Claudio Bertoni - Rapido, Antes de Llorar

CLAUDIO BERTONl

RAPIDO,

TES DE LLORAR

CoI.FCCIÓN HUH.LAS

CLAUDIO BERTONl

RÁPIDO, ANTES DE LLORAR Cuadernos 19i6· 1978

Sd«ción )' edición de \'icrllle Undurraga

EDICIONES UNIVERSIDAD DIEGO PORTALES

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qui ~r.as no.ser Olra C05a que UI culo, quisieras no ser nada que no sea la siemp~ abiem oferta para mi de tu culo.

• 201m. Despieno moscas nlamndo zancudos a cuademazos. $orry.

• lJomillgo 3 abril

Cuando despierto todos los dias me digo ho)' dia si que me \'oy pero nunc,l me \'O}'.

• En el sueño de anoche un telegrama-poema de John Lennon y Yoko Ono para Henry Kissinger donde un verso es la fónnula de la teoría de la relati\idad.

• Escribe además de arr:'ISlr.tr un jada.

5..1CO

alado al cuello con una sog-.1 mo-

• No ol\idar. los chocolates del Guille. los tics de Bruno. el paliecito sole;A(1o de M. el culo de M. sus alcancn desnudo, mi desconcierto m... randa tele, panqueques con dulce de mOTa. por detrás con furia), con cal:tonn. su concha vuek-e fatalmente a su trono en mí (si no salgo de IU culo mucho menos salgo de Chile). Vim de sacudirlo zarandearlo y lcnguateulo.

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* Al día siguiente mate y pan con mantequilla. Almorzamos donde su hermano que vive alIado y había ido a Val paraíso tallarines con salsa y panqueques con mermelada de mora mientras escuchamo aJohn Lennon Jimi Hendrix y Los Beatles. Después vamos al dormitorio a mirar televisión a mí me habría gustado dormir donde mi hermana durante mi estadía en Sanúago para evitar el riesgo de hacer cachita aunque tome píldoras sui generis la M y ahora en la pieza pienso en aguantarme o preguntarle si está o no en la quemada y no le pregunto nada y corre las cortinas y por detrás con furia y los calzones puestos y quedo y queda exhausta.

* Cuando la miro tomar el Milo caliente del desayuno cuando respira velozmente como una perra gimiendo en mi nuca pienso que la voy a dejar y me arrastra me hundo me siento incierto y húmedo inmerso en una sustanciosa fatalidad café que me úende como a huiros en la cama después de almuerzo la toco y la huelo y no le hablo y no voy donde mi hermana a buscar el teleobjeúvo Zenit para llevarlo a la Ca a Loben ni voy a la Casa Amarilla a ver si quieren comprar los restos de mi pobre batería ni vamos donde la Ma¡ietta ni trato de hablar con mi padre ni llamo a la oficina de turismo para preguntar si existe o no ese pasaje que vale 60 dólares más barato y termino la carta para la B pero no la pongo en el sobre ni la voy a dejar al correo y vemo la película nórdica en que una bruja esconde el 01 en una caverna en otra encierra los vientos y en otra a una doncella de allende los mare que hace brotar flores a su paso. ¿Y cómo veía yo todo esto? Sumergido y lejos de la M y a miles de años luz de mí mismo erecto como un palo perdido en mis pensamientos verúcales. Mudo y con la resbalosa lucidez de un palo. 8 pm. Llega el "Rata" (amigo de la M).

* Habito un sopor, comparto una bufanda, un cauce, una fanega de sopor,

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con olros minulOs, con otras llnidadc~ de tiempo, con scmimienlt» de tod;¡ especie n~stidt» de mil maner.lS, con pens,ullienlt» y con ccnicl" ros. con lapatos, con hojas de "rboles. COn ;:\ntándOle. Te \"eo en el b;uio. Te \'CO \"ilili¿ndotc. Te \'eo atr,\\'csando el umbral de una puerta. Te \'eo corriendo por el pasillo entre la cocina )' el bailO. Te \"eo el cut:lIo. Te \'eo los ojos. Y todo el tiempo escucho tu \"07 h;¡blando con un respingo de miel al fin de cada \'ocablo.

• -2'01'10 menos que no sabfa si \'enir o no.

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• -2 procesos morbosos: el cáncer)' la \'Cjcl-. (Teje).

• No acabo de 1e\'aIlLarme cuando}'3 es de noche)' estO)' sentado freme a la mesa del comedor.

• Apareció el primer zancudo. Es canSar:1 nadie \;vo ni muerto, Yesto loaprendi sufriendo~,

• Los

~good

old

da\"s~

del refrigerador. Cuando su manilla era toda\ía

1)."1.1,1 abrirlo r no par.! colgar la bobit"3 del P'II1·

• -'.!n-

Una COSó¡ es ~la verdad pur;l" y oml muy distinta ~1a pura verdad", con la que no tiene nada que ver}' de 1:1 que a menudo es antitesis.

• Mientras \'oy a comprar pienso en clmOntÚlés de la serial que terminó ayer }' en mis zapatos en el camino de tierra >' en el gusto que me da b..'ljar a comprar almejas ~' ahora \'oh"er a comprar esta garrara de \~no en la botillería rreme a la \'erdulería San Jorge>, en 10 ridículo de mis caminos y en lo lidfculo de mis senderos y en lo lidiculo de una remota hermandad con esos taoístas >' monjes \'agos que tanto admiro.

• En la caleta Hi¡:,'l.Ierillas se detiene tul busecito con turistas. Uno particulannente decrepiLO saca un gigantesco rotómetro )' lo acerca al \lentre de un congrio colorado que cuelga. Y parece que le dice: manos arriba. O que le aplica un estetoscopio. O que le orrece un micrórono par::¡ (Iue diga unas palabras.

• Yendo a comprar vino pasé rrellle a la casa de Patricio Liberona. Es la plimera vez que la miro desde que \'oh-í. Es verde y chica: M 8. ¿Y Patricio? Está en Canadá. Divorciado y vuelto a casar. Al fin no murió de cáncer. Pero su plimo (con el que asistíamos a las reuniones de la Sociedad Chilena deJau en el salón Hclclle "'essel dellnstillHO Chileno Norteamericano de Cultura) murió de un riilón. Patricio estaba listo para darle uno de los suyos, estaba listo para la operación, cuando Roberto murió.

• Uno se \'1" los brazos y las rodillas (Odo el dia. Nada más. ¿Qué sabe uno de uno?

• -2'18-

Lo que yo des es un romance tón;do con la mujer de la casa de madera naranja frente a la que ahora voy pa ando.

* Cada una me hace temblar como i no hubieran pasado ante cul senos, frent a mi casa. Com si antes nunca hubiera habido ni unos ni otros, y de pronto: ¡plan, pasadito el pino, se infla uno, ardoroso y durazni1. Las imagino además en el camino rasmillándose enteras y quemándo e la pera y las caderas contra el polvo del hirviente uelo. ¿Y de pué ? Farewell -como eruda.

* Culear no e fornicar. Tampoco es "hacer el amor". E el choque ciego y frontal de 2 placas de metal en tierra de nadie al margen de lo amante.

* Cul ar ignifica que tengo buena m moria, que chocan lo esqueleto, que no volverá a pasar, que no nos pedimos nada, que no no damos nada. Y cul ar e un atajo, e un cuchillo, e un ge ta, es un mandoble, es un huevo r vuelto.

* Llevamo la proc ión por dentro y no otro mismo entramos por nlle tra bo a a ngro ar e ta proce ión no de doblamos no e fumamo nadie no publica ni ordena como a un poema.

* ¿Qué páginas de tu cuadern son sas qll a abo de ver hecha tirita encima de la mesa del comedor? ¿Las de la dicha de ayer que t avergüenza de la desdicha hoy?

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• -Cien.. continuidad en la de.soperación termina por engendmr la di· cha-, (A. Camus. c.'unets 3542).

• Te quiero a pesar de tus defectos, \' en gran pane sospecho. )' eslo es lo peor de lodo. por} a tr.nés de ellos.

• Empezaba a dudar de la bondad de nueSU';.1 unión), de sus nefastas COIlsecuencias p..'lra mis pretensiones de enllil.ulO.

• Pienso pedine que nos sepa~mos }' no me dO) cuenta o me dO\ cuenta pero a ciencia cierta no sé, debena saber el riesgo que corro. \,1 que el bienesLar dd que nace mi decisión eres tú misma.

• :-'1 lodo el día lerendo Lrl &ularda, de Violcllc Leduc. ¿Qué Olra cosa puede hacer si no digo una palabrn? 8 plll. Anochece}' el silencio se hace cada vel. más denso. ¿Por que no menstrllll? ¿Y mastica chicle abriendo así una boca y haciendo globos que S'l!x= e(:}' CSlUdiante M'guramente nos lIC\'ó el desa)'uno a la pieza de puro buena perwna porque la obligación era bajar a tomál"§elo en la cocina. ¡Cuamos fOllf'"grs indescriptibles limos esa noche! Uno lenía el ombligo entre los pezones. ÚlrO paseaba docen;1.S de diellles blancos impecables) cuad'-ddos en fonllaciones rítmicas y longitudinales. sobre. ddante \ atcis de las encías. Otro se rodeaba de unas culebras huccas y respl,uICleciclltes hechas de .millos plate¡¡dos. de las (llIC sorb'a}' succionaba. B c§taba senl.ld.l con las piemasjumilas y

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con 1," palmas de I;u manos lilmbiénjuntit;ls elllrc los muslos corno }.I dije lambit"njuntitos. (Del puro frío). Tenía d cuello hundido lo Ill'is posible en I.LS ,1las conilas de su ch;lquet;l negr,l subidas} la C"'..bel~1 leH~" mente mdinada hacia un lado 1I11entr.u}o me p;lSeab.-¡ frenle a nuestro oonco de piedra COII las manos cn los oolsillos de un abrigo azul cCI-udo de manno \ sustraido a un pUltor en Lolldr~. ¿Cu