capítulo 11

RYSA

LA PANTERA DE SOMALI.A

Por cUSTAvo AMeZAGA La bocd de a¡enda Lorsen se

¡brc híhedaJ oscura como qn ¡ljibe.esohdnte de mist9 rios. El homb¡e ¡ecoslado a sú lúdo echa su seco

nor.8l

Todo allí r¡¡tine¡ iervorosúnente. Las bu¡bujas dél chanpágne dentro ¡c las copas) los d¡stales de la gran ar¿ña cn cl cielo raso y el inoce te co¡azon del ho¡rbre, ¡11á, nient¡as ianto'son c.

¡acia aquellas inespe¡adas prolundidades. trnloquecido, bebe der agua f¡esca del a mor sin pregunta¡se siquie ¡a si Dú€de esta¡ envenenada,

Bueno, Arístides. Has estadó toda la noche b€sándome. ?:Es que yá has pe¡dido el sueno?

(-*a\

9,!r.e'a"rt)

iCü% tú lado he perdido ha!

^ra la ¡ázón,

Brcnda. Me l!ás enloqüecido. Yá no seré el mismo honb¡e lueeo de habe¡te conoci

No me convence¡ás con 10 hismoaro lcs iliccs F 16 otras. éólo ímáme,

eso será suliciente pa .a mí. AhorÁ ré.',ást, te. voy 3 Pegarme urá ducha, ¿lJe Ácue¡do?

.' ',¡ >.-+

"//[z ¡rísri¿es xronos c¡e¡¡a 1¿n

sus

ojoi

c6ili

iss en la boco. Sus rirños ccmren 3 b3iar. se hunde e¡ las levé\ on-

'4/, t/ 2-

Dibujos dé

FAI

F¡ísí¡r.rt€ dasenvúelve centc bolsa rlc plástico. nre ter.ib¡e que ninguns ss descubriríd iamÁs,

será el psso dc !tr sueño al orio, Ni ¡o senti

^rístides,

ñ;6"

*;iñ*

r're16r

d-¡;Gti-ñi;ñ6ñ¿;

""i.r,erc. y de'rpocos ahigos. Pero entre eDr¿ ün hóhbre solita¡io llós se d€stacsbs uno. Alio. ruhio. de un solo ojo. Y su sequé lo seguía do.de fúe .¡ct¡.i¿, Una hcrnros¿ '¡ruch¿cha

Lo máta.o¡,'Piet.

Ellos sólo coñplica.í¿n

^s

lss.os¡s. Nosót¡.s

mis

Iui

nros homos totrrsdó rrel!r\ de l3 irvesl,fiú

.rór'. l,JLcont¡úmoq

r.;

ros de sohnírcros cn l;ú sansrc y se dice qüe¡Ti di había conocido LiltF¡iú¡rc¡lc n u,,d nujo.

Srü

No ló sabemos, pe¡ósu n!.¡t€ coin.ide .or¡ una srq¡ inund¡

ció¡ cn me\r¡o ¡c tusilcs

748. ;l,os lr¡s

vist,,?

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viejos Ksldshnjko!s m.j¡rr cn U ú¡ti¡r, sc e¡úció, .

liractó. Sólo luc el .¡rgamcnto tuvó lan llnnrgll¡cioncs c| loceros pdíses quc hF trros olr¡¡¿o ol rasl¡o.l)e lodos mo¿ós 'á l.ngo lrornb¡cs Íab¡l¡trrlo.¡ ¡ho-

rr

tú ti.n.s lrnrbió¡ qre hacc¡^rlsol¡. 1; pa¡c.

te, conno.s.llemos té-

Ambos hohb.es ent¡ec¡üzen sls saludo. Khrysé percibe en é¡ un

nido éxito con mi nuevo equipo de

sonros algo ási como un grcmio. Todos estahos e¡ e¡ negocio dc Las árnras, ¿comPrc¡ des? Sohos nuy pocós, nos conoceoos bi€¡ y hos cuidamos nutuamente las espaldas. Hasla que su.gc aigún irai-

¿Quie¡c\ expt¡csrr¡e tos? J¡más tos h¡b¡u

Pe¡o nadie que conozca podría t¡abajar ásí. Eso es lo extraño.

S¡lvo qúe hubiese ¡ac¡do al_ Dso es lo que vdn¡os a investiga¡, Preciosa. \ éte ú hace. lna valija. Parliren¡.rs lrtrcia Tsipei cu¡¡to

Nsdie sabe ex¡ctamente por qué lo llaman el Halcón, Tdl vez por s¡s ¿ihinutos ojittos negros que parccen perc¡lr¡r drstaiciás ih96ib¡es. o rul vez Por su seirtido ir plürabic del sl

r/:

,,

?

'";

..?

Adelante, B.ehdá. Te €s taba esperando.

Ah, hermosa B¡enda. Da.íá

I;

mrsns csntided ps¡a tene.te

un pago razonable Do¡ mq

t¡r a un homb¡e, no Pa¡a enloda$e ju¡to a un c3rlo.

Descuidá. Hace ñucho ti€m po que mis spetencias hán tomúdo el cam¡no del Pode..

Y paru euos nec€sito jc qui tsrdo dcl camino a nis coqr eu i¡lo¡es.

iye

lie

e sin cu¡da¿o.

sólo hqqo mi

tmújo.

^me.ic¿nos, y h¡sr3 algú_ os, .usos

os orgcrLtLnos q're man sus !rmás Po.

,l"sP3ra

1

el mundo.

¡s horá de que conozcán

¡as

bo¡daries d¿ lá lccnología

{ée sí, sóró te importa tú dinero. Pe.o yo qujero se. el hombre que domine la China,Y Pa¡a euo ¡écesito enrique_ ce¡la. Mis supe¡io.€s

,i

lil

lrolandés?-Estús totel

ñentc loco. El no

es un

Un

millói pa.a

que uli¡,es

viejo süsú cono l