capítulo 23

Le habían prohibido qúe s€ senta¡a, a pesa¡ de los he¡mosos silion€s de gobelinos. !¡án lss reslss del prorocolo. Cose que mol€sto bs sob;emsne¡s s Khrvsé,que cshbiobs el peso de la pi€.na 5 cada instante mienrras .esoptaba ni.ando al cielorraso.

La enperat¡iz necesita de su tiempo pa¡a p.e pararse. sé paciente,

H I

.l

A un costado, dos hombres prefe rí¡n pesa¡ inad!€.tidos a¡nque ¿so ¡esulta.a imposible con sus nec¡os bigotes, sus ab¡lt¿dos cuellos de núsculos Y el brlto de l¡ s nm.'bá

tl \¡\

Alteza... Las ob.gs de erte de este csstiuo palidecén ant€ tu her¡¡osü¡á.'Salam

De pronto ove¡on el iaconeo. Eso alte¡ó a Kh¡ysé que se cuadró i! conscient.m€nl¿ como €n rm.rÁr

tel milita.,

Oh, niquerido... Deja el,salam Aleikum' para

los pásto¡és de¡ dB¡é.

to. A nípu€des lramái

né ¡e.ah

a

secs- -

No c.eo qr¡e nec€site de ella. Malarik esta .á allí con nosot.os:

¿Y dices que esta flacu-

chs co¡ s¡liconas va e

No i.é si así lo desea, al-

Dil€ a tu enpleada que no ólvid€ las reglas del q¡ot@olo. No se Ie pue de habh. á una empera

triz sin present¡r et€s

Mis ú¡icas credencisles son el es tár vivá, señora. Y le .ecu€rdo que ya no es eñperatliz de Persia, sino uh¡ simple p¡ebeya t* me¡da de que lá maten y que necesils de mfpa¡a que eso ro

,

Muv bien atendido én us clín¡ca ;uiza, artez¡. Pe¡o él se ce

Altez8... No t¡ene que hsbl¿rte si así lo prefie¡e.

EDa sólo se

nra!

núnicsrá oronto con uted,Por

.r moó¿nto viaiará ¡ Antibes ..no lo ha DleDe¿do. Nec€sita D bue¡ desceso despu& de te

tendrá en silencio cerca de ti. El ebperado¡ así

do ese

calveio

Nsü

Está bien. Pe¡o que €üa vaya en un vúelo antes

que han p6&do.

me¡o6 que

fsratl

Diva. La espos de Ré za Pahlevi, el empera-

El talatollah, yá s€ ha encargado de mandarlos ¡ mq d0r.;aué ien;o que hacer to con ella? ¿No hss vi! to que no me epo¡ta? Y el sentimi€nto es hutuo'

Prime¡o; tuvieron que hu¡r de kán. Luego' conehzsr un v¿g¡bundea¡ Por el mundo sin poder ve. s su únlco h¡jo. Tuv¡eron trcce atemedc contra su vid¡ laltidG. Ellos he!

vísn y ningún país los que¡ís Ahda €l'sha' ha enfe.mado de cancer v pronro monra.

Khrvsé-. comp¡éndels, sus ¿os

Bien, c¡eo que es hora de separd nos, Aquí tienes uns cdpeta con

toda la info.ha.ión necesa¡¡a del entoúo de ra eifge¡atrtz. Ap¡ove cha €l vuelo pa¡a estudia.lú bien.

creo gue no eres justa con eü¡.

úrtlños años hsn

:Y

cuándo hüemos ese

ñermoso visje e lsl isla! ridji gue me prometiste?

(Hnmm... omar Mala¡ik sim:

Un

oscuro rehi€nte der ejé¡cito que iue repentin6me¡te enrotado en l3s trlss de Is 'Sswak'. la Dolicia sec¡ets del 'shst,,. A ts¡ s¿lo.ic? días antes de ta.evotuc'ón de Kbo

(Y €s precisanente Malarik el cüstodio pe¡sonal 'fül ti me' de ¡arah Diva...)

(Y áho¡a a éspe.a¡la t¡es ho.6 e¡ el aeropue¡tor

(Me teno que con ese ti Po en la casa tend¡é sr go de trebojo extra ade mÁs de los modá]es dé-

(Ull... Allí viene.,, Y acomPáñáda po¡ Mál&¡ik y dos de sus honb¡es...)

He prepa.ado su residencia, alteza. Y me he ocu pado persohal¡nente de...

\l

tl

\\

(sí, lo" p¡.blem4

ya \

C!árd€ esa cosa, señóri ta. To.tó esrd bájo cor, trol. .4quel ext.añó ou€ s

b¡sza a la empe.arri; €s-

el hljo qúe eltd te supo

No me to diga. Usted de be se¡ ohÁ. Matarik Sih.

No cres uha sota o¡¡n_ hra. Son hab¡adu¡i;r. ¿Qué te pa.ece si ÁhG ra vanos a cuid¿. a )a

La casa era admi¡ábl€, u¡á villa del srslo xVllr enclovadá en un risco desde do¡de podía veÉe to ¿o el iuigor d€l Medite¡ráneo.

El p¡íncipe no podía despegar los ojós de sú hsdre. \l ori ' ipró lF ¡ o"i' ió 'rmiasrFnre ts ñano, Deru Lues., se lo tomó y .lijo...

I

(Hmnm.,. La empera-

triz ya no p3rece ¡€p3¡Ér en mí... fla puesto toda sü átención en er inven p¡íncipe, qu€. en rre psiéniesis, no estí

Pobr€s... Eacía dos años one no se veían... Desde la ¿volución, Tuvie¡on que separarse y... Por eso el vino co¡riendo a Antibes. Pá¡a verr6.... se quie.en,

Hasta que, de p¡onto, la empe¡ahiz se levántó d€l silión y dijo...

Así pa.ece... No s. han despesado el úno del ot.o en rodá la cena ni d€-rp!és

La ácompaña¡é hasta su cua¡to,

Déjese de molesta.. Y

Bi€n, cr€o q¡e me i¡é Nos v€.émos maíána,

¡o qui€ro verla ce¡ca

(¡! rels engreíds! iNo ts sopo¡to! I r nhn¡e¡rír ¡"a¡¡ñ qé ha.p rÁ !mpe¡at.izr iPrcfie¡o esta¡ en lá serva centroam€ricsna en medio de !n batanón de gue¡.ille¡os qüe ve¡le todo ei día la cáral)

(Un momento... oigo pa sos descalzos y ¡ápidos eh eI psiUo. Cono si no quisi€¡án hacé¡.uido...)

ft

(¡:Tanto ls sms que no puerle

esta¡ separqdo de ella ni a la

(Y allí vs €lguie¡, h ¡rrré..ró¡ d.l .rnrto d.

(De hodo que se trata

ba dcl Drírcipe hered;

¡o, ¿elr?)

(¿Qué .rrsblos eslá o.utr,ex

(Y allí va. Di¡ecto al cua¡ to de su que¡ide radre,la

iMaldición! i¡ue erla!

¡No tenemG que darle

que há visto, pe¡o no

'-#" jsí'

Erls debe ssberlo, iEstd en jueso el b!e¡ nombre y hono¡ de mi

lll€..,

Y

Juro qu€ ¡o di.é ¡i uná paláb¡a a la revista lle

es una perso¡a elegida po¡ su

ñaré.i.1ó

¡

R€sulto que... la empe.átriz no es lá enperatriz...

¿Y tú? ¿Tqhpoco eres

nri mádrc. Los detalles

iüe¡on correei.los con ci¡lgía plústi ca. Tú sabes, hay l€r¡oristas que quie .€n ssesina¡ a mis pad¡es \i esto..- no era más que una pánialla óárá deslis

Lo soy, por desg¡aci¿. Yo,.. no !ue¡ía e¡aho.a¡he de esta mujer, pero... pasamos quin ce diss €n Süiza, nos conocimos... descubrimos que teníemos muchas cos6 en común

-.á

N4sld

rs s€ss..,,:Qué crees ¡rue

Penss¡ían sr los vierar acosia dos á los dos? iTú e¡es iá que tend.ías que dár el ejemplol

¡Déjala! ¡Ella ho tiene la

Yo soy ]a gue váyd a de cidi. eso. Y po. el nomento ahbos están bajo

his órdenes. lncl0ido tú, príncipe. ¡tQuién más sa

Nadie hás. Ni siqúie-

B'en, mañá¡a veremos cónro o¡sq nizámos estd locu¡a. Po¡ el mom€nto quie¡o que cadá lno se vaya a su habitación en silencio. Y sin besos de despedida, ¿ehtendi-

(Maldición... me die¡or eq nas de aho.carlá,.. Pe¡o no se ve¡ía bien una empera

t¡iz

siendo aho¡cada por su

Y que no se ente.e. No qúierc saber lo que pe! sa¡ía ai sabe¡ que no está c¡idando a la persona indicada.

(Pero... ¡o est{in aquí... ¡:Á r

l).

"M

I.ue rc¡rible. r,as explosiohes no era¡ denssiado especracu l¡¡es. Pero los plo¡ros iban (lestfuve¡do to¿o q su camino.

I

?,i0 1Vt iDios Srntol iNos alncá¡l

i¡o¡aví¿ están ¿¡

sus

¡No pas.rón por aquí!

aaT

¡corre al cüs¡to de la ém Pe¡st.iz! ¡N6 atacant -

¡on, Dios! ¿eué

st;

¡DeténgáhseJ ¡No ouére_

¡Empe.at¡¡z! ¡príncipet ir_es habia Mar¡rtkr ,Hé

l3T""lii.'"ff ,iiXÍt;":T|:J;"J,:,H:

tr

J.,:?:i:;;

l*:"j:r":",?,;iji¿T F'F;Í{*#:TT

jAy, Dios mío! iAl l¡nal ocu

nió' ¡Yo oeí qie...l ilvsldi ta sea, no quiero mo.irl

Tranquiiizáte, Brooke. Na

6.r¡rir;. Rh¡vsé está aquí. Ellá nos pr;teserÁ.

dn

iNol iEtla no puede hsce¡

¡No permiti¡é que lo

nada

con esr pistola! iconozco a Ma la¡ik! i¡s un perro de p.esa! iyo quiero lá¡garme de squír ¿Lo oyes? iYo i¡é 3 decirle s Msla rik que no soy lá verdadera ¡a

iSúéltane, estúpido! iyo

no te ahol ¡Yo lo que quie.o es sáli¡ de a!úí con vidal ¿Has comp¡€n dido?

)-r

-..-'( dyeme, yo no_soy la emperauiz... Soy Arooke Sánchez. Am€¡icana de Califo¡¡iá. Me operaron ta ca rá pa¡a par€cerme ú elta. No sov

la emperat¡iz.

'Itanq ilo, p.i¡cipc.

lá

han toNado su vid¡. No

dej.s.lre tomeh lq tu

iNlé pueUo co' furmor col sólo n mrllón, pri¡cip.' ¡No so! tsn r,n

biciosol ¡salgdn co¡ las hanos €n

¡.i:t&nios pordidos, p¡ír.ipc. ¡-ad¡ Podehos hscer conl¡¿ tres rilles

i\

bfló

l¡

puerrs leflanren

1c, y sus die¡tes de oro bri

ll¡ron coDo

su

ahbició¡...

ál1o y no les hareDos daño!

Iiso es... Todos lr¿nquilos.,,

Diabro\, creiaúe ¡o tegq bF a

r,Éñpo...

\ ,/

Pues... co¡¡o 1o hab.ás visro iodo füe uná ta¡sa__. Desconliábamos de Msla

¡ikt pero necesitábsmos p¡obar que él e¡a el lrai-

¿Y pára eso espe.aste ran

jIo sienlo' iLo sre¡rot

,.Es

lo

único que ssbes deci12 ¡Déjs he la¡ga¡me de aquít ?ie¡j€ .es? ¡Y oividate de ese v;áje 3 1as Pidjir iNo esroy de humor! E¡ p¡íncipe caninó lentahenre lro.i¿ el cuerpo de ts mutÉ¡. Se

hsbia arLsmorsdo de ese.osr.ó_ Pero no se pr€gulró po¡ qué. So ro sob¡8 qle e\a sr or Lbbía si do fá]so. TÁn tslso como la cm