Cohen, Marcelo - El Oido Absoluto
August 31, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Portadilla Legales Serie de los dos siglos siglos Prólogo El oí oído ab abso solu luto to Citas Antes An tes Uno Dos Tres Después
Serie de los dos siglos DIRECTORES Sylvvia S Syl Saí aítttta a y José Luis de Diego COMITÉ ASESOR Beatriz Be atriz Sarlo, Jorge L Lafforgu afforgue e y Lu Luiis A Alberto lberto R Romero omero
MARCELO
COHEN
EL OÍDO ABSOLUTO
MARCELO COHEN
EL OÍDO ABSOLUTO PRÓLOGO DE MIRIAM CHIANI
Cohen, ohen, Marcelo El oído oído abs absolu oluto. to. - 1a ed ed.. - Buen Buenos os A Aiires : Eudeba Eudeba,, 2013.. - (Serie d 2013 de e llos os Dos Dos Si Siglos; glos; 0) E-Book. ISBN SB N 978 978-950-23-2167-7 -950-23-2167-7 1. Narra Narrati tiv va Argen rgenti tin na. 2. Nov Novela ela.. II.. Títu Título lo CDD A86 A863 3
Eudeba Universidad de Buenos Aires Primera edici edición ón:: jju unio de 2013 © 2013 Editor Edi toria iall Un Univ iversitaria ersitaria de Bu Buen enos os Aires A ires
Sociedad de Economía Mixta Av.. Rivadav Av ivadavia ia 1571/73 (1033) Ci Ciu udad de Bu Buen enos os Aires Tel.: 4383-8025 / Fax: 4383-2202 www.eudeba.com.ar Queda Qu eda rig rigu urosament rosamente e proh prohiibi bida, da, sin si n la autoriz autorizaci ación ón escrita de los titu titulares lares de dell “Cop “Copy yrig righ ht”, bajo las sa san nci ciones ones establecid estab lecidas as e en n las ley leyes, es, la reproducció reproducción n parcial parci al o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el tratamiento informático
SERIE DE LOS DOS SIGLOS JORGE JORG EL LAF AFFORG FORGUE UE
“Esa mu mujer jer se pa parecí recía a a la palabra nunca” di dice e ell primer verso de un poema poema me memorab morable, le, para mí uno d de e los má más s entrañables de las letras argentinas. Veintitrés textos integran Gotán, y cuatro o cinco, al igual que el primero, son sin duda antológicos. Pero Juan Gelman no está solo en la “Serie d de e los dos sig sigllos”, qu que ee en n abril de 2011 iniciara inici ara E Eu udeba con lla a pu p ublicaci blicación ón del Facundo y de Radiografía de la pampa, dos de d e los ensay ensayos os may mayores ores d de e nuestra literatura, distanciados por casi un siglo aunque id entificado iden tificados s po porr lla a misma pasi p asión ón an ante te los problem problemas as más profu pro fun ndo dos s de la n naci ación, ón, an ante te las voces que la h hab abiitan y aquellas aquell as qu que e la sueñan sueñan.. Sigu Si guiieron llos os tex textos tos d de e Esteban Esteban Echeverría y de César Aira; y así se continúan dos miradas sobre un mismo núcleo temático, tan esquivo como fundamental y/o fundante. La tarea no es – –n no ha si sido do ni será– sencill sencilla, a, ent entrañ raña a riesgos riesgo s y dificu dificulltades de todo tipo, tipo, pero sus di direct rectores ores h han an logrado sortearlos con éx éxiito. Y hoy esta “Seri “Serie ed de e los dos siglos” es ya un punto de referencia ineludible para
quienes se interesan en el desarroll qui desarrollo od de e la literatura literatura argen arge ntina; m más ás au aun n, para aquell aquellos os estu estudi dioso osos s de dell proceso cultural de nuestra nación, pues sus textos son constitutivos de ese e se p proceso roceso,, en tan tanto to h han an contrib contribu uido d desd esde e la pa palabra labra escrita escri ta a da darl rle ev voz oz a la n naci ación ón,, participando partici pando de los grandes grandes debates deb ates q qu ue han labrado o labran su destino. destino. Tan anto to Eu Eudeba deba como esta “Serie de los do dos s si siglos” glos” convocan sus propias sombras, evocan sus antecedentes. Much Mu chos os s sabe aben n que esta edi ed itoria toriall su surgi rgió ó co como mo u un no d de e los emprendi empren dimien mientos tos más ambici ambiciosos osos y firmes firmes d de e la g gestión estión de Risi Risieri eri Frondizi al fr frent ente e de la Un Universi ersidad dad de Buen Buenos os Aires Ai res (par (para a qu quienes ienes descon desconocen ocen aqu aquel elllos orí orígen genes es rremito emito al excelente excelen tebros v volu olumen men aca acaba ba de publ publi icar B Biiblio blioteca teca Nacional: Libros Li para paraque todos. Col Colecci ecciones ones delaEudeba b baj ajo o la gestión de Boris Spivacow, 1958-1966 ). ). Desde De sde aqu aq uellos a añ ños en qu que e la e edi ditori torial al lllleg egó ó a public publicar ar un tí títu tulo lo porr dí po día, a, a aguas guas mu muy y di div versa ersas, s, y mu much chas as vec eces es ba barrosa rrosas, s, han corrido ba bajo jo el puen puente: te: “el arrasamien arrasamie nto de las sucesi su cesiv vas d diictadur ctaduras; as; la democraci democracia a que n no o logró consolidar un repunte; la editorial entendida como botín político o como trampolín para otros cargos en la carrera 1) figu figuran entre entre los lastre lastres sq qu ue s su uelen universi ersitari taria...” a...” ((1 recordarse recorda rse en u un na histori historia aq qu ue a ape pen nas s su upera el medi medio o siglo. No obstante, es necesario, una vez más, señalar los pocos poc os momen momentos tos en qu que e la edi editoria toriall int intent entó ó– –y y lo logró, lamentablemente por breve tiempo– retomar el espíritu fun fu nda daci cional, onal, con las las vari ariant antes es de dell momen momento: to: la reiv rei vindi dicac caciión de “u “un na c cu ult ltu ura naci nacional onal y po popul pular” ar” d du urant rante ee ell
campori smo; el ttrabajoso camporismo; rabajoso repunte repunte dur durant ante e los iin nici cios os del del alfonsi alfon sin nismo, cuy cuyo o vérti értice ce fu fue e el Nunca más. Creo que en el present presente ee ex xisten indi dici cios os claros y sufici su ficien entes tes pa para ra pod poder er afi afirm rmar ar que lla a ac actu tual al gestión gesti ón de Eudeba Eu deba ha retomado d deci ecidi didamen damente te lla a se sen nda de “l “lib ibros ros para todos”. Sin duda los tiempos han cambiado y particu parti cularm larmen ente te e en n estas úl últimas timas dé décad cadas as la iin ndust dustria ria editoria edi toriall se ha tran transformado sformado al ritmo de de las nu nuev evas as tecnologías, tecnologí as, p pero ero aq aqu uellas ra raííce ces s– –las las q qu ue hací acían an y si siguen guen haci aciendo endo de dell con conoci ocimient miento o un bien bi en inesti inestimable mable e insustituible– brindan su savia a los renovados emprendi empren dimient mientos. os. Claro ejemplo de e este ste grato iimpu mpulso lso es la “Seri “Serie e de los do dos s sig sigllos” qu que e remite a la “Serie d del el siglo y medio”, que en 1960 comenzó un camino transitado por cien ci ento to v vei ein nte lib libros ros d de ep pequeñ equeño o formato y con conten teniido dos s permanent perman entes. es. Lo Los sv volú olúmen menes es de la “Seri “Serie ed de e los d dos os siglos” si glos” segu seg uramen ramente te la e ev voca oca,, pero con caracterí característica sticas s propiias: tex prop textos tos mu muy y cui cuidad dados, os, di diálogo álogo d de e grandes escritores escri tores c con on jjóv óvenes enes crí crítico ticos sq qu ue firman los los prólogo prólogos, s, dibujos que ilustran sus tapas y nos acercan el rostro de los autores, autores, segur segura a ca calida lidad dd de e sus ttex extos. tos. A medi medida da q qu ue esta seri serie e logre con consolid solidarse arse con más tí títu tulos los sin si n du duda da irá ofreci ofreciéndon éndonos os e ell perfil de la g gran ran literatu literatura ra arge argen ntina de siempre, tal como se lee en el presente. En ella han de conviivir ent conv entonces onces los a an ntagon tago nismos q qu ue c conv onvali alide den n el libre libre y permanent permanente e ju jueg ego o de la democracia. democraci a. Eso esp espero. ero. 1. Judit udith h Gociol, ociol, “A modo modo de resent resentación ación”, ”, . 13 13..
PRÓLOGO MIRI MI RIA AM CHI C HIA ANI
En un itinerario narrativo que se inicia a mediados de la década déc ada del se seten tenta ta y con continú tinúa a demostran demostrando do su poten potenci cia a con la la reci recient ente e nov novela ela B Balada alada (201 (2011), 1), El oído absoluto, publicada por primera vez en 1989, mantiene todavía hoy una posición central. Más que por su momentánea ubi bica caci ción ón en un una e exxtensa y reg regu ular pro producci ducción, ón, por lo q qu ue recoge recog e de lo producid producido, o, por los des desvvíos que le impo impon ne a ese material materi al y po porr llo o que de ella sigue sigue insisti insistien endo do e en n los textos futuros. Es la novela que consolida y vuelve ident dentiifica ficable ble con u un na ensayos po poéti ética ca so sosten ida e en n una not notable able y intersección y steni artículos teórico críticos sistematizada si stematizada parci parcialmen almente te en el lliibro Realmen Realmente te fantástic fan tástico o y otros ensay ensayos os (20 (2003); 03); esp especi ecie ed de e tex texto/pi to/pivvote que qu e po posi sibi bilita lita articu articular lar rrede edess de lectu lectura ra crítica crítica,, retrospectivvas y prosp retrospecti prospecti ectivvas so sobre bre toda la o obra bra del del au autor. tor. (1) La poética poética de Marcelo C Coh ohen en con constitu stituyye una respuesta compleja –en –en tant tanto od desco escompone mpone y amalgama estratos cultltu cu urales d diiferen ferentes tes (ci (ciencia, encia, filoso filosofífía, a, mú músi sica, ca, bu budi dismo smo o
psicoanáliisi psicoanál sis) s) e integra elemen elementos tos disí di símiles miles de la h hiistor storiia de las formas (moderni (modernismo, vangu vanguardi ardia, a, di diálogo álogoss interartí terartístico sticoss ccon ontemporáneos)– temporáneos)– a algu algun nos de los problemas prob lemas caracterí característic sticos os d de e la narr narrati ativva a argent rgentiina d de e la segu seg unda mi mitad tad de dell sig siglo lo vvei ein nte: n narrar arrar an ante te la crisi crisiss de dell realismo reali smo y la demanda de memoria para la liliteratu teratura ra después des pués de la di dictadur ctadura; a; sobreviv sobreviviir a lla a pres presiión de la homogeneización de los discursos, la operacionalización del lenguaje (efecto del imperativo de comunicabilidad en la sociedad sociedad de masas) y a las ex exiigencias formal formales es y estéticas de la industria cultural; enfrentar la progresiva invisi sibi bilid lidad ad y lla a de devvalu aluaci ación ón de la literatu literatura ra provoca provocadas das por consolidación de una cultura audiovisual y de laofia informació forlamación n digi digital taliizada; posici posi cion onarse arse a an nte la hipertr hipertrofia de la figu figura de dell escri escritor tor en ttant anto o fu fuen ente te de dell sen sentid tido, o, autorid au toridad ad o “personalida “personalidad” d” y a la creci crecient ente e desestab des estabiiliz lizaci ación ón de la se separac paraciión y au auton tonomí omía ad de e los camposs a campo artí rtístico sticos. s. C Coh ohen en asu asume me e estas stas cuestio cuestion nes intervi terviniendo en las distint di stintas as p polémi olémicas cas q qu ue a atr trav avesa esaron ron los últimos últimos vei ein nte a añ ños de produ producci cción ón lliiteraria y crí crítica tica.. Discu scusi siones ones sobre el realismo realismo y su suss di distint stintas as vvari arian antes; tes; sobre la consistencia y legitimidad de la literatura, su especi esp ecifici ficida dad, d, su suss co con ntorn tornos, os, su vvalor, alor, e iin nclu cluso so su posi posible ble agotamie ago tamien nto, en u un n con contex texto to que pe percib rcibe e ccomo omo bul bullici licio o cultural, hiperinflación de palabras, relatos, mensajes, ficciones ruidosas que aturden y que dominan. Contexto que, ya acusado en sus primeros ensayos sobre narrativa, termina termin a de defi defin nir en el añ año o 20 2006 06 ccon on lla a expresi expresión ón ““Pros Prosa a
de Estado E stado : u un na iin nflada flada doxa macerada en jerga jergass de la política polí tica,, lla a publicidad publici dad,, lla a prensa y otros medios medi os masiv masi vos de comun comu nicaci cación, ón, qu que e aco acota ta y falsifi falsifica ca tan tanto to la percep percepci ción ón como el sueñ sueño o y lla a me memori moria, a, y avan avanzza so sobre bre la liliteratur teratura, a, asimilán asi milándola dola a su suss pri prin nci cipi pios. os. Con Conven enci cido do de qu que ee ell lenguaje len guaje es a la vez la h herrami erramienta enta de control o de liberaci lib eración ón más iin nmedi mediata, ata, la pregun pregunta ta ú últltiima que sosti sostien ene e su poé poética tica es “cómo sse e puede hacer pa para ra hablar hablar u un n lenguaje que nos represente mejor, que tenga contacto con la inti intimidad midad,, con el deseo de libertad, libertad, con otros deseos 2) De ahí un que qu e no sea sean n los de domi domin nio y destru destrucci cción” ón”.. ((2 proyecto proy ecto que ex exiige un tip tipo o de re represe presen ntaci tación ón ade adecu cuado ado al hori orizzont onte ed de ee exxpe perie rien nci cias as actu actuales ales (en el orden del conocimie conoci ntopero y de d laep prax raxi s vvieva ital) yspeci quecie, lilie, gaalalarehabi rehabilitaci litación del realimien realismo, smo, de u un nainu nuev ae espe defen defensa sa d de eón la auton autonomí omía a –la de defen fensa sa de una cierta ci erta espe especi cifici ficida dad d de lo literario literari o que n no o iimplica mplica la afirmaci afirmación ón aut autorreferen orreferenci cial al (que (que la literatura literatura se haga aga só sólo lo de literatu literatura), ra), ttampoc ampoco o la nega egaci ción ón del cont contacto acto co con n otros medios medi os ni la descon desconex exiión total con la la vida, vida, si sin no la p postu ostulaci lación ón de un una ad diiferen ferenci cia a siempre renovada, siempre ensayada, una y otra vez, frente fren te a los otr otros os len lengu guajes ajes a au utoritari toritarios os y estriden estridentes. tes. D De e ahí también una escritura detenida en el trabajo artesanal sobre sob re la p palabra alabra y la frase, con analogí analogías, as, iimágenes mágenes potentes, potent es, neologi neologismos, smos, ex excu cursos, rsos, titiempo emposs mu muertos; ertos; tramas laxas lax as q qu ue sse ed demo emoran ran en un regi registro p próx róxiimo a all en ensayo, sayo, la especulación despuntan ilu luminaci minaciones ones político-sociológica poéti poéticas cas y di discu scursos rsoso enr enrareci arecidos dosen (y (ya a que es más por por la e exxtrañ trañeza eza del lengu lenguaje aje qu que se ab abren ren lla a
conciencia y el mundo del escritor y del lector que por la invent entiiva a argum rgument ental al o la so solid lidez ez de la anécdo anécdota); ta); u un na escritura escritu ra con concebi cebida da co como mo ex experie perien nci cia a que, si bien bi en se desarroll des arrolla a po porr proliferaci proliferación ón,, por ex exceso ceso,, int integrando egrando en su expansió ex pansión n también también el medi medio o mu musi sical, cal, pued pueda a de deci cirr a la vez vez el silen silenci cio, o, se conecte con el an ansi sia a de de descarga scarga y de vacío. El oído absoluto es el primer texto en la narrativa de Cohen ohen qu que e concentra concentra gran parte d de e estas cu cuesti estiones. ones. Exh Ex hibe un dispo di sposi sitiv tivo o metap metapoéti oético co q qu ue se volv olverá erá co comú mún n en adelante adelante (es (escenas cenas de marcada au autorrefl torreflex exiividad continúan en Hombres amables, La solución parcial o o Donde Yo no estaba) y que aq aqu uí espe especi cialment almente e va, por u na p parte, arte, e exxpa pan ncias di dir r postu pos laciones onesyy,teóri teórico-crí s pre prevviar as sobre las defici daeficien enci as del deltulaci realismo , porco-crítica otra,ticas a prefigurar prefigur los in i ntercambi tercambios os e en ntr tre e mú músi sica ca y literatura, literatura, abo abordad rdados os luego luego en algunos artículos. Ensambla, superpone líneas dispersas di spersas en tex textos tos an anter teriiores (soci (sociedad edades es carcelarias, coerci coe rcitiv tivas; as; el di discu scurso rso de la con conci cien enci cia a amen amenaz azad ada, a, yya a desplegados desplegad os en El buitre en invi inviern erno o, en Insomnio, y en El sitio siti o de Kelany ) para para a armar rmar un nueva y de defifin nida constelaci const elación ón gen genéri érica ca (que llllama ama d desp espu ués “so “soci ciologí ología a fantástic fan tástica”) a”) con la que pa pasará sará a reconocerse un sello Cohen. Afianza, para no abandonar, una tendencia de su narrativa que se adelan adelanta ta a lo que años de después spués la crítica crítica identificará como desplazamiento significativo y general en la literatura literatu ra el arge argen ntinad aesde part pae rtiila r de la déca década dain los nov noven enta: el viraje en vi int interés erés desd h hiistoria y la inde terpretaci terpretación ónta: sobre el pasado reciente característico de los años
ochenta h ochenta haci acia a el prese presen nte, pero a trav través és d de e modo modoss de representación represen tación alej alejados ados de los procedi procedimient mientos os reali realistas, stas, hipótesis pótesis del fantasy o o tipos tipos sesgados sesgados o lateral laterales es de la ciencia ficción contemporánea. Escrituras “desdiferenciadoras” llamó Josefina Ludmer a las que establecen fusiones y combinaciones múltiples entre formas, estilos, categorí categorías as q qu ue tradi tradici cional onalmen mente te se oponían; (3 (3) y ya de desde sde med mediiados ados de los o och chen enta ta Co Coh hen establece un una op operaci eración ón desdi desdifer feren enci ciadora adora bási básica: ca: la confianza en el carácter representativo-crítico de la literatura y el intento por capturar el presente son reelaborado reelabo radoss en lla a pro propu puesta esta d de e un reali realismo smo “incie “inciert rto” o” o “inseguro” con el que quiere neutralizar la distinción entre el realismo y ra el fantástico; ambas genéricas genérica s pa para de demostrar mostrar corroer cómo po podrí dría a fu fun nlegalidades ci cion onar ar la literatura literatu ra más a allllá ád de e las polari polaridad dades es q qu ue so son n fru frustran strantes tes en tanto tanto moldes moldes/clau /clausur suras as/mito /mitos, s, ob obtu turant rantes es de la posiibi pos bilida lidad d de que algo n nu uevo evo su surjrja a en el proce proceso so de contar. cont ar. C Con on esta p propuesta, ropuesta, Coh Cohen n no o sólo va descartan descartando do el realismo realismo tradi tradici cion onal, al, llo o rea reall marav maraviilllloso oso,, lla a literatu literatura ra de denun denu nci cia, a, sin si no o otros tros formatos, como nov novelas elas históri históricas cas o vari ariant antes es d del el testimonio qu que eg giiran en ttorn orno o a la de derrota, rrota, llas as figu fig uras de fraca fracasad sados os o p perded erdedores, ores, o que h hace acen n de un estado estad o de memoria memoria,, en du duelo elo o melan melancóli cólica, ca, el eje de lo literario. Los rasgos del realismo inseguro de Cohen, que anulan polaridades y destierran las tramas fuertemente cohesion cohesi onad adas d de efinal un texto-máqu tex inaión orie orien ntado acia acin a la ón consecu consecuci ción ónasdel y lato-máqui conf confiiscac scaci ttotal otal dehla narraci arración al pasado recie recien nte, deben parte de su pecu peculiari liaridad dad al
vocabulario científico de las teorías del caos, según la versión de Ilya Prigogine. (4 (4) Sobre Sob re la base de esta n noci oción ón de reali realismo smo es qu que eC Coh ohen en comienz comi enza aap present resentar ar h hiipó pótesi tesiss sob sobre re el present presente en narrada arradass en clav clave e de ficci ficción ón an antici ticipado padora ra de carácter di distópico stópico.. ((5 5) El con contacto ccon on algu algun nos narrad arradore oress q qu ue ha leí leído do,, comentado o traducido, como Vonnegut, Ballard, Pynchon o Bu B urrou rroughs, ghs, de la llamad llamada a Nu Nueva eva Ol Ola a– –la la tendenci tendencia aq qu ue se di dio e en n los sesent sesenta ae en n Inglaterra y Estad Estados os Un Uniidos dos,, con la que que se conf confiiere a la ci cien enci cia a ficci ficción ón un contenido contenido filosófico y humanístico, se comienza a prestar mayor atenci aten ción ón a las cualida cualidades des for formal males es d de ee esta sta modalida modalidad d narrativa y se hace de ella una suerte de neo-surrealismo–, confirmalaque, ención lín línón eas eade sg generales, enerales, C Cohen ohen conti con núaesy dec reformu reformula la tradi tradici los fu futu turistas ristas argent argenti intin os, deciir, la conex conexiión más di directa recta con la ci ciencia encia fificci cción ón esp especul eculati ativva que qu e subord subordiina la tecnologí tecnología a y la la imagin magi naci ación ón ci cien entítífica fica para focalizar su interés en problemas humanos y sociales, y cuyyos p cu propi ropios os a au utores pre prefie fieren ren su subray brayar ar el ca carácter rácter más bien bi en fant fantásti ástico co d de e sus n narraci arracion ones es d desd esdeñ eñando ando el rótu rótulo lo de cien ci enci cia a ficción ficci ón.. Pero ade además más del u uso so restr restriingido gido de de la cien ci enci cia a y la la tecnologí tecnología a (en el caso de El oído absoluto sólo un espaci espacio o massmed massmediiati atizzado que sofoca la naturalez naturaleza a con con rayos, ray os, proy proyecci ecciones, ones, h holografí olografías, as, ssonido onidoss electrón electróniicos, robots), robo ts), otros ap aportes ortes d de e la Nu Nuev eva a Ola se reconocen a partirr de esta nov parti novela ela e en n gran parte de su suss tex textos: tos: iimportan mportan también interés por iun próximo, elodespliegue de la descripci descripelción ón,, lla a conti cont gü güiifuturo dad en entr tre e esp espaci acio d de e las superficies y espacio interior (entre paisaje y conciencia),
el desarrollo desarrollo de de iimagi magin narios de amen amenaz aza a y peligro, climas de complots conspirativ conspirativos, os, constr constru ucciones cci ones deli deliran rantes tes y persecu perse cutoria toriass y el consecu consecuen ente te de desdi sdibu bujamie jamien nto de los límites límites d de e la ci ciencia encia fificci cción ón,, de la lílín nea q qu ue se separa para a ésta del realismo. realismo. Y Ya a que este tip tipo o de ci ciencia fificci cción ón vincu culada lada a la ficción ficci ón paranoi paranoica ca da darí ría a cuen cuenta ta de las coa coacci ccion ones es que sufr su fre ee ell su sujeto jeto en lla a so soci cieda edad d co con ntemporán temporánea ea,, product producto o del del proceso histórico del del desplaz desplazamie amien nto del Estado d de e soberaní sob eranía a mod modern erno o a las ssoci ocied edade adess de cont control; rol; más que ofrecernos ofrecern os iimáge mágen nes d del el fu futu turo, ro, se trata de desfamili desfamiliari arizzar y reestru reestructu cturar rar la e exxpe peririenci encia aq qu ue te ten nemo emoss d de e nu nues estro tro propiio pres prop present ente. e. C Coh ohen, en, a pa part rtiir de esta esta n nov ovela, ela, tr traba abaja ja el género operan operando do só sólo lo u un na leve leve di distorsi storsión ón hiperbólica perbólica de distintas tendencias que los“capi rasgos definidos enlla las distint distintas as teori teorizzaci aciones onesevocan sobre el “capitalismo talismo tardío”, tardío”, a “sociedad “socie dad posi posin ndu dustr striial” al”,, la “socie “sociedad dad del espe espectácu ctáculo” lo”,, “de con control trol”, ”, ““tran transpa sparen rente” te” o “de los massmed massmediia”, pero reformulada reformu ladass e en n algunos algunos textos textos e en n relación relaci ón con llas as consecuencias del neoliberalismo y la globalización reafirmadas, en nuestro país, a partir de los años noventa. En esta foca focaliz lizaci ación ón sob sobre re proces procesos os con contemporáneos n no o dejan de filtrarse sin embargo microhistorias, situaciones o discursos referidos al período dictatorial (tanto al accionar represivo represiv od del el Estado a argen rgentin tino o como a los id ideales eales o a actos ctos de resisten resistenci cia a de de los vven enci cidos). dos). Su sociologí soci ología a fant fantásti ástica, ca, po porr otra pa part rte, e, n no o tensa los rasgo rasgos s clási clásicos cos de la cont contrau rautopí topía a h asta el ext extremo remo apocalílíptico, apoca ptico, o el desastre. Las soci sociedad edades es iin nven entadas tadas p por or Cohen, ohen, con su lógi lógica ca iterativ terativa, a, u un niforme, adormece adormecedora dora,,
represiva, son escen represiva, escenario arioss do don nde, po porr fideli fidelidad dad al modelo del movi movimie mien nto caóti caótico, co, cab caben en tambi también én la di disonan sonanci cia, a, la inestabi estabilida lidad, d, las lílín neas de fu fuga; ga; con contex textos tos que, si sign gnado adoss por la ex exten tenu uaci ación ón de la experie experien nci cia, a, permiten permiten lla a iirru rrupci pción ón de acon aconteci tecimie mien ntos q qu ue la restitu restituyyen o resg resgu uarda ardan n como posibi posi bilidad lidad qu que e roz roza a lo fan fantást tástiico para eso esoss ámbi ámbitos tos (aconteci (acont ecimie mien ntos h hu umilde mildess –la p percep ercepci ción ón lu luminosa y rallentada de una flor n naci acida da de una baldosa baldosa rota, o el racconto ebrio de una vida que suspende una noche del titiemp empo– o–,, cuy cuya a íntitima ma natu naturalez raleza a y su senti sentido queda quedan na medias medi as rev revelado elados: s: ocu ocultltos, os, iin nacce accesi sibles, bles, in innomi omin nad ados). os). El oído absoluto n narra arra un una fifisu sura ra de esta e espe speci cie: e: el resquebrajamien resquebrajamie nto menor, momen momentán táneo, eo, pa parcia rcial,l, de un proyecto proy ecto utópi tópico co ,que, enudad su felici felicidad ilu lusori soria, en enci cierra erra terror. Enu Lorelei Lorelei, u un na ci ciu dad-isla, -isla,dad cread creada a ya, regi regida da p por or el el multltiimillon mu millonari ario o cantor cantor ccostarric ostarricen ense se Ful Fulvvio Si Silv lviio Campoman ampomanes, C Coh ohen en ex exh hibe ex extr tremad emados os y ban banalizados los rasgos rasgos clási clásicos cos de la ciu ciudad utópi utópica ca –i –isla sla de ambi ambigu gua a ubi bicaci cación ón ge geográfi ográfica, ca, mode modelo lo alternati alternativvo que procur procura a la felicidad felici dad y el bi bienestar enestar ge gen neral, en el qu que e se d destaca estacan n como problemas problemas el creci crecimie mien nto y cont control rol de la pob poblaci lación ón,, la cantidad cantidad de habitan habitantes tes y los espaci espacios os a ell ellos os asign asi gnados, ados, y en el que que se imponen rígi rígidos dos si sistemas stemas de regu regulaci lación ón social soci al para el logro de su suss ob objet jetiivos– para producir su completa inversión en una contrautopía, caracterizada por la con contami tamin nac aciión ambi ambiental ental y cu cultu ltural, ral, por por u un na b basura asura materia material l y si simbóli mbólica ca q qu u e a afecta fecta los sent senti i dos dos, , en entu tumece mece sensaciones, pensamientos, y produce una homogen omogenei eizzaci ación ón ide ideológi ológico/imagi co/imagin naria aria.. La pertu perturbadora rbadora
ubi bicu cuiidad y constan constanci cia a de de la mú músi sica ca de de ssu u lílíder der político/espiritual, fácil, previsible, despojada de marcas naci acional onales, es, rease reasegu gura ra “u “un n tiempo tiempo ace aceiitoso” (la (la sensaci sensación ón de que todos los días son iguales) obligando a fabricar silen si lenci cios os o a cerrarle el paso co con n argucias argucias –u –un n toldo de hule e en n lla a pla playya, un tap tapón ón en los oí oído dos, s, un es esfu fuerzo erzo de de la imaginación que logra quedar prendida, por momentos, de algun algu na impresi mpresión ón pasa pasajera jera y así quebra quebrarr la un uniformida formidad. d. “Cuando “Cuan do publi publiqu qué é El oído absoluto –di –dice ce C Coh ohen en– – me pregun pre guntaron taron qu quiién era e ell cant cantante, ante, y yo d diije que era como la lín línea med mediia entre entre Ju Julilio o Iglesi glesias y Serrat, Serrat, u un n pu pun nto equidiistan equid stante”. te”. (6) Línea media entre ambos cantantes que, más allá allá d de e las p posi osibles bles iiden dentifica tificaci cion ones, es, apun apunta ta al escen esce nari ario o mu mun dial al ciera, deera, ultltraconcen raconcentració del capi canpital, de la esp especul eculaci ación ón nffiidi nan anci del del rei rein notración d de e la nmerca mercan cí cía atal, y de hibridez bridez masi masifica fican nte; a una trama cultu cultural ral in integrada por grandes medios medi os de comu comun nicaci cación ón,, int intelectu electuales, ales, artistas, corporaci corpo racion ones es y político políticoss fu fun ncional cionales es al si sistema, stema, en lla a que la estrategia estrategi a de ex expa pan nsi sión ón de las mult multiinacion aci onales ales discográficas provocó el impacto continental de la música latina. La novela, novela, con este uniforme produ producto d de e me mercado rcado,, característic caracterí stico od del el momen momento to de su prod produ ucci cción, ón, sati satiriza riza el 7) Y lo hace fenómeno fen ómeno de la polí política tica esp espectácul ectáculo. o. ((7 escenificando una antipolítica de la voz que se consuma en una o oralid ralidad ad públi pública e efectu fectuad ada ae en n canto; canto; éste es e ell llaz azo o social soci al que riritu tualmen almente te as asegura egura el po pode der. r. Lorelei –“hu –“huérfan érfana a de h i storia, storia , de o obstácul bstáculos os y de fu futu turo, ro, […] casti castill llo o robóti rob ótico co al alcance alcance d de e los si sierv ervos os d de e la gleb gleba, a, la más perversa perversa ilu lusi sión ón de la mente mente lilibe beral” ral” ((p. p. 84 84)– )– muestra muestra íín ndi dices ces de
totalitarismo totalitari smo e en n el hecho hecho d de eq qu ue la voz se consti constitu tuyye e en n vehí ehícu culo lo máx máxiimo d de ep performativ erformativiidad soci social, al, sello de la comun comu nidad y reconoci reconocimient miento od de e su eficaci eficacia a simbólica. si mbólica. Los fenómenos fen ómenos de totalitari totalitarismo smo de dependen penden abru abrumado madoramen ramente te de la vvoz, oz, qu que e no supleme suplemen nta si sin no que suplanta suplanta la autorid au toridad ad de la letr letra: a: u un na voz voz ilimi limitada tada y admin admi nistrada como fu fuent ente e y palanca d de e vio violen lenci cia. a. Es Es la voz y su tea teatro tro lo que qu e se aí aísla sla como rasgo ese esen nci cial al del dictado di ctador, r, u un na p pu uesta en escen escena y u un na ccore oreog ografí rafía ad de e la voz, más a allá llá de dell sign si gniifica ficado. do. E Ess ella la qu que eh hace ace la ley ley.. El ex exceso ceso oral propiio d prop del el totalitari totalitarismo smo se agudi agudizza a aqu quíí en el can canto: to: ese canto banal y melifluo de Campomanes –en el que no hay nad ada aq qu ue e en ntender– e ess un una ap perv erversi ersión, ón, una iin nversi ersión ón del vadmi alor nh hiiistr stóric stórico od de e lalavviju ivsticia a vvoz oz medi islación od de e admin straci ación ón de justici a ycomo de lamed llegi egislación parlamentaria parlamen taria;; de la ley como cconsecu onsecuencia encia o presuposici presuposi ción ón de la di discu scusi sión ón oral o del ritu ritual al vvoca ocal.l. Canci anciones ones de músi música ca ligera, ligera, se sedant dante, e, de mu mun ndos ton tonales ales no so sorpresi rpresivvos, co con n repiques repi ques y soniquetes que celeb celebran ran el triunfo de lo conocido y uniforme; música conservadora que asegura armonía y repetición y que tiene como entorno, además, el bullicio infernal de fragmentos musi mu sicales cales fu fun nci cional onales es q qu ue e en n comercios, comerci os, ba bares, res, calles, prometen oasis oasi s que lindan con los iin nstru structores ctores so son noros d del el totalitarismo totalitari smo ris risu ueño y blan blando, do, “la fel feliici cidad dad del ru ruiido”: el canto cant o bo bobo bo d de eC Campomanes ampomanes es lo que m man antie tien ne a L Lorelei orelei en estado o tración de emerge emergen nci cia. a. Pues Pues sla parece untocampo de estad concentració concen n de refu refugi giado ados, s, la u un niisla pu puro, ro, ab absolu soluto e insuperado superado espaci espacio ob biiopolí opolítico, tico, fun fundado en lla a lógi lógica ca d del el
estado de de ex excepci cepción ón.. Si recib recibe e y obnu obnubi bila, la, permi permitiendo su ingreso sólo un una a vez en lla a vviida a vviisi sitan tantes tes de di distint stintos os países paí ses –que bi bien en pu pued eden en rrepres epresent entar ar la condi condici ción ón general general contempo cont emporán ránea ea del del emig emigrado, rado, e en n constant constante e ccru ruce ce de de fronteras–, fron teras–, co con ncent centra ra tambi también én indi indivviduos duos de du dudo dosa sa procedencia, “in “indefinidos soci sociales”, ales”, in inadap adaptados, tados, con u un n pasado pasad o de de descon scontr trol ol de vvaria ariado do tipo tipo:: h hiippi ppies, es, drogadictos, drogadi ctos, compr comprometidos ometidos polí políticos ticos o p procl rocliives al arte, que qu ee en ncarn carnan an lla ag gen eneraci eración ón perdi perdida, da, los jóv jóvenes enes de los setenta; son los sujetos fronterizos, improductivos, los que “no “n o tienen ti enen ap apu uro”, “los trab trabajad ajadore oress fu furtivos”; rtivos”; n no o lo loss q qu ue cruzan sino los que viven en la frontera, al margen, en situ si tuaci ación ón lliiminar o de iin nsu sularismo larismo forz forzoso oso:: Li Lin no, el narrado arrador; Clari Clarisa, sunes compañera; sus a amig migos, os, Tri istán Rory La Lavvr;erty erty, , asa, quie quien se pro procur cura ay su reeducar reesducar a laTr fu fuerz erza, a,yno pued pu eden en sali salirr de L Lorelei orelei y están sometidos sometidos a all con control trol de ssu us instituci stituciones ones y ag agen entes. tes. Si El oído absoluto expo expon ne un disci di scipli plin nami amient ento o so son noro q qu ue se nutre de la co con nexi exión afectivo-corporal –es decir, el carácter narcótico represivo de la músi música ca en tant tanto o ag agen ente te de la maquin maquinari aria a de pod poder–, er–, en forma forma p paralela aralela da cu cuent enta ad de e las fu fuerz erzas as d desi esigual guales es d de e una mú músi sica ca gen genu uina, iin ndóc dóciil al sometimi sometimien ento to y lib liberad eradora: ora: es así así terreno, arena de lu lucha cha don donde se jueg juega a un gra gran n agón mu musi sical cal con la la e en ntrada vvertig ertigiinosa de la músi música ca clásica clási ca y donde más ab abiiertamen ertamente te la escritu escritura ra de C Coh ohen en expresa ex presa ssu u deseo deseo d de e mú músi sica. ca. Sigu Si guiiendo el cu curso rso completo de susica; narrativa puede leerse allí, una historia la músi mú ca; desde desde la prese presen nci cia, a, eninscripta, sus sus pri primeros meros tex textos, tos, con de imágenes de deseo deseo que prefigu prefiguran ran una a alia lian nza e en ntre artes
–personajes escrit –personajes escritores ores qu que e man manttie ien nen rel relaciones aciones especul esp eculares/i ares/ident dentiifica ficatoria toriass ccon on can cantan tantes tes y mú músi sicos, cos, y/o personajes person ajes mú músi sicos cos impedi i mpedidos dos de tocar (m (mú úsicos sicos mancos, mancos, viejos, temblorosos); o apelaciones ficcionales a escritores escri tores que h hiici cieron eron contacto contacto con la la músi música ca (Wilde, (Wilde, Felisb Fe lisberto erto Hern Hernán ánde dezz)– hasta la maquín maquínica vertig ertigiinosa de dell encu en cuent entro ro co con nstan stante, te, de dell dejarse cont contagi agiar ar p por or la mú músi sica, ca, incorporan corporando do vari ariab ables les de sus sus mov moviimie mien ntos, de sus diferentes territorios genéricos para hacer de la literatura un compuesto que se mueve, que se agita con los ritmos que la in i nvaden: aden: el rock e en n El paí país s de la dama eléctr eléctriica, la música clásica y de nuevo el rock en Insomnio, el tango en Inollvidabl Ino vidables es v veladas eladas, la música experimental en Hombres amables Elsa, oído oído , el la tango y la lado ccu unmbi mbia e en n Impureza absoluto es novela nov ela don de ae esta sta hi historia se. Pero co con nfie fiesa,
donde la músi música, ca, además además de fu fun ncion cionar ar como materi material al narrativo, adopta carácter modélico: es una aspiración para la letra y una pantalla desde la que se habla de literatura. Lotario, el padre de de Clar C larisa isa,, qu que e llllega ega a la isla con el propósito de asesinar a Campomanes y liberar el mundo de la escori escoria a musi musical, cal, represen representa ta el pa paran ranoi oico co “con potencia mov moviiliz lizado adora” ra” si sin n el rostro amen amenaz azant ante ed de e la locura –el paranoico como bienhechor universal, inventor o descu des cubri brido dorr qu que e ju justifi stifica ca sus acci accion ones es co con n sus sus méri méritos, tos, su misión, misi ón, su proce procedencia dencia secreta. F Fren rente te a una e escu scuch cha a masiva de tipo consumista, basada en la distracción, la “pereza” “perez a” o la “compli “complici cidad dad”, ”, y que pa para ra a algu lgun nos su supone pone la tortura, la figura de Lotario encarna también un nivel
especial especi al de la esc escu uch cha: a: el a amateu mateurr ent enten endi dido, do, el el oy oyent ente e que conjuga la pasión por la música con un gran conocimie conoci mien nto so sobre bre ella; u un na forma de escuch escuchar ar acompañada de continua reflexión sobre un selecto programa musical que va proponiendo la novela y que pued pu ede e leerse ccomo omo el prog programa rama de un idea deall n narrativ arrativo, o, traspuesto traspu esto e en n músi música. ca. A trav través és d de e las obs observ ervaci aciones ones que va h haci aciendo endo Lotari Lotario o mi mien entras tras escu escuch cha a mú músi sica ca clásica, clási ca, Cohen ohen coloca a la mú músi sica ca en la la ci cima ma de las artes. Pe Pero ro esa ex exalt altaci ación ón n no o si sirv rve e sólo a la simple oposi oposici ción ón buena/mala música; el agón qu que ed desp esplie liega ga la novela novela se realiza realiz a co con n precisas precisas y deter determin minadas adas eleccio eleccion nes de de o obras, bras, formas musi musicales cales y mú músi sicos. cos. Si Si los n nombres ombres d de e los músi mú sicos cos elegi elegidos dosco, porseC Coh ohen en se reorde reorden según segú n uenza n ap criteri criterio o cro cron nológi ológico, obti obtien ene e un una a lílín neanan qu que e ccomi omienz por or Bach, Ba ch, sig sigu ue por por Hay Haydn, dn, Moz Mozart, art, B Bee eeth thov oven, en, Schu Schube bert, rt, Brahms, Brahm s, y termin termina a en Si Sibeli beliu us; es de deci cir, r, que se iin nici cia a en en el barroco,, pasa p barroco por or el clasi clasici cismo, smo, el romant romantiici cismo smo y alcan alcanzza un ex expo pon nent ente e de mú músi sica ca contempo contemporánea. ránea. Au Aunque represen represe ntan di distint stintos os moment momentos os d de e la histori historia a mu musi sical, cal, todos son mú músi sicos cos qu que ed de ed diistint stinta a manera expl explotaron otaron lla a forma son sonata, d desa esarrollaron rrollaron el cont contrap rapu unto, y tambi también, én, segú seg ún los casos, casos, la iimprov mproviisaci sación, ón, la iin nde determin terminaci ación ón y la tensión entre el fragmento y la totalidad. Con las obras que descubren a Lotario, para sorpresa de Lino, lejos de un hombre si silen lenci cioso oso,, parco o inex expresi presivvo, como un ser locuaz locu az, , esp especi ecialmen almente te e estimul stimulado ado por la es escu cuch cha a mu musi sical, cal, El oído absoluto des desarroll arrolla a un una a mi microh crohiistoria de la son sonata, ata, el “molde” estructural más importante en toda la
producción musical clásica. La elección de la sonata resalta resa lta el enfren enfrentami tamiento ento ent entre re la voz “de raso húmed medo”, o”, “de jarab jarabe”, e”, y la mú músi sica ca pura, instru instrument mental, al, si sin n can canto, si sin n voz oz.. Asu Asumie mien ndo la de defici ficien enci cia a de la palabra p para ara h hace acerlrlo, o, Lotario traduce, habla la sonat Lino y Clari Clarisa, sa, “la “la sonata a para Li verd erdad adera era mú músi sica” ca” que “v “viibo borea rea”, ”, “su “sube be”, ”, constru construyye “un “una cúpula” cúpu la” pro protectora tectora,, u un na “ca “casa” sa” y prod produ uce una sonrisa sonrisa “beatítífica “bea fica”, ”, o de “asombro” en Lotari Lotario; o; aq aqu uella qu que, e, a diferen di ferenci cia a del del can canto to de C Campo ampoman manes es –s –su usten stentado, tado, como la isla, i sla, e en nu un na a alegrí legría a y un orden falsos que esca escatitiman man lla a sorpresa–, efectúa un “paseo larguísimo por la disolución… por la muerte” y su desarrollo y desenlace no pueden preverse. Si bien Bach, Beethoven, Schubert y Si Sibeli beliu ussobre n no o so son n los ún úen nicos músicos men menci onad ados oso e en nov ovela, ela, sobresalen salen ella músico porque,spor elcion ejerci ejercici cio de dnelala improv mproviisaci sación ón y las pa part rtiiculares culares relaci relaciones ones que que ca cada da uno establece estab lece ent entre re ésta y la compos composiición, ción, o p por or las ten tensi siones ones entre ent re co con ntraste y con contitin nuidad, dad, e en ntre fragmen fragmento y totali totalida dad, d, entre en tre caos y orden orden, remiten a los pri prin ncipi cipios os qu que ririgen gen lla a poética poé tica narrativa de C Coh ohen. en. El oído absoluto se publica publica d despu espués és de “C “Como omo si empezáramos emp ezáramos d de e nuevo. nuevo. Apun Apuntes tes para para un reali realismo smo inseguro”, donde Cohen ya exponía críticas al realismo, concebía concebí a la n narraci arración ón seg segú ún las paradojas paradojas propi propias de de las “estructu “estru cturas ras di disi sipati pativvas” de P Prig rigog ogiine, y afi afirmaba rmaba que “también “tambié n el acto de de narr narrar ar es lo qu que e vva a sucedi sucediendo endo […] es lo qu que e p pasa asa”, ”, qu que e la meta y l la a solide so lidez z de la trama – econ eco nomí omía a y efi eficac caciia d de e un texto-máq texto-máqu uina, d de e un pro producto ducto tecnomercant tecn omercantiil lan lanzzad ado o a la conqu conquiista de dell pú públi blico– co– son
fatales para la narraci narración ón.. La meta q qu ue, como e en n otra part parte e dirá, di rá, el jazz jazz aban abandona pa para ra de deten tenerse erse en el proceso proceso,, en lla a atenci aten ción ón al presente presente d de e lo q qu ue se está d dan ando, do, llev llevan ando do a un extremo lo que la buena música, de cualquier época que qu e se sea, a, conl conllev leva a en sí como p posi osibi bilida lidad d más o menos menos desarrollada. En este sentido, podría decirse que Cohen imprime una torsión torsi ón jjaz azzzístic stica a a la mú músi sica ca clási clásica, ca, la arrastra hacia estados contemporáneos de la música o subray su braya ae en n el ella la su suss p primi rimici cias, as, in i nnov ovaci acion ones es o “moderniidad “modern dad”. ”. Esto es es lo que al m men enos os sugi sugiere ere El oído oído absoluto, donde no se regi registra stra n niingun guna a iin nci cidencia dencia ex explí plíci cita ta del jazz jazz: sólo un una a menció mención n in indi directa recta –“v –“vari arios os case casetes tes d de e músi mú sica ca negra” (p. 51)– qu que e lo ubic ubica, a, sin si n embargo, embargo, ent entre re las pocas pertenencias lleva Linoasa pe la ro isla. Además de que qu e la buena buen a músi música caque creaseex expec pectativ tativas pero a aten tenta ta co con ntra toda previ previsibi sibilidad lidad y se fragua fragua e en n la experie experien nci cia a de de la posiibi pos bilida lidad d de dell ffiin, yya a por por su ori origen, gen, ya po porr su inestab estable le confiigur conf guraci ación ón con des deslice licess h haci acia a el an aniiquilamie quilamien nto, otr otras as cuali cu alidad dades es g gen enerales erales se su subray brayan an de la mú músi sica ca en en los dich di chos os d de eL Lotari otario. o. C Con on el ellas las se des desarroll arrolla a una una o on ntologí tología ad de e la músi música, ca, basad basada ae en n elementos elementos tan tanto to de la teorí teoría ad del el ethos clási clásica ca gri griega ega,, qu que e ahon ahonda da e en n los efectos de los distint di stintos os ritmos e instru strumen mentos tos so sobre bre e ell espí espíritu ritu,, como d del el ideali dealismo smo del si siglo glo dieci di ecin nuev eve eq qu ue la e erige rige en m máx áximo imo modelo de de realiz realizaci ación ón artí artístic stica a po porqu rque e es ca capaz paz de transformar tran sformar los cálcu cálculos los matemáti matemáticos cos del ent enten endi dimie mien nto abs abstracto tracto en i n tui tu i ci cion ones es se sen n si sibles bles de lo inefable. Seg Segú ú n Lotario, Lotari o, la m mú úsi sica ca es el el art arte e men menos os materi material al y conquiistado conqu stador. r. Y Y,, si sin n embargo, e ell más fifirme rme y persi persisten stente; te;
es ín íntima, iin nterio terior, r, men mental, tal, pero excede los de desi sign gniios subjetivos del del artis artista. ta. S Se e alí alía a a la natu naturalez raleza a humana humana a través trav és del ca carácter, rácter, pu pues es el temperament temperamento o es como un cúmu cú mulo lo de ac acordes ordes.. Pero si cu cuela ela todas las p pasi asiones, ones, las emocion emoci ones es ex expresadas presadas en m matices atices infini finitos, siempre lo hace en abstracto; es p por or ello la forma sola, si sin n la sustancia, como un mundo de puros espíritus sin materia. Es el arte más libre libre p porque orque n no oe está stá su sujeto jeto al iimpu mpulso lso mimético. Compon C ompone, e, da coh cohesi esión ón a fr fragmen agmentos tos di dispersos spersos que surgen en la mente del compositor en forma desorga des organ nizada ada.. Y si bi bien en no no imita, su len lenguaj guaje ee ess e ell qu que e más posibi posibilidad lidades es tiene de acercarse a lo real real.. ““Sé Sé q qu ue se hab abla la mu mucho cho de realismo, dice Lotario. Pérez entró al bar a tomar Marta era una¡P muchacha ciega que vivíaun vi e en ncafé: la call carealismo. lle e ta tall y cual: reali realismo. smo. ¡Pap aparru arruchadas chadas! ! El verda erdadero dero rea realismo lismo e ess la mú músi sica, ca, lo demás son son datos. datos. Realismo es que una obra, pongamos una muy conocida, Las cuatro estaciones, cambie cambie con cada g gru rupo po qu que la interpreta, con cada perso person na q qu ue la escuch escucha” a” (p. 19 190). 0). La músi mú sica ca es es reali realista sta ent entonces onces po porqu rque e rea realiz liza a cada cada vez de nuevo; imi imita ta e ell acto de de devvenir re real, al, y no a lo rea reall u un na vez advenido; es una sugerencia de real, ofrece la primicia del misterio misteri o vviincu culado lado a la ex exiisten stenci cia; a; un un ejemplo de real que existe bajo su propia autoridad, independientemente de todo origen o razón de ser: su motor es “un fuelle invisible”, “el borde segur seguro o de dell silen silenci cio”. o”. Éstas y otras h hiipé pérboles rboles si similares milares aparecen disemin disemi n adas e en n los discursos discur sos de Lotario. Lotari o. Pe Pero, ro, ¿qu ¿qué é di dice ce de sí la propia propi a mú músi sica ca según según su suss incidencia cidenciass e en n la trama de la nov novela, ela, qué es lo que que
provoca, desencadena en los hechos y en la misma modulaci modul ación ón del relato? P Por or la mú músi sica ca y tras la facun facundi dia a de de Lotario, Lotari o, fragmen fragmentos tos del del pasa pasado do se organiz organizan, an, se e exxhuman recuerdo recu erdoss que iin nstalan hiatos; largos p pasa asajes jes de demoran moran el retorno a la situ si tuac aciión qu que e los ge gen nera era;; relajan en extremo extremo la anécd an écdota, ota, des desestab estabiiliz lizando ando las jerarqu jerarquíías y el progreso de sus hi hilos. B Brev reves es reflexi reflexiones fifin nales conectan n nu uevamen evamente te la músi música ca con el pasa pasado, do, más que que ccomo omo e estí stímu mulo lo o mediación del recuerdo, como directa insurgencia presente, restitución de lo sumergido, de lo que se perdió. Por otra parte, después de la primera explosión de la memoria,, desatad memoria desatada a por por Bach, un comentari comentario o fificci ccion onal, al, a pie pi e de pági págin na, iiron roniiza sob sobre re las ex exiigencia genciass de un una a lectu lectura ra 8) reali realista lacia n nov Lasta insisten side stenci aovela. en eela. n la ((8 forma sonata y en llos os ccu uartetos de Beeth Be ethoven oven;; la conex conexiión en entre tre experi experienci encia a musi mu sical/amor/emergen cal/amor/emergenci cia a de la memori memoria a involu olun ntaria y la asimilaci asi milación ón de la e estru structu ctura ra mu musi sical cal a la memoria memoria conducen El oído absoluto h haci acia aP Prou roust. st. Como en Prou Proust, st, se diseña aquí una ontología de la obra musical, de alcance alcan ce metafí metafísi sico, co, don donde de la músi música ca des desempe empeñ ña una fun fu nci ción ón anu anunci ciad adora ora d de e lo qu que ee ess e ell arte y de su relaci relación ón con el espíritu espíritu y el mu mun ndo do.. U Un na rai raiga gambre mbre de tip tipo o iidea dealista lista –que –qu e en Prou Proust st tien tiene e ccomo omo di direct rectos os ascen ascendi dien entes tes a Schopenhauer y Kant– permea también las argument argum entaci aciones ones de Lotari Lotario. o. Es Esta ta ont ontologí ología ad de e la mú músi sica ca se conecta eneología Proust, en Cohen, con la en crisis crisi s de la ideologí id a ycomo llos os proced procedi imient mientos os d del el puesta real realiismo. Cohen, ohen, a trav través és d de eu un na co composi mposici ción ón de tipo tipo
contrapuntística –por el continuo pasaje del presente al pasado pas ado,, lla a alt altern ernan anci cia a de de las histori historias as qu que a avvanz anzan an simu si multán ltánea eament mente, e, e en n paralelo, paralelo, y el cambi cambio od de e un una a voz a otra– y de los coment comentari arios os de tono tono iirón róniico humorí morístic stico, o, acotados preci precisamen samente te an ante te la emergencia emergencia de la memoriia, vvu memor uelv elve e a desafi desafiar ar las rigi rigideces deces del realismo en torno torn o a un vero erosí sími mill afi afin ncado cado e en n la solid solidez ez y teleo teleologí logía ad de e la trama. (9 (9) Fin Fi nalmen almente, te, otro pos posiible paralelo: paralelo: en Prou Proust st la fun fu nci ción ón metaartísti metaartística ca de la mú músi sica ca,, qu que e ha rev revelad elado o la verda erdad d de dell art arte, e, permi permite te al h héroe éroe emprender lla a crea creaci ción ón de su propi propia ao obra bra literaria. En El oído absoluto la músi música ca tien tie ne un una a fu fun nci ción ón similar. simi lar. Por u un na parte, parte, permi permite te a Lo Lotario tario ordenar ord enar su vviida existe existen nci cialment almente, e, y u un na noche recre recrearla, arla, dando origen orig enco a nu un n relato desorbi decon sorbitado cu cuyyo val valor lo e ex xime de cualqu cualqui ier con fron frontaci tación ón u un ntado a verdad externa. extor erna. Po Por r otra parte, parte, lla a mú músi sica, ca, an antropomorfizada e en n él –qu –que q qu uiso ser, con converti ertirse rse e en n músi música ca;; y pa parece rece,, en la n novela, ovela, mú músi sica ca que qu e llega, se escuch escucha a y desap desaparece arece,, presencia de una ausencia au sencia que se rea realiz liza, a, “fu “fuga gato”–, to”–, o iin nterpretada, ejecutada ejecu tada en sus sus revel revelaci aciones ones –q –qu ue fisuran, fisuran, agrie agrietan tan Lorelei, Lore lei, de desga sgajan jando do moment momentos, os, tie tiempos mpos sust sustraí raídos dos a su uniforme y “canón “canóniica fe felic liciida dad”– d”– co con nsti stitu tuyye e ell h hori orizzonte que posibilita la ficción de Lino sobre el absoluto auditivo, “una forma for ma misteriosa de la memoria” (p. 200). ((10 10)) Si El oído oído absoluto de deja ja leer ci cierta erta impron impronta ta de Proust Proust,, ésta resul resulta ta sin embargo levemente transfigurada por el contexto di distópico stópico: : l las as cadenas ca denas asoci asociativ ativas, as, met metafóricas, afóricas, n no o fun fu nci cionan onan ni ni org organizan anizan estru estructu cturas ras con do domi min nant antes es,, o ccon on una fuerte interdependencia de sus constituyentes, capaz
de generar sentido u orden; entre ellas se cuelan vértigos, vacíos, silencios irrecuperables; las líneas que desatan las impresiones son caót caótiicas y plagad plagadas as d de e iin ncertidu certidumbre, mbre, andan a tientas, a oscuras, sin rumbo con respecto a sus sentiido sent dos, s, si siempre empre se sesga sgados dos,, incompletos: “U “Un na tangen tangente te conduce condu ce a un arbusto arbusto d de e rec recu uerdos ingratos p pero ero val valiioso osos, s, otra a la palabra qu que falt faltaba aba,, qu que e si siempre empre es esconde conde otra palabra palab ra que falt faltaba aba,, qu que ee esconde sconde el ancl ancla ad del el tie tiempo; mpo; y así sucesivamente […] A mí no me tienta el acabado total” (p. 214). Un esfuerzo, además, un trajín, una lucha se le exige a la conciencia conciencia,, su suby byu ugad gada ap por or los lu luga gares res co comu mun nes, po porr el mapa cristal cri staliizado de tópico tópicoss cont contemporán emporáneos: eos: ésta, más que qu e se serr asaltada po porr un un redescu redescubri brimie mien nto inespe inesperado rado,, por un estímulo desencadenante de armónicos, debe estar a la expectativa, en alerta, a la espera de esas iimpr mpresiones esiones que dejan dejan h hu uella y son ac acont ontec eciimi mientos; entos; o un so sobo born rno o al al azar, az ar, u un n complot de paranoi paranoicos cos sson on n nece ecesari sarios os p para ara q qu ue – en un un mun mundo donde más que signos signos que dec decodi odifica ficarr h hay ay doxa/simulacro que destruir– pueda cuajar un relato que es siempre si empre un una búsqued búsqueda a de lo iin ndefi defin nido, lo iin ndetermi determin nado o lo desconoci desconocido; do; o un inten tento to de cont contacto acto ccon on llo o rea reall escamoteado esca moteado.. Lotario Lotario,, lla a músi música, ca, su relato o el de Li Lin no –la novela– sson on la exh exhu umación maci ón iin nestable estable,, iin nco con nclu clusa, sa, d de e fragmen fragme ntos q qu ue, a au unque alca alcan nzan cierta cierta ccohesi ohesión, ón, n no o sse e organ orga nizan en u un na totalidad totalidad a acab cabada ada;; arquitectu arquitecturas ras temblorosas y difl diflu uentes, entes, co como mo mov moviimie mien ntos de mareas en entre tre l los os q qu u e se ati atisba sban n ciu ci u da dades des ocul ocultas tas por la ag agu u as: “La catedral cated ral su sumergi mergida” da” d de eD Debussy ebussy apa aparece rece só sólo lo u un na vez vez menci men cion onad ada a po porr Lotari Lotario; o; pero é ésta sta resu resuena ena en las aldeas
sumergidas que dibuja Clarisa y en el “Monumento a Cualqu alquiier C Cosa osa”” que ell ella, a, Li Lin no y su suss ami amigos gos lev levant antan an como cerco cerco de intimi timidad dad y murall muralla a defen defensi sivva al iin nfie fiern rno o de Lorelei Lore lei para para el que yya a no bastan bastan llos os tap tapon ones es en llos os oí oídos dos;; ese pozo forrado d de e cemen cemento to y con agu agua, a, lllleno eno de dese de sechos chos que h hac acen en u un n mun mundi dito, to, cambi cambiante y so son noro po por r la acción acci ón del vviient ento, o, al qu que e se vviisi sita ta para medi meditar y reconciliarse reconcili arse “con llo o hu hun ndi dido” do” (p. 238). 238). En El oído absoluto, la músi música ca clási clásica ca re/present re/presenta, a, tanto tanto a nivel nivel colecti colectivvo co como mo iin ndi divvidu dual, al, llo oo oclu cluiido resi resisten stente te en Lorelei: un tiempo histórico de conflictos, de experiencias desvan desv aneci ecidas das o imposi mposibles, bles, de a au usenci sencias, as, de mu muertes. ertes. Porr otra pa Po part rte, e, el “prog “programa rama musi musical” cal” de la n nov ovela ela y llos os comentar comen sobre esenciales mú músi sica, ca,tari aios la vez vde ez Lotario qu que ep pon onen en enlos ab abiirasgos smo la técnica de de la composi compo sici ción ón de la nov novela, ela, reacti reactivvan lla aa altlta a co con ncep cepci ción ón que que el arte musica musicall alcanz alcanzó óe en n el siglo si glo d diiec eciinueve y que llllevó evó a las otras artes, artes, en parti particu cular lar a la liliteratu teratura, ra, a red redefi efin nirse segú seg ún sus sus pri prin nci cipi pios os “an “antirrepres tirrepresen entativ tativos”. os”. C Con on ese programa prog rama espe especi cial, al, donde donde se de descu scubren bren algu algun nos de los rasgos de las narraciones del “realismo incierto”; con esa ontología, atravesada de continuas equivalencias entre sonata, vida, recuerdo y relato en un juego de espejos entre en tre compo composi sici ción ón musi musical cal y liliteraria teraria,, y con ese sujeto sujeto musi mu sical cal (Lotario) (Lotario) que repercutirá repercutirá en en la posterior posteri or escritu escri tura ra de Li Lin no, vvolv olviiéndos éndose e ccont ontrap rapu unto e en n su narrac narraciión “como un la bemol de trombó trombón n estirán estirándo dose se e en n la medialu medi aluzz” (p. 214); la nov novela ela ant antiici cipa pa el el gesto compa comparatis ratista ta qu que e más tarde Cohen expondrá en algun algunos os de sus tex textos tos ccrí rítiticos cos..
La novela El oído absoluto fu fue e pu publi blicad cada ae en n Barcelon Barcelona a en 19 1989 89 p por or Mu Much chn nik Ed Ediitores y reedi reeditada tada p por or N Norma orma en 1997 199 7 y 200 2006. 6. Marcelo Co Coh hen en,, además de escri escritor tor y crí crítico tico,, es traductor traductor.. H Ha ad diirigi rigido do la co colección lección ““Sh Shakespe akespeare are por escritores”, un una e edi dici ción ón de las obras complet completas as d de e Shakespe Sh akespeare are tr tradu aduci cidas das por por escritores iiberoamerica beroamerican nos, y ha traducid traducido o más de de ci cien en lliibros, tan tanto to de narrativa como de poesí poesía. a. Si Si bi bien en n no oe ess mú músi sico, co, ha hecho hecho crí crítica tica de jaz jazzz en diversos medios medi os naci nacion onales ales y ex extr tranj anjeros, eros, y parti partici cipad pado o en diferen diferentes tes e evvent entos os en llos os que h ha a dado dado charlas charlas so sobre bre préstamos en entre tre mú músi sica ca y literatura. literatura. So Sobre bre estos temas ha colaborado con numerosas notas y reseñas en las revistas Inrockuptibles y Jazz Magazine, y en el dia diario rio Clarín. 1. Los textos que preceden a El oído absoluto son: los libros de cuentos Lo que queda (1973), Los pájaros también se comen (1975), El instrumento más caro de la tierra (1981) y El buitre en invierno (1985); las novelas El país de la dama eléctrica (1984), Insomnio (1986) y El sitio de Kelany (1987). (1987). A partir de la de década de los El fin de lo mismo noventalas senovelas sucedenEleltestamento conjunto dederelatos de (1993), (1992), O´Jaral (1993), Inolvidables veladas (1995); las dos nouvelles d de e Hombres amables (1997), otros dos libros de relatos, Los acuáticos (2001) y La solución parcial (2003), y las novelas Donde Yo no estaba (2007), Impureza (2008), Casa de Ottro (2009), Balada (2012). Desde los años de exilio en España, donde se instala en 1975, Cohen desarrolla una importante y continua actividad como crítico. Ya en nuestro país, esta tarea se
perfiló aun más constituyeron lasdefinida, publicaciones libre y constante bajo su dirección en el espacio –las revistas propio que Milpalabras (2001-2003) y Otra parte (desde 2003)– y los ensayos breves reunidos en el libro Realmente fantástico y otros ensayos
2003 . 2. Pedro Rey, “Contra la literatura avara. Entrevista a Marcelo Cohen”, en La Nación, Suplemento de Cultura, 20 de agosto de 2006. http:/ htt p:///www.lanaci lanacion on..com.ar/83 com.ar/8328 2801 01-contra-la-li -contra-la-littera erattura ura-av -avara ara 3. Josefina Ludmer, “Territorios del presente En la isla urbana”, Pensamiento de los Confines, nº 15, 2004; pp. 103-110. 4. Ilya Prigogine, cuyas investigaciones se centran en la termodinámica, la ciencia de la energía, enfatiza la importancia de la dimensión temporal,–aquellos la duración, en relación a sistemas abiertos, no simples o cerrados alejados del equilibrio, es decir, conectados con el entorno con el que intercambian materia y energía y expuestos a la intervención de un elemento aleatorio, probabilístico. Es la teoría de las llamadas estructuras disipativas, no sólo aplicables a las reacciones químicas, sino a los ecosistemas o a la conducta humana. 5. Beatriz Sarlo, “Una patria, una canción (Sobre El oído absoluto Escritos 2007, sobre pp. literatura argentina, Buenos de Marcelo Aires, Cohen)” Siglo Veintiuno [1990], eneditores, 387-390. 6. Marcelo Cohen, “Alumbramiento”, en Otra parte, n° 10, 20062007, pp. 58-61. 7. Beatriz Sarlo inaugura la lectura de la novela a partir de la noción de cultura massmediática y detecta un populismo cultural basado en la estética televisiva y el advertising : el político como comunicador, identificado con el pastor electrónico o la estrella pop que en nuestro país representó con perfección Carlos Menem (op. cit., p. 388). La idea de política espectáculo es planteada nuevamente por Fernando Reati para conectarla con la de “malos cantantes”, cuya producción musical es entendida como signo de la pérdida de lenguaje en tanto patrimonio común, identitario; una de las consecuencias de los procesos del neoliberalismo y globalización intensificados durante los gobiernos de Carlos Menem (Fernando Reati, Postales del porvenir. La literatura de anticipación en la Argentina neoliberal (1985-1999), Buenos Aires, Biblos, 2006). 8. Para estas cuestiones, véanse: Pablo Gianera, Formas frágiles. Improvisación, indeterminación y azar en la música, Buenos Aires, Sudamericana, 2011; y William Weber , La gran transformación en el
usto musical , Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2011.
Traducción de Silvia Villegas. 9. Por otra parte, en la misma estructura de la novela, con los tres capítulos centrales sin título y numerados, y el primero y el último sólo con designaciones temporales, puede identificarse una disposición de tipo sonatístico en cinco secciones o movimientos: introducción: “Antes”; exposición: “Uno”; desarrollo: “Dos”; reexposición: “Tres”; coda. camino de Proust 0.roVéanse: Matamoro, , Barcelona, An1thr An th pos, 19 198Blas 8; y JJu ulio Moran,Por La el música como develadora del sentido del arte en Marcel Proust , La Plata, Facultad de Humanidades Ciencias de la Educación, UNLP, 1996.
Bibliografía básica no citada en el prólogo Amar Sán Sánch chez ez,, An Ana aM Marí aría: a: Instr Instrucci ucciones ones para la la derrot derrota. a. Narrativas éticas y políticas de perdedores, Barcelona, Anthropos, 2010. Castellino, Marta Elena: “Utopía y distopía en El oíd oído o absoluto de Marcelo C Cohen ohen”, ”, en Revista de Literat Li teraturas uras Modernas, nº nº 34 34,, 200 2004, 4, pp pp.. 67-8 67-82. 2. UR URL: L: http://bdigital.uncu.edu.ar/140 Cohen, ohen, Marcelo: “Adó “Adón nde va Uri C Cai ain ne”, en Otra parte parte, n° 6, 2005, pp. 39-44. — “Música en Otra ,o.n°A 4, 2004, pp. pa — “Como “C omo siprosaica”, empe empez záramos departe nurte ev evo. Apun puntes tes pa para ra 52-57. un realismo reali smo iin nseg segu uro”, en Real Realmente mente fant fantástico ástico y otros ensayos, Buenos Aires, Norma, 2003. Costa, Flav Flaviia: “El arte en el sig siglo lo XX, XX , lla a literatu literatura ra y la técniica”, e técn en n Ar Arttefa efacto cto/6, 200 2007. 7. UR URL: L: http://w ttp://www ww.rev .revii staartefacto.com.ar/revista/nota/?p=168 Filc, Judith: “Textos y fronteras urbanas: palabra e identidad en la Buenos Aires contemporánea”, en vol. X XLI LIX X, nº 20 202, 2, e en nero ero-Revista Iberoamer Iberoameriicana, vol. marzo marz o de 2003 2003,, pp. 183-197. Koz Ko zac, C Clau laudi dia: a: “Pa “Palabra labra mu muerta erta h habla. abla. C Ciien añ años”, os”, en
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EL OÍDO ABSOLUTO
“El reverendo Sir Frederick Ouseley, profesor de música de la Universidad de Oxford, fue durante toda su vida notable por su oído absoluto. A los cinco años era capaz de observar: ‘Imagínese, papá se suena la nariz en sol’. Solía decir que tronaba en sol, o que el viento silbaba en re, o que el reloj (con un carillón de dos notas) daba las horas en si menor; y cuando se ponía a prueba la aseveración, se la encontraba invariablemente correcta. A sinfonía los ochoen años, en un concierto Filarmónica, sostuvo que la sol menor de Mozartde la estaba en realidad en la bemol menor y, al inquirir, se descubrió que debido a que el excesivo calor había elevado el tono de los instrumentos de viento, se había indicado a las cuerdas que afinaran sus instrumentos un tono más alto. Más adelante, al preguntársele un día el número de una casa, contestó que lo ignoraba, pero dio el tono del raspador para zapatos que estaba a la entrada como medio de reconocerla.” Diccionario Oxford de la Música
“My memory is kaput, André, ganz kaput. No anche il mio nome I can remember sometimes. Vielleicht some pills I must take”. R. H. SEI SPIRITOSO, CHARLES En The Buenos Aires Herald , 31/VIII/1982
AN A NTES
Era abri abril,l, yya a nos h hab abííamos des despertado pertado y estaba llllov oviiendo la mañ mañana e en n qu que e Ralph Laverty, Laverty, el hi hijo jo d de e unos vec eciinos, vino a traernos u un n telegrama del del padre d de eC Clarisa larisa.. N No ob biien el chi chico se fu fue, e, el pape papell pegajoso pegajoso empe empezzó a embebe embebern rnos os de silencio como una planta hipnótica. A los dos, digo, pero el silen sipudo lenci cio o de Clarisa tuanunciar rbio,, y cu cuan ando dodea una eso vez de las diez romperlo fue era paraturbio que por todas todas iiba ba a hace acerse rse ag agu ujeros en las orejas. C Con on un den de nued edo ob bru rusco sco,, con los bra brazzos cruz cruzad ados os y el cuerpo inciert cierto ob bajo ajo el vvestido estido violeta, poco de despu spués és b bajó ajó los escalones del porche. Yo, que le había visto la sonrisa de fastidiio, la seg fastid segu uí como qu quien sig sigu ue un esq esqu uife lig ligero ero y vacío, no desde muy cerca, sólo para saber entre qué cañas va va a quedar vvarado arado.. Llovía Lloví a tanto y tan al sesg sesgo oq qu ue e era ra co como mo si el mu mun ndo se hubi biese ese torci torcido. do. Av Avanz anzába ábamos, mos, ent entonces, onces, con u un na especi especie e de marcialidad, mientras el aguacero amenazaba diluirnos en man mansos sos chapoteo chapoteos, s, en el h hu umoso dese desequilib quilibrio rio de los charcos. Y charcos. Yo o pensaba a la deri derivva. C Clarisa larisa,, h harta arta d de e no llllev evar ar pendien pendi entes, tes, sólo q qu uería ería p ped ediirle rle a Tris ristán tán que le pe perf rforase orase los lóbulos. lóbulos. Para los d dos os e era ra dí día ad de e de descanso; scanso; atr atrás ás
quedaba qued aba,, en el porche, lla a lasitu lasitud d flotando flotando sob sobre re las taz tazas as del desayuno. Lo que se veía adelante, en cambio, no sólo era distin di stinto to si sin no más palmar palmariio: casas con jjardi ardin nes insípi sípidos dos,, campos con coles y ciru ciruelos, elos, al n norte orte el ce celofán lofán del río río y lla ab balsa alsa d dormid ormida ae en n el embarcadero. embarcadero. E En n la otra orilllla, ori a, el asfalto de la carretera co con ndensaba la pulcra, pulcra, aborregada jov joviialida alidad d de Lorelei, e ell lugar lugar don donde vivimos. Ni la tormenta tormenta po podí día a ev evitar qu que ee esa sa jov joviialid alidad ad se propaga prop agara. ra. Porque au aun nqu que ee ell agu agua a lo de desfig sfigu urase tod todo o leveme lev emen nte, en la fran franca ca distanci di stancia ad de e un unos os cuantos cuantos kilómetros la Columna Fraterna, un empinadísimo tubo de aluminio alu minio,, se conserv conservaba aba incesa cesan nte, destaca destacada, da, iin nmateria material,l, proyectando proy ectando men mensajes sajes en el cielo cielo desd desde e su oj ojo od de e añiles facetados. Esa mañ mañan ana a el ci cielo elo era d de eg gamu amuzza gri gris; s; el lláse áserr de la Column olumna, a, ccomo omo un láp lápiiz cumpli cumplido dor, r, lo rotul rotulab aba a con muchas muchas caligrafí cali grafías. as. A Asaltan saltan la sed sede e vvati aticana cana del b banco anco mu mun ndi dial. al. Su santidad santid ad se enf enfrent renta a ccon on lla a tu turba rba,, pu pued edo o suponer que estaba esta ba informando e en n mayú mayúscul sculas as d de eg granate ranate vviivo. Despu espués, en n negri egritas, tas, h habrá abrá escri escrito to el h horari orario o local de vuelos; en cursivas, una publicidad de zapatillas Atahualpa, consejos médicos, médicos, el programa d dep eportiv ortivo o de dell dí día a en el Recin Reci nto L Lati atin no, algún chi chiste p para ara los tu turis ristas. tas. T Todo odo en el cielo. ci elo. Abajo, Abajo, como e ell sen sende dero ro se iiba ba b borran orrando, do, n noso osotros tros yya a cortábamos cort ábamos ca camin mino o po porr lla a tierr tierra a removi removida. Vi qu que eC Clar lariisa, mi peli pelirroj rroja a pred prediilecta, se h habí abía a emba embarrado rrado las pa pan ntorrillas. torrillas. A traició traición n, desde u un na ccasa, asa, una rradi adio o ccosió osió en el vient iento ou un n estriibi estr billllo o sedoso sedoso:: Igual que una perla perla rota / es un mundo dividido. E En ntre los men mensajes sajes en el cie cielo lo y esa mú músi sica ca
agravian agravi ante te el ttie iempo mpo se acalam acalambró, bró, agobi agobiado ado p por or las perv pe rversa ersass ssiimetrí metrías as de Lo Lorelei relei.. Y Yo o sen sentí tal fu furiria a que en un una deciisi dec sión ón impensada p pero ero ju justa sta me caí de b bru ruces. ces. Al levantarme estaba enchastrado y Clarisa me llevaba cincuenta metros de ventaja; pero mientras echaba a correr pasó pasó algo algo y su supe pe que ciertas ciertas ca caíídas, das, mej mejor or las más torpes, son son sutiles sutiles a an nuncios cios de regen regeneraci eración. ón. Lo qu que pa pasó só fu fue e que u un na man mano o ap apagó agó la radi radio. o. Sob Sobre re el silen si lenci cio o in i nmadur maduro o se hizo d de e go golpe lpe otro si silen lenci cio, o, revent reventó ó el olor a tierra tierra y al limpi limpiarme arme el ba barro rro de la frente frente noté noté q qu ue la llu lluvia p paraba araba.. En u un n rincón de dell ci cielo elo e ell lláse áserr se apa apagó; gó; y cuan cu ando do de nuev evo oe empez mpezó ó a graba grabarr iin nformacio formacion nes, algo, algo, soplo sop lo o latido latido,, dev devolv olviió vigo vigorr al lomo de dell rí río o y aspere asperezza a lasYonu nutengo be bess compa compactas. ctas. Los verdes recobraron recob raron aut autori oridad dad. . un respeto respeto po porr el a azzar: a agra grade decí cí.. No con confío fío en en que qu e se p pu ueda edan n vigi gilar lar las las arti artimañ mañas as de dell ttiiempo ni ab abolir, olir, por ejemplo en Lorelei, Lorelei, los los du duraderos a acu cuerdos erdos d de e la palangana donde nos obligan a movernos; no obstante, pien pi enso, so, los sauces, lla a memori memoria a de las perso person nas, los dí días as mismoss titienen mismo enen su suss d dev evan aneos eos.. De un tic tac a otro el esmalte de la pa palan langana gana se resquebraja y basta qu que uno esté alert alerta ap para ara q qu ue a apare parezzca mu much cho oe escondi scondite te do don nde colarse. Hay momentos, si uno los descubre, que son extr ex trao aordi rdin nari arias as av averí erías as en lla a red eléctrica que n nos os alimenta, y en el desconcierto que acuñan se puede atisbarr la an atisba anticu ticuada ada audaci audacia ad del el vvért értiigo. Clarisa se habí había ad deten eteniido jadean jadeando. do. Subida a los restos de una una tapi tapia a se resi resign gnó ó a esperar esperar para limpi limpiarm arme e la cara en el ruedo ruedo del vvesti estido. do. ¿Cómo te dejaron bajar bajar del
Cielo?, h hu ubi biera era qu queri erido do preg pregu untarl tarle, e, pe pero ro e elllla a tení tenía la piel pi el
de los muslos muslos eri erizzad ada a y si siguió guió caminan caminando. do. Po Poco co de después, spués, minúscu minú sculo lo a cciien m metros etros co como mo u un n topo, di divisamos a Tristán. Estaba e en ntre dos ssauces. auces. A medida medi da que salíamos salíamos de los cultiv cultivos os se iiba ba a agrandan grandando. do. Pese Pe se a la llllu uvia, ent entre re las matas de esp espada adañ ña y lla ao orilla rilla sobrev sob reviivía una playi playita angosta iin nvad adiida de cortaderas. cortaderas. Sentado frente al agua con una lona sin color sobre los hombros, Tr Triistán estu estudi diaba aba una p piiez eza ad de e metal b bajo ajo la mirada de Begonia, la hija que siempre lo vigila. Tumbada adelan ade lante, te, u un na Mobylett Mobylette e roja acapa acaparaba raba buena buena parte de de la luzz; y todo lu todos, s, la moto ta tambi mbién, én, se pro protegí tegían an deb debajo ajo d de e un hule n neg egro ro des desplega plegado do e en ntr tre ed dos os ramas y dos estaca estacas. s. Los patos volaban bajo como si el viento los intimidara. Clarisa sonr sonriió. Y Yo, o, más o menos. Sabí Sabía a que si des desde de el Recinto no nos atacaba la voz ubicua de Fulvio Silvio Campoman ampomanes e era ra porque T Tristán ristán le le estab estaba a cerrando el paso, y me daba miedo qu que e fu fuese ese p prov roviisorio sorio.. Si Sin n embargo, embarg o, lo mismo si sigu gue e pa pasando sando h hoy oy.. Por más q qu ue Lorelei Lore lei yya an no o sea la redoma de exci excitaci tación ón que su supo po se ser, r, a media medi ah hora ora del Recint Recinto o la decadencia decadencia no se ap aprecia recia mucho; mu cho; y si las ca can nci ciones ones sin si nuosas osas de Ful Fulvvio to toda davvía pued pu eden en lllegar legar a embalsamarnos, basta que T Tris ristán tán esté sentad sent ado oe en n la ribera ribera p para ara q qu ue e ell alu aluvvión de mú músi sica ca se se trabe en en un mecanismo de de fraca fracaso. so. Habíamos Habí amos llega llegado. do. Tr Triistán si silbaba lbaba no sé qu qué. é. D Dejan ejando do una se secuela cuela de ca cañ ñas iin nquie quietas, tas, un una a lanch lancha ad de ee exxcur cursi sión ón pasó pas óp por or el rí río o co como mo u un na ca caja ja de cris cristal tal lllen lena ad de e mosc moscas. as. Con destornillador y llave Tristán se puso a desmontar el
sistema de admi sistema admisi sión ón de la moto, útil útil más bien bi en su superflu perfluo o para algu alguiien qu que e iin nclu cluso so al Reci Recin nto solí solía a iirr a p piie. E Exxten tendi dió ó en el suelo la lona que llevaba en los hombros para ir acumulan acumu lando do ara aran nde delas, las, ju jun ntas, p pernos, ernos, h has asta ta q qu ue d diio ccon on lla a válvula de gasolina y apretándola entre dos dedos la examinó dos segundos. Begonia se encargó de pasármela. —Sopla, —So pla, Li Lin no –me d diijo, y ella m miisma se a avven entaba taba e ell flequillo. Soplé So plé cu cuatro atro vvece ecess ant antes es d de e que la basur basuriita saliera. saliera. La gasoli gas olin na e era ra asq asqu uerosa erosa,, pero a así sí son llas as co costu stumbres mbres de Tristán. —Graci —Gr acias as –d –diijo Beg Begon oniia. Me qu quiitó la válv válvu ula de la boc boca ay se—Ve la dev deamos volv olviiósialahora pa padre. dre.a —Veamos ah ora arran rranca ca e este ste tormen tormento to –di –dijo jo T Tris ristán tán.. Había Habí a fifijado jado la cuba yy,, gi giran rando do el destorn destorniillllado ador, r, int intent entaba aba regular regul ar la ent entrada rada de mezcla–. mezcla–. Pa Para ra algo te has has tomad tomado o ese aperi aperitiv tivo, o, ¿n ¿no? o? Co Cojon jones, es, estái estáiss hech hechos os so sopa. pa. —Es el rocí rocío o– –di dijo jo Clarisa. Clari sa. Se habí abía ap pu uesto e en n cuclillas–. cuclillas–. Triistá Tr stán n: un una a con consult sulta. a. —¿Complicada —¿C omplicada o fáci fácil? l? –pregu –pregun ntó Begonia. —¿Me harías agujeros en las orejas? —Encantado. —Encan tado. A Li Lin no lo podrí podríamos amos ci circu rcun nci cidar, dar, ya ya q qu ue estamos. —Lass mu —La mujeres jeres te ten nemos emos que usar aros de vez en cuan cuando do.. O pendient pendi entes es gra gran nde des, s, vvolu oluptuosos ptuosos.. C Con on fr fru utas – balanceándose balanceán dose sobre las p pu untas de los pi pies, es, Clarisa se enju en jugab gaba ae ell pelo–. ¿Te animás o no? —Para —P ara mí no es cuestión cuestión de valentía. alentía.
—Si no estás ocupado puedo pasar esta tarde. Tris ristán tán hab abíía llega llegado do a Lorelei cu cuatro atro años a an ntes empaquetado en un programa de reeducación, y yo lo había visto hartarse de la Clínica Alborada, tolerar la astenia de heroinómano, esquivar los empleos oficiales y conseguiirse un refu consegu refugi gio o en el campo a fuerz fuerza a de trabajos poco poc o heroico heroicos. s. La familia familia protestab protestaba. a. Él ejercí ejercía au un na vari aried edad ad del pati patin naje a art rtíístico stico e en ntre el di din nero estrech estrecho o y llas as siestas junto al río, con un sedal de pesca anudado en el índice. di ce. Clarisa C larisa,, al co con ntrario, parec parecíía cult cultiivar la acci acción ón,, acumulaba acumu laba hechos hasta que le romp rompíían todas todas las costu cos turas, ras, y entonces entonces se perdí perdía a ccon on el ch chorro orro en panorámicos pozos difíciles de acotar. Así se hicieron cole colega gas. s.aban La Lassnlílín eas sq qu de e etros ccad ada ae un uno partí artían anroso ru rumbo mbo al de azu azur r se enl enlaz azaba anea sólo diez diueezd metros m en nou un np vvapo aporoso sofá amnesia. También esa mañana se habían entendido desde an antes. tes. —Vale –di –dijo T Tristán ristán–. –. Ven a eso de las ci cin nco. —Soss u —So un n cráneo cráneo – –di dijo jo ella, ella, y le acari acarici ció ó la cabez cabeza. a. Volvimos a casa sin hablar. Laxa y leve, la mano de Clarisa se me resbalaba, no indiferente sino avisándome que qu ee espe sperase rase un poc poco o más. E Ell tel teleg egrama, rama, el tel telegrama egrama que ya ya nombré dos dos vvec eces, es, habí había a lleg llegad ado o muy tempra tempran no en en la mano gordita de Ralph, el hijo de los Laverty; algún hipócrita pócrita de la estafeta estafeta lo habí había ap pu uesto en el bu buzzón equivocado y cuando Ralph me preguntó quién era Lotario Wald pensé pensé q qu ue un error más más una una a alarma larma no era eran n buen preludi prelu dio. o. Pero Pero C Clarisa larisa,, qu que e ley leyó ó si sin n respirar, respi rar, m me e fren frenó ó el temor tem or con la primera de las dos fr frases ases q qu ue iiba ba a deci decirr en
mucho rato. —Toma, —T oma, Li Lin no. Le Leé é vos. Para cualquiera que hubiese pasado más de diez años sin si n ver al pad padre re el tex texto to n no o po podí día a traer desaso desasosi sieg ego. o. ADELANT AD ELANTAD ADA A JU JUBI BILAC LACIIÓN, decí decía. a. EL R RIIESGO MAN MANDA DA.. PRIME RIMERA RA MI MIS SIÓN VI VIS SITAR HIJA HIJA.. L LLE LEGO GO LOREL LORELE EI 27 DE ABRIL. ABRI L. BES BESO OS. PAP PAPÁ. Á. Tampoco di digo go que que Cl Clarisa arisa se deprimiera; del entrecejo a la boca le bajaban dos rayas de molesti molestia, a, en todo ca caso, so, e en n un ángulo ángulo corto corto que ba barrí rría a cálculos someros o recuerdos perplejos. Intenté convencerla conv encerla de que un un viejo e en n vaca acaci ciones ones no estaba estaba obliga obli gado do a devastar su suss alrededores. alrededores. Podí Podíamos amos in i nclu cluso so pasarlo pas arlo bi bien en.. Pero n no o era e eso, so, y no po porr cerrar el pi pico co logré darme cuenta cu eneltades deayu qué e en ndo realidad reali dad.. N No o habí habíamos terminado termin ado desay unoera cuan cuando Clarisa echó laamos si silllla aa atr trás ás y con un envión nacido varios años antes proclamó que iba a perforarse las orejas. Yo no cre creíía, es es b bu ueno ac aclarar, larar, que los pe pen ndi dient entes es fu fuera eran n a fortalece fortalecerr u un n hec ech hizo, n nii opi opinab aba aq qu ue a los trei trein nta y un años el el cu cuerp erpo od de e un una a muj mujer er es estu tuvvies ese e co completo. mpleto. L La a sseg egu uí, presenci pre sencié é el trato co con nT Triristán stán y cu cuando ando volv olvííamo amoss le ofrec ofrecíí la mano. mano. De Desde sde que n nos os co con noce ocemos mos si siempre empre hemos hablad ablado op poco oco más que lo ju justo, sto, al menos menos ca cara ra a ca cara, ra, acaso aca so p para ara no regalar materia al equí equívvoco oco.. Co Como mo a mí callarme no me hace infeliz pero me cuesta, un día decidí comprarme esta esta máquina. La marca e ess P Parki arkin nson, nombre aci ago aciag op para ara ccu ualqu alquiier h herramie erramien nta; pero yo, tercament tercamente, e, obedezco obe dezco la co con nsign signa a del profesor profesor B Bu urrou rroughs: ghs: procu procuro ro reescribirr m reescribi miis men mensajes sajes desde e ell silen silenci cio. o.
A la la ttarde, arde, no bien se fu fue e Cl Clarisa, arisa, recu recurr rríí a m mii serv servici icial al ejemplar del I Ching en en busca busca de algun alguna aa ayyuda pa para ra arbitrar arbi trar el ch choq oqu ue de famili familia. a. La sa sabi bidu durí ría a de este o orácu ráculo lo sólo es comparable a mi e en norme ineptitu ineptitud dp para ara saca sacarlrle e provecho, prov echo, pero su supuse puse que, como los buen buenos os boxeado boxeadores, res, podrí pod ría ad darme arme u un na lecci lección ón de astu astuci cia. a. Ti Tiré las mon moneda edas. s. El hexagrama que ob obtu tuvve, y puede que es esté té mi min ntitiendo, endo, fu fue ee ell 25,, Wu Wang, la IIn 25 nocenci ocencia a o lo IIn nes espe perad rado, o, entes es estos tos dos qu que e si sin nceramen ceramente te n no op parecen arecen de la misma e especi specie. e. Sin Si n embargo embargo el di dictamen ctamen se iin nclinaba p por or la IIn noce ocen nci cia: a: Elevad El evado o éxito, decía entre otras cosas, y llamaba a la persevverancia, a no e perse empren mprender der nada si sin n afin afincarse en lla a rectitud. rectitu d. La iimagen magen presen presentaba taba e ell ttru ruen eno o de debajo bajo d del el ci cielo; elo; los objetos, objetos, ten tendi dient entes es al es estado tado natu atural. ral. Des Destapé tapé una cerveza y bebí un trago. Líneas móviles yo sólo tenía dos: la primera, An cu uarta arta,, El Anda dan nza inoc inocen entte trae vent ntur ura, a, y la c que es capaz de perseverar permanecerá sin tacha.
Como de mi p Como propi ropia a pe persev rseveran eranci cia a no no p podí odía a da darr fe, como la rectitud rectitud me iimportaba mportaba men menos os q qu ue evitar goteras en el techo tech o que que Clarisa y yo nos habí abíamos amos const constru ruiido, do, dec deciidí desprenderme también de la inocencia, adjudicársela a Lotario Wald y regi registr strarl arlo oe en n mi libro libro de en entr tradas adas sin observ obs ervaci aciones ones prev previias, si sin n abrev abreviiatu aturas ras n nii correcci correcciones, ones, sin si n cara imagin imagi nada. Un rato d des espués pués se pre prese sen ntó Ralph Laverty con los carrillllos carri os llen llenos os d de e chicle, restos de esp espu uma de a afei feitar tar en la mejilla meji lla de derecha recha y un avion avionci cito to d de e co con ntrol remoto e en n las manos. man os. Me pi pidi dió ó que no no le con contase tase a nadi nadie e que todas las
tardes se se e en ntren trenaba aba para para el d díía e en n que que le tocara rasurarse de verdad. Naturalmente, esperé a que el avión hubiese dado da do un par par de vueltas sob sobre re e ell jardí jardín n antes de pregun preguntarle tarle qué pensaba de la perseverancia. —Perseverancia –me dijo con la v mordisquean mordisqueante te de los irlandesitos–, es cuando a ti por ejemplo se te rompe este aeroplano que te gusta cantidad y, qué vaina, lo tienes que pegar peg ar todo todo.. T Todo odoss los trocitos trocitos,, eh eh,, y es un gran traba trabajo, jo, pero luego ves que puede seguir volando, otro día, comprendes. —Creo qu que e eso qu que e de decí císs es la paci pacien enci cia a –observ –observé. é. —Mira –di –dijo jo él–. Ahora, Ahora, vverás, erás, cu cuan ando do a aquel quel ba barco rco pa pase se porr el mu po muelle, elle, en mi a avvión se ab abririrá rá un una ap pu uerta y saltará u un n paracaidista. Más tarde bebimos naranjada mirando cómo el láser pespunteaba el atardecer, FINANCIA LA TRILATERAL LA RESTAURAC RESTAUR ACIIÓN DE LOS GI GIGANT GANTES ES DE LA ISL SLA A DE PASC PA SCUA UA - GI GIBRAL BRALT TAR ES UN SUEÑO IBE BERO ROAME AMERI RIC CANO - MU MUJE JER: R: DONA ONA TUS GLÁND GLÁNDULAS ULAS.. HAY MI MILES LES DE SE SER RES QU QUE EL LAS AS ES ESPE PER RAN PAR PARA INICIAR UNA VIDA MÁS PLENA - HOY, 22 HS., MAGNOLIA I, CONFERENCIA. ETNOLOGÍA Y COCINA EN LA CUENC UENCA DEL D EL OR ORIINO NOC CO, hasta q qu ue a abur burrid rido o del del todo Ralph se de despi spidi dió, ó, rubi rubio, o, suda sudado, do, y cu cuan ando do e estaba staba por llegar a su casa lo vi cruzarse con Clarisa. Avanzaba rápido rápi do d desd esde e el oca ocaso so malv malva, a, con una chispa de plata plata al borde bord ed de e ca cada da mejilla, tran translú slúci cida da como un una a si silu lueta eta móvi móvil en la lámpara china. —¿T —¿ Te g gu ustan? –p –preg regu untó, y ahora sí me apre apretaba taba las
manos . Me los p manos prestó restó Tr Triistán stán.. Di Dice ce q qu ue los robó una noche en el Fiodor’s. Tan raros eran esos pe pen ndi dient entes es q qu ue me ali alivviaron el dolor de verle los lóbulos lóbulos iirritado rritados. s. En el íín nfimo trape trapeci cio o de de la izquierda una much muchacha acha se colu columpi mpiab aba a ccon on llas as pi piern ernas as cruzzad cru adas; as; e en n el de la de derecha, recha, u un n fun funamb ambu ulis lista, ta, de pi pie, e, sostenía sostení a una b barra arra d de e equilibri equilibrio. o. P Parecí arecían an lliivian anos, os, co como mo de hilo de platin platino, o, pero no era la brisa lo qu que e los balanceaba si sin no la sos sospec pech ha aleg alegre re de sser, er, por mu much cho o que qu e el pelo co cobri brizzo los comprometi comprometiera era con rreflej eflejos, os, lib libres res de cualquier memoria. —Están muy bien hechos –comenté–. Pero me cuesta acostumbrarme. —Te —T e iimagi magin narás a mí mí.. Es como si andu anduvviera co colgada lgada de algo. Al dí día a sig sigu uie ien nte decid decidimos imos ev evitar itar la bal balsa sa y el au autobú tobúss e ir al Recin Reci nto, en n nu ues estro tro Ope Opell Jab Jabalí alí 9.3 9.34, 4, un coc coch he tan espectacular como inoperante. Era, es todavía, una gema de la ambi ambivvalen alenci cia a mecánica que que prodi prodigi giosamen osamente te gan gané é en un una ririfa fa de la C Cru ruzzada Co Con ntra el C Colesterol olesterol (Cececé) y, no o obstant bstante e los asi asien entos tos d de e cuero blanco y el tablero d de e caoba, parece tener un motor de moco. Muchas veces nos ha dejado a pie. Al final yo comprendí: que un coche cero kilómetro, de cilindrada descomunal, queme aceite, por ejemplo, sólo se ex expli plica ca p porque orque los aros son vviiejos; y la razón raz ón de e esto sto es qu que, e, en h honor onor al odi odio oq qu ue las institu stituci ciones ones de Lorelei tienen por los trabajadores furtivos, a propósito me lo entregaron fallado. Despu espués d de e de dejar jar a Clari Clarisa sa e en n la Fun Funda daci ción ón Th Thieleman elemans, s,
después de arrinconar el Opel en una playa de estacionamiento del bulevar Bolívar, pasé por el taller Arequip Arequ ipa, a, un emporio emporio de lla a asist asisten encia cia autom automov ovilí ilíst stica ica donde un un acuerdo espu espurio con el propi propietari etario, o, ci cierto erto Enriiqu Enr que eC Caduch aduch,, me permi permite te h hace acerr tr traba abajos jos fr free ee llance ance de chapa y pin pi ntu tura. ra. Me di dijeron qu que e vvei ein ntiticuatro cuatro h hora orass más tarde hab habrí ría a ci cin nco ca camio mion netas es esperándome. perándome. Sati Satisfech sfecho, o, debí pasar la tarde masajean masajeando do espaldas insoladas en en divversas habi di habitaci taciones ones del h hotel otel Machado Machado,, llas as manos chorreando aceite, la cabeza entre vahos que no acababan acaba ban de resolv resolverse erse en lla a imagen i magen de Lotario Wald. Lo interesante teresante d de ed dar ar masajes, de paso, paso, es q qu ue un cu cuerpo erpo inatractivo da amplio ampli o lu luga garr a la di diletan letanci cia; a; y como la mi misma sma libertad lib ertad se d diisfru sfruta ta pi pin ntan tando do ccoches oches a soplete, h he e llllega egado do a descubri descu brirr qu que e no sólo p por or zzafarme afarme de la Of Ofiici cin na Orgán Orgániica de Empleo, E mpleo, n no o sólo sólo por afán de rebe rebeldí ldía, a, digámos di gámoslo lo así así,, me esforcé esforcé tan tanto to en un una é époc poca ap por or co con nseg segu uir la céd cédu ula de colaborador colabo rador iin ndep depen endi dien ente. te. N No, o, n no; o; n no o só sólo lo por eso eso.. Una Un a me mexxicana ob obes esa a co con n un antojo a la altu altura ra de de las lumba lu mbares res me p preg regu untó q qu ué me ten teníía tan cabi cabizba bajo. jo. E Ell fu futu turo ro inmediato, medi ato, con contesté. testé. De a algú lgún n modo era era ci cierto: erto: dos h horas oras hací acía aq qu ue yo estab estaba ae en n el hotel hotel y el ca cable ble music musical al sólo sólo habí abía ad derramado erramado una o qu quiizá med mediia ca can nci ción ón de Campomanes (por ejemplo: Desde las las húmedas farolas farolas del puer puerto to / hast hasta a el bull bulliicio huero del andén / est estiibando libertad ). E Era ra muy po poco co,, mu muyy extraño. extraño.
La misma esca escasez sez rreco econ nfort fortant ante eo olflfateé ateé más tarde en la la calle, mientras mientras pe perdí rdía a el el tiempo hasta la hora de de encont en contrarme rarme con Clari Clarisa. sa. Au Aunque el es espi pigó gón n del del Puert Puerto o
Deport eportiivo y el sh shopp oppiing ce cen nter Chev Chevali alier er estaban estaban repletos de gente, gente, en la alegrí alegría ap perenn erenne ed de eL Lorelei orelei de detecté tecté u un n tironcito, aunqu aunque e no en el rei rein no d de e los liga ligamen mentos tos si sin no e en n el de la p piiel: u un n herp erpes es quizás, o un lu lun nar con con pelos. pelos. No le d dii importan mportanci cia. a. Hací Hacía a sema seman nas que n no o pa pasea seaba ba p por or el Recin Reci nto y los ojos se me iiban ban sometie sometien ndo a su suss prosa prosaiicos encantos. Calculo que ahora, cuando los describa, voy a correr el riesgo riesgo de de se serr redu redun ndant dante; e; pero ccreo reo que si hace dos años la may mayor or pa parte rte de Occid Occiden ente te conocí conocía ae este ste lu lugar gar por sueños, por fotos, muchos por haber viajado, hoy están en declive no sólo el prestigio sino también la prestancia de lo que Fulv Fulviio Silv Si lviio C Campo ampoman manes es co con nci cibi bió ó en un un éxtasis de filantropía. Y por eso cuento: por celo de novelista. río sin nombre cruza Lorelei. Viene deniebla, tierra adentro, deUn montañas boscosas cercenadas por la corrien corri endo do de ssu ur a n norte orte para torce torcerr de pron pronto to h haci acia a el oeste oes te y en entregarse tregarse al océ océano. ano. En el ángu ángulo lo ampli amplio od del el estuario los sedimentos formaron dos islas, Las Magnoliias, que el u Magnol urbanista rbanista F Fu umio Akut Akuteke ekeriri a asent sentó óy comunicó con las riberas mediante categóricos puentes de titan titaniio. Cuan Cuando do Fu Fulv lviio S Siilv lviio C Campoman ampomanes es d deci ecidi dió ó obsequiarle al mundo el producto de sus desvelos, fue alrededor alreded or de ese núcleo q qu ue, co con n una e elegancia legancia mayormen may ormente te e estrábi strábica, ca, p primero rimero en con constru strucci cciones ones modulares, modul ares, en enseg segu uida co con n much mucho o aco acopi pio o de pi piedra ccaliza aliza para perpe perpetr trar ar el céleb célebre re Efecto Hol Hollid liday ay,, llas as numerosas numerosas atracci ones atraccion es del Reci Recin nto empez empezaron a conectarse un unas as ccon on otras como termin terminales n nerv erviiosa osass fren frenéti éticas cas d de e se sexxuali alidad dad..
Al comien comienzzo par paral alela ela al río, río, au aun nqu que em más ás al est este e desv desvia iada da por unas unas lomi lomitas tas ba bajas, jas, del Reci Recin nto pa part rte e haci hacia ae ell su sudes deste te una ccarrete arretera ra co con n vari arios os desv desvííos: un uno, o, e en n el kilómetro ki lómetro o och cho, o, llev lleva aa all aerop aeropu uerto; otro, en el catorce, a la falsa arcad arcadiia de de casitas casi tas do don nde a algu lgun nos resi reside den ntes vviivimos ap apartado artados, s, en entre tre los hu huertos de campe campesi sin nos iimpáv mpáviidos dos,, del otro lado de dell rí río que, a esa esa a altu ltura, ra, se cru cruzza e en n balsa. balsa. E Ell tercer de desv svíío e ess larguíísi largu simo: mo: vu vuelv elve e a buscar buscar la costa para des desemboc embocar ar más al sur en el puerto de carga que, en la época que cuento, estaba estab a vvallado allado a cualqu cualquiier cur curiiosi osida dad, d, vveci ecin no a una p plan lanta ta recicladora de de basu basura. ra. La carreter carretera ap prin rinci cipal pal sigu sigue e no sé hasta d dón ónde. de. L Lo o iimportan mportante te es qu que e ssii uno llega al Recin Recinto desde el int interio erior, r, a poco d de e div di visar los edi edifici ficios os encu encuen entr tra a a la derecha un tablero más grande que la fachada de una cated catedral, ral, pongamos la d de e Mag Magu u n cia. ci a. Excitadas Excitada s ent entre re marcos color color mage magen nta, letr letras as may mayú úscu sculas las d de e ssodi odio, o, vverde erdess lima de noc och he y de d díía negras, negras, iimponen mponen u un na prov provec ech hosa composici composi ción ón de lugar: lugar: HERMANO VIAJERO: EST ES TÁS A P PUN UNT TO DE ENTR ENTRAR AR E EN N EL RE REC CINT NTO O LATINO, CENTRO NEURÁLGICO DE LORELEI. FUE CONSTRUIDO POR GENTES IBEROAMERICANAS COMO OMO PRENDA DE DES D ESIINT NTERÉS ERÉS Y AP APUESTA UESTA POR LA CULTUR ULTURA A, LOS S SENTI ENTIMI MIENTO ENTOS, S, E EL LP PLA LAC CER, EL DESARRO ES ARROLL LLO O Y EL FUT FUTUR URO. O. VI VIAJ AJERO: ERO: LORELE LORELEII ES TUY UYA. A. HA NAC NACIIDO PARA PARA A ALE LENT NTAR AR A QU QUIIENE ENES S SE ES ESFUERZ FUERZAN AN POR SUPERAR ATR ATRAS ASO. O. INSTRÚYETE Y GOZA. QUE TUELPERMANENCIA SEA UN NUEVO APRENDIZAJE DEL AFECTO.
Akutekeri, Akutek eri, un snob snob qu que e jju unto a Campom Campoman anes es ccon onoció oció el fervor, ferv or, con constru struyyó so sobre bre ca cada da isla de dell estu estuari ario o un edi edifici ficio od de e cristales cris tales color caramelo y ace acero ro bron broncea ceado do.. U Un nidas ccomo omo están por un gran tubo elevado de plexiglás, cuando al atardecer atardec er el sol les da d de e flanco, flanco, las torres parece parecen n dos dos centuririones centu ones b borrac orrach hos que se ap apoyan oyan mu mutu tuame amen nte la rigidez. Desde una marquesina adosada al tubo de tránsito, un cartel luminoso recuerda sin parar todo lo que el vi visi sitan tante te tiene a su di disposi sposici ción ón en el Co Compl mplejo ejo Las Magnoliias y en el resto d Magnol del el Recin Recinto. Esa noche estren estrenaba aban n una versi versión ón de Macbeth ada adaptada ptada al qu quechu echua ap por or el Teatro E Estable stable d de eP Pu uno; h habí abía a un concie conciert rto od de eb bebo ebop py otro de polos margariteños, una función de danzas balinesas, la final de un concurso de preguntas y respuestas sobre sobre las Gu Guerras erras d de e la Inde dependen pendenci cia a American Amer icana a par para a est estu udi dian antes tes preu preun niv iversitar ersitario ios, s, la ter tercera cera representación de Fidelio con Aldo Ferrati F errati y Led Leda a Maracópulos, un concurso relámpago de esculturas de jabón jabón,, una ex exh hib ibici ición ón de llev evan antam tamie ien nto de piedras a car cargo go de los Amigos de Vizcaya, en el estadio Osvaldo Suárez un partido de rugby entre País de Gales y Guyana, y en el Polid Po lidepo eportiv rtivo o Ja Javvier S Solí olíss un una clase infantil, fantil, abi abierta, erta, de eyeball, u un n depo deporte rte de éxito p pas asajero ajero en el cu cual al se reun reuníían más pu puntos ccu uant anto o má máss se ayu ayuda daba ba al co con ntrari trario o a no cometer errores. Cu C ulm lmiinaba aban n las sesiones sesi ones del IIII Si Simposi mposio o Internacional de Traumatología Craneana y seguían las de un congreso de historia storiadores dores sob sobre re los iin nconv conven eniient entes es d de e
la denominación denominación Ed Edad ad Contemporánea ontemporánea . Si a uno uno no le interesaban teresaban esos e espe spectácu ctáculos, los, podí podía a meterse en el cine, en el ci circo, rco, o en los casi casin nos, o sent sentarse arse a tomar da daiiquiri quiriss en cualquier terraza de la Rambla Magallanes, oteando las incomprensib comprensibles les mudanz mudanzas as d del el azu azull del mar. Desde esde la play playa, a, en entre tre los los másti mástiles les de los veleros, veleros, la bri brisa sa embestía embestí a ca cargada rgada de olor a bron bronceado ceadores. res. A las ci cin nco d de e la tarde los bañistas empe empezzaba aban n a ralear ralear y la arena qued qu edaba aba rev revesti estida da p por or un una capa capa blanca de vvasi asitos tos de plástiico. Ba plást Bajo jo las sombrillas dormitaban cu cuerpos erpos rosados. Vario Va rioss vviiejos se segu guíían moján mojándos dose e los pi pies es e en n la resaca. resaca. Esquivan Esquiv ando do pescad pescadores ores ba bajé jé del espi espigón gón haci hacia a la zzon ona a de de canales canal es qu que e sse ee en ntrev treveran eran al su surr del e estu stuari ario. o. Di Dividi dida da entre la ferocidad de los escaparates y el chapoteo de los botes de alquiler, la atención de la gente se estiraba en una langu languiidez an ansi siosa osa,, como si a much muchos os les co costara stara encontrar encont rar e ell moment momento od de ed dejar ejar e en n un zag agu uán la mi mise seriria aq qu ue habí abían an tr traí aído do peg pegada ada a la ropa. ropa. De frente venían una mulata en shorts y botas de montar, un ttrí río od de e cch hiítas ca cargad rgados os de panf panfletos, letos, dos rubi rubias as con sendas porciones de pizza y un hombre gordo y achinado con una P Polaroi olaroid. d. Co Con n éste tropecé, tropecé, pero fue fue él qu quiien pi pidi dió ó perdón.. Cuan perdón Cuando do se a alej lejaba, aba, po porr la insisten insistenci cia a del del silbi silbido do que le nacía nacía de de la muñ muñeca me d dii cuen cuenta ta d de eq qu ue llev llevab aba a un una a pulsera pu lsera ant antiicólera, la sensaci sensación ón de la temporada temporada.. Eran unas correas de metal articulado que en la cara interna escon esco ndí dían an un un m meca ecan nismo e empáti mpático; co; cuan cuando do se ace aceleraba leraba el pulso, por un diminuto parlante junto al broche emitían un silbi si lbido do ch chu usco, rei reiterado, terado, q qu ue no cesaba cesaba mien mientras u un no no
recuperase la calma. Las había inventado mi vecino Rory Laverty y las fabricaba en serie una banda de navarros medio protegidos por Tristán; y como hasta Campomanes les había había elogiado elogi ado las vviirtu rtudes des de toleranci tolerancia, a, se vendí endían an más que las castañas asadas asadas en el in invvierno erno d de eP Parí arís. s. La gente gent e se empuj empujaba aba men menos os q qu ue a an ntes, ci cierto; erto; pero e en n el voluntarioso nirvana de las noches un enjambre de silbidos se volv volvíía de den nso a la sali salida da d de e las di discoteca scotecas, s, como si la integridad de L Lorelei orelei d dependiese ependiese de un destacamento destacamento enano de ambulancias flotantes. Saliendo Sa liendo de los can canales ales de dejé jé atrás Las Magnolia Magnoliass y me abrí ab rí cami camin no hasta la pla plazza L Lama amarque, rque, u un n festiv festival d de e tulip tu lipanes anes que en tres de su suss lad lados os re reu unía la ma mayyor parte parte de los ban bancos d del el Recint Recinto. o. En el cuarto cuarto estab estaba a la Fu Fundac daciión T h i eleman elemans, s, criso crisol l de los proy proyectos ectos e edi dilici licios, os, in i n du dustria striales les y ecológicos ecológi cos d de eL Lorelei, orelei, y centr centro od de e la co con ncesi cesión ón de terrenos. terren os. A Ah hí trabajaba Clarisa de deli delin nean eante. Para Pa ra las sei seiss falt faltaba aban n cin cinco mi min nutos; me qu qued edé é esperando esp erando en el cen centro tro de la p plaz laza. a. Es Estaba taba llen lleno od de e chico chicoss con trici triciclos. clos. M Matr atriimon moniios p parcos arcos o tem temerosos erosos se alej alejaban aban de los grupos grupos de bai baile. le. A la so sombra mbra de un tilo, un una mu mujer jer de rozaga rozagan nte cara báltic báltica a le tirab tiraba ae ell T Tarot arot a un zambo alto sin si n más vestido vestido que u un n pan pantaloncito rojo. Un hombre ombre a alerta lerta y con pi pipa, pa, marido marido se segu guramen ramente te de la ad adiivina, estaba sentad sent ado od de ee espa spaldas ldas a ella an ante te u un n tablero de ajedrez. Contra la pernera del pantalón de poplín descansaba una pizzarra que ofrecí pi ofrecía a1 100 00 dólares contra contra 10 al que lo vencies enciese ee en n un desafí desafío. o. Los Los ojos verdosos erdosos quisi quisieron eron tentarme. Le dije que yo jugaba mal.
¿C ómo de mal, am ¿Cómo amig igo? o? hablaba co como mo un uno de esos francese fran cesess que perdi perdieron eron al algun gunas as d déca écada dass di distray strayéndose éndose en un pueblo andino–. Son nada menos que cien dólares. —Usted —Ust ed se llev llevarí aría a los diez di ez,, pu pued ede ee estar star seg segu uro. Pe Pero ro además estoy esperando a mi novia. —¿Su —¿S u nov oviia o su mu mujer? jer? –e –ell h hombre ombre miró miró por por sobre el hombro. La adi adivvina le e estaba staba mostrando mostrando una ca cart rta aa all zambo–. Pero no, no conteste. He preguntado por preguntar. —Oiiga, ¿le pasa algo? – —O –se se me ocurr ocurriió decir. deci r. El hombre hombre me clav clavó ó los ojos activ acti vos, desi desiertos ertos de tod toda a emoci emo ción ón que que no fu fuese ese una b bru rutal tal expectati expectativva. —Me pregu pregun nto si usted hab abrá rá n notado otado… … Usted, que es resident resi dente e forz forzoso oso.. —¿Qu —¿Qué é me qu qui i ere de deci cir? r? —No se asu asuste. ste. Lo ccomprendo omprendo y lo respeto, respeto, ¿eh? –se sacó la pipa pi pa d de e la boca boca–. –. ¿Ha notado notado que ay ayer er Campoman ampomanes no di dijo jo n nada ada en pú públi blico, co, ni ni hoy tampoco tampoco? ? —¿Fulvio? —¿Usted conoce algún otro Ca Campomanes, mpomanes, amigo amigo? ? Había Habí a pocas pocas raz razones ones pa para ra que e ell h hombre ombre me hu hubi biese ese adivvinado la ap adi apren rensi sión, ón, y si sin n embargo el ton tono o era íntimo. Boch Bo chorn ornosa osamen mente te me q qu uedé edé mu mudo. do. C Como omo e ell zzambo ambo se había ido estuve a punto de sugerir que recurriéramos a la adivvina, pero en eso C adi Clar lariisa se asomó a la puert puerta a de la Fundac Fun daciión, h hiizo vise visera ra co con n lla a mano, mano, me d diistingu stinguiió por fin y vino a b bu uscarme. El ju juga gador dor de ajedrez me pe permiti rmitió ó pa partir rtir con un un movi movimi miento ento de ca cabe bezza ma magnán gnániimo, aun aunque que en el fondo fon do di dilatorio latorio.. En cie cierto rto modo sonr sonreí eía. a. Me hizo hizo falta
recorrer un unas cuadras p para ara recobrar recobrar la mano mano de Clarisa, larisa, y con esa man mano la tran tranquilid quilidad. ad. Un rato de después, spués, si sin n darme darme cuenta, me había dejado llevar hasta el mercado Gasset, pero ni ni el olor sól sóliido a tamales, tamales, a cebi cebich che, e, a empanadas de hígado o d de eb bacalao, acalao, a g grasa rasa de cordero y ffritan ritangas gas de friquitín conseguían ablandarme. —Qué —Qu é loco e estás, stás, Li Lin no –di –dijo ell ella. a. Se habí abía a ag agachado achado a recoger recog er u un na ci ciru ruela ela tirada tirada por a ah hí y la estaba estaba co comie mien ndo– do–.. Una tarde de ocio y ya te pusiste duro como un bastón. —¿Y vos q qu ué sa sabés bés? ?– –pa pateé teé lejos otra ci ciru ruela ela para para que no hici hiciera era más chan chanch chad adas– as–.. ¿Todo el mun mundo tie tien ne q qu ue poder pod er di disfru sfrutar tar de un paseo paseo? ?¿ ¿Qu Qué é tengo q qu ue hacer? ¿Comprar chucherías? Para vos es fácil, ¿no? Tenés un horari orario, o, ¿ ¿n no? I Ching , insoportable –di —Preg —Pregu u n táselo al – dijo jo ella, ell a, y se acercó ace rcó a un puesto puesto d de eq qu ueso esos. s. —Tenemos —T enemos poca p plata lata –di –dije je yyo. o. —Enton —Ent onces ces vamos a comer algo barato, pe pero ro ahora mismo. Buscamos una una cafetería cafetería en la la riribera bera,, un una aplicad aplicada a réplic rép lica ad de ea algú lgún n luga lugarr de Mont Montpa parn rnas asse. se. A Ah hí ferv ferviient entes es lun lu nami amieleros, eleros, co collllas as man mansos, sos, viajan ajantes tes e en n camise camiseta ta de de rayón ray ón se mezcl mezclaba aban n con ado adolescent lescentes es maquill maquillada adass p para ara la caza nocturn nocturna. a. No bi bien n nos os trajeron las sa salch lchiichas y lla a cervez cerv eza a negra, a C Clarisa larisa se la tragó el estupor. estupor. Era habi abitu tual: al: masticaba masticaba con tesón tesón,, la cab cabez eza ae en ntr tre e los hombros a altltos, os, la fren frente te pe pecosa cosa atestada de alternati alternativvas, pero no más segura en general que una mariposa en un acuario a oscur oscuras. as. D De e vvu uelta del plan planeta eta de mis metáforas metáforas,,
de golpe me ap apretó retó el vvaso aso frí frío o con contra tra la mejilla. —¿Te joroba que que ven venga ga mi viejo? La quiero tan tanto to que cuan cuando do después después de unas horas vuelv elvo o a mi mirarle rarle la ccara ara,, y de pro pron nto me acu acuerd erdo, o, y ella espera, me domina una sorpresa que sólo con disciplina eviita h ev hace acerse rse flacci flaccidez. dez. Le toqu toqué é los d dedo edos. s. Ella ech echó ó la cabeza cab eza atrás y el ttu umulto multo de pe pelo lo anaranj anaranjad ado o se desmenu de smenuzzó en el crepúscu crepúsculo lo d de e la ventana. ventana. (N (No o es pelirroja, no exactamente: los rizos nacen castaños, se oscurecen más adelante y desde una línea de combate atrincherad atrinch erada a o caó caótica tica empi empiez ezan an a vvolv olverse erse hebras brillllan bri antes tes de dell color de la ba bau uxita.) Vi Vigi gilan lantes, tes, an anch chos, os, los ojos de jerez y la boca densa, el labi labio o de ab abajo ajo gru grueso eso,, adelan ade lantado, tado, el de arri arriba ba ssev evero, ero, gu guardab ardaban an estratos de di versa div ersass ju juvvent entu ude des, s, tod todas as tersa tersass e en n el in i nten tento to d de ea an nular los años y el agravio. No le sonreían las comisuras sino el mentón, ment ón, llos os redondos redondos pó pómu mulos los transpa transparent rentes; es; y u un n ttiic q qu ue sin si n mostrarse iba iba d del el pu puent ente e alto de la n nari arizz a la base base d de e las mejillas mejillas tran transpo sportaba rtaba po porr la la piel pi el blan blanda dass catego categorí rías as de dell desaca des acato. to. Sacudí la cab cabez eza. a. —¿Vamos —¿V amos un rato a la play playa? a? —La play playa a si sigue gue sin ser m mii gran cap capricho. richo. Dale, Li Lin no, contestame. —Voss sa —Vo sabés bés qu que e no me puede molestar. N No o lo co con noz ozco, co, y supongo qu que se serán rán u un nos d díías nomá omás. s. Si algo esto estoyy, es contento. Es tu padre, ¿no? –lo había dicho sin hipocresía, aunque aun que tamb tambiién si sin n ffanati anatismo. smo. Y si sin n embargo embargo no tení tenía a la menor men or iide dea a de lo qu que e ella iin nten tentaba taba p pedi edirme–. rme–. La que n no o se muere de alegría alegría ssos os vos.
Se en encogi cogió ó de hombros. Por deba debajo jo del algodón n negro egro del vesti vestido do yo le adi adivvinaba el torso largo, iin nten tenso, so, curio cu riosament samente e más grande de lo que su suge gerí ría a la rop ropa. a. —Puede —Pu ede ser –di –dijo jo tocán tocándose dose los aros–. Es Es.. En fin, ahora me voy voy a co comprar. mprar. ¿Va ¿Vamos? mos? Dije que no, y se fue sola avisando que volvería en una hora. Después de la tercera cerveza la mente se me llenó de cortinados cortinados q qu ue de debí bí apartar apartar con traba trabajo jo para q qu ue el drama de de la ccafeterí afetería a se impu mpusi siera. era. Bajo Bajo un una a ssopo oporí rífera fera esponj esp onja a la música de Fulv Fulvio, sei emotiva Maribel / come come un friz frizzante pi piamontesco amontesco / com come e un romanzo di Galdós, Galdós,
los camareros engominados elu eludí dían an raci racimos mos de muchachas rubias, plomizas, tostadas, tímidas o sedici sedi ciosas. osas. Humos Humos de pi pimient miento o frito se alzaban alzaban detrás de la barra. Al lado de de mi mesa un indiv di viduo can canoso oso con guayabera y medallones enarboló una croqueta a mi salud. Consi onsideré deré la hu huida da.. Pero ent entonces, onces, como si e en n el pergamin pergami no de olores h hu ubiera bi era asomado otra otra co cosa, sa, declaraci dec laración ón remota o cri criptograma, ptograma, su suced cediió lo qu que e dur durant ante e todo el dí día a yo h hab abíía e estad stado oe espe sperando. rando. E En n una ta tan nge gen nte del griterío, ayudado quizás por una chica descalza que meditaba, medi taba, el tiempo acei aceitoso de melodí melodías as hiz hizo o crac y se rasgó.. Si rasgó Sin n moverme moverme de la mesa me d desli eslicé cé po porr lla a fisu fisura. ra. Pensé: Estoy esperando esperando a Cl Clarisa, arisa, esto se termi termina na enseguida. Me saqu saqué é los len lentes tes pa para ra vver er pe peor, or, me froté los ojos para nublarlos. Hubo un trasvase de caudales, o bien la gen gente se ext extrav raviió e en n un barran barranco co.. Y Yo o fa fabri bricab caba a un silencio. Me hice punto. Me borré. En veinte minutos, tal vez men menos os,, ap apare arecerí cería a Clarisa larisa,, el Ope Opell n nos os llevarí llevaría a fuera
del Recin Recinto, alrede alrededor dor de la casa estarí estaría a el campo empedern emped erniido y las luces luces al margen de la noche; sobre la cama hab abrí ría a un techo si sin n nad ada a má máss q qu ue vig vigas as y, entre entre las sábanas, nosotros apretados. Al día siguiente volveríamos al Recinto, a trabajar solamente, y lo mismo al otro; de vez en cuando cuando C Clarisa larisa se e escap scaparí aría a a las mon montañ tañas as d de e la inercia, ercia, pe pero ro me ba bastarí staría a no iin nvesti estigar gar p para ara recuperarla. Habría Habrí a si sido do un una a lásti lástima ma que lla a vi visi sita ta de Lotari Lotario o Wald estropease el conjunto. Volví a ponerme los lentes. Clarisa habí abía a lleg llegado ado con u un nos grav gravoso ososs p pendie endien ntes d de e jad jade e falso en las orejas y otros, grandes aros de carey, en un sobrecito sobreci to de plást plástiico. C Cu uan ando do term termiinamos de admirarl admirarlos os fuiimos rápi fu rápido do hasta el coch coche. e. Arrib Arr iba a de los bares más alej alejados ados est estaba aba anoch anocheciendo eciendo en toda la g gama ama de dell pú púrpu rpura. ra. Poco de después spués del cartel de ingreso, greso, cu cuando ando el as asfalt falto oe empez mpezab aba a a alejarse d del el rí río, o, sobre sob re la primera d de e las lomas, entre entre llas as ca casonas sonas para ju jubi billados, se recor recortó tó la vvill illa a de Fu Fullvio Si Sillvio Campoman Campomanes. es. Intenté tenté no pe pen nsar nada. nada. C Clari larisa sa,, que h hab abíía q qu ueri erido do manejar, man ejar, apretab apretaba a el acelerador acelerador ccon on u un na saña sólo mitigada mitig ada por la artrosis artrosis d del el O Opel. pel. Pasamos el desvío del aeropuerto. Cada medio kilómetr ki lómetro, o, iilu luminados minados por por parti particu culares lares fu fuego egoss fatu fatuos, os, los robotitos destin destinados ados a e en ntibi tibiar ar el alma del vviiajero n nos os saludab salu daban an con sonr sonriisas g geométri eométricas. cas. No son grotesco grotescos, s, sólo un tanto tanto hu hueco ecos. s. So Son n robots, robots, es claro claro;; de un lado el colla, el baturro, el carioca, el charro, el gaucho; del otro las esposa esp osas, s, todos e en ngalan galanad ados os co como mo Ful Fulvvio habí había a di dispuesto spuesto y más resisten resi stentes tes que el granito. E En n el kilómetr ki lómetro o ca catorce, torce,
por el desvío que lleva a nuestra casa, doblamos hacia la balsa. Cruz ruzamos el rí río o en la otra ori orilllla a Clarisa uiso quedarse queda rse un rato. Es el espect espectro, ro, e ell imperioso mperioso espect espectro ro, me dije. Estu Es tuvvo un unos os mi min nutos se sen ntada en el tronco tronco do doblad blado od de e un sauce. sau ce. Miraba el pai paisaje saje oscu oscurecid recido o como q qu uien estu estudi dia a el coefici coe ficien ente te a ambi mbigu guo o de una criatu criatura ra qu que todavía todavía no habla bien. bi en. Se Sen ntí las dos dos manos en el h homb ombro. ro. —¿A —¿ A qué cuerno cuerno vendrá? –p –preg regu untó ccon on la vvoz oz ron ronca ca.. —¿Tu pa padre? dre? —Sí, Lino, mi pa quién vva a a ser. pad dre, qui —No sé. sé. No sé sé.. Si yo tuv tuviera una hija me gustarí gustaría a verla de vez en cuando. Por lo menos cada diez años. —Negador —Negad or más g gran rande de qu que e vvos os no conoz conozco co – –obs obstinada tinada en el río, río, la mi mirada rada se le iba anegando de negrur egrura– a–.. ¿Qu ¿Qué é será? ¿U ¿ Una e especi specie ed de e festejo por la ju jubi bilación? lación? —A lo mejor. En ttodo odo caso es lógi lógico. co. Po Podrí drías as da dart rte e cuen cu enta ta de que es lógi lógico, co, ¿no? ¿Cuán ¿Cuántos tos años tie tien ne? —No —N o me grites. —¿Sese —¿S esen nta y pi pico? co? Y buen bueno, o, deb debe eh hab aberle erle perdi perdido do el el miedo mie doco anmu much chas as co cosas, sas, iin nclu cluso so a a acorda cordarse rse de lo que pas pasó ó con vos. Me retiró las man manos os d del el h hombro. ombro. —Conm —C onmiigo nu nun nca p pasó asó nada ada.. Eso e ess lo qu que e pa pasó: só: n nad ada. a. Yo esperaba a veces que estuviera encerrado en un ropero, rope ro, espi espián ándo dome, me, y dejab dejaba a de hace acerr cu cualqu alquiier cosa y de repen repente, zzas, as, a abrí bría. a. Pero Pero no habí había a nadi nadie e escon escondi dido do.. No tenemos ten emos nada que arreglar. Debe ser otra cosa cosa.. —¿Qué —¿Qu é otra co cosa? sa?
No contestó. Yo sabía que desde chica Clarisa había invertid ertido o medi meditadas tadas d dosi osiss de e en nergí ergía a en arr arriinconar a Lotario en la inexistencia, acaso con la colaboración de él. Como tribu tributo a la impuni impunidad del escri escritor, tor, puedo eleg elegiir u un na de las pocas pocas memoria memorias, s, qu que e ell ella a me habí había a con confia fiado do y, me parece, pare ce, reco recordé rdé en aquel m moment omento. o. E Ess a así sí:: a los quince quince años, añ os, cuan cuando do iba a fifiestas, estas, C Clarisa larisa se d diivertí ertía a ún úniicament camente e hasta q qu ue se ace acercaba rcaba la h hora ora e en n que pasaba pasaban n a bu buscarla. Porque Porqu ee ell en encargado cargado de pasar e era ra Lotario Lotario,, n no o la madre, y a ella le daba vergüenza ese hombre inexpresivo, pusi pu silán lániime, ent enten endi dido do en cortesía cortesía pero no en con convversaci ersación ón ni en bu buen enos os nudos de corbata. corbata. Y como p por or es eso oe evvitaba llevar llevar en co coch che e a las a ami miga gas, s, po porr lo ge gen nera erall vvolv olvíían llos os d dos os solos. Pero entonces era peor: al fin comprendía que no era la irru i rrupci pción ón de u un n padre padre iin ncompe competen tente te lo qu que e la iirritaba rritaba,, sin si no los silen silenci cios os terribles que se hacían acían en entr tre e la neu eutr tralida alidad d de Lotario y la rabia de e elllla. a. Lotario era próspero, prósp ero, si sin n embargo: embargo: ten teníía un una a fábri fábrica ca d de e plásti plásticos cos e en n algún algú n luga lugarr a ci cien en kilómetros de la famili familia, a, cl claro, aro, para para pode po derr viajar iajar y esfum umar ars se a gus ustto, hab habíía d diich cho oC Clarisa larisa,, no po por qu e loa amara e ell adulter adulteri iote sino porq asídecir, nadienada, llo o llreconocer oblirique obl gaba que no tenía nía porque nadaue que menos que que una bolsa de papel papel sin pan, sin migas, mi gas, sin pape pa pel l ; y si algo e empeo mpeoraba raba ssu us si silen lenci cios, os, no no era la
avarici avari cia. a. A Raqu Raquel el Ostr Ostrech ech de Wald, iin nsu sustitu stituiible secretari sec retaria a de un jju uez ez,, algun alguna a vez has asta ta d de e un mi min nistro d de e Justici Ju sticia, a, lla a acosab acosaban an demasi demasiados ados lib libros, ros, demasi demasiadas adas cenas para que pudi pudiera era entu entusi siasmarse asmarse con con el matri matriarcad arcado. o. Y sin embargo había sido ella la que más tarde, durante
toda la au ausencia de C Clarisa larisa,, llarga arga ya de más de una década déc ada,, h habí abía a iido do a visi sitarl tarla a un par de vece eces, s, primero a Nueva Canaán, después a Dorrongáustegui, y ella también la que le había había conserv conservad ado o un una a iimag magen en de fami familia lia,, aunque aunque más no no fu fuese ese como iin nspi spirador rador da dato to de a arch rchiivo. Por entonces no me sobraba material, y supongo que no recordé nada más. De los lago lagoss de la iign gnorancia orancia e exxtraj traje e una idea tranquilizadora: un padre venía a reconciliarse con su hija, tal vvez ez a hace hacerse rse e escuch scuchar ar a titiemp empo. o. E Era ra demasiado demasi ado obvi obvio, pero no me equiv equivocaba ocaba.. Acá, en esta mesa, tengo ahora una foto que Lotario nos mandó después des pués de ssu u visi sita ta desde desde un lugar lugar in i nescru escrutable. table. Co Con n camisa cami sa a cuadros y pant pantalón alón de pa pan na, ap aparece arece en u un na ssiilllla a de mimbre mi mbre al costado d de eu un na ca casa sa de ladri ladrillllos; os; lo que que se destaca sobre sobre todo, además de una una si sierra erra eléct eléctrica, rica, es la sonriisa a sonr au utoi toin ndu dulgen lgente te de él: satisfec satisfech ha, di digamos gamos,, y profun profu ndi dizzad ada ap por or a algu lgun na ssombra. ombra. E Ell h hombre, ombre, como como yo yo iba a saber no mucho después de aquella noche, no se parece por por fu fuera era a C Clar lariisa, pero tampoco es lo qu que eC Clar lariisa habí abía a iido do molde moldean ando do con dis distan tanci cia, a, sufici suficiencia encia y m malas alas plastilinas. plasti linas. tambi Ah Ahora oraén qu qulo losbetr tres es dí días as de de so co combu mbustió n están mu muy y atrás, también loe sa sabe ella; y aca acaso hay aya astión ssiido para quedar censado afuera del misterio que Lotario nos mandó la foto, una cosa plana pero elocuente. —¿Ni un poco poco co con nten tenta ta te vva a a poner vverlo? erlo? – –dec deciidí preguntar. —No sé. Creo qu que e se me vva aap pasa asarr en enseg segu uida. Me lo imagi magin no… C Como omo si en entrara trara a algun alguna ap parte arte po porr u un na p pu uerta giratoria gi ratoria y en vez vez de meterse si siguiera guiera dando vvu ueltas.
Hasta gastarse. La poca poca a alegrí legría a se me vva a a pa pasar sar ap apen enas as se le ocurra hablar. —Pero si me di dijiste jiste qu que e casi no h habla. abla. Se lev levant antó ó y fu fue e hasta la orilla. ori lla. Y Yo o ta tambi mbién én ten teníía ra rabi bia, a, much mu cha a más porqu porque los d dos os ssabí abíamos amos q qu ué me p preocupaba reocupaba:: que qu eL Lotari otario o vviiniese armado de un vent entiilador emoci emocional onal y alborotase alborot ase la modesta, prot protectora, ectora, pirámide de silen si lenci cios os que era nuestro esta estarr ju jun ntos. V Viiéndola ahí ahí,, osc oscu ura co con ntra el mercurio del río, tuve miedo de que se desmenuzara. Aun Au nqu que em me e acer acerqu qué é con con cu cuid idado, ado, no pu pude de ev evitar itar qu que e me me diera di era un un codaz codazo o en llas as co costillas. stillas. Pero e en nsegu seguida sse e aflojó, y entonces pude acariciarla un poco, y noté que temblaba. —¿Te hi hice mal? —No. No, No, qu qué é raro. Fue como si me tocaras la so sombra. mbra. —¿Y los pendientes? ¿No me vas a contar por qué tanto apuro? —Ah, es qu que fu fue e él –di –dijo sep separándose– arándose– el que n nu unca quiiso qu qu que e me hicieran hici eran aguj agujeros. eros. Decí D ecía aq qu ue e era ra un una a salvajada. Pensé: Una cabeza cabeza humana viene vi ene llenta enta desde el olvido. Atrás, A trás, entre las hay hayas as,y, el a aleteo leteoóde namores lechuz lechuzdel a rí obligó oblig ó al pa paiisaje a cohibi cohibirse rse absorbi absorbió losuru rumores río. o.
Decidi Deci dimos mos ir ir u un n rato al supermercado supermercado Manaos. Manaos. Embob Embobado ado por el el zzu umbi mbido do d del el motor de la balsa, me puse a o obse bserv rvar ar las trop tropelí elías as d del el láser en el fondo fondo del ci cielo. elo. Sob Sobre re el tapicito lila que de noche impone a las constelaciones más confiiad conf adas, as, h habí abía ae escri scrito to JUZ JUZGAN GAN AL VI VIOLAD OLADOR OR DEL PRESIIDE PRES DENT NTE ED DE E IIRAK, RAK, para d desp espu ués reg regode odearse arse en llos os dibuj di bujos os de un grupo de de íído dolos los d de e la ccanci anción, ón, Ev Evely elyn n Van Vanelli
y Campoman ampomanes en entr tre eo otr tros. os. C Clarisa larisa mirab miraba a los ju jun ncos como si fu fuese esen n lanz lanzas de hierro. —¿Te fijaste qu que d desd esde e hace d dos os d díías no se ve a Ful Fulvvio en di direct recto? o? – –di dije je por fifin–. Algo deb debe e haberle haberle pasad pasado. o. La balsa chocó chocó su suav avemen emente te cont contra ra las go gomas mas de dell embarcadero. embarca dero. C Cu uando apagué apagué el motor, Claris Clarisa a ya ya habí había a saltado. —Tenés cada fantasía, Lino –dijo sin volverse. Entre Ent re los rie riesgo sgoss que Clari Clarisa sa se atrev atrevíía a a asu sumir mir po por r enton en tonces ces no figu figuraba la ext extiinci ción ón de Ful Fulvvio Si S ilv lviio Campoman ampomanes, n no o po porqu rque e el esp espaci acio o que fu fuese ese a quedar libre lib re pu pudi diera era asu asustarl starla, a, si sin no po porqu rque e dudaba de qu que de detr trás ás o debajo debajo d de eF Fu ulv lviio se ocul ocultase tase un esp espaci acio; o; y como p para ara ella la la clau claustrofobi strofobia ae era ra algo más q qu ue u un na iin nci cide den nci cia a mental, preferí mental, prefería ad desco escon nfia fiarr de las alteraci alteraciones. ones. En Lorelei Lorelei,, decíía, las bamba dec bambalinas linas estaban estaban podrid podridas, as, y las alteraci alteracion ones es apen ape nas p podí odían an dese desemboca mbocarr en u un na tran tranqu quiilid lidad ad más alevosa todavía. Mientras repechábamos la barranca, no obstante, a mí me pareció que en el bar del Manaos había un cónclave de desvelados. La tomé por la cintura para ay—Ve ayu udarla carga cargar r su ireun ncredul creduli idad dad. —Ves, s, aestán todos reuni idos dos. . . —No me empujes. Si estás apurado anda vos. Yo tengo mi ritm ritmo. o. Hacerle caso no me benefició. benefici ó. Un po poco co más a adelant delante, e, entre en tre corrales y casa casass di dispe spersas, rsas, el su supermercad permercado o dormí dormía a su ensueñ ensueño od de e verdu verduras ras ccongelad ongeladas. as. E En n el bar, bar, qu que ee ell tailorista tai lorista Schu Schumajer majer man manten teníía abi abierto hasta med mediianoche, anoche, me desilu desi lusi sionó onó el si silen lenci cio o letárgico, letárgico, vvaga agamen mente te
hosp ospiitalario talario,, aun aunque que mu muyy fastidi fastidiado por la pe pelílícu cula la de ratones mutantes que los chicos, Begonia, su hermanito Bombo, el rubio Ralph y las mellizas de Schumajer miraban mirab an en la pa pan ntall talla. a. E Eran ran los h hiijos de nuestros a amig migos, os, siempre atónitos ante el mundo de desenlaces precisos que qu e les ofrecía ofrecía la tele, y nuestros a amig migos os los ac acompañaban ompañaban desde variad ariadas as regi region ones es de dell desah desahu ucio. cio. Cobi Cobijado en lla a cervez cerv eza, a, T Tris ristán tán atajaba du dulcemen lcemente te la iimpaci mpaciencia encia de su mujer mu jer Sagra Sagrario rio.. Estaba D Dora, ora, camarera del del h hotel otel Perón, una e exx sin sindi dicali calista sta de pi piel el reluci relucien ente te y tr tremendas emendas ca cadera deras. s. Estaba Es taban n Flora y Rory La Lavverty erty,, flflaco acos, s, vveg egeta etaririanos, anos, iin nclu cluso so astutos, él melenudo y ella leve, mimetizados en la visión de un mundo de cetáceos libres, de energías naturales en torno torn od de ea algú lgún n nego egoci cito to rendi rendido dor. r. Estaban todos los q qu ue podían podí an estar y no les pe perdo rdon né q qu ue no h hu ubi bieran eran presentid presentido o nad ada. a. Pedí edí un w wh hisk skyy. —La noche se muev mueve e –di –dije. je. —¿En —¿E n qu qué é sent sentiido do? ? –pregun –preguntó tó F Flora lora L Lav averty erty.. —Qu —Q uiere de decir cir q qu ue e está stá esperan esperando do acontecimientos… – dijo di jo Tris Tristán tán.. En vvez ez de mi mirarl rarla a a Flora me mirab miraba a a mí mí,, y con un uncontrolado. a so son nris risa an no oHoy de dellmismo ttod odo o co compasi va–. S Sabé abés, s, Li Lin no, te tengo tempasiv he visto. —¿Dónde? —¿Qué más da? –la nariz larga y fina husmeó el aire como una p plu luma ma místi mística– ca–.. El ca caso so e ess que te se seguí guí.. —Lo seguimos seguimos –di –dijjo S Sagrar agrario io.. —El Recin Reci nto te co con ntrae, Lin Lino – –completó completó Tr Triistán. stán. —Como —C omo si te saca sacaran ran des desn nudo a pase pasear ar po por… r… u un na nu nube be de lejía. lejía. Pe Pero ro fífíjate jate lo qu que e te di digo, go, aca acabará baráss por por descubrir
algo. Es una p algo. pena ena que no ten tenga gass ningu ningun na fe fe.. Ror Lav Laver ertt bar bara a ó en enosa osam ment ente su cas casttel elllano. ano. —¿Qué acontecimientos hablas? —No —N o le hagas caso –C –Clar lariisa, qu que ea acabab cababa ad de ee en ntr trar, ar, se estaba estab ae empeñan mpeñando do en birlarme el vvaso aso de whi whisky sky–. –. Se pien pi ensa sa q qu ue titien enen en secu secuestrado estrado a F Fu ulv lviio, o qu que le d diio un ataque ataqu e de algo. —Pues sería sería d de e lo más iin nteresante, teresante, oy oye e– –di dijo jo Dora, Dora, y como si siempre empre la vvoz oz títími mida da y gruesa nos co con nsoló soló.. Era un una a voz qu que ee en n seis sei s años de cárcel n no o habí había ap ped ediido apo apoyyo a all rencor ni a la impaciencia; una voz segura, si me ex explico– plico–.. Pero Pe ro n no o creo que sea ci cierto, erto, porque en el hotel hotel se hu hubi biera era comentado. —¿Y a ti te pa parece rece q qu ue si hubi biese ese un descalabro descalabro lo anunciarían? –dijo Tristán, y me puso en el hombro una mano man o pe pesad sada, a, su sudoros dorosa a de contención–. contención–. Este h hombre… ombre… ve más lejos. —Di lo qu que e vves es –pi –pidi dió ó Flora. —No puede puede –di –dijo jo T Tris ristán tán–. –. Y si pudie pudiera ra de deci cirlrlo, o, no no lo usaría para hacer dinero. —Hacete hervi irqui –di –dije je yyo–. o–.pas L Lo oeo qu qude está stámañ claro es qu que e Ful Fulv vio n no o di dio oherv n nii si siqu iera el paseo deee la mañana. ana. —Ah —A h, ¿d ¿de e veras? –Rory La Lavverty hací acía a vertig vertigiinos osos os cálculos. —Pues —Pu es eso eso… … —Da lo mismo –di –dijo jo Clarisa– Clarisa–.. N No o habí había a caras asustad asust adas. as. No h habí abía a la men menor or iin nqu quiietu etud. d. Nadi Nadie ed dejó ejó d de e iirr a la playa. Los comercios venden. Y si pasara algo, sí que lo anun anu nci ciarí arían an por los a altav ltavoc oces es.. Esta ge gen nte no son
estrategas. estratega s. S Son on cí cín nico cos. s. ¿O ustede ustedess no se aviv avivan an n nu unca ca? ? Tris ristán tán mov moviió la ca cabeza beza como iin ntimándome a esperar esperar u un n tiemp tiempo o y la n noc och he no trajo más re reco compe mpen nsas que u un na partida o dos dos de d dados. ados. Eso hací acíamos amos para ap apaci acigu guarn arnos os cuan cu ando do algú algún n in indi dici cio o sugerí sugería aq qu ue e ell espe espeso so rev revoque oque d de e Lorelei Lore lei e empez mpezaba aba a resq resqu ueb ebrajarse. rajarse. Porque, si tení teníamos amos un plan, no no co con nstab staba ad de ea acci cciones ones ni d denu enun ncias ci as ni propagan propaga nda, si sin no d de e la esmerada d destr estrez eza a de esperar. Sabí Sa bíamos amos que no no po porr impugn impugnar ar la rrea ealida lidad d de algo se anu an ula la fel feliici cidad dad qu que eao otro tro lle ep produ roduce ce en enigmáti gmáticament camente; e; pero tambi también én sabí sabíamos amos qu que, e, po porr ví vías di disi simu muladas, ladas, noso osotros tros du durarí raríamos amos más qu que e la feli felici cida dad dq qu ue L Lorelei orelei podía sintetizar. Al dí día a sig sigu uie ien nte Clar Clarisa isa y yo ffu uimos a la O Oficin ficina a de Circu rculaci lación. ón. Era o obli bliga gatorio torio notifi notificar car qu que e po porr u un nos dí días as hab abrí ría a un visi sitant tante ee en n casa: casa: p paí aíss de de o oririge gen n, n nomb ombre re y apellido, parentesco, expectativas, necesidades, tende ten den nci cias as personal personales, es, señas fífísi sicas, cas, edad edad,, observaciones, la chancha y los veinte. La Oficina de Circu rculaci lación ón era, es, un gran cu cubo bo de cris cristales tales tu turqu rquesa esa claro. Está a de quini quinpasill ient entos os del el aeropu ae erto. de Den Dela ntro, tro, en u n diagrama diagrama pasi llos osmetros y of ofiici cin nd itas, elropuerto. imperio normativa se extiende como un cerebro de cuarzo salpicado salpica do d de e plan plantas tas tr tropi opicales. cales. El qu que e ejerce de comisario general es un ex productor discográfico, sensible sensib le tart tartu ufo si siempre empre encorbatad encorbatado, o, de n nombre ombre Gai Gaitán tán Reyn Rey nosa osa;; lla a agrega agregada da o secretari secretaria ae ess u un na morena baji bajita, ta, ju jugosa, perspicaz perspicaz,, mu muyy fumador madora a y mu muyy ambivalen ambivalente: te: Joy Joya a Denoe enoel.l. Nos recibi recibió ó ell ella, a, sent sentada ada en u un n sill sillón ón giratorio giratorio que
le permitía dividirse entre nuestro esgunfio y los datos que iba ingresando en el ordenador. —Estoy obligada a felicitarla, señorita Wald –comentó con un una voz de si siroco roco–. –. No tod todos os los d díías un reside resi den nte recibe reci be un famili familiar ar cercano. —Le podés podés decir deci r a Rey Reyn nosa qu que e no se preocu preocupe pe p por or investigar –dijo Clarisa. Detesta a Joya, entre otras cosas, porque po rque n no o nos tu tutea tea y porque porque a mí me trata con may mayor, or, digamos, di gamos, protocolo. protocolo. —No la comprendo. De cierto ci erto pa parlrlant ante eo ocu cultlto oe en ntre llas as fresi fresias as d de e un una a mace maceta ta brotó, o estaba estaba brotando siempre, si empre, u un na can canci ción ón camufl camuflada ada:: …no me gusta el hombre solo solo / ni lla a mujer mujer re rencorosa ncorosa;; / no trueco trueco e ell amor por piedades, / ni la l a lley ey de la piel pi el por eso / que que algunos llllaman aman moral moral.
—El padre de de C Clar lariisa es un simpl simple e comerci comercian ante te – intervi tervine– e–.. Un homb ombre re tra tran nquilo, prudent prudente, e, d diistraí straído do inclu cluso, so, que qu ep para ara colmo acaba de ju jubi bilar larse. se. —No alcanz alcanzo o a ver a adó dón nde ap apu untan usted ustedes es,, señor Borusso. Por lo demás, preferiría que el diálogo se limitara a Po nosotras dos. Por r mu much cho oq qu ue C Clarisa larisa me cele, el ent entrip ripado ado que mantengo con esta mujercita viene de lejísimos. Cuando hace unos cuatro años llegué a Lorelei, no pasaron los días dí as reglamen reglamentario tarioss de acli aclimataci matación ón an antes tes de que u un n mensajero men sajero embut embutiido en u un n ttraje raje asépti aséptico co me trajera a all h hotel otel un papelito donde me urgían a comparecer en la Oficina de Ci C ircu rculaci lación. ón. Despu espués d de e co con nsag sagrar rar cu cuarent arenta a se segu gun ndos a la bien bi envven eniida, la croca crocan nte agreg agregada ada Joy Joya aD Den enoe oell m me e
explicó expli có que era costu costumbre mbre del C Consejo onsejo Aseso Asesorr su supli plicar car a todo reci recién llega llegado do q qu ue reda redactara ctara u un na b brev reve e fifich cha a a modo de retrato person personal. Au Aun nque el esti estilo lo y el corte d del el documento quedaban librados al juicio del interesado, dijo, su obli obligac gaciión era prev preven eniirme qu que e la fifich cha a se cotejarí cotejaría a co con n las ya ya env enviiada adass por los respe respectivos ctivos De Departament partamentos os de Residencia Resi dencia de varias ci ciu udad dades es do don nde yyo oh habí abía a vviivido. Hidratado por los efect efectos os de esa esa mirada de café con leche, volví a la pensión y escribí un papel que todavía tengo ten go a mano. Di Dice ce así así:: Ad A delino lino Borusso Privo ivodic. Intenta paliar el daño que le hicieron
los padres haciéndose llamar Lino, a secas. De ellos, los padres, sabe que el hombre era calabrés y la mujer friulana, y que sólo compartían un idioma melodioso y artificialmente
homogéneo dado a luz familiar, por un poeta siglo también trece. Incluido en este marco dentrotoscano del cualdel crecía una hermana, de pequeño se trasladó a Maldonado, en la costa sudamericana del Atlántico, y más tarde a Bahía Blanca, balcón de la Patagonia. Lo más relevante de su etapa formativa fue el paso por un colegio de los llamados industriales, de donde se alzó con la nostalgia de las letras y unos cuantos saberes prácticos (sabe, por ejemplo, levantar un muro a plomada del abueloo materno embaldosar en Etiopía un cuarto durante de baño). una guerra La feamundial, experiencia conocida por cíclicos relatos, lo moldeó para siempre en el odio a las historias de soldados; su experiencia propia en el militarismo antropófago lo persuadió de abandonar el hogar, porque además se negaba a suceder al padre en un pegajoso asiento de chofer de taxi. Fue albañil en Valparaíso y vendedor de heladeras en Caracas. A partir de los veinticinco años el descubrimiento de la poesía lo salvó paulatinamente de hacerse puré contra un farallón de angustia. De esa época datan las últimas cartas de su madre, profusas en acusaciones y
amenazas. (Ella murió poco más tarde; el padre casi ense uid ida a la hermana des ués d de e casa casarrse se hizo anónim ima a
en Sidney.) Se apropió de la tristeza teológica de César Vallejo y de las ardientes herejías de William Blake y, obtusamente, volvió a cruzar el Atlántico. Fue camionero clandestino en las Azo A zorres. C Cu uando en Oporto colu colum mbró que nece cesita sitab ba un empleo leo con casa, se puso a estudiar electricidad y matemática, rindió exámenes y obtuvo un título de guardafaros. Trabajó de farero en Tánger, Rapallo, Santorini y San Feliú de Guixols. Aunque cambiaba diligencia Philips de 2.000 y conocía el con humor del marlas porbombillas las arrugas, se negaba 1)vatios a inscribirse en el Registro de Indefinidos Sociales; 2) a cumplir seis meses de servicio militar simbólico en Malta con las columnas mediterráneas de la OTAN; 3) a hacer declaración de renta en beneficio del Ministerio Mediterráneo de Hacienda; 4) a pagar los plazos de un crédito a las galerías Laffayette, de Lyon. A punto de ser injustamente acusado de fraude ante cierto tribunal,estaría coligió dispuesta que Lorelei, ámbitosu deindisciplina anchísima en un permisividad, a cobijar contrato de residencia irrevocable por doce años. Ergo, helo aquí. Cuenta treinta y tres años. Mide 1,86 m. Se corta mal el pelo negro y los ojos claros le bizquean un poco, aunque los lentes disimulan el efecto. Ha declarado en aduanas, además de la ropa: una máquina de escribir Parkinson portátil; un radiomagnetófono Mercurio, portátil también, acompañado de varios poesía.casetes de música negra; un conjunto de libros de
Dejé el sobre en el buzón de la Oficina y al día siguiente me citaron ci taron de nuevo. evo. Es Esgri grimie mien ndo la h hoja oja e en ntr tre ed dos os dediitos como si fu ded fuera era un un langos langostino tino pod podrid rido, o, Joy Joya aD Den enoel oel me miró con con los ojos entorn entornado ados. s. Di Dijo jo qu que e si bi bien en el la n idea idea de e Lorelei erae la ttocasen olerancia cia, a su jefe jtemperamento efe Gaitán aitán Reyn ey de nosa no o lle ed agr agradaba adaba qu que le le toleran ocasen el, cu cul lo. El ex exabrupto n no o me sobresa sobresaltltó: ó: de desde sde el pri primer mer dí día a habí había a
estado estad o iimplí mplíci cito to en la mu mulllliida b boca oca de JJoy oya. a. Más tarde
Reynosa, en su despacho oval bañado por sedantes luces azulada azu ladas, s, me co con nvidó con pur puros os y Calvad alvados os no ssiin antes antes advertiir qu advert que, e, iin nde definido finido soci social al como yo h habí abía a llegad llegado, o, más me valía no enervar la clara hospitalidad de Lorelei. Yo sabía que expulsarme era una medida que les menoscabaría la fama de benévolos, pero también quería vivir fu fuera era de dell R Rec eciinto. Hic Hice e un una a fificha cha n nu ueva, qu que e no co copi pio o para no afear la anterior pieza literaria. Creo qu que e he demostr demostrado ado lo irr irriisorios sorios que eran los celos de Clarisa. larisa. Po Porr u un n momento momento tu tuvve la impresi mpresión ón de q qu ue ell ella a también tambi én se es estaba taba co con nven enci ciendo. endo. Me Me mi miró ró de reo reojo, jo, m miiró los desmesu desmesurado radoss tacos de los zap zapatos atos de Joy Joya ay golpeteó e golpeteó ell mostr mostrado adorr con el íín ndice. di ce. Fu Fumar, como en todos los lugares lugares p pú úblicos de Lorelei, estaba pen penado ado con 150 dólares de multa. Clarisa suspiró: —Lo qu que es estoy toy di dici cien endo do,, Joy Joya, a, es que podé podéss ah ahorrarte orrarte el trabajo de pedir informes. Mi padre es más inofensivo que un oso de pe pelu luche. che. amor Dios, Di señorita orita do Wald. ¿Debo oano? ser yyo on qu—Por qui ien lle e el rec recu uerdedeque estáseñ hablando hablan de u¿Deb n anci anciano? En E cuan cu anto to a noso osotr tros, os, no se moleste; e ell tr traba abajo jo más p pesa esado do lo hace el orde orden nad ador. or. Aq Aqu uí tie tien nen u ustedes stedes el pe permiso rmiso.. Volvimos a casa al mediodía, con casi dos horas blancas blan cas por d delan elante te ant antes es d de e iirr al yyu ugo. A Au unque Clari Clarisa sa se se desplomó des plomó en lla a ca cama, ma, al acercarme vvii que llas as p peca ecass le titilaban como fósforos. —Cómo —C ómo me g gu ustarí staría aq qu ue me ley leyeras eras a algo lgo –d –diijo.
No suele hacer falta q qu ue me ruegue. Esta Esta vez, vez, supongamos,, eleg supongamos elegíí un poema poema d de eP Poun ound, d, un po poema ema jov joviial que dice Vamos, cantos míos, expresemos nuestras más bajas pasiones, / expr bajas expresemos esemos nuestra nuestra envidi envidia a por el hombre con empleo permanente y ninguna preocupación porr el fut po utur uro. o. Es corto, corto, pero a an ntes de q qu ue terminara Clari Clarisa sa
se había había do dormido rmido sonr sonriiendo. Era el 24 de de abril. abril. Dos dí días as despu después és Lo Lotar tariio Wald llllegó egó a Lorelei Lore lei y la realid realidad ad e empez mpezó óad deshacerse eshacerse en un una ci cieg ega, a, pujan pu jante te mu much chedumbre edumbre de pi piedri edritas. tas.
UNO
El 26 a la mañan mañana a no encont encontramos ramos a Lo Lotario tario en el aeropu aero puerto. erto. Era ci cierto erto que habí habíamos amos llegad llegado o más d de e quiince mi qu min nutos tarde, pero también también era ci cierto erto qu que e el Concorde oncorde de A Aerosur erosur se h habí abía a ad adelan elantado tado med mediia h hora ora y que, no no o obs bstan tante, te, el hall pav paviment mentad ado od de e má mármol rmol seg segu uía lleno de humildes, legañosos guatemaltecos, extremeños, venezolanos, occitanos, tailandeses e incluso yugoslavos que qu ee en n procesi procesiones ones eléctricas eléctricas empuj empujab aban an su suss ba bagayos gayos detrás de de los guí guías as ofi ofici ciales. ales. Se di difu fun ndí día a un olor a ccasp aspa, a, a toallitas hi higiénica gi énicas, s, a pata y a picant pi cante. e. De las caras yyo o ya ya conocía conocí a la expresión expresión lu luminosa minosa pe pero ro e en ntu tumeci mecida da:: n nadi adie, e, creo qlebridades ue lo d diije a, n nadi adie e en n el mun mute ndo salv salvo med medi io mi millllar ar de celebridad cequ esyya, sabe exactamen exeactamente dónde dón deoe está stá Lorelei. Como era era ella la qu que e se hab abíía d demorad emorado o fren frente te al espejo, esp ejo, Clari Clarisa sa no pod podíía a acu cusarme sarme y se frotaba desagradablemente la nariz. Poco a poco la vi perderse entre en tre llos os quio quioscos; scos; de dell m mostrado ostradorr de alqu alquiiler de coches, entre ent re a azzafata afatass o ojerosa jerosas, s, cru cruzzó haci hacia a la ven ventanilla tanilla de informacion formaciones; a medi medio o ca camino mino el ex exorbi orbitan tante te mu mural ral qu que e hab abíía a all fon fondo do,, u un na muscu musculosa losa visi sión ón del trabajo trabajo en el
Cuzco p precolombi recolombin no, la arreb arrebató ató en en un intercambi tercambio od de e partículas doradas. Yo fui para la aduana, bordeé el ves estítíbul bulo od de eA Arrib rribos os y desp despu ués de de hu husmea smearr en lla a ca cafeterí fetería a descu des cubrí brí una mampa mampara ra de desde sde donde se veía eía la pi pista de aterrizaje. Exhaustos bajo el cielo orgulloso, los aviones dormían dormí an al calor de su propio propi o b brillo rillo co como mo monu monumen mentos tos d de e un imperi mperio o de insectos. Un pu puñ ñado de o opera perario rioss estaba fumigando un Boeing de Lufthansa. Algo quería sorberme la memoria, memoria, de modo que apoyé lla a frente frente en el vviidri drio o pa para ra que qu e la frescura frescura me sob sobresaltara. resaltara. Era importante mportante n no o desordenar los elementos más cercanos. Con sigilo, entonces, ent onces, d des esandu anduvve el cami camin no hasta el hall. Clari Clarisa sa volví olvía de su exped expediici ción ón con los brazos cru cruzzad ados. os. —Y encima cas casii te perdé perdéss vos vos –d –diijo. Nadi e ssab Nadie abíía nada nada,, n nii en IIn nformaciones formaci ones ni e en n Tránsito ni en Aerosur, y ella empezaba a sospechar que el viejo le habí abía a reg regalado alado su ob obra ra más mad madu ura de aut autosupresi osupresión. ón. Como Co mo a e escobaz scobazos, os, sú súbi bitos tos boletos atmosféricos, atmosféricos, produ prod uctos d de e la llamad llamada ae escu scuela ela C Campo ampoman manes es (mu (much cho o amor razonado, razonado, n niingún reproche, ig igu ualdad de los se sexxos en la melancolíde melancolía, a, el frenesí frenesí, , la di dignid ad,,de el estacionamiento. iimpul mpulso) so) nos empujaron nuevo hasta lagnidad playa —Si lo qu que e tu tuvvo e ese se a alcorn lcornoq oqu ue fu fue e mi miedo edo de decepci decep cion onarme arme –di –dijo jo Clarisa en entr tre e los ron ronqu quid idos os del del Opel–, metió meti ó la pata pata un mont montón. ón. N No op pod odíía q qu ued edar ar mal, porque po rque yyo o nu nun nca le hubi hubiera era tomad tomado oe exxame amen n. —No —N o te creo –di –dije. je. —Es verdad erdad.. N No oe estoy stoy aco acostu stumbrada mbrada.. El que man mandab daba a era él. él. N No o hablaba nunca, pero pero en el fon fondo do dirig di rigíía la o obra bra y
yo me la pasab pasaba a haciendo pruebas pruebas para todos los papeles. pape les. No sé por qué. De estú estúpi pida da qu que era. Se tocaba los gran grande dess aros d de e ca carey rey haci aciendo endo fu fuerz erza a por no sacárselos. sacárselos. E Era ra todo insufriblement sufriblemente e tri triste. ste. R Rogué ogué que qu e a la tar tarde de llllegara egara otr otro oa avvión ón,, que que L Lotario otario apareci apareciera era de golpe en el cami camin no, n no o tant tanto op para ara rei reivvindicarse di carse como como para que a Clari C larisa sa le de dejara jara de de te temblar mblar la mandí mandíbul bula. a. Y no p pu ude rogarr n roga nada ada más. El Opel su subi bió ó a la balsa con u un n chi chirrido de caucho, caucho, po porr el otro mu muelle elle bajó al cami camin no de de titierra erra e en ntr tre e campesi campe sin nas con cestas, de dejó jó atrás e ell en enci cin nar y fu fue ea plantarse frente a nues nuestro tro jardí jardín n con con un bufido bufido q qu ue a apa pagó gó el motor. Ent Entonces, onces, au auxxilia liado do p por or el si silen lenci cio, o, a la sombra del del porche porch e se d definió efinió el perfil de Lo Lotar tariio Wald. Estaba Estab a se sen ntado e en n el primer primer escalón, los pies pi es e en n la gramilla, gramill a, dos b bandas andas de p piiel blan blanca ca ent entre re las botamangas y los calcetin calceti nes, los co codos dos sob sobre re los mu muslos, slos, la cab cabez eza a entre en tre las man manos. os. Pe Peiinado con ffiijador, el tr traje aje ce celeste leste como papell sobre la impaci pape impacien enci cia, a, parecía parecía in i nter tercambi cambiar ar impresi mpresiones ones de viaje co con n la valija valija negra qu que e tení tenía a a dos metros. Al oír oír llas as pi pisad sadas as g giiró la cabe cabezza y un soplo soplo de ririsa sa rú—¿Pe rústica stica leroh hiiqu nch chó el l ste? pecho. Clarisa sasacándose se echó a co correr. —¿Pero qué éóh hiie ci ciste? –leClari gritó, sacán dose el rrer. pelo de la cara–. Sos increí creíble. ble. ¿De dónde dónde caes? Lotario Lotar io parpadeó. —Y, yo qué sé. Como no los encontraba vine con una lanch lan cha a– –se se le h habí abía a embobad embobado o la sonr sonriisa. No p podí odía a ni levant lev antarse arse y la voz, voz, rronca, onca, títími mida da,, se fifiltr ltrab aba a entre entre g golpe olpess de sangre–. Una Una señorita muy amable me notó medi medio o deso de soririentado entado y me hizo hizo un plano para para llega llegar. r. Ju Justo sto sa salílía a
una lancha… Acá las lanchas son muy rápidas, ¿no? Y la chica esa, de lo más correcta. Se presentó como agregada de al algo. —¿Joyya es —¿Jo estaba taba e en n el aeropu aeropuerto? —No me dijo di jo el n nombre. ombre. ¿Hi ¿Hice ce mal, h hiija? —No, no no ssé. é. Qu Qué é me impo mporta rta esa enan enana a –len –lentamente tamente Clarisa se se sen ntó en el escalón escalón,, primero primero a un metr metro od de e Lotario, midiéndolo, después tanteando las baldosas que los separa separaban–. ban–. ¡Ay ¡Ay,, vviiejo! Hace un rato te hu hubi biera era estrangulado. Porqu Po rque e no d debí ebía a recordar recordar al úl último timo Lotari Lotario oq qu ue habí había a visto sin sino a o otro tro inv invari ariable, able, u un na maqueta de g gestos estos fifijados jados en época épocass d diisti stin ntas, un homb ombre re p pelando elando una ma man nzana u un n mediiod med odíía d de eo otoñ toño, o, un homb ombre re b bu usca scan ndo la llav llave ee en n el bolsillo bolsi llo al vvolv olver er d del el ci cin ne, C Clari larisa sa estu estuvvo un momento podan pod ando do los añ años. os. Pe Pero ro cu cuando ando ace aceptó ptó el abraz abrazo on no oq qu uiso separarse sep ararse ensegu enseguiida. IIn nten tenté té n no op pensar ensar qu que ee esa sa e emoci moción ón crecía crecí a a cont contraman ramano od de e la memori memoria, a, de la zzon ona ad de e memoria memori aq qu ue e ella lla me h hab abíía p prese resen ntado tado.. Se veí eían an manos manos en las las e espa spaldas, ldas, cu cuerpo erposs avi aviniéndose co con n dificul di ficultad. tad. Lo Loss vvii separarse, echar al unísono los hacia como gente gent e que que retrocede al descu descubri brirrtorsos u un na ven ventan tana aatrás, a abi bierta, erta, y desviiar las miradas hacia desv aci a las lomas. —¿Tuviste buen viaje? Tenés cara de cansado. —No, es que estoy más vviiejo –mi –miedo edoso so de tocarla, Lotario se alisó el pelo–. Vos, Clarisa, sos una mujer… Sos un pedazo de mujer. Clarisa le di dio ou un n golpe golpe en el braz brazo; o; era rabi rabia a de verda erdad. d. —Soss u —So un n desastre. desastre. ¿Tan ab abu urrido era e espe sperarn rarnos? os?
—Yo… Mirá, no sé. Yo, hija, no me aburro nunca… Tu marido marid o tod todav avíía no me di dio o la mano. Le acerqu acerqué é el brazo para para a ayyudarlo a lev levant antarse. arse. E Ell cuerpo cu erpo era robust robusto o y lerdo, deslindado deslindado de una añeja añeja delgadez; en realidad, Lotario Wald era un didáctico plano de contrasentidos. Tenía la frente mojada y la camisa seca;; el color de n seca nu uez de los o ojos jos des desiintegrado en islas líquida líquidass y la pi piel el sab sabáti ática ca d de e un rabin rabi no, pe pero ro las ca can nas y el bigote bi gote de de u un n eficaz eficaz actor de rep reparto; arto; lla a bo boca ca si sin ncera y el ceño arisco; arisco; un plex plexo od de ee estib stibado adorr y man manos os d de ea agent gente ed de e segu seg uros. H Hab abrí ría ad debi ebido do usar sombrero de ala, pero llevaba llevaba una cami camisa sa a cuadros co con n todos los boton botones es a abrochados. brochados. Más tarde tarde de descubrí scubrí otras cos cosas as:: tosí tosía a much mucho oa au unque ca casi si no fu fumara. mara. Desde los bordes de la deserci deserción ón se abalanzzaba de g abalan golpe olpe hacia la fu furia ria,, a un una esp especi ecie e de ahín ahí nco que le hinchab hinchaba a la nariz ari z rosada rosada y redonda. redonda. D Dec ecíía caracho y no ca carajo. rajo. Au Aun nque le costaba despeg despegarse arse d de e una si silllla, a, era cap capaz az,, se veí veía, a, de pa pasarse sarse ci cin nco horas b bajo ajo el chasi chasiss de un coche. Estaba lleno lleno de rabi rabia, a, de torpe torpezza, de estupefacc estupefacciión, de intelige teligen nci cia, a, y puede q qu ue fueran fueran llas as erres ligo.eramente ligerament e ga gan naba gos gosas as lo impe impedí día a descu de scubri brirlrlo o al prin pri nci cipi pio. No aparent aparentaba ser unque alcorn alcornoque, oque, n nii u n poco. poc o. Tení enía, a, voy a p plagi lagiar, ar, el ro rostro stro d de e un homb ombre re q qu ue vie vien ne de muy lejos. Clarisa tambi también én se h hab abíía lev levant antado ado.. —Lin —Li no no es mi marido, papá. —Para —Pa ra mí da igu gual al –di –dijo jo Lotari Lotario, o, y me di dio ou un n apretón apretón de mano que hab habrí ría ap pod odiido ab abollar ollar u un na lata de ce cerv rveza–. eza–. Yo Yo lo voy a con consi side derar rar un hijo. Mu Mucho cho gusto, se señ ñor.
—Bienvenido, Lotario. A los hijos no se les dice señor. —Yo —Y o sí, sí, qué vamo vamoss a hacerle acerle – –esp espant antó ó una mo mosca sca y por por un momento momento se q qu uedó perplejo– perplejo–.. Qu Qué raro e ess este si sitio tio.. Muy raro. —Sí,, tiene sus ex —Sí extrav travaga agan nci cias. as. ¿Usted por q qu ué lo d diice? —Porr mu —Po much chas as ccosa osas. s. Ese artefacto… –c –como omo habí había a hundi dido do las ma man nos en los bo bolsi lsillos llos tu tuvve q qu ue b bu usca scarr en lla a comba de dell cie cielo lo lo qu que e la cab cabez eza a se señ ñalaba alaba.. Plan Planea ean ndo sobre el río, las gaviotas invadían a chillidos el vaporoso domin domi nio d de e los patos patos.. U Un n ánsar ánsar se alz alzó óa aletean leteando do en entre tre las espadañas, los penachos temblaron y la humedad se cristaliz cris talizó. ó. Haci Hacia ae ell este dur durab aban an llos os mensajes que el láser habí abía a puesto puesto ju jun nto al so sol:l: LÁNZ LÁNZAS ASE E DESDE ES DE EL EMP EMPIIRE STATE STAT EE EL LC CANCI ANCILL LLER ER DE EE EE.U .UU. U. - EL HAMBRE E ES S UN TUMOR EN EL ORGANISMO DEL PROGRESO. —¿Las —¿L as notici noticias? as? Ya sse e vva a a aco acostu stumbrar. mbrar. Es e ell mu mun ndo, Lotario, las cosas cosas que pasan. —No te te asustes –di –dijo jo Clari Clarisa– sa–.. Sólo cu cubre bre u un n poco poco de cielo. —No, si no me asust asusta a –Lotari –Lotario o me buscó los ojos–. AhTora, Ahora, ¿vos ccrees rees qu que eso repr represen esenta ta elalmu mun ard ardé é¿v unosrato e en n con co netestar, y creo que fifin nnaldo? no di dije je nada ada.. N No oe era ra la clase d de ep pregun regunta ta prev previisi sible ble en un un Lotario Lotario Wald que que vven eníía prov proviisto de d destorn estorniillllado adores res psi psicológi cológicos. cos. Clarisa, por su parte, nunca contestaba las preguntas retóricas, retórica s, y ya sse e habí había a ca can nsad sado od de ee exxhibi birr las orejas engalanadas. Si en la ficha de su padre había un error, o no lo habí abía a advertid dvertido o o le faltab faltaba a un una a te teorí oría aq qu ue le ayuda ayudase se a descri describi birlrlo. o. Aga Agarró rró lla a vvalija, alija, le ten tendi dió ó a Lotari Lotario ou un na man mano o
embebida de sol y ent embebi entró ró a en enseñarl señarle ee ell rin rincón cón qu que e le habí abíamos amos p prepara reparado do en lla a sa sala. la. La casa es un riguroso cuadrado de techo plano dividido en dos po porr u un n tabi tabique co con n puertas. Una Una mi mitad tad la oc ocu upa una sala embaldosada, don donde p pon onemos emos un un biombo bi ombo para para ai aislar slar el catre de las vviisi sitas, tas, y la otra se la rep reparten arten un dormitorio dormitorio,, la cocina y el baño. Por el norte y por el este la rodea una galería angosta con columnas llamativamente bastardas. Aun Au nqu que e tten enemos emos luz, perspect perspectiv iva a y olor a abon abono, o, su sufr frimos imos la tacañería que los constructores dedicaron a las viviendas de residentes. Por ejemplo: desde la sala, desde des de la g galerí alería aoe ell porch porche e y hasta desde desde el jardincito, Clarisa y Lotario Lotari o de debi bieron eron en enterarse terarse de q qu ue yyo oh horn orneab eaba a tarnasco tarn asco con cebollas; m más ás allá del gemi gemido do d de e las canillas y los estertores de de la bomba bomba,, yya a oí oía las p primeras rimeras crepiitaci crep taciones ones d de e un mun mundo íntitimo mo d desd esde e hací hacía a much mucho o destinado a ser leña. Oí toses d de eL Lotari otario, o, vvari arias as vvece ecess en di distint stintos os tonos el nombre d de e Raquel, oí gritos gritos q qu ue llegab llegaban an del bañito, ririsas sas dobles do bles y un portaz portazo; o; C Clari larisa sa ent entró ró farfu farfullllando ando a buscar platos: Mirá , dijo la porquería que deuad regalo mostrab mostraba a un una ab blu lusi sita ta de de p pu untome mu muyytrajo adec adecu ada ap para ara unay viuda profesora profesora de derec derech ho mercant mercantiil, se lo lo va a poner su abuela, ¿vos podés creer?; Lotario, con un una camisa camisa be beiige de manga corta, se asomó a preguntarme si necesitaba ayuda. Después los sentí sacar la mesa a la galería y recriminarse recri minarse po porr tu turn rno o los si silen lenci cios. os. Cu C uando po porr fin salí con la fuen fuente, te, estaba estaban n sen sentados tados uno al lado del del otro, los cod codos os sobre sob re e ell man mantel tel de hule verd verde, e, a an nte una una b botella otella d de e vino n nii
siquiiera descorch siqu descorchada. ada. Lotario acabab acababa a de quej quejarse arse de que qu e su mu mujer jer lle ee escati scatimaba maba las cartas; Clarisa Clarisa le cont contestó estó que qu e habrí abría a podi podido viajar mu much cho o antes antes a averi averigu guar ar p por or su cuen cu enta ta lo q qu ue le in i nteresab teresaba. a. —¿O tení tenías much mucho o traba trabajo? jo? – –lo lo mirab miraba a co como mo se mira la estatua estatu a de algu alguiien qu que e no me merece rece pe perdu rdurar. rar. —No muestres muestres las uñ uñas, as, Clarisa C larisa –la e exxpresi presión ón del vviiejo, sonámbula y penosa, buscaba refugio en las buganvillas de la cerca–. cerca–. T Tu u madre nun nunca me dijo di jo que te murie murieras ras p por or verme. —Con —Co n ella ella no hablamos hablamos de cosas d de e famili familia. a. —Me gustaría saber de qué hablan. El choque de la fuente contra la botella los unió de golpe en un una avergonzad avergonzada aa abul buliia. S Serv ervíí el vviino, e empe mpecé cé a trinchar trinch ar la ca carn rne, e, y estab estaba ap pasa asan ndo los platos ccu uando del del pech pec ho d de eL Lotari otario o ssu ubi bió ó como como un una ab bu urbu rbuja ja u un na sola sola carcajada carcajad a abstraí abstraída. da. Tan Tanto to pa parecí recía a habe aberse rse a alejado lejado que Clarisa le tocó la man mano. o. Un Una de descarga scarga de ccalor alor mov moviió los hombros d del el vviiejo, lle e de despe spejó jó llas as pupi pupilas las y se prop propagó agó sobre la mesa dejándonos serenos y con hambre. Mañas de Lotario queadas, yoas, empezaba a conocer: bolsas devanecí silen si lenci cio, o, hinchad hinch q qu ue e en n vez de e estallar stallar se d des esv anecían an de golpe. —¿Y vos a qu qué é te d dedi edicás, cás, Li Lin no? –preg –pregu untó. —Trato —T rato de re reparti partirr el ttiiempo e en ntre dos menesteres… —¿Menesteres? —Lin —Li no e ess e exxcént céntric rico, o, pa papá. pá. Un orfebre d del el len lenguaj guaje e– Clarisa ju jugab gaba a co con n un pendient pendiente. e. —Traba —T rabajo jo de masaji masajista sta en llos os hoteles del Reci Recin nto y
tambi én pi también pin nto co coches ches en u un n taller. —Poliv —Po livalen alente te –L –Lotari otario oa apoyó poyó la barbi barbilllla a en en una mano–. Como un Da Vi V inci del sudor. ¿Y se g gan ana ab biien en? ? —No, pero me gusta gusta ser ser indepe indepen ndient di ente. e. —Me hab abíían di dicho cho que a es este te lu luga garr se vení enía a con puesto fijo –la mirada mirada reco recorrió rrió e ell au aura ra del rí río, o, la ttiierra iin nsolada de dell camino–. El paisaje es fenómeno… Clarisa sorbi sorbió óu un n poco poco de vino; bastant bastante e más le cay cayó ó por por la barbi barbilllla. a. L Lejos ejos ch chiillab llaba a un ben bentev teveo. eo. —¿Y no te interesa sab saber er qué h hag ago o yyo? o? –el titicc le bordeab bord eaba a la n nari arizz desde desde e ell en entrecejo trecejo h hasta asta el labio. labio. —Claro, hija, cómo no. Pero hay tiempo. Tenemos unos cuantos cuan tos d díías. B Bu ueno, si ustedes stedes… … —Para —Pa ra vvos os e ell tiempo siempre siempre fu fue e un ch chiicle. Cuan Cuando do no sabés sab és có cómo mo seg segu uir esti estirán rándolo dolo hacés un una a bolita bolita y lo tirás. —¿Ya empezamos? ¿Tan mal me estoy portando? – Lotario se miró miró el pan pantal talón ón com como o si todo, ropa, pi piel, el, rodiillllas rod as,, estuv estuviiera fu fuera era de lu luga gar–. r–. Y Yo o ccon on vvos os no me meto… Si Clarisa habí abía ap pensado ensado q qu ue e ell vviiejo la se segu guiirí ría a a la coci cocin pa para ra n neg egoci ociar, además d de e eq equ oca ocarse rse pués tu tuvvo que idea dearnr aotra gama dear, prov provoca ocaci ciones. ones. Un Uunivrato después des vvolv olviió a recoge recogerr los platos, tr trajo ajo la cafetera, vvolcó olcó un poc poco od de e azúcar, azú car, lilimpi mpió ó ma mall con u un n trapo y empezó empezó a co con nse seguir guir q qu ue distin di stintas tas estr estrategi ategias as de raspa raspaje je pu pusi sieran eran a Lotario rabi rabioso oso y a mí ate aterrori rrorizzad ado. o. No o obsta bstan nte, tu tuvve q qu ue iirr solo al Reci Recin nto porqu porq ue e elllla a habí había a pe pedi dido do dí día libre. libre. De modo qu que e me fu fuii, solo, a tr trab abajar. ajar. La ca carretera rretera me seren serenó. Ni Nin ngun guna a me melan lanco colílía a ven vence ce el
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