los amplios campos bordeaban la carretera de dos carriles. Granjas, blancas o amarillas que parecían ser el color habitual, se asentaban a lo largo de la carretera o a lo lejos de los estrechos senderos de tierra, las casas generalmente pequeñas en comparación con los graneros más grandes de color rojo sangre, los silos y un revoltijo de otros edificios. Nadie tenía vecinos cercanos. El paisaje no podría ser más diferente que Phoenix, donde el  desierto crudamente hermoso se extendía por millas al pie de las montañas escarpadas. Aquí, el color explotaba por todas partes: los verdes en todos los tonos, los amarillos profundos y los ricos marrones terrosos, las flores púrpuras y blancas… lilas, al menos pensaba que eran lilas… y otras plantas y flores que no podía nombrar. La gama vertiginosa de colores vivos era desagradablemente molesta, así que regresó a su iPhone. Abrió una aplicación de noticias y después de un segundo notó que no tenía señal. Miró su teléfono ¿Era posible? ¿En serio? ¿Sin servicio en el celular? ¿Dónde demonios estaba? Agarrando su teléfono como si fuese una tabla de salvación hacia la civilización, se echó hacia atrás y cerró sus ojos. La transición estaba proyectada a realizarse en 6 meses. Ella lo haría en tres. Más tiempo que eso, probablemente se volvería loca. Maldito Preston y sus maniobras.

El vehículo desaceleró y Presley se enderezó. Un buzón rojo abollado, con números reflectantes en lo alto de un poste de madera color gris, desembocaba en un camino de tierra. El coche giró avanzando y atravesando los campos que Presley presumía era hierba y que se extendía hasta donde ella podía ver por todas partes. Sin duda, esto era un error "¿Está seguro que ésta es la dirección correcta?" "Sobre el buzón está el 246, señora. Y esto es County Road 64" "Sí, pero no hay nada aquí" "Bueno, hay una casa más adelante, pasando esos árboles ¿No es lo que estaba esperando?" "Me dijeron que habían alquilado una casa para mí, pero no me esperaba que fuese…" apretó sus dientes "Vamos a ver que vemos ¿de acuerdo?" El coche rebotó a lo largo de una vereda que medía como dos cuadras y apenas era tan ancha como un callejón. La casa era una ordenada estructura cuadrada… amarilla, por supuesto… con un amplio porche que recorría todo el frente, un granero rojo… no tan grande como algunos que había visto… a 50 metros de distancia y un tendedero encadenado a un gran roble, desde la esquina trasera de la casa, lleno de sábanas que ondeaban con la brisa. "Obviamente, estamos en el lugar equivocado. Alguien vive aquí" dijo Presley. Alguien más, gracias a Dios. La puerta principal se abrió y una mujer de mediana edad usando pantalones azul claro, una camisa a cuadros… azul y blanco… y un delantal de flores alrededor de su cintura, bajó por el porche y se acercó al coche. Su cabello rubio canoso estaba recogido en una coleta floja. Su sonrisa era amplia y acogedora. Presley bajó la ventanilla "Lamento mucho molestarla, creo que estamos perdidos…" "¿Es usted la Sra. Worth?" Por un momento, Presley estuvo muy sorprendida como para contestar "Si ¿Quién es usted?" "Soy Lila Phelps. El ama de llaves” "El ama de llaves" Presley escuchó como su voz se comenzaba a elevar en ése momento "No sabía que la casa venía con un ama de llaves” Lila se rió "Bueno, no vivo aquí, pero la agencia de alquiler dijo que usted necesitaría una ama de llaves y yo vivo justo por el camino. Mi prima Sue trabaja para la agencia y me llamó y me sirve el ingreso extra para mi hijo más joven que está a punto de ir a la universidad en otoño. La casa necesitaba ventilarse y acabo de terminar de lavar la ropa de cama. Por supuesto, si no me necesita…” "¿Cocina por casualidad?"

La mujer sonrió "¿Llueve en abril?" "No de donde yo vengo" murmuró  Presley. Abrió la puerta y salió "Desayuno a las 6:00 am y ceno a las 7:30 pm" "Puedo dejarle algo caliente en el horno para la cena, porque necesito estar en casa a las 4:00 pm, más o menos, debo preparar la comida para mi familia" "Bien. Sólo deje instrucciones al respecto" "Puedo hacerlo. Y puedo lavar, mantener el lugar ordenado y hacer las compras en el supermercado" "Excelente. Le daré una lista de mis preferencias. Trabajo en la mañana durante el desayuno, así que nada de radio” "A mí tampoco me gusta el ruido" Presley asintió enérgicamente "Nos llevaremos bien, entonces" "Espero que así sea" Presley pagó al conductor y él llevó su maleta hasta el porche delantero. Con las manos en las caderas, se volteó y examinó su nuevo hogar. Todo lo que podía ver eran colinas, campos y vacas. Había un montón de vacas a todo lo largo de la carretera y si no hubiese sido capaz de verlas o escucharlas, definitivamente hubiese podido olerlas. Iba a hacer que su hermano pagara por esto.

CAPÍTULO 2 La madre de Harper se volteó con una taza de café en la mano extendida mientras Edward Rivers entraba por la puerta de la cocina, saludándolo como había hecho miles de veces cuando él regresaba de una llamada tarde en la noche. Él sonrió, le besó en la mejilla y tomó el café. "Buenos días, papá" dijo Harper. Edward tomó un sorbo de café "¿Mary y el bebé están bien?" "Los dos están bien" Harper no se molestó en preguntar cómo supo su padre de la larga noche de Mary Campbell y su parto en la mañana. De alguna manera, siempre parecía saber lo que estaba pasando con todos en la comunidad y sin duda sobre la condición de cada paciente en el hospital, que todavía todos llamaban Hospital Rivers, ya que había sido nombrado así cuando su tátara-tátara-tátara-abuelo y varios locales propietarios de las fábricas lo habían construido 150 años atrás. Ella todavía no había dominado el acceso que él tenía a ésas fuentes de información, pero estaba mejorando cada año. Sólo llevaba tres años de práctica médica contra los treinta de él, por lo que no se sentía tan mal “Iré a ver cómo siguen en una hora más o menos ¿Necesitas que vea a alguien?" Él dejó la taza, se quitó la chaqueta del traje… siempre llevaba traje y corbata cuando veía a sus pacientes, en pleno verano o en el frío invierno… y la colgó en una percha detrás de la puerta de la cocina. Se arremangó las mangas de su camisa blanca y tomó su asiento habitual en la cabecera de la mesa. "Nada urgente. Haré mis rondas a media mañana" Unos neumáticos crujieron en el patio. El Jeep de Flannery, con la parte superior sin instalar debido al clima tan cálido, apareció fuera de la ventana que estaba sobre el fregadero y desapareció nuevamente cuando Flann avanzó para estacionarse bajo la cochera. Harper miró a su madre "¿Reunión de familia?" "¿Edward?" preguntó Ida. El padre de Harper asintió lentamente. Ida dijo "Será mejor que prepare más café" Edward frotó su rostro y por primera vez Harper se dió cuenta que lucía mucho más cansado de lo que generalmente lucía cuando pasaba una noche viendo pacientes. Tal vez su madre estaba equivocada. Tal vez estaba enfermo. Una punzada de pánico, completamente diferente a su enfoque habitual, la calma aproximándose a una crisis, se disparó a través de ella. Su padre había sido su héroe, la presencia principal en su vida, desde que tuvo memoria. Ella era la hija mayor, la primera que llevó a sus rondas con él, antes que a Flannery y Carson y ahora Margie. Kate no había vivido lo suficiente como para unirse a él. Harper no podía imaginar a la familia sin alguno de

sus padres… la calma segura de su padre o la fuerza inflexible de su madre… o su propia vida sin ellos. Algún día ese día llegaría. Pero no ahora. "¿Papá? Sus ojos marrones oscuros se encontraron con los suyos y sonrió brevemente "Espera a que escuches los hechos, Harper. Escucha tus instintos, pero nunca ignores los hechos" "Sí, señor" dijo Harper, recordando una de las primeras lecciones que había aprendido a su lado. La puerta trasera se abrió y Flannery apareció, la energía emanando de ella, como siempre parecía emanar. La segunda de las mayores, había estado en movimiento desde el momento en que pudo caminar y había aprendido a caminar antes que todos ellos, había dicho su madre… siempre la primera en subir al árbol más alto, la primera en montar su bicicleta más rápido, la adolescente rebelde empujando todos los límites que pudiese encontrar. El padre de Harper decía que siempre había sabido que ella sería cirujano y había estado en lo cierto. Mientras que Harper había sido favorecida con la apariencia de su madre, Flannery tenía el cabello castaño dorado y los ojos color chocolate por parte de la familia de su padre y el temperamento de una pura sangre nacida para correr. Lucía como la futbolista que había sido en la secundaria, con un poco menos de altura que Harper y hombros más anchos. Besó a su madre, le apretó el hombro a su padre y sacó una silla junto a Harper en la mesa. "Tuve una a las 8:00" anunció a la habitación en general. “Lo lograste" dijo Edward "Hernia de rutina ¿no es así?" "Eso y una apendicectomía a continuación que Harper diagnosticó anoche en la sala de emergencia" asintió con la cabeza hacia Harper "Buen trabajo, por cierto. Gracias por dejarme dormir” "Estaba allí con un trabajo de parto. No había razón para que las dos estuviésemos despiertas" Harper había llamado a Flannery a las cinco de la mañana, después de examinar a Bryce Daniels a las tres cuando las enfermeras de urgencias le habían detenido en el pasillo por una consulta. El chico de 16 años, tenía los signos clásicos de apendicitis y había confirmado el diagnóstico antes de despertar a su hermana. La puerta giratoria se abrió desde el comedor y Margie, que llevaba una camiseta y pantalones cortos de fútbol holgados, entró frotándose los adormecidos ojos. A sus 15 años, era alta y delgada y todavía un poco vulnerable, pero estaba destinada a ser la más bonita de todas ellas, con el cabello rubio rizado hasta los hombros y sus vivaces ojos azules. Avanzó hacia el refrigerador y sacó una botella de leche "¿Cómo es que todo el mundo está aquí?" "Tu padre tiene noticias" dijo Ida. Margie se sentó al otro lado de Harper, cuando el último vehículo, el Volvo de Carson, llegaba y se estacionaba. La risa de su sobrino Davey se escuchó a través de la

ventana abierta y un segundo después, Carson se acercó a paso lento con el niño de diez meses apoyado en su cadera. Se inclinó y besó a su padre, luego a su madre y tomó el café que su madre le ofrecía antes de ocupar su lugar habitual en el lado opuesto de la mesa frente a Flannery. De caderas estrechas y piel de marfil, parecía más contemporánea con Margie que los 10 años mayor que era. Mantenía su cabello castaño corto y abultado en las sienes, dándole un toque de inocencia que contrastaba con su corazón de acero. Como esposa de un soldado, había sido probada en combate cuando se prolongó la guerra en el Medio Oriente. "Gracias, mamá" dijo Carson cuando Ida le dió una galleta para Davey. La habitación estaba en silencio, salvo por la risa del bebé mientras Ida ponía unas tiras de tocino en una sartén de hierro fundido en la estufa. Puso la flama baja, vertió su propio café y se sentó en el extremo opuesto de la mesa frente a su marido, las cuatro hermanas alineadas entre ellos "Entonces bien… ¿Edward?" Como si hubiese estado esperando que su esposa le diera permiso, él aclaró su garganta y miró a cada una de sus hijas, una a la vez. "El Consejo Administrativo ha vendido el hospital" Por un segundo, Harper no pudo pensar por encima de las exclamaciones y de una maldición proveniente de Flann. "Flannery O'Connor, no usamos ese lenguaje en mi mesa" dijo Ida sin levantar la voz. "Lo siento, mamá" murmuró Flannery. Todo el mundo se quedó callado. "¿Qué quieres decir…?" dijo Harper "… ¿con que vendieron el hospital? ¿Vendieron el hospital a quién?" "¿Pueden hacer eso?" interrumpió Flannery. "Espera…" dijo Carson, moviendo a Davey en su regazo mientras empujaba su taza de café más allá de sus pequeñas manos "… ¿por qué no se ha informado al personal? Una gran cantidad de puestos de trabajo están en juego, por no mencionar el bienestar de nuestros pacientes” "Es complicado…" dijo Edward "…pero como la mayoría de los hospitales comunitarios que se iniciaron con unos pocos individuos, el hospital fue transferido en algún momento durante la mitad del siglo pasado a una institución con fines de lucro. El banco, algunos grandes accionistas y el Consejo Administrativo controlan la parte comercial de las cosas. Al parecer, las ganancias del hospital han ido disminuyendo y venderlo era la única manera de pagar a nuestros acreedores” "Bueno, era de esperar la disminución de las ganancias" dijo Harper "Con la caída del reembolso de las compañías de seguro y el costo de los nuevos equipos, es la realidad en todas partes. Nuestras camas siempre están llenas…" miró a Carson, que había

optado por los negocios antes que la medicina y ahora se encargaba de la admisión de pacientes "¿No es así?" Carson asintió "Operamos al ochenta por ciento de la capacidad la mayor parte del tiempo y a veces, nos acercamos al cien por ciento" "¿Entonces por qué no se informó al personal?" Flann agarró una galleta y miró a su madre "¿Falta mucho por el tocino?" "Hasta que lo ponga sobre la mesa" Flann sonrió "¿Pronto?" Los ojos de Ida se suavizaron mientras se levantaba, acarició el cabello de Flann y se fue al refrigerador. Carson empezó a levantarse "Yo lo traigo, mamá" "Tú siéntate" Harper se levantó "Tienes al bebé. Yo lo haré" tomó la caja de huevos de manos de su madre "Yo haré eso. Puedo escuchar desde aquí” "Mantén la flama baja, para que los huevos no se pongan gomosos" "Sí, señora" Mientras Harper vertía los huevos en la sartén y escuchaba las preguntas y las respuestas tranquilas de su padre, un nudo se instaló en su estómago. El hospital era tanto el centro de su vida como el de su familia. Sus amigos y sus colegas de allí eran su comunidad. Conocía los pasillos y las escaleras, tanto como conocía los caminos y arroyos que corrían por la tierra donde había crecido. El murmullo silencioso de voces en los pasillos poco iluminados por la noche y el sonido constante de los monitores a través de las puertas abiertas, le eran tan familiares como el canto de los pájaros en la mañana y el mugido de las vacas fuera de la ventana de su dormitorio por la noche. El hospital era una extensión de su mundo y nunca había querido estar en ningún otro lugar. Su padre y su padre antes que él y el padre antes que ellos, habían sido los jefes del personal y ella supo desde que tuvo 12 años que un día ella también lo sería. El hospital era su destino y nunca había considerado otro camino. Revolvió los huevos y se desconectó de los comentarios sobre las ganancias y las acciones y accionistas y otras cosas que no le interesaban en absoluto. Se preocupaba por sus pacientes, se preocupaba por la comunidad a la cual servía y el resto no le importaba. No estaba interesada en las ganancias. Nunca había estado interesada en el dinero ni le prestaba la mayor atención en absoluto. Vivía en la que había sido la casa del vigilante, en cuatro acres de tierra a un cuarto de milla por el camino de la casa grande. Tenía cuatro habitaciones que era bastante espacio hasta que conociera a la mujer correcta para formar una familia, un jardín donde hacía crecer sus propias verduras en el verano, manzanos y perales, un perro que dormía más a menudo con su madre que lo que dormía en su porche trasero, tres gatos que se adueñaron del cobertizo y gallinas que se posaban en un gallinero junto al cobertizo y le daban más huevos de lo que podía comer. Su vida iba justo de acuerdo al plan.

Vertió los huevos y el tocino en un gran plato blanco y lo puso en el centro de la mesa. Margie llevó los platos y los cubiertos y los apiló en el otro extremo. Todo el mundo ayudó automáticamente. "¿Realmente qué significa esto?" Harper volvió a sentarse con una taza de café recién hecha. No tomó ningún alimento. Había perdido el apetito. Edward negó con la cabeza "En realidad, nadie sabe a ciencia cierta. Tal vez nada. Aún tenemos gente enferma que cuidar y eso es en lo que tenemos que enfocarnos" Flann tamborileó con el tenedor en la mesa a un ritmo que sólo ella podía oír "¿Cuál es el nombre de la corporación que dijiste que compró el hospital?" "Sistemas de Salud SunView" dijo su padre "Están ubicados en alguna parte del Oeste" "Desconocidos" Flann miró a Harper. Con catorce meses de diferencia, ellas eran tan cercanas como si fuesen gemelas. Habían ido a la misma escuela de medicina, habían hecho sus residencias en el mismo hospital y en raras ocasiones habían competido por la atención de las mismas chicas. Harper pudo leer la advertencia en los ojos de Flann. El cambio se veía venir y no podía ser bueno.

*** Presley arrastró su maleta y el maletín a través de la puerta principal y se encontró en un vestíbulo central frente a una amplia escalera contra una pared. Dos grandes habitaciones abiertas a cada lado y echó un vistazo a cada una. A la izquierda había una sala de estar con sofá y varias sillas de gran tamaño situadas delante de una chimenea de piedra. Una pintura al óleo de un granero rojo y campos verdes ondulantes, colgaba sobre la repisa de la chimenea de granito. Ella negó con la cabeza ¿No tenían bastante de esa vista cuando conducían por la carretera? Una alfombra oriental desvanecida con colores verdes y marrones cubría el suelo de madera. La otra habitación también tenía una chimenea contra la pared de fondo color nuez, los estantes de madera que iban desde el piso hasta el techo sostenían una variedad desordenada de libros de tapa dura y un par de sillas de lectura de aspecto cómodo, con mesas de madera oscura al lado de cada una. Las habitaciones parecían confortables y sorprendentemente acogedoras. Había esperado una casa alquilada a la que amueblar, pero este lugar parecía como si el propietario pudiese regresar en cualquier momento. "¿De quién es esta casa?" preguntó Presley a Lila, quien ya le esperaba al pie de la escalera.

"Ha pertenecido a la familia White desde hace cien años más o menos" dijo Lila "La anciana señora White finalmente cedió y se fue a vivir con su hijo al Sur del Estado. No han tenido ningún comprador, así que finalmente decidieron alquilarla" "No puedo imaginar que haya muchos compradores por éstos lugares" Lila se rió "Se sorprendería saber de cuántas personas de la ciudad tratan de probar suerte viviendo en el campo" "Tiene razón en eso" Presley siguió a Lila al segundo piso, donde encontró tres dormitorios, uno con un gran cuarto de baño adjunto y un segundo baño en el pasillo. Nunca había vivido con alguien… le gustaba trabajar a horas intempestivas y no se preocupaba por el horario de los demás, pero Carrie podría quedarse aquí por el poco tiempo que estarían en el lugar. Ambas se llevaban bien y realmente no pasarían mucho tiempo en la casa. Carrie había sido su asistente personal por casi tres años, desde que Carrie se había graduado en la universidad y había terminado una pasantía en SunView. Era organizada y eficiente, respetaba su espacio personal y apreciaba que Presley no fuese muy habladora. Exactamente el tipo de persona que Presley podía tolerar tener su alrededor. Ocupó el dormitorio principal con baño, arrojó su bolso sobre la amplia y alta cama con dosel y se acercó a la ventana abierta. Las cortinas de encaje ondeaban con la brisa. La habitación tenía vista hacia el césped de la entrada y más allá de eso, una amplia pradera verde bordeada una valla de rieles de madera. El aire estaba sorprendentemente limpio y brillante. Casi podía oler el verde en él. La idea le pareció ridículamente fantástica y se dio la vuelta para estudiar la habitación con su gran armario en lugar de closet en una esquina y un aparador de madera oscura a juego con un enorme espejo con marco de madera. Otra alfombra con dibujos orientales cubría el piso y una pequeña silla tapizada con un diseño floral estaba ubicada junto a la ventana, con una lámpara de pie de bronce. Hogareño. Y absolutamente nada parecido a su condominio en Phoenix, donde ella había optado por el cristal, el acero y el arte moderno, los pisos eran de baldosas pulidas y una cocina gourmet reluciente que rara vez utilizaba. No que realmente notara lo que le rodeaba, cuando llegaba a casa tarde en la noche y se ponía a trabajar unas horas antes de acostarse. "Hablando de un pez fuera del agua" murmuró ella con un movimiento de cabeza. Con el ceño fruncido, mientras examinaba la pared, comprobó lo que parecía ser un termostato y salió al pasillo. Inclinada sobre la barandilla de madera, dijo en voz alta "¿Lila?" Lila apareció abajo y miró hacia arriba "¿Necesita algo?" "¿Dónde están los controles para el aire acondicionado?" Lila le miró durante unos segundos "Bueno, no hay ninguno" "¿Cómo dice?

"La mayor parte de los lugares aquí no lo tienen. No lo necesitará, excepto tal vez en agosto, cuando puede ponerse un poco sofocante. Pero simplemente tiene que abrir las ventanas y si quiere un poco más de aire, puede poner un ventilador en una de ellas. Me encargaré de eso cuando llegue el momento” "Un ventilador. En agosto” "Quizás" "Maravilloso" Presley añadió otro elemento a su lista de cosas por las que torturaría a Preston "¿En qué dirección está la ciudad? Pensaba caminar por los alrededores y conocerla" "No caminará hasta la ciudad. Son casi ocho millas” "Ocho millas. Adorable" no podía esperar por Carrie para ver al resto de los arreglos que Preston había desatendido "Muy bien, entonces necesitaré un coche. Hoy ¿Dónde está el lugar más cercano de alquiler?" "Imagino que en Albany. Y eso está a unos…" "Sí, lo sé, a 45 minutos" consideró sus opciones "¿Dónde puedo ir a comprar uno?" "Bueno…" Lila parecía estar buscando las palabras "… ¿uno nuevo o uno usado?" "Uno que funcione" Lila sonrió "Conozco el lugar. Cuando esté lista, la llevaré" "Vamos" El primo del marido de Lila, Clyde, dirigía un pequeño concesionario de automóviles usados en un estacionamiento al lado de su casa, a 20 minutos. Lila llamó y un hombre corpulento en pantalones vaqueros holgados y una camiseta desteñida se reunió con ellas en la calzada frente a un edificio de cemento blanco de un solo piso, rodeado por una docena de coches y camiones. "Buenos días, señoras. Están buscando un coche, según entiendo" Presley estudió los vehículos, todos los cuales parecían relativamente nuevos y sorprendentemente limpios y en buenas condiciones "Necesito algo confiable, con aire acondicionado y GPS" El hombre miró a Lila, quien le dio un guiño "¿Va a transportar algo?" "¿Qué querría transportar?" Él se encogió de hombros "Heno, césped, alimentos, muebles… ¿ése tipo de cosas?" Presley sonrió levemente "No. Nada de transporte"

"Y supongo que tampoco tirará de un remolque" "No en esta vida" "Bien, entonces, creo que tengo lo que quiere" le mostró un relativamente nuevo Subaru de cinco puertas con todos los requisitos básicos y le aseguró que estaba en excelentes condiciones "Y si tiene algún problema con él, sólo tráigalo de regreso y me haré cargo" "Bien ¿Recibe cheques?” "Claro que sí. Y haré el registro por usted en la mañana, tan pronto como abra el Departamento de vehículos. Necesitará un seguro" "Le diré a mi asistente que le llame con esa información ¿Tiene alguien que me lo lleve cuando esté listo? Mi número celular está en el cheque. Puede llamarme y le diré dónde” "Yo puedo hacerlo" "Excelente" suscribió un cheque, se lo entregó y se volteó hacia Lila "¿Puedo aprovecharme un poco más de su tiempo? Necesitaré un aventón a la ciudad, mientras Clyde alista todo esto para mí” "Por supuesto. De todos modos, iba a ir al supermercado y abastecer la cocina” "Maravilloso"

*** Lila la dejó un poco antes de las nueve. "Gracias, Lila" Presley agarró su maletín "Has sido de gran ayuda" "Si necesita un aventón de regreso antes que Clyde tenga el coche listo, llámeme. No es ninguna molestia” "Está bien. Siempre puedo llamar a un taxi…" se detuvo interpretando la expresión de Lila "… o no." Se rió antes que Lila lo hiciera. Lo absurdo de toda la situación era que estaba empezando a sentirse normal. Se despidió con un gesto de la mano cuando Lila se alejó y estudió por primera vez el Hospital Comunitario Argyle. El edificio de ladrillo rojo cubierto de hiedra, con su entrada principal blanca con columnas y dos alas simétricas que se extendían en una U, estaba ubicado al pie de una colina sobre el pueblo. El camino avanzaba a través de lo que a Lila le había dicho eran huertos de manzana. Un césped de hierba, salpicado de arbustos y macizos de flores, bordeaba el camino circular al frente. Con sus graciosas ventanas altas y su elegante pórtico, el

lugar podría haber sido un gran hotel o una casa privada de verano. No se parecía a los modernos hospitales en expansión a los que Presley estaba acostumbrada. Un lugar muy bonito. Empezó a caminar por la ancha acera de piedra, pensando en todos los usos para un edificio como éste cuando ya no fuese un hospital.

CAPÍTULO 3 El pasillo de entrada al hospital se remontaba hacia dos alas con un techo abovedado, pintado en formas de remolinos oscuros color rosa, morado y crema pálida. Una hilera de candelabros de bronce con bombillos encendidos en los huecos superiores y ventanas desde el piso hasta el techo a ambos lados de la entrada, dejaba entrar una enorme cantidad de luz solar que atravesaban el piso del mármol reluciente. Los tacones bajos de Presley resonaban rítmicamente mientras cruzaba hasta un escritorio de caoba reluciente en el centro del gran vestíbulo, detrás del cual estaba sentada una pequeña mujer de cabello blanco que llevaba una chaqueta color rojo brillante y una sonrisa resplandeciente. Presley miró a su alrededor y no vio a nadie parecido a un oficial de seguridad y dudaba que ésta diminuta octogenaria pudiese detener una mosca. Esperaba que las otras entradas estuviesen atendidas de manera más convencional. "Buenos días" dijo la mujer con una voz sorprendentemente fuerte "¿Está aquí por un paciente? El horario de visitas es hasta la una, a menos que esté aquí para ver a alguien en la Unidad de Cuidados Intensivos" agarró un portapapeles "Puedo revisar el número de habitación por usted" "No, no estoy aquí para ver a un paciente" dijo Presley, buscando en vano sobre el escritorio un monitor de computadora ¿Un portapapeles? ¿Por qué debería sorprenderle? "Es un asunto de negocios" "Ah, entonces querrá ir a la administración" una delgada y huesudas mano apuntó hacia otro conjunto de puertas de madera pulida al otro extremo del vestíbulo "Derecho por allá hasta la izquierda, segundo pasillo a la derecha y luego siga las indicaciones. Oh…" le tendió una tarjeta laminada con una V puesta en ella "… cuelgue esto en su chaqueta" Reprimiendo una sonrisa, Presley tomó la pequeña tarjeta laminada y la colgó a su chaqueta. Un pase de visitante ¿Y ahora qué? Tal vez el avión había sido atrapado en un túnel del tiempo y ella había sido transportada a través del tiempo, en lugar de solamente cruzar el país "Gracias" "En absoluto, querida. Que tenga un buen día” Que tenga un buen día ¿Cuándo fue la última vez que alguien le dijo eso sonando como si lo dijera en serio? Pasaba los días en reuniones con otras personas, tan ocupadas y absortas en sus propios proyectos como ella lo estaba, o encabezando las adquisiciones que a menudo no eran tan populares con la mayor parte de las personas involucradas. Desacostumbrada al sencillo intercambio, buscó la respuesta apropiada. "Igual para usted, Srta...” "Es Sra...Sra Dora Brundidge. Puede llamarme Dora. Todos lo hacen” "Muy bien, Dora. Disfrute su día” "Claro, gracias. Lo haré”

Presley recorrió el camino desde el área de recepción hacia la entrada principal del hospital, considerando poco a poco los retratos que dominaban ambas paredes laterales. A la izquierda, cuatro hombres, con gestos severos y serios usando almidonadas camisas de cuello blanco alto, chalecos y abrigos, frente a dos hombres al otro lado del vestíbulo con un atuendo más moderno. Todas las pinturas estaban elaboradas al óleo, el estilo formal, los marcos elaborados, con placas grabadas debajo iluminadas por lámparas de bronce individuales. Mirando de una a otra, examinó los nombres. Alexander Rivers. Roger Rivers. Charles...William. Todos Rivers. Curioso, cruzó a la derecha y estudió a los demás. Andrew. Edward. Recordó una imagen mental del informe que Carrie le había dado sobre el Hospital Comunitario Argyle. Su memoria era fotográfica, o casi por razones prácticas, recordó los nombres de la Junta Administrativa y luego llegó a la entrada de la oficina que estaba buscando. Jefe del Personal Médico: Dr. Edward William Rivers. Regresó al escritorio de la recepción. Dora le brindó otra sonrisa. "¿Olvidó algo, querida?" "No, sólo curiosidad. Parece como si la familia Rivers fuese una institución por aquí” "Oh, bueno, yo diría que sí" dijo Dora "El primer doctor Rivers… que habría sido Alexander Rivers… fundó el hospital cuando se estableció la comunidad y siempre ha habido un doctor Rivers en El Rivers" "¿El Rivers?" "Así fue como se llamó el hospital hasta después de la guerra. Entonces, ya sabe, el nombre del hospital fue cambiado, pero siempre será El Rivers para muchos de nosotros. En su mayoría todos nacimos aquí y nuestros hijos también" Dora sonrió "Hemos tenido algo de sangre nueva en los últimos años, por supuesto… las personas se mudan para probar suerte con la agricultura o la cría de cabras y alpacas y cosas así, pero la mayoría de las familias han estado aquí desde hace mucho tiempo" "Sí, por supuesto" Presley conservó esa breve información. La resistencia de la comunidad ante cualquier tipo de adquisición era una posibilidad, aunque en este caso, dudaba que cualquier tipo de oposición organizada o eficaz pudiese montarse a tiempo para frenar la transición. Planeaba entrar y salir lo más pronto posible, pero nunca estaba de más estar prevenida "Bueno, gracias nuevamente" Tan pronto como avanzó más allá del vestíbulo del edificio principal, el ambiente cambió. Los pasillos eran amplios y grandes, con paneles de madera de colores y pinturas de escenas pastorales de buen gusto colgados a intervalos, pero los signos familiares de actividad hospitalaria estaban por todas partes. Pequeños letreros discretos dirigían a los pacientes hacia radiología, los laboratorios de consulta externa, admisiones y la sala de emergencias. Otros señalaban a los visitantes los ascensores hacia la unidad de cuidados intensivos, la sala de espera quirúrgica y los pisos de hospitalización de los pacientes. El personal del hospital usaba monos, batas de laboratorio y delantales mientras avanzaban apresuradamente a través de los pasillos, algunos empujando a pacientes  con batas en las sillas de ruedas. Una joven rubia usando una camisa blanca con un logotipo encima de su pecho que decía Servicio de

Comida empujaba un carrito que emitía un traqueteo, con ollas de café y bandejas de panecillos. Se detuvo y sonrió a Presley, su mirada inequívocamente de admiración. "¿Busca la sala de conferencias?" preguntó la rubia. En su gafete de identificación se leía Deana. "¿Es allá para donde va el café?" Deana rió. Era bonita de una forma totalmente natural… ojos claros, sin maquillaje, juvenil y fresca "Si. Una conferencia ¿correcto?" "Me temo que no" "Entonces hay mucho más en la cafetería ¿Necesita indicación?" "Probablemente pueda encontrarla. Seguiré el café" "Bien. Si necesita ayuda, hágamelo saber. Siempre garantizo que está fresco. El café, claro" El leve coqueteo fue sorprendentemente agradable y Presley sonrió "Sin duda" La rubia sonrió y continuó con su estrepitoso recorrido. Presley siguió las indicaciones hacia el área ambulatoria, interesada en ver qué tipo de instalaciones estaban disponibles. Más letreros apuntaban hacia cardiología, pediatría y al dispensario. Unos pocos pacientes esperaban en las zonas de estar, aquí o allá. Dio marcha atrás y dio un giro a la izquierda hacia la sala de emergencia y al instante sintió la tensión controlada en el aire. Las luces del techo eran más brillantes, una fila de sillas de ruedas se alineaban por una de las paredes y hombres y mujeres en diversas batas de colores se apresuraban. Un joven usando una bata azul le saludó con la cabeza mientras empujaba una camilla que transportaba a un anciano con una cánula de oxígeno en la nariz y un monitor cardíaco portátil pitando a su lado. Los ojos del anciano estaban cerrados, sus mejillas pálidas y su frágil cuerpo apenas marcaba una silueta bajo la blanca e impecable sábana que le cubría. En algún lugar más adelante, un niño gemía. Echó un vistazo al área de espera de los pacientes a través de las puertas dobles cerradas que indicaban sólo pacientes. Las filas de sillas de plástico estaban frente a un cubículo donde una mujer en bata floreada estaba sentada frente a una computadora, detrás de una ventana de plexiglás deslizante. Una agotada morena en jeans de corte bajo y camiseta blanca con volantes, exponiendo su pálido vientre, limpiaba las lágrimas del niño con el rostro enrojecido. Una anciana con gruesos tobillos y zapatos negros pesados, en suéter gris desgastado y una bata floral desteñida y sin forma, estaba sentada contra la pared con sus manos apretadas contra sus anchos muslos, mirando al frente como si estuviese en otro lugar. A la espera de noticias, tal vez sobre el anciano. Dos adolescentes con el cabello despeinado y camisetas sin mangas de cuello redondo casi idénticas, se apretaban acurrucados con sus teléfonos en otra esquina, los pulgares en un rápido movimiento mientras enviaban sus SMS. Las puertas de la sala de emergencia estaban abiertas y Presley alcanzó a ver una gran pizarra con nombres garabateados, rotulados junto a unos números de habitación. Las

gráficas estaban ubicadas en unos estantes de ranuras apoyados en la pared al lado del tablero. Más de la mitad de las diez ranuras o menos estaban llenas. Ocupado para una mañana de semana. Presley recordó las estadísticas del año pasado. Las 120 camas del hospital, habían sido ocupadas por más de 8 mil pacientes que habían pasado por la sala de emergencias, con una tasa de admisión del 15 por ciento. El hospital funcionaba al 85 por ciento de capacidad y la sala de cirugía en un 90 por ciento, empleando a un centenar de enfermeras, casi el mismo número de técnicos auxiliares, otros veinte en trabajos de oficina y media docena de administradores. No había empleados a tiempo completo… todos los médicos eran practicantes privados con privilegios de admisión. El modelo era viejo y no muy eficiente… muchas especialidades superpuestas sin la suficiente centralización. El número de pacientes hospitalizados, podría ser fácilmente atendido en cualquier momento por menos médicos del propio hospital. Sin embargo, eso no era un problema del que tuviese que preocuparse. La ubicación, a 60 kilómetros de un Centro Médico, hacía toda la instalación redundante. Mientras las puertas de Urgencias empezaban a cerrarse, dos mujeres la cruzaron hablando en voz sumamente baja. La más alta, de cabello oscuro y con un estetoscopio colgando alrededor de su cuello, estaba vestida de manera informal con pantalones negros y una camisa azul pálida bien planchada. La otra mujer, de cabello marrón-arenoso, con mono verde y bata blanca de laboratorio, se detuvo y ambas estudiaron a Presley. La morena sostuvo la puerta antes que pudiese cerrarse y sonrió "¿Va a ver a algún paciente?" La pregunta, o tal vez la rápida y cálida sonrisa y la dulce voz, atraparon a Presley con la guardia baja. Una mañana de sorpresas "No. Gracias. En realidad, estoy buscando el ala administrativa" La que vestía en monos rió, sus oscuros ojos marrones brillaban. Su sonrisa era arrogante y confiada "Bueno, nosotros no la llamaríamos exactamente un ala, pero tal vez una punta del ala" "Eso serviría muy bien" dijo Presley. "Voy hacia allá" la morena le tendió la mano "Harper Rivers" Otra Rivers. Presley tomó su mano. Era grande, cálida y fuerte "Presley Worth" "Encantada de conocerla" Los ojos de Harper Rivers eran de un espectacular tono azul profundo y a Presley se le hizo difícil alejar la mirada. Soltó la mano de Harper "Igualmente" "Yo soy Flannery" dijo la del cabello rubio rojizo, situándose en el campo visual de Presley "Soy la hermana de mejor apariencia"

Presley miró de una a la otra y lo vio entonces… el ángulo audaz de la mandíbula, la nariz recta y firme, los labios llenos y expresivos. Los ojos eran de un color diferente, pero las miradas eran similarmente confiadas e inteligentes. La oferta de médicos Rivers aparentemente era interminable. "Sabiamente me reservaré los comentarios" dijo Presley. Harper se rió y Flannery sonrió. "¿Eres nueva en la ciudad?" preguntó Flannery. Presley asintió con curiosidad "Lo soy ¿Cómo lo sabe?" La sonrisa regresó "Porque no te conozco y lo recordaría si te hubiese visto anteriormente" "Aha" dijo Presley. La mujer era tan segura de sí misma que ni siquiera pretendió avergonzarse por usar un cliché tan viejo y eso le volvió interesante "Por supuesto" Harper Rivers negó con su cabeza, con expresión divertida "¿No tienes casos pendientes, Flann?" "Ya voy" Flannery retrocedió un paso, su enfoque seguía en Presley "¿Te quedarás mucho tiempo?" "Un rato" "Excelente. Si necesitas una guía turística o... cualquier cosa, estaré libre hoy en la tarde. Sólo tienes que llamar a la operadora. Ella me avisará al buscapersonas" Harper dijo en voz alta tras ella "Avísame lo que averigües" Flannery imitó un saludo "Vale ¿Comemos juntas?" "Claro" Cuando Flannery desapareció por una esquina, Harper se volteó hacia Presley Worth, que miraba a Flann con una expresión divertida, en sus ojos azules. Harper estaba acostumbrada a ver interés en los ojos de una mujer cuando miraban a Flann, pero la expresión de Presley era mucho más contemplativa, como si estuviese tratando de decidir si Flann valía la pena para ella. Un extraño revés cuando se trataba de Flann. Harper buscó algo que decir que no sonara como una continuación a la invitación de Flann "¿Llevas poco en la ciudad?" "¿Es tan obvio?" Harper se rió "Sólo para alguien que preste atención… entre Flann y yo conocemos a las familias de todos los pacientes en el hospital. Además..." "¿Qué?"

"No importa" Harper no solía entablar conversaciones de la nada con mujeres y definitivamente no en el hospital. Esa era la habilidad especial de Flann. Flann estaba a gusto con las mujeres en cualquier lugar y siempre tenía más citas y más mujeres interesadas de las que podía manejar. No como Harper. Ella prefería presentaciones lentas y exploraciones cautelosas. No tenía muchas citas… le gustaba su vida privada, y salir con alguien del hospital significaba automáticamente que todos en la comunidad lo sabrían antes que terminara la noche. Y había crecido con muchas de las mujeres que veía fuera de su ámbito profesional y pensaba en ellas como amigas, no con posibilidades románticas. "Oh, no" dijo Presley "Ya empezaste, ahora tienes que terminar" El reto divertido en la voz de Presley llamó la atención de Harper "Tu bronceado… es muy pronto para un par de semanas en el clima local, y...” Presley mantuvo su gesto interrogante. "Y luces como una chica de ciudad" "¿Por qué creo que podría ser un insulto escondido?" "No, en absoluto" dijo Harper a toda prisa "Luces genial" "Entonces estás perdonada" Harper sacudió su cabeza "Lo siento. Flann es la que tiene labia. Yo soy una simple médico rural” "De alguna manera lo dudo" dijo Presley "Debería cuidarme de tí" "Sólo estoy haciendo mis rondas. Te acompaño… ¿tienes un número de habitación?" Presley vaciló. Este no era ni el momento ni el lugar para discutir su propósito con nadie y muy especialmente no con alguien de la dinastía familiar del hospital "En realidad, estoy aquí... por un trabajo" No era del todo cierto, pero tampoco era exactamente una mentira. Se preguntó qué tanto sabía Harper de la toma de posesión y tuvo el extraño deseo de no terminar con su fácil intercambio tan rápidamente. Debía estar más cansada de lo que pensaba. "Vamos" dijo Harper "Querrás ir al departamento de personal" Presley le siguió "¿Cuál es tu especialidad?" "Medicina Familiar" "¿Trabajas aquí en la clínica?" "Soy parte del personal de rotación junto con otros seis médicos, pero la mayor parte de mi práctica la realizo en la comunidad"

"Y tu hermana es cirujano" "Flann es cirujano general… hizo una beca en trauma, así que se encarga de casi cualquier cosa fuera de lo común" Presley frunció el ceño "¿Dónde está su Unidad de trauma?" Harper le dirigió una mirada interrogante "En el nivel tres. Flann transfiere a los complicados después que son estabilizados” Giraron por otro pasillo rodeado de oficinas, con puertas abiertas y personas visibles en el interior, trabajando en los escritorios. "¿Te estás quedando en la ciudad?" preguntó Harper. "En un lugar un poco retirado" "¿Familia en la zona?" "No" dijo Presley, dándose cuenta que su tono era más agudo de lo que pretendía. Harper se detuvo frente a una puerta parcialmente abierta "Aquí es Personal. Es posible que desees hablar con alguien de aquí si se trata de un trabajo” "¿Y dónde está la oficina del jefe administrativo?" "Esa sería la oficina al final" Harper miró su reloj "Cualquier persona aquí debería ser capaz de ayudarte" Presley sonrió "Gracias por el recorrido" "Cuando quieras" Harper sonrió con cierta ironía, como si se tratara de alguna broma privada "Y por supuesto, siempre estará Flann para continuar el recorrido" "Por supuesto" Presley se rió. "Buena suerte" Presley frunció el ceño "¿Disculpa?" "Con la solicitud de empleo" "Oh, sí. Gracias” "Bueno, adiós entonces" "Que tengas un buen día" respondió Presley mientras Harper Rivers se alejaba. Harper le miró de frente caminando de espalda, su expresión era tan intensa que Presley contuvo el aliento "Igualmente"

Presley esperaba realmente que lo fuera, pero sospechaba que antes que terminara el día, los Rivers y otros más, estarían menos felices de verla.

CAPÍTULO 4 Harper deslizó la bandeja de la cafetería sobre una mesa junto a la ventana y se sentó frente a Flannery. Un arbusto de lilas que había florecido en algún momento en los últimos dos días, con sus ramas cargadas de profundas flores púrpuras, rozaba suavemente contra la esquina del cristal como invitándolas al exterior. Alguien había abierto la ventana y el aroma de vainilla dulce de las flores y la hierba recién cortada le tentaba. Abajo de la colina, la torre de la iglesia al otro extremo de la ciudad se vislumbraba por encima de los tejados de lámina, brillando bajo la luz del sol. Una punzada de fiebre primaveral y una inquietud desconocida jugueteó con su concentración. Rara vez pensaba en escapar de su horario o sus responsabilidades y la repentina intención de dejar todo atrás por sólo un día le molestaba y le inquietaba. Se concentró en Flann y en el paciente que compartían, con lo que su mundo regresó nuevamente al orden "¿Todo va bien?" Flannery equilibró un perro caliente (hot-dog) en una mano y tomó un sorbo de la taza humeante de café que sostenía con la otra "Sin problema. Sin embargo el apéndice estaba a punto de estallar. Unas horas más y las cosas podrían haber terminado en un desastre" tomó un mordisco y sorbió más café "Es bueno que apareciste a tiempo" "¿Lo enviarás a casa mañana?" Flannery asintió "Siempre y cuando no tenga fiebre. Vi a Tim Campbell regalando puros (tabaco) en el vestíbulo. Parece que también arreglaste su noche” Harper se rió "Diría que Mary lo hizo" "Entonces..." Flannery terminó el resto de su hot-dog en dos bocados y agarró un plato de plástico con un enorme pedazo de pastel de chocolate en él "… ¿cuál es la historia con la nueva visitante?" Harper trinchó unos trozos de ensalada y consideró ignorar la pregunta, como si no entendiera a dónde se dirigía Flann. Pero conocía a Flann y reconocía el destello de perro cazador en sus ojos… brillantes e implacablemente ansiosos… cuando divisaba una presa. No tenía sentido evitar lo inevitable "Probablemente hay una historia allí, pero no la obtuve" "Puedes obtener la historia de vida de un paciente en cinco minutos sin siquiera intentarlo, pero pasaste… ¿qué?... quince minutos con una mujer sexy ¿y no conoces su historia?" Flannery negó con la cabeza "Ciertamente, no he logrado enseñarte algo de importancia" "No puedo recordar que me enseñaras mucho de nada, por la forma en que siempre tratas de alcanzarme" Flannery sonrió "Diría que una vez que tuve la oportunidad de caminar, estuvimos a mano" "Sí, sí" dijo Harper, el antiguo juego de la rivalidad familiar. Por lo general, la competencia sin tregua de Flannery nunca le molestaba y en las ocasiones en que chocaban en torno a una mujer, Harper era feliz de cederle la persecución a Flannery.

Esa idea no le apetecía en este momento. De hecho, una resistencia instintiva se erigió dentro de ella cuando pensaba en Flannery persiguiendo a Presley Worth, aunque si tuviese que decir por qué, no estaba segura de poder hacerlo. Sólo había pasado unos minutos en compañía de Presley, pero esos pocos minutos habían dejado en ella una impresión mayor que las que había tenido con cualquier mujer que hubiese conocido en mucho tiempo. Cierto, Presley era diferente a muchas de las mujeres que había conocido desde su adolescencia, pero esa falta de familiaridad no era lo que más le apetecía. Presley parecía totalmente autónoma y simplemente un poco al margen de todo y ése distanciamiento despertó la curiosidad de Harper. Para alguien cuya vida estaba basada en la vida de otros, como la suya había estado desde su nacimiento, Harper encontraba eso inusualmente intrigante. Presley era un misterio que desearía desentrañar, un deseo tan inusual como desconcertante. No hacía daño, ni un poco, que Presley hubiese lucido imperturbable ante los intentos de coqueteo de Flannery… a diferencia de la mayoría de las mujeres que habían encarado la súper atención de Flann, Presley no se había derretido, simplemente había jugueteado en respuesta de una manera que le había puesto en control. Harper había pasado tanto tiempo dejando que otros se apoyaran en ella, que la idea de tener a otra persona a cargo era atractiva. "Hey" la voz de Flannery le sacó de su ensueño. "¿Qué? Lo siento” "Estaba preguntando por los detalles… ¿dónde se hospeda, que está haciendo aquí, es casada?... ese tipo de cosas" "¿Cómo voy a saber eso?" Harper se irritó ante la suposición de Flannery de que Presley era suya como para interrogarla. "Bueno ¿De qué hablaron?" "Nada, en realidad. Sólo pasé unos minutos con ella. Le acompañé hasta las oficinas de administración. Ella dijo que venía por un trabajo" Flannery frunció el ceño "¿Un trabajo? ¿Y no preguntaste al respecto? ¿No te parece un poco extraño?" "¿Por qué sería así?" "No me digas que no te diste cuenta de cómo nos miraba" "Tengo dos ojos ¿no?" Flannery sonrió "Sí, pero a veces no estoy realmente segura que veas a alguien, a menos que esté sentado en una de tus mesas de examen" "¿Qué se supone que significa eso?" Harper se sintió gruñona por un segundo… tanto como solía hacerlo cuando Flann le molestaba hasta que se unía a uno de sus planes atolondrados en la universidad. Planes que generalmente le llevaban a sacar a Flann de un desastre a otro.

"Significa, que la mitad del tiempo no te das cuenta cuando una mujer te está enviando señales interesadas" "No había ninguna señal" "Bien" Flannery recogió el resto de las migajas del pastel de chocolate con el tenedor y las lamió "Porque estoy bastante segura que yo recibí algunas, así que... siempre y cuando no te importe, pensé que podría hacerme cargo de eso" El mal humor cambió a completa irritación "¿Desde cuándo te importa lo que yo piense en cuanto a que persigas a una mujer?" Flannery puso el tenedor al lado de su plato y arqueó una ceja "No puedo recordar ningún momento en que realmente te molestara. Si te hubiese moles…" "Si lo hubieses sabido… ¿dices que habrías hecho algo diferente?" "No lo sé" dijo Flannery, con tono curioso "Supongo que me gustaría pensar que sí" "Demonios, en realidad no importa. No tuve la sensación de que ella estuviese enviando señales a ninguna de nosotras y creo que es un poco prematuro estar aquí sentadas hablando de algo que ni siquiera es probable que suceda" Harper se levantó y agarró su bandeja "Tengo que hacer algunas llamadas y tengo pacientes esta tarde. Te veré más tarde en algún momento” "Claro" Flannery se levantó, con expresión pensativa "¿Hey, Harp?" Harper se volteó "Sí" "Mantén tus antenas sintonizadas, por si acaso" Harper se rió y cargó su bandeja hasta depositarla en su sitio, girando sus hombros para aliviar el dolor que sentía entre los omóplatos. Flann sólo estaba siendo Flann y ni ella ni Flann tenían ninguna razón para pensar que Presley Worth les había dado un segundo vistazo. Presley había sido amable y se había unido al juego de Flannery, pero no había dado ninguna indicación de que quisiera más. Harper no tenía idea de por qué le molestaba tanto. Cuando su buscapersonas sonó justo cuando llegó al vestíbulo, estaba agradecida por la interrupción de sus pensamientos melancólicos y se dirigió al escritorio de Dora "¿Puedo usar el teléfono, preciosa?" Dora se echó a reír como siempre hacía cuando Harper le llamaba así y volteó su teléfono hacia Harper "Por supuesto que sí, guapa" Harper sonrió. Dora era una de sus personas preferidas. Dora había sido su maestra en primer grado y como casi todos los demás en la ciudad, de la misma edad que Dora, era paciente de su padre. Cuando Harper regresó para comenzar su práctica médica en el hospital Rivers, Dora había sido una de las primeras en decirle lo contenta que estaba de verla regresar a casa. Harper marcó a la operadora del buscapersonas "Harper Rivers"

"Hola, Harper" dijo Sandy Reynolds. "¿Qué tienes, Sandy?" "Tu padre me pidió que te localizara. Quiere que te reúnas con él en la oficina del personal médico tan pronto como sea posible" Con el ceño fruncido, Harper miró su reloj. Tenía que conducir 40 minutos en coche para ver a Charlie Carlyle, un agricultor de edad avanzada con diabetes quien le había llamado a su servicio de contestación para decir que estaba teniendo problemas con su pie. Eso podría ser cualquier cosa, desde una uña encarnada hasta una úlcera diabética o algo peor y no quería que esperara demasiado tiempo. Por otro lado, una convocatoria de su padre no era algo que pudiese ignorar y después de lo que les había dicho a todos ésa mañana, una llamada de él en su papel oficial como jefe de personal, no podía ser nada bueno. "Voy en camino. Gracias, Sandy" le pasó el teléfono a Dora "Gracias, Dora" "No estés tan preocupada, Harper. Tu padre se hará cargo del hospital Rivers. Ustedes dos lo harán” Harper ni siquiera se preguntó cómo Dora sabía que algo estaba pasando. Dora siempre parecía saberlo todo, desde que Harper había sido descubierta la primera vez que había escondido en su lonchera una rana que había recogido camino a la escuela. Dora le había descubierto en cuestión de minutos, casi como si tuviese visión de rayos X. Sólo esperaba que Dora también tuviese razón en esto y que ella y su padre pudiesen manejar lo que se avecinaba. *** "Esa debe ser la asistente en jefe" dijo Edward Rivers ante el fuerte golpe en la puerta "Gracias por su paciencia" "En absoluto" Presley, sentada en un sillón tapizado de azul frente al amplio escritorio de madera del Jefe del Hospital Rivers, se volteó un poco y miró por encima de su hombro. Harper Rivers entró y desaceleró cuando su mirada se encontró con la de Presley. Presley leyó el instante de confusión, luego una chispa de ira que fue sofocada rápidamente cuando el azul oscuro de los ojos de Harper se volvieron de acero. Harper le ignoró después de esa primera y rápida evaluación y se centró en Edward Rivers. "¿Me llamaste?" dijo Harper. "Harper, ella es la Sra Presley Worth, Vicepresidente de Operaciones de Sistemas de Salud SunView" dijo Edward "Dra. Harper Rivers, Asistente en Jefe de Personal”

Presley se levantó y le tendió la mano a Harper "Ya nos conocimos, brevemente. Es bueno verla nuevamente, doctora” Harper le estrechó la mano "Veo que consiguió el trabajo" Presley sonrió con ironía. Merecía ese ligero desaire. Harper Rivers podría haber parecido la más tranquila de las dos hermanas Rivers, pero de ninguna manera era la más pasiva "Sí, parece que lo conseguí" "Sra. Worth…" dijo Edward "… quizás podría informarnos de sus requerimientos para que podamos ver que obtenga todo lo que necesita” Presley se mantuvo de pie mientras Edward se sentaba detrás de su escritorio y Harper apoyaba un hombro contra una estantería con hileras de textos de tapa dura, algunos de los cuales parecían tan antiguos como el propio edificio. Sentarse le colocaba en una posición de subordinación y necesitaba tomar el mando inmediatamente en presencia de éstos dos machos dominantes, indistintamente del género. Caminando hacia uno de los ventanales, se ubicó de modo que la luz del sol resplandeciera detrás de ella para dar sombra a su rostro, lo suficiente como para obligar a los médicos a concentrarse en ella. Sonriendo, puso en marcha su discurso familiar. "En una transición como ésta, procedemos por etapas, comenzamos con una evaluación general de la institución, sus operaciones internas, proyecciones financieras, etcétera. Esto nos proporciona una visión general de cómo podemos posicionar la institución dentro del sistema SunView. Luego, pasamos a la segunda etapa, que se puede pensar es una etapa de integración… donde se simplifican los sistemas, se instituyen los protocolos de eficiencia, se reasignan los activos… todo con el objetivo de optimizar los recursos y rendimientos. La etapa final sería la colocación de un equipo de gestión permanente para continuar con el plan operativo en el futuro" Harper, con las manos en los bolsillos de sus pantalones, frunció el ceño "¿Qué significa todo esto en términos prácticos? ¿Traerá a su propia gente para administrar el hospital?" Presley eligió cuidadosamente sus palabras. Harper era la heredera de una dinastía médica, no un simple médico rural y en esta etapa, entre menos detalles reales de la administración se proporcionaran, mejor "SunView emplea a personas que tienen experiencia en este tipo de evaluación y análisis, por supuesto. En este punto, la mayor parte de la comunicación se hará a distancia, pero mi administración y yo estaremos aquí en el sitio" ella miró a Edward "Me temo que voy a tener que imponerle que nos proporcione un poco de espacio de oficina para nosotros" "Por supuesto" dijo Edward "Puede ocupar esta oficina inmediatamente" "Gracias" dijo Presley, contenta de que él le hubiese ahorrado la difícil tarea de informarle que ella se estaría haciendo cargo de todo menos del nombre "Eso es muy amable" Harper contuvo el aliento. Su padre parecía saber mucho más acerca de lo que estaba pasando de lo que él había dejado ver y nada de esto la hacía muy feliz "Espere un

minuto. Usted no estará eliminando la posición del Jefe de Personal… ese es un puesto médico…” "En realidad, Harper…" su padre le interrumpió "… se considera un puesto administrativo y como tal, mucho de esto ahora es gran parte del territorio de la Sra Worth" "Usted entendió mal" dijo Presley "No estamos quitando al Dr. Rivers en absoluto. Sin embargo, ciertas funciones del puesto se tendrán que modificar, en particular las relativas a la asignación de los recursos" Harper apretó sus dientes y descifró el doble discurso de Presley. El papel de su padre como jefe del personal médico era representar los diversos departamentos médicos en las negociaciones presupuestarias con la Junta, entre otras cosas. Al mismo consejo que había vendido el hospital a SunView. La junta ya no llevaba las riendas, financieras o de cualquier otra índole, dando efectivamente el control a SunView sobre todo, incluyendo al personal médico. El sabor de la traición era un trago amargo y la bilis agrió su garganta ¿Los miembros de la Junta tenían una actitud tan miope que no habían podido ver lo que habían hecho? "¿Cuántas posiciones planea usted eliminar?" preguntó Harper. "Naturalmente, racionalizar las operaciones es una de nuestras metas" Presley sonrió "Dra. Rivers, estoy segura que puede apreciar que el hospital es más un negocio que una institución humanitaria. Si el negocio no es viable, el hospital no puede sobrevivir” "No he escuchado nada sobre los pacientes en todo esto. Esto no es Silicón Valley. No somos una empresa de biotecnología” "En efecto…" dijo Presley "… pero ustedes están en el negocio de cuidar a las personas" "La medicina es una profesión. No estamos vendiendo productos aquí" dijo Harper rotundamente. Presley no estaba de acuerdo, pero había escuchado este argumento anteriormente y sabía que no debía entablar batalla con tradicionalistas como Harper en esta etapa. Finalmente, Harper y los que pensaban como ella se inclinarían ante la inevitabilidad de las circunstancias. Lo que Harper aún no comprendía plenamente era que ahora todo el poder recaía en SunView y por extensión, en ella. Con suerte, para cuando Harper se diera cuenta, la adquisición estaría muy avanzada, lo suficiente como para que el impulso interno pudiese sofocar cualquier resistencia persistente. "Les puedo asegurar, que mi objetivo aquí es posicionar esta institución de una manera que beneficie mejor a la comunidad y por supuesto, a los accionistas" dijo Presley con tanta paciencia como pudo reunir después de una noche sin dormir en un hotel, en un tedioso y hacinado vuelo y en una larga mañana de ser recibida con educado recelo.

Tal como esperaba, una mirada de disgusto apareció en el rostro de Harper ante la mención de los accionistas ¿Por qué era que tantos médicos encontraban el negocio de la medicina como algo de mal gusto? No era como si no se les pagase por sus servicios, pero de alguna manera, les molestaba recordar ese hecho. Harper Rivers ciertamente calificaba como una de esos, pero su sensibilidad no era motivo de gran preocupación en este momento, sino el establecimiento de su autoridad. "Me gustaría un recorrido por la institución, si eso se pudiese arreglar" dijo Presley a Edward. "Por supuesto" dijo Edward "Harper se encargará de que usted se familiarice con el hospital" Harper miró su reloj y no hizo ningún esfuerzo por ocultar su disgusto "Tengo pacientes esta tarde" "Y no quiero retrasarle" dijo Presley "¿A qué hora sería conveniente para usted?" Harper respondió con un imperceptible gesto en su mandíbula "Mañana en la mañana estará bien ¿A las 8?" "Esperaré con ansias" "La veré en el vestíbulo" Harper asintió bruscamente, dio media vuelta y se fue sin decir una palabra. Presley recogió su maletín y su bolso. Harper Rivers podría ser un problema. Podría llevar mejor las cosas con los demás Rivers de su lado y reconsideró la invitación de Flannery para mostrarle los alrededores de la ciudad.

CAPÍTULO 5 A media tarde, Flannery se detuvo en la sala de recuperación para revisar a sus dos pacientes post-operatorios. Mike McCormick, el de la cirugía de hernia laparoscópica que había terminado justo antes del almuerzo, estaba despierto y sentado. Un fornido pelirrojo de 35 años, que se había resistido a su recomendación de cirugía debido a la masa que crecía progresivamente en su escroto, hasta que se había presentado en su consultorio el día anterior con un dolor tan intenso que apenas podía caminar. Incluso entonces, él le había intimidado para que le prometiese que podría volver a casa después de su procedimiento, siempre que pudiese tolerar el dolor postoperatorio. Le recordó que sentiría como si le hubiesen dado una buena patada en las gónadas y él le recordó que ya había tenido un montón de golpes por debajo de la cintura mientras había sido capitán del equipo de fútbol y todos los otros deportes en la secundaria en los que había sobresalido. Ella simplemente había asentido y había dicho que verían si se iría a casa después de despertarse. "¿Cómo estás, Mike?" "Como si alguien me hubiese torcido las bolas" Ella sonrió y se resistió a pronunciar nuevamente te-lo-dije "Te lo prometo, no lo hice. De hecho..." corrió la cortina alrededor de su cama y luego subió la sábana hasta la mitad de su muslo. Las incisiones que había hecho habían sido pequeñas, desde el pliegue de su ingle y en la zona baja de su abdomen a través del cual había introducido el aparato médico para reparar los defectos en la pared abdominal desde el interior. Aún así, había tenido que hacer una buena cantidad de estira y afloja en algunos tejidos muy delicados y aunque rara vez sucedía, siempre existía la preocupación de poder comprometer algún órgano con respecto al suministro de sangre. Se colocó los guantes y suavemente palpó la entrepierna "Todo está bien. Hay mucha hinchazón y te vas a sentir como si tuvieses un balón de fútbol entre las piernas durante cuatro o cinco días, pero no veo ningún problema en este momento. Sugiero que permanezcas durante la noche para que podamos darte…" "Estaré mejor en casa" dijo él, con tono firme a pesar de su coloración pálida y las perlas de sudor en su frente. Flannery dejó a un lado su humor. Si él no seguía las instrucciones de restringir su actividad física durante diez días, estaría de regreso con algo peor "Mike, mira. Te sentirás miserable si te vas a casa esta tarde. No hay nada que puedas hacer en la granja de todos modos” "Puedo dar órdenes ¿no?" "Claro, si no estás vomitando por el dolor o por las pastillas para el dolor. Marianne puede dar órdenes tan bien como tú. Deja que se haga cargo de las cosas hasta que estés de regreso" Su mandíbula se apretó "No es trabajo de Marianne llevar la granja"

Flannery resistió el impulso de poner los ojos en blanco. Si no hubiese crecido con la mitad de sus pacientes o de sus familiares, no entendería cómo funcionaban sus mentes "Escucha, hazlo por mí. Si dejas que ella te ayude de vez en cuando, ella sabrá que es importante para tí y a las mujeres les gusta ese tipo de cosas" Él entrecerró sus ojos, mirándola “Eso es correcto" Ella asintió con la cabeza "Puedes llevarlo al banco" "Probablemente lo sabes" suspiró, su ceño ahora más por exhibición que por otra cosa "Supongo que podría decirle lo que hay que hacer" "Podrías, pero te sugiero que le preguntes cómo van las cosas y apuesto a que descubrirás que ella tiene las cosas cubiertas" volvió a cubrirlo con las sábanas, escribió una receta para aumentar su dosis de medicamento para el dolor y le dio una palmada en el hombro "Pasaré mañana temprano y si las cosas se ven bien, podrás irte a casa. Duerme un poco, no te levantes de la cama y deja que tu esposa cuide de las cosas por unas horas" "Gracias, Doc" "Ni lo menciones" Su última parada fue con Bryce Daniels, el adolescente que había tenido apendicitis. Su temperatura estaba todavía un par de grados por encima de lo normal, pero estaba despierto y bromeando con las enfermeras cuando corrió la cortina hacia un lado y se acercó a su cama. "¿Tienes hambre?" preguntó ella. "Sí, como si no hubiese comido en una semana" "Te traerán jugo y gelatina en un rato" El rostro del chico se ensombreció "Tenía la esperanza de que los chicos me pudiesen traer una pizza. Estoy realmente hambriento, Doc" "Ya lo creo, pero si tu estómago no se asienta lo suficiente después de la anestesia y vomitas, créeme, te sentirás infeliz. Veremos cómo resistes los líquidos y si todo se ve bien esta tarde, las enfermeras podrán intentar con algo un poco más sustancial" "Está bien, pero podré ir a casa mañana ¿verdad?" "Tan pronto como tu temperatura baje" "¿Qué tan grande será mi cicatriz?" Separó las manos unos diez centímetros de distancia y él abrió los ojos. Ella se echó a reír "Casi 2 centímetros y medio. Pero todavía vas a impresionar a las chicas, no te preocupes”

Él sonrió. "Duerme un poco" En el vestuario quirúrgico, se vistió con sus vaqueros, sus botas marrones  favoritas desgastadas, una camisa blanca y arrojó sus batas usadas en el cesto rumbo a la salida. Cuando salía del hospital, se dio cuenta que Clyde Endee hablaba con Presley Worth en el estacionamiento de visitantes. Se desvió de su ruta planificada hacia su Jeep y se acercó a ellos "Buenas tardes, Clyde. Sra Worth" "Hola, Flann. Vine a dejarle un coche nuevo a la Sra Worth" Flannery consideró el brillante Subaru de cinco puertas. Al parecer, Presley trabajaba rápido "Servicio a domicilio. Agradable" "Me conoces, servicio es mi segundo nombre" Clyde rió. Flannery dijo a Presley "¿Ya terminaste el día?" "Todo terminado aquí. Tengo mucho trabajo que hacer en casa" "¿Eres del tipo que se fuga?" "Por lo general no" Presley miró hacia atrás al hospital y tuvo la sensación de que una docena de pares de ojos estaban fijos en ellas. Mientras salía del hospital, más de una persona se había detenido para verle pasar. Los comentarios viajaban rápidamente en un lugar como este y se preguntaba qué historia se estaba formando sobre su llegada. Estaba acostumbrada a ser la desconocida, la extraña que aparecía en escena para interrumpir la rutina de todos y en algunos casos, para amenazar el trabajo de más de una persona. A menudo, las únicas personas para quienes era bienvenida, eran las que estaban detrás de la escena financiando la empresa o que se beneficiaban de las ganancias. Rara vez ocurría con los que se encargaban del negocio el día a día. No eran muchos los empleados, de administración o de otro tipo, que estuviesen felices de verla, pero no podía preocuparse por caerles bien. Lo que le importaba era reestructurar la nueva adquisición para colocarla dentro de la superestructura de SunView con el fin de maximizar la rentabilidad. No era su trabajo hacer feliz a nadie y lo que hiciera o no, no tenía nada que ver con qué tan feliz fuese con el trabajo. Su felicidad se expresaba en el balance final, al terminar el día. Tampoco se molestaba cuando ponía a la gente descontenta con sus recomendaciones y decisiones. No era una pirata corporativa… la mayoría de las veces… quienes tenían el control de las instituciones que SunView adquiría, querían ser absorbidas, con la esperanza de alguna ganancia rápida y muchos beneficios a largo plazo. Desafortunadamente, muchos de los empleados podían perder parte o la totalidad de sus medios de vida. Si se permitía a sí misma sentirse responsable de eso, no sería capaz de hacer su trabajo ¿y cuál sería el punto? Era buena en lo que hacía y mientras mejor fuese en su puesto de trabajo, ganaría aliados muy poderosos en SunView y necesitaba un montón si planeaba ser jefe de la empresa. Este hospital, como tantos otros, era una breve parada en su camino a la cima y cuando terminara aquí, sería olvidado tan pronto como todos los demás.

Ignorando a Flannery, quien parecía esperar que dijera algo más, ella se volteó hacia Clyde "Gracias por traer el vehículo. Si tengo alguna duda o problema, se lo haré saber” "Mi número está en la tarjeta" Presley tomó las llaves y un folleto con el papeleo. Deslizó los papeles en el bolso que colgaba de su hombro "Eso es genial. Gracias” "¿Dónde te estás quedando?" preguntó Flannery mientras Clyde se dirigía nuevamente a su camioneta. "En la casa de los White, según me han dicho se llaman" "¿Oh sí? Muy bonito por allá" "Supongo… si te gustan las vacas" Flannery sonrió "No tuve que adivinar que no eras una chica de campo" "¿Ah, sí? ¿Y cuál fue tu primera pista?" Ella miró hacia sus zapatos "Los Manolo´s" "Creo que estoy impresionada" "¿Por qué? Que una sencilla cirujana de ciudad…" "Oh, por favor. Entre tú y tu hermana, ya he tenido suficiente de la rutina del sencillo médico rural. No, simplemente no creo que seas el tipo de mujer que usa tacones o que reconoce a sus diseñadores" "Bueno, tienes razón en la primera parte" dijo Flannery "Pero soy conocida por tener amigas que usan tacones y presto atención" "Eso lo puedo creer" Presley dio la vuelta hacia el lado del conductor del coche "Y tienes razón, no soy una chica de campo" Flannery se apoyó en la parte superior del coche y cruzó sus brazos "Entonces ¿por qué estás aquí?" "Como dije… estoy aquí por trabajo" "Y no había nadie más en... ¿en fin, de dónde vienes?" "Phoenix" "¿Así que nadie más en Phoenix querría pasar unos meses aquí, en la paz y tranquilidad, disfrutando del aire del campo?"

"Estoy segura que había más de una persona que le hubiese encantado venir" Presley sonrió "Pero nadie que sea tan buena como yo" A Flannery le gustaban las mujeres seguras, especialmente sexy, inteligentes y un poco difíciles de conseguir "¿Exactamente qué estás haciendo aquí?" "Supongo que aún no has hablado con tu hermana" Flannery se enderezó "¿Harper? ¿Qué pasa con ella?" "Nada serio" dijo Presley, sorprendida por el instantáneo instinto de protección de Flannery, aunado a la sospecha. Al verlas a las dos juntas momentos antes, había percibido que eran competitivas, pero eso no era lo que estaba percibiendo ahora. Flannery parecía lista para la batalla. Presley trató de recordar la última vez que Preston había sido protector con ella y decidió que había sido exactamente nunca. A pesar de que desde niños habían sido adversarios, competían por la atención de sus padres… cuando estaban alrededor… y maniobraban por posiciones de favor con los demás. Ellos nunca habían sido amigos, mucho menos aliados. "Su versión de los hechos podría ser ligeramente diferente a la mía, pero como estoy segura que casi nadie en el hospital será capaz de decirte en las próximas horas, estoy aquí para encabezar la transición del hospital a los Sistemas de Salud SunView” "Algo me dice que Harper no estuvo contenta de escuchar eso" "Tu hermana me da la impresión de ser alguien que no se preocupa por el cambio" "Harper se preocupa por esta comunidad y especialmente por este hospital, más de lo que se preocupa por nada, excepto la familia. Si el cambio es bueno, ella estará abierta a explorarlo" "Bueno, estoy encantada de escuchar eso ¿Y qué hay de tí? ¿Eres así de flexible?" "Me gusta pensar que sí" "Bueno. Entonces, tal vez, si hablaste en serio acerca de mostrarme los alrededores, podemos quedar cuando estés libre. No conozco mucho acerca de la zona y me gustaría conocerla” "¿Qué tal una cena esta noche?" Presley vaciló. La cena era algo más personal de lo que quería conseguir con Flannery Rivers. Tenía más que suficiente experiencia para reconocer el interés de otra mujer y no necesitaba esa complicación "Tengo una serie de cosas que terminar esta noche. Tendré que dejarlo para después" "En otro momento, entonces" "Si"

"¿Qué tal mañana por la tarde ¿digamos a las tres?" "Puedes llamarme mañana a la oficina del personal médico. Te lo haré saber” Flannery retrocedió cuando Presley se deslizó dentro de su coche "Lo haré"

*** Harper se estacionó detrás del maltrecho Ford Bronco de su padre, un modelo de 15 años atrás y subió al porche trasero. Su padre, todavía estaba vestido con su camisa blanca y pantalones, estaba sentado en una de las tres sillas mecedoras, con un vaso de té helado en su mano. Detrás de él la puerta estaba abierta y se escuchaban lo éxitos musicales desde el dormitorio de Margie. Harper se sentó junto a él y por un momento nadie dijo nada mientras se mecían, viendo la puesta de sol derramarse sobre las montañas. "¿Desde cuándo sabías que vendría esto?" preguntó Harper finalmente. "Había indicios de algo de esto desde que salieron los estados financieros al final de año" Edward tomó un sorbo de té y continuó meciéndose lentamente, empujándose con un pie apoyado en el piso de madera del porche, flexionado y relajando, impulsando la silla de adelante hacia atrás "Dado que no tuve opción en la votación, no estaba actualizado. No esperaba que se movieran tan rápidamente" "¿Y no hay nada que hacer al respecto?" "Imagino que una vez que la tinta está seca, el trato está hecho" "¿Qué crees que vendrá?" Edward le miró con solemnidad "Sinceramente no lo sé, Harper" Harper apretó su mandíbula. La impotencia no era una sensación bienvenida o a la que estuviera acostumbrada. Unos faros brillaron y el Jeep de Flann entró por la calzada. Minutos más tarde, Flann se dejaba caer en la tercera silla. "¿Es carne asada lo que huelo?" preguntó Flannery. Su padre le miró "Es Jueves ¿no es así?" Flannery sonrió "Carne asada o costillas. Cualquiera de las dos funciona para mí" "Tengo que pasar por el hospital más tarde" dijo Harper "¿Tus post-operados necesitan algo?" Flannery negó con la cabeza "Ellos deberían estar bien ¿A qué vas?"

"Tuve que ingresar a Charlie Carlyle. Se complicó con una celulitis en el pie y quiero asegurarme que reciba su primera dosis de antibióticos esta noche" "Uh-oh" dijo Flannery "Te lo dije, ésos dedos tendrán que irse" "Si somos capaces de sacarlo adelante, conservará su pie por un tiempo más" dijo Harper. "Bien. Me avisas si quieres que lo revise" "Lo haré" "Me encontré con la dama de ésta tarde" dijo Flannery casualmente. Harper apretó el agarre en los brazos de su silla. No estaba segura de que le molestaba más, que Flann y Presley se hubiesen encontrado nuevamente o simplemente el recuerdo de lo que significaba la presencia de Presley "¿Ah, sí?" "Mmm-hmm. Mencionó que habló contigo momentos antes y que estaba a cargo de la transición. O lo que sea que eso signifique" Edward dijo "Esa parece ser la pregunta del momento" La sonrisa de Flann se apagó "¿Hay algún problema?" Edward se encogió de hombros "Es difícil de decir. De lo poco que sabemos, parece que la Sra Worth puede hacer casi todo lo que quiera y hasta que no sepamos lo que eso significa, no podremos decir nada al respecto" "Es que esa no es la manera correcta de hacer las cosas" dijo Harper "Ese es nuestro hospital, nuestros pacientes serán los afectados. Si nos hubiesen informado de lo que estaba sucediendo, podríamos habernos preparado para ello. Haberles puesto al tanto de la necesidades de la comunidad y mostrarles lo vital que es el hospital, no sólo por la salud en sí, sino por los empleos" "No sabemos si tendremos una oportunidad para hacer eso" dijo su padre. "Mantenernos en la oscuridad es sólo otra forma de mostrarnos quién es el jefe" dijo Harper. Flannery se levantó y se sirvió té helado de la jarra que estaba en una mesa cercana. Sirvió un segundo vaso y se lo entregó a Harper "Posiblemente mañana en la tarde voy a mostrarle los alrededores. Tal vez pueda trabajar un poco en ella" Harper equilibró cuidadosamente el vaso en la base lisa del posa brazos de la silla mecedora "¿Mostrarle los alrededores? ¿Así que aceptó tu oferta para un recorrido turístico?" "Así parece" Flannery sonrió.

"Es conveniente que recuerdes que ella no está aquí en una misión amistosa” Los ojos de Flannery se oscurecieron "Eso no lo sabes, Harp" "Y tú tampoco sabes lo contrario" Harper se levantó, abrió la puerta mosquitera y se dirigió hacia el santuario de la cocina antes de pinchar nuevamente a Flann. No tenía ninguna razón para estar enojada con Flann y no estaba interesada en preguntarse a sí misma por qué lo estaba.

CAPÍTULO 6 Para cuando Harper ayudó a su madre y Margie a lavar y secar los platos, eran cerca de las 9. Dobló el paño de cocina, lo puso sobre el estante y abrió el armario donde guardaban la escoba. "Vamos al porche y tomemos una copa con tu padre y Flannery" dijo Ida, quitándole la escoba "Has hecho suficiente limpieza por una noche" "Tengo que regresar al hospital en pocos minutos" dijo Harper. Cuidadosamente había evitado hablar de Presley Worth con Flann durante la cena, pero el tema reaparecía obligatoriamente si todos empezaban a hablar de los asuntos del hospital, lo que seguramente harían en el porche, ya con las bebidas. Ni siquiera estaba segura del porque le estaba molestando que Flann saliera a mostrarle la ciudad a Presley. Flann podría tener una tendencia a precipitarse en las situaciones sin pensar mucho en las consecuencias, pero de alguna manera, al final, las cosas por lo general terminaban bien, sobre todo porque Flann era demasiado bondadosa como para guardar rencores y siempre sabía cuando retirase antes que las cosas se pusieran demasiado complicadas. El problema era, que todo lo relacionado con Presley parecía complicado, desde el principio. Asumía el poder fácilmente y claramente estaba acostumbrada a tener el control. Sin importar qué tan atractiva e intrigante pudiese ser, era alguien cuyos intereses podrían no estar en la misma línea que la de ellos. Harper se detuvo en seco ¿Atractiva e intrigante? Quizás Flann no era la única cuyo juicio estaba sesgado. "¿Tú y Flannery están atacando sus cabezas por algo?" dijo Ida. "No" dijo Harper demasiado rápido, provocando que una ceja de Ida se levantara. Harper sonrió "Estamos bien. Sólo diferentes velocidades, como de costumbre” "¿Cómo están las cosas en el hospital?" "Todavía no estoy segura. Llegó la nueva directora… una mujer llamada Presley Worth” "¿Qué es lo que intenta dirigir?" Harper apoyó los brazos sobre el mostrador detrás de ella y negó con la cabeza "Esa es la pregunta que me gustaría responder" Ida palmeó su mejilla "Eres inteligente. Te las arreglarás" "Espero hacerlo antes que sea demasiado tarde" Flann rodeó la esquinera y se dirigió al refrigerador "¿Demasiado tarde para qué?" "Para tomar una copa" Harper se apartó del mostrador y agarró su chaqueta del perchero "Voy al hospital" "Duerme un poco" dijo Flann en voz alta.

Harper hizo un gesto con la mano y se metió en su camioneta Chevy, cinco minutos después se dirigió hacia la colina, otro lugar que consideraba su hogar. El hospital Rivers se erguía como un guardián sobre la ciudad, sus ventanas brillaban intensamente contra el cielo nocturno. La recepción estaba vacía y sólo el eco de sus pasos le hacía compañía mientras caminaba por los pasillos desiertos. Asintió en saludo a la enfermera de la noche en el cuarto piso mientras  primero revisaba a Charlie. Él estaba roncando suavemente, su pie enfermo estaba apoyado sobre una almohada. Ella iluminó con su linterna de bolsillo el gráfico colgado al pie de la cama. Su temperatura todavía era elevada, pero no se había disparado. Bastante bien. Salió en silencio y subió las escaleras hasta el piso quirúrgico. Glenn Archer, la asistente que a menudo asistía a Flann en el quirófano y cubría la planta de cirugía en la noche, estaba en la recepción. "¿Cómo te va?" preguntó Harper. Ella y Glenn, alta y delgada con ojos azules, ex estrella del baloncesto en la escuela, cabello color arena, habían estado en la misma clase de graduación, pero Glenn había optado por el Ejército al salir de la escuela. Después que terminó su alistamiento, regresó a vivir al pueblo, después de haber sido entrenada como médico. "Todo tranquilo. Los dos de Flann lo están haciendo bien" Glenn le acercó una silla con ruedas y Harper se sentó "He escuchado que vamos a tener una sacudida" Harper frotó su rostro "Parece que así es" "¿Algún detalle?" "Todavía no" Glenn escaneó los monitores de telemetría mientras hablaba "De alguna manera, no se siente bien ¿Quiénes son estas personas?" "Todavía no lo sé" imaginó a Presley y un sinfín de impresiones cruzó por su mente. El rostro de Presley… elegante, sereno, distante… un rápido destello de aguda inteligencia comparada con Flann; un destello de acero cuando hablaba de negocios. Atractiva e intrigante. Harper suspiró "Lo sabremos pronto, creo" Ella habló con Glenn unos minutos más. Todos estaban descansando cómodamente. Nadie necesitaba su atención. Finalmente se rindió y se fue a casa. A las 11, todavía estaba inquieta y despierta. Muchas cosas pasaban por su mente… el cambio estaba en el horizonte y el cambio casi siempre significaba perder algo. Se sentó en la mecedora del porche delantero tratando de identificar las constelaciones en la noche clara, el cielo estaba lleno de estrellas. Nunca había sido muy buena en eso. Kate era la que creaba formas en las nubes y las estrellas. Harper generalmente tenía que contentarse con encontrar la Osa Mayor y la Estrella del Norte. Había tantas estrellas allá arriba, dispersas al azar, formas interminables, empequeñeciendo el mundo a sus pies. Esta noche, sin embargo, un rostro persistía mientras sus párpados se cerraban y su visión vagaba. Presley Worth ¿Quién era?

La pregunta no le daría paz. Eventualmente, recuperó su laptop y se acomodó en el porche para buscar respuestas.

*** Presley despertó con una calma poco natural, una débil y suave brisa se deslizó por sus hombros desnudos. La luz del sol entraba oblicuamente por la ventana abierta al otro lado de su cama. Sin ruido del tráfico, sin el zumbido de movimientos a través de las paredes o debajo de los pisos, sin el aullido lejano de las sirenas, sin los gritos de los recolectores de basura y de los juerguistas amanecidos. Todo en la vida en la ciudad estaba relacionado con el ruido. Ahora estaba rodeada de silencio. Irrefutablemente, notó que estaba recostada pensando en el día que le esperaba. El viento emitía su propio zumbido melodioso. Los pájaros trinaban, cantaban y arrullaban. Sin embargo, más allá de eso, el mundo aquí era atemorizantemente silencioso. Normalmente cuando despertaba, su primera sensación era ser embestida de energía… el desafío de un nuevo día, la oportunidad de ponerse a prueba a sí misma… el fuego en su sangre. La tranquila calma de esta mañana se sentía tan poco natural, como si de repente le hubiese obligado a respirar bajo el agua. Estaba fuera de sincronía con este lugar. Fuera de balance y se sentía más sola de lo que se había sentido en mucho tiempo. Siempre había sido solitaria, a pesar de haber sido gemela. Ella y Preston no eran como las historias de gemelos de las que a Hollywood les gustaba hacer películas. Nunca habían sido cercanos. Sus padres, financieros reconocidos internacionalmente, apenas habían tenido tiempo en su apretada agenda para un niño y mucho menos para dos a la vez y las necesidades de sus hijos habían sido suplidas por una serie de niñeras y tutores. Presley había aprendido rápidamente que la única manera de ganarse un poco de atención era sobresaliendo en las cosas que sus padres valoraban… lo académico, el atletismo y los negocios… todo mientras viajaban en los círculos sociales adecuados. Su mayor competidor por ésa atención era Preston. Ahora que su padre le había cedido a él la responsabilidad de dirigir diariamente la empresa, ella estaba en la batalla más grande de su vida. A veces parecía como si hubiese estado luchando desde siempre por algo fuera de su alcance. Apartó las sábanas y balanceó sus piernas hacia el suelo. El autoanálisis era una pérdida de tiempo. Estaba a cargo de su vida, de su futuro. Lo importante era lo que ella hacía. Las acciones producían resultados y los resultados era todo lo que contaba al final del día. Con una oleada de anticipación, recordó que al final de este día, Carrie estaría aquí, empezarían a trabajar como equipo en este lugar y podría empezar a trabajar en la conclusión de esta tarea. Preston estaba muy equivocado si pensaba que podía enterrarla en algún lugar mientras él daba pasos que le acercaban a tomar el lugar de su padre en la junta. Se dió una ducha rápida y ya que no tenía previsto reunirse con Harper Rivers sino hasta las 8 y apenas eran las 5:30 am, se colocó unos pantalones holgados de ejercicio y una camiseta y arrastró los pies hasta la cocina. Lila había dejado la cafetera enchufada y lista para encender y de acuerdo con la nota al lado de la cafetera ya estaba preparada, todo lo que tenía que hacer era apretar el botón. Aún más

considerado, era la pequeña cesta de mimbre con tres panecillos de maíz de arándanos, bajos en grasa, puestos sobre una servilleta de algodón bordada a mano en el centro de la mesa. Ella eligió un panecillo dorado y lo puso en un plato de cerámica que encontró en la vitrina sobre el fregadero. En cuestión de minutos tenía una taza de café y el panecillo y después de agarrar su iPad, se dirigió hacia el porche trasero para tomar el desayuno ante la asombrosamente fresca mañana. Sentada en el escalón más alto, equilibró su iPad sobre sus rodillas, bebió un sorbo de café y distraídamente partió en pedazos el panecillo y lo metió en su boca mientras examinaba las noticias de la mañana. Después de unos minutos, sintió la punzante sensación en la parte posterior de su cuello, que a menudo aparecía cuando alguien le observaba. Miró la hora en su tableta… Lila llegaría pronto, pero no había escuchado ningún ruido de coche ¿Quién demonios caminaría hasta aquí a esta hora del día? Lentamente, examinó el extenso patio trasero, donde el camino se curvaba alrededor de la granja y no vio a nadie. Por supuesto que no vio a nadie. No había nadie allí. Regresó a su lectura y luego lo escuchó. Un chillido ensordecedor que terminó abruptamente con un sonido de asfixia. Agarrando su tableta, alzó los ojos, dispuesta a saltar y correr hacia la casa. Estaba a unos tres metros delante de ella, con un pie levantado en el aire, la cabeza inclinada hacia la izquierda, parpadeando lentamente. Las plumas de la cola eran desiguales pero de brillantes colores: rojo, azul y marrón dorado. Sus alas estaban tan desaliñadas como la cola, con algunas plumas cortas brotando en ángulos extraños y parecía como si estuviese a punto de caerse. Hizo otro sonido, un graznido de canto y balanceó su cabeza. "Vete" Presley hizo un gesto con la mano "Shoo" El animal puso su pie en el suelo con cuidado y cojeando, dio un paso más cerca. "No, para acá no" señaló en dirección hacia la calzada "Ve para allá. Vuelve a... donde sea" el animal se acercó varios pasos más. Ella levantó las piernas sobre la escalera donde estaba sentada. No creía que las gallinas… o lo que fuera, exactamente… atacaran a las personas, pero no dejaría sus pies desnudos expuestos como una tentación "No, no, no. Vuelve por donde viniste” "Esa puede ser una de las crías de la señora White" dijo Lila desde el interior de la puerta de la cocina "Apuesto a que no pudieron atraparla y simplemente la dejaron atrás" "Bueno, tiene que regresar nuevamente a donde quiera que se haya estado quedando. Se está haciendo caca por todo el césped” Lila rió entre dientes "Ese es un buen fertilizante" "No cuando está en el fondo de mi zapato" "Hmm. Parece que tiene una pierna lastimada. Si quiere, le diré a uno de mis hijos que salga y lo cuide por usted”

"Bien" dijo Presley, regresando a las noticias. El canto se reanudó, los graznidos cortos aumentaban como si estuviese haciendo una pregunta. Ella lo ignoró y él se detuvo. Después de uno o dos minutos de silencio, ella levantó la vista. Estaba a un metro delante de ella, estudiándola con una mirada desconcertante. "No eres muy inteligente ¿verdad?" Otro graznido. "¿Lila? ¿Qué cosa es esta?" "Un gallo, la última vez que lo vi" "¿Para qué es bueno?" "No sirve de mucho, no sin las gallinas. Los gallos son muy útiles para proteger a los pollos… para mantener lejos a los depredadores. Y por supuesto, si quiere pollitos…" "Dios me libre" "Bueno entonces, en realidad no tiene mucho que hacer ahora" Presley vaciló "¿Qué quiso decir, con que sus hijos se harían cargo de él?" "El gallo está cojo. Probablemente nadie lo ha estado alimentando y no tiene un rebaño que cuidar. Sin embargo, no parece demasiado viejo como para usarlo en un caldo decente" "Oh" Presley regresó a sus noticias pero se sentía incómoda. Por el rabillo del ojo vio que el gallo picoteaba el suelo como si buscara algún bocado. Cortó una esquina de su panecillo y lo lanzó hacia él. La cabeza del gallo se balanceó mientras lo estudiaba. "Anda. Es mejor que la suciedad que has estado recogiendo” las plumas en el cuello brillaban bajo la luz del sol, los destellos de púrpura y azul tornasol eran tan sutiles como joyas. Los graznidos cambiaron, un tono ascendente mientras picoteaba con evidente entusiasmo parte del pequeño pedazo de panecillo de maíz. "Lila" Lila se asomó nuevamente a la puerta mosquitero "¿Si?" "No molestes a tus hijos con él. Probablemente regrese de donde vino” "Muy bien, si está segura" No lo estaba "Estoy segura" Regresó a sus noticias con los suaves cacareos del gallo, haciéndole compañía. Cuando se levantó para prepararse para ir al trabajo, el gallo seguía rascando en el patio "Lila…" llamó mientras caminaba hacia el interior "… ¿qué le gusta comer a esa cosa?

CAPÍTULO 7 Harper se estacionó en el estacionamiento del personal detrás del hospital y entró por la puerta de los empleados con su tarjeta de identificación. No había dormido mucho y decidió iniciar temprano sus rondas. A las 6:30 am, media hora antes del cambio de turno, los pasillos estaban todavía tranquilos. Siempre le había encantado el hospital durante la noche, cuando una quietud silenciosa caía sobre los pasillos con poca luz, una tranquila serenidad que parecía prometer esperanza para los que veían el nuevo día y paz para aquellos que ya no lo verían. Caminando hacia las escaleras, repasó mentalmente la lista de pacientes. Tenía un montón de tiempo para verlos a todos antes de encontrarse con Presley. Había descubierto algunas cosas sobre Presley Worth la noche anterior. Al menos lo que Presley Worth había decidido mostrar al mundo. Tenía 30 años, única hija de Yolanda y Martin Worth, gemela de Preston. Con maestría en administración de negocios a los 23 años. Vicepresidente de Operaciones en SunView a los 26 años. El puesto de Preston, el hermano, era más elevado… Director Financiero… pero organizacionalmente parecía el equivalente al de Presley. Mellizos, además. El padre, Director General Ejecutivo, la madre Jefe de Operaciones. Una familia influyente con gran fortaleza. Presley nunca se había casado, apoyaba las causas humanitarias y no parecía tener vida personal más allá de asistir a las funciones de caridad y a las funciones obligatorias de los negocios. Lo que sí tenía era un enorme historial de encabezar con éxito gran parte de la expansiones de los Sistemas de Salud de la Empresa SunView, una red regional de atención médica del Suroeste convertida en un Consorcio transcontinental de hospitales, Centros de atención a corto y largo plazo y empresas aliadas. Harper no había podido averiguar mucho más que eso, pero aún no había indagado más profundamente. Si SunView iba a ser su nuevo empleador, quería saber quién… o, más exactamente… de que se trataba. En un impulso, pasó por alto las escaleras y regresó por el pasillo en dirección a las oficinas administrativas, preguntándose si su padre estaría en la oficina de personal para ponerse al día con el papeleo como hacía a menudo temprano en la mañana. Su puerta estaba parcialmente abierta y la luz encendida así que ingresó, esperando escuchar su voz mientras dictaba los informes o los resúmenes desestimados. Se detuvo en seco, recordando demasiado tarde que ya no era la oficina de su padre. "Si estás segura que puedes encontrarla, llámame cuando te instales" dijo Presley "Te mostraré los alrededores y empezarás con las evaluaciones del personal... es lo que podrías esperar. Un montón de dinosaurios” Harper se detuvo, incapaz de no escuchar la conversación. Presley se rió "Por aquí, salir a pastar es más que una metáfora... hasta pronto" Harper tocó la puerta, negándose a esconderse como si intencionalmente hubiese estado escuchando. No estaba sorprendida por la visión de Presley sobre el Rivers como provincial y pasado de moda, tomando en cuenta los círculos donde

normalmente se movía, pero el juicio apresurado le irritó de igual manera. Tradicional no significaba obsoleto. "Entre" respondió Presley. Harper empujó la gran puerta y Presley se levantó detrás de su escritorio. Miró su reloj cuando vio a Harper. "Lo siento ¿es tarde? Pensé que habías dicho…" "No, acabo de llegar" Presley lucía otro discreto traje elegante, una camisa verde pálido sobre pantalones color chocolate. La chaqueta colgaba en el respaldo de lo que había sido la silla del padre de Harper. Su cabello rubio estaba atado en una colita con un broche dorado. Lucía fresca, eficiente y al mando. Debería parecer fuera de lugar, pero de alguna manera no era así. Le sentaba bien la autoridad y esa confianza era fascinante. Harper deslizó sus manos en los bolsillos de su pantalón caqui ligeramente arrugado. Presley también le estaba estudiando. Su mirada, aguda e implacable, recorrió el rostro de Harper. Harper se preguntaba que estaría buscando y lo que vió. "¿Haces eso a menudo?" preguntó Harper. Presley se inclinó hacia delante, sus dedos descansando sobre la superficie del escritorio, su mirada sostuvo la de Harper "¿Hacer qué, exactamente?" "¿Hacerte cargo de los hospitales?" "Adquirimos nuevas instalaciones varias veces al año" dijo Presley. "Y después… ¿qué haces con ellas?" "Tengo la intención de proporcionar un folleto de las actividades de SunView, que creo te dará una mejor comprensión de lo que hacemos" ella frunció el ceño ligeramente "Me temo que las líneas de comunicación no se han manejado tan bien como debió haber sido con respecto a esta adquisición. No estuve a cargo de las negociaciones iniciales. Así que pido disculpas por la falta de información. Tengo la intención de rectificar eso tan pronto como sea posible” "Si no estuviste a cargo ¿quién lo estuvo?" "Otro departamento" dijo Presley fríamente. "¿Entonces por qué pides disculpas?" "Porque ahora yo estoy aquí y estoy a cargo" Harper apreció la negativa de Presley de pasar la pelota a alguien más ya fuese por lealtad o por su sentido de responsabilidad. Ambas cosas contaban para ella "Entiendo. Es como lo que ocurrió aquí”

"¿Disculpa?" Harper sonrió con ironía "La junta de accionistas mantuvo esto callado hasta que se hizo el trato" "Puedo asegurarle, Dra. Rivers…" "Harper" Presley asintió "Harper. Nada de esto se llevó a cabo con la intención de hacerlo secreto. SunView trató con los que controlaban las finanzas…" "Así me contaron. Pero hay mucho más para nosotros que los hechos y las cifras ¿sabes?” "Lo sé" dijo Presley. "¿Lo sabes?" "Si" Harper sabía que el corazón de Los Rivers no se encontraría en los libros de contabilidad y los balances y quería que ésta mujer, esta desconocida, que parecía tener el destino de una gran parte de su comunidad en sus manos, también lo supiera "Pospongamos el recorrido. En vez de eso, has rondas conmigo esta mañana. Tendrás una visión de lo que realmente es el hospital sin estar detrás de ese escritorio” El primer instinto de Presley fue negarse. Acababa de empezar a profundizar en los valores financieros y tenía todo el día planeado. Carrie estaba de camino a la casa desde el aeropuerto y debía estar en el hospital a media mañana. Realmente no tenía tiempo para otra cosa que no fuese una revisión rápida de la distribución física. Y ¿qué podía aprender yendo detrás de Harper mientras visitaba a sus pacientes? "¿No crees que los pacientes podrían considerarlo una intrusión?" "Si encontramos algo sensible, pediremos su permiso. Pero lo dudo" "Realmente no tengo…" "¿Cómo puedes administrar un sistema de salud sin saber lo que hacemos realmente?" Presley reprimió su irritación. La pregunta simplemente ponía de relieve lo poco que ella y Harper tenían en común. No hacía falta saber cómo trabajaba un motor de avión para hacer funcionar un Boeing, o entender los nanos para poner en funcionamiento un programa de IBM. Para eso estaban los departamentos técnicos "Administrar un hospital de manera rentable se realiza en un plano diferente al de dispensar cuidados. No me sorprendería que fueses feliz aceptando gallinas en pago por tus servicios, pero la mayoría de nosotros hemos ido más allá de eso" "Cierto. Porque soy uno de los dinosaurios”

"Ah" Presley miró hacia la puerta abierta. Nadie había estado presente cuando llegó antes del amanecer y había sido descuidada. No iba a dejar que sucediera nuevamente. No tenía sentido pedir disculpas, no que se inclinara a ello. Su evaluación del personal, sin importar cuánto girara, también era precisa. Los médicos con privilegios de admisión eran un grupo de ancianos, con excepción de un puñado como Harper y Flannery. La mayoría estaba mucho más allá de la edad de jubilación y estaba dispuesta a apostar cuando mirara sus estadísticas, que probablemente tenían una preponderancia a los pacientes ancianos con pocos recursos que sobrepasaban la media recomendada, poniendo a prueba los recursos del hospital y bajando el cociente de reembolso. "Realmente no estaba pensando en tí con ese comentario" Harper se encogió de hombros "Soy conocida por aceptar una docena de huevos de vez en cuando" Presley se rió "Definitivamente, lo creo" "Puedes estar bastante segura que lo digo en serio" "Sospecho que es un rasgo de familia" "Entre otros" Presley puso su portátil en pausa. Las transiciones siempre se hacían con más facilidad cuando los agentes del poder del hospital eran cooperativos. Harper Rivers… toda la familia Rivers… estaban comprometidos con el hospital y la comunidad. Antagonizar con alguno de ellos no era prudente. Si pasar unas horas junto a Harper podría ayudarle, habría un espacio en su agenda. Se puso la chaqueta y deslizó su teléfono celular en el bolsillo "Está bien, Dra. Rivers. Edúqueme”

*** Harper no esperaba que Presley aceptara. Había visto la indecisión en sus ojos y casi podía leer la negativa en su mente. Ocultando su sorpresa cuando Presley se unió a ella, rehízo el camino de regreso al edificio principal del hospital, señalando las oficinas administrativas al pasar. "El jefe de admisiones está aquí" dijo Harper, apuntando hacia la puerta del despacho de su hermana "Carson debe llegar cerca de las 8. Ella puede decirte todo lo que necesites saber acerca de las visitas al hospital, estadísticas de admisión, colocaciones,

ese tipo de cosas. Ella se ocupa de los servicios sociales bastante bien y con bastante regularidad" "Ella es…" Presley escaneó en su archivo mental "…Carson Rivers" "Correcto" "Déjame adivinar…" Presley hizo una pausa "… ¿Tu hermana?" "La tercera mayor, cierto" "Espera un minuto" Presley sonrió, la calidez suavizó los planos generalmente fríos de su rostro "Harper, Flannery, Carson ¿Quién en la familia es fan de los Autores del Sur?" "Son algunos de los favoritos de mi madre" dijo Harper "Ella y mi padre se conocieron cuando estaban haciendo su residencia en Charlotte. Ella dijo que si tenía que mudarse al Norte, hacia el territorio yanqui, sus hijos recordarían sus raíces sureñas” "Harper" Presley pronunció lentamente la palabra "Es Harper Lee ¿no es así? ¿Harper Lee Rivers?" Harper asintió. "¿Flannery O'Connor Rivers?" Harper sonrió "Eso es correcto" "¿Carson McCullers Rivers?" "Cierto, nuevamente" Presley se rió y su risa le transformó. Todavía lucía elegante, pero más suave, más accesible, la luz brillaba en sus ojos azules insinuando un humor oculto "Y dime ¿También existe una Kate Chopin Rivers?" El golpe a su corazón no fue menos fuerte por estar ya familiarizada. Harper mantuvo la sonrisa en su lugar "Kate era la cuarta" La risa de Presley desapareció y una gentil compasión inundó su mirada "Lo siento" "Sí. Yo también” "¿Hay otras?" "Margaret Mitchell, la más joven. Margie tiene 15 años" "¿No hay chicos?"

"Supongo que mi madre no era tan aficionada a los autores masculinos del Sureste" "Hmm ¿Margie también va por la carrera de medicina?" Harper se rió "Ella jura que renunciará a la medicina por el fútbol profesional" "Rompiendo el molde de la familia" "Ya veremos. Pasé por un período en el que pensaba ser agricultora orgánica” "¿Tú, una granjera?" Presley negó con la cabeza "No puedo visualizarlo" "Crecí en una granja, aunque no tengo mucha práctica con la agricultura. Estaba demasiado ocupada siguiendo a mi papá. Pero tenemos algunas vacas, gallinas, unos cerdos y un montón de pastos fértiles. Uno de nuestros vecinos los cuida por nosotros” "¿Nunca has pensado en alejarte?" "Me fui para la escuela de medicina y la residencia" Harper abrió la puerta de la escalera y la sostuvo para Presley "Y estaba lista para regresar. No lo pensé por mucho tiempo. Demasiado ruido” "¿Ruido?" "En la ciudad. Siempre hay algo en movimiento, siempre hay algo que cambia. Siempre hay algo haciendo ruido” "La mayoría de las personas piensan que eso es progreso. Y es excitante” "No veo por qué el progreso tiene que ser ruidoso" Harper abrió otra puerta "Este es el quinto piso… la planta superior. Una población variada de pacientes de medicina y cirugía que ya no requieren supervisión estricta de enfermería. La mayor parte de los pacientes aquí estarán listos para el alta en pocos días” "¿Cuántas camas?" "8 habitaciones a cada lado, dos camas por habitación en esta planta. En este momento estamos medio llenos” Mientras Harper iba a la sala de suministros para conseguir lo que necesitaba para las rondas, Presley echó un vistazo a las instalaciones físicas, tomando nota del número de enfermeras, auxiliares, secretarias y demás personal. El personal parecía adecuado, pero no excesivo. El hospital obviamente era viejo, pero estaba en buen estado. Las paredes recién pintadas con color cáscara de huevo neutral, los pisos con azulejos industriales con un color complementario. Cuando miró en una de las habitaciones de los pacientes, vio dos grandes ventanales con vistas a un césped de hierba. Agradable. Pacífico. Harper le guió por el pasillo "La paciente que veremos ahora está lista para irse a casa. Euella Andrews. Tuvo un derrame cerebral hace un año y lo ha estado

manejando en casa con la ayuda de su hija. Desafortunadamente, se cayó hace varias semanas y sufrió una fractura en el fémur. Flann decidió no operar y le mantuvo en recuperación. Ella empezó…” "Tu hermana es cirujano general ¿no es así?" "Así es, con una certificación en trauma. Está calificada para manejar problemas ortopédicos sencillos y los ortopedistas de interconsulta están felices de que ella lo haga. Les evita salir de la cama en las noches para poner yesos o hacer radiografías de revisión" "¿Qué pasa si tienen un problema complicado de ortopedia… prótesis abiertas, articulaciones, ese tipo de cosas?" "Entonces los referiremos o los transferimos" "Los procedimientos ortopédicos tienen un buen reembolso, pero la rehabilitación puede ser costosa" dijo Presley "No es un mal acuerdo" "Pensábamos que tenía sentido tratar lo que pudiésemos… mantener a los pacientes cerca de casa y a nuestro personal ocupado" "Ahí lo tienes ¿ves? Podemos encontrar un terreno común” "Es bueno saberlo" Desde allí, avanzaron a través de las salas médicas, revisando pacientes, indicando pruebas, revisando los progresos. Los pacientes recibieron a Harper como si Harper tuviese la llave de todos los misterios de la vida. Estaba relajada y familiariza con los pacientes, respondiendo de buen humor a sus preguntas, revisando el plan de tratamiento cuando estaban listos para ir a casa y reprendiendo a algunos de ellos para que siguieran las instrucciones. Presentó a Presley con cada uno de los encargados del hospital y pareció ser todo lo que necesitaba para ser aceptada. Si lo mismo hubiese sucedido en Phoenix, el equipo de gestión de riesgos probablemente habría tenido a las personas firmando los formularios de consentimiento antes que incluso le dejaran entrar en una habitación. Aquí, todo lo que necesitó fue la presentación hecha por Harper. Podía ver cómo esa clase de libertad era encantadora, especialmente para alguien como Harper para quien el hospital era como un segundo hogar. Por desgracia, los breves días de esta clase de atención médica estaba por terminar. Todos, desde el estado hasta las compañías de seguros, tenían algo que decir y parte de su trabajo era velar porque el hospital y todos en él se quedaran en el lado correcto de la línea. Las infracciones de los reglamentos eran costosas. Mientras Harper terminaba una receta, sonó el teléfono en la estación de enfermeras. Un empleado de sexo masculino que parecía tener 15 años contestó, escuchó y extendió el teléfono hacia Harper "Operador del buscapersonas para tí, Harp" "¿Cómo saben dónde estás?" preguntó Presley.

Harper se rió "Siempre saben" tomó el teléfono "Harper. Bien, diles que estaré en 15 minutos" regresó el teléfono, acomodó la gráfica y le indicó a Presley "Una consulta en la sala de urgencias. Tomemos una taza de café de camino allá” Presley echó un vistazo a su reloj, sorprendida de ver cuánto tiempo había pasado. Por lo general, cuando se veía obligada a situaciones sociales, se aburría sin sentido antes que terminaran los entremeses. Esto había sido inesperadamente atractivo. Harper era cálida y compasiva mientras seguía siendo completamente profesional, sin esforzarse por estar al mando. Los pacientes, obviamente, la querían "Supongo que puedo permitirme unos minutos más. Café sería maravilloso. Yo invito" "Hecho" Tomaron las escaleras hasta el primer piso, ya que Harper aparentemente no creía en usar los ascensores. Después de servir una taza grande de café fuerte de un termo de acero inoxidable, Presley agarró una dona de camino a la caja registradora. Harper le presentó con Luanne, la cajera, quien le dio una larga mirada inquisitiva. Luanne parecía tener cerca de 20 años, cuerpo fuerte, cabello rubio y ojos afilados y evaluadores. Se giró un poco, reorientando sutilmente su atención a Harper. "No te he visto en Elmer´s últimamente, Harper" "He estado muy ocupada” “Relajarte un poco te hará bien, no lo olvides" Harper tomó el cambio de Presley y recogió su bandeja "Lo tomaré en cuenta" Presley se deslizó en un asiento en la mesa del comedor junto a Harper y alcanzó su rosquilla sin azúcar "Imagino que conoces a todo el mundo aquí" Harper tomó un sorbo de café "Más o menos. De una forma u otra” "Ah, sí" Harper se rió "No de ésa forma" "Puedo ver cómo podría ser problemático. Los hospitales no son conocidos por la privacidad” "Ese podría ser el primer eufemismo que has hecho" "Sin embargo, imagino que después de un tiempo nadie tiene secretos" la idea le inquietaba. Ella prefería la soledad de sus oficinas, donde sabía qué esperar y podía decidir cuánto revelar. "El lugar puede sorprenderte"

"Puede que tengas razón" la rutina normal de Presley ya se había puesto patas arriba. Después de todo, estaba sentada en la cafetería en medio de la mañana con una mujer con la que no tenía nada en común, disfrutando.

CAPÍTULO 8 "Así que, dime…" dijo Harper, recostándose en su silla de la mesa de la cafetería "… ¿qué es lo que necesitas saber del personal médico?" Presley vaciló. Rara vez interconectaba personalmente con el personal de las instituciones que adquiría SunView, sus decisiones estaban varios niveles alejadas de los empleados. De alguna manera, ya había roto el patrón en el Hospital Rivers y quería liberarse a sí misma diplomáticamente. Prefería aún más la sonrisa ocasional de Harper a la sospecha apenas disimulada "Bueno, acabo de empezar y…" Dra. Rivers, preséntese de inmediato a Emergencias. Harper Rivers, a Emergencias. "Vamos" Harper empujó su silla hacia atrás y se fue al trote. Presley automáticamente le siguió, susurrando un agradecimiento silencioso por haber llevado tacones bajos que podía controlar en una carrera ésa mañana. Vagamente consciente de las personas que se apresuraban en ponerse a un lado, se centró en Harper mientras corrían por las puertas, por los pasillos abarrotados de personal y los pacientes y doblando esquinas. Finalmente reconoció la entrada a la sala de emergencias. Harper golpeó un botón rojo de gran tamaño en la pared y las grandes puertas metálicas se abrieron hacia adentro. Harper, estabilizando el estetoscopio que se balanceaba alrededor de su cuello, lo presionó contra su pecho con una mano, corriendo sin perder el paso. Presley se inclinó hacia adelante cuando las puertas se cerraron, prometiéndose a sí misma trotar mientras luchaba por recuperar el aliento. "¿Qué tienen?" dijo Harper a nadie en particular. Una mujer que llevaba una bata con la figura de Snoopy, corrió una cortina y se asomó al pasillo "Aquí abajo" Presley se detuvo a la orilla de la cortina mientras Harper se apresuraba a entrar en el cubículo, cubriendo el espacio de ocho por ocho en una rápida mirada. Su estómago se desplomó. Ella no pertenecía a este lugar fuertemente iluminado donde el aire crepitaba con extraña energía y miedo. Pertenecía al tranquilo y ordenado reino de los puntos de referencia, las opciones y los márgenes. No apartó la mirada, ya había accedido a ver el mundo de Harper. Una niña pequeña desnuda, a excepción de los pantalones de entrenamiento de plástico cubierto de lunares multicolores, yacía en medio de una camilla demasiado grande para la forma diminuta, rodeada de imponentes adultos que empequeñecían el pequeño cuerpo aún más. Sólo el rostro era visible, enmarcado por rulos rubios, sus rasgos cubiertos por una máscara de oxígeno que una mujer cincuentona de rostro

sombrío inflaba con apretones rítmicos a una bolsa gris en forma de balón de fútbol lleno de aire. Una mujer joven, de no más de 20 años, estaba mirando con ojos aterrorizados detrás de las personas reunidas alrededor de la camilla, con los brazos envueltos alrededor de su cintura y un sonido de lamento alojándose en su garganta. Presley apretó su labio inferior entre sus dientes. Alejarse era igual a rendirse y no haría eso, no mientras la lucha continuara. La mujer que llevaba la bata de Snoopy, su nombre en la placa de identificación era Rose Aello, enfermera, dijo "Ingresó con una rinofaringitis. Su oxígeno está un poco bajo. Es por eso que te llamamos. Entonces simplemente dejó de respirar" La mujer mayor apretó la bolsa, Paula Jones por su placa de identificación dijo "Estoy recibiendo mucha resistencia. No estamos aireando muy bien” Harper se apresuró a la cabecera de la camilla y Paula hizo espacio para ella. Después de escuchar rápidamente ambos lados del pecho de la niña, Harper deslizó ambas manos debajo de los hombros de la niña y tiró de ella hacia arriba hasta que su cabeza estuvo en el borde de la camilla "¿Dónde está el laringoscopio?" "Aquí" Rose entregó a Harper un instrumento de aspecto increíblemente grande con un mango grueso de plata y una extensión curvada con una luz al final. De alguna manera Harper puso esa enorme cosa en la boca de la niña y miró adentro "Voy a necesitar un tubo. Tratemos con un número cuatro" Rose rebuscó en el armario y sacó un surtido de tubos plástico largos, envueltos individualmente en celofán transparente. Abrió un paquete y sacó un tubo "Listo" Todo estaba ocurriendo rápidamente, pero para Presley parecía haberse detenido. Respira, respira, respira corría por su mente, eclipsando todo lo demás. Alguien se acercó a su lado y Presley apartó la mirada de la cama. Flannery Rivers, en bata, apareció con una máscara de papel colgando alrededor de su cuello y su cabello rubio alborotado. "¿Me necesitas, Harper?" dijo Flannery en voz fuerte y firme. "Todavía no" Harper no levantó la mirada. Tendió la mano y Rose le entregó el tubo "Gracias" murmuró Harper. "Paula, cariño" dijo Flannery casualmente "… ¿quieres conseguir una bandeja de corte aquí, por si acaso?" "Traeré una" respondió Paula. "Muy bien" Flannery se apoyó contra la pared y se cruzó de brazos, luciendo tan relajada como si estuviese esperando un autobús. Presley captó su mirada y Flannery le hizo un guiño.

Presley entendió entonces que Flannery tenía total confianza en Harper y estaba contenta, a pesar de su evidente instinto por hacerse cargo, esperó hasta que Harper le necesitara. Era una dinámica interesante y desconocida. Confiar y que confiaran en ti tan completamente. Presley se volteó hacia Harper, con un dolor desconcertante en su pecho. "Flann" dijo Harper, mirando en la garganta de la niña "¿Puedes presionar un poco sobre el cricoides? No puedo ver alrededor de la epiglotis porque está muy hinchada" "Claro que sí" Flannery se apartó de la pared y presionó con el pulgar y el dedo índice en el centro de la garganta de la bebé "¿Eso ayuda?" "Mejor" dijo Harper, enfocada totalmente. La asustada mujer… la madre de la bebé… asumió Presley…comenzó a tambalearse, mientras todo el color desaparecía de su rostro "Oh, Dios mío" su voz reflejó su temor. "Venga" dijo Presley, deslizando un brazo alrededor de la cintura de la joven "Hay una silla justo detrás de usted. Siéntese y deje que las doctoras y las enfermeras trabajen. Todo va a estar bien" las palabras salieron tan automáticamente que no pudo regresarlas y esperaba no haberse entrometido. Y sin embargo, viendo a Harper y a Flannery, no podía creer otra cosa. Las alarmas sonaron, líneas verdes irregulares saltaron a través de un monitor en un estante alto por encima de la cama y la niña permaneció demasiado quieta. Nunca tanta quietud había sido tan aterradora. "Creo que estoy dentro" Harper enganchó una línea conectada a un tanque de oxígeno hasta el tubo que había insertado en la garganta de la bebé "Alguien escuche" Flannery tiró del estetoscopio alrededor del cuello de Harper y colocó un extremo sobre el pecho de la bebé, el instrumento lucía demasiado grande contra la pequeña caja torácica. Ella se movió rápidamente a ambos lados del pequeño torso "Suena bien" "Regresó el color" dijo Rose. Flannery levantó la vista hacia el monitor "El oxígeno también luce bien. Buen trabajo” Harper miró a su hermana y le dedicó una rápida sonrisa "Gracias. Aprecio el apoyo" "No hay problema ¿Necesitas algo más?" "Ya lo tenemos controlado" Flann asintió y se acercó a Presley "Veo que estás recibiendo de primera mano una introducción cercana con el personal del lugar"

"Sí" Presley respiró profundamente. La habitación se aclaró como si una cortina hubiese sido abierta. Las manos de Harper se movieron con certeza y rapidez mientras aseguraba el tubo a la mejilla de la bebé con tiras de cinta. Sus dedos eran largos y elegantes como el trabajo de un artista "Algo más dramático de lo que hubiese esperado" "Harper siempre ha sido la más extravagante" murmuró Flannery. Presley se rió suavemente ante la obvia mentira "Ya me di cuenta" "Todavía estoy libre después" "Tengo que revisar mi agenda" Presley no estaba segura de poder aguantar más del clan Rivers en un día. Había algo tan salvaje acerca de ellas, como si de alguna manera hubiesen escapado del barniz de la civilización creando un escudo invisible alrededor que todo aquel que conocían. Su intensidad le ponía los nervios de punta y agitaban sentimientos tanto incómodos como intrigantes. "Esperaré con interés escuchar de tí cuando estés libre" Flannery desapareció y Presley se arrodilló junto a la joven madre "Todo estará muy bien ¿Necesita algo?" La joven, más bien una chica, giró sus ojos dilatados y casi en blanco hacia Presley "Ella estaba muy bien anoche. Sólo un poco de secreción nasal. Entonces esta mañana tuvo tos y no me gustó cómo sonaba. Toda rasposa. Mi marido me dijo que debía traerla. Tal vez esperé demasiado tiempo” Presley buscaba las palabras adecuadas. Dios, esto era horrible. Harper se agachó y tomó la mano de la madre. Su hombro tocó el de Presley y por un instante, Presley absorbió su fuerza. El inesperado consuelo le sorprendió. "No esperaste demasiado" dijo Harper "Ella desarrolló una inflamación en la parte posterior de su lengua y eso bloqueó las vías aéreas. Los niños a veces pasan por esto y sucede muy rápido. La trajiste y eso es lo que importa” La madre apretó la mano de Harper con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron blancos "¿Ella va a estar bien?" "La pondremos en la unidad de cuidados intensivos y la vigilaremos de cerca. Va a recibir antibióticos. Deberías ir a la cafetería y comer algo. Una de las enfermeras te buscará cuando sea el momento de verla” "¿Estás segura?" "Claro que sí" Rose se acercó y la tomó por el brazo "Vamos, cariño, te acompañaré"

*** Presley esperaba en la estación de enfermeras mientras Harper escribía las recetas y las órdenes y llamaba a la unidad de cuidados intensivos para hablarles de la pequeña. Finalmente, Harper empujó hacia atrás su silla y estiró sus hombros. Parecía completamente tranquila, como si no acabara de salvar la vida de una bebé. Su cabello despeinado era la única señal de que había estado en medio de una emergencia y en alguien más, la visión probablemente habría tenido un efecto premeditado. En Harper el resultado era elegantemente atractivo. "¿Qué fue eso?" preguntó Presley, acallando el ligero encanto inquietante. "Epiglotitis aguda… no es común, pero no es realmente raro. Los niños se descompensan muy rápido. Si no hubiese estado aquí cuando el episodio comenzó..." levantó su hombro. Presley recibió el mensaje. Harper estaba condicionada por generaciones de tradición para creer que el hospital era esencial para dispensar atención, pero en la América del siglo XXI, había otros modelos más rentables "¿Qué pasa con los centros de atención de urgencia? Según nuestras búsquedas geográficas, hay un buen número a una distancia razonable” Un músculo se contrajo en la mandíbula de Harper "Los centros de atención de urgencia tienen su lugar. Son excelentes para los problemas de rutina, pero no están diseñados para la atención de emergencia. Transfieren cualquier cosa de carácter grave ¿Y esto?" negó con la cabeza "Tuve problemas para que el tubo entrara" "¿Y si no hubieses podido? ¿No podría haber sido trasladada a un centro médico con intensivistas pediátricos?" "No es seguro. Flann hubiese tenido que hacer una traqueotomía de emergencia ¿En la sala de emergencia, en un bebé? No mucha gente podría hacerlo” "Ya veo" dijo Presley "¿Y si tú y tu hermana no hubiesen estado disponibles inmediatamente? Supongo que nadie más aquí podría haber hecho lo que ustedes hicieron” "Siempre estamos disponibles" "Inusual y admirable. De todos modos, digamos que la madre no hubiese tenido la opción de venir aquí. Entonces habría tenido que conducir a un centro de atención terciaria, para empezar” "¿Por qué tengo que asumir eso?" "Sólo es una hipótesis, Dra. Rivers" dijo Presley cuidadosamente "En primer lugar consideramos este tipo de cosas cuando se determina la gestión de riesgos" Harper se levantó, inexpresiva "Peggy. Ese es el nombre de la bebé. Peggy Giles estará bien. Su madre la trajo al lugar correcto”

"Por supuesto" Presley no podía discutir, al menos no ahora. Había visto la verdad de la declaración de Harper "Tú… todos ustedes… estuvieron impresionantes" La mirada de Harper capturó la de ella "¿Te tomarás el tiempo para saber quiénes somos? ¿Qué hacemos?" "Es por eso que estoy aquí" "¿De verdad?" Presley buscó una respuesta sincera "Trabajamos en diferentes lados de la misma calle, Harper" "Entonces, camina de mi lado por un rato. Un mes… pasa un mes conmigo en mi práctica” Presley se rió "No puedo hacer eso… tengo un horario que cumplir. Yo..." Tengo que terminar con esto antes que Preston me deje fuera. "¿Temes ver los rostros de las personas detrás de los números?" "Eso no es justo" replicó Presley "No me conoces, ni sabes lo que hago" Harper pasó una mano por su cabello, con su mandíbula apretada "Tienes razón. Entonces, edúcame" "Bien. Lo haré” Harper sonrió y Presley frunció el ceño ¿A qué se había comprometido?

*** Presley dejó la sala de emergencia y a medio camino, de regreso a su oficina, de pronto cambió de opinión. Siguió las señales de salida a la entrada lateral y se dirigió hacia donde había estacionado su coche. Tenía demasiada energía para sentarse detrás de su escritorio. La inquietud era una sensación totalmente ajena. El trabajo era su piedra angular, su oficina el lugar a donde escapaba de los altibajos emocionales de tratar con sus padres y el estrés mental de competir con Preston. Pero en este momento, su cuerpo se negaba a sosegarse y subió a su coche y condujo por el serpenteante camino fuera del hospital con las ventanas abiertas y el viento azotando a través de su cabello. La imagen de Peggy Giles, tan débil y casi sin vida y el lamento maternal de su madre le perseguían. Se detuvo en el camino de tierra que conducía a la propiedad White y se aferró del volante, el leve tic-tac mecánico de la refrigeración del motor sonó fuerte en sus oídos. No había permitido que Harper le incitara a perder varias horas de su tiempo para ir tras ella ¿no es así? Tendría que encontrar una excusa plausible para retirarse.

Cuanto más tiempo pasara con Harper, más tendría que defender una posición que Harper nunca apreciaría o aceptaría. Harper era una idealista, el peor tipo de persona con la que involucrarse en las decisiones empresariales. Dios. Tenía que trazar una línea firme en la tierra antes que un trabajo tan sencillo se le fuese de las manos. Cuando finalmente levantó la mirada y vio el coche de alquiler estacionado cerca del granero, casi aplaudió. Al fin, un poco de normalidad. Carrie estaba aquí, la sólida, firme y confiable Carrie, que entendía su forma de pensar y no tenía problemas con ella, simplemente por ser realista. Avanzó por el camino hacia la casa “¿Carrie?" "Aquí afuera" anunció la voz melodiosa de Carrie. Presley dejó su maletín en las escaleras y se dirigió hacia la cocina. La habitación estaba vacía, un plato cubierto de lo que esperaba fuesen los deliciosos panecillos de Lila sobre la mesa y la puerta mosquitera abierta. En el exterior, Carrie estaba apoyada contra el segundo poste del porche "¡Hola! Encontraste el lugar, por lo que veo” Carrie se volteó, con sus profundos ojos verdes brillantes. Mechones de su rojizo cabello largo que caían sobre sus hombros rozaban sus redondas mejillas "Este lugar es increíble" "Esa es ciertamente la palabra para esto" Presley estudió el patio. Estaba vacío a excepción de los parches de profundos narcisos amarillos que parecían haber surgido en las últimas horas. La temperatura había subido pero todavía estaba absurdamente fresco para ser junio. "¡En serio! Todo es tan verde. Y hay árboles por todas partes. Huele maravilloso” Presley estudió a Carrie sospechosamente ¿Qué podía decir a eso? Todo era increíblemente verde, dorado y azul brillante y ridículamente idílico. Y claramente, Carrie ya había respirado demasiado el aire embriagador. Con la esperanza de traerla de regreso a tierra, preguntó "¿Has estado en la planta superior? Cualquiera de las habitaciones abiertas es tuya" "Ya la tengo. Tomé la que tiene vista hacia la parte delantera. Es una vista impresionante ¿Has estado explorando?" "Ah, de hecho no he caminado por el lugar todavía, pero parece que todo lo necesario está aquí" "¿Cuál es el estado del hospital?" "Casi lo que podrías esperar… mejor mantenimiento que la mayoría de lugares que no tienen ni la mitad del tiempo construido, con un censo bastante estable" Carrie frunció sus labios "Tengo la sensación de que Preston vio esto como una rápida renovación, tal vez una transición de atención a largo plazo o una especie de centro de imágenes para pacientes ambulatorios. Dependiendo de los perfiles de reembolso”

Esos eran procedimientos de operaciones estándar para pequeños lugares distantes como este, pero solamente escuchar que había sido parte del plan de Preston hizo que Presley se resistiera. Dudaba que él hubiese hecho más que mirar los datos financieros de los últimos años. Él no habría tenido la paciencia para hacer un análisis geográfico o demográfico de la zona "Sí, bueno, sabremos más cuando tengamos un desglose de los recursos y su uso" "Sí, tenemos que estar seguros de que vamos en la dirección correcta" Carrie se levantó "¿Qué hay del personal? ¿Algún problema?" Presley inmediatamente pensó en Harper. Ella podía manejar a Harper… sólo necesitaba permanecer firme en el cargo y recordar por qué había venido "No hasta ahora" "Bien. Entonces estoy lista para explorar” "¿Estás segura?" Presley quería regresar al hospital, pero extrañamente, su primer pensamiento no fue el trabajo. Se preguntaba si podría encontrarse con Harper nuevamente. Rápidamente alejó el pensamiento. "Totalmente ¿Puedes darme 15 minutos para tomar una ducha rápida?” "No hay prisa" Después que Carrie desapareció en el interior, Presley se sentó en las escaleras para esperar. Mientras leía su correo, casi esperaba que el gallo apareciera para molestarla. Después de unos minutos él no apareció. Tal vez dormía en el granero durante el día. Supuso que podría ir a ver mientras esperaba a Carrie. La gran puerta del granero abrió sorprendentemente fácil cuando la empujó a un lado. El interior era enorme, con una hilera de compartimentos vacíos a lo largo de uno de sus lados, bajo un espacio con fardos de heno apilados. La luz se filtraba por las ventanas cubiertas de malla metálica en los compartimentos y se inclinaba por las grietas de las paredes de tablas. El aire caliente y humeante olía a dulce. "¿Gallo?" Presley caminó por el ancho pasillo y captó un destello de movimiento por el rabillo del ojo. Su pulso se aceleró. Los graneros vacíos no tenían ratas ¿verdad? "¿Gallo?" El grito en respuesta claramente no era el de un gallo. Dando un paso adelante con cautela, miró hacia el rincón oscuro y unos ojos brillantes le devolvieron la mirada. "¡Oh!" se echó hacia atrás mientras su cerebro descifraba las formas. Cabezas pequeñas, pequeños rostros. Gatitos. Cuatro… no, cinco. "¿Gatitos?" Presley se dio la vuelta. El gallo saltó "¡Oh, no! Esto no es bueno” "¿Qué no es bueno?" dijo Carrie desde la puerta.

"Hay gatitos por todas partes" dijo Presley. Carrie se unió a ella "¡Mira qué lindos! ¿Dónde está la madre?" "No demasiado cerca, espero" Presley agitó una mano hacia el gallo "Shoo. Vete. Gatos. Pájaros. Todos. Váyanse" El gallo inclinó la cabeza y no se movió. "¿Deberíamos darles de comer?" dijo Carrie. "¡No! Tal vez se vayan" El rostro de Carrie hizo un puchero. "Bien ¡Por qué no!" Presley dio un paso atrás hacia la puerta y el gallo obedientemente le siguió "Por qué no dejamos los negocio por completo y nos convertimos en agricultoras" "Ah…" dijo Carrie, incapaz de ocultar una sonrisa "… probablemente podríamos manejar ambas. La multitarea es nuestra especialidad” "Cierto" Presley se deslizó en su coche y encendió el motor. Carrie saltó a su lado. El gallo les observó mientras ella giraba en U y se alejaba. Simplemente perfecto.

CAPÍTULO 9 Harper ordenó la admisión de Peggy Giles había llenado la historia y realizado una nota del procedimiento y se dirigió a la Unidad de Cuidados Intensivos para asegurarse de que la bebé estaba estable. No tenía ninguna razón para ir por el pasillo este, aunque se preguntaba si Presley había vuelto a su despacho y tuvo que hacer un esfuerzo por no ir a revisar. Cuál sería el punto… habían llegado a un callejón sin salida y probablemente sólo discutirían. No estaba segura de cómo se habían desentrañado tan rápidamente las cosas. Presley realmente parecía interesada y relajada mientras habían estado haciendo las rondas y Harper había disfrutado presentarles a los pacientes y describirle sus cuidados. Compartir su trabajo era algo natural, dado que todos en la familia eran parte de eso y siempre lo habían sido, pero rara vez lo discutía con alguien fuera de la familia, ni siquiera con las mujeres con las que había salido. Nunca pareció ser necesario, cuando Flann o Carson o sus padres siempre estaban alrededor para apoyar o compartir una historia emocionante. Hoy había sido diferente… mostrarle a Presley lo que significaba el Rivers para ella, para todos dentro de sus muros, le había importado más que solo a un nivel profesional. Compartir su mundo con Presley había sido satisfactorio de una manera que no esperaba, al menos hasta que Presley se había retirado al terreno alienígena de presupuestos y análisis de costo-beneficio y otras cosas que no pertenecían a la competencia de la atención de los pacientes. El hilo de conexión que habían estado tejiendo se había roto abruptamente y eso molestaba a Harper más de lo que quería admitir. Afortunadamente, tenía cosas más importantes en qué ocupar su mente. Caminó por la UCI hasta la última habitación donde estaban los pacientes pediátricos. Peggy era la única bebé en la unidad. Estaba en el centro de la cama, con sus brazos y piernas extendidas y conectados con las vías intravenosas, un conductor de ECG, una intravenosa de presión sanguínea y un urinómetro. El tubo de respiración estaba conectado al ventilador al lado de su cama. Parecía una pálida muñeca rubia entre todas ésas conexiones. La enfermera que estaba trazando los signos vitales sonrió cuando ella entró. "¿Cómo va?" preguntó Harper. "Ha estado bien. Acabamos de enviar una gasometría" "Perfecto" Harper escuchó su pecho. Los ruidos respiratorios eran claros y distribuidos uniformemente en ambos lados. Había tenido que sedarla para que tolerara el tubo de respiración y tendría que mantenerla de esa manera, tanto como necesitara el tubo. Con suerte, los esteroides funcionarían de manera rápida, la hinchazón bajaría y los antibióticos podrían destruir la infección. Así como los niños empeoraban tan rápidamente, así también se recuperaban "¿Alguien le avisó a la madre?" "Tan pronto como la limpie un poco más, enviaré a Nancy a buscarla"

"Gracias. Llámame si algo cambia" satisfecha de que todo estuviese estable, Harper escribió algunas notas. Había terminado en el hospital y no tenía más razón para quedarse. No tenía ninguna razón especial para pasar por administración, pero las ganas de ver a Presley habían permanecido y seguía allí, una presencia molesta en la parte posterior de su mente como el latido de un dolor de muelas. Apartando el impulso, salió de la UCI. Flann, aún estaba en bata quirúrgica, venía por el pasillo en dirección a Harper "Iba a ver cómo estaba" "Está estable" "Bien" Flannery se puso al lado de Harper mientras ella se dirigía hacia las escaleras "Y… ¿cómo fue que nuestra Sra Worth llegó al servicio de urgencias en todo esto?" "¿Cuándo se convirtió en nuestra Sra Worth?" Harper escuchó el mal humor en su voz. Cada vez que el tema de Presley surgía, hasta los vellos de su cuello se erizaban sin una buena razón. Por supuesto, la mujer en sí era bastante irritante para ser la explicación. La obstinada negativa de Flann a no reconocer nada que no fuese el hecho de que era atractiva e inteligente, sumaba a su molestia. Flann sonrió "Bueno, imaginé que desde que estamos compartiendo…" "Déjalo ya, Flann" "Oh, sensible ¿Hay algo que deba saber?" Harper se detuvo y puso las manos en sus caderas "Parece que tú eres la que sabe algo que no has dicho. Presley no es miembro de tu club de fans. Está aquí para hacerse cargo del hospital y ni siquiera sabemos cuáles son sus planes" "Ni siquiera sabía que tenía un club de fans ¿Existe un sitio web?" Harper dejó escapar un suspiro "¿Sabes?... a veces eres un verdadero dolor en el culo" "¿En serio?" Flannery alzó sus cejas "No sabía que pensabas eso" Harper se rió. Flann siempre podía hacerle reír, incluso cuando había roto uno de los juguetes de Harper, o las había metido a ambas en uno de tantos problemas con sus planes atolondrados, o llamaba la atención de una de las chicas en las que Harper pensaba. No podía permanecer enojada con ella "¿Podrías pensar en algo más que tus hormonas? ¿Sólo por esta vez?" "Lo hago" protestó Flann, el destello despreocupado en sus ojos estaba en desacuerdo con su tono inocente "Estaba pensando en ir encubierta y cuando Presley fuese víctima de mis encantos, me lo diría todo y yo podría informarles a ustedes" "A pesar de tus encantos…" dijo Harper "… no creo que ella vaya a ser víctima de nada en absoluto. Si no tenemos cuidado, seremos nosotros quienes caeremos sobre nuestro culo"

“Estás realmente preocupada ¿no es así?" dijo Flann. "¿Tú no lo estás?" "En cierto modo pensaba esperar para ver lo que se proponía en realidad, antes de llenarme de todo ese pesimismo" "Pasa algún tiempo con ella" dijo Harper e inmediatamente se lamentó de la sugerencia ¿Por qué la idea de Flann y Presley juntas le molestaba tanto? mucho más que una simple irritación ¿Por qué debería importarle? "Escucha las preguntas que formula. Hasta ahora no tengo la sensación de que piense en todo lo que necesita el hospital” "Vamos, Harper ¿Por qué lo comprarían si no lo quieren?" "He estado investigando a SunView. Hay más cosas en el Sistema de Salud SunView que hospitales y muchas no implican atención directa al paciente" "Sí, pero esto es un hospital en funcionamiento" "¿De verdad crees que eso importa?" Flann hizo una mueca "Sí, lo creo" "Espero que estés en lo cierto" dijo Harper, pero tenía un mal presentimiento de que la legendaria intuición de Flannery estaba equivocada ésta vez. Presley podría no ser la fría y mecánica procesadora de números que parecía ser. Eso era evidente por la forma en que había reaccionado en la sala de emergencia hacía un rato. Había consolado a Jenny Giles instintivamente y ese era el tipo de amabilidad que provenía de un interés genuino. Sin embargo, esos destellos de calidez desaparecían muy rápidamente cuando empezaba a hablar acerca de la razón por la que estaba aquí. Entonces para ella todo eran hechos y cifras frías y por las preguntas que hacía parecía estar llegando a la conclusión de que el hospital era superfluo. Nada podría estar más lejos de la verdad. El hospital era el latido del corazón de la comunidad. O, Harper tenía que admitir, al menos el centro de su vida. No podía evitar pensar que Presley quería destruir eso.

*** Flannery miró el gran reloj en la pared del quirófano 03:05. Una hora y nueve minutos. Excelente tiempo. Verificó las incisiones nuevamente y cauterizó los últimos sangrados leves. "¿Felices allá arriba?" preguntó a Ray Wilcox, el anestesiólogo. "Tan tranquilo como puede estar" dijo Ray "¿Cuánto calculas, 15 minutos?" "Eso suena bastante cerca" Flannery miró al otro lado de la mesa hacia Glenn, quien le había ayudado con la colecistectomía laparoscópica. Glenn tenía buenas manos y

habría sido una excelente cirujana, pero dijo que le gustaba ser una Asistente Personal, con el cuidado directo del paciente, sin el lío de tramitar una práctica. Flann se sentía afortunada de tener a Glenn como respaldo en la noche y un primer asistente en el quirófano "¿Quieres terminar de cerrarlo por mí?" "Claro" Glenn extendió su mano y la enfermera instrumentista le pasó el porta aguja y la sutura. "Llámame cuando esté desentubada" "Vale" Flann se apartó de la mesa y esperó a que la circulante le desatara la bata. Se la quitó y tiró la bata en el cesto y los guantes a la basura "Gracias a todos" Agarró su bata blanca que estaba colgada del gancho en el interior de los vestuarios y se detuvo en el área de espera de los familiares para hablar con el marido de Margaret Hancock. Earl Hancock llevaba pantalones y botas de trabajo desgastados y una camisa blanca deshilachada presionando su cuello. Sus manos estaban agrietadas y llena de cicatrices, los nudillos hinchados por décadas de duro trabajo físico en todo tipo de clima. Se había afeitado ese día y un par de muescas empañaban sus duras mejillas. Sus ojos azules hundidos estaban nublados por la preocupación. Margaret y Earl eran novios desde la secundaria y llevaban casados cerca de 40 años. Al igual que la madre y el padre de Flann, eran amigos, amantes y socios de toda la vida. Había visto que eso funcionaba, sabía que se podía, pero el ejemplo de sus padres era mucho para revivirlo. La idea de intentar y fallar le impedía involucrarse demasiado con alguien. Dejaría ese legado particular a Harper. Esa era un área en la que no tenía ningún deseo de competir. "Ella está bien" dijo Flann. Eso era probablemente lo único que él quería escuchar, pero lo repetiría todo más tarde si fuese necesario "Ella estará en la sala de recuperación en unos 15 minutos" "¿Puedo verla?" "Allí no. De todos modos estará dormida. La vesícula biliar salió sin ningún problema. Tenía unas cuantas piedras y sospecho que eso es lo que estaba causando todo el dolor cada vez que comía” "¿Ella estará mejor ahora?" "Creo que va a estar mucho mejor. Va a tener que tomarlo con calma en casa, durante una semana más o menos, pero hicimos todo a través de las pequeñas incisiones de las que te hablé, con el laparoscopio, por lo que no tendrá demasiado dolor y la recuperación será mucho más rápida” Él frotó su mandíbula. Por su expresión, no entendía realmente todo lo que estaba hablando, pero le tomó la palabra y sus ojos se aclararon "Eso es bueno, entonces" "Mejor que bueno. Eso es excelente" le dio una palmada en el hombro "El personal de enfermería te hará saber cuando la suban a piso y el número de su habitación"

"Bueno. Gracias, Doc” "A tu orden" Flannery se despidió con un movimiento de su mano y bajó por el pasillo. Hasta ahora, el día se veía bien. Sus cirugías habían avanzado como un reloj y todos sus pacientes estaban haciéndolo bien. No tenía nada programado para el resto de la tarde, excepto, posiblemente, un par de horas con una mujer muy atractiva que le desafiaba en casi todos los niveles. Paseó por las oficinas de administración y se metió en el cuarto por la oficina del personal, esperando ver a la secretaria de su padre acomodando el escritorio. Se detuvo en seco. Había conocido a Alice Cunningham toda su vida y disfrutaba coquetear con la alegre mujer de 60 años de edad. Sin embargo, la mujer detrás del escritorio, no era Alice. No en lo más mínimo. Lucía como de 25 años y debería estar haciendo publicidad de los productos naturales saludables, lucía tan completamente sin defectos. Tez cremosa, las cejas rojo-doradas sobre unos ojos verde primavera y el cabello brillante color cobre. Ondas sueltas caían sobre sus hombros y enmarcaban su rostro ovalado. A excepción de la blusa color ciruela con listones que cubría la parte superior de su figura, podría haber bajado de un carruaje tirado por caballos de hacía un siglo atrás. Mientras Flann le observaba, gratamente fascinada, esos ojos verdes se abrieron y los labios con un tinte rosa se separaron. Flann dijo "Yo mirando fijamente ¿no es así?" "Si, así es" "Perdóname" Flann llevó una mano a su pecho "No pude evitarlo. Usted es realmente hermosa" "Ah" un color rosa inundó sus mejillas de marfil "Gracias" "Soy yo quien debería darle las gracias" "¿Hay algo en lo que pueda ayudarle?" hablaba despacio, como si ella fuese un animal peligroso ante el cual no estuviese a salvo, o una loca. Flann rió "Empecemos de nuevo. Soy Flannery Rivers ¿Y quién es usted?" "Carrie Longmire. Asistente administrativo de Presley Worth" "Ajá. La mano derecha del jefe" Carrie se rió "Bueno…" "En realidad…" dijo Presley desde la puerta de su oficina "… ella de vez en cuando es mis dos manos y mi cerebro. Y está ocupada" "Lo estoy" dijo Carrie rápidamente, acercando su teclado aún más. Flann se dio la vuelta "Hola ¿Estás lista para tu recorrido por la fauna local?"

"Me temo que mi agenda…" Carrie tosió con delicadeza y Presley le lanzó una mirada. Flann observó el intercambio silencioso y notó que la bella Carrie Longmire tenía una considerable influencia sobre la nueva y formidable ejecutiva del hospital. Interesante. Presley suspiró "Trabajamos durante el almuerzo y supongo que sería una buena idea si a las dos nos presentan la zona" "Excelente" Flann miró de Presley a Carrie. El día seguía mejorando "Estaría encantada de acompañarlas a las dos" Carrie salió de detrás de su escritorio y agarró un bolso de cuero de gran tamaño. "Estaré lista en un minuto" dijo Presley y desapareció en su oficina. "¿Ella muerde?" susurró Flann. Carrie sonrió dulcemente "Sólo cuando es necesario"

Capítulo 10 Flannery les condujo por la pequeña ciudad y estacionó en la calle principal, una carretera de dos carriles que atravesaba seis o siete cuadras del pueblito propiamente dicho. El área parecía pintoresca excepto que si se inspeccionaba de cerca, muchos de los edificios mostraban signos inequívocos de deterioro y al menos un tercio de los escaparates de los negocios estaban cerrados. El pueblo en sí era una extraña mezcla de residencias y negocios a la vez, como si las casas se hubiesen sido construidas con un ojo puesto en la proximidad de los elementos esenciales de la vida comunitaria… trabajo, escuela e iglesia. Varias viejas fábricas de ladrillo estaban ubicadas a lo largo del río, con sus ventanas rotas y en algunos casos, sus techos derrumbados o dañados por el fuego. "¿Cuál era la industria aquí?" preguntó Presley. "El valle del río Hudson siempre ha sido agricultor, pero en los primeros asentamientos el río también proporcionaba energía para las fábricas de textura, principalmente las de lino y servía como rutas de transporte para la producción de textiles y papel. Una vez que esos bienes comenzaron a ser enviados por ferrocarril y la fabricación eventualmente se mudó fuera del país, las fábricas murieron. Ahora el turismo y la agricultura son las principales fuentes de ingresos en esta área” Carrie dijo "Recientemente leí en alguna parte que una enorme fábrica electrónica estaba localizada cerca de aquí. Eso traerá dinero nuevo ¿no es así?" Presley estaba impresionada. Carrie siempre había sido una persona con iniciativa, una de las muchas razones por las que lo hacía bien. Su amable manera de hacer sentir a gusto a los clientes y tener una interesante mentalidad sobre los negocios junto con una determinación agresiva le hacía exitosa. Ese pequeño chisme sobre esa enorme fábrica en la zona era noticia y era algo que tenían que tomar en cuenta en sus proyecciones. "Eso es verdad, al menos la fábrica se está construyendo no muy lejos de aquí" dijo Flannery "Pero, en general, a las personas no les gusta viajar, así que no estoy segura de cuánto efecto positivo podríamos obtener. Aun así, el hospital atrae una gran área de influencia a través de los condados rurales y da trabajo a gran parte de la comunidad local” "¿Estamos muy lejos de la carretera principal? Northway ¿no es así?" dijo Presley. "No muy lejos… al menos no para los estándares rurales. Probablemente 20 minutos, pero después son otros 15 o 20 minutos hacia el siguiente hospital regional y otros 45 hacia algo más grande que eso" Presley hizo una nota mental para incluir esos datos en su evaluación. Señaló una tienda de alimentos en la calle "Ese lugar… ¿tendrán comida para gallos?"

Flannery se detuvo, una sonrisa se extendía por su rostro. Se había puesto unos vaqueros y una camisa polo antes de salir del hospital y parecía más una turista deambulando por las calles que una cirujana local con las que Presley estaba acostumbrada a tratar "No, me temo que no" Presley frunció el ceño "Hacen pedidos por correo ¿entonces?" "No lo creo" "Bueno, entonces, donde…" "Probablemente podrías conseguir comida para pollos, si estás hablando de… ya sabes…" hizo un movimiento batiendo sus brazos "…cluck, cluck" "Ya veo. Gracias por ser tan útil" Presley trató de ocultar su sonrisa con una mirada. Flannery era lo suficientemente encantadora para dejar pasar la broma, una chanza amistosa que Presley nunca había compartido con nadie. Su familia no era bromista y la gente con la que trabajaba no asumiría la familiaridad. Cuando Flannery rió, sus ojos marrones se encendieron, Presley cedió y se unió a la risa. "¿Y qué hay de comida para las personas?" preguntó Carrie "¿Algún buen lugar en la ciudad para comer o para llevar?" "Hay un comedor, abre a las tres y cierra cerca de las dos" "Espera…" dijo Carrie "¿Tres de la tarde hasta las dos de la mañana?" "A la inversa… de la mañana hasta la tarde. No hay cena. Casi todo el mundo está en sus casas y en la cama poco después de que el sol se pone. No hay ningún negocio nocturno” "No estás hablando en serio" dijo Presley. "En realidad, no estoy exagerando mucho. Los agricultores se levantan y salen antes de la salida del sol y una vez que se pone el sol no hay mucho que hacer por aquí. Así que la cena es una aventura temprana y entonces todo el mundo se cobija" Presley elevó una oración a los dioses del Internet, de que alguna manera al menos fuese capaz de ponerse en contacto con el mundo exterior por las noches, mientras que el resto de la comunidad dormía. "¿Dónde está el supermercado?" preguntó Carrie. Flannery apuntó hacia la dirección opuesta a la que habían llegado a la ciudad "Hay una pequeña tienda de comestibles al otro extremo de la ciudad con productos locales de temporada y casi cualquier cosa que necesites en términos de lo esencial. Buena pizza y también bocadillos. Hay un enorme lugar de servicio orgánico completo a casi 25 minutos al sur de aquí" Carrie le miró pasmada "25 minutos. Por comestibles”

"Eso y más tiendas departamentales, para ropa y ese tipo de cosas" "Oh, Dios mío" Carrie miró a Presley "Lo sabías y no me advertiste" "No quería arruinar tu vuelo" "Vamos" dijo Flannery “Les compraré un helado mientras se recuperan del choque cultural" "Esto compensa un poco lo del supermercado" dijo Carrie mientras se sentaban en un banco de madera frente a la tienda de helados con enormes conos hechos en casa. Cuando terminaron, Flannery les llevó por el resto de la ciudad y señaló la oficina de correos, la pequeña y familiar farmacia, la pizzería, el restaurante y el bar que servía comida hasta las diez de la noche. En total, les llevó 40 minutos de caminata pausada. Presley no podía discutir que el pueblo tenía sus encantos, con su tranquila sensibilidad, casi gentil, pero sospechaba que pronto se irritaría por la falta de las conveniencias de fácil acceso. Echó un vistazo a su reloj "Creo que Carrie y yo probablemente deberíamos hacer un rápido paseo a ese supermercado que has mencionado. Nuestra ama de llaves nos ayudará con la compra de alimentos, pero no tenemos muchas cosas en la casa” "Dijiste que no habían tenido tiempo para almorzar y es casi la hora de cenar" dijo Flannery "Vengan a mi casa para la cena" "No" dijo Presley rápidamente. Probablemente demasiado rápido para ser educada, pero la idea de socializar más con Flannery estaba fuera de cuestionamiento. Flannery era para todos los efectos, su empleada "Gracias, pero ya has sido demasiado amable" "Oh, lo lamento" dijo Flannery "Te di una idea equivocada. Yo no cocinaré. Lo haría mi madre. Todos cenamos en la casa grande los viernes en la noche” "Bueno, ciertamente no podemos importunar" Presley retrocedió unos pasos y miró a Carrie buscando ayuda. Una cena familiar. Eso significaba que Harper estaría allí. Mientras Flannery le había estado entreteniendo a ella y a Carrie, había logrado no pensar en la forma en que había dejado las cosas con Harper anteriormente. No podía recordar la última vez que alguien le había visto perder el control así. Ver a Harper en la cena, requeriría una tregua si no una disculpa por perder los estribos y eso acabaría siendo… incómodo "Estoy segura que a tu madre no le gustará tener invitados sorpre…" "Mi madre está acostumbrada a que llevemos amigos a casa. Lo hemos estado haciendo toda la vida" "Sí, pero no estamos apropiadamente vestidas y…" Flannery alzó sus cejas "A mí no me parece que estén desnudas" Presley le lanzó a Carrie otra mirada.

"¿Sabes?..." dijo Carrie "… la cena sería genial si realmente no fuésemos una enorme imposición para tu madre ¿Tal vez si pudiésemos ayudar? Soy bastante buena en la cocina” Flannery rió "No, a menos que desees perder alguno de tus dedos. Mi madre podría ponerte a trabajar, pero tendrías que esperar hasta que lo considere digno. Vamos, que no estamos tan lejos” "Realmente no podem…" la protesta de Presley murió cuando Carrie le tomó del brazo. "Creo que conocer a la familia Rivers sería una idea maravillosa" dijo Carrie. Superada nuevamente. Inclinándose con gracia a lo inevitable, Presley dijo "Solo por un rato. Muchas gracias" "Como dije…" dijo Flannery, liderando el camino de regreso a su Jeep "… completamente un placer para mí"

*** La casa al final del largo camino era diferente a todo lo que Presley había visto en la ciudad o en las tierras de cultivo circundantes que habían pasado en los últimos diez minutos. La mansión señorial, construida a lo largo de la orilla del agua, estaba rodeada de bosquecillos de árboles y campos de maíz que emergían a través de la tierra y que se extendían como suaves alas verdes a lo largo de la orilla del río. Desde el camino, la parte delantera de la casa tenía un aspecto formal con altas ventanas simétricas colocadas entre el ladrillo y blancas columnas pesadas que enmarcaban la entrada. Un Volvo estaba estacionado al lado izquierdo de la puerta de la cochera y Flannery se detuvo detrás. "Bien, Carson está aquí ¿Ya le has conocido?" "Todavía no" Presley hubiese querido tener un poco más de información antes de hablar con la tercer hermana Rivers sobre el censo del hospital, formas de ingreso, registros médicos y otros datos demográficos, pero ahora sus planes habían sido sustituidos. Un suceso tardío totalmente familiar y no uno que ella recibiera de buena gana. Carrie se inclinó hacia delante desde el asiento trasero "Esto es increíble ¿Cuánta en la extensión de la tierra?" Flannery apagó el motor y abrió la puerta para dejar entrar la brisa con olor a tierra y agua y cosas verdes "La parcela original era de 600 hectáreas. A través de los siglos, algunas se repartieron entre la descendencia de los propietarios originales para que los hijos pudieran asentarse cerca de sus padres y abuelos. Actualmente, tenemos poco más de 200 hectáreas”

"¿Entonces, vives aquí?" preguntó Presley, secretamente horrorizada ante la idea de vivir en cualquier lugar cercano… y mucho menos… con sus padres. Cenas obligatorias y eventos sociales se convertían siempre en críticas hacia ella y en noticias de los logros de Preston, o la falta de ellos. "Yo no, no" la expresión de Flannery se cerró por un instante antes de que su habitual sonrisa regresara "Harper tiene la casa del viejo capataz justo detrás del camino a 400 metros y Carson y su esposo Bill tienen cuatro hectáreas pasando la siguiente curva" Por supuesto que Harper sería la más cercana a su casa, pensó Presley. Ella era la heredera no sólo en el hospital, sino aquí también. "200 hectáreas" Carrie salió del auto y miró a su alrededor "Es magnífico. Y creo que huelo la cena” Presley caminó entre Flannery y Carrie por el camino hacia la casa, preparándose para una bienvenida no tan cálida. Dudaba que alguien de la familia Rivers estuviese contento con la transición. Pero Carrie estaba en lo correcto, conocer a la familia era una buena manera de juzgar lo que podría estar en contra en las próximas semanas. Se negó a considerar que pudiesen ser los próximos meses. Otro porche se extendía a lo largo de la parte posterior de la casa, frente a una ladera cubierta de hierba hacia el río. Al otro lado del río, que parecían ser 400 metros de ancho, por lo menos había otros cuatro campos extensos y una granja blanca más allá de ellos. Por lo contrario, no había vecinos a la vista. "Ya llegamos" Flannery mantuvo abierta la puerta mosquitera y les hizo un gesto hacia el interior. Armándose de valor, Presley entró en una enorme cocina que olía a algo maravilloso. Una mujer más joven que tenía que ser Carson, ya que parecía una copia de Harper pero pelirroja, estaba sentada a la mesa con un niño en su regazo. Una alianza de oro brillaba en su mano izquierda. Una mujer mayor con el cabello oscuro veteado de gris en las sienes y unos sorprendentes ojos azules iguales que los de Harper, que llevaba un delantal rojo y blanco colgando alrededor de su cuello y un vestido de algodón azul claro, picaba zanahorias en una tabla de cortar al lado del fregadero. Ella miró por encima de su hombro y dió a Presley y a Carrie una rápida mirada. "Hola. Soy Ida Rivers” "Presley Worth" dijo Presley "Por favor, discúlpenos por la intromisión, pero Flannery…" Flannery se acercó a zancadas y besó a su madre en la mejilla "Les dije que había un montón de espacio en la mesa y la mejor comida del condado justo aquí" "Bueno, no estabas mintiendo acerca de la primera parte" "Hola" dijo Presley, estrechando la mano ofrecida de Ida y volviéndose hacia la mujer en la mesa "Tú debes ser Carson"

"Culpable" Carson se inclinó alrededor del bebé, que agitaba una galleta en el aire con vigoroso deleite y tomó la mano de Presley "Encantada de conocerte" "Yo soy Carrie" dijo Carrie, estrechando las manos a su alrededor "Soy la administradora de Presley" "Bienvenidas a la ciudad" Ida regresó a sus preparaciones "Flannery, ofrece a nuestros huéspedes algo de beber" "¿Vino? ¿Cerveza? ¿Algo suave?" "¿Pudiera ser un té helado?" preguntó Presley. Carson se rió "¿En casa de mamá? Siempre” Flannery rodeó a su madre y tomó unos vasos por debajo de un gabinete de madera con fachada de cristal colgando sobre el mostrador. Los puso sobre la mesa y los llenó de té. Presley tomó un vaso y se sentó en la mesa, mientras un vehículo retumbaba afuera, seguido de unos pasos un momento después. La puerta mosquitera se abrió y Harper entró. Harper se detuvo abruptamente, notando al grupo. Por un instante, Presley creyó ver un atisbo de placer en el rostro de Harper antes que Harper mirara a Flann y algo brillara en sus ojos. Una pregunta. O desagrado. Probablemente había estado esperando una agradable cena familiar sólo para descubrir, a cambio, al enemigo en su campamento. Su mirada se posó en Presley. "Hola, Presley" "Harper. Es bueno verte de nuevo" y a pesar de la forma en la que se habían separado, lo era. Harper irradiaba una energía profunda e intensa, que le atrapaba como si se estuviese revelando el dulce placer de un buen vino, embriagador y fuerte. "Hola" dijo Harper a Carrie, tendiéndole la mano "Soy Harper Rivers" "Carrie, administradora de Presley" "Encantada de conocerte" "¿Sabes algo de tu padre?" preguntó Ida. "Hace unos minutos. Viene en camino" Harper se apoyó en el mostrador y miró a Presley "¿Cómo estuvo tu tarde?" "Instructiva" dijo Presley, su garganta seca a pesar del té helado. Harper también se había cambiado y llevaba vaqueros negros desteñidos, una camisa blanca manga corta con cuello abierto y botas negras. Justo debía haberse dado una ducha. Tenía el cabello todavía húmedo y algunos mechones gruesos se aferraban a su cuello. Lucía delgada, tensa y oscuramente prohibida. Al igual que con el chocolate más fino, un

bocado nunca sería suficiente. Presley se dio a sí misma una sacudida mental. A ella realmente nunca le había preocupado el chocolate "Flannery es una excelente guía" "Sin duda" El brillo en los ojos de Harper trajo calor al rostro de Presley. Retiró su mirada cuando las puertas de vaivén, al otro extremo de la habitación, se abrieron y una adolescente entró como una tromba. La última de las hermanas Rivers. Alta y risueña, destinada a ser una belleza de ojos azules. "Me muero de hambre" la chiquilla miró a su alrededor, se fijó en Carrie y en Presley "Hola a todos ¿La cena estará pronto?" "Muy pronto" dijo Ida. "Genial" con la confianza notable de una adolescente, cruzó la cocina para salir al porche trasero, con un libro bajo el brazo. Al pasar, Presley alcanzó a ver el título. Dinero en el siglo XXI. "Serviremos la cena cuando llegue tu padre" anunció Ida a la habitación en general "Digamos que en una media hora, si sé lo que significa para él eso de ya viene en camino" "¿Hay algo que podamos hacer…?" comenzó a decir Presley. "Sí, pueden relajarse y disfrutar. Flannery, Harper, muéstrenles a sus invitadas los alrededores” "Oh, eso no es realmente necesa…" Carrie se levantó de un salto "Si está bien, me encantaría ver la casa. Adoro las casas históricas" "Estás en el lugar correcto" dijo Flannery "Te daré una gira ¿Presley?" "Si no te importa, creo que voy a disfrutar de la vista" Presley escapó al porche trasero y se alejó del alcance de la mirada melancólica de Harper. La adolescente estaba sentada en el escalón superior, con la espalda contra el poste blanco  tallado "¿No te molesta la compañía?" "Nop. Soy Margie” "Presley ¿Qué tal el libro?" "No está mal, pero creo que ya es un poco anticuado. Ya están recomendando bonos, por un lado” Presley asintió "Eso es un problema con los libros… para cuando se publican, algunos de los datos ya han quedado obsoletos, especialmente en áreas en rápido movimiento como la economía"

"¿Estás aquí por el hospital?" "Sí" "Las instituciones independientes como el hospital Rivers tienen problemas para gestionarse en números negros" "A veces" Margie dejó el libro a un lado y envolvió sus brazos alrededor de sus rodillas, estudiando a Presley con inquebrantable escrutinio "¿Puedes darle un cambio o la vas a liquidar?" Presley se preguntaba si la chica era una espía. Tal vez no era más que una chica de aspecto veinteañero. Trató de recordar lo que Harper le había hablado del orden de los hermanos. Ella podría haber jurado que sólo había cuatro. Echó mano de las evasivas "Acabo de llegar aquí. No hay decisiones sin información ¿no?" "Es cierto, sin embargo alguien debió haberlas hecho antes de la adquisición ¿no es así?" Presley entrecerró sus ojos. Sin duda una espía. Detrás de ellas, Harper dijo "Margie, someter a una visita a una inquisición se considera de mala educación, incluso para los estándares de los del Norte" Margie sonrió a Presley "Lo siento" "No, en absoluto" dijo Presley "Si quieres, te puedo dar un par de títulos que podrías disfrutar más que eso" "Grandioso, gracias" Harper dijo "Papá acaba de llamar y llegará sólo unos minutos más tarde de lo que pensaba" Presley se levantó y se sacudió el polvo de sus pantalones "Las dejaré…" Harper se acercó más, todo lo que Presley podía ver era su mirada intensa "¿Te gustaría dar un paseo hasta el río?" Las palabras salieron antes que ella pudiera detenerlas "Me gustaría. Sí"

CAPÍTULO 11. Harper guió a Presley por un sinuoso camino de peldaños por el césped que llevaba hacia el río, donde grupos de arces y hojas de árboles se asomaban por encima del agua, sus ramas meciéndose suavemente con la brisa. Mientras caminaban, deslizó su mano bajo el codo de Presley "Está un poco irregular con estas piedras. Lo siento” "Está bien. Creo que voy a tener que abandonar el uso de cualquier tipo de tacones” Harper se rió "Probablemente vas a estar bien dentro del hospital. Además, te ves bien en ellos” "Ah... gracias" Presley parecía sorprendida y tal vez un poco avergonzada por el comentario de Harper. Harper se sentía igual. Rara vez… está bien, posiblemente nunca… comentaba la apariencia de una mujer, al menos no con una con la que no estaba saliendo. Presley de alguna manera le hacía actuar diferente en todo tipo de formas. Se detuvieron a la orilla del río, donde unas rocas escarpadas estaban al filo del agua. De vez en cuando un bote de velocidad pasaba por allí, el rugir poco común del motor se escuchaba a través del aire. Los mechones del cabello de Presley flotaban alrededor de su rostro y Harper tuvo deseos de atrapar uno con su mano y ponerlo en su lugar… o soltar el resto. Presley se volteó y captó su mirada fija. Durante un largo rato ninguna habló. Finalmente Presley rompió el silencio "No había notado que el río era tan grande tan al norte. Lo he visto en la ciudad de Nueva York, por supuesto” "Realmente no es tan estrecho sino hasta un poco más allá, río arriba desde aquí, aunque hay caídas intermitentes a lo largo del camino" "¿Tienes un bote?" "Ya no. Lo teníamos cuando éramos pequeñas, pero ninguna de nosotras tiene mucho tiempo y la verdad, ahora hay demasiado tráfico en el río. Prefiero salir en canoa o kayak en algunos de los lagos más pequeños de por aquí” Presley acomodó un mechón de su cabello en su lugar, con un gesto rápido, como al parecer hacía todo. Ese movimiento convenció a Harper… definitivamente quería soltar el broche de la nuca de Presley y ver el viento correr a través de su grueso cabello como sutiles dedos. Presley era una mujer que necesitaba ser presionada. "Supongo que después de una semana en el hospital, alejarse a un lugar tranquilo es lo que estás buscando" dijo Presley. "La mayor parte del tiempo" Harper deslizó las manos en sus bolsillos para evitar avergonzar a las dos nuevamente y observó las ondas ondulantes del río "Aunque siempre me han gustado los lugares tranquilos"

"¿Ah, sí? ¿Y dónde encontrarás eso en una casa con cuatro hermanas?" Harper consideró cómo responder. La pregunta era personal y no era de las que hablaba de cosas personales fácilmente. Descubrió que tenía ganas de responder, lo que le hizo detenerse. Partes de Presley se mostraban cuando estaba fuera del trabajo, lo que Harper disfrutaba mucho. La pregunta de Presley le indicaba que había recordado que Harper había tenido una vez cuatro hermanas, a pesar de que sólo había mencionado a Kate una vez. Presley escuchaba y tomaba notas de las cosas. Había poder en escuchar y Harper ya estaba en desventaja. Presley tenía la máxima autoridad en el hospital y ahora estaba aquí en la granja, el único lugar en el que Harper siempre creyó era inatacable. Aquí era donde venía cuando estaba decepcionada o incierta o desilusionada. Cuando entró en la cocina y vió a Presley en la mesa, su primera reacción había sido de placer, seguida rápidamente por inquietud. Presley parecía estar en el lugar correcto sentada allí y no había ninguna razón por la que debería. Harper había tenido la intención de limitar su vida social con Presley a la simple cortesía extendida a los huéspedes en su casa, hasta que su madre se acercó a su lado mientras ella se inclinaba sobre el mostrador junto a la ventana abierta, escuchando a Presley y a Margie hablar en el porche trasero. "Te tomó por sorpresa, no es así" había dicho Ida "Que ellas estén aquí" "Síp" Ida frotó su hombro "No estás acostumbrada a las sorpresas" "Crees que debería estarlo después de todos estos años con Flann" "Cierto" Ida rió "A veces, Harper, tienes que mirar más allá de lo que conoces para encontrar lo que quieres" Harper miró a su madre "¿Podrías hablar más claro?" "Creo que lo acabo de hacer" Ida le dio un pequeño empujón "Ve a entretener a nuestros huéspedes. Te crie con mejores modales que esto” Harper había hecho lo que su madre le pidió y cuando Presley había accedido a la caminata, se había vuelto a sorprender ante el placer de la perspectiva que el paseo le dió. Ahora estaba disfrutando de una conversación sencilla mientras la brisa a través de la hierba, cambiaba de dirección con ociosidad y disfrutaba mirándola. Se asombró por la inexplicable necesidad de compartir algo aún más personal que el tiempo que habían pasado juntas en el hospital. La práctica de la medicina era personal, pero esto, este lugar era una pasión privada y su placer secreto. Presley le observaba, esperando, como si supiera que estaba tratando de tomar una decisión. Eso fue suficiente para hacer que se decidiera. "Vamos" dijo Harper "Te mostraré" "Está bien"

Harper agarró el codo de Presley nuevamente y la llevó lejos del río por un camino fresco, entre las sombras de los árboles. A unos 20 metros se detuvo y Presley miró a su alrededor antes de darle una mirada inquisitiva. "¿Crees que puedes subir con esos zapatos?" preguntó Harper. "¿Subir? ¿Cómo a un árbol?" la voz de Presley se alzó como si Harper se hubiese vuelto loca repentinamente. Harper sonrió "Algo así. Más como en una escalera. Pero si piensas que nos puedes manejarlo..." Los ojos de Presley se encendieron. Claramente rechazar un desafío no estaba en su naturaleza "¿Puedo hacerlo sin zapatos?" "Supongo que depende de lo dura que seas" Presley inmediatamente se quitó los zapatos y se puso de pie descalza sobre el suelo cubierto del suave musgo, sus manos apoyadas en sus caderas "Ja. Muéstrame esa escalera tuya, Dra. Rivers" Riéndose, Harper le guió alrededor del enorme tronco de un árbol de roble que debía tener cientos de años de antigüedad, tomando en cuenta el ancho del tronco. En el otro extremo, amplios y gruesos escalones habían sido clavados en el tronco, formando una escalera con las ramas gruesas de arriba. Presley inclinó la cabeza hacia atrás. "Muy bien" dijo lentamente "Creo que debería subir primero. Si me caigo, espero que me atrapes" "Lo prometo" Presley subió al último escalón y subió hasta uno por encima de su cabeza. Cuando se balanceó, Harper le agarró por la cintura. Presley miró sobre su hombro y arqueó una de sus cejas. "¿A dónde voy exactamente?" "Lo sabrás cuando llegues allí. Agarra el siguiente y continúa" Harper trató de no mirar el trasero muy bien formado que estaba directamente en su línea de visión. "No suelo emprender un viaje sin saber exactamente cuál será mi destino" "Creo que mi madre acaba de decir lo mismo de mí. Tal vez deberíamos tener una aventura” Presley le miró un rato más "Tal vez deberíamos" Se volteó hacia el árbol y empezó a subir. Harper esperó hasta que ella subió varios peldaños y luego comenzó a subir detrás "¿Todo está bien?"

"No es tan difícil como pensé sería" "Estoy justo detrás de tí" "Y si me caigo, las dos nos iremos abajo" "No te vas a caer" "Supongo que al menos tendré a alguien calificada para quitarme las astillas" Harper sonrió para sus adentros. "Espera, hay algo aquí ¡Oh!" Harper trepó cuando Presley desapareció. Llegó a la escotilla en el piso de la casa del árbol y se empujó a sí misma hacia el interior. Presley ya estaba mirando por la ventana hacia el río "¿Valieron la pena las astillas?" "¡Esto es increíble!" Presley dio la vuelta, sorprendida por este tesoro escondido entre los árboles. Harper le sonrió, su placer era tan obvio que era contagioso. El estómago de Presley revoloteó de manera extraña. Ahora entendía por qué Harper había dudado en revelarlo. Este lugar era muy especial "¿Tú lo construiste?" "Flann y yo lo empezamos como una pajarera cuando éramos niñas" dijo Harper en voz baja "Pero he estado trabajando en esto durante toda mi vida" "¿Puedo...?" Presley hizo un gesto, con ganas de explorar. "Claro. Es totalmente seguro" Presley rodeó lentamente el cuarto. Más que un cuarto. La casa del árbol era realmente una cabaña situada en las ramas del enorme roble que se alzaba por el centro de la habitación y salía por el techo. El suelo de madera rodeaba el tronco a tres metros hacia todos los lados, con ventanas en cada una de las cuatro paredes. Un suave sofá con cojines color ciruela era parte de una de las paredes, había estanterías en las otras y una estufa de leña en la esquina de las otras dos. Las propias paredes eran de madera sin acabado liso, obviamente muy viejas. Las ventanas con mosquiteros y una trampilla sobre la escotilla encerraban el espacio por completo. Estudió los libros en las estanterías hechas a mano, esperando ver tomos médicos o ficción histórica de la comunidad local. En cambio, vio una hilera de libros numerados de Tom Swift, los Hardy Boys y Nancy Drew… al parecer los originales. "Déjame adivinar… ¿Tom Swift por Flannery, los Hardy Boys y Nancy Drew por tí?" Harper se balanceó sobre sus talones, estudiándola con esa intensa mirada meditabunda "¿Cómo llegaste a esa conclusión, Sherlock?" Presley se rió "Bueno, mi querida Watson, en primer lugar Swift es un aventurero y eso se ajustaría más a lo cirujano en Flannery. Los otros son detectives, que estudian

las pistas y descubren secretos ocultos. Mucho más acorde con un médico especialista” "Sabes mucho más acerca de la medicina de lo que aparentas" dijo Harper. "Gracias" inesperadamente llena de placer nuevamente, Presley se instaló en un asiento debajo de una ventana abierta, estiró las piernas y apoyó el codo en el alféizar. Desde esta altura podía ver manchas de agua enmarcadas por las hojas y trozos de cielo azul escondidos por las ramas de arriba. El aislamiento le cubrió. Pero más que eso, la paz era una brisa refrescante que limpiaba su alma. "Es como una especie de capullo ¿no es así?" murmuró ella. Harper se acercó a ella "Siempre he pensado en ello como una cueva" Presley le miró. Su piel dorada brillaba bajo la luz del atardecer. Podrían haber estado en cualquier parte, en cualquier tiempo y el momento atemporal llamaba a Presley de alguna manera primitiva "De cualquier manera, es un lugar para descansar, tal vez para ocultarse y tal vez para que surjan los cambios" "Siempre pensé en esto como un lugar para evitar que las cosas cambiaran" la sonrisa de Harper era traviesa. "Y allí está nuestra diferencia" "Una de ellas" "No necesitamos estar en lados opuestos sobre esto ¿lo sabes, Harper?" "Tal vez no lo estamos. Supongo que el tiempo lo dirá” "Si" "¿A dónde vas tú?" preguntó Harper "¿Para ocultarte?" Presley no tenía una respuesta que Harper entendiera "No hay nada de lo que quiera escapar" "Entonces tienes suerte" "En realidad no" suspiró  Presley "Acabo de dejar de lado algunas de las cosas que quería desde hace mucho tiempo" "¿Qué tipo de cosas?" Harper dio un paso atrás y se apoyó contra el árbol. En su pantalón desteñido, camisa lisa y botas raspadas, se veía como en casa en la áspera sala, construida a mano. Podría haber sido un hombre de frontera 200 años atrás. Tal vez habría sido más feliz entonces… vivir simplemente donde el trabajo honesto recibía recompensas honestas y un pollo era suficiente pago como si fuese una moneda de plata.

También estaba esperando que Presley dijera más, pero ya había dicho demasiado "Apuesto a que eres buena en conseguir que tus pacientes revelen sus secretos. Tienes una manera de ver a las personas que haces parecer como si estuvieses realmente interesada" "Lo estoy. Pero la mayoría quieren decirlo” "Yo no" "Lo sé" "Además, no hay mucho que contar. Disfruto de mi trabajo" Presley sabía que sonaba a la defensiva "Así que no hay otro lugar en el que preferiría estar" "También disfruto de mi trabajo. Pero a veces hay que alejarse de el para regresar más fuerte” "No puedes alejarte hasta que se gana la batalla" "¿Qué batalla estás luchando?" Presley sintió el calor subir por su rostro y agitó su mano "Es una expresión figurativa" Harper parecía no haberle creído, pero esta vez no insistió "Está bien" "¿Qué haces cuando no quieres estar sola?" Presley quería saber, tanto como quería que la conversación fuese sobre un terreno más seguro. "Juego softbol" "Por supuesto que sí" Presley se rió y negó con la cabeza "El pasatiempo de todos los estadounidenses" Harper sonrió "Hay un equipo del hospital. Somos parte de la liga local. Nos vendría bien otro jugador o dos ¿Qué tal tú y Carrie?" "¿Yo? No" dijo Presley enfáticamente "No tengo ni idea si Carrie sabe algo de softbol. Y probablemente no estaremos aquí el tiempo suficiente para realmente contribuir” Harper se puso rígida "¿En serio? ¿Cuánto tiempo planean quedarse?" "Espero que las fases iniciales estén listas mucho antes de que termine el verano" "Y después te irás" "Sí. Pondremos un equipo de transición y…” "Y te moverás a tu siguiente conquista"

"No, volveré a la oficina central en Phoenix" "¿A hacer qué?" "Nada que pudiera interesarte, estoy segura" Presley no sabía cómo Harper había desviado repentinamente la conversación hacia ella nuevamente, pero quería ponerle fin a eso ahora mismo. "Trata" "¿Disculpa?" "No sabes que no estaré interesada a menos que me lo digas" El tono de Harper contenía tanto un reto como una invitación ¿Cómo se las arreglaba para hacer eso? Presley dijo "Sólo algunos retos empresariales que necesitan mi atención" "¿Preston es tu único hermano?" "¿Cómo sabes de Preston?" Harper se encogió de hombros "Internet" "Internet. Nos has estado investigando” "¿No lo harías tú?" "Absolutamente" dijo Presley rápidamente "Y sí, Preston es mi único hermano. Somos gemelos, en realidad" "Como Flann y yo" Presley frunció el ceño "No noté que eran gemelas" "No lo somos realmente, no biológicamente, pero somos cercanas en algunos aspectos. Cuando éramos pequeñas, Flann en realidad era mucho más conversadora que yo, aunque es la más joven. Una vez que empezó, la gente se preocupó de que yo nunca fuese a hablar. Ella lo hacía por las dos” "No me sorprende en absoluto" Presley se rió "Estoy segura que eras la tranquila, la reflexiva y ella la aventurera, siempre la primera en probar algo nuevo. Tú habrías sido mucho más cautelosa” Harper hizo una mueca "Me haces sonar aburrida" "De ninguna manera. Simplemente cuidadosa" "Cuidadosa" asintió con la cabeza "Puede ser"

"Me alegra que me hayas mostrado esta casa del árbol. Creo que casi puedo entender el placer de escapar” Harper sonrió "Realmente deberías intentarlo alguna vez" "Creo que tal vez se necesita una casa del árbol" "Entonces debes construir una" "Si alguna vez me decido, tendrás que diseñar una para mí" "Será un placer" El mío también, casi dijo Presley y se contuvo justo a tiempo. El aire estaba quieto y caliente dentro de la casa del árbol, el aroma de las hojas y la corteza eran un dulce telón de fondo. El sol a su espalda pintaba el suelo de sombras doradas. Harper estaba en medio de la sombra y de la luz del sol, el contraste reflejaba sus profundidades ocultas. Ella era mucho más compleja que el sencillo médico rural que le gustaba proyectar… tenía una vida secreta, placeres secretos que obviamente no compartía fácilmente. Presley descubrió que quería abrir esas puertas ocultas que guardaban los secretos de Harper. Ese deseo no estaba exento de riesgos. La mirada de Harper era la más directa que Presley había conocido, inquebrantable, exploradora, haciéndole sentir como si todos sus secretos estuviesen en exhibición, haciéndole sentir vulnerable de una manera y a la vez aterradora y estimulante. A pesar de sentirse expuesta, no miró hacia otro lado, no cedió al débil temblor creciente en sus profundidades. El corazón le martilleaba en la garganta. "Harper" Margie llamó desde abajo "¿Están allá arriba?" La mirada de Harper nunca dejó la de Presley "Síp" "Mamá dice que ya está la cena. Papá acaba de llegar" "Muy bien, ya vamos" Harper sonrió con tristeza "Lo siento. La familia llama" "Sí" dijo Presley, aunque el concepto era ajeno para ella. Su familia mandaba. Harper se agachó para abrir la escotilla y le tendió la mano "Baja primero. Te ayudaré a bajar” Presley deslizó su mano en la de Harper. Sus dedos eran cálidos, fuertes y seguros. Al igual que ella. El temblor se extendió hacia el centro de Presley, pero no la soltó.

CAPÍTULO 12

Presley juzgó que tendría 5 minutos a lo sumo en su caminata hasta la casa para prepararse para encontrarse con Edward Rivers nuevamente. No tenía ninguna duda de que él sería cortés, pero lamentaba la desconfianza que vería en sus ojos. No que pudiese hacer algo para cambiar eso. No había creado las circunstancias, incluso si hubiese estado a cargo de la adquisición y no Preston, muy probablemente habría hecho exactamente lo mismo. Negocios eran negocios. No era responsable de que la Administración del Hospital Comunitario trabajase en rojo. Esa situación tenía años gestándose. La dirección del hospital no podía ser criticada por otra cosa que no fuese por hacerse ilusiones y por no haber podido seguir el ritmo de los tiempos, los médicos como Edward Rivers eran notoriamente malos empresarios y probablemente no se habría dado cuenta de la evolución del panorama. La generación como Harper tendía a ser más conocedora de las realidades financieras, aunque si Harper fuese un ejemplo esas lecciones no habían penetrado en esta área. La economía de la medicina había estado cambiando rápidamente en la última década y las instituciones y médicos que no podían adaptarse, con el tiempo serían desplazados. Nada de eso era obra suya, y ahora no estaba en condiciones de revertirlo. No estaba aquí para salvar al Hospital. Estaba aquí para dar el mayor rendimiento posible a SunView y a sus inversores. Aun así, desearía no ser el instrumento destinado a llevar a cabo eventos que seguramente ofenderían a la familia Rivers. Harper desaceleró cuando iban a mitad de camino por la colina hacia la casa "Quería mencionarte… puedes cambiar de opinión acerca de venir conmigo en los turnos. Entiendo que tienes trabajo que hacer y que estás ocupada" El alivio de Presley fue instantáneo. Era la abertura que había querido y se había estado preguntando cómo llevarla a cabo, ya que había dejado que sus emociones hablaran por ella en lugar de su cerebro. Ahora podía dar un paso atrás, alejarse del círculo de influencia de la familia Rivers y volver al anonimato. Siempre sería responsable y siempre estaría dispuesta a asumir la responsabilidad de sus decisiones, pero era más eficaz si trabajaba detrás de la escena, no a la vista donde tendría que ver la confusión, la ira y el dolor en los ojos de Harper o la triste resignación en su padre. No tendría que ver a Harper en absoluto y tomando en cuenta cómo Harper le distraía tan fácilmente de su objetivo, era lo mejor. Lógicamente debería saltar ante la oferta. "¿Tratando de deshacerte de mí?" dijo ella a cambio. "De ningún modo. Yo..." Harper se encogió de hombros y parecía ligeramente desconcertada "Me gustó tenerte alrededor esta mañana" "Yo también lo disfruté. Así que seguiremos con el plan” "No siempre es agradable. A veces es aburrido, a veces doloroso, a veces molesto" Harper rió "Especialmente a mitad de la noche" "Es muy tranquilo por acá en las noches" dijo Presley "Flannery dice que todo cierra antes de la puesta del sol" "Flann exagera" dijo Harper "En realidad, cierra un poco antes que eso" "Maravilloso" murmuró Presley y Harper volvió a reír. Le gustaba el humor discreto de Harper, el tono juguetón como una invitación… sutil y de alguna manera más

personal que el de Flannery… para que se le uniera. Podría no gustarle los grupos, pero Harper era difícil de resistir "Así que en realidad estarás haciéndome un favor y salvándome de la peligrosa Dancing with the Stars (“Bailando con las estrellas” un programa de TV de concurso de baile)" "Me gustaría ver eso" La sonrisa de Harper provocó un calor brillante en el rostro de Presley "Me temo que es un secreto bien guardado" "Entonces está seguro conmigo" Harper se llevó una mano a su corazón. Presley le creyó "¿Así que tenemos una cita?" La mirada de Harper se intensificó "Necesitaré tu número" "Dame tu celular" dijo Presley. Harper inmediatamente sacó el teléfono de su bolsillo delantero, presionó la contraseña y se lo entregó. Presley seleccionó los contactos, anotó su nombre y número de teléfono celular y se lo devolvió. Por encima del hombro de Harper, vio a Margie de pie en el porche trasero mirándolas "Tu hermana pequeña es muy brillante" "Mi hermanita es excepcional y también es propensa a la curiosidad" Harper miró hacia atrás y levantó su voz "De alguna manera, nunca comprende el concepto del espacio privado. Un hábito que probablemente le hará colgar boca abajo por los tobillos desde la ventana del dormitorio” "Desearías ser lo suficientemente fuerte" dijo Margie en voz alta, con una sonrisa burlona en su rostro. "No olvides la última vez" dijo Harper "Me parece recordar los gritos pidiendo misericordia" Margie lució indignada "¡Tenía 9 años!" Harper se rió entre dientes. Presley sintió un momento de envidia. Margaret Mitchell Rivers era una brillante e inteligente jovencita segura de sí misma cuya familia le decía que podía hacer y ser cualquier cosa, porque era especial. Todo lo que Presley podía recordar era que nunca podría ser lo bastante buena "Tienes una familia maravillosa" "No siempre somos tan maravillosos" dijo Harper "Flannery es una listilla, Margie es una entrometida. Carson…" Harper hizo una pausa "… en realidad, Carson casi siempre es perfecta. Animadora, reina del baile, se casó con el capitán del equipo de fútbol, se graduó con honores de la universidad” "¿Dónde está su esposo?" "En Afganistán"

"Ah. Eso es realmente difícil” La mandíbula de Harper se tensó "Él no ha visto a su hijo, excepto por Internet. Lo grabamos para enviárselo" Presley tocó la mano de Harper "Esperemos que regrese pronto a casa" "Sí" La puerta de tela metálica sonó y Flannery llamó desde el porche "Dejen de holgazanear. Mamá no servirá hasta que todos estén aquí” "Lo siento" dijo Presley "Te estoy alejando de tu familia" "Está bien. Nadie morirá de hambre” Presley sonrió "Venga. Vamos con ellos" Todos estaban sentados cuando ellas entraron. Dos sillas vacías estaban a ambos lados del centro de la mesa. Presley se sentó entre Margie y Carson y Harper tomó el lado opuesto frente a ella entre Flannery y Carrie. Edward Rivers estaba sentado en un extremo y en el otro estaba Ida. La mesa estaba repleta de platos de pollo, patatas, verduras y panecillos calientes, así como maíz dulce y ensalada. Hizo todo lo posible para no gemir en voz alta. No había tenido una comida decente en… no podía recordar cuándo. "Bien, adelante" dijo Ida desde la cabecera de la mesa y al instante una bandada de manos alcanzaron el centro de la mesa. Durante los siguientes minutos nadie habló mientras se cruzaban platos y los cubiertos sonaban. Por último, Carrie dijo "Creo que en mi vida jamás he visto comida como ésta en un solo lugar" "Ninguna de las dos" dijo Presley "Todo luce maravilloso" Ida se rió. "No pierdan demasiado tiempo admirándola…" dijo Flannery "… o de lo contrario todo se habrá ido" La conversación fluyó fácilmente, con Edward preguntando por Bill el marido de Carson, Margie contando a todos sobre la posición actual de su equipo de fútbol en el calendario de eventos y el bebé liderando de vez en cuando la conversación con su feliz balbuceo. Presley se contentó con escuchar y responder a las preguntas educadas dirigidas a ella con vagas referencias a su hogar y su familia. En un momento Flannery dijo "La primera práctica de los Thunderbirds es mañana, no lo olviden. Tú juegas ¿verdad, Harp?"

"Claro" Flannery se inclinó sobre Harper y le dijo a Carrie "¿Tú juegas softball?" Carrie ofreció a Flannery una mirada altiva "¿Las águilas vuelan?" De repente, la conversación se detuvo y Carson, Harper y Flannery se le quedaron mirando. Carrie se puso colorada "¿Qué?" "¿Lanzamiento lento o lanzamiento rápido?" preguntó Carson. "Lanzamiento rápido" "¿En qué posición juegas?" preguntó Harper. "Ha pasado un tiempo… jugué un poco en la universidad" Harper se enderezó "¿Jugaste en la universidad?" "Algo. Era la relevista" "¿Relevista? ¡Relevista!" los ojos de Flannery brillaron "¿Lanzadora?" "Eso es correcto" "Practicamos mañana en la tarde a las tres. Pasaré a recogerte" dijo Flannery. "Oh, pero yo… acabo de llegar y tengo trabajo…" "Debes ir, Carrie" dijo Presley. Era difícil pasar por alto la emoción en la voz de Carrie y si ella no lograba tener ninguna salida social, acabaría por trabajar todo el tiempo, lo que podría llevar varios meses. Aunque eso estaba bien para Presley, no era justo esperar que Carrie mantuviera su ritmo. Los ojos de Carrie brillaron "¿Estás segura?" "Sí. Segura” "Muy bien" dijo Carrie a Flannery "Estoy dentro" Cuando terminó la comida, todos llevaron sus platos hacia la larga barra al lado del enorme fregadero. Ida dijo "Carson, Margie, creo que es el turno de ustedes esta noche" "Sí, mamá" ambas respondieron y se levantaron para empezar a cargar el lavavajillas y lavar los platos más grandes a mano. Edward le dijo a Presley "¿Le apetece un poco de whisky, Sra Worth? Por lo general tomamos un poco en la terraza después de la cena"

Harper y Flannery buscaron los vasos. "¿Mamá?" dijo Harper. "Todavía no, cariño. Ustedes adelántense” Presley rara vez bebía y cuando lo hacía era siempre con vino, pero entendió que estaba siendo invitada a un ritual Rivers que tenía menos que ver con el alcohol y más con el tiempo que pasaban juntos. Su familia tendía a operar a la inversa… las interacciones sociales a menudo eran la excusa para consumir. "¿Carrie?" preguntó Flannery "¿Algo para tí?" Carrie, siempre sensible a la educación y a los signos sutiles de poder, negó con la cabeza "No soy muy bebedora de whisky, así que creo que me quedaré aquí y echaré una mano" sonrió a Margie "Tal vez consiga un poco de historia local" Un minuto después, Presley siguió a Harper, a Flannery y a Edward al exterior donde un trío de sillas mecedoras estaban a un extremo del largo porche mirando hacia abajo sobre el río. Flannery se alzó sobre la barandilla y se apoyó contra el poste, con el vaso de whisky en la mano. Presley tomó la silla entre Edward y Harper y todos se sentaron en silencio por unos momentos con la puesta de sol más allá del río. Cuando el crepúsculo se arrastró hacia el porche y un coro de sonidos de la noche llenó el aire, Presley esperó que empezara el interrogatorio, esperando que Edward Rivers planteara el asunto de la transición del hospital. Pero la conversación, lenta y sencilla, se dirigió a cosas de las que la mayoría de las personas del campo hablaban… el clima, la economía local, los primeros cultivos. Edward hizo algunas preguntas sobre los pacientes, ninguno de los cuales se refirió por su nombre, pero era obvio que conocía a todos los que Harper y Flannery atendían. Escuchando, Presley cerró sus ojos y se dejó llevar por el aire cálido de la noche, el sabor del whisky le recorrió y las voces sonoras de los médicos Rivers se mezclaron con los distantes ruidos del agua y el viento.

*** Harper se agachó delante de la mecedora y suavemente tocó la rodilla de Presley "¿Presley?" Los ojos de Presley se abrieron repentinamente y se agarró a los brazos de la silla mientras miraba alrededor. Su mirada se posó en Harper "Dios mío. Estoy completamente avergonzada" Harper sonrió. Había visto a Presley con la guardia baja y su consternación era atractiva. Parecía más joven y simplemente algo insegura "No tienes por qué. No estabas roncando" "Bueno, esa es una pequeña bendición. Pido disculpas. Me temo que estaba tan…" se encogió de hombros "…relajada"

El sonido de su voz sonaba sorprendido, como si relajarse fuese algo a lo que no estuviese acostumbrada. Harper estaba vagamente complacida de que Presley hubiese sido capaz de hacerlo allí, en el porche, en la quietud de la noche. Desde que podía recordar, estos momentos con su padre habían sido sus favoritos. A veces, esa era la única vez que lo veía, ya que él a menudo estaba fuera de casa o en guardias. Se sorprendió cuando él invitó a Presley y se preguntaba qué esperaba él que ella supiese sobre ellos. Su padre nunca hacía nada sin una razón. Estuvo secretamente contenta cuando él no trajo a colación el asunto de los planes de Presley para el hospital. Este era un terreno neutral. Esto era la familia. Se dio cuenta que su mano aún descansaba sobre la rodilla de Presley y se echó hacia atrás. "En realidad sólo han pasado unos cuantos minutos. Flann acaba de recibir una llamada, así que acaba de irse. Cuando estén listas para ir a casa yo las llevaré a tí y a Carrie" "Es tarde" dijo Presley "Deberíamos irnos" Presley se levantó al mismo tiempo que Harper. Presley estaba a pocos centímetros de distancia en la penumbra, con sólo la luz plateada de la luna sobre los rasgos de su rostro. Su aroma se mezclaba con el de las flores que la madre de Harper había plantado junto al porche, un toque de especias en medio de la dulzura. Sus ojos estaban casi al mismo nivel y los ojos de Presley buscaron los de ella. El corazón de Harper latió más rápido y sus dedos temblaron. "Ha sido una noche maravillosa" dijo Presley, con voz ronca. "Sí" dijo Harper, diciéndolo en serio. Desde el momento en que entró en la cocina y vió a Presley en la mesa, no había pensado en nada excepto ella. Ella era un enigma cautivante, una cosa en la superficie… fría, refinada, al mando… y otra cosa en sus rincones ocultos… cálida, dedicada y atenta, mientras había estado hablando con Margie. Mientras había estado en la casa del árbol… acogiendo las cosas que le importaban a Harper con verdadero deleite. En la mesa familiar, Presley le había estudiado a cada uno de ellos, sus ojos habían sondeado y analizado. Presley parecía ver y escuchar lo que le importaba, incluso mientras mantenía sus propios secretos ocultos. Secretos que Harper quería descubrir. Al verla aquí, mientras la noche se aproximaba, con sus escudos y barreras derribándose y cayendo en la vulnerabilidad del sueño, Harper sólo veía a una mujer hermosa y se hubiese sentido feliz simplemente por permanecer sentada a su lado en la intensa noche. Pero Flann también había estado en silencio observando y Harper no sabía lo que podría ver. "Gracias por la casa del árbol, también" dijo Presley "Me estás leyendo la mente" "¿Lo hago?" dijo Presley suavemente en la cercana oscuridad. "Sí" Harper casi tomó su mano. Incluso un toque podría decir mucho y se contuvo "Cada vez que sientas la necesidad de ocultarte, la puerta estará abierta" "La próxima vez, me vestiré más apropiadamente"

Harper quería decirle que se veía hermosa tal como estaba. El impulso de tocarla era tan fuerte e inesperado que se alejó antes que pudiera hacerlo "Lo hiciste muy bien como estabas" "Bueno" dijo Presley con una nota de reticencia en su voz "Voy por Carrie" "Te veré en el coche" Harper se apresuró a salir del porche, como si la distancia pudiese mantenerla a salvo de los sentimientos que no quería enfrentar. Arrancó el coche y un minuto más tarde salieron Presley y Carrie. Salió de auto, lo rodeó y abrió las puertas. Presley se sentó adelante con ella. Carrie se inclinó desde el asiento trasero entre ellas. La carretera estaba vacía y la conducción sólo tomó unos minutos. "Está tan oscuro aquí afuera" dijo Carrie cuando Harper rodeó el camino hacia la casa de los White. "No hay farolas. Ni resplandor" dijo Harper. "Esto es lo que hay" dijo Presley "Nunca noté que las estrellas y la luna podían ser tan brillantes" "Deberías dejar la luz del porche encendida cuando salgas por la noche" dijo Harper. "Tienes razón" dijo Presley "Apenas puedo ver el porche" Cuando Harper se detuvo delante de la casa, sus faros iluminaron el patio lateral. "Espera, para" dijo Presley bruscamente. Harper frenó "¿Qué pasa?" "Gallo" Harper miró a su alrededor y no vio nada en el camino. Esperaba no haberse parado sobre él "¿Dónde?" Presley señaló a través del parabrisas "Allí está. En el árbol ¿Qué está haciendo?" Harper siguió el objetivo hacia donde ella señalaba y se rió "Está descansando" El gallo estaba encorvado sobre una rama baja de madera de roble, con la cabeza metida hacia abajo y su cuerpo cerca de las hojas. "¿Por qué está aquí afuera?" "Necesita una percha. El gallinero probablemente se ha derrumbado" dijo Harper. "¿Eso es seguro?" preguntó Presley.

"Probablemente" Presley se volteó para mirar de frente a Harper "¿Probablemente? "Hay depredadores que lo pueden molestar, pero probablemente está seguro cerca de la casa y el árbol" "Supongo que está acostumbrado a ello" dijo Presley en voz baja, regresando su mirada hacia el árbol "Ser el único" Harper le estudió, su elegante traje, su estilo sofisticado, su refinada belleza. Sobre todo eso, irradiaba soledad. Harper tomó el volante "Puedo echar un vistazo al gallinero por tí, ver si necesita reparación" Presley negó con la cabeza "Estoy segura que estará bien y tú estás demasiado ocupada para perder el tiempo en eso" Carrie nuevamente se inclinó hacia delante desde el asiento trasero "Sí, como jugar softbol ¿Estarás en la práctica, Harper?" "Eso planeo" "Grandioso" ella miró a Presley "¿Segura que no podemos convencerte para que entres?" "Ah, no" Presley sonrió, su rostro relajado ante el resplandor de las luces del tablero. Curiosamente decepcionada, Harper siguió el camino así que sus faros iluminaron la caminera hasta el porche "Entonces nos vemos allí, Carrie. Si Flann no puede, pasaré por aquí y te daré un aventón" "Gracias. Hasta pronto" Carrie salió y cerró la puerta, esperando al lado del coche por Presley. "Que tengas un buen fin de semana" dijo Presley. "Sí. Buenas noches” Harper esperó hasta que Presley y Carrie entraron en la casa, dio la vuelta y avanzó por el camino. Esperaba que el fin de semana estuviese ocupado… siempre lo estaba y el tiempo, por lo general, pasaba rápidamente. Esta noche, sin embargo, el lunes nunca había parecido tan lejano.

CAPÍTULO 13 El sol salió sin el golpe de calor que rápidamente inundaba su casa. En su lugar, la brisa en la piel de Presley era fresca y vigorizante. Había estado leyendo en cama

desde las 4 am cuando finalmente renunció a tratar de dormir. Tampoco se había quedado dormida con facilidad. Todavía estaba repasando los acontecimientos de los últimos días, sobre todo la tarde y la noche con Harper. Desde el momento en que se conocieron, Harper había ocupado su atención mucho más que cualquier otra mujer que hubiese conocido anteriormente. No era una monja y disfrutaba de la compañía femenina, social o sexualmente, pero rara vez pensaba en las mujeres después de haber pasado la noche. No había encontrado ninguna de esas interacciones lo suficientemente memorables para interrumpir su concentración o distraerla de su apretada agenda. Harper había cambiado todo eso de alguna manera. Harper estaba interrumpiendo constantemente sus planes y su equilibrio. Ese extraño efecto era, por supuesto, puramente circunstancial y perfectamente comprensible. Harper y su familia eran el punto de atención en la nueva adquisición y necesitaba encontrar una manera de trabajar alrededor de ellos porque dudaba que trabajar con ellos fuese posible. Y trabajar alrededor de Harper era como tratar de conducir alrededor de las Montañas Rocosas en lugar de pasar sobre la cima. Harper era tan inamovible e impenetrable como una formación de rocas antiguas. Cansada de pensar en cosas que no podía controlar, se puso una camiseta y fue a ver qué milagros culinarios había dejado Lila en la cocina. No sólo podría acostumbrarse al clima, definitivamente podría acostumbrarse a la comida. Así de simple y rica, en sabor y sustancia, parecida a la gente. Se sirvió café, se lo llevó afuera y se recordó a sí misma mantenerse enfocada y no dejarse seducir por los encantos rurales… o las encantadoras rurales. Unos minutos más tarde, Carrie dijo desde la puerta detrás de ella "Desperté con el olor más increíble" Presley miró hacia atrás "Hoy es día de bollos de canela" Carrie salió con una humeante taza de café y un bollo en una servilleta de papel. Se sentó en el escalón superior opuesto al de Presley y estiró sus piernas sobre las escaleras. Presley cortó una pieza del suave pan aún caliente y lo tiró al suelo, donde el Gallo lo picoteó con prontitud en pequeños trozos. Cuando lo devoró, cloqueó y agradeció a Presley con sus brillantes ojos negros. "Parece que le gusta" dijo Carrie. "Creo que le gusta casi todo, pero dudo que una dieta permanente de bollos y rollos de canela para el desayuno sea muy buena para él" "Tiene un aspecto un poco andrajoso" "Lo sé" dijo Presley pensativamente "No creo que a le guste ser un gallo solitario" "Al menos está consiguiendo comida" dijo Carrie entre bocado y bocado "Hablando de eso… ¿dónde está el mago que hizo estas cosas? Si me dices que eres tú, voy a llorar por no saber nada de esto anteriormente" Presley se rió "Difícilmente. Es Lila. Ya ha pasado por aquí y se ha ido”

"Debió haber estado aquí antes que saliera el sol, ya que ni siquiera son las seis" "Creo que eso es tarde para los lugareños" "Eh" dijo Carrie "Estoy acostumbrada a levantarme temprano, pero aquí todo parece un horario diferente. El tiempo pasa de manera diferente. Al menos así lo sentí ayer por la noche” "Creo que eso ocurre porque todos aquí todavía funcionan como si estuviesen en 1920" murmuró Presley. "¿Así de mal?" Carrie arrojó al Gallo otro bollo "Los médicos Rivers parecían bastante listos" Presley suspiró y tomó un sorbo de café "Su medicina, técnicamente, no puede ser criticada. Son sus modelos de práctica los que no han cambiado en Dios sabe cuánto tiempo. No, espera…" levantó una mano "… mira esto. Creo que sí sé cuánto tiempo. Desde que por lo menos el padre, Edward Rivers comenzó su práctica y apuesto a que su padre antes que él. Aún hacen visitas a domicilio” Carrie asintió "Me di cuenta cuando Flannery nos dejó para ir a ver a un muchacho que al parecer se había caído desde el techo de un granero y se fracturó el brazo. Ese es el tipo de cosas que llevarían a la emergencia” "Estoy de acuerdo" dijo Presley. "Aunque Flannery dijo que el tiempo que le tomaría llegar a casa del muchacho para encargarse de su brazo, le tomaría menos tiempo que si la familia lo hubiese llevado a la sala de emergencia, alguien más lo vería primero, luego le llamarían y luego todo el mundo esperaría por ella" "Eso es verdad, estoy segura" dijo Presley "Conveniente para la familia, pero dificultoso para los médicos. Están ahorrándole a los pacientes unas pocas horas, a expensas de su propio tiempo” "En este caso, a los médicos no parece importarles realmente. Extraño ¿no?" dijo Carrie pensativa "Todo el mundo parece tomarlo como algo normal" "Supongo que para ellos lo es. Pero como mínimo, deberían estar cobrando más por la comodidad que ofrecen a los pacientes” Carrie frunció sus labios "Hay una manera inventiva para codificarlo ¿no te parece? Así el reembolso podría encajar mejor en el nivel del cuidado" Presley sonrió. Carrie no sería su administradora por mucho tiempo "Eso es lo que vas a estudiar. Averiguar quiénes son las principales aseguradoras que están en esta área. Revisar sus escalas y niveles de pago y ver si puedes encontrar algún agujero” "Pensaba que íbamos a cambiar esto rápidamente" dijo Carrie con cautela.

"Los médicos Rivers no van a dejarlo ir tan fácilmente" "Eso sería el eufemismo del siglo, ellos sólo son una pequeña parte del hospital" "¿Crees que eso significa que sólo tienen un poco de poder?" Carrie sacudió la cabeza "Edward Rivers parece tranquilo y relajado, pero tuve la sensación que nos estaba midiendo durante la cena" Presley sonrió "¿Te refieres así como nosotras les estábamos midiendo?" "Exactamente" "No creo que ninguno de ellos pueda darlo por sentado" "Sin embargo, todos son interesantes ¿no te parece?" "Interesantes. Sí…" dijo Presley "… esa sería la palabra” “Sexy podría ser otra" "No creo que quiera ir allí" incluso mientras lo decía, Presley se dio cuenta que era muy cierto. Lo último que quería hacer era pensar en el atractivo de las hermanas Rivers o el hecho de que Carrie pudiese sentir lo mismo. "Harper…" empezó Carrie. "Harper claramente es la heredera. Es tan importante en el gran esquema de las cosas como su padre” "Iba a decir que Harper parece muy tranquila, en comparación con Flannery, pero creo que la actitud alocada de Flannery es sólo una cortina de humo. No está tan poco involucrada como pretende hacernos creer” Presley asintió "No podría estar más de acuerdo" "Así que…" dijo Carrie, expulsando las migas con la punta del dedo "… imaginemos que vas a probar el menú local ¿cuál sería tu favorito? El chocolate oscuro como la tranquila e intensa doctora de familia o algo con un poco más de menta… con chispas de chocolate como la cirujana, tal vez” "Preferiría no pensar en las hermanas Rivers en términos de comestible" Presley definitivamente no quería imaginarse probando el sabor de Harper. Temía que si lo hacía, nada menos podría quitarle el hambre. Carrie se rió "Probablemente es más seguro. Puedo ver que puede convertirse en un antojo” "Estaba pensando en ir al hospital por un rato" Presley se levantó y se sacudió el polvo de la parte posterior de sus pantalones. Esparció el resto de su bollo de canela

en el suelo para el gallo. Lo que necesitaba era trabajar para lograr volver sobre sus pasos. "Puedo ir contigo" "No. De verdad. Ponte cómoda. Tendrás mucho que hacer el próximo Lunes” "¿Estás segura? Tengo mi portátil. Puedo empezar a trabajar en los seguros…” "Lo digo en serio. Ve a desempacar, tal vez pasear por el vecindario, si quieres" "¿Debo empezar a buscar apartamento? No quiero ser una imposición” Presley hizo un gesto con la mano hacia la casa "Mira este lugar. Es enorme. Puedes quedarte aquí" ella vaciló "Además, la compañía será agradable" Carrie le dedicó una sonrisa sorprendida "Grandioso. Me encantaría quedarme" "Entonces está decidido" Presley entró para servirse otra taza de café. Deseó que todo se arreglara con la misma facilidad. Planeaba pasar el resto del fin de semana mirando números, pero no esperaba que ellos le dijeran nada diferente a lo que ya sabía. El hospital estaba muriendo.

*** Harper escuchó el sonido de los neumáticos crujir en la grava, se levantó de la mesa de la cocina, sirvió otra taza de café y la llevó al porche trasero. Flann, con la camisa azul arrugada y los vaqueros que había llevado para la cena, salió de su Jeep y caminó por el patio. Tenía los ojos colorados y las ojeras hacían que sus profundos ojos marrones parecieran aún más profundos. Harper le tendió la taza de café, Flann la tomó, la bebió completa y se dejó caer contra el poste del porche. "Larga noche" dijo Harper "Pensaba se suponía era una llamada rápida" Flann frotó su rostro "El brazo no fue el problema. Lo entablillé y lo programé para radiografías en un par de días cuando baje la hinchazón. Pero entonces un camión y un Mini Cooper jugaron carreras en la carretera 46. Todavía están recogiendo los pedazos” "Jesús" dijo Harper "¿Por qué no me llamaste? Pude haber ido y darte una mano” "Glenn estaba de guardia, así que tuve un montón de ayuda en el quirófano. El conductor del Cooper, una chica de 19 años, que estaba de visita en el Estado, ni siquiera llegó al hospital. El joven de la camioneta… con esposa y dos hijos en pañales… estaba llegando a casa de una despedida de soltero de su primo. Piensan que tal vez se quedó dormido. Ruptura de bazo, colon perforado y fractura completa de fémur. Estará en rehabilitación durante seis meses”

"¿Alguien que conocemos?" "Familiar lejano de los Durkees, creo. Sin embargo no lo conocía" "¿Pudiste dormir un poco?" "Un par de minutos mientras lo llevaban a quirófano y luego un poco más mientras esperaba para ver cómo reaccionaba en el post-operatorio" "¿Lo logrará?" "Debería, salvo imprevistos. Su pierna es un desastre. Los chicos de ortopedia tendrán que hacerse cargo de eso. Lo tengo estabilizado, así que tendrán unos días para pasar tiempo con él” “¿Sabes?... si no hubieses estado allí, ese chico habría muerto" "Puede Ser. Pero conoces el argumento. Habría conseguido un viaje rápido en ambulancia al nivel más cercano fuese el uno o el dos, o tal vez incluso un salto de evacuación médica. Estadísticamente, si no toma demasiado tiempo, sus posibilidades deben ser aproximadamente las mismas” "Sí, sólo que mira dónde estamos ¿Cuánto tiempo crees que habría llevado conseguir organizar todo, aunque sólo significara un viaje de 45 minutos en autobús? Dime que no habría colapsado en el camino" "Claro, probablemente habría ocurrido de la manera en que estaba sangrando su bazo. Pero los chicos de Emergencias Médicas y los paramédicos son tan buenos como nosotros, la mayoría de las veces manejan ese tipo de crisis” "Es verdad. Pero no abrirían un abdomen si colapsa” "No puedo discutir. Tengo el factor Dios a mi favor" Flann bebió más café y le miró, un poco de vida regresó nuevamente a sus ojos "¿A dónde quieres llegar, Harp?" Harper se sonrojó "No quiero llegar a ningún lado. Sólo estoy diciendo…” "Suenas como si estuvieses tratando de armar un caso. Crees que tenemos una lucha que se avecina, verdad" Harper se apoyó en el poste opuesto, empujando las manos en sus bolsillos traseros. Los músculos de su mandíbula se contraían y conscientemente aflojó sus dientes. Pasó la noche medio despierta pensando en lo que podría venir y… si pasaba… que podría hacer al respecto. Presley no había revelado nada que realmente pudiera analizar, pero los administradores no habrían querido deshacerse del hospital si no hubiesen pensado que era un caso perdido. Presley era una mujer de negocios, de cabo a rabo y todo lo que se decía de ella es que era buena en eso "No creo que SunView esté en el negocio de la caridad"

"Estoy segura que tienes razón" dijo Flann "Pero están en el negocio de los negocios… y lo que quieren es hacer dinero. Si el hospital puede hacer dinero nuevamente, entonces ¿cuál sería el punto de no hacer que sucediera?" "No lo sé… ¿un margen de beneficio más grande? No sé qué impulsa a la gente como...” casi dijo Presley, pero no podía agrupar a Presley en la masa de gente sin rostro que no conocía y que no podía entender. Presley no era un nombre sin rostro. Ya se había convertido en algo más que eso. Era un destello de humor, una brillante sonrisa repentina, un grito ahogado de asombro inesperado. Era una sorpresa y un enigma. Fascinante y frustrante. "Ella es interesante ¿no es así?" dijo Flann, como si hubiese leído los pensamientos de Harper. Los hombros de Harper se pusieron rígidos y su mandíbula se tensó nuevamente. El calor subió por su nuca "Comparto lo que piensas" "Margie dice que la llevaste a la casa del árbol" Harper se centró en una cierva y dos cervatillos pastando al borde del campo de maíz "Margie es una bocaza" "Concedido… ¿Así que lo hiciste?" "Sí. Mamá me ordenó que mostrara buenos modales” "Lo sé, me dijo lo mismo. Llevé a Carrie a un recorrido por la casa” Harper le miró, parpadeando "¿Estás haciendo algún tipo de insinuación?" Flann no sonreía y eso era una señal segura de que estaba hablando muy en serio "Podría ser. Podrías estar metiéndote en problemas allí, Harp” "No voy a ninguna parte" "Quizás ¿Qué pensó ella de la casa del árbol?" "Le gustó ¿Por qué no le gustaría?" recordó el deleite de Presley y una rápida agitación de placer recorrió el vientre de Harper "Ella te catalogó como Tom Swift" “Lee a las personas. Lo entiendes ¿verdad?" "Sí" por supuesto que Flann podía ver lo que ella había visto en Presley. Ambas, con todas sus diferencias externas, siempre habían pensado igual. Competían porque amaban las mismas cosas y ¿que era mejor que vencer a alguien que respetabas y admirabas? Nunca le había molestado la competencia anteriormente. "¿Probaste lo del sofá?" preguntó Flann casualmente. Harper le lanzó una mirada "Ese es tu estilo, no el mío"

"Ahora, eso es algo que nunca había notado anteriormente" Flann sonrió "Uno de estos días se te caerá el halo, Santa Harper" "¿Estás tratando de molestarme?" "¿Al menos hiciste algún tipo de avance?" "Acabo de conocerla" Flann le apuntó con un dedo "Así que pensaste en ello" "Tengo un corazón que late ¿no es así?" "A veces me lo pregunto" "Sí, sí" murmuró Harper, volviendo a concentrarse en los ciervos. "No tengo problemas con que te entretengas con una mujer hermosa mientras está en la ciudad" dijo Flannery a la ligera "Pero no estará aquí por mucho tiempo y si las cosas salen como ellos piensan resultaran en el hospital, ambas terminaran en equipos opuestos" "Ya lo sé. Y es por eso que nada va a suceder” "¿Estás segura de eso?" "A diferencia de tí, no me dejo llevar por mis gónadas" La sonrisa de Flann, cansada pero incontenible, se ensanchó "Deberías probarlo alguna vez. Es endemoniadamente emocionante” "Escúchame. No pienso meterme en una relación personal con Presley Worth” "Bien, entonces, no te importará si yo…" "No me pongas a prueba…" dijo Harper en voz baja "… porque todavía puedo patearte el trasero" "Sí, eso es lo que pensaba" dijo Flann "Y no has sido capaz de vencerme desde que estábamos en la secundaria" "¿Oh sí? Y qué dices de aquella vez…” "No iré allí con ella, Harper" dijo Flannery, nuevamente seria "Tampoco creo que tú debieras" "Ya que estamos de acuerdo, no tenemos nada de qué preocuparnos" Harper tiró el resto de su café en el suelo "Vamos adentro. Te haré el desayuno"

CAPÍTULO 14 Todas las puertas de las oficinas en el ala administrativa estaban cerradas y los pasillos estaban desiertos a las 8 de la mañana del sábado. Saboreando la privacidad, Presley abrió la puerta de su nueva oficina y dejó su portátil sobre el escritorio. Después de revisar su correo y eliminar los mensajes que no requerían seguimiento,

tecleó la información de seguridad necesaria para dar acceso a Carrie a las cuentas de negocios, contratos de seguros y estadísticas de admisión. Luego sacó el resumen que el equipo de Preston le había proporcionado y confirmó lo que sospechaba… la adquisición había sido rápida debido al pánico de los fideicomisarios del Hospital sobre la deuda cada vez más creciente, con sólo una contabilidad superficial del beneficio neto. Preston también se había apresurado, probablemente para poder sacarla del camino mientras él cortejaba a los partidarios. Si pudiese encontrar evidencia de que la compra, financieramente, había sido arriesgada e imprudente, podría poner en tela de juicio el accionar de Preston. Revisó los estados financieros de los últimos cinco años y comenzó a desglosar los datos. Cuando sonó su teléfono celular, miró la hora. Había estado trabajando durante tres horas. "Buenos días, Jeff" dijo ella echándose hacia atrás en su silla y estirando los músculos acalambrados de su espalda. Se giró hacia la ventana y se sorprendió una vez más por la vista. Casi esperaba el resplandor de los brillantes edificios y la ola de calor a la que estaba acostumbrada a través de las amplias ventanas de vidrio, desde su oficina a gran altura en el centro de Phoenix. A cambio, encontró colinas con docenas de tonos de verde, un cielo azul cristalino y nubes blancas tan esponjosas como el algodón de azúcar. Ella se dio la vuelta. "¿Cómo están las cosas en los Apalaches?" preguntó Jeff Cohen. "Las montañas Adirondack, no los Apalaches" dijo Presley, sonriendo. Jeff era su homólogo en la mercadotecnia, un vicepresidente que había trabajado a su manera para levantar las ventas con una velocidad increíble y lo había hecho sin conexiones. Había conseguido el trabajo porque era el hijo de uno de los hermanos de la fraternidad en la universidad de su padre, pero a diferencia de muchos de los nombramientos nepotistas que cubrían el paisaje en SunView, Jeff realmente merecía el trabajo y lo había demostrado. También era uno de sus pocos amigos dentro o fuera de la oficina y confiaba en él como podría haber confiado en un hermano, si su hermano hubiese sido cualquier otro, menos Preston. Lo conocía de casi toda su vida, a pesar de que él era varios años más joven. Sus familias socializaban y mientras estuvieron en la universidad, ella incluso había salido con él por un corto período de tiempo. Cuando se dió cuenta que nunca iba a tener más que sentimientos de amistad hacia él, lo terminó. Él no parecía tener el corazón roto y cinco años después él salió del closet con ella, aunque no con su familia. Actualmente, estaba saliendo con la hija de otra familia acomodada y probablemente se casaría, procrearía herederos y encontraría sus placeres privados en otros lugares. "¿Cuál es la situación allá?" preguntó Jeff. Presley lo puso al corriente de lo que sabía y lo que sospechaba en cuanto a la situación financiera del hospital "Hay décadas de préstamos, inversiones, deudas y de impuestos por resolver. Me tomará un tiempo desenredar todo” "Pensaba que se suponía era una reapropiación directa de activos" dijo Jeff "El lugar parece ideal para un Centro de atención a largo plazo"

"Posiblemente" Presley habría estado de acuerdo con él unos días antes, pero ahora no estaba muy cómoda con una decisión apresurada "Hay mucho más en juego de lo que nos dimos cuenta" "También hay mucho más en juego aquí…" dijo Jeff "… y creo que necesitas estar aquí" Jeff era el tipo de persona que de alguna manera se las arreglaba para ser amigo de todos y nunca parecía estar eligiendo lados. En consecuencia, todo el mundo hablaba con él y siempre había sido una fuente de información oportuna y precisa. Si decía que algo estaba pasando, entonces tenía que tomarlo en serio "¿Qué ocurre exactamente?" "La palabra es: Preston gestionando el cortar-cabezas sin parar. Desde que te fuiste, su agenda está llena de almuerzos, cenas y reuniones con los jugadores en el poder” "No me sorprende. Con mi padre en condiciones de jubilarse a finales de año, está alineando a los partidarios” "El voto puede ser un largo camino, pero tú puedes comenzar desde atrás si esto continúa por mucho tiempo ¿Regresarás?" Su primer impulso fue decir absolutamente. Podía manejar la disolución del Hospital Comunitario desde Phoenix, una vez que Carrie le diera velocidad, pero aún tenía que decidir qué hacer con los planes de las instalaciones y proyectos físicos para la construcción y la reestructuración del equipo de gestión. Había ocupado a Carrie para que comenzara una investigación de los contratistas locales esta semana "No creo que me vaya a tomar mucho tiempo conseguir una idea de lo que hay que hacer aquí. Volveré tan pronto como pueda” "Más pronto será mucho mejor que después" "Agradezco que me llamaras" "Te haré saber si se desarrolla algo más. Ten cuidado con los lugareños, escuché que podían morder” Presley se rió "Todo el mundo aquí es perfectamente encantador" había estado a punto de añadir perfectamente seguro, pero cuando pensó en Harper y la forma en que su pulso se aceleraba cuando pensaba en ella, seguro era la última palabra que usaría para describirla.

*** Harper movió su estetoscopio sobre la espalda ancha de John Prince, escuchando las sibilancias y estertores que llenaban ambos campos pulmonares. Dando un paso atrás

de la camilla, colgó su estetoscopio alrededor de su cuello "¿Cuánto tiempo has estado con falta de aliento?" El curtido rostro de John se movió en un gesto. Tenía 43, pero podía haber tenido diez años más. Su pecho y brazos eran fibrosos con poco músculo, su abdomen empezaba a mostrar los efectos por demasiadas cervezas y muchas hamburguesas "No mucho. Unos días, tal vez. La maldita tos está haciendo que sea más difícil dormir” Ella se apoyó contra la pared "¿Hace unos días?" Él se encogió de hombros y no la miró "Tal vez una semana" "¿Has estado teniendo dolor en el pecho?" "Los músculos me duelen de vez en vez, nada inusual" Estaba acostumbrada a que sus pacientes, especialmente los hombres, restaran importancia a sus síntomas. Casi todos sus pacientes eran agricultores, pequeños negociantes y trabajadores comunes. El común denominador entre ellos era que tenían que trabajar para sobrevivir y muy pocos tenían algún tipo de ahorro adicional para salir de apuros si no tenían un ingreso estable. Muchos de ellos estaban sin seguro médico para poder pagar la calefacción durante el invierno o sembrar durante la primavera o comprar zapatos y ropa para sus hijos. Y muchos de ellos ignoraban sus problemas físicos hasta que eran tan severos que se veían obligados a buscar atención médica. John era uno de esos. Si estaba aquí, en la sala de emergencia, un sábado por la mañana, era porque había ocurrido algo que le había asustado bastante. Sospechaba que era más que una tos lo que le había traído aquí. "La tos te despertó ¿verdad?" Él asintió con la cabeza "Mi esposa me ha estado molestando al respecto. Dice que no puede dormir por el ruido” Así que su esposa también estaba asustada "Vamos a hacer un electrocardiograma y un par de exámenes de sangre. Luego hablaremos” "¿No puedes darme sólo alguna medicina para el resfriado?" "Si se tratara de un resfriado, podría hacerlo" dijo Harper "Pero vamos a averiguarlo primero" "¿Cuánto va a costar?" "Nos encargaremos de eso cuando llegue el momento. Necesitas los exámenes, John" Él dejó escapar un suspiro y se agarró de la cubierta de papel sobre la mesa de exploración, con ambas manos "Está bien, Doc. Lo que usted diga” Unos minutos más tarde, la enfermera le trajo la tira del electrocardiograma. Como había sospechado por el historial y las señales físicas, las anormalidades sugerían

daño cardíaco, posiblemente crónico. Los infartos al Miocardio no eran raros, incluso los síntomas que producían a menudo eran ignorados por los pacientes o pasados por alto como distensiones musculares o indigestión. John había tenido la suerte de que no ser uno de los altos porcentajes de hombres cuyo primer ataque al corazón era fatal. Cuando fue a hablar con él, su mirada estaba temerosa. En su experiencia, la gente siempre sabía cuando su estado era más grave de lo que querían creer hasta el momento en que se veían obligadas a aceptar que tenían un problema. "Hay algunas anomalías en el electrocardiograma, John. Lo que nos dice es que ha habido algunos problemas con tu corazón que puede que ni siquiera te hayas dado cuenta. Tenemos que saber exactamente cuál es el problema. Eso significa que tendremos que hacer algunas pruebas más” Él tragó saliva audiblemente "¿Es malo?" "El hecho de que estés aquí significa que no es tan malo como podría serlo, pero no lo sabremos con seguridad hasta que podamos estudiar el flujo de sangre hacia tu corazón. Quiero que permanezcas en el hospital mientras hacemos eso así podremos monitorearte” "No puedo quedarme ahora" exclamó él "Tengo nuevos cultivos en el campo y más trabajo de lo que puedo manejar con el rebaño. No tengo tiempo para estar lejos de la granja… ¿quién va a cuidar de las cosas?" "No puedo dejar que te vayas a casa. En este momento hay fluidos en tus pulmones y eso me dice que tu corazón no está funcionando tan bien como debería. Podemos controlar algo con la medicación, pero tenemos que averiguar cuál es la causa subyacente" había escuchado una variedad de este argumento desde el momento en que empezó a seguir a su padre en las rondas y lo había escuchado por sí misma al menos algunas cien veces. Había aprendido desde hacía mucho tiempo, que los hombres como John Prince no podían ser persuadidos por temor a sí mismos "¿Tienes cuántos? … ¿tres hijos? ¿Todos aún en la escuela? Tienes que cuidarte para que puedas cuidar de ellos y de Sally Lynn” "Jesús, Doc" frotó su rostro "¿Qué le voy a decir a Sally Lynn?" "Puedo hablar con ella primero, si quieres" "Sí, eso estaría bien" se quedó mirando el suelo "No quiero preocuparla" "No lo estará si dejas que te cuide" le apretó el brazo "Resolveremos esto y te llevaremos nuevamente al trabajo ¿Bien?" Él levantó sus ojos y buscó los de ella. Ella le sostuvo la mirada. Él necesitaba ver que ella era confiable. Tenía que creer en ella. "Está bien" dijo John. "Bueno. Voy a buscar a Sally Lynn y vamos a repasar las cosas juntos”

Para cuando terminó de admitirlo, eran casi las 11:30. No había comido nada desde que había hecho panqueques y huevos para Flann a las 6 de la mañana. Flann se fue a su casa a dormir y sus grandes planes para el día habían sido plantar media docena de plántulas de tomate en el jardín trasero. Eso había quedado suspendido cuando recibió la llamada del Asistente en la sala de emergencias, quien pensó que John Prince estaba al borde de una insuficiencia cardiaca. Después de ver a John en el ascensor rumbo a la Unidad de Cuidados Intensivos, se detuvo en la cafetería para almorzar. Mientras llevaba su bandeja a una mesa junto a la ventana, vio a Presley sentada sola con una taza de café, un bocadillo a medio comer y su iPad. Ella vaciló, luego se dirigió hacia ella. "¿Te molesta un poco de compañía?" Presley le miró y sonrió "De ningún modo. Por favor" puso su iPad a un lado "¿Terminando tus rondas?" "No, tuve que revisar a un paciente en Emergencias ¿Y tú?" "Acabo de terminar" "¿Supongo que no puedo convencerte sobre lo del softbol?" preguntó Harper, mordiendo su Club sándwich de pavo. "Eres más que persistente. Pero no” Harper sonrió, giró la tapa de su botella de agua y tomó un trago, estudiando a Presley. Estaba vestida nuevamente para el trabajo… camisa verde pálido con una chaqueta color crema y pantalones negros. Su maquillaje era sutil, su cabello estaba suelto y acomodado detrás de las orejas. Llevaba un solo anillo en el dedo anular de su mano derecha, con una piedra color rojo oscuro de corte cuadrado en una banda de oro. Simple, elegante. Exactamente como ella "La persistencia a menudo es recompensada" "Me temo que esta vez no" dijo Presley. El encanto era un eufemismo cuando se trataba de las hermanas Rivers, pero ahora estaba prevenida… y armada "Necesito saber dónde puedo conseguir comida para gallo… o gallina, supongo" "¿Para el gallo en el árbol?" "Sí. Bueno, no está en el árbol en este momento. Está cavando alrededor del patio” "Es verano" dijo Harper "Con toda la hierba y el heno alrededor, probablemente le está yendo bastante bien" "Estaba leyendo que él también debería comer sémola, un poco de maíz y alimentos de alta calidad. Ya tengo una lista de lo que necesito” "Lo buscaste en Internet ¿huh?" Presley le miró con cautela "Sí… ¿por qué?"

"¿Te das cuenta que podrías haberle preguntado a casi todo el mundo aquí y hubiesen podido decirte?" "Número uno, no conozco a nadie aquí, excepto a tí y a tu familia y número dos..." ella sacudió la cabeza. Harper era demasiado buena para lograr que ella discutiera cosas de las que no tenía intención de discutir "No importa" "Y número dos…" dijo Harper, con enloquecedora seguridad en sí misma "… estás acostumbrada a hacer las cosas por tí misma" Harper estaba en lo cierto y su perspicacia hizo sentir a Presley incómodamente expuesta "Supongo, sí, eso es cierto ¿Tú no?" "Claro… a menos que alguien sepa más que yo y pueda ahorrarme mucho tiempo y dolor de cabeza preguntando" "Eso significa que tendrías que confiar en ellos" señaló Presley. Harper le dirigió una larga mirada "Así es" "Como no estabas cerca, me vi obligada a recurrir a otras fuentes de información" "¿Eso significa que confías en mí?" Presley se sonrojó. Maldita sea, Harper lo estaba haciendo de nuevo "En cuanto a los pollos se refiere" Harper se rió "Si terminaste con el almuerzo, te llevaré a la tienda de alimentos y veremos lo del equipamiento de tu gallo" "Eso no será necesario. Si me dices…” "Me gustaría hacerlo" dijo Harper. "Si estás segura, te lo agradecería" Presley hizo una pausa "De hecho, también me gustaría. Por el bien del gallo, por supuesto” "Por supuesto" la lenta sonrisa de Harper ocasionó un escalofrío que recorrió la espalda de Presley, lo que decididamente ignoró.

CAPÍTULO 15 Presley vagaba por la tienda, creativamente llamada Suplementos Tractor, consultando la lista en su iPhone de las cosas que necesitaba para el gallo. Mientras

ella compraba, Harper conversaba con uno de los empleados en la caja. Se detuvo en una sección que contenía bastidores con camisas, pantalones y botas ¿Quién sabía que se podía comprar ropa en una tienda de tractores? Ella agarró de una percha una camisa a cuadros blanco con verde y la sostuvo. El estilo sencillo y los colores brillantes tenían un cierto encanto. Se rió para sus adentros, pensando en lo que podría pasar en la sala de juntas si se presentaba con un par de vaqueros y botas. El recuerdo de Harper, que lucía totalmente a gusto en camisa blanca y vaqueros desteñidos le recordó que las acciones y no la apariencia externa de éxito, eran la verdadera medida de la capacidad. "¿Buscando expandir tu armario?" dijo Harper a su espalda. Presley regresó la camisa a la percha "Sólo... curiosidad" "Ésta marinera se vería bien en tí" Harper levantó una camisa de algodón con escote. Estaba en lo cierto. El azul complementaría con sus ojos. De alguna manera, ver ropa con Harper le parecía demasiado familiar, demasiado personal… como si Harper estuviese mentalmente vistiéndola o desvistiéndola. La intimidad era desconcertante. Al crecer, Presley había salido de compras con su madre y había aprendido rápidamente a aceptar las opciones de su madre sobre sus propios deseos. De vez en cuando compraba con sus amigas en la secundaria, hasta que una de las chicas fue capturada robando y los padres de Presley le amenazaron con congelar sus tarjetas de crédito si continuaba con las compras no autorizadas. Ya de adulta, era compradora habitual en uno de los grandes almacenes de lujo, donde elegían un surtido de piezas para ella cuando llamaba y la tenían listas para cuando ella llegaba. Levantó la camisa y no tuvo problemas para imaginar a Harper en una gran habitación soleada, con un brillante cielo azul de telón de fondo fuera de la ventana, deslizando lentamente la sencilla camisa de algodón sobre su cabeza. Sus pechos libres y las manos de Harper… "Supongo que tiene sentido comprar aquí mientras consigues el resto de tus suministros" Presley puso nuevamente la camisa en la percha y rápidamente caminó sin rumbo fijo. "La ropa hecha tiende a ser mejor para el trabajo duro" dijo Harper cuando la alcanzó "Y en muchos casos menos costosas que cosas similares en los grandes almacenes regulares" Presley agarró un par de botas de trabajo de mujer. Afortunadamente, no evocó el pensamiento erótico en su cabeza "Estoy tratando de imaginar que estaría haciendo para necesitar éstas" Harper se rió "Si tuvieses gallinas, es posible que desearías usarlas mientras estás limpiando el gallinero" "Dame un poco de tiempo para acostumbrarme a todo eso" murmuró Presley y regresó las botas.

"Citadina" El tono de Harper era de broma y Presley decidió que le gustaba. "Vamos…" dijo Harper "… hay algo que quiero mostrarte" "Estoy impaciente" "Entonces, sólo mantén ese pensamiento" Harper extendió la mano y por un segundo Presley pensó que iba a tomar su mano. Una oleada de placer le recorrió cuando levantó la suya automáticamente lista para tomar la de Harper. Harper se quedó inmóvil, esa insondable oscuridad nuevamente en sus ojos. El aliento se contuvo inexplicablemente en el pecho de Presley. "Por aquí" dijo Harper en voz baja, bajando lentamente la mano hacia su costado. Presley asintió, sabiendo que debía sentirse tonta, pero no lo hizo. Por unos minutos, quiso dejar de lado todo lo que había sido entrenada para hacer y querer y simplemente seguir sus instintos. Y su instinto era seguir a Harper. Empujó el enorme carrito de compra por las filas apiladas con grandes bolsas de alimentos para animales y aves, a través de pasillos llenos de postes de cercas y estacas y todo tipo de herramientas, grandes y pequeñas, abrevaderos y otros equipos. Hacia la parte trasera del almacén, unas barras altas formaban cuatro secciones de unos dos metros cuadrados. Harper se detuvo y señaló una de ellas. Presley bajó la vista y se quedó sin aliento. "Oh" la sensación de temor se deshizo en su pecho. Una docena de bolas amarillas mullidas, de cerca de cuatro pulgadas de alto con todo y pies, correteaban alrededor, picoteando en la paja y picando los alimentos en una pequeña bandeja de estaño, con sus pequeños picos tan frágiles que ni siquiera parecían reales. Las pequeñas plumas, gruesas y oscuras, aleteaban algunos restos de pelusa que cubrían sus alas. "Polluelos" Presley pronunció lo obvio y esperaba que sonara menos infantil de cómo se sentía. "Sip. Son lo último del grupo. Es un poco tarde en la temporada y estos son más grandes de lo que son por lo general cuando se van a casa, pero eso es bueno porque no tendrías que ser tan cuidadosa con la temperatura como lo harías si se trataran de crías" "Son muy lindos" Harper acunó uno en sus manos y se lo pasó a Presley "Toma"

Al no tener elección, Presley lo tomó. Las plumas eran increíblemente suaves y sus brillantes ojos negros le recordaron los del gallo, inquisitivos y animados. El polluelo le dió un picotazo en su dedo y se echó a reír "Nunca se detienen ¿verdad?" "Casi nunca. Chad dice que si te llevas media docena, son tuyos por cinco dólares” Presley se le quedó mirando "¿Y qué haría yo con media docena de gallinas?" Harper sonrió "Ese gallo sabrá qué hacer" Presley levantó una ceja "Imagino que lo haría. Pero aparte de lo obvio, no creo que podamos confiar en que él se encargaría de los otros problemas” “Los pollos se cuidan muy bien entre ellos mismos, una vez que están un poco más grandes. Le echaré un vistazo al gallinero y lo pondré nuevamente en forma para tí. La naturaleza hará el resto” De mala gana, Presley puso el pollo en el corral nuevamente "No puedo. No tengo ni idea de cómo cuidarlos y… ¿qué pasará cuando me vaya?" "Encontrarás a alguien que los recoja. O se los coma” Presley jadeó "Por supuesto que no" "Si cambias de opinión, estarán aquí unos días más" "Gallo es más que suficiente responsabilidad" dijo Presley y retrocedió para no ver el revoloteo de los polluelos y anular el impulso de llevarlos a casa "Además, tenemos gatos en el granero. Ellos podrían comérselos” "Los gatos de granero conocen de pollos. Probablemente serían amigos” Por un loco momento, Presley lo consideró. Eran lindos y por lo que había leído, no daban mucho problema en absoluto. Y podrían tener huevos... pero misericordiosamente la razón prevaleció. Ella se iría mucho antes que estos pequeñitos estuviesen listos para poner sus huevos "No" "Está bien" dijo Harper, su tono sugería que no estaba convencida de que Presley estuviese convencida. Para demostrar su certeza, Presley empujó su carrito a toda prisa hacia la caja. Una vez afuera, Harper apiló los suministros en la parte trasera de su camioneta "Te llevaré de regreso al hospital para que puedas recoger tu coche" Presley miró su reloj "¿No tienes práctica de softbol esta tarde?" Harper asintió. "¿Dónde?"

“Un poco más allá de mi casa" Harper le abrió la puerta a Presley. "Gracias" Presley estaba acostumbrada a que la gente abriera las puertas para ella, pero cuando Harper lo hacía, se sentía especial. Harper le trataba como si ella fuese todo lo que importaba… como si el tiempo no tuviese sentido cuando estaban juntas. Se subió a la camioneta y Harper puso en marcha el motor "Eso llevó más tiempo de lo que esperaba. Si me llevas de nuevo al hospital, llegarás tarde" "Está bien. Me estoy divirtiendo” Yo también. Tan divertido, que había perdido la noción del tiempo, algo que nunca hacía "Flannery se opondrá, supongo. Sólo llévame a casa… estoy en tu camino. Le diré a Lila que me lleve a recoger mi coche cuando salga hoy” "Qué tal si me detengo en casa para cambiarme y vienes conmigo a la práctica. Te llevaré a casa después y te ayudaré a bajar estas cosas” Presley frunció el ceño "Espera… ¿De qué estás hablando? ¿Por qué iría yo a la práctica?" Harper sonrió y señaló hacia el cielo "Sábado por la tarde. Cielo azul, sol caliente. Es un hermoso día. Carrie también estará allí ¿Qué vas a hacer en casa?" "Bueno, yo…" Presley se cruzó de brazos irritada por haber sido puesta en su lugar y pensó en sus actividades habituales de fin de semana. Una hora en el gimnasio todas las mañanas, un café expreso en el camino de regreso a su condominio y luego ponerse al día con las noticias de la semana en su iPad. Por la tarde, se aburría y terminaba trabajando hasta la reunión de negocio o la reunión familiar obligatoria del sábado por la noche. No había considerado qué haría aquí el fin de semana. El gimnasio estaba descartado, ya que no había visto nada parecido a uno en ésta ciudad. No tenía planes para la noche y ya había trabajado medio día. Tenía varios libros en su iPad que pensaba leer… pero eso sonaba como una excusa, que no lo era. No exactamente "Tengo unas cuantas cosas ya planeadas" "Tres horas…" dijo Harper "… contando el viaje de tu casa y la mía. Si no te diviertes, te llevaré a casa” La idea de relajarse bajo el sol era extrañamente atractiva. No había nada esperándola en la residencia White, excepto el gallo y él estaría allí más tarde. Y pasar unas horas viendo a Harper no sería ningún problema "Está bien, pero quiero tu palabra de que no me vas a fastidiar para jugar" "Lo juro" Harper giró a la izquierda para salir de la ciudad "¿Entonces, cuál es tu deporte?" "Golf" sus padres los habían inscrito a ella y a Preston en clases de golf cuando tenían 8 años, explicando que el golf era el deporte del mundo de los negocios y que muchos acuerdos eran negociados en el césped verde. No le gustaba nada el juego, pero era competitiva y eso era suficiente para hacerle una buena jugadora de golf y sus padres tenían razón. A menudo se pasaba una mañana de fin de semana en los prados de su

club, hablando de negocios con los financieros, los promotores inmobiliarios, políticos y directores generales "¿Tú lo juegas?" "No" Harper bajó la ventanilla y el olor a campo flotó en el interior. Alquitrán caliente, campos verdes, animales de granja "Hay un campo público a unos diez kilómetros de aquí. Mucha gente por aquí juega. Si extrañas jugar…” "No" Harper le miró "¿Por qué juegas, entonces?" "Es bueno para los negocios" "Ya veo" Harper no sonaba como si pensara que eso era más que una razón para hacer cualquier cosa. "Pensaba que todos los médicos jugaban golf" dijo Presley con irritación. "Muchos lo hacen, por las mismas razones. Pero si voy a pasar tiempo haciendo algo, prefiero que sea por placer” "Como ahora" Harper le miró "Si"

*** Harper entró por la vereda y se detuvo frente a su casa. Originalmente era la casa del administrador de la granja, la construcción de madera de dos pisos estaba situada a un centenar de metros detrás de la carretera con un campo de maíz y otros cien metros más allá de su porche trasero. Afuera estaba el granero, a la derecha, el jardín a la izquierda y el gallinero en el medio. Los pollos vagaban por él césped enfrente de la casa. Ella apagó el motor y salió rodeando la parte delantera de la cabina para mantenerle la puerta abierta a Presley mientras ella bajaba. Harper le tendió la mano y Presley la tomó, apoyándose en Harper mientras se equilibraba. Presley miró a su alrededor, sus dedos apretados sobre los de Harper "Son muy bonitos. Y todos son diferentes” Harper señaló las diversas especies de polluelos, uno por uno "¿Cuál es tu favorito?" "Oh" dijo Presley riendo "No soy una aficionada a los pollitos. Sin embargo, me gustan los de color blanco con motas" "Mmm, buena elección. Son agradables y tiernos. Asados un domingo por la tarde…" se agachó cuando Presley le dió un manotazo en el hombro "En serio, a veces tenemos que comer el ganado. Los niños aprenden eso a muy temprana edad"

Presley bajó la mirada. Todavía estaba sosteniendo la mano de Harper. No había nadie más alrededor y de repente, la intimidad era abrumadora. No tenía idea de lo que estaba haciendo. Peor aún, cuando estaba con Harper, se olvidaba por qué había venido a este lugar donde no tenía cabida, donde su trabajo le ponía en desacuerdo con todo el mundo, sobre todo con esta mujer que parecía capaz de hacerle olvidar de sí misma con una facilidad alarmante. Soltó la mano de Harper "Debe ser muy difícil para los niños, para cualquier persona, encariñarse con un animal y luego...” "Los niños granjeros tienen que aprender que los animales, como los cultivos, son parte de lo que mantiene a una granja en marcha. Los padres inteligentes enseñan a sus hijos a no poner nombre a los animales que eventualmente serán sacrificados para la comida o por otras razones. Los clubes 4-H dan a los niños un lugar para vincularse con sus animales y llevar a sus mascotas para mostrarlas. Ningún buen padre sacrificaría uno de esos” Presley siempre había querido un perro. Sus padres le habían dicho que no… ellos viajaban mucho y después irían a la escuela preparatoria "Es tan diferente a lo que estoy acostumbrada" "¿Y eso es?" a Harper no le importaba si era tarde para el softbol. Había estado jugando toda la vida y la práctica era una excursión más social que otra cosa. Flannery se lo pondría difícil, pero eso no arriesgaría su posición en el campo corto. Ella todavía era rápida y tenía uno de los brazos más fuertes del equipo. Flann era una mejor bateadora, desde luego Flann siempre había siso la más vistosa de ambas. En este momento, no podía pensar en otra cosa que preferiría estar haciendo que estar parada frente a su casa, rodeada de un montón de pollos cacareando, hablando con Presley Worth. Presley no le conocía, pero al parecer querer hacerlo y eso era más importante que cualquier otra cosa en ese momento. Toda su vida, Harper había sido conocida por todos. Cuando comenzó a ir a las rondas con su padre, todo el mundo conocía a su padre, a su madre y a ella, a pesar de nunca haberla visto. Su historia era conocida antes que la hubiese vivido. La mayor parte del tiempo no le importaba, pero a veces la familiaridad le dejaba sintiéndose invisible. Con Presley, se sentía completamente nueva y cuando Presley le miraba, se sentía fuerte y visible. Quería contarle todo, desde las historias más tontas de su infancia hasta lo que significaba para ella tener la fe de sus pacientes y de su comunidad. Quería contarle lo que le importaba, lo que sentía en su interior. "Es una larga historia" dijo Presley "Y vas a llegar tarde" "No me importa" murmuró Harper y se acercó un paso más. La mano de Presley se posó sobre su pecho y sus ojos se abrieron, llenos de incertidumbre. Sus dedos se cerraron en la camisa de Harper. "Harper, esto no es…" Harper le besó, bajo el sol caliente de verano, bajo un cielo azul, con los sonidos y los olores de la vida a su alrededor. Ella acarició suavemente el antebrazo de Presley, deleitándose en la suave textura y lo sedoso de su piel. Los labios de Presley eran aún

más suaves, suaves contra los suyos, provocando sus sentidos. La boca de Presley se deslizó suavemente sobre la de ella hasta que sus labios se ajustaron perfectamente. La brisa era fría y fresca contra su nuca y cada sensación era magnificada mil veces. No necesitaba respirar. Estaba más viva de lo que jamás había estado, no sabía que hasta ese momento había estado sonámbula, esperando a la mujer cuyo beso supiera a eternidad. El ansia explotó, enviando una necesidad apasionada a través de ella. Deslizó su brazo alrededor de la cintura de Presley, la atrajo hacia sí y presionó su boca más fuertemente contra la de Presley, deseando más. La palma de Presley presionó contra su pecho, apartándola. El beso se disolvió, dejando a Harper sólo con el sonido de su propia respiración jadeante en sus oídos. "Harper, no" dijo Presley en voz baja. Harper le soltó, dio un paso atrás, buscando las palabras en su mente revuelta "Yo... no me di cuenta" Presley respiró profundamente y esperó un segundo para que el remolino en su cabeza se disipara. No se había movido, al menos no creía haberlo hecho, pero no recordaba cómo había terminado en los brazos de Harper. Sí recordaba exactamente cómo se había sentido. Su cuerpo todavía se estremecía ante el recuerdo. El cuerpo de Harper había sido fuerte, apasionado, poderoso y por un instante, Presley cayó rendida. Rendida, algo que nunca, nunca había hecho. En un latido, cada instinto le estimuló a luchar. Luchar contra el deseo, el anhelo y la locura de ese beso. Cuando estuvo segura de que su voz era firme, dijo "Eres una excelente besadora, Harper" La boca de Harper se torció en una sonrisa irónica "¿Aún sin ser invitada?" "La invitación no era necesaria y decir que no me gustó sería una mentira" se obligó a sonreír, aligerando su voz "Vamos a atribuírselo a…" ella miró a su alrededor, señaló hacia el cielo como Harper lo había hecho antes "… el efecto de este increíble y hermoso día" "Muy bien" dijo Harper con voz ronca "Podemos intentar eso" "Esperaré aquí fuera mientras te cambias de ropa" "¿Tienes miedo de estar a solas conmigo?" Presley se erizó "Por supuesto que no. Un beso no es un asalto. Es halagador. Y agradable. Y tú, tú eres una dama” Harper se echó a reír, pero su rostro estaba tenso "Gracias" "De nada" Presley no permitiría que Harper aceptara la culpa donde no había ninguna. Ni siquiera estaba segura que no hubiese invitado de alguna manera a ése beso, aunque no estaba segura de no volver a hacerlo "Y estoy dispuesta a apostar que hay té helado en la nevera" "¿Soy hija de mi madre?"

"Sí" dijo Presley "… y de tu padre" "No podemos olvidarlo eso ¿verdad?" "Me temo que no, Dra Rivers"

CAPÍTULO 16 Presley se sentó en el porche trasero de la casa de Harper, con un vaso de té helado mientras que los pollos que le habían seguido daban vueltas a través del patio. Se

había sentado en más porches en los últimos días que lo que se había sentado en su vida y estaba comenzando a ver el valor de dejar que su mente vagara bajo la luz del sol o del crepúsculo. Hoy, sin embargo, nada iba a asentar su mente o su cuerpo sea cual fuese el caso. Harper estaba adentro cambiándose y Presley agradeció los pocos minutos a solas para tratar de serenarse. El beso le había tomado fuera de guardia. La habían besado anteriormente, pero nunca cuando no se lo esperaba. Los besos no era algo que sucedía a menos que ella decidiera que así fuese. Tal vez había sido sólo el elemento sorpresa que había hecho éste beso tan incendiario y tan abrumador. Tal vez sólo fue sacudida porque no estaba preparada de la manera en que solía estarlo, no había sopesado y considerado lo que vendría después de manera tan natural, no había decidido que más, al menos por una noche, sería agradable. No había elegido ser besada. No había nada agradable sobre el beso de Harper. Agradable era una palabra demasiado inadecuada para lo que había pasado cuando sus labios se  tocaron. El calor, la fuerza del beso, le había atravesado, derribando las barreras como inundaciones que caían sobre la tierra reseca, inundando todo a su paso. Había sido incapaz de detenerlo y estaba desesperada por más, abriéndose como las grietas en una tierra sedienta, ansiando llenarse hasta que se desbordara. Había conocido el deseo que no había imaginado posible. No era una virgen sonrojada, pero pensar en la manera en la que había respondido a un simple beso, trajo calor a sus mejillas y a otras partes. Apretó el vaso frío contra su frente sudorosa y cerró los ojos. Qué paso en falso tan monumental. De todas las personas en esta ciudad, Harper Rivers era probablemente la persona menos indicada con la que podría involucrarse. Prácticamente se había comprometido a sí misma profesionalmente, algo que nunca había sucedido, ni una sola vez en su vida. No es que hubiese algo entre ellas, la amistad o algo más, no solo haría una diferencia en su toma de decisiones, sino que simplemente era una mala manera. Y peor que eso, había dejado que las cosas se salieran de control con alguien que realmente le gustaba. Harper era divertida, cálida, atenta y fascinante en su intensidad. Era honesta y fuerte. Y condenadamente sexy. Cuando pudiera pensar con más claridad, necesitaba encontrar una manera de librarse a sí misma, con gracia, de una relación que se estaba moviendo demasiado rápido, sin perder a Harper. Si solamente se fuera la sensación de mareo en su cabeza y el deseo hambriento en su estómago. La puerta se abrió detrás de ella y Harper surgió. Presley miró fijamente las piernas desnudas, los ajustados y negros pantalones cortos deportivos y la camiseta sin mangas que se amoldaba al cuerpo delgado de Harper. Sus pechos lucían sutilmente curvos debajo del algodón, una invitación que Presley se negaba a reconocer a pesar de la resequedad en su garganta y la opresión en sus entrañas. Los ojos de Harper nuevamente estaban oscuros y melancólicos. Su cabello estaba despeinado y Presley tuvo un impulso inexplicable de pasar sus dedos a través de él, despeinándolo aún más. Se levantó y le tendió el vaso de té vacío "Tan bueno como el de tu madre" Harper sonrió por un instante "Eso es porque lo es" "Te gusta vivir cerca de ellos ¿verdad?"

"Lo suficientemente lejos para una vida privada, lo suficientemente cerca como para mantenernos en contacto" Presley asintió como si entendiera, aunque no fuese así "Veo a mi familia con regularidad. Las fechas están en mi agenda” La mirada de Harper se ablandó y su boca se suavizó "Nadie tuvo que decirme que la familia era primero. Simplemente siempre ha sido así” "No estoy segura si sería buena con alguien tan cerca, tan adentro" "No puedo imaginar existir sin eso" "¿Es eso lo que quieres? Para tu vida" "Sí" las sombras huyeron de los ojos de Harper "Una mujer, una casa grande, al menos cuatro niños, unos perros, un par de gatos, gallinas…" Presley se rió y extendió ambas manos "Sí, ya veo. Eres la hija de tu padre" "Y de mi madre" "Sí" Presley se sintió un poco mejor. Un poco más en tierra firme. Eran tan diferentes una de la otra. Estuvo en lo correcto al detener las cosas con lo del beso "Tenemos que irnos, así no llegarás tan tarde" El viaje hasta el campo de béisbol tomó menos de diez minutos y no conversaron por el camino. Presley pasó el tiempo dividido entre mirar por la ventana la interminable extensión de prados verdes, un color al que todavía no podía acostumbrarse con tantas variedades y abundancia y observando las manos de Harper mientras conducía. Sus manos eran seguras y fuertes, sus dedos largos y delgados. Mientras la mano de Harper cubría la palanca de cambios, Presley recordaba la presión de la palma de Harper contra el centro de su espalda, sosteniéndola posesiva e incuestionablemente. Rara vez se dejaba poseer, incluso durante el sexo. No le molestaban las amantes agresivas, siempre y cuando nadie pensara en dominarla. Sin embargo, había acogido el control sutil de la mano de Harper atrayéndola, habría ido de buena gana al infierno del abrazo de Harper. Se había excitado ante el poder de Harper. "¿Todavía quieres quedarte?" preguntó Harper en voz baja mientras se acercaban al campo. "Por supuesto" Presley sonrió. Irse ahora sería admitir que el beso le había inquietado, y confesar ésa debilidad no estaba entre sus características. "Bien" Harper se acercó al final de una larga fila de vehículos, principalmente camionetas y camiones de un tipo u otro. Se volteó en el asiento para enfrentar a Presley "Hay protector solar en la guantera delante de tí. Si no tenías planeando estar fuera hoy, lo necesitarás”

"Tienes razón, lo haré. Gracias" se untó un poco de loción en su rostro y en los brazos desnudos, consciente de que Harper le observaba mientras lo hacía. Le gustaba cuando Harper le miraba. Se apresuró en terminar y dejó la loción. Harper dio la vuelta para abrirle la puerta y ella bajó. Harper le guió con una mano en su brazo, pero la retiró tan pronto como entraron en el campo. Harper llevaba su guante y se había puesto una gorra de béisbol azul desgastada que protegía sus ojos. Todo lo que Presley podía ver era su boca y era el último lugar que quería mirar. En vez de eso, estudió el campo de juego. Un gran respaldo de malla estaba detrás del plató. Dos columnas de gradas enfrentaban el campo en las esquinas opuestas y sorprendentemente, estaban medio llenas de gente, algunos con cavas, bebés en sus cochecitos, o sombrillas para la sombra. Obviamente, ver la práctica era una forma de entretenimiento para muchos más de lo que estaban jugando en realidad. El equipo estaba compuesto de hombres y mujeres, 50-50 por lo que podía ver. Harper se detuvo ante una columna de gradas "Si quieres irte, sólo hazme una señal. Te llevaré a casa” "Estaré bien. Disfruta la práctica” "Te veré dentro de un rato" Harper corrió hacia donde Flann y Carrie arrojaban una pelota de béisbol entre ellas. Flann dijo algo y Harper le hizo un gesto con la mano y siguió caminando. Carrie miró hacia las gradas y le saludó con la mano, tenía una gran sonrisa en su rostro. Ella, al menos, estaba teniendo un buen día. Presley le devolvió el saludo y subió a la fila superior de las gradas y buscó a Harper. Le vió en el puesto de shortstop. Un hombre afroamericano alto y delgado, estaba golpeando pelotas hacia ella desde el plató. Harper se movía con gracia y agilidad, agarrando las pelotas por el suelo y lanzando a primera base. Era rápida, ágil y fuerte. Después de unos minutos, Flann seleccionó un bate de una pila acomodada contra la valla y se dirigió hacia el plató. Carrie subió al montículo y lanzó hacia una pequeña rubia agachada detrás de Flann. La primera bola pasó zumbando a Flann. "Un tiro de suerte" gritó Flann. Carrie se limitó a sonreír. Flann tiró al segundo lanzamiento, pero lo falló. Unos gritos de risas y silbidos se oyeron de los jugadores en el campo. Ella golpeó la tercera bola, una bola baja que se arrastró pasando a Carrie. Harper la recogió detrás de ella, lanzándola a primera base. El resto de los jugadores rotaron al bate y Carrie siguió lanzando, alternando con otros lanzadores que, por lo que Presley podía notar, no eran tan rápidos o precisos como Carrie. "Ella acabará con los otros equipos" anunció Margie, sentándose en el banco junto a Presley. Llevaba una gorra similar a la de Harper, una camiseta sin mangas azul marino con estampados de los Thunderbolts, una nube dividida por un rayo dentado y pantalones cortos. Bebiendo refresco de un enorme vaso desechable, estiró las piernas frente a ella y apoyó los codos en sus rodillas. "Parece ser muy buena" dijo Presley.

"Ella es muy buena" "¿Tú juegas?" "Sí, pero prefiero el fútbol. Es más rápido ¿Y qué hay de tí?" "¿Qué hay de mí sobre qué?" "¿Juegas?" "No. Un poco de tenis. Golf, mayormente" Margie terminó su refresco y dejó a un lado el vaso "¿Te gusta tu trabajo?" "Sí" Presley respondió de forma automática, incluso cuando una pequeña parte de ella vaciló. "¿Qué parte?" De alguna manera no tenía qué preguntar a qué se refería Margie. La chica era increíblemente intuitiva. Eso, combinado con su mente inquisitiva, le iba a llevar muy lejos un día. Sería una adversaria peligrosa. Como estaba, era un reto "Si dijera que me encanta poder mover las piezas en un tablero de ajedrez ¿tendría sentido?" "Si fueses la Reina, sí" "¿Por qué no el Rey?" "Demasiado limitado. La reina tiene mayor alcance, más fácil de maniobrar" Margie sonrió "Más poder" Presley se rió "Bueno, entonces lo entiendes" "¡Vamos, Harper!" gritó Margie "Puedes golpear la pelota" Harper clavó los pies en la tierra oscura de la caja de bateo y se enfrentó a Carrie nuevamente. El lanzamiento de Carrie pasó silbando junto a ella. Margie la abucheó "Los negocios son un buen campo para las personas que les gusta estar a cargo y en control y que les gusta el poder" "No lo había pensado de esa manera, exactamente, pero tienes razón ¿Y qué hay de tí?" dijo Presley descubriendo que otra de las hermanas Rivers, de alguna manera, se las arreglaba para dirigir la conversación en direcciones que ella preferiría evitar "¿Qué te gusta?" "La gente" respondió Margie al instante "Me gusta observarlas, descubrir que les hace seguir adelante" "¿Entonces, estás pensando en seguir la tradición familiar?"

"Puede ser. Todavía no he decidido. Sin embargo, si lo hago, voy a ser una psiquiatra” "Serías una muy buena. Eres atenta y perspicaz” "¡Gracias!" la sonrisa de Margie se ensanchó "¿Vas a salir con Flann?" "Ah…" dijo Presley, decidiendo que había llegado a los límites de la revelación personal "… si lo hiciera, no creo que te lo diría. Esa sería una pregunta para Flannery. Sin embargo, te puedo decir fácilmente que no" "Está bien, es justo" "¿Qué hay de ti?" dijo Presley "¿Novio? ¿Novia?" Margie negó con la cabeza "Nadie en especial. Mi grupo en realidad no se empareja mucho e imagino que cuando encuentre a la persona que quiera ver dentro de mí y yo también lo quiera, entonces lo sabré. Chico o chica, no creo que vaya a importar” ¿Cómo es que esta chica podía estar tan segura de algo tan confuso para tantos? Presley encontró que el pensamiento de querer que alguien viera en su interior no sólo era extraño, sino peligroso. Su interior era donde escondía sus debilidades… las cosas que quería y por las que estaba dispuesta a sacrificarse. Al menos, una vez que pudiera. No por más tiempo "Tu familia es increíble" "Sí. Lo sé" Margie le estudió con esa fuerte mirada inquisitiva "Podrías encajar ¿sabes?" "Oh" dijo Presley "No sé nada sobre eso. Soy más una solitaria, creo" "Todas lo somos a veces. Es por eso que Harper tiene una casa en el árbol, Flann monta su motocicleta y Carson corre” Sí, pero todas llegan a casa. Yo nunca lo hago. Presley dijo "Gracias por decirlo" A medida que el sol se ponía lentamente, Margie señaló a los diferentes jugadores, todos empleados del hospital y conversó acerca de cosas casuales hasta que finalmente los jugadores comenzaron a recoger sus equipos y se dirigieron hacia sus vehículos. Harper, Flannery y Carrie se acercaron juntas. "Eso fue increíble" dijo Carrie, radiante. "Gran lanzamiento" dijo Harper. "Esa fama va a extenderse rápidamente" Flannery sonrió a Carrie "Van a estar detrás de tí" "Que vengan" dijo Carrie. Flannery rió.

Harper miró a Presley "¿Todo bien?" los extremos húmedos de su cabello se pegaban a su garganta y cuello y una mancha lineal de suciedad corría por su mejilla izquierda. Se veía sudorosa y escandalosamente sexy. "Grandioso, gracias" Flannery se quitó la gorra de béisbol roja y pasó la mano por su cabello. Las ondas color arena estaban mojadas y oscuras, más de lo normal. Sus ojos brillaban por el entusiasmo y la energía "¿Alguien quiere una pizza?" "Síp" Carrie y Margie exclamaron juntas. Harper permaneció en silencio, sin dejar de mirar a Presley. Esperando. Tenía que decir una excusa, irse a casa. Alejarse de Harper hasta que su cuerpo se asentara y fuese ella misma nuevamente. "Tengo hambre" admitió Presley. Harper sonrió "Yo también"

CAPÍTULO 17

El lugar de la pizza resultó ser el bar que Flannery les había mostrado en el pueblo. El Hilltop estaba lleno incluso a las cinco de la tarde, con hombres y mujeres que bebían en el bar, hablando y riendo a carcajadas, mientras que los televisores en cada extremo mostraban juegos de eventos deportivos. Unas cuantas mesas en una habitación contigua completaban el restaurante. Los olores procedentes de la parte de atrás donde estaba la cocina, le recordaron de inmediato a Presley que no había comido mucho y su desayuno había sido un muffin, muchas horas antes de eso. Se sentaron alrededor de una enorme mesa redonda, cubierta con un mantel color amarillo brillante salpicado de rosas azules. Terminó sentada entre Harper y Carrie. Después que todas mencionaron sus preferencias y rechazaron algunos otros ingredientes, eligieron tres pizzas y ordenaron a una simpática camarera en vaqueros y camiseta que saludó a las hermanas Rivers por su nombre. Una vez ordenada la comida, Flannery dijo "Tammy está ocupada. Buscaré nuestras bebidas ¿Qué quieren de la barra?" "Cerveza" dijeron Harper y Carrie simultáneamente. "Coca-Cola" dijo Margie. "Yo, ah, supongo que el vino estaría fuera de lugar" dijo Presley. "Se puede conseguir…" dijo Harper "… pero posiblemente sea letal" hizo una pausa, el susurro de una sonrisa vacilante cruzó su boca "¿Te sientes aventurera?" "No mucho" dijo Presley, recordando al instante su conversación en la casa del árbol. Nunca había buscado la aventura, sólo la conquista. Su placer siempre había sido más el resultado, que el proceso de alcanzar su objetivo. Nunca había imaginado que la aventura tomaría la forma de una comunidad tranquila en los confines de las montañas Adirondack o de una mujer que desafiaba todo lo que ella creía saber acerca de sí misma "También tomaré cerveza" Flannery se levantó y Carrie le siguió, diciendo "Te echaré una mano" Harper preguntó a Presley "¿Acaso la juerga de esta tarde te convenció para darle una oportunidad al softbol?" "Me temo que no…" dijo Presley "… aunque disfruté verlos a todos jugar ¿Cuándo es el primer juego?" "Entre semana. Tenemos la esperanza de mantener en secreto a Carrie, hasta después del primer juego” "Buena suerte con eso" dijo Margie. "Sí, creo que hoy vi un par de observadores en la multitud" "Suena como si se tomaran el softbol en serio" dijo Presley improvisadamente. Harper y Margie le miraron.

"¿Qué?” "Bueno, por supuesto que lo tomamos en serio" dijo Harper como si explicara algo muy simple a alguien muy complejo "Los campeones de la liga podrían viajar en el primer coche en el desfile del Día del Trabajador. Es muy prestigioso” Con cuidado, Presley estudió primero a Harper, luego a Margie. Ambas tenían idénticas expresiones inocentes "Todas ustedes son verdaderamente aterradoras" Ambas rieron. "¿Qué es tan gracioso?" Flannery colocó los vasos sobre la mesa y se los pasó a las personas adecuadas. "Acabo de recibir un discurso sobre la importancia de ganar el torneo de softbol" dijo Presley. "Oh sí. Nuestro equipo ha estado en el primer coche en los últimos tres años. Todo el mundo nos quiere quitar el puesto” "¿El primer coche?" preguntó Carrie, sonando confundida. Flannery se dejó caer en una silla y le explicó a Carrie. "Oh, entonces vamos a ganar" dijo Carrie. Vamos. Presley tomó un sorbo de cerveza, preguntándose con qué facilidad Carrie había abrazado la comunidad. Preguntándose también lo que eso significaba para el trabajo que tenían que hacer… el trabajo era tan fácil de olvidar, sentadas aquí con las carismáticas hermanas Rivers. Una hora y media más tarde, después de terminar la mayor parte de las pizzas y dos rondas de bebidas, todo el mundo dijo que estaban listos para retirarse. "Te llevaré a ti y a Carrie a casa" dijo Harper. Flannery parecía que estaba a punto de protestar, luego tocó el cuello de Margie y le dijo "Vamos, chica. Yo te llevaré" "Te veré en el juego" dijo Margie a Presley. "Oh..." Presley buscó una excusa, pero la mirada en el rostro de Margie no le dejó otra alternativa "Si. Estaré allí si puedo” Margie echó vivas "Grandioso" "En realidad no es necesario que hagas de chofer con nosotras" dijo Presley cuando Harper les llevaba a casa por segunda noche consecutiva. "No es como si estuviese fuera de mi camino. No hay problema"

"Te lo agradezco, pero estoy segura que estás ocupada y por lo que recuerdo, los fines de semana son siempre los peor…" "Shh" dijo Harper "No hablamos sobre eso…" su teléfono celular sonó y ella negó con la cabeza "A lo que iba, nunca lo decimos en voz alta" Ella presionó un botón del teclado al lado de un pequeño altavoz "Dra. Rivers" "Doc…" dijo una voz masculina "… soy Don Reynolds. Realmente lamento molestarte a esta hora de la noche, pero estoy preocupado por Jimmy. Se ha estado quejando durante toda la semana de no sentirse bien y cuando dejó de comer, lo mantuve en casa para que no fuera a la escuela. Pero hoy parece aún peor. Ahora está por encima de todo lo demás” "¿Tiene fiebre?" "No, que yo sepa" "¿Se está quejando de dolor de estómago o de cualquier otra cosa?" "Él no es mucho de quejarse, él sólo... Doc, simplemente no se ve bien. Estoy preocupado” "Pasaré por allí en una hora, más o menos y le echaré un vistazo" "Lo apreciaría mucho" "No hay problema, Don" Harper terminó la llamada y dio vuelta en el camino hacia la casa de Presley. "¿Por qué no lo llevan a la sala de emergencia?" preguntó Presley. "Porque es probable que no sea una emergencia y distraer al personal de Urgencias es un desperdicio de su tiempo y un inconveniente para la familia. Estoy a 20 minutos. Me llevará otros 20, tal vez, echarle un vistazo al chico y hacerles saber lo que hay que hacer. Es la mejor asignación de recursos” Carrie preguntó "Si no crees que sea una emergencia ¿no puede esperar hasta mañana para ir a la consulta?" "¿Domingo en la mañana?" "¿Qué hay de la atención de urgencia?" dijo Carrie. "Lo podríamos enviar allí. Pero lo más probable es que vería a alguien que no conoce y que no reconoce algunas de las cosas que yo podría reconocer porque lo conozco. Y además de eso…" ella desaceleró frente al porche "… nos gusta cuidarlos nosotros mismos"

Presley dijo "Has estado haciendo un buen trabajo cuidando de nosotras y ni siquiera somos de los tuyos. Gracias por traernos” "Sí, gracias" dijo Carrie "Me lo pasé muy bien hoy. No puedo esperar para el juego” "Estuviste fabulosa" dijo Harper. "Gracias. Aun así estoy fuera de forma. Voy a acostarme temprano y fingir que estoy leyendo en la cama” "Buenas noches" dijo Harper cuando Carrie se alejó. Presley se demoró "Espero que tu noche no sea demasiado agitada" "Es temprano todavía. Traigo un cambio de ropa conmigo ¿Te importaría si me cambio aquí? Así podré ir directo con los Reynolds" "Por supuesto que no ¿Quieres tomar una ducha? Tenemos un cuarto de baño adicional que eres bienvenida a usar" dijo Presley. "No quiero molestarte" Presley presionó el antebrazo de Harper. Los músculos bajo sus dedos se tensaron "Has estado al pendiente de nosotras desde que llegamos aquí. Permíteme regresar el favor” "Si no te importa" Harper se inclinó hacia ella, el aire en la cabina de repente se puso pesado. "Por supuesto que no" Presley se llenó del aroma a hierba y a fuerza terrenal. Sus dedos bajaron a la mano de Harper. Por un instante, sus dedos se tocaron. Ella retiró la mano "Entremos" Harper se inclinó detrás del asiento, su hombro rozó el de Presley. Su cuerpo estaba caliente, su rostro a centímetros de distancia. Presley abrió la puerta y salió, respiró profundamente. La sangre latía en su vientre, urgente y salvaje. Gracias a Dios Carrie estaba adentro. No tenía miedo de estar a solas con Harper, tenía miedo de sí misma. "Todo lista" dijo Harper. Caminando rápidamente hacia el santuario de la casa, Presley llevó a Harper al piso de arriba y le mostró el cuarto de baño "Voy a decirle a Carrie que estás aquí. Siéntete como en tu casa" "Gracias" Después de advertir a Carrie que Harper estaba usando la ducha, Presley se dirigió a la cocina, abrió una botella de vino que Lila le había traído de la lista que ella le había proporcionado y salió al porche trasero. El sol acababa de ponerse. Gallo estaba en el

árbol. Bebió un sorbo de vino y pensó en la construcción de un gallinero. No quería pensar en Harper desnuda en la ducha, ni mucho menos. "Agradezco la hospitalidad" dijo Harper, saliendo al porche. La luz de la cocina detrás de ella iluminaba su rostro, pero sus ojos estaban en la sombra. Sus ojos a menudo estaban ensombrecidos. Llevaba una camisa de manga corta azul marino con botones, por fuera de su pantalón oscuro y mocasines sin calcetines. Su cabello estaba mojado y peinado hacia atrás. Presley se levantó con el vaso de vino medio vacío "Eres más que bienvenida" "¿Cansada?" "No era la que estaba corriendo bajo el sol toda la tarde" "¿Quieres venir conmigo? Podrías comenzar tu práctica de pasantía antes de tiempo" Harper tocó su mano, un toque fugaz. No era una caricia. Sólo un roce irreflexivo y mecánico. Uno del que probablemente ni se dio cuenta. Presley tragó saliva "¿No crees que la familia se sentirá incómoda con un extraño?" "Conozco a ésta familia. Fui a la escuela con la esposa de Don, Emmy. Son muy tranquilos y Jimmy es un buen chico. Tiene 11” "Es difícil creer que alguien con quien fuiste a la escuela tenga un niño de 11 años" "La gente tiende a comenzar más jóvenes por aquí" La luz de la cocina se apagó. Carrie debió haberlo hecho, sin darse cuenta de que ellas estaban afuera. La luz de la luna les rodeaba "Tú no y si no recuerdo mal, estás pensando en... ¿cuantos eran? ¿Cuatro o cinco descendientes?" "Imagino que me pondré al día cuando encuentre a la mujer adecuada" "¿Y quién va a ser la reproductora? ¿Tú o la mujer adecuada?" Harper se rió en voz baja "Quiero niños, pero no tengo un fuerte impulso para hacerlo realidad. Parte de ser la mujer adecuada para mí es que quiera tener hijos, pero si no quiere, los adoptaremos” "¿Por qué tengo la sensación de que la mujer adecuada va a parecerse a tu madre, en gran medida?" "Eso no suena bien, de alguna manera" Presley negó con la cabeza "No estoy siendo crítica. Tu madre es muy fuerte, eso es obvio. Ha criado hijas maravillosas y supongo que mucho de eso lo hizo por su cuenta cuando tu padre estaba fuera”

"Eso es cierto" dijo Harper "Amo a mi padre, pero espero encontrar una manera de pasar un poco más de tiempo en casa, sobre todo mientras mis hijos sean pequeños" "Sabes, Harper…" dijo Presley "… si participas con un grupo de médicos en prácticas múltiples y tienes gente que te cubra, tendrías mucho más tiempo para tí y tu familia en el futuro" Incluso en la penumbra, fue claro cuando Harper apretó la mandíbula "Tuve un par de ofertas como esas cuando estaba terminando mi residencia. No es para mí” "La práctica individual será difícil para tí, difícil para tu esposa y será difícil para tus hijos" Harper se encogió de hombros, como si desestimara el posible problema "Tal vez por eso aún no estoy casada" deslizó sus manos en los bolsillos y miró más allá de Presley hasta el árbol donde la forma oscura de Gallo se destacaba contra las sombras plateadas "Tal vez no haya mujeres así" "Ahora te estás poniendo melancólica" "Tienes razón" Harper sonrió con ironía "Y no tengo tiempo para eso ¿Vienes?" "Sí" dijo Presley, admitiendo que quería. Quería conocer a Harper y las noches como ésta eran una gran parte de quién era. Estos momentos, cuando iba a cuidar a la gente, dándoles parte de sí misma, eran los momentos que nadie más veía, e incluso si Harper pensaba hablar de ellos ¿cuánto perdería en la traducción? ¿Cuánto vería Harper solamente como algo ordinario, en lugar de extraordinario? Esta era una oportunidad para vislumbrar a la Harper real, la Harper verdadera "Sí, me gustaría mucho" Presley dejó una nota para Carrie en la cocina, a la salida. "Entonces ¿cuál es tu opinión sobre los niños?" Harper bajó las ventanas mientras avanzaba con la camioneta hacia los dos carriles. El aroma de Presley se desvió en la brisa, llegando el aroma a vainilla y especias. Nunca había llevado a nadie con ella en las llamadas anteriormente. Margie tenía la edad adecuada, pero eso era para que su padre lo hiciera. Llevaría a sus propios hijos algún día, pero ahora mismo, disfrutaba llevando a Presley. "¿En general?" preguntó Presley. Harper se rió "No, me refiero para tí. Viéndolo como una relación donde ya no se requiere esa parte” "Yo... los niños son una gran responsabilidad y no estoy segura de si alguna vez tendría tiempo para ellos" "A veces, tener poco tiempo hace que cada minuto sea más importante" "¿Tus padres hicieron eso?"

"Absolutamente" Harper desaceleró por un ciervo que cruzaba la calle "Cuando mi padre empezó su práctica, antes que yo naciera, a veces llevaba a mi madre con él a algunas llamadas" "Lo hizo…" murmuró Presley "… imagino que fue especial" "Creo que lo fue. Cuando llegamos nosotras, él iba solo hasta que yo tuve la edad suficiente” "¿Quién se ocupa de los pacientes cuando estás lejos?" "Mi papá o Flann. No estoy lejos mucho tiempo. Una reunión médica de vez en cuando. De vez en cuando voy a Nueva York para ver un espectáculo o una exposición" "¿Tú sola?" Presley lo lamentó tan pronto como lo preguntó. Los asuntos personales de Harper no eran asunto de ella y no quería saber todo acerca de con quién compartía sus horas libres. Por otra parte, tal vez sería mejor si lo hiciera. "A veces Carson va conmigo. Flann, si se trata de un juego de béisbol" Harper le miró "A veces llevo a una cita" "¿Alguien especial?" preguntó Presley a la ligera. "No ¿Y tú?" "No, nadie. Nadie especial” "Te dije que sigo esperando ¿Tú qué estás esperando?" El instinto inmediato de Presley fue no decir nada. No tenía aspiraciones para el matrimonio o la familia. Cuando empezó a formar las palabras, se contuvo ¿Era eso realmente cierto? Cuando pensaba en su familia, estaba segura que no era lo que quería. Sus padres hacían una buena pareja. Disfrutaban entreteniéndose, disfrutaban ver y ser vistos, pero no podía recordar la presencia de un toque de pasión o incluso una compañía íntima. Compartían el amor por el poder, el éxito y el dinero. Ella también disfrutaba esas cosas, pero más como satisfacción personal, no lo quería para cimentar una relación "No lo sé. No estoy segura de lo qué estoy esperando, o buscando, nada. Algunas personas simplemente no son para relaciones serias” "No estoy segura de creer eso" Harper dobló por un estrecho camino de tierra, las luces iluminaron los árboles y los ocasionales ojos brillantes de los animales a los lados de la carretera "A veces pienso que las personas que dice que prefieren estar solos, sólo tienen miedo de estar con alguien más" Presley apretó sus puños "Eso es bastante arrogante" "¿Lo es?" Harper se detuvo frente a una gran casa de campo blanca, de dos pisos, laberíntica como muchas de las otras que pasaron, con un granero grande, un conjunto de construcciones individuales, un camión en el patio y otras señales de ser una granja

de trabajo "Probablemente tienes razón. Aun así, creo que sería una gran pérdida para alguien si tú decides que en realidad prefieres estar sola” El calor se agitó en las profundidades de Presley "Y yo creo que tu Sra correcta será muy afortunada"

CAPÍTULO 18 Una luz brillaba sobre la puerta principal, destacando la casa de los Reynolds contra el cielo azul. La granja era más pequeña que la casa de los White, contaba con un

largo porche con un techo de metal y una barandilla blanca a lo largo de todo el frente. Las ventanas simétricas a ambos lados de la puerta, coincidían con las de la segunda planta. Una suave luz brillaba en una ventana del piso superior. Antes que Presley y Harper llegaran a las desgastadas escaleras de madera, un hombre salió por la puerta metálica, las bisagras chirriaron en la quietud del aire. No se molestó en sostenerla y se cerró tras él. Llevaba pantalones de trabajo de color marrón y una camiseta roja desteñida que se tensaba a través de sus amplios hombros y mostraba una pequeña panza. Parecía tener unos 40 años, pero en la penumbra, su edad era difícil de precisar. Al igual que muchos de los hombres que Presley había visto por la ciudad, su amplia mandíbula mostraba algo de barba degradada que enmarcaba su rostro. Su cabello oscuro y grueso, muy corto, todavía tenía las hendiduras circulares de una gorra de granja. Sus antebrazos eran fibrosos y músculos y sus manos grandes. Metió las manos en los bolsillos de su pantalón, sus movimientos eran espasmódicos e inquietos. "Me alegra que hayas podido venir, Doc" dijo él mientras Presley y Harper llegaban al porche. Su profunda voz era tan áspera como la barba de un día. "No hay problema, Don" Harper le tendió una mano a modo de saludo. En la otra llevaba un enorme maletín de cuero negro, algo que Presley no había visto en casi una década en los hospitales de visita y consultorios médicos. Harper L. Rivers, MD estaba grabado en el costado en letras de oro de una pulgada de alto. El cuero estaba usado en las esquinas y raspado a los lados, por los lugares en donde se imaginaba que Harper había aventado el maletín en el compartimiento trasero del asiento de su camioneta o dejándolo en el suelo en decenas de casas como esta. Harper parecía completamente natural, muy correcta, llevando este maletín a esta casa desgastada y de aspecto ligeramente anticuado. Presley era la que se sentía fuera de lugar. ¿Sería posible que hubiese regresado a los años 50 cuando había bajado del avión? Ahora, eso parecía hacía mucho tiempo. Y si eso era cierto ¿realmente quería regresar? Presley dejó la fantasía a un lado cuando Harper hizo un gesto hacia ella y dijo "Don, ella es Presley Worth. Ella es del hospital” "Señora" "Encantada de conocerle, señor Reynolds" dijo Presley. Don Reynolds se centró en Harper nuevamente y abrió la puerta metálica "Está arriba en la cama. Emmy está con él” "¿Y Darla? ¿Está enferma?" preguntó Harper mientras seguían a Don Reynolds al interior de su casa. "No que sepamos. Está comiendo bien y no tiene fiebre. Emmy le tomó la temperatura”

"Eso es bueno ¿Y ustedes dos? ¿Han notado algo fuera de lo normal últimamente? ¿Han estado en algún lugar nuevo o comido fuera en algún lugar poco familiar?" Se rió con fuerza "Difícilmente. No he estado fuera de la finca mucho tiempo por no decir desde la primavera y con la escasez de dinero..." "¿Y los compañeros de escuela de Jimmy? ¿Sabes si alguno de ellos ha estado enfermo?" "No preguntamos" la voz de Don Reynolds mostró una nota de esperanza, como si compartir una enfermedad con otros niños significara que no podría ser muy grave. "Bueno, vamos a echar un vistazo" dijo Harper. El vestíbulo era más una sala, apenas lo suficientemente grande como para tener un perchero en la pared y una pequeña mesa donde permanecía un montón de correo sin abrir. Las habitaciones a ambos lados se veían bien, con grandes sofás y mesas donde posaban vasos de bebidas vacías y unas revistas desperdigadas. Una escalera de madera, no tan amplia o elaborada como la que había en la casa White, llevaba a la segunda planta. Ellos subieron y caminaron por el estrecho pasillo hacia una habitación donde una puerta abierta emitía una luz de color amarillo pálido, al piso de madera desnudo. Presley permaneció un poco atrás, dejando que Harper entrara primero con Don Reynolds. Se detuvo junto a la puerta. La habitación era pequeña, con una sola ventana y una cómoda conectada a un escritorio con montones de cosas con los que los chicos jugaban: un guante de béisbol, un camión motorizado de algún tipo, una pila de libros. La pared estaba tapizada con carteles de películas que Presley no reconocía. Una mujer usando una camiseta blanca, pantalones de mezclilla y chancletas de goma color púrpura estaba sentada en una silla de respaldo recto al lado de la cama individual. Su cabello oscuro y ondulado estaba atado en una banda amarilla para cabello. Parecía de 18 años, pero Presley sabía que si había ido a la escuela con Harper, al menos tendría diez años más. Una alianza de oro brillaba en su mano izquierda, la misma mano que justo acariciaba el cabello de un niño pálido que le miraba con ojos asustados. Harper había dicho que tenía 11 años, pero su cuerpo delgado y su pálida expresión le hacía parecer de 8. "Hola, Emmy" Harper presentó a Presley como lo había hecho anteriormente y la madre del chico asintió con la cabeza, aunque Presley no creía que realmente prestara atención a otra cosa que no fuese su hijo. "Me alegra que estés aquí, Harper" dijo Emmy en un tono monótono. Presley recordó el gemido espeluznante de la madre en la sala de emergencia y el sudor estalló en sus brazos. Tal miseria ¿Era esto la vida de Harper? "¿Puedo sentarme donde estabas? Emmy" dijo Harper "Si quieres, puedes sentarte en la cama al otro lado con él"

Sin decir palabra, Emmy Reynolds dio la vuelta al final de la cama estrecha y suavemente se sentó junto a su hijo, su mano regresó a su cabello. Don Reynolds se apoyó en un lugar junto a la ventana, con las manos en los bolsillos traseros como si no supiera qué hacer con ellas. Harper giró la silla hasta enfrentarla a la cama y se sentó, inclinándose hacia delante con los codos en las rodillas. Había puesto su bolso en el suelo junto a ella, pero no se había movido para abrirlo todavía "Soy la Dra Rivers ¿Cómo estás, Jimmy?" "Bien" la voz del muchacho era débil y susurrante. Miró a su madre con ansiedad. "Está bien, bebé, la Dra está aquí para hacer que te sientas mejor" La expresión tranquila de Harper nunca cambió "Tu padre me ha dicho que no has estado comiendo mucho los últimos días ¿No tienes hambre?" “No lo sé. Supongo que no”. "¿Te duele el estómago?" El chico negó con la cabeza. "¿Y el resto de tu cuerpo? ¿Te duele alguna otra cosa?" "Mi cabeza un poco" dijo tímidamente "Se siente rara" "Rara… ¿cómo mareado?" El muchacho se encogió de hombros "Supongo" "Está bien, entonces. Voy a revisarte, a escuchar tu corazón, tus pulmones y tu estómago” Las cejas del muchacho se bajaron formando un ceño "¿Por qué vas a escuchar mi vientre?" Harper sonrió y se inclinó con una mano para agarrar su bolso, en un movimiento automático y practicado. Aun mirando a Jimmy, se acercó el estetoscopio que puso en sus oídos "Sabes el sonido que hace cuando tienes hambre ¿no? Bueno, voy a escuchar para ver si tal vez tienes hambre y no te has dado cuenta” Él sonrió "Bueno" Harper tiró de las sábanas hasta justo debajo de su ombligo y trasladó su estetoscopio sobre el pecho y el abdomen, lado derecho, lado izquierdo, todo por encima del pijama de Spiderman. Cuando terminó, guindó el estetoscopio alrededor de su cuello y puso la mano sobre su abdomen "Voy a presionar y me dirás si te duele. Si lo hace, la retiraré de inmediato ¿de acuerdo?"

Él asintió con la cabeza. Su toque parecía seguro y suave mientras examinaba la parte superior del abdomen y luego más abajo. En un momento él dijo que sentía raro. "Raro… ¿como dolor?" preguntó Harper. Él negó con su cabeza "Solo raro. Como... ardor, un poco" "Está bien" puso una luz en sus ojos y garganta y luego sintió su cuello. Cuando terminó, puso su estetoscopio en el maletín y le sonrió "Estuviste grandioso. Voy a hablar con tu mamá y tu papá afuera por unos minutos ¿de acuerdo?" "Claro" dijo él y cerró sus ojos. Presley se hizo a un lado hasta que Don y Emmy Reynolds salieron al pasillo con Harper detrás de ellos. Ella se escabulló y Harper cerró lentamente la puerta. El corazón de Presley golpeaba en su pecho y se dio cuenta que sus palmas estaban húmedas. Ni siquiera podía imaginar cómo se sentían los padres del niño. Harper no había dado ninguna indicación de que algo estaba mal, pero en ese momento, cuando todo dependía de lo que Harper estaba a punto de decir, la sala se sintió sofocante. Harper se había convertido en el centro del mundo de estas personas. Presley intentó imaginar cómo debía sentirse ésta responsabilidad, la carga de llevarla y el costo emocional que debía contener. "Jimmy tiene aumentando de tamaño su bazo" dijo Harper inmediatamente, su tono calmado y sereno "Es un órgano que está en su abdomen así como las glándulas que tenemos en nuestro cuello que se inflaman cuando tenemos un resfriado. No encuentro otra cosa que pudiera estar causándole ese problema. Hay un montón de cosas que podrían provocar sus síntomas y creo que tenemos que ingresarlo en el hospital para hacerle algunas pruebas” "¿Hospital?" Emmy agarró el brazo de su marido con una mano y agarró a Harper con la otra "Dios, Harper ¿Es tan malo?" Harper agarró su mano. Don Reynolds pasó el brazo alrededor de los hombros de su esposa como si necesitara apoyarse en ella para mantenerse de pie tanto como para consolarla. "No puedo decirlo, Emmy" dijo Harper "Podría ser algo tan simple como un virus o podría ser otra cosa. Sea lo que sea, quiero averiguarlo rápidamente para que podamos empezar a hacernos cargo ¿Puedes conseguir que alguien se quede con Darla mientras ustedes lo llevan al hospital?" "¿Esta noche?" la voz de Don Reynolds se quebró "¿Quieres que lo lleve al hospital esta noche?" "Creo que sería lo mejor. Él no ha comido y probablemente está deshidratado. Se sentirá mejor cuando le pongamos un poco de líquido por vía intravenosa y puedo hacer que las pruebas comiencen de inmediato" Don miró a Emmy, su expresión era atónita "Yo... puedo llamar a mi madre. Ella puede venir”

"Bien" dijo Harper. "Don, cariño…" dijo Emma con dulzura "…por qué no vas a llamar a tu madre. Yo hablaré con Jimmy” "Está bien, seguro. Puedo hacer eso. Claro” Emmy vio a su marido alejarse penosamente antes de preguntarle a Harper "¿Puedo quedarme con él en el hospital?" "Absolutamente. Una vez que lo instalemos, las enfermeras llevarán una manta a su habitación para tí” Las lágrimas brillaron en las pestañas de Emmy y las borró con impaciencia. Ella miró por el pasillo como para comprobar que aún estaban solas "Harper, quiero la verdad" Harper rozó el hombro de Emmy "Te estoy diciendo la verdad, Emmy. No sé que está mal” "Pero sospechas algo ¿no es así?" Harper sonrió, todavía tranquila y serena "Es mi trabajo sospechar. Es por eso que lo quiero en el hospital. Adivinar en este momento no va a ayudarlo a él o a tí” "No tenemos seguro. Los cultivos del año pasado fueron muy malos, tuvimos que cancelarlo” "Hay maneras de manejar eso. Y ahora no es el momento de preocuparse por ello. Lo que importa es Jimmy” "Quiero que me lo digas primero a mí, cuanto sepas algo. Don..." su voz temblaba "Don es el mejor marido que siempre he deseado tener, pero no es fuerte en algunas cosas. Él no... Si es algo malo, no le hará nada bien" "Te lo diré primero, te lo prometo" "Está bien, voy a hablar con Jimmy a solas si no te importa. Si te necesito, te llamaré” "Claro. Adelante. Empaca ropa suficiente para un par de días” Emmy se detuvo y le dio a Harper una dura mirada, pero finalmente desapareció. Cuando la puerta se cerró, Harper suspiró con cansancio y frotó su rostro. Presley deseaba poder ayudarla… ayudarlos a todos de alguna manera… y nunca se había sentido tan inútil en su vida. "Estaremos listos para irnos en pocos minutos" dijo Emmy cuando salió "Tan pronto como la madre de Don llegue"

"Está bien, te veré en el hospital" dijo Harper. Emmy Reynolds asintió distraídamente "Dejaré lista a Darla para dejarla con Sally" Harper y Presley salieron de la casa. Cuando llegaron a la camioneta, Harper dijo "Te llevaré a casa" "No" dijo Presley "Estoy en la dirección opuesta al hospital. La familia necesita que tú estés ahí cuando lleguen y estoy segura que tú tienes cosas que necesitas hacer antes que ellos lleguen” "Estaré allí muy pronto" Presley abrió la puerta y se subió a la camioneta "Entonces debemos ir en camino" Harper se puso al volante, agradecida de que Presley entendiera sin necesidad de decirle lo que estaba pasando. Casos como estos eran algunos de los más difíciles que había tenido que tratar. Emmy estaba asustada, Don estaba aterrorizado y ella temía que no tuviera una buena noticia para ellos. Encendió la camioneta y se dirigió al Hospital Rivers. "¿Me puedes decir lo que sospechas?" preguntó Presley. Harper suspiró "Tanto el bazo como el hígado están agrandados. Un chico de su edad, con sus síntomas, hay que descartar que tenga leucemia o linfoma. Cualquiera de las dos es peligroso. Puede ser que sea algo más sencillo, pero..." "Pero no lo crees así" "No" dijo Harper "No lo creo" "¿Esas cosas son tratables?" "Sí y con mucho más éxito que hace 10 o 20 años, dependiendo exactamente de lo que él tenga. No importa cuál sea el tipo, sin embargo, si tiene leucemia, él estará en un camino difícil. También lo estarán sus padres” "Dios, eso es horrible" "Sí, lo es" Harper miró a Presley "Lo siento, esto va a tomar un par de horas. Tu noche será de trabajo” "No seas tonta. Haz lo que tengas que hacer. Estaré bien" Presley estrechó la muñeca de Harper "Si estuviese en casa, probablemente estaría trabajando. Puedo hacer eso igual de bien, mientras espero en el hospital” "Trabajas demasiado" "Lo dice el médico que hace visitas a domicilio una noche del sábado"

"Puedo ver por qué a mi padre le gusta la compañía. Eso ayuda" Harper giró la mano para agarrar la de Presley. Los dedos de Presley en su antebrazo eran reconfortantes, una conexión que era bienvenida al pensar en la noche que tenía por delante y el dolor que probablemente iba a causar a Don y a Emmy. Dolor, no por lo que estaba haciendo, sino dolor que tendría que llevarles. Y se preocupaba por Jimmy, un niño que no debería lidiar con algo más serio que mejorar su swing de béisbol y lo que iba a hacer en sus vacaciones de verano. Sostuvo la mano de Presley un momento más y luego la soltó. "Me alegra que ayude" dijo Presley en voz baja "Y me alegra estar aquí"

CAPÍTULO 19 "Voy a estar en mi oficina" dijo Presley a Harper cuando se detuvieron frente a la entrada de urgencias "Estoy segura que vas a estar liada un bien rato, así que no te preocupes por llamar" "Lo haré cuando haya terminado" dijo Harper "Pero si quieres irte…"

"No lo haré, pero si lo hago, mi coche está aquí. Así que no te preocupes por mí. Estaré bien” El gran letrero rojo y blanco, que se reflejaba en el rostro de Harper parecía inhóspito. Atrás había quedado la tranquila y cuidadosa mujer que defendía su escondite aislado entre las ramas de un gran roble. Su mandíbula endurecida como el granito y una fiera determinación en sus ojos. La guerrera había surgido y verla de esta manera era suficiente para hacerle creer a Presley que era invencible. La familia también creería eso, no tenía ninguna duda "Si puedo hacer algo…" "Lo has hecho" Harper se quedó mirando el símbolo resplandeciente y el edificio que se asomaba más allá "Me encanta este lugar, pero hay mucho dolor dentro de estas paredes" miró a Presley "A veces es solitario" La garganta de Presley se tensó ¿Alguna vez había sido así de valiente? ¿Alguna vez había admitido, incluso para sí misma, todo lo que anhelaba? "No esta noche" Harper le tocó la mano "No. No esta noche” "Ve, haz lo que tienes que hacer. Estaré aquí” "Gracias" dijo Harper. Se separaron. En su oficina, Presley se instaló detrás de su escritorio y subió las proyecciones que el equipo de Preston había proporcionado junto con las finanzas del hospital que había recolectado anteriormente. Ella tecleó los datos y corrió varios escenarios, en busca de puntos perdidos y duplicaciones, amplios márgenes entre facturas y cuentas por cobrar, en busca de los lugares donde el flujo de efectivo pudiese ser convertido de negativo a positivo. Por desgracia, una de esas áreas era el número de personal… un exceso o una mala asignación de personal era una pérdida de recursos. Apreciaba la importancia de una baja relación de personal- pacientes, pero en algunas áreas en las que el resultado del paciente no se veía afectado críticamente en una proporción superior, parte de las enfermeras y personal técnico podría ser reasignado o incluso eliminado. Lo mismo, estaba segura, aparecería en muchas áreas de servicios directos. Los mismos médicos no eran asalariados, siendo los médicos privados con privilegios de admisión quienes consultaban en el hospital e ingresaban a los pacientes cuando era necesario. Aquellos pacientes luego canalizaban los ingresos en el sistema a través de su seguro o, en casos raros, pago directo. Desafortunadamente, mientras examinaba las cuentas de los últimos cinco años, era obvio que el porcentaje de asegurados y / o pagos directos iba decayendo y el porcentaje con algún tipo de asistencia estatal o federal iba en aumento. Los pacientes tratados con subsidio del gobierno tenían una relación muy pobre de facturas por cobrar. Y lo peor de todo eran los auto-pagos, que casi siempre significaba que no pagaban. Ella se inclinó en su asiento, pensando en Jimmy Reynolds. Su madre había dicho que no tenían un seguro. Ellos eran un buen ejemplo de los trabajadores pobres que no podían pagar un seguro, a pesar de estar por encima de la línea de pobreza ¿Quién pagaría por su atención? ¿Sería una carga para el hospital, significando que muchos

Jimmy Reynolds no pagarían al hospital en absoluto? ¿Podría la comunidad asumir la carga, a través de los impuestos pagados al estado que se utilizaban para proporcionar asistencia médica a familias como las de Jimmy? ¿O como proponía la actual administración, era la respuesta en la atención sanitaria garantizada por el gobierno federal? ¿Podría la atención de salud resultar, como lo había hecho en tantos otros países, en un sistema de dos niveles, donde los que podían pagar un seguro privado siempre lo tendrían y con ello, un mayor acceso al sistema… los mejores médicos, los hospitales de su elección y la atención más conveniente? Presley no podía cambiar el sistema, sólo podía encontrar la forma de trabajar dentro… o más bien alrededor… de él. Y sin importar cómo alineara y realineara los números, el Rivers necesitaba una nueva fuente de ingresos y una manera de detener las pérdidas actuales, o como Preston había predicho con razón, moriría. Hace unos días, la conclusión habría sido no sólo inevitable, sino totalmente aceptable. Ahora parte de ella se preguntaba si podría haber una solución diferente en alguna parte. Al menos, podrían mirar la estructura de reembolso y tal vez encontrar una manera de reducir las pérdidas en esa área durante la transición. Carrie ya había comenzado a trabajar en eso. Mientras tanto, seguiría adelante con el plan actual para convertir el Hospital en una institución más lucrativa. Idealmente, el objetivo de SunView era reutilizar la planta física con la menor cantidad de construcción. Por lo general, con el personal ya instalado en el lugar como aquí, eso significaba un centro de rehabilitación con cuidado potencial a largo plazo o una comunidad retirada con centros de atención de enfermería. Necesitaba armar un equipo de construcción local para mirar los planos del hospital y elaborar planes para el cambio. SunView había hecho esto en todo el país y una vez que los preliminares volvieran al departamento de diseño, ella tendría algo con que trabajar dentro de un mes. En ese tipo de agenda acelerada, tendría un poco más de tiempo antes de necesitar cerrar la sala de emergencia para admisiones y reorientar al personal para despedir o trasladar a los pacientes internos. Pero en un mes tenía que estar segura. Una hora y media más tarde, cuando había hecho tanto como pudo, apagó el ordenador. Harper no había llamado. No quería irse sin saber cómo iba lo de Jimmy y no quería irse sin antes ver a Harper. Ya conocía a la familia, por lo que detenerse en Urgencias no sería intrusivo. Empacó su portátil y caminó por los pasillos vacíos del ala administrativa hacia el área clínica. A diferencia de su edificio de oficinas en casa, en donde a menudo era la única que trabajaba a altas horas de la noche, el hospital estaba somnoliento, pero no dormido. Los encargados de mantenimiento empujaban grandes máquinas con cepillos gigantes giratorios de aquí para allá, puliendo los pisos de baldosas desgastadas. El personal de transporte empujaba pacientes en camillas y en silla de ruedas hacia el área de rayos X y los ascensores. Médicos y enfermeras hablaban en voz baja mientras pasaban. Las luces en la mayoría de los pasillos habían sido apagadas, dejando las esquinas en sombras. Sus pasos parecían una intrusión en la tranquila quietud. Las luces brillantes en la entrada de Urgencias marcaban un retorno a la actividad. Una mujer de mediana edad en pantalones de chándal y una camisa a cuadros arrugada, estaba sentada en la sala de espera junto a la zona de tratamientos, con un adolescente que sostenía su brazo izquierdo contra su pecho, con una mueca en su

rostro. Justo cuando Presley iba a presionar el botón rojo en la pared para abrir las puertas automáticas de urgencias, éstas se viraron hacia ella. Ella se hizo a un lado cuando un rubio fornido en una camisa de bata y pantalones vaqueros salió a grandes zancadas. "¿Jason Smith?" gritó él. El chico y su madre se pusieron de pie. Presley entró en la sala de emergencia detrás del trío cuando el hombre dijo "Hola. Soy Will Eddy, un asistente. Te volcaste en tu vehículo todo terreno ¿huh? " "Sí" dijo el chico "Creo que tal vez me rompí el brazo" "Afortunadamente no te rompiste el cuello" murmuró la mujer, acariciando el cabello del chico mientras caminaban. El asistente guió a la madre y al hijo por el pasillo hacia el área de tratamiento "Vamos tomaremos una radiografía de tu brazo y veremos qué está pasando" Presley revisó la pizarra. Tres nombres de pacientes estaban impresos en letras negras. Jimmy Reynolds estaba incluido en la sala 9. No había nadie a la vista, por lo que esperó por el largo mostrador hasta que alguien apareciera y pudiera preguntar sobre Jimmy. Pasó un minuto y Harper dio la vuelta en la esquina llevando un portapapeles. Ella miró su reloj cuando vio a Presley. "Lo siento, se me fue el tiempo" dijo Harper. "Está bien. He estado trabajando ¿Cómo van las cosas?" "Sus pruebas ya están listas. Estaba a punto de verlas en el ordenador" Harper señaló una fila de taburetes negros de vinilo acomodados al otro lado del mostrador, donde varios monitores y contenedores de papeles sueltos estaban alineados "Echemos un vistazo" Presley siguió a Harper alrededor del mostrador y se sentó junto a ella. Harper escribió su nombre y una contraseña, luego, algunos otros datos de identificación de Jimmy y los resultados del laboratorio aparecieron en la pantalla. Presley miró por encima de los números y no tenía que ser médico para ver la cadena de asteriscos que marcaban los valores anormales. Leucocitos: 65.000. Blastos: 80%. Ella contuvo el aliento. "Necesitaremos una biopsia de médula ósea en la mañana…" murmuró Harper "… pero parece que es LMA" "¿LMA?" "Leucemia Mieloblástica aguda. Está en crisis" su voz era apagada y dura. "¿Qué quieres decir?"

Harper se empujó hacia atrás y movió los hombros "Significa que necesita quimioterapia de inmediato y tal vez un trasplante de células madre. Ese será el diagnóstico del hematólogo” "¿Pueden manejar eso aquí?" Presley pensó en el St. Josephs y en el Banner Good Sam y otros grandes centros médicos en Phoenix. Los edificios complejos de vidrio y acero brillante, tan diferentes de este centenario edificio de piedra y madera, eran fríos e impersonales, pero su tamaño imponente inspiraba confianza ¿Pero lo más nuevo siempre era mejor? "Depende de lo que diga el sujeto de hemo" respondió Harper "La quimioterapia es la quimioterapia y si Jimmy se queda aquí, estará más cerca de casa. Sus padres tienen una niña de 7 años en casa, cultivos en el campo y animales que atender. Ellos quieren estar con él tanto como puedan, pero no pueden dejarlo todo atrás y ya” "¿Dónde está el hematólogo?" "A 30 minutos en Saratoga. Tienen una oficina satélite cerca de aquí y admiten pacientes de vez en cuando. También realizan consultas” "¿Puedes lograr que uno de ellos venga aquí esta noche?" "¿Por esto?... puedes apostarlo" "Esperaré" Harper dijo "Podría ser ya de mañana antes que resolvamos esto" "¿Serás capaz de conciliar el sueño?" "Probablemente no" "Entonces tendremos un desayuno tempranero" Harper le estudió durante largo momento "Entonces, yo cocino" "Lo discutiremos" "Hecho" Harper se levantó "Hay un salón para el personal en el pasillo si te cansas de trabajar. Mala televisión y café decente, por lo general” "Gracias, lo encontraré" "Voy a decirle a sus padres" Presley le tomó del brazo "¿Harper?" Harper se detuvo, con una mirada interrogante en sus ojos. "Es bueno que seas tú. Tienen confianza en tí”

Harper dejó escapar un suspiro "Sí"

*** Presley contempló regresar a su oficina, pero por primera vez, el atractivo de los datos y las cifras le eludieron. Su estómago estaba inquieto por la agitación, pero aún así se dirigió a la cafetería para tomar una taza de café. Comparada con el resto del primer piso, la cafetería era una colmena de actividad. No muchas mesas estaban ocupadas, pero los trabajadores de la cafetería tenían trabajo con las grandes bandejas de aluminio con alimentos en los compartimentos de las grandes mesas de vapor. La cafetera estaba preparándose. El personal del hospital se desplazaba, en parejas y en grupos pequeños. Presley se detuvo al frente de la línea de alimentos, considerando si realmente tenía hambre o no. La pizza que habían compartido había sido hace horas, pero finalmente se decidió por café, que era todo lo que su estómago podía manejar. "¿Tomando la cena tan tarde?" Presley se dio la vuelta "Flannery ¿Qué demonios…?" se sorprendió al ver a Flannery en bata. La última vez que le había visto había sido después de la práctica, con una camiseta andrajosa y pantalones cortos de gimnasia "Noche de sábado ¿Hubo algún accidente?" Flann negó con la cabeza "Por una vez, algo mejor. Un parto" Presley podía sentir como levantaba sus cejas "¿Estás aquí atendiendo un parto?" "En este momento, sólo estoy cuidando niños. Valerie Simpson, la cirujana obstetra, estaba en el lago George, con su esposo y sus gemelos cuando una de sus pacientes decidió parir antes de lo esperado. Me llamó y me preguntó si podía cubrirla hasta que pudiera llegar aquí” Presley inmediatamente pensó en los problemas de responsabilidad. Obstetricia era una de las especialidades con las tasas más altas de seguros de negligencia y el mayor número de demandas presentadas contra los practicantes, sobre todo porque cualquier cosa que implicara ya sea a la madre o al niño en los próximos años, podría potencialmente resultar en una demanda. Flannery sin duda era capaz, pero no era un médico obstetra ginecólogo certificado. Lo había sido en un tiempo, no muchos años atrás, cuando un cirujano general como Flannery podía proporcionar atención rutinaria en muchas de las áreas que ahora estaban relegadas a subespecialistas. Los cirujanos generales solían fijar fracturas, atender partos, tratar traumas y operar cualquier parte del cuerpo. Ahora existía alguna especialidad quirúrgica para casi todo… ojos, oídos, pecho, abdomen, el sistema vascular, tejidos blandos, órganos reproductores femeninos, sistema urinario masculino y por supuesto, el mundo del feto antes y después del nacimiento "¿Eso sucede a menudo?"

"No muy a menudo… he asistido en algunos partos difíciles cuando ha sido conveniente. De vez en cuando asisto en una histerectomía si Valerie necesita ayuda” "Estoy empezando a ver por qué a ti y a Harper les gusta este tipo de práctica. Las cosas que hacen son casi inexistentes en otros lugares” La mirada de Flannery fue directa e inquebrantable "Es una lástima ¿no te parece?" "Para los médicos como ustedes, sí, probablemente lo sea. Hay quienes, sin embargo, argumentan que posiblemente no se puede ser bueno en todas esas cosas y la especialización es la mejor manera de proporcionar la atención más eficaz" Flannery no pareció ofendida. Hizo una mueca como diciendo y qué "Conozco mis límites. También Harper. Eso cuenta más que nada" ella sonrió y la malicia regresó a sus ojos "También sé en qué más soy buena, así que eso ayuda" Presley se rió "Está en los genes, ésa arrogancia quirúrgica ¿no es así?" "Podría estar en mis vaqueros" "Dios, caí en esa ¿no es así?" "Más o menos" Flannery recogió su bandeja y levantó la barbilla hacia la mesa de vapor detrás de ella "¿Estás segura que no quieres comer algo? Es gratis” "¿En serio? ¿Todas las noches?" "Sí, para el personal de la noche y para quien pudiera estar aquí trabajando" "Eso tiene que ser costoso" Presley siguió a Flannery mientras se dirigía hacia una mesa. "¿Eso lo es todo para ti? ¿No es así? ¿El resultado final?" Flannery se sentó, su comentario hecho de manera no crítica, sino simplemente como una pregunta casual. Presley no se ofendió ¿Por qué iba a hacerlo? "Sí, tiene que ser. Ese es mi trabajo ¿No crees que ser rentable es importante?" "Es algo importante" Flannery recogió la mitad de su enorme sándwich de tres capas y tomó un gran bocado. Masticó por unos momentos y bebió un poco de café "Sin embargo, no es todo. A veces sacrificar un poco del resultado final por la calidad, vale la pena el intercambio" "Uno espera no sacrificar nada" "Déjame preguntarte algo ¿SunView… tiene hospitales grandes y pequeños y todo los demás?" "Más o menos. Menos de los más pequeños, la mayor parte del tiempo”

"Si estuvieses enferma o alguien que amaras estuviese enfermo ¿a dónde querrías que fuera?" "Dependería de lo que estuviese mal. Me gustaría que fuesen donde pudieran obtener la mejor atención” "Está bien, es lo justo" Flannery regresó a su sándwich por un minuto "Define la mejor atención" Presley apartó la taza de café, no quería más "Me gustaría pensar que es obvio. La atención más actualizada, precisa y eficaz posible” "Así que no te importaría que un robot diera el tratamiento, siempre que fuese eficaz" Presley suspiró "Ya sé a dónde vas con esto. Sí, el factor personal importa. Por supuesto preferiría tener un médico como tú o Harper, alguien que me conoce, que entiende lo que es importante para mí, que se preocupa por mí y por mi vida más allá de la enfermedad, pero…" "¿Te has dado cuenta? Harper debe estar haciendo un buen trabajo” Presley se puso rígida, un escalofrío le recorrió la espalda "¿Disculpa?" "Harper… te está llevando por los alrededores para mostrarte el lado humano de las cosas. Muy inteligente de su parte" "¿Y supongo que eso es parte de algún gran plan?" dijo Presley, sintiendo la frialdad en su voz "¿Para influir en mí de alguna manera?" "No he dicho eso" dijo Flannery, con tono conciliador "No puedes tener un plan hasta que no sabes donde encajan todas las piezas en el tablero y tú eres bastante buena ocultándolo para tí" "¿Y cuál es tu papel en todo esto?" Los ojos de Flannery brillaron "Tenía la esperanza de seducirte y luego enterarme de los detalles, pero ahora no creo que eso suceda" Presley no pudo contener la risa "Dios mío, tu ego es letal" Flannery agarró un enorme pedazo de pastel de fresa de la bandeja y lo puso sobre la mesa entre ellas. Agarró una cuchara y se la entregó a Presley "¿Compartimos un poco de pastel?" "Ni siquiera voy a preguntar por qué decidiste no seducirme" "No puedo…" dijo Flannery, cortando un trozo de pastel y poniéndolo frente a su boca "… es una regla no escrita" "¿Disculpa?"

"No realizar caza furtiva, no cuando es serio" "No entiendo la metáfora" La diversión en los ojos de Flannery se apagó "Harper. Ella está interesada, entiendes eso ¿verdad?" Poco a poco, Presley se recostó en su asiento "Esta es una conversación que no vamos tener” "Está bien, siempre y cuando no tengamos que tenerla, permíteme mencionar una cosa. Ella no es como yo. No anda en busca de diversión. Cuando nota a una mujer, es porque la mujer significa algo para ella” "¿Es una advertencia?" "No. Harper es una niña grande, puede cuidar de sí misma" Flannery recogió la cuchara que Presley había puesto en la mesa y cortó otro pedazo de pastel. Se lo tendió a Presley "Pero no la conoces lo suficiente como para saber eso, así que sólo quería darte un aviso. Pruébalo, el pastel realmente está bueno” Presley tomó la cuchara y contempló su contenido. Cuándo Harper nota a una mujer, es porque es algo serio. No quería que Harper sintiera algo serio con respecto ella ¿o sí? "¿Te han lanzado muchos pasteles?" Flannery sonrió "Bastantes, en realidad” "No me sorprende" "Voy a retroceder ahora para que puedas comerlo, en lugar de tirarlo” "Gracias" Presley lo probó "Excelente pastel" "Te lo dije. Por cierto ¿Qué estás haciendo aquí tan tarde?" "Harper recibió una llamada mientras estaba llevándonos a Carrie y a mí a casa y me vine con ella. Tuvo que ingresar al chico y le acompañé” Flannery frunció el ceño "¿A quién?" "Jimmy Reynolds. Harper cree que tiene leucemia" "Mierda" dijo Flannery "Si eso es lo que piensa Harper, entonces lo es. No se equivoca sobre las cosas de esa manera" Flannery frotó su rostro "Eso va a ser duro para ella" "Sí, en los chicos deben ser tan difícil…”

"Sobre todo después de lo de Katie" "¿Qué quieres decir?" "Katie estaba entre Carson y Margie. Murió de leucemia” "Oh Dios" susurró Presley "Lo siento tanto por ustedes” "Hazme un favor" dijo Flannery. "Muy bien" dijo Presley, sin necesidad de escuchar lo que Flannery quería. Flannery estaba pensando en Harper y ella también. "Si ella no logra salir de aquí esta noche, llámame. Vendré y la arrastraré a casa. Ella hará lo imposible para tratar de curar a este chico” "¿Siempre cuidas de ella?" "Es mutuo. Eso es lo que hacen los hermanos” "Sí. Por supuesto" el frío se instaló en el corazón de Presley. No tenía idea de lo que hacían los hermanos, sólo lo que hacían los competidores "En realidad, tomaremos el desayuno, así que me aseguraré que descanse un poco después" "¿Lo harás?" Flannery le estudió antes de deslizar el pastel un poco más cerca "Bien. Toma otro bocado”

CAPÍTULO 20 Poco después de las 4 am, Harper revisó la sala del personal junto a la estación de enfermeras buscando a Presley. Esperaba que se hubiese ido, aunque le había dicho que quería quedarse. Las noches eran largas y solitarias en el hospital después de la medianoche. Una luz solitaria brillaba al lado contrario en el salón-cocina metido en

una esquina. La televisión suspendida en la pared mediante un soporte metálico grueso estaba en silencio, un evento raro y bendecido. Por lo general, estaba encendida día y noche, sintonizada en un programa de entrevistas de la red, o más a menudo, en una telenovela. Presley estaba tendida en el sofá, sus zapatos alineados cuidadosamente en el suelo junto a ella, su iPad apoyado en su pecho. Tenía los ojos cerrados, su rostro relajado, su respiración aún más. Estaba profundamente dormida. Harper se apoyó contra la puerta y le miró. A pesar de que ambas habían estado con la misma ropa durante el día, Presley lucía mucho mejor que ella, como si pudiese abrir los ojos y pasar al frente de la sala de juntas en perfecto dominio. Su camisa verde pálido y sus pantalones negros aparentemente estaban hechos de algún material milagroso que nunca se arrugaba o perdía su apariencia fresca. Su cabello lucía brillante y libre de enredos. Presley era la encarnación del estilo y el poder, una combinación en la que Harper nunca había pensado mucho anteriormente y que ahora encontraba seductoramente atractiva. Pero lo que hacía que deseara pasar sus dedos a través de esas ondas rubias perfectas y despertar a Presley con un suave y posesivo beso, tenía poco que ver con el atractivo de Presley. Quería ver esa mirada sorprendida y maravillada nuevamente… la que Presley había mostrado la primera vez que estuvo en la casa del árbol, como si hubiese hecho un descubrimiento maravilloso. El placer que había revelado cuando caminó lentamente por los alrededores, cuando sus dedos se arrastraron sobre la madera, los muebles, los viejos libros en los estantes, como si todo fuese notable y nuevo para ella. Harper se había preguntado entonces de qué clase de mundo había llegado Presley para que algo tan simple como la casa del árbol pudiese ser tan apasionante. El encanto de Presley encantó a Harper y desde ese momento, quería ser ella quien pusiese esa mirada de simple alegría en el rostro de Presley. Quería compartir con Presley lo que más le importaba y aprender lo que le importaba a Presley, los lugares donde Presley se escondía lejos de los demás. No tenía dudas de que esos lugares blandos y vulnerables estaban allí. Lo había visto en los ojos de Presley en la casa del árbol, lo había escuchado en su voz cuando había hablado con Margie, lo había atestiguado cuando Presley se quedó toda la noche para saber del chico que acababa de conocer. Quedándose por Harper también. No sabía muy bien qué hacer con ese pensamiento. Presley giró su cabeza y abrió sus ojos como si Harper hubiese hecho algún sonido o algún movimiento que le despertara. Pero ella no había hecho nada. "¿Cómo sabías que estaba aquí?" preguntó Harper. Presley sonrió "Te sentí" “Lo hiciste" Los ojos de Presley eran lánguidos y acogedores "Si. Me estabas observando” "Así es" la garganta de Harper estaba seca "¿Te importa?" "No. Me gusta" la mirada de Presley vagó sobre ella "No sabía que me gustaría" "Deben haberte admirado mucho. Eres muy hermosa”

"Me gusta que pienses eso. Otra sorpresa" los labios de Presley se separaron ligeramente "Lo haces mucho. Sorprenderme” "Me gusta eso" Harper sintió una opresión en su interior, imaginando la suavidad de la boca de Presley en su cuerpo. Quería sentir la presión de la carne de Presley bajo sus manos. Presley palmeó el sofá junto a su cadera "Ven, siéntate. Debes estar agotada" "No creo que sea una buena idea" "¿No?" Harper sacudió la cabeza "Ahora mismo no sería capaz de no tocarte y este es apenas un lugar privado" Presley se incorporó y se apartó el cabello con las dos manos. Como si por designio divino se tratara, cada mechón parecía encajar perfectamente "¿Tienes otra sugerencia?" "Sí. Mi casa" Harper tragó saliva, tratando de ignorar las palpitaciones en su vientre "Te prometí el desayuno" "Sí, lo hiciste" Presley se levantó y se puso sus zapatos. "¿Cómo haces eso?" preguntó Harper. "¿Cómo hago qué?" "Verte tan perfecta cuando todo el resto de los mortales se verían como si acabaran de cenar" "Sólo suerte, supongo" Presley se rió y el color inundó su rostro. Harper estaba muy agradecida de haberse quedado en la puerta. Le gustaba ver el calor en el rostro de Presley, le gustaba haber sido la causa "¿Dónde está tu coche?" "En la parte trasera. No muy lejos de dónde estacionaste” "¿Entonces me sigues?" preguntó Harper a Presley mientras caminaban hacia la noche. "Lo haré" El amanecer estaba todavía a una hora de distancia y la noche era fresca bajo un cielo estrellado. La media luna daba luz suficiente para ver. "Espera" dijo Harper.

Presley se detuvo "¿Qué?" Harper deslizó sus dedos en el cabello de Presley y la atrajo hacia sí "Tengo que hacer esto" La besó lentamente, saboreando la suavidad de sus labios. Se detuvo antes que no pudiera hacerlo, su aliento atrapado en su pecho y el deseo como un fuerte dolor en su vientre "Eres hermosa bajo la luz de la luna" "Y tú eres peligrosa…" dijo Presley con voz ronca "… bajo cualquier luz" "No…" murmuró Harper “… yo no. Flann es la encantadora. No tengo ésa manera de ser con las mujeres" Presley presionó su mano contra el centro del pecho de Harper y le besó, un beso firme pero fugaz "Ahí estás muy equivocada, Dra. Rivers" "Tengo una terrible urgencia de poner mis manos sobre tí" confesó Harper. Presley respiró temblorosa. Harper estaba temblando. Tengo una terrible urgencia de poner mis manos sobre ti. Presley no podía pensar por qué debería detenerla. Harper simplemente le hacía desear tanto. Reunió lo último de su fuerza de voluntad "Y a mí me gustaría mucho que buscaras tu camioneta y me enseñaras cómo llegar a tu casa" "¿Es eso lo que quieres?" "Quiero un montón de cosas, pero en este momento, creo que el lugar más seguro para nosotras es estar en nuestros respectivos vehículos" "Bien. Mi casa no está lejos” Presley suspiró de alivio cuando Harper se dio la vuelta, haciendo lo que ella no había sido capaz de hacer… romper la conexión entre ellas. De alguna manera, Harper logró hacer, lo que nadie y nada más en su vida, jamás habían logrado hacer… romper su control. No quería desearla. No quería tocarla pero al parecer no podía detenerse. Esperaba, que para cuando condujeran unos pocos kilómetros, hubiese logrado recuperar el control de su razón y hubiese logrado poner sus revueltas hormonas de regreso a donde pertenecían… detrás de puertas cerradas hasta que estuviese nuevamente a cargo. Tal vez, para cuando se encontrara con Harper, ya no sentiría el hormigueo del beso en sus labios. Sólo podía esperar, porque no parecía tener la capacidad de hacer ninguna otra cosa.

*** Harper observó los faros del auto de Presley en su espejo retrovisor mientras viajaba por las carreteras vacías rumbo a casa. El beso le había dejado agitada y nerviosa al

mismo tiempo. Debería dar marcha atrás, el momento era equivocado. Demonios, Flann probablemente tenía razón. Todo estaba mal, pero Presley había respondido a su beso. Y quería más. El corto trayecto no fue suficiente para disipar el fuego lento en sus entrañas, pero el aire fresco había despejado un poco su cabeza en el momento en que llegó a casa. Se detuvo delante del granero, Presley se detuvo detrás de ella y salió. "Tardaré un minuto" dijo Harper cuando se bajó de la camioneta "Puedes esperarme en el porche trasero o venir conmigo si quieres. Tengo que hacer un par de cosas en el granero" Presley se dirigió hacia ella "¿Algo en lo que pueda ayudar?" "La compañía estaría bien" en un impulso, Harper le tendió la mano. Cuando la mano de Presley se deslizó entre la de ella, un sentido de ‘estar en lo correcto’ le llenó "Sólo tengo que alimentar a los animales, ya que no regresé ayer por la noche" Los gatos, uno macho color amarillo y una hembra color tortuga, estaban acurrucados en un estante de la ventana en la parte trasera del granero, el mismo lugar donde habían dormido desde que eran cachorros. Levantaron la cabeza cuando ella abrió dos latas de comida y bajaron de un salto en cuanto puso los platos en el suelo. "Tengo gatitos" dijo Presley. "¿Oh sí? ¿Cuántos?" "Cuatro. Aún no he visto a la madre” "Podría haberlos dejado" "No ¿En serio?" "Es posible" Harper acarició a la gatita "Su madre se quedó con ellos hasta cerca de las 5 semanas de edad y entonces un día ya no regresó. Sin embargo, ellos se quedaron" "Será mejor que los revise más tarde. Pueden necesitar alimento" Harper se rió "Depende de lo que quieras" "¿Disculpa?" "Todo lo que tienes que hacer para mantener a los gatos de granero es darles de comer" "Bueno, por supuesto que voy a darles de comer" "Entonces serán tuyos para siempre"

Nubarrones cruzaron los expresivos ojos de Presley "Pero ¿qué pasará cuando ya no esté allí?" "Entonces imagino que te extrañarán" dijo Harper en voz baja. Presley tomó nuevamente la mano de Harper "¿A quién más?" "¿Qué quieres decir?" murmuró Harper. "¿A quién más necesitas alimentar?" Harper sonrió "Las cabras" "Las cabras ¿Qué haces con unas cabras?" "Estas cabras en particular son mayormente mascotas, pero tienen excelentes abrigos, y justo antes del invierno, las esquilamos y donamos la fibra a un molino de fibra local. Las hacen girar en el hilado" "¿Tú las… esquilas?" Presley trató de ocultar su incredulidad, pero fracasó. "No es difícil. Es por eso que las dono" mientras hablaban, Harper llevó a Presley afuera por la parte de atrás del establo a otro pasto. Abrió la valla "Ten cuidado con la línea superior allí, está electrificada" En el interior, llamó a las cabras, que saltaron fuera de su cobertizo y se acercaron a ella al trote, varias de ellas balando en reconocimiento. Revisó su agua, añadió más heno en el bastidor y les rascó las orejas. "Ahora es nuestro turno para comer" Harper cerró con llave la puerta del pasto y Presley le tomó la mano nuevamente. Llegaron a la casa justo cuando el sol salió. "No puedo creer que ya sea de mañana" Presley se detuvo en el último escalón y respiró profundamente "Dios, el aire huele bien" "¿Cansada?" Harper mantuvo abierta la puerta mosquitera en el porche trasero. Rara vez cerraba la casa y no lo había hecho el día anterior cuando se había marchado. La cocina aún olía ligeramente a pan de maíz y tocino de la comida que había cocinado para Flann. "Estoy acostumbrada a las horas extras y lo horarios erráticos" dijo Presley "Estoy más hambrienta que cansada y tal vez un poco sucia" "Yo también" Harper sonrió "¿Qué te gustaría? ¿Café o qué tal una ducha?" Presley se quedó inmóvil. La idea de una ducha, una que no tomara sola, de repente era en todo lo que podía pensar. Todo lo que podía ver era a Harper, con el vapor acumulándose a su alrededor, con el cabello pegado a su cuello mientras el agua corría por sus hombros, avanzando entre sus pechos y hacia abajo por todo lo largo de su abdomen. El pensamiento de deslizar sus palmas donde el agua apenas había

estado, a lo largo de las curvas de los pechos de Harper y su firme y plano abdomen, le hacía doler las manos. Estar de rodillas y presionar su boca contra el calor entre los muslos de Harper le transportaría al clímax. "Café" Los ojos de Harper buscaron los de ella "Eso no era lo que pensaba que ibas a decir" "¿Estabas leyendo mi mente?" Presley rió con tristeza "Espero que no" "Alcancé a ver lo que estabas pensando" Harper apoyó ambas manos en las caderas de Presley "Espero haber visto bien" "¿Qué crees que has visto?" "A nosotras… desnudas bajo el agua… tocándonos" Las piernas de Presley temblaron y un gemido se aferró a su garganta "Es una locura. Estaríamos locas incluso si una vez…” Harper le atrajo hacia sí "¿Cuánto más loco sería si no lo hacemos?" Presley se estremeció. El calor fluía desde el cuerpo de Harper "No lo sé. No estoy pensando muy claramente” "No estoy pensando en absoluto" Harper besó la garganta de Presley "¿Sabes qué? Esto se siente realmente bien… simplemente sentirte" le besó nuevamente, deslizando las palmas de sus manos a lo largo de la espalda de Presley "Se siente bien. Tu sabor es increíble” "¿No deberíamos hablar sobre…?" "No creo que debamos hablar de nada en absoluto. No en este momento" Harper levantó la cabeza y sus ojos lucían inagotables "Dime no ahora, si hablas en serio" "No podría" susurró Presley. "Entonces ven conmigo" Un instante después estaban arriba… al menos Presley no recordaba nada más, aparte de estar repentinamente en un enorme baño con baldosas de piedra y una ducha doble con paredes de vidrio y el agua caliente fluyendo de la ducha. Tal vez todavía lo estaba imaginando... parpadeó, pero todo estaba exactamente igual. Solo que ahora Harper estaba abriendo su camisa. En alguna parte una voz interna le advertía que debía detenerse, pensar, pero el sonido se desvanecía con cada segundo que pasaba. Cuando el dorso de los dedos de Harper rozó la parte superior de su pecho, simplemente escuchó el golpeteo constante del agua sobre el vidrio y su propio corazón latiendo en su garganta. Necesitaba sentirla. Agarrando la camisa de Harper, tiró de los botones y la deslizó por los brazos de Harper, dándose cuenta sólo después que lo hizo, que había atrapado los brazos de Harper contra sus costados.

"Lo siento, yo…" "No te detengas allí…" Harper se quedó sin aliento. "No" Presley se dejó caer de rodillas, abrió los pantalones de Harper y bajó la cremallera. Ella besó el hueco en la base del vientre de Harper "No puedo" "Presley" dijo Harper, su voz tan profunda y ronca que Presley no la hubiese reconocido en cualquier otra circunstancia "Debes tener mucho cuidado allí. Estoy en el borde” "Yo también" Presley levantó la vista y no pudo ocultar su sonrisa. Dominar a alguien tan fuerte como Harper era un afrodisíaco tan emocionante que un solo toque le haría explotar. Deslizó la camisa de Harper terminando de recorrer el resto del camino "Y te deseo" Los párpados de Harper parpadearon cerrándose. Sus dedos se entretejieron con el cabello de Presley "Entonces soy toda tuya" Toda tuya. Una frase, una que le gustaba. Presley bajó los pantalones y la ropa interior de Harper por sus caderas y Harper se quitó los zapatos y el resto. Presley besó la parte baja de su vientre nuevamente y frotó su mejilla contra la suave piel. Los músculos se contrajeron debajo de su boca "Aférrate a algo" "Lo estoy" la mano de Harper apretaba la parte posterior de su cuello, atrayendo su boca más cerca. Presley depositó un beso en el triángulo entre los muslos de Harper. Harper se puso rígida como una piedra bajo sus palmas. Le besó nuevamente, más intensamente y Harper gimió. El sonido le atravesó como el bisturí de un cirujano, rápido y limpio y brillante. Deslizó sus brazos alrededor de las caderas de Harper y la abrazó, la sostuvo, mientras le acariciaba y besaba y lamía y la llevaba a la cima... alto y más arriba y por encima. Harper se estremeció y gimió el nombre de Presley, meciéndose contra ella. Presley deslizó una mano hacia sus propios pantalones, los abrió y los deslizó hacia abajo. Estaba lista para correrse, pero quería sentir la piel de Harper contra la de ella cuando lo hiciera. Tan pronto como Harper se quedó inmóvil, ella se levantó, arrastró a Harper bajo el agua y la besó. El agua estaba fría en comparación con el calor de la boca de Harper y la cálida invitación de la piel de Harper. "Ah Dios, estoy tan lista para tí" jadeando, Presley presionó su rostro contra el cuello de Harper "Por favor" Harper le hizo retroceder contra las baldosas frías y deslizó una mano entre sus muslos "Estoy aquí" Presley echó la cabeza hacia atrás cuando Harper la llenó, la presión y el placer le catapultaron hasta el borde. Se agarró de los hombros de Harper, clavándole los dedos

mientras los espasmos irradiaban desde lo profundo de su ser, como ondas en un estanque, extendiéndose y difundiéndose "Oh Dios. Me estoy corriendo” "Sí" jadeó Harper. Presley tenía que ver el rostro de Harper, pero el placer era tan intenso, que por un instante se cegó. Se estremeció y cuando pudo centrarse nuevamente, Harper estaba allí, llenándola, tomándola, como nunca nadie lo había hecho.

CAPÍTULO 21 Harper no sabía cuánto tiempo había estado en la ducha. El golpeteo del agua contra su espalda empezaba a enfriarse, pero su sangre aún ardía. Todos sus sentidos estaban saturados de Presley… su sabor, su olor, el sedoso deslizamiento de su piel. La suave

captura de su aliento cuando empezó a correrse. Hundió su rostro en el cuello de Presley y deslizo las manos por su espalda hasta el trasero de Presley. Al darse cuenta que se inclinaba sobre ella, murmuró "¿Estoy demasiado pesada?" "No. Estás bien. Mejor que bien" Presley descansó la cabeza contra las baldosas, con los ojos medio abiertos, con una mano apretaba el cabello de Harper, con la otra se apoyaba contra la pared de la ducha "No me puedo mover de todos modos y me gusta como te sientes contra mí" A Harper también le gustaba. Más de lo que nunca pudo imaginar "Nos quedaremos sin agua caliente en un par de minutos" "No me importa" Harper rió entre dientes "Te importará" "Uh-huh" Con un suspiro, Harper apoyó su brazo contra la pared y se apartó, cortando su conexión. Al instante, quiso regresar a ella. Disfrutaba del sexo, aunque no pensaba mucho en ello y nunca se propuso una cita, con el sexo como meta. Esto era más que sexo… esta necesidad de tocar a Presley, explorarla, fundirse con ella, era un deseo que le fascinaba y en cierto modo, le aterrorizaba ¿Qué pasaba si el deseo no se llenaba? ¿Podría alguien morir de ansias o volverse loca de anhelo? Ahora se sentía como loca y Presley estaba a sólo unos centímetros de distancia. "¿Qué estás pensando?" preguntó Presley lánguidamente. "No estoy pensando en nada" Harper no estaba segura en este momento que sus pensamientos fuesen suyos. Su mente era una tormenta eléctrica de terminaciones nerviosas básicas. "Sí, lo estás. Tus ojos se oscurecieron, como lo hacen cuando estás pensando en cosas serias" Harper colocó sus manos en los hombros de Presley, manteniendo atrapada, no quería que se alejara demasiado rápido "¿Cómo sabes eso?" La sonrisa de Presley era secreta y seductora "Te he estado observando" "Lo sé. Lo haces mucho” "¿Te importa?" "No cuando me estás mirando a mí" La ceja de Presley se elevó un poco "¿A quién más crees que he estado observando?" "A Flann" Harper no había tenido celos de su hermana ni una sola vez en su vida. Ni siquiera cuando Flann bateaba mejor que ella en la pequeña Liga de softbol, a pesar

de que ella era la mayor y la más grande y debería haber sido la más fuerte. Ni cuando las chicas en la secundaria, incluso las de tercer año con uno o dos años por delante de ellas, perseguían a Flann y nunca a ella. Ni siquiera en la universidad cuando tomaron los mismos cursos y de vez en cuando Flann le ganaba en un examen. Casi siempre eran iguales, física e intelectualmente, pero Flann siempre estaba en el límite. Siempre la más afilada, la del ingenio más rápido. El pirata de su navegador. Sin embargo, esta vez no era así. Esta vez no había lugar para Flann. "No la miro a ella como te miro a tí" Presley entrelazó sus dedos con el cabello de Harper y apretó su puño en la parte posterior de su cuello. Besó intensamente a Harper en la boca, luego ligeramente en su mandíbula y más ligeramente en su garganta "Ni una sola vez. Y nunca lo haré” "No tengo ningún derecho…" "Tienes razón, no lo tienes" Presley mordió suavemente el hombro de Harper y Harper gruñó "Pero es la verdad de todos modos. Y es mi elección” "Gracias. Ya me vuelvo lo suficientemente loca cuando te miro” Presley lamió el agua que resbalaba por el cuello de Harper “¿Es así?" "¿No lo has notado?" Harper agarró la barbilla de Presley entre sus dedos y la besó, profunda y largamente "Tenemos que salir del agua" Presley acarició el pecho de Harper "¿Miedo al frío?" "No. Te quiero de nuevo, en la cama, debajo de mí" El aliento de Presley siseó y pasó las uñas por la espalda de Harper "¿Estás pidiendo o diciendo?" "¿Tengo que pedirlo?" "No. Porque yo también te quiero nuevamente"

**** Flann entró en la vereda de la casa White poco después de las 6:30 am. Había manejado hasta la casa de Harper y había visto los dos coches en la calzada. Su primer pensamiento había sido ¡Bien por tí, Harper! pero casi inmediatamente un puño de inquietud se instaló en la boca de su estómago. Presley Worth era la primera mujer que tendría la capacidad de destrozar el corazón de Harper. Tomando en cuenta todas las circunstancias, esa posibilidad era probable. Flann no podía esperar y ver. Bajó de su Jeep y rodeó la casa hacia la puerta de atrás, con la esperanza de que Carrie no le tomara por una merodeadora y llamara al 911.

Carrie estaba sentada en los escalones con una taza en la mano y algo que olía fabuloso en un plato equilibrado sobre sus rodillas. Ella le miró expectante y luego su sonrisa de bienvenida se convirtió en una de preocupación "¿Le ha sucedido algo a Presley?" "No…" dijo Flann rápidamente "… todo el mundo está bien. Supongo que no has escuchado de ella" "No desde esta mañana. Dejó un mensaje anoche que estaría en el hospital, pero no he sabido nada de ella desde entonces y no vino a casa…" se interrumpió y con las mejillas encendidas, dándole un aspecto tan inocente como el de una adolescente "Oh. Mierda ¿Podrías olvidar que dije eso?" "Está bien. No estás diciendo nada malo. Ya lo sabía” "¿Y supongo que sabes donde pasó la noche?" preguntó Carrie lentamente. "Lo sé. Sin embargo, eso no lo sabrás hasta que Presley te lo diga" Carrie entornó los ojos "Como si hubiese un montón de posibilidades" "Cierto. Podremos fingir sorpresa, entonces" Flann señaló el plato "¿Hay más de lo que tienes ahí?" "Es pan. Con queso o algo tan delicioso que estoy en peligro de comérmelo todo" "¿Puedo ayudarte a deshacerte de él?" "Te daré un poco ¿Has estado despierta toda la noche?" "No. Sólo la mayor parte” Carrie sacudió la cabeza "Todas ustedes están locos ¿lo sabes verdad?" "Todos nosotros ¿quiénes?" "Todos los médicos Rivers" "Posiblemente. Probablemente ¿Pan?" “¿Café?" Carrie se levantó y el gallo que había estado picoteando en el patio se acercó contoneándose hacia la escalera, con la cabeza inclinada. "Tienes un amigo" "Presley lo ha estado malcriando. Ahora espera que le demos desayuno” "Es lo que sucede cuando alimentas a un vagabundo"

Carrie sonrió por encima de su hombro "¿Qué sucede cuando alimentas a los médicos errantes?" "Eso es un secreto" Riendo, Carrie desapareció en el interior. Flann le siguió, diciendo a través de la puerta mosquitera "¿Quieres que haga algo?" "¿Quieres desayunar?" "Algo de ese pan con un montón de mantequilla estará bien por ahora. Y el café. Especialmente el café” "Ni que decirlo" Carrie volvió a gritar "Siéntate, estará listo en un segundo" Flann se instaló en el escalón más alto con la espalda contra el poste del porche. El sol estaba alto, el cielo despejado y los pájaros cantaban. No podía pensar en cualquier otro lugar en el que preferiría estar o cualquier otra cosa que preferiría estar haciendo. Carrie salió y le dio una taza de café y un plato con una gruesa rebanada de pan que olía como recién salido del horno. Carrie se sentó frente a ella y arrojó otro trozo de corteza al gallo. "Creo que él se aburre durante el día" "Necesita algunas gallinas" observó Flann. "Estaba pensando lo mismo. ¿Cómo hacen ustedes al respecto?" "Un montón de agricultores por aquí tienen algunas. Probablemente hay polluelos incluso dejados en la tienda local de la alimentos” “¿Son difíciles de cuidar?" "No, tan pronto han crecido lo suficiente como para escapar de los depredadores. Y ya tienen el gallo. Instintivamente, él los protege” Carrie suspiró "Me encantaría conseguir algunas, pero no creo que vayamos a estar aquí el tiempo suficiente" "Un paso rápido ¿huh?" Carrie se quedó inmóvil "Así será para Presley" "Pero tú y Presley son un equipo ¿no?" "Error" dijo Carrie tranquilamente "Presley es mi jefa" "Apuesto que sólo de nombre"

Carrie sacudió la cabeza "No. Ella realmente es mi jefa y es muy buena en lo que hace” "Y lo que hace es tomar lugares como el Hospital Rivers y los convierten en algo más" "A veces. Depende de las circunstancias" el tono de Carrie se había enfriado "Y no tengo nada más que decirte" "Es justo. Esto es jalapeño cheddar, por cierto" Flann terminó el pan, que era el mejor pan que había probado después del de su madre "Mi hermana no es una aventurera" "Conozco a una aventurera cuando la veo" Carrie se levantó bruscamente. El frío de su voz se había convertido en hielo "Y sé cuál de las hermanas Rivers lo sería" Flann levantó la mirada hacia ella, sonriendo "No hay argumento de mi parte. Y no estoy tratando de hacerte enojar” Carrie cruzó los brazos sobre su pecho "Vamos a dejar algo claro, Flannery. Presley es mi jefa y también es mi amiga. Lo que hace con su vida personal es su asunto y no es mío ni tuyo. Estoy segura que tu hermana es muy capaz de cuidar de sí misma” Flann permaneció sentada, dejando que Carrie tomara la sartén por el mango y la posición dominante. Le gustaba su pasión y su lealtad "Bajo cualquier otra circunstancia estaría de acuerdo contigo en todos los aspectos. Pero si realmente estarán aquí por un corto tiempo, eso significa que el Rivers probablemente no va a quedarse como está ahora. Harper peleará contra ello y eso significará problemas para tu amiga y mi hermana” Carrie suspiró "Eso es algo que ninguna de nosotras será capaz de cambiar" "Puede ser. Tal vez tengas razón” "¿Y qué hay de tí? ¿Cómo te sientes sobre lo que está pasando?" "¿Yo? Seguiré la corriente. Aterrizaré sobre mis pies de una manera u otra" "Si no inviertes mucho, no perderás mucho ¿no es así?" Flannery se levantó y sacudió el polvo de la parte trasera de sus vaqueros. Ella colocó la taza sobre el plato vacío "Ciertamente tienes mi número" "Nunca lo pedí" dijo Carrie secamente. "¿Te gustaría?" "No" Flann sonrió, escondiendo automáticamente su decepción. No siempre ganaba y rara vez le importaba cuando era rechazada. Esta vez sí le importó. Eso fue motivo suficiente para retroceder "Gracias por el café y la comida"

"De nada" Carrie tomó los platos "Gracias por dejarme saber que Presley está bien" "Sí. Esperemos” Presley estaba a horcajadas sobre las caderas de Harper, con ambas manos apoyadas sobre sus hombros. La ventana estaba abierta. En algún lugar un gallo cantó. Temprano en la mañana la luz del sol hacía brillar el cabello oscuro de Harper sobre la almohada blanca como la nieve. Estaban desnudas en el centro de su enorme cama y el aire fresco susurraba sobre la piel enrojecida de Presley como un beso. Estaba húmeda contra el abdomen de Harper, la débil fricción manteniéndola en el filo de la navaja. Los hilos de su control se estiraron, pero se aferró, amando la tirantez a través de sus músculos. Cuando Harper ahuecó sus pechos y jugó con sus pezones con sus pulgares, Presley echó la cabeza hacia atrás y gimió. "Me encanta como te ves en este momento" dijo Harper "Me encanta que te muevas encima de mí" "Voy a correrme encima de tí en cualquier momento" su aliento estaba agitado. Oh, estaba tan cerca en este momento. Su visión se nubló. Las manos de Harper apretaron sus pechos, la presión sobre sus pezones enviaron una sacudida a su clítoris. Una onda de electricidad recorrió su columna vertebral "Dios. Pronto” La habitación desapareció y Presley se aferró al cuerpo de Harper, encontró sus ojos y se apoyó en su fuerza sólida, meciéndose con fuerza y con más rapidez. Su cabeza cayó hacia adelante y su cabello cubrió su rostro, con un placer tan intenso que mordió su labio para contener un grito. Harper agarró sus caderas, tiró de ella hacia atrás y hacia adelante, frotando su carne contra la de ella. Alto, más rápido, más cerca. Rompiendo, cayendo, volando. La columna vertebral de Presley se extendió y terminó con un grito. Los brazos de Harper le rodearon y en un movimiento rápido, Presley estuvo debajo de ella, todavía corriéndose cuando Harper entró en ella, obligándole a regresar a la cima. Se corrió nuevamente. Perdió el aliento, perdió la razón. "No te muevas" susurró ella cuando Harper intentó retirarse. Envolvió sus brazos alrededor de los hombros de Harper "Me encanta sentirte dentro de mí" "Quiero hacer que te corras nuevamente" Harper besó la garganta de Presley "Me encanta como te corres" Presley rió temblorosamente "Necesito unos minutos... o tal vez un par de horas. No estoy acostumbrada a…" se interrumpió, por alguna razón no quería que el pasado se inmiscuyera en este momento. Este momento, la última hora, tal vez el último día, no formaban parte de su vida normal. Había avanzado más allá de lo conocido y muy pronto, en una hora o un poco más, tendría que regresar a la vida que conocía. Estos momentos con Harper se mantendrían aparte, tan separados como todo en este lugar… estas personas, esta vida, esta dolorosa belleza. Había estado en lo cierto… era una viajera en el tiempo, tanto como lo era, tendría que mantener sus secretos.

"Ni yo... acostumbro esto" dijo Harper, al parecer sin miedo de exponer sus secretos "Y yo…" "Me equivoqué" Presley besó a Harper, silenciándola antes que cualquiera de ellas pudiese revelar más "Estoy lista para ti otra vez”

CAPÍTULO 22 Presley despertó con la sensación de placer. Cada músculo relajado, su cuerpo con un zumbido por haber sido increíblemente bien utilizado y completamente satisfecho. Se

estiró con un suspiro y sus dedos rozaron la cadera de Harper. Harper estaba acurrucada a su lado, con un brazo rodeando su cintura. El placer dio paso al pánico. ¿Qué demonios había hecho? Sabía la respuesta. Había perdido la cabeza. Había seguido sus instintos y se había metido en la cama con una mujer que no podía ser más equivocada para ella en cualquier nivel que pudiese definir. Al menos, profesionalmente, lo peor de lo que podría ser acusada es de tomar una mala decisión, pero para ella esa era la peor acusación posible. Triunfar en el mundo de la supremacía corporativa donde no se tomaban prisioneros, exigía que siempre estuviese en la cima de cada situación y diez pasos por delante de su competencia. Algunos podrían ver su implicación con Presley como un movimiento estratégico inteligente… utilizando todas las armas para enfrentar a uno de sus enemigos más fuertes. Pero ella lo sabía mejor. Estaba en mayor peligro de ser influida por Harper de lo que podía influir en ella. Una debilidad que tenía que esconder para sí misma. Ya se había expuesto demasiado, física y emocionalmente, permitiendo que Harper en un gesto casi suicida, le atrajera al mundo de la comunidad y la familia de los Rivers, para poner rostros en los números que tenía que ver desapasionadamente, creando un sentido de responsabilidad y empatía que sólo podría nublar su juicio. Harper era peligrosa. Ella hacía que Presley hiciera cosas… peor aún, le hacía querer hacer cosas que sabía eran malos consejos ¿Cuántos Jimmy Reynolds tendría que ver antes de empezar a hacer caso omiso a los resultados y comenzara a hacer excepciones que terminarían en un desastre? Veía claramente estos peligros, los había visto desde el primer momento en que Harper había llamado su atención, sin embargo, allí estaba, desnuda, en cuerpo y alma y la última cosa en su mente era más. Más de lo que Harper le hacía sentir. Singularmente especial. Infinitamente deseable. Excepcionalmente esencial. Cuando estaba con Harper, cuando las manos de Harper estaban sobre ella, dentro de ella, sabía lo que nunca antes había sabido… que ella importaba no por lo que había hecho o podría hacer, si no por lo que Harper veía en su interior. A ella le importaban aquellas partes de sí misma que había contenido durante tanto tiempo, sabiendo que no eran queridas. No debería estar aquí, pero no quería nada más, al menos por un rato más. Se volteó de lado y besó a Harper. "Esa es una buena manera de despertar" Harper acercó a Presley hasta que sus cuerpos se tocaron. Jugueteó con sus dedos deslizándolos sobre el abdomen de Presley, bajando cada vez más, una y otra vez, hasta que los muslos de Presley se tensaron y su vientre palpitó. "No podemos…" dijo Presley. Harper abrió parcialmente un ojo "¿Por qué no?" "No tengo fuerzas. Necesito comida. Tú también” "Comida antes del sexo. Hmm" Harper sonrió "Obviamente no eres una chica de campo”

Presley mordió delicadamente el labio inferior de Harper "Las citadinas tienen otras virtudes" Harper rodó encima de ella, sujetando sus brazos contra la cama, con una mano alrededor de cada muñeca. Deslizó un muslo entre los de Presley y le besó “¿Virtudes? Espero que no” Presley sintió que se fundía nuevamente, un deseo tan agudo que el placer fue casi doloroso. Elevó sus caderas y cuando Harper se apretó contra ella, gimió "Tendrás problemas para explicar un cadáver en tu cama" "Nah. Te esconderé en el granero. Nadie sabrá nada" Harper se movió más abajo en la cama y acomodó sus hombros entre los muslos de Presley. Presley le observó, un pulso latió en su centro, anticipando, necesitando. Inclinó sus caderas "Entonces déjame morir feliz" "No voy a dejarte morir" Harper le besó. "Oh" Presley suspiró "No me importa, siempre y cuando sigas haciendo eso" Harper volvió a besarla, sus labios un suave círculo de poder y placer. Presley gimió y cerró sus ojos "Se siente tan bien" "Mmm. Sí" Harper se levantó, besó el vientre de Presley y rodó sobre ella para salir de la cama. Los ojos de Presley se abrieron de golpe "¿Qué crees que estás haciendo?" Desnuda, Harper cruzó la habitación hacia un gran armario que estaba debajo de la ventana. Lo abrió, sacó un par de vaqueros desgastados y los deslizó por sus piernas largas y delgadas "Prometí que prepararía el desayuno ¿recuerdas? Cumplo mis promesas” "¿Ahora?" Presley escuchó el borde en su voz y no le importó si sonaba petulante o exigente o ambas. Lo deseaba. Lo necesitaba. Dios, tenía que correrse. La mirada de Harper se movió por todo su cuerpo y sus ojos se oscurecieron "No irás a ninguna parte en este momento ¿verdad?" "No iré a ninguna parte hasta que vuelvas aquí y termines" "¿Es eso cierto?" la voz de Harper sonó con un filo peligroso, uno que a Presley le gustaba mucho. Presley acarició lentamente el interior de su muslo, dejando que sus dedos rozaran lo más cerca que se atrevió, donde quería tener la boca de Harper. Tenía miedo que si se acercaba demasiado podría explotar "Eso es correcto. A menos que quieras que lo haga yo mis…”

Harper se dirigió a la cama, agarró las caderas de Presley y la hizo girar hasta que sus piernas cayeron por la orilla de la cama. Se arrodilló en el suelo, levantó los muslos de Presley hasta sus hombros y tomó a Presley en su boca en un movimiento rápido. "Maldición" Presley se arqueó fuera de la cama, agarrando la sábana con una mano y la cabeza de Harper con la otra. Estaba cerca de romperse en mil fragmentos brillantes. La boca de Harper estaba caliente y húmeda, feroz, exigente "Voy a... ¡oh!" Presley se corrió con fuerza, más rápido de lo que quería, incapaz de detener un grito. Temblando, sólo podía luchar por respirar. Harper se echó hacia atrás, sin camisa, el cuello enrojecido y su mirada triunfante "¿Estás bien por ahora?" "Por ahora" Presley se quedó sin aliento "Vete… por ahora" Riendo, Harper se levantó y suavemente acomodó nuevamente las piernas de Presley sobre la cama "Voy a preparar ese desayuno" Presley observó el tirón de su camiseta, cautivada por la forma en que los músculos de sus hombros y pecho brillaban bajo su piel suave. Le encantaba el arco de su pecho, la línea de su ombligo, el hueco por encima del hueso de la cadera. Increíblemente, el deseo le hizo estremecer "Eres peligrosamente sexy" Harper le miró solemnemente "Si lo soy, es porque haces que sienta cosas. Me vuelves un poco loca" "Entonces me alegra no estar sola" La mirada melancólica y oscura estaba de regreso en los ojos de Harper. Se inclinó sobre la cama, acarició el cabello de Presley apartándolo de su rostro con una mano y le besó con tanta ternura que Presley sintió que las lágrimas inundaron sus ojos "No estás sola" Presley agarró su mano "¿Necesito decir que anoche fue increíble?" "No" dijo Harper en voz baja "Para mí también lo fue" Presley se estremeció, escondiéndolo con una sonrisa "Necesito una ducha" Harper se enderezó "Adelante. Mis pantalones no te quedan, pero he conseguido algunos recortados y una camiseta que te quedarán. No es tu estilo habitual, pero servirá por ahora” "Servirán muy bien" dijo Presley, ridículamente complacida por la idea de usar la ropa de Harper. Esperó a que Harper pusiera la ropa en la parte inferior de la cama y saliera de la habitación antes de levantarse. No confiaba en sí misma, en ningún lugar cerca de

ella, durante unos minutos ¿Cómo era posible que todavía la deseara con tanta fuerza? ¿Y cómo iba a ocultárselo?

**** Sonó el teléfono, mientras Harper estaba hurgando en la nevera en busca de comida. Agarró su celular de la mesa, presionó contestar y de forma automática activó los altavoces "Dra. Rivers" dijo ella mientras sacaba los huevos y las espinacas de la nevera. "Estoy haciendo el desayuno" dijo su madre "¿Por qué no vienes? Flann está aquí y dice que has estado levantada toda la noche” "Yo..." Harper escuchó y pudo escuchar que la ducha escaleras arriba ya no estaba corriendo. Desactivó el altavoz y bajó la voz "Gracias, pero no puedo" Su madre se quedó en silencio por lo que pareció media vida "Eres bienvenida a traer compañía" Harper se quejó "Mamá, por favor." Ida se rió "Harper, cariño, sé que eres una adulta ¿Crees que no sé lo que hacen los adultos los sábados por la noche? De hecho, tu padre y yo…" "Vamos, dame un respiro" "Prometo que Flannery no te avergonzará" "Sí, lo haré" gritó Flann desde el fondo de la habitación. “Flannery O'Connor Rivers. Silencio, ahora" dijo Ida severamente "La invitación sigue en pie. Harás lo que te parezca mejor, pero espero verte para la cena” "Sí, señora. Estaré allí" Harper colgó, sonriendo y subió las escaleras. Presley se estaba poniendo una de sus camisetas viejas cuando entró en el dormitorio "Mi madre nos invitó a desayunar" Presley se detuvo, el horror congeló su sangre "¿Tu madre? Dios mío ¿Cómo sabe tu madre que estoy aquí?" "No nos invitó exactamente, sino a mí y a mi invitada" “¿Entonces no sabía que era yo?" "No" dijo Harper lentamente "¿Eso sería un problema?" "Harper, piensa en la situación" Presley puso las manos en sus caderas. No quería tener esta conversación en este momento, todavía no. Quería sentarse con Harper en la enorme cocina inundada con la luz del sol durante unos minutos más y pretender

que nada de esto tenía que terminar. Ya debería saber que las cosas que deseaba, casi siempre, eran las cosas que nunca podría tener "No soy la mujer para llevar a casa de tu familia un domingo en la mañana, por el amor de Dios" "¿Estás avergonzada o incómoda porque te acostaste conmigo?" "¿Qué? No, por supuesto que no. Pero…" "Pero ¿qué? ¿Cuál de las dos cosas? ¿Avergonzada o incómoda?" "Ninguna de las dos, maldita sea" dándose tiempo para formular algún tipo de respuesta racional, Presley recogió su ropa interior y los pantalones y la camisa que había esparcido en su prisa por tener las manos de Harper sobre ella la noche anterior "Pero no es muy sabio" "¿Por qué no?" Presley agarró el bulto de ropa para evitar tirar de su cabello "Sabes por qué no. Sabes por qué estoy aquí. Tengo que tomar algunas decisiones difíciles que harán infelices a un montón de gente. No será nada bueno para tu reputación o la mía que la gente piense…" se interrumpió con exasperación "Maldita sea" "¿Piensen qué, Presley? Nuestra vida personal es nuestro problema" "No tenemos una vida personal. No juntas. Simplemente dormimos juntas" Los músculos de la mandíbula de Harper podrían haberse hecho de piedra, se movieron muy poco cuando dijo en un tono ominosamente bajo "Simplemente dormimos juntas. Sólo un poco de sexo… ¿siete u ocho veces? ¿Es eso lo que crees que fue?" "No estaba contando" dijo Presley maliciosamente "No noté que tú sí" "No trates de distraerme. No soy una lacaya en tu sala de juntas. Sólo sexo… ¿es eso lo que crees que fue?" "¿Qué otra cosa podría ser?" Presley hizo una mueca ante el ridículamente hermoso escenario fuera de la ventana del dormitorio. Cielos azules, nubes mullidas, el canto de los pájaros, por amor de Dios "Vives en este mundo de cuento de hadas, pero no puedes creer en cuentos de hadas. Sabes por qué estoy aquí. El hospital está muerto, Harper. Se ha estado muriendo durante años. Todo va a cambiar, algunas personas serán muy infelices y lo último que ninguna de nosotras necesita es un rumor de complicidad o favores especiales" "Ya lo has decidido ¿no es así?" dijo Harper "Toda esta vaga charla sobre el análisis de las tendencias y la remisión de pacientes, patrones y todo el doble discurso fue sólo humo y espejos para aplacar a la gente sencilla del campo" "¿La gente sencilla del campo que pensaba podría seducirme o encantarme, o apelar a mi sentido de la responsabilidad personal con el fin de hacerme cambiar de opinión?"

replicó Presley. Maldita era ella por negarse a entrar en razón ¿Por qué esto tenía que ser tan difícil? Harper maldijo en voz baja "Estás equivocada acerca de mí y te equivocas sobre los Rivers" "No puedes verlo…" dijo Presley en voz baja "… porque estás preparada para luchar contra la muerte" "No me doy por vencida, si es eso lo que quieres decir" dijo Harper lentamente "No todo cambia. Yo no. No quién soy, lo que me importa, lo que siento” "Lo lamento. Realmente, lo lamento" Presley lo dijo en serio. Lamentaba que probablemente destruiría una parte del mundo de Harper, lamentaba que sus objetivos fuesen opuestos, lamentaba no haber llegado unos meses atrás, unos años y haber cambiado el futuro de los Rivers. "¿Por qué? ¿Por no ser capaz de ver más allá de los números fríos y vacíos con los que llenas tu vida? ¿Lamentas haberme tocado, lamentas haber permitido que te tocara? ¿Lamentas sentir algo, cualquier cosa?" Harper sacudió su cabeza "No, no necesito que sientas lástima por mí, por nada en absoluto" La barbilla de Presley se elevó y mantuvo su voz firme a pesar del dolor. Tenía mucha práctica en eso "Creo que será mejor que me vaya" Harper se hizo a un lado "Ya te has ido"

CAPÍTULO 23

Harper no levantó la mirada del libro que había estado mirando durante la última hora, cuando sintió que la casa del árbol se sacudió y alguien entró. "Vi tu camioneta" Flann, vestida con su habitual uniforme de fin de semana: camiseta, vaqueros azules y zapatillas de deporte, se dejó caer en el sofá junto a Harper y puso los pies en el cajón que servía de mesa de café "Te perdiste un buen desayuno" Harper levantó el libro sin mirar a Flann "Estoy leyendo" Flannery estiró el cuello "El caso de la novia extraviada" "Debí haber puesto la señal de no-visitantes" dijo Harper. "Vine a ver por qué estás melancólica ¿La noche no salió como pensabas?" Con un suspiro, Harper cerró el libro, The Secret of the Old Clock (El Secreto del Viejo Reloj) y lo dejó a un lado "¿Qué fue exactamente lo que le dijiste a mamá esta mañana?" "No gran cosa. Excepto que te había visto en el hospital y que pensaba que habías estado despierta toda la noche ¿Fue así?" "Casi" "Me enteré de lo de Jimmy Reynolds" "¿Cómo?" "Me encontré a Presley en la cafetería anoche. Ella dijo que pensabas que tenía leucemia” "Leucemia Mieloide Aguda… Confirmado. Frank Cisco hizo la biopsia de médula ósea hace unas horas” "Demonios. Eso apesta” "Sí. Acabo de llegar de verlo. Ya tuvo su primera dosis de quimioterapia” "¿Cómo están Emmy y Don?" "Don está inconsolable, pero Emmy es una roca. Jimmy es como ella” "Hazme saber si necesitas algo" dijo Flann. "Gracias. Por ahora esperaremos para ver cómo responde después de una ronda o dos” Flann asintió "Así que volviendo a la noche anterior… ¿Tu falta al desayuno fue una buena señal o una mala señal?" Harper frotó su rostro con las palmas de sus manos, echó la cabeza hacia atrás y entrelazó los dedos detrás de su cuello. Le dolía levemente la espalda…

agradablemente adolorida de sostener su cuerpo sobre el de Presley, por los dedos de Presley clavados en ella cuando se corrió "Maldición" "Eso no me dice mucho" Harper se quedó mirando el techo, siguiendo la veta de la madera, fascinada como siempre había estado, cuando pensaba en donde había estado la madera antes que se convirtiera en parte de este santuario. Parte de un granero, probablemente derribado de alguna granja hacía un par de cientos de años. La madera había sobrevivido mucho tiempo, más allá del tiempo de vida de los que la habían cortado y también sobreviviría mucho tiempo después de ella, a menos que alguien viniera y golpeara la casa del árbol echándola abajo y utilizara la madera para leña o la dejara para que se desintegrara "La noche… o lo que quedó de ella después que deje a Jimmy establecido… estuvo bien. La mañana fue el problema” Flann rió con ironía "¿No lo son siempre? Por supuesto, conociéndote, habrás querido hablar y eso siempre trae problemas” "¿Tú qué haces? ¿Escabullirte en la oscuridad de la noche?" "Por supuesto que no. No me escabullo hasta el amanecer. A la mayoría de las mujeres les gusta una repetición en la mañana después de una noche de buen sexo” Harper apretó su mandíbula. Presley también había querido más en la mañana. Desearía poder pensar en la noche con Presley como si hubiese sido simplemente buen sexo, pero no podía. A decir verdad, el sexo había sido maravilloso, pero aún permanecía ése tirón en su corazón cada vez que pensaba en Presley, lo que le mantenía atada al recuerdo, lo que mantenía vivo el deseo de tocarla otra vez, de escuchar nuevamente sus sonidos de placer, de perderse en la belleza cuando se corría y de la aniquilación cuando se corría con ella "Joder" "Así de bueno ¿huh?" "¿Alguna vez has estado con una mujer que te hace olvidar de todo excepto ella?" El rostro de Flann se cerró de la forma en que siempre lo hacía cuando algo se acercaba demasiado al hueso "No. Y espero que tú tampoco” "¿Crees que eso es algo que puedes controlar?" "Creo que es algo que puedes evitar con un poco de planeación" Flann pasó una mano por su grueso cabello color arena "Jesús, Harper ¿No hablamos de esto? Tenías que saber que era una mala idea” Una mala idea. Presley había dicho algo muy parecido. El temperamento de Harper se derrumbó "Realmente no puedes ser tan ingenua como para pensar que puedes mandar en algo como eso"

"¡Por supuesto que puedes! Mantén las cosas ligeras. Mantén las cosas informales. No te entregues" Flann extendió su brazo para señalar la sala situada en las ramas más altas "Jesús, hasta la trajiste a la casa del árbol" Harper miró el espacio a su alrededor. Era sólo una casa del árbol, no exactamente un confesionario. Pero entonces se preguntó que decía eso de ella y tuvo que admitir que lo decía todo. La había hecho con sus propias manos, reconstruyendo la estructura rudimentaria que ella y Flann habían hecho cuando eran preadolescentes. La había llenado con cosas que le importaban y regresaba a ella cuando estaba en problemas o se sentía sola o cansada. Trajo a Presley aquí porque no conocía una mejor manera de mostrarle las partes de sí misma que más le importaban "Tenía que hacerlo" "¿Por qué?" preguntó Flann, mirándola sinceramente perpleja. "Porque me llegó muy dentro y nadie más lo había hecho" Flann hizo un sonido de exasperación "Tal vez querías que fuera ella o simplemente lo creías. Tal vez no es Presley en absoluto, sino que tú quieres que sea. Hay un montón de mujeres que podrían darte lo que quieres" Harper apoyó la cabeza en el respaldo del sofá y estudió a Flann "¿De verdad crees eso? ¿Que una mujer podría hacerlo tan bien como otra?" "¿Por qué no? Claro, es bueno tener un punto de vista similar sobre las grandes cosas, pero podría nombrar una docena de mujeres a quienes les encantaría tener a tus bebés” Harper no pudo evitar reír, pero la risa le dejó un dolor en la garganta "¿Crees que eso es todo de lo que se trata? ¿Tener a alguien en la cama por las noches, que alguien tenga a tus hijos, o eduque a tus hijos? ¿Qué pasa con esto?" cerró su puño sobre su corazón y como esperaba, Flann hizo una mueca. "Eres una romántica, Harper. Leíste demasiados libros cuando eras niña. La mayoría de las veces lo que ves es lo que obtienes. Agradece cuando encuentres a una mujer que no pida más que eso. Y por el amor de Dios, no elijas a alguien que ya es una apuesta segura para romper tu corazón” "¿Es eso lo que quieres? ¿Simplemente conformarte?" "No hagas de esto como si fuese yo. No se trata de mí" "Tal vez no, pero aun así quiero saber" Flann miró hacia otro lado, una señal segura de que evitaría toda la verdad. No mentiría, pero mantendría sus secretos "Sería feliz con una mujer con la que tuviese buen sexo y compañía ocasional y que no quiera que sea alguien que no soy" "¿Cómo amigas con beneficios?"

Flann se encogió de hombros, sin dejar de mirar por la ventana de la casa del árbol hacia el río "Supongo que es un buen nombre para ello. Simplemente no tengo que estar constantemente preocupada por alguien que desea más” "Es el querer más lo que lo hace especial" Flann le fulminó con la mirada "¿Qué pasó exactamente esta mañana?" "Presley me recordó que el sexo era sólo sexo, algo así como lo que has estado diciendo. Probablemente debió haber ido a la cama contigo y no conmigo” Flann soltó una breve carcajada sarcástica "Oh sí, claro, entonces tú y yo podríamos tener un duelo al amanecer ¿Por qué no puedes ser feliz con el hecho de que se haya metido en tu cama?" "No es suficiente y lo sabes, si no estuvieses demasiado temerosa…" Flann se levantó de un salto y caminó hacia el lado opuesto de la habitación, poniendo tanta distancia entre ella y Harper como le fue posible. Se mantuvo de espalda mientras miraba por la ventana "No tengo miedo" "Joder, si no lo tienes. Y no sé por qué. Mira a mamá y papá…” "Sí, míralos" Flann se dio la vuelta "Claro, tienen una increíble relación ¿Cuántas mujeres te parece que son como mamá? Dispuestas a criar una familia, prácticamente por sí misma, mientras papá hace lo que quiere” "No sólo por él" dijo Harper "¿Crees que él sacrificó todos estos años cuidando a otras personas sólo por él?" "¿A qué ha renunciado? Tiene una casa, una mujer que lo espera, unas hijas que están locas por él, mientras él está cuidando a otras personas que piensan que él es Dios. Dime… ¿qué ha sacrificado?" Harper se puso en pie "Tienes que estar bromeando ¿Eso es lo que piensas? ¿Que todo ha sido fácil para él?" "No puedes verlo porque eres igual a él. Tal vez debes buscar a una mujer igual a mamá y buena suerte con eso” "¿De dónde viene eso?" dijo Harper en voz baja. La furia de Flann pareció disminuir tan rápido como había llegado y se dejó caer contra la tosca pared de tablón. Metió sus manos en los bolsillos de sus vaqueros y miró hacia el suelo "No lo sé. Supongo que he estado enojada con él por un tiempo” "¿Por un tiempo? ¿Cómo 10 años o algo así? ¿Por qué?" Flann levantó la cabeza "Él no estuvo aquí cuando Katie murió"

"Él no sabía que sucedería tan rápido. Fue un shock séptico. Lo sabes” "Él no estuvo aquí entonces. No estuvo en el hospital la noche que Davey nació. No estuvo aquí en muchas otras cosas, más de las que puedo contar" "¿Y crees que eso no le dolió? Vamos, Flann ¿A qué es a lo que realmente le tienes miedo?" "A ser como él" dijo Flann rotundamente "Y no ser capaz de estar ahí cuando realmente importe" "Así que has decidido no intentar" "He decidido que quiero una vida diferente" "Cambiarás de opinión cuando la conozcas" Los ojos de Flann se oscurecieron "No hay un ella" "Puedes creer todo lo que quieras, pero te equivocas" "Bueno, si tú eres un ejemplo, prefiero estar equivocada por el resto de mi vida" "Vale la pena" "¿Qué vale la pena?" “El dolor… la increíble sensación de estar llena por completo, que lo que es correcto vale la pena. Lo que sentí con ella…” "Oh, vamos. Dame un respiro. Saca tu cabeza de las nubes. Tuviste un gran revolcón. Todo lo que dice es que ella es buena en la cama y lo que significa es que ella ha tenido suficiente práctica…” Harper la abordó por la cintura y cayeron enredadas entre brazos y piernas. El árbol se sacudió y las hojas cayeron como lluvia, mientras rodaban y se desplomaban luchando para estar en la cima. Flann era rápida y fuerte y habían tenido mucha práctica de lucha libre cuando eran niñas. Le tomó a Flann cinco minutos voltear a Harper sobre su espalda y ponerse a horcajadas sobre su cintura, inmovilizando los brazos de Harper contra el suelo. Harper estaba jadeando y sudando, pero también lo estaba Flann. El rostro de Flann estaba a centímetros por encima de ella. "Dilo" dijo Flann "No"

"Dilo" Flann rebotó sobre el abdomen de Harper hasta que Harper pensó que iba a vomitar "Dilo" "Tío…" Harper se quedó sin aliento. "No puedo creer que vayas por mí de esa manera" "Quítate" gruñó Harper. Flannery rebotó una vez más "Vaya, te tiene por las gónadas" Harper sonrió, pero la tristeza aún le inundaba "Sí, creo que estoy absoluta y realmente jodida" Flann se sentó en cuclillas, liberando el torso de Harper de su peso para que pudiese respirar nuevamente "Lo siento" "¿Qué parte?" Harper aspiró aire. Tenía que correr más. "Siento que las cosas con Presley no funcionaran. Siento haber hablado mierdas de papá. No lamento haber pateado tu trasero” "Te equivocas ¿sabes?" dijo Harper "Estarás allí cuando realmente importe, Flann. Siempre lo estás”

*** Presley sacó los artículos que había comprado el día anterior de la camioneta de Harper, condujo a casa lo más rápido que pudo y se fue directamente a su habitación para quitarse la ropa de Harper. La intimidad del contacto de Harper, incluso imaginado, era demasiado fuerte cuando lo que necesitaba era distancia. La dobló cuidadosamente y la puso sobre la cómoda. Tendría que encontrar una manera delicada de devolvérsela, pero ese dilema podía esperar. Después de ponerse un par de pantalones de entrenamiento, una camiseta ligera con cuello en V y zapatos para correr, bajó a sudar un poco su auto recriminación. En realidad odiaba correr, así que la actividad tendría un doble propósito… cada paso adolorido le recordaría el costo de su impetuosidad y desaparecería el latido persistente del deseo que todavía latía muy dentro de ella. Al pasar por el vestíbulo hasta la puerta principal, Carrie gritó un buenos días desde la sala de estar. Presley se detuvo y asomó la cabeza por el pasillo. Carrie parecía alegre y relajada acurrucada en la esquina del sofá usando unos pantalones de pijama a cuadros rojos y una Henley azul pálido, con su portátil abierto y equilibrado en sus rodillas. Presley le ofreció una sonrisa "Hola ¿Qué tal tu noche?" "Considerando todas las cosas, increíblemente buena. La ausencia de ruido… bueno, al menos el ruido al que estoy acostumbrada… todavía me parece un poco raro. Pero

ahora estoy empezando a escuchar otras cosas… croas y cantos y una especie de gemido que creo que podrían ser vacas” "Esperemos que sean vacas. No quiero pensar en que sea cualquier otra cosa" Presley no pudo evitar sonreír "Sin embargo, sé a qué te refieres con los sonidos y no sólo a los ruidos. Es como una versión diferente de todo lo que conocemos aquí. A veces siento como que he caído en un universo alternativo" "O simplemente una versión muy antigua de nosotras" Carrie estiró sus pies descalzos sobre el gran baúl reutilizado como una mesa de café. Sus uñas de los pies, Presley notó distraídamente, eran de color rosa brillante "Creo que me gusta. Es como una sensación de los viejos tiempos” "Sí, supongo que tiene su gracia" Presley podía ver fácilmente a Harper en un coche de caballos, su larga cazadora de piel hasta los pies, una manta de cabello de caballo sobre su regazo, cabalgando en una fría mañana camino a una llamada, los árboles formando un crisol de colores rodeándola, el cielo cristalino gris azulado con la promesa del invierno por llegar. También podía ver a Harper regresar después de una larga noche de atender a las familias, repartidas a lo largo y ancho de la campiña, pisoteando con sus botas el porche, deshaciéndose de la nieve antes de entrar al interior para encontrar el fuego ardiendo en la chimenea. Donde Presley esperaba, acurrucada en una silla con un libro. Presley negó con la cabeza, disipando la caprichosa alucinación "Algo sobre este lugar te hace hacer cosas. Cosas peligrosas. No me acostumbraría a ello” Carrie miró a Presley de manera interrogante "¿Pasa algo malo?" "¿Acaso hay algo bueno?" "Tal vez debas sentarte" Carrie palmeó el sofá "Hay café recién hecho. Y Lila horneó pan” Presley se contuvo justo antes de rechazar la invitación de Carrie. Carrie trabajaba para ella y eso no haría que ella supiera cuan conflictiva se sentía con lo que estaban haciendo aquí. Conflictiva no era exactamente la palabra correcta ¿Ambivalente? No, tampoco. Sabía muy bien lo que debía hacer. Estaba enojada y furiosa por el trabajo que le había sido impuesto, por ninguna otra razón que la estratagema de Preston para obtener ventajas políticas. Ahora perturbaría la vida de muchas personas buenas para que Preston pudiese tener espacio para maniobrar mientras ella no estaba ¿Qué tan corrupto era eso? Cuán sin sentido y mezquino comparado con lo que Harper y Flannery y Edward Rivers hacían todos los días. Pensó en Jimmy Reynolds, probablemente luchando en este mismo momento para sobrevivir mientras sus padres agonizaban ¿Y cuál era su objetivo? ¿Vencer a su hermano en un juego que habían estado jugando desde su nacimiento en un intento desesperado por ganar la aprobación de sus padres? No tenía que jugar el juego de Preston, pero tenía que hacer su trabajo. Tenía la responsabilidad de los accionistas, sin importar lo que pudiese sentir personalmente sobre el resultado de la gente de aquí. "Mañana por la mañana quiero establecer citas con las tres empresas más calificadas de construcción en el condado. Quiero verlos esta semana para analizar las ofertas y necesitaré planos de la planta física y las encuestas cuando me encuentro con ellos”

"Muy bien" dijo Carrie lentamente "Tendré algunas otras cifras para ti…" "Bien. Tráeme lo que tengas después del almuerzo de mañana. Quiero poner las cosas en su lugar. No quiero pasar más tiempo aquí del que necesito” "Por supuesto" dijo Carrie. Por su tono, Presley sabía que a Carrie le estaba molestando algo, pero no tenía la fuerza emocional o la paciencia para averiguar de qué se trataba. Lo mejor para las dos era hacer el trabajo y regresar a casa. "Estaré de regreso en una hora más o menos" "Que tengas una buena carrera" dijo Carrie con incertidumbre. "Tengo la intención" Presley salió por la puerta principal y bajó por las escaleras. Corrió hacia la carretera, rodeado de verdes tallos que agitaban el maíz que parecía haber crecido más durante la noche. Maldijo la belleza mientras su corazón saltaba. Todo sobre el lugar le atraía, hasta que no pudo escapar de la dulzura o la tristeza. Aceleró el paso, determinada a no ser afectada por nada.

CAPÍTULO 24 Presley llegó temprano al hospital todos los días durante dos semanas, mucho antes que alguien más llegara y se iba después que todos los demás se habían ido a casa. Veía a Carrie y a nadie más, evitando cuidadosamente las áreas clínicas del hospital. Harper no le había contactado para que le acompañara en las rondas o en las visitas a domicilio, no que lo hubiese esperado. Todo eso estaba muy bien y era un recordatorio, uno que no debería haber necesitado, que mezclar los asuntos personales con los profesionales era una muy mala idea. Además, apreciaba tener más tiempo para trabajar y menos tiempo para ser distraída por Harper y sus pacientes, lo que debió haber sabido mejor antes de involucrarse desde el principio. Las largas horas dieron sus frutos y a mediados de mes, había digerido la mayor parte de los datos importantes, todos los cuales confirmaban lo que había sospechado en un principio. La base de pacientes en el Rivers… hizo una mueca y se contuvo… el Hospital Comunitario, eran pobres y con seguros insuficientes. Aunque el censo del hospital se había mantenido relativamente alto a lo largo de la última década, los ingresos habían disminuido, los costos habían aumentado y no había nuevas fuentes de ingresos que aparecieran para llenar el vacío. Los números nunca mentían, sin importar lo mucho que deseaba que lo hicieran. "Carrie…" dijo ella desde la puerta de su oficina "… comunícate con el Dr. Rivers y pídele que se reúna conmigo antes que termine el día" "Por supuesto" dijo Carrie. Carrie había estado llevando el mismo horario que Presley, aunque Presley no se lo había pedido. Salía temprano unos días para los juegos de softbol, extendiendo una invitación a Presley para que se le uniera. Después de las primeras veces que Presley se negó, Carrie dejó de preguntar. Presley agradeció la perspicacia de Carrie. "Oh" dijo Carrie "He planificado una segunda cita para el lunes con el contratista que querías. Todos los esquemas necesarios están en tu equipo" "Gracias" "¿Sólo Edward Rivers?" preguntó Carrie. "Sí. No necesito ver a nadie más” La expresión de Carrie era neutral, pero sus ojos lo decían todo. No era feliz y por lo general Presley le habría pedido su opinión, pero en este momento, la última cosa que necesitaba era a alguien más que le distrajera de hacer lo que debía hacer. "Y resérvame un vuelo a Phoenix el martes. Programa una reunión con las finanzas y Preston” "¿Qué orden?" Presley lo consideró "Finanzas".

"¿Cuánto tiempo te irás?" preguntó Carrie. "Pocos días. Reserva un vuelo de regreso para el jueves, siempre podemos cambiarlo si es necesario" "Está bien" Carrie vaciló "Por cierto, te envié otra información que podría resultar de interés" Presley hizo una pausa. Carrie era demasiado buena como administradora para ignorarlo y además de eso, eran amigas "¿Qué otro tipo de información?" "La densidad de población en el condado, rangos de médico-paciente y la red… o debería decir la falta de red… de centros de atención de urgencia" "¿Estás tratando de decirme algo?" Presley templó un poco su voz que estaba casi demasiado cansada como para ocultarlo. Carrie no tenía la culpa de sus noches de insomnio o del dolor en su corazón. "Sé que en otros lugares SunView ha conectado las nuevas adquisiciones con las redes locales. No parece haber alguna aquí, pero si lo hubiese, significaría un oleoducto de pacientes hacia el hospital” "Sí, pero como dices, no existe una red" "Sólo pensé que debías tener toda la información" "Gracias, lo revisaré pero, Carrie...” Carrie le miró expectante. "No agregues demasiado... adjunto. Corto plazo ¿recuerdas?" "Cierto. Lo sé” Presley cerró la puerta de su oficina detrás de ella, se dejó caer en su silla y cerró sus ojos. No había estado durmiendo bien. Demasiada tranquila la maldita noche. Trabajaba cuando llegaba a casa hasta que sus párpados se cerraban, pero eso no parecía ayudar. Cuando por fin se dormía, soñaba… sueños inquietos llenos de frustración. Aviones perdidos, puertas que no se abrían, teléfonos que no podía utilizar. Se despertaba sintiéndose frustrada, impotente y… lo más grave aún, excitada. No el tipo de excitación que se saciaba fácilmente con unos momentos extras de atención, rápidamente olvidada. No podía encontrar su ritmo aquí, en este lugar donde el tiempo fluía de manera diferente y confiaba en que si regresaba a Phoenix, encontraría el equilibrio nuevamente. Además, tenía que hacer acto de presencia para recordarles a todos que ella no se iría, sobre todo a Preston. Un viaje rápido para actualizar a todos en este proyecto era una buena excusa. Trabajo. Eso era en lo que necesitaba pensar. Revisó lo que tenía la intención de decir a Edward Rivers. En medio de su planificación mental, se preguntaba cómo estaba Jimmy Reynolds. El pensamiento, apareció en su mente de la nada, era sólo otra señal

de lo que se había descuidado consigo misma al ser atrapada en cosas fuera de su dominio. Harper estaba cuidando de él y eso era todo lo que necesitaba saber. Harper ¿Cuántas veces al día pensaba en ella? Demasiadas para contarlas. Gimió en voz baja. No tenía a nadie a quien culpar sino a sí misma, de que aún podía sentir las manos de Harper en ella, todavía saboreándola, todavía oliendo el aroma de su piel en una brisa errante. Aun deseándola. Se recordaba diariamente que Harper no era la primera mujer con la que había despertado, ni siquiera la primera a la que había deseado nuevamente, aunque fuese brevemente ¿Entonces por qué era Harper la primera que no podía olvidar? La primera por la que sufría. "Basta ya" murmuró ella abriendo sus ojos y entrando a su correo electrónico, decidida a poner a Harper fuera de su mente. Cuando Carrie le llamó por el teléfono, eran después de la 1:30 y se había perdido el almuerzo nuevamente. No tenía mucho apetito. Si Lila no hubiese dejado comida, por las mañanas y por las noches, que olían demasiado deliciosa como para ignorarlas, probablemente hubiese perdido 10 libras en lugar de 8 "¿Si?" "Los médicos están aquí" "¿Disculpa?" "Los Dres. Edward, Harper y Flannery Rivers están aquí para verte” "Pedí hablar con el Dr. Edward Rivers" "Sí, tengo eso listo para tí" Carrie improvisó "Ya te lo llevo" Carrie entró en el despacho de Presley y cerró la puerta detrás de ella. "¿Qué está pasando?" preguntó Presley. "Edward Rivers dice que ya que Flannery es la jefe de cirugía y Harper la jefe adjunto de personal, deben estar aquí para cualquier cosa relacionada con el hospital" "Y si no estoy de acuerdo, pareceré ser poco cooperativa, en el mejor de los casos, o que oculto cosas en el peor de los casos" dijo Presley con rigidez "Por qué no. Envía al contingente Rivers, de una vez por todas” Se levantó y se puso la chaqueta del traje, armándose de valor para hacer frente a Harper por primera vez desde que salió de la habitación de Harper. Edward entró primero, con Harper y Flannery a cada lado detrás de él. Flannery, como de costumbre, estaba en bata de trabajo. Harper llevaba pantalones casuales negros, una camisa gris y mocasines. Su cabello oscuro necesitaba un reajuste, aunque a Presley le gustaba el contraste pícaro a su estilo convencional. Un deseo inapropiado que recorrió las puntas de los vellos sobre su cuello invadió su mente y rápidamente lo anuló.

"Doctores" dijo Presley, apartando la mirada de Harper  con esfuerzo. Las sombras profundizaban sus ojos casi negros y por un instante, la garganta de Presley se contrajo por el anhelo. Levantó la barbilla, sonriendo "Gracias por hacer tiempo en sus apretadas agendas. Trataré de no ocupar mucho de su tiempo” "No se preocupe" dijo Edward "Esto es demasiado importante como para dejarlo" "Por favor, siéntese" Presley hizo un gesto a la pequeña mesa de conferencias acomodada frente a una pantalla en la pared. Ella sonrió en dirección a Harper y Flannery "Y también los otros Dres. Rivers, por supuesto" "Gracias" dijo Harper, sentándose frente a Flann mientras su padre se sentaba a la cabeza frente a la pantalla. Harper había esperado que la próxima vez que viera a Presley, la reunión no fuese diferente a cualquier otro encuentro profesional. Se había estado engañando a sí misma. Lo había hecho mucho en lo que a Presley se refería. Solo ver a Presley le derritió. Presley lucía un poco cansada, un poco más delgada, pero totalmente fresca y en control como siempre. Ella se les quedó mirando desde el otro extremo de la mesa, su cabello contenido con un broche de cobre bruñido, su camisa verde pálido el complemento perfecto para su chaqueta de traje beige y pantalón. Era una mujer hermosa. Harper sabía que tan hermosa era. No tenía que cerrar los ojos para verla nuevamente, desnuda y flexible y sin restricciones… la imagen llegaba a ella en los momentos más inoportunos, encendiendo una oleada de deseo seguido rápidamente por la decepción. Los mejores momentos eran cuando despertaba por las mañanas y por un instante antes que su mente registrara la realidad, se emocionaba con la posibilidad de acercarse y tocarla. Pero eso no iba a suceder. Se obligó a concentrarse en Presley y ver sólo a la empresaria y a nadie más. "Permítanme ponerlos al día" dijo Presley, tomando un pequeño mando a distancia de su bolsillo y haciendo clic en su ordenador. Una diapositiva apareció en pantalla. Un gráfico circular con una variedad de colores y números. Más tablas y gráficos le siguieron. Durante los siguientes quince minutos, una Presley concisa y letal les explicó por qué el hospital estaba fallando y por qué la junta les había vendido, para todos los efectos, a pesar de ellos. Cuando terminó, apagó el proyector y la pantalla quedó en blanco detrás de ella. Se inclinó hacia delante, las yemas de los dedos de cada mano presionando ligeramente contra la mesa. Ella hizo contacto visual con cada uno de ellos y se centró en el padre de Harper al final. "Lamento que haya llegado a esto, pero el hospital no es viable. SunView ha rehabilitado cualquier cantidad de instituciones como esta y en este caso, me temo que es claro. Dentro de las próximas 6 a 10 semanas, cerraremos el hospital. Tendrá que informar a los médicos que hagan los arreglos para transferir pacientes que no puedan ser dados de alta en ese período de tiempo y para que empiecen a establecer nuevas líneas de referencia para los que tendrán que ser admitidos en un futuro próximo por no más de un día o dos" Edward dijo "¿No hay alternativas?" "Me temo que no."

"¿Podríamos tener un par de semanas para explorar las posibilidades de alternativas antes de avisar al personal?" La inclinación de Presley era declinar. Comprendía la necesidad de los médicos para resistir; lo había visto antes. Nadie quería escuchar que estaban a punto de perder no sólo sus propios puestos de trabajo, sino que tendrían que aconsejar a otros cientos de personas por la misma razón. Sin embargo, retrasar lo inevitable rara vez hacía una diferencia "Yo no…" Harper habló "Has tenido la oportunidad de mirar todos los hechos y las cifras. Nosotros apenas lo estamos escuchando” "Pero seguramente sabías que esto sucedería" Presley le había dicho a Harper semanas antes. "Sabemos más sobre los sistemas médicos en esta área de lo que posiblemente podrías haber aprendido desde que llegaste" dijo Harper "Permítenos hablar sobre eso. Podríamos ser capaces de presentarte una alternativa” "Dra. Rivers…" dijo Presley con tanta paciencia como pudo "… no me atrevería a decirle cómo tratar a sus pacientes. Es mi trabajo investigar sobre todos estos problemas desde todos los ángulos antes de llegar a una decisión. Créame, lo hemos hecho. Como están las cosas…” "Sí…" dijo Harper "… como están las cosas ahora. Pero tal vez podríamos hacer algunos cambios que harían una diferencia” Presley negó con la cabeza "No pueden poner más dinero en los bolsillos de sus pacientes. No pueden obligar a las empresas de seguros a pagar más por sus servicios. Pueden ser capaces de influir en sus compañeros de práctica hasta cierto punto, pero el sistema sigue siendo el sistema” Flannery dijo "Tiene que haber algún lugar donde podamos encontrar una nueva fuente de ingresos" "No la hay" dijo Presley "Puede que no lo creas, pero lo he investigado. Hay básicamente tres fuentes de ingresos para una institución como ésta… la financiación del gobierno, el reembolso del seguro y el auto-pago del paciente. Ustedes tienen muy poco de cualquiera de esos” "¿Y si pudiésemos conseguir más subsidios del gobierno?" dijo Harper. "¿Cómo?" dijo Presley. "Todavía no estoy segura. Danos un poco de tiempo” "10 días" dijo Presley, sabiendo que estarían más dispuestos a hacer lo que había que hacer cuando no pudieran encontrar una solución alternativa. Ella podía darles 10 días "Después de eso haremos un anuncio al personal de que el hospital se está cerrando"

"Haremos todo lo posible para que eso no suceda" dijo Edward rotundamente. Ella asintió con la cabeza y los tres médicos Rivers se levantaron. Edward y Flannery se dirigieron hacia la puerta, pero Harper vaciló "Gracias" Presley asintió, la opresión en su garganta le hacía difícil hablar por el momento. Cuando Harper se volteó para irse, ella dijo "Harper" Harper hizo una pausa, dejando que se cerrara la puerta, dejándolas solas. "¿Cómo está Jimmy?" preguntó Presley ¿Cómo estás? ¿Sabes que me gustaría verte en otro lugar? ¿En algún otro sitio? "Está aguantando. No está respondiendo tan rápido como esperábamos, pero está estable" "Bien. Eso es bueno, entonces" Harper le estudió durante un largo momento, luego asintió en silencio y se marchó. Presley esperó unos minutos hasta que estuvo segura que se habían ido antes de empacar su portátil. Era sólo media tarde, horas antes de la hora que por lo general salía del hospital, pero no podía soportar los confines de la oficina por más tiempo. "Pasaré el resto de la jornada de trabajo en casa" dijo a Carrie. "Hay un partido esta noche" dijo Carrie con cautela "¿Por qué no vienes? Has pasado 18 horas al día en esto. Toma un descanso” "No. Pero gracias” Ya era bastante malo no poder sacar a Harper de su cabeza. Lo último que quería era volver a verla. Phoenix no podía llegar demasiado pronto.

CAPÍTULO 25. Un crack como un disparo de rifle perforó el aire caliente de la tarde. Un proyectil salió disparado directamente hacia Harper y atrajo su atención. Ella extendió su guante y se lanzó a su derecha. El misil impactó la tierra, alteró su trayectoria y rebotó hacia arriba, su velocidad apenas disminuyó por el rebote. La pelota voló por encima de su guante y le golpeó de lleno en el lado izquierdo de su mandíbula. El dolor le atravesó la cabeza y por un instante, el mundo desapareció. "Quédate quieta" ordenó una voz lejana. Harper abrió sus ojos, parpadeó y miró hebras de algodón de azúcar por encima de su cabeza. Una música tintineaba débilmente y se sintió una niña otra vez, nuevamente en el recinto de una feria, aferrada a los enormes caballos de yeso mientras se deslizaban arriba y debajo por los tubos, gritos de alegría cuando la plataforma daba vueltas y vueltas, tan rápido que sentía como si fuese a soltarse. Su padre estaba parado a su lado, con su brazo agarrando el poste por encima de su cabeza, su cuerpo era un escudo para asegurarse que no se cayera. Yacía de espaldas, tratando de entender cómo se había caído en esta oportunidad. El rostro de Flannery apareció a la vista, el conjunto de su boca inusitadamente seria. "Estoy bien" dijo Harper. Las palabras parecían confusas. Tragó saliva, con sabor a sangre. El cielo dejó de girar y las nubes desaceleraron su movimiento a un deslizamiento lento a través de su campo de visión. Revisó sus dientes superiores e inferiores con la punta de su lengua. Todos intactos, ninguno roto. Un punto doloroso en la parte interna de su mejilla izquierda filtraba sangre. Debió haberse mordido. Trató con las palabras nuevamente "Estoy bien" "Que alguien me traiga un poco de hielo" gritó Flann, presionando con una mano el hombro de Harper contra el suelo "Sólo quédate allí por un minuto, campeona" "Ayúdame a subir a la banca" ahora sonaba un poco más entendible, pero cada mínimo movimiento disparaba un rayo de dolor por delante de su oreja directamente hacia su cerebro. Se tocó la mandíbula y Flann le agarró la muñeca. "¿Qué parte de quédate allí no has entendido?" "Sólo quiero ver si está rota" "¿Por qué no me dejas hacer eso?" Harper cerró sus ojos y se preparó para más dolor. Los dedos de Flann trazaron suavemente a lo largo del hueso y Harper recordó nuevamente lo buen cirujano que era. Lo rápidas y hábiles que eran sus manos cuando trabajaba "Ouch" "¿Ouch de verdad, o Ouch porque estás siendo una marica?" "Ouch porque necesito un poco de hielo, pero no creo que se haya roto"

"Debes tomarte una radiografía" "Diablos, no" "¿Cómo están tus dientes?" "Están todos, ninguno suelto. La mordida está bien” "Supongo que podemos usar el hielo esta noche y entonces ver para una placa de rayos X en la mañana" Flann deslizó un brazo detrás de los hombros de Harper y le ayudó a incorporarse "¿Estás mareada?" "Ya no" "¿Cuántos?" Flann extendió tres dedos frente a ella. "Cinco" "Deja de joder" Harper trató de sonreír, pero su boca realmente parecía no estar funcionando bien "Tres. Te dije que estoy bien” Carrie se puso de rodillas al lado de ellas "Oh, Dios mío, fue realmente un tiro ¿Cómo te sientes?" "Como un asno. Vamos, ayúdame a salir del campo. Estoy bien" todos los compañeros de equipo de Harper y la mayoría del equipo contrario estaban de pie a su alrededor formando un círculo "Vamos, que estamos ganando. No perdamos el impulso” "Cierto" Flann presionó detrás de los hombros de Harper y le ayudó a ponerse de pie. Harper tuvo que apoyarse en ella, pero trató de hacerlo lo más sutil posible "¿Estás segura que no es necesario llevarte al hospital esta noche?" "No, pero puede ser que necesite un aventón a casa" "Te llevaré a la casa grande" "¿Para qué?" "Así mamá podrá cuidar de tí por un tiempo. De lo contrario, te quedarás tirada en el sofá sintiendo lástima de tí misma” "Es cierto. Pero no nos iremos hasta que ustedes terminen de patearles el trasero” Flann consiguió acomodarla en un banco con una bolsa de hielo "Sostén eso. Regresaré después que haya pateado traseros”

Cuando el equipo terminó de destrozar al rival, Carrie se unió a Harper "¿Cómo estás?" "Se ve peor de lo que es" "Es bueno saberlo, porque realmente luces terrible. Tienes un bulto del tamaño de… bueno, de una pelota de béisbol en tu mandíbula ¿Crees que esté rota?" "Lo dudo. Tal vez una fisura, pero nada que no se pueda curar por sí solo” "Ese fue un loco misil el que golpeó" dijo Carrie "La puse alta y afuera, pero ella tiró al primer golpe. Lo siento” "No es tu culpa" Flann se acercó a zancadas "No te hubiese golpeado si hubieses tenido la cabeza en el juego. No deberías estar jugando si no puedes concentrarte" "Bésame el culo" dijo Harper y se mostró satisfecha de que las palabras salieran claramente. "Tienes suerte de soñar despierta con una mujer que no terminó llevándote a la sala de emergencias" dijo Flann. "¿Quién dice que estaba…?" "Dime que no estabas pensando en esa rubia especial con cuerpo asesino y con una mente como una sierra circular" Carrie se levantó de un salto "Está bien, me voy de aquí por esta conversación" "No hay necesidad" dijo Harper cuidadosamente "La conversación ha terminado" Flann miró a Carrie "¿Vas con todos los demás al Hilltop por pizza?" "Estaba pensando en eso" "Te veré allí después de llevar a ésta" Carrie sonrió "Está bien"

**** Flann estuvo misericordiosamente silenciosa en la mitad del camino a casa. Harper iba con la cabeza hacia atrás, los ojos cerrados y el hielo derritiéndose lentamente mientras lo sostenía en su rostro. "¿Duermes?" dijo Flann finalmente.

"No" "¿Qué piensas sobre lo que Presley dijo en la mañana?" "No me sorprende ¿Y a tí?" Harper había estado pensando en Presley toda la tarde. Acerca de lo que había dicho, la forma en que le había mirado y la tristeza en sus ojos. También había estado recordando, como lucía desnuda, cabalgando sobre ella, salvaje y triunfante. "¿Qué pasa?" preguntó Flann. "¿Qué?" "Escuché que te quejaste ¿Te sientes mal?" "No, estoy bien" dijo Harper, torturada por los recuerdos a los que no quería renunciar. "¿Tienes alguna brillante idea sobre lo que podríamos hacer para cambiar las cosas? Porque Presley está bastante segura en lo que hay que hacer” "Tal vez" dijo Harper "Hablaré contigo y con papá al respecto cuando tenga las cosas más procesadas en mi cabeza" "No tomes demasiado tiempo. Es probable que Presley no nos haga una extensión” "Ella no es el enemigo" Harper quería defender a Presley incluso mientras luchaba por encontrar una manera para que dejara de hacer lo que había planeado. "Nop" dijo Flann a la ligera, girando por el camino para entrar en la casa grande "No es más que el sicario del enemigo” Flann se detuvo frente a la casa, salió antes que Harper pudiera argumentar y dio la vuelta para ayudar a Harper a salir del coche. "Estoy bien" se quejó Harper, sacudiendo el brazo de Flann que estaba envuelto alrededor de su cintura "No necesito una maldita silla de ruedas" "No estaba trayendo una" La madre de Harper salió al porche trasero "¿Por qué están peleando ahora?" se cruzó de brazos y entrecerró sus ojos mientras Harper se acercaba "¿Bate o pelota?" "Pelota" Sus cejas se elevaron "Se supone que para eso es el guante que te pones en el extremo de tu brazo, Harper" "Me tomó desprevenida el rebote"

"Y para eso son tus ojos" continuó ella, manteniendo la puerta mosquitera abierta. Echó un vistazo a Flann "¿Exactamente como permitiste que sucediera?" "¿Yo? No es mi culpa que ella estuviese durmiendo en el campo corto” "Conoces las reglas. Si una de ustedes ha estado despierta toda la noche y está demasiado cansada para jugar, la otra debe sacarla” "No fue su culpa" dijo Harper, desplomándose en una silla en la mesa "Sólo quité mi ojo de la bola por un segundo" "Ya veo" Flann besó a su madre rápidamente en la mejilla y retrocedió hacia la puerta "Voy a comer pizza. Nos vemos más tarde” La puerta se cerró de golpe y ya se había ido. Ida abrió el compartimiento de la nevera y sacó una bandeja de cubitos de hielo. La puso bajo el agua fría, sacó los cubos, volvió a llenar la bandeja y la metió nuevamente en el congelador. Después de llenar una bolsa de plástico con los cubos, se la entregó a Harper y tomó la bolsa derretida "¿Algo pasó hoy? ¿Problemas con alguno de los pacientes?" Harper se estiró en la silla, con las piernas extendidas debajo de la mesa y la bolsa de hielo contra su mandíbula "Hoy, Presley llamó a Papá, a Flann y a mí a su oficina. SunView planea el cierre del Rivers” "Cerrarlo" dijo Ida lentamente "Eso será duro para todos por estos lugares" "Sí, lo será" "¿Hay algo que puedan hacer?" "Necesitamos más dinero" "Como todos" Ida negó con la cabeza y tiró un plato de plástico en el fregadero. Abrió del grifo y el agua caliente se derramó en el fregadero. Enjuagó los vasos y los puso en remojo "¿El consejo no lo vió venir?" "No lo sé. Si lo hicieron, no creo que se lo hayan hecho ver a papá” "No lo hicieron, no hasta muy recientemente" "Tal vez yo tenga una idea, probablemente sea algo descabellado" Su madre estaba detrás de ella y suavemente masajeó sus hombros "Tal vez una idea descabellada es lo que se necesita" "Tal vez" Harper cerró sus ojos. Las manos de su madre se sentían fuertes y tiernas sobre sus músculos tensos y tan suaves como lo habían sido cuando era una niña y su madre curaba sus moretones y raspones.

"¿Qué pasó realmente esta noche?" preguntó Ida. "No estaba prestando atención" "¿Por qué no?" Harper pensó en un millón de excusas mientras se relajaba en manos de su madre "Estaba pensando en Presley" "¿En lo que dijo hoy sobre el hospital?" Poco a poco, Harper sacudió la cabeza "No. Sobre... cosas personales” "Esa visita durante la noche, quieres decir" Harper sintió que su rostro se ponía rojo brillante "Si. Bueno, no sólo eso" "Harper, cariño…" dijo su madre suavemente "… no tienes que avergonzarte de tener sentimientos o lo que sientes por ella" "De eso se trata" dijo Harper "Tengo sentimientos. Sentimientos que no van a desaparecer” "¿Y ella no los tiene?" "Ella dice que no" "¿Tú le crees?" "Eso es lo que ella dice" "Sabes tan bien como yo que a veces lo que decimos no es lo que sentimos. A veces lo que sentimos nos asusta. Pregúntate a ti misma ¿qué le asusta?" Harper abrió los ojos y miró el rostro de su madre "Una de las primeras cosas que noté de ella era lo confiada que parecía, cómo estaba en control. Quisiera decir que nada le asusta, pero no creo que eso sea cierto. Imagino que no estar en control le asusta mucho” Ida asintió "Eso tiene sentido. Aunque no te veo como alguien que le quite el control a nadie, al menos no en circunstancias ordinarias” "Esta es una conversación muy embarazosa" Ida sonrió y continuó masajeando sus hombros "Noté que ella no habla mucho acerca de su familia" "Sus padres son magnates de los negocios, como ella. Tiene un hermano, un gemelo, pero no lo menciona mucho”

"Eso es raro ¿no crees?" "Sí, pero nunca se me ocurrió que algo de eso tuviese algo que ver con lo que estaba pasando entre nosotras" Ida negó con la cabeza "Para ser mi hija mayor, todavía tienes mucho que aprender. La familia es lo que nos hace quienes somos, Harper. Lo que tenemos y lo que no tenemos de ellos. La familia nos enseña lo que podemos esperar, o qué no esperar en la vida. Y lo que tememos” "Tal vez no pienso en eso porque la familia siempre ha sido todo para mí" Su madre le besó la frente "Bueno, piénsalo un poco. Eres más inteligente de lo que pareces justo en este momento” Harper trató de sonreír "¿Mamá?" Su madre agarró un paño de cocina sobre la encimera "¿Sí, cariño?" "¿Estás resentida porque papá no estuvo aquí mucho tiempo cuando éramos niñas?" "¿Tener resentimiento?" su madre sacó un vaso del fregadero y lo puso bajo el agua del grifo "No, no estoy resentida con él ¿Qué fue difícil? A veces, terriblemente" secó el vaso y con cuidado lo dejó "Pero siempre he amado a tu padre y al médico que es" ella tomó otro vaso "Tienes que amar a las personas por lo que son, incluso cuando eso duela"

*** Presley despertó de golpe en el porche delantero con el sonido de los neumáticos crujiendo en la grava. El sol estaba bajo en el cielo cuando Carrie estacionó y se acercó por el camino con su equipo de softbol colgando del hombro. Depositó su equipo cerca de la puerta, se dejó caer en la otra mecedora junto a Presley y poco a poco empezó a mecerse. "¿Cómo estuvo el juego?" preguntó Presley, buscando la normalidad cuando se sentía cualquier cosa menos normal. No sólo había salido temprano del trabajo, sino que en realidad estaba tomando una siesta, aunque sin intención. "Ganamos, tres a dos. Fue un partido muy duro” "¿Lanzaste?" "La segunda mitad" "Me alegra que ganaran" "Yo también, sobre todo después de perder a Harper en la séptima…"

"¿Qué quieres decir?" dijo Presley bruscamente "¿Perder a Harper? ¿Tuvo una emergencia?" Inmediatamente pensó en Jimmy, aunque por supuesto Harper tenía cientos de pacientes y cualquiera de ellos podría haber llamado. Aun así, Jimmy era el paciente que conocía y el paciente que desafiaría a Harper en cada nivel. "Oh, no. No fue un paciente. La pelota le golpeó y tuvo que salir del juego" El pulso de Presley se aceleró y su estómago se retorció lentamente en un nudo "¿Estaba herida?" "Flann no estaba segura. Podría haberse lastimado la mandíbula” Presley se enderezó, deteniendo el movimiento de balanceo de la silla con los pies apoyados en el suelo "¿Dónde está? ¿En el Rivers?" "¿Qué? ¿El hospital? No. Flann le llevó a casa de sus padres. No sé si todavía está allí o no" "Entonces… ¿cómo sabe Flann que no se lesionó seriamente?" "Bueno, Flann revisó su mandíb…" "Oh ¿y ahora ella tiene rayos X en los ojos? ¿Qué le pasa a esta gente? ¿No han escuchado hablar de las medidas modernas de diagnóstico?" Carrie se le quedó mirando "Harper está bien, Presley. Probablemente va a tener un gran hematoma en la mandíbula, pero está bien” Presley se forzó para calmar su respiración ¿Qué le pasaba? Harper tenía un montón de gente que cuidara de ella. Pero no podía dejar de desear haber estado allí "Por supuesto que lo está. Lo sé. Sólo tenía curiosidad” "Uh-huh" Presley notó la pequeña sonrisa y el sonido de auto-satisfacción en la voz de Carrie. Su ira renació "No significa nada para mí si Harper Rivers termina con un moretón negro y azul" "Por supuesto que no." "Bueno, entonces está arreglado" dijo Presley. Debió haber ido al juego. Se había quedado dormida sentada aquí pensando en el juego, imaginando a Harper al bate, sus hombros y antebrazos musculosos mientras se balanceaba. Imaginaba a Harper en el campo, su mandíbula apretada en concentración mientras le daba a la pelota. Harper era muy buena. Harper era escandalosamente sexy. Harper hizo hormiguear su piel. Maldita sea "No puedo creer que dejara que una bola le pegara"

"Tengo la sensación…" dijo Carrie, pisando con cuidado "… que no estaba mentalmente en el juego. Creo que la reunión de esta tarde le trastornó" "Lo siento por eso" Presley suspiró. Harper no era la única afectada por la reunión "Pero tenía que hacerlo" “Qué pasaría si le presentas a Preston un escenario totalmente diferente ¿Uno en el que el Rivers no muriera?" "No se trata sólo de Preston. No puedo tomar riesgos con el dinero de los accionistas. Y..." "¿Y?" Presley suspiró "Tengo que entregar este proyecto a tiempo y sin grandes obstáculos si voy a tener alguna esperanza de hacerme cargo después de mi padre. Necesito asegurar el apoyo de personas claves y puedo hacerlo al demostrar que puedo hacer el trabajo de forma rápida y eficiente. Este trabajo, cualquier trabajo. Y demostrar que puedo ser despiadada cuando necesito serlo, cuando las ganancias están en juego” "¿Qué crees que pasaría con la posición de Preston si transformas este lugar y obtienes un beneficio nuevamente?" "Eso sería un milagro…" dijo Presley "… y no tengo muchos de esos"

CAPÍTULO 26 Presley cerró el expediente, cerró su portátil y giró su silla para mirar hacia la ventana. El día soleado hizo poco para aligerar su humor. Los números no se veían nada diferentes ahora de lo que eran el viernes. El fin de semana había pasado y por fin había conducido al hospital para ver algunos de los datos que Carrie había recabado para ella, esperando el cambio de escenario que pudiese distraerla de pensar en Harper. No había funcionado. Una sensación de pesadez tiraba de ella con cada respiración. El verano florecía con su belleza inexorable, como burlándose de su infelicidad creciente. Por lo general, cuando se perdía en los números, no pensaba en otra cosa… pero hoy  no. Hoy los pensamientos de Harper le atraían y se vió atrapada preguntándose si la mandíbula de Harper le estaba dando problemas, o simplemente la extrañaba y deseaba que pudieran escapar por unas horas a la casa del árbol, donde el mundo se reducía a un río lento que fluía ante el aleteo de hojas verdes y un cielo increíblemente azul. Se imaginó tumbada en el desgastado sofá flanqueado por las estanterías hechas a mano, con su cabeza en el hombro de Harper, escuchando los pájaros, un mundo aparte. Un mundo propio para ellas. Negó con la cabeza ¿Cuando había llegado a ser tan tonta? Ese era el mundo de Harper, no el de ella. Sin embargo, compartían algo… compartían el Rivers y ella estaba a punto de destruir eso ¿Cómo podría Harper… ninguna de las dos… haber imaginado que podrían no ser otra cosa que enemigas? Sin embargo, hoy había intentado encontrar nuevamente algún otro camino. Carrie podría haber encontrado algo con la red de atención de urgencia, o como estaban las cosas en la actualidad, la falta de centralización de las instalaciones dispersas, pero sin una infusión inmediata de fondos, no podía justificar el tiempo y el dinero que se necesitaría para construir una sólida base de referencia. Tampoco podía justificar el riesgo para los accionistas. Si ella volvía a SunView y proponía que pusieran más dinero en el Rivers, cuando había venido aquí para una respuesta rápida y un buen beneficio que mostrar en el informe de los accionistas trimestrales, perdería el apoyo de la mitad de la administración. Y no sólo en este tema, sino en el asunto de la sucesión. Aun así, el potencial en la recolección de Carrie le molestaba. Potencial era lo que hacía el juego tan emocionante. Cambiar el potencial en beneficio, en eso era buena. Tal vez todo lo que necesitaba era un poco de distancia, un poco de perspectiva y una nueva mirada al caso. Cerró su oficina y se dirigió a la cafetería para tomar un café y un almuerzo tardío. De alguna manera el día se le había ido, por lo cual estaba agradecida. Si trabajaba algunas horas más aquí, podría evitar venir el día siguiente. Evitar encontrarse con Harper. Mientras llevaba su café a su mesa favorita junto a la ventana, vió a Emmy Reynolds venir a través de la línea, pareciendo reflexionar sobre la comida como si no reconociera nada de eso. Cuando se puso de pie por lo menos durante un minuto frente a una de las selecciones de comida caliente, al parecer no escuchó la pregunta hecha por el empleado de servicio de comida, Presley dejó la bandeja y se acercó a ella.

"¿Sra. Reynolds?” Emmy Reynolds miró a Presley a través de sus agotados ojos en blanco. Su cabello parecía limpio pero enredado. No llevaba maquillaje. Círculos rodeaban sus hinchados párpados inferiores. Presley tocó su brazo "Estoy segura que no me recuerda. Soy Presley Worth. Estaba con Harper la noche que su hijo Jimmy fue admitido en el hospital” Emmy reaccionó y la vida volvió a sus ojos "Oh, sí. Lo siento. La recuerdo ahora” "¿Cómo está Jimmy?" "Él lo está haciendo muy bien, todo el mundo lo dice" espetó Emmy "Solo que esta mañana tuvo fiebre. Puede ser que no sea nada…" se apresuró a recoger un hilo suelto en su suéter, tirando y girando alrededor de su dedo índice "… pero están teniendo problemas para conseguir bajarla y Harper dijo que Jimmy podría necesitar... si él no mejora..." su voz se ahogó y las lágrimas llenaron sus ojos. "¿Por qué no se sienta y deja que le traiga algo de comer? ¿Su marido está aquí con usted?" “¿Don? Oh, no. Está en casa con Darla, nuestra hija menor" miró hacia otro lado "Uno de nosotros trata de estar aquí todo el tiempo, pero es difícil con la granja y no podemos dejar a Darla durante demasiado tiempo. Tiene miedo" su mirada regresó a Presley "Si no estuviésemos tan cerca del hospital, no sé lo que haríamos" Presley pensó en la hora en coche al centro médico más cercano y recordó la granja desgastada rodeada de campos y de maquinaria y de animales, de la vida que necesitaban atender y de un chico que necesitaba a sus padres a su lado "Vaya a sentarse ahora… yo le llevaré algo de comer" Emmy hizo lo que sugirió Presley y Presley le trajo un plato de comida, un vaso de leche y un poco de jugo "Apuesto a que el café ha sido su principal alimento básico las últimas semanas. Así que le traje algo más” Emmy sonrió débilmente y un poco de color regresó a sus mejillas. Tomó la leche "Tiene razón y gracias" "¿Hay algo que pueda hacer?" "No, gracias. Carson ha estado ayudando con los trámites para la asistencia financiera que necesitamos para las facturas médicas y Harper se ocupa de todo lo demás. Hay un montón de médicos que cuidan de Jimmy, pero Harper es con la que contamos. Ella no ha dejado a Jimmy en todo el día. Se va a asegurar de que todo lo que se necesite, se haga” "Sí, estoy segura que lo hará" dijo Presley, tan segura como Emmy.

Emmy comió unos bocados del pastel de carne y dejó el tenedor "Están diciendo que el hospital podría cerrar" A Presley no le sorprendió que los rumores corrieran "Eso no es algo de lo que usted necesite preocuparse ahora" "Usted está a cargo de todo eso ¿no?" "Sí, lo estoy" Presley nunca había tenido que enfrentarse a las personas afectadas por las políticas de SunView de manera personal. Tenían gente de relaciones públicas que manejaban eso en las reuniones de la comunidad y similares. Una ola de inquietud le atravesó. "Espero que pueda encontrar una manera para que eso no suceda. Necesitamos este lugar" "Sí, lo entiendo" Presley empujó hacia atrás su silla "Voy a dejar que termine su comida en paz. Espero que Jimmy se sienta mejor pronto” "Gracias" dijo Emmy en voz baja.

**** Cuando el gallo cantó apenas al amanecer, Presley se dio la vuelta y pensó inmediatamente en Harper ¿Estaría todavía en el hospital? ¿Jimmy estaría mejor? ¿Cómo estaría lidiando Harper al tratar con un chico con la misma enfermedad con la que había perdido a una hermana? Harper. El dolor de extrañarla le dejaba un vacío. Se levantó, se duchó y trató de acomodarse en su rutina de la mañana. Falló. No podía seguir fingiendo que nada de esto importaba… este lugar, esta gente, esta mujer. Cuando entró en el estacionamiento del personal del hospital, la camioneta de Harper estaba en el mismo lugar donde había estado cuando Presley había salido 14 horas atrás. Por supuesto, Harper podría estar haciendo las primeras rondas y había terminado estacionada en el mismo lugar, pero algo le decía que la explicación no era tan simple. Mientras se apresuraba hacia el hospital, se debatió en qué hacer. Al final, la decisión fue fácil. Dio la vuelta en dirección opuesta a su oficina y hacia la unidad de cuidados intensivos pediátricos. La unidad era pequeña, sólo cuatro habitaciones. Dos estaban ocupadas. Jimmy Reynolds estaba en la cama número cuatro. Presley no entró, pero las luces bajas en el interior eran suficientes para ver. Un hombre dormía con la cabeza sobre la cama. Don Reynolds. Sólo la cabeza y los hombros de Jimmy eran visibles. Parecía un muñeco bajo las sábanas, tan pequeño y frágil rodeado de monitores y equipos. La escena era desgarradora y horrible y una que nunca sería capaz de borrar ¿Cuántas escenas como ésta había sido testigo Harper? Su garganta se cerró ¿Dónde estaba Harper?

Una mujer en bata se acercó a ella "¿Puedo ayudarle?" "Sí, lo siento. Soy Presley Worth. Soy…" La mujer sonrió fugazmente "Sí, la Sra Worth. Ya sé quién es. Soy la enfermera a cargo ¿Estaba buscando a alguien?" "¿Harper está aquí?" La enfermera negó con la cabeza, con una expresión levemente irónica en su rostro "Lo crea o no, finalmente se fue. Le dije que estaba demasiado cansada para conducir, así que espero que esté tomando una siesta en una de las salas de guardia” "¿Las habitaciones de guardia? ¿Dónde…?" "Girando en la esquina y al final del pasillo. Una está identificada como cirugía y la otra como medicina. Normalmente nadie está ahí dentro” "¿Cómo está Jimmy?" La enfermera suspiró "La fiebre bajó, pero su recuento de glóbulos blancos está casi en cero. Cualquier tipo de infección en este momento..." ella miró hacia la habitación de Jimmy, su expresión era compasiva "Él no tiene nada con qué luchar" El miedo se apretó alrededor del corazón de Presley. No podía imaginar cómo se debían sentir Don y Emmy. La ira siguió de cerca el terror ¿Cómo podía suceder esto? ¿Qué clase de justicia había en el mundo cuando un niño inocente...? Ella cortó el infructuoso pensamiento. No había respuestas a preguntas como ésa. Todo lo que se podía hacer era luchar. "Gracias" Presley se alejó rápidamente. Un minuto más tarde, estaba parada frente a la puerta marcada como sala de guardia médica, reflexionando sobre si tocar. Si Harper estaba durmiendo, no debía molestarla. Si estaba despierta, tampoco tenía motivos para molestarla. No tenía ninguna razón para estar allí en absoluto más allá de su necesidad de ver a Harper, de ayudarla de alguna manera. Al otro lado de la puerta, un teléfono sonó y luego una voz murmuró durante unos pocos segundos. Cuando se hizo el silencio una vez más, Presley dio unos golpecitos en la puerta. "¿Quién es?" la voz de Harper era áspera y ronca. "Harper, soy Presley. Lamento…" La puerta se abrió y Harper se quedó mirándola fijamente. Llevaba una camisa arrugada y su estetoscopio ya no colgaba de su cuello. Tenía los ojos inyectados en sangre, su rostro pálido. Parecía haber perdido unos 6 kilos. El lado izquierdo de su mandíbula estaba hinchado y descolorido. "Dios" susurró Presley, tocando suavemente el moretón "Eso se ve horrible"

"Hola" la sonrisa de Harper era torcida y tan devastadora como siempre. Presley rió temblorosamente "Hola. Lo siento. Estás tratando de dormir ¿no es así?" "No creo que pueda" "Deja que te lleve a casa" Harper sacudió la cabeza "Tengo que estar aquí en caso de que Jimmy…" "No puedes hacerte cargo de él si estás cayéndote a pedazos. La enfermera dice que está estable en este momento” "¿Investigaste? ¿Cómo sabías que estaba en problemas?" El rostro de Presley se sonrojó "Vi a su madre ayer y me dijo que estaba teniendo un mal momento. Y entonces vi tu camioneta y pensé… en fin..." tomó la mano de Harper "Por favor, deja que te lleve a casa. Permíteme cuidarte, para variar” Los hombros de Harper se hundieron "¿Sabes qué? Eso sería bueno” Presley enlazó su brazo con el de Harper camino hacia su coche, casi con miedo de que si la soltaba, Harper podría alejarse. Mientras Presley conducía, Harper dejó caer la cabeza hacia atrás en el asiento y cerró sus ojos. El cansancio le cubrió en oleadas. Presley se acercó y le tomó la mano, necesitando el contacto. Los dedos de Harper se entrelazaron con los de ella. Presley entró cuidadosamente en el camino de la casa de Harper, tratando de no despertarla y frenando en el porche de atrás "Ya llegamos" Harper abrió sus ojos "Gracias" "Necesitas estar en la cama" Harper sonrió débilmente "Necesito desayuno, creo" sus párpados se cerraron lentamente. Presley salió del coche, dio la vuelta para abrir la puerta del pasajero y suavemente sacudió el hombro de Harper "¿Harper? Venga. Vamos adentro” Harper le siguió sin resistencia. Presley le rodeó la cintura y juntas caminaron por la puerta trasera, a través de la casa y al piso de arriba. La habitación lucía como estaba antes, limpia y ordenada y muy a lo Harper. Había arreglado su cama. Por supuesto que la había arreglado. Cuando Harper no hizo ningún movimiento para meterse en la cama, Presley apartó las sábanas. Cuando se volteó, Harper estaba mirándola con una expresión que Presley recordaba muy bien. Harper le había mirado de esa manera en la cama, cuando había estado dentro de ella. Como si Presley fuese todo y lo único que importaba.

"Te he imaginado aquí en mi cama nuevamente" dijo Harper en voz baja "Una y mil veces" Presley se tragó el nudo en la garganta "Venga. Necesitas dormir un poco” "Si dijera que te necesito a ti…" Presley llevó los dedos a la boca de Harper "Shh. Ahora no" Con cuidado, Presley desabrochó la camisa de Harper, le ayudó a encogerse de hombros y tiró de la camiseta blanca que estaba debajo. Abrió el pantalón y arrastró hacia abajo la cremallera "Quítate esto y métete en la cama" Harper apoyó una mano en el hombro de Presley, empujó sus pantalones hacia abajo y los apartó junto con sus zapatos. Permaneció de pie desnuda, semi-consciente. Harper era hermosa, la garganta y los brazos bronceados por todos lados, el pecho, los senos y el vientre beige cremoso. Presley se lanzó desesperadamente a buscar algo que le distrajera del cuerpo de Harper. Temblaba por tocarla "¿Puedo traerte algo para tu mandíbula?" "Podrías besarla y se sentiría mejor" "Estás media muerta sobre tus pies, pero…" Presley se inclinó hacia delante, con cuidado de no rozar la desnudez de Harper y besó la contusión en la mejilla "Listo. Ahora, a la cama” Harper se dejó caer en la cama. Presley tiró de la sábana sobre ella y acarició su cabello. Los ojos de Harper ya se estaban cerrando. "Duerme un poco. Dulces sueños" Los ojos de Harper se abrieron, sorprendentemente claros "Espero soñar contigo" El corazón de Presley se apretó dolorosamente. Dejarla fue la cosa más difícil que jamás hubiese hecho.

CAPÍTULO 27 El celular de Presley sonó un poco antes de las 6 pm. La lectura de la pantalla decía número privado y casi esperando un número equivocado, respondió distraídamente "Presley Worth" "Presley, soy Harper" Presley se levantó del escalón más alto, donde había estado sentada con una copa de vino, como si al levantarse tuviese de alguna manera más en control sobre la emoción que surgía a través de ella "Estás despierta… aunque no tengo ni idea de cómo o por qué ¿Te sientes mejor?" "Enormemente. Te debo una…” "No, no me debes" Presley se apoyó en la barandilla del porche, calentada por el sonido de la voz de Harper. Gallo dejó de rascar la tierra donde ella había arrojado algunos restos de frutas y le miró con su pequeño cordón negro entre sus ojos, como si sintiera que algo importante acababa de suceder ¿Podría saber que su sangre estaba alterada? "¿Qué puedo hacer por tí?" Harper rió y Presley se sonrojó. Incluso por teléfono la voz de Harper despertaba algo de hambre dentro de ella, una deliciosa hambre que no había conocido anteriormente. "Ah…" Presley no había estado tan cohibida desde la primera vez que una chica en la secundaria le había pedido una cita. Ahora que lo pensaba, ni siquiera entonces "Lo siento… ¿Qué me estabas diciendo?" "Me preguntaba si podríamos vernos en la mañana. Hay algo que me gustaría discutir” "No puedo" "Entonces, más adelante en el día…" "Harper, volaré a Phoenix mañana" "Phoenix..." Harper permaneció en silencio "¿Te vas?" "No por el momento" dijo Presley, suavizando la tristeza en su voz. "¿Esta noche? ¿Puedo pasar por allí? Sé que es poco ortodoxo y probablemente inconveniente…" Presley medio se rió, medio suspiró "Harper, realmente. Creo que en este punto puedes prescindir de la formalidad. Si quieres hablar, no se diga más, puedes venir ¿Ya comiste?" "Todavía no"

"Entonces ven ahora. Lila dejó pan de maíz y estofado que huele delicioso. Estaba a punto de comer” "Eso no es necesario, tomando en cuenta que estoy irrumpiendo en tu noche" "Está bien. Por Favor" "Bien. Estaré allí en unos 15 minutos" Presley colgó. 15 minutos. Miró sus vaqueros sin forma y la holgada camiseta gris que se había puesto para arrojar alimentos a los gatitos y limpiar su esquina  en el granero. Bueno, eso no bastaría. Corrió dentro, dejó su copa de vino en la mesa de la cocina y se apresuró hacia las escaleras. Carrie venia bajando ya vestida con su traje de softball. "¿Vienes al juego después de todo?" preguntó Carrie. "Harper vendrá. Reunión improvisada” Los ojos de Carrie se estrecharon "¿Aquí? Debe ser importante ¿Me necesitas?" "No. Tú sigue adelante” "Supongo que Harper no estará en el juego" Carrie suspiró "Ahí va mi noche" Presley se detuvo en medio de la escalera y le miró "¿Harper?" dijo ella con cuidado, luchando contra el impulso más extraño de gruñir "No me di cuenta que tú…" "Estoy bromeando, Presley. Es una broma" Carrie rió "No tengo interés en ella y si hubiese tenido un pensamiento… bueno, supongo que cuando la vi por primera vez, el pensamiento cruzó por mi mente, estoy segura que cruza por la mente de cada mujer elegible por unos pocos segundos… Desde luego, no lo estoy pensando ahora. No cuando tiene tu esencia por todo su cuerpo" "¿Disculpa?" "Sólo es una forma de hablar, pero ella ya es una mujer marcada. No lo sabe todavía. Y tú tampoco, por lo visto ¿no es así?" "Te das cuenta que esto no tiene ningún sentido" Carrie continuó bajando "Sé que tiene mucho sentido y deberías entender de lo que estoy hablando si dejaras de tratar de sacarlo de tí" Presley levantó una mano "No tengo tiempo para conversaciones encriptadas. Que tengas un buen juego. Ten cuidado” "Lo haré" Carrie hizo una pausa en la parte baja de las escaleras "Hey… ¿Presley?" "¿Si?"

"Nunca has tenido ningún problema para dejar tu marca en SunView. Tal vez deberías tratar eso aquí” Presley asintió como si entendiera y corrió a su habitación. En su dormitorio, rápidamente se puso un pantalón negro y una camisa azul cobalto de manga corta, se calzó los mocasines y cepilló rápidamente su cabello. Después de un vistazo en el espejo, aplicó maquillaje suficiente para lucir como si hubiese estado durmiendo mucho mejor de lo que realmente estaba durmiendo. Estaba entrando en la cocina cuando la camioneta de Harper llegó por el camino. Unos minutos más tarde sus pisadas en el porche trasero anunciaron su presencia. Presley trató valientemente de ignorar el rápido latido de su corazón, pero fue difícil cuando llamaron a la puerta mosquitera y le vio allí, iluminada por el sol poniente. Algo que había estado circulando por su interior, inquietud e inestabilidad, estaba flotaba en todo el lugar. Por primera vez en varios días, su mundo se iluminó. "Hola" dijo Presley, incapaz de ocultar la impaciencia en su tono ¿Y por qué debería? Se alegraba de verla y pretender lo contrario era similar a la mentira. No haría eso… no después de lo que habían compartido "Adelante" Harper vestía vaqueros oscuros y una camisa polo roja. Algo de la fatiga había desaparecido de su rostro, e incluso con las tenues sombras debajo de sus ojos, lucía más sexy que la mayoría de las mujeres que acababan de salir de un spa de altura. Sin embargo, el moretón púrpura en el lado izquierdo de su mandíbula no era sexy. Presley se estremeció por dentro e imaginó lo mucho que debió haber dolido cuando estaba reciente. Reprimió el impulso de acariciarle "¿Dormiste bien?" "Sí" Harper sonrió y colocó una carpeta en el mostrador "Hubiese sido mejor si te hubieras quedado" El rostro de Presley se acaloró "De alguna manera lo dudo" "¿Problemas de memoria? Me parece recordar que la noche estuvo bastante bien la última vez que compartimos una cama” "¿Ahora estás canalizando el encanto de tu hermana?" dijo Presley, tratando de sonar severa, secretamente complacida de que Harper no hubiese olvidado aquella noche. Los ojos de Harper asumieron un interesante tono azul-gris, un poco como las nubes de tormenta que soplaban en una tarde caliente "¿Qué es lo que Flann ha estado haciendo? Porque si ella ha estado encantadora contigo…” "No lo ha estado" dijo Presley, agitada por el fuego en la mirada de Harper ¿Cuando había habido alguna mujer que le mirase de esa manera? Como si fuese deseable… más que deseable… esencial. Trató de modular su respiración para que su voz no temblara "Simplemente no estoy acostumbrada a tus coqueteos, así que…" "¿No? Tendré que poner remedio a eso" Harper dio un paso, le tomó de los brazos y tiró de ella acercándola.

El beso salió de la nada… un relámpago que puso de punta los nervios de Presley. Abrió su boca y se agarró de los hombros de Harper. Los ojos de Harper brillaron y Presley separó sus labios cuando Harper exigió entrar. El beso siguió y siguió, robándole el aliento, debilitando sus muslos. Se apoyó en Harper, sus pechos presionados contra los de Harper. El deseo ardiendo a fuego lento profundamente dentro de ella y gimió. Harper retrocedió una fracción, aun sosteniéndola "¿Cómo lo estoy haciendo?" "¿Qué?" preguntó Presley aturdida. Deslizó sus dedos debajo del cuello de Harper y le acarició el cuello "He perdido la noción de lo que…" "Bien" murmuró Harper contra su boca "Quiero que dejes de pensar en cualquier cosa excepto en mí cuando te beso" "Ese es el problema" Presley mordisqueó el labio inferior de Harper, lamiendo con su lengua a lo largo del borde interior. Sabía tan bien, se sentía tan bien. Dios, la deseaba. Trató de hacer funcionar su mente "No pienso cuando estás cerca. Y no te estás dando a entender" "Sí, lo estoy…" dijo Harper "…finalmente. Y tú deberías estar coqueteado, regularmente. Conmigo” Presley besó la garganta de Harper, apretó su boca contra su pulso "Si. Creo que me gustaría” Harper deslizó su mano por debajo de la parte posterior de la camisa de Presley y acarició el desnivel justo por encima de su trasero "¿Estamos solas?" "Sí" Presley se tambaleó empujando su pelvis contra la de Harper "No" "¿No estamos solas?" Harper retiró la parte superior de la camisa de Presley y besó su pecho "Vi pasar a Carrie cuando venía para acá ¿Quién más está aquí?" "Nadie" Presley cerró sus ojos. La boca de Harper era todo lo que sentía, en todas partes, dentro de ella, volviendo fuego su carne. Estaba perdiendo la cabeza. Presionando ambas palmas en el pecho de Harper se retiró "Dijiste que querías hablar" "Quería…" murmuró Harper, sus dedos trazando ligeramente la columna de Presley "Lo haré. Más tarde. Vamos a la cama” Quería hacerlo. Oh, cómo quería. Y entonces dónde estarían… otra mañana en la que tendría que irse y todo seguiría sin resolverse entre ellas "Tengo que ir a Phoenix en la mañana" "Ya me lo dijiste" Harper se quedó inmóvil, con su boca contra la garganta de Presley "¿Por qué?"

"Presentaré mi hallazgo en el Rive... el Hospital Comunitario" el corazón de Presley se rompió un poco ante la sensación de Harper apartándose. De alguna manera había terminado con su espalda contra el mostrador y el peso de Harper sujetándola allí. No podía escapar. Debería querer, pero no quería. "Antes que vayas a alguna parte…" dijo Harper "… hay algo que tengo que decir" "Lo sé" dijo Presley "Dijiste en el teléfono…" "No de negocios. Es personal” Harper tomó su barbilla, capturando su mirada "Tenemos algo especial entre nosotras… algo que no quiero perder" Presley se tensó. No, no, no. Esto no era una buena idea. Las palabras estaban atrapadas en su garganta. Una parte de ella… una gran parte de ella… esperaba, deseaba que Harper lo dijera nuevamente. "No estaba pensando muy claramente…" Harper hizo una mueca irónica "… en realidad, no estaba pensando en absoluto cuando fuimos a la cama juntas, pero sabía que lo quería. Te deseaba, más de lo que nunca quise a ninguna mujer anteriormente…” "Dios, Harper, esto es una locura" Harper continuó como si no le hubiese escuchado "No simplemente porque muy posiblemente… no, absolutamente… eres la mujer más hermosa y deseable que he visto" "Harper…" "Te quiero, creo que desde el primer momento que te vi en el pasillo afuera de la sala de emergencias. Lucías tan malditamente fría y en control y por encima de todas las cosas. Me gusta eso de tí. Nada hace que te pongas nerviosa" "Tú me pones nerviosa" susurró Presley, pasando los dedos por el cabello de Harper “Lo has hecho desde el principio" "Bien" los ojos de Harper brillaban "Sé que no eres inquebrantable, pero sé que nada hará que te rompas y huyas. Esta mañana estuviste allí cuando te necesité. Necesito eso, saber que puedo apoyarme cuando lo necesito y todo estará bien" Presley se estremeció y luchó contra el impulso de salir corriendo por la puerta trasera "Oh Dios, Harper, no soy quien crees…" Harper deslizó su pulgar sobre los labios de Presley "¿Sabes qué? Creo que probablemente no eres quien crees que eres” Presley frunció el ceño. Harper todavía la mantenía cerca y ella había olvidado tratar de liberarse "Sé exactamente quién soy. Siempre he sabido exactamente quién soy y lo que quiero. Sé que es difícil de creer, porque es muy diferente a lo que quieres…”

"¿Lo es? Siempre he querido hacer el trabajo que me diera placer y me hiciera sentir como si estuviese haciendo algo que valiera la pena. Quería que mis padres estuviesen orgullosos. Quería cuidar de la gente que amaba. Eso no es tan diferente de tí” Presley negó con la cabeza "Eso está a un millón de años luz lejos de mí. Hago lo que hago porque me da satisfacción, sí. También lo hago porque es lo que se espera de mí y es lo único que respeta la gente que me interesa. Quiero ese respeto y el amor…" se mordió el labio "… tal vez no es amor, pero de todos modos es lo que es catalogado como amor. El éxito es la clave para conseguir esas cosas en mi mundo ¿En cuanto a cuidar de la gente que quiero? No sabría por dónde empezar y dudo que ellos lo sepan" "Tú lo sabes. Has estado cuidando de mí. Emmy me contó cómo cuidaste de ella” "¿Emmy? ¿Cómo...?" "Esta tarde cuando evalué a Jimmy" "¿No has dormido en absoluto?" Harper besó su barbilla "Sí y no cambies de tema" "Yo no…" "Estás intentándolo" Harper volvió a besarla, apoyándose contra ella, su cuerpo caliente, fuerte y posesivo. "Desearía que no hicieras eso" murmuró Presley. "¿Por qué?" "No puedo pensar" "Bien… no quiero que te vayas a Phoenix” "Tengo que hacerlo" "¿Por qué?" "Porque..." Presley ordenó su cerebro para enfocarse "… porque tengo que terminar esto. Lo siento” "¿Qué pasará con nosotras cuando termine?" preguntó Harper, finalmente dando un paso atrás y dejándole respirar. Regresaré, pero todavía me querrás ¿después de lo que tengo que hacer? Presley negó con la cabeza, su alma sangraba "No lo sé" "Lee la propuesta" dijo Harper, señalando hacia la carpeta. "Lo haré, pero no puedo prometer…"

"No quiero que me prometas" Harper dio un paso atrás "No sobre eso" "Pensaba que querías hablar" dijo Presley rápidamente cuando Harper se dirigió hacia la puerta. Estaba a segundos de pedirle que no se fuera. Apretó su mandíbula, temerosa de que si la necesidad surgiera, se ahogaría. "Cuando regreses… puedes discutir con mi padre lo que vaya a pasar con el Rivers" Harper abrió la puerta, su expresión era muy intensa. Presley se estremeció "Ven a buscarme si quieres hablar de nosotras"

CAPÍTULO 28 "Vi tu camioneta en la entrada" dijo Flann mientras asomaba la cabeza por la escotilla en la casa del árbol "¿Te estás escondiendo o la compañía es permitida?" Harper volteó su cabeza y miró a su hermana. Había estado tumbada en el sofá mirando el techo, no estaba segura de cuánto tiempo. Podría haber dormido un poco, pero tampoco estaba segura de eso. El doloroso vacío en su estómago le recordó que no había desayunado y tomando en cuenta el ángulo del sol entrando por la ventana, debían ser las 9 am. Presley probablemente ya estaría volando, rumbo a Phoenix. "Entra si quieres" dijo Harper. Flann subió y se sentó en el cajón delante de Harper "Escuché que nuevamente tuviste un momento difícil con Jimmy ayer por la noche" "Sí, se le disparó nuevamente la temperatura. Pero si nada cambia, creo que podríamos haberlo superado esta mañana" acababa de dejar a Presley cuando recibió la llamada de que Jimmy estaba empeorando. Condujo directamente al hospital y pasó el resto de la noche consultando con los hematólogos y especialistas en enfermedades infecciosas sobre el mejor régimen de antibióticos "Estamos a punto de quedarnos sin opciones si los medicamentos no funcionan esta vez" "¿Y el trasplante de médula ósea?" preguntó Flann. "Hemos estado haciendo llamadas, esperando que la quimio hubiese limpiado su médula y él empezara la regeneración. Pero anoche, parecía que él se inclinaba hacia el otro lado” "Has estado allí la mayor parte del fin de semana ¿no es así?" "Las últimas noches" Harper frotó su rostro "¿Por qué las noches son siempre las más difíciles? No es extraño que todos esos mitos siempre digan que la muerte se aparece en medio de la noche para recoger las almas ¿Será que somos más vulnerables a esas horas?" Flann suspiró "Jesús, Harp… no te pongas metafísica conmigo" hizo una pausa, su expresión era distante y oscura, una rara visión debajo de su máscara de indiferencia casual "Tal vez sea que todos tenemos miedo a la oscuridad… demasiados fantasmas" "Tal vez" dijo Harper en voz baja. "¿Qué más pasó?" "¿Qué quieres decir?" "Si estás avanzando con Jimmy, o por lo menos manteniéndolo a raya, tiene que haber alguna otra razón por la que pareciera que tu perro murió" "Yo, mis perros y todos los demás animales estamos bien"

"Problemas de mujeres, entonces ¿Qué ha pasado ahora?" "Nada. Olvídalo" "Anoche en el juego, Carrie mencionó que Presley se dirigía a Phoenix hoy" Harper contempló la posibilidad de estrangularla "¿Has venido aquí sólo para molestarme?" "Me iré y dejaré que sigas de mal humor tan pronto como me digas qué clavó esas espinas en tu trasero" "Presley" "Bueno, sí. Entiendo ésa parte” "Cada vez que pienso que estoy acercándome, ella se aleja" la piel de Harper todavía ardía por el recuerdo de Presley presionada contra ella. Cada momento que no estaba absorbida totalmente en la toma de una decisión médica, todo su ser se consumía deseando a Presley… y su ausencia le había dejado hambrienta. Se estremeció. Maldita sea. Flann resopló "Eso es apropiadamente vago y tomando en cuenta el tema, probablemente adecuado. Trata con pequeñas frases y palabras sencillas ¿Qué pasó?" Harper suspiró "Presley parece pensar que no tenemos nada en común" "Probablemente porque no lo tienen" Harper se enderezó rápidamente en el sofá "Eso es mentira. Somos parte del mismo mundo, sólo que venimos de direcciones ligeramente diferentes. Ella entiende lo que hago. Y aunque no siempre me guste… entiendo lo que ella hace" "Del mismo mundo, tal vez… pero de diferentes continentes. Vamos, Harp. Están en lados opuestos en esto. Ustedes dos no podrían estar más alejadas" "No, esa es la cuestión. Deberíamos estarlo, pero no lo estamos" Harper recordó la llamada a la puerta en la sala de guardia y encontrar a Presley en el pasillo, lo agradecida que se había sentido al dejar que alguien, en quien confiaba, se hiciera cargo sólo por un momento. No tenía que ocultar lo asustada estaba, cómo el miedo de perder a Jimmy Reynolds le estaba comiendo viva. Presley lo sabía "Ella… me entiende. Entiende lo que hago, lo que necesito" "Uh-oh. Eso suena mal” "No debería, si tan solo se permitiera creerlo" "Tal vez ella no siente de la misma manera" dijo Flann con una delicadeza que rara vez mostraba a alguien más a excepción de sus pacientes.

Harper apoyó los codos en sus rodillas y colocó su rostro entre sus manos. Quizás Presley realmente no sentía lo que ella sentía, la conexión, la comprensión, el deseo. Tal vez todo era de un solo lado y se había estado engañando a sí misma todo el tiempo "Supongo que es posible. Supongo que cuando quieres algo con tanto anhelo, eso te impide ver la realidad" "Mierda" murmuró Flann "Mira… ¿exactamente que le dijiste? ¿Mencionaste la palabra A?" Harper casi se echó a reír "¿Qué? ¿Ahora estamos en la secundaria? No, no le dije que la amaba” "¿Pero? Escucho un enorme y gordo pero al final de la frase" "Pero la amo. Ni siquiera tengo que pensar en ello. Simplemente es así" Harper frotó el centro de su pecho que dolía cada vez que respiraba. No era un dolor físico, este anhelo en su alma por ver y escuchar a la única persona que llenaba los vacíos en su interior… era todo tan real... y agonizante "Ella encaja. Ella me llena” "Sí y también es muy sexy" "Sigue así y podría lanzarte por la escotilla" "¿Segura que no es sólo eso? Tú sabes ¿que estés pensando con tus hormonas? No serías la primera” Harper sacudió la cabeza "Puede que te pongas como una imbécil por un cuerpo sensual, pero yo no. No funciono de esa manera. Por supuesto, es hermosa y la deseo, pero siempre ha sido más que eso" "Eso suena aún peor" "No es así, al menos no lo sería si supiera que le importa. Que no estoy sola en todo esto” Flann se encogió de hombros "Está bien, muy bien. Entonces necesitas un plan ¿Qué fue exactamente lo que te dijo?" "Que no hablará de nada sobre nosotras hasta que se resuelvan las cosas en el hospital" "Eso tiene sentido. Las cosas se pondrán difíciles si ella cierra el lugar. Muchas personas tendrán resentimientos. Eso haría que cualquier tipo de relación se volviera doblemente difícil. Tal vez sólo debas esperar…” "¿Esperar? ¿Esperar qué?" Harper se puso de pie y caminó en el pequeño espacio, rodeando el roble "¿Que la vida sea sencilla? ¿Que no haya obstáculos, ni desafíos? Siempre habrá esas cosas. Sé lo que ella hace y entiendo la decisión que ha tomado. Puedo no estar de acuerdo con ello, pero lo entiendo”

"Harper" dijo Flann bruscamente, levantándose también, caminando el resto del espacio que apenas era suficiente para que caminaran las dos "Piénsalo. Si ella cierra el Rivers ¿cómo lo resolverán entre ustedes? El Rivers lo es todo para tí. Siempre ha sido así” Harper se detuvo abruptamente "Tienes razón. Lo ha sido. Tiempo pasado. Ahora entiendo que el Rivers no lo es todo y nunca podrá hacerme completamente feliz. Tal vez tienes razón, tal vez papá debió haber tratado de equilibrar mejor las cosas…” "Idioteces" dijo Flann "Me equivoqué al criticarlo. No estuvo solo en la toma de decisiones. Mamá no es fácil de convencer. Si ella hubiese querido algo diferente, lo hubiese conseguido” "Tal vez" Harper recordó la conversación que había tenido en la cocina con su madre "O tal vez ella entendió que eso era lo que él necesitaba" "¿Qué es lo que tú necesitas, Harper? ¿Lo sabes?" "Siempre pensé que lo sabía. Quería una vida como la de mamá y papá. Quería ser tan buen médico como papá. Quería ser importante para la gente de la comunidad, ser parte de sus vidas. No me di cuenta que incluso teniendo todas esas cosas, nunca sería feliz si estuviese sola" "¿Y Presley es la indicada?" “La amo. La necesito en mi vida” Flann suspiró "Bueno, sentada aquí no vas a lograr eso" Harper sonrió "Finalmente estamos de acuerdo"

*** Mientras el avión de Presley rodeaba Detroit, cerró su computadora portátil y la guardó en su cubierta debajo del asiento. Abrió la carpeta de archivos que tenía en su regazo y volvió a leer las páginas. Harper había estado ocupada. Como estaba, la propuesta de Harper de afiliar el Hospital Comunitario con la Escuela de Medicina de Albany y el índice de precios combinado con los programas para formar a los estudiantes de medicina y residentes en especialidades orientadas a la comunidad, como medicina familiar y geriatría, era intrigante, pero no suficiente. Harper estaba en lo cierto al concluir que tal asociación traería fondos federales para cada estudiante y residente entrenado, pero sería demasiado poco y demasiado tarde. Por una parte, necesitaban más personal para ejecutar el programa. Alojamiento para estudiantes y otros seguros. Frotó sus ojos. Con toda probabilidad, la inversión inicial para establecer los programas y ponerlos en marcha, compensaría cualquier nueva fuente de ingresos, al menos durante unos años. Como planificación a largo plazo, la idea prometía, pero no era la salvación que el Rivers necesitaba.

No podía ver ninguna manera de hacerlo funcionar. Daría cualquier cosa para que las cosas fuesen diferentes, pero no lo eran. Esa era la respuesta y la salida fácil para ella. Lo había intentado, pero el Rivers estaba más allá de la salvación. Cada vez que llegaba a la misma conclusión, menos feliz se sentía al respecto. Seguía viendo los ojos atemorizados de Emmy Reynolds y la fatiga hasta los huesos de Harper y sabía que ninguna de las mujeres renunciaría. Emmy y Harper eran guerreras y la comunidad estaba llena de ellas… personas comunes que luchaban todos los días por los que amaban. Harper seguiría luchando para salvar el Rivers hasta que el candado se pusiese en las puertas y había venido con Presley en busca de ayuda. Presley le estaba fallando y el fracaso era un dolor amargo en su corazón. El avión rodó hasta el embarque y Presley pensó en las próximas horas cuando finalmente estuviese en casa. Tenía su propia lucha en Phoenix. Ese era su campo de batalla y era hora de encaminar sus fuerzas y seguir la lucha con Preston. Se preguntaba por qué la idea de ganar lo que siempre había deseado toda su vida, le hacía sentir tan vacía.

CAPÍTULO 29 Presley se detuvo en su condominio en su paso por la ciudad hacia la sede de SunView. El apartamento de dos dormitorios en uno de los rascacielos más buscados estaba limpio y ordenado… tenía un servicio de limpieza que venía cada semana estuviese ella o no en la ciudad… pero el aire olía artificialmente puro con el débil olor de los productos químicos que no había notado anteriormente. Las altas ventanas que iban desde el piso hacia el techo daban vista a la ciudad, permitiéndole contemplar el estilo de vida de millones de dólares al que estaba acostumbrada a ver a través de los cristales de vidrio de la ventana de su oficina del hospital. No había aves que anidaran, ni ramas colgando, ni flores en crecimiento. Había jardineras a lo largo de algunas de las avenidas y elaboradas jardineras frente a muchas tiendas de lujo, pero el paisaje urbano era de hormigón y vidrio en lugar de plantas y seres vivos, a menos que se contara a las personas y la ciudad estaba llena de vida… las identidades y rostros de los transeúntes que pasaban eran anónimos y sin nombres. El portero de su edificio era una de las pocas personas que veía fuera de su oficina y cuyo nombre conocía. Después de unas semanas en Argyle, había aprendido los nombres de todos en el equipo de softball de Harper, las enfermeras de la sala de emergencia y muchas de las áreas clínicas y los empleados de la gasolinera y el mini-super. El día que salió de Phoenix no podía esperar para regresar. Ahora estaba aquí y se sentía como una visitante. Tal vez el avión realmente era una máquina del tiempo y acababa de ser arrojada a un mundo diferente. Ya no estaba segura de pertenecer aquí, donde el éxito se medía por el dinero en vez de la satisfacción interna y donde la familia significaba posición y obligación en lugar de apoyo, lealtad y amor. Presley suspiró. Podría estar entre dos mundos y no ajustarse a ninguno, pero ahora estaba aquí y tenía mucho que terminar. Decididamente, puso los pensamientos sobre Harper, del pasado… o del futuro…, a un lado. Se duchó para eliminar la fatiga y la suciedad del viaje, consciente de la ausencia del traqueteo de las tuberías que solía acompañar su ducha matutina, se vistió rápidamente con una falda y una chaqueta, se puso tacones medianos y guardó sus papeles y su ordenador portátil en un maletín que combinada con su atuendo. En el último momento, deslizó la propuesta de Harper junto con el informe de reasignación preliminar que había impreso para revisar con Preston y los otros gerentes. Camino hacia el ascensor, llamó para solicitar que su coche estuviese listo en la entrada. El costoso vestíbulo de mármol tenía una sensación estéril y de vacío. Gallo no encontraría nada que comer aquí. Asintió con la cabeza al portero y se apresuró hacia fuera para respirar un poco de aire. El calor fue un muro que le golpeó y se apresuró a subir al aire acondicionado de su Mercedes. En SunView, estacionó en su lugar reservado en el primer piso cerca de los ascensores y tecleó ella misma su tarjeta de identificación. No conocía a la gente en el ascensor y cuando llegó al nivel ejecutivo y caminó por el pasillo central hacia su oficina ubicada en la esquina, pasó al lado de un puñado de personas que ni siquiera sabían que ella había estado fuera. Este había sido su universo, su campo y ahora también era una extraña aquí ¿De verdad había estado tan desarraigada y no se había dado cuenta? Su escritorio estaba limpio y ordenado, tal como lo había dejado. Se sentó, hizo saber a la recepcionista que manejaba las llamadas cuando Carrie estaba fuera, que ya

estaba allí y confirmó que tendría una reunión con Preston en una hora. Estaba a punto de llamar a Jeff Cohen, su hombre de confianza, para ponerse al día sobre los últimos movimientos de poder entre la alta dirección, pero se detuvo antes de levantar su teléfono. Realmente no le importaba. La política y las agendas personales ahora le parecían superficiales y mezquinas. Pero entonces ¿qué le hacía diferente de Preston? Sus objetivos eran los mismos que los de él… ponerse a la cabeza de la empresa, seguir los pasos de sus padres, para que finalmente la notaran y valoraran ¿Acaso todos los niños no querían complacer a sus padres? Pensó en Harper, en Flann, en Carson y en Margie… todas independientes y sin embargo cada una confiaba en la búsqueda de sus objetivos. No dudaba ni por un segundo… y tampoco ellas… que serían amadas sin importar sus opciones y no porque fuesen exitosas en lo que sus padres valoraban ¿Qué valoraba ella? ¿Qué quería? Agarró su teléfono celular y llamó rápidamente a un número. La espera fue interminable, pero sabía que habían pasado solo pocos segundos. No esperaba que le respondieran. "Harper Rivers" "Harper" dijo Presley, atrapada como siempre por el timbre de la voz ronca de Harper. No podía pensar por un segundo por qué había llamado. Repentinamente, escuchar la voz de Harper parecía suficiente. Todo. "¡Presley!" la voz de Harper era cálida y estaba cargada de placer "¿Dónde estás?" "En mi escritorio. En Phoenix” "¿Cómo estuvo el viaje?" "Sin problema ¿Cómo está Jimmy?" Presley imaginó a Harper en el puesto de enfermeras, apoyada contra el mostrador, con las mangas arremangadas, el cabello alborotado, luciendo relajada y confiada. La imagen le hizo pensar en el hogar. "Él se ve bien esta tarde" "Oh, eso es una buena noticia" "¿Estás bien?" "Bueno, yo…" Presley miró su entorno de nuevo "Si. Bien. Pero extraño... un montón de cosas” "Espero que a mí, entre todas ellas" "Con toda seguridad…" dijo Presley, deleitándose con la nota lúdica en la voz de Harper "… a ti por encima de todo" "Bien. Me gusta cuando me extrañas”

El tono sexy estaba de regreso y el corazón de Presley dio un vuelco "Entonces deberías estar feliz" "Lo estaré cuando regreses" dijo Harper "¿Cuándo regresarás a casa?" Casa. Ya estaba en casa ¿no? ¿Por qué no lo sentía de esa manera? El condominio era más como una habitación de hotel que una casa. La casa de sus padres no había sido suya desde que se fue para ir a la universidad, e incluso antes de eso, había sido un poco como vivir en un complejo donde sus padres estaban entretenidos con sus viajes. Esta oficina era su casa, pero la vista cuando miró a través de la ventana era de una tierra en la que ella no tenía lugar "No estoy segura" "Regresarás ¿no?" "Sí, por supuesto" Harper suspiró "Realmente te extraño" "Yo también te extraño" "Me alegra que hayas llamado. Te adelantaste. Hay algo que quería decirte” "He leído la propuesta…" "No, no se trata de eso" unas voces apagadas se escuchaban en el fondo y Harper murmuró a alguien "Iré en un momento" "Te estoy entreteniendo" dijo Presley "Lo siento. Sé que estas ocupada…” "Sí, pero escucha, sólo tengo un minuto... Quiero que sepas que no importa lo que pase, lo que siento por ti no va a cambiar, sin importar lo que hagas" La garganta de Presley se tensó "¿Cómo puedes estar segura?" "Porque es así como funciona el amor" Presley apretó su teléfono celular, los bordes se encajaron en su palma "Harper. No soy muy buena en eso del…" "Eres muy buena en eso. Regresa y haré que lo recuerdes” "Está bien..." Presley se rió, sintiendo como se abría el cielo en su interior "Sí, lo haré" "Date prisa en regresar a casa" dijo Harper "Tengo que irme. Llámame” Presley murmuró un adiós, colgó y permaneció sentada por un momento pensando en Harper, en la familia, en la pertenencia. No tenía ninguna razón para esperar hasta su cita con Preston. Recogió sus papeles y cruzó el pasillo hasta la oficina de la esquina opuesta a la de ella. Asintió con la cabeza a Marjorie, su asistente personal y pasó sin

esperar a que llamara y le anunciara. Abrió la puerta interior, entró y la cerró. Su hermano, alto, delgado, bronceado y con el mismo color de cabello dorado y ojos azules como los de ella, le miró desde detrás del escritorio de cristal y acero con la misma fría valoración que ella a menudo volcaba en los demás. "No esperaba que regresaras tan pronto" dijo Preston. "¿En serio? No había casi nada que hacer allá” "Entonces todo está concluido ¿no es así?" Y allí estaba. Podía acabar con todo, tener una muerte rápida y regresar a los negocios para ganarse el puesto de su padre. Entonces tendría todo lo que siempre quiso. Un mes atrás no habría dudado y no lo hizo ahora. Ya sabía lo que quería. Se sentó en la silla frente al escritorio de su hermano y cruzó las piernas "Creo que es hora de que tú y yo lleguemos a un acuerdo" "¿Estás segura que quieres hacer esto ahora?" Preston juntó sus manos debajo de su barbilla en un gesto dilatorio que le recordaba mucho a su padre. Sin embargo, él no era su padre. Él no era tan rápido, tan despiadado, o tan capaz de generar la misma lealtad. Ella no tenía ese problema. Ella era rápida y despiadada y entendía el poder. Presley sonrió con anticipación ante la batalla que se avecinaba "Muy segura. Y desde hace mucho tiempo”

**** Harper despertó en la madrugada por el sonido de un coche crujiendo lentamente sobre las piedras en el camino de su entrada. Miró por la ventana, vio el coche de Presley y rápidamente se puso un pantalón y una camiseta. La encontró sentada en el escalón más alto, con su camisa y sus pantalones oscuros atípicamente arrugados. Harper se sentó a su lado "Supongo que volaste toda la noche" Presley se apoyó en su hombro "Si. Me temo que me veo demasiado arrugada" "Te ves hermosa" Harper pasó un brazo alrededor de su cintura "¿Ya llegaste a casa?" "En cierto modo" dijo Presley, con voz pensativa. Harper entrelazó sus dedos y besó la parte superior de la mano de Presley "Me alegra que vinieras aquí. Es una buena manera de despertar” Presley sonrió, medio traviesa, medio melancólica y sus ojos se encendieron "Preferiría más que te gustara despertar conmigo a tu lado"

El vientre de Harper se tensó y una momentánea oleada de lujuria hizo cortocircuito en su cerebro. Cuando pudo respirar, aspiró el aire y lo dejó escapar lentamente "No me habría importado si hubieses subido en lugar de detenerte en el porche" "¿En serio?" Harper se inclinó hacia adelante y apoyó su brazo en la barandilla, rodeando la espalada de Presley contra el poste. Le besó el tiempo suficiente para que los brazos de Presley cubrieran su cuello y un suave gemido saliera de su garganta. Cuando se apartó susurró "En serio" "Me haría bien una ducha" "¿Qué tal si lavo tu espalda?" "¿Qué tal si me bañas toda?" Harper tiró de la mano de Presley y la atrajo hacia sí. El ansia arañaba sus entrañas y volvió a besarla. El sabor de Presley alimentaba su anhelo "Podría vivir contigo para siempre" "Dejemos que lo intentes" "Ducha rápida" murmuró Harper y riéndose tiró de Presley a través de la casa. Encontró toallas limpias mientras el agua se calentaba y en el momento en que entró en el cuarto de baño, Presley estaba desnuda bajo el chorro del agua. Se quitó su camiseta y la sudadera y se metió con ella, acorralándola contra la pared y besándola nuevamente. Cuando agarró el trasero de Presley, Presley le apartó antes que pudiese involucrarse seriamente. "Quiero estar en la cama cuando me hagas correr" dijo Presley. Gimiendo, Harper tuvo que afirmar sus rodillas para mantenerse en pie "Haré todo lo que quieras. En cualquier lugar, en cualquier momento" "Bien" Presley acarició con dos dedos el borde de la mandíbula de Harper, el centro de su garganta y entre sus pechos "Eso suena perfecto" Harper se estremeció. La voz de Presley era fría, calmada, con el tipo de control que Harper había visto el primer día. Le encantaba el poder de Presley, amaba su pasión, amaba el poder en su voz tanto como la suavidad de su boca y la bienvenida de su cuerpo. "Te necesito ahora" Harper se deslizó lentamente sobre sus rodillas y apretó su mejilla contra el centro de Presley. Cerró sus ojos "Por favor. No me hagas esperar” Presley tiró de ella tomándola del cabello y le besó. Sonrió "Estoy lista" Harper cerró la ducha, tomó una toalla y envolvió en ella a Presley. Rápidamente le secó y desnuda le llevó al dormitorio. Terminó de retirar las mantas, tomó la toalla de Presley y la arrojó hacia el baño y murmuró "Las sábanas están limpias"

Presley se rió "No me podría importar menos, siempre y cuando estés ahí conmigo" "Nunca me saldría" Presley agarró la mano de Harper y cayeron en la cama. Aterrizaron en una maraña de brazos y piernas, Harper en la parte superior. Presley gimió y envolvió sus brazos alrededor de los hombros de Harper. Tenía la boca cerca del oído de Harper "Dentro de mí. Ahora mismo. He estado pensando en ti toda la noche, dentro de mí" Harper se elevó en un brazo y deslizó el otro entre las piernas de Presley, deslizándose dentro de ella en un movimiento largo y suave. Presley gritó. La respiración de Harper se detuvo. Empujó, lento y profundo. Presley se apretó contra ella, caliente y resbaladiza. El corazón de Harper retumbó en sus oídos, el flujo de sangre atravesaba cada célula como el mar rompiendo en la orilla. El mundo se condensó en las profundidades de los ojos de Presley mientras la poseía, una y otra vez. "Dios" Presley se quedó sin aliento. Su cuello se arqueó y los tendones brotaron en su cuello "No puedo... ¡Harper!" Muy profundamente, Harper gimió en señal de triunfo. Las uñas de Presley se clavaron en su espalda. El sonido de placer de Presley dejó a Harper desnuda y colapsó junto con ella. Gimió, cada músculo se contrajo mientras todos sus nervios ardían. Hundió su rostro en la curva del hombro de Presley y se estremeció cuando el mundo desapareció. "Pensaba que iba a explotar antes de llegar aquí" murmuró Presley perezosamente unos minutos más tarde. Acarició el cabello de Harper, rozó sus dedos sobre la piel empapada de sudor entre los omóplatos "Me encanta como haces que me corra" Harper temía no ser capaz de emitir palabras. Estaba frita, demolida "No…he terminado" "Eso es bueno" Presley besó la garganta de Harper "¿Harper?" "¿Hmm?" Harper levantó la cabeza con un esfuerzo increíble. Presley era tan hermosa que casi se perdía en ella nuevamente. El aspecto vulnerable en los ojos de Presley le atrajo "¿Qué pasa, bebé?" "Te amo" Harper permaneció inmóvil. Había escuchado esas palabras anteriormente, pero nunca de esta manera. Nunca de la única mujer de quien las había querido escuchar con todo su corazón "Yo también te amo. Estoy total y locamente enamorada de tí” "Te deseo tanto…" susurró Presley "… aunque sé que es una locura" Harper intentó reunir su ingenio. Esto era importante. Tenía que hacer esto bien. Se apoyó en los codos, besó a Presley y suavemente enmarcó su rostro "No hay nada de locura por amarnos. Es lo más correcto en el mundo"

"No encajo, lo sabes" "Mi madre tampoco encajaba aquí cuando se casó con mi padre, pero ella es una parte tan importante de este lugar y este lugar de ella, como cualquier persona cuya familia ha estado aquí durante cientos de años ¿Me amas lo suficiente como para toda la vida?" "¿Qué?" preguntó Presley débilmente. Los ojos de Harper ardieron en los de ella. Sus manos estaban calientes contra su rostro, su cuerpo un horno. "¿Me amas lo suficiente como para siempre?" "Sí" respondió Presley al instante "Dios, sí, lo hago" Harper sonrió y un brillo apareció en sus ojos "Entonces encajas" "¿No quieres saber sobre el Rivers?" Harper volvió a besarla "Sí, pero ahora  no, no aquí. Esto es nuestro. Los negocios pueden esperar” "Puedes sentir diferente…" "No" Harper rozó con el pulgar su boca "No lo haré. Te lo acabo de decir. Sé lo que haces y por qué. Lo entiendo” "Tu padre, tu familia…" "Los amo, más que a nada. Pero tú, ahora tú eres mía y yo soy tuya. Di que sí” Presley contuvo el aliento "¿Decir que sí a qué?" "Di que eres mía" "Soy tuya" Presley lo sabía con cada centímetro de su ser. Las lágrimas temblaban en sus pestañas. Nunca había imaginado la belleza de pertenecer de esta manera y sabía que nunca querría nada, siempre y cuando tuviese a Harper "Sí, soy tuya. Te amo” "Entonces di que te casarás conmigo" "Yo..." Presley besó a Harper, tan exigente y posesiva como Harper había estado momentos antes "Sí, lo haré. Por supuesto que lo haré” Harper echó atrás la cabeza y sonrió "¡Sí! ¡Lo harás!" Riendo también, Presley le dio la vuelta y le besó la garganta. Harper se quedó inmóvil mientras seguía besándola, en el centro de su pecho y su vientre hasta que yació entre sus piernas. Levantó la vista y observó a Harper observándola "También he estado pensando en esto toda la noche"

"Tómate tu tiempo" dijo Harper, con voz ronca. "Oh, no te preocupes, eso tengo planeado" Presley besó suavemente entre las piernas de Harper, un ronroneo de satisfacción salió de su garganta cuando Harper se estremeció "Disfrutaré tomando lo que es mío"

CAPÍTULO 30 Harper llamó a la casa grande poco después de las 6. Su madre respondió "Mamá, necesitamos una reunión familiar" "¿A qué hora?" dijo Ida. "¿Te parece en el desayuno?" "Tu padre está a punto de salir para el hospital. Flann probablemente también estará de camino para allá ¿Es importante?" "Sí" "Entonces haré que vengan. En media hora” "Gracias, mamá" "¿Estás bien, Harper?" "Sí, mamá. Estoy muy bien" El silencio se mantuvo durante unos segundos e Ida dijo "¿Necesitaremos otra silla en la mesa?" "Sí" "Muy bien, entonces. No lleguen tarde” Harper dejó su celular a un lado. Presley se apoyó en el mostrador con nada más que una camisa de algodón azul a medio abrochar, que había sacado del armario de Harper. Estaba bebiendo una taza de café, con el cabello suelto enmarañado que parecía como si hubiese tratado de peinarlo con los dedos una docena de veces, con el rostro relajado y los ojos ligeramente turbios. Harper rió entre dientes, una potente oleada de satisfacción le superaba, sus manos temblaban. Un pliegue se formó entre las cejas de Presley "¿Qué es tan gracioso?" "Parece como si acabaras de foll…" "Oh, no presumas" "Uh-huh. Me siento muy satisfecha de mí misma" Presley dejó la taza, desabrochó la camisa de Harper y la dejó caer en el suelo. De repente Harper no pudo mover sus labios, su boca estaba seca. "Piensa hoy en eso" Presley se volteó y caminó hacia la puerta de atrás. Harper se lanzó tras ella "Jesús, Presley. No puedes caminar por ahí de esa manera"

Presley sonrió por encima del hombro "¿Quién va a verme por aquí?" "¿Y el agricultor que está arando el campo de al lado?" Presley se detuvo de repente "¿Dónde?" "Sólo digo que podría haber alguien…" "Creo que me gustabas más cuando eras pensativa y tranquila" Harper sonrió "¿Dónde está tu maleta?" "En el asiento trasero" "Voy a traerla por tí. En un minuto" abrazó a Presley y le besó. Se tomó su tiempo, saboreándola, imprimiendo la forma de su boca, la suavidad de sus labios, el recorrido travieso de su lengua. Absorbió la plenitud de sus pechos, las duras puntas de sus pezones, la suave curva de su vientre y la firmeza de sus largos muslos. Acarició el trasero de Presley y la cabeza de Presley cayó hacia atrás con un suave gemido. El vientre de Harper se tensó "Te deseo de nuevo en este momento" "Quiero que me tomes ahora" Presley se quedó sin aliento "¿Tenemos tiempo?" "10 minutos" Presley deslizó la mano de Harper entre sus muslos "Tiempo suficiente"

**** Harper se detuvo detrás del jeep de Flannery, apagó el motor y tomó la mano de Presley "¿Cómo estás?" Presley negó con la cabeza lentamente "He entrado sin vacilar a salas de reuniones donde sabía que cada persona iba a dispararme, sin el más mínimo de los reparos. La idea de entrar en esa cocina me llena de terror" Harper se rió y se inclinó para besarla "Puedes manejarlos" "En serio, Harper" Presley frotó los dedos de Harper con su pulgar "Esto es más importante para mí que cualquier fusión, cualquier adquisición, que todo lo que he logrado. Esto no es sólo acerca del Rivers. Esto es acerca de nosotras" "No, no lo es" dijo Harper "Somos fuertes, sin importar lo que digas allí" "Sé lo que significa tu familia para tí" Presley miró la granja con su majestuosa casa solariega, los exuberantes campos verdes y el ancho río más allá de los árboles. Este lugar era la piedra angular de Harper, pero la familia reunida en el interior, esperando por ellas, era el corazón de donde ella sacaba su fuerza "Nunca querría interponerme entre tú y ellos"

"No lo harás. Te lo prometo" Harper apretó su mano "Nunca llegaría a esto, pero si tuviese que hacerlo, te elegiría a tí. Aquí y en cualquier lugar al que necesitásemos ir para estar juntas. Te elegiría a tí" "Le he tomado mucho cariño a éste lugar y por supuesto, hay un gallo que considerar" dijo Presley con todo el amor que ardía en su pecho. Las lágrimas amenazaban por salir nuevamente. "No podríamos dejarlo" dijo Harper, limpiando con su pulgar las gotas que corrían por las pestañas de Presley. "Así que nos quedamos" Harper le dió un beso "Nos quedamos" "¿Segura que primero no quieres escuchar lo que tengo que decir acerca del Rivers?" "Afecta a la familia, debemos escucharlo juntos" "Te amo" Presley respiró profundamente "Muy bien, vamos adentro" Harper salió y corrió rodeando la parte delantera de la camioneta para tomar del brazo a Presley cuando ella salió. Entrelazó sus dedos con los de Presley mientras caminaban hacia la cocina. Todos estaban allí, Edward en la cabecera de la mesa, Flannery a su izquierda, Carson a su derecha, Margie junto a Carson, Ida en el otro extremo de la mesa. Dos sillas permanecían vacías… una a cada lado de Ida. "Te amo" murmuró Harper, soltó su mano y tomó la silla vacía a la derecha de su madre junto a Flann. Presley echó un vistazo a la silla que quedaba vacía junto a Ida. Todos los ojos estaban sobre ella. "¿Quieres un café?" dijo Ida. "Estoy bien, por ahora" dijo Presley. "Entonces deberías sentarte" Ida sonrió y la invitación llegó a sus ojos. "Gracias" Presley se sentó y cruzó las manos delante de ella en la gran mesa de nogal. Creía que sabía lo que iba a decir… tenía todos los datos y las cifras agrupadas, había revisado toda la lógica, analizó las conclusiones, formuló todo en términos claros para darlo a entender. Sentada aquí en esta mesa, ninguna de esas cosas parecía importar. Se encontró con cada mirada expectante y se centró en Harper "Crecí creyendo que el éxito era lo mismo que la felicidad. En mi familia, el éxito significa ganar en los negocio, mayormente, pero cuando era más joven era todo...o nada…deportes, premios académicos, distinción social. Mi hermano y yo competimos ferozmente” Flannery dijo "Suena como Harper y yo"

Presley sonrió fugazmente "No, nada parecido a tí y a Harper. Nosotros no competíamos para sacar lo mejor de cada uno, sino para ganar la aprobación de nuestros padres. Y al parecer sólo uno de nosotros podía obtenerlo en un momento dado" Nadie dijo nada, pero la mirada tranquila y constante en los ojos de Harper le dio toda la fuerza que necesitaba. "Cuando llegué por primera vez aquí, creí comprender la situación en el Rivers. El hospital es un caso perdido y lo ha sido durante mucho tiempo. La base de pacientes está geográficamente dispersa, es pobre y con seguro insuficiente. El cierre de la institución tiene sentido fiscal” Flann refunfuñó y Harper le dio un codazo. Presley continuó… este era su campo y ella gobernó sin dudarlo. "Cuanto antes terminara aquí, más pronto podía regresar a Phoenix y concentrarme en mi próxima batalla con mi hermano" aclaró su garganta "Mi padre se jubila y nos avisó con tiempo, para que pudiésemos ser capaces de luchar entre nosotros por su lugar. Hemos estado haciendo eso durante la mayor parte del año pasado" sonrió a Harper y esperó que Harper pudiera ver lo mucho que le amaba "Eso fue lo único que siempre quise… sabía que si podía demostrar que era digna, capaz de tomar su lugar, tendría el respeto y el amor que he estado tratando de conseguir toda mi vida" se inclinó sobre la mesa y Harper tomó su mano "Estaba equivocada y tuve que enamorarme para entender eso" Después de un segundo, soltó la mano de Harper y se enfrentó a Edward en la cabecera de la mesa. Edward le estaba observando, sus profundos ojos marrones tranquilos y apreciativos "He revisado la propuesta de Harper y supongo que usted, Flannery y Carson también la han mirado. La idea es buena, pero no es financieramente viable tal como están las cosas" Un músculo en la mejilla de Edward se movió, pero no dijo nada. Él era un observador, como Harper… lento para tomar una decisión hasta que tuviese todos los hechos. Flann maldijo. "Flannery" dijo Ida en un tono de advertencia. "Lo siento, mamá" "Sin embargo…" dijo Presley, sin dejar de mirar a Edward "… si el Rivers adquiriere bastante infusión de capital como para financiar el plan de Harper y ponerlo en marcha para aprovechar el semestre de otoño y la próxima ronda de residentes, creo que podríamos arreglar un subsidio federal que ayudaría a reforzar el hospital casi de inmediato. Eso aliviaría la carga en el futuro" Flann dijo "Creo que ya hemos determinado que no hay modo alguno de conseguir el dinero"

"Flann…" espetó Harper "… ¿crees que podrías callarte y dejar que termine?" "¿Crees que podrías callarme?" "Basta ya…" dijo Ida en voz baja "… ustedes dos" "Lo siento, mamá" dijeron al unísono. Presley dijo "SunView planea vender la sala de emergencia a un grupo de inversores privados. Los fondos podrían apoyar el establecimiento del programa de medicina comunitaria de Harper. Con el subsidio federal y algunos trámites con las compañías de seguros, predigo que llevaríamos nuestro balance final a un rango aceptable dentro de cinco años" "Vender la sala de emergencias" dijo Flann "¿Cómo pueden hacer eso?" "En realidad, es bastante común. El Hospital San Vicent en Manhattan, por ejemplo, acaba de reabrir la sala de emergencias como un centro privado, así como una serie de centros médicos en otros lugares. Los inversores del sector privado están dispuestos a poner su dinero en los centros de atención de cuidados intensivos si el reembolso es alto y hay rotación rápida de pacientes. Debido a que el Rivers se asocia físicamente con la sala de emergencia, nuestros ingresos directos serían de beneficio. Como parte de la construcción de la red de cuidados intensivos, SunView compraría una serie de instalaciones de atención de urgencia, esencialmente creando una amplia red a donde derivar a los pacientes” Flann frunció el ceño "Eso sería una gran inversión por parte de SunView ¿Cómo exactamente venderás eso?" "El plan generaría dinero" Carson dijo en voz baja "Si funciona, pero existe un riesgo considerable" "Sí, pero con el riesgo viene la posibilidad de una ganancia considerable" Harper se inclinó hacia delante "¿Cómo lo hiciste?" Presley se encogió de hombros "Le dije a Preston que él podría tener el lugar de mi padre con mi apoyo si él votaba a mi favor sobre esta propuesta" "No" dijo Harper "Tiene que haber otra manera" "Harper" dijo Presley suavemente "Eres una médico maravillosa, pero no sabes nada de negocios" "Puede que no sepa nada acerca de negocios, pero sí sé lo que significa renunciar a un sueño"

"No era un sueño, era una ilusión" Presley sonrió "Además, como parte del paquete, Preston ha garantizado mi autonomía… por escrito. Controlaré todos los intereses de SunView en la costa este. Tendré mucho por hacer para mantenerme ocupada" Edward dijo "¿Cómo vamos a traer personal a la sala de emergencia?" "La nueva corporación contratará los médicos necesarios. Necesitaremos un jefe independiente de medicina de emergencia" miró a Flannery "Entiendo que  ahora la sala de emergencias es parte del departamento de cirugía, pero eso tendrá que cambiar" "¿Puedo sugerir a quien emplearías?" "Sin duda tomaría en cuenta tu opinión" "Entonces es justo" Flann hizo una pausa "¿Qué hay de Carrie?" "La necesitaría si ella quiere quedarse" miró a Harper "También necesitaremos algunos de los médicos locales como personal en los centros de atención de urgencia. Eso hará que la transición sea más fácil para sus pacientes y les ayudaría dentro del sistema. También estaremos trayendo otros médicos" Edward dijo "Esto nos dará la oportunidad de mantener el hospital y cuidar de los pacientes. No tenemos opción y es una buena solución. Haremos nuestra parte” "Estoy segura de ello" Presley se echó hacia atrás, la tirantez entre sus omóplatos señalaba lo nerviosa que había estado "Eso es todo lo que tengo ¿Alguien tiene alguna pregunta?" "¿Tú y Harper son pareja?" preguntó Margie. Harper se quejó "Margie, por amor de Dios" Presley le dio a Margie un rápido empujón de hombros "Sin duda alguna lo somos" Ida se levantó "Todo el mundo tiene trabajo que hacer. Los espero a todos aquí de regreso para la cena para que podamos celebrar adecuadamente” Edward, Flannery y Carson se dirigieron hacia la puerta. Harper deslizó su brazo alrededor de la cintura de Presley y le besó "¿Estás segura?" "Totalmente" murmuró  Presley "Te tengo a tí. Y tendre un montón de trabajo que hacer” "Te amo" dijo Harper. Ida cruzó los brazos sobre su cintura "¿Supongo que ustedes dos finalmente han solucionado sus problemas?" "Sí" dijo Harper "Y vamos a casarnos pronto"

"¿Cuándo pensaban decirnos?" dijo Ida. Harper se rió "¿En la cena?" “Supongo que eso es lo suficientemente pronto" Ida llenó una taza de café, se la entregó a Presley y le besó en la mejilla "Bienvenida a la familia" "Gracias" Presley tomó la taza y apoyó la cabeza en el hombro de Harper "No hay otro lugar en el que preferiría estar"

FIN

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