Clases de Aceites Para Motores Gasolina y Diesel
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Descripción: distintos tipos de aceite para motor diesel y gasolina y su clasificacion API...
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CLASES DE ACEITES PARA MOTORES GASOLINA Y DIESEL La función del aceite es lubricar y proteger el motor, generando una película separadora de las partes móviles y disminuyendo así el desgaste y el calentamiento excesivo, que puede provocar una falta de eficacia en el funcionamiento interno del motor. Para un buen funcionamiento de un motor, uno de los elementos más importantes es el aceite. En el interior del motor hay muchos componentes que están en permanente movimiento y roce. El exceso de este último provoca mayor desgaste de piezas y con el tiempo un deterioro del motor. Este aceite debe ser renovado periódicamente, ya que, con los cambios de temperatura y el desgaste propio de las mismas piezas, va perdiendo sus propiedades como lubricante. Al mismo tiempo debemos reemplazar el filtro de aceite que cumple un papel muy importante en la limpieza del lubricador. Así como existen diferentes tipos de motores, los fabricantes de aceites también se esfuerzan por ofrecer compuestos que sean apropiados para cada tipo de motor y para cada uso en específico. No es lo mismo un motor gasolina de nueva generación que está construido con menor tolerancia de montaje entre las piezas, un motor diésel o incluso un motor que haya pasado de los 300.000 kilómetros. Habrás visto que en los envases de aceite aparecen letras, grados de viscosidad, tipo de compuesto o las palabras “monogrado” y “multigrado”. Estas denominaciones sirven, en realidad, para clasificar el tipo de aceite, según el sistema SAE (Sociedad de Ingenieros Automotores) y según la API (Instituto Americano del Petróleo). VISCOSIDAD
El valor SAE define el grado de viscosidad del aceite. En las tiendas encontrarás aquellos que sean monogrados o multigrados; los aceites monogrados se caracterizan porque solo tienen un solo grado de viscosidad, mientras que los aceites multigrados, poseen un alto índice de viscosidad. La viscosidad se refiere a un valor que indica la mayor o menor estabilidad de un aceite lubricante con los cambios de temperatura; por ejemplo, un aceite 15W-40 (la W significa winter, invierno en español) mantendrá las propiedades necesarias para proteger al motor en temperaturas muy frías. En el ejemplo que damos, en teoría podría protegerlo desde alrededor de -20 grados, según la API, hasta unos teóricos 150 grados. El número que acompaña a la W es un indicativo de lo que tarda en alcanzar el último punto de lubricación del motor. Cuanto mayor es el número, más tarda en hacerlo, algo que hay que tener en cuenta a la hora de pensar en la vida útil de nuestro motor. Cuanto más tarde, más posibilidades de dañar el propulsor. SERVICIO Todos estos aceites están probados por el Instituto Americano del Petróleo, distinguidos por la sigla API que se encuentra en el frontis o en el reverso del envase. También encontraras una letra “S” que indicara que el aceite es para motores a gasolina y una letra “C”, para motores diesel. El número que le acompaña indica la evolución de cada norma. El valor API. La primera letra determina el tipo de combustible del motor para el que fue diseñado el aceite, utilizándose una “S” para motores a gasolina y una “C” para motores diesel. La segunda letra determina la calidad del aceite y cuanto mayor es la letra (en el alfabeto) mejor es la calidad del aceite. Actualmente en motores a gasolina se ha llegado a la clasificación SN, lo que equivaldría al aceite para motores a gasolina de mayor calidad que existe hasta el momento, mientras que la clasificación actual más alta para motores diésel es la CJ-4. Existen diversos tipos de aceite para el motor, así como diversos grados y composiciones. Encontrarás dos categorías, Multigrados y Monogrados. Multigrados En la categoría de los multigrados se encuentran los Sintéticos, Semi-Sintéticos (tecnología sintética), y Minerales. 5w30 – 5w40 – 5w50, son aceites sintéticos que rinden sobre 10 mil kilómetros y son recomendados para vehículos nuevos o con poco uso. Están diseñados para trabajar en un rango de temperatura de invierno entre -30ºC y 30, 40 o 50ºC temperatura ambiente, respectivamente. 10w40 se encuentra en versiones semi-sintético o de tecnología sintética, es recomendado para 7 mil kilómetros. Este aceite es el más utilizado por los vehículos nuevos. Su rango de trabajo está entre -20ºC y 40ºC.
15w40, aceite mineral que sirve en ambos casos, para vehículos diesel y bencineros, y con un rango entre -10ºC y 40ºC. Recomendado para no más de 5 mil kilómetros. 20w50, aceite mineral formulado para vehículos con mayor desgaste, su rendimiento es recomendado para 5 mil kilómetros. El rango está entre -10ºC a 40ºC. Este aceite es especial para temperaturas de verano que sobrepasan los 30ºC. A su vez, el 25w60 es un grado mayor, ideal para el verano, pero también para motores que presentan algún problema interno de consumo de aceite o juego de metales. Monogrados En la categoría de los aceites monogrados, distinguidos por la sigla SAE (Society of Automotive Engineers, por su sigla en inglés), o en español “Sociedad de Ingenieros del Automóvil”, especifican que son aceites de una sola viscosidad de trabajo, es decir, el SAE 40 y SAE 50. El rango de temperatura parte en una escala más alta: en frío comienzan desde los 10ºC y 20ºC hacia arriba respectivamente. Este aceite es utilizado en muchas ocasiones como aceite de relleno. ACEITES MINERALES Y SINTÉTICOS En la actualidad se comercializan diferentes tipos de aceite para motor. El más básico, el de menos prestaciones, es el denominado como “aceite mineral“, especialmente indicado para motores con bastante desgaste y muchos años a sus espaldas. Por encima encontramos los denominados como “semisintéticos” o “con tecnología sintética”. Son los más habituales hoy día, utilizados por la inmensa mayoría de los fabricantes de automóviles. Son aceites con buenas prestaciones en un uso normal o incluso, en determinadas situaciones, intenso, pero no se pueden considerar 100% sintéticos pese a que lo ponga en la etiqueta. Los 100% sintéticos son aceites normalmente reservados a motores de altas prestaciones o con gran nivel de exigencia, que necesitan de la mejor lubricación en cualquier circunstancia. Un aceite sintético garantiza la máxima lubricación en frío con grandes propiedades antifricción, manteniendo sus cualidades incluso tras largos periodos de tiempo. Lo básico es que debemos utilizar el aceite recomendado por el fabricante para no tener problemas. Eso significa que debemos ceñirnos a la norma de la viscosidad (SAE) del aceite que requiere el motor y se expresa en “fluidez / viscosidad”. Por ejemplo, un aceite 5W40 como este, que es recomendado para muchos motores TDI, es un aceite con un índice de fluidez relativamente bajo. Cuanto más bajo es el primer número, mejor porque ayuda a que el arranque en frío sea más fácil (W viene de ‘winter’, invierno en inglés). El número 40 indica la viscosidad del aceite a la temperatura que va a operar el motor, que es lo que lo protege cuando rodamos a velocidad de crucero o cuando, en pocas palabras, el
motor está caliente. Vemos que tenemos dos indicadores que básicamente nos indican cómo va a responder el aceite cuando el coche está frío, y cómo evoluciona con la temperatura hasta el punto de funcionamiento óptimo.
¿Cómo se lee la API de un aceite de motor? La API es, como acabamos de decir, un indicador estándar de la calidad del aceite. Según sea gasolina o diésel, existen varios niveles de calidad que nos pueden decir para qué coches se recomienda el aceite, y si el aceite puede dañar a nuestro motor. Sí, dañar al motor. Si compramos un aceite con las letras SG, probablemente le hagamos mucho daño a nuestro querido motor, y ahora veremos el porqué con esta tabla tan simpática:
A menos que tengamos un coche muy antiguo en funcionamiento, no querremos comprar más que SM o SN, porque nos podemos cargar el motor. Para comprar un aceite en cualquier tienda, primero debemos saber dónde se marca el código API, que además está en el mimo sitio en que esté el SAE: se trata del “donut API”.
Esa figura nos indica un aceite de clase API SN (para motor de gasolina), y es un aceite 5W30, que ya sabemos que es de buena fluidez y que nos ayuda al arranque en frío, y que tiene una viscosidad marcada por el 30, que significa que se caliente pronto y que fluye sin problemas por el motor. Para terminar de aclarar las diferencias entre aceites con numeración mayor o menor, tenemos este gráfico tomado de la página widman.biz, en donde se comparan cuatro tipos de aceite diferentes, y donde podemos ver cómo funcionaría uno u otro en el momento del arranque:
¿Qué sucede si “pasamos” de las recomendaciones y cambiamos a otro aceite? No tiene por qué pasar nada grave, pero estamos haciendo oídos sordos a lo que recomienda el fabricante del motor, y corremos el riesgo de pasarnos de listos. A veces pecamos de desconfiados, pensando que las marcas de coches nos venden el aceite “amigo”, mientras que lo que suele suceder es que es el aceite que optimiza el rendimiento tal y como funciona el motor. Dejando aparte cualquier consideración “paranoica” del tema, si elegimos un aceite que presente mejor fluidez a bajas temperaturas, facilitaremos el arranque… salvo que el coche tenga mucho tiempo ya (y kilómetros), por ejemplo. Motores con mucha edad tendrá holguras y corremos el riesgo de que el aceite más fluido se cuele donde no debe y se consuma (que se queme) emitiendo el característico humo azul, que sabemos que no indica nada bueno. Si el motor es nuevo y usamos un aceite con demasiada viscosidad, tardará más en llegar a todos los recovecos y no estaremos lubricando tan bien en el arranque. Por eso, cada coche, cada motor y cada momento tiene un aceite que da un óptimo rendimiento, y por eso es mejor confiar en los especialistas.
¿Qué pasa si mezclo aceites?
En principio no tiene por qué pasar nada grave, lo único que sucede es que lo más seguro es que nos encontremos con una viscosidad no óptima. O sea, si tenemos una emergencia, nos estamos quedando sin aceite y debemos rellenar, procuraremos hacerlo con un aceite de las mismas características de viscosidad. Si no es así, la mezcla de aceites nos dará como resultado uno de una viscosidad diferente: si metemos más aceite con mejor viscosidad, la resultante será algo mejor; si añadimos lubricante con peores características, bajará la “media”. Hay que tener en cuenta que puede que necesitemos adaptar la viscosidad en función de las condiciones de uso del vehículo, del medio ambiente y de las condiciones climáticas, pero eso no lo podremos decidir nosotros por nuestra cuenta (al menos no en la mayoría de casos), sino que deberíamos consultar con un especialista antes de hacer experimentos. Los experimentos, con gaseosa. Como último comentario, antes decíamos que la resultante de viscosidad de mezclar dos aceites con valores diferentes es mejor o peor, pero en realidad lo que será seguro es no óptima: no será la viscosidad que nos marca el fabricante del motor, y por tanto no debemos fiarnos de “un mejor valor de viscosidad”, porque si no es la óptima no vamos a notar mejoría, y sí podemos arriesgarnos a un fallo.
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