Conociendo El Eneagrama

September 13, 2017 | Author: yerko | Category: Enneagram Of Personality, Happiness & Self-Help, Understanding, Homo Sapiens, Love
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Descripción: Autor Maria Elena Villaseca...

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VIVIENDO EL ENEAGRAMA

RIL editores bibliodiversidad

MARÍA ELENA VILLASECA

VIVIENDO EL ENEAGRAMA Integrando la sabiduría de la vida

VIVIENDO EL ENAGRAMA, INT EGRANDO LA SABIDURÍA DE LA VIDA

P RIMERA EDICIÓN: OCT UBRE DE 2012 © M ARÍA ELENA VILLASECA, 2012 REGIST RO DE P ROP IEDAD INT ELECT UAL Nº 209.261 © RIL® EDIT ORES, 2012 LOS LEONES 2258 7511055 P ROVIDENCIA SANT IAGO DE CHILE TEL . (56-2) 2238100 RIL @RILEDIT ORES.COM • W W W .RILEDIT ORES.COM COMP OSICIÓN Y DISEÑO DE TAPA: RIL® EDIT ORES DERECHOS RESERVADOS.

Agradecimientos A mis padres que con su ejemplo, generosidad y sabiduría, hicieron germinar en mí la semilla de creer y confiar en un Ser Superior. A mis hijos que han sido mis maestros, me enseñaron a ser mamá y me siguen queriendo a pesar de mis errores y desaciertos. A mi marido, quien comparte conmigo el día a día, animándome a continuar en este camino que es parte de mi misión en la vida. A mis nietos que son la alegría de mi existencia, que con su frescura e inocencia y su amor incondicional me enseñan a vivir la esperanza de un mundo mejor. A mis alumnos y alumnas que con sus vivencias y sus aportes personales han hecho posible la creación de mis libros.

Índice de contenido Agradecimientos Prólogo Introducción Capítulo 1 Cómo llegamos a formar la personalidad o el ego Capítulo 2 Mandatos recibidos de los padres Capítulo 3 Consideraciones Capítulo 4 Los centros de energía Capítulo 5 Características de los diferentes tipos de personalidad Capítulo 6 Los tipos de personalidad y el amor Capítulo 7 Pasiones y virtudes Capítulo 8 Cómo empezar a ser más equilibrados y más sanos Capítulo 9 Rasgos y niveles de desarrollo Capítulo 10 Direcciones de desintegración y de integración Conclusión

Bibliografía

Prólogo CUANDO ESCRIBÍ Conociendo el Eneagrama, alguien me preguntó cuál consideraba yo que era el aporte de dicho libro, habiendo en el mercado tantos sobre el tema y le contesté que la idea era dar a conocer la sabiduría del Eneagrama de una forma simple, en un lenguaje entendible para poder llegar a la mayor cantidad de personas. Es por eso que en este nuevo libro, Viviendo el eneagrama, continúo con la idea original de mostrar las enseñanzas de esta disciplina, pero de una forma más experiencial, ya que lo que en él se expone son características más profundas de cada uno de los tipos básicos de personalidades, con el fin de que los lectores una vez que hayan identificado su propio personalidad, puedan conocer, asumir y aceptar sus defectos y virtudes, logrando hacerse cargo de sí mismos de aquí en adelante, disponiendo de «la llave» para ejercer libre y soberanamente lo que realmente quieren hacer con su vida. El conocimiento de tales características les servirá también para que aprendan a relacionarse mejor con las personas de su entorno y sobre todo para que descubran la misión que vinieron a cumplir a esta vida. Sí, porque cada uno de nosotros vino a esta vida a aprender lecciones y a cumplir una misión especial, que no puede cumplir nadie más. Somos seres únicos e irrepetibles y si vinimos a este mundo es porque tenemos una razón para existir. Por lo mismo, nadie «sobra ni falta en esta vida», ya que todos tenemos una misión que realizar A veces no nos es fácil apreciar el real sentido de las cosas que nos pasan, sobre todo cuando consideramos que ellas son dolorosas o nos significan algún «mal». No hay que olvidar a la sabiduría popular «no hay mal que por bien no venga». O, dicho de otro modo, nada de lo que nos pasa aquí es porque sí. Nada es casual. Todo tiene un sentido, a veces misterioso, pero que con el tiempo comprenderemos. Además que hay que dejar en claro, que aquello que nos

tocó vivir es porque de alguna manera lo necesitábamos. Gracias a ello, nuestra alma crecerá y aprenderá de esa experiencia. Es cierto que a veces no nos gusta lo que nos tocó vivir y tendemos a rebelarnos, pero debemos asumir los hechos como fueron, aceptarlos e intentar aprender de ellos. Es muy probable que salgamos fortalecidos de cualquier experiencia por muy dolorosa que esta sea. Pero no hay que olvidar que son este tipo de experiencias, las que nos hacen contactarnos con nuestra esencia y, si somos capaces de aceptarlas y trabajarlas, creceremos y lograremos ser mejores personas. San Alberto Hurtado tenía un dicho muy ad hoc que decía: «La alegría y el dolor son regalos del Señor». Es importante comprender que nada en la vida se da por «casualidad», todo lo que nos toca vivir, todas las personas que conocemos, todos los dolores que viviremos tienen un sentido. Lo que significa que por supuesto no es casualidad que estén leyendo este libro en este momento. Si esto les hace sentido, es porque estaban preparados para entenderlo. Si no, probablemente lo dejarán a un lado hasta que llegue su momento. A veces este sentido es fortalecernos para ser capaces de actuar de ahí en adelante con una visión distinta y más acertada, otras veces para acercarnos a Dios o a lo divino que vive en nosotros. Hay que considerar que todos somos seres espirituales que venimos a vivir a un mundo material y solo cuando nos conectamos con nuestra espiritualidad es cuando en el alma sentimos «ese calorcito», y nos sentimos plenos en la vida. Mientras vivimos mirando «hacia afuera», hacia el exterior, no estamos conectados con nuestro ser interior. Es por eso que, cuando buscamos la felicidad en cosas externas, estamos muy lejos de encontrarla, porque hay que comprender que para ser felices tenemos que encontrarnos con nuestra esencia y darle cabida, escucharnos interiormente. Solo así lograremos encontrar la felicidad.

Logramos conectarnos con nosotros mismos en experiencias de vida, generalmente dolorosas o en momentos de crisis, en los que nos apartamos del mundo para vivir en soledad aquello tan «terrible» que nos está pasando y que aseguramos que nadie más será capaz de entenderlo. Es ahí cuando encontramos en nuestro interior esa fuerza, que siempre estuvo ahí, y que nos permite sobreponernos al dolor y seguir adelante. Todos la tenemos, lo que pasa es que si nunca hemos experimentado algún momento de gran dolor, no sabemos que somos capaces de soportarlo. Recuerdo cuando murió mi hijo mayor Cristián de cinco años, «Tantayo» como le decíamos. Murió ahogado en una piscina. Yo nunca me imaginé que tendría la fuerza interior que me ayudó a volver a «pararme» después de tamaña caída y a querer seguir viviendo; disfrutar de nuevo de una puesta de sol, oír y disfrutar de una canción, gustar un sabor; seguir amando. Con los años a pude comprender que aquello pasó por alguna razón. Aprendí una lección que me hizo madurar y apreciar la vida como jamás hubiese podido hacerlo de no haber vivido esa experiencia. Es decir, yo no sería la que soy hoy día, probablemente no me hubiese interesado el Eneagrama, ni la espiritualidad hubiese llegado a mi vida, si no fuese por esa pena enorme que me tocó vivir y que me mostró claramente lo efímeros que somos. Creemos que tenemos el control de todas las cosas y de pronto se nos mueve todo el piso, temblamos, nos sentimos destruidos, sin esperanzas y con un dolor en el alma imposible de describir. Un poema de Antonio Machado que leí por ese tiempo y me llegó al alma dice así: Señor ya me quitaste lo que yo más quería Escucha Dios mío mi corazón clamar Se hizo Señor tu voluntad contra la mía Señor ya estamos solos mi corazón y el mar. Por eso les recuerdo que cualquiera sean las oportunidades que la vida nos entrega para crecer, hay que tomarlas; vivirlas «a concho» y preguntarse «para qué» y no «por qué a mí», como hace mucha gente. Podemos tomarlas,

vivirlas y aprender de ellas o podemos «quedarnos pegados» y lamentarnos de por vida por lo que nos tocó. La decisión es nuestra. Espero que este libro les dé las herramientas para aplicar las enseñanzas del Eneagrama que de seguro les va a cambiar la vida, como lo hizo conmigo, y los hará ser mejores personas; más capaces de amarse y aceptarse a ustedes mismos y a los que conviven con ustedes, ya que al conocerlos también a ellos, aprenderán a aceptarlos tal cual son, queriéndolos y comprendiéndolos como jamás lo hubieran pensado. No tenemos que intentar cambiar al otro, si no el cambio debe comenzar por nosotros. Si logramos algún cambio, obligatoriamente el otro se relacionará con nosotros de forma diferente. Comprendiendo que tan distintos pero a la vez tan iguales somos, se logra el entendimiento entre los seres humanos; en el fondo lo que todos buscamos en esta vida es AMOR, que nos quieran y nos acepten, y que seamos importantes para alguien. Para esto es fundamental dejar de ser y sentirnos el centro del universo, logrando una sintonía con el otro, aceptando lo que nos puede dar sin pedirle «peras al olmo», sino que aportando con nuestro respeto y nuestra comprensión . Tenemos que entender que al igual que nosotros el otro solo busca el amor que podemos darle. Ahora «manos a la obra»: a leer y tratar de comprender quiénes son, cómo son, y cuál es su comportamiento frente a los hechos que les presenta la vida, y sobre todo a aceptarse y ser benévolos con ustedes mismos, conociendo qué características de su personalidad han influido para que en su vida hayan tropezado dos o más veces «con la misma piedra». El Eneagrama puede ayudarlos a entender y enmendar rumbos buscando ser las mejores personas que pueden ser, a mejorar sus relaciones y por ende a ser más felices. Porque han de saber que lo que mostramos al mundo, o sea nuestra personalidad, en realidad es la «punta del iceberg» de lo que realmente somos. En nuestro interior contamos con una riqueza inmensa que proviene de nuestra

esencia, con una bondad a toda prueba, dado que fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios. Está en nosotros: descubrirla y comenzar a vivir una vida de verdad, con la conciencia de ser personas únicas e irrepetibles es tarea nuestra ¿Se han puesto a pensar que nunca, ni antes ni después, en toda la existencia de la vida del universo, habrá una persona igual a ustedes? Por eso mismo es que solo ustedes pueden cumplir la misión que vinieron a hacer a esta vida. Es hora de tomar conciencia de lo que esto significa y comenzar a vivir ahora y aquí la vida eterna.

Introducción PARA COMPRENDER MEJOR lo que dice este libro, es recomendable haber leído primero Conociendo el Eneagrama, que antecede a este, ya que ahí se establecen los diferentes tipos de personalidades y es muy importante saber a qué tipo de personalidad pertenece el lector. Sin embargo, incluiremos también en este libro el test de nueve trozos para que los lectores puedan situarse en su tipo de personalidad. Este segundo libro da a conocer al lector mayor número de características de cada tipo de personalidad, como asimismo la evolución de un individuo desde su niñez hasta su edad adulta y el porqué de la formación de las diferentes personalidades. De igual forma presenta la forma de relacionarse, lo que significa vivir y compartir con personas con tal o cual tipo de personalidad, e incluso cómo se desempeñan en el trabajo, las afinidades profesionales y los estilos de comunicación de cada uno de los tipos de personalidad. Hablaremos también de la pasión o el defecto estrella de cada personalidad al igual que de sus virtudes o dones principales. Por último, describiremos lo que significa ser más o menos sanos dependiendo del tipo de personalidad que corresponda y asimismo, mostraremos las Direcciones de Integración y de Desintegración de cada personalidad dentro de la circunferencia propia del Eneagrama. Se hablará de la forma que tiene cada individuo de ver el mundo y de relacionarse con él, que es común a los que pertenecen a un mismo tipo de personalidad, pero que es muy diferente a quienes pertenecen a los otros tipos. Lo curioso es que la realidad del mundo y de sus relaciones, es básicamente la misma para todos y sin embargo, cada personalidad diferente es como si tuviera anteojos de distintos colores para verla. Por supuesto, que cuando vemos las cosas desde ángulos opuestos, nos cuesta mucho entendernos, porque en las relaciones hay prejuicios de ambos lados, y solemos entender

mal lo que el otro nos dijo o de suponerle intenciones que a lo mejor nunca imaginó Entonces nos ponemos a la defensiva; necesitamos revestirnos de una coraza para no ser heridos y pasamos a relacionarnos con los demás desde la máscara, desde el personaje que representamos y no desde el corazón. Sin embargo si confiamos en que lo que el otro nos dice que está viendo, corresponde a «su verdad» y logro incorporar a lo que según yo, es «mi verdad», entre los dos formaremos una «verdad más objetiva» que terminará uniéndonos, permitiéndonos lograr un acuerdo. Para comprender al otro y para ponernos en «sus zapatos», lo que nos aporta el Eneagrama no solo nos es tremendamente útil, sino que también nos permite establecer relaciones desde la cercanía, no olvidando el hecho de que somos iguales y «remamos» juntos en este mundo para hacer de él un lugar mejor. Antes de entrar en los capítulos que describen cada uno de los tipos de personalidad, debemos comprender que no es fácil definir a qué tipo de personalidad pertenece un individuo, ya que en la práctica vemos lo que este nos quiere mostrar, ocultándonos aquello que no le parece adecuado que le avergüenza o simplemente no le gusta, porque teme ser juzgado y no quiere que lo rechacemos. O sea «vemos caras, pero no corazones». Asimismo, hay que decir que el tipo de personalidad se observa a través de la historia de vida de una persona y por tanto es probable que nos equivoquemos si solo tenemos datos recientes de sus comportamientos. Dado que la personalidad se forma en la niñez, a partir de ahí podemos determinar cuales han sido los comportamientos que muestra una persona en su trayectoria de vida y no nos equivocaremos al ubicarla en uno de los tipos de personalidad. Por la misma razón, no nos sirve ver su comportamiento ante una determinada situación sin disponer de antecedentes previos. No me cabe duda de que las personas, inconscientemente, en el fondo de su interior, saben quiénes son y cuáles son sus defectos y virtudes, pero a veces les cuesta reconocerlas porque o tienen la idea de que van a ser juzgadas o criticadas o porque les gustaría más pertenecer a otro tipo de personalidad que les parece mejor.

Hay que considerar que las actitudes que más nos muestran la personalidad de los individuos se presentan en momentos de estrés o de crisis, en los que la persona está tan complicada con lo que le está pasando que «no se cuida» y se «desparrama» sacando hacia afuera aquello que tenía tan guardado para dar una buena impresión, mostrándose tal como es. No obstante, porque creo que puede ayudar a conocer cómo se comportan los seres humanos, como un juego de una ficción, trataremos de mostrar algunos aspectos externos de los tipos de personalidad en el siguiente relato.

Una fiesta de cumpleaños Si asistiéramos a una reunión social o una fiesta de cumpleaños y quisiéramos saber las personalidades de los que allí se encuentran, deberíamos tomar en cuenta algunas cosas que pueden servirnos de base para tratar de ubicarlos en el Eneagrama. Imaginemos que estamos convidados a una fiesta de cumpleaños del jefe de la oficina y que por lo tanto deberemos asistir sin pareja, dado que no hay gran confianza ni amistad entre los asistentes. Se tratará de un encuentro formal; hay que tomar en cuenta que como se trata de una reunión con compañeros de trabajo, cada uno querrá verse bien, ser reconocido y aceptado por el resto. En la vestimenta de tipo formal debemos observar el tipo de atuendo que presenta, la combinación de colores, como asimismo su manera de comportarse socialmente y el regalo que lleva. Partamos con Rolando, el «cumpleañero». Él es un Ocho y, como tal, es el jefe. Le interesa mostrarse como una persona fuerte, que vive bien y que puede ser generoso cuando quiere. Por eso no faltará en su fiesta gran cantidad de comida, de vinos y licores dando a entender que dispone del suficiente dinero para convidarlos a todos. Es probable que se los haga notar en la fiesta en más de alguna ocasión. Como se siente orgulloso de lo que ha logrado se encargará de hacerles a los invitados un tour por la casa, incluyendo su escritorio donde exhibe los premios que ha recibido jugando tenis. Siguiendo con los invitados, Carlos, el subgerente que es un Uno, querrá que lo consideren elegante pero moderado, más bien clásico, ya que desea causar buena impresión para sentirse a la altura de las circunstancias. Por lo tanto probablemente se pondrá un terno, con una camisa impecable y zapatos lustrados. Habrá llegado de los primeros porque la puntualidad para ellos es fundamental. Traerá un regalo que no sea muy comprometedor, como un lápiz, pero que esté bien presentado en su caja. Ha venido porque quiere cumplir con lo que se debe hacer, pero no le interesa mucho la diversión y menos con gente con la cual no se siente cercano, por tanto no es muy efusivo en su forma de saludar. Tiene un trato más bien formal, por lo que se sentará dejando un

espacio, ya que para él es muy importante que nadie que él no quiera se le acerque demasiado y así mantendrá su «metro cuadrado». Isabel, la secretaria de Rolando que es una Dos, llegó tarde porque se demoró en elegir una tenida llamativa, ya que quiere ser el centro de atención, y desde que entró a la fiesta desplegó seducción hacia todos, tanto hombres como mujeres. Paralelamente a esto, tratará de mostrarse solícita y ayudadora con la dueña de casa ofreciéndose para secundarla. Traerá chocolates de regalo y al entregárselos al dueño de casa le dará un abrazo algo íntimo, considerando que entre ella y el no hay relación de amistad, solo la de una secretaria con el jefe. Pero quiere demostrarle a los demás lo importante que es ella para él. Se incorporará rápidamente a la conversación, pero siempre observando al resto de los participantes para descubrir señales de aceptación o rechazo. Felipe, gerente de marketing que es Tres recordará que viene del gimnasio y que tuvo que pasar a su casa a vestirse. Su tenida será elegante pero informal, con ropa de marca y accesorios caros para impresionar al resto. Hará gala de lo bien que le está yendo y buscará la admiración de los asistentes. Se incorporará inmediatamente a la conversación convirtiéndose en el centro de la atención. Los demás siempre lo han encontrado encantador, en especial las mujeres de la oficina por lo que se siente admirado y seguro de sí mismo. Llevará de regalo una corbata italiana de marca que compró en una tienda cara y exclusiva. Francisca, la creativa de la oficina, aunque no forma parte del staff ya que trabaja sin horario, es una Cuatro. Seguramente habrá elegido ponerse un traje de seda que muestre su elegancia, porque quiere que la vean como especial y única. Sobresaldrá por mostrarse lejana y distante, sin incorporarse de inmediato al grupo, esperando que alguien interesante se le acerque. Es probable que se dedique a escuchar la música que está puesta y que se interese por la decoración de la casa. Traerá de regalo un cinturón de cuero que muestra su buen gusto y que ella sabe que está de moda. Jaime, quien se encarga del archivo de la oficina, es un Cinco. Se nota en lo poco sociable que es, pues después de saludar tratará de inmediato de ubicarse en un rincón tratando de pasar desapercibido y donde pueda observar a sus

anchas a todos. Se habrá puesto algún traje que tenía guardado y que no es ni elegante ni de moda, pero que a él le acomoda. Incluso es probable que ni los zapatos sean los adecuados porque al Cinco no le importan esas cosas. Si tiene oportunidad tratará de inmiscuirse en el escritorio para ver los libros que tiene su jefe y que de seguro le darán información de su personalidad. Si luego de un rato no encuentra a nadie interesante con quién conversar se retirará temprano, pues no está dispuesto a perder su tiempo en reuniones sociales que siente que no le aportan nada. No trajo regalo, porque no le da importancia a esas cosas. Carolina, analista de sistemas, es una Seis. Viene de la oficina así que no pudo arreglarse mucho, pero se ve bien dentro de su vestido negro formal, de buen corte, que hace que destaquen sus accesorios que le dan un toque misterioso y elegante. Se mostrará encantadora, alegre y dispuesta a pasarlo bien y a incorporarse a lo que el grupo decida hacer. Le costó decidirse a venir pues no le gusta andar sola de noche y consiguió que la trajeran para no manejar y ya verá quién puede llevarla de vuelta. Le costó mucho elegir qué regalo traería y por fin se decidió a comprar un compact de música clásica que sabe que su jefe aprobará. Ana María trabaja en planificación y es una Siete. Llegará apurada y dispuesta a pasarlo bien y a hacer que la fiesta sea entretenida y excitante. Su vestimenta así lo demuestra ya que trae un atuendo que llama la atención porque es audaz y seguramente es de algún nuevo diseñador. Se siente muy segura de sí misma y se incorpora rápidamente, aportando alegría a la conversación. Al cumpleañero le trajo un par de botellas de buen vino caro, ya que espera que la fiesta sea muy alegre, con baile ojalá hasta la madrugada, y no quiere que falte vino, elemento tan importante para animar este tipo de veladas. Sergio, encargado de personal es un Nueve. Se presentará con una tenida informal pero elegante, con la que se siente cómodo. Ha sido el último en llegar porque tuvo que pasar a comprar un regalo a última hora, pues se había olvidado del cumpleaños. La verdad es que él en la oficina no se relaciona mucho con el resto del personal, pero no podía dejar de asistir pues era la fiesta de su jefe. Se presenta alegre y relajado y se incorpora a la conversación

principalmente escuchando lo que los demás tienen que decir y asintiendo, pero manteniéndose al margen ya que no se siente muy cómodo, sobre todo cuando en el grupo comienza una discusión. De regalo trajo un libro de aventuras que su jefe podrá leer en vacaciones. A continuación se encuentra el test del Eneagrama, que contempla nueve trozos que definen un estilo particular de personalidad. El lector debe leerlos todos y elegir tres de ellos que luego releerá dando prioridades uno, dos y tres; siendo probablemente la prioridad uno la que corresponde a su tipo de personalidad básica y las otras dos a sus alas que la complementan o los números que están en su dirección de integración o desintegración.

Test del eneagrama para conocer los tipos de personalidad

1. Particularmente doy mucho valor a la corrección y procuro vivir a la altura de esos valores. Me doy cuenta cuando las cosas están mal, cuando no están correctas y sé cómo hacer para mejorarlas. Se me considera crítico o exigente tanto conmigo mismo como con los demás. Me enorgullece pensar que si me responsabilizo de realizar algo de seguro lo haré bien. A veces siento resentimiento cuando los demás no hacen bien las cosas o cuando actúan de modo irresponsable o injusto, aunque no lo manifiesto abiertamente. Para mí el trabajo está antes que el placer y reprimo mis deseos, cuando es necesario cumplir con mis obligaciones. No me gusta que me critiquen. Odio perder el tiempo. Me cuesta demostrar mis emociones.

2. Soy sensible a los sentimientos de los demás. Sé lo que necesitan y me gusta ayudarlos. Me resulta fácil dar de mí, pero a veces quisiera decir que no porque acabo poniendo más energía en cuidar a los demás que a mí mismo. Me gusta que me consideren una persona buena y afectuosa, pero cuando no se me valora, puedo ponerme emotivo o exigente. Me gusta que la gente me necesite y a menudo acuden a mí en busca de apoyo o consejo. Las buenas relaciones significan tanto para mí que estoy dispuesto a trabajar muchísimo para conservarlas. Creo tener poca necesidad de ayuda y por lo mismo me resulta difícil pedir apoyo.

3. Ser el mejor en lo que hago es un poderoso estímulo para mí y he recibido mucho reconocimiento por mis logros. Soy muy profesional en el trabajo y tengo éxito en casi todo lo que emprendo. Me identifico

profundamente con lo que hago porque creo que la propia valía se basa en lo que uno realiza y el reconocimiento que obtiene por ello. Siempre tengo más cosas que hacer de las que es posible llevar a cabo, de modo que suelo dejar de lado los sentimientos y la reflexión sobre mí mismo para lograr mis objetivos. Me cuesta estar sentado sin hacer nada. Me impaciento con las personas que me hacen perder el tiempo. Me provoca competir con los demás para lograr algo. Creo que las apariencias son importantes.

4. Soy una persona sensible, de sentimientos muy intensos. Suelo sentirme incomprendido y solo, porque siento diferente a la mayoría de la gente. Se me critica por ser exagerado con mis sentimientos, pero creo que nadie siente tan profundamente como yo. Lo que anhelo es vivir relaciones profundas. Me cuesta valorar las relaciones del momento porque ansío lo que no puedo tener y desdeño lo que ya tengo. A veces tiendo a caer en la melancolía o la depresión. Como me cuesta demostrar lo que siento tiendo a canalizarlo en expresiones de arte, pintando, escribiendo, en la música etc... Me pregunto por qué para los demás la vida pareciera ser más fácil y aparentan mayor felicidad . No me gusta sentirme una persona común. La educación y el buen gusto son importantes para mí.

5. Yo me describiría como una persona callada y analítica que necesita más tiempo a solas que la mayoría de las personas. Normalmente prefiero observar lo que ocurre en lugar de estar metido en el medio. No me gusta que me impongan demasiadas exigencias ni que esperen que diga lo que siento. Soy muy reservado y me cuesta expresar mis emociones. Soy más capaz de conectarme con mis sentimientos cuando estoy solo y suelo disfrutar más reviviendo experiencias que viviéndolas. Casi nunca me aburro porque tengo una vida mental activa. Me gusta vivir una vida sencilla sin complicaciones. Me gusta ser lo más autosuficiente

posible. Tiendo a recibir más que a dar. Me interesa conocer y saber de todas las cosas.

6. engo una viva imaginación especialmente en lo que pueda amenazar mi T

seguridad. Por lo general soy capaz de detectar lo que podría ser peligroso o dañino y evito el peligro. Tengo gran sentido del humor. A menudo me siento atormentado por la duda en relación a las personas y a las cosas que me rodean y eso me hace ser un poco indeciso. Me es difícil ir contra lo que la autoridad dice; tiendo a seguir fielmente las normas que plantea la autoridad, sin embargo no me siento cómodo si me ofrecen ejercerla. Básicamente soy una persona moderada. Para mí ser leal al grupo es muy importante. Me gusta estar muy seguro antes de actuar, para mí la prudencia es una gran virtud.

7.

Soy

una persona optimista que disfruta hallando cosas nuevas e

interesantes para hacer. Tengo una mente muy activa con muchas ideas. Me gusta planificar los proyectos y en cambio me cuesta perseverar en trabajos repetitivos y poco gratificantes. Generalmente miro las cosas positivas de la vida y no su lado negativo. La gente dice que soy el alma de la fiesta, gozo y disfruto de la vida. Me gusta hacer que las cosas sean atractivas y tiendo a ser entusiasta acerca del futuro. A veces los demás me encuentran un poco infantil y superficial. Evito meterme en temas muy densos y creo que no es bueno estar triste por mucho tiempo. Hay que animarse y animar a los demás.

8.

Valoro muchísimo ser fuerte, sincero y confiable. Soy muy bueno para

pararme y pelear por lo que quiero. No tengo temor a enfrentar a la gente; al contrario, me parece estimulante la confrontación. No tolero a las personas débiles de carácter. No estoy dispuesto a acatar órdenes cuando no siento respeto o no estoy de

acuerdo con la persona que está al mando. Gozo del ejercicio del poder; soy agresivo y asertivo. Sé cómo hacer las cosas. Siempre estoy dispuesto a defender a mis amigos y seres queridos, sobre todo si considero que se les ha tratado injustamente. Soy muy activo y trabajólico. Es usual que se me considere un líder. Soy una persona muy aterrizada y no me interesa mucho la introspección o el autoanálisis.

9. reo que soy capaz de ver todos los puntos de vista con bastante facilidad, C

lo que me hace ser un buen mediador. A veces puedo parecer indeciso porque veo y analizo las ventajas y desventajas de todos los lados. Evito los conflictos y soy capaz de ceder mucho con tal de que haya armonía. Se me considera una persona fácil, complaciente y agradable; debo tener motivos muy serios para exponer mi enfado abiertamente a alguien. Casi siempre estoy tranquilo y en paz. La mayoría de las cosas en la vida no son tan importantes como para disgustarse. Me encanta tener tiempo para no hacer nada. No hay nada tan urgente que no pueda esperar hasta mañana. Generalmente no me entusiasmo mucho con las cosas. Me gusta que la vida sea agradable y armoniosa y que los demás me acepten.

Capítulo 1

Cómo llegamos a formar la personalidad o el ego T ODOS LOS SERES HUMANOS estamos compuestos de esencia y de personalidad. Nacemos con la esencia y la usamos en nuestra primera infancia, hasta los 5 o 6 años, pero luego la vamos dejando atrás para dar cabida a la personalidad o el ego que es lo que nos permite relacionarnos con los demás y acomodarnos a las diferentes situaciones de la vida. O sea desarrollamos la personalidad según las exigencias del entorno en que nos tocó vivir, en desmedro de la esencia que queda en nuestro interior. Como hemos dicho anteriormente la personalidad es producto de; a) «Un componente genético que viene inscrito en nuestro ADN que se refiere más bien al tono vital del cual emerge el comportamiento que utilizaremos para hacer frente a los distintos hechos de la vida, que algunos denominan el temperamento» (Karen Horney). Este puede ser del tipo agresivo, «buscador de vida», o del tipo complaciente, que sale «al encuentro de los demás» y se adapta a lo que los otros quieren de él, o por último del la persona retraída que toma distancia de todos y se aísla. b) «El entorno o medio ambiente en el que nos desarrollamos los primeros años de vida, tiempo en el cual interiorizamos formas y estrategias adaptativas o corazas de protección contra la hostilidad que encontramos en el mundo, desarrollando la máscara (el ego) que utilizaremos a partir de ahí en adelante y por toda la vida» (Karen Horney). El tipo de personalidad trae incluido una serie de comportamientos y reacciones automáticas que aprendemos a utilizar y que nos servirán para comportarnos de una manera adecuada, sensata y predecible en la vida.

Estos comportamientos predecibles y adecuados son los que estudia la disciplina del Eneagrama, entre otras cosas y le permiten describir tan acertadamente cada tipo de personalidad. Cuando de pequeños formamos nuestra personalidad, se debió a que sentimos de alguna forma que somos seres «carentes de amor». Esto comienza ya con el nacimiento, pues el bebé en ese momento siente por primera vez lo que se denomina «la solitariedad», o mejor dicho, el hecho de estar solo frente a algo tan traumático como el nacimiento. A partir de ese momento, el niño que viene al mundo casi totalmente en esencia (dado que somos seres espirituales que venimos a un mundo material), comienza a sentir, hambre, frío, miedos, angustias etc.., que no pueden ser satisfechas por los padres, pues estos ya no se comunican desde su esencia sino desde su ego, y ya que la esencia y el ego son opuestos, es comprensible que «no se entiendan» pues «hablan diferentes idiomas.» Además el bebé no tiene capacidad de analizar la realidad y, puede por lo mismo, sentirse «abandonado» por la madre, cuando esta solo fue al baño, o incluso cuando va a prepararle su mamadera. El niño no sabe que volverá y solo es capaz de sentir que lo dejaron solo. Vivir desde la esencia hace al ser humano vulnerable, dado que esta realidad en la que vivimos, hace tiempo dejó de interesarse o de preocuparse por la esencia y en cambio refuerza todo lo que el ego o la personalidad nos dice. El ego nos convence de que somos seres separados y que debemos competir unos con otros y defendernos tanto del medio ambiente como de los otros seres humanos. El otro podría quitarme el amor de mamá (en el caso de los hermanos) o el cariño de los más cercanos: o aquello que considero mío, que me regalaron y que el otro también lo quiere para sí. Es debido a esto que todos los seres humanos ven el mundo como hostil y sienten que tienen que protegerse y adaptarse y la única forma que tienen a su alcance es la de disfrazarse para «gustar» y ser «aprobados» por los demás; motivo por el cual «fabrican» una máscara o ego con la cual se sienten seguros para comunicarse y relacionarse con el resto.

Los padres son los primeros en relacionarse con los hijos y son los que mayoritariamente contribuyen a la formación de la personalidad, al reforzar ciertas conductas y entregar mandatos de lo que «se debe o no se debe hacer», de lo que es aceptable y de lo que significa ser «buenitos» para ser aceptados y sobre todo queridos. A medida que vamos creciendo y en especial, antes de que cumplamos seis años, ya tendremos incorporada las estructura del tipo de personalidad básica a la que perteneceremos, desde la cual nos relacionaremos con el mundo y con las demás personas. Pero ojo, ya que todos los seres humanos, como hemos dicho anteriormente, aunque tenemos características comunes con aquellos con los que compartimos el mismo tipo de personalidad no quita que seamos seres únicos e irrepetibles y aportamos a nuestra personalidad algunos rasgos muy personales, producto de nuestras experiencias y de nuestra historia de vida, que en alguna medida nos hacen diferentes y especiales o únicos. Es como que le ponemos un «sello personal y único» al tipo de personalidad que tenemos. Esto hace que a veces comparando a dos personas que pertenecen a un mismo tipo de personalidad por ejemplo, nos demos cuenta que aunque reaccionan de forma similar ante hechos concretos de la realidad, cada uno pone algo de su «propia cosecha» a la situación dándole su propio sentido Lo que sí queda claro, es que observando a cada individuo en su típica forma de actuar, veremos características que concuerdan en gran medida con tal o cual tipo de personalidad. El siguiente es un extracto de un texto que encontré por ahí, probablemente de origen anónimo que nos explica muy bien lo que es nuestra personalidad o Ego: Por favor, escucha lo que no estoy diciendo. No te engañes conmigo ni con mi cara porque llevo una máscara, o mejor dicho un montón de máscaras que no me atrevo a sacarme y ninguna de ellas soy yo. Doy la impresión de ser seguro, de que todo es serenidad en mí tanto por dentro como por fuera, que confianza es mi nombre, que no necesito a nadie, pero no me creas; por favor no me creas. Mi exterior puede parecer tranquilo, pero ese es mi máscara, mi ser siempre sonriendo y encubriendo a mi verdadero Yo, en confusión, en temor, en soledad lo escondo porque no quiero

que nadie más lo conozca, porque me da pánico pensar que mi debilidad y mi vulnerabilidad puedan ser descubiertas. Es por eso que utilizo esta máscara tras la cual me puedo esconder, esta fachada que me ayuda a simular y me protege de la mirada conocedora. Pero esa mirada es precisamente mi salvación, mi única salvación. Y lo sé. Sé que esa mirada llena de aceptación que me mira con amor, es la única que puede liberarme de mí mismo, de mi propia auto edificada prisión. Es la única que puede asegurarme que realmente tengo valor Pero todo esto no te lo digo. No me atrevo. Tengo miedo de que pienses mal de mí, que te rías y tu risa me mataría. Temo que si me mostrara pudieses darte cuenta que dentro de mi no hay nada que valga la pena y me rechaces. Te converso en términos de una charla superficial. Te cuento todo lo que en realidad no es nada y nada de lo que es verdadero, de lo que grita dentro de mí. Por favor escúchame y trata de oír lo que no te estoy diciendo; lo que me gustaría poderte decir, lo que para sobrevivir necesito decir, pero que no puedo decir. Me disgusta ocultarme; honestamente me disgusta este juego superficial: me gustaría ser genuino y espontáneo, ser mí mismo, pero tienes que ayudarme. Tienes que tenderme tu mano aunque eso sea lo último que parezca querer o necesitar. Solo tú puedes sacar de mis ojos esa vacía mirada de agonía. Cada vez que eres amable, gentil y estimulante, cada vez que tratas de entenderme, porque realmente te importo, a mi corazón le empiezan a crecer alas, muy pequeñas y débiles, pero alas al fin. Con tu sensibilidad y empatía puedes infundir vida dentro de mí. Quiero que lo sepas. Quiero que sepas cuán importante eres para mí; como tú puedes ser el cocreador de la persona que hay en mí. Solo tú puedes echar abajo el muro que he edificado, solo tú puedes remover mi máscara; solo tú puedes sacarme de esta mi solitaria prisión. Así que no me dejes de lado. Por favor no me dejes de lado. No te será fácil. Las barreras que he edificado no te dejarán acercarte. Mientras más lo intentes, más ofuscado retrocederé. Es irracional, pero desconfía de lo que los libros dicen sobre el hombre. Yo soy irracional. Lucho contra lo que justamente proclamo; pero me han dicho que el amor es más poderoso que todas las barreras y en eso reside mi esperanza. Por favor trata de echar abajo estas barreras con manos firmes, pero amables, porque las criaturas somos muy sensibles y en el fondo soy una criatura necesitada de tu amor. ¿Quién soy?, te preguntarás. Soy alguien que conoces muy bien. Soy cada hombre o cada mujer que tú conoces.

Capítulo 2

Mandatos recibidos de los padres ES IMPORTANTE DESTACAR que aún cuando los padres puedan dar los mimos mandatos a todos sus hijos, todos ellos tendrán diferentes tipos de personalidad. Cabe destacar que estos mandatos no son entregados por los padres de forma textual ni explícita, más bien son mensajes que van directo al inconsciente de los niños. Dicho de otra forma, los seres humanos actuamos de tal o cual manera de forma prácticamente automática, sin pensarlo. Creemos que esae es el modo en que hay que hacer las cosas y no se nos ocurre siquiera explorar el porqué nos comportamos como lo hacemos. Esto se debe a que es el niño el que «hace click» con un mandato y no con otro. A veces esto es muy notorio ya que uno puede escuchar a hermanos que se refieren a sus padres de forma tan diferente, que no parece que hubiesen sido criados en la misma casa y por la mismas personas, y esto es porque los seres humanos vemos y oímos lo que queremos ver y escuchar y hay algunos mandatos o mensajes que «pasaremos por alto» o que bloquearemos, según lo que necesitemos. Volviendo a los mandatos inconscientes que recibimos de nuestros padres o sustitutos paternos basados en La Sabiduría del Eneagrama de R. Riso y R. Hudson, podemos inferir:

1. El mandato que recibe el 1 de sus padres es «no hay que cometer errores», debes ser mejor, siempre mejor, lo que para el niño se traduce en que si debe mejorar, es porque no es «bueno» como es, debe tener «algo malo o equivocado». Probablemente este niño, que tomó las características de personalidad del tipo 1 se sintió exigido o criticado cuando pequeño y como es natural, se dijo a

sí mismo: si soy tan criticado y exigido, es porque no soy bueno, no hago las cosas bien, y basó su estructura de personalidad en intentar mejorar siempre. Y como los seres humanos nos vamos a los extremos, esta exigencia se generalizó en que no solo voy a tener que mejorar yo, sino también tratar de mejorar mi entorno, para lo cual debo corregir a los otros para que también hagan lo correcto. Así el 1 vivirá pendiente de lo que hay que mejorar y entonces se volverá meticuloso, detallista, ordenado y estructurado. Esto además le provoca una rabia interior que el Uno intenta ocultar porque no se ve bien ser rabioso.

2. El mandato que recibe el 2 es que «está mal necesitar» y buscar ayuda, al contrario, hay que ayudar, ser servicial para ser querido y se esmera en ofrecer su ayuda mientras sus padres lo felicitan por ser tan buenito. De nuevo yéndose al extremo, la estructura de personalidad del 2 se fija en que hay que ayudar, y no pedir ayuda, porque esto significa que «tengo mucho para dar» y son los otros los «necesitados». Yo estoy del lado de los que dan y no de los que necesitan, lo que oculta el orgullo interior. El problema está en que cuando no tengo a nadie que me necesite, entonces no soy valioso, porque seré querido en la medida que sea ayudador y generoso. Asimismo, me considero más valioso cuando doy y menos valioso cuando pido ayuda. Ese es el drama de los 2 porque sienten que no son «nadie» si no tienen a quién ayudar. Esto también conlleva a «depender» de que los demás me «quieran» y me consideren «bueno». Entonces, no puedo dejar de ayudar y aún más, no quiero que los demás se independicen porque entonces no van a necesitar mi ayuda.

3. El 3 recibe el mandato «no se debe fracasar», se debe ser eficiente, inteligente y brillar para que lo acepten, lo quieran y lo admiren y busca agradar formando una imagen que sea triunfadora y exitosa. Aparentemente los 3 son personas seguras de sí mismas y exitosas y aparecen como «modelos» a seguir para los otros, porque se manejan muy bien y de

forma muy segura en la vida. Pero en el trasfondo esa es la imagen que «presentan» al mundo y que tienen que mantener a toda costa, aun cuando en su interior se sientan tristes o inseguros. Es como andar por la vida con «una bandeja de huevos» temiendo en cualquier momento que se le caigan, lo que para su imagen sería desastroso. Pero si soy esa imagen tan triunfadora y a veces me siento mal conmigo mismo, ¿quién soy en realidad? Me siento prisionero de esa imagen y no puedo ser realmente yo y «caerme» como todo el mundo, pues ¿Cómo podrían admirarme y aplaudirme los demás si me muestro tal cual soy? Además, que desconfío de quienes dicen amarme porque es a mi imagen a quién aman. Si me conocieran interiormente probablemente dejarían de amarme.

4. El 4 recibe el mandato de que «no es bueno ser igual a los otros», debe ser diferente, distinto, debe ser «oveja negra» y solo así podrá ganarse el aprecio de los demás. No debe adaptarse al mundo, por el contrario debe ir «contra el sistema». El 4 ve a los demás como exitosos y felices, en cambio él siempre tiene algún problema que no lo deja ser feliz. Ve al mundo como injusto pues siente que a él le «debe». Vive comparándose con los otros y siempre «sale mal parado»; los demás tienen más que yo. Pero los demás están dispuestos a adaptarse al sistema a manejarse dentro de lo establecido, a trabajar con disciplina y bueno, esto trae recompensas como el éxito y el bienestar, en cambio el 4 se resiste a la disciplina, a que lo «encasillen» y lo hagan trabajar cumpliendo horario o exigiéndole cumplimiento. El es bohemio, artista y creativo que vive a su ritmo y cuando quiere hacerlo, y no está «ni ahí» con ser como los demás.

5. El 5 recibe el mandato: «no te sientas a gusto en el mundo» ya que esto solo te traerá problemas. No dependas de los demás, vive desde tu intelecto y solo así te sentirás seguro. Hay que adquirir la mayor cantidad de conocimientos posible para defenderse de este mundo hostil.

Esto hace que el 5 considere que no tiene «cabida» en el mundo, que no es capaz de relacionarse con los demás de la forma en que todos lo hacen. Se siente aislado y temeroso de no saber manejarse en las relaciones. Sobre todo, le asusta todo lo que tiene que ver con los sentimientos o con lo afectivo. Entonces se dice a sí mismo que la única manera de ser feliz es aislándose y metiéndose en su cabeza, donde es el solo y donde por fin se siente seguro y a gusto.

6. El 6 recibe el mandato «no confíes en ti mismo» y ten cuidado con los demás pues los seres humanos no son confiables. Si quieres sentirte seguro en el mundo, pertenece a un grupo. La estructura de personalidad del 6 se basa en los miedos que este tipo de personalidad siente y que «manejan» todas sus relaciones. Principalmente el miedo a equivocarse, a no ser capaz, a ser traicionado o a que los demás se aprovechen de él. Esto lo hace tener dudas y ser indeciso y desconfiado tanto de el como de los demás. Sin embargo es dependiente de un grupo de personas a quienes considera «de los suyos» y a quienes debe lealtad para que lo protejan y lo acompañen en las situaciones de la vida.

7. El mandato que recibe el 7 es «no dependas de nadie». Arréglatelas solo en la vida y trata de ser feliz siempre. No muestres tus dolores ni tus penas, porque a los demás no les interesan. Debido a esto el 7 es muy independiente; tanto así que es disperso, le cuesta comprometerse, no acepta la disciplina, ni la rutina y siente que solo cuenta con su capacidad para manejarse bien en la vida y ser feliz. Para lograr esto el 7 siempre estará gratificándose y evitando los procesos dolorosos. Asimismo, evadirá aquellas cosas que lo complican o que lo hacen tener que profundizar en su alma. Se volverá una persona »light», entretenida, optimista y que busca el placer y la diversión en la vida. Pero ojo, ya que nadie puede ser realmente feliz si vive la vida solo desde lo placentero. Esa no es la realidad, los dolores son parte de la vida, nos

hacen crecer y madurar y evadirlos solo llevará a la persona a sentirse vacía y a estar en una continua búsqueda que llene su alma.

8. El 8 recibe el mandato «no te muestres débil», no hay que ser vulnerable, ni sensible porque en este mundo lo que vale es el poder, el estar por encima de los demás y ser más fuerte y más valiente. Su estructura de personalidad está fija en que hay que defenderse de los otros y lograr tener poder y ojalá también dinero, para no tener que depender de nadie. Para lograr esto el 8 debe «atreverse», debe ser avasallador y confrontador y no «amilanarse» ante nada, ni nadie. Debe mostrarse siempre fuerte, por sobre los demás y solo así logrará lo que se ha propuesto en la vida, aunque esto le signifique correr riesgos; vivir al límite de lo legal y probablemente «dejar muertos» en el camino, por lo que el 8 no sentirá ningún tipo de culpa. «Esto lo hará ser temido, pero no querido».

9. El mandato que recibió el 9 es «no está bien hacerse valer». Acomódate a los demás y no causes problemas. Se buenito, no crees conflictos. Es por eso que los 9 andan como dormidos por la vida, dejándose llevar, esperando que los demás se hagan cargo de su vida. Piensan que si muestran lo que desean podría causar algún conflicto con los otros y prefieren «hipotecarse» para que haya armonía. Pero ojo, nadie puede vivir toda una vida sin tomar decisiones, sin atreverse y adaptándose a todo lo que los demás quieren. Eso no puede hacer feliz a nadie.

Capítulo 3

Consideraciones HAY QUE CONSIDERAR que nadie concuerda en un 100% con las características descritas para su grupo de personalidad; pero probablemente posee la gran mayoría de ellas. También es necesario recordar que cada tipo de personalidad tiene dos alas que son aquellos números adyacentes a él en la circunferencia del Eneagrama y que de alguna forma le influyen, aportando rasgos que complementan y suavizan algunas de sus características. El ala es el segundo tipo de su personalidad y puede producir que la personalidad básica se vea influenciada por esta en los diferentes momentos de la vida. Por ejemplo el 1 tiene ala nueve y ala dos, y puede ser que a lo mejor en su adolescencia estaba más cercano al ala dos y luego en su adultez se acercó más a su ala nueve. O que en su trabajo sea un 1 con ala nueve y en su familia y en su vida social se comporte más cercano a su ala dos. Asimismo dentro de la personalidad hay dos direcciones; la primera es la dirección de desintegración, que es aquella en que la persona se deja llevar por lo que siempre ha hecho sin intentar conocerse ni mejorar, sino al contrario sigue por el camino conocido, aunque ello le provoque los mismos problemas y los mismos dolores sin hacer nada para cambiarlo. Y la segunda es la dirección de integración que es justamente lo contrario, o sea es aquella actitud en la que la persona decide conocerse y trabajarse, logrando cambios profundos dentro de su personalidad que la llevaran a ser más feliz, más equilibrada y más realizada. Por las razones antes descritas es claro que la personalidad en el Eneagrama no es fija, sino que puede desarrollarse hacia un lado y enfermarse hacia el otro, lo mismo que puede moverse dentro de la influencia de las alas según sea lo que necesite para lograr un equilibrio. Así hay textos que se refieren a que

el Eneagrama es como un mapa de la personalidad que siempre está en movimiento y por tanto no es fácil determinar el tipo de personalidad si uno no cuenta con los mayores antecedentes posibles. Lo que hay que dejar muy en claro, es que como dice el refrán «el que nace chicharra muere cantando», ;es decir, solo pertenecemos a un tipo de personalidad básica, y esta no cambia aun cuando esté influenciada por cualquiera de sus alas o se encuentre viajando hacia su desintegración o hacia su integración, y que especialmente en situaciones de crisis o de estrés, aflorarán las características más típicas y más extremas de su tipo de personalidad básica. Lo otro que es importante entender es que el ser humano «reacciona» frente a las situaciones en concordancia con situaciones parecidas del pasado, o sea cargadas con su propia historia, y lo que tiene que hacer es vivir en el presente teniendo en cuenta que su situación actual, aunque puede ser de muchas formas similar a la del pasado, nunca será igual. Por ejemplo, en una relación, ante una determinada situación, debemos comprender que la persona que ahora tenemos al frente, no es la misma que la del pasado; el momento que estamos viviendo es otro y yo también he cambiado , es probable que hoy cuente con más herramientas para afrontar esta situación que ayer; por eso, lo que debemos hacer frente a cualquier situación nueva, no es «reaccionar» como lo hice en el pasado, sino observar, escuchar, comprender y dar una respuesta nueva como individuo pensante y emocional ante esta «nueva situación». Este libro les mostrará características más intimas de su personalidad, que hacen que se sientan anclados en un vivir «de mentira» para agradar a los demás, o para que los consideren y sobre todo para que los quieran. Los encaminará en su búsqueda interior para conocer de donde proceden sus reacciones. Esperamos que esto les ayude a cambiar todo aquello que no los hace feliz, todo aquello que no es parte de su ser interior, sino de una fabricación externa y que se descubran por fin como seres humanos espirituales en un mundo material; seres que pueden lograr ser íntegros, llenos de amor hacia sí mismos y hacia los demás y capaces de aportar todo lo suyo a la humanidad.

Cabe destacar que es posible que cuando el lector se interiorice de las características de su tipo de personalidad, haya algunas de ellas que no le gusten y que no reconozca, lo que puede dificultar la identificación. Sin embargo debo decir que no porque no los queramos poseer quiere decir que no los tengamos, pero los negamos y escondemos porque tememos ser juzgados por los demás. Así también puede ser que al leer todas las personalidades alguna nos parezca más atractiva y nos confundamos y queramos pertenecer a ella y no a la que realmente somos. Esto puede pasar cuando uno lee los nueve trozos del test para conocer la propia personalidad y elige aquellos de cómo le gustaría ser y no los que corresponden a lo que uno en verdad es. Por eso insisto en que debemos ser muy honestos con nosotros mismos y tratar de ser lo más objetivos posibles para determinar cuáles son nuestros principales rasgos y a cual personalidad pertenecemos. Hay que tomar en cuenta Por último debo decirles que hay algunos tipos de personalidades como el 6 y el 9 a los cuales les cuesta más identificarse. Esto lo noto muy corrientemente en mis talleres, en que las (los) que pertenecen a esos tipos de personalidad se dan vuelta entre una y otra personalidad y se sienten perdidos porque consideran que tienen un poco de todos los tipos. Esto se debe en el caso del 6 (que es la más compleja de todas las personalidades del Eneagrama) a que dentro de su estructura de personalidad hay por lo menos dos identidades opuestas (fóbica y contrafóbica) y como pueden pasar de una a otra en diferentes momentos de su vida, no les es fácil reconocerse. Por ejemplo pueden ser miedosos normalmente y volverse muy valientes en determinados momentos. Asimismo, debo decirles que así como los 1 tienen un pepe grillo en su cabeza que siempre los está exigiendo; los 6 tienen un comité dentro de su cabeza que les dice cosas distintas, lo que les provoca muchas de las dudas e incertidumbre que manifiestan. En el caso de los 9 el problema se presenta porque estos viven la vida a través de otras personas. Normalmente dejan que los otros tomen las decisiones por ellos y entonces, puede que les ocurra que como no se lo han planteado, no sepan quiénes son y qué es lo que quieren de la vida.

Por último les quiero decir que lo primero que hay que hacer para poder cambiar las cosas que nos hacen daño o que no nos permiten ser lo que en esencia somos, o sea aquellas que nos alimentan el ego, es conocerlas, luego reconocerlas y asumirlas, para después aceptarlas y cambiarlas. Cuando las reconocemos en nosotros ya estamos avanzando, ya que nos identificamos como una persona a la que le ocurren ciertas cosas ante diversas situaciones. Para comprender mejor entender pondremos un ejemplo. Los individuos del tipo de personalidad Uno o perfeccionistas, tienen una reacción de rabia que se dará siempre de igual forma, ante una situación que no dominan y que les gatilla en el interior que no son tan buenos como quisieran, y asimismo, reaccionarán a esa rabia escondiéndola, porque dentro de su tipo de personalidad la rabia es mala y los que quieren ser perfectos no pueden demostrar rabia. Así, en vez de enojarse tratarán de mostrarse simpáticos, pero sin desearlo se volverán irónicos o sarcásticos. Cuando nos «damos cuenta» que ante ciertas situaciones reaccionamos con rabia pero la disfrazamos, entonces estamos asumiéndola y por tanto si queremos cambiar esa acción-reacción debemos saber cuál es el mecanismo que nos hace actuar de esa manera. Para eso es fundamental mirarnos hacia el interior, descubrirnos y aceptar que no somos esa persona que mostramos a los demás, que dentro de nosotros hay miedos, carencias, penas, angustias y la sensación de no ser amados, por lo que nos hemos visto obligados a ponernos una careta para que los demás no descubran lo que muy interiormente guardamos. Ahora bien, cuando ya nos hemos aceptado, siendo muy honestos con nosotros mismos, es cuando podemos comenzar a cambiar, desde adentro hacia afuera, desde todo lo que no somos, sino que representamos, hacia lo que verdaderamente somos. Y eso sin duda traerá un cambio en nuestra actitud hacia el mundo, hacia los demás y por ende mejorará nuestras relaciones y seremos indudablemente más felices. Esto lo he notado en todos los años que llevo efectuando talleres de Eneagrama, en los que en principio las personas llegan muy defendidas, representando un personaje y al poco tiempo, cuando empiezan a tomar

conciencia, «a darse cuenta», de todas aquellas características que les hacen daño y que no los dejan relacionarse de buena forma con los demás, comienzan a suavizar sus rasgos y se hacen mucho más asequibles y por tanto más humanos. El estudio del Eneagrama en un grupo los hace conocerse mejor a sí mismos y conocer también la mentalidad de los demás, lo que cambia el switch de la relación, volviéndola más verdadera y por la misma razón, mejor. Hay que destacar que los seres humanos nos defendemos porque siempre estamos considerando que nos pueden herir, pero cuando en el grupo se empieza a producir una identidad de grupo en que los participantes son aceptados y queridos como son, se produce el cambio. La persona que antes se defendía y no se mostraba, hoy sintiéndose aceptada y querida se atreve a mostrarse y a reconocer sus debilidades y ese es el primer paso para empezar a crecer. Asimismo, cabe destacar que para conocer nuestro tipo de personalidad o el de los demás, uno debe comenzar por preguntarse si el individuo en sus reacciones automáticas es visceral, o sea actúa impulsivamente, si utiliza el corazón, o sea sus sentimientos o reacciona desde la cabeza, o sea es intelectual o racional. Los tipos de personalidad que son impulsivos y están relacionados con las vísceras son los 8, 9, 1. Los tipos de personalidad que están relacionados con su corazón, que son sentimentales son los 2, 3, 4 y los tipos de personalidad que están relacionados con su cabeza o sea son más bien intelectuales o racionales son los 5, 6, 7. También ayuda observar si la persona frente a los desafíos de la vida es complaciente y sumisa como los (1-2-6) agresiva e impulsiva como los (3-78) o se comporta volcándose hacia su interior, retrayéndose como los (4-5-9). Esto lo veremos más claramente en el próximo capítulo cuando conozcamos los centros de energía.

Capítulo 4

Los centros de energía COMO HEMOS DICHO en el libro Conociendo el Eneagrama existen tres centros de energía dentro de cada persona: el centro visceral, el centro emocional y el centro mental. Una de ellas se desarrollará especialmente durante la infancia dando inicio a la formación de su personalidad. Los 8, 9 y 1 darán mayor importancia al instinto de conservación, mostrando reacciones viscerales, o sea se comportarán principalmente desde sus vísceras, desde las entrañas, lo que conlleva que sus decisiones sean más bien impetuosas, inmediatas, poco analizadas y teñidas con rabia. Los 2, 3 y 4 desarrollarán más su centro emocional dando mayor relevancia a sus reacciones desde el corazón, y preocupándose de su imagen, lo que conlleva que sus decisiones sean más bien «sentidas» y cargadas con angustia. Por último los 5, 6 y 7 desarrollarán más su centro intelectual, preocupándose de una visión global de las cosas, lo que conlleva que sus decisiones sean analíticas y racionales, pero cargadas de miedos. Cabe destacar también que adentro de estos tres centros y en cada uno de ellos, habrá un tipo de personalidad a la que llamaremos bloqueadora de la energía de su propio centro. Habrá también uno de ellos que tienda a sacar su energía hacia afuera y el otro tenderá a guardarla dentro de sí mismo, con todas las consecuencias que estas reacciones implican en la formación de la personalidad. Sacan hacia afuera Bloquean llevan hacia adentro VISCERALES (actúan impulsivamente) Energía de las vísceras-rabia EMOCIONALES (actúan sintiendo ) Energía del corazón-angustia CEREBRALES

8

9

1

2

3

4

(actúan pensando) Energía de la cabeza-miedos

5

6

7

Para mejor explicar esto, diré que entre los viscerales se encuentran los tipos de personalidades 8, 9 y 1, siendo los 9 los bloqueadores de su energía visceral y por lo, tanto bloqueadores de la rabia. Por eso no es raro que los 9 sean personas pacíficas y acomodaticias, que no demuestran su rabia y que además no toman decisiones de con respecto al curso de vida, alejándose de lo que su centro visceral les indica.. Por otro lado, los 8 serán aquellos que actúen exageradamente desde sus vísceras, sacando su rabia hacia afuera, , lo que hace que se comporten avasalladoramente, y son confrontadores, demostrando su rabia en todo momento. Los 1 serán aquellos que aunque son viscerales y sienten rabia, la guardan dentro de sí y lo que los hace tener un comportamiento reprimido y poco espontáneo. Entre los emocionales se encuentran los tipos de personalidades 2, 3 y 4. Los 3 se caracterizan por ser bloqueadores de la energía del corazón, mostrando una gran seguridad en sí mismos, pero a la vez siendo calculadores y competitivos, demostrando no tener angustia, escondiendo lo que sienten ya que no se puede rendir tan eficientemente en la vida si uno es dominado por lo que siente. Por otro lado, los 2 son aquellos que «sacan» sus emociones hacia afuera, hacia los demás. De esta forma pueden contrarrestar la angustia de no sentirse queridos y buscan ser apreciados por los otros, a quienes ayudan. Y los 4 son aquellos que esconden su angustia y sentimientos, ocultándose adentro de sí mismos para vivir intensamente lo que sienten. Por último entre los intelectuales se encuentran los tipos de personalidades 5, 6 y 7 que tienen en común diversos miedos y que se comportan de la siguiente forma. Los 6 son bloqueadores de su centro, de su cabeza y viven su intelectualidad desde la incertidumbre y las dudas y terminan inmovilizados por sus miedos .

Los 7 vuelcan sacan su energía hacia el exterior interior, realizando imaginando cosas que los gratifican, por lo que mantienen un estilo de vida placentero, donde no está existe todo aquello que pudiera provocarles dolor. Finalmente, los 5 se vuelcan hacia su interior y utilizan su mente en demasía para adquirir más y más conocimientos de los libros o textos, para sí mismos, que les permita y para enfrentar el mundo que consideran hostil, y con ello sentirse sintiéndose más seguros evitando los miedos que este les provoca.

Capítulo 5

Características de los diferentes tipos de personalidad • El tipo de personalidad uno (el/ la perfeccionista) Pertenecen a los tipos de personalidad viscerales en los que prima el instinto de conservación y como están «parados» frente al mundo. Todo gira alrededor de la protección del propio territorio. Vienen al mundo «cargados con una mochila» de rabia, la que se esfuerzan por controlar y reprimir, para que los otros no lo noten. Es posible que sientan que siempre han sido más serios, responsables, ordenados, honestos y dispuestos a dar lo máximo de sí que la mayoría de los mortales, pero que sin embargo no han sido reconocidos por ello. Sienten que nadie los aplaude por mucho que hagan bien lo que se debe hacer. Es como si los demás, ni siquiera se dieran cuenta de los esfuerzos que los 1 hacen por ser mejores personas. Probablemente piensan que el mundo sería mejor si todos intentaran superarse, pero los demás ni siquiera lo intentan. Por lo mismo, son idealistas,sinceros, mantienen sus promesas, son organizados y prácticos De niños ya eran responsables, y se tomaban la vida muy en serio. A lo mejor eran los mayores en su familia y tuvieron que dar el ejemplo a los otros, mostrarles el camino a seguir. Por tanto les exigieron más que a ellos. Seguramente había alguien en su familia, probablemente su padre, que era muy exigente y a quién temían, por lo que siempre intentaban complacerlo. Nunca, ni ahora de adultos, han podido liberarse de esa exigencia que comenzó en la niñez con su padre o con alguna sustituta figura paterna, y que ahora sienten «dentro de su cabeza», que no los deja relajarse y al contrario siempre les exige ser mejores, mejores y mejores. Es por eso que los 1 son sus críticos más severos.

Nunca se les puede dar en el gusto porque la misma exigencia que tienen consigo, también la tienen con los demás y cualquier pequeño error, no es aceptable. De seguro esa voz interna, autoexigente, a la que llamaremos «Pepe grillo», no los deja tranquilos, porque siempre los hace sentir que no «dan la talla» que no son capaces de cumplir y por lo tanto no son «buenos»; que hay mucho que mejorar en ellos y que deben ser castigados por no ser lo que se esperaba de ellos. Y por supuesto que ellos mismos se imponen los castigos; algunos de los cuales tienen que ver con que no deben dejarse llevar por los placeres de la vida, que el tiempo no se debe malgastar, que probablemente nadie los querrá como son, que no deben relajarse ni divertirse, sino al contrario esforzarse más y llevar una vida de trabajo, ejercitando tanto el cuerpo como la mente para rendir cada día más y mejor. Piensan también que los demás se ven más relajados y felices que ellos y aparentemente con menos esfuerzo. ¿Será que ellos son mejores’? Y si no es así, ¿Porqué pueden darse el lujo de hacer bromas, divertirse, no tomarse nada muy en serio, disfrutar del placer de descansar, tomarse vacaciones, relajarse, y así y todo, logran tener un mejor pasar, ser reconocidos, tener más amigos y parecer más felices?. ¿Dónde radica el problema? Bueno, ahí es donde el Eneagrama puede mostrarles como funcionan en su interior y porqué son como son.

Cómo se forman los uno Para conocer la estructura de su personalidad, que se formó al rededor de los cinco a seis años, hay que analizar la relación familiar. ¿Cuántos hermanos eran? ¿Cuál era su lugar dentro de ellos? ¿Eran los mayores? ¿Quién era la persona que más les exigía? ¿Les reconocía sus éxitos o logros? o solo hacían lo que se esperaba que hicieran. Entre sus padres ¿Había un discurso moral de lo que «debía hacerse»? Bueno, si algunas de estas condiciones se dieron en su niñez, es probable que se hayan formado como un tipo 1.

El hecho es que fueron exigidos más de la cuenta para un niño pequeño, lo que probablemente se tradujo en que no podían jugar desparramadamente como lo hacían la mayoría de los niños, sino que debían ser ordenados. Les fueron impuestas normas y pautas de «lo que debe hacerse», que incluía mantenerse limpios, y comportarse «bien», adecuadamente. Todo eso hizo que sintieran que no eran «buenos» tal cual eran, sino que debían mejorar para darles el gusto a sus padres, para que los quisieran, lo que más adelante se tradujo en ser mejores, para ser aceptados por los demás. Se pueden definir como complacientes al intentar obedecer a su padre. De alguna manera les fueron reforzadas todas estas características, para que cada vez que se «comportaran» como era de esperar, fueran reconocidos o considerados. También es probable que en más de alguna ocasión escucharan a sus padres que se referían a ellos como «ordenado, estudioso, no nos da ningún problema». Pero el resto a lo mejor los definían como «viejos chicos». La primera identificación entonces, fue que tenían que ser así para gustarles a los demás, para que los apreciaran y los quisieran. Si eran como de verdad sentían en su interior no eran «dignos» de ser queridos. Eso significó esconder los aspectos más instintivos, que todos llevamos en nuestro interior, para presentar al mundo un «niño modelo», pero irreal. Fue tan fuerte la interiorización de todas estas características que conformaron su personalidad y que tuvieron que aceptar para ser queridos, que cada vez que se ven obligados a continuar con el engaño, en su interior se produce una desazón, sienten rabia, pero curiosamente no contra aquellos que los obligaron a ser así, sino contra sí mismos por no haber sido capaces de rebelarse ante la situación. Lo que en un principio comenzó como una adaptación a lo que se esperaba de ellos, con el tiempo fue tornándose casi insoportable, ya que las exigencias internas eran cada vez mayores; tenían que ser los mejores, los más aplicados, los más conscientes, los más responsables, los que mejor se comportan, etc. Pero hay que comprender que nadie en la vida puede ser siempre un modelo de «perfección» y guardar todo lo instintivo en un pozo con llave, como las pasiones o la rabia; no es bueno, a la larga para nadie, ya que si esta no se

resuelve, vuelve a aflorar y muchas de las veces con otras personas, en una situaciones distintas y en los momentos menos oportunos. No estoy diciendo que se descontrolen y dejen salir las emociones negativas de la peor forma, muy por el contrario; tienen que aprender a relajarse y soltar aquello que de verdad están sintiendo, en vez de disfrazarlo, porque deben saber que tarde o temprano, todo lo que tenían guardado «con llave» explotará de la peor forma. Es probable que ya lo hayan comprobado y que en alguna oportunidad hayan tenido un ataque de rabia desmedida por algo que ni siquiera la justificaba. Son como una «olla a presión» que guarda y guarda hasta que explota. El otro problema que se crea con esta estructura de personalidad es que sienten que no pueden ser queridos como de verdad son, sino que deben ganarse el amor de los demás. Sienten que «no merecen» ser queridos y entonces hacen un gran esfuerzo para que los quieran. Pero esto lo notan los demás y lo que les devuelven es rechazo. Casi nadie los encuentra entretenidos, ni amables en el trato, más bien los consideran «pesados».

Motivación oculta La motivación oculta que hay detrás de las actuaciones del 1 tiene que ver con tratar de mejorar siempre, pretendiendo que todo sea perfecto.. Dicha exigencia hace que se tornen rígidos, exigentes y controladores de los demás. Su esfuerzo por alcanzar la perfección se convierte en su lado oscuro, en un perfeccionismo ansioso imposible de lograr.

Vivir con los uno Vivir con un 1 es estar dispuesto a ser criticado, a que nunca te encuentren nada bien, a que rechacen toda demostración afectiva porque hay que «cuidar las apariencias». Aceptar que divertirse es perder el tiempo, cuando hay tanto que hacer y que relajarse incluso en vacaciones es «de flojos». Los 1 demuestran asimismo una superioridad moral con respecto al resto de las personas y por eso sienten que pueden aconsejar, sermonear y decidir lo

que es mejor para el otro, lo que a veces atormenta a los que viven con el (ella). Son también expertos en gramática y por tanto siempre están corrigiendo la forma de hablar del resto. Están orgullosos de su capacidad de autocontrol de lo que ellos consideran peligroso (los instintos), pero nunca nada es suficientemente correcto y por esto nunca se sienten satisfechos, lo que los torna irritantes, intolerables y malhumorados, y también rígidos y contracturados. Conviene que sus parejas suavicen las críticas con consideraciones más adecuadas. Pueden aprender a reconocer la rigidez facial del 1 cuando está dominado por su crítica interna y es bueno comprender que a veces sus críticas hacia su pareja son una defensa para bajar la tensión de ser rabiosos o críticos con ellos mismos. La crítica viene justamente de querer ser mejores para ser queridos y esto llevarlo también al punto de exigirles a los demás que sean mejores, para que a su vez todo el mundo sea mejor… Pero ¿Quién es uno para saber qué es lo mejor para el otro? ¿Por qué se abogan el derecho a creer que siempre tienen la razón y que los demás están equivocados? Bueno, es la única forma que tienen para demostrarse a sí mismos que aún sirven, que no son del todo malos y que se preocupan por el bien de la humanidad. Los 1 deben entender que si piensan corregir a sus hijos, deben priorizar e imponer en principio solo tres reglas y cuando los niños las hayan asumido y aprendido, les pueden imponer otras tres. O sea en castellano, deben «dejar pasar» algunos errores que todos cometemos y no ser tan exigentes. Pero los 1 quieren imponer todas sus reglas ( y me refiero a lo que ellos piensan que está bien) de inmediato, entonces ocurre que los niños al verse sobrepasados e imposibilitados de cumplirlas todas, prefieren abandonar y no cumplir ninguna, lo que saca de quicio a los 1. Entonces comienzan las críticas que hace que los niños o jóvenes se vuelvan impermeables a ellas, porque son muchas cosas negativas las que escuchan a

diario y como un mecanismo de defensa, se desconectan. Esto a los 1 puede volverlos locos porque además sienten que les faltan el respeto cuando no les hacen caso y no los toman en cuenta. Hay que recordar que los 1 se sienten de alguna forma inmerecedores de amor y por tanto necesitan de aprobación, de reconocimiento y sobre todo de respeto de parte de los demás. Pueden parecer tranquilos, afables y serenos en general, pero en la intimidad de sus hogares, con aquellos que viven con él, suelen ser exigentes y enojones, pudiendo explotar en violentos ataques de ira, dando portazos o tirando cosas. La sexualidad es un tema conflictivo para los 1 ya que a veces tienden a verla como algo escabroso y por tanto tienden a controlarse y a no ser espontáneos, sino más bien sienten que deben «cumplir» con lo adecuado y a veces suelen ser torpes y poco delicados. Esto se debe a que sienten miedo de que sus propios instintos los dominen y puedan volverse esclavos de sus impulsos animales. Es común que al reprimir estos impulsos, se traduzcan en forma de fantasías sexuales en los sueños, de los que los 1 se sienten muy culpables. El comportamiento puritano es un fenómeno típico de su tipo de personalidad.

Defectos de los uno • Pueden volverse obsesivos con los detalles; no son capaces de pasar por alto los errores de los demás ni los suyos propios, y vuelven sobre las cosas una y otra vez. Nunca nada es suficientemente correcto, siempre hay algún detalle que echa a perder el resto. • Se preocupan demasiado por las cosas y no se dan permiso para relajarse ni menos para divertirse. Para ellos primero está el deber y luego el placer. • Les cuesta aceptar cumplidos ya que piensan que no se los merecen. • Expresan su enojo a través de ironías o sarcasmos, lo que es tremendamente destructivo para cualquier relación, ya que conlleva un doble mensaje que hace que el que lo recibe, no sepa si reírse o ponerse a llorar.

• Son los reyes de la culpabilidad tanto hacia ellos mismos como hacia los demás. • Suelen guardar resentimientos y les cuesta perdonar y olvidar. • No conciben que haya más de una forma correcta de hacer las cosas, que por supuesto siempre es la de ellos, pues se sienten dueños de la verdad. • Son muy controlados y controladores de los demás diciéndoles lo que se «debe hacer»

Su lado bueno Sin embargo, hay que ser justos y reconocer que en su lado bueno los 1 son responsables y trabajadores; en ellos se puede confiar siempre porque saben cumplir sus promesas, son educados, estudiosos y organizados. Seres idealistas, de principios morales intachables, justos y éticos. Son un poco «quijotes» en el sentido de querer aportar y lograr un mundo mejor. Son cooperadores en las tareas domésticas y toman en serio la relación, por lo que son fieles y comprometidos compañeros. Son amantes de los animales y de la naturaleza. Les gusta mantenerse en forma y comer sano, pues cuidan mucho su salud y su bienestar. Los 1 pueden relajarse cuando salen de viaje porque dejan atrás los problemas y las exigencias y se vuelven excelentes compañeros de aventuras. Además que como son organizados y previsores, todo será adecuado, desde la elección de los lugares que visitarán, como los alojamientos y el transporte, porque ellos ya se han hecho cargo de todo.

Las alas No podemos dejar de considerar «las alas» que influencian el tipo de personalidad básica y diremos que los 1 con ala nueve son por lo general más impersonales pero menos críticos ya que su cercanía al nueve los relaja en alguna medida. Son también muy amantes de los animales y de la naturaleza. Los 1 con «ala» dos en cambio son más cercanos a la gente, más empáticos y más solidarios, pero pueden volverse controladores y resentidos porque se

ven más involucrados en las relaciones.

Para tener en cuenta Es necesario que los 1 tomen conciencia de que nada ni nadie es perfecto en la vida, solo Dios, por lo que deben «hacerse más humanos» permitiéndose cometer errores y tratando de aprender de ellos. Tienen que tener cuidado con volverse demasiado moralistas, creyéndose superiores a los demás, pues es el primer síntoma de que están yéndose por un camino obsesivo que los va a llevar indudablemente a volverse más lejanos e intolerantes y por lo mismo, menos felices. Para ayudar a los 1 a relajarse y soltar esa exigencia interna, para que se vuelvan más tolerantes y humanos, es bueno que sus parejas no «enganchen» con sus críticas, que los dejen hablar, sin enfrentarse con ellos, sin contradecirlos, pero una vez que se hayan calmado los ánimos, les digan cuanto les molesta o les hiere su actitud. Es aconsejable también que su pareja cuando estén en buena, les diga que igual los quiere aún cuando a veces sean pesados y a pesar de lo difícil que es convivir con ellos. («Eres tan fregado y antipático, pero igual te quiero») Este es el antídoto para que los 1 se suelten, se relajen, sientan que no necesitan esforzarse por ser mejores ni perfectos y se sientan queridos por ser quienes son y como son. Necesitan cultivar el ocio y darse permiso para divertirse sin considerar el placer como algo pecaminoso. Aprender a tomar descanso y vacaciones haciendo cosas que realmente quieren hacer y no porque «deben hacerlas».

Comportamiento en el trabajo Los 1 son grandes organizadores en las empresas y resultan muy efectivos cuando se trata de formar estructuras o cuando se requiere de una planificación. Sin embargo tienden a guiarse «demasiado» por las pautas y las normas de la empresa, a ejercer el control sin concesiones de ningún tipo, lo que los torna rígidos y poco flexibles.

Son los típicos jefes «fregados y exigentes». Desean que los que están a su cargo cumplan sus tareas de manera profesional, motivada y concienzuda. Intervienen enérgicamente cuando alguien quiere conseguir ventajas o eludir el trabajo. Como jefes pueden volverse muy difíciles y malhumorados porque creen que los demás no hacen las cosas bien solo para molestarlos, cuando en realidad, nadie le da tanta importancia a la formalidad, como ellos. Cuando los 1 dirigen a otras personas, establecen expectativas elevadas, espoleando a los demás a dar siempre lo mejor de sí mismos y a no contentarse con salir del paso o hacer solo lo necesario. Prefieren fijar reglas y maneras de proceder antes que dejar demasiada libertad a sus subordinados. para métodos diversos. Oponen una decidida resistencia al trato desigual y al olvido del deber. Los Uno deben aprender a distinguir cuando es oportuno intervenir para mejorar las cosas y cuando es mejor dejarlas cosas como están. En las empresas son los que se hacen cargo del «control de calidad» del producto, ya que los 1 son incapaces de hacer las cosas a «la ligera», al contrario es posible que se demoren más que el resto, pero entregarán un trabajo pulcro y completo, en el que habrán considerado todas las variables posibles de considerar. A los 1 jamás habría que pedirles que atendieran público porque pierden muy rápido la paciencia y pueden tener un trato duro con las personas que necesiten de una explicación más detallada. Como empleados de una empresa son colaboradores, con gran capacidad organizativa, puntuales y efectúan sus trabajos de forma responsable y muchas veces brillante.

Afinidades profesionales Los 1 suelen estudiar profesiones como ingeniería, leyes o contabilidad. Es corriente también ver en los 1 buenos profesores y catedráticos porque gustan mucho de «saber» y les importan mucho las reglas gramaticales, por lo que siempre están corrigiendo a los demás.

Son curiosos con todas las cosas y le gusta estudiarlas al máximo, para que no los descubran como ignorantes. Los 1 también pueden ser buenos médicos, sacerdotes y consejeros, sobre todo los que tienen un ala dos, ya que son moralistas, se guían por sus principios, disfrutan enseñando a los demás y les gusta ir por delante dando el buen ejemplo. En su vestimenta son formales y correctos. Lo más probable es que cuiden mucho de su apariencia personal; pelo corto, camisa planchada y limpia, zapatos lustrados. Tanto si usan corbata y terno, como si se visten de sport, su tenida será del tipo formal y de acuerdo a la ocasión. Gestualmente los (las) 1 tienden a apretar las mandíbulas y los puños para sentir que siempre están ejerciendo el control, lo que los lleva a mostrar una boca con labios delgados y generalmente apretados, como diciendo: «yo no tengo rabia», aunque esta se les perciba por los poros. Asimismo, su figura se verá erguida y de alguna forma rígida y formal.

Estilo de comunicación Su estilo de comunicación contempla instruir, enseñar, sermonear desde una posición por encima de los demás. Centran su atención en los comportamientos, en la forma, más que en lo que hay detrás de ellos. Tienden a moralizar utilizando frases como: «Ves, no te lo había dicho yo», «así no se hace», «te has equivocado», «tu deberías».

• El tipo de personalidad dos: el (la) ayudador (a) Pertenecen a las personalidades cuyo centro de energía se rige por el corazón, o sea necesitan que el resto valore la imagen que presentan, y dependen de los sentimientos que los otros demuestran hacia él. Viven la vida «dando» atención y amor hacia los otros, pero descuidando sus propias necesidades. Solo se valoran a sí mismos, si son valiosos para los demás. Sienten tanta satisfacción cuando son amables o cuando ayudan a alguien, que no entienden como hay tanta gente que no lo hace y que sin embargo pueden vivir tranquilos. Para ellos es fundamental sentirse serviciales y generosos. Cada vez que ayudan en algo a otra persona sienten un calorcito por dentro, que los hace sentirse «buenitos», generosos y «bien intencionados». Pero ¿qué pasaría si sintiendo que deben ayudar, no lo hacen por cualquier motivo, sea este flojera, falta de tiempo, falta de atención, o simplemente porque no quieren hacerlo? ¿Cómo se sentirían? ¿Qué pasaría por sus mentes? ¿Hasta dónde llegaría su culpabilidad? Y ¿Por qué les ocurre esto? Hay una forma de orgullo en esta estructura de personalidad. El orgullo de sentir que si estoy del lado de los que dan, tengo más, soy más rico y mejor que el que recibe. El problema es que no siempre sienten que se les reconoce como muy «buenos» o «especiales, y no reciben nada a cambio. Las personas que dan y se sienten generosas y solidarias siempre en el fondo esperan retribución. Solo podemos exceptuar de esto a los santos que eran capaces de dar sin esperar nada a cambio (Santa Teresa de Calcuta, por ejemplo). Cuando sienten que dan y dan, la retribución no llega y nadie lo reconoce, sin que siquiera les den las gracias, muestran un enojo que los lleva a «hacerse las víctimas» y a exigir que se les devuelva la mano, lo que hace que los demás huyan de su lado. Como la autoestima de los 2 depende de que los demás los quieran, precisan constantemente del elogio y exigen gran cantidad de atención. Harán lo que sea necesario para ser vistos. Asimismo, manipularán a los demás para obtener lo que quieran, y dentro de esta manipulación están el ayudar, el ser «servicial» y

el generar dependencias. Estarán orgullosos de ser indispensables, de ser deseados sexualmente, de que les concedan una atención especial ya que esto es para ellos la vida. La manipulación que ejercen con los otros es para hacerse sentirse indispensables, y a los otros dependientes de ellos. Tienen el talento de saber agradar o complacer incluso a aquellas personas complicadas o de mal carácter, por lo que se sienten muy seguros de sus encantos y de su gran capacidad de seducción. Esa es su forma de ejercer el poder en una relación. Por esta razón y como hay muchas mujeres que poseen este tipo de personalidad, es corriente que hombres que son exigentes, difíciles e intolerables como los 1 o dominantes, agresivos y tiranos como los 8, elijan mujeres 2 para formar una familia, ya que estas serán quienes puedan aguantarlos y manejarlos. Convencidos de que los demás no serían capaces de vivir sin ellos, pueden volverse muy posesivos, entrometidos y terminar «haciéndose los mártires». La imagen de los 2 es la de quienes dan sin límites, que se sacrifican por los otros, desinteresados, complacientes, empáticos y sensibles a las necesidades de los demás. Compasivos, encantadores, seductores, atrayentes sexualmente. ¿Cómo podría alguien no enamorarse de un ser así?

Cómo se forma los dos Bueno, tenemos que volver a su niñez. Probablemente alguno de sus padres era altruista o religioso y les inculcó que había que ayudar a los más necesitados. Es posible, también que para sentirse más queridos y apreciados por ellos, comenzaran a ayudar y a sentirse que eran reconocidos y aplaudidos. Su personalidad puede definirse como complaciente hacia los demás. A lo mejor más de alguna vez escucharon a sus padres decirles que debían cuidar a sus hermanos pequeños, o que debían darles el ejemplo. Recibieron una retribución positiva cada vez que ayudaban; ya les parece escuchar a mamá

diciendo que eran tan ayudadores con sus hermanos más pequeños o que ayudaban a poner la mesa etc. Todo eso es muy lindo y está muy de acuerdo incluso con la solidaridad, el servicio público, la caridad cristiana etc.., pero también tiene un trasfondo que nos dice que aquel que ayuda, lo hace porque orgullosamente siente que tiene mucho para dar y el que recibe en cambio, es el necesitado. Entonces los 2 siendo todavía niños querían estar del lado de los que tienen mucho para dar, para hacerse valer, porque de alguna manera sentían que no eran queridos por quienes eran, sino porque ayudaban. ¿Qué mejor forma de demostrar a todo el mundo que están llenos de amor? Así ayudan al resto, y disfrazan la necesidad de recibir el amor que tanta falta les hace. Nuevamente estamos ante una necesidad de ser amados que no fue satisfecha cuando los 2 eran niños. Y con esto no quiero decir que sus padres no los hayan amado. Los querían, pero a su manera, con el amor que saben dar dos personas adultas, desde su ego, y que no tiene nada que ver con el amor que esperaba recibir el o la niña desde su esencia. Fue como si hablaran idiomas diferentes,lo que se tradujo en un problema en un mutuo desencuentro padres-hijo. Por otro lado, un niño no entiende que la misma persona que dice amarlo, lo castigue o lo reprenda en algunas ocasiones. Y esto hace posible que el niño o niña con el tipo de personalidad 2 lo haya sentido hacia su padre o hacia la persona que ejercía la autoridad en la familia. Se dice que el amor de la madre es, o por lo menos debiera ser, incondicional para con el hijo, y que el amor del padre, el niño tiene que ganárselo. Entonces el niño da por sentado que su madre lo tiene que querer (si o si), pero lo que siente hacia el padre es ambivalencia, (o sea «te quiero-te odio») porque este a veces lo quiere y le hace cariño y otras, lo castiga o lo reprende. Es paradojal que aunque los niños o las niñas 2 puedan haber sido los preferidos de su padre, sientan una suerte de ambivalencia hacia él que

determina todas sus relaciones, que después en su vida de adulto trasladarán hacia su pareja.

La motivación oculta La motivación oculta que hay detrás de la estructura de personalidad de los 2, que tiene que ver con el orgullo, es ser mejores que los demás, haciéndose indispensables y pretendiendo que el resto los quiera y los valore por su ayuda. Detrás de esta actitud está el crear dependencia de los otros hacia ellos y en algunos casos, poder manipularlos.

Vivir con los dos Vivir con los 2 significa tener que darles todo tipo de atenciones ya que son seres que se consideran muy especiales. Sería fatal para la relación olvidar su cumpleaños ya que se «sentirían» y se harían los ofendidos por un buen rato. La atracción sexual para los 2 es natural y están siempre intentando seducir a todos, o sea «de capitán a paje» a cualquiera que se les ponen por delante. Sin embargo, ellos no se dan cuenta de esto, por lo que su coquetería es innata, natural e inconsciente. Las mujeres de este grupo, tienden a vestirse de forma provocativa y es corriente que tengan problemas por esta misma razón;seducen y coquetean con un desconocido y cuando este se acerca más de la cuenta, no saben decir que no o les cuesta mucho hacerlo y se sorprenden que todos quieran llevárselas a la cama, cuando ellas sienten que no han hecho nada para despertar ese deseo. Esto de no saber o no ser capaces de decir que «no» puede traerle a los 2 muchas complicaciones en sus relaciones, además de sentirse utilizadas por los otros, porque siempre están disponibles y no saben colocar límites. Se sienten culpables si dicen que no a un requerimiento y es corriente que se sientan abrumados con todas las cosas que hacen por los demás y que obviamente no les dejan tiempo para sí mismos. Para gratificarse los 2 se comerán una barra de chocolate o algo dulce que les devuelva la sensación placentera de «sentirse amados», que tanto buscan y necesitan.

Las personas de tipo de personalidad 2, que en su mayoría son mujeres, buscan una pareja o más bien una relación que no sea fácil, sino que eligen a un otro que sea un necesitado de amor, un receptor, uno a quién haya que darle y darle amor, comprensión, cariño, paciencia, tolerancia etc.., uno al que de alguna forma «haya que salvar» ya que los 2 al sentir que se sacrifican por la relación, se sienten necesarios y de nuevo, no son ellas las necesitadas sino el otro. Es corriente que busquen a alguien que tenga algún problema, tal como alcoholismo, o alguna adicción, o que sea un mujeriego o castigador, pretendiendo cambiarlo. Parece que las 2 necesitan cierto grado de frustración para mantener una relación, ya que tienen que considerarla un desafío. Esto proviene de la ambivalencia que los 2 mantienen con su padre y que trasladan a sus relaciones de pareja en la vida. Es corriente ver este tipo de relaciones de pareja en las teleseries de moda, en que la mujer normalmente está comprometida o casada con un hombre infiel, maltratador, machista o celópata y ella es la «buenita», la engañada o maltratada que lo tolera una y otra vez, y necesita sentir que es ella la que sustenta la relación. Esto es también un retrato de las sociedades machistas de los países subdesarrollados que encontramos en centro o sud América y en África, en que la mujer es la que lleva la casa, se hace cargo de los niños, aguanta todo tipo de malos tratos y sin embargo sigue a su «hombre» hasta la muerte.

Defectos de los dos • Están siempre disponibles para todo y para todos. No saben decir que no. • Les cuesta enojarse o mostrar su rabia, por lo que la esconden y la encubren con una actitud más solícita aún, lo que les hace sentirse usados y se resienten. • Pueden ser manipuladores y posesivos con sus más cercanos. • Tienen complejo de víctima y suelen ofenderse cuando no reciben un trato especial de parte de los demás.

• Son autosuficientes y no saben delegar, entonces siempre se ven sobrecargados. • No piden ayuda, pero se molestan si el otro no adivina qué es lo que quieren o necesitan. • No saben poner límites en sus relaciones tanto de pareja como con los hijos y con estos últimos tienden a ser sobreprotectores. • No saben demostrar sus sentimientos de agresión o de rabia, pues evitan los conflictos.

Su lado bueno En su lado positivo los 2 son personas generosas, amorosas y preocupadas por los demás. Muy solidarios y empáticos. Son desinteresados y desprendidos. Saben escuchar al otro y se ponen en su lugar. Cuando están sanos logran ser verdaderamente humildes y sinceros. Son también comprometidos y leales con las personas que quieren y están dispuestos a sacrificarse por el bien común y por hacer del mundo un lugar mejor. Son tremendamente seductores y su atención va dirigida a todas las personas, lo que denominamos como de «capitán a paje». Dicho de otra forma, los 2 se interesan y son amables con quienes se les pongan por delante. No hacen distinciones entre pobres o ricos, ni discriminan a nadie por su condición.

Las alas Los 2 con ala uno son más estructurados, controlados y propensos a la culpa. Con principios morales más rígidos. Sin embargo pueden lograr una mayor organización y desempeño en su parte laboral. Los 2 con ala tres son más sociables y menos morales. Muy seductores y preocupados por su imagen. Se vuelven competitivos y vanidosos.

Para tener en cuenta

Los 2 deben aprender a decir que «no» cuando no quieren hacer algo sin sentir culpa, y darse más tiempo para sí mismos. Necesitan «parar» en la vida y mirar hacia adentro de sí mismos para reconocer cuáles son sus necesidades, dejando de lado la complacencia, el querer agradar y gustar. Esto permitirá que mejore su autoestima. En vez de orientarse hacia afuera, hacia los demás, deberán orientarse hacia su interior y empezar a comprender que eso de ser ayudadores corresponde a una imagen autoinflada y que deben intentar ser quienes verdaderamente son, siendo capaces de dejar la imagen de «salvador» de lado, porque son seres dignos de amor, solo por ser quienes son. Deben aprender a pedir ayuda sin sentirse humillados o menospreciados y no intentar ser autovalentes. Todos necesitamos de los demás y permitir que el otro nos ayude; por lo mismo, la idea que ayudar engrandece a quien ayuda y vuelve pequeño a quien recibe es falsa. Eso quiere decir que deben ser capaces de ser humildes, de dejar de lado «el orgullo» que es su pecado principal. Tener la humildad para reconocerse tan necesitados de amor como los demás, hace que los 2 se relacionen de forma más sana con los otros, en especial con sus parejas e hijos, quienes ya no los verán como víctima. Este amor debe partir por sentirlo por ellos mismos y solo así los demás lo valorarán como ellos esperan que lo hagan. Los DOS también deben cultivar el «estar solos» para conocerse y sobre todo para aprender a «quererse.» Sus virtudes cuando los 2 están sanos son la humildad y la caridad.

Comportamiento en el trabajo Los 2 son personas que disfrutan la relación con sus compañeros de trabajo y también con los clientes. Son líderes eficientes y confían en el desarrollo del equipo de trabajo, más que en la estructura de la empresa. Necesitan trabajar en contacto con otras personas, por lo que son muy buenos atendiendo público, ya que se hacen cargo de solucionar los problemas de los demás. Se preocuparán de festejar los cumpleaños de todos y de hacer del lugar de trabajo un ambiente agradable.

Estarán dispuestos a quedarse hasta tarde para solucionar algún problema o para «sacar adelante» algún trabajo urgente. Harán causa común con aquel que tenga un problema e incluso es posible que traten de «tapar» una llegada tarde de algún compañero, haciéndose cargo del trabajo que le correspondía a él para que el jefe no se dé cuenta. Les gusta hacer de consejeros y tienen una sorprendente capacidad para escuchar. Poseen gran capacidad de seducción, sin hacer distinciones sociales ni de ningún tipo. A todos los atenderán y escucharán con paciencia y empatía. Los 2 aspiran a conseguir grandes cosas, pero su estilo es trabajar en conjunto con los otros. Suelen ser la mano derecha del jefe a quien adulan y respetan, pero detentan el poder «detrás del trono», controlando todas las interacciones que se producen en la oficina.

Afinidades profesionales Es corriente encontrar a los 2 en profesiones que tienen que ver con el bienestar de los demás, ya sea como asistentes sociales, enfermeras, educadoras de párvulos, profesores, consejeros, médicos y también sacerdotes o misioneros. Donde mejor se sienten es ayudando a otros y sintiéndose reconocidos por su generosidad y su sacrificio. En cuanto a su vestimenta esta puede ser formal o informal, dependiendo de la circunstancia, ya que los 2 poseen una rebeldía interior que los hace ser transgresores algunas veces. Como hemos dicho anteriormente, las mujeres 2 pueden vestirse de forma seductora para sentirse deseadas, ya que confunden el deseo sexual con el amor. Pueden elegir prendas de tipo sensual y a veces atrevidas, para llamar la atención, ya que para el 2 no hay nada más importante que ser visto por los otros.

Estilo de comunicación

El estilo de comunicación de los 2 es el de aconsejar. Les gusta conversar y muestran calidez e intimidad en sus conversaciones. Prefieren un grupo pequeño o una conversación de «a dos» antes que sociabilizar con gran cantidad de personas. En cualquier caso necesitarán sentir que son el «centro de atención» y pueden sentirse incómodos o rechazados cuando no son tomados en cuenta. Por eso su gran despliegue de seducción hacia cualquiera que se les pase por delante, ya sea con sus gestos, con su íntima cercanía, con el baile, con la ropa y la sensualidad, pues tienen compulsión de gustar, de ser apreciados, de ser queridos e importantes para los demás. Pueden incluso ser aduladores para ganarse al interlocutor.

• El tipo de personalidad tres: el (la) triunfador (a) Es posible que se sientan muy seguros de sí mismos, triunfadores en la vida, que sientan que le caen bien a toda la gente, que se desenvuelven muy bien en el mundo y que son muy eficientes en su trabajo, además de creativos e innovadores. Van por la vida con paso firme y seguro, además de apurados para lograr todo lo que quieren, sintiéndose muy bien consigo mismos, porque confían plenamente en sus capacidades y en su simpatía. Les gusta competir en todo orden de cosas, tanto en el trabajo, en el deporte o en lo social, ya que se saben ganadores. Pertenecen a las personalidades que se rigen por el centro del corazón o los sentimientos y otorgan enorme importancia a la imagen que muestran. No enseñan sus sentimientos, más bien los bloquean, porque necesitan ocupar todas sus energías para ser eficientes y correr una carrera contra el tiempo que les permita obtener todos los logros que esperan de la vida. Son grandes seductores, no solo en el campo sexual como lo vimos en los 2, sino en general en todas las situaciones. Pero ellos seducen a las personas que realmente les interesan o las que podrían «servirles» en algún momento. Con su familia, cuando están presentes, son hijos cariñosos y cooperadores, maridos muy preocupados y solícitos y con sus hijos padres ideales. Pero esto ocurre pocas veces porque normalmente tienen muchas cosas que hacer y atender y poco tiempo para relajarse. Incluso es posible que después de un arduo día de trabajo conviden a sus hijos, pareja o amigos a jugar tenis o cualquier deporte para gastar el resto de las energías que les quedan. Sienten que no hay nada que no puedan lograr con su esfuerzo, creatividad y simpatía y se afanan en ello. Les gusta rodearse de personas positivas, importantes que «la llevan». Por eso es corriente que estén en el medio de la farándula, la moda, «los personajes vips» o los que dirigen las cosas importantes. Se visten con prendas de «marcas» reconocidas porque dan status y apuestan a todo lo que sea de elite o que deslumbre a los demás.

Son generalmente muy atractivos porque saben sacarse partido y porque venden muy bien su imagen y les gusta ser reconocidos, admirados y aplaudidos. Necesitan brillar, ser los mejores. La imagen que muestran, que al principio atrae y deslumbra y con el tiempo les empieza a parecer tan «pesada» de cargar, provocará que tarde o temprano cuando la gente los conozca mejor o convivan con él, empiecen a notar que se muestran como la vitrina de una linda tienda, pero que es difícil contactarlos o conocerlos mejor, porque no se muestran nunca cómo en realidad son. La vanidad es el pecado principal de los 3 y se define como un orgullo inflado de sí mismo, de la propia apariencia, belleza física, posesiones, éxitos; es decir de sus logros. Para los 3, lo que muestran es lo que son. No obstante, dado que pueden ser como camaleones, cambiarán su imagen de acuerdo a lo que desee su interlocutor. Son como actores que se convierten en el personaje que representan, olvidándose de que solo es una actuación. Los 3 parecen jóvenes eternos y bellos(as). Son modelos a seguir por los demás; es por eso que su imagen termina convenciendo no solo a los otros sino también a ellos mismos Son pragmáticos y prácticos, harán lo que sea preciso, incluso recurrir a la manipulación o al engaño y a formas poco ortodoxas con tal de conseguir lo que desean lograr en la vida («el fin justifica los medios»).

Cómo se forman los tres Ya de chico tenían éxito en el colegio, con sus amigos y con los del sexo opuesto siendo los más populares del barrio; les iba bien en los estudios, además de ser líderes comunicacionales. Su personalidad se puede definir como agresiva, en el sentido de sentirse mejores que los demás y en que son proactivos en relación a los desafíos y dificultades de la vida. Todo esto proviene de que su madre desde que nació, e incluso antes, los esperaba con muchas ilusiones. Fueron los hijos preferidos de su mamá. Ella

puso todas sus expectativas en ellos y desde niños les inculcó que serían triunfadores. Es posible que les dijeran: «Eres el mejor, eres la más bonita, eres el (la) más inteligente», etc… Ella esperaba tanto de ellos, más que de sus hermanos y así se los hacía notar. Entonces aceptaron el desafío que les impuso su madre o algún sustituto materno: los 3 se dedicaron a competir y a ganar siempre. A sentirse y a ser los mejores. El problema de este tipo de personalidad 3 es que jamás pueden relajarse y dejarse estar. Siempre tienen que ser los más top, los mejores, los más populares y ser brillantes en todo lo que hacen. En otras palabras, no pueden fallarle a su mamá. Hasta aquí todo parece muy positivo, pero cuando uno se detiene a pensar lo que significa no poder «caerse nunca» y llevar una imagen siempre espectacular, se da cuenta que es muy abrumador, porque existe la sensación de que solo los quieren por su imagen y no por lo que realmente son en su interior. Además de que obviamente no puede ser real el que haya personas que no tengan nunca un traspié en la vida, que nunca fracasen. La vida está hecha de triunfos y fracasos y es en ese devenir en el que aprendemos a vivir y a madurar. Nadie puede vivir una vida tan falsa en la que siempre están en la cima ¿Qué pasaría si abandonaran la actitud triunfadora y decidieran mostrarse como en realidad son? La mayoría de la gente, partiendo por su madre, les obligaría a seguir por el camino triunfante porque de lo contrario es posible que ella sintiera que ha fracasado como madre. Entonces no podrían soltar esa imagen nunca, tendrían que mostrarle al mundo lo «súper hombres» o «súper mujeres» que son aunque por dentro se sientan tristes, apesumbrados, derrotados o fracasados, vacíos y utilizados. Los 3 en su interior intuyen que todo es una mentira, que se han convertido en seres falsos y que se venden para gustar.

Es probable que ni ellos mismo se conozcan ya que no han tenido la oportunidad de adentrarse en su interior para preguntarse quiénes son y qué es lo que quieren en la vida.

La motivación oculta La motivación oculta detrás de la estructura de personalidad de los 3 es la de creer que son la imagen que han fabricado y por tanto deben «venderla» o mostrarla a los demás, con actitudes que van en pos de conseguir admiración, éxito y status. Quienes como los 3 se exhiben tanto, cosechan más admiración, pero pueden correr el peligro también de ser rechazados.

Vivir con los tres Vivir con los 3 significa siempre tener que estar dispuesto a participar en la vida social, en los deportes, en hacer muchas cosas a la vez y en no quedarse nunca solos o inactivos. Significa mantener tu apariencia joven y vital, aunque ya tengas ganas de liberarte de las formas; significa tener que convidar gente o asistir a reuniones o fiestas todos los fines de semana aunque esto te aburra soberanamente. No puedes engordar o tener canas o no estar peinada de peluquería. Y siempre debes estar dispuesta o a acompañar a tu cónyuge a todas partes con la mejor cara y la mejor pinta. Además será muy difícil plantearle a tu 3 que no te sientes a gusto en la relación, que te sientes vacío y que quieres darle otro rumbo a la misma, porque el o la 3 no lo entendería. Para ellos no hay nada que haya que mejorar. Por ejemplo un marido podrá decirle a su señora. «¿Cómo es posible que te quejes? Si no te falta nada. Tienes auto, tienes una casa bonita, vamos de vacaciones, tienes niños lindos, en buenos colegios, tenemos buenas amistades, salimos los fines de semana a divertirnos. ¿Cómo puedes sentirte vacía o desgraciada? Eres una mal agradecida.» Asimismo, una mujer 3 podrá decirle a su marido, tienes todo lo que quieres, eres buenmozo, tienes un trabajo que te gusta, una mujer estupenda que te acompaña en todo y tres hijos maravillosos. Tenemos un buen pasar,

compramos lo que necesitamos, somos socios del club, tenemos gran cantidad de amigos que nos convidan, etc., no entiendo como puedes estar aburrido o deprimido. Recién alrededor de los 50 años los 3, algún día en que amanezcan tristes, se empezarán a preguntar: ¿Esto es todo en la vida? ¿Es lo que quiero para mí? Si no soy feliz con todo lo que tengo, ¿No hay nada más que me haga feliz? Entonces es probable que empiecen a retraerse del mundo y de las amistades para estar más solos y traten de reencontrarse consigo mismos. Incluso puede que se den cuenta que tienen una relación muy superficial con sus hijos y decidan «parar», sentarse e invitarlos a conversar, pero estos que ya tienen sobre los veinte años, probablemente sientan que «ya pasó la vieja», que ya no tienen nada en común con este señor o señora que fueron excelentes proveedores y les dieron todo, menos la atención y el cariño que necesitaron durante su niñez y adolescencia.

Defectos de los tres • Se sienten incapaces si no tienen éxito y si no son admirados por los demás. • A veces sus planes y sus trabajos son más importantes que las personas. • Pueden «saltar del barco» si ven que el proyecto se está hundiendo, ya que no quieren relacionarse con el fracaso. • Venden una imagen triunfadora y atractiva, pero no se dan a conocer nunca como verdaderamente son; y es posible que hasta ellos mismos lo ignoren. • Son narcisistas y vanidosos y pueden utilizar a los demás según les convenga. • Para ellos es tan importante el éxito que pueden tomar caminos algo ilegales para lograr sus objetivos. Pueden llegar a ser oportunistas, trepadores sociales y competitivos. • Toman los fracasos de forma personal. • Al no admitir sus errores, no pueden aprender del pasado. • Suelen vivir en el «engaño» tanto a sí mismos de su propia imagen, sin saber quiénes realmente son, como en mostrarse a los demás mucho mejores de lo

que en realidad son.

Su lado bueno En su lado positivo los 3 son muy seguros de sí mismos, energéticos y vivaces. Simpáticos, agradables y muy atractivos. Saben sacarse partido y tienen una visión optimista de la vida. Suelen ser admirados por los demás por lo bien y lo jóvenes que se ven; por su energía y su optimismo y porque son capaces de lograr todo lo que se proponen. Se adaptan a cualquier ambiente y a cualquier tipo de conversación. Tan pronto son los mejores anfitriones, como los mejores líderes, los mejores padres o los mejores amantes y su facilidad para seducir los lleva a ser modelos a seguir para los demás. Pueden hacer muchas cosas a la vez y todas de forma eficiente. Prácticos y pragmáticos suelen dedicarse de lleno a sus objetivos y también son dedicados a sacar adelante a su familia.

Las alas Los 3 con ala dos son centros de atención, populares y atractivos. Se preocupan mucho de su imagen. Se vuelven más cercanos a los demás y comienzan a experimentar la solidaridad. Los 3 con ala cuatro se vuelven más reservados y suelen poseer talentos artísticos. Es corriente que viajen de una personalidad a la otra y cuando están más cercanos a su ala cuatro pueden tornarse más sensibles y deprimidos.

Para tener en cuenta Los 3 tendrán la oportunidad de crecer como personas y sanar su relación, si se «ponen las pilas»* y empiezan a soltar todo lo que les brinda la admiración de los demás y dejan de tratar de brillar o de agradar, para empezar a ser auténticos sin tener que vender una imagen para que los aprueben o los quieran.

Les ayudaría el interesarse por los demás, más que vanagloriarse de sus éxitos y en una reunión social, por ejemplo, sentarse a conversar con el más anciano y escucharlo de verdad, poniéndole atención y aprendiendo de su sabiduría. Les ayudaría también empezar a hacer cosas por los demás de forma anónima sin esperar que se lo reconozcan. Atreverse a soltar su «pinta» para vestirse de forma más sencilla y no sucumbir a la tentación de comprarse el último modelo de reloj, ni de auto, ni de zapatillas etc.. Aprender a relajarse y ser capaces de sentarse a conversar tranquilamente o a disfrutar de un buen libro en las vacaciones sin querer estar en otro lado, o hacer mil cosas para que les cunda el tiempo. Jugar con niños o buscar la compañía de gente humilde y sencilla que sin duda les enseñará y los conectará con el verdadero sentido de la vida. Necesitan darse cuenta de que se mienten a sí mismos y que deben comenzar a ser sinceros y reconocer qué poco se conocen y que poco se valoran. Claro, valoran solo lo que tienen o lo que hacen, pero no lo que realmente son. Detenerse y mirarse hará que se «pillen» en sus propias mentiras y engaños. Esto puede significarles tomar contacto con un dolor interior que si es asumido y elaborado, los llevará a la compasión por sí mismos y será el principio de su sanidad, de una vida nueva en la que por fin podrán ser auténticos y verdaderos y ser queridos y apreciados por ser quién son. Tendrán que darse cuenta que para no afrontar sus problemas o penas, realizarán más y más cosas con tal de no detenerse a pensar ni a conocerse. Cuando los 3 están sanos, presentan las virtudes de autenticidad y sinceridad.

Comportamiento en el trabajo Los 3 son lo que usualmente denominamos como la personalidad «de mercado». En su lugar de trabajo son líderes, jefes o dirigentes y tienen gran empuje para guiar grupos. Se juegan por su empresa «poniéndose la camiseta» del rol profesional que representan. Su profesión o trabajo es una de las cosas más importantes en su vida porque lograr el éxito profesional en lo que hacen es primordial para ellos.

Esto les traerá un futuro auspicioso y mejorará su status en la sociedad, lo que es fundamental para lograr esa imagen de triunfadores que buscan. Les gusta causar la impresión de que para ellos no hay nada de lo que no puedan salir airosos y triunfantes. Se creen «súper hombres» o «súper mujeres». Son hábiles, rápidos y eficientes, apuntan a metas definidas y van por la vida como «una locomotora, a todo vapor». Todo lo que hacen, lo hacen bien y además son rápidos y logran dirigir y formar un buen equipo de trabajo, ejerciendo su poder y su liderazgo. Además proyectan una imagen de alto perfil de ser positivos y confiables y no toleran las críticas. Esperan una recompensa por su esfuerzo y si fracasan obviamente que la culpa la tendrán los demás. Tienen poca paciencia con quienes no tienen la capacidad o voluntad de trabajar tan exigente que tienen . Para ellos lo importante es competir y ganar. Son los típicos hombres o mujeres que se «han hecho a sí mismos» (self made), que gracias a su esfuerzo y a su trabajo, han progresado en la vida y han ganado una posición, de la que se sienten orgullosos.

Afinidades profesionales Los tres suelen estudiar alguna profesión que dé estatus, como ingeniería comercial o economía, y también se les encuentra en el mercado de los corredores de bolsa, o en la mesas de dinero, o sea en todo el ámbito financiero. También pueden dedicarse a las comunicaciones por su facilidad para llegar a los demás y a las ventas, ya que poseen muchas cualidades para convencer a otros y gran poder de seducción. Es posible asimismo, encontrarlos en profesiones que tengan que ver con la gimnasia o la estética, ya que son muy energéticos y le dan una enorme importancia al cuerpo, a «la pinta»* y al verse bien, como si fuesen modelos de pasarela. Pueden ser físicos culturistas o profesores de educación física ya que dan enorme importancia a su atractivo físico.

Les gusta vestirse con atuendos de moda y en lo posible de marcas conocidas. Pueden gastar bastante dinero en comprar lo último que salió al mercado, y en su atuendo también consideran lapiceras, anteojos, carteras u otros accesorios, pero siempre que sean de marca, para impresionar a los demás. Es corriente que lleven una vida agitada, en la que después del trabajo salgan a correr o vayan al gimnasio para mantenerse en forma. También puede ser que para mantenerse siempre jóvenes y bellos decidan hacerse la cirugía estética, para borrarse las arrugas o para «ponerse pechugas» pensando que eso las valorará más o para gustarle más al sexo opuesto y ser la envidia de las amigas.

Estilo de comunicación Manejan muy bien y eficientemente las palabras y un estilo comunicación en el que promueven y venden sus ideas muy convincentemente. Necesitan ser centros de atención. Seducen con gran facilidad a su interlocutor interpretando el papel que este quiere escuchar. Su lenguaje no verbal es activo, entusiasta y cautivador. Saben cómo llamar la atención de los demás y se ganan su simpatía y confianza en orden a conseguir sus objetivos.

• El tipo de personalidad cuatro: el (la) artista Si se siente incomprendido y como que no encajan en este mundo; si siente que los demás son más felices y que en general no se les dan bien las cosas, seguramente posee el tipo de personalidad 4. Si además es común que a veces amanezca con depresión o con cambiantes estados de ánimo y los demás piensen que llevan una nube negra sobre la cabeza; que además se les puede definir como «artistas» o personas especiales, entonces ya no cabe duda: usted es un 4. Pertenecen a las personalidades cuyo centro principal está regido por el corazón y dan mucha importancia a los sentimientos. Son también dependientes de la imagen que presentan, pero en el caso de los 4 estos quieren ser vistos como especiales y distintos al resto de las personas. Vinieron al mundo cargados con una mochila con angustia en su espalda y eso tiñe todas las relaciones que tienen con los demás, e incluso consigo mismos. Asimismo, la envidia es su pasión principal y esta se refiere a que sienten que los demás tienen más y que son más felices, entonces viven comparándose con los otros sin lograr entender que es lo que pasa con ellos. Cabe destacar que son ellos mismos los que crean esta situación ya que no están dispuestos a adaptarse al sistema o a la sociedad y prefieren siempre ser diferentes al resto de los mortales. Dicho de otra forma prefieren ser «ovejas negras» que seguir al rebaño, por lo que resulta obvio que no estarán nunca dispuestos a trabajar con horario o a cumplir con plazos ni convencionalidades. Probablemente dirán «eso no es para mí». A pesar de ser los más creativos de todo el Eneagrama no aprovechan ni valoran sus talentos, sino que más bien se centran en un pasado que recuerdan como doloroso y difícil, como si vivieran en un perpetuo duelo por la conexión que perdieron, y no pueden liberarse de él, ni de la sensación de abandono que sienten que ha acompañado su vida. «Anhelan la conexión con los demás, pero las relaciones satisfactorias siempre parecen eludirles»1.

Poseen un tipo de personalidad anhelante, en el sentido de que siempre están deseando lo que no tienen, lo que es inalcanzable, y desdeñan lo que ya lograron; o sea que siempre les parece que «el pasto verde se da mejor en la casa del vecino» y no en la suya. Esta característica hace que cuando los 4 logran aquello que tanto desearon, ya sea una persona que los ame incondicionalmente, que sea su pareja, o un trabajo que otros tienen y que sueñan con desempeñar, o un lugar que quieren conocer y disfrutar, amistades, etc.; tarde o temprano, dejará de satisfacerlos, los desengañarán y los hará dejarlo de lado aunque les haya costado mucho esfuerzo conseguirlo. Es que cuando por fin logran obtener algo magnífico, sienten una necesidad imperiosa de destruirlo y de «pegarse un balazo en el pie». Eso quiere decir que tienen una característica de personalidad autodestructiva, que no los deja ser felices y que los lleva a «echar abajo sus aviones». En su vida solo cuando se da este «tira y afloja», de desear y desechar es cuando se sienten vivos y auténticos, y hay que decir que los 4 le dan suma importancia a la autenticidad. Por esa razón no están dispuestos a seguir las normas de la sociedad y se rebelan contra el sistema y frente a las exigencias que consideran que les coartan su libertad. Es corriente que los 4 participen de todas aquellas «causas perdidas» o movimientos ecológicos, marchas por distintas razones que consideran válidas y que la sociedad no aprueba; se involucran de tal manera que convierten a estas situaciones en algo de tipo personal. No hay que olvidar que los 4 cuando más creativos son, es cuando están en crisis o cuando sienten esa forma de rebeldía frente al mundo y a los demás. Pareciera que esa rebeldía les diera la fuerza que necesitan para crear una obra de arte, que crean desde su interior y que probablemente dejará a todos «boquiabiertos».

Cómo se forman los cuatro

Es necesario que analicemos por qué se forma este tipo de personalidad, que se pueden definir como los más «creativos» del Eneagrama, que poseen tantos talentos, pero que sin embargo los desaprovechan y se vuelven difíciles y autodestructivos. Esto proviene de su niñez en la que es posible que hayan vivido algún tipo de pérdida. Por ejemplo, la muerte de un ser querido, la separación de sus padres, el irse a vivir a otro país, la pobreza repentina, el cambio de colegio o cualquier situación que el niño vivió como amenazante para su integridad. Esto los volcó hacia su interior, lo que define este tipo de personalidad como retraída. Es posible también que frente a esa pérdida los adultos no le hayan dado la atención que el niño necesitaba en ese momento, porque o no pudieron, o no se dieron cuenta de que la necesitaba. Entonces se sintieron solos y abandonados por todos y muy pequeños para enfrentar la situación. Como no pudieron enfrentarla, lo que guardaron en su alma fue el abandono y esto lo llevarán consigo para el resto de sus vidas, salvo que tomen conciencia de ello, sanen su pasado y puedan enfrentar su vida de forma más adulta y más sabia. Ahora, esto tiene también otro trasfondo y es el hecho de que anden por la vida abandonando, antes de que los vuelvan a abandonar. Y a eso se debe que todo lo que logran, tarde o temprano tienen que destruirlo o dejarlo, para poder así continuar con ese «tira y afloja», de esa personalidad anhelante de la que hablamos. Es necesario que se den cuenta que hay una interconexión con el miedo a ser abandonados que sintieron cuando chicos. Eso hace que se queden pegados en el pasado, echándole la culpa a sus padres, que sienten que fueron los primeros que «los abandonaron», de todo lo que les ocurre hacia adelante en la vida. Cabe destacar que esto no tiene porqué haber sido así realmente, sino que es lo que el niño percibió de la relación con sus padres. Para poder cambiar su percepción de lo que les ocurre, tendrán que cerrar la puerta del pasado y aprender a «responsabilizarse» de lo que eligen y quieren para su vida, de ahora en adelante. Ahora ya no son los niños pequeño de antes que no «podían hacer nada» frente a la situación; ahora sí tienen en sus manos

las herramientas para decidir por sí mismos lo que quieren y lo que les hará felices. Muchos 4 están convencidos de que no merecen «ser felices». Así inconscientemente, hacen todo lo posible para que ese estado nunca se produzca; tratan con brusquedad a los que los quieren y ellos mismos se interponen en el camino de su felicidad.

La motivación oculta La motivación oculta que está detrás de la estructura de personalidad de los 4, tiene que ver con el abandono que sintieron y que los lleva a actuar de determinada forma y a relacionarse con las demás personas desde ese dolor, creando una actitud anhelante, deseando siempre lo que no tienen y desdeñando lo que poseen y siendo auto destructivos con sus logros.

Vivir con los cuatro Vivir con los 4 es bastante difícil; aún cuando los 4 como pretendientes o parejas ocasionales son románticos y maravillosos amantes, intensos, pasionales y vivificantes, creativos y cariñosos; no obstante, vivir una relación duradera o un matrimonio con ellos, es agotador, por la inestabilidad que demuestran. Los que viven con ellos siempre estarán equilibrándose en un péndulo que se bambolea entre el cielo y el infierno. La intensidad emocional es común para todos los 4, tanto que si uno les pregunta ¿Qué problema tienes? ¿En qué puedo ayudarte? Los 4 contestarán: No, no puedes entenderme, ni siquiera te lo imaginas. La emocionalidad extrema de los 4 se manifiesta como dramatismo y teatralidad, la sensación de que están «representando» un papel. De pronto aman como nadie sabe hacerlo y de pronto te dicen: déjame solo porque tengo que pensar. De pronto están alegres y plenos de vida, de intenciones futuras y la mejor disposición, y de pronto se pasan una semana o un mes, viviendo en una tristeza o depresión en la que no encuentran sentido a su vida y no puedes hacer nada para lograr que esto mejore.

Viven en una «cuerda floja», que obviamente desgasta la relación. «Cuanto más tormentosa sea una relación, más atractiva les resulta»2. De igual forma, en la intensidad emocional con la que viven, presentan variados cambios de humor, desde momentos de euforia o alegría y mirar de forma optimista el futuro, como, de pronto volverse malhumorados e intolerables, dirigiendo sus dardos hacia quién vive con ellos de forma mordaz y humillante. Pero es necesario reconocer que todo ese veneno que derraman hacia el otro, es mínimo comparado al que son capaces de darse a sí mismos. Esto los lleva invariablemente a un estado depresivo, del que a veces les cuesta desprenderse.

Defectos de los cuatro • Son insatisfechos, se aferran al dolor y a las heridas de la niñez, por lo que tienden a culpar a sus padres, a los demás, o al mundo de todo lo malo que les pasa. • Son hipersensibles. Cualquier comentario u opinión puede hacer que se sientan heridos o rechazados. • Son melancólicos y depresivos, por lo que generan autocompasión hacia sí mismos. • Son auto destructivos y cuando les está empezando a ir bien se «pegan un balazo en el pie», lo que quiere decir que se «auto boicotean». Es posible que sientan que «no se merecen» que les vaya bien o que sean exitosos. • Tienen una personalidad anhelante, que siempre los hace desear aquello que no tienen y desdeñar lo que han logrado, por lo que continuamente están insatisfechos y pensando que a los demás se les dan mejor las cosas de la vida. • Tienden a culpar a los demás por sus problemas, como defensa para evitar experimentar el propio desprecio y la vergüenza interior que a veces sienten por ser como son.

• Tienden a ser «elitistas» y a comportarse como si estuvieran por encima de los demás; esto como compensación a la mala imagen de sí mismos que sienten en su interior. • Frecuentemente se sienten insatisfechos, malhumorados y envidiosos.

Su lado bueno En su lado positivo los 4 son tremendamente románticos y buenos amantes. Son intensos para todas las cosas de la vida y poseen una gran creatividad. Son capaces de tener una mirada especial sobre las personas y las cosas de la vida, que generalmente los demás no son capaces de percibir. Poseen grandes talentos del tipo artístico y son capaces de crear o parir una obra de arte que puede dejar pasmados a quienes la observan. Son muy sensibles, lo que los hace ser buenos amigos, buenos camaradas y muy solidarios con el prójimo. También suelen ser excelentes padres en cuanto a jugar y a relacionarse con sus niños, porque en el fondo actúan como un niño más. Suelen ser muy exquisitos en cuanto a gustos y tener grandes dotes para todo lo estético como la decoración o el diseño de vestuario. Asimismo son ecologistas y están dispuestos a jugárselas y defender aquello en lo que creen.

Las alas Los 4 con ala tres se vuelven más productivos ya que tienden a salir de su mundo interno hacia el exterior, hacia la vida y se conectan mejor con la realidad. Esto los hace más productivos y menos depresivos. Esta ala los provee de un mayor equilibrio para adecuarse mejor a las exigencias del mundo. Los 4 con ala cinco, en cambio son más retraídos pero normalmente más sabios y creativos aunque muy solitarios. Pueden volverse aún más pesimistas acerca del sentido de la vida y entrar en depresiones más profundas.

Para tener en cuenta

Los 4 podrán volverse más sanos y felices cuando comiencen a vivir como adultos haciéndose cargo de sus vidas, cuando sean capaces de darse cuenta de lo que les ocurre, cuando puedan soltar las amarras del pasado, cuando dejen atrás el sentirse abandonados, cuando dejen atrás su autocomplacencia y su irresponsabilidad y sean capaces de tomar compromisos y cumplirlos, disciplinarse, ponerse límites y horarios y cuando pongan por sobre sí mismos a su pareja y a su familia. Cuando tomen conciencia de los grandes talentos creativos que recibieron de Dios y los aprovechen. Todo esto hará que por fin se sientan contentos y satisfechos consigo mismos y encuentren el sentido de sus vidas, sabiéndose privilegiados entre los seres de este mundo. Deberán tender a buscar el equilibrio emocional aceptándose tal como son, sin dramatizar las experiencias, sino asumiéndolas tal cual son y sin esperar que sean fuera de lo común, ni extraordinarias, sino que logrando una apertura hacia lo que el mundo y las personas quieran brindarles. Deberán poner «los pies sobre la tierra» y desarrollar objetivos concretos y prácticos. No pretender que la vida siempre tenga que ser intensa y excitante, pudiendo apreciar los momentos sencillos y las pequeñas cosas que en la vida los hacen felices. Cuando los 4 están sanos se vuelven equilibrados, dando paso a la virtud de la ecuanimidad.

Comportamiento en el trabajo Una característica de este tipo de personalidad es que «son improductivos» y autocomplacientes, o sea en otras palabras, siempre estarán diciendo que van a hacer esto o lo otro, incluso es posible que comiencen a hacerlo (a escribir, a pintar, a trabajar en lo suyo) y repentinamente abandonen y dejen todo botado, sin poder cumplir lo que prometieron o sin la responsabilidad de responder frente a la confianza que alguien puso en ellos, porque todo depende del estado de ánimo en que se encuentren.

Es importante comprender que a los creativos y artistas como los 4 no se les puede exigir trabajar en una oficina de 9 a 5 de la tarde, porque su creatividad se desarrollará en el momento menos pensado, a cualquier hora y en cualquier situación. Sin embargo, si necesitas contar con su creatividad deberás comprender por un lado su necesidad de libertad, pero también ponerles límites, para que puedan cumplir con sus compromisos. Deberán tener «un manager», que se haga cargo de la situación para que los 4 puedan «trabajar» haciendo lo que tan bien saben y para que no pierdan credibilidad. Asimismo, hay que ayudarlos a que se incorporen al mercado, a que vendan lo que producen ya que los Cuatro no tienen mucha conciencia de lo necesario que puede ser el dinero para vivir y por lo tanto no sabrán valorar sus obras, ni se valorarán ellos y quedarán contentos con cualquier cosa. Un ejemplo típico de una personalidad 4 fue Vincent Van Gogh, quien no vendió ni un solo cuadro mientras vivió. Fue su hermano Theo quien le «compraba« sus pinturas y lo sobreprotegió siempre.

Afinidades profesionales Dado que los 4 son finos y refinados, con muy buen gusto y amantes de la belleza y de la estética, es corriente encontrarlos en profesiones que tengan que ver con estos valores, como por ejemplo el diseño, la gráfica, la decoración (anticuarios) y en general todo lo que tenga que ver con las artes y también con la capacidad de profundizar en la realidad, como psicólogos, psicoterapeutas, etc., ya que poseen un lado femenino y una sensibilidad muy desarrollados. Asimismo, suelen dedicarse a reivindicar causas perdidas o movimientos ecologistas o de sana alimentación. Por esta misma razón también disfrutan siendo chefs de cocina, donde combinan su buen gusto con la buena nutrición. Suelen destacarse como buenos escritores, músicos, escultores, pintores o poetas. Su excelencia en el trabajo dependerá de cuanto se aprecie su creatividad y al espacio que se les deje para plasmar sus innovadoras ideas.

Se vestirán con ropas a lo mejor un poco excéntricas, pero en todo caso como hechas para alguien muy especial, que denoten clase y originalidad. Les gusta ser considerados elegantes y de vanguardia en el vestir y en la moda. Normalmente son personas delgadas ya que no son de mucho comer, ni de «pegarse atracones» de comida. Sin embargo disfrutan de un buen vino o de algunas exquisiteces.

Estilo de comunicación Los 4 tienen muy desarollada la comunicación no verbal, a través de suspiros y miradas que dicen más que mil palabras. Sienten que no pueden expresar cabalmente la intensidad de todas sus vivencias interiores y que los demás no están capacitados para entenderlos. Por esto recurren normalmente a expresarse a través de alguna obra artística donde plasman sus profundos sentimientos. Algunas veces se muestran malhumorados y pueden ser mordaces o hirientes con aquellos con los que conviven, producto de su «híper sensibilidad». Se sienten «perseguidos» cuando alguien los ignora o los critica y les dice lo que deben hacer. Es común que tengan una actitud «transgresora» con «el sistema» o la sociedad.

• El tipo de personalidad cinco: el (la) intelectual Parecen ser seres fríos e impersonales, ya que siempre están dedicados a sus estudios, a leer y a adquirir conocimientos. En general prefieren estar solos, por lo que viven la vida aislándose de los demás. Pertenecen a los tipos de personalidad donde la cabeza es la que prima en sus decisiones y relaciones. Todo gira alrededor de «los miedos», por lo que al «subirse a su cabeza» sienten que se protegen del entorno al que ven como hostil y exigente. Valoran la autonomía y ser auto suficientes y suelen ser mezquinos con sus afectos, con su tiempo y con su dinero. En el fondo no quieren «apegarse» a nada. En general prefieren ser observadores de la vida en vez de participar activamente en ella. Son analíticos, empíricos, sabios y especialistas. Poco prácticos, tienden a vivir desvinculados de los demás. Su pasión estrella es la avaricia que se refiere a guardar y acumular cosas con el fin de evitar sentirse «vacíos» que es una sensación que los 5 sienten internamente con frecuencia y que proviene de que en realidad no están conectados con sus partes afectivas, con su corazón. Creen que lograrán llenar ese vacío si se leen tres libros más, y no toman conciencia de que lo que necesitan es «llenar» su parte afectiva, relacionándose con los demás, dejándose querer por otro y siendo capaces también de amar a otro. Sienten un miedo terrible a ser «dominados» por el otro y a perder su independencia y esto no les permite comprometerse a fondo con nada ni con nadie. Lo que más les cuesta es conectarse con sus sentimientos, con sus partes afectivas. No saben cómo dar ni recibir cariño, y no es que no les gustaría poder hacerlo, como todos los demás, sino que no saben cómo hacerlo. Además, que relacionarse con los demás desde el corazón puede significar tener que «sufrir» y prefieren evitarlo.

Por eso mismo, les cuesta asumir el compromiso, porque creen que les exigirá demostraciones de afecto y escogen el camino del aislamiento, ya que estando solos nadie podrá manejarlos ni decirles que es lo que deben o no deben hacer. Sin embargo, estarían dispuestos a formar una familia siempre que la pareja les deje su propio espacio, acepte sus condiciones y no exija más allá de lo que voluntariamente quieran y puedan dar. En realidad es en el aislamiento donde se sienten más a gusto, ya que reconocen que les cuesta hacer amistades y que les falta de alguna manera el sentido de la sociabilidad. Les desagrada cuando sienten que pierden el tiempo en conversaciones sin sentido, o cuando deben asistir a una reunión o a alguna fiesta donde no hay posibilidad alguna de encontrar a alguien interesante. Siempre son los mismos, siempre hacen lo mismo, siempre dicen lo mismo y los 5 no están para eso. No entienden como a los demás les entretienen todas las tonteras que hablan, o esos asados interminables a los que se va con los niños, en familia, y donde prácticamente lo único que se hace es comer y tomar. Sus mentes son demasiado activas y necesitan todo el tiempo del que puedan disponer para trabajar en lo suyo, para aprender más cosas, para conocer aquello que les interesa etc.. ¿De dónde viene esa necesidad de aislamiento? ¿No será que sienten miedo? ¿Pero miedo de qué? Pues de lo que significa tener que relacionarse afectivamente con los demás, de sufrir y tener que demostrar un poco lo que sienten y no solo lo que piensan. El hecho de refugiarse en la intelectualidad y de darle tanta importancia a la cabeza, a lo que piensan, hace que los 5 valoren esto por encima de todo lo demás; entonces para ellos la gente común y corriente, está muy por debajo en cuanto a conocer y saber de la vida. Los 5 se sentirán superiores y tratarán a los demás con arrogancia. Probablemente no participarán en las conversaciones sin medir muy bien todo lo que van a decir para darles una lección a los otros, para demostrarles a

los otros que ellos saben más que todos, que son sabios, seres que están por encima de lo normal y corriente. Para conservar esta postura de sentirse por encima de los demás, no pueden mostrarse como realmente son, ni menos exteriorizar lo que sienten, ya que se descubriría que son tan comunes y corrientes como los demás, entonces, se protegen dándose aires de importancia y se ponen una coraza imposible de penetrar. Pero en realidad se sienten tremendamente vulnerables en su interior aunque exteriormente muestran un gran dominio de sí mismos y de las situaciones,esa es solo una máscara que presentan al mundo para que los dejen tranquilos. Otra característica típica de este tipo de personalidad es que separan los pensamientos, los hechos relacionados y los sentimientos colocándolos en diferentes compartimientos, sin que se conecten entre sí. En su vida gustan de mantener aparte cada uno de sus compromisos y no cohesionan sus sentimientos, sino que más bien los fragmentan buscando seguridad y privacidad, ya que sienten que poseen pocas defensas contra el resto del mundo y utilizan la compartimentación para separar los acontecimientos de la vida. Así no se da una continuidad de sentimientos. Para poner un ejemplo, es posible que los 5, posean amigos en diferentes áreas de su vida y que nunca los junten; de pronto se juntarán con sus camaradas, otro día con sus familiares y después con sus compañeros de oficina. Es como si dentro de sus cabezas tuvieran «diferentes cajones» y guardaran tanto las relaciones como los diferentes hechos, pensamientos y sentimientos sin que se interconecten, pues prefieren analizarlos de forma individual. Esto se debe a que piensan que grandes problemas traen grandes angustias, en cambio cuando estos se dividen y se analizan por partes, una cada vez, la angustia es más manejable.

Cómo se forman los cinco Esa vulnerabilidad que sienten probablemente nació cuando eran niños pequeños y sentían que no cuajaban en el hogar en el que les tocó nacer.

A lo mejor entre sus padres había alguna forma de desamor que les hizo sentir que no llegaron a un «nidito calientito», sino a un entorno en el que cada uno vivía individualmente su vida. O es posible también que su madre o sustituto materno haya sido una persona intrusiva, que estaba siempre encima de lo que hacían, que los abrumaba con su atención y no les dejaba espacio para ser ellos mismos. Ojo, que aquí no me estoy refiriendo a una madre afectiva y preocupada en demasía de su hijo, de darle amor, de cuidarlo, de estar siempre presente. No, este tipo de madre al contrario, era abrumadora en su atención y en el control que deseaba mantener sobre su hijo, pero se trataba de una atención sin grandes demostraciones de cariño o de afecto por el pequeño. En ambos casos los 5 descubrieron que lo mejor era salirse de ese entorno, aislarse y hacer su vida, cuidando de llamar lo menos posible la atención de nadie. Se acostumbraron a depender solo de sí mismos y a ser felices de esa manera. Al igual que los 4 se volcaron hacia su interior formando un tipo de personalidad retraída. De adultos, su vida cambió poco, porque su personalidad se formó en torno a su intelectualidad, dejando de lado las emociones, los sentimientos y la afectividad; lo que no quiere decir que no los tengan, sino que los esconden muy profundamente dentro de sí, ya que como no aprendieron a recibir amor, tampoco saben cómo darlo; entonces es mejor que nadie sepa lo que sienten, así se evitan los problemas de necesitar a otro que los ame, que los acompañe, que los entienda etc..; si se las baten solos en la vida, se sienten seguros. El problema de este tipo de personalidad es que se auto convencen de que no necesitan a nadie para ser feliz y obviamente eso no puede ser totalmente cierto. Los seres humanos nos necesitamos unos a otros, nacemos en comunidad y dependemos de los demás en todo sentido. Nadie puede realizarse totalmente como una persona íntegra, sola. El ser aislado no logra satisfacer a nadie ¿Qué hay del amor? Los intelectuales dirán. ¡Yo sé mucho sobre el amor!, pero lo que saben lo han leído en los libros, que es muy distinto a experimentarlo, a vivenciarlo. El amor del que hablan los libros dista mucho de lo que puede ser capaz de provocarnos o hacernos sentir una persona.

Esto no quiere decir que las personas intelectuales no tengan su corazoncito, pero lo guardan muy profundamente solo para ellos y para nadie más. Tanto se han acostumbrado a guardar todas sus emociones, sus sentimientos, que terminan convirtiéndose en avaros de su tiempo y afectos, e incluso de su dinero. Puede pasar que al final de la vida estas personas se encuentren solas, sin amigos y en el fondo, la vida, las emociones y los sentimientos les habrán pasado por el lado. Entonces se preguntarán ¿Esto es todo? Una vida así vivida será «fome» y triste y como se supone que esta vida es corta y única, yo les aconsejo vivirla «a concho» sintiendo todo lo que sean capaces de sentir, vivenciando y experenciando al máximo todas las situaciones, sean estas placenteras o dolorosas. Tengan en cuenta que cuando hayan llegado al final de sus vidas, lo que más les dolerá es no haber experimentado la pasión, el amor, las experiencias de la vida que nos hacen sentir vivos, y ya no tendrán el tiempo para hacerlo. Por eso es mi consejo, es que no dejen pasar ni una sola oportunidad de hacerse más vivos y más humanos y vívanlas totalmente. Si se dan cuenta que no resultó ser lo que esperaban o les causo algún sufrimiento o incomodidad, piensen que en todo caso fue una(s) experiencia(s) que de seguro les enriqueció de alguna manera. Cuando uno como persona adulta se da cuenta de que un niño va por el camino a transformarse en un intelectual, la forma de ayudarlo es a través de la sensibilidad de los sentidos. Llevarlo de paseo y hacerlo que note el colorido de los árboles y las flores, que sienta el canto de los pájaros, que huela diferentes perfumes, tocarlo para sensibilizarlo, etc. Esto también podría ser efectivo para una persona adulta, pero demorará más tiempo. En cambio en un niño se verán resultados inmediatos.

La motivación oculta La motivación oculta que sustenta la estructura de personalidad de los 5 es un temor a sentirse vacío, por lo que enfrentan la vida desde su intelectualidad, desde «saber más» para protegerse de todo aquello que sienten en lo que no

tienen dominio como los afectos y sentimientos, que los hace aislarse de los demás.

Vivir con un cinco La persona que se relacione o se enamore de un cinco deberá tener mucha paciencia con él. Darle mucha atención y cariño, pero por ratos breves y luego dejarlo solo para que continúe en lo que se sienta cómodo. No se les deberá exigir ser muy sociables, aunque debe tratar de que se incorporen, por lo menos, a alguna hora del día en la vida social de la casa, a fin de que compartan con los demás. Deberán tocarlo con mucha delicadeza en la intimidad, para que no sientan que los están invadiendo, y a la vez enseñarle como le gusta ser tocado(a). No andar ventilando las cosas intimas con las amistades, ya que no lo perdonarían jamás. Es importante demostrar interés por lo que hacen y escucharlos con paciencia e incluso a veces sentarse junto a ellos calladamente, sin intervenir. No hacerles escenas de celos, o de que «tú no te preocupas por mí», o «no te importo», sino que dejarlos que se acerquen cuando quieran hacerlo y que tengan sus momentos de aislamiento cuando los necesiten. Vivir con un(a) 5 es estar dispuesto(a) a ser muy independiente y a no contar con ellos en la rutina general de la vida diaria. Vivirán como en un mundo aparte, incorporándose solo a veces a sociabilizar con sus seres queridos, por lo que tendrás que hacer tu vida y buscarte tus propias entretenciones. Esperan que el otro comprenda su necesidad de privacidad y que sobre todo los deje tranquilos y no los moleste, prefieren no asistir a reuniones de tipo social, quedándose solos en la casa. Con sus hijos son buenos padres aunque un poco ausentes físicamente, pero a la vez con gran capacidad de escuchar cuando se relacionan con ellos. No hay que esperar de ellos que se comprometan ni que muestren grandes demostraciones de cariño ni de espontaneidad en la intimidad. Sin embargo pueden demostrar gran ternura, sin necesidad de hablar.

No les gusta que traten de sorprenderlos y prefieren estar prevenidos ante lo que va a ocurrir, para prepararse y así evitarse pasar un mal rato.

Defectos de los cinco • Sufren un profundo vacío interior, lo que los hace ser avaros con sus afectos, con su tiempo y con su dinero. • Fríos e impersonales, distantes, retraídos y desapegados; no se relacionan en un nivel afectivo, lo que dificulta tener una relación profunda con ellos. • Les falta tacto y se muestran arrogantes ya que sienten que saben más que los demás. • Les cuestan mucho los compromisos y si llegan a hacerlo será siempre y cuando se les permita mucho espacio para aislarse y estar solos, porque solo así estarán contentos. • Cuestionan todas las cosas, los dichos y opiniones de los demás lo que puede provocar resentimiento en el resto. • Pueden volverse paranoicos y sentir que el mundo es hostil y que los demás están en su contra. • Sufren un profundo vacío en su interior por su incapacidad para dar y recibir afecto.

Su lado bueno En su lado positivo los 5 pueden ser eruditos, innovadores, sabios e interesantes. Por lo mismo, con ellos se puede tener una buena conversación de cualquier tema Suelen ser buenos educadores o catedráticos con gran capacidad para escuchar y enseñar. No acostumbran a juzgar ni a prejuzgar a los otros, por lo que uno sabe que puede relajarse y mostrarse realmente como es. Son muy profundos y pueden analizar cualquier situación, lo que los hace ser buenos e imparciales consejeros. Desapasionados y tranquilos en las situaciones de crisis, lo que permite que definan la mayoría de las veces el camino correcto a seguir.

Sus virtudes cuando están sanos son la sabiduría, la generosidad, el desprendimiento, la objetividad y la comprensión de las cosas.

Las alas Los 5 con ala cuatro pueden unir sus conocimientos con su intuición. A la vez son más sensibles a las críticas en lo que se refiere a su trabajo y pueden volverse malhumorados. Suelen también ser más intensos que los con ala seis. Los 5 con ala seis tienden a sobre reaccionar en su forma de relacionarse y pueden tornarse desconfiados y paranoicos. Sin embargo son más comprometidos con su familia y sus creencias.

Para tener en cuenta Para sanarse los 5 deberán comprender que para lograr el equilibrio necesitarán dejar su aislamiento para relacionarse con los demás y gracias a esto llegarán a conocer sus sentimientos, trabajando con sus sentidos y emociones y no solo con sus pensamientos, y sus cabezas. Al salir de sí mismos y relacionarse mejor con los demás empezarán a dejar de lado la desconfianza que le provocan los otros y se atreverán a implicarse en vivir la vida, en lugar de ser solo observadores. Asimismo, al reconocer que saben más que los demás podrían tomar el liderazgo de grupos a quienes podrían enseñar lo que tan bien saben. Deberán evitar bloquear sus emociones y sentimientos, para lograr que su corazón tenga más importancia en su vida. Tendrán que adquirir compromisos y responsabilidades en las relaciones de pareja y familia

Comportamiento en el trabajo Son productivos y suelen tomar decisiones, si se les da la autonomía y el espacio que necesitan para concentrarse. No les interesan la comunicación interpersonal, sino que más bien las ideas y son capaces de manejar el

pensamiento abstracto a un alto nivel, enfocado hacia proyectos interesantes, lo que lo hace ser muy analíticos. Le dan mucha importancia a la globalización, a lo universal, a lo macro y a la influencia que esto significa no solo para el mundo, sino también para el cosmos.

Afinidades profesionales Suelen ser buenos profesores o catedráticos e interesarse por cualquier disciplina científica, como laboratoristas, físicos, químicos o matemáticos, psiquiatras o psicólogos. Como gustan tanto de los libros, también se sentirán a gusto a cargo de una biblioteca o en trabajos en los que tengan mucho que leer y/o escribir, por lo que pueden ser buenos y prolíficos escritores. No demuestran ningún interés en su vestimenta; pueden ponerse cualquier cosa, aunque esté viejo y deslucido, sin ningún problema. Es tan poca lo que les la importancia que le dan a su presentación que pueden ir a un matrimonio, con aquellos «bototos»* con los que salen a trabajar, para desesperación de su mujer. Les molesta tener que ir de compras así que prefieren usar lo que tienen hasta que se les «caiga a pedazos». Suelen tener una figura delgada y esmirriada pues no son golosos ni amantes de la buena mesa ni de los cocktails o las fiestas. Pueden comer cualquier cosa y es corriente que a veces pasen muchas horas sin alimentarse pues están concentrados en su trabajo.

Estilo de comunicación Su comunicación será del tipo cerebral, bien hilada y es probable que comuniquen alguna enseñanza si se está tratando de algo de lo que tienen dominio. Sin embargo puede parecer a los demás que se comunican de forma aburrida, ya que son poco vitales o entretenidos en su forma de hablar.

Si se trata de temas por los que no sienten verdadero interés tenderán a ser concisos y breves en sus respuestas. Sin embargo, también pueden estar mucho rato sentados, sin hablar con su acompañante; solo se sentirán comprendidos si la otra persona se queda con ellos en silencio.

• El tipo de personalidad seis: el (la) interrogador (a) Los 6 tienen la más compleja de todas las personalidades del Eneagrama. Les cuesta decidirse a tomar cualquier tipo de decisión, por eso la gente los ve como inseguros, dubitativos, porque les toma mucho tiempo definir qué es lo que quieren hacer, ya que no quieren equivocarse y en su cabeza bullen tantas ideas, que se podría decir que tienen un comité de personas que les dicen cosas distintas y no saben a cual hacerle caso. Pertenecen a los tipos de personalidad que están mayormente influenciados por su mente, o sea son cerebrales, cuestionadores y piensan mucho antes de decidir. Poseen una gran percepción y son muy analíticos. A todas las cosas les dan varias vueltas antes de tomar alguna determinación. El problema es que por más que tratan de analizarse y entenderse, no lo logran totalmente. Esto se debe a que poseen rasgos contradictorios de varias personalidades interactuando al mismo tiempo Estas características opuestas pueden ir desde comportamientos acogedores, desconfiados, amistosos, queribles, insolentes, complicados, juguetones, dependientes, obedientes, pacíficos, tímidos pero y a veces rebeldes y violentos son rasgos comunes a los 6. Cuando alguna alumna mía no se decide y se da vuelta entre todos los tipo de personalidad, de seguro es una 6. Además son «contreras» o «abogados del diablo» en el sentido de que siempre les gusta «llevar la contra» ante cualquier situación. También pueden definirse como los más razonadores, lógicos y filósofos del Eneagrama. Eso, porque en su interior están tan acostumbrados a ver todas las alternativas y a enfrentarlas para saber qué es lo más acertado y poder tomar una decisión sin cometer errores. Desde una postura externa los 6 pueden parecer ambivalentes porque siempre se debaten entre creer y dudar frente a las cosas. Asimismo pueden parecer paranoicos porque están convencidos de que los demás representan una amenaza, pues en cualquier momento podrían destruirlos o atacarlos. A esta personalidad yo le llamo la del ¿Y si?, porque siempre se están poniendo a la defensiva, poseen miedos imaginarios y siempre están preguntándose: ¿Y si pasa esto o aquello? A veces incluso con un tono fatalista.

Su problema principal son los muchos miedos que gobiernan su mente. La mayoría de ellos son imaginarios, pero para los 6 son absolutamente reales. Más bien lo que se nota es una ansiedad que los maneja y gobierna sus vida ante peligros generalmente imaginarios. Necesitan sentirse seguros en todo momento y como esto no es posible en el mundo en que vivimos, en el que acechan tantos peligros, se paralizan y no toman determinaciones nuevas, ni se atreven a innovar. De hecho los 6 rara vez sienten miedo ante las situaciones reales que les asustan, ya que solo se paralizan cuando su mente les crea miedos imaginarios, pero en la vida real ante algo imprevisto,( como podría ser una pelea, un asalto) serían perfectamente capaces de defenderse, sin siquiera pensarlo. En este tipo de personalidad la duda está presente en toda su vida, manifestándose en ansiedad, vacilación, irresolución, suspicacia o escepticismo. Son desconfiados por naturaleza y siempre están pensando que los demás se acercan a ellos por alguna oculta razón. Son desconfiados crónicos. ¿Qué hay detrás de esto? ¿Qué quieren conseguir con esta actitud? Esto les trae normalmente muchos problemas, porque necesitan estar siempre «probando» a la otra persona, para ver si merece su confianza. Para ellos las personas son sus amigos o están en el bando contrario. Hacer nuevas amistades les cuesta mucho, porque para ser su amigo hay que haberles demostrado una gran lealtad. Sin embargo, cuando sienten que alguien faltó a su confianza o cuando se ven presionados por alguna situación, reaccionan violentamente y pueden ser tan brutales y pendencieros como los 8. Pero hay que señalar que es muy raro que los 6 reaccionen de esta forma violenta, pero en algunas ocasiones, muy pocas ciertamente, se les podrá conocer esta faceta. Consideran muy importante definirse frente a la cobardía y a la valentía. Es probable que los otros tipos de personalidad ni siquiera se lo planteen y vivan más tranquilamente su vida, pero para los 6 sentirse cobardes o valientes es parte de su vida diaria.

Tienen una desmesurada obediencia a «la autoridad» que no los deja hacer nada que se salga de las normas legales. O sea son muy leales y muy legales. En sus vidas esta es una de sus características más comunes y pueden vivir casi toda la vida en esa postura de persona obediente y cumplidora. Ellos endosan a la autoridad todas aquellas cualidades que sienten que les faltan como solidez, certeza, definición, concreción, resolución, determinación, fortaleza, sustentación y por esto prefieren vivir al alero de ella para sentirse seguros. Sin embargo, cuando se sienten estresados o presionados, o cuando están entre «la espada y la pared» algo interno se produce en ellos, en que saltan, se defienden como arañas y son capaces de desafiar abiertamente la autoridad. Es como si dijeran «ya, me aburrí, ahora la autoridad soy yo». Lo que demuestra que su relación con la autoridad es ambivalente. Para que quede medianamente claro: dentro de los 6 existen por lo menos dos tipos de personalidad contrarios. Uno es el de la persona cumplidora, obediente a la autoridad y a la ley que llamaremos personalidad fóbica, y otra, totalmente contraria que puede comportarse de forma violenta, desafiando la autoridad, a la que llamaremos personalidad contrafóbica. Ambas viven dentro del 6 y aunque es usual que muestren la primera (fóbica) la mayor parte de su vida y todos los que los rodean los describan como seres tranquilos, obedientes y dependientes, que en general no causan problemas; en alguna oportunidad, cuando se sienten presionados, lo que comúnmente se dice «entre la espada y la pared», puede tomar la segunda (contrafóbica) y convertirse en seres violentos, compulsivos, groseros y avasalladores (muy parecidos a los 8). Luego lo normal es que vuelvan a tomar el primer tipo de personalidad y sigan su vida como si no hubiese ocurrido nada. Sin embargo, en algunos casos los 6 contrafóbicos pueden volverse megalómanos, tiranos y omnipotentes (Napoleón- Hitler). Estos dos personajes de la historia en algún momento de sus vidas, frente a algún hecho o situación inesperada se volvieron contrafóbicos, por el resto de sus existencias dejando atrás la personalidad fóbica que probablemente presentaron cuando niños o jóvenes.

Debido a esto es que a veces sucede que personas a las que conocemos de toda la vida, que siempre parecieron ser «quitados de bulla», tranquilos y afables, puedan cambiar tanto, comportándose como la antítesis de lo que eran, actuando violentamente, y tornándose totalmente desconocidos, lo que deja perplejo a todo el resto Por ejemplo aquellos terroristas que siempre fueron tranquilos y pacíficos y un día cualquiera deciden empuñar una pistola y dispararles a sus compañeros de clase.

Cómo se forma un seis Esta forma de ser les viene desde pequeños, siendo cercanos a su padre, cuando sentían que este, por un lado, era quien los protegía, pero por otro lado pueden haber tenido momentos en que se mostrara autoritario, y entonces le temían. Esta inestabilidad de sus progenitores hizo que los 6 se sintieran inseguros, que les faltara una base, una sustentación. Su «personalidad se formó alrededor del temor y de la ansiedad por su supervivencia y por obtener seguridad»3 . Algunos decían ser regalones de su padre o de un sustituto paterno. Pero los padres, que generalmente son la autoridad en la casa, a veces se enojan fuerte y esto a esos niños pudo provocarles temor, haciendo que se dijeran que era mejor estar en la buena con el papá (la autoridad) porque este podía ser violento cuando se enojaba. Por esta razón podemos definir este tipo de personalidad como complaciente, primeramente con su padre y luego en la vida, con los demás y con la autoridad. Es probable también que alguno o los dos progenitores hayan tenido una personalidad tímida o inestable que al niño no le daba seguridad y que puede haberlo sentido como una amenaza para su vida. Cuando crecieron, romper con esa situación infantil, resultó especialmente difícil para este tipo de personalidad, por miedo al abandono, lo que hizo que transfirieran su dependencia a las autoridades de cualquier tipo en la vida. O sea dicho de otra forma, la autoridad, que es quién manda, nos protege, por eso las leyes y las normas hay que cumplirlas, porque de lo contrario, esta podría «molestarse» y castigarnos.

Pero, como en su interior siguen siendo rebeldes, ocurrirá que algunas veces, cuando ya no soportan más la presión, se desmarcarán de lo que siempre han sido y se irán en contra de la autoridad. Es común ver este tipo de personalidad en los «extremistas» que se han «salido» de la sociedad y le hacen frente a todo lo convencional. Cuando, son atrapados por la policía después de cometer algún desmán, la gente que los conocía de toda la vida, se expresan refiriéndose a ellos como personas tranquilas, obedientes y que no causaban ningún problema. Es cierto, es la misma persona en dos manifestaciones de su personalidad en oportunidades diferentes.

La motivación oculta La motivación que oculta la estructura de personalidad de los 6 es la de buscar sustentación y seguridad en todos los ámbitos de la vida. Esto los hace ser muy analíticos por temor a equivocarse o a cometer errores y asimismo enfrentar sus decisiones con dudas e incertidumbres. Tanto en sus actitudes fóbicas o contrafóbicas, en sus reacciones de obediencia como de rebeldía, subyacen los miedos que gobiernan su vida, que a veces toman la forma de ansiedad.

Vivir con un seis Vivir con un 6 o una 6 no es fácil ya que sus parejas siempre deberán estar atentas para escudriñar lo que estará pasando por su cabeza. Cuestionan las intenciones o sospechan del interés que el otro/a ponga en la relación. Pueden sentirse totalmente comprometidos con una pareja en todos los aspectos, y aún así tener dudas de que todo vaya a funcionar. Es como si estuvieran esperando que en cualquier momento algo malo fuera a ocurrir.| Será necesario cada cierto tiempo, poner «las cartas sobre la mesa» y analizar la relación para que los Seis dejen de sentir temor y vuelvan a tener confianza, a sentirse seguros de que todo va bien. Cuidado, ya que los 6 son muy perceptivos de lo que sucede en tu interior, tanto acerca de cómo va la relación, como de si eres sincero con lo que estás

mostrando; por favor no trates de engañarlos ni una sola vez, ya que perderás para siempre su confianza y ponen tierra de por medio en estos casos, para siempre. Debido a que los 6 son indecisos e inseguros, es su pareja quién deberá tomar las riendas y conducir la relación. Les gusta escudarse en el otro y hacerse dependientes de su pareja para sentirse seguros y protegidos. Harán cualquier cosa para ser deseados y protegidos por el otro, pudiendo llegar a una actitud masoquista con tal de ser queridos. La calidez de su personalidad los lleva a ser obsequiosos buscando compulsivamente el afecto de sus parejas. Asimismo es corriente que los 6 sean muy desconfiados de todos los que los rodean, tanto como de sí mismos, de no saber controlarse, de no ser capaces de sobrellevar las situaciones de la vida cotidiana y dado que reconocen dentro de sí rasgos tan contrastantes, pueden sentir miedo de presentar reacciones violentas o arbitrarias. Esa semilla de agresividad que sienten dentro de sí mismos, la proyectan hacia el mundo en general, sintiendo que deben defenderse de este y desconfiar.

Defectos de los seis • Son indecisos, dubitativos, suspicaces y desconfiados. • Necesitan verificar todo para sentirse seguros. • Dan demasiada importancia a la legalidad y a ser obedientes con la autoridad, ya que si no lo hacen se sienten culpables. • Son ansiosos y sienten gran inseguridad. Necesitan escudarse en un grupo y son dependientes de los demás. • Les cuesta mucho conocerse y entenderse ya que poseen una personalidad llena de rasgos contradictorios. Al igual que el 1, tiene un «Pepe Grillo» en la cabeza que los juzga sin piedad. Los o las 6 tienen dentro de su cabeza un «comité» de personas que les dicen diferentes cosas y por esta razón es que les cuesta tanto tomar una decisión.

• Cuando se tornan contra fóbicos pueden volverse muy violentos y autoritarios, incluso pueden parecerse mucho más a un 8 que a un 6 fóbico promedio • Suelen mostrarse como «abogados del diablo» dando la contra a todo lo que se les plantee. • A lo que más temen es a equivocarse

Su lado bueno En su lado positivo los 6 son razonables, analíticos y se interesan en todo lo que se les plantea. Son juguetones, amables y muy familiares. Siempre ponen a sus seres queridos en primer lugar. Atractivos y queribles, responsables y comprometidos, diligentes, buenos amigos, trabajadores excepcionales y muy, pero muy leales. Se puede confiar totalmente en ellos. La lealtad es su virtud principal. Son creativos y tienen muchas destrezas para las manualidades y una gran imaginación que emplean en esa creatividad. A los 6 les gusta luchar por las personas necesitadas. Son capaces de implicarse fuertemente a favor de un amigo que está en apuros. Permanecen fieles y al lado de ellos aún en tiempos difíciles.

Las alas Los 6 con ala cinco son cautivadores, con una gran vena intelectual. Observadores del ambiente y de las personas. Reprimen más sus emociones y pueden ser aún más desconfiados. Los 6 con ala siete son más extrovertidos y sociables. Poseen sentido del humor pero siguen siendo indecisos y ambivalentes. No reaccionan bien ante la angustia y pueden deprimirse.

Para tener en cuenta

Los 6 necesitan entender que sus miedos, que les causan tantos problemas son imaginarios. Deben resolver su ambivalencia y su angustia con respecto a sí mismos y a los demás. Tendrán que aprender a relajarse y a atreverse a ser independientes y autónomos. Deberán ser más positivos en sus pensamientos y sus acciones. Al verse más tranquilos, no temerán tanto a sus miedos y podrán solucionar la ansiedad que maneja sus vidas. Se volverán más confiados en sí mismos y por ende también creerán más en los demás sin presuponer dobles intenciones detrás. Se volverán comprometidos profundamente con su pareja y tan leales a la relación que harán que el otro sepa que puede contar siempre con ellos. Su virtud es la lealtad a todas las personas a quienes consideran sus familiares, cercanos o amigos, como también a sus trabajos y a sus camaradas.

Comportamiento en el trabajo En cualquier trabajo, los Seis serán muy buenos «segundos de a bordo» dado que no les gusta estar en primera fila ni tener que abrirse camino o confrontarse con los demás. Serán absolutamente confiables, leales, organizados y responsables. Como tienen mucha cabeza y son muy analíticos, es probable que sean la mano derecha de «el jefe» y le hagan los discursos o influyan mucho en sus determinaciones, pero siempre desde la sombra. Si se sienten bien y su vida va por buen camino, muestran gran sentido del humor y son muy queribles y adorables Pero pueden ser los más ruines y combativos cuando están fuera de sí y se sienten perdidos en la vida. Su sensación de encontrarse en peligro aumenta frente al éxito, ya que no saben cómo manejarse ante este tipo de situación en la que la competencia es lo principal. No obstante, los miedos se esfuman cuando los 6 se involucran totalmente en una actividad, ya que como hemos dicho, sus miedos son en su gran mayoría imaginarios.

Afinidades profesionales Suelen ser excelentes «segundos de a bordo», mandos medios o secretarias que llevan todo el manejo de la empresa u oficina. Brazos derechos de sus jefes ejerciendo su lealtad a toda prueba con ellos. Pueden asimismo dedicarse a la vida militar ya que se sienten seguros en profesiones donde la jerarquía les otorgue sentido de pertenencia y seguridad. Asimismo es corriente encontrarlos en la actuación ya que dentro de ellos existe gran cantidad de rasgos diferentes y opuestos, lo que les otorga la facilidad de representar diferentes papeles. También valoran mucho la permanencia en sus trabajos, por lo que serán tremendamente leales, responsables y comprometidos con lo que hacen.

Estilo de comunicación A la hora de comunicarse los 6 muestran cautela y prudencia. Suelen ser amables, pero van «despacito por las piedras» hasta estar seguros del parecer de los demás. No son de reírse fuerte ni de hablar fuerte, más bien les gusta participar y ser buenos observadores. Sin embargo poseen una característica que utilizan muy comúnmente que es la de ser «abogados del diablo» lo que se traduce en llevar y defender la opinión contraria a la planteada. Esto lo hacen porque en su interior siempre tienen la posibilidad de poseer dos posiciones que pueden ser totalmente opuestas y como no saben por cual decidirse, esta es una forma de hacerlo. Tratan de proyectar una imagen digna y apropiada para la ocasión. Sus vestimentas por lo tanto no serán exuberantes ni demasiado audaces porque siempre para ellos es mejor pasar desapercibidos y no ser «los primeros de la fila». En todo caso les gusta presentarse bien y atractivos (as) porque necesitan caer bien y gustar, ya que dependen mucho de ser aceptados pero no elegirán ropas costosas o de marca porque tienden a ser moderados en sus gastos.

• El tipo de personalidad siete: el (la) hedonista A los 7 les gusta vivir en un mundo lleno de diferentes opciones, ideas, aventuras y planificar un brillante futuro. Debido a esto se les considera los optimistas del Eneagrama. Les gusta saborear las experiencias y necesitan vivir estimulados para sentirse felices. Siempre están dispuestos a divertirse ya que el lema de sus vidas es: «la vida es muy corta y hay que disfrutarla». Por eso generalmente los demás los consideran el «alma de la fiesta». Pertenecen a los tipos de personalidad que son «cabeza» en el Eneagrama y en su caso la utilizan mucho, pero especialmente para planificar el futuro, que ven lleno de posibilidades y entretenciones. Viven muchas fantasías dentro de su cabeza y les cuesta «parar.» Su mente está plagada de muchas ideas en ebullición. Tienen un montón de planes en su cabeza que por supuesto quieren realizar, ya que son tremendamente creativos pero como son muy dispersos, concretan poco y muchos de esos planes se quedan en el camino. No soportan la rutina ni la disciplina, las que asocian con el aburrimiento y son personas que están siempre dispuestas a la aventura y a correr riesgos, o a salirse de lo establecido. Tienen muy claro lo que quieren en la vida y no escatimarán esfuerzos por conseguirlo, así tengan que saltarse las normas establecidas recurrir a alguna trampita o pasar a llevar a alguien, ya que para los 7 no hay límites de ningún tipo, frente a las posibilidades y los planes que quieren lograr en la vida. Por eso su tipo de personalidad se puede denominar como agresiva. Les gusta mucho conversar y les interesan todos los temas. Se podría decir que son «copuchentos» y «cuenteros». Por todas las razones anteriores la gente los considera superficiales, ya que no se interesan por temas densos, ni dolorosos y por el contrario, prefieren aquellos livianitos y distractores. Sienten fascinación por lo que les interesa o les provoca placer. No les interesa asimismo, adentrarse en su interior para conocerse, a lo que llaman «tomar caldo de cabeza» porque al sublimar sus problemas, sienten que

son y que deben seguir siendo felices, como debiera ser todo el mundo. (Tienen gran seguridad en sí mismos que demuestran en sus relaciones sociales y mucho sentido del humor el que aprovechan para buscar siempre algo divertido o simpático en la situación. Son amigos de los chistes y juegos, lo que definiría su personalidad como lúdica. A veces incluso pueden volverse histriónicos y payasos. Se toman a sí mismos como referencia; saben exactamente lo que quieren y van en su busca sin considerar las necesidades de los demás. O sea, en otras palabras son egocéntricos.

Como se forman los siete Su forma de ser, al igual que todas las de los otros tipos de personalidad, se consolidó cuando eran niños. Sintieron de alguna manera que debían arreglárselas solitos, porque aun cuando eran pequeños muy demandantes de atención, sintieron que su madre no fue lo suficientemente preocupada por ellos. Muy en su interior, pueden sentir que les faltó el «amor de madre» y por lo tanto la vida tendrían que vivirla solos, sin apoyo, y confiar en lo que serían capaces de hacer. Esa es la postura que adoptan frente al mundo. La falta del amor de madre es algo muy doloroso para cualquier ser humano, ya que se supone que el dicho amor debe ser incondicional. Los 7 sintieron que si su madre no los quería, entonces probablemente de alguna forma ellos mismos tendrían la culpa. Es posible que su madre considere que los quiso y los trató igual que a su otros hijos, pero ellos sintieron que no recibían de parte de ella el amor que merecían. De niños fueron exigentes y demandantes de la atención individual y exclusiva de su madre y como no la consiguieron decidieron arreglárselas solos en la vida. Debido a esto los 7 son personas muy independientes y reacios a los compromisos. Como esto es muy doloroso de reconocer para cualquier persona, es mejor olvidarlo , diciéndose a sí mismos que se las arreglarían solitos para ser

felices y demostrarles a todo el mundo, que no les faltaría nada, que podrían conseguir todo lo que se propusieran en la vida. Pero eso trae consigo la superficialidad, ya que no les permite adentrarse más profundamente para conocerse, pues se encontrarían con esa dolorosa herida. Esto conlleva también a la sensación de estar solos lo que los lleva a no sentir respeto por nadie más que por ellos mismos. Son irrespetuosos y pueden llegar a ser crueles y confrontadores con los demás si no aceptan sus reglas del juego. Además no sienten culpa por sus actos, lo que hace que no tengan límites de ningún tipo frente a sus actuaciones. Pero al mismo tiempo son voluntariosos y siempre cumplen y hacen lo que quieren. En general no son violentos ni difíciles, pero si los «buscan» los encontrarán, y pobre de aquel que ose desafiarlos, porque recibirá toda la violencia y la falta de respeto de que pueden ser capaces. Esta herida de pequeños también los hizo temerles al dolor o a todo lo que sea doloroso o difícil en la vida. Entonces son personas que arrancan de las clínicas, de la muerte, de las enfermedades y de todo aquello que les signifique conectarse con una fibra interior que pueda provocarles dolor y que podría abrir la compuerta que los haría volver a sentir como cuando niños, el dolor de no tener a su madre para ellos Para contrarrestar este dolor, los 7 se vuelven grandes consumistas. Se compran cosas, se comen un chocolate entero etc.. Su pasión es la gula, pero no solo la gula de cosas de comida, sino más bien la necesidad de satisfacer cualquiera de sus anhelos o deseos. Los 7 son muy independientes y no les gusta que los manden ni que los comprometan con cosas que no les interesan, pues piensan que los coartarán y les quitarán su libertad. Por esto mismo les cuesta adquirir compromisos e incluso cuando deciden hacerlo, en su interior se sienten incómodos. Hasta los hijos en algunas ocasiones, podrían parecerle a los 7, una carga. Así como no les gusta depender de nadie, tampoco les agrada que otros

dependan de ellos. Otra característica típica de los Siete es la posibilidad de saltarse la legalidad. Siempre están al límite de lo que se debe o no se debe hacer, de lo que la sociedad dice que es correcto o no. Podrían estacionarse en algún lugar prohibido, tomar una calle contra el tráfico, saltarse más de alguna regla de sociabilidad, robarse algo pequeño, ser timadores o estafadores, etc. Para ellos no hay límites en cuanto a lo que desean obtener. Lo que hay que destacar es que cuando efectúan algunas de las «maldades» que hemos nombrado los 7 no sienten culpa, sino más bien las ven como una muestra de su pillería y de la inteligencia rápida y genial que tienen. Pueden ser irreverentes e insolentes y su actitud es la de creer en todo y en nada a la vez.

La motivación oculta La motivación que llevan oculta tiene que ver con su sensación de que les faltó el «amor de madre» y por lo por tanto evitan cualquier situación dolorosa en la vida que los pueda contactar con esa herida y se vuelven hedonistas, buscando solo lo que les dé placer y lo positivo de la vida. Buscan estímulos positivos y gratificación en todo lo que hacen.

Vivir con un siete Vivir con un o una 7 significa tener que contactarse con su parte positiva, no hacerles problemas por cosas sin importancia y dejarles un espacio para que «vivan su vida» sin que nadie se entrometa. La pareja ideal es aquella que adore al 7 y le haga compañía mientras ellos lo pasan bien. Recuerden que los 7 son los centros del universo, son egocéntricos y necesitan que los demás cumplan sus expectativas y los consideren. Asimismo, no lograrás conversar temas muy profundos con ellos sin que los Siete demuestren un soberano aburrimiento. Deberás estar dispuesto a tener bastante actividad y mucha vida social y a correr aventuras de todo tipo. Desean estar siempre estimulados y disponer de múltiples opciones en sus actividades, por lo que deberás como pareja ser entretenido y tener siempre

alguna «carta bajo la manga» que pueda sorprenderlo. Si algo les parece y los satisface, los Siete no sienten culpa por faltarle el respeto al otro o por tomar decisiones sin consultarle a nadie; No conocen ese sentimiento como los demás mortales y no están dispuestos a vivir con esa carga que les parece solo una tontería. Como los 7 son lúdicos, tiene «alma de niños» y pueden ser infantiles en cuanto a la relación; de pronto pueden querer ser protegidos y regaloneados y de pronto pueden mostrarse agresivos o «darles una pataleta» si no consiguen lo que quieren. Querrán tener la libertad de ser independientes como el viento y que los quieran así y no les pongan trabas ni límites, sin embargo si se sienten comprometidos en una relación familiar serán leales a ella.

Defectos de los siete • Son bastante dispersos muy inconstantes y no soportan la rutina ni la disciplina. • Son poco prácticos y les cuesta concretar sus planes. • Reprimen o subliman todas las cosas dolorosas del existir, evadiéndolas, lo que hace que no aprendan las lecciones de la vida. • Viven en sus fantasías y planifican mil cosas en su cabeza, de las cuales llegan a realizar tres y es posible que incluso las abandonen por el camino, pues pierden rápidamente el primer entusiasmo. • Son egocéntricos, exigentes y quieren que se les atienda de inmediato o que se les dé una respuesta rápida, ya que ellos son muy ágiles en su mente. • Pueden enojarse fieramente si se les arrincona y volverse violentos y vengativos. • Tienden a manipular a otras personas para lograr lo que quieren y pueden planear sugerencias que ofrecen promesas, que luego no pueden cumplir. • Se engañan a sí mismos, soñando despiertos con planes que pueden ser irreales.

Su lado bueno En su lado positivo los 7 son muy creativos y planifican e innovan en cualquier tema. Son multitalentosos ya que saben hacer muchas cosas bien y no se amilanan ante nada. Las Ideas innovadoras y las aventuras son las que rigen su vida anticipando un futuro promisorio que los hace ser los optimistas del Eneagrama. Siempre ven el «vaso lleno» y su alegría de vivir es contagiosa. Siguen sus intereses y van a la vanguardia en la acción. Son curiosos y todo les interesa. Poseen la alegría de un niño y tienen una enorme capacidad de disfrutar la vida. Los 7 pueden conseguir que lo ordinario o rutinario se convierta en algo extraordinario al utilizar su gran imaginación y su capacidad para inventar cosas nuevas.

Las alas Los 7 con ala seis poseen rasgos contradictorios y pueden ser tanto suaves y dulces como insolentes y faltos de respeto, según sea la ocasión. Son más familiares que los con ala ocho y están dispuestos a tomar compromisos. Los 7 con ala ocho son mucho más agresivos que los con ala seis y con capacidad de liderazgo. Voluntariosos y enérgicos, pueden saltarse la legalidad y no sienten culpa.

Para tener en cuenta Los 7 necesitan adquirir la virtud de la moderación. Tienen que tratar de vivir y ver la vida de forma completa, sin dejar de lado aquellas cosas que no les gustan o que prefieren olvidar. Tienen que pensar que vivir la vida de forma superficial no les permite crecer y desarrollarse como personas. Por tanto es necesario que acepten y desarrollen todo aquello que tiene que ver con «su sombra», con aquello que les incomoda y que les resulta difícil de mirar. Tienen que considerar que la

vida se nos presenta a todos con momentos buenos y momentos difíciles y son estos últimos los que normalmente nos hacen madurar y apreciar la vida. Tienen que dejar de ser los consumidores egocéntricos y comenzar a ver el mundo y las relaciones con otros ojos, contemplando la belleza de este, aprovechando de aportar a la sociedad su creatividad y sus talentos. La virtud que logran los 7 cuando se vuelven sanos es la de la sobriedad, el respeto y la moderación.

Comportamiento en el trabajo Es grato trabajar con ellos porque son positivos, planificadores creativos y de trato agradable. Son muy motivadores con sus subalternos. Manejan a la perfección todo lo que se refiere a la facilidad de palabra y a la capacidad de convencimiento para lograr el apoyo de subordinados o clientes. Son planificadores excelentes, rápidos y ágiles de mente, capaces de visualizar planes abstractos y se desenvuelven muy bien en las primeras fases de un proyecto, pero luego cuando comienza a hacerse más lento, a entrar en la rutina y sobre todo cuando se les exige disciplina, los 7 se dispersarán, abandonarán y buscarán otra cosa que hacer. Es lo que en buen chileno llamamos «partida de caballo de carrera y llegada de burro». Al tener una opinión idealizada de sí mismos, les cuesta reconocer sus errores y no aceptan las críticas de sus pares, evitando los conflictos. Sin embargo, hay que saber que los 7 aunque no son confrontadores, ni buscan la pelea, si los atacan responderán con toda la violencia de que son capaces, y debo decirles que en estos casos pueden faltarle el respeto al otro y herirlo, sin sentir culpa. Tenderán a ser transgresores de la autoridad y a no considerar a su jefe o a la autoridad como superior en rango y por lo tanto no se sentirán dispuestos a obedecer ni acatar nada de lo que aquel plantee. Más bien tienden a equipararse con la autoridad lo que puede provocar conflictos de los que los 7 huirán sin responsabilizarse. «Alguien igual que yo, no me vendrá a decir lo que tengo que hacer». Esto corresponde a su deseo inconsciente de libertad «ilimitada».

Afinidades profesionales A los 7 les acomodan los trabajos en los que sea necesario tener una gran capacidad para planificar desde un plano abstracto y donde la creatividad se valore muy especialmente. Por esto, eligen profesiones que dependen de su capacidad de invención y de su agilidad mental, pudiendo desarrollar sus múltiples talentos como la arquitectura, el diseño, y por supuesto la entretención, el periodismo. Podrían ser excelentes animadores en un crucero o realizadores de eventos, donde haya que convivir con mucha gente y la actividad sea entretenida. No tienen paciencia, ni aceptan la disciplina y les molesta la rutina. Ellos están por los cambios, por la innovación y por la diversión. Lo más habitual es que tengan varios proyectos al mismo tiempo. Las profesiones que elijan probablemente conllevarán aventuras, cambios, viajes.

Estilo de comunicación Tienen una forma de expresarse muy rica en gestualidad y descripciones entretenidas, lugares fascinantes y situaciones mágicas o increíbles, producto de su fantasía que atrae la audiencia. Lo que podría describirse en dos palabras como «cuenteros» o «chismosos». Siempre están alegres y disfrutan de todo lo que la vida les ofrece contagiando a los otros con su optimismo. En cuanto a su vestimenta esta será atractiva, pero funcional. Prefieren los colores alegres y las prendas amplias que no molesten su ágil caminar. Sus gestos serán expresivos y cautivadores en torno a unos ojos vivaces y caras sonrientes como las de los niños. No saben permanecer en silencio y pueden hacer varias cosas a la vez.

• Tipo de personalidad ocho: el (la) líder Pertenecen también a los tipos de personalidad que son viscerales. Se preocupan de cómo va a ser su relación con el ambiente y dan mucha importancia al sentido de supervivencia. Vinieron a este mundo cargados con una mochila de rabia en la espalda y no se preocupan de ocultarla; muy por el contrario son conflictivos, avasalladores y desafiantes. Los 8 son el tipo de personalidad más fuerte de todo el Eneagrama. Asimismo, pueden definirse como los más constructivos del Eneagrama cuando utilizan toda esa fuerza y su poder para ayudar a otros, o los más destructivos cuando utilizan el poder para vengarse de los demás. Demuestran mucha seguridad en sí mismos, suelen ser dominantes, controladores y confrontadores. Se les denominan «los chicos malos del Eneagrama». Se sienten poderosos, por encima de los demás y creen ser «primos hermanos de Dios», o sea que se lo merecen todo. No se amilanan por nada y para ellos enfrentarse a situaciones o a personas difíciles es la parte más excitante de la vida. Como se sienten superiores, exigen que los demás les obedezcan, les rindan pleitesía y ellos a su vez les otorgan protección. Tienen poca tolerancia con las sensibilidades o las emociones pues las consideran «blandengues» y por el contrario le dan mucho más valor a mostrarse duros y fuertes. Los 8 son capaces de vanagloriarse de ser tan duros, mostrando arrogancia y avasallando a los demás, aun dejando «muertos en el camino», sin sentir culpa. Para ellos actuar así es la única forma que conocen y desde la cual se sienten seguros. Como no sienten culpa, pueden ser crueles y decir o hacer cosas que nadie le haría a otro ser humano. Sienten que tienen que ir por la vida defendiéndose de los otros y a su vez atacando para causar temor y respeto. En su lado más duro pueden convertirse en seres vengativos que no perdonan a ninguna persona que les haya hecho algún mal y buscarán vengarse de cualquier forma, lo que generalmente logran, porque si para eso tienen que

saltarse la legalidad, ejercer el poder de forma desmedida o «coimear» a alguien, lo harán sin dudarlo. Siendo así las cosas, es obvio que nadie puede ganarles. La venganza siempre está en la mente del 8, sobre todo cuando sienten que han sido humillados Generalmente son jefes o empresarios porque van a la vanguardia en la vida, atreviéndose a innovar, a tomar decisiones difíciles y a enfrentar los desafíos que le dan el toque necesario a la vida para no aburrirse. Son justicieros y sienten que por su fortaleza deben hacerse cargo de los más débiles y desamparados defendiéndolos para que no se cometan injusticias; sin embargo no toleran y tienden a aplastar a los pusilánimes o débiles de carácter. Los hombres Ocho son machistas y piensan que las mujeres existen para su satisfacción. Las mujeres 8 se comportan casi masculinamente en cuanto a que pueden ser agresivas, groseras y prepotentes. En una discusión o pelea los 8 siempre tienen las de ganar porque confían mucho en su poder y en la violencia que transmiten y que pueden ejercer sobre los demás. Además no tienen dificultad para arremeter contra el otro con toda su artillería. Ahora bien, eso es lo que muestran hacia afuera, porque en su interior los Ocho tienen un «corazón de mantequilla» y si se les toca esa fibra pueden reaccionar de forma muy sensible. Para esconder esa vulnerabilidad, es que se cubren de una caparazón dura y se muestran seguros de sí mismos, fuertes y poderosos. No hay nada que los 8 no se sientan capaces de emprender. A quienes acuden a mis talleres les digo que si tienen que enfrentarse con un 8, jamás lo hagan de forma sencilla o humilde, ya que los 8 consideran esa postura como una debilidad y les pondrán un «pie encima». Deben acercarse a ellos sin mostrar temor, de forma avasalladora o arrogante, haciendo gala de una gran fuerza, ya que esto picará el amor propio del 8, que los verá como un contendor interesante. Esa es la única forma que los 8 estarán dispuestos a escucharlos; pero ojo que esta conversación va a ser dura y difícil, porque los

8 ejercerán gran presión sobre su contendor, tratando de demostrar quién es el más fuerte y obviamente terminarán siendo ellos.

Cómo se forma un ocho Esta fuerte personalidad los 8 la desarrollaron cuando niños y se debió a que al igual que los Siete sintieron que aunque exigían la dedicación exclusiva de su madre, esta no les prestaba suficiente atención lo que trasladarán más adelante en la vida a sus relaciones de pareja, Entonces se enojaron, porque se sintieron de alguna forma «humillados por su madre» y no se lo perdonaron nunca. Su personalidad también se define como agresiva en cuanto a que son proactivos y se las ingenian para lograr sin ayuda lo que desean en la vida, sintiéndose por encima de los demás. En principio se culparon a sí mismos por haber permitido que esto ocurriera, y se odiaron por haber sido incapaces o impotentes para «defenderse», (obviamente algo imposible para un niño pequeño), pero luego proyectaron esa culpa hacia su madre, por ser la persona más cercana y acto seguido a todos los demás y al mundo en general. O sea todos son canallas y todos están en mi contra. Siendo todavía niños se dijeron a sí mismos que no volverían a pasar por esa humillación nunca más en sus vidas, por lo que debían desarrollar una caparazón lo suficientemente fuerte como para dejar fuera todo aquello que pudiera dañarlos, volviéndose vengativos con aquellos a quienes consideran los culpables de su situación. Desde niños muestran un carácter conflictivo y prepotente. Suelen solucionar todos sus problemas con gritos, golpes o garabatos en una actitud tremendamente desafiante. Son rebeldes y no aceptan la autoridad de nadie que ellos consideren que no la poseen y a quienes no respetan. Pueden comportarse como los matones del curso y es probable que tengan muchas anotaciones por mala conducta o faltas de respeto hacia sus profesores.

Cuesta mucho como padres hacer valer la autoridad con niños 8 ya que siempre están en contra de todas las normas porque quieren hacer su voluntad. Cabe destacar que confrontarlos siempre no es un buen sistema en su educación, ya que esto los volverá aún más rebeldes y podrían ser adolescentes problemáticos el día de mañana. No obstante, los niños 8 tienen muy guardado en su interior un «corazón de mantequilla» que muestra gran sensibilidad y si sus padres o profesores son capaces de ganarse su confianza podrán acceder a esa parte suya tan vulnerable, amorosa, preocupada y protectora de los demás.

La motivación oculta La motivación oculta que hay detrás de la estructura de personalidad del 8 es que frente a los demás demuestran ser fuertes y poderosos y han fabricado una coraza detrás de la cual esconden una gran sensibilidad y vulnerabilidad, que deben proteger y así evitar el sufrimiento. Están decididos a vengarse de todos y del mundo.

Vivir con los ocho Vivir con un 8 como pueden suponer no es nada fácil ya que estos se aprovecharán de la situación e intentarán ganar cualquier discusión. Su pareja tiene que estar dispuesta a recibir improperios y a esperar violentos enfrentamientos, los que debe soportar sin echar pie atrás y sin ceder. La rabia brota en ellos con más fuerza que cualquier otro sentimiento y no se esfuerzan por esconderla, reprimirla o manejarla. Al contrario la dejan salir con bastante naturalidad. Cuando se sienten heridos, se enojan, cuando tienen miedo, se enojan; cuando se sienten perdidos, se enojan; cuando les tocas su sensibilidad también se enojan. Hay que desarrollar una actitud muy sabia dejándolos primero que se desahoguen. Solo cuando los 8 se hayan calmado podrás intentar conversar con ellos de forma más tranquila y buscar su lado sensible, de lo contrario, te aplastarán.

Deberán sentir tu admiración y respeto y por supuesto una incondicionalidad a toda prueba, pero no permitas que te griten ni que te falten el respeto porque este será un camino que luego no podrás controlar. Ahora bien, como todo no puede ser tan malo, también si vives con un Ocho tendrás momentos de un amor intenso y pasional, en el que te brindarán protección, cuidados y regalos. Se las jugarán por la relación y debes saber que siempre puedes confiar en que se harán cargo de cualquier situación por difícil que sea que deban enfrentar juntos. Dado que poseen mucha energía tendrás que estar dispuesta a seguirlos en todas sus andanzas, tanto si deciden ser políticos, como si son competidores en cualquier deporte, porque querrán ser los mejores aunque para ello tengan que remover «cielo y tierra». Son grandes proveedores y se sienten orgullosos de ser jefes o empresarios y que muchas personas dependan de ellos. Su pasión es la lujuria, que se refiere no solo en lo concerniente a lo sexual, sino a un deseo compulsivo, un apetito voraz de «devorarse» la vida y la arrogancia de sentirse superiores a los demás en todo sentido y por tanto «pasar a llevar» a los otros, y a vivir la vida excesivamente. La lujuria está presente en toda la vida de los 8. Por ejemplo, si les gusta alguna comida, se comerán tres platos, o si desean lograr algo se volverán muy avasalladores con tal de lograrlo, saltándose la legalidad incluso. En cuanto al plano sexual prima la posesión de aquel o aquella que desean y una agresividad que los lleva a dominar al otro. O sea, juntan la libido con la agresividad lo que conlleva también el desafío de obtener todo aquello que se les presenta como vedado, peligroso o prohibido. Asimismo, esperan que los demás se comporten como sus vasallos, acaten sus exigencias y deseos, o de lo contrario están dispuestos a pegarles un solo grito o a violentarse si no los obedecen. Tienen también una característica muy propia que es la de decir o hacer cualquier cosa que pueda escandalizar a los otros y se mueren de risa provocando acaloradas discusiones sobre temas que ni les importan, ni les interesa defender. Solo lo hacen para demostrar su poder.

Su poder lo basan en el temor y el dinero y al igual que los animales suelen «marcar su territorio» tanto en cuanto a sus parejas, como a sus hijos o a sus amigos. Suelen hacerse cargo de la vida de los demás, de manera que nadie puede tocarlos porque sabrán lo que significa enfrentarse a su poderío. En cuanto a su relación con sus hijos, es posible que tengan momentos de gran ternura y dedicación como padres, pero a la vez habrá situaciones en las que se salgan de sus casillas y sean amedrentadores o violentos, asustando a un niño pequeño por ejemplo. También pueden destrozar con sus críticas o su violencia a otros que tengan características de personalidad más sensibles, y que los 8 consideren débiles, como los artistas, por ejemplo. Sus parejas deberán tratar de apaciguar la cosa y no aceptar que humillen a ninguna otra persona. Al ver que se atreven a hacerle frente, las respetará.

Defectos de los ocho • Están conscientes de su poder; castigan y amedrentan a los demás. • Les gusta implicarse en actividades peligrosas y estimulantes. • Se aprovechan de la debilidad de los otros y les «pasan por encima». • No se interesan por escuchar a los demás. • Son demasiado trabajólicos y excesivos en todas las cosas de la vida. • Son conflictivos e irrespetuosos y pueden ser groseros y vulgares. • Son prepotentes; se creen «primos hermanos de Dios». • Son vengativos. • No les interesa observarse internamente y reflexionar y dan poca importancia a la espiritualidad.

Su lado bueno En su lado positivo los 8 tienen un lado bondadoso que los hace ser muy generosos y cooperadores con los más pobres y pueden también ser muy constructivos, sobre todo cuando se preocupan de ayudar a los más débiles o desamparados.

Su gran poder y capacidad de acción los lleva a emprender grandes tareas en pro de la humanidad, pudiendo hacerse cargo de toda una «población» procurando su desarrollo y logrando que todos los que en ella viven, le tengan gran respeto y consideración, que lo consideren un benefactor. Pueden ser muy sensibles, lo que acompañado de su gran determinación, puede hacerlos muy apreciados tanto en su familia como entre sus amistades. Son valientes, determinados, muy francos, veraces, justos y auténticos. Lo que demuestran es lo que son.

Las alas Los 8 con ala siete tienen gran olfato para los negocios y son líderes interesados en el poder y el dinero. Aventureros y muy energéticos. Mundanos y materialistas. Los 8 con ala nueve son más medidos y menos agresivos aunque sin duda, firmes de carácter y resueltos.

Para tener en cuenta Los 8 deberán apreciar y respetar a los otros y no pretender amedrentarlos o hacerlos sus incondicionales. Tienen que entender que a los demás no les interesa ni disfrutan vivir la vida discutiendo, peleando o confrontándose y que hay personas que privilegian la paz por sobre todas las cosas. A sus subordinados o dependientes deberán dejarles libertad para decidir su propia vida y sentirse felices y orgullosos de ellos cuando alguno logre independizarse. Deben empezar a confiar en que los demás son buenas personas y no desean hacerles mal y les haría bien volverse más humanos y vulnerables, dándose cuenta que también dependen de los otros y que necesitan ser apreciados y queridos. Tendrán que dejar de lado su necesidad de vengarse y aprender a perdonar a los otros y a perdonarse también a sí mismos, sabiéndose hijos de Dios y por tanto queridos por él.

Sus virtudes son la templanza y la inocencia que son capaces de mostrar cuando están sanos

Comportamiento en el trabajo Suelen ser líderes, empresarios o jefes ya que no tolerarían ser mandados por otros. Ellos son la autoridad y los que manejan el poder y el control sobre los otros y están dispuestos a demostrarlo a quienes no quieran reconocerlo. Son dictatoriales y tiranos como jefes, aunque a veces pueden mostrar un lado sensible y humano. Son impredecibles, ya que pueden estar de buen humor y aceptar bromas, como estar furibundos y entonces son de temer. No aceptarán que nadie venga a colocarse a su altura dentro de la empresa y lo harán notar a cada momento. Solo ellos son los «primos hermanos de Dios» y por tanto se les debe pleitesía. «Las cosas se harán a mi modo y de ninguna otra manera». Se sienten fuera de las normas y por lo mismo no se ponen límites. Sienten que no hay nada que no puedan hacer y nadie va a impedírselos. Son muy energéticos y capaces de trabajar más que nadie. Son capaces de dormir solo 4 horas y seguir trabajando sin descanso. Exigen estar siempre completamente informados de todo lo que ocurre en la empresa, ya que temen ser manipulados o engañados.

Afinidades profesionales Los 8 se sentirán a gusto en cualquier profesión o trabajo en la que puedan ser líderes y mandar a otros. Son decididos y se atreven a enfrentar cualquier situación, haciendo gala de su valentía y su capacidad. Lo más corriente es que sean empresarios o políticos donde se sienten «en su salsa» discutiendo con los otros. Por lo mismo, desde adolescentes se les verá como líderes estudiantiles Si no son jefes, en una empresa suelen ser dirigentes sindicales y se interesan por las reivindicaciones sociales.

En general los 8 prefieren trabajar de forma independiente pues quieren ser ellos quienes deciden que es lo que hay que hacer y les gusta que todo se haga a su manera. Además que como se sienten tan seguros de sí mismos piensan que pueden lograr todo lo que desean. Eso los coloca en una posición de poder.

Estilo de comunicación Son confrontacionales, francos y no «tienen pelos en la lengua». Emplean un tono enérgico: hablan y se ríen fuerte para demostrar sus convicciones su poderío. No son para nada diplomáticos y van «directamente al grano» pues no están dispuestos a perder su tiempo. Es común que ejerzan presión sobre los demás para lograr lo que se han propuesto y se sorprenden de que los demás puedan sentirse atemorizados por su forma avasalladora de enfrentar los temas o las discusiones. Suelen vestirse como a ellos les agrada y acomoda sin preocuparse por la opinión de los demás. Sin embargo, les gustan verse elegantes y demostrar lo bien que les va a través de la imagen que muestran. O sea yo soy poderoso y por tanto puedo comprarme este reloj, o esta tenida, porque «puedo pagarla».

• El tipo de personalidad nueve: el (la) pacifista Pertenecen a los tipos de personalidad cuyo centro son las vísceras. Es parte de los llamados «bloqueadores de su centro», junto al tres y al seis. Esto quiere decir que, aunque nacieron con una mochila con rabia en la espalda y al ser viscerales, debieran mostrar gran capacidad para la acción; sin embargo la bloquean y por el contrario se vuelven acomodaticios y no toman decisiones propias dejando que los demás lo hagan por ellos. Como no es tan fácil deshacerse de la rabia, lo que en realidad hacen es reprimirla y se comportan como agresivos-pasivos, que no demuestran su rabia, sino que se vuelven tozudos y tercos frente a lo que deben hacer en la vida. No dicen nunca que no cuando se les pide que hagan algo, pero luego no lo hacen y mantienen una postura terca e inamovible. Es probable que se definan como personas que se adaptan a las relaciones y a las situaciones y que en general no causan problemas. Piensan que son personas fáciles, dóciles, que no provocan conflictos, no buscan problemas y con las cuales es grato formar una pareja. Son acomodaticios y prefieren que los demás decidan por ellos para que no haya conflictos. Privilegian la armonía por sobre todo y no les gusta que los apuren ni que les exijan que tomen alguna determinación, porque su lema es «no hay nada que no pueda esperar hasta mañana». La pereza que es su defecto estrella, tiene que ver con una especie de desidia pasividad, de olvido de sí mismos, a lo que se agrega que tienen problemas para otorgar prioridades en las decisiones importantes de su vida, o sea, la capacidad de decir «yo quiero» está fuertemente bloqueada. Esto los hace ser personas resignadas y por supuesto pasivas, pues casi todo les parece igualmente importante. No solo tienen dificultades para establecer prioridades, sino que además evitan cualquier tipo de conflicto privilegiando la armonía por sobre todas las cosas, lo que hace que les cueste tomar decisiones en la vida y prefieren dejar que otros las tomen por ellos. Les gusta vivir la vida de forma tranquila, sin exigencias y ojalá sin estrés, pero para eso es necesario aplicar el hecho de «no jugárselas por nada».

Luego de analizar las decisiones desde todos los puntos posibles, habrá un sin número de preguntas que harán los 9 cuando se les conmine a tomar una decisión. ¿Debería o no debería? ¿Tú qué crees? ¿Qué debo hacer? Pero por otro lado, no se valoran y tienden a rebajarse a sí mismos; las ideas, opiniones, gustos y preferencias de los otros les parecen más importantes que la suyas propias, por tanto hipotecan su vida viviendo a través de los demás. Los sentimientos internos de no valer, de no ser importantes, constituyen las bases más propias de la estructura de su personalidad, entonces se distraen o «narcotizan» con diversiones que tapen oculten sentimientos dolorosos, como leer novelas, mirar televisión, jugar en el casino, etc. Ven a los demás como merecedores de amor, y por lo tanto más importantes. Pero ellos tienen un grave complejo de «inferioridad». Frente al mundo se defienden de esta sensación de «no valer» simplemente dejando de lado el interesarse por sí mismos, por lo que quieren. Por esta razón tienden a ser despistados, a olvidarse de lo que están haciendo y a distraerse en cosas sin importancia. Tienen temor a los cambios y a innovar y prefieren todo lo que les resulta conocido y como no quieren causar conflictos, ni molestar a nadie, no se cuestionan y prefieren seguir haciendo lo de siempre, sin siquiera plantearse qué es lo que en realidad les gustaría hacer.

Cómo se forma un nueve Su forma de ser se desarrolló en su niñez cuando probablemente sintieron que habían llegado a una familia que ya tenía todo organizado, en la que sus padres se llevaban bien y se entendían y en la cual ellos sintieron que no encajaban. Sintieron que sus padres no los «veían», no los tomaban en cuenta y por lo tanto, no les preguntaban sus opiniones. Entonces decidieron que era más cómodo dejarse llevar, sin causar complicaciones. Esto hizo que se volcaran hacia su interior, por lo que su tipo de personalidad se encuentra entre las retraídas.

También puede darse que hayan nacido en una familia numerosa y tuviesen un progenitor o un hermano que a los 9 les pareció más importante que ellos, que tuviera algún don o que ocupara mucho espacio y demandara mucha atención en la dinámica familiar y por tanto ellos quedaron a un lado sin que nadie los «viera». Esto los hizo desarrollar una sensación de ser invisibles y se resignaron a acomodarse a lo que los demás deseaban. El problema es que crecieron y se hicieron adultos sintiendo que sus opiniones no eran consideradas; si esto era así debía ser porque a lo mejor no tenían mucho que aportar y eso los llevó a sentirse «poco valiosos». Para no sentirse tan «poca cosa» decidieron acomodarse a la situación sin exigir nada y sin dar nada. Era más seguro vivir de ese modo, sin pelear con los demás por nada. Pero nadie puede vivir toda una vida sin que nada le importe, con que todas las cosas les den lo mismo, o sea de forma tan ambivalente en que da lo mismo esto que lo otro.

La motivación oculta La motivación oculta que hay detrás de las actuaciones de los 9 es que se sienten poco valiosos e inmerecedores de amor, por lo que deben adaptarse y acomodarse a las situaciones, permitiendo que los demás decidan por ellos, para no provocar conflictos. Prefieren hipotecar su vida en razón de la armonía.

Vivir con un nueve Vivir con un 9 puede significar que son tan acomodaticios que nunca toman decisiones que tengan que ver con el matrimonio ni con su vida personal. Constituirán una carga en ese sentido para quién viva con ellos, ya que su pareja sentirá que está sola en la toma de decisiones. Cuando se les consulta su parecer los 9, desvían la atención; se dan «vuelta de carnero» y no se las juegan ni se deciden, por lo que los demás terminan por no tomarlos en cuenta. Cuando los 9 se sienten exigidos u obligados tomarán una postura de terquedad e inacción y nadie los moverá de esa postura.

Los 9 son lentos y parsimoniosos en lo referente a decidir qué hacer en los temas importantes en la familia, en planificar reuniones en la empresa e incluso en otorgar permisos a los niños, dejando que sea el socio o la pareja quién ejerza esa forma de autoridad. Siempre terminarán diciendo «pregúntenle mejor a la mamá» «es ella quién da los permisos», o «yo no me atrevo a tomar una decisión porque me puedo equivocar y luego me lo sacarán en cara». Los 9 probablemente utilizarán algunas de estas frases cuando se les exija decidirse por algo: «no estoy ni ahí con nada» «me da igual» «decide tú por mí» «yo soy materia dispuesta». Todo esto parece ser muy positivo en un principio cuando se vive en pareja, pero presenta luego de un tiempo varios problemas. El primero, es que si los Nueve no deciden, sino que dejan que su pareja tome todas las decisiones importantes. También pueden culparla a ella si las cosas no resultan bien. El otro problema es que dado que los Nueve se consideran pacifistas y no quieren pelear, ni discutir, actuarán de forma agresiva-pasiva, diciendo a todo que sí, aunque luego no lo hagan. Para mejor explicar esto pondremos un ejemplo: Manuela, quién tiene 7 meses de embarazo le dice a su esposo Pedro que por favor le saque el macetero que está en esa esquina, porque ella no lo puede cargar por su embarazo. El dice que sí que lo hará, pero pasa una semana y el macetero sigue ahí. Manuela nuevamente le dice a su marido que recuerde que quedó de sacar el macetero, a lo que Pedro responde; «si, tienes razón termino de hacer esto y lo saco». Nuevamente pasa una semana y el macetero sigue donde mismo. Manuela ya molesta le vuelve a insistir en que le mueva el macetero y Pedro reconoce que se le olvidó, pero que ahora lo sacará. Una semana después el macetero sigue ahí. Entonces Manuela lo saca como puede dañándose la espalda. Que nos dice este ejemplo. Que Pedro por no discutir con su mujer le dijo varias veces que si lo haría, que sacaría el macetero, aunque en el fondo de sí mismo, no tenía intenciones de hacerlo o le había molestado el tono con que Manuela se lo pidió, o el sentirse «mandado», pero no se atrevió a decir que

no quería hacerlo porque se habría producido un conflicto, que el 9 tratará de evitar a toda costa. Además de ser agresivos-pasivos los 9 no toman determinaciones de importancia en lo personal. Viven una suerte de resignación, hipotecan su vida y se dejan «vivir» a través del otro. Es como si viesen pasar la vida desde una ventana, mirando hacia afuera, pero no se empapan de la experiencia de vivirla. Los 9 hipotecan sus vidas en razón de la armonía. Su defecto estrella es la pereza. Pero no se trata de que sean flojos para trabajar o para hacer cosas en la casa, sino que su flojera tiene que ver con la desidia de no tomar decisiones, no dar un paso adelante en sus vidas que les permita cambiar la situación. Se paralizan, viviendo a costa del otro que hará lo que sea necesario, mientras ellos se quedan en lo seguro, en lo conocido. Los 9 están convencidos de que tienen una excelente relación de pareja, porque nunca discuten, ni se forman peleas, pero claro, es imposible pelear con los 9 porque eso es lo último que desean. La verdad es que no es nada de fácil vivir con ellos porque la carga más pesada la lleva la pareja del (la) 9 y no logra obtener de su cónyuge que se haga cargo de por lo menos algunas decisiones en sus vidas. Sin embargo, pueden demostrar enojo y agresividad muy pocas veces en el año. Esto cuando toda la agresividad que han guardado se escapa de su control. Después de un ataque de rabia vuelven a la normalidad como si nada hubiera pasado.

Defectos de los nueve • Temen a los cambios y prefieren dejar las cosas como están. Son acomodaticios. • Les cuesta tomar decisiones importantes en su vida y se las dejan a los demás. • No asumen la responsabilidad de sus vidas. Carecen de propósitos. • Son excesivamente demorosos e impuntuales y con tendencia a la flojera (desidia).

• Son olvidadizos, se desvalorizan. No se sienten importantes. • Pueden experimentar desesperanza. • Son agresivo-pasivos. A todo dicen que sí, pero luego no lo hacen. • Tienen problemas con otorgar prioridades, haciendo a veces cosas sin importancia, descuidando aquellas relevantes.

Su lado bueno En su parte positiva los 9 pueden ser muy espirituales, amables, sencillos y querendones de los animales. Su postura nada amenazadora ayuda a que los otros se tranquilicen y se vuelvan más pacíficos. Les gusta la parte misteriosa o esotérica de la vida y gustan mucho de leer epopeyas, libros de historia, de misterio o ciencia ficción. Son excelentes «partners», al menos para salir a divertirse con ellos, o de viaje y les encanta todo lo que tenga que ver con la naturaleza. Son ecologistas y defensores de la naturaleza y de la vida sana. Aman el deporte y las caminatas al aire libre. Son juguetones con los niños y buenos conversadores, sabiendo también escuchar muy pacientemente al otro. Son generosos y comprometidos, solidarios y atentos. Son árbitros naturales y pueden ser excelentes mediadores o jueces ya que son capaces de ser muy objetivos y ponerse en el lugar del otro, o de ver y sopesar las distintas posturas frente a la situación, facilitando la reconciliación. Dado que son muy tranquilos y pacíficos, pueden infundir confianza, pues tienen la capacidad de ver todos los lados del problema de forma neutral y ayudar a los demás a que logren acuerdos y que sean capaces de ceder en pro de una buena relación. Se toman todo el tiempo del mundo para reflexionar tranquilamente las cosas y sin apuros. No toleran que se les apure y prefieren siempre lo conocido o lo predecible, antes que buscar un camino nuevo y arriesgado.

Cuanto más reconocidos y respetados se sientan, tanto más capacidad de decisión podrán mostrar en su vida. Su virtud es la acción, la diligencia, que solo pueden utilizar cuando están sanos y se atreven a tomar las riendas de sus vidas.

Las alas Los 9 con ala ocho son ambiguos porque mezclan la pasividad del nueve con la agresividad del ocho, lo que los hace peleadores a ratos y pacíficos la mayoría de las veces. Los 9 con ala uno son reprimidos en sus emociones y más rígidos y controlados. Racionales y equilibrados. De gran integridad moral pueden volverse líderes en ese tema. Les gusta enseñar.

Para tener en cuenta Para que se comporten verdaderamente como personas adultas tienen que atreverse a tomar decisiones, a decir lo que piensan y a colocar sus cartas «sobre la mesa» sin importar que se produzcan conflictos. Tienen que entender que las personas adultas pueden tener opiniones distintas y compartirlas o discutirlas, sin que por eso se produzca un quiebre en la relación. Al atreverse a plantear su postura, los demás los considerarán y les preguntarán su opinión, dándoles un espacio en la pareja o el grupo, lo que sin duda aumentará su autoestima, al saberse validados y considerados por los otros. Se atreverán a correr riesgos y a manifestar sus opiniones sin temor a los conflictos y sus relaciones se volverán más maduras y satisfactorias. Asimismo, una autoestima mayor hará que adquieran una dosis sana de ambición que los haga capaces de atreverse a tomar decisiones y a ser admirados por esto. Es probable que comiencen a preocuparse más de sí mismos, a comprarse ropa adecuada y a volverse más desenvueltos y más incorporados, decidiéndose por fin a vivir su vida en plenitud.

Comportamiento en el trabajo

Los 9 son buenos trabajadores en general en mandos medios en los que puedan seguir las reglas de la empresa. Se adaptan muy bien al ambiente de trabajo y a sus compañeros de oficina. Sin embargo, la cosa se complica con ellos cuando se les exige un cumplimiento para una fecha determinada ya que no les gusta ser exigidos ni mandados. Entonces aplican su actitud agresivo-pasiva en la que se inmovilizan y no toman determinaciones, para desesperación de los que trabajan con ellos. Anhelan que en la oficina o empresa todos se lleven bien y que haya una ambiente acogedor y distendido. Esperan que exista reconocimiento y apoyo de todo el equipo. Suelen trabajar muy bien «en grupo» y se sienten comprometidos y orgullosos con alguna victoria grupal, pudiendo experimentar el triunfo de los otros como si fuese suyo propio y sin resentimientos. Tienen una gran capacidad para poner a todos de acuerdo y lograr el consenso, por su facilidad para ser objetivos y ver todos los aspectos de las relaciones. Siguen las pautas establecidas y están a gusto tanto con la estructura como con la seguridad, pero adoptan una actitud terca cuando se les dice lo que deben hacer. Les abruma y estresa tener muchas cosas que hacer porque no saben por dónde empezar. Como tampoco les agradan las fechas límites de entrega hay que decirles que se dispone de menos tiempo para que puedan entregar sus trabajos a tiempo.. Es decir hay que pedirles las cosas para el miércoles, si en realidad se necesitan para el viernes, pues suelen dejar todo para después. Como odian los conflictos son reacios a decir que no, por lo que demoran en definir su posición y prefieren no decir nada antes que crear un conflicto diciendo que no a algo. Son muy cautos a la hora de correr riesgos y prefieren siempre lo conocido y la estructuración, sin salirse de lo establecido. Pueden tomar una postura ambivalente con la autoridad, ya que no les gusta que les digan cómo hacer las cosas, lo que puede demorar las decisiones y podría denominarse como la estrategia de la inacción.

Por lo general no les gusta la competencia ya que cualquier conflicto en el entorno les puede resultar muy perturbador. Tienen asimismo, una actitud de «narcotización» o adormecimiento psíquico en la que suelen concentrarse en cosas sin importancia, como crucigramas, ver televisión o enfrascarse leyendo una novela, para evitar tener que tomar decisiones importantes. Pueden ser grandes coleccionistas de cualquier cosa.

Afinidades profesionales Suelen ser buenos jueces o mediadores ya que pueden ver y analizar todos los puntos de vista, aunque sean contrarios, cuando no se trata de problemas personales, sino de terceros y pueden en ese caso, en el que no se ven comprometidos tomar excelentes decisiones. Suelen rendir bien en profesiones que necesiten de personas metódicas o de protocolo y minuciosidad, sin grandes responsabilidades. Resultan ser buenos diplomáticos. Asimismo darán fruto en situaciones en las que las cosas se hagan en grupo, sin tener que «llevarse» toda la carga de trabajo y de responsabilidad. Podrían también dedicarse a alguna profesión que tenga que ver con convivir con la naturaleza o con animales por los que sienten gran interés.

Estilo de comunicación Su tono de voz suele ser sereno, monótono y desganado, hablando de generalidades, sin mostrar posturas definidas; sin embargo pueden utilizar el humor como una forma de no comprometerse y eso los vuelve más atractivos e interesantes. Sus gestos son medidos y controlados tratando de pasar desapercibidos. Se adaptan muy bien a las circunstancias; son cordiales, afables y con gran capacidad de escuchar si están interesados en el tema. No se distinguen precisamente por vestirse a la última moda, ni por parecer elegantes. Tampoco quieren «causar admiración» con la pinta. Suelen utilizar

ropa cómoda y a lo mejor un poco hippie, suelta y que les de libertad de acción, de forma de pasar más bien desapercibidos. Son modestos y dado que nos les interesa ni sobresalir ni brillar pueden descuidar su apariencia personal.

Capítulo 6

Los tipos de personalidad y el amor EN ESTE CAPÍTULO veremos cómo se comportan los diferentes tipos de personalidades frente a las relaciones de pareja y cómo sienten y desarrollan este tipo de relaciones. Asimismo, presentaremos la afinidad que poseen los diversos tipos de personalidad y qué, estadísticamente, los inclina a elegir a cierto tipo de personas.

Los uno y el amor Los 1 son comprometidos con su pareja y muy leales y siempre hacen lo que se debe hacer. Sus relaciones probablemente serán del tipo monógamas y encaminadas hacia el matrimonio y el compromiso. De ellos no se espera que miren «pal lado» o que se enreden en alguna aventura extra marital, porque están muy conscientes de ser los mejores para que la relación funcione. Por esta razón aportan mucho a que todo en la pareja sea igualitario; son excelentes dueños de casa, se fijan en todos los detalles y les gusta la limpieza y el orden, por lo que están dispuestos a compartir las tareas domésticas como a hacerse cargo de los niños, ir a buscarlos o dejarlos al colegio,ir a las reuniones de padres, ayudar en las tareas, etc. En la intimidad son un poco rígidos y tan educados que rara vez se salen de lo establecido, aunque suelen tener fantasías en las que son mucho más libres y en las que son capaces de «soltarse las trenzas». Desgraciadamente para los 1 esto no es posible en la realidad porque necesitan cumplir con «el qué dirán» y con lo que la sociedad establece como normal. Los 1 aportarán con su trabajo a la manutención de la casa y estarán dispuestos a sacrificarse por su familia, trabajando más tiempo que lo necesario para que en la casa no falte nada. No suelen ser muy innovadores,

más bien prefieren lo conocido y se sienten muy bien cuando en la relación las cosas se dan como siempre y como se esperaba. Los 1 creen que una buena relación de pareja solo puede producir sentimientos bonitos o buenos y sufren cuando su pareja comete alguna falta por muy mínima que sea, pues les cuesta separar la persona de algo mal hecho. O sea una persona buena es siempre buena para ellos y les cuesta entender que una persona buena también puede cometer errores, y generalmente sin mala intención. En todo caso si usted ha fallado en algo, reconozca su error y pídale disculpas a su 1, ya que no hay nada que les guste tanto a ellos como que les pidan disculpas. Asimismo, el buen humor es muy apreciado por ellos y es condición imprescindible para que se sientan a gusto con su pareja. «Los 1 sienten celos si ven amenazada su relación por alguien que ellos consideran que posee mayores cualidades y con el cual se comparan y esto puede hacer que se vuelvan muy controladores con su pareja, tratando de someterla» (La Espiritualidad en el Eneagrama, Sandra Maitri.) La estadística nos dice que los hombres 1 elegirán muy probablemente mujeres del tipo de personalidad 2 porque estas son muy aguantadoras, tienen mucha paciencia y toleran al crítico y malhumorado 1. Las mujeres 1 elegirán muy probablemente hombres del tipo de personalidad 9, que sean relajados y sepan llevarlas, que no hagan mucho caso a sus críticas y que puedan tomar las decisiones que a ellos les cuesta tomar. En la intimidad sexual los 1 son más bien reprimidos y tensos. Suelen estar tan concentrados en «hacerlo bien» y en «cumplir» con lo que se espera de ellos (ellas) que no pueden relajarse del todo y a veces les cuesta lograr un orgasmo pleno; sin embargo, están dispuestos a intentarlo una y otra vez. Les cuesta decir palabras amorosas porque están concentrados en lo que están haciendo, en tener el control para que todo salga bien. Sus caricias pueden ser un poco torpes y faltas de intensidad y les cuesta entregarse y dejarse llevar por lo que sienten.

Los dos y el amor

Dado que se trata más bien una personalidad de tipo esencialmente femenina, hablaremos de esta personalidad, como ellas. Son personas muy necesitadas de amor, de gustar y ser deseadas y no funcionan bien dentro de una pareja si su compañero no les da la suficiente atención. Si se sienten atrapadas en una relación de pareja en la que se ha perdido el entusiasmo inicial, o se sienten poco queridas o no muy importantes, es probable que las 2 buscarán una relación paralela en la que logren ser nuevamente el centro de atención. Las 2 necesitan del amor como del aire para respirar. Debido a eso es que le dan mucha importancia al mostrarse atractivas para su pareja e incluso buscan inconscientemente seducir a quién se les ponga por delante, pero suelen inclinarse por personas que estén fuera de su alcance o que sean difíciles de conocer. Esto puede traerles muchas complicaciones ya que la seducción de las 2 no implica irse «a la cama» con el otro, pero sus señales son tan intimistas que la persona seducida queda convencida que eso es lo que busca. Entonces, cuando el seducido busca el acercamiento sexual, las 2 reaccionan, sin entender que ha pasado. Además recordemos que a las 2 les cuesta mucho poner límites o decir que no y por tanto no saben cómo salir de ese embrollo. Debo recordarles que las 2 vivieron desde pequeñas una relación ambivalente con su padre, que de adulta trasladan a su pareja. Por esta razón es que las 2 necesitarán de una relación de pareja que no se dé demasiado bien, en la que haya algún tipo de conflicto, porque ellas necesitan ser las «salvadoras» de la relación y hacerse necesarias para que esta funcione. En sus relaciones debe existir el desafío. En realidad esta es una postura protectora para no mostrar, ni lograr intimidad verdadera. No obstante lo dicho, cuando la pareja esté pasando problemas o situaciones de crisis las 2 se harán cargo de la situación con un hondo compromiso para sacar adelante su relación. Según la estadística, los hombres 2 elegirán probablemente mujeres del mismo tipo de personalidad y 4 porque tienen gran sensibilidad al igual que él. A su vez las mujeres 2 posiblemente elegirán hombres con tipos de personalidad fuerte como 1 y 8, pues entre estas personalidades se produce un

enganche en la que el hombre que es mandón, cree que domina la situación y la mujer 2 acepta esta situación siendo a ratos sumisa y a ratos seductora utilizando su poder femenino para lograr lo que se propone. Además que los hombres 1 y 8 necesitan conquistar para afirmarse en su personalidad. En la intimidad sexual tanto los hombres como las mujeres 2 son intensos y románticos. Necesitan que les digan que los aman, que no podrían vivir sin ellos para poder funcionar bien. Suelen complacer a su pareja y solo podrán funcionar y lograr un orgasmo, si él les demuestra que las desea, que las necesita y que las quiere. Solo así las 2 se entregarán en una buena y satisfactoria relación sexual.

Los tres y el amor Los 3 le dan una importancia «mercantil» al amor, en el sentido de que buscan parejas tan triunfadoras o bellas como ellos y cuya imagen sea exitosa en cualquier ámbito con el fin de formar una familia «linda» para exhibirla. Es difícil que un 3 pudiera enamorarse de alguien cuya imagen no sobresalga porque no podría lucirla como un trofeo. Así como se preocupan de mostrarse bien y exitosos, los 3 querrán que sus familias representen para ellos también el éxito. O sea, tengo una esposa estupenda, o un marido buen mozo, bien vestido, que tiene un trabajo importante, que se saca partido y unos niños lindos, inteligentes y buenos deportistas, que me hacen sentirme orgulloso (a) de ellos. Presentan problemas con la intimidad emocional por lo que necesitan estar siempre «haciendo muchas cosas a la vez». Pueden expresar emociones o sentimientos en algunos momentos de la relación, pero no porque les nazca hacerlo, sino más bien porque se supone que deben hacerlo. O sea, podrían mostrar la imagen de una persona que está «sintiendo» cuando en realidad su mente puede estar a miles de kilómetros de distancia. El problema que subyace a la falta de entrega es que en su fuero interno, los 3 inconscientemente piensan que debido a su capacidad de seducción, es posible que su pareja solo quiera la imagen que representan y no los quiera realmente a ellos.

Los 3 trabajan mucho para ser buenos proveedores o para sostener a la familia y es corriente que además disfruten de distracciones fuera de casa, como hacer deportes o variadas actividades sociales, porque poseen mucha energía y no puedan quedarse tranquilos en la rutina diaria del hogar. Según la estadística los hombres 3 elegirán en mayor medida mujeres de los tipos de personalidad 1, 2 y 6 que son del tipo complacientes y que los seguirán en lo que ellos quieran. Las mujeres 3 acostumbran a elegir hombres de los tipos de personalidad 1 porque admiran su racionalidad y competencia y 9, porque no les exigirán grandes compromisos y se dejarán llevar por lo que ellas quieran. En la intimidad sexual tanto los hombres como las mujeres 3 necesitan ser «admirados» por su pareja. Mientras más sientan que son considerados bellos(as), y atractivos (as) mejor rendirán en la relación sexual. Necesitan sentirse seguros de ser queridos, amados o deseados para poder funcionar bien y cumplir al máximo su papel de ser los mejores en la cama.

Los cuatro y el amor Como dije anteriormente, los 4 son intensos, románticos y apasionados, por lo que suelen ser muy buenos «amantes». El problema se presenta cuando la pareja de los 4 quiere formalizar la relación, ya que suelen ser poco estables y les cuesta adoptar un compromiso formal con su pareja. Las relaciones de pareja de los 4 pueden verse alteradas por su hábito de concentrase en los aspectos negativos de la vida, ya que arrastran un dolor por un abandono sufrido en la infancia que perjudica cualquier tipo de relación. En un principio una relación de pareja con los 4 será de gran apasionamiento, en la que querrán estar todo el día juntos, mirándose, viviendo el uno para el otro. Pero después de un tiempo, cuando sientan que están siendo muy dependientes, mostrarán esa característica propia de tomar distancia y alejarse de la relación, de querer estar solos para reencontrarse consigo mismos y rechazarán a su pareja.

Pero después de un tiempo, se sentirán solos, volverán a pensar y a valorar lo que dejaron y querrán que vuelva. Harán lo posible por reconquistarle, pero cuando lo hayan logrado, de nuevo tendrán la necesidad de estar solos nuevamente. Se trata de un tira y afloja que casi nadie estaría dispuesto a soportar. Ellos te desean cuando tú no quieres y cuando logran tenerte, ya no les interesas. Te seducen y te rechazan constantemente. Viven un clima emocional cambiante. Para los 4 «mantener la intimidad a una distancia segura es un arte»… «Ni tan lejos, ni tan cerca»4 . Sin embargo, hay parejas que viven este «enganche» eternamente y que se sienten «vivos» en relaciones tormentosas, porque valoran mucho la intensidad de las reconciliaciones. Según la estadística los hombres 4 buscarán mayormente mujeres de los tipos de personalidad, 2 y 6 que gustan de analizar la relación y las mujeres 4 elegirán hombres del tipo de personalidad 9 porque son relajados y no le exigirán compromisos mayores. Además podrán tolerar el «tira y afloja» de la personalidad del 4 sin desesperarse. En la intimidad sexual, serán los amantes ideales: creativos, románticos y demuestran adoración por su pareja. Son atrevidos, innovadores, muy emocionales y súper intensos. Buscan intensidad de los sentimientos, que después de un tiempo en la relación es difícil de lograr porque es lógico que todo se calme y se vuelva más tranquilo. Los 4 esperan «fuegos artificiales y mariposas en el estómago» todo el tiempo y se desilusionan cuando no lo logran.

Los cinco y el amor Como los 5 son desapegados y gustan de vivir aislados de los demás como una forma de defensa, es poco probable que se enamoren comprometiéndose de forma rápida, ya que para ellos es difícil manejar sus sentimientos y emociones y temen ser controlados por el otro. Para los 5 el problema principal en la relación es el miedo a sentir, a comprometerse y a sufrir. El desprenderse y tomar distancia tiene un valor protector para ellos. Prefieren una vida tranquila sin que medien las pasiones, los dramas, ni las

escenas. Necesitan ser independientes sin que nadie les pregunte lo que hacen, ni a donde van. Rechazan toda imposición y exigencia de parte de la pareja. No soportan el control. De igual modo, su comunicación con la pareja será lacónica y evasiva, sin dejar ver lo que de verdad están sintiendo detrás de esa fachada de autonomía emocional. Hay que dejarlos que se acerquen cuando quieran hacerlo y respetar su decisión de estar solos cuando no quieren hacerlo. Como pareja no hay que esperar que los 5 digan «te quiero» frecuentemente, porque demuestran su amor hacia el otro dejándolo libre para que tome sus propias decisiones, permitiéndole ser independiente. Sin embargo lo escucharán atentamente en situaciones en las que el otro requiera su atención o en ocasiones muy especiales. El compromiso en una relación con los 5 tardará en darse ya que estos primero tienen que asumirlo mentalmente y luego podrán hacerlo emocionalmente, por lo que sus parejas deben saber que no hay que forzarlos y que deberán darles el tiempo que estos precisen si quieren lograr una relación duradera. Según las estadísticas, los hombres 5 buscaran como parejas más probablemente a mujeres del tipo de personalidad 2 o 1 y las mujeres 5 buscarán más probablemente parejas de los tipos de personalidad 5, 6 y 9. En la intimidad sexual los 5 probablemente irán directo al grano ya que tener sexo los «salva» de tener que demostrar los sentimientos y de la intimidad y luego de acabado el acto volverán tranquilamente a su rincón y a lo que estaban haciendo. Esa es su forma de «comprar tiempo» para ellos, para que los dejen tranquilos hacer lo que les gusta.

Los seis y el amor En el amor los 6 demuestran ambivalencia porque se mueven entre el deseo, las emociones y la pasión por un lado y las dudas e incertidumbre por el otro. Sin embargo, cuando por fin se deciden, se comprometen y viven «a concho» la relación y probablemente formen uniones duraderas.

Eso sí, que esta nunca estará libre de dudas y los 6 con cierta periodicidad querrán poner las cartas sobre la mesa y saber si la relación anda bien. «¿Qué piensas?» «¿Me sigues queriendo?» El saber con certeza lo que ocurre con su pareja los segurizará y podrán continuar por lo menos por un tiempo, aunque en el transcurso de la vida juntos, volverán muchas veces a plantear estas interrogantes. La confianza en la pareja es un asunto primordial para que los 6 funcionen bien y se sienten mejor y más seguros cuando son los que dan y cuando ponen a su amado en primer lugar. Los 6 poseen muchas facetas y son psicológicamente complicados, pero generalmente son muy leales a sus parejas en los momentos difíciles. Dado que su mecanismo de defensa es la proyección tienden a atribuir a sus parejas lo que ellos están sintiendo y pueden ponerse agresivos si se sienten amenazados. A veces con tal de sentirse y saberse queridos los 6 pueden volverse tremendamente dependientes de sus parejas, incluso comportándose de forma complaciente y también masoquista con tal de ser amados y protegidos por ellos para que no los abandonen. Según la estadística los hombres 6 buscarán parejas de los tipos de personalidad 2, 4 y 6 y las mujeres 6 probablemente buscarán parejas de los tipos de personalidad 6 y 9. En la intimidad sexual, los 6 pueden ser complacientes con su pareja, postergando sus necesidades por miedo a perderla, o al contrario, ponerse muy exigentes y desconsiderados si sienten que el otro ya no los quiere como antes.

Los siete y el amor Los Siete se interesan por hacer muchas y entretenidas actividades con sus parejas. La diversión será necesaria para que los 7 se sientan a gusto y puedan desplegar todas las fantasías que han planificado en sus mentes. Para ellos (ellas) es necesario un ambiente casi festivo para que enganchen con la actividad amorosa y estarán dispuestos a «jugar» a todos los juegos que

hagan más creativo el encuentro sexual e íntimo. Asimismo, el desarrollo de la relación dependerá de compartir actividades, de divertirse en conjunto y conversar temas interesantes. Esta forma de relacionarse es excitante y así también evitan los aspectos desagradables de la vida. Debido a la necesidad de independencia y libertad de los 7, estos tienen dificultad para tratar con personas emocionalmente necesitadas o dependientes; el compañero ideal para ellos será aquel que sepa disfrutar de la buena vida sin limitaciones, ni restricciones. Sin embargo, hay que recordar también que los 7 son egocéntricos y buscarán en la relación que todo gire a su alrededor y harán primar sus intereses y/o caprichos. Los hombres 7 buscarán mujeres 2, 4 y 9 y las mujeres 7 en cambio se decidirán por parejas de los tipos de personalidad 9 y en segundo término 3, 5 y 6. Dado que principalmente son hedonistas y buscan el placer y la gratificación, el encuentro sexual deberá contar con sorpresas y un ambiente que de rienda suelta a la apertura de los sentidos. Podrían empezar con un rico aperitivo, luego una comida excitante, a lo mejor continuar con un baile árabe, un baño con sales y jacuzzi, etc. Así los 7 reaccionarán favorablemente pudiendo incorporarse y tener un intenso acercamiento íntimo.

Los ocho y el amor Son pasionales e intensos y por tanto, grandes amantes aunque celosos. Su pareja y sus hijos son su posesión y como son excesivos en todo, hasta podrían sentir que les pertenecen en cuerpo y alma y que pueden hacer con ellos lo que quieran. Así como estarán dispuestos a hacerse cargo de ellos siendo muy generosos, llenándolos de regalos, flores y atenciones cuando se saben obedecidos, así también podrían tornarse violentos cuando piensan que el o los otros quieren independizarse o hacer su vida. Paradojalmente los 8 buscan

dominar a sus parejas, pero sienten una mayor atracción cuando estas se resisten a ser dominadas. Los 8 sienten que como proveedores absolutos de su familia merecen la obediencia y el respeto de sus miembros. Generalmente este tipo de personalidad es más bien de tipo masculino. La pareja de los hombres 8 deberá poseer la característica de ser muy aguantadora y no «enganchar»* cuando busca doblegarla, dejando que se desahogue verbalmente, Pero sin permitir que la falte el respeto, ya sea física o sicológicamente, ya que cuando eso suceda, será muy difícil volver atrás y podrá ocasionar la ruptura definitiva de la pareja. Esto vale también para las mujeres 8, que intentarán doblegar a sus parejas ya sea por sus encantos y su seducción o por accesos de violencia, pero es menos probable que ellas pasen del arrebato verbal a los golpes. Eso sí pueden volverse hirientes, sobre todo cuando su pareja no opone resistencia. Con esto quiero decir que hay que saber a lo que uno se expone cuando se es pareja de un o una 8: es de suma importancia hacerles frente, sin miedo y sin permitir que la violencia domine la situación. Los 8 sanos serán capaces de mostrar su sensibilidad y su vulnerabilidad a sus parejas, cuando se sientan totalmente confiados en su amor y su compromiso. En su interior poseen un «corazón de mantequilla» que es lo más lindo que tienen y sus parejas deben recurrir a conquistarlos intentando llegar a él a través de su sensibilidad o de la pasionalidad, pero nunca delatándolos frente a los demás. Según las estadísticas, los hombres 8 elegirán posiblemente mujeres de los tipos de personalidad 1, 2 y 4 y en menor grado mujeres del tipo 6. Las mujeres 8 elegirán hombres de los tipos de personalidad 5, 6, 7 y 9. Tienen mucha energía y son incansables en lo que a actividades se refiere, incluyendo la actividad sexual. Intentarán demostrar su poderío y llevarán la delantera porque suelen ser muy pasionales y disfrutan mucho del sexo, siempre que se sientan deseados, admirados y obedecidos. Asimismo esto les puede servir para deshacerse en forma menos problemática de su gran agresividad.

Los nueve y el amor Es importante para las parejas que los 9 expresen y expongan sus intereses actuales, porque todo lo hacen demasiado fácil para que sea agradable para la pareja y se dejan llevar por el entusiasmo del otro, tanto que a veces son atraídos por los intereses del otro, confundiéndolos con los propios. La participación o intervención de ellos en la pareja tiene que ver con la energía que el otro posee y que pone en la relación, ya que los 9 suelen tener una energía muy baja, por lo que les queda más cómodo adaptarse, adormecerse y pasar desapercibidos. La pareja podrá arrastrarlos a que hagan algo, pero jamás logrará que den el primer paso en la acción. Las relaciones se profundizan cuando los 9 pueden «fundirse» con el otro, adaptándose de tal manera, que se convierten casi en simbióticos de su pareja. Los 9 te dirán lo que quieres oír, aunque no estén totalmente de acuerdo contigo y te seguirán donde quieras ir, con tal de no armar conflictos, ni discusiones. Sin embargo, tal vez no sepan lo que quieren, pero sí tienen muy claro lo que no quieren y en ese sentido cuando se sienten «obligados» a hacer algo pueden volverse muy tozudos e insoportablemente obstinados. Tampoco toleran sentirse controlados por sus parejas. Les cuesta mucho involucrarse en una relación de cualquier tipo pero en cuanto a las relaciones sentimentales prefieren alejar de su conciencia los sentimientos preocupándose de trivialidades y las formas de la relación más que del fondo. Cuando parece que están totalmente de acuerdo con la pareja, tal vez estén centrados en alguna minucia sin importancia y dicen a todo que sí, para no provocar problemas. Pueden amar al otro de forma libre y sin culpas, pero la intensidad en las emociones no es propia de la personalidad de los 9. Esperan que el otro se les entregue de forma incondicional y no apremian a su pareja por mayores emociones o por lograr algún cambio en la relación. Disponen de mucha paciencia y serán muy tolerantes con sus compañeros.

Suelen actuar en piloto automático, como «dormidos» en la vida y seguir siempre la misma rutina sin innovar en nada. Tienen graves dificultades para «separarse» del ser que aman y por el miedo a vérselas solos en la vida pueden continuar en una relación por años aunque esta no sea para nada gratificante. Cuando la cosa se pone difícil los Nueve se alejan, toman distancia y ocupan su tiempo desarrollando intereses especiales con el fin de estar solos, como irse de pesca o ir al casino y dejarse llevar por alguna entretención que nuevamente los narcotice. Los hombres 9 buscarán mayormente mujeres de los tipos de personalidad 2 y 4 y en menor grado mujeres de los tipos 1 y 6. Las mujeres 9 buscarán hombres de los tipos de personalidad 3, 6 y 7. En la intimidad sexual los 9 se dejan llevar por lo que quiera su compañero; «se avienen a lo que venga». Rara vez toman la iniciativa. Son complacientes y poco comprometidos.

Capítulo 7

Pasiones y virtudes EN EL ENEAGRAMA no hay tipos de personalidades mejores o peores, todos tienen sus defectos y sus virtudes. Sin embargo estamos condicionados para ver la vida de una manera determinada. Vemos las cosas a través del prisma de nuestras experiencias, es decir, de nuestra historia personal. Cuando se forma el Ego o la personalidad esta se desarrolla sobre la base de una pasión que es propia para ese tipo de personalidad, a la que llamaremos el defecto estrella de cada uno de los tipos de personalidad. Veremos ahora cual es el defecto estrella de cada tipo de personalidad, el que también se denomina la pasión que subyace detrás de las actuaciones de cada uno y en su opuesto veremos también las virtudes que esconde cada uno de los tipos de personalidad y que contrarresta las actuaciones que nos inmovilizan y que nos hacen daño . La Pasión del 1 es la ira. Cuando la rabia se asocial a que las cosas funcionan mal y deberían ser de otra manera, se constituye la ira como pasión y el tipo de personalidad 1 se esfuerza por arreglar, por mejorar lo que está mal, aunque este esfuerzo se manifieste en la crítica del mundo tal como es... La ira se alimenta de una especie de resentimiento y enfado porque el mundo no es perfecto. Esta se encuentra detrás de todas las actuaciones y los sentires del 1 causándole una serie de trastornos dentro de sí mismo como en sus relaciones con los demás. Los 1 andan «enojados» por la vida pues creen que no están bien como son, sino que tienen que mejorar. Les causa una rabia profunda ver que los demás pueden divertirse y relajarse, tomando la vida sin tantas exigencias, mientras que ellos viven pendientes de lo «que se debe hacer»: ser serios, responsables y no permitirse nunca soltar el control ni relajarse. Esta rabia la guardan «en la guata» para no demostrarla, ya que no estaría bien mostrarse enojados, pero se les trasluce en todas sus actuaciones y en

general, en cualquier tipo de relación con los demás. Es corriente que sean irónicos o sarcásticos y por lo tanto «pesados» y que los demás los encuentren intolerantes, «seriotes» y exigentes. Normalmente consiguen controlar la ira, pero cuando explotan, no razonan, se ciegan y pueden ser muy violentos. Opuesta a la anterior está la virtud de la serenidad y para lograrla, el 1 deberá soltar el control, relajarse, volverse tolerante, dejando de lado tantas exigencias y volverse menos perfeccionista y por tanto más humano. Es aconsejable también que se den permiso para divertirse y obtener placer de los sentidos, ya que esto los ayudará a ser menos rígidos y más cercanos a los demás. Mediante la práctica de ser conscientes de que hay distintos modos de hacer las cosas sin sentirse dueños de la razón los 1 se permitirán crecer transformando la cólera en energía positiva, sin necesidad de juzgar, ni criticar. Se volverán más alegres y comunicativos. Aprenderán a reírse de sí mismos, a quererse, a sentir que merecen ser amados, por lo que son y no porque son excepcionales. La Pasión del 2 es el orgullo que se manifiesta con la creencia de que se está por encima de los demás, que se es una persona muy especial y por tanto merece un trato deferente. Posee un componente infantil egocéntrico del niño que necesita ser mimado. Implica una intolerancia a los límites y a la crítica. El orgullo está tras la necesidad de ser el centro de atención, de poseer gran capacidad de seducción y compulsión de gustar. Es a causa de este orgullo de sentirse mejores, que los 2 solo se sienten buenos cuando dan y ayudan a los demás. No pueden dejar de ayudar aun cuando el otro no quiera o no necesite su ayuda. Si se les dice que no desean su ayuda se sentirán rechazados. Detrás de esa postura hay una necesidad tremenda de cariño, y de que los demás los quieran valoren. No saben cómo lograrlo si no por eso se ofrecen siempre para demostrar que son buenos, bien intencionados y generosos. La forma de control que el individuo orgullosos ejerce sobre los demás es el dar. Es también a causa del orgullo que los 2 no saben pedir ayuda, que no pueden decir que no y que tienen que estar disponibles siempre para «ganarse« el amor de los demás.

Opuesto a lo anterior la virtud de los 2 es la humildad y se practica aceptando las propias limitaciones, las necesidades y los sentimientos. Cuando logran ser humildes y ponerse a la altura de los demás y saberse también necesitados, permitiendo que les ayuden y atreviéndose a pedir ayuda, es cuando los 2 se vuelven verdaderamente generosos, sin pretender recibir reconocimiento de vuelta, sin sentirse imprescindibles y por tanto más «verdaderos» y más queribles por ser quienes son y no porque ayudan. Colocarse a la altura de los demás les permite atreverse a decir que no cuando realmente no quieren hacer algo y también a pedir ayuda mostrando sus propias necesidades, lo que los hace más humanos. La Pasión del 3 es la vanidad que también tiene que ver con una exagerada preocupación por la imagen. Hay una gran necesidad de ser reconocidos en sus éxitos y una gran intolerancia al fracaso. La identidad está puesta en lo que «tienen» en lo que «logran» en lo que representan, en la imagen que los demás tienen de él. Las apariencias importan mucho pues su valor depende de lo que es capaz de transmitir a los demás. Esto parte con el un autoengaño hacia uno mismo primero, en el que los 3 piensan que son la imagen que proyectan,y han fabricado tan bien. Ellos mismos se la creen y se la muestran a los demás para que también los admiren, así como se admiran ellos mismos. No logran darse cuenta de que detrás de esa imagen, están vacíos y que para valorarse necesitan ser reconocidos por los demás. Opuesto a lo anterior está la virtud de la verdad que hace que los 3, solo cuando puedan desprenderse de su imagen y empiecen a valorarse por lo que realmente son, se volverán auténticos. Ya no necesitarán tanto de la aprobación de los demás, porque sabrán que son valiosos por sí mismos, por su ser único, y aprenderán a apreciarse y a mostrarse sin pretender competir ni ganar. Podrán sentirse a la altura de los otros, como sus iguales y entonces dejarán de ser «narcisos» y podrán amar a los demás desinteresadamente. La Pasión de los 4 es la envidia y está detrás de casi todas sus actuaciones. Se manifiesta como un estado emocional doloroso de carencia y un ansia por satisfacerla. Nunca se sienten felices con lo que tienen, ya que los 4 viven

sintiendo que los demás logran más cosas que ellos, que son más felices y que «el pasto verde crece mejor en la casa del vecino». Esto los hace compararse produce una comparación con los demás, lo que da como resultado un sentimiento de inferioridad, de sentir que el mundo «les debe» y no les permite dejar atrás el pasado doloroso que los acompaña en la vida. Más que el apoyo exterior, lo que necesitan es la capacidad de amarse a sí mismos y de hacerse valer, pero no están dispuestos a seguir como «rebaño» las pautas normas de la sociedad. Además, la envidia no les permite el sentimiento de bienestar, ya que este supondría el estar conformes y dejarían de anhelar lo que no poseen, algo tan característico dentro de su personalidad. El Equilibrio o la ecuanimidad es la virtud de los 4 e integrarla a su personalidad les permitirá aceptar serenamente la insatisfacción de sus propios deseos. Les permitirá vivir el presente, dejando atrás los dolores del pasado sin ceder a la autocomplacencia ni a la autodestrucción. Podrán dejar atrás el niño abandonado y volverse como adultos más equilibrados y adaptarse a los requerimientos de una vida productiva más satisfactoria. En resumen les permitirá amarse y aceptarse, queriéndose más y mejor. La Pasión de los 5 es la avaricia y se manifiesta como una actitud emocional de retención, de sentir un gran temor a quedar vacíos si dan, que se complementa con retirarse y abandonar. En su interior hay un gran temor a ser vulnerables, lo que lleva al 5 a controlar su afectividad, mostrándose fríos e impersonales, en una evitación de las relaciones que supone siempre frustrantes. Es debido a ella que los 5 se aíslan y se mantienen alejados de los demás, siendo avaros con sus afectos, con su tiempo, con su dedicación, con su persona e incluso con su dinero. No saben dar y por lo tanto tampoco saben recibir. Sienten que no necesitan de los demás y que pueden vivir su vida solos sin recurrir a nada ni a nadie. Por otro lado, el desapego es la virtud de los 5 y consiste en ser capaces de compartir sus conocimientos y sus afectos con los demás, sin sentirse empobrecidos. Podrán comprometerse con otras personas, entregarles su tiempo generosamente, compartiendo y estableciendo relaciones afectivas y de

intimidad, sin considerarse mejores que el resto, sino aceptando ser uno más. Se atreverán a relacionarse y a salir de su aislamiento, a sentir, a dejar salir su sensibilidad sin el temor a ser heridos. La Pasión de los 6 son los miedos que conforman toda la estructura de su personalidad. Es gracias a ellos que los 6 son inseguros, dubitativos, indecisos y viven la vida desde una posición de desconfianza y de dependencia de los demás, que a veces se manifiesta como ansiedad. Los miedos los paralizan en la acción y les dificulta el tomar decisiones acertadas o emprender desafíos necesarios. Esta inseguridad lleva aparejado un sentimiento de impotencia y de desconfianza en sí mismos y en los demás. Otorgan demasiado poder a la autoridad y se rigen por normas y pautas que los limitan. Necesitan escudarse en un grupo y no se atreven a enfrentar solos sus experiencias de vida. En esta personalidad se encuentran los fóbicos, obedientes a la autoridad y los contrafóbicos que la desafían. Pero en ambos casos su personalidad estará regida por los miedos, ya sea para obedecer o para renegar de ella. Opuesta a lo anterior está la valentía que es la virtud de los 6 y que está ligada al desarrollo del valor y de la confianza en sí mismos y en los demás. Lograr volverse valientes hará que se responsabilicen por sus acciones confiando en su criterio y no dejándose llevar por sus miedos imaginarios. Se atreverán a correr riesgos confiando en sus propias capacidades. Esto también hará que sean capaces tanto de confiar en sí mismos como en los demás, sin la suspicacia que los caracteriza. La Pasión de los 7 es la gula y esta se refiere a querer vivirse la vida como si esta se fuera a acabar mañana, siendo hedonistas, buscando estimularse continuamente y gratificándose con el logro de todos sus deseos. Los 7 son consumistas y viven pensando en lo placentero que pueden lograr de la vida, aunque esto les signifique vivir de forma superficial, dejando de mirarse hacia su interior, hacia lo que realmente importa. Su necesidad de gratificarse proviene de haber sentido carencia del «amor de madre» cuando pequeños, lo que los hizo prometerse a sí mismos que nunca más sentirían ese tipo de dolor.

Esto hace que no profundicen en su interior, «haciéndole el quite» a todo lo que les parezca doloroso o difícil. Por lo mismo les cuesta adquirir compromisos y prefieren vivir planificando y fantaseando siempre con miras a un futuro promisorio y magnífico. La virtud de los 7 es la sobriedad, que se cultiva mediante la práctica de valorar cada momento como único, viviendo la vida como se presente sin buscar evadirse ni distraerse con las fantasías. Se trata de vivir el presente aceptando todo lo que venga sin planificar un futuro promisorio que no toma en cuenta la realidad. Les permitirá reflexionar, «parar» y acceder a la profundidad de las cosas en principio, y luego los llevará por un camino hacia su interior aprendiendo a conocerse, a valorarse y a sentir mayor y duradera felicidad. La Pasión de los 8 es la lujuria que es una tendencia a todo tipo de excesos y subyace detrás de todas sus actuaciones y relaciones, lo que los hace ser arrogantes, avasalladores y querer vivir la vida sin límites, ni culpas. Los 8 se sienten muy por encima de los demás y tratan al resto de las personas como sus vasallos, ejerciendo el poder y la fuerza para dominar el entorno que los rodea. El poder y el placer son sus objetivos en la vida. Pasan por encima de cualquier situación ya que creen que se merecen todo. Buscan los excesos en todo; en la pasión, en las comidas, en los conflictos, en sus trabajos, etc. Al vivir de esta forma no se conectan con su vulnerabilidad, con la sensibilidad de su corazón. Opuesta a la anterior está la inocencia que es la virtud de los 8 que les permite dejar que el niño que tenemos dentro pueda manifestarse sin temor a ser vulnerable, haciéndose pequeño y a la altura del resto de los mortales. Los lleva a admitir sus puntos débiles, dependiendo sanamente del amor de los demás, dando señales de madurez y de humanidad. Se volverán más considerados y más pacientes con los demás buscando proteger a los más débiles. La Pasión de los 9 es la pereza espiritual o desidia y se encuentra bajo su estructura de personalidad, tiñendo todas sus actuaciones y sus formas de ser. Se manifiesta como una dificultad para mirar dentro de sí mismos, un sentirse poco valiosos, poco importantes para los demás y un adaptarse a lo

que sea en la vida. Debido a esta los 9 son acomodaticios y viven su vida a través de otras personas sin mostrar lo que en realidad desean, manteniendo una actitud pasiva y poco participativa, para evitar los conflictos. Como se sienten poco valiosos y confunden las prioridades no suelen tomar decisiones importantes en su vida dejando que los otros lo hagan por ellos. Opuesto a lo anterior está la diligencia que es la virtud de los 9 que tiene que ver con asumir la responsabilidad de sus propias vidas con valor y dignidad. Podrán establecer sus prioridades y expresar sus opiniones haciéndose valer como personas iguales al resto, siendo capaces de enfrentar los conflictos de forma constructiva y haciéndose cargo de sí mismos.

Capítulo 8

Cómo empezar a ser más equilibrados y más sanos PARA SER LO MÁS SANOS posible dentro del propio tipo de personalidad, lo primero que debemos hacer es tomar conciencia, y «darnos cuenta» de cuáles son las «trancas» y obstáculos que no nos dejan crecer como personas y avanzar en el camino para lograr la felicidad propia, como la de aquellos que viven con nosotros. Antes que todo, hay que comprender que a los seres humanos lo que nos queda más fácil es dejarnos llevar por las actitudes conocidas y que nos hacen reaccionar siempre de la misma forma frente a hechos de similar naturaleza («tropezar varias veces con la misma piedra»). Esto significa que como individuos no estamos haciendo nada por mejorarnos a nosotros mismos y nos dejamos llevar, permitiendo que los caminos de la vida nos conduzcan por cualquier senda, sin optar ni elegir aquello que nos haga más plenos, conscientes y felices. Sugiero revisar cuáles comportamientos son automáticos y corresponden a reacciones al estímulo en vez de respuestas. Las reacciones que tenemos frente a situaciones parecidas son siempre las mismas, en las que actuamos de acuerdo con el pasado, con nuestra historia de vida; en cambio las respuestas son conscientes y suponen haberse permitido el tiempo para el análisis de la situación. Pareciera que la reacción es un comportamiento que tenemos en el «disco duro» y que «salta» automáticamente frente a ciertas situaciones. A veces cuando se produce un pequeño cambio de parte de alguno de los miembros de una relación, esta se transforma y puede cambiarles la vida de ahí en adelante. Para mejor explicar esto, podemos citar algunos ejemplos:

Los 1 tendrían que nacer de nuevo para no ser críticos y exigentes tanto con ellos mismos como con los demás y se «enrabian» cuando las cosas no se hacen como ellos piensan que deben hacerse. ¿Qué pasaría si dentro de la relación, la próxima vez que sientan dentro de sí los primeros síntomas de rabia, se tranquilizarán, trataran de «dejar pasar» sin criticar alguna actuación del otro y se dieran permiso para ser más relajados? Lo que pasaría sería que el otro por primera vez se sentiría con derecho a plantear su posición y a ser escuchado. ¿No les parece que sería un tremendo avance en la relación de esas dos personas? Esto sería favorable para los ambos, ya que el 1 habría logrado que su pareja no se pusiera a la defensiva y que fuera proclive a aceptar cualquier enmienda o sugerencia del 1 con una mayor disposición. Los 2 necesitan sentirse necesitados y piensan que ayudando se hacen querer. ¿Qué pasaría si los 2 se atrevieran a dejar de ayudar durante algunos días y se preocuparan más de lo que realmente quieren hacer? Lo primero sería que los propios 2 se sentirían menos abrumados, sentirían que por primera vez se «quieren a sí mismos» por tanto andarían más felices por la vida. Su pareja o hijos notarían esta diferencia y verían a los 2 realmente alegres, como personas con las cuales da gusto relacionarse de igual a igual, los verían sin «hacerse las víctimas» y los apreciarían más. Los 3 necesitan sentirse admirados por los demás y hacerse notar por lo brillantes que son. ¿Qué pasaría si los 3 un día dejarán de «hacer» tanta cosas, fueran capaces de abandonar su imagen y se volvieran más reales y disponibles para compartir con sus familias, dispuestos a tomarse el tiempo para conversar? Lo más probable es que para su pareja e hijos esto que resultaba impensable, ahora se haría realidad. Podrían contar con los 3 ellos y sentirían por primera vez que forman parte de la familia, que están disponibles para ellos y que no solo son los proveedores, que nunca tienen tiempo para compartir. Los 4 se sienten especiales y creen que el mundo «les debe», que los demás son más felices que ellos. Viven culpando a otros de su abandono y se vuelven autodestructivos. ¿Qué pasaría si los 4 un día despertarán haciéndose responsables de sus vidas, dejando atrás el pasado y se atrevieran a

organizarse, a trabajar los grandes talentos que la vida les dio; se sintieran valiosos y por tanto decidieran incorporarse al sistema y al mundo como todos los demás, volviéndose productivos, realistas y mucho más felices? Si los 4 pudiesen por una vez en la vida lograr salirse de «su programación de abandonados» y de estar siempre comparándose con los demás y se atrevieran a «tomar el toro por las astas» para desenvolverse mejor en la vida, es posible que pudieran lograr formar una familia estable haciéndose responsables de aportar con lo especiales y dignos de amor que son. Recibirían además el respeto de los demás quienes ya no los verían como víctimas, sino como aportadores al mundo. Los 5 tienen necesidad de aislarse, y generalmente cuando se deciden a participar lo harán desde la arrogancia de sentirse que saben más que lo otros. ¿Qué pasaría si los 5 se atrevieran a salir de su aislamiento para relacionarse y compartir con los demás, dieran y recibieran afecto y fueran capaces de enseñar con paciencia y cariño a los demás todo lo que ellos saben? Sin duda serían muchísimo más queridos y escuchados y tanto su pareja como sus niños se les acercarían buscando el contacto. Los 5 al saberse escuchados y queridos se entregarían más a los suyos y dejarían de sentir ese vacío que a veces sienten y que no han tomado conciencia que es producto de que a su vida le falta todo lo que tiene que ver con la afectividad. Los 6 necesitan sentirse seguros y confiados dentro de un grupo. Sienten miedos imaginarios de enfrentarse solos en la vida, lo que los hace inseguros y dudosos. ¿Qué pasaría si los 6 se atrevieran a arriesgarse, a confiar tanto en ellos como en los otros y se relajaran sin imaginarse siempre todo lo peor que podría suceder? Se volverían más seguros, confiados y optimistas logrando hacerse más atractivos para sus parejas; dejando de ser tan dependientes, atreviéndose a tomar decisiones y a tener iniciativas propias. Esto haría que la relación de pareja fuese más sana y equitativa, que sus cónyugues se sintieran por fin libres y no con la carga de una persona que vive «celándolos» o que en la vida dependen siempre de su protección. Los 7 quieren disfrutar siempre y estar alegres y OK. Arrancan del dolor o de las cosas desagradables. ¿Qué pasaría si los 7 por fin se atrevieran a dejar

de lado esta superficialidad, se decidieran a trabajarse y volverse reales y no como niños dentro de la relación? Para la pareja, sin duda sería muy grato encontrarse con alguien «adulto» con los que se puede conversar sin evadir ningún tema, contando con ellos para emprender juntos cualquier decisión de vida, por muy difícil que parezca. Es probable que los 7, cuando por fin se contacten con sus dolores interiores, crecerán superándolos, dándose cuenta y viviendo una vida realista y plena. Los 8 necesitan sentirse y demostrarse más poderosos o por encima de los demás y utilizarán toda su artillería para lograrlo. ¿Qué pasaría si los 8 se atrevieran a mostrar su lado vulnerable, se hicieran más cercanos a su familia, más tolerantes y menos agresivos o avasalladores? Sin duda, en su casa ni su pareja ni sus hijos temerían a sus arrebatos violentos, por el contrario sabrían que pueden contar con alguien que de verdad los quiere y que desea lo mejor para todos. Se atreverían a acercarse, a conversar y brindarle cariño, entendiendo que a veces se puede enojar, pero que no es necesario «temerle». Los 9 quieren estar siempre en paz y que los dejen tranquilos sin que nadie les exija nada. ¿Qué pasaría si los 9 por fin un día decidieran que van a exponer sus puntos de vista y que se van a hacerse valer frente a los demás? Sería una muy agradable sorpresa para todos los que los rodean porque por fin podrían relacionarse con «alguien de carne y hueso», como todos y que se atreve a tomar decisiones aunque pueda producirse un conflicto. Los encontrarían mucho más reales y cercanos, más parecidos al resto de la familia y además los considerarían más. Lo que para los 9 parecía imposible, que los «vieran» y los tomarán en cuenta, por fin les estaría ocurriendo, lo que haría a todos más felices. Cuando tomamos la decisión de comenzar un trabajo interior, debemos saber que este, no es el camino más fácil, sino al revés, ya que supone «darse cuenta» de todo aquello que se está oponiendo a nuestro crecimiento y supone también «remar contra la corriente», de lo que estamos acostumbrados a hacer. Pero este camino difícil nos lleva a encontrarnos con lo que verdaderamente queremos y sentimos; lo que se traduce en ser mejores personas.

Capítulo 9

Rasgos y niveles de desarrollo EN CADA UNO DE LOS TIPOS de personalidad se presentan rasgos que guardan relación con los diversos niveles de desarrollo en que se encuentra la persona, pudiendo ir desde los más enfermos hasta los más sanos, lo que permite hacer una gran diferencia entre los individuos; aunque pertenecen al mismo tipo de personalidad, pueden encontrarse en distintos niveles de desarrollo, tanto en su forma de relacionarse consigo mismo, como con los demás. Es importante que las personas luego de conocer su tipo de personalidad, se ubiquen también en qué nivel de desarrollo se encuentran, para conocer cuáles son los rasgos que los hacen descender hacia su desintegración y cuales son aquellos rasgos que le ayudan a encaminarse a su sanación. Hay que dejar en claro, sin embargo que la mayoría nos ubicamos en los rangos promedio de nuestro tipo de personalidad, ya que los rasgos muy sanos solo se ven en personas muy excepcionales; iluminados o santos, y los rasgos más enfermos en personas que probablemente están internas en algún sanatorio mental. Cuando las personas logran un equilibrio, un desarrollo y un trabajo interior y comienzan a tomar conciencia de quiénes son y qué es lo que quieren de la vida, es probable que se «muevan» hacia rasgos más sanos de su personalidad. Así, al contrario, en momentos de gran estrés, podríamos descender a alguno de los niveles inferiores, lo que podría causarnos grandes problemas y distorsión de nuestra propia realidad. Quisiera poner un ejemplo para mejor explicar lo que estamos diciendo. Una persona muy sana del tipo 2 fue Santa Teresa de Calcuta, quién se entregó generosamente a los demás y les brindó su ayuda, sin esperar retribución.

Una persona mediana del mismo tipo 2 pudo ser la princesa Diana de Gales, que aún cuando se interesaba por ayudar a otros, en su vida personal tuvo grandes necesidades de amor buscándolo en diversas relaciones. Una persona enferma del tipo 2 puede ser alguien que necesite mucho de la atención de los que la rodean y del amor que puedan brindarle, que llega a enfermarse para demandar la atención y se hace la víctima exigiendo el amor que cree que se merece y que no le dan. Me refiero por ejemplo a esas mamás que con los años, cuando ven que sus hijos se hacen independientes y ya no viven «pegados « a ellas, se vuelven «víctimas» que exigen amor de su parte, diciéndoles; «claro yo ahora no les importo, no me vienen a ver. Y yo que sacrifiqué mi vida por ustedes» Es importante conocer y ubicarse en los diferentes niveles de desarrollo para tratar de mejorar algunas características que no le hacen bien a la persona y mucho menos a los que conviven con ella. De igual forma cuando una persona conoce los rasgos de sus diferentes niveles puede sentir como que se le «prende una luz roja o amarilla« al actuar en determinadas ocasiones, lo que la hará enmendar el rumbo. Los niveles descritos están basados en el libro Tipos de personalidad de Richard Riso. Así diremos que existen tres niveles sanos, tres niveles medianos y tres niveles enfermos en cada uno de los tipos de personalidad. Algunos de los rasgos resumidos de esos niveles son:

El tipo de personalidad uno Niveles sanos No se reprimen, ni buscan la perfección porque saben que esta no existe, pero intentan hacer lo correcto. Son tolerantes con los demás y no creen tener siempre la razón. De elevados principios, enseñan mediante el ejemplo. No critican ni juzgan. Buscan la verdad y la justicia.

Niveles medianos

Se sienten superiores moralmente. Buscan lo ideal en la vida, pero siempre desde lo que se «debe hacer». Controlan sus emociones. Son serios, rígidos, controlados y controladores. Juzgadores y críticos, nada les parece totalmente bueno. Justifican su rabia.

Niveles enfermos La Ira es su emoción principal. Hipócritas, han reprimido sus sentimientos hasta deformarlos. Sádicos, pueden caer en la depravación. Se han vuelto irracionales, maestros de la moral para castigar a los pecadores y destruirlos.

El tipo de personalidad dos Niveles sanos Generosos y empáticos ayudan a los demás sin esperar retribución. Delegan y permiten a los demás crecer. Buscan elevar la autoestima de su prójimo. Reconocen que también pueden necesitar y pedir ayuda sin sentirse menoscabados por eso. No buscan ser «centros de mesa».

Niveles medianos Complacientes, necesitan ayudar pues buscan ser queridos, admirados y necesitados. No dejan crecer al otro, lo hacen dependiente de ellos. Manipulan. Sienten que no les retribuyen lo que hacen por los demás. Son seductores y centros de mesa. Poseen un barniz de modestia.

Niveles enfermos Maestros de la culpa. Dirigen la vida de los otros. Exigen que los amen. Ya no son generosos. Se vuelven exigentes, amargados y quejumbrosos. Hipocondríacos. Buscan desesperadamente la atención de los demás a cualquier costo. Maledicentes.

El tipo de personalidad tres

Niveles sanos No viven para su imagen, auténticos, se aceptan tal cual son. No niegan sus limitaciones ni se creen superiores. Se afirman en la verdad y los valores. Muestran sentimientos verdaderos y tienen empatía. No buscan deslumbrar ni ser eficientes, sino más humanos.

Niveles medianos Compiten por la superioridad, el status, el éxito y el prestigio. Fríos y calculadores. Proyectan estados emocionales falsos para gustar, para ser admirados. Objetos sexuales. Egocéntricos, competitivos, farsantes, sin límites legales.

Niveles enfermos Deshonestos e inmorales, logran lo que quieren utilizando a los demás. Mentirosos patológicos. Traicioneros. El fin justifica los medios. Se vuelven sádicos, pueden tornarse sicópatas.

El tipo de personalidad cuatro Niveles sanos Intuitivos y creativos. Ven lo mejor del mundo,son agradecidos y vitales. Felices, productivos y estables. No temen a sus sentimientos, dan lo mejor de sí mismos. Sinceros y respetuosos de las emociones de los demás. Sensibles, buenos amigos, con humor.

• Niveles medianos Románticos, idealizan la belleza. Imaginativos en representarse conversaciones imaginarias. Melancólicos, temperamentales e inestables. Hipersensibilidad se sienten heridos y se retraen. Indisciplinados, autoindulgentes. Autodestructivos, se boicotean. Improductivos.

Niveles Enfermos

Depresivos, ven todo de color negro. Enojados consigo mismos y con el mundo. Se odian a sí mismos. No encuentran el sentido de su vida. Se destruyen. Caen en adicciones. No vislumbran una salida a su angustia.

El tipo de personalidad cinco Niveles sanos Visionarios, observadores, curiosos respecto a todo. Concentración y tenacidad para solucionar problemas y contribuir a la humanidad. Comparten sus conocimientos, les gusta enseñar. Entusiastas con las ideas y la ciencia. Se permiten ser sensibles, sentir y dar amor.

Niveles medianos Analíticos, dividen la realidad en compartimientos pequeños para estudiarla más a fondo. Conectados solo con su intelecto, se desconectan del mundo. Se aíslan. Desconfiados. Inconformistas se rebelan contra las convenciones sociales. Se vuelven fanáticos.

Niveles enfermos Hostiles hacia las personas y la realidad. Quieren destruir, desvalorizan y rechazan todo. Paranoides piensan que los demás los odian. Distorsión de la realidad. Fobias, alucinaciones. Esquizoides.

El tipo de personalidad seis Niveles sanos Seguros, confiados en sí mismos y en los demás. Maduros e independientes. Líderes valientes, comprometidos y leales. Se puede contar con ellos.

Integridad para asumir responsabilidades. Bien intencionados y evolucionados.

Niveles medianos Dependen de los demás, temen responsabilizarse de ellos mismos. Obedientes. Ambivalentes, sentimientos contradictorios. Cautos, defensivos y desconfiados. Inseguros e indecisos. Poseen miedos imaginarios.

Niveles enfermos Intensa angustia. Parciales y autoritarios. Líderes peligrosos. Todo les parece un caos, ven la realidad distorsionada. Paranoicos. Ven conspiraciones en todo. Relaciones masoquistas.

El tipo de personalidad siete Niveles sanos Aprecian la vida como sagrada y la respetan. Felices, optimistas. Joviales y agradables compañeros. Entusiastas con gran capacidad para aprender de todo. Prácticos y productivos. Multitalentosos. Innovadores. Mentes ágiles. No temen al dolor y lo enfrentan.

Niveles medianos Materialistas, consumistas. Mucha vida social y apetitos insatisfechos en todo orden de cosas. Buscan el placer. Irreverentes, insolentes. No toman nada en serio. Consumistas, egocéntricos e inmoderados. Pueden caer en adicciones. Evaden el dolor o las cosas difíciles.

Niveles enfermos Insaciables, inmaduros e irreflexivos. Groseros, no sienten culpas. Inestables en sus conductas, fuera de control. Maníacos compulsivos. Gran nivel de angustia. Histeria.

El tipo de personalidad ocho Niveles sanos Utilizan su energía y su fuerza para ayudar y hacer el bien. Tolerantes y magnánimos. Sólidos, capaces de superar cualquier obstáculo. Convierten los fracasos en oportunidades. Lideres constructivos, sentido del honor. Dispuestos a asumir responsabilidades difíciles.

Niveles medianos Aventureros. Hombres de negocios. Competitivos muestran su poder. Les gusta el peligro. Dominantes y machistas. Su ego es el centro de la vida. Les gusta amenazar e intimidar. Su palabra es ley. Se sienten superiores a los demás. Pasionales y excesivos.

Niveles enfermos Oprimen a los demás privándolos de sus derechos, tiranos. Traicioneros e inmorales. Ideas delirantes sobre sí mismos. Se creen invulnerables y omnipotentes. No sienten culpa. Intentarán destruir antes de ser destruidos. Antisociales, pueden volverse psicópatas.

El tipo de personalidad nueve Niveles sanos Dueños de sí mismos, independientes. Tienen el control de su vida.

Relajados, tranquilos, confían en sí mismos y en los demás. Estables y fuertes. Conciliadores, calmados, optimistas. Modestos, perdonan y olvidan. Sentido del humor.

Niveles medianos Tienden a idealizar a los otros y desean hacer lo adecuado. Temen al cambio. Pasivos, indolentes emocionalmente. No toman decisiones, se dejan llevar por lo que dicen los otros. Agresivos-pasivos. Se sienten poco valiosos. Fatalistas, sienten que no pueden hacer nada para cambiar las cosas. Niegan los problemas.

Niveles enfermos Se bloquean a todas las soluciones de sus problemas y se «cuelgan» de otras personas para que tomen decisiones por ellos. Se disocian de la realidad por temor y se tornan despersonalizados, como autómatas. Se abandonan a sí mismos, sienten gran angustia.

Capítulo 10

Direcciones de desintegración y de integración PARA ASPIRAR A SER MEJORES PERSONAS, a ser más felices y mejorar las relaciones, no basta con desarrollar los propios valores o aptitudes dentro de la propia personalidad, sino también es necesario comenzar un recorrido mirando a otro de los tipos del Eneagrama, que poseen algunas cualidades que nos hacen falta, y que pueden complementarnos y llevarnos a lograr el equilibrio que necesitamos para sanarnos, el que llamaremos camino de integración. Pero existe también un recorrido hacia otro de los tipos del Eneagrama, que puede llevarnos a ser cada vez más obsesivos, desequilibrados y por lo tanto infelices que denominaremos camino de desintegración. Cada uno de los tipos de personalidad tiene un camino muy definido en ambos casos. Es importante que reconozcamos cuales son los aspectos negativos que utilizamos cuando nos vamos hacia el camino de desintegración y cuales, por el contrario son las cualidades positivas que debemos lograr para dirigirnos a nuestro punto de equilibrio en el camino de integración.

Direcciones de desintegración Las actitudes que un individuo reprime, o utiliza cuando está estresado lo llevan por el camino de desintegración. A lo mejor en un primer momento puede provocarle un alivio temporal, pero obviamente no soluciona el problema de forma definitiva, sino más bien lo posterga. Si observamos que en nuestro actuar y en nuestras relaciones estamos siendo exagerados, desequilibrados e infelices, es probable que sea porque hemos tomado el camino de desintegración. Como dije en otra oportunidad este camino de desintegración significa para el individuo, lo más fácil, el dejarse llevar «camino abajo en la pendiente» sin

esfuerzo alguno. Para mejor entender esto, veremos lo que sucede en cada tipo según el libro Tipos de Personalidad de Richard Riso: · Los 1 se desintegran yéndose hacia el 4 pues se retraen, se rigidizan y se deprimen. · Los 2 se desintegran en el 8 y se vuelven manipuladores, agresivos y dominantes. · Los 3 se desintegran en el 9 perdiendo su energía y volviéndose apáticos e inactivos. · Los 4 se desintegran en el 2 involucrándose demasiado y volviéndose dependientes. · Los 5 se desintegran en el 7 y se vuelven dispersos e hiperactivos y adictivos. · Los 6 se desintegran en el 3 volviéndose competitivos y arrogantes. · Los 7 se desintegran en el 1 y se tornan obsesivos y perfeccionistas. · Los 8 se desintegran en el 5, retrayéndose y volviéndose desconfiados y paranoicos. · Los 9 se desintegran en el 6 porque se vuelven angustiados, inseguros e indecisos.

Direcciones de integración Caminar hacia la dirección de integración en cambio, requiere de un trabajo y de una elección consciente, tomando primero conciencia de aquellos aspectos de nuestra personalidad que nos bloquean, para abandonar los hábitos y las defensas que el ego nos impone. Buscar y realizar el recorrido hacia el camino de integración significa trabar y esforzarnos por dejar atrás las reacciones automáticas de nuestro ego. Significa un «remar contra la corriente» contra lo que hemos estado acostumbrados a hacer siempre, lo que generalmente no es fácil, pero nos permite experimentar un desarrollo y equilibrio natural que nos traerá la mejoría de nuestras relaciones y sentirnos felices con lo logrado.

Así diremos que: · Los 1 se integran en el 7 pues logran superar su rigidez, su intolerancia y su crítica tornándose más relajados. Se vuelven optimistas y se dan permiso para divertirse. · Los 2 se integran en el 4 y comienzan a mirarse interiormente, se reconocen, se quieren, se vuelven más auténticos, se atreven a decir que no y a mostrar su enojo. · Los 3 se integran hacia el 6 superando la competitividad y la eficiencia. Buscan relaciones más verdaderas, comprometidas y leales. Dejan de lado el narcisismo. · Los 4 se integran hacia el 1 buscando disciplinarse, ponerse límites e intentan ser más productivos y por tanto más satisfechos consigo mismos. · Los 5 se integran hacia el 8 saliendo hacia los demás, buscando relacionarse mejor y enseñar lo que tan bien saben. · Los 6 se integran hacia el 9 superando sus dudas, volviéndose más relajados, más confiados y más positivos. · Los 7 se integran hacia el 5 buscando la profundidad en su vida y siendo capaces de enfrentar las situaciones dolorosas, dejando de huir hacia sus fantasías. · Los 8 se integran hacia el 2 buscando ejercer su poder en ayuda de los demás, generosamente, dando amor hacia la humanidad en vez de exigir obediencia. · Los 9 se integran hacia el 3 donde encuentran la energía y la decisión, lo que les permitirá tomar iniciativas que los harán más felices en la vida. Basándonos en lo que dicen R. Hudson y Richard Riso en su libro La Sabiduría del Eneagrama (pág. 53) podemos concluir que: «Sea cual sea el tipo de personalidad que tenga la persona hay cosas concretas que pueden dar un impulso a su crecimiento particular. Los siguientes son aspectos problemáticos específicos de los tipos que debemos considerar si deseamos avanzar en nuestro trabajo interior».

· Los 1 deben observarse cuando hacen juicios de valor, cuando critican o se condenan a sí mismos y a otros. · Los 2 deben tomar conciencia de que solo cuando ayudan se sienten valorados y queridos y no pueden dejar de hacerlo. Deben aprender a decir NO y hacerse más humildes pidiendo ayuda. · Los 3 deben comprender que tratan de mostrarse mejores de lo que en realidad son y venden una imagen exitosa. Deben permitirse cometer errores o fracasar. · Los 4 deben dejar de hacer comparaciones negativas y dejar de boicotearse en sus logros. · Los 5 deben darse cuenta que su aislamiento es solo una medida de autoprotección y que tienen miedo de relacionarse. · Los 6 no deben depender del apoyo exterior para comenzar a actuar. Deben confiar más en sí mismos. · Los 7 no deben planificar ni adelantarse a lo que harán en el futuro. Deben vivir el presente · Los 8 no deben forzar o controlar sus vidas y las de los otros. Deben aceptar su vulnerabilidad. · Los 9 no deben resistirse a lo que los afecta y deben demostrar cómo se sienten, sin miedo a causar conflictos.

Conclusión CON ESTE LIBRO he querido agregar igualmente de forma fácil y entretenida otras características de los diferentes tipos de personalidad que enseña el Eneagrama, tal como lo hiciera en el primer libro Conociendo el Eneagrama pero siempre vistas desde afuera, desde lo que llamamos la personalidad, desde lo que las personas muestran a los demás, o más bien desde lo que las personas quieren mostrar a los demás, para ser apreciados y no rechazados. Asimismo, hemos visto los primeros indicios de cómo y porqué se forman las diferentes personalidades en la niñez temprana y en especial lo significativas que pueden ser en nuestra vida las relaciones con nuestros padres. Por otro lado he querido incorporar aquello de que si logramos conocer la personalidad de los que nos rodean, aprenderemos a entender sus reacciones, sus motivaciones ocultas y por ende se nos darán más fáciles las relaciones. De igual forma espero que este libro les ayude a poder educar a sus hijos desde una nueva perspectiva; la de comprenderlos, aceptarlos en sus limitaciones y no exigirles aquello que no sean capaces de dar, ponderando más bien todas sus aptitudes y potencialidades. Obviamente si sus hijos o sus nietos se sienten entendidos, aceptados y queridos dentro de lo que son y no de lo que deberían ser, mostrarán y darán lo mejor de sí y por ende todos en la familia serán más felices. Pero quiero dejar en claro que cada ser humano es mucho más que lo que muestra su personalidad, que lo que podemos apreciar desde el exterior. Podría decirse que la personalidad es como «la punta del iceberg» de lo que significa ser un ser humano. Y aquí es donde me quiero explayar para decirles que dado que fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios, tenemos dentro de nosotros algunas de sus cualidades, que vienen con nuestra esencia y que dejamos de lado cuando formamos la personalidad para «comportarnos» en el mundo. Pero estas

cualidades no se pierden, simplemente las dejamos «dormidas» en el fondo de nosotros mismos y por tanto podemos recuperarlas cuando queramos. Claro que eso no es tan fácil y significará realizar un gran trabajo para desandar el camino recorrido en la formación de nuestra personalidad, para echar abajo algunas de las estructuras del ego, que nos vimos obligados a formar cuando niños, para defendernos de la hostilidad del mundo. Significará transitar un camino, nuevo, que puede ser en principio atemorizante, por lo desconocido, pero que con el interés de conocernos realmente a nosotros mismos, con la humildad de aceptarnos en nuestras carencias, nuestras deficiencias, nuestros miedos, nuestras creencias podemos lograr en gran medida. En este libro están descritos los pasos que cada individuo debe dar para desenmascarar su personalidad. Cabe destacar que estos caminos de integración nos llevarán por terrenos a veces áridos, a veces pedregosos y escarpados, que nos harán muchas veces querer desistir y dejarnos llevar por lo fácil, lo seguro, lo conocido. Sí, porque los caminos de vuelta hacia nuestra esencia, significa antes que todo tomar conciencia de lo que nos inmoviliza y nos obliga a actuar de determinada manera, significa «remar contra la corriente», de lo que siempre hemos hecho, tomar actitudes nuevas, cambiar lo hasta ahora conocido por algo que no sabemos con certeza adonde nos llevará. Lo más probable es que en principio no nos guste lo que reconocemos en nosotros o que sintamos que dentro nuestro hay un gran vacío que no queremos enfrentar, pero si no desfallecemos, si por el contrario seguimos buscando lo mejor de nosotros mismos, dentro de un tiempo veremos una pequeña lucecita que nos guiará hasta nuestra esencia. Lo otro que quiero decirles es que además de que no es un camino fácil, tampoco es fácil mantenernos ;dentro del camino. Por el contrario cuando creamos estar avanzando muchas veces sentiremos que estamos peor que antes, que ya ni siquiera tenemos claro quiénes somos o hacia dónde vamos, pero luego volvemos a encontrar la senda que nos permite continuar. El ego se encargará muchas veces de hacernos pasar un mal rato porque obviamente se da cuenta que al recuperar nuestra esencia, deberá desaparecer,

por lo que de cualquier forma, ya sea mofándose, criticándonos, asustándonos, exigiéndonos y sobre todo engañándonos intentará que abandonemos el camino. Tratará de convencernos de que nadie nos querrá, ni nos respetará, ni nos aprobará si seguimos empeñados en crecer y deshacernos de él. Además, la realidad del mundo en que vivimos hará también su parte tratando de convencernos de que estamos locos o somos unos desadaptados o mal agradecidos etc.. y que el resto de las personas nos dejarán de lado. Pero tengo que decirles que igual vale la pena seguir buscando lo mejor de nosotros mismos y recuperar aquella parte nuestra que se asemeja a un niño por su inocencia, por su capacidad de asombro, por su generosidad, por su autenticidad, que es la esencia que nos hermana con nuestra naturaleza última y trascendente, con lo divino, con Dios.

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1 La Dimensión espiritual del Eneagrama, Sandra Maitri, pág. 133, 2004 , Editorial La Liebre de marzo. 2 La Dimensión espiritual del Eneagrama, Sandra Maitri, pag 14 1, 2004 , Editorial, La liebre de marzo. 3 La Dimensión espiritual del Eneagrama, Sandra Maitri, pág. 71, editorial La liebre de marzo 4 Helen Palmer, El Eneagrama, pág. 151, editorial La liebre de marzo.

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