Breviario Masónico
April 12, 2024 | Author: Anonymous | Category: N/A
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BREVIARIO MASÓNICO
*EL SOL.*
En las Logias, el Sol a veces se coloca en la pared frontal donde se encuentra el Triángulo Luminoso (Delta), a la derecha del Venerable Maestro, a veces se coloca en la Bóveda Celestial o Bóveda Celeste sobre el trono del Segundo Vigilante. El Sol, como la Luna, son las dos grandes luminarias del Firmamento, simbolizando la presencia constante de Luz, luminarias que en la formación del mundo fueron creadas para beneficiar a la Naturaleza. El Sol da calor y es indispensable para la vida de animales como de los vegetales; Lo hemos estado visualizando constantemente porque no hay oscuridad durante el día, excepto por unos momentos cuando aparece en eclipse total, cuando la luna lo cubre. El Astro Rey actúa sin que el hombre le dé mucha importancia, porque él está constantemente y fielmente a su lado. Sin embargo, hay momentos en que el masón permanece en la oscuridad, aunque a plena luz del sol; Es la oscuridad en el alma, en la mente, lo que da oscurantismo, ciega la visión y hace emerger la mente en el "Agujero Negro" del Universo. Debemos disfrutar de la luz del Sol y bendecir al Gran Arquitecto del Universo por este regalo, pero debemos sentirnos iluminados dentro de nosotros mismos y, sobre todo, esparcir esa Luz para llegar a los Hermanos menos afortunados. Nosotros somos parte de este sistema solar.
*EL SONIDO.*
En la vida todo viene expresado en sonidos; En la Logia, además del fondo musical, se presentan los sonidos de la palabra, los timbres, campanillas y la respiración. La Respiración es una cuestión vital, constante y casi imperceptible. El de la Palabra es el más armónico; el de los timbres y campanillas, el sonido se normaliza dentro de los rituales. El sonido que emerge de la palabra caracteriza a cada masón, que se expresa con mayor o menor intensidad, pero que produce sonidos apropiados para sus personalidades; La palabra es fácilmente identificable. Los sonidos armoniosos de un discurso producido técnica y anímicamente alcanzan la meta y son capturados con interés y amor. Por lo tanto, cuando usamos la palabra, dentro o fuera de la Logia, le damos dulzura, firmeza y, sobre todo, armonía. El sonido llega al objetivo y, por un fenómeno físico, regresa y vuelve a su creador; retroalimentado con buena voluntad, satisfacción y positivismo. No desperdiciemos nuestras palabras; debemos proferirlas con buena intención, porque si son difíciles o duras, su regreso también será muy difícil y dura. La palabra es un don divino; no hablemos en vano, egoísta y vanamente, sea nuestro Sí, sí; y nuestro No, no.
*EL SEPTENTRIÓN.*
Al norte de la Bóveda Celestial o Bóveda Celeste, en el ocaso del firmamento o al atardecer, vemos nubes espesas y negras sobre los techos de las Logias: es el Septentrión o Norte; bajo estos símbolos está el trono del Primer Vigilante.
Esta oscuridad es una advertencia para el Masón, una vez que, él tenga en sí permanentemente la Luz (el Sol), hay momentos de debilidad, aislamiento y tristeza. Esta alerta, que se muestra donde no hay estrellas, sirve para indicar el peligro de una caída. Todos estamos sujetos a ser victimizados por el “adversario”, “oponente” u “opositor”, es decir, del mal que puede presentarse como vicio, adicción, malicia, desamor y abandono. En general, la humanidad dice "creer en Dios"; sin embargo, no lo invoca; Somos cristianos de fachada, de tradición, pero no amamos al Señor, y esto es especialmente así en estos días oscuros y de turbulencia espiritual. La oscuridad del Septentrión nos advierte que siempre hay oscuridad donde la luz no llega; si, en una habitación cerrada, no abrimos la ventana, no aparece la luz del Sol. Debemos abrir todas nuestras ventanas para que la Luz sea abundante. Cuando visualizamos el Septentrión de la Logia, inmediatamente contemplamos el Sol y la Luna, disipando así en nuestra mente la oscuridad.
*LA TIERRA.*
El primero de los elementos de la naturaleza es la Tierra; Se trata de un mineral de múltiples aspectos y es la parte principal del Globo Terráqueo o Globo Terrestre, porque debajo de los océanos encontramos la misma tierra de la superficie. En la Masonería, durante la Iniciación, el candidato es sometido a la prueba de la Tierra. El masón conoce esta prueba, que supera todas las dificultades que en su vida enfrenta. Una por una, el candidato las supera, y en el esfuerzo realizado toma conciencia o se da cuenta de que esta lucha será permanente para él. Posteriormente, el masón continúa experimentando estas pruebas inolvidables que le son útiles a diario. Vivir tiene varios objetivos, pero la principal es la vida que debe ser conquistada y vencida constantemente; Ante cualquier dificultad, el Masón debe retroceder ante su pensamiento y recordar su Iniciación mística. Solo entonces él encontrará la salida, y fácilmente, porque sus hermanos tendrán que ayudarlo, quienes a su vez han pasado por las mismas pruebas de Iniciación. La Iniciación tiene este propósito; Una advertencia permanente para enfrentar la desgracia. Al hacerlo, siempre saldrás victorioso.
NAVIDAD MASÓNICA: SOLSTICIO DE INVIERNO
Ninguna imagen parece tan originalmente cristiana ni representativa de la Navidad como la bella alegoría de la madre Virgen con el Niño divino recostado en el pesebre o siendo acunado entre sus amorosos brazos. Pero, muchos siglos antes del cristianismo esta imagen ya enternecía a los creyentes de religiones ancestrales en los solsticios de invierno. Si dejamos a un lado los prejuicios cristianos podremos entender esto como una metáfora instalada en todas las mitológias del planeta: una madre cuidando a un hijo divino (representando el renacer de un nuevo ciclo solar), como símbolo de un nuevo comienzo y la posibilidad de redención de la humanidad. Otros mitos ancestrales asociados al solsticio de invierno que tienen cierto paralelismo al alumbramiento de María de Jesús, son: Isis y Horus. Horus, fue el hijo póstumo del matrimonio entre Isis y Osiris. Nació del vientre de Isis después del fallecimiento de Osiris a manos de su envidioso hermano Seht, por lo que no fue un hijo engendrado por su padre. Horus, era una encarnación de Osiris concebida milagrosamente por Isis.
En el antiguo Egipto, en el solsticio de invierno - Navidad - los sacerdotes de Isis, vestidos con sobrepelliz blanca, sacaban del santuario la imagen de Horus, en forma de niño recién nacido, para exponerla a la adoración pública de las masas y pasearla en procesión. Durante el solsticio de invierno en el Imperio Romano, las cofradías de Dionisos/Baco, al que aclamaban como "el salvador", sacaban la imagen en procesión recién nacido recostado en su cuna y todos celebraran con gran alegría su llegada. El 25 de diciembre se conmemoraba igualmente el nacimiento de Mitra (Dios del Sol), figura mesiática que encarna el concepto de muerte y salvación, que gozó de muchos adeptos hasta el s. IV. Su concepción y nacimiento milagrosos representaban el comienzo de un proceso de redención que acababa con su muerte y ascensión al cielo para interceder por los seres humanos. Se cree que todos los dioses solares: Agni, en la India; Mitra en Irán; Osiris en Egipto; Baco, Adonis, Apolo en Grecia; Manú, Buda... tienen el mismo carácter. Nacen durante el solsticio de invierno, de una mujer divina en un entorno natural, rodeados de animales y son capaces de hacer milagros y todos tienen una historia de resurrección. La resurrección de todos ellos, es la metáfora perfecta del sol vencido por las tinieblas y la noche, que renace cada día y cada solsticio de invierno vuelve a ganar terreno a la oscuridad para dar paso al renacimiento de la primavera.
HERRAMIENTAS DE TRABAJO DE 1ER GRADO Cuando comenzamos a estudiar las herramientas de primer grado ya meditar sobre ellas, nos dimos cuenta, casi de un vistazo, que no fueron escogidas al azar entre las herramientas utilizadas por los albañiles. Por el contrario, su significado filosófico y simbólico es tan profundo que nos lleva directamente al corazón, al núcleo de nuestros conceptos más fundamentales sobre la vida y el trabajo.
Antes de entrar en materia, sería bueno que notáramos de paso la evidente correspondencia existente entre los tres Instrumentos de trabajo de primer grado y los tres principales oficiales de la Logia. Así, la regla de 24 pulgadas que se usa para medir y planificar la obra corresponde a la Sabiduría del Venerable Maestro que también medirá y planificará al dirigir. El mazo que se usa para golpear está relacionado con la 1ª Vig. cuya cualidad es la Fuerza y cuya misión es la transmisión de energía. Alcance corresponde a la 2ª Vig. porque, así como éste representa el atributo de la Belleza, así el Scopro es el instrumento con el que el Francmasón muele la piedra en bruto, creando en ella líneas, superficies y marcos para el embellecimiento del oficio.
Si profundizamos en el significado de nuestros Instrumentos de Trabajo, descubrimos que representan la totalidad de la vida manifestada en tres aspectos: Cognición (saber), Emoción y Actividad. El Yo tiene tres modalidades de conciencia cuando entra en relación con el No-Yo, ya que tiene las condiciones para conocer, sentir y actuar. No conocemos otra modalidad que la conciencia, porque la vida que experimentamos está comprendida en esta triple posibilidad de conocer, sentir y actuar.
Ahora bien, el conocimiento se deriva de la observación que se obtiene al utilizar la Regla de 24 pulgadas, de una forma u otra. La acción es la aplicación de fuerza que realizamos a través del Mazo, mientras que el Alcance es el instrumento con el que nos ponemos en contacto con la materia del mundo exterior y con el que ejecutamos en ella nuestra voluntad, contacto que, en términos de la conciencia, es la cualidad del sentimiento. Así que "sabemos" como la regla de 24 pulgadas, "sentimos" como el alcance y "actuamos" como el mazo.
Y si profundizamos, encontramos que hay tres cosas necesarias en todo trabajo inteligente: la primera es nuestro plan o proyecto; el segundo, la energía o fuerza que nos propusimos gastar en nuestra tarea, el tercero, el instrumento real con el que realizamos el trabajo. Se ve claramente que estos tres elementos están gráficamente simbolizados por nuestras herramientas de trabajo, ya que hacemos nuestro plano con la regla de 24 pulgadas, aplicamos nuestras fuerzas por medio del mazo y efectivamente realizamos el trabajo con el cincel. De modo que además de ser útiles, son arquetipos de toda la variedad posible de instrumentos pertenecientes a las tres clases mencionadas.
regla de 24 pulgadas Estudiemos ahora en detalle estos tres instrumentos de trabajo, comenzando por la Regla de 24 pulgadas, que es la más fundamental y trascendental de todas para el hombre. Su función es, por supuesto, medir la longitud; pues bien, la medida de la longitud es la base de las medidas de todo tipo en todos los departamentos de la vida, como bien saben los hombres de ciencia. No hay otra base posible, ni la conocemos. Solo cuando medimos las formas de los objetos llegamos a comprender lo que son. Esto no sólo se aplica a las líneas, sino, como es natural, también a las superficies, volúmenes y ángulos, ya que las unidades en que éstos se expresan se basan en último término en la medida de la longitud. Así también, tenemos que decir que la única forma de localizar o determinar la posición de un objeto en relación con otros, se basa en el uso de medidas de longitud. La forma de los cuerpos no puede describirse sin recurrir a los términos de la medida de longitud.
Más aún: no sólo los objetos materiales, sino también todo acontecimiento o fenómeno de la naturaleza, sólo pueden ser descritos y medidos en términos de medida longitudinal, en última instancia. Por ejemplo, la luz y el color sólo pueden medirse, y por lo tanto describirse, por la longitud o velocidad de sus ondas, cuyas dos cualidades implican la medida de la longitud como ingrediente esencial.
Lo mismo puede decirse de todas las demás formas, como el calor, el sonido y la electricidad. El peso de un cuerpo no es más que una forma de describir la fuerza de gravedad. Igual de importante para el masón es saber que todo se mide en términos de unidades de longitud. Todas las propiedades de la materia, conocidas por nosotros, se representan finalmente en términos de medida de longitud, ya que estamos tratando con textura, dureza, elasticidad, calor específico, durabilidad, o lo que sea. El mismo principio se aplica a la medición de la velocidad y los movimientos de todo tipo, ya sean átomos y moléculas, trenes, planetas y estrellas. Cuando medimos la energía de los músculos, el vapor, la electricidad, la energía interatómica o la radiactividad, no conocemos otra forma de expresar las observaciones o los cálculos que la de una regla.
Otro factor científico bien conocido es que el tiempo no se puede medir sino en términos de espacio, ya que la única manera de estimar su paso es registrando los fenómenos de movimiento; movimiento que, como es natural, sólo puede expresarse en términos dependientes de la medida longitudinal. Si no tuviéramos nuestro sistema de medición del espacio, no sabríamos registrar el paso del tiempo.
De manera que el tiempo y el espacio, la materia y la fuerza, y todas las conocidas combinaciones de estos elementos primarios con que se elabora nuestra vida ordinaria, sólo pueden medirse, conocerse y comprenderse, utilizando la medida de longitud de la Regla de 24 pulgadas; es decir, que la base de toda ciencia o conocimiento radica en el uso de la regla. Este principio es aplicable a todos los departamentos de la experiencia y el conocimiento humanos, ya que, incluso cuando se trata de arte, filosofía o religión, debe reconocerse que las únicas ideas cognoscibles e inteligibles sobre estas manifestaciones humanas son aquellas que pueden medir o estimar. en absoluto, ya que donde termina la medición comienza la ignorancia o la conjetura. Nuestro conocimiento es tanto como nuestra capacidad de medir, ya sea pesando un pedazo de piedra,
Sin embargo, existe otro campo de aplicación para la regla de 24 pulgadas. Ha de ser necesariamente el primer instrumento de trabajo de los masones, ya que mientras éste no se aplique, ningún otro podrá aplicarse útilmente. Todo el trabajo útil se lleva a cabo aplicando las Herramientas de trabajo donde corresponda, lo que solo se puede hacer bien usando la Regla. De lo contrario, se convertirían en instrumentos destructivos. El arte de la vida consiste en aplicar nuestros poderes y facultades que son nuestros instrumentos, en el lugar y momento precisos.
Creo que es muy clara la razón por la cual la Regla de 24 pulgadas es el primer Instrumento de Trabajo que se le da al Aprendiz. Es, naturalmente, lo primero esencial en la ejecución de obras de toda clase, y lo es también en la adquisición de conocimientos, en los que se basa la habilidad de todo artesano. Si entendemos bien la naturaleza y el propósito de la Regla de 24 pulgadas, se nos revelará un maravilloso tesoro de significado que existe en los símbolos comunes de la Francmasonería. Este estudio preliminar del primer Instrumento de Trabajo que nos
encontramos en nuestra vida masónica, nos facilitará el camino para llegar a comprender los demás instrumentos de este Grado, (el Mazo y el Alcance) que estudiaremos a continuación, comenzando por el mazo
el mazo Vimos anteriormente que el Mazo representa poder o fuerza, ya que es el instrumento que se usa para golpear. Representa el método más simple y elemental de aplicar la fuerza, y el símbolo de todas las formas de fuerza física, moral y espiritual. El hecho de que esto sea así se aclara cuando se explican los Instrumentos de Trabajo en primer grado, diciendo que son símbolos del trabajo manual, a la vez que de la parte superior de la naturaleza humana, es decir, de la conciencia.
Pues bien, la vida del hombre consiste en mover la materia, en trasladarla de un lugar a otro, principio que puede aplicarse tanto a las formas supremas del trabajo filosófico o espiritual, como a las actividades puramente mecánicas o manuales. Toda acción se reduce en última instancia a la materia en movimiento, ya sea la sustancia de la Tierra y todos los objetos que fabricamos con ella, ya sea la materia de las mentes humanas, las sustancias de las almas e incluso el tejido imaginativo con el que se crean los sueños. La fuerza vibrada por el hombre y el poder que ejerce sobre la materia y los acontecimientos, se sabe, después de todo, que puede mover la materia de un lugar a otro. El primer instrumento que ideó el hombre primitivo para mover la materia del plano material fue el Mazo, y cuando fabricó el Mazo o martillo rudimentario, probablemente consistiría en un trozo de piedra que sostenía en la mano, inaugurando una nueva era: la era de las herramientas, la era en la que comenzó a usar cosas fuera de su cuerpo para lograr lo que se proponía. Este paso dado en la evolución fue tan importante que algunos hombres de ciencia definieron al hombre como un animal fabricante de instrumentos (homo faber🇧🇷 Traduciendo esta definición al lenguaje masónico, podríamos decir que el hombre es un ser que lleva el mazo en la mano. El hecho de que el hombre se haya atrevido a apoderarse de este Mallet es un acto de suma trascendencia, ya que marcó el comienzo de la aurora de la conciencia del poder, la aurora en la que el hombre tuvo el primer atisbo de su divinidad latente. Hoy en día, el Maestro de la Logia es el hombre que lleva el Mazo en la mano, para simbolizar su derecho a dirigir la Logia. Permitidnos una pequeña digresión en el campo de las ciencias naturales, porque puede ser interesante examinar cómo todo fenómeno, así como todas las actividades del hombre y de las máquinas, se derivan del uso del Mazo, de la descarga de un golpe. Todas las fuerzas de la naturaleza son descargas o golpes. La luz consiste en una forma de impulso dado al éter o corpúsculos. Lo mismo viene a ser el sonido, electricidad, magnetismo y probablemente afinidad química y gravitación. El viento es el soplar de partículas de aire unas contra otras, la música de los árboles es el choque de sus ramas; hierbas y árboles en flor se abren camino a través de la tierra; las olas chocan contra la orilla y las partículas de agua se empujan unas a otras por el lecho del río hacia el océano. En todo el fenómeno, se observa que las partículas de materia chocan y se empujan unas contra otras, sin cesar. La naturaleza trae así un mazo en cada una de sus infinitas manos. las olas chocan contra la orilla y las partículas de agua se empujan unas a otras por el lecho del río hacia el océano. En todo el fenómeno, se observa que las partículas de materia chocan y se empujan unas contra otras, sin cesar. La naturaleza trae así un mazo en cada una de sus infinitas manos. las olas chocan contra la orilla y las partículas de agua se empujan unas a otras por el lecho del río hacia el océano. En todo el fenómeno, se observa que las partículas de materia chocan y se empujan unas contra otras, sin cesar. La naturaleza trae así un mazo en cada una de sus infinitas manos.
También las máquinas hechas por el hombre son mazos perfeccionados, ya que todas ellas se basan en la proyección o descarga de golpes o impulsos. Hace que el fuego libere partículas de combustible y produzca calor y gases. Hace que el vapor impulse el pistón y que cada miembro de la máquina empuje a su antojo. Hace que la fuerza magnética gire la armadura y produzca electricidad. Hace que la electricidad divida el éter y transmita su mensaje por toda la tierra. En las primeras etapas de la evolución humana, el hombre es su propio mazo y utiliza la fuerza de sus propios músculos; sin embargo, a medida que su alma se desarrolla, toma los mazos de la Naturaleza y le ordena obedecerle, concentrando energías para servirlo, la naturaleza termina convirtiéndose en su mazo, en su sirviente.
Esta es la primera lección de Malho. La lección de fuerza o poder muscular, sensación, emoción, intelecto y espiritualidad. Este poder es ilimitado, porque dentro de nosotros hay una reproducción de GADU, cuyo poder es omnipotente, como nos dice en la apertura de la Logia. Llegaremos a esto más adelante cuando estudiemos el significado especial del Mazo al trabajar en conjunto con el Alcance, porque la individualidad del Masón encuentra expresión en el filo del Alcance.
el cincel Estudiemos ahora el Alcance (o Cincel). Lo fundamental de Scopro radica en su poder de cortar, de abrir paso en la materia. Para realizar perfectamente su función, debe tener un filo afilado y resistente en proporción al trabajo a realizar, y además, debe ser capaz de recibir y transmitir la fuerza que se aplica a través de las diferentes clases de mazos. .
En todas las artes, oficios e industrias se utilizan instrumentos de corte y basta examinarlos detenidamente para darse cuenta que todos están basados en Scopro, siendo modificaciones y aplicaciones de esta herramienta. Para comprender mejor esto, estudiemos el arte de trabajar la madera, el metal o la piedra.
La gran variedad de instrumentos diseñados para pulir materiales o para realizar ranuras o molduras consisten en cinceles de diferentes modelos fijados a mangos o mangos. De manera similar, todas las clases de barrenas y taladros se abren paso en el material a través del borde biselado como el extremo del cincel que se proporciona al final de la herramienta. Todas las variedades de limas, escofinas y sierras también tienen numerosos cinceles, ya que cada diente es un cincel diminuto que corta con precisión, como lo hacen todos los cinceles. El labrador se sirve de un cincel en forma de arado, grada o azadón, para surcar la tierra; y las guadañas, arados, segadoras mecánicas, etc., no son más que cinceles a los que se les ha dado la forma adecuada según lo que se requiere de ellos. Las tijeras y las pinzas de los trabajadores son Scopes unidos por pares.
No es necesario ir más lejos para darse cuenta de que todos los instrumentos de corte utilizados por el hombre son alcances, cuya forma depende de la naturaleza del trabajo a realizar.
La aplicación del principio de esta herramienta a los mundos moral y mental es fácil de descubrir. Así como el alcance del cantero debe estar hecho de un material bien templado, tener un borde afilado y ser capaz de recibir y transmitir la energía que se descarga sobre el mango, también el masón especulativo debe poseer cualidades morales, facultades mentales y espirituales. potencias con las características correspondientes. El hombre sólo puede actuar sobre el mundo que le rodea, incluso sobre su propia naturaleza, aplicando los poderes que posee en sí mismo, a través de los órganos de sus diversas facultades. El material que producirá estas facultades debe ser sólido: sentimientos generosos y buenos, una mente bien dotada y educada, una naturaleza espiritual profunda y pura. En todos los actos que realiza, tus poderes deben estar dirigidos a un punto o línea, concentrándote en el trabajo, porque si no hay concentración, la fuerza se dispersa y el éxito se hace imposible. El hombre debe abrirse camino, límpido y puro, a través del laberinto de la vida, sin consentir jamás en desviarse del fin perseguido. Con respecto a la moral, uno no debe desviarse de la línea estricta de la virtud; en lo mental, vuestra mente no debe torcerse ni perder el rumbo: debe abrirse camino entre lo falso y lo aparente, desdeñando lo que no es esencial, para concentrarse en lo que es. En lo espiritual, debe poseer un discernimiento preciso y penetrante, para que pueda hurgar en el corazón de las cosas y ver lo invisible a través de lo visible. límpido y puro, por el laberinto de la vida, sin consentir jamás en desviarse del propósito trazado. Con respecto a la moral, uno no debe desviarse de la línea estricta de la virtud; en lo mental, vuestra mente no debe torcerse ni perder el rumbo: debe abrirse camino entre lo falso y lo aparente, desdeñando lo que no es esencial, para concentrarse en lo que es. En lo espiritual, debe poseer un discernimiento preciso y penetrante, para que pueda hurgar en el corazón de las cosas y ver lo invisible a través de lo visible. límpido y puro, por el laberinto de la vida, sin consentir jamás en desviarse del propósito trazado. Con respecto a la moral, uno no debe desviarse de la línea estricta de la virtud; en lo mental, vuestra mente no debe torcerse ni perder el rumbo: debe abrirse camino entre lo falso y lo aparente, desdeñando lo que no es esencial, para concentrarse en lo que es. En lo espiritual, debe poseer un discernimiento preciso y penetrante, para que pueda hurgar en el corazón de las cosas y ver lo invisible a través de lo visible. concentrarse en lo que es. En lo espiritual, debe poseer un discernimiento preciso y penetrante, para que pueda hurgar en el corazón de las cosas y ver lo invisible a través de lo visible. concentrarse en lo que es. En lo espiritual, debe poseer un discernimiento preciso y penetrante, para que pueda hurgar en el corazón de las cosas y ver lo invisible a través de lo visible.
Además, las facultades del hombre deben estar en condiciones de resistir la prueba de las dificultades, las abstracciones y los golpes producidos por las desilusiones y los fracasos, porque entonces, cuando se pone verdaderamente a prueba el verdadero temperamento (la naturaleza), la calidad de esas facultades es, a veces, , a veces se rompe en pedazos al hacer un esfuerzo violento, al igual que el borde del alcance falla y se desvía de su
propósito. La naturaleza del hombre puede desgastarse o romperse en pedazos como el material de una herramienta mal hecha, o puede resistir sus trabajos sin vacilar, con perfecta elasticidad y rebote como el acero bien templado.
Una vez estudiadas las tres Herramientas de Trabajo por separado y con cierto detalle, puede ser conveniente comparar y contrastar las funciones propias de cada uno de los miembros del grupo.
Al principio, no podemos dejar de maravillarnos ante las diferencias fundamentales y radicales entre las funciones de la regla de 24 pulgadas, el mazo y el cincel. El primero es un instrumento esencialmente estático y los otros dos son dinámicos. El primero muestra el camino, el segundo lo sigue. La regla de 24 pulgadas solo es útil cuando está estacionaria, mientras que los otros instrumentos solo son útiles cuando están en movimiento. El Gobernante es rígido, inflexible y fijo, además su virtud está determinada de una vez por todas; los otros dos son esencialmente móviles y capaces de adaptarse infinitamente a las necesidades del trabajo y del trabajador. Régua es impersonal mientras que Malho y Escopro están imbuidos de la personalidad del individuo que trabaja con ellos.
El Aprendiz se da cuenta fácilmente de lo que todo esto significa. En la vida siempre hay polos de espíritu y materia, mientras los principios de la vida sean fijos, su aplicación al trabajo práctico será infinitamente flexible. Los ideales impersonales deben dirigir las energías personales. Y así como todo golpe que se dé con el mazo en el cincel debe estar dirigido a cortar la piedra, en la medida marcada por la regla de 24 pulgadas, así también, los actos de los masones obedecerán fielmente a los mandatos de la mente. Todo trabajo inteligente debe ser precedido por un proyecto, cuya tarea sólo puede realizarse con la mente, que toma sus medidas y dirige todas las actividades hacia el fin propuesto.
Así pues, los tres Instrumentos de Trabajo de primer grado representan la triple naturaleza del hombre o, al menos, su triple naturaleza externa, es decir, el cuerpo, los sentimientos y la mente. El hombre se diferencia de los animales por su mente, su inteligencia, su poder de planear las cosas, en una palabra, por su regla de 24 pulgadas, que es necesariamente y siempre el primer y más importante instrumento usado por el albañil, y determina el uso que hace. de las demás herramientas; así también la mente es de suprema importancia para el hombre, ya que de su correcto uso depende su naturaleza como hombre. La función de la inteligencia es dar órdenes, y la de los deseos y del cuerpo obedecer.
Al estudiar cuidadosamente la importancia del mazo y el cincel como instrumentos de uso cercano, se pueden descubrir cosas de gran valor para los masones; pero si lo hiciéramos, elevaríamos nuestro estudio a un grado más alto.
Que el Aprendiz estudie su propia naturaleza, con paciencia y perseverancia, separando en su conciencia, tan distintamente como sea posible, los tres factores de su yo exterior: el cuerpo, los sentimientos o sensaciones y la mente. Pronto verás en Francmasón la representación simbólica de todo el poder que te da la energía, que debes aprender a controlar. En este poder descubrirás la Fuerza Omnipotente. En Scopro verá todas las facultades, que deberá desarrollar, educar y atemperar a los fines de la obra que tiene por delante distinta de la construcción del Templo Sagrado. Es en su regla de 24 pulgadas donde descubrirá su humanidad, el poder divino de la razón que lo adornará desde su morada corpórea, dirigiendo todas las cosas hacia el único gran objetivo: al servicio del hombre y la gloria de GADU.
*LA TORRE DE BABEL.*
La confusión que había surgido por los diversos idiomas hablados por los Trabajadores, extraídos de todas partes; Esta destrucción simboliza que cada edificio debe estar muy bien planeado y hecho en honor al Creador.
Hoy, Torre de Babel significa la "confusión" filosófica de una secta o religión; En la Masonería se aplica por la aparición de una avalancha de ritos, fruto de la simple imaginación y vanidad del hombre no preparado, que innova sin preocuparse por los fundamentos, que deben ser sólidos.
En la práctica de la vida, cada masón tiene su Torre de Babel para destruir, ya que reina la confusión entre los ignorantes.
A modo de ejemplo, en los Estados Unidos de América, han surgido en el siglo pasado más de tres mil sectas, todas afirmando ser cristianas y únicas en la verdad.
El masón necesita separar la paja del trigo para que no caiga en estafas y embustes fáciles.
El fanatismo que debe ser constantemente contrarrestado y combatido por el masón prospera fácilmente dentro de las Torres de Babel.
El masón siempre debe estar alerta a estas confusiones. *EL TRONO DEL VENERABLE MAESTRO.*
Desde el trono del Venerable Maestro, se visualiza el Templo durante toda la duración de una Sesión de la Logia, ya que el líder de la Logia está centralizado.
Nuestra atención debe ser permanente, ya que el Venerable Maestro actúa como si fuera un director de orquesta, teniendo el mallete o maso en lugar de la batuta.
El ritual obedece a su mandato y el ritual encuentra desarrollo a través de ese mandato, hecho con la mayor perfección posible, dentro de la capacidad masónica de cada presente.
Estar al pie de un trono induce a la veneración, que a su vez es una fuente de inspiración; El Venerable Maestro es el modelo a seguir, ya que fue llevado al cargo por voluntad de la mayoría.
En los momentos de indecisión en el viaje de la vida, debemos visualizar en nuestra mente el trono de la Logia y obedecer en espíritu los preceptos que nos han enseñado, aplicándolos a los casos que surjan. Entonces viviremos al menos en paz y tranquilidad.
La comunión entre los Hermanos de la Logia nunca nos hace sentir solos; Es uno de los aspectos del amor fraternal.
Aspirar mayor proximidad, ocupando el Oriente, será una medida sabia, juiciosa y fructífera.
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