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ENSAYO OPINIÓN: “COMPRAR, TIRAR COMPRAR (LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA)” Santiago Astaiza Giraldo Cód. 0741709 Ecología Y Medio Ambiente

Hacia la década de 1920 se diseñó un plan secreto que tenía como objetivo derrotar a la gran depresión que por ese tiempo azotaba a los EEUU, causando un consumo desaforado de los productos manofacturados y garantizando los beneficios continuados (“mejores productos con el paso del tiempo”). El modelo económico actual, es un modelo suicida basado en tres pilares: la publicidad, el crédito y la obsolescencia programada. Precisamente, es este último término el tema central del documental, el cual asume una posición contraria y de descrédito, y con justa razón, pues como se observa a lo largo del video, las consecuencias a mediano y largo plazo de ésta son catastróficas para los recursos naturales y por ende, para nosotros. La obsolescencia programada consiste en diseñar productos con una fecha de caducidad establecida o una vida limitada para mantener el flujo de productos y de esta forma incentivar la economía. El hecho de crear productos de buena calidad representa un elemento nefasto para la industria, pues frena la locura consumista y el crecimiento de esta. El primer caso de obsolescencia programada surgió cuando los inventores de bombillas decidieron en ese tiempo que entre todos debían compartir patentes y fijar un tiempo máximo de 1000 horas de vida útil. Este movimiento se extendió posteriormente a los electrodomésticos, los automóviles, ropa, entre otros, manteniéndose vigente hasta la actualidad. Aunque también no se puede negar que la economía mundial tuvo un impulso, creando más puestos de trabajo, mejores oportunidades a nivel internacional, el que muchas personas empezaran a obtener residencia en países más desarrollados en pro de mejorar su calidad de vida, se estaba gestando desde el comienzo un desequilibro ambiental, aumentando la basura tecnológica, la cual es altamente contaminante. Países africanos como Ghana y asíaticos como China, India y Pakistan son los grandes vertederos del mundo, pues allí llegan miles de toneladas de basura cada año proveniente del hemisferio occidental y Europa sin que exista una normatividad firme que regule este fenómeno. Así mismo pruebas realizadas a la capital de Ghana, revelaron una contaminación por plomo, cadmio y otros contaminantes perjudiciales para la salud de más de 50 veces por encima de los niveles libres de riesgo (Gracia, 2011). Estudios científicos han demostrado que las partículas de los aparatos electrónicos quedan en el ambiente y que a largo plazo se vuelven compuestos radioactivos, los cuales pueden afectar a futuras generaciones con malformaciones congénitas o mutaciones. Es alarmante el hecho que el ser humano entró en una era de una tecnología cada vez más desechable

El ser humano es brillante para crear algo de la nada, de innovar y reinventar lo que desee, de no detenerse frente al tiempo y por el contrario de adelantarse a este, pero estas cualidades extraordinarias se han venido llevando con intereses adicionales, pueden llevarlo a crear incluso necesidades que si se hace un simple análisis no son tan necesarias, sólo por el simple hecho de satisfacer los clientes de una industria que se basa en una economía insostenible. La obsolescencia programada surgió en un tiempo que se creía que los recursos eran ilimitados, y que el planeta tierra podía absorber todo el impacto de la fabricación y el descarte de los productos de forma indefinida. Pero ese pensamiento debe cambiar, ya que ha quedado evidenciados de forma notable y evidente los grandes impactos y problemas globales creados por el hombre. Se trata de un tema delicado, ya que nosotros como usuarios, no tenemos el control de esta gran cadena que es la sociedad de consumo en la que nos hallamos. Empresas intermediarios y consumidores siguen teniendo en mentes conceptos de hace siglos, en los que la creencia ciega en la que el planeta era infinito era algo natural. Ahora poseemos más conocimientos pero no los aplicamos, o lo hacemos de forma lenta e ineficiente y problemas como el calentamiento global y la salud pública no admiten retrasos. Innovación no solo es seguir creando productos que satisfagan las necesidades de los demás, sino también es un llamado a tomar conciencia de las consecuencias que esto puede generar en el ambiente, se debe tener un equilibrio entre lo que se crea, lo que se satisface y lo que no se puede renovar. La inercia que trae la revolución industrial será muy difícil de parar. El cambio no está ni de lejos tan cerca ni será tan fácil como sugiere este documental. Hace falta un discurso más profundo, más incómodo, menos políticamente correcto. Finalmente pienso que hasta que realmente el ser humano crea que se encuentra en un callejón sin salida y que los recursos naturales son tan “infinitos” como creía, será ahí donde vislumbraremos un cambio. BIBLIOGRAFÍA

Gracia (2012). La Ética de los Negocios y la Obsolescencia Programada. Disponible en: http://cgraciac.blogspot.com/2011/09/la-etica-de-los-negocios-y-la.html. Consultado el 09 de Mayo de 2014. Romero, F. (2013). Obsolescencia programada un nuevo desafio en el comercio internacional. Universidad Militar Nueva Granada. Bogotá. Colombia. Aula de filosofía Eugenio Sánchez Bravo. Disponible en http://auladefilosofia.net/2012/02/06/dannoritzer-comprar-tirar-comprar-2011/. Consultado el 09 de Mayo de 2014. Aparicio, I. (2012). Editorial: Obsolescencia Programada. Disponible en http://www.noticias3d.com/articulo.asp?idarticulo=1572&pag=7. Consultado el 09 de Mayo de 2014.