Contra-los-cristianos-Porfirio.pdf

April 19, 2017 | Author: victorianus | Category: N/A
Share Embed Donate


Short Description

Download Contra-los-cristianos-Porfirio.pdf...

Description

CA

Universidad de Cadiz Servicio de Publicaciones 2006

11111111111111111111111111111111111 46775

PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS

Recopilaci6n de fragmentos, traduccion, introduccion y notas

Enrique A. Ramos Jurado Joaquin Ritore Ponce Antonia Carmona Vazquez Inmaculada Rodriguez Moreno Francisco Javier Ortola Salas Jose Maria Zamora Calvo

Introduccion I. PORFIRIO: EL HOMBRE Y SUS ESCRITOS

Vida de Porfirio Porfirio naci6 en Tiro de Fenicia, en el seno de una familia noble, en torno a 233 6 234 d.C., y muri6 en Roma, en 305 d.ct. Tras de si dejaba una vida a caballo entre Atenas, donde estudi6 con Longino, un plat6nico-medio que no separaba filosofia y literatura; Roma, donde se form6 en Ia escuela de Plotino y polemiz6 con los gn6sticos; y Sicilia, donde parece que se consagr6 a componer los comentarios de Arist6teles y a redactar su vasto tratado Contra Cbristianos, ohra que le generaria, tras su muerte, !a hostilidad de los emperadores cristianos.

trabajo se ha realizado en el marco del proyecto de investigaci6n "La religi6n de Haem una edici6n critica con traducci6n y comentario del Contra Cbristianos de Porfino (BFF2001-2876)", financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnologia.

© Servicio de Publicaciones de Ia Universidad de Cadiz A. Jurado, Joaquin Ritore Ponce, Antonia Carmona Vazquez, Inmaculada Rodnguez Moreno, Francisco Javier Ortola Salas, Jose Maria Zamora Calvo Edita: Servicio de Publicaciones Cl Doctor Maraii6n, 3 11002 Cadiz html:!/www. uca.es/publicaciones e-mail: [email protected] Printed in Spain-Impreso en Espana

La trascripci6n griega del nombre fenicio, MciAXOS", que portan tanto Porfirio como su padre 2 , coincide con el nombre del sacerdote a quien Pedro corta !a oreja derecha con su espada 5 Amelio traduce ese nombre a! griego por BaatAEus- 4, "Rey", conservando el significado fenicio. Fue Longino quien le otorg6 el sobrenombre que, con e! paso del tiempo, se transformaria en su propio nombre, nopfica griega en el Hajo Imperio'', en M. Brioso Sanchez & F.J. Gonzalez Ponce (eds. l, las tetras ,f{riegas ha;o el!mperio, Sevilla, 1'!96. pp. 217-231.

17 Plot. 7.49-'il. "Plot. 11.11-15; 13.10-17; 15.1-21; 16.10-Jl.

'" Plot. 15.4. 20

Pl. Smp. 217a ss.

21

P!ut. 1'i.7-1'i. Plot. l'i.20

u Plot. 5.1-5.

--

11

Plot 4.H-r parte de P.F. Beatrice, quien, en una propuesta sumamente polemica, ha propuesto su k.lentificaci6n con el Contra Cbristianos. Sobre es1:S"), tal como aparece en la Republica plat6nica , se adapta a una bipartici6n entre d/..oy(u y /..oyLc grccque, Paris, 1956ltraducci6n francesa de L"Antredes Nymphesen pp. 'i97-6J6J; E.A. Ramos .JurAdo. Pseudo-Plutarco. Sabre Ia tlida y Ia poesia de Hwnerv. Salustiu. Sabre los Diusesy el Mundo. El antro de las ninfas tU' Ia ( Jdisea, introd., trad. espanola y notas, Madrid, 19H9, pp. L. Simonini, L"Antrodelii.'Ninf, Mil:\n, 1986.

(n

66

Castricio, segUn parece, tras haber practicado Ia abstinencia, acababa de abandonarla (Ah\' I 21 y 3). · I I. 1 Y 3; Sobre h> fecha composici6n cf.J. Bouffartigue y M. Patillon, op.cit .. las pp. XVIIJXIX, que pwponen que Ahs. deh1o componersc con posterioridacl a 270, y no despues de 271

-12-

71

Hom. Od. 13.102-112

-n-

l.NTRODUCCI()N

PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS

se hallan crateras y anforas de piedra, donde se amontonan ahejas, ohras de piedra y aguas inagotables. Las puertas son dobles: una hacia el B6reas (Norte), apropiada para el descenso de los hombres, y otra bacia el Noto (Sur), mas divina, camino de los inmortales, por Ia que no entran los hombres. En el mito Porfirio traza una serie de analogias: lo mismo que Ulises regresa a su patria tras una serie de aventuras y luchas heroicas, asi tambien el alma lucha contra Ia seducci6n de lo sensible sometida por Ia materia y el clemento solido, a fin de elevarse a lo que se le opone. El alma se caracteriza por el elemento humedo, y ha de despojarse de Ia corporeidad y Ia materialidad de Ia que esta revestida, analoga al antro a orillas del agua. La estructura del mundo, el Norte y el Sur, simbolos de arriba y abajo, del ascenso y del descenso, se corresponde a! viaje de regreso que Jleva a cabo el alma a su verdadera patria, de Ia que se halla exiliada en este mundo sensible. De este modo, en el discurso del antro porfiriano se entrecruzan los mitos plat6nicos de Ia caverna con el relato de Er. El antro representa Ia estancia temporal del alma en Ia corporeidad. Ulises, por su parte, corresponde al alma en ese Iugar de transici6n en que se suceden los des6rdenes y confusiones del mar-vida. Posteriormente, tiene Iugar Ia lucha con los pretendientes, antes de llegar a Ia felicidad del hogar, que representa el contacto con el mundo inteligible. La clave hermeneutica del relato radica en tres elementos: el ramo de olivo, Ia abeja y Ia ninfa simholizan respectivamente el arraigo del alma en Ia tierra de Ia que puede emerger, su paso entre el Cielo y Ia Tierra -atraido por Ia miel-, y su liberaci6n gracias a las ninfas que poseen exclusivamente los secretos que permiten destruir Ia tela que tejieron. El alma sigue, por tanto, tres etapas: Ia primera, representada por el ramo de olivo, permite liberarse de las ataduras del mundo sensible por medio de Ia sabiduria practica (pWVT)CHS"); Ia segunda, simholizada por Ia aheja que desea regresar a Ia colmena, es Ia manifestaci6n de Ia organizaci(m perfecta y Ia fecundidad; y Ia tercera, para lograr ese retorno al hogar, el alma ha de volverse sobre si misma, y recibe Ia ayuda de las ninfas -las Nayades, relacionadas con los rios-, en las que halla Ia fuerza amorosa necesaria para elevarse al mundo inteligible, su verdadera patria y Iugar de Ia belleza suprema.

pero Dios es mas grande que la virtud y transciende lo que se origina a partir de

EL Los demones intervienen en la "tragicomedia" de Ia vida humana," buenos. par: Ia felicidad y los malos para Ia desgracia. La "providencia" emplea a angeles dtvmos que son los buenos demones (118, 20-21). Porfirio aconseJa a Ma_rcela seglllr precepto delfico "con6cete a ti mismo." Para ello, es necesano_que cons1dere:l cuerpo como una mera envoltura del alma. Por medio del recog1m1ento, de Ia umon_ de los miemhros dispersos hacia Ia unidad, regresa al verdadero "yo" que se idenuflca con Ia inteligencia. 74

6. Isagoge et in Aristotelis categorias commentarium . La fue compuesta a petici6n del senador Crisaorio como accessus a un tratado dtflol, a JUICIO de Porfirio, y atacado ademas injustamente por su La en primer Iugar, las categorias, y asi se ocupa de Ia , _el "genero supremo" unico, en clara oposici6n a una lectura platomca del tratado anstotelico. La Jsagoge 0 Jntroducci6n a las Categorias de Arist6teles fue, _de las obras . Porfirio, Ia que tuvo mayor repercusi6n durante toda Ia Ectad Medta. La latina de este tratado estuvo en el origen de Ia famosa querella, de los Al comienzo de su comentario Porfirio a borda el estatuto de los generos ('YEVTJ) Y de las especies (ELOT)). La cuesti6n de saber si existen ;) bien si s6lo c.:onsisten en conceptos o, suponiendo que existan, si son corporeos mcorporeos, '(; en este ulttmo caso, si estan separados o bien si existen en los sens1bles y en relacwn con estas cuestiones, advierte Porfirio, evitara hablarnos, porque ex1gen una mvestlga,oon en profundidad y requieren otro examen mucho mas amplio;, en su se centrari en mostrar c6mo los antiguos, parttcularmente los penpatettcos, tra tado de una manera J6gica de los generos y especies, asi como de los otros en cuesti6n. En otras palabras, Porfirio deja abierta Ia cuesti6n del estatuto del genero y de Ja especie y se limita a indicar cual es la posicion de los antlguos, en particular de los aristotelicos.

5. Ad Marcellam 72 . Cuando Porfirio escribe esta carta de consolaci6n, dirigida a su esposa Marcela, ha pasado ya de los sesenta aiios. Para hacer frente a los reproches dirigidos contra su matrimonio tardio, afirma que se trata de un acto de generosidad para proteger a Ia esposa y a los hijos de un amigo fallecido.

La posici6n central de la Isagoge se resume en el deno_minado "arb?! de Porfir,io", explicado por el comentador Facio, y que Tomas de Aqumo expondra en, su tratado De ente et essentia, para establecer el fundamento de Ia estructura ontologtca de Ia metafisica. Todo termino intermedin entre dos extremos, en este caso el mdtv!duo Y e1 genera supremo, presenta dos caras: una que se _dirige a lo "que le Y a lo que Je sigue. De ahi que se de una ambivalenoa Ia espeoe y Ia de generos. Por ejemplo, si partimos del ind!Vtduo (Socrates), pnmero Ia especie hombre y asimismo se dirige por una de sus caras al genero mas proxtmo, "animal", que la diferencia (racional) expresa la especie "hom:Jre." Y, animal pasamos al del cuerpo, y, despues, al genero supremo, ousza, traduct?a allatm por substantia. Asimismo, podemos tambien seguir el movlmtento en senttdo mver-

En Ia carta que dirige a su esposa, Porfirio afirma que Ia finalidad del hombre radica en Ia contemplaci6n y el asemejamiento a Dios, ya que un hombre digno de Dios seria el mismo un dios. Se debe honrar a Dios del modo mas excelente, asemejando el espiritu a el; esta asimilaci6n se !leva a cabo solo por Ia virtud, ya que s6lo Ia virtud atrae a lo alto, al ser que le es connaturafl. La virtud ejerce de mediadora entre el hombre y Dios. En Ia Carta a Marcela Porfirio situa a Dios mas alii de Ia virtud como principio trascendente. Despues de Dios no hay nada mas grande que Ia virtud, 72

7

·'

so, y regresar al individuo.

W. Potscher, (ecU. Porphyrios npi>S" MapKEAAav, Leiden, 1969: E. des Places (ed.J. Porphyre. Vic de Pvthagore. Lettre a Marcella. Paris. K. O'Brien Wicker (ed.), Porphyry the philosopher. To Marcella. Atlanta (Georgia), 19R7; M. Periago Lorente, Por(irio. La gruta de las ninfas. Carta a Marcela, intr., trad. espanola y notas. Madrid, 1992; A.R. Sodano (ed.l, Porfirio. Vangelu di un pagano. Lettera a Marcella. Contro Boeto, su.ll'anima. Sui conosci te stesso. Hunapio. Vita di Porfirio, Milan, 1993.

74

Marc. 15-16.

-14-

.. tutelem Graeca 4.1], Berlin, 18!-\7, pp. 1-22; .J.J. Garcia Norro yR. Rovtra, Porjmo. 0 trad. espanola, Translatio Boethii, Barcelona, 2003; S.K. Porphyry· On , ... Londres, 1992; A. de Lihera & A.Ph. Segonds, texte grecque et latm, I ans, 1998; G. Girgenti, Isugoge, texto griego y trad. 1tahana, Milan,1995.

A. Busse (ed.), Porpbyrii isaguge et in Aristotelis cateRorias

-1'i-

j._ __ _

PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS

La estructura de Ia lsagoge recoge el doble movimiento neoplat6nico de Ia procesi6n (n-poo8os) y Ia conversion Ahora bien, si Porfirio plantea a! comienzo de su obra una aporia y decide no responderla, remitiendose a Ia historia, no es porque no se atreva o no quiera responder. Su referenda a Ia historia tiene como funcion preparar el camino a un analisis exhaustivo, aplicando un metodo dialectico que permite exponer todas las formas de considerar una cuesti6n. En el comentario a las categorias de Arist6teles Porfirio da muestra una vez mas de su metodologia como historiador de Ia filosofia. 7. In Aristotelis categorias expositio per interrogationem et responsionem7'. En el Comentario "por preguntas y respuestas" a las Categorias de Aristoteles, Porfirio trata de averiguar por que Aristoteles ha titulado su tratado Categorias, en vez de Sabre los generos del ser, como Plotino. Las Categorias no se ocupan "de los generos del ser ode las cosas en tanto tales", sino "de las wva[ usadas para significar las cosas." De ahi que las categorias no se identifiquen con los predicables, es decir, con los generos y las especies, puesto que "los seres, sus generos, sus especies y sus diferencias son realidades (n-pdy[laTa), no palabras (wval)" 76 8. Sententiae ad intelligibilia ducentes 77 . El discurso de Porfirio, especialmente cuando se enfrenta a cuestiones morales, regresa a esquemas que recogen directamente Ia herencia medioplat6nica, revisada desde Ia filosofia de Plotino. En las Sentencias, obrita inspirada en las Eneadas, Porfirio defiende Ia existencia de un orden descendente de seres, donde cada nivel de ser corresponde a un modo de manifestacion del principio y a un modo propio de conocimiento que se realiza cuando se consigue un determinado grado de virtudes. Porfirio modifica Ia doctrina de Ia superioridad de Dios respecto a Ia virtud. De este modo, en esta obra sistematiza y organiza jerarquicamente las virtudes en conexi6n con los diferentes niveles de los seres, distinguiendo un nivel inferior, representado por las virtudes civicas, que corresponden a Ia moderaci6n de las pasiones ([!ETpton-d9ELa) y a! cumplimiento del deber (Ka9fiKov) 7"- Despues de las virtudes civicas se encuentran las virtudes catarticas, que liberan completamente a! alma de su relacion con aquello que le es inferior y Ia asimilan a Dios. El "hombre dem6nico" que las practica posee un alma "purificada", adherida sin impedimento alguno a Ia inteligencia. La tercera clase de virtudes son las virtudes teoreticas, que caracterizan al alma que regresa a Ia vida intelectual, y corresponden al conocimiento del ser verdadero. AI hombre que las practica Porfirio lo considera un dios. En su exposici6n, a 7 ") 7 ('

77

7 "

A. Busse (ed.), Purpbyrii isaRoge et in An·.\·totelis categorias commentarium {Commentaria zn Aristotelem Graeca 4.1], Berlin, IHH7, pp. 55-142

INTRODUCCION

Jo largo del Ia Sentencia 32, Porfirio sigue de cerca el esquema plotiniano del tratado Sobre las virtudes. Sin embargo, lo transforma, afiadiendo una cuarta categoria de virtudes que no aparece en las Eneadas, regresando a esquemas propios del platonismo medio: las virtudes paradigmaticas, propias de Ia inteligencia, que son superiores a las virtudes del alma y constituyen sus modelos 79 . 9. Chronica"''. La Cr6nica abarca Ia sucesi6n de los diferentes soberanos desde Ia caida de Troya hasta el reinado de Claudio II (FGHist 260 T 2 Jacoby). Brian Croke"' pone en tela de juicio que Ia Cr6nica pueda atribuirse a Porfirio, si tenemos en que el unico testimonio siriaco que alude a esta obra se refiere a Ia Historia de Ia .filoso.f!a de Porfirio y que las listas que recoge Eusebio de Porfirio proceden, segun las tesis de Croke, del tratado Contra los cristianos, utilizadas en su critica del libro de Daniel. 10. De philosophia ex oraculis" 2 En esta "obra de juventud""\ cuyos fragmentos conservamos por Eusebio y Agustin, Porfirio trata de esclarecer por medio de Ia razon una serie de fen6menos aparentemente anormales relacionado con el culto, como Ia relaci6n de los dioses con Ia fatalidad o el que no digan siempre Ia verdad. De este modo, en Ia Filosofia de /(Js oraculos. elabora una compilaci6n de oraculos que mantienen una relaci6n con principios filos6ficos. Asimismo, en esta obra aborda Ia actividad profetica, que servira para Ia "contemplaci6n y Ia purificacion de Ia vida en todas sus formas." La utilidad de esta recopilaci6n va dirigida a aquellos que de una manera dolorosa han tratado de "alumbrar Ia verdad" deseando que en alg(m momento "una manifestaci6n divina ponga fin a su incertidumbre por Ia ensefianza digna de fe de aquellos que hablan"w.. No obstante, las practicas oraculares no pueden reemplazar en modo alguno al esfuerzo que exige Ia busqueda personal, basada en un "alumbramiento" del alma. Para aquellos hombres que estan atormentados Ia manifestaci6n de los dioses es capaz de ofrecerles el "reposo" en vez del "conocimiento." Porfirio defiende una correspondencia fundamental de Ia sabiduria religiosa, que los griegos y los barbaros practican, con Ia autentica filosofia plat6nica, que persigue Ia purificaci6n y Ia salvaci6n del alma. De este modo, Porfirio opone su vision del culto, que acepta a los clioses, a aquellos que como Jamblico, sacrifican Ia practica de Ia filosofia a favor de los ritos te(Irgicos. Asimismo, en el contexto de su polemica anticristiana, replica contra un culto exclusivamente exterior, tal como aparece expuesto en el Antiguo Testamento. El sacrificio espiritual que defiende Ia vida cristiana se opone al culto sacrificial de los judios y los paganos. Porfirio, utilizando un lenguaje semejante al de sus adversarios, describe las caracteristicas de una forma de vida diferente, Ia vida filos6fica, unica capaz de guiar a quien Ia practica a Ia salvaci6n y purificaci6n del alma.

Porph., In Aristotelis categoria.\· expositio per interrogationem et responsiunem, 4.1. '56.3'5.

E. Lamherz (eel.). Porpbyrii sententiae ad intelligibi/ia ducentes, Leipzig, 1975: H.R Schwyzer, "Piotmische.s und Unplotinisches in den Apbormai des Porphyrins", Plotino e il Neoplatoni.._'\mo in Oriente e in Occidente !Atti tid Convegno intern. Roma 5-9 on. 1970], Roma, 1974, pp. 221-252: A.R. :orfirio. lntroduzione agli intellegihili, trad. italiana, comentario y nota.s, texto grieg:o y ap. cntJco. Napoles, 1979; M. della Rosa, M., Porfirio. Sentenze, introd., trad. y comentario, Milan, 1992; C.). Larrain, Die Sentenzen des Porpbyrios, con Ia tracl. latina de Marsilio Ficino, tratl. alemana, Frankfurt, 1987; ). Dillon, Porpbyre, Sentences, Etudes cl'introtluction, texte grec et traduction franpise, commentaire par !'Unite Propre de Recherche n° 76 tlu Centre National de Ia Recherche avec une tra_duction par John Dillon. Travaux edites sous Ia responsahilite de Luc Bnsson, coiL • Doctnnes cle l'anttquite classique •, 33, Paris, 200';

Sent. 31.23.4; 2';.7; 29.14; 34.19. Cf. M. Zamhon (2002) 77 y .W6.

-Hi-

79

En Plot. I [19] 2 ..3 ..)1 y 6.14-1'; Plotino rechaza Ia cxistcncia de virtucles por encima del alma.

"" K. MUller, (ed.l, Fragmtock (eds.), Codices Romani [Catalogw.· Codicum A.•.;trolol{orum G'raecunun V.4], HN

H. Ddrrie (ed.), Porphyrios' ?.etemata. Ibrc: Steliung in 5:ystem und Gescbichte des Neupiatoni. .;mus, nehsl einem Kommentar zu den Fragmenten, MUnich, 1959.

-22-

F. Becchi, "Ritlessioni sui pensiero etico di Albino-Alcinoo con una proposta di correzionc al texto

del Didaskalikos"', Prometheus 16 (]990) 269-27H: y "II !Jidaskalikos Ji Alcinoo··, !'rometheus 19 (] 993J 24S.

-23-

PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS

nes comunes, como Ia del telos (sapientia finis) o Ia huida del alma, definida como asimilaci6n a dios 8E{\i) en Ia medida de lo posibJeli". No podemos admitir que hubiera un (mico platonismo anterior a Plotino, como tampoco lo hubo con posterioridad a el. Resulta mas adecuado senalar Ia multiplicidad de modos de abordar Ia filosofia plat{mica utilizando Ia imagen de Ia polyphonia. No hay una ruptura, sino una continuidad entre las tesis de Porfirio y las doctrinas de los plat6nicos medios, que se expresa en Ia busqueda de una complementariedad reciproca o symphonia entre Ia doctrina de Plat6n, de Arist6teles y de Ia Estoa.

La religion de Porfirio y el "Contra Christianos" "Porfirio, el que escribi6 Contra los cristianos... Este es Porfirio, quien ejercit6 su insolente lengua contra los cristianos, Porfirio, el enemigo de los cristianos, natural de Ia ciudad fenicia de Tiro "111 . En este tono hostil se refiere Ia Suda al neoplat6nico, destacando por encima de todo sus ataques verbales directos -Ia "insolente lengua" es su unica arma disponible- contra el cristianismo. De estos ataques arranca Ia imagen de Porfirio como personaje odiado y temido por Ia Iglesia, acreedor de condenas y refutaciones, en torno al cual llega incluso a crearse una leyenda sobre el resentimiento que se esconderia tras sus invectivas contra Ia "religi6n verdadera." Asi, de acuerdo con el historiador S6crates, su anticristianismo habria nacido de algo tan prosaico como una paliza juvenil a manos de un grupo de critianos en Cesarea de Palestina 112 , algo que Dodds ya atribuy6 a un afan de desacreditar al fil(Jsofo, cuyo amplio conocimiento de las Escrituras provendria de Ia etapa anterior a Ia experiencia traumatica 113 Con independencia del grado de verdad que todo esto encierre -mas bien nuloy del trasfondo de Ia celebre sustituci6n del primitivo nombre semitico "Malco" por el de "Porfirio" 114 , lo cierto es que el fil6sofo de Tiro demostr6 desde su juventud una inquietud apasionada -como era el signo de los tiempos- por los asuntos religiosos, Ia cual se vio modelada por Ia s61ida formaci6n que recibi6 al !ado de intelectuales como Longino u Origenes, quien, por cierto, siempre habria de aparecer a sus ojos como un "ap6stata" de Ia fe helena, en tanto que Ammonio Saccas habria seguido el camino inverso"'. Es tambien en esta etapa, segun el clasico planteamiento de Bidez, cuando Porfirio escribe su tratado De philosophia ex oraculisll('. En el pr6logo conservado, el fi16sofo insiste en las practicas rituales y en que se dedicara espedficamente a hablar de Ia 8Ewp[a o contemplaci6n 117 . Aboga por practicas religiosas orientadas a asegurar Ia salud del alma, entre las cuales introduce en primer plano las supersticiones y los ritos mas extraordinarios de los cultos de Oriente. Indica Ia manera de disenar, fabricar y adornar los idolos, encender las antorchas, asi como las invocaciones 110

Alb. Intr. Cf. Pl. Tht. 176h y Lg. citado por Albino en Intr. 2H.1H1.27-39. Pueden consultarse las parafrasis de Apuleyo en Plat II U6.17-19 M. y II 23.253, 136.21-24 M

111

Test. IIJ s.u. Tiopupto. El dato de los quince lihros nos lo ofn:cc Ia Suda. CL lest Ill Para Ia informaci(m de que disponejnos sohre el contcnido de caJa lihro uid 11{/'ra pp. 5H-39.

Cf. J.W. Hargis (J\l\lHl 43ss.

'"' Cf. G. Rinaldi (19H2) 97-111

- 2(,-

_._

__ _

-r-

f PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS

tratados de genero diverso de contenido anticristiano, panicularmente durante el reinado de Diocleciano, los quince libros de Porfiro habrian sobresalido por Ia profundidad del pensamiento y Ia vasta erudici6n del autor. Sus aiios de formaci6n con Longino en Atenas y con Plotino en Roma, ademas de su propio origen semita, lo capacitaban singularmente para analizar los entresijos de Ia nueva religion no con erraticos argumentos externos, sino a partir de un hondo conocimiento de las Escrituras hebreas y de Ia religi6n judia y desde Ia 6ptica filos6fica del neoplatonismo contemporaneo. De Ia importancia de este monumental tratado da fe el celo que pone Ia autoridad imperial a partir de Constantino en su desaparici6n. El propio Constantino, probablemente en el 332 y aprovechando Ia condena del arrianismo, lo destina a! fuego'·", aunque las condenas posteriores de Teodosio II y Valentiniano III en el 448 demuestran que por esas fechas podrian circular aun copias del Contra Cbristianos132 Por otro !ado, surgen de inmediato las primeras refutaciones, que pretenden conjurar el peligro porfiriano. Las dos primeras, muy pr6ximas a Ia redacci6n del tratado, son las de Metodio de Olimpo, obispo de Licinia y de Tiro, en diez millineas segun Jeronimo, y Ia de Eusebio de Cesarea, mucho mas elaborada, en veinticinco libros 133 . El posible renacimiento de Ia obra de Porfirio durante el reinado de Juliano, autor ei mismo de un tratado Contra los galileos, justificaria Ia composici6n de Ia ultima gran refutaci6n de Porfirio, Ia de Apolinar de Laodicea, en treinta librosu4 , posterior a su designaci6n como obispo en el 361. Parece obvio que todas las citas y todos los testimonios posteriores de Ia obra porfiriana no parten ya de Ia lectura directa del fil6sofo de Tiro, sino de Ia lectura de Eusebio, de cualquiera de las tres grandes refutaciones citadas o de resumenes o florilegios en latinm. Diodoro de Tarso, otro tratadista que fue acusado de herejia un siglo despues de su muerte como causante del nestorianismo, destac6 tambien por su feroz elocuencia contra las obras porfirianas. De hecho sus obras apologeticas y polemicas comprenden opusculos contra los paganos, contra los judios y contra los herejes. Entre los numerosos titulos que le atribuye Ia Suda cabe resaltar el Contra Porpbyrium 151'; ni de este ni de Ia mayoria de su producci6n ha quedado nada, quiza por Ia persecuci6n a Ia que se vieron sometidos sus escritos tras ser acusado de herejia un siglo despues de su muerte como causante y primer germen del nestorianismo. Poco se sabe tambien de un tratado escrito en exclusiva contra Porfirio por Filostorgio. Entre los auto-

INrnODUCCION

res que solo aluden a Porfirio como autor de un tratado contra Cristo y Ia verdadera fe de los cristianos, cabe destacar a Rufino de Aquilea 137 o Cirilo de Alejandria. Este ultimo consideraba a Porfirio "el padre de Ia desenfrenada locuacidad contra nosotros"13", por sus palabras amargas e insolentes 139 y lo acusaba de luchar contra Ia gloria de Dios 140 . Tambien Teodoreto se refiere a eJ como el adversario mas peligroso del cristianismo 141 , "el enemigo de Ia verdad'" 42 . AI siglo XVII remonta el primer intento de reconstrucci6n de Ia obra de Porfirio, concretamente a los esfuerzos del erudito Hambourg Lukas Holste, mas conocido como Holstenius 143 , aunque el material que reline es claramente insuficiente. Su labor, no obstante, fue bastante acertada y repercuti6 un siglo mas tarde en el elaborado estudio sobre el tratado porfiriano de Nathaniel Lardner, quien en 1788 public6 un trabajo sobre los fragmentos anticristianos de Porfirio en una colecci6n de testimonios paganos sobre Ia credibilidad de Ia historia del Evangelio 144 . Sin embargo, Ia fecha decisiva en Ia historia de Ia recuperaci6n del Contra Cbristianos es Ia de 1876, cuando el epigrafista Paul Foucart culmina y publica Ia edici6n de Charles Blonde! de un manuscrito incompleto del Apocritico de Macario Magnes que se encontraba entre los fondos de Ia Biblioteca Nacional de Atenas' 4', manuscrito que, por cierto, desaparece misteriosamente poco despues. Hasta Ia edici6n Blondel-Foucart Ia obra de Macario Magnes era conocida imperfectamente por las referencias de Niceforo I, patriarca de Constantinopla entre el 806 y el 815, por las treinta y ocho citas, normalmente en latin, del jesuita espaiiol Francisco Torres "Turrianus" a partir de un manuscrito veneciano hoy perdido 146 , y por otros textos menores procedentes de un manuscrito romano y dados, en parte, a conocer por el erudito aleman Magnus Crusius 0697-1751) 147 En el Apocritico o Monogenes ei au tor informa a un tal Te6stenes del debate habido entre eJ mismo y un adversario pagano cuyo nombre no se cita. Este debate se organiza en cinco jornadas en presencia de un amplio publico con el que, segun Macario, el Adversario prentendia intimidar a! defensor cristiano. En cada jornada se exponen en primer Iugar una serie de objeciones por parte del Adversario, a las que siguen las correspondientes respuestas por parte del cristiano, todo ello acompafiado del consabido aparato ret6rico de narraciones, introducciones y conclusiones. El interes de Ia obra de Macario de cara a Ia reconstrucci6n del Contra Cbristianos es, obviamente, el abundante material argumentativo del Adversario pagano que, desde Magnus Cru"

Ul

Test. IX. Piganiol, segun R. Goulet ll2003J I 128, n.4], corrige asi los ""diez anos despues del Edicto de Milan·· de St>crates (HE I 9).

112

Test. XXIV. AI igual que Constantino aprovech6 la condena a. Arrio, el edicto de estos emperadores, dirigido en principio contra Nestorio e Ireneo de Tiro, ordena la destrucci6n por fuego de las obras

de Porfirio para que ""todos los lihros que promuevan Ia c61era de Dios y danen las almas no !Ieguen a oidos de los hombres.'"

w Test. VIII, XVII y XIX. La refutaci6n de Eusebio giraha en torno a Ia correcta interpretaci6n de ciertos pasajes evangClicos.

'·" Test. XVII y XIX. Jer(mimo elogia Ia calidad de Ia ohra de Apolinar. mientras que Filostorgio, por su parte, afirma que Ia ohra del de Laodicea eclips(> las de sus predecesores. 1 " Cf. R. Goulet - el reconocimiento de especialistas de Ia talla de Labriolle o incluso del propio Geffcken, que en un trahajo de 1929 acepta, aunque con reservas, las tesis de Harnack sobre el Adversario de

pp. :l'\-34.

es lratado con toda profundidad en Ia inlroducci6n de Ia edici se inventa las ohJectones: em plea una fuente concreta y esta fuente ha de datarse con tod.a prol?ahthdad a fmales del siglo III'''". El grave problema es, evidentemente, Ia tdenttftcaCion de esta fuente. Descartada las tesis de Celso, Juliano o Hierocles, y descartada por improbable, Ia del fil{Jsofo an{mimo de Lactancio, Goulet defiende que Porfmo presenta Ia candidatura mas fuerte 200 Objeciones tradicionalmente presentadas contra hip6tesis han de considerarse superadas, entre elias Ia afirmaci6n del Adversario de que han pasado trescientos afios desde que Pablo predijo Ia inminencia de del hn del mundo, lo que vendria a situar Ia fuente pagana a mediados del stglo IV: para Goulet no hay incompatibilidad con las fechas de Porfirio, pues Macano, que rehacc las argumentaciones y no cita literalmente, se limita a adaptar el dato a Ia referenoa de su epoca"". A favor de Porfirio tenemos, por el contrario, Ia enorme proxtmtdad entre sus argumentaciones y las del Adversario de Macano, con todas las Y reservas que cabe plantearse al respecto (existencia de fuentes comunes, obJectones clasicas 0 de caracter muy generico, etc.), aunque hay que tener en cuenta que el conocimiento de los argumentos porfirianos no fue nunca a traves de Ia lectura dtrecta de Ia obra. Aun asi Ia cuesti6n queda abierta y se afirma explicitamente que hoy por hoy resulta imposible identificar Ia fuente pagana de forma demostrativa. Son,, sin embargo, datos complementarios de gran interes los indicios que apuntan al occidental del Adversario y a Ia probable presencia de vestigios porfmanos no solo en las objeciones del Adversario, sino en las respuestas de Macario. En todo caso, a Ia hora de realizar Ia valoraci6n critica de los fragmentos de Harnack Y de buena parte de los nuevos fragmentos -valoraci6n complementaria de Ia de Benoit Y de gran :meres para conocer el estado actual de nuestros conocimientos sohre, el Contra Cbns e1 estudioso frances se mantiene, como decimos, en los lumtes de Ia prudencia dada Ia falta de evidencias demostrativas, se opone a utilizar las objeciones del Mon;1genes como fragmentos del Contra Christianos y elogia Ia _actitud "tres sage" de Harnack, que nunca pretendi6 editar ipsissima verha de ettaran como tales, sin mas explicaciones, los fragmentos de su colecoon . Solo la tdentificaci6n y e1 estudio de nuevos fragmentos permitira avanzar en este terreno.

c) Los nu.evos fragmentos En efecto, Desde Ia aparici6n de Ia edici(Jn de Harnack se ha ido engrosando lenta, pero incesamente, el numero de los fragmentos que reclaman ser incluidos con pleno derecho en una edici6n actualizada del Contra Christianos de Porfmo. Con todo, como cabia suponer, Ia valoraci6n critica que estos merecen dista mucho de ser iden-

'''" H.

Goulet

(2003l I 7'5ss.

'"'' R. Goulet (2003l 1 100-103

''" Vid. supra pp. 30-:\1 , 3G-37. '"' Cf. R. Goulet (2004) 62. J•X, R. Goulet 197

(2004) 104.

Cf. J.G. Cook (2000).

201

H. Goulet (2003) I 127.

202

R.

Goulet

I

13'5 -41-

r !



PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS

como "Ia secci6n sobre los judios", pues fue Fikm, no Porfirio, el au tor de un con ese titulo, segun Ia noticia de Origenes"'- J. Sirinelli y E. Places, en Ia edtnon 212 ·omentada de Ia obra de Eusebio, lo creen tambien asi. Benoit y Goulet nmstdec . d l , Ch . . .W ran, por e1 contrario, que los tres pasaJeS proceden e Contra . nsttanm ·

tica. De hecho, A. Benoit y R. Goulet los induyen con juicio desigual, junto a los fragmentos de Harnack, en sus tablas valorativas 2""· A continuaci6n ofrecemos las referencias precisas sobre estos nuevos fragmentos, desde los addenda del propio Harnack en 1921, respetando el orden cronol6gico de puhlicaci6n de los articulos.

4. F. Altheim, R. Stiehl (1961). Ambos autores creen haher descuhierto el rastro de na traducci6n siriaca de Porfirio en textos arahes (a\-Biruni) y siriacos (Bar Hebreo). articulo los recoge en traducci6n alemana. Seg(m esta tesis procederia de Portirio Ia identificaci(m entre e1 Asuero hebreo y el Artajerjes griego, asi como Ia htstona de las burlas que sufri6 Origenes por parte de los paganos en aldea. Dado e1 enorme escollo lingtiistico, Barnes se muestra very doubful , que Benoit y Goulet evitan hacer valoraciones hasta que se hag.a pro.fundo de los fragmentos 21 ''. Si bien es sumamente dudosa la ftltanon porfmana Ia fuente arahe, J.G. Cook 2 " ha defendido Ia de Ia transmitida por Bar Hebreo -Ia referente a Ia predicaci6n de Ongenes- que ya habta sido recogida en un pasaje de Ia Cr6nica de Miguel el Sirio. En el fr. 107 ofrecemos 1a traducci{m de los pasajes del Miguel el Sirio y de Bar Hehreo.

1. A. von Harnack ( l92I> 2'". Cinco afios despues de su edici6n, Harnack propane completar Ia colecci6n con cinco ffagmentos mas, en latin, a partir del estudio de una cadena exegetica. Los toma de una nota inserta por Fr. Feuardent (Feuardentius) en su edici6n del Aduersus haereses de S. Irineo, aparecida en Colonia entre 1'595 y I '596. Feuardent encuentra estos textos en un manuscrito de Verdun, hoy perdido, que contenia una catena (extractos de comentarios agrupados segun el texto que explican) con "respuestas" a ohjeciones planteadas contra los cuatro Evangelios. Segun Feuardent provendrian de una extensa compilaci6n realizada por el obispo Victor de Capua (t554). Harnack intenta demostrar que Victor de Capua habria extraido estos fragmentos de una obra escrita Porfirio por Pacatus -que el identifica con Latinus Drepanius Pacatus, amigo del poeta Ausonio- a comienzos del siglo V. Los textos aluden, evidentemente, a Ia exegesis de los textos evangelicos. La critica ha cuestionado de manera unanime la filiaci6n porfiriana de estos supuestos fragmentos 20 '.

'5. J. Pepin (1964). En su monografia de 1964 J. Pepin considera q:tedeterminados pasajes de La Ciudad de Dios de Agustin en los que se exponen paganas contra el cristianismo sin atrihuci6n nominal remontan de hecho al Contra de Porfirio. Alguno de ellos, en clara alusi6n a J'orfirio, viene recogiclo en Ia edJCton de Harnack como testimonio -en modo alguno se trata de un fragmento de la obra, y ni siquiera ofrece informaci6n sobre su contenido-. En los demas nos_ tramos meramente con argumentaciones sobre Ia tmposthtltdad de Ia resurrecuon de

2

2. F. Jacoby 0930) "''. F. Jacoby dedica un apartado de su secci6n 260 (Porphyre) a la presentaci6n de unos fragmentos del Contra Christianos. Proceden de Eusebio Jer6nimo, Macario Magnes y Agustin y estan incluidos en Ia colecci(m de Harnack hecho se les cita tamhien por Ia numeraci6n del aleman). La (mica novedad con resrecto a Ia edici6n Harnack afecta a los numerados por Jacoby como 40-47, procedentes del Com.entario a Daniel de Jer6nimo (fr. 30), que aqui son citados con una extensi6n mayor y con alguna variante textual.

los cuerpos en la linea de los frs. 12 y 1022H'.

6. D. Hagedorn, R. Melkerbach (1966). Es el primero de tres fragmentos procedentes de los comentarios hiblicos de Didimo el Ciego que nos han proporctonado los papiros de Tura (siglo VI) 217 . El texto procedc del de ]oh_ (9.1 Ocd) Y recoge una argumentaci6n sofistica sobre Ia omnipotencia de Dtos y_la teonca potencia del creyente. El mismo argument aparece en Macano Magnes (fr._ 102), que puede ser considerado un dato decisivo para inclinarse por su autenttctdad. Ast lo hacen de hecho Benoit y Goulet, al igual que con los otros dos fragmentos pnKedentes de Didimo, que mencionamos a continuaci6n. Barnes senala que aunque el argument fue usado sin duda por Porfirio, Didimo no liene_ por que. transtm.· tiendo una cita textual de Porfirio, algo que, en nuestra opmton, podna dectrse de _Ia practica totalidad de los fragmentos de Harnack, por lo que se trata de una que carece de sentido dado el estado de conscrvaci6n del Contra Cbristianos-'"-

3. P. Nautin 0949-19'50) 207 Afiade tres fragmentos procedentes de Ia Preparaci6n EtJangelica de Eusebio que tradicionalmente han sido atribuidos a Ia Historia de Fil6n de Biblos'""- El primero trata del origen de las tradiciones fenicias y contiene una cita de Sancuniat6n que Porfirio traeria a prop6sito de los judios. Los fragmentos segundo y tercero no conciernen al origen de las tradiciones fenicias, sino a su contenido, asunto de gran interes para Porfirio por su paralelismo con las tradiciones judias: Porfirio estaria tratando probablemente el sacrificio de Isaac ( Ge. 22.2) y lo relacionaria con el sacrificio de Ieoud, el "hijo unico" y sobre ei poder benefactor atrihuido a Ia serpiente. En el caso de los dos primeros pasajes Nautin anade argumentos de caracter textual. Barnes 209 se mantiene en Ia tesis tradicional de atrihuir estos fragmentos a Fil6n de Biblos y son dos, a su juicio, los argumentos decisivos: Ia introducci{m al tercero de ellos (c'J 8E' aim:\

Et'.Matt. 2R20

l·i'f

A veces muy obvia, lo que lleva al interprete a una lectura forzatla del texto evangelico. Con todo, lo burdo de algunas acusaciones atribuidas al autor pagano arroja serias dudas .sohrc Ia cxactitucl del autor que transmitLS' TOU TIETpou, fr. 92). Esta precision en e] uso del vocabulario cristiano, de ser genuinamente porfiriana, obedeceria a un progreso critico en Ia exegesis de tales textos en Ia trayectoria que separa a Celso de Porfirio.

"" G. Rinaldi 099H) 263-264. "" Cf. M. Zambon (2002) 246-247, que suhraya el confltcto no resuelto en Porfirio a Ia hora de aplicar e1 procedimiento de Ia alegoria: el neoplat6nico incurriria en ciertas contradicciones y oportunismos dependiendo de si es un texto pagano o cristlano. "' Ph. Sdlcw 09H9).Vid. supra p. 44 l'1!

217

No parece 16gico atrihuir toda esta precisiOn tan s6lo a los autores que recogcn los supuestos

mentos porfirianos. El hecho de que las argumcntacionc:-. esten tan apegadas al text·o· de los r. . vangelios invita a pensar lo contrario, esto es, que en d original pagano, sea o no porfmano. las refe-

Cf G. Rinaldi (J99H> 64; 375

'" Cf. M. Zamhon (2002) 245s.s

rendas eran precisas

-"SO-

- "il-

r

INTRODUCCI(>N

PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS

La divinidad de Cristo. Politeismo y monoteismo. En este punto la "estrategia" de Porfirio consiste en revalorizar todo lo que de positivo se pueda encontrar en la tradici{m judaica para poner de relieve la torpeza e irracionalidad de ciertas pretensiones cristianas. La tesis fundamental de los cristianos, segCm la cual Jesus es el Logos divino, el hijo de Dios, es una incoherencia inadmisible. Lo irracional de la doctrina cristiana consiste en haber identitkado un individuo unico, personal y corporal con el principio divino. Una afirmaci{m asi conlleva que se identifique a Dios mismo con algo pasivo e irracional, cosa inadmisible para un neoplat6nico como era Porfirio. La doctrina de la encarnaci6n del Verbo (av8pwnos- fr. 105) implica que lo divino -en si mismo puro y santo- se vea sometido a cambio y, puesto que Ia condici6n de Dios est:i por encima de cualquier otra realidad, ese camhio s6lo puede entenderse como una disminuci{m, lo cual es contradictorio e il6gico. En ei fragmento 112 plantea Porfirio la cuesti{m desde Ia perspectiva del siguiente argumento de raiz estoica: si el hijo de Dios es un logos, o bien este cs "proferido'' (npooptK6s-) o bien es "interior" (E:v8Lci8ETOge de Porfirio no hemos siclo introduciclos en la L6gica' Tu, segun veo, clamas junto con aquellos que dicen "No a este, sino a Barrab{ts" 21 •

](, Cf. nota a! test. V Sohn.:- Macario Magnes, vease Ia introducci6n, pp. 29-41 17

Cris(>stomo, tenia nmocimiento de cscritos anticristianos que no hahian skio destruidos conservaclos por c:ristianos. Para d apelativo de "Bataneota" aplicado a Porfirio cf. frs. 1 y 39.

llJ

y eran

20 21

Harnack deduce que dificilmente Jer(mimo tendria en sus manos Ia ol>ra de Porfirio.

-fH-



Jer6nimo en epist. '10 ad Dumnivnern ir(micamente hahia escrito: ''en vano a ml me introdujo en Ia L()gica por medio de Ia Jsa!{o!{c' de Porfirio.'' Jer(mimo estudi6 griego ya de mayor.

Cf. Hicr. sofo, aunque acerrimo enemigo de los cristianos.

Civ. VII 25: Porfirio, famoso fil6sofo.

Civ. XXII 44: Porfirio, famosisimo fi16sofo de los paganos.

XIX

Civ. XXII 27: Algunas cosas por separado dijeron Plat6n y Porfirio, las cuales si pudieran concertar entre si, quizas resultarian cristianas.

Filostorgio Philost.HE p. 115 Bidez: Apolinar, que escribi6 contra Porfirio, super6 en mucho a Eusebio, quien polemiz6 contra el (sc. Porfirio), super6 tambien a Metodio, que se emple6 con celo contra Ia misma doctrina. HE p. 130 (en parafrasis de Focio): Tambien este autor (sc. Filostorgio) dice que contra Porfirio y en defensa de los cristianos compuso refutaciones 2"-

Civ. X 28: [En referenda a Porfirio] Situ hubieses amado de verdad y sinceramente Ia virtud y Ia sabiduria, habrias conocido a Cristo, virtud de Dios y sabiduria de Dios, y no te hubieras apartado de su muy provechosa humildad, inflado de orgullo de vana ciencia. Tu no crees que este sea Cristo; lo desprecias a causa del cuerpo que ha recibido de una mujer y a causa del oprobio de Ia cruz 2". Serm. 142.6 s.: Su gran fil6sofo Porfirio, que vivi6 en tiempos ya cristianos y fue enemigo acerrimo de Ia fe cristiana, ruhorizandose por sus propios delirios, cogido en varios puntos por los cristianos, dijo: "Hay que huir de todo cuerpo."

XX Socrates Socr.Sch. HEm 23: Y ahora Ia misma experiencia le ha pasado a Porfirio (sc. que a Juliano). En efecto, recihiendo golpes por parte de algunos cristianos en Cesarea de Palestina y no pudiendo soportar Ia c6lera, pues estaba poseido por Ia melancolia, abandon6 el cristianismo y por odio hacia aquellos que le hahian golpeado, se puso a escribir blasfemias contra los cristianos. Fue refutado por Eusebio de Pamfilia, quien ech6 abajo su obra. Socr.Sch. HE III 23: Sino las hubieran leido superficialmente '', Juliano y Porfirio las habrian aceptado de grado, habrian dedicado sus disquisiciones a otros temas y no se hahrian puesto a escrihir sofismas blasfemos.

Retract. II 57 ad epist. 102: Entretanto fueron enviadas por mi a Cartago seis cuestiones, que propuse a cierto amigo, a! que anhelaba hacer cristiano, a fin de que las resolviese contra los paganos. El dijo· que algunas de elias habian sido propuestas por el fil6sofo Porfirio 27 Siculo, cuya fama es enorme.

XXII a. Policronio

2

Cf. test. XIII (Apolinar)

XXIIb. Cirilo de Alejandria

XXI

Agustin

Cyr. Contra Iulianum I, p. 19: Porfirio, famoso en Ia cultura mundana, era insigne entre ellos.

Aug. cons. euang. I 15 (23): Porfirio Siculo en sus libros ...

25 22

De Afrodisiade.

26

Harnack piensa que estc testimonio indica que la ohm de Porfirio no habia desaparecido complctamente de Ia circulaci6n. Tamhien piensa que en Iugar de rcfutaciones podian trJtarse de !Jisputationcs. 24

La exposici6n apologCtica relativa a la.'-1 incohercncias y contradiccionc.'-1 Uc las

-H6-



27

Escrituras.

Cuando

ya d nombrc de Cristo se difundia entre Ia admiraci{m y la perturbaci6n de los reino,..., terrenos.

Difilmente, piensa Harnack, Agustin hahria conocido algo en su juventud de Porfirio. El tcxto indica s6lo que Porfirio, no obstante su aparente saber, ignora lo fundamental: Cristo. Agustin tendria en sus manos divcrsos escritos de Porfirio, pen> nola obr..t anticristiana espedfica. Agustin conoo:ria las refutaciones griegas. Dl.:' cualquier forma el de HipotKt tenia en gran estima a Porlino

-H7-

PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS

III, p. 87: Porfirio, el padre de la desenfrenada locuacidad contra nosostros.

xxm

T

TES'nMONIOS

XXVIb 9E0h0ci>IA, probablemente de Aristocrito (saec. V), Excerpta

I

Teodoreto 2"

Aristocr., Tbeosopbia, excerpta en Xpl]crates, sino de Ia ohra antiporfiriana de Eusebio. En el texto pn.:dominarla Ia basta con leer Ia J.:,jJisluio ad Marceiiam de Porfirio. En cuanto a hi informaci6n dl:' que dla tenia cinco hijos. es cran m[ls: cinco varone.s y dos hemhras. Tal error procederia ddo lo """ pcoed,.o!'l

_ 0· 1

-



o

No es propio de cualquiera decir esto, sino del oido que recibe ayuda de Ia divinidad. Teniendo esto en mente el Salvador decia: "el que tenga oidos que oiga."" No todos tenian los oidos prestos a las palabras veladas de .Jes(ts que escuchaban, las palahras que se expresaban por medio de parabolas. Esta es Ia raz6n por Ia que perdi6 Ia cabeza Porfirio tambien en este pun to. "Dios, en nuestros oidos oimos."

DIDIMO EL CIEGO

1 '

KQL TCJV OLcil3oAov· Kal ii EAEYOflEll f}f.LElc;' 1TEpl TOU aun)c; lTEpl TOU "EKTopoc;, Kal ii TIEpl Tou X(pwTo)u, avToc; lTEpl 'AXLAAEwc;· Kal OVVEXPGTO Tal:c; TOLUVTmc; on· 'npo ElTLKPUTrJOEWc; TOU 'AXlAAEWc; Ef3pEv8vETO KUTa lTUllTWIJ ..cro..6yms- Tfis- ci>..TJ8das- 8ta Ell auTQ Tu..wmv Tfi por su gracia, revdar en mi a su 1-Iijo, para qul:' IL' pn:dicast...: entre los gentiles, desde luc.:go no me aconsej(· de hombre mortal, ni sub! a Jerusalen para ver a los que me prccedicron l'fl el apostolado, sino que me retir(· !.1 Arabia, desdc dondc volvl otra vcz a

Damasco" "' Cf. i'.jJ.Gal. 2.11-21. (d

Versi6n hebrea del nombn.· de Pedro.

.Gul. S.l2 6

"

11 ' '

72

l:.'u.Matl. 'l.+-iss

75

Fp.llum. 12.14

'"' Hp.Gal. 2.20. '"' 2 Ep.Cor. 13.3 Ft•.Ma/1

Lectio d({flcilior que recoge Ia cdici{m de Labourt (atestiguada por

.6.). En Ia bibliografia sobrc cstc

pasaje que se ha utilizado para Ia dataci6n del tratado de Porfirio (cf. nuestra introducckm p. suele seguirse Ia lcctura Britannia, aunquc no se altcra cl sentido del texto.

''' I f:JJ.Cor (>.Ill

71

La muerte de Ananias y Safira, segun d rclato de Act.Ap. Cf. fr. 78.

'.i



Is. S3.7.

- 12.2-

3'))

Cf. Ev.Io. 7.H-10: "Suhid vosotro,.., a Ia fiesta; yo no subo a esta fiesta; para mi, cl momcnto no ha llegado aUn. Despues de esta convcrsaci6n eJ se qued{) en Galile 01 tamhiCn. no ahicrtamentc. sino a cscondi-





-1.23-

PORFIRIO DE TIRO CONTRA I.OS CRISTIANOS

!

Ha de ohservarse que toda reuni{m de aguas, ya sean saladas o dulces, recibe en Ia lengua hebrea el nombre de "mar". En vano, pues, acusa Porfirio a los evangelistas de !lamar "mar", en vez de "ligo", a! de Genezaret, con objeto de representar ante los ignorantes el milagro del Senor caminando sobre el mar, pues todo !ago o reuni6n de aguas recibe el nomhre de "mar".

A todos estos los dividi(J Ia espada salvadora, que los separ6 sin herirlos en el seno, por asi decirlo, de Ia misma familia, pues esta espada separa voluntadcs y no produce cicatrices, divide Ia unidad familiar por utilidad sin causar sufrimiento alguno, corta sin hacerle cortes a los que corta, pues no secciona cuerpos, sino que transforma sin fatiga Ia conducta y Ia voluntad. Y si quieres entender el relato en sentido intelectual, ve en el hombre separado de su padre el coro de los Ap6stoles separado de Ia Ley; en Ia hija, Ia carne; en Ia madre, Ia circuncisi{m; en Ia esposa, Ia Iglesia; en Ia suegra, Ia Sinagoga; y en Ia espada que corta, Ia gracia evangdica"0 .

52 (9a H). Hier. tract. in Marc. 29-35 (de principio Marci, 1.1-12): Locum istum impius ille Porphyrius, qui aduersum nos conscripsit, et multis uoluminibus rabiem suam euomuit, in quarto decimo uolumine disputat, et dicit: 'Evangelislae lam inperiti fuerunt homines, non solum in saecularibus, sed etiam in scripturis diuinis, ut testimonium, quod alibi scriptum est, de alio ponerent propheta'. Este pasaje lo ha discutido en su lihro catorce el impio Porllrio, quien ha escrito contra nosotros y ha vomitado su rabia en muchos volumenes, y dice: "Los evangelistas fueron hombres tan ignorantes, no s6lo de cosas profanas, sino tambien de las escrituras divinas, que han atribuido a un profeta distinto el testimonio que se halla escrito en otra parte"?('.

56 (53 H). Mac.Magn. II 8 (II 19.5 G.): S6lo se conserva Ia respuesta de Macario. De ella se deduce, seg(m Harnack, que Porfirio apuntaba contra Ev.Matt. 12.4Hss. ("i.Quien es mi madre y quienes son mis hermanos?"), el pasaje relativo a los parientes de Jes(Is. De Ia respuesta de Macario se deduciria que Porfirio podria haber negado Ia divinidad de Jesus por el hecho de tener madre y hermanos. Aduce tambien un pasaje de Diodoro de Tarso (Pseudo .Justino), en que el "pagano" plantea una ohjeci6n de este tipo, cuya frase conclusiva recuerda, segun Harnack, el estilo de Porfirio.

MACARIO DE MAGNESIA

Et bE OUOElS' ·OUOE yap ouo' ECJTLV, ouo' ECJTGl TT(JTE s Ev 8ta¢6pmc;- T>. ouTO 6 8€· «0 8E6EcrTWTO..q6 11 Evov· To yap ciKouaiws- an· 68pa KalTLll, a>. EL yap Ellav[aas av8pdatv OL' GUTWl! TIGl!TES Civ E1Tl(JTEUOl! Kai ou8Eis- av TWV OLKaGTWl! WS' llU8ous- a,\,\oKEAWv nrU oUpavou, "sobre hls nubcs dd cielo."

-12H-

IJ(l

Eu.Io. 12.31

- !29i



PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS

FRAGMENTOS 8Eou, !J.EV UTIOIJ.ELvm TLIJ.wp[av, ou iJ.ilv dvEu rrappTja[as Til rrci8os, ciAAa arrou8al:ci TLVa Kai aoa rrpi>s TitAGTOV TOV 8tKOCJTi]v KaL ElS TWV EK Tptc\&ou xu&a[wv

Tov XpwTou; AEy6vT ci&tKOUIJ.EVOS 6 8E: wl. auTos !J.Tj&E:v h ci>->-' (J Ti]v rrp6¢>aaw. ws yap 6 8El.s Ev 680 vuKTwp TiwaKoAorra, oux h rrEptrraTwv wi rrTa(wv, uTIEu8uvos, ciA>-' b Til EyKATjjJ.a, oihws 6 EV8EjJ.EVOS ciopjJ.T]V auTOS TIAEOV oux 6 KaTEXWV ou8' b ci8tKEL. AEyE &E: KciKELJ!O' 6 8wf3ci>-Awv rra8TjTOS El IJ.EV yap OUK TIOTE El &' EjJ.Tia8Tjs, uatKol:s t!vox>-ou!J.Evos ws ci8tKwv Kpivnm, ci>->-' ws KaTamwouwvos rrps 8EOU Ta ciAA' ou&' civ8pwrrou aoou 8avciTOU KaTapovouVTOS.

Venga, oigamos aque!la frase teatral que fue asi pronunciada ante los judios: "no podeis, dice, oir mi palabra, porque teneis por padre al Diablo y quereis realizar el deseo de vuestro padre" 97 Actiranos entonces quien es ese "Diablo" que es el padre de los judios, pues los que cumplen como es debido los deseos de su padre lo hacen acomodandose a Ia voluntad del padre y honrandolo; luego si el padre es malvado, no ha de recaer en los hijos Ia imputaci6n de maldad. i.Quien es, pues, aquel padre cuyos deseos realizaron como para no prestar oidos a Cristo? Aunque los judios afirman "s6lo a Dios tenemos como padre", el desautoriza estas palabras diciendo "vos, otros teneis por padre al Diablo", 9" que es lo mismo que decir "sois hijos del Diablo". i.Quien es, pues, aquel Diablo? i.D6nde se encuentra? i.A quien ha "calumniado" para recibir ese nombre? Parece, en efecto, que no es su nombre propio, sino que lo tiene por accidente: en Ia medida en que lo comprendamos correctamente, lo conoceremos a el. Si se le llama "Diablo" a partir de "calumnia", i.ante quienes estaba cuando realiz{> Ia acci(Jn prohibida? Pues se comprobara que el que se muestra receptivo a Ia calumnia esta predispuesto a ello y que es mas bien Ia victima de Ia calumnia quien recibe el dafio; y se comprobara que tampoco el propio Diablo ha cometido daf\o alguno, sino el que dio pie a Ia calumnia. Del mismo modo que el responsable es el que coloca Ia estaca de noche en el camino, no el caminante que se cae, y Ia culpa se le imputa al que ha clavado Ia estaca, el que hace el daf\o es mas bien el que da pie a Ia calumnia, no el que le presta oidos ni el que Ia sufre. Y dime esto otro: el calumniador i.Sufre o es ajeno al sufrimiento? Porque si fuera ajeno al sufrimiento, no calumniaria jamas; y si esta sujeto a el, merece el perd6n, ya que nadie afligido por dolores fisicos es juzgado culpable, sino que todos lo compadecen por su aflicci6n.

Sin embargo, tambien esta llena de confusi{m y necedad aquella frase que Jesus pronunci{J a sus discipulos: "no temais -decia- a los que matan el cuerpo"'l''; mientras que ei mismo, cuando estaba angustiado y velaba ante Ia inminencia de Ia desgracia, oraba y suplicaba que pasara de largo el sufrimiento y le decia a los discipulos: "velad y suplicad que pase de largo Ia tentaci6n" 100 Estas palabras, en efecto, no son dignas del Hijo de Dios, ni siquiera de un hombre sabio que desprecia Ia muerte. 67 (68 H). Mac.Magn. III 3 (III 3.1-2 G.): "En 8E: IJ.OL YEIJ.OV atVETat TO AExeEv· «El ETILCJTEUETE MwaE1, ETILCJTEUETE EIJ.Ol. TIE pl. yap EIJ.OU EKELVOS i'AcyEV». OjJ.WS' &E: MwCJEWS ou&E:v cirroaw(ETat' auyypcijJ.jJ.OTa yap rrcivTa T0 val[i AEYETat. oaa 8' Err' OVOIJ.OTL MWCJEWS' EypciTj jJ.ETa TaVTa, jJ.ETa XlALa KOL EKaTOV Kai oy8oTjKOJ!Ta ETTj MwaEWS UTiil "Ea8pa KOL TWV cijJ.¢>' OUTOV CJUVEypciTj. El 8E Ka't MwaE'ws 8otTj TLS ELJ!at TO ypcijJ.jJ.G, ou 8uvaTi>v WS' Gdw TIOU AEAEX8at 8Eov >- que fuera a estar siempre con ellos.

Archiconocido es aquel dicho del Maestro que dice "si no comeis mi carne y bebeis mi sangre, no teneis vida en vosotros".''··, Esto, en efecto, noes que sea en verclad bestial y extravagante, sino mas extravagante que cualquier extravagancia y mas bestial que cualquier comportamiento bestial: que un hombre pruebe Ia carne humana y heha Ia sangre de sus semejantes y congeneres, y que por hacer esto tenga vida eterna. Si haceis eso, clime, ique extremo de inhumanidad no vais a incorporar a Ia vida? iQue otra clase de maldad, mas execrable que esta abominaci6n, no vais a inventar? El oido es inca paz de soportar no ya Ia realizaci6n sino Ia mera menci6n de este sacrilegio novedoso e ins61ito. Ni Ia imaginaci6n de las Erinias mostr(J jamas algo asi a los que vivian al margen de las normas, ni los habitantes de Potidea lo huhieran toleraclo si no los hubiera dejado en los huesos un hambre inhumana. El banquete de Tiestes fue como fue entonces por el dolor de un hermano. El tracio Tereo se saci(J contra su voluntad de semejante alimento. Harpago se clio un banquete con Ia sangre de su mejor amigo al ser engafiaclo por Astiages. Todos ellos sufrieron semejante vergiknza contra su voluntad. Nadie que viviera en paz prepar6 en vida una mesa semejante. Nadie recibi(J de su maestro tan (Kliosa cloctrina. Por mucho que investigando dejes atras Ia Escitia, atravieses por los longevos etiopes y recorras en circulo el cintur{m del Oceano, poclras encontrar ptir6fagos y riz6fagos, oiras hablar de herpetositas y de miotroctos, 1 " pero todos se ahstienen de carne humana. iQue clase de clc lenguaje es entonces este? Pues incluso aunque encierre aleg6ricamente un senticlo misterico y provechoso, el hedor de sus palabras atraviesa de algun modo por el oklo y dana el alma turlx!nclola por su repugnacia, con lo que arruina por completo su sentido oculto provocanclo que el hombre sienta el vertigo de Ia desgracia. Ni siquiera Ia naturaleza de los seres irracionales, por muy implacable e insoportablc que sea Ia hambruna que experimente, tolerara esto jamas: ni un perro probara jamas la carne de perro ni ning(m otro animal Ia de sus semejantes. OtrcJs muchos autores inventaron tramas peregrinas, pero ninguno de ellos ide6 un argumento tragico m{ts peregrino que este, ni histori6grafo, ni fil6sofo, ni barbaro ni ninguno de los antiguos helenos. Mirad, pues, que va a ser de vosotros si contra toda l6gica os dej{lis conveneer con facilidad; consideracl que clase de mal haheis arrojado no s{>lo sobre los campos, sino sobre las ciuclades. Me parece que por ello ni Marcos ni Lucas ni el pro-

72 (69 H). Mac.Magn. m 15 (III 15.1-6 G.): Tio/..u8pUAT]TOlJ EKElllO TO Pfifla TOU t.thaaKci/..ou E[.ioyfvwv Kal TOUTO rrpciTTovTa EXELV aiwVLOll. rro(av ycip, ELTIE [lOL, TOUTO TIOLOUVTES W[lOTTJTOS ELS Tt'>v rroiav TOUTOu Tou [lU ningun obispo o preshitero es digno de esta denominaci6n. 75 (48 H). Mac.Magn. 11118 (III 18.1-2 G.): EpE 8€ aoL KaKELVTJV w8E Tijv Ttvos- xapLv Tou rrELpci(ovTos- Tov 'I 11 aovv AEyovTos-· «BciAE aEauTov arr6Ta arroaKopaKL>, ov YEAcl(JETQL TCJ ou KaYXcl> rro'ios- yap IThpos- Tfjs-' EKKATJa[as- TTJV KPTJTTLOa (> (JQAEU6Els- EUXEPELq Tf\S' TTOLOS' (JTEppos- EV auTn lo de "tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificarc mi Iglesia" y lode "te dare las llaves del Reino de los Cielos'', 1.no va a partirse de risa 1 i.No va a reirse a carcajadas como si estuviera en el teatro? 1.No va a lanzarle improperios? i.NO va a silbar con todas sus fuerzas' 1.No va a decirle a gritos a los presentes que o bien cuando Ham6 a Pedro "Satanas" estaba ebrio y decia palabras censurables por efecto del vino, o bien al hacerlo guardian de las Haves del Reino estaban dando forma sensible a sus sueiios con su fantasia onirica?". Pues 1.c6mo va a ser Pedro capaz de soportar los cimientos de Ia Iglesia, un hombre que vacil6 mil veces por Ia flaqueza de su voluntad? iQue razonamiento finne se ha podido observar en ei o en que ocasi{m hizo gala de una determinaci6n insobornable si a causa de una miserable sierva experiment{! una turbaci6n terrible al oir Ia palabra "Jesus", si jur{J tres veces en falso sin que lo apremiara una gran necesidad? 125 En definitiva, si al que choc6 de este modo con Ia cima misma de Ia piedad se apresur{J a llamarlo con toda raz6n "Sataniis", es absurdo que despues, como ignorando lo que habia hecho, le entregara el gohierno supremo. 77 (24 H). Mac.Magn. III 20 (III 20.1-2 G.): "On 8E TIE'Tpoc; t'v no,\,\oic; TITa(aac; K_;tTT]yopEiTm, 8f\,\ov EKE[vov Tou KE8EOV, WS' ai TipaeElS' TWV 'ATrOc\fl.EVOS", ws EnapCia8m TOUS' TaUTT)V ETrlTEAELV 8EAOVTO> Kat· «'E-yw Elfl.l 'PwJ.l.a:iO>. El yap txel.>wv Myov rrotEhm, rro.\..\.0 j.lGAAOJJ Kai KapaTT]pwv. o8EV dyaj.lat T(J]J OUTW s», f!OVOVOVXL wixmpav Ka6arrEp TTJV OLKELOV yAwTTOV ci, ou ciA.M Kal TIE'Tpos- tcovaiav Ta cipv[a, Tlji aTavplji rrpoaT]A.w9Elata. Para Harnack se trata de una correcci6n de Macario pensando en sus l yap f.LTJ XP\l(wv laTpE(as Tov Tiapa To'i:s TIWT 'ITJ00US' AEYE l' « am, TiciTEp, KupLE TOU oupavou Kal Tf\S' yijs, i\n cllTEKpv Tou N61wu

KalTot IJ.Tl&vils Kw.\vovTos fl' Ta'is oiKlats ToDTo rrpciTTELV, ToD Kuplou OT].\ov(m rravTax68E.v

Tr> Twv 6Ewv rro.\vorrTov ovofia, fV T0 Kal. IJ.ETa rro.\.\fis aiooDs vov6ETELl' Till'

clKOVoVTOS.

ciKovovTa· pvE'wv rrwsouv Ta crw[J.aTa mhwv ErravEA8E'iv o16v TE; E'pE yap Tt> AEX8Ev AETTTWS' otov, EvavciyT]crE TL, El8' aALEucravTES' TLVES' ml ayovTES' EcrciyT]crav KaL imo KVvwv E(:lpw8Tjcrav, Toils- Kl!vas- cirro8av6vms- Kt'>paKES' rra[J.fiEAEL Kal yuTTE') TTW') ouv TO CYW[ia TOU Olcl TOCYOUTWV (lj)wv; KaL a.\A.o rraALV urro rrvpos- civa.\w8Ev KaL i'TEpov ELS' crKWATJKaal'Tl Kal Tou 8Eiou 86yj.iaTos rro.\.\ous cirroaTr)aavn· AEyouaL Toivuv· tlta Ti b 8Eils cimnopE uaE Tl)v yvw

TEODORETO 111 (38 H). Thdt.Affect. VII 36: ToUTOLS' EVTUXWV 6 nop
View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF