Delgado Osvaldo UBA Psicoanalisis Freud...
Construcción de los conceptos psicoanalíticos Osvaldo L. Delgado (compilador)
Con la Conferenda de Marie~Hélene Brousse .,..El superyó en el siglo XXI"
Autores Osvaldo L. Delgado, Kuky Mildiner, Silvia Pino, Marisa Moretto, María de los Ángeles Córdoba, Adriana Lafogiannis, Damasia Amadeo de Freda, Mercedes Simonovich, Abigail losovich, Griselda Enrico, Federico Giachetti, Leticia Scharager y Natalia L. Contarbio
La edición de este título se realiza en cumplimiento del Convenio suscripto entre la Facultad de Psicología UBA y JCE cf. Resolución Nº 1533/04.
Comité Editorial Constituido conforme la citada Resolución Profesor Lic. Virgilio Enzo Carriolo Profesora Lic. Alicia Noelia Cayssials Profesor Dr. Gustavo Eduardo González Profesor Dr. David Alberto Laznik Profesor Lic. Rodolfo Uribarri
Delgado, Osvaldo Construcción de los conceptos psicoanalíticos: con la conferencia de Marie-Héléne Brousse. El superyó en el siglo XXI / Osvaldo Delgado ; Kuky Mildiner ; Silvia Pino ; compilado por Osvaldo Delgado; edición a cargo de Juan Ventura Esquive! ; ilustrado por Héctor O. Pérez; con prólogo de Gerardo L. L. Maeso. - 1ª ed. - Buenos Aires : JCE Ediciones, 2012. 144 p.; 23x16 cm. (Convenio Facultad de Psicología UBA JCE Ediciones I Juan Carlos Esquive!) ISBN 978-987-1660-14-8 1. Psicoanálisis. l. Mildiner, Kuky 11. Pino, Silvia 111. Delgado, Osvaldo, comp. IV. Esquive!, Juan Ventura, ed. V. Pérez, Héctor O., ilus. VI. Maese, Gerardo L.L., prolog. VII. Título.
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A Javier Aramburu, por una transferencia de trabajo que perdura. Realización del interior y tapas
Héctor Osvaltlo P'érez
Corrección
Vanina Muram
Establecimiento de los textos
Silvia Pino
Revisión técnica general
Juan Ventura Esquive!
© 2012 JCE Ediciones Juan Carlos Esquive! - Editor Av. Oliv~ra 1059, "B" ( 1416) Bu e nos Aires Teléfono: 15-5247-8819 e-mail:
[email protected] Primera edición: agosto de 2012. ISBN 978-987-1660-l4-8 Impreso en la Argentina. Hecho el depósito que marca la ley 11.723.
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1odas los derechos reservados. Prnhihirl:i In n~nrnrl11cción. total o narcial.
Índice
Prólogo Gerardo L. L. Maeso .............................................. · .............. 11 1. El superyó en el siglo XXI
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Marie-Hélene Brousse ........................................................... 13 2. Construcción de los conceptos psicoanalíticos Osvaldo Delgado .................................................................... 25 3. Síntoma-fantasía: la función de la palabra en
los comienzos Silvia Pino y María de los Ángeles Córdoba ....................... 4 5 4. Síntoma-Castración: autoerotismo ampliado y
extraterritorialidad Silvia Pino .............................................................................. 53 5. La agudeza del síntoma Marisa Moretto ...................................................................... 61 6. El programa de la materia: un plan de trabajo.
Enfocado desde la perspectiva del síntoma como funcionamiento Kuky Mildiner ....................................................................... 65 7. La praxis lacaniana en el debate con los posfreudianos María de los Ángeles Córdoba .............................................. 77 8. La construcción del caso clínico Federico Giachetti ................................................................. 8 7 9. De la fantasía al síntoma: soldadura y heterogeneidad Abigail Iosovich ..................................................................... 95 10. Síntoma, pulsión y fantasía Adriana Lafogiannis ........................................................... 105
ll. Síntoma y entrada en análisis Natalia Lorena Contarbio .................................................. l ll
Prólogo 12. El Edipo: Un pasaje del ser al tener
Gerardo L. L. Maeso
Mercedes Simonovich ....................................................... 11 7 13. Juanito: un caso ejemplar Damasia Amadeo de Freda ............................................... 127 14. El Hombre de las Ratas: la satisfacción como obstáculo Griselda Enrico y Leticia Scharager .................................. 133 Índice alfabético de los Autores ............................................... 141
on la conferencia "El superyó en el siglo XXI" se a·,~na publicación polémica que ubica en aquél una exigencia cf~g~~e, fuera del sentido, que toma cuerpo en el ser hablante y exige "todos los saberes" y . "un todo sobre el saber", que si se encarnan en los institutos de enseüanza convierten a estos en nombres del superyó. En el primer trabajo de este texto se seüala que el psicoanálisis es riguroso en el uso de sus conceptos, deviniendo sin embargo una disciplina abierta, que da respuesta al malestar en la cultura, creciente en la Eurppa Central de fines del siglo XIX. Se afirma a partir de Freud una vía pragmática que aleja a aquella de todo sistema especulativo, haciendo del psicoanálisis el procesamiento de una experiencia que se vale de la observación, generando nociones y conceptos que surgen a partir de las dificultades y fracasos, cuando experimentamos la importancia de un saber no sabido y resistido con el cual convivimos los seres hablantes, desentraüando algo de nuestra naturaleza que oscurece las razones de nuestro discurso conciente. Se destaca el papel decisivo que la aceptación del inconsciente tiene en el desarrollo de la ciencia en tanto la intuición creadora se impone a epistemólogos y filósofos que intentan a su pesar sostener un saber sin sujeto. Desde este marco se pueden leer los trabajos que despliegan de una manera clara y precisa la actualidad de un debate sobre la práctica del psicoanálisis de orientación lacaniana. Es así que, desde distintos recorridos, se retoman y discuten el síntoma como enigma a descifrar tal cual se presentó a Freud y que dio origen al nacimiento del Sin embargo se intenta esclarecer al "sinthome" noción Jacaniana ligada al goce, que actualiza el tro de lo real, verdadero invento de Lacan que le permitió responder a la elucubración freudiana del concepto de inconsciente que mantenía aislados a lo imaginario y lo simbólico, registros enteramente diferentes sin puntos comunes, que lo real anuda en el llamado nudo borromeo. No menos importante es el trabajo sobre el fantasma fórmula de goce donde se articulan el sujeto del significante y el objeto a verdadera defensa frente a la inconsistencia del Otro que hace desfallecer su
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Gerardo L. L. Maeso
·1. El superyó en el siglo XXI existencia. El atravesamiento del fantasma se vuelve entonces necesario para el fin del análisis que no encuentra en la sublimación freudiana su vía de resolución. La publicación incluye trabajos que dan cuenta de la construcción de conceptos para una praxis definida como el tratamiento de lo real por lo simbólico, siendo el goce perfectamente situable a partir de este registro. Es desde esta perspectiva que se aborda la construcción del caso clínico afirmando con Lacan que la misma estructura no genera el mismo sentido, ya que en la neurosis no hay sentido común y el tipo clínico carece de utilidad para los demás casos del mismo tipo. Esto nos recuerda la intervención de Lacan en la Universidad de Yale cuando puso en reserva su célebre enunciado, el inconsciente está estructurado como en lenguaje, afirmando que "... lo que crea la estructura es la manera en que el lenguaje emerge en el inicio en el ser humano, siendo esto, en último análisis, lo que nos permite hablar de estructura". Cuando el nifio aprende a hablar se deja sugerir montones de cosas lo que muestra que las llamadas fases oral, anal y fálica están profundamente ligadas a la adquisición del Desde aquí quedan esbozados en textos el intento de dar cuenta de la necesidad de otra esc:ritura c¡u0 no provenga de la palabra hablada, y que sostiene aquel tardío enunciado de Lacan: "el psicoanálisis es un sesgo práctico para sentirse
Marie-Hélene Brousse
Conferencia dictada por la autora en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires el 9 de mayo de 2011.
Os1valdo Delgado: La cátedra "Psicoanálisis Freud I" ha organizado esta actividad especial con una invitada a la que respetamos y queremos mucho, Marie-Hélene Brousse. Seguramente será para todos un aporte muy importante, tanto para los que estudiantes que están cursando como para los que inician su formación en psicoanálisis. Le paso la palabra a Silvia Píno, Jefa de Trabajos Prácticos de las Cátedras "Psicoanálisis Freud l" y "Construcción de los conceptos psicoanalíticos" y responsable de las áreas "Psicoanálisis y cultura" y "Ateneos clínicos", quien presentará a Marie-Hélene Brousse y coordinará la mesa. Silvia Pino: Esta conferencia "El superyó en el siglo XXI" se inscribe en el marco de una serie de conferencias organizadas por las Cátedras "Psicoanálisis Freud I" y "Construcción de los conceptos psicoanalíticos". Es una actividad que se inició en el 2006 y que tiene el espíritu de acercar a la Universidad pública a los referentes actuales del psicoanálisis mundial. Agradecemos el auspicio de las Secretarías de Extensión, de Cultura y Bienestar Universitario y ele Orientación al Estudiante, de la Facultad de Psicología de la UBAy le agradecemos a Marie-Hélene Brousse su excelente disposición al aceptar nuestra invitación. Marie-Hélenc residente en Doctora en en el de Psicoanálisis de la UniV(órsidad de VUI, Miembro de la Asociación l\1undíal de Psicoanálisis, Analista Miembro de la Escuela dP la Causa Freudiana y de la Escuela de la Orientación Lacaníana. Nosotros contarnos en espafiol con numerosos textos suyos y con una publicación que se llama Posición sexual y fin de análisis, que muchos de ustedes han leído porque es parte de la bibliografía de una de nuestras cátedras y del curso de Maestría.
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(,UJ/,l,,Cf.J/,{)sante que les voy a contar. Además de mi de funcionaria docente la Universidad. me habían desde otra un Era dinero. a hablar a los estudiantes no les ínteresnlw nada: hablaban sin parar. Intenté y finalmente me "¿Qué dujo en HM 7 al descubrir las
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Miller, ,J. A. (2007), "Introducción a la Clínica Lacaniana. Conferencias en Espaiia", ELP.H.BA. cap. VI, Barcelona. 2007. "Popper. K. R.: Ló¡óca de la invC'stigación científica, Madrid, 'l'ecnos, 2004. 10 Jb{d., p. 38. u IbüL, pp. füJ.90. '"Kuhn. T .. La estmrtu.m de las reno/ucíonrs cirntifícns. México D. F .. Fondo de Cultura 1;;comímíca. 200H.
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positivista de las ciencias: no se trata de una acumulación lineal de los hechos, experimentos, generalizaciones empíricas y teóricas. De acuerdo a lo postulado por Kuhn, la ciencia normal se asient::i en el supuesto de que la comunidad científica sabe cómo es el mundo. Así, por ejemplo, es frecuente que la ciencia normal suprima noveda des fundamentales porque necesariamente son subversivas en lo qus resp0cta a los compromisos básicos. Así la ciencia nornrnl se extravfo una y otra vez. y cuando ello ocurre y ya no pueden obviarse por má~' tiempo las anomalías, comienzan las investigaciones extraordinarias que llevan a ctencm un nuevo conjunto de compromisos, una nueva base sobre la cual practicar la ciencia. Los extrrtordi· rmrios en los que cambios de las revoluciones cien! ífícas. Las nuevas teorías entraiian cambios en las rPglRs que rigen In Nunca se de un aííadido lo que ya se conocí.a: su asimi lación la reconstrucción ele la teoría y la reevaluación dr los hechos anteriores. un pniceso rc\'oluciunario que rara vez lleva'\ cabo una sola persona. dP un dí;ci ¡mm el otro. Kuhn en su libro La 1'8/ruc!ura rle lus reuolucíones dR cuenta de la funci{in qw.' en la investigación cifmtífica lo que dio Pn llamar Un moclP!o qur· debe tenPr hi p'1rticularidrtd de poder r;rticularse en condiciones nuevas o más riguro · sas. No se trata dP un modelo o patrón en la mera repetición. La carac terística esencial de los es que inducen diferentes taxono· La de una taxonomía científica es establecer una partición del campo en clases naturales que sean proyectables. es decir. con cuya se puedan formular leyes, siendo capaz asimismo de soportar inducciones. Por consiguiente. un sistema taxonómico es una propuesta ontológica r¡u" aspira a dividir las entidades en categorías con muchas caracterÍE'ticas comimes -unas conocidas otras por avori que ef' inducida mediante la de no de definicirmes. l'or lo t>into. es una cuestión abierta que tal propuesta segmente el campo en ·~··"'k'"" entidades con vacíos entre ellos. La de los mismos paradigmas induce no sólo un modo común de seleccionar y afrontar los problemas, sino también el u~o común do un léxico:-· una taxonomía ontológica. cuyas relaciones ínter· nas constituyen vercladoros conocimientos sintéticos a priori, que debe satisfacer el mundo p;ira que tal sistema pueda funcionar. Un paradigma ef' lo que comparten los miembros de una comunidad científica, y a la invPrsa. unn comunidad científica está constituida por un personas
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L:onstruccwn ae tos conceptos psicoanoniicos
Cuando para los científicos el paradigma deja de funcionar de manera efectiva, también cambia la naturaleza de los problemas que investigan. Sin embargo, durante el período en que el paradigma tiene éxito, la profesión resuelve problemas que sus miembros difícilmente se habrían imaginado, y que nunca se hubieran planteado sin el compromiso con el paradigma. Y al final, una parte de los logros resulta siempre permanente. El trabajo no se puede llevar a cabo de otra manera más un paradigma, y la vez abandonar un paradigma es de practicar la cíeneía que define: tales deserciones son los goznes sobre los que las revoluciones científicas. La ciencia normal no pretcimient o de cuerpo. Esta teoría la escuchaba de boca de las histéricas. pero mkm{rn estaba en el centro de su conceptualización era también su creencia en el padre como causa. Freud deja caer aq1wllo que daba ctwnta de su posición respecto de su propio padre, y es enlonces que la carta a Fliess clel 15 de octubre de 1897~ formula por primera vez su teoría del Edipo. No sólo deja de creer en la eficacia de lo acontecido sino que esta increencia nombra el atravesamiento de algo de su propio complejo paterno, en el marco de lo que se llamó su autoanálisis. Esta afectación es lo que lo lleva a formular que
S. Pino y M. A. Córdoba: 3. Síntoma-fantasía: la (nnción de la palabra... 4 7
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cuando formula su nueva teoría en donde la fantasía va al mismo lugar lógico que tenía, en la elaboración previa, la vivencia sexual. El movimiento conceptual va del trauma sexual infantil en el lugar de la causa, a las fantasías como intentos de defenderse de la propia práctica sexual, la masturbación infantil, para culminar en la fantasía como soldadura. Las fantasías ensamblan dos campos heterógenos, el de la satisfacción autoerótica y el del deseo sexual dirigido a un objeto. En realidad la pulsión sexual es al inicio independiente de ~):!jeto y se necesita de una soldadura entre ambos que está posibilita~'tr la función de la fantasía en la vida anímica. Freud hace un pasaje de la vivencia sexual infantil a la sexualidad infantil. Se define por lo infantil en la causa del síntoma y le da valor universal; la práctica sexual infantil, la actividad autoerótica mecánica, se liga en la fantasía con un deseo edípico determinando la vida sexual adulta. "Hemos pasado inadvertidamente del problema de la causación de la psiconeurosis al ele su naturaleza, pero no debe olvidarse que en las neurosis el problema etiológico no es menos complicado que en el caso de cualquier otra causación patógena". 6 Freud va a decir que el síntoma es la práctica sexual del neurótico: "Si uno se sirve de este insustituible método de indagación, se entera que los síntomas figuran la práctica sexual de los enfermos. No sólo una buena parte de la sintomatología histérica brota directamente de las exteriorizaciones de un estado de excitación sexual; no sólo de una serie de zonas erógenas se eleva la neurosis, por refuerzo de propiedades infantiles, hasta significaciones genitales: aun los síntomas más complejos se revelan como figuraciones convertidas de fantasías que tienen por contenido una situación sexual. La neurosis no trata sino de la sexualidad reprimida de los enfermos". 7
"... en· lo Inconsciente no existe un signo de realidad de suerte que no se puede distinguir la verdad de la ficción poblada con afecto". 5 Esta formulación de la realidad en tanto realidad psíquica reordena la concentualización de la causa del síntoma. "l\lis didad en la de ( J HOfí· 1906), encontramos las consecuencias epistémicas de esta operación
Freud, S. (1897), "Carta 69". En Obras Completas, Amorrortu, Vol. I, p. 301, Buenos Aires, 2003. 1 ' Freud, S. (1897), "Carta 71". En Obras Completas, Amorrortu, Vol. I, Buenos Aires, 2003. 5 Freucl, S. (1897), "Carta 69". En Obras Completas, Amorrortu, Vol. I, p. 302, Buenos Aires, 2003.
La defensa. entonces, ya no opera sobre el recuerdo de la vivencia prematura sexual y traumática sino ante la sexualidad infantil en la que la fantasía tiene un doble valor: por un lado, encubre la práctica sexual masturbatoria y, por otro, revela un deseo.
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Freud, S. (1905-1906), "Mis tesis sobre el papel ele la sexualidad en la etiología de las neurosis". En Obras Completas, Amorrortu, Vol. VII, p. 270, Buenos Aires, 1996. 7 Ídem, p. 269.
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Construcción de los conceptos psicoanalíticos
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Al entrar en contradicción con los ideales, las fantasías se reprimen Y se expresan mediante el retorno en síntomas: el síntoma como retorno de lo reprimido es, a nivel de la pulsión, la expresión ele un modo ele satisfacción y, a nivel del deseo, la expresión desfigurada de una' fantasía inconsciente. Este paradigma síntoma-fantasía se corresponde con lo que Lacan consideró el comienzo de su enseíianza. Para tal momento y en el debate con los posfreudianos se define por otorgar valor esencial a la función simbólica de la palabra en el campo del lenguaje. Se sirve ele la lingüística para formalizar en su primer retorno a Freud, lo que hace a Ja estructura del inconsciente: el inconsciente estructurado como un lenguaje. El texto que da cuenta de este inicio es "Función y campo de la palabra y d lenguaje en psicoanálisis" de 1953. Toma prevalencia la categoría de lo simbólico en sus dos vertientes, la palabra y el lenguaje, como la dimensión esencial de la experiencia analítica. Sostiene una disyunción radical entre lo imaginario y lcJ simbólico, estableciendo un primer ordenamiento que orienta la clínica. En esta vertíenrn el síntoma consecuencia ele un defecto en la simbolización, algo que no pudo ser verbalizado, que ha quedado sin pasar por la palabra. La cura analítica implica la posibilidad ele simbolizar eso que ha quedado interrumpido de la h i,;toria del sujeto. "El inconsciente es ese capítulo ele mi historia que está marcado por un blanco u ocupado por un embuste: es el capítulo censurado. Pero la verdad puede volverse a encontrar ... ". 8 La cura por simbolización es lo que permite dar significación retroactiva a lo que quedó censurado para el sujeto y que por eso mismo tiene valor traumático. Al igual que Freud, Lacan resalta el valor ele la palabra como medio de tramitar la impresión psíquica. No hay palabra sin respuesta aunque éste sea el silencio. La clave está en que tenga un oyente, éste es el meollo de su función en el análisis. Entre el analista y el analizante está la Es necesario distinguir la vacía en el campo de la palabra plena en el campo simbólico. La palabra plena apunta a la verdad del sujeto. La palabra vacía sólo circula en el eje del narcisismo, sobre ésta hay que provocar en el análisis un vaciamiento. 8
Lacan, J. (1953), "Función y campo de la palabra y del lenguaje en Psicoanálisis". Punto 1 "Palabra vacía y palabra plena en la realización psicoanalítcica del sujeto", p. 249. En Escritos I, Siglo XXI, Buenos Aires, 1991.
"El análisis debe apuntar al paso de una verdadera palabra, que reúna al sujeto con otro sujeto, del otro lado del muro del lenguaje. Es la relación con Otro verdadero que da la respuesta que no se espera" 9 La palabra verdadera es la que apunta más allá de la intención de comunicar algo, primerísimo despegue entre enunciado y enunciación. El análisis permite reescribir la historia, se trata ele pl tuar ele otra manera, reordenar las contingencias ele la vida a part lo que se produce como efecto de verdad. En relación a la historia y el lenguaje, nos situamos en la otra vertiente del campo simbólico, que corresponde a la diacronía de la estructura lingüística. Los elementos de una sintaxis adquieren valor unos respecto de los otros. Es lo que Freucl introdujo como pérdida del referente, cada elemento separado, cada significante por si solo no llama al sentido sino al sin-sentido. Es en su conjugación, articulación y combinación que decide el sentido que ha de producirse, no está escrito de antemano. El sentido no ("S preexistente, sí la estructura del lenguaje. La estructura del lenguaje preexiste a la entrada del sujeto en ella, el sujeto debe somet'.J.:eterogeneida"1:__ 1 O]
Para concluir, podemos tomar la frase de Freud: "Los síntomas son la práctica sexual de los enfermos" (Freud, S., 1905; pp. 100 y 148). Al no existir posibilidad de satisfacción plena de la pulsión en el objeto, la única posibilidad de satisfacernos es mediante el síntoma que está conformado por estos dos goces heterogéneos. Al existir un No hay estructural podemos decir que en su lugar Hay el síntoma, dando cuenta de que no hay práctica sexual que no sea sintomática.
Bibliografía Delgado, O. (2006), "Teórico 8". En www.psicoanalisisfreudl.com.ar --(2007), "Teórico 23". En www.psicoanalisisfreudJ.com.ar Freud, S. (1893-1895), Estudios sobre la histeria. En Obras Completas, Amorrortu, Vol. II, Buenos Aires, 1991. -·--(1896), "Carta 61". En Obras Completas, Vol. I, Amorrortu, Bue1998 "Manuscrito L". En Obras Completas, Vol. I, Amorrortu, Buenos Aires, 1998.
--(1
--(1897), "Carta 69". En Obras Completas, Vol. I, Amorrortu, Buenos 1998.
"Fragmento de análisis de un caso de histeria". En Obras Completas, Amorrortu, Vol. VII, Buenos Aires, 1991. --(1905), "Tres ensayos de teoría sexual". En Obras Completas, Amorrortu, Vol. VII, Buenos Aires, 1996. --(1906), "Mis tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiología de las neurosis". En Obras Completas, Amorrortu, Vol. VII, Buenos Aires, 1996. --(1908), "Las fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad". En Obras Completas, Amorrortu, Vol. IX, Buenos Aires, 1996. --(1919) "'Pegan a un niño'. Contribución al conocimiento de la génesis de las perversiones sexuales". En Obras Completas, Amorrortu, Vol. XVII, Buenos 1991.
Lacan, J. (1951), "Intervención sobre la transferencia". En Escritos I, Siglo Buenos 1991. --(1983), "Dos dimensiones clínicas: Síntoma y Fantasma". En Conferencias Porteñas, Tomo I, Paidós, Buenos Aires, 1983. --(1992), "Reflexiones sobre La envoltura formal del síntoma". En La envoltura formal del Síntoma, Manantial, Buenos Aires, 1992. --(1996) "Seminario sobre las vías de formación de los síntomas". En Introducción a la Clínica Lacaniana. Conferencias en España, Escuela Lacaniana de Psicoanálisis-RBA. BarcelonH.
1 O, Síntoma, pulsión y fantasía
Adriana Lafogiannis
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a idea de este artículo es trazar el recorrido que implica la articulación del síntoma con las fantasías. Para ello será necesario detenernos en la elaboración freudiana del pasaje del trauma como acontecimiento vivido al trauma como estructural. Es allí donde Freud intuye, gracias a lo que llama las "mentiras" de "sus histéricas", que los síntomas no están ligados a lo acontecido sino al relato de las fantasías ubicando allí el concepto de realidad psíquica. El trauma adquiere otro significados. Cuando en la carta a Fliess, Freud escríhe no creo más en mi ·neurótica"' lfül7, p. 301 ), transmite que lo relatado adquiere un valor diferente al que tenía Es interesante ubicar allí a Freud como tornado por el discur::;o histérico, y sosteniendo que lo traumático no tiEme por qué ser la escena acontecida, sino que ya puedé ker lo traumático en el mismo. A partir de aquí tenemos síntoma::; por acontecimientos de que afectan. Allí se puede pensar el cuerpo: un cuerpo afectado por el lenguaje haciéndolo existir. Las palabras no sólo tienen un significado sino que además de producir significaciones inconscientes, tienen como efecto un cuerpo afectado. A esto se lo puede llamar trauma: una palabra hace existir un modo de satisfacción. Las palabras nos dan cuerpo, por eso mismo el pensamiento falla. La fuerza constante de la pulsión busca satisfacerse y los síntomas, como dice Freud en "Mi tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiología de las neurosis" (Freud, 1906-1905), son la práctica sexüal de los neuróticos, que satisfacen sintomáticamente. Entonces, en la hipótesis auxiliar y la capacidad para formar se puede ubicar un resto económico, antecedente del concepto de pulsión. Es a partir de estas conceptualizaciones que Freud le dará un lugar privilegiado a la fantasía y a su articulación con la pulsión. ¿Qué estatuto tienen las fantasías? ¿A qué lugar vienen las fantasías para Freud? Tenemos, síntoma, fantasía y pulsión, como una tríada para pensar la realidad psíquica que encubre la práctica masturbatoria. Freud toma para dar cuenta de esto el caso de Elizabeth von R. (Freud, 1893-1895), de 24 años.
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Constmcción de los conceptos psicoanalíticos
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Elizabeth tenía un síntoma que consistía en dolores en sus piernas: caminaba mal. Freud conocía fragmentos de su historia: había muerto el padre, la madre había tenido una seria operación de ojos y una hermana había muerto tras un parto; situaciones ém las que Elizabeth había participado mucho. Freud comienza ubicando en la paciente un secreto en vez de un cuerpo extraño. Llama a esa representación aislada del conjunto, cuerpo extraiio, pero va a aclarar que esto es un error, que nadie enferma por un secreto. Hacía unos años, en un momento en que el padre enferma, ella Jo cuida noche y día y sitúa que coincidentemente había comenzado a tener esos dolores en la pierna derecha, que luego ceden. Dos años después de la muerte del padre reaparecen y ahí sí, Elizabeth se siente Pnferma. Freud cuenta la larga historia dn padecimiPn1 os y la familia, rwro justo cuando las cosas conu•nz;1 han llegaba el momPnto PXPnto (k P"lHl de disfrut l los dificultad parn caminar. A allí. d la enferma milia. El primer tiempo del tratamiento Elizabeth emp1.'ora sus síntomas se lo reprocha lo desafiaba, podemos decir. ofrecit'ndole todo tipo de resístencü1 Había salido en una oportunidad con un muchacho por el que sentía simpatía. Cuando regresa a su casa (su padre estaba ya enfermo), dirá que: "Nunca había sentido tanta calidez" (Freud, 1893-1895, p. 161), "caliente'', ya introduce algo de la sexualidad. De todos modos a Freud le rnsultan imprecisos los relatos del carácter del dolor que hacía la paciente, las palabras no le alcanzan para definirlo. Otro dato que a Freud le llama la atención es que si alguien sufre de un dolor orgánico, el gesto de la cara acomprtfia es