CNE2011 Conferencia Cesar Bazan

April 20, 2023 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Entre “ vivos” y “ lornas”: educando educando para para la convivencia

César Augusto Bazán Saavedra ([email protected]) [email protected] )

Resumen Re sumen ejecutiv ejecutiv o

En nuestra época, empleábamos las palabras “monse”, “caído” y “pavo” para referirnos a aquellos que por distintas razones no gozaban del aprecio del grupo como para “pasar piola” o idealmente, como para ser considerados líderes y por lo tanto, resultar “intocables”. En la actualidad, las palabras han variado pero la dinámica sigue siendo la misma. Tanto en este ensayo como en mi presentación en el XIV Congreso Nacional de Educadores de la UPC (Lima, 2-4 Agosto del 2011), mi principal argumento es que la escuela no es más que un ambiente en donde se aprenden y ponen en práctica los modales que nuestros alumnos y alumnas absorben de sus hogares, comunidades y los medios de comunicación que consumen. Para ilustrar mi argumento, selecciono un caso extremo: al bullying. En el ensayo y en la presentación, recurro tanto a fuentes bibliográficas como a mis propios recuerdos para traducir el concepto. Y muy en especial, para equipar a mi interlocutor con un marco conceptual sobre la problemática de fondo, denominada por algunos “violencia escolar”, por otros “educación para la convivencia” y por la mayoría simplemente como la falta de modales. Hacia el final del artículo, encontrará una lista de recursos recomendados para promover la convivencia en sus aulas – aunque al inicio, lo tilden de “lorna”.

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Entre “ vivos” y “ lornas”: educando educando para para la convivencia

César Augusto Bazán Saavedra ([email protected]) [email protected] )

Uno de mis más cínicos amigos asegura que desde la Tragedia Griega, no se escriben nuevos dramas humanos. Y que por lo tanto, investigadores y narradores no hacen más que crear nuevos nombres para los dramas de siempre. De acuerdo a esta premisa, la “violencia escolar” no es más que un nuevo rótulo para el drama que se teje por lo general entre un agresor (“vivo”) y una víctima (“lorna”), en presencia del resto de la clase. Para las ciencias sociales, el término “violencia escolar” sigue siendo joven. No hace mucho más de 30 años en que los primeros autores comenzaron a escribir al respecto. Pero empecemos por el inicio, por definir a qué nos referimos. Según Peterson y Seligman1, por violencia escolar nos referimos a cualquier tipo de violencia física, verbal o psicológica que intencionalmente pone en riesgo a uno o varios escolares. Este tipo de violencia no solo se restringe al interior de la escuela, sino que incluye también a sus alrededores, e incluso al trayecto a la escuela. La violencia escolar puede manifestarse a través de: bullying, castigo corporal, violencia sexual, uso de armas y bandas juveniles. En este artículo, sin embargo, me voy a enfocar solo en la primera manifestación de la lista. El Bullying  es un término que ha cobrado popularidad en los últimos años. Fuera del mundo anglosajón, el término tiende a ser traducido a jerga local.  Así, por ejemplo, tenemos que en Chile se le llama “Matoneo” y en Perú, “Lorneo”. En los círculos académicos sucede igual. En España, tiende a ser llamado “Acoso escolar” mientras que en América Latina tiende a recibir los nombres de “Victimización escolar” y “Hostigamiento escolar”. En este artículo, nos referiremos a la problemática con este último término. El Noruego Dan Olweus es quizá el más leído investigador internacional en el campo del Bullying . Según él2, un estudiante sufre de hostigamiento escolar   cuando en repetidas oportunidades es expuesto a acciones negativas por parte de uno o más estudiantes. En ésta definición, el aspecto más importante a resaltar es que se trata de una verdadera persecución verbal, física y/o psicológica, individual pero a veces 1 Peterso n,

C. & Selig man, M. E. P. (2004) (2004) Character strengths and virtues: A classification and handbook. NewYork: Oxford University Press/Washingt Press/Washington, on, DC: American Psychological  2  Olweus , D. (1998 (1998)) Conductas de acoso y amenaza entre escolares . Madrid: Ediciones Morata.

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grupal, en contra de cierto alumno o alumna. Ante la cual, es muy difícil que la víctima se libre de ella por sus propios medios. Los matices de dicha persecución incluyen el reiterado e intencional uso de apodos, burlas, calumnias, rumores, amenazas, muecas y signos que hieren la dignidad de la víctima. Pero no solo se restringen al plano verbal, sino que también incluyen robos, “cobros de cupo” o daño a sus pertenencias; además de ataques físicos (golpes, patadas, empujones, arañazos, escupitajos, jalones de pelo) e incluso ataques sexuales. Cuando íbamos al colegio, los chismes corrían “cara a cara” o a través del teléfono. En la actualidad, aquellos que resultan afectados por el hostigamiento escolar corren el riesgo que el episodio sea filmado y compartido a través de las redes sociales como Facebook. Con lo cual, el incidente podría revivirse frecuentemente. De acuerdo a Flores Palacios 3, el hostigamiento  hostigamiento  escolar cuenta con los siguientes elementos:    El hostigador cuenta con más poder, social y/o físico, que la persona victimizada.    La intimidación puede empezar de manera oportunista, pero una vez 





 

que empieza continúa manera sistemática y oculta.   Una víctima de acoso de escolar puede sufrir daños físicos, emocionales y psicológicos. 

 Al tratarse de un término relativamente nuevo, aún existe confusión en su empleo. Es por ello que sería bueno resaltar que para que hablemos de hostigamiento escolar, se debe contar con dos de sus características principales: (a) desequilibrio de poder y (b) alta recurrencia. Por lo que el eventual enfrentamiento verbal o físico de dos alumnos, no caería dentro de este fenómeno escolar. Llegado a este punto, sería bueno preguntarnos qué causa y qué consecuencias genera este tipo de violencia escolar. En cuanto a las causas, es crucial considerar aspectos individuales y del ambiente. Y dentro de los individuales, diferenciar a agresores (“vivos”) de víctimas (“lornas”).  Aunque suene irónico, para mí, los agresores son las primeras víctimas. Y es que sus agresiones escolares suelen reflejar la dinámica del hogar. De acuerdo al Ministerio de Educación del Gobierno Español 4, el hostigador escolar carece de una estrecha relación con sus padres, al punto que estos últimos bajo la excusa de la disciplina los golpean frecuentemente. La personalidad de los hostigadores escolares tiende a ser resumida con los siguientes calificativos: impulsivos, de baja autoestima, con escasas 3

 Flores Palacios, K. (2009) Por el derecho a una vida escolar sin violencia.  La Paz: Plan Bolivia 4 Ministerio de Educación, Gobierno de España  (2011) Convivencia escolar y prevención de la www.mec.gob.es/recu .gob.es/recursos.cpr/v rsos.cpr/varios/convive arios/convivencia_escolar/p_g ncia_escolar/p_ginas/1_atraves inas/1_atraves.htm .htm   violencia. Disponible en www.mec (Revisado el 29 de Junio, 2011)

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habilidades sociales, de baja tolerancia a la frustración y con dificultad para acatar normas. Más que de popularidad, este tipo de agresor se aprovecha del miedo de sus pares. De otro lado, las víctimas se convierten en tales debido a su interacción con el grupo. Por lo general, el perfil de víctima en la literatura lo determina su grupo étnico, alguna discapacidad cognitiva o motora, o la percepción del grupo que su orientación sexual va en contra de la ‘heteronorma’. 5  Sin embargo, mi argumento al respecto consiste en que su interacción con el grupo hace que ciertos individuos se conviertan “en punto”. Y otros, con características muy similares, gocen de mejor suerte. Por su parte, el perfil de víctima ilustra el dilema del huevo o la gallina. Y es que, por ejemplo:   Al no contar con amigos, se vuelve vulnerable al abuso de sus pares y  justamente por ello, no hace amigos porque el resto teme exponerse a los mismos niveles de acoso e inseguridad.   Al contar con baja autoestima, el resto percibe que de burlarse sistemáticamente de él, no tendrá el empuje como para denunciar el incidente ante las autoridades. Al mismo tiempo, los abusos sistemáticos seguirán afectando su autoestima al punto de creer que es culpa suya. 



Dicho esto, me gustaría resaltar que el hostigamiento escolar está lejos de ser un problema que solo incluye a dos partes: agresor y víctima, “vivos” y “lornas”. El “efecto espectador” es un fenómeno psico-social por el cual la presencia de otros diluye la responsabilidad de intervenir y detener la agresión, ya que los observadores asumen que otro intervendrá. Al mencionado efecto se suma el temor de también ser violentado. Convendría tener en cuenta que ambos, el efecto y el temor, no son exclusividad de alumnos y alumnas. Y es que son pocas las escuelas que cuentan con adecuada capacitación y sistemas de reporte y monitoreo de este tipo de incidentes. Con lo cual, querámoslo o no, los maestros y maestras nos volvemos parte del problema antes que de la solución. Para poner el problema en perspectiva, también me gustaría abordar el punto que las causas no solo radican en la escuela y el hogar, sino también en la sociedad. Y ante ello, me pregunto qué clase de ejemplo le dan las autoridades a nuestros alumnos a través de los medios cuando discriminan a otros congresistas por su apariencia y uso del castellano; ó cuando nuestro Presidente impone su voluntad en hacerle un ‘regalo personal’ a la ciudad o literalmente patea a todo aquel que se cruza en su camino. Yo incluso veo bullying entre países que negocian sus deudas.

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 Plan (2008) Aprender (2008) Aprender Sin Miedo: La campaña mundial para para terminar con la violencia en las escuelas. Woking: Plan, Sede Internacional. Disponible en http://plan-

international.org/aprendersinmie international.o rg/aprendersinmiedo/recursos/ do/recursos/publicaciones/in publicaciones/informe-campana forme-campana (Revisado  (Revisado el 29 de Junio, 2011)

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Pero volvamos al ambiente escolar, solo que multipliquemos y agreguemos todos aquellos episodios a nivel nacional. La violencia escolar contribuye con las tasas de ausentismo, bajo rendimiento académico y deserción escolar. De manera que a la larga, promueve una menor recaudación de impuestos. Justamente sobre ello, un reciente reporte conducido por Plan Internacional6, estimó que el costo de la violencia escolar en cuanto a beneficios sociales perdidos en sólo 13 países con información disponible equivale a casi US$ 60 mil millones. Ningún país está libre de las la violencia escolar. Y de la misma forma en que países pobres cuentan con menos recursos para afrontarlo, las familias más humildes de aquellos países quedan afectadas desproporcionadamente. Para ilustrar este punto, pensemos en cuánto le cuesta a una familia que no cuenta con seguro de salud, cubrir los gastos médicos asociados a una lesión o fractura.  Adicionalmente, tengamos en cuenta que las consecuencias no solo tienen lugar a largo plazo. En el día a día, la vida de aquellos que son víctimas del hostigamiento escolar es miserable. Imaginen en el trabajo sentirse solos, enfadados, deprimidos, desautorizados y permanentemente atemorizados. Pues es así como se sienten muchos y muchas de nuestras escolares. Como cualquier problema que afecta la salud pública, el hostigamiento escolar debe ser afrontado a tres niveles:   Prevención primaria, que procura reducir el riego a través de encuestas, acuerdos de co-existencia pacífica en la escuela y consejería.   Prevención secundaria, donde el foco lo tiene responder a incidentes de hostigamiento escolar, como por ejemplo, aplicando las sanciones que fueron concertadas entre los integrantes de la comunidad educativa al escribir el acuerdo de co-existencia pacífica.   Prevención terciaria, que procura tratar y rehabilitar a los protagonistas de dichos incidentes. 





Entre aquellas estrategias de prevención, destaca en nuestro país la recientemente promulgada ley ‘anti-bullying’. La misma que establece mecanismos para diagnosticar, prevenir, evitar, sancionar y erradicar la violencia, el hostigamiento, la intimidación y cualquier acto considerado como acoso entre escolares.

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 Ellery , F., Kassam, N. y Bazan, C. (2010) (2010) La prevención sale a cuenta: Los beneficios económicos de acabar con la violencia escolar . Woking: Plan, sede Internacional. Disponible en

http://plan-international.org/ -international.org/aprendersinmiedo/ aprendersinmiedo/resources/pub resources/publications/preve lications/prevention-pays-th ntion-pays-the-economice-economichttp://plan benefits-of-ending-violence-in-schools (Revisado el 29 de Junio, 2011)

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La norma contempla la necesidad de contar con un Psicólogo en cada institución educativa y el compromiso de los profesores de promover la temprana detección de actos violentos. Así mismo, establece claramente obligaciones para el Ministerio de Educación, los Docentes, el Director, los Padres de Familia y Apoderados, la Defensoría del Pueblo y hasta INDECOPI.  Al Director de escuela, por ejemplo, le demanda el mantenimiento de un Registro de incidentes sobre actos de violencia entre estudiantes y le ordena la entrega de un Boletín Informativo que difunda las normas y principios de sana convivencia y disciplina escolar, así como la prohibición de todo tipo de violencia física y psicológica, a través de cualquier medio – ya sea, presencial, telefónico y/o electrónico. En nuestro país contamos con tan buenos escritores que hasta uno de ellos ya recibió el premio Nobel. Siendo Abogado además de Educador, les aseguro que muchas de nuestras leyes están muy bien escritas y la ley ‘anti-bullying’ no es la excepción. Sin embargo, la gran pregunta es cómo la implementamos. Por ejemplo, ¿cómo hará el gobierno y la sociedad civil para duplicar el número de psicólogos colegiados y por lo tanto, contar con suficientes profesionales para cubrir la demanda de un psicólogo por colegio? A la par, ¿qué hará el Ministerio de Educación yy sistemas el SUTEP incorporar este enfoque en sus agendas, capacitaciones de para investigación, monitoreo y evaluación? Y de hacerlo, ¿se harán de la vista gorda con el castigo corporal ó lo catalogarán como un flagrante abuso de poder y por lo tanto, nos capacitará en el empleo de métodos de disciplina alternativa? Igual o aún más importante, ¿qué harán los y las escolares, además de los padres y las madres de familia, para dejar de pensar que el hostigamiento es nada más que un juego de niños? Es más que obvio que dicho debate debe ser llevado con la mayor voluntad política y por sobre todo, con la premisa que hay que dar el ejemplo para evitar bochornosos incidentes como el recientemente ocurrido en México. En donde en pleno debate sobre el hostigamiento escolar, dos diputados de bancadas distintas se insultaron y terminaron agarrándose a golpes.7  El debate de fondo es pues cómo relanzar los modales más elementales, de manera que nuestros queridos alumnos y alumnas los incorporen a cabalidad. En este artículo y en mi presentación en el XIV Congreso Nacional de Educadores de la UPC (Lima, 2-4 Agosto del 2011), usé al hostigamiento escolar como un ejemplo de cómo la falta de modales dificultan la convivencia en la escuela. Sin embargo, la impuntualidad, el copiarse de otro y el no respetar la cola son otras de las varias lecciones que nuestros alumnos aprenden en la escuela y que por un lado replicarán y por otro, transmitirán a las siguientes generaciones.

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 Diario El Milenio  (edición del 29 de Junio, 2011) Diputados se lían a golpes por debate sobre bullying . com/node/8983723 23 (Revisado  (Revisado el 29 de Junio, 2011)   Disponible en http://impreso.milenio. http://impreso.milenio.com/node/89837

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  De ahí que es mejor tomar una posición clara al respecto. Como maestros, deberíamos debatir inter-disciplinariamente sobre los puntos tratados en este ensayo con nuestros colegas, superiores, padres de familia y alumnos. Y con ellos, definir cómo queremos convivir dentro de la escuela. 

Recurso Re curso s recomendados 







   Ap ren der Sin Miedo Mied o (2011), página web de la campaña mundial de Plan Internacional para terminar con la violencia en las escuelas: www.aprendersinmiedo.org     Boggino, N. (2005) Cómo prevenir la violencia en la escuela . Santa Fe: Homo Sapiens.   López, N.  (1999) Pedagogía de la Convivencia. Bogotá: Editorial   Ortega, R. y Del Rey, R. (2003)   La violencia escolar: Estrategias de Prevención . Barcelona: Graó.  Graó. 

  Quinta Conferencia Mundial Violencia en la Escuela (2011)



Resúmenes de las presentaciones aceptadas. Mendoza: Comité

Científico de la Conferencia. Disponible en http://www.5cmve.mendoza.edu.ar/documentos/libro.pdf  (Revisado   (Revisado el 29 de Junio, 2011)  



  Save the Children, Australia (2011)   Bullying: Our position. Disponible en http://www.savethechildren.org.au/resources/position-papers/bullying http://www.savethechildren.org.au/resources/position-papers/bullying   (Revisado el 29 de Junio, 2011)   Tenorio, M.C. (2003)  Maltrato, familias y cultura. En R. Puche & O. Restrepo (Comp.).¿Y del respeto qué? Juegos y Humor como estrategia para la prevención de los malos tratos. Santiago de Cali: Universidad del Valle. Centro de Investigaciones en Psicología, Cognición y Cultura.

  Wilson, S. and Lipsey, M. (2005) The Effectiveness of School-Based



Violence Prevention Programs for Reducing Disruptive and Aggressive Behavior . Washington D.C.: National Institute of Justice School Violence

Prevention Research. Disponible en http://www.ncjrs.gov/pdffiles1/nij/grants/211376.pdf   (Revisado el 29 de Junio, 2011) 

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