CÓMO CONSTRUIR UNA PONENCIA
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CÓMO CONSTRUIR UNA PONENCIA Definición: “La ponencia es una dinámica (Comunicativa) en la cual el ponente hace una presen pre sentac tación ión,, com comuni unicac cación ión o pro propue puesta sta sob sobre re un tem tema a con concre creto to el cua cual, l, muchas veces, se somete al examen y resolución de una asamblea”. http://www.lablaa.org/blaavirtual/ayudadetareas/espanol/espa101.htm
Pasos previos: Conoce Cono cerr sufic su ficie ient ntem emen ente te el tema te ma que qu e va ha comu co muni nica car r Tener suficiente tiempo para prepararlo Disp Di spon oner er dell de adec ad ecua uado do sopo so port rte e en marc ma rcos os refere refe renc ncia iale les s Tener los objetivos claros de lo que se va a comunicar Estructura de la ponencia: Título: Pe Perm rmit ite e re real aliz izar ar un una a ub ubic icac ació ión n te temá mátic tica a al po pone nent nte e y al pú públ blic ico. o. Resumen (abstrac): Síntesis del trabajo que se elabora en un rango entre 200 y 500 palabras. Introducción: Tiene como objetivo principal el atraer la atención de la audiencia y preparar el camino al mensaje principal. El ponente debe utilizar la Introducción para cautivar el interés de los oyentes y darles una visión del tema que lo haga atractivo. Dar a los oyentes la información que juzgue necesaria a fin de que puedan entender bien el cuerpo de doctrina que se expondrá a continuación.
Contenido: Se desarrolla la propuesta en sí, hilando los componentes teóricos con las observaciones realizadas, resaltando la pertinencia de lo expuesto con rela re laci ción ón al ob obje jetiv tivo o ce cent ntra rall qu que e gu guía ía el tr trab abaj ajo. o. Se de debe be ev evit itar ar mú múlti ltipl ples es enumerac enum eraciones iones particulares partic ulares o anecdótic anec dóticas, as, se recomien reco miendan dan las generalizaciones y ejemplos pero concretos. Se trata en esencia, de atenerse a lo más importante y recalcarlo. Conclusiones: Conviene indicar a los oyentes cuándo se ha entrado en la recta final, cuándo se ha iniciado la conclusión. En la conclusión se incluirán frases breves y sucintas que resuman lo expuesto, digan por qué es importante y qué aplicación práctica tiene. Las conclusiones deber corresponder a los objetivos o preguntas mencionadas en la Introducción.
Nota: una ponen ponencia cia que plante plantee e ava avanc nces es de tra trabaj bajos os de inv invest estiga igació ción, n, de proy pr oyec ecto tos s de impa impact cto o a la comu comuni nida dad d o de resu result ltad ados os de ob obse serv rvac acio ione nes s
sistematizadas, debe contener unos referentes teóricos acordes a las temáticas abordadas. Se citan siguiendo las normas Icontec para este caso, en pie de página en el trabajo escrito e igualmente se consolidan al final en los referentes bibliográficos. Presentación: Se debe realizar una observación previa del lugar en el que se va a presentar la ponencia para verificar el espacio y las necesidades logísticas. Si la ponencia requiere de ayudas audiovisuales, estas deben estar claras, sin mucha información y manejando esquemas que sinteticen la información. No es bueno para un ponente que su audiencia se dedique a leer sus soportes visuales y abandone la atención al discurso. Las presentaciones PowerPoint para una ponencia entre 10 y 15 minutos no deben ser mayores a 5 o 6.
Antes de pensar en como se escribe una ponencia es necesario saber que es. Una ponencia hace referencia a la presentación de un proyecto o propuesta de trabajo. Una vez diseñado el proyecto de investigación o tesis, y habiendo comenzado con su desarrollo, el investigador generalmente redacta artículos, y envía ponencias a congresos, donde se explicitan los hallazgos más relevantes del proyecto que ha llevado a cabo.
El ponente debe decidir y sopesar una propuesta antes de aceptarla, comprendiendo que el halago que le supone el ser invitado, pueda hacerle perder el sentido de su propia realidad o de la realidad a la que le proponen enfrentarse si no se encuentra capacitado para desarrollar la temática de la ponencia. Pensando en la preparación de la ponencia que luego debe ser presentada ante el público hay una serie de pasos que deben ser cumplidos para asegurar el éxito y la claridad de la exposición: • • • •
conocer suficientemente el tema que se ha elegido o que le han encomendado disponer del tiempo suficiente para deconstruir el tema disponer del adecuado soporte audiovisual conocer el auditorio que espera la exposición para saber si el tema es apropiado para los oyentes.
Refiriéndonos a las instancias finales de la exposición de la ponencia, es importante valorar correctamente el espacio para el dialogo. Siempre es recomendable que el ponente
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Repita para toda la audiencia las preguntas que le hacen en voz fuerte y clara, firme. Si quien pregunta lo hace hablando hacia el ponente, los oyentes situados por detrás de él pueden perder fácilmente sus palabras.
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Sea breve y claro en las respuestas. De esta forma habrá tiempo para más preguntas. Evite los diálogos con una sola persona del auditorio. Si alguien está interesado en profundizar más, asegure que el punto será ampliado y la duda satisfecha en los momento finales de la ponencia.
Existen algunas pautas básicas o reglas que definen como escribir una ponencia.
La Introducción.
La introducción debe contener inmediatamente o en el segundo párrafo cuanto más, el propósito mismo de la ponencia resumiendo los ángulos o enfoques desde los cuales se ha tomado el tema investigado. Esto definirá el marco teórico que ha abrazado al proyecto y el lineamiento desde donde se interpretaran los resultados obtenidos.
Debe también especificarse la metodología utilizada y el marco institucional que ha respaldado el proyecto. A la hora de pensar como escribir una ponencia es importante incluir en la introducción algunos datos relevantes que capten la atención de los lectores, que cuestionen el tema presentado, que revelen una estadística o que relaten un momento revelador de la investigación. La extensión dependerá de la cuantía del trabajo.
El Cuerpo Central o Desarrollo.
En el cuerpo central o desarrollo de la ponencia debe estar incluida la información que se desea transmitir o hacer pública. Es importante mantener el interés de los lectores, es entonces clave desarrollar núcleos temáticos o ideas fundamentales que aporten los puntos más novedosos del trabajo expuesto. Es en este punto que debe limitarse la extensión, los ejemplos y los casos experimentales.
Es necesario seleccionar los cuadros y/o gráficos a intercalar en la ponencia. No es necesario apabullar al lector. Verifique que estén bien titulados y diagramados. Cuando reproduzca o use datos de otras fuentes, no olvide mencionarlo debajo del cuadro.
La Conclusión
La conclusión es otra parte importante a la hora de pensar como escribir una ponencia. Una buena idea es iniciar la conclusión con un resumen de las principales conclusiones de los diversos puntos o capítulos. Rescatar el núcleo principal del estudio e ir conectando los distintos pasos desarrollados en el cuerpo principal para evidenciar la coherencia interna o el hilo conductor del trabajo.
Recuerde incluir frases breves y concisas que extracten lo expuesto, remarcar el porque de la importante y qué aplicación práctica tiene su trabajo. Las conclusiones deber corresponder a los objetivos o preguntas que usted ha especificado en la Introducción.
Cómo preparar una ponencia • •
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Los pasos previos El entorno Conferencias de clausura o Mesas redondas o Comunicaciones científicas en congresos o La teleconferencia o La estructura de una ponencia Introducción o Cuerpo central o Conclusión o El diálogo
Los pasos previos Las razones por las que un médico se ve abocado a presentar una ponencia o dar una conferencias son muchas: un congreso donde debe exponer la investigación realizada ante una audiencia generalmente amplia, una mesa redonda a la que se le ha invitado en razón de su experiencia o conocimientos en un área del saber médico, una sesión clínica en la que debe exponer o comentar un caso clínico. Cualquiera que sea la razón por la que un médico debe hablar en público, antes de hacerlo le interesa asegurarse de que: conoce suficientemente el tema que le han encomendado tendrá suficiente tiempo para prepararlo dispondrá del adecuado soporte audiovisual el tema es apropiado para los oyentes. Estos puntos, que parecen tan obvios, no siempre lo son. Quienes preparan y organizan congresos o jornadas científicas, pueden también cometer ciertos errores como por ejemplo, contactar con un experto con poco tiempo de antelación, desconocer cuál es el área de investigación actual de un ponente que otrora investigó sobre el tema que le proponen ahora, o pueden pensar que el tema es interesante para una audiencia cuando el ponente, que conoce • • • •
bien ese tema, sabe que en realidad no lo es tanto. El ponente debe juzgar y sopesar una propuesta antes de aceptarla, so pena de que el halago que le supone el ser invitado, pueda hacerle perder el sentido de su propia realidad o de la realidad a la que le proponen enfrentarse.
El entorno No es lo mismo dar la Conferencia de Clausura de un congreso internacional que exponer una comunicación científica en las reuniones de la Sociedad Científica local, participar en una mesa redonda que en una teleconferencia. Las conferencias de clausura , clases magistrales, etc. permiten una cierta libertad de maniobra, siempre que sigan las normas de cómo hablar en público, o se ajusten a las estructura de una ponencia descrita más adelante. Su contenido se acerca más a lo que es una revisión, un metaanálisis o una ponencia que revela criterios médicos basados en la evidencia. Para ser realmente magistral, además de informar de los aspectos más relevantes del tema escogido, debe servir también para estimular las inquietudes científicas de los oyentes, lanzar interrogantes y señalar las líneas de investigación más actuales sobre la materia. La duración de la exposición no debe ser superior a los 45 minutos, dejando un margen de tiempo razonable para el diálogo. Las mesas redondas se caracterizan porque los ponentes (generalmente cuatro) tienen menos tiempo que el ponente de una conferencia magistral para exponer su tema y porque deben ajustarse a las indicaciones del moderador. La discusión suele ser conjunta y se realiza cuando todos los ponentes han finalizado su exposición. Si participa en una mesa redonda sea breve en los agradecimientos iniciales; tiene poco tiempo para hacer su exposición y no hay cosa más aburrida para el público que oír a todos los ponentes comenzar de la misma manera: "agradezco la invitación a participar en esta mesa redonda….". Vaya rápido al grano. Las comunicaciones científicas realizadas en congresos médicos son las ponencias que tienen un tiempo más limitado, generalmente no superior a los 10 minutos y a los que hay que añadir unos 5 minutos más de discusión. En muchos congresos, los 10 minutos ya incluyen el tiempo de discusión por lo que la exposición en sí debe concentrarse en 5-7 minutos. La participación en una teleconferencia no es frecuente aún pero lo será cada vez más. En la teleconferencia, los participantes están cada uno en un hospital, un país o una ciudad diferentes y su conexión es a través de televisión. Junto a los ponentes (generalmente detrás de ellos) se encuentra un publico que también puede participar, siguiendo unas normas. Quien participe en una teleconferencia debe saber que quien habla es quien sale en pantalla (generalmente de forma automática) y que por lo tanto, si varios hablan a la vez, el selector de pantalla no puede funcionar bien. Es pues esencial seguir la norma no1: hablar despacio y no interrumpirse hasta que quien habla haya terminado. Por otra parte, es habitual encontrar un cierto retraso en la transmisión de la voz y de la imagen: el movimiento parece de "cámara lenta" y la voz llega con retraso. Ello hace aconsejable no responder al interlocutor inmediatamente sino hacerlo tras uno o dos segundos de silencio. Al participar en una teleconferencia hay que respetar unas normas básicas: no interrumpir ni hablar varios a la vez o hablar lentamente o
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dejar pasar unos segundos entre la intervención anterior y la propia. mantener el conmutador de voz en modo mudo si no se está hablando.
La estructura de una ponencia
Cualquiera que sea el entorno en el que participa, es aconsejable que su ponencia se estructure en los tres apartados clásicos de Introducción, Cuerpo y Conclusiones. La Introducción tiene como objetivo principal el atraer la atención de la audiencia y preparar el camino al mensaje principal. El ponente debe utilizar la Introducción para Cautivar el interés de los oyentes y darles una visión del tema que lo haga atractivo. Dar a los oyentes la información que juzgue necesaria a fin de que puedan entender bien el cuerpo de doctrina que se expondrá a continuación. Hacer los agradecimientos pertinentes de forma breve y educada, especialmente breves si está en una mesa redonda El Cuerpo central es donde debe incluir el mensaje principal que desea transmitir al auditorio. El error más frecuente por parte de ponentes no experimentados (y de algunos ya experimentados) es el de querer transmitir a la audiencia todo lo que el ponente sabe sobre la materia. Si se cae en la tentación de decirlo todo, la lluvia de información que hará caer sobre la sufrida audiencia será tal, que en muy poco tiempo el ponente habrá conseguido el desinterés de la gran mayoría de oyentes. Tres o cuatro ideas clave, repetidas dos o tres veces con diferentes palabras y desde diferentes perspectivas, deben ser transmitidas antes de que el natural cansancio haga presa en la audiencia y disminuya su atención. Es el momento decir cuáles son las aportaciones principales o más novedosas del trabajo realizado y limitar el fárrago de datos experimentales a aquellos que son esenciales para substanciar lo que se afirma. Se trata en esencia, de atenerse a lo más importante y recalcarlo. La Conclusión es también importante. Conviene indicar a los oyentes cuándo se ha entrado en la recta final, cuándo se ha iniciado la conclusión. En la conclusión se incluirán frases breves y sucintas que resuman lo expuesto, digan porque es importante y qué aplicación práctica tiene. Las conclusiones deber corresponder a los objetivos o preguntas mencionadas en la Introducción.
El diálogo
Es el momento de la verdad, en el que el ponente se da cuenta si ha llegado o no al público. Y esto no se medirá tanto por la prontitud con la que surjan preguntas o intervenciones (la mayoría de las audiencias son tardas en iniciar preguntas) sino por la viveza y número de las mismas una vez se ha roto el hielo inicial. En el momento del diálogo no hay que olvidar lo siguiente: Repita para toda la audiencia las preguntas que le hacen. Es particularmente importante cuando el sistema de megafonía no es óptimo. Si quien pregunta lo hace hablando hacia el ponente, los oyentes situados por detrás de él pueden fácilmente perder sus palabras. •
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Sea breve y claro en las respuestas. Los oyentes que no estén muy interesados se lo agradecerán y los que sí lo estén, se lo agradecerán también porque de esta forma habrá tiempo para más preguntas. Evite los diálogos con una sola persona de la audiencia. Si alguien está interesado en profundizar más, diga que con mucho gusto le ampliará información o comentará lo que se desea al finalizar.
Desde los albores mismos de la Independencia, en 1810, los hombres más liberales de Venezuela pensaron en abolir la esclavitud, esa ignominia que pesa sobre ciertas conciencias humanas. No sólo la nueva Junta de Gobierno había prohibido la trata de negros, sino que el Generalísimo Francisco de Miranda llamó a los esclavos a formar filas en el ejército patriota ofreciéndoles la libertad. Por su parte, Simón Bolívar , aunque mantuano y propietario de haciendas y de esclavos, fue el primero en liberarlos, dando ejemplo de magnanimidad. Tal como se lo prometió a su amigo y protector en Haití, el Presidente Petión, apenas llega a Carúpano, el 2 de junio de 1816 decretó «la libertad absoluta de los esclavos que han gemido bajo el yugo español en los tres siglos pasados». El 6 de julio de ese mismo año de 1816, al desembarcar en Ocumare de la Costa dicta una Proclama en que dice, al referirse a los esclavos: «Esta porción desgraciada de nuestros hermanos que han gemido bajo las miserias de la esclavitud, ya es libre. La naturaleza, la justicia y la política piden la emancipación de los esclavos: de aquí en adelante sólo habrá en Venezuela una clase de hombres, todos serán ciudadanos». Pese a estos decretos e intenciones nobles, pasarán todavía muchos años, hasta que en 1854 el Presidente José Gregorio Monagas venció la tenaz oposición de los terratenientes y esclavistas y decretó la definitiva abolición de la esclavitud. Después de varias discusiones en el Congreso, en base a un Proyecto de Ley presentado por 31 diputados el 3 de marzo de 1854, superadas las objeciones de que la agricultura se quedaría sin mano de obra, se terminó por acallar la voz de Vicente Amengual, uno de los más empecinados opositores, quien sostenía que el proyecto era anticonstitucional y que «conduciría a la República a un abismo espantoso». Así se pudo llegar a una mayoría y el Congreso sancionó la Ley el 23 de marzo. El Presidente José Gregorio Monagas se apresuró a ponerle el «ejecútese» al día siguiente, 24 de marzo de 1854. Y con eso pasó a la historia, porque el resto de su gobierno fue bastante incoloro. Monagas dejaba libres, con su firma, a unos cuarenta mil ciudadanos, que habían cargado por generaciones las cadenas del oprobio. Un artículo de la Ley, tajante, basta para definirla: «Queda abolida para siempre la esclavitud en Venezuela». ABOLICION DE LA ESCLAVITUD EN VENEZUELA La promulgación de la Ley de abolición de la esclavitud, estuvo precedida por un largo debate en el Congreso Nacional, y de manifestaciones y documentos del Ejecutivo, "vivamente interesado en el inmediato éxito de la libertad de los esclavos". Se enfrentaban en este asunto el derecho de propiedad de los amos de esclavos, y el derecho de igualdad y de libertad proclamado por la Constitución. El Presidente José Gregorio Monagas trató de influir la discusión en favor de la ley abolicionista, y en su mensaje al Congreso, durante la discusión del problema, expresa las siguientes ideas: "Discutís señores, una cuestión vital: digo mal, no debe calificarse de cuestión, pues la libertad del hombre no puede ponerse en duda, ni en contradicción, mucho menos en Venezuela, donde tantos años se ha dado el grito de libertad, y donde tanta sangre se ha derramado por alcanzar para todos ese bien inestimable. La esclavitud es, señores, como dijo el gran Bolívar, la infracción de todas las leyes, la violación de todos los derechos. Venezuela, pues que se gloria de haber sido la primera en Suramérica que reconociese el gran principio
de la soberanía popular, origen y fuente de toda autoridad: Venezuela no debe aparecer más a los ojos del mundo entero, con la horrible mancha de la esclavitud. ¿Qué derecho justo se alegará, señores, para conservar por más tiempo este título de ignominia que nos legaron las generaciones pasadas?. Acordaos, honorables Representantes, que sin la igualdad perecen todas las libertades, todos los derechos; y que con la esclavitud no hay igualdad. Yo os esfuerzo, pues, a que no abandoneis el tratamiento de esta importante materia. Buscad el modo de abolir la esclavitud sin vulnerar los derechos de los poseedores de esclavos; y acabad de sancionar una ley justa, santa, digna de una política ilustrada y consecuente con los principios liberales que nos han guiado hasta aquí." La abolición de la esclavitud fue una medida legislativa que no afectó los intereses de los amos de esclavos, porque en cierto modo más bien convenía a tales intereses. En efecto, la esclavitud se había convertido en forma antieconómica para los hacendados, a los cuales convenía más comprar libremente la fuerza de trabajo que utilizaba en sus haciendas que mantener dicha fuerza. Por otra parte, estando prohibida la importación de esclavos desde 1810, el crecimiento de la mano de obra esclava era menor que el aumento de la demanda. Es decir, la esclavitud pasó a ser antieconómica porque no se podía aumentar la mano de obra esclava en la misma medida en que crecía la demanda de esclavos. Los propios dueños de hacienda vieron la conveniencia de sustituir los esclavos por trabajadores libres. Por último, la libertad de los esclavos iba a hacerse, y se hizo, mediante indemnización a los dueños, lo que en la práctica les resultó un negocio pues recibieron buena paga por los esclavos que tenían. En definitiva, "la abolición vino a robustecer a los señores de la tierra, que tuvieron entonces el poder de fijar el salario que a ellos plugo y en condiciones que ellos a su mejor conveniencia establecieron, dado el exceso de la oferta de brazos". La indemnización de los propietarios se hizo de acuerdo con una tarifa que fijaba los precios de los esclavos, entre 50 pesos para los recién nacidos y 300 pesos para el esclavo sano e industrioso de 39 años de edad. A partir de esta edad bajaba el precio del esclavo hasta cinco pesos para los esclavos viejos de 65 años. Como consecuencia de la indemnización acordado en la ley, los propietarios recibieron del gobierno más de tres millones de pesos. Lo que quiere decir, pues, que con la libertad de los esclavos no se perjudicaron los amos, dada la circunstancia anotada de lo antieconómico que había devenido la esclavitud. Estas circunstancias explican también la buena acogida que tuvo la medida entre los propietarios. De haber sido perjudicial a sus intereses no habría prosperado, ni siquiera mediante indemnización. Por eso no había tenido éxito antes, ni siquiera durante la guerra de independencia, porque entonces la institución era rentable. Pero en las nuevas condiciones ya no lo era. Por último, en la abolición de la esclavitud intervinieron también razones políticas, que siempre se habían manifestado en el proceso abolicionista. La abolición no fue el resultado directo de la lucha de los esclavos contra los amos, sino más bien de sectores y partidos políticos interesados en aprovechar la esclavitud como bandera y ganar la simpatía popular. Desde los días de la guerra de independencia se había manifestado esta realidad en los bandos contendientes; y en la república pasó a ser una de las consignas del Partido Liberal. El programa de este partido incluía entre sus objetivos, abolir la
esclavitud, y cuando la llevó a cabo el Presidente Monagas, lo hizo con la finalidad política de fortalecer las posiciones de los liberales y de su propio gobierno, frente a la oligarquía, tradicionalmente esclavista. Sin embargo, aun cuando la abolición fue un acto de gobierno que no perjudicó a los propietarios y dio dividendos políticos, tal hecho constituye uno de los acontecimientos de mayor significación en el proceso social y político de Venezuela.
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