Cómo Bendecir El Agua

September 1, 2017 | Author: patobotero043 | Category: Blessing, Demons, Prayer, Spirituality, Religious Belief And Doctrine
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Cómo bendecir el agua Muchas religiones usan el agua bendita para la limpieza del alma, la protección y la bendición. Por lo general, un cura u otra persona con un cargo similar en la iglesia la pueden santificar. Sólo será considerada como agua bendita si ha sido santificada. “Bendita” significa haber sido santificada, así que, si sólo la santificas tú mismo, no será necesariamente agua bendita. Si quieres hacer tu propia agua, que solo tú consideres que es agua bendita, a continuación te mostraremos lo que tienes que hacer. Método 1 de 2: Agua bendita católica 1Consigue y consagra la sal. Necesitarás preparar sal bendita para que puedas hacer agua bendita, así que primero, conságrala. Y, para que conste, la sal se usa principalmente como preservante. ¡Sólo porque es sal bendita, no significa que durará para toda la vida! A continuación te presentaremos la bendición de la sal: “La bendición del Padre Todopoderoso sea con esta criatura de sal; permite que toda maldad e impedimento sea echado fuera de ahora en adelante y permite que todo bien entre aquí, ya que sin Ti el hombre no puede vivir, por lo cual yo te bendigo y te invoco, para que puedas ayudarme”. Llave de Salomón el Rey, Libro II, Capítulo 5. 2Lee en voz alta el salmo 103. ¡Bendice, alma mía, al Señor! ¡Bendiga todo mi ser su santo nombre! ¡Bendice, alma mía, al Señor y no olvides ninguna de sus bendiciones! El Señor perdona todas tus maldades, y sana todas tus dolencias. El Señor te rescata de la muerte, y te colma de favores y de su misericordia. El Señor te sacia con los mejores alimentos para que renueves tus fuerzas, como el águila. El Señor imparte justicia y defiende a todos los que sufren por la violencia. Dio a conocer sus caminos a Moisés; los hijos de Israel vieron sus obras. El Señor es misericordioso y clemente; es lento para la ira, y grande en misericordia. No nos reprende todo el tiempo, ni tampoco para siempre nos guarda rencor. No nos ha tratado como merece nuestra maldad, Ni nos ha castigado como merecen nuestros pecados. Tan alta como los cielos sobre la tierra, es su misericordia con los que le honran. Tan lejos como está el oriente del occidente, alejó de nosotros nuestras rebeliones. El Señor se compadece de los que le honran con la misma compasión del padre por sus hijos, pues él sabe de qué estamos hechos; ¡él bien sabe que estamos hechos de polvo! Nuestros días son como la hierba: florecemos como las flores del campo, pero pasa el viento sobre nosotros y desaparecemos, sin dejar ninguna huella. Pero el Señor es eternamente misericordioso; él les hace justicia a quienes le honran, y también a sus hijos y descendientes, a quienes cumplen con su pacto y no se olvidan de sus mandamientos, sino que los ponen en práctica. El Señor ha afirmado su trono en los cielos, y su reino domina sobre todos los reinos. ¡Bendigan al Señor, ustedes, ángeles poderosos que cumplen sus órdenes y obedecen su voz! ¡Bendigan al Señor

todos sus ejércitos, todos ustedes, sus siervos, que cumplen su voluntad! ¡Bendigan al Señor ustedes, sus criaturas,en todos los lugares de su dominio! ¡Bendice, alma mía, al Señor![1]

3Consigue agua de fuentes naturales. Si puedes, sácala de un río, lago o corriente y pásala por un filtro un par de veces. Solo asegúrate de que esté limpia. Evita el agua de grifo, pues podría contener cloro y flúor. 4Ahora toma tu sal bendita y mientras la espolvoreas sobre el agua, repite esta oración tomada de la Llave de Salomón el Rey, Libro II, Capítulo 5: “Yo te exorcizo, Criatura del Agua, por Aquél quien te ha creado y te ha juntado en un sólo lugar para que apareciera la tierra seca, para que tú descubras todos los engaños del enemigo, y para que alejes de ti todas las impurezas e inmundicias de los espíritus del mundo fantasma, para que no me hagan daño, a través de la virtud del Dios Todopoderoso Quien vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.”

5Repite las plegarias de los sacerdotes católicos. Tienes dos opciones: Plegaria #1: Nuestro auxilio viene del nombre del Señor que hizo el cielo y la tierra. Te exorcizo, criatura de la sal, por el Dios vivo, por el Dios verdadero, por el Dios santo, por Dios que ordenó, por medio del profeta Eliseo, que fueses puesta en el agua para sanar su esterilidad; conviértete en sal purificada para sanar a los creyentes, para que seas salud del alma y del cuerpo para todos aquellos que te consuman; para que huya y se aparte del lugar donde seas puesta, toda maldad, toda acción del demonio, todo espíritu inmundo, conjurado por este Señor que ha de venir a juzgar a los vivos, a los muertos y el mundo por medio del fuego. Amén Plegaria #2: Imploramos humildemente tu inmensa clemencia, omnipotente y eterno Dios, para que te dignes con tu piedad bendecir y santificar esta criatura de la sal que Tú creaste para uso del género humano: a fin de que se convierta en salud del alma y del cuerpo para todos los que la consuman; y para que todo aquello que sea tocado por esta sal carezca de toda inmundicia y de toda impregnación del espíritu del mal. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén. 6Exorciza el agua. ¡Más plegarias! Ahora es turno de purificar el agua y limpiarla de demonios y espíritus inmundos (así que sí, es un tipo de exorcismo): Te exorcizo, criatura del agua, en el nombre de Dios Padre omnipotente, en el nombre de Jesucristo su Hijo, nuestro Señor y con el poder del Espíritu Santo: para que seas agua exorcizada para ahuyentar toda fuerza del Enemigo y para que puedas erradicar y arrancar al mismo enemigo con sus ángeles apóstatas, por

virtud del mismo Jesucristo nuestro Señor que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos y este siglo por el fuego. 7Concluye el ritual. Mientras le agregas al agua la cantidad final de sal, repite: “Que se mezcle esta sal y agua; en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Cuando ya se hayan disuelto unas cuantas cucharaditas de sal bendita en el agua, concluye el ritual con otra plegaria. Ahora, tienes tres opciones: Plegaria #1: Oh Dios, quien estableció los misterios más maravillosos en el agua para bienestar del hombre, sé propicio a nuestras súplicas e infunde la fuerza de tu bendición a esta agua que hemos preparado con estas purificaciones, para que ésta, tu criatura, al ser usada en tus misterios y dotada de tu gracia, sirva para alejar a los demonios, sanar las enfermedades; para que al ser derramada sobre las casas y los hogares de los fieles, éstos queden libres de toda inmundicia y de todo mal; que se alejen todas las insidias del enemigo y, si hay algo que perjudique a los que habiten en ella o a su tranquilidad, por la aspersión de esta agua huyan, para que el bienestar que te pedimos por invocación de tu Nombre quede defendida de toda impugnación del maligno, por Jesucristo nuestro Señor. Amén. Plegaria #2: Oh Dios, autor de todo poder y rey insuperable de todo dominio y siempre triunfador magnífico, que reprimes las fuerzas del dominio del mal, que superas la sevicia del enemigo, que poderosamente vences a las huestes enemigas: a ti, con temor y humildad, te pedimos, Señor, que mires con bondad estas criaturas de sal y agua y las santifiques con tu bondad, para que doquiera que sean regadas, por la invocación de tu santo Nombre desaparezca toda infestación del espíritu inmundo, sea alejado el terror de la serpiente infernal y, mediante la presencia del Espíritu Santo, nos concedas benigno tu misericordia ya que humildemente te la suplicamos. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén. Plegaria #3: Oh Dios, quien, para la salvación de la raza humana has creado los misterios más grandes en esta substancia, sé propicio a nuestras súplicas e infunde la fuerza de tu bendición a esta agua que hemos preparado con estas purificaciones. Que tu creación sea un recipiente de gracia divina para echar fuera demonios y enfermedades, para que al ser derramada sobre las casas y los hogares de los fieles, éstos queden libres de toda inmundicia y de todo mal; que no resida allí un espíritu pestilente, ni atmósfera corrupta: desbarata toda maquinación del enemigo. Si hay algo que perjudique la seguridad y la paz de los que habiten en ella, por la aspersión de esta agua huya, para que la salud que te pedimos por invocación de tu Nombre quede defendida de toda impugnación del maligno, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.[2] 8Haz uso del agua bendita. Aunque, si tienes pensado usar el agua bendita por un motivo en especial, considera agregar algunos toques adicionales: el agua bendita bautismal tiene crisma (aceite bendito); el agua gregoriana tiene pequeñas cantidades de ceniza, vino y sal (se usa para consagrar iglesias).

Si quieres agua bendita verdadera, la mayoría de iglesias la regalan en Pascua.[2] Cómo hacer el exorcismo de una casa Con frecuencia, a los exorcismos se los denomina "limpiezas", y limpiar una casa nueva o el lugar dónde vives es una tarea que requiere que estés dispuesto a abrir tu mente a los caminos espirituales. Una limpieza de una casa, o exorcismo, requiere un determinado nivel de espiritualidad, lo que no significa que debas ser religioso, sino simplemente que creas en seres místicos o espirituales. Un exorcismo no significa que el diablo o demonios estén en tu casa. Simplemente debes creer que un espíritu es una fuente de energía negativa que está en tu hogar y que está afectando tu vida. Este ritual, con raíces en la cultura estadounidense nativa y en el paganismo, es para que lo realice una persona promedio sin la ayuda de un sacerdote o una sacerdotisa, de un ministro o de otro líder espiritual. Necesitarás 

3 ó 4 ramas de salvia seca



Hilo o cuerda



Una pala o una paleta pequeña



1 libra (450 gramos) de sal marina de grano pequeño

Lista completa Instrucciones 1. 1 Reúne las ramas de salvia y átalas para formar un palo mancha. Dóblalas por la mitad para hacerlo más grueso, de ser necesario. Necesitas un palo mancha de unas 2 pulgadas (5 cm) de ancho cuando las ramas estén atadas. 2. 2 Envuelve la salvia firmemente con un hilo o una cuerda, comenzando por la parte superior y envolviendo en forma de lazo hasta el final, con lazos separados a una distancia de aproximadamente 1/2 pulgada (1,25 cm). Ata un lazo adicional en la punta para que el hilo se mantenga en su lugar. Átalo también en la parte inferior alrededor del último lazo. 3. 3 Sostén el palo mancha en tus manos y cierra los ojos. Visualiza energía positiva fluyendo dentro de la savia que tienes en las manos para agregarle poder a su humo mientras limpias la vivienda.

1. 1 Enciende la punta del palo mancha sosteniéndolo sobre una llama hasta que arda en forma pareja. Cuando esté listo, echará humo sin problemas. 2. 2 Mueve el palo mancha por toda la habitación, comenzando por la parte trasera de la casa y dirigiéndote hacia la entrada principal. Entra con él en cada habitación recorriendo el perímetro y permitiendo que el humo llene los cuartos. 3. 3 Mueve también el palo mancha alrededor de cada ventana en todas las habitaciones. Al pasarlo por cada habitación, umbral y ventana, repite: "Expulso a toda energía y espíritus negativos y maldad de esta casa. Váyanse ahora y no regresen". 4. 4 Sigue pasando el palo mancha hasta haber terminado con toda la casa, incluyendo la entrada principal, pasando por el marco de la puerta tres veces y diciendo cada vez: "Por los poderes de tres veces tres, aquí sólo entrará energía positiva". Termina con una frase positiva ya que quieres atraer la energía positiva al hogar. 5. 5 Deja la salvia afuera hasta que termines, incluso si sigue encendida. La desecharás cuando termines con el exorcismo. 1. 1 Toma la sal marina y espárcela en cada alféizar y a través de cada umbral de la casa. La sal se ha utilizado tradicionalmente como un elemento poderoso para expulsar la energía del mal y para protegerte a ti y a tu casa de los espíritus malignos. 2. 2 Coloca una pequeña pila en los rincones de cada habitación para crear protecciones en cada una de ellas. 3. 3 Esparce la sal en un perímetro grande alrededor de la casa por afuera para agregar otra capa de protección contra las energías negativas. Guarda sal para reponer las protecciones si lo crees necesario. 1. 1

Cava un pequeño agujero afuera con la paleta y coloca dentro la salvia. 2. 2 Cubre la salvia con sal para que cualquier energía negativa quede atrapada en el agujero. Cubre el agujero con tierra. 3. 3 Limpia tu propia energía dándote una ducha o dándote un baño. Come o bebe algo inmediatamente después de limpiar la casa para recargar tu energía y conectarte con la tierra. Consejos y advertencias 

Debes creer fehacientemente que tú puedes expulsar la negatividad de tu casa para que funcione. Si sólo le das media oportunidad, los espíritus no tomarán el exorcismo en serio.



Repite el exorcismo dos o tres veces en un mes para limpiar la casa por completo.

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