Capítulo 28

I

Por GUSTAVO AMEZAGA

i ilibuiu$ de I ALLjGI

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Aco¡ odó süs lnt.ojos cof uf dedo, ouzó sus nisnos b¡jo cl mer'tór -v dljo sonr¡endo..,

Iislú L'icr .luc fllsto c¡si mi sueldo en csrL pi{le.cs peró crco.ine l¡s .osds no r!n 1,n r¡¡l corio i¡r¡ €so,

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MasticÁba su comida \in tevántar l¡ vist¡ del plato.El tenedor pa¡ecíá dent¡o de esa m¿no pes¡da y biütal.E¡a u¡ homb¡e grÁnde,Iue¡te e

se

El I.:.P.L.le há €ncomendado reci bjf aquí, en rarís, .l dinero que v! ¡ios grüpos drabes le of¡.cieron p8¡a comprar arhahentó v esas

itási-Tñl?Ere-idtfi or-F=;¡Gdr.id

se desliraban sobre la psntaUa con dilicultád. Atacadas po. nre fábles lanzas de tiehpo sob¡e e¡

Qué bo¡ito. Ei hom- I bre no puede ver más

Lo siento. señorita. Peto !o estot de huno. pa¡a cnta-

II€ olerdes,

bla¡

b.e el;s. Y tú PÁ¡eces PeF tenecer a esa clase. vistes co¡ de¡nsiada elegáncia

ricrno

úá convesación. H¡s-

¡l

Segurámente hubo olso en n qué re interesó. o teie¡.tfs sola. o yo qué sé, Péro éscüchárdote úr Poeo veo que tie nes ako más que una exfiuberante beUeza, Y eso me Ásrd-

!

SoY

letinoa

conozco mucho sG

cüarto erá peq{eño. Con más fianchas de hunedqd que No páreces de dinero, ¿eh? ¿A qué te dedi

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F' ..,'?Ír-.

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Oh, yo.., Soy apenas u¡á estudi¿¡te ehipriola que p¡ele¡de entrar Á ls So.bona. Nade interesa¡te, corno te-

En ebsonlto. Fl.es uná

mújer po¡ demás inte .esánte, Y eso es una

1r\i)üüFP/ Aproveche¡¡os ento¡ccs los pocos monentos que nos qu€dsn.

De p.onto, los golpes en la puerta bicieron ¿ñicos el cris, iGená¡o! ¡Abre

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I¡ púe¡ta!

Los hotr¡bres obse¡va¡on¡á¡cha.se a ia muchacha. Ella pdeció no prestarles ¿té¡ción,

Te lo ¿de€¡tí. Mis tiempos no son los tuyos,.De

,

(so¡ elros. Los á¡abes qu€ te t¡aen el dinero. Segur!m€nle lo llelan en es8 !3-. lija. creo qu¿ será conve-

(Y auíse van... son p¡ácticos. No han perdido mucho tiehpo.)

nie¡1e ró alejorme d€ma-

(lol \./

.eü el mohento de hacerle ol¡a visrld ál cspitán ccnaro. jLlcvo ¡os somniferos en ra carte¡el sí, est; ta

(¿se¡á tan lácil

¿Qué haces aqui? i?e

dije

c¡eoqu€

no es pors

tart

¡:no? Perdí uno de his

d

tes y crcí haberlo olvi er tú casa. Pe.o púed€s suardÉrtelo. No soporto a los homb¡es de hal ca¡éc

(No, creo que no se¡á tan f,ícil,)

(Maldición. se me escapa...)

Qué decepc¡ón. c.eíamos que ese dine¡o se lo ent¡egá¡íás á sus verdade.os dueños. O sea, nGotros

cuéntános.ué ibss

¡

ha-

?