Chillida

July 13, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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  HI HIL I D

 

 

 

 

EDU

RD O  CHILLID

 

Eduardo

h illida llida   San Sebastián

1970

 

12 fe b r e r o

M us useo eo de

rte

m a y o   2 00 3

b s trac tracto to E sp spaañol

uen ue n ca

F und nda ación ión   Jua Juan n  M ar arch ch

 

ÍNDI

5 7

E

PRESENTACIÓN

DE LA

MANO AL ESPACIO

Javier Maderue Maderuelo lo

7 OBRAS

9

BIOGRAFÍA

96

CATÁLOGO

Con la colaborac ón de I B E R I

~

 

Bajo el título Chillida. Elogio de l mano la Fundación Juan March presenta en su Museo de rte Abstracto Español de Cuenca una exposición de 103 obras realizadas entre 1945 y 2000 por Eduardo Chillida San Sebastián, 1924 1924-200 -2002), 2), uno de los protagonistas de la escultura europea de la segunda mitad del siglo XX. La muestra, que cubre más de cincuenta años de la dilatada trayectoria del artista, artista , se aleja de su

faceta más conocida y monumental, para ofrecer una visi visión ón más íntima de su pro ducción plástica. exposición ición present a un tema, las manos humanas, que lejos lejos de agotarse en su propia referenc ia La expos figurativa o descripción anatómica, refleja preocupaciones más complejas del artista, que nos aproxim an a su forma de entender el mundo y de relacionarse con él, él , y a su manera de concebir y articular el espacio. Con una selección mayoritaria de dibujos, que muestran la importancia que esta disciplina ha tenido en Chillida , además de gravitaciones, collages, tierras cocidas, cocidas , y esculturas de acero de pequeño formato decididamente abstractas, abstractas, la exposición pone de manifiesto la preocupación , reflexión y experimentación del artista en torno a un tema que también ha sido motiv moti vo de observación y creación en numerosos artistas plásticos desde la Prehistoria hasta nuestros días. Múltiples variantes de palmas abier tas y puños cerrados, manos en reposo o én movimiento movimiento,, con dedos representados en distintas posiciones, posiciones , lisas o surcadas, surcadas , pero siempre sugerentes de un

espacio, fruto de su reflexión unas veces en torno al concepto de límite y ~ r s del vacío alusiv espacio, alusivo al silencio; un tema concreto cuya figuración le sirve de puente para reflexiones más complejas. Las manos de Chülida se muestran no tanto como órgano o miembro de la anatomía humana , herramie nta o instrumento de trabajo trabajo,, sopor te informativo o medio de comunicación comunicación,, sino sino,, sobr sobree todo,, como vehículo todo vehículo de pensamien to por su estrec ha vinculación con el intelecto. intelecto. Manos dibujadas, dibujadas , recortadas, recortad as, modeladas; modeladas; manos creadoras y pensadoras que despiertan el sentido del tacto, tacto , que peinan el viento, viento , y elogian la luz, luz , el agua, agua , el hierro; manos que renuncian l virtuosismo técnico o formal para evocar preocupaciones espaciale espacialess qu e definirán el conjunto de toda su producción artísti artí stica. ca. Manos que supera n la representación más o menos expresiva expresiva de una realidad concreta y la trascienden. La mano mano,, eficaz y necesaria herramienta del escultor, escultor , creador de formas y de lugares,, no es sólo en Chillida motivo y referente iconográfico, lugares iconográfico , sino un recurrente ejercicio que le permite expresar a través de las líneas del dibujo, dibujo , del modelado del barro, barro , o de los recortes del collage , la concepción y representación del espacio y sus límites, collage, límites , acción última de su creación plástica y de su pensami ento estéti estético. co. La Fundación Juan March agradece a la familia de Eduardo Chillid Chillidaa su inestimable colaborac ión

y su confianza y generosidad por las obras prestadas, prestadas , especialmente a su viuda, viuda , Pilar Belzunce, Belzunce, a su hijo Luis Chillida, a Mamen y Viví Lizariturry y a Gonzalo Calderón , así como al equipo de Chillida-Leku; y a Javier Maderuelo su contribución como autor del texto del catálogo. Con la colaboración de todos ellos ellos la Fundación Juan March muestra en Cuenca esta exposición exposición de uno de los artistas vascos vascos de mayor proyección internacional. Cuenca,, febrero de 2003 Cuenca

S  

 

 

  e la mano

l

espacio

Javier Maderuelo Recordemos cuán pequeñas son las manos de los hombres   qué rápidamente se fatigan hombres

poco tiempo

que las ha sido dado para moverse. moverse. Nos preguntamos preguntam os quién domina esas manos. ¿Quién es ese hombre?

Rainer Maria RILKE: RILKE: Rodin 1903.

Sobre la mano

Se dice que el rostro es el espejo del alma. La potencia de la frente la vivacidad de los ojos la silueta de la la nariz la firme firmeza za de los labios la forma de la barbill barbilla a o los pliegues de las orejas son rasgos distintivos que desvelan el origen y la personalidad de quien se presenta ante nosotros. A través de la enorme diversidad de los r·asgos asgos faciales podemos intuir las las cualidades vitales vitales y morales de las personas personas para reconocerlas nos bastaría bastar ía sólo eso su retrato pero a pesar de la enorme cantidad de información que nos ofrece cada rostro el retrato no es es suficiente para una identificación identi ficación completa de los individuos y por eso tanto en los carnets oficiales como en los actos de identificación legal se reclama la huella de una parte de la mano de la yema de los dedos ya que la parti particular cular configuración configuració n de la piel de cada individuo es como el ADN un rasgo único que permite identificar sin dudas a cada una de las personas.

Se podría haber establecido la convención de identificar a cada persona por la planta del pie por los pliegu pliegues es de las oreja orejas s o por las arrug arrugas as del codo derecho por enunciar sólo tres casos diferentes de rasgos cutáneos característicos e inconfundibles pero si se ha elegido la huella de los dedos de la mano es por la enorme afición del hombre a extender su brazo para tocar todo cuanto queda a su alcance oprimie oprimiendo ndo prensando rozando y empujando con sus manos cuantos cuantos objetos y superficies se se ofrecen a su insaciable curiosidad. El conocimiento del mundo y sus objetos por medio de la mano es tan intenso

como lo es la imagen u ~ nos formamos de él a través de la vista. Algunos ciegos son capaces de reconocer las imágenes impresas en papeles percibiendo la minúscula capa de tinta por medio del fino tacto que han sido capaces de desarrollar desar rollar en las yemas de sus dedos. Pero no es necesa necesario rio recurrir recurr ir a ejemp ejemplos los tan extremos baste con con decir que gran parte de los objetos y elementos que vemos se nos hacen tan

 

sorprendentemente comprensibles y reconocibles porque previamente hemos tenido una experiencia táctil de

su

grado de dureza humedad cal calor or tersura tersur a penetra penetrabilidad bilidad ;

etcétera   por medio de las manos. etcétera n

cuanto elemento activo

la

conformada por las cisuras muestra

mano como en su

le

sucede

al

cerebro

en su

corteza

epidermis una configuración física trazada

porr infinidad de plegamie po plegamientos ntos de surcos y señales que son son consecuencia consecu encia de las

acciones que constantemente está realizando. Cada uno de los trabajos ejecutados por la mano conlleva estiramientos y plegados que han dejado

en

ella sus marcas

produciendo las características arrugas en las rótulas de los dedos o los surcos que configuran las líneas de la palma donde distinguimos distingu imos un espacio asombrosamente exttenso y complejo que solemos describir  ex describir  a pesar de

su

reducido tamaño

términos

en

paisajísticos paisajís ticos denominando a las protuberancias musculosas como como montes y a la gran depresión central con el nombre de valle en el que distinguimos a su vez esos ríos fo rmados por varias arrugas que se cruzan y encadena encadenan n que son el testimonio de las va ri adas y di d iferentes acciones que las manos están constantemente realizando. Pero hay quiene quienes s van más allá allá quienes no se se conforman con examinar exam inar esas líneas como simp es testigos físicos de acciones pasadas a las que fueron dedicadas las manos y las interpretan como líneas del del destino como marcas del futuro. n

cuanto elemento importante y significativo significativo del cuerpo humano la mano cobra

auténtica vida simbólica. simbólica .

n

muchas culturas las manos son

la

manifestación corporal

del estado interior del ser humano. Desde las más antigu antiguas as la mano ha sido entendida entend ida como

un

símbolo de

la

acción de la la domina dominación ción y de

la

labor humanas.

Las diferentes diferentes posturas que puede presentar una mano su posición sobre

el

cuerpo e incluso las distintas disposiciones que pueden presentar los dedos corresponden Así

la

en

cada una de las culturas a nociones catego categorías rías o accion acciones es concretas.

mano extendida con los dedos hacia arriba suele ser símbolo de

la

voz la mano

abierta significa cualq cualquier uier tarea humana la mano tendida es es símbolo de amistad pero sobre todo la mano se se identifica con las las ideas de autorida autoridad d protecció protección n poder y fuerza. l

hecho de que

la

mano posea cinco dedos ha permitido interpretarla también

como sinécdoque del cuerpo humano. Los cuatro dedos paralelos más parece independiente permiten establecer una relación relación de analogía con con que posee cuatro extremidades y una cabeza.

n

el

otro que

un

cuerpo

este sentido se podría explicar

la

presencia de algunas manos ubicadas entre las figuras de animales en ciertas pinturas rupestres o explicaría como ofrendas.

en

el

significado de los múltiples exvotos de manos que se realizan

Cada acto social tanto si es ritual o cotidiano reclama una gesticul gesticulación ación concreta la que las manos cobran un papel importante. Por medio de ellas y sin necesidad

 

portería. Mientras tanto

el

portero ha desplazado

su

cuerpo guiado por la intuic ntuiciión

para cruzarse con la supuesta trayectoria del balón y pararlo. en el

que dos cuerpos

ese instante y mientra mientras s distancias y corrige manos

al

la

balón y

el

el

portero se despla desplazan zan con destin destinos os inciertos.

el

portero se halla

el

en

el

su

vista calcula las

balón es enormemente compleja. Piénsese

incertidumbre de los movimientos iniciales

en

el

en

la

la corr cor rección de la posición del cuerpo

ajuste fino de la extensión de los brazos y

precisión que supone agarrar con las manos el

pleno movimiento

n

balón.

La operación de atrapar el

instante infinitesim infinitesimal al

trayectoria trayec toria inicial de su cuerpo dirig dirigiendo iendo con precisión sus

encuentro con

del portero en

s un

balón

al

en el

ejercicio de suma

vuelo determinando con con ellas ellas

volumen del balón y la fuerza dinámica de su su impacto de ta ta manera que se se

contrarresten las fuerzas de los dos cuerpos y

el

balón se detenga

en

seco sobre las

manos sin lesionar los frágiles dedos del portero. Una vista de ave de presa

cerebro que calcule trayectorias y distancias

un

mientras se halla en movimiento y unos músculos que ejecuten órdenes de una precisión escalofriante son necesari necesar ios para ser se r portero de fútbo fútbol. l. con sus ojos puesto puestos s en atentos y tensos equipo o

su

al

el

l

portero estará atento atento tenso

balón. Pero miles de ojos miles de perso personas nas estarán también

desarrollo de una jugada de. de. la que puede

caída en la miseria más absoluta. Y sólo

consumando.

l

un

d

~ p e n d e r

e l éxito del

instante después todo se se ha

cuerpo del portero vuela y sus manos atrapan en el aire el balón. Miles

de personas dejan escapar

al

unísono

un

suspiro expeliendo

el

aire contenido

en

sus

pulmones. ¿Cómo ha sido? Lo atrapó con con sus manos fuertes seguras. Para esos miles de espectadores que luego comentarán en

el

bar la actuación del de l portero fue muy sencillo:

. lo atrapó con sus manos. Para el portero se trata de una habilidad instintiva  instintiva   conseguida por

el

ensayo a base de ejercitarse ejercitarse

en

entrenamientos repitiendo disciplinadamente

una y otra vez pruebas de tiros y corrigiendo los err er rores. Pero quienes prenden en

al

balón interrumpiendo

la soledad del vestuario

el

su

al

final son las manos

veloz trayectoria. Después de la jugada  jugada  

portero tal vez mirará perple perplejo jo sus manos. Ellas

lo

hicieron. Ellas consiguieron la victoria. n

su juventud Eduardo Chillida fue portero titular de la Real Sociedad de San

Sebastián y pudo sentir esa admirada perplejidad hacia sus manos fuertes y a la vez precisas capac capaces es de realizar la proez proeza a de de parar con con ellas los más difíciles tiros. tiros.

n

la

época en que se preparaba para llegar a ser portero en primera división

en el

año

1943 comenzó también a estudiar la carrera de Arquitectura y esas mismas manos que atrapaban balones tomaban delicadamente

el

lapicero y

lo

hacían deslizar suave

y precisamente por el papel de manera que ante los ojos perplejos del joven estudiante no menos perplejos tal vez que los del porter portero o surgían formas y volúm volúmenes enes concret concre tos

 

E d u ardo C hillida   T alleres L Larrañag arrañag a Lezo Lezo   1973

2

 

procedimientos propios, realmente originales, como son las gravitaciones Por lo tant?, podemos asegurar que el trabajo creativo de Eduardo Chillida tiene dos vertientes: la extensión de masas sólidas sobre el espacio tridimensional y los surcos y trazos realizados sobre el plano de dos dimensiones. Sin embargo, ambos tipos de trabajo son, el

en

realidad,

el

mismo trabajo. Lo que Eduardo Chillida traza y estampa sobre

papel es inconfundiblemente análogo a lo que construye con sólida materia

en el

espacio. Es

curioso que un tema recurrente

en

los dibujos y grabados de Eduardo Chilli Chillida, da,

desde sus primeros ejercicios escolares, sea dibujos y

en

más de

un

su

propia mano.

En

más de trescientos

centenar de grabados aparecen sus manos,

aprecian dedos y uñas claramente representados, convirtiéndose éste

en

las que se

en un

tema tan

obsesivo que ha llevado al crític crítico o alemán Werner Wern er Schmalenbach a aseverar que Ningún otro artista, a lo largo de la histo historia, ria, ha ha abarcado este tema con pareja intensidad no existe

un

ejemplo igual

En

realidad puedo aventurarme a asegurar aseg urar más: casi casi todas las obras que Eduardo

en el

que

la

mano constituya

un

tema per pe r se .

Chillida ha realizado como escultor, escultor, como grabador grabad or o dibujante, dibujante, exceptuando e xceptuando solamente una serie de desnudos realizada ente 1948 y 1951, cuando aún practicaba la representación antropomórfica, y algún retrat retrato o familiar ocasional, tiene como referente último la mano; incluso aquellas obras que Schmalenbach segrega, mostrándolas aparte en

un

tercer tomo de su estudio sobre sus dibujos, donde las reúne bajo

el

título

genérico de formas , es decir, de formas abstractas. La crítica e historiografía formalista, que no es capaz de ver

en

la producción de

Eduardo Chillida más que formas sin referente, califica habitualmente sus esculturas de abstracción matérica. Si nos ceñimos

al

contenido de este calificativo

interpretaremos sus obras escultóricas sólo como piezas abstractas, es decir, como obras que surgen de una especulación material y formal para expresar cualidades espaciales. Esto no deja de ser cierto , como también

lo

es que Eduardo Chillida va a

conseguir utilizar la materia de manera altamente expresiva, extendiendo sus propiedades con procesos de trabajo que hacen evidentes sus cualidades ontológicas ontológ icas y sus tensiones materiales materiales.. Pero esto no impide impide formular la pregunta ¿de dónde procede este repertorio de formas contundentes que aparecen en sus dibujos supuestamente abstractos? Los dibujos y grabados de Chillida, a pesar de su autonomía, no son algo aparte de su escultura,

ni

algo paralelo, son la clave para poder comprender algunos aspectos

de su escultura y para poder interpretar algunos contenidos iconográficos de ella. Cuando contemplamos los dibujos de esta exposición, que representan manos, nos damos cuenta inmediatamente de que el interés no radica en sus cualidades anatómicas o

en

la supuesta relación de parecido con

el

modelo, sino que son percibidos como

4

 

líneas puras y autónomas, como trazos pulsionales que limitan

el

espacio del papel

determinando áreas que quedan encerradas dentro de esas líneas o excluidas fuera de ellas. Pero, ¿por qué dibujar entonces tan concretamente una mano si la representación de cualquier otro elemento natural, como la figura de perro, podría servir también como disculpa para limitar o encerrar

el

un

árbol o de

un

espacio?

Muy probablemente, la primera experiencia de espacio que tiene un recién nacido se produce al extender la mano y sentir su profundidad y al intentar atraparlo cerrando los dedos. Así, la mano aprehende

el

espacio real de manera activa, activa , esa

misma actividad pretende ser traspasada al papel por Chillida. Las manos que él dibuja no son estudios de academia,

ni

se presentan extendidas, como las que aparecen

silueteadas en las cavernas prehistóricas de El Castillo Cantabria) o Pech-Merle Lot) Lot),, sino que son dibujos lineales que muestran expresivos dedos que giran y se pliegan , es decir, que realizan los mismos .movimientos que

el

artista suele ejecutar cuando

dobla, extiende o torsiona el hierro. Se establece así una analogía entre acto y representación que confiere

un

sentido más profundo a la obsesión de presentar

espacio a través de la acción de mostrar su mano. Todo

el

el

espacio se encuentra as í

resumido

en su

mano.

Pero, cualquiera puede argumentar que no toda la obra de Eduardo

h illida

surge de las manos ni es consecuencia de la experiencia del espacio que ellas encierran o que fluye entre los dedos, cualquiera puede argumentar arg umentar que hay en su obra conjuntos de líneas gestuales que parecen no tener ninguna relación con la representación de los dedos. dedos. Ciertamente, Ciertame nte, es muy probable que algunas obras, dada la enorme variedad de su producción, no correspondan totalmente a esta obsesión del artista, artista , pero quiero hacer una observación más sobre

un

conjunto de aquellas obras aparentemente no

relacionadas con las manos, ésta es que los dedos, que son , sin duda, duda , los elementos más reconocibles, no son, sin embargo, los elementos más significantes de una mano. Los quirománticos interpretan la vida y

el

destino

en

otro lugar,

en

los surcos de la

palma. Chillida parece también obsesionado con estos surcos. Una buena parte de sus dibujos y grabados, supuestamente irreferenciales, son claramente surcos . La propia actividad del grabado a punta seca consiste a su trabajo escultórico.

En

1968 realizó

un

en

surcar y esta actividad pasará

grupo de esculturas , tituladas Elogio de

l

experimentació n con la madera llevada a cabo en en unas obras luz que provienen de la experimentación anteriores que se conocen con el genérico título de Relieve. El

un

Elogio de

l

luz V es

un

simple bloque prismático de alabastro surcado por

arco de circunferencia y unas líneas rectas. Desde entonces Eduardo Chill ida ha

realizado decenas de esculturas en alabastro, arcilla refractaria , porcelana e incluso gruesas planchas de hierro cuyo motivo son surcos , que pueden ser interpretados de manera análoga a las señales del destino que se forjan en las líneas de la mano.

5

 

que   el reff lexión .   Si a c e ptam o s que c en a u na re conduc id ades ades   condu icularid partt icular E s t as par

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os rabado jos y g rabad dibujos Chilli d a   ta n t o dibu uardo   Chillid s   obras obra s   d e E d uardo s   de la las uchas o de m ucha ográfico iconográfic icon n  d e lización nte de de   l e s t i lizació c onscie onsciente inc nscientt e o in a d o   c o nscien  resulta en se r  result s   pued pueden ulturas s c ultura c o m o e sc en    el ar r incona das en que d an arr qu e   a h o r a qued ob ras que ca ntidad   de obras su propia propia   mano   una g ran cantidad

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a   del e   l a s o r p r e s a  q u e s u r g e d e 

ac o tan sus su s obras obra s  e s el que cab ca b e e n l e s pacio q ue aco

s   dedos dedo s . sus e n tre su su  su  m a n o   a q u é l que f luye en

6

 

obras

 

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Sin título  título   1945

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Sin título 1946

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