Caminos en Psicoterapia

March 8, 2019 | Author: Patricia D'Angelo Pieckenstainer | Category: Psychotherapy, Feedback, Evolution, Family, Depression (Mood)
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Patricia D’Angelo

Caminos en Psicoterapia: Personas, Familias, Contextos

PRÓLOGO

Hemos terminado de recorrer, con sumo interés, las páginas de "Caminos en en Psicoterapia: personas, familias, familias, contextos" contextos" de la Psicóloga Patricia D´Angelo. Nos encontramos con una descripción y explicación completa y accesible acerca de la curación de las las patologías, con un enfoque intrapsíquico coherente y puesto al día con las nuevas investigaciones investigaciones en neurobiología y neurociencias y los nuevos conocimientos que estas estas disciplinas nos aportan. Contempla también de una manera muy abarcativa los nuevos métodos psicoterapéuticos, a saber EMDR y las  Terapias de Avanzada, las que que son explicadas en forma clara y concisa, concisa, por la Lic. D´Angelo, en particular EMDR EMDR con sus sus complejidades técnicas. Describe con palabras muy claras en qué consiste lo que que se llama actualmente el "reprocesamiento y desensibilización de la información" con referencia a las experiencias traumáticas previas, con ejemplos clínicos y viñetas personales de sumo interés. Pone al día su sapiencia al destacar la importancia de la vía de las sensaciones corporales como camino privilegiado para acceder a estas experiencias. experiencias. Habiendo encarado la curación de la patología muy claramente, la coordina con una visión sistémica que incluye, no sólo la familia del paciente designado, sino que nos nos llevamos una grata sorpresa al encontrar la descripción de múltiples niveles de sistemas que están en juego y coexisten, y en los cuales el paciente está inmerso. Basándose en una síntesis del pensamiento sistémicoconstructivista que nos aporta en el primer capítulo, nos invita a tomar en cuenta la familia como organización que evoluciona y a evaluar sus crisis de acuerdo a parámetros claros. Aporta Aporta información acerca de los cambios en la vida y costumbres del mundo en que vivimos, enfocando la globalización socioeconómica , así como a los indicios y consecuencias psicopatológicas de la corrupción. Integra los conceptos de género y violencia, dando indicaciones precisas al profesional. Finalmente sintetiza criterios para evaluar la admisión de cada paciente o sistema en consulta, dando pautas para considerar las influencias favorables o desfavorables al tratamiento de los distintos contextos presentes: integrantes de la familia ampliada, profesionales o instituciones intervinientes, adultos que se oponen al tratamiento cuando hay menores involucrados, etc. Apuntando a generar el ámbito más favorable a la tarea del terapeuta, a la resolución de la patología, y por supuesto, al despliegue evolutivo de salud para todos los

involucrados. No recordamos haber leído en trabajos previos, en forma tan tan enriquecedora, esta multiplicidad de tramas que configuran configuran el sostén vital del del llamado llamado "paciente designado". La combinación de ambas lecturas, intrapsíquica e interpersonal, enriquece la comprensión de los cuadros clínicos y habilita habilita intervenciones de excelencia en el cuidado de de la salud mental. Dr Pablo Solvey Dra Raquel C. Ferrazzano de Solvey Septiembre de 2010

Capítulo 1: PENSAMIENTO SISTÉMICO

PENSANDO SISTEMAS “El ser humano social es individual y el ser humano individual  es social” Maturana En 1983 1983,, cuan cuando do yo come comenc ncéé a estu estudi diar ar la epis episte temo molo logí gíaa sist sistém émic icaa y sus sus aplicaciones a la psicoterapia, esta incursión significaba para los profesionales una ruptura o cuestionamiento hacia el pensamiento psicoanalítico predominante predominante y el acercamiento o la adhesión a otro campo terapéutico, el de la Terapia Familiar. Considero que en 2010 no es necesario en absoluto pensar de esta manera. Que hay abordajes familiares,grupales e individuales desde muchas epistemologías, y diversos usos no clínicos del pensamiento pensamiento sistémico. Pensamiento Pensamiento que impregna ya el campo de la vida vida cotidiana. No siempre el campo clínico. En este capítulo compartiremos una síntesis de conceptos que han recorrido más de medio siglo. Nos llevan, desde una lectura algo mecánica pero ya revolucionaria, a la actualidad del pensamiento complejo. Aspirando, por supuesto, a intervenciones sabias, simples y útiles. En terapias grupales, vecinales, individuales…..y hasta familiares. f amiliares.

Acercándonos Acercándonos al paradigma sistémico ¿Cuántas ¿Cuántas manera manerass hay de comprende comprenderr las situaci situaciones ones que que vivimos vivimos cotidi cotidianam anamente? ente? ¿Cuánt ¿Cuántas as manera manerass hay hay de compr compren ender der las histor historias ias que esucuc esucucham hamos os en difere diferente ntess contextos? ¿En qué es distinta una historia escuchada en el contexto de la psicoterapia? El enfoque sistémico nos agrega la libertad de pensar más allá de los individuos. Sin negar ni descartar los fuertes procesos de construcción de realidad individual e intrapsíquica, nos invita a mirar e interrogar las redes interpersonales en las que se teje el sentido del pasado, el presente y el futuro. Nos convoca a participar en estas redes, de manera de aumentar las alternativas para algunos intercambios humanos, y volver menos necesarios aquellos aquellos que producen empobrecimiento empobrecimiento y perpetúan el sufrimiento sufrimiento inútil.  Nos aporta una perspectiva de totalidad, de aquí y ahora, desafiándonos a tener en cuenta la historia como parte parte del presente, pero sin aceptarla aceptarla como determinante estático, estático, ya que es una ciencia del cambio y la evolución. Es sumamente práctico: se ha utilizado crecientemente para planificar estrategias de resolución de problemas, problemas, desde sus inicios inicios en 1948. Actualmente Actualmente las herramientas del  pensamiento sistémico se encuentran fuertemente integradas en la currícula de grado y de  posgrado para la formación de los profesionales y técnicos que habrán de intervenir en contextos tan diversos como la biología molecular y la aplicada, la física en todos sus niveles, el análisis de los ecosistemas naturales, la arquitectura y el urbanismo, el análisis

organizacional y empresarial, el diseño de estrategias de marketing y gerenciamiento, la medicina en todas sus ramas, ramas, el trabajo social, la psicoterapia individual, individual, grupal y familiar, etc. La pregunta sistémica por excelencia es:

¿De qué manera se organiza esta situación? Es decir, que aprendemos aprendemos a prestar atención a las relaciones relaciones entre las personas personas (y también a las relaciones relaciones entre personas y objetos o entidades) entidades) y a no quedar centrados en lo individua individual.l. Los proceso procesos, s, deseos deseos y conduc conductas tas individua individuales les pueden pueden adqu adquirir irir nuevas nuevas signif significa icacio ciones nes y gen genera erarr divers diversas as posibili posibilidad dades es de acuerdo acuerdo al con contex texto to en el que  participamos.  La Sra. Laura. C 1., de 35 años, consulta por un “estado depresivo”, nombre que da a sus sensaciones aparentemente inmotivadas inmotivadas de desgano y tristeza, acompañadas acompañadas por  accesos de llanto, que viene padeciendo hace ya varios meses. Se realiza una entrevista orientada al contexto apareciendo fuertes conflictos en su entorno familiar, especialmente entre su madre y su esposo. Este conflicto significa para ella un reclamo para que tome  partido por alguno de de los dos, cosa que le resulta imposible.  En este contexto se evalúa que su tristeza y paralización general puede entenderse como la manera menos dañina que ella ha encontrado de participar sin abandonar a ninguno de sus seres queridos. La exploración de alternativas desde este punto de vista lleva a la remisión casi total del síndrome en 3 semanas, durante las cuales la consultante reestructura su visión de los conflictos familiares y comienza a participar en ellos de otra manera.  Por supuesto, en un sistema viviente y dinámico como es la familia, la resolución de un dilema (como el de Laura) no conduce a la total estabilidad sino al planteo de nuevos problemas.

LA FAMILIA COMO UN SISTEMA En la segunda mitad del siglo XX, mucha gente comenzó a hablar de los grupos humanos como “sistemas”. ¿Qué significa esto? Conocemos sistemas de riego, sistemas de control, sistemas electrónicos...¿acaso estamos diciendo que la familia humana es una máquina? ¿O usamos el término como en cierto contexto político, para referirnos a un “sistema” que nos supera y arrastra, que nos mueve y sustituye nuestro protagonismo  personal, nuestra nuestra responsabilidad responsabilidad individual?  Nada de esto, ya que cada día nos parece más importante practicar tanto la autonomí autonomíaa como la conexión conexión,, creando creando nuestro nuestro espacio espacio como ciudadanos ciudadanos,, personas, personas, agentes responsables responsables y activos de nuestra propia vida. 1

En todos los casos clínicos referidos en este libro, se han modificado detalles detalles para resguardar la confidencialidad de los consultantes.

Pensar en sistemas es un camino de pensamiento dinámico que, sin pretender  abarcarlo todo, genera modos de ver, entender y hacer. Ver circuitos, encadenamientos de inter-acciones que, al sucederse o reiterarse en el tiempo, dan lugar a mundos holográficos en movimiento y a significados compartidos; Entender cómo se mueven las organizaciones de las que somos parte, cada una con sus ritmos, reglas y propósitos (dichos y no dichos). Decodificar nuestra percepción corporal y nuestros pensamientos, para generar un acople que dé lugar a un nuevo territorio: el sistema terapéutico. Advertir las danzas que danzamos con los otros, observarlas y observarnos en ellas: cómo al participar e influir somos influidos y modificados, cómo cada cambio que queramos ofrecer en nuestro trabajo deberá ser  comprensible y viable en ese nuevo territorio, y a la vez sus efectos nos atravesarán y modificarán. Hacer: el conocimiento es acción efectiva 2, y nuestra visión estará configurada  permanentemente por los efectos de nuestras acciones. Integrando una comprensión ecológica de la experiencia nos proponemos acciones efectivas, útiles para la resolución de los problemas que se plantean; pero no ingenuas, ya que nos incluimos en una red compleja donde, al decir de Edgar Morin, también el camino del cielo  podría estar empedrado de malas intenciones... •





El concepto sistémico de epistemología Para Gregory Bateson la epistemología es “la ciencia que estudia de qué manera los organismos, o agregados de organismos, conocen, piensan y deciden.” Asignar a un “agregado de organismos” la capacidad de conocer, pensar y decidir, no es crear un “ser” ilusorio. Es reconocer que en cada sistema donde participan seres vivos se efectúan operaciones matemáticas (“computo ergo sum” dirá Morin refiriéndose a la célula) y a la vez comunicacionales. Estos sistemas integrados por seres vivos, y también por partes inorgánicas, tanto naturales como artificiales, son recorridos recursivamente por la información, a la cual  procesan distinguiendo de qué se trata (conocen), la transforman mediante cómputos interesados (piensan); y deciden, ya que sus acciones están configuradas por esa información y generan inmediatamente nueva información que ingresa en el circuito.

PENSANDO LA HISTORIA DEL PENSAR... El modelo sistémico participa de importantes cambios en las visiones científicas a partir de la segunda mitad del siglo XX. En 1948 Norbert Wiener publica su libro : ”Cibernética: ciencia de la comunicación y el control en el animal y en la máquina” . En 1950 aparece la “Teoría General de los Sistemas”  de Ludwig von Bertalanffy. Estas ideas ya estaban 2

Francisco Varela-“Conocer”.

transformando las ciencias humanas a través de las formulaciones de Gregory Bateson y otros en antropología, lingüística y epistemología (ver  “Pasos hacia una Ecología de la  Mente”, G. Bateson, Planeta, 1992). Los conceptos definidos por Paul Watzlawick y sus colaboradores en “Teoría de la Comunicación Humana” , publicado en EE:UU en 1967, habían marcado un hito al  proponer una visión de la comunicación y de los problemas interpersonales que lleva a un  planteo diferente de lo que debe hacerse para cambiar los problemas que ocurren a las  personas y entre las personas. Hasta ese momento, las líneas más importantes de psicoterapia partían de la suposición de que había que promover cambios intrapsíquicos, ( modificar los sentimientos y actitudes conscientes o inconscientes) para que luego se resolvieran los  problemas o síntomas psicológicos y pudieran ocurrir cosas diferentes entre las personas. En ese entonces sólo podíamos recurrir a terapias parlantes para ayudar a las  personas a modificar sus estados internos. Por razones que hoy las neurociencias explican (y veremos someramente en el capítulo ….) esto rara vez funciona, siendo muy grande el riesgo de instituir y congelar la dinámica transformadora de una crisis, trayendo a primer   plano los déficits y consolidando las creencias negativas asociadas a ellos. Además al  prolongar la terapia más de seis meses, los sistemas incorporarán a los profesionales en su  pauta estable, casi como miembros de la familia, lo cual difícilmente promueva su tendencia al cambio. Siguiendo el ejemplo de Laura C., la terapia hubiera tenido que tratar “la depresión” buscando comprender los sentimientos de Laura para ayudarla a evolucionar, en la esperanza de que una vez estabilizados estos cambios (o en el curso de su estabilización avanzada) ella pudiera resolver sus conflictos “externos” de una manera efectiva y sin entrar en un dilema paralizante. Si bien en la actualidad, contando con las Terapias de Avanzada ® , podríamos ayudar rápidamente a Laura a modificar su predisposición a responder deprimiéndose, los conflictos actuales no entendidos ni resueltos tienen un enorme poder. Pueden disminuir el efecto de estas Terapias o aun impedirlo. Analizando los cambios en la interacción y en los síntomas, en los sentimientos y en la vida de las personas, ya sea los que tienen lugar en las curas espontáneas o cuando una terapia modifica parte de la interacción, Watzlawick y sus colaboradores postulan que es posible pensar que, así como cada uno de nosotros actúa movido por su historia y su estilo particular, también las interacciones modelan la conducta, las sensaciones y los sentimientos. Su modelo terapéutico plantea que el cambio puede ir “de afuera para adentro” sin dejar de ser por ello durable y estable. Desde este punto de vista, la acción terapéutica deberá centrarse en el presente y apuntar a cambios concretos y resultados visibles. Así, dirán en “Teoría de la Comunicación Humana”, al referirse a “Efecto vs.causa:

“Desde este ángulo, las causas posibles o hipotéticas de la conducta asumen importancia secundaria, y el efecto de la conducta surge como el criterio de significación esencial en la interacción de individuos estrechamente relacionados. Por ejemplo, una y otra vez es dable observar que un síntoma, que se ha mantenido refractario a la psicoterapia a pesar del intenso análisis de su génesis, revela de pronto su significado cuando se lo estudia en el contexto de la interacción marital presente del individuo. Los síntomas  pueden así mostrarse como una constricción, como una regla del “juego” interaccional en que está inmerso el sujeto, más que como el resultado de un conflicto no resuelto de hipotéticas fuerzas intrapsíquicas. En general, entendemos que un síntoma es un fragmento de conducta que ejerce efectos profundos sobre todos los que rodean al paciente. En tal sentido podría establecerse una regla empírica: cuando el  por qué de un fragmento de conducta permanece oscuro, la pregunta ¿ para qué? Puede proporcionar una respuesta válida.3” Para emprender este camino nos centraremos en la lectura de contextos, procesos y relaciones, que hace pasar a un segundo término la búsqueda de objetos, sustancias y atributos. Por ejemplo, buscamos describir y comprender cómo son los vínculos entre las personas que integran una organización o parte de ella, y qué es lo que pasa entre ellas (quién hace qué a quién y cómo le responde el otro y cómo responde el primero a esta respuesta, etc...) en lugar de tratar de establecer cómo es cada uno de ellos, cuáles son sus rasgos de personalidad, virtudes o defectos.  En Terapia Familiar, la lectura de contextos desde la primera entrevista, permite al profesional diseñar “mapas” de los sistemas más significativos para los consultantes.  Entre estos mapas, el genograma familiar es una herramienta básica para la comprensión  y el abordaje efectivo de la mayor parte de los motivos de consulta. Podemos buscar estos procesos y relaciones como algo que ocurre independientemente del observador, es decir, desde una visión realista o de la cibernética de primer orden ; siguiendo con el ejemplo así veremos a la organización y sus integrantes como “nuestros objetos de estudio”, considerándonos a nosotros mismos observadores totalmente externos al campo. Cibernética de primer orden : describe los procesos cibernéticos entendiendo a los sistemas observados como externos al observador. Parte del supuesto de objetividad según el cual un observador puede describir un contexto dado e “intervenir” en él sin ser  modificado por éste, dando por sentado que sus objetos responden a normativas que les son  propias, y que pueden ser exploradas sin alterarlas.  La familia de Laura C. puede ser entendida y analizada de acuerdo a las investigaciones que nos muestran modos problemáticos de relación y estilos para el  abordaje de los conflictos, que tienden a producir determinada sintomatología; puede ser  comparada con modelos de evolución familiar, o con pautas indicativas de violencia, etc.  Es decir, podemos aplicar en la clínica sistémica una nosología que emerge del consenso de la comunidad científica y que sólo se diferencia de la nosología psiquiátrica individual  3

Watzlawick y col., obra citada.

en el hecho de que los criterios de salud o patología se refieren a las pautas estabilizadas de interacción sistémica,  y no a las características de los individuos.  Esto no excluye las categorías diagnósticas individuales, sino las incluye en contexto. Como dijera Watzlawick, no es el mismo efecto el cepillado de mis dientes en el  baño que en la calle….. Otros autores incluyen en esta trama de relaciones al observador, evolucionando hacia una visión constructivista/construccionista o de la cibernética de segundo orden.

Cibernética de segundo orden : describe procesos recursivos que incluyen al observador. Parte de la idea de que es el observador quien traza las distinciones con las que va a configurar el contexto, y es a su vez configurado por éste, en un proceso recursivo de generación de sentido en el que uno hace emerger al otro.  En la observación del ejemplo, comenzamos a aceptar nuestra inclusión en el   sistema observado al asumir nuestra responsabilidad por haber elegido observar  determinados procesos y no otros, utilizando determinado esquema de valores, puntos de vista, etc. Esta responsabilidad atañe ya al lector de cualquier texto.  En el caso de un terapeuta que conduce entrevistas, aunque se manejara con cuestionarios de anamnesis impresos, es necesario considerar que su presencia, actitudes conscientes e inconscientes, verbales y no verbales, y su significación en los más diversos contextos sociales que atañen al paciente, lo integran indisolublemente al  sistema consultante, constituyendo el sistema en consulta.  De esta manera los datos no reflejan a “la familia” ni “al terapeuta” sino a esta nueva y única unidad compleja.  Esta concepción nos permite trabajar en equipo sabiendo que cada observador  trazará sus propias distinciones  y no hay un único diagnóstico sino construcciones  posibilitantes.

ALGUNAS IDEAS FUNDANTES Examinemos algunos conceptos básicos de la teoría sistémica, elegidos por su utilidad clínica.

SISTEMA: Watzlawick parte de la definición de Hall y Fagen: “Un conjunto de objetos así como de relaciones entre los objetos y sus atributos”. Los objetos son los componentes o partes del sistema, los atributos son las propiedades de los objetos y las relaciones “mantienen unido al sistema”. Esta definición habla de objetos, es decir, los componentes del sistema son vistos como independientes del  observador, y poseyendo caracteristicas propias. De esta

definición conservaremos la idea de que las potencialidades propias de cada componente son en parte individuales, y aparecen en acción cuando las reglas del sistema así lo  permiten. Esta idea remite al concepto de virtualidades inhibidas de Morin.(en: Ciencia con Consciencia), y nos ayuda a cultivar una actitud de reverente curiosidad, ya que  podemos atribuir, aun al componente más pequeño de un sistema viviente, un misterioso repertorio potencial. Los atributos de las partes sólo se hacen visibles cuando pueden  ponerse en acción en la trama de relaciones que está ocurriendo en el sistema.  En entrevistas posteriores la familia referirá que hasta seis meses atrás, Laura era una persona muy alegre y resuelta, a quien se podía recurrir en busca de apoyo ante cualquier problema práctico o sentimental. Vemos así al contexto pautando (aunque no determinando) las posibilidades de acción de los individuos implicados; en la noción de  sistema está ya implícita la noción de sujetos auto-eco-organizados 4. La pauta no es fatalidad, pero es una fuente de orden que los sujetos tienden a seguir; también son ellos quienes, dentro de las particularidades de cada contexto, pueden generar una nueva pauta. En todo aquello que tensiona, que molesta, que hace síntomas, está mostrando el sistema una zona en la que la pauta existente resulta insuficiente y en la que hay un potencial de cambio.  La tristeza, desgano y llanto de Laura resultan muy difíciles de aceptar y tolerar, no sólo para ella, sino para su marido y sus hijos, con los cuales convive. Este es un contexto muy propicio a la evolución y el cambio, ya que no se ha “naturalizado”el  motivo de consulta; la novedad y tensión del contexto darán flexibilidad y motivación para enfrentar de otras maneras los conflictos que se expresan por medio de este clima agobiante. Una consecuencia clínica de esta idea es nuestra curiosidad por explorar y co-crear  con los consultantes contextos diferentes, en los que se puedan poner en acción  potencialidades individuales y grupales que lleven a aumentar sus alternativas . Decir: “Las relaciones mantienen unido al sistema” ya prefigura una visión que da importancia al proceso más que a las cosas, a los verbos más que a los sustantivos. De aquí se sigue que si las relaciones cambian, cambia el sistema. Las preguntas útiles para explorar estas relaciones son ¿Cómo ocurre algo? ¿Quiénes lo hacen? ¿Dónde y cuándo?  En el caso de Laura, fue evidente que su tristeza e impotencia comenzó en el  momento en que su madre puso en venta la casa familiar y anunció su objetivo de mudarse a la localidad donde vivían Laura y su familia. Las tensiones nunca resueltas entre yerno  y suegra crecieron sordamente, de manera que Laura sentía que tanto su madre como su marido esperaban que ella ordenara la situación y evitara la amenaza de un futuro de discordia permanente para toda la familia. 4

Edgar Morin, “La noción de sujeto”, “Nuevos Paradigmas...” 

Otras definiciones:

“Un sistema es un todo que toma forma al mismo tiempo que sus elementos se transforman” (Edgar Morin) Esta definición está en tiempo continuo; habla de procesos simultáneos y de interdependencia entre el todo y las partes, de transformacion continua y del trabajo de  permanecer: todo el tiempo el sistema está “tomando forma”, es decir, en proceso activo  para conservar su identidad y estabilidad. También refiere a la interdependencia entre el todo y las partes: el sistema contribuye a la transformación de los elementos, al mismo tiempo que éstos, en su transformación, dan forma al sistema. “Una totalidad organizada, hecha de elementos solidarios que no pueden ser  definidos más que los unos en relación a los otros, en función de su lugar en esta totalidad” (Saussure,1931, citado por Morin) Este concepto trae a primer plano la trama de relaciones que constituye al sistema, cuyos lugares definen las identidades de los “elementos”. Desde este punto de vista, las personas son integrantes de un sistema a partir de su coparticipación solidaria en las relaciones que lo constituyen; a su vez, esta participación y estas relaciones modifican significativamente a los participantes.  Es importante aclarar que el énfasis en la influencia de los procesos  sistémicos no contradice la noción de responsabilidad individual o de cambio individual. “Una totalidad se descompone en sus partes, las cuales generan procesos que terminan componiendo la totalidad” (Francisco Varela 5) Acá podemos percibir un cambio. Varela está pensando en un proceso continuo que se genera a sí mismo. Elige un punto de ese círculo para comenzar su descripción...la cual nos lleva al punto de partida. Es una descripción circular de un proceso circular. Incluye el conflicto (descomponer/componer ) como elemento fundamental y permanente en la organización, a la que podemos ver ya como auto- organización. 5

Varela F. J.: “Principles of biological autonomy”

SUBSISTEMA Agrupaciones, dentro de un sistema, de elementos o personas con actividades, pautas o rasgos comunes por los cuales se identifican. Tienen una coherencia funcional interna e interfases de acople con los otros subsistemas. En cualquier organización educativa que integremos o conozcamos nos resultará fácil distinguir los subsistemas de dirección, de docencia, de alumnado…. O tratándose de una empresa, el subsistema de gerencia, de compras, de ventas…. Estas son claras en tanto son subdivisiones “oficiales” que hacen a las tareas de cada uno allí dentro. Si bien estas divisiones son orgánicas y es imprescindible conocerlas, existen siempre otras que hacen a las simpatías, enemistades, guerras históricas o místicas compartidas; atraviesan el organigrama y muchas veces lo transgreden. En una familia, podríamos esquematizar que los primeros subsistemas que se constituyen son las parejas estabilizadas. Luego evolutivamente aparece el subsistema de los hijos. También puede surgir una familia monoparental con el nacimiento de un niño, y estará integrada desde su inicio por dos subsistemas ya que la madre o padre solteros constituirán en forma individual el subsistema parental.

ECOSISTEMA: Pensemos en un contexto incluido en otro, que está incluido en otro, sistemas de sistemas de sistemas, interactuando de acuerdo a pautas que los conectan con una cierta coherencia, incluyendo un grado de azar, desorden y aun de caos...Morin definirá la unidad más abarcativa de esta construcción: “El conjunto de las interacciones en el seno de una unidad geofísica determinable que contenga diversas poblaciones vivientes constituye una unidad compleja de carácter  organizador o ecosistema.” Desde una perspectiva constructivista, el ecosistema “es” tal en tanto el ser humano  puede percibirlo por razones culturales, políticas y epistemológicas, mientras tiene dependencias físicas con el entorno que contribuyen a configurar sus procesos mentales. Para comprender la vida de una organización dada, es necesario recortar el ecosistema del cual se nutre y al cual se integra como una parte: de dónde provienen sus recursos económicos, materiales y humanos, quién necesita de su producción, cómo está comunicada , cuáles son los lenguajes que comprende y en base a los cuales regula sus intercambios.

 En el ejemplo de la familia de Laura C., la mudanza de la madre está motivada por  cambios en el entorno laboral del padre de Laura, que hacen necesario el traslado de la  familia. A su vez la familia del marido está sumamente arraigada y prestigiada en la localidad donde viven y uno de los motivos de tensión para el esposo es la perspectiva de compartir el barrio con su joven y turbulento cuñado, actualmente internado en una clínica para la recuperación de adicciones.

TOTALIDAD: “Cada una de las partes está relacionada de tal modo con las otras que un cambio en una de ellas provoca un cambio en todas las demás y en el sistema total. No sumatividad: El todo no es igual a la suma de las partes.” (Watzlawick ) Esta idea se opone a la de un proceso lineal, que comienza en un punto, sigue un recorrido y termina en otro punto, sin desencadenar otros cambios que vuelvan a influir  sobre el punto de inicio. Podemos pensar que todo cambio en una de las partes exige cambios en las otras...aunque el resultado de este encadenamiento pueda ser, al cabo de varios ciclos, un estado del sistema comparable al que existía antes de ocurrir la primera modificación. Sin embargo, es muy importante no simplificar esta idea, sobre todo si estamos  pensando en los cambios de la vida humana. Ni las personas ni, mucho menos, las organizaciones, funcionan como vasos comunicantes. En todo  subsistema (incluyendo los individuales) se equilibran permanentemente pequeños cambios ( y a veces no tan  pequeños) de manera que no modifican significativamente la interacción de ese subsistema con el sistema mayor; y aun cuando ésta cambie, es necesario observar cómo el sistema procesa esta diferencia durante varios de sus ciclos recursivos para saber si ocurre un cambio en el sistema total, y en qué consiste éste. El cambio en una de las partes puede desencadenar un cambio en la totalidad, si marca una diferencia, es decir, si se convierte en información significativa para el sistema.  La depresión de Laura fue un cambio que no promovió la resolución del problema  familiar, sino que contribuyó a invisibilizarlo, estabilizarlo y congelarlo.  La asistencia de Laura a terapia podría haber consolidado esta estabilidad si se la rotulaba como como “débil o enferma”, aumentando el sentimiento de culpa de todos y descalificándola, no permitiendo así al grupo promover nuevas alternativas.  Por el contrario, las definiciones coproducidas desde la primera sesión fueron enmarcando la situación como de “una gran dependencia de su mamá y esposo hacia ella”, valorando su compromiso y extrema cautela para acompañarlos.

 Desde esta visión Laura fue reubicando su responsabilidad en el triángulo  familiar, llegando a verse como alguien sobrecargado con más tareas de las que puede cumplir. De la expectativa de catástrofe inminente, fue pasando a un análisis de las  situaciones difíciles que tanto su marido como su madre habían sido capaces de resolver   por sí mismos.....  Para ayudarla a comportarse consistentemente dentro de la familia de acuerdo a esta composición de lugar, se le asignaron tareas de observación en relación a los malestares y ansiedades de su madre y su marido.  La persistencia de estos cambios en la acción llevó a una pronta modificación de  su estado de ánimo...y a nuevos planteos de los conflictos existentes.

PROCESO RECURSIVO,RECURSIVIDAD, RETROALIMENTACION: Cadenas causales circulares; para Watzlawick “parte de la salida de un sistema vuelve a introducirse en el sistema como información de dicha salida (...) Los sistemas interpersonales (...) pueden entenderse como circuitos de retroalimentación ya que la conducta de cada persona afecta la de cada una de las otras, y es, a su vez, afectada por  éstas”.

Retroalimentación: tomemos el “retro” como idea de volver atrás, de que para comenzar el ciclo se vuelve a un lugar similar al inicio (de significado comparable, nunca igual) “Alimentación”, porque vemos al sistema recorrido por información que lo alimenta, en el sentido de que le da vida. Bateson6nos alienta a entender la cibernética de los sistemas vivientes como la circulación y procesamiento de diferencias, es decir, de información. Considera que los sistemas vivos no son movidos mecánicamente por la energía, sino que la utilizan en función de sus procesos mentales, es decir, de procesamiento de información . Estos procesos mentales, individuales y/o colectivos organizan a los sistemas en su administración y búsqueda de fuentes energéticas (alimento, dinero, combustibles, etc.). Otras definiciones: “Proceso recursivo es aquél cuyos estados o efectos finales producen los estados o las causas iniciales”  Edgar Morin “Un proceso vuelve a su comienzo, a fin de marcar una diferencia que permite reiniciar el proceso” Francisco Varela , citado por Keeney 6

Bateson, ”Espíritu y Naturaleza”: Pág. 81, “Criterios del Proceso Espiritual.”

Marcar una diferencia(Varela): Ingresa al circuito una información significativa, que indica que un ciclo ha terminado. Por ejemplo, el final de una clase forma parte de un ciclo mayor que, transcurrido un cierto tiempo, conduce al inicio de otra clase. La idea de recursividad es central al paradigma sistémico/cibernético; de ella puede deducirse toda la trama conceptual de la cibernética de primer y segundo orden. Las técnicas terapéuticas que podemos aprender de los maestros de la terapia sistémica no nos enseñarán nada si no ejercitamos el pensamiento circular;  podemos quedar en el intento de manipulación o de persuasión “ingenua”. De una comprensión de la epistemología cibernética emergen naturalmente una actitud y un repertorio técnico eficaz.

¿DE QUÉ MANERA SE MANTIENE LA ESTABILIDAD? RETROALIMENTACION NEGATIVA: Proceso que tiende a mantener estable un sistema, neutralizando las variaciones en determinada variable cuando exceden cierto límite. Es fácil ver las regulaciones biológicas individuales que nos mantienen vivos y sanos: abrigarnos cuando tenemos frío, alimentarnos cuando nuestros niveles de glucosa descienden…No es tan sencillo visualizar estos procesos cuando son colectivos en un sistema humano: Cuando hay conflicto en la familia, las reuniones periódicas ó rituales como cumpleaños o fiestas religiosas pueden tender a disminuirlo, llevando esa variable a un nivel que no amenaza la sensación de pertenencia; Cuando los hijos e hijas de una familia con lealtades rígidas se integran a nuevas  parejas, los padres pueden incluirlos en negocios familiares, de manera que los cambios o novedades queden contenidos en ese marco; Cuando en un grupo cerrado la actividad se vuelve nula o poco significativa y cunde el aburrimiento, que es prolegómeno de la depresión, (por ejemplo en un ejército acampado que no puede salir a la batalla) es probable que se pongan en acción conflictos internos y actividades alternativas como modo de mantener la estimulación de los  participantes. Podemos llamar retroalimentación negativa a toda secuencia de interacciones de un sistema que tiene el efecto de corregir el aumento de una variable cuando excede más allá de cierto límite. Todo sistema contempla un rango de flexibilidad para la mayoría de sus  parámetros, pasado el cual los procesos se alteran .

Por ejemplo, si en una oficina algunas personas se van de vacaciones y la  productividad desciende a pesar de la redistribución de tareas, esto será tolerable hasta cierto punto, después del cual comenzarán a surgir todo tipo de dificultades. Estas dificultades pueden verse como mensajes que los integrantes del sistema emiten, advirtiéndose entre ellos y tratando de corregir el desequilibrio. La retroalimentación negativa puede provenir de aquellos estamentos del sistema que tienen funciones explícitas de regulación y control; pero también puede provenir directa o indirectamente de cualquier  integrante, aun de aquellos que creen favorecer y necesitar más activamente el cambio. Esto sucede porque las reglas del sistema están incorporadas como una coreografía no consciente, que a pesar de sus defectos o aspectos criticados, brinda una sensación de ritmo conocido, identidad y seguridad. El tipo de interacción al que un sistema recurre como corrección más habitual forma parte de sus reglas; la forma de llevarlo a cabo puede variar, incluso dentro del “mismo” sistema, de acuerdo al estado en que se halle. Por ejemplo, en estado de crisis, cuando en un sistema social se genera fácilmente el estado de amenaza, las correcciones  pueden ser más rígidas o llegar a verse como “que apuntan a mantener la estabilidad sin medir costos” . En estado normal (estable) casi cualquier interacción implica algún grado de retroalimentación negativa , en el sentido de que colabora activa y permanentemente con esa estabilidad.  En la familia de Laura, las interacciones entre las familias de origen de ambos esposos habían llegado, al momento del síntoma, a un equilibrio que permitía, a la vez, el intercambio necesario para el bienestar de la pareja, y el mantenimiento de una distancia que convalida la distinta idiosincrasia de cada familia y sus distintos métodos  para la resolución de problemas.

¿DE QUÉ MANERA SE GENERAN CAMBIOS? RETROALIMENTACION POSITIVA: Es un proceso que tiende a producir la amplificación de una variable, que al ser  incluida modificada en un nuevo ciclo, lleva, a su vez, a una nueva amplificación.

Es útil ver a la retroalimentación positiva como un proceso de autogeneración o generación de sí ; los componentes del nuevo sistema o subsistema se interrelacionan de tal manera que, a la vez que se mantienen unidos y van produciendo reglas , se multiplican y exploran formas de estabilidad . Ejemplos:

A) una fábrica se instala en un pequeño pueblo, dando empleo a los habitantes de éste y atrayendo a nuevas familias. El aumento en la población necesita de más viviendas, servicios, educación, etc.; éstos a su vez son prestados por empresas que ocupan a más  personal y contribuyen al crecimiento poblacional. La infraestructura (caminos, energía, etc.) generada alienta al establecimiento de nuevas empresas. B) en una interacción violenta de cierta duración, una respuesta aumentada de parte de uno de los participantes puede llevar a un aumento de la intensidad de la respuesta del otro, la cual incrementa la siguiente...(Bateson da a esta secuencia el nombre de escalada  simétrica). C) En una relación de pareja o amistad, la demostración de confianza de parte de uno de los integrantes alienta al otro a una relación más cercana, comenzando a compartir secretos de ambos y conversaciones privadas que requieren de la conservación de este clima de confianza.  D) En la familia del ejemplo, el conflicto de los padres de Laura con el hermano de ésta, así como los intentos del muchacho por resolver sus angustias a través de las drogas y el  alcohol, (a mayores choques, más consumo y agresividad) fueron produciendo una amplificación de ambas variables, hasta el momento en que el proceso fue  significativamente alterado por una variable externa, que fue la intervención de la policía en un lugar de reunión del joven y sus amigos, y los procesos judiciales que siguieron. Vemos a los procesos de retroalimentación positiva siempre generando o despertando, en algún momento, sus propios frenos.(es decir, retroalimentaciones negativas). En las relaciones humanas, cada logro nos coloca frente a nuevos problemas , de modo que es muy raro el aumento exponencial de una sola variable o aspecto de la interacción. Así, en el pueblo que crece hasta volverse ciudad, el desarrollo puede verse interferido por variables culturales, económicas (supongamos que aumenta la población  pero no la recaudación impositiva, o ésta no retorna para sostener el crecimiento del  pueblo) o encontrarse con limitaciones geográficas y energéticas que lo condicionen seriamente.

MAXIMIZACIÓN DELIBERADA DE UNA VARIABLE El intento de maximizar (aumentar al máximo) una variable cualquiera como “mejor” producto de un sistema (o, caso más grave aún, de un ecosistema) marcará diferencias significativas en la interacción, llevando al desarrollo de otro sistema, un  sistema diferente. En una empresa, por ejemplo, en la que sólo interesara la rentabilidad a corto plazo, se pasarían por alto otras variables, como por ejemplo el bienestar y la capacitación del personal, cuyo descuido atentaría a la larga contra la supervivencia del sistema. Si esto no es tenido en cuenta, el desconocimiento de la magnitud del cambio, unido a la disminución en la variedad (de conductas, especies o la variable de que se trate) y a los otros efectos del intento de control, pueden ocasionar patología en los individuos y en la organización. Si esta patología no es comprendida en tanto crisis del paradigma de la

organización, puede dar lugar a intentos intensificados de control, (“más de lo mismo”) volviendo aún más rígida a la organización y dificultando su evolución. Al intervenir terapéuticamente para ayudar a una persona estamos incidiendo directa e indirectamente sobre su entorno. Es posible que nos vemos obligados éticamente a tomar partido por un niño, un anciano o alguien en situación claramente desventajosa. Tengamos presente el alcance del aporte que podemos hacer para mejorar esta situación apuntando a soluciones sostenibles, es decir, compatibles con las necesidades y equilibrios conocidos del sistema. Si el único objetivo terapéutico fuera “aliviar la depresión” de Laura, no  podríamos ayudarla a integrar, por ejemplo, las diferencias entre los paradigmas de las distintas familias a las que ella pertenece, ni a generar para sí misma un nuevo lugar, adecuado a su propia evolución. Aceptar su malestar permite examinar respetuosamente  sus temores y creencias.

EVOLUCIÓN  Evolucionar no es lo mismo que vivir una explosión o expansión de crecimiento; la evolución de una organización humana tiene que ver con la generación de un repertorio de alternativas para la resolución de problemas, que se va incorporando al  paradigma de la organización. Esto vale para las organizaciones de cualquier tamaño; la pareja que desarrolla el campo de su privacidad debe negociar cómo se articula con éste el campo de cada individuo, qué significa confianza en cada circunstancia, etc.  En una perspectiva evolutiva a mediano plazo, el proceso terapéutico de Laura y  su familia debería incluir conversaciones acerca de las relaciones y límites posibles entre los distintos grupos que integran la familia extendida, asi como acerca de los procesos de autonomía (y las lealtades) que los distintos sistemas de valores familiares pueden admitir. En el multiverso en que vivimos, los caminos evolutivos de las personas y familias  pueden ser impredecibles. Sin embargo, coincidimos con el Dr. Helm Stierlin cuando sostiene que la evolución humana y familiar debe tender a una progresiva autonomía e individuación. Es decir,a una maduración, responsabilidad y libertad en la acción. Esta apertura permanente contribuye a flexibilizar los métodos y a ampliar el repertorio para la resolución de conflictos y el disfrute creativo de los vínculos.

LA ARTICULACIÓN DE RETROALIMENTACIONES NEGATIVAS Y POSITIVAS

Para Bradford Keeney la retroalimentación negativa constituye una unidad conceptual básica. En otros términos, para hacer hipótesis sistémicas deberíamos buscar  siempre en qué lugar un proceso encuentra límite a su amplificación, dónde lo detiene el sistema, o en su defecto (si en el sistema no aparece límite, tal vez porque el proceso mismo de amplificación ha superado los mecanismos existentes o destruido sus dispositivos) en qué contacto con otros sistemas tiene lugar esta corrección. En el ejemplo de la escalada simétrica de violencia, esto es muy importante porque los participantes pueden sentir que ya no pueden controlar el proceso. “Podían” en otro momento, pero después de las cosas que han ocurrido entre ellos ya no pueden hacer más que “más de lo mismo”. Si además han agotado sus recursos externos (vecinos o terapeutas, policía, etc., que ya no les responden o no les causan ningún efecto) la escalada  puede seguir en aumento hasta causar la destrucción de las personas y de su sistema social. La Retroalimentación Positiva en un sistema social humano siempre nos despierta la sensación de estar frente a algo vivo, bueno o malo, que tiene sus propias lógicas y energías al servicio de sí . Los procesos de Retroalimentación Positiva contienen siempre el germen de un futuro posible, y aun en la organización más anquilosada y rígida vale la  pena pesquisarlos para traerlos a la luz y hacerlos emerger. Siguiendo a Keeney, podemos ver la dinámica de los sistemas vivientes como “un ordenamiento jerárquico de retroalimentaciones”. ”La idea de una red recursiva con una estructura de retroalimentación suministra una ficción útil para las ciencias de la conducta (...) la retroalimentación simple (negativa) debe considerarse como la unidad de construcción o hipótesis conceptual básica. Con ella podemos edificar una perspectiva más amplia de los órdenes recursivos del proceso de retroalimentación que nos permita caracterizar el proceso mental y viviente. Los sistemas complejos envuelven un ordenamiento jerárquico de retroalimentaciones. Importa recordar que esta jerarquía es una red recursiva, y no una pirámide dividida en estratos (...) Así se evita el dualismo que de otra manera se produce entre la retroalimentación “negativa” y “positiva”.” Por “ordenamiento jerárquico” entenderemos una red en la cual los ciclos de los sistemas mayores (por ejemplo: el estado, el sistema educativo, el sistema financiero internacional) reciben y se alimentan de la información emergente de los ciclos que tienen lugar en los sistemas menores; son influidos por esta información pero la decodifican y utilizan según su lógica y sus necesidades. Los sistemas menores buscan su propio equilibrio según su lógica y su dinámica, es decir, con relativa autonomía; están incluidos en los sistemas mayores y son influenciados por éstos, pero trabajan activamente generando sus propios contextos. Podemos pensar en sistemas incluidos e incluyendo otros sistemas, con distintos grados de tensión y coherencia entre ellos. Por ejemplo, los individuos incluidos en sus familias no cumplen ni reciben exactamente lo que la organización de sus vidas individuales o familiares necesita; hay grados de satisfacción o coherencia y tensiones que aportan la posibilidad de la creatividad y el cambio. Las familias en contacto, por ejemplo, con las escuelas, generan zonas de intersección e influencia mutua; las escuelas están a su vez incluidas en su relación con otras instituciones (ministerio, asociaciones pero no en todo momento. En y entre estas organizaciones se generan cursos de acción, posibilidades y constreñimientos, para las personas, que a su vez

 pueden generar contextos que influyan, en forma individual o grupal, sobre los sistemas mayores. Una retroalimentación negativa de alto costo, orientada a frenar el proceso iniciado en la familia de Laura, podría ser una separación del matrimonio, promovida  por el malestar y aislamiento de la paciente identificada. Otra retroalimentación negativa que frenaría el proceso podría ser un aumento de los conflictos entre Laura y su familia de origen, de manera de bloquear el acercamiento con ellos. Una retroalimentación negativa que disminuiría el malestar de todos y promovería el crecimiento de la familia en su totalidad hacia un estadío de mayor complejidad y bienestar, debería incluir regulaciones a través del diálogo y la negociación, así como un abordaje conjunto y efectivo de los problemas más peligrosos. Siendo Laura la consultante, el terapeuta no debería desestimar su lugar como hermana y la reformulación de sus vínculos con su familia de origen; asi como su pertenencia a una  pareja y a la familia que ella ha fundado. 

CONTEXTO

Marco que acompaña un determinado hecho o situación, de la misma manera que el fondo o marco acompaña a una figura. El contexto adquiere significado a través del sentido de las interacciones que tienen lugar. El contexto contiene y confirma en la práctica, a las metarreglas y a todas las reglas. Desde un comienzo la psicología sistémica se dedicó a estudiar de qué manera los distintos contextos modifican el significado de las interacciones, así como las interacciones  pueden modificar o confirmar el significado de los contextos. Dentro de las diferentes corrientes sistémicas, nos han resultado muy utiles algunos conceptos provenientes del construccionismo social 7.sostienen que los seres humanos “nos hacemos humanos” en la acción; y que esta acción siempre tiene lugar y cobra sentido en un determinado contexto. Hemos visto que W. Barnett Pearce 8ha acuñado el concepto de “fuerza contextual”  para hablar de la influencia que puede cobrar un contexto en la generación de significados y roles específicos para las personas participantes. Casi siempre, la asistencia psicológica tiene lugar en un consultorio o clínica, que constituye el contexto más general de la acción. Con la concurrencia de los pacientes, se está iniciando y dando  por sentado un contrato de prestación. Con el contacto continuado en el que cada uno ocupará su lugar, se llegará a constituir el contexto terapéutico y el sistema en consulta.

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Gergen, K: “Realidades y Relaciones”-Paidós Básica-Barcelona-1996 Schnitman, D (comp): “Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjetividad”- Paidós-Buenos Aires, 1994 8 Schnitman, D (comp): “Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjetividad”- Paidós-Buenos Aires, 1994

Por supuesto, puede darse un contexto terapéutico en otros ámbitos, siempre y cuando se generen algunas pautas necesarias y distintivas de esta interacción. 

MARCA DE CONTEXTO:

Algunas de las interacciones que tienen lugar en una escena llegan a cobrar tanta importancia que modifican el sentido de la escena. A partir de ellas, se generan procesos que producen significados muy fuertes. Estos significados pueden ser conocidos o nuevos. Las marcas de contexto son hechos e intercambios que, surgiendo dentro de la escena, llegan a contenerla como un marco contiene a un cuadro. Cuando en una sesión, Laura interpela a su marido y le reprocha por primera vez su negativa a ayudar a su hermano adicto, está produciendo un cambio en el contexto. Sin embargo esta interacción sólo se convierte en marca de contexto cuando la pareja sigue hablando del tema en su casa y en sucesivas sesiones.

FUERZA CONTEXTUAL Y FUERZA IMPLICATIVA: OTRA MANERA DE HABLAR DE LA ESTABILIDAD Y EL CAMBIO Como una manera de pensar la articulación de retroalimentaciones negativas y  positivas, el sociólogo W. Barnett Pearce 9 nos propone una manera interesante de pensar la comunicación: “... siempre actuamos desde y hacia contextos. El contexto en que nos encontramos prefigura cómo debemos actuar. (...) No siempre, sin embargo, elegimos actuar en la forma prefigurada, y cuando lo hacemos contrariando esa prefiguración a veces modificamos el contexto.”  Este autor habla de la “ fuerza contextual (la prefigurada por el contexto vigente) y de la fuerza implicativa (lo que la acción realizada implica para el contexto). Y es dable imaginar una situación en la cual una cierta acción tenga la suficiente fuerza implicativa como para cambiar el contexto en que sucede.”  Una acción cobrará fuerza implicativa cuando se encadene con (y desencadene a) otras interacciones, pensamientos y emociones, de manera que varias  personas participen en la generación de un contexto nuevo, y en su estabilización. Es decir, cuando dé comienzo a un proceso de retroalimentación positiva en el cual se potencien algunas cuestiones que ya estaban presentes en el sistema.  En la familia del ejemplo, las preguntas del terapeuta a Laura acerca de cómo la hace sentir la relación entre su esposo y su hermano cobran fuerza implicativa porque la

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“Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjetividad”- Paidós, Buenos Aires, 1994

 pareja acepta el tema de conversación, lo profundiza y abre nuevos significados para ambos y en su relación. Los contextos se mantienen estables a través del tiempo debido a que, en un  proceso circular, los participantes actuamos en concordancia con las reglas 10 de los sistemas en los que estamos incluidos, y de ese modo, las re-generamos. Esto es lo “normal”, obvio y predecible, pero... ¿ Evaluamos las consecuencias? ¿Cuáles son las visiones, las acciones, los  problemas y las soluciones, que estas reglas permiten y repiten? ¿A dónde nos conducen? ¿En qué medida podemos reproducir sin pensar y sin querer, las interacciones mortíferas de contextos invalidantes y deshumanizantes? El conocimiento, la información, la reflexión, acerca de los contextos en los que estamos incluidos, son claves para aumentar nuestras posibilidades de elegir aquello que sea útil a la vida. Me parece interesante la responsabilidad ética involucrada en la palabra elegimos (el subrayado es nuestro). Como terapeutas debemos aspirar a que la fuerza implicativa de nuestras acciones contribuya a modificar el contexto problemático que dio lugar a la consulta.

CONTROL:  Ninguna parte de un sistema, por “jerarquizada” que ella se encuentre, puede ejercer un control unilateral sobre la totalidad. Para ejercer este control depende de la información que recibe acerca de aquello que desea controlar, y del registro de los efectos de sus propias acciones, todo lo cual la coloca en una cadena de interdependencias que  pueden modificar el sentido mismo de sus acciones. Llamaremos “jerarquía” a la situación asimétrica en la que un subsistema puede afectar a otros de manera diferente que éstos al  primero.  La asunción de responsabilidades del terapeuta nunca debe asimilarse a la  posición de alguien que va a “controlar el proceso”, sino más bien a la de un director  técnico que es contratado directamente por los jugadores, de quien legítimamente se esperan resultados, y que fracasará o tendrá éxito de acuerdo a la calidad y pertinencia de su comunicación con quienes solicitan su servicio.

REDUNDANCIA, REGLAS Y CONSTREÑIMIENTOS: “Si se confiere a un sistema como el homeóstato la capacidad para acumular  adaptaciones previas para su uso futuro, la probabilidad inherente a las secuencias de configuraciones internas sufre un cambio drástico 11en el sentido de que ciertos agrupamientos de configuraciones se vuelven repetitivas, y, por ende, más probables que otras.” (Watzlawick) 10 11

Reglas de un sistema: pautas estables configuradas en la interacción (ver pág....) Deja de ser azarosa (P.D)

¿Qué significa esto para un sistema viviente? Nos lleva a pensar que las interacciones van configurando, a través del tiempo,  pautas o reglas, dichas o no, que son consensuadas y/o aceptadas (por acción u omisión, implícita o explícitamente, con entusiasmo o bajo protesta) por los participantes, que las realimentan y reproducen tanto en sus acciones como en su visión y expectativas respecto a los demás participantes. Las reglas podrán cambiarse con mayor o menor facilidad de acuerdo a su coherencia con las metarreglas, o ejes paradigmáticos de la organización. Como puede deducirse de los supuestos anteriores, un cambio en las reglas (que se haga efectivo en la acción y no quede en el intento) modifica la relación de las partes entre sí y con la totalidad, modifica las alternativas y, en rigor, puede dar lugar a “otro sistema” 12. Para referirnos a las reglas desde otro punto de vista, daremos el nombre de constreñimientos a todo lo que no se puede hacer en un sistema. Otra vez: virtualidades inhibidas (atención, esto no tiene que ver necesariamente con virtudes inhibidas; la civilización restringe muchas de nuestras peores virtualidades). Una manera de aplicar estas ideas para comprender y ayudar a las personas, es imaginar que las reglas están codificadas; podemos deconstruirlas en parte a partir de lo que la gente cuenta, pero sobre todo aprendiendo a discernir secuencias circulares que se repiten y que tienen algo en común. Este algo en común puede no ser obvio (¡puede ser  tan obvio que no lo veamos!); la tarea del observador es encontrarlo, decodificarlo, en términos comprensibles para el mismo observador  y para el sistema. El buen diagnóstico de la organización no sólo predice y prescribe; comprende cómo las predicciones y prescripciones de la organización son parte esencial de sus interacciones. Estamos buscando la pauta que conecta, el patrón (pattern) que se reitera como una coreografía sostenida en la interacción de los integrantes, en subsistemas y en el sistema mayor. La descripción/construcción de esta pauta es una creación compartida que dará lugar, si es adecuada, al nuevo territorio llamado “sistema terapéutico”. Es decir, que al implementar el pensamiento circular o recursivo, consideraremos que toda acción es a la vez causa y efecto, todo estímulo es a la vez una respuesta, y que son las cadenas de interacciones reiteradas las que hacen emerger nuevos climas que a su vez influyen sobre la totalidad. 

JERARQUIA

El lugar del profesional en el sistema terapéutico le permite tomar la iniciativa al  proponer determinadas reglas básicas para la acción. Este liderazgo significa que el  profesional tiene más del cincuenta por ciento de la responsabilidad por la calidad de las relaciones que se van a consolidar en su contexto laboral, y que debe lograr, a la vez, que estas buenas relaciones sirvan prioritariamente para llevar adelante el tratamiento en forma efectiva, rápida, y apuntando a la resolución del motivo de consulta de un modo que  promueva la evolución del sistema y aumente sus alternativas. Desarrollaremos más a fondo este concepto en el capítulo dedicado a los criterios de admisión. 12

Isabelle Stengers, “Exploración y Drama.”

En este proceso el profesional, como decíamos más arriba, tiene más del cincuenta  por ciento de la responsabilidad. Su posición es diferente a la que ocupará, seguramente, en otros sistemas relacionales; con un amigo o con nuestra pareja, no tenemos por qué asumir  más del cincuenta por ciento de responsabilidad, nunca. Sí la tenemos con los niños, hasta cierta edad. ¿Qué significa entonces  jerarquía? Por cierto no queremos decir que unas  personas sean “mejores” ni “más fuertes” ni “más capaces” que otras. Decimos que una parte del sistema ocupa un lugar de jerarquía cuando puede influir a las otras de una manera distinta de la que ellas la influyen. Ejemplo: cuando el  bebé llora, la madre no reacciona igual que él. Para que la crianza sea posible, la madre tiene que poder tolerar mucha más inestabilidad de parte del bebé que el bebé de parte de ella. Cuando los pacientes cuentan sus temores al profesional, él los escucha a partir de su formación y su experiencia; los pacientes ejercen influencia sobre el profesional, pero él o ella tiene que detectar cuál es esta influencia para poder convertirla en información que le  permita atenderlos mejor. Y debe contribuir a generar y pautar activamente un contexto con fuerza suficiente para estabilizar los intercambios. Estas acciones se traducen inmediatamente en sensaciones físicas inconfundibles de confianza y confort. La conducción de un tratamiento desde el lugar jerárquico adecuado  permite iniciarlo y terminarlo según criterios que satisfagan a todas las partes.  Podemos pensar que el hecho de que sea Laura la que se ofrece como paciente, nos está  proponiendo marcar el contexto como “ella es o tiene el problema”, lo cual restringiría nuestras ulteriores intervenciones.  En una familia tan conflictiva, el hecho de que distintos integrantes acudan a la consulta cuando los convocamos es una marca de contexto que denota y aumenta la confianza de todos en el proceso.

CUALIDADES Y PROPIEDADES EMERGENTES: “El todo es más que la suma de las partes. El sistema posee algo más que sus componentes considerados de forma aislada o yuxtapuesta: -su organización. -La unidad global misma (el “todo”). -Las cualidades y propiedades nuevas que emergen de la organización global.”(...) “Se puede llamar emergencias a las cualidades o propiedades de un sistema que  presentan un carácter de novedad con relación a las cualidades o propiedades de los componentes consideradas aisladamente o dispuestos en forma diferente en otro tipo de sistema.”(...) “Es completamente remarcable que las nociones, aparentemente elementales, de materia, vida, sentido, humanidad, corresponden de hecho a cualidades emergentes de sistemas (Serres, 1976). La materia no tiene consistencia, sino a nivel del sistema atómico. La vida, acabamos de verlo, es la emanación de la organización viva; y no es la

organización viva la que es la emanación de un principio vital. El sentido que los lingüistas  buscan a tientas en las profundidades o recodos del lenguaje, no es otro que la emergencia misma del discurso que aparece en el despliegue de las unidades globales y retroactúa sobre las unidades de base que lo han hecho emerger. Lo humano, en fin, es una emergencia propia del sistema cerebral hipercomplejo de un primate evolucionado. Así, definir al hombre por oposición a la naturaleza, es definirlo exclusivamente en función de sus cualidades emergentes.” (...)”Si es verdad que las emergencias no constituyen virtudes originarias, sino virtudes de síntesis, si es verdad que, siendo siempre cronológicamente secundarias, son siempre primeras por la cualidad, si es verdad, pues, que las cualidades más preciosas de nuestro universo no pueden ser sino emergencias, entonces es preciso que invirtamos la visión de nuestros valores. Queremos ver estas virtudes exquisitas como esencias inalterables, como fundamentos ontológicos, cuando son frutos últimos. En la base no hay más que constituyentes, mantillo, abonos, elementos químicos, trabajo de bacterias. La conciencia, la libertad, la verdad, el amor son frutos, flores. Los encantos más sutiles, los  perfumes, la belleza de los rostros y de las artes, los fines sublimes a los cuales nosotros nos abocamos, son las eflorescencias de sistemas de sistemas de sistemas de sistemas, de emergencias de emergencias de emergencias...Representan lo que hay de más frágil, de más alterable: un nada las desflorará, la degradación y la muerte las golpearán primero, siendo que nosotros las creemos o las querríamos inmortales.” (Edgar Morin, El Método, Tomo I, págs 129, 130 y 135).  Esta visión de Morin nos convoca a la responsabilidad de sostener y generar los contextos en los que puedan desarrollarse aquellas cualidades emergentes que consideramos deseables.  En el caso de Laura y su familia, el desarrollo actual ha sido posible en las condiciones geográficas y de comunicación que mantenían separadas a los dos  subsistemas. Es necesario traer a primer plano las virtudes y funciones exitosas que se han logrado y comenzar a formular una visión de futuro, ampliada y propicia al  crecimiento, de la vida de Laura.

AZAR: Dado que no estamos en condiciones de zanjar las discusiones académicas acerca del azar y la necesidad, de lo causal y lo aleatorio, nos basaremos a los fines de este libro en la siguiente definición: Llamaremos hecho azaroso, accidente o alea a toda aquella perturbación que la organización no pudo prever (el pasado en el tiempo de verbo es deliberado), que le cuesta comprender (es decir, integrarlo en sus circuitos de generación de sentido) y cuyo primer  efecto es el desorden, desde el punto de vista de la organización. Decimos que esta es una definición constructivista, pensándola desde el sistema como observador que construye sus parámetros de orden y sentido. A lo que queda fuera de éstos no lo entiende, es decir, le da el nombre de azar. Y justamente por ser ajenos a su  paradigma, los eventos azarosos pueden aportar al sistema valiosas novedades y  posibilidades. El efecto de la perturbación azarosa dependerá de la combinación de tres elementos:

A) la perturbación; obviamente, no es lo mismo una bomba que una amenaza de bomba. Menos obviamente, la perturbación también tiene sus tiempos y modos propios de acción, inter-acción y manifestación (como un virus biológico o informático) que darán ritmo y forma al proceso. B) estado y características del sistema : un sistema en estado naciente cuyas reglas no están bien consensuadas y consolidadas por la repetición es más vulnerable que uno que ha experimentado un repertorio a través del tiempo; un sistema joven y flexible utilizará la  perturbación de distinta manera que uno con pautas rígidas y comunicaciones deficitarias; un sistema en estado de crisis puede amplificar la perturbación (runaway) o responder con un feedback negativo totalmente desmedido; etc., etc., etc... C) relación del sistema con su entorno: Dentro y fuera del sistema, la calidad y cantidad de la comunicación tiende a neutralizar la perturbación. Si la organización afectada tiene una relación favorable con su ecosistema, es decir, si no está amenazada también desde afuera; si logra prever las incidencias de su perturbación en el output, es decir, en aquello que aportará distorsionado al entorno; si puede incorporar rápidamente aprendizajes de otras organizaciones similares frente a estas perturbaciones, entonces diremos que es ayudada  por su entorno a controlar o integrar aquello que ingresó por “azar”. También es importante considerar si puede negar hacia afuera los efectos del problema, obligando o intentando obligar a otros sistemas a que se hagan cargo del mismo (por ejemplo, alteraciones en un servicio público, que al tener la clientela cautiva no “necesita” compensarlas y las deriva al entorno).  En la familia del ejemplo, el despido del padre de su trabajo constituyó un hecho azaroso que desencadenó cambios en todo el sistema.

ORGANIZACIÓN “Organización es la disposición de relaciones entre componentes o individuos que produce una unidad compleja o sistema dotado de cualidades desconocidas en el nivel de los componentes o individuos”. E.Morin La organización es siempre re-organización, dado que en los sistemas abiertos hay permanentemente alteraciones de origen interno y externo que dan lugar a modificaciones que el sistema debe tratar de integrar generando una vez más su organización, es decir  auto-re-organizándose. Orden Interacciones

Desorden Organización

es el macro-concepto que propone Morin.

En esta visión la organización es productora y producto del orden y el desorden. Su equilibrio, y su existencia misma, implican una permanente generación de sí, atendiendo a sus propias lógicas en intersección con las del entorno, al cual influye y por el que es influida. Morin sintetiza esta idea con otro macro-concepto, de

auto (geno-feno) eco-re- organización. Esta idea influye en nuestra visión de lo que es terapia; si pensamos que toda organización cuenta con los recursos para auto-re-generarse, o es capaz de procurárselos, la función de los expertos pasa a ser “estimular” o “destrabar” aquellos procesos evolutivos que podamos “encontrar” (co-construir ) en el sistema consultante, aumentando sus alternativas hacia la creación de soluciones y coordinación de inter-acciones para una organización más rica. A través de esa co-construcción se da lugar a un “acople” transitorio del terapeuta con el sistema consultante, generando el sistema terapéutico o sistema en consulta.

SISTEMAS ORGANIZADOS POR PROBLEMAS Siguiendo a Anderson y Goolishian podemos decir que las personas que vienen a consulta forman parte de sistemas organizados por problemas. En términos de los autores “tal como va cambiando la definición del problema, también puede variar el número de integrantes del sistema. No quisiéramos dar a entender que los problemas aparecen de golpe y requieren de una solución particular y activa; sino que consideramos que el rol del terapeuta consiste en tomar parte de los procesos de creación del lenguaje y significado sobre el problema que el sistema tiene, así como fomentar un diálogo orientado a la resolución del problema, y por consiguiente, a la disolución del propio sistema.” Esta definición de “sistemas organizados por problemas” nos lleva a una lectura contextual mucho más flexible que la que se desprende del nombre tradicional de este campo,“Terapia Familiar”. Si bien seguimos pensando que en la familia, por la continuidad e intensidad de los procesos compartidos, se generan pautas claves para la vida de las  personas, podemos recortar de muchas maneras útiles los contextos o sistemas que están involucrados en los problemas que producen la consulta. Por ejemplo, en la escuela, en los sistemas de salud de los que participan los pacientes, en el barrio, en los grupos de amigos. Tener en cuenta estos contextos nos permite encontrar/construir la lógica dentro de la cual el problema tiene sentido. Ver la lógica de un problema en coherencia con la lógica de su(s) contextos nos ayuda a evitar patologizaciones y a pesquisar de qué manera el problema está ayudando a los sistemas a permanecer (estabilidad, retroalimentación negativa, trabajo de permanecer) y a la vez constituye la noticia de otras necesidades y posibilidades, que hablan de visiones diferentes y futuros posibles para la organización.

PUNTUACIÓN:  para Watzlawick, “no se trata de determinar si la puntuación de la secuencia comunicacional es, en general,  buena o mala, pues resulta evidente que la puntuación organiza los hechos de la conducta y, por ende, resulta vital para las interacciones en marcha. Desde el punto de vista cultural, compartimos muchas convenciones de puntuación que, si bien no son ni más ni menos  precisas que otras visiones de los mismos hechos, sirven para reconocer secuencias de interacción comunes e importantes.” Es decir, que el llamar a una determinada secuencia “cena” no es menos correcto que denominarlo “sentarse a charlar y comer algo” o “el problema de la noche” o “desobedecer los consejos de mi médico”. Watzlawick cita a Bateson y Jackson: “La “realidad de las definiciones de rol pertenece por cierto al mismo orden de realidad de un murciélago en una lámina de Rorschach, una creación más o menos sobredeterminada del proceso perceptual. La rata que dijo: ”Ya he adiestrado a mi experimentador. Cada vez que presiono la palanca, me da de comer,” se negaba a aceptar la puntuación de la secuencia que el experimentador trataba de imponer.” “En la raíz de innumerables discordias en las relaciones personales está la discrepancia acerca del modo de puntuar la secuencia de sucesos.” Cuando Watzlawick y sus colaboradores publican “Teoría de la Comunicación Humana”, todavía están pensando en una secuencia de hechos que son puntuados por quienes participan de ellas, y que pueden ser observados “objetivamente” por un agente “externo al sistema”. Esta premisa de “objetividad” que ya comenzaba a ser cuestionada, evoluciona hacia la posición teórica y clínica conocida como cibernética de segundo orden. El observador pasa a ocupar el centro (ciego) de la escena. No se dedica a “mirar” sus mundos, sino a crearlos, en base a un trabajo de percepción y diseño en el cual construye (con su comunidad) el significado de sus experiencias. La idea de “realidad objetiva” como última verdad es desafiada; no hay un acceso más fiel que otro a “lo real”, sólo consenso, veracidad, engaño intencional o malentendido. Bradford Keeney, que realiza un desarrollo de inigualable precisión y claridad 13, enlaza la idea de puntuación a la actividad básica del observador: trazar distinciones . “ Esta idea, que Watzlawick , Beavin y Jackson designaron como “la puntuación de la secuencia de sucesos” es análoga al concepto de “indicación”, de Spencer-Brown. Toda vez que un observador traza una distinción, establece concomitantemente una indicación, vale decir, señala que uno de los dos aspectos distinguidos es el primario (...)El empleo de la distinción para crear la indicación es una manera de definir la “puntuación”. “Los especialistas en semántica general (p. Ej. Korzybski, 1973) demostraron que el lenguaje es la herramienta para imponer distinciones en nuestro mundo. Dentro de un 13

”Estética del Cambio”.

sistema lingüístico dado, efectuamos ciertas elecciones con respecto a las pautas que discernimos. Por ejemplo, un terapeuta puede indicar o puntuar que el individuo o la organización familiar es su unidad de tratamiento, o bien puede decidir ver dicha unidad desde una perspectiva que vuelve irrelevante esta distinción del individuo o la familia.” (Los subrayados son nuestros).  Nos referimos entonces a los sistemas en los que participamos como “ sistemas observantes”, definición acuñada por Heinz von Foerster para referirse a las organizaciones que incluyen al observador que las describe. A la vez , si el observador está trazando sus distinciones por medio del lenguaje, diremos que está participando en la coconstrucción de un sistema lingüístico, es decir, en varios circuitos recursivos de conversaciones que generan sentido.

¿Y YO QUÉ SOY??? Una de las más fecundas metáforas de los teóricos sistémicos en los últimos tiempos, nos habla de la identidad personal como una narración:

“(...) el sí mismo no es una entidad estable y duradera, sino una autobiografía que escribimos y reescribimos en forma constante, al participar en las prácticas sociales que describimos en nuestras siempre cambiantes narraciones.” H. Anderson y H. Goolishian14 Más adelante veremos que los neurobiólogos coinciden en esta visión del sí mismo como construcción permanente de nuestra mente.

ESPACIO CONVERSACIONAL “Lenguaje: red de coordinaciones conductuales consensuadas.”

H. Maturana15

Esta nueva concepción del lenguaje puede verse ya esbozada en los “Axiomas exploratorios de la comunicación” 16 y será desarrollada por diferentes autores de la corriente constructivista y del construccionismo social. Humberto Maturana 17 afirma: 14

Schitman, D (comp): “Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjetividad”- Paidós-Buenos Aires, 1994 15

H. Maturana, “Ontología del Conversar”- Revista Sistemas Familiares, 1990. Watzlawick , Beavin y Jackson, “Teoría de la Comunicación Humana”. 17 * “Ontología del conversar” Revista Sistemas Familiares, 1990 *El Ojo del Observador”- Capítulo: “La Ciencia y la Vida Cotidiana: Ontología de las Explicaciones Científicas”16

“(...)el lenguaje se produce cuando dos o más personas en interacciones recurrentes operan a través de sus interacciones en una red de coordinación recursiva entrecruzada de coordinaciones consensuales de acciones (...) sostengo que los seres humanos existimos como tales en el lenguaje, y que todo lo que hacemos como seres humanos lo hacemos como diferentes maneras de funcionar en el lenguaje.” Todos los intercambios verbales y no verbales que tienen lugar en el tratamiento, forman parte de una conversación continuada que se va integrando a la historia de la familia consultante, a la historia e imagen que los consultantes tienen de sí mismos, de su pasado y de su futuro. Vemos ahora integrados los conceptos de recursividad y de lenguaje, en las interacciones en las que permanentemente creamos nuestros contextos y somos creados por  ellos. Harold Goolishian desarrolla una conexión de estas ideas con el trabajo del terapeuta: “Los sistemas humanos son generadores de lenguaje y, simultáneamente, de significación. La comunicación y el discurso definen a la organización social (..) el sistema terapéutico es un sistema lingüístico semejante a los anteriormente mencionados. (...) Todo sistema en terapia es un sistema que se ha cohesionado dialógicamente alrededor de algún “problema”. Este sistema desarrollará un lenguaje y un significado que sean específicos para sí, específicos para sus organizaciones y específicos para su disolución en torno al “problema”. En este sentido, el sistema terapéutico es un sistema que puede ser  distinguido por la co-creación de significación y su evolución alrededor del problema, en vez de caracterizarse por una estructura social determinada, por ejemplo una familia. El sistema terapéutico es un sistema organizador-disolutor de problemas”. 18

RECAPITULANDO: ALGUNAS CONSECUENCIAS DE ESTAS IDEAS EN EL DISEÑO Y PRÁCTICA DE LA PSICOTERAPIA 1. La asunción plena de responsabilidad por el cambio en un inicio, por parte del/la terapeuta, brinda un marco jerárquico claro del cual se puede entrar y salir, y dentro del cual se podrá negociar. Este marco jerárquico representaría un grave peligro moral para el/la profesional si se permitiera o  permitiera a los consultantes creer que sus opiniones son por sí mismas “mejores” que otras; en cambio, si lo tomamos como un estado de aprendizaje y servicio permanente, nos posibilitará un trabajo tranquilo y la adecuada contextualización de la consulta. 2. Es responsabilidad del/la terapeuta generar marcas de contexto que faciliten el tránsito del sistema en consulta a estados evolutivos más deseables. 3. Desde la primera consulta, y aun cuando no incluyamos físicamente a otros en el tratamiento, sino solamente a la persona que acudió a consultar, estaremos construyendo con él o ella mapas interactivos y evolutivos de sus escenarios sociales más importantes. 18

Anderson, H, y Goolishian, H. “Un Abordaje Sistémico del Lenguaje”

4. Vemos el tiempo necesario y posible para promover cambios en un sistema, reducido por razones que tienen que ver con esta forma de entender los  procesos de estabilidad y cambio. Estabilizar el sistema con el terapeuta dentro implica que estamos actuando como si pensáramos que el sistema no  puede funcionar sin nosotros. Este puede ser el caso si nos asumimos como familia sustituta en casos de gravísimas deficiencias sociales, biológicas o contextuales; en nuestra experiencia, menos del diez por ciento de la consulta en un consultorio privado. En estos casos no estamos apuntando a la generación de cambios sino más bien a evitar daños mayores y al apuntalamiento de logros; o bien estamos luchando contra contextos violentos cuyo poder de daño los consultantes no han logrado alejar o neutralizar (por ejemplo, pacientes que interactúan intensamente en organizaciones corruptas).

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS  Anderson, H, y Goolishian,H.: “Un Abordaje Sistémico del Lenguaje” Manual para la formación de Terapeutas del Galveston Institute.FUNDACION INTERFAS, Buenos Aires, 1992.  Anderson, H. & Goolishian, H. (1988). Human Systems as Linguistic Systems: Preliminary and evolving ideas about the implications for clinical theory. Family Process, 27, 371-393  Anderson, H. & Goolishian, H. (1990). Anderson, H. & Goolishian, H. (1990). Beyond Cybernetics. Family Process, 29, 157-163.  Bateson, Gregory: “Pasos Hacia una Ecología de la Mente” - Editorial Lohlé/Lumen, Buenos Aires, 1998.  Bateson, Gregory: “Espíritu y Naturaleza”- Editorial Amorrortu, Buenos Aires, 1980. Dabas, Elina, y Najmanovich, Denise (comp): “Redes, el Lenguaje de los Vínculos”- Edit. Paidós, Buenos Aires, 1997.  D’Angelo, Patricia C. y otros: “Una Psicoterapia Democrática”Revista Perspectivas Sistémicas, Buenos Aires, 1993.  D’Angelo, PatriciaC.: “Clínica con Niños”- Secretaría de Salud Pública, Municipalidad de Rosario, 1994. Fried Schnitman, Dora (comp): “Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjetividad”- Edit. Paidós, Buenos Aires, 1996.  Fuks Saúl: FSPC: La facilitación sistémica de procesos colectivos. “Artesanía de contextos” focalizada en la promoción de

la creatividad y de los procesos participativos en grupos, comunidades y redes*. Revista IRICE , 2009,  Jutorán Sara : “El proceso de las ideas sistémico cibernéticas” Revista Sistemas Familiares Año 10 No. 1 Abril 1994

 Keeney, Bradford: “Estética del Cambio”- Paidós, 1994.  Minuchin, Salvador: “Familias y Terapia Familiar”- Edit. Gedisa, Barcelona, 2009.  Morin, Edgar: “El Método: La Naturaleza de la Naturaleza” (Tomo I) “El Método: La Vida de la Vida” (Tomo II) Ediciones Cátedra, Madrid, 2006. “Ciencia con Consciencia” - Editorial Anthropos, Barcelona, 2004.  Najenson, Norma y D’Angelo, Patricia: “Motivación en Odontopediatría” Amalevi Imprenta Editorial, Rosario, 2003  Papp, Peggy: “El Proceso de Cambio” - Edit. Paidós, Buenos Aires, 1994.  Prigogine, Ilya, y Stengers, Isabelle: “La Nueva alianza. Metamorfosis de la Ciencia”Alianza Editorial- Madrid, 2002.  Stengers, Isabelle: “Exploración y Drama”- Cahiers Critiques de Thérapie et de Pratique des Réseaux, Bruselas, 1987. Varela, Francisco”Principles of biological autonomy”  Elsevier North Holland, N Y, 1979. “Conocer”- Editorial Gedisa, Barcelona, 1990. Watzlawick , Paul et al.: “Teoría de la Comunicación Humana ”, Editorial Herder, Barcelona, 1995. Watzlawick, Paul y Krieg, Peter (comps.): “El Ojo del Observador-Contribuciones al Constructivismo.” Editorial Gedisa, Barcelona, 1995.

CAPÍTULO 2: LA FAMILIA COMO ORGANIZACIÓN QUE EVOLUCIONA

LA FAMILIA Como hemos visto en el capítulo anterior, esta intención de pensar sistemas es aplicable a cualquier contexto que queramos mirar. Vamos pensar la familia humana como un sistema vivo que se autoconstruye.

Lo hacemos, porque en la historia de cada familia, y sobre todo, en su realidad presente, cobran sentido muchas conductas de adolescentes, adultos/as y niños/as, que aisladas parecerían caprichosas o misteriosas. La familia es un contexto generador de sentidos que no pueden ser entendidos fuera de ella; tanto es así que quienes miramos a una familia desde afuera solemos decir: “Cada casa es un mundo”. A través de los años y de muchas transformaciones, hay rasgos de la organización familiar que se mantienen: es el lugar de los afectos más intensos, de la lealtad, de la generación de identidades, del sentido del pasado a través de la historia y del sentido del futuro a través de los proyectos de vida.

¿De qué familia hablamos? Si centramos nuestra prioridad en las niñas y los niños, entenderemos por familia al grupo que convive con ellos, o a otros adultos 19 muy significativos; deberemos saber  quiénes ejercen las responsabilidades de educarlos, cuidar de su salud y de su bienestar  emocional, teniendo influencia importante sobre ellos. Esto significa que no siempre las  personas que pactan y sostienen los pactos con el mundo externo (escuela, actividades recreativas, asistencia profesional) serán “el papá y la mamá”; tal vez ellos no estén en contacto con el pequeño , o existan otras personas que deberemos incluir en el pacto para que el acuerdo sea firme y efectivo. Por ejemplo, una abuela que trae al niño mientras la mamá trabaja, tiene un peso importantísimo en el desarrollo del tratamiento. Una empleada doméstica, si está muchas horas con los pequeños y su criterio es respetado en la familia, (por su propio valor, o por ausencia o debilidad de los padres), deberá ser  considerada parte de la familia. Si no centramos nuestras prioridades en los niños/as, consideraremos familia al sistema integrado por los/las convivientes, a los vínculos consanguíneos, haya o no convivencia; y a otras relaciones significativas por su permanencia en el tiempo.

CARACTERISTICAS Y FUNCIONES DE LA FAMILIA  EN NUESTRO MEDIO 1.Comunicación directa entre sus miembros. Sobre todo en los años de la infancia, el grupo familiar es un grupo en contacto muy estrecho. La comunicación no sólo es cara a cara sino que involucra un contacto corporal y una mutua regulación de los ritmos biológicos. El niño/a influye en el adulto y el adulto influye en el niño/a. En todas las etapas de la vida humana, la comunicación no verbal es importantísima; pero durante la infancia, mientras la comunicación verbal está 19

Carecemos de experiencia con familias homoparentales. Es probable que la mayoría de los criterios aquí desplegados sean útiles para una amplia diversidad de familias. Queda pendiente una profundización de este tema.

en formación, es el contacto visual y corporal el que determina más fuertemente el sentido de lo que ocurre en cada momento de la vida individual y familiar.

2.Interacciones propias y específicas. Con nadie más, o con casi nadie, tenemos el tipo de vínculo que se da dentro de la familia y la pareja. Esto no sólo concierne a la confianza y el amor. La familiaridad tiene otras derivaciones: “Con nadie se pelea como con su hermanito...” “A nadie maltrata tanto como a esta hija.” Así, hay conductas que sólo se desplegarán completamente dentro de la familia; y cuando la familia está implicada con otras instituciones, por ejemplo, en la escuela, pueden seguir ocurriendo ente sus miembros. Por ejemplo, un niño/a caprichoso, probablemente lo es con sus papás más que con nadie. Es importante saber que no necesariamente con otros adultos/as se establecerá el mismo vínculo.

3.Generación de códigos y reglas que dan sentido a la interacción Pensamos que la gente se organiza en familias como quien está permanentemente  jugando, es decir, inter-actuando en base a reglas. Estas reglas y costumbres surgen y se transmiten en la vida cotidiana y deben modificarse periódicamente a medida que la familia o su entorno experimentan cambios importantes. Algunas de estas reglas llegan a hacerse explícitas: “En la mesa no se lee”, les decimos a los chicos (La crianza es una oportunidad de mostrar y revisar reglas). Esto no es siempre necesario; sabemos qué esperar unos de otros, y eso nos da una base para comprender, actuar y predecir. Vemos cómo cada grupo familiar llega a combinar sus reglas con las de las instituciones que lo rodean (Ej. Ingreso de los niños/as a la escuela, relación de una empresa familiar con otras empresas). En el contacto con los mundos culturales que la rodean, la familia encontrará muchas veces desafiadas las reglas, supuestos y hábitos que constituyen su mundo estable y la base de su pensamiento/acción. Es un proceso vital el conservar su identidad y a la vez flexibilizarse y aprender en grado suficiente para conservar un intercambio fructífero con el entorno.

4.Otorgamiento y ejercicio del poder En las familias suele haber transacciones asimétricas en las cuales se otorga y ejerce el poder. Cada atribución de poder implica una responsabilidad; el padre o la madre tienen la responsabilidad por el cuidado de sus niños/as y tienen que tener derecho a tomar las decisiones correspondientes. El poder que no genera, en los hechos, responsabilidad, se convierte en autoritarismo y explotación. El único poder necesario y democráticamente aceptable dentro de las relaciones afectivas es el de los adultos sobre los menores; ya que es imprescindible para su tutela y protección.

Al acudir a la escuela o a la consulta profesional los padres desean otorgar poder a otros y otras para intervenir en la crianza de sus hijos. Si no fuese así no acudirían; pero  podemos observar muchas contradicciones y ambivalencias.. Muchos problemas escolares o sistemas terapéuticos ineficaces se originan y mantienen como “campos de batalla” entre la autoridad de los padres y las autoridades escolares o profesionales intervinientes.

5. Organización jerárquica Del ejercicio reiterado de estas responsabilidades y atribuciones en relación a las personas menores de edad, y de las reglas que emanan de ellos, surge una forma de actuar en la familia que constituye una verdadera organización jerárquica , en la cual no todos tienen las mismas atribuciones para tomar decisiones. Cuando hay hijos pequeños o adolescentes, los padres, y tal vez otros adultos/as de la familia, tienen responsabilidades y autoridad en relación a su bienestar. Están obligados a brindarles nutrición y guía, en lo físico y afectivo. Las responsabilidades y la autonomía de los y las menores deberían aumentar con el tiempo, pero en tanto sean menores siempre habrá una diferencia cualitativa entre ellos y los adultos/as. Cuando los hijos llegan a la adultez, cada uno debería ser responsable por su  propia vida, pudiendo establecer relaciones de paridad entre padres e hijos. En realidad esto implica una larga transición, que puede ser muy difícil; la desarrollaremos en el punto correspondiente a “El adulto joven”. La organización jerárquica de la familia variará de acuerdo a las edades de los integrantes; existen situaciones en las que el desnivel jerárquico no existe, ya que hay un entendimiento entre pares. Esto es así cuando se trata de la comunicación entre hermanos o primos adultos/as, o en una pareja. En ese caso, nadie tiene autoridad sobre el otro; sí, seguramente, mucha influencia, dado que los vínculos familiares son muy intensos. Pero en principio, en una familia constituida por adultos/as, cada uno es responsable de su  propio bienestar y nadie tiene atribuciones para decidir por otro. Tampoco existe una obligación de protección y alimento. Cuando hay ancianos/as en la familia, los grados de autonomía y responsabilidad entre sus integrantes pueden variar, llevando a distintas soluciones de acuerdo a las características de los integrantes, su historia, y las circunstancias que les toque vivir. La familia puede llegar a invertir totalmente el esquema jerárquico de sus inicios, cuando los hijos llegan a tomar decisiones sobre la vida de sus ancianos padres.

¿Autoridad o autoritarismo? Por temor a ser autoritarios, muchos padres ( y algunos profesionales y docentes) temen ejercer su autoridad. Es necesario distinguir las enormes diferencias entre autoridad y autoritarismo.

Autoridad: es el ejercicio de una responsabilidad de conducción, llevada adelante por  medio de un compromiso coherente. Una autoridad democrática hace cumplir las reglas,  pero ella también está sujeta a reglas. La autoridad en la familia consiste, sobre todo, en la selección de criterios, de lo que es bueno o malo en cada momento para aquellos que están en proceso de desarrollo y/o no están en condiciones de decidir por sí mismos ; también hay que elegir la manera de llevar adelante estos criterios, proponiendo las formas de  participación de los hijos y escuchando sus puntos de vista y necesidades. Un buen ejercicio de la autoridad durante la crianza requiere de mucho diálogo y conocimiento de los propios hijos/as, una disposición al aprendizaje permanente y al monitoreo de las propias emociones. La autoridad bien entendida reconoce su interdependencia, no es omnipotente, y admite la crítica (porque también puede pensar  que para el desarrollo saludable de los hijos, es muy importante que aprendan, y  practiquen, cómo cuestionar sin destruir). Cuando se ejerce democrática y eficientemente la autoridad, el efecto es un clima de tranquilidad y respeto mutuo. Los niños/as evolucionan hacia una autonomía  progresiva y se relacionan bien con el mundo exterior a la familia. Todos los participantes se sienten valorados como personas, aunque pueda seguramente haber desacuerdos y conflictos. La resolución de los conflictos va agregando repertorio y ampliando la experiencia familiar. Cuando las adultas y los adultos no ejercen su autoridad, por temor de dañar a los hijos o de perder su afecto, éstos quedan en un lugar de conducción que no pueden llevar adelante en forma saludable. Por ejemplo, una niña de tres años que amenaza a sus padres y les arroja objetos cuando la mandan a dormir, necesita que le respondan con serenidad y humor. Si la reacción de los padres es temer que la niña no se sienta querida, si creen que ella va a autorregular su sueño y sobre todo si desean que siempre esté contenta, no se instalarán los hábitos familiares ni se ocuparán los lugares jerárquicos que permiten la crianza. Esos serán los modelos que la niña incorporará mientras sus propios desbordes la desconciertan y asustan. Así es como la infancia y la adolescencia pueden transcurrir, aún con mucha  presencia de los adultos, sin que las hijas y los hijos aprendan lo necesario para llegar a ser  adultos responsables.

Autoritarismo: es la negación del otro, el aniquilamiento del subordinado como persona, así se trate de un hijo, de la esposa o esposo, de un empleado. Se basa en la creencia de que al ocupar un lugar jerárquico la persona que lo ocupa queda por encima de todas las reglas y los subordinados, niño/as o adultos/as, deben aceptar el cambio arbitrario de cualquier  regla sin cuestionamiento. “Lo que ayer estaba bien, hoy está mal y no me preguntes por  qué”. Se confunde amor con lealtad ciega e incondicional, y no se permite la crítica, considerándola una traición. Cuando se argumenta: “Porque yo lo digo”, no se hace tanto como una manera de reafirmar la autoridad, sino más bien para negar el derecho del otro a

 pedir explicaciones. Esta es una autoridad que no respeta límites ni privacidad, ya que deriva directamente de la tradición romana, en la cual el padre era poseedor de sus hijos y esposa. Suele tener un fuerte componente machista, aún cuando pueda ser dententada por  una mujer. Cuando en una familia se ejerce durante mucho tiempo un poder arbitrario y totalitario, la persona que lo ejerce es al mismo tiempo amada, odiada, temida y compadecida. Es un vínculo que obsesiona y del cual es muy difícil desprenderse, no importa lo lejos que uno viaje. Existe en los hijos una preocupación por lo que podría  pasarle a ese padre o esa madre si ellos “lo traicionan”desobedeciéndole; al mismo tiempo que es probable que lo saboteen permanentemente, para demostrar (y demostrarse) que ellos no hacen lo que el padre o la madre quiere. En estas familias el proceso de individuación está seriamente interferido por el estilo de lealtad que han aprendido en sus vínculos primarios y los procesos de duelo suelen volverse lentos o patológicos. Estudiaremos más profundamente estos circuitos de interacción cuando tratemos el tema de la violencia psicológica y física en la familia.

6. Conciencia de pertenencia al grupo El nombre, la historia y el espacio compartidos, los antepasados, la intimidad, los proyectos…todo nos lleva a sentir que nuestra identidad está comprometida en el grupo familiar y que un cambio importante en la familia nos hará sentir distintos tarde o temprano. Los adultos y adultas vamos construyéndonos otros grupos de referencia que llegan a ser muy importantes en la integración de nuestra identidad: el trabajo, los amigos, los hobbies. Para un niño/a y aun para un adolescente, ese proceso de entrega al mundo externo recién está comenzando. El ancla y puerto de su identidad, de su propio ser, es su familia. El recibir afecto en forma coherente y continuada, le permite arriesgarse en otros vínculos, siempre que sienta que puede volver a puerto. Es por esto que insistimos en que una buena relación entre la familia y su entorno brinda da al niño/a un marco confiable y esperanzado, no importa con cuánto miedo o dificultades pueda estar comenzando.

7. Existencia de grados de tensión y conflicto La familia es una organización humana y como tal, incluye normal y permanentemente el conflicto. Sus integrantes son todos distintos en sus deseos y  posibilidades, y además están integrados a otras organizaciones que les proponen distintas  prioridades. Podemos decir que el equilibrio en la pareja y en la familia es siempre inestable, ya que cuando se han solucionado los problemas propios de una etapa del ciclo vital, ya están apareciendo los de la siguiente. Lo más importante en la familia no es que no haya conflicto, sino cómo aprenden los miembros a encontrar soluciones, enriqueciendo y fortaleciendo sus vínculos a la vez que cada uno afirma su individualidad.

Consideramos que la idea de que “todos debemos llevarnos siempre bien”, es en sí misma fuente de problemas y complica los ya existentes. Sin embargo, dada la importancia de las relaciones familiares para cada uno de nosotros, cuando el conflicto en ellas se vuelve crónico y sin esperanzas, esto paraliza funciones vitales de todas las personas involucradas.

8. Objetivos comunes y compartidos. Una familia funciona como una organización dedicada a la protección psicosocial de sus miembros y la transmisión de los valores de la cultura a traves del proceso de socialización. La familia puede o no dedicarse a la reproducción biológica, ya que hay muchos grupos familiares, de importancia vital para sus integrantes, en los cuales no hay hijos. Dentro del grupo familiar los objetivos individuales se integran y se establecen  prioridades de acuerdo a los criterios de la familia y a las circunstancias de su realidad. La familia puede colaborar o impulsar el proyecto de uno de sus integrantes, postergando otros.

9.Inserción e integración en su red social Vemos a cada integrante de la familia interactuando, a la vez, en muchas otras organizaciones formales (escuela, trabajo, club, sistemas de atención de la salud) e informales (barrio, plaza, café) que configuran su red social. Cuando la familia está aislada los vínculos se sobrecargan y sufren un desgaste mucho mayor ( por ejemplo, cuando hay un desarraigo, después de una migración o aun de una mudanza). La red social en la que vivimos es un elemento favorable a nuestra salud y todos necesitamos desarrollarla y cuidarla, como una forma de cuidarnos a nosotros mismos y a la calidad de nuestra vida familiar. Serias investigaciones 20 nos aportan evidencia de que “una red social personal estable, sensible, activa y confiable protege a la persona de las enfermedades físicas y psíquicas, acelera los procesos de curación, aporta información para resolver problemas y evita la sobrecarga en los vínculos de la familia.” En la actualidad, para muchos integrantes de la clase media argentina, todos nuestros vínculos están expuestos al desgaste debido a la falta de tiempo, stress laboral y restricción económica que, como grupo, estamos atravesando. Es de vital importancia que cultivemos y cuidemos activamente toda relación solidaria y gratificante ya que de ellas depende en gran parte nuestra salud como individuos, y, a la vez, el aporte que hacemos a nuestras familias.

20

”De cómo la red social afecta a la salud del individuo y la salud del individuo afecta a la red social” Dr. Carlos Sluzki, en “Redes, el lenguaje de los vínculos”,E. Dabas, (comp), Editorial Paidós.

Las relaciones que necesitamos no son las mismas a lo largo de toda nuestra vida (aunque aquellas que se mantienen pueden ser un verdadero tesoro). Los cambios evolutivos y económicos, las migraciones (aun dentro de la misma ciudad), hacen que un grupo familiar pierda su red o necesite nuevos vínculos.  No debe confundirse la participación en distintas redes con la pérdida de la intimidad familiar o la dilución de las responsabilidades. Tal vez por temor a este tipo de invasión, aparece en las familias de nuestra cultura una tendencia al aislamiento  justamente cuando entran en situaciones de crisis. Para preservar la lealtad familiar se evita la comunicación con el afuera; lo cual aumenta el stress, cierra el horizonte y dificulta la resolución de los problemas.

EL CICLO VITAL DE LA FAMILIA Una manera posible de ver a las familias es pensar que recorren un proceso de desarrollo, como una organización que se transforma a lo largo del tiempo, atravesando diferentes etapas. Damos a este proceso el nombre de ciclo vital. El ciclo vital se centra en los dilemas cotidianos que aparecen en los vínculos familiares, y especialmente cuando los y las adultos, en pareja o no, crían niños y niñas. A lo largo del tiempo, una familia mantiene su identidad a pesar de los cambios, a través de ceremonias y costumbres, conservando su estilo particular y brindando a los integrantes una sensación de relativa tranquilidad y estabilidad. Estos rasgos de identidad son celosamente preservados, y si no pueden mantenerse, los cambios se vuelven intolerables. Aquello que es más precioso para cada familia está relacionado en parte con la(s) cultura(s) en las que se vive, y muchas veces no se lo conoce hasta que es amenazado o perdido . En cada etapa del ciclo vital es necesario que los vínculos cumplan con determinadas funciones, lo cual se logra a través de la práctica concreta de tareas propias de cada etapa. Aprender, y llevar a cabo en forma coordinada, estas tareas, genera una nueva faceta del vínculo entre las personas, de la visión que se tiene del mundo, y de la identidad de cada uno. La estabilidad alcanzada en un período, cambia a medida que la familia y sus miembros crecen y se desarrollan. Se ha dicho que cíclicamente se van a suceder estadios de estabilidad, crisis, cambio y nueva estabilidad. Las transiciones de ciclo vital plantean una necesidad de aprendizaje, que es de por  sí estresante, aunque no tenga nada de patológico. El aprendizaje es individual (nuevas tareas para cada uno) y grupal (implica nuevas formas de vincularse dentro y fuera de la familia ). Cuando este aprendizaje se demora por distintas razones, la familia experimenta otra clase de dificultades, ya que no puede llevar a cabo sus funciones y esto realimenta los conflictos. Aquí pueden aparecer sintomatologías, que deben ser tratadas para evitar la

cronificación, tanto del padecimiento concreto, como de la detención en la evolución familiar. Sin embargo, las crisis originadas en la evolución vital de la familia no necesariamente provocarán síntomas o paralizaciones importantes en sus funciones. Debemos entenderlas como períodos de aprendizaje colectivo, en los que muchas de las  pautas que daban buenos resultados en la etapa anterior resultan insuficientes en la nueva etapa. Por ejemplo, a un muchacho soltero le puede resultar muy conveniente no planificar  nada para los fines de semana, dejando que sus programas vayan surgiendo espontáneamente. Cuando se casa o comienza a convivir en pareja, puede encontrar que su compañera tiene otras costumbres...o que si no se planifica nada, lo que surgen siempre son las mismas comidas en casa de sus suegros. Comenzará mostrándose incómodo o fastidiado, porque en el fondo espera que su costumbre de siempre dé los resultados de siempre; pero es el contexto lo que ha cambiado. Si no quiere los resultados actuales, tendrá que aprender a negociar con su pareja una manera de pasar los fines de semana que sea adecuada para los dos...e ir definiendo de algún modo la relación con las familias de origen.

EL CICLO VITAL DE LA FAMILIA EN NUESTRO MEDIO Observamos entonces, que las familias van necesitando aprender distintas habilidades, formas de compromiso y de relación con el “exterior”, de acuerdo a las etapas de su evolución. Describiremos estas etapas, teniendo en cuenta que en la vida real las funciones y tareas se superponen y confunden, llevando a situaciones que generan conflicto y exigen etabilidad, cambio y creatividad.

Etapa Pareja

Funciones Soporte y desarrollo de: la identidad sexual. el proyecto de vida individual. el proyecto de vida familiar. • • •



Embarazo del primer hijo

• • •

Tareas Generación de reglas: afectivas,sexuales, prácticas. Desarrollo de confianza, cooperación, solidaridad, intimidad y pertenencia. Gestación física y emocional Adecuación a cambios físicos y emocionales del embarazo. Fundación de pareja parental Preparación para el nacimiento. Reformulación de pareja sexual Relacion con el sistema de salud Reformulación de relaciones (médicos, instituciones). con familias de origen Inclusión o no de los futuros abuelos en el proceso. Atención física y emocional Disponibilidad para entender y del niño/a. atender al bebé. Ser padre. Regresión emocional inconsciente en todos los participantes. Ser madre. •











Nacimiento del primer hijo

• •





• • • •

Ser padres y abuelos. Ser hijos y padres a la vez. Pareja como equipo de trabajo. Pareja sexual y afectiva.

Relación con los sistemas de ayuda y de salud. Recuperación física y emocional de madre y padre. Percepción de la evolución del niño/a y capacidad de acción acorde a ésta.  Negociación entre padres y abuelos. Trabajo intensivo 24 hs al día: Adecuación al ritmo evolutivo del Salud y seguridad física  bebé: sueño, habla, control de esfínteres, deambulación. del niño/a. Agotamiento/gratificación. Delegación del cuidado? Relación con instituciones. •









Crianza del bebé hasta 3 años

• • • • •

Etapa Escolaridad

Funciones Tareas Relación con universos simbólicos de Integración de la familia a la escuela. la comunidad escolar. Desarrollo progresivo de autonomías Pertenencia del hijo al y nuevas conexiones en los vínculos mundo extra-familiar.  padres/hijos. Incorporación de saberes y conexión con otras familias. •









Desarrollo de identidad sexual. Replanteo de los vínculos intra y extra familiares. •

Adolescencia









Resolución de ambivalencias. Generación y aceptación de criterios individuales. Iniciación en

responsabilidades adultas. Integración a grupos de  pares. Búsqueda vocacional y ocupacional. Generación de vínculos entre padres e Hijos: Proyectos con pares. hijos adultos/as. Reformulación del lazo y Revisión de su rol familiar. Proyecto de la pareja parental. Ejercicio responsable de su sexualidad. Inserción laboral y ocupacional, resolución de necesidades económicas. Padres: Reorganización socioafectiva. Adecuación y disfrute de su  propia edad y posibilidades. •





Emancipación



• •

• •







Abuelidad



• •



Ancianidad de padres



Relación estable entre padres e hijos adultos/as. Relación entre abuelos y nietos. Inserción de las tres generaciones en esta etapa de su ciclo vital. Cuidados y sostenimiento recíproco. Reconocimiento e integración del envejecer y morir.







• •

Acompañamiento y cuidados recíprocos. Proyectos compartidos y/o Independientes de abuelos, hijos y nietos. Rol de cuidadores de los hijos y/o nietos. Revisión de los vínculos. Sentido del legado, continuidad en el tiempo.

Desarrollaremos someramente algunas de estas tareas y funciones.

LA PAREJA La relación de pareja es esencial para quienes la eligen. Para bien y para mal: serios estudios sobre el stress indican que las personas que tienen una buena relación afectiva son más resistentes a situaciones potencialmente dañinas; y que un vínculo de permanente angustia puede causar, por sí solo, gran perjuicio emocional y físico. La pareja se funda bajo el auspicio del amor, pero requiere un trabajo constante  para perdurar y crecer. Atravesará inestabilidades y problemas, evolucionando y

cambiando a través de distintos ciclos. Una pareja saludable es la que permite a la vez el desarrollo personal de sus dos integrantes, y un compromiso satisfactorio con la relación. Pero no están solos: en el diálogo de la pareja hay un diálogo intercultural implícito, ya que son dos personas con diferentes historias y visiones del mundo, expectativas y significados diferentes. Si las familias de origen no están presentes, los valores y prioridades que han inculcado en el proceso de crianza, originarán una diferencia que habrá que negociar hasta llegar a la constitución de una nueva unidad. Si, como suele suceder, existen padres, hermanos y otros familiares, habrá un período de negociaciones para la integración, hasta lograr un cierto consenso (lo que no significa siempre aceptación). Cada familia de origen tiene una forma de ver el mundo, objetivos que desea lograr, problemas que desea superar o evitar, maneras de manifestar el afecto y el disgusto...en fin, “estos somos nosotros”, dicen al recién llegado, que trata de comenzar a integrarse al grupo sin haber aprendido aún su lenguaje. A la vez que los dos integrantes tratan de superar la incomodidad que les produce el ser puestos a prueba por “el clan” del otro, cada uno de ellos debe encarar cómo introducir al recién llegado a “su propio clan”. En nuestra cultura, se suele esperar que la nueva pareja dé origen a un núcleo familiar independiente. No importa con quién vivan, tendrán que crear sus propias reglas  para generar una identidad compartida. Esto incluye horarios y costumbres domésticas, vida sexual, maneras de ganar y gastar el dinero, proyectos individuales y compartidos, ceremonias y rituales (como los cumpleaños, fiestas religiosas, etc). También tendrán que crear maneras de comunicarse con las familias de ambos. En esta nueva unidad, la pareja necesita generar reglas: afectivas (qué es estar  enojado, por ejemplo, y qué consecuencias tiene), sexuales (cómo se practica la sexualidad), y prácticas (cómo se resuelven las cuestiones de cada día). En el intercambio cotidiano se desarrollarán funciones como la confianza (saber   para qué se cuenta con el otro), cooperación (aprender a coordinarse), solidaridad (protección mutua), intimidad (compartir un recinto de privacidad y secreto) y pertenencia. Los conflictos se consideran parte de la evolución normal de toda pareja, y aun los matrimonios más felices relatan haber atravesado dilemas de los cuales no sólo no creían  poder salir, sino que han superado sin poder decir cómo. Las parejas de segundos o terceros matrimonios pueden adoptar  formas muy diversas según existan o no hijos y según las edades y circunstancias vitales de susu participantes. Recomendamos a las y los terapeutas formarse específicamente en el tema de la Familia Ensamblada.

No hay pareja despareja… Cada persona llega a sus elecciones de pareja con un variado repertorio interior de intenciones y posibilidades. Algunas partes de este repertorio se pondrán en primer plano y

en acción al decidir, cada uno y cada una, transformar un encuentro en un proyecto compartido. Existe una asociación explícita e implícita entre lo que una y otra persona están dispuestas a dar y recibir y a los códigos sexuales, emocionales, cognitivos y conductuales que sostienen en lo más profundo de su ser. Esta conjunción será la base de la relación y de todos los acuerdos que lleven a la acción .Las acciones compartidas tenderán a fortalecer estos aspectos de cada persona y a la vez, formarán la historia y repertorio compartido y recordado de la pareja. Los cambios individuales, por lo tanto, ya sean debidos a pérdidas, deterioros  personales o a crecimientos evolutivos, desafiarán la estructura interna del vínculo y  pondrán a prueba su flexibilidad y posibilidad de desarrollo.

EL PRIMER EMBARAZO Con el embarazo del primer hijo, comienza a gestarse una nueva familia. Algo de ella estaba en camino desde el momento en que a la convivencia de la pareja se sumó el  proyecto o la aceptación del embarazo.  No compartimos la visión determinista que sostiene que un hijo no deseado ocupará siempre un lugar conflictivo, ya que es evidente que a través del proceso de crianza el lugar de la niña o del niño puede cambiar mucho para los padres. Un casamiento “de apuro” puede ser la respuesta a grandes presiones, como también puede haber sido la única manera que encontró esa pareja de poder unirse. En lo que al desarrollo del niño concierne, nos interesan de esta etapa la calidad nutricional y de vida de que goza la familia y también sus prácticas simbólicas: si se suele hablar, escuchar música, leer, bailar... Aquí ya comienza a perfilarse también el lugar que tendrán los abuelos y otros familiares, lo cual en la terapia de una familia o de un niño/a  puede definir con quién tendremos que tratar para resolver los conflictos que implican a los  pequeños o a los adolescentes.

EL PRIMER NACIMIENTO El impacto es mayor con el nacimiento del primer bebé. Los nuevos padres sienten que se espera todo de ellos, y su ansiosa ignorancia puede llevarlos a acumular manuales de todo tipo, pedir consejos que nunca seguirán, volver loco al pediatra elegido... Parte del impacto del nacimiento es una sensación de vacío: no hay más embarazo, y ha aparecido alguien con todos los derechos, pero nadie sabe quién es...Aún no lo hemos vuelto nuestro hijo, aún no nos ha vuelto sus padres. Sabiamente se ha dicho que el humano es el mamífero que tiene que adoptar hasta a los hijos de su sangre. Los procesos “naturales” requieren para las personas un aprendizaje que no siempre es fácil. Los cambios hormonales y corporales del puerperio y la lactancia influyen sobre la mamá

orientándola hacia su niño/a; pero también para ella este ser es un verdadero desconocido. Y es un misterio, porque es único, y porque es un niño/a. Despertará en ella una forma única de ejercer la maternidad. Cada hijo crea a una madre y a un padre en el ir y venir de la relación.  No sólo a ellos: podemos decir que el primer hijo y el primer nieto transforman a toda la familia ya desde que se los proyecta o busca. Los que eran sólo hijos, ahora también serán padres,¿qué se espera de ellos, qué quieren ellos de los futuros abuelos? Si requerirán ayuda, ¿quién y cómo tomará las decisiones sobre la crianza de este bebé? Buscar el equilibrio entre responsabilidad, apoyo y respeto puede ser un enorme desafío  para una pareja joven y unos abuelos preocupados. Y el primer momento es emocional, no racional: se puede observar que para recibir  a un bebé, todos los integrantes de la familia reaccionan con una regresión inconsciente a sus formas de afectividad más infantil. Esta “sintonía en bebé” tiende a aumentar la sensibilidad, la ternura, y permite la adecuación a los ritmos del recién nacido. Pero todas las emociones se amplifican, y así se explica también la intensidad de los celos, envidias,malentendidos, miedos, y muchas reacciones primitivas o incomprensibles que ocurren, a personas de toda edad, alrededor del embarazo y nacimiento de un niño/a. El sentimiento de celos puede desorientar aun a quienes lo experimentan, pero es natural en todos, ante la aparición de una estrella indiscutida: Su Majestad el Bebé. Durante la lactancia el padre puede sentirse abrumado por la conciencia de sus responsabilidades, solo y excluido de la intensa relación madre-hijo. Si hay abuelos colaborando con la mamá, será importante que gradúen su presencia de manera de no obstaculizar la reacomodación de la pareja. La abuelidad también consiste en encontrar el espacio propio para relacionarse con los nietos, sin ser invadidos ni invadir. “Su nena” tendrá que aprender a ser una madre competente, que además es una esposa. Junto a su compañero inventarán nuevas maneras de estar en pareja, de re-crear su sexualidad, y de convertir el trabajo de la crianza en un nuevo vínculo que lleve al apoyo mutuo y al verdadero conocimiento de su hijito. Al vincularse con el bebé el padre adquirirá más confianza en sí mismo y sentará las bases de una relación profunda y enriquecedora. La llegada de cada hermano, si bien encontrará a la familia ya entrenada, planteará cuestiones diferentes, de acuerdo al momento y circunstancias que la rodeen; y obligará a reformular las relaciones. Descubriendo algo nuevo cada día (no sólo en el niño/a sino en cada uno y en sus vínculos) la familia amplía su nido, alimenta y se alimenta en esta trama de amores y  pasiones.

LA CRIANZA HASTA LOS TRES AÑOS Etapa maravillosa, vertiginosa, requiere de una conexión intensísima en lo afectivo e intensiva en el tiempo. Los bebés son bebés 24 horas por día. Los ritmos de sueño y alimentación que se van estableciendo varían tan pronto como los adultos/as se han adaptado a ellos; permanentemente el niño/a genera novedades estimulantes y también

muy peligrosas, sobre todo en cuanto comienza a deambular. Necesitan tener la prioridad ya que no saben esperar, y si bien razonan (hecho indiscutible en los bebés del tercer  milenio) no lo hacen en salvaguarda de su integridad física. Al contrario; cuanto más inteligente es un bebé, más propenso a investigar por su cuenta. En la práctica de la relación con el niño/a se irán generando vínculos muy fuertes;  para las maestras de guarderías y jardines maternales, es fundamental recordar que esta es una familia que debería estar brindando una gran dedicación a seres cambiantes, frágiles y tiránicos, y que puede estar oscilando entre el éxtasis y el agotamiento. Examinemos ahora algunos recursos que toda familia necesita desarrollar  desde el comienzo: conexión con su red social , coordinación intra-familiar y sintonía emocional. 1. Conexión con su red social: Es muy importante que la familia esté en contacto con otras que tienen hijos de la misma edad, y utilice las redes sociales disponibles. Plaza, club, jardín de infantes, barrio,escuela, confitería bailable o pistas de patinaje, son organizaciones informales o formales que a cada edad, enseñan “lo que se hace” en las distintas etapas. De acuerdo a su idiosincrasia, cada familia irá seleccionando y decidiendo cómo y en qué participar con sus hijos .El escuchar a otros padres y compartir actividades y problemas con ellos ayuda a ubicarse en un contexto social que cambia muy rápidamente; esto no significa “ir con la corriente”; tal vez, por el contrario, ayude a afirmar con mejor fundamento las convicciones de la familia. El aislamiento puede aumentar el stress de la crianza. Estar en conexión es importante porque los problemas entre padres e hijos generan una gran intensidad emocional; fácilmente pueden llevar a la culpa y la paralización. En lo relativo a la escolaridad, cada familia aprende en su ámbito cultural, las costumbres y significación del jardín o guardería; si es un lugar donde se los lleva para que  puedan comer, si allí aprenderán a portarse mejor, si es para que sean un poco más independientes, si es para que desarrollen su inteligencia, si es una facilidad para que la mamá pueda trabajar...comprender los significados predominantes en cada grupo cuyos hijos recibimos, nos ayudará a crear un mejor diálogo y a ubicarnos en su realidad. 2.Coordinación intra-familiar: Después del nacimiento y más aun cuando hay varios hijos, sobreviene para la pareja un período de intenso cuidado de los pequeños, que genera situaciones de aguda tensión. En la etapa de crianza se pone en acción la distribución de roles de una manera evidente. Las cuestiones referidas a la paterno-maternidad, las tareas del hogar y el trabajo fuera de la casa promueven conflictos en la pareja y a veces también en las relaciones con los abuelos, cuyo lugar se irá definiendo en la práctica. Cada familia debe ponerse de acuerdo acerca de quiénes cuidarán a los niños/as y con qué grado de responsabilidad. Esto implica repartir muchas tareas concretas, domésticas o no, que tienen que ver con los roles (de esposos, padre, madre, hijos, abuelos, empleados domésticos, etc).

3.Sintonía emocional: Algunos terapeutas sostienen que una familia tiene la edad emocional del menor de sus integrantes.¿Qué significa esto? Que para comprender a un

 bebé hay que activar “el bebé” que cada uno de nosotros hemos sido; y esto no es nunca tarea de una sola persona. Al menos en nuestra cultura, en la que se dedica a los niños/as un lugar de atención preferente, podemos ver cambios en todo el grupo familiar con los nacimientos de los hijos y su ingreso en las distintas etapas del ciclo vital. Este compromiso afectivo no tiene solamente un sentido positivo, sino que , a la vez, trae una intensificación de los celos, caprichos, arbitrariedades y toda emoción  primitiva que sea propia del vínculo familiar. Este proceso, que comienza antes del nacimiento del primer hijo, se sostiene durante toda la crianza con una adecuación mutua a los estados de ánimo y prioridades de los niño/as en cada etapa, que permite a los adultos/as a cargo comprenderlos y acompañar su crecimiento. Se vuelve  problemática cuando los adultos/as reaccionan en espejo, con berrinche ante el  berrinche, o enfrentando a un adolescente rebelde como lo haría otro adolescente, etc.

LA ESCOLARIZACIÓN Cuando los chicos entran a la escuela, los padres pueden sentir que son ellos los que rinden examen. Los padres y madres deben mostrarse como tales ante un contexto externo a la familia. Es decir, sus logros en la función paterna y materna se ponen a prueba en otros ámbitos sociales. La relación de la familia con el mundo externo, que hasta los cuatro años era más  bien flexible y hasta opcional, se vuelve obligatoria. Es necesario aclarar que la cultura ha modificado la cronología de esta etapa, que hace relativamente pocos años comenzaba cuando la niña o el niño ingresaba a primer grado a los seis o siete años; en la actualidad se trata de que ingresen a la institución escolar alrededor de los tres o cuatro años, y legalmente es obligatorio su ingreso al preescolar desde los cinco. Es decir, que la socialización obligatoria del niño/a y de su familia puede comenzar cuando todavía hay funciones psicobiológicas como el habla, el ritmo de alimentación y el control de esfínteres que pueden estar en proceso de estabilización. ¿Cómo le va en la escuela?, preguntamos. Es una manera de preguntar; “¿Cómo le va en el mundo externo?” La niña o niño aprende a navegar entre distintos mundos, donde no sólo las reglas y prioridades son diferentes, sino los sistemas de valores y los ritmos de vida lo orientan hacia diversos horizontes. Esta multiplicidad es positiva, a menos que despierte un conflicto intenso y dilemático entre la familia y la escuela u otras instituciones importantes. Emocionalmente, el ingreso de los hijos a la escuela produce una verdadera revolución en la familia. Las madres y padres viven los primeros años con gran expectativa, y tienen su propio proceso de adaptación. “ La primera reacción suele ser  enamorarse de la escuela”, dice una madre experta. “Entregarle un hijo a otro es algo tan fuerte, que necesitás confiar ciegamente. Como en todo enamoramiento, después vienen las decepciones. Y los reproches... Y si no te has ido, luego entrás en una relación de tipo matrimonial:cada uno sabe lo que puede esperar del otro...” Podemos interpretar muchas crisis de la escolaridad como partes de este proceso: es el permitir que el hijo propio esté bajo la responsabilidad de otro adulto, entregarlo para que aprenda cosas de otro, se atenga a horarios de otro, con lo que eso significa para la

familia: reconocer que la niña o niño pertenece y pertenecerá al mundo. Parte importante de esta etapa es el aprendizaje de la disciplina, con el estilo característico de cada familia y grupo social; esto siempre implica ponerle límites a la niña o niño como a un chico grande, comenzar a exigirle resultados concretos y no solo que “juegue con la seño”. La socialización exitosa del niño depende de que logre incorporar varios juegos de reglas (pertenencia a varios grupos en forma coherente), que suele ir adoptando como orgullosos logros de crecimiento. Al niño en edad escolar le gusta demostrar que sabe lo que se debe hacer en cada lugar, que él no es como sus hermanitos menores y que puede independizarse paulatinamente. El placer y el orgullo de aprender contribuyen a que en esta edad el niño despliegue sus capacidades a medida que va madurando, y que muestre cierta docilidad si se siente respetado y no está perturbado por procesos familiares o grupales que lo alteran. La autonomía que paulatinamente adquieren los niños en la escuela, es un indicador gratificante que premia los esfuerzos de adultos/as y chicos. Debemos recordar que esta autonomía sólo puede desarrollarse bajo la protección de las adultas y los adultos. La niña o niño independiente no está abandonado; es alguien que va desplegando sus nuevos recursos dentro de un contexto seguro y claramente  pautado. La responsabilidad de los adultos/as es cualitativamente diferente y la conservan hasta el fin de la adolescencia de sus hijos e hijas.

LA ADOLESCENCIA Todo lo que se construyó en la infancia, puede volverse incierto en la adolescencia. “Pero ahora sos más grande...” decimos asombrados ante un desaliñado y olvidadizo muchacho de quince años, que era un adorable caballerito a los doce. La adolescencia implica grandes cambios, tanto en el joven como en la familia; aparecen las inquietudes sexuales, vocacionales, ocupacionales...Crisis de timidez, descontroles diversos, pereza, falta de higiene, pueden ser síntomas de problemas afectivos o episodios totalmente normales dentro de esta etapa donde lo menos usual es el equilibrio. Psicológicamente, el adolescente es distinto del niño/a y del adulto. Vive una revolución emocional, intelectual, hormonal y social que lo coloca a él y a su grupo familiar en nuevos territorios. Su cuerpo le envía nuevos mensajes. Fuerza, entusiasmo, lucidez, creatividad, se alternan en él con el más abismal desaliento, desorientación o abulia. Es impaciente, explosivo o romántico; siente que quiere todo, sabe todo, puede todo...o nada. Necesita desobedecer y diferenciarse, afirmar su personalidad y su autonomía, cuestionar la lealtad incondicional a los padres que en su infancia le parecían  perfectos...pero sigue dependiendo, a veces más que en la niñez; en su inestabilidad necesita afecto y contención, que muchas veces no sabe cómo pedir. El muchacho y la chica que crecen requieren consideración y respeto a su  privacidad, pero no siempre la ejercen con los demás, sobre todo dentro de su propia familia. Las costumbres, lenguaje, vestimenta y hábitats de su grupo marcan el ritmo de su mundo, donde buscan su nueva identidad; una dificultad de integración puede sumirlos en la mayor angustia.

El contacto con ellos revoluciona a la familia; es una etapa muy vital que puede estar llena de alegrías y de logros para todos. Las reglas familiares cambiarán a medida que el joven madure y los padres encuentren un nuevo rol; pero la transición no es automática. Los y las adultas reviven sus propias adolescencias con una intensidad que puede sorprender a todos; los desafíos son distintos a todo lo conocido durante la infancia de las hijas e hijos. Conflictos largamente acallados entre los adultos pueden estallar al tener que tomar decisiones que hacen a la vida de las hijas e hijos; prejuicios y rigideces que la familia nunca creyó tener, se despliegan superponiéndose a las alegrías, logros y temores. Puede despertarse competencia competencia entre los adultos y sus hijos e hijas adolescentes, a veces con una virulencia que transforma una transición vital en una etapa caótica y aumenta sus riesgos. Las familias con tendencia a la negación y a la negligencia pueden encontrarse con sorpresas de calibre inesperado.

EL ADULTO JOVEN: LA TRANSICIÓN A mediados de la veintena, tal vez más tarde, los jóvenes deben enfrentar la asunción de una identidad adulta . Para estar en condiciones de salir al mundo como un verdadero adulto, el joven debe resolver algunos temas: • •

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Conexión activa y adecuada con su grupo de pares. Refo Reform rmul ulac ació iónn de su luga lugarr en la fami famili lia: a: sali salirr de la adol adoles esce cenc ncia ia a trav través és de la autono autonomía mía emocion emocional al y soste sostener ner costu costumbr mbres es famili familiare aress cread creadas as y pacta pactada dass entre entre  personas adultas. adultas. Formular, emprender y sostener sostener un proyecto personal personal y ocupacional. Responsabilidad Responsabilidad por su sexualidad. Resolución de sus necesidades necesidades económicas. Posibilidad de planear una vida independiente. Esta es una de las transiciones más difíciles en la Argentina actual, por varias razones: 1) La baja retribu retribució ciónn e injust injustas as condici condicione oness de trabajo trabajo para la mayor mayor parte parte de la  población, que vuelve insuficientes los esfuerzos de muchos jóvenes para lograr su independencia económica. 2) La crisis crisis endémica endémica de las las familias familias y parejas, parejas, que crea crea una tendenci tendenciaa a que padres padres y madre madress dep depend endan an excesi excesivam vament entee del afecto afecto y compa compañía ñía de sus hijos hijos e hijas, hijas,

temiendo enojarlos, dañarlos, perderlos, o cualquier cambio significativo en la relación. 3) La naturalizac naturalización ión de hábitos sociocul socioculturale turaless altamente altamente dañinos, dañinos, especialme especialmente nte entre las y los jóvenes. El consumo de alcohol y sustancias adictivas, y también los accidentes de tránsito protagonizados por jóvenes, son incorporados a un paisaje que parecemos no mirar. Parte de esta generación se autodestruye en lugar de emprender sus caminos; caminos; y sus familias acompañan acompañan esa autodestrucción. autodestrucción. 4) Las reformas reformas educativ educativas as en la Argentina Argentina han bajado bajado enormemen enormemente te la calidad calidad de la educación, educación, produciendo en los jóvenes jóvenes la falta de recursos (tanto (tanto en conocimentos conocimentos concretos como en hábitos indispensables de estudio y disciplina) para el trabajo y los estudios superiores. Muchas veces, ni la familia ni el joven pueden identificar el  problema, y en lugar de buscar soluciones, soluciones, escapan hacia las diversiones destructivas recién mencionadas. En cada familia es necesario re-crear la forma de relacionarse, que permita a todos sentir que llegaron a una etapa diferente , en la que sigue habiendo afecto dentro de una nueva distribución de las responsabilidades y los proyectos de cada uno. Sin autonomía para decidir y adversidad para probarse , los muchachos y chicas no enfrentan verdaderamente la vida. Es frecuente que lleguen a la convivencia de pareja sin haber encarado claramente ninguno de estos temas, y aun existen parejas y familias que esperan esperan que el casamien casamiento to de sus hijas hijas e hijos aporte aporte una una solución solución a sus sus problemas problemas de maduración. La madurez se adquiere a través de prácticas progresivas, tanto fuera como dentro de la familia. También los padres deben adaptarse a la independencia de los hijos. En este momento los padres comienzan a recuperar libertades y espacios propios. La pareja de los padres pasa a primer plano, y puede ser el momento de una revitalización del vínculo, al disponer de más tiempo y energía para dedicarle. Ese espacio disponible obliga a encarar, muchas veces, los conflictos largamente  postergados en la pareja. Conflictos crónicos y sin esperanza dentro de una pareja que tampoco se permita pensar en la idea de la separación, pueden ser el fondo silencioso de muchos fracasos en la emancipación de hijas e hijos. Depresiones encubiertas en padres y madres, pueden ser la contrapartida de actos eternamente inmaduros en adolescentes que ya pasan la treintena.

RELACIONES DE PARIDAD EN LA ADULTEZ El llegar a los veinticinco o treinta años teniendo a sus padres vivos, ofrece a los hijos una oportunidad privilegiada: ser sus pares. Esto significa superar las relaciones de

autoridad y dependencia dependencia que fueron necesarias necesarias durante la niñez y adolescencia. adolescencia. Dejar de repetir las rebeldías, los intentos de dominio mutuo, las viejas trampas angustiantes de la relación, puede ser el objetivo de una intervención terapéutica. En una familia con padres e hijos hijos adu adulto ltoss no deb deberí eríamo amoss dejar dejar de indaga indagarr cómo cómo se han organ organiza izado do estas estas nue nuevas vas relaciones. Para aprovechar lo que esta etapa ofrece, los integrantes de la familia necesitan aceptar a cada uno como es, dándose el lugar que corresponde. Por supuesto, esto no es fácil: generalmente cuando un hijo dice “el viejo (o la vieja) es así y no va a cambiar”, se refiere refiere sin darse cuenta, cuenta, a sus viejas exigenci exigencias as sobre el padre o la madre, a las que no quiere renunciar. Es usual que los amigos y vecinos de esos padres, los que los conocen en el trabajo o en sus hobbies, sí registren cómo ellos cambian y aprenden. La relación entre las hijas e hijos adultos y sus madres y padres , es durante un largo tramo de la vida, una responsabilidad compartida. Si bien hay un lazo afectivo que vuelve especialemente especialemente sensibles a ambas partes, ya no hay una dependencia, sino que cada uno lleva adelante su propia vida y elige de qué manera se relaciona con el otro. Esta debería ser la situación cuando aparecen los nuevos miembros de la familia, transformándola.

Llegan los nietos La relación de abuelidad comienza en ese vínculo entre entre los padres y sus hijos adultos/as. Si han llegado a aceptarse y respetarse respetarse mutuamente mutuamente como como personas personas con derecho a ser distintas, activas cada una en su territorio, y pueden disfrutar de aquello que comparten, habrán sentado las bases para que los nietos y los abuelos se relacionen libremente. ¿Cómo se negocian los territorios de autoridad y responsabilidad sobre las niñas y niños? niños? Si los padres padres siguen funcionan funcionando do como hijos adolescent adolescentes, es, los abuelos se harán carg cargoo de much muchas as deci decisi sion ones es.. Pero Pero en esa esa rela relaci ción ón de “ado “adole lesc scen enci ciaa tard tardía ía”” habr habráá  provocaciones  provocaciones y manipulaciones manipulaciones mutuas que, involucrando a los niños, generarán mucha confusión y sufrimiento. En este contexto, alguien presentará síntomas o un gran malestar. Si los padres están a cargo de la crianza, pero necesitan de la colaboración diaria de los abuelos ( como es usual cuando ambos trabajan) será importante que puedan hablar con frecuencia y con tranquilidad de las diferencias de criterio que necesariamente se van a  presentar. El esfuerzo parece parece valer la pena: estadísticas estadísticas e investigaciones investigaciones sugieren sugieren reiteradamente que las abuelas son mejores cuidadoras que la mayoría de las niñeras pagas. Encontrar el equilibrio puede no ser fácil: La persona que cuida a los niños tiene que tener  autonomía, para estar a gusto con ellos y bien comunicada, y para poder resolver   problemas en ausencia ausencia de los padres. La mamá mamá y el papá que trabajan tienen que que saber cuál es su propio lugar en la educación de sus hijos. Pero las diferencias de criterio no enfermarán a los niños, a los abuelos ni a los  padres. Lo que puede dañar son las conspiraciones, conspiraciones, los celos, las “pulseadas” en las que las adultas y adultos pelean permanentemente su lugar y posición en la familia. Esas tensiones pueden pueden dejar consecuencias consecuencias en el desarrollo de los chicos que acompañarán acompañarán a la familia muchos años.

LA ANCIANIDAD “La vida social es el mejor báculo para avamzar  por la edad y los achaques.”  Bioy Casares, Diario de la Guerra del Cerdo Podemos imaginar que en sociedades donde no existían vacunas, antibióticos, ni conservación escrita de los conocimientos, una persona que lograra pasar de los cuarenta años se convertiría lógicamente en un ser importante y venerado. Hoy día, el conocimiento que nos dan los años, en muchas áreas no nos sirve para entender un mundo en cambio acelerado. Los avances de la ciencia y la mejor calidad de vida alargan nuestra existencia, pero nadie nos dice cómo vivirla...Podemos tener años, el asunto es que no se noten. En núcleos familiares pequeños, aislados y estresados por las obligaciones, esos años se vuelven difíciles de compartir. Así la longevidad de los mayores plantea a las familias un problema afectivo y práctico que puede generar gran malestar, culpa e infelicidad. El aislamiento en que vive la familia en la sociedad posmoderna, es dañino para todos sus integrantes. (Con qué frecuencia los adultos/as “envidiamos” los campamentos y salidas grupales de los chicos, favorecidas por su actividad escolar o deportiva...) A medida que crecemos y nos cargamos de responsabilidades, nos cuesta cada vez más sostener nuestras relaciones de amistad y placer si no están apoyadas en el contacto laboral. El ser humano siempre ha vivido en grupos, no sólo familiares. Esta es una necesidad básica que sin embargo, para la mayoría de nosotros, termina siendo un lujo. El aislamiento es doblemente dañino para el anciano, quien al paso del tiempo ha  perdido muchos seres queridos. Observamos cómo el dejar de trabajar no sólo perjudica su economía; es una pérdida de identidad que desorganiza su vida y sus relaciones. Toda inserción laboral que pueda conservar o crear luego de la jubilación será parte de un camino saludable. Si se queda en casa, lo más probable es que se vuelva dependiente de sus síntomas y de sus familiares; se deprimirá por falta de estimulación y por el deterioro de los vínculos sobrecargados. Las experiencias comunitarias de asociaciones vecinales, clubes, centros de  jubilados, etc, nos demuestran cómo la gente doma sus achaques cuando recupera las ganas de encontrarse con otros. Personas de todas las edades, se comportan como personas; es decir, se integran, se relacionan, se pelean, retoman una vida afectiva y sexual que los hijos y nietos no imaginan...hacen amistades, se ponen de novios, tienen proyectos y VIVEN. Para la familia, la presencia de miembros longevos significa una conexión viviente con su historia, una continuidad de lo bueno y también de lo malo que se identifica con las raíces de cada grupo familiar.

Así también, el paso del tiempo y la aparición del deterioro que la vejez trae,  pueden resultar lecciones difíciles de incorporar en algunos grupos familiares. Al igual que otros males crónicos, nos enfrentan con la necesidad de atención y tolerancia al dolor,  propio y ajeno. Los padres, que cuidaron a los hijos, necesitan ahora de sus cuidados. La relación tiene que reordenarse y las personas cambian en este reordenamiento. Veremos muchas veces, en familias en que los hijos no fueron cuidados, conflictos  profundos en el momento de tener que hacerse cargo de un padre o una madre que desaparecieron cuando más se los necesitaba. Puede ser una tarea terapéutica el ayudar a diseñar un marco tolerable y un proyecto realizable para estas familias. Siempre es importante observar cómo se distribuyen las responsabilidades entre los hermanos y hermanas. Sigue ocurriendo la naturalización de una delegación desmedida del cuidado en las hijas mujeres con el consiguiente desgaste para ellas y para los vínculos fraternos. Siempre junto a nosotros y siempre negada, la posibilidad real de la muerte nos aparece más evidente en esta etapa. El sentido del legado y de la permanencia del amor  desafían a la familia a integrarla con serenidad.

Referencias Bibliográficas Del Barro Carmen : “Familias funcionales, familias difíciles” . Instituto de Pareja y Familia del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Santa Fe- Cursos de Posgrado de Actualización en Familia y Pareja, 1998 a 2004. Goldberg, Beatriz : Tuyos, Míos, Nuestros: Cómo Rearmar Y Disfrutar La Familia Después Del Divorcio- Lumen-Humanitas-Bs As 2004 Minuchin, Salvador: “Familias y Terapia Familiar”- Edit. Gedisa, Barcelona, 2009. Neme Graciela: Etapas del ciclo vital de la familia y del terapeuta. El contexto como factor co determinante. Instituto de Pareja y Familia del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Santa Fe-- Cursos de Posgrado de Actualización en Familia y Pareja, 1998 a 2004. Cursos de Posgrado 2004 Walters Marianne et al : “La red invisible: pautas vinculadas al género en las relaciones familiares” Paidós, México, 1996.

CAPÍTULO 3: CRISIS FAMILIARES: CONCEPTUALIZACIÓN Y CRITERIOS DE ABORDAJE

CRISIS FAMILIARES: CONCEPTUALIZACIÓN Y CRITERIOS DE ABORDAJE Hemos descripto muy brevemente “estados estables” que las familias van logrando en distintos momentos de su evolución. Vamos a pensar ahora en formas de inestabilidad que pueden atravesar. La palabra crisis se aplica a numerosas situaciones grupales, institucionales o individuales, muchas veces significando conflicto o tensión. Profundizaremos el sentido sistémico mucho más preciso que le asigna Edgar Morin 21: “Entre los eventos-elementos de una crisis-que es un complejo de eventos traumáticos que afectan al sistema-observamos: 1. la detención o parálisis, parcial o no, en el funcionamiento de un elemento del sistema o de un subsistema; 2. el levantamiento, parcial, local o general, de inhibiciones organizacionales que permiten la actualización de virtualidades inhibidas; 3. la transformación de las diferencias en oposiciones; 4. el desencadenamiento de feed-back positivos: perturbaciones (runaways) o desarrollo rápido de tendencias nuevas; 5. el desencadenamiento de feed-back negativos de supervivencia, tendientes a salvaguardar la integridad del sistema; 6. el desencadenamiento de scanning, búsqueda por ensayo y error de soluciones nuevas; 7. la dialectización de todos estos elementos. Del juego de esta dialéctica puede surgir el fracaso o la regresión (al no poder  superar sus “contradicciones” el sistema vuelve a una forma menos compleja, más elemental). Puede conducir al restablecimiento del  status quo. Pero también puede conducir a la innovación, es decir, a la aparición de una cualidad, de una complejidad, de una propiedad nuevas. Y se ve, aunque groseramente, dónde se hallan, en el caos de la crisis, (torbellino de fuerzas contradictorias), las fuerzas creadoras cuyo desencadenamiento está estrechamente unido al de las fuerzas destructoras: están en las virtualidades hasta entonces inhibidas (donde también están las fuerzas destructoras) ; están en el feed-back positivo, que aviva la tendencia nueva (pero que también puede ser   perturbación y desarreglo generalizados) ; están en el scanning, iniciativa espontánea, eventualmente creadora de las masas o de los individuos.” Consideraremos un sistema en crisis al que presenta por lo menos dos de los  procesos descriptos hasta el punto 6. Así distinguiremos, por ejemplo, las organizaciones que se mantienen estables con una alta tensión y conflicto crónico, y no entran en crisis; las de muy baja coherencia o estabilidad interna que son mantenidas en funcionamiento por  21

“Ciencia con Consciencia”-Ed. Anthropos, Barcelona, 1984

un nicho extraordinariamente favorable; las seudo-organizaciones, que no tienen un límite funcional real, incluidas en la dinámica de un sistema mayor.

En la consulta psicoterapéutica es útil preguntarnos si el sistema en cuestión está transitando un estado de crisis como sistema. Esto nos dará datos importantes acerca del contexto del problema presentado como motivo de consulta y nos permitirá dibujar un mapa en movimiento en el cual incluiremos a la o las personas que consultan y a nosotros mismos. Dentro de ese mapa cobrará muy distinto sentido un mismo diagnóstico de una patología individual. En ese mismo mapa debería emerger, si es posible, el sistema terapéutico o sistema en consulta. Revisemos algunos de los conceptos de Morin: 1. La detención o parálisis en el funcionamiento de una parte del sistema debe dar lugar a una diferencia significativa que no puede ser compensada por otras funciones del sistema o  por recursos externos que este incorpore. Esta diferencia se va evidenciando al completarse uno o varios circuitos recursivos propios de cada sistema. De modo que la instauración o no del estado de crisis se definirá con el transcurso de un tiempo dado. 2. Las inhibiciones organizacionales que se levantan dan lugar a la emergencia de  potencialidades inhibidas de los integrantes del sistema, o de  formas de agrupación que no  son posibles en el estado normal del mismo,(por ejemplo durante una emergencia, colaboran personas de estratos distintos de una organización, que no se unirían o ni siquiera se conocerían en otras circunstancias). Esto desafía las reglas del sistema. 3. La transformación de las diferencias en oposiciones es simultánea a la pérdida de flexibilidad, a la disminución de las alternativas y a la generación de climas emocionales de miedo. Podemos hipotetizar que cada persona explora los territorios conocidos y se tranquiliza al encontrar señales de que “todo está como lo conocemos”. Si estas señales no llegan y no logramos coordinar acciones que estabilicen nuestro cuerpo y nuestros vínculos  básicos, es posible que recurramos a un repertorio propio del estado de amenaza. En un sistema humano en crisis este estado de amenaza y paranoia puede adquirir rápido consenso. “El otro” se vuelve peligroso y la tolerancia a las diferencias parece un lujo que no se puede permitir. Se realimenta el paradigma de la paranoia, llegando a creer que la eliminación de “los equivocados” sería la solución de todo el problema. 4. Nuevas iniciativas, soluciones o vicios pueden expandirse e instituirse mientras la organización está demasiado ocupada tratando de sobrevivir o apenas de entender lo que le ocurre. Algunas de estas nucleaciones (nuevos subsistemas organizados en base a nuevas reglas) podrán integrarse al sistema, comandarlo o aun fagocitarlo. 5. La retroalimentación negativa en estado de crisis puede generar mayor inestabilidad en  busca de algo de estabilidad. En el momento crítico no se vislumbra un proyecto, un futuro del sistema hacia el cual dirigirse; las acciones sólo buscan confirmar que el estado anterior sigue siendo posible, como identidad reconocible de sus integrantes. No se miden costos, con lo cual se realimenta las oposiciones y cierra los diálogos. 6. Ante la deficiencia de las soluciones usuales, el scanning, búsqueda por ensayo y error, adquiere un nuevo valor. “Para innovar no sólo es necesario aprender de los fracasos, sino

también de los éxitos inesperados” (Peter Drucker 22). Considerar de otra manera lo que encuentra es todo un desafío para la epistemología de un sistema, sea familia, grupo o institución. Esta apertura epistemológica implica, que al aceptar una nueva solución, ella trae consigo otras formulaciones de los problemas, otra identidad de los participantes, otra visión del pasado y del futuro. 7. Todos estos elementos se combinan dialécticamente dando lugar a una dinámica que  puede por momentos acercarse al caos. La pauta se fractaliza: Casi todos los conjuntos de reglas del sistema pueden entrar en oscilación, coexistiendo los ciclos usuales con estos nuevos procesos propios del estado de crisis. Distinguir lo conocido de lo nuevo se hace difícil pero es un camino posible para comprender y aproximarnos a la organización y las  personas en este estado.

CRISIS VITAL Y CRISIS PATOLÓGICA EN LA FAMILIA Así como hemos hipotetizado que podíamos pensar la familia como un sistema en evolución, hemos teorizado acerca de las etapas de estabilidad y cambio que atraviesan las familias. Hemos definido funciones y tareas que sus integrantes cumplen en cada una de estas etapas, sobreentendiendo que en la vida real las etapas se superponen, no solamente entre ellas sino con otros eventos transformadores del mundo externo o de la vida individual. Supondremos a continuación que la familia como sistema puede entrar en crisis y además que es probable que eso esté ocurriendo cuando solicitan o son remitidos a consulta psicológica. Distinguiremos tres clases de crisis familiares con sus características  propias, indicaciones y contraindicaciones para el profesional. Para definirlas exploraremos los siguientes temas: 1. Cronología del problema y del motivo de consulta. 2. Historia de las funciones familiares de acuerdo a sus estadios evolutivos: si se han llevado a cabo, en todo o en parte, y en qué momento de la vida familiar; y si se han interrumpido, cómo han solucionado su carencia. 3. Movilidad de los focos de problema: si las interacciones se mantienen siempre iguales en lo sustancial o hay movimiento, aunque sea apenas perceptible. 4. Grado de destructividad de los procesos en juego. Efectos y efectos de los efectos. 5. Relaciones de la familia con su contexto: relación con zonas favorables, neutras, hostiles. Tipo de interacción y apertura o cierres en las conexiones. Dinámica de los sistemas relacionados con el problema: aquellos que contribuyen a mantenerlo, aquellos que compensan deficiencias o aquellos que movilizan hacia la resolución. 6. Creencias familiares relativas a las experiencias evolutivas o aleatorias que detonan la crisis. Creencias relativas al cambio y a los déficits. 7. Clima emocional de la familia. 22

“La innovación y el empresariado innovador”-P. Drucker-Barcelona-Apóstrofe-1986

8. Efectos inmediatos y mediatos, negativos y positivos, de la no resolución del problema. Compensaciones y beneficios secundarios de los procesos más destructivos o retrógrados.

CRISIS VITAL O EVOLUTIVA Llamaremos crisis vital a la situación familiar en que:  Aparece un conflicto esperado o inesperado que la familia no logra resolver con los métodos o en los plazos que le son habituales.  De resultas de este conflicto, surgen síntomas en los integrantes, deficiencias en los desempeños o fracasos en el mundo externo. Se produce la detención de las funciones de algunos vínculos en la familia . Para su diagnóstico, observamos que 1. El o los problemas que motivan la consulta no son de larga data -un año o menos-(al menos como problemas). 2. Las funciones familiares se han llevado a cabo en forma bastante satisfactoria para la familia hasta la aparición del problema, y/o han tenido flexibilidad para compensarlas con ayuda de otros. 3. Al indagar las secuencias de interacción se pueden detectar en el momento actual soluciones exitosas que no alcanzan a instalarse y movimientos evolutivos que en medio de su angustia y confusión la familia no ve o le parecen insignificantes. 4. Se inician procesos destructivos que la familia advierte y trata de controlar. Los efectos despiertan alarma y mueven a la acción. 5. Los vínculos con el entorno son actual o potencialmente favorables a la familia. 6. La historia de la familia integra la experiencia de haber superado otros conflictos y una visión de sí mismos como bastante competentes y satisfactorios. Es fácil hacer emerger una metapauta que acepta los cambios, las deficiencias y los conflictos como parte de la identidad familiar. 7. Las emociones predominantes son la angustia, la culpa, y no es difícil convocar la esperanza. 8. Los efectos inmediatos de la no resolución del problema serían vistos por la familia como nefastos y no pertenecientes a su proyecto ni a su identidad. Dado el corto tiempo que lleva el problema, las compensaciones y beneficios secundarios del problema no han llegado a instalarse en el paradigma familiar como parte de las perspectivas usuales. Esta es una crisis de buen pronóstico, teniendo presente el terapeuta: Evitar la rotulación por la consulta. Se connota positivamente su preocupación por el  bienestar propio y familiar que los lleva a esta búsqueda de ayuda. Hacer emerger lo evolutivo, la necesidad de cambio que cada uno de ellos siente o, cuando el cambio es externo, la necesidad de adaptación creativa. •



Proporcionar información pertinente, en relación a las etapas que viven y a la orientación en su contexto. Hacer emerger la conciencia de lo temporal, las marcas del tiempo y las visiones del futuro. Reconocer y valorar todo lo que han hecho y aún hacen, dentro de su paradigma familiar. Propiciar y sostener los procesos que contribuyen a la estabilidad, el clima de seguridad, la confirmación a cada uno de aspectos conocidos de su identidad en la familia. Esto aumentará su flexibilidad para el cambio.  No minimizar el sufrimiento y el conflicto. Esto podría darles la sensación de no ser  entendidos, o de que el terapeuta considera esos temas demasiado peligrosos para abordarlos. Lo terapéutico será encontrar el camino para que experimenten, en un contexto seguro, todas las emociones que vuelven difícil a este momento. Es importante que se lleven de la terapia una ampliación de sus perspectivas en cuanto a la percepción emocional, tanto de lo doloroso como de lo positivo y aprendan a atesorar ambas experiencias. Ampliar el registro de la historia familiar de manera que incluya definiciones compatibles con el actual problema y sus caminos de salida. Hacer emerger y ampliar los aspectos más nuevos de los vínculos, de manera que sus zonas amenazantes coexistan con nuevas posibilidades vitales y estimulantes. Hacer emerger y poner en práctica fronteras interpersonales e intergeneracionales adecuadas a fase. Estimular la creación de proyectos para el futuro inmediato y mediato. Estimular las conexiones de la familia con su entorno, así como la discusión y el sentido crítico para llevarlas adelante. •













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El matrimono T. 23 , residente en una localidad cercana a Rosario, llega a mi consulta preocupado por el futuro universitario de su hijo menor, de 17 años. La consulta se produce cuando ya el hijo ya se ha inscripto en una universidad de esta ciudad, lo que implica que debe mudarse a vivir aquí.. Ambos padres temen que  fracase, por la escasa dedicación escolar que ha mostrado y porque no lo ven  preparado para vivir solo. Se trabaja en entrevistas con los padres la relación de éstos con el joven, su  preocupación por los aspectos inmaduros que pueden ayudarlo a modificar, y  sobre todo, las expectativas hacia el único hijo varón. Se negocian las reglas para la vida en la ciudad y la reorganización de la red social de este joven que nunca  se había apartado de la familia de origen. Se tratan otros temas evolutivos como la emancipación de las hijas y la ancianidad del abuelo paterno. En la familia se realizan negociaciones exitosas y el hijo comienza su año académico. La madre  solicita entrevistas individuales y trabaja con EMDR algunas angustias que 23

En todos los casos clínicos referidos en este libro, se han modificado detalles para resguardar la confidencialidad de los consultantes.

 siempre la han interferido. Experimenta y conduce profundos cambios en su vida  personal, familiar y de pareja. Se da el alta luego de un total de doce entrevistas.

CRISIS PATOLOGICA AGUDA Llamaremos crisis patológica aguda a la situación familiar en la que :  Aparece un conflicto esperado o inesperado que la familia no logra resolver con los métodos o en los plazos que le son habituales.  De resultas de este conflicto, surgen síntomas en los integrantes, deficiencias en los desempeños o fracasos en el mundo externo. Estos generan experiencias dañinas o incomprensibles para ellos, de tal magnitud que modifican la visión que ellos tienen de sí  mismos y de su futuro.  Intentando resolver su problema, la familia practica una y otra vez la pauta de acción y las identidades aprendidas en estadios anteriores. Para su diagnóstico, observamos que: 1. El problema/motivo de consulta y sus secuelas no son de larga data (tres años o menos). 2. La familia registra una historia de relativa funcionalidad y movilidad evolutiva hasta que se presentó determinado evento. Las funciones familiares son insatisfactorias y abren zonas de riesgo para los integrantes, pero se hacen intentos para cumplirlas. 3. En la agitación de la crisis, es posible hacer emerger algunos eventos relacionados con la evolución y el cambio favorable. 4. Los procesos destructivos, si bien pueden estar fuera de control, todavía son vividos como algo anormal, extraño y que debería cambiarse. 5. La experiencia de conexión con el entorno, si bien puede incluir pautas desfavorables a la familia (dependencia conceptual o económica, implicaciones judiciales) no está centrada en esos estereotipos. 6. El conflicto evolutivo está planteado en términos que colisionan con el paradigma familiar llevando a un doble vínculo que se trata de evitar por medio del circuito sintomático. En relación al cambio y a los déficits, hay inseguridad y sensación de incompetencia, puntuando las dificultades como una evidencia de que están “condenados al fracaso”. 7. Las emociones que aparecen son la confusión y la sensación de amenaza inminente. El conflicto actual se vive como intenso e intolerable. 8. Las compensaciones y beneficios secundarios que se ofrecen pueden seducir a algunos miembros. Sin embargo todavía existen razones internas o externas que dificultan la continuidad de este estado. El pronóstico de esta crisis depende, entre otros factores, de la posibilidad de detener y comenzar a revertir los procesos destructivos y cortar las interacciones o aun las redes malignas que estos procesos suelen generar ( grupos o parejas que practican

violencia, adicciones a drogas y a otros elementos). También es fundamental que se logre interferir los circuitos que brindan compensaciones y beneficios secundarios. Esto facilitará al sistema terapéutico la generación de nuevas pautas intra y extra familiares,  basándose en los recursos ya conocidos por la familia y creando nuevos para satisfacer sus necesidades evolutivas; con lo cual integramos todas las indicaciones técnicas para la Crisis Evolutiva.  Marta S, de 29 años, consulta por discordia con su esposo José. Relata que durante las crisis de pareja, debida a los celos y persecuciones de él, ella comienza a robar dinero y mercadería del negocio que tienen en común. José descubre esto y reacciona retrayéndose y saliendo con otras mujeres.Posteriormente se reconciliaron y tuvieron un bebé que al momento de la consulta tiene seis meses. Se indica psicodiagnóstico, el cual muestra una personalidad inestable con rasgos disociativos y paranoides. En interconsulta el psiquiatra la medica con un antipsicótico. Se llevan adelante entrevistas con Marta y su esposo, volviendo a establecer las bases de la confianza mutua  y estabilizando el contexto. Cuando ambos refieren cambios significativos, se inicia una terapia con EMDR para ambos consultantes por separado. Marta reprocesa traumas importantes de su infancia y vamos disminuyendo la dosis de la medicación hasta que  puede dejarla por completo. Se da el alta luego de un año y medio de psicoterapia combinando intervenciones individuales y de pareja.

CRISIS PATOLOGICA CRONICA “-Mis padres nunca me dejan salir solo-Lo intentamos, pero él siempre se perdió...-”  R.D. Laing, Nudos Llamaremos crisis patológica crónica a la situación familiar en la que :  Aparece un conflicto esperado o inesperado que la familia no logra resolver con los métodos o en los plazos que le son habituales.  De resultas de este conflicto, surgen síntomas en los integrantes, deficiencias en los desempeños o fracasos en el mundo externo. Estos generan experiencias dañinas o incomprensibles para ellos, de tal magnitud y duración que llegan a ser parte  fundamental de la visión que ellos tienen de sí mismos y de su futuro.  Intentando resolver su problema, la familia practica una y otra vez la pauta de acción y las identidades aprendidas en estadios anteriores, a la cual va integrando en forma constante los síntomas, sus efectos y los circuitos que así se generan. 1. El problema o motivo de consulta lleva más de un año instalado en la familia. 2. Las funciones evolutivas de la familia no han sido satisfactorias antes de la aparición del  problema y en la actualidad están seriamente bloqueadas. Todos o algunos miembros de la

familia aparecen detenidos en etapas anteriores y sus esfuerzos conducen reiteradamente en sentido contrario al buscado. 3. Las marcas del paso del tiempo se inscriben en forma lateral, sin penetrar el núcleo de la construcción de “la realidad”. Lo evolutivo es una perturbación que se admite hasta cierto punto. 4. Los efectos destructivos de estos procesos son vividos como naturales y esperables, y se han vuelto parte de la vida diaria de la familia y de sus grupos de pertenencia, adicionando también sistemas de apoyo (medicina, psicoterapias, juicios) que generan una dinámica  propia con la cual la familia se identifica y ocupa buena parte de su vida. 5. Las relaciones con otros sistemas, si no están al servicio de los síntomas, son confusas,  poco operativas y si se intensifican pueden despertar alarma en la familia. A nivel simbólico, podemos hipotetizar la existencia de una alteración de la conexión entre su  paradigma y los de los sistemas sociales en los que se inserta. 6. Los intentos de nuevos aprendizajes son interferidos por metarreglas ( creencias fundamentales) cuyo cuestionamiento pone en grave peligro la identidad y lealtad familiar. Mientras se dramatiza una parte de los conflictos y de los déficits, otra parte, negada y temida, es evitada a cualquier costo. 7. Las emociones que aparecen son la resignación, la desesperanza y el miedo. 8. Los efectos de la resolución del problema llevarían a un cambio difícil de imaginar para todos. Circulan compensaciones importantes y permanentes a través de la acción: dinero, sexualidad perversa, adicciones. Están integradas y son parte importante de la identidad y afectividad familiar. Evidentemente, esta es una crisis de pronóstico difícil que implica riesgo. Son familias que ya al presentarse están viviendo una situación riesgosa para su salud mental y física. Sin embargo, en ese marco han logrado un modo de estabilidad, y si comienzan a cambiar, su dinámica interna puede descompensarse seriamente, ya que la estabilidad ha sido su baluarte a cualquier costo durante años. Su abordaje debe realizarse con expectativas cautelosas y trabajando con los sistemas involucrados en una red de apoyo para revertir la cronicidad. Un elemento importante para el pronóstico puede ser la aparición de cambios en el contexto que interrumpan alguna de sus compensaciones o modifiquen las conexiones con sus redes. Si es la primera vez que la familia hace una consulta, nuestras chances son mayores, ya que si les ha costado tanto llegar es posible que finalmente lo hayan hecho debido a una motivación importante. El pronóstico empeora cuando se han vuelto usuarios expertos de sistemas de ayuda y probablemente esta consulta sea un capítulo más. Es muy importante que el profesional esté atento a sus propias señales de alarma, desarrolle el hábito de la supervisión y la interconsulta, y se tome su tiempo antes de considerar y transmitir que los consultantes “están en tratamiento”. La capacidad de seducción de algunos grupos actuará en forma directamente proporcional a nuestras  propias confusiones, necesidades, enamoramientos y limitaciones.  Nadie debería atender estas consultas en soledad, ya que involucran un alto grado de riesgo y patología. Si no contamos con una red en presencia en la misma institución (que es lo ideal y muy rara vez se cumple en la Argentina), es necesario crearla mediante

derivaciones en un contexto de confianza entre los profesionales. La ayuda tendrá  posibilidades de ser efectiva sólo mediante estas operaciones simbólicas, creando un contexto que contenga a la familia y encauce sus problemáticas.  Delia, divorciada, de sesenta años, solicita terapia familiar por discordias con sus hijos, quienes trabajan con ella en la pequeña empresa familiar. Su preocupación mayor  concierne al hijo menor, Andrés, de treinta, que alterna una dedicación impredecible a su trabajo, con algunas materias de la carrera que cursa muy lentamente. La madre supone que consume alcohol, marihuana y quizás otras sustancias. Esta es la cuarta consulta que realiza en el transcurso de dos años.  En las entrevistas con ambos (el hermano mayor nunca puede venir) va surgiendo una historia en la cual se evidencian las mutuas trampas y descalificaciones mutuas, a la vez que una profunda preocupación y dependencia afectiva. El proceso más peligroso y cronificante deriva de las arbitrariedades de Delia en el manejo del dinero que ingresa al  negocio. Ninguno de los hijos tiene una remuneración fija, pudiendo recibir uno o el otro inesperados premios (que observamos coinciden con los momentos de mayor conflicto de ambos con Delia). Los empleados también reciben premios o súbitas disminuciones de  sus horarios de trabajo.  Ésta podría haber sido una más de una serie indefinida de consultas, de no ser porque en ese momento Andrés embaraza a su novia y deciden llevar adelante el embarazo y casarse. De esta manera comienza un pacto entre esta familia tan endogámica y otro clan con reglas diferentes, a quien no pueden manejar y con quien no quieren romper relación.  La terapia llegó hasta poco después del casamiento de los jóvenes, ayudando a establecer  un marco laboral y económico para Andrés dentro de la empresa con cierto acuerdo de cumplimiento por ambas partes. Logrado esto los consultantes interrumpieron el  tratamiento.

Capítulo 4: Integrando el concepto de género

Capítulo 4: Integrando el concepto de género “Consideraré feminista a la persona (no necesariamente mujer, y por cierto no toda mujer) que acepta tres enunciados, uno descriptivo, uno valorativo y uno práctico. El  enunciado descriptivo es que en casi todas las sociedades, y en aspectos que hacen a la dignidad humana, las mujeres están peor que los varones.  El enunciado valorativo es que esto no debiera ser así. Y el enunciado práctico es que tengo la obligación moral de comprometer mi acción para evitar que esto siga así y colaborar para que cambie.” Dra Diana Maffía24

¿Qué consecuencias tendrá una psicoterapia que no examine críticamente las actitudes, deseos, costumbres, valores, expectativas, prohibiciones, estereotipos, maneras de conocer y resolver problemas, maneras de sentirnos sanos o enfermos, que están indicadas y prohibidas en las culturas en las que vivimos para el género varón y el género mujer? Obviamente, estaremos participando de su naturalización y será imposible aumentar  las alternativas de los y las consultantes en ese sentido. Podemos entender al sexo como la diferencia biológica entre varones y mujeres, en tanto el género se relaciona con los significados que cada cultura atribuye a ese hecho  biológico. En palabras de las psicoanalistas Mabel Burin e Irene Meler, “descriptivamente, el género se define como la red de creencias, rasgos de personalidad, actitudes, valores, conductas y actividades que diferencian a mujeres y hombres” 25. Entendemos esta red como una construcción particular de cada sociedad y especialmente en el momento en que vivimos, diferenciada según las distintas culturas que conviven en nuestra sociedad. Por  ejemplo, no es lo mismo lo que significa ser mujer o varón en la clase media urbana universitaria, que en condiciones de marginalidad, o en la clase popular trabajadora. 24

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ETICAS Y FEMINISMOS Dra. Diana Helena Maffía- Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género -Facultad de Filosofía y Letras (UBA)

“Varones- Género y subjetividad masculina”- Mabel Burin e Irene Meler- Paidós Psicología Profunda- Buenos Aires, 2000.

La construcción cultural que llamamos género atraviesa toda la vida humana y su visión crítica en nuestras interacciones cotidianas resulta mucho más difícil de lo que  puede parecer a primera vista. La formación tradicional psicoanalítica, en lo relacionado a la constitución de la feminidad y masculinidad, conduce muchas veces a que las terapias funcionen reforzando y clausurando esas prescripciones del sexismo patriarcal. Una de las estrategias de invisibilización de las profundas desigualdades que  persisten entre mujeres y hombres, consiste en la afirmación de que “ya no existen discriminaciones, la mujer ha alcanzado la plena equidad”. Dada la vasta y excelente literatura sobre el tema que es de público conocimiento, nos limitaremos aquí a formular algunas preguntas que nos resulta útil tener en cuenta en la vida y en la clínica diaria: ¿Cuáles son los proyectos individuales de cada persona en esta familia? ¿Cómo se sostienen y llevan a cabo? ¿Cómo administran su tiempo los integrantes varones y mujeres de una familia? ¿Cómo se toman las decisiones importantes? ¿Cómo circula el dinero? ¿Cómo es vista la actividad sexual de las mujeres y de los varones? ¿Cómo se organizan las funciones de cuidado de los niños y ancianos? ¿Quién o quiénes están a cargo de las tareas domésticas? En caso de conflicto de la pareja ¿cómo sería vista o entendida una infidelidad del varón y una de la mujer?

SUGERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Burin Mabel, Meler Irene : “Varones- Género y subjetividad masculina”- Paidós Psicología Profunda- Buenos Aires, 2000. Coria, Clara: “El sexo oculto del dinero. Formas de la dependencia femenina” Paidós, Buenos Aires, 1997 “Las negociaciones nuestras de cada día” Paidós, Buenos Aires, 1997 “El amor no es como nos contaron….ni como lo inventamos.” Paidós, Buenos Aires, 2001 De Beauvoir, Simone: El segundo sexo-Ediciones Cátedra-Madrid-2005 Walters Marianne et al: “La red invisible: pautas vinculadas al género en las relaciones familiares” Paidós, México, 1996.

CAPÍTULO 5: VIOLENCIA EN LA FAMILIA

CAPÍTULO 5: VIOLENCIA EN LA FAMILIA La concepción actual de violencia familiar es el producto de una larga evolución conceptual e ideológica, que todavía se encuentra en transición. Encontramos que en muchos ámbitos culturales y profesionales existe el consenso que vuelve invisibles y naturales las maneras de relación que desde nuestro punto de vista constituyen la matriz vincular de la violencia. Según Reynaldo Perrone hay que comprender la violencia familiar como parte de un proceso comunicacional, y por esto distingue dos grandes tipos de violencia: la violencia agresión , que emerge en el marco de una relación simétrica y la violencia castigo que emerge en el marco de una relación complementaria, es decir, donde hay desigualdades de poder. Recordemos que especialmente dentro de la familia, el poder es conferido y sostenido por los participantes; esta pauta deriva de los usos y costumbres de socialización vigentes para los participantes de cada familia en particular, a la vez que se inscribe dentro de los consensos culturales de cada comunidad. Esto puede generar una estructura asimétrica donde se llegan a automatizar pautas de obediencia y lealtad incuestionables. Se ha llegado a un consenso en considerar a la violencia como una situación en la que una persona con más poder abusa de otra con menos poder: la violencia tiende a prevalecer en el marco de relaciones en las que existe la mayor diferencia de poder. Los ejes de desequilibrio de poder dentro de la familia están dados por el género y por la edad. A diferencia de las violencias sociales donde víctimas y victimarios pueden estar  físicamente muy distantes unos de otros (por ejemplo en la violencia del capitalismo globalizado o en la violencia de la exclusión social), en la violencia familiar las personas  participantes dependen emocionalmente unas de otras. Es frecuente que la contracara de un  padre o marido autoritario y violento sea su vulnerabilidad psicosomática, que se pondrá de manifiesto con mayor dramatismo si son cuestionadas las pautas vigentes.

MALTRATO RELACIONAL Daremos este nombre a una estructura de reglas de carácter asimétrico y rígido en la cual se sostiene, reproduce y legitima la experiencia de que algunas personas integrantes del sistema no participan en la producción de las definiciones que son aceptadas y

llevadas a la práctica. La metarregla en estas familias tiene que ver con la lealtad absoluta; es escasa la conciencia de las emociones y frecuente el compromiso psicosomático. Si bien más adelante describiremos el maltrato psicológico como una forma activa de acoso, pensamos en la categoría de Maltrato Relacional como una estructura familiar en la cual las desconfirmaciones se sostienen en forma silenciosa y estable. Cuando a esta estructura asimétrica se le agrega la atribución por parte de todos los integrantes del sistema, de poder para que algunos de ellos pueden modificar reglas a voluntad, nos encontraremos en una modalidad perversa, donde la manipulación se hace más relevante y enloquecedora. Esta particularidad de atribución de poder para modificar  las reglas se constituye en una metarregla, es decir en una pauta más abarcativa que puede modificar en un instante todo un escenario construido; y también hacer naufragar un  proceso terapéutico que parecía consistente. Estas familias participan de los procesos que hemos visto en la Crisis patológica crónica y comparten algunos de los procesos organizacionales que hemos descripto como  Paradigma feudal perverso. Llevado al extremo este paradigma resultará extremadamente destructivo para todos los participantes y será propio de familias u organizaciones capaces de aislarse y autoabastecerse en grado suficiente como para permitirse estos cambios arbitrarios. 26 En una modalidad familiar de aglutinamiento, o en momentos de intensidad, hay un clima de temor, tensión, rencor, desesperanza y expectativa negativa, combinado con episodios de acercamiento a la víctima y una sensación de pertenencia muy acendrada, compartida por todos. En una modalidad familiar desapegada, se hará más evidente el aspecto negligente del maltrato relacional, que consiste en la no percepción de las necesidades de algunos integrantes e invisibilización de las manifestaciones de discordia que este “ninguneo” trae aparejado. En los casos más graves ni siquiera existe discordia, sino que las personas son abandonadas a su suerte mientras se mantiene una dinámica de aparente contacto familiar. Estas reglas tienen efectos a nivel de la acción, la percepción, la cognición y las emociones. El contacto y la evolución de los integrantes de estas familias en el mundo externo  pueden ser exitosos hasta llegar al punto en que las reglas y lealtades familiares son disonantes o llegan a impedir la integración de los miembros de la familia a otros grupos, ya que estas familias tienen problemas en el proceso de individuación y en su aceptación de la exogamia.

PAREJA, CULTURA Y VIOLENCIA

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LA CORRUPCION: PENSAMIENTO, PALABRA Y OBRA. Un estudio epistemológico Autora: Psic. Patricia Cecilia D’Angelo-Rosario Primer Foro Internacional de Mujeres contra la Corrupción, Buenos Aires, 2002;  publicado por Fundación Mujeres en Igualdad.

Los estereotipos de género, incorporados desde la temprana infancia en los modelos de socialización todavía vigentes, pueden traducirse en pautas rígidas relacionadas con los derechos y el poder. Así, la equiparación inconsciente mujer/madre, lleva a muchas mujeres al ejercicio de un amor de asistencia y complementariedad hacia el varón, llevando consciente o inconscientemente sus propias necesidades y proyectos a un segundo plano. “ Detrás de todo gran hombre hay una gran mujer”, sigue diciendo el dicho. Este hombre se convierte en beneficiario “natural” de la dedicación de su pareja, al mismo tiempo que se espera de él que sea “cabeza de familia” por el hecho de ser varón. Esta pauta patriarcal constituye la matriz de la violencia ya que genera un contexto en el cual las palabras y necesidades del hombre serán escuchadas y llevadas a la acción de manera muy distinta que las de la mujer. El tiempo dedicado a atender a los demás no genera recursos económicos, por lo cual tradicionalmente la mujer ama de casa dependerá financieramente del hombre. No es habitual que a la hora de tomar las decisiones ambos cónyuges se encuentren realmente en situación de paridad; y en caso de evaluar una separación la mujer  se encuentra en una desventaja directamente proporcional a su edad y al tiempo que haya transcurrido fuera del mercado laboral. Existe además una desigualdad económica objetiva entre las remuneraciones de varones y mujeres, así como la tendencia social de asignar a los varones los puestos con mayor poder y mejores remuneraciones. Esto se corresponde en el imaginario social con la imagen de la mujer abnegada que todo lo hace por amor. Clara Coria 27dirá: “Si una mujer pretende cobrar desenfadadamente y/o defender sus intereses económicos deberá enfrentar tanto el fantasma de la prostitución como el de la “mala madre”. La defensa de cualquier dinero puede llegar a convertirse en un insidioso estilete que se clavará en el corazón de lo que se supone debe ser “una buena identidad femenina” sustentada en el “amor desinteresado” que, erróneamente, es instalado en terreno de lo económico, convirtiéndose así en el trampolín hacia la dependencia”. Es decir, que para comprender y abordar las situaciones de violencia doméstica es necesario entender que partimos de una matriz social asimétrica. Las investigaciones muestran que cuando hablamos de violencia doméstica, sólo un 2 % corresponderá a violencia ejercida por mujeres contra varones; un 24 % corresponderá a violencia cruzada o simétrica (es decir dentro de la pareja, con agresiones recíprocas en una permanente “pulseada” por el poder) y el 74 % restante, a la violencia ejercida por hombres contra sus  parejas mujeres. A diferencia de otras problemáticas de salud, la violencia familiar rara vez se  presenta como motivo de consulta. Aparecen personas deprimidas o impotentizadas, conflictos de pareja no del todo claros, discursos rígidos y en el/la terapeuta una persistente sensación de desconcierto…Mandatos que se infiltrarán en nuestro consultorio: “De esto no se habla”, referidos a aquellos temas cruciales para la pareja o la familia: el poder, la 27

Clara Coria: “El sexo oculto del dinero” ”- Paidós-2001-Argentina

economía, lo que vale la palabra y los deseos de cada uno, las acciones e inacciones en las que se ejerce el daño. Deberemos agendar y dirigir entrevistas individuales para detectar estas pautas que están incorporadas a la vida usual de la pareja y la familia. Cuando detectamos varios indicios de violencia, tendremos que conducir la terapia  por medio de entrevistas individuales con mucha cautela, y consideraremos que en  principio están contraindicadas las entrevistas de pareja.

Ciclos de la violencia en la pareja Clásicamente28 se han descripto tres fases en la pareja violenta: 1. una fase de acumulación de tensión, en la cual se va acentuando la asimetría entre las partes; el hombre se muestra desconforme, despreciativo, exigente; la mujer se somete cada vez más pero la pareja nunca entra en un diálogo sereno sobre lo que está ocurriendo ni sobre las formas de solucionarlo. 2. una fase de explosión de violencia, que puede ser física, emocional o económica, y se pone en acción marcando claramente el dominio del hombre. 3. una fase de arrepentimiento, reparación y “luna de miel”, caracterizada por la disociación de lo ocurrido para ambos participantes al punto que ambos creen sinceramente que no volverá a ocurrir.

Según Ginette Larouche 29, las mujeres suelen tolerar la violencia doméstica debido a algunas argumentaciones (individuales y también culturales): 1. La mujer maltratada ve al golpeador como un enfermo, física y/o emocionalmente, y considera que es su responsabilidad aliviarlo, aunque esto le implique un sufrimiento continuo. 2. Niega el proceso de victimización que padece, no tieniendo registro del creciente abuso al que es sometida. 3. Niega las injurias; la víctima olvida los sucesos aislados, aunque hayan sido francamente denigrantes. 28

FERREIRA, Graciela B. (1992). Hombres violentos, mujeres maltratadas: aportes a la investigación y tratamiento de un problema social. Buenos Aires: Editorial Sudamericana. 29

Larouche, Ginette: “Agir contre la violence”- Québec, Les éditions de la pleine lune, 1987

4. Niega la posición de víctima de la que es presa, sintiéndose responsable de la agresión, como la provocadora e incitadora del agresor, para que la golpee. 5. Niega sus posibilidades; algunas mujeres rechazan las ocasiones de poner fin a la violencia. Para ellas es inimaginable la posibilidad de verse a sí mismas de forma distinta a su vida de pareja,y, por lo tanto, les resulta impensable la hipótesis de llevar una vida autónoma e independiente. 6. Apelación a la lealtad: toleran la violencia en función de la apropiación de las creencias religiosas y culturales.

La violencia contra la mujer (o, muy raramente, contra el hombre) en la pareja, puede ser  física, emocional, económica o sexual.

Violencia física: genera un tipo de temor intenso y permanente ya que el recuerdo traumático reverbera y se activa en relación con el agresor. “El sonido de las llaves en la  puerta”…Esto incidirá en toda la relación de la pareja generando una sensación de amenaza permanente. El golpeador ejercerá violencia en los ámbitos privados donde se siente impune y justificado, pudiendo controlarse perfectamente en otras situaciones sociales, laborales, etc.  Pueden existir episodios aislados de violencia física en una pareja, que si bien deben ser tomados muy seriamente, tal vez no constituyan una pauta de violencia  permanente. En general esto sucede cuando no encontramos en la pareja la asimetría y  sometimiento crónicos propios de una relación de maltrato, y sí grandes dificultades en la comunicación. La terapia tendrá que abordar estas dificultades pero estableciendo claramente en el contrato terapéutico desde el inicio que este tipo de episodio no puede repetirse si se desea la continuación del tratamiento. Si existe violencia física crónica la terapia de pareja está contraindicada. Se debe trabajar en grupos de ayuda mutua para mujeres y para varones, conjuntamente con terapias individuales, incluyendo asistencia jurídica y con una fuerte presencia institucional . No es de buen pronóstico la asistencia de esta problemática en consultorios  privados, pudiendo ocasionar, además del fracaso terapéutico, graves problemas a los  profesionales involucrados.

Violencia emocional o acoso moral: Consiste en el desprecio, la descalificación, los insultos abiertos o velados. Nada de lo que la víctima hace está bien. Esta violencia puede ser tanto o más destructiva que la violencia física, llegando a generar importantes inhibiciones, depresiones y aun suicidios. Muchas veces está tan naturalizada y se lleva a cabo de forma tan insidiosa, que la propia víctima está convencida de que todo se hace  para protegerla, por su propio bien y/o por culpa de ella. Es habitual encontrar rasgos

 psicopáticos muy marcados en el abusador emocional, que fuera del recinto familiar o de la  pareja se presentará seductor y prudente, incluso (y sobre todo) en el consultorio  psicológico. Si detectamos esta pauta la terapia de pareja está totalmente contraindicada. Se debe trabajar con mucha paciencia en los procesos de autoafirmación de la víctima, teniendo en cuenta que lo más probable es que su relación de pareja sea no sólo confusa y nociva sino también simbiótica, y ante todo intento de individuación pueden desequilibrarse los precarios mecanismos de equilibrio de que disponen los participantes.

Violencia económica: Desde que existe asimetría en los mecanismos de toma de decisiones económicas en una pareja, la parte con menos poder de decisión no está siendo considerada adulta ni ejerciendo sus derechos. La violencia económica es compatible con una visión estereotipada de género que hemos descripto, en la cual “los intereses de la mujer no residen prioritariamente en la economía”. Puede presentarse en distintos grados, desde una falta de participación de la mujer en la toma de decisiones hasta la desposesión de sus bienes y la negación total de sus derechos. Es usual en estas parejas, el dominio del hombre hacia la mujer por medio del dinero, dándolo a cuentagotas para los gastos diarios, ejerciendo esto como un “control de cuidado” por parte de él, haciéndola pasar por  humillaciones y situaciones de desigualdad evidente. Este dominio económico disminuye las posibilidades de la mujer de tomar decisiones de ruptura en relación al matrimonio, y es una de las situaciones de trasfondo que se deben explorar cuando una mujer encuentra oposición en su pareja para trabajar o estudiar.  Esta forma de violencia siempre estará acompañada de alguna de las otras, como modo de sujeción que seguramente implicará también la dificultad económica en la realización de la terapia.

Violencia sexual: En el imaginario social todavía puede encontrarse la idea de que las relaciones sexuales constituyen un derecho del marido sobre la mujer. La violación conyugal es hoy reconocida como un delito, pero ha formado y forma parte del repertorio de violencias cotidianas en muchas parejas, ya que se instituye como un acto de dominio y  posesión. Entenderemos como violencia sexual la presión o coacción ejercida sobre una  persona para que realice cualquier acto sexual contra su voluntad.  Es muy importante en el tratamiento de las víctimas de violencia, el que lleguen a distinguir cuándo fueron forzadas a tener relaciones sexuales contra su voluntad, ya que la confusión forma parte de su síndrome de estrés postraumático y de la paralización que éste conlleva.

VIOLENCIAS Y NEGLIGENCIAS CONTRA NIÑAS Y NIÑOS

Antes que nada es preciso despejar nuestra mente de los prejuicios socialmente inducidos, según los cuales las familias que disponen de ciertos medios económicos y de un nivel educativo medio no suelen hacer violencia a sus niñas y niños. Si bien reconoceremos que el estrés económico y el aislamiento aumentan el riesgo general de violencia, estaremos atentos a los indicios que puedan aparecer en nuestro trato con familias de cualquier condición social y económica. Las y los terapeutas debemos entrenarnos permanentemente para estar en condiciones de hacer frente a estas realidades tan humanas y a la vez tan siniestras. Tanto quienes atienden a los pequeños como quienes escuchamos los relatos de personas adultas que han sufrido maltrato físico, psicológico y sexual, nos vemos expuestos a retraumatizarnos. Por lo cual es posible que minimicemos, neguemos u olvidemos estas cuestiones. Recordemos que todavía existen profesionales que creen en la teoría de la seducción o de la realidad psíquica, y con ella explican los relatos de sus pacientes abusados sexualmente en la niñez.

El abuso físico Culturalmente han existido distintas formas de imponer disciplina, respeto y educación a los niños y niñas y buena parte de ellas han incluido el castigo físico. Si bien no estamos de acuerdo con éste, es preciso pesquisar, cuando encontramos castigos físicos a los niños en una familia, si existen otras formas de violencia que se unan a éste configurando una pauta de temor y dominación. Siempre intervendremos para que la familia cuestione y revise estas modalidades. Los niños y niñas que padecen abuso físico, además de cicatrices, fracturas, caídas inexplicables, etc, presentarán indicios de temor, sometimiento y agresividad hacia otros.  Muchas veces serán necesarias intervenciones psicoeducativas que, en los casos menos graves, pueden ser eficaces. Es posible que los adultos actúen automáticamente repitiendo sus propias pautas culturales de crianza, y/o no tengan idea de lo que realmente puede pedírsele a una niña o niño de determinada edad. Cuando existe una costumbre de verdadero maltrato, daño físico y humillación de la niña o del niño, necesitaremos de una intervención en red que debería incluir la denuncia  judicial y la participación de equipos especializados , con una metodología de acción inmediata y efectiva que libere al menor de los riesgos existentes e instituya una verdadera reeducación de los y las adult@s responsables.

El abuso emocional Es la denigración y desprecio hacia la niña o el niño, mediante insultos, amenazas, castigos desproporcionados, negación de sus necesidades físicas y emocionales, y

negligencias reiteradas. Esto se vuelve parte de la vida cotidiana de la familia llegando a invisibilizarse, y puede causar gravísimos daños psicológicos y somáticos en la criatura. Algunos indicadores de abuso emocional son la gran falta de confianza en sí mism@, exagerada necesidad de ganar o sobresalir, demandas excesivas de atención, dejarse dominar por otros niños o tener estallidos de agresividad súbitos.  En estas familias buscaremos cuidadosamente la vía de entrada para que nuestra intervención no se disuelva y la familia no deserte. Ya que no hay cicatrices y el abuso emocional es difícil de probar, la vía judicial se presenta más difícil, salvo en casos de extremo abandono físico. Será necesario, como siempre que el objetivo es el bienestar de un menor, el diálogo con maestras y pediatra, así como la ampliación de la red de adultos disponibles, hasta que encontremos a alguien dentro o fuera de la familia que esté en condiciones de brindar apoyo inmediato mientras vamos trabajando para aumentar la conciencia y las posibilidades de los padres.

ABUSO SEXUAL INFANTIL Quienes están en contacto con niños y niñas deberán entrenarse para detectar los distintos modos de abuso y maltrato contra ellos y ellas.

Signos de abuso sexual en niñ@s o adolescentes



Llanto fácil, por poco o ningún motivo aparente. Cambios bruscos en la conducta.



Llegar temprano a la escuela y retirarse tarde.



Ausentismo escolar.



Conducta agresiva, destructiva.



Conducta de abuso sexual hacia otros niños y niñas.



Depresión crónica, retraimiento.



Conocimiento sexual y conducta hipersexualizada.



Irritación, dolor o lesión en zona genital, anal u oral.



Temor al contacto físico.



Recordemos que el abuso sexual rara vez ocurre por medio de la fuerza física; son muchas las estrategias de sometimiento y/o seducción que el abusador puede utilizar. Dentro de estas estrategias está la exigencia de secreto, ya sea mediante amenazas o  persuadiendo al niño o a la niña de que no le van a creer. Cuando finalmente se atreven a hablar, es importante que encuentren comprensión y receptividad en los adultos. Muchos niños y niñas son retraumatizados cuando refieren el abuso y no son creídos; no poc@s reciben castigo y exclusión por haber  hablado. Es muy fuerte el impulso del adulto a negar que el abuso pueda haber  sucedido. Se efectúan permanentemente mecanismos de disociación, en la familia que no quiere creerlo, invitando a la víctima a olvidar o relativizar sus dichos. Las víctimas de abuso sexual se sienten culpables por hablar, o bien por haber  callado. Cuando se produce la revelación del abuso, será esencial que el terapeuta ayude a la familia a metabolizar esta noticia siniestra 30y a actuar en consecuencia. Si el abuso sexual está ocurriendo en el momento en que es revelado al terapeuta, éste deberá implementar todos los medios necesarios para detenerlo. Se recomienda asesoramiento jurídico y el trabajo en equipo para que las acciones lleguen a buen  puerto, ya que nos enfrentaremos con la negación por parte de los adultos y con que la víctima depende física y emocionalmente de éstos. Las víctimas de abuso sexual pueden callar durante años por vergüenza. Las secuelas pueden variar, desde una alteración permanente de la personalidad, depresiones, disfunciones sexuales, hasta un estrés postraumático completo en toda su complejidad y con el consiguiente riesgo para el desarrollo de la persona. Para tratar a víctimas de abuso sexual infantil, ya sea en lo inmediato o en forma mediata a cualquier edad, es importante distinguir  la excitación o placer que es una respuesta fisiológica a una situación de seducción sexual, y no confundirla con un verdadero deseo sexual. La atribución correcta de las responsabilidades es el camino de salida de estos laberintos.  La disociación es la defensa más usual, ya que permite al niño o a la niña alejarse emocionalmente de esa escena donde una figura protectora se convierte en explotadora y confunde a la víctima generándole una excitación inapropiada.  El abuso sexual reiterado en la infancia o adolescencia genera un vínculo entre víctima y abusador; la víctima se confunde ya que sus necesidades de confianza y 30

Recordemos aquí la definición de Freud, en “Lo Siniestro”, cuando se refiere a lo familiar que súbitamente, se revela de otro modo….. (1) Sigmund Freud, Lo ominoso, Obras Completas, Tomo XVII, Editorial Amorrortu, páginas 217 a 251

contacto pasan a formar parte de este vínculo de explotación. Será necesario deconstruir los modos de relación que se “naturalizan” a partir de este vínculo.  Para el tratamiento de éste y todos los traumas importantes es recomendable que los terapeutas incorporen EMDR y Terapias de Avanzada 31 , que permiten al paciente reelaborar lo ocurrido a nivel de la fisiología cerebral, sobreponiéndose a las  secuelas del Estrés Postraumático. Cuando los recuerdos surgen y son relatados en terapia tiempo después, puede ser  de gran ayuda para la víctima el considerar la decisión de compartirlos con otros miembros de la familia. Muchas veces, por ejemplo, una hermana cuenta a la otra los abusos de un familiar y se encuentra con que ésta también los ha sufrido y ocultado. Estas conversaciones familiares van generando “otra realidad” en la cual se atribuyen correctamente las responsabilidades por acción y omisión, ampliando el paradigma (visión del mundo y de las acciones posibles) de la familia que puede integrar estos hechos como parte de su historia y sobreponerse a lo que ha ocurrido. De ninguna manera estamos diciendo que esta sea la única vía. Es la víctima quien debe saber que tiene alternativas y considerarlas. Por supuesto, no es lo mismo tratar un abuso perpetrado treinta años atrás por una persona ya fallecida, que un abuso reciente en una familia donde el abusador está presente y hay niños y niñas que proteger.

Referencias bibliográficas Fried Schnitman, Dora (comp.):  Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjetividad , Editorial Paidós, Buenos Aires, 1996. Gergen Kenneth,  Realidades y Relaciones , Editorial Paidós Básica, Barcelona, 1996. Hirigoyen, Marie France: El Acoso Moral, Editorial Paidós, Colección Contextos, Quilmes, 2000. Perrone, Reynaldo, Martine Nannini , Violencia y abusos sexuales en la familia, Editorial Paidós, Argentina, 1998. Ravazzola, María Cristina , Historias infames: los maltratos en las relaciones, Editorial Paidós, Buenos Aires, 1999

31

D’Angelo, Patricia: “Caso Fernando, antes y después de EMDR” En “Terapias de Avanzada” vol 3. Solvey (comp) Ricardo Vergara Ediciones, Buenos Aires, 2008

CAPÍTULO 6: EL CONTEXTO SOCIOECONOMICO DE LA GLOBALIZACIÓN

CAPÍTULO 6: EL CONTEXTO SOCIOECONOMICO DE LA GLOBALIZACIÓN El sociólogo William Robinson escribía en 1996: “El capitalismo mundial está echando abajo todas las estructuras no de mercado que en el pasado pusieron límites a la acumulación -y la dictadura- de capital. Cada rincón del mundo, cada aspecto de la vida social, se está convirtiendo en mercancía. Esto implica la fragmentación y conversión en mercancía de esferas no comerciales de la actividad humana, fundamentalmente las esferas controladas por los estados, y las esferas vinculadas a unidades comunitarias y de la familia, economías locales y familiares. Esta total transformación de la vida social en mercancía está socavando lo que queda del control democrático del pueblo sobre las condiciones de su existencia diaria, mucho más allá de lo que tiene que ver con la propiedad privada de los principales medios de producción.(...)” “El componente económico es el hiper-liberalismo, que busca lograr las condiciones para la movilidad total y la actividad mundial sin trabas del capital. El hiperliberalismo incluye la eliminación de la intervención del estado en la economía y la regulación por parte de naciones estados individuales de la actividad del capital transnacional en sus territorios. Esta poniendo fin a la anterior capacidad del estado para impedir el lucro capturando y redistribuyendo los excedentes.(...)” “En el norte, el hiper-liberalismo, lanzado por primera vez por los gobiernos de Reagan y la Thatcher, toma la forma de la liberalización y desmantelamiento de los estados  benefactores keynesianos. En el sur, conlleva programas "de ajuste estructural neoliberal". (...)” “El componente político es el desarrollo de sistemas políticos que operan mediante la dominación consensual más que mediante la dominación directa y coercitiva. Los mecanismos consensuales de control social tienden a sustituir a las dictaduras, el autoritarismo y los sistemas coloniales represivos que caracterizaron a gran parte de las estructuras de autoridad política formal del mundo hasta el período de postguerra fría. La

élite transnacional se refiere a estos sistemas políticos como "democracias", aunque haya  poco o ningún contenido democrático autentico.(...)” “El componente cultural/ideológico es el consumismo y el individualismo despiadado. El consumismo proclama que el bienestar, la tranquilidad y la finalidad de la vida se logran mediante la adquisición de mercancías. El individualismo competitivo legítima la supervivencia personal, y lo que se requiera para lograrla, por sobre el bienestar  colectivo. El consumismo y el individualismo calan la conciencia de masas a nivel mundial. Canalizan las aspiraciones de las masas en deseos de consumo individual, aun cuando las necesidades inducidas nunca serán satisfechas para la gran mayoría de la humanidad. La cultura e ideología del capitalismo mundial funciona entonces para despolitizar el comportamiento social e impedir la acción colectiva dirigida al cambio social al canalizar las actividades del pueblo en una fijación de búsqueda del consumo y la supervivencia individual.(...)” “El capital transnacional requiere que las naciones-estado desempeñen tres funciones: 1) adoptar políticas fiscales y monetarias que garanticen la estabilidad macroeconómica; 2) brindar la infraestructura básica necesaria para la actividad económica global, y 3) brindar control, orden y estabilidad social (la élite transnacional ha afirmado que la "democracia" es más capaz que la dictadura para desempeñar su función de orden social, como se analiza más adelante). En resumen, no somos testigos de "la muerte de la nación-estado", sino de su transformación en estados neoliberales. Es cierto, por tanto, como muchos académicos y activistas han señalado, que el capital aun necesita poder  estatal.(...)” “Sin embargo, el poder estatal y la nación-estado no son coequivalentes, y los intereses del capital transnacional no se corresponden con interés "nacional" o naciónestado alguno.(...)”

“"La pobreza en medio de la abundancia", el dramático crecimiento en la  globalización de las desigualdades socioeconómicas y de la miseria humana en casi  todos los países y regiones del mundo, una consecuencia de la desenfrenada operación del capital transnacional, es mundial y generalizada.(...)”  “Hay profundas contradicciones en la sociedad mundial naciente que hacen totalmente insegura la supervivencia misma de nuestra especie, mucho menos la estabilización y viabilidad de mediano a largo plazo del capitalismo mundial, y  presagian un prolongado conflicto social global.(...)” 32 En 2004, este mismo autor 33 afirma: 32

W. Robinson, "Nueve tesis sobre nuestra época", Mundialización y liberación, UCA, Managua, 1996. 33

“A global perspective on social activism and democracy in South Africa” 

“La pretensión de que el capitalismo global podría ser de alguna manera puesto a trabajar para el beneficio de las mayorías pobres ha probado empíricamente, y enfáticamente, ser falsa. Más allá, a pesar de la retórica triunfalista de las élites globales, el sistema del capitalismo global entró en una profunda crisis en los finales de la década de 1990. Esta crisis implica tres dimensiones. Primero, es una crisis de polarización social . El sistema no puede satisfacer las necesidades de la mayoría de la humanidad, o ni siquiera asegurar la mínima reproducción social. La expansión de la pobreza, la inequidad, la marginalidad y la carencia es el lado oscuro de la cornucopia del capitalismo global tan celebrada por la élite transnacional. Segundo, es una crisis estructural de sobreacumulación. El sistema no puede expandirse a causa de la marginalización de una porción significativa de la humanidad de la participación productiva directa. La presión descendente sobre los salarios y el consumo  popular a nivel mundial, y la polarización del ingreso, ha reducido la capacidad del mercado mundial para absorber la producción mundial. Esta es la base estructural de la serie de crisis que comenzaron en México en 1995 y se intensificaron con el derretimiento financiero asiático de 1997-98, y la recesión mundial que comenzó en 2001. El sistema no  puede expandirse y sus superávits no pueden ser absorbidos por el consumo de la gente trabajadora común. Esto hace de los gastos militares dirigidos por el estado y el crecimiento de un complejo militar industrial una salida para el superávit y da al actual orden global una temible tendencia militar incorporada estructuralmente. Tercero, es una crisis de legitimidad y autoridad . La legitimidad del sistema ha sido cuestionada crecientemente por millones, tal vez billones, de personas alrededor del  mundo, y está enfrentando un desafio contrahegemónico creciente.(...)”  ¿Y nosotros? ¿Cuáles son las condiciones actuales, los ejes simbólicos y culturales que delimitan nuestro horizonte, en las que se desenvuelven nuestros vínculos? ¿Y a qué llamaríamos en estas condiciones, lazos saludables? Dentro de la gama de malestares, a ese malestar sin esperanzas que se manifiesta sobre todo en acciones que producen más malestar y más desesperanza, deberíamos dar el nombre de patología. Patología de la posmodernidad en la Argentina. Variedades de la indefensión aprendida: violencia sin sentido, consumo sin sentido, vínculos sin vínculo. Estas “patologías del lazo social”, se han convertido en condiciones de vida, que están presentes y con las cuales tenemos que relacionarnos, lo queramos o no. Se han convertido en partes o en fondo del contexto en el cual nos desenvolvemos y no podemos considerarnos fuera de ellas

by William I Robinson Nthposition online magazine- febrero 2004

¿Qué significa para nosotros, americanos y transgresores, el individualismo de la  posmodernidad? ¿Qué significa en nuestro medio empobrecido, la mercantilización de los vínculos estimulada por la globalización? ¿Cómo se sostienen hoy los lazos más importantes, los que requieren de una comprensión compatible de la historia, de un diseño compartido del futuro?¿Cuáles son las redes que generan una violencia permanente, con y sin sentido, y cuáles las que nos conducen a la vida? ¿Qué sucede en los hechos con la familia? ¿A qué llamamos confianza?  Nos encontramos en el contexto de múltiples transiciones.

Globalización y terrorismo económico Una de las condiciones vinculares y emocionales para llegar al estado de indefensión aprendida es la sensación y la experiencia real de no poder controlar aquello que nos afecta; ser y sentirnos impotentes, segregados. Esta es la más absoluta realidad en las pseudo democracias de la globalización. En efecto, es probable que la mayoría de nosotros no nos contemos entre los ciudadanos que tienen voz y voto en los Estados Trans Nacionales, es decir, entre los accionistas que eligen a sus directorios. Nuestra posibilidad de inclusión en estos Estados, es ocasional y condicional, ya sea como mercado consumidor, o como fuerza de trabajo, siempre descartable y temporaria. El capitalismo global nos asegura que no hay “afuera”, ni hay alternativas. La marginalidad es igual al exterminio. Las condiciones de nuestra inclusión, se nos dice, tampoco están en nuestras manos. Tenemos derecho a consumir (si tenemos dinero) y quizás, saliendo favorecidos , tengamos derecho a trabajar. En sus términos. Los Estados-Nación, en rápido proceso de transformarse en operadores de estos Estados Trans-Nacionales, ¿qué lugar ofrecen a los ciudadanos? La respuesta no es simple. Cada cultura local ha generado estructuras simbólicas y de producción que a su vez, han experimentado cambios intensos en la segunda mitad del siglo XX. La mayoría de estos cambios, recordemos, se han orientado hacia la abdicación de casi todas las responsabilidades del Estado Nación hacia sus ciudadanos. La ejecución de estos cambios es diferente de acuerdo a varias condiciones de inicio, determinantes de la resistencia y el control que la sociedad civil ha sido capaz de oponer. El divorcio (endémico a nivel mundial) entre los grupos dirigentes y sus votantes, adquiere en nuestro país características dramáticas a causa de nuestras costumbres profundamente autoritarias.

Violencia, mentira y fraude: efectos de la corrupción sobre el cuerpo social  Como elemento distintivo de este momento histórico, la crisis de representatividad deriva de un modelo de relación basado en el fraude y en la impunidad, que propone un esquema de violencia permanente en cada relación.

Así como el terrorismo de estado se propuso eliminar del campo simbólico la  posibilidad de cuestionar el modelo económico, este terrorismo cultural apuntó a la desaparición de la posibilidad misma del escándalo. (Recordando al Marqués de Sade: “La hipocresía es un tributo que el vicio rinde a la virtud”) Haciendo estallar los márgenes de la  palabra, la fiesta neoliberal ha eliminado al otro como interlocutor, fascinándolo con una secuencia interminable de espectáculos, de guión reiterado y colores intensos. Si no es creíble la palabra, los documentos son papel pintado... Esta pauta se infiltra en numerosos escenarios de nuestra vida cotidiana, amenazando, por ejemplo, todas las relaciones institucionales (ya que se supone que si en algún lugar de la organización hay un  punto de contacto con una organización fraudulenta, habrá, posiblemente, una mentira). Ampliaremos estos conceptos en el capítulo siguiente. Más invasiva y permanente que la corrupción de quienes roban, la naturalización de la mentira, este permiso para decir cualquier cosa sin hacerse cargo de las consecuencias, nos cuesta a diario muchas vidas. No conduce a la transgresión creativa sino a la avivada desgastante, a los riesgos innecesarios, a los sueños que se pierden. Nuestro empobrecimiento está muy lejos de ser sólo económico. Ya que apropiarse de la palabra  para dilapidarla (la propia y la ajena:¿quién de ustedes me creerá si digo ahora que yo amo a mi patria?) es atacar la posibilidad de confiar. Y cuando las personas perdemos el elemento más básico del vínculo humano, que es la confianza, ningún diálogo es posible, ninguna caricia es buena, y comienza el sobrevivir.

La familia de la posmodernidad en la Argentina En lo que hace a las costumbres en la vida privada, las transiciones se dan en este escenario, pero son, como en una búsqueda de equilibrio, más alentadoras. Existe una amplia revalorización de la vida familiar, de parte de los jóvenes y de los adultos. Esto no surge de la nada, ni es únicamente el resultado de las decepciones que el mundo depara a los ciudadanos: el trabajo de psicoanalistas, psicólogos y pedagogos durante buena parte del siglo XX, ha influido significativamente en una amplia franja de nuestra sociedad induciendo a una preocupación por las pautas de crianza de los niños y la calidad de las relaciones familiares. Una gran parte de la población de todas las clases sociales en nuestro  país ha tenido interés en explorar de alguna manera las posibilidades de una mejor vida familiar. Y es en gran medida gracias a estos cambios en la actitud de crianza, que nos encontramos hoy con otros niños, otros adolescentes, otros jóvenes. Hay en muchos de ellos una posibilidad novedosa de pensar y de sentir, una alfabetización emocional que  puede dar apoyo a la generación de buenos vínculos, al cuidado del otro y de sí mismo. Esta preocupación, consonante con el énfasis en lo individual y privado que es  propio de la cultura posmoderna, encontró también sus excesos en lo que se ha llamado “el siglo del niño”: “ya no hay niños malos, sólo malos padres”, dijera Lipovetsky 34. (Es demasiado para cualquiera, ser el único depositario de las ilusiones y esfuerzos familiares...) 34

“La Era del Vacío: Ensayos sobre el Individualismo contemporáneo”-Barcelona, 2002

La familia se encuentra en un proceso de cambio acelerado en sus costumbres y expectativas, y en este proceso existe un intento permanente por generar vínculos satisfactorios. Por supuesto, la familia argentina corre también el riesgo de quedarse con lo peor  de lo viejo (relaciones autoritarias y machistas, por ejemplo) y lo peor de lo nuevo (dispersión y falta de compromiso en los vínculos). El contexto económico desfavorable  produce privaciones materiales y vinculares en el presente (al faltar el tiempo libre y ser  escaso el dinero) y anemia en los sueños, cuando no promueve, con la desocupación de los  jóvenes, el estancamiento en su evolución, y con la desocupación de los padres, la conmoción de la estructura funcional y simbólica de la familia. Dentro de este proceso de cambio y de crisis, no podemos dejar de consignar el aumento en el consumo de  psicofármacos por parte de adultos, jóvenes y niños.

La agresión de cada día Pero cuando hay quiebres o fracasos en los vínculos, la alternativa que ofrece el contexto es el consumo, la cultura de la imagen, la competitividad o la muerte. Así es como nos encontramos con nuevas formas de violencia, una violencia desencantada que se comparte como respuesta espasmódica. Se asalta y mata por una bicicleta, por unas zapatillas de marca, por una moneda, por nada. De madrugada, los jóvenes guerrean hasta matarse, en cualquier calle. Pero estos no son hechos tribales, son hechos trágicamente triviales. No es la muerte por el honor desairado, la amistad traicionada o el amor perdido; es la muerte porque el otro no quiso cambiar el tema musical. Es una violencia que nace del vacío: “ Y si no tomamos, ¿cómo nos vamos a divertir?” dicen reiteradamente en la consulta jóvenes estudiantes universitarios. El consumo creciente y naturalizado de alcohol y drogas ( que integra a los usuarios a una comunidad global, la de los traficantes y sus víctimas) potencia los círculos de la violencia, introduciendo un estilo bizarro de descontrol y anomia total. Este consumo y el consecuente daño cerebral está presente ya en todas las clases sociales y en todas las franjas etáreas; si bien su incidencia más devastadora, como ya hemos consignado, es sobre los y las jóvenes. La pobreza, la falta de horizontes y de educación, no son en absoluto los únicos motores de este suicidio colectivo. Armados con sus automóviles y motos o con los de sus  padres, alegres y despreocupados, los argentinos de menos de treinta años encuentran su  primera causa de muerte en los accidentes viales. En una heladería, veo cómo padre y madre escuchan a su hijo adolescente mientras disfrutan sus helados. El joven les cuenta cómo se divierten cuando salen en el auto de Tito; que el auto tiene quince años pero parece de veinte, que no le andan los frenos pero que va rápido, les va contando anécdotas....Los rostros de los padres no manifiestan ninguna inquietud, tampoco dicen una sola palabra. ¿ Legislación permisiva o cultura de la transgresión? ¿Tener demasiado poco, tener demasiado...?

Tener, no sólo las zapatillas o el auto, sino el cuerpo joven y hermoso sin el cual no  podemos salir a la calle, so pena de ser segregados. No debemos, no podemos dejarnos ver  sin la vestimenta más importante para no ser marginados, un cuerpo determinado al que se  perseguirá, si es necesario, a costa de todos los bienestares.

¿Sobrevivir o vivir?  El sobreviviente corre y genera riesgos porque da igual, porque la vida no vale nada, o porque “a mí no me va a pasar...”  Hay otros riesgos, que son los riesgos de estar vivos. De jugarnos una y otra vez, con la cabeza y con el corazón.  No hay una experiencia tan local como la recuperación de la confianza. Es un  pacto de interdependencia, de diálogo, que involucra el pensar, el sentir, el soñar. El   sostener estos pactos es lo que permite la apropiación de un territorio, la producción de un mundo por el que somos producidos y aceptados. Un mundo nuestro.  En todos los encuentros significativos se reinicia esta experiencia. Especialmente en la terapia.

Capítulo 7: La corrupción vista de cerca: estructuras, estilos y efectos en las interacciones

Capítulo 7: La corrupción vista de cerca: estructuras, estilos y efectos en las interacciones

Corrupción: Daremos este nombre al proceso organizacional que integra el fraude y la mentira como interacciones permanentes en una organización. ¿Qué nos preguntamos? Intentamos describir cómo se producen y continúan reproduciéndose estos procesos en las prácticas de los individuos. ¿Qué climas emocionales, supuestos básicos, interacciones concretas, podemos percibir e indagar en el discurso de los participantes? ¿Qué repertorio de soluciones se nos ofrece dentro de estos procesos? Dado que la corrupción sólo puede instalarse y estabilizarse cuando es aceptada colectivamente, nos preguntamos de qué manera se configura un contexto con la fuerza y el consenso suficientes como para naturalizarla; y cuáles son los indicios que podemos distinguir, cuando este contexto está ya configurado. 

Corrupción y propósitos

Desde el punto de vista del paradigma de la simplicidad, cada organización humana “tiene” uno o varios propósitos (el propósito de la escuela es enseñar, el del hospital es curar, etc) a los cuales propenden o deben propender todas las acciones de sus integrantes. Las acciones que no condicen directa o indirectamente con estos propósitos pueden verse como desvirtuando, trastrocando o “traicionando” el objetivo original. Si estas acciones tienen carácter permanente, y se vuelven contrarias al objetivo original en beneficio de otros propósitos individuales o grupales, llegando a incidir en forma significativa en la  producción, aquellas personas o grupos que han pactado e interactúan con la organización en base a su objetivo explícito encontrarán que no reciben lo que esperaban, o que no lo reciben en los términos acordados.

Este punto de vista es útil y válido para ciertos razonamientos. En los tiempos que corren y en medio de tantas distorsiones, el volver a preguntarnos: “¿Para qué estoy yo aquí?” puede servirnos una y otra vez como brújula para ordenar y orientar nuestras  prioridades. Sin descartarlo, ampliaremos nuestra visión incorporando el paradigma de la complejidad35 y la visión del construccionismo social 36  para abordar los procesos internos de una organización y sus relaciones con su ecosistema. Si partimos del pensamiento complejo, según Etkin y Schwarszein, “se admite la existencia en el mismo sistema, de relaciones complementarias, simultáneas y antagónicas.” Pensando en la construcción de una narrativa o discurso compartido que sostiene el sentido de las prácticas, los propósitos de la organización son parte del paradigma o sistema de ideas que se practica dentro de ella. Sus significados se modifican con las interacciones y los cambios de los contextos que se generan dentro de la organización, así como en su diálogo inter organizacional o con su ecosistema. El sentido y prioridad de los propósitos en una organización puede considerarse una cualidad emergente de su proceso comunicacional, y se verá afectado por los 35

Etkin y Schwarstein, en el texto citado, abordan el tema de esta manera: “En esta obra hemos reconocido que la noción de propósitos interviene de múltiples maneras en el funcionamiento de las organizaciones sociales. Por ejemplo en el momento de la creación, cuando los fundadores fijan sus acuerdos alrededor de ciertos objetivos. También los  participantes en sus lugares de trabajo persiguen fines, sus actos son intencionales. Los grupos se reúnen para discutir los objetivos de su actividad. Los directivos definen planes para la organización. En el medio social se discute la razón de ser, la legitimidad de los propósitos de la institución. Las diferentes organizaciones también articulan sus propósitos para actuar en forma integrada en un medio más amplio. Queremos ahora destacar que desde la perspectiva de la autoorganización, los propósitos son considerados como variables emergentes, no son condiciones para la existencia de la organización. Es decir, no la definen, ni la determinan.”  “(...) desde una perspectiva interna de las organizaciones, hemos tomado los propósitos como componentes de la estructura, como uno de los dominios que se integran en la compleja realidad organizacional.”  “(...) Sostener que todos sus miembros piensan en los logros y el desempeño de la organización, implica admitir el predominio de lo racional en las conductas. Es pensar solamente en términos de las consecuencias para las supuestas necesidades del sistema. Sabemos que ello no ocurre así, que los componentes no racionales, las motivaciones y significados tienen u n importante papel en las actividades de la organización.”  “El problema de corporizar las construcciones culturales y distinciones del observador se encuentra en la base de la noción de los propósitos de la organización. (...) En esta construcción metafórica el observador externo comienza por proponer que las organizaciones existen para algo, y luego explica que ese algo las sostiene y que si lo pierden habrán de desaparecer. Son los participantes quienes tienen motivaciones y actos intencionales; al elaborar  significados, incorporan como factor a las definiciones de su rol en la organización y las acciones esperadas de los demás. Los propósitos emergen y tienden a ser congruentes con las pautas de interacción recurrentes en cuyo marco se construyen. De todas maneras es posible hablar de  propósitos organizacionales considerando que la sustitución de los miembros en una organización no afecta necesariamente los modos establecidos de relación, y que los nuevos miembros incorporarán los propósitos ya existentes como un elemento de sus modelos de organización.”  36

“Nuevos Modelos y Metáforas Comunicacionales”-W. Barnett Pearce, en Nuevos “Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjetividad”- compilado por Dora Fried Schitman, Editorial Paidós, Buenos Aires, 1994.

climas emocionales, el interjuego de los intereses personales, la disposición de los subsistemas de la organización, la fuerza contextual de los marcos de significación en donde sean llevados a la práctica, etc. 

 Las personas y las reglas

Podemos decir que todo grupo genera y sostiene sus reglas en la interacción permanente 37. Dentro de estas reglas incluimos el derecho (que puede abarcar a todos los integrantes, o no) al cuestionamiento y creación de reglas explícitas, así como los usos y costumbres relativas al cumplimiento, transgresión, elasticidad o rigidez de las propias reglas. Consideramos que todas las personas colaboran activamente en la coproducción y estabilización de las reglas. 

Consenso, dinámica grupal y verdades locales Vale la pena reflexionar acerca de las ideas y prácticas que se comparten en un grupo o sistema, y de los efectos que este permanente compartir produce sobre nuestra visión del mundo. Heinz von Foerster 38 retoma la alegoría de la caverna, de Platón. En ella se describe una vivienda subterránea en la que, desde su infancia, los hombres están encadenados y sólo pueden ver las sombras, reflejadas contra la pared del fondo, de objetos que pasan detrás de una tapia,...Extraeremos algunos párrafos: “-Y si pudieran hablar entre sí, no juzgas que considerarían objetos reales las sombras que vieran?-Necesariamente.-Considera ahora lo que naturalmente les sucederia si (...)a uno de esos cautivos se lo libra de sus cadenas y se lo obliga a ponerse súbitamente de pie, volver la cabeza, caminar, mirar la luz (...)¿Qué habría de responder, entonces, si se le dijera que momentos antes sólo veía vanas sombras y que ahora(...) goza de una visión verdadera? ¿No piensas que quedaría perplejo y que aquello que antes veía habría de parecerle más verdadero que lo que ahora se le muestra?”

“Supongamos que este hombre desciende a la caverna y va a sentarse a su antiguo lugar.(...)si cuando su vista se halla todavía nublada, antes que sus ojos se adapten a la oscuridad, (...) Tuviera que competir con los que continuaron encadenados, dando su opinion sobre aquellas sombras, ¿no se expondrá a que se rían de él? (...)si alguien ensayara libertarlos y conducirlos a la región de la luz, y ellos 37

Sobre las reglas en los sistemas humanos, ver pág.... “Visión y conocimiento: disfunciones de segundo orden”, en Nuevos “Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjetividad”- compilado por Dora Fried Schitman, Editorial Paidós, Buenos Aires, 1994. 38

pudieran apoderarse de él y matarlo, ¿es que no lo matarían?” (PLATÓN, LA REPÚBLICA, LIBRO VII) “En el país de los ciegos, el tuerto iría a parar directamente a un hospital psiquiátrico,  porque ve las cosas de otro modo que los demás” (Heinz von Foerster) 

 Pertenencia a distintas organizaciones

Estas metáforas nos recuerdan las realidades que pueden generarse dentro de un sistema humano (tanto en una organización como en la pareja o la familia), así como los criterios de verdad y ética que estas realidades implican. Al quedar situados en la interfase entre una y otra organización, frecuentemente tenemos que elegir a qué lealtad responder, con nuestras acciones y nuestras palabras. ¿Qué diremos y qué no? ¿Cuánto podemos explicar? ¿Mentiremos? ¿Ocultaremos? Acerca de la realidad como construcción de las personas y de las comunidades, citaremos brevemente 39 al profesor Kenneth Gergen 40quien en el capítulo final de su libro “Realidades y Relaciones”, expresa: “Mucho se ha dicho ya contra los enfoques tradicionales de la verdad como reflexión exacta de la mente en el mundo o como espejo que refleja la realidad. He roto una lanza, en cambio, por la concepción de la verdad como construcción cultural, como el subproducto de relaciones que se dan entre personas. Tal como desarrollé en los capítulos  precedentes, podemos tal vez afirmar que cuando las personas interactúan en el tiempo tenderán a generar una ontología local, un lenguaje de representación que les permita llevar  a cabo sus relaciones de formas satisfactorias. Las comunidades harán un gran esfuerzoincluyendo tanto a la censura pública como al castigo público-para sostener la verdad y lo real, ya que lo que está en juego es nada menos que la vitalidad continuada de un modo de vida.” “(...) consideremos esta unidad inicial de elaboración de la realidad como un núcleo relacional. En cualquier núcleo, los participantes tal vez sean capaces de identificar lo que es “verdadero”, es decir, de indexar los modos convencionales o aceptables de representación.” “(...) La posibilidad de fraude surge cuando un individuo comparte su calidad de miembro en por lo menos dos núcleos relacionales: uno en el que un acto es inteligible y otro en el que no lo es.” “(...)En una sociedad altamente compleja en la que los individuos participan en relaciones múltiples, cada una con su forma potencialmente única de construir la realidad, habría una fuerte invitación al engaño. Desde luego, buena parte del engaño será de naturaleza baladí (las “mentiras veniales” de la vida cotidiana). Sin embargo, habida cuenta de los altos costes de la confesión, (castigo y negativa a aceptar formas alternativas de 39

Para un abordaje de los desarrollos teóricos de los que emergen estas posiciones, recomendamos al lector el libro “Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjetividad”compilado por Dora Fried Schitman, Editorial Paidós, Buenos Aires, 1994. 40 Kenneth Gergen, “Realidades y Relaciones”, Editorial Paidós Básica, Barcelona, 1996- Páginas 335, 337, 338 y 339.

relación) y la dificultad de explicación (los grupos, por ejemplo, protegerán característicamente sus realidades a fin de sostener sus modos de vida) el engaño se convierte en algo atractivo.” “(...) El aumento de nuestra capacidad de estar en relación conduce por sí mismo a la discreción y al engaño. Por consiguiente, es así como estamos asediados por instancias de duplicidad, espionaje, doble juego, infiltración, filtraciones organizacionales, uso fraudulento de información privilegiada, prevaricación, falsificación de documentos y  plagio. Así, pues, ¿no nos enfrentamos a la posibilidad de una muy importante erosión de la confianza pública? Muchos son los que creen que la erosión es ya muy profunda.” Cabe destacar que con esta formulación teórica y las posiciones que de ella resultan, no estamos apuntando a justificar el engaño ni a diluir las responsabilidades por las acciones individuales. Por el contrario, como veremos más adelante, la perspectiva de pérdida de las responsabilidades individuales constituye uno de los riesgos para la salud, así como un peligro moral a sortear cuando se interactúa dentro o con organizaciones que han incorporado a sus reglas y metarreglas, algunas formas permanentes de defraudación. La posibilidad de procesar diferencias de criterio, así como de reconocer y resolver conflictos dentro de una organización y de sus subsistemas, permite el reconocimiento de la diversidad como legítima, y vuelve menos necesario el engaño. Por  el contrario, la suposición rígida y dogmática de que se sostendrá un consenso unánime (so  pena de deslealtad) conlleva, como contracara de la misma moneda, el secreto y la conspiración. Pensamos que la diversidad y la pertenencia a más de una comunidad no tiene por  qué conducir al engaño cuando se logran condiciones de convivencia en base al respeto mutuo. Estas condiciones son difíciles de conseguir y estabilizar cuando existen intereses contrapuestos y también cuando en los paradigmas de algunas comunidades se sostiene una metarregla fundamentalista que no otorga calidad de “pares” a las otras. Esto puede verse muy claramente cuando dos bandos o países están en guerra: los otros no son seres humanos. Sin embargo, sin llegar a estos extremos, si prestamos atención a las actitudes y códigos de pertenencia de la mayoría de los grupos sociales encontraremos ecos de este cierre territorial defensivo. Cuando la convivencia se da entre subsistemas de una organización, algunos de los cuales usufructúan fraudulentamente la estructura total en beneficio de sus propios intereses, el engaño se presentará en distinto grado según el tipo de equilibrio que se viva en el sistema. Como veremos a continuación, cuando el grado de corrupción es muy alto, el engaño se vuelve menos necesario. 

 Algunas formas imaginables de equilibrio en las organizaciones

Queremos proponer tres esquemas hipotéticos diferentes, con el objetivo de trazar  algunas distinciones que nos permitan observar procesos de corrupción. Estos esquemas no constituyen una descripción “verdadera” ni completa; no pretenden ofrecer más que un  punto de partida para la reflexión. Dado su nivel de abstracción, pueden referirse a

cualquier tipo de organización humana que se dedique a la producción: empresas, instituciones de salud, artísticas, políticas, de investigación, de docencia, etc. Nuestro análisis se refiere solamente a los modos de convivencia de grupos que apuntan a y viven de distintos propósitos en una organización, cuando alguno de ellos transgrede las normas establecidas en su propio beneficio. Describimos estilos “extremos” de procesos que  pueden observarse en grados diversos.

ORGANIZACIÓN SANA:  Encontramos un consenso amplio y abierto acerca de los propósitos allí sostenidos. Se practican modos de resolución de los conflictos. Se reconoce la diversidad. Se aceptan criterios internos y externos de verificación y control, que jerarquizan a quienes los aceptan. Las desviaciones hacia propósitos fraudulentos  son corregidas con efectividad cuando son advertidas . Ejemplo: en una Universidad Imaginaria, un alumno soborna o amenaza a un  profesor para que apruebe su examen insuficiente, y tiene éxito. Cuando este alumno se dirige a un amigo del profesor para tratar de repetir la operación, y veladamente o no, utiliza su experiencia anterior como argumento, el docente no sólo no se presta a la maniobra sino que busca una seria conversación con su colega y amigo, quien termina negando todo. El alumno desiste de intentar su manejo con otros profesores. Recurrimos a este ejemplo porque creemos que la sanción social, más que la formal, es la que impide la naturalización y estabilización de las prácticas corruptas. Las sanciones formales sólo sirven a estos efectos cuando actúan como convalidación del consenso. En los términos descriptos por Gergen en la cita anterior, diríamos que en esta organización se da prioridad a un “núcleo relacional” y a su sistema de valores; en el ejemplo, un examen comprado no es un “verdadero” examen y quien sostuviera lo contrario se expondría a ser sancionado. Los modos de comunicación que son efectivos en etapas de estabilidad, pueden fallar si la organización entra en estado de crisis. En estas condiciones, pueden no advertirse a tiempo los procesos de corrupción o no lograr actuar sobre ellos en forma efectiva, dando lugar a la consolidación de grupos y redes permanentes.

ORGANIZACIÓN CORRUPTA: Existe por lo menos un grupo dentro de la organización, que comparte un objetivo propio y opuesto al de la mayoria. Este grupo

logra sostener sus objetivos y llevarlos a la práctica con cierta continuidad, si bien tiene dificultades y puede afrontar sanciones. Ejemplo: En otra Universidad Imaginaria, entre los alumnos se rumorea que hay un “mercado negro” donde es posible comprar algunos exámenes. Efectivamente, este grupo, integrado por docentes y personal administrativo, existe, pero cuida extremadamente su forma de accionar y se autolimita de manera de no dejar evidencias. El rector conoce los rumores y cada tanto inicia investigaciones internas, llegando a aplicar sanciones administrativas a una persona sospechada de participar en estas maniobras. Ya tenemos aquí dos “núcleos relacionales” que sostienen distintos criterios de normalidad y de verdad. Al convivir dos sistemas con propósitos opuestos, la tensión entre ellos comienza a ocupar el tiempo y la energía de los integrantes de la organización. En esta convivencia,  por ejemplo, los docentes no implicados en la red fraudulenta pueden temer la pérdida de su imagen que ocurriría si se da publicidad a estos hechos; los alumnos, la devaluación de sus títulos, etc. A su vez, los participantes del “mercado negro ” también son miembros de la organización y tienen que sostener de alguna manera su integración a ésta.

ORGANIZACIÓN COOPTADA: existe un equilibrio de fuerzas entre grupos que sostienen objetivos distintos y opuestos entre sí; estos grupos cuentan con apoyo interno y externo. Todos estos grupos cuentan con poder de sanción hacia quienes obstaculicen su accionar. Actividad permanente y baja productividad. Ejemplo: En una tercera Universidad Imaginaria, todo el mundo sabe que es posible comprar exámenes a determinadas personas, que son amigas de otras que ocupan cargos directivos y gozan de predicamento en un partido político de referencia. Dicho partido no es ajeno al nombramiento de algunos Decanos. Por otra parte, la cátedra X...ofrece a los alumnos la posibilidad de conseguir pasantías remuneradas en algunas importantes empresas, merced a contactos que tal vez sean pagos. Un grupo de profesores ofrece  públicamente grupos de estudio privados en los que se “cursan” las materias que ellos mismos dictan en la Universidad; algunos de estos docentes integran el Consejo Superior  de la Universidad.  Podemos imaginarnos la desazón, la impotencia y hasta el temor de los docentes, no docentes y alumnos que no deseen participar en ninguna de estas comunidades...En esta Universidad ficticia conviven por lo menos cinco “núcleos relacionales”; pero cada uno de ellos se referencia y apoya en otras organizaciones, adquiriendo así poder de sanción (real o imaginario); lo cual desalienta la denuncia y contribuye a un equilibrio que puede estabilizarse por años.

 En cuanto a las mentiras y ocultamientos, en este tipo de organización tienen un valor  estratégico en la comunicación, ya que estos grupos se posicionan y compiten (entre sí y ante el público), muchas veces, mediante la exhibición de su impunidad. Por ejemplo, dejando a la vista las evidencias de su accionar. Estas variantes del terrorismo cultural, que licúan la posibilidad misma del escándalo, pueden alternarse con “denuncias” mediáticas contra unos u otros, generalmente ruidosas y de escasas consecuencias.  La productividad se vuelve, como puede imaginarse, muy escasa. Incluso la  productividad de las actividades delictivas: siguiendo con el ejemplo, podríamos esperar  que las actas de los exámenes comprados a veces se pierdan, las pasantías se acorten, la cátedra que dictaba grupos privados cambie súbitamente de criterios...  Al mismo tiempo, como los parásitos que viven de un cuerpo sin llegar a matarlo, los  subsistemas corruptos reconocen implícitamente un límite para su accionar: todos ellos defenderán la supervivencia de la institución y compartirán (aliándose si es posible a la comunidad no corrupta) gestos que tiendan a generar una buena imagen. Si la maqueta que he inventado como Universidad Imaginaria mueve a mis lectores a risa o a que piensen que mis exageraciones no tienen límite…¡me alegro por ustedes! Y  los invito a que tengan presente este cuentito de terror cuando pregunten a sus pacientes  por sus condiciones de trabajo. 

 NOVELAS DE SUSPENSO: EL PARADIGMA FEUDAL PERVERSO

Ofrecemos otro constructo teórico, que nos ha resultado de utilidad para entender y deconstruir contextos difíciles, así como para la terapéutica y prevención de algunos efectos nocivos. Este constructo hipotético puede servir como “guía de preguntas” frente a situaciones organizacionales desconcertantes, o en la labor clínica, cuando los consultantes  presentan indicios de maltrato psicológico. Con esta formulación no queremos equiparar en responsabilidad a víctimas y victimarios, ya que seguimos sosteniendo que ningún contexto justifica ni diluye la responsabilidad por la acción de cada individuo. Pero nos parece necesario explorar las suposiciones compartidas en un grupo u organización, ya que al interrogarlas podemos desafiar su “naturalidad”, abriendo el horizonte a nuevas alternativas.

Paradigma:  Nos referimos a un sistema de valores, prescripciones y descripciones que se ejecuta en la acción, en la emoción y en las ideas, así como en el lenguaje verbal y no verbal. Feudal: Un elemento central de este paradigma es el intercambio de lealtad y sumisión  por una expectativa de protección. Perverso: A diferencia del paradigma feudal medieval que se fundamentaba en el derecho divino de la nobleza, este paradigma se basa en la expectativa de que algunos de los integrantes del grupo modificarán en cualquier momento y a su arbitrio las reglas a las que debe someterse el grupo en su conjunto .

Esta expectativa puede parecer referida puntualmente a una persona que hace las veces de “líder personalista”; pero vemos que si ese líder cae, otro de los integrantes intentará llevar a cabo esta función y es posible que sea aceptado por los demás. Debido a lo cual decimos que esta expectativa de cambios arbitrarios a las reglas constituye una metarregla, que gobierna y abarca a todas las demás reglas internas del sistema y cuya acción también incluye las interacciones con otros sistemas. Así explicamos que los cambios prescriptos por la metarregla, a la vez que  producen inestabilidad, turbulencia, desajustes y ajustes permanentes, también son fuente  básica de estabilidad.



CARACTERÍSTICAS DE LOS GRUPOS Y ORGANIZACIONES QUE SOSTIENEN ESTE PARADIGMA 41: Muchos de los procesos que se describen a continuación, se observan aisladamente y en grado diverso en cualquier organización sin que por ello ésta se ajuste a nuestra descripción diagnóstica; si concurren tres o cuatro de ellos, valdrá la pena interrogarnos acerca de la metarregla ya mencionada 42.

1. 2. 3. 4. 5.

Clima emocional permanente y predominante de miedo, suspenso, excitación e intriga. Falta de entrenamiento en realizar negociaciones exitosas. Efecto de fascinación de las acciones del líder; descalificación de los demás. Reparto periódico y arbitrario de méritos y deméritos, por parte del líder y/o del grupo. Inmediato saboteo, de parte del grupo y del líder, de las personas calificadas en el reparto de méritos. 6. Alguien espera eternamente el reconocimiento del líder o sus segundos. 7. No se generan liderazgos intermedios. 8. Dedicación de tiempo al tejido de la interna eterna. 9. Permanente y estable movilidad de posiciones que no genera ningún cambio verdadero. 10. Endogamia. 11. Abundancia de coaliciones (uniones de unos contra otros) y escasez de alianzas (uniones para lograr objetivos específicos). 12. Fracaso en las asociaciones con otros grupos. 13. Problemas en la productividad debidos a la intensidad de los climas emocionales contradictorios, a la inversión de tiempo y atención sobre los procesos internos, y a la falta de autonomía de los integrantes. 41

Agradecemos especialmente la contribución de la Psic María Elena Gasó, en comunicación personal. 42 Parte de estos procesos han sido descriptos agudamente por la psicoanalista Marie France Hirigoyen, en su libro “El Acoso Moral” (Páidós, Quilmes, 2000). Nuestra intención es conceptualizar de qué manera el acoso contra una o más personas, puede formar parte de una construcción compartida entre los integrantes de la organización, y estabilizarse como pauta que conecta y configura a un sistema o subsistema.



ALGUNAS SITUACIONES A SORTEAR (A NIVEL INDIVIDUAL) SI ESTAMOS DENTRO O CERCA DE ESTE TIPO DE ORGANIZACIÓN

Peligro de responder a las provocaciones y participar en escaladas simétricas contra este tipo de líder o contra otros que el líder envía o jerarquiza. Sensación agotadora de exigencia progresiva y alienante. Estrés resultante. Deterioro de otras actividades o relaciones importantes a causa del estrés y la descalificación. Esto aumenta la dedicación al sistema perverso y el riesgo para la salud. Pérdida de la perspectiva de la propia responsabilidad y de las propias acciones. Riesgo de dejarnos inducir a acciones mesiánicas o delictivas. Esperanzarse en recibir el debido reconocimiento a las propias acciones o méritos. Dependencia emocional de esta esperanza, que opera como un estado de enamoramiento maligno. Se restringen otras acciones efectivas y se retroalimenta la dependencia y agresividad propias del lazo con la organización perversa. Peligro de ser objeto de persecuciones dañinas por parte del grupo, cuando las luchas internas se agudizan.

Sobre los efectos devastadores que este tipo de experiencias tienen sobre la salud mental de los trabajadores al reiterarse, citaremos a la Dra Diana Scialpi: 43 “ Resulta obvio que para perpetuarse, la corrupción en el Estado requiere en primer  término, conductas violentas en la gestión de personal de la Administración Pública, en segundo término, impunidad absoluta de los agresores y victimarios y por último, víctimas afectadas del síndrome de indefensión aprendida. Así se mantiene un Estado de Derecho en agonía.”

43

Diana Scialpi , “La violencia en la gestión de personal de la Administración Pública Argentina, como condición necesaria para el desarrollo de la corrupción.” Revista Probidad, República del Salvador. No.14 2001,



IDEAS PARA LA PREVENCIÓN Y DECONSTRUCCIÓN DE LOS EFECTOS DE ESTE TIPO DE ORGANIZACIÓN SOBRE LOS INDIVIDUOS El actual escenario de crisis laboral y ética se vuelve especialmente propicio  para los encierros y la estabilización de pautas dañinas y abusivas. Proponemos algunas ideas para comenzar a reflexionar, tanto en el campo de la clínica psicoterapéutica, como en la vida cotidiana, para el cuidado de nuestra  propia salud.

1. No pertenecer a una sola organización . Ejercitarnos en diversos juegos relacionales, desde distintos roles, nos ayuda a tomar distancia de dilemas y laberintos, recuperar el sentido del humor y protegernos de los totalitarismos internos y externos. 2. Aprender y enseñar a identificar los problemas concretos , sus contextos y nuestra posición en ellos. Estar atentos a la inducción de sentimientos de culpa que son propios del clima preferido en este sistema. 3. En momentos de angustia y confusión, buscar la reconexión con los propios propósitos. (“¿Para qué estoy yo aquí?”) Traducir estos propósitos en términos de acciones concretas. Recuperarlos como brújula. 4.  Atrevernos a explicitar, en un ámbito adecuado, nuestros temores y alternativas reales.  El clima de suspenso que se genera en estas organizaciones puede llevarnos a magnificar, tanto lo que se nos “promete” , como las supuestas amenazas que nos acechan. Preguntas posibles: ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Qué es lo mejor que puede pasar? ¿Qué pena vale? 1. Mantenernos en diálogo con personas confiables fuera de la organización. Comparar periódicamente lo que creemos estar haciendo, lo que queremos hacer, y lo que otros confiables nos dicen que nos ven hacer. Este es un proceso que nos  permitirá generar criterios propios. Requiere de revisión permanente. 6. Evitar las conspiraciones (son funcionales al sistema). Estar atentos a la posible transformación de nuestras necesarias alianzas ( uniones con otros para lograr  objetivos) en coaliciones (uniones contra alguien). 7. Reconocer como legítimas nuestras necesidades de :

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Aprendizaje: lo que aprendamos puede enriquecer nuestro horizonte...si logramos evitar las trampas de la competitividad interna. Producción : suele ser el propósito original de las personas en la organización. Es el trabajo diario y el contacto con el mundo simbólico específico (docencia, arte, ciencia, etc) que da sentido a nuestra tarea, a un aspecto de nuestra identidad y de nuestra autoestima. Bienestar: el acostumbrarnos y aceptar como naturales la angustia y la rabia nos lleva a seguir en la guerra y se vuelve una amenaza concreta hacia nuestra salud. Confirmación: los seres humanos necesitamos aceptación y reconocimiento. Si no las logramos en este contexto, tratemos de lograrlas en algún otro. Creación: Insistamos en hacer emerger y cultivar microclimas y contextos de confianza, esperanza y estimulación recíproca. La creatividad que emerge de ellos realimenta y fortalece la innovación, lo inesperado, el nuevo sentido en los procesos vitales.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Bateson, Gregory: Espíritu y Naturaleza, Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1980. D’Angelo, Patricia: Sistemas y Ecosistemas, Instituto Superior de Ciencias Humanas Nº 4025, Rosario, 2000. Etkin, Jorge y Shvarstein, Leonardo , Identidad de las Organizaciones, Editorial Paidós, Buenos Aires, 1992. Capítulo 4: “Componentes del Paradigma de la Complejidad”. Fried Schnitman, Dora (comp.):  Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjetividad, Editorial Paidós, Buenos Aires, 1996. Gergen Kenneth, Realidades y Relaciones , Editorial Paidós Básica, Barcelona, 1996. Hirigoyen, Marie France: El Acoso Moral, Editorial Paidós, Colección Contextos, Quilmes, 2000. Hirigoyen, Marie France: El Acoso Moral en el Trabajo. Editorial Paidós, Quilmes, 2001. Morin, Edgar: Ciencia con Consciencia, Editorial Anthropos, Barcelona, 1984. Morin, Edgar: El Método, Tomo I, Editorial Cátedra,Madrid, 1981.

Scialpi, Diana: "Violencias en la Administración Pública: Casos y Miradas para pensar la Administración Pública como ámbito laboral " 2ª edición, Editorial Catálogos, con Prólogo de la experta francesa Marie France Hirigoyen y Capítulo de Derechos Humanos a cargo de Diana Maffía. Buenos Aires, 2004

CAPÍTULO 8: PENSANDO AL INDIVIDUO EN EL SIGLO XXI EMDR, Terapias de Avanzada ®; investigaciones en neurociencias.

CAPÍTULO 8: PENSANDO AL INDIVIDUO EN EL SIGLO XXI Antes y después de EMDR  Quienes hemos tenido la oportunidad de conocer EMDR y sus efectos terapéuticos, tanto en nuestra vida personal como en nuestro trabajo profesional, hemos ingresado a un nuevo mundo de experiencia en el que todo lo aprendido sobre las maneras de llevar  adelante los cambios, sobre la efectividad de éstos y sobre todo, sobre el tiempo que insumen, tiene que cambiar radicalmente. En 1987 la Dra. Francine Shapiro, Investigadora del Mental Research Institute de Palo Alto (California), descubre y crea un método de Desensibilización por medio de Movimientos Oculares (E.M.D.), que en ese mismo año es convalidado en un estudio controlado. Este fue el Estudio de Mendocino, realizado en la ciudad del mismo nombre; en él por primera vez se comprueba la efectividad y duración de la acción terapéutica de este método sobre las secuelas del Estrés Postraumático en personas que habían sido víctimas de trauma de guerra, violaciones y abusos sexuales. En este estudio se observó, además, que el método no solamente desensibilizaba (disminuía los intensos malestares) sino que daba lugar a una reestructuración cognitiva  profunda por la cual se modificaban las creencias negativas congeladas en el momento del trauma, permitiendo generar nuevos y más integradores recursos. Así fue como a la sigla E.M.D. se le agregó la R correspondiente a Reprocessing (Reprocesamiento). Francine Shapiro, 44 dirá: “La estructura patológica es inherente a la información estática, insuficientemente  procesada, que fue almacenada en el momento en que aconteció el suceso perturbador. En una gran variedad de casos, que van desde casos sencillos de PTSD y fobias, hasta condiciones más complejas como trastornos de pánico, algunas formas de depresión, de disociación y desórdenes de la personalidad, se considera que la patología fue configurada  por el impacto de experiencias tempranas que aún se conservan en el sistema nervioso en la forma específica en que fueron contraídas originalmente.”

44

Shapiro Francine- Emdr -2004, Editorial Pax Mexico

(…)La naturaleza disfuncional de los recuerdos traumáticos, incluyendo la manera en que son almacenados, permite que los sentimientos o emociones negativos y las creencias del pasado invadan el presente del individuo.” La Dra. Shapiro sostiene que las personas contamos con mecanismos fisiológicos en nuestro sistema nervioso, que nos permiten procesar adaptativamente la información. Este procesamiento tiende a un estado de salud y a la utilización adecuada de la información en el futuro. Propone que debe haber redes de memoria que teoriza como una serie de canales donde los recuerdos con sus imágenes,pensamientos, emociones y sensaciones están almacenados y ligados unas con otras. Los efectos del trauma (especialmente al darse respuestas de paralización)  bloquean las redes de la memoria y los mecanismos del Sistema de Procesamiento Adaptativo de la Información. La aplicación correcta de EMDR vuelve a ponerlos en marcha. Es como facilitar la cicatrización de una herida que el organismo no pudo sanar por sí mismo. Desde ese momento hasta la actualidad E.M.D.R. se ha consolidado como una escuela terapéutica internacional con importantes avances a nivel clínico y teórico. Las investigaciones han conducido a que sea considerada la terapia de elección para el tratamiento del Estrés Postraumático por numerosos países. En la clínica psicológica encontramos que es de enorme utilidad y velocidad para el abordaje de Fobias, Pánico, Agorafobia, Fobias Sociales, Duelos normales y patológicos, bloqueos, estrés quirúrgico, consecuencias del Abuso Sexual Infantil, recuperación de víctimas de violencia familiar, etc. E.M.D.R es un método completo que se desarrolla en ocho fases: 1. Historia Clínica 2. Preparación 3. Evaluación (confección del protocolo) 4. Desensibilización con Estimulación Sensorial Bilateral 5. Instalación 6. Chequeo corporal 7. Cierre 8. Reevaluación Si bien la enseñanza de este método terapéutico excede los propósitos de este libro, lo mencionamos porque constituye uno de los pilares de la revolución psicoterapéutica que estamos disfrutando. E.M.D.R. faculta al clínico a acompañar a sus pacientes a disolver sus malestares en cuestión de minutos y para siempre. Se vivencian cambios radicales que se profundizan sesión tras sesión, abreviando la psicoterapia al tiempo que se vuelve mucho más eficiente.  Josefina45 , de 39 años, consulta por ataques de pánico recurrentes desde los ocho años. Su matrimonio atraviesa una crisis importante. 45

En todos los casos clínicos referidos en este libro, se han modificado detalles para resguardar la confidencialidad de los consultantes.

 Padece además trastornos digestivos severos, crisis de ira incontrolables y temores: a salir de su casa, a estar solo en la casa, a tener un episodio de su colon irritable…..  En ocho sesiones de EMDR, combinada con distintas Terapias de Avanzada, reprocesa escenas de maltrato y abandono sufridas en la infancia. Se estabiliza su digestión y desaparecen los síntomas del colon irritable; deja de tener ataques de pánico ni temores, y se sorprende de estar reaccionando con calma en las disputas conyugales.

Terapias de Alta Eficacia, Terapias de Energía, Terapias de Avanzada ® Se han desarrollado otros métodos terapéuticos de excelente resultado que permiten solucionar y estabilizar con rapidez sintomatologías rebeldes. Este es un campo fascinante, en permanente desarrollo, que invitamos a los lectores a explorar. Describiremos brevemente algunos de estos métodos:

E. F.T (Emotional Freedom Technique) Técnica de Liberación Emocional: Fue desarrollada por Gary Craig, ingeniero de Stanford, California, USA, en 1995. Esta técnica consiste en enseñar al paciente a realizar tapping (suaves toques con los dedos) sobre puntos específicos del cuerpo, trabajando directamente sobre el sistema energético de meridianos. Se la combina con afirmaciones especialmente diseñadas por el terapeuta para trabajar sobre las creencias negativas, hechos traumáticos o sensaciones perturbadoras. Permite tratar, no sólo problemas emocionales y psicológicos, sino también alergias, dolores y problemas físicos. TIC®: Técnicas de Integración Cerebral Técnica de los Anteojos Hemisféricos®, Técnica de Un Ojo por Vez ® En estas técnicas se estimula un hemisferio cerebral a la vez, ya sea utilizando anteojos que  permiten la entrada de luz de un solo lado (Técnica de los Anteojos Hemisférico s® ) o cubriendo alternativamente uno y otro ojo , (Técnica de Un Ojo por Vez®) El método de “Un Ojo por Vez”, desarrollado en 2000, por los canadienses Audrey Cook, PhD., y Richard Bradshaw, PhD., consiste en observar el problema a resolver con un solo ojo alternadamente (se tapa el otro), activando también los hemisferios cerebrales por  separado.  Al alternar uno y otro hemisferio se evidencian las diferencias de percepción, cognición y emoción que existen entre ellos, dando lugar a un proceso de desensibilización y reprocesamiento.

INVESTIGACIONES EN NEUROBIOLOGÍA QUE NOS APORTAN NUEVOS CONOCIMIENTOS: ¿Qué sucede al hablar de las experiencias traumáticas? Una de las observaciones inmediatas del Estudio de Mendocino fue que los  pacientes del Grupo Control, a los que se aplicaron psicoterapias de conversación, EMPEORARON. Es decir, que su nivel de malestar aumentó luego de hablar de sus traumas. (Una vez finalizado el estudio, este grupo también fue atendido exitosamente con E.M.D.R.). Surge la pregunta, ¿por qué puede ser que hablar de los traumas no conduzca a su reelaboración sino a un aumento de la perturbación? En recientes investigaciones, el Dr Bessel Van der Kolk 46 ha demostrado que durante la rememoración del trauma la actividad del cerebro muestra una intensificación en las zonas conectadas con la reexperimentación de la experiencia, mientras que disminuye la del área de Brocca, centro del lenguaje y la palabra hablada. Con E.M.D.R. no es necesario que los pacientes hablen ni describan lo sucedido; generalmente quieren hacerlo cuando ya, luego de la desensibilización y el reprocesamiento, pueden transmitirlo como un recuerdo no perturbador. Especialmente en el caso de los recuerdos de abuso sexual infantil, es de gran ayuda el no necesitar que los pacientes den detalles ni tengan que hablar de aquello que los avergüenza.

Seguir la vía de las sensaciones corporales Tanto E.M.D.R. ,como las llamadas Terapias de Avanzada® ,nos permiten centrar  nuestra intervención terapéutica en las sensaciones corporales que acompañan al recuerdo del hecho traumático, o que aparecen disociadas como parte de la sintomatología del paciente. Aplicar técnicas de desensibilización y reprocesamiento a estas sensaciones es de por sí altamente terapéutico (de hecho existen cuadros gravísimos de Estrés Postraumático donde solamente se presentan sensaciones y es la única vía de acceso); hemos comprobado la remisión total de cuadros de pánico, por  ejemplo. ¿Cómo puede explicarse esto?

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Van der Kolk, Bessel: Clinical Implications of Neuroscience Research in PTSD,

2006, Annals of the New York Academy of Sciences, pp. 1-17 

Según Antonio Damasio 47, entre otros investigadores, existen circuitos neuronales cuya activación puede ser totalmente inconsciente y que despiertan sensaciones físicas asociadas con resultados desagradables o castigos a una acción específica. Estas sensaciones físicas intervienen rápidamente llevándonos a evitar las decisiones que podrían conducir o estar asociadas a estos eventos temibles. La hipótesis de Damasio es compatible con los resultados de diversas investigaciones acerca de los efectos del trauma psíquico. Esta hipótesis de los “marcadores somáticos” tiende a explicar, no sólo las tendencias idiosincráticas de cada persona y sus reiteraciones, que si bien siempre tienen lógica dentro de un contexto y contribuyen a él, construyen la narrativa de identidad de cada ser humano. Se refiere a un estado de ánimo y a un estado psicofísico que se activa cada vez que se activa ese marcador somático. Y se sitúa en un nivel perceptual más  primario que la emoción y el sentimiento. Damasio elabora una teoría de la toma de decisiones en la cual el cerebro y el resto del cuerpo se retroalimentan  permanentemente. “(…)cuando el resultado malo conectado a una determinada opción de respuesta aparece en la mente, por fugazmente que sea, experimentamos un sentimiento desagradable en las entrañas. Dado que el sentimiento tiene que ver con el cuerpo, di al   fenómeno el término técnico de estado somático ; y puesto que marca, lo denominé marcador. (…)incluyo tanto la sensación visceral como la no visceral me refiero a los marcadores somáticos. ¿Qué consigue el marcador somático? Fuerza la atención sobre el resultado negativo al que puede conducir una acción determinada y funciona como una señal de alarma automática que dice: atención al peligro que se avecina si eliges la opción que conduce a este resultado. (…)La señal automática nos protege de pérdidas futuras, sin más discusión, y entonces nos permite elegir a partir de un numero menor de alternativas.(…)”  Encontramos aquí un eco de los trabajos de Varela: “(…))nuestro mundo percibido, el cual habitualmente damos por sentado, está constituido por modelos complejos y delicados de actividad sensorio-motriz. 48”  Nos parece lícito afirmar que, siguiendo estos marcadores somáticos como guía  para el tratamiento con EMDR y las Terapias de Avanzada, accedemos al reprocesamiento de las experiencias que les dieron origen y sentido; el cerebro del  paciente llegará mediante el reprocesamiento a cambiar la percepción, la emoción y las CREENCIAS que se originaron en el o los incidentes traumáticos. Esta modificación se evidencia inmediatamente el el cambio de las sensaciones físicas. Así es que valoramos nuestra oportunidad de intervenir fisiológicamente sobre estos marcadores para su reestructuración, por medio de EMDR y las Terapias de Avanzada. Podríamos decir que se destejen rápidamente nudos patológicos que los 47

DAMASIO ANTONIO --EL ERROR DE DESCARTES-DRAKONTOS-BUENOS AIRES 2010

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Varela Francisco –De Cuerpo Presente-Gedisa-Barcelona -1992

 pacientes portaban, generalmente sin saberlo. Y los efectos se traducen en una recuperación inmediata y mucho más abarcadora que la sola ausencia de angustia o pánico. Los Dres Pablo y Raquel Solvey 49describen así este proceso: “El recuerdo o escena fundante es un hallazgo empírico de algo real y objetivable, y no un concepto teórico, hipotético y límite. Son genuinos, origen de la patología y son siempre traumáticos, no tienen ningún contenido a ser develado o interpretado, “es lo que es”.(…) “No solemos llegar a ella a través de la lógica, pero aseguramos al terapeuta interesado que si se deja guiar por el hilo conductor de las sensaciones corporales del paciente, entrará en ese campo sutil y “¡hocus pocus!” ella se presentará”. Ellos han desarrollado una metodología muy precisa para que la escena fundante venga hacia el terapeuta y el paciente, permitiendo su desensibilización y reprocesamiento. Remito al lector interesado a la bibliografía de referencia. Quiero ilustrar este punto con una viñeta de un caso clínico, que atendí mucho antes de tener referencia de la Escena Fundante y su método de búsqueda.  Pedro , de 40 años, consulta derivado por su psiquiatra a raíz de un Trastorno de  Ansiedad Generalizada extremo. El tratamiento con EMDR proporciona alivio pero los altibajos continúan, especialmente con la sensación de ahogo y aliento corto.  En un momento menciona muy angustiado, que iba a pasear en el verano con su  sobrinita y dice esta frase: “Ellos saben que yo no, cerca del agua yo no….” Se toma la  garganta.  Le pido que se concentre en eso y comienzo con la estimulación bilateral. “Me ahogo” dice tomándose la garganta; y va relatando, a medida que baja el extremo malestar, que cuando tenía ocho años lo tiraron a una pileta de natación y lo sacaron clínicamente muerto.  El reprocesamiento y desensibilización de esa escena insumió dos sesiones completas, luego de las cuales toda la sintomatología descendió bruscamente y la mejoría  se mantuvo.  Es interesante notar que el paciente había APRENDIDO A NADAR después del  incidente traumático y que lo recordaba conscientemente sin ninguna perturbación.  En el trabajo con EMDR son frecuentes estos hallazgos al activar las redes de la memoria.  La metodología de búsqueda de la Escena Fundante aumenta nuestra efectividad al no quedar librado su encuentro al azar ni a la intuición.

COMBINANDO VISIONES E INTERVENCIONES: CONTEXTUALES, FAMILIARES E INDIVIDUALES Al mismo tiempo que construimos estos mapas en movimiento de los contextos que son significativos para las personas que consultan, es necesario que los y las veamos como  personas, cada uno y cada una con su edad, su historia y, de acuerdo a nuestros propios códigos como grupo cultural, con su diagnóstico psicológico o psiquiátrico individual. 49

Terapias de Avanzada® –vol 4-“Las Escenas Significativas…”-

Concretamente en relación al uso de psicodiagnóstico, quienes llevamos más de un cuarto de siglo en esta actividad hemos visto cambiar criterios, diagnósticos y pronósticos en cantidad suficiente como para no fanatizarnos con nada. Sin embargo, cuando un  paciente viene de un largo recorrido de psicoterapias fracasadas y sus síntomas implican riesgo, suelo recurrir a profesionales especializados con una metodología actualizada, para abreviar camino y reducir las contingencias. Le debemos al campo sistémico el haber aprendido a reconocer estructuras relacionales flexibles y creativas, así como otras que atraviesan fases rígidas, violentas y de reducido repertorio. Recordemos que una mejoría individual puede promover o no un cambio en los sistemas en los que los pacientes participan. Nuestro conocimiento de estos sistemas ayudará a generar proyectos de futuro con bases viables. A partir de un mapa de su evolución, funcionamiento y paradigmas , entenderemos y obraremos estratégica o psicoeducativamente. Coordinar la visión sistémica y las Terapias de Avanzada potencia nuestras oportunidades para promover el cambio. Siempre y cuando entendamos que esa es nuestra función como terapeutas. La combinación de ambas lecturas, intra e inter personal, nos habilita a intervenciones de excelencia en sus resultados terapéuticos y en el cuidado de la salud del  profesional interviniente.

Sugerencias bibliográficas  Arazi et.al(2004): “Trauma y E.M.D.R- Un nuevo abordaje terapéutico”- Editorial   EMDRIA Latinoamérica, Buenos Aires.  Damasio Antonio (2010): “El error de Descartes”-Editorial Drakontos,, Buenos Aires.  D’Angelo P(2009): “Instalaciones Positivas con Anteojos Hemisféricos”- Manual de  Entrenamiento en técnicas de Integración Cerebral”- Dres Solvey y Solvey, Instituto de Terapias de Avanzada, Buenos Aires.  Shapiro Francine(2004): E.M.D.R. Eye movement desensitization and reprocessing  (Desensibilización y Reprocesamiento por medio del Movimiento Ocular) Editorial Pax México.  Solvey Pablo-Ferrazano de Solvey Raquel (comp)(2006): Terapias de Avanzada, Vol 1Vol 2- Ricardo Vergara Ediciones-Buenos Aires.  Solvey Pablo-Ferrazano de Solvey Raquel (comp)(2008): Terapias de Avanzada, Vol 3Vol 4-Vol5 -TdeA- Ediciones-Buenos Aires: Varela Francisco –De Cuerpo Presente-Gedisa-Barcelona -1992 Van der Kolk, Bessel: Clinical Implications of Neuroscience Research in PTSD, 2006, Annals of the New York Academy of Sciences, pp. 1-17 

CAPÍTULO 9: LA CONSTITUCIÓN DEL SISTEMA TERAPÉUTICO: EL PROCEDIMIENTO DE ADMISIÓN

LA CONSTITUCIÓN DEL SISTEMA TERAPÉUTICO: EL PROCEDIMIENTO DE ADMISIÓN Quiero cerrar este libro hablando del punto de inicio de la psicoterapia. Creo que existen cuestiones a considerar no importa cuál sea el método o paradigma que vayamos a usar. He ido sintetizando estas cuestiones a partir de la enseñanza de mis maestros, de mis propias experiencias y de las conversaciones de “sentido común” (consenso) que la comunidad de profesionales de la salud va generando. Por supuesto que todas ellas pueden a error por prejuicio, excesos en la cautela, temeridad o inconsciencia. Porque tomar un paciente en tratamiento es un gran compromiso.

¿TENGO QUE TOMAR ESTE CASO? Cuando las características de un contexto de admisión se ven demasiado confusas, es útil recordar una regla básica para todo compromiso laboral: para estar en condiciones de hacer bien un trabajo, es necesario estar en condiciones de no hacerlo. ¿Cuáles son mis márgenes de opción con cada paciente?

La obligatoriedad de ingresarlo puede tener que ver con la pertenencia del  profesional a un grupo de atención cerrado (“Si Ud. no lo toma, queda sin atención”), con sus necesidades económicas o con otras variables (derivación de colegas, de amigos, etc). Es muy importante reconocer estas coerciones ya que nos limitan en nuestra posibilidad de elegir y establecen condiciones particulares de trabajo. Cuanto más limitadas sean nuestras posibilidades de no tomar un paciente, más bajos se volverán nuestros parámetros de exigencia en cuanto al éxito terapéutico. En relación a las tecnologías, métodos o técnicas con las que contemos, nos parece muy útil recordar aquí la indicación de Francine Shapiro: “ No trate con EMDR a un  paciente que no querría o no podría tratar sin EMDR”. Constituir el sistema terapéutico es generar un nuevo contexto. El ingreso del paciente nos plantea interrogantes, no solamente en lo relativo a los  procesos personales y familiares, sino a otros ciclos y sistemas involucrados. Cuanto más seamos capaces de “ver” la dinámica del contexto, más fundadas serán nuestras  predicciones y más eficaces nuestras acciones. Algunos de los eventos/procesos a los que debemos estar atentos: 1) Motivo de consulta . Nunca es bueno desestimar o descalificar un motivo de consulta que pueda parecer banal o trivial; es necesario explorar con los consultantes de qué manera esto llega a convertirse y sentirse como un problema. El motivo de la consulta nos demarca un “área autorizada” por los consultantes para nuestra intervención; así como no debemos perderlo de vista durante el tratamiento, es esencial que lo aceptemos plenamente como guía de la admisión. Ateniéndonos al concepto de sistema organizado por el problema, el motivo de consulta nos orientará acerca de las metas y composición del sistema en consulta, que no necesariamente estará delimitado por lazos familiares. Pensamos en los sistemas organizados por problemas como redes de conversaciones (en las que se generan significaciones) acerca del problema. 2)Por qué ahora? Del tradicional abecé de la sistémica, un punto fundamental: cómo es que un problema que no ha aparecido súbitamente, llega a volverse preocupante e impulsa la consulta. Tener  en cuenta esta indagación siempre, por obvio que parezca el caso: es una puerta clave a zonas de oscilación del paradigma familiar, donde podemos abrir fácilmente la generación de significados nuevos. 3)Problema para quién? ¿Quién padece el problema que motiva la consulta: el que lo porta, el que acompaña, el que hace la derivación...? ¿Quién está motivado para trabajar hacia su resolución? Y ¿qué grado de problema? ¿Qué cosas dependen de la resolución de este motivo de consulta? Si todo es muy vago y difuso, el pronóstico no será el mismo que si,  por ejemplo, pesa sobre la familia una coerción institucional concreta. “ Dice la directora de la escuela que el nene no pasa de grado si no estamos en Terapia Familiar.”

Aun si encontramos que sólo los derivadores “sufren” por el problema, puede ser  muy importante que el tratamiento se realice ; encontramos un punto de conexión conflictiva entre, por ejemplo, la familia y la escuela, el pediatra y el alergista, la neuróloga y la psicopedagoga...Y dado que estas son relaciones muy importantes para la familia,  podemos brindar un servicio útil ayudando a su apertura. Por otra parte, si bien es posible que la familia no se haya cuestionado originalmente los síntomas o sucesos que trae a consulta, nos los presentan ahora como un campo que comienza a problematizarse. Aunque muchas veces lograremos construir con los pacientes (designados) una “zona de problema” en la que será posible un trabajo fructífero, no debemos olvidar estas condiciones primeras de ingreso al tratamiento. Lo más probable es que, aunque parezca que se ha consolidado en forma autónoma el sistema terapéutico, que la comunicación con la familia es buena y los logros son evidentes, en algún momento vuelva a manifestarse la importancia de aquella primera configuración; por ejemplo, si pierden el contacto con el derivador, o este les indica otras prácticas, pueden abandonar un tratamiento que parecía exitoso. 4) Quién me responde? ¿Con quién cuento en la red inmediata o mediata para acciones específicas?¿Qué sabe esta familia de mí, a quién de ellos he atendido, por qué consultan conmigo y no con otro? ¿Cómo me pesan a mí estos antecedentes? ¿Siento que cuento con la distancia y la autoridad suficientes? Con el correr de los años, múltiples conexiones nos ligan a la gente. Es importante considerar todas las que cobran relevancia en cada situación clínica. Deberemos explorar  en cada caso, tanto los recursos que estas conexiones nos brindan como las limitaciones que se nos imponen para lograr un contexto terapéutico que podamos conducir. Un aliado poderoso puede ser un gran problema, si no somos capaces de ver cómo está involucrado en la trama del sistema y no inventamos maneras especiales de ayudarlo. 5) Oposición de integrantes de la familia Cuando en una consulta, ya sea que existan presiones externas o no, hay integrantes de la familia que manifiestan claramente su oposición, es importante tener en cuenta este factor. En principio deberíamos hacer participar del tratamiento a estas personas y escucharlas, comprender sus vínculos con los consultantes que sí desean la terapia y los  procesos que están teniendo lugar. Si no pueden o no quieren concurrir es necesario que nosotros igualmente los tengamos presentes como parte del sistema en consulta. Estas personas pueden manifestar su oposición de forma clara o velada. Pueden  permanecer en silencio pero si no cambian su posición, los éxitos de la terapia generarán conflicto dentro de la familia. Sería un enorme logro terapéutico que este conflicto, y su modo de resolución, produzcan apertura y crecimiento en todos los miembros de la familia. 6) Oposición de adultos cuando hay menores involucrados

Sin dudar, este debería ser el primer punto a trabajar al recibir la consulta. Siempre que haya menores involucrados en una consulta debemos indagar y corroborar personal y activamente la aceptación y colaboración de por lo menos, el padre y la madre. Este es un requisito mínimo de orden legal que también generará congruencia para el niño o joven, y creará el marco necesario para posibilitar el éxito del tratamiento. Dado que el menor  necesita de las buenas relaciones familiares mucho más que de la terapia, su mejoría en un contexto o con una persona no aprobada por un adulto significativo le creará un conflicto con éste. Generaríamos así lo que Jay Haley ha llamado “triangulación”: si se mejora está traicionando a uno de sus padres y si no se mejora, al otro. Evitemos, por lo tanto, esta iatrogenia. Activemos de todos los modos  posibles nuestra comunicación con la familia.

7) Oposición de profesionales y/o instituciones Cuando es un profesional actuante el que se opone , podemos comenzar  dialogando con él y haciéndolo participar del proceso. Pero si no cambia su posición y sigue teniendo influencia sobre la familia , el tratamiento y todos sus integrantes estarán expuestos a quiebres y catástrofes. Si aun considerando este factor decidimos (o debemos) tomar ese paciente, estemos preparados para trabajar en campo minado. Algunas veces es  posible revertir esta oposición mediante una conexión operativa en la que se da prioridad a la evolución del paciente; pero existen numerosos ejemplos de lo difícil que es consolidarla y de los riesgos que implica su falla para la familia consultante. Si la oposición no proviene de un profesional sino de una institución involucrada (por ejemplo, una escuela cuyo gabinete sigue interviniendo en forma no coordinada con nosotros luego de la derivación, un hospital de día que no acuerda con la terapia) esta misma “pulseada” debería ser el primer y más importante campo de trabajo y objeto de intervenciones cuidadosas y específicas. Es un contexto demasiado importante para desatenderlo, ya que la familia está incluida en la dinámica de la institución y depende de ella. Un conflicto prolongado entre los profesionales intervinientes genera un contexto inestable que no favorece los cambios en el sistema asistido. Por otra parte, es más que  probable que estemos siendo incluidos e invitados a tomar parte de alguna guerra histórica, ya sea entre distintas facciones de la institución, o entre los consultantes y ésta. Será primordial para la construcción del sentido de la terapia nuestro contacto con  personas relevantes de estas instituciones, tratando de no quedar involucrados en la misma dinámica del conflicto sin fin. Si es posible, buscaremos mediadores y puntos de apoyo en forma oficial o extraoficial. En estas situaciones corremos un riesgo cierto de propiciar encierros de doble vínculo, tanto para la familia como para el terapeuta. Llamaremos así a los contextos en los que, si el paciente mejora, y esta mejoría es atribuida a la terapia, esto funciona como una descalificación para la institución o para los otros profesionales intervinientes, que

muy previsiblemente descalificarán a su vez esta mejoría o generarán inadvertidamente un nuevo problema. Para comprender estos procesos es necesario tener en cuenta durísimos factores ideológicos y económicos, que se traducen en las presiones que las instituciones ejercen sobre sus profesionales. Si es posible debemos evitar tomar los pacientes comprendidos en este punto. La probabilidad de fracaso es tan alta que el tratamiento puede hacer más daño que bien, tanto a los pacientes como a nuestra tarea profesional, y aun a nuestra persona. Si las presiones son muy grandes, se puede crear un marco de “prueba”, “entrevistas diagnósticas”, etc, orientadas a mejorar el vínculo de la familia con los profesionales o instituciones que se oponen a nuestra intervención, a fin de que los consultantes puedan volverse a ellos en busca de apoyo. 7)Primum, non nocere... Si pensamos que toda conducta es comunicación, no nos autorizaremos a creer  realmente que podemos no influenciar. Desde este punto de vista, nos influenciamos y modificamos permanentemente unos a otros, dentro del contexto (terapéutico o no). Y las consecuencias de estas influencias son, a largo y mediano plazo, impredecibles, ya que cobran significado al encadenarse en secuencias de secuencias de secuencias... Sin embargo, nuestra responsabilidad como profesionales exige tener en cuenta seriamente la alternativa de que, no sólo nuestra acción sino a veces, nuestra sola  presencia, pueda llegar a ser perjudicial para el paciente. Más allá de nuestra intención y de nuestra idoneidad. Por ejemplo, cuando damos una terapia que no es la adecuada, impidiendo que se recurra a otros marcos de contención. En contextos de alto riesgo, de violencia intensa o repetidos intentos de suicidio, el fracaso de una terapia iniciada sin haber podido generar el marco adecuado de contención y coordinación entre los profesionales actuantes, puede tener un costo demasiado alto. Esta es una opinión que no goza de consenso en la generalidad de nuestro medio, donde “las terapias” individuales son vistas como una colección de recintos independientes cuyo secreto es sagrado. Demasiadas veces los profesionales se protegen de ser perturbados por  la información, que puede “obturar su escucha”. También de esta manera se ocultan o disimulan los fracasos terapéuticos, generando en la comunidad una imagen de total irresponsabilidad. 8)Historia de terapias previas: Si bien es posible “empezar de nuevo”, y de hecho cada terapia es una nueva alternativa, ésta es una información preciosa. Tanto si la familia las considera fracasos o éxitos, las terapias anteriores forman parte relevante de la historia familiar. Muchas veces  pueden considerarse una “guía práctica de soluciones intentadas”,en el sentido de “soluciones a no repetir”; y ayudan a ahorrar tiempo. Asimismo, las definiciones provenientes de las terapias anteriores aparecerán para ser corroboradas o revisadas. La historia de la relación de la familia con sus terapeutas

 puede estar formando parte de una crisis patológica crónica y en principio debemos moderar nuestras expectativas allí donde todo el mundo ha fracasado; nos están ofreciendo incorporarnos a una pauta repetidamente coordinada y en la que ellos tienen experiencia. 9) Relación de la familia con el sistema de salud: En los casos en que existen problemas físicos o psíquicos crónicos, o han sido diagnosticados y tratados como tales, estaremos en presencia de una relación especial entre la familia y el sistema de salud. Serias investigaciones sugieren que buena parte de la problemática relacional de estas familias se relaciona con el modelado de la pauta en esta interacción. Han debido aprender a depender (y a instrumentar su dependencia) de estas organizaciones. Con el correr de los años, estas familias saben de su problema (y de los usos, abusos y costumbres de atención) bastante más que los profesionales, habiendo generado soluciones propias que pueden estar muy alejadas de los “ideales de salud”. Estas soluciones están coordinadas con sus prácticas de atención de la salud, las que constituyen su marco vital y cotidiano. Todo esto forma parte de lo que se nos presenta como “la enfermedad”, y configura el marco establecido con el cual deberá negociarse el contrato terapéutico. La cronicidad de la enfermedad orgánica o psíquica, o de una discapacidad en un miembro de la familia conlleva también un desgaste de los vínculos al que estaremos expuestos, como “nuevos participantes” mucho más rápido que con una familia “no crónica”. 10) Relación o conocimiento mutuo previo o simultáneo al tratamiento La experiencia sugiere que el éxito o fracaso de una terapia no depende directamente de este factor, que cuando es incorporado y bien manejado opera a favor del cambio terapéutico. Sin embargo, no se puede negar que es más cómodo para el terapeuta no compartir  otros ámbitos con el paciente, ya que deberá estar atento a no producir interacciones que atenten contra la marcha del tratamiento. Además, todo el marco de relaciones simultáneas al tratamiento (por ejemplo si tratamos a los hijos de colegas con los que interactuamos  permanentemente) se verá alterado irreversiblemente. Habrá operaciones terapéuticas que no podremos hacer o que ni siquiera seremos capaces de pensar de la manera en que las pensaríamos con nuestros pacientes no conocidos. Ninguna técnica aislada, por valiosa que sea, puede reemplazar un contexto terapéutico claramente pautado, tanto para los consultantes como para el profesional.  Las probabilidades de éxito y confort para todas las personas involucradas en un tratamiento será inversamente proporcional al grado de vinculación que tengan en otros contextos.

 BIBLIOGRAFÍA  Bloch, Donald - Editoriales de “Family Systems Medicine”, Vol. 6, Nº 4, Invierno de 1988  Buscaglia Susana: “Herramientas complementarias al uso de EMDR”-en Terapias de Avanzada, Vol. 4, Solvey y Solvey (comp.) Ediciones Tde A-Buenos Aires-2008  Dabas, Elina, y Najmanovich, Denise (comp): “Redes, el Lenguaje de los Vínculos”Edit. Paidós, Buenos Aires,1995.  D’Angelo, Patricia C. y otros: “Una Psicoterapia Democrática”Revista Perspectivas Sistémicas, Buenos Aires, 1993.  D’Angelo, Patricia C.: “Sistemas y Ecosistemas” - Instituto Superior de Ciencias Humanas, Rosario, 2000. “Clínica con Niños”- Secretaría de Salud Pública, Municipalidad de Rosario, 1994. “Algunos ejes evolutivos de la clínica sistémica” Revista La Grieta, Rosario, 1995.  Elkaîm, Mony (comp): Formaciones y Prácticas en Terapia Familiar- Edit. Nueva Visión, Buenos Aires, 1988 Fried Schnitman, Dora (comp): “Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjetividad” - Edit. Paidós, Buenos Aires,1994 Grodin, M. et al  : “ Context and Process in Medical Ethics: The contribution of  Family Systems Theory ”- Family Systems Medicine, Vol 6 Nº 4, Invierno de 1988.  Haley, Jay: “Terapia para Resolver Problemas” -Edit. Amorrortu,Buenos Aires,1984. “Trastornos de la Emancipación Juvenil y Terapia Familiar” Edit. Amo rrortu, Buenos Aires,1980. “Terapia no Convencional” - Edit. Amorrortu, Buenos Aires, 1980.  Keeney, Bradford: “Estética del Cambio”- Paidós, 1992. “ “ : “Terapia sin Pentagrama”- Curso clínico dictado en Agosto de 1992.-Buenos Aires-Fundacion Interfas. Mc. Daniel et al : “ Somatic Fixation in Patients and Physicians” Family Systems Medicine, Vol. 7, Nº 1, 1989.

Caminos en Contextos

Psicoterapia:

Personas,

Familias,

INDICE Capítulo 1:

Pensamiento Sistémico

Capítulo 2:

La familia como organización que evoluciona

Capítulo 3:

Crisis familiares: conceptualización y criterios de abordaje

Capítulo 4:

Integrando el concepto de género

Capítulo 5:

Violencia en la familia

Capítulo 6:

El contexto socioeconomico de la globalización

Capítulo 7:

La corrupción vista de cerca: estructuras, estilos y efectos en las interacciones

Capítulo 8:

Pensando al individuo en el siglo XXI: EMDR, Terapias de Avanzada ®; investigaciones en neurociencias.

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