Colli, Giorgio - La Sabiduría Griega II - Trotta, Madrid, 2008

August 7, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
Share Embed Donate


Short Description

Download Colli, Giorgio - La Sabiduría Griega II - Trotta, Madrid, 2008...

Description

 

La sabiduría griega i

 

Bajo el título de La sabiduría griega , Giorgio Colli recopiló de manera exhaustiva los textos fundamentales de lo que se ha dado en llamar «filosofía preso crática», es decir, los documentos sobre los que se ha desarrollado el pensamiento y la cultura occidentales. Cada uno de los textos originales griegos se acompaña de una traducción directa del original, de un notable aparato crítico y de un comentario en el que se indica el estado actual de la investigación sobre el documento, se reseñan los loci similes  y otros pasajes relacionados con el fragmento, y se incluyen referencias y citas para clarificar el texto, además de diversas indicaciones bibliográficas, importantes bien para la traducción, bien para la interpretación. Finalmente, superando el mero trabajo analítico sobre cada pasaje, se intenta establecer algunas líneas genéricas de interpretación, tanto con respecto a las tradiciones filosóficas o literarias, como en relación con los diferentes contenidos doctrinales. En continuación de La sabiduría griega I: Diónisos -   Apo  A polo lo - Eleus Ele usis is    Orfeo - Museo - Hiperbóreos - Enigma   (32008) publicada en esta misma Editorial, este segundo volumen presenta los testimonios directos e indirectos de aquellos pensadores que ya en su tiempo dejaron una impronta individual de su excelencia, mereciendo el apelativo de sabios.

 

Giorgio Colli (19171979) Profesor de Filosofía Antigua en la Universidad de Pisa, es sin duda una de las figuras filosóficas más relevantes de la segunda mitad del siglo xx. Perfecto conocedor de la filosofía griega y de la historia de la filosofía occidental, su trabajo de filólogo e historiador le llevó a ser editor de la obra completa de Friedrich Nietzsche,  junt  ju ntoo co conn su amigo M . M o n tin ti n a ri ri,, y a tra tradu ducir cir y editar el Organon  de Aristóteles y la Crítica de la razón   pura  pu ra  de Kant. Además de su importante Filosofía de la  expresión   (1969), entre sus libros destacan Después  de Nietzsche  (1974) y Escritos sobre Nietzsche  (1980), fruto de su frecuentación del filósofo alemán, y los que se mueven en el ámbito de la filosofía griega, como E l   nacimiento de la filosofía (1975) o la obra en tres volúmenes que aquí se presenta, a la que dedicó los últimos años de su vida.

 

La sab idu ría griega griega II Giorgio Colli Epimenides Epime nides — —Ferecides Ferecides - Ta Talles —Anaxi —Anaximandr mandro oAnaximenes —Onomácrito Traducción de Dionisio Mínguez

E

D

I

T

O

R

I

A

L

T

R

O

T

T

A

 

COL E CCI ÓN E SSTR TR UCTUR U CTURAS AS Y P R O CE S O S Serie Filosofía

Título original: La sapienza greca Volume II: Epi Volume Epimeni menide de - Fe Fere reci cide de - Tálet álete e - Anassi Anassimandro mandro - Anassi Anassimene mene - O nom ácrito © Editorial Trotta, S.A., 2008 Ferraz, 55. 28008 Madrid Teléfono: 91 543 03 61 Fax: 91 543 14 88 E-mail: [email protected]   http://www.trotta.es © A delph i Edizioni Edizioni S. S. R A., M ilano , 197 8 © Dionisio Mínguez Fernández, para la traducción, 2008 Diseño Joaquín Gallego ISBN: 978-84-81 Ó4-033-5 (Obra completa) ISBN: 978-84-81Ó4-900-0 (Volumen II) Depósito Legal: M .   7.699-2008 Impresión Fernández Ciudad, S.L.

 

CONTENIDO Criterios de la edición ......... ................. ................. ................. ................. ................. .............. ......

9

I n t r o d u c c i ó n .................................................................................

13

LA SABIDURÍA GRIEG IEGA..... ... ..... ...... ...... ...... ...... ...... .......... ...... ...... ...... ...... ...... .......... ...... ...... ...... ...... ...... .......... .....

41

............................ .............................. .............................. .............................. .................... ..... Epimenides .............

43 77 105

Pherecydes............................................................................... T h a l e s .......... ............... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... ........ ... Anaximander............................. ............... .............................. ........................... .............. ..   Anaximenes............... .............................. .............................. .............................. .............................. .................. ... Onomacritus............................................................................ physicorum opini opinioni onibus bus libri lib ri p r iTheophrasti. De physicorum mi fragm enta ........................................................................... .

Co

153 15 3 207 233 243

.......................................... .............................. .............................. ............................ ............. m e n t a r i o ...........................

2 61

E p im é n id e s .......... ............... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... ........ ... F e r e c i d e s ..... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... ........ ... Tales............................................................................................ Anaximandro........................................................................... A n axim ax im en es..... es .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... ........ ... O n o m á c r it ito o .......... ............... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... .......... ........ ... d e los los físic fís icos os   1.............................. Teofrasto. Opiniones de

263 275 285 299 321 32 1 327 329

Siglas y abreviaturas ..........................................................

335

Tabla de concordancias ......................................................  í  ín n d i c e d e f u e n t e s ............. ............................ .............................. .............................. ........................ ......... Indice de nombres.................................................................

343 347 353

7

 

CRITER CR ITERIOS IOS DE LA EDICIÓN EDICIÓN Con esta nueva edición pretendo documentar de modo exhaustivo hau stivo lo que comúnmente comúnmente se llama — con una un a denominación francamente reductiva desde el punto de vista cronológico gi co— — «filosofí «filosofíaa presoc pre socrátic rática», a», pero p ero que creo creo más pertine pertinente nte designar con el término de «sabiduría griega». En realidad, los pensadores cuyos textos se recogen en la presente edición recibían, ya en su tiempo, el apelativo de «sabios». Así los denomina, entre otros, el mismo Platón. En aquella época, el término «sabiduría» se aplicaba tanto a la habilidad técnica como a la prudencia política, es decir, abarcaba ese saber hacer que es propio del hombre completo en su actitud frente frent e a la vida. No se se es sabio — «sabio», «sabio» , en absoluto, absoluto, sin limitaciones restrictivas— por conocer una parcela de la realidad circundante, mientras se ignoran otros aspectos de esa misma realidad, sino por poseer la excelencia del conocimiento. Las grandes conquistas deldepensamiento occidental dependen, de una manera u otra, las intuiciones de aquellos sabios. Pero sería un error imperdonable querer recuperar la «sabiduría griega» a través de los desarrollos propuestos por filósofos posteriores. Sobre el conjunto de esos textos arcaicos, la historia de la filosofía ha recogido multitud de interpretaciones y juicios —incluso de pensadores acreditados que, a veces, se desvían de su verdadero sentido— que se fundan en ciertas falsificaciones del propio Aristóteles y que, posiblemente, posibl emente, han pasado por p or una completa completa reelaborac reelab oración ión en la historiografía de Hegel. Para evitar cualquier escollo de acomodar arbitrariamente un pensamiento tan antiguo a los esquemas e inquietudes del hombre contemporáneo, la presente obra se define por un método inverso: en vez de apo yaa rse  y rs e en inte in terp rpret retac acio ione ness de la sab sa b id idu u ría rí a grie griega ga elabor ela borad adas as por filósofos posteriores, opta por remontarse a las fuentes originarias e investigar qué es lo que había antes  de esa explosión del pensamiento, que hemos dado en llamar «sabiduría griega».  Así  A sí se expl ex plica ica el minucioso minu cioso e ímpr ím prob oboo t rab ra b a jo de depu de pu-ración de documentos que hay que llevar a cabo. Hay que prescindir de de muchas cosas que han ido acumulándose en la presentación la sabiduría griega, y hay que añadir otras muchas aportaciones a los textos recogidos y publicados por 9

 

CRITER CR ITERIOS IOS DE LA ED EDICI ICIÓN ÓN

los editores precedentes. En concreto, habrá que suprimir todo el material que se ha clasificado de manera poco segura como proveniente de esa época arcaica y dar entrada a todo lo que vaya emergiendo —sobre todo en el ámbito religioso— de esta investigación regresiva, es decir, en busca de los orígenes. De ese modo, el propio resultado de la edición —en  vir  v irtu tud d de las conexiones conex iones inte in tern rnas as que pued pu edan an dedu de ducir cirse se de este trabajo, y con esa apuntando palabra antigua de significado antiguo— podrá decir, por lallena distancia más que porr la indulgencia con respecto a la ingenuidad de lo po lo arcaico, arcaico , si todavía tenemos algo que aprender y si aún podemos conocer algo nuevo sobre el legado de Grecia. La tradición literaria no nos ha transmitido los textos originales de aquellos sabios. Por eso, la edición de DielsKranz (Die Fragmente der Vorsohratiker , 81956 ) —hasta ahora la única colección de textos elaborada con criterio crítico— ofrece, en primer lugar, una sei'ie de testimonios indirectos, es decir, tomados de fuentes contemporáneas o posteriores, sobre la vida y las doctrinas de los sabios, y a continuación reproduce, caso de que existan, los fragmentos originales de cada uno de los autores, distinguiendo con diferente tipo de letra las citas literales y las paráfrasis. Por mi parte, voy a presentar los textos de otra manera. Renunciando a una distinción entre testimonios y fragmentos, me fijaré exclusivamente en estos últimos, considerados en sentido amplio. En una primera sección (A) presento los textos más antiguos, hasta la época de Aristóteles; y en una segunda sección (B), los derivados de fuentes posteriores. Sin embargo, no voy a aplicar este criterio cronológico de manera demasiado rígida. La atribución de un determinado fragmento a la sección A o a la sección B dependerá también del mayor o menor grado de verosimilitud de la información aportada o de la doctrina propuesta, es decir, de su presumible antigüedad en el ámbito de la sabiduría. De modo que podrán encontrarse en A ciertas fuentes posteriores a  Aris  A ristó tóte tele les, s, p ero er o con signos indud ind udab ables les de p erte er tene nece cerr a un unaa tradición antigua, e igualmente podrán reseñarse en B otros fragmentos anteriores a Aristóteles, pero que adolecen de cierta incertidumbre u oscuridad en su tradición literaria. Evidentemente, en la sección A —que constituye la primera parte— quedarán reseñados los fragmentos originales, es decir, aquellos pasajes que, aunque transmitidos por fuentes 10

 

CRITERIO S DE LA EDICIÓN EDICIÓN

más tardías, se puede presumir casi con toda seguridad que reproducen el texto auténtico del sabio en cuestión. En estos casos renuncio a distinguir por procedimientos tipográficos —por ejemplo, espaciando los caracteres, como en la edición de DielsKranz— las citas textuales y las paráfrasis que a menudo las acompañan. Según la indicación de las fuentes, cuando la introducción está separada de la cita, se verá claro —a veces, que mediante uso de comillas— en qué pasajes se considera la citaelpertenece al texto original. Con esto no se excluye que también algunos fragmentos reseñados en la sección B se refieran a testimonios dignos de tenerse en cuenta, concretamente, informaciones o postulados cuyo ori gen podría atribuirse —sin duda, con mayores cautelas— a una tradición más antigua. Incluso pueden aparecer en esta sección fragmentos seguramente originales, pero cuya autenticidad no se puede probar con una certeza razonable. La indicación de las fuentes se consigna, en la sección A, inmediatamente después del texto del fragmento y, en la sección B, antes del respectivo texto. El aparato crítico de la sección A está dividido en dos partes: en la primera se aducen los loci similes , desde el punto de vista tanto de la forma como del contenido, y los pasajes cuya confrontación con el texto pueda resultar interesante para establecer una analogía o para documentar posibles afinidades doctrinales. Al final se añaden referencias o citas que puedan clarificar el texto. Esta primera parte del aparato es fundamental para una información sinóptica sobre los pasajes en los que se funda la antigüedad o la autenticidad del fragmento en cuestión, o que amplían su contenido doctrinal; en fragmentos primer término se indican las referencias internas a otros consignados en este mismo volumen. En la segunda parte de este aparato de la sección A se indican las vai’iantes más significativas de los diversos manuscritos y los intentos más importantes de corregir la base textual ofrecidos por ciertos investigadores (eventualmente, incluso con una somera indicación de los apoyos aducidos). En el aparato crítico de la sección B no se distinguen esas dos partes. En las páginas de traducción se dan para cada fragmento, y en nota a pie de página, ciertas indicaciones bibliográficas —naturalmente, sin ninguna pretensión de exhaustividad— que pueden ser interesantes, de una manera u otra, tanto para la crítica textual como para la traducción e, inc inclus luso, o, para par a la interpretación del pasaje. pasaje. 11

 

CRITERIOS DE LA EDICIÓN

Todoss los Todo los fragmentos fragmentos van v an numerados en negrita. Prim Pri m ero se da el número del capítulo; luego, entre corchetes, la sigla de la sección —A o B, respectivamente— seguida del número de cada fragmento. Además, en este volumen se hace referencia —en los capítulos 8  1 2 — a la edición de DielsKranz,  y a la obra ob ra de Otto K e rn Orficorum Fragmenta   (21963 ) en el capítulo 1 3 . Para cualquier fragmento al que corresponda un texto o un testimonio en alguna de las ediciones citadas se dará dicha indicación inmediatamente antes de la referencia a la fuente. Por ejemplo, el testimonio 1 3   de DielsKranz sobree Tales se br se indic in dicar aráá con con la sigla sigla 11  A l 3 D  DK K ; el fragmento fragmento 1  de DielsKranz sobre Anaximandro llevará la sigla 1 2 B 1  DK; y el testimonio 1 9 2  de Kern se citará como T 1 9 2   K . Entre las omisiones de la presente edición con respecto a DK quiero hacer referencia a los textos sobre los Siete Sabios (véase la nota a 1 0   [B 1 ]) y la sección sobre Acusilao (véase 0 . Kern, Orfi Orficoru corum m Fragmen Fragmenta ta   II, 21963 , 1 7 6 ; G. S. KirkJ. E. Raven, The Presocratic Philosophers,  21973 , 2 3 ). Por su parte pa rte,, en D K faltan alguno algunoss text textos os — consign consignado adoss aquí— a quí— que se refieren a Tales y a Anaximandro, y el entero capítulo dedicado a Onomácrito.  A conti co ntinua nuació ción n del texto griego orig or igin inal al de todos los f r a g mentos, con su traducción correspondiente, se añade un comentario en el que se indica, para cada uno de los textos, el estado actual de la investigación sobre los documentos pertinentes y sobre sus conexiones con otros textos, tal como se deduce del aparato de los loci similes;  después se afrontan determinadas cuestiones de crítica textual; y finalmente, superando mero trabajo pasaje, se intenta establecerel algunas líneas analítico genéricasdedecada interpretación, tanto con respecto a las tradiciones sapienciales o literarias como en relación a los diversos contenidos doctrinales.

 

I N T R O D U C C I Ó N

 

1.

 Aten as está convu  Atenas con vulsi lsion onad adaa p o r lucha luc hass in inte tern rnas as,, p or procesos proce sos crueles, atormentada por oscuros presentimientos y negras supersticiones, y sus mujeres se entregan a excesos desaforados1. De pronto, se presenta un sabio que viene a sanar el desconcierto. conci erto. Ese Es e sabio sabio y político político — Solón— pide ayuda a uno que es sólo sabio porque conoce el pasado y el futuro, uno que vive con los dioses. dioses. Y de Creta, Cre ta, desde la mítica Cnosos, Cnosos, ciudad de Minos Minos y del Laberinto Laberi nto,, viene Epiménides. Epim énides. Y Atena Atenass queda purificada; desaparecen todos los terrores, y la sabiduría es como una conquista que restaura el gozo primitivo. Pero lo más asombroso de esta narración consiste en que, con toda probabilidad, no es pura leyenda, sino verdadera historia2 histo ria2.. Y Epiménides, Epim énides, el asceta que vuelve a su patria pat ria con un ramo del olivo que crece en la acrópolis de Atenas, no sólo es objeto de reconocimiento por parte de la clase política, sino que recibe los honores de un ser superior. Se trata de la veneración que sentían los sabiduría rasgo que convirtió en mit ito o sugriegos prop pr opia iaante vida vid alahistórica— histó rica— —un , que que desbarata las habituales relaciones entre el poder y el hombre contemplativo. Epiménides lleva en su interior los dos dioses de la sabidurí bid uría. a. Y si se se analizan ba bajo jo esta esta luz los testimo testimonios nios aparentemente inconexos que hacen referencia al personaje, se podrán descubrir mediante expresiones cognoscitivas individuales los rasgos más característicos de Diónisos y de Apolo, unas veces meramente yuxtapuestos y otras en la relevancia de su aislamiento específico. La primera impresión que produce el personaje interpretación apolínea. Pora lo demás, un sabiosugiere emergeuna como individuo precisamente través de la palabra, un dato que lo relaciona con Apolo. Y  Apolo  Ap olo tenía ten ía un sant sa ntua uario rio en Cnosos. A h o ra bien, bie n, esa p alaal abra pertenece, sobre todo, al ámbito de la adivinación; y de hecho, existen abundantes testimonios sobre la capacidad mántica de Epiménides3. Pero no se agota ahí su significado, sino que en él aparece —por primera vez en plenitud de su madurez cognoscitiva— el fenómeno de la «adivinación», 8 . B a1]8y  [A 1. Véanse Cf. 8   [Alas5.notas las 1.notas 2. 5. 6 correspondientes. . B 1].

3. Cf. 8  [A 1. 4. 5. 6 . 9. B 1. 14],

15

 

INTRODUCCIÓN

mediante la confluencia en un sola persona de los dos compo prr o p h e t e s , de los que habla Platón4. Además nentes, mantis y p de que él mismo, en estado de trance, pronuncia respuestas oraculares, Epiménides es un verdadero intérprete, con la distancia que con respecto a la sacralidad posee un individuo que reflexiona sobre la palabra del dios, como en una especie de contraposición con el propio dios en una lucha de sutilezas en la que a tomar forma el arma del logos5.  Pero aun aquí, en laempieza esfera de la adivinación que parece propia de  Apol  Ap olo, o, Epim Ep imén énid ides es d eja ej a tra tr a s luc lu c ir un unaa anomalía anom alía.. Sabemo Sab emoss de buenas fuentes que su enorme capacidad adivinatoria no se refería al futuro, sino más bien al pasado6. Yienen a la mente no sólo el mundo mistérico, que se refleja en la poesía órfica, sino también el especial reheve que se atribuye a la memoria como potencia catártica. La salvación consiste en recuperar el pasado, porq p orque ue precisamente ahí es donde donde se disipan todas las apariencias y se nos da la posibilidad de ver al dios y, en consecuencia, de transfoi'marnos a nosotros mismos en seres divinos7. Y ese dios es Diónisos. A eso alude la profecía que subyace en Epiménides. En cambio, Apolo dirige la atención hacia el futuro, pues su instrumento es la palabra; y la palabra saca a la luz ciertos aspectos de lo oculto, mediante una difusión clarificadora —donde la palabra que interpreta es, a su vez, interpretada— y en la dirección que manifiesta lo abstracto. Pero para Epiménides —y para los griegos que alcanzaron el conocimiento— el futuro entero está ya contenido en el pasado primigenio, de modo que la comprensión que se puede obtener sobre el futuro lejano depende de la visión del pasado divino que en él se manifiesta. Otras noticias que nos han llegado sobre Epiménides lo presentan con caracteres «chamánicos», que hacen referencia a Apolo Hiperbóreo8. En ese marco se encuadran su vida ascética, sus hábitos alimentici alimenticios os de carácte cará cterr vegetariano veget ariano,, más más aún, su distanciamiento casi mítico de la pura necesidad de nutrición9. Se sabe que la leyenda sobre Epiménides empezó 4. Cf. 2 [A 13], 7 [A 25] y las notas correspondientes. Véase también SG I 27. 5. Véase la nota a 8  [A4], 67.. Véase Cf. 8  [A la nota correspondiente. SG9]I y3940. 8. Véa Véase se SG 1 4547, 45 47, 3322337, 22337, 431433. 9. Cf. 8   [B 1. 11] y la nota a 8  [B 11],

16

 

INTRODUCCIÓN

a forj fo rjaa rse rs e ya durante su vida, vid a, pero la leyenda leyen da no hiz hizoo más más que que amplificar —de ningún modo inventai'— las extraordinarias cualidades del personaje. Podría dar, quizá, la impresión de que a lo largo de toda su vida hubiera llevado una existencia aparte, burlándose de la condición humana. Pero el hecho es que Epiménides 110 contaba historias sobre los dioses, sino que vivía con los dioses. Su sueño, que duró cincuenta y siete años —si realmente fue él mismo quien lo contó—, quería decir precisamente eso. No cabe duda de que la imagen alude a una posesión letárgica por parte del dios, y los sueños que hicieron acto de presencia en su prolongado letargo se refieren a la esfera adivinatoria. Pero en su sueño Epiménides encontró a los dioses; y entre ellos, a una diosa de la que quizá ninguno había tenido noticia anteriormente: la Verdad10. Por otra parte, el sueño había tenido lugar en una caverna cretense. tens e. Y eso eso nos nos lleva otra vez a Diónisos. Se dice que en una una caverna —un elemento típico de la religión cretense11— fue criado Zeus orgiástico  vi  vin n culad cu lado o alIdeo, cultoelmisté midios stéric rico o de los semejante C u rete re tes13 s13.. aADiónisos12 sí se explica exp licay que en las fuentes se llame a Epiménides «el joven Curete»14  y que se lo desc de scri riba ba como como «entendido «ente ndido en las cosas cosa s divin div inas as y relacionado con la sabiduría entusiástica e iniciática»15. La evidente figura apolínea emerge de un velado fondo dionisía co; por más que ya la propia patria cretense de Epiménides bastaría para suscitar esa perspectiva, puesto que las múltiples ramificaciones dionisíacas proceden precisamente de Creta, a través de los meandros órficos y eleusinos16. Pero la interiorización extrema de esta experiencia, el contacto con los dioses en la visión, el éxtasis que procede de una abigarrada técnica cognoscitiva de tipo chamánico, todo ese conjunto se disuelve de repente en un desbordamiento expresivo —como ya le había sucedido a Orfeo17— donde el 10. Cf. 8  [B 14] y la nota correspondiente. 11. Véase Nilsson MMR 458461; Dodds, Irr.  142, 163. 12. Véase SG I 391392; véase también 8   [B 4. 5. 14. 17. 19], 13. Véase Nilsson MMR 543550, 578582. Los Curetes reaparecen en los mitos órficos sobre la desmembración de Diónisos por los Titanes; cf. 4 [Â 8   [B 5,6], 69,7.14.BCf. 37,2]. 5,22.también B 1,6970], 8   [AVéase 15. Cf. 8  [A 5,2021], 16. Véanse SG I 1618 y las notas a 3 [A 6 ] y 4 [A 15. 6 8 . B 20]. 17. Véase SG I 3738.

1 7   

INTRODUCCIÓN

estímulo de la vivencia se descarga y se vuelca plenamente en la magia del canto. Apolo recupera otra vez su predominio;  y E pim pi m énid én ides es cuenta cue nta sus mitos con toda tod a un unaa serie se rie de v a r ian ia n tes y con nuevas invenciones poéticas. La información que nos ha llegado sobre esos mitos es más bien escasa y bastante fragmentaria. Sorprende la introducción de divinidades inéditas e inquietantes como Insolencia y Desfachatez18, y la inspiración cretense toma cuerpo en la aparición de seres monstruosos en los que la figura del dios se mezcla con la del animal19. Sólo en un caso se puede intentar una reconstrucción —al menos, parcial— del mito. La complementariedad de los testimonios con un pasaje de Homero lleva a suponer que Epiménides recoge aquí una tradición muy antigua. Es el mito de Ariadna y Diónisos20. Diónisos pretende seducir a Ariadna, y lo logra mediante un regalo insidioso: una corona refulgente cuajada de pedrería india. Ariadna cae en la trampa; pero intercambia el engaño al ofrecer esa corona a Teseo. Con el resplandor de laalcorona se disipan lasrepresentinieblas del Laberinto; y Teseo mata Minotauro, que es tación de Diónisos. Pero Diónisos no ha muerto; recoge la corona del engaño y la fija en el cielo sobre la isla de Día, para que descubra a Teseo y a Ariadna en presencia de los dioses. El nuevo engaño desvela la pasión de los dos amantes,  y las la s flechas flec has de Artem Ar temis is hier hi eren en de muerte mu erte a A riad ri adn n a . Pero Pe ro ese mito, anterior al siglo VII, presupone ya otro mito cretense más antiguo, puesto que Ariadna, que aquí es sólo una mujer, se presenta en los documentos más primitivos como una de las grandes diosas. No podemos reconstruir el mito originario; pero la versión de Epiménides, donde la relación entre  Arr iad  A ia d n a y Dióni Di ónisos sos está basa ba sada da en p u ra viole vi olenc ncia ia,, alu alude de a unos oi’ígenes todavía más sombríos. Del mito originario conocemos tres elementos: la «Señora del Laberinto», identifi Arr i -   cada con Ariadna, a la que en Creta se llamaba también  A dela , es decir, la «Luminosísima»21; el MinotauroDiónisos, el animaldios conocido como el «Resplandeciente»; y el Laberinto, que equivale a la lóbrega astucia del poder. Si se quiere aventu av enturar rar una hipótesis, hipótesis, se se podría pod ría decir que esta esta descripción 18. Cf. 8  [B 16]. 19. Cf. 8  [B 4. 6 . 8 . 13. 17.19], 20. Cf. 8 [B 18] y la nota correspondiente. 21. KP I 544; Kerényi, Dionysos   95.

18  

INTRODUCCIÓN

no permite atribuir al mito una actividad, sino más bien un equilibrio estático que se funda en una situación de crueldad. Porr otra parte Po pa rte,, com como la religión minoica minoica conoc conocee un claro cla ro pre p re-dominio de las grandes divinidades femeninas22, la hipótesis puede ampliarse no sólo a la imagen de la «Luminosísima», que tiene prisionero al «Resplandeciente», sino también a la representación de la «Señora del Laberinto», que somete a sus deseos al animaldios y lo encierra en las tinieblas. Pero lo que nos interesa aquí es el mito de Epiménides, en el que se da una clara inversión de los personajes. El dios domina a la mujer; pero en el Laberinto se cambian los papeles. Esto último no es más que una hipótesis para rellenar la única laguna laguna del relat relato. o. E n realidad r ealidad,, la fuente de luz n noo pertenece ahora a los protagonistas, sino que viene del exterior.  Y esa luz es el instrum inst rumento ento del engaño. Pues Pu es bien bi en,, ¿ p or qué la luz produc pro ducee el engaño? engaño? Sin duda, du da, porq porque ue ofrece un conociconocimiento mediante el cual alguno deberá sufrir un descalabro. La luzeldespeja el Laberinto para Teseo, y la desgracia sobre Minotauro, representación de Diónisos. En el recae cielo, la corona descubre a los amantes; y precisamente ese conocimiento es el que arma el brazo de Artemis contra Ariadna. De ese modo, en el primer engaño —el que se percibe en la laguna narrativa— pudiera ser que Diónisos, en el hecho de ofrecer la corona a Ariadna, la impulsara a adentrarse con esa antorcha por el Laberinto, donde quedaría a merced de la representación del dios, o sea, del Minotauro. Pero en ese caso todo conocimiento sutil, que rebota con una asechanza fatídica más allá de su impacto inmediato, ¿comporta necesariamente riamen te un engaño? engaño? Y esa luz deslumb de slumbrante rante que desvela d esvela lo los secretos ¿es verdaderamente portadora de muerte y de escla vitu  vi tud d ? ¿ E s quizá qu izá eso eso lo que q uerí ue ríaa d ecir ec ir Epim Ep imén énid ides es:: que la sabiduría es un engaño?

22. Estas Esta s divinida divinidades, des, representadas frecuentemente en ejercic ejer cicio io de su poder sobre los animales, reciben diversas denominaciones, que muchas veces se entrecruzan: «Señora de los animales», «Augusta madre», «Madre de las montañas», «Diosa madre», «Diosa de la serpiente». Véase Nilsson MMR 226, 290 293, 311315, 339, 352356, 360, 392405.

19  

INTRODUCCIÓN 2.

Unidad y polaridad entre Apolo y Diónisos: ésa es, una vez más, la clave para intentar una aproximación a otro sabio lleno de misterio, Ferecides de Siros. Aunque con una mezcla distinta de cualidades naturales, también éste se presenta a primera prim era vista, v ista, igual que que Epiménides, co como un personaje persona je ap apoolíneo. De hecho, los testimon testimonios ios sobre sobr e Ferecides Ferecide s exalt e xaltan an su excelencia adivinatoria23, y el mismo Aristóteles le atribuye una práctica prodigiosa en cuestiones de magia24, una cualidad bastante frecuente en el chamanismo hiperbóreo25. En ese mismo marco hay que encuadrar también los testimonios según los cuales Pitágoras habría sido discípulo de Ferecides26.  Y es que Pitá Pi tágo gora rass es una un a pers pe rson onal alid idad ad dec decidid ididam ament entee apol ap olíínea. Más aún, el famoso carácter enigmático de Ferecides27, es decir dec ir,, el empl empleo eo de la palab pa labra ra para p ara aludir — velada veladamente— mente— a un mensaje que procede de los dioses, es uno de los rasgos que lo acercan una vez más a Apolo, ya que la carga religiosa que contiene el enigma hace referencia a este dios28. Por lo demás, Ferecides expresa sus conocimientos mediante un mito que rebosa significado. Desde siempre existían Zas, Ctonia y Tiempo. Pero Zas se unió a Ctonia; y al darle la tierra como donación, Ctonia tomó el nombre de Tierra29. Pero aquí se produce una novedad con respecto a Orfeo, a Museo y a Epiménides: el mito no se expresa en forma de canto, sino en la de palabra escrita, es decir, en prosa. La belleza de la manifestación ya no sustituye ni evoca una experiencia interior; y, con eso, Apolo queda superado. Quizá el relámpago y laelintensidad conocimiento instantáneo es lo que quiebra flujo de la del expresión, que queda como clavada en la pura imagen simbólica, en la que el encuadramiento mismo del mito deberá aludir a una distancia respecto a lo inexpresable, que anula toda figura sensible. Falta aquí la inversión sutil que va de la propia interioridad a la expresión poética, como en el caso de Orfeo; cualquier impulso vital que se con23. Cf. 9 [B 1] y las notas a 9 [B 1. 2], 24. Cf. 9 [A 6 ], 25. Véase Dodds, Irr.  140146. 26. Cf. Cf. 99 [B [A4. 1. 6 . correspondiente. 22] y las notas correspondientes. 27. 20] 6y. laB nota 28. Véase SG I 47, 435; véase también G. CoUi DN 168 y ΝΓ 4952. 29. Cf. 9 [A 1. 2] y las notas correspondientes.

20  

INTRODUCCIÓN

cediera a la imagen diluiría necesariamente la comunicación de lo más apremiante, el más allá de la imagen misma. Porr eso, Po eso, habrá hab rá que suponer que la base de esa experiencia experiencia descansa en un acontecimiento dionisíaco. Plotino ensalza la capacidad intuitiva, o noética30, de Ferecides; y Aristóteles nos explica que el fulgor noético brota —como pasión— en el éxtasis mistérico de Eleusis31. Pero es evidente que la experiencia eleusina tiene su fundamento en Diónisos, es como una identificación con el dios. En cambio, el mito de Ferecides no reproduce directamente el fulgor mistérico, sino que consiste sólo en la indecible propagación visionaria de una experiencia sin nombre y sin figura. El que plasma el mito de Ferecides es un Apolo subalterno, Apolo Dionisodotes32, el que restablece a Diónisos. La imagen del mito consiste en una especie de matrimonio sagrado, un hierós gamos. La concentración de la profunda experiencia mística —que recoge  y disue dis uelve lve en sí misma mis ma toda tod a la real re alid idad ad— — se tra t rad d uce uc e y se manifiesta supremo cuadro metafísico, con toda la irradiación en de ese implicaciones que suscita una imagen única. Por lo demás, así es también como se transfiere la más profunda sabidu sab iduría ría de Diónisos, Diónisos, mediante mediante la represen repr esentació tación n de un acto acto que se detiene y queda fijo en una instantaneidad desconcertante, en un encuadramiento inefable. Esa misma revelación se encuentra en la poesía órfica, pero envuelta envu elta en los pliegues pliegues del canto, escondida escon dida en su propio flujo, del que hay que saber extraer la piedra preciosa. Como ejemplo valga la descripción del preciso instante en que Core fue raptada33. «La joven cuya mirada es una flor que empieza a abrir sus pétalos» se queda embobada ante un narciso de belleza incomparable incompara ble y se precipita prec ipita a extender su ma mano no haci haciaa la flor. «Pues bien, se dice que en el preciso momento en que la muchacha está a punto de arrancarlo, se abre la tierra» y surge Aidoneo para apoderarse de la joven. En ese instante salta a la vista v ista la contradicción contrad icción metafísica que encierr en cierraa la figufigura de Diónisos: belleza y violencia coinciden34. La contempla30. Cf. 9 [B 16] y la nota correspondiente. 31. Cf. 3 [A 21b] y la nota correspondiente. 32. Cf. 4 [B 40b], 33. Cf. 4 [B 21,3338. 6368] y también Himnos homéricos  2,820; 428 432. 34. Véas Véasee SG 1 151 1516. 6.

21  

INTRODUCCIÓN

ción entusiasta se hace una sola ción sola cosa cosa con el el desgarrón desg arrón pro p rodu du-cido por el asalto del poder; y la antítesis suprema se vive sin la más mínima quiebra. Se explica así el carácter cíclico del acontecimiento eleusino: la imagen que se transmite en el éxtasis epóptico, o sea, la posesión de Diónisos, es la misma que está destinada a suscitar un nuevo éxtasis en la experiencia futura. En las representaciones mímicas de Eleusis, el instante del rapto de Core debía manifestar de manera inmediata el culmen cognoscitivo y, al contrario, tenía que constituir el último estadio de la iniciación, que preparaba ese momento. En otro lugar ya he hablado de una segunda imagen culminante, la de Diónisos despedazado por los Titanes mientras se mira en un espejo, donde ve reflejado el mundo35. Existe aquí una profund pro fundaa afinidad con con el relato precedente, precedente, basada basa da en la indicación de una coincidencia entre conocimiento extático  y acto de viol vi olen enci cia: a: los Titane Tit aness pued pu eden en a taca ta carr al niño niñ o div divino ino,, precisamente porque él está inmerso y airobado en la contemplación del mundo. otro de vista, imagen órfica se acerca tambiénDesde al mito de punto Ferecides en suesa referencia al caráct cará cter er ilusorio del mundo. mundo. Lo que, que, en realid rea lidad ad,, ata a Diónisos mientras se contempla es la percepción de que la fantasmagoría de formas y colores de las realidades del mundo no es más que la imagen de sí mismo reflejada en un espejo. En Ferecides, la imagen culminante no emerge del tejido poético de los mitos, sino que está ahí desde el principio, en su misma soledad. Por el contrario, la falta de sugerencias progresivas podría dar la impresión de que el simbolismo que él emplea es más inaccesible. Ya el tema mismo del matrimonio sagrado ratifica la orientación dionisíaca36. La presentación inicial de la antítesis entre Zas celeste y Ctonia subterránea concuerda, por lo demás, con una formulación enigmática37. El momento cumbre es el del rito nupcial: Ctonia se quita el  velo,  ve lo, y Zas Za s la revi re vist stee con el manto que él mismo ha bord bo rdad ado. o. El rito responde a las costumbres nupciales del mundo griego, en el que, cuando la novia se quitaba el velo, el novio le ofrecía sus regalos. Pero en el mito Zas recubre con el manto 35. Cf. 4 [B 4 0 ] y la nota corresp correspondien ondiente; te; vé véas asee también también G. G. Colli F E 5253, DN 195196, NF 3435. 36. Véase Véase Nilsso Nilssonn 1 121 121122 122,, 66616 61662; 62; lo loss doc docum umen ento toss sobre el hierós gamos   apuntan en esa misma dirección. 37. Véase SG I 437; G. Colli NF 6169.

22  

INTRODUCCIÓN

a la mujer que acaba de desnudarse, a la Subterránea que, con ese acto, muestra sus propias profundidades. Sería bueno recordar que, en griego, el resultado de «quitarse el velo» se llama alétheia,  es decir, «verdad». Por tanto, la verdad, lo abismal38, la desnudez de Ctonia es, precisamente, lo que no puede mostrarse. Pero en ese mismo momento Zas se une a Ctonia («y tú únete conmigo»)39. En realidad, el hecho de recibir el manto40 quiere decir que el rito se ha cumplido y la unión ya se ha realizado. En ese instante confluyen tres elementos: la «Subterránea» no puede permanecer desnuda; el manto la cubre mientras se quita el velo; pero entretanto se ha producido la unión. Zas se precipita en el abismo que se le abre, abr e, y los los dos se se hacen uno. uno. Si la Subte Su bterrán rránea ea pierde p ierde su  velo,, y a no es posib  velo po sible le dist di stin ingu guir ir el cielo; cie lo; y al mismo tiempo, tiempo, cae en el abismo el conocimiento que se funda en lo uno y lo distinto. Pero, atención: en el manto están bordados Tierra y Ógeno y el palacio de Ógeno, es decir, el mundo que nos circunda, con sus montes, sus valles, sus mares y con las ciudades de los dioses y de los hombres. En el hierós gamos  ha desaparecido el dualismo y el conocimiento; lo único que queda —para Tiempo, que sigue su curso— es el manto, es decir, otro conocimiento, el que se percibe desde fuera. El conocimiento y la vida son simples ilusiones, porque no somos capaces de reconocer el manto, sino que creemos que se trata de montañas, de ríos o de palacios. Esto, y no otra cosa, es lo que nosotros percibimos. Pero dentro del manto aún está Ctonia. Y es esoo es, precisamente, precisam ente, lo que dice Ferecides de una una manera tan poética como enigmática: «Y a Ctonia le tocó en suerte de el nombre de Tierra, después que Zas le hiciera el honor obsequiarla con el don de ladetierra»41. 3.

Con Tales de Mileto empieza oficialmente la filosofía griega. La culpa de esa atribución de paternidad la tiene Aristóteles, que con un cierto descuido hace esa declaración —aunque 38. Véase Demócr. B117 DK. 39. Cf. 9 [A 2,2324]. 40. Cf. 9 [A 2,3031], 41. Cf. 9 [A 1,23],

23  

INTRODUCCIÓN

sin poder imaginar cuáles iban a ser las consecuencias— y añade que, según Tales, el principio de todas las cosas es el «agua»42. Siempre se ha querido saber la razón por la que este último aserto debiera suponer el comienzo de la filosofía,  y se ha h a escrit esc ritoo mucho sobre sob re ese tema tanto entre ent re los antiguos como, sobre todo, entre los modernos. Pero recientemente el interés por dicha cuestión ha disminuido de manera considerable ra ble,, porque por que ha surgido surgido la hipótesis hipótesis d dee que la afirmación a firmación con respecto al agua no pertenece realmente a Tales, sino que es sencillamente una interpretación de Aristóteles. De ese modo, se esfumaría también la paternidad de Tales, ya que la exé gesis aristotélica se articula sobre la aplicación al sabio y a todos sus sucesores de una única perspectiva basada en principios materiales o físicos. Pero en este caso la cuestión es más complicada, compli cada, porque se necesitaría necesitaría una refu refutación tación más más radic ra dical al de la postura de Aristóteles, mientras que su autoridad sigue pesando decisivamente en el ámbito de la reflexión filosófica. Es decir, nohistórico se trata de simplemente rechazar este o aquel testimonio Aristóteles,de sino de prescindir de la etiqueta de materialista ma terialista — «física»— que ééll impuso impuso a la época época sapiencial y que ya se ve en su denominación de los sabios como «físicos». Pero, de hecho, a la filosofía hegeliana del siglo XIX le venía muy bien un momento «hilozoístico», para encuadrar dialécticamente aquel período del pensamiento griego, igual que hoy día la historia de la ciencia está interesada en rebuscar en los albores de la especulación física. Por el contrario, el intento de demostrar que los sabios no eran precisamente físicos — que que es lo que yo pretendo hacer ha cer— — no se refiere a Tales de Mileto. Por losólo demás, parece que ya Teofrasto —bastante más fidedigno que su maestro en lo referente a los testimonios históricos sobre los sabios— no ratifica la atribución a Tales de la idea de que el agua sea el primer principio de la realidad43. Quizá Qui zá Aristóteles interpretó inte rpretó en senti sentido do amplio la información informa ción que le había llegado, según la cual Tales habría dicho que la tierra flotaba sobre el agua44. Pero, sin duda, es más probable que la tradición referente al sabio hubiera encontrado una  vinc  vi ncul ulac ació ión n v it itaa l de Tales con el elemento agua. P o r lo que 42. Cf. 10 [A 12] y la nota correspondiente. 43. Cf. 10 [B 2] y TH [PHD 1], más las notas correspondientes. 44. Cf. 10 [A 12. 15] y las notas correspondientes.

24  

INTRODUCCIÓN

sabemos, Tales debió de tener una cierta relación con Apolo Delfinio45, divinidad marina venerada en Mileto desde época muy arcaica (como es arcaico el aspecto «marino» del dios);  y, además ade más,, se puede pu ede supo su pone nerr que Tales impo im portó rtó de E gipt gi ptoo la identificación de Osiris con el elemento ácueo46.  Ah  A h o ra bien, bi en, sobre so bre las doctr do ctrina inass de Tales es difíc di fícil il afirm af irmar ar con seguridad cualquier dato, aparte de que resulta imposible establecer una articulación de su pensamiento. La razón es que las fuentes más antiguas estaban más interesadas en el personaje que en sus ideas. De hecho, hasta resulta difícil trazar una semblanza del personaje, porque los documentos —aun los más fidedignos— cuentan sobre su vida unos episodios no sólo de lo más extravagante, sino incluso irreconciliables entre sí. Todas esas contradicciones entre los datos biográficos se resuelven, por lo general, imputando a las fuentes caprichosas deformaciones del original, según las tendencias interesadas de cada documento. Personalmente, prefiero el totalmente carácter contradictorio sobre un aceptar personaje enigmático47. como Quizá evidencia se pudiera establecer un paralelismo con la figura de Sócrates, sobre la cual existe una documentación tan extensa como dudosa, pero sobre cuyo pensamiento no se puede decir casi nada,  y m uy poco sobr so bree su pers pe rson onal alid idad ad,, a no ser que se le acepace pte como personaje contradictorio. Los dos fueron sabios, es  verd  ve rdaa d , pero pe ro l a fasci fas cina naci ción ón pers pe rson onal al que qu e ambos eje ej e rcía rc ían n fue tan poderosa que todo lo que escondían en sus palabras, es decir, su conocimiento —lo que realmente les interesaba—, se perdió o pasó inadvertido, superado por la magia de su presencia. En el caso de Tales, eso es sólo una hipótesis. Por lo demás, de un estudio de los documentos contemporáneos se deduce como altamente improbable que Tales haya dejado alguna obra, en verso o en prosa48. El paralelismo entre Tales  y Sócr Só crat ates es se puede pu ede exten ex tende derr tambié tam bién n a este aaspecto. specto. Pero no hay que apurar el paralelismo. De hecho, podemos atisbar alguna de sus teorías si nos contentamos con unas formulaciones más más bien genérica genéricas. s. En E n prim p rimer er lugar, la afirma45. Cf. 10 [B 1,8384] y la nota correspondiente, más la nota a 8   [A 4], 46. Cf. 10 [B 5c] y la nota correspondiente, más las notas a 10 [A 5. 6 ], 47. Cf. 10 [A 14. 7. 8 . 10. 11. B 1. 3. 5b. 7. 12] y las notas correspondientes. 48. Véase la nota a 10 [B 13],

25  

INTRODUCCIÓN

ción de que la realidad entera está llena de dioses. De nuevo, el testimonio es de Aristóteles; pero aparece en un contexto doctrinal bastante restringido y sin preocupación por una perspectiva exegética de largo alcance49. Por eso, este último testimonio parece más fidedigno que el anterior, que atribuye a Tales la afirmación de que el agua es el primer principio de la realidad. Habrá que observar, con todo, que esas dos afirmaciones parecen totalmente incompatibles. En efecto, si se dice que el agua, en su materialidad, es el principio de todas las cosas, ¿cómo se puede afirmar, al mismo tiempo, que todo está lleno de dioses? Por lo demás, esa misma docti’ina aparece también en un pasaje de Platón que, aunque no hace referencia explícita a Tales, está formulado en los mismos términos50. Pero aún hay más. Aristóteles ofrece ese testimonio como ejemplo para demostrar la tesis de que el alma está diseminada por po r todo el universo. Por Po r tanto, tanto, alma y divinida div inidad d se presentan aquí como términos equivalentes. ¿Podría entoncess atribu ce atri buirse irse a Tale Ta less esa identificación? Otras fuentes fuentes —muy —amuy fidedignas fidedignas— — nos impulsan a responder respond er afirmativamente esa pregunta. Una vez más es Aristóteles el que afirma —aunque en otro contexto, también restringido— que, según Tales, el imán tiene alma51. En el siglo Y a.C., Hipias de Elis había dicho eso mismo52; y otra fuente, también del siglo V, el poeta Querilos de Samos, atribuía a Tales la primera formulación de la inm in m ortalid ort alidad ad del alma53 alma53. Por Po r tanto, la respu res puest estaa es clara. clar a. Si, por p or un u n lado, todo todo está lleno lleno de dioses dioses y, por otro, todas las cosas cos as — aun las aparentemente aparentemente inanimadas— tienen tienen alma, se deduce que, para Tales, alma y divinidad son una misma cosa. E l alcance de esa e sa teoría es e s inme i nmenso nso, , y su influjo sobre s obre HeH eráclito rác lito y sobre Empédoc Em pédocles les es es innegable. innegable. Quizá de ese trasfon trasfo n do es de donde surge la exaltación de lo interno, la vibración de lo oculto, que invade todas las palabras de Heráclito. La solidez del imán posee una fuerza interior, esconde un alma.  Y ahí ah í resi re sid d e su natu na tura rale leza za div di v ina; in a; la fi figu gura ra ext exteri erior, or, inm in m óvil óv il e inanimada no es más que su manifestación. Parece que en Tales el misticismo órfico sufre una variante: la experiencia 49. Cf. 10 [A 14] y las notas a 10 [A 9. 13. 14], 50. Cf. 10 [A 9] y las notas a 10 [A 9. 13. 14], 51. Cf. 10 [A 13]. 52. Cf. 10 [B 1,3134] y la nota correspondiente. 53. Cf. 10 [B 1,2425] y la nota correspondiente.

26  

INTRODUCCIÓN

de lo divino no tiende a manifestarse en la poesía por medio de mitos multicolores —en los que la vida representada es más más violenta violen ta y excitante que nuest nu estra ra vida vi da norm n ormal— al— , sino ino que se retrae hacia una interioridad sin rostro y se aparta de las figuraciones sensitivas. Quizá, el mediador de este cambio sea el propio Ferecides, con el que el mito se centra en una imagen más elevada y, sobre todo, el discurso a propósito del alma abandona la esfera de lo mistérico54. Por lo pronto, no estamos en condiciones de poder determinar si Ferecides ejerció una influencia decisiva sobre Tales o si, más bien, ocurrió lo contrario55. Tales es un personaje marcadamente apolíneo, y ya la le yend  ye ndaa misma que muy mu y pront pr ontoo surgió en torn to rnoo a su pe person rsonaa ponía de reheve su relación con Apolo56. Anteriormente, se ha mencionado ya a Apolo Delfinio, y no se deben olvidar las extrañas experiencias adivinatorias que en la tradición se atribuyen a Tales57. Con todo, hay un carácter apolíneo absolutamente primario, que en él se manifiesta por primera vez: la conquista racional, la elaboración victoriosa de un logos  abstracto. abstr acto. Y no me estoy refiriendo refirie ndo en especial especia l a los los descubrimientos astronómicos —un tanto fantasiosos— que le atribuye una tradición fluctuante y que, en cualquier caso, supondrían el empleo por parte del sabio de observaciones egipcias y babilónicas58, sino más bien a las asombrosas intuiciones y demostraciones geométricas que le atribuyen ciertas fuentes dignas de crédito59. Lo que aquí entra en escena es algo verdaderamente nuevo en la concepción del mundo. ¡Y eso es producto de la flecha de Apolo! También en este punto se podi’íasupensar en Ferecides mediador, ya que Pitágoras60, discípulo, sacará delcomo logos unas conclusiones muy parecidas en las lejanas ciudades griegas de Occidente. Quizá fue en aquel distanciamiento interior, en el descubrimiento de un alma divina sin pasiones ni colores, donde Tales llegó a encontrar sus formas abstractas. El alma —esta 54. Cf. 9 [A 4. B 5. 17. 22] y las notas correspondientes. 55. Sobre Sob re llaa cronolo cronología gía de Fere Ferecide cidess y de Tales Tales,, véanselas véanselas notas notas a 9 [B l ] y a 10 [B 1], Véase tamb también ién 9 [B 1 9 ] y la nnota ota ccorrespond orrespondiente, iente, más la nota nota a 10 [A 14], 14 ], 56. Cf. 10 [B 1] y la nota correspondiente. 57. Cf. 10 [A 2. 10. B 3. 12] y las notas correspondientes. 58. Cf. 10 [A 2. 8 . B 1. 3. 4. 11. 14. 15] y las correspondientes notas. 59. Cf. 10 [A 6 . B 1. 57. 10] y las notas correspondientes. 60. Cf. 9 [A 4. 6 . B 1. 5. 6 . 16. 22] y las notas correspondientes.

2 7   

INTRODUCCIÓN

realidad inmortal— tiene un origen dionisíaco, porque la poesía mistérica dice: «el alma, nada más abandonar la luz del sol...»61; pero también tiene origen apolíneo, ya que Aris teas, vinculado a Apolo Hiperbóreo, «decía que su alma, al abandonar abandon ar el e l cuerpo y volar v olar direct directamen amente te hacia el éte éter, r, atraatr a vesa  ve sabb a la t ier ie r r a » 62. E l misticismo apolíne apo líneoo de Tales, Tale s, del de l cual cu al procede el logos,  tiene también ascendencia dionisíaca. Y quizá qu izá sea precisam precis amente ente el e l agua —en en su mentalidad, mentalid ad, el m ar de Grecia— lo que simboliza la unión con los dos dioses: tanto con Apolo Delfinio y Didimeo, Didimeo, al que adora ad oraba ban n los marineros mar ineros de Mileto, como con el exultante DiónisosOsiris. 4.

Con Anaxim An aximand andro ro aparece ap arece una nueva clase de sabio que «insp ira ir a , al mismo mismo tiempo, tiempo, respeto respet o y temo te mor»6 r»633. Ya no es la dulz d ulzur uraa agresteaparece y arcaica Orfeo o que la lejanía difusa Epiménides; ahora unde personaje produce un de estremecimiento. Este sabio habla a los hombres directamente, en tono de provocación. Para lograr su propósito, asume una actitud teatral; le basta un solo gesto para dejar sentir su distancia, para comprometer al auditorio. Sólo en ese contexto podemos comprender un testimonio bastante extraño, según el cuall Anaxim cua An aximand andro ro fingía fingía la alucinación de la tragedia6 trage dia644. P ara ar a entender este aspecto contamos con la ayuda de F. Nietzsche, que en su explicación —francamente genial— del origen de la tragedia interpreta la acción dramática precisamente como la alucinación poseído por Diónisos65. mundo de la tragedia trage dia era er a del unacoro epidemia epidemi a visionaria visio naria, , algo que queEla los grieg griegos os les resultaba familiar; y la comunicación de esa capacidad contemplativa los arrastraba a participar en la celebración eleusina eleu sina.. Por P or su parte, Anaximandro A naximandro practica pra ctica personalmente personalmente esa alucinación; se presenta en público vestido con hábitos hieráticos, como el que contempla lo que nadie puede ver. De ahí que el sabio produzca terror, porque nadie puede apo61. Cf. 4 [A 67,1], 62. Cf. 6  [B 4b] y la nota a 6  [A 5], 63. Cita de Homero (II. 3,17  3 ,172), 2), qu quee Platón (Teeteto  18  1833 e) aplica a Parménides Parménides.. 64. Cf. 11 [B 8 ] y la nota correspondiente. 65. Véa Véase se F. Nie Nietz tzsch schee KG K G W I I I 1, 55760. 760.

28  

INTRODUCCIÓN

derarse de su visión y, por consiguiente, nadie puede saber a ciencia cierta si él ve realmente lo que dice que ve. Pero la sabiduría es engaño, como ya se insinúa en el viejo mito cretense de Diónisos y Ariadna. Ahora bien, de la obra de Anaximandro se ha conservado una frase que, al parecer, es auténticamente suya. Cabría preguntarse: ¿qué engaño se contiene en ella?, ¿a qué clase de alucinación se refiere? He aquí la frase: «Las cosas de donde viene el nacimiento a las cosas que existen son aquellas a donde tiende también su corrupción, según lo que debe ser; pues las cosas que existen sufren unas de otras castigo y venganza por su injusticia, según el decreto del Tiempo»66. Abordo la interpretación con una hipótesis arriesgada, a saber, que esta fórmula es como el desenlace de una majestuosa disputa dialéctica. Ya he hablado en otra parte del origen de la «dialéctica» —es decir, el «arte de la discusión»— a partir del enigma, y del hecho de introducir en la esfera humana y en un contexto agonístico el reto de la sabiduría, tal como viene impuesta por Apolo67. Si antes se hablaba del camino interior, ascético y geométrico del logos  abierto por Tales, esta otra vía, la que propone  Ana  A naxi xim m and an d ro, ro , y que es de natu na tura rale leza za di dial aléc écti tica ca,, serí se ríaa un segundoo camino —y gund — y en el texto texto citado tendríam tend ríamos os su test testimo imonio nio más antiguo—, un camino perverso y, a la vez, decisivo para el pensamiento de Occidente. El primer indicio proviene de un pasa pa saje je de Aristóteles sobre Anaxim An aximand andro ro en el que que se se dic dicee que «a partir de lo uno, se separan los contrarios que en él están prese pr esente ntes»6 s»611*. Desde luego, Arist A ristóte óteles les conocía la l a fra frase se de Anaxim An aximandro andro anteriormente citada; más aún, hay motiv motivos os para suponer esa frase derivó su definición del de l «principio «prinque cipioprecisamente material» m aterial» —de o físico— físico — del mundo, segú según n una perspe pe rspectiva ctiva histórica preconc prec oncebid ebida6 a699. Pero, en cualquier caso, éste es el único texto que nos brinda la oportunidad de confrontar directamente las palabras reales de Anaximandro con con la interpretación interp retación física de AristóArist óteles. Ahora bien, como veremos en seguida, la frase de Anaximandro no tiene un significado físico. Por eso, cuando Aristóteles, con referencia a Anaximandro, habla de los contrarios 66. Cf. 11 [A 1] y la nota correspondiente.

67. Véase G. Colli DN 4749; NF 7381. 68. Cf. 11 [A 5,67], 69. Véase la nota a 10 [A 12],

29  

INTRODUCCIÓN

en términos de su propia especulación física, se puede pensar que también aquí interpreta físicamente ciertas frases de  Ana  A naxi xim m and an d ro que, qu e, en sí, no tenían ten ían un sentido sentid o fí físic sico. o. De h echo, Aristóteles es totalmente incapaz de aportar un solo detallee en favor tall fav or de esa esa presunta doctrina de Anaxim Anaximandro andro sobre sobre los contrarios. Más aún, si sobre esta cuestión consultamos la obra de Teofrasto, veremos que —naturalmente— ratifica la declaración genérica de su maestro70, pero cuando pasa a documentarla media mediante nte una atribución al propio Anaximan A naximandro dro de ciertos detalles doctrinales, no ofrece un solo testimonio que haga referencia a los contrarios71. Por tanto, creo poder concluir que el razonamiento de Anaximandro, a partir de su enunciado fundamental, se desarrolla través de múltiples oposiciones que, sin duda, provienen de la enmarañada abstracción de un logos  dialéctico. Todo esto no es más que una primera hipótesis bastante  vaga  va ga que se basa ba sa en lo que pu p u d iera ie ra tra tr a s luc lu c ir de dell razonam razon amien iento to del propio Anaximandro. Pero resulta que lo que de ese razonamiento ha llegado hasta nosotros no hace sino confirmar la hipótesis. hipóte sis. Nacimiento Nacimiento y corrupc corr upción ión constituyen constituyen una antítesis, antítesis, aunque no de carácter lingüístico, que se usa dialécticamente, porque de su negación emerge la oposiciónunificación entre la realidad realid ad «de «de donde donde»» y la realidad realid ad «hacia don donde». de». Y eso eso abre camino a la oposición más importante, la que se da entre «las cosas» y «las cosas que existen». Aquí, el logos , es decir, el instrumento de la representación abstracta, intenta fijar lo irrepresentable, la palabra arrogante trata de entender lo que la palabra rechaza de por sí. Por un lado, para aludir al silencio deabsolutamente lo inexpresable, encontramos y,una pronominal indeterminada; pordesignación otro —en clara cla ra oposición— , un ssoolo predicado predic ado:: «ser», «existir», «existir» , o sea, sea, el signo de la apariencia. Pero el «ser» es abreviatura de la  vid  v ida, a, su p rop ro p ia esenc ese ncia; ia; y ahí, ahí , precis pre cisam amen ente, te, rad ra d ica ic a la ind in d icación más importante del pesimismo de Anaximandro. Por otra parte, el «ser» es una categoría suprema del pensamiento, que aparece por primera vez en el razonamiento de un sabio, para significar lo ilusorio. Nótese que el hecho de aislar y unir las categorías más universales es uno de los resultados típicos del arte dialécti70. Cf. TH [PHD 2,1618]. 71. Cf. TH [PHD 2,2025],

30  

INTRODUCCIÓN

co. En E n el fragmento de Anaxim Ana ximandr androo aparece apare ce también tam bién el te tema de la «necesidad»: la relación entre «las cosas» y «las cosas que existen» se establece «según lo que debe ser». Por consiguiente, lo que regula la oposición suprema y lo que, a través de ella, rige la entera concatenación del logos es la necesidad. En cambio, en el mundo de la apariencia lo que domina es el Tiempo, que se presenta aquí con el ropaje de una divinidad órfica. Es decir, en lo referente a «las cosas», el mistes  de Eleusis que se encuentra más allá del ser contempla la realidad existente como dominada por la necesidad, mientras que sus relaciones internas están regidas por el tiempo, que se concibe, a su vez — según según la visión visió n de Schope Sch openh nhaue auer— r— , como el «principio de individuación». Pero aún se abre una nueva oposición oposici ón dialéctica que que sirve sirv e de norma para pa ra la aplicación del «decreto de Tiempo». La destrucción de la realidad existente se define como «castigo» y como «venganza», que equivale a «hacer justicia». Pues bien, ¿cuál puede ser esa «injusticia» que se contrapone a la real re alid idad ad existente, sino sino su nacimien nacimiento? to? El hecho de que un individuo nazca, se separe y se aísle de la vida divina es una injusticia; en cambio, el hecho de que un individuo, así delimitado, se enfrente con otro individuo  y lo d estr es tru u ya, ya , es just ju stic icia ia.. A q u í es dond dondee el pesimismo pesimis mo meta meta físico de Anaximandro, para el que todo este mundo que nos rodea se conoce, se demuestra y se expresa como apariencia, se transforma en pesimismo moral, en el que el nacimiento es culpa e injusticia, y la muerte es expiación y venganza72. Todas estas reflexiones, que tratan de desentrañar un substrato dialéctico en el fragmento de Anaximandro, son meras conjeturas, sea por másotra queparte, por laelprecariedad del texto en que seaunque fundan.no Pero, apoyo más sólido en favor de esta hipótesis procede de la relación doctrinal, y quizá personal, entre Anaximandro y Parménides, una relación avalada por elementos objetivos fidedignos73. A su tiempo trataré de demostrar la extraordinaria capacidad dialéctica de Parménides. Sobre esta base, la investigación que he llevado a cabo anteriormente se podría considerar como una intei’polación con respecto a las relaciones entre de esta Véase, por ejemplo, 4 [A72.5.La8 .ascendencia 23. 31. 34.órfica 36. 55. 65,6.doctrina 69,4. Bes6evidente. 6 . 79,5], 73. Cf., sobre todo, 11 [A 1. 4. B 1], TH [PHD 2] y las notas correspondientes.

31  

INTRODUCCIÓN

 A naxi  Ana xim m andr an droo y Parmé Par méni nide des. s. P a r a una u na recon rec onst stru rucc cció ión n del de l texto perdido de Anaximandro se pueden imaginar otros caminos; y en ese aspecto el propio Aristóteles nos puede servir de gran ayuda. Por ejemplo, un pasaje de la Física , que por lo general se interpreta como una alusión a Anaximandro, dice entre otras cosas: «En realidad, es necesario que lo generado llegue a su término, y que el final sea inherente a todo tipo de destrucción»74. En ese texto se podría intuir una resonancia del logos de Anaximandro con sus inflexiones dialécticas. Puess bien, para Pue pa ra concluir, concluir, nos preguntamos preguntamos de nuevo: ¿Dón¿Dó nde está el engaño de Anaximandro? ¿Cuál es su sabiduría? Bien podría ser una máscara de la arrogancia a través de la invención del logos.  Con un lenguaje que no no levan levanta ta sospecha, el filósof filósofoo realiz r ealizaa la profana p rofanación ción del misterio; es decir, al ti tiemempo que introduce lo inexpresable en un discurso profano que que ratifica su carácter críptico, obliga a todos a aceptar el más allá del ser como norma intangible. Su actitud prepotente en un contexto el triunfo de su teatralidad. Frente al prohibido nivel niv el de ese esesignifica razonamiento razonamiento, , lloo que la Antigüedad nos ha transmitido sobre Anaximandro es muy poca cosa y, sobre todo, es falso. Es increíble que sobre él no nos haya llegado ni un solo testimonio del siglo V.  Y la raz ra z ón es que  Ari  A rist stót ótel eles es,, p o r el mero hecho de impo im pone nerr su in inte terp rpre reta taci ción ón física, cerró el camino hacia lo anterior. Fue Teofrasto el que recogió la exégesis aristotélica, que luego fue retomada, y hasta banalizada, por los comentarios posteriores. Pues bien, para defendernos de Aristóteles, no tenemos que apelar a sutilezas, sino negar globalmente su perspectiva. No habrá que reprocharle ni su falta de sentido histórico ni su tendencia a utilizar a los antiguos como precursores de sus propias doctrinas; lo verdaderamente importante es que Aristóteles ya no estaba en condiciones de entender aquellas palabras. Por eso, no nos queda otro remedio que asumir la onerosa tarea de profundizar y discutir a fondo sus testimonios explícitos e implícitos, prim primero ero — negativam negativamente— ente—,, con el fi fin n de despejar desp ejar el camino de todos los obstáculos que a causa de sus propias interpretaciones nos impiden una auténtica aproximación a  Ana  A naxi xim m andr an droo y, en segundo lu luga garr — posit po sitiva ivam m ente— ent e— , p a r a poder po der utiliz u tilizar ar en su contra lo lo que que él mism mismo, o, aunque de manera indirecta, deja traslucir del original. 74. Cf. 11 [A 3,68] y la nota correspondiente.

32  

INTRODUCCIÓN

Como la tradición estaba dominada por esa tendencia peripatética, los testimonios sobre Anaximandro giran en toino a categorías de carácter físico, sin duda porque Teofrasto se afanó por po r bus b usca carr en los escritos escritos del milesio todo lo que pudiera pud iera adecuarse a su propia perspectiva. Pero habrá que conceder, con todo, que en el conocimiento de este sabio se expresaba también un interés que podría cabficarse de científico. A este respecto, la información más fidedigna es la que le atribuye el trazado del primer mapa geográfico, en el que se mostraban los contornos de la tierra y del mar75. Pero los testimonios sobre la visión cosmológica y astronómica de Anaximandro plantean un cúmulo de perplejidades. A mí, personalmente, me da más bien la impresión de que su propósito fue contar mitos de apariencia sensible, contraponiéndolos teatralmente a los mitos sobre los dioses que habían contado Orfeo, Museo  y Epim Ep imén énid ides es.. También Tambi én en este punto pun to conc co ncre reto to,, Parménid Parm énides es seguirá a Anaximandro. Esta impresión se confirma por ciertos testimonios —si estamos dispuestos a admitirlos— como los relativos a la naturaleza del sol, de la luna y de las estrellas, que Anaximandro habi'ía concebido como grandes ruedas rodeadas de anülos huecos, pero llenos de un hálito abrasador; lo que nosotros percibimos de los astros es sólo el escape de esa emanación por los agujeros de los anillos76. Porr tanto, las teorías de Anaximandro Po Anaxim andro son com como la invención invención artística de una imaginación delirante, cuya única preocupación consiste en persuadirnos de que lo que vemos a nuestro alrededor no es más que la apariencia de una apariencia. Otra teoría curiosa —y sin duda fidedigna— es la referente al origen másnacían remotodentro de la de vidalosdel hombre: en un principio, los hombres peces y permanecían en su  vie  v ient ntre re hasta ha sta la edad eda d adu ad u lt lta7 a777.  A prop pr opós ósito ito del «decreto «decr eto de Tiemp Tie mpo», o», J a e g e r habl ha blaa de un lenguaje judicial en Anaximandro78. Pero más que judicial, se trata de un lenguaje político. De hecho, Anaximandro fue el primero en introducir el término arché 79, 79, colocándolo como cúspide. Sólo más tarde la palabra significará principio abs75. Cf. 11 [B 5. 6 ] y la nota a 11 [B 5], 76. Cf. 11 [B 9. 16. 20. 22] y las notas Correspondientes. 77. Cf. 11 [B 15. 20. 22] y las notas correspondientes. 78. Véase W. Jaeger, Theology  207. 79. Cf. TH [PHD 2,34] y la nota a 11 [B 1].

33  

INTRODUCCIÓN

tracto, elemento. En tiempos antiguos, tenía el significado de origen o de inicio y, por otra parte, el de soberanía, dominio, poder absoluto, magistratura, autoridad. Habrá que suponer que, en Anaximandro, el término englobaba ya esos dos significa nif icados. dos. Su pala p alabr braa era una orden; y la filigrana del m mund undoo que ella transmitía era también un mandato. El mundo es  polis lis',',  y la relación entre este mundo y lo que está más una  po allá de él está regulada por la necesidad («como tiene que ser»); pero dentro del mundo la relación entre «las cosas que existen» está sometida a los dictados del «decreto de Tiempo». Aparecen aquí otra vez, detrás de la fluctuante figura de Anaxim An aximand andro, ro, los dos dos dioses dioses,, separados separad os y unidos al mis mism mo tiempo. El dominio a través de la palabra es una manifestación de Apolo, como también lo es el desarrollo del logos  por los meandros de sus enigmas dialécticos. Pero en el fondo aparece también el otro dios, como lo revela la indumentaria trágica trág ica del sabio. Jamás Jam ás se había hab ía formulado de modo modo tan sutil sutil la futilidad de la vida individual, es decir, la doctrina de Diónisos; y nunca más se formulará de esa manera. El sabio es la boca de Diónisos cuando afirma —con referencia claramente eleusina— que «las cosas de donde» y «las cosas hacia donde» son aquellas de las que deriva toda contradicción y en las que toda contradicción se resuelve. 5.

Sobre la vida de Anaximenes poseemos muy poca información, que él nació en Mileto fues bien discípulo de A naxim naexcepto ximan andr dro8 o800.también Parece Par ece que su existencia fuey más má br b re ve881. Sobr  ve So bree su p erso er son n alid al idad ad no tenemos tenemos ni un solo dato, dat o, y de su obra ob ra no nos ha llegado más que un fragmento fragm ento que sepuesepuede considerar auténtico, aparte de varios testimonios sobre doctrinas físicas, cuya tradición se remonta casi siempre a Teofrasto. Teofr asto. Po P o r tanto, nuestra atención atención se se deberá deb erá cen c entra trarr en el único fragmento original82 que, por suerte, encierra una gran i’iqueza ’iqu eza de pensamiento. «Igual «Igu al que nuestra nue stra alma, que es es aire, nos ciñe totalmente, así también el viento y el aire envuelven 80. Cf. TH [PHD 6,12], 81. Cf. 12 [B 3] y la nota correspondiente. 82. Cf. 12 [A 1] y la nota correspondiente.

34  

INTRODUCCIÓN

todo el universo». todo unive rso». Este Est e breve bre ve fragmento nos nos brin br ind d a una segunsegunda oportunidad para par a confrontar dir direct ectamente amente las palabras pala bras de un sabio con la correspondiente interpretación aristotélica. Por su parte, Aristóteles no parece especialmente interesado en el contexto de Anaximenes; lo único que hace es extraer del texto un solo elemento, el aire, para encuadi’arlo apresuradamente en su genérica interpretación de carácter físico83. Examinemos ahora la afirmación explícita y las resonancias que pueden derivarse de las pocas palabras de este fragmento de Anaximenes. Ante todo, el escueto enunciado de la suprema doctrina mística en la que se identifican atman  y brahman , y según la cual la esencia interior del individuo es una sola cosa con la esencia objetiva del mundo. Ya de este enunciado se deduce como evidente el empleo simbólico del término «aire». Lo que «nos ciñe totalmente», la interioridad, lo escondido que hace que nuestro ser individual se manifieste tal como aparece, no es en sí mismo una cosa que se pueda ver; el hecho de que Anaximenes lo llame «aire» obedece obe dece a una intención intención divulgativa. Lo que quiere qu iere Anaximenes es exponer en términos sensibles una oposición metafísica. Para convencernos de ello baste recordar la concepción del alma que tenían sus antecesores. Según Tales, el alma del imán no no es perceptible percep tible por p or los sentidos. sentidos. Y eso eso mis mismo mo se puepu ede decir de la doctrina afín de Ferecides sobre el alma. Y si nos remontamos aún más atrás, el alma de la que Aristeas afirma que «vuela» lejos del cuerpo no es perceptible por los sentidos, como tampoco lo es el alma órficodionisíaca, encarcelada en un cuerpo que es extraño a su naturaleza. Por su pa parte, rte, Anaximenes está está intrínsecamente intrínsecamente vinculad a sus su s antecesores, como lo demuestra el fragmentovinculado que nosoha llegado. Por lo demás, hay otro testimonio que dice que Anaximenes consideraba el «aire» como una divinidad84, lo cual recuerda inmediatamente la identificación establecida por Tales entre almas y dioses. dioses. Y eso, eso, sin contar con tar con que en la poesía de Museo y de Epiménides hay huellas de una personificación del aire, concretamente en el dios Eter85. Porr otro lado, la estruct Po est ructura ura del fragmento de Anaxi Anaximene meness es bien clara. Y aquí reapare reap arece ce la enseñanza de de Anaximan Anaximan 83. Cf. 12 [A 2] y 11 [A 215], 12 [A 3. 4] y las correspondientes notas. 84. Cf. 12 [B 5] y la nota correspondiente. 85. Cf. 5 [B 14] y, además, 8 [B 3] con la nota correspondiente.

35  

INTRODUCCIÓN

dro. Con las expresiones «nos ciñe totalmente» y «envuelve» se alude, sin duda, duda , a una relación de poder, poder, por po r la cua c uall lo interior, lo excelente, ejerce un dominio sobre lo corpóreo, sobre la apai’iencia ap ai’iencia del mund mundo. o. Y también aquí se establece un oorrdenamiento político en el que se encuadran el individuo y el mundo, se decreta una ley y se atribuye una soberanía. La esfera del individuo y la del mundo están perfectamente equilibradas: brad as: una pote potenci nciaa únic únicaa —e — el aire— aire— invade las las dos dos esferas; en cuanto alma, sostiene la apariencia del cuerpo y, en cuanto  vien  vi ento to,, envu en vuelv elvee la ente en tera ra m ultip ul tiplic licid idad ad apa ap a ren re n cial ci al d el mundo. Como Co mo en el caso caso de Anaxim Ana ximand andro, ro, el resto resto de las inform in formaaciones sobre Anaximenes se refieren a doctrinas de carácter físico que, probablemente, se nos han transmitido mediante la selecci selección ón elaborada elaborad a por p or Teofrast Teofrasto. o. E l tema tema preferido prefer ido pai’e pai’e ce ser el de la meteorología. Su postura es semejante a la de  Ana  A naxi xim m and an d ro, ro , y sólo se pued pu edee lla ll a m a r «científic «cien tífica» a» en cuanto revela rev ela su curiosidad por po r llegar a una explicación explicación del ffenómeenómeno natural. natu ral. Pero Pe ro no muestra el má máss míni mínimo mo interés por po r determinar claramente los límites y los condicionamientos de su indagación, de modo que sus explicaciones parecen fundadas máss en una pu má p u ra fantasía fant asía que en una conexión conexión de de argument argumentos os o en datos de observación. Ya se ha apuntado antes la tendencia de Anaximandro a mostrar que un fenómeno es la manifestación de lo aparente; Anaximenes, por su parte, se dedica más bien a descubrir extrañas analogías entre los diversos fenómenos, consecuentemente referidas a un panorama intuitivo. Ese es el caso, por ejemplo, de su representación de la tierra, en la que nos propone una doctrina semejante a la de Tales86. Según Anaximenes, la tierra —aLomodo de tapadera— sobre el aire que está debajo deflota ella87. mismo puede decirse sobre su observación de que el aliento es caliente cuando se respira a boca abierta, pero es frío cuando se hace con la boca b oca entreab ent reabiert ierta8 a888. E l sol desaparec desap arecee de noche porque pasa por detrás de las elevadas cadenas montañosas que se alzan en el norte de la tie t ierr rraa 89. Y el choque choqu e entre en tre dos cuerpos de diferente consistencia provoca toda una serie de fenómenos luminosos, que se entremezclan por medio de una 86. Cf. 10 [A 12,1415. 15. B 9] y las notas correspondientes. 87. Cf. 12 [A 5], 88. Cf. 12 [B 7] y la nota correspondiente. 89. Cf. 12 [A 7. B 3,34. 13,2327] y las notas correspondientes.

36  

INTRODUCCIÓN

imaginación de lo lo más peculiar. peculiar. Con esa analogía se describen  y expl ex plica ican n el ra r a y o , el arco ar co ir iris is y los destellos destello s que emite emite de noche el agua del mar cuando los remos de una barca golpean sus olas90. 6.

Con Onomácrito, el sabio entra en la escena política. Así se encuentran dos esferas que hasta entonces habían permanecido separadas; pero parece que ese encuentro no fue del agrado de la sabiduría. Cierto que ya antes encontramos a Tales en el campamento de Creso, donde con una estratagema consigue que su ejército pueda vadear un río91; y lo sorprendemos cuando aconseja a los jonios la adopción de una estructura política confederal92. Sabemos, igualmente, que Anaximandro fue gobernador de la colonia milesia de  Apo  A polo loni nia; a; de hecho, hech o, en las excav exc avac acion iones es de Mileto Mile to se ha encontrado una estatua del siglo VI en la que está grabado su nombre93. Pero resulta que en esos casos es el poder político el que con humildad se dirige al sabio y, a la vez que reconoce sus egregias cualidades, le ruega que intervenga en favor de la comunidad ofreciéndole una parte de su sabiduría. El caso de Onomácrito es bien distinto. Los desterrados partidarios de Pisistrato lo llevan ante el rey de Persia, como dócil instrumento de sus ambiciones políticas94. Nos lo cuenta Heródoto, que deja traslucir su antipatía hacia Onomácrito y que, por eso, quizá carga demasiado las tintas. Sin embargo, la situación de objetiva está fue bienlarga clara. asociación con los partidarios Pisistrato y, La probablemente, hasta gravosa para Onomácrito; de hecho, duró desde los tiempos de su amistad con Hiparco, en un período comprendido entre los años 5 2 8   y 5 1 4  a.C., cuando se truncó bruscamente, hasta su permanencia junto al gran rey, hacia el año 4 8 5  a.C. Sin embargo, la personalidad de Onomácrito resulta muy atractiva, aunque sus contornos están poco definidos por una 90. Cf. 12 [B 10a. 11. 13,3538] y las notas correspondientes. 91. 92. Cf. Cf. 10 10 [A [A 3] 4] yy la la nota nota correspondiente. correspondiente. 93. Cf. 11 [B 19] y la nota correspondiente. 94. Cf. 13 [A 1] y la nota correspondiente.

3 7  INTRODUCCIÓN

 

tradición muy avara que sólo transmite unas leves alusiones al personaje. La precoz degeneración de la sabiduría, subyugada por el poder político, se trasluce no sólo en la actividad primaria de Onomácrito, sino también en su misma ambigüedad. De hecho, el personaje fue, al mismo tiempo, sabio —por su condición de adivino— y divulgador de una sabiduría más antigua95. Con respecto a la poesía órfica, leemos: «Las ideas son de Oi’feo, pero Aristóteles dice que fueron traducidas en versos épicos por Onomácrito»96. Nuestra perplejidad se acrecienta por otros dos datos: primero, que Onomácrito fue uno de los protagonistas de la redacción de la poesía homérica, que se completó en la época de Pisistrato97; y segundo, que hay versos de Homero o de Hesíodo que se atribuyen a Onomácrito9”. También aquí podemos verlo en una doble perspectiva: pectiv a: la del d el creado crea dorr y la del organiz organizador. ador. Sin embargo, embargo, eso esos datos tan genéxicos nos dejan un amai’go sabor de boca, pues desearíamos saber algo más. En resumen, el nombre de Onomácrito va unido a múltiples —quizá demasiadas— sugerencias: ante ante todo, todo, cultivó el arte de la adivin ad ivinació ación, n, es decir, decir, fue un sabio apolíneo; y, por otra parte, «estableció los ritos secretos de Diónisos»99, es decir, fue un sabio dionisíaco; representó un punto culminante de la actividad divulgativa, en su calidad de juez y de organizador —qu — quee unifica y separa— sep ara— frente a las dos dos grandes tradiciones de la poesía órfica y de la poesía homérica; fue un poeta y, a la vez, un erudito, sin que se pueda determinar cuál de esas dos facetas fue la más dominante.

7.

Este volumen se cierra con una edición de los fragmentos que d e lo loss físic físicos os,,   se conservan de la obra de Teofrasto Opiniones de en concreto del primer libro sobre los principios. Se trata ahora aho ra de justific ju stificar ar esta esta inserci inserción. ón. Como ocurre con los tres sabios de Mileto que se presen95. Cf. 96. Cf. Cf. 97. Cf 98. Cf. Cf..

13 [A 1 ,46 ,4 6], ], 13 [A 2] = 4 [A5 6 ] y la not notaa a 4 [A 5 6 ]. 1133 [B 10] nota correspondie correspondiente. nte. [B 810 . ]9 y] ylalas notas correspondientes.

99. Se trata de una declaración de Pausanias; cf. 4 [B 1] y la nota correspondiente.

38  

INTRODUCCIÓN

tan en este libro, es frecuente constatar la casi total ausencia de fragmentos originales y testimonios antiguos, hasta finales del siglo V. En todos estos casos, las informaciones más antiguas sobre los sabios son las que nos ofrecen Aristóteles  y Teofras Teo frasto. to. Las La s que prov pr ovie iene nen n de Arist Ar istót ótele eless se encuen enc uentra tran n diseminadas por diversas obras y no responden a un plan preconcebido de documentación verdaderamente histórica; por eso, las en cadaparte caso. de Enuna cambio, suministradas pordiscutiremos Teofrasto forman obra las expresamente dedicada a las doctrinas de los sabios, a los que, según la denominación que les da Aristóteles, se llama «físicos». A  juzz gar  ju ga r p o r los fragm fr agment entos os que se han cons co nser ervv ado, ad o, la finali fin alida dad d de esta obra consistía en proporcionar una documentación histórica histó rica;; y como, como, por po r otra parte, par te, podemos podemos suponer que ta tan nto  Aris  A ristó tótel teles es como como Teofrasto Teofr asto disp di spon onían ían del de l mismo m ater at eria iall inin formativo form ativo,, el v alor alo r que que tienen tienen p ara ar a nosotros est estos os frag fragment mentos os recogidos por Teofrasto son de capital importancia. A eso habrá que añadir el hecho de que gran parte de los testimonios posteriores al siglo IV provienen, a través de diversos intermediarios, de la obra del propio Teofrasto. La nueva edición de la obra de Teofrasto que se presenta aquí se distingue de las ediciones precedentes por los criterios de edición y por los resultados. Por lo general, e incluso en ciertos casos concretos, las divergencias o convergencias entre las diversas informaciones exegéticas de Aristóteles y de Teofrasto se reseñan en el comentario. A favor de los testimonios de Teofrasto —y en contra de Aristóteles— está la atención a las relaciones entre discípulo y maestro, las referencias cronológicas y las conexiones doctrinales entre diversos sabios. Por otra parte, el objetivo específico de los su obra circunscribe el trabajo a una selección de las doctrinas físicas; física s; por p or eso eso, hay que tener presente que, een n ciertas ocasiones, toda la documentación sobre un sabio, transmitida en su mayor ma yor parte p arte por p or Teofrasto, Teofrasto, refleja en realida real idad d só sólo lo un un aspe aspecto cto de las opiniones de dicho sabio, quizá las menos importantes. Pero, por otro lado, también se presta atención a los fallos de la obra, que revelan en el discípulo una lejanía mucho mayor que la del maestro con respecto al mundo de los sabios. Pollo general, la interpretación de Teofrasto recoge a la letra las diferentes posturas de Aristóteles, a veces incluso simplificándolas y esquematizándolas excesivamente. Hay ocasiones en que la arbitrariedad interpretativa de Aristóteles permite 39

 

INTRODUCCIÓN

penetrar a través de ella e intuir cómo sería el original; pero eso no puede pasar con las simplificaciones exegéticas de Teofrasto fras to,, que persiguen una monó monóto tona na uniformidad doctrinal doc trinal y tratan de unificar, mediante una burda construcción histori cista, las más diversas actitudes del pensamiento.

 

LA

SABIDURÍA

GRIEGA

 

 Sigg norum  Si nor um explica xpli catitioo (α )

littera adde adden nda

[α]] [α

lilitt tteera in codice removenda

{a} [α]] [α

littera in papyro papyro remo remove vend ndaa litte littera ra in papyro deperdita, deperdita, coniectura suppleta

tcccca tcc ccaff

loci corrupti

[ ... ]

punctis punctis num numerus erus litterarum indicatur, quae quae perierunt

***

lacuna

 

EPIMENIDES

 

A



[A i]

Κρήτες άεί ψευσται, κακά θηρία, γαστέρες άργαί. άργαί.

(3 Β 1 DK) (3Β DK ) Paulus, Paulus, ad Tit. ι , ΐ2 ΐ 2 (Buttmann: εϊττέν τις έξ αύτώ αύ τών, ν, ίδιος αύτώ αύ τώνν προφήτης · « Κρήτε ρήτεςς ... άρ γ αί »)



[Α 2]

καί

 γ ά ρ ε γ ώ γένος είμΐ Σελήνης ή ϋ κ ό μ ο ι ο ,   λέ οντ ντα α* ή δ ε ι ν ό ν φ ρ ί ξ α σ ’ ά π ε σ ε ί σ α τ ο Θήρα λέο ε ν Νεμέαι δ’ άγχουσ’ α ύ τ ό ν διά πότνιαν "Ηραν  < Θείη  ϊς  ϊ ς έδάμα έδάμασσε σσε βίης Ήρακληείης Ήρακληείης ) .

(3Β2 DK) Aelianus, De nat. anim. 12, 7 (i 296,2529 Hercher: καί μέντοι καί τόν Νεμεαΐον λέοντα της σελήνης έκπεσεϊν φασί; λέγει γούν καί τά Έπιμενίδου Ιπη * « καί ... “Ηραν»)

8 [ Α 1]  Cle lem m. Al Alex ex.. Strom. Strom. 1,59   (n 37·21 Stähli Stä hlinn : τόν δέ έβδ έβδομο ομονν ο! μέν Περίανδρον είναι λέγουσιν ... οΐ δέ ΈπιμενΙδην τόν Κρήτα [δν "Ελληνικόν οίδε προφήτην] [seel. Wilamowitz], ού μέμνηται ô όπτόστολο; Παύλο; έν τήι πρό; Τίτον έιτιστολήι) : Hieron. Comm, in ep. ad Tit. 6066  Migne: dicitur autem iste uersiculus in Epimenidis Cretensis (vu 60 poetae Oraculis reperiri ... denique ipse liber Oraculorum titulo praenotatur): Hieron. Ep. 70  (1  66 6666  Migne: cuius heroici hemistichium postea Callimachus usurpauit [Callim. Hymn. 1,8]) 8  [A 22]]  He Hero rodo doru russ ap ap.. Tatian Tatian.. 28  (πώ; ούκ ήλίθιον πιθέσθαι τοϊ; Ήρο

δώρου βιβλίοι; β ιβλίοι; περί περί το τοΰΰ καθ’ καθ’ ‘Η ‘Ηρρακλέα λέα λόγον, γ η ν άνω κηρύττουσιν κατελ κα τεληλυ ηλυθέν θέναι αι τε ά π ' α ύ τή τή;; λέοντα τόν ύφ ύφ’’ Ήρακλέον; φονευ φονευθέ θέντ ντα; α; ) 3 έν ... δγχουσ’ Diels (cf, Euphor. 47.3): έν νεμεαία άγονα'   vel έν νεμεαιαν άγουσ’   codd.: έν Νεμέαι άν&γουσ'  Bentley Hercher: έν Νε μέα έαι,ι, άγ άγαγ αγοο ΰσ’ ΰσ ’ Scho Schoeman emann: n: έ; Νεμ εμέέαια ιανν άγου άγ ουσ’ σ’ Gesner 4 add. Diels, cf. Hes. Xheog. 332

44

 

 A  8 [A 1 ] Cretenses siempre embusteros, bichos malos, estóestómagos gandules. PABLO DE T a r s o ,

Carta a Tito 1,12 (Uno de ellos, un agore-

ro de su tierra, dijo: «Cretenses ... gandules»)

8 [A 2 ] Pues Pu es yo también soy hijo de Selene de hermosa cabellera, que con violenta sacudida ahuyentó a un fiero león; lo estranguló en Nemea por medio de la veneranda Hera. < L a fuerza divina del del po poder der de Heracles Heracles lo lo domó>.   12,7 (Enyaefecto, dicen decayó lo loss animales que el león de Nemea de la luna. Pues lo dicen los   versos de Epiménides: «Pues ... Hera») E l i a n o , Natural  Naturaleza eza

8  [A 1]  Kin Kinke kell 2 3 4 ; DK 1  3 1 3 2 ; Kern 11   1 7 5 ; Freeman 3 1 ; FGrHist 4577 F 2, iu B 3 90 ; Giannantoni Pres,  i 3839 45 8  [A 2]  Ki Kink nkel el 2 3 6 ; DK 1   32 3 3 ; Freeman 3 0 ; FGrHist 457 F 3 , in B 390 ; Giannantoni Pres.  I 39

45

EPIMENIDES

 

s

[a 3]

Ικ του καλλίκομος γένετο χρυσή ’Αφροδίτη Μοϊραί τ’  αθάνατοι καί Έρινύες αίολόδωροι.

(3Β19 DK) Scholia Soph. Oed. Col. 42 (399 Papa georgiu georg iu : Επι Ε πιμε μενί νίδη δηςς Κρόνου Κρόνου φησί τάς Ευμενίδα Ευμενίδαςς · « Ικ ... αίολόδωροι »)

8  [ α 4] ουκ άρ’ εην γαίης μέσος όμφαλός ουδέ Θαλάσσης * εΐ δέ τις εστι, Θεοΐς δήλος θνητοϊσι δ5 άφαντος.

(3Β11 DK) Plutarchus, De def. orac. i, 409 e (ni 59, 14 21 PatonPohlenzSieveking: άετούς τινας ή κύκνους ... μυθολογοϋσιν άπό των άκρων τής γής έπΐ τό μέσον φερομένους είς ταύτό συμπεσεΐν Πυθοΐ περί τόν καλού μενον νον όμφα όμφαλό λόνν · ύστερον δέ δέ χρόνωι χρό νωι τόν τ όν Φαίστ Φα ίστιο ιονν Έ π ι μενίδην έλέγχοντα τόν μύθον έπΐ τού θεού καί λαβόντα  χρησμόν άσαφή άσαφή καί καί αμφίβ αμφίβολ ολον ον είπεΐν · « ούκ ούκ ... άφαντ άφαντος ος »)

έν δέ τώι τότε  χρ  χρόό ν ω ι τής στάσεως ακμήν λαβού  σης μάλιστα, καί του δήμου διαστάντος, ήδη δόξαν  Ιχωνν ό Σόλων Ιχω Σ όλων παρήλθεν είς τ ό μέσον άμα τοΐς πρώτοις των ’Αθηναίων, καί δεόμενος καί διδάσκων Ιπεισε 5 τούς εναγείς λεγομένους δίκην ύποσχεΐν καί κρι  θήναι τριακοσίων άριστίνδην δικαζόντων. Μύρω 

8  [α 5]

νος δέ καί του μετέστησαν Φλυέως κατηγοροϋντος οί  Ιάλωσαν άνδρες, οί ζώντες, των 6’ άπο θανόντων τούς νεκρούς άνορύξαντες Ιξέρριψαν υπέρ ίο τούς όρους, ταύταις δέ ταΐς ταραχαΐς καί Μεγα

8  [ A 3 ]  Tz Tzeetze tzes ad Ly Lyo. o. (406  Sebastiani) 2   Μοϊραί

τ   ’]

μοϊραι S’ L

8  [ A 4 ]  1 οούύκ δρ’ Ιη Ιηνν SSchwa chwartz rtz (cfr. He Hes. s. Op. Op. 1 1 ): oöte γάρ flv codd.

γα ίη;; Xy γαίη Xyland lander: er: y f jj co codd dd.. oOSè] οΰτε E 8 [A 5]  8 [  [A A 8 . 9. B 1 ]: 10 [B 1 2 ]: Por Porphy phyr. r. De absti abstin. 2,21 3 π ρ ώ τ ο ς S b: àplorois àplo rois Sm SmY Y

15 πρ προφ οφαίν αίνεσθ εσθαι αι Stephanu Stephanuss : ττρο ττροσ σ

46  

EPIMÉNIDES

8 [A 3 ] De él nació nació la dorada dorad a Afrod Af rodita ita de bella bel la cabellera  y las M oiras oir as inmort inm ortale aless y las F u rias ri as de multiformes multifo rmes presentes. ESCOLIOS a EDIPO EN COLONO  DE SÓFOCLES 42 (Epiménides dice que las Euménides [son hijas] de Cronos: «Por eso ... multicolores») 8 [ A 4 ] E n realid rea lidad ad,, no había hab ía ningún omblig ombligoo en el centro de de la tierra ni del mar. Y si hay alguno, es visible para los dioses, pero invisible para los mortales. PLUTARCO, Sobre la corrupción de los oráculos  1 (Se cuenta

el mito de que unas águilas o cisnes, llevados desde la extremidad de la tierra hacia el centro, se reunieron en Delfos, alrededor del llamado ombligo [del mundo]; posteriormente, Epiménides de Festo habría sometido a crítica el mito frente al dios y, después de obtener una respuesta poco clara y ambigua, habría comentado: «En realidad ... mortales»)

8 [A 5 ] En aquella aquella ocasión, cuando el motín había había alcanzado su su punto culminante y el pueblo estaba dividido, Solón, que ya gozaba de gran prestigio, se plantó en medio [de la asamblea] con los jefes de los atenienses, y con súplicas y argumentos logró persuadir a los que eran considerados como malditos para que se sometieran a proceso y fueran juzgados por trescientos jueces de ascendencia aristocrática. Debido a la acusación del fiscal, Mirón de Flía, los reos fueron condenados: a los vivosexhumados se los envió al exilio, yfuera los cadáveres de los[del muertos fueron y arrojados de los límites país].  A causa causa de de es esos distu disturb rbio ioss y ante ante el el ataq ataque ue de de lo los de de Me Megara, ara,

8  [A 3]  Kinke Kinkell 2 3 5 ; DK 1  3 6 ; Rose 8 6 ; Wilamowitz Glaube  1  4 0 5 ; Freeman 3 0 ; FGrHist 45 4577F 7 , ni B 3 9 1 ; KP π 35 3588 3 5 9 ; Giannantoni Pres,  i 4 2 ; SG i 268269 8  [A 4]  Kinke Kinkell 2 3 4 ; DK 1   34 3 5 ; Kern 11   1 7 6 ; Freeman 3 0 ; FGrHist 4577 T 6, in B 38 45 3899 ; Giannantoni Pres.  1   4 1 ; Mazzarino 49 8  [A S]  Diels E K 38 388839 3922, 398 3 9 9 ; DK 1  30 , 3 4 ; Nilsson 1  6 18 6 1 9 ; Dodds Irr.   1 7 5 ; Freeman 2 9 ; FGrHistT 4 , ill B 38 3877, 1 6 388 ,9 ; Giannantoni Pres.  I 3 5 36 , 4 1

4 7 

 

EPIMENIDES

ρέων συνεπιθεμένων, άπέβαλόν τε Νίσαιαν οΐ Αθηναίοι, καί Σαλαμίνας Ιξέπεσον αύθις, καί φόβοι  τινές έκ δεισιδαιμονίας άμα καί φάσματα κατείχε  τήν πόλιν, οί τε μάντεις άγη καί μιασμούς δεο  ΐ5 μένους καθαρμών προφαίνεσθαι διά τών ιερών ήγόρευον. ουτω δή μετάπεμπτος «ύτοΐς ήκεν έκ  Κρήτης Επιμενίδης ό Φαίστιος, ον έβδομον εν τοϊς σοφοΐς καταριθμοϋσιν Ινιοι τών ού προσιε  μένων τόν Περίανδρον, έδόκει δέ τις είναι θεοφιλής  äo καί καί σοφός σοφός περί ερ ί τ ά θεία τήν ενθουσιαστικήν καί τελεστικήν σοφίαν · διό καί παΐδα νύμφης όνομα  Βλάστης καί Κούρητα νέον αύτόν οί τότ’ άνθρωποι προσηγόρευον. έλθών, δέ καί τώι Σόλωνι χρησά  μενος φίλωι, πολλά προϋπειργάσατο καί προωδο  25  ποίησεν αύτώι τής νομοθεσίας, καί γάρ εύσταλείς  έποίησε ταΐς ίερουργίαις καί περί τά πένθη πραιο  τέρους, τινάς αφελών πρός τ ά  ευθύς άναμείξας κήδη, καίθυσίας τό σκληρόν καί τό βαρβαρικόν, ώ ι συνείχοντο πρότερον αί πλεΐσται γυναίκες, τ ό   δέ μέγιστο μέγιστονν * ίλ ίλασ ασμο μοΐς ΐς τισι τισ ι καί καθα καθαρμ ρμοΐ οΐςς κα καίί  3ο δέ ίδρύσεσι κατοργιάσας καί καθοσιώσας τήν πόλιν,  ύπήκοον του δικαίου καί μάλλον ευπειθή πρός  όμόνοιαν κατέστησε,  λ  λέέ γ ε ται τα ι δε τήν Μουνυχίαν  ΐδών καί καταμαθών πολύν χρόνον, είπεϊν πρός  35 το τούς ύς πα παρό ρόντ ντας ας ώς τυφλόν Ιστι του μέλλοντος άνθρωπος · έκφαγεΐν γάρ άν ’Αθηναίους τοϊς αύτών  όδουσιν, προήιδεσαν δσα τήν πόλιν άνιάσει εί τό χωρίον ... ’Επιμενίδης μέν οΰν μάλιστα θαυ   μασθείς, καί χρήματα διδόντων πολλά καί τιμάς  4° μεγάλας τών Αθηναίων, ούδέν ή θαλλόν άπό   τής ίερας έλαίας αΐτησάμενος καί λαβών, άπήλθεν.  g4,20-g ,20-g6,2 6,2 Ziegler) (3Α4, Bio DK) Plutarchus, Sol. 12 (ι ι,  g4

19 θεοφιλή; cf. 8  [ Β 1,15 1, 15]]

2 2 Κούρ Κούρητα ητα νέον cf. 8  [Β 1,69]

φα(νε α(νεσθ σθαι αι codd codd.. 16 δή S : δέ Y 2 0 περί τ ά θεί θεία] α] del. del. R ei eist stee 2 2 Βλάσ Βλ άστη; τη; Zi Zieg egle lerr (c (cf. f. Sud. Sud. s. v. Έπιμ.) Έπ ιμ.) : βάλτη βά λτη;; codd codd.. 24 προϋπειργάσατο S: προσνττειργάσατο Y 2 5  εύσταλεΐ;] εύοτα θεΐ; Her Herwer werden den 26 τα ταίΐ ίΐ Ιερουργίας Ιερουργίας S : τ ά ; Ιερουργ Ιερουργία; ία; Y

48

EPIMÉNIDES

 

los atenien atenienses ses perdieron perdier on Nisea y fueron fu eron expulsados otra  vez de Salamin S alamina. a. L a ciudad ciu dad fue p resa re sa de temores rel religio igio-sos y de oscuros presagios, mientras los agoreros proclamaban que los sacrificios manifestaban contaminaciones y culpas que exigían purificación. En medio de ese clima, se hizo venir de Creta a Epiménides de Festo, al que algunos de los adversarios de Periandro catalogaban como el séptimo entre los sabios. Tenía fama de ser un predilecto de los dioses y buen conocedor de los misterios divinos divinos en lo referente a la sabidu sab iduría ría entusiás entusiástica tica e iniciática. De ahí que la gente de la época lo reconociera como hijo de la ninfa Blaste y lo llamara el joven Curete. Al llegar, se puso en contacto con Solón, tratándolo como a un amigo, y tomó diversas medidas con las que le preparó el terreno para su legislación. Puso en orden los servicios sagrados y suavizó las manifestaciones de duelo, conjugando inmediatamente los ritos fúnebres con sacrificios, y eliminó las crueles asperezas a las que antes se veían sometidas la mayor pai'te de las mujeres. Pero lo más importante es que, después de restablecer la pureza de la ciudad y consagrarla con diversas expiaciones, purificaciones y santuarios, la transformó en obediente a la justicia y más dispuesta a la concordia. También se cuenta que, al ver Muniquia, después de observarla un rato, dijo a los presentes que el hombre está ciego con respecto al futuro, y que si los atenienses hubieran sabido las desgracias que aquel sitio iba a acarrear a la ciudad, lo habrían devorado con sus propiossobre dientes Por fin,ante Epiménides, digno de admiración, todo... porque, las enormes riquezas y máximos honores que le ofrecía el pueblo de  Aten  At enas as,, no exigió ni aceptó acept ó más que un pequeño peq ueño esqueesq ue je del olivo sagrad sag rado, o, aband aba ndonó onó la ciudad. ciud ad. Plutar c o, Solón  12

EPIMENIDES

 

8 [A

τηιδε y à p !σω$ άκήκοας ώς ’Επιμενίδης γέγονεν άνήρ θείος, δς ήν ήμϊν οικείος, ελθών δε πρό τώ τώνν  Περσικών δέκα Ιτεσιν πρότερον παρ’ ύμας κατά  τήν τοϋ θεού μαντείαν, θυσίας τε έθύσατό τινας,  5 δς ό θεός άνεΐλεν, άνεΐλεν, καί καί δή καί καί φοβουμέν φοβουμένων ων τό ν  Περσικόν ’Αθηναίων στόλον, είπεν ότι δέκα μέν  6]

έτών ήξουσιν, ούδέν δταν δέ σονταιούχ πράξαντες ών Ιλθωσιν, παθόντες  ηλπιξον,οαταλλαγή τε ή δράσαντες πλείω κακά. τότ’ οΰν έξενώθησαν  ίο ύμΐν οί πρόγονοι ημών, καί εύνοιαν εκ τόσου   Ιγωγε ύμΐν καί οί ήμέτεροι Ιχουσιν γονής. (3Α5 DK) Plato, Leg. 642 d  643 a (Burnet)

8 [A 7] ΑΘ. άριστ’, ώ Κλρινία, τόν φίλον δτι παρέ  λιπες, τόν άτεχνώς χθές γενόμενον. ΚΛ. μών φράζεις   Έπιμε  Έπ ιμενίδ νίδην; ην; ΑΘ ΑΘ.. ναι, τούτον · πο πολύ λύ γά γάρρ ύμΐν ύπερεπήδησε τώι μηχανήματι τούς σύμπαντας, ώ  5 φίλ ίλεε, ο λόγ λό γ ω ι μέν Η σί σίοδ οδος ος έμα έμαντεύε ντεύετο το πά πάλα λαι, ι,  τώι δέ Ιργωι έκεΐνος άπετέλεσεν, ώ ς ύμεΐς φατε. (3Α5 DK) Plato, Leg. 677 de (Burnet)

8 [  [A A 6]  8  [A 7. Β 11 11]]

1 τήιΒ τήιΒε] ε] ήδη Ast As t

3 δέ δέκα κα]] ρκδ Meursius Meursius

 8  [A 6. 8 [A 57]Ήσίοδοί 2. 11] ... Bπάλαι cf. Hes. Op. 4 1 1 άριστ’ in marg. cod. Voss., Burnet Des Places: äp’ Ιστ’ AO (DK): δρ’ οίσθ’ vulg.

50  

EPIMÉNIDES

8 [A 6] Quizá hayas ha yas oído que aquí es donde nació el divino Epiménides, que era de nuestra raza y que, al presentarse entre vosotros diez años antes de que estallaran las guerras médicas, según el oráculo del dios, ofreció ciertos sacificios que le había habí a encargado encarg ado el dios. dios. Es más, más, ante el temor que tenían los atenienses a una incursión de los persas, les aseguró que no vendrían antes de diez años y que, cuando llegaran, tendrían que retirarse sin haber realizado lo que planeaban y después de haber sufrido más penalidades que las que ellos mismos hubieran podido causar. Por eso, nuestros antepasados establecieron vínculos de hospitalidad con vuestro pueblo y, desde entonces, yo y los míos sentimos una gran simpatía por vosotros. PLATÓN, Las leyes 642 d  643 a

8 [A 7a] tuATEN ATamigo ENIE IEN Nque SE: SE: había Hicistenacido muy bien, C Clini linia, a, en aband onara ayer. CLINIA: ¿Teabandonar refieres Epim Ep iméni énides des?? ATEN ATENIE IEN NSE: SE: Al A l mismo mismo.. T ú sabes muy bien bien,, querido mío, que en favor vuestro superó con mucho a todos los demás en el artificio de la palabra, como ya había vaticinado Hesíodo mucho antes, sólo que, como decís vosotros, él lo llevó a cabo con hechos. PLATÓN, Las leyes 677 de

8  [  [A A 6 ]  Zeller ller i i, 1 2 1  1 2 2 ; Di Diels els E K 388389, 392 39 3955, 40 4000; DK 1  3 0 ; Nilsson i 5 5 4 ; FGrHist 457 T 4, ni B 3 8 7 ; Des Places Lois  1   262 7 ; Dodds Irr.   234 8  [A 7]  Zeller ller 1   1 , 1 2 2 ; DK I 3 0 ; Des Places Lois n   1112

51

EPIMENIDES

 

... (κατηγοροϋντος) Μύρωνος καθ’ Ιερών όμό σαντες άριστίνδην. κσταγνωσθέντος δέ του άγους αύτοί μέν έκ τών τάφων έξεβλήθησαν, τ ό δέ γένος  αυτών Ιφυγεν άειφυγίαν. Επιμενίδης δ’ ό Κρής έπΐ   τούτοις έκάθηρε τήν πόλιν.

8  [A 8]

5

(3Α44 DK) (3Α DK ) Aristoteles, Aristoteles, Athen, Athen, resp resp.. ι (Keny (Kenyon) on)

τ ό δέ δημηγορεϊν χαλεπώτερον του δικάζεσθαι, εικότως εικότ ως,, δι διότι ότι περί τ ό μέλλον · έκ έκεΐ δέ περί τ ό   γεγονός, ο έπιστητόν ήδη καί τοϊς μάντεσιν, ώς  Ιφη Επιμενίδης ό Κρή ρήςς · έκ έκεΐ εΐννος γ ά ρ περ πε ρί τώ ν  έσομένων ούκ έμαντεύετο, αλλά περί τών γεγονότων μέν άδήλων δέ.

8  [ a 9 ]

5

(3Β4 DK) Aristoteles, Rhet. 1418 a 2125 (Kassel)

έραν αν συν συνεστ εστηκυ ηκυΐα ΐα κοινω8 [Α ίο] ή μέν oöv είς πασαν ή μέρ νία κατά φύσιν οϊκός Ιστιν, ούς Χαρώνδας μέν  καλεϊ όμοσιπύους, Επιμενίδης δέ ό Κρής όμοκά πνους. (3Β3 DK) Aristoteles, Pol. 1252 b 1215 (Ross) 8 [  [A A 8]  8  [A 5. B 1. 1 2 ]: Ser Serv. v. Ge Geoorg. 1,19   (... Epimenides, qui postea Buzyges dictus est secundum Aristotelem [fr. 386  Rose]): Hesych.

Βουζύγη; (ήρω; ’Αττικό; ό πρώτο; βοϋ; ύπ’ δροτρον ζεύξα; · έκαλεΐτο 61  Επιμενίδη;) 1 κοπηγοροΟντο; suppi. Wilamowitz e 8 [A 5,7] 2 καταγωνσβέν το;] καθαρθέντο; pap.1   s. ser. 8  [ A 9]  8  [A 5. Β 1]

2 ΙκεΙ AF: έκεΐνο Victorius ms.

4 Κρή; F :

AF: έκεϊ ? Diels

κράτη; κράτη ; A

¿κεί ¿κείννο;

8  [A 10 10]]  3 Χαρώνδα; μ μέέν] ό μέν Χαρώνδα; M MSP SP1   3  4 όμοκ όμοκ&π &πνο νου; υ; Μ8Ρ1Γ {Rauch[= Hausjgenossen   ? Diels; cf. Aesch.· Agam. 774   [Fraen kel  Ag.  i l 354 ], Eur. El. 1140 ): όμοκάπου; P*P 8  (Hufegenossen  Diels),

Ross

52

EPIMÉNIDES

 

8 [A 8] ...... < p o r la acusació acu sación> n> de Mirón, Miró n, despué despuéss de que los los aristócratas hubieran prestado juramento por los ob jeto  je toss sagrad sag rados. os. Prom Pr omul ulga gada da la sente se ntenci ncia, a, ellos fuer fu eron on exhumados de sus tumbas, y su estirpe tuvo que huir a un exilio de de por vida. Y a continuaci continuación, ón, Epiménides el cretense purificó la ciudad. ARISTÓTELES, Constitución de los atenienses  1

8 [A 9 ] Es lógico que hablar en la asamblea sea más difícil que perorar en el tribunal, porque se trata del futuro, mientras que aquí se hace referencia al pasado, que puede ser conocido incluso por los adivinos, como decía Epiménides el cretense. De hecho, él mismo no  vati  va tici cin n aba ab a sobre so bre el futu fu turo ro,, sino sobr so bree lo desconocido del pasado. ARISTÓTELES, Retórica 1418 a 2125

8 [A 1 0 ] Porque la unión que se establece para todos los días es, por naturaleza, la [de los miembros de una] casa, a los que Carondas llama partícipes en la misma artesa, pero Epiménides el cretense denomina partícipes en el mismo humo. Aristóteles, Política 1252 b 1215

8  [A 8 ]  Zelle 3899 ; DK 1   293 0 ; Nilsson ller i i, 1 2 0  1 2 1 ; Diels EK 388 38 i 6 1 8 ; FGrHist 457T 4, nr B 387 8  [A 9]  Ki Kink nkel el 2 3 3 ; Diels EK 39940 4000; DK 1   3 3 ; Mazzarino 4748 8  [A 10]  Kin Kinke kell 2 3 7 ; DK 1  3 3 ; Giannantoni Pres.  1   3 9 ; Mazzarino 49,

54°° 54

53

 

B

8 [B l] (3A1 DK) Diogenes Laertius, i , 1 0 9  1 1 2 ; 1 1 4  1 1 5 (Long)

Επιμενίδης, καθά φησι Θεόπομπος καί άλλοι συχνοί, πατρός μέν ήν Φαιστίου, οί δέ Δωσιάδα, οί δέ Άγησάρ  χου.  χο υ. Κρής τ ό γένος α π ό Κνωσού, Κνωσού, καθέσει της κόμης τό είδος παραλλάσσων. ούτός ποτε πεμφθείς παρά τοΰ 5 πατρός πατρ είς άγρό άγ ρόννύπ’επίαντρωι πρόβατου πρόβ ατου, τ% τ % όδοϋ κατά κα τά μεση μεσημ μβρίανόςΙκκλίνας τινί, κατεκοιμήθη επτά καί πεντήκοντα ετη. διαναστάς δέ μετά ταυτα έζήτει τό πρόβατον, νομίζων έπ’ όλίγον κεκοιμήσθαι. ώς δέ ούχ εΰρισ εΰ ρισκε κε,, παρεγ παρεγέν ένετ ετοο είς είς τόν άγρό άγ ρόν, ν, καί μετεσ μετεσκευ κευασ ασμέν μένα α ίο πάντ πά ντα α καταλαβών καταλαβών καί παρ' πα ρ' έτέρ έτέρω ωι τή τήνν κτησιν, κτησιν, πάλιν πάλ ιν ήκεν είς άστυ διαπορούμενος. κάκεΐ δέ είς τήν έαυτοϋ είσιών είσ ιών οικίαν περιέτυχε περιέτυχε τοΐς πυνθανομ πυνθανομένοις ένοις τίς τίς είη, έως έως τόν νεώτερον άδελφόν εύρών τότε ήδη γέροντα δντα, πάσαν έμαθε παρ' έκείνου τήν άλήθειαν. [110] γνωσθείς  ΐ5 δέ παρά πα ρά τοΐς Έ λ λ ησι ησ ι θεοφ θεοφιλ ιλέσ έστα τατο τοςς elva elvatt ύπελήφ ύπελήφθη. θη. δθεν καί ΆΘηναίοις τότε λοιμώϊ κατεχομένοις Ιχρησεν ή Πυθία Πυθία καθηραι καθηραι τή τή ν πόλι πό λινν · οί δέ πέμπο πέμ πουσ υσιι ναΟν τε καί Νικίαν τόν Νικηράτου είς Κρήτην, καλοϋντες τόν Έπι μενίδην. καί δς έλθών όλυμπιάδι τεσσαρακοστηι Ικτηι 20 έκάθηρεν αύτώ αύ τώνν τήν πόλιν πό λιν καί Ιπαυσε Ιπαυσ ε τό τόνν λοιμόν λοιμόν τούτ το ύτον ον τόν τρόπον, λαβών πρόβατα μέλανά τε καί λευκά ήγαγε πρός τόν τό ν "Αρειον "Αρειον πά π ά γ ο ν · κά κάκεΐθ εΐθεν εϊασεν ίέναι οί ο ί βού λοιντο, προστάξας τοΐς άκολούθοις, ένθα &ν κατακλίνοι αύτών αύτ ών Ικαστον, θύει θύεινν τώι τώ ι προσήκουτι προσήκουτ ι θεώι θεώι · κκαί αί ούτ ο ύτω ω 25 λήξα λή ξαιι τ ό κακ κακόν, όν, δθ δθεν ετι καί νύν Ιστι Ισ τινν εύρε εύρεΐν ΐν κατά κατά τούς δήμους ’Αθηναίων βωμούςοί άνωνύμους, ύπόμνημα της τότε τών γευομένης Ιξιλάσεως. δέ τήν αίτίαν εϊττεΤν του λοιμού τό Κυλώνειον άγος σημαίνειν τε τήν άπαλ

8  [Β 1]  8  [Α 5. 79. Β 2. 11. 12. 12. 14 ]: 7 [Β 6] : Suda S uda s. ν. Έττιμ. Έττιμ. (oö

Aóyos cbç έξίοι ή ψυχή όπόσον ήθελε καιρόν καί πάλιν είσήιει έν τώι σώματι ... γέγονε 5è hri τη; λ όλυμπιάδοξ): Apollon. Hist. mir. i: Plin. Nat. hist. 7,175 1 Θεόπομπο; cf. FGrHist 1 1 5 F 67, 11   548  2   Δωσιάδα BP1: δωσιάδο δωσ ιάδονν F P a 4 παρά παρά F P ; ύπό Βφ 10 πάλιν om om.. Β 15 θεοφιλέστατο; cf. 8ποτ   [Αέ 5,19] 16 δθεν F P δι... : τότε δτε qw τότε] seel. seel. Diels: ποτέ Reiske 19 όλυμπιάδι... όλυμπιά &τηι &τ ηιΒ=; 596593 a. Chr. Chr. n. 25 ληξαι] λήξαι 23  35 °>2 Maass)

φέρεται δέ περί τού Δράκοντος Κρητικός μύθος, ώς άρα έπιόντος ποτέ τού Κρόνου ό Ζεύς εύλαβηθείς έαυτόν μέν είς δράκοντα μετεμόρφωσε, τάς δέ τροφούς είς άρκτους, καί άπατήσας τόν πατέρα μετά τό παραλαβεΐν τήν βασι 5  λείαν λείαν τ ό συμβάν συμβάν έαυτώι τε καί καί ταϊς τροφ τροφοΐ οΐςς τ ώ ι άρκτικώι ένεστήριξε κύκλωι.

8 [Β 18] (3Β25 DK) PseudoEratosthenes, Cataster. 5

(5 .12 ■

6,13 Olivieri) (π)ερΐ τού Στεφάνου, ού ούτο τοςς λέγεται ό της Αριάδ Αρ ιάδνη νηςς · Διόνυσος δέ αύτόν είς τ ά άστρα ΙΘηκεν, δτε τούς γάμους 8 [Β 15]  8 [Β 2] 5 Socrati F : Socratis φ, Hel Helm m 8 [Β 16]  8 [ Β 1,4446] : C Ciic. De leg. 2,11,28 8 [B 17]  8 [B 4. 5. 18. 19 19]] 5 ταΐ$] τοϊ; Μ 1 ώ$  δρα om. Μ 2  Ιάυτ Ιά υτάν άν μμέέν] μμέν έν αύ αύτό τόνν Μ ' 8 [Β 18]  8 [Β 4. 5. 17. 19]: 19 ]:Diod. Diod. 6,4 6,4:: TertuU. TertuU. Decoro coron. n. 7 : Apoll.  Apoll. Rhod.3,1001: Rhod. 3,1001:  Arat. Ph. 71: Ovid Ovid.. Fast. Fas t. 3,459 sqq.: sqq .:Ovid. Ovid. Met. 8,176

68

EPIMÉNIDES

 

8 [B [B 1 5 ] A P U L E Y YO O, A p o l o g í a   2 7

... los que investigan con mayor curiosidad el orden del mundo y alaban con más intensidad a los dioses, aunque vulgarmente se los llame magos, como si también pudieran realizar lo que saben que va a ocurrir.  Así  A sí fue fu e ron ro n antiguamente antiguam ente E pim pi m énid én ides es,, Orfeo Or feo,, Pitá Pi tágo gora rass  y Ostanes Osta nes;; y más tard ta rde, e, lo mismo se sospechó sospe chó de las «Purificaciones» de Empédocles, del «ser interior» de Sócrates y de «el Bien» de Platón.

8 [B 16] C l e m e n t e   d e   A l e j a n d r í a , Protreptico   2 , 2 6 Como también, sin duda, el viejo Epiménides, que erigió altares a Hybris y a Anaideia en Atenas. io s a Á r a t o , 46 8 [ B 1 7 ] E s c o l io

 A propósito de la Serpiente se cuenta un mito de origen origen cretense sobre el modo modo en que Zeus, ante la animosidad animosidad de Cronos, tomó sus precauciones: se transformó a sí mismo en serpiente y a sus nodrizas en osas; y engañando a su padre,, después dre después de recib rec ibir ir el reino, grabó en el norte norte de la bó vedaa celes  ved celeste te lo que le había habí a ocurrido ocur rido a él y a sus nodriz nodrizas. as. SeUDOE ERA RATÓ TÓST STEN ENES ES,, Catasterismos  5 8 [ B 1 8 ] SeUDO

... [so]bre la corona. Se dice que era la de Ariadna. Cuando los dioses celebraron las bodas en la [isla] llamadaa Día, Diónisos la colocó mad colocó en las estrellas, estr ellas, con con inte inten n

8 [B 15]

 Bur Burnet net EG 97; DK i 3311

8 [B 16]

 We Wend ndla land nd  A  AG G P   1, 20 2000 sgg sgg.. ;

DK

1 31

8 [B 17 17]]  DK I 37; Pohlenz N J   37 (1916), 570; NilssonMMR NilssonMMR 574575 8 [ B 18 18]]  Rosc Roscher her 1 1, 541 541542 542 (St (Stoll oll)) ; vi 894895 894895(BollGundel) (BollGundel) I 37; Freeman 31; FGrHist 457F19, i n B 393; KP 1 544

69

EPIMENIDES

 

oí ö e o I έν Ttji καλουμένηι Δίαι έποίησαν, αύτοΐς βόυλό μενος Ιπιφανής γενέσθαι · ώι πρώτον ή νύμφη έστεφα 5    νώ  νώσα σατο το π α ρ ’ Ωρών λαβούσα καί ’Αφροδίτης, δ τε τ ά Κρητικά γεγραφώς λέγει (δτι), δτε ήλθε Διόνυσος πρός Μίνω φθείραι βουλόμενος αύτήν, δώρον αύτηι τούτο δέδωκεν, ώι ήποητήθη ή ’Αριάδνη. Ηφαίστου δέ Ιργον είναί φασιν έκ χρυσού πυρώδους καί λίθων ’ Ινδικών Ινδικών · σωθήναι τοϋ ίο λαβυρίνθου Ιστορείται Ιστορείται δέποιοϋντος διά τούτο το ύτου υ καίστεφάνου τόν θησέα τοϋ φέγγος, έν δέέκ τοΐς άστροις ύστερον αύτόν τεθεικέναι, δτε είς Νάξον ήλθον άμφότεροι, σημε σημείο ίον τής τής αίρέσεως αίρέσεως · συνεδόκει δέ καί τοΐς θεοΐς. 8 [Β 19] (3Β24 DK) PseudoEratosthenes, Cataster. 27 (3 3 .

718 Olivieri)  Αίγόκερω. οϋτός οϋτός έστι τ ώ ι εϊδε ϊδει δμ δμοι οιος ος τ ώ ι Α ίγίπ ίγ ίπα α ν ι · έ§ έκείν έκ είνου ου δέ δέ γέγ γέγον ονεν εν · έχει δέ θηρίου τά τ ά κάτω κά τω μέρη έρη καί κέρατα έπί τ η ι κεφαλ εφαλήήι · έτιμήθη έτιμήθη δέ διά διά τ ό σύντροφον εϊναι τώι Διί, καθάπερ ’Επιμενίδης ό τά Κρητικά ίστορών 5 φησιν, φησιν, δτι δτ ι έν έν τ η ι Ίδ Ί δ η ι συνήν αύτώ αύ τώι,ι, δτε έπί τού τούςς Τιτάνας έστράτευσεν. οϋτος δέ δοκεΐ εύρεΐν τόν κόχλον, έν ώι τούς συμμάχους καθώπλισε διά τό τοϋ ήχου Πανικόν καλούμενον, δ ο! Τιτάνες 2φυγον · παραλαβώ παρα λαβώνν δέ τήν άρχήν (ό Ζεύς) έν τοΐς άστροις αύτόν Ιθηκε καί ίο τήν τή ν Αίγ Αί γ α τήν μητέρ μητέρα, α, διά δέ (τό (τ ό ) τόν κόχλ κόχλον ον έν τηι τη ι θαλάσσηι (εύρεΐν) παράσημον Ιχει Ιχθύος (ούράν).

6 ( δ τ ι ) Olivieri

12 τίθε τίθεικέ ικέναι ναι Olivieri: Oliv ieri: τε τεθη θηκκένοα ένοα cod.

8 [Β 19] 19]  8 [Β 4 . 55.. 117. 7. 18. 23 23]] : 5 [Β 24] 24 ] : Diod iod. 12,7 12,700 I Αίγόκερ Αίγόκερω Olivie Oliοίvieri: ri: Aty tyÓ ÓKepws codd. 3 σύντροφον codd., cod d., Oli-9 vie vieri: ri: σύντροφ σύντωροφοί Wilamowitz Wilam owitz 4 Δι{,] Διί, ( ή ) Neustadt (ό Ζεύΐ) ed ed.. Fe Felli lli 10 ( τ ό ) Bernha Bernhardy rdy 11 (eOpsïv sïv) Heyne Heyne (ούράν) Heyne

70

 

EPIMÉNIDES

ción de manifestarse a ellos. La primera en ser coronada con ella fue la novia, recibiéndola de manos de las Horas y de Afrodita. Pero el autor de la narración cretense dice [que] cuando Diónisos se presentó [en el reino de] Minos con intención de seducir a Ariadna, le ofreció esa [corona] como regalo, con lo que  Ari  A riaa d n a fue fu e engañada engañ ada.. Se dice que era er a ob obra ra de Hefes to, labrada en oro resplandeciente como fuego y toda cuajada de pedrería india. También se cuenta que por ella Teseo se salvó del laberinto, debido al brillo de la corona. Y posteri posteriormente ormente fue fue colocada entre las estrellas, cuando los dos llegaron a Naxos, como señal de su apasionado amor amor.. Y a los los dioses les les ppare areció ció bien. bien. SEUDO OER ERAT ATÓS ÓSTE TENE NES, S, Catasterismos   2 7 8 [ B 1 9 ] SEUD

Capricornio. Su figura es semejante a la de Pan de pies de cabra, pues de él nació, y por eso tiene extremidades inferiores de fiera y cuernos en la cabeza. Además, fue colmado colma do de honores por habers hab ersee criado cria do con Zeus, com como dice Epiménides, el autor de las «Historias cretenses», a saber, que estaba con [Zeus] en el Ida cuando luchó contra los Titanes. Y parece que fue Capricornio el que inventó la caracola con la que proveyó a sus compañeros, llamada Pánico por el sonido [que emitía], y que puso en fuga a los Titanes. Y cuando [Zeus [Z eus]] accedió al poder, lo coloc colocóó en las estrellas igual igu al que a su madre, la Cabra Ca bra [Amalte [Amaltea] a].. Y [por haber habe r encont encontrado] rado] la caracola caracola en el mar, tiene como distintivo un[a cola de] pez.

8 [ B 19]  D K i 37; Rosch Roscher er vi 973 (Bol (Boll lGu Gunde ndel) l) ; Freeman 30; FGrHist 457F18, in B 393

EPIMENIDES

 

8 [B 20] (3B17 DK) Scholia Pind. Olymp. 1 , 127 b (1 45, 1516

Dráchmann) τούτωι τώι άριθμώι τών άπολομένων μνηστήρων καί Ησίοδος καί Επιμενίδης μαρτυρεί. 8 [ Β 21] (3Β18 DK) Scholia Pind. Olymp. 7. 24 f (i 204, 1012 Drachmann)  Ήρό  Ή ρόφιλ φιλος ος δέ Ποσε Ποσειδώ ιδώνο νοςς καί Αφροδί Αφρ οδίτης της τ ήν ‘ Ρόδο Ρόδονν εϊναί φησι, φησι, Επιμ Επ ιμεν ενίδ ίδης ης δέ αύτήν ύτ ήν ’ Ωκεανο εανούύ γενεαλογε γενεαλογεΐΐ · άφ’ ής τήν πόλιν ώνομάσθαι. 8 [Β 22] (3Β15 DK) Scholia Eurip. Phoen. 13 (i 249, 1213

Schwartz) Επιμενίδης Εύρύκλειαν τήν Έκφαντός φησιν αύτόν γεγα μηκέναι, έξ ής είναι τόν Οΐδίποδα. 8 [Β 23] a (3Β16 DK) Scholia Eurip. Rhes. 36 (11 329, 67

Schwartz) ’Επιμενίδης δέ ΚαλλιστοΟς καί Διός παΐδας γεγενήσθαι Πανα καί Άρκάδα διδύμους. b Scholia in Theocritum, i, 34 c (28, 13 Wendel) ’Επιμενίδης δέ âv τοΐς ποιήμασι Διός καί ΚαλλιστοΟς Πανα καί Άρκάδα διδύμους.

8 [ Β 20 20]]  1 άπ άπολ ολομ ομέν ένω ων] Απολωλότων Απολωλότων Β 2 Ησίοδ Ησ ίοδο; ο; ci. fr. 259 a Merkelba Merk elbachW chWest est μα μαρτυ ρτυρεί ρεί]] συμμαρτ συμμαρτυρε υρείί Qv 8 [Β 21]  8 [Β 3b. 6. 13] 1 2 Ήρόφιλοΐ Ήρόφιλοΐ ,.. είνα είναιι om. om. C

τήν τή ν ... φησι φησι E Q : είπε τήν τή ν 'Ρ 'Ρόδ όδον ον

εί είνα ναιι Β ν 2 αύτήν om. om. ν 8 [Β 2 3 ]  8 [Β 19] 19] 2   Άρκάδα] άρκάδω Α 4   Άρκάδα] Άρκάδιον GEA 

72

EPIMÉNIDES

 

i o s a l a s Od a s  Ol í m p i c a s  d e P í n d a r o , i , 1 2 7 8 [ B 2 0 ] E s c o l io

Hesíodo y Epiménides dan fe de ese número de pretendientes que fueron exterminados.

i o s a l a s Od a s   Ol í m p i c a s  d e P í n d a r o , 7 , 2 4 8 [ B 2 1 ] E s c o l io

Herófilo dice que Rodas es hija de Poséidon y de Afrodita, mientras que Epiménides la presenta como descendiente de Océano; y de ella recibe su nombre la ciudad. 13 8 [ B 2 2 ] E s c o l i o s a l a s F e n i c i a s   de Eu r ípid es , 13

Epiménides dice que él [Layo] se había casado con Eu riclea, hija de Ecfante, de la que nació Edipo.

i o s a l R e s o   de Eu r ípid í pid es , 36 8 [ B 2 3 ] a E s c o l io

Epiménides dice que de Çalisto y de Zeus nacieron los dos hijos gemelos Pan y Arcades.  ,  l , 3 b E s c o l i o s   a  T e ó c r i t o  , 

Epiménides [dice] en sus poemas que Pan y Árcades son gemelos, hijos de Zeus y Calisto.

8 [B 20]

 FHG ιν

405; 405;D K 1 35

8 [B 21]

 FHG ιν

40 404; 4;D D K i 35; 35;Rose Rose65 65

8 [B 22]

 FHG iv

405 405;;D K 1 35

8 [B 2 3 ]

 Kinkel Kinkel 236; 236; FH FHG G iv 405; 405; D K 1 35 35;; Rose Rose 118 , 1671 167168 68

73

EPIMENIDES

 

8 [ B 24] (3B12 DK) Scholia Apoll. Rhod. 2, 1x22 (206, 2226  Weendel)  W τούτους δέ Ήρόδωρός φησιν έκ Χαλκιόττης της Αίήτου θυγατρός,  Άκουσί  Άκουσίλαος λαος δέ καί Ησίοδος έν ταΐς Μεγάλαις  Ήοίαις φασίν φασίν έξ Ίοφώσσης Ίοφώσσης της Αίήτου. καί ούτος μέν φησιν αύτούς τέσσαρας, Άργον, Φρόντιν, Μέλανα, Κυτί 5 σωρόν.  Έτ  Έττιμ τιμενίδ ενίδης ης δέ 'τ 'τττέμτΓτον πρ προστ οστίθη ίθησι σι Πρέσβωνα. 8 [ Β 25] (3Β13 DK) Scholia Apoll. Rhod. 3. 240 (227, 9'10  Weendel)  W  Έττιμεν  Έττιμ ενίδη ίδηςς δέ φησι φησι Κορίνθ ορίνθιο ιονν τ ώ ι γένει τόν τό ν ΑΙήτην, μητέρα δέ αύτοϋ  Έφύραν φησί. φησί. 8 [ Β 26] (3Β14 DK) Scholia Apoll. Rhod. 4» 57 ' 5δ (265, ι 3  Weendel)  W  Έττιμεν  Έττιμ ενίδη ίδηςς δέ αύτόν αύτό ν ττα τταρά θεοϊς δια διατρ τρίβο ίβοντα ντα έρασθη έρασθηναί ναί φησι της °Ηρας, δΐόττερ Διός χαλεττήναντος αίτήσασΟαι διά τταντός καθεύδειν.

8 [Β 24] 

25]] 8 [ Β 25 1 Ήρόδωρο; cf. FGrHist 31F39. i 223 2 Άκουσίλβο; cf. 8Β 25 DK 2  3 ‘Ho ‘Holo loB Bos ... ’H ’Hoolcu lcus cf. fr. 255 MerkelbachWest 3 2,11555 1156 11 56 5 Επιμε Επιμενίδ νίδη; η; P: Έπι Έπιμέ μένη νηΐΐ L o ö t o s cf. Apoll. Rhod. 2,115

8 [Β 25]  8 [ Β 24] 8 [ Β 26]  Sc Scho hol.l. in Theo Theocr. cr. 3, 49 49.. 5 1  b

74

 

EPIMÉNIDES

8 [B 24] E s c o l i o s  a  A p o l o n i o  d e  R o d a s , 2 , 1 1 2 2

Eródoro dice que éstos [los hijos de Frisón, nacieron] de Calcíope, hija de Eeteo; en cambio, Acusilao y Hesíodo en sus «Grandes Eoias» dicen que [nacieron] de  Yofos  Yo fosa, a, h ijijaa de Eeteo Ee teo.. Y éste [Apolo [A polonio] nio] afirm af irmaa que qu e eran er an cuatro: Argos, Frontis, Mêlas y Citísoro. Por su parte, Epiménides añade un quinto [hijo], Presbos. i o s a A p o lo l o n io i o d e R o d a s, s, 3 , 2 4 0 8 [ B 2 5 ] E s c o l io

Epiménides dice que Eeteo era corintio de nacimiento,  y que su m adre ad re era er a E fi fira ra..

l o n io i o de de R o d a s , 4 , 5 7 8 [ B 2 6 ] E s c o l i o s a A p o lo

 YlosEpim Epdioses, imén énid ides dice que de él [En [Hera, Endi dim mpor ión] ió n], cuando cua ndo ivlaíacólecon con seesenamoró lo, que, antev ivía ra de Zeus, solicitó dormir para siempre.

8 [B 224] 4]  Kin Kinkel kel 233; DK 1 35; FGrHist 457F12 457F12;; Rose 197; 197; K P m 1x6117 8 [ B 25 25]]  Kinkel 233; FHG iv 405; D K 1 35; 35 ; Rose 19 197, 7, 202, 202, 269 8 [B 26]  Kinkel Kinkel 237; FHG iv 405; D K 1 35; Rose Rose 258 258,, 274 274

 

PHERECYDES

 

 A  9 [A

i] Ζάς μέν καί Χρόνος ή σαν αεί καί Χθονίη · Χθονίηι δέ δνομα εγένετο Γη, επειδή αύτήι Ζάς γην γέρας διδοΐ. (yB i DK) Diog (yBi iogenes Laertius Laertius,, ι , i i g [Long: [Long: σώζεται δέ τοϋ Σι/pfou τό τε βιβλίον δ συνέγραψεν ( ο ύ   ή άρχή · « Zàç ... διδοΐ διδ οΐ ») [σώζε [σώ ζεται ται δέ] καί ήλιοτρότ ήλιοτρότπον πον έν Σύρω Σύρωιι τηι νήσωι]

9 [Α 2] ι

5

[αύτώι ττοιοϋσιν τά ο[ΐ]κία πολλά τε καί μεγάλα,  έπεί δέ ταυτα έξετέ  λεσα λε σανν π ά ντα ντ α καί χρ χρήήματα καί Θεράποντος Θεραπαίνας καί καί τάλλα δσα δει πάντα,  έπειδή πάντα έτοΐ  μα γίγνετα γίγ νεται, ι, τόν γ ά μον ποιεϋσιν. κάπει  δή τρίτη ή μέρ έρη η γ ί  γνεται τώι γάμωι, τ ό τ ε Ζάς ποιεί φάρος μέ  γα τε καί καλόν κα καίί

ιο

ΐ5

9 [A 1]  9 [Α 2 . 33.. 5. Β 3 . 8. 10] : Her Herod odia ian. n. iir. r. μον. λέξ. λέξ. 6,15 (καί γάρ  Δί; καί Ζήν καί Δήν καί Ζάς  παρά Φερεκύδηι κατά κίνησιν Ιδίαν) 1 ζά; ΒΡ1: ζεύς  Ρ 8 Xp Xpóv óvos os]] Κρόνο Κρόνο;; Casaubonus Fr Frän änke kell fjaov Diels: f j; B : el; F P : ets co, gnqw: gnqw: d ; âv h καί Χθον Χθονίη ίη Casaubonus: Casaubonu s: κα καίί χθόν χθόν ην Β : καί  χθώ  χθώνν ήν F P 2 Ζά;] ζεύ; ζε ύ; P a 3 γην γέρα γέρα;; Β : γ η γέρα; γέρα; Ρ1: Ρ 1: γέ γέρα; ρα; Ρ 2 9 [Α 2]  9 [A 1. 3 . 5. Β 3 . 8. 10. 14] : Cle lem m. Alex Alex.. Strom. 6,53 (Π 459.4  sqq. Stählin: Ινα μάθωσι t í Ιστιν ή Οπόπτε Οπόπτερο; ρο; δρΰ; καί καί τό έέπ π ’ αύτηι αύτη ι πεποικιλμένον φδρο;, πάντα δσα Φερεκύδη; άλληγορήσα; έθεολόγησεν  λαβώνν άπ  λαβώ άπόό τ η ; το τοϋϋ Χάμ προφητεία; τή τήνν ύπόθκην) : Apollod Apollod.. Bibi.  3.255  3.2

12 [αύ]τωι Diels (c (cf.f. Herod. Herod. 1 ,98)

78

2 ποιο ποιοϋσι ϋσινν = πο^ πο^Οσ Οσιν ιν

 

 A  9 [A 1 ] Zas y Khronos Khron os y Ctonia existían desde siempre; siempre; y

a Ctonia se le dio el nombre de Tierra, porque Zas le había dado a ella la tierra como don. DIÓGENES 1, 119 [De Ferecides de «Zas Siros...sedon»), ha sal-y  vado el libroLaercio, que compuso (y que empieza: un reloj de sol en la isla de Siros]

9   [A 2 ] I



10

15 

...... [y en honor hono r suyo construyen c[a]sas numerosas y magníficas.  Y cuando cuan do term te rmin inaro aron n todo eso, con el mobiliario y [los] criados  y [las] [las ] cria cr iada dass y todo lo necesario, cuando todo está prep preparado arado,, se celebra celebra la boda. Y cuando llega el tercer día de celebración nupcial, entonces Zas fabrica un manto soberbio y esplendoroso, y 

9 [A 1]  Ze Zell ller er i i. 103104; Di Diels els P P 146147; D K 1 44, 47; 47 ; Kem Ke m 11 11 170171, 178; Mondolfo Infinito  33; Jager Theology  67; ZellerMon dolfo i i, 197; KirkRaven 5456; Freeman 38; Fränlcel DPH 280; Giannantoni Pres.  1 5556; Stokes 52; Gigante DL(UL) 1 45, π 459 Zeller ller 1 1, Theology 1111 111115; 15;   Diels P lerM 144 sgg.; D Ki i, 47 48;; Kern 11 11 9 [A 178179; 2]  Ze Jaeger 697 6970; 0; PZel Zelle rMon ondo dolfo lfo i1, 4748 195196; 195196 ; Kirk Raven 5758, 60, 63; Freeman 3839; Frankel DPH 280; Giannantoni Pres.  i 5657

79

PHERECYDES

 

έν «υτώ[ι ποικίλλει Γην κα'ι Ώγη[νόν καί τ ά Ώ    γηνοϋ [δ ώμ ώμα ατα. . . . . . . . ττι. . . . . . . . . . . 2ο

25

30 

ii

[βουλόμενος γάρ σέο τούς γάμους  είναι, τούτωι σε τιμ[ώ. σύ δέ μοι χαΐρε καί σ[ύν]  ισθι. ταϋτά φασιν άν[α  καλυπτήρια πρώτον γενέσθαι · έκ τ ο ύ το υ δ[έ ό νόμος έγένε[τ]ο καί  θεοΐσι καί άνθρ[ώπ]οι σιν. ή δέ μι[ν άμείβε  ται τα ι δεξαμ[ δεξαμ[ένη ένη εύ τό φδ[ρος..................... σ[.

...........

.. . . . . . . . . . . . . .

κλ[.............................. θ [ .................................... 35

θρ[.....................................

(7Β2 DK) P. (7Β2 P . Grenf renf.. 1 1 , 1 1 [N [New ew Class Classica icall Fragments Fragments and other Greek and Latin Papyri, ed. by B. P. Grenfell and H. S. Hunt, O Oxford, xford, 189 1897, 7, p. p. 23 (« («α αύτώι ... φόρο φόρος»)] ς»)];; Cl Clem em..  Ale  A lex. x.,· ,· Strom Strom.. 6, 9 (11 428, 28, 19 sqq. sqq. Stäh Stählin lin : Φερεκύ εκύδης ό Σύριος Σύρ ιος λέγε λέγειι · « Ζάς Ζάς ... δώ δώμα ματα τα »)

9 [Α 3 ] κείνης δέ τής μοίρας Ινερθέν εστιν ή ταρταρίη   μοίρα · φυλάσσουσι δ’ αυτήν θυγατέρες Βορέου

16 ποικί ποικίλλει λλει Grenfell: Grenfel l: ττο ττοιε ιεϊϊ ? Diels 18 δώμα δώματα τα Grenfell Diels: Diels : δάσματα Weil 1 8 -1 -199 [èrrl δρυϊ δρυϊ ύποπτέρω» κάλλιστα πάντα ποικίλλων] tem tempta ptavit vit Η. Gomp Gomperz erz 2 0 [βο [βουλ υλόμ όμεν ενο; ο;]] We Weil il Blass Blas s 2 3 - 2 4 α[ύ [ύν ν]>σ ]>σθι B lass la ss:: CYCY-IC IC01 01 pa pap. p.:: ·ρ··ϊσ6 ·ρ··ϊσ6ιι Grenfe Grenfell: ll: [ή]ρ[α] [ή]ρ[α] ϊσθ ϊσθιι Diels Die ls Ρ Ρ : Ή ρα ΐσθι ΐσθι Eisler 2 9-3 9- 3 1 su supp ppl. l. Diels Diels 9 [A 267, 3] 3 ] - .868 9 [A 1. 2 . 5. 5 . Β 4 . 8 . 10] ; II. i , 590590-591 591;; 15 15.1 .188-24 24'· '· He Hes. s. Th Theo eog. g. 1 κε κείνη ίνηςς ... .. . μο μοίρ ίρας ας cf. II. II . 8, 8,11 6 (Friedländ (Frie dländer) er) ραίου Α 3 Άρπυιαί τε cf cf.. 8 [ Β 6. 8]

80

2 Βορ Βορέου] έου] βο-

FERECIDES

 

en él [borda a todo color Tierra  y Oge[no Oge[no y los palacio pala cioss de 0[geno ....... 20 

25 

30 

35 

II de que la boda sea

... ... [y con el dese deseo o

tuya, te hago ofren[da. Tú, recibe mi esta saludo y úne[te conmigo. Dicen que así fue [como se descubr desc ubrió ió por po r pi-im pi-imera era vez a la novia; y de ahí surgió la costumbre para los dioses y para los hombres. hombr es. Y ella le res respondi pondió ó aceptando aceptan do su don del m an an[to [to ...........

................................ P a p i ro r o s g r i e g o s , I II,, 1111

9   [A 3 ] Debajo de esa región está el reino de Tártaro;

 y lo g uard ua rdan an la lass h ija ij a s de B ó r e a s :

9 [A 3 ] - Di Diel elss PP 148; D K 1 49-50; Kern 11 11 179; Jaeg Jaeger er Theology Theology   70; Kirk-Ra Kirk -Raven ven 66-67 66-67;; Freeman 39; 3 9; Frankel Frank el DPH D PH 281 ; Gi Giann annanto antoni ni Pres,   i 57-58 Pres,

81

PHERECYDES

 

"Αρπυιαί τε καί Θύελλα · ενθα Ζεύς εκβάλλει θεών  όταν τις εξυβρίσηκ (7Β5 DK) Orígenes, C. Cels. 6, 42 (11 112,26  113,1 Koetschau: Koetscha u: ταϋτ τα ϋτα α δέ δέ τά Όμήρου Όμήρ ου ίτ ίττη ούτω ούτ ω νοηθέντα νοηθέντα τόν Φερεκύδην φησίν είρηκέναι τό « κείνης ... έξυβρίσηι ») 9 [Α 4]

ώς

μέν ήνορέηι τε κεκασμένος ήδέ καί αΐδοϊ  καί φθίμένος ψυχήι τερπνόν εχει βίοτον,  εΐπερ Πυθαγόρης έτύμως ό σοφός περί πάντων άνθρώπων γνώμας είδε κα'ι έξέμαθεν. δ

(36Β4 DK) Jon Chius (Diog. Laert. i, 120 [Long]: "Ιων δ’ ό  Χίό  Χίόςς φησίν φησίν περί αύτού αύτ ού · « ώς ώς ... έξέ έξέμαθεν »)

έπεί οϊ γε μεμιγμένοι αύτών [καί] τώι μή μυθι  κώς πάντα λέγειν, οϊον Φερεκύδης καί ετεροί τινες,  τό γέννησαν πρώτον αριστον τιθέασι, καί οί  Μάγοι...

9 [α 5]

(7Α7 DK) Aristoteles, Met. 1091 b 810 (Jaeger)

9 [A 6]

... Πυθαγόρας ό μένάριθμούς, πρώτον   διεπονεΐτο περί τ άΜνησάρχου μαθήματα υίός καί ττούς

9 [Α 4]  9 [Β 5. 17 17.. 22] 4 είδε καί έξέμαθεν] είδέ καί ίξέμαθε Β: ϊδε καί έξέμαθεν Ρ: ήιδεε κάξέ μαθεν Diels 9 [Α 5]  9 [Α 13. Β 3 . 8. 10] 1 καί seel. Bonitz 9   [A 6]  9  [  [Β Β 1]

82

FERECIDES

 

las Arpías y Tempestad. Allá arroja Zeus al cualquiera de los dioses que se ponga insolente. Fere ciORÍGENES, Contra Celso  6 , 42 (Y [Celso] afirma que Ferecides, interpretando estos versos de Homero, dijo: «Debajo ...  insolente»)

9   [A 4 ] Así él, él, por su extraordina extrao rdinaria ria virilida viri lidad d y dignida dignidad, d,

aunque haya perdido el alma, vive una vida exultante, si es verdad que Pitágoras, el sabio, percibió y  enseñó los caminos del conocimiento más que cualquier hombre.

IÓN DE QUÍOS, fr. 4 (Ión de Quíos dice sobre él [Ferecides]:  

«Así ... hombre»)

9   [A 5 ]... puesto que los eclécticos de entre ellos, como Fere-

cides y algunos otros, por no explicarlo todo de forma mítica, presentan como lo mejor el primer principio; y así también los Magos ... ARISTÓTELES, Metafísica  Metafísica  1091 b 810

9   [A 6] ...... Pitágo Pit ágoras ras,, hijo de Mnesarco, primero prime ro se dedicó dedicó con con

gran esfuerzo a estudiar las matemáticas y los números,

9 [A 4]  D K i 38 380; 0; Hi Hick ckss DL D L i 12612 126127; 7; KirkRaven 5152; 5152; Guth Guthri riee i 158; Gigante DL(UL) 1 46, 11 469470 9 [A S]  Ze Zell ller er 1 x, 10 105, 5, 1; Die Diels ls PP P P 150; D K 1 46; 46 ; Ross Ro ss  Me  Mei. i.   11 485, 487; Kern 11 178; Jaeger Theology  69, 220; ZellerMondolfo 1 1, 197 198; KirkRaven 48; Freeman 39; Giannantoni Pres.   I 54 9 [A 6]  Burnet EG 97; Ross  Ar  Aris ist. t. Fr Frag agm m . Se Sel. l.,,  Oxon. 1955, 129 sqq.; KirkRaven 51, 218

83

PHERECYDES

 

ύστερον δέ ποτέ καί τής Φερεκύδου τερατοποιίας ούκ άπέστη. ( — ) Aristoteles, De Pythago Pyth agor., r., ir. i Ross Ros s (Apo (Apollon llon.. Hist, mirab. 6) 9 [A 7] ...

Ιφιλονείκει

...

Θάλητι δέ Φερεκύδης ...

( — ) Aristote Aristoteles, les, De poet. fr. η  Ross (Diog. Laert. 2, 46)

9 [ A 8] Ινίοις δέ τούτο συμβαίνει των άνθρώττων νόσημα, δταν υγρασία πολλή εν τώι σώματι ήι ·   καί διεφθάρησάν τινες ήδη τούτον τον τρόπον,   ώσπερ Άλκμανά τέ φασι τόν ποιητήν καί Φερε 5 κύδην τόν Σύριον. ( — ) Aristoteles, Aristoteles, Hist. Hist. anim. anim. 556 b 30  557 55 7 a 3 (Lou (Louis) is)

9 [A 7]  9 [B 19 19]] 9 [A 88]]  9 [ B 1 , 3 0  3 1] : [H [Her erac acl.l.]] Pol Polit. it. 32 (378,5 378,5 Rose [Ar [Aris ist. t. Πολ. Σαμ.] : Φερεκύδης ό Σύριο; ύττό φθειρών καταβρωθεΐ; êv Σάμώι bre-  λεύτησεν): Plut. Syll. 36 1 το τούτο ύτο om om.. P D a Guil. τόνν π οι τό οιηη τή τήνν om om.. Ca

3 ήδη om om.. A*C® A* C® 4 τέ om om.. A ttCa 5 Σύριο Σύριον] ν] άσσύριον Α

84

 

FERECIDES

pero posteriormente no pudo apartarse de las prácticas milagrosas de Ferecides. ARISTÓTELES, Sobre los Pitagóricos, fr. 1

9   [A 7 ] ...... Y Ferecides pretendía prete ndía rival riv aliz izar ar con Tale Taless ... ... ARISTÓTELES, Sobre los poetas, fr. 7

9   [A 8] A algunos algunos hombres les sobrevien sobre vienee esta enfermedad,

cuando tienen demasiada serosidad en el cuerpo, y algunos incluso han muerto por esa causa, como dicen que les ocurrió al poeta Alemán y a Ferecides de Siros. ARISTÓTELES, Sobre los animales  556 b 30  557 a 3

9 [A 77]]  Ze Zell ller er i r, 114 114,, 1; Diels P P 148 148,, 1; Hicks H icks D L 1 176177; 17617 7; Ro Rosg sg op. cit.  71; Gigante DL(UL) 1 64, 11 477

 

B

9 [B 1] (7 (7A i DK) Dioge iogen nes Laertius, Laertius, x, 116 11 6  1 1 9 , 1 2 1 (Lo (Long)

5

ίο

 ΐ5

20

Φερεκύδης Βάβυος Σύριος, καθά φησιν ’Αλέξανδρος Ιν Διαδοχαΐς, Πιττακοΰ διακήκοεν. τοΟτόν φησι Θεόπομπος πρώτον περί φύσεως καί (γενέσεως) θεών ["Ελλησι]  γράψ  γρ άψα α ι. πολλά πο λλά δέ καί καί θαυμάσια θαυμάσια λέγεται λέγετα ι περί αύτο αύ τοϋϋ · καί καί γ ά ρ παρά πα ρά τόν αίγιαλόν αίγια λόν της της Σάμου άμου περιπα περ ιπατο τοϋντ ϋντα α καί ναϋν ούριοδρομοΰσαν Ιδόντα είπεϊν ώς ού μετά πολύ καταδ κατ αδύσε ύσετα ταιι · καί έν όφθα όφθαλμ λμοϊς οϊς αύτ αύ τοϋ καταδ κατ αδΰν ΰναι αι.. κα'ι άνιμηθέντος έκ φρέατος ϋδατος πιόντα προειπεϊν ώς είς τρίτ τρ ίτηη ν ή μέρα έραν εσοιτο σεισ σεισμμός, ός, καί γενέσθαι. άνιό άν ιόντ ντα α τε έξ ’Ολυμπίας είς Μεσσήνην τώι ξένωι Γίεριλάωι συμβουλεΰσαι έξοικήσαι μετά μετά τώ τ ώ ν οίκ οίκεΐω εΐωνν · καί τόν τό ν μή 1177 ] καί Λακεδαιπεισθηναι, Μεσσήνην δέ έαλωκέναι. [11 μονίου είπεϊν μήτε χρυσόν τιμάν μήτε άργυρον, ώς φησι Θεόπο Θε όπομπο μποςς έν θαυμασίοις θαυμασ ίοις · προστ προ στάξ άξαι αι δέ αύτώ αύτ ώ ι δναρ τοΰτ το ΰτοο τόν τό ν Ήρακλέα Ήρακλέα,, δν καί καί της αύτης νυκτ νυκτός ός τοΐς βασιλεΰσι κελεΰσαι Φερεκύδηι πείθεσθαι. Ινιοι δέ Πυθα  γόρρ αι περι  γό πε ριάπ άπτο τουσ υσιι ταΰτ τα ΰτα. α. φησί φησί δ’ "Ερμιππος πολέμ πολέμου ου συνεστώτος ’Εφεσίοις καί Μάγνησι βουλόμενον τούς  Έφεσίο  Έφ εσίους υς νικήσαι πυθέσθαι πυθέσθαι τινός τινός παριόντος πόθεν πόθεν εϊη, εϊη, το ΰ δ’ δ ’ είπόν είπόντος τος « έξ ’Εφ ’ Εφέσο έσουυ », « Ιλκυσόν Ιλκυσόν με με τοίνυν ίν υν,, &ρη, τώνν σκελώ τώ σκελώνν καί καί θέ θές είς τ ην τών τώ ν Μα Μαγν γνήτω ήτωνν χώρα χώ ραν, ν, καί

9 [Β I]  9

[

68. Β 2 . 6. 7] : Eus. Chron. Ol. 59 (Ferecydes historicus

clarus Suda s.άσκήσαι ν. Φερ. κτησάμενον (... Ιστι δέ νήσος ... ή Σύραάιτόκρυφ« πλησίον Δήλου habetur) ... άλλ’ :έαυτόν τά Φοινίκων βιβλία ... καί πρώτον τόν περί τής μετεμψυχώσεω; λόγον είσηγή σασβαι) σασ βαι) : loseph. C. Apion. Apion. 1,2 1,2:: Diog Diog.. L Lae aert rt.. 1,42 1 ,42:: [Heracl.] Polit Po lit.. 32 (378»5 Rose  Ar  Arist ist.. fr.) 1 Βά Βάβυ βυος ος w: βά βάδυ δυος ος B ' F 1? 1 ’Α ’Αλέ λέξα ξανδ νδρο ρο;; cf. FGrH FG rHist ist 273F 27 3F85 85 2 Θεόπομπο; cf. FGrHist 115F71, 11 550 3 κα καίί om. F ye νέσεως νέσε ως suppl. suppl. H. Gom Gomper perzz “Ελλησι de del.l. Hicks Ja Jaco cobb y Long Lon g 5 Σά Σάμου μου w, Sca Scaliger liger Casaubonus : ψάμμο άμμουυ B 1F 1P 1 6 ού μετά πολύ Diels; ού μετ’ ού πολύ Β Ρ : με μετ’ τ’ ού πολύ F : non post multum tu m tempus temp us Λ 7 όφ όφδα δαλμ λμοίς οίς]] όφθαλμων όφθαλμων Β Ρ 1 9 ήμέρ ήμέραν αν]] 1 0 έξ ’Ολυμseel. el. Co Cobe bett σε σεισ ισμό μό;; Β ^ Ρ ^ φ : λοιμ οιμό; δ π ία ία;; F , Casaubonus: είς είς όλυ όλυμπία μπίανν Β Ρ έξ ... Μεσσή Μεσσήνην νην]] εί; ’ Ολυμ Ολυμ-πίαν cf. έκ FGrHist Μεσσήνη; 115F71, Richardsn 55° 1 3 είπεϊ είπεϊν om . Β 14Ρ:ΘεόπομΘεόπο μπο; 1 7ν om. περιάπτουσι προσ άπτουσι Β Έρ Έρμιπ μιππο πο;; cf. fr. 19 19,, FHG FH G n i 40 24 oöv oöv add add.

86

 

B 9 [B 1] D i ó g e n e s   L a e r c i o  ,   ,  l , 1 1 6  1 1 9 , 1 2 1

Ferecides de Siros, hijo de Babis, fue discípulo de Pitaco, según dice Alejandro en sus «Sucesiones». De él dice Teopompo que fue el primero [entre los griegos] que dioses. escribió naturaleza la generación de los Y sobre de él se sla e cuentan muchos mucyhos prodig prodigios. ios. Por ejemplo, [que] un día, paseando por la playa de Samos, al ver una nave impulsada por el viento, dijo que dentro de poco se hundiría; y efectivamente zozobró ante sus sus ojos. ojos. Y [otra vez], nada más bebe be berr agua sacada de un pozo, predijo que a los tres días se produciría un terremoto; y así sucedió. [Otro día] subió de Olimpia a Mesene y aconsejó a Perilao, su anfitrión, que se mudase [de allí] con su familia; pero él no obedeció,  y Mesene fue fu e tomada tom ada [por [p or el enemigo]. [ 1 1 7 ] Y com como refiere Teopompo en sus «Prodigios», dijo a los lace demonios que no hay que dar culto al oro y a la plata, pues así se lo había ordenado Heracles en un sueño, igual que había mandado a los reyes aquella misma noche que obedecieran a Ferecides. Pero hay algunos que atribuyen esto a Pitágoras. Y cuenta Hérmipo que, cuando estalló la guerra entre efesios y magnesios, [Ferecides], que prefería que ganaran los efesios, preguntó a uno que pasaba por allí de dónde era, y al responderle: «De Éfeso», le suplicó: «Pues, arrástrame por las piernas y déjame en territorio magnesio, y 

9 [B 210; 1]  Hicka Zelle lerr DL i i, i102 102103 103;; Bur Burnet net EG 94;4952; D K 1Freeman. 4344; Jaeger Jaege r Theology 120125; KirkRaven 3638; Gian-  nantoni Pres,  i 5051; Gigante DL(UL) 1 4446, 11 469470

8 7 

PHERECYDES

 

άπάγγειλόν σου τοΐς πολίταις μετά τό νικήσαι αύτόθι με θάψαι, [ 11 1188] Ιττεσκηφέναι τε ταΰτα Φερεκύδην ». ό μέν (ούν) άττήγγειλεν · οί δέ μετά μίαν έπελθόντες κρατοϋσι 25 των Μαγνητών, καί τόν τε Φερεκύδην μεταλλάξαντα θάτττουσι αυτόθι καί μεγαλοπρεπών τιμώσιν. ενιοι δέ φασιν έλθόντα εϊς Δελφούς άπό τοϋ Κωρυκίου όρους αύτόν δισκήσαι. ’Αριστόξενος δ’ έν τώι Περί Πυθαγόρου

φησι τών γνωρίμων  νοσήσαν  νοσή τα αύτόν αύτό ν ύπό ύπ 30 καί Πυθαγόρου Πυθαγ όρου ταφήναι ταφήνα ι αύτοϋ έν έν Δήλω Δή λωι. ι. οί δέ δέ σαντα φθειριάσαντα τόν τόόν βίον τελευτησαι · δτε καί Πυθαγόρου παραγενομένου καί πυνθανομένου πώς διακέοιτο, διαβαλόντα της θύρας τόν δάκτυλον είπείν · « Χροΐ δήλα ». καί τούντεύθεν π α ρ ά τοΐς φιλολόγοις ή λέξις έπί τών χειρόνων τάττεται, οί 1199] 35 δ ’ έπί τών βελτίστ βελ τίστων ων χρώμεν χρώμενοι οι διαμαρτάνουσιν. διαμαρτάν ουσιν. [11 ελεγέ τε δτι οί Θεοί τήν τράπεζαν θυωρόν καλοϋσιν ... 1211] γέγονε δέ κατά τήν πεντηκοστήν καί ένάτην [12 όλυμπιάδα.

9  [Β 2] (7Α6 (7Α6 DK) DK ) Porphyrius, Φιλόλογος Άκρό Άκρόασι ασις, ς, fr. 12 1 2

(Eus. Pr. Ev. 10, 3, 69 [vin 1,562,9563,8 Mras]) “Ανδρωνος γάρ έν τώι Τρίποδι περί Πυθαγόρου τοϋ φιλοσόφου τά περί τάς προρρήσεις ίστορηκότος είπόντος τε ώς διψήσας ποτέ έν Μεταποντίωι καί Ικ τίνος φρέατος 5

άνιμήσας καίί πιών ώς είς έπα τρίτην εσοιτο σεισ σε ισμμός, ός, καί κα ετερ ετερά άπροεϊπεν τινα τι να τούτοις έπ α γ α γημέραν ώ ν έπιλέγε έπιλέγει ι· ταΰτ’ ούν τού "Ανδρωνος περί Πυθαγόρου ίστορηκότος πάντα ύφείλετο Θεόπομπος, εί μέν περί Πυθαγόρου λέγων, τάχα άν καί ετεροι ήπίσταντο περί αύτοϋ καί έλεγον

Cob et Cobet μία μίαν so so.. ημέρ ημέραν αν 2 5 τε om. Β 28  'Αριστόξενο; cf. fr. 14 Wehrli 35 βελτίστων] βελτιόνων βελτιόνων Kranz Kran z 37 3 8 κατά ... όλυ όλυμπιάδ μπιάδα α = 544 544541 541 a · Chr. Chr. n. 9 [ Β (6465 22]]  9 Giomini): [ Β 1] : Ap Apol ollo lon. n.Tyr. Hi Hi§t §t. . mi mira rab. b. 5: Cic. Cic. De divinat. divinat. 1,50,112 Max. 29,5 (Hobein) 1 "A "AvvSpco covvos cf. fr fr.. 6, F H G 11 347 2 Ιστ Ιστορη ορηκότο; κότο;]] Ιστορηθέντα Ιστορ ηθέντα Β 7 Θεόπο Θεόπομπο; μπο; cf. FG FGrHi rHist st 115F70, 11 549 9 ταύτά τα ύτά (&) καί «ύ τό τό;;

88

 

FERECIDES

di a tus paisanos que me entierren allí mismo, después de la victoria; [ 1 1 8 ] que así lo manda Ferecides». Y el otro comunicó el mensaje. Al día siguiente, los [efesios] avanzaro avan zaron n y sometier sometieron on a los los magnesios magnesios;; y al encontrar a Ferecides muerto, lo sepultaron allí mismo con todos los honores. Pero otros dicen que [Ferecides] fue a Delfos y se precipitó desde el monte Coricio. Por su parte,  Ar  Arist istóge ógeno noque dice[Ferecides] en su lib li b rocayó sobre sob regravemente «Pit «P itág ágoo ras ra s enfermo y sus com compañeros» yfue enterrado por Pitágoras en Delos. E incluso hay quien afirma que murió comido de piojos. Un día que Pitágoras se presentó para saber cómo le iba, [Ferecides] sacó un dedo por entre la puerta y dijo: «Ya lo  ves p o r la piel» pi el».. Y desde entonces, ento nces, ese dicho dich o co cobr bróó entre los filólogos el sentido de referencia a una situación mala, de modo que se equivocan los que lo emplean en sentido positivo. [1 1 9 ] Y también decía que los dioses llaman «altar» a la mesa ... [121] Murió durante la olimpíada cincuenta y nueve.

labra rass   I 9 [B 2 ] PORFIRIO, Estudio de las pa lab

Pues cuando Andrón, en el «Trípode», refiere casos de predicciones y cuenta de Pitágoras el filósofo que un día, en Metaponto, abrasado de sed, sacó agua de un pozo y, después de beber, predijo que a los tres días iba producirse un[sus terremoto, también otrosde casos pa ara ar a confirmar teorías].añade P Pue uess bien, después que que  And  A ndró rón n hubo contado esas cosas sobre sob re P it itáá g o ras, ra s, TeoTeopompo se lo plagió todo. Pero si lo hubiera hecho con referenc refer encia ia a Pitágoras Pitág oras,, los dem demás ás se habrí ha brían an dado dado cuencuenta en seguida de que hablaba sobre él y habrían dicho:

9 [ B 2 ]  D K i 45; KirkRav KirkRaven en 51; 5 1; Free Freema man n 38 38

89 PHERECYDES

 

« ταύτά 2 Maass) : Ioann. Lyd. De mens. 3,8 4  ύπϊρχομένη; EG (Plut.) : ύπο ύποτρεχούσηΐ τρεχούσηΐ BC (Plut.) 8 ύττοτι θέμενον Diels: ύττοτιθεμένωι BC (Plut.), Dox.:  ύττοτιθεμένην E (Plut.)

1500 15  

TALES

1 0 [ B 1 5 ] a Ae c i o  , 2, 2, 1 3 , 1

Tales [dijo que] los astros son de naturaleza terrestre, pero están llenos de fuego. b A e c i o  , 2 , 2 0 , 9

Tales [dijo que] el sol es semejante a la tierra, c A e c i o  , 2 , 2 4 , 1

Tales fue el primero que dijo que el sol se eclipsa cuando la luna, que es de naturaleza terrestre, pasa verticalmente sobre él; pero eso se percibe por [un fenómeno de] reflexión, al estar [la luna] por debajo del disco [del sol]. d A e c i o  , 2 , 2 8 , 5

Tales fue el primero que dijo que [la luna] recibe su luz del sol.

1 0 [ B 15 15]]  Dox.  53; DK i 78; KirkRaven 80; Guthrie 1 49; Maddalena 6465

 

ANAXIMANDER

 

A

i] έξ ών δέ ή γένεσίς έστι τοΐς ούσι, κα’ι τ ή ν φθοράν είς ταυτα γίνεσθαι κατά τό  χρ  χρεώ εώνν · διδόναι  γά  γ ά ρ α υ τ ά δί δίκη κηνν καί τίσιν άλλήλοις τής αδικίας κατά τήν του  Χ  Χρρ ό νο νουυ τ ά ξ ιν ιν..

n [A

(ΐ2Βι DK) Simplicius, in Aristot. Phys. 184 b 15 (24, 1820 Diels)

 2] ]   ... προσήκον αν εϊη τόν περί φύσεως ιτραγμα 11 [A  2 τευόμενον θεωρήσαι περί άπειρου, εί εστιν ή μή μή,,  καί ε! Ιστιν, τ ί εστιν. σημεΐον δ’ δτι τούτης τής επιστήμης οίκεία ή θεωρία ή περί αύτοϋ · πάντες   5 γάρ οί δοκουντες άξιολόγως ήφθαι τής τοιαύτης φιλοσοφίας πεποίηνται λόγον περί τοϋ άπείρου,  καί πάντες ώς άρχήν τινα τιθέασι τών δντων, οί μέν, ώσπερ οί Πυθαγόρειοι καί Πλάτων, καθ’  αυτό ... οί δέ περί φύσεως πάντες [άεί] ύποτι ιο θέασιν ετέραν ετέρ αν τινά φύσιν τώι άπείρωι τών λεγομένων στοιχείων, οϊον ύδωρ ή άέρα ή τό μεταξύ  τούτων. ( — ) Aristoteles, Phys. 202 b 34 · 2 03  a χ8 (Ross)

1 1 [A 1 ] = 1 1 [ B 1 ] = TH [ PHD 2] 2 τό χρεών cf. Heracl. B80 D K; Pa Parrm. B î, î,55 ; 8 ,11 ; 8,54 D K 4 κατά ... τάξιν cf. Jaeger: according to Time’s decree·,  cf. 4 [ B 33. 72. 7 3] s Sol. 24 24,3 ,3 (D (Dieh iehl) l) 2 ταΰτα] ταύτά Schleiermacher om. Ε 3 δίκη δίκηνν κατά om. καί τίσιν B D E E a : τίσ τίσιν ιν κα καίί δίκ δίκην ην F Aid. Aid. άλλή άλλήλο λοι* ι* om. om. Aid. Aid. 1 1 [A 2]  1 1 [A 1014. B 1. 21]: 12 [A 2] 4 ή θεωρία θεωρία ... αύτο αύτοΰΰ IJ I J S : ή ιιτερί αντ αντόό θθεω εωρία ρία in litu litura ra E a : ή θεω θεωρία ρία περί περ αύτο αύτοΰ ΰ Fom : .ή Fθεωρ θεωρία ία 8P T   ο! J S o k o w t9s sπάντε* omε* . F[de τι τιν ναί ... οώτό om. μέν έν]] μέν Sοΰν πάντ [del] Ross Ro79 ss:: dnrocvTiS άεί άεί Λ : άεί άεί πάντεξ πάντεξ Ε : ττά ττάντ ντε$ ε$ V P S 1 1 τό] τι S

154  

 A  1 1 [A 1 ] Las La s cosas cosas de donde donde viene el nacimiento nacim iento a lo que

existe son aquellas a donde tiende también su corrupción, como debe ser; pues lo que existe sufre recíprocamente castigo y venganza por su injusticia, según el decreto del Tiempo. SIMPLICIO, Comentario a la  Física de Aristóteles  24, 18

1 1 [A 2 ] ...... sería ser ía muy conveniente que el que se se ocupa de la

naturaleza investigara si existe o no lo «ilimitado», y si existe, cuál es su realidad. Una señal de que especular sobre esto es apropiado para esta clase de ciencia es que da la impresión de que todos los que se han dedicado honestamente a reflexionar sobre este punto tratan sobre lo existente: ilimitado yunos, lo consideran principio de la realidad como los como pitagóricos y Platón, [lo entienden] en sí mismo ..., pero todos los demás que han reflexionado sobre la naturaleza [siempre] postulan como substrato de lo ilimitado otra naturaleza distinta de los llamados «elementos», como el agua, el aire o una un a realida real idad d intermedia. intermedia.  A r i s t ó t e l e s , Física   202

h  34  203 a 18

11 [A 1]  Niet Nietzsch zschee KGW KG W n i 2, 3113 311316; 16; Zel Zelle lerr 1 1, 282, 282, 305306; 3053 06; Rohde Rohde I I Hg, 1; ii 144; Burnet EG 54; DK 1 89; Schultz 157158; Jaeger Paid,   i 283 sgg.; Cherniss 376377; Jaeger Theology  3435, 207; Cherniss  J H I   89; ZellerMondolfo 1 2, 203205; Vlastos PQ   106109; Hölscher Herrn.  296300; McDiarmid H S   194195; Kirk HCF 22, 361; Kirk CQ  340347; KirkRaven 117120; Pasquinelli 44, 320323; Freeman 5558, 63; Kahn 166196; Guthrie 1 7677; Fränkel DPH 304306; Maddalena 94100, 154156; Cleve I 159163; Gigon Ursprung   65; Laurenti Pres.  1 106107; Stokes 93, 293 11 [A 2]  Lüt Lütze ze 9294; B Baumker aumker  J K P   1885, 827829; Zeller I x, 286, 2; Cherniss 1617, 202 ·   Ross Phys.  545; Colli PHK 6979; Kirk CQ  325329; KirkRaven 108112; Pasquinelli 313314; Kahn 3233; Maddalena 81; Stokes 273

1555 15  ANAX  AN AXIM IMAN AND D ER   

εύλόγως δέ καί άρχήν αύτό τιθέασι πάντες ·   ούτε γάρ μάτην οΐόν τε αύτό είναι, ούτε άλλην  ύπάρχειν αύτώι δύναμιν πλήν ώ ς άρχήν · άπαντα   γάρ ή άρχή ή έξ άρχής, του δέ απείρου ούκ εστιν  5 άρχή · εϊη γάρ άν αύτοϋ πέρας. Ιτι δέ καί άγέ νητον καί άφθαρτον ώ ς άρχή τις ούσα ούσ α · τ ό τε   γάρ γενόμευον άνάγκη τέλος λαβεΐν, καί τελευτή 

ii

[A 3]

πάσης άρχή» διό, τών ού  Ιστιν φθοράς, καθάπερ τούτης άλλ’ αύτη άλλων λέγομεν, είναι δοκεΐ ίο καί περιέχειν άπαντα καί πάντα κυβερνάν, ώ ς φασιν δσοι μή ποιοϋσι παρά τ ό άπειρον άλλας  φιλί λίαν αν · καί καί τουτ5 είναι τ ό   αιτίας, οϊον νουν ή φι θειον · άθάνατον γάρ καί άνώλεθρον, ώσπερ φησίν ’Αναξίμανδρος καί οί πλεΐστοι τών φυσιολόγων. (12Α (12 Α 15 = Β3 Β 3 DK) Aris Aristo tote tele les, s, Phys Phys.. 203 203 b 4Ι5  (Ross)

ii [A 4] καί το υ τ’ εστι τό Ά να ξα γό ρ ο υ εν · βέλ βέλτι τιον ον  γά  γ ά ρ ή « όμοϋ πά π ά ν τ α » — καί καί Έμπεδοκλέους τ ό μίγμα καί Άναξιμάνδρου ... ώστε τής Ολης άν εϊεν ήμμένοι. ( — ) Ari Arist stote otele les, s, Met. 1069 b 2024 (Jaeger)

1 1 [ A 3]  1 1 [A 15] 10 περιέχειν cf. 11 [A 15,6] 2 γάρ μά μάτη την] ν] γάρ πάντε; πάντε ; μά μάτη τηνν Ε οΐό ΐόνν τε αύτό F I et fec fecit it  J 1 : αύτό οΐονται E V : αύτό οίόν τε Bekker 8 διό, καθά καθάπε περ] ρ] διόπερ καθά I 1 3 ώσπερ AS : ¿15 E J φησί σίν] ν] φη φησίν σίν ό F 11 [ Α 4]  1 1 [Α [ Α 55]] 1 Άναξα Άναξαγόρου] γόρου] Άναξιμάν Άναξιμάνδρο δρουυ Lüt Lütze ze Ιν Ιν]] δν Jackson βέλτιον ... πάντα] secl. Karsten 2   γά  γάρρ om. Ε γ ρ  Άναξιμάνδρου]  Άναξ ιμάνδρου] καί  Άν  Άναξα αξαγό γόρο ρουυ Lütze Lü tze:: om. Al, Al,

1 56  

 ANAXIMA  ANA XIMANDR NDRO O

12 3 κα καίί

1 1 [A 3 ] Y justamente, todo todoss lo lo consideran como como principio; princip io;

porque no es lógico que exista en vano o que posea otra capacidad que la de ser principio. En realidad, cualquier cosa, o es principio, o proviene de un principio; pero lo ilimitado no tiene principio, pues, de ser así, tendría un límite. Además, es ingénito e incorruptible, por ser principio; pues es necesario que lo generado tenga término y todo lo corruptible tenga fin. Por eso, como decimos, esto [lo ilimitado] no tiene principio, sino que, al pai’ecer, es principio de todas las demás cosas, y todo lo abarca y todo lo gobierna, como afirman los que no postulan otras causas fuera de lo ilimitado, como la mente o el amor. amor. Y eso eso es lo div d ivin ino, o, que q ue es inmortal e indestructible, como dicen Anaximandro y la mayoría de los físicos. A r i s t ó t e l e s , Física 203 b 415

1 1 [ A 4 ] Y eso eso es «el «el Uno» del que habla ha bla Anaxág An axágoras oras — meme-

 jo  j o r que [dec [d ecir] ir] «todas las cosas jun ju n t a s»— s» — y «la mezcla» [que proponen] Empédocles y Anaximandro ... de modo que se habrían referido a la materia. ARISTÓTELES, Metafísica 1069 b 2024

11 [A 3]  D K i 85, 89; Cherniss 25; Ross Phys.  546547; Colli PHK 7072; Kirk CQ325, 330; KirkRaven 1x4116; Pasquinelli 3334, 44. 317. 319; Kahn 4246; Guthrie i 8387; Maddalena 8082, 136 139, 156157; Laurenti Pres.  1  100101, 107; Stokes 2930, 271272 11 [A 4]  Zeller Zeller11 1, 279 279,, 1; Bumet EG 55; Ross  M  Meet.  11 350352; Cher25, 375376; niss Colli112, PHK Hölscher   287;Maddalena Kirk CQ KirkRaven ; Pasquinelli 331332; 131 7778; 28, Herrn. 3093x0; 8788, 140141; Stokes 62, 284

1 5 7   

 ANAX  AN AXIM IMAN AND D ER 

n [A 5] ώς δ’ οί φυσικοί λέγουσί, δύο τρόποι εΐσίν. 

οί μέν γάρ εν ποιήσαντες τό [ον] σώμα τό ύποκείμενον, ή τών τριών τι ή άλλο δ έστι πυρός   μέν πυκνότερον άέρος δέ λεπτότερον, τδλλα γεν  5 νώσι πυκ πυκνότ νότητι ητι καί μανότητι π ο λ λ ά ποιοϋντες ποιοϋντες ...   οί δ5 έκ του ένός ενούσας τάς εναντιότητας έκκρί  νεσθαι, ώσπερ Αναξίμανδρός φησι, καί δσοι δ’  Ιν καί πολλά φασιν είναι, ώσπερ Εμπεδοκλής   καί ’Αναξαγόρας · εκ του μίγματος γάρ καί οδτοι   ίο έκ έκκρ κρίν ίνου ουσι σι τ& τ&λλα λλα.. διαφέρο διαφέρουσ υσιι δδέέ άλλή άλ λήλω λωνν τώ ι τό τόνν  μέν περίοδον ποιεϊν τούτων, τόν δ’ άπαξ, καί  τόν μέν άπειρα, τά τε ομοιομερή καί τάναντία,   τόν δέ τά καλούμενα στοιχεία μόνον. (12Α16.9 DK) Aristoteles, Phys. 187 a 1226 (Ross)

11 [A 6] κατά δέ τήν ούσίαν καί τήν φύσιν ζητητέον  ποτέρως εχει, καθάπερ έν τοΐς διαπορήμασιν έπήλ   θομεν τί τό εν έστι καί πώς δει περί αύτοϋ λαβεϊν,   πότερον ... ή μάλλον ύπόκειταί τις φύσις καί  5 πως δει γνωριμωτέρως λεχθήναι καί μάλλον ώσπερ

11 [Α 5]  11 [Α 4]: 12 [Α 3] 2 δν see seel.l. Ro Ross ss:: habent haben t cod codd. d. P 6 7 Ιχ Ιχκρ κρίνε ίνεσθ σθαι αι]] Ικκρίνουσιν Ικκρίνουσιν P et fec fecit it J 8 είνα είναιι F I J 1PS: 1P S: είν είναι τά όν όντα τα E J aV 9 καί οΰτοι E IJ IJV V T : om. F P 1 2 άπ άπει ειρα ρα AS: άπειρ πειρα α ποιεϊ ποιεϊνν Ε 1 3 μόνον om. S: seel. Diels 11 [A 6]  12 [A 2] 2  3 έπήλΟομεν cf. Met. Met. ιο ιοοο ι a 4 sqq. sqq. 5 ir« ir « s Schwegl Schwegler er Ja Jaeg eger er:: π ω ΐ co codd dd.. Al. : seel seel.. Christ Ross (c (cf.f. Arist. De part. anim. 67 6700 a 1 122 : άναγκαϊον ... πω ;) καί] καί] ή co coni ni.. Bonitz

1588 15  

 ANAXIM  ANA XIMAN ANDRO DRO

1 1 [A 5 ] Como dicen los físicos, hay dos explicaciones.

Unos, que ponen como unidad un substrato material —sea uno de los tres [elementos], u otra cosa más densa que el fuego, pero más sutil que el aire— aire — , dicen dicen que las demás cosas nacen por condensación y rarefacción, estableciendo [así] la multiplicidad ... Los otros, por su parte, dicen que de lo uno se separan los opuestos, presentes en él, como afirman Anaximandro y cuantos dicen que existe lo uno y lo múltiple, como Empédocles  y Anax An axág ágor oras as.. Pues Pu es tambié tam bién n éstos dicen dice n que qu e las demás demás cosas se separan de la mezcla; difieren, sin embargo, entre sí por po r el hecho hecho de que uno supone que q ue se produce produ ce un ciclo de tales cambios, mientras que el otro piensa que se dan una sola vez; uno postula un número indefinido de principios, a saber, homeomerías y opuestos, mientras que el otro admite solamente los llamados «elementos». A r i s t ó t e l e s , Física  187 a 1226

1 1 [A 6] E n cuanto a la substancia y la la naturaleza natu raleza [de [de lo uno], uno],

hay que investigar de qué modo existe —en las «Aporias» ria s» hemos hemos explicado ya y a qué qu é es es lo uno y cómo cómo habr ha bráá qu quee reflexionar sobre ello—, es decir, si [...] o si, más bien, subyace una naturaleza, natur aleza, y có cóm mo h abrá ab rá que exponerlo de modo más comprensible, sobre todo, como lo hacen los

11 [A 5]  Baumk Baumker er  J K P   1885, 829831; Burnet EG 5556; DK i 83, 85; Cherniss 4951, 106108; Ross Phys.  481484; Colli PHK 73, 7779; Hölscher Herrn.  303; KirkRaven 110112, 129, 378379; Pa squinelli 310311; Kirk HCF 22; Kirk CQ  328; McDiarmid H S   198; Kahn 1920, 3942, 4546; Maddalena 8384, 118119, 140141; Stokes 62, 271, 273 11 [A 6]  Ross  Met  Met..  11 284285; Chemiss 36, 43; Colli PHK 7980; Colli Organon  883, 1045; Maddalena 138139; Russo  Met  Met..  282

1599 15  ANAX  AN AXIM IMAN AND D ER   

οί περί φύ φύσε σεω ως * έκείνω ίνων γάρ ο μέν τις φιλίαν εϊναί φησι τό εν ό 8 ’ άέρα ό δέ τ ό άπειρον. ( — ) Aris Aristot totele eles, s, Met. 1053 b 9-16  (Jaeger)

11 [A 73 φύσις λέγεται ενα μέν τρόπον ή τών φυομένων γένεσις, οΐον ει τις Ιπεκτείνας λέγοι τό υ, Ινα δέ έξ ού φύεται πρώτου τό φυόμενον ένυπάρχοντος * Ιτι δθεν ή κίνησις ή πρώτη Ιν έκάστωι τών φύσει  5 δντων Ιν αύτώι ήι αύτό ύπάρχει ... Ιτι δέ φύσις λέγεται έξ ού πρώτου ή Ιστιν ή γίγνεταί τι τών   φύσει δντων, άρρυθμίστου δντος καί άμεταβλήτου  έκ τής δυνάμεως της αύτοϋ ... τούτον γάρ τόν τρόπον καί τών φύσει δντων τά στοιχειά φασιν  ίο είναι φύσιν, οί μέν πυρ οί δέ γήν οί δ’ άέρα οί  δ’ ύδωρ οί δ’ άλλο τι τοιουτον λέγοντες, οί δ ’  Ινια τούτων οί δέ πάντα ταυτα. Ιτι δ’ άλλον τρόπον λέγεται ή φύσις ή τών φύσει δντων   ούσία ... ( — ) Aristoteles, Met. 1 0 1 4 b 163 16366 (Jaeger)

1 1 [A 73  Ari Arist. st. Phys. 192 b 8  193 b 2 1 1 φύσΐξ] çùois 8è Π 3 πρώτ πρ ώτου ου E ® ΑΙ ΑΙ.. : πρώτον ÜA ÜAbb om. Α& 7 φύσει Π Al Al.. Φ: μή φύσει A1· ex coni, ut vid.

1600 16  

 ANAXIMA  ANA XIMANDR NDRO O

8 δέ

que tratan de la naturaleza; pues entre ellos hay quien dice que lo uno es el amor, otro que el aire, y otro que lo ilimitado.  Metafísica 1053 b 916 ARISTÓTELES, Metafísica

1 1 [A 7 ] E n un sentido, sentido, se se dice que que «natura «n aturaleza» leza» es la ge-

neración de las cosas que nacen, como si uno pronunciara como larga la letra υ; en otro sentido, el principio inmanente de donde surge lo que nace; y, también, la realidad de donde el primer movimiento [que se produce] en cada uno de los seres naturales es, en cuanto tal, inmanente a esa misma [realidad] ... y también se llama «naturaleza» «naturaleza» el prim pr imer er principio princ ipio,, en sí mism mismoo informe e inmutable, a partir del cual existe o se genera alguno de los seres naturales ... De este modo dicen que son «naturaleza» incluso los elementos de los seres naturales, que unos llaman fuego, otros tierra, otros aire, otros agua, y otros alguna otra cosa semejante; unos [sólo mencionan] algunos de esos [elementos], otros [loss incluyen] [lo incluyen ] todo todos. s. Y aún hay ha y otro sentido, [en el que] que] «naturaleza» se define [como] la substancia de los seres que existen naturalmente ...  A r i s t ó t e l e s , Metafísica 101 4

b 1636

11 [A 7]  Ros Rosss  Me  Met. t.  i 295297 295297;; Ch Cheernis rnisss 242246 ; Colli Colli PH K 80; 80 ; Kirk HCF 228; Russo  Met  Met..  127128

 ANAX  AN AXIM IMAN AND D ER   

i i [A 8] ά λλά λλ ά μην ούδ ούδεε εν και άττλοΰν είναι σώμα άπειρον ενδέχεται, ούτε ώς λέγουσί τινες τό παρά τά στοιχεία, εξ οö ταϋτα γεννώσιν, ον/θ’ άπλώς. είσίν yáp τινες οΐ τοΰτο ττοιοΰσι το άπειρον, 5   άλλ’ ούκ άέρα ή ύδωρ, όπως μή τ&λλα φθείρηται ύπό τοΰ άπειρου αυτών · έ'χουσι yáp πρός άλληλα   έναντίωσιν, οΐον ό μέν άήρ ψυχρός, τό 8’ ϋδωρ ν άπειρον, υγρόν, πΰρτδλλα. θερμόννυν · ών ε! ήν εεϊναί Ιφθαρτοτόανδεήδη φασιν   6 ’ ετερον ίο έξ ού τα ταϋϋ τα. τα . άδύνατον δ’ είνα ίναι τοιο το ιοϋτ ϋτον ον,, ούχ ού χ  ότι άπειρον (περί τούτου μέν γάρ κοινόν τι λεκτέον  επί παντός ομοίως, καί άέρος και υδατος καί  ότουοϋν), άλλ’ ότι ούκ εστιν τοιοϋτον σώμα  αισθητόν πα παρά ρά τ ά κα καλο λούμ ύμεν ενα α στοιχεία στοιχε ία · άπαν άπ αντα τα   is γάρ έξ ού έστι, καί διαλύεται είς τοΰτο, ώστε   ήν αν έντάϋθα παρά άέρα καί πΰρ καί γην καί  ύδωρ · φαίνεται δ’ ούδέν. ούδε δή πΰρ οΰδ’ άλλο   τι τών στοιχείων ούδέν άπειρον ενδέχεται είναι,  δλως γάρ καί χωρίς τοΰ άπειρον εϊναί τι αυτών,  2ο άδύνατον άδύνατον τ ό π πα α ν, καν καν ήι πεπερασμένο πεπερασμένον, ν, ή εείν ίνα αι  ή γίγνεσθαι εν τι αύτών, ώσπερ Ηράκλειτός  φησιν άπαντα γίγνεσθαι ποτε πΰρ (ό δ’ αύτός

1! [Αένδέχ 8]έχετα εται Arist. 1066είναι b 34_Ιο67 7 (Jaeger: ούδέ iv δέ άπλοΰν ένδ ι τό Met. άπειρον σώμα, σώμα, aοΰθ' ώς λέγο λέγουσί υσί τινες τινε ς τκαί ό πα παρά ρά τά  Jaege ger], r], ούκ Ιστι στοιχεία στοι χεία έξ ού γεννώσι γεννώσι ταϋ τα ϋτα ΙΧ ΙΧοοΰθ’ άπλώς) άπλώς) suppl.  Jae  γάρρ Toiovhro σώμα παρά  γά παρ ά τ ά στοιχεία · άπαν γάρ, έξ oö έστ( έστ(,, καί καί διαλύεται είς τούτο, ού  φα φαίνε ίνετα ταιι δέ τοΰ τοΰτο το παρά τά άπ άπλδ λδ σώματα σώμ ατα · ούδέ πυρ ούδ’ άλλο τι των στοιχείων ούθέν · χωρίς γάρ του άπειρον εϊναί τι αύτών, άδύνατον τό άπαν, κ&ν ήι πεπερασμένον, f| είναι ή  γίγνεσθαι 2ν τ ι αύτών, ώσπερ ώσπερ Ηράκ Ηράκλε λειτό ιτόςς φη φησιν σιν άπα άπαντα ντα γίγνε γίγνεσθα σθαίί ποτε πΰρ. ό δ’ αύτός λόγος καί έπΐ τοΰ ένός δ ποιοϋσι παρά τά στοιχεία οΐ φυσικοί · παν γάρ μεταβάλλει έξ έναντίου, olov έκ θερμού είς ψυχρόν) 1 είναι είναι om. F 4 ποιοϋσι Λ Ρ : ποιοΰ ποιοΰντε ντεςς Ε 7 8 ψυ ψυχρό χρόςς (ψυχρ (ψ υχρούς ούς Ε) ... ύγρό ύγ ρόνν FÍPS FÍPST: T: ύγρός ... ψυχρόν ci, S 8 ών] ών] 14 άπαντα] ώς Τ 9  1 0 εϊναί φασιν φασιν έξ] φα φασιν σιν είναι τό έξ Λ δπαν IT : άπαν μέν F 18 τι E P : om. F : post post,, είνα είναιι ponu ponunt nt I J 20 τό AM : om. Ε κά κάνν ήι AM : ή κα καίί Ε 22 φησιν φησιν άπαντ άπαντα] α]

1622 16  

 ANAXIMA  ANA XIMANDR NDRO O

1 1 [A 8] Pero es que, que, en realidad, realid ad, ni siquie siq uiera ra es es posible qu quee

un cuerpo infinito sea uno y simple, ni como algo que existe más allá de los elementos y de donde ellos proceden, como afirman algunos, ni como simplemente tal. Pues hay algunos que entienden lo «ilimitado» como algo simple, y no como aire o como agua, no sea que el resto quede destruido por una substancia ilimitada; de hecho, los elementos son contrarios entre sí: por ejemplo, el aire es frío, el agua húmeda y el fuego caliente, de modo que si uno fuera ilimitado, los demás quedarían destruidos. En el otro caso, dicen que el cuerpo infinito es diferente, y que de él brotan los elementos. Pero es imposible que eso exista, no porque sea infinito (sobi'e esto habrá que decir algo que se pueda aplicar igualmente a todos: al aire, al agua y a cualquiera otra realidad), sino porque más allá de esos llamados elementos no existe tal cuerpo perceptible; pues aquello de donde proceden todas las cosas es también el punto de sunto disolución, de modo eso sei’ía algo distinto disti del aire, del fuego, fuego, que, de laentonces, tierr tie rraa y d del el agu agua. a. Pero no parece que exista una cosa así. Pues no es posible, en absoluto, que el fuego o cualquier otro de los elementos sea ilimitado. En resumen, y sin pensar que alguno de los elementos pueda ser ilimitado, es imposible que la totalidad, aunque fuera fue ra limitada, se seaa o equivalga equivalga a uno de los elemen elementos, tos, com comoo asegura aseg ura Herác H eráclito lito al decir que todo termina por convertirse en fuego (y el mismo

11 [A 88]]  Lütze 9498; Zeller ller 1 2, 867868; B Burne urnett EG 159; D K i 8586; Ross  Me  Met. t.   i i 332; Cherniss 2630; Ross Phys.  549550; Colli PHK Herrn. 30, 8187, Hölscher 304;317; KirkKahn HCF3639, 18, 22, KirkRaven 111114,91;118; Pasquinelli 186;321; Guthrie 1 80, 456, 469; Maddalena 140141; Stokes 272, 276

163  

 AN  A N AXIM AX IMAN AND D ER 

λόγος καί επί του ενός, οϊον ποιουσι παρά τά στοιχ στ οιχεία εία οί φυσικοί) φυσικοί) · π ά ντ α γ ά ρ μεταβ μεταβάλλε άλλειι εεξξ 25 εναν εν αντί τίου ου είς είς ενα εναντ ντίον ίον,, οϊον ο ϊον εεκκ θερμού θερμού είς ψυ ψυχρ χρόν όν.. (ΐ2Αι6 DK) Aristoteles, Phys. 204 b 22  205 a  y (Ross) ii [A 93

 γένεσ  γέν εσις ις μέν μέν γ ά ρ καί κα ί φθορά π ά σ α ις τ α ις φύσει

συνεστώσαις όύσίαις ούκύποκειμένην άνευ τών αισθητών μάτων. τούτων δέ τήν ύλην οί σωμέν φασιν είναι μίαν, οϊον άέρα τιθέντες ή πυρ ή τι s μεταξύ μεταξύ το τούτ ύτω ω ν, σώμά σώ μά τε δν καί χω χωρισ ριστό τόν, ν, οί δδέέ πλείω τόν άριθμόν ενός, οί μέν πυρ καί γην, οί δέ ταυτά τε καί άέρα τρίτον, οί δέ καί ύδωρ τούτων τέταρτον, ώσπερ ’Εμπεδοκλής ... άλλ’ οί μέν ποιουντες μίαν ύλην παρά τά είρημένα, ταύτην ίο δέ σωμ σωματική ατικήνν καί χω ρι ρισσ τή τήν, ν, άμα άμαρτάνο ρτάνουσιν υσιν · άδύ άδύ   να  ν α τ ο ν γ ά ρ άν άνευ ευ ένα έν α ντιώ ντ ιώσσ εω εωςς είναι είν αι τ ό σ ώ μ α τ ο ύ τ ο αίσθητόν δν. ( — ) Aristoteles, Aristoteles, De gene gener. r. et corr corr.. 328 b 32  329 a 1 1 (Mugler)

φησι Sè άπαντα Ë έναντία Ε

2 4 πάντα] παν MP

25 έναντίον ΛΡ ΛΡ:: 

11 [Α 9]  11 [Β 21]: 12 [Α 2] 4 τιθέ τιθέντέΐ ντέΐ om om.. L τι] τι t c ö v Η 10 καί om om.. F αίσθητόν δν L, Prantl: αίσθητόν Ε: αίσθητήϊ HJ, Mugler

164  

 ANAXIMA  ANA XIMANDR NDRO O

12

razonamiento se puede aplicar a lo uno, que los físicos dicen que existe más allá de los elementos). Pues, en realidad, todas las cosas pasan de contrario a contrario, como del calor al frío. A r i s t ó t e l e s , Física   204 L 22  205 a 7

1 1 [A 9 ] L a generación generación y la corrup cor rupción ción no sobreviene sobreviene a las las

substancias sin alos cuerpos sensibles. Unos dicen que la naturales materia que éstos les sirve de substrato es una sola, como como aire air e o fuego fuego o una un a real re alid idad ad intermedia que, a la vez que es corpórea, está separada; otros, en cambio, piensan que es más de una en número: según unos, fuego y tierra; según otros, estos dos más un tercero, el aire; y otros añaden el agua como cuarto, por ejemplo, Empédocles ... Pero los que creen que hay una sola materia, fuera de los mencionados [elementos], y que es es corpórea corpó rea y separada sepa rada,, se equivocan, equivoc an, pues ese ese cuerpo, al ser sensible, no puede existir sin contrariedad. ARISTÓTELES, Generación y corrupción 328 b 32  329 a 11

11 [A 9]  Burnet E G 5556; Chern rnie iess 5859; Colli Colli P H K 8788; Höls Hölsch cher er Herrn.  303; Kirk CQ  330

 

 ANAX  AN AXIM IMAN AND D ER 

π [A ίο] ό δ’ αύτό αύτόςς λόγος λόγο ς περί α π άντω άν τω ν, ό τι ού ούκκ εστιν εν τούτων έξ ού τά πάντα, ού μην ούδ’ άλλο τί γε παρά ταΰτα, οϊον μέσον τι άέρος καί υδατος ή άέρος καί πυρός, άέρος μέν παχύτερον 5 καί πυρός, τώ τ ώ ν δέ λεπ λεπτότ τότερο ερονν · έ'στ έ'στα αι γγά ά ρ άήρ άή ρ καίί π κα πυυ ρ εκεί εκείνο νο μετ’ εναν εναντιότ τιότητα ηταςς · άλλά στέρη στέρησις σις τό ετερ ερον ον τ ώ ν εναντίω εναντίωνν · ώ σ τ ’ ούκ ένδέ ένδέχετα χεταιι μονουσθαικαί εκείνο τό άπειρον τό ούδέποτε, περιέχον. ώσπερ όμοίωςφασί άρα τινες ότιουν ίο το τούύ τω ν ή ού ούδέ δέν. ν. εείί ούν ρη ρηδε δενν αίσθητό αίσθ ητόνν γ ε πρό πρ ό τερον τούτων, ταΟτα αν ε’ίη πάντα. ( — ^“’ ^“’Aristote Aristoteles les,, De gener. et corr. 332 332 a 18 1827 (Mug (Mugler ler))

διόπερ εί' τις τόν τε πρότέρον άληθή νομίσειεν είναι λόγον καί τούτον, άναγκαϊον, εί μέλλει δΐασώσειν άμφοτέρους αύτούς, ύποτιθέναι τι τρίτον, ώσπερ φασίν οί μίαν τινά φύσιν είναι λέγοντες 5 τό π α ν, οϊον οϊον ύδωρ ή πυρ πυ ρ ή τό με μετα ταξύ ξύ τού τούτω των, ν, δοκεϊ δέ τό μεταξύ μεταξύ μάλ μάλλο λονν * πυρ πυ ρ γ ά ρ ήδη κα καίί  γήή καί  γ κα ί ά ή ρ καί ύ δ ω ρ με μετ’ τ’ ε ν α ν τ ιοτ ιο τ ή τ ω ν σ υ μ π ε πλεγμένα έστίν. διό καί ούκ άλόγως ποιοΰσιν οί τό ύποκείμενον ετερον τούτων ποιοΟντες, τών

1 1 [A i l ]

11 [Α .10]  11 [Α [Α 2. 2. 111 4 . Β 21 21]] 1 δτι om om.. Ε 3 τ( om. om. Ε ye om om.. L 5 καί J L : ή EFH δέ] 6έ άλλων Η1 yáp άή άήρ] ρ] άήρ yàp yà p Ε 10 ή om. E L ού ούδέ δέν] ν] ούδ ούδέν έν άρχή F : ούδέ ούδένν μάλλ μάλλον ον άήρ ή π υ ρ L 1 1 [A [A 1 1]  1 1 [Α [Α 22.. 110. 0. 1214. 121 4. Β 2 1]: 12 [ Α 2] 2] 1 re om om.. Ε 1 3 δια διασώσ σώσειν ειν F J S : δια διασώζε σώζειν ιν Ε Ι 1: διασώζων διασώζ ων Ia ύποτιθέναι] ύποτιθέναι] ύποθεΐναι ύποθεΐναι S 6 ήδη E S T : δή Λ 7 έν έναν αν τιοτήτων τιοτή των]] ένα έναντιό ντιότητοί τητοί F 8 καί om. om. ΛΤ: ΛΤ : expunxit Ε 9 ύποκε ύπο κείμεν ίμενον] ον] περιέχον Ε 1

166  

 ANAXIMA  ANA XIMANDRO NDRO

1 1 [A 1 0 ] Y este mismo razonamiento vale para todos, a

saber, no hay ni uno solo de éstos de donde provengan todas las cosas; y tampoco algo más allá de ellos, como intermedio entre aire y agua, o entre aire y fuego, o algo más denso que el aire o que el fuego, pero más sutil que los otros, porque eso sería aire y fuego, con una contradicción. Ahora bien, de los dos contrarios, uno es una privación; de modo que es imposible que eso exista jamás por sí mismo, como afirman algunos sobre lo ilimitado y lo circundante. Y lo mism mismoo vale para pa ra cualquiera de los elementos, o [es que no existe] nada. Por tanto, si no existe nada sensible anterior a esos [elementos], éstos deberán ser los que constituyan la realidad entera. ARISTÓTELES, Generación y corrupción 332 a 1827

1 1 [A 1 1 ] Por eso, si se admite que tanto el razonamien-

to precedente como el que acabamos de presentar son  válid  vá lidos os,, es necesar nece sario io supone sup onerr como como subst su bstrat rato, o, para pa ra poder conciliar estas dos posturas, un tercer [elemento], como afirman los que dicen que el universo consta de una naturaleza única, como agua o fuego o una realidad intermedia. Pero parece preferible lo intermedio, pues el fuego, la tierra, el aire y el agua están a la contradicción. Por eso, noíntimamente es absurdo elligados razonamiento de los que ponen como substrato otra cosa distinta de los elementos,

11 [A 10]  Burnet EG 5556; Che Chern rnis isss 29, 29, 58, 122123; 12212 3; Co Coll llii P H K 88 88 90; Kirk CQ  329331; KirkRaven 110112; Pasquinelli 31, 315; Kahn 3639 1 1 [ A 1 1] 1 ]  Che hern rnis isss 5455; Co Coll llii P H K 9091; 90 91; Hölsch Hölscher er Herrn.  303; Kirk CQ 333 i Pasquinelli Pasquinelli 33x5 x5;; Ka Kahn hn 3639

1 6 7   AN  A N AXIM AX IMAN AND D ER   

xo

8’

άλλων oí αέρα · καί γ«ρ ό άήρ ήκιστα εχει των άλλων διαφοράς αισθητός · έχόμενον δέ τό

ύδωρ. ( — ) Aristote Aristoteles, les, Phys Phys.. 189 18 9 a 34  b 8 (Ross) (Ross)

και διά t o u t ’ ούθεις τ ό εν και άπειρον πυρ έποίησεν ούδέ γην των φυσιολόγων, άλλ’ ή ύδωρ ή άέρα ή τ ό μέσον αυτών ...

1 1 [a 12]

( — ) Aristotele Aristoteles, s, Phys Phys.. 205 a 2527 (Ross)

κατά μέν ούν τούτον τόν λόγον οΰτ’ εϊ τις τούτων τι λέγει πλήν πυρός, οΰτ’ εΐ τις άέρος μέν πυκνότερον τοΟτο τίθησιν ύδατος δέ λεπτότερον, ούκ όρθώς &ν λέγοι.

11 [A 13]

( — ) Aristoteles, Aristoteles, Met. 989 a 1215 (Jaeger)

ενιοι γάρ εν μόνον ύποτίθενται, καί τούτο οί μέν ύδωρ, οί δ’ άέρα, οί δέ πυρ, οί δ’ ύδατος μέν λεπτότερον, άέρος δέ πυκνότερον, 5   περιέχειν φασί πάντας τούς ούρανούς άπειρον ον. όσοι μέν ούν 5 τό εενν το τούτ ύτοο πο ποιούσ ιούσιν ιν ύδωρ ή άέρα ή ύδατος μέν

11 [A 14]

1 1 [Α 12] 1 2]  1 1 [[Α Α 22.. 110. 0. 11 . 13. 14. Β 2 1]: 12 [Α 2] 1 t o u t ’ ο ύ θ ΐΐΐΐ ξξ]] τοΟτο ©els Ε 1 b>  καί καί άπε άπειρο ιρονν E I J P : ¿nre ¿nreip ipoov καί καί Sv F : ¿hre ¿hreipov ipov Τ 1 1 [A 13]  1 1 [[A A 22.. 1012. 1 4. B 2 1] : 12 [A 2] 1 μέν om. Lat 1 1 [ A 14] 14]  1 1 [ A 22.. 10 10.. 11  13 . B 2 1] : 12 [ A 3] 3] 1 τούτο E H L fSP fS P : τούτ τούτων ων JF JFM M 7 ττ ττνκ νκνό νόττητι ητι καί μανό μανότη τητι τι E L P :

1688 16  

 ANAXIMA  ANAX IMANDR NDRO O

o de los que afirman que es el aire, pues el aire tiene menos diferencias sensibles que los otros; y a continuación viene el agua. A r i s t ó t e l e s , Física 189

a 34  b 8

1 1 [A 1 2 ] P o r eso, eso, ninguno ninguno de los que han estudiado estudiad o la na-

turaleza ha concebido lo uno e ilimitado como fuego o como tierra, sino como agua o como aire o como [algo] intermedio entre ellos ... A r i s t ó t e l e s ,F  ,Fís ísic icaa  205 a 2527

1 1 [A 1 3 ] Pues según este razonamiento, no pensaría co-

rrectamente ni el queexcepto pusierael[como de esos [elementos], fuego, principio] ni el que sealguno inclinara por algo más denso que el aire o más ligero que el agua. A r i s t ó t e l e s , Metafísica 989 a 1215

1 1 [A 1 4 ] Algunos suponen que hay un solo [elementos],

 y unos un os dice di cen n que qu e es el agua ag ua,, ot otro ross qu quee el a ire ir e , otros que el fuego, y otros algo más sutil que el agua y más denso queserel ilimitado. aire; y afirman contiene todos los que cielos, por Puesque bien, los que dicen ese único [elemento] es el agua o el aire o algo más

11 [A 12] 

Col ollli PH K 91; 91 ; St Stokes okes 272 272

11 [A 13] 

Ross Ross  Met  Met..  i 181; Co Coll llii P H K

91

11 [A91 14]  her Ze Zell ller er  1 303; i, 286;Kirk Burnet EG 5556; 5556;Cherniss Cherniss1216; 1216;Colli Colli PHK ; Hölsc Hölscher Herrn. CQ  337338;KirkRaven 337338; KirkRaven 1141x6; Pasquinelli 315; Kahn 4346; Guthrie 1 107; Maddalena 138139

1699 16  

 ANA  AN A XIM XI M AN AND D ER 

λεπτότερον, άέρος δέ πυκνότερον, εΐτ’ έκ τούτου πυκνότητι καί μανότητι τάλλα γεννώσιν, ούτοι λανθάνουσιν αυτοί αυτούς άλλο τι ιτρότερον τοΰ στοιχείου ττοιοϋντες. ( — ) Aristo Aristotel teles, es, De caelo 3 ° 3   b 1017 (Allan)

11 [A 15] έπεί δέ τά αϊτια διήιρηται τετραχώς, φανερόν ότι ώς ύλη τό άπειρον αίτιόν έστι, καί δτι τό μέν είναι αυτώι στέρησις, τό δέ καθ’ αυτό ύποκείμενον τό συνεχές καί αίσθητόν. φαίνονται δέ πάντες  5  κα καίί οί άλλοι ώς ώς ΰλ ΰληι ηι χρώμενοι χρώ μενοι τ ώ ι άπ άπείρ είρω ω ι · διό καί άτοττον τό περιέχον ποιεΐν αυτό άλλα μη περιεχό χόμε μενο νον ...... οϋτε γ ά ρ ϊνα ή γέν γένεσι εσιςς μη έπ έπιλε ιλείπη ίπηι,ι, άναγκαϊον ένεργείαι άπειρον είναι σώμα αίσθητόν. (12Α14 DK) Aristoteles, Phys. 207 b 34 ' 2°8 a 9 (Ross)

[A 16] είσΐ δέ τινες οΐ διά τήν ομοιότητά φασιν αυτήν μένειν, ώσπερ ώ σπερ ττώ ώ ν άρ άρχα χαίων ίων ’ Αναξ Αναξίμ ίμανδρ ανδρος ος * μάλλ μάλλον ον μέν γάρ ούθέν άνω ή κάτω ή είς τά πλάγια φέρεσθαι προσήκει τό έπΐ του μέσου ίδρυμένον 5 κα καίί ομοίως ομοίως πρός ττά ά έσχα έσ χατα τα εχο εχονν · άμα δ ’ άδύ

11

μανότητι καί μανότητι καί πυ πυκνότητ κνότητιι JF JFH H SP, SP , Moraux Moraux : μανότατον μανότατον κκαί αί πυκνότατου Μ o ö to i] O OÖ Ö TO I δ έ F 1 1 [Α 15]  1 1 [Α 3] : A Aëët. 1 ,3, ,3,3 (Dox.  277278) 6  τό περιέχον cf. 11 [Α 3,10] 2 ότι] T t Ε , αίτιό αίτιόνν ècm] έστιν αίτιο αίτιονν Bekker Bekke r 3 αύτωι] αύτω ι] αώτων αώτων Ε στέρησή] στέρησή] στέρ στέρησή ησή έστι Λ Ρ 5 2καΙ om. om. Ε 6 μή μή]] μή τό AS 7 788 έπιλείπηι, άναγκα άναγκαϊον] ϊον] έπιλείποι άνάγκη Ε 11 [Α 16]  11 [Β 4] 3 μέν γάρ] γά γάρρ &ν J

4 πρ προσ οσήκ ήκει ει E H L fS fSP P : προσ προσήκ ήκειν ειν J F M (viel-

170  

 ANAXIM  ANA XIMAND ANDRO RO

sutil que el agua y más denso que el aire, e incluso [aseguran] que de él nacen todas las demás cosas por condensación o rarefacción, se olvidan de postular algo distinto, anterior al propio elemento. ARISTÓTELES, Sobre el cielo 303 b 1017

1 1 [A 1 5 ] Y com como las causas se se divide div iden n en en cuatro cua tro categorías,

es evidente que lo ilimitado ilimitado es causa en cuanto cuanto materia, mate ria, que su ser consiste en una privación, y que su propio substrato subyacente es lo continuo y perceptible. Por otra parte, no cabe duda de que todos los demás se refieren a lo ilimitado, en cuanto materia; de ahí que sea absurdo considerarlo como circundante y no como circundado ...... y pa para ra que la generación no no quede degradadeg radada, tampoco es imprescindible que un cuerpo material sea realmente ilimitado. ARISTÓTELES ,F  ,Fís ísic icaa  207 b 34  208 a 9 11 [A 16] Hay algunos, como Anaximandro entre los an-

tiguos, que dicen que [la tierra] está en reposo a causa de su equilibrio. Pues es propio de lo que está asentado en el centro y equidista de los extremos no inclinarse hacia arriba ni hacia abajo ni hacia los

11 [A 15]  D K i 85; Che Chern rniiss 2126; Ross Phys.  369, 561; KirkRaven 114; Pasquinelli 36; Kahn 43; Guthrie i 84; Maddalena 83, 136 137; Stokes 284 11   [ A 16 11 16]]  Zelle Zellerr 1 1, 303, 303, 1 ; Burnet EG 6566; 6566; DK D K 1 88; 88; Che Chern rnis isss 151, 15 1, 395; KirkRaven 134; Pasquinelli 4041; Kahn 5354; Guthrie I 98; Maddalena 150151; Stokes 335

171  ANA  A NAXI XIM M A ND NDER  ER   

Vorrov  eis τάναντία ποιεϊσθαι τήν κίνησιν * ώστ’ Ι ξ άνάγκης μένειν. (I2Ä2Ö

DK) Aristoteles, De caelo 2Q5  b 1116 (Allan)

11 [A 17 ] είναι γάρ τό πρώτον ύγρόν άπαντα τόν περί τήν μέν γήν διατμίσαν τόπον, ύπόπνεύματα ξηραινόμενον δέ του ήλίου τό καί τροπάς ήλίου καί σελήνης φασί ποιεϊν, τό δέ λειφθέν θάλατταν 5  είναι · διό καί έλάττω  γ  γίγ ίγνν ε σ θ α ι ξηρα ξη ραιν ινομ ομέν ένην ην οϊονται, καί τέλος Ισεσθαί ποτέ πασαν ξηράν.

(12Α27 DK) Aristoteles, Meteor. 353  h 611 (Fobes)

leicht richtig   Die Diels) ls)

τό JH JHSP SP:: om. om. E τό ίναντίον ELF, Allan Moraux

11 [A 17] 17] 

11  [B 2 ]

3 διατμ διατμίσαν] ίσαν] άτμίσαν Μ

4 καί καί σελή σελήνη; νη; om. Μ

172  

6 τάναντ τάναντία ία ΦβΡ ΦβΡ::

 ANAXIM  ANA XIMAND ANDRO RO

lados; también es imposible que se mueva a la vez en direcciones opuestas, de modo que está en reposo por necesidad. A r i s t ó t e l e s , Sobre el cielo  295 b 1116

1 1 [A 1 7 ] Pues Pu es en un princ pr incipi ipio, o, todo todo el espacio en torno a la

ti tier eraparte húmedo, húmed o, pero dice dicdujo e que, ir secándose secánydose por elerra soral, la sol, par te evap e vaporad oradaaseprodu pro jo losalvientos las ffas ases es del sol y de la luna, mientras que el resto era mar. En consecuencia, se cree que el mar disminuye por estar secándose progresivamente, y que terminará por secarse del todo. ARISTÓTELES, Meteorología  Meteorología  353 b 611

i r k HCF 11  [A26 11  17] 17 ]  5;Zell ZeKirkR ller erkRave i iaven , 296 29 298 EG 6364 ; D nK 6567; 1 88; K Guth 26426 4265; Kir n62 139 1398; 9 ;; Burnet Pasquin Pasquinelli elli 63 4 1 ;64;Kahn Kah Guthrie rie 1 92, 391; Maddalena 150153

 

B

11 [B i] (12A9, 59A41, 28A7 DK) Theophrastus, Physic, opi-

nion. fr. 2 Colli (Simpl, in Aristot. Phys. 184 b 15 [24, 1325 + 27, 11 11 2 3 Diels iels]] + Alex. Aphr Aphr.. in Aristo Aristot. t. Met. 9844 b 3 [31, 7 sqq 98 sqq. Hay duck]) duck]) ' τών δέ ευ καί κινούμενον καί άπειρον λεγόντων ’Αναξίμανδρος μέν Πραξιάδου Μιλήσιος ΘαλοΟ γενόμενος διάδοχος καί μαθητής αρχήν τε καί στοιχείου εΚρηκε τών δυτών τό άπειρον, πρώτος τούτο τούνομα κομίσας τής 5  αρχής αρχής · λέγει δε αύτήυ αύτή υ μήτε μήτε ύδωρ μήτε μήτε άλλο τ ι τώυ τώ υ καλουμένωυ είναι στοιχείων, άλλ' έτέραν τιυά φύσιν άπειρον, έξ ής άπαυτας γίνεσθαι τούς ούραυούς και τούς έυ αύτοΐς κόσμους · « έξ ών δέ ή γένεσίς έστι τοΐς ούσι, καί την φθοράν είς ταϋτα γίνεσθαι κατά τό χρεών · διδόυαι ί ο  γά  γάρρ αύτά αύτ ά δίκην δίκην καί καί τίσ τί σ ιν άλλή άλλήλο λοις ις τής άδικ άδικίας ίας κατά τ ήν τού Χρόνου τάξιν », ποιητικωτέροις ούτως όνόμασιν αύτά λέγων. δήλον δέ ότι τήν είς άλληλα μεταβολήν τών τεττάρων ούτοςποιήσαι, θεασάμενος ήξίωσεν εν τι τούτων στοιχείων ύποκείμενον άλλά ούκ τι άλλο παρά  ΐ5 ταύτ τα ύτα. α. ούτος ούτος δέ ούκ άλλο άλλοιο ιουμ υμέν ένου ου τού το ύ στοιχείο στοι χείουυ τ ή ν  γένεσ  γέ νεσιν ιν ποιεί, άλλ’ άποκριν άποκρινομ ομένω ένωνν τών τώ ν έυαντίων διά  τής άϊδίου κινήσεως. καί ταΰτά φησιν ό Θεόφραστος παραπλήσίως τώι Άνα ξιμάυδρωιι λέγειν τόν ξιμάυδρω τ όν ’ Αναξα Αναξαγόρ γόραν αν · έκ έκεΐνο ΐνος γάρ γά ρ φησιν φησιν 20 έν τή ι διακρίσει διακρίσει τ ο ύ άπείρου άπείρου τ ά συ σ υ γγεν γγ ενήή φέρεσ έρεσθθαι πρός άλληλα καί ότι μέν εν τώι παυτί χρυσός ήυ γίνεσθαι  χρυσόν, ότι ότ ι δέ γ ή γήυ, γή υ, όμοί όμοίω ως δέ καί καί τώ τώνν άλλων έκασ έκαστο τουυ

1 1 [ Β 1] = 11 [A 1] = ΤΗ [PHD 2]  1 1 [A 2] : Simpl, in Aristot. Phys.

150,2224: Simpl, in Aristot. Phys. 154,1423 Diels (12A9 a DK): καί Θεόφραστός Θεόφρα στός δέ τό τόνν ’Αναξαγόραν si; τό τόνν ’Αναξ ’Αναξίμα ίμανδ νδρο ρονν συνωθω συνωθωνν καί ούτως έκλαμβάνει τά ύπό Άναξαγόρου λεγάμενα, ώς δύνασθαι μίαν αύτόν φύσιν λέγειν τό ύποκείμενον · γράφει δέ ούτως έν τήι Φυσικήι Ιστορίαι Ιστο ρίαι · ο ύ τω μέν ού ούνν ... Άναξιμ Άναξιμάνδρ άνδρωι ωι (cf. 11 [ Β 1, 1,22 6  3 4 ]) 4 πρώτο πρώτος] ς] πρώ πρώτον τον Β τοΰτ τοΰτο] ο] αύτά TJ TJse sene nerr κο κομί μίσα σας] ς] καί μ(σας μ(σ ας Β 5 δέ] δέ] δ’ F Aid. : δέ καί D E τ ι om. Aid. 6 εϊν ϊνοοίι] ίι] vuvl Usen Usener er 8 11 1 1 έξ ών ... τάξιν = 11 [A 1] 9 ταΰτα] ταΰτα ] ταύτά ταύ τά Schleie Schleiermache rmacherr κατά om. om. Ε 10 δίκ δίκην καί καί τίσιν B D E E a : τίσιν αίid δίκη Aid. om. om. Aid. Ai d. E a 11 ούτω ού21τως ς Dcodd E ». :: om.. F κA om id.δί . κηνν F 1Aid 4 15 1. 5 παράάλλήλοις ταΰτα] παρ’ αύτά ήν coEdd.

174

 

B 1 1 [ B 1 ] T E O F R A S T O , O pini one oness

de l o s fí si cos ,   fr. 2

Entre los que dicen que existe un solo [elemento] y que es móvil e infinito, Anaximandro de Mileto, hijo de Praxíades y discípulo y sucesor de Tales, dijo que el principi prines cipio y elem elemen ento to constitutivo consti de la que real r ealida idad d exisexiseltente loo«ilimitado»; y fue tutivo el primero empleó término «principio». Pero con eso no se refiere ni al agua ni a algún otro de los considerados como elementos, sino a una naturaleza distinta e ilimitada, de donde brotan todos los cielos y los mundos que en ellos se contienen. Y lo expresa en los siguientes términos más bien poéticos: «Las cosas de donde viene el nacimiento a las cosas que existen son aquellas a donde tiende también su corrupción, según lo que deber ser; pues las cosas que existen sufren unas de otras castigo y venganza por su injusticia, según el decreto del Tiempo». Evidentemente, al darse cuenta de la transformación de los cuatro elementos, creyó que no era lógico poner como substrato uno solo de ellos, sino algo distinto, más allá de los elementos. Por otra parte, atribuye la génesis de cada elemento no a su propia alteración intrínseca, sino a la separación de los contrarios por el movimiento eterno. Según Teofrasto, Anaxágoras dice casi exactamente lo mismo que Anaximandro. En efecto, éste afirma que, al produci prod ucirse rse la separación sep aración de lo ilimitado, las realidades homo ho mogé géne neas as se se atraen atraen unas unas aotra aot ras,y s,yqu queb ebro rota ta oroporque en el todo primordial había oro, y tierra porque había tierra, como también ocurre con todas las demás cosas,

1 1 [ B 1 ]  Dox.  102118, 476482; Zeller 1 1, 276277, 280282; Burnet EG 3138, 5054; DK i 83, 219; 11 15; Jaeger Theology  2428; Colli PHK 3051, 60; Cherniss  J H I   78; McDiarmid H S   178182, 188 200; Hölscher Herrn.  282284, 297; Kirk HCF 2021; Kirk CQ  323 327, 347; KirkRaven 104108, 1x7121, 375; Pasquinelli 2729, 306 309;; Ka 309 Kahn hn 1124, 2835. 4042; 404 2; Guthr Guthrie ie 1 4344, 7678; 767 8; Mad Madda dale lena na 8993, 114121; Gigon Ursprung  5960, 73; Laurenti Pres.  I 98; Stokes 2831, 6062

175  

 ANA  AN A XIM XI M AN AND D ER 

2 5  

30 

35

40 

45 

ώς ού  γινομένων, άλλ’ ένυπαρχόντων ττρότερον. την δέ κινήσεως καί τής γενέσεως αίτιον Ιπέστησε τόν νουν ό ’Αναξαγόρας, ύφ’ oö διακρινόμενα τούς τε κόσμους καί την τών άλλων φύσιν έγέννησαν. καί ουτω μέν, φησί, λαμβανόντων δόξειεν άν 6  ’Αναξαγόρας τάς μέν ύλικάς άρχάς άπείρους ποιεΐν ποιεΐν,, τή τ ήν δέ της της κινήσ κινήσεως εως καί της  γενέ  γε νέσε σεω ως αΙτίαν μίαν μίαν τόν vööv. εί δέ τις τ ήν μίξιν τ ώ ν όατάντων ύπολάβοι μίαν είναι φύσιν άόριστον καί κατ’ είδος καί κατά μέγεθος, συμβαίνει δύο τάς άρχάς αύτόν λέγειν τήν τε τού άπείρου φύσιν καί τόν νούν, ώστε φαίνεται τά σωματικά στοιχεία παραπλησίως ττοιών  Άναξιμά  Άνα ξιμάνδ νδρωι ρωι.. ττε ττερί Παρμενίδου Παρμενίδου καί τής δόξης αύτο ύτ οΰ καί Θεόφραστος έν τώι πρώτωι Περί τών φυσικών ούτως λέγει · τούτωι δέ έπιγενόμενο έπιγενόμενοςς Παρμ Παρμενίδ ενίδης ης Πύρητος ό ’ Ελεάτη Ελεάτηςς — λέγει δέ καί Ξενοφά Ξενοφάυη υηνν — έιτ’ άμφο άμφοτέρα τέραςς ήλθε ήλθε τάς οδούς, καί  γά  γ ά ρ ώς άίδιόν Ιστι τό παν άποφαίνεται καί γένεσιν άττοδιδόναι ττειραται τών δντων, ούχ ομοίως περί άμφο τέρων δοξάζων, άλλά κατ’ άλήθειαν μέν Ιν τ ό τταν καί άγένητον καί σφαιροειδές ύιτολαμβάνων, κατά δόξαν δέ τών πολλών είς τό γένεσιν άττοδούναι τών φαινομένων δύο ποιών τάς άρχάς, πυρ καί γην, τήν μέν ώς ύλην, τό δέ ώς αίτιον καί ποιούν.

ένήν Usener ένήν γίνεσθαι E 8F Aid Aid.. : γινέσθω D : γενέσθω Ε 23 ένιπταρχ ένιπ ταρχόντων όντων Ε®: ίπταρχόντων ίπταρχόν των reliqu reliquii (cf. Arist. Arist . Phys Ph ys.. 187 a 37) 2 6 έγ έγέν έννη νησα σανν E Aid Aid.. (D (DK K ): έγέν έγέννη νησ* σ* F B D E a : έγέν έγέννη νησε σενν μέν έν]] μέν oOv Sim Simpl. pl. 15 1544 2 7  2 8 δό δόξει ξειεν εν ...... ιτοιεΐν] ιτοιεΐν] δόDox.  ξειεν δν δν ττο ττοιε ιεΤ Τν ττά$ ά$ μέν ύλ ύλικ ικάΐ άΐ άρχά άρ χάΐΐ dcr crre relp lpoous, ώσττερ ώσττερ εΤρηται εΤρηται Simp Si mpl.l. 154 29 τόν vow om. Simpl. 154 31   μέγεθο;] μέγεθο$, δττερ δν δόξειε βούλεσθαι βούλεσ θαι λέγειν Simpl. 154 3 8 1καΙ codd. : seel. Diels 44 τή τήνν Dox.:  τό codd. (DK)

176  

 ANAXIM  ANA XIMAND ANDRO RO

que propiamente no nacen, sino que ya están ahí desde el principio. Por su parte, Anaxágoras estableció la «mente» como responsable del movimiento y de la generación, y las partes separadas por ella como origen de los mundos y de la naturaleza de las demás cosas. Ante esas dos presentaciones, podría parecer que  Ana  A naxá xágo gora rass cons co nsid ider erab abaa los prin pr inci cipp ios io s ma mate teria riales les com como infinitos y creía que la única causa del movimiento y de la generación era la «mente». Ahora bien, si se acepta que la mezcla de todas las realidades constituye una sola naturaleza, ilimitada en su forma y en su magnitud, resulta que Anaxágoras propone dos principios: la naturaleza de lo ilimitado, y la mente. Es decir, no cabe duda de que en su presentación de los elementos materiales sigue de cerca a Anaximandro. Sobre Parménides y su [teoría de la] «apariencia» escribe Teofrasto en su primer libro «Sobre los físicos»: «Después de éste, se presentó Parménides de Elea, hijo de Pires —se refiere también a Jenófanes—, que siguió ambos caminos. Por un lado, dice que el uni ver  v erso so es eterno, eter no, y p o r otro tra tr a ta de e xpli xp licc ar el origen de la realidad existente; pero no se pronuncia de igual manera sobre las dos vías de explicación, sino que, en realidad, sostiene que el universo es uno, ingénito y de apariencia esférica, mientras que, según otros muchos, para explicar la generación de lo aparente propone dos principios: fuego y tierra, entendiendo la tierra como materia, y el fuego como causa y agente».

 

 ANAX  AN AXIM IMA A ND NDER  ER 

1 1 [ B 2] (12A27 DK) Alexander Aphrodisiensis, in Aristot. Meteor. 353 b 6 (67, 3 sqq. Hayduck)

οί μέν γάρ αύτών ύπόλειμμα λέγουσιν είναι τήν θάλασσαν της πρώτης ύγρότητος · OypoO yàp οντος του περί τήν  γηη ν τόπ  γ τό π ο υ καπειτα καπειτ α τ ό μέν τ ι της ύγρότη ύγρ ότητος τος ύ π ό το τούύ ήλίου έξατμίζεσθαι καί γίνεσθαι [τά] πνεύματά τε έξ 5 αύτοϋ αύτ οϋ καί καί τροπά τρο πάςς ήλίου τε καί καί σελήν σελήνης ης ώς διά τάς

ίο

;

άτμίδας ταύταςΙνθα καί τάς άναθυμιάσεις κάκείνων τάς γίνεται, τροπάς ποιουμένων, ή ταύτης αύτοΐς χορηγία ττερί ταύτα τρεπομένων · τό δέ τι αύτης ύπολειφθέν έν τοΐς κοίλο κοίλοις ις της γης γ ης τόπο τό ποις ις θάλασσαν εϊνα εϊναιι · διό καί έλάττω γίνεσθαι ξηραινομένην Ικάστοτε ύττό τού ήλίου καί τέλο τέλοςς Ισεσ ΙσεσΘ Θαί ττοτε ττοτε ξηρ ξηράν · ταύτ αύ της της της δόξης· δόξης· έγέν έγένετ ετο, ο, ώς Ιστορεί Θεόφραστος, ’Αναξίμανδρός τε καί Διογένης.

3] (12Α19 DK) Simplicius, in Aristot. De caelo 291 a 29 1 1 [ Β (471, i sqq. Heiberg)

τα ύτα ύτ α ούν, φησίν, φησίν, « έκ τω ν περί π ερί άστρο άστ ρολο λογία γίανν θεω θεωρεί ρεί σθω ». καί γά γ ά ρ έκεΐ ττ ττερί της της τάξεως τω τ ω ν πλανω πλανωμέ μένω νωνν καί ττερί μεγεθών καί άποστημάτων άποδέδεικται Άνα ξιμάνδρου πρώτου τόν περί μεγεθών καί άττοστημάτων 5 λόγο όγ ον εύρηκ εύρηκότος, ότος, ώς Εύδημο Εύδημοςς ίστορεϊ ίστορεϊ τήν τή ν της θέσε θέσεω ως τάξιν εις τούς Πυθαγορείους πρώτους άναφέρων. τά δέ μεγέθη καί τά άποστήματα ήλίου καί σελήνης μέχρι νΰν Ιγνωσται άπό των εκλείψεων τήν άφορμήν τηξ καταλή ίο

ψεως λαβόντα, καί είκός καί τόν άπό Αναξίμανδρον εύρηκέναι, καί Έρμού δέ ήν καίταϋτα ’Αφροδίτης τής πρός τούτους μεταπαραβολής.

11 [ Β 22]] = Theophr Theophr.. Physic, opin opinion ion.. fr. 23 Diel Dielss (Dox.  494495 494495))  11 [A 17]: Aët. 3,16,1 (Dox.  381 81:: ’Α ’Αναξ ναξίμα ίμανδρ νδρος ος τήν Θάλασσά Θάλασσάνν φησιν είναι της πρώτη; Ογρασίαΐ λείψανον, îj; τό μέν ττλεϊον μέρο$ άνεξήρανε τό ττϋρ, τό δέ ύπολειφθέν διά τήν Ικκαυσιν μετέβαλεν) 3 κ&πειτα ιτα] (τ ό πρώτο πρ ώτον) ν) Ιπειτα He Heide idell 4 [τά] [τά] Diels Diels 4 5 ίξ αύτοΟ τοΟ] Ι§ αύτή αύ τήΐΐ Usener 6 ταύτα$] ? ταύτ τα ύτηΐ ηΐ Diels 7 Iv Ivöa öa]] Ινθεν Usener 11 [ B 33 = Eud. Rhod. fr. 146 We Wehrl hrlii (vm 69,48 69,48)) 1 φησ φησίν ίν cf. Arist. De caelo 291 a 3132

178  

 ANAXIMA  ANA XIMANDR NDRO O

1 1 [ B 2 ] ALEJ ALEJAN ANDR DRO O DE AFRO AFRODIS DISIA IA,, Comentario a la   M eteorología de Aristóteles   353 b 6

 Alg unoss de ellos dicen que el m ar es un resid  Alguno res iduo uo de la primitiva humedad, porque, al principio, todo lo que rodeaba la tierra era húmedo. Posteriormente, una parte de esa humedad se evaporó por [el calor d]el sol,  y de ella surgi su rgiero eron n los vientos vien tos y la lass fa fase sess del sol y de la luna, como si mediante esos vapores y alexhalaciones pudieran realizar sus fases, regresando lugar donde encontraban humedad en abundancia; el resto de aquella humedad, que quedó en ciertas concavidades de la tiei’ra, es el mar. Por eso, [el mar] disminuye cada  vezz más,  ve má s, y a que v a secándose secán dose continuam conti nuamente ente p o r el calor del sol, hasta que un día terminará por secarse completamente. Según Teofrasto, ésa era la opinión de  Ana  A naxi xim m and an d ro y de Diógenes. 1 1   [B 3 ] SIMPLICIO, Comentario a  Sobre el cielo de Aristó teles  2 9 1   a 2 9

Todo eso — dice— «considérese como Todo como una un a deduc deducción ción de de los cálculos astronómicos». Pues en cuanto a posición, magnitud y distancia de los planetas, se ha demostrado que Anaximandro fue el primero que descubrió la relación entre magnitud y distancia, como dice Eudemo, aunque éste atribuye a los pitagóricos los primeros datos sobre la posición [de los planetas]. Hasta ahora, la magnitud y la distancia del sol y de la luna se han conocido a partir de los datos de los eclipses, y era lógico que eso lo hubiera descubierto Anaximandro; en cambio, lo referente a Hermes y a Afrodita [se ha conocido] por su relación con esos [cuerpos celestes].

11 [B 2]  Dox.  494495; Burnet EG 64; DK i 88; Cherniss 131; Colli PHK 61; KirkRaven 139140; Pasquinelli 41; Kahn 6567; Madda lena 152153 Pasquine inelli lli 38; Kahn 61 6163 63;; Madda Maddale lena na 146147 11   [ B 3 ]  D K i 86; Pasqu 11

179  

 ANA  A NAXI XIM M AN AND D ER 

H [B 4] (12A26 DK) Eudemus Rhodius, fr. 145 (vm 68, 27 28) Wehrli ehrli (The (Theoo Smyrn. E x p . re rer. r. math. math. 198, 198, 18 1819 Hiller) ’Αναξίμανδρος δέ ότι ΙστΙν ή γη μετέωρος καί κεΐται ττερί τ ό τού κόσμου μέσον. 1 1 [Β 5] a (12Α6 DK) Agathemerus, i χ (ii 4 7 Μ 4   GGM, C.

Müller) ’Αναξίμανδρος ό Μιλήσιος άκουστής Θάλεω πρώτος έτόλμησε τήν οίκουμένην έν πίνακι γράψαι · μεθ’ δν Έκα ταΐος ό Μιλήσιος άνήρ πολυπλανής διηκρίβωσεν, ώστε θαυμασθηναι τό πράγμα. b Strabo» i, ι, i (Sbordone) 5 οί τε γ ά ρ πρώ πρ ώ τοι το ι θαρρή θαρρήσα σαντε ντεςς αυτής άψασθαι τοιοϋ το ιοϋτοί τοί τινες ύπήρξαν, Όμηρός τε καί ’Αναξίμανδρος ό Μιλήσιος καίς φησί Έκαταϊος, 6 πολίτης αύτοΟ, καθώς καί Ερατοσθέ νη  νης φη σί.. c Strabo, i, i, ίο

i i

 

(Sbordone)

... ών τούς πρώτους μεθ’ "Ομηρον δύο φησίν Ερατοσθένης, 'Αναξίμανδρόν τε ΘαλοΟ γεγονότα γνώριμον καί πολίτην καί Έκαταΐον τόν Μιλήσιον · τόν μέν οΟν έκδοΰναι πρώτον  γεωγραφικόν πίνακα, τόν τό ν δέ Έκατ Έ καταΐο αΐονν καταλιπεΐν γράμμα, γράμμ α, πιστούμενον έκείνου είναι έκ της άλλης αΟτοΟ γραφής.

11 [Β 4] 4]  1 1 [Α 16]: 1 0 [Β 4]: 12 [Β 2] 2] 1 κ ε Ιτ ο π  

Montucla Pasquinelli:

k i v e ït c h

 

codd. (DK) Hiller Wehrli

1 1 [B [ B 5 ]  1 1 [B [ B 6]: Callim. fr. 437 Pfeiffer

1800 18  

 ANAXIM  ANA XIMAND ANDRO RO

1 1 [ B 4 ] E u d e m o  d e   R o d a s , fr. 145

 A naxi  Ana xim m and an d ro [dice] que la t ierr ie rraa está elev el evad adaa en el air airee  y situa sit uad d a, más o menos, en el centro cen tro del de l mundo. mun do.

1 1 [B 5 ] a AGATÉMERO1 1

 An axim  Anax iman andr droo de Mileto, Mileto , discí dis cípu pulo lo de Tales, Ta les, fue fu e el p r i mero que se atrevió a dibujar en una tablilla la tierra habitada; después de él, Hecateo de Mileto, viajero incansable, corrigió el trazado, de modo que despertó una gran admiración. b ESTRABÓN, 1,1,1

 Alg unoss de los prim  Alguno pr imer eros os que se anim an imar aron on a to toca carr el tema de la [geografía] fueron Homero, Anaximandro de Mileto y su conciudadano Hecateo, como asegura Eratóstenes. c ESTRABÓN, 1,1,11 Dice Eratóstenes que los primeros sucesores de Homero fueron dos, Anaximandro, amigo y conciudadano de Tales, y Hecateo de Mileto. Aquél fue el primero que publicó pub licó un plano geográfico, geográfico, mientras mie ntras que Hecateo dejó un boceto que se confirma que era de Anaximandro, a  juzz g a r p o r otros escrito  ju escr itoss suyos.

l i [B 4]  Zelle ellerr i i, 303; Burnet EG 66, 3; D K i 88; Pasqui Pasquinel nelli li 41 41,, 319; Kahn 5455; Guthrie 1 98; Maddalena 150151; Cleve 1 145 1 1 [ Bi 523; ]  Zeller 1 x, 271; EG 51; DK 82; FGrHist27;1T1112, Jones Sirab. 22; KirkRaven 103;1 Pasquinelli Kahn 1  2, Bumet

8284; Guthrie 1 74; Maddalena 112115

181  

 ANAX  AN AXIM IMAN AND D ER 

11 [B 6] (12A1 DK) Diogenes Laertius, 2 , 12 (Long)

’Αναξίμανδρος Πραξιάδου Μιλήσιος. ούτος εφασκεν άρχήν καί στοιχεΐον τό άπειρον, ού διορίζων άέρα ή ύδωρ ή άλλο τι. καί τ ά μέν μέρη μεταβάλλειν, τό δέ παν αμετάβλητον είναι, μέσην τε τήν γην κεΤσθαι, κέντρου τάξιν 5   έπέχουσαν, ούσαν σφαιροειδή · τήν τε σελήνην ψευδοφαή, καί άπό ήλίου φωτίζεσθαι, άλλά καί τόν ήλιον ούκ έλάτ τονα γης, καί καθαρώτατον γνώκαί Ιστησεν πύρ.σκιοθήρων εύρεν δέ καί πρώτος επί των έν  Α μονα της  Αα ακε κε δαίμονι, καθά φησι Φαβωρϊνος έν Παντοδαπηι ίστορίαι, ίο τροπάς τε καί ισημερίας σημαίνο σημαίνοντα ντα · καί ώροσκόπ ώρο σκόπια ια κατεσκεύασε. καί γης καί θαλάσσης περίμετρον πρώτος εγραψεν, άλλά καί σφαίραν κατεσκεύασε. τών δέ άρεσκόν των αύτώι πεποίηται κεφαλαιώδη τήν Ικθεσιν, ήι που περιέτυχεν καί ’Απολλόδωρος ό ’Αθηναίος · καί ό (Άπολ  ΐ5 λόδωρός) λόδωρός) φησιν φησιν αύτόν αύτ όν έν τοΐς Χρονικ ρονικοΐ οΐςς τ ώ ι δευτέ δευτέρωι ρωι ?τει τής έξηκοστης όγδοης όλυμπιάδος έτών είναι έξή κοντα τεττάρων καί μετ’ όλίγον τελευτήσαι (άκμάσαντά πη μάλιστα κατά Πολυκράτην τόν Σάμου τύραννον), τούτου φασιν άιδοντος καταγελάσαι τά παιδάρια, τόν 20 δέ μαθόντα φάναι, φάναι, « βέλτιον βέλτιον οΰν ήμϊν άιστέον δ ιά ττά ά παιδάρια ».

1 1 [Β 7] (I2C DK) Scholia in Dionys. Thrac. Art. gramm. 1 3,

183, 19 (Hilgard) τών στοιχείων καί "Εφορος δευτέρωι Κάδμον φασίν ·εύρετήν οί δέ άλλοι ούχ τε εύρετήν, τής δέέν Φοινίκων εύρέ εύ ρέσε σεω ως πρός ή μας διάκτ διάκτορο ορονν γεγ γ εγεενήσθ νή σθαι αι ... Πυθόδωρος Πυθόδωρος 11 [Β 6] - 11 [ Α 1 6 . 1 17 7. Β 1 . 2.  4. 5. 20. Dox.  27 27727 7278) 8) ; 2 , 1 1 , 5   (Dox.  34°)

22. 2 4 ] : 1 2 [ Β 6 ] :  Aët. 1 , 3,3

1 Πραξιάδου] παρά ξιάδου Β 9 Φαβωρϊνος cf. fr. 27 FHG n i 581 12 5è] τε B 14  15 καί ó ( ’Απολλόδωρός) supp supplevi levi : δς καίί ό v u lg κα lg.:.: δς καί καί Β , Lon Long: g: καί καί Ρ 1 5 Χρον ονικ ικοοΐς cf. FGrH FG rHist ist 244F29, i l 1028 1516 τώι ... όλυμπ όλυμπιάδο ιάδοςς = 507506 a. Chr. n. 16 Ιξηκοσ Ιξηκοστής τής scripsi: πεντηκοσ πεντηκοστής τής co codd dd.. 1 7  1 8 άκμάσαντα ... τύραννον] seel. Long

11   [ Β 7]  1  Έφορος cf. FGrHist 70F105, 11 68 11

1822 18  

 ANAXIMA  ANA XIMANDRO NDRO

3   διάκτορον Lehrs:

11 [B 6] D i ó g e n e s   L a e r c i o  , 2 , 1 - 2

 A naxi  Ana xim m andr an droo de Mileto, hijo hi jo de P rax ra x íad ía d e s , dijo di jo que lo «ilimitado» es el principio fundamental, sin distinguir aire,, agua o cualquier aire cualq uier otra ot ra cosa. cosa. Y también [dijo] que las partes cambian, pero el todo es inmutable; que la tierra está en el medio, y que ocupa una posición central y tiene forma esférica; que la luna brilla con luz prestada, porqueque recibe luzy es delfuego sol; ypurísimo. que elo.sol es más más pequeño la tierr tiesu rra, a, fuego purísim TamTano mbién fue el primero que descubrió el reloj de sol y, según dice Favorino en su «Historia varia», lo colocó en Esparta junto a ciertos cuadrantes para que señalara los solsticios y los equinoccios; y construyó indicadores de horas. Fue el primero que trazó el perímetro de la tierra y del mar, y fabricó una esfera. De sus opiniones se hizo una exposición compendiada, que debió de caer en mano manoss de Apolodoro Apolodoro de Atenas. Atenas. Y < Apolod Ap olodoro> oro> afirma en sus «Crónicas» que, en el segundo año de la olimpíada sesenta y ocho, Anaximandro tenía sesenta y cuatro años, y murió poco después (su vida culminó en tiempos de Polícrates, tirano de Samos). Dicen que un día que estaba cantando, unos muchachos empezaron a reírs re írse; e; y cuando cuando él se enteró, enteró, dijo: «Hab «H abrá rá que esforzar esfo rzar-se por cantar mejor, para complacer a los muchachos». 11 [B 7] E s c o l i o s   a   D i o n i s i o   T r a c i o  , 1 8 3 , 1

Unos, entre los cuales Éforo en su segundo libro, dicen que inventorque de no la escritura fue Cadmo, mientras que otroselpiensan fue el inventor, sino el que propagó entre nosotros una invención fenicia ... Por su parte,

11  [B 6]  Nie 11  Nietzs tzsche che R hM   24 (1869), 199200; Diels CUA 2426; Dox.  I33I34¡ Zeller 1 1, 271; Burnet EG 51; Jacoby ACH 189192, 215 217; DK i 8182; Beloch GG3 r 1, 375378; FGrHist 11 BD 726727; Colli PHK 107110; Hicks DL 1 130133; KirkRaven 99105; Pa squinelli 25, 305306; Kahn 8, 2833, 42, 5356, 6063; Guthrie 172; Maddalena 104109; Gigante DL(UL) 1 48, 11 470  J  D K I 990; 11 |B 77 J 0; Ma Madd ddal alen enaa 15615 1561577

183  

 ANAX  AN AXIM IMAN AND D ER 

... καί Φίλλις ό Δήλιος ... Δαναόν μετακομίσαι αυτά 5 φασιν φασιν · έπιμαρτυρ έπιμαρτυροϋσ οϋσιι τούτοις καί καί οί Μιλ Μιλησ ησιακο ιακοΙΙ συ σ υγ γραφ  γρ αφείς είς ’ Αναξίμα Αναξίμανδρο νδροςς καί καί Διονύσ Διονύσιος ιος καί καί Έκατα καταΤ Τος, ος, οϋς καί ’Απολλόδωρος έν Νεών καταλόγωι παρατίθεται. δέ

1 1 [Β 8] (ΐ2Α8 DK) Diogenes Laertius, 8,  yo  (Long) Διόδωρος δ’ ό Έφέσιος περί Άναξιμάνδρου γρόφων φησίν ότι τοϋτον έζηλώκει, τραγικόν άσκών τϋφον καί σεμνήν άναλαβών έσθητα.

1 1 [Β 9] a ( 12Α 12 Α 2 1 DK) DK ) Achilles Achilles Tatius, T atius, Isag. 19 (46, 202 2027) 7) Maass) τινές δέ, ών έστι καί ’Αναξίμανδρος, φασί πέμπειν αύτόν τό φωςέστίν σχήμα γάρ ένάνατεταμένας τώι τροχώι κοίλη ή εχοντα πλήμνη,τροχοΰ. έχει δέώσπερ απ’ αύτής τάς κνημ κνημϊδας ϊδας πρός τήν τή ν εξω εξωθεν θεν τής άψΐδος περιφοράν, οΰτ ΰτω ω 5 καί καί αυτόν αυτ όν άπό άπ ό κοίλου κοίλου τό φως έκπέμποντα τήν τή ν άνάτ άνάτασι ασινν των άκτίνων ποιεϊσθαι καί έξωθεν αύτάς κύκλωι φωτίζείν. τινές δέ ώς άπό σάλπιγγος έκ κοίλου τόπου καί στενοϋ έκπέμπειν αυτόν τό φως ώσπερ πρηστήρας. b Aëtius, 2, 20, i (Dox.  348 a 39) ’Αναξίμανδρος όκτωκαιεικοσαπλασίονα τής ίο γης, άρματ άρματείω είωιι κύκλον τροχ τρ οχώι ώι είναι παραπλήσιον, παραπλήσ ιον, τήν άψΐδα έχοντα 

διόσκορον διόσκορ ον Cb: Cb : διά διάκο κονον νον Σ1 4 κα καίί Φίλλίξ Ni Nitzs tzsch ch:: αφιληϊ; αφιλ ηϊ; Cb 6 Έκαταίο; cf. FG FGrHis rHistt 1F20, i 12 7 ’Απολλόδωρο ’Απολλόδωρο;; cf. FGrHist FGrH ist 244F165· 11 Ι092 11 [ Β 8]  1 Διόδ Διόδωρο; ωρο; Β Ρ : Θεόδωρο; F

11 [ Β 9]  1 1 [ Β 16]: Thèodoret. 4·  22'■ Ioann. Lyd. De mens. 3, 8 περιφοράν cf.codd. 8 b ] πρηστηρα 5 έκπέ έκπέμπ μπον οντα τα]](άπό) Ικπέπτοντα Ικπέπτο ντα Μ 48 πρηςττήρα; 12 [ Β(DK): Maass: τφηστήρο; ? Diels 15 έκ έκπν πνοή οήυ] υ] πνοήν E (Plut.) περ περιφέ ιφέρετ ρεται αι S t o b . : 184  

 ANAXIM  ANA XIMAN ANDRO DRO

Pitodoro ... y Filis de Delos ... aseguran que la trajo consigo Dánao; y a éstos les dan la razón también los escritores iniles inilesios ios Anaxim Ana ximand andro, ro, Dionisio y Hec Hecateo, ateo, a los que hace referencia Apolodoro en el «Catálogo de las naves».

1 1 [B 8] D i ó g e n e s   L a e r c i o  , 8 , 7 0

 Y Diod Di odor oroo de É feso fe so,, cuando cuan do escr es crib ibee sobr so bree A naxi na xim m anan dro, asegura que Empédocles competía con él, fingiendo una ampulosidad propia de la tragedia y adoptando un gran hieratismo en los vestidos.

11 [B 9] a AQUILES TÄGIG, Introducción aÁrato   1 9

 Y algunos, algu nos, entre e ntre los que se cuen c uenta ta Anax An axim iman and d ro, ro , sostie so stie-nen que él [el sol] envía la luz en forma de rueda. Pues, igual que en lade rueda el cubohacia está hueco, sostiene la proyección los radios el cercopero exterior de la llanta, así también el sol, al despedir la luz desde su cavidad interna, produce una proyección de los ra yoss que los hace  yo hac e res r espp land la ndec ecer er circ ci rcu u larm la rmen ente te p o r fue f uera ra.. Otros, por su parte, dicen que el sol envía su luz como si se soplara desde el interior hueco y estrecho de una trompeta, o como de un torbellino [preñado de rayos]. b A e c i o  , 2 , 2 0 , 1

 A  Ana naxi xim m and an dque ro dice que elparecido sol es una disco veinti vei ntioch ocho o veve ces mayor la tierra, una rueda de carro que tuviera el cubo hueco,

11 [ B 8]  D K i 82; Hi Hick ckss DL 11 11 384385; Pasqui Pasquine nelli lli 27 27;; Kahn 8; Ma Maddalena 114115; Gigante DL(UL) 11 343, 553 11 [B 9]  Dox.  1718; Zeller 1 1, 300301; Burnet EG 6668; Diels AK 230237; DK i 87; KirkRaven 135137; Pasquinelli 39; Kahn 58 62;; Guth 62 Guthrie rie i 9394 9394;; Fränkel D PH 301· 301· 302; 30 2; Madda Maddalen lenaa 146 14614 1499

185  

 ANAX  AN AXIM IMA A NDER  ND ER 

κοίλην, ττλήρη πυρός, κατά τι μέρος έκφαίνουσαν διά

στομίου τ ό πυρ ώσπερ διά πρηστήρος αύλού. καί τοΰτ’ είναι τόν ήλιον. C Aëtiu ëtiuss, 2, 2ΐ, i {Dox.  351 a 58) ’Αναξίμανδρος τόν μέν ήλιον ίσον είναι τηι γήι, τόν δέ  ΐ 5  κύκλ κύκλον ον άφ’ ού τ ή ν έκπνοήν έκπνοήν εχει εχει καί καί ύφ’ ύφ’ ού ού περιφέρεται περιφέρεται έπτακαιεικοσαπλασίω τής γης. d Âëtius, 2, 24, 2 {Dox.  354 a 34) ’Αναξίμανδρος τού στομίου της τού πυρός έκπνοής αποκλεισμένου.  3 5 5   b 1623) e (12Α22 DK) Aëtius, 2, 25, i (Dox.   35

’Αναξίμανδρος κύκλον είναι εννεακαιδεκαπλασίονα τής 20 γης, δμοιο δμοιονν άρματείωι (τρ (τ ρ ο χ ώ ι) κο κοίλη ίληνν εχοντι τ ην άψϊδα καίί πυρός πλήρ κα πλ ήρη, η, καθάπε καθάπερρ τόν τό ν τού ήλίου, κεί είμμενον ενον λοξόν, ώς κάκεϊνον, £χοντα μίαν έκπνοήν οίον πρηστήρος αύλόν. έκλείπειν δέ κατά τάς τροπάς τού τροχού.

f Aëtius, 2, 28, i (Dox.  358 b 78) ’Αναξίμανδρος, Ξενοφάνης, Βήρωσος ίδιον αύτήν εχειυ  255  φως.  2 g Aëtius, 2, 29, i (Dox.  359 a 1314) ’Αναξίμανδρος τού στομίου τού περί τόν τροχόν έπι φραττομένου.

φέρε φέ ι P lu lut.t. έκ έκττ ττνο νοής Sto b. : διεκπν διε κπνοής οής PlCu t.(Stob.) (τρο ρο  χ  χω ωρετα ι)ταιDiels   τροττά τρο ττάς ς ήςF Stob. (Stob.) : στροφάς στρο φάςPlu (Sto b.) 2 0 (τ 2 6  2317 ’Αναξ ’Αν αξίμα ίμανδρ νδρο; ο; E EG G B (Plut. (Pl ut.)) : Άναξιμέ Άναξιμένης νης (A)C (Plu (Plut.) t.)

186  

 ANAXIMA  ANA XIMANDRO NDRO

pero lleno de fuego, y que por alguna parte dejara brillar ese fuego a través de una abertura, como por la boquilla de un fuelle. Así es el sol. c A e c i o  , 2 , 2 1 , 1

 Ana  A naxi xim m andr an droo dice que el sol es igua ig uall a la t ier ie r ra, ra , só sólo lo que adquiere el cerco por donde escapa su respiración y porveel su movimiento rotatorio es veintisiete ces mayor que la tierra. d Aecio, 2 , 2 4 , 2

 A naxi  Ana xim m and an d ro [dice que] si la a p e rtu rt u ra de resp re spir irac ació ión n del fuego está obturada, [se produce un eclipse de sol]. e Ae c i o  , , 2  2 , 2 5 , l

 Anax  An axim iman andr droo dice que [la luna] lun a] es un u n disco disc o diecinuev dieci nuevee  vec  veces es más grand gratuviera ndee que la ti tier erra ra,, p arec arpero ecid ido o a un una rued ru edaa de carro que el cubo hueco, lleno dea fuego, como el del sol, y también situado oblicuamente, como aquél, y que tiene un solo respiradero como la boquilla de un fuelle. [La luna] se eclipsa según los cambios de la rueda. f A e c i o  , 2 , 2 8 , 1

 An axim  Anax iman and d ro, ro , Jen Je n ófan óf anes es y B eros er osoo [dicen] [dic en] que ella ell a [la luna] tiene luz propia. g A e c i o  , , 2  2 , 2 9 , l

 A naxi  Ana xim m andr an droo [dice que] si la aber ab ertu tura ra al alre red d edo ed o r de la rueda está obturada, [se produce un eclipse de luna].

 ANA  AN A XIM XI M A N D ER   

il [B 10] (laAsa DK) Cicero, De divinat, i, 50, 112 (64, 2125

Giomini) ... ab Anaximandro physico moniti Lacedaemonii sunt, ut urbem et tecta linquerent armatique in agro excubarent, quod terrae motus instaret, tum cum et urbs tota corcuit et e monte Taygeto extrema montis quasi puppis 5 auolsa auolsa est. 1 1 [B 11] a (12A17 DK) Cicero, De nat. deor. 1, 10, 25 (iv 2, 13, 47 C. F. W. Müller)  Anaximandri aute  Anaximandri autem m opin pinio est est natiu natiuos os esse sse deos eos long longis is interuallis orientis occidentisque, eosque innumerabilis esse mundos, sed nos deum nisi sempiternum intellegere qui possumus ? b Aëtius, i, 7, 12 (Dox.  302 b 34) 5 ’Αναξίμανδρος άπεφήνατο τούς ¿στείρους ούρανούς θεούς. c Aëtius, 2, i, 3 (Dox.  327 b 1014) ’Αναξίμανδρος, Άναξιμένης, ’Αρχέλαος, Εένοφάνης, Διο γένης,, Λεύκιππ  γένης Λεύκιππος, ος, Δημό Δημόκρ κριτο ιτος, ς, ’ Επίκ Επίκου ουρο ροςς άπε άπείρου ίρουςς κόσμους έν τώι άπείρωι κατά πασαν περιαγωγήν. d Aëtius, 2, i, 8 (Dox.  329 b 13) των άπείρους άποφηναμένων τούς κόσμους ’Αναξίμανδρος ί ο τό ίσον αύτούς άπέχειν άλλήλων.

11 [ Β 10] 10]  11 11   [ Β 2 3 ] : Plin. Nat. hist. 2, 191: Plut. Cim. 16 4 e monte V P : mont montee H : in monte FMAB FM AB mon montis] tis] pars montis montis OM 11 [ B 11 11]]  Augu Augustin. stin. Ci Civ. v. Dei 8,2 (quae rerum principia singul singularum arum esse esse credidit infinita, et innumerabiles mundos gignere et quaecumque in eis oriuntur) : Aët. 2,4,6 (Dox. 331) :  Aët. 1,3,3 (Dox.  277) : Theo doret. 4,15 8  περιαγωγήν Stob. : περίστασιν Plut. 9   των] των 5 ' Heeren 9 

1888 18  ANAXIMA  ANA XIMANDR NDRO O  

11 [B 10] CICERÓN, S  Sobr obree la adi v i naci na ci ón   I, 50, 112

 An axim  Anax iman andr droo el físico fís ico aconsejó acon sejó a los espart esp artan anos os que abandonaran la ciudad y sus casas y fueran a pasar la noche en el campo provistos de armas, porque iba a producirser un terremoto. Poco después, la ciudad se derrumbó completamente y la cumbre del monte Tai  jetoo se resq  jet re squ u e b rajó ra jó y se desplomó como la l a popa po pa de un navio. 1 1 [B 1 1 ] a CICERÓN, Sobre la naturaleza de los dioses  1,  10,25

 An axim  Anax iman and d ro, ro , p o r su par p arte te,, opina opi na que los dioses nacen  y mue m ueren ren a inte in terv rval alos os prol pr olon onga gado dos, s, y con consti stituy tuyen en inn i nnu umerables mundos. Pero nosotros ¿podríamos concebir que un dios no fuera eterno? b Ae c i o  , 1 , 7 , 1 2

 Ana  A naxi xim m andr an droo llamó dioses a los cielos cielo s infinito infi nitos. s. c A e c i o  , 2 , i , 3

 A naxi  Ana xim m andr an dro, o, Anax An axim imen enes es,, A rqu rq u ela el a o, Jen Je n ó fan fa n e s, DióDi ógene ge nes, s, Leucipo Leu cipo,, Demócrito Demócrito y Epic Ep icu u ro [afirm [afirman an que] en lo ilimitadoo existen infinitos ilimitad infinitos mundos, según cada cad a rotación. d A e c i o  , 2 , i , 8

En tree los Entr los que afirmaban que que hay infinitos infinitos m mund undos, os, A n a x imandro mand ro dijo que unos y otros están a la misma distancia.

11 [B 10]  D K i 82; KirkRaven 104 104;; Pasquin Pasquinell ellii 26; Gut Guthr hrie ie 1 75 1 1 [ B 11]  Dox.  302, 327, 329; Zeller 1 1, 306307; Bumet EG 5860,

69; DK i 86; ZelierMondolfo 1 2, 193198; Kirk HCF 318319; Kirk Raven 96, 124125; Pasquinelli 3638, 319; Kahn 4653; Guthrie i 108109; Maddalena 140145; Cleve i 157

189  ANAX  AN AXIM IMAN AND D ER   

e

Simplicius, in Aristot. Phys. (1121, 5 sqq. Diels)

οί μέν γάρ απείρους τώι πλήθει τούς κόσμους ύποθέμενοι, ώς οί περί ’Αναξίμανδρον καί Λεύκιππον καί Δημόκριτον καί ύστερον οί περί Επίκουρον, γινομένους αυτούς καί φθειρ ειρομένο ένους ύπέθεντο έπ ’ άπειρον άπει ρον,, άλλων μέ μέν άεί γινο  1 5 μένω μένωνν άλλων άλλων δέ δέ φθειρο φθειρομέν μένων ων καί τήν κίν κίνησι ησινν άί άίδι διον ον έλεγον · άνευ γάρ κινήσεως ούκ έ'στι γένεσις ή φθορά.  ί   Simplicius, in Aristot. De caelo (615, 13 sqq. Heiberg)

’Αναξίμανδρος δέ Θαλού πολίτης καί εταίρος ... άπειρον δέ πρώτος ύπέθετο ... καί κόσμους δέ άπειρους ούτος καί έκαστον τών κόσμων έξ άπείρου τού τοιούτου στοι 20 χείου χείου ύπέθετο ύπέθετο ώς δοκε δοκεΐ.ΐ.

II [Β 12 12]] a (12Α23 DK) Seneca, Nat. quaest. 2, 18 (r 7 1 01 

5

tramare)  Anaxim  An aximandr andrus us omni omniaa ad spiritu spiritum m rettulit rettulit,, tonitru tonitrua, a, inquit, inquit, sunt nubis ictae sonus, quare inaequalia sunt?, quia et ipse spiritus inaequalis est. quare et sereno tonat? quia tunc quoque per crassum et scissum aëra spiritus prosilit. at quare aliquando non fulgurat et tonat? quia spiritus infirmior infirm ior non ualuit aluit in flammam, flammam, in sonum sonum ualuit. ualuit. quid est ergo ipsa fulguratio? aëris diducentis se corruentisque iactatio languidum ignem nec exiturum aperiens, quid est fulmen? acrioris densiorisque spiritus cursus.

11 [ B 12 12]]  3  spiritus Diels: ictus codd. Oltramare 4 per crassum] percussum B: per quassum Gronov Haase 5   et] sed Skutsch 5  6   quia ... aualuit] quia infirmior spiritus, qui in flammam non 8   )exiturum] ualuit, sonum ualuit2,30, Weidner (cf.f. Sen. (c Senin . Nat. quaest. 2,3AB 0,2; 2; 2,2 2,23,1 3,1) Gercke Gercke exulturum ape aperiens riens codd.: pariens Oltramare

1900 19  

 ANAXIMA  ANA XIMANDR NDRO O

e SIMPLICIO, Comentario a la   Física de Aristóteles 

1121,5

Pues los que supusieron que los mundos son infinitos en número, como Leucipo y Demócrito, discípulos de Anaximandro, y posteriormente los discípulos de Epicuro, pensaron que nacen y mueren indefinidamente, es decir, que unos están siempre naciendo y otros desapareciendo. Decían, además, que el movimiento es eterno, pues sin movimiento no hay generación ni corrupción. f SIMPLICIO, Comentario a   Sobre el cielo, de Aristóte les  6 1 5 , 1 3

Anaximandro, conciudadano y compañero de Tales, ... fue el primero que propuso [la existencia de] lo «ilimitado» ... y, al parecer, afirmó que existen infinitos mundos y que cada uno de esos mundos proviene de ese elemento ilimitado. 11 [B 12] a SÉNECA, Cuestiones naturales   2, 18

 A naxi  Ana xim m and an d ro lo red re d u jo todo al viento. vien to. L os truenos true nos — dijo— son son el estrépito estrépito de una nube gol golpeada. peada. Y ¿por qué son desiguales? Porque el propio viento es desigual. desig ual. Y ¿por qué truena, aun cuando está sereno? sereno? Porque aun en ese caso el viento se escapa a través de un aire dens densoo y desagarrado. Y ¿por ¿po r qué alguna algunass veces truena, pero no hay relámpagos? Porque un viento más sutil es incapaz de producir llama, aunque sí puede crear sonido. Entonces, ¿qué es propiamente el relámpago? Es un desgarrón del aire, que deja entrever un débil salir al exterior. Y ¿qué es elfuego rayo?demasiado Es el escape de para un viento más vigoroso y de mayor densidad.

11  [ B 12 11  12]]  DK D K i 87; KirkRaven 13 138; 8; Pasqui Pasquine nelli lli 40; Kahn 646 6465; 5; Guthrie i 106; Maddalena 148151

191  ANAX  AN AXIM IMAN AND D ER   

b Aëtius, 3, 3, i

(D ox.  

367 a 20 26, b 26 28)

περί β ρ ο ν τ ώ ν άστραπών κεραυνών πρηστήρων τε καί τυφώνων. ’Αναξίμανδρος έκ τ ο υ πνεύματος ταυτί πάντα  νέφ φ ει π α χ ε ϊ βιασάμενον συμβαίνειν · δταν yàp περιληφθέν  νέ έκπέσηι τηι λεπτομερείαι καί κουφότητι, τόθ’ ή μεν £ήξις τόν ψόφον, ή δέ διαστολή παρά τήν μελανίαν τού νέφους  ΐ5 τόν διαυγασμό δια υγασμόνν άποτελεΤ. 10

11 [ Β 13] (12Α5 DK) Plinius, Nat. hist. 2, 6, 31 (τ7  Beau jeu) jeu) obliquitatem eius intellexisse, hoc est rerum fores aperuisse, Anaximander Milesius traditur primus olympiade quinquagesima octaua, signa deinde in eo Cleostratus, et prima Arietis ac Sagittarii, sphaeram ipsam ante multo Atlas.

il [B 14] (12A20 DK) Plinius, Nat. hist. 18, 213 (128129 Le

Bonniec) occasum matutinum Vergiliarum Hesiodus ... tradidit fieri, cum aequinoctium autumni conficeretur, Thales xxv die ab aequinoctio, Anaximander xxxi ...

1 1 [B 13]  12 [B fe] 1 eius sc. sc. zodiaci fores dp dp:: fortissimi fores E Faez 2 3 olympiad olym piadee ... octaua = 548545 a. Chr. Chr. n. 3  4 Cleostratus Cleostratus ... Sagittarii cf. 6B2 DK 4 ipsam ante multo Rd: ipsä ante mundo F 11

14]]  1 Hes Hesio iodu duss cf. 4B15 4B 15 D K 2  3 Th Thale aless ... aequ aequin inoc octio tio cf cf.. [B1014 [B 1 1 ] 3 x x x i Sc Schol. Germ. (DK): x x ix dl dl, Le Bo Bonn nnie iecc : xitfx FlEa: xxx Fa

1922 19  

 ANAXIMAN  ANAXI MANDRO DRO

b AEGIO EGIO,, 3, 3, 3 ,1 Sobre truenos, relámpagos, rayos, huracanes y tifones.  Ana  A naxi xim m and an d ro dice que todos esos fenómenos fenóm enos ocur oc urre ren n por el viento; pues cuando, encerrado en un nube densa, se escapa por la fuerza de su vaporosa sutilidad, la ruptura produce entonces un estallido que, al chocar  violenta  viole ntame mente nte contr co ntraa la masa negr ne graa de la nube nu be,, origina orig ina un respland resp landor or deslumbra deslumbrante nte.. 1 1 [ B 1 3 ] PUNIO, Historia natural  2 , 6, 31

Dice la tradición que, en la olimpíada cincuenta y ocho,  Anaximan  Anax imandro dro de Milet Miletoo descubrió descubrió por po r primera prim era vez vez su oblicuidad [la del zodíaco], es decir, abrió las puertas [a un estudio] de la naturaleza; más tarde, Cleóstrato localizó en él los signos, empezando por Aries y Sagitario; pero la esfera ya [había sido descubierta] mucho antes por Atlas. 1 1 [B 1 4 ] PLINIO, Historia natural   1 8 , 2 1 3

Hesíodo ... escribió que las Pléyad Plé yades es se ponen por la mañana cuando termina el equinoccio de otoño; Tales dijo que [eso ocurre] el día veinticinco después del equinoccio, pero Anaximandro [dice que] el día treinta y uno.

11 [ B 13 13]]  Zell Zelleer i i, 302; Burnet Burnet E G 51; DK 1 82; KirkRaven 101 103; Pasquinelli 26; Kahn 60; Guthrie i 64; Maddalena 1121x3 11  [ B 14 11  14]]  D K I 87 87;; Roscher Roscher v i 9429 942943 43 (Bo (BoU UGu Gund ndel) el);; Kirk Kir kRa Rave ven n 86; Pasquinelli 38; Maddalena 146147

193  ANA  A NAXI XIM M A ND NDER  ER   

11 [B 15] a (12A30

DK) Plutarchus, Quaest. conviv. 8, 8, 4,

730 df (iv 291, 1023 Hubert) οί δ’ άφ’ Έλληνος του παλαιού καί πατρογενείωι Ποσει δώνι θύουσιν, έκ τής ύγρδς τόν άνθρωπον ούσίας φύναι δοξάζοντες, ώς καί Σύροι · διό καί σέβονται τόν ΐχθΟν, ώς όμογενή καί σύντροφον, έπιεικέστερον Αναξίμανδρου 5 φιλοσοφουντες · ού γά γ ά ρ έν τοΐς τοΐς αύτοΐς αύτοΐς έκεΐν έκεΐνος ος ίχθϋς ίχθϋς και άνθρώπους, άλλ’ ένκαί ¡χθύσιν έγγενέσθαι τό πρώτον άνθρώπους άποφαίνεται τραφέντας ώσπερ οί γαλέοι καί  γενο  γε νομέ μένο νους υς Ικα Ικανούς έαυτ έαυτοΐ οΐςς βοηθε οηθεΐν ΐν έκβή έκβήνα ναιι τηνικ τη νικαϋτ αϋτα α καί γης λαβέσθαι. καθάπερ oöv τό πυρ τήν ύλην, έξ ής ί ο άνήφθη, μητέρα καί πατέρ’ ούσαν, ήσθιεν, ώς ό τόν Κήυκος γάμον είς τά ‘Ησιόδου παρεμβαλών εϊρηκεν, ούτως ό ’Αναξίμανδρος τών άνθρώπων πατέρα καί μητέρα κοινόν άποφήνας τόν ίχθϋν διέβαλεν πρός τήν βρώσιν.

b Aëtius, 5, 19* 4  [Dox.  43° a 1520)

’Αναξίμανδρος έν ύγρώι γεννηθήναι τά πρώτα ζώια  ΐ5 φλοιοΤς περιεχό περιεχόμε μενα να άκανθ άκανθώδ ώδεσ εσι,ι, προβαινούσης δέ τής ηλικίας άποβαίνειν έπί τό ξηρότερον καί περιρρηγνυμένου του φλοιού έπ’ όλίγον χρόνον μεταβιώναι. e Censorinus, 4. 7  (7ύσιν άέρος τών λεπτοτάτων έν αύτώι καί ύγροτάτων ύπό τού ήλίου κινουμένων ή τηκομένων. Il [Β 18]

(12Α (1 2Α25 25 = Β 5  DK) Aëtius, 3, ίο. 2 (Dox.  376 a 24 _  _225)

’ Αναξίμα Αναξίμανδρο νδροςς λίθωι λ ίθωι κίονο ίονοςς τήν τ ήν γ η ν προσφερ προσφερήή · ττώ ών έπιπέδων . opuesto> .

11 [B 16]  Dox.  342, 345; Diels AK 229, 2; DK 1 86; KirkRaven 136; Pasquinelli 38; Kahn 5759; Guthrie i 90, 93; Maddalena 144145 11 [B 17]  Dox.  374, 560; DK i 87; Pasquinelli 40; Kahn 63; Guthrie I 105106; Maddalena 150151 Doxx. . 133 11 [BI 87; 18] KirkRaven  Do 133,, 134; 218 218219 219; ; Ze Zell ller er 140; i, 302, 30 2, 4;5556; BurnetMaddalena EG 65, 1 ;150 DK Pasquinelli Kahn 15 1

1 9 7   ANAX  AN AXIM IMAN AND D ER   

11 [B 19] (12A3 DK) Aelianus, Varia hist. 3, 17 (47, 68 Dilts)

καί ’Αναξίμανδρος δε ήγήσατο της είς ’Απολλωνίαν έκ Μιλήτου αποικίας. 11 [Β 20] (igAio DK) PseudoPlutarchus, Strom. 2 (Dox.  579,

720) μεθ’ δν φάναι ’Αναξίμανδρον Θάλητος έταϊροντήςγενόμενον τό άπειρον τήν πάσαν αιτίαν εχειν του παντός  γενέ  γε νέσε σεώ ώς τε καί καί φθοράς, έξ οΰ δή φη φησι σι τούς τε ούρα ούρανο νούς ύς άποκεκρίσθαι καί καθόλου τούς άπαντας άπείρους όντας 5 κόσμους, υς, άπεφήν άπεφήνατο ατο δέ τήν φθορ φθοράν άν γίνεσ γίνεσθαι θαι καί πολ πολύύ πρότερον τήν γένεσιν έξ άπείρου αΐώνος άνακυκλουμένων πάντων αύτών. ύπάρχειν δέ φησι τώι μέν σχήματι τήν  γηη ν κυλιν  γ κυλινδρ δροει οειδή δή,, εχει εχεινν δέ τοσοΰτον τοσο ΰτον βάθος δσον άν εϊη τρίτον πρός τό πλάτος, φησί δέ τό έκ του άιδίου γόνιμον ί ο θερμού τε και ψυχρού κατά τήν γένεσιν τούδε τού κόσμου άποκριθήναι καί τινα έκ τούτου φλογός σφαίραν περι φυήναι τώι περί τήν γην άέρι ώς τώι δένδρωι φλοιόν · ήστινος άπορραγείσης καί εις τινας άποκλεισθείσης κύκλους ύποστηναι τόν ήλιον καί τήν σελήνην καί τούς άστέρας. i s Ιτι Ιτ ι φησΐν φησΐν δ τι κατ κ ατ’’ άρχάς έξ άλλοειδών άλλοειδών ζώ ζώιω ιωνν ό άνθρωπ άνθρωπος ος έγεννήθη, έκ τού τά μέν άλλα δΓ έαυτών ταχύ νέμεσθαι, μόνον δέ τόν άνθρωπον πολυχρονίου δεΐσθαι τιθηνήσεως · διό καί κατ' άρχάς ούκ άν ποτε τοιούτον όντα διασωθήναι.

11 [ Β 20 20]]  11 11   [ Α 2 . Β 1 . 6. 11 11.. 18 18.. 2 2 ] : Simpl, in Aristot. Phys. 41, 17 Diels (άπειρόν τινα φύσιν ... άρχήν έθετο, ήξ τήν άίδιον κίνησιν αΙτΙαν είναι τή5 των ούρανών γενέσεως έλεγε) 1 έταϊρον] ετερον Α1 3  δή om. D 7 πάντων seel. Heidel 7  9   ύπάρχειν ... πλάτος cf. 11 11   [ Β 18 18,, 1] 9  τρίτον om. CFG 8έ τό] δέ το τονν C: δέ τ ι ? Diels, Kahn Kahn γόνιμον] γόνυμον γόνυμον C 910   γόνιμον ... ψυχρού] γονίμου θερμόν τε καί ψυχρόν 910 1112  coni.    περιφυήναι] Vigerus bach Mullach 12   φλοιόν1112 12 cf. 11 11  [ Β 15 15,,15 15.. 1 5 ,περιφϋναι 17]] 17 13  13   Ttva Ttvas] s] Wytten τι τινο νο;; D 15   κατ’ άρχάς om. A 15 16   εαυτών] αύτών Α  16

198  ANAXIMA  ANA XIMANDRO NDRO  

11 [B 19] ELIANO, H i stori stori as

vari vari as   3,

17

 Y A naxi na xim m andr an droo fue fu e jefe je fe de la l a expe ex pedi dició ción n coloni col onizad zadora ora que [partió] de Mileto hacia Apolonia. 1 1 [B 2 0 ] SEUDOPL PLUTARCO, Stromata   2

Después de él, que fue lacompañero de Tales, dijo que loAnaximandro, «ilimitado» contiene razón entera de la generación y corrupción del universo; de ello, dice, se separaron los cielos y, en general, todos los mundos, que son infinitos. También dijo que su corrupción y, mucho antes, su generación se producen desde tiempo ilimitado, porque los mundos se renuevan cíclicamente.. Y dice te dice que la tie tierra rra tiene tiene forma form a cilindric cilin dricaa y que ssu u altura es un tercio de su anchura; y que lo que desde toda la eternidad produce lo caliente y lo frío se separó cuando surgió este mundo, y que de ello brotó una esfera de llama en torno al aire que circunda la tierra como la corteza rodea al árbol. Cuando la esfera se rompió en trozos y se formaron ciertos círculos, surgieron el sol, la luna y las estrellas. Dice, además, que el hombre, en un principio, nació de criaturas de una especie distinta, porque los demás seres vivos se nutren en seguida por sí mismos, mientras que el hombre es el único que necesita una larga ci'ianza; por eso, de haber tenido su forma original desde un principio, no habría podido subsistir.

Burnet EG 5152; 51 52; D K i 82; KirkRave Kirk Raven n 104 104;; Pasqu Pasquin inel elli li 11 [ B 19 19]]  Burnet 26; Guthrie I 75; Maddalena 110111 11 [ B 2 0 ]  Dox.  156161, 579; Zeller 1 1, 292, 3; 297, 1; 304, 3; 308, 2; Bumet EG 3637; DK 1 83; Guthrie Orph.  223224; Cornford PS 163; Kirk HCF 153; Hölscher Herrn.  2902 290294 94 ; K irk ir k CQ  325; Kirk Raven Rave n 1051 105107, 07, 1118 18119 119 , 13 1137. 113 7.·· 141142, 14114 2, 1511 15 1152 52 , 17 1 7 3 ; Pa Pasq squi uine nell llii 34, 317; Kahn 2871; Guthrie 1 90, J H 98,S  102, Frankel DPHFreeman 301302;58;Maddalena 118129; Lloyd 260,110; 264265; Gigon Ursprung   77; Laurenti Pres.  1 9899

199  

 AN  A N AXIM AX IMAN AND D ER 

11 [B 21] (12A16 DK) Alexander Aphrodisiensis, in Aristot.

Met. (60, 8 sqq. Hayduck) προσέθηκε δέ τηι ίστορίαι καί την Άναξιμάνδρου δόξαν, δς άρχήν Ιθετο τήν μεταξύ φύσιν άέρος τε καί πυρός, ή άέρος τε καί καί ύδατος * λέγεται λέγετ αι γάρ γά ρ άμφ άμφοτέρ οτέρω ως.

DK) Hippolytus, Ref. i, 6, τ-η  13  ιι,ΐ 5  Wendland)

1 1 [Β 22] (ι 2 Α ι ι  

(ι ι ι   ίο ,

Θαλοΰ τοίνυν ’Αναξίμανδρος γίνεται ακροατής. ’Αναξίμανδρος ξίμαν δρος Πραξιάδ Πραξιάδου ου Μιλήσιος ιλήσιος · ούτος άρχή άρχήνν εφη εφη τώ τώ ν οντων φύσιν τινά τού απείρου, έξ ής γίνεσθαι τούς ούρανούς καί τόν έν αύτοΐς κόσμον, ταύτην δέ άίδιον 5 είναι καί καί άγή ρω , ήν καί πάντ πάντας ας περιέχειν περιέχειν τούς κόσμ κόσμου ους, ς, λέγει δέ χρόνον ώς ώρισμένης της γενέσεως καί της ούσίας καί της φθοράς. [2] ούτος μέν άρχήν καί στοιχεΐον εϊρηκεν τών δντων τό άπειρον, πρώτος τούνομα καλέσας της άρχής. πρός δέ τούτωι κίνησιν άίδιον είναι, έν ήι ίο συμβαίνει συμβαίνει γίνεσθαι γίνεσθ αι τούς ούρανο ούρανούς. ύς. [3] τήν δέ γην είναι μετέωρον ύπό μηδενός κρατουμένην, μένουσαν δέ διά τήν όμοίάν πάντων άπόστασιν. τό δέ σχήμα αύτης γυρόν, στρογγ στρ ογγύλο ύλον, ν, κίον ίονος λίθωι παρ π αραπλ απλήσιο ήσιονν · ττώ ώ ν δέ έπι πέδων ώι μέν Ιπιβεβήκαμεν, ô δέ αντίθετον ύπάρχει.

11 [ Β 2 1 ]  11 11   [ Α 2 . 9 . 10. 10 . 1 1 . 12 12.. 1 3 . 14 14]] : Arist. Me Met. t. 98 9888 a 30:  Arist. Phys. 1 8 7 a 1 2 : Alex, in Aristot. Met. et. 45 45,18 ,18;; 47,23; 47, 23; 6 1, 1,21 21 (Hayduck) ]: Herrn. Irris. 10 11 [ B 2 2 ]  11 11   [A 2 . B 1  4 . 6. 9 . 11 11.. 15 15.. 17 17.. 18 18.. 20 20]: (Dox.  653,2325 653, 2325:: ό πολίτης α ύ τ ο ϋ ’Αναξίμανδρος τού  ύ γ ρ ο ύ π ρ ε σ β υ τέραν άρχήν είναι λέγει τήν άίδιον κίνησιν καί ταύτηι τά μέν γεννασθαι τ ά δέ φθείρεσθαι) 3   έξ ής Β : έξης C: άφ’ άφ’ ής Cedren Cedrenus us 4 τόν έν αύτοΐς κόσμον codd. Cedrenus: τούς έν αύτοΐ αύτοΐςς κόσμ κόσμου ουςς Ritt it ter Dox.  Wendland 5  ήν om. Cedrenus7 Cedrenus7  ούτος μέν μέν άρ άρχή χήνν C (DK) : ούτος μέν ούν άρχήν άρχήν Dox. : ούτος μέν μέν ούν αύ αύχή χήνν Τ 10   συμβαίνει codd. (DK) 10 (DK) : συμ συμ βαίνειν Roeper Dox.  i l δέ διά Ced Cedren renus: us: διά codd codd.. 1213  γυρόν,  γυρό ν, στρογγύ στρ ογγύλον λον Roeper Dox.   DK: ύγρόν στρογγύλον codd. Cedrenus: ύπάρχειν στρογγύ στρ ογγύλον λον Mulla Mullach ch : τροχόν στρ στρογγύ ογγύλον λον Roeth (c (cf. f. 13   κίονος λίθωι KirkRaven: κίονι λίθωι Wolf Dox. 13 Burnet 65,1)  Wend  W endlan land d (D (DK) K):: χίονι λίθωι codd.: χιον χιονώ ώδε δεςς λίθωι Cedren Cedrenus; us; cf. 11 [ Β 18 18,, 1] 14 ώι 14  ώι Gronav : δ codd. 15 κύκλον 15  κύκλον πυρός codd.

200  ANAXIMA  ANAX IMANDR NDRO O  

11 [ B 2 1 ] ALEJA LEJAN NDRO DE Afr AfrODI ODISIA, Comentario a la   Me-

A ristóteles es  6 0 , 8 tafísica de Aristótel

 Y añad añ adió ió a su testimonio la op opinio inion n de Anax An axim iman andr dro, o, que presentó como principio la naturaleza intermedia entre el aire y el fuego, o entre el aire y el agua, pues se dice de las dos maneras.

11 [ B 2 2 ] Hipólito, Refutación   1, 6, 1 177  A naxi  Ana xim m and an d ro, ro , pues, pu es, fue discíp dis cípulo ulo de Tales. A naxi na xim m anan dro de Mileto, hijo de Praxíades, dijo que el principio de las cosas existentes es una cierta naturaleza de lo «ilimitado», de la cual nacen los cielos y el orden que hay en ellos; la naturaleza es eterna y no envejece, y envuelv env uelvee a todos todos los mundos. Concibe Conc ibe el tiempo como como si si la génesis, la substancia y la corrupción fueran limitadas. Dijo también que el [primer] principio y elemento de laselcosas es lo «ilimitado», y fue también el primero empleó término «principio». Afirmó queque el mo vimient  vim ientoo del que resu re sult ltaa el origen orig en de los cielos es eterete rno. Y la tier t ierra ra está está en lo alto alto y nada nad a la sostien sostiene; e; y está está en reposo por su equidistancia de todas las cosas. Su foi’ma es curva y redondeada, semejante a un fuste de columna; cuando nos encontramos en una de las superficies planas, la otra está en el lado opuesto. Los astros

11 [B 21]  Zeller i i, 283284; DK 1 85; Kirk CQ  327328; Pasquinelli 32; Guthrie 1 457, 2; Maddalena 138139 1 1 [B 2 2 ]  Dox.  144156, 559560; Zeller 1 1, 270, 292, 297298, 304 3° 5 . 3° 9 ; Burnet EG 36, 6567; Diels AK 231, 234237; DK i 8384; Comford PS 164165; Hölscher Herrn.  290; Kirk HCF 312; Kirk CQ  325326; KirkRaven 105107, 126, 134138, 141; Pasquinelli 3435; Freeman 5962; Kahn 2870; Guthrie 1 44, 83, 9091, 93, 98, 102, 105106, 110; Maddalena 128133; Cleve  1   145; Gigon Ursprung  64, 88; Laurenti Pres.  1 99100; Stokes 275

201  ANA  A NAXI XIM M AN AND D ER   

I5 [4 ] τά δέ άστρα γίνεσθαι κύκλον πυρός, άποκριθέντα

τού κατά τόν κόσμον πυρός, περιληφθέντα δ’ ύπό άέρος, έκπνοάς δ’ ύπάρξαι τόπους τινάς άερώδεις, καθ’ οΰς φαίνεται τά άστρα · διό καί έπιφρασσομένων των έκπνοών τάς έκλείψεις γίνεσθαι. [5] τήν δέ σελήνην ποτέ μέν πλη 20 ρουμ ρουμένη ένηνν φαίνε φαίνεσθ σθαι, αι, πο π ο τέ δέ μειου μειουμέ μένη νηνν κατά κατά τήν τή ν τώ τώ ν πόρων έπίφραξιν ή άνοιξιν. είναι δέ τόν κύκλον τού ήλίου έπτακαιεικοσαπλασίονα *·* της σελήνης, καί άνωτάτω μέν είναι τόνκύκλους ήλιον, *** κατωτάτω δέ γίνεσθαι τούς τών21   580,5)  Άνα ξιμένην  Άναξιμέ νην δέ φασι φασι τήν τή ν τών τώ ν όλων αρχήν τόν τό ν άέρα άέρα είπεϊν καί τούτον είναι τώι μέν μεγέθει άπειρον, ταϊς δέ περί αυτόν ποιό π οιότη τησιν σιν ώρισμ ώρισμέν ένον ον · γεννασθαί γεννασθαί τε πά π ά ν τ α κατά πύκνωσιν τούτου καί άραίωσιν. μήν 5 τινα κίνησιν κίνησιν Ιξ αΐωνος ύπάρ ύπάρχε χειν ινπάλιν · πιλουμένου πιλουμέν ου δέτήν τουγεάέρ άέρο$ ο$ πρώτ πρ ώτην ην γεγενήσθαι λέγει λέγει τήν γ η ν πλατείαν μάλα μάλα · διό

12 [ Β 11]  1 κατ’ αύγασμόν] άντανγασμό άντανγ ασμόνν G (Plut.) 3 δια ιακκότττ ότττειν ειν GAB (Plut.) : διακόψαι C (Plut.) 7 αύτοΟ KAC: αύτηϊ M, Martin τον ήλίου seel. Martin 8 899 κατακ κατακρατ ρατούμ ούμενον ενον Μ : κρατούμενον Κ Α 12 [Β 12]  12 [Β 1. 4. 9. 13] τε]  γεννδ 2 μεγέθει 3ου]γεννασθαί  γεννδσθαι Ε:  γεννδ  γεννδσθαι σθαι Zeller: άπλουμένου ττρώ περί F γίνει codd. β πιλουμέν πιλουμένου] A σθαι6 δέ την] πρώτον πρώτ ον F μά μάλα λα ADH: μάλλον BCFG 9 Ιχειν έκ

224  ANAX  AN AXIM IMEN ENES ES  

nieve cuando a la humedad se añade una cantidad de

 viento..  viento

1 2 [ B 1 1 ] a Ae c i o  , 3, 3, 5 , 1 0

 An axim  Anax imen enes es [dice] que el arco arc o iris ir is se p rodu ro duce ce p o r el reflejo del sol contra una nube densa, espesa y negra, de modoatravesar que los rayos, quedar retenidos en ella, no pueden al otroallado. b E s c o l i o s   a  Á r a t o  , 45 4 5 5 ,1

 An axim  Anax imen enes es dice que el arc a rcoo iris ir is se prod pr odu u ce cuando cuan do los rayos del sol chocan con un aire denso y espeso. De ahí que la parte anterior [del sol] aparezca de color púrpura, al estar inflamada por los rayos, y lo demás, de color negro negro ppor or el predominio de la humedad. humedad. Y dice dice que, de noche, el arco iris se produce por efecto de la luna, pero eso no [sucede] con frecuencia, porque no siempre hay plenilunio y porque ella [la luna] tiene una luz más débil que la del sol.

12 [B 1 2 ] BELDOPLUTARCO, Stromata   3 Dicen que Anaximenes declaró que el principio de toda la realidad es el aire, y que es ilimitado en su magnitud, pero limitado en las cualidades que lo conciernen. Y todas las cosas nacen por una cierta condensación y una rarefacción del aire. El movimiento existe desde siempre. Y dic dicee que cuando el aire air e se contrae, cont rae, nace en primer lugar la tierra, totalmente plana, y que por eso

12 [B 11]  Dox.  137 137,, 23 231; 1; Burn Burnet et EG 7677 7677 ; D K i 94; 9 4; Pasquinel Pasquinelli li 5522, 327; Guthrie 1 393, 1; Maddalena 204205 12 [B 12]  Ze Zelle llerr 1 1, 317, 3; 320, 1; 324, 2; 326, 1; DK D K 1 9 1 ; Kirk Raven 151152; Pasquinelli 47, 325; Freeman 6470; Guthrie 1 127, 133; Maddalena 186189; Laurenti Pres. 1  109

225  ANAX  AN AXIM IMEN ENES ES  

καί

κατά

λόγον αύτήν έποχεΤσθαι τώι

άέρι

· καί τόν

ήλιον καί τήν σελήνην καί τά λοιπά ά σ τ ρ α τήν άρχήν τής γενέσεως εχειν έκ γης. άττοφαίνεται γοΰν τόν ήλιον ίο γην γη ν, διά διά δέ δέ τήν όξεΐαν κίν κίνησι ησινν καί καί μάλ’ ίκανώς Θερμήν ταύτην καΰσιν λαβεΐν.

12 [Β 13] (13Α7 DK) Hippolytus, Ref. ι, η,  ι ι88 (ι (ιιι ιι ιι , ι ό  13,6 13,6  Weendlan  W land)  Άναξιμένης δέ καί  Άναξιμένης καί αυτός   ών Μιλήσιος, υΙός δέ Εύρυστρά του, άέρα άπειρον εφη τήν άρχήν είναι, έξ ο ϋ   τά γινόμενα καί τά γεγονότα καί τά έσόμενα καί Θεούς καί Θεία  γίνεσθαι,  γίνεσθ αι, τά δέ λοιπ λο ιπά ά έκ των τω ν τούτο το ύτουυ άπογ άπ ογόν όνων ων.. [2] [2] τό 5 δέ είδος είδος του το υ άέρ άέρος ος τοιο το ιοϋτ ϋτοον · όταν όταν μέν όμα όμαλώ λώτα τατο τοςς ήι, ή ι, οψει άδηλον, δηλοϋσθαι δέ τώι ψυχρώι καί τώι θερμώι καί τώι νοτερώι καί τώι κινουμένωι. κινεϊσθαι δέ άεί · ού    γάρρ μετα  γά μεταββάλλε άλλειν ιν όσα μετα μεταβά βάλλ λλει ει,, ε! μή κινοΐ κινοΐτο. το. [3 ] πυκνού μενο ενον γ άρ καί άραιούμενον διάφορο διάφορονν φαίνεσ φαίνεσθαι θαι · δ ταν ίο γ άρ είς είς τό άραιότερον άραιότερον διαχυθηι, π υρ γγίνε ίνεσθα σθαι,ι, άνέμ νέμους ους δέ πάλιν είναι άέρα πυκνούμενον, έξ άέρος (δέ) νέφος άποτελεϊσθαι κατά τήν πίλησιν, Ιτι δέ μάλλον ύδωρ, έπΐ πλειον πυκνωθέντα γην καί είς τό μάλιστα πυκνότατου λίθους, ώστε τά κυριώτατα τής γενέσεως έναντία  ΐ5 είνα είναι,ι, θερμόν τε καί καί ψυχρόν. [4 ] τήν δέ γην πλατείαν είναι έπ’ άέρος όχουμένην, ομοίως δέ καί ήλιον καί σελήνην καί τά άλλα άστρα πάντα πύρινα οντα έπο

γήξ A (DK): Ικ γήξ Ιχιιν BCDE(FG)H, Dox.  10 101 111 θερμήν το τούύτην Diels: θερμότητα D1, Zeller Dox.·,  θερμοτάτηυ cett. codd.: θερμό ■τητοξ Usener Use ner 11 καϋσιν Diels ie ls:: κίυησ κίυησιν ιν codd. (seel. (seel. Zeller) 12 [B 13]  12 [A 13 . 5  7 . B 1. 3  5. 9  12] 12]:: Herrn. Ir Irri ris. s. 7 (Dox.  653, 46: τό παν Ιστιν ό άήρ, καί o ö t o s   πυκνούμενοί καί συνιστάμενο; öScop καί γη γίνεται, άραιούμενοί δέ καί διαχεόμενοξ αΙθήρ καί πϋρ, et; Si τήν αύτον φύσιν έπαυιών άήρ) 4 τούτου] τούτ το ύτων ων Τ 5  6 ήι, όψει όψει άδ άδηλ ηλον ον]] ήν όψει όψει εΟ εΟδδηλον Τ 10 γάρ Ro Roepe eper: r: δέ codd. άνέ άνέμου μου;; Zeller: μέσω? codd. 11 δέ πάλιν Roe Roeper per : δέ δέ έπάν codd. είν είναι αι Diels : εΐξ εΐξ codd. Wendlan Wen dland d (δ (δέ) έ)ησιν Diels DielsSalvi 12   πήλλησιν άποτελεϊσθαι πίλησιν πίλ Salvinius: nius: Τ : Roeper: πόλησιν πόλησιν άποτελεσθή LO B 1codd. 3 14 1 4 πυκνότατο πυκν ότατουυ Β : πυκνώ πυκνώτατο τατονν vul vulgo go : seel. seel. Dox.  2 5 στρέφε στρέφεται] ται]

226  

 ANAX  AN AXIM IMEN ENES ES

se puede explicar que cabalgue sobre el aire; y [dice

también] que el sol, la luna y los demás astros reciben de la tierra el principio de su generación. Es decir, declara que el sol es tierra, pero que, por su movimiento tan rápido, experimenta una combustión que le proporciona el suficiente calor.

1 2 [B 1 3 ] HIPÓLITO, Refutaciones  1, 7, 18

 A naxi  Ana xime mene nes, s, tambié tam bién n oriun o riundo do de Mileto Mi leto,, hij h ijoo de Eu E u rís rí s  trato,, dijo trato d ijo que el prim primer er princ p rincipio ipio es el aire ilimita ilimitado, do, del cual cua l nacen las cosas cosas que existen, las que existieron  y las l as que exis ex isti tirá rán n , y tambié tam bién n los dioses y la lass rea realid lidad ades es divinas; las demás surgen de lo producido por el aire. [2 ] Y el aspecto aspecto del de l aire air e es de este tipo: cuando cua ndo es muy homogéneo, homogé neo, resulta resu lta invisible inv isible,, aunqu au nquee se manifiesta en en lo frío fr ío,, en lo caliente, caliente , en lo húmedo y en el movimiento. movimiento. De hecho, mueve, porq po ento. rque ue. lo quSee manifiesta cambia cam bia no no cambiaría cam biaría siempre si no hubiera hubse iera movimiento movimi [3 ]que de manera distinta, según se condense o se enrarezca: cuando se disuelve en algo más sutil, se transforma en fuego, pero los vientos son aire en condensación; [y] del aire se generan generan las nubes por compresión; comp resión; y cuando la compresión es mayor, [brota] el agua; y cuando la condensación es aún mayor, la tierra; y cuando la densidad alcanza su grado máximo, las piedras. Por consiguiente, los elementos más importantes de la generación son son contrarios: el calor y el frío frío.. [4 ] La tierra es plana flota sobre aire; ellos e igualmente, sol, la luna y losydemás astros,eltodos de fuego, el cabalgan

12 [B 13]  Di Diel elss CUA CUA 27; Dox.  144 sgg.; Zeller 1 1, 317, 317 , 22;; 318, 3 ; 322, 1; 325326; Burnet EG 7273, 76, 78; Jacoby ACH 193196; DK 1 92; Colli PHK 6166, 110111; Cornford PS 167168; KirkRaven 144147, 152, 154156; Pasquinelli 4748, 325327; Freeman 6573; Guthrie 1 119, 121, 127, 130, 133139; Maddalena 188197

2 2 7   

 ANA  AN A XIM XI M E N E S

 χεϊσθαιι τ ώ ι άέρι  χεϊσθα άέρι

διά πλάτος.

[5 ]  γ ε γ ο ν ί ν α ι δέ

τά

άστρα

έκ γης διά τό τήν ικμάδα έκ τ ο ύ τ η ς άνίστασθαι, fjs 20 άραιουμένης τό π ϋ ρ γ ί υ ε σ θ α ι , έκ δ έ τού πυράς μετεωρι ζομένου τούς άστέρας συνίστασθαι. είναι δέ καί  γεώδεις φύσεις έν τ ώ ι τό τ ό ττ τ τ ω ι τ ω ν άστέρων συμπεριφερομένας Ικείνοις. [6] ού κινείσθαι δ έ ύπό  γ η ν τά άστρα λέγει, καβώς Ιτεροι ύ πε ι λή φ α σ ι ν , ά λλά περί γην, ώσπερεί περί τήν ήμετέραν 25 κεφαλήν σ τ ρ έ φ ε τ α ι τ ό π ι λ ί ο ν . κρύπτεσθαί τε τ ό ν ήλιον ο ύ χ ύ π ό γ η ν  γεν ό των τ η ς γ η ς ύ ψ η λ ο   γενόμε όμενον νον,, κ άα λί λδι’ άύ πτήν πλε ( ον α ήμών « ύ τ ο ϋ τέρων μερών σκεπόμενον  γενομένη  γενομ ένηνν άπόσ άπ όστα τασιν σιν.. τ ά δέ ά σ τ ρ α μή θερμαίνειν διά τό μήκος τής άποστάσεως. [7] άνέμους δέ γεννδσθαι, 30 δταν ήι ττεπυκνωμένος ό άήρ καί ώσθείς φέρηται · συνελ θόντα δέ καί έπΐ πλεϊον πα χ υ ν θέ ν τα ν έ φ η  γεν  γεννδσ νδσθαι θαι καί ο ύ τ ω ς είς ύδωρ μεταβάλλειν. χάλαζαν δέ  γ ί ν ε σ θ α ι , ό τ α ν άπό τ ω ν ν ε φ ώ ν τ ό ύ δ ω ρ καταφερόμενον παγήι · χιόνα δέ, δταν αύτά τ α ύ τ α έ ν υ γ ρ ό τ ε ρ α δντα πήξιν λάβηι. 35 [8] άστραπήν δ ’ δ τ α ν τ ά ν έ φ η διιστήται β ί α ι π ν ε υ μ ά τ ω ν · τ ο ύ τ ω ν  γά  γάρρ διισταμένων λ α μ π ρ ό ν κ α ί π υ ρ ώ δ η  γίνεσθ  γίνεσθαι αι τ ή ν αύγήν. Ιριν δέ γεννδσθαι τών ήλιακών αύγών είς άέρα συνεστώτα πιπτουσών. σ ε ι σ μ όν δέ τη ς γη ς έπΐ πλεΐον άλλοιουμένης ύπό Θερμασίας καί ψύξεως, ταύτα 40 μέν ούν Άνα Ά ναξι ξιμέ μένη νης. ς. ούτος ούτος ήκμασεν ήκμασεν ττε ττερί έτο έτοςς π ρώ το ν της πεντηκοστής όγδόης όλυμπιάδος.

στίφεται Β πιλίον Men Menagius agius:: πηλε πηλεϊον ϊον Τ : ττιλ ττιλεϊ εϊον ον L O B 30 δταν ... φέρηται Diels: δταν ίκττπτυκνωμένοί ό άήρ άραιωθεΐΐ φέρη ταιι codd τα codd.,., t Wendla Wendland nd 3 0 .3 1 συ συνε νελθ λθόν όντα τα]] συνελθόντο; συνελθόντο; Zeller Zeller Dox.  31Dox. πβχνν πβχννθίντα θίντα Salvinius: SalvZel inius: τταχυθέ codd. codd Wendland: Wend land: τταχυνβΐντοί  : παχυ παχυθέντο; θέντο; Zeller ler τταχυ 4θέντα 0 ντα 41 4 1 tros tro s ·.·· δλυμτ δλ υμτπά πάδοί δοί = 548'54 548'5477 a· a· Chr. Chr. n.

228  

 ANAX  AN AXIM IMEN ENES ES

sobre el aire porqu po rquee son son planos. [5 ] Los astros han naci-

do de de la tier t ierra ra porque porq ue de ella sube sube la humedad; y cuando esa esa exhalación se enrarece, enra rece, brot b rotaa el fuego, fuego, y del fuego elevado a lo alto alto se forman form an los astros. ast ros. Y en la región región de los astros hay substancias semejantes a la tierra que giran a una con ellos. [6] También dice que los astros no se mueven bajo la tierra, según otros han supuesto, sino alrededor de ella, como el gorro de fieltro gira en torno nuestra nuelastra cabeza; el sol sol se selooculta porq ue esté debajoa de tierra, sino yporque tapanno lasporque montañas,  y su dista dis tanci nciaa de nosotr n osotros os es mayor. may or. Y los astro as tross no caca lientan, por p or la magnitud magnitud de su distancia distancia.. [7 ] Los vientos se producen cuando se condensa el aire y se mueve por el empuje. Y cuando el aire se concentra y se hace más denso, se forman nubes y, de ese modo, se ti'ansforma en agua. Se produce gi'anizo cuando el agua que cae de las nubes se congela; y nieve, cuando todo eso se solidifica conservando su humedad. [8] El relámpago se origina cuando las nubes se desgarran por la fuerza de los  vien  vi ento tos; s; de ese desg de sgarr arroo surge un resp re spla lan n d or bril br illa lant ntee  y de fuego. Y el arco ar co ir iris is brot br otaa de los ray ra y o s del sol que chocan contra un aire denso. El terremoto se produce cuando la tierra se encuentra más alterada por el calor  y el frío fr ío.. Esto Es to es lo que dijo di jo Anaxi An axime menes nes.. Y su vid v idaa culminó el año primero de la olimpíada cincuenta y ocho.

 

 ANA  AN A XIM XI M EN ENES ES

12 [B 14] ( 13A 13 A 11) 11 ) Simpl Simplici icius, us, in Aris Aristo tot. t. Phys. ( 1 1 2 1 , 12 1 2 sqq sqq..

Diels)  γενη τόν δ έ καί φθαρτόν τ ό ν Ινα κόσμον ποιοϋσιν, ό σ ο ι  γενητόν άεΐ μέν φασιν είναι κόσμον, ού μην τόν αύτόν άεί, άλλά  γ ι ν ό μ ε ν ο ν κ α τ ά τινας  χ ρ ό ν ω ν περιόδους, άλλοτε άλλον  γι ¿os Άναξιμένης τε καί Ηράκλειτος καί Διογένης καί Οστε  5  ρον ρον οΐ άπό άπ ό τη ς Σ τοδς .

1 2 [ Β 1 4 ]  1 1 [Β [ Β l i e ] :  Arist. De cae caelo lo 27 2799 b 10

230  

 ANAX  AN AXIM IMEN ENES ES

12 [B 14] SIMPLICIO, Comentario a la  Física de Aristótele Aristóteless 1121,12

Conciben este único mundo como generado y corruptible los que aseguran que el mundo existe siempre, pero que no siempre es el mismo, sino que aparece de una manera u otra según determinados períodos de tiempo, como [dijeron] Anaximenes, Heráclito, Diógenes y, posteriormente, los estoicos.

12 [B 12 [ 14]] 151; 14 B 126,  Zeller i i, 329; EG 78, 5; DK i 93; KirkRaven Pasquinelli 49; Burnet Maddalena 198200

 

ONOMACRITUS

 

 A 

τούτο δέ Πεισιστρατιδέων oi άναβεβηκότες If Σοΰσα, των τε αύτών  λ  λόό γ ω ν έχόμενοι των καί οί Άλευάδαι, καί δή τι πρός τούτοισι ετι  πλέον προσωρέγοντό οί. εχοντες > 11 [A 1] 9 κατά om. Ε 1011   άλλήλοΐΐ om. Aid. 1011 12   oö 12 oörco rcoss om. F  Aid. 1516 παρά ταϋτα] παρ’ αυτά Ε ® 23 ήν codd. (DK):

246  

TH [PHD 1 ] L a tradic tra dición ión dice dice que que Tales Tales fue fu e el primero prim ero que que comunicó a los griegos la investigación sobre la naturaleza, aunque tuvo otros muchos predecesores, [...];

pero él los aventajó con mucho, hasta el punto de eclipsarlos a todos. SIMPLICIO, Comentario a la Física de Aristóteles 23, 29

TH [PHD 2 ] Anaximandro de Mileto, hijo de Praxíades y discípulo y sucesor de Tales, dijo que el principio y elemento constitutivo de la realidad existente es lo «ilimitado», y fue el primero que empleó el término «principio». Pero con eso no se se refería refe ría ni al a l agua ni a algún otro otro de los considerados como elementos, sino a una naturaleza distinta e ilimitada, de donde brotan todos los cielos y los mundos que en ellos se contienen. «Las cosas de donde viene el nacimiento a las cosas que qu e existen existe n son son aquellas a donde tiende también su corrupción según lo que debe ser; pues las cosas que existen sufren unas de otras castigo y venganza por su injusticia, según el decreto del Tiempo». Así se expresa, con una terminología más bien poética. Evidentemente, al darse cuenta de la transformación de los cuatro elementos, creyó que no era lógico poner como substrato uno solo de

2 4 7   

THEOPHRASTI

ρά ταυτα. ούτος δέ [...] τήν γένεσιν ποιεί [...]  άποκρινομένων των εναντίων διά τής άϊδίου κι 

νήσεως. καί ταϋτα [...] παραπλησίως  τώι ’Αναξιμάνδρωι  2ο λέγειν τόν ’Αναξαγόραν * εκείνος γάρ γά ρ φησιν έν  τήι διακρίσει του άττείρου τά συγγενή φέρεσθαι  πρός άλληλα καί δτι μέν εν τώι παντί χρυσός  ήν γίνεσθαι χρυσόν, δτι δέ γή  γην, όμοίοος δέ  καί των άλλων έκαστον ώς ού γινομένων, άλλ’  25 έν ένυπ υπαρ αρχό χόντω ντωνν πρ πρότε ότερο ρον. ν. τής δέ δέ κινήσ κινήσεω εωςς καί τ ή ς   γενέσεως αίτιον έπέστησε τόν νουν ό ’Αναξαγόρας, ύφ’ ο ΰ διακρινόμενα τούς τε κόσμους καί   τήν των άλλων φύσιν εγέννησαν. καί ούτω μέν  [...] λαμβανόντων δόξειεν άν ό ’Αναξαγόρας τάς μέν   30  3 0 ύλικάς άρχάς άπειρους ποιεΐν, τήν δέ τής κινήσεως  καί τής  γ  γεενέσεως αίτιον μίαν ίαν τόν νουν. εΐ δέ τις   τήν μίξιν ίξιν τών άπάντων ύπολάβοι μίαν είναι φύσιν  άόριστον καί κατά είδοςαύτόν βαίνει δύοκαίτάςκατ’ λέγεινμέγεθος, του   άρχάς  τήν τε συμ35  άπείρου φύσιν καί τόν νουν, ώστε φαίνεται    τά  τ ά σωμα σωματι τικά κά στοιχ στοιχεία εία παραπλησίως ποιων Άνα   ξιμάνδρωι. [...]  τούτωι δέ έπιγενόμενος Παρμενίδης Πύρητος ό   Έλλ εάτ  Έ εά τ η ς [...] [. ..] επ’ άμφοτέρας ήλθε  τάς όδούς.  40 καί  γά  γάρ ρ ώς άίδιόν έστι τό παν άποφαίνεται καί   γέν  γ ένεεσιν άποδιδόναι πειραται  τών οντω οντων, ν, ούχ   όμοίως περ! άμφοτέρων δοξάζων, άλλά κατ’ άλή  θειαν μέν 1ν τό παν καί άγένητον καί σφαιροειδές

Ινήν Usener Dox.   γίνεσθαιι E®F Aid.:  γ  γίνεσθα  γιιυέσθω D :  γ  γεενέσθω  E 28 ένυπαρχόντων Ε 8: ύτταρ ύτταρχόν χόντω τωνν reliqui (cf. Arist. Phys. 37)) 2 8 έγέννησαν E Aid. (DK): Ιγέννησι DFBEa(sed 1 8 7 a 37 g ex αν co corr rr.).) μέν]] έν]] μέν οΰν Sim Simpl. pl. 154, 154, Dox.  2930 δόξειεν  ... ποιεΐν] δόξειεν άν ποιεΐν τάς μέν ύλικάς άρχάς άπΐΐρονς, ώσττερ είρηται Simpl. 154· Dox.  31  τ  τό όν vow om. Simpl. 154, Dox.  3 3   μέγεθ έγεθο ος] μέγεθο έγεθος, δπερ δπερ &ν &ν δόξειε, δόξειε, βούλεσθαι λέγειν Simpl. 1 5 4 .   E»F Simpl. Aid., Dox.: wjrröi 34 αύτόν 3Dox. 5 ώστε] ώστε πάντως  τό  τ ό  15 1544 .  αύτώυ Dox.  DE: 46 τήν Simpl. Dox.:  154 codd., (DK)

248  

TEOFRASTO

ellos, sino una realidad distinta. Por su parte, él [...] atribuy atrib uyee la génesi génesiss [...] a la separac se paración ión de los los contrarios

por el movimiento eterno.  Y [...] Anax An axág ágor oras as dice dic e casi c asi lo mismo que q ue Ana A naxi xim m anan dro. En efecto, éste afirma que, al producirse la separación de lo ilimitado, las realidades homogéneas se atraen unas a otras, de modo que brota oro porque en el todo todo primordial primo rdial había oro, oro, y tierra tie rra porq porque ue allí había había ti tier erra ra,, com comno o ocurre co n todas toda lasestán demás demás cosas , que propr opiamente nacen, con sino quesya ahícosas, desde el principio. cipi o. Po P o r otra parte, parte , Anaxág An axágoras oras estableció estableció la «mente» te» como causa del movimiento y de la generación, y las partes separadas por ella como origen de los mundos  y de la natu na tura rale leza za de las demás cosas. Ante An te dicha dic hass [...] presentaciones, podría parecer que Anaxágoras consideraba los principios materiales como infinitos y creía que la única causa del movimiento y de la generación era la «mente». Ahora bien, si se acepta que la mezcla de todas las realidades constituye una sola naturaleza, ilimitada en su forma y en su magnitud, resulta que  An  A n axág ax ágor oras as prop pr opon onee dos p ri rin n cip ci p ios: io s: la n atur at ural alez ezaa de lo ilimitado y la mente. Es decir, no cabe duda de que en su presentación de los elementos materiales sigue de cerca a Anaximandro. Anaximandro. [...] Después de él, se presentó Parménides de Elea, hijo de Pires [...], que siguió esos dos caminos, pues dice que el universo es eterno, y trata de explicar la generación de la realid rea lidad ad existente, aunque aunq ue no se se pronuncia pronu ncia de la misma manera sobre esas dos [vías de explicación], sino que en realidad sostiene que el universo es uno,

THEOPHRASTI  

45

ύπολαμβάνων, κατά τ ό  γ  γέν ένεσ εσιν ιν ά π ο δ ο υ ν α ι

δόξαν δέ των π ο λ λ ώ ν ε ί $   των φα ινο μένων δύο πο ιων  

τ ά $ άρχάξ, π υ ρ καί. γην» τ ή ν ώ$  αίτιον καί π ο ι ο ύ ν .

μίν ώξ ΰ λ η ν , τ ό δέ 

(Dox.  476, 3-15; 479'   216; 482, 7-13) Simplicius, in Aristot. Phys. 184 b 1 5 (24, 13 1 3 25 2 5 ; 27, 1 12 1 2 3 Diels iels)) ; Alexander  Aphr  Ap hrod odisi isien ensi sis, s, in Aristot. Aristot. Met. 984 984 b 3 (3 (31, 1, 7 sqq. Hayduck) Hayduck)

τό παρά τό ον ούκ ôv, τό ούκ δν ούδέν, 1 ν άρα τ ό ον.

τ η [PHD 3]

(Dox.  483, 10) Simplicius, in Aristot. Phys. 186 a 24 (115,

1213 Diels)

ντ ό ονκαί παν  43 μίαν δ έ τήν άρχήν ήτοι Ι (καί ούτε πεπερασμένον ούτε άπειρον ούτε κινού  μενον ούτε ηρεμούν) (Ξενοφάνης ό Κολοφώνιο?  ύποτίθεται, σχεδόν ταύτά λέγων ώσπερ καί Παρ-  5 μενίδηξ.) [...] έτέραξ είναι μάλλον ή τ% περί  ψύσεως Ιστορίας τήν μνήμην τής τούτου δόξης.

τ η [PHD

(Dox.  480, 48) Simplicius, in Aristot. Phys. 184 b 15 (22, 2630 Diels)

Λεύκιππος δέ ό  Έλεά ιλήσι σιος ος — άμ   Έλεάτης της ή Μιλή περί ρί αύτοϋ αύτοϋ — κο κοιν ινων ωνήσ ήσας ας φοτέρως γάρ λέγεται πε

τ η [PH D 55]]

T H [PH [P H D 3]  Ar Arist ist.. Met Met.. 986 b 2730: Sim Simpl pl,, in in Arist Aristot. ot. Phys. 187 a 1 (134,1112 Diels) TH [PHD 4]  35 < > te tem m ptav pt avii T H [PH [P H D 5]  Ar Aris ist. t. Met. Met. 985 b 322: Aët. Aët. 1,3,1516; 1,3,1516 ; 1,18,3: Hipp Hippol ol.. Ref. 1,12,1; 1,13,12; Diog. Laert. 9,3031

250  

TEOFRASTO

ingénito y de apariencia esférica, mientras que, en opinión de otros muchos, a fin de explicar la generación de

lo visible propone dos principios: fuego y tierra, entendiendo la tierra como materia, y el fuego como causa y agente. SIMPLICIO, Comentario a Z  ZaaFísic si ca de Aristóteles 2 4 , 1 3 ; 27,11  ; ALEJANDRO DE AFRODISIA, Comentario a la  Metafísica de 

 Aristóteles  3 1 , 7

TH [PHD 3 ] Lo que está más allá all á del ser no no existe, [y] lo que que no existe no es nada; por consiguiente, el ser es uno. SIMPLICIO, Comentario a la Física de Aristóteles  115,12

TH [PHD 4 ] < Jenófa Jen ófane ness de Colofón, que dice casi lo mism ismo que Parménides, supo supone ne que> qu e> hay ha y un úni único co principio, principio, o que el ser y el univers uni versoo son uno (ni limitado ni n i ili ilimitamitado ni en movimiento ni en reposo) [...] Pero el recuerdo de su opinión responde a otras [cuestiones], más bien que a su reflexión sobre la naturaleza. SIMPLICIO, Comentario a la Física de Aristóteles  2 2 , 26

TH [PHD 5 ] Pero Leucip L eucipoo de E lea, le a, o de Mileto — pues se se le atribuyen los dos orígenes—, vinculado a Parménides

251  

THEOPHRASTI

Παρμενίδη Παρμεν ίδη i τής φιλοσοφίας ού τήν αύτήν Ιβάδισε  Παρμενίδηι καί Ξενοφάνει περί  των δντων όδόν, 

s άλλ’ ώς δοκεΐ τήν Ινα Ιναντί ντίαν αν * εκείνων yà y à p 1ν καί   άκίνητον καί άγένητον καί πεπερασμένον ποιούν   των τό παν καί τό μή ον μηδέ ζητεΐν συγχωρούν  των, οΰτος άπειρα καί άεΐ κινούμενα ύπέθετο  στοιχεία τάς άτόμους, Kai  των έν αύτοΐς σχημά   ίο  ίο των άπειρ ειρον τό πλήθος διά διά τό μηδέν μάλλον   το  τ οιοΟ ιοΟτον ή τοιουτον εϊναι, [τούτην yàp] καί  γένεσιν καί μεταβολήν άδιάλειπτον εν τοΐς ούσι  θεωρών θεω ρών * 2τ 2τιι δέ ού ούδέ δένν μάλλον τ ό ον ή τό μή ον  ύπάρχειν καί αίτια ομοίως είναι τοΐς γινομένοις  is άμφω · τήν yàp των άτόμων ούσίαν ναστήν καί   πλήρη ύποτιθέμενος ον Ιλεγεν είναι καί εν τ ώ ι  κενώι φέρεσθαι, δπερ μή δν Ικάλει καί ούκ Ιλαττον  του δντος είναί φησι. παραπλησίως δέ καί ό έταΐρος αύτοϋ Δημόκριτος  20 ώ ό ν’Αβδ ’Ατό βδηρ ηρίτ ης πλήρες[...] τό κενόν,  καίπεφυκέναι μένίτης δν, άρχάς τό δέ εθετο μή δντόΙκάλει. γάρ τό δμοιον υπό του όμοίου κινεϊσθαι καί φέρεσθαι  τ  τά ά συγγενή πρός ρός άλληλα καί των σχη μάτων έκαστον είς έτέραν έγκοσμούμενον σύγκρισιν  25 άλ άλλη ληνν ποιεΐν διάθεσιν · ώστε ώσ τε εύλό εύλόγω γωςς άπείρων  ούσών των άρχών πάντα τά πάθη καί τάς ούσίας  άποδώσειν έπηγγέλλοντο, ύφ’ ού τέ τι γίνεται   καίί φασι φασι μόνοις τοΐς άπειρα άπ ειρα πο ποιο ιοϋσ ϋσιι  κα\ πώ ς· διό κα τά στοιχεία πά π ά ντα ντ α συμβαίν ίνεειν κατά λόγον λόγ ον.. [...] [.. .] ν καί Μητρόδωρος δέ ό Χίος άρχάς σχεδόν τι  τάς  3°° αύτάς  3 τοΐς περί Δημόκριτον ποιεί τό πλήρες καί   τό κενόν τάς πρώτας αΙτίας ύποθέμενος, ών τό   μέν δν, τό δέ μή δν εϊναι εϊναι · περί δέ τω των άλλων λλων  Ιδίαν  τινά ποιείται τήν μέθοδον. (Dox.  4 8 3 , 1 1  484.16) Simplicius, in Aristot. Phys. 184 b 1 5 (28, 430 Diels)

Usener 7-8 συγχωρούντων] 9 στοιχεία17DEE»: στοιχεία F  A  Aiid. ίπιχειραύντων 1 1 τούτην yàp seel. Diels φέρ έρεσ εσθ θτά αι]  29 συμβαίνειν] συμβαίνει E φέρεσθ έρεσθαι αι κα καίί E»F 27 τ ι om. Aid.

252  

TEOFRASTO

en cuestiones de filosofía, no siguió el mismo camino de Parménides y de Jenófanes con relación a las cosas

que existen, sino que, como parece, tomó una dirección contraria. Pues mientras aquéllos pensaban que el uni vers  ve rsoo es uno, inmóvi inm óvil,l, ingénito y lim limita itado do,, y ni se les les ocurrió que se pudiera investigar lo que no existe, él supuso que los átomos son elementos ilimitados y eternamente me nte móviles, móviles, y que la multitud mu ltitud de figuras figura s que ofrecen es ya que nada esobservaba de una manera bien quey de infinita, otra; y [eso, porque] que la más generación el cambio se producen incesantemente en las cosas que existen. Dijo también que no existe nada más que el ser o el no ser, y ambos son igualmente causa de las cosas que se generan. generan. Y suponiendo que qu e la substancia subs tancia de los los átomos está comprimida y completa, afirmó que existía  y que qu e se movía moví a en el vací va cío, o, al que llamó llam ó no ser y de dell que dijo que no era inferior al ser. De manera muy parecida, su compañero Democrito de Abdera estableció como principios lo lleno y lo  vací  va cío, o, y llamó al prim pr imer eroo «ser» y al otro «no «no ser» se r».. [...] Pues sucede que lo semejante se mueve por lo semejante, las realidades homogéneas se atraen unas a otras, y cada una de las figuras, al entrar en una mezcla distinta, produce una estructura diferente. De ese modo, si los principios son ilimitados, podían dar una explicación adecuada de todas las afecciones y de las substancias, es decir, de dónde y cómo nace cualquier realidad. Por eso dicen también que sólo para los que conciben los principios como infinitos todo sucede conforme a razón. [...] Igualmente, Metrodoro de Quíos establece casi los mismos principios que los seguidores de Democrito, al suponer como causas primeras lo lleno y lo  vací  va cío, o, de las que uno es el «ser» «s er»,, y lo otro, ot ro, el «no ser». Sin embargo, en lo referente a otras cuestiones, sigue su propia metodología. SIMPLICIO, Comentario a la  Física de Aristóteles  2 8 , 4

 

THEOPHRASTI

 Άναξιμένης  Άναξιμέν ης δέ Εύρυ Εύρυστ στρά ράτο του υ Μιλή ιλήσιος ιος,  εταίρος γεγονώς ’Αναξιμάνδρου, μίαν μέν καί αυτός 

τ η [ P H D 66]]

 τήν ύποκειμένην φύσιν καί άπειρόν φησιν, [...]  ούκ άόριστον δέ ώσπερ εκείνος, άλλα ώρισμένην,  5  άέρα λέγων αυτήν * διαφέρειν δέ μανότητι κα καί  πυκνότητι κατά τάς ούσίας, καί άραιούμενον μέν  πυρ γίνεσθαι, πυκνούμενον δέ άνεμον, είτα  ν  νέέφος,  Ιτι δέ μάλλον ύδωρ, είτα  γην, είτα λίθους, τά δέ  άλλα εκ τούτων, κίνησιν δέ καί οΟτος άίδιον   ίο  ίο ποιεί, ιεί, δι’ ήν καί τήν μεταβολήν γίνεσθαι. {Dox.  47Ö)i6  4 7 7 >5) Simplicius, in Aristot. Phys. 184 b 15 (24,26 (24 ,26  2 5 ,1 Diels) iels)

τ η [P H D

5

73 a ’Αναξαγόρας μέν γάρ Ήγησιβούλου Κλα 

ζομένιος μετέστησε κοινωνήσας πρώτος τάςτής περίΆναξιμένους των άρχών φιλοσοφίας δόξας καί   τήν έλλείπουσαν αΐτίαν άνεπλήρωσε, τάς μέν σω ματικάς άπείρους ποιήσας. b καί ’Αρχέλαος ό ’Αθηναίος, ώι καί Σωκράτη  συγγεγονέναι φασίν, Άναξαγόρου γενομένωι μαθητή ι, έν μέν τηι γενέσει του κόσμου καί τοϊς

Τ Η [PHD 6]  12 [A 24. Β 3]: Simpl, in Aristöt. Phys. 22,9; 41,17; 149.3* (Diels); Aët. 1,3,4: 1,3 ,4: Ps Ps.P .Plu lui.i. Strom. 3 : Hippol Hippol.. Hei. Hei. 1,7,13 2 καί καί «Crrès B D E E » ; om. Aid.: κα καίί oötos oöt os Usener Usener 4 άλλά] άλλά] άλλά καίί F Aid. κα 5 δια διαφέρει έρεινν E “F Ai Aid. d.:: διαφ ιαφέρ έρει ει D E 6 άραιο άραιού ύ μενον Diels: διαιρούμενον codd. T H [PH [PHD D 77]]  Ari Arist st.. Me Met. t. 984 a 11 1113: 13: Aët. Aët. 1,3,56: Hip Hippol. pol. Ref. 1,8,1; 1 ,8,1; 1,9,1: Diog. Laert. 2,6; 2,16 1 Ήγησιβούλου] 6 γησιβούλου D E 6 ’Αρχ ’Αρχέλα έλαο^ ο^ άρχαΐλαο; 8i Ε» Σωκράτ D Aid. Aid.: : , σω σωκρά τειι Ε Ε · : Aid. σωκράτην σωκράτ ην 10 F άσπερ] συγ συγγεγο γεγονέναι νέναιΣωκ D Eράτη * F :η γεγο γεγονέναι νέναι, Ε :κράτε συγγεγόναι Ai d. άσπερ7] άττερ Ε®

254  

TEOFRASTO

T H [PHD [PH D 6] Anaximenes de Mileto, Mileto, hijo de E u r i strato, qu que fue compañero de Anaximandro, también dice que la

naturaleza subyacente es una e indefinida [...], pero no «ilimitada», como [decía] aquél, sino limitada; y la llama aire. Según las substancias, se distingue por rarefacción y condensación: al enrarecerse, se convierte en fuego y, al condensarse, en viento, y luego en nube,  y, si se condensa cond ensa más, en agua, agua , y luego en ti tiee r ra, ra , y finalmente en piedras También y en las demás nacen de esas [substancias]. presentacosas comoque eterno el movimiento, mediante el cual se produce el cambio. SIMPLICIO, Comentario a la Física de Aristóteles  24, 26

TH [PHD 7 ] a P or su parte, parte , Anaxág An axágoras oras de Clazo Clazomene, mene, hijo hijo de axim Egesíbulo, la reflexión filosófica de  An  Anax imen enes es,, fue fuque e elcompartía prim pr imer eroo que cambió camb ió las opiniones sobre los principios y completó [el tema de] la causa, que se había descuidado, al presentar como ilimitadas las [substancias] corpóreas. b Y Arqu Ar quelao elao de Atenas, con con quien se dic dicee que esestuvo relacionado Sócrates, y que fue discípulo de  An  A n a x á g o r a s , inte in ten n ta o f r e c e r alg algoo p e rso rs o n a l en mat m ater eria ia

THEOPHRASTI  

άλλοις πειραταί τι φέρειν  ίδ  ίδιο ιονν, τάς άρχάς δέ  ίο τάς αύτάς άποδ άποδίδωσιν ίδωσιν άσπερ  Αναξαγό  Αναξαγόρας. ρας.

(Dox.  478, 478, 182 18 211 ; 4 7 9 ·1? " 480,2) Simplicius, in Aristot. Phys. 184 b 15 (27, 25; 27, 2326 Diels)

Άκραγαντϊνος, où  πολύ   κατόπιν του  Άν  Άναξ αξαγό αγόρο ρου υ γεγονώς, Παρμενίδου δέ  ζηλωτής ζηλω τής καί πλησ πλ ησιασ ιαστή τήςς · [...] ούτος ούτος δέ τά μέν  σωματικά στοιχεία ποιεί τέτταρα, πυρ καί άέρα  5 καί ύδωρ καί  γην  γην,, άίδια άίδια μέν όντα, μεταβάλλοντα  δέ πλήθει καί όλιγότητι κατά τήν σύγκρισιν καί  διάκρισιν,  τά  τάςς δέ κυρίως άρχάς ύφ’ ών κινείται   ταΰτα  τα ΰτα φιλίαν καί νεΐκος · δει γάρ διατελεϊν εναλλάξ  κινούμενα  τ  τά ά στοιχεία, ποτέ μέν ύπό τής φιλίας  ίο συγκρινόμενα, ποτέ δέ ύπό του νείκους διακρι-  νόμενα νόμε να · ώ ώσστε καί 1 ξ είναι κατ’ αύτόν  τά  τάςς άρχάς *

 τ η [P [PH HD 8 ] ’Εμπεδοκλής ό

καί γάρ μέν ποιητικήν δίδωσι δύναμιν  τώ  τώι ι   νείκει τήι φιλίαι, όταν λέγηι καί όπου

is

άλλοτε μέν φιλότητι συνερχόμεν’ είς εν άπαντα  άλλοτε δ’ αύ δίχ’ άπαντα φορεύμενα  ν  νεείκεος Ιχθει · ποτέ δέ τοΐς τέτταρσιν ώς ΐσόστοιχα συντάττει  καί ταΟτα, όταν λέγηι  τοτέ δ’ αύ διέφυ πλέον’ Ιξ ενός είναι  πυρ καί ύδωρ καί γαΐα καί ήέρος άπλετον ύψος

 ΤΗ [PHD 8]  Ar Arist ist.. Me Met. t. 985 a 29  b 4 : Aët. Aët. 1,3,20: Ps.Plut. Strom. 10: Hippol. Reí. 1,3,1: Diog. Laert. 8,55 5-6 μεταβά μεταβάλλο λλοντα ντα δέ post όλιγότητι codd. : transposuit Usener: πλήθει δέ καί όλιγότητι μετ μεταβ αβάλ άλλο λοντα ντα (DK) 1 ί κατ’ αύτόν] αύτόν] κατά  τ  το ού  το  τ ον Ε * 1415 141 5 cf. Em Emp p. Biy,y-8   DK 14 συνερχόμεν']  συνερχόμενα D £ν άπ άπαν αντα τα DEE» DE E» (DK (DK): ): iva πάντα B F 15 πάντ ντα α D τ νεAid. ίκεο εοςς Ιχθει 18-21 BDEE8:cf. ν Aid. άπαντα] ποτέ πά DEE»; δ(χ’  νεεEmp. ΐκος δχB17, β» F 16 δ(χα  το οτέ Fνείκ 172 17 200 DK DK 18 τοτέ Usener: τ  τό ότε BDEEftF: άλλοτε Aid. πλέ

256  

TEOFRASTO

de generación del mundo y en otros temas, pero establece los mismos principios que Anaxágoras.

SIMPLICIO, Comentario a la Física de Aristóteles  2 7 , 2 ; 2 7 , 23

TH [PHD 8 ] Empédocles de Agrigento, que nació poco des-

pués de Anaxágoras^ fue compañero y gran admirador de Parménides [...] El presenta los elementos corpóreos en número de cuatro: fuego, aire, agua y tierra, que son eternos, pero cambian en cuanto a abundancia o escasez según la mezcla o la separación; en cuanto a los principios dominantes de donde éstos proceden, propone prop one el amor y la discord d iscordia. ia. Y es necesai’io que lo los elementos se muevan alternativamente, unas veces unidos por el amor, y otras separados por la discordia. De modo que, según él, los principios son seis; y por ello, en alguna parte atribuye una potencia activa a la discordia y al amor, cuando dice: Unas veces todo se junta en uno por el amor, otras veces todo se separa por el odio de la discordia. En una ocasión vincula estos [dos] con los otros cuatro en calidad de elementos equivalentes cuando dice: Entonces sucede que de lo uno surge lo múltiple: fuego, agua, tierra y la infinita altura del aire,

THEOPHRASTI  

20

ούλόμενον ενον δίχα τών, άτάλαντον νεΙκός τ ’ ούλόμ έκαστον,

τε.. καί φιλότης Ιν τοϊσιν ίση μήκός τε πλάτος τε (Dox.  47 477< 7
View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF