CINCO AÑOS DESPUES
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CINCO AÑOS DESPUES Capí Ca pí tu l o 1.
Habían pasado ya cinco años desde la cancelación de la serie, ahora en el taxi, mientras se dirigían a la fiesta Lucy pensaba en que hubiese pasado entre ella y Kasia si hubiesen seguido grabando. Desde el primer momento en el que se conocieron, entre ellas saltó una chispa, le encantó Kasia, esa mirada penetrante, esa sonrisa maravillosa, ese aspecto dulce...., poco a poco se convirtieron en buenas amigas, pero a medida que avanzaba la serie y la historia de Jenny y Emma se iba estrechando, Lucy disfrutaba en secreto cada día más con los besos y las caricias de Emma, dentro de ella iba creciendo un sentimiento muy fuerte y muy intenso por Kasia, que la aterrorizaba y la confundía, pero a la vez la hacía vivir en un mundo de ensueño. Los primeros meses después de la cancelación, habían seguido viéndose bastante a menudo, pero después de un tiempo, la relación entre ellas se fue enfriando, para Lucy cada vez que se veían era un martirio, echaba de menos aquellos besos de Emma y no deseaba otra cosa más que volver a sentir el contacto de los suaves labios de Kasia en los suyos, pero jamás se atrevería a dar el paso, ella no era lesbiana, además también estaba Chris, su novio de toda la vida del que estaba perdida mente enamorada. Lo que sentía por Kasia era algo pasajero, se había auto convencido de que se había metido demasiado en el papel de Jenny y ahora la realidad y la ficción iban de la mano, tenía que alejarse de Kasia y olvidarse de todo eso, así que cuando la llamaron para ofrecerle el papel de Glinda, en Londres se alegró doblemente, todo volvería a la normalidad, simplemente la llamó para despedirse el último día, sin darle la oportunidad ni n i siquiera de verse para despedirse en condiciones y no había vuelto a saber más de Kasia, pero la realidad era que en estos cinco años, no había podido dejar de pensar en ella. "Ya llegamos, ¿estás nerviosa?", la voz de Chris le trajo de nuevo a la realidad "Un poco", respondió ella "pero me hace mucha ilusión volverlos a ver a todos después de tanto tiempo" Hacia dos meses, Selina la había llamado, ellas eran muy buenas amigas, habían trabajado juntas varias veces desde su vuelta de Londres, para decirle que Dennis, Rocco y ella estaban pensando en organizar una fiesta entre todo el elenco de la serie, para volver a juntarse todos, a ella le pareció una idea fantástica y enseguida se implicó en el proyecto, pro yecto, entre los cuatro lo organizaron todo y ahora por fin el día había llegado. Selina se había encargado de las invitaciones, todos habían aceptado entusiasmado, todos menos Kasia, estaba en plena grabación de una película de Almodobar en España y no sabía a terminar el rodaje para entonces y poder trasladarse a Berlín, así que para Lucy era una incógnita si Kasia iba a asistir o no.
El taxi se paró enfrente del hotel y ella y Chris se bajaron del coche y entraron, un empleado del hotel les acompañó hasta el salón el cual ya estaba lleno de gente, inmediatamente echó un vistazo buscando a Kasia inquieta, pero no había ni rastro de ella Escuchó un grito y al girarse vio que Franciska y Vanessa se dirigían a ella sonrientes "Oh Lucy que alegría verte, estás maravillosa", exclamo Vanessa mientras le daba dos besos "Habéis tenido una idea maravillosa al juntarnos a todos, gracias Lucy, te ves increíble", le dijo Franciska visiblemente emocionada "Gracias chicas, yo también me alegro de veros, ¿os acordáis de Chris?, mi novio" Ambas saludaron a Chris, el cual había insistido en acompañarme, pero ahora se encontraba un poco incómodo y fuera de lugar. Fueron saludando uno tras otro, a todos los cámaras, maquilladores, peluqueros, actores..... y Kasia seguía sin aparecer. Se dirigieron hacia la barra a coger una copa, al girarse notó cierto bullicio en el grupo donde estaban sus amigos y fueron hacia ellos, vio como Dennis saludaba entusiasmado a alguien, era una chica alta, morena, de pelo corto, muy bronceada, esbelta y bastante atractiva, no recordaba haberla visto antes, entonces se fijó en la persona que estaba a su lado, era Kasia. Capítulo 2. Se quedó sin respiración, las piernas le temblaban y notaron como un escalofrío recorría toda su espalda, estaba preciosa, Kasia se sintió observada y girar la vista hacia ella, sus ojos se encontraron y se quedaron observándose, sin poder moverse durante unos instantes. La chica morena que estaba al lado de Kasia le dijo algo y eso sacó a la rubia de su ensoñación, se giró asintió con la cabeza, le cogió la mano y con una gran sonrisa se dirigió hacia Lucy y Chris, Lucy fue hacia Kasia y cuando se juntaron, ambas se fundieron en un gran abrazo. Al sentir a Kasia tan próxima la respiración de Lucy se aceleró, inhalo su aroma, ese aroma que seguía volviéndola loca, acaricio su espalda y ese deseo de besar sus labios volvió más fuerte que nunca, Lucy se dio cuenta en ese momento que aquello no era un abrazo normal entre dos amigas que hacía cinco años que no se veían, aquello era algo más.... y para ella no pasó desapercibido que Kasia estaba temblando entre sus brazos como una hoja -¿qué significaba aquello?, ¿sentía también Kasia lo mismo que ella?Kasia se sentía en el cielo, había anhelado tanto en secreto volver a sentirse entre los brazos de Lucy que no quería volver a separarse nunca, al notar a la mujer castaña tan cerca empezó a temblar, por mucho que lo intentaba no podía controlarlo y al sentir las manos de Lucy subiendo y bajando por su espalda un escalofrío recorrió su espina dorsal y se le erizó todo el bello de su cuerpo.
Cuando finalmente se separaron ambas tuvieron que luchar para controlar su respiración, Lucy agarró a la rubia de los brazos la separo un poco de ella y exclamo mientras la contemplaba,”
Guau Kas mírate! estás preciosa, me alegro tanto de verte!. "¡Tú sí que estás increíble!, como siempre, yo también me alegro muchísimo Lu, de verdad, tenía tantas ganas de verte", dijo Kasia y volvió a abrazarla. Lucy noto como la acompañante de Kasia la miraba muy fríamente, se sintió incomoda y se apartó de los brazos de Kasia, se volvió hacia Chris, le agarro la mano y volvió a mirar a la rubia diciendo, "¿te acuerdas de Chris?" "¿Cómo no?", sonrió Kasia "el chico más envidiado por miles de fans, por tener la suerte de ser el novio de la gran Lucy Scherer, me alegro de volver a verte Chris" dijo mientras se acercaba para darle dos besos. "Y yo a ti Kasia, te ves muy bien", respondió Chris amablemente. "Ja, ja, ja", rió Kasia, "España, que me ha sentado muy bien", y se volvió a su acompañante, "permitirme que os presente, ella es Elena, una amiga española que ha trabajado conmigo en la última película" Elena saludo cortésmente a Chris y al dirigirse a Lucy está sintió que la atravesaba con esa mirada gélida y muy secamente le dijo, " es un placer conocer por fin a la «gran Lucy Scherer», he oído hablar mucho de ti, demasiado tal vez". Kasia estaba bastante molesta con la reacción de su acompañante y Lucy la mirada completamente extrañada y sorprendida, para el único que había pasado todo desapercibido era para Chris. La rubia sacudió su cabeza y se volvió hacia Lucy, "Bueno cuéntame, ¿cómo te va todo?, ¿qué proyectos tienes?, todo, tienes que contarme todo". todo ". Pasaron la siguiente media hora hablando animadamente, poniéndose al día de todo, estaban absortas en ellas mismas, el resto del mundo no existía, incluso se habían olvidado de sus acompañantes, hasta que Selina las interrumpió, necesitaba que Lucy fuera con ella para arreglar algo que no estaba atado del todo con la orquesta. Cuando Lucy por fin se puso de acuerdo con ellos sobre el tiempo que iban a tocar y los honorarios, se dirigió al lavabo, se metió en uno de los baños y al momento se sobresaltó al escuchar como se abría violentamente la puerta. Capí Ca pí tu l o 3.
"No tienes motivos para ponerte así Elena", dijo Kasia, entrando precipitadamente al lavabo detrás de Elena.
"Venga ya Kas, te mueres por tirártela, te crees que no me he dado cuenta como la desnudabas con la mirada, te conozco Kasia", contestó Elena muy enfadada Lucy estaba con la boca abierta, ¿de qué demonios estaban hablando? "Elena, te he dicho una y mil veces que no, no me siento en absoluto atraída por ella, ni antes, ni ahora", insistió Kasia Atraída por ella....., por ella..... pensó Lucy cada vez más sorprendida, ¿a quién se referían? "Mira Kasia, estas deseando llevártela a la cama, te guste o no estás enamorada de esa mujer, si quieres engañarte a ti misma engáñate, pero a mí ni lo intentes, no hace mucho me mirabas a mí como la mirabas hoy a ella", Elena seguía histérica. "Ella es una amiga Elena nada más, bueno ni eso, se marchó a Londres casi sin despedirse y después no volví a saber nada de ella hasta hoy, y si me ha hecho mucha ilusión verla, tú sabes que para mí Emma ha sido el personaje más querido y Emma no era nadie sin Jenny, yo pensé que entre Lucy y yo había algo importante, que habíamos creado una buena amistad, pero ella me dejo muy claro que no, cuando se marchó así, cuando se terminó Jenny y Emma, también fue el fin para Lucy y Kasia, yo nunca le importé", dijo Kasia con voz dolida y un gran dolor que pensaba ya olvidado, volvió a comprimir su corazón. coraz ón. Lucy tenía los ojos llenos de lágrimas, aquello no era cierto, Kasia le había llegado a importar demasiado, por eso quiso alejarse de ella. "Además, Lucy es la persona más hetero que conozco, está locamente enamorada de su novio y ella quiere la perfecta vida heterosexual, un marido perfecto y aburrido, con un buen trabajo, dos hijos e ir todos los domingos a misa, es doña aburrida perfecta, ni tan siquiera es capaz de dar a su estirado novio un beso en público, yo creo que si se enterara de que soy lesbiana, no me dejaría acercarme a ella a menos de 600 metros no le fuese a pegar algo" Kasia sabía que no estaba siendo justa al hablar así de Lucy, pero recordar como había salido de su vida casi sin despedirse, había hecho que muchos sentimientos nada positivos hacia Lucy volvieran a ella y además quería zanjar el tema ya con Elena de una vez, estaba empezando a cansarse de sus estúpidos celos y pensó que desvirtuar un poco a Lucy ayudaría. Lucy dentro del baño apretó los puños "Pero Kasia....", intentó decir Elena, pero está la interrumpió acercando sus labios a los suyos y besándola con pasión. "Y para que te quede claro, de la única persona que estoy enamorada es de ti y por quien me muero porque me haga en amor es por ti, me das suficiente, no necesito a nadie más" dijo Kasia con voz insinuante, mirándola con pasión y volviendo a besarla, Elena metió su pierna entre las piernas de Kasia, puso sus manos man os en sus nalgas, la atrajo aún más hacia si y empezó a profundizar en el beso, besándola con absoluta pasión y frotando con su pierna pi erna una y otra vez el
sexo de Kasia, eso que hizo la respiración de esta se agitara y no pudiese contener un suspiro de placer. Elena estaba loca de deseo y pasión, tenía que hacerle el amor a Kasia ahora mismo, metió su mano por debajo del vestido de la mujer rubia, apartando sus bragas y acariciando su lugar más íntimo que estaba completamente húmedo, acarició con una mano su clítoris, mientras con la otra masajeaba una y otra vez su pecho, Kasia comenzó a jadear, Elena introdujo suavemente la puntita de uno de sus dedos y eso hizo que la rubia gimiera fuertemente. Escuchar su propio gemido hizo darse cuenta a Kasia de donde estaban y que estaban haciendo, con gran esfuerzo apartó la mano de Elena y le susurro jadeante con voz entrecortada "por favor cariño aquí no, espera un par de horas". Al cabo de unos minutos Lucy, escuchó como la puerta se abría para volver a cerrarse y todo quedo en silencio, ella estaba apoyada en la pared, no podía moverse, su respiración estaba agitada, lo que acababa de pasar le había provocado muchos sentimientos contradictorios. Estaba celosa, completamente celosa de la española, le hubiese encantado darle una patada y mandarla para España a comer paella y beber sangría. Estaba caliente, tremendamente caliente, los suspiros y los gemidos de Kasia, pero sobre su voz jadeante al pedirle a su amante que parara habían hab ían hecho que su respiración se acelerara aceler ara y sintiera un calor y un hormigueo en su entrepierna como nunca en sus 35 años había sentido, ahora besar a Kasia no era lo único que deseaba de ella. Estaba triste, muy triste porque por querer huir y protegerse había hecho mucho daño a Kasia sin ella ni tan siquiera poder imaginarlo y ahora Kasia tenía una idea completamente equivocada de lo que había pasado. Y estaba enfada, muy enfadada, por las palabras de Kasia, aquello eran una sarta de tonterías, primero de todo, ella ya no estaba tan segura segur a de que fuese completamente heterosexual, desde hacía más de cinco años que deseaba besar a una mujer y desde hacía unos diez minutos no podía pensar en otra cosa que en tener a esa mujer desnuda entre sus brazos br azos y hacerle salvajemente el amor, eso no era precisamente a lo que la gente se refiere cuando define ser heterosexual. Sí, era cierto que estaba locamente enamorada, pero cada vez dudaba más de quien. Ni tan siquiera se había planteado tener hijos con Chris, C hris, la verdad es que ahora que lo pensaba pens aba la idea no le atraía lo más mínimo. El trabajo de Chris le importaba tres pepinos, a ella el trabajo que le interesaba era el suyo. No iba a misa desde su comunión, exceptuando exceptua ndo bodas, comuniones, funerales....., funerales... .., vamos compromisos sociales.
Era cierto que no besaba a Chris en público, ni hacían juntos cosas emocionantes, pero eso no era porque ella no quisiese, era Chris al que le preocupaba pr eocupaba demasiado que iban a opinar los demás d emás si esto, o si lo otro....., siempre estaba pendiente de que todo fuera perfecto, la verdad es que Lucy también pensaba que Chris era un poco estirado y aburrido, pero ella no se consideraba en absoluto aburrida. Y la tontería más grande de todas era la de que le alejaría no sé cuantos metros, si descubría que era lesbiana, Kasia pensaba que ella era homófoba, eso era totalmente absurdo, si le hubiese dicho hace cinco años que le gustaban las mujeres, probablemente ahora sería todo distinto. Lucy salió del baño, se miró al espejo, se acicaló y volvió a la fiesta dispuesta a demostrarle a Kasia, que no era ni aburrida, ni homófoba, ni quería dos hijos y una vida aburrida, ni estaba tan segura de ser 100% heterosexual, no tenía ni idea como, pero le iba a demostrar a Kasia quien era la verdadera Lucy Scherer, pero eso sería mañana, hoy iba a empezar por divertirse. Capí Ca pí tu l o 4.
Entró en el salón, Selina, Rocco y Denis, estaban en el escenario y reclamaban su presencia junto a ellos como organizadora de la fiesta, busco rápidamente a Chris con la mirada, vio que estaba otra vez junto a Kasia y Elena en una esquina del salón y subió al escenario. Selina empezó con el discurso, agradeció a todos su presencia, comento como había nacido la idea y como poco a poco todo fue tomando forma y haciéndose realidad y propuso una reunión anual en la que volvieran a juntarse todos los que habían hecho posible Hans Aufs Herz, aquella idea tuvo un éxito absoluto. Luego se apagaron las luces, una gran pantalla bajó del techo, y empezó la reproducción del vídeo del que tan orgullosos estaban Rocco y Dennis, era un video homenaje a la serie, lo habían montado ellos dos, su contenido exacto era un secreto y ni tan siquiera ella y Selina sabían lo que iban a ver. El vídeo comenzó con un plano lejano de Pestalozzi, la cámara poco a poco se fue acercando, hasta entrar por la puerta, fue mostrando el trabajo diario de, cámaras, maquilladores, peluqueros, catering, montadores.... no se s e olvidaron de nadie de los que habían trabajado tan duro detrás de las cámaras para que todo saliera perfecto, unas veces con más éxito y otras con menos. Luego les tocó el turno a los actores uno por uno tuvieron un pequeño resumen de lo que había sido su vida en Pestalozzi, Hotte, Göetting, Caro, Sophie, Ronnie, Lara, Bodo, Ben, Bea, Luzi, Timo..... Todos fueron apareciendo en la pantalla, cuando apareció Emma diciendo "¿Cuál es tu problema conmigo?", y acto seguido el beso de Jenny, J enny, un gran aplauso y un griterío de júbilo se escuchó en la sala, Jemma había sido la pareja favorita de la serie.
Ver aquella escena otra vez hizo que un escalofrío recorriera el cuerpo de Lucy y su corazón empezase a latir más rápido, recordó su primer día de rodaje, como le habían llamado la atención los ojos cálidos de Kasia y su preciosa sonrisa al ser presentadas, como ella le había enseñado todos y cada uno de los rincones del set, le había presentado a sus compañeros, la había apoyado y tranquilizado los primeros días, como habían ido forjando una amistad que para Lucy poco a poco fue convirtiéndose en algo más, hasta llegar lle gar a estar tumbada en la cama, deseando que qu e sonase el despertador a las 5 de la mañana, para salir corriendo al rodaje, verla y pasar el día juntas, la busco ansiosa con la mirada, ¡ahí estaba! estaba ! la mujer más hermosa del mundo, mirándola fijamente con sus preciosos ojos avellana, sonriendo sumida en sus pensamientos. Ver a Emma en la pantalla, hizo volver a Kasia a aquellos tiempos donde todo era tan fácil, donde Lucy y ella disfrutaban de horas y horas juntas, interminables horas de ensayos, escenas grabadas una y otra vez porque justo en el último momento una de las dos se equivocaba en algún movimiento o se desencuadraba misteriosamente y tenían que volver a repetir el beso, unos besos que eran castos y puros, Kasia siempre había pensado que eran ridículos, ninguna pareja se besaba así, pero eran exigencias ex igencias del guión, no podían mostrar más. De cualquier manera a ella sentir el roce de los suaves labios de Lucy en los suyos, le bastaba para que su corazón se desbocara d esbocara y una sensación de placer place r y deseo recorriera todo su cuerpo, cu erpo, sonrió al recordar como había días que había tenido que hacer esfuerzos titánicos, para no atraer más a Lucy contra ella profundizar más en el beso y besarla con tanta pasión y deseo como sentía. El aplauso de todo el salón al terminar el vídeo la sacó de sus pensamientos, y sus ojos se juntaron con aquellos hermosos ojos azules que le hacían perder el sentido y ahí estaba de nuevo, nu evo, este lazo invisible que las encadenaba a las dos juntas, esa cinta que si ambas se lo permitían las uniría para siempre. Después del vídeo, los cuatro jóvenes bajaron del escenario y la banda comenzó a tocar, Lucy se dirigió hasta donde estaban, Chris, Kasia y Elena, los miro a los tres sonriente y dijo, "venga vamos a divertirnos, vamos a bailar", agarro a Kasia de la mano y tiro de ella hasta la pista de baile, ni Elena, ni por supuesto el estirado Chris las siguieron. s iguieron.
Capí Ca pí tu l o 5.
Kasia trataba de no mirar demasiado a Lucy, Elena podría estar mirándolas y no deseaba tener otra bronca con ella por culpa de sus celos, observó disimuladamente los movimientos sensuales de Jenny, -Wow, movía muy bien-, era tan sexi, tan sugerente que a Kasia le costaba horrores mantenerse alejada. Lucy también observaba los movimientos Kasia, la encontró muy dulce y atrayente, decidió pegarse un poco más a la rubia y poco a poco p oco fue acercándose, hasta acoplar a coplar su cuerpo al de Kasia tratando de seguir sus movimientos.
Sentir a Lucy tan cerca, hizo que a Kasia se le acelerara la respiración, podía percibir perfectamente su aroma, olía increíblemente bien, estaba totalmente embriagada por po r la fragancia de la mujer castaña, ese olor la estaba volviendo completamente loca, ni tan siquiera era capaz de clasificar lo que estaba sintiendo y tomó la iniciativa puso sus manos en las caderas de Lucy y la acercó aún más a ella introdujo su pierna entre las suyas y ambas comenzaron a moverse al compás, el deseo y la pasión inundaban el ambiente. De repente sus ojos se juntaron, el tiempo se detuvo y la tierra dejó de girar, al menos para ellas dos, quedaron atrapadas la una en los ojos de la otra y todo a su alrededor desapareció, sólo existían ellas dos. Kasia retiro su mano derecha de la cadera de Lucy y la subió para acariciar suavemente su cuello, su cara, sus dedos rozaron lentamente sus labios mientras los miraba con deseo, fue acercando poco a poco su cabeza a la suya. Lucy estaba en otro mundo, las caricias de Emma le causaban un intenso placer y cerró los ojos disfrutando de aquel maravilloso momento. Cuando sintió el aliento a la rubia en su rostro fue como si mil mariposas revolotearan por su estómago, su corazón empezó a latir más rápido, y su respiración se aceleró, deseaba sentir los labios de Kasia en los suyos más que nada en este mundo Sus labios estaban a tan sólo unos milímetros de distancia, ambas sentían el aliento de la otra en sus labios, cuando de repente.... "Lucy creo que deberíamos irnos, ya has llamado la atención demasiado por una sola noche", escucharon que decía la voz de Chris a su lado. Esa voz las hizo volver al presente, se separaron sobresaltadas, tratando de asimilar lo que había pasado y necesitando unos segundos se gundos para recuperarse, Kasia K asia miro con terror a su alrededor buscando a Elena, suspiro aliviada, al ver que qu e estaba de espaldas a ella, hablando con Selina S elina y afortunadamente no se había dado cuenta de nada, apresuradamente se dirigió hacia ellas sin volver a mirar a Lucy. Chris agarró a Lucy del brazo e intentó llevársela, pero eso no entraba en los planes de Lucy, "Chris, si quieres irte vete tú, te he dicho mil veces que no deberías venir, yo me estoy divirtiendo y me quedo" El hombre la miró muy sorprendido, ella rara vez le llevaba la contraria, "¡Lucy he dicho que nos vamos!" "No Chris estoy harta de hacer siempre lo mismo, ¿sabes cuánto hace que no hacemos nada distinto?, ¿qué no salimos simplemente a divertirnos?.... años y ya estoy harta de esto, estoy harta de que quieras ser mejor que nadie y que sólo te preocupe tu trabajo y lo que piense la gente de ti, te lo repito si quieres irte vete tú, yo me quedo con mis amigos", la joven del pelo castaño lo miraba desafiante.
"Lucy, no sé que te pasa esta noche, todo el mundo nos está mirando, coge tu abrigo y vámonos, no te lo voy a repetir más, oh sino....", respondió el hombre visiblemente furioso. "¿Oh sino qué?, ¿me estás amenazando acaso?”, Lucy se giró y se dirigió hacia el grupo donde
estaban sus amigos Ciego de irá Chris la agarró violentamente e intentó arrastrarla hacia la salida, pero Lucy se revolvió y consiguió zafarse, el hombre fuera de sí le dio una bofetada con tanta fuerza que le rompió el labio y la lanzó contra el suelo, Lucy gritó de dolor. Kasia perdía detalle de que estaba pasando entre los dos, cada vez se estaba más nerviosa al observar, como el hombre se ponía más y más violento, quiso acercarse a ellos para llevarse a Lucy lejos de semejante imbécil pero Elena la detuvo, "no Kasia, no te metas en discusiones de pareja, luego terminaran en la cama y tú escaldada, será mejor que nos vayamos, parece par ece que por hoy se acabó la diversión", la agarró del brazo y ambas se dirigieron hacia la puerta. Cuando estaban llegando a la puerta, escuchó el grito de dolor de Lucy, se le heló la sangre, al girarse vio a Lucy sangrando en el suelo, Selina, Vanessa y Amelie, se acercaban a ella mientras Rocco, Dennis, Frederic y Christopher se ocupaban del hombre que estaba fuera de sí. Kasia quiso acercarse a Lucy, pero una vez más Elena se lo impidió "Ahora es mejor que la dejes sola, no necesita que la agobien más" "Pero tengo que ir con ella", protestó Kasia "No Kasia, tienes que venir conmigo, estás conmigo no con ella y ella está lo suficientemente acompañada", dijo Elena muy seria, dirigiéndose hacia la puerta Kasia suspiró, echo una última mirada a Lucy para asegurarse de que estaba bien y resignada siguió a Elena, ella tenía razón, estaban juntas. Cuando Lucy levanto la mirada buscando muerta de miedo y desesperada a Kasia, se le rompió el corazón al ver como está salía con Elena por la puerta. "Kasia....", murmuro y empezó a temblar, sintió como Selina la abrazaba para apoyarla Lucy se fue a dormir a casa de Selina, al día siguiente ellas dos y los chicos se dirigieron a el apartamento que compartían ella y Chris para sacar todas sus cosas. El hombre la estaba esperando completamente arrepentido, le rogó y suplico una y otra vez otra oportunidad, pero Lucy se mostró impasible, su cabeza estaba hecha un caos, sus sentimientos por Kasia la tenían totalmente desubicada, tenía que descubrir quien era realmente Lucy Scherer, si era hetero, bi o les, si realmente estaba enamorada de Kasia o sólo era una fantasía que había
nacido hacía más de cinco años y ella había dejado crecer. Lo único que tenía claro en esos momentos era que no estaba enamorada de Chris, había tomado una decisión, su vida tenía que dar un giro de 180 grados y para ello tenía que alejarse de él. Pensó en como cambiaba la vida en tan sólo unos segundos, hacía menos de 24 horas, ella tenía pareja, una casa donde vivir, una vida ordenada, unos planes de futuro y ahora ya no tenía nada. Ni tan siquiera tenía a Kasia a su lado, cuando Chris la había lanzado al suelo de un tortazo, en lo único que pensaba era en Kasia, en huir lejos con ella, en acurrucarse entre sus brazos y olvidarse de todo, en besarla una y otra vez y pasar el resto de su vida con ella, pero Kasia había pasado olímpicamente de ella y de su sufrimiento y se había ido tranquilamente tr anquilamente con la repelente española, probablemente a terminar lo que habían empezado en el lavabo unas horas antes, y ahora Lucy sentía como el rencor la invadía cada vez que pensaba en Kasia....., estaba triste, desanimada, lo único que quería era estar sola, meterse en la cama y olvidarse del mundo. Capí Ca pí tu l o 6.
Kasia no había pegado ojo en toda la noche, en su cabeza se reproducía una y otra vez la misma imagen, ella dirigiéndose hacia la puerta, el grito desgarrador de Lucy, ésta sangrando en el suelo y ella alejándose siguiendo a Elena, sabía que había cometido un error, quizás un error que pagaría el resto de su vida, tenía que haberse habers e quedado con Lucy, eso era lo que quería, qu ería, estar con ella, abrazarla, tranquilizarla.... Se dio la vuelta en la cama, miro Elena que dormía plácidamente a su lado, ella le atrajo desde el primer momento en que la vio, al ir conociéndola fue gustándole gustán dole más y más, físicamente la volvía loca, le encantaba su sentido del humor, su personalidad arrolladora, se complementan perfectamente en todo, en la cama la hacía disfrutar disfru tar como nadie lo había hecho, Kasia realmente creía que estaba enamorada de la española, que era la mujer perfecta para ella, pero al volver a ver a Lucy, se dio cuenta de que no. Elena jamás había provocado en su cuerpo y en su alma lo que le provocaba Lucy con una mirada, con un gesto, con una caricia, lo único que necesitaba Kasia para sentirse llena y completa era su sola presencia. Su cuerpo perfecto despertaba en ella pasiones desconocidas, cuando la miraba con sus increíbles ojos azules hacía que se perdiese en ellos irremediablemente, su aroma la hacía perder el sentido, cuando la sonreía y aparecían esos maravillosos hoyuelos, Kasia se desarmaba, jamás se había sentido tan segura tan protegida como se sentía en los brazos de Lucy, sentir sus labios en los suyos, aunque fueran los labios de Jenny era la sensación más maravillosa que ella había experimentado en su vida. Una sonrisa se dibujó en la cara de la joven rubia, mientras pensaba en esto, y en aquel momento
se dio cuenta de una cosa, ella estaba enamorada de Lucy Scherer desde el primer momento en que la vio y estaría enamorada de ella durante el resto de su vida, era algo que nunca había querido aceptar, pero ahora mismo para ella era algo tan obvio que no podía esconderlo más. Salió de la cama, cogió su teléfono móvil y llamó a Selina, quería saber el número de Lucy, necesitaba hablar con ella, saber que estaba bien, saltó el buzón de voz, llamó a Dennis, el también debería saber el número habían estado en contacto para organizar la fiesta, saltó el buzón de voz, lo intentó con Rocco, exactamente el mismo resultado, -¿qué diablos estaba pasando?, ¿dónde se había metido todo el mundo?-.... mundo? -.... frustrada se metió en la ducha, se puso el chándal y salió a correr. Por fin habían terminado de cargar todo en la furgoneta y se dirigían otra vez a casa de Selina, afortunadamente, vivía en una casa campo a las afueras de Berlín y no tenía ningún problema de espacio, ayer le había ofrecido su casa a Lucy durante el tiempo que fuera necesario. Desde que salieron de la casa que compartía con Chris, Lucy no había abierto la boca, los chicos se miraban entre si preocupados por el estado de la joven castaña. "¿Está bien Lu?", preguntó por fin Selina "Sí, sólo necesito descansar, estar sola y poner en orden mis ideas, no te preocupes", respondió Lucy con voz triste y cansada "No te preocupes Lu, todo va a salir bien nosotros estamos aquí para todo lo que necesites", dijo Dennis a su lado mientras le acariciaba dulcemente el brazo. Los ojos de Lucy se llenaron de lágrimas, entonces se dio cuenta de que no había llorado, su vida se había ido al carajo y ella no había derramado ni una sola lágrima, ni por su vida, ni por Chris, ni por Kasia....., sonrió a Dennis incapaz de decir ni una sola palabra. Continuaron el resto del camino en silencio, cuando llegaron a casa de Selina, descargaron la furgoneta y la anfitriona se ofreció para prepararles una sabrosa comida. Los chicos aceptaron inmediatamente, pero Lucy se disculpó y se encerró en el cuarto de invitados, no tenía ninguna gana de comer, ni de estar con nadie. Se dio una ducha caliente, bajó las persianas y se metió en la cama, allí en la oscuridad de la habitación después de una ducha relajante Lucy dio rienda a su llanto, lloró por su vida, esa vida que hacía tan sólo 24 horas ella creía tan ideal, tan maravillosa y ahora ya no existía, lloró por Chris, su pareja durante tantos años, con tantos planes, con tantos proyectos juntos, todo eso se había perdido y no había sido la noche anterior, ninguno de los dos se dio cuenta de cuando lo suyo había terminado y lloro por Kasia, lloro amargamente por la traición de Kasia, ella sabía que no tenía derecho a estar enfadada con Kasia, no tenía derecho a esperar nada de ella, a pedirle nada, ella se había ido a Londres, casi sin despedirse de spedirse y no había dado señales de vida en cinco años, pero cuando estaba en el suelo, sangrando la noche anterior, lo único que quería y necesitaba era sentirse entre los brazos de Kasia, pero está había elegido irse con su novia y aquello le partió el corazón, Lucy lloro, lloro desconsoladamente hasta que el cansancio la
venció y se quedó dormida. Kasia volvió a su casa después del ejercicio, Elena seguía durmiendo, -¿cómo podía estar nadie durmiendo hasta las 12 del mediodía?, duerme más que un lirón- pensó, saco su móvil del bolsillo y volvió a marcar el número de Selina, un tono, dos tonos.... tonos .... Kasia estaba empezando a ponerse nerviosa de verdad verd ad cuando escucho desde el otro lado de la línea "¿Sí? Selina Müller al aparato" No pudo evitar una sonrisa al recordar, recordar , cuantas bromas le habían gastado en España gracias a esa costumbre Alemana de informar con nombre y apellidos, al responder al teléfono "Kasia, ya sé que tú eres Kasia Borek, te estoy llamando a ti, es estúpido que cada vez que te llame me digas que eres Kasia Borek, si yo... ¡YA LO SE!", le decía una y otra vez su amiga Pe. "Sel, soy Kasia..... quería... quería pedirte el teléfono de Lucy, tengo el antiguo pero no el nuevo y necesito hablar con ella", dijo un poco insegura, ¿qué habrían pensado los demás de ella por haberse marchado y haber dejado a Lucy así? "Mira Kas....no sé si puedo....", dijo Selina dubitativa, para ella no había pasado desapercibido el daño que le produjo a Lucy, el hecho de que Kasia se fuera, sabía que había algo entre ellas, aunque no sabía el que... "Selina por favor, tienes que dármelo, tengo, necesito hablar con ella, tengo que saber que está bien", a Kasia empezaba a temblarle la voz. "Kas, lo siento pero no sé si es buena idea, déjame hablar con ella primero", contestó Selina. "Sel, por favor, dámelo o dime donde esta... yo tengo.... por favor...”, Kasia empezó a sollozar,
su voz sonaba desesperada. "Kasia tranquilízate, ella está bien, está aquí conmigo", contestó Selina, no pudo evitar decirle donde estaba, la desesperación que notó en la voz de Kasia la desarmó. "Voy para allí", contestó Kasia colgando inmediatamente el teléfono, sin dar opción a Selina a decir nada. Capí Ca pí tu l o 7.
Kasia volvió a darse una ducha rápida, se secó con la toalla y desnuda se dirigió a su habitación para ponerse algo de ropa, justo jus to en ese momento Elena abría los ojos, "Mmmmm... podría acostumbrarme a tener esta visión todos los días por la mañana, ven a darme los buenos días" y levantó la sabana invitando a tumbarse a su lado. Kasia se sobresaltó, se había olvidado por completo de la presencia de la española, "Ehhhh... no
puedo, ahora tengo que salir un momento", dijo mientras se ponía las bragas "¿Y a dónde vas con tanta urgencia?, si es que puede saberse", preguntó asombrada Elena, Kasia nunca le había dicho que no ha pasar un buen rato juntas "Tengo algo importante que hacer", respondió la rubia incomoda "Algo ¿cómo que?", Elena se olía que algo iba mal y creía estar segura de saber exactamente donde iba Kasia La rubia trago saliva, conocía el carácter de la española, "Elena.... tengo que ir a ver a Lucy, no te enfades por favor, pero necesito saber que está bien", le dijo con voz suplicante y una mirada que a la española le dijo más que mil palabras Se hizo el silencio en la habitación, Elena miró hacia el suelo reflexionando, asintió con la cabeza, "Está bien Kasia, está bien...." Kasia la miró sorprendida, “Elena por favor, no..... ", no se esperaba esa reacción de la
temperamental española La española la interrumpió, "No Kas, lo entiendo, me gustas, me gustas mucho, pero sé que no merece la pena que luche por ti..... nunca serás mía, tú perteneces a otra persona" Kasia la miró con lágrimas en los ojos, "Elena, yo no....." La española no la dejó terminar, se había levantado de la cama, se acercó a ella, cogió su cara entre sus manos y la besó, la besó con una ternura infinita, ambas sabían que aquel sería el último beso. Al separarse, la sonrió y dijo, "Ahora ve a por lo que quieres Kas, eres una persona increíble y te mereces lo mejor, lucha por ella" Las lágrimas corrían por las mejillas de Kasia, acarició su mejilla con gran dulzura y asintió, terminó de vestirse, antes de salir le echo una última mirada y se fue, sabía que al volver ella ya no estaría. Selina miraba a su teléfono totalmente confundida, que se suponía que debía hacer ahora, ¿despertar a Lucy?, ¿detener a Kasia?, sabía perfectamente que a no ser que pusiese una barricada en la puerta y avisase a al Herr Her r no iba a ser posible, ¿qué estaba pasando p asando entre ellas?, escuchó un fuerte trueno, se acercó a la ventana, llovía a mares, se apresuró a volver otra vez a la cocina con sus amigos, no le gustaban las tormentas... Una hora después el timbre de la puerta, retumbaba en toda la casa, todos los presentes sabían quién era, menos Jenny que se despertó sobresaltada con semejante escándalo. Selina abrió la puerta y, Kasia estaba frente a ella, cual perro de aguas totalmente empapada y
llena de barro, de su pelo totalmente alborotado caían hileras de agua que resbalaban por su cara, sus ojos estaban entrecerrados y la sonreía nerviosamente y algo ruborizada, "Yo....un coche me ha salpicado y...." comenzó a decir. Selina no pudo evitar sonreír y abrazarla, se veía tan dulce.....en aquellos momentos se alegró de haberle dicho donde estaba Lucy, "pasa, ya sabes donde ir" Lucy se sobresaltó con aquel ruido estridente, ¿de dónde provenía?, escuchó como unos pasos apresurados pasaban por delante de su puerta y otra vez el silencio, -bueno una escandalosa visita de Selina- pensó se dio la vuelta y volvió a cerrar los ojos. Unos minutos después notó como su puerta se abría y alguien entraba en su habitación, completamente sorprendida preguntó "¿Selina?" Una voz tímida le contestó, "no Lu, yo... yo... yo no soy Selina" Dio un respingo en su cama e inmediatamente encendió la luz de su mesilla, "¿Kas?" Cuando sus ojos se acostumbraron a la luz, lo que vio la dejó sin habla, Kasia empapada, totalmente ruboriza y balbuceando, era más de lo que Lucy podía soportar "¿Qué?.... ¿qué estás haciendo aquí?, acertó a balbucear Kasia empezó tocarse el pelo nerviosa, "Yo sólo estaba preocupada... y quería saber como estabas" Lucy la miraba ensimismada, hasta que se acordó de que existía alguien llamado Elena, su mirada se volvió fría y muy secamente le dijo, "ya has visto que estoy bien, ahora mejor te vas, quiero descansar". "Sé que estas enfadada porque haberme ido ayer, pero yo...." intentó decir Kasia pero Lucy la interrumpió. "¡No Kas, tu tenías que tomar una decisión y la tomaste!, me parece estupendo, pero yo también tomé la mía, alejar todo lo que tenga que ver con Chris y contigo de mi vida", dijo Lucy fríamente. A Kasia se le partió el corazón, moriría si Lucy volvía apartarla de su vida "Lucy, yo....., yo.... lo siento tanto, sé que lo hice mal, Lucy por favor, no puedes hacer eso, tienes que estar conmigo", las lágrimas corrían por el rostro de Kasia, estaba desesperada, "no me alejes de tú vida, yo te necesito, yo no podría volver a vivir sin ti, no Lu, yo... yo.... ¡te amo!", gritó la rubia desesperada.
El tiempo se paró, todo dejó de existir, todas las barreras que Lucy había levantado cayeron al oír aquellas palabras, se acercó a la temblorosa Kasia, no podía soportar verla así. La abrazó, la atrajo hacia sí, sintió como su fragancia penetraba por todos sus poros, no pudo evitarlo, dulcemente besó su cuello, estaba perdida en un sentimiento tan grade como desconocido para ella, levantó su cara y le obligó a mirarla, acarició sus mejillas, sus labios, esos labios que tanto deseaba, la miró a los ojos, sus hermosos ojos marrones, que ahora eran de un negro azabache, notó su dificultad para respirar. Kasia sintió como le temblaban las piernas al sentir los besos de Lucy en su cuello, tuvo la sensación que había muerto y estaba en el cielo, no podía respirar, tenía erizado todo el bello de su cuerpo, aquellas caricias la quemaban, su corazón estaba desbocado, jamás había sentido algo así, no podía apartar la mirada de aquellos ojos, la tenían hechizada, notó como Lucy se aproximaba a su cuerpo aún más, movió la cabeza ligeramente hacia adelante, sus narices estaban juntas, tocándose, sintió el aliento de Luzi en su cara, estaba hipnotizada, cerró los ojos e instantes después sintió los suaves labios de Lucy en los suyos... Capí Ca pít u l o 8
El primer contacto de los labios de Lucy con los suyos propios desencadenó en Kasia fuegos artificiales, era como si flotara, como si hubiera algo que las mantenía, a ella y a Lucy solas, flotando en algún lugar del universo y se perdió por completo en la suave presión ejercida por aquellos labios en los suyos, siguió disfrutando de aquel, tímido y tembloroso beso, sintió como dos manos recorrían su cuerpo mojado, deslizándose por sus brazos hacia abajo, le recorrían la espalda lentamente y llegaban finalmente sus caderas. Ese pequeño gesto alentó a Kasia para que sus manos se deslizan suavemente por el pelo de Lucy y obtener un suspiro de felicidad, en ese momento se rompió el hielo Kasia ya no tenía miedo, de que Lucy pudiera rechazarla, Kasia sentía que Lucy deseaba exactamente lo mismo que ella, saco todos sus temores y pensamientos de su cabeza y dejó hablar a su corazón, besó a Lucy con una pasión que sorprendió a ambas. Sus bocas seguían firmemente juntas, y sus manos exploraban la piel suave y desconocida de la otra, cuando Lucy sintió que la lengua de Kasia muy cuidadosa y muy lentamente le acariciaba el labio inferior, contuvo la respiración con entusiasmo, al mismo tiempo que abría un poco la boca, y cuando sus lenguas se s e encontraron, sintió que de golpe se encendía en su cuerpo una pasión y un deseo totalmente desconocidos hasta entonces, ambas lenguas jugaron traviesas y la pasión de Lucy aumentaba más y más, una y otra vez se besaron hasta que jadeantes tuvieron que qu e separarse por la falta de aire. "Lucy" susurró la rubia, pero antes de que pueda decir algo, esta selló sus labios con otro beso de anhelo, el beso fue reencendido, "no digas nada", susurro Lucy entre beso y beso de los labios de Kasia y se hundió con esta en un mundo nuevo y diferente Sus lenguas volvieron a reunirse y se enfrascaron en un apasionado y ardiente beso de nuevo,
con ambas lenguas conociéndose más y más. Lucy notó como Kasia, la empujaba contra la pared deslizaba sus manos hasta sus nalgas y apretaba firmemente su pelvis contra la suya, la joven castaña sintió que el calor que estaba creciendo en su entrepierna, se volvía placenteramente doloroso, no sabía si iba a ser capaz de pararlo, nunca había deseado sentir a nadie dentro suyo como deseaba en esos momentos a Kasia, el deseo se apoderó de ella, metió sus manos por debajo de la mojada camiseta de Kasia y sus uñas recorrieron su espalda, provocándole a la joven rubia, el dolor más dulce que había sentido alguna a lguna vez, un pequeño gemido de placer se escapó de la boca de Kasia, el deseo de las dos mujeres estaba creciendo hacia unos límites difícilmente controlables. Lucy se dio cuenta de que las únicas partes de su cuerpo que no estaban en contacto con el cuerpo de Kasia eran sus manos, hundió sus dedos en el pelo mojado de la rubia y ejerciendo un poco de presión intensificó el beso, su respiración r espiración se agitó incluso más, luego deslizó sus dedos suavemente sobre la mejilla de Kasia, sintió su pulso palpitante y salvaje en su cuello, su mano siguió deslizándose por el cuerpo de la rubia hasta llegar a su pecho, Lucy dudo. Kasia estaba desatada, sentía en todo su cuerpo un fuego, un deseo como nunca antes había sentido, esa mujer de increíbles ojos azules y cautivadora sonrisa la desarmaba, ella era especial, lo que sentía por ella era especial, era algo que no había sentido nunca por nadie. Presionó más a Lucy contra la pared y empezó a desabrochar poco a poco, la chaqueta de su pijama, hasta quitársela, acariciaba cada centímetro de piel que quedaba quedab a al descubierto, mientras la besaba salvajemente con lujuria y pasión, Lucy estaba casi mareada, se separó de los labios de Kasia para inhalar oxígeno y abrió los ojos para mirar a la rubia. "Kasia no.... para.... tenemos....", intentó decir con voz entrecortada y jadeando Lucy, Kasia calló su boca con un beso, Lucy volvió a separarse, "Kasia...... no sigas, tenemos que hablar", susurro otra vez Kasia volvió a cerrar su boca con sus labios, mientras sus manos, se deslizaron sobre su vientre, cuando estuvo cerca del límite se deslizaron lentamente otra vez hacia arriba, acariciando ligeramente los senos de Lucy, un gemido se escapó de los labios de esta, Lucy se rindió, ya no podía pensar en nada, tenía la sensación sens ación de que iba a morir si no sentía inmediatamente a Kasia dentro suya. Kasia dejó que sus ojos se perdieran en el cuerpo de Lucy y el panorama que se presentaba ante ella era simplemente impresionante, la joven mujer castaña respiraba con dificultad, estaba apoyada en la pared con sus brazos encima de su cabeza, retorciéndose y la miraba con una mirada suplicante, de añoranza, de deseo, esperando con ansia lo que inevitablemente iba a pasar, el diminuto pantalón de su pijama, era la única prenda pr enda que cubría su impresionante cuerpo, cuerp o, Kasia jamás había visto nada más bello, estaba a punto de perder el juicio, el corazón iba a salirse de su pecho. La joven rubia, fue estrechando muy lentamente su mano derecha presionando la mama de Lucy, soltó un pequeño grito y haciendo un ligero movimiento se separó un poco del cuerpo de Kasia, la cual la atrajo de nuevo hacia si, su mano comenzó a masajear suavemente su pecho, Lucy
gimió, la lengua de Kasia recorrió gustosa su cuello saboreándola hasta llegar al lóbulo de su oreja, jugó con él, lo mordisqueó, mientras su mano libre se deslizaba hasta su nalgas y las masajeaba, leves e incontrolables gemidos salieron de la boca de Lucy. La lengua de Kasia volvió por donde había venido, y gustosa hizo su camino a la inversa, recorrió su cuello, su clavícula... hasta que por fin llegó a su destino y la boca de Kasia finalmente encontró el seno de Lucy, la cual sintió un reconfortante escalofrío por su espina dorsal, cuando Kasia recorrió con su lengua el pezón, dibujando pequeños círculos, quería llevar a Lucy hasta el más alto grado de excitación posible, asi que aún no se permitio cerrar la boca y entretenerse con el. Lucy impaciente enterró su mano en el cabello húmedo Kasia, tratando de animarla, a que hiciera lo que ella quería, lo que necesita y Kasia respondió a su suplica silenciosa, cerró los labios alrededor del pezón de Lucy lo mordisqueó y jugó con el con su lengua hasta que estuvo completamente endurecido, Lucy apoyó su cabeza contra la pared, sus ojos se cerraron y gimió fuerte y aliviada. Después de jugar un rato con su lengua en el seno derecho de Lucy, Kasia remplazó la boca por su mano y desplazó su lengua hasta la otra mama que la espera ansiosa para recibir el mismo tratamiento, besó, lamió, succionó apasionadamente el seno izquierdo de Lucy, mordisqueó débilmente su pezón ya endurecido, lo que provocó un intenso gemido de la joven castaña. Lucy estaba en el cielo, desesperada, intentaba mantenerse de pie sobre sus piernas, se aferró firmemente a los hombros Kasia, pensaba que ya no podía aguantar más tiempo sin perder el sentido, los labios de Kasia se posaron en los suyos buscando un hambriento y apasionado beso, sus lenguas se fundieron nuevamente entre si con tal pasión que el sentimiento en la entrepierna de Lucy se hizo casi doloroso. Las manos Kasia bajaron hasta los pantalones de Lucy, impaciente los bajó y se deshizo de ellos, ambas se miraron, no hicieron falta palabras los ojos de Lucy expresaban exactamente lo que quería, sólo quedaba la ropa interior, suavemente Kasia bajó esa última pieza de ropa, notó como Lucy temblaba. La joven rubia se arrodilló, desde esa posición tenía una gran perspectiva del cuerpo perfecto de Lucy, sus manos poco a poco fueron acariciando suavemente sus piernas pero permanecieron dubitativas en el exterior de sus muslos, moviéndose lentamente, una última mirada a los ojos azules brillantes de Lucy le convenció de que no había ninguna razón para dudar, por lo que sus manos se deslizaron tímidamente a la cara interna del muslo de la mujer de pelo castaño, deslizándose más y más por su piel, hasta sentir como temblaban sus muslos al llegar a su última instancia..., su objetivo, comprobó con satisfacción lo húmedo y palpitante que estaba el sexo de Lucy, y lo acarició, sus dedos empezaron a jugar su abultado clítoris lo pellizcaban suavemente, lo estrujaban dulcemente, esta gemía sin parar, sus caderas empezaron a retorcerse deseosas de más, abrió más las piernas para darle un mejor acceso, Kasia metió su cabeza entre sus piernas.... Cuando Lucy sintió la lengua de Kasia, no pudo evitar que un grito de placer se escapara de su boca, pequeños escalofríos recorrían todo su cuerpo ya no respiraba, jadeaba, Kasia chupaba y
chupaba incesantemente volviéndola loca de placer, su lengua cada vez se movía más rápido, Lucy pensó que estaba sintiendo el placer infinito!, empezó a temblar cada vez más fuerte. Lucy sintió que su corazón se le iba a salir del pecho, ella no tenía ni idea de que se pudiera sentir tanto placer como el que le estaban dando en ese momento los dedos Kasia, agarro con ambas manos su cabeza y la obligó a ponerse de pie para besarla con una fogosidad que ni siquiera ella misma conocía, su lengua arremetió contra la de Kasia, casi salvajemente, necesitaba más, y la rubia lo sabía, sus ojos estaban a tan sólo unos milímetros de los suyos, fijos en ellos, disfrutando al ver el placer que le estaba causando, le sonrió dulcemente y......"¡Oh Dios mío!, Kas, ¡Oh Dios mío! “gritó Lucy al sentir los dedos dentro suyo, clavó suyos en los hombros de la rubia y se quedó sin respiración, por fin la sentía dentro, Kasia metía y sacaba los dedos lentamente, era suya. Sus pelvis seguía acompasada el ritmo impuesto por los dedos índice y corazón de Kasia, con cada roce de la palma de la mano en su clítoris, Lucy sentía que miles de hormigas recorrían todo su cuerpo, un poco más rápido, un poco más....., Kasia introdujo su pierna entre las de Lucy, con el fin de presionar aún más, Lucy cabalgaba sobre esa pierna. Un poco más rápido, Lucy ya no podía controlar ninguna de las partes de su cuerpo, se dejó hacer por esa mujer que la hacía perder el sentido, sus caderas embestían la mano de Kasia deseosas de más y más placer, no podía parar de gritar, sintió un agradable calor en el abdomen inferior tan intenso como jamás había sentido, su cuerpo temblaba sin parar, Kasia volvió a bajar y empezó a lamerla mientras, mientras seguía metiendo y sacando sus dedos cada vez más rápido. El rostro de Lucy estaba distorsionado,, sudaba, temblaba, jadeaba, gemía, todo a la vez, enloquecida, poseída por el placer más grande grande sentido jamás"¡oh, Kas!, ¡oh, Kas!, ¡no pares, ahora no!, ¡Kas, Kas, Kasiaaaaaaa!, fue lo último que salió de su boca antes de que sintiera una explosión en todo su cuerpo, todos sus músculos se contrajeron, para relajarse inmediatamente después, acompañados de un grito, un grito de liberación de su cuerpo, tenía la sensación de flotar y caer al mismo tiempo. Kasia se detuvo y miró a Lucy, por nada del mundo quería perderse ni una sola imagen de aquel bello momento, poco a poco se levantó y rodeó a la l a aún temblorosa Lucy entre sus brazos, brazos , acariciando suavemente su espalda, quien iba deslizándose poco a poco por la pared hasta llegar al suelo, sin energía para más, con los ojos cerrados y respiraciones rápidas y cortas, mientras iba volviendo a la tierra. Durante un tiempo, se simplemente se quedaron abrazadas la una a la otra, sintiéndose, nada ni nadie existía para ellas en esos instantes, nada, excepto la indescriptible sensación que las unía en este momento. Lucy levantó lentamente su cabeza, que descansaba sobre el hombro de Kasia, su respiración se iba normalizando lentamente, miró dulcemente a los ojos marrones de la mujer rubia, acarició tiernamente con los dedos sus mejillas, agarró su mano y le dijo con una sonrisa: "Kas.... ¿no podríamos haber hecho todo esto, mucho much o más cómodas en la cama, mañana no me voy vo y a poder mover?".
Kasia no pudo evitar reírse, "no lo había planeado así", y se inclinó para besarla. En ese momento Lucy se dio cuenta de que Kasia seguía empapada, "Kas, deberías quitarte esa ropa, darte una ducha y ponerte algo seco, te vas a constipar como una de las espartanas española -Pucci-, que estuvo más de una semana constipada y ni escribía ni hacía nada (; , anda ve y pídele a Selina una toalla y date una ducha" Kasia la miro pícaramente, "¿quieres que me quite la ropa?..."
Capí Ca pí tu l o 9.
Lucy se puso sería, miro a Kasia un poco avergonzada "Kasia yo....., yo.....", empezó a decir Kasia la miró extrañada y un poco alarmada, -¿por qué titubeaba?, ¿por qué se estaba poniendo roja?- "¿Qué pasa Lucy?", preguntó con miedo "Yo.... lo siento", dijo por fin "¿Lo sientes?, ¿qué sientes?", Kasia no entendía nada "Yo....", Lucy no sabía como decírselo "Lucy por favor, dime que sientes, ¿qué te pasa?, estás empezado a ponerme nerviosa", dijo Kasia con voz aguda "Yo, siento no haber sido capaz de hacerte disfrutar como tú me has hecho a mí, pero me he vuelto loca, ha sido lo más increíble que he vivido", arranco por fin Lucy Ella había intentado darle a Kasia lo que esta le estaba dando, pero le había sido imposible, desde que Kasia empezó a desnudarla, había dejado de controlar su cuerpo, su mente, todo lo que había sentido fue tan intenso que no había podido hacer otra cosa que abandonarse y sentir. Kasia suspiro aliviada, "no te voy a negar que estoy un poco acalorada en estos momentos, si lo hiciese te mentiría, pero Lu, sé que tenemos muchas cosas de las que hablar, muchas cosas que aclarar y que ni tú ni yo esperábamos que pasase esto, pero espero que tengas muchas ocasiones para hacerme disfrutar", miro a Lucy Luc y y una gran sonrisa se dibujó en su rostro. ros tro. Lucy se lanzó sobre ella y atrapó sus labios, Kasia se dejó caer y Lucy con un ágil movimiento se tumbó desnuda encima suyo. Al sentir el cuerpo desnudo de Lucy encima, Kasia sintió que su corazón iba a explotar de la fuerza con la que latía en su pecho, su respiración empezó a acelerarse y su sexo palpitaba de deseoso de atenciones, Lucy le abrió las piernas, introdujo la suya entre ellas y empezó a
moverse de arriba abajo, mientras le acariciaba y estrujaba sus pechos, Kasia puso sus manos en su culo, empujándola hacia ella, haciendo así más presión con su pierna, lanzó un gran gemido de placer su pelvis subía y bajaba ansiosa y deseosa de más con cada roce. Kasia sentía las manos hambrientas de Lucy por todo su cuerpo, se besaron una y otra vez, cada vez con más pasión, sus lenguas hambrientas jugaban salvajemente en cada beso, con hambre de más, Lucy se detuvo y la miró, Kasia lanzo un suspiro de desesperación, Lucy estaba sin aire con la respiración entrecortada, le dijo "está bien, si no quieres ir a por una toalla no vayas, pero está ropa te la quitas, ¡ven!", se levantó, tendió a Kasia su mano y de un empujón la tiró encima de la cama, "mejor te la quito yo", dijo, mientras se abalanzaba sobre ella, buscando ansiosa otra vez su boca. Lucy puso sus labios en los de Kasia, en cuestión de segundos, el beso se convirtió en un duelo de lenguas y labios, notó como que la pasión, la lujuria y el deseo crecían más y más en Kasia, se dio cuenta de que Kasia intentaba apartarse de ella pero no se lo permitió, presionó más con su boca la boca de Kasia impidiéndoselo, quería hacerla hace rla suya, quería sentir todas y cada una de las partes de su cuerpo en sus su s manos, Lucy notaba como Kasia se revolvía cada vez v ez más debajo suyo, incapaz de estarse quieta, aun así la rubia, se las arreglo, para en un breve susurro y con la respiración entrecortada decirle "Lu, de verdad, no tienes porque hacerlo", "no deseo otra cosa más", dijo Lucy y la desnudo apresuradamente, los movimientos, la respiración cada vez más agitada de Kasia y sobre todo sus ojos que reflejaban el deseo irrefrenable de ser poseída por ella, le indicaron que no había mucho tiempo para esos detalles. Lucy besó sus hombros, su cuello, lamió su oreja, Kasia respiraba cada vez más fuerte y más rápido, la joven castaña se tomó un momento para contemplarla, con su pelo rubio mojado y despeinado y aquella sonrisa de satisfacción en su cara, se veía increíblemente bella, "eres tan hermosa...." le susurró al oído, mientras acariciaba su mejilla, lentamente acerco su cara para fundirse ambas en un dulce beso, que terminó convirtiéndose en tan intenso que las dejó sin respiración. Ese beso y la vista de la piel desnuda que se encontraba debajo suyo hicieron que la respiración de Lucy se hiciera más fuerte e irregular y que el incendio que había sentido hacia un rato volviera a crecer en su entrepierna, pero un millón de veces más fuerte, en sus ojos se podía ver una lujuria desenfrenada, y un deseo inmenso de hacer saber finalmente a Kasia como se había sentido minutos antes y poder devolverle todo lo que ella le había dado previamente. Lucy pasó su mano por debajo del vientre de la rubia, volvió a poner su pierna entre los muslos de Kasia, y tiró de esta hacia ella, los brazos de Kasia se cerraron inmediatamente alrededor de sus caderas y ambas se movieron al compás, sus cuerpos estaban estrechamente juntos y sus labios volvieron a encontrarse en un beso hambriento, dos lenguas se juntaron llenas de deseo. Kasia tenía sus manos en las nalgas de Lucy, mientras empujaba sus caderas, fuerte y rítmicamente, el movimiento se hizo cada vez más rápido y acompasado, ambas gemían de placer, separaron sus labios para tomar aire, Lucy aprovechó ese pequeño p equeño momento de lucidez, para deslizar su mano por el cuerpo cuerp o de la rubia, se paró brevemente en su pecho pero no se quedó ahí, sintió como los músculos de la entrepierna de Kasia temblaban y vio en sus ojos que no era
el momento de pararse en eso, no había tiempo suficiente ... Kasia iba a correrse en cualquier momento. Sin dudarlo su mano se deslizó entre las piernas de su amante hacia ese sexo que la espera ansiosamente, húmedo y deseoso por sentirla, cuando sus dedos llegaron finalmente a su objetivo, el lugar más íntimo de Kasia, sintió como se tensaban todos los músculos en el cuerpo de la otra mujer. Lucy comenzó a juguetear con sus dedos en el clítoris de la rubia, subía, bajaba, lo pellizcaba suavemente lo presionaba, hacía círculos, más rápido, más despacio, sentía como Kasia temblaba, su respiración iba a mil por hora, le beso los labios, el cuello, acarició su pecho, mordisqueó sus pezones erectos, poco a poco fue bajando por su vientre, Kasia abrió más las piernas dejando su palpitante entrepierna totalmente al descubierto, dándole d ándole todo el acceso. Lucy besó los muslos de la joven rubia y lentamente se dirigió a su sexo, cambió sus dedos por su lengua, lamiendo y mordisqueando aquel clítoris erecto, la excitación de Kasia aumentaba, gemía sin parar, y su cuerpo regalaba a Lucy unos pequeños y exquisitos temblores que la recorrían de arriba abajo, la joven castaña dejo por unos momentos el clítoris de la rubia y con su lengua empezó a penetrarla poco a poco, los gemidos de la otra mujer se hicieron más intensos y sus caderas empezaron a moverse desbocadas, Lucy siguió jugando con su lengua, metiéndola, sacándola, más rápido, más despacio, hasta que sintió que Kasia no aguantaría mucho más, las paredes de su vagina se contraían co ntraían y se dilataban peligrosamente. Lucy metió primero un dedo, todo el cuerpo de su amante tembló, sus gritos se pisaban unos a otros, la mujer castaña observo a su compañera de juegos, se aferraba con una mano al cabecero de la cama mientras que con la otra intentaba empujar su cabeza castaña más hacia ella , tenía los ojos cerrados disfrutando de los estragos que estaba produciendo en ella aquel solitario dedo de Lucy, exigiendo subía y bajaba sus caderas, lo único que deseaba era sentir plenamente a Lucy dentro suyo y Lucy estaba más que dispuesta a ceder a sus súplicas. Lucy sin previo aviso introdujo otro dedo dentro de Kasia, y un alarido de placer retronó en la habitación, Kasia ahora jadeaba y sus caderas arremetían sin piedad contra la mano de Lucy, quien metía y sacaba sus dedos rítmicamente, la rubia subía y bajaba las caderas completamente fuera de control, empujaba y empujaba cabalgando sobre aquella mano buscando más y más, los movimientos de Lucy, se hicieron más y más rápidos, dentro, fuera, dentro, fuera con su lengua lamía y lamía, el clítoris de la rubia, con el ansia con que se lame el primer helado de turrón en primavera, Kasia gritaba, gritaba y gritaba, "¡oh dios...!, di os...!, ¡, ¡oh dios mío...!, ¡oh dios mío Lucy!" Lucy no pudo soportarlo más, sin sacar los dedos se bajó del cuerpo de Kasia, cambio de posición, e hizo que esta también se girara, Kasia entendió perfectamente per fectamente que era lo que quería, introdujo su pierna entre las de Lucy y presionó con fuerza su rodilla contra el sexo de su compañera, otro alarido de placer se escuchó en la habitación. Lucy estaba casi al borde de un paro cardíaco, mientras con sus dos dedos penetraban una y otra vez a Kasia y con un tercero hacía presión en su clítoris, con sus piernas se aferraba al cuerpo de Kasia y se frotaba salvajemente contra la firme pierna de esta ahora completamente lubricada por sus propios fluidos, de arriba hacia abajo, adelante hacia atrás, estaba loca de lujuria, embriagada de deseo, las caderas de ambas mujeres embestían y embestían sin piedad, aquello que les estaba
causando tanto placer, galopando extasiadas. Las dos estaban cada vez más cerca del éxtasis absoluto, cada vez más cerca del clímax total, olvidaron todo lo que las rodeaba y lujuriosas buscaron el placer infinito, sus ojos brillantes no se apartaron ni por una milésima de segundo los unos de los otros. La habitación se llenó de respiraciones emocionadas, entrecortadas, ruidosas, apasionadas, jadeos, gemidos, y la voz entrecortada de dos do s mujeres que susurraban casi sin aliento la una el nombre de la otra. De pronto un grito salió de ambas gargantas casi a la vez, una tremenda explosión sacudió a las dos amantes, y dos cuerpos, jadeantes, sudorosos y temblorosos se abrazaron fuertemente, permanecieron inmóviles temblorosas, casi sin respiración, res piración, sin apartar la una la vista de los ojos de la otra, con una intensa mirada de amor y ternura, disfrutando de aquel momento mágico. Cuando sus respiraciones se apaciguaron ambas se fundieron en un largo y apasionado beso. Capí Ca pí tu l o 10. 1 0.
Seguían tumbadas desnudas en la cama, abrazadas disfrutando la una de la otra, completamente embobadas, de pronto Kasia se incorporó y miró a Lucy con horror "Acabo de caer, en que la casa está llena de gente, ¿tú crees que nos abran oído?", preguntó asustada. Lucy abrió los ojos como platos y sonrió, "¡No Kassss! ¿cómo crees?, con lo silenciosa que has sido. "En serio Lu, son nuestros amigos, me moriría de la vergüenza, ¿se habrán dado cuenta de lo que hacíamos?", parecía de verdad preocupada. Lucy la miraba divertida, "Kasia, te han escuchado hasta en España, - ¡OH DIOS...!, ¡OH DIOS MIO LUCY!- , ¿qué crees que piensan?, ¿qué estábamos rezando?, ¡escandalosa!" "¡Yoooooooo!, exclamó Kasia con fingida indignación, "¿y tú?, ¡OH, KAS!, ¡NO PARES, AHORA NO!, ¡KAS, KAS, KASIAAAAAA!, como que tú eres la discreción en persona, vamos que la niña se cree más silenciosa que un Fujitsu" Lucy no pudo evitar soltar una carcajada y se abalanzó sobre ella, "¡te vas a arrepentir de eso!", exclamo y ambas empezaron una pelea sin cuartel, Kasia gritaba y reía a carcajadas, Lucy por fin pudo dominarla, se sentó en sus piernas, piern as, y amarro ambos brazos, la miro directamente a los ojos o jos y le dijo, con una sonrisa picarona", esos gritos también los han escuchado" Kasia la miraba ensimismada, -es preciosa-, pensaba, "la verdad es que pensándolo bien, me da igual, estoy contigo y eso es lo único que me importa, el resto ahora mismo..... me da exactamente igual", dijo mirando a la joven castaña con tanto amor que a esta el corazón comenzó a latirle a mil por hora, le dolía estropear el momento pero sabía que tenían que hablar, no podían ignorar esa importante conversación para ellas, para su futuro.
El semblante de Lucy volvió a tornarse serio, "Kasia yo....", comenzó a decir sentándose en la cama "¿Lucy tú?", respondió Kasia, que al ver la cara de preocupación de Lucy se sintió inquieta "Yo...., yo no sé que puedo ofrecerte, mi vida en estos momentos es un caos, ni tan siquiera sé lo que siento....", comenzó a decir Kasia se incorporó también, "Lucy yo no te estoy pidiendo nada, yo..", la joven castaña la interrumpió "No Kas, déjame hablar por favor, sé que siento algo por ti algo muy fuerte, algo muy especial, que me apasiona, pero a la vez me asusta y ahora mismo tal y como está mi vida sería una gran equivocación, tirarnos a la piscina, empezar nada, intentar descubrir hasta donde nos puede llevar esto que sentimos...", hizo una pausa para observar a Kasia, "hasta ayer se suponía que yo era heterosexual, que estaba locamente enamorada de mi novio, pero al verte...., al verte, supe que no, supe que me había estado engañando durante más de cinco años, cuando me fui a Londres, no quise que nos viéramos para despedirnos, pero no porque no me importases, sino porque para mí cada día se hacía más difícil ocultar que me moría por besarte, por pasar las 24 horas del día juntas y si volvía a tenerte a mi lado iba a ser incapaz de controlarme" contro larme" Kasia le acarició suavemente la mejilla y la sonrió tiernamente "Y ahora....", continuo Lucy, "ahora has vuelto a mí, y yo sé que hacer con este desastre en el que se ha convertido mi vida, ni con todos estos sentimientos que tengo por ti" "Lu... ", la interrumpió Kasia, "tienes que tomarte las cosas con calma, antes que nada tienes que digerir todo lo que te ha pasado, has dejado a la persona con la que has compartido tu vida durante más de 12 años, te ha agredido, has tenido que abandonar tu casa y todo eso en menos de 24 horas y bueno...no olvidemos el hecho de que te has acostado conmigo, que soy una mujer " "Sí, una mujer que me ha echado el polvo más increíble de toda mi vida, ¡Dios Kas, aún no me he recuperado!", protesto Lucy, "ese no es el problema, el problema es que no sé si voy a ser capaz de darte lo que necesitas, de cumplir con tus expectativas, no quiero que vuelvas a desaparecer de mi vida, porque todo esto no funcione" "Te repito que no te estoy pidiendo nada, ni tan siquiera yo sé que esperar de todo esto, no lo había planeado, no esperaba que pasase, pero sé que quiero descubrir contigo a donde nos lleva todo lo que sentimos.... y Lu, yo no voy a desaparecer, yo voy a estar siempre contigo, como amiga, como amante, como novia, como mujer, no sé como que, pero lo iremos descubriendo juntas poco a poco, empezaremos como amigas" Se abrazaron, y volvieron a tumbarse en la cama, cogidas de la mano, jugando con sus dedos, estuvieron sin decir nada durante un rato, sumidas cada una en sus pensamientos, hasta que Lucy suspiro y dijo, "Debería empezar por buscar un lugar donde vivir"
"Podríamos compartir apartamento", contestó Kasia inmediatamente "¡Sí... y cama no te digo!" contestó Lucy con una sonrisa, "Kas.... ¿dónde has dejado eso de ir poco a poco?" "Lo de la cama no es mala idea", respondió Kasia con una sonrisa pícara, "pero yo me refería a compartir apartamento como amigas, con camas separadas, armarios separados, vidas separadas....." "¿Y podre llevar por las noches a mis amantes?", dijo Lucy riendo "Mmmmmm, depende ¿serán hombres o mujeres?", Kasia siguió la broma "Buena pregunta, eso no lo había pensado, tendrás que llevarme a sitios de ambiente, para que pueda conocer más mujeres, ir probando y así decidir con que me quedo, aunque...... si todas me hacen lo que tú me has hecho, la elección va a ser fácil", continuó Lucy con la broma "Psssss, todas las mujeres con las que me he acostado, me han dicho que soy una amante excelente.... pero no creas que todas son como yo", le siguió Kasia divertida "¿Todas?, eso quiere decir que han sido muchas", dijo Lucy riendo, aunque no pudo evitar sentir una pizca de celos "Bueno, tengo 32 años, unas cuantas han caído", contestó la joven rubia con ojos chispeantes Lucy se giró para mirarla y cambio de tema, no le gustaba nada hacia donde estaba derivando la conversación, "en serio Kas, no sé si es buena idea" "¡Va Lucy!" dijo Kasia girándose también, ahora la cabeza de una estaba enfrente de la de la otra a muy poca distancia, ¡Vamos a intentarlo, será genial! "No sé.....", dudo Lucy "Sí lo haremos, ¡está decidido!, mañana empezaré a buscar un apartamento con dos habitaciones", Kasia estaba entusiasmada "prometo no violarte todas las noches" "¿No?", preguntó Lucy insinuante, con un tono de decepción y mirándola directamente a los labios, con hambre de ellos y acercando su cabeza un poco más a la de la rubia Kasia suspiro, se mordió ligeramente el labio inferior y susurro sensualmente, "bueno, lo haré los martes y los jueves", acerco su cabeza un poco más Ahora sus narices estaban juntas y Lucy podía sentir el aliento de Kasia en su boca,"¿sólo? ", susurro muerta de deseo y empezando a pensar que la mayoría de los días usarían una sola cama
"Bueno.....", empezó a decir Kasia, no pudo terminar, los labios de Lucy ya estaban en los suyos Se besaron con pasión, con amor, con ternura, con esperanza, esperanza por algo que estaba naciendo y podía hacerlas las personas más afortunadas de la tierra o las más desdichadas, no sabían hacia donde se inclinaría la diosa fortuna, pero iban a averiguarlo. - Lucy ahora estaba segura de que sólo encestarían una cama"Lu.... tu podrías explicarme.... ¿cuál es el concepto que tú tienes de amiga?, le pregunto con una sonrisa la rubia al separarse Capí Ca pí tu l o 11
Al día siguiente Kasia se despertó pronto, se desperezó y miró a la joven castaña que dormía plácidamente a su lado, se le encogió el corazón -¿cómo podía haber dudado durante dur ante 5 años sobre sus verdaderos sentimientos?, amaba a aquella mujer-, se moría de ganas por despertarla con un dulce beso, pero tuvo que contenerse, los dos días anteriores habían sido muy duros para Lucy y un sueño reparador era lo que mejor le iba a venir, resignada salió de la cama y se vistió, quería ir a su casa, cambiarse de ropa, salir a correr un rato y sobre todo estaba ansiosa por empezar a buscar un hogar, un hogar para ella y para Lucy, para empezar a construir su futuro. Miró a su alrededor buscando algo para poder escribir una nota a Lucy, no había nada, chasqueo los dedos un poco frustrada, la casa estaba en silencio, aún nadie se había despertado, y no era cuestión de ponerse a rebuscar papel y boli por toda la casa, pero no quería irse sin dejar una nota a Lucy, de pronto se fijó en el rosal que crecía debajo de la ventana, - espero que ha Selina no le moleste-, pensó, arrancó la rosa más bella de todas y la puso en su almohada, hecho un último vistazo a Lucy y salió por la puerta. Al llegar a su apartamento, Elena ya no estaba, encontró una nota encima del escritorio, - Sé que aquí ya no pinto nada, así que me vuelvo a España, sinceramente creo que nunca debería haber venido. Pídele disculpas a Lucy por mi comportamiento, pero como ya sabemos los celos son muy malos. Kasia eres una de las personas más increíbles que he conocido nunca y te deseo todo lo mejor. Si alguna vez quieres algo de mí ya sabes donde encontrarme. Con cariño ElenaKasia sintió una punzada de dolor en su corazón, estaba locamente enamorada de Lucy, pero la española le encantaba, eso tampoco podía evitarlo, suspiro y se dirigió a la ducha. Se dio una ducha rápida, se puso su ropa deportiva y salió a correr, hacía una mañana preciosa, el cielo de Berlín esa mañana lucia completamente claro, cuando llegó al parque se cruzó con Vane Fenix, iba a mil por hora, la argentina pasó por su lado sin ni siquiera verla, por lo poco que pudo intuir Kasia con semejante velocidad, aquella mañana se la veía especialmente linda, -alguna espartana lujuriosa habrá publicado algún fanfiction subidito de tono y está descargando adrenalina-, pensó, y volvió a sumirse en sus pensamientos, su teléfono vibró en si bolsillo, tuvo que detenerse para coger aliento, miró a la pantalla y no reconoció el número, "¿si ?, Kasia Borek al aparato", respondió.
Al momento gritó entusiasmada, "¡PEDROOOOOOO!", pero enseguida su sonrisa desapareció de su cara, "¿mañana?...... si claro,..... claro que puedo", dijo titubeante, "si Pedro, sé que es una gran oportunidad para mí, no te preocupes, mañana a las 6 de la tarde estaré en Londres.......", se detuvo, su corazón latía inquieto, se sentó en un banco para pensar (Vane Fenix continuaba dando vueltas al parque). Pedro empezaba la grabación de su última película en Londres, ya contaba con ella y Elena para los papeles protagonistas, grabarían un par de días en Londres y viajarían a Barcelona donde transcurría la mayor parte de la película. Hacía unos días hubiese sido la mujer más feliz del mundo al recibir esa oferta, pero ahora Lucy había entrado en su vida como un huracán y no quería estropear ese nuevo proyecto en común por nada del mundo, finalmente encontró la solución lo tomarían como unas vacaciones, invitaría a Lucy a ir con ella, ahora mismo no tenía ningún proyecto, y así juntas disfrutarían, haciendo turismo por España, la Semana Santa ya se acercaba, -el momento ideal para ir a Andalucía-, pensó y con energías renovadas y una gran sonrisa en la cara se puso a seguir a Vane Fenix, que seguía dando vueltas y más vueltas por el parque como una peonza. El sonido de su móvil despertó a Lucy, rechazó la llamada lo único que quería era dormir, al cabo de un segundo volvió a sonar, volvió a rechazar la llamada, y al momento sonó otra vez esa melodía destrozándole los tímpanos. Se rindió, "Si Lucy Scherer, al aparato", respondió soñolienta, extendió su mano hacia el otro lado de la cama y no encontró nada, sobresaltada se giró buscando a Kasia, vio la rosa, la cogió inhalo su aroma y respiró tranquila, Petra hablaba y hablaba sin parar, Lucy aburrida asentía y asentía a todo lo que Petra le decía desde el otro lado de la línea, de repente sus ojos se abrieron como platos y exclamó "¿Nueva York?, ¿Broadway?, ¡pero si ni tan siquiera domino 100x100 el inglés Petra! Petra la tranquilizó, también le habían ofrecido a Selina un papel, pasarían unos meses de adaptación en Nueva York, aprendiendo el idioma, las costumbres, familiarizándose con el entorno y dentro de tres meses, empezarían los ensayos del musical, realmente era una gran oportunidad para que la conociesen en Norteamérica, tendrían que viajar dentro de dos días a Los Ángeles, para terminar de atar los últimos detalles con los productores, su primer pensamiento fue para Kasia, se le encogió el corazón, ahora que por fin estaban juntas no quería separarse de ella, pero luego una amplia sonrisa iluminó su cara, -Kasia y yo podremos conocer aquel gran continente-, pensó entusiasmada. "Acepta Petra", le dijo entusiasmada a su representante, en dos días estaremos en Nueva York, pero seremos cuatro, Kasia vendrá vendr á con nosotras. Colgó la llamada y perezosa volvió a acurrucarse ente las sabanas, le encantaba la idea, ella y Kasia, solas, descubriendo América, norte, sur y centro, tendrían tiempo para todo, trabajo, placer pero sobre todo para amarse, ama rse, para disfrutar de ese sentimiento se ntimiento que ambas compartían y deseaban explorar y dejar crecer juntas. El teléfono volvió a sacarla de su sueños, fastidiada lo miró con ganas de estamparlo contra la pared, hasta que vio el remitente de la llamada -Kasia-, -Kas ia-, su Kasia.
"¡Oh Kas!, no te vas a creer lo que me ha pasado", exclamo la joven castaña , directamente, estaba deseosa de contárselo, "¡necesito verte!, ¡tengo que hablar contigo!, es tan increíble.... ¿quedamos a la 14:37, en El Planet para comer y así te lo cuento", invitó entusiasmada, unos meses compartiendo con la mujer que la tenía ensimismada, todos los secretos de América, era una idea que la tenía entusiasmada, era completamente feliz. "Sí ahí estaré, yo también tengo tantas cosas que contarte, me muero de la emoción Lucy de verdad", contestó Kasia, era su sueño, ella y la mujer de su vida compartiendo vivencias en España, visitando aquel país que la tenía tan fascinada, y disfrutando al máximo la una de la otra, ¿qué más se podía pedir? Lucy colgó el teléfono, se quedó pensativa unos instantes y volvió a llamar, "Kas ¿querías algo?", una sonrisa se dibujó en sus labios, "y yo a ti".......
Capí Ca pí tu l o 12
Lucy se levantó de la cama, no tenía sentido seguir intentando dormir, estaba segura que en cuanto volviese a quedarse traspuesta volvería a sonar el maldito teléfono, salió de su habitación, fue al garaje y rebuscó entre sus cosas una toalla y sus accesorios de baño, volvió a su habitación, se desvistió y se dirigió a la ducha, al levantar la pierna para introducirse en ella notó un intenso dolor en el muslo, se lo había advertido a Kasia, deberían haber hecho todo aquello en la cama, ahora tenía unas agujetas terribles. No pudo evitar sonreír al recordar todo lo que había pasado desde que Kasia entró por po r la puerta, volvió a sentir los besos y las manos de la rubia por todo su cuerpo, se le puso la piel de gallina, y sintió un intenso calor dentro suyo, moviendo la cabeza de un lado al otro desechando aquellos pensamientos, que provocaban esas peligrosas reacciones en su cuerpo cuerp o se metió en la ducha. Al salir, se peinó, se lavó los dientes y se vistió, cuando iba a salir de la habitación sus ojos se posaron en aquella hermosa rosa roja que Kasia le había dejado aquella mañana, se moría de ganas de ver a la rubia, de volver a sentir sus duces labios en los suyos, se acercó al a cama y cogió la rosa y la inhaló, sonrió, salió de la habitación y volvió a dirigirse al garaje, una vez allí busco en una de las cajas, su bien más preciado, su diario de cuando era niña, de d e cuando sus padres aún vivían y ella pensaba que la l a vida era algo bonito y fantástico que merecía la pena anotar día a día, un día todo aquello cambió y no volvió a escribir más, con cuidado introdujo la rosa entre unas páginas en blanco de su diario y colocó el libro en el fondo de la caja, debajo de todas las cosas para que estas ejercieran presión sobre él. Escuchó ruidos en la cocina, Selina ya estaba despierta, con una sonrisa se apresuró a ir a su encuentro, “Buenos días compañera!", dijo entrando precipitadamente en la cocina y abrazando a
la morena "¡Oh Lu!, es increíble, volver a trabajar contigo y nada más y nada menos que en Broadway, ¡ahhhhhh es una locura!, gritó Selina dando saltitos y correspondiendo a su abrazo
"¡Sel, soy tan feliz!, creo que este es el día más feliz de toda mi vida, es todo tan maravilloso", dijo Lucy emocionada "Cuando me ha llamado Petra, no me lo podía creer, casi salto de la cama para ir a tu cuarto, pero me he acordado de que tenías visita, una visita muy escandalosa por cierto, tuvimos que subir el volumen de la televisión a tope", dijo la morena con una sonrisa maliciosa Lucy se puso roja como un tomate, "Sel, yo....." "No hace falta que me cuentes nada de lo que pasó ayer", la interrumpió Selina, "pero quiero que sepas que consideraba que éramos amigas y me molesto bastante que no me hubieses contado nada, me quede con la misma cara de tonta que los chicos, cuando empezamos a oír aquellos gritos....mmmmm....mmm....., podríamos calificarlos como extraños" "Como te iba a contar nada si ni tan siquiera yo misma entendía lo que me pasaba, ni lo que sentía, si he estado ocultándomelo a mí misma durante todo este tiempo", se defendió la joven castaña, "hasta que Kasia no entró por la puerta del salón el día de la fiesta, yo estaba completamente convencida de que Chris era el hombre de mi vida, pero cuando la vi, fue como si el mundo se parará, no sé un sentimiento tan fuerte se colocó en mi pecho mi, en mi estómago que creí que iba a perder el sentido....." Miro a Selina un poco tímida, ésta la miraba con una dulce sonrisa invitándola a continuar, "y cuando estaba en el lavabo, y ella entró peleándose con la española cojonera esa y empezaron a meterse mano.....¡oh Dios, me puse mala, malita, mala!, nunca había estado tan celosa y tan excitada a la vez, en ese momento me di cuenta de que algo pasaba, luego el vídeo, todos aquellos recuerdos.... aquellos sentimientos, el baile, al sentirla pegada a mi perdí totalmente la razón, nada existía a mi alrededor a parte de ella, si Chris no lo hubiese impedido la hubiese besado ahí mismo, delante de todos, sus labios era lo único que deseaba, no me importaba nada más, y cuando Chris me pegó, la bofetada fue lo que menos me dolió, el daño más grande me lo hizo ella, lo que me partió el corazón fue verla salir por la puerta, cuando más la necesitaba...." Paró para coger aire, ahora Selina sonreía ampliamente, eso animó a Lucy, "y ayer cuando vino y me dijo que me amaba, yo... yo no pude contenerme, fui hacia ella y..." "¡Nooooooooo!, ni se te vaya a ocurrir contarme cochinadas Lu, ahórrale a mi mente las imágenes tórridas, que con los sonidos ya puedo hacerme una idea", la interrumpió Selina alarmada "Pero.....", dijo Lucy sorprendida, no se esperaba esa reacción de Selina, la miró confundida a los ojos y la morena al ver la cara de sorpresa no pudo contenerse más y estalló a carcajadas, Lucy la miró aún más sorprendida, pero al verla reír así no pudo evitarlo y comenzó a reírse a carcajadas ella también. Ambas lloraban de risa en la cocina, cuando se recuperaron, Selina volvió a abrazar a la joven castaña, "Me alegro mucho por ti Lu, me alegro mucho de que te sientas así, que seas tan feliz, has sufrido mucho y te lo mereces", dijo la morena acariciándole la mejilla
A Lucy se le llenaron los ojos de lágrimas, realmente Selina era su mejor amiga, se habían conocido en el rodaje de Hand Aufs Herz, durante la serie no se prestaron demasiada atención, ella estaba demasiado ocupada con Kasia y Selina con Christopher, pero al volver Lucy de Londres habían coincidido en un musical en Múnich, después en la grabación de varios spots de publicidad, en otros 2 musicales en Berlín, y ese mismo año incluso habían participado juntas en la grabación del anuncio de felicitación de navidad del parlamento alemán. Habían sido demasiadas horas juntas, entre ensayos, mientras esperaban el inicio de la función, las grabaciones, y ambas se habían contado cosas la una a la otra que no habían compartido con nadie más, Selina era la única persona a la que Lucy se había abierto 100x100, de la que había hablado de aquella tragedia sin tapujos, sin esconder nada de lo que pasó aquel fatídico día y en sus momentos de debilidad ella siempre había respondido. "Gracias Sel, tú apoyo siempre ha sido muy importante para mí, lo sabes, sin ti en muchos momentos no hubiese podido seguir", estrecharon más el abrazo. "No es momento de ponerse melodramáticas Lu, esto lo tenemos que celebrar, ya sé que es muy temprano pero un día es un día, voy a por una botella de Champagne, tú ve preparando las salchichas, el chope y el chucrut", gritó la morena mientras se dirigía a la bodega. Lucy miró su reloj, eran las 9:30, de la mañana, no muy convencida se puso manos a la obra con la tarea encomendada, Selina volvió con la botella de Champagne y Lucy ya tenía preparados los entremeses, había añadido unas olivas también no se fueran a quedar con hambre. "Mmmmmm... me encanta el chope", dijo Selina, mientras abría la botella de champagne. Lucy la miró sonriendo, en realidad era cierto era un día para celebrar... "¿Bueno y Kasia siente lo mismo que tú?, quiero decir, sé que algo siente, o no hubiese venido, ¿pero estáis en el mismo punto?, ¿está tan enamorada de ti como tú lo estás de ella?", preguntó joven morena mientras servía el Champagne. "Creo que si, ella me lo ha confirmado, yo quería frenar todo esto, darme tiempo para reflexionar, pero ella me animó a luchar por nosotras, incluso íbamos a alquilar un apartamento para nosotras, para descubrir descu brir que era todo esto que sentíamos, a donde dond e nos llevaba, pero ahora....", Lucy dudo le empezaban a asaltar las dudas "Es cierto...., ¿qué vais a hacer ahora?, ¿Kasia tiene algún proyecto?, ¿qué opina de tu oferta?", preguntó Selina, muy despacio, observando observand o la cara de preocupación de la joven castaña. castañ a. "No lo sé Sel, he quedado con ella para comer, al principio me ha encantado la idea, las dos juntas, en Nueva York, viendo musicales, haciendo haciend o turismo, empezando nuestra relación, disfrutando de nuestro amor, ¿puede haber algo más romántico, pero... pero...", a Lucy le temblaba la voz, "¿y si se niega?, ¿y si tiene otros planes?, ¿qué será de nosotras?, ¿debería renunciar?, ahora mismo me siento inquieta, tengo un muy mal presentimiento"
"Lu, tranquilízate, antes de montar el drama habla primero con ella, pero si ella se niega a viajar a Nueva York, sea cual sea el motivo, tienes que ser consciente de que tu decisión afectará al resto de tu vida, si decides quedarte con ella, tienes que estar muy segura de que eso es lo que quieres, porque si te queda alguna duda, terminaras odiándola, porque la culparas de apartarte de tu sueño, y si te vas y la dejas sin estar segura, serás infeliz el resto de tu vida por no haber sido capaz de luchar por tu amor, sea lo que sea tienes que estar completamente segura de tu decisión", Selina la miraba muy seriamente. "Estoy viendo fantasmas donde no los hay Sel", dijo Lucy intentando sacarse las preocupaciones de la cabeza, "por nosotras, por nuestro maravilloso futuro" dijo "Por nosotras, por que todos nuestros sueños se cumplan", brindó Selina Lucy sonrió y brindo, pero no podía evitar sentirse inquieta, tenía una sensación muy rara en su interior. Capí Ca pí tu l o 13. 1 3.
A las 14:37 en punto Kasia entraba por la puerta del Planet, busco a Lucy con la mirada, la encontró sentada en una mesa, entretenida leyendo unos papeles, y una copa de vino blanco a su lado, su corazón empezó a latir más rápido, se dirigió hacia ella inmediatamente con una amplia sonrisa, pero cuando estuvo frente a la mesa se detuvo indecisa. Lucy levantó la mirada y la vio, sorprendida le preguntó, "Kas, ¿qué haces ahí parada?" La rubia en poco avergonzada, le contestó, "cuando he entrado y te he visto, he sentido unas ganas locas de besarte" "¿Y?, preguntó la joven castaña confundida "Pues que no sé si puedo", confesó la rubia tímidamente Jenny cada vez estaba más confundida, "¿Kasia te encuentras bien?, ¿por qué no vas a poder besarme?", preguntó con cierta preocupación preocup ación "Bueno..... ayer decidimos tomarnos las cosas con calma, y empezar como amigas....entonces no sé si ya hemos dado un paso adelante en nuestra relación y somos algo más o seguimos siendo amigas", contestó su compañera con una gran sonrisa Lucy se levantó, la agarro por la cintura, la atrajo hacia así y sin apartar sus ojos de los suyos, posó suavemente sus labios en los de la rubia, esta introdujo sus dedos en su s u pelo presionando más su cabeza contra ella, intensificando el beso, cuando sus lenguas se juntaron un pequeño gemido se escapó de la boca de la rubia, en ambos cuerpos estallaron fuegos artificiales.
Se separaron para tomar aliento, Lucy volvió a acercarse a su compañera y le susurró al oído insinuante y recorriendo todo su cuerpo con mirada lasciva, "esto es lo que he estado deseando hacer toda la mañana, y cuando salgamos de aquí te diré otra cosa que estoy deseando hacer contigo" Un escalofrío recorrió la columna de Kasia, se sentó inmediatamente, "bueno, cuéntame, ¿qué era eso tan importante de lo que querías hablarme?", preguntó cambiando inmediatamente de tema, o no iba a poder evitar llevarse a Lucy al lavabo para darle aquello que tanto deseaba. Lucy volvió a la realidad, "no, mejor te lo cuento mientras comemos, ya lo tengo todo preparado, cuéntame tú, ¿qué me tenías que contar" Kasia estaba tan ansiosa por contarle todo que aceptó encantada ser la primera, tomó su mano y empezó a hablar, "Lu no te lo vas a creer, esta mañana me ha llamado Pedro" "¿Pedro...?", preguntó Lucy "Almodobar", continuó la rubia, "en unos días va a comenzar en Londres a grabar su última, película" La sonrisa de Lucy despareció de su cara "Y quiere que yo sea la protagonista junto con Elena, esta tarde me llegará el guión y mañana a las tarde tengo que viajar a Londres para empezar a familiarizarme con todo, porque en unos días empezamos a grabar, grabaremos unas cuantas escenas en Inglaterra y luego viajaremos para España" Kasia seguía hablando y hablando sin parar, Lucy no escuchaba, su corazón se había roto, le costaba respirar, -¿por qué ella no podía ser completamente feliz?, ¿por qué cada vez que parecía que por fin todo en su vida era perfecto, ocurría algo que lo estropeaba?-, ella amaba a Kasia, deseaba más que nada en este mundo compartir su vida con Kasia, cruzar esa puerta que se había abierto para ellas y dejar crecer y fortalecerse esa relación que estaba naciendo. Pero, ¿cómo iban a compartir nada a miles de Km. de distancia?, ¿cómo iba a crecer nada si no estaban juntas?, en unas cuantas horas, Kasia tenía que estar en Londres y ella en California. "Lu, Lucy", Kasia sacudía su mano, "no te alegras, ¿por qué pones esa cara?, Lu si es por Elena ya te he dicho que....." "Kas, no tiene nada que ver con Elena...", dijo Lucy en un murmullo "Entonces no lo entiendo, deberías alegrarte, es una gran oportunidad para mí, para nosotras", Kasia estaba ahora realmente molesta, se había preparado para todo menos para esa reacción de Lucy Lucy era incapaz de hablar sólo la miraba
"Lucy por favor, puedes dejar ya ese silencio, ¿te importaría decirme cual es el problema", la rubia estaba empezando a perder la paciencia, llevaba toda la mañana impaciente e ilusionada por proponerle a Lucy que se fuera fue ra con ella y el hecho de que Lucy no mostrase ninguna n inguna emoción, sólo la mirase como las vacas al tren, la estaba reconcomiendo por dentro "Kasia yo.....", dijo por fin Lucy, "yo.... tengo que estar dentro de dos días en Los Ángeles, y luego viajar a Nueva York, a Selina y a mí, nos han ofrecido un papel en un musical en Broadway, pensaba decirte que me acompañaras" El corazón de Kasia se partió en mil pedazos, el mundo pareció terminarse Capí Ca pí tu l o 14. 1 4.
Ambas se miraron impotentes, ninguna de las dos era capaz de articular palabra, ¿qué iba a pasar ahora?, ¿qué iba a ser de su relación?, no tenían una relación ya consolidada, la cual pudiera soportarlo todo, ellas dos estaban empezando, aún no sabían si serían compatibles para la vida en pareja, no conocían sus gustos más íntimos, sus proyectos a largo plazo, si querían casarse, cas arse, tener hijos, una casita con jardín, un perro y un gato......, aún ni tan siquiera habían disfrutado de la sensación de dar un paseo agarradas de la mano por el parque, o una cena romántica.... no estaban juntas y ya debían separarse, el destino era muy injusto con ellas, aquello era una locura. Kasia tenía ganas de llorar, todos los planes, todas sus ilusiones, todas sus esperanzas de construir en España un futuro para ella y Lucy se habían perdido en un momento, no ella no podía permitir eso, ella quería estar con Lucy, Luc y, esa mañana al despertar en sus brazos braz os había tenido la sensación más intensa de su vida, se había sentido llena, completa, segura, feliz...., frustrada golpeo la mesa con un puño, "renunciaré, no haré la película, yo quiero estar contigo, no volver a separarme de ti, ni pensarlo, eso nunca", mascullo apretando los dientes Las lágrimas corrieron por las mejillas de Lucy, ella había estado a punto de decir los mismo, pero las palabras de Selina vinieron a su cabeza, c abeza, y ella sabía que no sería bueno para p ara su relación que ninguna de las dos renunciase a su sueño, y esa película era el sueño de Kasia, "no Kas, no puedes hacer eso, tenemos que qu e hacer las cosas bien" La rubia la miró sorprendida, "Lu, no te estoy pidiendo permiso, no tiene discusión es una decisión que ya está tomada" La joven castaña volvió a cogerle la mano, y le dijo dulcemente, "Kas, no podemos empezar a construir nuestra relación entre unos cimientos de renuncias y dolor, nada bueno podría salir de ello, no podemos renunciar a nuestros sueños por querer estar juntas ya mismo, porque si hacemos eso más tarde o más temprano nos culparemos de ello la una a la otra", los ojos de Kasia se llenaron de lágrimas, en el fondo sabía que su compañera tenía razón, Lucy continuó, "esto no quiere decir que lo nuestro se terminó, ni que debamos separarnos para siempre, yo no voy a renunciar a ti, eso jamás, es solo por unos meses, es un pequeño revés a nuestros planes, debemos tener paciencia"
La rubia lloraba abiertamente, "pero Lu.... yo no sé si voy a ser capaz de estar sin ti, esto no es justo, además y si... y si... conoces a alguien, yo voy a estar muy lejos, y si te das cuenta de que qu e era todo una fantasía, que no me echas tanto de menos como pensabas, y si....." Lucy, se levantó y la abrazó, ella tenía los mismo temores que Kasia pero a la inversa, pero se dio cuenta de que en aquellos momentos le tocaba a ella ser la fuerte y tranquilizar a la joven, " Kas, yo estoy muy segura de lo que siento, hemos estado cinco años sin vernos e incluso sin aceptar lo que sentía por ti, no he dejado un solo día de pensar en ti, mi corazón a palpitado por ti un día tras otro, esto no nos va a separar, no lo permitiremos, hará nuestra relación aún más fuerte", Ambas lloraban juntas, sin apartar sus ojos las una de la otra, ajenas a las miradas, a los cotilleos, ajenas a todo, estaban en su propio y pequeño mundo, "dentro de treinta años, cuando estemos en nuestra gran mansión de Hollywood, en nuestro salón con todos tus Oscar, contándole todo esto a nuestros nietos, nos reiremos a carcajadas del asunto veras", continuó Lucy "¿Pero tú quieres tener hijos Lu?", preguntó Kasia "Siempre he querido tener dos, dos niñas, ¿tú no?", dijo Lucy sonriendo, ambas estaban más tranquilas "Yo quiero lo que tú quieras", dijo Kasia con tanto amor y cariño en sus ojos que hizo que las lágrimas volvieran a los de Lucy "Te quiero Kasia Borek", dijo Lucy acariciándole la mejilla Kasia volvió a llorar, su corazón se encogió, era la primera vez que Lucy se lo decía, debería haberse sentido feliz al instante, sin embargo estaba triste, su alma estaba rota, mañana estarían a miles de Km de distancia, "Te amo Lucy Scherer", dijo acercando sus labios a los de su compañera Se besaron , ese beso dio sentido a todo, no fue como los que habían compartido hasta ahora, fue mucho más, fue un beso intenso, honesto, lleno de amor, y a la vez de amargura, todo lo que sentían sus alma, todo el amor que sentían en sus corazones, se plasmó en ese beso y ambas comprendieron que pasara lo que pasara, se una manera o de otra, iban a estar unidas para siempre. El teléfono de Lucy, sonó y las sacó de su ensoñación, de su momento, de su mundo, Lucy miró quien era, "Petra", dijo mirando a Kasia con culpabilidad, tenía que contestar. Kasia asintió con la cabeza, dando su aprobación, Lucy hablaba, parecía molesta, pero Kasia no la escuchaba, ella sólo la observaba, observaba sus bellas facciones, su sedoso pelo, aquellos hermosos ojos azules en los que se había perdido desde el primer momento que los vio, esos labios que la hacían perder el sentido, ese cuerpo escultural, a partir de mañana, no sabía cuando
iba a volver a verla, así disfrutaba de ella cada instante como si fuera el último. Lucy colgó frustrada, "mierda" exclamó, Kasia la miró sorprendida, "quería que pasáramos la tarde juntas....", le dijo con pesar "pero Kas tengo que irme, ha surgido un problema con mi pasaporte, y....." Kasia asintió "¿Nos veremos esta noche?", preguntó la rubia en un susurro, con un nudo en la garganta, mientras apretaba los puños para contener las lágrimas "Kas, yo... yo tengo que ir a Baviera a...", la joven castaña no pudo continuar, las palabras no le salían de la boca "¡Eh, mi amor, lo entiendo!", dijo la rubia abrazándola, intentando ser fuerte, "Shhhhhhhh...... cálmate, lo entiendo", le susurraba metiéndola dulcemente "¿Por qué tiene que ser todo tan terriblemente difícil y complicado, Kas?, ¿por qué?, ¿por qué?, le preguntaba una y otra vez Lucy mientras intentaba controlarse Cuando logró calmarse, la joven castaña continuó, "Tengo que ir a Baviera para despedirme de mis tíos, desde que mis padres murieron, ellos se han encargado de mí, y han sido maravillosos conmigo, me criaron como a una hija, dándome todo el amor y cariño que tenían, no puedo irme sin despedirme de ellos, volveré mañana a primera hora, podremos pasar el día juntas hasta que te vayas" La rubia asintió decepcionada, nada le gustaría más que pasar la noche con ella, amarla y besarla, una y mil veces como si fuera la última vez, caer rendida y esperar entre sus brazos el amanecer. Lucy adivinó lo que estaba pensando, "Kas, nada me gustaría más que pasar, esta última noche juntas, pero....", se detuvo unos instantes ins tantes meditando, "da igual no iré a Baviera, quiero estar contigo, y...." "No Lu, ahora me toca a mí ser razonable, tienes que ir a Baviera, has dicho que tenemos que hacer las cosas bien, y eso pasa porque te despidas de tus tíos, mañana tendremos unas horas para nosotras ", aquellas palabras fueron fu eron las más difíciles que salieron nunca de d e la boca de Kasia Pagaron la copa de vino de Lucy, y abatidas salieron del restaurante. "¿Cómo vas a ir hasta la oficina de Petra?, preguntó Kasia "Pararé el primer taxi que pase, ¿quieres que lo compartamos?, ¿qué vas a hacer ahora?”,
respondió su compañera "No, iré caminando hasta mi casa, quiero despejarme un poco", contestó la rubia, levantó la mano y paró un taxi que se acercaba, "entonces mañana nos vemos" Lucy asintió, se besaron, fue un beso triste, lleno de dolor, desgarrador.
Sin ser capaz de decir, ni hacer nada más, Lucy se metió en el taxi, las lágrimas corrían por el rostro de Kasia mientras veía como se alejaba. A la mañana siguiente, no hizo falta que sonara el despertador para Luzi, para cuando sonó, ella ya estaba vestida y esperaba impaciente alguna señal de vida en la casa, eran las cuatro de la mañana, sus tíos la llevarían al aeropuerto, el avión no salía hasta las ocho pero Lucy había insistido en ir con tiempo, no podía perder ese avión por nada del mundo, a las nueve estaría en Berlín y a las 10 y media como muy tarde en el apartamento de Kasia, tendrían aún unas horas por delante para disfrutar juntas de su s u amor. Escuchó abrirse la puerta de la habitación de sus tíos, ansiosa salió de su cuarto mientras gritaba, "¡tío Frank, voy sacando el coche ahora vuelvo!", al abrir la puerta de la calle, un grito de desolación se escapó de su garganta, todo estaba cubierto por una espesa niebla. Les costó más de la cuenta llegar al aeropuerto, cuando Lucy miró las pantallas, comprobó con desolación que todos los vuelos tenían más de una hora y media de retraso, desolada, facturó su pequeña maleta, y acompañó a sus tíos hasta el coche, co che, ellos habían insistido en quedarse para acompañarla o en volver todos a casa y que ella cogiese un vuelo más tarde, Lucy se había negado en rotundo a la segunda opción, y en cuanto a la primera, estaban ya demasiado mayores, como para pasarse horas en un aeropuerto, sólo porque su histérica sobrina tuviese la necesidad de llegar a Berlín cuanto antes, para ver a su novia, -novia.....-, pesó Lucy, -¿realmente eran novias?-..... Despidió a sus tíos y se dirigió hacia una de las cafeterías, pidió un café y se sentó a esperar pacientemente, miró su reloj, aún era muy temprano para p ara despertar a Kasia Kasia no había pegado ojo en toda la noche, no había podido dejar de pensar el Lucy, en ellas dos, le preocupaba mucho que la distancia terminara separándolas, a las ocho y cuarto no pudo soportar seguir dando vueltas, pensó con una sonrisa que Lucy ya estaría de camino, en un par de horas podría volver a saborear sus labios, cuando iba a saltar de la cama, sonó su móvil, "¿Lucy?", preguntó sorprendida "¡Oh cariño!, estoy atrapada en el aeropuerto por la niebla, dicen que hasta las diez por lo menos no saldremos", dijo totalmente desolada "¡Dios Lu!, ¿qué más puede salir mal?, ¿qué hemos hecho nosotras para que todo nos salga al revés", murmuró Kasia, "mi avión sale a las cuatro, Lu, necesito verte" "Llegaré Kas, te lo prometo, llegaré", contestó Lucy con un nudo en la garganta, "ahora tengo que dejarte, nos están llamando para informarnos, luego te digo algo.... y Kas.... nunca olvides que te amo con locura", y colgó "Y yo a ti.....", murmuro Kasia, se dejó caer en la cama otra vez
A las diez Lucy volvió a llamar, no le salía la voz, hasta las doce treinta no saldría el avión, podrían verse en el aeropuerto al menos meno s para despedirse, Kasia ya era er a lo único que deseaba, poder verla antes de partir, "bueno.... "bueno.. .. voy a salir ahora de casa, facturaré factur aré y así lo tendré todo hecho para cuando llegues, te esperaré en el -Starbucks- de la entrada norte, suele haber muy poca gente "Kas, yo nunca he visto un -Starbucks-, en la entrada norte", dijo Lucy sorprendida "Lu, hace años que está, según entras por la entrada norte de Schönefeldl, la primera a la derecha", contestó la rubia "Dios Kas, no puede ser", la voz de Lucy sonaba completamente desesperada "¿Qué?", preguntó la rubia asustada "Yo no llego a Schönefeldl, llego a Tegel"........... Lucy llegó a Berlín a las dos y media de la tarde, tenía una hora y media para llegar, salió rápidamente del aeropuerto, ni se paró a recoger su maleta, se montó en el primer taxi que vio, dio 50 euros al conductor mientras le decía, "a Schönefeldl, lo más rápido que pueda", el hombre asintió y puso en marcha el coche. Kasia esperaba nerviosa, caminaba pasillo arriba, pasillo abajo, sin perder de vista la entrada del -Starbucks-, ni la entrada norte, tenía la esperanza de que finalmente entrara por aquella puerta Lucy estaba a 4 Km del aeropuerto, y aún faltaban 45 minutos para que el avión de Kasia despegase, por fin algo salía bien, de repente el coche de delante se paró, el taxista frenó en seco, reaccionó rápido pero no pudo evitar el coque. Kasia esperaba cada vez más nerviosa y desesperada, sacó su móvil y marcó el teléfono de Lucy, apagado o fuera de cobertura, -mierda, ¿dónde está metida?, ¿dónde estás Lu?, ¡por amor de dios aparece!, te necesito....La joven castaña salto del taxi sin pensar en nada más que en su deseo de ver a Kasia, corrió, corrió desesperada, corrió, como nunca, corrió sin desfallecer, por ella , por Kasia, por su amor, por su futuro, corrió hasta quedarse q uedarse sin aliento, parecía que el corazón iba a salirse por su boca. En los altavoces de Schönefeldl tronó, -Última llamada para los pasajeros del vuelo FRDGH66541, con destino Londres, se ruega embarquen por la puerta 4Cuando Lucy por fin llegó los pasajeros ya habían embarcado, una empleada le impidió el paso, "Entonces deme un pasaje para ese maldito avión, necesitó subir a ese avión como sea, ella está en ese avión ¿no lo entiende?", gritó desesperada "Eso es imposible señorita", dijo la empleada, "es ese avión que está despegando", y señaló hacia los ventanales
Lucy se giró, vio como el avión despegaba, se acercó hasta el ventanal lentamente, las lágrimas corrían por sus mejillas, "Kas.......", murmuro mientras veía como el avión desaparecía en el horizonte...
Capitulo 15.
Lucy sintió una respiración en su nuca, a la vez que unos brazos rodeaban su cintura, "me da igual lo que digas", susurro una voz en su oido, todo el cuerpo de Lucy tembló, "yo no pienso ir a ninguna parte sin ti", continuo la voz susurrante, mientras le apartaba el pelo y cubría su cuello de besos. ¡Kasia!, Lucy se giro, buscando ansiosa los labios de la rubia, la beso con pasión, con locura, como si no se hubiesen visto en años, como si se hubiesen reencontrado después de una larga y forzosa separación, besó sus ojos, su cara, su nariz, su cuello, mientras sus manos recorrían todo su cuerpo, le hubiese hecho el amor allí mismo, ¡te amo, Kas, te amo!, era todo lo que podía salir de su boca, mientras la besaba cada vez más apasionadamente, sus caricias quemaban el cuerpo de la rubia "Disculpen Señoritas", escucharon una voz firme a su lado. Se separaron sin aliento y miraron a la dueña de aquella voz, provenía de una atractiva mujer joven, vestía uniforme, pertenecía a la seguridad del d el aeropuerto, parecía muy exigente, muy estricta, tenía madera de líder, pero sus ojos reflejaban una gran dulzura, Zenaida Lh, rezaba en su placa de identificación "No creo que este sea el lugar indicado para hacer estas cosas", les dijo muy seriamente, intentando disimular una sonrisa Ambas la miraron avergonzadas, se disculparon y entre risas salieron de la terminal, parecían dos quinceañeras descubriendo su primer amor. Salieron y se dirigieron al parque que había enfrente del aeropuerto, se sentaron en un banco, y continuaron besándose, acariciándose, deseosas de sentir el calor de aquellos labios, de aquel cuerpo, que hacía poco pensaban haber perdido por meses. "Lu.....Lu....", dijo Kasia separándose casi sin aliento, "tenemos que parar..... o no voy a ser capaz de controlarme, te voy a quitar la ropa aquí mismo" La joven castaña sonrió y a duras penas intentó controlarse, ambas se quedaron en silencio durante minutos, mirándose, disfrutando ampliamente de aquel momento. "Lu, no pienso irme a ningún sitio, no sin ti", dijo Kasia mientras negaba una y otra vez con la
cabeza,"no sería capaz de hacer otra cosa que llorar y pensar en ti, habrá mil películas, mil proyectos, pero ahora es nuestro n uestro momento y no voy a dejar escaparlo " "No Kas....", le interrumpió Lucy poniéndose muy seria, "harás esa película" "¡Lu!, no voy a....", intentó decir Kasia, su compañera la interrumpió poniendo sus labios en los suyos. "Y yo voy a estar a tu lado todos los días", dijo Lucy sin separar su cara de la rubia y acariciándole dulcemente las mejillas, "mientras veía alejarse ese avión lo he visto claro, Nueva York puede esperar, nosotras no, yo lo único que deseo y necesito para ser feliz es tenerte a mi lado, disfrutar y sentir como crece nuestro amor minuto a minuto, America está muy lejos, otro continente, otras costumbres, diferente zona horaria....., demasiados cambios para mi vida en estos momentos, vamos a empezar por España y luego ya daremos el salto" Kasia la besó apasionadamente, una y otra vez, "te amo tanto Lucy Scherer......", dijo con lágrimas en los ojos Permanecieron abrazadas durante un rato, "Bueno...., tengo que ir a la oficina de Petra a informarle de todo esto y también a hablar con Selina... y tú tienes que ir a comprar otro billete de avión ", dijo Lucy "Lu, ¿estás segura?", pregunto Kasia muy lentamente "Jamás había estado más segura de nada, ¡Uhhhhhh Barcelona, hayá vamos!, dijo la joven castaña con una sonrisa, mientras volvía a besarla. Cogidas de la mano, emocionadas, ilusionadas, ansiosas por empezar su nueva vida entraron otra vez al aeropuerto. El nuevo vuelo de Kasia, salía a las diez y media de la noche, habían decidido que primero viajaría Kasia y unos días más tarde, cuando Lucy arreglase todo en Berlin se reuniría con ella en Londres, volvieron a salir del aeropuerto. "¿Qué piensas hacer ahora?, aun te quedan cuatro horas y media para que salga el vuelo", preguntó Lucy, agarrando a la joven rubia r ubia por las caderas y acercándola acercánd ola hacia su cuerpo "Bueno.... había pensado, alquilar un coche, ir a ver a Petra contigo, luego dejarte en casa de Selina, devolver el coche y coger el avión, ¿te parece?", dijo Kasia mientras se acercaba a besarla. Dicho y hecho, amabas se dirigieron a la oficina de Petra, a esta que Lucy renunciara al papel no le hizo ninguna gracia, pero al ver lo enamoradas e ilusionadas que estaban las dos mujeres no puedo hacer otra cosa que alegrarse alegr arse por ellas. Petra se puso en contacto inmediatamente con los productores del musical, sería Selina quien
ocuparía el puesto de Lucy, como actriz principal en el musical, la joven castaña se alegró mucho por su amiga. Cuando salieron de la oficina de Petra, eran las ocho de la tarde, ya había anochecido, se montaron en el coche y se dirigieron a casa de Selina. Al poco rato, Kasia sintio la mano de Lucy en su muslo, la joven castaña se volvió hacia la rubia en su asiento, "nunca he sentido por nadie lo que siento por ti, cuando vi como se alejaba aquel avión, pensé que no se podía sentir más dolor en el corazón", dijo "Yo no pude irme, no pude subir al avión, mientras iba por el pasillo hacia la puerta de embarque me ahogaba, era como si cada paso que me alejaba más de ti, algo apretara más fuertemente mi pecho, lo único que quería era estar entre tus brazos", contestó la rubia con voz vo z baja Lucy, aumento la presión en el muslo de Kasia, está sintió el calor que emanaba de ese contacto y creció en ella un fuerte deseo de sentirlo por todo su cuerpo, trató de concentrarse en el carretera, pero no era fácil, por suerte no había mucho trafico, la carretera que llevaba a casa de Selina, solía ser bastante solitaria. "Tenía tanto miedo de no llegar a tiempo, deseaba tanto estar contigo....", Lucy miro a su amante de tal manera que un escalofrío recorrió el cuerpo de Kasia, Lucy tenía ese efecto en ella, una mirada, una caricia y ya no era dueña se si misma. La rubia se moría por tocarla, por besarla, tuvo que agarrar firmemente el volante y hacer un gran esfuerzo por no parar el coche y abalanzarse sobre ella Lucy la miró con deseo, sentía como un intenso calor se iba apoderando de todo su cuerpo "me gustaría besarte" susurro a su acompañante insinuante A Kasia le costaba respirar "Me gustaría acariciarte, quiero tocarte....., empezaría por los brazos, luego los hombros, el estómago, el ... .. " aflojó la presión sobre la pierna de la conductora y empezó a dibujar círculos con sus uñas en la cara interna de su muslo Kasia gimió, y empezó a respirar cada vez más fuerte, llegaron a casa de Selina, la rubia aparcó delante de la puerta del jardín La mano de Lucy acariciaba y masajeaba el muslo de la rubia, sus dedos estaban muy cerca de su sexo y lo rozaban casualmente, Kasia estaba completamente húmeda, se recostó en su asiento y con un esfuerzo sobrehumano, agarro la mano de Lucy y le beso los nudillos, "me estás volviendo loca, Lucy, tienes que parar...", susurró la rubia Lucy hizo caso omiso, soltó su mano y la colocó en la nuca de la joven rubia acercándola hacia ella, y la beso dulce y suavemente, sus lenguas se juntaron deseosas de encontrarse.
Sin decir nada Kasia abrió la puerta y salió, caminó alrededor del coche, Lucy abrió la puerta intentando seguirla, "Kas perdona, yo ......" intentó decir, la rubia no la dejó terminar, puso sus labios en su boca y la besó con pasión, durante todo el día había estado deseando hacer eso y las palabras de Lucy durante el viaje, no habían hecho h echo otra cosa que acrecentar su s u deseo por ella, tenía que poseerla, pero la posición en la que estaban no era la más propicia para ello, Kasia se metió en el coche, se sentó en el regazo de su amante y cerró la puerta. Lucy la miró sorprendida, notó que rebuscaba algo en el lateral de su asiento y enseguida el respaldo se echó bruscamente para atrás y quedó en posición supina, Kasia se sentó debajo de su estómago. Kasia sintió las manos de Lucy por el interior de su camisa, acariciándome la espalda, se inclinó hacia ella, tenía que besarla, agarró su cara, la atrajo hacia si y por fin sus labios se encontraron, no fue un beso dulce y suave como el anterior, fue salvaje y lleno de deseo, Kasia pasó su lengua por encima del labio superior de su amada, esta abrió su boca y aquella lengua se introdujo en aquel orificio tan deseado, inmediatamente encontró lo que estaba buscando, Lucy lanzó un profundo gemido cuando sus lenguas se s e juntaron. Las piernas de Kasia estaban a ambos lados del cuerpo de Lucy en el asiento, sentía el cambio de marchas le presionaba dolorosamente la pierna derecha, pero ni todo el dolor del mundo la hubiese movido de allí, Lucy presionaba su pelvis contra el trasero de Kasia, su sexo deseaba sentirla más que nada, puso sus manos en sus caderas presionando más a la rubia contra ella, "Oh Dios", jadeó Las manos de Kasia se deslizaron de la cara de Lucy a la parte superior de su cuerpo, agarró sus pechos con firmeza y empezó a masajearlos, mas ajearlos, la castaña se revolvía incontrolablemente debajo suyo. La temperatura del coche había aumentado enormemente, todo lo que se podía oír era el roce de la ropa y la respiraciones entrecortadas. "Lucy, yo ....", susurró Kasia en su boca. "yo, no sé cuánto tiempo voy a poder aguantar ...", no necesitó decir más. Las manos de Lucy se dirigieron rápidamente hacia su pantalón y abrió los botones, la joven castaña se dio cuenta que era imposible quitarle los pantalones dentro del coche, así que introdujo su mano por debajo de su ropa interior y hasta encontrar su clítoris abultado y empezó a frotarlo y masajearlo. Kasia gimió fuertemente, los pantalones apretados intensificaban la presión de los dedos de Lucy en su sexo, ella se movía sus caderas contra aquellos dedos cada vez más rápido, buscando más y más placer con cada roce, Lucy empezó a mover su mano más rápido, apretando, acariciando, masajeando más y más el sexo de Kasia, esta gemía y gemía sin parar. La rubia puso su mano sobre el cuerpo de Jenny, fue deslizandola hacia abajo hasta que encontró el final de su falda, metió la manos y apartó sus bragas que era más flexible que los jeans, moría de ganas por entrar dentro suyo, Lucy abrió más sus piernas, para permitirle un acceso más fácil,
un calor húmedo me dio la bienvenida, introdujo sus dedos en Lucy, mientras ansiosa la besaba buscando su lengua, un intenso gemido salió de la boca de la joven castaña al sentir aquellos deseados dedos dentro suyo. Los dedos y las lenguas de ambas se movían a la vez casi en sincronía, la una respiraba el alientos de la otra, ambas sentían como suyo propio el calor, el placer, el deseo la voluntad de la otra. No podían dejar de gemir, sus movimientos se volvieron más rápidos e incontrolables, y ambas manos presionaban con más fuerza, sabiendo que el momento estaba a punto de llegar. El cuerpo de Lucy empezó a temblar violentamente, quiso tirar la cabeza hacía atrás para librarse del beso, pero los labios de la rubia no se lo permitieron, quería vivir ese momento junto a ella, Lucy jadeaba y jadeaba, un entrecortado "Kassss" salió de su boca en el momento del climax, Kasia emitía pequeños gemidos mientras sus caderas fuera de control se movían más y más, "Te amo Lucy, te amo", susurraba sin parar, un intenso gemido salio de su boca y sus movimientos fueron reduciéndose poco a poco. Exhaustas, cayeron una sobre la otra juntas, sin decir una palabra, simplemente sintiendo, disfrutando de la calidez de la otra. Estaban mojadas por el sudor y el vapor de agua corría por las ventanas del coche, tardaron un tiempo en poder controlar su respiración. "Wow Kas, a partir de ahora iremos a todas partes en coche", susurro Lucy con voz aún entrecortada Kasia sonrió, le apartó un mechón de pelo sudoroso de la frente y volvió a perderse en aquellos ojos azules, "ha sido impresionante,Lucy, no sé .... todo es increíble contigo", dijo la rubia sonriendo y le dio un dulce beso. Siguieron abrazadas unos minutos más, hasta que Kasia finalmente dijo, "cariño, odio interrumpir este momento...... pero como sigamos aquí voy a perder el segundo avión en un día" Lucy suspiró, "tienes razón....". Kasia empujo con el hombro la puerta del pasajero para abrirla, salieron y se enderezaron la ropa, sus mejillas estaban rojas y todos sus cabellos revueltos, los cristales del vehículo estaban empañados, era bastante evidente lo que había sucedido en ese coche. Con las manos entrelazadas se dirigieron a la puerta principal, se miraron sin decir nada, ninguna quería separarse, finalmente Lucy dijo, "Llámame cuando llegues, estaré despierta esperando tu llamada" Kasia asintió tristemente "¡Eh, cariño!", dijo Lucy agarrándole su cara, "nos veremos en dos o tres días y mientras tanto estaré llamándote a cada segundo, no estés triste", la beso dulcemente "Te amo Lu, en dos días te has convertido en lo más importante en mi vida", mientras acercaba
sus labios a los suyos y ambas se fundían en un largo beso de despedida, al separarse acarició su cara y sin decir nada regresó a regañadientes al coche. Se preguntó si debía abrir las ventanas para ventilar, pero el aroma de Lucy permanecía intensamente en el coche, decidió no hacerlo, respiró profundamente y la volvió a sentir a si lado. Lucy la miró mientras se anhelaba, se sentía muy feliz, llena completa, amaba a aquella mujer con locura y sintió la imperiosa necesidad de decírselo, antes de entrar en casa sacó su teléfono de su bolsillo y le envió un SMS: "Te amo Kasia Borek y estoy perdidamente enamorada de ti, te acabas de marchar y ya te echo de menos, estoy deseando verte".
Capí Ca pí tu l o 16. 1 6.
Kasia aterrizó en Londres, Elena la estaban esperando en el aeropuerto, antes de montarse en el avión le había mandado un mensaje diciéndole la hora exacta de llegada y pidiéndole que recupera sus maletas que habían viajado en el avión anterior. Aunque solamente habían pasado dos días desde que se habían separado, se abrazaron ilusionadas. "¡Hey Kas!, no te puedes imaginar la ilusión que me hizo cuando Pedro me llamo y me dijo que íbamos a trabajar otra vez juntas, no me lo podía creer", dijo la española ilusionada, "estos días te he echado mucho de menos" Kasia sonrió, a ella también le había encantado volver a ver a la española, pero no pudo decir lo mismo, en esos dos últimos días no se había acordado de ella ni una sola vez, lo único que había tenido en sus pensamientos era a Lucy "Bueno esto tenemos que celebrarlo", dijo la española, mientras cogía una de sus maletas y se dirigía al coche, "y se el sitio perfecto" "Eh...... Helena, ayer no dormí nada, mejor vamos a dejarlo para otro día, hoy estoy muy cansada", dijo Kasia, lo único que quería era llegar al hotel, encerrarse en su habitación y llamar a Lucy. La española la miro decepcionada, estaba claro que le iba a costar más de lo que había esperado volver a poseerla, pero aquellos dos días la había echado tanto de menos en su cama, que estaba decidida a quitarse de encima a la estirada alemana de ojos azules. "¿Qué?, ¿y cómo te fue con ella?", preguntó la española intentando que su voz sonase casual aunque se moría de ganas por saberlo. "Bien.... muy bien, fue maravilloso", contestó Kasia sin dar más detalles y una sonrisa apareció en sus labios la recordar aquellos intensos últimos dos días.
Durante el camino ninguna de las dos habló, cada una estaba sumida en sus propios pensamientos, la española muerta de rabia e ira contra Lucy, estaba tratando de trazar un plan para volver a llevar a la mejor amante que había tenido t enido nunca a su cama y la mente de la rubia sólo la ocupaba una persona - Lucy Bárbara Eleonore Schere-, (no le pongo la letra que falta por los derechos de imagen esos que dice Puccy, no me vayan a meter presa). Llegaron al hotel, Kasia se registró y ambas subieron a su habitación, Kasia abrió con la intención de despedirse en ese momento, pero esos no eran los planes de la española, “al menos
me invitarás a una copa, ¿no? ", dijo colándose en la habitación. La rubia no pudo negarse, se encogió de hombros, suspiró y la siguió, sirvió dos whiskeys, y ambas se sentaron en la cama. Charlaron animadamente sobre la película, la esperanza que tenían de que fuese nominada a los Oscar, y de mil cosas más, Elena cada vez se iba acercando más a Kasia, y esto a la rubia empezaba a incomodarla, Elena empezó a acariciarle el brazo dulcemente, la rubia se dejó hacer, no quería ser desagradable, pensó que no había nada malo en ello, solamente eran unas caricias en el brazo, aunque su cuerpo iba reaccionando peligrosamente a aquellas caricias. La española siguió acercándose, ahora le acariciaba tiernamente la mejilla y mientras le decía sugerentemente, "Kas.... te he echado mucho de menos", colocó sus labios en los de la alemana. Kasia en un primer momento no reaccionó y aceptó el beso, pero al sentir la lengua de la española presionando en sus dientes intentando entrar en su boca, se apartó alarmada. "¡Qué crees que estás haciendo!", exclamó la rubia levantándose de la cama como si hubiese sido picada por una tarántula "¡Oh, no me lo puedo creer!, vamos Kas... lo estás deseando tanto como yo", dijo la española indignada "No, Elena, no, yo estoy enamorada de Lucy, y con la única persona que quiero estar es con Lucy, a la única que quiero besar es a Lucy, espero que te haya quedado claro, esto no puede volver a repetirse", respondió Kasia enfadada "No entiendo el problema Kas, ella no está aquí y tú y yo nos lo pasamos muy bien en la cama, ¿cuál es el problema", preguntó Elena Kasia no se podía creer lo que estaba escuchando, "¿Cuál es el problema?, ¿me lo estás preguntando en serio?, Elena entiéndelo, ¡pertenezco ¡perten ezco a Lucy!, ¡es mi novia!, y lo único que deseo es estar con ella, ni quiero, ni por supuesto puedo acostarme contigo, ahora creo que es mejor que te vayas", dijo la rubia dirigiéndose a la puerta y abriéndola invitándole a marcharse "Volverás a ser mía, de eso estoy segura, me suplicaras que te haga el amor una y otra vez como
antes, voy a hacer todo lo posible por conseguirlo, no vas a poder evitarlo, y cuando por fin te decidas, yo te estaré esperando ansiosa en mi cama", dijo la española, le dio un breve beso en los labios y se alejó sonriendo. Kasia cerró la puerta y se apoyó en ella suspirando, habían sido unos momentos muy tensos para era, esperó unos minutos hasta que su corazón se tranquilizó, marcó el número de Lucy y se tiró en la cama. "¡Oh Kas! estaba empezando a preocuparme", escuchó que decía la voz de su novia, había respondido al primer tono "Lo siento, mi amor", Kasia dudo unos instantes, pero enseguida decidió que no quería ocultarle nada, "pero me he entretenido, Elena vino a buscarme a el aeropuerto y luego se empeñó en tomar una copa y...." "Elena......, me había olvidado de ella", dijo Lucy desde el otro lado, un poco molesta "¿sigue tan zorra y desagradable como siempre, o es sólo conmigo?" "Vamos Lu........ no hablemos de Elena, hemos tomado una copa y se acaba de ir", la rubia decidió que no iba a ocultarle casi nada, era mejor obviar los últimos instantes de la visita de la española, "jo..... te echo de menos, ven ya....me muero por besarte....", dijo con voz llorosa y suplicante "Y yo a ti también, en dos días estaré ahí...., no te puedes imaginar lo que me gustaría dormir esta noche entre tus brazos, te echo tanto de menos", contestó la castaña Hablaron y hablaron durante horas, de todo y de nada, no importaba lo único que importaba era sentirse cercanas, estar conectadas de alguna manera, cuando los primeros rayos de sol empezaron a entrar por su ventana, Lucy dijo, "cariño me encantaría seguir hablando contigo, pero mira que hora es, deberías deber ías descansar un poco, hoy ho y va a ser un día muy intenso para ti". Kasia sonrió, -como siempre tenía razón-, "te vas a convertir en la voz de mi conciencia, Lucy Schere-", dijo la rubia," pero es que me siento tan bien hablando contigo........", lloriqueó "Y yo contigo, mi vida, pero no vas a ser capaz de memorizar ni una sola frase como no duermas un poco", contestó la joven castaña "Vale mami, ya me acuesto....", contestó resignada Kasia, "Lu......." ¿Si?, contestó la voz al otro lado de la línea "Te amo y siempre te amaré, eres la única para mí, lo más importante en mi vida", susurro Kasia "Yo siento lo mismo, nunca me había sentido con nadie como me siento contigo, ahora no podría vivir sin ti, te amo con locura", respondió susurrando Lucy.
"Que descanses mi amor", se despidió la rubia "Tú también mi vida y que tengas un gran día mañana, llámame cuando tengas libre, te quiero", respondió Lucy, se la oyó suspirar y colgó. Kasia se dio una ducha rápida y se acostó en la cama, eran las seis de la mañana, le quedaban tres horas, se durmió enseguida pensando en lo suaves besos de Lucy, pero a la vez algo inquieta por las últimas palabras de la española. Capí Ca pí tu l o 17. 1 7.
El despertador de Kasia sonó a las nueve de la mañana, se desperezó, con una sonrisa se giró hacia la mesita de noche para coger el móvil y escribió: -Buenos días, mi amor. Que tengas un feliz día. Te quieroVolvió a dejar el móvil en la mesita y con todo el cansancio del mundo se metió en la ducha, la ducha le sentó muy bien, se despejó bastante pero lo que necesitaba urgentemente era un buen café, se vistió y cuando iba a salir de su habitación llamaron a la puerta, Kasia abrió, era Elena "Kas.... quería hablar contigo, sobre....", parecía avergonzada, "sobre lo que ocurrió ayer, yo lo siento mucho, de verdad, no volverá a ocurrir, pero es que estoy tan celosa, ha sido todo tan rápido, estábamos muy bien, lo pasábamos genial, y de la noche a la mañana ya no tengo derecho ni a tocarte, perdóname, simplemente tengo que acostumbrarme, no quisiera perderte también como amiga", dijo la morena del tirón Kasia sonrió, y dijo "por supuesto Elena, tranquila, no me perderás, ya sabes que me gustas mucho, me encantas" Ambas se abrazaron, cuando se separaron, Elena dijo, "vamos te invito a desayunar, he descubierto un sitio muy bueno, el mejor café de Londres, aunque no te esperes mucho estos ingleses entenderán mucho de té, pero de café ni papa" "¡Genial exclamó Kasia, espera que cojo mi bolso y vamos", se giró y entró a su habitación Una sonrisa se dibujó en los labios de Elena, había decidido cambiar de estrategia, se había dado cuenta que abordando directamente a Kasia no iba a conseguir nada, ella estaba completamente enamorada de aquella estúpida de figura escultural y voz estridente, así que decidió acercarse poco a poco, cada día más a Kasia y esperar su momento, estaba segura que ese día llegaría, su plan de momento funcionaba a las mil maravillas. Kasia salió de la habitación y las dos mujeres se dirigieron hacia el ascensor agarradas del brazo. El día para la rubia fue agotador, entre firmar papeles , leerse una y otra vez el guión, intentar adaptarse al país, ensayar sin descanso las escenas que iba a grabar, no tuvo tiempo de nada,
cuando al finalizar el día, por fin llegaron al hotel se desplomó en la cama, notaba como el sueño le iba venciendo, se levantó como un resorte, no podía dormirse sin llamar a Lucy, la echaba de menos, no había sabido nada de ella en todo el día, le había enviado un SMS a las diez de la mañana deseándole un buen día y a partir de ahí silencio total. Había estado durante todo el día buscando un segundo para poder llamarla, pero siempre aparecía alguien y frustraba sus planes, la mayoría de las veces Elena, para pedirle que repitieran el ensayo de una escena, comentarle algo del dialogo o simplemente para invitarla a un café, parecía automático, cada vez que Kasia cogía su teléfono te léfono a Elena le asaltaban todo tipo de dudas con su papel, arrastrando los pies fue hasta el bolso y cogió su móvil, y mientras volvía a la cama marcó el número de Lucy. "¡Hey Kas!, que alegría oírte por fin, he estado todo el día esperando tu llamada, pero al no hacerlo he supuesto que estarías muy ocupada y por eso yo tampoco he llamado, no quería molestar", contestó Lucy con voz alegre "Tú nunca molestas, tonta", dijo Kasia con una sonrisa, "¡oh Lu, estoy tan cansada, ha sido agotador, y te echo tantooooo de menos cariño....." "Yo también mi amor.... pero cuéntame ¿cómo te ha ido tú primer día?", preguntó Lucy "Menos mal que estaba Elena, es fantástica Lu, me ha ayudado mucho en todo, enseñándome el donde estaba el set, los camerinos, las oficinas, me ha ayudado con el guión, me ha mostrado un par de buenos sitios para comer y desayunar.......", Kasia hablaba y hablaba, pero per o Lucy casi no escuchaba, Elena otra vez esa mujer horrible, la castaña muy dentro de si, sabía que le iba a traer problemas. "¿Lu?, ¿estás ahí?, pregunto extrañada Kasia en un tono más alto "Sí, si", contestó rápidamente Lucy volviendo a la realidad, "me alegro mucho que tengas a esa amiga tan especial, agradable y simpática a tú lado para apoyarte en todo, de verdad, ¡qué suerte que has tenido!" "¡Luuuuuu... no seas injusta!, te he echado mucho de menos, a veces me entraban unas ganas enormes de llorar al pensar en ti, ves... como ahora!, dijo Kasia haciendo pucheros ¡Oh mira mi niña tonta que va a llorar!, se burló cariñosamente Lucy, "ahora en serio Kas, me alegro mucho de que te haya ido todo bien el primer día", dijo Kasia sentía como el sueño le iba venciendo, cada vez le costaba más mantener los ojos abiertos, "si yo también Lu, la verdad es que estaba un poco nerviosa, pero estoy deseando que vengas cariño, ahora podríamos estar aquí las dos juntitas. abrazaditas, dándonos besitos", respondió la rubia mimosa "Yo también me muero por estar ahí contigo, pero bueno piensa que ya sólo nos queda un día y podremos estar juntas, ¿a qué hora te va v a bien que saque el billete?, ¿vendrás a recogerme reco germe o iré yo
directamente al hotel?", preguntó Lucy Silencio "¿Kas?", insistió Lucy Silencio "¿Hola?, ¿Kas estás ahí?", volvió a preguntar la joven castaña Esta vez obtuvo un pequeño ronquido como respuesta. Lucy no pudo evitar soltar una pequeña risa, -que dulce, se ha dormido- pensó, "que tengas dulces sueños mi amor, te quiero", susurro y colgó, apagó la luz de su mesita de noche y se acurrucó en su cama con una sonrisa, deseando que el día que les quedaba de separación pasase pronto y poder acurrucarse acurrucar se en brazos de su adorada Kasia. El día siguiente pasó rápidamente para ambas mujeres, Lucy estuvo todo el día atareada arreglando algunos papeles, haciendo las maleta, despidiéndose de los amigos que le faltaban por despedirse, cuando por fin pudo tirarse en la cama estaba rendida, pero esa gran sonrisa que había sido permanente durante todo el día en su cara ahora era incluso mayor, creía que no se podía ser más feliz que ella en esos momentos, en menos de dieciséis horas, estaría comenzando comenzan do una nueva vida junto a Kasia, se giró y cogió el teléfono. Kasia pasó la mayor parte del día rodando en el set, a diferencia del día anterior, tenía libre las últimas horas de la tarde, Elena la había invitado a tomar una copa, pero ella se había negado amablemente, quería estar sola, disfrutar de aquella maravillosa ciudad. Hacía una tarde preciosa, el cielo estaba completamente despejado y hacia una temperatura ideal, Kasia se perdió por las calles de Londres, disfrutando de aquel ambiente especial, caminó y caminó sin rumbo, pensando en cómo había cambiado su vida en los últimos días, en Lucy, en esa mujer tan especial que le había robado el corazón casi sin darse cuenta, cuando menos se lo esperaba, de improviso. Pensó en su nueva vida juntas, estaba feliz e ilusionada por empezar aquella aventura, quería despertar todas las mañanas en sus brazos, descubrir sus pequeñas manías, todas y cada una de sus grandes virtudes y sus mínimos defectos, disfrutar de largos paseos cogidas de la mano por Barcelona, de cenas románticas a la luz de las velas, de pequeñas peleas y grandes reconciliaciones, quería compartirlo todo con ella, sonrió feliz, no deseaba nada más que pasar el resto de su vida con aquella mujer. Levantó la vista y no pudo evitar que una exclamación de admiración, se escapase de su boca, había llegado al Támesis y las vistas eran preciosas, el cielo tenía ese color amarillo anaranjado característico del atardecer, las aguas del río se veían doradas por el reflejo de los últimos rayos de sol, un barco pasaba justo por delante suyo, lleno de turistas curiosos, al fondo se levantaba majestuosa la torre de Londres, Kasia suspiro, al día siguiente Lucy y ella disfrutarían juntas,
abrazadas de aquel maravilloso atardecer. Tomo un taxi para ir al hotel, se dio una ducha rápida y se tumbó en la cama, estaba a punto de coger el teléfono, cuando este sonó, una gran sonrisa iluminó su cara "¡Lu!, exijo que me digas que le has hecho a mi corazón y a mi mente, no puedo hacer otra cosa que pensar en ti", dijo impetuosamente, lanzó una sonora carcajada al escuchar la respuesta de su novia Hablaron durante horas.
Capí Ca pí tu l o 18. 1 8.
Al día siguiente Kasia lo tenía todo previsto, lo había arreglado todo para poder grabar sus escenas a primera hora de la mañana y luego tener todo el día para ella y Lucy. No le hizo falta que sonara el despertador, saltó s altó de la cama a las cinco y media, hoy era el gran día, se duchó, se vistió y espero a Elena. La española ya se retrasaba más de quince minutos, habían quedado a las seis y pasaban ya de y cuarto, impaciente se dirigió hasta la habitación de la española y llamó fuertemente a la puerta, insistió, no hubo respuesta, insistió aún con más fuerza, cada vez más nerviosa, por fin la morena abrió la puerta adormilada, se acababa de levantar de la cama. "Elena, ¿qué haces aún en la cama?", preguntó Kasia fastidiada "Lo siento Kas, me he dormido, pasa dentro y dame diez minutos", respondió la española con voz ronca "No, voy tirando para el set, a ver si puedo adelantar algo", dijo Kasia enfadada, ", ayer te lo supliqué, más de veinte veces, - por favor estate lista para las seis, que a las doce llega Lucy y tengo que estar lista-....., gracias Elena", se giró y se marchó cada vez más enfadada En la cara de la española se dibujó una gran sonrisa de satisfacción. Elena llegó la set dos horas más tarde y encontró a una nerviosa y malhumorada Kasia, rápidamente la maquillaron y la peinaron y enseguida empezaron a grabar. Aquel día casualmente la morena olvidaba el guión constantemente y tenían que repetir las tomas una y otra vez, "Elena, quieres hacer el favor de centrarte", dijo Kasia muy enfadada y tremendamente nerviosa, "no tengo todo el día" "Kas relájate, que porque tu novia llegue hoy, no tiene porque influir en todas nuestras vidas, ni tenemos que cambiar todos nuestros horarios por ello", dijo la morena un poco molesta
"Cambiar tus horarios......... por Dios Elena, tenías que estar aquí a las seis y media de la mañana y no has aparecido hasta las nueve y no eres capaz de decir dos frases seguidas", dijo la rubia roja de ira, "¿sabes qué?, no pienso perder más el tiempo, hoy no", se dio media vuelta y se marchó dejando a la española boquiabierta. A las doce Kasia esperaba emocionada en el aeropuerto, el avión de Lucy, ya había tomado tierra, aparecería por aquella puerta en cualquier instante, entonces la vio, tan bella como siempre, Lucy la buscaba ansiosa con la mirada, aquellos preciosos ojos azules brillaban más que nunca. Se abrazaron ansiosas y emocionadas, era el primer día del resto de sus vidas, al separarse, sus ojos se encontraron y el tiempo se detuvo, la fusión de aquellos ojos marrones y azules era más intensa que nunca, los ojos de ambas brillaban como los fuegos artificiales, aquella mirada reflejaba la esperanza, el amor sincero y la conexión tan profunda que las unía. Juntaron sus labios y un escalofrío recorrió el cuerpo de ambas mujeres, se fundieron en un suave, tierno, e intenso beso, el tiempo y el espacio perdió todo su significado, Lucy y Kasia estaban en su pequeño y propio universo, se besaron una y otra vez dejando aflorar todas sus emociones, sus corazones latían uno contra el otro, ambas podían sentir como el calor comenzaba a extenderse más en ellas, un calor que lo envolvió todo, no solo el cuerpo sino también el alma. Al separarse las dos jóvenes tenían dificultades para respirar, estaban abrumadas por todas las sensaciones que les había aportado ese beso, se miraron felices y juntas, cogidas de la mano abandonaron el aeropuerto. Mandaron las maletas de Lucy al hotel en un taxi, y se dispusieron a disfrutar del resto del día en Londres, como dos turistas más se perdieron por el centro de aquella maravillosa ciudad, visitaron la abadía de Westminster, el Big Ben, Trafalgar Scuare, comieron en Chinatown, y pasearon por el Mall hacia el palacio de Buckingham, fue un día perfecto, ellas dos, solas, completamente enamoradas, disfrutando plenamente de su amor, de su pequeño universo, se miraban, se acariciaban, se besaban constantemente, necesitaban el contacto la una de la otra, ese contacto que cada vez que se producía las hacía sentirse en el paraíso, Lucy y Kasia aprendieron el significado de la completa felicidad aquel día. Cuando llegaron al hotel subieron directamente a su habitación, aún no se había cerrado totalmente la puerta, cuando Lucy tomo a la rubia por las caderas y ejerciendo una presión firme la giró hacia ella, y la empujo suavemente hacia la puerta, lo que hizo que está terminara de cerrarse, la apretó contra la puerta presionando su cuerpo contra el suyo, y la miro intensamente a los ojos, con tanta lujuria y tanto deseo que hizo que Kasia sintiera un enorme calor en su entrepierna. La cara de Lucy estaba tan próxima a la de Kasia que sus pestañas casi se tocaban, Lucy puso su frente en la de la rubia, cada vez respiraba más rápido y su corazón latía a mil por hora. Kasia sentía el aliento de su amada en su cara, no podía apartar sus ojos de los labios de la joven
castaña, vio como se pasaba la lengua por su labio inferior y lo mordía, ese simple gesto, hizo que el calor que sentía en su entrepierna, se convirtiera en un fuego intenso, la rubia no pudo soportarlo más, deseaba poseer esos labios más que nada en este mundo, puso su manos en la nuca de su amante, la atrajo hacia ella y la beso salvajemente, su lengua irrumpió deseosa en la boca de Lucy, buscando a su compañera compa ñera desesperadamente, cuando aquellas aqu ellas dos lenguas de fuego se juntaron, un gemido salió de la boca de las dos mujeres, el beso fue ganando en intensidad y Kasia sintió como su pasión y su deseo aumentaban hasta límites que ni ella misma conocía. "He estado todo el día deseando hacer esto", dijo Lucy entre gemidos, mientras besaba una y otra vez a su pareja, su boca arremetía cada vez con más fuerza y más pasión y su lengua se introducía ansiosamente una y otra vez en la boca de Kasia, buscando la suya con desespero, sus manos se deslizaron hacia las nalgas de la rubia y empujó firmemente su pelvis contra la suya. Kasia tuvo que romper el beso, se estaba ahogando, las piernas le temblaban, sentía que iba a perder la conciencia en cualquier momento, sentía que q ue el placer la asfixiaba "me vuelves loca Lu", dijo con respiración entrecortada. Lucy cogió la cara de la rubia entre sus manos y volvió a besarla, Kasia se entregó por completo, las manos de la joven castaña se deslizaron por el cuerpo de su compañera, abriendo los botones de su camisa, hasta llegar a sus pechos, sus manos se introdujeron por dentro del sujetador y sus dedos atraparon sus pezones, completamente endurecidos suplicando su boca, Kasia gimió. Se separaron y las dos se miraron completamente excitadas, Lucy terminó de quitar ansiosa la camisa de su Kasia, sus labios se desplazaron hasta el cuello, lo lamió dulcemente saboreándolo mientras se deshacía de su sujetador, besó sus hombros y al fin llegó a los hermosos pechos de la rubia, los lamió, los saboreó, los besó, mordisqueo sus pezones, los succionó, su mano bajó hasta sus muslos, los acarició por fuera, mientras seguía lamiendo sin parar sus pezones, la pelvis de Kasia de removía inquieta, Lucy siguió deslizando su mano hacia la parte interior del muslo, lo masajeo, Kasia abrió más las piernas ofreciendo su sexo sin reservas a aquellas caricias. Lucy no lo dudo, acarició presionando fuertemente una y otra vez el sexo de Kasia por encima del pantalón, la rubia hubiese gritado, pero los labios de Lucy en su boca nuevamente, ahogaron ese grito. El deseo en ambas mujeres era intenso, Kasia gemía y gemía sin parar mientras su sexo buscaba cada vez con más ímpetu las atenciones de Lucy, la rubia desabotonó con rapidez la blusa de Lucy, desabrochó su sostén y masajeo sus pechos duros como piedras deseosos de atenciones.
Las dos estaban completamente calientes, notaban la humedad en sus sexos, respiraban aceleradamente, " Lu, vamos a la cama, por favor" dijo Kasia casi sin poder hablar, con la respiración entrecortada, a la vez que le desabrochaba la falda de la joven castaña, y metía suavemente su mano entre su tanga y su vagina, una descarga eléctrica sacudió el cuerpo de
Lucy quien asintió jadeante. Se quitaron rápidamente la ropa que les quedaba y se tumbaron en la cama. Kasia se tumbó encima de Lucy, la beso ardientemente, desplazo su boca hasta su cuello y lo lamió lentamente, saboreándolo con placer, se dirigió a la oreja de la joven castaña, la beso, la lamió, mordisqueo suavemente su lóbulo una y otra vez, Lucy gemía, sus caderas se movían cada vez más inquietas. Kasia dejo la oreja de Lucy y se dirigió hacia sus labios, esos labios que tanto había deseado días atrás, se besaron apasionadamente, como si fuera la primera y la última vez, "te amo Kas, te amo con locura", dijo Lucy con la respiración entrecortada. Kasia continuo su camino hacia los pechos de su amante, empezó a lamerlos y besarlos suavemente, a masajearlos con sus manos, mientras su lengua se ocupaba de sus pezones duros como piedras, los lamía, los succionaba, los besaba, dibujaba circulitos con su lengua, los mordía suavemente, dejo que su lengua se entretuviese en ellos, mientras Lucy gemía cada vez más fuerte deseosa de más. Kasia bajo sus manos por el cuerpo de su amada, acercándose a su húmedo y palpitante sexo, Lucy se estremeció, la rubia sonrió sabedora del dulce castigo al que estaba sometiendo a su pareja, abandono sus pechos, pech os, desplazó su lengua por su abdomen abdome n lamiéndolo sin parar, se detuvo a propósito en su ombligo. Lucy se impacientaba quería más, Kasia siguió bajando, besó la cara externa de sus muslos, sus rodillas, bajo hasta sus tobillos, haciendo sufrir al deseoso sexo de Lucy que cada vez estaba más mojado y palpitaba con más fuerza, la rubia deshizo el camino, pero esta vez por la parte interna de sus piernas, llegó a los muslos de la joven castaña y los besó con frenesí, las caderas de Lucy retorcían enloquecidas, mientras la boca de Kasia se iba acercando más y más a su sexo. Lucy nunca había deseado tanto nada, como deseaba en aquellos momentos sentir la lengua de Kasia lamiendo hambrienta su entrepierna, la rubia lo sabía y empezó a jugar con ella, acercando y alejando su boca de su ansioso sexo, alargando aún más aquel dulce castigo, a Lucy eso la ponía frenética, pensó que iba a enloquecer, enloquece r, Kasia por fin posó su boca abierta en la vagina v agina de su novia, y sin dejar un milímetro sin cubrir, pasó su lengua presionando con fuerza de arriba abajo, de abajo arriba, puso las manos en las nalgas de su ahora jadeante mujer, y presiono su sexo aún más hacia ella. Lucy dejo escapar un intenso grito de placer, levantó sus caderas y arqueó su espalda, ¡ Oh Dios Kas quiero sentirte, hazme tuya!, gritó, Kasia sonrió y se dispuso a cumplir sus deseos. La rubia se centró en el abultado clítoris de Lucy, su boca se adueñó de el con ansiedad, lo lamió, lo besó, sus labios presionaban firmemente mientras su legua dibujaba círculos en el, lo mordisqueó, la respiración de Lucy estaba descontrolada, tenía los ojos cerrados y gemía y gemía sin parar, esos gemidos animaron aún más a Kasia, la rubia pegó su boca en la vulva de la
castaña y su lengua buscó la entrada a su vagina, el cuerpo de Lucy empezó a contonearse fuertemente, mientras su novia la penetraba una y otra vez con su lengua y arremetía con su cara su clítoris, provocando en ella un placer jamás sentido. Lucy estaba completamente mojada, sintió como un arrebato de placer le bajaba hasta sus entrañas, iba a llegar al orgasmo en cualquier momento, movía sus caderas de arriba, abajo sin parar, estaba a punto de llegar al placer absoluto, deseaba entregarse por completo c ompleto a aquella maravillosa lengua que causaba estragos en ella, pero haciendo un esfuerzo que le pareció casi sobre humano, agarro la cabeza de Kasia y la obligo a acercarse a la suya, "todavía no, ahora me toca a mí", dijo a una sorprendida Kasia, y la besó dulcemente, saboreando con satisfacción sus propios fluidos en su boca. Lucy se tumbó encima de Kasia, restregando muy lentamente su cuerpo sobre el de la rubia, haciendo que los pezones de ambas se rozaran con cada movimiento...la rubia sintió como una electricidad comenzaba a bajar de sus pezones hacia su entrepierna, echó la cabeza hacia atrás jadeando, su sexo necesitaba urgentemente urgentemen te las atenciones de su amada Lucy bajó su mano y la puso entre ambos cuerpos, abarcando todo el sexo de Kasia, y empezó a moverla acompasadamente...la palma de la mano estimulaba directamente el clítoris hinchado de la rubia quien comenzó a emitir pequeños y constantes gemidos, Lucy aumentó la frecuencia del roce, provocando una intensa oleada de sensaciones en el bajo vientre de Kasia, todo el cuerpo de la rubia temblaba sin control. Lucy comenzó a recorrer el cuerpo de su novia con besos y lengüetazos, lentamente, hasta llegar a la entrepierna de Kaisa que estaba hinchada y empapada, la joven castaña colocó su cara sobre el sexo de la rubia y con la punta de la lengua comenzó a dar pequeños toquecitos a lo largo de su clítoris hinchado, empezó a succionándolo y mordisquearlo sin parar, la vagina de Kasia se estremeció. Lucy apretó su cara contra ese sexo palpitante y comenzó a lamerlo muy rápidamente, lamia presionando fuertemente el clítoris de Kasia, presionándolo, presioná ndolo, estrujándolo, abrazándolo con sus labios, cuando veía que la rubia estaba a punto de llegar al clímax, su lengua se desplazaba hasta su vagina, lamiéndola y penetrándola tímidamente, Kasia jadeaba sin parar, sintió la lengua de Lucy entrando profundamente en su sexo, gritó desesperadamente, la lengua de la castaña, arremetía sobre su vagina entrando y saliendo, entrando y saliendo cada vez más rápido, ya no podía gemir, ni jadear, cerró los ojos muy fuerte tratando tr atando de contener el torrente de sensaciones sens aciones que se apoderaba de su sexo, empeñada en detener el orgasmo, "Lu...... para, no puedo más", susurro sin aliento, mientras intentaba atraer a su compañera hacia ella. Lucy se detuvo, y se sentó en la cama, obligando a Kasia a hacer lo mismo, estaban sentadas una enfrente de la otra, abrazaron sus cuerpos con sus piernas, mientras que sus manos buscaban aquellos sexos palpitantes que las esperaban ansiosos, Lucy penetró a Kasia y Kasia penetró a Lucy, un intenso grito salió de las dos gargantas al sentirse poseídas la una por la otra.
Los dos cuerpos sudorosos, comenzaron a moverse acompasados, poco a poco, pequeños gemidos de placer salieron de ambas bocas, un poco más rápido los gemidos se convirtieron en continuos jadeos, descontroladas por la lujuria y el deseo, los movimientos de las dos mujeres se hicieron cada vez más y más rápidos, galopaban desbocadas embistiendo la una la mano de la otra cada vez más fuerte, locas de placer gritaban sus nombres, hasta que ambos cuerpos convulsionaron violentamente, poco a poco fueron cesando todo movimiento, juntaron sus cabezas sudorosas mientras intentaban controlar su aliento, ambas temblaban fuertemente. "Te amo Kas" "Te amo Lu" Se dejaron caer en la cama, exhaustas, agotadas, se besaron, se acariciaron hasta que finalmente el sueño les venció y se quedaron dormidas desnudas y abrazadas, y así terminó el primer día de su nueva vida.
Capí Ca pí tu l o 19
El primer año de vida en común fue maravilloso para Lucy y Kasia, pasaron un mes en Londres y al terminar las grabaciones se mudaron a Barcelona. Mientras Kasia grababa, Lucy estudiaba español, era un idioma que siempre había querido aprender pero por un motivo u otro nunca había tenido ocasión de hacerlo, también se apuntó a un curso para aprender a bailar sardanas, era un baile que le parecía muy alegre y curioso. En cuanto Kasia tenía un minuto libre corría a buscar a Lucy, nada le hacía más feliz que descubrir los secretos de aquella maravillosa ciudad con la mujer que amaba, pasaron los días más felices de sus vidas juntas, pensaban que nada ni nadie podría separarlas. Kasia terminó de grabar la película, empezó con la promoción y ahí empezaron los problemas, la rubia tenía que viajar constantemente y cuando tenía unos días libres en la ciudad para disfrutar con su chica, nunca podía, siempre estaba invitada a alguna fiesta o algún evento social y Lucy odiaba esas fiestas así que casi nunca la acompañaba, por lo que Kasia siempre iba acompañada de Elena, cosa que la joven castaña no soportaba, volvía a casa a altas horas de la madrugada, con un par de copas de más y al día siguiente dormía hasta tarde. Ambas se fueron alejando más y más la una de la otra, Lucy se refugió en su trabajo, había conseguido un puesto como profesora de baile en una prestigiosa academia de Barcelona y en el arte, siempre le había gustado pintar, por lo que cuando terminaba su trabajo, asistía a un taller de pintura. Kasia por su parte, compartía cada vez más tiempo con Elena, estaban más unidas que nunca y la rubia la hacía confidente de la frustración que sentía al ver que su relación con Lucy se iba a
pique poco a poco, una tarde estaban sentadas, tomando una cerveza en una un a de las múltiples terrazas de la rambla. "No sé lo que nos está pasando Elena, ayer cuando llegué no quiso hacer el amor conmigo, hace semanas que no lo hacemos, parece que le desagrada hasta que le bese, casi no nos vemos y cuando estamos juntas no somos capaces de mantener una conversación de más de dos minutos, ya no sé que hacer, siento que la estoy perdiendo", dijo Kasia apesadumbrada "No se Kas, no quiero hacerte daño, pero.... ¿has pensado en la posibilidad de que esté con otra persona?, dijo la española, aprovechando aprovechand o su oportunidad "Eso es una tontería Elena, Lucy me ama", exclamó inmediatamente la rubia "Kas, en serio, piénsalo, tú pasas la mayor parte del tiempo fuera, casi no os veis y cuando lo hacéis ella casi ni te permite besarla, y ya no te desea como antes, hasta hace poco, hacíais el amor a diario, ¿a qué crees que se debe ese cambio?, da que pensar ¿no?", insistió Elena consciente de que estaba quebrando poco a poco la seguridad de Kasia "No se Elena.....", Kasia dudaba, ella sabía que Elena aprovechaba cualquier ocasión para desacreditar a Lucy, pero aquella vez lo que decía tenía sentido La morena continuó, "Ella pasa la mayor parte del día sola, está en un país extraño, no es tan descabellado el hecho de que haya podido conocer a alguien" Kasia no dijo nada durante unos minutos, -¿sería posible que Lucy, la estaría engañando?, no Lucy la amaba, igual que ella amaba a Lucy, sin embargo Elena tenía razón, todo apuntaba a que le estaba siendo infiel-, se levantó y dijo a Elena con voz triste, "vámonos, necesito pasear, respirar, me estoy ahogando" Lucy había pasado la mañana en la playa, paseando y meditando, se alegró de que fuera sábado y no tuviera que ir a trabajar, se había levantado temprano, sigilosamente, tratando de no despertar a Kasia, aunque con el olor a alcohol que desprendía, y sabiendo el estado en el que había llegado hacía apenas un par de horas, era consciente de que ni una banda de música tocando a su lado sería capaz de despertarla, pero no quiso arriesgarse. Estaba triste y tenía unas inmensas ganas de llorar, sabía que estaba perdiendo a Kasia, pero no podía hacer nada para evitarlo, la amaba con toda su alma, pero en su interior algo la obligaba a alejarse de ella, ya no disfrutaba con sus besos, no ansiaba esos labios que antes la volvían loca, ni deseaba poseerla, desde que empezaron su vida en pareja hacían el amor todos los días, incluso había días que dos o tres veces, ella deseaba el cuerpo de Kasia, necesitaba sentir a la rubia dentro suyo, una simple caricia de su amada, producía un calor intenso en todo su cuerpo, pero ahora todo eso había cambiado Era consciente que ambas eran culpables, Lucy sabía que había sido demasiado intransigente en
el tema de la promoción de la película y las fiestas, tenía que haberla acompañado más, pero a Kasia el hecho de que no fuese con ella no parecía importarle demasiado, tenía la sustituta perfecta para ella, Elena, la española siempre estaba estab a dispuesta a acompañarla fuera donde fuera, fu era, parecía su sombra, y eso Lucy Luc y lo odiaba, la comían los celos, se sentía desplazada. Había intentado más de una vez explicarle a Kasia como se sentía por ello, pero siempre habían terminado discutiendo, para la rubia Elena era su amiga eso era incuestionable, y pensaba que Lucy no era justa con la española, porque se dejaba llevar por unos celos absurdos según ella y como casi todas las noches, Kasia terminaba en alguna fiesta con Elena y Lucy sola en la cama. Los celos no eran lo único que molestaba a Lucy de la española, Kasia nunca había bebido y desde que acudía a las fiestas acompañada por ella, llegaba a casa borracha y con ese olor repugnante a alcohol mezclado con la fragancia de Elena, Lucy no podía soportar ese olor ni en su novia, ni en su cama, pero aquello tampoco era discutible para Kasia, -"Si tú no quieres venir conmigo, con alguien tendré que ir, menos mal que tengo a Elena, y supongo que entenderás que no voy a estar llorando porque tú no estás, tendré que divertirme ¿no?", le había respondido Kasia cuando ella se lo reprochó. Todas aquellas cosas las habían ido separando poco a poco, casi sin darse cuenta, hasta llegar al punto en el que estaban ahora, parecían dos d os extrañas, Lucy sabía que tenía que hacer hac er algo o su relación estaba condenada al fracaso irremediablemente, pensó que lo mejor sería poner un poco de distancia entre ellas, unos días de separación sería lo mejor para ordenar ideas, y apartar rencores, aclarar sentimientos, lo había decidido mañana viajaría a Berlín. Después de comer en la playa, Lucy se dirigió hasta la rambla, le encantaba pasear por allí, perdida entre los turistas, andaba sumida en sus pensamientos, hasta que sintió que una un a mano la agarraba por el hombro y una voz masculina le decía, "No me lo puedo creer, ¿qué haces aquí?" Se giró sorprendida,” Chris!, que sorpresa"
Ambos se miraban incrédulos, no se habían vuelto a ver desde que Lucy sacó las cosas de casa y se fue a vivir con Selina "¿Pero qué haces en Barcelona?, jamás hubiese imaginado encontrarte aquí", volvió a preguntar Chris "Bueno, Kasia tenía que grabar aquí una película y me vine con ella", dijo Lucy "Claro..... Kasia", murmuró el hombre "Lu.... yo siento mucho todo lo que pasó, no sé como pude hacerlo, yo..." "Olvidémoslo, Chris, mejor dejar el pasado atrás, y tú ¿qué estás haciendo aquí", interrumpió Lucy "Bueno hace diez meses que estoy aquí, en mi empresa necesitaban a alguien en Barcelona, me
ofrecieron el puesto y acepté sin dudarlo, necesitaba cambiar de aires", dijo Chris sonriendo "¡Qué alegría encontrar a alguien conocido!", exclamó Lucy emocionada, "Sí, pienso lo mismo", respondió su ex mientras la abrazaba "¿Te apetece tomar un café?, y así nos ponemos al día de nuestras vidas", preguntó la joven morena "Conozco un sitio ideal, vamos", respondió el hombre y juntos se pusieron alegremente en camino Kasia no se lo podía creer, se había parado de golpe, y tuvo que frotarse los ojos y volver a mirar para asegurarse, en la acera ace ra de enfrente, estaban Lucy y Chris, abrazados, se dijeron algo y comenzaron a caminar los dos alegremente. La rubia tardó en reaccionar, no podía moverse, oía que Elena decía algo a su lado, pero no la escuchaba, para cuando quiso seguirlos, ya se habían perdido entre la multitud de turistas. Elena la agarró del brazo, "¿estás bien Kas?", Kasia no respondió, "Te lo dije, te dije que estaba con alguien, la puta de ella se está tirando a su ex, es increíble se lo ha traído de Berlín para follárselo y mientras está contigo... no me lo espera de ella, la verdad", continuó metiendo el dedo en la llaga la española Kasia la miró, "quiero estar sola", murmuró, y se alejó de ella Lucy y Chris charlaron sin parar durante un par de horas, a Lucy aquel rato de paz le sentó maravillosamente, pero tuvo que volver a la realidad, tenía que comprar el billete para Berlín, ir a casa, hacer la maleta y esperar que Kasia volviese de alguna de sus fiestas para explicarle la razón por la que volvía a Berlín. Cuando llegó a casa se sorprendió al encontrarse a su novia allí, "¿Cómo este milagro?, ¿qué haces aquí?", preguntó asombrada Kasia tardó en responder, la miraba fijamente, "Tenía ganas de verte, ¿tan raro es eso?" "La verdad es que últimamente si, ¿a tu amiga le ha salido un plan mejor?, ¿o está en el baño?", respondió la joven castaña sarcásticamente "Lu, no quiero discutir, simplemente quería verte, ¿cómo te ha ido el día?, ¿qué has hecho?", respondió conciliadora la rubia "He estado en la playa y luego paseando por la rambla", respondió la castaña cada vez más extrañada "¿Sola?", siguió preguntando Kasia
"Si sola", Lucy ya ni se acordaba de Chris, tenía mil cosas en la cabeza, "¿por qué de repente te interesa tanto lo que hago?" "Lu.... por favor, no nos peleemos", volvió a insistir Kasia "Bueno, sea como sea, me alegro de que estés aquí, quería hablar contigo", Lucy fue directa al grano, "mañana me vuelvo a Berlín" "¿¡Quéeeeee!?, ¿cómo que vuelves a Berlín?, ¿y me lo dices así sin más?, ¿vuelves con él?", Kasia estaba asombrada, triste y muy muy enfadada Lucy la miró tranquila y contestó, "Kas nuestra relación va de mal, en peor y algo tenemos que hacer, he pensado que es mejor que nos demos un tiempo, que nos alejemos la una de la otra, para poner en orden nuestras nues tras ideas, para pensar, para echarnos e charnos de menos, si seguimos así lo nuestro va a terminar mal irremediablemente", hizo una pausa, y analizó la última pregunta se Kasia “¿qué tontería es esa de que si vuelvo con él?, ¿y quién es él?" "Lucy, ¿crees que soy tonta?, ¿qué no sé lo que está pasando?, pues lo sé perfectamente”, Kasia
estaba cada vez más enfadada Lucy no entendía nada, "pero Kasia, ¿se puede saber de qué estás hablando?" "Deja de tratarme como una imbécil, Elena tenía razón todo este tiempo, he sido una idiota al no darme cuenta", Kasia temblaba de ira "Kasia no sé de que estás hablando, pero que nos separemos un tiempo, es lo mejor para las dos ", intentó tranquilizarla Lucy "No te vas a ir a Berlín ni a ningún sitio, tú eres mía, lo entiendes", masculló la rubia se acercó hacia ella e intentó besarla "Ya vale Kasia, no hay discusión mañana a las cuatro de la tarde sale mi vuelo para Berlín", Lucy se zafó de ella y se encerró en la habitación dando un portazo "Vete con él Lucy, eso vete con tú hombre, ya te has cansado de que te folle una mujer, así que vuelve a sus brazos, seguro que él lo hace mejor que yo", le gritó Kasia completamente fuera de si La puerta de la habitación se abrió con fuerza y Lucy furiosa se acercó hacia ella, "busca la excusa que te dé la gana Kasia, yo no me voy con nadie y tú lo sabes, pero tienes razón en una cosa, me he cansado, pero me he cansado de que me folles tú y si, es verdad, cualquiera lo haría mejor que tú, te pasas el día borracha y apestas a alcohol y a tu amiguita", Lucy se arrepintió al instante de haber dicho esas palabras, una lágrima corrió por el rostro de Kasia "Kas, perdona yo......", Kasia no la dejó terminar, se dio la vuelta y sin decir palabra se marchó
Lucy, se pasó la noche llorando y esperando que Kasia volviera, sabía que le había hecho daño, no debía haber dicho esas palabras, por eso precisamente era por lo que se marchaba, eso era lo que quería evitar. el daño involuntario que podían causar la una a la otra. La llamo una y mil veces durante aquella noche, pero Kasia no respondió a sus llamadas, le mandó infinidad de SMS, pidiéndole que volviera, tenían que hablar, pero Kasia no volvió. Al día siguiente Lucy se levantó, intento llamar a Kasia, pero tuvo el mismo éxito que la noche anterior, hizo las maletas, mando un último SMS a Kasia, - "Kas, no me cansaré de repetírtelo, siento mucho lo que dije, no quería hacerte daño, te amo, eres el amor de mi vida, me gustaría verte antes de coger el avión" y con todo el dolor del mundo se dirigió al aeropuerto. Durante el viaje en taxi, siguió sin tener noticias de Kasia, tenía la esperanza de que hubiera recapacitado en el último momento y verla en el aeropuerto, pero no había ni rastro de ella, con quien si se encontró fue con Chris Casi no tuvo tiempo de hablar con él, había apurado hasta el último segundo esperando a Kasia y tenía que embarcar inmediatamente, supo que su hermana, había ido a Barcelona a visitarlo y regresaba a Berlín en el mismo avión que ella, había ido al aeropuerto a despedirse, él le deseó buen viaje, se abrazaron, Lucy le dirigió una sonrisa s onrisa forzada y se dirigió a embarcar. embarca r. Kasia llegó al aeropuerto sin aliento, el último SMS de Lucy la había hecho reaccionar, ambas habían cometido muchos errores en los dos últimos meses, pero Lucy era la mujer de su vida, su gran amor y no podía permitir que se fuera sin decirle cuanto la amaba. Había sido una estúpida al pensar que la engañaba, al dejar que Elena y su profesión se interpusieran entre ellas dos, Lucy tenía razón, un tiempo separadas les podía ayudar a volver a recuperar, la pasión y el deseo perdido, porque el amor jamás se perdió. De pronto se le heló la sangre, Lucy y Chris estaban enfrente de ella, abrazados otra vez, a punto de entrar por la puerta de embarque, sonrientes, seguramente celebrando que ella ya no sería un problema, podrían vivir su amor libremente en Berlín Ber lín sin preocuparse de ella, Kasia se dio la vuelta y salió corriendo del aeropuerto. Fue a su casa, al entrar sintió un gran dolor en su corazón, Lucy ya no estaba allí los ojos se le llenaron de lágrimas, pero no se permitiría llorar, no por ella, la había engañado, la había dejado y se había ido con su ex a Berlín y lo peor de todo era que había seguido con su mentira y engaño hasta el último momento, no se había atrevido a dar la cara, seguro que cuando llegase a Berlín la llamaba y rompía definitivamente con ella desde la distancia, ella siempre se había negado a creer a Elena, pero finalmente esta había tenido razón. Kasia se arregló, hoy era el estreno de la película en Barcelona, ya no llegaba a la proyección, así que iría directamente a la discoteca para la fiesta. Llegó a la fiesta, observó que todos sus compañeros ya estaban allí, pero ella no tenía ganas de hablar con nadie, no podía dejar de pensar en Lucy, se dirigió a la barra y pidió un Whisky, lo bebió de un trago, no le hizo sentirse mejor, al contrario, con trario, el dolor en su corazón pareció
aumentar, pidió otro, otro, otro, otro, y otro, con cada trago su ira aumentaba, imaginaba a Lucy en los brazos de Chris, a este besando, acariciando, amando ese cuerpo que hasta hacía poco le había pertenecido a ella, besando aquellos labios que entre gemidos habían susurrado una y otra vez su nombre en sus noches de amor, ya no era ella quien la enloquecía, quien la poseía......, ahora pertenecía a otro Kasia no podía soportarlo más, vio a Elena bailando en la pista de baile, ciega de rabia y de ira se dejó llevar por los celos y el dolor que sentía en su corazón, se dirigió hacia la morena, -ella también se divertiría aquella noche-.
Capí Ca pí tu l o 20
Kasia abrió los ojos, le costó ubicar donde se encontraba, era la habitación de Elena, giró su cabeza y vio a la española completamente desnuda durmiendo plácidamente a su lado, no recordaba nada de la noche anterior, pero estaba bastante claro lo que había pasado, y por lo doloridas que se encontraban ciertas partes de su cuerpo debió de ser un polvazo como diría África Suarez Le iba a estallar la cabeza, salió de la cama sigilosamente, se vistió y sin despertar a su amante se marchó, necesitaba respirar aire fresco, se sentía realmente mal Se perdió por las calles del barrio gótico de Barcelona, mil pensamientos fluían en su cabeza, se sentía terriblemente culpable por haberse acostado con Elena, pero por otro lado Lucy estaba haciendo lo mismo con su ex a miles de km de distancia Según iba pasando la mañana, ella iba siendo más y más consciente de todo lo que había pasado el día anterior, y su corazón se comprimía más y más, sentía un gran nudo en el estómago y tenía unas ganas horribles de llorar. Lucy la había abandonado, el amor de su vida, la mujer que la hacía perder el sentido, se había ido, había preferido volver con su ex a su maravillosa y segura vida heterosexual, la había traicionado, había estado acostándose con él, mientras dormía junto a ella en su cama y ni tan siquiera había tenido el valor de decírselo a la cara ¿Cuándo se había terminado todo entre ellas?, ¿cómo habían llegado a esa situación?, Kasia sabía que las fiestas, su relación con Elena, el alcohol, habían tenido mucho que ver, pero no sabía como había sido tan idiota de no darse cuenta de nada..... Si lo sabía, había estado demasiado ocupada pensando en ella misma y había dejado a Lucy a un lado. Su vida se estaba derrumbando, ¿cómo iba a seguir viviendo sin la mujer que tanto amaba a su lado?, ¿qué iba a ser de ellas?, ¿debía ir a Berlín a buscarla, decirle que olvidasen esos dos últimos meses, olvidar su infidelidad e intentar empezar de nuevo?, ¿o debía centrarse en su carrera, intentar olvidarla y seguir pasando buenos ratos con Elena?
Quería salir corriendo, coger el primer avión para Berlín y arrebatársela al estirado de Chris, era suya, ellas dos estaban destinadas a estar juntas, pero algo se lo impedía, el mero hecho de imaginársela haciendo el amor con Chris le revolvía el estómago, no, jamás podría perdonarla, jamás podría volver a confiar en ella Una voz la sacó de sus pensamientos, "Kasia, que sorpresa, sabía que estabas por aquí pero no esperaba encontrarte la verdad" Kasia levantó la vista, sus ojos se abrieron como platos y su mandíbula cayó hasta sus pies, "Chris.... Chris ¿qué haces aquí?", balbuceo, no podía creérselo "¿No te lo ha dicho Lucy?, nos encontramos casualmente hace dos días, estuvimos tomando un café, trabajo aquí, me trasladé hace unos meses", dijo el hombre "Pero....", Kasia no podía articular palabra "Es curioso, hace más de un año que no sabía nada de vosotras y en tres días nos encontramos tres veces, ayer también vi a Lucy en el aeropuerto cuando fui a despedir a mi hermana, que casualidad verdad, volaban en el mismo avión", dijo él divertido Kasia no decía nada, solo miraba, no podía creer lo que estaba pasando "¿Kasia estás bien?, estás pálida", dijo Chris un poco preocupado "Ehhh... si, si no te preocupes, sólo he pasado una mala noche", dijo la rubia intentando volver a la realidad "¿Segura?, si puedo ayudarte en algo....", insistió el hombre "No.. no, gracias Chris, estoy bien de verdad", contestó Kasia Él sonrió, y girándose a la mujer que lo acompañaba dijo, "por cierto, déjame que os presente, ella es Rebeca, mi novia, y ella Kasia una conocida de Berlín Ambas se saludaron, poco después la pareja se despidió y continuaron su camino, al alejarse Kasia escuchó como preguntaba a su novio, “esa es una de las chicas del video ¿no?", "Shsssss",
respondió él, "calla que te va a oír" La rubia no le dio importancia al último comentario, estaba intentando procesar todo lo que había pasado, Chris estaba en Barcelona, Lucy no había huido a Berlín con él, Lucy no la había engañado, todo había sido invento de sus fantasías, todo había sido causado por una serie de estúpidas casualidades y las palabras mortíferas de Elena, dichas siempre en el momento oportuno, un escalofrío de terror recorrió todo su cuerpo al darse cuenta de lo que aquello significaba, de lo que había hecho.
Saco su teléfono, estaba apagado, no recordaba haberlo apagado la noche anterior, lo encendió, tenía que llamar a Lucy, tenía que explicarle todo, vio cinco llamadas perdidas y seis SMS de ayer por la noche, Kasia temblaba, había sido una estúpida, sin ni siquiera leer los SMS, marcó el número de Lucy, "el número marcado no existe", dijo una voz al otro lado de la línea, Kasia lo intentó otra vez, con idéntico resultado, extrañada abrió los SMS, eran de Lucy -Ya he llegado, estoy en casa de Selina, en nuestra habitación, aquí empezó todo, sin ti me siento terriblemente sola y vacía pero creo que estos días de separación es lo mejor para salvar nuestra relación. No quiero perderte por nada del mundo, y jamás podría estar con nadie más, te amo más que a nada, sobre todo y por encima de todo estás tú, tú eres lo más importante para mí, lo único que me importaAmargas lágrimas corrían por el rostro de Kasia, con dedos temblorosos, marcó el número de Selina, no hubo respuesta, tenía que viajar a Berlín, tenía que hablar con Lucy, rebuscó en su bolso buscando su identificación y sus tarjetas, al comprobar c omprobar que todo estaba allí, cogió un taxi y se dirigió al aeropuerto, tuvo suerte, el próximo vuelo a Berlín salía una hora más tarde y quedaban plazas. Justo antes de subir al avión su teléfono sonó, le dio un vuelco el corazón, Lucy pensó, desilusionada vio que era Elena "Elena ahora no puedo atenderte, me voy a Berlín, tengo que hablar con Lucy", dijo sin ni siquiera preguntar quién era "Kas respecto a lo de ayer", intentó decir la española "Elena lo que pasó ayer fue un error, no tiene ninguna importancia, estaba borracha, ni tan siquiera me acuerdo y te aconsejo que tú también lo olvides", le interrumpió la rubia "Kas pero hay un vídeo....", lo volvió a intentar la española "Elena, me importa una mierda, el vídeo y todo lo demás, lo único que quiero es llegar a Berlín y hablar con Lucy, lo siento, tengo que dejarte", colgó y embarcó, cuatro horas después estaba llamando a la puerta de Selina. "Kasia ¿qué haces aquí?", preguntó Selina asombrada al abrir la puerta y verla "Sel, tengo que ver a Lucy, tengo que hablar con ella", dijo Kasia impaciente "No está aquí, no he podido detenerla", dijo la morena muy seria "¿Cómo que no has podido detenerla?, ¿qué quieres decir con eso?, ¿dónde está?, Selina por Dios, tengo que hablar con ella", dijo Kasia nerviosa Selina seguía muy seria, "mira Kasia, yo siempre te he apreciado, pero creo que es mejor que te vayas, después de ver el vídeo, yo....ahora no puedo hablar contigo, Lucy es mi mejor amiga, y
yo tengo que procesar todo esto" "¡Pero que vídeo!", gritó Kasia histérica ", no sé nada de ningún maldito vídeo, ¿por qué todo el mundo me habla de un vídeo?, Sel me importa todo una mierda, yo solo quiero ver a Lucy, necesito explicarle algo, ¡he hecho algo horrible!, ¡por Dios me he equivocado!, Sel la amo, tengo que explicárselo, necesito que lo entienda, necesito verla, necesito que me perdone, tengo que decirle que la amo, que lo es todo para mí", las lágrimas corrían por su rostro, estaba desesperada Selina la miro confundida "Sel por lo que más quieras, dime donde está, la amo con locura, no puedo perderla Sel, no podría vivir sin ella", Kasia lloraba sin consuelo "Kas no sé donde está, no ha querido decírmelo, he intentado llamarla cien veces, me dice que el número no existe, ha debido cancelar su número, porque me he puesto en contacto con la compañía telefónica y me han dicho que ese número ya no está operativo", dijo Selina tristemente Kasia la miraba completamente confundida, ¿qué había pasado?, ¿se había enterado Lucy?, "pero..... pero.....", intento decir Selina la interrumpió, "Kas, ¿de verdad que no sabes nada del vídeo?", le pregunto dubitativa Kasia estaba muerta de miedo, ¿qué había en ese vídeo? negó con la cabeza, la morena la cogió de la mano y la condujo hacia el ordenador "Creo que es mejor que te sientes", dijo la morena mientras buscaba la página, Kasia negó con la cabeza "Lo siento Kas", dijo la manera a la vez que le daba al play. Kasia vio a Elena bailando con una rubia de pelo largo, parecía la fiesta de ayer, de pronto apareció ella en pantalla, vio como ella misma apartaba a la rubia, agarraba a la española y la besaba apasionadamente, la española no perdió p erdió oportunidad y respondió al beso inmediatamente, vio como las dos bailaban muy sensualmente, manoseándose y besándose sin parar, Kasia se vio a ella misma acariciando los pechos de Elena, como la morena metía sus piernas entre las suyas, agarraba sus nalgas y la presionaba más hacia ella, ambas se movían al compás, se veía claramente que estaban completamente excitadas, Kasia se vio buscando con su mano el sexo de su acompañante, vio como la española la detuvo y le dijo algo al oído, vio como ella asentía con una sonrisa y se iban juntas de la fiesta comiéndose a besos, no hacía falta ser muy listo para saber que iban a hacer. Ella no recordaba nada eso, estaba completamente borracha, alguien las había grabado en la fiesta de ayer, La Xa Or, había sido la despiadada que lo había colgado en internet.
"Lu.... Lu... ¿Lucy ha visto esto?", acertó a murmurar Kasia, no le salían las palabras Selina asintió, "alguien le llamó esta mañana y le dio la dirección para que lo viera, después sin decir una palabra cogió su maleta y se marchó, no pude retenerla, parecía ida, lo único que me dijo es que me llamaría" A Kasia le temblaban las piernas y le faltaba el oxigeno, notó un frío glaciar en todo su cuerpo, se apoyó contra la pared y deslizó todo su cuerpo hacia el suelo, el corazón se le rompió en mil pedazos en aquellos momentos y lloró descorazonadamente, descor azonadamente, sabía que no la volvería a ver, la había perdido para siempre, Lucy lo había dejado todo por ellas dos y ella la había fallado, le había pagado acostándose con su mayor enemiga, sabía que le había causado el tanto dolor como nadie nunca se lo había hecho, Kasia lloró amargamente, con desaparición, sin consuelo.
Capí Ca pí tu l o 21
Pasó una semana, un mes, dos meses, seis meses, un año, dos años, tres años, cuatro años, pero la rubia siguió sin saber nada de Lucy, ni un solo día en esos cuatro años había dejado de pensar en ella, ni había dejado de arrepentirse de aquella maldita noche, siempre tenía la esperanza de que volviera a Berlín y verla de nuevo. Kasia se convirtió en una actriz de éxito, aquella película que la hizo tan infeliz, la había lanzado a la fama, gano un Óscar gracias a ella y ahora era una de las actrices del momento, tenía todo lo que alguien pudiese desear, pero no era feliz, estaba vacía, su felicidad se la llevó Lucy con ella el día que la abandonó. Estuviera donde estuviera, todos los años, Kasia volvía a Berlín para la fiesta de HAH, aquella fiesta donde volvieron a verse cinco años atrás, aquella fiesta que le proporcionó los meses más felices de su vida, ella se sentaba frente a la puerta y esperaba hasta que el último de los asistentes abandonaba el salón con la esperanza de que su amada entrara por aquella puerta, pero nunca entró. Todos aquellos años sus esperanzas se basaron en nada, pero ese año era distinto, al día siguiente era el de la boda de Selina y Rocco, después de muchos años de relación por fin se daban el si quiero, un año más Lucy no había asistido a la fiesta, pero Kasia tenía la esperanza de verla en la boda, sobre todo después de aquella conversión con Selina meses atrás. Kasia seguía viviendo en Berlín, aunque pasaba largas temporadas fuera, pero siempre estaba deseando volver a aquella ciudad de ensueño con sus amigos. Selina, Franciska, Dennis, Rocco y ella, se habían convertido en muy buenos amigos, Kasia sabía que la morena había seguido en contacto con Lucy, ella era su mejor amiga, pero por mucho que le suplicó nunca le dio ni una pequeña pista de donde estaba, de como estaba o de como le iba.
Desde que Selina le dijo que se casaba, y le dio la invitación, la rubia le preguntó una y mil veces si Lucy iba a asistir a la ceremonia y ella siempre se encogía de hombros, y le decía, "otra vez te toca pagar la cerveza a ti por pesada", Kasia perdió la cuenta de las cervezas había pagado, pero un día para su sorpresa eso cambió, "Sel por favor, dímelo, que te cuesta ¿va a venir a la boda, o no?", le volvió a preguntar, la morena se encogió de hombros sacó un billete de su bolsillo, pidió dos cervezas, la miró y le dijo "no pierdas nunca la esperanza Kas, todo puede llegar a suceder, hoy pago yo", y con una sonrisa terminó, "y ahora cambiando de tema.....". Después de aquel día Kasia se había preguntado una y otra vez -¿Qué ha querido decir con eso?, ¿a qué se refería?, ¿a la boda?, ¿a Lucy y a ella?, ¿a qué?-, daba igual, ella sabía que en esa boda algo iba a suceder, y el día había llegado Kasia saltó de su cama, miró su apartamento el cuál parecía una zona de guerra, se encogió de hombros, -hoy no es el día apropiado para limpiar- , pensó, preparó su ropa y se metió en la ducha, se sentía bien como hacía años que no se sentía, sabía que aquel iba a ser un día muy importante en su vida, sonriendo terminó de ducharse. Justo cuando terminó de arreglarse sonó la bocina de un coche, "¡Voy!" gritó por la ventana, eran Dennis y Franciska, la extraña pareja pensó y sonriendo salió a la calle y se encaminó hacia el coche, Franciska fue a su encuentro y la detuvo, "Kas....", la rubia la miro sorprendida "Kas, estoy preocupada, creo que te estás haciendo demasiadas ilusiones, ni tan siquiera sabes si va a venir, y en caso de que venga, no sabes si vendrá sola o acompañada, si estará casada, si tendrá hijos, Kasia han pasado ya cuatro años", dijo la pelirroja muy seria "Me da igual Francis, me da igual si ella está casada, soltera, tiene novio, novia, tres, cuatro o cinco hijos, sólo quiero verla, es lo único que deseo y daría todo lo que tengo por ello, solo por volver a verla una vez más", los ojos de Kasia se llenaron de lágrimas, Franciska sonrió, "está bien, pero recuerda que pase lo que qu e pase, nosotros estaremos ahí para pa ra apoyarte", la abrazó y ambas se dirigieron hacia el coche. Cuando llegaron a casa de Selina faltaban veinte minutos para que empezase la ceremonia, no había rastro de Lucy, los invitados iban llegando y colocando en sus sillas, Selina había habilitado el jardín para la ceremonia, y estaba precioso. El tiempo iba pasando y la mujer castaña seguía sin aparecer, a falta de cinco minutos Rocco y su padre se dirigieron por el pasillo hacia el improvisado altar del jardín, Kasia empezaba a ponerse nerviosa y si no venía..... venía.. ... De pronto una gran sonrisa se dibujó en el rostro de Rocco, y buscó a Kasia con la mirada, al encontrarla sonrió aún más. Kasia se quedó sin respiración, se giró muy lentamente, y entonces la vio, ahí estaba tan bella, tan hermosa como cuatro años atrás, lazó un profundo suspiro, los años no habían pasado por ella se veía radiante y esos hermoso ojos azules en los que tiempo atrás se perdía, iluminaban todo el
jardín, llevaba puesto un vestido azul turquesa que hacían juego con sus ojos, se había maquillado muy poco por lo que se podía ver su belleza natural, Kasia notó que le faltaba el aire, se había olvidado de respirar, las piernas le temblaban y sus rodillas flojeaban, tuvo que sentarse, notó la mano de Franciska apretándole el brazo, la miró y antes de que Kasia pudiera decir nada, la pelirroja sonrió y le susurro, "lo sé, tranquilízate". Lucy se dirigió rápidamente hacia el grupo de familiares de Selina, saludo amablemente a todos uno por uno y se acomodó en su silla, parecía que había venido sola, nadie la acompañaba, después de unos instantes ella lanzo una breve mirada a los invitados, sus ojos se juntaron con los de Kasia por un segundo, el corazón de la rubia se encogió aquellos hermosos ojos azules que antaño la miraban con tanto amor, ahora la miraban fríamente, sin reflejar ninguna emoción. Sonó la marcha nupcial y Selina entró en el jardín, durante toda la ceremonia Kasia no pudo apartar sus ojos de Lucy, -tengo que hablar con ella, tengo que explicárselo todo, tengo que decirle lo que siento-, pensó Al finalizar la ceremonia, Franciska la agarró del brazo, "Venga, vamos a saludarla, este es el momento", e intentó tirar de ella La rubia no podía moverse quería acercarse a ella pero algo dentro suyo se lo impedía "ve tú" dijo, se dio la vuelta y se dirigió a felicitar a Selina y a Rocco "¿Has hablado ya con ella?", preguntó la morena "No puedo Sel, no puedo dar un paso hacia ella, estoy bloqueada", contestó Kasia con lágrimas en los ojos Selina la abrazo para tranquilizarla, "tranquila no te preocupes, veras como a lo largo del día encuentras el momento", dijo y se marchó para encargarse de los demás invitados. Al girarse, Kasia vio que Franciska había acercado a Lucy y charlaban animadamente, se acercó hacia la mesa cogió una copa de champagne y se alejó del bullicio, se sentó en el banco más alejado del jardín, el de al lado del rosal, debajo de la una de las habitaciones de invitados, de aquella habitación en la que se habían amado la primera vez...... El día fue pasando y todo siguió igual Lucy ignorando a Kasia por completo y Kasia incapaz de acercarse a la mujer castaña. Empezó la música y Kasia notó la intensa mirada de un hombre rubio, muy bien parecido clavada en ella, y cuando vio que él se armaba de valor y se acercaba se giró y se dirigió rápidamente hacia el lavabo tratando de huir, -no estaba de humor para tener que aguantar a un moscardónEstaba tan preocupada por asegurarme que el chico no la seguía que no me se dio cuenta de que Lucy salía de la casa precipitadamente en ese momento, el choque fue inevitable y Kasia cayó en
el suelo de culo "¡Dios mío Kasia!", dijo Lucy sobresaltada...... "¿estás bien?" preguntó preocupada Kasia no podía levantar la vista del suelo, ella no había visto con quien había chocado pero aquella voz la reconocería entre un millón. Al ver que la rubia no reaccionaba, Lucy impaciente por escapar de allí, le tendió la mano para ayudarla a levantarse, Kasia acepto, al tocar la mano de Lucy, la rubia notó miles de intensas descargas eléctricas en todo su cuerpo. Al ponerse en pie Kasia por fin levanto la vista y sus ojos se juntaron, durante unos momentos se miraron fijamente a los ojos sin decir nada, las piernas de Lucy temblaban y su corazón latía a mil por hora en el pecho, inmediatamente se recuperó de la sorpresa inicial, e intento marcharse, "discúlpame", dijo y se encaminó hacia el jardín Kasia se lo impidió sujetándola por el brazo "Lu por favor" le suplicó "tenemos que hablar" Lucy se giró y mirando fríamente a la rubia dijo "Suéltame Kasia, no creo que tengamos nada de que hablar" e intento zafarse de su mano "Lucy te lo suplico, dame una oportunidad para explicarme, por favor Lucy déjame hacerlo", insistió Kasia "No hay nada que explicar Kasia, me lo explicó Selina, me lo explicó Rocco creo que ya está bastante explicado, ¡insisto Kasia, por favor suéltame!", su éltame!", la mirada de la castaña era gélida "¡Pero necesito explicártelo yo!" casi gritó Kasia con desesperación " cinco minutos Lucy, sólo cinco minutos, te lo ruego Lucy, te lo imploro, cinco minutos y si luego quieres, saldré de tu vida para siempre, no te molestaré nunca más, haré h aré como que nunca pasó nada entre nosotras, te lo prometo, tan solo cinco minutos Lucy" La mirada de Lucy se hizo un poco más cálida, dudó unos instantes y le dijo "vamos a mi cuarto", se giró y volvió a entrar en la casa seguida de Kasia Subieron las escaleras y entraron en la habitación de invitados, hacía seis largos años que Kasia no había estado allí, notó un nudo en el estómago y le invadieron unas fuertes ganas de llorar al entrar, uno de los momentos más felices de su vida habían tenido lugar en ese cuarto, y ahí estaban otra vez, Lucy y ella. Lucy se sentó en la cama y miró a la rubia impaciente, su mirada volvía a ser glaciar, "¿Y?", dijo secamente Kasia se acercó a la ventana y perdió su mirada por el jardín incapaz de mirarla a ella, "Lucy yo sé que te hice daño, lo sé, te traicione, lo dejaste todo por mí y yo te lo pagué de esa manera, sé que te cause el dolor más grande que nadie te ha causado", las lágrimas corrían por las mejillas
de la mujer rubia. "Sé que no sirve de nada decirte, que estaba borracha, que ella me convenció de que tú me engañabas, que hacía semanas que venía taladrándome la cabeza con que tú no eras buena para mí, con que lo nuestro estaba condenado al fracaso..., sé que no debería haberla creído, ni tan siquiera debería haberla escuchado, pero lo hice y cometí el error más grande de toda mi vida y ahora debo pagar por ello, llevo cuatro largos años pagando por ello y lo seguiré haciendo durante el resto de mi vida", las lágrimas de Kasia se habían convertido en llanto "Pero Lucy yo sólo te pido, te ruego, te suplico que me perdones, perdóname Lucy por favor, yo sé que entre tú y yo no podrá volver a haber nunca más nada, que nada será como antes, pero te necesito en mi vida y necesito que me perdones, no me dejes fuera, aunque simplemente sea un café al mes, o cada seis meses, una llamada en navidad o por mi cumpleaños, yo te amo Lucy y jamás seré capaz de amar a nadie más, por po r eso necesito que de alguna manera mane ra formes parte de mi vida, yo......", Kasia no pudo continuar En aquellos momentos la rubia era la viva imagen de la desesperación, no podía controlar su llanto, su cuerpo temblaba fuertemente, le costaba respirar y tenía un nudo en la garganta que no le dejaba articular palabra. Lucy no pudo soportarlo más, se levantó de la cama, se acercó a la rubia, la tomó entre sus brazos y le susurro, "Shhhhh.... "Shhhh h.... cálmate cariño, encontraremos una solución, cálmate por favor", mientras le acariciaba el pelo y la espalda Sentirse en los brazos de Lucy hizo el efecto contrario al que la mujer castaña esperaba conseguir, los temblores de Kasia se hicieron aún más fuertes, su llanto aumento y las piernas ya no la sostenían. Lucy se dio cuenta de ello y la llevo a su cama, la tumbó y se tumbó a su lado abrazándola fuertemente, "Shhhh... estoy aquí cálmate", le dijo cariñosamente Paso mucho rato hasta que Kasia pudo controlar su llanto y dejó de temblar, Lucy permaneció a su lado, abrazándola, meciéndola dulcemente, permanecieron juntas abrazadas unos minutos más, disfrutando ambas intensamente de aquel sentimiento perdido años atrás. Lucy levantó la cabeza de Kasia, que estaba perdida en su pechó obligándola a mirarla, pasó sus dedos por las mejillas para secar las lágrimas que aún quedaban, "tengo que bajar Kasia, prometí a Selina ayudarle con los invitados, quédate aquí un rato más si quieres, te llamaré y hablaremos de todo esto, te lo prometo", dio a su compañera un beso en la frente, se dirigió hacia la puerta y desapareció. Kasia se quedó un rato más en la habitación tumbada en la cama, se sentía feliz, hacía ocho años que no había sentido nada parecido, recordó las palabras de Selina "no pierdas nunca la esperanza Kasia, todo puede llegar a suceder", si, ahora estaba segura de que todo podía pasar, se levantó arregló su vestido, se miró en el espejo y vio que su maquillaje estaba hecho un desastre, lo arregló como pudo y se dirigió al jardín, quería estar cerca de Lucy
Kasia se acercó al grupo en el que estaban sus amigos, estaban bailando y bromeando con Selina y Rocco, Selina le guiñó un ojo mientras una sonrisa cómplice se dibujó en sus labios. "No pienso preguntarte ahora mismo, porque tanto Lucy como tú habéis estado perdidas la última hora, ni porque tienes esas pintas, me lo explicarás todo mañana con pelos y señales, pero las dos parecéis mucho más felices que hace un rato", le susurro Franciska al oído Todo había cambiado, hasta ahora Lucy se había dedicado a ignorar a Kasia completamente, pero desde que había bajado de la habitación, habita ción, no podía dejar de mirarla, y a Kasia parecía que qu e le pasaba lo mismo ya que sus miradas se encontraron en contraron "casualmente", en varias ocasiones, ocasiones , no volvieron a hablar hasta que llegó el momento en que Kasia abandonó la fiesta. Lucy, Rocco y Selina estaban en una esquina del jardín, hablando y riendo, Kasia se acercó hasta ellos, "Bueno, yo me voy ya, ha sido una fiesta increíble, gracias", dijo la rubia "¿Ya?, ¿tan pronto?", preguntó Selina "Si", afirmó Kasia, "llevo sin pegar ojo unos cuantos días, y el día de hoy ha sido muy intenso, demasiadas emociones, necesito descansar" "Estabas tú más nerviosa por la boda que yo... que era yo el que se casaba, mujer", dijo Rocco riendo Kasia miro nerviosa y avergonzada hacia el suelo "Bueno, que descanses, el bocazas de mi marido y yo, nos vamos a seguir atendiendo a los pocos invitados que quedan", Selina le dio dos besos de despedida y arrastro a Rocco del brazo por el jardín Estaban una frente a la otra, las dos mirándose fijamente, perdiéndose la una en los ojos de la otra como años atrás "Me alegra haberte visto", murmuró Lucy "A mí también, me ha encantado", respondió Kasia Siguieron así mirándose, sin decir nada, ninguna sabía que decir "Bueno...... voy a irme", dijo Kasia y se acercó para abrazarla Se abrazaron fuertemente, el cuerpo de ambas mujeres tembló, estuvieron abrazadas durante un rato, "te llamaré", susurro Lucy al separarse y se alejó por el jardín.
Capí Ca pí tu l o 22
Pasaron tres días y Kasia no había tenido noticias de Lucy, después de tres semanas había empezado a perder la esperanza y estaba casi segura de que todo había sido un truco de Lucy para librarse de ella en aquellos incómodos momentos. Aquel sábado por la tarde estaba sentada junto al lago, necesitaba paz después de una intensa mañana de compras con Selina y Franciska, ellas querían animarla manteniéndola ocupada, pero la verdad es que conseguían todo lo contrario. Disfrutaba se la suave brisa y las lejanas risas de los niños jugando, cuando de pronto el teléfono la sobresaltó: "Sí, Kasia al aparato", contestó distraídamente, dio un respingo al oír aquella voz al otro lado de la línea. "Hola Kas, soy Lucy perdona que no te haya llamado antes, pero he vuelto hace media hora a Berlín y estos días no he tenido tiempo de nada", dijo aquella voz. Kasia casi no podía articular palabra, "no te preocupes" balbuceó sin ser capaz de decir nada más. Lucy continuó, "me preguntaba si te apetecería tomar un café conmigo dentro de un rato". El corazón de Kasia latía desbocado en el pecho, "me encantaría" susurró. "¿Te parece bien a las ocho enfrente de El Planet y luego ya decidimos donde vamos?", preguntó la mujer castaña decidida. "Sí por supuesto, a las ocho estaría bien", contestó Kasia. "Ok entonces nos vemos dentro de un rato" y colgó. Kasia no se podía creer lo que había pasado, le había llamado realmente, Lucy le había llamado, no había sido una excusa, después de cuatro largos años volvía a tener una cita con ella, con su verdadero y único amor, se levantó corriendo y se dirigió a su casa a prepararse para la gran cita. A las ocho menos cuarto ya estaba enfrente del Planet esperando impacientemente, Lucy llegó a las ocho en punto con puntualidad inglesa, se miramos sin saber muy bien como actuar, finalmente Lucy se decidió, se acercó, dio dos besos a la rubia y entraron al local. Al principio ninguna de las dos sabía muy bien que decir, ambas se sentían muy incomodas, pero poco a poco fueron rompiendo el hielo, y fueron sintiéndose más y más cómodas, cómodas , hasta que llegó un momento que pareció que habían vuelto cuatro años atrás, que no había pasado el tiempo. Hablaron de sus proyectos, Kasia hasta dentro de seis meses no tenía nada programado y Lucy precisamente ese mismo día había firmado un contrato co ntrato para estrenar dentro de seis meses me ses y durante un año un nuevo musical en Berlín, durante los últimos cuatro años ella había estado viajando por toda Europa, triunfando en los grandes escenarios de España, Londres, Paris, Bruselas, Roma.....
Después de dos cervezas, decidieron ir a comer algo, durante la cena, en un momento dado, Lucy se puso muy seria y miró fijamente a la rubia y abordó el tema sin rodeos, "Kasia yo no quiero confundirte, ni darte falsas esperanzas, he estado pensando mucho en lo que me dijiste y yo también quiero que formes parte de mi vida, pero nunca, nunca podrá haber nada más que una amistad entre nosotras, es lo único que te puedo ofrecer, si esperas algo más por favor olvídate, sólo te hará daño". Kasia la miró con lágrimas en los ojos y contestó, "es lo único que te pido Lucy, sé que nada volverá a ser como antes, eres, has sido y serás, la persona más importante en mi vida y no quiero perderte otra vez por nada del mundo, aprenderé a mirarte como mi amiga, como mi hermana porque lo único que quiero es que estés a mi lado, no me importa de que manera", se agarraron las mano mientras se miraban dulcemente a los ojos y continuaron disfrutando de la velada. Después de aquella noche, las llamadas de Lucy se fueron haciendo más habituales, cada dos semanas, cada semana, cada tres días, así fueron pasando los meses y al final pasaban la mayor parte del día juntas, los domingos se había convertido en rutina hacer una comida española junto con todos sus amigos en casa de Lucy, esta se había comprado una preciosa casita con jardín a las afueras de Berlín, y ambas cocinaban para todo, los platos típicos que aprendieron durante su estancia en España. Kasia era realmente feliz, creía que no necesitaba nada más hasta aquel día...... Era el día de la presentación del tercer disco de Selina, ella había dejado los musicales y se había dedicado al mundo de la música, pese a ser una gran artista con renombre internacional y poder hacer su presentación en cualquier parte del mundo, ella había decidido hacerla en su Berlín natal, porque como ella decía lo más importante en su vida y sus mejores recuerdos estaban allí. Kasia había quedado en pasar a buscar a Lucy por su casa a las nueve, para estar en el auditorio antes de las diez, a las nueve y tres minutos llamó a su puerta. Oyó los tacones de Lucy correr por el pasillo, cuando esta abrió la puerta, se quedó sin respiración, ante la visión que tenía frente a ella. Lucy llevaba un vestido negro de tirantes hasta la rodilla que se adaptaba a su cuerpo como si fuera una segunda piel, destacando todas y cada una de sus perfectas curvas femeninas y marcando sus bien formados pechos, su largo pelo castaño recogido, dejaba al descubierto sus perfectos y sugerentes hombros, ho mbros, un collar rosa (como no) adornaba su cuello, se había puesto el maquillaje justo que hacía que se pudiese admirar su belleza natural, sus ojos brillaban con alegría, Kasia suspiró estaba segura de que nunca en su vida había visto nada tan bello. "Se me ha hecho tarde", dijo Lucy mientras agarraba de la muñeca de Kasia y la llevaba hasta la sala, "dame cinco minutos", la empujo hacia el sofá y subió precipitadamente las escaleras hacia su cuarto.
¡Altooooooooooooooooooooooo!, ¡Stoppppppppppppppppppppppp!, ¡Halttttttttttttttttttttttt!, ¡ ! Zuki, deja de leer inmediatamente que se avecina intenso turrón, si continuas será bajo tu responsabilidad, Vane mejor termina el almuerzo, Pucci, Birre, Saggi, Luzi a por la bolsa rápido, Oralia, Pamelita respirad hondo, Luna de los verdes campos, prados, valles, montes y montañas, tú veras, si crees que estas preparada adelante, o quizás deberías plantearte hacer un poquito de yoga antes. He avisado, así que no aceptaré ni una sola queja. Ok, continuamos. Kasia no podía articular palabra, la belleza de Lucy la había dejado impactada, tenía una sensación extraña que le recorría todo su cuerpo, se levantó y se dirigió al cuarto de Lucy, ella estaba de espaldas, observar su perfecto cuerpo visto desde atrás hizo que Kasia sintiera un enorme calor en su entrepierna como hacía años que no sentía, solo Lucy podía hacer aflorar esa sensación en ella, bajó sus ojos por sus ligeramente musculados hombros, su bronceada espalda, sus delicadas caderas y cuando se posaron en su bien formado y perfecto culo, las palpitaciones en el sexo de Kasia se acrecentaron y su respiración era cada vez más agitada, en ese momento supo que había llegado el día, no podía resistirme más, con las pupilas de sus ojos dilatadas, se dirigió hacia Lucy silenciosamente, como un animal salvaje se dirige hacia su presa, iba a faltar a su promesa, pero no podía evitarlo, sabía que ese día tarde o temprano iba a llegar. Lucy estaba absorta en sus pensamientos y no se había percatado de la presencia de Kasia, dio un respingo sobresaltada cuando notó su aliento en el cuello, sintió como los brazos de la rubia rodeaban sus caderas y la atraían levemente hacia ella. "Kasia que ......" Kasia no la dejó terminar, la apretó más fuerte contra ella presionando su cuerpo contra su espalda y puso sus labios en su cuello, besándolo dulcemente. "Kasia, ¿qué estás haciendo?", susurro Lucy con dificultad. Las manos de Kasia se deslizaron de las caderas a los senos de Lucy y comenzó a acariciarlos suavemente lo que hizo que esta lanzara un intenso gemido de placer. "Kasia..", suplico desesperadamente Lucy, "tienes que parar" dijo casi sin poder hablar. Kasia, volvió a besar el cuello de Lucy, sacó su lengua y lo lamió de arriba abajo dulcemente, lo que hizo que en todo el cuerpo de esta se le pusiese la piel de gallina. "Kasia....para" gimió, Lucy con los ojos cerrados y la respiración agitada "Kasia, no....", pero no podía hablar, no podía pensar, un inmenso inmens o fuego le abrasaba la entrepierna, su sexo palpitaba de deseo.
Kasia siguió besando su cuello, poco a poco esos besos se dirigieron a su oído y con voz entrecortada por el deseo y la emoción le susurro: "Te amo Lucy, eres el amor de mi vida y no puedo hacer nada por evitar esos sentimientos". Al escuchar esas palabras la barrera que Lucy había puesto entre ellas y que tanto le había costado mantener, se rompió en mil pedazos, se giró buscando hambrienta los labios de Kasia, sus labios se juntaron en un beso intenso, ardiente, apasionado, seductor, sus lenguas de fuego empezaron a arder en la hoguera del deseo, ahora encendida en ambas mujeres, se complacían mutuamente explorándose ambas con tanto deseo y tanta hambre, que el beso fue subiendo de intensidad más y más hasta dejarlas a ambas sin aliento, se separaron lentamente para intentar recuperar la respiración, juntaron sus frentes jadeando, "¡Kasia, oh Dios Kasia! murmuro Lucy quien sentía que estaba a punto de perder el sentido. Ambas mujeres se miraron, la mirada de Lucy casi quemaba por la pasión y la lujuria, Kasia busco la cremallera de su vestido y la desvistió casi dolorosamente lento, mientras besaba todas y cada una de las partes de su cuerpo, ese cuerpo tan hermoso que la hacía perder el sentido. Sin decir una palabra la llevó a la cama, se tumbaron una enfrente de la otra, besándose apasionadamente, recorriendo con ambas manos, ansiosas la una el cuerpo de la otra. La mano de Lucy estaba en la cintura de Kasia, fue elevándose hacia sus pechos acariciándolos y apretando suavemente sus pezones, fue desabrochando poco a poco su blusa pasando la yema de los dedos por encima de su sostén, y recorriendo lentamente todo su cuerpo. Kasia estaba completamente excitada se quitó la blusa rápidamente y empezó a acariciar a Lucy, metió la mano por debajo de su sujetador para masajear dulcemente su pecho, mientras besaba sus labios una y otra vez, ella notaba como la excitación de Lucy crecía más y más. Kasia besó el cuello de Lucy, lentamente fue bajando hacia sus pechos pasando de largo, -luego se ocuparía de ellos-, sacó su lengua y empezó a jugar con ella por su estómago, subiendo y bajando muy despacito y haciendo círculos, Lucy Luc y empezó a corvar sus caderas, gimiendo pedía más, Kasia finalmente le quitó el sujetador y pasó la puntita de su lengua por su pezón, notando como se endurecía aún más, besó y lamió sus pechos dulcemente, mordisqueo sus pezones, la respiración de Lucy era cada vez más fuerte. Mientras que su lengua y su boca jugaban con el pecho y el pezón izquierdo de Lucy y su mano masajeaba y pellizcaba suavemente el derecho, Kasia bajó su otra mano hacía las braguitas y comenzó a acariciarla, la respiración de Lucy pasó a ser un jadeo, Kasia metió la mano dentro y con la yema de sus dedos comenzó a frotar su clítoris, un intenso gemido de placer salió de la boca de Lucy, mientras su zona de placer se s e hinchaba más y más. Lucy ya estaba desatada, creía que no se podía estar más excitada, que no se podía obtener más placer y quería compartir esa sensación sensa ción con Kasia, cogió con ambas manos su cabeza y la apretó contra su boca besándola apasionadamente, bajo su cabeza hacia sus pechos y en un instante se deshizo de su sostén, mordisqueo sus pezones y apretó firmemente sus pechos, quizá con un poco de dureza pero sin que qu e llegara a resultar doloroso, eso excito ex cito aún más a Kasia, Lucy bajó su mano y la metió con determinación en sus pantalones acariciando su clítoris cada vez más
rápido, Kasia jadeaba, introdujo uno de sus dedos en ella mientras seguía mordiendo sus pezones, los jadeos de Kasia pasaron a ser intensos gemidos de placer, sus caderas se arqueaban una y otra vez siguiendo obedientemente el ritmo del dedo de Lucy. Cuando Lucy vio que Kasia ya no podía más que su vagina se contraía cada vez más rápido y el orgasmo era inminente, saco su dedo provocando que un gritó de desesperación saliera de la garganta de Kasia, ambas mujeres tenían tanta sed la una de la otra que ninguna quería que ese momento acabase, ninguna quería dar el paso definitivo, ambas querían darse más y más placer. Siguieron besándose y acariciándose, las pocas prendas que aún les quedaban desaparecieron de sus cuerpos quedándose ambas totalmente desnudas. Kasia se tumbó encima Lucy, empezó a acariciar su sexo de arriba a abajo despacito y metiendo sólo la puntita de uno de sus dedos, después bajó su cabeza y la metió entre sus piernas acercó su lengua y comenzó a hacer circulitos en su clítoris empapándolo de saliva, mientras Lucy gemía de placer. Kasia introdujo totalmente el dedo en la vagina de Lucy, no le costó nada, estaba completamente lubricada y lo acogió con agrado, empezó a mover sus caderas de adelante hacia atrás despacito, mientras su respiración se iba acelerando poco a poco. Mientras metía y sacaba su dedo del sexo de Lucy, Kasia siguió lamiendo su clítoris y metió otro dedo, al tiempo que la penetraba con sus dedos chupaba su clítoris. Kasia sentía como las caderas de Lucy se movían cada vez más deprisa, y gemía más y más fuerte, metió un tercer dedo y los gemidos de Lucy casi llegaban a ser gritos, empezó a meter y sacar los dedos más deprisa y la lengua en su clítoris también aumentó su velocidad, ahora si sus gemidos eran gritos de placer, su respiración estaba desbocada y sus caderas se retorcían enloquecidas, clavó sus uñas en la espalda de una completamente entregada Kasia, provocando en está el dolor más dulce y excitante que jamás había sentido. Lucy estaba completamente fuera de control, Kasia le estaba dando el placer más grande que había sentido jamás, todos los músculos de su cuerpo estaban en tensión, sentía que estaba a punto de llegar al clímax total, sentía como Kasia metía y sacaba sus dedos más y más deprisa, su respiración se desbocó, sus ojos se cerraron, "¡Diosssss!, ¡no pares Kasia, no pares!" se escuchó que gritaba con una voz ronca y entrecortada, mientras sus caderas embestían más y más deprisa la mano de la rubia. De pronto sintió una explosión en todo su cuerpo, gritó fuertemente y todos sus músculos se contrajeron a la vez, para luego relajarse inmediatamente, tuvo el orgasmo más increíble de toda su vida. Lucy se tomó unos minutos para sobreponerse, aún le temblaba todo su cuerpo, luego giró sobre él y se puso encima de Kasia, la beso salvajemente en los labios, bajo hasta su cintura abriéndole muchísimo las piernas, metiendo un dedo dentro de su sexo...bajó su cabeza y pasó su lengua por el clítoris succionándolo, lamiéndolo, mordisqueándolo, cuando Kasia gritaba mucho Lucy disminuía la velocidad y poco a poco volvía a subirla intentando así darle la mayor cantidad de
placer posible, cuando vio que no podía más introdujo otro dedo, mientras su lengua empezó a jugar más intensamente con abultado clítoris. Kasia estaba totalmente excitada, ella necesitaba sentir a Lucy dentro suyo, cuando sintió que el primer dedo de Lucy la penetraba dio un intenso in tenso gemido de placer, y su excitación creció más y más con los juegos de su lengua en su zona de placer, se adaptó al ritmo del dedo de Lucy, mientras su respiración se agitaba más y más, Lucy iba aumentando su velocidad y el placer aumentaba, ella se movió un poco más rápido para alentar a Lucy cuando vio que estaba cerca del orgasmo, pero esta disminuyó la velocidad, para volver a acelerarla poco a poco alargando así su placer. Kasia gemía y gemía, se iba a volver loca de placer, ya no podía más notó que Lucy introducía otro dedo y lamía más rápidamente su clítoris, la mano de Lucy cada vez se movía más deprisa y los jadeos de Kasia pasaron a ser gritos provocados por un placer intenso, su llegada al orgasmo fue espectacular todo su cuerpo se retorció, cogió la cabeza de Lucy y la apretó más contra su sexo, esta pasó toda su lengua por él, provocando un espasmo en Kasia. Kasia, temblaba fuertemente, Lucy subió buscando sus labios y se dio cuenta de que estaba llorando, no dijo nada, simplemente la beso dulcemente y la abrazó con ternura. Permanecieron así mucho rato, disfrutando de la cercanía la una de la otra, esa cercanía que hacía unos años el destino les había arrebatado. Kasia se fue calmando poco a poco, no se atrevía a moverse para no romper el hechizo del momento, ese momento que tanto había deseado durante los últimos años, - estar en los brazos de Lucy-, el sexo había sido increíble, pero Kasia estaba disfrutando mucho más de ese momento. De repente una gran angustia y un profundo temor invadieron su pecho, -¿qué iba a pasar ahora?, Kasia había insistido una y otra vez que entre ellas lo único que podía haber era una amistad, durante los últimos meses habían habido muchos momentos de acercamiento, muchas miradas de deseo, muchas caricias robadas, pero en el último momento Lucy siempre se había echado para atrás, el dolor que Kasia le había causado había sido demasiado grande y Lucy había construido una barrera entre ellas que parecía inquebrantable. En uno de sus viajes a Ibiza, una noche después de una cena perfecta, habían ido a pasear por la playa, corría una suave y agradable agradabl e brisa, se sentaron en la arena para par a escuchar el relajante sonido de las olas, todo era perfecto, Kasia apoyo su cabeza en el hombro de Lucy, esta le acarició la espalda dulcemente a lo que Kasia respondió acariciando la mejilla de su amiga, estaban las dos muy cerca, se miraron a los ojos intensamente y Kasia no pudo resistirse y la beso. Lucy aceptó el beso en un primer momento con pasión pero enseguida se separó sobresaltada e hizo prometer a Kasia que nunca iba a volver a pasar, ellas eran amigas nada más y nunca serían nada más.
Y ahora Kasia había faltado a su promesa y quizás esto provocase que Lucy la apartase de ella para siempre, no pudo evitar que un suspiro de desesperación se escapase es capase de su boca. El suspiro de Kasia no había pasado desapercibido para Lucy, ella era ahora completamente feliz, pensaba que nadie podía ser más feliz que ella en ese momento, durante meses se había negado a admitir, que seguía enamorada de Kasia, que era la mujer de su vida, y aunque se moría de ganas por besarla, por acariciarla y sentirla en sus brazos, un día tras otro se había negado a si misma ese placer, estaba demasiado dolida y estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para que esos deseos desapareciesen de su mente incluso alejarse de Kasia definitivamente si era necesario. Un día en la playa Kasia la había besado, y fue una sensación increíblemente maravillosa el volver a sentir sus aterciopelados labios en los suyos, por un momento se dejó llevar por la pasión, sintió que volaba, pero rápidamente recuperó recupe ró el control he hizo prometer a Kasia que no iba a volver a suceder. Hacía un rato cuando Kasia la había abordado por detrás, su intención era mantenerse fría, controlar la situación y decirle a Kasia que había llegado el momento de separar definitivamente sus caminos. Pero Kasia con sus insistentes besos, con sus caricias que le quemaban la piel, poco a poco hizo que la determinación y la seguridad de Lucy disminuyeran y el deseo fuese ganando terreno, un intenso calor emanaba de su entrepierna, mientras se dejaba envolver más y más por Kasia. Incluso en el último momento cuando la rubia le declaró su amor, lo que hizo que las últimas resistencias de Lucy cayeran, y esta se dio cuenta que el sexo era inevitable, que su mente no podía controlar a su cuerpo, que qu e su entrepierna palpitaba con emoción y estaba húmeda de d e deseo, incluso en ese momento, ella estaba decidida a separar sus caminos. Pero todo eso había cambiado, cuando había visto las lágrimas brotar de los ojos de Kasia, cuando la había tenido entre sus brazos, en ese momento se dio cuenta de que la amaba con locura y que no quería pasar ni un sólo día más de su vida alejada de ella. Por eso cuando oyó el suspiro de Kasia, lentamente la separo de sus brazos, le acaricio dulcemente la mejilla y con voz tierna le dijo: "¡Hey que pasa! ¿Qué está mal?". Kasia negó con la cabeza y sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas. "Dime" insistió Lucy "¿en qué estás pensando?, ¿qué te preocupa?". Kasia la miro tristemente a los ojos durante unos segundos, bajo su mirada y casi susurrando le dijo "lo siento". Una tierna sonrisa se dibujó en el rostro de Lucy, suavemente agarro su cabeza con ambas manos y la obligo a mirarle a los ojos y muy dulcemente le dijo:
"¿Qué es lo que sientes?.... ¿haberme hecho la mujer más feliz del mundo?", "¿el haberme devuelto la vida?" , los ojos de Lucy también se llenaron de lágrimas y continuo "¡lo siento Kas!, he sido una completa estúpida, te amo como jamás he amado a nadie y he estado luchando contra eso durante todos estos años, nuestro destino está escrito a fuego, debemos estar unidas y quiero pasar el resto de mi vida contigo". Una increíble sonrisa se dibujó en el rostro de Kasia, ahora ambas mujeres lloraban, pero lloraban de felicidad, Kasia se lanzó a por la boca de Lucy y la besó con tanto amor y tanta pasión como nunca antes lo había hecho, ambas se separaron jadeantes, Lucy la miro sorprendida y con la voz entrecortada, susurro: "¡Guau! Kasia, nunca había sentido nada parecido" y sonriendo pícaramente, la miro con deseo y dijo "¿por qué nunca me habías dicho que sabías hacer eso?... mmmm enséñame que otros secretos me tienes escondidos". Kasia se rió y empezó a recorrer con su lengua el cuello de Lucy, lo hacía con tanta pasión, que Lucy notó que el calor crecía peligrosamente otra vez en su entrepierna, era increíble, estaba en la gloria. Kasia tomó uno de sus pechos acariciándolo y apretándolo de tal forma que se puso duro al instante por la excitación, aparto su mano y dejo paso a su boca lo besaba, lo lamía, lo mordía de tal manera que Lucy se estaba volviendo loca y sentía como su sexo se humedecía y su respiración aumentaba. La rubia dejo los pechos y decidió explorar su abdomen, lo besó tierna y dulcemente, luego lo lamió de arriba abajo y de abajo arriba, provocando que a Lucy se le erizasen todos los pelos de su cuerpo. Kasia siguió su camino y deslizó su lengua por las piernas de Lucy, eso la excitó y la mojó aún más. "¡Ohhhhhhh! me vas a volver loca" gimió, Kasia sonrió, se incorporó y la beso de una manera ardiente y agresiva, Kasia, agarro con ambas manos su cabeza, para acercarla más hacia si, presionando aún más sus labios y haciendo que el beso ganase en intensidad, intensidad , ambas gimieron de placer sin separar sus lenguas. El sexo de Lucy ya palpitaba fuertemente, por lo que Kasia volvió a ocuparse de él, mientras seguían besándose apasionadamente, bajo su mano hacia él y le introdujo el dedo lentamente para comprobar cual húmeda estaba, eso provocó que una descarga descar ga eléctrica recorriera todo el cuerpo de Lucy, quien no pudo evitar lanzar un grito de pasión - bien aún puede esperar un poco más- y sacó el dedo con la consiguiente desesperación de esta. Llevó la mano a su clítoris y empezó a acariciarlo lentamente, mientras besaba y mordisqueaba sus pechos, un poco más rápido mientras lamia su cuello, aún más rápido mientras jugaba con su oreja. "¡Ohhhhhhh Kasia ya! ¡Por favor hazlo ya!" suplico Lucy desesperada y al instante notó como los dedos de Kasia entraban en ella, los movía y los movía haciendo que sus caderas bailaran a su rimo, Lucy notaba como el orgasmo se aproximaba, gemía cada vez más fuerte, su respiración
se agitaba más y más y sus movimientos eran más rápidos, más rápidos, más rápidos, hasta que todo movimiento de su cuerpo se detuvo con un espasmo. Lucy intentaba controlar su respiración, cerró los ojos para intentar que todo su cuerpo se recuperara de lo que acababa de suceder, cuando noto que Kasia introducía su cara entre sus piernas... "No otra vez no.... ¿qué quieres hacer conmigo?" gimió suplicante, pero Kasia con una mirada de picardía y lujuria sacó su lengua y empezó a lamer todo su sexo, la lamía, chupaba succionaba de tal manera que Lucy no podía hacer más que gemir, gemir, gemir y retorcerse al ritmo que ordenaba su lengua, estaba completamente a su merced, su vagina se contraía cada vez con más fuerza, Lucy estaba en la gloria, el placer era increíble, sintió que la temperatura de su cuerpo subía y su respiración se agitaba, gritó de placer, su cuerpo se convulsionó y tembló sin control, luego se quedó inmóvil incapaz de moverse. Kasia la abrazó tiernamente, espero a que el cuerpo amada se relajara y la beso, la beso una y otra vez, con deseo, con amor, con pasión, con cariño, con lujuria, con ternura, se lo estaba dando todo en aquellos besos y Lucy lo sabía. No durmieron nada, pasaron la noche, besándose b esándose y acariciándose, por fin f in sus corazones volvían a latir, y esta vez estaban seguras de que nada ni nadie volvería a separarlas. "Lucy...", dijo Kasia. "¿Kasia?", respondió Lucy. "Mmmmmmm, ................................, ¿te casarías conmigo?", preguntó la rubia un poco avergonzada Lucy sonrió, y dijo "siempre había imaginado este momento de otra manera Kas, no sé...,una cena romántica, un anillo, un hombre tocando el violín, pero.....". Hizo una pequeña pausa para mirar a la mujer que tanto amaba, "por supuesto que me casaré contigo, quiero estar a tu lado el resto de mi vida, pero con una condición, tenemos que invitar a todas las espartanas a nuestra boda". Kasia asintió, “contaba con ello".
Se besaron apasionadamente, mientras las primeras luces del día entraban por la ventana.
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