Cárdenas, L. y Restrepo, C. (2011). Didácticas de la filosofía. Para una pedagogía del concepto.

March 21, 2018 | Author: Ángel Hernández | Category: Socrates, Knowledge, Truth, Plato, Soul
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Descripción: Filosofía: conocimiento por conceptos; tal es, a fin de cuentas, la definición de la filosofía. Pero ese co...

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Didácticas delaFILOSOFÍA Para una pedagogía del concepto

DIDÁCTICAS DE LA FILOSOFÍA Volumen I

Director de colección "Filosofía Actual":

Dr. Germán Vargas Guillen

Profesor titular de la Universidad Pedagógica Nacional, miembro de la Sociedad Colombiana de Filosofía y del Círculo Latinoamericano de Fenomenología (Clafen) Comité Consultivo:

Dr.

Luis Alberto Fallas López,

Dra. Julia

V.

Iribarne,

Dra. Luz Gloria Cárdenas.

Dr.

Harry

P.

Dr.

Sante Babolin,

Reeder,

Universidad de Costa Rica. San losé (Costa Rica).

Academia de Ciencias, Buenos Aires (Argentina). Universidad de Antioquia, Medellín (Colombia).

Universidad de Texas en Arlington (Estados Unidos).

Pontificia Universidad Gregoriana, Roma (Italia)

¡LosoPía actuaI

Textos publicados: AL ACECHO DE LO PURO Luis A Fallas López la. ed. ARISTÓTELES: RETÓRICA, PASIONES Y PERSUASIÓN Luz Gloria Cárdenas Mejía, 1 a. ed.

Textos en preparación: EL ROSTRO DEL HOMBRE Sante Babolin, la. ed. EL SOLIPSISMO Y LAS RELACIONES DE INTERSUBJETIVIDAD

Pedro Iuan Aristizábal Hogios, 1 a. ed. DIDÁCTICAS DE LA FILOSOFÍA - VOLUMEN I Luz Gloria Cárdenas Mejía (editora)

Carlos Enrique Restrepo (editor), la. ed. PRAXIS FENOMENOLOGIA DE HUSSERL, LA

Harry P. Reeder. la. ed

HERMENÉUTICA Y COTIDIANIDAD Juan Manuel Cuartas, la. ed. MUIER Y NARRACIÓN

Patricia Aristizábal Montes, la. ed.

Luz

Gloria Cárdenas Meiía

C arlos Enrique Restrepo

(Editores)

DIDACTICAS DE LA FILOSOFIA Volumen I

Para una pedagogía del concepto

Esta publicación contó con recursos de la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad de Antioquia. a través de la "Estrategia de Sostenibiiidad 2009" que benefició al Grupo Interinstitucional de Investigación "Filosofía y Enseñanza de la Filosofía".

Titulo Didácticas de la filosofia. Volumen / Editores Luz Gloria Cárdenas Mejia Carlos Enrique Restrepo t SAN PABLO Carrera 46 No. 22A-90 Tel.:3682099 - /rí/.v:2444383 £-///í//7:editorial(í/:sanpablo.com.co wwvv.sanpablo.com.co BOGOTÁ

ISBN 978-958-715-613-3

la edición. 2011 Queda hecho el depósito legal según Ley 44 de 1993 y Decreto 460 de 1995

Distribución: Departamento de Ventas Calle 17A No. 69-67 Tel. :41I401I - Fax: 4114000 E-mail: direecioncomercialfa sanpablo.com.co COLOMBIA

PRESENTACIÓN

El maestro-filósofo Filosofía: conocimiento por conceptos; tal es, a fin de cuentas, la definición de la filosofía. Pero ese conocimiento no es ajeno a una historia, que es la his­ toria de la sucesión de los sistemas, en la que el concepto es conservado en el tiempo. Así, la historia de la filosofía construye un firmamento poblado por complejos sistemas que lo sideran y enmallan, constituyendo los Universales en los que se sostiene el sueño ilusorio de reinar sobre las otras formas de cono­ cimiento. Pero cada vez que el firmamento se cierra en sí mismo y que la filoso­ fía llega a no tener ningún problema, a concillarse con la época para constituir su identidad, es porque está por venir un nuevo movimiento, una nueva fuer­ za que hiende ese firmamento, dejando entrar un poco de caos en estado puro. Esa

fuerza

caotizante

arrastra

al

concepto

fuera

del

tiempo

histórico

que

lo

conserva: lo pone en devenir, lo hace saltar fuera del sistema, para ponerlo en relación de vecindad con otros conceptos sobre el plano filosófico que, por un momento, es puesto de pie y obligado a abandonar cualquier trascendencia. De ese

fuera-del-tiempo

campo que

trascendental

anima

y

de

real,

perpetuamente

ese el

fuera-del-sistema

campo

sus

en

el

que

actualizaciones,

está el

para

poblado,

concepto

es

constituir

la

precisamente, potencia nueva

el

virtual

geogra­

fía sobre la que los diferentes planos distribuyen y recomponen sus relaciones, hasta producir una nueva imagen del pensamiento. Al hacerlo, cambia la natu­ raleza misma de la filosofía, pues desde entonces "la filosofía es devenir, no his­ toria; es coexistencia de planos, no sucesión de sistemas”1.

1

Dki.f.u/.k, G. & Guattari, F ¿Qué es la filosofía? Anagrama, Barcelona, 1993, ''Introducción'1,

pp. 7-18,

Presentación

¿Pero der

cómo

orientarse

establecer

la

en

esta

naturaleza

y

compleja

la

potencia

coexistencia de

cada

de

planos

concepto

para

respecto

po­

de

su

historia, y también respecto de su posición y de sus relaciones con los otros conceptos, sofo:

de

crear

concepto. del

devenires

nuevos

o

conceptos;

Modestia

maestro:

vínculo

sus

del

eventuales modestia

filósofo:

arriesgarse

maestro-filósofo

en

asumir

la

que

creación

-con

la

resurgimientos'5

Grandeza

del

maestro:

hacer

la

pedagogía

del

de

conceptos.

extraordinaria

la

del

concepto;

Esta

especie

excepción

filó­

pedagogía

de

del

grandeza de

doble

Baruch

de

Spinoza- está presente a lo largo de la historia de la filosofía, se aboca en los casos dice

singulares lacques

a

una

experimentación

Rancière,

"disocia

la

colectiva

maestría

en

del

la

que

saber",

el

maestro,

mientras

el

como filósofo

"enseña eso que aún no sabe", lo que está en proceso de crear2. Acogiendo la

multiplicidad

de

saberes

y

experiencias

del

alumno,

el

maestro

lo

lanza

en la aventura de relacionar su saber y su experiencia con aquello que como discípulo ignora, mientras que el filósofo lo arroja en plena mar forzándolo a pensar. En cierto modo, ese maestro-filósofo es una especie de implacable pro­ vocador que enseña a no satisfacerse con lo que se sabe, que empuja siempre al

alumno

a

ser

un

buscador,

un

experimentador.

En

esencia,

una

pedagogía

del concepto, sin renunciar al rigor del conocimiento y de la historia de la fi­ losofía, en

cuenta

fabulosas

protocolos

fuerza

de

creadora

historias

o

de

para

afirmar

la

siempre

nuevos.

experimentación

de

conceptos

de

poder

El

potencia,

que

disparidad,

la

se

convierten

diferencia,

maestro-filósofo

no

la

aspira,

pues, a ser difundido, aspira a ser repetido, pero lo repetido no son sus con­ ceptos sino la diferencia, la potencia de la que son portadores.

El discípulo Es evidente que "no se aprende a nadar en seco", ninguna explicación colma el no-saber como tampoco dota de capacidad alguna; por el contrario, es en la relación con el agua que el cuerpo se hace sensible a sus signos, de modo que al relacionarse con ese medio exterior sobre el cual se abre y en el cual actúa, selecciona

el

conjunto

de

signos

con

los

que

se

compone

para

constituir

un

entre-dos, una relación de implicación. De igual manera, en una relación disci-

Rancif.rl, publicada

en

|.

"Entrevista

sobre



maestro

ignorante",

http://multitudes.samizdat.net.

Versión

blogspot.es/ 6

concedida en

el

Io

español:

de

noviembre

de

2004,

http://elvampiropasivo

Presentación

pular no se trata de deshacer las posiciones respectivas de maestro a discípulo, las

cuales

se

encuentran

racionalizadas

por

la

distribución

y

asignación

del

conocimiento y la ignorancia en los términos deñnidos por la relación, y don­ de la relación misma se ha convertido en una finalidad; tampoco se trata de que

maestro

y

discípulo

intercambien

posiciones,

revolucionando

ambos

en

torno del centro -siempre esquivo- de la verdad o del ser. Quizá se trata más bien de crear una zona de indeterminación real, un afuera en el cual se com­ ponga la relación, en el que la relación se haga acontecimiento productor. En

esa

zona

de

indeterminación

real,

el

maestro,

poseedor

del

saber,

arriesga su saber en el límite de lo que no sabe, y el discípulo ignorante (lo cual

no

quiere

inadecuadas aventura que

la

y

en

el

decir

vacío,

nociones

al

comunes),

encuentro

implicación

sino

poseedor

fortuito

recíproca

contrario,

con

afecta

el

por

lleno en

de

una

potencia

conocimiento.

igual

a

mezcla

de

ese

Doble

maestro

y

de

ideas

saber,

devenir

discípulo,

se

en

el

haciendo

de la pedagogía un agenciamiento: aventura de exploración del plano de con­ sistencia

pre-filosófico

que

habita

el

discípulo

(en

la

relación

intensiva

de

la

filosofía con la no-filosofía) y del plano filosófico que habita el maestro, y que se

presuponen

que

ahora

es

intensivo, creación

recíprocamente. dispuesto

relacional y

y

recreación,

y

Pero

esa

cartografiado,

creador. sería

Experimentar

entonces

exploración

dejando

de

la

aventurar

ser

potencia un

supone

el

abstracto

para

del

concepto

concepto,

lanzamiento

de

devenir de

dados

su agi­

tados por la inminencia de la necesidad de pensar.

El medio presente Destinada a este uso específico, la filosofía libera su carga potencial direc­ tamente

como

problema,

construcción

de

problema,

composición

de

un

cam­

po problemático que reclama un rigor y un estilo. Es lo que Deleuze y Guattari supieron reconocer al definir el oficio de la filosofía como un trabajo estético de

creación,

filosofante

indisociable

significa

de

producir

una un

pedagogía real

aquí

y

del

concepto.

ahora,

que

Crear

designa,

en

esta

como

línea

afirman

Deleuze y Guattari, "esta conjunción de la filosofía o del concepto con el me­ dio presente"3. Pero esta conjunción no se reduce a una coincidencia; es más bien

un

entrelazado,

un

vínculo,

una

operación

de

afirmación

simultánea,

en

la cual el concepto.no se confunde con el medio sino que actúa, hace máqui­

s

DF.Lh.uzt, C & Guattari, F. Op. di., p. 102.

7

Presentación

na con él, lo modifica. Cópula del concepto con el medio, operación ilativa de consecuencias y condicionamientos recíprocos. Ahora bien, esta conjunción no está exenta de peligros; estos la amenazan permanentemente, experimentación cia

de

es

la

ya

sea

sobre

creación

una

para

dificultad

con

abatir

los

trascendencia

componentes

cualquiera,

conducirla a una línea de

que

representa

la

época;

o

pre-filosóficos con

abolición.

enfrentada

a

hundir

de

su

su

poten­

No menos peligrosa

poderosos

enemigos,

la

filosofía hoy inventa su propia lengua minoritaria, en lucha con el estilo pro­ saico

y

tecnocratizado,

tuadores sus

(la

nuevos

capital4. el

De

de

banalizante

mercadotecnia,

la

rivales

cada

vez

otro

lado,

la

confundir

el

e

más

de

la

insolentes

llamada

plano

infantilizante

lingüística,

que

"tradición"

creación

con

de

los

publicidad, se

yerguen

encierra

una

nuevos

etc.), a

la

siempre

"patria

para

concep-

esto

es,

de

sombra

del

otro

el

peligro;

pensamiento"

(Grecia o Alemania), en lugar de invocar una nueva tierra y un pueblo nuevo nunca dio

confiscados

singular

situar

la

que

en

identitaria

que, en

pues,

no

que

losofía,

ni

sea

de

nosotros", una

podemos el

de a

un

para

la

usar

Repoblar

conceptual

que

sea

sudaca, de una

particular este de

bolivariana

una

en

práctica

filosófica

las

plano,

fines del

provocación

estriba

Europa,

u

otra, de

del

las

duda

y

devenir

augura

cierta

en

condi­ político-

un

disponemos,

para

fi­

pensamiento

coacciones

sin

en pero

peligros,

difíciles

inconfesables-,

que

me­

homogenización

universalidad

entonces,

un

Múltiples

subordinación

trata, para

a

una

despótico.

de

peligro

exclusiva

nombre

cuerpo

de

-quizá el

caso

referencia a

nombre

Se

el

suramericano,

una

latinoamericana, eludir

de

En

discursiva

académicas.

filosofía.

este de

reconocimiento

implican

recreación

de

disyuntiva

conformación

recrear,

la

nacional".

nuestro,

la ella

la

por

que

sociales,

"ideal

recodificación

secularizaciones

ciones

un

el

en

una

traicionarse

a

es

filosofía

también

por

el

"entre con

pensamiento

en su intensa relación con la vida; una sophía que conjuga el bíos y el étfios en un renovado pftilos sobre el plano intenso de la vida. La tarea propiamente peda­ gógica

responde,

entonces,

a

la

preocupación

ético-estética

"¿cómo orientarse en el pensamiento, en la filosofía?"5.

J

\bíd., p. I 7.

’ Cf.

Kant,

I. Cómo orientarse en el pensamiento. Quadrata, Buenos Aires. 2005

y

ético-política;

Presentación

El lugar del encuentro

En y

el

encuentro,

discípulo

sus

en

distancias,

modesto,

su

mutua

acordando

insistente,

soledad, de

en

en

voz

su

antemano

baja,

que

irrenunciable

una

rigurosa

establecen

poblamiento,

discreción

maestro afirmando

para

el

pensa­

miento, la filosofía, sus agentes y personajes, se lanzan en la tarea peligrosa de componer nuevos conceptos como estados de cosas. El encuentro entre maestro y discípulo tiene lugar y tiene un lugar, en el que se sella una alianza abierta a los

encuentros

podemos

y

liberada

calificar

los

de

las

nuevos

influencias.

espacios

en

Quizá

los

que

es se

de

esta

agencia

manera

hoy

la

como

filosofía.

Del aula al libro y a la revista institucional, y de estos a la revista efímera, los blogs, los sites de filósofos e iniciados, de profes y grupos confesionales, iniciados

y

resistentes,

el

lugar

del

encuentro

se

ha

modificado,

tanto

como

las formas por las que pasaba la filosofía, pues la forma privilegiada del libro ahora

se

conjuga

ilocalizables.

Sin

con

duda,

formas el

menos

libro

ha

totalizantes

cambiado

y

más

bien

de naturaleza,

fragmentarias,

ya no reina como

unidad cerrada que enuncia un sistema o que es pieza de un sistema en sí mismo cerrado; se abre sobre relaciones de vecindad y de distancia que hacen multiplicidad, el

interior

acentrados, otro los

tal

manera

sistema,

rizomáticos,

punto

arrastra

de

del y

el

la

en

ilación

pensamiento

lugares

comunes

que

sino

la

interpretación-comentario

que pasa el

que

es

por

ahora

cada

siempre fuera

punto

un

de

espacio-tiempos

por

un tiene

que

entre-dos:

sus

lugares

singulares

en

no

sistema

ver

inmensa

comunes,

o

los

se

que

resuena

de

en

automatismos con

cualquier

lanzadera que

que

hace

produce

de una

nueva imagen del pensamiento. La

unidad

rizomático ciones)

abierta

poblado

con

el

de

maestro-discípulo nuevas

no-filósofo,

conjuga

relaciones

para

(y

reconstruir

sus

de la

potencias

nuevas

en

relaciones

consistencia

de

los

el de

campo rela­

conceptos

y dotar de una nueva potencia de resistencia y acción al filósofo en su rela­ ción los crea

con

la

medios, un

tierra

(plano

la

filosofía

nuevo

medio,

de

viaja

los de

reinventa

planos). nuevo, una

y

Líneas en

ese

pragmática,

y

velocidades, viaje

crea

en

encuentra, un

método

medio descubre

de y

transversa-

lista con el que y en el que de nuevo una pedagogía es posible.

Ernesto Hernández B. Carlos Enrique Restrepo

9

Capítulo I

LA PREGUNTA Y EL ASOMBRO FILOSÓFICOS

María Cfcilia Posada González'

Con ocasión de este escrito, no intentamos reflexionar sobre la cuestión teórica de si la filosofía es o no enseñable, sino la contundente realidad histórica que nos la presenta como un saber en constante creación, pero asociado a la prác­ tica del debate teórico, oral o escrito, que conduce finalmente a la configura­ ción de grupos de amigos con quienes se comparte esta búsqueda pensante, o de

opositores

que

se

distancian

para

plantear

nuevos

inicios

conceptuales.

No

cabe duda de que en la historia muchos filósofos se convirtieron en maestros y que muchas de sus teorías crearon escuelas. Y cuando la educación se ins­ titucionalizó

en

todos

sus

niveles,

la

filosofía

no

fue

ajena

a

este

proceso

y

también tuvo un lugar como saber filosófico en los currículos, o como facul­ tad

en

las

universidades.

A

las

condiciones

de

esta

práctica

docente

es

que

queremos referirnos, para asumir el reto de pensar una didáctica de la filosofía pertinente a nuestros tiempos. Pero nos

aunque

del

tema

nuestro sin

objetivo

realizar

principal

ciertas

es

precisiones

práctico, teóricas

no

es

posible

relativas

a

lo

ocupar­ que

aquí

entenderemos por didáctica y por enseñanza de la filosofía. Por lo que a la primera respecta,

quiero

situarme

en

su

sentido

estrictamente

etimológico.

Sabe­

mos que ésta es una palabra griega, exactamente el adjetivo didakliké, que al usarse sin sustantivo alguno supone una referencia tácita a la palabra léchne,

Realizó Griega,

estudios

Instituto

de

de

Doctorado

Estudios

en

la

Macedónicos,

Universidad Grecia,

de

Atenas,

Licenciada

en

Grecia

Especiaiización

Filosofía

y

Letras

en

Cultura

Universidad

Pontificia Bolivariana. Libros Ares y Afrodita. De la tragedia a la opera Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín, 1986, Artículos: "La ‘maestría 1 de los sabios en la antigüedad" En: Filosofía pedagogía y enseñan:a de

la Filosofía. Universidad Pedagógica Nacional, Bogotá 2004. pp, 15-28, "La ceguera de los mortales El filó­ sofo: entre la burla humana o la envidia divina En- Esfurf/os de Filosofía No 34 Medellín 2006, pp. 49-62. "El enigma lenguaje de Parménides". Fn Estudios de Filosofía. No 26, Medellín 2002 pp 13-22 Dirección electrónica:

[email protected]

co

María Cecilia Posada González

arte, saber. La didakliké téchne traduciría, entonces, el "arte de la enseñanza", un "saber apto para enseñar", una aplicación de un saber en la acción de enseñar que permita el buen logro de un acto, la enseñanza, en este caso, de la filosofía. En cuanto a los múltiples sentidos que la expresión enseñanza de la filosofía podría invocar, tendré en cuenta sólo los siguientes: 1.

El sentido común y amplio, no conceptual. En la vida cotidiana, el verbo filosofar

no

se

utiliza

de

manera

rigurosa,

sino

como

sinónimo

de

racio­

cinar. En consecuencia, el enseñar a filosofar no es otra cosa que un en­ señar la

a

reflexionar,

formación

asombro,

de

de

argumentar,

la

llamada

interrogación

analizar,

actitud

y

de

o

investigar.

espíritu

crítica,

que

Se

trata

filosófico,

más

esa

caracteriza

al

bien

de

capacidad

de

ser

humano

y

que resulta necesaria a todo saber. 2.

La concepción académica. Poco a poco, a lo largo de la historia, se fue constituyendo

una

comentaristas

y

transformando

tradición

discípulos

en

un

escrita, y,

saber

a

obra

través

teórico

de de

los propios las

cuyos

escuelas,

tratados

y

filósofos o de sus la

filosofía

conceptos

se

fue

pueden

ser

aprendidos como los de cualquier disciplina o ciencia. 3.

La

concepción

práctica.

Para

algunos

filósofos

y

escuelas

de

la

antigüe­

dad, la filosofía era, ante todo, un modo de vida, un aprender a vivir bien. El

saber

filosófico

en

tanto

conocimiento

de

la

verdad,

debe

transformar

el alma y conducir al hombre a una vida virtuosa. El auténtico filósofo vive como un hombre sabio, justo y bueno. 4.

El concepto etimológico: amor a la sabiduría. La filosofía es búsqueda de la verdad, un ponerse en el camino de la indagación constante. Se trata de la concepción que piensa la filosofía como un deseo de aprender la realidad en su ser, de conocer más allá de lo que la multiplicidad cotidiana nos muestra, a partir de una toma de conciencia de que no sabemos las esencias o verdad de las cosas. Para iniciar la búsqueda es preciso desear el aprender, y este deseo no anida sino en quienes primero descubren su ignorancia. En

el caso de

ción

enumerada,

una

didáctica.

estrategias Podríamos loga. de

para

que concentráramos nuestra la

pre-conceptual,

Desde

la

conseguir

valernos de

También

formación

tendríamos primaria

despertar

la palabra

atención en la primera concep­

y

muchas

de

los

encausar

su

opciones

niños,

para

pensar

podríamos

diseñar

capacidad

de

asombro.

oral que narra, recita, canta, explica o dia­

de

imágenes

pintadas

representaciones

teatrales,

de

o

juegos,

12

proyectadas, etc.

A

de

medida

la que

palabra

escrita,

avancemos

en

La pregunta y el asombro filosófico

los niveles de enseñanza, podríamos hacer de la literatura, las artes, la historia y

las

ciencias

nuestros

mejores

aliados

para

mantener

activa

la

pregunta,

el

análisis y la reflexión. Pero, en toda esta formación de la capacidad pensante y

analítica

de

los

educandos,

¿sería

posible

utilizar

como

estrategia

didáctica

un auténtico texto filosófico, por ejemplo, uno perteneciente a un autor clásico de la filosofía? Quizá sólo en los últimos niveles de la educación media y en la superior, y después de realizar una selección adecuada de autores y de obras, con criterio didáctico. No cabe entonces engañarnos. Por muy exitosa que re­ sulte nos

una

formación

encontraremos

del

aún

espíritu

filosófico

así

filosofía,

sino

enseñando

de

ampliamente

tan

sólo

entendido,

formando

al

no

hombre

humanamente y en tanto ser racional. Uno de los pensadores del siglo pasado que más claramente nos dejó planteada la diferencia entre el enseñar a pensar en general y el enseñar a pensar de modo filosófico, fue Heidegger. Antes de Tales de Mileto, los hombres también pensaban y se asombraban de las cosas, pero sólo después de él, el hombre "meditó", y ello quiere decir, pensó el Ser. La di­

dáctica de la filosofía por la que estamos indagando debe, pues, apuntar hacia otra concepción

del filosofar

que realmente

tenga que ver con el saber que desde

Grecia se ha llamado Filosofía, y no con lo que cotidianamente y en sentido no riguroso suele llamarse espíritu filosófico. Ensayemos nado tal

entonces

"académica".

obra,

saber

fruto

La

de

llamado

con

la

segunda

tradición

la

actividad

Filosofía,

no

es

concepción,

filosófica

occidental

pensante

de

muchos

este

legado

otro

que

la

que

hemos

contiene

una

hombres. escrito

denomi­ monumen­

Si

de

existe

los

un

filósofos.

Aunque la opinión común cree, como ya lo anotamos, que por el mero hecho de

utilizar

mero

ser

la

razón

racionales

estamos

desarrollando

podemos

emitir

el

juicios

espíritu

filosófico,

autorizados

sobre

que los

por

el

problemas

filosóficos, ello no es así. Hace falta estudiar con rigor la Historia de la Fi­ losofía saber

y y

manera

el

pensamiento

para

poder

esencial

o

de

formar propia.

los

grandes

nuestro Sin

filósofos

"espíritu

embargo,

para

filosófico",

existe

también

poder

acceder

concebido la

a

ahora

posibilidad

este sí

de

de que

lleguemos a conocer las afirmaciones, las tesis, o si se quiere, las concepcio­ nes de los filósofos, y dedicar mucho tiempo a penetrar en los fundamentos y en el desarrollo de sus ideas, sin que a pesar de los esfuerzos, se logre llegar a

lo

cuando

fundamental se

prenderlos

trata

que de

es

el

conceptos

verdaderamente

comprenderlas filosóficos,

respecto

del

de

manera

debemos mero

esencial.

distinguir

captar

el

el

Sucede

llegar

sentido

a

que, com­

gramatical

de las palabras, asimilándolo sin duda, pero en el terreno de la mera repre­ sentación. No en vano Heidegger, en sus lecciones sobre Qué significa pensar, nos advierte que

13

María Cecilia Posada González

ocuparse de las disertaciones y los escritos de los grandes pensadores no es garantía de que estemos pensando o siquiera dispuestos a aprender a pensar. Por el contrario, el ocuparnos de la filosofía como si fuera una colección de pen­ samientos, puede sumirnos en el engaño de que estamos pensando, en tanto consideremos que nos encontramos "filosofando" sin cesar. Y Heidegger insiste en que el pensar filosófico no pertenece, en general, a ninguna asignatura. Tampoco sirve para fomentar la cultura general. Es un pensar tal que para ser, no tiene necesidad de obrar ni de ser útil. Los instantes dedicados a la meditación esen­ cial o bien despiertan o bien ciegan y asolan para todo el porvenir las fuerzas fundamentales2. He

aquí

una

reflexión

que

cabe

invitar

a

hacer

en

este

escrito:

cQué

tan

pertinente es el estudio de asignaturas de filosofía por parte de públicos que sólo la pueden concebir como cultura general o como erudición9 Una

de

las

mayores

dificultades

que

se

nos

presentan

cuando

pretende­

mos poner a un estudiante en el camino de la comprensión de un texto filo­ sófico,

es

precisamente

su

arraigo

en

la

concepción

común

de

que

filosofar

es opinar críticamente acerca de algo, y en consecuencia, que la historia de la filosofía

no

es

más

que

un

cúmulo

de

estos

pensamientos

subjetivos

acerca

del mundo, del hombre, del origen de las cosas, etc. Sólo después de avanzar en el llamado "estudio de la Filosofía", y si la conducción por este terreno es adecuada

y

bien

direccionada

hacia

este

logro,

un

día,

de

repente,

es

como

si se nos encendiera una luz y por fin nos fuera dado distinguir y comprender la

especificidad

propio.

Pero

madurez, fos

suele

del

esta

digamos quedarse

asunto

filosófico

comprensión espiritual. en

el

y

el

rigor

del

sin duda

se

toma

su

Mientras

terreno

de

tanto, la

el

estudio

curiosidad

pensamiento tiempo, de

los

que

y requiere grandes

le

es

cierta filóso­

intelectual, o como mucho,

de la admiración. En lo que más debe insistir la enseñanza académica de la filosofía es en el rigor que demanda su estudio, y en la diferencia entre pensar y opinar. Como dice Hegel: No existen opiniones filosóficas... la filosofía no contiene nunca opiniones. La filosofía es el saber objetivo de la verdad, el saber de su necesidad, de su conocer reducido a conceptos, y no un simple opinar o devanar de opiniones. Si la historia de la filosofía no fuese nada más que una galería de opiniones

- Heidkccer, M. ¿Qué significa pensar? Nova, Buenos Aires. 1951, Primera Lección

14

La pregunta y el asombro filosófico

acerca de la esencia de las cosas, sería en verdad una ciencia harto superflua y aburrida, por mucha utilidad que se sacase o se creyese sacar de todo ese trasiego de pensamientos y de esa erudición. Estas obras serían algo seco, carente de interés, a no ser que se sienta gusto por la erudición y se practique la ociosa curiosidad por las cosas inútiles, aunque no faltan también quienes consideran útil conocer diversos pensamientos y opiniones, porque piensan que ello estimula la capacidad de pensar y conduce, a veces, a la formación de opiniones sabias o sensatas1. Aunque es dura la crítica de Hegel para quienes reducen la Filosofía a una técnica para aprender a pensar o a un saber que ayuda a formar opiniones "sa­ bias", de

es

totalmente

didácticas

de

la

pertinente, filosofía.

si

Si

hemos

los

de

conceptos

aplicarnos

hoy

a

la

concepción

filosóficos

permanecen

vacíos

si

antes no estamos, digamos, a la escucha de lo que ellos han de comprender, entonces es preciso concebir una didáctica de la filosofía propiciadora de tal com­ prender. Si la enseñanza de la filosofía se concentra sólo en asignaturas cuya materia

son

los

compendio

de

nencia

la

de

pensamientos

opiniones didáctica

de

complejas utilizada,

los y

grandes

filósofos,

personales,

estaremos

tan

entendidos

cualquiera sólo

a

lo

que

sea

sumo

como la

un

perti­

suministrando

una cultura general, una erudición filosófica. Pasemos

ahora

a

la

concepción

práctica,

aquella

que

se

derivó

del

interés

socrático de buscar la verdad para obrar el bien. Aquí la filosofía no es un medio para llegar a un fin, sino un fin en sí mismo, que consiste en la transforma­ ción de sí para alcanzar la virtud. Puede decirse que, después de Sócrates, la mayoría

de

discurso

merece

las

escuelas ser

filosóficas

llamado

de

la

filosófico

si

antigüedad está

consideraron

disociado

de

la

que

vida

ningún

filosófica.

Un filósofo que imagine que su discurso puede bastarse a sí mismo sin estar en armonía con su vida es un mero sofista o aparentador de sabiduría. Así, el platónico

Polemón

lidad

la

su

en

vida.

atacó

a

argumentación

Para

el

estoico

quienes

pretendían

silogística, Epicteto,

mas

eran

se

hacerse

admirar

contradecían

despreciables

los

en que

por la

su

habi­

conducta

disertaban

de

sobre

el arte de vivir como hombres, en lugar de vivir ellos mismos como hombres. Sin el respaldo de la acción justa y bella, ¿cómo puede haber verdad en un discurso que pretende decirnos lo que es la justicia y el bien? El amor a la sabiduría no puede reducirse simplemente a una philologia. La

didáctica

que

cabe

imaginar

para

esta

concepción

de

la

filosofía

no

puede ser otra que la del ejemplo del maestro, la de su vida como testimonio de las verdades que enseña. En un mundo como el de hoy valdría la pena

:

Hkckl., C.W.F. Lecciones sobre la historia de la filosofía I. FCL. México, 19%. p 18.

15

María Cecilia Posada González

recordar esta faceta de la filosofía antigua: el compromiso práctico que la in­ dagación de la verdad poseía. Si el sello de garantía de la actividad filosófica no es sólo el pensamiento que se produce sino también la vida que se lleva, tal vez la enseñanza de la filosofía resulte menos vana e inútil en los círculos no interesados en ella, y más apasionante para los que ingresan a su mundo llenos de altas expectativas. En la Historia de la Filosofía se cuenta con mu­ chos

ejemplos

habría

que

de

filósofos

acudir

como

que

pensaron

contenido

de

y

un

vivieron

programa

filosóficamente. de

filosofía

A

que

ellos tuviese

estos objetivos teóricos y prácticos. Y

finalmente llegamos a nuestra última concepción de la filosofía, la que

habla

desde

su

como

entrega

y

propio

incompletud

y

sino

incertidumbre

en

ten

la

seguros.

filosofía,

así

peculiar

frente

radical está

destina

pasión al

abre

la

la

del

filósofo,

reclama

nuevos

dicha

del del

a

la

de

una

pregunta.

prende

pensamiento

peligrosidad

también

a

amor

ineludible

que

entendida,

que

la

se

La

nombre:

cumplimiento

Pero

en

trascender

al

preguntar

horizontes espanto

la

ante

asombro,

este

sentido

aquel

vital,

amor

donde

en

el del

es

y

puede

el

de

hace

un

del

que

embelesamiento

nos

sien­ La

cambio

preguntar Allí

donde

abisma,

despierto

la

arraigar

se

preguntar.

pensamiento.

incertidumbre

siente

demás

sentido

cotidiano,

planteada

que

no

los

originario,

devoción la

búsqueda

misión

insólitamente

un y

sabiduría,

que

late

es

el

aliento de todo filosofar. ¿Pero no

cuál

comienza

ánimo,

la

sería con

a

tación

vivida

directamente, que

didáctica

preocupación,

antigüedad, tan

la

Sócrates

los a

más

pensamientos la

comienzos que

través

puso

en

nos de

sino

adecuada con

curiosidad, de

legó un

la

texto

acción,

enseñar

asombro,

la

admiración?

filosofía

Platón

para

el

en

ática, sus

platónico,

interrogando

el

la

para

gran

filosofía un

en

esa

socráticos. didáctica

socavar

las

de

que

estado

Remontémonos

reflejados

diálogos

una

amor,

a

de la

represen­

Conozcamos la

filosofía

certidumbres

co­

tidianas y dar lugar al asombro filosófico. El

denominado

Hipias

menor

comienza

con

el

siguiente

reclamo

de

Eudico

a Sócrates: Pero Sócrates, ¿por qué te quedas así de mudo luego que Hipias ha expuesto to­ das esas cosas? ¿A qué se debe que tú no unas tus elogios a los nuestros? O, si tienes alguna cosa que criticar, ¿por qué no la criticas? Sobre todo estando entre nosotros aquí, es decir, entre gentes que afirman interesarse tan vivamente en las conversaciones filosóficas'.

1

Pi -YTóN. Diálogos I Credos, Madrid, 1997.

16

La pregunta ij el asombro filosófico

¡Justo están

lo

aquí

que

necesitamos!

reunidas

oyendo

Personas

a

un

amantes

experto

que

de

las

confiesa

cuestiones

nunca

filosóficas

haberse

encon­

trado con un hombre que le fuera superior en nada. Pero Sócrates no lo alaba y calla. La razón es que tiene muchas preguntas y primero quiere saber si el sabio Hipias no se molestaría en escucharlas. He aquí su respuesta: Carecería de buen gusto, Sócrates, yo que enseño esto a otros y que me hago pagar por enseñarlo, si hoy cuando eres tú quien interroga, no te oyera espontá­ neamente con indulgencia y no te respondiera con mansedumbre"’. Destaquemos con

la

petición

mansedumbre,

multiplicará

sus

porque

de

Sócrates

en

preguntas.

Y

caso es

de

de

que

que

se

le

comprender el

asunto,

responda

mal,

lo

sencillo

sin

seguro

para

un

enfado, es

que

sabio

en

Homero, no lo será cuando la pregunta se torne esencial. El punto de parti­ da es el siguiente: Homero hizo de Aquiles el más valiente de todos los que acudieron

a

Troya

y

un

hombre

verídico

y

sencillo,

cuyo

comportamiento

se

rige por la virtud, mientras de Ulises hizo el más astuto y engañoso de los hombres

todos.

su

inteligencia.

de

la

verdad.

superior

a

El El El

problema que

es

engaña

razonamiento

Aquiles

porque

que con

para tal

así

mentir,

habilidad

planteado

miente

Ulises es

ejercita

porque

conduce

a

voluntariamente,

su

capacidad,

también

admitir

mientras

es

que si

capaz

Ulises

es

Aquiles

lo

hace es a su pesar, sin intención. Así las cosas, habría que decir que el alma "más justa" será aquella que posee a la vez la ciencia y la fuerza, y puede ha­ cer

el

mal

conclusión,

voluntariamente. y

la

verdad

es

Como que

se

percibe,

Sócrates

Hipias

tampoco.

no

puede

aceptar

Evidentemente,

el

esta

proble­

ma que subyace aquí es el de la virtud como un asunto de la mera capacidad técnica o cognoscitiva, o como un tema práctico, del obrar motivado por otro tipo

de

logo?

saber,

Si

es

del

recordamos

conversaciones ya

el

sabio,

Bien. que

filosóficas, entonces

¿Pero

cuál

es

el

nos

encontramos

todos

dispuestos

descubriremos

la

verdadero entre a

intención

personas

aprender, de

objetivo

de

amantes

menos

Platón.

este

En

de

Hipias un

punto

diá­ las que del

diálogo, Sócrates afirma: Hipias, yo no discuto en absoluto que tú seas más sabio y hábil que yo. Yo tengo la costumbre, cuando alguien me dice alguna cosa, de prestarle toda mi atención, sobre todo cuando el que me habla me parece sabio; y puesto que yo deseo instruirme con lo que él me dice, le interrogo obstinadamente, y vuelvo sobre sus palabras y las comparo, a fin de comprenderlas mejor'’.

’ ídem.

" Idem.

17

María Cecilia Posada González

Así, el hombre que no había conocido quien le fuera superior en nada, ter­ minó

siendo

confundido

por

un

ignorante.

Por

ello,

las

últimas

palabras

del

diálogo son de Sócrates diciendo lo siguiente, no sin ironía: Que vosotros los sabios estéis sujetos a las mismas variaciones de cualquier ig­ norante es algo que para nosotros mismos resulta horrible, pues entonces, por mucho que recurramos a vosotros, no se nos sacará de nuestras incertidumbres7. Pero si en el Hipias menor podemos ver representada la acción del pregun­ tar

que

conduce

por

medio

de

meras

deducciones

al

absurdo,

demostrando

así la debilidad de nuestras opiniones si no se sustentan en la verdad, es del Hipias

mayor

de

donde

podemos

tomar

un

ejemplo

de

la

particularidad

del

objeto filosófico al que apunta el preguntar cuando es fundamental. Después cómo

un

de día

una en

breve

el

que

conversación se

amistosa,

encontraba

Sócrates

censurando

la

termina

fealdad

y

por

referir

alabando

la

belleza, alguien le preguntó cómo se las arreglaba para saber lo que era bello o

feo;

¿acaso

certado,

tuvo

reproches

a

sabía que



qué

es

quedarse

mismo

y

el

la

belleza?

mudo firme

y

Como al

final

propósito

de

esta

pregunta

marcharse que

tan

lo

dejó

haciéndose pronto

se

descon­ amargos

encontrase

con un hombre hábil como los sofistas, profundizaría la cuestión: - Hoy me llegas tú oportunamente. Explícame, pues, qué es la belleza y esfuérzate por responderme con la más estricta precisión. Es evidente que tú conoces la cuestión a las mil maravillas y que esto no es más que una menudencia entre los problemas que tú conoces a fondo. - Un problema bien pequeño, Sócrates: un problema insignificante, me atrevo a decir. - ¿Tienes algún inconveniente en que yo haga las veces de mi adversario, presen­ tando objeciones a tus respuestas, de modo que me haga preparar a la perfec­ ción por ti? Tengo, en efecto, algún hábito en la presentación de objeciones y me gustaría plantearte las dificultades por mí mismo, a fin de comprender más a fondo. - Propon pues. El problema es en efecto simple, lo repito y yo podría enseñarte a responder sobre temas mucho más difíciles, de modo que pudieras desafiar a todos los contradictores. - ¡Oh, qué hermosas palabras! Dime pues, ¿no es gracias a la belleza por lo que las cosas bellas son bellas? -Sí.

’ ídem

18

La pregunta y el asombro filosófico

- ¿La belleza es por tanto una cosa real? - Muy real. ¿Qué dificultad hay en ello? - Entonces dime, ¿qué es la belleza? - El que pregunta me pide al parecer, qué cosa es bella, ¿no? - Yo no lo creo así, Hipias, sino que pregunta más bien qué es lo bello. - ¿Dónde está la diferencia? - ¿Es que tú no ves ninguna en ello? - Ni la más pequeña - Yo estoy seguro de que sabes de ello. Querido amigo, reflexiona: él no te pregun­ ta qué cosa es bella, sino qué es lo bello. - He comprendido. Lo bello es Sócrates, para hablar con toda verdad, una bella virgen y no has de temer que se te refute porque ésta es la opinión de todo el mundo. - El problema Hipias es que mi adversario me planteará que también una hermo­ sa yegua tiene belleza, y una hermosa lira y hasta una hermosa marmita. - Pero ¿qué clase de hombre es ese? Es un descortés y maleducado que se atreve a nombrar cosas que no hay que nombrar en una conversación seria. -Así es Hipias: mal educado, grosero, sin otra preocupación que la verdad. Dime pues, ¿qué es lo bello según tu opinión actual? - Voy a decírtelo. Si no me engaño, buscas una belleza que nunca, de ninguna manera, a nadie absolutamente puede parecerle fea. - Enteramente, esta vez has captado a las mil maravillas mi pensamiento. - Escúchame pues, y sábete que si alguien te hace una objeción, será porque yo no sé nada de nada. Afirmo, pues, que para todo hombre y en todo tiempo, lo más bello que hay para un mortal es ser rico, gozar de buena salud, ser honrado por toda Grecia, llegar a la vejez luego de haber tributado a los padres muertos unas hermosas honras fúnebres y recibir, finalmente, de sus propios hijos, unos bellos y magníficos funerales. - Ah, mi querido Hipias, mucho me temo que nuestro hombre querrá castigarme por esta respuesta y me dirá: ¿Es que has olvidado lo que yo preguntaba Sócra­ tes? Te estaba preguntando sobre lo bello en sí, sobre esa belleza que uniéndose a un objeto cualquiera hace que éste sea bello, tanto si se trata de un hombre o de un dios, de una piedra o de madera. Y cuando te hablo de la belleza en sí, no consigo hacerme entender mejor que si hablara a un mármol, sin orejas ni seso. No te enfades Hipias si entonces dominado por el miedo le respondo: pero si es Hipias quien me ha dado esta definición de belleza.

19

María Cecilia Posada González

- Lo bello, tal como lo he definido, es y será bello para todos, sin contradicción posible, - ¿Lo será siempre? Insistirá mi hombre; pues lo bello debe ser siempre bello. ¿Acaso, según Hipias, lo bello para Aquiles consistió en ser sepultado luego de sus antepasados, y también para los demás héroes y para los mismos dioses? - ¿Qué historias son esas que me cuentas? ¡Que te lleve el Hades! ¡Si yo no he hablado de los dioses! - Así pues, según tu opinión, esta es una cosa impía y vergonzosa para los héroes, los hijos de los dioses. Entonces mi querido Hipias, nuestro hombre tendrá ra­ zón en reprocharme que en todas mis respuestas a qué es lo bello, me he man­ tenido al margen de la respuesta que conviene a la pregunta ¿qué es lo bello-5" Una y otra porque

el

vez, Sócrates encontrará objeciones a las definiciones de Hipias

sofista

no

acaba

de

comprender

la

diferencia

éntre

preguntar

por

lo bello en sí y por una cosa bella. Sus respuestas: el oro, la conveniencia, lo útil, la riqueza, la fama, etc., todas se refieren a asuntos particulares y no a la belleza en sí, la esencial, la que no puede reducirse a la utilidad ni al bien, por

lo

menos

en este diálogo; tampoco puede

reducirse

a lo agradable, pues

existen muchas formas de agrado. Al fin, después de la refutación de todas las definiciones

de

Hipias,

Sócrates

le

pregunta

si

la

belleza

no

se

encuentra

en

las cosas y en las personas bellas como consecuencia, o bajo el efecto de una esencia o existencia (ousía) que les pertenece a todas sin estar completamente en

ninguna.

El

diálogo

parece

terminar

con una vacilación y

una duda:

"Ando

errante por todas partes en perpetua incertidumbre". Sócrates reconoce que no sabe lo que es la belleza. El saber es, en efecto, cosa difícil, pero, y éstas son las últi­ mas palabras del diálogo, las cosas bellas son difíciles. Sócrates ejemplos esas lo

ya

no

se

paradigmáticos

descripciones

estable,

dotada

del

una

conforma

cambiantes,

definición

mismo

con

las

respuestas

en

las

obras

contenidos su

investigación

esencial,

es

decir,

que

del

ser,

en

lugar

de

interrumpe

el

flujo

género

de

tradicionales los

poetas.

persigue permita los

casos

lo

o

con

Más

que

exhibir

allá

los de

permanece, la

identidad,

particulares

que

se

de

que

le

encuentran bajo esa definición. En'definitiva,

Sócrates

del

discurso

aquel

responde, llevándolo a la reflexión de lo que está enunciando mediante la pre­ gunta. ¿Qué es lo que ha dicho? ¿Tiene conciencia clara de lo que ha afirma­ do?

El

s

resultado

de

esta

conducción,

de

ídem.

20

lo

que

el

interlocutor

creía

saber

a

Lu pregunta y el asombro filosófico

lo

que

verdaderamente

confesión prueba,

de

estaba

ignorancia.

refutación

o

El

enunciando,

método

examen.

fue

por

lo

Sócrates,

por

general

élenchos.

llamado su

parte,

ocasionaba

palabra

asegura

que que

una

significa tan

sólo

investiga, pregunta, filosofa. Lo particular de esta búsqueda es que no es una acción en solitario sino colectiva, realizada por dos o más personas, donde el que interroga carece de una tesis propia. Además, todo el progreso se realiza en el trayecto, en el laberinto de cuestiones que el interrogado debe transitar por sí mismo. No hay forma de evitar este laborioso camino porque el conoci­ miento es la trayectoria por la cual el "ojo del alma" puede obtener una visión directa del concepto perseguido. En

la

perspectiva

socrática,

la

educación

filosófica

es

una

transformación

de sí mismo asistida por un maestro, en una pedagogía que supone el diálogo y

la

el

palabra

viva.

convencimiento

El

saber

gradual

sólo

que

es

el

eficaz

alumno

como

autodescubrimiento,

obtiene

a

medida

que

mediante

desecha

las

respuestas convencionales, inadecuadas. El

método

interrogativo

indirectamente inducir

al

lo

que

discípulo

fusión le haga

se

nos

revela

cada

cual

que

examine

a

tiene

como

que

sus

la

única

descubrir

por

manera sí

de

mismo.

enseñar

Sólo

que

su

cabe

propias

creencias

hasta

con­

reconocer su ignorancia. A partir

de aquí

cada cual tiene que

ver por sí mismo lo que en verdad es. Sócrates no defiende nada, se limita a deshacer los prejuicios y pone en evidencia la falsa sabiduría. Platón pone de manifiesto que el verdadero pensador, y ante todo, el autén­ tico

pedagogo,

unir

la

depende

pregunta

a

la

del

habla

respuesta.

cara La

a

cara,

de

formación

la

alocución

verdadera

directa,

permanece

para

ligada

a

la acción concreta del maestro en la progresión de un diálogo efectivo. El ver­ dadero

filósofo

es

aquel

capaz

de

aportar

siempre

argumentos

adicionales

en

el diálogo o en defensa de su escrito para superar la resistencia de su interlo­ cutor. El filósofo se pone realmente a prueba en la argumentación dialéctica. Una tón,

didáctica

es

protréptica. como

lector

la

vida

que

la

se

filosófica

conduce

escritos

presentar

que

al

filosofía,

introductoria

Estos

para

el

de

realmente

una

inicia y

son

partiendo en

el

ofrecen

imagen

de

los

pensar

diálogos

conceptual,

arquetipos

adecuada

invitaciones

a

de

en

la

búsqueda

alumbramiento

del

concepto.

de

Con

es

una

de

indagación lo

razón

realistas

filosófica.

exhortaciones

Pla­

auténtica

suficientemente

la

filosofar,

perseverar

socráticos

Para

para

adoptar

verdaderamente

esencial

Gadamer

ve

a

Platón

como el aliado de todos cuantos han perdido la fe en los juegos de los siste­ mas de la filosofía académica.

21

María Cecilia Posada González

Pero también es posible una didáctica de la filosofía que parta de los tex­ tos filosóficos escritos en forma de ensayo o de grandes sistemas de pensa­ miento,

dado

que

en

todo

filosofar

auténtico

anida

la

pregunta

fundamental,

el comienzo radical. El buen maestro debe sacar a la luz las preguntas que la­ ten

en

el

pensar

una

indagación

una

argumentación

de

tal.

cada

escrito

Cuando

filosófico,

leemos

moderna,

lo

que

una

las

incertidumbres

sentencia

importa

es

de

que

los

que

impulsaron

antiguos

estemos

a

la

griegos,

escucha

y

pensemos en que todo eso nos concierne. Pero para poder pararnos a pensar lo que late en lo allí dicho, tenemos que ejercitarnos en el pensar. Recorde­ mos, no

sin

para

lógica

en

pensar

embargo, esta

la

advertencia

ejercitación

tanto

ésta,

originariamente

a

en lo

el

de

Heidegger

pensar

sumo,

pensando

piensa "sobre"

sería

acerca un

"sobre" el

de

curso el

que

pensar.

pensar,

el

escolar

sino

No

peor

cami­

habitual

sobre

aprendemos

cuando

a

intentemos

alcanzar aquello que provoca el pensar. Al final, es la propia existencia huma­ na el objeto de la pregunta filosófica, en cuanto ésta pregunta de cara al ser. Para terminar, creo que a toda didáctica de la filosofía le convendría tener muy

presente

el

famoso

epigrama

sobre

Heráclito

que

heredamos

de

la

an­

tigüedad: No te apresures en terminar el libro de Heráclito, el de Éfeso; es un sendero en verdad muy arduo; es oscuridad y tiniebla sin luz. Pero si un iniciado te sirve de guía, el camino será más brillante que el sol. Lo que interesa nunca es la meta sino el trayecto.

22

Capítulo II

RELACIÓN PEDAGÓGICA Y ENSEÑANZA DE LA FILOSOFÍA |hon Fredy Lenis Castaño1

El tema de este escrito plantea varias dificultades y retos, no sólo por tratarse de una reflexión pedagógica sobre la didáctica, sino también por algunas cues­ tiones inherentes a la relación misma que se quiere describir y analizar. En cuanto a lo primero, podría decirse que la incursión pedagógica se jus­ tifica la

en

la

medida

relación

explicitar

entre

lo

en

que

enseñante,

mejor

posible

a

toda

alumno

para

didáctica y

hacer

subyace

contenidos, de

las

la

una cual

prácticas

de

concepción se

sobre

hace

necesario

enseñanza

filosófica

una serie de acciones lo más claramente planificada y consecuente. Del

lado

de

entre

profesor

lidad

misma

profesor-el

los y

de

obstáculos

estudiante, la

relación,

estudiante;

desencuentro,

se

perfila

el

para

podrían pues

entre, muchas

los que

veces

el

pensamiento

enumerarse entes se

da

como

más

los

inherentes siguientes:

tangibles

como ámbito

son

intersección, emocional,

a

la la

sus

relación intangibipolos,

el

encuentro

o

lo

cual

ayu­

da a confundir el análisis2. También está el auge de la virtuaiización al punto

1

Licenciado. Magíster y candidato a Doctor en filosofía de la Universidad de Antioquia Profesor

del Instituto de Filosofía en dicha Universidad. Artículos: 'La educación en el planteamiento de Tilomas Hobbes y algunas de sus implicaciones desde la perspectiva de la Teoría Crítica". En Rcvislo Educación u

Pedagogía. No. 26-27 Facultad de Educación, Medellín, 2000, pp 179-187. "La construcción del sujeto moral a partir de la tercera crítica kantiana". Universidad de Antioquia, Medellín, 2001, pp 410-418 ‘El mal: desafío a la perfectibilidad moral y al ordenamiento jurídico Un ensayo a partir de la filosofía kantia­ na”. En: Estudios de filosofía. No. 27. Instituto de filosofía. Medellín, 2003, pp. 107-126. Dirección electró­ nica: ¡ohnlenisc(n gmail.com J

Sin querer profundizar por la vía de la relación pedagógica como una relación sensible y pasional,

es innegable que la ejemplaridad del maestro, y con ello su incitación a la admiración, se capta también a nivel emocional El hecho de que no sea únicamente a través del discurso que. sensu estricto el docente expone su manera de actuar como tal -precisamente por ser también acción y no sólo palabra- implica que la relación contenga una dimensión afectiva que tiene que ver con el sentir y la percepción Ingresa-

23

John Fredy Lenis Castaño

que,

en

Además

tiempos

de

Internet,

tenemos

la

manía

hablar

de

epistémica

esta

relación

puede

sonar

la

filosofía

como

profesión

de

anacrónico. acadé­

mica: lo fundamental no es la relación entre los sujetos sino la relación entre éstos

y el saber,

el conocimiento, la información. Por otra

parte, la tendencia

a la especialización desde los niveles básico y medio: la filosofía, por el tecni­ cismo

y

guaje

superespecializado

abstracción

un

cierto

la

relación

ciona

esoterismo

la

un

las

aulas.

como

tensión

forma

de

su

elaboración

demasiado filosófico.

intergeneracional

como

sería

de

proyecto Y,

una

de

relación

la

vertical

es

así

esa

institucional,

finalmente,

a

Asimismo,

misma

formativa;

explícita

conceptual,

resistente

formación

pero

no

relación que

lo

relación

enseñanza una

resuelve

e

en la

sido

sus

un

fun­

filosofía

y

bajo

a

sólo través

exclusiva sobre

la

a

Nohl\

tanto

entendida

dilemas

len­

incluso

generacional

privilegiada

ha

a e

Hermann

de

intra

relación

todos

plantea

pedagógica

escolar

Ínter

pedagógica

asimilarse

principiantes,

como

una

la

puede

los

de todo

égida

del

concepto de autoridad y jerarquía. ¿Cómo de

la

enfrentar,

filosofía?

filosofía

puede

básica

y

cultivo

del

lisis su

pues,

¿Qué ser

media

conceptual en

que

entendida

no

está

pensamiento,

sentido,

algunos

tienen

-además estos

como

orientada

la

de

ver

estos esas

actividad ante

de

la

y

todo

interpretación,

grados,

retos

al

hablar

problemáticas

la

lectura

y

implica

una

su a

con

sobre este

enseñanza la

la

sería

relación

la

crítica

y

pertinente

fundamental

Si

la

educación

profesionalización

comprensión,

escritura-,

en

didácticas

tema?

sino el

decir

entre

al

aná­ que teoría

y praxis que se vive a través de la experiencia del encuentro con la otredad, sea

ésta

el

saber

o

el

maestro

-que

también

pueden

ser los

compañeros

de

clase-. Esta

triple

relación

entre

enseñante-aprendiz

y

conocimiento

podría

exa­

minarse, a su vez, a la luz de las relaciones de poder que se establecen entre ellos.

En

este

orden

de

ideas

es

pertinente

traer

a

colación

algunos

plantea­

mientos del filósofo francés Michel Foucault, para analizar algunas dimen-

mos, pues, al saber sobre el modo de ser del maestro y la manera de ser del alumno bajo el acicate de una experiencia emocional cuyas consecuencias plenas son impredecibles. Lo cual no significa, empero, que se deba llegar al extremo de afirmar que "el fundamento de la educación es, pues, la relación afectiva de un hombre maduro con un hombre en desarrollo" (Nom . H. Teoría de la educación Losada Buenos Aires. 1968, pp 45-461, pues, como dice Wulf aunque el clima de confianza afectivo generado en la relación es muy po­ sitivo para el desarrollo de las tareas formativas, una relación menos pasional entre un joven y un adulto ofrece también posibilidades de autorrealización" (Wulf, C "La relación pedagógica" En: introducción a la

ciencia de la educación. Entre teoría y práctica. Medellín: Asonen, Universidad de Antioquia, 1999, p 571. precisa­ mente en tanto orientación hacia la autonomía y la independencia. 1

Cf Nom , H. Op. di., p. 4 I

24

Relación pedagógica y enseñanza de la filosofía

siones

fundamentales

minación

e

de

la

imposición

subjetivación

a

través

relación

pedagógica

autoritaria, de

la

sino

en

enseñanza

de

en

términos

términos la

de

filosofía.

sujeto4

mente a partir de su texto La hermenéutica del

ya

no

de

liberación

Esto

lo

y

haré

do­ (auto)

especial­

que, a diferencia de los

textos de la década de los 70's o de la genealogía del poder", apela a una experiencia y

los

occidental

siglos

I

y

Aurelio, Epicteto, y,

hoy

entendemos.

la

filosofía

este

en

de de

subjetivación

nuestra

era:

en

la

Escuelas

antigüedad

pitagórica,

-Sócrates,

estoica,

Séneca,

Platón Marco

etc - donde la enseñanza de la filosofía debía tener efectos

prácticos las

en

II

sentido,

se

Ahora

bien,

general

(no

trataría

sólo

más

¿pueden moral)

en

de

ética

pensarse los

que

los

de

filosofía

efectos

estudiantes?

como

prácticos

¿Está

de

llamada

la

filosofía a transformar a los individuos y sus relaciones con el mundo y con­ sigo

mismos,

o

se

trata

de

que

sólo

aprendan

teorías

y

conceptualizaciones

filosóficas para recitar de memoria, más aún, teniendo en cuenta que se trata de unos niveles educativos donde no se propone este saber como profesión? Veamos

cómo

ñanza/aprendizaje

se de

resuelve la

el

asunto

filosofía

antigüedad,

sin

pretender

enarbolar

la

del

o

simplemente

resumir

lo

pasado

más a

la

bien base

desarrollar de

un

análisis

planteamientos

de

en

de

esa

los

bandera que la

didácticos

dice

relación no

efectos

prácticos

interpretación de

la

este

recuperación autor.

pedagógica

autoritarios;

de

la

foucaultiana

se

La que trata

ense­ de

la

nostálgica

propuesta podría

es

estar

entonces

de

hacer una elaboración a partir de lo planteado por Foucault, toda vez que ello nos da qué pensar en relación con nuestro tema.

' Foucault, ’ Cf

M La hermenéutica del sitíelo. FCE, México: 2004

por ejemplo, Foucault, M. Los anormales. FCE. México. 2001: Foucault. M. Vigilar u castigar Nacimiento de

la prisión. México: Siglo XXI, 2001, Foucault, Michel. "Las mallas del poder" En. Estética, ética y hermenéu­ tica. Obras esenciales Vol III. Barcelona: Paidós, 1999, donde, estudiando los procesos y cambios en las relaciones de poder y saber que van desde el siglo XVII al siglo XIX. la relación pedagógica es ante todo una relación de vigilancia y control Al respecto es diciente la siguiente cita "Primero en los colegios y después en las escuelas primarias observamos la irrupción de esos métodos disciplinarios en los que los individuos son individualizados en la multiplicidad. El colegio reunía decenas, centenares y. a veces, miles de colegiales, de escolares, y la cuestión era entonces ejercer un poder que fuera mucho menos oneroso que el poder del preceptor, que no puede existir más que entre el alumno y el maestro. Nos encontramos con un maestro para decenas de discípulos. Sin embargo, es necesario que, pese a esta multiplicidad de alumnos, se consiga una individualización del poder, un control permanente, una vigilancia en todos los momentos. De ahí la aparición de ese personaje que todos los que han estudiado en colegios conocen bien, el vigilante, que en la pirámide corresponde al suboficial del ejército igualmente, la aparición de la notación cuantitativa, la aparición de los exámenes, la aparición de las oposiciones, la posibilidad, en consecuencia, de clasificar a los individuos de manera que cada uno ocupe exactamente su sitio, bajo los ojos de su maestro, o en la calificación y el juicio que tenemos sobre cada uno de ellos' Foucault, Michel Las mallas del poder" Op cit . p 244

25

lohn Fredy Lenis Castano

1. E/ punto de partida foucaultiano A diferencia de una práctica pastoral corno la de la confesión, que implica una

actitud

maestro

de

y

el

obediencia

discípulo

y

sumisión,

propias

de

la

Foucault

rastrea

antigüedad

relaciones

occidental

que

entre

apuntan

el más

a la autonomía del dirigido que al acatamiento ciego de la ley por parte de éste".

En

este

sentido,

la

relación

con

el

otro

no

está

mediada

fundamen­

talmente por una doctrina a repetir e imponer, sino por la búsqueda de una liberación del sujeto: se trata más de una subjetivación que de una sujeción7. Este sujeto es un sujeto de acciones antes que un sujeto de teorías; el saber teórico

es

un

conductas,

conocimiento

que

no

del

pretende

mundo

tener

o

del

efectos

yo

en

que

el

no

prescribe

comportamiento

o

u

señala

orienta­

ción existencial del sujeto; por su parte, el saber práctico sí tiene como meta modificar tividad de

la

el

y

actuar.

como

misma.

Habría

ejercicio

Si

tuviera

que no

que

preguntarse

implica

entonces

también

imaginarse

al

si

matizar

filósofo

la la

como

filosofía

como

excesiva

teorización

una

figura

ac­

ejemplar,

habría entonces que distinguir la cultura de sí que éste tendría que desarro­ llar de un mero cúmulo de conocimientos -en el cual cabría también el saber sobre

un

código

de

conducta

determinado-,

y

pensarla

más

bien

como

el

intento y el esfuerzo por transformarse a sí mismo, "modificarse y hacer de la vida una obra"8; ahí residiría también la originalidad del filósofo. Ahora, ción

de

si la

pregunta

algunas filosofía

por

antigüedad

las

ceso, sión

lo

ver,

que por

entre

independencia

la la

relación

límites

del

según

tienen

denomina,

filosófica

separación de

cual

de

privilegiaba

posibilidades

permite

transformaciones

vertientes que

la

a

autor,

operarse

diferencia

verdad el

este

que

epistemología entre

y

-a y

saber,

modernidad

de

través

la

enarbolaron la

sujeto

filosofía,

verdad

para

privilegio el

del

ontologia, la

sujeto

un en

con

acceder

dado para

búsqueda

si de

se

al

implica

quiere, saber

o

un

concep­

se

hacía

la

a

ella,

la

tema

lograr

espiritualidad'1.

conocimientoo

una y

de

dicho Esa

las ac­

obse­

una

cierta

cierto

grado

definición

de

la

verdad y el ser que quiere acceder a ella. En cambio, la perspectiva espiritual aúna más la verdad al momento ontològico, ya que en ella el acceso al sa­ ber implica una transformación del sujeto que puede conllevar a un estado

" Cí. Foucault, M Líi hermenéutica del sujeto. Op. cil , p 482 7

Cf. Ibid.. p. 483.

* Ibid.. p. 59. ‘ Cf. Ibid. pp 33-35

26

Relación pedagógica y enseñanza de la filosofía

del

alma

caracterizado

abismos

insondables

acríticamente dad?

cNo

Pierre

la

para

Estoy

puntos

tranquilidad,

el

pensamiento.

siendo

consciente una

Hadot111

la

interpretación

terminaría

propuesta? muchos

a

por

poco

que

interpretación

tal

la

o

la

¿significa

de

la

filosófico

ante

de

felicidad

Pero,

foucaultiana

muy de

la

angustia esto

antigüedad quedar

empresa

antigüedad

que

y

la

sería

adhiero

ante

posible por

los

moderni­

impasible

como,

ante

esta

oponer

eiemplo,

la

en de

o, para el caso de la modernidad, opiniones más favorables a

Descartes o a Kant. Sin embargo, no hay que perder de vista que si bien en el trasfondo como

de

algo

todo

este

propio

planteamiento

del

perenne

está

conflicto

el

debate

de

sobre

interpretaciones

dichos

períodos

en

filosofía,

la

lo que pretendo hacer en este ensayo no es directamente un debate sobre la antigüedad

o

la

modernidad.

Más

bien

el

propósito

es

centrar

la

atención

en

los aspectos y asuntos que vale la pena poner de relieve de la interpretación foucaultiana:

la

(auto)crítica que

de

Foucault

relación la

señala

-principalmente

la

pedagógica

filosofía. como

de

Por rasgo

Descartes

y

sus

ello, típico y

la

implicaciones

después de de

de

algunas Kant-

esa

para

filosofías

y

la

una

campaña de

didáctica

pro-teorética

la

modernidad

separación

entre

razón

teórica y razón práctica, la enseñanza de la filosofía en la actualidad se en­ cuentra

en

la

entonces,

es

a

a

si

cultivar se

encrucijada analizar

través

puede

de

pensar

de

si

dos

hay

la

caminos:

algunos

enseñanza

en

los

efectos

la

teorética

y

efectos

prácticos

evidentes

de

la

teoría

prácticos

la

filosófica,

de

la

práctica. en

y

El

reto,

necesarios

otras

palabras,

enseñanza-aprendizaje

de

la filosofía sin arribar todavía a una moral, o si se puede hablar de una ética de

la

enseñanza-aprendizaje

de

la

filosofía.

En

suma,

si

podrían

articularse

ambos elementos en una enseñanza actual de la filosofía.

2. Intento de síntesis teórico-práctica en la enseñanza de la filosofía Refiere

Foucault

que

y

discípulo

se

daba

la

epicúrea

se

trataba

en

al

la

interior de

una

antigüedad de

romana

escuelas

relación

con

esa

relación

entre

características

personalizada

o

filósofo

distintivas:

individual,

afectiva

en o

amistosa y abierta, sincera o franca (sin secretos), pero no todos los discípu­ los

estaban

dispuestos

de

la

misma

manera.

A

algunos

había

que

conminar­

los a escuchar; por eso la imposición y la obligación también se hallaban en la institución escolar. Así se pasaba de un arte filosófico-retórico a un ejerci-

: "Cf.

HUijot, P. Reflexiones sobre la noción de cultivo de sí mismo". En: Balbh.r, E el al. Michel Foucault.

filósofo. Cedisa, Barcelona. 1990, pp 219-220

27

lohn Fredy Lenls Castaño

ció más directo y visible del poder y la autoridad. El maestro sabía lo que era mejor para el aprendiz y en ello residía su autoridad. En para y

la

escuela

refutar

y

nexo

en

el

estoica,

encauzar la

el la

docente-filósofo

inteligencia

relación

del

pedagógica.

Otra

relación fue la de consejero privado o res

la

mente

importancia amistoso.

circunstancias o

escuela,

vínculo

Consejero

que

"uno

y

no

pueden

dar

hace

y

aunque

que

desde

y

cualidades la

apertura de

esta

y comparte con las anterio­

general"1*;

opiniones

las

implica

institucionalizada

entonces,

en

poseía

cual

directo,

además

filósofo sus

lo

preceptor1-

existencia,

lo

es

quien

forma

interpersonal

de

determinadas

pues

existencia

del

era

otro11,

da

no

necesaria­

opiniones

su

perspectiva

en

tanto

y

recomendaciones

sobre

filosófica

consejeros sobre

de

múltiples

facetas de la vida aquéllas son, en todo caso, consejos de prudencia. El filó­ sofo

pierde

así

su

carácter

meramente

profesional

(docente,

maestro

en

una

escuela o academia) y se generaliza como agente cultural. En

este

panorama,

síntesis

en

mismo

constituyen

pfiysis

la sino es

que

la

se

la

cosmología

las

relaciones

el

vínculo

conectan el

saber

la

ética

el

cosmos

teniendo

citar

como

ubicarse, la

las

entran

escuela

la

mundo

actuar

una y

preocupaciones

objetivo

del

en

(natural

antropológico-socrática.

funcionamiento

cómo

podríamos

y

entre entre

preocupación

conocer

pueda

ejemplo

cual

y

preciso

sujeto

la

e

y

se

oponen,

transformación

natural

y

en

y

el

presocráticas

No

intervenir

estoica,

especie

s6cial)

social

particularmente,

del de

la

sí por

pues, sujeto:

para

medio

de

que

él.

el

Como

doctrina

de

Séneca para quien la conversión a sí es, a la vez, una conversión hacia lo que hay el

que

carácter

pasado el

hacer,

práctico

como

de

aprendizaje

pamiento15,

no

una

mirada

de

esta

autorrelación:

orientar

de

una

es

presente

preceptos,

doctrinas

interiorización

del

y en actos-, lo cognitivo las

el

meramente

representaciones

y

las

y y

no el

retrospectiva14,

se

trata

futuro,

la

concepciones

discurso

que

se

tanto

lo de

acción.

En

cual

acentúa

contemplar este

el

sentido,

filosóficas

es

un

convierte

en

convicción

equi­

aparece, pues, no sólo como capacidad para evaluar opiniones,

sino

también

como

una

mirada

sobre

si el sujeto actúa o puede actuar en función de éstas, y sobre todo, de aque-

11

Cf Foucault. M La hermenéutica del sujeto O p. di., p. 145. Cf. Ibid., p. 147

;

Ibid., p. 149.

:

Cf. Ibid.. p. 259,

’ Cf. Ibid.. p. 310.

28

Relación pedagógica y enseñanza de la filosofía

lias

consideradas

para

operar

como

verdaderas16.

espontáneamente

Por

cuando

se

ello

puede

presente

la

decirse

que

se

ocasión;

así

el

encarnan

¡ocios

se

convierte en etfios. De este modo, la diferencia entre someter el individuo a la ley y ligarlo con la verdad es la meditación; se trata de apropiarse de un dis­ curso de verdad, hacer la "subjetivación del discurso de verdad''17. No se trata de

hacer

la

comparación

del



mismo

con

una

verdad

que

se

yergue

como

ley a la manera de una palabra revelada y divina; en la ascesis pagana de la antigüedad romana se busca

más bien "hacer propios los

nocemos

como

y

escuchar,

leer-escribir

nominar

la

verdaderos"l,,

tríada

y

ello

hablar,

de

la

un

prestar

los

a

través

de

tres

discursos que reco­

ejercicios

cuales

constituyen

lo

y

tres

momentos

claves

atención

para

captar

meditación

que

fundamentales; podríamos

para

la

de­

didáctica

de la inquietud de sí,

Escuchar,



apropiarse re que

del se

es de

lo

útil

y

saber

escuchar,

dice,

pero

así es

sacarle decir,

también

del

los

provecho10.

guardar deseo;

Esta

silencio

querer

contrasentidos escucha

para

escuchar

y

lógica

poder requie­

concentrarse porque

se

en

lo

aprende

algo20. Los adornos y la belleza del discurso pasan entonces a un segun­ do plano; lo central es la verdad de la que se habla, aunque esta verdad deba decirse de cierta manera, y lo que hay que aprender a escuchar es el carácter

preceptivo

indispensable

el

de

la

ejercicio

proposición de

la

verdadera21

memoria.

para

Ahora

bien,

lo

cual esa

es

también

escucha

debe

aprender a depurar lo nuevo o el aporte de lo recién escuchado. En este sentido es un ejercicio selectivo22, es escucha reflexiva; el sujeto se mira a sí mismo para sopesar qué tiene que incorporar de lo escuchado a lo que ya

es.

Es

autosubjetivación

sopesada

a

través

de

la

encarnación

de

los

principios escuchados.

Leer/escribir-, esta lectura tiene por objetivo “suscitar una meditación”25 que



va encaminada a extraer de cada texto un principio de vida para el suje­ to.

La

lectura

no

es

importante,

entonces,

como

acumulación

sino como orientación de la existencia. El hecho de que sea una armazón

!" 7 !*

Cf I bíil , p 437 I ind.. p. 316. I ind.. p 317.

•Cf. Itn'd , p 322 -"Cf. I bíd . p. 331 Cf Ib id.. pp 333-335 Cf ¡bíd. p 336 - Itn'd.. p 338

29

de

saber,

lohn F-redy Lenis Castaño

construida por ei propio sujeto le da a la trama o conjunto de principios éticos el grado de coherencia necesario para convertirse en un tipo de pro­ yecto

existencial,

aunque

como

profundiza

y

corpus

los

de

se

Este

propios

de

ejercicio de

como

establecer

a

través

y

de

más

y

la

o

formación

la

se

fortalece,

se

la escritura como plasmación de

un

actividad

van

reescritura de

sobre

la la

que

siendo

contundente

además

interlocutor

de

que

escritura

manera

un

sí Una

de

doctrinas

verdaderas20,

con

de

móvil24.

sea

principios

y

sopesadas

mantenimiento

solidifica

zados-"’. hacer

el

constructo

asumidos

tiene

esos

como

e

fin

principios

correspondencia propia

vida-’7.

identidad,

interiori­ incorporar

y

que

En

doctrinas se

este

pue­

sentido,

la meditación escrita no es sobre el mundo o sobre un autor o sobre un texto;

es

más

bien

sobre



mismo,

sobre

las

propias

convicciones,

sobre

el discurrir de una existencia en camino a constituirse a sí misma.

Hablar-,



-como

es

las

un

dos

instrumento, anteriores-

en

una la

técnica,

una

empresa

de

práctica hacer

que

propios

tiene los

sentido

principios

que una vez meditados se pretende apropiar, incorporar. No tiene el carác­ ter operativo de juzgar y condenar y corregir al sujeto según una ley que se

usa

como

criterio

para

evaluar

su

comportamiento

o

pensamiento28.

Del lado del maestro, éste tendrá que hablar con parrehesía, con franqueza, cuyo

sentido

"los

latinos

traducen

en

general

como

libertas.

Es

la

apertura

que hace que uno diga lo que tiene que decir, lo que tiene ganas de decir, lo que considera un deber decir porque es necesario, porque es útil, por­ que es verdad"21', lo cual viene a amarrar la actividad docente a una eco­ nomía

del

discurso

en

el

ejercicio

de

decir

lo

pertinente,

lo

adecuado;

en

palabras de Foucault, una actividad que es a la vez una técnica y una ética: Para que el silencio del discípulo sea un silencio fecundo, para que, en el fondo de ese silencio, se depositen como corresponde las palabras de verdad pertenecientes al maestro, y para que el discípulo pueda hacer con ellas esa cosa suya que lo habi­ litará algún día a convertirse en sujeto de veridicción, es preciso que, por el lado del maestro, el discurso presentado no sea un discurso artificial, fingido... Es preciso que no sea un discurso de seducción. Tiene que ser un discurso tai que la subjetivi-

Cf. I bíd . nota 5, p. 340. Cf. Ibíd p 341. J "Cf. J7

I bíd. p 342.

Cf I bíd , p 343 Cf. Ibíd , nota 22 p 348.

Ibid.. p 349

30

Relación pedagógica y enseñanza de la filosofía

dad del discípulo pueda apropiarse de él y que el discípulo, al apropiárselo, pueda llegar a su propio objetivo, a saber, él mismo30.

El

maestro

no

podrá

entonces

tampoco

adular

al

discípulo,

la

franqueza

exige este decir directo y oportuno -aunque no hostil-, y por su centramiento en la verdad la relación pedagógica se transforma en una relación epistémicopráctica:

el

discípulo

ganará

autonomía

en

la

medida

en

que

establece

su

propia relación con el decir veraz31, pues la verdad se hace tema de crítica y debate,

de

evaluación

mesurada

y

cuidadosa

por

parte

del

oyente.

Es

más,

el silencio de éste en la escucha de la verdad tiene que ser reflexivo. De este modo, el

la diferencia radical entre saber teórico y saber práctico es matizada y

autoconocimiento

adquiere

el

significado

relación y no el de la conciencia de una interioridad

del

conocimiento

de

un

ser-en-

separada32.

Por otra parte, el carácter kairológico u oportuno del decir veraz no es dado por

una

conciencia

exacta

y

con

unas

reglas

precisas

dadas

de

antemano;

corresponde más bien a un arte conjetural, a un tacto pedagógico del maes­ tro para captar el momento adecuado para intervenir en el tono y la medida justos33.

La

autoridad

del

maestro

provendrá,

entonces,

de

su

práctica

de

ese decir y no sólo del contenido de su saber, sino de su búsqueda abierta y franca34,

lo

cual

se

constituye

en

verdadero

signo

de

honestidad

intelectual,

la cual lleva a la autocrítica e, incluso, a la modificación de los propios ar­ gumentos.

La

interlocución

se

hace

aquí

fundamental

ya

que

el

amor

propio

enceguece la autocrítica y el otro se convierte la mayoría de las veces en el mediador privilegiado y necesario para llevarla a cabo35. De allí resulta que no se trata de una relación pedagógica sino psicagógica, pues mientras la primera transmite cerca,

un

pues

saber, en

gran

la

segunda

medida

el

modifica encargado

el

sujeto, de

aunque

realizar

este

ambas discurso

estén

muy

modifica­

dor de la subjetividad es el maestro o el amigo como maestro36.

I bíd., p. 351.

in 11

Cf \bíA„ p. 361. El caso de la educación del príncipe es paradigmático para entender la necesidad,

la urgencia, de que el maestro le diga la verdad al discípulo, independientemente de su estatus o poder económico, social o político (I bíd.. p. 263) como sucede en el A Icibíades.

\bíd. p, 271.

“ Cf I bíd.. p 37 1 Cf I bíd., p. 373. " Cf I bíd. pp. 376 y 378 Cf. ¡bíd.. p. 388.

31

lohn Fredy Lenis Castaño

Este sión

tema

entre

de

la

escucha

tradición

e

relación

pedagógica

y

que

precisamente

ver

vidad por

en la

se

la

disposición

interpretación o

del con

la

atenta

los

su sedimentación es

Hoy

y

la

podría

general

meditación

decirse de

de

la

cultura.

El

momento

a

la

y

relación

tradición;

momentos logros

que del

plantean

que

algo

la

clave

entre

activo la

pasividad deberá

innovación

requieren

pasado.

La

de

y

acti­ nutrido

la

crítica

asunción

decantación

la

tiene

y

ser

la

ten­ de

enseñanza-aprendizaje

cuestión

frente como

productos

acercamiento-distancia

silencio

proceso la

de

entonces, de

el

innovación37.

recepción

presentan,

y

de

e

éstos

una de las materias primas de la creación; la tensión

se

hace

de

este

modo

esencial.

Por

ello

hay

un

mo­

mento en el que la fuerza de la relación debe cesar para que el educando se concentre propio tendrá

en

su

meta

pensamiento, que

y desarrolle no

acentuándose

confrontarse

con

la

sólo su propio estilo,

así

forma

la

relación

que

le

consigo

quiere

sino también mismo.

imprimir

a

su

El

su

sujeto

existencia,

con la obra que quiere hacer de ella; la hermenéutica del mundo y sus azares se subsume de esta manera en la hermenéutica del sujeto“. Por todo lo anterior se hace necesario decir que si esta relación prácticofilosófica del sujeto con el saber quiere evitar el riesgo de convertirse en un monólogo cerrado, tendrá que pasar por la mediación del otro que implica toma de distancia respecto a las propias concepciones. Así, la crítica se hace indis­ pensable. Por ejemplo, el cuidado de sí en el Alcibíades de Platón31' es una crítica de la educación recibida, es decir, de la tradición; la reflexión no es, pues, pura autocomplacencia narcisista sino autocrítica40, con lo cual el arte retórico y polí­ tico no es solamente un aprendizaje que apunta al ejercicio del poder sobre los demás, sino también una actividad dirigida al cuidado crítico de sí, al cultivo de sí, y por ello al ejercicio de un poder y una capacidad sobre sí mismo41 a través de la incitación y el tábano en que se constituye el maestro. Para nosotros esta también sería una diferencia entre el profesor de un sa­ ber y el maestro de la autocrítica. El primero se ocupa sobre todo de enseñar conocimientos segundo

se

sobre

el

concentra

cosmos en

y

ayudarle

sobre al

la

naturaleza,

discípulo

a

doctrinas

ocuparse

de



y

teorías;

mismo

el

como

proyecto. En esta medida, el profesor de filosofía le permite al aprendiz con­ frontarse con la filosofía misma como un proyecto existencial, una actitud.

i;

Cf. Ifiíd.. pp 391 y 392

1 1 Cf.

I fil'd

pp 428 y 429

■" Platón. Alcibíadcs. Aguilar, Buenos Aires, 1971. ;

Cf Foucault M. La hermenéutica del sujeto. O p. cit.. pp 5! y 52

" Cf. I fil'd, p. 58

32

Relación pedagógica y enseñanza de la filoso/ía

E ste cuidado de sí4-1 podría leerse hoy a la luz de la discusión sobre las ideolo­ gías, la alienación, la sociedad de consumo, la cultura de masas, etc. La acti­ tud

filosófica

en

la

enseñanza

tendría

entonces

como

sentido

político

incitar

a los demás a ocuparse de sí mismos, intentando tomar distancia respecto a lo que se dice o se hace, propio de las sociedades de consumo y mercado ac­ tuales.

Por

ello

la

conversión

de la preocupación por los

de

la

otros15

mirada

hacia



mismo

como

alejamiento

es entendióle como el esfuerzo por elegir,

configurar el proyecto de sí lo menos determinado posible por los demás, por el deseo de complacer el deseo de los otros; una ética de sí que tendría como condición

poner

entre

paréntesis

el

deseo

y

las

expectativas

determinadoras

de los demás respecto a sí mismo, incluso las del maestro: éste se debe po­ ner a distancia para que la crítica sea efectiva, "su más fina expresión es el tacto

pedagógico"'4

que

acepta

incluso

la

tendencia

de

la

relación

pedagógica

a su desaparición en aras de la constitución del alumno como pensador. Pero si ser libre también es liberarse de sí, sobre

sí?45

Precisamente

ello

significa

ccómo

que

entender el imperativo de volver

hay

que

liberarse

de

las

servidum­

bres que no dejan ejercer una poética de la subjetividad. Una vez más en esta tarea del arte de vivir, la relación pedagógica aparece como fundamental, pues el maestro no sólo cumple las funciones del conseje­ ro o del orientador o guía, sino también de crítico y de normalizador. Se trata, por o

consiguiente, positivo

de

de

la

una

mezcla

relación,

de

entre

una

el

nivel

tensión

crítico

entre

la

y

el

nivel

constructivo

de

construcción

intención

del discípulo, la realización de éste como proyecto, y la distancia y la crítica respecto de lo que impide que ello sea. Esta relación debe tener impacto no sólo en el futuro del estudiante, en lo que éste vaya a elegir, sino también en las

elecciones

esa

doble

aparejada ha

pasadas

connotación

la

los

llegar

ser

en

contraste

y

que

tradición.

un sujeto de

no

la

implica,

Ésta

sin

también

a

que se

primera

profesión,

retrospección

posibilitar

imperativos

la

temporal:

de

y social:

dagogía

amores,

idea

permitido,

familiar

(carrera,

a

ser

veces

y

lo

etc.).

prospección.

que

la

primera

contraposición

con

embargo, como

(valores,

un

ideologías,

Cf ll’úl . p 265

l : Cf.

Ibíti. p 219

" Ni

>HL,

pues,

Incluso

lleva

educación la

desconocimiento

referente

ejemplar:

etc,)41’;

total

H 0(1 cíl p 49

Cf Foik vili M La hermenéutica del sujeto Op cit , p 264 '■Cf límí.,p 105

33

del

relatos,

historias, etc., a través de los cuales conocemos a los héroes y grandes muje-

!

Tiene,

no

educación

orienta según un proyecto no sometido a

educación

opera

en

amigos,

antipe­ valor

de

epopeyas,

lohn Fredy Lenis Castaño

res, además de las relaciones cercanas en las que apreciamos modelos a imi­ tar47, aunque esto sea en el sentido plural de la expresión toda vez que se tra­ ta

de

una

multiplicidad

de

influencias,

la

mayoría

de

veces

la recepción activa que hace el sujeto de la

alteridad4*.

puede

incluso

en

través

del

replicarse

cultivo

del

e

impactar

aguijón

de

también

la

crítica

el

en

en

La crítica del maestro

resto

sus

fragmentarias,

de

la

estudiantes;

sociedad éstos

a

podrán

heredar el tábano socrático a medida que cuestionan a los demás, lo cual se­ ría una estrategia de generalización de la inquietud de sí4U. Así el profesor, en tanto

interlocutor,

se

presenta

como

agente

de

turbación

y

descubrimiento

a

través del diálogo’0. Aquí encontramos ese sentido más fundamental de la enseñanza de la filo­ sofía en la educación básica y media: el equipamiento no consiste en apren­ der

una

-esto

profesión

es,

o

una

carrera,

fenomenológica,

sino en dotarse para afrontar

hermenéutica,

crítica

y

filosóficamente

conceptualmente-

las

difi­

cultades y las elecciones de la vida, incluyendo claro está la de la profesión’1. De este modo, se trata de una enseñanza peculiar: el arte de vivir, frente al cual

el

primer

llamado

en

la

escuela

es

el

filósofo.

Ahora

bien,

entender

el

sentido de la enseñanza de la filosofía en esos niveles de la educación como una

incitación

también

a

y

profundización

ello

están

en

llamadas

la

otro

inquietud tipo

de

de



no

asignaturas

pretende (el

área

negar de

que

ética

y

valores, por ejemplo), sino que, en tanto no se trata de convertir a los ba­ chilleres de

en

hacerles

profesionales el

fenomenológica

aporte y

de

más

crítica

la

filosofía,

decisivo

consigo

en

mismos

ésta

tendrá

cuanto y

con

a

que

una su

buscar

la

manera

relación

hermenéutica,

existencia:

interpretación,

crítica, lucha y terapéutica consigo y con la cultura que exige la interlocución con

otro,

cuidado

en

del

este alma

caso, se

el

revela,

maestro.

La

entonces,

filosofía como

y orientación existencial.

r

Cf. i

m

p. 131

“Cf.

Und p

160

"Cf.

¡Oíd p

100

Cf. Und p. 132 Cf. Ifj id. p

104

34

como

ocasión

amor para

la

a

la

sabiduría

y

autocomprensión

Relación pedagógica ij enseñanza de la filosofía

3. A manera de conclusión: hacia una ensenanza dialogante •

La

relación

pedagógica

sino

entre

dos

este

caso,

filosófico.

tesis

roles

inconclusa

no

o

un

funciones

Se

entre

es

trata,

vínculo

cuyo

entre

término

dos

sujetos

mediador

pues,

de

una

relación

comunicación

de

la

tradición

es

particulares, el

marcada y

saber,

por

la

en sín­

experiencia

indi­

vidual, intransferible y muchas veces errática -como diría Not"2. No

es

una

Es

recíproca,

mandas, sí’4,

relación

simétricaVi,

interactiva

expectativas

y

es

donde

y

de

pero

muchas

los

aparece

tampoco

veces

participantes

la

tentación

necesariamente

conflictiva: pueden

del

las

diferir

u

autoritarismo.

autoritaria.

iniciativas,

de­

oponerse

entre

Podremos

aplicar

entonces estrategias didácticas menos o más autoritarias. La

relación

con

el

saber

que

implica

la

relación

maestro-alumno

reta

no

sólo el campo de las representaciones, los conceptos y las imágenes, sino también

el

modo

de

actuar

y

comportarse,

podríamos

decir

filosófico,

consigo mismo, con los demás y con las cosas. Por ello el saber implica la

orientación

y

el

impulso

hacia

la

dimensión

práctica

del

proyecto

filo­

sófico que, en general, es un proyecto de configuración subjetiva y social, esto

es,

filosófica lógica:

un es

proyecto clave

desarrollar

ético-político.

la

clarificación

una

conciencia

Luego,

no

sólo

crítica

en

una

temática,

sobre

lo

relación

sino

que

pedagógico-

también

se

hace,

metodo­

el

objetivo

que se formula para ello y la manera misma de llevarlo a cabo. Incluso puede ción

podría ser

crítica

aplicativa

e

disciplinaria de la

decirse

filosófica y

desde

artes, estética.

ple

la

En

este

etc., Una

entonces, el

armazón

en

una

relación o

toda

como y

la

el

es, una

se

saber

propiamente

desarrollada

como

realización

podría

secundaria

científico

una

meramente

asun­ técnica,

trabajar

de

manera

inter­

poniendo

la

actitud

crítica

en otras áreas como ciencias naturales, ciencias vez

que

didáctica reto

con

esto

sentido,

primaria

filosofía a funcionar

política,

la

instrumental,

cuestionadora

ingenua.

sociales, asumir,

que

o

del

diálogo

concepción

existe

filosofía

teórico-práctica de

simplista

de

saberes del

de la

no

trabajo

la

ciencia,

filosofía sólo por

filosofía

tendría

como

una

proyectos,

que sim­ sino

como un real diálogo de saberes en pos de un problema.

Cf Not, L. La enseñanza dialogante Hacia lina educación en segunda persona Herder. Barcelona, 1992, p. 12 ■ Cf. 16«.. p. 27 ' Cf. I ín'd-, p 28.

35

lohn Fredy Lenis Castaño

Trabajar didáctica no

por

proyectos

consonante

autoritaria

que

y

problemas

con se

esa

ha

corresponde,

relación

planteado,

pues,

a

una

pedagógico-filosófica

ya

que,

en

palabras

estrategia

o

crítica

de

Louis

y

Not,

"para poder tomar iniciativas, es preciso por lo menos tener el deseo y la libertad requerir,

de

hacerlo:

de

libertad

apreciar,

etc.

de

El

emprender,

deseo

viene

de con

organizar, la

experiencia

decidida por uno mismo, sin riesgo de s a n c i o n e s . . E l co

exigirá,

por

la

incursión

en

samiento gir con

un las

consiguiente, una

bloqueado error

intervenir

de

perspectiva

incluso

ante

muralla

interpretativo

circunstancias

una o

crítico,

temáticas

o

una lectura, un texto o una tarea.

” l|)k( p 99

36

manera

poco

aparentemente

bibliográficas,

las o

expresar, de

la

de

acción

tacto pedagógi­

apropiada

explorada,

contemplar

de

para

desatollar insuperable,

opciones

sugerir el

pen­ corre­

en

relación

simplemente

asignar

Capítulo III

HACER-SE SUJETO. UNA PERSPECTIVA PARA LA ENSEÑANZA DEL FILOSOFAR EN LA EDUCACIÓN SECUNDARIA

Germán Vargas Guillén1

1. Exordio La enseñanza de la filosofía tiene la peculiaridad de que es, esencialmente, la esfera de la práctica, el ámbito de intervención del filósofo y la esfera de socialización

o

publicación

primaria

no

sólo

de

los

resultados

de

la

investi­

gación, sino también de lo que se ha acumulado históricamente, en la confi­ guración

de

la

que

parezca,

vez

reflexionan

filosofía

los

misma

programas

como

disciplina.

universitarios

sistemáticamente

sobre

de

este

Sin

embargo,

formación particular;

en e

por

la

paradójico

profesión

incluso,

el

rara

asunto

tiende a verse a veces como "algo no filosófico" o "propio de los pedagogos", con lo cual se sitúa fuera del espacio de la reflexión filosófica en cuanto tal. Antes de dar curso a los tópicos que se tratan en este artículo quiero hacer explícitos unos presupuestos, o si se quiere: el lugar de enunciación, desde el cual se desarrolla el punto de vista presentado. En primer término, la enseñanza de la filosofía es, ante todo, el lugar de desempeño profesional no sólo del proceso de comunicar

los

resultados

del

acumulado

histórico,

sino

también

de

la

inves­

tigación filosófica; de hecho se puede decir que el aula, y en particular la con-

¡

Texas,

Doctor

en

Estados

Educación, Unidos

Universidad

Magíster

en

Pedagógica

Filosofía

Nacional

Latinoamericana,

Posdoctorado Universidad

en

la

Santo

Universidad Tomás

de

Pregrado

universitario en Filosofía, Universidad de San Buenaventura l.ibros Ser y sentida. Hacia una fenomenología

trascendental-hermenéulica. San Pablo, Bogotá 2009 Filosofía, pedagogía tecnología Investigaciones de epistemo­ logía déla Pedagogía y Filosofía déla Educación Universidad Pedagógica

Nacional/San Pablo, Bogotá 2006

Tratado de Epistemología Fenomenología de la ciencia. la tecnología y la investigación social Bogotá. Universidad Pedagógica Nacional/San Pablo, 2006 La experiencia de ser San Pablo, Bogotá, 2005. Pensar sobre nosotros mis­

mos. San Pablo. Bogotá. 2006. Web site: http://germanvargasguillen.com/ Dirección electrónica gevargasC" pedagógica edu co

37

Germán Vargas Guillén

ferencia, la clase, y más concretamente el seminario, son talleres del pensamiento. Allí el estudioso de la filosofía no sólo lee en compañía, sino que descifra e in­ terpreta, propone hipótesis, acopia pruebas en pro y en contra de ellas, recibe retroalimentación

a

partir

de

la

puesta

en

práctica

repetir

con

-más

o

menos

explícita-

del principio de corregibilidad. En es

segundo

que

lugar,

puede

ser

se

puede

enseñada".

Este

es

Aristóteles:

un

"Propio

postulado

de

la

epistemológico

ciencia que

se

enlaza con la didáctica; en él queda expreso el hecho de que la filosofía no es,

digamos,

una

variedad

de

la

iluminación,

ni

un

conjunto

o

colección

de sentencias célebres, por célebres que ellas sean o que sean sus autores. Y, ciertamente,

si

ser

enseñada,

de

la

esto

"todo

preguntan, lo

filosofía

racional

lo

es

real",

tesis;

la

etc

pero,

campado

preeminencia

que

-



si

luego

cuál

me

son

desde en

lo

si

válidos

lo

real

saber

¿cómo discusión? camino

En

se

de

unos

lo es

lo

llegó

ha

poder

resultados

-pongamos,

preguntan,

luego,

¿qué

es,

resultado

“todo

proviene?,

ponía

y

esto

cualquier

existo",

método:

del

ciencia,

existen

no

interesa, dónde

o

ser

toma

tiempo:

¿de

continuaba

poder

se

"pienso

pensamiento la

si

"del

sé",

de

decir

pero

pasa",

no

ha

quiere

investigación;

ejemplo,

saber,

la

sé;

racional

que

a

si

se

por

me y

afirma,

sustentarse?,

fin,

llevó

lo

todo a

¿qué

queda

al

cabo

para

que

como

su

a

des­

una tal sentencia apareciera y aparezca con pretensiones de verdad? En

tercer

lugar,

es

claro

que

filosofía

la

-tanto

su

aprendizaje

investigación, como sus procesos de circulación social- vive de la crítica-, ella misma es pensamiento crítico. ¿Y qué quiere decir en este caso crítica? Vamos a

indicarlo

en

una

ple:

es

el

tas,

la

filosofía

cláusula

establecimiento tiene

simple,

de

los

pluralidad

de

noble

límites de

y

proveniencia posibilidades.

sentencias,

pero:

kantiana, pero En

¿bajo

resumidas qué

sim­ cuen­

condiciones

son válidas?, ¿por qué tendríamos que aceptar hoy su valor de verdad?, ¿en qué deben ser

ser

corregidas?,

relevadas

para

¿por

tener

qué

aún

otras

mayor

tesis

o

capacidad

sentencias de

tendrían

explicación,

de

o

podrían

compren­

sión o, en general, de verdad? En cuarto lugar, la filosofía es una tarea colectiva, comunitaria, intersubjeti­ va. Resulta muy poco posible delimitar la función crítica y la función intersubjetiva en el campo o la esfera de la investigación filosófica. No obstante, la diferencia central

entre

idiosincrasia

-que

se

puede

modalizar

como

"ideología"

e

incluso

como "imaginería"- y filosofía es que aquella tiene sólo un valor personal y/o contextual.

En

cambio

la

filosofía

tiene

la

verdad

como

horizonte

sub

specie

aeternis que se pretende no sólo ciencia rigurosa, sino también como pfiilosopfiia perennis. Entonces lo que se dijo en la Grecia Antigua, con patrones y contextos

38

Hacer-se sujeto. Una perspectiva para la enseñanza ilei filosofar en la educación secundaria

de referencias determinados, io discutimos fiic el nunc en cuanto a su verdad en sí; y no vale por la nobleza de su proveniencia, ni por su antigüedad, ni por su autoridad. Simplemente: vale o no vale. Y, por eso mismo, la filosofía es condición

de

un

Iransíústórico

diálogo

-aunque

transcultural,

y

las

palabras

precisamente,

porque

pueden se

parecer

presupone

rebuscadas-

humanidad

una

universal y total que habita de modo singular en cada quien, pero que en sí une las variedades de expresión de lo humano. En quinto lugar, la filosofía sí tiene unos fundamentos que nacen de pre­ guntas

tales

o

las

sea,

como: que

conocimiento;

¿cómo

interpelan

pero

conocemos?, tanto

igualmente

por

hay

la

¿cómo

se

posibilidad

cuestiones

sobre

valida como lo

el por

que

conocimiento?, la

es

validez

el

del

mundo,

la

realidad, las cosas, el ser, o sea, son las preguntas cosmológicas, ónticas, ontológicas

y

mología),

sobre

metafísicas. las

Pero

formas

también del

hay

cuestiones

pensamiento

(lógica),

sobre

la

ciencia

(episte­

sobre

lo

bello

(estética).

Aunque la filosofía está compuesta, pues, de una gama de preguntas que dan origen a los diversos tratados, sí parece que en sí lo que es más central en el sentido y la validez misma de la reflexión filosófica es el interpelar por el ser humano, por su ser, por su quehacer, por su conducta, por los principios que rigen su vida-, en resumidas cuentas, la filosofía es ética y lo es como íntima responsabilidad del sentido de sí mismo, de la comunidad, de la historia, del mundo, del conocimiento del mundo, de las cosas y del ser. Obviamente, la

filosofía

debo

desde

la

hacer

explícito

fenomenología,

que pero

es

de

este

que

no

hay

modo un

como

acuerdo

pensamos

sobre

estos

tópicos y que, en cierto modo, no es posible dar comienzo a cualquiera de las vertientes

de

la

filosofía

sin

asumir

lo

que

en

cada

caso

se

está

designando

bajo este título.

2. Empoderamiento y práctica de sí El último recodo del siglo XX nos dejó, desde el campo de la enseñanza de la filosofía, la renovada pregunta acerca de cuándo iniciar la formación filosófica. Sólo hasta el siglo XX se dio origen al movimiento de filosofía para niños y de la

educación filosófica. No obstante, cabe recordar cómo los antiguos griegos pensa­ ron que el aprendizaje de la filosofía debía reservarse a la edad adulta, aunque en la madurez temprana (ca. 23 años). O sea, aunque se conoce la reciente ini­ ciativa, sí es posible ver que la historia de la filosofía está marcada por la cues­ tión: ¿cuándo poner en contacto a la persona con las cuestiones filosóficas?

39

Germán Vargas Guillen

Los estudios de la psicología genética han mostrado que el yo es una de las estructuras que empiezan a configurarse pronto en la vida psíquica infan­ til. Incluso, en el contexto de la psicología genética se habla de cómo la actividad primaria de succión es un acto reductivo en el que el niño, mutalis mutandis, hace la generalización de que la realidad es algo susceptible de ser chupado2, con

lo

cual

se

apunta

a

identificar

los

pasos

más

elementales

-podría

decir­

se- de personalización del mando. Pero, ¿cuándo se somete el yo a un proceso de reflexión0, es decir, ¿cuándo se

considera

cuestiones

"objeto

se

de

pueden

descenlramiento.

Esta

reflexión"

agrupar noción

o

bajo

cuándo el

se

título

simultáneamente

"tematiza”0

-también

lo

En

general,

proveniente

descubre

a

de

estas Piaget-

uno -primera per­

sona- como uno más que además se halla en medio de los demás -segunda persona, "demás de los demás"-. Y

parece que no está desorientada la reflexión si, para pensar la enseñanza

de 1a filosofía, se hace un rastreo sobre la noción yo -ego-. Ésta, simultánea­ mente,

es

posibilidad fragilidad,

condición de es

de

actuar

posibilidad

políticamente.

condición

de

del

pensamiento,

Descubrirse

posibilidad

del

yo,

en

filosofar.

responsabilidad la

Como

potencia

potencia

ética,

y

en

la

es

en

su

radicalidad un yo puedo; como fragilidad no sólo es contingencia, sino -y de manera esencial- interdependencia que todo lo debe y todo lo proyecta a la vida comunitaria, esto es, a la intersubjetividad. Voy a expresar, antes de seguir con el análisis, una íntima convicción. Creo -aunque

no

gicas

y

debe

empezar

tengo

didácticas

todas que

con

el

las

requiere despertar

pruebas este de

antropológicas,

temala

que

la

adolescencia.

psicológicas,

enseñanza Y

voy

a

de

pedagó­

la

poner

filosofía

en

orden

mis razones para ello. La

primera

y

más

fundamental

es

que

-pese

a

la

denuncia

psicoanalítica

sobre la perversidad infantil- la infancia tiene que ser gozada y los adultos es­ tamos en la íntima obligación de hacerla lo más feliz posible para los niños. La segunda es que creo, como lo enseñó C. Freinet, que se debe aprender de la manera más natural: la escritura y la lectura, comenzando por el dibujo y

la

interpretación

de

imágenes,

hasta

ir

a

los

niveles

más

conceptualidad y de la argumentación. Ahora bien, me parece que el plan-

- Pi,>í,i i. I & Iniikiou B Psicología del niño Morara, Madrid. 1970

40

complejos

de

la

teamiento

de

Freinet

requiere

un

complemento

esencial:

|.

A.

Comenio

mostró

que la enseñanza debe presentar con la mayor suavidad posible los temas, los contenidos

y

las

experiencias

a

los

aprendices

para

que

se

vayan

habituando

a pensar y a actuar dentro de ese marco; indicó que, empezando suavemente, se crean Inabitualidades o -si se quiere-se naturaliza o se vuelve como de la naturaleza propia.- el hablar, el razonar, el leer, el argumentar, el investigar, el actuar con corrección. Me parece, pues, que la didáctica es la creación de un dispositivo o de un ambiente de aprendizaje en el cual "lo más natural" o "cercano a la experiencia" o lo que ha dejado "huella en la experiencia" del sujeto (Freinet) es presupuesto o punto de partida para encaminar suavemente los procesos hacia lo que hay que

naturalizar

en

la

conducta

o

en

el

comportamiento

de

los

sujetos

(Comenio).

Aquí se ve que educar es cuestión de tacto. El maestro en cuanto tal requiere una enorme capacidad de observación y de discernimiento para poder aduar con tacto e introducir a los sujetos no sólo en nuevas experiencias, sino para que ellas sean un "domino" en el cual desplieguen sus potencias anímicas. En tercer lugar, creo que -por lo que se acaba de indicar- no hay nada más impropio que responder a preguntas que nadie ha formulado. Dentro de la filo­ sofía, ciertamente, cada vez que se sienta una tesis, se responde a una cuestión. Pero si no se ha formulado la cuestión, ¿a qué viene la respuesta? Y, cada vez resulta más claro que hay psicogénesis y sociogénesis del conocimiento. Enton­ ces las preguntas sí pueden ser inducidas por los profesores, pero tienen que ser

formuladas por los estudiantes. Que los niños, vistos con ojos adultos de filósofo, hacen con frecuencia preguntas metafísicas, es claro: ¿a dónde van las personas cuando mueren?, ¿que'es... -la variedad es amplia-: esto -bajo este título caben desde las mesas o las canicas, hasta las ventanas y las nubes, los carros y el correo, etc ? No obstante, de allí no se deduce que haya en ellos pensamiento formal base,

o a

abstracto su

vez,

-al del

parecer,

condición

pensamiento

necesaria

filosófico.

Pero,

para

el

además,

análisis

conceptual,

faltan

experiencias

esenciales: el enamoramiento, el amor, el sexo, la preocupación por la imagen de sí, la justicia, la amistad, el valor -éticamente considerado-, etc Y no es que el niño carezca de tales experiencias, sino de los conceptos y sus respectivas abstracciones para nombrarlas y para significarlas. En cuarto lugar, es imperativo reconocer que los sujetos están en constitución y se producen efectos de formación. Fue lesús Palacio -en La cuestión escolar- quien señaló

la

fórmula

"a

menor

edad

mayor

formación

y

menor

instrucción;

a

mayor edad, mayor instrucción y menor formación". Tal vez la fórmula sea en sí

discutible,

pero

indica

que

en

los

primeros

41

años

de

vida

los

niños

viven

Germán Vargas Guillén

en

entornos

construidos

y,

hasta

cierto

punto,

determinados

por

los

adultos.

Esto no descarta el hecho de que el ingreso de nuevos sujetos, por ejemplo, al hogar no cambie el ritmo vital de las parejas o las familias; que los neosujetos no alteren los horarios, la dieta, el esparcimiento, la conducta sexual de los adultos, etc. Sin embargo, lo que se quiere enfatizar es que los adolescen­ tes

por

y

las

principio prácticas,

lo

ponen

todo

introducen

en

nuevas

cuestión,

negocian

interpretaciones

de

no la

sólo

los

espacios

corporalidad

y

de

los regímenes de placeres y deseos. Y esto es lo que cuesta a las generacio­ nes

adultas:

cuando

ya

parecían

haber

ganado

para



la

autonomía,

enton­

ces los jóvenes vienen y subvierten el status quo. Y en medio de este torrente de

vivencias,

al

descampado

son

si

los sin

profesionales

padres

saber en

carecen

cómo

los

temas

de

actuar, de

un

marco

a

quién

ni

juventud,

de

interpretación en

quedan

acudir;

y

si,

adolescencia

y

sociedad,

cambio, todas

sus teorías quedan desafiadas por los hechos. Entonces queda en claro que la adolescencia es ante todo un estado vital de desafío. ¿Y qué puede hacer un padre o

un

maestro

frente

a

ese

"mundo

desbocado",

como

lo

llama

A.

Giddens?

Al parecer, sólo queda una vía, sin más alternativa: enfrentar el desafío. Y ello ocurre por fuerza. Tal hacer frente, desde luego, se puede desde el autoritarismo o desde el consenso o desde el anarquismo familiar. Como se supondrá, yo creo que la segunda -el consenso- es la manera. En quinto lugar, ¿qué queda de y para el sujeto-padre o madre o maestro en esta condición? Aquí quiero señalar que se abre un abismo entre autoridad y autorita­

rismo. Claro está que el segundo es una opción nacida de la desesperada falta de autoridad, de medios persuasivos y convivenciales de ganar un puesto en la escena familiar o escolar. Y creo que la filosofía vive, precisamente, de poner en cuestión con autoridad el autoritarismo. Aquí hay que reconocer que los jóvenes están en y ante un despertar del yo pienso, yo existo; pero en parte esa afirmación se convierte en negación acrítica y dogmática de la misma cualidad de sujeto -que

piensa y existe- para el adulto -padre, madre, maestro-. Pienso, por tanto, en la validez del consenso. familia nuestras

o

en

el

posiciones

ámbito

escolar,

adultas,

pero

someterlo también

todo el

Sí, podemos y debemos, en a

impulso

discusión.

Y

dogmático

esto de

abrasa

quien

se

afirma por instaurarse como lugar de la razón, de la verdad y de la bondad. Si el consenso es la nota predominante en la familia y en la escuela, no basta con

discutirlo

todo

y,

dentro

de

tal

discusión,

moverse

con

una

razonabilidad

argumentativa; aquí se exige por igual una inteligencia narrativa que permita no sólo expresary defenderel punto de vista propio, sino ponerse en el lugar del otro,

42

Hacer-se ¡nieto. Una perspectiva para la enseñanza del filosofar en la educación secundaria

tener "la secreta esperanza de ser persuadido por el otro"1. Pero no sólo ar­

gumentamos

para

desplegamos

la

bles,

hacer

visibles

inteligencia

adoptamos

nuestros

narrativa:

acuerdos,

intereses

aunque

formas

de

y

motivaciones,

imperfectos

interacción,

y

y

no

siempre

estrategias

sólo

corregi­

convivenciales;

y todo ello a la luz de los mejores argumentos. Lo

que

jóvenes no

pasa,

pues,

con

formación

la

es que ponen a prueba

enfrentarlo?

En

principio,

moral -cabe

24 horas

diría,

una

tal

filosófica-

decir:

de

los

al día el status cjuo.

¿Y por qué

formación

tarea

no

es

sólo

de

la

escuela, sino esencialmente, de la familia y de la sociedad en su conjunto. Y ciertamente un

tal

suena

estilo

"idealista".

El

problema

formación, nos vemos

de

es

que

si

abocados

no

se

a los

pone

en

marcha

diversos autoritarismos:

de los padres, de los maestros, de los jóvenes. De esta manera, el empoderamiento no es x o y sujeto, sino del colectivo que se despliega y se construye en los vaivenes de la confrontación generacional. Suspen­ der

esta

sonalidad,

evidencia el

significa

despliegue

desterrar

de

las

la

convivencia,

potencias

creativas.

la

formación



El

mismo

de se

la

per­

constituye

y despliega en cuanto se narra.

3. Los horizontes de sentido Normalmente,

los

adultos

tenemos

ideas

extrañas

sobre

los

jóvenes.

Voy

a hacer un breve recuento de las que me parecen -entre las que he oído- de las más extrañas: los jóvenes son perezosos, leen poco y lo que leen no lo entienden, interesan un

han por

personaje

llamó

Cínico

ritario

y

perdido nada de

ficción

Caspa.

anticuado

que

idealiza

trata

-como

los

los

serio.

valores, La

lista

creado

Encarnó de

jóvenes

profesores

o o

por

lo

nuestra a

no puede

más

el

la

respeto

tender

a

asesinado

ultragodo,

sociedad.

como

tienen

Yo

juventud. padres-

de

a

la

infinito.

autoridad, En

humorista

retardatario,

no

quiero

Sólo

laime

quiero

decir

como

que

nuestra

se

hubo

Garzón,

atrabiliario,

aparecer

salvaguardar

no

Colombia

lo

auto­ alguien

cuando

se

autoridad,

a

todos se nos sale lo que tenemos de Cínico Caspa en nuestra alma. Mi

experiencia

cooperando

con

la

educación

de

tres

jóvenes

-hoy

día

una

de 28 años, estudiante de Doctorado en el Énfasis de Filosofía y Enseñanza de la

Ha dicho Carlos Augusto Hernández, haciendo una paráfrasis ele Gastón Bachelard. Cf Hernández. C. & López,

C Las disciplinas lefes, Bogotá 2000.

43

Germán Vargas Guillen

Filosofía; otra de 25 años, artista plástica orientada a la pintura; y otra de 22 años, sitaria fía,

artista

musical

-atendiendo comunicación,

consagrada

adolescentes psicología,

al

piano-

del

primer

pedagogía,

y

30

año

años de

ciencias

de

las

docencia

carreras

sociales

univer­

de

durante

filoso­ más

de

25 años-, sin terminar por completo de "superar" -en el sentido hegeliano de la Aufhebung- mi alma cíniocasposa me llevaría a responder a esas críticas de la siguiente manera: a,

A

nuestros

ojos

los

jóvenes

son

perezosos

porque

no

nos

tomamos

seriamente el trabajo de comprender y entender en qué se interesan. Para mí el ejemplo por antonomasia fue la posición adulta de Hermann ante su hijo Franz Kafka. El bueno del Franz volvía de las tediosas horas de tra­ bajo de abogado y se tumbaba en el sillón de la sala de la casa Pasaba tardes

y tardes

completas en una suerte de duermevela. En su vigilante

actitud paterna, Hermann increpaba una y otra vez al hijo para que hicie­ ra "algo útil" Al cabo, bajo sus expensas, el bueno del Franz accedió al padre y, con un socio, montó una fábrica de asbesto que no tardó en ser un

total,

rotundo

y

absoluto

fracaso.

¿Tenía

razón

Hermann?

Hoy

queda

muy difícil asegurarlo. En su momento, frente a la debacle económica que se

anticipaba,

acaso

Hermann

hubiese

visto

más

útiles

las

horas

de

su

hijo en la venta de bisutería en la calle principal de Praga. Pero, con razón, se argumentará: cada zonzo que se tumba en un sillón no es Kafka. Estoy de acuerdo. Pero, ¿qué alberga una mente? Y, ¿sólo vale nuestro punto de vista adulto? En medio de todo, creo, el ejemplo de Hermann y Franz tiene un aspecto que no debe dejar de ser tenido en cuenta: el buenazo del Franz se ganó su vida como abogado; como quie­ ra que sea, no es cierto que sólo "pereceaba”. Más bien, podría decirse, llegó a un punto aceptable de ganarse la vida como un hombre honra­ do,

y

"holgazanear"

en

las

tardes

hasta

que

nos

pudo

legar

la

obra

que conocemos. Ahora bien, reconozco que la pereza existe, pero en jóvenes y en viejos. Y la mayoría de las veces, creo, tiene motivo, causa y razón. No veo espe­ ciales argumentos para pensar que el palmarás de la pereza se concen­ tre en los jóvenes. Si Descartes pensaba que "lo mejor distribuido en el mundo es el buen sentido", se le tendría que objetar que no consideró, para tal sentencia, la pereza.

44

Hacer-se mieto. Una perspectiva pura la enseñanza ite! ¡Hosofar en la educación secundaria

b. Se dice que los jóvenes leen poco y lo que leen no lo entienden. Yo estimo enormemente la remembranza juvenil que nos ofrece Heidegger sobre el roble alto a cuyo pie hay un banco de rústica carpintería. Sobre él había, a veces, algún escrito de grandes pensadores que una joven inhabilidad trataba de des­ cifrar. Cuando los enigmas se agolpaban sin salida el sendero del campo ayu­ daba, pues guiaba serenamente el pie en lo sinuoso, a través de la amplitud de la sobria campiña' Hoy

día

pocos

conocemos

de

dirían sus

que

Heidegger

erráticas

era

etimologías,

un

de

mal

su

lector

"hacer

-aunque,

decir"

a

claro,

otros

su

propio pensar-, Pero quizá se puedan ver como verdaderas las aserciones en que afirma su "inhabilidad". Y tal no es propiedad del que luego llega­ ra a ser, por antonomasia, el filósofo de la Selva Negra. Nuestras actuales superaciones de las limitaciones como lectores de hoy son fruto de una áspera lucha contra nuestra "inhabilidad" juvenil en la lectura Pero quiero dar un paso más allá. Me parece que el concepto mismo de lectura

exige

una

completa

ampliación.

No

hay

sólo

lectura

de

textos,

de letras, del sistema alfabético; también se leen las imágenes, los ico­ nos,

los

gestos,

las

expresiones

corporales,

los

ambientes,

las

situacio­

nes, los grafitis, en fin, la acción. Y

si a eso vamos, los adultos no tenemos ni la destreza, ni la disposi­

ción,

ni

el

entrenamiento

para

"leer"

todo

ese

mundo

simbólico,

semió-

tico, icónico. Entonces, los jóvenes sí leen y de otro modo; no sólo en o

bajo

nuevos

ejemplo, nuestro

"lenguajes",

hipertextual, horizonte

de

sino

con

hipermedial,

en

experiencia

otras

formas

paralelo,

adulta.

Aquí,

que

de

procesamiento,

no

pues,

forman aparece

por

parte otro

de

lugar

de enunciación para el cual "nos faltan los nombres". Pero ca

ahora un

pongamos

adulto

procedemos

a

a

la

hacer

la

cuestión

lectura? juicios

¿Y de

del

lado

adulto;

¿cuántas

horas

cuántas,

efectivamente,

un

joven?

conjunto,

sumariamente,

"sin

dedi­ Aquí

respetar

el

debido proceso". Y,

de

la

comprensión;

¿podemos

comparar

nuestra

actual

interpretación,

construida con base en años de lectura, de reflexión, de análisis, de ense-

1

Meidlgglr. M Et sentiero del campo Eri: http://www.heideggeriana.com ar/textos/el_sendero_del_ cam­

po. htm. Trad. Sobine Langenheim y Abel Posse Consultado: 18 de octubre de 2008

45

Germán Vargas Guillén

ñanza,

por

ejemplo,

recientemente

con

egresamos

la

que

del

teníamos

colegio

o

de

de

textos

la

o

autores

universidad?

cuando

Aquí

tam­

bién se exige eliminar el Cínico Caspa que nos habita y más bien matizar nuestros

juicios,

no

porque

los

estudiantes

no

deban

incrementar

sus

niveles de lectura, análisis e interpretación de los textos, sino porque la comprensión en sí es una tarea infinita. c.

También se los acusa de haber perdido los valores; incluso se dice: son carentes de valores. Mi posición en este respecto también es muy sen­ cilla. Yo creo que es imposible vivir sin valores; sólo que, no siempre lo que

valoraron

también

nuestros

creo

que

padres,

nuestros

lo

valoramos

propios

valores

luego en

nosotros

más

de

como

una

hijos;

ocasión

se

modifican, cambian. Y creo que tenemos un rasero para tasar la relación

valor-acción cuando se trata de los otros, más o menos más estricta que cuando se trata de nosotros mismos. En

más

de

una

ocasión

me

pregunto

si

logro

tanta

consecuencia

entre

"el pensar y el ser" o si, como escribía Cortázar (Rayuela, § 2), "en mi caso el ergo de la frasecita aquella no era tan ergo ni cosa parecida". Creo,

incluso,

valores,

que

precisamente

los a

jóvenes causa

se

de

apartan

que

deliberadamente

somos

más

prontos

de en

nuestros predicar­

los que en evidenciarlos en nuestras acciones. No digo que, entonces, lo que hacen los jóvenes es lo verdadero, lo bueno y lo justo; digo que una actitud hacia el consenso -en la familia y en la escuela- abre las com­ puertas de la comprensión y el entendimiento: no para llegar a la fór­ mula más bien frívola todo vale, sino más bien para hacer valer el valor que cada

quien

impulsa;

y

no

sólo

argumentativa,

sino

también

experiencia!

y existencialmente. d.

También se dice que los jóvenes han perdido el respeto a la autoridad, el temor de Dios; se han vuelto una generación sin Dios y sin ley. A lo pri­ mero lo que digo es que los jóvenes han perdido toda confianza en el

autoritarismo; digo que si se les ordena y se les instruye, así porque sí, sin presentar motivos y razones para el despliegue de la acción, si se les pide obediencia

ciega,

si

se

decapita

la

estructura

dialogal

de

la

experiencia,

se fracasa en la comunicación, y no sólo con los jóvenes, sino también con cualquier persona. Ahora bien, como drásticamente lo relata Shoah, la película de Lanzmann, no es Dios, sino el hombre el que ha muerto en Auschwitz. Quien quita

46

Hacer-se sujeto. Una perspectiva para la enseñanza del filosofar en la educación secundaría

a otro su capacidad de argumentar, de presentar su punto de vista, de hacer valer su derecho, le cabe el cargo de destituir lo humano de la acción o

social.

despóticos,

En

cada

queda

uno

destituido

de

nuestros el

sentido

actos

tiránicos

pleno

de

o

vandálicos

humanidad;

pues,

como lo expresó Hölderlin: somos humanos desde que somos una pala­ bra en diálogo. e. Se acusa a los jóvenes de no hacer nada serio. ¿Y qué es más serio que el juego, que la seriedad del juego, según nos lo ha hecho entender H.-G. Gadamer? Creo que los adultos con algún nivel de éxito personal o social de todo presente tuvieron una apuesta radical de alguien que creyó en sus potencialidades, en sus posibilidades, en sus probabilidades. Y de eso es de lo que se trata: no de ver al joven como un niño grande o un adulto en potencia, sino como persona, plena y completa, henchida sí de horizontes de ser, pero un radical siendo al que se le puede dar espacio para compro­ meterse y para desplegar sus potencias físicas y anímicas en el trance de llenar de contenido sus promesas. Vuelvo ahora al punto que tenía en cuestión: horizontes de sentido. Este título no se puede diferenciar de horizontes de ser. Si a todos y cada uno de los jóvenes se los respeta como un yo puedo, no se trata de instruirlos o de mandarlos o de orientarlos; se trata de crear las condiciones -literalmente, como lo dice M. Heidegger- para poner en libertad al ente. Entonces la enseñanza de filosofía no es un medio para repetir la catilinaria de las grandes frases o sentencias de los filósofos de todos los tiempos, sino que es un ejercicio de pensamiento crítico que despliega la inteligencia narrativa; aquí, al cabo, se trata de que cada quien se na­ rre a sí mismo, construya su identidad; no sólo reconozca un pasado, sino que figure y reconfigure su proyecto de ser. Y no importa si al cabo terminan o no en la Escuela de Filosofía, sino que vivan sus días bajo esa bella sentencia de Sócra­ tes que nos legó Platón en la Apología-, una vida sin examen no tiene objeto de ser vivida. Que

los

jóvenes

vivan

filosóficamente

la

experiencia

significa

que

examinan

su

ser, su proyecto de ser, su sentido de ser; significa que se apropian de todas las posibilidades expresivas, y se expresan.

4. El lugar de la validez del discurso filosófico La filosofía es -en su íntegro sentido- democracia radical y política del re­

conocimiento. En su primera dimensión, no sólo todo está en discusión y todos los

miembros

del

colectivo

-sin

distingos:

47

de

edad,

sexo,

pigmentación,

nivel

Germán Vargas Guillén

educativo, etc - son interlocutores válidos y, en consecuencia, no sólo cualquiera puede ponerlo todo en cuestión, sino exigir motivos y razones sobre todos los tópicos

de

ria, de

la distribución

la

vida,

del

horizonte

político,

de

la

interpretación

de

la

histo­

de la riqueza, del acceso a las oportunidades; además,

cada vez con mecanismos más transparentes, todos y cada uno de los sujetos tienen

que

apoderarse

de

las

posibilidades

de

la

toma

de

decisiones,

de

la

ejecución de las mismas y de la evaluación permanente de la acción. En sí, una formación filosófica es una formación política\ Ésta tiene por objetivo último el reconocimiento y la superación de su contrario: el desconocimiento, la

anulación del otro, su silencio. Tal política del reconocimiento tiene un haz de matices o de significados:

a.

Desde el sujeto mismo es la íntima comprensión de la intersubjetividad -familia,

comunidad,

ciones,

pluralidad

sociedad,

de

las

nación,

culturas-

cultura,

como

organización

condición

de

de

na­

posibilidad

de

su ser-en -el- mundo.

b.

También desde el sujeto es la construcción del sí mismo como sujeto ético, es decir, como primera persona de la responsabilidad en todas las dimensio­ nes de la vida colectiva, a saber, ética, economía, política, historia; esto es, de

derechos la

humanos

riqueza,

-en

distribución

especial:

de

las

paz

y

convivencia-,

oportunidades

de

distribución

participación

y

de­

cisión, memoria -a saber: razón de los vencidos", restitución del derecho a las

víctimas-, c.

La política del reconocimiento, a su turno, es clarificación del lugar de enun­ ciación-, en nuestro caso: América Latina. Y no se trata, ni mucho menos, tan sólo de un lugar geográfico -aunque también lo es y requiere una

geopolítica culturales

del que

conocimiento-, enriquecen

el

sino sentido

de

la

último

identificación de

la

de

filosofía

y

tradiciones dentro

de

ella de la ética, a saber, más hondas y profundas razones para valorar la intuición,

temas,

la

sino

imaginación, como

la

afectividad

condiciones

de

y

el

posibilidad

sentimiento del

no

pensar

sólo

-acaso

como en

la

modalidad, por ejemplo, de una crítica de la razón intuitiva—, y, desde la ética, de la posibilidad de pensar la justicia no sólo como distribución,

De ahí la sorpresa y la Imposibilidad de comprender, en 1a mayoría de los casos por ejemplo el compromiso de Martin Heidegger con el Nacional Socialismo, en su momento, de ahí la emergencia de la categoría fuerte intelectual orgánico, que debemos a Antonio C.ramsci ' No voy a profundizar en el tema, que he desarrollado con cierto detalle en

de ser y del

lenguaje (Alejandría Libros, Bogotá. 2003) y en Pemar sobre nosotros mismos lU P N 'San Pablo Bogotá. 20061.

Hacer-se sujeto Una perspectiva para la enseñanza del filoso/ar en la educación secundaria

ni

sólo

como

retribución,

sino

y

en

especial

contribución,

como

como

solidaridad, como compensación y como compasión. d.

Política del reconocimiento es, para nuestro caso, el paso del principio de iden­ tidad a los procesos de identificación. Éstos parten de abrirse a la comprensión de la diferencia, comprensión en que se puede denunciar una y otra vez cada nuevo matiz hegemónico de lo mismo -que bien se puede llamar:

terrorismo como un manto de "guerra santa" o "persecución del mal”, globalización

para

consumo

como

trategias

de

uniformar los

o

pretender

imaginarios

acumulación

de

uniformar

colectivos,

capital,

o

tanto

TLC

para

democracia

los

patrones

mantener

entendida

de

las

sólo

es­ desde

el centro y con desconocimiento de las tradiciones vernáculas-,

e.

Política del reconocimiento en fin, es la construcción de categorías de aná­ lisis donde emerja la reivindicación de la diferencia que ha sido vejada o anulada

o

desconocida

o

excluida,

a

saber:

la

del

migrante,

la

de

los

indígenas, la de los homosexuales y transgenéricos, la de los negros, la de los locos, la de ios discapacitados, la de los intelectuales, la de los mendicantes, la de las mujeres, la de los artistas, la de los infantes, la de los jóvenes. Una tal construcción de la diferencia es la lucha filosófica contra la hegemonía y la mismidad -entendidas como pares- del eurocentrismo que sólo puede ser superada desde la periferia.

Enseñar el filosofar es formar políticamente a los sujetos para que pasen de la denuncia a

la

genérica

-desde

caracterización

tismo

de

luego,

las

siempre

formas

y la exclusión en diversos

en

necesaria

que

y

habita

válida-

el

de

la

autoritarismo,

ámbitos de la experiencia

injusticia

el

despo­

histórica. Se trata,

pues, con tal formación de habilitar-se como sujeto (estudiante o profesor) para desplegar el reconocimiento que abre operacionalmente la vía de la inclusión; y, sin embargo, ello pasa por mirar las manifestaciones de otredad que permiten ha­ cerse a la diferencia; a saber, olro del imperio, del poder hegemónico, de la ex­ clusión, de la barbarie, de la violencia, de la tiranía, de la imposición, del va­ sallaje,

del

autoritarismo,

de

la

pigmentocracia,

del

sexismo,

del

machismo,

del clasismo. Y, digo, no es que los profesores de filosofía no tengamos todas esta

formas

tes

y

hasta

que

hábito

y

obra

de

mismidad

profesores dejen la

bien";

de

ser

costumbre; digo

internalizadas;

tenemos

que

la

la

íntima

estructuras digo,

acaso

subversión,

todo

lo

contrario,

obligación

-sí

culturales,

pero-

platónicamente,

que

la

la

49

digo

ético-política

insurrección,

que

estudian­

de

reflexionar

naturalizadas "el

que

revolución,

por

piensa la

el

bien

reforma,

Germán Vargas Guillén

el cambio, la emergencia de la otredad -en suma- acontece en la praxis, a saber: en

el

despliegue

crítico

del

concepto

a

partir

de

la

experiencia,

precisamente

para volver sobre la experiencia y transformarla. En último término, hacer-se sujeto es formarse ético-políticamente. Y es que no es posible, de veras, amar o enseñar o crear, etc., en fin, trabajar, sin producir la diferencia, sin la alteración de lo mismo, sin la plenificación de la otredad, sin la inclusión, sin política del reconocimiento. Cierto, pues, que la vida ética no es asun­ to sólo de la deontología de la profesión, sino praxis concreta en la vida de pareja, con los vecinos, con los migrantes, en suma, con la inclusión de todos los otros. creo que el lugar privilegiado para que esta reflexión sobre otredad y diferencia

Y entre

en

el

liceo,

la

universidad;

berada tarea

circuito

ha de

de

consagrado la

en

cultura

fin,

los

es,

sino

esos

porque

espacios

precisamente,

ámbitos

formalmente

familia,

ejemplarmente

la

en

que

a

la

la

variedad

la

la

educación;

formales

de

de la

escuela,

sociedad no la

el

de

porque

esto

diferencia

educación,

colegio,

manera

sin

no

sea

aparece que

el

deli­ más

por

esto

se destituya la función formadora de la familia. Aquí

es

donde

debemos

interrogarnos

como

profesores

de

filosofía:

¿cuánto

hemos documentado de la diferencia y dónde? América Latina es, por antono­ masia, lugar del diferendo, de la diferencia. ¿Y cómo enseñar filosofía sin el arte del quechua de

las

Kondori, naciones

sin en

Lezama la

Lima,

política

sin

el

proyecto

libertario

de

construcción

Latinoamericana durante el siglo XIX,

sin Túpac

Amaru, sin Mariátegui, sin Vasconcelos, sin Caso, sin los argumentos contra el TLC, sin el reconocimiento de las luchas indígenas y negras? El lugar de validez, pues, de la enseñanza del filosofar es el de la política del reco­ como

nocimiento

empoderamiento

e

identificación

de

nosotros

mismos

como

alterde lo mismo -el imperio, Europa, EE.UU., el libre comercio, la sociedad de consumo,

el

machismo,

etc.-;

es

la

apertura

de

mundo

para

que

los

jóvenes

se apoderen de esta problemática, que a su vez hemos heredado de lo mejor de la tradición de nuestro pensamiento y de nuestra experiencia histórica.

Hacer-se

sujeto

no

egocentrismo,

de

munitaria,

manera

de

la

es,

en

egolatría; crítica

ningún todo

y

lo

sentido, contrario,

reflexiva,

es

exacerbación es

del

proyectarse

compromiso

ético

a

egoísmo, la

vida

del co­

con la esperan­

za de una humanidad arcana y distante, solidaria y plena, feliz y responsable; es, en fin, descentramiento, diferencia y alteridad.

50

Hacer-se sujeto. Una perspectiva para la enseñanza del filosofar en la educación secundaria

5. La enseñanza del filosofar Creo,

hasta

cierto

punto,

que

es

una

redundancia

decir

que

la

enseñanza

en general -y en ese contexto también la enseñanza del filosofar- se encuentra afectada tanto por las TIC y que éstas, a su vez, son parte inherente de la con­

dición postmoderna. Entonces, viene al caso preguntar: ¿Tienen sentido los idea­ les modernos -en medio de la condición postmoderna- para los jóvenes? Al

menos

refiero

ni

en

a

Arlington,

Texas

ni

Dallas

a

los

y

Fort

Estados

Worth

-con

Unidos-

el

esto

indico

filósofo

que

no

profesional

me

constata

con perplejidad que en las librerías en la sección de Filosofía empieza a haber multitud

de

libros

cuyos

títulos

son

del

siguiente

tenor:

"Los

Simpson

y

la

filosofía", "El Hombre Araña y la filosofía", "Pokemon y la filosofía”; pero para aumentar su sorpresa evidencia que el estante de Filosofía forma parte del de

Religión, colinda con Autoayuda, con Nuera Era y con Esoterismo. La sección de Niüos y la de Adolescentes, cada una por su lado, duplica o triplica en volumen de la oferta a la de Filosofía. La sección propiamente de filosofía tiene volúmenes con títulos efectivamen­ te

muy

vendidos

y

a

bajo

costo;

normalmente,

ediciones

de

títulos

sobre

los

que no hay protección del derecho patrimonial. En resumidas cuentas, si no son libros para el consumo no están en la librería; y se entiende: los costos de per­ sonal, de local, de servicios, etc,, hacen inviable vender títulos especializados. La

profesión

escenarios fuente

de

misma

de

filósofo

está

consumo:

si

se

más

clásica,

debe

cita

pagarse

derechos

afectada de

por

ios

-digamos-

patrimoniales

nuevos

250

al

patrones

palabras

titular

o

de

y

una

tenedor

de

los mismos. Si se quiere una obra especializada ya no vale la pena ir a libre­ ría,

debe

queda

consultarse

la

pregunta:

la

red;

¿quién

y

lo

en

ella,

vende

como

más

en

barato

todo

o

proceso

dónde

se

de

consumo,

consigue

a

un

precio más razonable? Y,

en

efecto,

lizados,

tienden

ejemplo

de

bajo.

La

los a

Springer. mayor

libros

ser

más

objeto

El

número

cantidad

de

institucionales:

universidades,

puede

el

decirse,

tucionalizado. sores,

esto

Los es,

filósofos,

monopolio de

está

como

mejor de

ejemplares

compradores, bibliotecas,

pensamiento

funcionarios

actualizados,

del

ya

51

estas

centros

dije,

institucionales.

editados

dadas

"secuestrado",

editados,

grandes

de cada

de

las

especia­ como

por

ser

muy

circunstancias,

son

tiende

a

investigación. vez

mayoritariamente

Dentro

más

firmas,

es

más

somos

instituciones

Así, insti­ profe­

también

Germán Vargas Guillen

hay una lucha a muerte por el reconocimiento: cada tendencia y cada profesor, a su

vez,

como

a

muerte,

encarnación

por

las

de

becas,

una

los

tendencia

apoyos,

las

lucha

territorio.

por

adhesiones,

en

fin,

Se

por

disputa,

formas

las

institucionales de validación. Otro

ejemplo

ilustrativo:

obras

como

las

de

E

Husserl

-declarada

en

su

momento por la Unesco: Patrimonio de la humanidad que llega a 40 volúmenes publicados oscilan

ahora

entre

bajo

el

US$529

y

mentado

monopolio

US$127;

esto

Springer-

de

significa

que

tienen

tener

precios

disponible

que

la

obra

completa de este autor costaría alrededor de US$ 13,1 20, loquesignificamás o

menos el 25% del costo de una casa de habitación o un apartamento para

una

familia

de

clase

media

en

Colombia.

Pero

obviamente

es

ridículo

pensar

en tener sólo la obra de Husserl, si se es un experto, digamos, en fenomeno­ logía; al menos se requeriría la de autores como Heidegger, Lówith, Fink; pero también con

la

recepción

Ricoeur,

necesidad Platón,

francesa

Lévinas,

de

tener

Agustín,

en

Henry,

obras

que

Descartes,

cabeza

Marión, sirvieron

Berkeley,

de

Sartre

Courtine. de

fuente

Locke,

y

Y

Merleau-Ponty

no a

Hume.

hemos Husserl,

en

asocio

mencionado digamos

También

el

las

la de

investigador

tendrá que hacerse a la tarea de tener acceso a las revistas especializadas. Como

se

sabe,

tales

"instrumentos

de

trabajo"

son

sólo

la

"cuota

inicial”

de un trabajo experto, riguroso, científico, adecuadamente documentado. Uno podría hacer, incluso, una analogía: así como en ciertos ambientes que­ das

mal

citas

si

cierto

congresos, bién

hay

no

usas

"ropa

tipo

de

fuentes,

de si

marca", no

también

en

filosofía

quedas

sabes ciertas lenguas, si

mal

si

no

no vas a ciertos

si no publicas en ciertas revistas. Y uno pudiera pensar que tam­ una

suerte

de

"arribismo

intelectual".

No

se

agrega

nada

viendo

el

fenómeno con resentimiento. Todo esto es la diferencia entre periferia y centro. Aquí vienen al caso análisis sobre la economía política del signo y sobre la produc­

ción y reproducción de capital simbólico. Entonces,

se

entiende,

la

filosofía

como

consumo

por

supuesto;

estratifica.

Voy a ponerlo en términos muy gráficos: si sabes qué es lo que necesitas y tienes diceprecios

el

dinero,

dándole

puedes

vueltas

módicos,

jamás

al

fungir

como

especialista;

caes

a

la

librería

estar

en

una

asunto llegarás

a

si y

sólo usas

condición

estás malas de

-como

quien

ediciones

discusión

a

como

un par. También, pues, la filosofía está sometida a las leyes del mercado y a las de la distribución del capital simbólico.

52

Hacer-se sujeto Una perspectiva para la enseñanza del filosofar en la educación secundaría

¿Con de

cuánta

filosofía?

frecuencia

Me

atrevo

a

hablamos

de

esto

conjeturar

que

los

a

los

estudiantes

profesores

que

universitarios

tiene

bien

com­

prendida la cosa misma, en muchas ocasiones se mantienen en la puja por no dar

acceso

al

estrecho

círculo

al

que

pertenecen;

incluso,

ven

en

los

estu­

diantes posibles émulos. Y creo que esto no siempre fue así, de hecho a mi generación estudio: esos

le

de

fue las

clásicos,

posible

de

nalizada.

Pero,

entonces?

En

tener

ediciones ¿a

el

los

grupos

cuántos campo

profesores

académicas, de la

las

investigación,

jóvenes

de

que

de

nos de

la

universitarios

educación

guiaron

lenguas se

por

en

que

tutoría les

secundaria,

senda

del

expresaron

cercana

abre

los

la se

ese

y

perso­

camino

jóvenes

tienen

de que

llegar a saber todo esto, a tener plena conciencia de que si se deciden por la filosofía como carrera científica, está implicado todo esto. Y

los estudiantes de la carrera de filosofía, o los posibles aspirantes a ella,

tienen que saber cómo es esto. Y tienen que saber, igualmente, que en éste como en cualquier escenario el capital simbólico se traduce en contable. Se pue­ den

mostrar

todos

son

analogías concejales,

muchas

personas

de

bufete,

un

tienen tampoco

corrientes: alcaldes, el

muchas

diploma

todos

personas

gobernadores, son

de

hacen

política,

parlamentarios

abogados,

magistrados

pero de

no

las

o

todas

altas

pero

no

presidentes; son

cortes,

dueñas muchos

de ellos incluso quedan fuera de una y otra carrera. Las analogías se pueden multiplicar por tantas cuantas profesiones hay. Situar, pues, la filosofía y la enseñanza del filosofaren la condición postmoderna es quitar,

si

se

quiere,

el

sueño

romántico

a

la

profesión

de

filósofo.

Se

puede

hacer ver a los estudiantes que aquí hay una carrera promisoria y, como toda carrera,

esforzada.

Para

el

caso

colombiano

cabe

resaltar

que

sigue

existien­

do todavía una relación de cinco vacantes para enseñar filosofía en la secun­ daria

por

cada

egresado

que

obtiene

su

diploma

profesional;

que

en

prome­

dio un filósofo de un alto nivel de formación tiene un salario competitivo con respecto al conjunto de cualquiera otra de las profesiones. La filosofía como profesión tiene simultáneamente el lugar de lucha a muerte

por el reconocimiento que tiene cualquiera otra profesión; pero en ella está dado, en todo caso, un espacio para la expresión de las potencias anímicas y de la perso­ nalidad. En medio de todo esto es posible vivir la filosofía como una vocación y como un servicio. Uno y otro, en su momento, aunque vividos en primera persona por quien se consagra a la filosofía, evaluados social y culturalmente.

53

Germán Vargas Guillén

La enseñanza del filosofar tiene que realizarse como enseñanza de y para el pensa­

miento crítico con argumentación e inteligencia narrativa. Esto, en efecto, tiene que pasar

por

el

hecho

de

que

tenemos

que

argumentar

con

y

ante

los

jóvenes

sobre lo que es la filosofía como profesión y como tarea. En el primer sentido, es necesario que los jóvenes logren ver que no se trata de un "apostolado", que es una función en la sociedad, que está sometida a los avatares de cualquier otro

quehacer;

todo

una

tarea

como

expresión

del

ellos

tienen

pensamiento,

que

llegar

del

pensamiento

y

a

comprender que

que

somete

es a

ante crítica

el status quo en todos los órdenes de la existencia humana: el poder, el saber, el

conocer,

las

instituciones,

la

vida

personal

y

colectiva,

los

prejuicios,

etc.

Como tarea la filosofía es una vocación, es el llamado a poner en libertad la comprensión del ser. Como despliegue de la inteligencia narrativa los estudiantes y los profesores tienen que habituarse a seguir una historia que no sea la personal, sino la de otro(s), desarrollar la capacidad -para decirlo al modo de Kant- de ponerse en el

lugar del otro. Sólo una tal capacidad nos desarraiga de la natural tendencia al egoísmo y a considerar siempre nuestro propio interés como el preeminente. La enseñanza del filosofar tiene que enraizarse en el uso de entornos virtuales. Hasta el

ahora,

la

aislamiento

bibliográficos obra

de

manera

y es

a

muchos

investigado

como

parcialmente,

cómo

través

de

cada

pensadores el

podemos no

desarrollo

lograr

totalmente,

la

que

los

falta

vez

más

completas

clásicos7.

Por

nuestra

de

la

inteligencia

estudiantes

de

acceso

páginas

parte

narrativa

a

que

hemos implica

superen recursos

ofrecen

la

pensado

e

que

también

el profesor se ponga en el lugar del joven y pueda tomar el riesgo de estudiar cómo

es

posible

desarrollar

software

para

investigar

y

enseñar,

por

ejemplo,

áreas del discernimiento moral -concretamente lo concerniente a la toma de de­ cisiones en sus consecuencias para consigo mismo y para con el otro-, de la lógica

-particularmente

la

silogística-

y

de

la

argumentación

-en

el

ámbito

de los símiles y las analogías-. En que

mi

no

dimensión

7

entender,

incluya

se

queda

corto

tanto

los

avatares

tecnológica;

de

ahí,

un

de

pues,

la la

análisis

de

la

secularización urgencia

de

condición de

la

mostrar

postmoderna

cultura la

como

filosofía

la

como

Pongo aquí como ejemplos: para consultar obras de Platón, Aristóteles, Descartes y Kant: http://www.

cervantesvirtual.com/: para la obra de F Nietzsche http://www.nietzscheana.com ar/. para las obra de Hei­ degger: http://www.heideggeriana com ar/. para consultar la obra de Derrida: http://www ¡acquesderrida. com.a r/

54

Hacer-se sujeto. Una perspectiva para la enseñanza del filosofar en la educación secundaria

profesión

y

las

TIC

como

condición

necesaria

para

enfrentar

ia

distribución

de capital simbólico en este nuevo escenario.

Aprender a filosofar es aprender a enfrentar problemas Kant planteó como las cuatro

grandes

hacer0,

¿qué

preguntas

me

es

de

lícito

la

filosofía:

esperar0,

y

¿qué

como

puedo

resumen

conocer?,

de

todas

las

cqué

debo

anteriores:

¿qué es el hombre0 Y que esta última pregunta resume las anteriores nos lo ha

dicho

M.

Buber.

Es

la

pregunta

por

nosotros

mismos

en

cada

momento,

en cada presente viviente. Para nosotros y para los jóvenes las cuestiones están ahí planteadas; y es necesario que la filosofía misma se nos plantee como problema, que no se hable de ella como algo dado, que no se hable de ella como eje­ cutada

por

espíritus

inmateriales,

que

no

se

hable

de

ella

como

apostolado;

en resumidas cuentas, que se la trate como una dimensión del mundo de la vida -como una de tipo profesional; Husserl decía: con la epojé profesional del

filósofo-,

ejecutada

por

personas

concretas

todo orden, con expectativas y horizontes de ser.

55

con

compromisos

existenciales

de

Capítulo IV

ORIENTACIÓN FILOSÓFICA Y ENSEÑANZA DE LA FILOSOFÍA: AFINIDADES, DIFERENCIAS Y SINERGIAS OPERATIVAS Augusto Cavadi1

1. La orientación filosófica entendida dentro de la amplia familia de las prácticas filosóficas En el año 1998, el estudioso Alessandro Volpone propuso el uso de la de­ nominación neo la

entramado forma

ser

"prácticas

practicada

dicionalmente plinar", sobre

de

de

es la

filosóficas"

ejercicios

con-filosofar, en

lugares,

han

sido

decir,

tolerancia'".

El

la

indicar

por

la

en

situaciones ejercicio

y

mismo

unidos entendida

y

concebidos

"como

argumentación

para

idea

contextos la

dialógico,

complejo

de

términos

para

contradicción,

estudioso,

un

que

al

y

"la

menos

diferentes

heterogé­

filosofía, duales,

de

los

que

producción-reproducción paritario

sobre

algunos

años

Associazioni

Italiana

el

y

democrático

disenso,

después,

el

tra­ disci­

fundado

respeto

propuso

bajo puede

y

la

también

un criterio de catalogación:

Actualmente

secretarlo

nacional

de

la

Docenti

di

Filosofia

Responsable

de

la Scuola del Centro sicialiano di documentazione G Impastato di Palermo y docente vinculado al Liceo Clásico G. Garibald di Palermo. Italia. Miembro de la Asociación Alhena - Forum per la Filosofia Italia Libros F.. per passione Iti filosofia tìm't’ introduzioni' olla più inutile di tutti’ la scienze. D.G. Editore. Trapani, 2006

Quando Ita problemi ¡Iti e sano di menti, introduzione al pinlospliical counseling Soveria Mannelli, Rubbettino, 2002 Algunos artículos I .'uomo della strada e la filosofia "Gabbiani Ixy pp. I M i; Ragioni esistenziali dello studio della

tdosolia. 'Nuova Secondaria I9S9. 10, pp. 43-44 Filosofia per problemi Pruno progress ¡II una ricerca - sperimentazio­ ne Nuove Ipotesi' IWI 2-1. pp. 238-242; Dm? modi per fare filosofia. Nuova Secondaria", 1993,4 pp, 65-66 .Veb

sile:

http

"sw

augustocavadi.eu/archivio/index

litm

Dirección

electrónica:

acavadiCnlycos.com

-' El autor, en un exlenso artículo publicado posteriormente l Prácticas filosóficas, formas de racionalidad

'■tos del filosofar contempor,in,'o Kvkéion. No. 8 2002. pp. I2-3í>) ofrecía una primera recolección: Socratic Cogite Socraticalki inspiml dialogue, Pfiilosopíuj for titilaren Pliilosopliu mili díildren. Café pililo, Piiilosopluj in business íünesl, l’hilosopimal . clí., p. 46

~ Hhbi r-i, R Tralrtito ifcpedagogía general. El Ateneo Buenos Aires. 1959, p Makr.mu 1

10

H Op cit.. p 266

Si noptMi-Mitr. A. El inundo como voluntad u representación (Libros III \ IV) Orbis Barcelona l c »85.p 70.

89

"Y

Amado Osorio V

Sin se

embargo,

ha

quiero

pronunciado

destacar

sobre

que

esta

ha

sido

ineludible

Husserl

quien

responsabilidad

más

histórica

claramente y

humana

de la filosofía al elevar a los filósofos a la categoría de funcionarios de la hu­ manidad",

porque

quien

cultiva

este

saber

asume

un

compromiso

con

la

es­

pecie humana, empeño que va más allá de cualquier afán privado o de mero adorno

intelectual.

manera

sincera,

Si

comprendemos

nuestra

esto

claramente

responsabilidad

educativa

y

lo

y

asumimos

nuestros

de

una

vínculos

con

la filosofía no tendrán el carácter de una carga pesada y de una penosa obli­ gación, sino que, por el contrario, nos nutrirá de ánimos nos deparará alegría y nos

brindará

satisfacciones.

Esta

referencia

seguramente

la

conocemos

todos

nosotros, pero debo hacerla explícita hoy. Dice Husserl: Hemos llegado también a darnos cuenta, del modo más general, que la signifi­ cación que el filosofar humano y sus resultados tiene": en la existencia humana global en modo alguno se limita a simples fines culturales privados o en algún sentido

restringidos.

Somos,

pues

losofar,

funcionarios

de

humanidad.

la

-¿cómo

podríamos

La

ignorarlo?-,

responsabilidad

en

nuestro

enteramente

fi­

personal,

por nuestro propio y verdadero ser como filósofos en nuestra vocación personal más íntima entraña y lleva también en sí la responsabilidad por el verdadero ser de la humanidad, que no es sino en cuanto ser tendente a un lelos, y que si puede ser realizado lo puede únicamente por la filosofía por nosotros, si es que somos seria y rigurosamente filósofos’5.

El

compromiso

ponsabilidades, devoción,

con

nos

la

filosofía

pide

hondamente

y

así

entendido

muchas

cualidades,

durante

toda

la

nos

nos vida,

obliga

exige

a

una

porque

muchas

total

siempre

res­

entrega el

y

maestro

de filosofía tendrá que ser consciente de que está atado a ese fin último. Y hoy,

sobre

descarríos

todo, que

que

afligen

ble

voluntad,

principios,

al

cer

una

absoluta

a

a

de un

mayoría

desviaciones la se

talento la y

afectan

ante

requiere

las

un

claridad

sobre un

escolar

a

en

salir

peligroso

punto

no

qué

y

la

porque

está

gran

La

riesgo

pasando,

ni

la

humanidad, y

una

unos

amor

historia se

de

ha

el

indeclina­ oficio,

por

a desfalle­

conducido

máxima

preocupa

a

la

confusión.

La

por

las

causas

de esta desventura. La misma escuela está en crisis y desconcertada.

•’ Hijsslrl. E Líi crisis de his ciencias europeas y la fenomenología trascendental Crítica Barcelona, 1990. P 18.

90

los

indeformables

por

el contexto invita y

ante

subordinaciones

temple,

misión,

absoluto

desbandada. de

a

dificultades

especial

pedagógicos,

situación

sabe

que

juventud,

definida

y

inmediatamente

humanidad

las

maestro,

genio

la complejidad

ante

asedian

Punios de vista ij elementos de configuración de una didáctica de la filosofía

Esto parta

quiere

en

decir

un

motivación

de

modamiento nista,

de

la

estas

características

antes

sobre

de

maestros

maestros

a

se

les

ser

maestro

fesión

requisitos ajustarse algún

de a

debe estos

¿O

dificultades

atractivos

y,

complejidad

sin

es

Una

didáctica

correspondían,

lo

que

condiciones

y por

de

la

filosofía,

cual

a

las

de

estos

lanzan

apenas

paradójicamente,

de

la

filosofía

ejemplo,

tratar

clase.

Por

debe

re­

los

para

alumnoslas

décadas, formativa más

debe

¿O

formadoras cuales Hoy

la

pro­

debe

ser

exigentes

los

ser

flexible

comprensivas de

que

huma­

improvisando?

dos

y,

tareas

aco­

problemas.

a

ni

exigencia

realizar

y

determinaciones

académicas

y

im­ des­

raigambre

fundamental, la

se la

valores

instalar

advertidas

hace

de

la

asuntos

embargo,

suma

serie

más

estudio

sido

en

de

despreocupación

unidades

han

seguimos,

mayores

le

no

lo

el

las

cruciales

que

que

simplemente,

por

enfrentar

materia problema

vocaciones

mucho

condiciones,

de

actuales

no

con

irresponsable

contratación.

tiempo

y

y

experiencias

la

las

nobles

de,

abstraen

porque

una

filosofía,

se

tiene

la

maestro

didáctica

menos

de de

la

preparado0

tiene

estudio, imperio

el

manera

unas

ha

mayor,

su

el del

para

de

ninguna del

por

nuevas

de

comprensión

también

estas

aludidas

simplemente

la

docentes,

sentimientos

dificultad

didáctica

obviar

alumnos

muchos

contra

ninguna

puede

algunos

de

conspiran

flexionar

que

colegio

explicar

para

que

hace

dónde

es­

tán las causas de los males y cuáles son los agentes de deformación. Si esto es

cierto

valdría

problemática,

la

pena

asignaturas

pensar

audaces

en y

introducir

flexibles

asignaturas

que

que

respondan

a

examinen los

esta

nuevos

re­

tos. Y esto lo puede hacer la filosofía, o por lo menos, nos debemos atrever a ello,

porque

ningún

sido

precisamente

filósofo

ese

se

ha

desentendido

enraizamiento

racional

el

de

su

propio

que

le

ha

presente,

permitido

la

y

ha

gloria

de perpetuarse en la historia. Debemos promisos

reconocer,

que

otros

por

lo

saberes

tanto, no

que

se

la

echan

filosofía encima,

tiene

que

asumir

com­

porque

no

existen

como

algo propio de su campo. Mientras que a la matemática no le incumbe de una manera directa el problema del suicidio, del hambre o la crisis de la historia, a

la

filosofía



le

conciernen

entrañablemente

y

no

puede

desentenderse

de

ellos. Por eso, por su mayor alcance de perspectiva y porque no le es ajeno ningún aspecto del ser humano, la filosofía tiene que convertirse en un pen­ samiento

guía

supremamente y

realizar

chosas,

e

ingeniosos

ciertos

porque

iluminador

el

ajustes hombre

Pienso

y

que,

creadores,

curriculares. no

es

un

Y

en e

aspecto,

introducir

estas

mero

91

este

tenemos

contenidos

modificaciones

sujeto

parlanchín

no o

que

ser

adecuados son

un

capri­

exclusivo

Amado Osorio V

epifenómeno de

epistemológico,

pensamiento,

sino

a

que

lo

está

que

lo

enraizado

han y

reducido

pertenece

algunas

de

hechoa

corrientes un

mo­

mento histórico que es el que debemos comprender, y que, como está estruc­ turado

hoy,

parece

orientado

más

bien

en

contravía

del

sentido

universal

de

la vida y de la felicidad humana. Retomando la pregunta de Husserl: "¿Pode­ mos vivir en este mundo en el que el acontecer histórico no es otra cosa que concatenación incesante de ímpetus ilusorios y de amargas decepciones?"26. Y de

como la escuela no es una institución separada del contexto, ni aislada

la

historia,

mente

la

a

ella

penetran

llegan

diversos

ecos,

actitudes,

valores,

concepciones.

favorables

o

Con

nocivos; esta

necesaria­

múltiple

in­

fluencia tienen que enfrentarse los maestros, y con base en ella tomar urgen­ tes

decisiones

nuevas la

para

reorientar

circunstancias.

escuela

se

A

anquilosa

y

encauzar

veces y

se

pierde

racionalmente,

olvida

su

esta

vitalidad.

para

adaptarse

responsabilidad, Este

problema

y

fue

a

las

entonces suficiente­

mente advertido por Dewey, cuando afirma: La vida humana, sea individual o colectiva, está perturbada, confusa y en con­ flicto. O los medios educativos ignorarán tal estado de cosas y las escuelas pro­ seguirán por el mismo camino, limitándose en gran parte a proporcionar un conocimiento estandarizado y algunas formas de habilidad, con fines en sí mismas, modificados sólo por concesiones hechas a exigencias sociales mo­ mentáneas, o bien enfrentarán el problema de la relación existente entre la educación y las necesidades y posibilidades de la situación social. Si se enfren­ ta este último problema, surgen entonces los problemas de la readaptación de las materias del programa, de los métodos de instrucción y de la organización social de la escuela27. A

esta

antes que

de ver

exigencia una

readaptativa

flexibilidad

tanto

con

los

de

la

es

a

la

didáctica

procedimientos

que de

me

la

como

he

referido

filosofía,

con

los

cuando

flexibilidad contenidos,

que

hablé tiene

porque

la

filosofía nos debe servir para comprender y para vivir en el mundo de hoy. Por lo tanto, si es programas

pertinente, hay que

también

se

cansan

y

se

introducir reformas curriculares, porque los agotan,

cuando

vida y de la historia.

Ifól, p 7 - 7 Davrv, | El hombre y sus problemas Raidos. Buenos Aires. 1961. p 1 °4

92

están

en

contravía

de

la

Puntos de vista ij elementos de configuración de una didáctica de la filosofía

La

cuestión

porque

es

exista

en

fundamental

del

cional

una

tiene

advertido en

la

de

él

la

El

sentido

razón,

proceso

de

presencia

tiempo

hermosa

terdam

ésta.

sino

la

importante

atrás,

pues entre

del

porque

historia

intersección

nos ha

racional

en

los lo

y

la

razón

de el

la

mismos

determinado,

guiar

la

Sabemos y

griegos y

está

debe

vida.

hombre,

apolíneo

legado una sapientísima

hombre

este

estructura

que

lo

aspecto

realizaron

estudio en

irra­

ha

su

sido

existencia

lo dionisiaco. Erasmo

obra de

no

de Rot­

la que demuestra

el peso de lo irracional en la historia humana. Esto es claro: que no debemos poner

en

está

duda

el

presentando

hombre, las

en

el

encuentro

sentido

un

énfasis en

de

las

peligroso con

otras

que

cosas

emociones

desequilibrio se

humanas.

entre

estimulan

que

en

el

y

las

se

Sin

embargo,

distintas

desarrollan.

egoísmo

dominante

hoy

se

facultades

y

del

Las

causas

en

la

no

avaricia

ciega que impera a nivel planetario, y que se traducen en la formación de un hombre que perdió su sentido en sí mismo y al que se valida solamente como un

eficaz,

rentable

y

dócil

imaginación

y

las

reflexivo

la

voluntad.

tierra,

y

se

emociones

necesitan

mercancía,

que

no

piensen

inmediatamente

es

profundo

un

actúa

Para

hombres

lancen que

consumidor,

mal

inmediata

a

atrofiar

la

propósito,

que

cedan ni

y

que

se

que

ante

dispongan un

tipo

piensa

a de

en

fomentar

el

animar

tentación

sino

que

su

la

pensamiento

parece

la

resistencias,

se no

necesita

crítica,

único

fácilmente

configurando

ciegamente,

cual

el

opongan

adquisición está

lo

inteligencia

este

mucho

su

porque y

y

para

se

la

aba­

consumo.

hombre

la

de

Este

irreflexivo,

consecuencias,

ni

en

causas, ni en relaciones, que fija en su mente objetivos rígidos, y que preten­ de conseguir sus fines a costa de lo que sea. Para mí es tan grave el momento, que es el punto más crítico al que ha llegado la humanidad, y es el momento de

mayor

en

la

violencia

jeras,

en

nales

y

el

deshumanización,

dinero

la

en

las

y

la

fama,

esto

estadios,

violencia

psicológicos.

y

lo

en

podemos el

intraescolar, Los

han

comportamiento

en

supremos dejado sus

percibir

los

de

múltiples

valores

que

en

la

golpiza

familiar,

las

pandillas

desequilibrios

se

agencian

calle­

emocio­

masivamente:

inevitables secuelas. Pienso que

en este

punto la filosofía, por poder ser la más clara y equilibrada reflexión, puede dar luces

persuasivas

en

torno

a

esta

alarmante

cuestión

y

comprometerse

con

la

educación de las emociones humanas, educación que no es otra cosa que ser conscientes de ellas, de cómo funcionan y de cómo a partir de ellas nos ma­ nipulan; decir,

en

de

poder

términos

sujetarlas más

inteligentemente

filosóficos,

que

no

se

y

sentirlas pierda

el

reflexivamente; momento

es

necesario,

cabalmente humano, de la mediación del concepto, y que no seamos la atro­ pellada e impensada inmediatez y el mero impulso ocasional. Qué bien le ha-

93

Amado Osorio V

riamos a nuestra juventud en las aulas si por lo menos la formación filosófica lograra

benéficos

resultados

con

estas

instrucciones,

por

lo

menos

para

que

aprendan a asistir racionalmente a los estadios y a ver la televisión. Forman­ do la inteligencia también nos puede conducir a benéficas ilustraciones Verbigracia, lada

a

partir

la

teoría

de

investigaciones

de

las

inteligencias

múltiples

neurofisiológicas,

del

de

H.

Gardner,

estudio

de

la

formu­

cultura

de

los pueblos y del análisis de muchos individuos, nos puede servir para com­ prender

la

estructura

psíquica

del

hombre,

una

información

altamente

signifi­

cativa que puede ser tenida en cuenta para un mejor aprovechamiento de las potencias a

la

de

cual

realizado

los

le por

una

mayor

nes

es

tan

real

de

las

alumnos

dan Daniel

en

abreviando

una

nosotros que

orientar

de

el

la

inteligencia Hoy

pensamiento,

un

racional

camino

profesionales,

colegios

Pero

asunto

las

humana,

de

porque

la

naturaleza

y

científicamente. que

inventó

y

cuestión

complemento

puede

y

directo

el

emocional,

el

determinación

explicables es

vocaciones

algunos

brevemente.

natural

como

son

mucho,

el

Expliquemos

como

emociones

para

importancia

Goleman,

utilidad.

tomado

y

máxima

el

ser

emocio­ amor

es

funcionamiento Podemos

la

de

vida

decir,

para

reac­

cionar de una manera inmediata y brevísima. Esta es la vía, por ejemplo, del temor ante una serpiente que vemos y que nos permite una actitud automáti­ ca para huir de su presencia. Nosotros vemos la serpiente, la información lle­ ga hasta la retina, de ahí se traslada al tálamo donde es traducida al lenguaje del cerebro y a la corteza cerebral, donde se analiza la información y se toman decisiones. Nueva

Sin

York,

embargo,

descubrió

loseph que

Le

Doux,

existe

otra

un

vía,

neurólogo

de

secundaria,

la

pero

Universidad

más

rápida

de que

es la que va del tálamo a la amígdala y que, con base en su propia memoria, permite

respuestas

namiento racional, la

que más

inmediatas.

es

la

precisa,

conciencia,

que y

Podemos

va

una

hasta senda

instantáneamente,

en

decir

la

que

corteza

existe

cerebral,

que ante

el

algo

como

así

una

vía

indirecta,

estímulo reacciona unas

diez

del

razo­

inteligente, sin

mediar

milésimas

de

segundo. Sin embargo, a pesar de su importancia vital, esta segunda, que es la de las emociones, puede conducir a contestaciones de alto riesgo, pues puede llevarnos derivan que La

a de

se

acciones la

reflexión

presenta

emocional

educar,

porque

ciegas

en

es,

por

aquellos

pues,

su

y,

y

una

control

a

comportamientos

irracionales,

lo

tanto,

pierde

el

casos

de

y

violencia

inteligencia puede

el

sujeto

agresividad que

servirnos

debemos para

evitar

de

advertir

porque control, y

destinos

no

se

situación

irreflexivas.

que

se

funestos,

debe as­

pecto que pocas veces se tiene en cuenta en la formación de los alumnos y que

los

prepararía

en

esta

vida

para

saber

sortear

tantas

circunstancias

difíciles, aún para asistir a los estadios y no dejarse arrastrar por la avalancha

94

Puntos de vista lj elementos de configuración de una didáctica de la filosofía

agresiva

de

ofrece

la

gran

masa.

prácticamente

tunidadesgarantía

que

de

acarrea

nuestra

la

inteligencia

cultura

carácter-

la

prosperidad,

y

se

dice

vida.

Sin

un

en

las

tiene

una

de

inteligencia

los

felicidad

conjunto

"La

para

embargo,

ni

concentran

también

Goleman:

preparación

prestigio

emocional,

que

Como

ninguna

trastornos

aunque

un

en

vida,

la

habilidades rasgos

enorme

académica -o

Cl

las

elevado

algunos

importancia

no

nuestras

académicas

-que

para

no

opor­ es

escuelas

e

ignoran

podrían

llamar

nuestro

destino

personal''2*. Lástima que Goleman no explique en su libro a qué se debe este descarrío irracional que se presenta a nivel planetario. Y

en el mismo campo psicológico sería igualmente de gran valor la expli­

cación cir

del

un

conductismo,

conductistas productos

las

y

que

alienar

como

ratas

siones

que van

o

hasta

referentes

que

una

sepan

ideológicos.

aplican la

gran de

desde la

son

los

se a

corriente

programado.

palomas

crocante, para

una

comportamiento

definición

cómo

su

algo

los

de

debe

es

están

para

aprovechada

concepción

Entender abriría

de

la

y TV

tratados

para las

cómo

para

opera

por

perfectamente

a

y

deci­

un cereal

esto

y

muchos

ciertos

vender

humanos

preferencias

ojos

indu­ técnicas

los

vida, un carro,

los

programada

quedar

de

siendo

manipular

seguro

estímulo

conducta que

sido la

programadores

un

electoral? de

ha son

¿No

laboratorio

compra

principales

Empero,

por masa?

que

¿No

cuáles jóvenes

suprapoderes

establecido

a

este

respecto es que los expertos en Análisis Motivacional (AM), que son los encar­ gados de na,

en

partir

estas investigaciones, lo que buscan es hurgar en la psique huma­

sus de

capas

ellas,

bajas,

tirarnos

para la

descubrir

carnada

nuestras

connaturales

correspondiente

para

flaquezas

ponernos

a

y,

a

actuar

ciega e inconscientemente. Como sostiene K. Lorenz: Mediante métodos científicos los publicistas han averiguado que es erróneo dirigirse con razonamientos concienzudos al público solicitado. Es mucho más recomendable interpelar a lo más hondo y sensible del alma humana, incluso a las capas del subconsciente. No es eficaz, ni mucho menos, pretender incul­ car algo con tono doctoral. El publicista tiene éxito cuando sabe manipular los instintos y las emociones. Quien quiera ganarse a la masa humana, utilizará la llave de su 'corazón', de su subconsciente, en el que residen las normas de com­ portamiento con programación genética, tales como el miedo, la sexualidad, la necesidad del orden jerárquico, etc., que son manipulables con ayudas de trampas despiadadas”’.

Goleman, Lorenz.

D La inteligencia emocional. Panamericana Santafé de Bogotá, 1996, p 56.

K La decadencia de lo humano Plaza & lanés. Barcelona. 1985. pp. 148-149

95

Amado Osorio V

Y

si quieren ustedes, de ahora en adelante, ver TV, no como ingenuas ma­

rionetas, sino como sujetos racionales y críticos que saben por qué son impor­ tantes, desde el punto de vista del mercado, cada vez que se sienten frente a una

pantalla

programas en

este

agua, de

no

olviden

que campo:

el

"Los

contacto

sujetos

que

ustedes

los

siguientes

observan.

reforzadores

sexual,

humanos-

la

la

reforzadores

Simplemente, que

ocasión

aprobación

han de

de

cito

sido

utilizados

Skinner,

objetos

actuar

los

son

a

de

el

estudio

agresivamente,

compañeros

y

en

el

y

los

campeón son

el

-tratándose

dinero,

reforzador

éste el más generalizado". ¿No es esta referencia un buen manual para ver TV, para

saber

lencia

por

qué

("actuar

abusan

los

medios

agresivamente"),

del

masivos

sexo

de

comunicación

desbordado

["contacto

de

la

vio­

sexual"),

del

culto a la fama, del fetichismo por el dinero y de las escenas enmarcadas por seductores paisajes naturales y acuáticos, por ejemplo, los realities? Y

si

toque

en

nuestros

actualizado

a

cursos su

hablamos

mito

de

la

de

Platón.

caverna,

tpor

una

qué

no

le

representación

damos

un

agudísima

y

perenne de lo que es la ilusión y la verdad? ¿Será éste un problema que el sabio to

griego

a

que

para na

que en

etc.,

Esto

lo

es

mente

ilustradora

tabaco.

¿Y

análisis, ha

sido

cuál

dientes

de

un

para la

verdad

vale

la

caracterizado

lo

pena

parco,

impactante.

hacerse.

¿Y

el

la

En

por

verdad

tampoco

es

placer,

No

me

un

lo

el

un

tabaco "El

suficiente­ verdad

detengo

jugoso

Buffet,

expre­

muerto:

la

a

vitalidad

sobre

escondido,

resumen, Warren

caver­

fumar

emoción,

enormemente

tabaco7

a

inteligentemente

disimulado, que

cigarrillos

salud,

intensa

invi­

dicha

inducir

alegría,

pero

disimula

sobre

excelentemente

a

Los

de

opera

para

pulquérrimos,

que

real

cómo

asociadas

real?

cualquiera

claro

advertencia

y

referente

configuradas

letrerito

salud",

impactante

es

cual

la

y

sin

propaganda

lenguaje

Un

y

muy

imágenes

sobresaliente

e

una

Propagandas y

partir

nocivo

el

hoy.

propaganda?

tabaco

capricho

ejemplo

sugestivas

a

la

puro

un

sonrientes y

es

enuncia

con

de y

rostros

virilidad, sado.

ricas

por

críticamente

ilustren

mundo

de

juvenil,

inventó

examinen se

el

partir

que

se

del

en

este

negocio

que

especialista

de

la inversión quien es reputado de ser el hombre más rico de América, quien dijo: "Yo quiero decirle por qué me gusta el negocio del cigarrillo. Cuesta un centavo hacerlo. Se vende por un dólar. Es adictivo. Y hay fantástica fidelidad marcada

con

consumidores hierros que

con

enciende

fuego”.

términos

sumamente

candentes. fuego un

En

se

Con

fieles, ironía

marca

cigarrillo.

¿Y

y

sencillos:

porque cáustica

se

qué

entrega más

un

son nos

grabados quiere

como

verdad

negocio

un

sobre

redondo como

decir esclavo el

el

y

el

que

ganado

negociante

para

cigarrillo?

siempre Una

tiene con Buffet quien

mercancía

que destila enfermedad y muerte, es decir, todo lo contrario de lo que insinúa

Puntos de vista y elementos de configuración de una didáctica de la filosofía

la

propaganda.

santes

de

Un

producto

las

más

cerebrovasculares, tipos de

de

cáncer

cuello

expuestos

empeoramiento madres y

uterino

y

páncreas;

a

maligno

asma,

posibilidades

una

de

mercancía

que,

produce: oído

medio;

para

el

súbita,

etc.,

en

una

bebé, etc.;

diferentes

esófago, el

neumonía,

del

nocivas, cau­ cardiovasculares,

crónica,

boca,

riesgos

muerte

sustancias

enfermedades

laringe,

humo,

graves

de

5.000

obstructiva

de

infecciones

produce

de

pulmonar

pulmón,

su

más

enfermedades:

de

del

gestantes

mayores

tiene

enfermedad

cáncer:

vejiga,

niños

que

variadas

caso

de

los

bronquitis,

droga

entre

una

garganta,

que

ellos

droga

tos,

en

bajo

que,

las peso

debido

a la nicotina, causa más dependencia que la morfina y la cocaína; una droga que

trae

graves

psicológicos,

consecuencias

económicos,

en

nuestro

familiares,

de

ser

personal

empleo,

etc.;

integral:

en

problemas

síntesis,

una

droga

que es el asesino número uno del mundo, porque es el causante de 5'000.000 de muertes al año, cifra que se doblará para el año 2030. La información de la

Organización

tendencias

Panamericana

actuales,

10

de

la

millones

de

Salud

es

contundente:

personas

morirán

"De

por

continuar

causas

las

relaciona­

das con el uso del tabaco en todo el mundo en el año 2030; de ellas, la mitad vivirá en las naciones en desarrollo. Hoy en día, en la Región de las Américas el tabaco causa más defunciones que el sida, el abuso del alcohol y drogas, los

accidentes

funciones

por

de

tránsito

el

uso

y

del

la

violencia,

tabaco

son

en

conjunto.

totalmente

No

obstante,

prevenibles".

¿No

las

de­

será

que

la filosofía tiene algo que decir en estos temas de la salud y que sirve para mostrar

que,

develadas

efectivamente,

por

la

verdad

la

ilusión

para

que

y

la

mentira

podamos

existen

dejar

de

ser

y

que

deben

prisioneros

ser

irreden-

tos de la caverna platónica, así tengamos que salir solos y luego volver a ella para realizar el trabajo de iluminación con los otro prisioneros? Y co

termino referente

mirada

en

interpretar

el

el

esta la

exposición

cosmología

universo,

la

posibilidades en

a

historia que

sistema

escrutar de

su

suscitan

solar

esta

el

cosmos

gran

una

otra

realmente

desarrollo,

una

encierra

con es

sugerencia.

en

sus

interrogar

fascinación.

gran

El

maravilloso.

admiración

tratado

Poder

magnificentes por

Ya y

su

filosófi­

desplegar

dimensiones,

destino,

etc.,

comprendernos complejidad.

la

Y

son

situados podemos

avanzar hasta la Vía Láctea que es la galaxia a la cual pertenecemos. En ella estamos la

situados,

Espuela

Láctea

de

como

Orion.

pertenece

a

un

sabemos,

Pero

en

podemos

sistema

más

un

suburbio

adentrarnos amplio,

bastante

más

y

llamado

el

perdido

considerar Grupo

que

es

la

Vía

que

Local,

formado

por unas treinta galaxias entre las que se encuentran la Gran Nube de Maga­ llanes,

la

Osa

Mayor,

Karina

y

Fornax,

comparativamente

una

verdadera

ena­

na, pues apenas tiene unos 20 millones de estrellas. Y en estos espacios las

97

Amado Osorio V

distancias Local,

la

años-luz, tivo.

son

tan

descomunales

Vía

Láctea

está

dimensión

Pero

si

agrupados

las

en

que

separada ya

existen

millones

de

redes

pesar

de

hace

a

ya

el

no

pertenecer

al

por

2.2

pensar

ios

los

que

llamados se

universo.

sabemos

a

unos

con

llamados

Supercúmulos todo

de

Andrómeda difícil

pertenecen

por

colosales

a

mayores,

de

años-luz

estas distancias

se

galaxias

enjambres

también

que,

Y

cierto

millones

Cúmulos,

extienden

por

éstos

están

Claro

a

de

obje­ que

centenares

detenernos

nos

Grupo

realismo

Supercúmulos.

para

qué

mismo

de

comprender

aferramos, si

a la ima­

ginación o al pensamiento, o si, como en el caso de la duda cartesiana, so­ ñamos. cuño

De

esa

información

filosófico:

¿Hasta

científica

dónde

llega,

podemos pues,

derivar

este

muchas

universo?

preguntas

¿Existe

una

de

especie

de muro exterior que lo cerque9 ¿Existe un solo universo o un sistema bina­ rio

o

infinitos

¿Existen como sus

se

discute

misterios

resante vez si

universos,

múltiples

viaje

tenida

hoy

admirarlos.

de

regreso

consideró

múltiples Podemos

Sin o,

experiencia la

lo

o

día?

en

y

la

realizamos

como

mundos

contemplativa, la

bella

el

milesio

alternativas

hundimos

embargo,

en

también

sencillamente,

comparación,

posible

historias

el

cosmos

podemos

como

hacen

mirarnos

desde

cosmología

se

Anaximandro? del

universo,

para

realizar

los

escrutar

un

inte­

astronautas,

afuera.

convierte

Y

en

una

entonces,

una

subli­

me antropología: Esta percepción de la Tierra en toda su belleza -un globo azul y blanco flotando en

la

y,

como

profunda

oscuridad

algunos

han

del

espacio-,

declarado

emocionó

posteriormente,

vivamente fue

una

los

astronautas

profunda

a

experiencia

espiritual que modificó para siempre su relación personal con ella. Las magní­ ficas

fotografías

de

la

Tierra

completa

que

trajeron

consigo

proporcionaron

el

símbolo más poderoso para el movimiento de la ecología global*".

Hasta esta

donde

se

sabe

maravillosa aldea

a

ciencia

perdida,

cierta,

que es

no

la

se

ha

Tierra,

encontrado

algo parecido

por

fuera

de

a una flor, al

pensamiento, a un beso, a la ontología de la carne, a un poema, a un carrusel escolar, etc.; algún en

ni siquiera se sabe a ciencia cierta que exista siquiera agua en

rincón

algunos

encuentre

de

este

momentos

una

universo.

Si

con

posibilidad,

elemental

esta

cepa

de

tanta

alharaca

informativa

¿qué

diremos

en

cualquier

bacterias

el

se

ha

día

en

lugar

del

armado que

se

cosmos?

Parece, entonces, por lo que se sabe hasta hoy. que somos muy excepciona­ les,

tal

de

nosotros

vez

absolutamente mismos,

tan

excepcionales, desconocidos,

y

sin tan

embargo, poco

todavía

solidarios

males comunes como la enfermedad, la tragedia y la muerte; tan soberbios

Cai>k-v

F La Iraun? iií lai’idfl Anagrama. Barcelona 1998 p 118

tan

extraños

ante

nuestros

Punios de vista y elementos de configuración de una didáctica de la filosofía

y tan egoístas. ¿No es la existencia de la vida en la tierra y la existencia de la historia humana algo parecido a un eximio milagro? Por lo menos así lo en­ tendió

Popper:

"No

sabemos

cómo

estamos

vivos

en

este

pequeño

y

maravi­

lloso planeta -o por qué habría de ser algo como la vida lo que haga tan bello a nuestro planeta. Pero aquí estamos y tenemos toda razón para admirarlo, y para sentirnos agradecidos por ello. Es algo cercano a un milagro"5'.

Popper. K. Op. cil., p 59

99

Capítulo

VI

LA LÒGICA EN LA DIDÁCTICA DE LA FILOSOFÌA

Dario Antiseri1

1. Las teorías científicas como respuestas a problemas científicos "Mi

concepción

del

método

científico

puede

resumirse

diciendo

que

cons­

ta de tres pasos: 1) Nos tropezamos con un problema. 2) Intentamos resolverlo, por ejemplo, proponiendo alguna teoría nueva; 3)

Aprendemos

de

nuestros

errores,

especialmente

de

los

que

se

nos

han

presentado en la discusión crítica de nuestros intentos de solución. Para decirlo en tres palabras: problemas-teorías-críticas. Creo -continúa Karl Popper- que en estas tres palabras: problemas, teorías,

críticas, puede resumirse completamente el modo de proceder de la ciencia

Se especializó en filosofía de la ciencia, lógica matemática y filosofía del lenguaje en las universi­ dades de Viena, Munster y Oxford. Libros: 1/ pensiero accidentóte dalle origini ad oggi. 3 voi.. La Scuola, Brescia 1983-2002. Karl Popper e il mestiere dello scienziato sociale, Rubbettino, Soveria Mannelli, 2003. Principi liberali. Rubbettino, Soveria Mannelli. 2003 Cristiano perchè relativista relativista perchè cristiano, Rubbettino Soveria Mannelli, 2003. Idee fuori dal coro. Di Renzo, Roma. 2004 Ragioni della razionalità. Proposte teoretiche. Rubbettino. Soveria Mannelli, 2005. Ragioni della razionalità. Interpretazioni storiografiche Rubbettino, Soveria Mannelli, 2005

Come leggere Pascal Bompiani, Milano, 2005. Relativismo, nichilismo individualismo Fisiologia o patologia di’ti'Euro­ pa? Rubbettino. Soveria Mannelli, 2005 Come leggere Kierkegaard Bompiani Milano. 2005 Introduzione alla metodologia della ricerca Rubbettino, Soveria Mannelli, 2005. Perche la lede non può essere messa all'asta Armando. Roma, 2005 Liberi e solidali La tradizione del liberalismo cattolico Rubbettino. Soveria Mannelli, 2006 Obras en español: Historio de la filosofía (en coautoría con Giovanni Reale) San Pablo Bogotá. 2008-2009 Dirección electrónica,

damisene

luiss.it

101

Dario Antiseri

natural”-1. Es el modo de proceder del físico y del sociólogo del historiador y del

químico,

del

biólogo,

del

economista,

de!

hermeneuta

y

del

traductor

y

el geólogo. Las hipótesis, o conjeturas, o teorías están en función de los problemas: son sospechas

que

ta

es

teórica

hay un

ser verificadas, pueden

que

Y

Y

cada

refutación

de

no podemos

falsadas.

ser

examinar.

intento

examen

Nuestras

auténtico

hipótesis

de

no

una

propues­

pueden

llegar

a

demostrar con certeza su verdad; sin embargo, sí

mientras

más

pronto

encontramos

que

una

teoría

es

falsa, mientras más pronto la hacemos falsa, la falsificamos más rápidamente la comunidad a

prueba

científica una

predictivo. débiles

estará

teoría

lustamente,

señales

en

mejor los

luminosas

la

que

apremiante

la

errores que

anterior,

necesidad de

identificados

nos

permiten

salir

de

mayor y

inventar

contenido

eliminados

de

la

y

poner

explicativo

constituyen

obscuridad

de

y las

la

ca­

verna de nuestra ignorancia. Robert

Oppenheimer

sostuvo

que

la

física

avanza

porque

nunca se

equivo­

ca dos veces de la misma manera. Una vez más Popper 'Creo que esta actitud crítica

consciente

frente

a

las

importante

entre

el

la

puede

equivocarse,

ameba,

método

propias

de

ideas

Einstein

pero

a

y

es

la

única

diferencia

el

de

la

ameba

diferencia

de

ella,

está

realmente

Einstein, excitado

como por

el

gusto de encontrar un error en la teoría propia, lo quiere encontrar, va en su cacería,

para

eliminarlo

lo

antes

posible.

La

ameba

en

cambio,

muere

con

su

propia teoría errada: Einstein hace morir la teoría, en reemplazo suyo. "En

el

campo

de

quienes

buscan

la

verdad

no

existe

ninguna

autoridad

humana, y quien se atreve a tomar el papel de juez, es arrollado por las risas de los dioses"'4. Este es el mensaje epistemológico de Albert Einstein, el mis­ mo

de

existe

Karl

Popper:

ninguna

definitiva

de

"Todo

justificación,

una

refutación.

el

conocimiento

más No

aún,

permanece

entiéndase

obstante,

falible,

bien

aprendemos

a

conjetural.

ninguna través

No

justificación

de

refutacio­

nes, es decir, mediante la eliminación de errores'. La ciencia es falible porque es humana.

' "Las ciencias naturales como las ciencias sociales parten siempre de problemas: de que algo de­ spierta

nuestra

admiración,

como

decían

los

filósofos

griegos

Las

ciencia

utilizan

el

mismo

principio

para resolver esos problemas el mismo método que emplea e¡ sano entendimiento humano el método de ensayo y error Expresado con más exactitud es el método de proponer tentativamente soluciones de nuestro problema y después eliminar las falsas soluciones como erróneas Este método presupone que trabajamos con una pluralidad de soluciones a modo de pruei>a Una solt: ón tras otra es puesta a prueba y elimina" Popper. K La responsabilidad de vivir Paidós Barcelona 1995 pp 17-41 Popplr. !

K. Conocimiento objetivo. Un enfoque evolucionista Tecnos. Madrid. 1974 p 74.

Einsicn. A. Cómo im al miwda Tusquets. Barcelona, 1997 p 126

102

La Idílica cu la didáctica de la filosofía

2. El choque entre Popper y Wittgenstein sobre la existencia o no de auténticos problemas filosóficos Veamos:

las

teorías

científicas

son

respuestas

(construidas

bajo

presión

y

provisionales) a problemas cien tíficos. Ahora bien, ¿se puede decir lo mismo de la

filosofía0

-como

cLos

quería

problemas

R.

Carnap-

o

scheinprobleme

filosóficos

son

de

existen

verdad

problemas

(pseudo-problemas)

filosóficos

auténticos

que exigen teorías filosóficas específicas que tendrían que ser sometidas a contro­

les filosóficos específicos9 Con el fin de dar mayor claridad a tales interrogantes, pongo en conside­ ración una conocida página de la autobiografía de Popper: Al

inicio

del

año

académico

1946/47,

recibí

una

invitación

del

Secretario

del

Moral Sciences Club de Cambridge para que leyera un ensayo sobre algún 'rom­ pecabezas

filosófico'.

Claro,

se

trataba

obviamente

de

una

formulación

de

Wittgenstein, que estaba respaldada por su propia tesis filosófica, según la cual no

existen

auténticos

problemas.en

filosofía,

sino

sólo

rompecabezas

lingüísti­

cos. Como esa tesis estaba entre las que yo más rechazaba decidí hablar sobre si existen problemas filosóficos. Mi conferencia (leída el -26 de octubre de 1946 en el estudio de R.B. Braithwaite en el King's College) comienza expresando mi sorpresa

por

'formular

algún

que

existen

vitación,

haber

sido

invitado

rompecabezas

problemas

filosóficos,

evidentemente,

había

por

el

filosófico’,

Secretario y

subrayé

quienquiera

tomado

que

posición,

a

dar

que,

una

al

hubiera

quizás

sin

conferencia

negar

para

implícitamente

escrito quererlo,

aquella sobre

in­ una

cuestión creada por un auténtico problema filosófico. Está claro que con ello pretendía sólo Introducir mi tema de una manera pro­ vocadora y tal vez con cierto tono gracioso. Y fue precisamente esto lo que hizo que Wittgenstein se levantara y dijera, alzando la voz, me parece además con ra­ bia: "El Secretario hizo exactamente lo que se lé dijo que hiciera. Obró siguiendo mis instrucciones". No le

hice caso y seguí; pero sucedió que algunos de los

admiradores de Wittgenstein, presentes en la conferencia, se dieron cuenta y en consecuencia

tomaron

mi

observación,

entendida

como

un

comentario

jocoso,

como un grave reproche al Secretario. Y el Secretario hizo lo mismo, tal como quedó en el borrador en el que se refiere al incidente, añadiendo al pie de pági­ na: "Esta es la fórmula de invitación protocolaria del Club1'. De todos modos, seguí con mi conferencia diciendo que si pensara que no exis­ ten

problemas

filosóficos

genuinos

no

podría ser claramente un filósofo; y que

el solo hecho de que tantos, o tal vez todos, adopten de manera irreflexiva solu­ ciones poco sostenibles para tantos o quizás para todos los problemas filosófi­ cos. bastaba para justificar el hecho de ser un filósofo Wittgenstein se levantó

103

Dario Antiseri

una vez más, me interrumpió y habló por un buen tiempo sobre los enredos, los "rompecabezas",

y

la

inexistencia

de

los

problemas

filosóficos.

En

el

momen­

to en que me pareció más oportuno, fui yo quien lo interrumpió, presentando una lista los

que

obietos

inducción? más

que

había

a

preparado de

través

de

Wittgenstein, filosóficos.

los

problemas

sentidos?

los

rechazó,

Formulé

entonces

filosóficos

¿Obtenemos diciendo

el

que

problema

tales como: ¿conocemos

nuestro

conocimiento

eran

sobre

problemas

la

existencia

por

lógicos del

in­

finito potencial o actual, un problema que él rechazó por ser matemático (esta negativa quedó escrita en el acta). Recordé, entonces, los problemas morales y el problema de la validez de las normas morales. En este punto, Wittgenstein, sentado

¡unto

a

en

algunos

sus

afirmaciones,

repliqué:

la

chimenea

momentos

"no

me

jugaba

nerviosamente

como

baqueta

de

desafió

diciendo:

"¡da

amenaces

a

los

con

el

de

orquesta

director un

conferencistas

ejemplo

invitados

atizador,

de

regla

con

un

que

para

usaba

enfatizar

moral!",

y

atizador".

le

Ante

esta respuesta, Wittgenstein enfurecido tiró al suelo el atizador y se retiró de la sala tirando la puerta al salir. Realmente

lo

lamenté

muchísimo,

reconozco

que

fui

a

Cambridge

con

la

es­

peranza de provocar a Wittgenstein para que defendiera su tesis sobre la inexis­ tencia

de

problemas

filosóficos

auténticos

y

debatir

sobre

este

punto.

Pero

no

se me pasó nunca por la cabeza hacerlo enfurecer, y fue una sorpresa constatar que era incapaz de entender una broma. Sólo más tarde me di cuenta de que quizás él sí entendió que yo bromeaba y fue precisamente eso lo que lo ofendió. Pero aunque quise afrontar el problema de modo un poco gracioso, yo lo toma­ ba con la máxima seriedad, incluso aún mayor que el mismo Wittgenstein, pues al fin de cuentas él no creía en la existencia de genuinos problemas filosóficos. Después de que^Wittgenstein nos dejó, se dio entre nosotros una discusión bas­ tante

agradable

más

destacados

y

pacífica

Bertrand

en

la

Russell.

que

participó

Braithwaite

como

me

uno

hizo

de

luego

los (tal

interlocutores vez

equivo­

cadamente) un elogio, por ser, según él, el único que se había atrevido a inte­ rrumpir

a

Wittgenstein

en

el

mismo

modo

en

que

él

acostumbraba

interrumpir

a cualquiera. Al día siguiente, en el tren de regreso a Londres, en la misma cabina iban con­ migo dos estudiantes sentados uno frente al otro, uno leía un libro, y su amiga un periódico de izquierda. Después

de un tiempo ella le preguntó. "¿Quién es

este tal Karl Popper?”, y él le contestó: "Ni idea, nunca he escuchado hablar de él". Esa es la fama. (Después supe que en ese periódico había un ataque contra

La sociedad abierta}. El encuentro en el Club de Ciencias Morales se convirtió casi de inmediato en un ir y venir de habladurías. Al poco tiempo me sorprendí al recibir una carta de Nueva Zelanda en la cual se me preguntaba si era verdad que Wittgenstein y yo

104

Ln lógica en la didáctica de la filosofía

habíamos

terminado

atizador.

Más

cerca

agrediéndonos de

casa,

físicamente

las

historias

eran

cada

uno

también

con

su

exageradas,

propio pero

no

tanto",

3. Problemas filosóficos y teorías filosóficas Los

problemas

filósofos,

y

en

filosóficos

modo

se

resuelven

particular

de

los

disolviéndolos.

seguidores

de

"La

idea

de

Wittgenstein,

es

varios -escribe

Popper - que si un problema es soluble, no es posible que se trate de un problema

filosófico"1’.

Mas,

en

contra,

he

aquí

a

Popper:

"Considero

que

los

problemas filosóficos existen, creo incluso que he resuelto algunos"7. ¿Conocemos conocimiento el

actual?

las

por ¿Las

cosas

a

inducción? normas

través

de

¿Existe

morales

el

los

sentidos?

¿Obtenemos

infinito

potencial,

o

pueden

fundarse

tal

nuestro

vez

racionalmente?

también

¿Dios

exis­

te o por el contrario no hay ningún Dios y la totalidad de lo real se resuelve en

la

(de

decadencia,

único

realidad sentido

empírica? de es

¿La

historia

progreso,

cíclicas),

el

que

cada

uno

humana

es

guiada

o

no

posee

ningún

nosotros

pueda

darle?

de

bien

por

leyes

inevitables

sentido, ¿El

o

su

hombre

es

libre o está determinado9 ¿El hombre es alma y cuerpo o sólo cuerpo, y su destino

se

nos

es

lícito

los

fundamentos

a

la

resuelve

enteramente

esperar

verdad

'cielos

de

con

la

en

nuevos

este y

democracia?

certeza?

¿Es

mundo

tierras ¿Puede

posible

inferior,

nuevas’?

o

por

¿Cuáles

acceder

el

fundamentar

el

son,

contrario

si

existen,

conocimiento

racionalmente

humano

el

derecho

natural? ¿Es único el método de las ciencias o pueden existir varios? ¿El determinismo

es

todavía

una

teoría

filosófica

aceptable?

¿La

razón

está

de

parte

de los idealistas, o del realismo? ¿Y qué quiere decir seres racionales? Estos

son,

pues,

en

forma

casual,

algunos

problemas

filosóficos

que

hallan

respuesta en varias teorías filosóficas tales como distintas teodiceas o diferentes formas del

de

Estado

teorías

del

ateísmo, y

del

antropologías derecho,

conocimiento

filosóficas,

doctrinas

científico.

filosofías

morales,

Teorías

de

la

cosmologías,

filosóficas

de

este

historia,

teorías

gnoseologías género

no

y

na­

cieron y no nacen por casualidad. Tienen, en líneas generales, rafees exlrafilosó-

ficas -"en las matemáticas, por ejemplo, o en la cosmología, la política, en la

' PopptR, K Búsqueda sin término Una autobiografía intelectual Tecnos, Madrid. 1977 pp 164-166 " Ibnl p 167 7

Idem.

105

Dario Antiseri

religión

o

Popper-

están

en

losofía,

y

teorías

que

blemas

más

la

la

vida

desaparecen surgen pero

no

"Los

problemas

siempre

en

tales

raíces

si

para

urgentes-,

filosofía,

social".

arraigados

resolver

son

de

que

ellas

genuinos

urgentes

perecen"'.

problemas

teorías

pocas

filosóficos

problemas

Se

-continúa

externos

trata

a

conforman

el

fi­

efectivamente,

urgentes-ordinariamente tejido

simultáneamente

la

de

los

la

in-forman

de pro­

historia

(clan

de

forma),

por lo general, a la historia humana. Querámoslo o no. todos vivimos sumer­ gidos

en

teorías

sustentado

en

filosóficas: un

si

un

presupuesto

juez

emite

puramente

hoy

una

sentencia,

metafísico.

en

el

la

emite

presupuesto

de que el hombre es capaz de entender y de querer; y tal vez cerca a los juz­ gados

encontramos

angustia

y

lo

Nuestras

opciones

nes

hombre,

del

historia.

Y

un

cura

psicoanalista

asumiendo políticas,

la

las

concepciones

todos

sabemos

atiende de

que

ideologías

de

de

que

que

idea

la

justicia, tierra

a

un

el los

ideas está

paciente

hombre

es

partidos, de

víctima su

implican

libertad,

inundada

de

de

la

inconsciente. imáge­

visiones

sangre

de

la

derramada

en nombre de ideas metafísicas, de metafísicas de la sangre o de la raza, o metafísicas

de

clase

que

pretenden

tener

verdades

absolutas,

sentidos

de

la

historia justos e inevitables.

4. Teorías científicas e ideas metafísicas Una

vez

dejado

de

falsabilidad

de

afirmarse

de

como un

lado

el

criterio

conjunto

principio

de

de

de

verificación,

demarcación

tesis

sobre

entre

las

y

ciencia

relaciones

admitido y

no

entre

el

criterio

ciencia,

teorías

pue­

científi­

cas (controlables fácticamente) e ideas metafísicas.

a.

Tesis semántica. Las teorías metafísicas (sobre el hombre, sobre la historia, sobre

el

universo,

etc.,

cosmologías

filosóficas,

de

Son

sentido.

teorías

antropologías etc.)

no

filosóficas,

están

significativas,

de

es

filosofías

ninguna

decir,

de

manera

sensatas

y

la

historia,

desprovistas comprensibles.

Una teoría, en otras palabras, no carece de sentido por ser metafísica.

[>. Tesis de la relevancia. Visiones del hombre (el hombres es cuerpo y alma, el hombre el

es

hombre

sólo es

cuerpo; su

el

hombre

inconsciente,

el

es

libre,

hombre

el es

hombre

está

comportamiento

determinado; observable,

etc.), concepciones de la historia (la historia está dominada por una ley

Popplp,

K. "La naturaleza de los problemas filosóficos y sus raíces en la ciencia' En Gmidüras y niula-

nYmi’s El desarrollo del ionocimii'iüo (ii'iüífíio Paidós, Barcelona. 1972 p 1(1(1

106

Lij lógica eii la didáctica de la filosofía

de

decadencia,

la

so;

la

nos

historia

novedad es

historia

muestra

emergente;

un

absurdo

se

la

sin

desenvuelve el

eterno

historia

está

propósito,

forzada

retorno guiada

etc.),

por

de

lo

por

teodiceas

la

y

una

ley

de

progre­

mismo, la historia es Providencia,

negaciones

la

de

historia

Dios,

ideas

filosóficas sobre el Estado y sobre la sociedad: estos tipos de ideas meta­ físicas

que

como

las

constituyen

la

gnoseologías),

gran son

historia

teorías

del

de

pensamiento

las

más

filosófico

significativas

(y

otros

humana

y

socialmente: por estas ideas y sobre la base de ellas los hombres condu­ cen

su

vida,

viven

y

luchan

y

a

menudo

también

mueren.

La

tierra

está

empapada de sangre derramada en nombre de ideas no falsables.

c.

Tesis sobre la constitución de la ciencia. Las teorías científicas no son teorías me­ tafísicas.

Y

cia.

ciencia

La

no

obstante, está

sin

ideas

instituida

metafísicas

sobre

ideas

no

sería

posible

metafísicas:

si

no

la

cien­

estuviéra­

mos convencidos de la existencia de una realidad externa a la mente que indaga; esta

si

no

realidad

viéramos

estuviéramos es

comprensible

persuadidos

de

que

si

no

estuviéramos

si

no

existieran

no

sería

persuadidos

externa

la

convencidos

estas

concebible.

del

para

realidad del

valor

¡deas

metafísicas

Son

ideas

hecho

la

extraordinario

mente

es,

en

de

la

humana;

cierta

metafísicas

la

de no

manera,

'verdad'

mínimas

si

ordenada;

científica,

investigación

(realismo,

que estu­

en

fin,

científica

comprensibilidad

del mundo, axioma de orden, valor de la verdad científica) las que fundan la investigación científica.

d.

Tesis de metafísicas influyentes. Si la ciencia está instituida por ¡deas metafísi­ cas,

otras

ideas

influyen

en

el

desarrollo

de

la

investigación

científica.

La

metafísica, escribe Popper, "es la fuente de la cual brotan las teorías de las ciencias

empíricas".

Metafísicas

influyentes

son:

el

atomismo

antiguo,

el

mecanicismo de la modernidad, el materialismo histórico, etc.

e.

Tesis

lógica.

y

controlable,

T

(teoría

Por

cada

podemos

científica)

vale

teoría

científica

formular porque

una

vale

M

altamente

consolidada,

teoría

metafísica

(teoría

metafísica).

que M

comprobable la no

explica; es

con­

trolable, pero podría ser verdad (incluso si en el momento no lo sabemos). Todo esto nos dice que el ámbito de lo posiblemente verdadero no coincide con el ámbito de lo controlable y de lo controlado, no coincide con el ám­ bito de las teorías que, hasta donde sabemos, están confirmadas.

f.

Tesis histórica. La anterior tesis lógica da cuenta del hecho histórico de que teorías que una vez fueron metafísicas, con el pasar del tiempo y la evolu-

107

Dario Antiseri

dón del saber de fondo se convirtieron en teorías científicas: el atomismo, teoría

metafísica

Newton,

hoy

de

es

la

época

teoría

de

Demócrito.

científica.

Esta

y

todavía

tesis

se

en

los

superpone

tiempos

de

parcialmente,

aunque no se identifica, con la tesis (d (

g.

Tesis metodológica. Dadas las tesis precedentes, si queremos el progreso de la

ciencia,

busca teorías sicas con la

parecen

hacer

metafísicas que

útiles

controlables que

permitan

consecuencias pseudociencia;

los

las

contrasten

la

de

con

como

mediante

ellas

de

teorías

construye

imperativos

vigentes

construcción

sólidas d)

siguientes

teorías



busca

metodológicos: la

alternativas

hechos

que

estén

vigentes:

ci

intenta

sea

metafísicas

a)

construcción en

metafí­

contradicción

volver

que

de

científica

pudieren

con­

vertirse en 'físicas', es decir, que pudieren, por lo tanto, escribir los pro­ de investigación del futuro. P.

gramas sario de

hacer

hecho,

más

metafísica

nos aleja

para

de la

ser

K. Feyerabend afirmó que es nece­ buenos

empiristas'.

Poca

metafísica,

naturaleza, mucha metafísica nos acerca a ella:

esto pensaba Gastón Bachelard10.

5. Un problema inevitable: ¿En qué consiste la racionalidad de las teorías filosóficas? Así

como

las

teorías

tíficos,

las

teorías

exigen

su

solución.

sóficas,

filosofías

científicas

filosóficas de

Estas la

existen

existen teorías

historia,

porque

debido

a

filosóficas

gnoseologías.

existen que

los

los

-teodiceas, etc

-.

problemas

problemas

antropologías

sensatas

y

cien­

filosóficos filo­

significativas

para el individuo y de suma importancia para la sociedad, no pretenden tener únicamente

fuerza

pragmática

(es

decir,

funcionalidad

sicológica

o

sociopolíti-

ca), sino que anticiparon y anticipan pretensiones de verdad: pretenden demos­ trar que el universo es o no es sólo lo empírico: pretenden narrarnos la natu­ raleza del hombre (el hombre es alma y cuerpo, el hombre es su inconsciente, el

hombre

es

sus

comportamientos

subyacentes

al

desarrollo

decadencia,

la

historia

de

la

conciencia

de es

(pensamos

la

historia

progreso en

observables,

las

(la

etc.),

historia

dialéctico,

es

etc.),

sensaciones

desvelarnos

de

guiada

mostrar la

por el

tradición

las

leyes

leyes

empirista;

o en los principios autoevidentes de la tradición racionalista), establecer los

" Fr.vE.KAni ni). P. Cómo ser un buen empirista. Universidad de Valencia Valencia I 976 ‘ Bachi i apd. C. L a Ierre et les revenes de la volonté. I Corti. Paris. 1948 p 108. tr esp La tierra u los ensueños

de la voluntad FCE, México. 1996

108

de

fundamento

La lógica en la didáctica de la filosofía

fundamentos

racionales

de

las

normas

ético-jurídicas

(recuérdese

la

tradi­

ción del iusnaturalismo). He trolar

aquí, y

entonces,

establecer

fácticamente metafísica

un

que,

'ambiente

cierto

provienen

a de

del

y

cuando de

una

'apoyo1

teórico

la validez de

ambas

carecen

en una

del

'consenso'

épocas

precisas valores

exhibir

de

que

teoría

¿O

habrá

(en un determi­

ético-religiosos,

determinadas,

'indicios'

partes

con­

una

cognoscitivo9

tecnologías

puede

podemos

cuando

valor

ciertos

y

cCómo

no científicas, de teorías

en

de

en

por

ciencia

fondo:

cuando

cuando,

metafísica

y

de

de teorías

sucede

caracterizado

común,

etc.),

o

¿No

otra

cultural'

saber

instituciones,

problema

verdad

irrefutables0

equivale

que suponer nado

el

la

y

de

aspectos

de

verdad' del

de

ciertas que

'ambiente

cultural' en el cual ha surgido y se desarrolla (o en el cual ha sido eliminada)? ¿Debemos de veras borrar de nuestra mente la idea de que las teorías metafí­ sicas están por fuera de la racionalidad porque no son científicas9 En lucha

realidad, entre

en

la

teorías,

losóficas,

que

vivientes.

Y

se

en

historia

una

vida,

asemeja

esta

al

lucha

del

pensamiento

un

desarrollo,

desarrollo

de

y

filosófico

una

selección

pensamientos

(por

se

vislumbra

selección natural

ejemplo,

de de

una

teorías las

cuando

fi­

especies la

batalla

no se resuelve con la mera fuerza política) se buscan argumentos donde sea. Existe,

en

otras

palabras,

una

selección

histórica

de

las

teorías

metafísicas,

y

tal selección es, con frecuencia, una selección racional. Pero, ¿qué quiere decir selección racional de las teorías filosóficas, si éstas, siendo la

no

falsificables,

selección

racional

no

de

pueden

las

ser

teorías

socavadas

metafísicas

por

los

significa

"hechos"?

que

las

Pues

teorías

bien, meta­

físicas pueden ser criticadas (y por tanto seleccionadas), aunque no puedan ser falsadas. La racionalidad de las teorías científicas consiste en su refutabilidad por medio de

hechos. La racionalidad de las teorías metafísicas consiste en su criticabilidad. Pero, una vez

más,

¿qué

instrumentos

quiere

(tipos

decir

de

criticabilidad

argumentos)

de

es

las

teorías

metafísicas?

posible

criticar

y

¿Con

seleccionar

qué

teorías

factualmente irrefutables? ¿Y cuál es el valor de estos 'instrumentos'?

6. La racionalidad de las teorías filosóficas consiste en su criticabilidad Las teorías filosóficas son lo que son -es decir, se diferencian de las cien­ tíficas-

porque

los

hechos.

Y,

no

filosóficas.

no

son

falsables,

en

realidad,

Ahora

bien,

si si

no

son

fueran las

controlables

falsables

teorías

109

mediante

fácticamente

filosóficas

no

son

el

serían

recurso

a

científicas,

controlables

-y

Dario Antiseri

por

lo

tanto

pueden tre

ser

los

pueda

no

son

seleccionabas-

evaluadas

remolinos llevar

a

y

de

mediante

escogidas?

la

decidir

¿Todas

arbitrariedad, sobre

o

el

recurso

los

hechos,

las

teorías

filosóficas

bien

existe

algún

racionalidad?

su

a

Todavía

navegan

criterio

más

¿cómo en­

que

nos

claramente:

¿Se

puede atribuir racionalidad únicamente a las teorías científicas o existe también una

racionalidad propia de las teorías filosóficas? A este interrogante crucial, Popper res­ ponde que también las teorías filosóficas pueden ser racionales, aunque no se puedan

falsar

cuando

fácticamente.

criticables.

sean

Las

Y

son

teorías

filosóficas

criticables

cuando

son

racionales

pueden

chocar

siempre

con

y

fragmen­

tos del Mundo 3 (una teoría científica, otra idea o teoría filosófica, un resul­ tado

matemático,

estén

bien

un

teorema

consolidados

y

lógico,

a

los

etc

cuales

),

que

no

en

estén

una

determinada

dispuestas

a

época

renunciar

"Por

esto -escribe Popper en el Epílogo metafísica de! PostScript a la Lógica de la inves­

tigación

es posible la

científica-

metafísicas,

(Claro

está,

puede

discusión racional haber

otras

o crítica

teorías

y

de algunas

metafísicas,

que

teorías no

son

susceptibles de discusión racional)”". Entonces, una teoría filosófica es racional si es criticable. La racionalidad de las teorías

-científicas

lidad' en

de

las

sentido

como

o

teorías

lato.

tiempo

filosóficascientíficas

Nuevamente

atrás,

que

en

en

consiste

es,

por

el

en

lo

PostScript.

este

punto

su

tanto,

criticabilidad.

un

caso

Popper

de

asevera:

importantísimo

La

la "Ya

haya

'falsabi-

criticabilidad no

una

pienso,

diferencia

entre ciencia y metafísica ¡ . . . ¡ . Y en la medida en aue una teoría metafísica pueda ser

criticada racionalmente, debería estar dispuesto a tomar en serio su reivindica­ ción

implícita

verdadera"12. o

metafísica,

de

resolver

Y

para

ser

aún

más:

lo

es,

ciertos

considerada, "Toda

porque

está

problemas,

por

teoría en y

lo

menos

racional,

relación

sólo

se

con

sin

provisionalmente, importar

algo,

puede

si

porque

discutir

es

es

como

científica

un

intento

en

racionalmente

relación con la situación problemática con la que está vinculadaSobre el problema de

la

valoración

agudas

también

Watkins

y

W.

crítica

por Bartley,

de

parte quien

las

de

teorías

discípulos

precisó

que

filosóficas,

tenemos

de

Popper,

tales

"lo

importante

no

como es

consideraciones |.

Agassi,

demarcar

|.

entre

lo que es o no es empírico, sino entre lo que es racional y lo que es irracio­ nal, entre lo que es crítico y lo que no es crítico"

11

Poppi r

K. Posi Scriptum a la Lògica de la investigaciém jjnc&j 'il Torà cuántica u el cisma en física Tecnos

Madrid, I9fi5.pp. 175-222 J

Ibidem.

‘ Ibidem

110

La lógica en la didáctica de la filosofía

Todo

esto

hace

entender

que

la

criticabilidad

de

las

teorías

filosóficas

es

una criticabilidad relativa: relativa a los instrumentos que, según la ocasión, les socavan

sus

pretensiones

en

ambiente.

tal

Y

si

la

criticabilidad

de

las

teorías

metafísicas es relativa, también es relativa (en los casos en que se pueda) su pretensión

de

referencia)

a

cas

desde

tener los

un

'derechos

soportes

'ambiente

de

verdad’-

eventuales cultural’

o

esta

pretensión

que

les

resultan

una

determinada

a

es

las

época

relativa

(hace

teorías

filosófi­

(teorías

científi­

cas, imágenes de la ciencia, valores compartidos, instituciones, etc ). En pocas palabras: las teorías científicas son racionales porque son refutables fácticamente,

y

son

aceptadas

cuando

resultan

corroboradas

a

pesar

de

nues­

tros intentos más severos de falsarias. Las teorías filosóficas son racionales cuan­ do

son

los

criticables,

indicios

de

y

según

verdad

la

ocasión

(más

o

llegan

menos

a

fuertes,

ser

aceptadas

dependiendo

con de

base

los

en

casos)

disponibles en la cultura de la época. Así se configura la lógica de la investi­ gación

-científica

tregua

entre

muerte

de

y

filosófica-

teorías;

teorías,

se

una

como

vislumbra selección

discusión en

de

ella

tipo

continua,

una

vida:

como

una

nacimiento,

'darwiniano'.

La

lucha

sin

cambios

búsqueda

de

y

teorías

racionales -científicas o filosóficas- es una búsqueda sin término.

7. Ejemplos de teorías filosóficas criticables, criticadas y por tanto 'racionales' a.

El

Marxismo.

El

marxismo,

en

su

componente

de

materialismo

histórico

(el orden de los hechos económicos es el orden de los hechos históricos), aunque una

haya

generado

"metafísica

teorías

influyente"

científicas

o

un

controlables

"programa

(en

metafísico

este de

sentido

es

investigación"),

no es ciencia, sino metafísica: es una absolutización de la influencia económi­ ca

sobre

de

un

los

"hecho”

hechos en

históricos.

entidad

Es

la

metafísica,

transformación estrategia

muy

indebida admirada,

y

dogmática

entre

otros,

por Max Weber, E. Bernstein, Max Adler y Karl Popper, entre otros. En

cuanto

fácticamente co") y tas

que,

materialismo (y

contradicción son

por

además,

dialéctico,

tanto realiza

dialéctica.

oposiciones

reales,

una la

el

marxismo

metafísica deletérea

Las

de

una

dogmática

confusión

"contradicciones"

lucha

es

clases,

teoría

del

entre

refutable

"progreso

históri­

contradicción

dialécticas contraste

no

de

de

los

lógica marxis-

intereses,

etc.,

Dario Antiseri

eventos

todos

que,

sin

ningún

problema,

se

pueden

describir

y

explicar

con teorías no contradictorias. Aparte

de

estas

críticas

fundamentales,

el

pensamiento

marxista

(en

gran

parte de su tradición) es un pensamiento que contradice el canon metodo­ lógico que nos obliga a aceptar las refutaciones. Parte de la tradición mar­ xista se

ha

sido,

han

por

el

practicado

contrario,

una

intervenciones

especie

plásticas

de

sala

faciales

quirúrgica

(inyecciones

en

la

cual

hipótesis

de

ad hoc) a la teoría herida por las refutaciones tácticas Entonces,

el

marxismo

es

una

teoría

metafísica

criticable

y

criticada.

Criti­

cada con base en instrumentos científicos (es decir, con base en la teoría según la

cual

no

terminados

todos por

los

el

hechos

elemento

históricos

económico,

son y

siempre

que

puede

y

necesariamente

darse,

se

ha

de­

dado

y

se da el caso contrario, en el que elementos "ideales", como ideas religio­ sas o filosóficas, to

de

ideales éticos o teorías

transformaciones

dialéctica

no

se

debe

instrumentos

económicas), confundir

científicas han

con

la

sido el fundamen­

lógicos

contradicción

(la

lógica)

contradicción

instrumentos

e

epistemológicos (no se puede transformar un hecho en una entidad metafísica; una teoría irrefutable no es una ciencia; no es científica la actitud de salvar de la refutación, a cualquier costo, una teoría; no se puede sostener sensa­ tamente que una profecía política es una predicción científica). El marxismo, en sus componentes fundamentales, no es una teoría válida. Y

no lo es si valen los presupuestos de la crítica, es decir, los instrumentos

científicos, lógicos y epistemológicos con que ha sido atacada la teoría marxista. En este sentido la crítica filosófica de teorías filosóficas es relativa a los pre­ supuestos

(o

argumentos

dados

la

cultura

en

de

o

partes

una

de

época,

saberes)

socavan

que,

presentes

las pretensiones

y

consoli­

de las teorías

filosóficas criticadas (y por tanto, son criticables a fortiori).

b.

E/ -una afirma

lusnaturalismo. tradición que

racionalmente,

que

La va

existen, valores

creencia de

que

característica

Sófocles se

éticos

de

(pensamos

pueden

en

identificar,

universales.

Tal

la

tradición

Antígona) enumerar creencia

a

iusnaturalista G.

y la

Radbruch-

fundamentar encontramos

expuesta claramente en Sobre la república de Cicerón: Hay una ley verdadera, la recta razón natural, presente en todos, invariable, eterna, que con sus mandatos exige al deber y aparta con sus prohibiciones del mal. No es posible eliminar el valor de esta ley, ni es lícito derogarla ni

I 12

La lógica en la didáctica de la filosofía

abrogarla bajo ninguna circunstancia: ni el senado ni el pueblo pueden ab­ solvernos de la observancia de ella |... |. En Roma no es diversa de lo que es en Atenas, ahora no es diversa de lo que será en el futuro; al contrario, todos los pueblos, en todos los tiempos, serán regidos por esta única ley eterna e inmutable; y además el único maestro común, por llamarlo de este modo, soberano de todos, será Dios, sólo él es el autor, intérprete y legislador de esta ley y quienquiera que no le obedezca estará renegando de sí mismo y rechazando su misma naturaleza de hombre, y por esto incurrirá en las máxi­ mas penas aunque pueda escapar de otros castigos1 \ La anterior es la definición que Cicerón ofrece del derecho natural. De otra manera, si echamos un vistazo a la historia y las vicisitudes de la huma­ nidad,

tenemos

entonces

que

repetir

con

Pascal

que

"el

robo,

el

asesi­

nato de los hijos o de los padres, todo ha tenido su lugar entre los actos virtuosos";

"¡singular

justicia,

que

es

limitada

por

un

río!

Verdad

de

aquí

hasta los montes Pirineos, de allí en adelante un gran error"1'. Si miramos atentamente

los

acontecimientos

de

la

humanidad,

Weber cuando afirma que el mundo de los valores es un mundo Este

es

el

punto

de

vista

histórico.

Y

desde

la

entonces

tiene

razón

lógica,

vemos

politeísta16.

perspectiva

que los valores y las normas éticas son propuestas (de "ideales", de compor­ tamientos

"correctos",

de

leyes

"justas",

de

instrucciones

"válidas",

etc.,)

y no son proposiciones indicativas. La ética no describe, ella pre-scribe. La ética no

explica,

sólo

evalúa.

explicaciones

Efectivamente: científicas.

no

Existen

existen

explicaciones

explicaciones

éticas,

científicas

y

existen

valoraciones

éticas. No se dan predicciones éticas (o estéticas). La ética no sabe. La ética no es ciencia. La ética carece de verdad. La

ciencia

nes

no

descriptivas

produce no

es

(no

produce

posible

lógicamente)

deducir

ética.

aserciones

De

las

prescriptivas.

proposicio­ De

toda

la

ciencia no es posible sacar un solo gramo de moral. La "gran división" en­ tre hechos y valores -la conocida ley de Hume- nos dice que del "es" no se deriva el "debe", del "ser" no se deduce el "deber ser". Todo el saber con­ cebible

no

produce

estaba

en

lo

valores,

correcto

ni

cuando

puede

desmentirlos.

escribía

que

Por

esto

"sentimos

que

Wittgenstein si

todas las posibles preguntas de la ciencia recibieran una respuesta, los

"Cicerón

Sobre la república Libro III, 22-33. Credos, Madrid, 1984, p 137

' Pascal,

B Pensamientos § 60 (294). En- Obras. Alfaguara, Madrid, 1981 pp 367-368.

M. "La ciencia como vocación". Conferencia en Munich, en 1919 En: ¡II político u el científico CINAR. México, 1989 Weber,

1 13

incluso

Dario Antiseri

problemas

de

la

vida,

sin

embargo,

no

desaparecerían

Sin

duda,

no

que­

daría ninguna pregunta y esta es justamente la repuesta"17. La ciencia sabe, la ética valora. La ética no sabe la ciencia no valora. Los hechos no son valores. Las normas no se reducen a hechos. Pero, enton­ ces, si la ética no es ciencia, si la ética no es conocimiento, si la ética no se

puede

decir,

no

se

puede

decir

científicamente,

entonces,

cqué

papel

juega la razón en la ética? La razón en la ética putae hacer mucho. Por ejemplo, puede que

fijar

ciertos

los

medios

fines

son

para

alcanzar

irrealizables

determinados

en

el

momento

fines, o

puede

por

decirnos

principio,

puede

hacernos ver que la realización de un valor puede llevarnos a pisotear otro fin también aceptado como bueno, puede eliminar los desacuerdos en acti­ tudes que dependen de creencias, puede conducir al análisis del mayor nú­ mero más

de

alternativas

responsables

en

al

la

solución

hacernos

ver

de las

un

problema

consecuencias

ético, de

puede

hacernos

nuestras

eleccio­

nes, y así sucesivamente. Pero lo más importante que la razón puede hacer en el campo de la ética, está en hacernos ver que la ética no es ciencia y que los valores no poseen (como lo mostró, por ejemplo, H. Kelsen, y como ha sido confirmado en Italia por N. Bobbio y U. ScarpelIi) un fundamento, un

fundamento racional último. No

es

posible

fundamentar

racionalmente

ningún

sistema

ético,

nin­

gún valor supremo. Una norma -dada la ley de Hume, que es una ley de muerte

para

la

totalidad

del

derecho

natural-,

se

funda

sólo

presuponien­

do otra; y esta última se acepta porque, a su vez. se basa en otra. Y así se avanza hasta llegar a la norma (o al conjunto de normas) que funda (o fundan) el sistema, pero que, por su parte, no se funda (o no se fundan) en nada. Fundan el sistema en el sentido de que las otras normas se derivan de ellas. Pero ellas no se derivan lógicamente de nada: son dogmas. No son de­ rivadas de otras normas, son puestas, presupuestas al sistema en su totalidad: son propuestas éticas. Y estas no se fundan ni se refutan. Se aceptan o se rechazan. Si la ciencia carece de certeza, la ética carece de verdad. La ley de Hume es una ley mortal para el derecho natural. c.

Eí Historicismo. Si por historicismo entendemos, con Popper, todas las filoso­ fías

de

la

historia

plo,

de

decadencia

que o

de

presumen

haber

desarrollo)

que

aprehendido guían

la

las

leyes

historia

(por

humana

ejem­ en

su

totalidad, leyes que permitirían la predicción de los (y por lo tanto, donde es

17

posible,

la

intervención

socio-política

WlTTCENSTEIN. L. T ractatus, 6.52.

I 14

sobre

los)

acontecimientos

his­

Le? lógica en la didáctica de la filosofía

tóricos

futuros,

entonces

se

puede

sostener

que

el

historidsmo

es

una

teoría filosófica (o un haz de teorías filosóficas) que no se sostiene. Y no se

sostiene

porque

tales

previsiones

son

imposibles.

Y

son

imposibles

porque la historia humana en su totalidad no es un sistema cerrado y re­ petitivo

(cíclico)

abierto:

abierto

como a

la

imposible

cualquier

pper:

historia

la

científicos

y

el

sistema

creación predicción.

humana

de

las

solar,

continua Un

sino de

solo

depende

invenciones

en

un

nueva

"sistema"

información,

argumento gran

es

parte

tecnológicas:

extremadamente

de

ahora

lo

que

hace

asumido

por

Po­

los

descubrimientos

bien,

no

es

posible

predecir con la ciencia de hoy el saber científico del mañana; por lo tanto, no es posible predecir cómo será en gran parte la historia del mañana. ¿Qué

revienta,

en

este

caso,

las

pretensiones

de

las

filosofías

historicis-

tas? La idea de predicción científica y la de la imposibilidad de un "autopredictor

científico".

¿O

bien,

existen

otros

tipos

de

predicciones,

distintas

a las de la ciencia, que el hlstoricista pueda proponer como saber predictivo, aunque no científico?

d.

Fundamentalismo inderivabilidad cuente

politológico.

La

falibilidad

lógica

de

las

normas

a

imposibilidad

de

dar

fundamentos

del

partir

conocimiento de

hechos

racionales

humano

(con

últimos

a

y

la

la

conse­

los

siste­

mas éticos), son los dos pilares teóricos sobre los cuales se erige la sociedad

abierta. Y con esto nos ubicamos en el corazón mismo de la teoría de la política. sido

Popper

y

contaminada

otros desde

el

sostienen

que

origen,

desde

la

teoría

Platón,

política

quien

a

occidental pesar

de

ha

haber

sido un gran hombre, cometió también grandes errores. "¿Quién

debe

der

teórico

el

mandar?" o

el

es,

según

filósofo

de

Platón, la

la

política.

pregunta “Deben

que

mandar

debe

respon­

los

filósofos",

respondió Platón. Y después de él, la pregunta, según la ocasión, ha teni­ do

otras

repuestas:

deben

mandar

los

religiosos,

deben

mandar

los

pocos

ricos, los militares; no, deben mandar los mejores del pueblo, más aún, es mejor que mande uno solo, un tirano o un príncipe armado; debe mandar el pueblo; esta o aquella raza, esta o aquella clase. La teoría de la política, en definitiva, ha salido en busca de la justificación racional, de la legitima­ ción del poder de alguien, de algún grupo, de aquella raza, de alguna cla­ se. Ha salido en búsqueda de algo que no existe, desviada por la pregunta irracional de Platón. En realidad toda teoría de la soberanía conduce a paradojas. La

pregunta

esta

otra:

"¿quién

"cCómo

debe

mandar?"

podemos

no

organizar

es las

racional.

Racional

Instituciones

es,

políticas

más de

bien, mane­

Dario Antiseri

ra que se pueda impedir que los gobernantes malos o incompetentes cau­ sen demasiado daño?" Esta es la pregunta que está en la base de la teoría de la sociedad abierta. No quién debe mandar sino cómo controlar a quien manda: es lo

que

quieren

protegen (en

la

con

otros

no

saber

las

constante

hombres de

falibles

olvidar

que

falibles

democráticas,

propuesta

hombres

debemos

los

instituciones

alternativas,

que

las

que

construyen,

inventadas

poseen

en

la

ideales

instituciones

son

perfeccionan

para

crítica

que

poder

y

en

chocan

como

las

y

convivir

el

disenso)

entre

sí.

Pero

resisten

fortalezas:

si la guarnición es buena. Y, como no existen métodos infalibles para evitar la tiranía, el precio de la libertad es la eterna vigilancia

e.

El

Constructivismo.

El es

mado

racionalismo-

fecta

a

sociólogos,

puede

ser

expresada

él

mismo

creó

constructivismo una

las

enfermedad

economistas con

-que

la

instituciones

de

que

y

fórmula,

en a

el

la

la

también

menudo

ha

La

teoría

políticos según

pasado

cual

sociedad

y

"el de

infectado

e

lla­ in­

constructivista

hombre, la

fue

dado

civilización,

que debe

también poder alterarlas a su gusto de tal modo que satisfagan sus deseos o sus aspiraciones"'*. El

constructivista

piensa

que

todas

las

instituciones

-el

lenguaje,

el

Estado,

el derecho, la moneda, la religión, las ciudades etc - son resultados de planes

intencionales, dividuos

o

realizaciones grupos.

Las

de

proyectos

instituciones

elaborados

-todas

las

explícitamente

instituciones-

no

por son

in­ obra

ni de Dios ni de la naturaleza: ellas serán siempre el resultado de planes conscientes de los hombres. Una versión de la teoría constructivista es el psicologismo, según el cual el es­ tudio de la sociedad debería reducirse a la psicología, porque si las insti­ tuciones

sociales

conscientes,

son

el

fruto

exclusivo

de

que son realización de deseos

esperanzas,

miedos

y

proyectos

y necesidades humanas, entonces

la sociología debería reducirse a la investigación de esas esperanzas, miedos, necesidades y deseos: debería reducirse así a la psicología. Una versión del constructivismo es la llamada teoría conspirativa de la sociedad: detrás de cada evento social existe siempre alguien que lo ha querido, proyec­ tado y realizado (esto es el constructivismo). Por eso, detrás de cada evento

social

negativo

(pobreza,

desempleo,

la

"peste",

desastres

de

varios

géneros,

etc.) Hay seguramente alguien que ha conspirado. Tal teoría -ha escrito Popper-

' Hayek. F. A Nkíi’os estudios en filosofía, política, economía e (listona de las ideas Eudeba, Buenos Aires, 1981, p. '1

Le? lógica en la didáctica de la filosofía

es

"el

La

creencia

típico

resultado

en

los

de

la

dioses

secularización

homéricos,

de

cuyas

una

superstición

conspiraciones

religiosa.

explican

la

his­

toria de la guerra de Troya, ha muerto. Los dioses han sido abandonados. Pero su puesto ha sido ocupado por hombres o por grupos potentes -grupos siniestros

de

presión

cuya

perversidad

es

responsable

de

todos

los

males

que sufrimos- como los famosos Sabios de Sión, los monopolistas, los ca­ pitalistas o los imperialistas”19. Tal teoría -prosigue Popper-, la teoría conspirativa de la sociedad, "es ampliamente compartida y bajo la forma de la búsqueda

de

chivos

expiatorios

ha

inspirado

muchos

conflictos

políticos

evitables"20. Al lado del pslcologismo y de la teoría conspirativa de la so­ ciedad, pida

el

constructivismo

tradición

continuamente

ha

prosperado

pensamiento

del

modelos

de

utópico,

sociedad

vigorosamente

cuyos

en

la

representantes

perfecta,

anunciando

ininterrum­

han a

propuesto

menudo

su

próximo advenimiento. Así

pues,

detrás

de

cada

evento

social,

sea

bueno

o

malo,

hay

siempre

alguien que lo ha querido, diseñado y realizado. Esta es la esencia teórica del constructivismo. Pues bien, al ir a la caza de estos pseudo-racionalistas, que

son

los

constructivistas,

Hayek

identifica

en

el

racionalismo

cartesia­

no la fuente de la cual "descienden" todas las formas modernas de cons­ tructivismo.

Desde

ese

momento,

afirma,

prevalece

esta

irracional

"Edad

de la Razón", que fue dominada totalmente por el espíritu cartesiano. En el

Discurso del método, Descartes escribió: "Si Esparta fue, en otro tiempo, una ciudad

floreciente

|...|,

se

debió

a

que

sus

leyes,

habiendo

sido

inventadas

por un solo hombre, tendían todas al mismo fin"-'1. La fe constructi.vlsta de los

iluministas

fue

expresada

de

la

mejor

manera

por

Voltaire

cuando

de­

finió la voz "ley" en su Diccionario filosófico. "Si queréis leyes buenas, quemad las

que

ahora

ministas,

tenéis,

Positivistas,

y

haceos

son,

otras

según

Hayek,

vosotros todos

solos"22.

Cartesianos,

no

constructivistas:

Ilu-

usan

la razón, abusan de ella. Y de este abuso de la razón Hayek acusa incluso a su

maestro

deliberada tructivismo,

Hans al

Kelsen,

servicio

prosigue

de

para

quien

intereses

Hayek,

ha

“el

derecho

particulares

infectado

"a

es

|...|

una

determinados"” todo

el

construcción Y

socialismo".

el

cons­ Y,

aún

más, vastos sectores de la psiquiatría y de la psicología.

" Popper, K "Predicción y profecía en las ciencias sociales" En. Conjeturas y refutaciones. Op cit.. p

ídem. - Descartes, R. Discurso del método ( 2¿‘ Parte). Orbis, Barcelona, I98'j p 54 -■ Voltaire, F Diccionario filosófico Tomo III. Daimon. Madrid. 1977, p I 19; citado por Hayek, F. A , Op. cit . p 5 - ’ 11 ayek, F. A., Op. cit p 16

Dario Antiseri

Para

los

constructivistas,

la

sociedad

es

una

construcción

deliberada

cdónde

los hombres, que pretende un fin determinado. Y bien.

de

está el error

del constructivismo? ¿No es acaso verdad que ¡as instituciones son resulta­ dos

de

tiranos

proyectos y

humanos

parlamentos,

económicos,

explícitos

líderes

proyectan

y

y

razonados?

políticos

realizan

y

¿Es

partidos,

instituciones?

falso

sostener

empresarios

¿Debemos,

y

que

grupos

acaso,

pen­

sar que las instituciones sociales son fruto de la voluntad divina o de la ciega naturaleza? ¿No son creaciones de los hombres que las han pensado y querido? ¿Las instituciones, para ser más concisos, no son el resultado de la acción humana? Conjuras y proyectos han existido y existirán siempre. Existe, en fin de cuentas,

la mecánica o ingeniería social. Y las instituciones son. indudablemente, fruto de la acción humana. Pero los constructivistas no comprenden que, si bien

todas las instituciones son producto de la acción humana, pocas de ellas son resultados

de

tivista

entiende

sido

no

proyectos que

voluntariamente

humanos sólo

"una

diseñada,

deliberados

y

minoría

las

mientras

de

que

la

conscientes.

El

instituciones

gran

mayoría

construc-

sociales de

ellas

ha ha

surgido y crecido como resultado no premeditado de acciones humanas" (K. Popper). no

El

constructivista

intencionales

de

no

sabe,

acciones

no

reconoce

humanas

las

que

intencionales.

son

El

consecuencias

constructivista

no

se da cuenta de que existen eventos e instituciones sociales de importancia

fundamental cuya génesis no se debe para nada a los programas intencionales de individuos o de grupos, y que existen desarrollos de realizaciones inten­ cionales (y por tanto, también de conjurasl que no constituyen efectivamen­ te la realización total de los objetivos previstos. "El

derecho,

da,

y

la

el

Estado,

-escribe

economía

Cari

en

el

lenguaje,

Menger-

particular"

otros han

las mil

ciudades,

el

fenómenos

de

surgido

de

manera

mercado, la

vida

la

mone­

social

y

no

espontánea:

de

son

proyectos deliberados de ningún individuo ni de ningún grupo-’'1. "Que al menos el

lenguaje,

ser

el

escribe

resultado

de

ellos

(los

siquiera

von un

Hayek,

plan

más

representa

predeterminado, acérrimos

un es

conjunto una

constructivistas,

verdad

ordenado, obvia

que

sin ni

pseudo-racionalistas,

los "cientifistas") se atreverían a poner en tela de juicio"-". El lenguaje no fue

inventado

o

diseñado

por

nadie.

Es

un

orden

espontáneo,

como

ojo, como el sistema nervioso, como el cerebro.

:i



NGtR.

C ProÉIems of Economics and Socioloijii Louis Schneider |Ed). University oí Illinois Press, Ur­

bana, 1963. p 146 Hayi k, F A , Op. di., p 6 ss.

118

el

Lii lógica en la didáctica de la filosofía

Y aquí es preciso subrayar que aún a partir de las intenciones que se llevan a cabo

surgen aspectos inesperados. Tomemos el caso de un jardín: "Aún si se lo ha programado neral, la

con

gran

cuidado

-escribe

Popper-

el

jardín,

por

regla

ge­

crecerá en algunas partes de manera inexacta. Y aún si creciera de

manera

entre

los

en

que

objetos

posibilidades,

estaba

planificado,

planificados

de

nuevos

fines

algunas

pueden

dar

posibles

y

interrelaciones

lugar de

a

todo

nuevos

un

imprevistas universo

problemas".

Y

de

luego:

"Es de Max Weber la tesis que afirma: 'sólo el ascetismo intramundano del Protestantismo

-sin

duda

no

intencionalmente-

creó

una

ética

protes­

tante que abrió el camino de los negocios a los elementos más devotos y rigoristas en lo ético, señalando su éxito en la vida de los negocios como fruto de una conducta racional en la vida'"26. Maquiavelo, fueron

Paolo

claros

consecuencias

Sarpi,

sobre no

el

Vico,

hecho

Mandeville,

de

intencionales.

que

Además,

las la

Ferguson, acciones

mano

Rousseau,

intencionales

invisible

de

A.

Kant,

producen Smith,

los

beneficios públicos no atribuibles a ningún diseño de inventor de los que habla Hume, la astucia de la razón de Hegel, la heterogénesis de los fines de Wundt, son testimonios

tan

contundentes

de

la

conciencia

que

más

tarde

hará

decir

a Tolstoi en La guerra y la paz que "el hombre cree que vive para sí mismo, pero

es

un

universales dores

y

días, los

la

E.

individuos

del

Carr,

culturales

pasado,

para

han

a

inconsciente

humanidad"27.

escritores

como

ciones

instrumento

de

quien

estado

menudo

de

tienen

de

la

acción

Una

conciencia

sino

también

"hombres acuerdo efectos

por

que en

que

de

tenida

los no

fines

sólo

intelectuales

pertenecen

a

pensa­

de

nuestros

diversas

observar

que

no

esperados

eran

históricos

por

las

tradi­

acciones o

de

pronos­

ticados por ellos o incluso por ningún otro individuo”. Si es vías

es

verdad

igualmente del

fueron

al

que

de

los

verdad

infierno.

Hay

Nuevo

Mundo

vicios

que un

de

privados buenas

antiguo

para

hacer

pueden

proverbio el

surgir

intenciones bien

según y

beneficios

están el

cual

terminaron

públicos,

empedradas los

las

cuáqueros

haciendo

canti­

dades de dinero. Escribía Thoreau en el año 1854: "No hay peor olor que aquel que viene de la bondad que termina en el mal |...|. Si supiera con certeza que alguien está llegando a mi casa con el motivo deliberado de

" Para la cita de Weber, Ct Economía y sociedad. FCE, México, 1977. Vol I, pp 460-461; también, WfFtf r, M. Ln ética protestante y el espíritu del capitalismo Península Barcelona 1973 •’ Toi.sroi L. W
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