Celebración Del Matrimonio

November 12, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO. RITO DE ENTRADA. El Presbítero se dirige a la entrada del templo con el acetre de agua bendita para recibir al  cortejo. La entrada del cortejo se desarrolla en el orden siguiente: Acólito, Presbítero, el novio con su Mamá, Pajes, Padrinos, la Mamá de la novia con el Papá del novio y al final la Novia con su Papá.  Al llegar a los pies del presbiterio los Papas del novio bendicen a su hijo y después a la novia, los papás de la novia bendicen a su hija y después al novio, el cual la acepta con las palabras de agradecimiento, de la misma forma proceden los papas del novio con ella. Después de una breve explicación del Presbítero cada uno de los novios encienden la vela correspondiente a su inicial del calenlabro (dejando la vela central sin encender). Enseguida toman su lugar.

Se omite el acto penitencial y se procede a la oración colecta.

ORACIÓN COLECTA: Dios todopoderoso, concede a estos hijos tuyos N… y N…  que hoy van a unirse por el sacramento sacrament o del matrimonio crecer siempre en la Fe que profesan, mantenerse firmes en amor y Señor enriquecer con sus t u Iglesia. PorelNuestro Jesucristo…   hijos a tu

LITURGIA DE LA PALABRA. Si no tengo amor, nada me sirve.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 12,31-13,8 Hermanos: Aspiren a los dones de Dios más excelentes. Voy a mostrarles el camino mejor de todos. Aunque yo hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, no soy más que una campana que resuena o unos platillos que aturden. Aunque yo tuviera el don de profecía y penetrara todos los misterios,

 

aunque yo poseyera en grado sublime el don de ciencia y mi fe fuera tan grande como para cambiar de sitio las montañas, si no tengo amor; nada soy. Aunque yo repartiera en limosna todos mis bienes y aunque me dejara quemar vivo, si no tengo amor; de nada me sirve. El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia; el amor no es presumido ni se envanece; no es grosero ni egoísta; no se irrita ni guarda rencor; no se alegra con la injusticia, sino que goza con la verdad. El amor disculpa sin límites, confía sin límites, espera sin límites, soporta sin límites. El amor dura por siempre. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL. R. El Señor es compasivo y misericordioso. Bendice al Señor, alma mía, y todo lo que soy, su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, y no eches al olvido sus favores. R.  El Señor es clemente y bondadoso, lento al enojo, pronto a la indulgencia; como un padre amoroso con su hijo así es tierno el Señor con quien lo quiere. R. El amor del Señor por siempre permanece, y su justicia llega hasta los hijos y a la generación siguiente de los hombres que cumplen con su alianza y sus leyes recitan y obedecen. R. ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO.

 

1 Jn 4,8. 11 R. Aleluya, aleluya. Dios es amor. Si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. otros. aleluya.  R. Aleluya, aleluya. 

EVANGELIO Lectura del santo Evangelio según san Mateo, Mateo, 7,21. 24-29  24-29  En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No todo el que me diga: ‘¡Señor, Señor!’, entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi

Padre, que está en los cielos. El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a un hombre prudente, que edificó su casa sobre roca. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella casa; pero no se cayó, porque estaba construida sobre roca. El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica, se parece a un hombre imprudente, que edificó su casa sobre arena. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos, dieron contra aquella casa y la arrasaron completamente”.  Cuando Jesús termino de hablar, la gente quedo asombrada de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas. Palabra del Señor.

HOMILIA: RITO DEL MATRIMONIO El presbítero se acerca a los novios y estos le expresan:

NOVIOS: PADRE ABRAHAM, ANTE USTED COMO REPRESENTANTE DE DIOS Y MINISTRO DE LA IGLESIA, ANTE NUESTROS PADRE, HERMANOS Y

 

AMIGOS QUE ESTAN AQUÍ ACOMPAÑANDONOS, Y ANTE LOS FIELES PRESENTES QUE REPRESENTAN A TODA LA COMUNIDAD CRISTIANA, YO N…  Y YO N…, DECLARAMOS: QUE QUEREMOS UNIR MAS ESTRECHAMENTE NUESTRO AMOR PARA TODA LA VIDA Y POR ESO QUEREMOS CELEBRAR ESTE SACRAMENTO DEL MATRIMONIO. VENIMOS LIBREMENTE: NADIE NI NADA NOS LO EXIGE, UNICAMENTE EL AMOR QUE LOS DOS TENEMOS. SABEMOS QUE NO HAY NADA QUE LO IMPIDA. NOS SENTIMOS LLAMADOS A COOPERAR EN LA OBRA CREADORA Y AMOROSO DE DIOS PARA FORMAR RESPONSABLEMENTE UNA FAMILIA HASTA DONDE NOSOTROS, EN CONCIENCIA CRISTIANA, VEAMOS QUE PODEMOS HACERLOS FELICES. LE PEDIMOS A DIOS QUE NOS CONCEDA GENEROSIDAD PARA ACEPTAR EL DON DE LOS HIJOS Y CAPACIDAD PARA EDUCARLOS EN LA FE, EN EL AMOR, EN LA PAZ, EN LA JUSTICIA Y EN EL DEBER. PROMETERNOS VIVIR DE ACUERDO A NUESTRA DIGNIDAD DE CRISTIANOS: AMARNOS MUTUAMENTE CON LA ENTREGA TOTAL Y FIEL TODA LA VIDA, Y TRATAREMOS DE HACER EL BIEN A LOS DEMAS. PADRE: PADRE:   ASÍ PUES YA QUE QUIEREN ESTABLECER ENTRE USTEDES LA SANTA ALIANZA DEL MATRIMONIO, UNAN SUS MANOS Y EXPRESEN SU CONSENTIMIENTO DELANTE DE DIOS Y DE LA IGLESIA. Los novios se toman de las manos y de frente, viéndose uno al otro se expresan el  consentimiento matrimonial de la siguiente forma:

YO, N… , TE ACEPTO A TI, N… , COMO MI ESPOSA Y PROMETO SER TE FIEL EN LO PROSPERO Y EN LO ADVERSO, EN LA SALUD Y  EN LA ENFERMEDAD, Y AMARTE Y RESPETARTE TODOS LOS DIAS DE MI VIDA.

 

YO, N… , TE ACEPTO A TI, N… , COMO MI ESPOSO Y PROMETO SER TE FIEL EN LO PROSPERO Y EN LO ADVERSO, EN LA SALUD Y  EN LA ENFERMEDAD, Y AMARTE Y RESPETARTE TODOS LOS DIAS DE MI VIDA. PADRE: QUE EL SEÑOR CONFIRME ESTE CONCENTIMIENTE QUE USTEDES SE HAN MANIFESTADO ANTE LA IGLESIA Y USTEDES LO CUMPLAN CON SU BENDICIÓN.

LO QUE DIOS ACABA DE UNIR MAS, NO LO SEPARE EL HOMBRE. responden:  AMEN. Todos responden:

BENDICION DE ANILLOS Y ARRAS: medallitas)   PADRE: BENDICE + SEÑOR. (anillos, arras, lazo y medallitas)

A ESTOS HIJOS TUYOS Y SANTIFICALOS EN TU AMOR QUE ESTOS ANILLOS Y ESTAS ARRAS, SIMBOLOS DE SU FIDELIDAD Y DE SU AYUDA MUTUA, LES RECUERDEN SIEMPRE EL CARIÑO QUE SE DEBEN. POR CRISTO NUESTRO SEÑOR. ENTREGA DE LOS ANILLOS Y DE LAS ARRAS: El esposo coloca en el dedo anular de la mano izquierda de su esposa el anillo diciendo: N… ,

RECIBE ESTE ANILLO COMO SIGNO DE MI AMOR Y MI  FIDELIDAD: EN EL NOMBRE DEL PADRE, Y DEL HIJO, Y DEL ESPIRITU SANTO. 

 

Enseguida la esposa coloca en el dedo anular de la mano izquierda de su esposo el anillo diciendo: N… ,

RECIBE ESTE ANILLO COMO SIGNO DE MI AMOR Y DE MI  FIDELIDAD: EN EL NOMBRE DEL PADRE, Y DEL HIJO, Y DEL ESPIRITU SANTO.  El esposo toma las arras, teniéndolas entre las manos junta, y las entrega dejándolas caer en las de su esposa; N… ,

RECIBE TAMBIEN ESTAS ARRAS: SON PRENDA DEL CUIDADO QUE TENDRE DE QUE NO FALTE LO NECESARIO EN EL HOGAR.  La esposa responde:

YO LASSERECIBO EN SEÑAL CUIDADO QUE TENDRE DE QUE  TODO APROVECHE EN ELDEL HOGAR. Los novios se acercan al altar y con sus respectivas velas encienden juntos la vela central y apagan las otras dos. Regresan a su lugar. Se ponen de rodillas y se les coloca el lazo.

N. y N., ustedes como esposos cristianos, están ya unidos para siempre. Se les va a colocar el lazo, símbolo de la unidad indisoluble que, por el amor y la mutua entrega, deberán vivir todos los días de su vida.  ORACION DE LOS FIELES: Invoquemos, hermanos, confiadamente al Señor, autor de todos bienes, y pidámosle por los nuevos esposos N…, y por N…, y por las necesidades de todos los hombres:

 

-  Por los nuevos esposos N…, y por N…, que acaban de celebrar con gozo su matrimonio, para que se mantengan siempre firmes en la fidelidad y constantes en el amor mutuo, Roguemos al Señor. R. Te rogamos, Señor. -  Para que N…, y N…, sepan amarse como Cristo ama a su Iglesia y estén siempre dispuestos a ayudarse y honrarse mutuamente, Roguemos al Señor. R. Te rogamos Señor. -  Para que el Señor les conceda N…, y N…, acierto en la educación de sus hijos, juicio y prudencia para administrar su hogar, Roguemos al Señor. R. Te rogamos, Señor. -  Para que el Señor bendiga a la Iglesia, sea fuerza y consuelo de las familias que sufren a causa de las enfermedades o desavenencias y acoja en su Reino a los que ya han abandonado este mundo, Roguemos al Señor. R. Te rogamos, Señor. Escucha, Señor, nuestras oraciones y derrama con abundancia tus dones sobre los esposos N…, y N…, aparta de ellos todo mal y haz que vivan felices bajo tu protección. Por Jesucristo, nuestro Señor.

LITURGIA EUCARISTICA: Bendito seas, Señor; Dios del universo, Por este pan, fruto de la tierra y del  Trabajo del hombre, que recibimos De tu generosidad y ahora presentamos; Él será para nosotros pan de vida. -Bendito seas por siempre Señor. +El agua unida al vino sea signo de nuestra participación en la vida divina de quien ha querido compartir nuestra condición humana.

 

  Bendito seas, Señor, Dios del universo, Por éste vino fruto de la vid y del  Trabajo del hombre, que recibimos De tu generosidad y ahora presentamos; Él será para nosotros bebida de salvación. -Bendito seas por siempre, Señor.  Acepta, Señor, nuestro corazón contrito Y nuestro espíritu humilde Que éste sea hoy nuestro sacrificio Y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios nuestro.

+Lava de todo mi delito, Señor, Limpia mi pecado.

Oren hermanos, Para que este sacrificio, mío y de ustedes, Sea agradable a Dios, Padre todopoderoso. En el momento de ofrecer El sacrificio de toda la Iglesia, Oremos a Dios, Padre todopoderoso. -El Señor reciba de tus manos este sacrificio, Para alabanza y gloria de su nombre, Para nuestro bien y el de tu santa Iglesia.

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS. Oremos. Escucha, Señor, nuestras súplicas yestas recibe con agrado ofrendas que te presentamos por estos hijos tuyos N…, y N…, unidos en santo Matrimonio, 

 

para que la celebración de estos misterios los confirme en su amor y en el tuyo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PLEGARIA EUCARÍSTICA III V/. El Señor esté con ustedes. R/. Y con tu espíritu. V/. Levantemos el corazón. R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor. V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/. Es justo y necesario. Sigue el prefacio que corresponda según las rúbricas, el cual se concluye:

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque dignificaste tanto al ser humano, creado por bondad tuya, que en la unión del hombre y la mujer has dejado la imagen verdadera de tu amor. Y al que creaste,

 

no cesas de llamarlo a la vida del amor, a fin de hacerlo partícipe de la eternidad del tuyo. Así, el misterio del santo Matrimonio, al mismo tiempo que significa tu amor divino, consagra el amor humano, por Cristo, Señor nuestro. Por él, con los ángeles y los santos, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo. El sacerdote, con las manos extendidas, dice:

CP Santo eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso. Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice:

CC Por eso, Padre, te suplicamos que santifiques por el mismo Espíritu

 

estos dones que hemos separado para ti, Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y sobre el cáliz conjuntamente, diciendo:

de manera que se conviertan en el Cuerpo y . la Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, Junta las manos.

que nos mandó celebrar estos misterios. En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor han de pronunciarse claramente y con precisión, como lo requiere la naturaleza de las mismas palabras.

Porque él mismo, la noche en que iba a ser entregado, Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:

tomó pan, y dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: Se inclina un poco.

TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES. Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora, haciendo genuflexión. Después prosigue:

Del mismo modo, acabada la cena, Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:  prosigue:  

 

tomó el cáliz, dando gracias te bendijo, y lo pasó a sus discípulos, diciendo: Se inclina un poco.

TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. Muestra el cáliz al pueblo, lo l o deposita luego sobre el corporal y lo adora, haciendo genuflexión.

CP Luego dice una de las siguientes fórmulas: Éste es el Misterio de la fe. O bien: Éste es el Sacramento de nuestra fe. Y el pueblo prosigue, aclamando: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!

Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice:

CC Así, Padre,

 

al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo. Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia y reconoce en ella a la Víctima por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu.

C1 Que él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, los apóstoles y los mártires, (san N.: N.: santo del día o patrono) y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda.

C2 Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo entero.

 

Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: N.,, a tu servidor, el Papa N. a nuestro Obispo N. N.,, El Obispo, cuando celebra en su diócesis, dice: a mí, indigno servidor tuyo, Cuando celebra un Obispo que no es el Ordinario diocesano, dice:

a mi hermano N. ,  , Obispo de esta Iglesia de N.  ,, a mí, indigno servidor tuyo,

al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti. INTERCESIONES PARTICULARES --En la Misa del Matrimonio

* Ayuda a tus hijos N. y N., que en Cristo hoy han fundado una nueva familia, iglesia doméstica y sacramento de tu amor, y concédeles que la gracia de este día se prolongue a lo largo de toda su vida. Atiende los deseos y súplicas de esta familia famil ia que has congregado en tu presencia. Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz, y elevándolos, dice:

CC Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. El pueblo aclama:

 

Amén.

Rito de la Comunión Una vez depositados el cáliz y la patena sobre el altar, el sacerdote, con las manos juntas, dice:

Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir: O bien: Llenos de alegría por ser hijos de Dios, digamos confiadamente la oración que Cristo nos enseñó: O bien: El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado; movidos por ese Espíritu digamos con fe y esperanza: Extiende las manos y, junto con el pueblo, continúa:

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación,

 

y líbranos del mal. ext endidas, prosigue diciendo: Solo el sacerdote, con las manos extendidas,

Hermanos, pidámosle a Dios que bendiga y proteja a estos esposos a quienes ha enriquecido con el sacramento del Matrimonio. Padre santo, autor de todo el universo, que creaste a tu imagen al hombre y a la mujer y colmaste de bendiciones su unión conyugal, te pedimos por estos hijos tuyos que hoy se unen por la alianza del Matrimonio. Que descienda, Señor, sobre esta esposa N…  y el compañero de su vida N…  la abundancia de tu bendición, y que la fuerza de tu Espíritu Santo inflame sus corazones para que en el gozo de su vida matrimonial se distingan por la rectitud de su vida [ y sean padres intachables] intachables]. Que te alaben, Señor, en sus alegrías; que te busquen en sus tristezas;

 

que en sus trabajos encuentren el gozo de tu ayuda y, en la necesidad, sientan cercano tu consuelo; y, después de una ancianidad feliz, lleguen al Reino de los cielos, acompañados de quienes hoy comparten su alegría. Por Jesucristo, nuestro Señor. (Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo. )  Junta las manos. El pueblo concluye la oración, aclamando:

Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria,  por siempre, Señor. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice en voz alta:

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:

 

«La paz les dejo, mi paz les doy», no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Junta las manos.

Tú que vives y reinas por los siglos sigl os de los siglos. El pueblo responde:

Amén. El sacerdote, vuelto hacia al pueblo, extendiendo y juntando las manos, añade:

La paz del Señor esté siempre con ustedes. El pueblo responde:

Y con tu espíritu. Luego, si se juzga oportuno, el diácono, o el sacerdote, añade:

Démonos fraternalmente la paz. O bien:

Como hijos de Dios, intercambiemos ahora un signo de comunión fraterna. Y todos, según las costumbres del lugar, se intercambian un signo de paz, de comunión y de caridad. El sacerdote da la paz al diácono o al ministro. Después toma el pan consagrado, lo parte sobre la patena y pone una partícula dentro del cáliz, diciendo en secreto:

El Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, unidos en este cáliz, sean para nosotros alimento de vida eterna. ete rna. Mientras tanto, se canta o se dice:

 

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten t en piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten t en piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz. Esta aclamación puede repetirse varias veces, si la fracción del pan se prolonga. La última vez se dice: danos la paz. A continuación el sacerdote, con las manos juntas, dice en secreto:

Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que por voluntad del Padre, cooperando el Espíritu Santo, diste con tu muerte la vida al mundo, líbrame, por la recepción de tu Cuerpo y de tu Sangre, de todas mis culpas y de todo mal. Concédeme cumplir siempre tus mandamientos y jamás permitas que me separe de ti. El sacerdote hace genuflexión, toma el pan consagrado y, sosteniéndolo un poco elevado sobre la patena o sobre el cáliz, de cara al pueblo, dice con voz clara:

Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor. Y, juntamente con el pueblo, añade:

Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. El sacerdote, vuelto hacia el altar, dice en secreto:

El Cuerpo de Cristo me guarde para la vida eterna. Y comulga reverentemente el Cuerpo de Cristo.

 

Después toma el cáliz y dice en secreto:

La Sangre de Cristo me guarde para la vida eterna. Cri sto. Y bebe reverentemente la Sangre de Cristo. Después toma la patena o la píxide y se acerca a los que van a comulgar. Muestra el pan consagrado a cada uno, sosteniéndolo un poco elevado, y le dice:

El Cuerpo de Cristo. El que va a comulgar responde:

Amén. Y comulga. El diácono, si distribuye la sagrada Comunión, lo realiza de la misma manera. Si se comulga bajo las dos especies se observa el rito descrito en su lugar. Cuando el sacerdote ha comulgado el Cuerpo de Cristo, comienza el canto de comunión. Finalizada la Comunión, el sacerdote o el diácono, o el acólito, purifica la patena sobre el cáliz y también el cáliz. Mientras hace la purificación, el sacerdote dice en secreto:

Haz, Señor, que recibamos con un corazón limpio el alimento que acabamos de tomar, y que el don que nos haces en esta vida nos sirva para la vida eterna. Después el sacerdote puede volver a la sede. Si se considera oportuno, se puede dejar un breve espacio de silencio sagrado o entonar un salmo o algún cántico de alabanza. Luego, de pie en el altar o en la sede, el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, con las manos juntas, dice:

Oremos. Y todos, junto con el sacerdote, oran en silencio durante unos momentos, a no ser que este silencio ya se haya hecho antes. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración después de la comunión.

Concédenos, Dios todopoderoso,

 

que la gracia del sacramento del Matrimonio actúe de día en día en la vida de N…, y de N…, esposos,  y que la Eucaristía que hemos ofrecido y recibido, nos haga vivir a todos como hermanos. Por Jesucrsisto, nuestro Señor. El pueblo, al terminar, aclama:

Amén.

Rito de conclusión Siguen, si es necesario, breves avisos para el pueblo. Después tiene lugar la despedida. El sacerdote, vuelto hacia el pueblo, extendiendo las manos, dice:

El Señor esté con ustedes. El pueblo responde:

Y con tu espíritu. El sacerdote bendice al pueblo, diciendo:

-N.. y N., que el eterno Padre los conserve unidos en el amor, -N para que la paz de Cristo habite en ustedes y permanezca en su hogar. R. Amén. -Que tengan en los hijos una bendición, en los amigos un consuelo y en el trato con todos, una paz verdadera.

 

R. Amén. -Que sean testigos del amor de Dios en el mundo, para que los pobres y los afligidos, habiendo encontrado en ustedes ayuda y consuelo, los reciban con gratitud algún día en la casa eterna del Padre. R. Amén  Y que a todos ustedes, los aquí presentes, los bendiga Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo. Todos responden:

Amén.. Amén Luego el diácono, o el mismo sacerdote, con las manos juntas, vuelto hacia el pueblo, dice: di ce:

Pueden ir en paz. O bien:

La alegría del Señor sea nuestra fuerza. Pueden ir en paz. O bien:

Glorifiquen al Señor con su vida. Pueden ir en paz. O bien:

En el nombre del Señor, pueden ir en paz. O bien, especialmente en los domingos de Pascua:

Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado.

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