Carta A Una Hermana

 

Hola Mi Negris: Cuando me disponía a escribirte esta carta, pensé tantas tantas y tantas cosas que quisiera decirte que tal vez una hoja de papel sea insuficiente, pero haré un esfuerzo de síntesis. Tú eres mi hermanita, la única que me queda. Siempre pensé que nuestra amistad sería especial, que sería capaz de sobrepasar las barreras, que veríamos pasar días inmensos i nmensos  juntas,... Supe que ambas teníamos que enseñarnos que la vida nos tenía tenía sorpresas preparadas para el futuro. Pero a veces las cosas no salen como uno las espera. Sabes? la mayoría de las veces he sentido que te alejas, que haces silencio, que quieres huir y creo que tal vez no quieres escuchar lo que te tengo que decir sobre la vida, sobre la amistad y sobre tu ser mamá; sé que en estos momentos tú te sientes decaída y tal vez confundida, con ganas de vivir cosas que no viviste antes, de volar y soltarlo todo y “de ser feliz” , pero quiero que sepas que para ser feliz lo primero que debes saber es quién eres, amarte y encontrarte con lo esencial, que como dice el principito, no es visible a la vista, lo esencial solo se ve con los ojos del corazón y confieso que a veces creo que los cierras y te haces indiferente, no sé porque, si tienes miedo u otras expectativas. Pero lo que sí sé es que yo estaré siempre aquí, hasta que tú vuelvas a confiar en mí, sé que no puedo hacer que tus problemas se solucionen, ya que no soy buena para solucionar mis propios problemas… También sé que no puedo hacer que dejes de sentir todas las dificultades que tienes en tu vida, pero escucharte buscaruna solucionarlas junto a ti, sé también no puedo cambiar tupuedo pasado, porque noy tengo máquina del tiempo, pero quieroque decirte que cuando me necesites… Ahí estaré, para que me cuentes t oda tu tristeza y desilusiones y compartamos la felicidad con mi Saris, a quien q uien creo le debes más m ás tiempo, más caricias, más paciencia, más juegos libres, más parque… más de ti.  No puedo evitar que caigas, pero te ofrezco mi mano y mi hombro para que te sujetes, y no vuelvas a tropezar, sé que tus alegrías y tus ilusiones no son mías, pero las disfruto sinceramente cuando te veo feliz. No juzgaré las decisiones que tomes en un futuro, solo te apoyaré y te ayudaré si me lo llegas a pedir, sé que no puedo impedir que tomes malas decisiones, pero desearé que seas feliz, y esperaré que vuelvas algún día como mi hermana… y quiero que sepas que ahí estaré yo, para llorar contigo y reír de la vida.. Sé que no puedo decirte quién eres, ni quién deberías ser. Sólo puedo quererte cómo eres y ser tu amiga. Cuando alguna vez llegues a sentirte sola, y veas a tu alrededor solo vació, y no puedas llorar… Yo estaré a tu lado. Y si llegas a sentir pena y tristeza y s ientas una herida en tu corazón, yo seré la vida. Y si alguna vez no sientas nada y quieras sonreír, pero no puedas yo soy la puerta. Y tal vez algún día te sientas sola y quieras regresar a ser una niña yo seré tu camino. Tú eres muy importante para mí y te amo y tal vez no te lo digo seguido, pero es así, aprovecha cada minuto, cada instante, cada experiencia para acercarte a Dios y para tratar de encontrar en él la luz que necesitas para vivir feliz. Que este retiro te permita encontrarte contigo misma y reconocerte frágil y necesitada de su amor que es el único que no acaba, para construir nuevos recuerdos y nuevas formas de ser. Te quiero.

Tu prima hermana comadre: Angie