Chamanismo

Curso de Chamanismo

El Chamanismo

La palabra chamán es un término del lenguaje de los Tungus de Siberia, el nombre con que este pueblo designa a sus “médicos-brujos”. Desde finales del siglo XIX, el término ha sido adoptado por la antropología y etnología para nombrar a todo tipo de “magos”, “hechiceros”, “hombres medicina”, “brujos”, “videntes”, en un amplísimo espectro de geográfico y cultural. Es gracias al trabajo de Mircea Elíade, El Chamanismo y las técnicas arcaicas de éxtasis, que la palabra chamán – que hasta ese momento había sido usada en forma confusa y demasiado general- cobra una especificidad concreta en los trabajos de antropología, etnografía, y religiones comparadas. Como bien señala Elíade, no todo médico-brujo, sacerdote, mago, hechicero, etc, de las culturas llamadas “primitivas”, puede ser englobado dentro de la categoría de chamán. Hay cierto tipo de prácticas específicas que el chamán realiza, que lo distinguen de otro tipo de personajes mágicoespirituales, aun dentro de una misma cultura. Este tipo de prácticas –junto con algunas piedras angulares de las descripciones cosmogónicas que las acompañan- pueden encontrarse en lugares y épocas tan remotas como ser Siberia, Norte y Sud América, Australia, Asia central, Este y Norte de Europa, y Sur de Africa.

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Características

-El chamán es, dentro de su comunidad, un especialista de lo sagrado que hace su trabajo –sea éste de curación de enfermedades, de divinación, de consulta a los dioses o poderes, de psicopompo (el que acompaña a las almas de los difuntos a su última morada), etc.- en un trance en el cual su alma o consciencia viaja por mundos distintos a aquel en el que está su cuerpo. Es decir, es, aquel especialista de lo sagrado que cambia de estado de consciencia para “viajar” a otros mundos no perceptibles en el estado de consciencia ordinario, y desde allí, producir los cambios necesarios en éste. Este estado de consciencia suele llamarse estado de consciencia alterada o chamánica. -En toda cultura chamánica (toda cultura que reconozca el rol del chamán) se distinguen dos mundos o modos perceptuales: El ordinario o profano, compartido por todos los miembros de la comunidad; y el “otro lado”, “mundo de los espíritus”, o mundo sagrado. Este “otro lado” tiene una geografía específica y está habitado por espíritus, dioses, demonios, poderes, almas de ancestros muertos, así como también por plantas animales con los que el chamán puede comunicarse. En estas culturas, el “otro lado” no es propiedad exclusiva del chamán. Todos pueden en alguna que otra ocasión, tener experiencias de este mundo, y de hecho, todos tienen acceso diario a él durante los sueños. Lo que diferencia al chamán del resto de los miembros de la comunidad a la que pertenece, es que él es, justamente, el especialista del viaje al otro lado, aquel que puede cruzar a voluntad y que conoce su geografía. -Dados los dos puntos anteriores, resulta evidente que el chamán cumple una función reconocida dentro de su sociedad: es el intermediario entre el mundo profano y el sagrado. Esta forma de intermediación es muy distinta de la del sacerdote –quién se ocupa de transmitir los dogmas y de liderar los rituales para la buena relación de la comunidad con sus diosesya que a diferencia de éste último, el chamán tiene experiencia directa de el mundo sagrado sus habitantes. Obviamente, se deduce de esto también que nadie puede ser considerado chamán, sino vive dentro de una comunidad que acepte tal rol como parte de sí. -Hay una gran variedad de métodos por los cuales el chamán, dependiendo de la comunidad y cultura a la que pertenezca y también de que trabajo deba realizar, utiliza para alterar su consciencia y alcanzar el trance. Entre otros, podemos nombrar: http://www.darsana.com.ar

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·Ritmos monótonos producidos por tambores u otros instrumentos percusivos. ·Enteógenos. ·Danzas o bailes de poder. ·Recitación de canciones de poder enseñadas por espíritus. ·Máscaras, indumentaria, u objetos especiales. Todas estás técnicas o artefactos tienen el mismo objetivo: la inducción del trance que permite el “viaje”. -Es importante notar el hecho de que el chamán es siempre perfectamente capaz de distinguir entre el mundo profano y el sagrado, de respetar las reglas de cada uno, de funcionar en cada uno según su propia lógica, y de moverse de uno a otro cuando así lo requiere la circunstancia. -También es importante remarcar que no alcanza con haber entrado en trance o éxtasis para que la persona sea considerada un chamán. Para ser considerado tal, es necesario que posea un conocimiento especializado de la geografía del mundo sagrado que le permita encontrar el espíritu, planta, animal, o poder, apropiado para la situación, así como conocer el lenguaje secreto para comunicarse con estos. -El chamán hace sus viajes con propósitos claros –retornar el alma de un enfermo a su cuerpo, guiar el alma de un difunto, encontrar o conocer espíritus o aliados, conseguir respuestas o soluciones a cuestiones específicas, consultar con dioses o maestros, luchar contra demonios, espíritus dañinos, otros chamanes o brujos, o simplemente explorar la geografía sagrada- y es capaz de mantener un control consciente sobre la dirección del viaje, aunque no sepa que dificultades puede encontrar en su camino. -Los chamanes pasan por un período de iniciación que varía en duración e intensidad experiencial. “La vocación chamánica se manifiesta por una crisis, por una ruptura provisional del equilibrio psíquico del futuro chamán” (Elíade). La instrucción durante el período de iniciación puede ocurrir de dos formas (normalmente por ambas): ·Enseñanza y guía de otros chamanes (técnicas, cosmogonía, genealogía del linaje, nombres y funciones de los espíritus, etc.) ·Enseñanza directa de los éspiritus, ya sea en forma de dioses, espíritus animales o vegetales, antepasados chamanes, etc. Estos pueden presentarse en sueños, en estados de consciencia alterados producidos por enfermedades o por enteógenos, días http://www.darsana.com.ar

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de ayuno o autoflagelación. Son justamente los espíritus los que señalan la vocación del futuro chamán. -El chamán asume la completa realidad de los paisajes y seres que percibe del “otro lado”, aunque estos no sean visibles, ni para él mismo ni para los otros miembros de la comunidad, mientras se encuentren en el estado de consciencia ordinaria. -Después de aprender los principios y técnicas básicas, el chamán debe explorar su mundo sagrado, creando así su propio mapa de la geografía de éste. Debe también entrar en relación de cooperación mutua con distintos espíritus. Por ende, puede decirse que la principal herramienta del chamán es la experiencia directa y vivencial del mundo espiritual. -Todo chamán consta con la ayuda de un número variable de espíritus guardianes, aliados, protectores y guías, cada uno de ellos con una habilidad o poder específico (aunque algunos puedan poseer varios). Estos espíritus muchas veces se aparecen al chamán en forma de animales, con los poderes y características que su cultura asigna al animal en cuestión. Este tipo de espíritus reciben el nombre de animales de poder. De cualquier forma, en muchas culturas chamánicas, el hecho de poseer un espíritu guardián no convierte a su protegido en tal, pues en muchas de ellas, cada individuo posee uno. Lo que distingue al chamán del resto de su comunidad es que él se relaciona activamente con sus espíritus en estado alterado de consciencia (Además el animal de poder del chamán suele convertirse en su alter ego, otorgándole el poder de transformarse en él, de bailarlo, y de viajar por el “otro lado” en su forma.) -Es necesario distinguir entre el tipo de relación que el chamán tiene con sus espíritus ayudantes del de los mediums o los posesos. A diferencia de éstos, los chamanes controlan a sus espíritus, y si bien hay técnicas de posesión netamente chamánicas, en estos casos el chamán se convierte en un receptáculo voluntario de algún tipo de espíritu que tiene el poder o conocimiento necesario para cumplir con el propósito del chamán. -En todos os tipos de chamanismo, es esencial la capacidad para “ver” a los espíritus. Es esta capacidad la que señala que el iniciado en chamanismo ha cruzado los límites de la visión profana. -Otro punto importante es el aprendizaje del lenguaje secreto. Como ya dijimos, este lenguaje puede ser enseñado por otro chamán o directamente por algún tipo de entidad espiritual. El Lenguaje secreto es http://www.darsana.com.ar

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una forma de lenguaje natural que le permite comunicarse con todo tipo de entidades, ya sean estos espíritus, animales, plantas, piedras, montañas o ríos. Es muy común también que el chamán sea capaz de comprender el significado de fenómenos naturales: el canto de los pájaros o su vuelo, la forma de las nubes, o el sonido del viento entre los árboles. El mundo natural responde al chamán sus consultas o le avisa de hechos por venir. Como conclusión volveremos a citar a Elíade: “Los chamanes han jugado un papel esencial en la defensa de la integridad física de la comunidad. Son los campeones antidemoníacos por excelencia; combaten a los demonios, así como las enfermedades y los brujos de magia negra. […] En general, podemos decir que el chamán defiende la vida, la salud, la fecundidad y el mundo de la “luz”, contra la muerte, las enfermedades, la esterilidad, la desgracia y el mundo de las “tinieblas”.

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Tipos de Viajes y técnicas chamánicas

Un hecho remarcable es que, sin importar cuan divergentes puedan ser las culturas chamánicas en cuanto a su espacio geográfico, lenguajes, costumbres y formas, todas tienen, sin embargo, un elemento común y constituyente de su cosmogonía: el mundo concebido en tres niveles. Llamaremos a estos mundos Mundo de abajo, Mundo medio, y Mundo de arriba, para no incluir propiedades valorativas al nombrarlos. Vestigios de ello se encuentran en la casi totalidad de las religiones. Algunos ejemplos pueden ser: El Hades y el Olimpo griegos y romanos, en cuyo medio está el mundo humano. En las religiones judeocristianas, los infiernos, el mundo de los vivos, y los Cielos o Paraísos. En el budismo encontramos el mismo modelo multiplicado por dos. Los seis reinos de existencia son: correspondientes al mundo inferior, el reino de los seres infernales y el de los pretas, el reino de los animales y el de los humanos correspondientes al mundo medio, y los reinos de los assuras, y los devas, correspondientes al superior. También en la mitología vikinga reconocemos el mismo modelo pero esta vez multiplicado por tres: tres mundos inferiores, tres medios y tres superiores, donde el mundo humano (Midgard) es el central. Encontramos, entonces, universalmente dentro de toda cultura chamánica, dos aspectos interrelacionados, comunes a todas: La existencia de tres (o múltiplos de tres) niveles; y el Axis Mundi -que se encuentra en el centro virtual del mundo, y que sirve de vehículo por el cual los niveles se comunican- representado muchas veces por montañas o árboles. “Existen tres grandes regiones cósmicas, que se pueden atravesar sucesivamente porque están unidas por un eje central. Ese eje pasa, desde luego, por una abertura, por un agujero, y por ese agujero los dioses descienden a la Tierra y los muertos bajan a las regiones subterráneas; asimismo, por él, el alma del chamán en éxtasis puede subir o bajar durante sus viajes al Cielo o al Inframundo” (Elíade) A grandes rasgos, entonces, podemos decir que el chamán realiza tres tipos de viajes distintos, según el propósito que tenga:

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Viaje al Mundo de Abajo El mundo inferior, es el de las fuerzas tónicas, energías instintivas e inconscientes, un mundo natural habitado por espíritus animales, vegetales, o elementales, que puede también tener regiones infernales o demoníacas. El propósito principal para hacer este viaje, es la búsqueda de poder. Para llevarlo a cabo, normalmente el chamán se sirve de un agujero, una cueva, o un árbol hueco, existentes tanto en la realidad ordinaria, como en la espiritual. Las entradas al Mundo de abajo, generalmente llevan a un túnel o tubo que el chamán debe atravesar, para luego dar a una salida a algún mundo natural. El viaje al mundo de abajo puede ser utilizado para encontrar espíritus ayudantes, generalmente en forma de animales o plantas, ganar poderes específicos, o guiar el alma de los difuntos.

Viaje al mundo de arriba El ascenso a los cielos puede ser realizado de muchas formas: subiendo por una escalera caracol, trepando a un árbol o montaña, cruzando el arco iris, llevado por el humo de un fuego, o simplemente volando. Este nivel es el de las ideas, maestros y dioses. Sus paisajes pueden ser ciudades hermosas, picos nevados, o construcciones de nubes. El chamán emprende este tipo de viaje, en busca de enseñanza e instrucción, o para pedir consejo o respuesta a una pregunta.

Viaje al mundo del medio Este nivel es el que habitamos en el estado de consciencia ordinaria, pero visto desde otro estado no habitual. El chamán es capaz de viajar por este mundo fuera de su cuerpo y recorrer grades distancias mediante el “vuelo mágico”. El viaje por el Mundo del medio puede ser usado para encontrarse con otros chamanes de regiones distantes, para enterarse de lo que hace alguna persona pueblo, y también para contactar con los aliados de las cuatro direcciones.

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Viaje al Mundo de los muertos Los muertos suelen habitar una región específica del mundo de abajo. La función de psicopompo es carácterística de los chamanes de muchas culturas. Sin embargo, esta región también puede ser visitada para encontrarse con los ancestros.

Utilización del sonido El uso del tambor es una de las técnicas más difundidas y fáciles para inducir un trance. Normalmente el chamán restringe su utilización únicamente para sus sesiones, ya que de esta forma, su mente asocia el sonido de este instrumento con el estado de consciencia alterada. Ha sido demostrado científicamente que el sonido monótono de un tambor produce cambios en el sistema nervioso central. Aparentemente, esto se debe a que el golpe del tambor contiene muchas frecuencias sonoras que transmiten impulsos a ciertas conexiones neuronales no utilizadas normalmente durante la vigilia. Como sea, el golpe monótono del tambor funciona para entrar en trance, al menos en personas entrenadas para tal fin. Tan corriente es la utilización del tambor en sesiones chamánicas, que este instrumento es considerado sagrado, y recibe nombres como “caballo”, o “canoa”, haciendo referencia a que el chamán “monta” su sonido para viajar. Además del tambor, se ha registrado la utilización de otros instrumentos –generalmente de frecuencias bajas-, como por ejemplo el digerido en aborígenes australianos, pero la variedad de sonidos e instrumentos utilizados a largo del mundo de y de la historia es innumerable. El salto al estado de consciencia alterado también puede ser acompañado por el canto. Generalmente, el chamán posee “canciones de poder” que canta durante las sesiones.

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Curso de Chamanismo Prácticas de chamanismo Viajes al mundo de abajo (Ukhu Pacha) y el mundo de arriba (Hanaq Pacha)

Viaje al mundo de abajo El objetivo de este viaje es contactar al animal de poder, el aliado principal nuestro. Este animal nos permitira curar, nos aconsejará en problemas, y nos permitirá generar la energía para realizar curaciones. Es necesario visualizar un árbol hueco, una gruta o un pequeño agujero en el suelo. Cualquier cosa que permita entrar en la tierra. Llamaremos a este nuestro punto de entrada. Se requiere alguien que toque el tambor, o un cd. También es aconsejable utilizar un sonajero, para seguir el ritmo. Pasos 1. Abra el área sagrada, invocando las cuatro direcciones y Pachamama / Pachaqamaq 2. Bailar o el baile simple, o si se siente preparado, la danza circular, usando el sonajero, si se tiene. Se debe comenzar en este momento el tamborileo, o escuchar el cd. 3. Una vez que la energía se vuelva demasiada para contenerla, hay que dejarse caer lentamente al piso, y buscar su punto de entrada. 4. Se penetra en él, y se comienza a avanzar por el túnel. Si se encuentran obstáculos, hay que tocarlos y sentirlos hasta que encontremos una forma de pasarlos. Si se conoce, se puede llamar al animal de poder para ayudarnos. 5. Una vez que salgamos al mundo de abajo, se puede invocar al animal de poder, y solicitarle lo que se necesita, o simplemente estar con él/ella intercambiando energía. 6. De cualquier forma, es necesario que en el momento del toque de vuelta, se despida del animal y del mundo, y se vuelva por el túnel. En el caso de quedarse dormido en el medio del viaje, o que este fuese interrumpido por factores externos, es necesario volver a viajar lo antes posible a este mundo, y solicitarle a nuestro animal que nos cure, a fin de poder mantener nuestras energías completas.

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Curso de Chamanismo Viaje al mundo de arriba El objetivo de este viaje es contactar al maestro espiritual o guía, que nos aconsejará en nuestro aprendizaje. Es importante entender que los guías pueden tener una visión demasiado retirada de algunos problemas mundanos, por lo que se aconseja que si el tema a consultar no sea referido a técnicas se pregunte al animal de poder.. Es necesario visualizar un árbol o montaña que permitan trepar, o una fogata en la cuál hacerse humo. Cualquier cosa que permita subir al cielo. Llamaremos a este nuestro punto de entrada. Se requiere alguien que toque el tambor, o un cd. También es aconsejable utilizar un sonajero, para seguir el ritmo. Pasos 1. Abra el área sagrada, invocando las cuatro direcciones y Pachamama / Pachaqamaq 2. Acuéstese, y medite en su punto de entrada. Comience a tocar el sonajero, mientras empiezan los tambores. 3. Cuándo su punto de entrada este fijo en su mente, comienze a subir por él. En un momento, sentirá que pasa una membrana: acaba de subir al mundo de arriba. 4. Una vez ahí, invoque a su animal de poder. Este acudirá, y pídale que lo guíe al maestro. 5. Es posible que al maestro se lo perciba, en un principio, cómo dos ojos. Con el tiempo se revelará totalmente a uno. 6. Al final del viaje, con el toque de vuelta, se debe agradecer al maestro y buscar un agujero por el cuál bajar a este mundo. A diferencia del viaje anterior, perderse en este viaje no implica un riesgo a la propia energía.

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