CANCIONERO PAN DE VIDA Cantos para la Eucaristía Marco López y Margarita Araux Colección Retiro Fe Mayor
MENSAJE Decía Juan Pablo II: “La Iglesia vive de la Eucaristía” (EE 1) ¡Sublime y gran verdad! Y es que es en la Eucaristía, centro y culmen de la vida de todo católico, donde encontramos el sentido real de nuestra existencia, la razón de ser de nuestra misión en la tierra. Para los músicos católicos, usando un lenguaje muy propio de nuestro arte, la Eucaristía es el mejor escenario pastoral donde podemos ofrecerle un sacrificio de alabanza al Pan de Vida que ha bajado del cielo. Por lo tanto es importante que aprendamos a dignificar la parte que se nos ha confiado a la hora de sentarnos a la mesa eucarística, ya que como decían los padres conciliares: “La tradición musical de la Iglesia universal
constituye un tesoro de valor inestimable que sobresale entre las demás expresiones artísticas, principalmente porque el canto sagrado, unido a la palabra, constituye una parte necesaria e integral de la liturgia solemne” (SC 112)
Con este propósito, ponemos en tus manos este material, que esperamos sea de mucha ayuda en tu servicio musical, dentro de la celebración eucarística. Con aprecio Margarita Araux y Marco López
La música litúrgica La música litúrgica (Sacra) está destinada a acompañar toda la celebración de la liturgia de la iglesia (Eucaristía, Liturgia de las horas, ritos especiales del tiempo litúrgico, etc.) Basado en el libro: “¿Qué cantar en la Misa?” Del Teólogo chileno Juan Carrasco Cancino. Libro editado y patrocinado por el CELAM.
Características Generales De la música litúrgica SACRALIDAD La música Litúrgica debe ser Santa: Sagrado es todo aquello separado para un fin concreto, hecho exclusivamente, en este caso, para la Liturgia
RELIGIOSIDAD La fe expresada desde la cultura propia del pueblo que celebra y con sentido de “Universalidad”
ARTE La Belleza como expresión de la presencia de Dios
OBJETIVOS Y CONSEJOS GENERALES DE LOS CANTOS EN LA EUCARISTÍA La música es “Sierva de la Eucaristía” Cantar LA misa, no cantar EN la misa. Propiciar una participación activa de la feligresía, la cual es una asamblea congregada, no un “público”.
Los cantos deben ser principalmente comunitarios, no personalistas. No todo lo que habla de Dios sirve para la liturgia.
I. RITOS INICIALES CANTO DE ENTRADA • El canto de entrada es un canto de fórmula libre en cuanto a su texto. • La finalidad de este canto es abrir la celebración, fomentar la unión de los que se encuentran congregados “ayudando al pueblo a volverse consciente de sí mismo como comunidad de culto”, e introducirlos en el misterio del tiempo litúrgico y acompañar la procesión del celebrante y sus ministros y al mismo tiempo, debe dar auténticamente el tono litúrgico del tiempo o del día, ya que es la primera impresión que los asistentes reciben. Este canto de entrada debe tener más un sentido de himno y de marcha que de meditación
• Es un canto Procesional. Comienza desde el momento en que el sacerdote con sus ministros salen hacia el altar; y lo acompaña durante todo el trayecto que, si es largo constituye la solemnidad de la entrada, y finaliza al menos hasta que estos o este se ubiquen convenientemente.
01 Dios Trino (D.R.) SolM DoM En nombre del Padre, en nombre del Hijo SolM Re7 SolM En nombre del Santo Espíritu estamos aquí (bis) Rem7 Sol7 DoM ReM Sim Mim Para alabar y agradecer, bendecir y adorar Lam Re7 SolM Rem7 Sol7 Estamos aquí a tu disposición DoM ReM Sim Mim Para alabar y agradecer, bendecir y adorar Lam ReM SolM Estamos aquí Señor Dios trino de amor.
02 Nos has invitado a tu mesa (Marco López) DoM SolM Lam Somos tu pueblo Señor, adquiridos por amor FaM DoM SolM Nación santa, sacerdocio real Somos linaje escogido, para anunciar las grandezas De aquel que nos llamó de tinieblas a luz Lam Mim FaM Rem SolM Y hoy venimos a tu mesa, Con un corazón dispuesto a celebrar Lam Mim FaM Rem Un pedacito de cielo, contemplamos al sentarnos FaM SolM Al banquete pascual DoM FaM SolM DoM FaM SolM Nos has invitado a tu mesa, quieres compartirnos tu pan Lam Mim FaM Rem SolM A tu altar llegamos con alegría, para juntos celebrar (bis) DoM La fracción del pan.
03 Celebremos (Marco López) DoM FaM DoM FaM DoM Ce le bremos el triunfo del Cordero FaM DoM A Cristo que está vivo ReM SolM y se ha quedado con nosotros DoM FaM DoM FaM DoM Y lle guemos con júbilo y con gozo FaM DoM SolM DoM ¡Bendita Eucaristía celebremos!
FaM DoM Hoy nuestra acción de gracias traemos al altar FaM DoM ReM SolM La mesa de la vida hoy venimos a celebrar DoM FaM DoM Hoy estamos de fiesta es el día del Señor FaM DoM ReM SolM Y en torno a su mesa y con un solo corazón Celebremos…
Hoy Cristo nos reúne, nos quiere compartir El pan de su palabra, con su amor nos va a nutrir Y se abrirán los ojos, todos reconocerán Que Jesús está vivo en la fracción del pan Celebremos…
Señor ten piedad “Kyrie Eleison” Canto de formula fija: “Señor ten piedad, Cristo ten piedad, Señor ten piedad.”
La letanía corta del Señor, ten piedad, fue tradicionalmente una oración de alabanza a Cristo resucitado. El cual ha sido resucitado y hecho “Señor”, y le pedimos que muestre su amorosa bondad Después del acto penitencial, se empieza el “Señor, ten piedad ”, a no ser que éste haya formado ya parte del mismo acto penitencial. Siendo un canto con el que los fieles aclaman al Señor y piden su misericordia Puede cantarse alternadamente en forma de letanía entre el sacerdote (un cantor o el coro) y la asamblea. También, cada par de invocaciones puede ir precedida por una intención (o monición) recitada por el guía o por el mismo sacerdote
04 Señor ten piedad I (Marco López)
Rem Lam7 Rem Señor ten piedad de nosotros (bis) Solm Lam7 Rem Cristo ten piedad de nosotros (bis) Rem Lam7 Rem Señor ten piedad de nosotros (bis)
05 Señor ten piedad II (Marco López) SolM ReM DoM ReM Se ñor ten piedad (bis) Mim Sim DoM ReM Cris to ten piedad (bis)
SolM ReM DoM ReM SolM Se ñor ten piedad (bis)
06 Señor ten piedad III (Marco López) Sim Mim Fa#M Señor ten piedad (bis)
Sim LaM ReM SolM Fa#M Cri is to ten piedad (bis) Sim Mim Fa#M Sim Señor ten piedad (bis)
Gloria El Gloria, la grandiosa doxología trinitaria, es un himno bellísimo de origen griego, que ya en el siglo IV pasó a Occidente. Constituye, sin duda, una de las composiciones líricas más hermosas de la liturgia cristiana.
“Es un antiquísimo y venerable himno con que la Iglesia, congregada en el espíritu Santo, glorifica a Dios Padre y al Cordero y le presenta sus súplicas”. Existe gran confusión a la hora de interpretar el Gloria y una gran diversidad de cantos suplantan el verdadero canto recomendado por el cantoral litúrgico. Se canta o se recita los domingos, fuera de los tiempos de Adviento y de Cuaresma, en las solemnidades y en las fiestas y en algunas peculiares celebraciones más solemnes. En los tiempos de Advientos y Cuaresma se deja de cantar o rezar, retomarse en la fiesta de Navidad y en la de Pascua.
07 Gloria I (Marco López) MiM Si7 Do#m LaM // Gloria a Dios en lo alto del Cielo MiM Si7 LaM Y paz en la tierra a los hombres Que ama Dios // MiM Si7 Por tu inmensa gloria te alabamos, Do#m Sol#m Te adoramos, te bendecimos, LaM Si7 Do#m Si7 Te damos gracias Señor, oh rey celestial LaM Dios Padre todopoderoso Fa#m Si7 Señor hijo único Jesucristo. MiM Si7 Señor Dios, Cordero, Hijo del Padre Do#m Sol#m Tú que quitas el pecado del mundo
LaM Do#m Ten piedad de nosotros, Tú que quitas el pecado Si7 Atiende a nuestra súplica. Tú que estás sentado a la diestra del Padre, Ten piedad de nosotros, ten piedad de nosotros Porque solo tú eres santo, solo tú Señor Solo tú altísimo Jesucristo, MiM Si7 Do#m LaM MiM Con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre Si7 LaM MiM Amén, amén.
08 Gloria II (Marco López) MiM LaM MiM LaM Si7 MiM // Gloria a Dios, gloria a Dios LaM Fa#m En el cielo y en la tierra paz a los Si7 Hombres que ama el Señor MiM LaM MiM LaM Si7 MiM Gloria a Dios, gloria a Dios LaM MiM En el cielo y en la tierra paz a los Fa#m Si7 MiM Hombres que ama el Señor// Do#m Sol#m Por tu inmensa gloria te alabamos LaM Fa#m Te adoramos, te bendecimos, Si7 te damos gracias
LaM Si7 MiM Do#m Señor Dios oh Rey celestial Fa#M Si7 Dios Padre todopoderoso
Señor hijo único Jesucristo Señor Dios, Cordero, Hijo del Padre Tú que quitas el pecado del mundo Ten piedad de nosotros Tú que quitas el pecado del mundo Atiende a nuestra súplica Tú que estás sentado a la derecha del Padre Ten piedad de nosotros Porque solo Tú eres santo, solo Tú Señor Solo Tú altísimo Jesucristo Con el espíritu santo En la gloria de Dios Padre…
Gloria a Dios…
09 Gloria III (Marco López) SolM DoM ReM SolM DoM ReM // Gloria a Dios en el cielo y en la tie - e rra SolM DoM ReM Sim Mim Paz. A los hombres que ama el Señor, DoM ReM SolM A los hombres que ama el Señor // SolM Lam Por tu inmensa gloria te alabamos, Re7 DoM ReM SolM Te adoramos, te bendecimos, te damos gracias Sol7 DoM Re7 Señor Dios, oh rey celestial, Dios Padre DoM ReM SolM Todo pode roso Re7 DoM ReM SolM Señor hijo único Jesucristo. Señor Dios, Cordero, Hijo del Padre Tú que quitas el pecado del mundo Ten piedad de nosotros, Tú que quitas el pecado del mundo, atiende a nuestra súplica.
SolM Lam Tú que estás sentado a la diestra del Padre, Re7 SolM Ten piedad de nosotros SolM Lam Re7 SolM Porque solo tú eres santo, solo tú Señor Sol7 DoM Re7 DoM ReM SolM Solo tú altísimo Jesucristo, con el Espí ritu Santo Re7 DoM Re7 SolM En la gloria de Dios Padre DoM Re7 SolM DoM Re7 SolM Amén, Amén.
II. Liturgia de la palabra Salmo Responsorial Este canto excepcional y muy importante es la respuesta a la primera lectura, y es cierto que la liturgia de la palabra se aviva más plenamente si entre las dos primeras lecturas un cantor, el “salmista” canta el salmo y todos cantan la respuesta, por algo es el canto más importante de la primera parte de la Misa. El salmo responsorial pone en práctica dos acciones: escuchar y responder, por eso se llama “responsorial”.
Por su carácter lírico, Salmo quiere decir “canto” y valga la redundancia, debe ser cantado.
Aleluya Se trata de una aclamación hebrea. La palabra Aleluya etimológicamente tiene un significado: halelu = alabar, y yah = Dios, significa entonces “Alabar a Dios”. Tanto en la Sinagogas como en el Templo judío los salmos aleluyáticos eran cantados por el solista y todos los asistentes respondían Aleluya después de cada versículo. El Aleluya penetró en el culto cristiano a partir de la formación de las liturgias de Oriente y Occidente y siempre en la forma responsorial. Para San Agustín es la palabra que sintetiza toda auténtica alabanza cristiana A partir del siglo IV, el Aleluya, es el canto responsorial más conocido y practicado en la liturgia. Pertenece a la antigua tradición de la Iglesia. En Occidente se acentuó el carácter festivo y se suprimió en la Cuaresma y en los días de ayuno, en Oriente se cantó siempre, incluso el viernes Santo. Trento lo prohíbe expresamente en cuaresma, y ya desde el siglo IV - V es el canto pascual por excelencia en toda las liturgias occidentales.
10 Aleluya I (D.R.) ReM LaM Sim Fa#m SolM Aleluya, a, a, aleluya a, a, ReM LaM Aleluya. (bis)
11 Aleluya II (Marco López) DoM SolM FaM SolM DoM A - Aleluya, A - Aleluya DoM SolM FaM SolM DoM A - Aleluya, Aleluya, Aleluya. (bis)
12 Aleluya III (Marco López) MiM Fa#m Sol#m LaM Ale luya, Ale luya Do#m Sol#m LaM Si7 MiM Ale luya, A leluya. (Bis)
III. Liturgia Eucarística Presentación de dones Este canto acompaña la presentación (o procesión) y la preparación de las ofrendas y “se alarga por lo menos hasta que los dones han sido depositados sobre el altar”. Y se rige por las mismas normas del canto de entrada. Por lo tanto es un canto de formula libre, procesional y comunitario. No es imprescindible que se refiera siempre a las ofrendas ya que conviene tratar de actualizar el sentido de estos cantos: ya no son cantos de “ofertorio”. Es un canto muy utilizado y muy pocas veces se le omite ya que de ser así el sacerdote interpreta una melodía de acompañamiento, los coros por su parte interpretan cantos casi siempre referido al pan y al vino, este canto además en ocasiones se hace demasiado largo ya que una vez que las ofrendas llegan al sacerdote, el coro sigue interpretándolo, retrasando por lo demás la Plegaria Eucarística.
13 Reunidos Señor (Marco López) ReM Si7 Mim LaM // Reunidos Señor ante tu altar Fa#m Sim Te ofrecemos el vino y el pan Si7 Mim LaM Acéptalos pues luego serán SolM LaM ReM Tu cuerpo y sangre Señor // Sim Fa#m Y suba ante Ti, Re7 SolM Nuestra humilde ofrenda de amor Mim LaM ReM Sim Y junto al fruto de nuestro trabajo LaM ReM También recibe nuestro corazón (bis)
14 Te ofrecemos oh Señor (D. R. ) ReM Sim Mim SolM Te ofrecemos oh Señor este vino y este pan Mim LaM La7 Lo sacamos de los campos para Ti ReM Sim Mim SolM Te ofrecemos oh Señor este vino y este pan Mim LaM ReM Lo sacamos de los campos para Ti Junto al vino y junto al pan te ofrecemos oh Señor Nuestras penas y alegrías para Ti (bis)
Las ofrendas que trajimos son el fruto de nuestro amor Te rogamos las aceptes para Ti (bis)
15 Los dones que presentamos (Marco López) ReM Fa#m Los dones que presentamos, Sim Fa#m no son solo vino y pan SolM LaM ReM LaM Sim Es nuestro trabajo, es nuestra misión Mim SolM Nuestro esfuerzo, nuestros sueños, LaM nuestra vida. Junto al pan y al vino, Traemos ante tu altar Nuestros corazones como ofrenda de amor Que a tu Trono hoy se elevan Como incienso
SolM LaM Fa#m Sim // Recibe hoy Señor SolM LaM ReM Sim Los dones que hoy te presentamos SolM laM Fa#m Sim Tra emos vino y pan SolM LaM ReM LaM Si7 Que pronto se convertirán Mim En tu sangre y en tu cuerpo SolM LaM ReM Sacrificio de amor vivo y real //
Santo Esta aclamación se conoce con diversas formas como por ejemplo: llama, por su contenido, “trisagio” (tres veces santo), “epinicio” (canto de triunfo), “himno de gloria” o canto de los serafines”. Es uno de los cantos más antiguos de la liturgia Eucarística. Es como una gran aclamación ante la nueva venida del Señor en la Eucaristía. Es un canto netamente bíblico tomado de Isaías 6,3; Apocalipsis 4,8; y Lucas 19,35-38. Es el canto más importante de la eucaristía. Debe ser masivo, donde apenas cabe algún diálogo del solista o coro con la Asamblea. No se debe demorar su entrada (respuesta a la invitación del celebrante) por culpa de largas introducciones instrumentales El texto debe ser el verdaderamente litúrgico donde uniéndonos con los ángeles y serafines, evocamos la alabanza universal y cósmica, traspasando los límites del tiempo y anticipando, el oficio de nuestra gloria futura y lo expresamos cantando Se debe tener especial cuidado al finalizar este canto ya que conviene que se mantenga un buen clima de oración para comenzar con “Santo eres en verdad señor....”; por tanto lo que puede pensarse como final del canto, no es en realidad el final.
16 Santo I (Marco López) LaM MiM LaM ReM Santo, santo, santo es el Señor el Dios del LaM Fa#m MiM U ni verso Sim Sim/maj7 ReM MiM LaM Llenos están el cielo y la tie rra ReM Si7 MiM De tu gloria LaM ReM LaM ReM Si7 MiM Hosanna, hosanna, hosanna en el cielo LaM ReM LaM ReM Si7 MiM Hosanna, hosanna, hosanna en el cielo LaM En el cielo Bendito, bendito, bendito es el que viene En el nombre de Dios Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria
17 Santo II (Marco López) SolM ReM Mim Sim Santo, Santo, Santo es el Señor DoM ReM Sim Mim Dios del Uni ver so Lam DoM Los cielos y la tierra FaM ReM están llenos de tu gloria (bis) SolM ReM Mim Sim Ho sanna, Ho sanna, DoM ReM Sim Mim Bendito el que viene FaM ReM En nombre del Señor
SolM ReM Mim Sim Ho sanna, Ho sanna, DoM ReM Sim Mim Bendito el que viene Lam Re7 SolM En nombre del Señor
18 Santo III (Marco López) ReM Fa#m Sim Fa#m San to, San to, SolM LaM Fa#m Sim Santo es el Señor MiM LaM Dios del Universo (bis) SolM LaM Fa#m Si7 Los cielos y la tierra están llenos de tu gloria Mim Solm La7 Hosanna, Hosanna, Hosanna SolM LaM Fa#m Si7 Bendito el que viene en nombre del Señor Mim Solm La7 ReM Hosanna, Hosanna, Hosanna
IV Ritos de Comunión Padre Nuestro El Padrenuestro, en sí, no es un canto sino una oración. Es ambigua entonces la expresión “cantar el Padrenuestro”. Si se llega a musicalizar el Padrenuestro, ésta no debe convertirlo en una “pieza” de canto, sino que debe revestir musicalmente, con discreción, la recitación colectiva, lenta, de sus sublimes palabras. Por eso, no cabe cambio de palabra, ni repeticiones, para completar una frase melódica. Si hay algún texto que no debe ser sacrificado textualmente sino íntegramente respetado, es éste. Por lo demás, es la primera oración que todos los cristianos saben de memoria. La única que el mismo Jesucristo transmitió
Cordero de Dios Mientras transcurre dentro de la liturgia, “la fracción del pan y la inmixtión, los cantores o un cantor cantan el “Cordero de Dios”, como
de costumbre, con la respuesta del pueblo; o lo dicen al menos en voz alta. Esta invocaciones pueden repetirse cuantas veces sea necesario para acompañar la fracción del pan . La última vez se concluirá con la palabras: Danos la Paz”
El Papa Sergio I (687-701), de origen sirio, quiso que el rito de la fracción del pan fuera acompañado de algún canto por parte del pueblo, y estableció el canto del “Agnus Dei” o canto del “Cordero de Dios”, inspirado en las palabras de Juan el Bautista al saludar al Redentor, y con los acentos de gloria y alabanza tomados del Apocalipsis, donde el Cordero aparece con toda su aureola pascual. El canto, invoca claramente a Cristo como el Cordero, como el Siervo que se entrega por nosotros para quitar el pecado del mundo. (Cfr. Jn 1,29)
19 Cordero de Dios I (Sandra Salas)
SolM DoM ReM SolM Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo Lam Re7 SolM Ten piedad de nosotros (bis) SolM DoM ReM SolM Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo Lam Re7 SolM Lam Re7 SolM Danos la paz, danos la paz.
20 Cordero de Dios II (Marco López)
Mim Lam DoM Sim Mim Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo SolM ReM Lam Mim Ten piedad de nosotros, ten piedad de nosotros. (bis) SolM ReM Lam Mim Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo SolM ReM DoM Sim Mim Danos, danos, da nos la paz SolM ReM DoM Sim MiM Danos, danos, da nos la paz
21 Cordero de Dios III (Marco López)
Lam FaM SolM DoM Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo Rem MiM Lam Ten piedad de nosotros (bis) DoM SolM Rem Lam Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo FaM SolM Mim Lam Rem Sol7 Solm Do7 Da nos, da nos, da nos la paz FaM SolM Mim Lam Rem MiM LaM Da nos, da nos, da nos la paz
Canto de comunión Mientras sacerdote y fieles reciben el sacramento, tiene lugar el canto de comunión, “canto que debe expresar, por la unión de
voces, la unión espiritual de quienes comulgan, demostrar al mismo tiempo, la alegría del corazón y hacer más fraternal la procesión de los que van avanzando para recibir el Cuerpo de Cristo. El canto se comienza cuando comulga el sacerdote, y se prolonga mientras comulgan los fieles hasta el momento que parezca oportuno. Es un canto procesional, comunitario y de formula libre.
El texto del canto de comunión debe hacer referencia a lo que se está viviendo en ese momento. NO ES UN CANTO DE MEDITACIÓN NI DE ADORACIÓN.
22 De Corazón (Walmir Alemcar) LaM Do#m Tan distante y tan próximo Sim ReM MiM Tan oculto y tan claro LaM Do#m Eres principio de un plan de amor Sim ReM MiM El propio amor consumado en un altar LaM Do#m Presencia dulce e incomparable Sim Do#m ReM MiM El gran misterio, la salvación Sim Do#m ReM MiM Tan simplemente vino y pan
LaM Fa#m // Es Jesucristo, ReM MiM Él es Pan de Vida LaM Fa#m Es Jesucristo, ReM MiM Mim6 alimento vivo frente a ti Fa#M Sim Rem Solo entenderás su amor Sim Do#m Sim MiM Recibiéndole, recibiéndole LaM de corazón. //
23 Solo para que vivas (Carlos Segura) SolM Sim MiM Lam El pan que estás comiendo, el vino que estás bebiendo Dom SolM MiM Lam ReM SolM Es mi cuerpo y mi sangre, dados para la vida, dados para la vida No hay nada más grande que el amor que estoy sintiendo Pues por ti yo estoy muriendo, solo para que vivas, Solo para que vivas // Solo para que vivas, solo para que vivas Pues mi vida necesitas, pues mi vida necesitas Y la estoy dando por ti. //
24 Canción de comunión (Jorge Luis Bohórquez) SolM DoM SolM Ya no eres pan y vino, DoM SolM ReM Ahora que eres cuerpo y sangre, vives en mí. DoM SolM Y de rodillas yo caigo al contemplar tu bondad, DoM ReM ¡Cómo no te voy a adorar!
DoM SolM Lam Ya no falta nada, lo tengo todo, ReM Mim Te tengo a Ti, DoM SolM Lam Ya no falta nada Lo tengo todo, ReM DoM SolM Te tengo a Ti. // Te tengo a Ti
Mientras te pierdes en mis labios, Tu gracia va inundando todo mi corazón. Por esa paz que me llena de alegría mi ser, ¡Cómo no te voy a adorar!
Dueño y rey del universo, como puede ser posible Que busques mi amor. Tú tan grande y yo pequeño y te fijas en mi, ¡Cómo no te voy a adorar!
SolM ReM // Señor Jesús, mi salvador, Mim DoM SolM Amor eterno, amor Divino.
De rodillas yo te pido, Que un día cuando Tú me Llames sea como hoy. Para mirarte a los ojos y poderte decir, Que cómo no te voy a adorar.
25 Pan de vida (Marco López) ReM Fa#m Misterio de amor oculto en un pan, Sim Fa#m Cordero Inmolado, víctima y altar; SolM Sim Quedarte quisiste muy cerca de mí, Mim SolM LaM ¡Oh! gloria escondida, has venido Hasta aquí. Ya cae la noche en mi corazón; No pases de largo, Quédate Señor. Reconocerte quiero en la fracción Del pan, Quita las vendas de mis ojos Para poderte contemplar.
ReM LaM Sim // Eres Jesús el Pan de vida, Fa#m SolM Mim LaM Bajado del cielo para mí. Fa#m Fa#M Si7 Y ante tan sublime milagro de amor, Mim SolM LaM Rindo mi vida en adoración. (Bis) SolM ReM Pan de vida. //
Canto final El canto final o de salida nunca ha sido parte oficial del rito; pero se ha generalizado la costumbre de entonar un canto en algún momento del rito de conclusión o después de la despedida. En este último caso puede tener el sentido de salida gozosa y de acompañamiento a la procesión de los ministros. En una Iglesia mariana como la nuestra, los cantos a la Virgen son especialmente adecuados como cantos finales, pero estos podrán ser también de acción de gracias, de envío y relacionados con el tiempo litúrgico que está en curso. Tiene sentido sólo si es cantado por la asamblea presente, si esta se está disolviendo, puede ser aconsejable usar solamente un himno de salida instrumental de órgano teclado o guitarra. Donde los músicos son libres de planificar música que proporcione una terminación apropiada a la liturgia.
En algunas partes es aconsejable, que después de una o dos estrofas, se interrumpe el canto, el sacerdote bendice y despide, y luego, el canto se retoma por parte de los cantores y músicos.
CRÉDITOS Producción ejecutiva: Fe Mayor Producciones Producción musical: Marco López Grabación: 9ymedia Recording Studio Mezcla y masterización: Gerardo Carrillo Voces: Margarita Araux y Marco López Guitarras: Marco López y Gerardo Carrillo Percusiones: Jorge Aceves Diseño, imagen y concepto: Pedro Carrillo /Signo audiovisual Para solicitud de material discográfico, conciertos, predicaciones o talleres de formación para músicos, escríbenos a:
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