Conferencia Norberto Rabinovich. No Hay Pulsión Sexual
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Psicoanalisis...
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APUNTES SEMINARIO RAVINOVIC “NO HAY PULSIÓN SEXUAL”
Sesión N° 2 El concepto de “pulsión” utilizado por Lacan no coincide totalmente con el de Freud. Este último presenta un concepto más amplio, donde se hallan confundidos dos ámbitos de satisfacción que son opuestos (tomando E!" # $%&%$!"' $%&%$!"' repetición # satisfacción. Lacan, al hablar de la pulsión, muestra que “no ha# pulsión se)ual”. En Freud, la pulsión es una tendencia sub*eti+a del cuerpo, no del oranismo, que hace de conector entre los dos ámbitos. -' Está, la pulsión, en un punto intermedio intermedio # es eal, pero no real natural, sino producto del lenua*e. Lo sombreado es, entonces, el terreno del oce pulsional o oce de la pulsión/. 0' la satis satisfac facci ción ón pu puls lsio iona nall está está artic articul ulada ada a un unaa p1rdi p1rdida da anterior. 2uando se trata de definir el fin de la pulsión no encontramos con la repetición, el reencuentro del oce perdido. %l respecto, cabe se3alar que el campo central del oce (aquello con lo que la pulsión se satisface a o das Ding (aquello (aquello profundamente perdido' queda situado en el campo del oce. Lacan el punto donde se realiza el fin de la pulsión (satisfacción' lo define como el encuentro con el ob*eto perdido, pero este ob*eto no está perdido a la percepción o conciencia, sino en lo real. 4 el encuentro no se da en lo real, sino entre percepción # conciencia. Freud no lo remite al reencuentro sino en la alucinación. Lo real define la cateor5a de lo imposible. El reencuentro es la realización de lo imposible. &o se puede encontrar el ob*eto (-' # se s e realiza en lo real (0'. %qu5 no es pulsión pulsión se)ual, sino pulsión de muerte. El a lacaniano no es se)ual, no +iene a suplir aluna falta. Es el au*ero mismo. El ob*eto es a-sexual # # más allá de la pantalla donde se presenta el ob*eto, el encuentro con lo real, en alún punto se torna traumático. Freud lo define como satisfacción en la repetición del trauma, trauma al ser del del su*eto. 6a# dos modalidades de recuperación recuperación del oce perdido # ellas definen la distinción distinción de los dos campos de la pulsión
-' ecuperación del oce en repetición del trauma (encuentro con lo real'. 0' %l hablar del eros freudiano (7rincipio del 7lacer'. Freud plantea la oposición entre pulsión se)ual # pulsión #oica. Esta última no es +erdaderamente pulsión. "e defiende. Es un modo de satisfacción # tambi1n defensa. Esto es lo que caracteriza al principio del placer. El tanatos +a “más allá”, es el atra+esamiento de la realidad donde se sitúa el su*eto. “8ás allá” $%98%.
momento donde fracasa el principio del placer, fracaso equi+alente a
El principio del placer Freud lo +incula al Eros. E!" 7:&2:7:! ;EL 7L%2E
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"on dos modos de recuperación del oce. ;esde el Eros se puede tomar un e*emplo de la se)ualidad humana el Fetichismo nunca se encuentra en la +ida animal. >2ómo puede ser que un zapato inrese en el campo del instinto se)ual? 7orque tiene función de s5mbolo (# depende de la función simbólica del lenua*e' aqu5 está la se)ualidad humana en relación con la lóica. Es la función lóica lo que soporta este ob*eto se)ual simboliza al pene de la madre. La se)ualidad humana se funda sobre +alores simbólicos. Ese pene es imainario, tiene ciertos atributos particulares tiene que ser ob*eto de la mu*er, pero desprendido de ella representa un ob*eto parcial de la mu*er. &o la representa a ella, sino lo que ella perdió. epresenta, entonces, al ob*eto perdido. El zapato funciona estrictamente en lo se)ual, e)cita en tanto es soporte del falo (@', es decir, tiene soporte en tanto representa el @. El falo representa no lo que ha#, sino precisamente la falta # la falta es esencialmente el a. a es un ob*eto aAse)ual.
@ es un ob*eto se)ual.
B <
La pulsión oza con el encuentro de a # no con el encuentro de @.
La e)citación del fetichista con el zapato es preliminar, no de culminación del acto se)ual. El placer final tiene relación directa con el acto de consumación de lo preliminar cumplimiento del camino se)ual en tanto búsqueda de un oce. En ese camino (de lo esencialmente preliminar' se sitúa el oce se)ual que está articulado en el @ (como oce fálico'. Este oce tiene un más allá, pero ese más allá #a no es se)ual, es de muerte, es traumático. El 7rincipio del 7lacer reula el mo+imiento del su*eto en búsqueda del oce, teniendo barrera para mantenerlo a distanciaC es siempre preliminar, porque más allá es traumático.
El fetichista instaura el zapato como ob*eto se)ual para defenderse de la castración. El au*ero de la madre Ao de la mu*erA es lo más parecido al ob*eto a alo que por s5 mismo no tiene representación. En lo imainario el cuerpo de la mu*er presenta un orificio que lo podemos nombrar como A@ (menos fi'. Es alo sin ob*eto percepti+o, no tiene consistencia imainaria. Especie de realidad +irtual, pero e)iste. Es una especie de testimonio de lo que falta. % la captura imainaria +isual de ser, es alo que falta a la percepción +isual, pero eso no quiere decir que no e)ista. E)iste como real. Falta lo menos, una telita. Eso se ubica en el au*ero para creer que es recuperación de lo que falta, pero eso no es precisamente lo que simboliza lo que falta. Lo que falta es de lo real. Lo que es se)ual es la tela (simbolización de lo que falta'. La recuperación en el campo del eros es recuperar el pedacito de oce que falta en la función simbólica se intenta suplir la carencia inicial sustituti+a. &o se puede +er lo que falta, es un saber no se puede +er la ausencia/. &unca la +isión de lo se)ual puede ser traumática si no ha# un saber de lo que deber5a estar ah5. La +isión re+ela D@ (que el falo no está'. En todos ha# e)periencia de falta sin saber lo que es. 7or e*emplo, el estado de enamoramiento (casi dese)ualizado' es función del eros # se e)presa como la ilusión de haber encontrado lo que cierra el au*ero, se realiza imainariamente. 6a# que encontrar no la cosa perdida, sino el s5mbolo de eso. El oce se)ual se realiza en lo real, en la cosa misma. Eso, en el s5mbolo, es el 7rincipio del $anatos(más allá', repetición de lo real o repetición real. El principio del placer es todo lo que pueda tapar el au*ero. La pulsión de muerte es el reencuentro con lo real, con el ;as ;in. En Freud esto es imposible. En el primer escrito, Freud descubre la tendencia a la muerte. La defensa (el 7rincipio de 2onstancia' a +eces fracasa # se produce repetición sintomática. 9bica ;as ;in afuera de la estructura del su*eto. Lacan lo ubica dentro del su*eto, pero fuera del orden del sinificante E$:8:;%; (a*eno e 5ntimo'. Freud dice que es imposible. "i no fuera as5, no ha# di+isión sub*eti+a # no habr5a fracaso (más allá'. El su*eto freudiano de huellas mn1micas tiene al su*eto con un ;as ;in afuera huella sub*eti+a liada al 9no lacaniano (raso unario'. 2uando el su*eto se dirie al sustituto del ob*eto perdido, entonces el deseo, la pulsión, emprende el camino reresi+o # +a al interior del aparato a carar la primera huella mn1mica ah5 se produce e)periencia alucinatoria de pulsión. "e da a ni+el de percepción, tiene connotación real. El 9no, , sinificante primordial, tiene esta localidad topolóica equi+alente a lo real del su*eto. El borde del a +a a ser el uno. El uno es parte del uni+erso del s5mbolo # lo real. El a está afuera de lo simbólico, mientras el 9no está afuera del sentido. La pulsión es lo que está más 5ntimamente liado al real oriinario.
&udo que, si se corta cualquier e)tremo, se desanuda. El punto central de entrecruzamiento de los tres reistros se ubica en el campo central del oce. Lo real es la +ida misma. :mainario # simbólico es el mundo del otro, del campo del lenua*e di+ide en 0. El cuerpo, e+identemente, es imainario (el #o # el ser del su*eto'. Lo simbólico es muerte, porque ah5 donde el su*eto +i+e como s5mbolo alo de lo real (de la +ida' se pierde. Los otros G espacios que limitan a la zona central, donde está a, es plus de goce, que es una función. Entre la +ida # el cuerpo está el Hoce del !troC entre el cuerpo # la muerte está el Hoce del "entido (o de apariencia, semblante oce del ser, que es oce narcisista inicialmente. ;espu1s aparecen otras funciones' # entre la +ida # la muerte, el Hoce Fálico. En el centro está el campo del más allá. Los otros constitu#en al eros (Hoce del !tro, del "entido, Fálico' son campos del oce del principio del placer, defensa contra el más allá. Estos tres constitu#en la realidad fantasmática (Hoce del Fantasma'. %h5 ha# recuperación del oce por los s5mbolos del oce como defensa de búsqueda del oce más allá del oce del !tro, del oce fálico, del narcisismo. 6a# más allá cuando alo de esto, o todo esto, se rompe. En Freud, el 7rincipio de &ir+ana aparece como equi+alente del más allá. En el budismo, la ma#or satisfacción está más allá de los ob*etos, de la posesión. $ambi1n, entonces, está en el +ac5o &ir+ana +ac5o mismo. El eros, en Freud, es reunión de 0. 7ero la +erdadera lóica no es instinti+a, sino de un ser incompleto con un pedacito que lo complete en unidad. El fin del eros es reconstituir la unidad, que es equi+alente a eliminar el au*ero. &ir+ana presenta otro tipo de unidad una unidad trascendente, como toda accesis m5stica. "e renuncia a todos los oces para llear al más allá. %h5 está tambi1n ;ios, que es planteado como absoluto. Es un encuentro en lo real.
Sesión N° 3 El 9no tambi1n es el sinificante &ombre del 7adre. %cerca del Hoce, ha# 0 referencias absolutas Lacan dice que no ha# otro oce que el de morir (más allá'. 7or tanto, no ha# otra pulsión que la de muerte. !tro oce absoluto es la reunión con ;ios, con el 9no. Este es un uno ase)ual tambi1n. La pulsión tiene sólo un ob*eto el a. Freud dec5a que el ob*eto de la pulsión es indistinto localiza G ob*etos que son parciales o de la pulsión parcial pecho (oral' D heces (anal' D pene (enital'. Estos son los ob*etos matrices. En esta equi+alencia aparecen tambi1n el ni3o, realos, dinero, etc. Esto funda que todos aparecen en el campo sub*eti+o como equi+alentes al ob*eto profundamente perdido el a (que no tiene representación imainaria'. Estas >"on pulsiones parciales? >! son formas que adopta La 7ulsión? Esto es una nue+a forma de diferenciar lo se)ual # lo fálico. $odos estos ob*etos son aAse)uales (cosa del oce' # @ (s5mbolos del oce'. Los s5mbolos (soportes imainarios' son todos se)uales. 6a# oce se)ual # oce aAse)ual.
Goe Se!"#$ "e soporta en la ilusión de encontrar en la realidad el componente faltante. 7or eso “&o ha# reación se)ual”, pues no alcanza a constituir la finalización, lo que se busca en la ilusión de completamiento, sino que tiene que +er con lo traumático $!8%$:I9E $! (au*ero'. Lo fálico, @, es el s5mbolo de la ausencia. Estos son ob*etos “a” a diferencia de “a” (;as ;in'. 7echo D heces D mirada D +oz
J
ob*etos a (Lacan'.
>2ómo el ni3o tiene acceso a la función fálica? Esto plantea la primera ecuación ni3o D pene en tanto +i+iente, #o #a introduce la simbolización que hace la madre. El ni3o aparece en la función del otro para simbolizar el ob*eto del oce del que la madre se encuentra pri+ada. 2uando el ni3o comienza a identificarse con su propia imaen i(a' donde el par1ntesis es pantalla del ob*eto a/, ah5 se sitúa el oce narcisista. El campo del #o estructura el oce como narcisista. %ma su imaen, porque la imaen está in+estida fálicamente. "ólo en la medida que constitu#e un falo para el otro se oraniza. ;eseo de la madre e “i del ” están implicados. Es ser ese ob*eto para el oce del !tro. &o ha# narcisismo sin oce del !tro, ilusión del !tro del oce con lo faltante, de modo que se hace posible restituirle al !tro el complemento que le falta.
El oce narcisista está precedido por ilusión de satisfacción del oce de la madre. 7ara ella está marcado por la función fálica. Los G se implican lóicamente. El campo del oce fálico, en tanto se)ual, aparece cuando ha# constitución se)ual como diferencia, que es la etapa fálica en Freud. La anustia en Freud es el temor a la p1rdida del ob*eto. 7ero todas (las anustias' tienen como soporte el temor a una separación con la madre. La anustia e)presa el temor a que i(a' de*e de funcionar como ob*eto fálico del oce del !tro. &o es la +ida ni el +i+iente el que está en la mira de la pulsión de muerte, sino la imaen que representa la función de !tro. La pulsión de muerte mata, esencialmente, i(a', el narcisismo. 7or eso en el delirio psicótico es el otro el que quiere mi muerte, mi castración, siendo que el su*eto mismo tiende a esa repetición. Lo que es oce del su*eto aparece en el fantasma pro#ectado como oce del otro. i(a' es un falo, pero con esa parte desprendida del !tro (%'. El zapato, esa parte separada de la madre, es precisamente 1l mismo. "i a la madre le falta esa parte, es 1l mismo el que queda desarticulado del oce de la madre. Ese ob*eto mantiene la ilusión de completación del !tro. Es un oce narcisista. En Freud #a, las per+ersiones e+itan el fin mismo, la consumación (unión heterose)ual'. Lo esencial es la preser+ación narcisista, de que la función del falo no decaia # tambi1n, # por tanto, que o se e+idencia que eso falta en el !tro, pues si no, el propio narcisismo queda articulado. J t1rminos que definen la función de la pulsión Fuente (Iuelle' Fin (Kerfrediun' !b*eto Empu*e (;ran' El empu*e constante sólo alcanza el fin con la descara. Freud nos dice que el pecho, inicialmente, el ni3o lo identifica como parte del propio cuerpo, de la imaen total del propio cuerpo. 7or lo tanto, la p1rdida de l pecho es e)perimentada como desprendimiento, como parte del propio ser lo que a i(a' le falta. %qu5 tambi1n +an las heces. epresentan lo separado, lo que falta a i(a'. 7or representar ello pueden ser soportes imainarios de la falta (constituti+a' de a. Estos ob*etos a entran en el campo de la se)ualidad porque +ienen a suplir el pedacito de tela faltante oriinariamente el “ob*eto a” no es “a”. %qu5 radica toda la diferencia de lo hablado $o %"e $'# en # es i(#). >Iu1 es la zona eróena? En Freud es el luar desde donde sale # donde se satisface la pulsión. Freud subra#a lo percepti+o, lo anatómico. Lacan descarta eso # dice que permite estructurar una función imainaria son bordes. Es porque son bordes que son eróenos. Es el borde anatómico de un au*ero. La zona eróena circunscribe un au*ero que presenta una falta en lo imainario, una falta del cuerpo, en lo imainario. El au*ero presentifica, no simboliza es real. El pecho es sólo s5mbolo de lo que falta, e)actamente como el zapato.
7ero el au*ero presentifica de manera real no tiene soporte imainario. La zona eróena es equi+alente a campo real del oce. E*emplo si en un estante se tienen M libros, sólo en la medida que ha# e)iencia lóica, que dio que deben haber N libros, es que falta uno. La recuperación del oce pulsional ser5a +ol+er a encontrar el ob*eto que falta # eso es lóica se)ual. Lacan no dice que la pulsión se satisface con ob*etos parciales. 6ace como una especie de rodeo, ira en torno a ellos, pero no son ellos los que satisfacen. %s5, la ilusión de se)ualidad es que, recuperando el ob*eto parcial faltante se +a a encontrar la completad. Los ob*etos son sólo los se3uelos de la pulsión, dice Lacan. "ir+en como apariencia, ena3o. Está más allá el ob*eto al que se dirie la pulsión. La pulsión, como e)periencia sub*eti+a de oce, tiene que +er con un encuentro, no con lo real, sino con la e)periencia de una p1rdida. El ob*eto sir+e como tapón. La p1rdida permite +er lo que estaba oculto. Ese momento es el de oce. O La clase siuiente se +erá a este se3uelo como precipitación del más allá. El autoerotismo El autoerotismo es un momento lóico más que una +i+encia. El modelo de satisfacción autoerótica es i(a' ozar con el a. En autoerotismo no ha# momento constituti+o de i(a' >Es todo autoerótico? El autista es aqu1l que no se aliena en el lenua*e, no se ofrece como i(a', que es atender la demanda del !tro. Pl está entero como a (en tanto fuera del lenua*e'. El autista representa de manera mu# +5+ida ese a. Está fuera del lenua*e, lo que no quiere decir que no tena contacto con el lenua*e, pues ha# alo que rechaza con sus actitudes rechaza alo de la demanda de la madre. O ecomendación leer a Ketelheim. Lacan dice que el autoerotismo es faltarse a s5 mismo. Es salida del i(a', produciendo ante s5 p1rdida de s5 mismo. "e realiza la falta de i(a'. El autoerotismo no puede pensarse sin un narcisismo anterior, por tanto, sólo puede pensarse cuando ha# imaen propia. "i ha# narcisismo, ha# relación con el campo del !tro (lenua*e'. O En la siuiente clase traba*aremos en relación con la demanda”.
QR; (pulsión' # dice relación con el “su*eto barrado
7ara Freud, en el narcisismo primario está borrado el campo del !tro, del lenua*e. >Iu1 oce es ese? Está liado a la +ida misma, a lo biolóico. En el autoerotismo ha# aliena)ión al campo del !tro i(a', demanda/, pero se busca una salida. 6a# un oce que implica la salida del campo alienatorio.
Sesión N° *.
Este es el rafo que aparece en “La sub+ersión del su*eto”. "( ', sinificante del !tro castrado (la falta en el !tro' tiene relación con el s5ntoma. 6a# una relación lóica # estructural entre el s5ntoma # la pulsión. Están del lado del que es estructura de hiancia (icc'. Lacan a5sla en la pulsación del el t1rmino “oce”. 6a# un oce, entonces, que se realiza en el campo de la pulsión o en el s5ntoma mismo. En Freud el s5ntoma satisface la pulsión. 7or eso están del mismo lado. $iene que +er con satisfacciones del #o, fantasmáticas. Es lo mismo que este otro modelo. 6a# alo en este oce, que repite, que no es del campo del eros, sino el corte de la castración. 7or eso la satisfacción pulsional, en su propia naturaleza de oce, es una satisfacción traumática. En principio, realiza alo tenido la castración. La perspecti+a americana propone un reforzamiento del 4o, que es, esencialmente, defensa de lo pulsional, siendo que Freud buscaba hacer cc. lo icc. El neurótico padece sus s5ntomas porque el #o se defiende de lo traumático. Es la propia pulsión, es la tendencia al oce. ;e ah5 que es mu# distinto -. enunciar a la pulsión (7sicolo5a del 4o EE.99.' # 0. :nterar al su*eto (Freud D Lacan'. E* caso de des+anecimiento.
El s5ntoma es producto del trauma # luar de la emerencia de la pulsión. La anustia (se3al' desencadena los procesos defensi+os. QR ; Esta fórmula es la repetición del “Fadin” del su*eto (dice Freud'. Lacan dice, “el punto de satisfacción de la pulsión”. Lo encontramos en el punto QR;, pero esencialmente en "( '. &o es s5mbolo de que el su*eto desapareció, sino que está anudado a la e)istencia de la hiancia del inconsciente. &o es que est1 faocitado por la demanda del !tro, es que el su*eto se resta del campo del !tro. 6a# alo que queda fuera del campo de la demanda (del !tro', por lo cual la fórmula de la pulsión (fadin' es el coste de la liadura, alienación al campo del !tro. La pulsión produce el corte con el campo del !tro. Eso se realiza por medio de la representación de la propia desaparición. &o es sino una de las formas que adopta la repetición de la castración. Fadin del su*eto es el corte con la demanda materna. Es, precisamente, pulsión de muerte (repetición de un trauma'. Lacan dice que toda pulsión responde a esta estructura lóica ( QR;'. La pulsión se satisface cuando el su*eto dice “no” a la demanda del !tro. % ni+el pulsional funciona como un *ueo, sublimación, salir de la mirada del !tro, etc. El “%cto” en Freud está liado a la satisfacción pulsional (busca la ca5da de la tensión'. 8ás bien, es el momento de la satisfacción de la pulsión (Kefriediun satisfacción'. "iempre, en Freud, es repetición de un acto anterior primera e)periencia de satisfacción. En Lacan el campo de lo real e)plica esto (reencontrar el ob*eto primeramente perdido'. El encuentro real del oce es salida de la escena. E*. desfallecimiento. El oce de la pulsión Lacan lo llama “plus de oce” más adelante (lo toma del mar)ismo “plus+al5a” producto que produce el obrero, pero que pierde ah5 mismo Lo produce cuando 1l lo pierde'. >Iu1 se pierde? El su*eto pierde lo constituti+o como su*eto para el !tro i(a'. 7ierde eso, lo que lo constitu#e como imaen # se con+ierte en a, en lo ca5do. El analista hace “semblant” de a. ah5 lo busca el su*eto. El acto anal5tico está en la ca5da. El acto es la realización de la p1rdida transferencial. !b*eto a epresentación de lo que falta. i(a' 6abla #a de falta. Funciona fálicamente. i(a' en analista :lusión de que la falta puede de*ar de e)istir. La pulsión no cesa de inscribir la castración. La pulsión siempre busca el ob*eto. %l encontrar nue+amente +ac5o, se satisface. La pulsión se dedica a producir la p1rdida del
“tapón”. El tapón no es el ob*eto perdido, es la representación (:'. La pulsión no busca la representación, sino lo real. Lo que encuentra es el a en la búsqueda de salir de la alienación. "e constitu#e como su*eto (# #a no como ser +i+iente' en el campo del sinificante (se está su*etado al sinificante del !tro'. %h5 ha# alo que no aparece “petit a” %h5 ha# #a castración. &o se puede hablar de ob*etos parciales si no se conoce la unicidad no se puede conocer (reconocer' la cosa si o se reconoce a s5 mismo como s5Amismo. En el pecho el ni3o lo toma # lo de*a (manipula'. &o es solamente pasi+o Destamos hablando de :(%'. %ntes de los M meses (E. Espe*o' no ha# s5Amismo. 7echo # ni3o son uno. En el preciso instante en que se constru#e como unidad se puede empezar a traba*ar separadamente. Lo mismo es la diferencia entre s5Amismo e imaen especular. 6a# partes de 1l que tiene # que puede perder. 6a# partes de 1l que se pierden (fadin', que pueden representar aquello que definiti+amente falta. 7rincipio de 2onstancia del lado de la demanda del !tro. 7rincipio de :nercia corte, barra (fadin'. El su*eto puede representar el fadin de esa parte que lo representa. E*. “me +o# a la mierda” me con+ierto en mierda # desaparezco. Es el su*eto mismo que se desprende # cae pulsión anal. E*. de pulsión oral “tráame tierra” su*eto es ob*eto traado, desaparecido. >Iu1 chupa el alcohólico? Lo chupado es esa parte de 1l mismo que en el chupar lo hace desaparecer. Kulimia "u*eto mismo traado hasta que no quede nada. %dicciones liadas a la búsqueda de placer, de oceC donde el su*eto se +uela, se e)trae. &o es el mismo que el sintomático. 6a# otro reistro en relación al !tro. >7or qu1 Freud estableció que se trata de pulsión se)ual e incesto? Lo que entendió Freud, esencialmente, es que el momento del acto (satisfacción' es equi+alente al orasmo, es sustituto de satisfacción se)ual del s5ntoma.
2ap5tulo :: 2onstitución sub*eti+a en relación al orden de este nudo (satisfacción pulsional' En Freud esto constitu#e alo central el punto má)imo del oce en el ser humano el orasmo, que es, esencialmente, e)periencia de des+anecimiento (asociación con des+anecimiento de paciente del e*emplo, donde el orasmo reproduce el fadin del su*eto'. Lacan dice que ha# asociación simbólica de Freud entre la pulsión se)ual # la muerte (# el s5ntoma'. El oce se)ual mismo, cuando se le quiere poner la mano encima, se pierde. En el orasmo, en el má)imo encuentro entre dos personas, se pierde lo se)ual. "e busca lo se)ual donde de*a de serlo. %s5, ha# que tener cuidado con iualar orasmo a placer pulsional/ se)ual. Es el mismo de falla del encuentro esperado. La función del oce # del orasmo es la realización del desencuentro. El momento del 1)tasis ma#or por estar “solo en la salturasS” frase de la paciente citada/. En el +arón, la función de la se)ualidad está dada porque 1ste posee el ob*eto se)ual que a la mu*er le falta. "e trata de la puesta en *ueo del instrumento de acoplamiento. El orasmo no es la completación de la unión. Está *usto donde ese completamiento fallece (detumecimiento biolóico'. Es el fallecimiento de la función del falo. El orasmo, en s5 mismo, es anustia. "i el orasmo (Kiefrediun' de la pulsión está en la ca5da del falo >&o es *ustamente la repetición de la castración? El temor a la castración es, *ustamente, el temor a esa pulsión que no es pulsión se)ual. El temor al plus de oce. %qu5, la castración es el elemento necesario para la p1rdida de la con*unción, del acoplamiento. %s5 mismo, p1rdida del pecho, de la imaen, etc. El desfallecimiento del falo simboliza el des+anecimiento del ser del su*eto. Esto es lo esencial en el +arón. La e#aculación precoz es anustia, se anticipa anustia ma#or (ser5a la final'. El falo queda en ambos fuera de *ueo, pero aqu5, anticipadamente. >% qu1? El e#aculador precoz teme al oce de la mu*er. El orasmo ser5a el mal menor deseado para e+itar un mal ma#or tambi1n deseado, sólo que más insoportable. O Kraunstein escribió un libro acerca del oce, (en el que in+ierte todo lo que dice Lacan'. 7resencia de la falta es la función del pene en el acoplamiento. Falta de la falta (anustia' falta de la función del pene. "i no es por el corte, el su*eto es enteramente un eco. La función del su*eto es función de corte (desaparición # creación'. Esta función de corte +a a lle+ar al s5ntoma (introducción del corte de manera creati+a'. %nustia %nte la aparición de su*eto (del icc.' el 4o se anustia. Hoza el su*eto del icc. "e des+anece el ser del su*eto, no el su*eto del icc. ! sea, se des+anece el campo de la
representación del su*eto, lo simbólico. Pste se des+anece en el alcanzar ese “más allá” del campo de la representación. La anustia es a la p1rdida del ob*eto a la castración (Freud'. Lacan propone que el temor a la castración es temor a !tro Hoce. Lo temido es el “ goce que no haga falta” (en el campo del !tro'. !tro Hoce ;escompletación del !tro. El oce del icc. encuentra representación no en el oce fálico de la mu*er, sino en el !tro Hoce de la mu*er.
elación entre pulsión # s5ntoma (pulsión D inconsciente D s5ntoma' Es el e*e del ob*eto anal5tico. 7ero tomaremos nue+amente a la pulsión con la pulsión escópica # lueo retomaremos la relación pulsiónAs5ntoma. Lacan considera sólo J pulsiones # sitúa, para cada una, una zona eróena particular # un ob*eto.
PULSIÓN !ral %nal Escópica :n+ocante
O+,ETO (#) Koca %no 8irada Toz
-ONA ERÓGENA !*o !5do
La mirada es dif5cil de aprehender porque no tiene la constitución imainaria de los otros ob*etos. Uinnicott habla de los ob*etos transicionales (mediadores ob*eto D su*eto'. $odos los ob*etos a de la pulsión son ob*etos sustituti+os de a, el ;as ;in (lo perdido'. ;an soporte imainario de lo que falta. Los ob*etos se ofrecen como cosas del mundo, como aquellas cosas del mundo que complementan la falta, remedian, suturan la falta # entran en la lóica del 7rincipio del 7lacer. 7ermiten al su*eto cierta modalidad de acceso al ob*eto perdido, porque son posibles de perderse. En el momento de su ausencia encarnan al ob*eto perdido, lo real. Es p1rdida (# oce pulsional (Kiefrediun', no encuentro (que es campo del ob*eto se)ual'.
El au*ero del cuerpo es una forma de soporte imainario en lo especular de lo imposible, lo real. "i la satisfacción pulsional está disparada por la p1rdida del ob*eto es porque ah5 está el su*eto en fadin del campo del !tro. El orden de lo pulsional encuentra sentido cuando el su*eto hace fadin del encuentro del !tro. Esto es lo que quer5a decir Freud con la pulsión de muerte. 6ipótesis de Lacan en tanto +i+iente, se introduce en el campo del !tro como +ida indicada por el !tro, como +ida sinificanteC en el momento de la alienación del lenua*e se pierde el a (cosa perdida, ;as ;in'. El a, como campo del oce, está e)cluido del campo del !tro. :ncluso, Lacan habla de forclusión, ob*eto ca5do. Lo real del su*eto está afuera de lo imainario # lo simbólico. Ese es el su*eto de la pusión. La respuesta del su*eto a la demanda del !tro es barrarse repetir una p1rdida. Esto es por medio de los ob*etos que hacen presente esa ausencia. Lo que no tiene representación puede ser simbolizado por alo que tiene representación # que puede perderse. Esta es la esencia de los ob*etos parciales, ob*etos a. “a” es irrepresentable, mientras que el ob*eto a es representable, reparable, perdible. "imboliza al imposible de ser representado.%l ob*eto a lo podemos ubicar en el campo del otro, en el partenaire. El su*eto se constitu#e en el lenua*e, por el discurso del !tro, al deseo del !tro. La 1tica del psicoanálisis se funda en decir que la parte que no se reduce a la alienación del !tro representa al su*eto en su sentido estricto. El su*eto se realiza como su*eto cuando se realiza (cuando cambia de posición a una función de corte en relación con el !tro'. El su*eto barrado es el que ha hecho corte. El su*eto de la pulsión es un su*eto ac1falo. Freud dec5a que la pulsión era muda. El su*eto de la pulsión realiza mal el corte, se escapa al campo del !tro. &o se somete, escapa. El su*eto del s5ntoma responde con un sinificante, con el s5ntoma. El modelo de la pulsión es el suicidio, el acto lorado por e)celencia. %h5 desaparece en serio el su*eto. El su*eto del s5ntoma es iual al su*eto de la pulsión, pero toma un sinificante para decir &! al deseo del !tro. El deseo es el deseo del !tro, pero la pulsión no es del #o, pero tampoco es inconsciente. La pulsión responde no a la ; del !tro, sino a la incorporación de la demanda del !tro, a la incorporación sub*eti+a.
2uando el su*eto de la pulsión dice &! a la demanda, no lo dice en sinificante, sino en acto. %h5 ha# fadin del su*eto. Esta desaparición opera por medio de la pulsión con la p1rdida del ob*eto pulsional (heces, pecho, mirada, +oz'. En la bulimia el su*eto está en la comida # el que come es el !tro as5 se hace traar. En la anore)ia el su*eto quiere nada a. El campo de la pulsión es permanente, el opuesto al campo del !tro. Es lo más propio de su*eto (pero se está dentro del campo del !tro ha# que decir que no'. En psicoanálisis, lo que ha# de su*eto está en la psicosis misma. El su*eto se e)clu#e del campo del !tro.
Sin'.o/e 7rolonación. El su*eto es puro sinificante. La +erdadera respuesta del su*eto sinificante. El anudamiento del su*eto es cuando el s5ntoma es función de anudamiento con el !tro. "e estructura en la función de corte (s5ntoma'. "in ello queda totalmente faocitado como ob*eto en el campo del !tro. En el campo escópico lo que aparece es la mirada intrusita, a+asalladora del !tro. Esa paranoia, “delirio de autoAobser+ación”, no se la puede sacar de encima. Es tan importante ser mirado como perderse de la mirada. "i no, queda narcis5sticamente empalmado como función de lo que el !tro demanda. Terse +erse asunción, en el ni3o, de la propia imaen especular. %h5 1l se +e a s5 mismo. El #o +a a estar ene se ob*eto dado a +er. Lo que se pierde al constituirse ah5 en el campo especular del !tro es la función del su*eto como mirante. Es la mirada ah5 donde me capturo como imaen mi mirada no está (función de la mirada de la madre'. En i(a' imaen especular/ oculta lo no +isibleC el resto que no tiene mirada del !tro se puede producir en las otras formas pulsionales. %ll5 donde no so# #o está mi mirada lo esencial del la función sub*eti+a. Terse +erse se +e +isto 7or el propio su*eto. 7or la mirada del !tro. La mirada está inscripta en el campo del !tro como siendo mirada del !tro (se e)perimenta como presencia'. %h5 donde me descubro # me +eo no está mi mirada. %h5 donde me +eo so# mirado (por m5 mismo # por el otro'. En el ni3o, la mirada del !tro es constante.
%lunos elementos -' Os"0i1#1 El ni3o no puede ser mirado. Esa p1rdida es traumática, desencadena anustia, pero tambi1n está conectada con satisfacción pulsional (“más allá”'. %nustia del #o # oce del su*eto. La anustia es producida por el perderse como ob*eto. 0' $ambi1n, la mirada de un desconocido. G' En la o/ni/i0#1# ha# %nustia de castración. El su*eto que se pierde (E*. nacimiento' es anustia de la madre que pierde su ob*eto. 7osteriormente, lo que se pierde es parte del propio cuerpo (parte del #o' # esto es correlati+o a lo anterior. $oda p1rdida remite a la p1rdida con la madre. Eso se e)presa en p1rdida del pedazo de cuerpo, que es lo mismo que decir “lo no incluido en el campo del !tro”. Estadio del Espe*o Lo completo imainario del #o contiene #a un pedazo de noA#o. La mirada está en el noA#o, lo que cae por fuera del ob*eto, este ob*eto a del campo escópico (all5 donde no so# #o'. 2uando la madre se pierde, el ni3o pierde ese ob*eto que es para la madre, que es mirado. 7ierde la presencia del !tro, la demanda del !tro. E*. del carretel (FortA;a' ha# una p1rdida del ob*eto del campo de la mirada propia. Freud nos indica que ese ob*eto representa a la madre. Lacan, por su parte, plantea que el carretel representa al su*eto mismo. 4 esto está incluso e)plicado por Freud en un pie de páina de “8ás allá del 7rincipio de 7lacer”. Es el nene mismo el que se pierde. Es el corte del otro, ob*eto parcial (ob*eto a'. %l ser el su*eto en el carretel, esa partecita de m5 se pierde de m5. En ese *ueuito es 1l quien puede desaparecer (fadin' de la mirada. La autodestrucción es sólo la corporalización imainaria. Fadin es el momento de la desaparición, des+anecimiento, irse (como orasmo'. El orasmo es la parte de muerte que tiene la se)ualidad. La mirada del su*eto está puesta en el campo del !tro. E*. concreto la mirada del "uper#ó. Los que fracasan cuando triunfan “no puedo fallar”. Es una relación permanente que tienen con el !tro. En el te)to, el persona*e se relaciona con su papá. %l fracasar, la anustia era perder la mirada del padre. "i teno de qu1 aarrarme, me suelto de papá. El miedo era perder ese luar de ob*eto mirado. "u miedo es realizarse, porque es perder la mirada del !tro que es el propio su*eto en tanto #a desprendido, arro*ado, etc.
Tol+iendo al Estadio del Espe*o En la i(a' cerrada, a ni+el escópico se aprecia la función del corte (falla' en la mancha (lunar, cicatriz, defecto, falla' en la imaen más perfecta. Es alo que rompe la homoeneidad, alo que se presentifica como falla, como falta. El partenaire que me mira me refle*a, me representa donde so# ob*eto de la mirada, pero la mancha es de otro orden me atrapa. Es ah5 el punto por donde me pierdo, pero perderse en el sentido de la satisfacción o la hipnosis chupa en ese punto de falla. Lacan lo llama, *ustamente, el punto erótico. La presencia de la falta presentifica el ob*eto a, lo separable (causa del deseo'. Es cosa de +er el usto, en los hombres, de mirar mu*eres perfectas siempre dicen “le falta alo”. El bo#eurista busca la desnudez o busca en el campo de lo perfecto, de lo bello >una falla? La mirada del bo#eurista es escondida esencialmente de alo que compulsi+amente lo atrapa, que es lo que le ocurr5a a Vuanito (in+estiación escópica de la diferencia de se)os'. Pl empieza a +er. Iuiere saber si la madre tambi1n tiene la cosita de “hace pip5”. "aber # +er +an de la mano. ;espu1s de saber, quiere +er si mamá, los animales, ni3as, etc. tienen pene. Freud dice que se anustia por la posibilidad de la falta de pene, dice que la curiosidad insaciable de Vuanito es pulsional. 6asta ese momento el pene no hab5a inresado en el circuito pulsional (representa lo ausente'. %ntes hubo castración (oral, anal'. %ntes los ni3os no se preuntan por el pene. "i ha# preunta es porque se instaló la idea de que puede faltar. Esa falta posible de pene representa una afrenta al narcisismo. "i es as5 >7or qu1 curiosea tanto? "i 1l supiera Acomo sab5a antesA que lo tiene, no preuntar5a. "i no lo tiene # eso lo anustia, tampoco preuntar5a. "i quiere +er es porque lo pulsional está en +er lo que no puede +erse +er la ausencia donde se supone que deber5a tener la cosita “peada” (todo esto es del 2aso Vuanito'. &o es parte del cuerpo. 4 si está peada, entonces puede perderse. Eso que Freud llama pulsión de saber, es *usto de lo noAposible. $ampoco es pulsión de +er. Es, *ustamente, confrontarse con lo real, con es ausencia. >Iu1 es lo que se pone en *ueo? Ese pene peado al cuerpo de la madre no es la sinificación que 1l tiene de ob*eto fálico de ella. %punta a donde está perdido como ob*eto fálico de la madre. Es el mismo funcionamiento del “6ombre de las ratas” mu*er desnuda D papá muere. Lo que pulsa es confrontarse con lo real momento en que alo qued1 perdido del campo del !tro es repetir el momento de p1rdida de +inculación a la madre'. Esta misma dial1ctica aparece lueo en el s5ntoma fóbico Freud cuenta que a Vuanito el caballo le arrancará el pene. El s5ntoma es el momento en que el padre arranca de la madre aquello peado (el mismo Vuanito'. %s5, el s5ntoma es una forma de la eficacia de función paterna
La satisfacción de la castración +5a s5ntoma es el fin meta/ de la pulsión. Es la operación de corte por medio de un sinificante. % pesar del #o, la compulsión es a encontrar el au*ero eal. Lo eal del inconsciente aparece en la repetición, donde el su*eto está sustra5do al campo del !tro, al campo del saber.
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