Cerrando Ciclos Un Camino Hacia La Libertad Emocional y La Felicidad
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Cómo Enfrentar los Duelos y las Pérdidas Cerrando ciclos en la vida: Un Camino hacia la libertad Emocional.
Una condición para sanar y vivir el presente. Toda pérdida implica un proceso de crecimiento. Aprende a pasar las páginas del libro de tu vida. Ana Giorgana Calidad de Vida Emocional
Ana Giorgana y Cecreto Todos los derechos reservados 2011
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Primera Edición 2011 México 2
Hola Soy Ana Giorgana y me dedico a la calidad de vida emocional. Soy especialista en diversos temas de relaciones humanas y calidad de vida. Me siento muy favorec ida por llegar a la vida de quienes solicitan mis consultas. Las personas piden consejos y me escriben sobre diversos temas: las relaciones de pareja, con los hijos, situaciones t raumáticas y sobre todo, aspectos que no les permiten cerrar cilcos y experiencias en su vida. Ése es el motivo de este material, u na respuesta a sus preguntas e inqu ietudes. La calidad de vida emocional nos permite situarnos en nuestra existencia y estar mejor equipados en elegir lo más adecuado para nosotros y para quienes nos rodean. Agradezco la confianza en mi material y estoy segura que te ser á de una gran utilidad, compres ión y crecimiento personal. Si trabajas en esto gozarás de una vida más pl ena y llena de sentido. Este es un material que te lleva de la mano y te orienta para que puedas lograrlo.
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CONTENIDO Presentación Por qué cerrar ciclos en la vida? Qué es un proceso de crecimiento? Y para qué nos ayuda? Un proceso de acompañamiento.
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Capítulo 1 El proceso de duelo Todo duelo implica una ruptura Tipos de duelo Proceso de duelo y crecimiento Dinámica de Reflexión
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Capítulo 2 Procesando los sentimientos El miedo Dinámica de Reflexión La ira Dinámica de Reflexión La tristeza Dinámica de Reflexión La culpa Dinámica de Reflexión El balance Dinámica de reflexión
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Capítulo 3 Autoestima y duelos Siento que no valgo nada Rupturas y autoestima Iniciando la Reconstrucción Dinámica de Reflexión
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Capítulo 4 Cerrar ciclos un camino hacia la libertad emocional 86 89 91 92 93 94 95 98 99 41
Crear una Visión Dinámica de Reflexión Objetivos y metas Dinámica de Reflexión Proyecto de vida personal Dinámica de Reflexión Cerrar ciclos y duelos Dinámica de Reflexión Capítulo 5 La nueva experiencia de vida Bibliografía Otros títulos del autor
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¿Por qué cerrar ciclos en la vida? La evolución y el cambio son determinante s en la vida de los seres humanos. En nuestro estar en el mundo lo ún ico permanente es la evolución. Sin embargo, algunas personas en ocasiones, se quedan en situaciones destructivas sin poder dar salida a una experiencia que ya no es posible sostener en el momento presente. Sus vidas se encuentran sumidas en un laberinto y experimentando emociones descontroladas. Para encontrar la salida es necesario tocar puertas, abrir ventana s, explorar terrenos que tienen que pasar por la toma de conciencia, y decidir transitar por el espacio del desarrollo y crecimiento personal. Sumergirse en este sendero no es un proceso fácil pero es necesario; es una brecha a recorrer, sobre todo cuando la experiencia de vida se ha tornado gris, obscura, frustrante y sin sentido. Atarse a una situación dolorosa es una sensación que carcome el alma, y lacera la parte más intima de nuestro Ser. Necesitamos hacer un alto en el camino y considerar que e se pasado, que esa experiencia, que esa situación, se acabó, está agotada. Precisamos incorporarla como parte de nuestra historia personal , que no es posible modificarla en los hechos. También es cierto, que ese camino vivido es y será parte de lo que nos constituye ahora en el presente como personas. Al liberar la energía estancada se abren nuevos horizontes, y sanar el dolor permite que se expanda un mundo de posibilidades a resolver y experimentar. Es imposible vivir en el hoy trayendo necesidades de ayer. Enfermamos al vivir en el pasado y nos llenamos de ansiedad al pensar solo en el futuro. El tiempo presente es el único que nos puede brindar la posibilidad de crecer, de reflexionar y de madurar. Cerrar ciclos, enfrentar los duelos y las pérdidas es una necesidad humana. Es como leer un libro que nos entretiene . Al entrar en esa historia damos vuelta a la página sin apegos, sin sufrimiento, sin dolor. Nuestra mirad a está centrada en lo que viene, en la trama. Contamos con un panorama más amplio y una visión más extensa de otras experiencias más satisfactorias y constructivas.
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¿Qué es un proceso de crecimiento? Un proceso de crecimiento es emprender un camino de comprensión personal, se requiere de un gran coraje para sanar cualquier experiencia de la historia propia. Algunas personas temen lo que pueden encontrar dentro de sí mismas. Viven rodeadas de fantasías catastróficas y de falsas creencias acerca de Quiénes Son, sin darse cuenta que solo cuentan con ellas mismas para existir. Entrar en los terrenos del crecimiento personal es un lugar donde su principal avenida es el autoconocimiento, que te permite entrar en contacto con la situación real de tu vida; sin más dramas, s ino con un entendimiento hacia tu propia biografía y condición de vida. Entender el por qué y el para qué de tu propia manera de ser y no ser en esta existencia. Las rutas que se caminan no son lineales , existen curvas, veredas y terrenos fangosos. Tenemos que tantear el camino y nos enfrentamos con recaídas que parecen, por momentos, un retroceso. Nos sentamos y preferimos regresar a lo conocido. En momentos como estos el consuelo es la única alternativ a viable para seguir adelante, la fortaleza interna es el bastón más importante en este transitar. Sabemos que la luz está al final del camino, la vemos, pero parece ¡tan lejana! En esta senda aprendemos a ser más tolerantes con nosotros mismos y a mirarnos desde una perspectiva más humana. Cerrar experiencias y ciclos en la vida significa dar la vuelta a la página de aquellas experiencias que ya no son actuales. Tenemos que decir adiós a algunas conductas que en un momento fueron adaptativas y nos ayudaron emocionalmente, pero que al cabo de los años o de los días, se han vuelto en tu contra; renunciar a seguir haciendo las mismas cosas una y otra vez que solo llevan a la frustración, al malestar y a la im potencia; dejar de lado sentimientos perennes de soledad, tristeza o emociones furiosas que no permiten desprenderte de determinadas pautas crónicas de conducta.
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Estos procesos de “toma de conciencia” implican escribir un nuevo guion de tu vida con los elementos existentes, reeditar tus experiencias que no pueden borrarse, darles una puntuación diferente y pasarlas a la fase de edición y correr el riesgo de vivir una v ida más significativa, comprendiendo quién eres y hacia dónde deseas encaminar tus pasos en la vida. Es una manera de evolucionar y transformar se desde un “darse cuenta”, como decimos los terapeutas gestálticos y desde una plataforma de responsabilidad y compromiso personal. Toda elección implica riesgos afectivos, pero no correrlos también es una forma de elegir. La transformación, primero es interna y toca la raíz de tus propios procesos psicológicos y emotivos, sin olvidar que eres tú mismo el cent ro de tu propia experiencia. No existe ninguna persona que se pueda hacer cargo de lo que a ti te corresponde. Nadie puede saber, a ciencia cierta, cómo te sien tes y qué te motiva y mueve en tu existencia. Y cuando digo NADIE, es NADIE. Solo tus actos de decisión y compromiso son necesarios para emprender la transformación que requieres. Cerrar ciclos y duelos en la vida es entrar en los terrenos de las relaciones más queridas, en situaciones y condiciones que fueron sí, pero que ahora ya no están. No existe ninguna garantía de retorno y el boleto tampoco es canjeable. Recuerda que la vida es un continnum permanente. Una vez emprendido el viaje, no hay retorno. Es necesario desprenderse y aprender a soltar y liberar . Es el propósito de estos crecimientos internos y personales, y de ahí surge una nueva perspectiva del presente para contar con una mejor manera de vivir. Es estar en la vida con menos equipaje que solo nos hace contrapeso para sobrevivir. El cambio genera miedo y temor y se convierten en grandes compañeros de viaje. Se sientan muy cómodos junto a nos otros para evitar la acción y estamos ciegos, ya que la tristeza y la impotencia nublan la vista. No se ven alternativas de superación. Cuando gran parte de tu experiencia no es de plenitud, seguramente necesitas cerrar ciclos . 9
Transitar el proceso de duelo que por momentos se vuelve interminable , convierte el tiempo en una experiencia tormentosa . Despedirte de lo anterior y vivir sin reprimir tus emociones es la única alternativa. Tus emoci ones y sentimientos son una guía muy importante en este viaje a emprender. La libertad emocional se traduce en libertad de acción, e n sanar. Ninguna persona tiene una vida psicológica perfecta. Algunas de ellas logran estar más en conciencia y aceptación con sus propias experiencias de vida, o tros NO. Y seguramente si llegaste a este material es porque algo te dice en tu interior, que: Existen experiencias que necesitas sanar , Duelos que concluir, Amores que necesitamos dejar partir , Anhelos incumplidos, Promesas quebrantadas, Ideales no cumplidos, Patrones dañinos, Heridas de la guerra del vivir , Trincheras agotadas, Y sobre todo, Dolores muy íntimos que no podemos más silenciar.
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¿Y para qué nos puede ayudar? Todo cambio genera miedo y f rustración aunado a sentimientos de terror y parálisis. Sin embargo, el alma grita que tenemos que arriesgarnos. Se vuelve imperioso recobrar el poder personal , y recuperarse se convierte en una necesidad. Rehabilitar la energía de tu bienestar es una ur gencia de amor personal. Nos ayuda a generar las condiciones de salir de esa sensación de sentirse víctimas e impotente frente a nuestras circunstancias, d ejar de estar a la deriva y tomar el timón de las propias elecciones. La cultura y la sociedad alientan el martirio. Lamentablemente la sociedad no vive tus circunstancias, pero tú, te ofreces y estás dispuesto a vivir las de otros, pero nadie se tomará la molestia por ti. Aunque te lo prometan y te juren que velarán tu bienestar. Se trata de un juego como cuando se aprenden las matemáticas. Te puede explicar el maestro, tu hermano, un gran ingeniero, el mismo Einstein . Puedes tener a los mejores maestros a los más calificados, pero hasta que tú comprendas el mecanismo de la operación, entonces, podrás hacerlo y encontrar un sentido a lo aprendido ¡Antes no! Lo mismo ocurre en este proceso de ayuda, tenemos frente a nosotros una gran responsabilidad porque implica tropezarse, caerse, enjugar lágrimas, pero también levantarse y volver a caminar. Únicamente se logra cuando estableces un compromiso con tu propio bienestar y haces de tu calidad de vida emocional una prioridad . Una vez activado dicho proceso de crecimiento o toma de conciencia ya no es posible detenerlo. Entramos en contacto con nuestra parte interna, dejamos de vivir distanciados de nosotros mismos. Es decir, una vez que aprendes a conocerte te vuelves más ate nto a tus propias necesidades, y no esperas que nadie más venga a satisfacerlas. Me gustaría ponerte un ejemplo sencillo de lo que implica estar en contacto con las propias necesidades . Supongamos que tienes sed, por tanto tienes la necesidad. Solo tú la sientes.
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Nadie puede entender con solo verte que t e hace falta tomar algún líquido para saciar tu sed. Tú puedes hacer varias cosas para satisfacer esa necesidad. Tomar agua o cualquier otro líquido que te quite la sed. De igual manera puedes solicitarle a alguien que te pase un vaso con agua. Pero ese alguien está en todo su derecho de negarse, o bien, puede traerlo cuando lo decida. Eliges esperar pacientemente a que el otro llegue con el vaso de agua. Quizá nunca llegue. Para entonces, estás incómodo, frustrado, la sed va en aumento y tu necesidad no se satisface. Te pones de malas, te enojas, te frustras, te irritas, y se inicia la cadena de reclamos incluso hasta lo insultas. Pero al final, ese otro, “al que tu amas intensamente ”, no te trajo lo que necesitabas. Con este pequeño ejemplo quiero que te des cuenta cómo no depende del otro, sino de nosotros mismos, satisfacer nuestras necesidades no solo fisiológicas, sino también psicológicas, afectivas, intelectuales, espirituales, etcétera. El planteamiento de las necesidades es personal. Su satisfacción es individual. Es cierto que necesitamos de otros en ocasiones para resolverlas, pero si ese otro, no quiere, no puede, no está disponible. Tenemos que tomar las riendas del asunto para que seamos más autónomos y libres de elegir. El proceso de responsabilidad personal es una verdad para actuar con mayor libertad en las elecciones de vida y elevar el vuelo tan alto como quieras llegar en tu proceso de crecimiento.
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Un proceso de acompañamiento es lo más indicado… Iniciar un camino de cierres y duelos son siempre experiencias que confrontan. El sentido de este material y la manera en cómo se encuentra escrito es para que en todo momento te sientas acompañado y alentado a continuar. Es un material dinámico y al final de cada uno de los capítulos encontrarás una serie de ejercicios que es importante que lo s realices a tu propio ritmo y tiempo. Pero como en el estudio de las matemáticas o de saciar tu sed, la sola lectura no te llevará a la solución. Son herramientas para que las apliques. Es necesario vivir el proceso y hacerte cargo de ello. Este libro es el resultado de mi práctica como terapeuta. Sus experiencias son su materia prima. Sin ellas este proyecto no tendría vida. Y por ello, mi agradecimiento más profundo a todas y cada una de las personas que me han consultado al respecto. Sus historias me conmueven y aprecio su coraje y sinceridad. En la consulta y en los grupos de facilitación escucho su desesperación, sufrimiento y dolor. Sus circunstancias de vida han sido el motor principal para desarrollar este libro. Sus luchas emocionales las transit amos en secreto, en el terreno seguro de una escucha comprensiva y atenta, y me indican que es posible. Un camino a transitar. Una libertad a conquistar. Un montón de heridas que sanar. A ellas y solo a ellas, está dedicado este material. Es un tributo a sus historias y biografías. Espero que otros muchos logren, como ellas, encontrar una guía, un apoyo y una luz que les permita transitar su vida de una manera integral y plena, tomando como punto de referencia el camino hacia la libertad emocional. Un sendero que al final tiene sus grandes recompensas cuando esas alas se despliegan y vuelan con su propio ritmo y gracia. Gracias por ser parte de Cecreto Ana Giorgana.
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Capítulo 1 El proceso de duelo… Cerrar los Ciclos en la vida , implica siempre un proceso de duelo. Un período de luto, a veces prolongado, un tiempo de recogimiento para sanar el dolor y estar a solas con heridas profundas del corazón . Es un desprendimiento de un ayer ganado o perdido que alguna vez tuvimos, pero que ahora ya no está. Las transformaciones y las pérdidas no son todas iguales, existen procesos de duelos más dolorosos que otros y se manifiestan con intensidades diferentes con tonos y matices divers os. ¿De qué dependen estos contrastes? En primer lugar de lo importante o significativo de nuestros lazos afectivos en esa relación, situación o circunstancia. Todo duelo siempre conlleva un componente individual y no todas las personas los vivimos de la misma manera, aunque la pérdida nos pegue por igual. Está en relación directa con nuestra personalidad, con nuestra forma de enfrentar las crisis y de cómo nos movemos psicológicamente ante las pérdidas. Por tanto, es muy importante conocer cómo cada uno , en lo personal realiza su proceso de duelo y llevarlo de la mejor manera para que esa experiencia sane, cierre y se vuelva más constructiva. Existen duelos que por su naturaleza tardan más tiempo en cerrar. La manera de afrontarlos es una condición para transitarlos. Cerrar significa poner fin. Trabajar en los duelos y en los cierres de las experiencias es estar muy atentos en cómo estas experiencias nos afectan y nos impactan en todas las áreas y actividades de nuestra vida. Para cerrar cualquier ciclo te nemos que vivir el presente. Estar muy conscientes de que estamos a favor de la vida y no de la muerte, y p lantarse en las condiciones de hoy por dolorosas que puedan resultar. Ningún tributo al sufrimiento nos devolverá aquello que se fue para siempre… 14
Todo proceso de duelo implica una ruptura… Ante la ruptura de una situación anterior o de un equilibrio en las condiciones de vida o la separación de una persona , los sentimientos se entretejen en un fondo de desesperación, duda e impotencia. El alma se ofrece como depósito del dolor; nuestra vivencia interna se ha roto en mil pedazos y las astillas están en toda la existencia, pero necesitamos continuar, a pesar de todo. De acuerdo a lo anterior ahora la tarea es j untar los pedazos, volverlos a unir, zurcir las uniones, es sentarnos a tejer pacientemente pero de manera activa la reconstrucción interna de la pérdida. Empeñarnos en r eorientar la vida, los intereses y tomar nota de los aprendizajes. Existen algunas pérdidas en las que la autoestima se deteriora, sobre todo cuando son vividas y experimentada s como abandono, rechazo, humillación o traición. La parálisis se apodera del destino, del presente. Quedamos emocionalmente petrificados frente a lo traumático de la expe riencia, y pese a todo es necesario, con mayor razón, cerrar ese evento doloroso. En consecuencia ciertos duelos vividos quedan inconclusos y éstos están más en relación directa con el apego y con la no aceptación de la ruptura. Quizá muchos de nosotros hemos escuchado esas historias de algun a persona que ha muerto hace ya algunos años, y el cónyuge, los hijos o algún familiar, dejan todo intacto. No mueven la ropa. Permanece todo como si el fallecido siguiera vivo. Y evidentemente sigue vivo -muerto dentro de la esfera afectiva de esas persona s. Esos duelos sin terminar dejan de lado el presente, el hoy. Viven “como si” nada hubiera pasado en sus vidas. Y en realidad, nada nuevo puede tener lugar en su corazón ni en sus armarios. Vivir en el pasado es enfrentar la desolación y el anhelo todo el tiempo. Es petrificarse y quedarse en armarios que asfixian la experiencia. Cerrar esos ciclos puede llevar hacia un futuro más vivi ficante y alentador.
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Existen diversos tipos de duelo … Como se mencionó anteriormente, no todos los duelos son iguales ni obedecen a las mismas causas. Para su estudio los especialistas les han dado una clasificación, sin embargo, todos y cada uno de ellos llevan el mismo proceso. Duelos Relacionales: Como su nombre lo indica esta forma de duelo se refiere a pérdidas d e personas significativas, esto puede ser por muerte, rompimiento de una relación amorosa, de amistad o incluso laboral. La experiencia me ha mostrado en un sinfín de procesos de acompañamiento que los duelos relacionales son los más significativos y dolorosos. Nos resistimos más a no contar con esa persona que tanto afecto representaba para nosotros. El vacío se torna quemante y no logramos consolar las entrañas cuando no dejamos ir al que ya no está, o peor aún, al que ya no quiere estar en nuestras vid as. Duelos Intrapersonales: Son pérdidas que le atañen al individuo como por ejemplo: la pérdida de la salud, de algún miembro del cuerpo y todo lo que tenga que ver con su situación personal. Aquí también deseo subrayar aquellas circunstancias en las que se pierde el prestigio, el honor, el renombre o la popularidad. En especial estos últimos laceran de manera importante la autoestima. Duelos Materiales: En este tipo de circunstancias nos enfrentamos con la pérdida de las fortunas, de objetos, el automóvil, etcétera.
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Duelos Evolutivos: Pasar por las diferentes etapas en la vida: de la niñez a la adolescencia, de ésta a la juventud, concluir la carrera, el nacimiento de un hijo ; la famosa crisis de los cuarenta, la adultez, la jubilación y llegar a la vejez. Son cambios importantes que reorganizan la vida afectiva y la forma en que las personas van experimentando diversas etapas de la vida. Nadie puede detener este proceso de cambio permanente y de todos los días en la existencia humana. Siempre estamos cumpliendo ci clos. Y si lo observamos bien, c ada día amanece, transcurre el día y de nuevo la noche aparece para volver a dar lugar al nuevo día. Así es la experiencia de los seres humanos. La naturaleza no se aferra a quedarse en el invierno o en la primavera, transcurre y es. En cambio los seres humanos deseamos , y eso es lo que más sufrimiento implica en la vida de los individuos que peleamos con el crecimiento, con la evolución. Preferimos quedarnos estancados y no permitir el flujo mis mo de las emociones, de los sentimientos y de la ley de la vida. Estamos muy pendientes de que todo permanezca igual. El amor, las personas, los hijos, que los muertos se queden, que los vivos se atormenten. Y como dice un viejo adagio francés: “Qué nada cambie para que todo siga igual” Por eso es tan dañino quedarse en lo mismo esperando que nada nos duela o evolucione. Tenemos que afrontar los hechos y la realidad. ¡Nos guste o no! Necesitamos recorrer el velo de la angustia, la desesperación, la orfandad y dar un nuevo significado a eso que hemos vivido, en algún lugar, en algún tiempo y con algunos que nos han acompañado en alguna etapa de la vida y nada más. Yo comprendo que se escucha fácil, pero no estamos en condiciones de hacerlo de otra manera. Es necesario cambiar de perspectiva y de enfoque. 17
Sobre todo, cuando esas experiencias y duelos no nos permiten vivir en el “aquí y en el ahora”. Cuando me refiero a cerrar ciclos, experiencias y duelos considero que es importante saber a qué nos referimos. Si hablamos de una persona que ya no está de manera permanente, es que requerimos hacer un cierre. Si suspiramos por situaciones que ya no podemos retroceder, necesitamos transitar un proceso de duelo. Si permanentemente estamos tristes, co n una vida carente de sentido y sin poder contener nuestra angustia, desesperación y anhelo, tenernos que recorrer un camino de superación de la pérdida. Si no podemos cambiar el canal de nuestras vidas: h acemos lo mismo, vivimos lo mismo, esperando que l a situación vuelva a recobrar el equilibrio, seguramente necesitas repensar tu situación actual. Si estás llena de arrepentimiento, de dudas, de querer cambiar el pasado, también reconsidera tu manera de vivir en este presente que es el único que tienes. Lo que se resiste, persiste. Entre más resistencia, negación y represión oprimas a tus sentimientos, con mayor fuerza se te aparecerán en el día a día. Y si no puedes lograrlo solo. Entonces es el momento de tomar acciones y buscar todos los elementos que te permitan enfrentar tus propios miedos, soledades y parálisis.
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Todo proceso de duelo lleva al crecimiento… Sí, en cierto sentido, no podemos ya ser las mismas personas cuando hemos aceptado que necesitamos sanar. En todo duelo siempre existen dive rsos mecanismos que entran en juego y que necesariamente tenemos que vivirlos. El duelo es un proceso dinámico. Cuenta con diversas fases y mecanismos que entran en juego durante este camino a recorrer. En momentos sentimos que ya libramos algunas de las fases pero se entretejen. Los recuerdos vuelven, el vacío aparece de nuevo, l a desolación no se quiere acabar de ir. Así vamos caminando pero también vamos sanando. El mejor aliado es el tiempo.
La Negación: “No puede ser que esto me esté sucediendo a m i” La negación es un mecanismo psicológico “normal” en los inicios del proceso que nos ayuda a enfrentar el intenso dolor. No queremos aceptar. Tampoco queremos ver la realidad. La negación es un compañero engañoso para aplazar la agonía y se ofrece como una pantalla para mitigar el dolor. A l negar por tiempo prolongado la s emociones y los sentimientos se convierten en un enemigo que paraliza. Sin la expresión de l os mismos no es posible sanar ni cerrar las heridas. El miedo al futuro y al presente se apo dera de la situación y la pregunta constante y permanente retumba en la conciencia: ¿Podré soportarlo? ¿Tendré la fuerza y fortaleza para continuar viviendo sin aquello que tanto amaba, sin la persona correspondiente? Un terremoto emocional y una sac udida a las condiciones actuales de la existencia se han vuelto presentes. El tablero del juego de la vida nos ha hecho una mala jugada, pero al fin tenemos que responder o darnos por vencidos y perder la batalla y seguir maltrechos en lo que nos queda de existencia.
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El asilamiento: “Mejor me escondo que nadie sepa que tengo tanto miedo” La evasión es su principal mecanismo. Queremos estar a solas con lo que queda de la vida propia. No queremos ni podemos estar en compañía de otros. Tocamos fondo. Nos hacemos uno con las ausencias y la desolación. Aislarse permite tomar distancia para pensar y reflexionar. Creemos que nadie puede entender a ciencia cierta lo que estamos viviendo. Es tal el miedo que consideramos que no hay salida posible para el páni co y el dolor. Cómo me presento frente a los demás con este sentimiento de debilidad y de vulnerabilidad. Los cuestionamientos van y vienen en estos momentos: ¿Cómo sigo adelante con la realidad de la vida ? ¿Cuál es la ruta a tomar? ¿Por dónde camino más seguro? El aislamiento y el miedo van de la mano y son una forma de vivir y experimentar en la intimidad de nuestro ser lo significativo de lo perdido. Pero no podemos quedarnos ahí por tiempo indefinido, necesitamos retornar de vez en cuando y siempre a la vida social, a la vida familiar, al trabajo y a continuar con las exigencias y demandas diarias. O no es eso, ¿vivir? El estar en contacto con otros también permite sanar las heridas del miedo, del terror y de la propia ausencia y soledad. Enfrent ar, decidir, comprometerse y dejar de resistirse a lo que es ya una realidad y verdad en nuestra historia personal, aunque no queramos. El estar vivos nos obliga a vivir. Podemos elegir medio vivir o vivir medio muertos.
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Los sentimientos de ira, enojo y culpa: “Y ahora que hago con tanta rabia” Son sentimientos perturbadores y muy intensos. Lo mejor es saber que tenemos que vivirlos y conocerlos. Nos sentimos f rustrados, enojados, la vida nos arrebató una parte del equilibro emocional. Nos peleamos ha sta con los hechos. Estamos furiosos por tener que experimentar tanta desolación y ruptura. Un ánimo incendiario domina la vida emocional. La ira es una emoción fuerte que implica descarga. Es necesario expresarla. Su expresión se encuentra en relación d irecta a cómo nos enseñaron en nuestros primeros años a vivirla. Cuando la ira queda reprimida por tiempo indiferente su fuerza tiende a congelarse en el cuerpo y se expresa con: dolores de cabeza, de espalda o cualquier otra tensión en el organismo. En lo referente a las emociones , cuando se encapsula su expresión se manifiesta en su contrario: quita energía, resta vitalidad y a eso se le conoce como depresión. En el fondo todo proceso depresivo esconde fuertes sentimientos de impotencia iracundos y en ojosos. Por el contrario, la culpa está en relación directa con los remordimientos y las recriminaciones; lo que no hicimos o lo que sí hicimos y daña la situación. Nos lamentamos, a veces y hasta sentimos vergüenza y pena por lo acontecido. Deseamos que los demás se hagan responsables de los está sucediendo y tomamos la proyección como un bastión que nos ayuda a mitigar la sensación de pérdida. Los sentimientos de culpa recurrentes son la expresión de un sentido de la transgresión. Quizá teníamos asunt os pendientes con la persona que murió, con el amigo que ya no está o con el padre que no pudimos acercarnos antes de su muerte. La culpa pese a su fuerza, también nos impulsa a reparar el daño que sentimos hemos causado, y de ahí, su gran valor psicológico para reconsiderar nuestras conductas, formas de vida y actitudes.
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La congoja, la tristeza, la ausencia están ahí obligándonos a mirarlas y a consolar nuestras heridas. La realidad se impone y nos obliga a mirar los pedazos, lo que ha quedado , lo que ya no está y tenemos por fuerza, que hacer un balance, porque aunque nos revelemos, nos queda el resolver nuestra circunstancia de vida. La aceptación y la esperanza como un punto de partida para el futuro inmediato. A grandes rasgos se exponen los gra ndes bloques de reconstrucción emocional. La forma y el cómo vivimos esos momentos nos indica n que necesitamos saber qué requerimos sanar y sobre todo cómo salir de esa situación tan dolorosa. Poco a poco las aguas van tomando su nivel y el equilibrio va recomponiendo la vida y el estado emotivo. También las emociones se agotan. Por más que pensemos que nuestras lágrimas se agotarán, llegará un momento que el cansancio nos obligará a abandonar. La vida implica vida. Y por ello, se planta frente a nosotros y nos grita todos los días: ¡Tienes que caminar, tienes que seguir ! Sobre todo cuando se han vuelto experiencias añejas, obsoletas y sin sentido y sobre todo cuando existen sentimientos recurrentes que no llevan, más que, a otro puerto sin salida. Es momento, entonces, de internarse, cobrar conciencia y salir al mundo a experimentar las condiciones vitales que refrescan y dan pie a nuevas oportunidades de desarrollo. El proceso continúa y sigue su curso pero tenemos que permitir que se exprese, que los sentimientos se expresen y cobren la intensidad necesaria de nuestra verdad consternada, no será para siempre, aunque creamos que no saldremos nunca de ese lugar. Te lo aseguro, será un tiempo, doloroso, pero eso, también pasará. 22
Todo se hizo trizas… “Juntar los pedazos para seguir viviendo ” El mundo interno sufre una especie de explosión, ya nada puede volver a ser igual, será diferente, pero en ese instante, eso no es de gran ayuda. El primer enfrentamiento es lidiar con la soledad. La soledad es el espacio en el que se albergan los recuerdos, los anhelos, lo perdido, pero también es la oportunidad de reflexionar y reconsiderar; hacer un balance es lo más adecuado. De todas esas trizas tendremos que armar algo, ese algo es nuestro Yo. Somos nosotros mismos los únicos que nos pertenecemos en esta circunstancia. Únicamente encontramos recursos propios, de nadie más, y debemos continuar y seguir aún cuando parezca que no vamos a ningún lado. La primera interrogante surge como un susurro: Y ahora: ¿qué? Ahora basta con mirar cuáles son las piezas de reconstrucción: tristeza, soledad, enojo, ira, culpa; pero también aprendizaje, coraje, vida y un montón de fortalezas que no hemos identificado en ese laberinto de emociones. ¿Qué me queda? Por lo pronto juntar los pedazos de mi Yo y volverlo armar con todo y cicatrices; reflexionar y comprender que tenemos que trazar algunas hojas de ruta para seguir. No importa por donde empieces, lo mejor es iniciar, y el primer paso es reconocer nuestra situación actual. La sola aceptación de ese estado confuso es un gran avance en este camino de los duelos por vivir. ¿Cuáles son las alternativas?
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Siempre existen caminos. La Logoterapia, que es la terapia encaminada hacia el sentido de vida, propone una técn ica espléndida en momentos como estos: abrir un abanico de posibilidades. Se refiere a tratar de encontrar caminos viables y poderosos de acción para emprender. Pregúntate una y mil veces más, si es posible un millón, ¿Qué otras alternativas existen en este momento en mi existencia? Estoy segura que con un poco de paciencia las encontrarás y lo más importante, siempre mantén tu atención en tus potencialidades, en tus talentos, en tu persona, en tus cualidades y en todo aquello que tiene un valor de ti mismo como persona. Centrarse en lo positivo de tu persona es la mejor forma de reconstruir ese mecanismo importante que es nuestro Yo, nuestro Ser. La autoestima es un gran eje rector para esta reconstrucción personal. Nada puede estar por encima de ese estimado valor de tu persona. Ninguna pérdida, ninguna persona que ya no esté, ninguna circunstancia por terrible que parezca puede empañar esa gran palanca que te impulsa desde adentro para comprender la fuerza y el coraje de sanar. La revaloración personal es el fundamento y el cimiento de estos procesos de duelo sobre todo, como lo mencioné en otras páginas, cuando la estima propia se ve entremezclada con el sentido de la pérdida. Quizá cometiste errores, tal vez , en la situación tuviste alguna o mucha responsabilidad, pero eso también es un gran aprendizaje acerca de quién eres y cómo le hiciste para llegar a este punto. Esa es precisamente la riqueza de tu experiencia y con ello podrás hacer un balance de lo que sucedió, de lo que te está pasa ndo y redirigir tus pasos hacia donde quieres ir. Todo es un aprendizaje constante y ésta es una oportunidad para cuestionar tu circunstancia de vida y de cómo le has hecho para llegar hasta este lugar. 24
En última instancia a ti te corresponde lidiar en esa soledad contigo mismo, no pelees más con quién eres, solo deja que el proceso tome su lugar en tu vida.
La tristeza y la congoja… “Me siento desolado con un gran vacío interior” La tristeza es un sentimiento normal frente a aquello que hemos perdido . Es la reacción natural de la vida afectiva para guiarnos sobre nuestra situación de quebranto. La memoria se inunda de recuerdos y de anhelos, la vida cotidiana se modifica. Toda la energía afectiva destinada a esa persona o situación nos llena de ansiedad y de hastío. El vacío se expresa como un sinsentido de la existencia debido a la privación y a no tener más esa persona, condición o circunstancia en donde depositar nuestras emociones. Nos hemos quedado sin el otro ese que nos devuelve la sensació n de estar vivos, relacionarnos y compartir y vivir momentos grandes y pequeños; dolores y alegrías, sufrimientos y temores, conflictos y triunfos. Por lo menos sabíamos que estábamos juntos en todo, aunque fuera un ideal, sabíamos que estábamos vivos porque ese otro o ese aspecto nos hacía sentir vivos, vibrantes y confirmados en la esencia misma de la vida. Ahora el amigo no está, el padre ha m uerto, la casa se vendió, el hijo ha partido los ideales se esfumaron, las promesas fueron quebrantadas, la fortuna está en ruinas, la quiebra se hizo inminente no solo en lo material sino en lo afectivo, dejar de lado la ciudad natal ... son tantas y tantas las circunstancias que nos pueden llevar a una situación de duelo. Estos son solo algunos ejemplos, pero seg uramente tú tienes tu propio luto frente a algo que te ha dejado en déficit, al menos por el momento. En otro orden de ideas se encuentra el despido de un puesto, el desprestigio, en fin, todas y cada una de ellas son importantes y significativas y es cuestión de revisar las expectativas al respecto del proyecto de vida personal.
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Las relaciones malogradas son las que llevan a un mayor sufrimiento porque en la pareja, por ejemplo, se encuentran depositados un sinfín de ideales, amores, expectativas, esperanzas y una vida en común que se hace trizas al sentir la quemante soledad. Sobre el tema de las parejas y cómo recuperar la confianza en el amor, hablo sobre las diversas técnicas y formas de superar las heridas y cicatrices en la relación y expongo cómo un elemento perturbador es la intimidad en estos vínculos afectivos que se matizan de amor, de violencia y de silencios que requieren de un tratamiento específico para su superación. Sin importar la naturaleza de este quiebre en tu vida es important e que entiendas que esta sensación de vacío es una reacción natural a esta vivencia de daño que aprecias en tu circunstancia interna. Ante el vacío la existencia pierde algo de su brillo porque el sentido y el motor de un eje de tu vida est a averiado. En la medida en que diversas metas, menoscabos, anhelos, muerte de algún ser querido o rupturas amorosas, por ejemplo, se han afectado, se tiene la sensación de no contar con los elementos necesarios para afrontar la situación. Además ese vacío no es una cuestión menor. Antes estaba lleno y rebosante de componentes psicológicos de seguridad, certidumbre, confianza, rutina y un estilo de vida conocido y confiable. Victor Frankl estudioso psiquiatra sobre este tema, habla sobre esa vacuidad que es necesario reconocer y reconsiderar para salir de cualquier situación de heridas de guerra, de vida y de sufrimiento. En sus escritos acerca de sus vivencias en un campo de concentración, explica cuáles son las razones por las que personas logran dar un viraje a su vida después de un quiebre doloroso. Uno de los más significativos que para mí ha tenido gran impacto es: “A pesar de todo la vida tiene sentido” Todos hemos vivido este tipo de finales y puntos de quiebre que nos llevan a replantear la vida, así que es momento de que reflexiones , a partir de ahora: 26
¿Cuál es el sentido de esta pérdida? ¿Cuál es el significado de esta vivencia? ¿Qué nuevo sentido tienes que descubrir para seguir?
Esta aflicción tan intensa… “No puedo más, de veras, ya no puedo más ” Cada persona tiene su propio sentido de duelo y de luto pero es imprescindible cobrar conciencia que en la medida que este dolor es más profundo, existan además de la pérdida otros factores que estén influyendo en el proceso actual y en este momento pre sente. En estos procesos se reviven diversas situaciones de la vida afectiva que están en estrecha vinculación con nuestra biografía. Si bien, este proceso afectivo nos deja desprovistos de ciertas gratificaciones emocionales, nos sentimos en carencia, y así es, lo estamos, pero no todo está perdido, mucho menos la posibilidad de reconstrucción de la perspectiva de vida. Centrarse solo en el daño afectivo, es estar muy cerca de la muerte psicológica. Una vida moribunda que se ofrece al dolor, al aislamie nto y al sufrimiento. Evidentemente me estoy refiriendo a aquellos estados dolorosos que se tornan intensos y paralizan la vida misma de las personas. Algunos de los duelos nos llevan a volver a experimentar carencias infantiles como son: soledad, falta de reconocimiento, traición o la ausencia de algunas de las figuras significativas, en las que nos sentimos desprotegidos. En este sentido, con mayor razón todo proceso de duelo es una oportunidad para saber y reconocer cuáles son nuestras necesidades y c arencias más profundas. Otro elemento que complica este estado de traspasar el duelo es la dificultad para reconocer y expresar los sentimientos, sobre todo para aceptarlos.
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Escucho una gran cantidad de personas que hablan de que están tristes pero no quieren estar, que se encuentran enojados y se pelean con su propio enojo, que están llenas de miedo y desean mitigarlo, la única posibilidad de superar no solo los duelos, sino cualquier situación que implique un estado psicológico es admitir cuáles son los sentimientos, pensamientos y reconocerlos como una guía que nos lleva a enfrentarlos y hacernos cargo de ellos. La aflicción se expresa en forma de suspiros y anhelos, la esperanza de regresar a un estado de anterior donde todo, aparentemente, estaba en un perfecto equilibro. Se tiende a idealizar la situación anterior a la pérdida como una defensa para acallar y mitigar sentimientos perturbadores. Todo es mejor que continuar con la sensación de tristeza y el vacío como compañeros fieles de la soled ad y entrar en contacto con el desastre emocional que se vive en ese momento. Un buen aliado para este mal: “el tiempo”. Recordemos que en este momento solo podemos observar estos desastres afectivos y que siempre estos estados emotivos son cambiantes. P asamos de la rabia a la tristeza, de la tristeza al enojo, del enojo a la culpa, de la culpa a la aceptación. Y así, sucesivamente hasta que el mismo ritmo del duelo va generando su propia adaptación. Cuando hablamos de procesos nos referimos a la propia dinámica del duelo. Es imposible quedarse en la misma emoción todo el tiempo. Aunque predomine, también existen exigencias de la vida que demandan nuestra atención y esas pequeñas o grandes distracciones nos sitúan de cara a la necesidad afrontar la vida. Y si lo observamos bien, no qu eda de otra, necesitamos asumir el riesgo de vivir. En las diversas culturas cuando alguien ha muerto, se establece un periodo de luto que es, un tiempo que permite al alma y a la conciencia procesar los dolores y sinsabores del desaliento. Pero una vez, pasado ese lapso las personas se reintegran a sus actividades en lo cotidiano.
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No puedo más, es que de veras, no puedo más : apelamos a una fortaleza interna que nos remite a la vida. La realidad se impone poco a poco y vamos recobrando las fuerzas y las ganas de vivir. Volver a sonreír y dejar de suspirar es un buen indicativo de que hemos empezado a sanar.
La aceptación… “Todo está bien, parece que está mejor así” Una serenidad empieza a tomar parte de los pensamient os, de los sentimientos y se inicia la experiencia de una calma interna. Ya no podemos llorar más, nos hemos vaciado con todo el abatimiento y el desánimo. La realidad se impone sin pausa de manera paulatina. La aceptación cobra espacio cuando dejamos de pelear con lo que estamos viviendo, ya no nos resistimos sino que admitimos que así han sido los hechos y logramos sobrevivir a nuestra nueva realidad interna. Es hora de iniciar un balance y una autoafirmación de cuánto hemos avanzado, no el tiempo sino en el proceso. El miedo y la parálisis de tiempo en tiempo regresan, pero ya no se quedan como los únicos compañeros de la experiencia. Aparecen nuevos intereses, amigos diferentes e iniciamos progresivamente otras acciones que nos llevan a disfrutar de experiencias diversas. Paulatinamente vamos dando paso a un estado más integrado de nuestra persona, ya no estamos en automático, sino que recobramos la energía, la fuerza y la vitalidad para emprender de nuevo nuestro propio proyecto de vida. Cualquiera que este sea. Y gradualmente dejamos de anhelar, de suspirar, el recuerdo sí, no podemos olvidar aquello que nos fue tan significativo, la diferencia es que ya no nos consume todas las energías, ni todos los afectos como tampoco estamos expuestos a la debilidad y pasamos de un estado vulnerable a uno más aceptable de adaptación a nuestra nueva condición. 29
Es una verdadera liberación de la tortura del pasado y regresamos al presente para vivir en el “aquí y ahora”. La decisión de optar por la vida, a pesar de todo, es un indicativo que estamos dando pasos agigantados en estos laberintos del duelo y de los ciclos por cerrar.
La esperanza en el presente y el futuro… “Es mejor ahora que antes” La esperanza es un estado que nos permite entrar en contac to con la certeza, con la ilusión y con la expectativa de que todo está mejor ahora después de haber caminado el tramo del dolor y de la carencia y la pérdida. La fortaleza de haber sanado una herida que en su momento nos parecía imposible nos remite a una mejor actitud ante la vida, ante nuestra propia circunstancia y todo aunque no nos demos cuenta, todo lo que hemos aprendido de nosotros mismos. El camino está por llegar a su final, una nueva luz se abre frente al panorama de la propia existencia y s obre todo una mirada diferente se entremezcla entre el consuelo y la promesa de hacer de la experiencia una razón para vivir. Nuevos vientos llegan a la experiencia: la tranquilidad, la paz interna y la paciencia también han sido compañeros muy leales en este viaje, pero no les hemos dado su lugar como les corresponde. Ahora sí, estamos en paz con nosotros mismos y con lo que nos tocó o elegimos vivir. Al llegar a este punto se comprende la riqueza de vivir el proceso de duelo para dejar que la vida nos sorprenda con lo que no habíamos podido vislumbrar tanto en nuestra realidad interna como externa. Hemos salido de una rehabilitación afectiva y el cierre de experiencias permite apropiarnos, ahora sí, de nuestra realidad en el hoy y en lo cotidiano de nuestras vidas.
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El llanto ha sido el gran sanador en este camino solo que no lo has apreciado con tanta vehemencia. Las lágrimas limpian y pulen cualquier experiencia del espíritu humano. Cada una que has derramado trae consigo la tranquilidad de tu al ma en momentos como los que has tenido que caminar. No las reprimas, déjalas salir y que sean tus compañeras más preciadas en este camino de las lágrimas, de los lutos, de los duelos y del cierre de experiencias. Para terminar una frase, de Jorge Bucay, escrito en su libro: El camino de las lágrimas. “Un proceso difícil pero necesario… y de todas maneras lo más significativo del acompañamiento es, como su nombre lo indica, la presencia: estar cerca en los difíciles momentos…” Este libro tiene ese cometido de estar cerca en estos momentos de gran trascendencia difíciles pero necesarios. En presencia y en compañía para tu calidad de vida emocional.
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Dinámica de Reflexión: “Preparando el camino para sanar” En este proceso se requiere que vayas toman do notas para entrar en contacto con tus propios procesos psicológicos, recuerda, que nadie puede hacerlo por ti. Te sugiero que compres una nueva libreta de un tamaño considerable porque el ejercicio es el siguiente: Divide la libreta en seis secciones: 1ª. Mi historia. 2ª. Mis sentimientos. 3ª. Mis acciones. 4ª. Mi diario personal. 5ª. Mis Avances 6ª. Mis pasos hacia la recuperación. Y ahora, durante una semana todos los días durante una hora vas a trabajar sobre este material. Escribe todo lo que se te ocurra en la primera y la segunda sección hasta que sientas que has agotado tu experiencia. Al final de la semana volverás a leer todo lo que has escrito y después del ejercicio toma una hoja y después de la frase escribe todo lo que has aprendido de esta experiencia:
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Ahora me doy cuenta de…. Ahora me doy cuenta de…. Ahora me doy cuenta de…. Ahora me doy cuenta de…. Ahora me doy cuenta de…. Ahora me doy cuenta de…. Ahora me doy cuenta de…. Ahora me doy cuenta de…. Ahora me doy cuenta de…. Ahora me doy cuenta de…. Ahora me doy cuenta de…. Ahora me doy cuenta de…. Y en este espacio, escribe un pequeño resumen de lo que has llegado a conocer de ti, con este pequeño ejercicio.
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Capítulo 2 Procesando los sentimientos… Lo curioso en la vida de las personas, es que la gran mayoría de ellas, tienen un gran temor de tocar sus sentimientos no solo lo más profundos también los más vanos y superficiales. La complejidad de los seres humanos lleva a vivir de acue rdo a los sentimientos, y ese es una aspecto de suma importancia en su vida, quién no puede reconocer sus sentimientos y la implicación en sus procesos vitales, se encuentra en detrimento de su propia experiencia. La gran mayoría de las decisiones, pensa mientos, acciones, actitudes y orientaciones en la vida está regida por las emociones y los sentimientos. Todo en la vida del hombre pasa por su sentir. La expresión de las emociones tiene que ver con la cultura y cómo ésta acepta que se repriman o exp resen diversas emociones, también el medio familiar tiene una gran influencia en esta forma de manifestarlos. Ya sea por la cultura, por la familia o por las diversas experiencias de vida, casi todas las personas se encuentran ausentes de sí mismas, a ve ces ni siquiera son capaces de identificar lo que les genera determinada emoción y viven confundidas y distanciadas de su propio centro y motor emocional. El gran reto en estos procesos es empezar a identificarlos; nadie puede sino los reconoce y acepta. Toda la gama de sentimientos son una guía que nos orientan, primero sobre la experiencia que estamos viviendo y después para emprender acciones que nos ayuden a elegir opciones de desarrollo. En las siguientes líneas quiero dejar bien claro cómo esos se ntimientos y emociones son una directriz que nos dan señales pero que por momentos preferimos ignorar por miedo, por cultura o por personalidad.
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El miedo es una emoción que nos permite saber que estamos en peligro y por tanto, necesitamos defendernos o huir. Nos previene sobre una situación de riesgo, sino sintiéramos miedo, estaríamos una y otra vez al borde de la muerte. La ira se manifiesta cuando hemos cometido un error, ante la frustración, cuando hemos sido violados en nuestros límites, en nuestro espacio. Necesitamos poner un alto en el camino a esas situaciones. La tristeza se experimenta en momentos en los que las situaciones no han sido satisfactorias, hemos perdido algo, estamos de luto o intentamos cerrar una relación que no podemos acabar d e terminar. La alegría es una expresión de bienestar de estar satisfechos y felices por las razones que sean, la alegría de vivir, de tener hijos, de ser quiénes somos, etcétera. El amor una disposición afectiva hacia algo o alguien y por tanto lo apreciamos, lo amamos y le damos un valor en nuestras vidas . Comprendo que en procesos como en los que estamos enfocados no son precisamente las más alentadoras, pero las emociones no son ni buenas ni malas simplemente son, y reitero su expresión se encuentra vinculada a nuestra historia personal. Es imposible disimularlas son el reflejo del alma y el semblante es su mejor delator y son precisamente estos sentimientos los que reflejan el estado de conciencia de cada individuo. Y nos sitúan en el lugar exacto en el que nos encontramos en lo que se refiere al cierre de ciclos. También es cierto que en el fondo de todo proceso de duelo estos sentimientos se entretejen con otros factores como la ansiedad, la confusión, el caos y la impotencia; dada su intensida d es necesario verlos de frente y saber que están ahí porque nos pertenecen y son parte sustancial de toda nuestra existencia. Con la ansiedad viene la aprehensión y el desasosiego, lo cual obliga una vez más a tomarlas con seriedad. 35
Y cómo los afronto: El primer paso para poder manejarlos es aceptarlos, están ahí, no se van porque no son actos voluntarios, los sentimientos y las emociones, suceden y se hacen presentes, a pesar de que mostremos resistencia. No son actos a modo, por el contrario, son event os que suceden en nuestro interior como una respuesta a nuestra esfera afectiva y psicológica. ¿Qué es aceptar las emociones y los sentimientos ? Es dejar de pelearse con ellos; sentirlos y dejar que se liberen poco a poco. Las emociones también tienen sus ciclos se experimentan, tienen un climax y después desaparecen. No están todo el tiempo, sino que se reciclan y vuelven y se van. Según Norberto Levy, creemos que las emociones son el problema. Se convierten en ello, cuando no somos capaces de disting uir sus señales y nos arrastran a un remolino de confusión y alteración. Cuando las convertimos en el problema mismo y dejamos de ver su riqueza para crecer y atender lo que nos indican… “así como aprovechar la información que nos brindan” Su represión conduce a males mayores que alteran otras áreas de la existencia y tienen un alto costo en la salud emocional y física de las personas. Aceptarlas es dejar de entrar en conflicto por sentir, es mejor mirar qué es aquello que tienen que decirnos. Las lágrimas, por ejemplo son un indicativo de tristeza, de miedo, de ansiedad, en ocasiones de alegría y de una gran emoción, entonces porque tragarse ese nudo en la garganta cuando lo que se requiere es dejarlo salir? Eso es expresarlo dejarlo vivir y experimen tar. En el momento en que solo una emoción domina la vida afectiva la experiencia de vivir se achata, se acorta y perdemos la capacidad de disfrutar momentos placenteros o dolorosos, todo se vuelve plano, sin brillos, sin claroscuros, sin matices, ni contrastes. Y, realmente, quién vive así más bien está sobreviviendo a una angustiosa desesperación de no poder expresarse con todas su plenitud emocional.
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Las pérdidas se entreteje n con otras heridas… En ocasiones el cierre de experiencias se torna conflict ivo y un camino lleno de piedras y de obstáculos, seguramente porque cada cierre, cada ciclo y algunos duelos están íntimamente ligados con otros aspectos de nuestra historia de vida. Dentro de estos aspectos podemos encontrar asuntos no resueltos del pasado o conflictos de la niñez o adolescencia que no fueron solucionados en su momento y ahora aparecen en el fondo de la experiencia presente. Nos enfrentamos a dobles dolores puestos en uno y por ello a veces no se comprende por qué resulta tan difícil ce rrar una experiencia. Así mismo nos exponemos a procesos anteriores en los que creímos haber concluido un duelo, pero aparece de nuevo en esta vida afectiva y emocionalmente reeditamos esos recuerdos de otras pérdidas y nos confundimos debido a su intens idad. Sobre la misma línea observamos que existen factores poderosos en lo que se refiere a afrontar la realidad. Quizá hemos estado acostumbrados a negar, a postergar la solución de los conflictos o a depender que otros siempre vean por nuestro bienestar o malestar, esta dependencia dificulta aún más el cierre de los ciclos y de los duelos. Otro aspecto importante que se mezcla con todos estos eslabones de la cadena de sanar son las fallas en la confianza personal, la falta de autonomía y decisión de reconocer que son procesos que nadie puede vivir por nosotros y que solo nos corresponde a nosotros mismos hacernos cargo. Nos rebelamos con fuerza, deseamos volver a nuestro terruño infantil para que llegue un mago poderoso y nos rescate, nos lleve a un pa ís maravilloso donde todo es perfecto en un abrir y cerrar de ojos. Por último el nivel de autoestima con el que contamos, si esa experiencia la ha minado y nos trastocó la valoración personal, nos encontramos en graves problemas porque esa será la tarea más importante en estos bloques de reconstrucción. La autoestima es tratada en un capítulo aparte por la importancia que merece como eje rector en nuestra vida psicológica. 37
El miedo se escurre por todos lados de mi exist encia… Creemos que no podremos y estamos expuestos a una sensación de impotencia porque los quiebres debilitan la fuerza y el coraje. Una de las expresiones de estar tocando sentimientos de temor es la desconfianza en nuestras propias posibilidades de san ar. ¡No voy a poder! No mostrarse, para algunos es el camino más seguro para no dejar ver ese terror que les inunda su circunstancia, juegan al escondite y se repliegan en sus propios sentimientos desasosiego y ansiedad. Además, este temor se aliment a de lo que los otros puedan decir, quien me conoce sabe que soy fuerte y valeroso. Los más cercanos nos piden fortaleza, ¡qué contradicción! Aceptar que tenemos miedo e incluso pavor es el primer paso para traspasarlo. Así como de sentimientos de preocu pación, imágenes de impotencia y desolación, y de fantasías catastróficas que intensifican aún más las sensaciones de cobardía y debilidad. El miedo en realidad no es el problema, aunque nos confundimos. El miedo es solo una guía que nos indica que una situación de ruptura, un nuevo replanteamiento y diversas condiciones vitales las tenemos que vivir; pero algunos le tenemos hasta “miedo al miedo”. Y para rematar estamos expuestos a un diálogo interno destructivo que nos impide avanzar, hasta que lleg a un momento en el que nos damos cuenta y caemos en la toma de conciencia que solo nosotros podemos brincar y dar saltos pero a nuestro ritmo y esa es una de las grandes ventajas del desarrollo personal. Conocer nuestro ritmo y aceptarlo. En este momento grandes compañeros de ruta están siempre al acecho para hacerse cargo de nuestra vida:
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El primero, la inseguridad, nos dice que no podremos, que tiene que estar a nuestro lado por si las dudas. El segundo, la desconfianza, también hace su aparición para escoltarnos en los momentos más obscuros. Y por último, la culpa, está siempre al acecho de derribar lo que se ha avanzado. Pero aún así, seguimos avanzando pese a las adversidades e incluso a pesar de nosotros mismos. El proceso vital es una respons abilidad que nos exige continuar el camino. Nada puede detener el flujo de la vida misma. Ninguna pérdida o experiencia puede ser tan poderosa como para elegir la renunciar a seguir. Existen caminos diversos, cada persona tiene el suyo propio y el que se elija siempre es el correcto. Pero una cosa es segura, cerrar ciclos o enfrentarlos es una posibilidad y continuar sufriendo sin evolucionar también es una elección. La vida en resumidas cuentas es una secuencia de sucesos y acontecimientos que ocurren a lo largo de nuestras experiencias, de algunos somos responsables, otros vienen a nuestras vidas, pero solo nosotros determinamos qué hacer con esas experiencias que nos guste o no tenemos que vivir.
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Dinámica de Reflexión: “Mis sentimientos” Los miedos En la libreta que has preparado para tu camino a la recuperación, en la sección de Mis sentimientos, vamos ahora a trabajar sobre los sentimientos de miedo: 1.- Escribe todo lo que sientes que te causa miedo en este momento. 2.- Ponlo en palabras, no te limites es solo un ejercicio de clarificación. 3.- Escribe de manera detallada todo lo que tenga que ver y con esa sensación de impotencia y frustración. 4.- En una de las hojas de la misma libreta con un plumón negro: - Realiza un dibujo sobre lo que consideras que te puede suceder ante esta situación que estás experimentando. - Dibuja todo lo que consideras que podría sucederte . Mis sentimientos. 5.- Enfrenta tus fantasías catastróficas: Tengo miedo de… Tengo terror de… Tengo pánico de… Tengo miedo de… Tengo terror de… Tengo pánico de… Y así, repite una o dos páginas completas. Cada vez que el miedo se apodere de tu situación vuelve a repetir este ejercicio escribe, dibuja y repite frases una y otra vez.
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Dinámica de Reflexión: “Tus miedos en acción” Ahora vuelve a leer la dinámica anterior y responde las preguntas que se dan a continuación:
¿A qué le temes realmente? A la soledad, a la vida, a afrontar, Para enfrentar al enemigo necesitas llamarlo por su nombre. Ponle un nombre a tus miedos. Escríbeles como si fueran un compañero fiel que te acompaña y te guía. Aunque quieras botarlo no se irá. Comprende que el miedo es una parte de ti mismo. Parece absurdo pero escríbele una carta a tu miedo. Busca una persona comprensiva con quién puedas hablar de todos tus temores. Asiste a cursos y talleres o acude con un profesional.
Y cada vez que sientas miedo tienes que volver a repetir la experiencia.
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Cómo expresar la ira y transformarla… La ira, el enojo y la rabia son e mociones normales pero incendiarias. Se tornan complicadas cuando se trata de su expresión, además no está “bien vista”. Las personas contraladas no se enojan, no se desacomodan a pesar de las circunstancias. “Estaré ¡tan mal! Me siento que quiero destru ir todo lo que se me ponga enfrente” Sobre todo en aquellas relaciones significativas que se escapan a nuestro control como el abandono, la infidelidad, el desamor o pérdidas materiales que no podemos, al menos por el momento, remediar. Nuestro enfoque está en el sentimiento o la emoción pero en realidad ese no es el punto, como lo he mencionado, sino en la forma cómo las afrontamos y cómo la expresamos. La experiencia de sentirse enojados, molestos o frustrados tiene sus raíces en las vivencias de la infancia y solo cobrando conciencia de cómo nos educaron, ahí encontramos la claves para comprender gran parte de lo que nos está aconteciendo con nuestros sentimientos. Esos modelos infantiles de comportamiento se encuentran en el fondo de toda experiencia de duelo influye directa e indirectamente en la resolución de los mismos en el momento presente. Una vez aclarados esos fondos de la experiencia, estamos en condiciones de ser más amables y tolerantes con nuestra historia de vida, la cual ha tenido vivencias que han marcado la forma de exteriorizar lo más temido en la vida: “la expresión de los sentimientos”. La parte más humana de nuestra imperfección y de la riqueza interior. Ahora que lo vemos desde una óptica diferente y con unos lentes más realistas sabemos que no se nos permitió expresar la ira, que se reprimió que fuéramos miedosos, que no debíamos expresar la tristeza mucho menos la debilidad, y tantas cosas que se nos dijo… 42
Debemos asumir primero que esa fue la tónica de nuestro proceso in fantil, tampoco es tan dramático todos los sufrimos, nadie en su propia historia puede decir que “todo ha sido perfecto”, porque una condición del ser humano, afortunadamente es su plasticidad, su capacidad de darle la vuelta a sus experiencias y convertirlas en algo más constructivo y generoso. Los fantasmas del pasado se acumulan en la vida psicológica y forman las creencias que son tan arraigas en la expresión de los sentimientos que se apoderan de la experiencia. Las creencias son mandatos inconscien tes que se expresan en términos del “deber” y del “tener que”. Se refieren a una serie de consignas que hemos hecho nuestras porque así lo dictan las normas sociales, los grupos familiares o los modelos infantiles. Las damos por hecho y no las desafiamos porque están en la raíz misma de la psicología personal. Pero para que puedas darte una idea al respecto se encuentran en frases como: “El que se enoja pierde” “ No es correcto expresar la ira” “Aunque te enojes nada va a cambiar” “Con ese carácter nadie te va a querer” La expresión de estos sentimientos de manera constructiva son una gran liberación de tensiones psicológicas, de lo contrario como están compuestas por energía, quedan en el cuerpo y se expresan en términos de malestares físicos como: fatiga crónica, dolores de cabeza, contracturas musculares o algún padecimiento de tipo crónico como es la hipertensión, la gastritis o las dermatitis que simbolizan lo quemante de esos órganos del cuerpo.
El cuerpo siempre habla lo que los sentimiento s callan.
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Es común que las personas eviten tener estos sentimientos y desvíen su punto de expresión en otras actividades que alivien sus tensiones, pero que de ninguna manera son una solución a los conflictos . Este tipo de conductas de evitación son: Las adicciones. Dormir en exceso. Tornarse irascibles con otros. Enojarse por detalles insignificantes. Acciones autodestructivas. Accidentes frecuentes. Utilizar lenguaje lastimoso y tener actitudes humillantes frente a los demás. Romper cosas y destruir las propias pertenecías. Automutilaciones. Y en casos graves el suicidio o el homicidio. Necesitamos revisar las creencias que se refieren a una serie de consignas que hemos hecho nuestras porque así lo dictan las normas sociales, los grupos familiares o los modelos infantiles. Las damos por hecho y no las desafiamos porque están en la raíz misma de la psicología Ya que es tan importante el manejo de la ira en el final de este capítulo te daré una cantidad importante de técnicas que puedes utiliza r para apaciguar estos ánimos iracundos que siempre tienen una forma de salir a flote de manera menos dañina y perjudicial.
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La ira cuenta con sus propios disparadores … La ira es un motor de expresión que siempre tiene elementos internos que pueden reavivarla y hacer que surja de nuevo con mayor o menor intensidad. Recordar la situación una y otra vez hace que se reaviven los sentimientos que acompañan a esas vivencias. La frustración frente al evento también genera de nuevo estas imágenes que hemos experimentado. Algunos eventos que volvemos a sufrir se entremezclan con los recuerdos, las vivencias, los pensamientos y los anhelos de aquél ayer. Existen ambientes que por su naturaleza evocan situaciones del pasado y surgen de nuevo los sentimientos como si fuera el mismo momento en el que la estamos viviendo y el encuentro con algunas personas que nos hablan sobre nuestra vida anterior o bien están impregnadas de ese pasado que hemos olvidado o que no hemos superado del todo. En este momento del proceso es cuando más estamos apoyados en la necesidad de cerrar ciclos y duelos en la vida. No podemos evitar aislarnos de los recuerdos, de los pensamientos, de las personas, de los acontecimientos y de la vida misma. Así que emprender el camino del cierre , de dar solución es la manera más auténtica para la recuperación. Ahora podremos darnos cuenta cuánto hemos avanzado en el proceso de cierres de experiencias y si no hemos logrado un gran avance, que lo dudo, empezar por aceptar que no hemos caminado de l todo. Existe una técnica realmente que ha logrado una gran efectividad para enfrentar circunstancias como la anterior . Aprender a relajarse sobre todo en momentos en que la carga emotiva no es tan fuerte ni está avasallando la experiencia: la relajación es el método por excelencia que siempre permitirá desactivar esos disparadores porque estaremos en condiciones de afrontar nuestra propia reacción a los mismos. Empieza, desde ya a practicarla y te sorprenderá lo que puedes lograr en tu desarrollo personal.
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Dinámica de Reflexión: “La ira incendiaria” A continuación te voy a dar cinco ejercicios que puedes utilizar para afrontar la ira en cualquier momento: 1.- Respira y cuenta hasta 10. 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, 0 Repítelo tres o cuatro veces hasta que tengas la sensación de haberte tranquilizado. Pon música relajante la mayor parte del día. Repite este ejercicio las veces que sea necesario durante el día. 2.- Tome una almohada y péguele hasta quedar exhausto. Mientras lo hace grite. Llore. Saque su furia. Golpea con fuerza y para descargar la energía motriz que todo enojo trae consigo. 3.- Consigue un par de revistas y rásgalas, rómpelas, separa las hojas con fuerza y arrójalas al piso. Haz una actividad física que te permita deshacerte de la energía del enojo: corre, juega un deporte en el que te muevas que implique fuerza física. 4.- Escribe en tu apartado de emociones: todo lo que sientes al respecto de este sentimiento durante quince minutos por lo menos. Sin parar. 5.- Escribe una carta sobre tu ira hacia ti. Que incluya no solo las iras y enojos del duelo sino las de toda tu vida.
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Una vez que la hayas terminado, vuelve a leerla y quémala. Toma ahora una hoja de papel y escribe en frases cortas y llena las oraciones que a continuación se te piden: Ahora me siento… Ahora me siento… Ahora me siento… Ahora me siento… Ahora me siento… Ahora me siento… Ahora me siento… Ahora me siento… Ahora me siento… Ahora me siento… Ahora me siento… Ahora me siento… Y cada vez que experimentes esta ira vuelve a repetir el ejercicio.
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De la ira a la tristeza y la congoja… La ira intensa ahora parece haberse esfumado, estoy sin fuerzas y siento que mi vida es como una espiral hacia abajo. Me siento inmerso en un laberinto de emociones y sin fuerzas. ¡Cuánta debilidad! “Mis deseos de continuar adelante están por los suelos, la voluntad no está por ningún lado, aunque me esfuerzo, pero no la encuentro y no puedo caminar otro peldaño porque no encuentro de dónde sostenerme. ” En este laberinto de emociones todas las puertas parecen estar cerradas. “Me estoy volviendo loco con tanto dolor y desesperación ”; “los senderos se encuentran llenos de ansiedad y turbación ”. Y lo que es peor: “¡me siento con tanta soledad!” “Las ganas de comer me han abandonado, me despierto cada noche empapado en sudor y veo las horas pasar dormitando con mis pensamientos y miedos como almohadas que pronto amanecerá para que sea un día más igual que todos”. El nudo en la garganta que no permite ha blar con claridad o tragar experiencias nuevas, un intenso dolor en las entrañas y unas cuantas punzadas en el corazón que se acompañan de cambios emocionales repentinos y una sensación de estar separados y aislados del mundo entero. “Nadie me entiende”. Estas vivencias son algunas de las expresiones de las personas que se encuentran tocando estos sentimientos intensos y perturbadores hasta del buen dormir. No te asustes ni desanimes, son reacciones normales frente al cierre de experiencias. La concienci a también plantea resistencias al cambio pero tenemos que irlas venciendo poco a poco. En estos momentos solo puedo decirte que la paciencia, comprensión y entendimiento son los aliados más firmes en estas circunstancias. Pero de que es posible, es posible.
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Qué hacer con tanto dolor… La regla de oro para poder salir de una situación primero es aceptar que estamos en ese lugar. Que estamos perdidos y que por el momento, aunque quisiéramos, no podemos estar en otro lugar emocional. Los sentimientos no se planean a voluntad simplemente surgen y son parte de nuestra existencia. Dejar de pelear con ellos es la mejor medicina para comprenderlos. Claro que no estamos habituados a vivir con ellos . Salimos corriendo por la puerta de atrás para no sentirlos. Me jor evitarlos que darles un lugar en nuestra experiencia. Además como son sentimientos que “no nos gustan” por su intensidad y desacomodo que plantean en nuestras vidas . La única forma es: DEJAR DE PELAR CON NUESTRO ESTADO EMOCIONAL. El tiempo de luto, de congoja y de tristeza es normal para salir airosos y enriquecidos de esas experiencias que ya no podemos volver a experimentar. Lo más indicado: Llorar, llorar, llorar y una vez más llorar. Las lágrimas son un bálsamo de sanación. Son un regalo de la vida para llenar esos espacios de tristeza y desolación. El llanto purifica cualquier sentimiento, pensamiento, dolencia y su mejor resultado: nos sentimos renovados cuando nos damos cuenta que ya no quedan más lágrimas disponibles para esta exp eriencia de vida. El desaliento y la aflicción solo son capaces de sanarse con un río de lágrimas si eso es lo indicado en nuestra intensidad de las emociones. No las detengas más, a solas o en compañía, cuando se presenten reconócelas como tu parte más importante para salir de toda tristeza y desolación.
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Dinámica de Reflexión: “La tristeza, la depresión y la congoja” Este ejercicio es muy efectivo y consiste en elaborar una carta de despedida a la persona, la situación o el evento que nos ha puesto en una situación de luto y duelo. Un escrito que hable sobre nuestra pérdida. Y en el espacio en blanco escribirás todo que significó para ti la experiencia y el quebranto, si se trata de un divorcio, muerte, o lo que tu consideres que debes dejar atrás, no olvides también despedirte de aquellas cosas que te hicieron sufrir. Por ejemplo: “le digo adiós a tus gritos, a tu control y lavar la ropa para los dos.” La carta tiene que iniciar de la siguiente manera: Hoy, le digo adiós, me despido de: Hoy le digo adiós a… Hoy le digo adiós a… Ahora sí más nunca… Ahora sí más nunca… Hoy es el momento de despedirme de… Hoy es el momento de despedirme de… Cada vez que vuelvas a sentir la tristeza y los suspiros y el anhelo por lo que fue y ya no está, escribe una c arta. Después de dos días vuélvelas a leer y date cuenta cómo te sientes y que aprendes de tu experiencia de despedida. No tienes que mostrársela a nadie, así que puedes decir todo lo que sea de tu ser más íntimo. 50
Y además, tener que lidiar con los rem ordimientos y la culpa… La culpa es un sentimiento aprendido que está en relación directa con la cultura y los medios sociales en los que nos desenvolvemos. Es un sentimiento aprendido que tiene que ver con aquello que hacemos u omitimos. Todo sentimiento de culpa está cifrado en las acciones, en lo que dijimos, en lo que callamos y en lo que pudimos haber hecho o no. Estos remordimientos y cruda moral se encuentran matizados en un fondo de vergüenza que se asienta en la parte más íntima de la existencia . Si observas bien estas cuestiones se encuentran en función del pasado y es una tortura porque como he venido apuntando a lo largo de estas líneas, sobre lo andado como tal, nada podemos hacer, no estamos aptos para transportarnos en el tiempo y repara r ese daño que hicimos, pedir ese perdón que nos martiriza o reflexionar un poco más sobre aquellas palabras que dañaron tanto la relación. No hay marcha atrás, tenemos que dar una solución en el hoy. Cada autorreproche deteriora la autoestima estamos ex puestos a aquello que hicimos mal, que no era correcto, que no se debía hacer y olvidamos que tal vez, nuestras reacciones están en función del comportamiento del otro, pero no, nosotros tenemos que ser responsables de todo, de todo, de todo, de todo… Empeñarnos en sentirnos culpables es una manera de evaluar las experiencias con unos lentes que no nos permiten ver la realidad en forma realista. Somos responsables: sí y no. Sí, en el sentido que somos los únicos encargados de dirigir nuestras acciones y no, ya que también los otros, nuestros amores más queridos y por los que sufrimos tanto, tienen sus propias formas de actuar. Pero la libertad estriba en formarnos un criterio de lo que corresponde a los demás y de lo que es nuestro, de nuestra propieda d, para entonces sí, aclarar lo que nos corresponde y lo que es de los demás.
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La culpa es un arma engañosa que nos persigue en sentimientos, pensamientos y acciones. Pero también, como todo en la vida, tiene una parte muy alentadora que nos lleva a repara r todo el daño que hemos hecho, si es que así ha sido. Su gran función en la vida psicológica es que nos lleva a la reparación del daño que creemos hemos infligido: nos obliga a pedir disculpas, a reconsiderar nuestras conductas y actitudes, a cambiar nuestros hábitos y acciones y a volvernos más responsables de las palabras que decimos a quienes amamos y a quienes no tanto, y ser más conscientes de cómo nos relacionamos con aquellos que conviven en lo cotidiano de la existencia. Los autorreproches y la culpa están enfocados a hacernos un mal y pagar un castigo por aquello que lamentamos en nuestro comportamiento. Pero todos caemos. El mismo Jesús, lo dijo: “el que esté libre de culpa que aviente la primera piedra”. Bueno cualquiera de nosotros, estar ía dispuesta a aventar no una piedra sino todo un yacimiento de ello, afortunadamente la vida emocional cuenta con mayor flexibilidad y cuando algo nos va mal, podemos darle la vuelta y salir más o menos airosos frente a circunstancias devastadoras. Todos los seres humanos tenemos recursos inimaginables que se ponen en acción en momentos de crisis, salimos de nuestra área de confort y un mundo de posibilidades parece abrirse en nuestro camino. ¿Será que éramos ciegos? Tal vez no podíamos ver, pero siempre se abren senderos y este libro es una posibilidad de romper barreras internas que impiden llegar a donde deseamos, no importa dónde queramos estar, lo más significativo es que es nuestro, y ese, es precisamente su valor. Esa fuerza que necesitas r escatar para encontrar la fórmula mágica del conocimiento de la vida, lo han dicho grandes autores, puedes leerlo y releerlo, pero hasta que no lo apliques no será de tu propiedad:
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Todo lo que necesitas está en tu interior y de ti depende si lo dejas com o carbón o lo transformas en un fino diamante. En este momento en tu vida Yo puedo acompañarte, Puedo ser una guía, Puedes acudir a mí cuantas veces quieras y necesites, Pero la vida, siempre es un proceso individual, Repetidas veces nos cobra todas y cada una de las facturas. No podemos quedar fuera, Las facturas siempre son cobradas en el plano económico y en el emocional, No creas que puedes escapar a esta ley, Todo en la vida tiene un precio, Y tenemos que pagarlo, No es una cuestión de querer o no, Es solo la ley de vivir. Los precios siempre están vigentes, Aunque te evadas tienes que hacer frente a tus circunstancias, Tarde que temprano el tiempo siempre te alcanza, El momento es ahora no existe otro tiempo, El presente es un gran tiempo para valorar, No malgastes más tu presente en circunstancias destructivas. 53
Dinámica de Reflexión: “La culpa” En esta dinámica vas a poner todo lo que tenga que ver con tus sentimientos de culpa y lo que has hecho tan mal. Al terminar, después de un día o dos, vuelves a retomar la lectura. Y vas a hacer la segunda columna. Solo date cuenta cómo te sientes y escríbelo debajo de la hoja que hayas utilizado.
Culpable de qué…
Me felicito por…
Y continúa haciéndolo hasta que te sientas mejor y entre en contacto con aquello que te acarrea esta sensación de culpabilidad.
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Haciendo un balance de la situación… Y en este momento es importante que respondas algunos cuestionamientos que se detallan en las siguientes líneas de manera que tus rutas de viaje se vayan completando y al evaluar también tu autoestima y valor personal aumentan ante tus ojos. ¿Qué has aprendido hasta este momento de tu experiencia de duelo? ¿Cómo miras ahora tu experiencia de dolor? ¿Qué fue lo positivo de esta experiencia de pérdida. ¿Qué habilidades has tenido que desarrollar? ¿Qué aspectos de tu vida han tenido que cambiar? Y sobre todo: ¿En qué clase de persona te estás convirtiendo al soltar todo ese equipaje lastimoso? Es muy importante que trabajes en ti. Que valores tus avances y que estés mejor equipado en tu vida. Solo algunas líneas más para cerrar este capítulo sobre los sentimientos que son un recordatorio de tu bien más preciado: Es de vital importancia recordar que se trata de un proceso dinámico y que en toda recuperación psicológica habrá recaídas, una y otra vez, sentirás que estás en el mismo lugar, pero ese es un engaño, cuentas con todas las herramientas para enfrentar no solo los sentimientos sino cualquier desafío que te plantees en la vida. Sé amable contigo mismo y cada logro celébralo intensamente, continúa buscando nuevas formas y personas que refresquen tu vida y te alienten para que sigas adelante en tu desarrollo personal. El compromiso con tu bienestar emocional es el más importante no lo abandones a la primera de cambios. 55
Dinámica de Reflexión “Mis avances” En este apartado es muy importante que vayas al apartado de tu carpeta del mismo nombre de la dinámica. Y que dividas en hojas diversos aspectos de tu vida. Social. Familiar. Económico. Laboral. Sentimental. Actividades. Y escribe ahí tus avances y cómo te sientes. Además puedes poner imágenes de recortes de revistas para que lo puedas ver más gráfico. Símbolos que te den una sensación de éxito y avance. Los avances y pasos hacia adelante no tienen que ser espectaculares, simplemente lo que es un triunfo para ti. Premia tu avance con algo que te guste: un chocolate, una cena, ir al cine, hablar con un amigo, etcétera. Te darás cuenta cómo este solo hecho elevará tu autoestima. 56
Capítulo 3 Cuando la autoestima se deteriora en los procesos de duelo… En un proceso normal de duelo la autoestima no tendría porque verse deteriorada o en déficit, aceptamos la rea lidad como es, pasamos la realidad de las pérdidas como una condición de la vida. En este sentido cuando un padre muere, un hijo se casa o cambiamos de residencia para mejorar no cuestionamos nuestro valor personal, estas aflicciones las aceptamos de u na u otra manera. Sin embargo existen ciertas penas que nos llevan a experimentar un estado de insatisfacción, de enojo o de insuficiencia que nos señalan que nuestro estado de ánimo está dirigido hacia un desprecio de nosotros mismos. Estas penas se encuentran dentro de lo que se denomina duelos relacionales y están es estrecha vinculación con experiencias como son las rupturas sentimentales, abandonos, divorcios, la muerte de un ser querido cuando había asuntos pendientes que resolver. La autoestima es una de las partes más significativas que aglutinan la personalidad y por ello he incluido este apartado que nos permite encontrar mejores caminos para realización personal. La autoestima tiene que ver con el amor propio. Y es precisamente, en es a autoimagen en la que vamos a centrar en este capítulo. No importa cómo nos ven los demás, lo que determina nuestra posición en la vida es el lo que nosotros pensamos de nosotros mismos, es una relación profundamente íntima acerca de quiénes somos. Lo que nos identifica y nos lleva a tomar riesgos o mantenernos en una vida mediocre o insatisfactoria. En esta existencia no puede haber una relación más intensa y significativa que la que sostenemos con nosotros mismos. Pero es la parte más olvidada.
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La guardamos en el desván y nos olvidamos de ella, el mundo externo y los otros, tienen más poder sobre lo que me sucede , que Yo mismo. Dada la importancia de la recuperación de los duelos en las que la autoestima se ve comprometida he decido dedicar un capítul o amplio sobre este tema. La mirada y el acento necesitan estar enfocados en el valor personal y no en la pérdida.
La autoestima y los procesos de duelo… En situaciones normales de duelo la autoestima no debería de estar comprometida, los procesos de cie rres de experiencias se encaminan hacia un proceso de sanación y nada más. Perdemos a nuestro padre y no necesariamente nos sentimos poco valiosos. Tal vez estamos a punto de cambiarnos de residencia a una mucho mejor y no por ello sentimos que somos personas poco valiosas. La boda de un hijo o quizá partir a una ciudad lejana para obtener un mejor trabajo. Si bien este tipo de eventos requieren de un cierre de ciclos siempre están frente a una tesitura en lo que existe algo más delante de nosotros y de alguna manera eso compensa y permite con mayor facilidad aceptar nuestra nueva realidad. Pero existen algunas condiciones afectivas en las que la autoestima se comprometida o sufre un revés y nos sentimos poco valiosos, impotentes, no confiamos en nuestras capacidades y al mismo tiempo padecemos fuertes depresiones que nos llevan a experimentar la falta de valía un déficit profundo en la autoestima e imagen personal. Hablamos así principalmente de aquellos duelos relacionales en los que estamos expuestos a rupturas sentimentales, abandonos, divorcios, infidelidades, la muerte de alguna persona con la que teníamos algún asunto pendiente que no pudimos resolver, o tal vez, hemos tenido una gran responsabilidad en la condición de la pérdida.
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Y entonces nos sentimos muy culpables con remordimientos e incluso avergonzados de nosotros mismos y es ah í cuando la autoestima parece estar totalmente arruinada. Sobre todo si se trata de relaciones muy significativas como son las de pareja. Las rupturas en la relación de pareja son un capítulo aparte por su precisión y lo que las detona en mi libro: Cómo Recuperar la Confianza en el Amor: Heridas y cicatrices en el relación de pareja me refiero a los diversos aspectos que se encuentran implicados en una relación amorosa, como son: la intimidad, los riesgos del amor en pareja, las rupturas y a qué le lloramos cuando una relación se termina o cambia de situación, finalmente te llevo de la mano para que construyas un proyecto de vida tanto si estás en pareja como sino. De manera que ahora entraremos en materia, la autoestima es la parte de más sutil que está en relación directa con lo que nos constituye como personas. Nos da el empuje para ser un tanto egoístas y apropiarnos de nuestras decisiones y elecciones. Nos permite ejercer la libertad y asumir las consecuencias de nuestras acciones. La autoestima fija al mismo tiempo los límites de las relaciones tanto internas como externas, si lo observamos bien, está en función de cuánto permitimos ser mal o bien trat ados no solo por los demás, sino por nosotros mismos. La responsabilidad de tu vida solo te concierne a ti y a nadie más. La autoestima no permite no negociar el valor personal. La autoestima no está en discusión con nadie. La autoestima no la dicta la fuera sino el interior. Solo fortaleciendo la autoestima somos capaces de florecer en el afuera y poder ofrecer a otros lo que somos.
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¿A qué nos referimos con el término autoestima? La autoestima es un concepto que ha sido estudiado en los últimos años de una manera seria, pero también es cierto, que todo mundo habla de la misma como si fuera lo único en la vida de las personas. El sentido se ha desvirtuado ya que es necesario que dicha valoración personal esté centrada en una realidad y no en “falsas e xpectativas” de las potencialidades de la personalidad de los individuos. La autoestima es la disposición afectiva o emocional que tenemos hacia nosotros mismos. Se trata de una actitud y de una percepción en lo referente a la valoración personal y de có mo nos sentimos con nosotros mismos. En última instancia se refiere a la evaluación que hacemos de nuestra persona tanto en los pensamientos, sentimientos y acciones. La confianza y la certeza en nuestras capacidades y talentos para resolver la vida y enfrentar sus retos es una cualidad de esta valoración personal. Si tenemos plena confianza en nosotros mismos seguramente estaremos en condiciones de resolver cualquier condición que la vida nos presente. Y uno de esos retos es la posibilidad de cerrar ciclos y etapas en la vida así como de enfrentar los duelos y las pérdidas, ya que los procesos afectivos sacuden a la personalidad completa en estos momentos de crisis o de dificultad. Nos ponen a prueba al mismo tiempo que incrementan nuestra fortaleza. Esta orientación afectiva frente a nosotros mismos es más amplia y tiene que ver con aquellas condiciones de merecimiento. Una gran cantidad de personas que asisten a las consultas de los psicólogos parecen que se encuentran con daños o fracturas en su aut oestima porque sostienen en sus creencias inconscientes la consigna de “no merecer” No merecer suficiente valor, felicidad, abundancia, reconocimiento, amor, aprecio y es como si estuvieran en concordancia con la cultura del sufrimiento. Contar con una b uena autoestima es sentirse dignos de recibir.
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La autoestima se va formando durante la vida siendo los años de la niñez y adolescencia fases importantes para que se consolide, fluctúa de acuerdo a las diversas experiencias que vivimos y en relación direc ta con las personas que nos relacionamos. Las personas más significativas que han estado a lo largo de nuestras vidas junto a nosotros determinan con sus actitudes, palabras y sentimientos hacia nosotros la manera en cómo nos evaluamos. Los padres, educa dores, compañeros de escuela y los logros o fracasos que vamos obteniendo van siendo espejos importantes de cómo nos miramos a nosotros mismos. El proceso educativo y formativo es así y todos hemos sido formados de acuerdo a lo cómo nos reciben. Nuestra inmadurez emocional se encuentra expuesta a modelos que no siempre fueron los mejores. Ellos también traían su propio bagaje personal. Podríamos enfurecernos y rebelarnos contra quienes nos formaron de una manera distorsionada o quizá poco amorosa pero no se trata de encontrar culpables y quemarlos en la hoguera. Sino de comprender nuestro propio proceso y hacernos cargo ahora de lo nuestro. La autoestima es el termómetro mediante el cual medimos el nivel de nuestro valor y aprecio personal. Baja o sub e pero es una guía que nos permite darnos cuenta cuáles son aquellos aspectos que necesitamos trabajar. Una buena autoestima se trabaja, se reedita, se eleva hasta donde nosotros seamos capaces de estar comprometidos con nuestro proceso personal. Se trata de una responsabilidad individual aunque las demás personas te digan que vales mucho, que eres excepcional, muy inteligente, buen amigo y lleno de cualidades, hasta que no existe en tu ser como un tatuaje y con un sentimiento genuino, es difícil que pued as incrementar tu autoestima de una manera realista.
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Pero siento que no valgo nada… En algunos momentos críticos de nuestra vida es difícil reconocer el valor personal y sentimos el peso de la desvalorización como una lápida que no permite salir a flote, al menos, tan rápido como quisiéramos. Establecemos relaciones que nos entierran aún más con piedra y lodo todo lo que tenemos de valioso y certero. Aceptamos las críticas y los juicios como veredictos de nuestra existencia. Pero es solo el juicio de lo s otros. Siempre es importante tomar nota de lo que los demás nos indican, pero no tenemos que creerlo como verdadero, y aún más, cuando sabemos internamente que están equivocados. Lo más importante es lo que te dicen tus acciones, tus logros, tus vivenc ias y tu intimidad más genuina. Tenemos errores y defectos, los aceptamos pero nos apalancamos en lo que es valioso y lleno de encantos en nuestra personalidad. La autoestima no solo tiene que ver con el valor sino con el orgullo de ser quienes somos, con la imagen que nos hemos forjado a lo largo de la vida y está cimentada en nuestros aciertos, que de pronto, todos los reconocen menos nosotros mismos. Este gozo y confianza de vivir la vida para nosotros mismos es uno de los pilares que sustentan el gran valor personal. El valor de quiénes somos y la importancia que nos damos a nosotros mismos en la vida. Todos somos los protagonistas de la propia historia. Entonces porque no tomar el papel estelar en ella porque nos conformamos con un protagonismo de a poquitos, un pobre papel de víctimas que nos confronta con lo más miserable de la vida humana. Salir airoso y con la frente en alto pese a las rupturas, abandonos o pérdidas es una condición de la autoestima y comprender que el mundo es un lugar mejor porque Tú y Yo lo habitamos. Y desde esta plataforma sentar bien las bases de lo que siento y creo acerca de mi persona. Una vez dicho esto, valdría la pena preguntarnos: ¿Cuánto valgo para mí?
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Cuando la autoestima se encuentra fracturada… La autoestima o formas de valoración personal tienen diversas razones por las que pueden verse dañadas. La vida de todos los seres humanos se encuentra siempre expuesta a necesidades que tal vez no fueron resueltas en su momento o quizá vivimos experiencias durante nues tro desarrollo que estuvieron fuera de nuestro control. Algunas experiencias que pueden haber afectado un desarrollo sano de las mismas se encuentran necesidades muy básicas e infantiles que todos necesitamos resolverá ahora en la vida adulta. Una de ellas es la sensación de no ser aceptado tal y como nosotros hubiéramos querido lo que se traduce en un sentimiento de rechazo. Las personas expuestas a esta tipo de vivencias poco arriesgan en sus vidas. Tienen miedo de expresarse para evitar así decepcio nes, dejan de expresarse y prefieren mostrarse, en su mayoría, muy complacientes con el medio ambiente. Otro factor importante puede ser el sentimiento de abandono y el terror de perder lo que se ama. Así vamos por la vida aceptando maltratos, e incluso abusos con tal, de que la persona a la que amamos o de la cual dependemos no nos abandone. Somos capaces de mostrar un alto grado de frustración y enojo pero quedamos ahí quietos para que los demás permanezcan con nosotros. Quizá provenimos de ambientes poco afectivos en los que el modo de formarnos y educarnos fue mediante la crítica constante, burla, humillaciones y ambientes de agresión física o pasiva. Este tipo de climas afectivos no permite contar con la certeza y la seguridad de quienes somos. Por el contrario, nos mantenemos pidiendo aprobación constante sin confiar en nuestras percepciones, sentimientos y elecciones. Esto deteriora de un grado importante la estima propia y tenemos que trabajar en ello para edificarla de una manera más realista.
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Como lo he venido apuntando la autoestima es el engranaje más importante que sostiene todos y cada uno de los aspectos de la personalidad. Al desgastarse toda lo que implica nuestros procesos afectivos y de pensamiento se desestructura. Sin embargo como el mantenimiento de los motores es factible aceitarla de nuevo y hacer que funcione con todas sus piezas a la perfección. Claro que existen días en los que no todo nos sale bien, pero esa, no es una condicionante para dejar de lado nuestro valía. En algunos duelos o cierres de experiencias en esta autoestima se puede llegar a presentar una fisura que tenemos que resanar, reconstruir y ayudarla a que sane de la mejor manera. Nadie está exento de ser rechazado, abandonado, humillado, criticado, descalificado e incluso agredido, pero eso no obsta, para que lo tomemos con una vivencia personal que determine su importancia en nuestra apreciación personal y de vida. A lo largo de nuestro desarrollo y de las diversas experiencias de vida todos necesitamos de la validación y reconocimiento y de fuentes de estima y seguridad, es natural, es humano, pero el hecho de que no lo hayamos recibido del todo, o como hubiéramos deseado, no quiere decir que seamos la peor escoria del mundo. Simplemente tenemos que ponerlo en una balanza, y además, saber, que nosotros podemos iniciar ese proceso de aceptación personal. El gran problema es que la gran mayoría de las personas están dispuestas a dar la última palabra a otras personas para que las definan en sus vidas . Cuando esto sucede es momento de hacer un alto en el camino. Es mirar los focos rojos que tenemos enfrente y detenernos a evaluar la situación que estamos viviendo y que nos está costando emocionalmente un alto grado de estrés de insatisfacción y de sufrimiento .
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Autoestima e identidad… La autoestima está en relación directa con las personas que somos y cómo estamos viendo nuestra manera de ser y no ser. La identidad es el proceso mediante conocemos y aceptamos o no lo que somos y lo que no. Nadie puede ser diferente a lo que es. Podemos esforzarnos por cambiar. Pero para cambiar primero tenemos que coincidir con lo que somos. Entrar en contacto con la identidad propia es sumergirse hacia una mirada interior. Vernos internamente para saber de qué estamos hechos, cómo nos hemos desarrollado, qué es aquello que nos conforma y aquilatar eso que si somos. Lamentablemente la mayoría de la gente que vive con una sensación de fracaso, carencia y fracturas es su estima propia está enfocada en poner el acento frente aquello que no es, lo que le falta, lo que no tiene, lo que le gustaría pero no trabaja en ello, en consecuencia los lentes a través de los que se observa están empañados por la crítica, los juicios severos y la frustración de ser lo que no desea ser. Para poder entrar en estos terrenos del valor requerimos iniciar por darnos cuenta de diversos aspectos humanos que todos, absolutamente todos llevamos dentro. Cuáles son nuestros pensamientos dominantes acerca de nosotros mismos, de los demás, del mu ndo que nos rodea, de la vida, de los logros, de los fracasos y de todo aquello en lo que nos corresponde. Por otra parte también conocer cuáles son los sentimientos a los que estamos más acostumbrados a sentir o bien a evadir. Aquellas emociones predominantes también tienen una gran influencia en las actitudes que tomamos frente a las circunstancias propias, siendo una de ellas, el cierre de ciclos, experiencias y duelos.
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Otro aspecto importante en la valoración y estima propia está en relación de directa en las relaciones que establecemos. Si empezamos a observar quienes son nuestros compañeros de viaje en esta vida podemos iniciar una toma de conciencia no solo de las personas que se encuentran a nuestro alrededor sino de cómo establecemos esas relacio nes, cuáles son sus cualidades y estilos: abandono, maltrato, satisfacción, respeto mutuo, violencia, crecimiento, etcétera. La forma de expresarnos acerca de los demás y de nuestra persona es un indicativo más de la estima personal. Las palabras que ut ilizamos y cómo permitimos que los otros nos traten a nosotros mismos. Las personas por momentos parecen sus peores enemigos se expresan de sí mismas de una manera humillante, grotesca e incluso denigrante. ¿Será entonces que el concepto que tiene de sí misma esa persona en lo particular es valioso? El reconocimiento de las necesidades y qué hacemos para satisfacerlas es un punto muy importante para conocer en dónde ponemos el acento acerca de quiénes son significativos en nuestros días. Algunas personas anteponen todo antes que ellas y cuando se tienen que ocupar de sí mismas ya están exhaustas y cansadas. Otras son dependientes y esperan hasta la eternidad a que venga otro y le ayude a resolver sus propios intereses. Algunas más son tan independientes que queda la sensación de indiferencia y de poco valor ante ellos. Así vamos recorriendo el camino de lo que nos constituye como seres humanos y lo traducimos en acciones que pueden ir orientadas hacia la satisfacción, la construcción o bien hacia el autos abotaje y la destrucción del propio Yo. Infinidad de personas están centradas, como diría un autor conocido en la teoría de la comunicación, en el arte de amargarse la vida mediante una serie de conductas que lejos de remar a su favor van contracorriente de su bienestar psicológico, emocional e incluso físico. Por tanto, tenemos que observar nuestros actos esto nos dará una guía importante para darnos cuenta cómo le hacemos para enfrentar nuestra realidad.
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Y llegamos entonces a la parte más inconsciente de nuestras actitudes y formas de expresarnos que son las creencias. Estos credos internos que nos repetimos una y otra vez y lo damos por cierto. Toda creencia se encuentra enraizada sobre la percepción que se tiene de uno mismo, del mundo y de los demás. Necesitamos entonces cuestionar las propias creencias si las aprendimos quiere decir que pueden cambiarse pero requieren de un trabajo personal y comprometido. En el momento en que una creencia se replantea todo nuestro sistema de valores, creencias, ac titudes, sentimientos, pensamientos y acciones. Tenemos que tomarlas en cuenta y no perderlas de vista ya que son un factor importante en nuestro proceder ante los duelos, las pérdidas, el cierre de ciclos en la vida y por supuesto el nivel de autoestima con el que contamos. Así que ahora abriré algunas preguntas que pueden llevarte hacia reflexionar sobre tus creencias: - ¿Quién creo que soy Yo? - ¿Qué espero de mí? - ¿Qué hago conmigo y con mi vida? - ¿Cuáles creo que son mis recursos? - ¿Por qué creo que estoy en el lugar en el que me encuentro? - ¿Cuáles creo que son mis aciertos? - ¿Es cierto todo esto? - ¿Creo que puedo cambiarlo?
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Cuando las rupturas lastiman la autoestima … Existen como lo he venido mencionando duelos y pérdidas que implican que la autoestima se deteriore y en ellos se ve comprometida la imagen personal , los sentimientos de impotencia y fracaso dominan la vida afectiva y psicológica. El concepto que tenemos de nosotros mismos cuando es positivo y está bien cimentado facilita la adaptació n y resolución de todo tipo de crisis y eventos desafiantes en la vida. Las personas con un buen nivel de certeza en sus potencialidades y que podrán resolverlos también son capaces de aceptar sus emociones y sentimientos. Evalúan las situaciones de acuerd o a la realidad. La autoestima es como un termómetro que puede subir o bajar pero lo más importante es que somos capaces de mantenerla. Virginia Satir una estudiosa en este tema equipara la autoestima a una olla que puede llenarse y esa es nuestra responsabilidad vaciarla de aquello que no nos define y llenarla de pensamientos, sentimientos, actitudes y acciones más positivas acerca de lo que en realidad somos. Sería importante que empieces a repensar: ¿De qué está llena tu olla? ¿Qué contiene ese mundo interior en el que te encuentras viviendo? ¿Con qué experiencias deseas alimentarla ahora? ¿Qué tipo de personas quieres invitar a compartir tu vida a partir de ahora? Empieza Ya! No detengas más tu crecimiento personal.
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Cómo iniciar un proceso d e reconstrucción… La primera condición para iniciar un proceso de recuperación es aceptar. Pero aceptar no significa resignarse sino por el contrario. Admitir que independientemente de las diversas experiencias que hemos tenido y de las rupturas y pérdidas nada tiene que ver con la valoración personal. Las pérdidas y cierres de ciclos son inevitables. Es necesario tomar la responsabilidad y el compromiso de que tu eres tu propia fuente de valor y que has permitido tener creencias limitantes que otros te han dicho pero que en el fondo sabes que no es verdad y sobre todo estar dispuesto a cambiar y a desafiar lo que anteriormente creías de ti mismo. Al mismo tiempo es indispensable que asumir que los sentimientos son la guía más importante en tu bienestar y en la manera como te ves a ti mismo. Afrontarlos y volvernos nuestros aliados y no los peores enemigos. Ningún ser humano puede escapar de ellos y si aún no puedes comprender que la vida emocional es inherente a la existencia. Regresa al capítulo de pro cesar los sentimientos y si es necesario vuelve a realizar las dinámicas de reflexión sobre este tema. Recordemos que los pensamientos también generan actitudes y acciones que pueden llevarte a experimentar una sensación de valía o de minusvalía. La psicología positiva habla sobre la fuerza que imprime el pensamiento a cómo nos vemos y valoramos. Cuando tenemos pensamientos de grandeza somos vigorosos, fuertes y animados, pero cuando cambiamos a sensaciones de derrota bajamos los hombros, agachamos la cab eza y mostramos una actitud de pérdida y de fracaso. Cuida tus pensamientos y obsérvalos. Iniciar un trabajo sobre los límites: no tienes que admitir tratos o maltratos de otros y establecer desde una postura de decisión lo que estás dispuesto o no a permitir de otros y de ti.
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Hacer una recapitulación de tu biografía personal sino te conoces y aprendes de tus propias experiencias y de cómo le has hecho y cómo participas para estar en el lugar dónde te encuentras no podrás avanzar demasiado. Comprender que las heridas de la infancia son un a influencia inconsciente y poderosa que es necesario elaborar y editar una mejor manera de vivir. Los hechos acerca de lo que hemos vivido no pueden alterarse en absoluto pero si somos capaces de darles una lectura d iferente y ver a aquellos por los que fuimos educados no como los responsables sino que ellos también estuvieron sujetos a su propia historia. Perdonar y continuar con nuestro propio camino de vida. Nadie es responsable. Somos seres psicológicos y emocionales que damos un significado a las experiencias. No podemos avanzar si no conocemos nuestras posibilidades humanas y realistas. Es necesario salir de una posición de víctima y recobrar el poder y la autoestima para enfrentar la circunstancia de vida des de una perspectiva de participación activa en la configuración de la propia vida. Toda experiencia de vida tiene que capitalizarse y nos da una lección. El aprendizaje significativo tiene que ver con ello: qué aprendes de ti, cuál fue el beneficio y cuáles son las actitudes que merecen la pena para realizar el cambio. Y esto solo puede lograrse mediante la toma de conciencia de nosotros mismos. Al darnos cuenta de cómo vamos viviendo es ya un cambio que frena las reacciones emocionales destructivas y ac eptar el reto de dejar atrás viejos conceptos de nosotros mismos y de los demás. Tomar la decisión de generar y reconstruirse una manera diferente de habitar en este mundo y crear un nuevo estilo de vida. La única posibilidad es modificar la manera en cómo nos hemos visto hasta el día de hoy. Cuando la persona cambia su mundo automáticamente se transforma. Tus pensamientos y sentimientos crean tu realidad. Estar atentos de cuáles son aquellas acciones que no nos permiten sentirnos bien con nosotros mismos.
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En este empezar a reconstruir la estima personal es muy importante cerrar aquellos asuntos pendientes con personas significativas de la infancia y adolescencia. Esas energías atoradas y centradas en la discordia y el rechazo no permiten liberar energía hacia caminos más constructivos. Esta reconciliación es un acto liberador en sí mismo. Para darle vuelta a la página de tu vida y comenzar un camino de autodescubrimiento y desarrollo personal tenemos que estar alertas de nuestro comportamiento interno y externo; estar dispuestos abandonar aquellos patrones que llenan la olla de nuestra autoestima con elementos tóxicos y dejar actitudes de crítica y perfeccionismo para otros tiempos. Este es el momento de sanar a través de la comprensión y la aceptación. Llenar la vasija de tu mundo interno y de tu persona con lo positivo de ti mismo, de tus circunstancias, elevar tus talentos y habilidades. Canjear el pleito de las emociones y utilizarlas a tu favor en todo momento. Pero sobre todo, deja de dar explicaciones acerca de tu manera de ser y asume que la única guía más valiosa de tu existencia está en tu interior. Por tanto renuncia a pedir consejos y arriésgate a vivir por con tus propios recursos. Recuerda la única persona que puede vivir tu vida eres so lo tú. Al leerlo parece convincente y muy sencillo. No lo es. Recitar todos y cada uno de los conceptos y hasta dar clases de ello no te harán cambiar. Tienes que aplicarlo. Repasarlo. Aprender y volverlo hacer una y otra vez. No existe otro camino para apropiarse de la vida misma. Los atajos se convierten en laberintos sin salida que no te llevan a ningún puerto de llegada. Por el contrario te empujan hacia lo mismo aunque tu vida este pendiente de un hilo. De ti depende hacer de esa liga invisible t u mejor aliada, en el único momento posible: el ahora.
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Mediante la técnica del “darse cuenta” de las acciones que emprendemos hemos escalado un gran tramo hacia la vida que el dolor es necesario y no puede evitarse en la vida de ningún ser humano. Pero s on momentos dolorosos en contra de existencias fracasadas y llenas de sufrimiento y pena.
El sentimiento de valía personal se encuentra en todo nuestro ser… No podemos vivir una vida plena y de valía si solo tomamos en cuenta algún aspecto de nosotros mismos. Somos personas completas actuamos de una manera integral. Los pensamientos no pueden ir por un lado, las acciones por otro y el físico en otros lares. Los seres humanos realizamos nuestro diario vivir desde diversas dimensiones pero que actúan de manera coordinada en el sentido de nuestra identidad y valor personal. Ninguna puede quedar fuera. Todas son importantes. Así que repasaremos cada una por separado sin olvidar que constituyen un engranaje en la personalidad de cada individuo. Dimensión física: Aunque damos por sentado que vivimos dentro de un cuerpo y lo admitimos rara vez estamos conscientes del mismo hasta que nos duele o nos causa un malestar. Con todo el aspecto físico juega un papel de suma importancia en la autoestima. Esta imagen corporal determina el concepto que tenemos internamente de nosotros mismos. El aspecto físico también es un elemento que habla sobre nosotros mismos y responde de manera consecuente con cómo los demás nos tratan y nos miran. Cada uno de los aspectos qu e configura el físico va aumentando o restando valor a este termómetro de la autoestima. Con frecuencia escucho personas que acuden a mis cursos y cuando se les hace un cumplido generalmente contestan al mismo con algún defecto que perciben de sí mismos. 72
Así por ejemplo María que bien te queda ese corte de pelo. Automáticamente ella responde pero la cara se me ve muy redonda y la nariz muy grande. Ese solo comentario basta para saber cómo María se relaciona consigo misma. Se maltrata. No es capaz de escucha r el afuera. Se critica y no está conforme con lo que ve de sí misma. ¿Te suena conocido? Es deseable repasar algunas cuestiones que tal vez te permitan orientar cómo te estás sintiendo en esta área de tu vida: ¿Cómo te sientes con tu físico? ¿Cuándo te miras en el espejo que es lo que más resalta? ¿Qué hay de tu cara y sus expresiones? ¿Cuáles partes de tu cuerpo te gustan y cuáles te molestan? ¿Sientes que eres una persona agradable físicamente? ¿Crees que otros te rechazan por tu aspecto físico? ¿Cómo te arreglas? Dimensión psicológica: Habla sobre la manera en cómo te relaciones con las diferentes facetas de su persona. Es la relación más íntima que tienes en la vida y es la que está en función de ti mismo. Incluye toda tu personalidad y pa ra ello, vamos desarrollar algunas preguntas más que representan un guía importante en este proceso de autodescubrimiento y de conocimiento personal. Si no reflexionas y tomas conciencia de tus maneras de vivir no hay cambio.
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¿Cómo te sientes con tu manera de ser? ¿Aceptas tus cualidades y te enorgulleces de ellas? ¿Tus aciertos los tomas en cuenta? ¿Eres capaz de reconocer tus potencialidades y desarrollarlas? ¿Reconoces tus limitaciones y fortalezas? ¿Pasas más tiempo en comunión contigo o en di scordia? Conoces y aceptas quién eres y tu historia? La dimensión personal también está en relación directa con aquellas acciones que emprendemos o dejamos de emprender, eso habla de ti en todos los sentidos. Cada uno de tus actos son parte de tu man era de ser, te constituyen como persona, así que es momento de que inicies un verdadero proceso de autobservación para que te puedas dar cuenta lo que tus acciones dicen de ti mismo. Lo que hacemos habla de nosotros mismos y de cómo vivimos la vida, cerramos ciclos o bien nos quedamos atorados en experiencias del pasado como si fueran un estandarte al sufrimiento. Sufrir y tener dolor en la vida es solo un parte de la existencia, también existen la alegría, los triunfos, la diversión, los hobbies, el entr etenimiento y el enriquecimiento personal. Ahora vamos a estar alertas y reflexionar un poco más allá cómo una guía que te permite estar en contacto con tus propios procesos internos de conducta. Nada se da por separado todo lo que es tuyo se muestra en la manera cómo haces las cosas. En lo pequeño se ve lo grande con esto quiero significar que un pequeño detalle muestra tus valores, sentimientos y tu personalidad completa. 74
¿Tus acciones son congruentes con lo que piensas y sientes? ¿Lo que haces te enorgullece y te llena de vigor? ¿Llevas a cabo acciones en mayor medida para crecer o para destruirte? ¿Cuáles son tus actitudes dominantes? ¿Cómo vives contigo mismo? La dimensión personal también se encuentra en la médula misma del tipo de relaciones que establecemos tanto con nosotros mismos como con los demás. Observa tus relaciones principalmente con aquellas personas que son importantes para ti. Las relaciones humanas son como un espejo de nosotros mismos y creamos vínculos que determinan el tipo de vínculos a los que preferimos de acuerdo a nuestra vida, experiencias, heridas infantiles y compensación de algunos aspectos de nuestra vida. Así por ejemplo podemos ser personas dependientes que pedimos aprobación a nuestra pareja, amigos, padre s, hijos o bien mostrarnos independientes y autónomos en las decisiones y elecciones que hemos elegido vivir. ¿Eres más una persona dependiente o independiente? En las relaciones que entablamos podemos esperar que los demás hagan las cosas por nosotros y entonces nos volvemos pasivos y llenos de resentimiento y enojo porque los demás no hacen lo que queremos, también en ello se muestran ciertas pautas de comportamiento que tienen que ver más con el control que con la relación en sí; o tal vez, somos demas iado activos que no les damos a los demás la oportunidad de hacer cosas para nosotros. Nos volvemos proactivos y siempre estamos viendo la manera de estar en actividad en lo referente a las relaciones. No estamos quietos todo lo queremos y lo deseamos en el momento. 75
¿Te tornas activo o pasivo en tu forma de relacionarte? Igualmente en nuestra manera de estar con los demás podemos establecer roles y nos podemos de pronto convertir en grandes jueces indicándole a todo el mundo qué y cómo lo tienen que hacer. Juzgando desde una parte moral y evaluando las conductas de los demás pero muy distanciados de nosotros mismos sin mostrar empatía y comprensión por los demás. Ser comprensivos es una cualidad de la experiencia que nos mantiene unidos a otros desde una perspectiva más humana, pero sobretodo, ser tolerantes y comprensivos, primero: con nosotros mismos. Esta es una cualidad que tenemos que aprender, volverla a practicar, hacerla de nuevo hasta que finalmente logremos aceptar quiénes somos y quiénes son los demás para nosotros. Algunas personas que evitan los conflictos se convierten en mediadores de aquellos con los que se relacionan buscan una salida digna para todas las partes en cuestión. ¿Te interesa mediar o solo estar en discordia? Y así puedes ir encontrando diversas pautas que te permitan comprender mejor tu mundo de relaciones con los demás, pero tienes que observarlas, darte cuenta y estar muy atento a las emociones y pensamientos que te generan para poder dar una mejor calidad de vida em ocional en ellas. Cómo puedes darte cuenta la dimensión personal incluye todos los aspectos de tu manera de ser y por tanto el área de los valores o aquello que rige tu conducta y tus formas de vivir en este mundo son muy importantes, tienes que ponderar y elevarte por encima para comprender más allá tu parte más profunda y significativa en tu interior. En lo referente a los valores también tenemos que volver a los cuestionamientos para que p uedas sacar a flote tus motivaciones más internas; los valores solo pueden entenderse cuando se aprecian en las acciones y en aquello que hacemos. Si sólo hablan de nuestros conceptos los podemos recitar y decir lo que es bueno y malo, importante o no, pero si no lo hacemos son solo palabra incongruentes que nos llev an hacia la frustración y la inconformidad con nosotros mismos y las circunstancias de nuestra vida. 76
¿Cuáles son tus valores? ¿Estás conforme con ellos? ¿Cómo los vives y los manifiestas? En este sentido y a manera de ejemplo pondré el valor de la aut oestima como una forma de motivarnos en la vida. Por tanto, si este es un valor que es importante, valdría la pena preguntarse: ¿Por qué acepto relaciones de maltrato y humillación? El valor de la autoestima y el respeto no está siendo traducido en térm inos de acciones y en ello radican las incongruencias que la gran mayoría de nosotros caemos cuando no tenemos una clarificación de los valores. Los valores poco a poco se van enraizando en nuestra personalidad en formas de creencias que pueden ser nega tivas, positivas, limitantes o nos permiten expandirnos. Las creencias son una fuerza poderosa que nos lleva a vivir una vida de libertad o de limitación. Las creencias son un dogma que establecemos como formas que nutren nuestra vida, es decir, si creem os que somos fracasados, eso somos y nos perfilamos siempre a conseguirlo. Por el contrario cuando creo que soy digno de amor y una persona respetable seguramente hacia allá guiaré mis pasos. Y no toleraré conductas diferentes de otros. Y esta es una gran pregunta que tienes que resolver acerca de tu propia persona: ¿En qué crees de ti mismo? ¿Hasta dónde quieres llegar en tu vida? ¿Qué clase de calidad emocional quieres tener en tu vida? ¿Cómo le hacemos para que así sea? 77
Una de las principales cualidades que la autoestima puede proporcionar a todas las personas es la certeza. La veracidad de ser quién se es y está en relación directa con aquella capacidad de poder resolver tus circunstancias de vida pese a lo que sea. La certeza de contar con una vida digna en todos los sentido y extensión de la palabra y con ello quiero decir todo en la vida desde la parte intelectual, física, emocional, relaciones constructivas, emociones y sentimientos como instrumentos de guía y dirección y de realización eco nómica, personal, profesional y de logro. Algunas personas no logran dar el paso hacia delante en sus vidas porque se encuentran muy cansadas para batallar o luchar por lo que quieren y necesitan se lanzan tras situaciones y circunstancias que les restan poder. La única forma de recobrar la estima personal es la sensación de merecer lo que mejor de la vida y crear las circunstancias para ello. Si no puedes contar con un sentido de merecimiento elevado es difícil que puedas aumentar tus miras para el des arrollo de tu personalidad y valía personal. Pero estoy segura de que si has llegado hasta estas líneas es porque sabes que en tu interior existe una voz muy fuerte y una sensación de lograr cambios para tu manera de vivir y de existir. Y este es el momento de trabajar en el aquí y en el ahora con todas las herramientas disponibles para el cambio, así que en las próximas dinámicas encontrarás una serie de herramientas que te lleven por el mejor camino para seguir y continuar. Recuerda que es un proceso que requiere calma, flexibilidad pero también compromiso y un gran contacto con tu interior, tenemos que hacerlo en soledad o con otros que estén en nuestro mismo canal de sanación y superación personal, de lo contrario, no llegaremos a ningún lado. Y una vez más te lo digo: Todas estas técnicas son las que he utilizado a lo largo de mi experiencia con personas que se han comprometido a sanar y a cerrar experiencias y duelos en la vida. Y por ello, te digo: sí funcionan. 78
Dinámica de Reflexión “Mi autoestima” En el capítulo de “Mi historia” escribe durante una hora la historia de tu vida… - Evoca todos tus recuerdos y déjalos salir. - No tienen que ser perfectos solo plásmalos y libérate de ellos .
- Habla de tu vida como si se la estuvieras contando a un amigo muy querido. - Recuerda dónde vivías? - Qué decían de ti?
- Qué te dices a ti de ti? - Incluye todo lo que venga a tu mente.
- No olvides los sentimientos de todo cuanto vayas recordando. Este ejercicio seguramente va a remover sentimientos del pasado . No los reprimas deja que salgan y que sanen. También recuerdos dolorosos. Otros quizá no tanto. Y algunos muchos de satisfacción. Cuando hayas terminado cierra el cuaderno y toma distancia de estas vivencias.
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Dinámica de Reflexión Mi autoestima… Mi historia. Al siguiente día: Abre de nuevo tu cuaderno y lee lo que escribiste el día anterior. Puedes seguir agregando cada día cualquier recuerdo que te venga a la mente. Una vez que lo hayas leído una vez más… Revisa tus sentimientos: Me siento…. Me siento…. Me siento…. Me siento….. Me siento…. Me siento…. Me siento….. Me siento…. Me siento…. Me siento….. Me siento….
Y una vez que hayas terminado de escribir por lo menos diez frases con esta oración: Pasa al siguiente ejercicio
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Dinámica de Reflexión Mi autoestima… Mis pasos hacia la recuperación: En el apartado de mis pasos hacia la recuperación. Vas a escribir una leyenda que diga: MI NUEVA Y ESTUPENDA VIDA… Aquí con oraciones cortas vas a poner todo lo que se te ocurra que quieres en tu nueva vida. Una pareja. Ser más amorosa. Tener más amigos. Trabajar menos y ganar más. Viajar por el mundo… La lista puede ser tan grande como tu imaginación te lo permita. Pon todos tus deseos, tus ambiciones, lo que quieres, Y una vez que termines vuelve a leerlo y date cuenta cómo te sientes… A esta lista le vas a ir agregando todo lo que se te ocurra y tienes que trabajar en ella, por lo menos veinte minutos diarios.
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Dinámica de Reflexión… Autoestima Quién soy Yo En cada uno de los apartados de tu libreta según sea el caso. Escribe un párrafo acerca de las siguientes oraciones y de los sentimientos que experimentas hacia tu persona. Físicamente: Cómo es tu personalidad. Cuáles son tus sentimientos. Cuáles son tus pensamientos. Qué tipo de relaciones estableces. Qué actitudes tienes… Cuáles son tus valores… Y una vez que lo hayas hecho te darás cuenta cómo estás viviendo y valorando la vida con tu propia persona . No olvides repasar el tema sobre tu Maravillosa y Estupe nda Vida todos los días. Hazlo un hábito personal.
Dinámica de reflexión… 82
Autoestima Mis orígenes En la libreta, en el apartado de mi historia. Ahora vas a hablar de las personas más significativas en tu vida. Tus padres. Tus hermanos. Abuelos. Tíos. Amigos. Novios. Parejas. El ambiente familiar. Y a cada una de estas personas con las que sientes que tienes algún asunto pendiente, le vas a escribir una carta. Hablando de diferentes aspectos que se muestran en la siguiente lámina.
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En este día______, te escribo ______________: Porque necesito decirte varias cosas__________________________________________ Y sin embargo, de esta relación lo positivo y lo que aprendí de ello fue___________________________________________________ _ _______________________________________________________ _______________________________________________________ _____________________________________ _______________ Con esta experiencia he aprendido _______________________________________________________ _______________________________________________________ _______________________________________________________ ____________________________________________________ _ Y además desarrollé la cualidad de _______________________________________________________ _______________________________________________________ _______________________________________________________ _____________________________________________________ Y realmente te lo agradezco porque con ello valoro ahora Quién Soy _____________________________________ __________________ _______________________________________________________ _______________________________________________________ ____________________________________________________ _ Te lo agradezco y guardas un lugar muy importante en mi vida y en mis afectos.
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Posteriormente las doblarás y las pondrás debajo de una maceta que tenga flores y ahí permanecerán todo el tiempo es una ritual que te permite darte cuenta que todo puede florecer de nuevo . En el siguiente espacio sería conveniente que escribieras todo lo que te ha pasado en lo referente a esta experiencia de tus orígenes y que entres en contacto con tu aprendizaje más íntimo y significativo. Ahora comprendo… Ahora me doy cuenta… Ahora estoy consciente… Ahora puedo entender… Ahora comprendo… Ahora me doy cuenta… Ahora estoy consciente… Ahora puedo entender…
Y toma un descanso que te permita procesar tu experiencia.
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Dinámica de Reflexión… Ejercicio d: Mis avances… Es importante que vayas ahora a este apartado de tu carpeta. Y que dividas en hojas diversos aspectos de tu vida. Social. Familiar. Económico. Laboral. Sentimental. Actividades. Y escribe ahí tus avances y cómo te sientes. Además puedes poner imágenes de recortes de revistas para que lo puedas ver más gráfico. Símbolos que te den una sensación de éxito y avance. Los avances y pasos hacia adelante no tienen que ser espectaculares, simplemente lo que es un triunfo para ti. Y premia tu avance con algo que te guste: un chocolate, una cena, ir al cine, hablar con un ami go, etcétera. Te darás cuenta cómo este solo hecho elevará tu autoestima.
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Capítulo 4 Cerrando ciclos: un camino hacia la libertad emocional… Cerrar ciclos, experiencias y duelos en la vida como lo hemos venido apuntando significa que estamos dispuestos a vivir en el presente. A evaluar cuáles son los aspectos de nuestras experiencias que no nos permiten avanzar en el momento actual. La única ocasión posible para revalorar y entrar estar en condiciones de sanar es el ahora y únicamente en este tiempo y este espacio estamos en capacitados para sanar el pasado. También es cierto que tan solo desde el lugar en donde estamos podemos hacer una proyección para el futuro. Cerrar ciclos quiere decir que tenemos que orientar nuestros esfuerzos para capitalizar la vida misma, las experiencias y la biografía personal. Es decir, atesorar y reunir todos los elementos que han intervenido para enriquecer la vida. Basta ya de vivir en el déficit y sin poder personal. A lo largo de este material he hecho hincapié en este aspecto en el que tenemos que ir haciendo un balance sobre nuestros avances, sobre lo que has descubierto y cómo has logrado llegar al lugar donde te encuentras. Recuerda que la valoración personal es el ingrediente más importante que lleva a plantarse en la vida de una manera honesta y sin vacilaciones. Aunque creas que todo está perdido necesitas hacer un cambio de enfoque en tu manera de percibir y sacar lo bueno y positivo de cada una de las experiencias que has vivido. Ver la vida de esta manera representa entender la propia existencia desde una lectura distinta. Es releer el libro de tu historia personal con una puntuación diferente y más realista. Poner puntos y comas y saber que existen párrafos con pasajes desastrosos pero igualmente se nu tre con aventuras de amor, de aceptación, de éxito y de gratificaciones.
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La semblanza que seguramente has vislumbrado hasta aquí ha sido muy perturbadora y al mismo tiempo gratificante. Te ha permitido cambiar y decir “adiós” a pautas repetitivas de cond ucta que por mucho tiempo solo te llevaron a callejones sin salida. Ahora es necesario que emprendas un camino y un sendero diferente y te atrevas a recorrer caminos distintos. Para ello es necesario contar con mayor energía y libertad emocional para re dirigir tus pasos hacia mejores alternativas de calidad de vida. Y siendo así, ninguna experiencia puede ser borrada y ninguna huella puede ya ser despintada todos los trazos y pinceladas cuentan y la revaloración de ello nos lleva hacia la aceptación de quiénes somos y aclarar hacia dónde nos dirigimos. Tu eres el timón de tu propia vida si lo dejas a la suerte o no tomas el riesgo de vivir las experiencias te seguirán llevando a cualquier lado o a ninguna estancado en el pasado que no se puede remediar. Entiéndelo bien: ¡No se puede modificar! Cómo iniciar entonces este proceso de reconstrucción personal para definitivamente darle la vuelta a la situación. Lo primero que se requiere es clarificar qué deseamos en la vida. Es necesario preguntarse una y otra vez: - ¿Qué quiero de mi vida? - ¿Quién quiero Ser? - ¿Qué espero de mí? - ¿Cuánto tiempo más voy a seguir sobreviviendo? - ¿Qué me impide llevar la vida que quiero? - ¿En quién me he convertido? - ¿Cómo enfrentar la vida y crear mi propia existencia?
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Es evidente que si nunca te lo has preguntado difícilmente podrás saberlo de una sola vez. La reflexión es un proceso de clarificación. Cuando planeas una fiesta realizas en tu mente un ejercicio de planeación, generalmente tomas una hoja y escribes: quiénes son los invitados, cuántos son, qué darás de comer, de beber, el lugar, las flores, la ropa que te pondrás para el día. Y después te pones en acción para que suceda de la mejor manera posible. Toda tu energía está depositada en la fiesta: la imaginas, l a planeas, la disfrutas y estás con la emoción del logro y de la sorpresa así mismo cuentas con expectativas y cuidas todos los detalles para que el evento salga tal y como tú lo planeaste. Ahora pasemos este asunto a tu propia vida. Vas por el mundo si n objetivos, sin planes, sin propósito solo viviendo el día a día de tu gran sufrimiento y dolor. No te has dado cuenta que de cualquier manera eres el protagonista de tu propia historia tanto si sufres como sin te la vas pasando. Atrévete a ocupar el papel estelar y tomar tu lugar frente a ti mismo y con tu propia persona. Si te conformas con un papel secundario estarás lleno de dudas y preocupaciones y sin alternativas que te lleven al logro de lo que realmente deseas. Pasarás la vida culpando a las cir cunstancias y frente a otros tendrás siempre un gran resentimiento. En este sentido este capítulo está orientado a ir construyendo un Proyecto de Vida que te permita lanzarte a lograr cambios significativos en tu vida pero con una perspectiva diaria y d e futuro y llegar a los diferentes lugares que deseas lograr. Es cuestión de decisión y de compromiso. Es por ello que los seres humanos necesitamos vivir con un propósito, metas y un significado de la existencia y de eso se trata precisamente estas líneas. Se requiere contar con una visión de la mejor versión de uno mismo. Comprometerse a ser la mejor edición del libro de tu vida. Esa responsabilidad no la puedes transferir. La vid a es una pertenencia individual. Tenemos que vivirla es un privilegio sa ber que no dependemos de nadie y que somos seres equipados para el logro de lo que deseamos pero necesitamos un plan de ruta y una dirección para que este festín salga lo mejor posible. 89
Paso a paso podrás ir construyendo estas directrices que te conduzcan hacia tu mejor versión. No te desesperes es un proceso y siempre es posible. No permitas que ninguna experiencia por dolorosa que pueda ser marque una frustración tal que aplaste toda tu existencia y calidad de vida emocional. En las siguientes páginas trabajaremos para que logres ir saliendo de los cierres y empieces a crear circunstancias y condiciones mejores para tu vida. Recuerda que las acciones diferentes y logros pequeños y grandes harán que tu autoestima y autoimagen mejoren de manera sustancial . La sensación de logro es lo que permite a los seres humanos seguir avanzado en el camino de la vida. Sortear los obstáculos que se presentan en el camino va dando más poder a tu valía personal. Enfrentar los retos y lograr avances implica la sensación de estar en el camino correcto. Si pero, ¿cómo lo voy a lograr? Primero: determinación para lograrlo. Segundo: un alto nivel de compromiso hacia tu proyecto. Tercero: clarificando el camino que quieres transitar. Cuarto: trazando la ruta a seguir. Quinto: construir un Proyecto de Vida. Sexto: emprender acciones para lograrlo. Séptimo: ser flexibles y tolerantes. Octavo: reconsiderar los pasos cuando sea necesario. Noveno: estar en contacto con tus propios procesos internos. Décimo: recordar que nadie lo puede hacer por ti.
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CREAR UNA VISIÓN La Visión está relacionada con aquellos aspectos de tu vida de cómo quieres verte en el presente y en el futuro. Es una proyección de lo que quieres de ti mismo, de tu entorno, actividades y es tilo de vida. Esta Visión es una guía y una directriz que te permiten centrar tus esfuerzos en un objetivo: tu existencia. Necesitamos retomar reflexiones y preguntas que tienen que ver solo con tus preferencias. Nadie tiene que enterarse solo puede se r para ti. Así que no tengas ningún temor de expresarlo. Es la mejor fotografía que te vas a tomar, al menos, por el momento. La visión no es fija y puedes irla afinando conforma vas clarificando tus deseos y tus empeños. - ¿Cuál es el propósito de tu vida ? - ¿Qué quieres Ser? - ¿Qué quieres tener en la vida? - ¿Cuáles son la clase de personas que deseas que te acompañen? - ¿Qué experiencias deseas lograr? - ¿A qué te quieres dedicar?
Si te das cuenta las preguntas se enfocan hacia “qué quieres” porque solo estableciendo esta distinción podrás decidir tus acciones. Los deseos son una fuerza poderosa que motivan a un cambio, a un cierre de experiencias y a llevar a cabo virajes importantes en tu vida. No te conformes más con una vida mediocre y sin sentido. Las herramientas están por todos lados pero tienes que aplicarlas una y otra vez, la práctica resulta de la dedicación y la destreza de los ensayos hasta que finalmente logres dirigirte hacia la realización de tu existencia. 91
Dinámica de Reflexión La Visión. Ahora es el momento que vuelvas nuevamente al apartado en el que realizaste el ejercicio que lleva por nombre: Mi Nueva y estupenda vida…. Vas a ir a un lugar cómo en el que nadie pueda interrumpirte. Como ya has aprendido a relajarte, cierra tus ojos y centra por un momento la atención en la respiración. Ahora imagina un escenario en dónde estés como el protagonista de la escena: Imagina quién quieres ser y qué quieres en la vida. Ejemplo: Soy un médico muy competente, reconocido. Mi consulta es mu y copiosa porque Yo Soy el mejor cirujano de esta ciudad. Tengo una familia maravillosa. Una pareja honesta y solidaria y cuento con todo lo que necesito para cumplirlo. Ahora te toca ti. Cierra tus ojos. Piensa, imagina cuál sería la mejor edición de tu vida. Lo que más deseas realizar, lo que quieres Ser, Hacer y Tener. Y ahora escríbelo. No importa si no la tienes perfecta. Poco a poco la puedes ir afinando.
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ESTABLECER OBJETIVOS Este es un momento para clarificar qué es lo que realmente deseas en términos más concretos y realistas. Es importante que revises todas las áreas de tu vida y decidas que quieres para cada una de ellas. No olvides ninguna de ellas aunque puedes centrarte en dos o tres en un principio y tengas una visión más clara de toda tu persona en su conjunto y de una manera más integral de la persona en la que desea convertirte. Yo he propuesto solo algunas de ellas como la física, psicológica, emocional, de relaciones tanto familiares como sociales y laborales. También puedes incluir cómo sería tu nivel de ingresos. Las cosas que te gustaría tener. No te olvides de los ratos de ocio en qué los quieres invertir y con quién. Qué tipo de actividades te gustan y que hasta el día de hoy has renunciado pero que te revitalizan y te llenan de energía y de vigor para continuar con tu proyecto de vida. Si deseas otro tipo de actividades nuevas como tomar clases de algo especial que has estado postergando por estar sumido en un duelo inconcluso o en relaciones que no te permitían crece r o por estar mirando el pasado o bien creyendo que un futuro cuando estés mejor lo harás. El momento es ahora. Este es el tiempo de clarificar. El ahora de tus objetivos te hará sentirte con mayor energía. La esperanza de una vida mejor es posible . Impúlsate sobre tus cualidades. Recrea tu vida una y otra vez hacia tus metas y objetivos. No detengas más el proceso. 93
Dinámica de Reflexión Creación de afirmaciones que apoyen tu Visión y objetivos En el mismo apartado sobre: Mi nueva y Maravillosa vida Las afirmaciones son un método muy poderoso para cambiar las creencias limitantes. Y empezar a dar forma a tus deseos. Se estructuran en tiempo presente y se repiten todo el tiempo. Ejemplo: Yo soy un gran cirujano. Gozo de un muy buen prestigio . Mi labor es muy importante porque contribuyo a la salud de los demás. En fin, también necesitas hacer una lista de todas y cada una de tus talentos y cualidades y crear afirmaciones con ellas: Soy brillante. Soy excelente. Soy amorosa. Soy muy sociable. Y todo lo que quieres ser. Ahora te toca a ti…. Crea tus afirmaciones y repítelas todo el tiempo. Mientras más lo hagas con mayor fuerza penetrarán en tus creencias. No olvides hacerlo cuando al irte a dormir y al despertar. Te sorprenderás de los avances que puedes tener con solo está técnica. 94
INICIAR UN PROYECTO DE VIDA PERSONAL… Ahora entraremos de lleno sobre este punto que te orienta hacia los objetivos y alcanzar la Visión que has realizado en los puntos anteriores. El solo hecho de poner por es crito este proyecto es un motivador que te recuerda hacia dónde diriges tus acciones en la vida. Las metas y los objetivos mueven y en cuánto se inicia su realización son un motor que impulsan sobre el siguiente paso y así continuamente. El Proyecto de Vida Personal es el único puente hacia la recuperación y el único pase de abordaje para sanar. Nuevos logros mejoran sustancialmente la estima personal. La no postergación de los que necesitas y requieres mejora la valoración personal y es una fuerza poderosa que inyecta una gran energía a tus decisiones y elecciones. Cerrando ciclos y abriendo nuevos caminos de para enriquecer y aquilatar la vida individual. El proyecto de vida es una forma de ir dando estructura a tus experiencias cerrando la vida anterior. Cambiar pautas y patrones dañinos que solo te han llevado a sufrimientos y congojas. Ya no más. Los cambios no tienen que ser drásticos aunque algunas personas deciden y se comprometen con ello y les funciona. Tú eres la única persona que puede elegir entre hacerlo de una manera diaria o de una vez por todas. En las adicciones sobre todo la decisión tiene que ser rotunda y contundente. El sufrimiento es una forma de adicción que se encuentra en los pensamientos, en los sentimientos y en las acci ones. Si es tu caso entonces es importante que decidas qué tipo de decisiones requieres para tu cambio y para el cierre de tus experiencias.
Y el instante es el de ahora no hay más…
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Dinámica de Reflexión Mis avances… Es importante que vayas ahora a es te apartado de tu carpeta. Y que dividas en hojas diversos aspectos de tu vida. Social. Familiar. Económico. Laboral. Sentimental. Actividades. Y escribe ahí tus avances y cómo te sientes. Además puedes poner imágenes de recortes de revistas para que lo puedas ver más gráfico. Símbolos que te den una sensación de éxito y avance. Los avances y pasos hacia adelante no tienen que ser espectaculares, simplemente lo que es un triunfo para ti. Y premia tu avance con algo que te guste: un chocolate, un a cena, ir al cine, hablar con un amigo, etcétera. Te darás cuenta cómo este solo hecho elevará tu autoestima. 96
Dinámica de Reflexión Proyecto de Vida Es importante que vayas ahora a este apartado de tu carpeta. Aspecto Escolar: • Concluir los estudios que deje truncados… • Actualizarme en tales áreas… • Estudiar otra carrera… Aspecto Social: • Encontrar nuevos amigos… • Salir con mis amigos… • Inscribirme a un club donde me relacione con otras personas… Aspecto Familiar: • Dedicar tiempo a mi familia… • Salir a comer un día a la semana… • Preparar una cena a la cena y compartir… La Pareja: • Estar pendiente de no volver a cometer las mismas actitudes que te llevaron a vivir en una relación de pareja angustiante o llena de dolor. • No tolerar relaciones de abuso y maltrato. • Conocer personas diferentes. • Mejorar el diálogo. • Dedicar más tiempo a platicar… • Estar más atento con mi pareja… • Compartir actividades que ambos disfruten. • Dejar de pelear y reclamar.
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Y escribe aquí, cualquier otro aspecto que te interese cu brir en tu proyecto de vida. Puedes agregar tantos apartados como sean tus intereses, como por ejemplo: ocio, recreación, logros académicos, cambiar tu imagen, ir al médico, etcétera… Ahora te toca a ti hacer tu lista y emprender acciones para llevar a cabo día con día tu proyecto de vida personal… Aspecto Físico: Aspecto Económico: Aspecto Laboral: Aspecto Escolar: Aspecto Social: Aspecto Familiar: La Pareja: Emprender pequeñas acciones cada día te permitirá ir dando orden a tu vida. Centrarte más en lo que necesitas, que en lo que se perdió en tu relación. Tu autoestima y sentimiento de orgullo se irán reponiendo poco a poco. Si no te comprometes es difícil que puedas cerrar los ciclos de dolor y emprender una recuperación y un a existencia más satisfactoria.
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Al cerrar ciclos y duelos… Ahora que hemos llegado hasta aquí podremos observar como tenemos una manera distinta de mirar y evaluar la vida personal y nuestra biografía. El camino ha sido arduo pero ha valido la pena. En este momento de tu crecimiento personal tu autoestima ha aumentado y tu olla se ha llenado de cualidades y experiencias más positivas que elevan tu orgullo personal y podrás ahora darte cuenta como el concepto de ti mismo mejora de manera sustancial. El control de tu vida se encuentra bajo tu propia responsabilidad y tu crecimiento personal se libera de cargas innecesarias que te permiten contar con más energía para proyectos y actitudes más constructivas contigo y con el entorno en el que te desarrollas . Te darás cuenta como la relación más importante de tu vida es contigo mismo mejora sustancialmente. La aceptación tiene lugar y encontrarás un sentimiento de armonía de y paz interior que te lleva a experimentar una gran fortaleza para sortear cualquie r obstáculo en la vida y a dejar de batallar con aquellos aspectos de la existencia que son inmodificables. Tu carga será más ligera los ciclos y duelos se abrirán y cerrarán con mayor naturalidad y dejarás de apegarte a lo que no es posible. Actuando en el presente y con una sensación de plenitud. Capitalizando siempre tus experiencias, reconociendo tus sentimientos y volviéndolos tus aliados encauzando tu comportamiento para que sea lo mejor posible y mejores tu calidad de vida emocional. No es una promesa es una alternativa de vida pero es necesario trabajar en tu mundo interno, crecimiento personal y desarrollo de vida. Es una tarea de existencia. Atrévete a llevar en tu vida el papel primordial con tu mejor actuación. Para finalizar este capítulo es necesario volver a tus logros. 99
Dinámica de Reflexión Mis avances… Es importante que vayas ahora a este apartado de tu carpeta. Y que dividas en hojas diversos aspectos de tu vida. Social. Familiar. Económico. Laboral. Sentimental. Actividades. Y escribe ahí tus avances y cómo te sientes. Además puedes poner imágenes de recortes de revistas para que lo puedas ver más gráfico. Símbolos que te den una sensación de éxito y avance. Los avances y pasos hacia adelante no tienen que ser espectaculares, simplemente lo que es un triunfo para ti. Y premia tu avance con algo que te guste: un chocolate, una cena, ir al cine, hablar con un amigo, etcétera. Te darás cuenta cómo este solo hecho elevará tu autoestima. 100
Capítulo 5 La Nueva Experiencia de Vida… Una nueva forma de vivir se ha abierto frente a tu realidad si has llegado hasta aquí y te has hecho el propósito de reeditar la existencia. Ahora cuentas con valiosas experiencias que te permiten entrar en contacto y “darte cuenta” de cómo le hace s en la vida para generarte determinadas experiencias. Lo más significativo en este caminar del desarrollo y crecimiento personal es la posibilidad de utilizarlas e integrarlas como un estilo de vida y volver una y otra vez a estas técnicas en cada momen to en el que te sientas perdido o en conflicto. Recuerda siempre tomar distancia y evaluar la situación. Elige de una manera diferente además de que ensayes varias conductas hasta que encuentres aquella que te haga crecer. El proceso de crecimiento es una tarea de vida y seguramente a lo largo de tu existencia seguirás escribiendo las páginas de una historia importante que se abre a la toma de conciencia y que siempre elijas aquellas opciones que te permitan aprender de lo positivo y realizar siempre un b alance de lo bueno, de lo mejor y de lo que no funcionó. Es imposible evitar que la vida siga su curso. Siempre habrá ciclos que cerrar, etapas que concluir, relaciones que terminan, amigos que despedir, etapas que no volverán y circunstancias que jamás podremos modificar. Si solo centras tu atención en la pérdida no podrás revitalizarte con las experiencias del presente. Al centrarnos en el ahora nos convertimos en el centro de nuestra experiencia y tomamos el lugar de la importancia que nos correspon de en el único instante en el cual podemos accionar para resolver y afrontar cualquier circunstancia vital.
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Asumir el riesgo de vivir plenamente es contar un equipaje muy bien dotado que se encuentra en nuestro interior que es necesario sacar a la sup erficie en todo momento y defenderlo frente a cualquier amenaza interna o externa. Un camino hacia la libertad emocional ha sido recorrido en estas líneas con un acompañamiento sincero. Lo he puesto de esta manera porque estoy convencida que es la mejor manera de lograrlo. Aún así si encuentras otras herramientas que te ayuden en tu recuperación apóyate en ellas y no desistas nunca. Algunas reflexiones para concluir y cerrar esta experiencia que me parece son pertinentes para recordar: - Aprende de ti y dale un significado a tu vida. - Tu experiencia es lo más importante. - Lo que sientes es una luz en tu camino. - Tus pensamientos son tu mejor arma para reflexionar. - La autoestima es un engranaje perfecto para vivir. - Tus logros y acciones son resultado de quién eres. - Tu historia es la única que tienes y no se puede alterar. - Ten una visión, objetivos, metas, propósitos. - El compromiso es con tu vida. Y algo más… Lo que tú decidas es lo mejor para tu circunstancia de vida.
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Ahora concluyo este ciclo n o sin antes de sentirme muy agradecida y orgullosa de poder llegar a la vida de una gran cantidad de personas que confían en mi manera de lograr cambios importantes en la vida. Gracias de nuevo. Ana Giorgana
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Bibliografía 1.- Branden, Nathaniel (1994). Los seis pilares de la autoestima. Paidós, Barcelona. 2.- Bucay Jorge, (1994). El camino de la autodependencia. Océano. 2.- Fisher, Bruce (1999), Aprender a amar de nuevo, Editorial Pax, México. 3.- Giorgana, Ana (2011), Cómo Recuperar la Confianza en el Amor: heridas y cicatrices en la relación de pareja. Editorial Lagares. México. 4.-Stecca de A., Cristina (2004), Cerrando Ciclos Vitales, Editorial Pax, México. J.L.Tizón García (2004), doctor en medicina y especialista e n psiquiatría y neurología, habla de cuatro tipos de pérdidas: 5.-Levy, Norberto (2001). La sabiduría de las emociones. Editorial Debolsillo. Barcelon. 6.-Satir, Virginia (1980 ). Psicoterapia Familiar Conjunta. La prensa Médica Mexicana. México.
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Otros títulos de la autora que están disponibles en: www.cecreto.com 1.- Cómo Recuperar la confianza en el amor: Heridas y Cicatrices en la Relación de pareja.
2.- Cuando el amor en pareja se convierte en dolor.
3.- El amor narcisista: una relación profundamente destructiva.
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